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Conferencia Del Episcopado Dominicano
Comision Nacional De Pastoral De
Adolescentes
MATERIAL PARA LA PASCUA 2019
Conectados a Jesús Resucitado a través de su Palabra que guía nuestros pasos
1- INTRODUCCION
Hemos emprendido un camino desde el miércoles de cenizas hasta el jueves santo;
atravesando caminos de incertidumbres, oscuridades, luces , aciertos y desaciertos ,
desilusiones , angustias , de amor , de perdón que nos llevó a realizar un cambio en
nuestras formas de pensar, de actuar en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.
Por lo tanto, la resurrección es acontecimiento que ha marcado el curso de la humidad en el
transcurso del tiempo y que a través de los años seguirá marcando nuestras vidas. Siempre
celebraremos con jubillo el gran amor que Dios nos profesó al hacerse uno como nosotros, al
pasar por los martirios de su pasión y su victoria sobre la muerte.
Al conmemorar su muerte y resurrección nos llena de alegría el saber y a la vez de
experimentar el gran amor que Dios nos profesa. Primero, al hacer hombre, Jesús vino al
mundo de la misma manera que venimos todos y es ahí en el nacimiento que nos demuestra
su sencillez y cercanía con nosotros al nacer en el pesebre.
Segundo, decide entregar su vida por nosotros “paso por los maltratos, humillaciones solo por
amor Sin embargo, ese amor no se queda en la tumba, sino que decide resucitar para
hacernos participes de la vida eterna y a la vez enseñarnos a ser vencedores.
Tercero, no solo resucita, sino que decide quedarse para siempre en la eucarística como
alimento para notros.
Sin embargo, cada uno de nosotros que se conecta a Jesús recitado tiene que ser como ese
pan que se da a los demás adolescentes de nuestra comunidad, colegio, escuela, el club de
tenis, el curso de inglés, el boliball, etc. que aún no han experimento el gran amor que Dios
tiene por nosotros.
Es nuestro compromiso como pastoral de adolescentes conectados a Jesús recitado, que
ilumina nuestra vidas, a través de su palabras que debemos ser sus discípulo en medio de un
mundo donde cada día la vida pierde su valor; las relaciones familiares se van perdiendo
como sentíamos que se perdía nuestra fe la noche en que Jesús fue apresado por los sumos
sacerdotes , pero como aquellos hemos sido sus testigo de su gran victoria sobre la muerte,
debemos dejar resplandecer su resurrección en medio de todo lo que nos rodea , que Él se
convierta el sol que ilumina nuestros días y de esa manera nosotros ser sal y luz para los
demás.
Primer tema: Cristo vive! Escuchémosle a través de su palabra
Ha resucitado el Señor y nos conectamos a él a
través de su palabra.
Objetivo: Que los adolescentes se conecten con
Jesús resucitado a través de su palabra y
mediante su vivencia con él se conviertan en
portadores del evangelio, transmitiendo la alegría
del resucitado a los demás.
Ambientación:
Crear un ambiente de fiesta, con pitos, globos,
trompetas en donde se muestre la alegría de cristo ha resucitado
Dinámica:
Búsqueda del tesoro: Deje que los adolescentes busquen diferentes objetos que tengan
alguna relación con la historia de hoy y la resurrección de Jesús, tales como una piedra, telas,
cuadro de una tumba vacía, etc. Después que los adolescentes hayan encontrado todos los
objetos que el guía le dé a buscar, deje que los adolescentes retengan su objeto mientras se
repite la historia de la resurrección. Cuando mencionen el objeto, el adolescentes lo
presentará alzando su mano
Observar el video: https://www.youtube.com/watch?time_continue=88&v=6nY8L4hs2Xs
Oración:
Señor Jesús, por tu resurrección sé que estoy llamado a resucitar, para eso es la vida, para
eso he sido creado. Te suplico que seas Tú la luz en mi camino.
Y deseo desde lo más profundo de mi corazón estar conectado a ti, servirte en medio de tu
pueblo ,siendo testigo fiel de tu resurrección y proclamando tu amor en mi familia , en la
sociedad , en la iglesia y en mi grupo como discípulo que se siente amado y llamado para
hacer visible tu reino en la tierra. Amen
Del santo Evangelio según san Juan 20, 1-9
El día después del sábado, María Magdalena fue al sepulcro muy de mañana cuando aún era
de noche, y vio que la piedra del sepulcro estaba movida. Echa a correr y llega donde Simón
Pedro y donde el otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: «Se han llevado del sepulcro
al Señor, y no sabemos dónde le han puesto». Salieron Pedro y el otro discípulo, y se
encaminaron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más
rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Se inclinó y vio las vendas en el suelo; pero no
entró. Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve las vendas en el
suelo, y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a las vendas, sino plegado en un lugar
aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro;
vio y creyó.
Meditación del Papa Francisco
La manana de Pascua, advertidos por las mujeres, Pedro y Juan corrieron al sepulcro y lo encontraron abierto y vacio. Entonces, se acercaron y se “inclinaron” para entrar en la tumba. Para entrar en el misterio hay que “inclinarse”, abajarse. Sólo quien se abaja comprende la glorificación de Jesús y puede seguirlo en su camino. El mundo propone imponerse a toda costa, competir, hacerse valer... Pero los cristianos, por la gracia de Cristo muerto y resucitado, son los brotes de otra humanidad, en la cual tratamos de vivir al servicio de los demás, de no ser altivos, sino disponibles y respetuosos. […] Pidamos paz y libertad para tantos hombres y mujeres sometidos a nuevas y antiguas formas de esclavitud por parte de personas y organizaciones criminales. Paz y libertad para las víctimas de los traficantes de droga, muchas veces aliados con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia humana. E imploremos la paz para este mundo sometido a los traficantes de armas que ganan con la sangre de los hombres y las mujeres. Y que, a los marginados, los presos, los pobres y los emigrantes, tan a menudo rechazados, maltratados y desechados; a los enfermos y los que sufren; a los niños, especialmente aquellos sometidos a la violencia; a cuantos hoy están de luto; y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, llegue la voz consoladora del Senor Jesús: “Paz a vosotros”. “No temáis, he resucitado y siempre estaré con vosotros”. (Homilía de S.S. Francisco, 5 de abril de 2015)
De acuerdo al fragmento de la homilía de Papa que hemos meditados, nosotros como
adolescentes debemos dar a conocer el verdadero rostro de Jesús resucitado a tantos
adolescentes que son víctima de la discriminación , maltratos , humillaciones ,
injusticia , debemos de ser nosotros lo que seducido por el resucitado imprenan al
mundo su amor .
Preguntas para trabajar en grupo
1 ¿cómo doy a conocer el rostro de Jesús recitado
2 ¿En cuales aspecto de mi vida siento que Jesús ha resucitado?
3 ¿Cuáles ámbito de la sociedad siento que necesita que Jesús resucite ?
Compromiso.
A ser testigo del resucitado haciendo que los demás puedan disfrutar de la gracias y el
amor de Él.
Oración final:
Padre haznos instrumento de tu amor, testigos fieles de tu resurrección. siendo constructores
de esperanza, de amor, de justicia, solidaridad, siendo portadores de tu reino haciéndolo
visible en un mundo cada vez más secularizado e individualista, podamos vivir en unidad
siendo como la Santísima Trinidad. Amen
Segundo tema:
¡Crezcan Misericordiosos como su padre¡!
Objetivo:
- Que los adolescentes descubran y experimenten la
Misericordia de Dios y de esta manera puedan vivirla y
transmitirla.
-Que los adolescentes se conviertan en el fósforo que
enciendan el amor del padre que nos invitan a mostrar sus rostros de su misericordia
Ambientación
Colocarla el cuadro de la divina misericordia y a alrededor las obras de la misericordia
corporal y espirituales y frases de la misericordia
O también: Puedes hacer que algunos de los adolescentes presenten imágenes ilustrativas de
los rostros que se van mencionando en la oración.
O bien… Puedes darle a cada adolescentes un corazón (que represente el corazón de
Jesús) y que en el escriban el nombre de algún adolescentes que conozcan (del barrio, de
la escuela, el colegio, basquetbol , la pelota , la danza , el inglés , colegio etc.) y que esté
pasando por uno de los sufrimientos que se mencionan en la oración. De esta manera están
rezando por ese adolescente que necesita experimentar la misericordia de Dios.
O bien…Pueden escribir cada uno su nombre en el corazón; de esta manera nos
reconocemos necesitados de la misericordia de Dios.
(Tener una oración para cada adolescente)
“Senor Jesús… tú que eres el rostro misericordioso del Padre, te presentamos nuestros
rostros y en ellos el rostro de los adolescentes que no te conocen, los que son discriminados,
los que sufren a causa de las drogas, del alcohol, de la soledad… los que sufren por la falta
de oportunidades, por la falta de comunicación en sus hogares, por no ser escuchados.
Te pedimos que cada uno de estos rostros pueda experimentar tu misericordia.”
Amen
Lectura del evangelio de juan 20 ,19-31 19 Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los
judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio
de ellos y les dijo: «La paz con vosotros.» 20 Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21 Jesús les dijo otra vez: «La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os
envío.» 22 Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: «Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les
quedan retenidos.» 24 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los
otros discípulos le decían: «Hemos visto al Señor.» 25 Pero él les contestó: «Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en
el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré.» 26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se presentó
Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: «La paz con vosotros.» 27 Luego dice a Tomás: «Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela en mi
costado, y no seas incrédulo sino creyente.» 28 Tomás le contestó: «Señor mío y Dios mío.» 29 Dícele Jesús: «Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han
creído.» 30 Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que no están escritas en
este libro. 31 Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que
creyendo tengáis vida en su nombre.
Reflexión:
Misericordia es la virtud que tiene Dios para perdonar los pecados y las miserias de nosotros,
sus hijos; y a nosotros nos da la capacidad de compadecernos de los sufrimientos y miserias
de nuestros hermanos. De Dios recibimos su misericordia a través del sacramento de la
reconciliación. En Jesús “todo habla de la misericordia y nada carece de compasión porque su
persona no es más que amor, un amor que se ofrece de forma gratuita.” Nosotros somos
misericordiosos cuando nos compadecemos del sufrimiento de los demás y cuando
perdonamos las ofensas que nos hacen.
Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro.
Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con
ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une
Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no
obstante el límite de nuestro pecado. (Misericordiae Vultus 2)
Reflexión de papa Francisco
Queridos Adolescentes: -
No hay fronteras ni distancias que puedan impedir a la misericordia del Padre llegar a nosotros y hacerse presente entre nosotros.
Este tiempo precioso también os atañe a vosotros, queridos adolescentes, y yo me dirijo a vosotros para invitaros a participar en él, a ser protagonistas, descubriendo que son hijos de Dios (cf. 1 Jn 3,1). Quisiera llamaros uno a uno, quisiera llámalos por nuestro nombre, como hace Jesús todos los días, porque él sabe bien que nuestros nombres están escritos en el cielo (Lc 10,20), están grabados en el corazón del Padre, que es el Corazón Misericordioso del que nace toda reconciliación y toda dulzura.
«Crecer misericordiosos como el Padre. Significa aprender a ser valiente en el amor concreto y desinteresado, comporta hacerse mayores tanto física como interiormente. Es estar
preparando para ser cristianos capaces de tomar decisiones y gestos valientes, capaces de construir todos los días, incluso en las pequeñas cosas, un mundo de paz.
Nuestra edad es una etapa de cambios increíbles, en la que todo parece posible e imposible al mismo tiempo. Les reitero con insistencia: «Permaneced estables en el camino de la fe con una firme esperanza en el Señor. Aquí está el secreto de nuestro camino. Él nos da el valor para caminar contra corriente. Caminar contra corriente. Esto hace bien al corazón, pero hay que ser valientes para ir contra corriente y él nos da esta fuerza [...] Con él podemos hacer cosas grandes y sentiremos el gozo de ser sus discípulos, sus testigos. Apostad por los grandes ideales, por las cosas grandes. Los cristianos no hemos sido elegidos por el Señor para pequeñeces. Hemos de ir siempre más allá, hacia las cosas grandes. Adolescentes, poner en juego nuestra vida por grandes ideales» (Homilía en la Misa de Confirmación, 28 abril 2013).
No creáis a las palabras de odio y terror que se repiten a menudo; por el contrario, construir nuevas amistades. Ofrecer nuestro tiempo, preocupados siempre de quienes nos piden ayuda. Ser valientes e id contracorriente, sed amigos de Jesús, que es el Príncipe de la Paz (cf. Is 9,6): « En él todo habla de misericordia. Nada en él es falto de compasión» (Misericordiae vultus, 8).
Vaticano, 6 de enero de 2016, Solemnidad de la Epifania
Preguntas para reflexionar
“¿Qué es la misericordia para ustedes?
¿Alguna vez sintieron que alguien fue o es misericordioso con ustedes?
¿Alguna vez fueron misericordiosos con alguien?”
Pensar un ejemplo concreto en el cual, ustedes como adolescentes son
misericordiosos.
Imaginar las escenas que presenta el evangelio y responder: ¿En qué personas
reconocemos el rostro de Jesús
Compromisos
Nos comprometemos a trabajar toda la semana juntando las cosas o materiales necesarios
para realizar la obra que nos propusimos.
Realizar una obra de la misericordia por día
Oración:
Oración del Papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que
quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y
a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de
la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche
como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre
todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de
Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan
sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se
acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el año de la biblia,
renovado y lleno de entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a
los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con
el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amen
Para finalizar se puede hacer:
Para terminar el encuentro nos colocamos en ronda. Ponemos la Biblia sobre una lámina de
Jesús Misericordioso.
Cantamos: “Bienvenida tu misericordia” (: https://www.youtube.com/watch?v=iGnT9mz23UM)
Se entregan hojas a cada participante y cada uno dibuja su propio corazón y sobre él su propia
mano. Colocan su propio nombre a cada dibujo y lo van colocando junto a la lámina de Jesús
Misericordioso mientras le decimos “Señor aquí te ofrezco mi corazón y mis manos para ayudar
a un hermano”
Terminamos cantando:
Canción “Bienvenida tu Misericordia”
Bienvenida tu misericordia
Bienvenida tu consolación
Bienvenida tu dulce presencia.
Bienvenido seas Señor.
Tú no te tardarás
Tú nos defenderás
Tú nuestras lágrimas enjugarás
Tú nos sorprenderás
Tú buen refugió serás
Tú nuestras lágrimas enjugarás.
Cantamos: “Bienvenida tu misericordia” (: https://www.youtube.com/watch?v=iGnT9mz23UM)
Frase para compartir o pegar
“La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un limite
al amor de Dios que perdona...”
“La misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él
revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más
profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor
“visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de
ternura y compasión, de indulgencia y de perdón.”
“El perdón es el instrumento puesto en nuestras frágiles manos para alcanzar la serenidad
del corazón. Dejar caer el rencor, la rabia, la violencia y la venganza son condiciones
necesarias para vivir felices.”
Tercer tema: Echando las redes nos conectamos a Jesús
Objetivo
Que los adolescentes se conviertan en un instrumento dócil que responda con prontitud a lo
que quieras pedirle.
Ambientación:
Crear un espacio festivo y colocar barcos de papel, una imagen de Jesús resucitado ,
redes y fotos de adolescentes maltratados .
Dinámica:
Oración Gracias, Señor, por revelarme tu corazón misericordioso. Tu Sagrado Corazón me
da la confianza de regresar a Ti cada vez que caigo en el pecado. Sé que lo que más te
puede ofender es que dude de tu misericordia, por eso en esta meditación, amado y buen
Jesús, ayúdame a saber escucharte y descubrir cuál es tu voluntad para este día.:
Canción: “Pescador de hombres”, (https://www.youtube.com/watch?v=Krtom0dZgfY
Evangelio: (San Juan 21, 1-19) Después de esto, nuevamente se apareció Jesús a sus discípulos en la orilla del lago de Tiberiades….Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar.” Contestaron: “Vamos también nosotros contigo.” Al amanecer, Jesús estaba parado en la orilla, pero los discipulos no sabian que era Él. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo que comer?” Le contestaron: “Nada.” Entonces Jesús les dijo: “Echen la red a la derecha y encontrarán pesca.” Echaron la red, y no tenían fuerzas para recogerla por la gran cantidad de peces. El discípulo al que Jesús amaba dijo a Simón Pedro: “Es el Senor.”
Reflexión:
La vida resucitada tiene sus exigencias – pero la cosa increíble de nuestro Dios es que Él nos provee todo lo que necesitamos, empezando con ofrecernos vida nueva. Aceptando la abundancia que Dios ofrece quiere decir que siguiendo a Jesús nos convertimos en la presencia resucitada de Jesús con la gracia de guiar a otros a Él. Cada día debemos tener cuidado que nuestras acciones anuncien las bendiciones de Dios y al mismo tiempo que hablen de la bondad y el cuidado de Dios. Guiar otros a Jesús no quiere decir hacer cosas grandes; si no que hacer cosas pequeñas bien y así reflejar la vida de Jesús en nosotros. (Liturgia Viviente). Es sorprendente el hecho que en todas las apariencias de Nuestro Señor después de su resurrección; sus discípulos y amigos tenían una cierta dificultad en reconocerlo. Aun esa dificultad no estaba en desacuerdo con la seguridad que eventualmente todos llegaron a comprender, que Jesucristo ciertamente había resucitado de entre los muertos. Eso debería ser una fuente de ánimo para nosotros. Tampoco lo vemos con nuestros ojos físicos, y con los primeros discípulos compartimos la dificultad de verlo claramente en los eventos comunes de nuestras vidas. San Pió X en una ocasión escribió: “En toda circunstancia de tú vida, di: ‘Es el Senor.’” Esto es muy Vicentino. San Vicente tenia una devoción profunda a la Providencia de Dios, y recomendaba que aceptáramos todas las cosas diciendo: “cuando algo inesperado nos ocurre, en cuerpo o mente, bueno o malo, debemos aceptarlo sin protesta como si fuera por la mano de Dios.” Si pudiéramos vivir ese ideal de San Vicente, tendríamos gran paz en nuestras vidas. En todas circunstancias, di: ‘Es el Senor.’” (McCullen, Cosas Profundas). ¿En situaciones de mi vida he dudado de la presencia de Dios? ¿Como he reconocido al señor en mi vida en una situación difícil? ¿A que me llama el señor hoy? ¿Qué me dice la palabra “echen las redes”?
Compromiso
Me comprometo a ser luz para otros adolescentes
Oración final: Señor Jesús, resucitaste de entre los muertos para que nosotros viviésemos, -¡Llénanos con fe y confianza! Ayúdanos a hacer cosas pequeñas bien y así reflejar Tu vida, -¡Llénanos con Tu compasión! Y en todas circunstancias de nuestra vida, danos la gracia para decir, -“Es el Señor.” ¡Amén!.
Cuarto tema Conectados al buen Pastor que da la vida por sus ovejas
Conectados al buen Pastor , alimentados por su cuerpo y sangre , fortalecido por su
palabra me a atrevo a servir
Objetivo: Lograr los adolescentes puedan descubrir la llamada de Dios en sus vidas a
la vez que lo reconocen con el Pastor que da la vida por sus ovejas.
Que los adolescentes puedan profesar la resurrección de Cristo, renovamos por la
certeza pascual de la redención, renovamos por la alegría pascual que brota del hecho
de que nosotros somos “su pueblo y ovejas de su rebaño” (Sal 100, 3).
Ambientación: adecuar el lugar con palabras de
“yo soy el buen pastor” {poner imágenes alusivas al tema)
Canción:
Tomado de la mano con Jesús yo voy,
Le sigo como oveja que encontró el pastor.
Tomado de a mano con Jesús yo voy a donde Él va.
Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo
Donde todo es más hermoso y más feliz.
Si Jesús me dice amigo, deja todo y ven conmigo,
Yo mi mano pondré en la suya e iré con Él
Tomado de la mano con Jesús...
Yo te llevare, amigo a un lugar conmigo
Donde todo es más hermoso y más feliz;
Yo te llevare amigo a un lugar conmigo
Donde el sol y las estrellas aun brillan más.
Oración:
Jesús buen Pastor Sacerdote santo te pedimos que aumentes los aspirantes al sacerdocio y
que los forme según tu corazon
Para que haya en el mundo un solo rebaño y un solo pastor
Jesús sumo eterno sacerdote envía sacerdotes santos, religiosas y laicos comprometidos a tu
iglesia. Amen
Yo soy el buen pastor, (...) conozco a mis ovejas y las mías me conocen» (Aleluya).
Este domingo, llamado tradicionalmente del «buen pastor», se inserta en el itinerario litúrgico del tiempo pascual, que estamos recorriendo. Jesús se aplica a sí mismo esta imagen (cf. Jn 10, 6), arraigada en el Antiguo Testamento y muy apreciada por la tradición cristiana. Cristo es el buen pastor que, muriendo en la cruz, da la vida por sus ovejas. Se estable así una profunda comunión entre el buen Pastor y su grey. Jesús, escribe el evangelista, «a sus ovejas las llama una por una y las saca fuera. (...) Y las ovejas le siguen, porque conocen su voz» (Jn 10, 3-4). Una costumbre consolidada, un conocimiento real y una pertenencia recíproca unen al pastor y sus ovejas: él las cuida, y ellas confían en él y lo siguen fielmente.
Reflexión por el papa emérito Benedito XVI
Toda la Iglesia se alegra hoy porque Cristo resucitado es su Pastor, el Buen Pastor. De esta
alegría participa cada una de las partes de este gran rebaño del Resucitado, cada una de las
falanges del Pueblo de Dios en toda la tierra (…).
4. La Iglesia propone con frecuencia a los ojos de nuestra alma la verdad sobre el Buen
Pastor. También hoy escuchamos las palabras que Cristo dijo de si mismo: “Yo soy el Buen
Pastor, y conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mi” (Canto del Aleluya: Jn 10, 14) (…).
Cristo crucificado y resucitado ha conocido de modo particular a cada uno de nosotros (…).
Cristo Buen Pastor nos conoce a cada uno de manera distinta (…). A tal propósito dice estas
insólitas palabras: “Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la
vida eterna, y no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que
me las ha dado, es mayor que todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo
y el Padre somos uno” (Jn 10, 27-30) (…).
Miremos hacia la cruz, en la que se ha realizado el misterio del divino “legado” y de la divina
“heredad”. Dios, que habia creado al hombre, después del pecado del hombre, restituyó ese
hombre, cada hombre y todos los hombres, de modo particular a su Hijo.
Cuando el Hijo subió a la cruz, cuando en ella ofreció su sacrificio, aceptó y abrazó, con su
sacrificio y con su amor, al hombre, a cada uno de los hombres y a todos los hombres, y,
simultáneamente, lo confió a Dios, Creador y Padre (…). En la cruz se hizo “nuestra Pascua”
(1Co 5, 7).
Nos ha devuelto, a cada uno y a todos, al Padre, como al que nos había creado a su imagen
y semejanza, y que, a imagen y semejanza de este su propio Hijo eterno, nos ha
predestinado “a la adopción de hijos suyos por Jesucristo” (Ef 1, 5) (…).
La resurrección se ha convertido en la confirmación de su victoria: victoria del amor del Buen
Pastor, que dice: “Ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna, y no perecerán para siempre, y
nadie las arrebatará de mi mano”.
Nosotros somos de Cristo.
La Iglesia quiere que miremos (…) hacia la cruz y la resurrección, y que midamos nuestra
vida humana con el metro de este misterio (…). Cristo es el Buen Pastor porque conoce al
hombre, a cada uno y a todos. Lo conoce con este conocimiento único pascual. Nos conoce
porque nos ha redimido. Nos conoce porque “ha pagado por nosotros”: hemos sido
“rescatados a gran precio”.
Nos conoce con el conocimiento y con la ciencia más “interior”, con el mismo conocimiento
con que él, el Hijo, conoce y abraza al Padre y, en el Padre, abraza la verdad infinita y el
amor. Y mediante la participación en esta verdad y en este amor, él hace nuevamente de
nosotros, en sí mismo, los hijos de su eterno Padre; obtiene de una vez para siempre la
salvación del hombre, de cada uno de los hombres y de todos, de aquellos que nadie
arrebatará de su mano.
En efecto, ¿quién podría arrebatarlos? ¿Quién puede aniquilar la obra de Dios mismo que ha
realizado el Hijo en unión con el Padre? ¿Quién puede cambiar el hecho de que estemos
redimidos, un hecho tan potente y tan fundamental como la misma creación?
A pesar de toda la inestabilidad del destino humano y de la debilidad de la voluntad y del
corazón del hombre, la Iglesia nos manda hoy mirar a la potencia, a la fuerza irreversible de la
redención, que vive en el Corazón y en las manos y en los pies del Buen Pastor, de aquel que
nos conoce.
Hemos sido hechos de nuevo propiedad del Padre por obra de este amor que no retrocedió
ante la ignominia de la cruz, para poder asegurar a todos los hombres: “Nadie os arrebatará
de mi mano” (cf Jn 10, 28).
La Iglesia nos anuncia hoy la certeza pascual de la redención, la certeza de la salvación. Y
cada uno de los cristianos está llamado a la participación de esta certeza:
¡Verdaderamente he sido comprado a gran precio! ¡Verdaderamente he sido abrazado por el
Amor, que es más fuerte que la muerte y más fuerte que el pecado! ¡Conozco a mi Redentor,
conozco al Buen Pastor de mi destino y de mi peregrinación!
6. Con esta certeza de la fe, certeza de la redención revelada en la resurrección de Cristo,
partieron (…) Pablo y Bernabé por los caminos de su primer viaje al Asia Menor. Se dirigen a
los que profesan la Antigua Alianza, y cuando no son aceptados, se dirigen a los paganos, se
dirigen a los hombres nuevos y a los pueblos nuevos.
Es sorprendente el hecho que en todas las apariencias de Nuestro Señor después de su
resurrección, Sus discípulos y amigos tenían una cierta dificultad en reconocerlo. Aun esa
dificultad no estaba en desacuerdo con la seguridad que eventualmente todos llegaron a
comprender, que Jesucristo ciertamente había resucitado de entre los muertos. Eso debería
ser una fuente de ánimo para nosotros. Tampoco lo vemos con nuestros ojos físicos, y con
los primeros discípulos compartimos la dificultad de verlo claramente en los eventos comunes
de nuestras vidas. San Pió X en una ocasión escribió: “En toda circunstancia de tú vida, di:
‘Es el Senor.’” Esto es muy Vicentino. San Vicente tenia una devoción profunda a la
Providencia de Dios, y recomendaba que aceptáramos todas las cosas diciendo: “cuando
algo inesperado nos ocurre, en cuerpo o mente, bueno o malo, debemos aceptarlo sin
protesta como si fuera por la mano de Dios.” Si pudiéramos vivir ese ideal de San Vicente,
tendríamos gran paz en nuestras vidas. En todas circunstancias, di: ‘Es el Senor.’” (McCullen,
Cosas Profundas)
Preguntas para reflexionar:
Sin Jesús en mi vida soy como oveja que no tiene pastor ¿Por qué?
¿Necesito a alguien que me guíe y me enseñe? ¿Por qué?
¿Deseo ser una oveja de las ovejas del Buen Pastor…?
¿Cuáles son las características del buen Pastor? Explíquelas brevemente.
Oración final
Dios todo poderoso tu eres el buen pastor
Junto a quien toda criatura se siente segura.
Tu vela por nosotros con ternura y respecto .
Tu estas siempre con nosotros de modo activo y amoroso.
Y para que esta solicitud se haga visible y tangible,
Nos ha dado a tu hijo que por amor se entrego por nosotros
Y fue llevado como un cordero al matadero.
Concedemos las gracias de sabernos planamente seguros bajo tu protección
Y de conservar siempre esa paz que el mundo no nos puede dar ni quitar.
Te pedimos también que por nuestra parte, sepamos cuidar con amor de aquellos que nos ha
confiado, a fin de que crezca tu reino
Ahora y siempre y por toda la eternidad. Amen
Oración 2
Bendito seas, Padre, porque cuidas de tu pueblo con amor
Y por medio de Cristo lo proteges y le das vida en abundancia.
Tú ha constituido a Jesús sacerdote y pastor de la Iglesia,
Y nadie podrá arrebatarle las ovejas que tú le has encomendado.
Te damos gracias porque Cristo confió su misión pastoral
A hombres sacados del pueblo para transmitir tu palabra,
Administrar los sacramentos y presidir la comunidad de fe,
Sirviendo a sus hermanos con amor y solicitud pastoral.
Así perpetúa Jesús, el Buen Pastor, su pastoreo entre nosotros.
Pero la mies es mucha y los trabajadores son pocos.
Te pedimos, Señor, que envíes vocaciones a tu Iglesia.
Amén.
Compromiso:
Orar por las vocaciones a la vida religiosa, al sacerdocio y laicos consagrados
Ofrecer mi ayuda a un adolescente que necesite de mí.
Quinto tema:
Conectados a Jesús resucitado que me invita amar a los demás
Objetivo: Que los adolescentes reflexionemos sobre el mandamiento del amor al prójimo
Ambientacion: Preparar el salón con imágenes de santos que entregaron su vida por amor,
colocar fotos de personas de diversas razas y culturas (collage). Dios no tiene fronteras
Dinámica: cantemos juntos Dios Es Amor https://www.youtube.com/watch?v=Xdai7SASQOA
Oración: Señor, soy privilegiado al poder tener este rato de oración contigo. Consciente de
mis fallas, confío en tu misericordia y en tu amor. Te ofrezco mi mente abierta y dispuesta a
escuchar lo que hoy me quieres decir, para que así se encienda en mí el fuego de tu amor
divino y pueda amar a los demás como Tú me has amado.
Del santo Evangelio según san Juan 13, 31-33ª, 34-35
Cuando salió, dice Jesús: Ahora ha sido glorificado el Hijo del
hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en
él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto. Hijos
míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me
buscaréis, y, lo mismo que les dije a los judíos, que adonde yo voy,
vosotros no podéis venir, os digo también ahora a vosotros. Os doy
un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que,
como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los
otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis
amor los unos a los otros.
Meditación del Papa
Meditad la Palabra de Dios. Descubrid el interés y la actualidad del Evangelio. Orad. La
oración, los sacramentos, son los medios seguros y eficaces para ser cristianos y vivir
"arraigados y edificados en Cristo, afianzados en la fe".
"Amaos unos a otros como yo os he amado". En esto reside el testamento de Jesús y el signo
del cristiano. Aquí está la verdadera revolución del amor. Por tanto, Cristo os invita a hacer
como Él, a acoger sin reservas al otro, aunque pertenezca a otra cultura, religión o país.
Hacerle sitio, respetarlo, ser bueno con él, nos hace siempre más ricos en humanidad y
fuertes en la paz del Señor. (Benedicto XVI, 15 de septiembre de 2012).
Sólo seremos de verdad bienaventurados, felices, cuando entremos en la lógica divina del
don, del amor gratuito, si descubrimos que Dios nos ha amado infinitamente para hacernos
capaces de amar como Él, sin medida. Como dice San Juan: «Queridos míos, amémonos los
unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a
Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. (Homilía de S.S. Francisco,
28 de septiembre de 2015).
Reflexión
Muchas veces he escuchado decir que el mandamiento que Cristo nos dejó en la Última Cena
es "nuevo" porque está todavía sin estrenar, y que, si los cristianos y la gente de buena
voluntad realmente lo viviéramos, el mundo sería mucho mejor, más humano y feliz. Es
verdad. Pero tampoco seamos tan pesimistas y digamos que "está todavía sin estrenar".
Gracias a Dios, hay muchos buenos cristianos que viven el mandamiento de la caridad y,
gracias a ellos, el mundo no es más cínico y cruel de lo que ya es. Gracias a los santos y al
testimonio de tantos hombres y mujeres, todavía podemos vivir en este mundo con alegría y
esperanza: ¡porque aún existe el amor!
Y tenemos tantísimos ejemplos de esta gran verdad. Lo que pasa es que la gente buena no
hace noticia. Sólo los escándalos, las guerras, las injusticias y el mal encuentran eco en la
prensa y en los medios de comunicación masiva, salvo muy raras excepciones. Nos gusta
leer chismes y noticias "amarillistas". Pero no olvidemos que existen legiones enteras de
cristianos que se dedican a sembrar el bien y a repartir amor por doquier sin esperar ninguna
recompensa. ¡Gracias al cielo!
¿Qué sería del mundo sin las hijas de la caridad de la Madre Teresa de Calcuta? ¿O sin
tantas almas buenas que se pasan la vida entera sirviendo a los pobres, a los enfermos, a los
huérfanos, a los marginados y a los moribundos en todos los rincones del planeta: en los
hospitales, en las cárceles, en los asilos, en las barricadas, en los campos de refugiados, en
las escuelas y en las parroquias, ¿lo mismo de las grandes Ciudades y provincias de nuestro
país y los suburbios del tercer mundo?
Recordemos hoy el maravilloso testimonio de tantos sacerdotes, misioneros, religiosos,
religiosas y laicos del pueblo de Dios que se desviven por ayudar a aquellos que no son nada
a los ojos del mundo y de la sociedad opulenta, egoísta y utilitarista.
¡Tenemos muchos santos en nuestra Iglesia Católica, de todas las épocas de la historia, que
han sido verdaderos mártires de la caridad cristiana! Por citar sólo algunos nombres
conocidos, allí están Francisco y Clara de Asís, Francisco de Sales, Vicente de Paúl, Don
Bosco, Maximiliano María Kolbe y tantísimos otros hombres y mujeres cuya lista sería
interminable... San Felipe Neri, fundador del Oratorio, se dedicaba a educar en la fe a niños y
adolescentes pobres que recogía de la calle y los llevaba a su casa o a la parroquia para
atenderlos en sus necesidades materiales. Pero tenía que hacer con frecuencia diversos
recorridos por la ciudad para pedir limosna y poder proveer a sus muchachos del alimento
necesario. En una ocasión, recibió una agria negativa de parte de un señor muy rico. Como el
santo sabía que ese hombre poseía bastantes riquezas, insistió y volvió a tocar la puerta de la
casa. El señor salió molesto y furioso, lo insultó y lo escupió en la cara. San Felipe, sin
inmutarse, se limpió el rostro y le dijo: "Bien, eso ha sido para mí. ¿Y qué me va a dar para
mis muchachos?"
Aquí tenemos otro ejemplo de lo que es la auténtica caridad cristiana, que sabe servir, ayudar
al necesitado, perdonar las ofensas y seguir amando, sin guardar odios ni resentimientos.
Porque la caridad que Cristo nos enseñó es hacer el bien sin esperar recompensa. Así
tendremos un gran premio en el cielo y seremos hijos de nuestro Padre celestial, que es
bueno con todos, también con los malos y los ingratos.
Nuestro Señor nos dijo que la caridad sería la señal con la que nos distinguirían que somos
realmente sus discípulos. ¿A cuántos de nosotros se nos distingue, efectivamente, por la
práctica de esta virtud?
Y es que la caridad es como el resumen y la culminación de muchísimas otras virtudes. No en
vano nuestro Señor la llamó "su mandamiento nuevo", la plenitud de la Ley, el primero y el
más grande de todos los mandamientos, hasta el punto de equipararla con el amor a Dios, ya
que, como nos recuerda san Juan: "Si uno dice amar a Dios, pero aborrece a su hermano, es
un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a
quien no ve" (I Jn 4, 20). Y Jesús nos dijo que lo que hiciéramos a uno de éstos, sus humildes
hermanos, lo habríamos hecho a Él en persona. (Mt 25, 40).
San Pablo, por su parte, nos recuerda que "la caridad es paciente, es benigna, no es
envidiosa, no es jactanciosa, no se hincha; no es descortés, no busca lo suyo, no se irrita, no
piensa mal; no se alegra de la injusticia, se complace en la verdad; todo lo excusa, todo lo
cree, todo lo espera, todo lo tolera… Ahora permanecen estas tres virtudes: la fe, la
esperanza, la caridad; pero la más excelente de ellas es la caridad" (I Cor 13, 4-7.13).
La caridad es perdón, es comprensión, es bondad de corazón; es incapaz de negar nada y
está siempre atenta para prestar un servicio a los demás. La caridad no piensa mal, no habla
mal, no quiere mal a nadie, ni siquiera a nuestros enemigos o a los que nos ofenden y
maltratan.
¡Qué hermosa virtud, pero cuánto heroísmo requiere en ocasiones, cuánta abnegación nos
exige y cuánto olvido de nosotros mismos para ayudar a nuestros prójimos!
Propósito
Pidamos al Señor la gracia de asemejarnos cada día más a Él, amando a los demás como Él
nos amó a nosotros hasta el punto de entregar su vida y derramar toda su sangre por
nosotros. Si somos cristianos, procuremos vivir como Él vivió. En esto conocerán que somos
discípulos suyos.
Sexto tema.
Conectado con Jesús resucitado guardo su palabra y me apoyo en el Espíritu Santo
Objetivo: lograr que los adolescentes sean agentes de paz y que se dejan guiar por el espíritu
santo.
Canción:
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 23-29):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi palabra, y mi
Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará
mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he
hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que
enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo
que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no
tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro
lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os
lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo.»
Palabra del Señor.
Preguntas para reflexionar en grupos (se puede hacer grupos de cuatros y que cada
uno trabaje con dos preguntas)
1- ¿Qué me dice este evangelio?
2- ¿Siento que estoy viviendo en la paz del señor?
3- ¿En dónde se necesita con urgencia que reina la paz del señor?
4- ¿Que esperanza me da el saber que Jesús no me deja solo sin que deje al
espíritu santo para que camine junto a mi?
5- Como me he sentido en este tiempo de pascua que Jesús camina junto
conmigo?
6- En mi caminar con el resucitado que fue lo mas que me gusto ¿y por qué?
7- ¿seguimos con fidelidad la Palabra que Jesús nos dejó?
8- ¿Somos realmente dignos de llamarnos sus seguidores?
9- ¿Nos dejamos guiar por el Espíritu Santo?
Reflexión
Jesús resucitado ha hecho un recorrido junto a nosotros guiando nuestro caminar que
da fortaleza y a la vez impulsa nuestra misión de ir hacia las periferias donde se
encuentras los adolescentes en estado de emergencia.
El despertado en nosotros la misericordia hacia los más necesitados, ha cambiado
nuestro corazon haciéndolo más humano, más cercanos y compresibles con aquello
que se siente olvidado y de hecho estaban olvidados por nosotros pero no por el .
Y fue su amor que nos motivó a echar las redes e ir contra corriente, a ser valientes
apostando todo lo que tenemos por el evangelio.
Fue el como buen pastor que nos utilizó como, fuimos, sus manos, su voz, sus pies
para ir en busca de la oveja perdía, fue su ternura de pastor que provoco abandonarnos
en sus brazos escuchando su voz que nos invitaba a dejarlo todo por las cosas de el.
Fue el resucitado que inculco en nosotros el mandamiento del amor al prójimo.
Y el que hoy se está despidiendo de nosotros porque tiene que regresar al Padre, pero
su amor está grande que nos va a dejar solo, sino que nos da la promesa del espíritu
santo, nos da su paz y a la vez nos invita a cumplir su palabra y amarlo sirviendo
siempre con amor.
Compromiso
Ser un agente de paz en la mi familia, en la escuela, en el deporte , en la clase de
música , en el grupo , en mi comunidad , en la calle que transporte con mi acto y
forma de actuar el amor de Dios trino en mi vida.
¿Me dejo guiar por el espíritu santo?
Oración:
Señor Jesús haz que por tu infinita bondad seamos mensajeros de tu paz para que el
mundo comprenda que tú eres el príncipe de paz y que has vencido al mundo lleno de
odio y rencor a través de tu muerte y resurrección. Amen