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1 067 -2007-PCNM P.D N° 004-2007-CNM San Isidro, 16 DE JULIO DE 2007 VISTO; El proceso disciplinario número 004-2007-CNM, seguido contra el doctor Juan Valdizán Echevarría, por su actuación como Juez Suplente del Segundo Juzgado Mixto de Bagua, y el pedido de destitución formulado por el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República; y, CONSIDERANDO: Que, por Resolución N° 007-2007-PCNM de 9 de febrero de 2007, el Consejo Nacional de la Magistratura abrió proceso disciplinario al doctor Juan Valdizán Echevarría, por los hechos expuestos en la misma y a mérito de la investigación realizada por la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial; Que, se le imputa al doctor Juan Valdizán Echevarría el siguiente cargo: Infringir sus deberes al haber citado en su sentencia de vista hechos que no tenían sustento en ninguna prueba actuada, en el proceso de aumento de pensión alimenticia que conoció en segunda instancia, en los seguidos por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manayay Burgos, expediente N° 2003-0033, demostrando con ello también una presunta parcialización a favor de la demandante, por lo que habría incurrido en la responsabilidad disciplinaria prevista en el artículo 201 inciso 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, al haber infringido su deber de actuar respetando el debido proceso previsto en el artículo 184 inciso 1° de la citada Ley Orgánica, lo que comprometería la dignidad del cargo y lo desmerecería en el concepto público; Que, por escrito de 7 de marzo de 2007, el doctor Juan Valdizán Echevarría presenta su descargo alegando que la sentencia de vista que emitiera en el proceso seguido por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manayay Burgos, sobre aumento de pensión alimenticia corresponde a un acto netamente jurisdiccional, por lo que de conformidad con el artículo 212 de la Ley Orgánica del Poder Judicial no es sancionable; agregando que, no se explica porqué se le va a sancionar con destitución, ya que la misma sólo se le impone a aquellos magistrados que se encuentran en el ejercicio de sus funciones, por lo que al no encontrarse en actividad desde octubre de 2004, considera que constituye un error el imponerle esa sanción;

Condena Juan Valdizan Echevaria

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N° 067 -2007-PCNM

P.D N° 004-2007-CNM San Isidro, 16 DE JULIO DE 2007

VISTO;

El proceso disciplinario número 004-2007-CNM, seguido contra el doctor Juan Valdizán Echevarría, por su actuación como Juez Suplente del Segundo Juzgado Mixto de Bagua, y el pedido de destitución formulado por el señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República; y, CONSIDERANDO: Que, por Resolución N° 007-2007-PCNM de 9 de febrero de 2007, el Consejo Nacional de la Magistratura abrió proceso disciplinario al doctor Juan Valdizán Echevarría, por los hechos expuestos en la misma y a mérito de la investigación realizada por la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial;

Que, se le imputa al doctor Juan Valdizán Echevarría el siguiente cargo: Infringir sus deberes al haber citado en su sentencia de vista hechos que no tenían sustento en ninguna prueba actuada, en el proceso de aumento de pensión alimenticia que conoció en segunda instancia, en los seguidos por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manayay Burgos, expediente N° 2003-0033, demostrando con ello también una presunta parcialización a favor de la demandante, por lo que habría incurrido en la responsabilidad disciplinaria prevista en el artículo 201 inciso 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, al haber infringido su deber de actuar respetando el debido proceso previsto en el artículo 184 inciso 1° de la citada Ley Orgánica, lo que comprometería la dignidad del cargo y lo desmerecería en el concepto público;

Que, por escrito de 7 de marzo de 2007, el doctor Juan Valdizán Echevarría presenta su descargo alegando que la sentencia de vista que emitiera en el proceso seguido por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manayay Burgos, sobre aumento de pensión alimenticia corresponde a un acto netamente jurisdiccional, por lo que de conformidad con el artículo 212 de la Ley Orgánica del Poder Judicial no es sancionable; agregando que, no se explica porqué se le va a sancionar con destitución, ya que la misma sólo se le impone a aquellos magistrados que se encuentran en el ejercicio de sus funciones, por lo que al no encontrarse en actividad desde octubre de 2004, considera que constituye un error el imponerle esa sanción;

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Por otro lado, también señala el procesado que de conformidad con el artículo 481 del Código Civil el Juez regula los alimentos en proporción a las necesidades de quien los pide y a las posibilidades del que puede darlos; agregando que, de conformidad con lo normado es que señaló la suma que a su criterio podía prestar dicho obligado;

También alega que ninguna ley le recorta el carácter discrecional que como Juez tenía para imponer dicha pensión, es más, precisa que, tratándose del beneficio de un menor cuyo progenitor tiene la capacidad económica de acudirlo con la suma señalada, no constituye acto grave ni abuso de autoridad de su parte el haber impuesto dicha pensión por cuanto para resolver ha tenido en cuenta la condición económica del obligado;

Asimismo, aduce que la Corte Suprema no puede solicitar su destitución por el hecho de que las tarjetas de propiedad, así como los vehículos que diariamente utiliza el demandado no se encuentren a su nombre; agregando que, en el pueblo donde ejercía el cargo toda la colectividad sabe y conoce los signos ostentosos de riqueza que muestra el demandado y que los vehículos son de su propiedad, por lo que como Juez no tenía obligación de investigar mas allá de lo visto, de lo dicho por la madre del alimentista y de la ostentación que el demandado hacía de su capacidad económica;

Que, finalmente el procesado deduce la excepción de prescripción alegando que los hechos que se le imputan han tenido lugar el día 3 de septiembre de 2003, por lo que han transcurrido mas de 3 años y 5 meses, y de conformidad con el artículo 204 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, los hechos se encuentran prescritos;

Que, respecto a la excepción de prescripción deducida por el procesado, cabe señalar que el artículo 204 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que la queja prescribe de oficio si es que transcurren 2 años desde que se interpone, es decir, dicha prescripción versa sobre el plazo que se debe observar en el trámite de la queja; en tanto que, el artículo 65 del Reglamento de Organización y Funciones de la Oficina de Control de la Magistratura señala que el cómputo del plazo de la prescripción se suspende con el primer pronunciamiento del Organo Contralor competente, por lo que a efecto de determinar si en el presente caso ha operado o no la prescripción es necesario precisar la fecha en que la OCMA tomó conocimiento de los hechos materia del proceso disciplinario, así como la fecha en que dicho órgano de control emite su pronunciamiento de fondo;

Que, en ese sentido de los actuados corrientes a fojas 1, se aprecia que el 16 de

septiembre de 2004 la Fiscal de la Nación pone en conocimiento del Jefe de la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial los hechos imputados al procesado, por lo que de conformidad con la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional en el expediente N° 2122-2003-AA/TC es a partir del día siguiente que la OCMA toma

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conocimiento de los hechos que debe computarse el inicio del proceso, resultando que en el presente caso, es a partir del 17 de septiembre del 2004, que empieza a correr el plazo de prescripción; asimismo, de los actuados se desprende que la OCMA emitió su pronunciamiento de fondo el 1° de septiembre de 2006, es decir, un año 11 meses y 14 días después de haber tomado conocimiento de los hechos, por lo que no vencieron los 2 años del plazo a que se refiere el artículo 204 de la Ley Orgánica del Poder Judicial;

Que, por los hechos expuestos en los considerandos precedentes la excepción deducida por el procesado debe ser declarada infundada por no haber transcurrido los plazos fijados en el artículo 204 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ni en el artículo 39 inciso a) del Reglamento de Procesos Disciplinarios del Consejo Nacional de la Magistratura;

Que, en lo que respecta al hecho alegado por el procesado en el sentido que la imposición de la sanción de destitución es jurídicamente imposible, puesto que ya no ejerce el cargo de Juez desde el 18 de octubre de 2004, cabe precisar que ni la Ley Orgánica del Consejo Nacional de la Magistratura, ni la Ley Orgánica del Poder Judicial, ni el Reglamento de Procesos Disciplinarios del Consejo Nacional de la Magistratura, señalan que para que se imponga una sanción disciplinaria es requisito sine qua non la existencia de una relación laboral vigente entre el procesado y el Poder Judicial; en ese sentido, para imponer una sanción sólo es necesario que se haya identificado al presunto infractor, que exista o haya existido una relación laboral, que exista una imputación que se encuentre tipificada como falta administrativa y que la facultad de investigación no haya prescrito, por lo que cualquier persona que mantenga o haya mantenido relación laboral con el Poder Judicial, puede ser sometida a proceso disciplinario siempre y cuando no hubiera prescrito la potestad disciplinaria del Estado, requisitos que el Consejo Nacional de la Magistratura ha tenido en cuenta al momento de abrir el presente proceso disciplinario;

Que, con respecto al cargo imputado al magistrado Juan Valdizán Echevarria, de las pruebas que obran en el expediente se aprecia que el 13 de febrero de 2003, doña Aurelia Fernández Gonzáles interpuso demanda de aumento de pensión de alimentos contra Segundo Manayay Burgos ante el Juez de Paz Letrado de Bagua, el que por resolución N° 6 de 20 de junio de 2003, obrante de fojas 350 a 353 declaró fundada en parte la demanda y ordenó que la pensión alimenticia mensual fijada en S/. 160.00 nuevos soles se aumente a S/. 180.00 nuevos soles, interponiendo la demandante recurso de apelación, remitiéndose el expediente al Juzgado Mixto de Bagua a cargo del magistrado procesado, el que por resolución N° 10 de 3 de septiembre de 2003, confirmó en parte la demanda y la revocó en cuanto al monto señalado, disponiendo que la nueva pensión alimenticia sea de S/. 250.00 nuevos soles;

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Que, el procesado sustenta el aumento de la pensión alimenticia, entre otros considerandos, en el considerando quinto de su resolución en el que señala que: “El demandado esta en la capacidad de acudir con una pensión digna, dado que es un próspero agricultor, y posee bienes muebles e inmuebles de fortuna, terreno urbano ubicado al frente del Jirón Lambayeque de esta ciudad, predio rústico denominado “La Palmera” ubicado en el sector La Papaya Media, comprensión del distrito El Milagro, vehículos de placa de rodaje AID N° 858, marca Toyota Cresta color blanco, motocicleta placa de rodaje 1309 marca Honda color verde, y otros, todo esto a nombre de su señora madre Celestina Burgos Villalobos compra venta simulada, a través de lo que se denomina testaferro, con el propósito de aparentar no tener bienes muebles e inmuebles ni ingresos económicos para evadir sus responsabilidades de padre progenitor”;

Que, de la revisión de los actuados judiciales corrientes tanto de fojas 337 a 370, como de fojas 118 a 249, en las que obran las pruebas presentadas tanto por el demandante y demandado en el citado proceso civil, no se aprecia ningún medio probatorio que sirva de sustento fáctico a lo sostenido por el procesado en el considerando quinto de su resolución, es más, en dicho considerando se dice que el demandado es un próspero agricultor; sin embargo, a fojas 37 se aprecia que el Director de la Agencia Agraria de la Provincia de Bagua certifica que el señor Segundo Manayay Burgos no figura como propietario ni posesionario de predios agrícolas;

Que, asimismo, en el mismo considerando quinto el procesado afirma que el demandado Segundo Manayay Burgos posee bienes muebles e inmuebles de fortuna, terreno urbano ubicado al frente del Jirón Lambayeque de Bagua y un Predio Rústico denominado “Las Palmeras” ubicado en el sector La Papaya Media, comprensión del Distrito del Milagro; sin embargo, a fojas 223 se aprecia el informe emitido por el Registrador Público en el que se señala que la señora Celestina Burgos Villalobos (madre del demandado) es titular conjuntamente con el señor Custodio Manayay Sanchéz de los inmuebles consistentes en un terreno urbano ubicado con frente en el jirón Lambayeque de Bagua y de un predio rústico denominado “Las Palmeras” ubicado en el sector La Papaya Media, distrito el Milagro, con lo que se acredita que dichos bienes no le pertenecían al demandado;

Que, por otro lado, en el proceso civil, la demandante Aurelia Fernández Gonzáles al momento de absolver el pliego interrogatorio presentado por el demandado a fojas 188, ante la pregunta N° 9 correspondiente a ver si tenía documentos que acreditaran que el demandado es propietario de vehículos, bienes e inmuebles, la misma a fojas 349 contestó que No; asimismo, el demandado Manayay Burgos al momento de absolver el pliego interrogatorio presentado por la demandante obrante a fojas 187 cuyas respuestas obran a fojas 191, negó poseer bienes muebles o inmuebles, así como también negó dedicarse a la actividad de agricultor y a la venta de arroz al por menor;

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Que, también, el procesado ha aseverado que el demandado ha celebrado una compra venta simulada con su señora madre, doña Celestina Burgos Villalobos, a fin de aparentar no tener bienes para evadir su responsabilidad; sin embargo, este hecho tampoco fue probado en el proceso; asimismo, se aprecia que en el tantas veces mencionado considerando el procesado hace alusión a las placas de los vehículos atribuidos por él al demandado, dato que no ha sido mencionado a lo largo del proceso civil por la demandante, sin embargo, el doctor Valdizan hace alusión a los mismos en la sentencia no precisando de dónde obtuvo tal información;

Que, el doctor Valdizan Echevarría en la declaración rendida ante la Comisión

Permanente de Procesos Disciplinarios ante la pregunta de si se basó en algún medio probatorio para sustentar las afirmaciones vertidas en el considerando quinto de la resolución cuestionada, manifestó que “era vox populi en el lugar que el obligado tenía recursos económicos por ser una persona pudiente, ya que utilizaba vehículos modernos para trasladarse de un lugar a otro y además hacía gala de tener recursos mas que suficientes”…; agregando que, “tuvo conocimiento por ser comentario general en el lugar que sus bienes los había inscrito a nombre de su señora madre, inclusive con posterioridad a la queja hizo una búsqueda de los bienes del obligado resultando que los que se sabía de su propiedad los había puesto a nombre de su señora madre para pretender de esa forma eludir sus obligaciones, por lo que llegó a la conclusión íntima y libre de incrementar a un monto razonable el monto de la pensión alimenticia”, afirmación que también ha sido expuesta por el citado magistrado en el informe oral rendido ante el Pleno del Consejo;

Que, así pues, de lo expuesto se evidencia la existencia de un hecho irregular, que no puede calificarse de criterio jurisdiccional, pues el doctor Valdizan Echevarría sustentó su resolución en hechos sin sustento fáctico, arribando a conclusiones subjetivas basándose, como él mismo lo ha reconocido, en lo manifestado por la población y en apreciaciones de orden personal y no procesal, evidenciando con tal forma de actuar un desconocimiento del derecho, ya que de conformidad con el artículo 188 del Código Procesal Civil, son los medios probatorios y no lo manifestado por la población o las elucubraciones subjetivas, los que deben llevar al magistrado a resolver un conflicto de intereses, por lo que el procesado, ha afectado seriamente el debido proceso;

Que, no obstante lo antes expuesto, de las pruebas actuadas a lo largo de la investigación no se ha acreditado que la decisión de ordenar el aumento de la pensión alimenticia al demandado, se hubiera debido a un deliberado propósito o acto de parcialización con la demandante, hecho que también ha sido imputado al procesado, por lo que, es necesario analizar de manera objetiva y en base a los principios de razonabilidad y proporcionalidad si se debe de aceptar la solicitud del Presidente de la

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Corte Suprema y aplicar al citado magistrado la sanción extrema de destitución o mas bien optar por una medida de menor rigor;

Que, para dicho efecto es preciso tener en cuenta que los principios de razonabilidad y proporcionalidad son parámetros creados a fin de limitar la potestad sancionadora de la administración, operando como medios de interdicción de la arbitrariedad en el obrar de la misma, ya que si bien es cierto la administración tiene como finalidad el tutelar el interés general o el bien común, dicha finalidad debe compatibilizarse con los derechos fundamentales o la propia dignidad de la persona;

Que, es por ello que los órganos de control de la función jurisdiccional al momento de ejercer su potestad sancionadora deben ponderar, en todo caso las circunstancias concurrentes al objeto de alcanzar la necesaria y debida proporcionalidad entre los hechos imputados y la responsabilidad exigida, de tal manera que la adopción de una determinada sanción no implique un sacrificio desmesurado o manifiestamente innecesario en relación al derecho limitado;

Que, resulta necesario, a fin de emitir una decisión razonable, el determinar si en el proceso materia de análisis existen suficientes medios probatorios que den certeza de la responsabilidad del procesado, ya que estos representan la única garantía de justicia y proporcionalidad entre la supuesta falta cometida y la posible sanción a imponerse;

Que, el sustento del pedido de destitución radica en el hecho que el magistrado Valdizan Echevarría dispuso el aumento de la pensión alimenticia en base a consideraciones que no tienen sustento fáctico, denotando con ello una actitud de parcialización hacia la demandante; sin embargo, como se ha expuesto en el vigésimo considerando, si bien es cierto se ha acreditado la existencia de un hecho irregular, ya que el citado magistrado sustentó el incremento de la pensión alimenticia en hechos que no tienen sustento fáctico, también es verdad que no se ha acreditado que dicho acto tenga su origen en el hecho de favorecer deliberadamente a la demandante por algún móvil subalterno, por lo que el hecho por sí mismo no implica una inconducta de gravedad tal que justifique la imposición de la sanción de destitución, pues, como se ha dicho antes no se ha podido concluir sin lugar a dudas que haya existido una desviación del magistrado respecto de sus obligaciones o la concurrencia de algún elemento de juicio que acredite la distorsión de su voluntad para decidir en la forma que lo hizo al resolver el recurso de apelación planteado por la demandante y optar por aumentar la citada pensión alimenticia;

Que, por lo tanto, en el caso que nos ocupa, no se aprecia que exista medio probatorio que produzca certeza que el aumento de la pensión alimenticia se debió a una parcialización del procesado hacia la demandante, sino más bien a un defecto en la

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motivación, hecho que amerita otro tipo de sanción que sea proporcional a la falta cometida, tanto más si se tiene en cuenta que del informe oral llevado acabo con fecha 28 de mayo de 2007, tampoco ha surgido algún elemento de juicio que induzca a considerar que hubiera existido en el comportamiento del procesado alguna intencionalidad para favorecer o perjudicar indebidamente a una de las partes, evidenciándose mas bien que dicho magistrado presenta serias deficiencias relativas a la idoneidad para desempeñarse en un cargo de tan delicadas responsabilidades;

Que, en conclusión, la actuación del doctor Juan Valdizan Echevarría no es pasible de la sanción de destitución, pero si de una sanción menos drástica como aquella prevista en el artículo 210 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, la misma que debe ser aplicada por el Órgano de Control del Poder Judicial.

Que, en lo que respecta al cargo imputado, de todo lo expuesto y actuado se ha llegado a comprobar que si bien es cierto el magistrado procesado, doctor Juan Valdizán Echevarría infringió sus deberes, ya que citó en su sentencia de vista hechos que no tenían sustento en ninguna prueba actuada, en el proceso de aumento de pensión alimenticia que conoció en segunda instancia, en los seguidos por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manayay Burgos, expediente N° 2003-0033; sin embargo, no se ha demostrado que ello se derivó de un acto de parcialización a favor de la demandante, por lo que si bien ha incurrido en responsabilidad disciplinaria prevista en el artículo 201 inciso 1° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, al haber infringido su deber de actuar respetando el debido proceso previsto en el artículo 184 inciso 1° de la citada Ley Orgánica, esta falta disciplinaria no reviste la gravedad exigida para justificar se le aplique la sanción de destitución sino otra menor que compete al Órgano de Control del Poder Judicial, conforme al artículo 210 de la Ley Orgánica del Poder Judicial vigente; Por las consideraciones expuestas, estando a lo previsto en el artículo 36 del Reglamento de Procesos Disciplinarios y a lo acordado por el Pleno del Consejo, en sesión de 14 de junio de 2007, sin la presencia del señor Consejero Efraín Anaya Cárdenas; SE RESUELVE: Artículo Primero.- Por unanimidad, con los votos de los señores Consejeros Maximiliano Cárdenas Díaz, Carlos Mansilla Gardella, Francisco Delgado de la Flor Badaracco, Edwin Vegas Gallo, Anibal Torres Vásquez y Edmundo Peláez Bardales, declarar infundada la excepción de prescripción deducida por el doctor Juan Valdizan Echevarría.

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Artículo Segundo.- Por mayoría, con los votos de los señores Consejeros Maximiliano Cárdenas Díaz, Carlos Mansilla Gardella, Francisco Delgado de la Flor Badaracco y Edmundo Peláez Bardales, dar por concluido el proceso disciplinario, devolviéndose los actuados al Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República a fin de que la Oficina de Control de la Magistratura del Poder Judicial le imponga al doctor Juan Valdizán Echevarría, la medida disciplinaria de suspensión pertinente, por su actuación como Juez Suplente del Segundo Juzgado Mixto de Bagua. Regístrese, comuníquese y publíquese.

MAXIMILIANO CARDENAS DIAZ CARLOS MANSILLA GARDELLA FRANCISCO DELGADO DE LA FLOR EDWIN VEGAS GALLO ANIBAL TORRES VÁSQUEZ EDMUNDO PELÁEZ BARDALES

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LOS FUNDAMENTOS DEL VOTO DE LOS CONSEJEROS ANIBAL TORRES VASQUEZ Y EDWIN VEGAS GALLO, SON LOS SIGUIENTES: PRIMERO: Que, el artículo 184 inciso 1 de la Ley Orgánica del Poder Judicial establece que son deberes de los magistrados resolver con celeridad y con sujeción a las garantías constitucionales del debido proceso; y, conforme al inciso 1 del artículo 201 del mismo cuerpo de leyes, existe responsabilidad disciplinaria del magistrado por infracción a los deberes y prohibiciones establecidas en esta ley; SEGUNDO: Que, en el presente proceso disciplinario, se ha acreditado que el magistrado Juan Valdizán Echevarría, en los autos seguidos por Aurelia Fernández Gonzáles contra Segundo Manyay Burgos, ha dictado sentencia aumentando la pensión alimenticia sustentando su decisión en su solo criterio de conciencia, sin ningún respaldo probatorio, obviando el mandato del artículo 188 del código adjetivo que dispone. “Los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones” ; TERCERO: Que en el considerando quinto de la mencionada sentencia señala:“ El demandado está en la capacidad de acudir con una pensión digna, dado que es un próspero agricultor, y posee bienes muebles e inmuebles de fortuna, terreno urbano ubicado al frente del Jirón Lambayeque de esta ciudad, predio rústico denominado «La Palmera» ubicado en el sector La Papaya Media, comprensión del distrito de Milagros, vehículos de placa de rodaje AID N° 858, marca Toyota Cresta, color blanco, motocicleta placa de rodaje 1309 marca Honda color verde, y otros, todo esto a nombre de su señora madre Celestina Burgos Villalobos compra venta simulada, a través de lo que se denomina Testaferro, con el propósito de aparentar no tener bienes muebles e inmuebles ni ingresos económicos para evadir sus responsabilidades de padre progenitor”; Esta argumentación es totalmente ajena a las pruebas ofrecidas y actuadas en el proceso respectivo, las cuales acreditan que el demandado no es propietario ni poseedor de predios agrícolas, ni de vehículos, ni de ningún otro bien mueble o inmueble, ni tampoco aparece nada probado que la madre del demandado haya adquirido bienes mediante compraventa simulada; CUARTO: Que el juez regula los alimentos en proporción a las necesidades de quien lo pide y a las posibilidades de quien debe darlos, conforme lo dispone el artículo 481 del Código Civil, pero esas necesidades y posibilidades deben estar debidamente probadas, porque en caso contrario se viola el debido proceso y la obligación del juez de administrar justicia con sujeción a la Constitución y a la ley.; QUINTO: Que, en el acto del Informe Oral de 28 de mayo de 2007, el magistrado procesado afirmó que ha aumentado la pensión alimenticia porque le consta que el obligado “se pasea en autos modernos”, pero que no existe prueba alguna en el expediente; afirma que el juez puede resolver conforme a su criterio de conciencia sin que sea necesario que se fundamente en hechos probados; SEXTO: Que la afirmación antes señalada demuestra que el magistrado procesado carece de condiciones para ejercer la magistratura. Con un juez como él, que se coloca por encima de la Constitución y la ley, se termina con el Estado de Derecho y los

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derechos fundamentales de la persona; SETIMO: Que, si se permite que un juez siga administrando justicia en forma arbitraria, sin ley, como lo viene haciendo el magistrado procesado, la pregunta obligada es: ¿quién reparará los daños causados por la violación de los derechos fundamentales de las personas que recurren a él en busca de justicia? La respuesta es obvia, puesto que el principio general del derecho dice que todo aquel que causa daño a otro está en la obligación de indemnizarlo, esa responsabilidad no puede ser solamente del magistrado sino también del que lo permite y autoriza a ejercer esa función; con jueces como el doctor Valdizán Echevarría se cumple lo que Beccaria señalaba: “El espíritu de la ley será la resulta de la buena o mala lógica de un juez, de su buena o mala digestión; dependerá de la violencia de sus pasiones, de la flaqueza del que sufre, de las relaciones que tuviese con el ofendido; y de todas aquellas pequeñas fuerzas que cambian la apariencia de los objetos en el ánimo fluctuante del hombre”; OCTAVO: Que, por las consideraciones precedentes, haciendo quedado plenamente demostrado que el doctor Valdizán Echevarría ha dictado sentencia sustentándola en hechos que no han sido alegados ni probados, basándose únicamente en su criterio de conciencia formado como consecuencia de lo que “dice la gente” y de lo que él imagina con relación al patrimonio del demandado, violando flagrantemente el debido proceso: por tales consideraciones NUESTRO VOTO es porque se de por concluido el presente proceso disciplinario y SE ACEPTE el pedido de destitución formulado por el presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República, contra el doctor Juan Valdizán Echevarría, por su actuación como Juez del Segundo Juzgado Mixto de Bagua y se le imponga la medida disciplinaria de destitución. ANIBAL TORRES VASQUEZ EDWIN VEGAS GALLO

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