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Comunicación leída durante el I Encuentro de Joven Crítica Canaria
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I ENCUENTRO
JOVEN CRÍTICA CANARIA(Tenerife, 2013)
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
CRÍTICA LITERARIA EN CANARIAS,
PASADO, PRESENTE Y FUTURO
(comunicación leída por Javier Hernández Fernández)
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
CRÍTICA LITERARIA EN CANARIAS: PASADO, PRESENTE Y
FUTURO
Antes de llegar al cuerpo de la comunicación, les confieso que
esta es, irremediablemente, incompleta e imperfecta, y que con ella su
autor solo pretende exponerse, frente a frente, a sus “graves y
grandes limitaciones”. Además, me veo en la obligación de matizar o
cambiar el título propuesto y decirles que no podremos hacer un
seguimiento lineal a lo largo de la historia de la crítica literaria en
Canarias, entre otras cosas, porque tal historia, de momento, no
existe. No obstante, viajaremos en el tiempo, hacia el pasado y el
futuro, de la mano de dos síntomas de inmadurez espontánea que
afecta a esta literatura atlántica, que es la nuestra, aunque no sea
de una manera exclusiva. En eso, no somos únicos. También, con
algo de suerte, podré arrinconar a algunas de las falsas certezas que,
aquí y en todas partes, venden la vanidad y el miedo al escritor. Y,
recordemos, el crítico literario es un escritor. Pero no nos
equivoquemos. Hablar de estos síntomas espontáneos de inmadurez
en nuestra literatura no es hablar de la ausencia de importantes,
novedosas o relevantes propuestas literarias; se trata, al contrario, de
señalar sin pudor ese hábito o vicio que seduce a poetas y escritores,
a críticos e investigadores por igual y que, junto al amiguismo y los
textos travestidos, oscuros y neoacadémicos perjudican seriamente la
salud, la literatura y la crítica literaria.
Vanidad y miedo. Miedo, y sobre todo vanidad, ese peligroso
atavismo de la hipnosis de la propia mano que desliza de izquierda a
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
derecha, de arriba abajo sobre la propia letra y las afines, ese
abandono entre las sábanas húmedas del papel. La vanidad es ese
gusto vicioso por el olor propio y que afecta, sin remedio, al juicio y la
letra del que escribe, empujándolo a buscar rebaños a los que seguir
o grupúsculos que crear. La distancia entre la vanidad y el dogma es
apenas una frase envenenada; la distancia entre la vanidad y la
ansiedad de “querer ser popular” son unas pocas líneas
irresponsables donde el autor se autoproclama poseedor y conocedor
de la verdad, donde, incluso, dicta el lugar que habita la Poesía. Tal
comportamiento carcome la esencia misma de la Literatura, de la
Poesía como conocimiento y búsqueda perpetuas, la médula misma
de la crítica literaria. Lo sorprendente es que, en estas alturas de la
Historia, aún se encuentran ejemplos de actitudes dentro del ámbito
literario que perjudican seriamente la propia capacidad crítica y
reflexiva, y que, sobre todo, contaminan y manipulan al lector. Véase,
por ejemplo, un extracto del artículo titulado “La falacia como
realidad” (La Provincia-Diario de Las Palmas, 6 septiembre 2001), de
la mano de Francisco León y referente a la antología de Antonio
García Ysábal “La nueva poesía canaria” (de. Verbum, 2001) y la
polémica entorno a esta.
Textualmente, se lee que:
«existe otra poesía en Canarias, más nueva, más joven y más
seria, que lleva el sello liberador de las corrientes syntácticas. Ya
sé que no gusta mucho, en Canarias, oír esto. Pero a veces no
queda más remedio que hacer recordar la verdad. Y yo apuesto
por la verdad y por quienes se bañan en esas aguas: aguas de la
responsabilidad y la dificultad»
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Lo sé. Se trata de una cita con poco contexto pero que sirve para
los propósitos de esta comunicación; vale para animarles a que
investiguen, que investiguen tal contexto; permite animarles a que se
pregunten qué significa “poesía más joven y más seria”, qué significa
“sello liberador”; qué significa “corrientes syntácticas”; qué significa
“recordar la verdad”; proponerles que se pregunten si es responsable
que alguien se haga valedor de la verdad, presentándola como única,
y más cuando se habla de Poesía; les animo a que se pregunten, y
que pregunten, si es, de verdad responsable, hablar de
responsabilidad con tales afirmaciones y esgrimir la dificultad de los
versos para hacerse valedor de la Poesía... Les animo, también, a que
lean, que lean en soledad y pregunten por sí mismos, que expongan
sus conclusiones en grupo; les animo a que sacudan al grupo porque,
en palabras de George Orwell, es preciso recordar que si bien las
lealtades de grupo tienen su momento y lugar, acanceran la sangre de
la Literatura:
«Las lealtades de grupo son necesarias, pero en la
medida en que la literatura es obra de individuos, las
lealtades envenenan la Literatura»
Hablábamos de vanidad y miedo... Si bien al escritor y al poeta
pueden afectarle por igual la vanidad y el miedo, el crítico literario se
expone más a la vanidad. Al respecto, y para intentar sostener este
cambio imprevisto de mi comunicación, confesaré que contemplo la
crítica literaria como otra forma de escritura, con sus sacrificios y
exigencias, con su parte (re)creativa. Por eso hablo tanto de vanidad.
Pero la vanidad y el miedo actúan, generalmente, sobre períodos
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
distintos del tiempo. Así, mientras que la vanidad se deja sentir, sobre
todo, en el presente y el futuro, en su intento de controlarlos, el miedo
mira constantemente hacia el pasado, ese pasado que le provoca un
terror atávico y el cual, de una manera u otra, desea cambiar,
modificar o manipular. La historia literaria de Canarias nos da
ejemplos al respecto, tanto para hablar de vanidad como de miedo.
En este caso, pues hablamos del pasado, hablaremos del miedo. Para
ello, recordaré unos ejemplos estudiados por el poeta, ensayista y
crítico literario Lázaro Santana en su ensayo “La memoria
mixtificada”. En él, y sobre la afirmación repetida de la superioridad
del poeta Domingo Rivero sobre la obra de Miguel de Unamuno. Al
respecto podemos leer el dedo en la llaga del investigador cuando
recuerda que la obra de calidad que Domingo Rivero publicó, es la
única que el propio poeta consideró de calidad, cosa demostrada
cuando se pudo tener acceso al resto de “obra no publicada” por el
poeta. Todo esto frente a la obra de Miguel de Unamuno que es
suficiente, honda y extensa para sostenerlo como uno de los grandes
españoles del siglo XX; otro ejemplo es la reivindicación de Nicolás
Estévanez como poeta del sentir canario y del nacionalismo cuando
clara era, en su prosa, el pensamiento político revolucionario y
anarquista, y que, además, en lo tocante al verso, no pasaba de
aficionado. Hablemos, también, de la fama dada al Vizconde del Buen
Paso (Cristóbal del Hoyo) como el primer “collagista” de la poesía
española cuando, según la investigación de Lázaro Santana, apenas
escribió un verso propio, limitándose a hacer “sus poemas” de
traducciones de poetas portugueses; hablemos, por último, de la
afirmación e insistencia que desvincula el surrealismo de la poesía
canaria del surrealismo español con la intención de hermanarlo,
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
directamente, con el surrealismo francés, y que justifica tal “vínculo”
con la breve visita de los padres del surrealismo a Tenerife, así la
relativa importancia de la exposición de 1935. Al respecto, añade
Lázaro Santana, que si bien Canarias dio dos buenas figuras al
surrealismo español y europeo, a saber, Agustín Espinosa y Oscar
Domínguez, poetas y artistas como Pedro García Cabrera, Domingo
López Torres, Emeterio Gutiérrez Arbelo, Juan Ismael, entre otros,
que fueron poetas y pintores estimables, sí, pero con un mérito lejos
del de aquellos dos. Además, continúa el investigador grancanario,
“los mejores libros de García Cabrera, escritos con posterioridad a
1940, nada tienen que ver con el surrealismo.
A la vista de estos ejemplos, no puedo sino recordar la urgencia
de estar atentos en cada lectura a todo aquello que se repite sin
pensar, a todos esos juicios, valoraciones y parabienes que se
reproducen sin filtro ni tino; a esas “palabras papales”, como diría el
poeta R. Alzala, que se repiten sin cesar y sin argumentos. Además, si
nos atrevemos a aceptar que la Poesía no necesita quién la defienda,
podremos estar de acuerdo en que tampoco necesita sordos o loros
que le hagan eco. Y hablar de Poesía es, desde mi perspectiva, hablar
de crítica literaria.
Hasta aquí hemos podido ver algunas muestras de lo que el
miedo y la vanidad perpetran en el escritor, en el poeta, en el crítico
literario; pero no hemos hablado del texto que es la crítica literaria.
Cuando se escribe por vanidad o miedo el texto se ve empujado, por
su autor, a la hinchazón, al hematoma. En palabras de George
Orwell, citadas por el crítico y ensayista Jorge Rodríguez Padrón en
“La memoria y sus signos”:
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
«El estilo hinchado es por sí mismo una suerte de eufemismo (…) El
gran enemigo del lenguaje claro es la insinceridad. Cuando hay un
hiato entre la realidad de uno y el propósito de uno, uno se vuelve
de modo instintivo a las palabras largas y a las frases hechas y
gastadas, como un calamar que hace derramar su tinta»
Tanto la vanidad como el miedo inflan la escritura, pero la
vanidad lo hace para convertir sus letras en sumidero de todo lo que
no sea ella misma, bocanegra hambrienta de “ego” y nido de las ideas
del autor. De ahí que la vanidad de nada sirva, salvo para alimentar a
un ganado guanil, pues de nada protege y a todo expone al autor con
el ridículo del rey desnudo. La vanidad apuñala por la espalda a la
Literatura y nunca puede cultivar la Letra a lo largo del tiempo. Acaba
reduciéndose ella misma a unas simples y escuetas coordenadas
sobre el papel, ese mismo papel que, antes o después, querrá
convertir en dogma y crucifixión. Desde este punto de vista, la
vanidad en la crítica literaria contamina el objetivo del autor
convirtiéndolo en un simple promotor enaltecido de sí mismo, o
enaltecedor del amigo o maestro. La vanidad crea dogma, y olvida lo
fundamental, ofrecer el texto a nuevos lectores, a nuevas lecturas;
ofrecer al lector esas nuevas conexiones o interpretaciones que, a
priori, ni el mismo autor ha llegado a ver ni pretender. El ser del
crítico literario no debe ser el poder, ni siquiera esa pretensión de
“crear opinión”, pues antes que crear opinión el crítico debe proponer
un diálogo múltiple; en primer lugar, con el texto; entonces, con el
lector; y, finalmente, con el autor de la obra que contempla e intenta
desvelar. Cuando el crítico literario ha sido capaz de entregarse al
texto y sacrificar su propio ego, cuando ha sido capaz de dedicarle el
tiempo necesario, el crítico literario, como escritor, huye entonces de
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su propia vanidad y se deja llevar por la creación y el análisis
desapegado, por el silencio de navegar el inabarcable remanso de la
lectura; esa extraña soledad sin magua que camina lentamente, en
busca del conocimiento de un rumor que todo lo envuelve y que, en
todas partes, se expone a la intemperie.
Llegados a este punto podremos hablar del presente, aunque sea
el limitado presente que puede ofrecerles. Al respecto, si bien el
panorama de la crítica literaria en los medios impresos está en coma,
cuando no muerto, es justo señalar la labor realizada en El Escobillón
y El Perseguidor para la difusión de la Literatura, ya se en forma de
crítica, reseña, reflexión o artículo literario. Sin embargo, esta más
que estimable tarea permanece como oasis en un desierto donde
hasta los cactus mueren de sed... de no ser por la Red. La Red se
mueve más, y, quizás inevitablemente, de una manera más caótica.
Hasta el momento, la labor conozco la labor realizada por algunos de
los autores que abrazan “Lo imprevisto”, Canarias Creativa, o la
crítica literaria y los artículos que publica, el que esto escribe, en el
blog Mierda Perro, sobre crítica literaria, y en la revista digital de El
Alisio, además de los artículos de Daniel Bernal. Aún así, lejos de
ennegrecer el futuro, y la vista de este I Encuentro de Joven Crítica y
de las relaciones que por la red se han ido estableciendo, creo que el
panorama de la crítica literaria, tal cual la he planteado o, al menos,
de una crítica no visceral ni destructiva, está más cerca de un
cambio; y para bien. El aviso, no obstante, y si estuviera yo en
condiciones de advertir de peligros, presentaría a ese tipo de textos
que se pretenden o se quieren críticos, pero que no pasan de reseñas,
o de artículos de opinión y reflexión. Y, en este caso, y tal cual reza
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una canción de Violadores del Verso, hay que llamar a las cosas por
su nombre.
Sin embargo, una vez más he de reconocer que la mirada que me
acerca a la Letra, a la Escritura y a la Poesía, mi mirada, no es una
mirada de certidumbres, pues o veo certezas y no las puedo ofrecer;
como mucho, indico lugares, esquinas y, lejos de tranquilizar a nadie,
hablo de esa cabeza que transforma el horizonte (antes recto y rígido),
en un hogar oblongo, circular, curvo y sin límites; lejos de tranquilos
paseos a la luz de las estrellas, hablo de esa luz de Mafasca que se
aparece en este instante en que escribo, o cuando siembro y doy agua
a un poema, a una crítica literaria, con la intensión de mostrar la
inmensidad del lugar que habitamos... Pero esta es una mirada de
aliento, de ánimo; mis pasos son pequeños y este mundo inaudito,
tremendo y hermoso... Y, en verdad, me hace sentir muy pequeño, y
acrecienta mi propia desnudez pero, a cambio, y casi sin querer,
ofrece la transmutación en creación y luz de la urdimbre que
convulsiona la mirada.
Así que, llegado a este punto, y para hablar el presente y del
futuro de la crítica literaria, el acercamiento crítico que propongo
huye de hacer dogma, huye de la vanidad, huye de convertir la
experiencia poética que es la Ysla (con “i” griega) en una “poca tierra
que pisar”; huye de hacer del océano un “mucho mar por estorbar”.
No en vano, me he expuesto aquí a hablar de la vanidad y del miedo,
para acercarles esta propuesta, esta crítica literaria que, al margen de
corrientes críticas y ataduras de todo tipo, lejos de reseñas
disfrazadas de críticas y de contexto excesivo, trabaje una crítica “de
encuentro”, un mano a mano a solas con el texto, con la obra, con el
poema; con la incertidumbre y el riesgo.
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
La crítica literaria es, a fin de cuentas, un acto creativo, de
análisis e interpretación, que se debe a su naturaleza subjetiva pero
que, al contrario de una opinión, se compromete con la red coherente
y flexible de interpretaciones, de ejemplos y argumentos que elabora y
teje a partir de su experiencia lectora. Y es ahí donde ubico la
humildad, la honradez y el sacrificio del crítico, de su compromiso
múltiple. A mi entender, el crítico literario extiende, en cierta manera,
el trabajo del autor del poema, del libro, de la obra... aunque por su
cuenta y riesgo. El crítico, en su crítica, reconoce sus propias
limitaciones, al mismo tiempo que se ofrece como luminaria para el
lector; de esta manera, el crítico es a veces un mago o un ilusionista
transitando, para nosotros, veredas que, en ocasiones, nunca
estuvieron claras ni admitidas en el plan inicial del poeta o del
escritor.
En otras palabras, creo honestamente que el crítico ha de saber
entregarse a la incertidumbre y el temblor que alimenta toda creación
literaria. El riesgo es eterno, sí. Pero vale la pena.
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
CURRÍCULO del AUTOR
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
CURRÍCULO del AUTOR
como traductor
-Licenciado en Traducción e Interpretación
como poeta, crítico literario y escritor
www.javierhfernandez.es
2013
• Traducción literaria de “La guerre comme expérience intérieure” de Ernst Jünger para cliente privado
• Traducción en-es de guión de "Manual para construir una nube después de soñarla", cortometraje deljoven cineasta Adrián León Arocha
2012
• Corrector de novela de la autora EstefaníaSalvarelli (Chiado editora)
2010
• Revisor de traducción para la revista electrónica “La Siega”. Nota de colaboración, aquí.
• Revisor y lector crítico de novela inédita para la autora Acerina Cruz Sánchez
2009
• Traducción literaria pt-es y fr-es de“Le Ministère de l'Homme Esprit” (Tomos 1 y 2) de Louis Claude de Saint Martin.
2008
• Traducción literaria es - en de “La Isla de la distancia”, del escritor Francisco Ramírez Viu2007
• Prácticas de traducción económicaes-en para la “Confederación Canaria de empresarios”.
2013
• Publicación “La Ysla, una experiencia poética”, en Diario de Avisos (25 de agosto)
• Colaboración habitual con artículos de reflexión en www.lapalmaahora.com
2012
• Creación del blog de crítica literaria “Mierda Perro”
• Ponencia “La Ysla, una experiencia poética”, sobre poesía y crítica literaria en el Congreso de Poesía Canaria Contemporánea: contextos críticos”
• Comienza colaboración habital con la publicación de “La isla inabarcable”en www.mundoacorinano.com
• Comienza colaboración habitual con microartículos sobre poesía canaria de los años 90 en “El desvelado”, y textos literarios en la sección de opinión “El Desvelado” de la revista cultural El Alisio
2007 - 2010
• Creación del colectivo literario 9 Puertas, coordinación de actividades: recitales de poesía,crítica literaria online, creación literaria online,participación en la actividadLos versos desconocidos de Galdós (Ciudarte, escritor Francisco Ramírez Viu); coordinación y gestión de la publicación de “Confluencias”, antología de 9Puertas
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
Comunicación leída por Javier Hernández Fernández, poeta, traductor y crítica literario en el Encuentro de Joven Crítica Canaria
SOBRE EL AUTOR
Javier Hernández Fernández, nacido en La Palma (Islas Canarias, 1979), desarrolló suformación académica en las áreas técnicas de la informática y las telecomunicaciones para,finalmente, dar un cambio radical y cursar la licenciatura en Traducción e Interpretación por laUniversidad de Las Palmas de Gran Canaria. Mientras tanto, su vocación literaria iba alimentándosede una curiosidad innata hasta que en el año 2005 se manifestó por completo. Es en esa fechacuando escribe su primer libro de poemas, aún inédito, y cuando da sus primeros pasos en el trabajode la Poesía. Pero no será hasta el año 2007 cuando, tras asistir durante 3 meses a un curso decreatividad literaria con el escritor Francisco Ramírez Viu, tome contacto con la reflexión y lacrítica constantes de la propia obra como herramientas fundamentales para el desarrollo del poeta.
Al finalizar dicho curso, sienta las bases, junto con dos de los asistentes, de lo que sería elcolectivo literario Nueve Puertas, proyecto en el cuál desempeñó las tareas de coordinador deactividades (web, recitales) y de la publicación del libro conjunto que tal colectivo publicó en el año2010, titulado “Confluencias”. A fecha de 2010, Nueve Puertas contaba con 7 miembros, y habíaparticipado en diversos recitales en Gran Canaria, además de en una actividad de estudio de lapoesía de Benito Pérez Galdós en su obra “Marianela”, dentro de las actividades organizadas porFrancisco Ramírez Viu para su proyecto Ciudarte.
Actualmente, escribe crítica literaria y microensayos sobre poesía canaria, además de ensayobreve, cuyos resultados y conclusiones pueden verse en el proyecto web-taller “Mierda Perro,poesía canaria a punta de calima”, además de en la revista digital www.elalisio.com. Mientras tanto,trabaja en un libro de relatos y un ensayo sobre crítica literaria.
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Si estuviera interesado en contactar con el autor y traductorpuede contactar con el autor a través del correo electrónico:
Y a través de su página de autor en Facebook:
Javier Hernández Fernández
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