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Colitis Ulcerosa ¿De qué hablamos? La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad crónica que cursa con brotes recurrentes de inflamación difusa de la mucosa del colon. Hasta en el 95% de los casos también afecta al recto y con frecuencia se extiende hacia las zonas proximales del colon. Junto con la enfermedad de Crohn (EC) pertenece al grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) (Kornblth, 2010). Su prevalencia varía mucho según las áreas geográficas estudiadas y es más frecuente en países desarrollados (Stange, 2008). En general, se estima una incidencia ente el 8-14/100.000 y una prevalencia entre 120-200/100.000 personas (Cosnes, 2011). En los países en vías de desarrollo está aumentando el número de casos/año de la enfermedad, lo que también se observa en los últimos estudios realizados en España (López-Serrano, 2009). Afecta sobre todo a la población entre los 30-70 años, con un pico de edad entre los 30-40 y una proporción similar entre ambos sexos. Cerca del 10% puede diagnosticarse por encima de los 60 años (Bernstein, 2010; Picco, 2009). Su etiología es desconocida y se ha relacionado con factores genéticos, inmunológicos y ambientales. No ha podido demostrarse ninguna relación directa con alimentos o infecciones (Hart, 2008). En la CU se han observado algunos hallazgos genéticos que no se han demostrado en la EC, aunque, en general, las implicaciones directas de los genes observados en la EII todavía no se han podido confirmar en los grandes estudios poblacionales (Diaz-Gallo, 2010; Corleto, 2009). Las lesiones anatomopatológicas se caracterizan por úlceras difusas y superficiales en la mucosa del colon. En las formas graves de la enfermedad, las úlceras pueden ser profundas. Su forma inicial de presentación afecta en un tercio de los casos sólo a la mucosa del recto, en otro tercio a la zona de la región colorrectal distal a la flexura esplénica y el último tercio restante, a su zona proximal. La afectación completa del colon (pancolitis) ocurre en el 25% de los casos y en éstos sólo en alguno puede verse afectada la mucosa del íleon de forma leve y superficial (Cosnes, 2011). subir ¿Cuáles son sus manifestaciones clínicas? La CU cursa en brotes de actividad alternando con periodos de remisión que pueden ser espontáneos y sólo en una minoría existe una actividad continua. En general, los síntomas principales se inician de forma progresiva e insidiosa y los pacientes suelen pasar meses antes de consultarlos. Los más importantes son la diarrea sanguinolenta o mucosanguinolenta que no respeta el sueño y puede cursar con urgencia, tenesmo rectal y dolor que alivia tras la deposición. En ocasiones también se asocian pérdida de peso, fiebre o dolor abdominal localizado en el cuadrante inferior izquierdo. El estreñimiento puede ser el síntoma inicial en casos de enfermedad localizada al recto (proctitis) o de forma

Colitis Ulcerosa

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etiopatogenia de colitis ulcerosa

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Colitis Ulcerosa De qu hablamos?La colitis ulcerosa (CU) es una enfermedad crnica que cursa con brotes recurrentes de inflamacin difusa de la mucosa del colon. Hasta en el 95% de los casos tambin afecta al recto y con frecuencia se extiende hacia las zonas proximales del colon. Junto con la enfermedad de Crohn (EC) pertenece al grupo de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) (Kornblth, 2010).Su prevalencia vara mucho segn las reas geogrficas estudiadas y es ms frecuente en pases desarrollados (Stange, 2008). En general, se estima una incidencia ente el 8-14/100.000 y una prevalencia entre 120-200/100.000 personas (Cosnes, 2011). En los pases en vas de desarrollo est aumentando el nmero de casos/ao de la enfermedad, lo que tambin se observa en los ltimos estudios realizados en Espaa (Lpez-Serrano, 2009).Afecta sobre todo a la poblacin entre los 30-70 aos, con un pico de edad entre los 30-40 y una proporcin similar entre ambos sexos. Cerca del 10% puede diagnosticarse por encima de los 60 aos (Bernstein, 2010; Picco, 2009).Su etiologa es desconocida y se ha relacionado con factores genticos, inmunolgicos y ambientales. No ha podido demostrarse ninguna relacin directa con alimentos o infecciones (Hart, 2008). En la CU se han observado algunos hallazgos genticos que no se han demostrado en la EC, aunque, en general, las implicaciones directas de los genes observados en la EII todava no se han podido confirmar en los grandes estudios poblacionales (Diaz-Gallo, 2010; Corleto, 2009).Las lesiones anatomopatolgicas se caracterizan por lceras difusas y superficiales en la mucosa del colon. En las formas graves de la enfermedad, las lceras pueden ser profundas. Su forma inicial de presentacin afecta en un tercio de los casos slo a la mucosa del recto, en otro tercio a la zona de la regin colorrectal distal a la flexura esplnica y el ltimo tercio restante, a su zona proximal. La afectacin completa del colon (pancolitis) ocurre en el 25% de los casos y en stos slo en alguno puede verse afectada la mucosa del leon de forma leve y superficial (Cosnes, 2011).subirCules son sus manifestaciones clnicas?La CU cursa en brotes de actividad alternando con periodos de remisin que pueden ser espontneos y slo en una minora existe una actividad continua.En general, los sntomas principales se inician de forma progresiva e insidiosa y los pacientes suelen pasar meses antes de consultarlos. Los ms importantes son la diarrea sanguinolenta o mucosanguinolenta que no respeta el sueo y puede cursar con urgencia, tenesmo rectal y dolor que alivia tras la deposicin.En ocasiones tambin se asocian prdida de peso, fiebre o dolor abdominal localizado en el cuadrante inferior izquierdo. El estreimiento puede ser el sntoma inicial en casos de enfermedad localizada al recto (proctitis) o de forma atpica en pacientes que inician la enfermedad por encima de los 50 aos. Las nuseas y vmitos son menos frecuentes que en la EC (Mowat, 2011; Bernstein, 2010; Kornblth, 2010, Picco, 2009).Aunque existen muchas clasificaciones, la ms utilizada en la prctica clnica es la que se establece en funcin de la gravedad de los sntomas y signos de presentacin, que suele coincidir con la extensin anatmica (tabla 1) (Bernstein, 2010; Stange, 2008 Truelove, 1955).

Tabla 1. Actividad de la enfermedad en la CU (criterios adaptados de Truelove y Witts)

Sntomas y signosLeveModeradaGrave

Nmero de deposiciones al da< 44 o ms si6y

Pulso< 90 l/min 90 l/min> 90 l/mino

Temperatura< 37,5 C 37,8 C> 37,8 Co

Hemoglobina< 11,5 g/dl 10,5 g/dl< 10,5 g/dlo

Velocidad de sedimentacineritrocitaria (vsg)< 20 mm/h 30 mm/h> 30 mg/ho

oprotena C reactiva(PCR)Normal 30 mg/l> 30 mg/l

As mismo, es importante la determinacin de la extensin de la inflamacin, para lo cual se utilizan los criterios de Montreal (Stange, 2008): Proctitis ulcerativa: enfermedad localizada en el recto. Colitis del lado izquierdo (distal): afectacin del colon distal a la flexura esplnica. Colitis extensa: afectacin que envuelve la zona proximal a la flexura esplnica e incluye la pancolitis.Las manifestaciones extraintestinales pueden afectar hasta el 25-30% de los pacientes y son ms frecuentes en el sexo femenino. En ocasiones preceden al inicio de la enfermedad intestinal y pueden manifestarse en relacin con la actividad inflamatoria intestinal o de forma independiente.Las ms frecuentes son las artralgias, que pueden evolucionar en algunos casos a artritis. A nivel del sistema musculoesqueltico tambin puede presentarse espondilitis anquilosante, sacroiletis, osteoporosis o necrosis avascular. Entre las manifestaciones dermatolgicas ms frecuentes destacan el pioderma gangrenoso y el eritema nodoso. Entre las oculares, la iritis, uvetis o epiescleritis. Los pacientes con EII padecen con mayor frecuencia que la poblacin general trastornos psiquitricos como ansiedad o depresin, as como eventos de isquemia arterial (Bernstein, 2010; Kornbluth, 2010).Una complicacin o manifestacin extraintestinal con peor pronstico y ms frecuente que en la EC es la colangitis esclerosante primaria (CEP) que a su vez se relaciona con ms riesgo de colangiocarcinoma (Bernstein, 2010; Biancone, 2008).Hasta el 15% de los pacientes con CU pueden presentar a lo largo del curso de la enfermedad manifestaciones agudas graves que precisan ingreso hospitalario. Entre los sntomas y signos ms frecuentes se encuentran: 6 o ms deposiciones sanguinolentas/da, taquicardia, fiebre, anemia, aumento de vsg o dilatacin importante del colon (megacolon txico) (Stange, 2008).subirCmo se diagnostica?No existe una prueba definitiva para el diagnstico de la CU, que puede establecerse mediante la combinacin de una correcta anamnesis, exploracin fsica y pruebas complementarias que ayudarn a confirmar el diagnstico o a excluir otras causas (Kornbluth, 2010). Anamnesis y exploracin fsica (Mowat, 2011): debern reflejarse los sntomas, la forma de inicio y excluir otras posibles causas como son frmacos o infecciones. La exploracin fsica, aunque suele ser normal en pacientes con enfermedad leve o moderada, debe incluir la medicin de la temperatura, tensin arterial, pulso, ndice de masa corporal, la inspeccin de la piel, ojos, articulaciones, exploracin abdominal, perineal y realizacin de un tacto rectal. Pruebas de laboratorio: se recomienda realizar una analtica que incluya hemograma, pruebas de funcin renal y heptica, electrolitos, as como la vsg y la PCR que, excepto en la proctitis, suelen correlacionarse con la actividad de la enfermedad y adems son tiles en la monitorizacin de la respuesta al tratamiento. En algunos casos, como en el diagnstico diferencial con la EC, puede estar indicada la determinacin de anticuerpos antiSaccharomyces cerevisiae(ASCA) y los anti citoplasmticos perinucleares antineutrfilos (pANCA) (Mokrowiecka, 2009). Estos ltimos, aunque tienen poca sensibilidad en el diagnstico (59%), estn presentes hasta en el 60-70% de pacientes con CU. Cuando existan dudas diagnsticas tambin puede ser til la determinacin de los anticuerpos para descartar enfermedad celaca.En general, y sobre todo en casos de reagudizacin grave o refractaria, debern solicitarse estudios microbiolgicos de las heces para descartar causas de diarrea infecciosa. Aunque no estn indicadas las determinaciones rutinarias de marcadores fecales de inflamacin intestinal como son la calprotena, la elastasa, la lisozima o la lactoferrina, stas suelen estar elevadas en las fases de actividad de la enfermedad (Masoodi, 2009). De stos, la calprotena fecal es la ms sensible, aunque carece de especificidad suficiente para diferenciar las diferentes enfermedades que cursan con inflamacin intestinal y por ello no son una buena herramienta diagnstica en la CU. Algunos estudios sugieren la correlacin de los niveles de calprotena fecal con la gravedad de la colitis, as como su valor en la prediccin de respuesta al tratamiento y la posibilidad de colectoma de urgencia (Ho, 2009).Puede ser til la determinacin del citomegalovirus (CMV) en heces en pacientes con CU grave, refractaria al tratamiento y en inmunosuprimidos (Mowat, 2011; Berstein, 2010; Stange, 2008). Estudios de imagen: la radiografa simple de abdomen slo se recomienda en pacientes con manifestaciones graves de CU para descartar megacolon txico y en caso de sospecha de obstruccin o perforacin intestinal.El enema opaco de bario, aunque tiene limitaciones diagnsticas, puede estar indicado cuando la colonoscopia es incompleta o no pueda realizarse por falta de disponibilidad. No se recomienda en pacientes con enfermedad grave (Berstein, 2010).La ecografa abdominal tiene una sensibilidad diagnstica de inflamacin intestinal hasta del 90%, pero es muy poco especfica para diferenciar causas que la producen (Stange, 2008).Algunos estudios con colonografa virtual mediante resonancia magntica (RM) sealan su utilidad en el diagnstico de inflamacin activa en la CU con la ventaja de que no precisan la preparacin intestinal previa (Oussalah, 2010).La colangiopancreoatografa por RM es la prueba de eleccin para el diagnstico de la CEP (Mowat, 2011). Procedimientos endoscpicos: en pacientes con sospecha de CU se recomienda realizar colonoscopia con visualizacin del leon terminal y realizacin de biopsias segmentadas, incluido el recto. Parece ser ms coste-efectiva que la sigmoidoscopia, con frecuencia establece el diagnstico definitivo y determina la extensin de la enfermedad. Se recomienda posponer la colonoscopia, as como el uso de preparaciones evacuantes en pacientes con riesgo de perforacin, como son los que presentan manifestaciones clnicas de colitis aguda grave. En stos es ms segura la realizacin de una sigmoidoscopia flexible (Stange, 2008).La gastroscopia slo deber indicarse en pacientes con sntomas gastrointestinales del tracto superior: dolor epigstrico, nuseas o vmitos (Mowat, 2011; Berstein, 2010; Stange, 2008).

Es importante hacer diagnstico diferencial con otras enfermedades que cursan con diarrea, frmacos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) (que adems pueden exacerbar los sntomas), el cido retinoico, etc., procesos que cursan con rectorragia (colitis isqumica, colitis por irradiacin, hemorroides), sndrome del colon irritable, tuberculosis intestinal, EC o cncer de colon (Berstein, 2010; Kornbluth, 2010).subirCul es su tratamiento?Los principales objetivos del tratamiento consisten en mantener a los pacientes en remisin el mayor tiempo posible, reducir las necesidades de corticoides a largo plazo y evaluar el riesgo de desarrollar cncer colorrectal (CCR) (Berstein, 2010; Kornbluth, 2010). Se considera remisin clnica cuando el nmero de deposiciones diarias es igual o menor a tres, no presentan sangrado y la mucosa es normal en la colonoscopia (Stange, 2008).La extensin de la inflamacin determina si debe iniciarse tratamiento tpico u oral y adems tiene implicaciones pronsticas (Stange, 2008).Medidas generales y tratamiento sintomtico en pacientes con EIIEs importante dar informacin individualizada acerca de la enfermedad. En general, se recomienda evitar el estrs y frmacos como los AINEs, que pueden desencadenar los sntomas (Feagins, 2010; Berstein, 2010). Aunque no existen evidencias a favor de la efectividad del tratamiento psicoteraputico en pacientes adultos, ste puede ser recomendable en algunos casos, como en los adolescentes (Timmer, 2011; Mowat, 2011).En los periodos de actividad, puede ser til recomendar dietas pobres en residuos, lactosa y reducir la ingesta de fibra para disminuir la sensacin de distensin y el gas. Sin embargo, la fibra y los residuos pueden aliviar el estreimiento en pacientes con enfermedad localizada en el recto.En los pacientes ya diagnosticados de CU, es importante descartar todas las posibles causas de diarrea (infecciones, frmacos o reactivacin de la enfermedad) para poder realizar un correcto manejo. Los antidiarreicos como laloperamidadeben emplearse con extrema precaucin y evitarse en pacientes con enfermedad grave o riesgo de megacolon txico.El tratamiento del dolor deber realizarse conparacetamoly, en casos necesarios, y teniendo en cuenta el riesgo de provocar megacolon txico, concodenaotramadol. Deber recomendarsecalcioyvitamina Den pacientes a tratamiento con corticoides, as comohierroyvitamina B12en pacientes con anemia secundaria (Shah, 2007; Mowat, 2011; Berstein, 2010).Tratamiento farmacolgicoTratamiento para inducir la remisin(Kornbluth, 2010; Berstein, 2010; Talley, 2011; Mowat, 2011, Burger, 2011) Pacientes con colitis distal leve/moderada o con proctitis: el tratamiento consiste enaminosalicilatos(5-ASA) orales (comercializadas en Espaa lasulfasalazinay lamesalazina), corticoides tpicos omesalazinatpica. Lamesalazinatpica es ms eficaz que la oral y que los corticoides tpicos. La combinacin deaminosalicilatosorales y tpicos tambin es ms eficaz que cualquier otro tratamiento aislado. Los aminosalicilatos suelen alcanzar su efecto a las 2-4 semanas y son efectivos hasta en el 40-80% de los pacientes. Dosis iguales o mayores de 2 g/d demesalazinaysulfasalazinahan demostrado ms eficacia para alcanzar la remisin y prevenir recadas que dosis menores, aunque no se obtienen mejores resultados si superan los 2,5 g/d (Ford, 2011).Tanto la va oral como la tpica han demostrado su efectividad y la eleccin puede decidirse en funcin de las preferencias del paciente.Las ventajas de la va tpica frente a la oral son que pueden alcanzar la remisin ms rpida, tienen menor absorcin sistmica y no requieren del ajuste de dosis progresivas.En casos de refractariedad a estos frmacos a dosis plenas por va tpica y oral, puede iniciarse tratamiento con corticoides orales comoprednisonaa dosis de 60 mg/da y, si todava persisten los sntomas, algunos autores recomiendan tratamiento con infliximab a dosis de induccin (Oussalah, 2010). Pacientes con colitis extensa leve o moderada: el tratamiento en estos pacientes consiste en la administracin desulfasalazinaoral a dosis ajustadas de 4-6 g/da oaminosalicilatoalternativo.En ausencia de respuesta a las combinaciones orales y tpicas deaminosalicilatos, estn indicados los corticoides orales. Si aun as persisten los sntomas de forma moderada (sin indicacin de tratamiento intravenoso), puede intentarse aadir las tiopurinas (6mercaptopurina-6MP- oazatioprina). El infliximab podr indicarse para el tratamiento de pacientes que no responden a los corticoides o que presentan dependencia a los mismos (al reducir la dosis se reactivan los sntomas de la enfermedad) a pesar del uso correcto de tiopurinas. Pacientes con colitis grave: Pacientes que precisan hospitalizacin: los que presenten sntomas txicos (taquicardia, fiebre, leucocitosis, anemia y elevacin de la vsg) debern ingresar en el hospital para recibir tratamiento con corticoides intravenosos. En ausencia de respuesta favorable en los 5 primeros das, deber considerarse tanto la ciruga con colectoma como el tratamiento conciclosporinaintravenosa. Hasta en un 40% de pacientes con CU grave pueden no responder durante el ingreso a los corticoides sistmicos. Pacientes sin indicacin de hospitalizacin y refractarios a la combinacin oral y tpica deaminosalicilatos, corticoides orales, en los que no est indicada o est contraindicada laciclosporina: algunos autores recomiendan el infliximab porque ha demostrado cierta efectividad en evitar la colectoma en estos pacientes, aunque, por el momento, no existen datos suficientes acerca de sus efectos a largo plazo (Oussalah, 2010; NICE, 2011; Sandborn, 2009).

Tratamiento para mantener la remisin(Kornbluth, 2010; Berstein, 2010; Talley, 2011; Mowat, 2011; Burger, 2011) Pacientes con proctitis o colitis distal: los supositorios demesalazinahan demostrado ser eficaces en el mantenimiento de la remisin en pacientes con proctitis, mientras que los enemas, incluso pautados tres noches a la semana, pueden serlo en pacientes con colitis distal. Los corticoides tpicos no han demostrado su eficacia en el mantenimiento de la remisin de pacientes con colitis distal.Cuando fracasan los aminosalicilatos, se recomiendan las tiopurinas oazatioprinae infliximab. Los corticoides orales no estn indicados en estos casos. Pacientes con colitis extensa leve o moderada: losaminosalicilatosson eficaces para reducir las recadas de la enfermedad y evitar el uso prolongado de corticoides. Las tiopurinas o laazatioprinason tiles para espaciar el empleo de corticoides, en el manejo de pacientes dependientes de los corticoides y cuando losaminosalicilatosno consiguen aliviar completamente los sntomas. Se requiere al menos de 3 a 6 meses para observar sus beneficios. El infliximab es til para mantener la remisin de pacientes que han necesitado el frmaco para inducirla. Pacientes con colitis grave: estos pacientes permanecen ms tiempo en remisin si se aade 6 MP a su tratamiento de base. Por otro lado, existen datos a favor del uso del infliximab en estos pacientes con el objeto de mantenerlos ms tiempo en remisin y evitar la colectoma (Oussalah, 2010).

Otros frmacos(Kornbluth, 2010; Berstein, 2010; Talley, 2011) Antibiticos: no existen datos acerca de su efectividad en la CU y, en general, slo estaran indicados en el manejo de la colitis fulminante. Metotrexato: carece de eficacia demostrada en el manejo de la CU. Probiticos: no existen por el momento evidencias slidas suficientes acerca de su efectividad en pacientes con EII (Turcotte, 2011; Do, 2010).Ciruga(Cosnes, 2011; Kornbluth, 2010; Berstein, 2010; Holubar, 2010)La probabilidad de ciruga vara segn los distintos estudios y se estima entre el 20-30% despus de los 25 aos de enfermedad, el 10% durante el primer ao tras el diagnstico. Suele ser necesaria cuando han fracasado todas las alternativas de tratamiento farmacolgico (incluido el megacolon txico) y en presencia de complicaciones graves como hemorragia masiva, perforacin intestinal o displasia.Existen dos tcnicas principales de intervencin: la proctocolectoma total, que conlleva una ileostoma permanente, o la colectoma con anastomosis leo-anal.La colectoma se considera curativa de la enfermedad a nivel del colon, aunque los pacientes pueden desarrollar algunas manifestaciones extraintestinales, CEP o episodios de inflamacin a nivel de la anastomosis leo-anal (pouchitis) hasta en el 50% durante los 5 aos siguientes a la colectoma. Cerca del 10% tendrn pouchitis crnica refractaria al tratamiento antibitico (metronidazol400 mg/8h o ciprofloxacino 500/12h en ciclo corto) y pueden llegar a necesitar inmunosupresores, infliximab o en ltimo extremo, reseccin quirrgica.subirCules son sus complicaciones ms frecuentes y su pronstico?La complicacin ms frecuente de la CU son las rectorragias profusas por el sangrado de las lceras. Otras complicaciones posibles son la perforacin intestinal y las estenosis del colon, en las que deber descartarse siempre presencia de enfermedad maligna. El megacolon txico, aunque es una complicacin rara, es ms frecuente que en la EC. Se define como la dilatacin no obstructiva completa o parcial del colon, mayor de 6 cm. Puede presentarse con o sin sntomas txicos y precisa ingreso hospitalario para tratamiento intensivo, al que, si no responde en las primeras 24 horas, se intervendr de urgencia (Stange, 2008; Kornbluth, 2010; Berstein, 2010).Al ao del inicio de los sntomas, casi la mitad de los pacientes presentan remisin clnica y endoscpica con ausencia de lesiones en la mucosa. En general, los brotes de la enfermedad tienden a disminuir en pacientes que no han necesitado tratamiento inmunosupresor y alrededor del 30% no vuelve a tener recurrencias durante los 10 primeros aos despus del primer brote (Cosnes, 2011). Hasta un 15% sufre manifestaciones de enfermedad grave durante el curso de la enfermedad y, de ellos, cerca de dos tercios necesitarn colectoma a lo largo de 12 aos. Un estudio seala mayor riesgo de colectoma (hasta el 70% en los 5 aos siguientes) y peor pronstico en pacientes ingresados con enfermedad grave que han tenido una respuesta incompleta al tratamiento intensivo de corticoides y/o ciclosporina a la semana del ingreso (ms de 3 deposiciones/da o sangrado) (Bojic, 2009).La mortalidad global de los pacientes con CU no es en s mayor que la de la poblacin general, aunque s es mayor en pacientes con diagnstico reciente y en los que padecen enfermedad extensa o grave. Adems, tambin existe un riesgo de mortalidad mayor derivado de factores directamente relacionados con la CU como son el CCR o la CEP (Cosnes, 2011).El riesgo de desarrollo de CCR depende de factores independientes como son la duracin de la enfermedad (mayor riesgo en pacientes de inicio antes de los 20 aos y a mayor duracin), la extensin a nivel de la mucosa del colon y es mayor en los que padecen CEP. No existe aumento del riesgo en pacientes que slo tienen afectacin del recto.Despus de 10 aos de enfermedad, el riesgo de desarrollar CCR es de 0,5-1% al ao (Kornbluth, 2010; Biancone, 2008).subirCmo debe realizarse el seguimiento?Cuando el paciente ha alcanzado la remisin clnica no siempre es necesaria la confirmacin endoscpica de la curacin de la mucosa. Cuando sta se mantiene en el tiempo, se reduce el riesgo de CCR y probablemente se relacione con mejor pronstico (Kornbluth, 2010).Es muy importante repasar el calendario de vacunacin en pacientes con CU porque las vacunas con agentes vivos estn contraindicadas en los inmunodeprimidos y, en caso de necesidad, debern administrarse tras el diagnstico. Los pacientes inmunodeprimidos debern recibir la vacuna de la gripe y neumococo, as como se realizar elscreeningde la hepatitis B en los que deban recibir tratamiento con infliximab (Mowat, 2011; Kornbluth, 2010).Los mdicos en Atencin Primaria debern realizar un seguimiento ms estrecho de los pacientes con CU en las fases de remisin y asegurarse de la correcta cumplimentacin de los frmacos prescritos, porque son frecuentes los abandonos del tratamiento con el consiguiente riesgo de aumento de recadas (Jackson, 2010; Higgins, 2009).Es importante realizar mediciones de creatinina en pacientes a tratamiento con mesalazina cada 3-6 meses durante el primer ao y posteriormente, al ao (Kornbluth, 2010).El seguimiento con colonoscopia para prevenir el CCR en pacientes con CU se recomienda despus de los 8-10 aos del diagnstico, y deber realizarse con una periodicidad anual o bianual y con toma de biopsias mltiples (Kornbluth, 2010; Berstein, 2010).subirBibliografa Bernstein CN, Fried M, Krabshuis JH, Cohen H, Eliakim R, Fedail S,et al. 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