Código Unico Disciplinario jurisprudencia Colombia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Edición de la Ley 734 de 2002, Código Disciplinario Único, con jurisprudencia y doctrina, realizada por la personería de Bogotá, Índice detallado, generosa jurisprudencia y doctrina.

Citation preview

Tabla de ConvencionesC.P. Co. Pe. Expresiones subrayadas en los artculos Constitucin Poltica Cdigo Penal Declaradas Exequibles o Exequible condicionado Declaradas Inexequibles

Expresiones tachadas en los artculos

Jurisprudencia Constitucional: Se refiere a aquellos pronuciamientos de la Corte Constitucional respecto de las demandas de constitucionalidad presentadas en contra de la Ley 734 de 2002 por parte de los ciudadanos, autoridades y servidores pblicos que han provocado un pronunciamiento respecto de la exequibilidad o no de las normas demandadas frente a la Constitucin Poltica. Doctrina Constitucional: La constituye el sentido o alcance que da la Corte Constitucional a los derechos fundamentales, por virtud de la revisin eventual de los fallos de tutela, convirtindose en obligatoria su fundamentacin y argumentacin respecto de estos derechos, en los trminos de la sentencia T-409/98, M.P. Jos Gregorio Hernndez Galido. Jurisprudencia: Se define como el conjunto de fallos dictados por la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y el Consejo Superior de la Judicatura en su Sala Disciplinaria, en casos similares, con miras a una decisin uniforme.

1

NDICE TEMTICOLIBRO I PARTE GENERAL TTULO I PRINCIPIOS RECTORES DE LA LEY DISCIPLINARIA Titularidad de la potestad disciplinaria Titularidad de la accin disciplinaria Poder disciplinario preferente Legalidad Ilicitud sustancial Debido proceso Efecto general inmediato de las normas procesales Reconocimiento de la dignidad humana Presuncin de inocencia Gratuidad de la actuacin disciplinaria Ejecutoriedad Celeridad de la accin disciplinaria Culpabilidad Favorabilidad Igualdad ante la ley disciplinaria Funcin de la sancin disciplinaria Derecho a la defensa Proporcionalidad Motivacin Interpretacin de la ley disciplinaria Aplicacin de principios e integracin normativa TTULO II LA LEY DISCIPLINARIA CAPTULO PRIMERO La funcin pblica y la falta disciplinaria Garanta de la funcin pblica La falta disciplinaria CAPTULO SEGUNDO Ambito de aplicacin de la ley disciplinaria Art. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21

22 23

24

2

CAPTULO TERCERO Sujetos disciplinarios Destinatarios de la ley disciplinaria Autores CAPTULO CUARTO Formas de realizacin del comportamiento Accin y omisin CAPTULO QUINTO Exclusin de la responsabilidad disciplinaria Causales TTULO III LA EXTINCIN DE LA ACCIN DISCIPLINARIA CAPTULO PRIMERO Causales de extincin de la accin disciplinaria CAPTULO SEGUNDO Prescripcin de la accin disciplinaria Trminos de prescripcin de la accin disciplinaria Renuncia a la prescripcin CAPTULO TERCERO Prescripcin de la sancin disciplinaria Trmino de prescripcin de la sancin disciplinaria TTULO IV DERECHOS, DEBERES, PROHIBICIONES, INCOMPATIBILIDADES, IMPEDIMENTOS, INHABILIDADES Y CONFLICTOS DE INTERESES DEL SERVIDOR PBLICO CAPTULO PRIMERO Derechos CAPTULO SEGUNDO Deberes CAPTULO TERCERO Prohibiciones

25 26

27

28

29

30 31

32

33

34

35

3

CAPTULO CUARTO Inhabilidades, impedimentos, incompatibilidades y conflicto de intereses Incorporacin de inhabilidades, impedimentos, incompatibilidades y conflictos de intereses Inhabilidades sobrevinientes Otras inhabilidades Otras incompatibilidades Conflicto de intereses Extensin de las inhabilidades, incompatibilidades e impedimentos TTULO V FALTAS Y SANCIONES CAPTULO PRIMERO Clasificacin y connotacin de las faltas Clasificacin de las faltas Criterios para determinar la gravedad o levedad de la falta CAPTULO SEGUNDO Clasificacin y limite de las sanciones Clases de sanciones Definicin de las sanciones Limite de las sanciones Criterios para la graduacin de la sancin LIBRO II PARTE ESPECIAL TTULO NICO LA DESCRIPCIN DELAS FALTAS DISCIPLINARIAS EN PARTICULAR CAPTULO PRIMERO Faltas gravsimas Causales de mala conducta Faltas graves y leves Preservacin del orden interno LIBRO III

36 37 38 39 40 41

42 43

44 45 46 47

48 49 50 51

4

RGIMEN ESPECIAL TTULO I RGIMEN DE LOS PARTICULARES CAPTULO PRIMERO mbito de aplicacin Normas aplicables Sujetos disciplinables CAPTULO SEGUNDO Inhabilidades, Impedimentos, incompatibilidades y conflictos de intereses CAPTULO TERCERO Sujetos y faltas gravsimas Sancin Criterios para la graduacin de la sancin TTULO II RGIMEN DE LOS NOTARIOS CAPTULO PRIMERO Normas Aplicables rgano competente CAPTULO SEGUNDO Faltas especiales de los notarios Faltas de los notarios Faltas gravsimas de los notarios Deberes y prohibiciones CAPTULO TERCERO Sanciones Limite de las sanciones Criterios para la graduacin de la falta y la sancin LIBRO IV PROCEDIMIENTO DISCIPLINARIO TTULO I

52 53

54

55 56 57

58 59

60 61 62

63 64 65

5

LA ACCIN DISCIPLINARIA Aplicacin del procedimiento Ejercicio de la accin disciplinaria Naturaleza de la accin disciplinaria Oficiosidad y preferencia Obligatoriedad de la accin disciplinaria Exoneracin del deber de formular quejas Accin contra servidor pblico retirado del servicio Terminacin del proceso disciplinario TTULO II LA COMPETENCIA Factores que determinan la competencia Competencia por la calidad de la calidad del sujeto disciplinable Control disciplinario interno Significado del control disciplinario interno Competencia de la Procuradura General de la Nacin Faltas cometidas por funcionarios de distintas entidades El factor territorial Competencia por razn de la conexidad Conflicto de competencias Competencias especiales TTULO III IMPEDIMENTOS Y RECUSACIONES Causales de impedimento y recusacin Declaracin de impedimento Recusaciones Procedimiento en caso de impedimento o recusacin Impedimento y recusacin del Procurador General de la Nacin TTULO IV SUJETOS PROCESALES Sujetos procesales en la actuacin disciplinaria Facultades de los sujetos procesales Calidad de investigado6

66 67 68 69 70 71 72 73

74 75 76 77 78 79 80 81 82 83

84 85 86 87 88

89 90 91

Derechos del investigado Estudiantes de consultorio jurdicos y facultades del defensor TTULO V LA ACTUACIN PROCESAL CAPTULO PRIMERO Disposiciones generales Principios que rigen la actuacin procesal Reserva de la actuacin disciplinaria Requisitos formales de la actuacin Motivacin de las decisiones disciplinarias y trmino para adoptar decisiones Utilizacin de medios tcnicos Reconstruccin de expedientes CAPTULO SEGUNDO Notificaciones y comunicaciones Formas de notificacin Notificacin personal Notificacin por medios de comunicacin electrnicos Notificaciones de decisiones interlocutorias Notificacin por funcionario comisionado Notificacin por estado Notificacin por estrado Notificacin por edicto Notificacin por conducta concluyente Comunicaciones CAPTULO TERCERO Recursos Clases de recursos y sus formalidades Oportunidad para interponer los recursos Sustentacin de los recursos Recurso de reposicin Trmite del recurso de reposicin Recurso de apelacin Prohibicin de reformatio in pejus Recurso de queja Tramite del recurso de queja Ejecutoria de las decisiones Desistimiento de los recursos Correccin, aclaracin y adicin de los fallos

92 93

94 95 96 97 98 99

100 101 102 103 104 105 106 107 108 109

110 111 112 113 114 115 116 117 118 119 120 121

7

CAPTULO CUARTO Revocatoria Directa Procedencia Competencia Causal de revocacin de los fallos sancionatorios Revocatoria para solicitud del sancionado Requisitos para solicitar la revocatoria de los fallos Efectos de solicitud y del acto que la resuelve TTULO VI PRUEBAS Necesidad y carga de la prueba Imparcialidad del funcionario en la bsqueda de la prueba Medios de prueba Libertad de la prueba Peticin y rechazo de pruebas Prctica de pruebas por comisionado Prctica de pruebas en el exterior Prueba trasladada Aseguramiento de la prueba Apoyo tcnico Oportunidad para controvertir la prueba Testigo renuente Inexistencia de la prueba Apreciacin integral de la prueba Prueba para sancionar TTULO VII NULIDADES Causales de la nulidad Declaratoria oficiosa Efectos de la declaratoria de nulidad Requisitos de la solicitud de nulidad Trmino para resolver TTULO VIII ATRIBUCIONES DE POLICA JUDICIAL Atribuciones de polica judicial Intangibilidad de las garantas constitucionales8

122 123 124 125 126 127

128 129 130 131 132 133 134 135 136 137 138 139 140 141 142

143 144 145 146 147

148 149

TTULO IX PROCEDIMIENTO ORDINARIO CAPTULO PRIMERO Indagacin preliminar Procedencia, fines y tramite de la indagacin Preliminar Ruptura de la unidad procesal CAPTULO SEGUNDO Investigacin disciplinaria Procedencia de la investigacin disciplinaria Finalidades de la decisin sobre investigacin disciplinaria Contenido de la investigacin disciplinaria Notificacin de la iniciacin de la investigacin Trmino de la investigacin disciplinaria Suspensin provisional. Tramite Reintegro del suspendido Efectos de la suspensin provisional Medidas preventivas CAPTULO TERCERO Evaluacin de la investigacin disciplinaria Decisin de evaluacin Procedencia de la decisin de cargos Contenido de la decisin de cargos Archivo definitivo164 Notificacin del pliego de cargos y oportunidad de variacin CAPTULO CUARTO Descargos, pruebas y fallo Trmino para presentar descargos Renuencia Trmino probatorio Trmino para fallar Contenido del fallo CAPTULO QUINTO Segunda instancia Trmite de la segunda instancia TTULO X

150 151

152 153 154 155 156 157 158 159 160

161 162 163 165

166 167 168 169 170

171

9

EJECUCIN Y REGISTRO DE LAS SANCIONES Funcionarios competentes para la ejecucin de las sanciones Pago y plazo de la multa Registro de sanciones TTULO XI PROCEDIMIENTOS ESPECIALES CAPTULO PRIMERO Procedimiento verbal Aplicacin del Procedimiento Verbal Competencia Audiencia Adopcin de la decisin Ejecutoria de la decisin Recursos Remisin al procedimiento ordinario CAPTULO SEGUNDO Procedimiento disciplinario especial ante el Procurador General de la Nacin Procedencia Declaracin de procedencia Requisitos de la decisin de citacin a audiencia Oportunidad Notificacin y declaracin de ausencia Pruebas Celebracin de la audiencia Recursos Acta Remisin al procedimiento ordinario CAPTULO TERCERO Competencia contra altos dignatarios del Estado Competencia especial de la Corte Suprema de Justicia TTULO XII DEL RGIMEN DE LOS FUNCIONARIOS DE LA RAMA JUDICIAL CAPTULO PRIMERO Disposiciones generales10

172 173 174

175 176 177 178 179 180 181

182 183 184 185 186 187 188 189 190 191

192

Alcance de la funcin jurisdiccional disciplinaria Titularidad de la accin disciplinaria Integracin normativa CAPTULO SEGUNDO Faltas disciplinarias Falta disciplinaria CAPTULO TERCERO Sujetos procesales CAPTULO CUARTO Impedimento y recusaciones Decisin sobre impedimentos y recusaciones CAPTULO QUINTO Providencias Funcionario competente para proferir las providencias Trminos CAPTULO SEXTO Notificaciones y ejecutoria Notificaciones Comunicacin al quejoso Notificacin por funcionario comisionado Notificacin por edicto Ejecutoria Notificacin de las decisiones CAPTULO SPTIMO Recursos y consulta Clases de recursos Consulta CAPTULO OCTAVO Pruebas Prctica de pruebas por comisionado CAPTULO NOVENO Investigacin disciplinaria Archivo definitivo Trmino Suspensin provisional Reintegro del suspendido

193 194 195

196

197

198

199 200

201 202 203 204 205 206

207 208

209

210 211 212 213

11

CAPTULO DCIMO Procedimiento verbal Aplicacin del procedimiento verbal CAPTULO UNDCIMO Rgimen de los conjueces y jueces de paz Competencia Deberes, prohibiciones, inhabilidades, impedimentos, incompatibilidades y conflicto de intereses Faltas gravsimas Faltas graves y leves, sanciones y criterios para graduarlas CAPTULO DUODCIMO Ejecucin y registro de las sanciones Comunicaciones Ejecucin de las sanciones Remisin al procedimiento ordinario TRANSITORIEDAD Y VIGENCIA Transitoriedad Vigencia

214

216 217 218 219

220 221 222

223 224

SUPLEMENTO

Decreto 224 de 2002 (febrero 11) Por el cual se corrige un yerro de la Ley 734 de 2002, por la cual se expide el Cdigo Disciplinario Unico. Ley 836 de 2003 (julio 16) Por la cual se expide el reglamento del Rgimen Disciplinario para las Fuerzas Militares. Ley 970 de 2005 (julio 13) Por medio de la cual se aprueba la Convencin de las Naciones Unidas contra la Corrupcin, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 31 de octubre de 2003. Ley 1010 de 2006 (enero 23) Por medio de la cual se adoptan medidas para prevenir, corregir y sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las relaciones de trabajo. Ley 1015 de 2006 (febrero 7) Por medio del cual se expide el Rgimen Disciplinario para la Polica Nacional.

12

LEY 734 DE 2002(Febrero 5) Por la cual se expide el Cdigo Disciplinario nico. El Congreso de Colombia DECRETA: LIBRO I PARTE GENERAL TTULO I PRINCIPIOS RECTORES DE LA LEY DISCIPLINARIA Artculo 1. Titularidad de la potestad disciplinaria. El Estado es el titular de la potestad disciplinaria. (Conc. C.P. Art. 123)JURISPRUDENCIA La disciplina, que sujeta a los individuos a unas determinadas reglas de conducta Observancia de las leyes y ordenamientos de una profesin o Instituto, segn el Diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua- es elemento necesario en toda comunidad organizada; factor esencial de su funcionamiento; presupuesto y requisito de su operatividad y eficacia, todo lo cual explica la existencia de regmenes disciplinarios tanto en las instituciones pblicas como en las privadas. En lo que concierne al Estado, no podra alcanzar sus fines si careciera de un sistema jurdico enderezado a regular el comportamiento disciplinario de su personal, fijando los deberes y obligaciones de quienes lo integran, las faltas, las sanciones correspondientes y los procedimientos para aplicarlas. El derecho disciplinario est integrado por todas aquellas normas mediante las cuales se exige a los servidores pblicos un determinado comportamiento en el ejercicio de sus funciones, independientemente de cul sea el rgano o la rama a la que pertenezcan. Ello hace parte de las condiciones mnimas inherentes a la actividad oficial, que resultan imprescindibles para la eficiente atencin de los asuntos a cargo del Estado, motivo por el cual su mantenimiento, merced a un ordenamiento jurdico especial de reglas y sanciones, no solamente constituye derecho sino que es ante todo deber del Estado. (subrayado fuera de texto).

13

El derecho disciplinario es, pues, consustancial a la organizacin poltica y tiene lugar preferente dentro del conjunto de las instituciones polticas. Las faltas disciplinarias son definidas anticipadamente y por va general en la legislacin y corresponden a descripciones abstractas de comportamientos que, sean o no delitos, enturbian, entorpecen o desvirtan la buena marcha de la funcin pblica en cualquiera de sus formas, lo que hace que las mismas disposiciones que las consagran estatuyan, tambin con carcter previo, los correctivos y sanciones aplicables a quienes incurran en aquellas. Segn las voces del artculo 124 de la Constitucin, la ley determinar la responsabilidad de los servidores pblicos y la manera de hacerla efectiva. Con arreglo al principio plasmado en el artculo 6 de la Constitucin, al paso que los particulares nicamente son responsables ante las autoridades por infringir la Constitucin y las leyes, los servidores pblicos lo son por las mismas causas y por omisin o extralimitacin en el ejercicio de sus funciones. Esto quiere decir que, por lo que atae al campo disciplinario aplicable al servidor pblico como tambin ocurre en el terreno penal- se es responsable tanto por actuar de una determinada manera no querida por el legislador (conducta positiva) como por dejar de hacer algo que debera hacerse segn los mandatos de la ley (conducta negativa u omisin), siempre y cuando se establezca la culpabilidad del sujeto. La aludida responsabilidad guarda relacin con la existencia de lmites a toda funcin pblica, los cuales estn orientados por el postulado de su previa determinacin y son propios del Estado de Derecho, toda vez que l implica el sometimiento de los particulares y de los servidores pblicos a unas reglas generales y abstractas que impidan su comportamiento arbitrario. De all que no haya empleo pblico que no tenga funciones detalladas en la Constitucin, la ley o el reglamento (artculo 122 de la Carta Poltica). Segn la misma norma, ningn servidor pblico entrar a ejercer su cargo sin prestar juramento de cumplir y defender la Constitucin y desempear los deberes que le incumben (subraya la Corte). De acuerdo con el artculo 123, inciso 2, de la Constitucin, los servidores pblicos estn al servicio del Estado y de la comunidad; ejercern sus funciones en la forma prevista por la Constitucin, la ley y el reglamento. He all los fundamentos constitucionales de la responsabilidad disciplinaria y del consiguiente poder confiado a determinados rganos estatales. Como puede observarse, el rgimen disciplinario cobija a la totalidad de los servidores pblicos, que lo son, de acuerdo con el artculo 123 de la Constitucin, los miembros de las corporaciones pblicas, los empleados y trabajadores del Estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. El derecho disciplinario es uno solo, su naturaleza es la misma, bien que se aplique al personal que se encuentra al servicio de las cmaras legislativas o de las corporaciones administrativas, ya sea que se haga valer frente a los servidores pblicos que pertenecen a la Rama Ejecutiva en cualquiera de sus niveles, o respecto de los funcionarios o empleados de 14

la Rama Judicial. Y se ejerce tambin por servidores pblicos que pueden pertenecer a cualquiera de las ramas u rganos, segn lo que determine la Constitucin o la ley, en diversas formas e instancias, tanto interna como externamente (Corte Constitucional Sent. C-417/93 M.P. JOS GREGORIO HERNNDEZ GALINDO, ratificada en la C-286/96 M.P. JOS GREGORIO HERNNDEZ GALINDO). DOCTRINA Para Renato Alessi, poder disciplinario es aquel que corresponde a la Administracin Pblica para castigar con determinadas sanciones, el comportamiento de quienes estn obligados a la Administracin por relaciones en las que concurra una relacin de supremaca especial que se ejerza sobre los mismos, cuando el referido comportamiento perjudique el debido cumplimiento de la relacin administrativa principal (Alessi, Renato. Instituciones de Derecho Administrativo, Barcelona, 1970, trad. Buenaventura Pellis, T.I., Pg 231). (...) Para Bartolom Fiorini, la potestad disciplinaria se distingue como la actividad de la custodia y buen orden de la funcin y organizacin de la Administracin Pblica sobre sus agentes, correspondiendo su reglamentacin al derecho disciplinario. La juridicidad de la potestad disciplinaria instituye tambin el procedimiento disciplinario (Florni, Bartolom. Manual de Derecho Administrativo, T.I., Buenos Aires, Pg.600) Para Julio E. Pratt, el poder disciplinario consiste en la facultad de la Administracin de aplicar sanciones mediante la observancia de un procedimiento especialmente establecido a estos efectos, con el objeto de mantener el orden y el correcto funcionamiento del servicio a su cargo... (Prat, Julio E. Derecho Administrativo, T.I., Montevideo, 1977, Pg. 154) (...) Para Gustavo Humberto Rodrguez, es la capacidad que tiene la Administracin -cualquier otra rama del poder pblico que acte en funcin administrativa- de exigir obediencia y disciplina en el ejercicio de la funcin administradora, investigando las faltas administrativas e imponiendo las sanciones igualmente administrativas a los funcionarios infractores. Es, pues, sta, una potestad sancionadora interna, por cuanto se predica en referencia a las relaciones de la Administracin con sus agentes, funcionarios o servidores. De igual modo, existe una potestad sancionadora externa, consistente en esa misma capacidad en cuanto a las relaciones de los terceros administrados que resulten ser infractores de las normas y rdenes de la Administracin (Rodrguez, Gustavo Humberto. Derecho Administrativo Disciplinario. Ediciones Librera del Profesional, Bogot, 1989, Pg. 12). Para Miguel Gonzlez Rodrguez, la potestad disciplinaria es el poder o potestad que tiene la Administracin para exigir a los funcionarios el cumplimiento estricto de sus deberes y eventualmente sancionar a quienes cometan faltas, en orden a asegurar el correcto funcionamiento de los servidores a su cargo (Gonzlez Rodrguez, Miguel. La Funcin Pblica en Colombia. Ediciones Rosaristas, Bogot, 1985, Pg. 126). (Rgimen 15

Disciplinario de los Servidores Pblicos, MARMOLEJO ESPITIA OSCAR HUMBERTO Cuarta Edicin, Editorial Leyer. 2002. Pgs. 33, 34 y 35). COMENTARIO Se erige este principio rector como el reconocimiento a los rganos de Control, la jurisdiccin disciplinaria y a la administracin de la potestad sancionadora que deviene del ius puniendi, de tal forma que apunta a la proteccin del orden jurdico de su propia actividad con trascendencia hacia quienes tienen relacin directa con su accionar y debe ser interpretado bajo dos acepciones: de una parte como la manifestacin del poder supremo del Estado, que corresponde desplegarlo por medio de correctivos tendientes a sancionar a sus destinatarios, cuando incurren en violacin del Estatuto Disciplinario en cumplimiento de la funcin administrativa encomendada, y de otra, como el deber que corresponde ejercer al Estado de investigar de manera oficiosa todas aquellas conductas que atenten contra la buena marcha de los asuntos a su cargo.

Artculo 2. Titularidad de la accin disciplinaria. Sin perjuicio del poder disciplinario preferente de la Procuradura General de la Nacin y de las Personeras Distritales y Municipales, corresponde a las oficinas de control disciplinario interno y a los funcionarios con potestad disciplinaria de las ramas, rganos y entidades del Estado, conocer de los asuntos disciplinarios contra los servidores pblicos de sus dependencias. El titular de la accin disciplinaria en los eventos de los funcionarios judiciales, es la jurisdiccin disciplinaria. La accin disciplinaria es independiente de cualquiera otra que pueda surgir de la comisin de la falta. (Conc. Arts. 69, 75, 76, 78 y 154 - 4. C.P. Arts. 4, 118 y 256)JURISPRUDENCIA Esta Corporacin se ha referido al tema objeto de debate en varias oportunidades, tanto en procesos de constitucionalidad como de tutela; valga citar, entre otras, la sentencia C427/94, en cuyas consideraciones se hizo referencia a la diferenciacin existente entre la accin disciplinaria y la accin penal. Dijo la Corte: Es cierto que existen elementos comunes entre el procedimiento penal y el procedimiento disciplinario en lo que tiene que ver con la definicin y determinacin de una conducta prohibida por la ley (tipicidad), en cuanto a la responsabilidad imputable al sindicado, y a la existencia de un procedimiento que asegure el debido proceso en la investigacin y juzgamiento de las conductas ilcitas y la medicin de las sanciones; no es menos cierto que de lo anterior no puede concluirse que se trata de unos mismos procedimientos, pues los fines perseguidos, la naturaleza de las faltas en general, y las sanciones por sus particulares contenido, difieren unos de otros.

16

La prohibicin legal de la conducta delictiva tiene por fin la defensa de la sociedad, mientras que las faltas disciplinarias buscan proteger el desempeo del servidor pblico, con miras al cumplimiento de la funcin pblica. La prohibicin de la conducta delictiva involucra un conjunto de patrones que establecen una precisin tipolgica en las que se describen de manera detallada los elementos conformantes del tipo, de manera que, sujeto activo, conducta, intencin, sujeto pasivo y circunstancias llevan en el procedimiento penal a una exhaustiva delimitacin legal de las conductas; mientras que en la definicin de las faltas disciplinarias, entran en juego, elementos propios de la funcin pblica que interesan por sobretodo a contenidos poltico-institucionales, que sitan al superior jerrquico en condiciones de evaluar con mayor flexibilidad, y de acuerdo con criterios que permiten un ms amplio margen de apreciacin, tal como lo ha entendido el tribunal Europeo de Derechos Humanos, rgano competente para interpretar y aplicar el Convenio Europeo de Derechos Humanos. Las sanciones penales se dirigen, de manera general, a la privacin de la libertad fsica y a la reinsercin del delincuente a la vida social, al paso que las sanciones disciplinarias tienen que ver con el servicio, con llamados de atencin, suspensiones o separacin del servicio, lo que impone al acto sancionatorio un carcter independiente, de donde surge el aceptado principio de que la sancin disciplinaria se impone sin perjuicio de los efectos penales que puedan deducirse de los hechos que la originaron Y en sentencia anterior (T-413/92), expres la Corte que el adelantamiento de las dos acciones precitadas no configura violacin al principio non bis in dem. Esta Sala considera que en el presente caso no se da una violacin al precepto citado- artculo 29 C.N., principio non bis in dem, por cuanto el juicio realizado en dos jurisdicciones distintas implica una confrontacin con normas de categora, contenido y alcance distinto. El juez disciplinario evala el comportamiento del acusado, con relacin a normas de carcter tico, contenidos principalmente en el Estatuto de la Abogaca. Por su parte, el juez penal hace la confrontacin de la misma conducta, contra tipos penales especficos que tienen un contenido de proteccin de bienes jurdicamente tutelados en guarda del inters social. As que tanto la norma aplicable, como el inters que se protege son de naturaleza distinta en cada una de las dos jurisdicciones. Por ello, es posible, como sucedi en este caso, que el juez penal haya absuelto y, por su parte, el juez disciplinario haya condenado. No hay, por tanto violacin de la norma superior invocada en este punto por el peticionario, como tampoco de otros derechos fundamentales En este orden de ideas, siendo la accin disciplinaria distinta de la accin penal, cada una puede adelantarse en forma independiente, sin que de su coexistencia se pueda deducir infraccin al principio non bis in dem, pues en este caso no existen dos juicios idnticos... (Corte Constitucional Sent. C-244/96 M.P. CARLOS GAVIRIA DAZ). COMENTARIO

17

Se debe tener en cuenta en primer lugar que este poder disciplinario corresponde ejercerlo internamente a la administracin, a travs de las oficinas de Control Interno Disciplinario respecto de sus agentes, funcionarios o servidores, a peticin o de manera oficiosa. No obstante su conocimiento puede ser desplazado por quienes ejercen el poder preferente en esta materia, momento a partir del cual la primera se desprende del conocimiento por tanto se suspende su competencia sobre el asunto en cuestin. De otra parte, el legislador de 2002 aclara la titularidad del enjuiciamiento disciplinario de los funcionarios judiciales, a cargo de la jurisdiccin disciplinaria, que conforme al artculo 194 de este ordenamiento corresponde a la Sala Jurisdiccional Disciplinaria del Consejo Superior de la Judicatura y a las Salas Disciplinarias de los Consejos Seccionales. De la misma forma se precisa la independencia de la accin disciplinaria. Pues bien, aunque el proceso disciplinario tiene su umbral en el derecho sancionatorio, no por ello ha de confundirse con otras reas del control social que corresponde ejercer al Estado; toda vez que a ste interesa la verificacin del cumplimiento del deber funcional de los servidores pblicos de tal forma que se apliquen los correctivos cuando estos violan sus deberes, obligaciones o incurran en vulneracin de prohibiciones e incompatibilidades establecidas legalmente, as como respecto de los particulares que desempeen funciones pblicas, en cuanto tiene relacin con las inhabilidades, impedimentos, incompatibilidades y conflicto de intereses a ellos imputables, lo que en manera alguna puede confundirse con la accin penal dado que aunque derive del mismo suceso o la misma conducta, aqu la perspectiva que interesa es la infraccin a una norma que protege el bien jurdico tutelado por el legislador, verbigracia la administracin pblica, otros son los juicios por responsabilidad fiscal a los que atae examinar la responsabilidad desde el punto de vista patrimonial que asista como corolario de acciones u omisiones de agentes de Estado o a su servicio en el manejo de los recursos pblicos.

Artculo 3. Poder disciplinario preferente. La Procuradura General de la Nacin es titular del ejercicio preferente del poder disciplinario en cuyo desarrollo podr iniciar, proseguir o remitir cualquier investigacin o juzgamiento de competencia de los rganos de control disciplinario interno de las entidades pblicas. Igualmente podr asumir el proceso en segunda instancia. En virtud de la misma potestad, mediante decisin motivada, de oficio o a peticin de cualquier persona, podr avocar el conocimiento de aquellos asuntos que se tramitan internamente en las dems dependencias del control disciplinario. Tambin se proceder en la misma forma cuando se desprenda del conocimiento de un proceso. La Procuradura General de la Nacin y el Consejo Superior de la Judicatura son competentes a prevencin para conocer, hasta la terminacin del proceso, de las faltas atribuidas a los funcionarios de la rama judicial, salvo los que tengan fuero constitucional. (Inexequible Sent. C-948/02. Sent. C-037/03 declar estarse a lo resuelto en la Sent. C 948/02). Las personeras municipales y distritales tendrn frente a la administracin poder disciplinario preferente.18

(Conc. Arts. 69, 78, 79 inc. 2. C.P. Arts. 118, 256, 275, 277 y 278 Num.6)JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL En el mismo sentido en las Sentencias C-057/98 y C-181/02 la Corte record los criterios expuestos en su jurisprudencia vigente hasta ahora en la materia, haciendo nfasis en que cuando la investigacin disciplinaria ya ha sido avocada por el Consejo Superior de la Judicatura en relacin con los funcionarios judiciales que carecen de fuero, la Procuradura General de la Nacin no puede desplazarlo pues en estos casos el Consejo ejerce una competencia preventiva... As, en la sentencia SU-637 de 1996, en la que el problema jurdico a resolver se refera a la aplicabilidad o no del Cdigo disciplinario nico a los funcionarios judiciales, adems de afirmar la plena aplicabilidad de las normas del Cdigo Disciplinario nico a dichos funcionarios, la Corte reafirm que el concepto de poder disciplinario preferente de la Procuradura en relacin con los funcionarios judiciales excluidos del fuero, solamente se poda hacer valer cuando el Consejo Superior de la Judicatura o los Consejos Seccionales no hubieran asumido a prevencin la investigacin disciplinaria correspondiente Finalmente en la Sentencia SU- 337 de 1998 la Corte, adems de hacer alusin a las decisiones de constitucionalidad y de tutela a que se ha hecho referencia, precis que la prevencin es un factor que contribuye a determinar la competencia sobre un proceso determinado, en el caso de que ste pueda ser conocido por distintas autoridades judiciales y las caractersticas que en este caso tiene dicho mecanismo legal para establecer la competencia bien de la Procuradura General de la Nacin o bien del Consejo Superior o los Consejos Seccionales de la Judicatura De los anteriores textos se desprende en forma clara que el Constituyente quiso establecer una jurisdiccin disciplinaria encargada de examinar las conductas y sancionar las faltas de los funcionarios de la rama judicial, creacin que como lo ha sealado esta Corporacin atiende a la distribucin de competencias orgnicas y funcionales de los distintos poderes pblicos as como a la autonoma de la misma Rama Judicial para asegurar la especifica misin constitucionalmente confiada. Al respecto la Corte seal concretamente lo siguiente: La Corte encuentra que la creacin del Consejo Superior de la Judicatura obedece a varios propsitos del Constituyente entre los que est la idea de modernizar y transformar las funciones correspondientes a la administracin de los recursos econmicos y de personal de la justicia y la del fortalecimiento de la actividad disciplinaria garantizando el mantenimiento de elementos doctrinarios y de distribucin de competencias orgnicas y funciones de los distintos poderes pblicos que en especial se relacionan con la autonoma de integracin de la misma Rama Judicial. Adems a dicho organismo le compete cumplir funciones disciplinarias y algunas judiciales, que corresponden a la Sala Disciplinaria, como las de examinar la

19

conducta y sancionar en las instancias que seale la ley, las faltas de los funcionarios de la Rama Judicial, as como la de los abogados en el ejercicio de su profesin y la de dirimir los conflictos de competencia que ocurran entre las distintas jurisdicciones (arts. 256 de la C.N. y 10 del Decreto 2652 de 1991). En efecto como se ha advertido anteriormente, la Constitucin crea dos Salas autnomas (La Sala Jurisdiccional Disciplinaria y la Administrativa art. 254 de la C.N), a las que por su separacin, origen, denominacin y finalidad implcita les ha prescrito un funcionamiento separado respecto de las funciones constitucionales que a su naturaleza y finalidad correspondan. As la Sala Jurisdiccional Disciplinaria ha sido creada orgnica y funcionalmente en forma autnoma. En efecto, fue creada nicamente para el ejercicio de la funcin jurisdiccional disciplinaria, que por constituir funcin pblica de administracin de justicia acto como rgano autnomo y con independencia de sus nominadores (art. 228 de la C.P.) No obstante de la creacin de la jurisdiccin disciplinaria con las caractersticas que se destacan en el aparte transcrito, no se desprende que la Constitucin haya establecido un fuero especial para los funcionarios de la rama judicial, pues dicho fuero, como ya se seal, solamente es predicable respecto de determinados funcionarios a los que la Constitucin se refiri especficamente (art. 174 C.P.); empero, es claro que el Constituyente quiso que los funcionarios de la rama judicial fueran sometidos en materia disciplinaria a la competencia de la jurisdiccin disciplinaria que estableci expresamente para este efecto y que dicha previsin obedece al carcter especial de las funciones que se encuentran a cargo de los jueces, magistrados y fiscales a los que la disposicin se refiere y de las caractersticas propias de la misma organizacin judicial como rama del poder pblico. Ahora bien, frente al texto del numeral sexto del artculo 277 superior a cuyo tenor el Procurador General de la Nacin, por si o por medio de sus delegados y agentes tendr entre otras funciones las de ejercer vigilancia superior de la conducta oficial de quienes desempeen funciones pblicas, inclusive las de eleccin popular; ejercer preferentemente el poder disciplinario; adelantar las investigaciones correspondientes, e imponer las respectivas sanciones conforme a la Ley, la Corte llama la atencin sobre el hecho de que dicho numeral se refiere a tres funciones diferentes que si bien pueden coincidir en relacin con algunos servidores pblicos no necesariamente deben ejercerse en todas las circunstancias, como ya se enunci. (1) As, cabe precisar que una es la vigilancia superior de la conducta oficial de quienes desempean funciones pblicas, inclusive las de eleccin popular, funcin que no tiene exclusin alguna y que por tanto ha de predicarse frente a todo aquel que ejerce funciones pblicas. Vigilancia superior que puede significar que el Procurador por si mismo proceda a desvincular del cargo a un servidor (art 278 num 1 C.P.), o que simplemente ponga en movimiento los mecanismos de control disciplinario establecidos en la Constitucin y en la Ley. (2) Una segunda funcin se concreta en el ejercicio preferente del poder disciplinario, posibilidad que resulta predicable frente a todo servidor pblico o particular que ejerce funciones pblicas, con excepcin de aquellos respecto de los cuales la Constitucin no haya 20

previsto un fuero especial (art. 274) o no haya asignado a unos rganos especficos el ejercicio de dicho poder disciplinario (art. 256 num. 3). (3) Y una tercera funcin se refiere a la imposicin de las respectivas sanciones de acuerdo con la ley, competencia que la Procuradura General ejerce sobre aquellos servidores respecto de los cuales de acuerdo con la Constitucin y la Ley le corresponde ejercer el poder disciplinario. En relacin con el poder preferente de la Procuradura General de la Nacin, es pertinente precisar que ste resulta predicable sin ninguna limitacin frente a los empleados judiciales respecto de los cuales, al igual que de los dems servidores pblicos carentes de fuero, no exista en la Constitucin asignacin de competencia a rganos especficos para ejercer el poder disciplinario. La situacin no es la misma respecto de los funcionarios judiciales, a quienes precisamente el Constituyente quiso someter, se reitera, en razn de las caractersticas propias de su funcin jurisdiccional y de la necesidad de mantener la independencia funcional de la rama judicial, al control de unos rganos especficos pertenecientes a la misma rama judicial dentro de la cual cre para el efecto una jurisdiccin disciplinaria, en consonancia con la autonoma estructural y funcional propias de la misma conforme a la Constitucin Para la Corte como ya se expres atendida la especificidad de la funcin a cargo de los denominados funcionarios judiciales la mencin de atribuciones en los artculos 256 y 277 constitucionales significa, por una parte, que al Procurador corresponde la vigilancia superior de la conducta oficial de los servidores pblicos y que en cumplimiento de esta funcin habr de poner en movimiento los mecanismos de control disciplinario e intervenir en los correspondientes procesos disciplinarios (artculo 277,6 C.P.) y por otra, que al Consejo Superior de la Judicatura, rgano integrante de la propia rama judicial, compete el examen de la conducta y la sancin de las faltas de los funcionarios de la rama judicial, as como las de los abogados en el ejercicio de su profesin en la instancia que seale la ley (artculo 256,3 C.P.) ...En efecto, la Corte destaca que (i) tanto la competencia preferente como la competencia a prevencin requieren que haya unidad en cuanto a la funcin que corresponde a las autoridades que concurren, lo cual como se ha sealado no sucede en el supuesto que se analiza pues bien entendido el contenido de los artculos 256-3-, y 277-6- es claro que en ellos no se establece una competencia con igual contenido tanto para la Procuradura General de la Nacin como para el Consejo Superior de la Judicatura; (ii) la aceptacin de la competencia a prevencin, comporta necesariamente, la aceptacin, para el caso en anlisis, de la inexistencia de un poder preferente, en cabeza de un rgano Procuradura General de la Nacin-, llamado a desplazar a otro -Consejo Superior de la Judicatura-, por principio igualmente competente; (iii) por lo dems, si la competencia preferente de la Procuradura General de la Nacin pudiera predicarse en esta circunstancia, en ningn caso podra oponerse a dicho poder preferente el hecho de que el Consejo Superior o los Consejos seccionales de la Judicatura hayan asumido previamente competencia sobre un asunto disciplinario en el que se examine la conducta de un funcionario judicial... En ese orden de ideas cabe recordar que la Ley estatutaria de administracin de justicia en su artculo 111 seala que las providencias que en materia disciplinaria se dicten en 21

relacin con los funcionarios judiciales son actos jurisdiccionales no susceptibles de accin contencioso administrativa. No debe olvidarse al respecto que como lo sealan los artculos 228 y 230 superiores, la Constitucin garantiza la independencia tcnica, cientfica y funcional de la funcin judicial y que uno de los elementos de esa independencia se concreta, por querer del Constituyente, en la existencia de una jurisdiccin disciplinaria autnoma encargada de disciplinar a los funcionarios judiciales que administran justicia. De acuerdo con las consideraciones efectuadas, la Corte encuentra que las expresiones La Procuradura General de la Nacin y y a prevencin contenidas en el tercer inciso del artculo 3 de la ley 734 de 2002 resultan contrarias a la Constitucin y por tanto declarar su inexequibilidad en la parte resolutiva. Ahora bien, para efectos del correcto entendimiento del texto del mencionado inciso tercero del artculo 3 de la ley, el mismo deber leerse en la forma que se seala en la parte resolutiva. (Corte Constitucional Sent. C-948/02 M.P. LVARO TAFUR GALVIS). COMENTARIO El ejercicio del poder preferente deviene del numeral 6 del artculo 277 C.P., el cual ejerce la Procuradura General de la Nacin sin limitacin alguna, inclusive frente a los empleados judiciales, al igual que los dems servidores pblicos del Estado, como quiera que del ordenamiento superior no se desprende otra competencia especfica asignada para el ejercicio de este poder disciplinario; cosa diferente ocurre respecto de los funcionarios judiciales para quienes la misma Carta Poltica, dadas las especiales caractersticas de su funcin judicial y con el objeto de mantener independencia funcional cre la jurisdiccin especial disciplinaria para el conocimiento de sus causas segn se evidencia del numeral 3 del artculo 256, as lo ratific la Corte Constitucional en la cita antes realizada y en consecuencia el texto de la norma qued as: El Consejo Superior de la Judicatura es el competente para conocer hasta la terminacin, de las faltas atribuidas a los funcionarios de la rama judicial, salvo los que tengan fuero constitucional. El ejercicio del control preferente por parte de la Procuradura General de la Nacin, se encuentra reglamentado en la Resolucin 346 de 2002 y en la Personera de Bogot D.C. a travs de la Resolucin 441 de 2004.

Artculo 4. Legalidad. El servidor pblico y el particular en los casos previstos en este cdigo slo sern investigados y sancionados disciplinariamente por comportamientos que estn descritos como falta en la ley vigente al momento de su realizacin. (Conc. C.P. Arts. 6, 29, 123 y 124)JURISPRUDENCIA Las faltas disciplinarias son definidas anticipadamente y por va general en la legislacin y corresponden a descripciones abstractas de comportamientos que, sean o no delitos, enturbian, entorpecen o desvirtan la buena marcha de la funcin pblica en cualquiera de sus formas, lo que hace que las mismas disposiciones que las consagran estatuyan, tambin 22

con carcter previo, los correctivos y sanciones aplicables a quienes incurran en aquellas. Segn las voces del artculo 124 de la Constitucin, la ley determinar la responsabilidad de los servidores pblicos y la manera de hacerla efectiva. (Corte Constitucional Sent. C286/96 M.P. JOS GREGORIO HERNNDEZ). 4.2. Principio de legalidad en materia disciplinaria De conformidad con lo previsto en el Art. 29 de la Constitucin Poltica, nadie podr ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa (...). Esta disposicin consagra el principio de legalidad en materia sancionatoria, expresado en la doctrina jurdica con el aforismo latino nullum crimen nulla poena sine lege, que constituye parte integrante del principio del debido proceso y en virtud del cual tanto las conductas ilcitas como las sanciones correspondientes deben estar determinadas en ley anterior a la ocurrencia de los hechos respectivos. En relacin con la aplicacin de este principio tanto en materia penal como en materia disciplinaria, la Corte ha expuesto: Esta Corporacin ha afirmado que el principio de legalidad, como salvaguarda de la seguridad jurdica de los ciudadanos, hace parte de las garantas del debido proceso, pues permite conocer previamente las conductas prohibidas y las penas aplicables, tanto en materia penal como disciplinaria. Este principio adems protege la libertad individual, controla la arbitrariedad judicial y administrativa y asegura la igualdad de todas las personas ante el poder punitivo y sancionatorio del Estado. Por eso es comn que los tratados de derechos humanos y nuestra Constitucin lo incorporen expresamente cuando establecen que nadie puede ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa (artculo 29). Esta Corte tambin ha sealado que el debido proceso comprende el principio constitucional de la legalidad de la conducta sancionada y de la pena a imponer. No obstante, existe una diferencia importante en la aplicacin del principio de legalidad respecto de la determinacin de las conductas en los tipos legales del ordenamiento penal, por un lado, y en los del ordenamiento disciplinario, por el otro, que ha sealado la jurisprudencia de esta corporacin, as: Con base en lo anterior, es de anotar como peculiaridad propia del derecho disciplinario, la posibilidad de que las conductas constitutivas de faltas disciplinarias se encuadren en la forma de tipos abiertos. A diferencia de la materia penal, en donde la descripcin de los hechos punibles es detallada, en la disciplinaria el fallador cuenta con un mayor margen de valoracin e individualizacin de las faltas sancionables por la diversidad de comportamientos que pugnan contra los propsitos de la funcin pblica y del rgimen disciplinario... (Corte Constitucional Sent. C-124/03 M.P. JAIME ARAUJO RENTERA).

Artculo 5. Ilicitud sustancial. La falta ser antijurdica cuando afecte el deber funcional sin justificacin alguna. (Exequible Sent. C-948/02). (Conc. Arts. 22, 23. C.P. Arts. 6, 90, 122, 123 y 124)23

JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL Al respecto la Corte constata que la norma traduce la adopcin por el Legislador de una postura clara a favor de la autonoma del derecho disciplinario en materia de determinacin de la antijuridicidad de las conductas que dicho derecho sanciona frente a las categoras propias del derecho penal. Cabe recordar en efecto que en el proyecto inicial presentado a consideracin del Congreso el artculo quinto acusado era de un tenor sustancialmente diferente del que ahora se examina. Dicho artculo sealaba lo siguiente: Artculo 5. Lesividad. La falta del servidor pblico o del particular que ejerza funciones pblicas solo dar lugar a responsabilidad disciplinaria cuando afecte o ponga en peligro la funcin pblica. La exposicin de motivos sustentaba dicho texto basada en las siguientes consideraciones: Otra de las innovaciones en materia de principios rectores con contenido garantista la constituye la consagracin expresa del principio de lesividad, refirindolo especficamente a la funcin pblica, como nico bien jurdico cuya lesin o puesta en peligro amerita reproche disciplinario. Debido a la falta de claridad de la legislacin vigente sobre este aspecto, la jurisprudencia y la doctrina plantearon tesis encontradas que el proyecto pretende resolver mediante una regulacin expresa e inequvoca, en aras de la seguridad jurdica. El principio de lesividad se estructura como una garanta adicional en favor de los destinatarios de la ley disciplinaria, pero en el caso de este proyecto, claramente diferenciado del principio de lesividad o de antijuridicidad material que se desarrolla en la legislacin penal vigente; el quebrantamiento de la norma slo merece reproche disciplinario cuando la misma est concebida para preservar la funcin pblica, y la infraccin, en el caso concreto, la vulnera o la pone en peligro. Este texto no fue acogido por el Congreso, que adopt finalmente el texto que ahora se examina por la Corte. Para sustentar el abandono del texto inicial en la Ponencia para primer debate en la Cmara de Representantes del proyecto que se convertira en la Ley 734 de 2002 se hicieron las siguientes consideraciones: La expresin lesividad es propia del derecho penal, mecanismo de control social que tiene como fundamento la proteccin de bienes jurdicos cuyo contenido viene dado por los derechos fundamentales. Trasplantar del derecho penal al derecho disciplinario tal expresin comporta introducir factores perturbadores que incidirn en la correcta interpretacin de la ley, habida cuenta que, si bien en derecho disciplinario deben regir las categoras tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad, las mismas deben estar dotadas de su contenido propio y autnomo. Ciertamente que el derecho disciplinario protege en trminos generales el correcto desempeo de la funcin pblica, lo cual hace a travs de una consideracin global de la materia; empero, las especificaciones de tal proteccin vienen dadas por la

24

imposicin de deberes funcionales acordes con la funcin que cumple el servidor pblico en un Estado Social y Democrtico de Derecho (artculos 2, 6 y 122 inciso 2 de la Carta Poltica). Decoro, eficiencia y eficacia no son los nicos valores constitucionales encarnados en los deberes funcionales, habida cuenta que juegan otros como la moral pblica, la imparcialidad, transparencia y objetividad que emanan de la Carta Poltica y el orden jurdico desarrolla. No basta como tal la infraccin a un deber, ni a cualquier deber, sino que se requiere, para no convertir la ley disciplinaria en instrumento ciego de obediencia, que ello lo sea en trminos sustanciales; esto es, que de manera sustancial ataque por puesta en peligro o lesin el deber funcional cuestionado. Ello es lo que se busca con la redaccin inicial, empero, la misma resulta equvoca en la medida en que trata de buscar una autonoma e independencia del derecho penal a travs de la utilizacin de las categoras dogmticas de ste. En efecto, la exposicin de motivos presentada por la Procuradura General de la Nacin deslinda derecho penal y derecho disciplinario, sealando a ste como un sistema autnomo e independiente, con objetivos y caractersticas propios, precisando la necesidad de diferenciar la antijuridicidad penal de la disciplinaria, pues en aqul se habla del principio de lesividad o de antijuridicidad material. Pues bien, si ello es as, como lo es por resultar correcto, no se puede utilizar en derecho disciplinario la expresin lesividad, habida cuenta que la misma denota un sistema de injusto montado sobre la base de la lesin a bienes jurdicos tutelados, cuya puesta en peligro o lesin origina la antijuridicidad material como categora dogmtica. El derecho disciplinario no puede ser entendido como protector de bienes jurdicos en el sentido liberal de la expresin, toda vez que se instaurara una errtica poltica criminal, habida cuenta que no existiendo diferencias sustanciales entre derecho penal y derecho disciplinario por virtud de ello, llegara el da en que el legislador, sin ms ni ms, podra convertir sin ningn problema todos los ilcitos disciplinarios en injustos penales. Si, como lo afirm la exposicin de motivos el quebrantamiento de la norma slo merece reproche disciplinario cuando la misma est concebida para preservar la funcin pblica, y la infraccin, en el caso concreto, la vulnera o la pone en peligro, tal cometido, sin que se presente a interpretaciones diferentes, se logra con la modificacin propuesta. Para la Corte, como se desprende de las consideraciones preliminares que se hicieron en relacin con la especificidad del derecho disciplinario, resulta claro que dicho derecho est integrado por todas aquellas normas mediante las cuales se exige a los servidores pblicos un determinado comportamiento en el ejercicio de sus funciones. En este sentido y dado que, como lo seala acertadamente la vista fiscal, las normas disciplinarias tienen como finalidad encauzar la conducta de quienes cumplen funciones pblicas mediante la imposicin de deberes con el objeto de lograr el cumplimiento de los cometidos fines y funciones estatales, el objeto de proteccin del derecho disciplinario es sin lugar a dudas el deber funcional de quien tiene a su cargo una funcin pblica. 25

El incumplimiento de dicho deber funcional es entonces necesariamente el que orienta la determinacin de la antijuridicidad de las conductas que se reprochan por la ley disciplinaria. Obviamente no es el desconocimiento formal de dicho deber el que origina la falta disciplinaria, sino que, como por lo dems lo seala la disposicin acusada, es la infraccin sustancial de dicho deber, es decir el que se atente contra el buen funcionamiento del Estado y por ende contra sus fines, lo que se encuentra al origen de la antijuridicidad de la conducta. As ha podido sealar esta Corporacin que no es posible tipificar faltas disciplinarias que remitan a conductas que cuestionan la actuacin del servidor pblico haciendo abstraccin de los deberes funcionales que le incumben como tampoco es posible consagrar clusulas de responsabilidad disciplinaria que permitan la imputacin de faltas desprovistas del contenido sustancial de toda falta disciplinaria. Dicho contenido sustancial remite precisamente a la inobservancia del deber funcional que por si misma altera el correcto funcionamiento del Estado y la consecucin de sus fines. No asiste razn, en consecuencia, al actor cuando solicita la constitucionalidad condicionada de la norma, pues como se ha visto ella simplemente traduce la especificidad propia de la falta disciplinaria en relacin con la antijuridicidad de las conductas que sanciona la Ley disciplinaria, por lo que la Corte declarar la exequibilidad pura y simple del artculo 5 de la Ley 734 de 2002, pero circunscrita al cargo analizado y as lo sealar en la parte resolutiva de esta sentencia. (Corte Constitucional Sent. C-948/02 M.P. LVARO TAFUR GALVIS). Entonces, ntese cul es el fundamento de la imputacin disciplinaria: La necesidad de realizar los fines estatales le impone un sentido al ejercicio de la funcin pblica por las autoridades. stas deben cumplir la Constitucin y la ley, ponerse al servicio de los intereses generales, desarrollar los principios de la funcin administrativa y desempear para ello los deberes que les incumben. Una actitud contraria de las autoridades lesiona tales deberes funcionales. Como estos deberes surgen del vnculo que conecta al servidor con el Estado y como su respeto constituye un medio para el ejercicio de los fines estatales orientados a la realizacin integral de la persona humana, es entendible que su infraccin constituya el fundamento de la imputacin inherente al derecho disciplinario. De all que la antijuridicidad de la falta disciplinaria remita a la infraccin sustancial del deber funcional a cargo del servidor pblico o del particular que cumple funciones pblicas. As, el derecho disciplinario es uno de los mbitos del derecho sancionador del Estado cuyo ejercicio no compromete la libertad personal de los sujetos disciplinados; que tiene un espacio de aplicacin restringido en cuanto tan slo recae sobre quienes se hallan bajo el efecto vinculante de deberes especiales de sujecin; que formula una imputacin que se basa en la infraccin de deberes funcionales y en el que se aplican los principios que regulan el derecho sancionador como los de legalidad, tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad, responsabilidad, proporcionalidad y non bis in dem, entre otros, pero, desde luego, con las matizaciones impuestas por su especfica naturaleza. (Corte Constitucional Sent. C-252/03 M.P. JAIME CRDOBA TRIVIO). DOCTRINA 26

Lo ilcito disciplinario est referido a una conducta positiva o negativa que afecta de manera sustancial los deberes funcionales. El tinte, lo relevante, en el derecho disciplinario est en el desvalor de la conducta, en la infraccin del deber por el deber mismo, esto es, no en lo ilcito formal, sino en el quebrantamiento sustancial del deber que se trasluce en oposicin al cumplimiento de los fines del Estado. El principio bsico traducido en categora, al que se viene aludiendo, comporta en el Estado Social y Democrtico de Derecho, para asegurar los fines de la funcin pblica y de esta manera realizar la misin de esta forma de Estado, que la conducta sometida al juicio valorativo de este derecho sancionatorio implique no slo la vulneracin formal de la norma que contiene el deber, sino y sobre todo, la razn de ser de ese deber. La conducta que es objeto de reproche disciplinario es aquella que atenta contra la funcionalidad deontolgica del deber. Ello es as por cuanto el fundamento constitucional del derecho disciplinario est en las relaciones de sujecin especial, es decir, el servidor pblico tiene unos especiales deberes para con el Estado que devienen del ejercicio de la funcin pblica, ellas implican que lo relevante sea la conducta valorada en interferencia con la funcin oficial. De lo dicho podemos extraer como conclusin previa, que lo que reprocha el derecho disciplinario no es incumplimiento formal de los deberes, ese derecho sancionatorio no impone el deber por el deber, sino que sanciona aquellas conductas que examinadas en el contexto de su realizacin, impliquen la afectacin sustancial de los deberes. (Doctor EDGARDO JOS MAYA VILLAZN, Procurador General de la Nacin,, en decisin del 21 de septiembre de 2004 proferida dentro del expediente No. 001-100533, citada en el libro de SNCHEZ HERRERA ESIQUIO MANUEL, Dogmtica Practicable del Derecho Disciplinable, Instituto de Estudios del Ministerio Pblico, Procuradura General de la Nacin, 2005, Pgs. 44 y 45). COMENTARIO Se precisa recurrir a la especificidad del derecho disciplinario sealada en la exposicin de motivos de la ley, distinguiendo la antijuridicidad penal de la disciplinaria y as entender el alcance de este principio rector. Respecto del primero se entiende como el principio de lesividad que es la antijuridicidad material, es decir la puesta en peligro o lesin de bienes jurdicos tutelados; en cambio para el caso de la disciplinaria, se entiende como la oposicin de la conducta desplegada por el agente frente a los deberes funcionales exigibles, concebidos stos como el pilar para la salvaguarda de la funcin pblica, en cuanto atenta contra el buen funcionamiento del Estado y el cumplimiento de sus fines, esto es que se funden tipicidad y antijuridicidad sustancial.

Artculo 6. Debido proceso. El sujeto disciplinable deber ser investigado por funcionario competente y con observancia formal y material de las normas que determinen la ritualidad del proceso, en los trminos de este cdigo y de la ley que establezca la estructura y organizacin del Ministerio Pblico. (Conc. Arts. 21, 89, 90, 94 a 97, 110, 128, 143, 154 y 155. C.P. Arts. 29, 31, 85 y 228)JURISPRUDENCIA 27

El debido proceso, consagrado de manera explcita en el artculo 29 de la Constitucin, compendia la garanta de que todos los dems derechos reconocidos en la Carta sern rigurosamente respetados por el juez al resolver asuntos sometidos a su competencia, como nica forma de asegurar la materializacin de la justicia, meta ltima y razn de ser del ordenamiento positivo. Tales derechos no son slo los que aparecen recogidos en el Estatuto Superior, o constitucin en sentido formal, sino los consagrados en instrumentos internacionales que vinculan al Estado Colombiano, tales como la Declaracin Universal de Derechos Humanos, el Pacto de Derechos Civiles y Polticos, la Declaracin Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, que conforman el llamado bloque de constitucionalidad (art. 93 C.P.) y que por tanto son parte inescindible de la constitucin en sentido material. Dichos principios y garantas, se convierten as en normas rectoras a las cuales deben ajustarse tanto las autoridades como las partes que intervienen en el proceso pues su desconocimiento acarrea la violacin de la Ley Suprema. El debido proceso, ha dicho la Corte Constitucional, es aqul que en todo se ajusta al principio de juridicidad propio del Estado de derecho y excluye, por consiguiente, cualquier accin contra legem o praeter legem. Como las dems funciones del Estado, la de administrar justicia (y en ella, ms que en ninguna otra, agrega ahora la Corte) est sujeta al imperio de lo jurdico: slo puede ser ejercida dentro de los trminos establecidos con antelacin por normas generales y abstractas que vinculan positiva y negativamente a los servidores pblicos. Estos tienen prohibida cualquier accin que no est legalmente prevista, y nicamente pueden actuar apoyndose en una previa atribucin de competencia. El derecho al debido proceso es el que tiene una persona a la recta administracin de justicia. (Corte Constitucional Sent. C-252/01 M.P. MANUEL JOS CEPEDA ESPINOSA). DOCTRINA En el mbito internacional, el debido proceso se ha institucionalizado en diversos convenios y pactos que forman parte del derecho internacional de los derechos humanos. Estas normas convencionales se refieren a aspectos como los principios de legalidad, el juez natural, favorabilidad y permisibilidad para el sindicado o procesado, a la obligacin que corre a cargo del Estado de poner al alcance del sindicado defensores de oficio, a la prohibicin de autoincriminacin, al derecho al acceso a la justicia y el derecho a la segunda instancia, entre otros. Estos convenios o pactos no solo constituyen un marco de interrelacin poltica entre pases, sino que, adems representan la globalizacin de la necesidad de proteger, internacionalmente, el derecho al debido proceso. Adems de lo anterior, como es bien sabido, esta institucionalizacin del debido proceso tiene dos alcances bien definidos. Por una parte, (i) le otorga a este derecho el carcter de derecho protegible mediante los procedimientos contenciosos y no contenciosos de los sistemas internacionales de proteccin de los derechos humanos; y por otra parte (ii) lo integra al ordenamiento jurdico colombiano, por la va que abre el artculo 93 C. P. para la integracin de las fuentes internacionales relativas al derecho internacional de los derechos humanos en el bloque de constitucionalidad. Por esta va, la institucionalizacin internacional del derecho humano al debido proceso se hace vinculante para el juez interno con la naturaleza de derecho fundamental.

28

Hoy da encontramos en el derecho internacional un extenso mbito de consagracin, proteccin y garanta de derecho fundamental al debido proceso. Como es bien sabido, uno de los principales antecedentes de esta consagracin mundial de debido proceso en el derecho pblico de la modernidad se halla en el artculo 7 de la Declaracin de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que estipula con toda rotundidad el principio de legalidad. Sin embargo, debe aceptarse que el primer conjunto de normas internacionales sobre el debido proceso se encuentra en los artculos 8, 10 y 11 de la Declaracin Universal de Derechos Humanos. Mientras el artculo 8 hace alusin a los principios de legalidad y del juez natural, los Artculos 10 y 11 establecen los principios de publicidad, independencia, imparcialidad, la presuncin de inocencia y los principios de respeto a las formas de cada juicio y de favorabilidad en materia penal. Con todo, las normas convencionales del sistema de proteccin de derechos humanos de la ONU no han sido las nicas en contar con una institucionalizacin del debido proceso, pues este derecho ha sido tambin reconocido como derecho humano en el marco del sistema interamericano. Es as como la Convencin Americana sobre Derechos Humanos, ratificada por Colombia mediante la Ley 16 de 1972, contiene diversas normas atinentes al contenido del debido proceso. El artculo 4 establece la prohibicin de pena de muerte; el artculo 5 se refiere al principio de la restriccin de las penas con fundamento en la integridad personal, los principios relativos a la finalidad de las penas y el mandato de separacin entre condenados y sindicados y nios y adultos detenidos; por su parte, el artculo 7, tal vez uno de los ms emblemticos, consagra detalladamente las regulaciones de la libertad personal que respetan el debido proceso, y por ltimo, los artculos 8 y 25 estipulan todas las garantas de un procedimiento debido. Junto a lo anterior, debe sealarse que las garantas propias del debido proceso aparecen tambin en otras normas internacionales sobre derechos humanos suscritas vlidamente por Colombia. La convencin sobre el Estatuto de los Refugiados, Ley 35 de 1961, reconoce por ejemplo, en su artculo 32, el principio de legalidad como condicionante para efectuar la expulsin de los refugiados. De esta manera, esta convencin exige la toma de una decisin conforme a los procedimientos legales vigentes para su procedencia. Adicionalmente, esta convencin reconoce el principio de juez natural, y los derechos de defensa, de representacin judicial y de contradiccin, a favor del refugiado. Debe mencionarse tambin la Convencin contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes, ratificada por la Ley 70 de 1986. Esta convencin reconoce en su artculo 6 el principio de legalidad, al establecer que todo Estado Parte en el proceso de extradicin, deber ejercer la detencin de delincuentes, de conformidad con la ley interna. A su vez, en su artculo 7, institucionaliza el principio del de juez natural, al prescribir que el supuesto delincuente debe someterse a las autoridades competentes para su enjuiciamiento y a las garantas procesales de trato justo durante todo el procedimiento. Por su parte, el debido proceso es tambin uno de los derechos humanos ms importantes de derecho internacional humanitario. El Convenio I de Ginebra, Ley 5 de 1960, reconoce en su artculo 3.1 d el principio del juez natural, al consagrar la prohibicin de imponer condenas sin juicio previo ante un tribunal legtimamente constituido con garantas judiciales reconocidos como indispensables por los pueblos civilizados. Adicionalmente, en su artculo 49, establece el principio de legalidad, al comprometer a las partes contratantes a desarrollar legislativamente las sanciones penales aplicables a las personas que vulneren las 29

disposiciones del convenio. Finalmente, en su ltimo inciso, instituye las garantas procesales a los inculpados. El Convenio II de Ginebra, Ley 5 de 1960, por su parte, consagra en su artculo 3 la supremaca del principio del juez natural y de las garantas procesales, en los casos de conflictos no internacionales entre personas que no participan en las hostilidades. Este convenio, adicionalmente, reconoce en su artculo 50 los principios de legalidad, como obligacin de las partes contratantes, y de favorabilidad y defensa, como garantas para los prisioneros de guerra. A lo anterior debe sumarse lo prescrito por el Convenio III de Ginebra, Ley 5 de 1960. Este convenio reconoce en sus artculos 3, 82 a 104, 129 y 130 las garantas procesales y los principios de legalidad (para prisioneros de guerra), juez natural, non bis in dem, igualdad y proporcionalidad en aspectos de naturaleza sancionatoria, notificacin (se anuncia al prisionero de guerra inculpado sobre la investigacin en su contra y la decisin que se asuma), contradiccin y defensa (da la oportunidad al prisionero para que se defienda, aporte pruebas e interponga los recursos del caso), y finalmente, de celeridad en las diligencias judiciales contra prisioneros de guerra. El Convenio IV de Ginebra, Ley 5 de 1960, reconoce en sus artculos 3, 33, 43, 64 a 75, 78, 114 y 123 los principios de tratos humanos sin discriminacin alguna, presuncin de inocencia (las personas protegidas no se castigarn sino hasta que se pruebe su culpabilidad), segunda instancia (reconsideracin de una decisin que afecte a una persona internada, por parte de un tribunal o consejo administrativo), celeridad (en dar a conocer la informacin relacionada con los procesos de liberacin del internamiento), publicidad, defensa (no se puede negar a un condenado a muerte el derecho de solicitar el indulto) y legalidad (las decisiones sobre residencia forzosa se toman segn procedimiento legtimo y por autoridad), entre otros. Finalmente, los Protocolos Adicionales I y II de los Convenios de Ginebra, Ley 11 de 1992, reconocen en relacin con el derecho humano al debido proceso, en sus artculos 45 y 75, especialmente, garantas procesales y principios tales como el trato ms favorable, la no discriminacin, publicidad y notificacin eficaz y oportuna (la persona detenida, presa o internada por actos relacionados con el conflicto armado ser informada sin demora y en el idioma que comprenda), cumplimiento de las formas propias del juicio previamente sealadas en la ley, presuncin de inocencia, prohibicin de autoincriminacin (derecho a no declarar contra s mismo ni a confesarse culpable), publicidad de la sentencia y defensa (el condenado podr interponer los recursos procedentes), entre otros. Bien es sabido que todas estas normas que contienen derechos humanos, y que han sido reconocidas por Colombia vlidamente, forman parte del bloque de constitucionalidad y son parte del contenido del derecho fundamental al debido proceso. (BERNAL PULIDO CARLOS, El Derecho de los derechos, Universidad Externado de Colombia, 2005, pginas 338 al 347.)

Artculo 7. Efecto general inmediato de las normas procesales. La ley que fije la jurisdiccin y competencia o determine lo concerniente a la sustanciacin y ritualidad del

30

proceso se aplicar desde el momento en que entre a regir, salvo lo que la misma ley determine. (Exequible Sent. C-948/02, declar estarse a lo resuelto en la Sent. C-181/02). (Conc. Art. 223)JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL En estas condiciones, a la Corte le corresponde determinar si al disponer la aplicacin inmediata de las normas procesales en materia disciplinaria, la norma acusada quebranta el contenido del artculo 29 de la Constitucin Poltica en cuanto afirma que nadie podr ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa. i) Aplicacin de la ley en el tiempo La regla general sobre la aplicacin de la ley en el tiempo prescribe que las leyes rigen a partir de su promulgacin, hacia el futuro y hasta su derogatoria. Este principio, ampliamente aceptado, ha sido recogido desde sus orgenes por la normatividad nacional pues constituye la principal garanta de conocimiento, por parte de los asociados, de la voluntad de su legislador; as como la base fundamental para la seguridad y la estabilidad del orden jurdico. De este modo, el principio en cuestin tiene ntima vinculacin con la proteccin de los derechos adquiridos, proteccin expresamente consagrada en el artculo 58 de la Carta segn el cual, se garantizan los dems derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles, los cuales no pueden ser desconocidos ni vulnerados por leyes posteriores. La disposicin constitucional del artculo 58 busca la proteccin del ciudadano frente a la expedicin de normas que, a posteriori, podran modificar el contenido de sus derechos subjetivos o la calificacin de las conductas jurdicamente reprochables en las que posiblemente hayan incurrido. En materia sancionatoria, el principio de que la ley rige las situaciones de hecho que surgen durante su vigencia se traduce en la mxima jurdica nullum crimen, nulla poena sine lege , cuya consagracin constitucional se encuentra en el artculo 29 de la Carta que dispone: nadie podr ser juzgado sino conforme a leyes preexistentes al acto que se le imputa (art. 29, C.P.). El claro mandato que se incluye en la carta seala que, por regla general, la norma aplicable en un caso determinado es aquella que se encuentra vigente al momento de la comisin del hecho imputado, lo que en otros trminos significa que los efectos de la norma jurdica no son retroactivos. En trminos generales, el principio que se analiza tiene plena efectividad en relacin con las situaciones jurdicas consolidadas que se predican de los derechos subjetivos. De este modo, y segn la prohibicin del artculo 58 constitucional, una ley posterior estara impedida para regir una situacin jurdica que ha surgido con anterioridad a su vigencia. En materia procesal no obstante- el principio se invierte: la regla general es que la aplicacin de la ley procesal en el tiempo es inmediata, debido al carcter pblico de la misma, y que la ley nueva rige los procedimientos que se han iniciado bajo la vigencia de la

31

ley anterior; excepto las diligencias, trminos y actuaciones que hayan comenzado a correr o a ejecutarse bajo la vigencia del rgimen derogado. En efecto, la normatividad, la doctrina y la jurisprudencia han entendido que la regla bsica en este campo es la de la aplicacin inmediata de las normas procesales, ya que el diseo de los trmites a que debe someterse una discusin jurdica no es asunto que incida necesariamente en el contenido del derecho sustancial, por lo que su alteracin no modifica la intangibilidad de los derechos adquiridos, protegida constitucionalmente en el artculo 58 de la Carta. Lo anterior, como ya se adelant, debe complementarse con la salvedad que los trmites, diligencias y trminos que hayan comenzado a realizarse con anterioridad a la entrada en vigencia de una ley, deben respetarse en las condiciones previstas por la ley anterior. En este sentido, el artculo 40 de la Ley 153 de 1887 prescribe: Las leyes concernientes a la sustanciacin y ritualidad de los juicios prevalecen sobre las anteriores desde el momento en que deban empezar a regir. Pero los trminos que hubieren empezado a correr, y las actuaciones y diligencias que ya estuviesen iniciadas, se regirn por la ley vigente al tiempo de su iniciacin. Las normas que, en la materia, se encuentran consignadas en la Ley 153 de 1887, han sido consideradas por la jurisprudencia como reglas de interpretacin y aplicacin de la ley que guan al operador jurdico en la resolucin de los conflictos sometidos a su decisin. Ahora bien, el principio del que se viene hablando, aqul que prescribe que la ley aplicable a una situacin fctica es la vigente al momento de su acaecimiento, tiene como fin primordial la proteccin del principio de la seguridad jurdica, pilar fundamental del orden pblico. No obstante, la tradicin jurdica ha reconocido la posibilidad de establecer una excepcin a tal precepto para permitir que situaciones de hecho acaecidas bajo la vigencia de una ley sean reguladas por otra. La Corte se refiere en estos trminos al principio de favorabilidad, segn el cual, una situacin de hecho puede someterse a la regulacin de disposiciones jurdicas no vigentes al momento de su ocurrencia cuando, por razn de la benignidad de aquellas, su aplicacin se prefiere a las que en, estricto sentido, regularan los mismos hechos. El artculo 29 de la Constitucin Poltica ha consagrado dicho principio en los siguientes trminos en materia penal, la ley permisiva o favorable, aun cuando sea posterior, se aplicar de preferencia a la restrictiva o desfavorable. Para efectuar la aplicacin favorable de la norma y dar entidad al principio mismo se recurre generalmente a dos vas: la de la retroactividad de la ley, fenmeno en virtud del cual la norma nacida con posterioridad a los hechos regula sus consecuencias jurdicas como si hubiese existido en su momento; y la de la ultraactividad de la norma, que acta cuando la ley favorable es derogada por una ms severa, pero la primera proyecta sus efectos con posterioridad a su desaparicin respecto de hechos acaecidos durante su vigencia.

32

En materia penal y, actualmente, en el campo del derecho disciplinario, el principio de favorabilidad se aplica tambin a las normas procesales, a pesar de que se mantiene el principio general de la aplicacin inmediata. As lo ha reconocido reiteradamente la Corte Constitucional, uno de cuyos fallos se cita a continuacin: la norma general que fija la ley es el efecto general inmediato de las nuevas disposiciones procesales, salvo en lo referente a los trminos que hubiesen empezado a correr y las actuaciones y diligencias que ya estuvieren iniciadas, las cuales continan rigindose por la ley antigua. Esta norma general, en principio, no resulta contraria a la Constitucin pues no tiene el alcance de desconocer derechos adquiridos o situaciones jurdicas consolidadas, que es lo que expresamente prohbe el artculo 58 superior. Sin embargo, su aplicacin debe respetar el principio de favorabilidad penal. (Sentencia C-619 de 2001. Subrayas fuera del original) (...) As las cosas, esta Corporacin considera que el precepto acusado se ajusta a los cnones constitucionales puesto que su nico cometido es el de realizar un principio de aplicacin normativa ampliamente aceptado, que a todas luces admite aplicacin favorable de los procedimientos derogados. Pese a que los cargos de la demanda parecen presentar la norma como disposicin contraria a los principios superiores, de la interpretacin que aqu se le ha dado se concluye precisamente lo contrario: la disposicin pretende, antes que nada, la proteccin de los derechos individuales derivados de los cambios de legislacin. (Corte Constitucional Sent. C-181/02 M.P. MARCO GERARDO MONROY CABRA).

Artculo 8. Reconocimiento de la dignidad humana. Quien intervenga en la actuacin disciplinaria ser tratado con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. (Conc. C.P. Art. 1)DOCTRINA CONSTITUCIONAL Principio fundamental de la dignidad humana. 1. El respeto de la dignidad humana debe inspirar todas las actuaciones del Estado. Los funcionarios pblicos estn en la obligacin de tratar a toda persona, sin distincin alguna, de conformidad con su valor intrnseco (CP arts. 1, 5 y 13). La integridad del ser humano constituye razn de ser, principio y fin ltimo de la organizacin estatal. El principio fundamental de la dignidad humana no slo es una declaracin tica sino una norma jurdica de carcter vinculante para todas las autoridades (CP art. 1). Su consagracin como valor fundante y constitutivo del orden jurdico obedeci a la necesidad histrica de reaccionar contra la violencia, la arbitrariedad y la injusticia, en bsqueda de un nuevo consenso que comprometiera a todos los sectores sociales en la defensa y respeto de los derechos fundamentales... (Corte Constitucional Sent. T-499/92 M.P. EDUARDO CIFUENTES MUOZ).

33

Artculo 9. Presuncin de inocencia. A quien se atribuya una falta disciplinaria se presume inocente mientras no se declare su responsabilidad en fallo ejecutoriado. Durante la actuacin toda duda razonable se resolver a favor del investigado cuando no haya modo de eliminarla. (Conc. C.P. Art. 29)JURISPRUDENCIA ...El in dubio pro disciplinado al igual que el in dubio pro reo, emana de la presuncin de inocencia, pues esta implica un juicio en lo que atae a las pruebas y la obligacin de dar un tratamiento especial al procesado ... (Subrayado fuera de texto). Siendo as, no entiende la Corte cmo se pueda vulnerar la presuncin de inocencia, cuando se ordena a la autoridad administrativa competente para investigar a un determinado funcionario pblico que en caso de duda sobre la responsabilidad del disciplinado, sta ha de resolverse en su favor. Y, por el contrario, advierte que de no procederse en esa forma s se producira la violacin de tal presuncin, pues si los hechos que constituyen una infraccin administrativa no estn debidamente probados en el expediente, o no conducen a un grado de certeza que permita concluir que el investigado es responsable, mal podra declararse culpable a quien no se le ha podido demostrar la autora o participacin en la conducta antijurdica. (Corte Constitucional Sent. C-244/96 M.P. CARLOS GAVIRIA DAZ). COMENTARIO La presuncin de inocencia aqu consagrada, se origina en el Estatuto Superior en su artculo 29 y tambin la encontramos en los artculos 8-2 de la Convencin Americana sobre Derechos Humanos y 14-2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Polticos. Configura una de las normas que sustentan el debido proceso, siendo una de las garantas procesales con que cuenta el implicado, dado que el investigador debe partir de la percepcin que el disciplinado es inocente, y es esa premisa la que de acuerdo a los elementos de prueba debe irse desvirtuando, en tanto que si esta conclusin no se logra a travs de las formalidades propias de cada juicio, se habr de entender que el sujeto que se juzga no podr ser sancionado.

Artculo 10. Gratuidad de la actuacin disciplinaria. Ninguna actuacin procesal causar erogacin a quien intervenga en el proceso, salvo el costo de las copias solicitadas por los sujetos procesales. (Conc. Arts. 90 Num. 4, 92 Num. 7, 118, 133 Inc. 4, 135 y 137)JURISPRUDENCIA A pesar de que la Carta Poltica no hace referencia expresa al principio de gratuidad en el acceso a la administracin de justicia, para la Corte ste se infiere de los objetivos mismos

34

que persigue la labor de impartir justicia y de la realizacin plena del derecho a la igualdad contenido en el artculo 13 superior. En efecto, como se estableci, uno de los pilares esenciales del Estado social de derecho es la prestacin seria, responsable y eficiente de la justicia, a travs de la cual es posible la materializacin de un orden justo, caracterizado por la convivencia, la armona y la paz. Sin embargo, como lo ha sealado la Corte, la aplicacin y operatividad de la justicia se hace efectiva cuando las instituciones procesales creadas como instrumentos para asegurar su vigencia, arbitran los mecanismos idneos para que puedan acceder a ellas todas las personas en condiciones de igualdad. Pero, valga anotarlo, esas condiciones de igualdad no se predican nicamente de las oportunidades para acceder a la administracin de justicia, sino tambin de las condiciones mismas en que se accede. Y en este punto juega un papel preponderante la capacidad econmica de las partes, la cual, como seala la sentencia citada, no puede colocar a una de ellas en situacin de privilegio frente a la otra ni propiciar, por consiguiente, la discriminacin. (Corte Constitucional Sent. C-037/96 M.P. VLADIMIRO NARANJO MESA). DOCTRINA Principio de gratuidad del proceso disciplinario y no causacin de derechos a favor del Estado. Este principio se refiere a que al Estado le est prohibido recaudar suma alguna por el ejercicio de la accin disciplinaria durante su trmite procesal, por el carcter de pblica que ella representa y por ser exclusivo su inters en lograr los resultados en defensa de los intereses de la colectividad. Por tal razn, es importante destacar que los pagos de correo, el costo generado por los dictmenes tcnicos, visitas especiales, el valor que pueda originar el recaudo de cualquier clase de prueba, los costos de papelera, el traslado de los servidores pblicos comisionados, etc., deben ser asumidos totalmente por el Estado como titular de la potestad y de la accin disciplinaria. Principio de gratuidad en el proceso disciplinario. Alcance. El principio de gratuidad, a la luz del contenido del artculo 89 de la Ley 734 de febrero 5 de 2002 (Nuevo Cdigo Disciplinario nico), solamente abriga el investigado o disciplinado, a su apoderado y a la Procuradura General de la Nacin, esta ltima en razn de su intervencin dentro de su competencia de vigilancia superior; cuando no ejerza el poder preferente, pudiendo actuar en calidad de sujeto procesal, y cuando la actuacin la adelante en el Consejo Superior o Seccional de la Judicatura o en el Congreso de la Repblica contra los funcionarios a que se refiere el artculo 174 de la Consitucin Poltica. Como quiera que el investigado o disciplinado, su apoderado y la Procuradura General de la Nacin son los nicos sujetos que pueden actuar en el proceso, el principio no podr extenderse al informador ni al quejoso, a quienes la ley obliga a presentar y ampliar la queja bajo la gravedad del juramento y a aportar las pruebas que tenga en su poder. (MEJIA OSSMAN JAIME Cdigo Disciplinario nico. Parte General. Editorial Ediciones Doctrina y Ley Ltda. 2003. Pg. 35).

Artculo 11. Ejecutoriedad. El destinatario de la ley disciplinaria cuya situacin se haya decidido mediante fallo ejecutoriado o decisin que tenga la misma fuerza vinculante,

35

proferidos por autoridad competente, no ser sometido a nueva investigacin y juzgamiento disciplinarios por el mismo hecho, aun cuando a este se le d una denominacin distinta. Lo anterior sin perjuicio de la revocatoria directa establecida en el Captulo IV del Ttulo V del Libro IV de este Cdigo. (Conc. C.P. Art. 29 Inc. 4)JURISPRUDENCIA El conocido principio denominado non bis in dem, segn el cual nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo hecho, se encuentra consagrado en nuestro Estatuto Supremo como un derecho fundamental, que hace parte de las garantas del debido proceso, contempladas en el artculo 29 de la Carta. Este principio que, de acuerdo con la jurisprudencia y la doctrina, tiene como objetivo primordial evitar la duplicidad de sanciones, slo tiene operancia en los casos en que exista identidad de causa, identidad de objeto e identidad en la persona a la cual se le hace la imputacin. La identidad en la persona significa que el sujeto incriminado debe ser la misma persona fsica en dos procesos de la misma ndole. La identidad del objeto est construida por la del hecho respecto del cual se solicita la aplicacin del correctivo penal. Se exige entonces la correspondencia en la especie fctica de la conducta en dos procesos de igual naturaleza. La identidad en la causa se refiere a que el motivo de la iniciacin del proceso sea el mismo en ambos casos. As las cosas, cuando se adelanta un proceso disciplinario y uno penal contra una misma persona, por unos mismos hechos, no se puede afirmar vlidamente que exista identidad de objeto ni identidad de causa, pues la finalidad de cada uno de tales procesos es distinta, los bienes jurdicamente tutelados tambin son diferentes, al igual que el inters jurdico que se protege. En efecto, en cada uno de esos procesos se evala la conducta del implicado frente a unas normas de contenido y alcance propios. En el proceso disciplinario contra servidores estatales se juzga el comportamiento de stos frente a normas administrativas de carcter tico destinadas a proteger la eficiencia, eficacia y moralidad de la administracin pblica; en el proceso penal las normas buscan preservar bienes sociales ms amplios. (Corte Constitucional Sent. C-244/96 M.P. CARLOS GAVIRIA DAZ).

Artculo 12. Celeridad de la actuacin disciplinaria. El funcionario competente impulsar oficiosamente la actuacin disciplinaria y cumplir estrictamente los trminos previstos en este cdigo. (Conc. C.P. Art. 209)

36

JURISPRUDENCIA Cuando la Ley se refiere a un trmino perentorio, est haciendo nfasis en que su cumplimiento produce la prdida de derechos, en que comprende a todas las partes y en que no es prorrogable. (Artculos 118, 119 y 124 del C. de P. C.). Por ende, el trmino perentorio es concluyente, porque dentro del espacio de tiempo que fija la ley, o el juez excepcionalmente, se debe realizar determinada actividad procesal para que sea vlida; vencido el cual opera la preclusin de una etapa del proceso de tal manera que no queda otra alternativa que pasar a la siguiente, porque as lo demanda el orden del proceso que es un conjunto de fases sucesivas de naturaleza judicial, dispuestas a un fin que es la sentencia. (Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso Administrativo, Seccin Quinta, Accin de Tutela, Radicado interno 1523). Una lectura atenta de los antecedentes de la Ley 734 de 2002 ponen de presente que fue la voluntad del Congreso de la Repblica impregnar de una mayor celeridad los trmites disciplinarios, pero bajo determinadas condiciones: En la poca actual, en que la celeridad es elementos esencial de la eficacia, es preciso que los rganos de control cuenten con herramientas legales giles y dinmicas que permitan dar respuestas oportunas, cuando todava la sociedad resiente la conducta irregular del funcionario o el dao acusado, y no cinco aos despus cuando la sancin ha perdido tanto la pertinencia como sus efectos reparadores. Este es el principio que orienta e inspira el procedimiento disciplinario previsto en el ltimo libro del proyecto. Por esta razn, se cre un procedimiento verbal simplificado a la realizacin de una audiencia dentro de los dos das siguientes a la verificacin de la situacin de flagrancia o al conocimiento del hecho... (Corte Constitucional Sent. C-1076/02 M.P. CLARA INS VARGAS HERNNDEZ). ...El principio de celeridad que es base fundamental de la administracin de justicia debe caracterizar los procesos penales. Ni el procesado tiene el deber constitucional de esperar indefinidamente que el Estado profiera una sentencia condenatoria o absolutoria, ni la sociedad puede esperar por siempre el sealamiento de los autores o de los inocentes de los delitos que crean zozobra en la comunidad. (Corte Constitucional Sent. T-450/93 M.P. ALEJANDRO MARTNEZ CABALLERO).

Artculo 13. Culpabilidad. En materia disciplinaria queda proscrita toda forma de responsabilidad objetiva. Las faltas slo son sancionables a ttulo de dolo o culpa. (Exequible Sent. C-948/02 declar estarse a lo resuelto en en la Sent. C-155/02). (Conc. C.P. Arts. 6, 90 y 124)JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL Ahora bien, teniendo en cuenta que mediante la ley disciplinaria se pretende la buena marcha de la administracin pblica asegurando que los servidores del Estado cumplan fielmente con sus deberes oficiales, para lo cual se tipifican las conductas constitutivas de falta disciplinaria en tipos abiertos que suponen un amplio margen de valoracin y 37

apreciacin en cabeza del fallador, el legislador, en ejercicio de su facultad de configuracin, tambin ha adoptado un sistema amplio y genrico de incriminacin que ha sido denominado numerus apertus, en virtud del cual no se sealan especficamente cuales comportamientos requieren para su tipificacin ser cometidos con culpa -como s lo hace la ley penal-, de modo que en principio a toda modalidad dolosa de una falta disciplinaria le corresponder una de carcter culposo, salvo sea imposible admitir que el hecho se cometi culposamen