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CONDECORACIONES DE LA SEGUNDA

REPÚBLICA

Edición actualizada a 25 de mayo de 2018

Antonio Prieto Barrio

Antonio Prieto Barrio

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Disposiciones de carácter general. Reglamentos Orden circular de 16 de abril de 1931 (CL número 149). Disponiendo que desaparezcan de los uniformes, emblemas, material y atributos militares todas las insignias reales y representaciones de la Monarquía. He dispuesto, según participé a V. E. por telegrama de esta fecha, que desaparezcan de los uniformes, emblemas, material y atributos militares todas las insignias reales y representaciones de la monarquía. Decreto de 27 de abril de 1931 (Gaceta de Madrid número 118, del 28). Adoptando como bandera nacional para todos los fines oficiales de representación del Estado, dentro y fuera del territorio español, y en todos los servicios públicos, así civiles como militares, la bandera tricolor que se describe1. Artículo 2.º Tanto las banderas y estandartes de los cuerpos como las de servicios en fortalezas y edificios militares, serán de la misma forma y dimensiones que las usadas hasta ahora como reglamentarias. Unas y otras estarán formadas por tres bandas horizontales de igual ancho, siendo roja la superior, amarilla la central y morada oscura la inferior. En el centro de la banda amarilla figurará el escudo de España, adoptándose como tal el que figura en el reverso de las monedas de cinco pesetas acuñadas por el Gobierno Provisional en el año 1869 y 1870. Artículo 4.º Las escarapelas, emblemas y demás insignias y atributos militares que hoy ostenten los colores nacionales o el escudo de España, se modificarán para lo sucesivo, ajustándolas a cuanto se determina en el artículo 2.º Decreto de 29 de abril de 1931 (Gaceta de Madrid número 120, del 30). Disponiendo queden suprimidas las Órdenes Militares de Santiago, Montesa, Alcántara y Calatrava; declarando disuelto el Tribunal de las Órdenes Militares, y cambiando la denominación de las Maestranzas de Sevilla y Ronda. A propuesta del Ministro de la Guerra, el Gobierno provisional de la República decreta: Artículo 1.º Quedan suprimidas las Órdenes Militares de Santiago, Montesa, Alcántara y Calatrava. El Estado se reserva las atribuciones de soberanía que procedan de la antigua incorporación de los Maestrazgos a la Corona. Artículo 2.º Queda disuelto el Tribunal de las Órdenes Militares. Artículo 3.º Los Institutos denominados hasta ahora Reales Maestranzas de Sevilla, Ronda, etc., no conservarán carácter oficial alguno ni podrán usar el título de Real, y quedan sometidos en el régimen jurídico de su persona y bienes a la Ley común de Asociaciones. Los estatutos y reglamentos de dichas asociaciones deberán ser aprobados por la autoridad legalmente competente, eliminándose de aquellos cuanto signifique carácter militar. Decreto de 21 de julio de 1931 (Gaceta de Madrid número 204, del 23). Anulando, derogando y dando carácter de precepto meramente reglamentario a la obra legislativa de la Dictadura2. 1 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 2 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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En aplicación de lo dispuesto en al artículo 1.º del decreto de 15 de abril último de la Presidencia del Gobierno provisional de la República, oído el informe de la Comisión revisora designada por este Ministerio [Guerra] para revisar la obra legislativa de la Dictadura3; a propuesta del Ministro de la Guerra, el Gobierno de la República decreta: Artículo 1.º Quedan anulados los siguientes decretos: […]; el de 16 de marzo de 1925 sobre recompensas; el de 11 de abril de 1921, reglamentando la concesión de recompensas; el de 26 de noviembre de 1925 reformando el reglamento de la Orden de San Fernando […]. Artículo 2.º Quedan derogados los siguientes decretos: […]; el de 14 de abril de 1926, que aprobó el reglamento de la Medalla de Sufrimientos por la Patria; […]; el de 19 de enero de 1929, que amplió la concesión de la Medalla de Sufrimientos por la Patria […]. Artículo 3.º Se consideran comprendidos en el apartado c) del artículo 1.º del decreto de 15 de abril último4: […]; el de 27 de abril de 1925, sobre concesión de la Medalla de Sufrimientos por la Patria; […]; el de 9 de abril de 1926, creando la Medalla Aérea; […] Artículo 4.º Quedan comprendidos en el apartado d) del artículo 1.º del decreto de 15 de abril último5 los siguientes decretos: […]; el de 13 de diciembre de 1924 sobre concesión de la Medalla de Sufrimientos por la Patria a los caídes de cabilas; […]; el de 17 de mayo de 1927, sobre concesión de la Medalla de Sufrimientos por la Patria.

Decreto de 24 de julio de 1931 (Gaceta de Madrid número 208, del 27). Decreto declarando extinguidas todas las Órdenes dependientes de este Ministerio a excepción de la Isabel la Católica. El criterio de austeridad que el Gobierno provisional de la República se ha impuesto como severa norma desde su advenimiento, oblígale a adoptar ciertas medidas, que las circunstancias presentes aconsejan, con respecto a honores y condecoraciones civiles. Una de ellas es la supresión de las Órdenes dependientes del Ministerio de Estado, con la única excepción de la de Isabel la Católica, que, sin menoscabo del espíritu republicano de la Nación, debe conservarse por evocar su nombre, tradiciones y grandezas imperecederas del pasado histórico de España, y muy principalmente también porque circunstancias de orden internacional aconsejan la conservación de una distinción honorífica destinada a premiar servicios de dicho carácter y virtudes cívicas, altos merecimientos para con la humanidad, la Patria y la República o méritos relevantes en la política, en la ciencia, en las artes y en las letras. Fundado en tales consideraciones a propuesta del Ministro de Estado, el Gobierno provisional de la República, decreta: Artículo primero. Se declaran extinguidas todas las órdenes dependientes del Ministerio de Estado, a excepción de la de Isabel la Católica, que subsistirá en todos sus grados, dictándose por dicho departamento las disposiciones oportunas para la adecuada reforma y adaptación de los Estatutos de la misma. Artículo segundo. Quedan disueltas las Asambleas de Carlos III e Isabel la Católica y el consejo de la Orden del Mérito civil. Artículo tercero. El Ministerio de Estado se hará cargo de los archivos de dichas Asambleas, como también de los valores, insignias y demás efectos pertenecientes a las

3 Decreto de 15 de abril de 1931 (Gaceta de Madrid número 107, del 17). Disponiendo que hasta el día 31 de mayo

próximo cada departamento ministerial revise la obra legislativa de la Dictadura, proponiendo al Consejo de Ministros, que resolverá sobre ello, la inclusión de los respectivos y titulados decretos-leyes de aquélla, dictados con carácter general, en alguno de los cuatro grupos que se indican. Dos de los cuatro supuestos, el c) y el d), se desarrollan a continuación.

4 Cuyo literal es: reducidos al rango de preceptos meramente reglamentarios, sólo válidos y aplicables en cuanto se conforme con el texto anterior y superior de leyes votadas en Cortes.

5 Cuyo literal es: subsistentes en todo o en parte por exigencias de realidad o excepcional conveniencia del interés público, quedando a salvo siempre la facultad del actual Gobierno para modificarlos y la soberanía del Parlamento, a quien dará cuenta, para resolver en definitiva. Co

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mencionadas órdenes. Artículo cuarto. Este Ministerio recogerá, a medida que vaquen, las insignias, que siendo propiedad del Estado, se hallen en posesión de condecorados en España y en el extranjero, y procederá a su depósito en el Museo Nacional. Artículo quinto. Quedan derogadas todas las disposiciones anteriores que se opongan al cumplimiento de este decreto. Orden circular de 19 de noviembre de 1931 (Gaceta de Madrid número 324, del 20). Modificando en la forma que se inserta las condecoraciones que se indican6. Se modifican las siguientes condecoraciones actualmente en uso7: Primero. a) Mérito Militar. Con distintivo blanco, pensionada o sin pensión, y con distintivo rojo sin pensión. 1.ª Clases de tropa y cruz de primera clase: Sustituir la corona real por la mural y suprimir el óvalo del centro de cara con sus lises. 2.ª Cruz de segunda y tercera clase y gran cruz: Suprimir las flores de lis colocadas sobre rafagado, sustituir la corona real por la mural y suprimir el óvalo del centro de cara con sus lises. b) Medalla Militar. Individual: En el reverso cambiar el centro de espalda sustituyendo la corona real por la mural y suprimiendo el óvalo de las lises. En la cinta cambiar una de las bandas rojas por una de color morado. c) Medalla Militar. Colectiva: En el anverso de la enseña del brazo, suprimir la corona real que va sobre el emblema. d) Cruz Laureada de San Fernando. En el reverso de la venera sustituir la corona real por la mural, y la leyenda EL REY Y LA PATRIA por LA PATRIA A SUS HÉROES. En la cinta de la cruz y en la banda se pondrán unos bordes exteriores de tres milímetros de color morado. e) Orden de San Hermenegildo: a) Cruz. Sustituir la corona real por la mural. En el reverso suprimir las letras F. VII dejando el centro de espalda en oro y liso. b) Gran Cruz. Sustituir la corona real por la mural. f) Medalla aérea. En el anverso suprimir la corona. En el reverso suprimir el óvalo de lises y cambiar la leyenda REINANDO ALFONSO XIII por AERONÁUTICA ESPAÑOLA. La cinta será de color azul celeste con bordes blancos. Segundo. Los poseedores de las cruces y condecoraciones hoy reglamentarias, procederán a realizar las modificaciones indicadas; las que se concedan en lo sucesivo se ajustarán en sus modelos a lo anteriormente señalado en esta orden. Tercero. Los poseedores de cruces de María Cristina, Cruz Roja pensionada y Medalla bicolor, no podrán continuar ostentándolas por estar hoy suprimidas dichas condecoraciones. Cuarto. Queda prohibido el uso por los generales, jefes, oficiales y clases de tropa de aquellas medallas y cruces cuya concesión depende de la Presidencia o de otros departamentos ministeriales, ínterin no se disponga, por ellos, las modificaciones a introducir en las mismas. Quinto. Quedan modificadas en el sentido indicado cuantas disposiciones se refieran a la forma y modelos de las cruces y condecoraciones militares de que se trata en esta orden, quedando sin modificación las que no se indican y cuya concesión depende únicamente del Ministerio de la Guerra.

6 Rectificada por orden circular de 24 de noviembre de 1931. 7 Las variaciones en los diseños de las condecoraciones, pueden verse en el resto de los folletos temáticos. Co

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Orden circular de 24 de noviembre de 1931 (Gaceta de Madrid número 335, de 1 de diciembre). Rectificando en la forma que se indica la de 19 del actual, relativa a condecoraciones. Habida cuenta de que la ley de bases para la reorganización del Ejército promulgada en 29 de junio de 1918, no anuló las cruces del Mérito Militar con distintivo rojo pensionadas, ni las de María Cristina concedidas hasta dicha fecha, a pesar de no incluir tales condecoraciones entre las recompensas de Guerra. He tenido a bien disponer, por extensión, que se considere rectificada la orden ministerial del 19 del actual (Gaceta número 324), en el sentido de que podrán seguir ostentando las precitadas cruces y la bicolor cuantos a ellas tengan derecho por habérselas otorgado con arreglo a la legislación a la sazón vigente. En las insignias de las repetidas condecoraciones se introducirán las variaciones siguientes: Cruz roja pensionada y bicolor: las mismas que la Cruz roja sin pensión. Cruz de María Cristina: Sustituir la corona real por la mural; suprimir las tres lises, poniendo en su lugar dos castillos y un león y suprimir las lises del óvalo del centro. En la cinta y banda cambiar una franja roja por una de color morado. Orden de 8 de diciembre de 1931 (DO número 277). Modificaciones para la Marina. El Gobierno de la República, de conformidad con el informe emitido por el Estado Mayor de la Armada, se ha servido disponer lo siguiente, en relación a las condecoraciones actualmente en uso: 1.° Se hace extensiva a Marina la Orden de Guerra de 17 del pasado noviembre (DO número 263), que se refiere a la Medalla única. 2.º Mérito Naval, con distintivo blanco, pensionada y sin pensión, y con distintivo rojo, sin pensión. a) Clases de tropa y cruz de primera clase: sustituir la corona real por la mural y en la cinta, los colores que tiene por los de la bandera nacional. b) Cruz de segunda y tercera clase: sustituir la corona real por la mural. c) Gran Cruz: sustituir en la banda así como en la cinta estrecha que une los extremos de ella, sus colores por los de la bandera nacional. 3.° Mérito Naval con distintivo rojo pensionada, y Cruz bicolor: Quedan suprimidas, pero subsistentes para sus actuales poseedores, los cuales, con arreglo a la clase de cruz que posean, harán las modificaciones que anteriormente se expresan. 4.º Cruz de María Cristina. Queda suprimida, pero subsistentes para los poseedores actuales. Sustituir la corona real por la mural, suprimir las flores de lis y sustituir las tres de los brazos por dos castillos y un león. 5.º Medalla Aérea: En el anverso suprimir la corona. En el reverso suprimir el óvalo de las lises y cambiar la leyenda “Reinando Alfonso XIII” por Aeronáutica Española. La cinta será de color azul celeste con bordes blancos. 6.º Medalla Naval: a) Individual: Sustituir en el reverso la corona real por la mural y en la parte central de la cinta los colores que tiene por los de la bandera nacional. b) Colectiva: Las mismas variaciones que en la Medalla. c) Distintivo: Sustituir los colores que tiene en la parte central por los de la bandera nacional. 7.° Los poseedores de las cruces y condecoraciones hoy reglamentarias, procederán a Co

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realizar las modificaciones indicadas. Las que se concedan en lo sucesivo, se ajustarán en sus modelos a lo anteriormente señalado en esta Orden. 8.º Queda suprimido el uso por los generales, jefes, oficiales y clases de tropa de aquellas medallas y cruces cuya concesión dependa de la Presidencia u otros departamentos ministeriales, ínterin no se disponga por ellos las modificaciones a introducir en las mismas. 9.º Quedan modificadas en el sentido indicado cuantas disposiciones se refieran a la forma y modelo de las cruces y condecoraciones militares de que se trata en esta Orden, quedando sin modificación las que no se indican y cuya concesión dependa únicamente del Ministerio de Marina. Decreto de 10 de diciembre de 1931 (Gaceta de Madrid número 347, del 13). Declarando derogados los reales decretos de 17 de mayo de 1925, 6 de febrero de 1928 y 19 de junio de 1902, que crearon las Medallas del Homenaje, de los Somatenes y de la Jura, respectivamente. El criterio de austeridad que el Gobierno de la República se ha impuesto como norma severa de conducta desde su advenimiento al poder oblígale a adoptar ciertas medidas que las circunstancias aconsejan, con respecto a honores y condecoraciones civiles. Una de ellas es la supresión de las medallas del Homenaje a los ex Reyes, de los Somatenes y de la Jura del ex Rey, por estimarlas incompatibles con los principios democráticos del actual régimen republicano. Fundado en estas consideraciones, Como Presidente del Gobierno de la República, vengo en decretar lo siguiente: Se declaran derogados los reales decretos de 17 de mayo de 1925, 6 de febrero de 1928 y 19 de junio de 1902, que crearon las medallas del Homenaje, de los Somatenes y de la Jura, respectivamente. Orden de 14 de diciembre de 1931 (Gaceta de Madrid número 349, del 15). Rectificación a la orden de 3 del mes actual (DO número 277) referente a variaciones a introducir en las cruces y condecoraciones a usar en la Marina. Padecido error en la redacción de la orden de 3 del actual (DO número 277), que se refería a las variaciones a introducir en las cruces y condecoraciones a usar en la Marina, en la parte que se refiere al uso de la Cruz de María Cristina, se reproduce ésta debidamente rectificada:

«4.º Cruz de María Cristina. Queda suprimida, pero subsistente para los poseedores actuales. Sustituir la corona real por la mural. Suprimir las flores de lis y sustituir las dos de los brazos por un castillo a la derecha y un león a la izquierda».

Orden circular de 15 de marzo de 1934 (CL número 219). Disponiendo como han de verificarse las rectificaciones en las hojas de servicios con motivo de la variación de condecoraciones al advenir el nuevo régimen. En vista de la consulta elevada a este Ministerio por el Jefe Superior de las Fuerzas Militares de Marruecos, relativa a la forma en que han de hacerse en las hojas de servicios del personal del Ejército, las anotaciones consiguientes a la supresión del uso de las medallas conmemorativas de las campañas y autorización para ostentar la creada en sustitución de aquéllas, por decreto de 17 de noviembre de 1931 (CL número 839); teniendo en cuenta que Co

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el artículo segundo de dicho decreto al disponer que el nuevo modelo de medalla se podrá usar en sustitución de las antiguas, sin necesidad de solicitarlo del Ministerio de la Guerra, no determina más efectos que el de la expresada sustitución, sin que exprese que hayan de desaparecer de las hojas de servicios las denominaciones, fechas y demás circunstancias que recuerdan la obtención de condecoraciones que, aunque modificadas en su estructura, siempre será considerado como un honor el haberlas alcanzado, por este Ministerio se ha resuelto que en las hojas de servicios del personal del Ejército que tenga concedido el uso de las medallas conmemorativas de campañas, se anote la sustitución de aquéllas por la creada a este fin por el decreto de 17 de noviembre de 1931 (CL número 839), sin hacer desaparecer ni aun mencionar las anotaciones anteriores. Asimismo y por lo que respecta a las medallas suprimidas por decreto de 10 de diciembre de 1931 (CL número 901), se empleará estampando en las aludidas hojas de servicios una nota de anulación del uso de las medallas a que aquella disposición se refiere. Orden circular de 15 de marzo de 1934 (CL número 139). Disponiendo lo que debe practicarse a los efectos de documentación personal cuando hayan de hacerse anotaciones relativas a la medalla de la Paz de Marruecos. Por este ministerio se ha resuelto que, para efectos de anotaciones en las hojas de servicios, se practique por lo que a la medalla de la Paz de Marruecos se refiere, cuanto dispone para otras medallas conmemorativas la orden de 4 de mayo de 1933 (CL número 219). Orden circular de 10 de mayo de 1934 (CL número 249). Determina la norma a seguir para anotar en las filiaciones del personal del Ejército las medallas conmemorativas. Por este ministerio se ha resuelto que, los preceptos de las órdenes circulares de 4 de mayo de 1933 (CL número 219), y de 15 de marzo de 1934 (CL número 139), relativas a la forma en que han de llevarse a cabo las anotaciones en las hojas de servicios de las medallas conmemorativas, se hagan extensivos a las filiaciones del personal a quien por razón de su categoría, asimilación o consideración corresponde este documento para la anotación de sus vicisitudes militares.

Orden circular de 24 de enero de 1935 (CL número 44). Resuelve instancia de un coronel de Infantería disponiendo que dicho jefe y cuantos se hallen en posesión de la medalla de plata de voluntarios indígenas movilizados de Filipinas, puedan seguir ostentando dicha condecoración, modificada en la forma que se expresa. Vista la instancia promovida por el hoy coronel de Infantería, con destino en el regimiento número 30, don José Gistau Algarra, en la que solicitaba continuar en el uso de la medalla de plata de voluntarios indígenas movilizados de Filipinas, de la que se halla en posesión, suprimiendo en dicha condecoración la corona real, o en su defecto, se le permitiera ostentar un distintivo similar al hoy establecido para las Fuerzas Regulares Indígenas de Infantería de nuestro Protectorado de Marruecos; teniendo en cuenta el informe emitido por el Consejo Superior de Guerra en el que se hace constar que el número de oficiales que pudieran reunir condiciones no justifican la creación de un nuevo distintivo en el Ejército, este ministerio ha resuelto que el referido coronel y cuantos otros se hallen en posesión de la medalla de plata de voluntarios indígenas movilizados de Filipinas, pueda seguir ostentando esta condecoración una vez que se haya sustituido en la misma la corona real por la mural reglamentaria. Co

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Decreto de 28 de febrero de 1935 (Gaceta de Madrid número 73, de 14 de marzo). Autorizando al ministro de este departamento para presentar a la deliberación de las Cortes un proyecto de ley de bases para reformar los Reglamentos de recompensas en paz y en guerra. A propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros, Vengo en autorizar al precitado Ministro de la Guerra para que, presente a la deliberación de las Cortes un proyecto de ley de Bases para reformar los Reglamentos de recompensas en paz y en guerra. La ley de 5 de agosto de 1922 transfirió poder ejecutivo la facultad que la ley de 1918 confirió al legislativo para otorgar ascensos por servicios de campaña, y al mismo tiempo ordenó que el Gobierno presentase a las Cortes un proyecto de ley de Bases, con la necesaria amplitud para que pudieran ajustarse a ellas los Reglamentos gubernativos en materia de recompensas en paz y en guerra, bases redactadas previa audiencia inexcusable de los Estados Mayores del Ejército y de la Armada, mancomunados. En cumplimiento de lo anterior, se presenta el siguiente proyecto de ley, el cual subsana los defectos de los vigentes reglamentos, fechados en 1920, y ya anticuados y modificados en parte por disposiciones o leyes posteriores. Así, por ejemplo, lo referente a la Medalla de Sufrimientos por la Patria, del Reglamento de recompensas de tiempo de guerra, está modificado por la ley de 7 de julio de 1921; la concesión, mediante una ley, de los ascensos por méritos de guerra, la modificó la de 5 de agosto de 1922, el Reglamento de recompensas en tiempo de paz ha sido ampliado por el decreto de 23 de marzo de 1923. Son también posteriores a los Reglamentos en vigor las leyes creando los cuerpos de suboficiales y auxiliar subalterno del Ejército. Los dos actuales reglamentos de paz y de guerra no tienen igual elasticidad para graduar la concesión de recompensas pues el de guerra fija pensiones determinadas y taxativas, en tanto que el de paz ofrece, en el caso tercero del artículo 12, excelente margen para que las pensiones puedan tener, en tiempo o en cantidad, la cuantía adecuada a los méritos. Por el presente proyecto de ley se transfiere al poder ejecutivo la concesión de toda clase, de recompensas al personal de los Ejércitos de mar y tierra. En tanto que la ley de 5 de agosto de 1922 concedió esa facultad para los ascensos por servicios de campaña, la legislación actual, para los de recompensas en tiempo de paz, exige una ley en la concesión de cruces con pensión, pensiones que en rarísimos casos son vitalicias, y que casi siempre alcanzan un valor no superior a 1.500 o 2.000 pesetas anuales. Las dos innovaciones más importantes de esta ley son la concesión de cruces pensionadas para oficiales por servicios de campaña, y la sustitución del ascenso al empleo inmediato, por un avance en la escala de su arma o cuerpo. Actualmente se da la anomalía de que, en paz, se pueden conceder cruces pensionadas, y no en guerra, con lo cual resulta muy difícil de premiar en forma equitativa los méritos en campaña, ya que al no poderse conceder más que la Cruz roja sin pensión o el ascenso al empleo inmediato, no existe la gradación necesaria para premiar debidamente los grados diferentes de los merecimientos. Al fijar una duración de cinco y de diez años a esas pensiones y limitar su cuantía al diez o al veinticinco por ciento, se procura velar todo lo posible por los intereses del tesoro público. El ascenso al empleo inmediato que establece la actual legislación de recompensas por servicios de campaña, da también origen a manifiestas faltas de equidad, pues para el mismo mérito el ascenso tiene resultados tan diferentes que a unos apenas les supone avance alguno en su carrera, y para otros el ascenso es llegar segura y rápidamente a las categorías más altas, sin más méritos extraordinarios ni pruebas, ya que el ascenso en tiempo de paz no existe en nuestra legislación. Es viejo anhelo en las fuerzas armadas el desear esta transformación y que el premio del avance en las escalas no consista en saltos al escalón superior, sino en ganar un número determinado de puestos en el escalafón, con lo cual se evita la desigualdad antes dicha, y se Co

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vela también por los intereses de los Ejércitos de mar y de tierra y de la Nación al no conceder el arribo a los puestos superiores y directivos por el mero hecho de haberse distinguido una sola vez, y, a veces, en una categoría inferior. Las demás prescripciones del proyecto de ley consisten en aplicar al cuerpo de suboficiales y a los auxiliares subalternos, de reciente creación, las mismas recompensas de los oficiales al mismo tiempo que se unifican también el número de las recompensas de paz y de guerra. Fundado en las anteriores consideraciones, de conformidad con lo informado por los altos centros consultivos de Marina y Guerra, el ministro que suscribe tiene el honor de someter a la consideración de las Cortes el siguiente PROYECTO DE LEY Artículo 1.º Queda facultado el poder ejecutivo para otorgar todas las recompensas militares por méritos y servicios de paz y de guerra. Esta facultad será ejercida por los ministros respectivos, una vez recaído acuerdo favorable del Consejo de Ministros, y cumplídose previamente los requisitos, condiciones y trámites que señalen los Reglamentos. Artículo 2.° Los Ministerios de Guerra y Marina procederán a redactar y publicar esos Reglamentos, con arreglo a lo establecido en el artículo anterior y a las siguientes bases: A) Las recompensas por méritos de guerra para generales, jefes, oficiales, suboficiales del Ejército y Armada, asimilados y considerados, serán: Mención honorífica; cruz del Mérito Militar, con distintivo rojo, sin pensión; la misma cruz, pensionada; avance en la escala del arma o cuerpo respectivo, si en ella existen diversos empleos o categorías y los sueldos no se rigen por años de servicios. B) El avance en la escala estará en relación con el mérito contraído, y consistirá en un número de puestos equivalente al diez o al veinte por ciento de los del empleo que se ejerza en la fecha del hecho de armas o del periodo de campaña que se recompense. Cuando por la situación del interesado en su escala, el avance exceda del primer número de ella, avanzará en la del empleo inmediato superior el tanto por ciento restante, que se computará tomando como base esta última escala. La concesión de esta recompensa exigirá, en todos los casos, la instrucción de un expediente contradictorio, el cual será estudiado e informado por una junta formada por los generales con mando y los jefes de columnas de tropas y de servicios de la unidad de división o superior, según los casos, bajo la presidencia del general que ejerza el mando superior de las fuerzas en operaciones o del general de división o del cuerpo del Ejército en quien delegue. Para la concesión será indispensable el informe favorable de esta junta; después, se seguirán los trámites que determine el Reglamento. C) Las pensiones de la cruz del Mérito Militar con distintivo rojo serán proporcionadas a los méritos que hayan de premiarse y al tiempo de permanencia en campaña, y consistirán en una cantidad equivalente al diez o al veinticinco por ciento del sueldo del empleo que se ejerza en la fecha del hecho de armas o del término del período de campaña recompensado. Este sueldo será, en los suboficiales y asimilados, el inicial de su categoría, y en los “considerados”, el inicial de la categoría inferior de oficial, suboficial o tropa. El tiempo de disfrute será de cinco o de diez años. D) Las recompensas por hechos de guerra de las clases de tropa y sus asimilados y considerados, serán: citación como distinguido, publicada en la orden de su cuerpo; cruz del Mérito Militar, con distintivo rojo, sencilla o con pensión; ascenso al empleo inmediato, si cumplen ciertas mínimas condiciones que precisará el Reglamento. Las pensiones tendrán la misma duración que para los oficiales y suboficiales, y variarán de 14 a 40 pesetas mensuales. E) Las recompensas por méritos y servicios de tiempo de paz para generales, jefes, oficiales, suboficiales, clases de tropa y personal a ello asimilados o considerados serán las mismas de guerra, excepto, el avance en su escala. Para las clases de tropa los límites de la Co

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pensión serán de 10 a 25 pesetas mensuales. F) Dentro de todo lo anterior, en los nuevos Reglamentos de recompensas se seguirán las normas generales de los actuales, pero suprimiendo los trámites innecesarios, y sustituyéndolos, si es preciso, por otros más eficaces para el debido aquilatamiento y comprobación de los méritos y servicios. En ellos ha de quedar refundida toda la legislación de recompensas en vigor, y sus disposiciones se acomodarán a la actual organización del Ejército y de la Armada. Artículo 3.º La Medalla Militar, la Cruz Laureada de San Fernando y la Medalla de Sufrimientos por la Patria serán recompensas exclusivas para méritos y servicios de guerra, o de hechos así considerados, con arreglo a las disposiciones en vigor, y se regirán por su actual legislación o por la que se dicte. Disposiciones transitorias Primera. Hasta que se aprueben los nuevos Reglamentos, las recompensas en paz y en guerra se otorgarán con arreglo a esta ley. Los trámites para la concesión serán los señalados en los Reglamentos actuales para casos de recompensas iguales o análogas. Segunda. Los preceptos de esta ley se aplicarán a las propuestas de recompensas formuladas o que se formulen por los sucesos revolucionarios del mes de octubre de 1934. Decreto de 28 de febrero de 1935 (CL número 123). Dispone que podrán concederse cruces del Mérito Militar, con distintivo blanco, sin pensión, a aquellas personas del orden civil, sean o no funcionarios públicos, que con motivo de los sucesos revolucionarios de octubre último hayan cooperado a la acción del Gobierno. Con ocasión de los sucesos revolucionarios del pasado mes de octubre, gran número de personas de todas las clases sociales se pusieron activamente, desde el primer memento, al lado del gobierno, prestando al Ejército una ayuda valerosa y desinteresada, digna de todo elogio y merecedora de que el Estado signifique su gratitud en forma que, además de recompensar a los que se hayan hecho acreedores a ello, y dar relieve a estos nobles ejemplos de ciudadanía, sirva de estímulo para que en cualquier caso vuelva a repetirse tan satisfactoria actuación del elemento civil en apoyo y cooperación franca con las instituciones armadas de la Patria. Fundado en estas consideraciones, a propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros, vengo en decretar lo siguiente: Artículo 1.º A propuesta de las autoridades militares podrán concederse cruces del Mérito Militar, con distintivo blanco, sin pensión, a aquellas personas del orden civil, sean o no funcionarios públicos que, con motivo de los sucesos revolucionarios del pasado octubre, hayan cooperado a la acción del Gobierno, con su ayuda o servicios a la fuerza pública encargada del restablecimiento del orden. Artículo 2.º Los generales de las divisiones, comandantes militares de Baleares y Canarias, general jefe de las Fuerzas Militares en Marruecos y comandante militar de Asturias, elevarán las correspondientes propuestas a este ministerio en un plazo improrrogable de dos meses, contados a partir de la publicación de este decreto. Artículo 3.º En las propuestas se hará constar sucintamente el motivo por el cual se solicita la recompensa para cada uno de los incluidos en ellas, expresándose la categoría de la cruz que, a juicio del proponente, debe concederse según el mérito contraído en cada caso, sin distinción de situación social, salvo para el caso de los funcionarios públicos en que se tendrá en cuenta la equivalencia de sus cargos con las jerarquías del Ejército. Artículo 4.º Por el Ministerio de Hacienda se presentará a las Cortes un proyecto de ley, autorizando la concesión libre de todo impuesto, con carácter excepcional, de las condecoraciones que se otorguen en virtud del presente decreto. Co

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Ley de 10 de julio de 1935 (CL número 433). Declara, con carácter excepcional, exentas de todo impuesto, las condecoraciones de la Orden del Mérito Militar que se otorguen a las personas del orden civil, sean o no funcionarios públicos a que se refiere el decreto de 28 de febrero último. Artículo único. Se declara, con carácter excepcional, exentas de todo impuesto las condecoraciones de la orden del Mérito Militar, con distintivo blanco, sin pensión, que se otorguen a las personas del orden civil, sean o no funcionarios públicos, a que se refiere el decreto de 28 de febrero último, dictado con motivo de los sucesos revolucionarios del mes de octubre de 1934. Orden circular de 14 de septiembre de 1935 (CL número 590). Dicta instrucciones para el uso de condecoraciones por personal del Ejército, banderas y estandartes. La profusión de insignias y medallas sobre los uniformes de los generales, jefes y oficiales y clases del Ejército, aminora y hasta puede llegar a depreciar la significación y valía de las condecoraciones militares y civiles que la Nación les otorga, mediante la observancia de preceptos reglamentarios en recompensa, de servicios, como premio a méritos especiales o en conmemoración de hechos gloriosos. Para evitar que tal depreciación pueda originarse, he dispuesto que los generales, jefes, oficiales y clases del Ejército, sólo deberán ostentar sobre el uniforme las condecoraciones militares y civiles correspondientes a órdenes creadas por el Estado para premiar méritos y servicios y aquellas otras, también creadas por el Estado, conmemorativas de campaña y hechos gloriosos o que señalen penalidades sufridas al servicio de la Patria. Podrán llevarse sobre el uniforme las condecoraciones otorgadas por Gobiernos extranjeros con el asentimiento del nacional. Las banderas y estandartes de los cuerpos y unidades militares, quedarán sujetas a iguales restricciones. Las insignias y medallas representativas de cargos en corporaciones o entidades oficiales, podrán ostentase sobre el uniforme únicamente en los actos oficiales que celebren las indicadas corporaciones o entidades. Las autoridades militares se abstendrán de cursar las instancias que por su conducto se e-leven a este ministerio e impliquen modificación de lo dispuesto por la presente orden, quedando asimismo sin ulterior resolución las que lo sean directamente. Orden de 5 de enero de 1937 (Gaceta de la República número 7, del 7). Estableciendo normas provisionales para la tramitación de las recompensas de Carabineros por méritos contraídos en la actual campaña. A fin de metodizar y sentar un criterio único en la tramitación de las recompensas que por méritos de la actual campaña contraiga o haya contraído el personal del instituto de Carabineros, en lo sucesivo, los coroneles jefes de zona, centros de movilización, jefes de comandancia, jefes de sectores y columnas de operaciones y otras autoridades llamadas a informar, se atendrán a las siguientes instrucciones: Primera. Puede formularse propuesta de recompensa a favor del personal de jefes, oficiales, suboficiales, clases e individuos de Carabineros que por su actuación en la actual campaña y servicios relacionados con el movimiento subversivo se hayan distinguido entre sus compañeros y se consideren merecedores a premio, con especificación individual y concreta de los hechos realizados, sujetándola al formulario adjunto, formulándose por separado, las de muertos, heridos y distinguidos. Co

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Segunda. En las propuestas de heridos se hará constar el pronóstico de la herida, causa de ella, combate o acción en la que la recibieron, hospitalidades causadas y la fecha de alta del interesado para el servicio, inutilidad, etcétera. Tercera. No se incluirá en lo sucesivo ninguna propuesta de recompensa aquel personal que ya haya sido propuesto o premiado con anterioridad a esta orden, por hechos pretéritos. Cuarta. Como regla general, salvo casos de reconocida urgencia, las propuestas de recompensas sólo se formularán dos veces al mes, los días primero y 15, precisamente, comprendiendo los hechos que se conozcan correspondientes a los quince días anteriores, excepto las de los muertos al frente del enemigo, que se cursarán tan pronto conste oficialmente la certeza de su fallecimiento. Quinta. Las propuestas de recompensas son independientes de los partes de servicios y diarios de operaciones de campaña, estados de fuerza, altas y bajas de fuerzas, etc., que seguirán cursándose a esta subsecretaria como hasta la fecha. Sexta. Este régimen de propuestas de recompensas tiene carácter provisional prescindiéndose, por tanto, de los trámites y plazos que preceptúa el Reglamento de recompensas en tiempo de guerra, aprobado por decreto de 10 de marzo de 1920 (CL número 4); texto legal que se tendrá, no obstante, en cuenta como orientación para determinar la clase de recompensa a proponer, sin perjuicio de que la comisión de Clasificación y Ascensos, creada por decreto de 10 de octubre del año anterior (Gaceta número 285), y el Sr. Ministro de Hacienda, en uso de las facultades que tiene conferidas, resuelvan lo que crean oportuno en asunto de tanta importancia, y Séptima. Queda sin efecto la orden comunicada de este ministerio, fecha 13 de octubre del año anterior, sobre este asunto. Decreto de 5 de marzo de 1937 (Gaceta de la República número 66, del 7). Estableciendo las distinciones que podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, por los motivos que se indican, en defensa de la República. La gesta de los combatientes antifascistas, que se ha convertido, por razón de las derivaciones de la lucha, en guerra defensora de la independencia nacional, señala al Gobierno la necesidad de premiar colectiva y personalmente la abnegación, el tesón y el sacrificio de todos, absolutamente todos aquellos que integran el Ejército republicano y también a los que al margen de las instituciones armadas colaboran eficaz y entusiásticamente al triunfo de nuestra causa. Sea premio moral para los que empuñan las armas frente a los traidores a la patria y a invasor extranjero el testimonio de agradecimiento y de admiración sin límites que el Gobierno rinde a cuantos con heroísmo ejemplarísimo participan, con pérdida de sus vidas y de su sangre, en la acción bélica en defensa de nuestra libertad y de nuestro suelo. Y para los que, dentro de la gloria histórica que cabe a todos los que empuñan las armas y dirigen las operaciones de guerreras, se distingan con hechos singulares, es necesario instituir especiales distinciones que, al propio tiempo que supongan recompensa espiritual la más legítima, sirvan de estímulo a los demás para que todos y cada uno redoblen sus esfuerzos en beneficio de la causa de la libertad y de la independencia nacional. En consecuencia de todo ello, a propuesta del Ministro de la Guerra y de acuerdo con el Consejo de Ministros, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases de categorías, serán las siguientes: a) «Medalla de la Libertad», honorífica. Co

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b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica8. c) Ascenso al empleo inmediato. d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica. Artículo segundo. La «Medalla de la Libertad» se otorgará por igual a todos los que, rebasando el cumplimiento de su deber en beneficio de la guerra o en relación con ella, se distingan muy notablemente, a propuesta del general jefe del Ejército de operaciones o de los jefes de la columna o unidad, siendo indispensable en todos los casos militares el informe de dicha primera autoridad, sin cuyo requisito no tendrán validez alguna, debiendo hacerse constar con la mayor escrupulosidad de detalle el mérito sobresaliente contraído, así como su importancia y trascendencia. Cuando se trate de un hecho extraordinario, el general jefe del Ejército de operaciones podrá imponer esta condecoración en el propio campo de batalla tanto a paisanos como a militares, dando cuenta de ello al Ministerio de la Guerra para su confirmación, haciéndose responsable dicha autoridad de la recompensa otorgada. Artículo tercero. La «Placa Laureada de Madrid» se concederá por las Cortes o por el Consejo de Ministros, dando cuenta a aquéllas, a propuesta del de la Guerra y por los hechos que revistan un carácter extraordinariamente heroico o de capacidad. No se podrá otorgar tan preciada recompensa sin que preceda una información testifical, en la que se acredite y demuestre clara y plenamente que el acto realizado reúne las citadas condiciones de extraordinario heroísmo o capacidad. Artículo cuarto. La «Medalla de la Libertad» y la «Placa de Madrid» se concederán por una sola vez, pudiendo, por méritos posteriores, otorgarse tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor. Estas distinciones irán representadas por pasadores de oro en la cinta de la Medalla y por barras, también de oro, colocadas a dos milímetros de distancia en la parte inferior, cuando se trate de la Placa Laureada, inscribiéndose en unos y otros el lugar y fecha del hecho realizado. Artículo quinto. El ascenso al empleo inmediato se concederá por el Ministerio de la Guerra mediante propuesta y servirá para premiar los méritos de guerra de los combatientes, a cuyo fin se especificarán éstos con la mayor amplitud posible. Para ello será condición indispensable que el propuesto haya demostrado plenamente que posee aptitudes para mandos superiores. Continúa en vigor la facultad concedida al Ministro de la Guerra, por decreto de trece de octubre último (Diario Oficial número doscientos diez), de otorgar durante la actual campaña empleos hasta coronel por circunstancias especiales, debiendo, al hacerse uso de esta facultad, dar cuenta a las Cortes para la aprobación de los ascensos o empleos que se concedan, sin ajustarse a lo previsto en los párrafo anteriores. Artículo sexto. Las propuestas correspondientes a estas condecoraciones habrán de ser individuales, sujetarse al formulario que oportunamente se publicará y estar informadas por la autoridad que las inicie, por el comité de control del cuerpo o por el delegado del Comisariado de la Guerra respectivo, caso de no existir aquél, y por el general jefe del Ejército de operaciones. Cuando se trate de casos aislados de que tenga conocimiento cualquier autoridad civil, la propuesta será formulada por ésta y cursada al Ministerio de la Guerra para su resolución a través de la autoridad militar correspondiente y de acuerdo con ésta. Artículo séptimo. La «Medalla de Sufrimientos por la Patria» se concederá, con carácter honorífico, a los heridos graves en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales en las condiciones especificadas en las normas que se publicarán, y a las madres que, por cualquiera de las expresadas circunstancias, perdieran uno o más hijos. Esta Medalla se otorgará por una sola vez y a la cinta de la misma se acumularán tantos pasadores de oro como distinciones se obtengan con posterioridad, inscribiéndose en éstos el lugar y la fecha de la herida.

8 Rectificado por decreto de 9 de mayo de 1938. Co

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Artículo octavo. Estas recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una por el mismo hecho, a excepción de la Medalla de Sufrimientos por la Patria, que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás. Artículo noveno. Queda autorizado el Ministro de la Guerra para señalar los diseños de las nuevas condecoraciones que se crean y dictar las disposiciones complementarias para el mejor cumplimiento y desarrollo de este decreto, del que en su día el Gobierno dará cuenta a las Cortes. Artículo transitorio. Se prohíbe el uso de las antiguas condecoraciones de guerra hasta que, una vez terminada la campaña, o antes si lo considera oportuno, resuelva el Gobierno sobre este particular. Orden circular de 16 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 140, del 20). Fijando las normas para la aplicación del decreto de 5 de marzo de 1937 relativas a la concesión de recompensas por méritos de guerra. Para desarrollo y cumplimiento del decreto de 5 del actual (DO número 8), que establece las recompensas que podrán concederse por la actual campaña, he resuelto aprobar las normas a que habrán de ajustarse aquéllas y que se insertan a continuación.

Normas para la aplicación del decreto de 5 de marzo de 1937 (DO número 8), relativas a la concesión de recompensas por méritos de guerra

Primera. Durante la actual campaña, que se considerará iniciada a partir del 15 de julio de 1936, las recompensas que podrán otorgarse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías que las merezcan, para premiar hechos o servicios de extraordinario mérito realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella, serán las siguientes: a) «Medalla de la Libertad», honorífica. b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica. c) Ascenso al empleo inmediato. d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica. No podrá otorgarse más de una condecoración de cada una de las tres enumeradas. Por méritos posteriores se concederán tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor e irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas, y por barras, también de oro, colocadas horizontalmente, a tres milímetros de distancia, en la parte inferior de la condecoración, cuando se trate de la «Placa Laureada», inscribiéndose en unos y otras el lugar y fecha del hecho realizado o la fecha de la herida, según correspondan a la «Medalla de la Libertad», «Placa Laureada de Madrid», o «Medalla de Sufrimientos por la Patria». Segunda. Toda propuesta de recompensa formulada a favor de quien mande tropas ha de fundamentarse en hechos que, por muy meritorios que sean, no representen exclusivamente el cumplimiento del deber, sino que supongan algo extraordinario sobre lo que a ese deber alcanza. Ni el valor, ni el celo, ni la competencia técnica, ni el tiempo de permanencia en campaña o la reiteración de hechos de armas pueden por sí solos ser objeto de recompensa, ya que son cualidades y circunstancias que normalmente deben concurrir en todo individuo que dirige fuerzas. Únicamente lo que evidencie una suma de dotes excepcionales ha de ser objeto de premio. Estas recompensas se tramitarán y concederán con la mayor rapidez posible, compatible con una rigurosa investigación y comprobación de los méritos, sin cumplimiento de plazo alguno. Las propuestas, sin excepción, serán precisamente unipersonales y se fundamentarán, las de quienes manden tropas, en los méritos contraídos y aptitudes puestas de manifiesto en una o varias operaciones de guerra, entendiéndose por tales no sólo el combate en sí, sino el conjunto de hechos, acciones y circunstancias que, teniendo por finalidad el choque Co

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y combate con el enemigo, abarcan desde el comienzo de su preparación o previsión hasta el momento en que las fuerzas que intervienen vuelvan al estado de reposo, por haber alcanzado en fin propuesto o por empezar a prepararse para reiterar la acción con el mismo o distinto objetivo. Por tanto la organización y preparación de las fuerzas que cada cual mande, el esmero y exactitud de los servicios que de él dependan, el espíritu y el valor demostrado por él y sus tropas, la precisión en las maniobras, la acertada iniciativa, el orden y disciplina puesto de manifiesto en todo momento, la pronta predisponibilidad y la conservación de la aptitud combatiente de la unidad, es decir, cuanto represente inteligencia, pericia, autoridad, valor, espíritu, actividad, iniciativa y aptitudes técnicas, ha de ser examinado y valorado para fundamentar, tramitar y ultimar las propuestas del mando, bien sean militares o paisanos quienes lo detenten. Por lo que se refiere a las propuestas de la tropa o paisanos que con las armas en la mano pelean al lado del Gobierno legítimamente constituido, se tendrá en cuenta, sobre todo, el valor personal, acometividad, arrojo, serenidad y disciplina del individuo en el combate. Las propuestas de los demás ciudadanos que, excediéndose en el cumplimiento del deber, presten señalados servicios en operaciones de guerra, en beneficio de ésta o en relación con ella, habrán de tener su base en la importancia del auxilio prestado a la nación, bien sea en el orden intelectual, científico o material. Tercera. «Medalla de la Libertad». Esta condecoración se otorgará por méritos y servicios en campaña a los que, rebasando el cumplimiento de su deber, en beneficio de la guerra o en relación con ella, se distingan muy notablemente, siempre que quede plenamente probado el mérito sobresaliente contraído, debiendo tenerse muy presente las condiciones, cualidades y circunstancias señaladas en la norma segunda. El individuo propuesto, si actúa con las armas en la mano, deberá llevar, por lo menos, dos meses de campaña y haber asistido a tres o más hechos de armas, distinguiéndose en ellos. Cuando el valor y aptitudes profesionales hayan sido puestos de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresalientemente en una operación de guerra de señalada importancia o trascendencia y la superioridad tenga conocimiento y deduzca de las investigaciones que se lleven a cabo que existen méritos para otorgar la «Medalla de la Libertad», ordenará se tramite rápidamente la aclaración de los hechos realizados por aquel que se trata de premiar, con la finalidad de que tal recompensa tenga siempre carácter ejemplar e inmediato, pudiendo ser impuesta, en los casos verdaderamente excepcionales, en el propio campo de batalla, por el jefe superior de las fuerzas, que se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta al Ministerio de la Guerra para su confirmación. Cuarta. «Placa Laureada de Madrid». Tan alta recompensa tiene por objeto premiar los hechos extraordinariamente heroicos. Su propuesta y tramitación se someterá al Reglamento de que publicará aparte. Quinto. «Ascenso al empleo inmediato». Podrá ser recompensado con el ascenso al empleo inmediato en su arma o cuerpo y escala el personal del Ejército que se hubiese distinguido notoriamente en actos de guerra de su propia iniciativa o en el cumplimiento de órdenes recibidas. Tiende esta recompensa a dotar con personal competente y capacitado las distintas escalas del Ejército, en beneficio de la Patria, y por ello habrá de cuidarse muy especialmente que antes de formularse la correspondiente propuesta sea comprobada la revelación de cualidades que aseguren la plena capacidad del interesado para ejercer con el debido acierto el mando superior para el que se estime se ha hecho acreedor. En consecuencia, y atendiendo a aquella primordial finalidad, sobre todo para el ascenso de los oficiales y jefes, ni la importancia del resultado obtenido, ni el mérito de una acción, ni el ser herido han de ser, por sí solos circunstancias determinantes para ascender, ya que ha de atenderse especialmente a la comprobada revelación de cualidades que Co

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aseguren la plena capacidad del propuesto para el ejercicio de mandos superiores a los de su empleo. Por otra parte, habrá de tenerse muy en cuenta que los méritos han de deducirse de los resultados obtenidos por la actuación del interesado en combate, cómo condujo sus fuerzas y logró el objetivo que particularmente se le señalare, acrecentando los méritos la desproporción entre sus fuerzas y las contrarias, la desigualdad de armamento, etc. Tampoco deberán olvidarse, especialmente cuando el propuesto sea un sargento, oficial o jefe, los antecedentes personales y cualidades de éste, su cultura, hoja de servicios, cómo manda y administra su unidad, cómo desempeña los servicios que tiene a su cargo, cuál es su aptitud física, si es disciplinado, si tiene buen espíritu y entusiasmo por la profesión, si procura excederse en el cumplimiento del deber, cómo se ha comportado en otras ocasiones, si lleva mucho tiempo en campaña, etc. El ascenso al empleo inmediato (en ningún caso podrá proponerse ni otorgarse más de un empleo por una misma propuesta) sólo se propondrá cuando el mérito haya quedado plenamente probado así como su capacidad para mandos superiores durante el período, y lo hará el general jefe del Ejército de Operaciones, el jefe de la columna o de la unidad y deberá prenderlos siempre una rápida información, en la que depondrán, a ser posible, dos individuos del empleo del interesado, dos de la categoría superior al mismo, cualquiera que sea, y dos de la inmediata inferior, de entre el personal que haya presenciado los hechos que se traten de premiar. A cada propuesta deberá acompañar esta información. La antigüedad de los ascensos por méritos de guerra será la de final del período en el que se hallen comprendidos los hechos en que se base la propuesta; para los fallecidos en el campo de batalla, la de la fecha de su muerte, y para los que mueran a consecuencia de heridas recibidas, la de la fecha en que fueron heridos. Los ascensos a los empleos de cabo y sargento, por méritos de guerra, se otorgarán por el general jefe del Ejército de Operaciones, a propuesta del jefe de columna o unidad, siendo indispensable para ascender a sargento contar tres meses, por lo menos, en el empleo de cabo, en la fecha de la propuesta, y dar cuenta al Ministerio de la Guerra para su confirmación. Estos ascensos de soldados y cabos se concederán en premio a meritorios servicios de guerra, siempre que los agraciados posean las condiciones que les hagan aptos para el desempeño del empleo que se les confiere. Sexta. «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). Tendrán derecho a esta condecoración todos los heridos graves que hayan invertido en su curación más de veinte hospitalidades. Se otorgará como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del cuerpo o unidad respectiva, o por instancia del interesado, si éste no fuese militar, haciéndose constar en una y otra el empleo, nombre y apellidos, fecha y lugar en que fue herido, diagnóstico y tiempo invertido en su curación, lo que se acreditará mediante las hojas clínicas de los establecimientos donde los heridos reciban o hayan recibido su asistencia, considerándose como heridos en campaña los comprendidos en los casos siguientes: Primero: Los que sufrieron heridas o lesiones graves, causadas directamente por el hierro o fuego enemigo o por cualquier otro medio de ofensa que éste pueda emplear al atacar o defenderse. Segundo: Los que resultaren heridos con el mismo pronóstico del caso anterior por elementos de guerra propios o accidentes ocurridos en función del servicio, en operaciones activas o en servicios beneficiosos para aquélla o en relación con la misma, siempre que el accidente no hubiera sido motivado por imprudencia temeraria del lesionado. Tercero. Los heridos y lesionados graves en accidente de aeronáutica o por la preparación y manejo de gases asfixiantes o de otras materias inflamables o nocivas, siempre que el hecho no sea originado por impericia o imprudencia del que los sufrió. Para la debida comprobación de las condiciones preceptuadas anteriormente, llevarán los directores de los establecimientos sanitarios militares o civiles en que ingresen los Co

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lesionados, relaciones que especifiquen la fecha de la lesión de cada uno, el día que comenzó su tratamiento facultativo, el del ingreso del lesionado en el establecimiento, el informe diario del médico de cabecera acerca del carácter leve, grave o muy grave de aquélla y el número de hospitalidades causadas en dicho establecimiento. Si la asistencia del lesionado se efectuara en domicilios o establecimientos civiles o particulares no afectos directamente al servicio de Sanidad Militar, corresponderán al jefe sanitario de la plaza respectiva y al médico que se designe las funciones de estadística, vigilancia y comprobación encomendados al director del hospital y al médico de cabecera. Cuando el lesionado salga de uno de estos domicilios o establecimientos sanitarios, para proseguir su curación en otro cualquiera de clase igual o distinta, será remitida la relación correspondiente por el director del hospital o jefe de Sanidad Militar respectivo, al que, por efecto del traslado, debe encargarse de continuarla. El director del hospital o jefe de sanidad de la plaza respectiva, según los casos, queda facultado también para formular la propuesta de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», remitiéndola al jefe del cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso, o directamente al Ministerio de la Guerra, si se tratase de un paisano, acompañada de los datos especificados en esta norma a ajustada, en todo caso a las condiciones exigidas en la misma. Las madres de los muertos en campaña o por resultas de heridas sufridas en la misma tendrán igualmente derecho al uso de esta Medalla, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madres de fallecidos. Las instancias documentadas se remitirán directamente al Ministro de la Guerra. El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del Estado, provincia o municipio que se anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concurses o convocatorias. Séptima. Todas las recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una de cada clase por el mismo período, ni más de una por el mismo hecho, a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás. Octava. Las propuestas de recompensa, sin excepción, serán informadas por la autoridad que las inicie, por el comité de control del cuerpo o por el delegado del comisariado de guerra respectivo, caso de no existir comité, y por el general jefe del Ejército de Operaciones, quien las cursará al Ministerio de la Guerra para su resolución. En los casos aislados de que tenga conocimiento cualquier autoridad civil, la propuesta para la «Medalla de la Libertad» será formulada por ésta y cursada al Ministerio de la Guerra, para su resolución, a través de la autoridad militar correspondiente y de acuerdo con ésta. Novena. Los períodos para concesión de recompensas serán de tres meses, como mínimum, y las correspondientes propuestas ajustadas al formulario que se inserta al final de estas normas9, se cursarán al Ministerio de la Guerra, precisamente por conducto del general jefe del Ejército de Operaciones, y tendrán entrada en dicho ministerio en la segunda quincena del mes siguiente al de la terminación del período. Las propuestas cursadas ya como consecuencias de hechos realizados hasta la fecha de la publicación de estas normas serán resueltas como aplicación de las mismas, considerando todo el tiempo transcurrido desde la iniciación de la actual campaña como un solo período. Las que tengan entrada en este Ministerio a partir de la publicación de las presentes normas serán devueltas a su procedencia para que sean ajustadas a las mismas y formulario que figura al final. Décima. Las características y diseños de las nuevas condecoraciones se publicarán oportunamente en «Diario Oficial» o «Colección Legislativa».

9 No se incluye. Co

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Orden de 31 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 199, de 18 de julio). Estableciendo las recompensas que pueden concederse al personal de los cuerpos armados del Ministerio de la Gobernación. Con el fin de que las recompensas que se concedan al personal de los cuerpos armados de este ministerio se ajusten en general a las dictadas por el Ministerio de Defensa-Ejército, se establece: Artículo primero. Las recompensas que podrán otorgarse serán: a) Medalla de «La Libertad», honorífica. b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica. c) Ascenso de empleo inmediato. d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica. Artículo segundo. Las recompensas a), b) y d) las otorgará el Ministerio de Defensa siempre que se reúna por el personal las condiciones que señala la orden circular de 16 de mayo del actual (DO número 122) y con la condición indispensable de haber cursado este ministerio las propuestas, si el mérito se ha realizado formando parte de las fuerzas dependientes del mismo. Artículo tercero. Para el ascenso al empleo inmediato se observará: El haberse distinguido notoriamente en actos de guerra o en servicios propios del ministerio, en cumplimiento de órdenes recibidas o en actos de propia iniciativa, atendiéndose a la comprobada revelación de cualidades que aseguren la plena capacidad del propuesto para el ejercicio de mandos superiores y las condiciones en que se desarrolló su actuación. Habrán de tenerse muy en cuenta los antecedentes personales, cualidades, cultura, hoja de servicios, aptitud física, su espíritu y entusiasmo por la profesión, tiempo en campaña, comportamiento en otras ocasiones; todo, en fin, cuanto permita conocer su moralidad, su competencia y amor a la causa. Artículo cuarto. En ningún caso podrá proponerse ni otorgarse más de un empleo por un mismo periodo; sólo se hará cuando en mérito sea extraordinario y la capacidad del propuesto para mandos superiores, esté plenamente probada. Estas propuestas, que habrán de ser formuladas, por el general jefe del Ejército de Operaciones, jefe de columna, inspector del cuerpo, o jefe de grupo o unidad, necesitarán de una rápida información donde depondrán dos individuos del empleo del interesado, dos de categoría superior y dos de categoría inferior, acompañando a tales propuestas extraordinarias esta información. Artículo quinto. La antigüedad en los sucesos por méritos de guerra será la del final del periodo en que se hallen comprendidos los hechos de la propuesta. Para los fallecidos en la acción de guerra o del servicio, la fecha de su muerte, y para los que mueran a consecuencia de herida, la fecha en que fueran heridos. Artículo sexto. Los ascensos a cabo y sargento serán concedidos por el director general de Seguridad, a propuesta de los jefes de unidad y grupos, mediante la correspondiente propuesta que será informada por los jefes de columna e inspector del cuerpo. Artículo séptimo. Los ascensos de sargentos a oficiales, y oficiales a capitanes, necesitarán iguales requisitos y corresponde su aprobación a mi autoridad. Artículo octavo. Los ascensos de capitanes a jefes y el de jefes, precisarán las propuestas de sus jefes superiores, informe de jefes de columnas, general jefe del Ejército de Operaciones, inspector del cuerpo, y serán de igual modo de la competencia de este ministerio. Artículo noveno. Las propuestas hasta oficial, serán informadas por una junta nombrada por el director general de Seguridad, presidida por un jefe, de la que formará parte, un guardia, un cabo, un sargento, un oficial y un capitán quienes en cada caso, teniendo en cuenta las condiciones de capacidad, competencia y moralidad y a la vista de los méritos que se expongan dará su parecer en informe breve justificando su disconformidad si existiera. Co

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Artículo décimo. Las relativas a oficiales para capitanes y para jefes, serán examinadas por otra junta nombrada por este ministerio, compuesta de dos tenientes, dos capitanes y dos comandantes, presidida por un teniente coronel o coronel, informándose brevemente si reúnen los propuestos las condiciones exigidas, justificándolo en caso contrario. Artículo undécimo. Los períodos para concesión de recompensas serán de tres meses como mínimum, y las correspondientes propuestas ajustadas al formulario que se inserta, se cursarán al Ministerio de la Gobernación por conducto del inspector del cuerpo, si se trata de las señaladas en el artículo décimo. Las propuestas que se mencionan en el artículo noveno se remitirán al director general de Seguridad. Artículo duodécimo. Las propuestas de personal que no hayan sido aprobadas hasta la fecha y que se hubieran cursado, serán resueltas considerando todo el tiempo transcurrido desde la iniciación de la actual campaña, como un solo periodo. Artículo decimotercero. Teniendo en cuenta que toda propuesta ha de fundamentarse en hechos que evidencien lo extraordinario de la acción personal, que por este motivo será digna de premio, las propuestas se formularán especificando, en cada una, el mérito que contrajo, sin que tengan validez aquellas donde global o parcialmente se haga historia de hechos que deben ser impersonalmente relatados. Artículo decimocuarto. Todas las recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una de una de cada clase por el mismo periodo, ni más de una por el mismo hecho, a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con las demás.

Proyecto de creación de distintivos honoríficos de 24 de junio de 193710. La necesidad de elevar todo lo posible la moral y la combatividad del ejército hace necesario establecer un sistema más completo de recompensas, que, con las sanciones ya establecidas de a la tropa y a los cuadros la sensación de que el mando con un espíritu de justicia sigue atentamente el comportamiento de todos y que la nación entera sabe recompensar a los que tan generosamente dan sus vidas y sus energías todas por el triunfo de la libertad y del derecho. Para ello, el sistema de recompensas debe llenar las condiciones siguientes: — Premiar o por lo menos distinguir y exaltar las tropas verdaderamente combatientes, que arrostran diariamente todos los peligros de la guerra. — Distinguir y exaltar al militar que permanece en el frente, del que, emboscado o no, permanece en servicios más cómodos de retaguardia. — Premiar rápidamente los hechos distinguidos, aun de poca transcendencia, en el combate suprimiendo largos trámites. — Dar más efectividad a la recompensa de ascenso al empleo inmediato, haciendo posible su concesión en el campo de batalla. Para ello se propone la promulgación de la OC y el decreto que a continuación se desarrolla.

Proyecto de orden circular sobre creación de distintivos honoríficos A fin de recompensar la conducta militar de los combatientes que en los frentes de guerra arriesgan constantemente su vida en cumplimiento de su deber, se crean los distintivos que a continuación se expresan cuya otorgación se hará de la forma que más adelante se detalla. 1º Distintivo de combatiente de asalto. Consiste en el uso de hombrera roja sobre el uniforme de campaña. Se concederá solo a soldados, clases y oficiales de Infantería, Caballería y Tanques que hayan tomado parte en tres combates con el enemigo ocupando sus posiciones y al personal de las escuadrillas de caza que haya tomado parte en más de dos combates aéreos contra aparatos de caza enemigos. Lo concederá el jefe del batallón, 10 AGMAV,C.256,8,2. No se ha encontrado constancia de su aprobación. Co

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grupo o unidad similar a propuesta del capitán de la unidad o de más del cincuenta por ciento del personal de tropa de la compañía o unidad similar a que pertenezca el interesado. Estará terminantemente prohibida su concesión a los jefes, oficiales ni a las clases o soldados con destinos, normalmente no combatientes (cajeros, pagadores, ordenanzas, escribientes, cocineros, etc.) aunque hayan tomado parte también en los hechos que son objeto de distintivo. 2º Distintivo de permanencia en el frente. Consiste en un galón de trencilla roja en forma de ángulo recto, con el vértice hacia abajo y lados de cinco centímetros de largo y dos de ancho, que se llevará en la parte superior de la manga izquierda a quince centímetros del hombro. Tendrán derecho a su uso los que hayan permanecido o actuado en el frente o en unidades de primera línea durante más de seis meses pudiendo ostentar un galón por cada periodo de seis meses. Se concederá solo a soldados, clases, oficiales y jefes de fuerzas combatientes hasta la categoría de jefe de brigada dentro de las brigadas, hasta la de jefe de grupo en Caballería, Artillería y Aviación y hasta la de capitán de compañía de Zapadores o Transmisiones. El distintivo será concedido indistintamente por el jefe de la división o del cuerpo de ejército correspondientes, a propuesta del jefe de la unidad del interesado o de más del cincuenta por ciento de los hombres de su compañía o unidad similar. 3º Hechos distinguidos en el frente. Consistirá en un galón dorado del mismo tamaño y colocación que el anterior. Tendrán derecho a su uso los que hayan realizado algún hecho distinguido al frente del enemigo, que acredite valor y capacidad. Se concederá por los jefes de cuerpo de ejército a los soldados, clases, oficiales y jefes de las armas combatientes y de los servicios de Estado Mayor y Sanidad, a propuesta de los jefes de la unidad o de más de veinte compañeros del recompensado. 4º En todas las compañías o unidades similares de las armas combatientes se celebrará una reunión del diez al quince de cada mes para determinar los soldados, cabos o sargentos que se han hecho acreedores de los distintivos citados. Dirigirá la reunión el sargento más antiguo a quien se propondrán los nombres de los candidatos, en forma secreta. La votación se hará por papeletas cerradas, siendo propuestos los que tengan más del cincuenta por ciento de votos computándose para ello el de los presentes a la reunión que será de asistencia obligatoria. Al hacer la propuesta es preciso indicar los hechos en que se funda. No se podrá proponer para los galones de distinguidos a más del 10% de soldados, clases, oficiales o jefes de unidad. 5º El uso de los citados distintivos exige de la previa posesión del diploma, expedido por la autoridad competente, en el que se hará constar el hecho o hechos que motivaron la recompensa, la fecha de la concesión y quien hizo la propuesta. En el diploma se hará constar el derecho y deber que tiene el interesado en exigir la presentación del diploma a los que usen el mismo distintivo, a fin de evitar que sea usado por quien no tiene derecho a ello. 6º Se encarece a todos los jefes de unidad que velen por la extensión y uso debido en estos distintivos a fin de que puedan servir de estímulo a los combatientes. Otros méritos como los de soldados distinguidos, tiradores selectos, etc. serán recompensados con los distintivos ya reglamentarios en el Ejército como galones de soldados de primera, escudos de tirador selecto, premios en metálico, etc. Los jefes de unidad tienen el deber de usar con la mayor prodigalidad estas recompensas, dentro de la mayor justicia pues es propósito del ministro que suscribe que ninguna actuación distinguida de los combatientes quede sin recompensa, siendo esta proporcional al hecho que la motiva.

Proyecto de decreto sobre recompensas La práctica ha demostrado que las recompensas establecidas por el decreto de 5 de marzo de 1937 para los combatientes de la República no llenan por completo la finalidad de recompensar de manera inmediata todo hecho distinguido en campaña a causa de que solo los hechos muy destacados tenían prevista recompensa en dicho decreto y de que la Co

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lentitud de los procedimientos hacían poco ejemplar las recompensas. Por ello parece conveniente independiente de los distintivos establecidos por el Ministro de Defensa para premiar la actividad constante de los combatientes en sitios de peligro, establecer una recompensa más para méritos en campaña que no tengan un carácter excepcional pero si digno de atención y estímulo, así como dar facilidades para la concesión de determinadas recompensas en el campo de batalla por la excepcional ejemplaridad que tal sistema supone. El perjuicio que para el servicio pudiera ocasionar la poco ponderada concesión del ascenso el empleo inmediato en el campo de batalla no parece motivo suficiente para no recompensar en tal forma a quien lo merezca. En cambio, el darle carácter de empleo de campaña y la confirmación por la Escuela de promoción de Mandos permite la rectificación de la recompensa en la forma ya admitida por la OC de 19 de junio de 1937 (DO núm. 148). En vista de lo expuesto, a propuesta del Ministro de Defensa Nacional y de acuerdo con el Consejo de Ministros, vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. Además de las recompensas establecidas por el decreto de 5 de marzo de mil novecientos treinta y siete se crea la Medalla del Mérito Militar para premiar hechos distinguidos en la zona de vanguardia realizados por personal de las armas y cuerpos combatientes. Artículo segundo. La Medalla del Mérito Militar se podrá conceder por los jefes de ejército y cuerpo de ejército independientes a propuesta del jefe de la unidad del interesado o de diez compañeros del mismo. En caso de que el hecho revista caracteres excepcionales, los jefes de cuerpo de ejército están facultados para imponer la medalla en el propio campo de batalla. En los otros casos, a la propuesta habrá de acompañar el informe de cinco compañeros del interesado designados por orden de lista de revista entre los testigos de la actuación del propuesto. Artículo tercero. En casos excepcionales en que precediera o se revele el conocimiento de la capacidad de un combatiente paras su ascenso al empleo inmediato podrá concederse éste por los jefes e inspectores de Ejército en el propio campo de batallas. Este ascenso dará la categoría de oficial o jefe en campaña, cuando se trate de ascenso a oficiales o jefes y traerá consigo el destino a la Escuela de promoción de Mandos a fin de que ésta confirme o anule el ascenso. En caso de que proceda la anulación del ascenso, el jefe del ejército que lo concedió deberá informar si procede la concesión de otra recompensa. Los jefes y oficiales del Ejército que en virtud de un ascenso concedido en el campo de batalla adquieran la categoría de oficial o jefe en campaña podrán tener el mismo empleo en propiedad cuando por antigüedad le corresponda o después de efectuar los trámites previstos en el decreto de 5 marzo para la concesión de tal recompensa. Mientras tenga la categoría de oficial o jefe en campaña podrá estar sujeto a la reducción de jerarquía establecida por la OC de 19 de junio de 1937 (DO núm. 148). Artículo cuarto. El Ministro de Defensa está autorizado para publicar el diseño de la medalla de mérito militar que se crea con el presente decreto. Normas para la concesión de recompensas por méritos contraídos en campaña de 29 de junio de 193711. El Jefe del Estado Mayor Central en escrito fecha 25 del presente mes manifiesta que en la reunión de dicho organismo celebrada en el día anterior, éste acordó proponer al Sr. Ministro la ampliación de recompensas, simplificación de trámites para la concesión de algunas de ellas y la práctica de nuevos procedimientos para dicha concesión, haciendo participar en ello a la tropa. Y antes de someter el proyecto a aprobación definitiva y por si las Subsecretarías de Tierra, Mar y Aire estiman pertinente alguna aclaración o ampliación remite un ejemplar de

11 AGMAV,C.256,8,2. Co

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dicho proyecto a cada una con el ruego de la devolución urgente del mismo. Los expresados documentos han tenido entrada en el Negociado de Recompensas de esta Subsecretaría el día 27, y hecho un estudio rápido del problema, dicho Negociado, con devolución del mencionado trabajo tiene que informar: Al proyecto de orden circular sobre la creación de distintivos honoríficos para recompensar los méritos contraídos por los combatientes12, no solo por hechos distinguidos de relativa importancia, sino también por el mérito que supone la permanencia de más de seis meses en los frentes, etc., el Negociado no puede ponerle reparo alguno. Reconoce lo conveniente del procedimiento para conservar en permanente tensión, elevándola cada vez más, la moral de la tropa que actúa en aquellos. No ocurre lo mismo con el nuevo proyecto de decreto de recompensas. En esta orden, el Negociado aprecia en el indicado proyecto un espíritu completamente opuesto al imprimido en la legislación en vigor para la presente campaña, como lo es también absolutamente dispar con el sustentado por el propio Estado Mayor del Ministerio en su informe de 10 de octubre último al enjuiciar el primitivo proyecto de recompensas elaborado por este Negociado y elevado a la consideración de la Superioridad con fecha 30 de septiembre anterior. Entonces, el Negociado proponía una escala de recompensas (Estrella Laureada, Medalla Militar, Ascenso al empleo inmediato, Placa del Mérito Militar, Estrella del Mérito Militar y Medalla de Sufrimientos por la Patria)13 y el Estado Mayor, por el contrario, era de opinión que debía crearse una condecoración de tipo especial que se concediera con el más restrictivo criterio, estimando que en el caso de establecer aquella larga de recompensas volverían a presentarse los inconvenientes del antiguo sistema, pues, a su juicio, se produciría inevitablemente lo que ocurrió siempre: el descontento de quienes se consideran insuficientemente premiados, creyendo merecer una recompensa superior a la recibida, por comparación, tal vez, con los méritos de otros a quienes se les hubiese concedido. Y agregaba el Jefe del Estado Mayor: En tal concepto, creo conveniente que en el nuevo decreto sobre recompensas, sin perjuicio de que figure el ascenso al empleo inmediato, recogiendo el espíritu de las distintas disposiciones publicadas después del 19 de julio último y de que subsista la Medalla de Sufrimientos por la Patria para heridos, no se incluya más que una sola condecoración de guerra, que habrá de concederse por méritos verdaderamente excepcionales y con tales garantías que, quien la ostentase la hubiese merecido plenamente, previas todas las comprobaciones posibles. Así, el valor de la recompensa crecería; su poseedor no sería discutido y representaría un ejemplo y un estímulo para los demás. Y añadía: Si no se procede de esta forma y se sigue aplicando, en cambio, el procedimiento antiguo, no pasarían muchas semanas sin que la casi totalidad del Ejército no hubiese obtenido una Medalla o una Estrella de cualquiera de las muchas que el proyecto de decreto se proponen, y las recompensas al hacerlas generales perderían lo que con ellas debe tratar de conseguirse en las actuales circunstancias: premiar a los indiscutibles, a los que por su competencia y por su valor, probados y comprobados, pudieran representar un ejemplo, un estímulo y hasta una gloria para en nuevo Ejército. Varias fueron después las impugnaciones que sufrió el primitivo proyecto de recompensas, hasta que el Sr. Ministro dispuso la constitución de una Ponencia presidida por el general subsecretario, figurando en ella como vocales el comisario de brigada José Lain, los tenientes coroneles de Estado Mayor José Cerón y Joaquín Alonso, el jefe del Gabinete de Información y Control y, como vocal secretario, el jefe del Negociado de Recompensas. Dicha Ponencia comenzó sus trabajos el 13 de enero, dando cima el día 18 del propio

12 El anterior. 13 La citada escala se cita en un informe del Jefe del Negociado de Recompensas al Jefe del Estado Mayor

Central, de 29 de junio de 1937. Ni el primitivo reglamento de recompensas ni el informe del Estado Mayor sobre el mismo han sido encontrados. Co

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mes a un proyecto de decreto, pieza que fue considerada verdaderamente democrática, pues que las condecoraciones que creaba eran iguales para todos desde soldado a general y desde el obrero que pica en la cantera al ministro, y todas ellas honoríficas ante las circunstancias especialísimas de esta guerra en la que toma parte la masa más numerosa del país, voluntariamente, defendiendo sus libertades. Por lo que respecta al ascenso por méritos de guerra, se acordó conceder hasta el de mayor, por ser ésta la máxima categoría que se otorgaba a las milicias. Acto seguido fueron confeccionadas las normas para la aplicación del indicado decreto, que fueron aprobadas por la Ponencia el 29 del propio enero. Elevado todo ello a la consideración de la Superioridad, ésta tuvo a bien pasar el trabajo a informe del Estado Mayor del Ministerio, cuyo general jefe presentó una nota de reparos al proyecto de decreto, en el sentido de que procedería confeccionar un Reglamento para la concesión de la Placa Laureada; conceder adelantos de un tanto por ciento en la carrera y no limitar los ascensos hasta mayor por no constituir, a su criterio, garantías para los intereses del Estado el seleccionar los mandos en los empleos inferiores, cuando el hombre no está del todo fraguado en sus aptitudes profesionales. Reunida de nuevo la Ponencia para estudiar estas sugerencias el día 19 de febrero, apreció por unanimidad: 1º Que la primera sugerencia se hallaba ya recogida en las normas redactadas y aprobadas por la Ponencia con fecha 29 de enero anterior y una vez aceptadas aquellas por la superioridad se procedería al estudio y redacción del mencionado Reglamento. 2º La relativa a la concesión de adelantos de un tanto por ciento en la carrera, había sido desechada por la Ponencia en su primera reunión, considerando dificilísimo en aquellos momentos el constituir los escalafones (todavía no están ultimados), y teniendo en cuenta que todo el personal del Ejército había obtenido, u obtendría, después del 19 de julio un ascenso, existiendo a lo sumo una diferencia de tres meses en la antigüedad, por lo que a los efectos del beneficio en la carrera si se otorgasen empleos por méritos de guerra en lugar de adelantos de un tanto por ciento, todos se hallarían en igual o parecido caso. Por tanto, las dificultades que se presentaban por un lado y el hecho de no existir la injusticia que se deriva de la mayor o menor antigüedad en el empleo, aconsejó a dicha Ponencia mantener el criterio de conceder empleos en los casos debidamente justificados y atenidos a las normas confeccionadas, y no adelantos en el escalafón. 3º Y por lo que respecta a la limitación de ascensos por méritos de guerra al empleo de mayor, las razones que guiaron a la Ponencia fueron los siguientes: a) Todos los que merecían confianza al régimen habían obtenido, u obtendrían, un empleo por lo menos; de manera que el primer aspecto de los señalados quedaba satisfecho. b) Esos empleos superiores a mayor estaban constituidos por jefes profesionales y debía huirse de que apareciese la actual guerra desdichada como tablado de ambiciones para los militares profesionales. c) El estado no resultaba perjudicado, ya que en estos empleos se utiliza a los individuos indistintamente para la misión que mejor conviene, con lo que se obtiene de cada uno el rendimiento que puedan dar. d) Estábamos y estamos forjando la oficialidad del futuro Ejército. Esta oficialidad bullía entonces y bulle aún de un modo confuso en los empleos. Se precisa una actuación austera y limpia de ambiciones en los jefes para que la selección y formación de la oficialidad se haga en debida forma. La mejor solución, pues, en opinión de aquella Ponencia, era separar a los jefes de esa zona de agitación para que con serenidad e imparcialidad y sin mira egoísta alguna fueran creando los futuros jefes. Estas razones, de gran peso, por cierto, hicieron que la Ponencia mantuviese sus puntos de vista, aceptando en todo caso la ampliación de los ascensos, recordando que el decreto de 3 de octubre de 1936 (DO núm. 210) concede el Sr. Ministro la facultad de otorgar durante la actual campaña empleos hasta coronel, por circunstancias especiales, y aun Co

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podría agregarse la garantía de tener que dar cuenta a las Cortes de estos ascensos. Elevada de nuevo la labor a la superioridad, el Consejo de Ministros estimó conveniente la concesión de ascensos sin limitación, dictándose el decreto de 5 de marzo (DO núm. 58) en el que se incluía esta ampliación y recogía los demás extremos del proyecto redactado por la Ponencia, variando únicamente el título de la Laureada, de Placa Laureada de la Democracia a Placa Laureada de Madrid, aprobándose las normas para la aplicación de dicho decreto por OC de 16 de mayo siguiente (DO núm. 122) y el Reglamento de la Placa Laureada (confeccionado por la misma Ponencia) por decreto de la misma fecha (DO núm. 125). Quedan, pues, bien patentes el celo, alteza de miras y sentido democrático empleados en la confección del decreto de recompensas hoy en vigor. Por tanto, la opinión del Negociado es: Que debe mantenerse íntegro el decreto de recompensas citado de 5 de marzo de 1937, así como las normas para su aplicación aprobadas por OC de 16 de mayo siguiente (DO núm. 122) por lo que respecta a la restricción establecida en los ascensos por méritos de guerra. Éstas no deben otorgarse, sobre todo si se trata de un oficial o jefe, más que en casos excepcionales y una vez bien probadas las condiciones de verdadera excepcionalidad del individuo en todos los órdenes, aquilatándolos estrechamente con arreglo a la norma 5ª de la mencionada orden circular. No es posible que en solo acto en el campo de batalla pueda ser revelada la verdadera capacidad del combatiente. Puede si destacarse un rasgo de la misma y en este caso con arreglo al artículo tercero del proyectado decreto la revalidación del ascenso habría de depender de la mayor o menor preparación técnica del individuo, que cristalizaría, sin duda, en la Escuela de promoción de Mandos a favor siempre de los profesionales procedentes de Academia, lo cual tendría que producir el natural malestar en los demás jefes y oficiales del Ejército Popular nacidos de la masa del pueblo que no posee aquella preparación, prestándose además el procedimiento a que por error involuntario en la apreciación del mérito en el campo de batalla el beneficio no recaiga, a lo mejor, en quien más se lo merezca. Por ello, la información previa, prevenida en dicha norma 5ª, que ha de probar plenamente el mérito, así como la capacidad del individuo para mandos superiores durante todo el periodo, son, si se hace con justicia, la mejor garantía de que no se caerá en errores lamentabilísimos que tanto daño producen en la moral de los combatientes. Preferible es cien veces suprimir en absoluto todas las recompensas, antes que exponerse a caer de nuevo en los errores de otros tiempos que, no cabe duda, influyeron enormemente en la desdicha que sufre la Patria en estos momentos. Para los casos en que el indicado proyecto de decreto considera justo otorgar en el propio campo de batalla empleos en campaña, tenemos estatuida la Medalla de la Libertad que por su importancia y por lo que significa sustituye perfectamente a la antigua Medalla Militar y es de tanta consideración o más que el propio ascenso en campaña, y de cuya condecoración no se habla, en el mencionado proyecto. Estima, pues, el Negociado, salvo mejor opinión, que tampoco es de gran necesidad la creación de la Medalla de Mérito Militar, puesto que como recompensas inferiores, si se quiere que existan, son bastante los distintivos honoríficos proyectados por el Estado Mayor Central. Orden de 9 de septiembre de 1937 (Gaceta de la República número 254, del 11). Exceptuando de lo dispuesto en el artículo primero de la orden de 18 de agosto último, las condecoraciones y cruces honoríficas establecidas o conservadas por la República, aun cuando tengan perlas y piedras preciosas. Habiéndose observado que en la orden de este departamento de diez y ocho de agosto próximo pasado, dictada para la aplicación del decreto del seis del mismo mes y año, en su artículo primero puede dar lugar a dudas el que las condecoraciones y cruces honoríficas Co

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establecidas o conservadas por la República, queden exceptuadas de las prescripciones de las mencionadas disposiciones, cuando aquellas no contengan perlas ni piedras preciosas. Este ministerio, como aclaración y continuación de su orden de diez y ocho de agosto, se ha servido disponer se exceptúen de esa disposición dichas cruces y condecoraciones, aun cuando contengan perlas y piedras preciosas. Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25)14. Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares. El decreto de cinco de marzo de mil novecientos treinta y siete, señalando las recompensas que pueden otorgarse con motivo de la actual campaña, debe ser modificado, para ponerlo más en consonancia con el espíritu y los deseos de nuestro Ejército popular, manteniendo, incluso con su actual reglamentación, algunas de las condecoraciones instituidas y creando otras nuevas. Por lo expuesto, De acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del Ministro de Defensa Nacional, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes15: a) Medalla del Deber (honorífica). b) Medalla del Valor (pensionada). c) Placa del Valor (pensionada). d) Medalla de la Libertad (honorífica). e) Placa Laureada de Madrid (honorífica)16. f) Medalla de Sufrimientos por la Patria (honorífica). g) Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia (honorífica). Artículo 2.º La Medalla del Deber premiará los méritos y servicios de guerra notoriamente destacados. Para poder otorgarla será indispensable haber permanecido, como mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos, desde puesto de gran peligro, o incorporado a fuerzas armadas. Artículo 3.° La Medalla del Valor se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la Medalla del Deber, siendo necesario que el propuesto se encuentre en posesión de esta última17. Llevará anexa la pensión del veinte por ciento de la diferencia de sueldo al empleo inmediato durante cinco años, pensión que se percibirá a partir de la revista siguiente a la fecha de antigüedad que se atribuya a la condecoración. Artículo 4.º Los reiterados méritos, expresión de un esfuerzo constante, podrán ser premiados con la Placa del Valor. Para ello será preciso estar en posesión de la Medalla del Deber y de la del Valor, que hayan sido concedidas en la misma campaña. También podrán ostentar la Placa del Valor quienes por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras en hechos heroicos y combates, mantengan con riesgo de su vida la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. El expediente que para cada esta concesión habrá de incoarse, se basará en una

14 Decreto convalidado, dándole carácter de ley, el 17 de marzo de 1938 (DOMDN número 69, del 22). 15 Este artículo fue ampliado por decreto de 22 de abril de 1938. 16 Rectificado por decreto de 9 de mayo de 1938. 17 Este artículo fue aclarado por decreto de 25 de mayo de 1938. Co

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información que acredite los méritos y aptitudes del interesado. La Placa del Valor tendrá como pensión anexa la diferencia de sueldo con respecto al del empleo inmediato superior, pensión que subsistirá durante cinco años, a partir de la revista del mes siguiente al hecho por el que la Placa fue otorgada, y sea cual fuere la situación de quien la hubiese obtenido18. Artículo 5.º La Medalla de la Libertad y la Placa Laureada de Madrid se otorgarán con arreglo a lo ya dispuesto con respecto a la concesión de las mismas. Artículo 6.º Todas las propuestas para las demás recompensas se resolverán previo expediente, en el cual se exigirán los informes favorables del jefe y comisario político de la unidad a que pertenezca el interesado, y del jefe y comisario político del Ejército del que forme parte. Artículo 7.º Se instituye la Medalla de Sufrimientos por la Patria así como la Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia, ambas honoríficas. La primera se concederá a los heridos en campaña o en actos con ella relacionados, o en los que se consideren como tales, teniendo en cuenta las mayores penalidades y sufrimientos padecidos hasta la curación. Se otorgará por una sola vez y a la cinta de la medalla se acumularán tantos pasadores de oro como distinciones se obtengan con posterioridad, inscribiéndose en ellos el lugar y la fecha de la acción. Esta condecoración será compatible con cualesquiera otras recompensas, de las que por el presente decreto se crean. También tendrán derecho a la Medalla de Sufrimientos por la Patria las madres que hubieran perdido uno o más hijos en actos de guerra. La Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia se otorgará a cuantos, directa o indirectamente, hayan contribuido de modo eficaz en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión fascista extranjera. A aquellos que más se hayan distinguido por su entusiasmo y constancia en la defensa de las libertades del pueblo se les recompensará con un arma u objeto de uso militar, en los que se estampará una dedicatoria de la República a los interesados. Artículo 6.º Como recompensas colectivas se crean el distintivo del Valor y el distintivo de Madrid, que se otorgarán a las unidades que realicen hechos muy sobresalientes y de trascendencia. Artículo 9.º Queda autorizado el Ministro de Defensa Nacional para dictar las disposiciones reglamentarias encaminadas a la aplicación y desarrollo de este decreto. Artículo 10. Continúa en vigor la facultad concedida al Ministro de Defensa Nacional por decreto de trece de octubre de mil novecientos treinta y seis para otorgar durante la actual campaña empleos hasta coronel, debiendo, al hacer uso de esta facultad, dar cuenta a las Cortes, para la ratificación de los ascensos o empleos así otorgados. Artículo 11. Se prohíbe el uso de las antiguas condecoraciones de guerra hasta que una vez terminada la campaña, o antes si se considera oportuno, resuelva el Gobierno sobre el particular. Artículo 12. Quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo preceptuado en este decreto. Artículo 13. De este decreto se dará cuenta a las Cortes.

Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra. Para desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero del año actual (DO número 22, página 249, columna primera), estableciendo las recompensas que podrán otorgarse con 18 Véase el decreto de 22 de abril de 1938, que modifica los tipos de pensiones. Co

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motivo de la actual campaña, he resuelto aprobar las normas a que habrá de ajustarse la concesión de aquéllas, y que se insertan a continuación.

Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938 (DO número 22), relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra.

Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: a) «Medalla del Deber» (honorífica). b) «Medalla del Valor» (pensionada). c) «Placa del Valor» (pensionada). d) «Medalla de la Libertad» (honorífica). e) «Placa Laureada de Madrid» (honorífica). f) «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). g) «Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas o por barras, también de oro, colocadas horizontalmente, a tres milímetros de distancia en la parte inferior de la condecoración cuando se trate de placas, inscribiéndose, en unos y otras, el lugar y la fecha de la acción, o la fecha de la herida, si se refiriese a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria». Tercera. Toda propuesta de recompensas formulada a favor de quien manda tropas, ha de fundamentarse en hechos que, por muy meritorios que sean, no representen el cumplimiento estricto del deber, sino que marcadamente lo sobrepase. Cuarta. Las recompensas se tramitarán y concederán con la mayor rapidez posible, compatible con una rigurosa investigación y comprobación de los méritos, sin cumplimiento de plazo alguno. Quinta. Las propuestas de personal con mando se fundamentarán no sólo en los méritos contraídos y aptitudes demostradas en una o varias operaciones de guerra, sino en el conjunto de hechos, acciones y circunstancias que, teniendo por finalidad el combate con el enemigo, abarcan desde el comienzo de su preparación o previsión hasta el momento en que las fuerzas que intervienen vuelven al estado de reposo, por haber alcanzado el fin propuesto o por empezar a prepararse para reiterar la acción con el mismo o distinto objetivo. Por tanto, la organización y preparación de las fuerzas que cada cual mande, el esmero y exactitud de los servicios que de él dependan, el espíritu y valor demostrado por él y sus tropas, la precisión en la maniobra, la acertada iniciativa, el orden y disciplina puesto de manifiesto en todo momento, la pronta predisponibilidad y la conservación de la aptitud combatiente de la unidad, es decir, cuanto representa inteligencia, pericia, autoridad, valor, espíritu, actividad, iniciativa y aptitudes técnicas, ha de ser examinado y valorado para fundamentar, tramitar y ultimar las propuestas del mando, bien sean militares o paisanos quienes lo ejerzan. No deberá olvidarse tampoco, cuando el propuesto sea un sargento, oficial o jefe, los antecedentes personales y cualidades de éste, su cultura, hoja de servicios, cómo manda y administra su unidad; cómo desempeña los servidos que tiene a su cargo, si es disciplinado, si tiene buen espíritu y entusiasmo por la profesión, si procura excederse en el cumplimiento del deber; cómo se ha comportado en otras ocasiones, si lleva mucho tiempo en campaña, etcétera, etc. En las referentes a la tropa, se tendrá en cuenta, sobre todo, el valor personal, acometividad, arrojo, serenidad y disciplina del individuo en el combate. Las propuestas de los demás ciudadanos que, excediéndose en el cumplimiento de su Co

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deber, presten señalados servicios en operaciones de guerra en beneficios de ésta o en relación con ella, habrán de tener su base en la importancia del auxilio prestado a la Nación, bien sea en el orden intelectual, científico o material. Sexta. Medalla del Deber. Esta condecoración, se concederá por méritos y servicios de guerra notoriamente destacados, siendo indispensable el haber permanecido, como mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos desde puestos de gran peligro o incorporado a fuerzas armadas, desarrollando con acierto su cometido, cuando se trate de jefes, oficiales o sargentos. Séptima. Medalla del Valor. Se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la «Medalla del Deber», siendo necesario que el propuesto se encuentre en posesión de esta última. Octava. Pensiones anexas a la Medalla del Valor. Los condecorados con la «Medalla del Valor» percibirán el importe mensual del veinte por ciento de la diferencia de sueldo al empleo superior durante cinco años. Para los generales será el veinte por ciento de la diferencia del sueldo que disfruten y el que perciban cuando se les abone el quinquenio que les corresponda. Estas pensiones se percibirán a partir de la revista siguiente a la fecha de la antigüedad con que se concedan. Novena. Placa del Valor. La «Placa del Valor» podrá concederse, por acumulación de méritos, expresión de un esfuerzo constante y fructífero, o a quienes por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras, en hechos heroicos y combates, mantengan, con riesgo de su vida, la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. Para que pueda concederse esta condecoración será preciso estar en posesión de la «Medalla del Valor». Los individuos de tropa que posean la «Placa del Valor», ocuparán en toda formación, lugar preferente, pero a continuación de los condecorados con al «Medalla de la Libertad». Décima. Pensiones anexas a la Placa del Valor. Los condecorados con la «Placa del Valor», percibirán diferencia de sueldo con respecto al empleo inmediato durante cinco años. Para los generales será la diferencia del sueldo que disfruten y el que perciban cuando se les abone el quinquenio que les corresponda. Estas pensiones se percibirán a partir de la primera revista del mes siguiente a la fecha del hecho por el que la placa fue otorgada. Undécima. Medalla de la Libertad. Esta condecoración se otorgará por méritos y servicios de campaña verdaderamente extraordinarios, cuando el valor llegue al heroísmo y las aptitudes profesionales a lo genial, puestas de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresaliente, en una o varias operaciones de guerra de señalada importancia o trascendencia. Cuando se trate de hechos excepcionales, podrá ser impuesta en el propio campo de batalla por el jefe del Ejército a que pertenezca el interesado, quien se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta de ello al Ministro de Defensa Nacional para su confirmación. La imposición de esta Medalla se hará sin tardanza, una vez publicada la concesión en el Diario Oficial o en la orden general del Ejército, ante las fuerzas que al efecto puedan reunirse de cuerpo de ejército, división, brigada, batallón o unidad análoga, en que sea primero o segundo jefe o sirva el beneficiado, por el jefe del ejército de quien dependan las fuerzas a que pertenezca el interesado, o por la persona que con tal fin nombre éste. Los individuos de tropa que ostenten la «Medalla de la Libertad», formarán en primer lugar en la compañía, escuadrón, batería o unidad análoga a la que pertenezcan, y en cabeza, por antigüedad, los que hubieran obtenido la concesión en el propio campo de batalla, por lo excepcional del mérito. Unos y otros, sin embargo, detrás siempre de los condecorados con la «Placa Laureada de Madrid». Duodécima. Medalla de Sufrimientos por la Patria. Tendrán derecho a esta condecoración: Co

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a) Los heridos en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales, siempre que el hecho no fuese producido por imprudencia temeraria del que la sufrió y teniendo en cuenta más que el número de hospitalidades, las mayores penalidades y sufrimientos físicos hasta su curación, en la que habrán de invertir un mínimo de veinte días. Esta condecoración será compatible con la concesión de las recompensas que en estas normas se expresan y podrá otorgarse con cualquiera de las establecidas, sin que esta circunstancia lleve consigo derecho de preferencia sobre los demás individuos que sólo sean propuestos por méritos contraídos. También tendrán derecho a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» las madres de los muertos en campaña de resultas de heridas sufridas en la misma, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madre del fallecido. Se otorgarán la mencionada medalla como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del cuerpo o de unidad respectiva, o por instancia del interesado, y todas se resolverán mediante la apertura del oportuno expediente, en el que queden comprobadas las condiciones requeridas. También podrán hacer las propuestas los directores de hospitales o jefes de sanidad de las plazas respectivas, según los casos, debiendo remitirlas al jefe del cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso o directamente al Ministerio de Defensa Nacional, si se tratase de un paisano. Las instancias documentadas, se remitirán directamente al Ministerio de Defensa Nacional. El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del estado, provincia o municipio, que anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concursos o convocatorias. Decimotercera. Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Esta condecoración será honorífica y tendrán derecho a ella todos los que, directa o indirectamente, hayan contribuido eficazmente en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión extranjera. Se concederá únicamente al final de la campaña, a propuesta de los jefes de cuerpo o unidad, centros y dependencias del Estado, en cuyas propuestas quedarán plenamente acreditados los relevantes servicios prestados por el ciudadano que se trate de recompensar. Decimocuarta. Premios especiales. Sin perjuicio de las recompensas enumeradas y a que todo individuo puede hacerse acreedor por los méritos de guerra realizados durante la actual campaña, podrán también ser premiados aquellos que más se hayan distinguido por su entusiasmo y constancia en la defensa de las libertades del pueblo, con un objeto militar, en el que se estampará una dedicatoria de la República. Este premio no podrá otorgarse en ningún caso sin autorización expresa del Ministro de Defensa Nacional, al que se elevará en todos ellos razonada propuesta individual por la autoridad militar o civil que conozca esta actuación destacada del interesado en defensa de las libertades del pueblo antes y con posterioridad al 19 de julio de 1936. Decimoquinta. Recompensas colectivas. a) «Distintivo del Valor». b) «Distintivo de Madrid». Estas recompensas serán independientes de las individuales y podrán otorgarse a las unidades organizadas cuyos méritos sean análogos, en el primero de los casos, a los exigidos en estas normas para otorgar individualmente la «Placa del Valor» y en el segundo, a los exigidos individualmente también para la «Placa Laureada de Madrid». Los indicados distintivos los ostentarán las banderas o enseñas de las unidades a las que se otorgase aquellos. La concesión corresponde al Gobierno, a propuesta del Ministro de Defensa Nacional. Decimosexta. La «Placa Laureada de Madrid», se otorgará con arreglo a lo estatuido en el reglamento de la indicada condecoración, aprobado por decreto de 16 de mayo de 1937 Co

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(DO número 126). Decimoséptima. Tramitación de propuestas. Toda propuesta para el otorgamiento de recompensas, será individual y deberá ajustarse al modelo que se inserta al final de estas normas, informando en ella el jefe de la unidad que la inicie, el comisario político de la misma y el jefe y comisario político del Ejército del que forme parte. Dicho jefe de Ejército, dispondrá la apertura de una información cuando la propuesta contenga méritos que puedan hallarse comprendidos en los preceptos de estas normas para la concesión de la «Medalla del Valor», «Placa del Valor» y «Medalla de la Libertad», en cuya información deberán quedar plenamente comprobados los méritos del propuesto, así como las condiciones v circunstancias exigidas para la recompensa a la que se le considere acreedor, a cuyo efecto nombrará un juez de categoría superior al propuesto o de la de coronel para los de este empleo, y superior, con secretario de la categoría de cabo, cuando los méritos que hayan de enjuiciarse correspondan a un soldado, cabo o sargento; de la categoría de sargento hasta el empleo de capitán y de la de oficial para jefes y generales. Ultimada que sea la indicada información, se remitirá por el juez al jefe del Ejército, quien a la vista de la misma, y con el conocimiento que tenga del caso, informará la propuesta, cursando ambos documentos a la Subsecretaría del Ejército de Tierra (Sección de Personal—Negociado de Recompensas) para su resolución, previo informe del Gabinete de Información y Control. Quedan exentos de la información citada los soldados y cabos cuando la propuesta sea para la «Medalla del Valor», exigiéndoseles únicamente para la «Placa del Valor» y «Medalla de la Libertad». Las propuestas cursadas ya como consecuencia de hechos realizados hasta la fecha de la publicación de estas normas, serán resueltas con aplicación de las mismas y las que tengan entrada a partir del día siguiente a dicha publicación, serán devueltas a su procedencia, para que sean ajustadas a la forma y condiciones que en estas normas se expresan. En los casos aislados de que tenga conocimiento cualquier autoridad civil, la propuesta será formulada por ésta y cursada al Ministerio de Defensa Nacional para su resolución a través de la autoridad militar correspondiente y de acuerdo con ésta.

Normas transitorias Primera. Las pensiones señaladas en estas normas para las recompensas que en las mismas se citan, subsistirán de modo invariable —salvo caso de sentencia condenatoria de tribunal competente— hasta el término de los plazos por que fueron concedidas, cualquiera que llegase a ser la categoría o situación de los interesados. Las condecoraciones que se concedan al personal civil, serán siempre honoríficas. Segunda. Los desaparecidos o muertos en acción de guerra o de resultas de sus heridas, sin haber sido dados de alta para el servicio, legarán a sus familiares, en concepto de pensión, el sueldo entero del empleo que poseían al ocurrir el hecho. Del mismo beneficio gozarán también las familias de aquéllos que hallándose en campo faccioso, fuesen fusilados por su afección al régimen republicano o falleciesen en las cárceles, donde hubieran sido recluidos con tal motivo, una vez probada la indicada circunstancia. Tercera. Por el mismo hecho no podrá otorgarse más de una condecoración a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás Cuarta. La concesión o negativa de recompensas hechas con sujeción a los términos de estas normas, será definitiva y respecto a ellas no cabrá reclamación alguna en el sentido de anulación, cambio o mejora, prohibiéndose en absoluto enterar a nadie del estado de los expedientes o propuestas durante su tramitación, ni hacer gestiones en pro o en contra de quienes los tengan que examinar, juzgando estos actos como falta de dignidad profesional e incluso podrán dejarse aquéllos sin ulterior resolución, dándose a los actos que en este sentido se realicen la mayor publicidad. Co

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Quinta. Las características y diseños de las distintas condecoraciones y distintivos especificados en estas normas, se publicarán oportunamente en el Diario Oficial o Colección Legislativa. Sexta. Se prohíbe el uso de las antiguas condecoraciones de guerra, hasta que una vez terminada la campaña, o antes, si se considera oportuno, resuelva el Gobierno sobre el particular. Séptima. Continúa en vigor la facultad conferida al Ministro de Defensa Nacional por decreto de 13 de octubre de 1936 (DO número 210), para otorgar durante la actual campaña empleos hasta coronel, por circunstancias especiales, en las condiciones que el mismo establece, dando cuenta a las Cortes de los ascensos o empleos así otorgados. Octava. No obstante lo determinado en las presentes normas, el Ministro de Defensa Nacional, en casos excepcionales de verdadero mérito, podrá conceder cualquier recompensa, prescindiendo de los trámites marcados en las mismas. Orden circular número 5522, de 5 de abril de 1938 (DOMDN número 82, del 6). Recompensas. A propuesta del general jefe del Estado Mayor Central, he resuelto lo siguiente: Haciendo uso de las atribuciones marcadas en la norma octava transitoria de la orden circular de 22 de marzo próximo pasado (DO número 71), delego en los jefes de Ejército la facultad de conceder recompensas sobre el campo de batalla a todos los que hallándose bajo sus órdenes se distingan de modo extraordinario. Las recompensas que podrán ser concedidas por dichos jefes, serán: La Medalla del Deber, la Medalla del Valor, la Medalla de la Libertad, en los casos a que se refiere el párrafo de la norma undécima y el ascenso a cabo, sargento y teniente, quedando obligados los citados jefes a dar cuenta diariamente de las recompensas concedidas para su confirmación en el Diario Oficial, sin perjuicio de ampliar el parte telegráfico con la propuesta escrita correspondiente, en la que se justifiquen los méritos contraídos por los individuos que hayan merecido la recompensa. Igualmente quedan facultados los jefes de Ejército, para proponer telegráficamente las demás recompensas no citadas en el párrafo anterior, a fin de reducir al mínimo los trámites que establecen las disposiciones vigentes. Asimismo autorizo a los jefes de Ejército para que apliquen ampliamente la orden circular de primero de septiembre de 1937 (DO número 214), relativa a la reducción de categoría en el personal de Milicias que por su mal comportamiento no se haga acreedor a ejercer mando de unidad. De las sanciones que en este sentido se apliquen, me dará cuenta telegráficamente. Sin perjuicio de lo dispuesto anteriormente, se seguirán los trámites normales para la administración de justicia en las grandes unidades, en todos aquellos casos en que deban entender los tribunales permanentes creados con este fin. Decreto número 74, de 22 de abril de 1938 (Gaceta de la República número 113, del 23). Ampliando el decreto de veintitrés de enero del corriente año, en el sentido de que entre las recompensas que figuran en su artículo primero y que podrán concederse en la actual campaña, se incluye también el “Ascenso al empleo inmediato” y modificando los tipos de pensiones para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor” según las normas que se detallan. De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de Defensa. Vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. El decreto de veintitrés de enero del corriente año, queda ampliado en el sentido de que entre las recompensas que figuran en su artículo primero y que podrán Co

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concederse en la actual campaña, se incluye también el “Ascenso al empleo inmediato”. Artículo segundo: Esta clase de ascenso se otorgará por el Ministro de Defensa Nacional, mediante propuesta individual y servirá para premiar los méritos de guerra extraordinarios de los combatientes, a cuyo fin se especificarán éstos con la mayor amplitud posible. Para ello será condición indispensable que el propuesto haya demostrado plenamente poseer aptitudes para mandos superiores. Artículo tercero. Los jefes de cuerpo de Ejército podrán conceder, asimismo, cuando el Ministro de Defensa Nacional lo estime conveniente, ascensos a cabo, sargento y teniente en el propio campo de batalla, en los casos verdaderamente excepcionales, dando cuenta después a la subsecretaría correspondiente de este ministerio para su confirmación en el “Diario Oficial”, haciéndose responsables dichos jefes de Ejército de los ascensos así otorgados. En el comunicado de tal concesión se especificarán los méritos contraídos por el interesado y que servirán de base para la misma. Artículo cuarto. Quedan modificados los tipos de pensiones señalados por al artículo cuarto del decreto citado de veintitrés de enero de corriente año, para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor”, estableciéndose las siguientes: a) “Medalla del Valor”: mil pesetas anuales para generales y jefes; setecientas cincuenta para oficiales y quinientas pesetas para clases y soldados. b) “Placa del Valor”: dos mil pesetas anuales para generales y jefes; mil quinientas pesetas para oficiales y mil pesetas para clases y soldados. Tanto las pensiones de la “Medalla” como de la “Placa del Valor” citadas, se percibirán durante cinco años. Orden circular número 5962, de 11 de abril de 1938 (Gaceta de la República número 88, del 13). Marina. Recompensas. Modificando la orden ministerial de 19 de febrero de 1934. Este Ministerio ha dispuesto que los artículos siguientes del reglamento orgánico del Ministerio de Marina, aprobado por orden ministerial de 19 de febrero de 1934, queden modificados en la forma que a continuación se expresa: Artículo 103. Existirá en la Subsecretaría de Marina una Junta de Recompensas que entenderá en el estudio de los expedientes de recompensas por méritos de paz y guerra y en las propuestas que con arreglo a reglamento correspondan. Asimismo llevará el Registro nominal de cuantas recompensas se concedan, motivos por que se otorgan y cuantos detalles convengan para el mejor conocimiento en cualquier momento de las concesiones hechas; todo ello con el correspondiente libro registro que estará en poder del secretario de la Junta. Artículo 104. La Junta, que será presidida por un jefe de la Armada de categoría de capitán de navío, y podrá serlo por el Subsecretario, cuando así lo estime oportuno, estará formada por todos los jefes de Cuerpo. Artículo 105. Existirá un Negociado afecto a esta Junta, que será el encargado de la tramitación de los expedientes. El jefe de este Negociado actuará de secretario de la Junta, sin voto. Artículo 106. Se levantará acta de las sesiones que celebre la Junta, consignándose en ella la resolución que se acuerde, de voto particular, si lo hubiera, y, en su caso, de los datos e informes que se posean. Artículo 107. La Junta será oída e informará necesariamente en todos los expedientes de recompensas, y podrá pedir directamente los informes que estime convenientes a todos los centros y dependencias de la Marina. Artículo 108. No podrá formar parte de la Junta de Recompensas ningún vocal en quien concurra alguna causa de incompatibilidad por parentesco hasta el cuarto grado inclusive, amistad íntima o enemistad manifiesta con alguno de los interesados, en los expedientes sometidos a su acuerdo. Co

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En tales casos, los vocales de la Junta se inhibirán de formar parte de la misma, sin más que consignar la exención que los comprenda y serán reemplazados por las personas que los sustituyan en el orden jerárquico dentro de la Sección. Artículo 109. Examinados los expedientes por la Junta, se extenderá en cada uno el acuerdo recaído, con la firma del secretario v el conforme del presidente, consignándose a l margen los apellidos de los vocales que constituyen la Junta y devolviéndose al Negociado de Recompensas para su tramitación. Artículo 110. La Junta tomará sus acuerdos por unanimidad o mayoría de votos. Si alguno de los vocales disintiera de la opinión de la mayoría, deberá formular su voto particular, haciéndose constar en el acta. El asunto quedará entonces pendiente hasta la sesión inmediata o durante el plazo prudencial que juzgue necesario el presidente para que aquél pueda ser redactado. Presentado el voto particular por su autor, quien lo razonará y firmará, se unirá al expediente elevándose todo a resolución del Ministro. Orden circular número 7002 de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938 (DO número 22), ampliado y modificado por de 22 del mes actual (DO número 98) relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: a) «Medalla del Deber» (honorífica). b) «Medalla del Valor» (pensionada). c) «Placa del Valor» (pensionada). d) «Ascenso al empleo inmediato». d) «Medalla de la Libertad» (honorífica). e) «Placa Laureada de Madrid» (honorífica). f) «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). g) «Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas o por barras, también de oro, colocadas horizontalmente, a tres milímetros de distancia en la parte inferior de la condecoración cuando se trate de placas, inscribiéndose, en unos y otras, el lugar y la fecha de la acción, o la fecha de la herida, si se refiriese a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria». Tercera. Toda propuesta de recompensas formulada a favor de quien manda tropas, ha de fundamentarse en hechos que, por muy meritorios que sean, no representen el cumplimiento estricto del deber, sino que marcadamente lo sobrepase. Cuarta. Las recompensas se tramitarán y concederán con la mayor rapidez posible, compatible con una rigurosa investigación y comprobación de los méritos, sin cumplimiento de plazo alguno. Quinta. Las propuestas de personal con mando se fundamentarán no sólo en los méritos contraídos y aptitudes demostradas en una o varias operaciones de guerra, sino en el conjunto de hechos, acciones y circunstancias que, teniendo por finalidad el combate con el enemigo, abarcan desde el comienzo de su preparación o previsión hasta el momento en que las fuerzas que intervienen vuelven al estado de reposo, por haber alcanzado el fin propuesto o por empezar a prepararse para reiterar la acción con el mismo o distinto Co

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objetivo. Por tanto, la organización y preparación de las fuerzas que cada cual mande, el esmero y exactitud de los servicios que de él dependan, el espíritu y valor demostrado por él y sus tropas, la precisión en la maniobra, la acertada iniciativa, el orden y disciplina puesto de manifiesto en todo momento, la pronta predisponibilidad y la conservación de la aptitud combatiente de la unidad, es decir, cuanto representa inteligencia, pericia, autoridad, valor, espíritu, actividad, iniciativa y aptitudes técnicas, ha de ser examinado y valorado para fundamentar, tramitar y ultimar las propuestas del mando, bien sean militares o paisanos quienes lo ejerzan. No deberá olvidarse tampoco, cuando el propuesto sea un sargento, oficial o jefe, los antecedentes personales y cualidades de éste, su cultura, hoja de servicios, cómo manda y administra su unidad; cómo desempeña los servidos que tiene a su cargo, si es disciplinado, si tiene buen espíritu y entusiasmo por la profesión, si procura excederse en el cumplimiento del deber; cómo se ha comportado en otras ocasiones, si lleva mucho tiempo en campaña, etcétera, etc. En las referentes a la tropa, se tendrá en cuenta, sobre todo, el valor personal, acometividad, arrojo, serenidad y disciplina del individuo en el combate. Las propuestas de los demás ciudadanos que, excediéndose en el cumplimiento de su deber, presten señalados servicios en operaciones de guerra en beneficios de ésta o en relación con ella, habrán de tener su base en la importancia del auxilio prestado a la Nación, bien sea en el orden intelectual, científico o de trabajo de cualquier índole. Sexta. Medalla del Deber. Esta condecoración, se concederá por méritos y servicios de guerra notoriamente destacados, siendo indispensable el haber permanecido, como mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos desde puestos de gran peligro o incorporado a fuerzas armadas, desarrollando con acierto su cometido, cuando se trate de jefes, oficiales o sargentos. Séptima. Medalla del Valor. Se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la «Medalla del Deber», siendo indispensable que el propuesto se encuentre en posesión de esta última. Octava. Pensiones anexas a la Medalla del Valor. Los condecorados con la «Medalla del Valor» percibirán: generales y jefes, 1000 pesetas anuales; oficiales, 750 pesetas anuales; clases y soldados, 500 pesetas anuales. Todas durante cinco años y a partir de la revista siguiente a la fecha de la antigüedad con que se conceda la condecoración. Novena. Placa del Valor. La «Placa del Valor» podrá concederse, por acumulación de méritos, expresión de un esfuerzo constante y fructífero o a quienes, por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras en hechos heroicos y combates, mantengan, con riesgo de su vida, la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. Para que pueda concederse esta condecoración será preciso estar en posesión de la «Medalla del Valor». Los individuos de tropa que posean la «Placa del Valor», ocuparán, en toda formación, lugar preferente, pero a continuación de los condecorados con la «Medalla de la Libertad». Décima. Pensiones anexas a la Placa del Valor. Los condecorados con la «Placa del Valor», percibirán: generales y jefes, 2000 pesetas anuales; oficiales, 1500 pesetas anuales; clases y soldados, 1000 pesetas anuales. Todas durante cinco años y a partir de la revista siguiente a la fecha de la antigüedad con que se conceda la condecoración. Undécima. Ascenso al empleo inmediato. Podrá ser recompensado con el ascenso al empleo inmediato, en si Arma o Cuerpo y Escala, el personal del Ejército que se hubiere distinguido notoriamente en actos de guerra de su propia iniciativa o en cumplimiento de órdenes recibidas. Tiende esta recompensa a dotar con personal competente y capacitado las distintas escalas del Ejército en beneficio de la Patria, y por ello habrá de cuidarse muy especialmente que antes de formularse la correspondiente propuesta sea comprobada la Co

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revelación de cualidades que aseguren la plena capacidad del interesado para ejercer con el debido acierto el mando superior para el que se estime se ha hecho acreedor. Atendiendo, pues, a aquella primordial finalidad, sobre todo para el ascenso de los oficiales y jefes, ni la importancia del resultado obtenido, ni el mérito de una acción, ni el ser herido han de ser por sí solos circunstancias determinantes para ascender, ya que ha de atenderse especialmente a la comprobada revelación de cualidades que aseguren la plena capacidad del propuesto para el ejercicio de mandos superiores a los de su empleo. Por otra parte, habrá de tenerse muy en cuenta que los méritos han de deducirse de los resultados obtenidos por la actuación del interesado en combate en distintas ocasiones: cómo conduce sus fuerzas y logra el objetivo que particularmente se le señala, acrecentando los méritos la desproporción entre sus fuerzas y las contrarias, la desigualdad de armamento, etc. Los ascensos a los empleos de cabos y sargentos por méritos de guerra se otorgarán por el jefe del Ejército de operaciones, a propuesta del jefe de columnas o unidad, dando cuenta a la Subsecretaría correspondiente de este Ministerio para su confirmación. Estos ascensos de soldados y cabos se concederán en premio a meritorios servicios de guerra, siempre que los agraciados posean las condiciones que les hagan aptos para el desempeño del empleo que se les confiere. No obstante lo expuesto en la presente norma, los jefes de Ejército podrán asimismo conceder, cuando el Ministro de Defensa Nacional los autorice para ello, ascensos a cabo, sargento y teniente en el propio campo de batalla, en los casos verdaderamente excepcionales, dando cuenta después a la Subsecretaría correspondiente de este Ministerio para su confirmación en el Diario Oficial, mediante razonado escrito en el que se especificarán y quedarán debidamente acreditados los méritos contraídos por el interesado que sirvieron de base para este ascenso. Dichos jefes de Ejército serán responsables de los ascensos así concedidos que hubieren sido indebidamente otorgados. La antigüedad en los ascensos por méritos de guerra será la del hecho último por el cual se formule la propuesta. Duodécima. Medalla de la Libertad. Esta condecoración se otorgará por méritos y servicios de campaña verdaderamente extraordinarios, cuando el valor llegue al heroísmo y las aptitudes profesionales a lo genial, puestas de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresaliente, en una o varias operaciones de guerra de señalada importancia o trascendencia. Cuando se trate de hechos excepcionales, podrá ser impuesta en el propio campo de batalla por el jefe del Ejército a que pertenezca el interesado, quien se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta de ello al Ministro de Defensa Nacional para su confirmación. La imposición de esta Medalla se hará sin tardanza, una vez publicada la concesión en el Diario Oficial o en la orden general del Ejército, ante las fuerzas que al efecto puedan reunirse de Cuerpo de Ejército, División, Brigada, Batallón o Unidad análoga, en que sea primero o segundo jefe o sirva el beneficiado, por el jefe del Ejército de quien dependan las fuerzas a que pertenezca el interesado, o por la persona que con tal fin nombre éste. Los individuos de tropa que ostenten la «Medalla de la Libertad», formarán en primer lugar en la compañía, escuadrón, batería o unidad análoga a la que pertenezcan, y en cabeza, por antigüedad, los que hubieran obtenido la concesión en el propio campo de batalla, por lo excepcional del mérito. Unos y otros, sin embargo, detrás siempre de los condecorados con la «Placa Laureada de Madrid». Decimotercera. Medalla de Sufrimientos por la Patria. Tendrán derecho a esta condecoración: a) Los heridos en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales, siempre que el hecho no fuese producido por imprudencia temeraria del que la sufrió y teniendo en cuenta más que el número de hospitalidades, las mayores penalidades y sufrimientos físicos hasta su curación, en la que habrán de invertir un mínimo de veinte días. Co

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Esta condecoración será compatible con la concesión de las recompensas que en estas normas se expresan y podrá otorgarse con cualquiera de las establecidas, sin que esta circunstancia lleve consigo derecho de preferencia sobre los demás individuos que sólo sean propuestos por méritos contraídos. También tendrán derecho a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» las madres de los muertos en campaña de resultas de heridas sufridas en la misma, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madre del fallecido. Se otorgarán la mencionada medalla como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del Cuerpo o de Unidad respectiva, o por instancia del interesado, y todas se resolverán mediante la apertura del oportuno expediente, en el que queden comprobadas las condiciones requeridas. También podrán hacer las propuestas los directores de hospitales o jefes de Sanidad de las plazas respectivas, según los casos, debiendo remitirlas al jefe del Cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso o directamente al Ministerio de Defensa Nacional, si se tratase de un paisano. Las instancias, documentadas, se remitirán directamente al Ministerio de Defensa Nacional. El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del Estado, provincia o municipio, que anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concursos o convocatorias. Decimocuarta. Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Esta condecoración será honorífica y tendrán derecho a ella todos los que, directa o indirectamente, hayan contribuido eficazmente en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión extranjera. Se concederá únicamente al final de la campaña, a propuesta de los jefes de Cuerpo o Unidad, Centros y Dependencias del Estado, en cuyas propuestas quedarán plenamente acreditados los relevantes servicios prestados por el ciudadano que se trate de recompensar. Decimoquinta. Premios especiales. Sin perjuicio de las recompensas enumeradas y a que todo individuo puede hacerse acreedor por los méritos de guerra realizados durante la actual campaña, podrán también ser premiados aquellos que más se hayan distinguido por su entusiasmo y constancia en la defensa de las libertades del Pueblo, con un objeto militar, en el que se estampará una dedicatoria de la República. Este premio no podrá otorgarse en ningún caso sin autorización expresa del Ministro de Defensa Nacional, al que se elevará en todos ellos razonada propuesta individual por la autoridad militar o civil que conozca esta actuación destacada del interesado en defensa de las libertades del Pueblo antes y con posterioridad al 19 de julio de 1936. Decimoquinta. Recompensas colectivas. a) «Distintivo del Valor». b) «Distintivo de Madrid». Estas recompensas serán independientes de las individuales y podrán otorgarse a las Unidades organizadas cuyos méritos sean análogos, en el primero de los casos, a los exigidos en estas normas para otorgar individualmente la «Placa del Valor» y en el segundo, a los exigidos individualmente también para la «Placa Laureada de Madrid». Los indicados distintivos los ostentarán las banderas o enseñas de las unidades a las que se otorgase aquellos. Su concesión corresponde al Gobierno, a propuesta del Ministro de Defensa Nacional. Decimoséptima. La «Placa Laureada de Madrid», se otorgará con arreglo a lo estatuido en el reglamento de la indicada condecoración, aprobado por decreto de 16 de mayo de 1937 (DO número 126). Decimoctava. Tramitación de propuestas. Toda propuesta para el otorgamiento de recompensas, será individual y deberá ajustarse al modelo que se inserta al final de estas normas, informando en ella el jefe de la Unidad que la inicie, el comisario político de la Co

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misma y el jefe y Comisario político del Ejército del que forme parte. Dicho jefe de Ejército, dispondrá la apertura de una información cuando la propuesta contenga méritos que puedan hallarse comprendidos en los preceptos de estas normas para la concesión de la «Medalla del Valor», «Placa del Valor» y «Medalla de la Libertad», en cuya información deberán quedar plenamente comprobados los méritos del propuesto, así como las condiciones v circunstancias exigidas para la recompensa a la que se le considere acreedor, a cuyo efecto nombrará un juez de categoría superior al propuesto o de la de coronel para los de este empleo, y superior, con secretario de la categoría de cabo, cuando los méritos que hayan de enjuiciarse correspondan a un soldado, cabo o sargento; de la categoría de sargento hasta el empleo de capitán y de la de oficial para jefes y generales. Ultimada que sea la indicada información, se remitirá por el juez al jefe del Ejército, quien a la vista de la misma, y con el conocimiento que tenga del caso, informará la propuesta, cursando ambos documentos a la Subsecretaría del Ejército de Tierra (Sección de Personal—Negociado de Recompensas) para su resolución, previo informe del Gabinete de Información y Control, en relación con su clasificación. Quedan exentos de la información citada los soldados y cabos cuando la propuesta sea para la «Medalla del Valor», exigiéndoseles únicamente para la «Placa del Valor» y «Medalla de la Libertad». En los casos aislados de que tenga conocimiento cualquier autoridad civil, la propuesta será formulada por ésta y cursada al Ministerio de Defensa Nacional para su resolución a través de la autoridad militar correspondiente y de acuerdo con ésta.

Normas transitorias Primera. Las pensiones señaladas en estas normas para las recompensas que en las mismas se citan, subsistirán de modo invariable —salvo caso de sentencia condenatoria de tribunal competente— hasta el término de los plazos por que fueron concedidas, cualquiera que llegase a ser la categoría o situación de los interesados. Las condecoraciones que se concedan al personal civil, serán siempre honoríficas. Segunda. Los desaparecidos o muertos en acción de guerra o de resultas de sus heridas, sin haber sido dados de alta para el servicio, legarán a sus familiares, en concepto de pensión, el sueldo entero del empleo que poseían al ocurrir el hecho. Del mismo beneficio gozarán también las familias de aquéllos que hallándose en campo faccioso, fuesen fusilados por su afección al régimen republicano o falleciesen en las cárceles, donde hubieran sido recluidos con tal motivo, una vez probada la indicada circunstancia. Tercera. Por el mismo hecho no podrá otorgarse más de una condecoración a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás Cuarta. La concesión o negativa de recompensas hechas con sujeción a los términos de estas normas, será definitiva y respecto a ellas no cabrá reclamación alguna en el sentido de anulación, cambio o mejora, prohibiéndose en absoluto enterar a nadie del estado de los expedientes o propuestas durante su tramitación, ni hacer gestiones en pro o en contra de quienes los tengan que examinar, juzgando estos actos como falta de dignidad profesional e incluso podrán dejarse aquéllos sin ulterior resolución, dándose a los actos que en este sentido se realicen la mayor publicidad. Quinta. Las características y diseños de las distintas condecoraciones y distintivos especificados en estas normas, se publicarán oportunamente en el Diario Oficial o Colección Legislativa. Sexta. Se prohíbe el uso de las antiguas condecoraciones de guerra, hasta que una vez terminada la campaña, o antes, si se considera oportuno, resuelva el Gobierno sobre el particular. Séptima. Continúa en vigor la facultad conferida al Ministro de Defensa Nacional por decreto de 13 de octubre de 1936 (DO número 210), para otorgar durante la actual campaña empleos hasta coronel, por circunstancias especiales, en las condiciones que el mismo Co

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establece, dando cuenta a las Cortes de los ascensos o empleos así otorgados. Octava. No obstante lo determinado en las presentes normas, el Ministro de Defensa Nacional, en casos excepcionales de verdadero mérito, podrá conceder cualquier recompensa, prescindiendo de los trámites marcados en las mismas. Y teniendo en cuenta la anormalidad padecida hasta la fecha en este orden, cuantos ascensos hayan sido conferidos por méritos de guerra y publicados en el Diario Oficial, sin ajustarse a las disposiciones reglamentarias, quedan legalizados. Cuantos ascensos se concedan por méritos contraídos con anterioridad de dicha fecha, quedando todos ellos cancelados al otorgarse el ascenso. Esta cancelación alcanzará también a los ascensos otorgados hasta la fecha por méritos de guerra durante la actual campaña. Las correspondientes relaciones de recompensas se irán publicando sucesivamente en el Diario Oficial, debiendo los jefes de los Ejércitos y Cuerpos de Ejército remitir, por excepción y con la máxima urgencia, prescindiendo de información en este caso, las correspondientes propuestas individuales de aquellos que, habiéndose distinguido notablemente desde el principio de la campaña hasta el 22 del corriente mes, les consideren acreedores al ascenso u otra recompensa, ajustando la citada propuesta al formulario inserto a continuación de las presentes normas. Novena. Los ascensos que se concedan al personal que posea empleo «provisional», «de Milicias» o «en campaña», procedente de éstas o de las Escuelas Populares de Guerra, tendrán dentro de la Escala correspondiente de «provisionales», «de Milicias» o de la «de campaña». Orden circular número 7121, de 28 de abril de 1938 (DOMDN número 103, del 30). Abriendo concurso para elegir modelos de recompensas. El decreto de este ministerio, de 23 de enero del presente año, establece como recompensas de guerra, para la actual campaña, las siguientes condecoraciones: «Medalla del Deber», «Medalla del Valor», «Placa del Valor», «Medalla de la Libertad», «Medalla de Sufrimientos por la Patria», «Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia». Ante la necesidad de dotar estas condecoraciones de un distintivo que corresponda a la magnitud de los hechos recompensados y que sirva de expresión y galardón públicos de los mismos, este Ministerio ha resuelto se abra un concurso, de acuerdo con las siguientes bases: 1.ª Podrán concurrir a este concurso todos los españoles residentes en la zona leal, sean civiles o militares. 2.ª Se abre un plazo de admisión de modelos, por ocho días, a partir de la publicación de estas bases. 3.ª Los bocetos irán diseñados sobre cartulina, a pluma o acuarela, representando, los de las medallas, el anverso y reverso de las mismas, y el de la placa tan solo una cara. 4.ª El tamaño de los diseños no excederá de diez centímetros en las medallas, ni de quince centímetros en la placa. 5.ª Cada concursante no podrá presentar más de un boceto de cada una de las condecoraciones. 6.ª Los bocetos deberán ir firmados por sus autores y serán remitidos a la Subsecretaría del Ejército de Tierra. 7.ª Finalizado el plazo de admisión, dicha Subsecretaría procederá, previo el asesoramiento técnico necesario, a la elección de los modelos que serán declarados reglamentarios. 8.ª Los modelos elegidos serán premiados con 1000 pesetas cada uno, concediéndose por cada una de las condecoraciones, dos accésits de 500 y 250 pesetas. 9.ª Los modelos premiados quedarán de propiedad del Ministerio de Defensa Nacional. 10. No se devolverá ninguno de los originales presentados. Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Co

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Aprobación de los bocetos. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla del Deber. Premio: al boceto de Briones y Espert. Primer accésit: al boceto de A. Simón Fuentes. Segundo accésit: al boceto de A. Doménech. Medalla del Valor. Premio: al boceto de Manuela Ballester. Primer accésit: al boceto de Luis García Gallo. Segundo accésit: al boceto de Pedraza Blanco. Placa del Valor. Considerando la poca calidad de los bocetos presentadas y teniendo presente la importancia de esta condecoración, se declaran desiertos los premios y se abre un nuevo concurso, cuyas bases serán objeto de una orden circular. Medalla de la Libertad. Premio: al boceto de Espert y Briones. Primer accésit: al boceto de Rubio. Segundo accésit: al boceto de Manuela Ballester. Medalla de Sufrimientos por la Patria. Premio: al boceto de Espert y Briones. Primer accésit: al boceto de Juan José Moreno «Cheché». Segundo accésit: al boceto de Francisco T. Maristany. Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Premio: al boceto de Luis García Gallo. Primer accésit: al boceto de Elisa Piqueras. Segundo accésit: al boceto de Juan José Moreno «Cheché». Por la Intendencia Central se habilitará con toda urgencia el crédito necesario, en el plazo de quince días, para hacer efectivos estos premios, de acuerdo con la ya citada orden circular número 7121 (DO número 103). Los autores de los bocetos deberán urgentemente presentarse en esta Subsecretaría del Ejército de Tierra (Secretaría Técnica) o remitir a la misma su residencia y domicilio, para recibir la credencial con la que se les harán efectivos los premios obtenidos. Concurso de la Subsecretaría del Ejército de Tierra19. Teniendo necesidad la Subsecretaría, del Ministerio de Defensa Nacional, Ejército de Tierra, de proceder con la mayor urgencia factible a acuñar los bocetos que han sido premiados de las condecoraciones que establece el decreto de 23 de enero último, se abre un concurso, entre todos los fabricantes de acuñación de medallas y distintivos militares de esta plaza, para tomar parte en dicha acuñación, sujetándose a las condiciones siguientes: Primera. En un plazo improrrogable de diez días pueden presentar por escrito en la Subsecretaría del Ejército de Tierra, sita en la calle de Muntaner, número 462, precio por unidad de medalla acuñada; número de éstas que pudieran entregar semanalmente y si disponen de la clase de material que se necesita para esta clase de acuñación (cobre). Segunda. Unido a la medalla y sirviendo de sostén a ésta irá un trozo de cinta de seda, con los colores de la bandera nacional, de cuatro centímetros de largo, con su pasador correspondiente. Tercera. Los modelos de los bocetos están a disposición de las casas concursantes en la Subsecretaría (Secretaría Técnica), y cuantos datos deseen adquirir relacionados con dicho concurso les serán facilitados en la misma oficina, de once a una. Cuarta. El cobro de los lotes que se les adjudique a las casas que mejores condiciones presenten, será por semanas, previa entrega del número de medallas anteriormente convenido.

19 En La Vanguardia de 26 de mayo de 1938, p. 10. El concurso fue publicado en sucesivas ediciones: 31 de mayo,

p. 12, 3 de junio, p. 8 y 4 de junio, p. 3. Corte

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Quinto. Pasado el plazo señalado de la fecha indicada anteriormente, no será dada por recibida ninguna clase de oferta. Orden circular número 11590, de 24 de junio de 1938 (DOMDN número 158, del 27). Recompensas. No obstante lo dispuesto en las normas dictadas por orden circular número 7002, de 24 de abril último (DO número 101) para desarrollo y aplicación del decreto número 74, de 20 de dicho mes (DO número 98), que determina las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña, se viene observando con relativa frecuencia que las propuestas para premiar servicios de guerra, no vienen ajustadas a lo determinado en las mismas. En su vista, he resuelto: Primero. Recordar el más exacto cumplimiento de dichas normas en lo que a formalización de propuestas por méritos de guerra se refiere. Segundo. Cuando por circunstancias especiales las correspondientes propuestas las formulen autoridades distintas a las determinadas en las mencionadas normas, habrá de acompañarse a las mismas, el informe de los jefes a cuyas órdenes operaron los propuestos, y si esto tampoco fuese posible, se sustituirá por una declaración jurada de los interesados, en la que se harán responsables de la veracidad de los hechos que en las mismas se hagan constar, bien entendido que si antes o después de aprobada la propuesta se probase lo contrario de lo expuesto, quedará anulada la recompensa concedida, sin perjuicio de exigir la responsabilidad a que hubiere lugar. Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas. Establecidas las recompensas que podrán concederse por méritos de guerra durante la actual campaña por decreto de 23 de enero último (DO número 22), ampliado y modificado por otro número 74, de 22 de abril (DO número 98), y aprobados los bocetos para las condecoraciones por órdenes circulares números 7935, de 10 de mayo y 11642, de 27 de junio último (DO números 113 y 159), he resuelto lo siguiente: Primero. Las indicadas condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse solamente un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla, como distintivo de la posesión de la recompensa. Tercero. Queda autorizada la industria privada para la libre confección y venta de estas condecoraciones20.

Características que se citan Medalla del Valor

El conjunto tendrá el tamaño de 42 por 35 milímetros, y será de metal esmaltado en los siguientes colores: el casco y la espada, gris acero; la base, imitando piedra granito con la leyenda VALOR en oro, y verde la corona de laurel. El reverso llevará una presilla por la que pasará y sujetará una cinta de seda roja de 35

20 En el Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional encontramos concesiones de todas estas medallas.

También se da cuenta en la prensa de las concesiones y ocasionalmente de los actos de imposición, pero hasta la fecha, no he encontrado una prueba gráfica de su entrega. No ha sido posible encontrar los fabricantes que se presentan al concurso, pero parece que sólo la firma Castells pudo haber confeccionado los troqueles y matrices. Es preciso recordar que apenas cuatro meses después de estas disposiciones terminaba la guerra por lo que es muy probable que no diera tiempo a su confección y entrega masiva. Coincidiendo con el cierre de esta firma en los años ochenta, aparecen varias planchas de medallas sin recortar, por lo que es fácil suponer, por tanto, que las que pueden encontrarse a la venta o en manos de coleccionistas procedan de éstas, convenientemente recortadas y envejecidas. Co

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milímetros de ancho por 70 de largo, redondeada por la parte inferior, que sobresaldrá 10 milímetros desde el cruce de las ramas de laurel, y la superior irá unida a un pasador de metal dorado.

Medalla de la Libertad En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda de color azul celeste de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado.

Medalla del Deber En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda de color verde de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado.

Medalla de Sufrimientos por la Patria En bronce o en cobre o metal bronceados de 35 por 35 milímetros, suspendida por una cinta de seda de color amarillo de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, sujeta por medio de un pasador de metal dorado. Los heridos llevarán bordada un aspa roja cruzando la cinta, cuyas barras tendrán dos milímetros de ancho.

Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda con los colores nacionales, en sentido vertical, de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado. Circular número 23747, de 22 noviembre de 1938 (DOMDN número 309, del 25). Concesión y tramitación de recompensas militares. Como ampliación a las normas dictadas por orden circular número 7002, de 24 de abril último (DO número 101), para aplicación del decreto de 23 de enero anterior DO número 22), ampliado y modificado por el del 22 del citado abril (DO número 98), y con el fin de regular y activar la concesión de recompensas, especialmente por lo que afecta al señalamiento de las antigüedades que debe asignarse a los ascendidos por méritos de guerra con sujeción a las mismas, he resuelto lo siguiente: Primero. A partir de la publicación de la presente circular, las propuestas de recompensas por méritos en campaña se formularán por los períodos de tiempo siguientes: el primero comprenderá desde el 19 de julio de 1936 hasta el 22 de abril del año actual; el segundo, desde esta última fecha hasta el día 30 del pasado mes de septiembre, y el tercero y sucesivos serán de tres meses cada uno. Segundo. La antigüedad en los empleos que se otorguen en lo sucesivo será la de final de cada período, esto es para el primero la de 22 de abril último; para el segundo, la de 30 de septiembre pasado, y para el tercero y sucesivos la del último día de mes en que finalice el período trimestral. Tercero. Todas las propuestas que se formulen a partir de la publicación de la presente disposición se referirán únicamente a servicios prestados y méritos contraídos por los interesados dentro del período por el que se formulen aquéllas. Dato éste que se hará constar en las mismas. Cuarto. Dichas propuestas serán cursadas por los jefes del Ejército y ajustadas al formulario y normas generales dictadas por la ya citada circular número 7002 de 24 de abril (DO número 101), precisamente a este ministerio de Defensa Nacional (Subsecretaría del Ejército de Tierra, Negociado de recompensas), dentro de la segunda quincena del mes siguiente al de la terminación de cada periodo, y Quinto. Serán devueltas a su procedencia las que no se ajusten a las normas en vigor ya citadas y preceptos de la presente disposición. Co

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En Gaceta de Tenerife, de 22 de octubre de 1932

En La Vanguardia, de 22 de enero de 1938, p. 1

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Medalla conmemorativa de campaña Referencias. Calvó nº 262; Grávalos-Calvo nº 426; Guerra nº 845

Decreto de 17 de noviembre de 1931 (Gaceta de Madrid número 322, del 18). Creando una única medalla conmemorativa de campaña. Al objeto de unificar las distintas medallas en uso, conmemorativas de las campañas de nuestro ejército, a propuesta del Ministro de la Guerra, el Gobierno de la República, decreta: Artículo 1.º Se crea una única Medalla conmemorativa de campañas, cuyo diseño se publicará en la Colección Legislativa del Ministerio de la Guerra, y que consta: de cinta de 30 milímetros de ancha, sobre fondo amarillo y con franjas o bordes de color azul intenso; medalla de bronce: es de forma rectangular, de 22 por 31 milímetros, con el lado inferior en arco y los ángulos superiores achatados. Sobre ella va una corona mural y está rodeada de laurel y roble en su mitad superior. Anverso: una figura representando “El valor” y la leyenda: LA PATRIA AL EJÉRCITO EN CAMPAÑA. Reverso: el escudo de España con la bandera, trofeos y una leyenda que dice: ESPAÑA. Pasadores: sobre la cinta irán uno, dos o tres pasadores, con las únicas inscripciones de CUBA, FILIPINAS o MARRUECOS, recordando cada una de las grandes campañas desarrolladas en distintos territorios. La medalla que se acaba de describir es idéntica para generales, jefes, oficiales y tropa. Artículo 2.º Queda prohibido el uso de las antiguas medallas de campañas y cuantos estaban autorizados para ello podrán ostentar la de nueva creación sin necesidad de solicitarlo del Ministerio de la Guerra, cualquiera que sea el pasador con que la tuviesen concedida; pasador o pasadores que sustituirán por el correspondiente de los tres únicos que pueden llevarse en la cinta. Los heridos seguirán llevando el aspa roja.

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Orden circular de 14 de enero de 1932 (CL número 25). Disponiendo que ha de observarse por las autoridades facultadas para otorgar la Medalla conmemorativa de campañas. Vista la consulta formulada en 11 del anterior por el general de la tercera división orgánica sobre atribuciones para otorgar la medalla conmemorativa de las campañas, creada por decreto de 17 de noviembre último (CL número 839); teniendo en cuenta la circular de 18 de agosto de 1919 (CL número 308) y lo establecido en el artículo cuarto del Co

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decreto de 16 de junio próximo pasado (CL número 339), he resuelto que para la concesión de la medalla conmemorativa de las campañas de nueva creación se observe cuanto dispone la referida circular de 18 de agosto de 1919, cuya vigencia se mantiene, teniendo en cuenta las autoridades facultadas para tal concesión, que las condiciones necesarias para el derecho al uso de estas condecoraciones son las mismas que se marcaron en las disposiciones de institución de las suprimidas medallas.

Orden de 27 de noviembre de 1937 (BOE número 404, del 28). Suprimiendo la Medalla única conmemorativa de nuestras campañas, creada por decreto de 17 de noviembre de 1931. Desde muy antiguo ha sido regla en nuestro Ejército, y lo es en casi todos los demás, al terminar una campaña crear una Medalla conmemorativa de ella que pueda ser ostentada por cuantos generales, jefes, oficiales y soldados tomaron parte en la misma. Por decreto de la Presidencia del Gobierno de la funesta República que tantos daños y dolores ha causado a la Patria, de 17 de noviembre de 1931 (DO número 259) se prohibió el uso de esas medallas y se creó la medalla única para todas las campañas, con diversos pasadores. Quien, tal disposición dictó, ignoraba ciertamente el valor emotivo de esas condecoraciones, algunas de las cuales se llevan con íntimo orgullo por la importancia de los triunfos conseguidos en las guerras que rememoran, lo duro y sangriento de los combates en ellas librados o las grandes penalidades que hubo necesidad de soportar. Esas medallas son una patente bien visible de la actuación militar de quien las posee, que forzosamente ha de tenerlas en gran estima, pues le recuerdan momentos gozosos de triunfo y también trances difíciles y penosos de guerra, despertando en él un sentimiento de atracción y simpatía al ver en otro pecho esas mismas medallas. Por todo lo expuesto, S. E. el Generalísimo de los Ejércitos Nacionales ha tenido a bien disponer lo siguiente: Queda suprimida la Medalla única conmemorativa de nuestras campañas creada por la República en la fecha anteriormente citada, pudiendo volver a usarse todas las de la expresada condición que antes existían, sin variación alguna en ellas ni en sus cintas.

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Ciudadano de Honor Decreto de 23 de marzo de 1934 (Gaceta de Madrid número 84, del 25) Relativo a la creación del nombramiento de Ciudadano de Honor. La ocasión que brinda todos los años el 14 de abril para actos simbólicos que permitan elevar en el pueblo la conciencia ciudadana, es tan valiosa, que el Gobierno ha creído oportuno tomar la iniciativa de una institución nueva, la Ciudadanía de Honor. Con este fin, a propuesta del Presidente del Consejo de Ministros y del Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes, Vengo en decretar: Artículo único. Un ciudadano ejemplar, designado en las condiciones que más adelante se detallan, recibirá, el 14 de abril, como distinción suprema de la Nación, el nombramiento de Ciudadano de Honor. El ciudadano así elegido por su vida ejemplar al servicio de la Nación, gozará de las siguientes prerrogativas: El Gobierno dará cuenta a las Cortes de su nombramiento. El Ciudadano de Honor tendrá honores y precedencia inmediatamente después de los miembros del Gobierno y recibirá de la Nación una medalla de oro especialmente grabada, que llevará en el anverso una alegoría de la República y en el reverso la mención siguiente: “La Nación, agradecida, nombra Ciudadano de Honor a D..., el 14 de abril de 19..., Fiesta Nacional.” El Ciudadano de Honor se elegirá cada año por un Comité de Honor, compuesto de S. E. el Presidente de la República, S. E. el Presidente de las Cortes de la República, S. E. el Presidente del Tribunal de Garantías Constitucionales, S. E. el Presidente del Consejo de Ministros; todos los ciudadanos que hayan desempeñado cualquiera de las altas funciones arriba enumeradas y todos los Ciudadanos de Honor21. En ningún caso podrán derogarse las reglas absolutas, prescribiendo que sólo podrá elegirse cada año un Ciudadano de Honor, y que este nombramiento se hará precisamente con ocasión del 14 de abril. El Ministro de Instrucción pública y Bellas Artes queda encargado de adoptar las medidas necesarias para la ejecución de este decreto.

21 El nombramiento de 1934 correspondió a Manuel Bartolomé Cossio y el de 1935 a Miguel de Unamuno y Jugo.

No consta que en 1936 y años posteriores se concediera esta distinción. Corte

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Medalla del Centro del Ejército y la Armada Referencias. Guerra nº 846 ca. 1934. La medalla es de metal plateado y ovalada de 31 por 39 milímetros. La cinta de este ejemplar lleva los colores republicanos en tres listas iguales de rojo, amarillo y morado. El anverso lleva un busto con casco rodeado de la inscripción SI VIS PACEM PARA BELLUM, con corona mural y leyenda CENTRO DEL EJ[ÉRCITO]TO. Y DE LA ARMADA. El reverso lleva la inscripción CONCURSO NACIONAL DE PATRULLAS MILITARES 193422.

22 ABC. 27 de diciembre de 1934, p. 10. Incluye fotografías de su entrega a la Sección de Regulares de Melilla que

tomó parte en el concurso.

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Medalla de los defensores de Oviedo en la revolución de octubre de 1934

Referencias. Guerra nº 848 ca. 193423. Medalla ovalada en plata o metal plateado de 22 por 28 milímetros. Lleva en todo su contorno unas ramas de laurel y sobre ellas una cartela por ambas caras que se une a una coronal mural que a su vez lleva una anilla para pasar una cinta o cadena. En el anverso lleva la catedral de Oviedo en la que destaca su torre y en la cartela la inscripción A LOS DEFENSORES DE LA CIUDAD DE OVIEDO. El reverso lleva el escudo de Oviedo y en la cartela la inscripción REVOLUCIÓN, 5 AL 13 DE OCTUBRE 1934. Existen otros ejemplares, todos ellos sin cinta, relativos a estos sucesos24: — De plata, ovalada de 28 por 20 milímetros y coronada por mural maciza. Anverso: Catedral de Oviedo en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda A LOS DEFENSORES DE LA CIUDAD DE OVIEDO. Reverso: Virgen de Covadonga en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda NTRA. SEÑORA DE COVADONGA. — De plata, ovalada de 21 por 15 milímetros y coronada por mural maciza. Anverso: Catedral de Oviedo en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda OVIEDO CIUDAD MÁRTIR * REVOLUCIÓN AÑO 1934. Reverso: Virgen de Covadonga en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda NTRA. SEÑORA DE COVADONGA. — De plata, ovalada de 26 por 20 milímetros y coronada por mural maciza. Anverso: Escudo de Oviedo en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda REVOLUCIÓN 5 AL 13 OCTUBRE 1934. Reverso: Virgen de Covadonga en un óvalo orlado de laurel y alrededor la leyenda NTRA. SEÑORA DE COVADONGA. — De plata. Anverso: DOCE DE OCTUBRE 1934 / OVIEDO. Reverso: NUESTRA SEÑORA DE COVADONGA / ASTURIAS.

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23 Informaciones complementarias, cortesía de Ana María Herrero Montero, archivera municipal del Archivo

Municipal de Oviedo. Este ejemplar lleva una cinta de los colores de la república, pero no necesariamente formaría parte del modelo original del cual se desconoce si pendía de cinta y por tanto sus colores y distribución de los mismos, o de cadena. Hasta la fecha, las investigaciones realizadas no permiten concluir si se trata de un ejemplar creado en la época o una acuñación conmemorativa posterior.

En las actas municipales pueden encontrarse estas referencias: 7 de junio de 1935. El alcalde se refiere a la petición que hicieron los Guardias de Asalto y los Guardias Civiles

solicitando la creación de una medalla conmemorativa de los sucesos de octubre y pide que se despache. 26 de junio de 1935. El Concejal Cantalapiedra se interesa por que se despache pronto, en un sentido u otro, la

petición de medalla conmemorativa hecha por los Guardias de Asalto y los Guardias Civiles. El 12 de octubre de 1935, se realizó un acto conmemorativo con un homenaje a los caídos y la entrega de la

bandera a la Guardia Civil, pero ni consta que se llevara a efecto la entrega de las medallas, ni que se llegaran a aprobar por los ministerios.

24 Catálogo de medallas del Archivo Municipal del ayuntamiento de Oviedo. Oviedo, 2014, pp. 60-61. Corte

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Medalla de los defensores de Castrillón Sesión ordinaria de 16 de noviembre de 193425. 6.º Reconocida con satisfacción la abnegada y valerosa defensa mantenida por la fuerza armada del concejo durante los pasados sucesos revolucionarios, así como el patriótico comportamiento del personal de teléfonos, la corporación, creyendo recoger el anhelo popular tomó, a propuesta del concejal D. F. F., adquirir medallas conmemorativas para condecorar a los que tomaron parte en la sofocación del movimiento, como prueba de gratitud y de recompensa a los meritorios servicios que han prestado. Otros datos. El anverso lleva una alegoría con una figura femenina que en su brazo derecho sostiene una rama de laurel y en la izquierda una figura alada. El reverso lleva inscripción en ocho líneas EL PUEBLO / DE / CASTRILLÓN / AGRADECIDO A SUS / DEFENSORES / DURANTE LOS SUCESOS / REVOLUCIONARIOS / OCTUBRE 1934.

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25 Cortesía de Ana Meana Pedroarias, Archivera Municipal del Ayuntamiento de Castrillón. Se inserta únicamente

lo que interesa a este epígrafe. Corte

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Medalla de los defensores de Avilés Referencias. Guerra nº 849

Acta número 15, de 14 de diciembre de 1934. Se acuerda crear esta medalla para premiar a los defensores durante la Revolución de Octubre. Otros datos. Confeccionada en los talleres de Luis Menéndez, joyero de Oviedo donde se confeccionaron ocho medallas de oro, ciento veintiuna de plata y quinientas veintitrés de cobre26. El anverso lleva una alegoría con una figura femenina y un niño, implorantes ante un guerrero apoyado en el escudo de armas de la ciudad27, sosteniendo la balanza de la justicia en el brazo derecho. Espigas en los márgenes. El reverso lleva la inscripción en ocho líneas LA VILLA DE / AVILÉS / AGRADECIDA A SUS / DEFENSORES / DURANTE LA HUELGA / REVOLUCIONARIA / OCTUBRE / 1934. Espigas en los márgenes. La cinta habitualmente es negra, pero hay ejemplares que la llevan de los colores nacionales. El Ayuntamiento de Avilés creó la medalla para conmemorar los actos de heroísmo registrados en los sucesos de octubre. Sería de tres clases: oro, plata y bronce. Las de oro se concederían al general López Ochoa, alcalde, juez de instrucción, subdelegado de Marina, secretario del Ayuntamiento, regimiento de Infantería número 12 y Carlos Logo y Salas; las de plata a los ciudadanos que cooperaron a la defensa de las Consistoriales, y las de bronce, a las fuerzas de la Guardia Civil, Carabineros, Asalto, Seguridad, Policía Urbana y Cruz Roja28. El 23 de abril de 1935 se celebró en Avilés el acto de imponer las medallas de la villa a las fuerzas, del Regimiento número 12 y elementos civiles que contribuyeron a la defensa del pueblo del Adelantado de la Florida29.

26 CASTAÑÓN, Luciano. “Medallística Avilesina”. En Boletín del Instituto de Estudios Asturianos. Núm. 109-110.

Año XXXVII. Oviedo. Mayo-diciembre de 1983. pp. 663-670, p. 334. 27 En campo de gules y sobre ondas de azur y plata, una nave de tres palos, de oro, con velas desplegadas de

plata, con una sierra en la proa, con una cruz de oro en el palo mayor, embistiendo unas cadenas soportadas por dos torres de oro. En los palos mayor y trinquete, una bandera corneta de plata en cada uno, y en el palo de mesana una bandera corneta cuartelada de azur y plata.

28 En ABC de 3 de noviembre de 1934, p. 26. 29 En ABC de 24 de abril de 1935, p. 29. Co

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Distintivo de la ocupación de Ifni Referencias. Calvó nº 264; Grávalos-Calvo nº 440; Guerra nº 847

Decreto de 2 de octubre de 1935 (CL número 640). Crea un distintivo para el personal del Ejército que tomó parte en la ocupación del territorio de Ifni.

Conforme con la iniciativa del Presidente del Consejo de Ministros, de acuerdo con el consejo y a propuesta del Ministro de la Guerra, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo 1.º Se crea un distintivo para el personal del Ejército que tomó parte en la ocupación del territorio de Ifni. Artículo 2.º Este distintivo consistirá en lo siguiente: sobre un disco de tela o paño, idéntico al del uniforme sobre el que haya de usarse, de un diámetro de 45 milímetros, una rama de palma bordada en oro, y otra de roble en seda verde, con las nervaduras y bellotas en oro, enlazados por una cinta bordada en seda de color verde, con la inscripción en oro IFNI, 6-4-1934, como fecha de la ocupación, también en oro, en el reverso del extremo de la cinta, que según el dibujo, enlaza con la rama de palma, cerrarán un círculo de fondo azul celeste en el que destacará la silueta de una alcazaba bordada en seda de color siena natural, lo mismo que la parte de terreno visible, que se señalará con trazos bordados en hilo de color sepia Artículo 3.º Se usará sobre la parte exterior de la manga del brazo izquierdo y a mitad de distancia, entre el codo y el hombro. Artículo 4.º Se concederá por unas sola vez a los que tomaron parte en la ocupación y desarme del territorio de Ifni, formando parte del cuerpo de desembarco o expedicionarios en dicho territorio Artículo 5.º La concesión del uso de dicho distintivo se hará por el Ministerio de la Guerra, a donde habrán de dirigirse las instancias de los que se crean acreedores a él, pero teniendo en cuenta que los antecedentes de la ocupación de Ifni radican en la zona norte del Protectorado de Marruecos, será preciso antes resolver que dichas instancias serán informadas por la Alta Comisaría de España en Marruecos, requisito indispensable para la concesión citada.

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Placa laureada de Madrid Referencias. Calvó nº 265; Grávalos-Calvo nº 441;

Decreto de 5 de marzo de 1937 (Gaceta de la República número 66, del 7). Estableciendo las distinciones que podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, por los motivos que se indican, en defensa de la República30. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases de categorías, serán las siguientes: b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica31. Artículo tercero. La «Placa Laureada de Madrid» se concederá por las Cortes o por el Consejo de Ministros, dando cuenta a aquéllas, a propuesta del de la Guerra y por los hechos que revistan un carácter extraordinariamente heroico o de capacidad. No se podrá otorgar tan preciada recompensa sin que preceda una información testifical, en la que se acredite y demuestre clara y plenamente que el acto realizado reúne las citadas condiciones de extraordinario heroísmo o capacidad. Artículo cuarto. La «Placa de Madrid» se concederá por una sola vez, pudiendo, por méritos posteriores, otorgarse tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor. Estas distinciones irán representadas por barras de oro, colocadas a dos milímetros de distancia en la parte inferior, cuando inscribiéndose el lugar y fecha del hecho realizado. Orden circular de 16 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 140, del 20). Fijando las normas para la aplicación del decreto de 5 de marzo de 1937 relativas a la concesión de recompensas por méritos de guerra32. Primera. Durante la actual campaña, que se considerará iniciada a partir del 15 de julio de 1936, las recompensas que podrán otorgarse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías que las merezcan, para premiar hechos o servicios de extraordinario mérito realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella, serán las siguientes: b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica. No podrá otorgarse más de una condecoración de cada una de las tres enumeradas. Por méritos posteriores se concederán tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor e irán representadas por barras de oro, colocadas horizontalmente, a tres milímetros de distancia, en la parte inferior de la condecoración, inscribiéndose el lugar y fecha del hecho realizado. Cuarta. «Placa Laureada de Madrid». Tan alta recompensa tiene por objeto premiar los hechos extraordinariamente heroicos. Su propuesta y tramitación se someterá al Reglamento de que publicará aparte. Decreto de 16 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 145, del 25). Aprobando el Reglamento que se inserta para la concesión de la «Placa Laureada de Madrid». En virtud en lo establecido en el artículo noveno del decreto de cinco de marzo último, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de la Guerra, Vengo en decretar:

30 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 31 Rectificado por decreto de 9 de mayo de 1938. 32 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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Artículo único. Se aprueba el adjunto Reglamento de la «Placa Laureada de Madrid». REGLAMENTO DE LA PLACA LAUREADA DE MADRID

Objeto de la condecoración Artículo primero. La Placa Laureada de Madrid, creada por decreto de 5 de marzo de 1937 («Diario Oficial» número 58), tiene por objeto premiar los hechos heroicos realizados por cualquier ciudadano en actos de guerra o considerados como tales con motivo de la campaña iniciada el día 17 de julio de 1936. Su concesión corresponde al jefe del Estado, previo acuerdo de las Cortes, si éstas funcionasen, o del Gobierno, en caso contrario, el cual dará cuenta a las mismas en la primera reunión que éstas celebren. El diseño de esta condecoración se publica al final del presente Reglamento y será igual para todas las categorías de soldado a general, así como para el personal civil que se haga acreedor a ella. No podrá ostentarse más que una condecoración de esta clase y el que la posea repetida usará una barra de oro por cada una de aquéllas, colocada horizontalmente a tres milímetros de distancia de la parte inferior de la Placa Laureada, inscribiéndose en cada barra el lugar y fecha del hecho realizado.

Consejo de la Laureada Artículo segundo. Se crea un Consejo titulado «Consejo de la Laureada», que entenderá en la tramitación y resolución de los expedientes individuales reglamentarios para la concesión o negativa de esta condecoración. Se constituirá allá donde resida el Gobierno de la República y estará formado por: a) Un presidente, que lo será el de la República. b) Un vicepresidente de libre elección de Su Excelencia el jefe del Estado, que lo sustituirá en su ausencia. c) Formarán parte como vocales: un comisario político designado por el comisariado; uno de cada una de las categorías del Ejército, de soldado a general, nombrados por libre elección del Ministro de la Guerra, y un representante de Aviación y otros de la Armada, nombrados por el titular de este departamento. Cuando sea posible, los vocales del Consejo de la Laureada deberán hallarse en posesión de dicha condecoración, anunciándose las plazas para que puedan ser solicitadas por éstos, constituyéndose, entretanto, con mutilados de guerra. Para que el consejo pueda reunirse en sesión será indispensable la asistencia a la misma de las dos terceras partes, por lo menos, de sus componentes.

Ventajas de esta condecoración Artículo tercero. A los agraciados con la Placa Laureada de Madrid se les proveerá de un carnet con su fotografía, firmado por el Presidente de la República y refrendado por el Ministro de la Guerra, y en el mismo se hará constar, además de la fecha de su concesión, la acción y hechos que dieron lugar a esta recompensa, inscribiéndose en él, del mismo modo, las sucesivas que adquiera. Tendrán señalado puesto de honor, en todos los desfiles y preferencia en formaciones y actos públicos oficiales. Las clases e individuos de tropa y marinería prestarán únicamente el servicio de armas o de instrucción y formarán a la cabeza de sus compañías, escuadrones, baterías o dotación de barcos en que presten sus servicios y podrán pernoctar fuera del cuartel los días que se encuentren libres de servicio, autorizados por los jefes de cuerpo o unidad, salvo en los casos en que circunstancias especiales aconsejen lo contrario. El personal militar condecorado con la mencionada Placa Laureada, si se trata de sargentos, oficiales o jefes, será promovido al empleo inmediato al llegar en su escala al primer décimo de la misma, y si en la fecha de antigüedad de la concesión hubiera rebasado dicho décimo, obtendrá el beneficio, a voluntad del interesado, bien en el empleo que ostente o en el inmediato superior; pero siempre por una sola vez. Los cabos y soldados condecorados cubrirán la primera vacante en sus cuerpos, una vez Co

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declarados aptos, ampliándose para los soldados este beneficio también en el empleo de cabo. En los concursos, oposiciones y convocatorias para destinos o empleos del Estado, provincia o municipio, se les reservará un diez por ciento de las plazas que se trate de cubrir, siempre que las anunciadas lo sean en número de diez o más, e ingresarán si alcanzan la puntuación mínima exigida para ser aprobados. Si los concursantes laureados lo fueren en número superior a las vacantes a ellos reservadas, ocuparán éstas por orden de nota obtenida, quedando sin plaza los que la obtuvieran menor, si no les correspondiese por puntuación general. Para el cálculo de la décima se considerará como una unidad más al llegar a la mitad de la decena. La situación de todo militar que esté en posesión de la Placa Laureada de Madrid y se halle retirado o licenciado se considerará como de activo en cuanto a su derecho y percibirá sus haberes por el presupuesto del Ministerio de la Guerra. Aun licenciados o retirados conservarán todos los honores y ventajas de su empleo en activo, por lo que se refiere a viajes, pasaportes, alojamientos, licencias de todas clases, tarjetas para las farmacias militares y asistencia facultativa, y tendrán derecho al uso del uniforme y fuero militar. A su fallecimiento se les rendirán los honores correspondientes al empleo superior al que ostenten y el acto del sepelio, será presidido por las autoridades civiles y militares de la plaza. Cuando se trate de soldados y cabos laureados, los gastos de entierro serán costeados por el Estado. Les hijos de los condecorados con la Placa Laureada de Madrid obtendrán los derechos que en cada momento tengan los hijos de las muertos en campaña.

Hechos extraordinarios por los que podrá otorgarse la Placa Laureada de Madrid Artículo cuarto. Los hechos realizados que no estén originados por el único impulso o propósito de salvar la vida y revelen en todo momento el ansia de afrontar y sobreponerse al riesgo, sea éste o no inevitable, se considerarán como heroicos y para ello será indispensable se dé alguno de los casos siguientes y que las bajas habidas, si se manda fuerzas, sean el mínimo inevitable, por haber adoptado cuantas medidas aconsejen los Reglamentos para reducir la vulnerabilidad de las formaciones: Primero. Dirigir la fuerza de su mando en el combate contra enemigo doble en número, cuando menos, y no desmoralizado, derrotándolo y haciéndole prisioneros en número no menor a la mitad de la fuerza que combate a sus órdenes o cogiéndole un tercio de su efectivo entre muertos y heridos. Segundo. Defender y conservar el puesto destacado que se le confió después de rechazar ataque de enemigo triple en número a las fuerzas defensoras que llegue hasta las alambradas, muro o parapeto exterior, causándole un tercio de bajas y obligándole a abandonarlas. Tercero. Cuando, atacado por sorpresa por un enemigo ostensiblemente superior, rehaga su tropa, si ésta, desmoralizada, llegó a desorganizarse, reanudando seguidamente la acción, rechazando y persiguiendo al enemigo, recuperando el terreno perdido y causándole a aquél bajas de gran importancia, esto es, que supongan, por lo menos, un tercio de su efectivo. Cuarto. Seguir al frente de sus tropas, sin dejar de ejercer en persona y con toda brillantez el mando de ellas hasta la terminación del combate en que se hallare empeñada de modo activo, consiguiendo la victoria, después de haber sido gravemente herido, siempre que la duración o intensidad del extraordinario esfuerzo así realizado sea bastante a aumentar en gran manea la primitiva gravedad de la lesión sufrida y que esta primitiva gravedad resulte indudablemente comprobada. Quinto. Conducir un convoy a su destino abriéndose paso entre enemigo superior a la fuerza de protección, salvando todas sus bajas y las armas y municiones, así como lo más Co

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importante de dicho convoy. Sexto. Introducir en plaza bloqueada o sitiada un convoy de provisiones o municiones con fuerzas inferiores a las que defiendan la parte de acceso a aquella por donde se introduzca dicho convoy, salvando, como en el caso anterior, todas sus bajas, armas y municiones y lo más importante del convoy. Séptimo. Atacar un convoy cuya fuerza de protección sea triple de la propia, derrotándole en reñido combate, apoderándose de la parte mayor y principal de aquél, así como haciendo prisioneros un número igual o superior a la mitad, por lo menos, de las tropas que mande. Octavo. Recuperar a viva fuerza durante el combate cañones o ametralladoras abandonadas por nuestras tropas a consecuencia de acción del enemigo y recobrar prisioneros ya en poder del mismo que los defienda con tenacidad; recuperar, herido o muerto, al jefe de la fuerza que hubiera quedado sobre la línea, o rescatar material de importancia de cualquier clase, siendo requisito indispensable que lo recuperado haya sido perdido por otras fuerzas republicanas en aquel mismo combate o en otros muy recientes. Será asimismo preciso en todos estos casos que medie reñido combate y produzca al enemigo bajas en número superior a la mitad de los efectivos que defiendan la presa, acreditando pericia y valor extraordinarios. Noveno. Acudir, venciendo dificultades extraordinarias y con elementos interiores a los que pueda oponer el enemigo, en socorro de plaza o puesto fortificado, o de fuerza propia que se halle comprometida, riñendo para ello rudos combates, no abandonando sus bajas y salvando o reforzando la posición con las propias fuerzas, siempre que por este hecho se derive una influencia decisiva en la marcha de las operaciones en general. Artículo quinto. Primero. El que mandando tropas consiga llegar hasta una artillería que hace fuego en posición, apoderándose de sus piezas, destruyendo o haciendo prisioneros a la mitad, por lo menos, de los artilleros o infantes y no abandonando nuestras bajas, siendo indispensable el combate con fuerzas de infantería protectoras de aquélla, cuyos efectivos sean iguales o superiores a los suyos. Segundo. Sostenerse en defensa de la artillería hasta resistir el ataque al arma blanca, dando tiempo a que se salven las piezas y las bajas, siendo la fuerza atacante mayor en número en todo caso. Tercero. Efectuar una incursión por territorio enemigo, llevando a cabo importantes destrucciones, sorpresas de campamento y grandes alarmas en la zona, interrumpiendo comunicaciones o efectuando otras operaciones de notorio peligro y audacia que, acreditando valor, inteligencia y energía, influyan de modo importante en operaciones generales. Cuarto. El que mandando tropas de caballería, en protección de artillería o infantería seriamente comprometidas logre salvarles de caer en poder del enemigo por medio de cargas al arma blanca, contra núcleos dobles, por lo menos, llegando al choque y dispersándolos. Quinto. El que hallándose al mando de una fuerza de caballería en los momentos de retirada de la infantería o artillería, que sea perseguida y hostigada desde cerca, cargue con éstas contra el enemigo, llegando al encuentro al arma blanca, obligándole a retroceder, evitando pérdidas de material propio de gran importancia. Sexto. El que mande una artillería que sostenga el fuego de sus piezas ante un ataque de infantería o caballería cuando, después de desordenadas o puestas en retirada todas las fuerzas de sostén, logre rechazarlas, siempre que el enemigo haya llegado a menos de 500 metros de las piezas y de ello resulte que la acción se restablezca favorablemente, paralizándose la del enemigo y dando tiempo a las fuerzas propias para que puedan rehacerse, salvándose éstas y todo el material. Séptimo. El que mande una artillería que, teniendo orden de no retirarse, continúe con eficacia el fuego de sus piezas, después de perdido el apoyo de las tropas de sostén, hasta que el enemigo llegue a las bocas de los cañones, luchando al arma blanca y salvando las Co

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dos terceras partes del material e inutilizando el resto. Octavo. El que al mando de una artillería apoye o sostenga eficazmente una retirada, llegando a hacer fuego en primera línea por el movimiento retrógrado de las demás, retirando todas las bajas y conservando las dos terceras partes de las piezas e inutilizando el resto. Noveno. El que con tropas a sus órdenes, cuyo número no exceda de 20 individuos, contenga con su fuego el avance de 4 o más carros de combate enemigos, los inutilice o destruya, cogiendo prisioneros o muertos a sus ocupantes, siempre que haya mediado reñido combate. Décimo. El jefe de un carro de combate que, introducido en las filas enemigas e inmovilizado por avería agote todos los medios de defensa sin entregarse, llegando en último extremo a la inutilización o voladura del mismo. Artículo sexto. Primero. El jefe, oficial, clase o individuo de tropa del Ejército, Marina o Aire que en alguno de los hechos heroicos que realicen sus jefes les secunde, distinguiéndose entre todos de manera tan probada y sobresaliente que contribuya en gran parte, con su obediencia, audacia, serenidad y desprecio de la vida, al feliz éxito de la empresa. Segundo. El individuo de clase o tropa que, por haber perecido todos los oficiales de su unidad y desmoralizada la tropa, se ponga al frente de ella y consiga hacerla reaccionar, contraatacando al enemigo hasta lograr la victoria, siempre que aquel sea equivalente en número a las fuerzas cuyo mando haya tomado. Tercero. El primero que se preste voluntario a realizar un servicio individual o colectivo en el que exista peligro inminente de perecer y lo lleve a cabo con éxito, derrochando el máximo valor y pericia, bien que sea herido, muera o sobreviva. Cuarto. El primero que gane la orilla contraria de río, entre por brecha o escale muro defendido por el enemigo, apercibido que produce bajas de consideración y que forme ellos las primera fracción de tropas bajo su mando, posesionándose definitivamente de aquellos, garantizando desde dicho momento, por la posición que ocupe, el paso del resto de las fuerzas, siempre que se haya tenido que luchar al arma blanca y el enemigo deje muertos, heridos o prisioneros la mitad, por lo menos, de sus defensores. Quinto. El primero que, sin abandonar su cometido, corriendo grave e inminente riesgo de perder la vida, se arroje a extinguir un incendio en pañol de pólvora de un buque, polvorín, depósito de granadas, artificios u otros explosivos, siempre que quede bien probado que sin su rápida intervención era irremediable la voladura del barco o edificio. Sexto. El que abra brecha con herramientas o explosivos en parapetos o defensas accesorias, sufriendo a pecho descubierto y sin más abrigo que el terreno el fuego de los defensores de las obras o preparar el paso de ríos de importancia en iguales condiciones y de cuyo servicio se derive una ventaja decisiva sobre el contrario. Séptimo. El que con su valor, arrojo, pericia y serenidad inutilice o destruya un carro de combate enemigo empleando bomba de mano o cualquier otro artefacto explosivo, etcétera, con riesgo manifiesto de su vida. Octavo. El centinela que, en caso de sorpresa en campaña o actos de insubordinación de cualquier tropa sobre buque o en tierra se mantenga en su puesto y preste en él tal resistencia que, extendida la alarma, acudan oportunamente fuerza leales bastantes para la defensa o represión, siempre que haya tenido que luchar y dar muerte a tres o más individuos en cualquiera de los casos. Artículo séptimo. Primero. Continuar la defensa de la plaza, punto o campo de que sea gobernador o comandante y cuyo abandono o rendición hayan sido votados en Consejo de Guerra, hasta lograr salvarlo, aunque esto ocurra con auxilio inesperado de fuerzas que posteriormente intervengan o hasta que, por nuevas y grandes pérdidas de defensores, obras o material de guerra, o por total agotamiento de víveres o municiones, tenga irremediablemente que sucumbir, siempre que esta resistencia haya influido decisivamente en la marcha de las operaciones en general, consiguiendo por este hecho, al distraer las Co

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tropas enemigas, que las hermanas obtengan éxitos rotundos. Segundo. Encargarse de esta defensa por designación o con anuencia del Consejo de Guerra, después de propuesta la rendición o abandono por el gobernador o comandante, y prolongarla hasta los mismos extremos señalados en el caso anterior y con idéntico éxito para las fuerzas hermanas. Artículo octavo. Primero. El jefe de una patrulla o escuadra aérea que al frente de ésta presente combate a fuerzas del aire enemigas cuyo número de unidades sea, por lo menos, doble que el suyo y pretenda bombardear o se hallen bombardeando o ametrallando población o núcleo de fuerzas de las República, impidiendo con sus maniobras, arrojo y acometividad de sus aparatos estos propósitos, derribando el enemigo un número igual o superior a la mitad de las unidades de que se componga su patrulla o escuadra. Segundo. El que con el mismo mando busque y consiga entablar combate con fuerzas del aire enemigas cuyo número de unidades, de igual o superior potencia, sea doble que el suyo y consiga derribar al enemigo un número igual o superior a la mitad de las unidades de que se compongan las fuerzas de su mando. Tercero. El que en igual caso se lance en socorro de fuerzas de tierra hermanas, batidas por distintas armas muy superiores en número y eficiencia, protegidas por su aviación, y consiga con su acometividad y sabios ataques acallar a la artillería, dispersar la infantería y caballería y hacer huir a la aviación, produciéndole bajas de aparatos en número igual o superior a la tercera parte de los que combatan a sus órdenes, consiguiendo variar la faz del combate, con el triunfo de nuestras tropas, siempre que la aviación rebelde sea superior en número a la suya. Cuarta. El que tripulando un aparato entable combate con dos o más aparatos enemigos de igual o superior potencia que se hallen bombardeando o ametrallando población o núcleo de fuerzas y consiga derribar uno, por lo menos, y hacer huir a los demás. Quinto. El que tripulando un aparato aislado busque y consiga trabar combate con dos o más aparatos enemigos de igual o superior potencia, derribe uno, por lo menos, y haga huir a los demás.

Casos generales para jefes de escuadra, divisiones navales y comandantes de buques Artículo noveno. Primero. Derrotar o rechazar fuerzas enemigas cuya artillería y demás elementos de destrucción sean superiores en calidad y número, inutilizando o echando a pique la tercera parte, por lo menos, de los buques enemigos con la menor pérdida posible de las fuerzas propias. Segundo. Cuando después de sostener empeñado combate, proteja un convoy contra fuerzas superiores, salvándole y echando a pique una tercera parte de las unidades enemigas, o bien ataque a otro convoy enemigo en iguales condiciones y se apodere de él o lo eche a pique, abriéndose paso, en uno y otro caso, entre enemigo superior en unidades y potencia, sin pérdida, por su parte, de unidad alguna. Tercero. Introducir en puerto bloqueado un convoy de armamento, municiones, combustibles, víveres, etcétera, con unidades inferiores en número y potencia a las que defienden la entrada a aquél, salvando todas sus unidades y lo más importante del convoy, regresando a su base, si tuviese orden de ello. Cuarto. Recuperar a viva fuerza durante el combate un buque o buques ya apresados por el enemigo superior en número de unidades y potencia, en circunstancias evidentemente adversas y de grave riesgo, que se hallen defendidas con tenacidad, siendo requisito indispensable que lo recuperado haya sido perdido por otras fuerzas republicanas en aquel mismo combate o en otros muy recientes. Será asimismo preciso que medie reñido combate y produzca al enemigo bajas en número de unidades superior a la mitad de los efectivos que defiendan la presa, acreditando pericia y valor extraordinario. Quinto. Cuando, en virtud de órdenes superiores, soportando el fuego enemigo, cualesquiera que sean los daños que éste le cause y afrontando toda clase de riesgos logre con su buque llegar a la entrada de un puerto enemigo para cerrarlo, echando a pique otro Co

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en lugar determinado previamente, de tal modo que sea efectiva la obstrucción de la entrada a puerto, abriéndose paso, a través de la escuadra enemiga, salvando su unidad. Sexto. El comandante de todo buque que, para lograr un objetivo fijo de campaña, lo consiga forzando un campo de minas bien organizado, siendo indispensable que eche a pique alguna unidad enemiga y regrese indemne a su base, o también el de un torpedero o contratorpedero que, en ataque a un buque de potencia no inferior a la que representa un crucero de 4.000 toneladas, logre colocarse a distancia conveniente, y bajo el fuego de éste, lance uno o varios torpedos que echan a pique el buque enemigo. Séptimo. El jefe de una escuadrilla de torpederos o contratorpederos que ataca a una escuadrillas doble en número de unidades, de potencia igual o superior a la suya, y consigue, sufriendo su fuego, inutilizar o echar a pique un número de buques enemigos igual o superior al de la escuadra atacante o también cuando varios torpederos o contratorpederos en sorpresa a puerto enemigo consiguen penetrar en él y, con éxito favorable, combaten a buques enemigos allí fondeados, echando a pique alguna unidad de gran potencia, siempre que estas fuerzas sean de mayor importancia militar y el hecho demuestre arrojo y valor extraordinarios, abriéndose paso después, a través de aquel, sin perder ninguna unidad. Octavo. Forzar uno o varios submarinos la entrada de un puerto o canal enemigo defendido por cazasubmarinos, buques-patrulla, torpedos o minas, ocasionando daño en el interior del puerto, después de pasado el canal, echando a pique uno o más buques y regresando indemne a su base. Noveno. Atacar un dirigible o hidroavión a fuerzas aéreas enemigas superiores, de potencia militar doble que la suya, que estén hostilizando un puerto, factoría o buque amigo, consiguiendo derribar, por lo menos, un aparato y hacer huir a los demás. Décimo. Los casos comprendidos en el artículo octavo serán extensivos, en lo que pueda aplicarse a los comandantes de dirigibles o hidroavión, así como al que tripule un aparato de esta naturaleza. Undécimo. El comandante de un buque portaminas que bajo el fuego enemigo logre colocarlas en un lugar reconocidamente peligroso, ya sea en defensa de costa o en puerto propio o en ataque de costa o puerto enemigo, siempre que consiga que el puerto o costa queden perfectamente bloqueados. Duodécimo. El comandante de un buque-patrona de pequeño porte que, con su pericia, serenidad y arrojo, luche con un submarino y, con grave e inminente peligro, logre destruirlo, siempre que el buen éxito quede plenamente comprobado. Artículo décimo. Cuando algún individuo realizase algún hecho de indiscutible y extraordinario valor personal y de suma importancia para el buen éxito de una campaña, que no prevea este Reglamento, y el Consejo de la Laureada, después de examinado su expediente justificativo, estimare que no puede proponer la concesión por no estar el hecho taxativamente consignado en el mismo, podrá, no obstante, asesorándose en la forma que crea conveniente, informar si este hecho especial puede considerarse como verdaderamente heroico, exponiendo las razones que le aconsejen proponer la concesión de la Placa Laureada, a pesar de no estar comprendido en los términos del Reglamento, aunque sí en el espíritu. Asimismo, no siendo posible sujetar a casos concretos los hechos heroicos realizados por el personal de las diversas armas y cuerpos del Ejército y Armada en ataque y defensa en los que se utilicen carros blindados, gases asfixiantes y lacrimógenos, lanzabombas, lanzaminas u otros elementos de combate conocidos o que puedan introducirse en el arte de la guerra, el Consejo de la Laureada procederá como en el caso anterior se indica para dilucidar cuándo los referidos servicios, siempre arriesgados, pueden llegar a tener el máximo heroísmo

Tramitación del expediente individual Artículo undécimo. Cuando los méritos contraídos por el jefe de un Ejército de mar, tierra o aire, al frente de aquél, sean de tal importancia y relieve que las ventajas obtenidas Co

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por su sabiduría, pericia y valor resulten tan beneficiosos para el triunfo de la República en la guerra empeñada que varíen la faz de esta o una fase de la misma, el Consejo de Ministros lo podrá juzgar acreedor a la Placa Laureada de Madrid y lo propondrá, sin previo expediente, a las Cortes o directamente al jefe del Estado, en caso contrario, dando cuenta a aquéllas en la primera reunión que celebren. Artículo duodécimo. En los demás casos en que realice hechos heroicos cualquier jefe de Ejército y demás personal de tierra, mar y aire será objeto de una información detallada, en la que se pruebe plenamente que el hecho realizado está comprendido en los casos que cita el Reglamento, siendo indispensable el informe del Consejo de la Laureada. Artículo decimotercero. En toda solicitud o petición de la Placa Laureada habrá de constar expresamente el hecho concreto que lo motiva y, si es posible, el artículo de este Reglamento en que se considera comprendido.

Autoridades o personas que pueden solicitar la apertura de la información Primero. Si el jefe de la columna o brigada, para cualquiera de los que sirven a sus órdenes. Segundo. El comisario que haya presenciado o conozca los hechos, en el caso de que dentro de plazo reglamentario no lo hubiera efectuado el jefe citado en el apartado anterior. Tercero. Los interesados. Cuarto. La esposa, los hijos o los padres de los fallecidos o desaparecidos en acción de guerra. Estas peticiones en todo caso serán dirigidas al jefe del Ejército de tierra, mar o aire donde hayan tenido lugar los hechos heroicos para los que se pide el premio.

Autoridades que podrán ordenar la apertura de la información El jefe de un ejército de tierra, mar o aire. El Ministro de la Guerra o, en su nombre, el Consejo de la Laureada.

Plazos a) El jefe de la columna o brigada producirá la petición en el plazo de 5 días, a partir de la fecha de la acción, quedando obligado a participarlo al interesado por escrito en la misma fecha. b) El comisario, a partir del sexto día hasta et décimo inclusive con la misma obligación. c) Los interesados, en el plazo de 10 días, si transcurridos 15 desde la fecha del hecho no se les hubiera comunicado oficialmente por escrito haberlo solicitado por sus superiores. d) La esposa, los hijos y los padres, en el plazo de dos meses, a partir de la fecha del hecho que se alegue. e) El jefe de un Ejército de mar, tierra o aire podrá por si, aun cuando no se haya solicitado, ordenar la apertura, si al recibir el parte detallado de la acción, cualquiera que sea la fecha en que éste llegue a su conocimiento, estime se ha realizado un hecho de los comprendidos en el Reglamento, o cuando en una información incoada para otra recompensa deduzca que han realizados hechos que él estime heroicos. En todos los casos la orden de apertura habrá de producirla en el plazo de cinco días, a partir del conocimiento del hecho que la motiva. Una vez transcurridos los plazos que fija este artículo, sólo podrá admitirse y tramitarse la solicitud de la Placa Laureada cuando así se disponga de orden del Ministerio de la Guerra, previa la formación de un expediente, en el que quede plenamente demostrado, a juicio del consejo de la condecoración, la existencia de una causa legítima que haya impedido en absoluto al interesado formular su petición antes de la fecha en que haya presentado la correspondiente instancia que habrá de elevar al Ministro de la Guerra. Artículo decimocuarto. Las solicitudes que hayan sido producidas dentro de los plazos y condiciones señalados en el artículo anterior serán de curso obligatorio, sin que puedan retenerlas más de cinco días cada uno de los escalones jerárquicos, y seguirán los trámites reglamentarios hasta llegar al jefe del Ejército de tierra, mar o aire, quien podrá decretar la apertura de la información, según los informes y esclarecimientos que, como trámite Co

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obligado, deberán emitir todos los jefes subordinados que hayan intervenido en la tramitación, comunicando, en caso negativo, la resolución adoptada a la parte interesada por conducto de sus jefes naturales. Contra la resolución del jefe de Ejército de tierra, mar o aire tendrán los interesados el recurso de alzada en el plazo de quince días desde que les sea comunicada aquélla ante el Consejo de la Laureada, al cual se remitirá lo actuado para su resolución. Artículo decimoquinto. La apertura de la información para conceder esta Placa la dispondrá el jefe de Ejército de tierra, mar o aire donde se realice el hecho meritorio, mediante orden en la que se exprese con el detalle necesario el hecho que la motiva. Esta apertura deberá publicarse en la orden general correspondiente, comunicándola, además, al interesado, y en la misma se dará el nombre y destino del juez instructor, fijándose un plazo de 10 días, a partir de su publicación, para que puedan presentarse declaraciones voluntarias. Cuando los actos que merezcan abrir la información prevenida se realicen por el jefe de unas fuerzas terrestres, marítimas o aéreas independientes, que no tengan nombramiento de jefes de Ejército, corresponderá el disponer la apertura de la información al Ministerio de la Guerra o al de Marina y Aire, según los casos y las condiciones consignadas anteriormente. Si las fuerzas de mar y aire operan bajo el mando superior del jefe de un ejército de tierra, los jefes de las mismas y, en su caso, los demás individuos pertenecientes a ellas, solicitarán la apertura de la información de los jefes de Ejército, por ser a quienes compete únicamente su conocimiento y tramitación. De igual modo, si fuerzas del Ejército operan bajo el mando superior de algún jefe de la Armada o Aviación, competerá a éstos las atribuciones antes señaladas para el jefe de Ejército. Artículo decimosexto. Acordada la apertura de la información, se nombrará un juez instructor de la siguiente clase: a) Para generales y coroneles: el jefe de Estado Mayor del Ministerio de la Guerra, con secretario de categoría de jefe33. b) Para los demás jefes y oficiales: se designará entre todos los del empleo superior inmediato al del aspirante a la Placa Laureada que, sin pertenecer al mismo cuerpo, sirvan en la misma división, agrupación autónoma o unidad equivalente, con secretario de la clase de oficial. c) Para sargento, cabos y soldados: un capitán, y secretario, un sargento o cabo. El juez será designado por este Ministerio en el caso del apartado a) y por el jefe de: Ejército en los demás. En la Marina y Aviación se seguirán reglas similares para el nombramiento y categorías de los jueces instructores y secretarios. En caso de operaciones realizadas por fuerzas combinadas del Ejército, Armada y Aire, el instructor de la información que se refiera a hechos realizados en el mar será perteneciente a la Armada, y si se refiere a hechos realizados en tierra será perteneciente al Ejército. Si fuera un aviador al que se refieran los hechos realizados será de dicha arma el instructor. Se procurará, siempre que sea posible, que el nombramiento de juez o el de secretario recaiga en algún poseedor de la Placa Laureada. Artículo decimoséptimo. La información se encabezará con la orden de apertura de aquélla, copia de la orden general del Ejército y cuantos documentos y elementos de juicio hayan servido para disponer dicha apertura. Artículo decimoctavo. El juez comenzará sus actuaciones por el informe de la autoridad superior citada, que fundamentará la razón que tuvo para abrir el juicio o las que le impulsaron a no hacerlo, cuando no fue instruido por su iniciativa.

33 Modificado por decreto de 16 de agosto de 1938. Co

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En dicha información, sin perjuicio de los que deseen declarar, deberán hacerlo dos del empleo superior al del interesado, tres de igual categoría y otros tres de categoría inferior, si la hubiere. Caso de que no exista número suficiente en alguna categoría se sustituirá siempre la falta por otro de la inmediata inferior. Los testigos que por obligación deben declarar serán designados por el propio juez instructor entre aquellos que hubieren presenciado el hecho, y al no ser posible, de los que hubieren asistido a las operaciones y se hallasen más próximos al lugar del suceso, haciendo constar por diligencia si estos trámites no se hubiesen llenado, los motivos que hubo para ello. Deberá declarar obligatoriamente también, en todo caso, el comisario del cuerpo o unidad, haciendo antes por sí las averiguaciones que considere pertinentes si no hubiera presenciado los hechos que se traten de premiar. Una vez evacuadas estas declaraciones y todas las demás que ofrezcan las mayores garantías, el juez instructor se dirigirá a la autoridad que ordenó la apertura de la información, exponiéndole cuanto resulte de esta primera parte de la misma, y dicha autoridad lo hará publicar en la orden general correspondiente, exhortando a los generales, jefes, oficiales, clases y asimilados e individuos de tropa y marinería que sepan algo en contrario o capaz de modificar la apreciación, de los hechos publicados a que te presenten a declarar ante el juez instructor o remitan relación jurada, en el plazo de 10 días desde su publicación en el diario oficial correspondiente, los que estuvieren ausentes. Para que llegue a conocimiento de éstos se enviarán directamente por la autoridad que ordenó la apertura, cuatro copias de la orden general al Ministerio de la Guerra o Marina, para su publicación en los «Diarios Oficiales» y en la Gaceta de la República. Las declaraciones juradas serán entregadas por los deponentes directamente a los jefes de sus cuerpos o comandantes militares los que no formen parte de cuerpo o unidades, en el plazo señalado anteriormente desde la publicación de dicha orden general. Aquellos jefes y estas autoridades remitirán al juez instructor de la información, en pliego oficial certificado, tales documentos, dentro de las 48 horas de haberlos recibido, anunciando por telégrafo su salida al jefe de Ejército y al juez. Son incompatibles para declarar en estos expedientes aquellos que hayan obtenido alguna recompensa a propuesta o por iniciativa del individuo a favor del cual se instruye la información. Quedará sin efecto esta prohibición cuando el testimonio de ellos fuese de imprescindible necesidad para esclarecer los méritos, por no haber otros testigos presenciales que puedan certificarlos, lo que se hará constar por el juez. Artículo vigésimo. Sin perjuicio del objeto especial de cada procedimiento y a la vez que el mismo, será deber de los jueces instructores averiguar y fijar el estado moral de las fuerzas en el momento en que los hechos se realizaron, así como recoger los datos necesarios para señalar y en definitiva atribuir el mérito principal a quien indiquen las actuaciones, aunque no sea la persona a cuyo favor se instruye el juicio. Cuando ocurra este caso durante el curso de la información se tendrán por no transcurridos los plazos que establecen los artículos anteriores de este Reglamento y el instructor lo pondrá en conocimiento de la autoridad de quien dependa, a los fines del artículo 14, remitiéndole a la vez testimonio de las declaraciones en que se descubra y compruebe el nuevo relevante acto. Artículo vigésimo primero. La negativa de la concesión de la «Placa Laureada de Madrid» será inapelable, prohibiéndose en absoluto enterar a nadie del estado del expediente durante su tramitación ni hacer gestiones en pro o en contra cerca de los que tengan que dictaminar, juzgando estos actos como falta de dignidad profesional e incluso podrá dejarse sin ulterior resolución el expediente formalizado para la concesión de la condecoración, dándose a los actos que en este sentido se realicen las mayor publicidad. Artículo vigésimo segundo. La insignia de la «Placa Laureada de Madrid» será impuesta Co

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por Su Excelencia el Presidente de la República o por la persona que en su representación designe, al frente de las tropas y con la mayor solemnidad. El favorecido saldrá fuera de filas y la persona encargada de imponerle tan alta condecoración lo verificará pronunciando las palabras siguientes: «Su Excelencia el señor Presidente de la República, en nombre de la Patria y con arreglo a la ley os impone la Placa Laureada de Madrid como premio a vuestro heroico comportamiento.» Seguidamente desfilarán las tropas en columna de honor, estando el condecorado a la derecha de la persona que presida el desfile. Si al hacerle tan honrosa concesión hubiera fallecido, será entregada la insignia a sus herederos directos o depositada en los museos designados para conservarla, según aquéllos dispongan. Artículo adicional. Las acciones heroicas realizadas con anterioridad a la publicación de este Reglamento se considerarán comprendidas en el mismo, pudiendo las autoridades proponer y los interesados o familiares de los fallecidos o desaparecidos en campaña solicitar la apertura de la información prevenida. A este efecto, el plazo señalado para el jefe de columna o brigada a que se refiere el apartado a) del artículo 13 será de un mes, a partir de la fecha de la mencionada publicación, empezándose a contar los plazos reglamentarios al expirar aquél. En la tramitación de estas informaciones los jueces procurarán allanar las dificultades propias de las circunstancias de cada caso y momento, llevando a cabo cuantas investigaciones aconseje su buen criterio, al objeto de que el hecho quede, a ser posible, plenamente esclarecido.

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Orden de 31 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 199, de 18 de julio). Estableciendo las recompensas que pueden concederse al personal de los cuerpos armados del Ministerio de la Gobernación35. Con el fin de que las recompensas que se concedan al personal de los cuerpos armados de este ministerio se ajusten en general a las dictadas por el Ministerio de Defensa-Ejército, se establece: Artículo primero. Las recompensas que podrán otorgarse serán: b) «Placa Laureada de Madrid», honorífica.

34 La corona de laurel, en esmalte verde; la estrella en esmalte rojo; el medallón central y el lazo de la corona de

laurel, en bronce viejo. 35 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares36. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: e) Placa Laureada de Madrid (honorífica)37. Artículo 5.º La Placa Laureada de Madrid se otorgará con arreglo a lo ya dispuesto con respecto a la concesión de la misma.

Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra38. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: e) «Placa Laureada de Madrid» (honorífica). Decimosexta. La «Placa Laureada de Madrid», se otorgará con arreglo a lo estatuido en el reglamento de la indicada condecoración, aprobado por decreto de 16 de mayo de 1937 (DO número 126).

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Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña39. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes:

36 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 37 Rectificado por decreto de 9 de mayo de 1938. 38 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 39 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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e) «Placa Laureada de Madrid» (honorífica). Decimoséptima. La «Placa Laureada de Madrid», se otorgará con arreglo a lo estatuido en el reglamento de la indicada condecoración, aprobado por decreto de 16 de mayo de 1937 (DO número 126).

Decreto número 81, de 9 de mayo de 1938 (Gaceta de la República número 131, del 11). Disponiendo que la Placa Laureada de Madrid que se instituyó como honorífica sea remunerada con las pensiones que se consignan. De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de Defensa Nacional, vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero: El decreto de 5 de marzo de 1937, por el que se instituyó la “Placa Laureada de Madrid” (honorífica) y el de 23 de enero último que incluye dicha condecoración como máxima recompensa de guerra y con el mismo carácter de honorífica, quedan rectificados en el sentido de que la referida Placa Laureada de Madrid será remunerada con las siguientes pensiones: Generales: 10000 pesetas anuales. Jefes: 7500 pesetas anuales. Oficiales: 5000 pesetas anuales. Clases e individuos de tropa: 3000 pesetas anuales. Estas pensiones serán vitalicias y su percibo a partir de la fecha del hecho por el que se otorga tan preciada condecoración. Artículo segundo. Los preceptos de este decreto tendrán carácter retroactivo para todos aquellos a quienes se haya otorgado ya la Placa Laureada de Madrid, o se conceda por méritos contraídos a partir del 15 de julio de 1936 hasta la fecha40. Decreto de 16 de agosto de 1938 (Gaceta de la República número 230, del 18). Rectificando el apartado a) del artículo 16 del Reglamento de la Placa Laureada de Madrid. De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del Ministro de Defensa Nacional, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo único: El apartado a) del artículo decimosexto del Reglamento de la Placa Laureada de Madrid, que aprueba el decreto de 16 de mayo de 1937, quedará redactado en los términos siguientes:

«a) Para generales y coroneles: un general de los que se hallen a las órdenes del Ministro de Defensa Nacional o uno de los jefes de sección del Ministerio o del Estado Mayor, actuando un secretario de categoría de jefe».

Decreto de 25 de noviembre de 1938 (Gaceta de la República número 330, del 26). Disponiendo que el artículo primero del decreto de 9 de mayo pasado, que otorgó el carácter de remunerada a la condecoración denominada “Placa Laureada de Madrid” quede redactado en la forma que se expresa. De acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del Ministro de Defensa Nacional, Vengo en disponer que el artículo primero del decreto de nueve de mayo de mil novecientos treinta y ocho que otorgó el carácter de remunerada a la condecoración denominada “Placa Laureada de Madrid” quede redactado en la forma siguiente: Artículo primero. El decreto de cinco de marzo mil novecientos treinta y siete por el que se instituyó la “Placa Laureada de Madrid” (honorífica) y el de veinticinco de enero último 40 A este artículo se la da una nueva redacción por decreto de 25 de noviembre de 1938. Co

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que incluye también dicha condecoración como máxima recompensa de guerra y con el mismo carácter de honorífica, quedan rectificados en el sentido de que la referida “Placa Laureada de Madrid” será remunerada con las siguientes pensiones: Generales: diez mil pesetas anuales. Jefes: siete mil quinientas pesetas anuales. Oficiales: cinco mil pesetas anuales. Clases e individuos de tropa: tres mil pesetas anuales. Estas pensiones serán vitalicias y su percibo a partir de la fecha del hecho por el que se otorgue tan preciada condecoración; y al fallecimiento del pensionado las percibirán íntegras, su viuda mientras permanezca en tal estado, y sus hijos hasta la mayoría de edad si son varones y en tanto no contraigan estado, si son hembras.

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Medalla de la Libertad Referencias. Calvó nº 266; Grávalos-Calvo nº 447;

Decreto de 5 de marzo de 1937 (Gaceta de la República número 66, del 7). Estableciendo las distinciones que podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, por los motivos que se indican, en defensa de la República41. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases de categorías, serán las siguientes: a) «Medalla de la Libertad», honorífica. Artículo segundo. La «Medalla de la Libertad» se otorgará por igual a todos los que, rebasando el cumplimiento de su deber en beneficio de la guerra o en relación con ella, se distingan muy notablemente, a propuesta del general jefe del Ejército de operaciones o de los jefes de la columna o unidad, siendo indispensable en todos los casos militares el informe de dicha primera autoridad, sin cuyo requisito no tendrán validez alguna, debiendo hacerse constar con la mayor escrupulosidad de detalle el mérito sobresaliente contraído, así como su importancia y trascendencia. Cuando se trate de un hecho extraordinario, el general jefe del Ejército de operaciones podrá imponer esta condecoración en el propio campo de batalla tanto a paisanos como a militares, dando cuenta de ello al Ministerio de la Guerra para su confirmación, haciéndose responsable dicha autoridad de la recompensa otorgada. Artículo cuarto. La «Medalla de la Libertad» se concederá por una sola vez, pudiendo, por méritos posteriores, otorgarse tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor. Estas distinciones irán representadas por pasadores de oro en la cinta de la Medalla, inscribiéndose el lugar y fecha del hecho realizado. Orden circular de 16 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 140, del 20). Fijando las normas para la aplicación del decreto de 5 de marzo de 1937 relativas a la concesión de recompensas por méritos de guerra42. Primera. Durante la actual campaña, que se considerará iniciada a partir del 15 de julio de 1936, las recompensas que podrán otorgarse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías que las merezcan, para premiar hechos o servicios de extraordinario mérito realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella, serán las siguientes: a) «Medalla de la Libertad», honorífica. No podrá otorgarse más de una condecoración de cada una de las tres enumeradas. Por méritos posteriores se concederán tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor e irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas, inscribiéndose el lugar y fecha del hecho realizado o la fecha de la herida. Tercera. «Medalla de la Libertad». Esta condecoración se otorgará por méritos y servicios en campaña a los que, rebasando el cumplimiento de su deber, en beneficio de la guerra o en relación con ella, se distingan muy notablemente, siempre que quede plenamente probado el mérito sobresaliente contraído, debiendo tenerse muy presente las condiciones, cualidades y circunstancias señaladas en la norma segunda. El individuo propuesto, si actúa con las armas en la mano, deberá llevar, por lo menos, dos meses de campaña y haber asistido a tres o más hechos de armas, distinguiéndose en ellos.

41 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 42 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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Cuando el valor y aptitudes profesionales hayan sido puestos de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresalientemente en una operación de guerra de señalada importancia o trascendencia y la superioridad tenga conocimiento y deduzca de las investigaciones que se lleven a cabo que existen méritos para otorgar la «Medalla de la Libertad», ordenará se tramite rápidamente la aclaración de los hechos realizados por aquel que se trata de premiar, con la finalidad de que tal recompensa tenga siempre carácter ejemplar e inmediato, pudiendo ser impuesta, en los casos verdaderamente excepcionales, en el propio campo de batalla, por el jefe superior de las fuerzas, que se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta al Ministerio de la Guerra para su confirmación. Orden de 31 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 199, de 18 de julio). Estableciendo las recompensas que pueden concederse al personal de los cuerpos armados del Ministerio de la Gobernación43. Con el fin de que las recompensas que se concedan al personal de los cuerpos armados de este ministerio se ajusten en general a las dictadas por el Ministerio de Defensa-Ejército, se establece: Artículo primero. Las recompensas que podrán otorgarse serán: a) Medalla de «La Libertad», honorífica. Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares44. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes45: d) Medalla de la Libertad (honorífica). Artículo 5.º La Medalla de la Libertad se otorgará con arreglo a lo ya dispuesto con respecto a la concesión de la misma. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra46. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: d) «Medalla de la Libertad» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas, inscribiéndose, el lugar y la fecha de la acción. Undécima. Medalla de la Libertad. Esta condecoración se otorgará por méritos y

43 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 44 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 45 Este artículo fue ampliado por decreto de 22 de abril de 1938. 46 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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servicios de campaña verdaderamente extraordinarios, cuando el valor llegue al heroísmo y las aptitudes profesionales a lo genial, puestas de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresaliente, en una o varias operaciones de guerra de señalada importancia o trascendencia. Cuando se trate de hechos excepcionales, podrá ser impuesta en el propio campo de batalla por el jefe del Ejército a que pertenezca el interesado, quien se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta de ello al Ministro de Defensa Nacional para su confirmación. La imposición de esta Medalla se hará sin tardanza, una vez publicada la concesión en el Diario Oficial o en la orden general del Ejército, ante las fuerzas que al efecto puedan reunirse de cuerpo de ejército, división, brigada, batallón o unidad análoga, en que sea primero o segundo jefe o sirva el beneficiado, por el jefe del ejército de quien dependan las fuerzas a que pertenezca el interesado, o por la persona que con tal fin nombre éste. Los individuos de tropa que ostenten la «Medalla de la Libertad», formarán en primer lugar en la compañía, escuadrón, batería o unidad análoga a la que pertenezcan, y en cabeza, por antigüedad, los que hubieran obtenido la concesión en el propio campo de batalla, por lo excepcional del mérito. Unos y otros, sin embargo, detrás siempre de los condecorados con la «Placa Laureada de Madrid». Ultimada que sea la indicada información, se remitirá por el juez al jefe del Ejército, quien a la vista de la misma, y con el conocimiento que tenga del caso, informará la propuesta, cursando ambos documentos a la Subsecretaría del Ejército de Tierra (Sección de Personal—Negociado de Recompensas) para su resolución, previo informe del Gabinete de Información y Control. Quedan exentos de la información citada los soldados y cabos cuando la propuesta sea para la «Medalla del Valor», exigiéndoseles únicamente para la «Placa del Valor» y «Medalla de la Libertad». Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña47. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes: d) «Medalla de la Libertad» (honorífica). Duodécima. Medalla de la Libertad. Esta condecoración se otorgará por méritos y servicios de campaña verdaderamente extraordinarios, cuando el valor llegue al heroísmo y las aptitudes profesionales a lo genial, puestas de manifiesto de un modo indiscutible y muy sobresaliente, en una o varias operaciones de guerra de señalada importancia o trascendencia. Cuando se trate de hechos excepcionales, podrá ser impuesta en el propio campo de batalla por el jefe del Ejército a que pertenezca el interesado, quien se hará responsable de tal otorgamiento y dará cuenta de ello al Ministro de Defensa Nacional para su confirmación. La imposición de esta Medalla se hará sin tardanza, una vez publicada la concesión en el Diario Oficial o en la orden general del Ejército, ante las fuerzas que al efecto puedan reunirse de Cuerpo de Ejército, División, Brigada, Batallón o Unidad análoga, en que sea primero o segundo jefe o sirva el beneficiado, por el jefe del Ejército de quien dependan las fuerzas a que pertenezca el interesado, o por la persona que con tal fin nombre éste. Los individuos de tropa que ostenten la «Medalla de la Libertad», formarán en primer lugar en la compañía, escuadrón, batería o unidad análoga a la que pertenezcan, y en

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cabeza, por antigüedad, los que hubieran obtenido la concesión en el propio campo de batalla, por lo excepcional del mérito. Unos y otros, sin embargo, detrás siempre de los condecorados con la «Placa Laureada de Madrid». Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos48. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla de la Libertad. Premio: al boceto de Espert y Briones. Primer accésit: al boceto de Rubio. Segundo accésit al boceto de Manuela Ballester. Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas49. Primero. Las condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla, como distintivo de la posesión de la recompensa.

Medalla de la Libertad En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda de color azul celeste de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado50.

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48 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 49 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 50 De forma circular, el anverso lleva sobre un mapa de la península y la palabra LIBERTAD, una matrona que

apoya la mano derecha en el escudo y con una antorcha en su mano izquierda. El reverso, un mapa de la península sobre el que vuelan dos palomas, rodeado de una cadena cuyos últimos eslabones están rotos. Co

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Medalla de sufrimientos por la Patria Referencias. Calvó nº 267; Grávalos-Calvo nº 448; Guerra nº 854-854a

Decreto de 5 de marzo de 1937 (Gaceta de la República número 66, del 7). Estableciendo las distinciones que podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, por los motivos que se indican, en defensa de la República51. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases de categorías, serán las siguientes: d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica52. Artículo séptimo. La «Medalla de Sufrimientos por la Patria» se concederá, con carácter honorífico, a los heridos graves en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales en las condiciones especificadas en las normas que se publicarán, y a las madres que, por cualquiera de las expresadas circunstancias, perdieran uno o más hijos. Esta Medalla se otorgará por una sola vez y a la cinta de la misma se acumularán tantos pasadores de oro como distinciones se obtengan con posterioridad, inscribiéndose en éstos el lugar y la fecha de la herida. Artículo octavo. Estas recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una por el mismo hecho, a excepción de la Medalla de Sufrimientos por la Patria, que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás. Orden circular de 16 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 140, del 20). Fijando las normas para la aplicación del decreto de 5 de marzo de 1937 relativas a la concesión de recompensas por méritos de guerra53. Primera. Durante la actual campaña, que se considerará iniciada a partir del 15 de julio de 1936, las recompensas que podrán otorgarse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías que las merezcan, para premiar hechos o servicios de extraordinario mérito realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella, serán las siguientes: d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica. No podrá otorgarse más de una condecoración de cada una de las tres enumeradas. Por méritos posteriores se concederán tantas distinciones iguales como haya merecido el poseedor e irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas, inscribiéndose la fecha de la herida. Sexta. «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). Tendrán derecho a esta condecoración todos los heridos graves que hayan invertido en su curación más de veinte hospitalidades. Se otorgará como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del cuerpo o unidad respectiva, o por instancia del interesado, si éste no fuese militar, haciéndose constar en una y otra el empleo, nombre y apellidos, fecha y lugar en que fue herido, diagnóstico y tiempo invertido en su curación, lo que se acreditará mediante las hojas clínicas de los establecimientos donde los heridos reciban o hayan recibido su asistencia, considerándose como heridos en campaña los comprendidos en los casos siguientes: Primero: Los que sufrieron heridas o lesiones graves, causadas directamente por el

51 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 52 Con bastante seguridad el modelo aprobado en 1814 se utilizaría por ambos ejércitos hasta la publicación del

nuevo modelo republicano en noviembre de 1938. La fotografía publicada en el Diario La Voz de 22 de agosto de 1938 de la imposición de esta medalla a un comisario, así parece confirmarlo.

53 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Corte

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hierro o fuego enemigo o por cualquier otro medio de ofensa que éste pueda emplear al atacar o defenderse. Segundo: Los que resultaren heridos con el mismo pronóstico del caso anterior por elementos de guerra propios o accidentes ocurridos en función del servicio, en operaciones activas o en servicios beneficiosos para aquélla o en relación con la misma, siempre que el accidente no hubiera sido motivado por imprudencia temeraria del lesionado. Tercero. Los heridos y lesionados graves en accidente de aeronáutica o por la preparación y manejo de gases asfixiantes o de otras materias inflamables o nocivas, siempre que el hecho no sea originado por impericia o imprudencia del que los sufrió. Para la debida comprobación de las condiciones preceptuadas anteriormente, llevarán los directores de los establecimientos sanitarios militares o civiles en que ingresen los lesionados, relaciones que especifiquen la fecha de la lesión de cada uno, el día que comenzó su tratamiento facultativo, el del ingreso del lesionado en el establecimiento, el informe diario del médico de cabecera acerca del carácter leve, grave o muy grave de aquélla y el número de hospitalidades causadas en dicho establecimiento. Si la asistencia del lesionado se efectuara en domicilios o establecimientos civiles o particulares no afectos directamente al servicio de Sanidad Militar, corresponderán al jefe sanitario de la plaza respectiva y al médico que se designe las funciones de estadística, vigilancia y comprobación encomendados al director del hospital y al médico de cabecera. Cuando el lesionado salga de uno de estos domicilios o establecimientos sanitarios, para proseguir su curación en otro cualquiera de clase igual o distinta, será remitida la relación correspondiente por el director del hospital o jefe de Sanidad Militar respectivo, al que, por efecto del traslado, debe encargarse de continuarla. El director del hospital o jefe de sanidad de la plaza respectiva, según los casos, queda facultado también para formular la propuesta de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», remitiéndola al jefe del cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso, o directamente al Ministerio de la Guerra, si se tratase de un paisano, acompañada de los datos especificados en esta norma a ajustada, en todo caso a las condiciones exigidas en la misma. Las madres de los muertos en campaña o por resultas de heridas sufridas en la misma tendrán igualmente derecho al uso de esta Medalla, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madres de fallecidos. Las instancias documentadas se remitirán directamente al Ministro de la Guerra. El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del Estado, provincia o municipio que se anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concurses o convocatorias. Séptima. Todas las recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una de cada clase por el mismo período, ni más de una por el mismo hecho, a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás. Orden de 31 de mayo de 1937 (Gaceta de la República número 199, de 18 de julio). Estableciendo las recompensas que pueden concederse al personal de los cuerpos armados del Ministerio de la Gobernación54. Con el fin de que las recompensas que se concedan al personal de los cuerpos armados de este ministerio se ajusten en general a las dictadas por el Ministerio de Defensa-Ejército, se establece: Artículo primero. Las recompensas que podrán otorgarse serán:

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d) «Medalla de Sufrimientos por la Patria», honorífica. Artículo decimocuarto Todas las recompensas serán compatibles entre sí, pero no podrá otorgarse más de una de una de cada clase por el mismo periodo, ni más de una por el mismo hecho, a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con las demás. Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares55. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: f) Medalla de Sufrimientos por la Patria (honorífica). Artículo 7.º Se instituye la Medalla de Sufrimientos por la Patria, honorífica. Se concederá a los heridos en campaña o en actos con ella relacionados, o en los que se consideren como tales, teniendo en cuenta las mayores penalidades y sufrimientos padecidos hasta la curación. Se otorgará por una sola vez y a la cinta de la medalla se acumularán tantos pasadores de oro como distinciones se obtengan con posterioridad, inscribiéndose en ellos el lugar y la fecha de la acción. Esta condecoración será compatible con cualesquiera otras recompensas, de las que por el presente decreto se crean. También tendrán derecho a la Medalla de Sufrimientos por la Patria las madres que hubieran perdido uno o más hijos en actos de guerra. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra56. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: f) «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas inscribiéndose, la fecha de la herida. Duodécima. Medalla de Sufrimientos por la Patria. Tendrán derecho a esta condecoración: a) Los heridos en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales, siempre que el hecho no fuese producido por imprudencia temeraria del que la sufrió y teniendo en cuenta más que el número de hospitalidades, las mayores penalidades y sufrimientos físicos hasta su curación, en la que habrán de invertir un mínimo de veinte días. Esta condecoración será compatible con la concesión de las recompensas que en estas normas se expresan y podrá otorgarse con cualquiera de las establecidas, sin que esta circunstancia lleve consigo derecho de preferencia sobre los demás individuos que sólo

55 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 56 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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sean propuestos por méritos contraídos. También tendrán derecho a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» las madres de los muertos en campaña de resultas de heridas sufridas en la misma, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madre del fallecido. Se otorgarán la mencionada medalla como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del cuerpo o de unidad respectiva, o por instancia del interesado, y todas se resolverán mediante la apertura del oportuno expediente, en el que queden comprobadas las condiciones requeridas. También podrán hacer las propuestas los directores de hospitales o jefes de sanidad de las plazas respectivas, según los casos, debiendo remitirlas al jefe del cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso o directamente al Ministerio de Defensa Nacional, si se tratase de un paisano. Las instancias documentadas, se remitirán directamente al Ministerio de Defensa Nacional. El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del estado, provincia o municipio, que anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concursos o convocatorias.

NORMAS TRANSITORIAS Tercera. Por el mismo hecho no podrá otorgarse más de una condecoración a excepción de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria», que podrá concederse conjuntamente con cualquiera de las demás

Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña57. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes: f) «Medalla de Sufrimientos por la Patria» (honorífica). Decimotercera. Medalla de Sufrimientos por la Patria. Tendrán derecho a esta condecoración: a) Los heridos en campaña o en actos con ella relacionados o considerados como tales, siempre que el hecho no fuese producido por imprudencia temeraria del que la sufrió y teniendo en cuenta más que el número de hospitalidades, las mayores penalidades y sufrimientos físicos hasta su curación, en la que habrán de invertir un mínimo de veinte días. Esta condecoración será compatible con la concesión de las recompensas que en estas normas se expresan y podrá otorgarse con cualquiera de las establecidas, sin que esta circunstancia lleve consigo derecho de preferencia sobre los demás individuos que sólo sean propuestos por méritos contraídos. También tendrán derecho a la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» las madres de los muertos en campaña de resultas de heridas sufridas en la misma, otorgándose a petición de las interesadas, justificando debidamente su condición de madre del fallecido. Se otorgarán la mencionada medalla como consecuencia de propuesta formulada por el jefe del Cuerpo o de Unidad respectiva, o por instancia del interesado, y todas se resolverán mediante la apertura del oportuno expediente, en el que queden comprobadas las condiciones requeridas. También podrán hacer las propuestas los directores de hospitales o jefes de Sanidad de las plazas respectivas, según los casos, debiendo remitirlas al jefe del Cuerpo a que pertenezca el interesado, para su curso o directamente al Ministerio de Defensa Nacional, si se tratase de un paisano. Las instancias, documentadas, se remitirán directamente al Ministerio de Defensa Nacional. 57 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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El estar en posesión de la «Medalla de Sufrimientos por la Patria» significará un mérito para ocupar, por una sola vez, los destinos del Estado, provincia o municipio, que anuncien o convoquen, siempre que el aspirante reúna todas las condiciones exigidas en los correspondientes concursos o convocatorias. Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos58. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla de Sufrimientos por la Patria. Premio: al boceto de Espert y Briones. Primer accésit: al boceto de Juan José Moreno «Cheché». Segundo accésit: al boceto de Francisco T. Maristany. Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas59. Primero. Las indicadas condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla, como distintivo de la posesión de la recompensa. Tercero. Queda autorizada la industria privada para la libre confección y venta de estas condecoraciones.

Medalla de Sufrimientos por la Patria En bronce o en cobre o metal bronceados de 35 por 35 milímetros, suspendida por una cinta de seda de color amarillo de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, sujeta por medio de un pasador de metal dorado. Los heridos llevarán bordada un aspa roja cruzando la cinta, cuyas barras tendrán dos milímetros de ancho60.

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58 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 59 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 60 De forma triangular con los ángulos redondeados, el anverso lleva, sobre un mapa de la península, un

combatiente herido con el torso desnudo. El reverso, dos camilleros que, entre alambradas, trasladan un herido y la inscripción SUFRIMIENTOS POR LA PATRIA. Co

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Medalla del valor Referencias. Calvó nº 269; Grávalos-Calvo nº 446

Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares61. El decreto de cinco de marzo de mil novecientos treinta y siete, señalando las recompensas que pueden otorgarse con motivo de la actual campaña, debe ser modificado, para ponerlo más en consonancia con el espíritu y los deseos de nuestro Ejército popular, manteniendo, incluso con su actual reglamentación, algunas de las condecoraciones instituidas y creando otras nuevas. Por lo expuesto, De acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del Ministro de Defensa Nacional, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: b) Medalla del Valor (pensionada). Artículo 3.° La Medalla del Valor se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la Medalla del Deber, siendo necesario que el propuesto se encuentre en posesión de esta última62. Llevará anexa la pensión del veinte por ciento de la diferencia de sueldo al empleo inmediato durante cinco años, pensión que se percibirá a partir de la revista siguiente a la fecha de antigüedad que se atribuya a la condecoración. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra63. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: b) «Medalla del Valor» (pensionada). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las mismas, inscribiéndose, el lugar y la fecha de la acción. Séptima. Medalla del Valor. Se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la «Medalla del Deber», siendo necesario que el propuesto se encuentre en posesión de esta última. Octava. Pensiones anexas a la Medalla del Valor. Los condecorados con la «Medalla del Valor» percibirán el importe mensual del veinte por ciento de la diferencia de sueldo al

61 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Se concedió por ejemplo a la Defensa Contra Aeronaves

(DECA) del Ebro, por su magnífica actuación en este sector, donde todos sus componentes dieron muestras de un gran valor y una alta moral combativa, puestos al servicio de la causa del pueblo. También al primer batallón de la 14 Brigada Mixta, por su heroico comportamiento.

62 Este artículo fue aclarado por decreto de 25 de mayo de 1938. 63 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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empleo superior durante cinco años. Para los generales será el veinte por ciento de la diferencia del sueldo que disfruten y el que perciban cuando se les abone el quinquenio que les corresponda. Estas pensiones se percibirán a partir de la revista siguiente a la fecha de la antigüedad con que se concedan. Decreto de 22 de abril de 1938 (Gaceta de la República número 113, del 23). Ampliando el decreto de veintitrés de enero del corriente año, en el sentido de que entre las recompensas que figuran en su artículo primero y que podrán concederse en la actual campaña, se incluye también el “Ascenso al empleo inmediato” y modificando los tipos de pensiones para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor” según las normas que se detallan64. Artículo cuarto Quedan modificados los tipos de pensiones señalados por al artículo cuarto del decreto citado de veintitrés de enero de corriente año, para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor”, estableciéndose las siguientes: a) “Medalla del Valor”: mil pesetas anuales para generales y jefes; setecientas cincuenta para oficiales y quinientas pesetas para clases y soldados. Tanto las pensiones de la “Medalla” como de la “Placa del Valor” citadas, se percibirán durante cinco años. Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña65. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes: b) «Medalla del Valor» (pensionada). Séptima. Medalla del Valor. Se otorgará por hechos y servicios verdaderamente extraordinarios, en las mismas condiciones señaladas para la concesión de la «Medalla del Deber», siendo indispensable que el propuesto se encuentre en posesión de esta última. Octava. Pensiones anexas a la Medalla del Valor. Los condecorados con la «Medalla del Valor» percibirán: generales y jefes, 1000 pesetas anuales; oficiales, 750 pesetas anuales; clases y soldados, 500 pesetas anuales. Todas durante cinco años y a partir de la revista Decreto número 87, de 25 de mayo de 1938 (Gaceta de la República número 147, del 27). Declarando que la “Medalla del Valor” se otorgará indistintamente, según los méritos de los interesados aun cuando éstos no estén en posesión de la “Medalla del Deber”, aplicándose este precepto a todas las concesiones de la “Medalla del Valor” efectuadas con anterioridad a la fecha de este decreto. El artículo tercero del decreto de 23 de enero último, determina que para otorgar la Medalla del Valor es necesario que los propuestos se encuentren en posesión de la Medalla del Deber. Esta circunstancia, aplicada a los primeros meses de la campaña no hubiera ocasionado perjuicio alguno, puesto que las propuestas hubieran sido resueltas a su debido tiempo y por tanto la concesión de recompensas hubiera guardado relación con la escala de las que se hubieran creado. En la actualidad que la mayoría de las propuestas se encuentran ya en tramitación para

64 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 65 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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otorgar la recompensa que se considere más justa, no puede aplicarse la medida establecida sin caer en muchos casos en el error de que los méritos no queden suficientemente premiados por no haber podido otorgarse antes la Medalla del Deber. Por lo expuesto, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta del de Defensa Nacional, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo único. El artículo tercero del decreto de 23 de enero último que determina las recompensas que podrán concederse durante la actual campaña se entenderá aclarado en el sentido de que la Medalla del Valor se otorgará indistintamente según los méritos de los interesados aun cuando éstos no estén posesión de la Medalla del Deber, aplicándose este precepto a todas las concesiones de la Medalla del Valor efectuadas con anterioridad a la fecha de este decreto.

Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos66. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla del Valor. Premio: al boceto de Manuela Ballester. Primer accésit: al boceto de Luis García Gallo. Segundo accésit: al boceto de Pedroza Blanco. Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas67. Primero. Las indicadas condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla, como distintivo de la posesión de la recompensa. Tercero. Queda autorizada la industria privada para la libre confección y venta de estas condecoraciones.

Medalla del Valor El conjunto tendrá el tamaño de 42 por 35 milímetros, y será de metal esmaltado en los siguientes colores: el casco y la espada, gris acero; la base, imitando piedra granito con la leyenda VALOR en oro, y verde la corona de laurel. El reverso llevará una presilla por la que pasará y sujetará una cinta de seda roja de 35 milímetros de ancho por 70 de largo, redondeada por la parte inferior, que sobresaldrá 10 milímetros desde el cruce de las ramas de laurel, y la superior irá unida a un pasador de metal dorado.

66 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 67 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe.

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Placa del valor Referencias. Calvó nº 273; Grávalos-Calvo nº 444

Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares68. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: c) Placa del Valor (pensionada). Artículo 4.º Los reiterados méritos, expresión de un esfuerzo constante, podrán ser premiados con la Placa del Valor. Para ello será preciso estar en posesión de la Medalla del Deber y de la del Valor, que hayan sido concedidas en la misma campaña. También podrán ostentar la Placa del Valor quienes por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras en hechos heroicos y combates, mantengan con riesgo de su vida la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. El expediente que para cada esta concesión habrá de incoarse, se basará en una información que acredite los méritos y aptitudes del interesado. La Placa del Valor tendrá como pensión anexa la diferencia de sueldo con respecto al del empleo inmediato superior, pensión que subsistirá durante cinco años, a partir de la revista del mes siguiente al hecho por el que la placa fue otorgada, y sea cual fuere la situación de quien la hubiese obtenido69. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra70. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: c) «Placa del Valor» (pensionada). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por barras de oro, colocadas horizontalmente, a tres milímetros de distancia en la parte inferior de la condecoración, inscribiéndose el lugar y la fecha de la acción. Novena. Placa del Valor. La «Placa del Valor» podrá concederse, por acumulación de méritos, expresión de un esfuerzo constante y fructífero, o a quienes por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras, en hechos heroicos y combates, mantengan, con riesgo de su vida, la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. Para que pueda concederse esta condecoración será preciso estar en posesión de la «Medalla del Valor». Los individuos de tropa que posean la «Placa del Valor», ocuparán en toda formación,

68 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 69 Véase el decreto de 22 de abril de 1938, que modifica los tipos de pensiones. 70 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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lugar preferente, pero a continuación de los condecorados con la «Medalla de la Libertad». Décima. Pensiones anexas a la Placa del Valor.—Los condecorados con la «Placa del Valor», percibirán diferencia de sueldo con respecto al empleo inmediato durante cinco años. Para los generales será la diferencia del sueldo que disfruten y el que perciban cuando se les abone el quinquenio que les corresponda. Estas pensiones se percibirán a partir de la primera revista del mes siguiente a la fecha del hecho por el que la placa fue otorgada. Decreto de 22 de abril de 1938 (Gaceta de la República número 113, del 23). Ampliando el decreto de veintitrés de enero del corriente año, en el sentido de que entre las recompensas que figuran en su artículo primero y que podrán concederse en la actual campaña, se incluye también el “Ascenso al empleo inmediato” y modificando los tipos de pensiones para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor” según las normas que se detallan71. Artículo cuarto. Quedan modificados los tipos de pensiones señalados por al artículo cuarto del decreto citado de veintitrés de enero de corriente año, para la “Medalla de Valor” y la “Placa del Valor”, estableciéndose las siguientes: b) “Placa del Valor”: dos mil pesetas anuales para generales y jefes; mil quinientas pesetas para oficiales y mil pesetas para clases y soldados. Tanto las pensiones de la “Medalla” como de la “Placa del Valor” citadas, se percibirán durante cinco años. Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña72. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes: c) «Placa del Valor» (pensionada). Novena. Placa del Valor. La «Placa del Valor» podrá concederse, por acumulación de méritos, expresión de un esfuerzo constante y fructífero o a quienes, por iniciativa propia y asumiendo funciones rectoras en hechos heroicos y combates, mantengan, con riesgo de su vida, la lealtad de las tropas a sus órdenes en defensa de la Nación, de las instituciones, de la disciplina o de la paz pública. Para que pueda concederse esta condecoración será preciso estar en posesión de la «Medalla del Valor». Los individuos de tropa que posean la «Placa del Valor», ocuparán, en toda formación, lugar preferente, pero a continuación de los condecorados con la «Medalla de la Libertad». Décima. Pensiones anexas a la Placa del Valor. Los condecorados con la «Placa del Valor», percibirán: generales y jefes, 2000 pesetas anuales; oficiales, 1500 pesetas anuales; clases y soldados, 1000 pesetas anuales. Todas durante cinco años y a partir de la revista siguiente a la fecha de la antigüedad con que se conceda la condecoración.

Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos73. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece

71 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 72 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 73 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Placa del Valor. Considerando la poca calidad de los bocetos presentadas y teniendo presente la importancia de esta condecoración, se declaran desiertos los premios y se abre un nuevo concurso, cuyas bases serán objeto de una orden circular. Orden circular número 8035, de 11 de mayo de 1938 (DOMDN número 114, del 13). Convocando nuevo concurso. Como continuación a la orden circular número 7121 (DO número 103) y a consecuencia del concurso de bocetos para dotar de distintivo a las condecoraciones que establece el decreto de este Ministerio de 23 de enero último, he resuelto abrir un nuevo concurso de bocetos para la Placa del Valor, de acuerdo con las siguientes bases: 1. Podrán concurrir a este concurso todos los españoles residentes en la zona leal, sean civiles o militares. 2. Se abre un plazo de admisión de modelos, por un mes, a partir de la publicación de estas bases. 3. Los bocetos irán diseñados sobre cartulina a tres colores, como máximo, y el tamaño del diseño no podrá exceder de veinte centímetros. 4. Cada concursante sólo podrá presentar un boceto. 5. El asunto será libre, pero será condición indispensable que sea alegórico a las circunstancias que, según la base novena de la orden circular número 7002, de 24 de abril último (DO número 101), del 28 de abril, han de concurrir en la concesión de esta recompensa. 6. Los bocetos deberán ir firmados por sus autores y serán remitidos a esta Subsecretaría del Ejército de Tierra (Secretaría Técnica). 7. Finalizado el plazo de admisión, esta Subsecretaría procederá, previo el asesoramiento técnico necesario, a la elección del modelo que será declarado reglamentario. 8. Se establecen los siguientes premios: 5000 pesetas para el modelo elegido; un accésit de 2000 pesetas; otro de 1000 y dos de 50o pesetas. 9. Los modelos premiados quedarán de propiedad del Ministerio de Defensa nacional. 10. No se devolverá, ninguno de los originales presentados. Orden circular número 11642, de 27 de junio de 1938 (DOMDN número 159, del 28). Concurso. Examinados los bocetos presentados al concurso convocado por orden circular 8035, del 11 de mayo último (DO número 114), para dotar de distintivo la Placa del Valor y previo el asesoramiento técnico necesario, he resuelto conceder los premios que establecía dicha orden circular, de la forma siguiente: Premio: al boceto de Manuela Ballester. Primer accésit: al boceto de Joan. Segundo accésit: al boceto de Espert. Tercer accésit: al boceto de Rubio. Cuarto accésit: al boceto de Antonio S. Pantoja. Los autores premiados deberán presentarse en esta Subsecretaría del Ejército de Tierra (Secretaría Técnica) para que se les haga efectivo los premios obtenidos.

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BOCETO PRESENTADO POR MANUELA BALLESTER74

74 Sin referencias de medidas y colores, se trata de una estrella de cinco puntas —posiblemente roja— cargada

en un rafagado circular. Sobre la estrella, el busto de un soldado con casco del que parece despegar una matrona con corona mural y alada que en su brazo derecho sostiene un escudo nacional. Co

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Medalla del deber Referencias. Calvó nº 268; Grávalos-Calvo nº 445

Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares75. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: a) Medalla del Deber (honorífica). Artículo 2.º La Medalla del Deber premiará los méritos y servicios de guerra notoriamente destacados. Para poder otorgarla será indispensable haber permanecido, como mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos, desde puesto de gran peligro, o incorporado a fuerzas armadas. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra76. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: a) «Medalla del Deber» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de las medallas, inscribiéndose, el lugar y la fecha de la acción. Sexta. Medalla del Deber. Esta condecoración, se concederá por méritos y servicios de guerra notoriamente destacados, siendo indispensable el haber permanecido, como mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos desde puestos de gran peligro o incorporado a fuerzas armadas, desarrollando con acierto su cometido, cuando se trate de jefes, oficiales o sargentos. Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña77. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes: a) «Medalla del Deber» (honorífica). Sexta. Medalla del Deber. Esta condecoración, se concederá por méritos y servicios de guerra notoriamente destacados, siendo indispensable el haber permanecido, como

75 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 76 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 77 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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mínimo, tres meses en territorio de operaciones, figurar en tres hechos de armas y haber tomado parte en alguna fase de ellos desde puestos de gran peligro o incorporado a fuerzas armadas, desarrollando con acierto su cometido, cuando se trate de jefes, oficiales o sargentos. Orden circular número 7938, de 8 de mayo de 1938 (Gaceta de la República número 132, del 12). Disponiendo pueda concederse la “Medalla del Deber” a los obreros y obreras de las fábricas o talleres aliados que trabajan para la guerra. El deber de defender a la Patria se cumple en el puesto que el Gobierno designa, lo mismo en el taller que en la trinchera y por ello ha resuelto pueda concederse la “Medalla del Deber” a los obreros y obreras de las fábricas o talleres aislados que trabajen para la guerra y se distinguen especialmente en el esfuerzo que todos realizan. La concesión se hará por este Ministerio [Defensa Nacional] a propuesta del Director o encargado de la Fábrica o Taller, previo informe del Comité correspondiente si éste existiera en aquéllos. Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos78. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla del Deber. Premio: al boceto de Briones y Espert. Primer accésit: al boceto de A. Simón Fuentes. Segundo accésit: al boceto de A. Doménech. Orden circular número 9139, de 26 de mayo de 1938 (Gaceta de la República número 148, del 28). Aclarando la de fecha 8 del actual, relativa al procedimiento por el que ha de concederse la Medalla del Deber. La circular número 7938, de 8 del mes actual (Gaceta 132 y DO 113) relativa al procedimiento por el que ha de concederse la Medalla del Deber, se entenderá aclarada en el sentido de que en todas aquellas fábricas y talleres en los que existan comisarios políticos, delegados de este ministerio, corresponderá a éstos la facultad de hacer la propuesta de recompensa a que se alude en la mencionada circular. Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas79. Primero. Las indicadas condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla,

78 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 79 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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como distintivo de la posesión de la recompensa. Tercero. Queda autorizada la industria privada para la libre confección y venta de estas condecoraciones.

Medalla del Deber En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda de color verde de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado80.

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Crónica número 459. 28 de agosto de 1938. p. 2

80 Lleva en el anverso el busto de una matrona con corona mural y un desfile junto a la palabra DEBER. El

reverso, un soldado con casco y capote en actitud de disparar. Corte

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Medalla de la segunda guerra de la Independencia Referencias. Calvó nº 272; Grávalos-Calvo nº 449; Guerra nº 855-855a

Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares81. Artículo primero. Las recompensas que con motivo de la actual campaña podrán concederse a todos los ciudadanos, tanto civiles como militares, sin distinción de clases ni categorías, serán las siguientes: g) Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia (honorífica). La Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia se otorgará a cuantos, directa o indirectamente, hayan contribuido de modo eficaz en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión fascista extranjera. A aquellos que más se hayan distinguido por su entusiasmo y constancia en la defensa de las libertades del pueblo se les recompensará con un arma u objeto de uso militar, en los que se estampará una dedicatoria de la República a los interesados. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra82. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra, en beneficio de la misma o en relación con ella y los peligros y penalidades sufridas durante la actual campaña —que se considerará iniciada a partir del día 15 de julio de 1936— podrán ser premiados en interés el Estado y en consideración a los merecimientos de cualquier ciudadano, bien sea civil o militar (español o extranjero), con las recompensas siguientes: g) «Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia» (honorífica). Segunda. No podrá ostentarse más de una condecoración de cada una de las citadas. Las que se concedan repetidamente por méritos posteriores irán representadas por pasadores de oro en la cinta de la medalla, inscribiéndose, el lugar y la fecha de la acción. Decimotercera. Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Esta condecoración será honorífica y tendrán derecho a ella todos los que, directa o indirectamente, hayan contribuido eficazmente en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión extranjera. Se concederá únicamente al final de la campaña, a propuesta de los jefes de cuerpo o unidad, centros y dependencias del Estado, en cuyas propuestas quedarán plenamente acreditados los relevantes servicios prestados por el ciudadano que se trate de recompensar. Decreto de 24 de abril de 1938 (DOMDN número 101, del 28). Normas para aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, ampliado y modificado por de 22 del mes actual relativos a las recompensas que podrán otorgarse durante la actual campaña83. Primera. Los hechos que constituyen méritos extraordinarios realizados en operaciones de guerra […] podrán ser premiados […] con las recompensas siguientes:

81 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 82 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 83 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. Co

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g) «Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia» (honorífica). Decimocuarta. Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Esta condecoración será honorífica y tendrán derecho a ella todos los que, directa o indirectamente, hayan contribuido eficazmente en actos o servicios de guerra, a la lucha contra la invasión extranjera. Se concederá únicamente al final de la campaña, a propuesta de los jefes de Cuerpo o Unidad, Centros y Dependencias del Estado, en cuyas propuestas quedarán plenamente acreditados los relevantes servicios prestados por el ciudadano que se trate de recompensar. Orden circular número 7935, de 10 de mayo de 1938 (DOMDN número 113, del 12). Aprobación de los bocetos. Finalizado el plazo de admisión de bocetos presentados al concurso convocado por orden circular número 7121 (DO número 103), para dotar las condecoraciones que establece el decreto del Ministerio de Defensa Nacional de 23 de enero del presente año, después del examen de los modelos presentados y con el asesoramiento del tribunal designado al efecto, he resuelto conceder los premios que establecía la mencionada orden circular número 7121 (DO número 103) en la siguiente forma: Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia. Premio: al boceto de Luis García Gallo. Primer accésit: al boceto de Elisa Piqueras. Segundo accésit: al boceto de Juan José Moreno «Cheché». Orden circular número 23492, de 16 de noviembre de 1938 (DOMDN número 306, del 22). Normas sobre recompensas84. Primero. Las indicadas condecoraciones se ostentarán sobre el lado izquierdo del pecho, y se ajustarán a los modelos y características que se publican en este Diario Oficial. Segundo. Podrá también usarse un pasador con la cinta de igual color a la de la medalla, como distintivo de la posesión de la recompensa. Tercero. Queda autorizada la industria privada para la libre confección y venta de estas condecoraciones.

Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia En bronce o en cobre o metal bronceados, de 35 milímetros de diámetro pendiente de una cinta de seda con los colores nacionales, en sentido vertical, de 35 milímetros de ancho por 40 de largo, unida a un pasador de metal dorado85.

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84 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 85 Lleva en el anverso un guerrillero de 1808 y un soldado de 1936. El reverso, un ramo de laurel y la inscripción

en dos columnas de cinco y dos líneas 2ª / GUERRA / DE LA / INDEPEN- / DENCIA // 1808 / 1936. Corte

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Orden circular número 26049, de 27 de diciembre de 1938 (DOMDN número 342, del 28). Recompensas. He dispuesto que la Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia, creada por decreto de 23 de enero último (DO núm. 22), pueda ser solicitada, desde este momento, en las condiciones y por las autoridades que se determina en la norma decimocuarta de las generales dictadas por la orden circular número 7002, de 24 de abril próximo pasado (DO número 101).

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86 Presenta diferencias apreciables respecto al diseño publicado: el diámetro es de 40 milímetros en lugar de 35;

el guerrillero lleva un arma de fuego en lugar de un arma blanca; la inscripción del reverso es horizontal en lugar de transversal; lleva en el anverso la firma J.M.PARES; existen ejemplares en aluminio o metal plateado, el tipo de material y ancho de la cinta no se correspondería. Co

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Recompensas colectivas Decreto de 23 de enero de 1938 (Gaceta de la República número 25, del 25). Determinando las recompensas que, con motivo de la actual campaña, podrán concederse a todos los ciudadanos, tantos civiles como militares87. Artículo 6.º Como recompensas colectivas se crean el distintivo del Valor y el distintivo de Madrid, que se otorgarán a las unidades que realicen hechos muy sobresalientes y de trascendencia. Orden circular número 4488, de 22 de marzo de 1938 (DOMDN número 71, del 24). Normas para el desarrollo y aplicación del decreto de 23 de enero de 1938, relativo a la concesión de recompensas por méritos de guerra88. Decimoquinta. Recompensas colectivas. «Distintivo del Valor». «Distintivo de Madrid». Estas recompensas serán independientes de las individuales y podrán otorgarse a las unidades organizadas cuyos méritos sean análogos, en el primero de los casos, a los exigidos en estas normas para otorgar individualmente la «Placa del Valor» y en el segundo, a los exigidos individualmente también para la «Placa Laureada de Madrid». Los indicados distintivos los ostentarán las banderas o enseñas de las unidades a las que se otorgase aquellos. La concesión corresponde al Gobierno, a propuesta del Ministro de Defensa Nacional. Orden circular número 14612, de 5 de julio de 1938 (DOMDN número 196, de 4 de agosto). Modelos de “Distintivo de Madrid”. Este ministerio ha dispuesto aprobar los modelos de “Distintivo de Madrid” para los gallardetes de los buques y dotaciones de Marina a quienes se haya concedido tal condecoración. Distintivo personal. Escudo de Madrid, bordado en oro, plata y sedas, entre dos ramos de seis hojas de laurel cada una, bordadas en oro y unidas por su parte inferior por una cinta tricolor. En su parte inferior irá bordada en seda roja la fecha del combate o hecho glorioso que motiva la concesión del mismo. Se llevará en el mismo sitio que el dispuesto para la Medalla Naval. Gallardete. Escudo de Madrid descrito, con la única excepción de que los laureles van color verde, para que destaquen de la franja amarilla de la bandera. Irá encajado en el primer tercio del gallardete.

87 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 88 Se inserta sólo lo que interesa a este epígrafe. 89 Escudo con los colores de la bandera republicana, con capitel blanco y casco de guerra sobrepuesto a espada

que cruza en diagonal. En la parte superior la inscripción AL VALOR.

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Orden circular número 16937, de 31 de agosto de 1938 (DOMDN número 226, de 3 de septiembre). Ampliación de las normas de desarrollo. Como ampliación de las normas decimosexta (recompensas colectivas) y decimoséptima, sobre recompensas, de la orden circular de 24 de abril de 1938 (DO número 101), he resuelto: Distintivo de Madrid. Tal distintivo lo ostentarán todos los componentes de la unidad condecorada con el mismo, sea cual fuere su graduación, consistiendo en la corona de laurel que figura en el diseño de la condecoración, publicado en el Diario Oficial número 126, del 26 de mayo de 1937, bordada en seda verde sobre la manga izquierda de la guerrera o camisa, entre la bocamanga o puño y la altura del codo. La bandera de la unidad condecorada llevará bordada en su centro una Placa Laureada de Madrid, de la misma forma que la del citado diseño, análogos colores de sedas a los que en la leyenda de aquél se especifican y tamaño triple del que tiene el diseño. En la ceremonia de la imposición se anudará en el asta de la bandera una corbata formada por una cinta de los colores nacionales, de unos ocho a doce centímetros de ancho, y en una de cuyas puntas se bordará una Placa Laureada igual a la central y de más reducido tamaño. Co

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Ceremonias para la imposición de la Placa Laureada de Madrid y el Distintivo de Madrid. Una y otro se impondrán, con la mayor solemnidad, ante las fuerzas formadas y con asistencia de representaciones de otras unidades de todas las armas de los Ejércitos de Tierra, aire y Mar, si ello es posible. Para la imposición de la Placa Laureada, el jefe de las fuerzas, después de solicitar la venia correspondiente, mandará presentar armas, leyendo a continuación el decreto de concesión de la Laureada al interesado, si tal jefe es de graduación superior a la del condecorado; en caso contrario, la lectura la hará el jefe designado por la superioridad. Seguidamente, el agraciado saldrá de filas, situándose en el centro del cuadro formado por las fuerzas, dando frente a su unidad, y a la persona encargada de la imposición de la placa prenderá ésta en el pecho de aquél, pronunciando las siguientes palabras: «En nombre del Pueblo español condecoro a usted, por su heroísmo, con la Placa Laureada de Madrid». Pronunciada esta frase, las bandas interpretarán el himno nacional, ordenando luego el jefe de las fuerzas pases éstas a la posición de firmes para escuchar las palabras de la personalidad que efectúe la imposición, si tiene a bien pronunciarlas. Acto seguido, el condecorado se situará a la derecha de la citada personalidad, y las tropas desfilarán en columna de honor, dando vista al galardonado, único, que contestará a los saludos reglamentarios de los comandantes de las unidades que desfilan. Para la imposición del Distintivo de Madrid a la bandera de una unidad se observarán análogas formalidades en cuanto a representaciones militares y formaciones. Previo un toque de «atención general», el jefe de las fuerzas dará la voz de «presenten armas», saliendo entonces la bandera hasta el centro del cuadro, seguida de un pelotón de escolta mandado por un oficial, situándose dando frente a su unidad. El jefe de las fuerzas mandará descansar armas y el de la unidad condecorada, tomará la bandera, colocándose el abanderado a su izquierda y un paso detrás y la escolta cuatro pasos a retaguardia. Leída seguidamente por el jefe de las fuerzas la disposición que concede del distintivo, la alta autoridad que efectúe la imposición dirá las siguientes palabras: «En nombre del Pueblo español condecoro a … (tal unidad), con el Distintivo de Madrid, por su heroico comportamiento en el combate». Acto seguido anudará la corbata en el asta de la enseña. Inmediatamente el jefe de las fuerzas dará la voz: «A la bandera, presenten armas», ejecutando las bandas el himno nacional, mientras la bandera, seguida de su escolta, pasa a situarse delante de su unidad, con el mismo frente que esta. Acto seguido, el jefe mandará adoptar la posición de arma descansada, y, escuchadas por las fuerzas las palabras de la personalidad que efectúe la imposición, si tiene a bien pronunciarlas, se otorgará el desfile, desplazándose la unidad condecorada al lugar conveniente. Frente a ella se situará la alta autoridad que ha hecho la imposición del Distintivo, y detrás, sus acompañantes y escolta; solicitada la correspondiente venia, las fuerzas desfilarán en columna de honor, dando vista al costado donde está la bandera de la unidad galardonada, que permanecerá durante el desfile en posición de firmes. Inmediatamente después, el jefe de esta unidad entregará la bandera al abanderado y, situándose a la izquierda de la enseña, ordenará el desfile de su unidad en columna de honor, dando vista al costado donde esté la personalidad que preside el acto, rindiéndole honores. Detrás de la unidad, desfilará una banda, la que durante el paso de las otras unidades habrá permanecido formada y tocando, en el lugar conveniente.

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DOCUMENTO DE CONCESIÓN DEL DISTINTIVO DEL VALOR90 Cortesía de Manel Martínez Fauste

90 Este diploma nominal autoriza a usar el distintivo de forma individual. En él se cita la orden circular 15.498 por

el que se concedió el distintivo al primer Batallón de la 14 Brigada, en lugar de la 15.499 que es realmente la resolución que lo hizo a la Brigada DCA de Maniobra. Co

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Medalla de la defensa de Barcelona Acuerdo de 28 de octubre de 193791. Se da cuenta de una propuesta del consejero regidor ciudadano Escofet interesando: Primero: que se declare urgente. Segundo: acordar que se instituya una medalla de la Defensa de Barcelona u otra distinción por el estilo, para poder premiar a todos aquellos que, ya por su valor y pericia, ya por su abnegada conducta, más se hayan distinguido en la protección de la población civil de nuestra ciudad. Se acuerda aprobar la proposición, bien entendido que cada vez que tenga que otorgarse la distinción será preciso recabar el acuerdo del comité municipal permanente.

Medalla de Teruel El Sindicato de profesionales de las Bellas Artes ha abierto un concurso entre escultores españoles de la UGT y CNT, para la realización de la medalla de Teruel, de acuerdo con la iniciativa del general Rojo y autorización otorgada a este sindicato por el ministro de Defensa. Las bases para tomar parte en el concurso han quedado a disposición de los interesados en el local del sindicato92.

Cruz Laureada de la República Se concedió a José Merayo Sobrín, de la 10 Compañía (tercer grupo) del Cuerpo de Seguridad. La fotografía, de no muy buena calidad, si permite apreciar que no se trata de la Placa Laureada de Madrid, y no es ninguna de las categorías de la Orden de la República, en cuyos listados de condecorados tampoco aparece93.

91 AMCB. Libro de actas 397. Folios 99v-100. Se dio cuenta del acta y se aprobó en la sesión de 4 de noviembre

de 1937. El día. Tarrasa. Núm. 278. 29 de octubre de 1937, p. 4. “Para premiar la valentía y el espíritu de abnegación”: «El ayuntamiento de Barcelona, ayer, entre otros acuerdos, tomó el de instituir una medalla de la “Defensa de Barcelona” para poder premiar a aquellos ciudadanos que por su valor o abnegada conducta más se hayan distinguido en la defensa de la población civil». No hay constancia de que la medalla llegara a confeccionarse y/o a entregarse.

92 La Vanguardia. Barcelona. 23 de enero de 1938, p. 9. Sin constancia de que la medalla llegara a confeccionarse.

93 AGMAV,C.100,13,57. Seguridad Popular. Año III. Núm. 55. 6 de febrero de 1938, p. 4. Corte

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Medalla de las Brigadas Internacionales Referencias. Calvó nº 273; Grávalos-Calvo nº 444; Guerra nº 856-856a

Orden circular número 21123, de 20 de octubre de 1938 (DOMDN número 275, del 22). Recompensas. Para premiar de un modo general a los componentes voluntarios de las Brigadas Internacionales que por decisión del Gobierno de la República abandonan España después de haber contribuido a la defensa de su independencia con insuperable heroísmo, he resuelto: Primero. Se crea la Medalla de las Brigadas Internacionales, que tendrá la forma y dimensiones del diseño que figura en este mismo Diario Oficial94. Segundo. Tendrán derecho a ostentar la condecoración todos los combatientes no españoles que hubieren servido en las Brigadas Internacionales desde su creación hasta la fecha de esta orden circular95.

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94 Pieza triangular en la que concurren las puntas de tres espadas cortas cuyas empuñaduras asoman entre sus

lados. El anverso lleva un círculo central con el busto de un soldado y alrededor la leyenda REPÚBLICA ESPAÑOLA. En el reverso lleva en el citado círculo la inscripción BRIGADAS INTERNACIONALES alrededor de otra que dice COMBATIENTE y una rama con nueve hojas de olivo en grupos de tres. No se menciona cinta alguna, pero sí que sería las dimensiones del diseño publicado, de 83 milímetros de ancho. Los ejemplares conocidos suelen tener unos 54 y aparecen habitualmente con cinta roja. Existen ejemplares en aluminio o metal plateado.

95 En Cartagena Nueva núm. 4231, de 29 de octubre de 1938, p. 1. En la despedida de las Brigadas Internacionales, Negrín en su discurso dijo: Sería vano que el gobierno y el pueblo español correspondieran con una muestra material a vuestros servicios abnegados pero quiere daros un recuerdo y por ello ha creado una Medalla por la que se os concede el derecho, terminada la contienda, a recibir la nacionalidad española, no haciéndolo ahora para evitar equívocos […]. Co

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Otros datos. Su diploma llevaba el siguiente texto: «MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL / Subsecretaría del Ejército de Tierra / Como

premio a su actuación durante la Segunda Guerra de la Independencia Española, el Excmo. Sr. Ministro de Defensa Nacional ha resuelto se otorgue a V. la MEDALLA DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES creada por o.c. fecha 20 de Octubre de 1938 (D.O.nº275), para los combatientes no españoles que han servido en dichas Brigadas desde su creación hasta la fecha de la mencionada orden circular. / Lo que me complazco en comunicarle en nombre del Sr. Ministro, para su satisfacción y efectos / Barcelona, … de … de 1938». Corte

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Discurso de despedida a las Brigadas Internacionales pronunicado por el presidente Negrín el 25 de octubre de 1938 en Les Masies (Tarragona) De izquierda a derecha: general Rojo, Modesto, Negrín, Lister y Longo. Detrás, dibujo de la Medalla de las Brigadas Internacionales

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Orden “Lealtad y Mérito” Decreto de 9 de diciembre de 1938 (Gaceta de la República número 344, del 10). Dictando la Orden “Lealtad y Mérito”, destinada a premiar a los funcionarios del Estado que presten a la República servicios relevantes, con lo demás que se señala. Dos órdenes de carácter civil tiene estatuidas la República Española: una la de Isabel la Católica, en que se consagra y simboliza el homenaje da la unidad nacional; otra, la de la República, consecuencia obligada de la implantación del nuevo régimen y debido reconocimiento de la instauración en el poder de la voluntad nacional. Pero el carácter meramente honorífico de ambas condecoraciones no permite que el obligado premio a los ciudadanos de todas las clases que por la perseverancia, abnegación, sacrificio y relieve de los servicios prestados al Estado hayan hecho merecimientos para ello, tenga el alcance y la efectividad que en justicia les corresponde. Es deber indeclinable del régimen republicano exaltar los valores nacionales, mantener vivo el estímulo para el cumplimiento del deber y asegurar a los que en forma eminente lo sirven aumentando el prestigio de sus instituciones y su categoría moral e intelectual en el mundo, medios de vida honrosos y suficientes. En consecuencia, de acuerdo con el Consejo de Ministros y a propuesta de su Presidente, Vengo en decretar lo siguiente: Artículo primero. Se crea una Orden denominada «Lealtad y Mérito», destinada a premiar a los funcionarios del Estado que presten a la República servicios relevantes caracterizados por la lealtad inquebrantable al régimen constituido y por la continuidad y la constancia en el esfuerzo realizado, así como a las personas que sin pertenecer al servicio de aquél les hayan prestado de carácter eminente y singular. Artículo segundo. Para la concesión de esta Orden en sus diversos grados no será preciso tener en cuenta la categoría administrativa o social del premiado, ni cualquiera otra consideración de tipo jerárquico. La única determinante de la concesión habrá de ser siempre la calidad y cuantía de los servicios prestados, considerándolos según las características de lealtad, continuidad y relieve que se definen en el artículo anterior y considerando como principio general, que para el ingreso en la Orden se estimarán como méritos: a) La extraordinaria capacidad, sacrificio o trabajo puestos de manifiesto en el servicio del Estado. b) La iniciativa, competencia y esfuerzo realizados, en circunstancias críticas para el país y gracias a los cuales haya sido posible hacer frente con éxito a los problemas planteados. c) Las grandes obras, que traducidas en realizaciones científicas, artísticas o económicas aumente el prestigio de la nación y su influencia moral o económica en el mundo. Artículo tercero. La Orden «Lealtad y Mérito» tendrá tres grados: Placa de oro, Placa de plata y Placa de bronce y estará siempre dotada de pensión compatible con cualquier otra retribución que perciba el interesado. Corresponderá al primer grado, la de quince mil pesetas; al segundo la de diez mil y al tercero la de cinco mil. Los respectivos modelos se detallarán en el Reglamento que oportunamente se dicte. Artículo cuarto. La concesión de esta Orden sólo podrá hacerse por medio de ley votada en la Cortes a propuesta del Gobierno. Únicamente de modo excepcional, podrá éste, en caso de guerra y hallándose cerrado el Parlamento, hacer la concesión por medio de decreto acordado por unanimidad en el Consejo de Ministros dando cuenta de aquél a las Cortes en la primera reunión que celebren. Artículo quinto. Al fallecimiento de los que se hallen en posesión de esta Orden, tendrán derecho a pensión también compatible con cualquier otra clase de pensión, retribución o Co

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renta, su esposa, sus hijos o sus padres, por el orden indicado. La pensión de los hijos estará regulada por los preceptos que con relación a ellos se hallen en vigor en la legislación de Clases Pasivas. La misma legislación regirá en todo lo relativo a la concesión y tramitación de las pensiones. Estas serán, cuando el causante haya sido funcionario, para la Placa de oro del total del sueldo del causante; para la de plata, del setenta y cinco por ciento; y para la de bronce, del cincuenta por ciento. Cuando no se trate de funcionarios del Estado, las pensiones devengadas serán del ochenta por ciento de la asignada a la orden en el grado respectivo. Artículo sexto. Los efectos de este decreto se retrotraerán a partir de la fecha de cinco de octubre de mil novecientos treinta y ocho, dándose cuenta a las Cortes del presente decreto. Orden de 30 de diciembre de 1938 (Gaceta de la República número 1, de 1 de enero de 1939). Disponiendo que la Dirección General de la Deuda, Seguros y Clases Pasivas, se encargue de la tramitación, clasificación, concesión y abono de las pensiones anejas a los tres grados, de la Orden de "Lealtad y Mérito". A los fines de cumplimiento del Decreto de la Presidencia del Consejo de Ministros de 9 del actual, creador de la Orden de “Lealtad y Mérito” y siendo preciso determinar el órgano de la Administración competente para la tramitación, concesión y abono de las pensiones anejas a los tres grados de la referida orden, este Ministerio ha tenido a bien disponer: Primero. Que la Dirección General de la Dirección General de la Deuda, Seguros y Clases Pasivas se encargue de la tramitación y clasificación de las pensiones que se concedan, en todos sus grados y sean cualesquiera los beneficiarios, aplicando al efecto, las normas contenidas en el Decreto de 9 de diciembre de 1933 y los preceptos y formalidades aplicables señalados en el Estatuto de las Clases Pasivas del Estado y disposiciones complementarias, y Segundo: Que el abono de las pensiones antedicha lo decretará, asimismo el expresado centro titular, siguiendo las prácticas de ordenación establecidas para las de Clases Pasivas y con cargo al concepto primero del presupuesto de Clases pasivas denominado “Remuneratorias y pensiones a dementes” en atención al carácter extraordinario de las pensiones de referencia.

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Condecoraciones concedidas Cuadro resumen de condecoraciones concedidas96. No es fácil dar el número de condecoraciones concedidas en este periodo, ya que no hay constancia de la existencia de libros de registro o listados generales. El siguiente cuadro incluye una aproximación con más de 4.600 concesiones (en 488 decretos y órdenes circulares), y más de 15.250 ascensos (en 374 órdenes circulares).

Total Observaciones

Placa Laureada de Madrid 3 97

Medalla del Valor 448

Placa del Valor 13

Medalla del Deber 2.885

Medalla de la Libertad 7 98

Medalla de Sufrimientos por la Patria 1.019 99

Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia 231 100

Distintivo del Valor 23 101

96 Datos no definitivos. Fuentes: Gaceta de la República, Diario Oficial del Ministerio de Defensa Nacional y prensa

de la época: ABC, La Vanguardia, El Liberal, Unidad, Nuestra Lucha, Cartagena Nueva, Solidaridad Obrera, Justicia Social, La Libertad, La Voz de Menorca, El Luchador, etc.

97 Se concedieron las siguientes: — General José Miaja Menant, por su actuación durante la defensa de Madrid (Decreto de 12 de junio de

1937, GR núm. 164, del 13). — General Vicente Rojo Lluch, por la dirección de las operaciones militares de la conquista de Teruel

(Decreto de 10 de enero de 1938, GR núm. 11, del 11, convalidado con carácter de ley el 17 de marzo de 1938, DOMDN núm. 69, del 22).

— Capitán de corbeta Luis González Ubieta, por su actuación durante el hundimiento del crucero Baleares (Decreto de 16 de marzo de 1938, GR núm. 76, del 17).

También fueron propuestos: — Mayor piloto Leocadio Mendiola Núñez, por los servicios prestados (Orden circular de 29 de agosto de

1938, GR núm. 243, del 31). Su esquela incluye la condecoración como concedida. — Mayor de Caballería Manuel Fontela Frois, por su heroica actuación durante la defensa de Madrid (Orden

de 25 de enero de 1938, GR núm. 28, del 28). — Teniente coronel de Infantería de Marina Ambrosio Ristori de la Cuadra, muerto durante la defensa de

Madrid (Orden de 10 de febrero de 1938, GR núm. 47, del 16). — Mayor de Infantería Domiciano Leal Sargenta, por su actuación durante la batalla del Ebro (Orden circular

de 9 de enero de 1939, GR núm. 12, del 12). — Mayor de Infantería Manuel Álvarez Álvarez, por su actuación durante la batalla del Ebro (Orden circular

de 9 de enero de 1939, GR núm. 12, del 12). — Soldado de Infantería Cosme Nevado Gutiérrez, como premio a su gran valor y serenidad. Se le otorgó el

empleo de sargento de Infantería y se dispuso que se le incoara la apertura de información para conocer si el hecho realizado estaba comprendido en alguno de los casos del Reglamento (Orden circular núm. 8764 de 20 de mayo de 1938, DOMDN núm. 122, del 22).

98 La Vanguardia. 10 de septiembre de 1937, p. 3. El jefe del ejército del Norte ha concedido la Medalla de la Libertad a los comandantes de los batallones vascos «Isaac Puente» y «Larrañaga», a la décima brigada asturiana y al comisario de la misma, por el heroico comportamiento de estas tropas en la batalla del martes.

99 Incluye las concedidas a las madres de varios fallecidos. 100 Todas las concesiones, excepto una, fueron a personal de la 33 Brigada Mixta (Orden circular núm. 1693 de 15

de enero de 1939, DOMDN núm. 23). Existen otras propuestas, que no están incluidas en el total, ya que no se conoce que fueran publicadas en el DOMDN. Una de 10 de febrero de 1938 de 103 concesiones (5 mayores, 7 capitanes, 22 tenientes, 26 sargentos, 15 cabos y 28 soldados) de la 105 Brigada Mixta (AGMAV,C.1059,18) y otra de 15 de febrero de 1938 de 38 concesiones (1 comisario, 1 teniente coronel, 4 mayores, 2 capitanes, 6 tenientes, 2 sargentos, 3 cabos y 19 soldados) de la 69 División (AGMAV,C.946,14).

101 Se concedieron los siguientes: — 46 División (Orden circular núm. 5984, de abril de 1938, DOMDN núm. 89, del 14). — Primer Grupo de Obuses 115 del Ejército del Este (Orden circular núm. 9292, de 270 de mayo de 1938,

DOMDN núm. 129, del 29). Corte

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Distintivo de Madrid 8 102

Ascensos de empleo 15.264 103

Cruz del Mérito Naval 12

Sin entrar en detalles sobre la casuística, es posible encontrar concesiones de dos o más de estas recompensas a una misma persona durante la campaña, como por ejemplo: — Manuel Trueba Mirones, primero como mayor de milicias y después como teniente coronel, estuvo al mando de la 27, 24 y 31 Divisiones, formando parte, temporalmente, del Estado Mayor del XXI Cuerpo del Ejército «tiene todas las condecoraciones que existían en nuestro Ejército, con excepción de la Laureada de Madrid»104. La Medalla del Valor, como jefe del Estado Mayor del XXI Cuerpo de Ejército en el sector de Montalbán. La Placa del Valor, al mando de la Agrupación X en la cuenca de Tremp y el sector de Artesa de Segre y la

— Grupo de Artillería 105 Vickers (Orden circular núm. 5985, de abril de 1938, DOMDN núm. 89, del 14). — Ciudad de Sagunto (Orden circular núm. 9718, de junio de 1938, DOMDN núm. 136, del 5). — Batallón Divisionario de Montaña, afecto a la 30 División (Orden circular núm. 13831, de 23 de julio de

1938, DOMDN núm. 186, del 25). — 28 División (Orden circular núm. 15296, de 12 de agosto de 1938, DOMDN núm. 206, del 14). — 39 División (Orden circular núm. 15297, de 12 de agosto de 1938, DOMDN núm. 206, del 14). — 40 División (Orden circular núm. 15298, de 12 de agosto de 1938, DOMDN núm. 206, del 14). — 32 Brigada Mixta (Orden circular núm. 15299, de 12 de agosto de 1938, DOMDN núm. 206, del 14). — 143 Brigada Mixta (Orden circular núm. 15300, de 12 de agosto de 1938, DOMDN núm. 206, del 14). — Segundo Batallón de la 13 Brigada Mixta (Orden circular núm. 15497, de 7 de agosto de 1938, DOMDN

núm. 208, del 16). — Primer Batallón de la 14 Brigada (Orden circular núm. 15498, de 5 de agosto de 1938, DOMDN núm. 208,

del 16). — Baterías de la Brigada DCA de Maniobra (Orden circular núm. 15499, de 7 de agosto de 1938, DOMDN

núm. 208, del 16). — Batallón de Puentes nº 3 (Orden circular núm. 15500, de 7 de agosto de 1938, DOMDN núm. 208, del 16).

DIAMANTE STIHL, Julio. Mis recuerdos de la Guerra Civil española. Julián Diamante. Ex mayor-jefe del Batallón de Puentes nº 3. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Madrid, 2007. p. 185. «La concesión de la Medalla del Valor colectiva, por la que todos los componentes del batallón eran autorizaros a ostentar sobre la bocamanga izquierda, tan preciada condecoración […]».

— 15 Batallón de la 4 Brigada Mixta (Orden circular núm. 16900, de 1 septiembre de 1938, DOMDN núm. 225, del 2).

— 13 Brigada Mixta (Orden circular núm. 16901, de 1 septiembre de 1938, DOMDN núm. 225, del 2). — 24 Brigada Mixta (Orden circular núm. 16902, de 1 septiembre de 1938, DOMDN núm. 225, del 2). — 136 Brigada Mixta (Orden circular núm. 16903, de 1 septiembre de 1938, DOMDN núm. 225, del 2). — Aljibe nº 2 (Orden circular núm. 23132, de 12 de noviembre de 1938, DOMDN núm. 299, del 15). — Primera Escuadrilla (Grupo 26 de Caza) de Aviación (Orden circular núm. 1094, de enero de 1939, DOMDN

núm. 16, del 16). — 26 División (Orden circular núm. 1298, de enero de 1939, DOMDN núm. 18, del 18). — 42 División (Orden circular núm. 1299, de enero de 1939, DOMDN núm. 18, del 18). — Segunda Brigada de Fuerzas Blindadas (Orden circular núm. 1298, de enero de 1939, DOMDN núm. 23, del 23). 102 Se concedieron los siguientes: Cruceros Libertad y Méndez Núñez y Destructores Sánchez Barcáiztegui,

Almirante Antequera, Lepanto, Gravina y Lazaga (Orden circular de 14 de abril de 1938, GR núm. 105, del 15) y 11 División (Orden circular núm. 17129, de 3 de septiembre de 1938, DOMDN núm. 227, del 4). También fue propuesta la 32 Brigada Mixta de la 70 División, publicándose la orden general para posibles alegaciones (Orden circular de 10 de noviembre de 1938, GR núm. 315, del 11).

103 En La Vanguardia de 30 de octubre de 1938 p. 5, encontramos la siguiente noticia: El Gobierno de Unión Nacional ha concedido los siguientes ascensos y condecoraciones desde primero de abril hasta septiembre último: cabos ascendidos a sargentos, 12.477; sargentos ascendidos a tenientes, 4.028; tenientes ascendidos a capitanes, 3.888; capitanes ascendidos a mayores, 716; mayores ascendidos a tenientes coroneles, 74; tenientes coroneles ascendidos a coroneles, 27; coroneles ascendidos a generales, 4. Fueron ascendidos a cabos varios miles de soldados, como consecuencia de su comportamiento heroico en el combate. Se han concedido, por méritos de guerra, una Medalla de la Libertad; 1.121 Medallas del Deber; 159 del Valor y 658 de Sufrimientos por la Patria.

104 Fundación Universitaria Española. Archivo de la República Española en el exilio. Fondo del Ministerio de Estado. Rollo 593. Caja 40/7 a 41. Hoja de Servicios prestados en el Ejército por los hermanos Manuel, Antonio y Aureliano Trueba. Se trata realmente de una hoja mecanografiada, que incluye entre otros, los datos sobre las concesiones, sin poder determinar la autoría y veracidad de lo expuesto en ella. Hasta la fecha, no se ha encontrado publicada ninguna de estas concesiones en el DOMDN. Co

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Medalla de la Libertad —citada como Placa— siendo jefe de la 31 División. — Manuel Fernández Cortinas, mayor y teniente coronel, condecorado con la Medalla del Valor, la Medalla de Sufrimientos por la Patria y la Medalla del Deber, aunque en el DOMDN no se ha encontrado publicada la última. — Eugenio Porta Rico, de la dotación del crucero Libertad, la Medalla de la Libertad por los servicios prestados desde el inicio de la campaña y la Placa del Valor por el combate naval del 6 de marzo de 1938 que terminó con el hundimiento del crucero Baleares. Siendo los casos publicados: condecorados con dos Medallas del Valor, del Deber o de Sufrimientos por la Patria, uno, cinco y uno respectivamente; con Medalla del Valor y Medalla del Deber, seis; con Placa del Valor y Medalla de la Libertad, uno; con Medalla del Deber y Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia, dos. El resto son combinaciones de la Medalla de Sufrimientos por la Patria con: Medalla del Valor, diez; Medalla del Deber, veintinueve; Medalla de la Libertad, uno y Medalla de la Segunda Guerra de la Independencia, uno. En noviembre y diciembre de 1938, se conceden varias cruces del Mérito Naval a personal que había permanecido embarcado en buques submarinos al menos dos años, dándose la circunstancia de que esta recompensa ya no figuraba entre las que se aprobaron en enero.

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Orden de la Liberación de España Referencias: Calvó nº 386; Guerra nº 469

Decreto dado en la residencia provisional del Presidente de la República, en París, de 3 de septiembre de 1947105.

El Régimen fascista de Franco

El Subcomité encargado por el Consejo de Seguridad de la ONU para investigar las acciones que deberán emprenderse contra el Gobierno de Franco, falló por unanimidad que: A) Por su origen, naturaleza, estructura y procedimientos es un régimen fascista moldeado sobre los de la Alemania nazi y la Italia a fascista, y en gran parte establecido como consecuencia de la ayuda de ellas recibida. B) Durante la prolongada lucha de las Naciones Unidas contra Hitler y Mussolini, Franco, a despecho de las continuas protestas aliadas, proporcionó muy sustancial ayuda a las potencias enemigas. C) Una prueba documental indiscutible establece que Franco es parte culpable, con Hitler y Mussolini, en la conspiración para preparar la guerra contra las naciones que, en el curso de la misma, habían de constituir el bando de las Naciones Unidas. La Asamblea General de la ONU, en acuerdo de 12 de diciembre da 1946 declara que: «el Gobierno fascista de Franco, que fue impuesto por la fuerza al pueblo español, con la ayuda de las potencia del eje y que les dio ayuda material en la guerra, no representa al pueblo español y, mientras continúe sometiendo a España, imposibilita su participación, con los demás pueblos de las Naciones Unidas, en los asuntos internacionales».

La República Española Es un régimen democrático, instaurado pacíficamente por el pueblo español en unas elecciones libres, el 14 de abril de 1931. Se rige por la Constitución de diciembre de 1931 aprobada por unas Cortes Constituyentes, elegidas por sufragio universal directo y secreto. Atribuye a la voluntad popular el origen de todos los poderes y respeta a los hombres todas las libertades y derechos. Fue destituida de hecho contra la voluntad del pueblo, por la conspiración del fascismo internacional, como parte del plan de guerra contra la democracia y contra los pueblos libres. Por la liberación de España, por la reparación debida al pueblo español, y para ponerle en condiciones de que pueda participar en la vida internacional, todos los verdaderos demócratas, deben incorporarse a la Orden civil de la Liberación de España, constituida por el Gobierno legítimo de la República española, con arreglo a la siguiente disposición:

Preámbulo Desde que la República Española fue víctima de la agresión fraguada y sostenida por las potencias totalitarias, su defensa ayer y su liberación hoy dejaron de ser cuestiones meramente nacionales para convenirse en problemas de dimensiones universales, y en signo distintivo de las convicciones y conductas democráticas en todos los hombres, en todos los pueblos, climas y latitudes. La nación española había instaurado y sostenido, en ejercicio libérrimo de su soberanía, una democracia ejemplar y pacífica, suplantada luego por una tiranía impuesta con intervención del fascismo extranjero, hecho hoy proclamado y reconocido por los acuerdos de las Naciones Unidas. El carácter extranjero —por su origen, estructura y procedimientos— de la dictadura franquista, ha sido causa de que el problema de la liberación de España, constituya un compromiso de la democracia mundial, no sólo por lo que tiene de reparación debida a nuestro pueblo, sino también como contraste de la fidelidad a los principios democráticos, como defensa de los pueblos libres ante posibles 105 Cuadernillo de doce páginas sin fecha. Imprenta Douard. París. Incluye tres láminas a color. Co

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renacimientos de la concepción totalitaria del Estado, y como prudente protección y garantía de la humanidad, contra las causas latentes de futuras guerras. Esta condición universal del problema español se traduce por parte de los hombres libres en una solidaridad de sentimientos y actos, a veces rayanos en el heroísmo, hacia el pueblo español, a los que el Gobierno de la República, como legitimo representante de la soberanía nacional y único director autorizado de la empresa liberadora, no ha permanecido en ningún momento insensible, antes bien aprovechó las ocasiones oportunas para testimoniar, en nombre de España, su gratitud a los patriotas que, dentro y fuera del país, lucharon y luchan por su dignidad e independencia, y a los hombres abnegados de cualquier nacionalidad, religión o idea, que contribuyeron y contribuyen a mantener en alto los derechos de nuestra República y de nuestro pueblo. Mas, el Gobierno estima llegada la hora de que, estando va próxima la liberación del país, quienes de manera excepcional hayan colaborado y deseen hacerlo en tan noble empresa, reciban un testimonio documental de sus actos y de nuestro agradecimiento, a cuyos efectos ha juzgado oportuno crear la Orden de la Liberación con los grados y distintivos que se especifican en la presente disposición. Por todo lo cual, y de acuerdo con el Consejo de Ministros, y a propuesta del de justicia, vengo en promulgar el presente Decreto Artículo 1. Se crea la Orden de la Liberación de España, para premiar los servicios prestados por nacionales o extranjeros que se hayan distinguido de manera excepcional defendiendo la República Española o contribuyendo a que sean restablecidas en el país las libertades democráticas. Artículo 2. La Orden de la Liberación tiene carácter civil y constará de los grados de menor a mayor distinción: Caballero, Comendador y Maestrante. Artículo 3. Todos los beneficiarios de la Orden tendrán derecho a que les sea expedido el diploma correspondiente y a usar como distintivo las insignias del grado, que serán descritas en el Reglamento de la presente disposición. Las insignias habrán de llevar el lema: «Patria, Libertad, República». Artículo 4. La Orden de la Liberación podrá ser otorgada por iniciativa del Gobierno de la República a título honorario, libre de derechos de registro o sin esta exención, a solicitud de los beneficiarios y en todos los casos mediante orden ministerial dictada por el Ministro de Justicia, en quien recaerá de propio derecho el desempeño de la Cancillería General de la Orden. Artículo 5. Los beneficiarios de esta distinción oficial, habrán de prestar al Sr. Presidente de la República, o, en representación de éste, al Ministro de Justicia, gran Canciller de la Orden, o a la autoridad diplomática o consular en quien éste delegue, promesa o juramento de lealtad a la República y adhesión al régimen de libertades democráticas que ella significa, si se tratare de españoles, y de reconocimiento, defensa y divulgación de su derecho si de extranjeros. Artículo 6. La Maestranza de la Orden, dictará las normas de carácter disciplinario en virtud de las cuales puedan ser degradados o separados de la mismas, los titulares que no hiciesen honor a los altos prestigios de la institución. En todo caso, la ejecución de las medidas disciplinarias habrá de ser objeto de una disposición del Ministro de Justicia, gran Canciller de la Orden de la Liberación, a propuesta de la Maestranza de la misma. Artículo 7. El Jefe del Estado es Gran Maestre y Presidente de la Maestranza de la Orden de la Liberación, integrada por otros diez Maestrantes designados de entre los titulares por el Gobierno, a propuesta del Ministro de Justicia. Artículo 8. El Gobierno de la República propondrá en su día a las Cortes los beneficios, pensiones, recompensas y prerrogativas que deban concederse a las personas que ostenten el título de miembros de la Orden. Artículo 9. Los mutilados totales de guerra que hubieren combatido en las filas del Ejército republicano, serán por derecho propio y a título de honor, beneficiarios de la Orden de la Liberación; con el grado de caballero, los soldados y clases; de Comendadores, los Co

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oficiales y de maestrantes, los jefes y generales. Artículo adicional. El Ministro de Justicia queda facultado para ordenar el Reglamento en lo en que se desarrollen los preceptos del presente decreto y las disposiciones que sean precisas para su aplicación y cumplimiento. Las distinciones que la Orden otorga a sus beneficiarios, son: 1. Título de Amigo de la República Española, con derecho al uso de botón y medalla. 2. Título de Caballero de la Orden de la Liberación, con derecho al uso de botón y cruz. 3. Título de Comendador de la Orden la Liberación, con derecho a uso de botón y cruz, con roseta en la cinta. 4. Título de Maestrante de la Orden de la Liberación, con derecho a uso de botón y gran placa.

Modelo para solicitar a beneficio propio alguno de los grados o títulos de la Orden de la Liberación

Don … de nacionalidad … nacido en … el … de … de … con residencia en … calle de … número … SOLICITO del Sr. Ministro de Justicia del Gobierno de la República Española, gran Canciller de la Orden de la Liberación de España, que se me conceda el honor de pertenecer a la misma con el grado de … y con los beneficios y derechos que en la actualidad conceden las leyes a sus titulares; comprometiéndome a hacer, por medios pacíficos, cuanto esté a mi alcance para conseguir la rehabilitación y restauración de la República Española, y a abonar los timbres que por derecho de registro me correspondan, a los efectos de expedición del correspondiente Diploma.

… a … de … de … NOTA. Esta solicitud debe ir acompañada de una historia documental de los servicios prestados por el interesado la causa de la República Española.

Modelo para solicitar a beneficio de tercera persona la Orden de la Liberación Los que suscriben Don … de nacionalidad … con residencia en … calle de … n° … con el grado … de la Orden de la Liberación y Don … de nacionalidad … con residencia … calle de … n° … con el grado … de la Orden de la Liberación de España. SOLICITAN del señor Ministro de Justicia del Gobierno de la República Española, Gran Canciller de la Orden de la Liberación de España, que tenga a bien nombrar … de la misma, con los beneficios y derechos que en la actualidad conceden las leyes a sus titulares, a Don … de nacionalidad … nacido en …el … de … de … con residencia en … calle de … n° … que consideramos se ha hecho digno del mencionado honor por sus servicios a la causa de la República Española.

… a … de … de … NOTA. La presente solicitud deberá ir acompañada de una historia documental de los servicios prestados a la causa de la República por la persona propuesta. Reglamento orgánico de la Orden de la Liberación de España, de 28 de noviembre de 1947106.

El presente Reglamento Orgánico de la Orden de la Liberación de España, es consecuencia indeclinable del decreto de creación de dicha Orden, de fecha 3 de septiembre de 1947, publicado en la Gaceta de la República del día 20 del mismo mes. Nace aquella institución honorífica en el momento justamente preciso, próxima la liberación, pero no lograda aún, lo que permitirá, no sólo premiar a los en verdad

106 Cuadernillo de dieciséis páginas (Société Parisienne d’Impressions; 4, Rue Saulnier, Paris (IX). Co

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merecedores de recompensa por la raigambre de sus nobles convicciones y espontaneidad de gestos generosos, sino sumar al acervo de la empresa liberadora todavía mayores y valiosos elementos, cuyo acercamiento a nuestra causa será el definitivo refuerzo y preciado aliento para los que durante tanto tiempo luchamos por la victoria de la Democracia. La creación de esta nueva Orden no contradice en modo alguno el espíritu de saludable austeridad, que, como severa norma de obrar, se impuso ya el Gobierno Provisional de la República y a que aludía el decreto de 24 de julio de 1931, por el que se suprimieron todos los honores y condecoraciones civiles, excepto la Orden de Isabel la Católica, sino que viene a recoger, continuándolo, adaptado a modalidades singularísimas de hoy, el fundamento de otra disposición también antigua. —Decreto de 21 de julio de 1932— institutor de la Orden de la República que la liberación que ahora se exalta, tiene para los españoles valor igual al de la proclamación del Régimen Republicano, y para la Democracia Universal significa la derrota de los últimos reductos del nazi-fascismo en el mundo. Expresamente se recogió en el decreto de creación la doble fórmula del «juramento o promesa» que han de prestar, a su elección, los beneficiarios de la Orden —precepto que en este Reglamento se desarrolla—no para variar criterios liberales, sino como concesión, que el Gobierno quisiera ver extenderse de día en día, para la convivencia pacífica de los hombres de todas las creencias. Por otra parte, parecía ello obligado, dado el ámbito que las disposiciones de que se trata han de tener: no se olvide al respecto que miran hacia los extranjeros y, singularmente, hacia nuestros hermanos de la América de origen hispano. No ha descuidado el Reglamento el aspecto económico, enfocándose el tema de modo y manera que, sin casi gravamen para el Tesoro de la República, la Orden de la Liberación de España pueda tener vida próspera, eficaz y autónoma, cual corresponde a su personalidad y fines. Destacamos, entre éstos, además de los que ya se señalaban en la exposición de motivos del decreto fundacional, dos importantísimos; uno de verdadero patronato para los mutilados de nuestra guerra y por acciones de la «resistencia interior», inútiles totales y de aquellos otros mutilados que, por el porcentaje de su inutilidad y merecimientos, se vean honrados con la condecoración creada; el segundo tiende a procurar auxilios a la «resistencia en España» y, en general, a los españoles desterrados por su lealtad a la República y que en razón de edad, enfermedad, u otras circunstancias, no estuvieren en condiciones de bastarse a sí mismos; con todo ello se acentúa el carácter extraordinariamente simpático de la institución y el gobierno da expresión a una de sus hondas preocupaciones, la de la suerte de todas esas víctimas, tan apreciables, cual apreciadas, de nuestra pasada cruenta lucha. Quiere el gobierno aprovechar la coyuntura que le ofrece la publicación del presente Reglamento orgánico, para también saldar una deuda de profunda gratitud, contraída con cuantas personas vienen haciendo ostentación orgullosa de sus sentimientos de amistosa consideración y respeto hacia la República Española y los republicanos españoles. Al efecto se establece, con carácter honorífico, un título y una condecoración; el título el de «Amigo de la República Española»; la insignia, una medalla de bronce de las características que se señalarán, pendiente de cinta tricolor. Cuanto se refiera a los «Amigos de la República Española» figurará como una sección aneja al Instituto de la Orden de la Liberación de Españas, con el que tiene un innegable enlace. Y en expresión de esas fundamentales consideraciones, fieles a la tradición legislativa española sobre la materia y sin desdeñar enseñanzas de la extranjera, he aquí, ahora, el texto articulado del

CAPÍTULO I Características de la Orden y su objeto

Artículo 1º. La Orden de la Liberación de España (O. de la L. E.), creada por decreto del Gobierno de la República Española en el exilio, de fecha 3 de septiembre de 1947, es un instituto de carácter exclusivamente civil, que agrupará a las personas recompensadas con la distinción honorífica que aquella disposición establece por razón de los servicios Co

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excepcionales que en la misma se definen. Artículo 2º. La O. de la L. E. radicará en el Ministerio de Justicia de la República; tendrá personalidad propia; reputándose al instituto sujeto de derechos y de obligaciones, clasificado, a todos los efectos, entre los de su naturaleza y condición y en el lugar correspondiente por la fecha de su creación. Artículo 3º. Dicha O. de la L. E., servirá para premiar: a) A los que se hubieren distinguido de manera excepcional, luchando en defensa de la República Española con las armas, bien en las filas del Ejército Republicano, durante la guerra en España de 1936 a 1939, bien en la «Resistencia española» en cualquier momento hasta que se produzca la liberación de España, y resultado con heridas, lesiones o enfermedades consecutivas, que les produzcan una inutilidad total o parcial del 60% cuando menos. Los mutilados de guerra y víctimas por su acción en la «Resistencia Española», inútiles totales, siendo honorables, se considerarán incluidos por derecho propio en este apartado. b) A quienes defendieren por medios pacíficos, en el periodo comprendido entre la guerra iniciada en 1936 y la liberación de España del franco-falangismo, la causa de la República Española, haciéndolo en términos de distinción muy señalados, contribuyendo así, por modo eficaz, al restablecimiento de las libertades democráticas en el país. Se reputarán medios pacíficos, a los fines y efectos preestablecidos, aquellos actos que, constituyendo servicios eminentes, tuvieran su expresión en cualquiera de estas formas, o de otras semejantes. Defensa oral o escrita de las instituciones republicanas. Ayuda espiritual o económica a los emigrados republicanos o a los resistentes en el interior de España. Apoyo moral, pecuniario o de otra especie, a la causa de la democracia española. Artículo 4º. La Orden de la Liberación de España podrá discernirse, sin distinción de sexos, a nacionales y a extranjeros y tanto por hechos de armas, como pacíficos. Artículo 5º. Los beneficiarios de la orden, podrán ser personas físicas o morales. A las personas físicas se les discernirá el honor a titulo vitalicio; a las personas morales por el tiempo de su existencia legal, siempre que, en las actividades ulteriores, la entidad de que se trate no contradiga los méritos y servicios por los que se le recompensara. Artículo 6º. No habrá limitación en cuanto al número de condecoraciones en ninguna de sus clases. Artículo 7º. Dentro de sus posibilidades económicas el instituto de la orden de la Liberación de España ejercerá funciones de un verdadero patronato sobre los mutilados de la guerra de España y sobre los resistentes, miembros de la orden, a fin de procurar su reeducación o readaptación para el trabajo, y no siendo ello posible, para asegurarles una existencia decorosa sin salir del obligado ambiente de austeridad. A los mutilados condecorados enfermos o desvalidos, les procurará el instituto los cuidados y atenciones que su estado exija. Artículo 8º. De existir, o de crearse, cualquier otro patronato u organismo de ayuda con fines similares a los de que trata el artículo precedente, el instituto de la Orden de la Liberación de España cumplirá las funciones que prescribe dicho artículo 7, ayudando y cooperando, e interviniendo, en la medida de lo posible, en la acción de aquéllos. Artículo 9º. La Orden de la Liberación de España tendrá a su cargo, además, funcionando como una sección aneja, la expedición de diplomas de «Amigo de la República Española», a favor de las personas que hubieren efectuado actos dignos de tal distinción. Los beneficiados con dicho título tendrán derecho al uso de la medalla que se describirá en el capítulo siguiente. Esta medalla y diploma de «Amigo de la República Española», se reservará especialmente a los extranjeros y sólo les procurará beneficios de carácter honorario.

CAPÍTULO II Grados e insignias

Artículo 10. La Orden de la Liberación de España, aparte el título de «Amigo de la República Española», constará de tres grados, así denominados, de menor a mayor importancia: Co

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Caballero Comendador Maestrante. Artículo 11. El Presidente de la República, mientras desempeñe el cargo, será Gran Maestre de la Orden, invistiéndose de tal carácter de su propia autoridad, como Jefe del Estado Español. Artículo 12. Asimismo queda investido de la calidad de Gran Canciller de la Orden, el Ministro de Justicia, el que lo fuere del Gobierno de la República y por mientras desempeñe el cargo. Podrá usar insignias de la orden, sólo cuando el titular de la cartera ministerial perteneciere al instituto, como beneficiario de condecoración. Artículo 13. Las insignias de Gran Maestre consistirán en un collar formado por eslabones de oro del que penderá la Gran Cruz de la Orden que luego se describirá, pero en tamaño más reducido, 60 mm. de diámetro. Dicha insignia, propiedad de la Orden, será única. Artículo 14. La insignia de los Maestrantes será la Gran Cruz o Placa, en oro o dorada, formada por una cruz paté, de 4 brazos iguales, esmaltados de blanco. En el centro de la cruz, medallón circular de 38 mm. de diámetro, dividido en 3 círculos; el más externo, fondo oro, labrado, cortado —en 4 sectores iguales— por la bandera tricolor de la República, dos horizontales y dos en vertical. Círculo de en medio, gules, liso, el del exergo en letras de oro mayúsculas «República Española». Al centro, campo de oro, el escudo español, sostenido por las columnas de Hércules, ligeramente obscurecido. Ornarán la Cruz, grupos de hojas de roble, en esmalte verde y otros también grupos de a tres hojas oblongas, en esmalte gris, situadas en el medio mismo de los espacios entre cada dos brazos de la cruz. Las dimensiones de la placa serán: 80 mm. de extremo a extremo de las hojas oblongas grises, en diagonal, y 67 mm. de corte a corte de los brazos de la cruz opuestos. La Gran Cruz o Placa, se usará en los actos solemnes y en las ceremonias oficiales, ostentándose prendida a las prendas externas de vestir, de etiqueta o corrientes, sobre el pecho, en su lado izquierdo. Artículo 15. Usarán como distintivo, los Comendadores, sobre el pecho, lado izquierdo, un poco más alta que la Placa, una Cruz, pendiente de cinta tricolor republicana de 38 mm. de ancha por 50 mm. de larga, con una roseta, también de cinta tricolor, y que se sujetará por pasador oculto a las prendas de vestir externas. La Cruz se corresponderá con la descrita en el artículo anterior, reducidas sus dimensiones a 40 mm. de diámetro, de extremo a extremo de los brazos de la Cruz opuestos y suprimidos, del medallón, el círculo más externo, en oro, y del ornamento, las hojas oblongas en esmalte gris. Una anilla de oro, en su parte superior, unirá la cruz a la cinta de que penderá. Artículo 16. La insignia de los Caballeros será igual a la de los Comendadores, pero sin ostentar roseta en la cinta de que penderá la Cruz. Artículo 17. La insignia de los «Amigos de la República Española» consistirá en una medalla de bronce, sin esmaltes ni metales, circular, de 38 mm. de diámetro, de iguales características honorables a las del medallón central de la Placa. Las figuras y dibujos en medios relieves. En su reverso, y al centro de la medalla, figurará la inscripción «Patria - Libertad - República» en tres líneas horizontales y paralelas. La medalla penderá de cinta igual a la de la Cruz de los Caballeros, que se sujetará a la solapa de las prendas de vestir abiertas, o en sitio semejante. Artículo 18. A los honorables mutilados de guerra inútiles totales, por derecho propio beneficiarios de la Orden de la Liberación de España, se les otorgará la distinción con el siguiente grado: De Caballero, a los soldados y clases. De Comendador, a los oficiales. De Maestrante, a los jefes y oficiales generales. En todos los otros casos de concesión de la recompensa, el grado en que se otorgare conjugará dos realidades, una objetiva, la importancia y trascendencia del hecho meritorio Co

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de que se trate, y subjetiva la otra, jerarquía personal o intelectual, condición y categoría sociales del beneficiario.

CAPÍTULO III Ingreso en la Orden. — Títulos y Diplomas. — Juramento o promesa. — Derechos de Registro

de títulos y de expedición de diplomas Artículo 19. El ingreso en la Orden podrá tener lugar: 1º. A título honorífico y por notoriedad. 2°. Por concesión rogada. Tanto en el primero como en el segundo caso, la concesión podrá ser, con exención del pago de todos los derechos, o sujeta al abono de los que se establecerán por registro, expedición de títulos y entrega de condecoraciones. Artículo 20. Para ingresar en la Orden a título honorífico no se requerirá petición de parte; en los demás casos será preciso que, bien el interesado, u otra persona —con o sin acuerdo del beneficiario— solicite la concesión, alegando las razones en que se fundamente y acompañando justificantes u ofreciendo su probanza. Artículo 21. El discernimiento de la Orden corresponderá al Ministro de Justicia, en su calidad de Gran canciller, haciéndose por resolución ministerial, subsiguiente, bien a acuerdo en Consejo de Ministros, por título honorífico y notoriedad, bien a propuesta de la institución, ya a título honorífico y por notoriedad, ya por concesión rogada. Artículo 22. Las propuestas del instituto a que se refiere la última parte del artículo anterior deberán ser razonadas y precederlas el adecuado expediente en los casos de concesión rogada. Dicho expediente lo tramitará, como instructor, un Maestrante, el Comendador o el Caballero, a quien comisionare la Maestranza, auxiliado, en funciones de secretario, bien por el Canciller o por el funcionario del instituto que éste organismo designare. El expediente para concesión rogada, cuando se trate de los mutilados de guerra a que se refiere el párrafo 2° del apartado a) del artículo 3, se contraerá a comprobar aquella condición, la inutilidad total y la categoría militar y honorabilidad del propuesto. Artículo 23. En todo caso, la resolución ministerial de concesión expresará sucinta, pero claramente, los hechos que motiven la atribución de la recompensa y los títulos a que se haga, según las clasificaciones que establecen los artículos 3 y 19, indicando, además, si se hace por acuerdo del gobierno o a propuesta de la Maestranza, y si se exonera o no del pago de derechos al concesionario. Artículo 24. La resolución ministerial de concesión se comunicará al instituto sin demora, el que la trasladará al interesado, requiriéndole para el pago de los derechos de registro, de expedición del diploma y entrega de condecoración. Cuando la concesión fuere libre de derechos se omitirá el requerimiento al pago. Artículo 25. El diploma expedido a los beneficiarios, en nombre del Gran Maestre de la Orden, y estampillado con la firma de éste, deberá ser librado y firmado de puño y letra por el Gran Canciller y sellado con el sello del instituto. No se expedirá el diploma hasta que el interesado, siendo persona física, haya prestado el juramento o promesa exigidos, y se hayan abonado, en su caso, los derechos que fija el artículo 31 del presente Reglamento. Artículo 26. Al trasladarse la resolución ministerial de concesión, será advertido todo condecorado, persona física, del deber en que se halla de prestar juramento o promesa correspondiente, invitándosele a darlo. Artículo 27. La fórmula del juramento o promesa que han de prestar los condecorados, personas físicas, es la siguiente: Para los españoles: «¿Juráis por Dios, o prometéis por vuestro honor, ser leales a la República y al régimen de libertades democráticas que ella significa; manteniéndoos fieles a las instituciones que el pueblo se dio y pueda darse en el futuro, en el ejercicio legítimo de su soberanía; así como guardar el honor de la Orden de la Liberación de España y mantener sus prestigios?». Para los extranjeros: «¿Juráis por Dios, o prometéis por vuestro honor, seguir Co

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reconociendo a la República Española como expresión legitima del régimen democrático que el pueblo se ha dado en el ejercicio de su soberanía, defendiendo ese derecho y divulgándolo en todo momento u ocasión propicios, así como guardar el honor de la Orden de la Liberación de España y mantener sus prestigios?» «Si así lo hiciereis tendréis la dignidad y os mantendréis en la Orden de la Liberación de España». Artículo 28. El juramento o promesa se prestará de manera solemne, bien ante el Sr. Presidente de la República, Gran Maestre de la Orden, o, en su representación, ante el Ministro de Justicia, Gran Canciller, o bien ante la autoridad diplomática o consular en quien éste delegare, como representante del primero. Artículo 29. No se reputarán ingresados en la orden las personas físicas que no hubieren prestado el juramento o promesa de que tratan los artículos anteriores. Artículo 30. Prestado el juramento o promesa, la fecha de ingreso en la orden, se retrotraerá a la de la concesión, a todos los efectos. Artículo 31. Por derechos de registro del título, entrega de condecoración y expedición del diploma, habrán de abonarse, salvo los casos de exoneración expresa, las siguientes cantidades, que se satisfarán, en el instituto, en moneda de curso legal en cualquiera de los países que figuren en la ONU. Los Caballeros, 100 pesetas oro o su equivalencia. Los Comendadores, 200 pesetas oro o su equivalencia. Los Maestrantes, 400 pesetas oro o su equivalencia. Los Amigos de la República Española, satisfarán 20 pesetas oro, o su equivalencia, por derechos de registro, expedición del título y por la medalla.

CAPÍTULO IV Gobierno y administración de la Orden. — Funciones del Gran Canciller y del Canciller

Artículo 32. El gobierno y administración de la Orden de la Liberación de España, corresponderá a la Maestranza de la Orden. Artículo 33. La Maestranza será presidida por el Presidente de la República, Gran Maestre; integrándola 10 Maestrantes, designados, de entre los titulares, por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Justicia, que también formará parte de la Maestranza a título de Gran Canciller y reemplazará en sus funciones presidenciales al Gran Maestre, en los casos de ausencia de éste. Artículo 34. Los Maestrantes propuestos al Consejo de Ministros por el Ministro de Justicia, Gran Canciller, para formar la Maestranza, lo serán por iniciativa personal o por sugerencia de la propia Maestranza, cuando ya funcionare. Artículo 35. Los Maestrantes designados para la Maestranza, lo serán por diez años; renovándose por mitad cada cinco. La primera renovación de la Maestranza tendrá lugar a los cinco años de constituida, cesando por sorteo cinco Maestrantes de los designados inicialmente, a fin de permitir el establecimiento del turno rotatorio aquél. Artículo 36. La Maestranza se reunirá en sesiones solemnes y públicas tantas veces se acordare por ella misma o a convocatoria de su Presidente o el Gran Canciller; o en sesiones ordinarias y privadas, para el despacho de los asuntos del instituto. Sesiones ordinarias habrá una cada mes, cuando menos. El Juramento o promesa de los condecorados, que tenga lugar en la Sede del instituto —coincidente con la sede del Gobierno de la República—se prestará en sesión pública. Artículo 37. A las sesiones públicas y privadas de la Maestranza concurrirá, en funciones de fedatario, con voz pero sin voto, el Canciller, o el Vice-Canciller que le reemplazará en los casos de ausencia por cualquier causa. El Canciller será designado, a propuesta de la Maestranza, por el Gran Canciller; prestará promesa antes de entrar a ejercer el cargo. El propuesto habrá de poseer título universitario o de Escuelas Superiores y ser español y mayor de 25 años. Habrá también un Vice-Canciller, nombrado como el Canciller y de iguales condiciones personales y de capacitación, que será propuesto tan pronto los recursos económicos del Co

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instituto y el desarrollo de éste lo permitan y exijan. Artículo 38. Todos los acuerdos de la Maestranza serán adoptados por mayoría absoluta de los presentes, decidiendo, en caso de empate, el Presidente, con voto de calidad. Para abrir las sesiones de la Maestranza en primera convocatoria, deberán concurrir la mitad más uno de sus miembros. De no poderse celebrar sesión en la primera convocatoria, por falta de número, se citará a nueva sesión con 8 días de intervalo a lo menos, celebrándose la sesión en segunda convocatoria con los Maestrantes que asistan. Artículo 39. A las sesiones públicas y solemnes de la Maestranza concurrirán por derecho propio, sin convocatoria especial, todos los miembros condecorados de la Orden de la Liberación de España. A las sesiones privadas u ordinarias sólo acudirán los condecorados especialmente convocados. Artículo 40. Todo condecorado, funcionario o empleado del instituto, tendrá derecho a formular peticiones por escrito a la Maestranza y también podrá solicitar se le convoque para ser oído, indicando el asunto que se propusiere tratar o someter a la Maestranza. Artículo 41. Serán funciones del Gran Canciller, aparte las mencionadas específicamente en otros artículos de este Reglamento las siguientes: 1. Las de representación y defensa del instituto ante todos, autoridades y tribunales, nacionales y extranjeros. 2. Las de comunicación y enlace con los gobiernos, altos cuerpos y autoridades superiores. 3. La resolución de todas las propuestas de la Maestranza, que supongan decisión o acuerdo de fondo. 4. Tener bajo su custodia la estampilla del Gran Maestre. 5. La dirección suprema y la inspección de todo el personal y de todos los servicios, y nombramiento de altos funcionarios del instituto. Artículo 42. Corresponderá al Canciller: 1. Las funciones de fedatario del instituto y de la Orden. 2. El cumplimiento de los acuerdos de la Maestranza de carácter meramente formal o de trámite. 3. Nombrar a los auxiliares y subalternos del instituto, dando cuenta a la Maestranza. 4. Ejercer las funciones de jefe directo del personal y de los servicios, ordenando lo procedente para la buena marcha y siempre bajo las órdenes superiores del Gran Canciller. 5. Realizar cuantos otros cometidos y funciones le asigne expresamente el Reglamento, acuerde el Gran Canciller o la Maestranza.

CAPÍTULO V Vida económica de la Institución

Artículo 43. El Instituto ordenará su vida económica mediante un presupuesto particular y autónomo que formará cada año, aprobándose y publicándose antes de que finalice el anterior natural al en que ha de regir. Dicho presupuesto se articulará por el Canciller y sometido y discutido por la Maestranza, incorporando al mismo las propuestas de ésta, será publicado por el Gran Canciller, como ley económica, del instituto. Artículo 44. En el presupuesto figurarán como ingresos: 1. La subvención de quinientos mil francos franceses, que, para el primer ejercicio, otorgará el Gobierno de la República tan pronto arbitre los fondos necesarios. 2. Las cantidades que se calculen puedan, recaudarse por derechos de registro de títulos, expedición de diplomas y venta de insignias y condecoraciones, venta que queda atribuida con exclusividad al instituto. 3. Las rentas de los bienes propios del instituto, cuando los hubiere. También figurarán como ingresos extraordinarios, en el presupuesto del ejercicio inmediato siguiente al en que el hecho tuviere lugar, las cantidades que en efectivo metálico se donaren al instituto por toda clase de personas, ya por actos inter-vivos o Co

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mortis causae. Artículo 45. Con los recursos de su presupuesto atenderá el instituto: 1. A sus gastos de instalación, material y personal. 2. A promover la readaptación o reeducación de los mutilados de guerra y de la resistencia, miembros del instituto; a procurarles los auxilios médicos y farmacéuticos que necesitaren los desvalidos y a facilitar ayudas económicas a los que no pudieren subsistir decorosamente con sus propios medios. 3. A favorecer económicamente a la «resistencia interior», por mediación del Gobierno de la República Española. 4. A auxiliar, en general, mediante instituciones benéficas o docentes a todos los españoles desterrados por su lealtad a la República, y que en, razón a su edad, enfermedad u otras circunstancias, no estuvieren en condiciones de bastarse a sí mismos. Artículo 46. Cuando los recursos económicos del instituto lo permitan, se sostendrán camas o salas en establecimientos de curación y de reposo; clases y talleres de aprendizaje; colegios de educación, etc., etc., para los condecorados y sus familiares que hubieren necesidad de tales servicios o quisieran utilizarlos; en este caso mediante retribución módica, pero suficiente. Artículo 47. El instituto podrá constituir patronatos autónomos en su administración y en sus recursos, o auxiliar y cooperar económicamente a los ya existentes, para todos o algunos de los fines benéficos y culturales que se establecen en los dos artículos precedentes y en el 7 del presente Reglamento.

CAPÍTULO VI Deberes, derechos y prerrogativas de los beneficiarios de la Orden

Artículo 48. El primer deber formal de todo condecorado, persona física, es el de prestar el juramento o promesa exigidos por el artículo 26, según las fórmulas apropiadas al caso del artículo 27 y ante quién y cómo estatuye el artículo 28 y el párrafo último del 36; luego de haber abonado, cuando procediere, los derechos de registro del título y expedición del diploma a que se refieren los artículos 31 y concordantes. Artículo 49. Son deberes fundamentales para los miembros de institución, una vez ingresados, mantenerse en la dignidad y nobleza propios de una organización caballerosa; fieles al juramento o promesa prestados, y disciplinados y respetuosos con los acuerdos de la Maestranza. Artículo 50. Deberes y a la vez derechos de los condecorados, son: participar en el gobierno y administración del instituto, en la forma y modo reglamentarios; desempeñando los cargos y cometidos que se les confieran; formular sugerencias, promover reclamaciones, etc., etc., todo con el máximo celo y en el mejor servicio de la Orden. Artículo 51. Prerrogativas de los condecorados serán: obtener el diploma de Caballero, Comendador o Maestrante; ostentar las insignias correspondientes a su grado; ocupar el puesto que para los de su clase señale el instituto en sus actos, o en los oficiales a que concurra, ya en corporación o bien en representación individual de la Orden, y recibir el tratamiento: de Señoría, los Caballeros; de Ilustrísimo señor, los Comendadores; de Excelencia, los Maestrantes. Artículo 52. Como derechos, de eminente carácter económico, gozarán los miembros de la orden, de los siguientes: 1. Beneficiarse de los auxilios, obras y servicios de la institución. 2. Preferencia absoluta, dentro de las condiciones técnicas o artísticas o simplemente manuales que se exijan, para el desempeño de todos los cargos, empleos y puestos retribuidos que hubiere en el instituto y en los establecimientos que del mismo dependieran; 3. Preferencia relativa, si se tratara de españoles, para ser nombrados en los concursos u oposiciones que se convocaren para la provisión de plazas y destinos del estado, la provincia, el municipio o las corporaciones públicas, y para los ascensos dentro de cada cuerpo o servicio. Co

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4. A percibir, quienes fueren funcionarios públicos, un aumento o bonificación en sus sueldos equivalente al 10%, con cargo a los fondos de la entidad a la que sirvieren.

CAPÍTULO VII Jurisdicción disciplinaria

Artículo 53. Para el ejercicio de su potestad gubernativa, tendrán, quienes rijan el instituto de la orden, y concretamente el Gran Maestre, como Presidente de la Maestranza; el Gran Canciller y el Canciller, facultades de carácter correctivo ordinario, tendentes hacer cumplir, dentro del instituto a todos, y fuera de él a los que al mismo pertenecieren, las disposiciones de régimen interno de la institución. Dichas facultades podrán consistir: Para el Gran Maestre: en negar la palabra, o retirarla en las sesiones; en llamar al orden y en expulsar del local a los que no obedezcan o perturben; en requerir el auxilio de la fuerza pública para defender la independencia del instituto y de sus miembros y garantizar a éstos su existencia. Para el Gran Canciller y el Canciller: en llamar al orden; amonestar; expulsar y suspender en sus funciones y derechos a quienes los tuvieren, siéndoles subordinados, a prevención y bajo reserva, en este último caso, de dar cuenta a la Maestranza; y requerir el auxilio de la fuerza pública, en los términos y para los fines que se fijan en el apartado anterior. Artículo 54. La jurisdicción propiamente disciplinaria será ejercida por el Gran Canciller, a propuesta de la Maestranza. Las propuestas de ésta, al efecto, habrán de ser objeto de resolución, en forma de orden, del Gran Canciller. Igual forma y carácter tendrán la confirmación de la suspensión en sus funciones y derechos, autorizada por el artículo anterior, y la separación, cuando proceda, de funcionarios o empleados. Artículo 55. La jurisdicción propiamente disciplinaria tenderá a mantener en el honor y dignidad de la orden a todos los beneficiarios de ella, a fin de consolidar los prestigios de la institución. Artículo 56. Las sanciones o correcciones de carácter disciplinario que podrán imponerse a los beneficiarios de la Orden, personas físicas, serán las siguientes: Advertencia o amonestación, de palabra, o por comunicación directa al interesado. Reprensión en sesión ordinaria de la Maestranza. Degradación o separación de la orden, pronunciada en reunión de la Maestranza, privada o pública. Artículo 57. Las sanciones de que trata el artículo anterior y la de suspensión y separación en sus funciones y derechos a quienes los tuvieren, serán objeto necesariamente de expediente, en el que se oirá en descargo al interesado. Dicho expediente se instruirá: por el Canciller de la Orden tratándose de funcionarios, empleados o subalternos; por un Maestrante, designado por el Gran Canciller, cuando el expediente afecte a un Maestrante, Comendador o Caballero. A la sesión de la Maestranza en que examine el expediente de corrección podrá concurrir el expedientado y ser oído. La propuesta de sanción será votada en sesión secreta de la Maestranza. Artículo 58. La sanción gubernativa correccional de suspensión en sus derechos y funciones a quienes los tuvieren y la separación del cargo, serán las procedentes en los casos de grave falta a la disciplina; peligro para la convivencia en el instituto con el inculpado; ineptitud técnica o laboral. Asimismo procederá una u otra de dichas sanciones en los pasos de condena por razón de delito común y en los de comisión de faltas, incluidas o no en los códigos penales que hagan desmerecer gravemente en el concepto público. Artículo 59. La sanción disciplinaria más grave de las establecidas en el artículo 56 corresponderá necesariamente en los casos de condena por razón de delito común, en los de graves faltas que deshonren a sus autores, y en los de infidelidad grave a los principios jurados o prometidos al ingresar en la Orden. Co

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Artículo 60. A las demás faltas se aplicarán las sanciones disciplinarias previstas, en el grado que el prudente arbitrio del juzgador estime más adecuado, teniendo en cuenta la naturaleza y consecuencias del hecho y las condiciones personales del comitente. Artículo 61. Los tribunales y autoridades de todo orden vendrán obligados a dar cuenta de sus resoluciones punitivas, al instituto, cuando el sancionado perteneciere a la Orden, ya como funcionario, bien como Caballero, Comendador o Maestrante. Artículo 62. A las personas morales condecoradas con la Orden de la Liberación de España, se les radiará de la Orden, cuando, por sus actividades, como ente colectivo, desvirtuaren los hechos pretéritos motivadores, de la concesión del honor. A dicha radiación precederá el adecuado expediente, instruido y resuelto como se previene en el artículo 57, con las modificaciones obligadas dada la naturaleza del afectado, persona moral y no física. Artículo 63. A virtud de expediente sumario, instruido por el Canciller, la Maestranza de la Orden privará del título de «Amigo de la República Española», a los titulares, cuyos actos en lo porvenir no correspondan al significado de esta institución. Al acuerdo sancionador se le dará la debida publicidad, además de comunicarse al interesado, al que se oirá en trámite adecuado, siendo posible.

CAPÍTULO VIII Jurisdicción normativa

Artículo 64. La potestad de interpretar el decreto fundacional de la orden y el presente Reglamento orgánico, será ejercida con exclusividad por la Maestranza, cuyos acuerdos al respecto motivarán resoluciones del Gran Canciller. Artículo 65. Corresponderá también a la propia Maestranza y como ejecutor al Gran Canciller, la facultad de crear la norma de derecho apropiada a un caso concreto, en el supuesto de existencia de una lengua jurídica en los textos elaborados por el poder público. Dicha creación jurisprudencial por y para la orden, se atemperará a las reglas generales que para casos tales viene observando el Tribunal Supremo de Justicia. Artículo 66. Las disposiciones del Gran Canciller sobre el régimen interno de la orden y las del Canciller relativas al personal y organización de los servicios en el área de su especial competencia, serán observadas y guardadas como normas obligatorias por los afectados por ellas.

Disposiciones transitorias 1. Los primeros nombramientos que para la orden se hagan, habrán de serlo a título honorífico y por notoriedad y precisamente por el Gobierno, a propuesta del Ministro de Justicia. 2. No funcionará la Maestranza hasta tanto que por haber 20 Maestrantes honoríficos a lo menos, pueda el Consejo de Ministros hacer la designación de los diez titulares exigidos para integrarla. 3. El juramento o promesa que han de prestar los miembros de la Orden su ingreso, se hará ante el Gran Canciller, en acto público y solemne, en tanto no actúe la Maestranza de la Orden. 4. Mientras no se nombre un Canciller, perteneciente a la Orden, desempeñará dichas funciones la persona que designe el Ministro de Justicia, Gran Canciller, quien también designará al demás personal interino, indispensable para la puesta en pie del instituto. 5. El primer presupuesto del instituto abarcará sólo el tiempo que restare del año natural en que se formule. 6. La subvención prevista en el número 1º del Artículo 44 se entenderá acordada por el Gobierno en uso de los plenos poderes de que disfruta al presente en materia económica. Para en lo futuro se estará a lo que las Cortes de la República acuerden.

DISPOSICIÓN FINAL El presente Reglamento, que se publica en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo adicional del decreto fundacional de la Orden de 3 de septiembre de 1947, entrará en vigor al siguiente al de su publicación en la Gaceta de la República. Co

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En la página siguiente: N Certificado del título de Maestrante de la Orden de la Liberación de España otorgado por el Presidente de la

República Española. París, 1954. 536 por 684 milímetros

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Otros datos. Con ella fueron condecorados Luis Companys (a título póstumo) y Pablo Casals entre los españoles. Entre los extranjeros Mauriac, Bataillon, Sartre, Sarrailh, Maria Casares, Albert Camus, Tito, Lázaro Cárdenas, Ávila Camacho y Rómulo Betancourt entre otros. También: Enrique Muñoz Meany (1948), Zalka Máté (general Lukács en España, Comendador, 1948), Isidro Fabela Alfaro (1958), Mariano Ruiz Funes (Maestrante, 1954), Antonio María Sbert (Caballero, 1952).

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Orden de la Lealtad a la República española Decreto de 26 de mayo de 1961107. Próxima, según todos los indicios, la desaparición o transformación del régimen político que esclavizó nuestra patria, es conveniente abrir un nuevo censo para conocer con exactitud, si no total, relativa, la masa de opinión que continúa siendo leal a la República. A tal fin el gobierno ha decidido crear una organización ciudadana que se denominará Orden de la Lealtad a la República Española, basada sobre unos principios que considera comunes a todos los partidos y organizaciones republicanas dentro y fuera de España así como a aquellos españoles republicanos que no militan en ningún partido. En tal virtud y a propuesta del Consejo de Ministros vengo en decretar: Artículo primero. Queda creada la Orden de la Lealtad a la República Española. Artículo segundo. Los principios sobre que se basa la orden son los siguientes: a) La República es el último régimen político legal de la nación española. b) La derogación o transformación de este régimen no podrá hacerse sino mediante elecciones convocadas con toda clase de garantías para la emisión del voto. c) Las instituciones de la República española en el exilio (Presidencia, Congreso de los Diputados, Gobierno, Generalidad de Cataluña y Gobierno Vasco), reorganizadas por los acuerdos de las Cortes en agosto de 1945, son los órganos representativos de la legalidad republicana. Artículo tercero. La Orden de la Lealtad a la República Española no tendrá más que un grado con la denominación de Damas de la Lealtad y Caballeros de la Lealtad. Artículo cuarto. El ingreso en la orden de la Lealtad a la República Española se hará por petición de los españoles que lo soliciten, bien se encuentren en el territorio nacional, bien se hallen radicados en cualquier otro país. Artículo quinto. El gobierno nombrará una Maestranza de la Orden constituida por nueve miembros, radicados todos en el lugar donde el gobierno tenga su residencia108. Artículo sexto. Esta Maestranza aceptará o rechazará las solicitudes de ingreso en la orden, expedirá los títulos de la misma y remitirá a los interesados las insignias correspondientes. Artículo séptimo. A los efectos oportunos la Maestranza constituirá comisiones delegadas en las naciones y poblaciones donde existan núcleos de damas y caballeros de la orden. El gobierno informará de sus actividades con la periodicidad posible, a las comisiones delegadas de la Orden, y acogerá con satisfacción las propuestas que le sean formuladas por sus miembros a través de las mencionadas comisiones. Artículo octavo. La Maestranza organizará la recaudación de cuotas permanentes o donativos por una sola vez, para el cumplimiento de sus fines. Artículo noveno. Las autoridades de la Orden de la Lealtad a la República Española, son las siguientes: Presidente de honor: S. E. el Presidente de la República. Presidente efectivo de la Maestranza: S. E. el Presidente del Consejo de Ministros. Vocales de la Maestranza: Los ministros en ejercicio y cinco compatriotas que el

107 El acto oficial de constitución de la orden se celebró el 24 de junio de 1961, en la sede del gobierno vasco en el

exilio, en París. Cuadernillo sin fecha. Imprenta des Gondoles. Choisy-le-Roi. En ALTED VIGIL, Alicia. Gobierno y partidos republicanos españoles en el exilio (1950-1962). Mélanges de la Casa de Velázquez. Tome 27-3, 1991. pp. 85-114. Se instituyó ante la inminencia de la desaparición o transformación del régimen franquista, con el objeto de poder elaborar un censo (los esfuerzos realizados hasta entonces en ese sentido habían resultado infructuosos) […] y, sobre todo, aunque esto no figuraba en el decreto, para contribuir al sostenimiento económico del gobierno y de su política.

108 La sesión constitutiva de la Maestranza se celebró en la sede del gobierno de la República española en el exilio, en París, el 10 de julio de 1961. Co

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gobierno designe. Secretario general de la orden: El ministro de Justicia. Instrucciones para las comisiones delegadas de la Orden de la Lealtad a la República.

De carácter político 1. Después de 25 años es difícil conservar y sentir la causa de la República española y proclamar la lealtad a los principios democráticos que la inspiraron; pero ahora, más que nunca, hay que redoblar los esfuerzos y reavivar las ilusiones en pro de la restauración de la democracia y de la libertad en España, que quiere decir de la República. 2. Por razones diversas, y todas lamentables, frecuentemente se ha desfigurado y empequeñecido la causa que nos mantiene en el destierro, que es la causa de la República. Hay que colocar por encima de todos otros intereses los de la Patria y la República. 3. Cuando la dictadura franquista, por medio de sus representaciones diplomáticas y de sus servicios en el exterior, y valiéndose de amistades e influencias en diversos países, quiere destruir la emigración republicana en Francia y acabar con el republicanismo español, nosotros, los republicanos españoles en el destierro, hemos de manifestar, y gritar si es necesario, nuestra lealtad a la República y nuestra fe en su restauración en España. 4. La Orden de la Lealtad a la República no tiene un carácter económico. El suyo es de afirmación republicana, de recuento de filas y de censo de leales. Al margen, muy al margen, queda una simbólica aportación económica. 5. Los símbolos republicanos, bandera tricolor, escudo de la República, himno de Riego, deben ser exaltados y propagados por todos los medios.

De carácter administrativo 1. Las fichas de los peticionarios de ingreso en la Orden de la Lealtad han de remitirse todas a París, para su archivo general. El Secretario de la comisión delegada llevará un libro con las inscripciones de los españoles leales a la República y cuantos datos crea necesario. 2. Los Diplomas y Medallas correspondientes serán remitidos desde París, en la cantidad que soliciten las comisiones delegadas. 3. Las aportaciones económicas serán remitidas a París, mediante cheque dirigido al funcionario-depositario Don Maximiliano Martínez Moreno. Nota: Existían comisiones delegadas en México, Buenos Aires (Argentina), Santiago de Chile (Chile), Quito (Ecuador), Sao Paulo (Brasil), Panamá, San Juan de Puerto Rico (Puerto Rico), Marruecos y Montevideo (Uruguay).

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Medalla de la Solidaridad

Medalla de tipo propagandístico. Es circular y plateada. En el anverso aparece un miliciano armado con fusil, y la inscripción en orla LIBERTAD en la parte superior. En el reverso un puño y siete líneas la inscripción POR / NOS FRERES / REPUBLICAINS / D’ESPAGE / LES JEU · NESSES / DU FRONT · POPULAIRE / 19 · 36. En el exergo la inscripción grabada en tres líneas MEDAILLE / DE / SOLIDARITE. Se localizan ejemplares con cinta de color rojo y con pasador plateado con la inscripción UNITE.

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Medalla de la Unidad Referencias: Calvó nº 274; Grávalos-Calvo nº 312

Medalla de tipo propagandístico. Es circular y plateada. En el anverso aparece un miliciano armado con fusil, sobre campos con sol naciente al fondo, cuyos rayos finalizan en la inscripción LIBERTAD. En el reverso figura en la parte inferior la fecha 1937, en el centro un puño, y en orla la inscripción UNIDOS VENCEREMOS. Se localizan ejemplares con cinta de color rojo o con los colores de la República, morado, amarillo y rojo en tres franjas verticales.

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Medalla del Comité Internacional de Ayuda a España De forma rectangular con la parte superior redondeada con enganche para eslabones de cadena. En el anverso aparece una representación de una figura femenina, alegoría de la República, que parece abrazar a un soldado en primer plano, con rostros en segundo plano. En la parte inferior, el nombre del grabador: R. PELLETIER. En el reverso figura la inscripción en cuatro líneas AIDE / A / L’ESPAGNE / REPUBLICAINE, la fecha 1938 y las iniciales C. I. A. E, —Comité Internacional de Ayuda a España— separadas por trazos horizontales.

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Antonio Prieto Barrio

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Medalla de los voluntarios de la Brigada Paulov Referencias: Calvó nº 438

Estrella de cinco puntas que por el anverso va esmaltada en rojo y fileteada de oro, cargada con una estrella de tres puntas esmaltada en azul y fileteada de oro, que constituía el distintivo de las Brigadas Internacionales. Reverso lleva una corona de laurel que en su interior lleva la inscripción SALUD · FUERZA · UNIÓN · AL HEROÍSMO DE LAS · MILICIAS Y EJÉRCITOS · ANTIFASCISTAS. La parte inferior de la corona lleva la cifra de 1936. Alrededor de los brazos que forman las puntas de la estrella va una corona de palma y espigas. En la punta superior lleva una bola de oro, por la que pasa una anilla horizontal para su unión a la cinta, que es verde con tres listas centrales de los colores de la bandera republicana. Calvó la identifica como la Medalla de los voluntarios de la Brigada Paulov (URSS). Franco Scandaluzzi lo hace como Medalla al Heroísmo de las Milicias y Ejércitos Antifascistas y dice que existe un ejemplar de esta condecoración en el museo del ejército Rojo de Moscú y otra en el Museo Militar de Varsovia.

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Índice Disposiciones de carácter general. Reglamentos ........................................................................................................ 1 Medalla conmemorativa de campaña ....................................................................................................................... 43 Ciudadano de Honor ................................................................................................................................................... 46 Medalla del Centro del Ejército y la Armada .............................................................................................................. 47 Medalla de los defensores de Oviedo en la revolución de octubre de 1934 ............................................................ 48 Medalla de los defensores de Castrillón .................................................................................................................... 49 Medalla de los defensores de Avilés .......................................................................................................................... 50 Distintivo de la ocupación de Ifni ................................................................................................................................ 52 Placa laureada de Madrid ........................................................................................................................................... 53 Medalla de la Libertad ................................................................................................................................................ 68 Medalla de sufrimientos por la Patria ......................................................................................................................... 72 Medalla del valor ......................................................................................................................................................... 79 Placa del valor ............................................................................................................................................................. 83 Medalla del deber ....................................................................................................................................................... 87 Medalla de la segunda guerra de la Independencia .................................................................................................. 90 Recompensas colectivas ............................................................................................................................................ 93 Medalla de la defensa de Barcelona .......................................................................................................................... 97 Medalla de Teruel ....................................................................................................................................................... 97 Cruz Laureada de la República ................................................................................................................................... 97 Medalla de las Brigadas Internacionales .................................................................................................................... 98 Orden “Lealtad y Mérito” ......................................................................................................................................... 101 Condecoraciones concedidas .................................................................................................................................... 103 Orden de la Liberación de España ............................................................................................................................. 106 Orden de la Lealtad a la República española ............................................................................................................ 125 Medalla de la Unidad ................................................................................................................................................. 128 Medalla del Comité Internacional de Ayuda a España ............................................................................................. 128 Medalla de los voluntarios de la Brigada Paulov ...................................................................................................... 129 Índice .......................................................................................................................................................................... 130

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