Congreso de Panama

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EL CONGRESO DE PANAMy la unidad latinoamercanaEL CONGRESO DE PANAM Y LA UNIDAD LATINOAMERICANA. Pedro Ortega Daz. Junio, 2006. Impreso en la Repblica Bolivariana de Venezuela. Depsito Legal: lf87120063202317Directorio Ministro de Comunicacin e Informacin Willian Lara Viceministro de Estrategia Comunicacional Mauricio Rodrguez Viceministra de Gestin Comunicacional Teresa Maniglia Direccin de Publicaciones Gabriel Gonzlez Diseo, Diagramacin y Montaje Lissy Chanda Price Correccin Sol Miguez - Iris Yglesias Ministerio de Comunicacin e Informacin; Av. Universidad, Esq. El Chorro, Torre Ministerial, pisos 9 y 10. Caracas-Venezuela. www.minci.gob.ve / [email protected] Congreso de panam y la unidad latinoamericana es una fuente referencial de gran importancia para conocer en detalle uno de los ms grandes proyectos de Simn Bolvar: la unin de las nacientes repblicas de nuestra Amrica frente al peligro que representaban las ambiciones neocoloniales del imperio norteamericano, cuya filosofa se poda resumir en su bicentenaria expresin: Amrica para los americanos. Ante esta posibilidad, Bolvar entiende la urgencia de convocar a la mayora de los representantes americanos con el objetivo comn de forjar una gran nacin de pases hermanos y garantizar una verdadera autonoma, para poder decidir su propio destino, soberana y libremente. La visin estratgica del Libertador seala el Istmo de Panam como el sitioideal para que se celebrara aquella histrica reunin conocida hoy como el Congreso Anfictinico de Panam y como la sede ideal de la capital de una gran confederacin de naciones, que para entoncespodra resumirse con una expresin contrastante: Hispanoamrica para los hispanoamericanos. Pedro Ortega Daz (1914-2006), nacido en el pueblo de Ro Caribe, fue uno de los dirigentes ms relevantes del Partido Comunista de Venezuela, por su consecuencia de ms de 70 aos de militancia ininterrumpida a favor de los derechos del pueblo.Desde temprana edad se identific y luch por ese an vigente sueo bolivariano. Y dedicdcadas enteras para que se decretara el 22 de junio Da de la Unidad Latinoamericanahecho que, finalmente, ocurri en el ao 2001, cuando se cumplan 175 aos del CongresoAnfictinico de Panam.PrlogoVenezuela socialista, libre de toda coyunda fornea, resulta paradjicamente difcil intentar un esbozo de su vida y de su quehacer revolucionario. Por que no han sido esas cuatro dcadas de ms o menos numerosas coincidencias, sino de hermandad a corazn abierto en lo personal, de acompasamiento cabal en el diario trajinar, de identificacin integral en postulados ticos y en concepciones ideolgicas, de fortunosacoexistencia en los mismos organismos del Partido Comunista. Y esa cercana que afalta de un vocablo ms decidor prefiero dejar sin calificativos, ese acoplamientoespiritual sin aristas y de escasos precedentes en un ambiente en el cual la amistad se ve sometida a contrarias pruebas que la van ablandando hasta con harta frecuencia diluirla, torna precisamente ms ardua la tarea de caracterizar al hombre y de calificar su obra. Habra tal vez quePara quien, como yo, ha compartido con Pedro Ortega Daz cuarenta aos de combate sinpausas por unacolocar el larga vista a la inversa para alejar la imagen y hacer ms global el anlisis, pues a menudo la proximidad enturbia el juicio. Hace ocho lustros exactamente nos tropezamos en una asamblea de la Federacin de Estudiantes de Venezuela, la vibrante FEV del ao 1928 y 1936, ya en ruta yo, l ms reflexivo siempre indagando ansenderos. Juntos ingresamos al Partido de la clase obrera, juntos hemos vivido momentos de triunfo y acerbas horas de derrota, sin que nos haya ensoberbecido lavictoria, pero sin dejarnos ganar tampoco, en ningn instante, por el desaliento.Juntos hemos afrontado riesgos de muerte inminente y una variada gama de contingencias adversas, con esa inefable serenidad que nos confiere la conviccin de queluchamos por la ms noble de las causas. Slo durante pocos aos l en la ms azarosa de las clandestinidades, en la crcel yo pudo verse interrumpido nuestro dilogo. Y as seguimos hoy, abrevando en las mismas fuentes, regando con unas mismas aguas la misma tierra, sembrando en los mismos surcos, aguardando mentes paralelas la cosechabuena. Pero quizs basta ya de desbordamiento fraterno, de apologa de una amistad que posiblemente a pocos interese, como no seaa quienes nos han visto de cerca remontar, paso a paso, idnticas escabrosas cuestas. Se trata ahora de dedicar algunas lneas a la nueva obra de Pedro, en la cualaborda, una vez ms, el tema del verdadero significado, tan adulterado por propios?y extraos, del Congreso Anfictinico de Panam a la luz del marxismo. Ms, cmo explicarel reiterado empeo del autor por esclarecer la verdad en torno al frustrado evento de 1826 sin decir que esa batalla contra graves mixtificaciones histricas, confeccionadas tan slo para adminicular la actual estrategia panamericanista del imperialismo norteamericano, tiene su razn de ser en la condicin humana y ubicacin polticade quien la viene librando desde hace varios lustros: Pedro Ortega Daz, comunista y por comunista patriota insobornable, y por patriota insobornable antiimperialista intransigente? Y es que estas tres caractersticas, por lo dems imbricadas bastan para definir al autor deEl Congreso de Panam y la Unidad Latinoamericana y justificar su decisin de no descansar hasta dar en tierra con las tesis bien pagadasde los epgonos del Departamento de Estado, que ayer le dieron a una plazoleta caraquea el nombre de Henry Clay enemigo a ultranza de la verdadera independencia latinoamericana y, desde luego, factor del fracaso del ambicioso plan bolivariano yque ahora se prosternan sumisos ante otro cruzado de la mismacausa reaccionaria, Mr. Kissinger, venido recientemente a tierras sureas para hacer abortar definitivamente la conmemoracin sesquicentenaria de la Asamblea convocada por el Libertador hace siglo y medio. Ortega Daz, abogado litigante en sus inicios litigante a favor de los trabajadores y contra los patronos que lo han tenido siempre como su peor enemigo en los enfrentamientos laborales; estudioso infatigable de nuestro devenir social bajo el signo del materialismo histrico, no pararegodearse en la contemplacin del pasado, sino para utilizarlo en la forja del futuro; parlamentario denso, fogoso a la vez, temido como el que ms por los voceros de las clases dominantes; miembro del equipo dirigente del Partido Comunista de Venezuela desde hace ms de tres dcadas, sin que ningn halago fraccionalista le haya torcido el rumbo; internacionalista consecuente que ha sabido siempre valorarel papel que la Urss juega como reducto inexpugnable de la revolucin mundial, nos coloca ahora en manos otro instrumento adarga y lanza a la par para combatir losinfundios reaccionarios, demostrndonos con claridad meridiana que la gran Confederacin que Bolvar intentaba crear era la comunidad fraterna de los puebloshispanoamericanos, no ese brutal engendro panamericano, con los Estados Unidos imperiales por hegemn, que tuvo a Monroe por heraldo, a Teodoro Roosevelt por gendarme y al complejo militar-industrial Iaki de hoy por denominador comn de todos losatropellos e intromisiones. Eso lo logra con su folleto Pedro; Pedro a secas para todos los comunistas que lo admiramos y queremos de veras. Quieran los historiadores jvenes seguir su ejemplo, rechazando sin titubeos las falsas monedas que la historia, el imperialismo y sus asociados criollos ponen en circulacin para prolongar su dominio y proteger sus inversiones. Y partiendo siempre de la premisade que la Amrica que Simn Bolvar buscaba erigir en Nacin era la destinada a liberara Cuba y Puerto Rico del coloniaje y no la de la Bogot de 1948, ni la que en la Caracas de la sangrienta represin perezjimenista de 1954 diera el espaldarazo a Foster Dulles para su agresin a Guatemala. Con los Estados Unidos nos uniremos algnda en fraterna entente de pueblos libres. Pero ser solo cuando la patria de Jefferson y Lincoln se haya liberado ella tambin de los grandes monopolios financieros que la sojuzgan. Tngasepresente siempre el aforismo clebre: No es libre el pueblo que oprime a otros pueblos. Pedro Ortega Daz, adelantado de justa causa, ha culminado con xito la tareaque hace aos se impusiera. Tal vez en torno a su ensayo se teja injusto silencio,pero all quedar para las generaciones venideras, viva y victoriosa, la idea medular que le diera nacimiento: Bolvar, precursor del antiimperialismo en el continente, seero conductor poltico que en el espacio vital que le asign la historia supo transformar su tiempo y avizorar el destino de nuestros pueblos, propugnaba una Amrica Latina abroquelada ante las asechanzas extranjeras, apta con su unidad creciente para responder el reto intuido ya desde entonces del imperio que en el Norte, sobre montaas de dlares, para saciar codicias, se estaba edificando. Esa Latinoamrica una, amistada y amistosa, garanta de paz e independencia, que con el denotado esfuerzo cotidiano de los verdaderos revolucionarios pese a serios reveses estamos, da a da, construyendo.Eduardo Gallegos Mancera Caracas, 20 de junio de 1976IntroduccinEn 1954, con ocasin de la X Conferencia Interamericana realizada en Caracas, el Bur Poltico del Partido Comunista de Venezuela, entonces en la clandestinidad, me encomend hacer un estudio sobre el Congreso de Panam de 1826. Vivamos en la poca de la dictadura perezjimenista y los imperialistas actuaban libremente. Nadie tena posibilidades de desenmascarar la confabulacin que sabamos se desarrollara en dicha conferencia. Lo ms indignante era que todo el mentiroso tinglado se montaba invocando las ideas de Bolvar. Como respuestas a la farsa, recuerdo el valiente Alerta ala X Conferencia Interamericana del general Jos R. Gabaldn y los vibrantes discursosdel canciller de la Guatemala de Arbenz, Guillermo Toriello. En el exterior, losexpulsados por la dictadura efectuaron denuncias y protestas encabezadas por lapublicacin Noticias de Venezuela que diriga Gustavo Machado, en Mxico. La direccin deAccin Democrtica en el exterior hizo campaa para que la Conferencia no tuviera como sede a Caracas, a causa de estar Venezuela dominada por una dictadura. Tales acciones no dejaron de causar molestias al gobierno tirnico, pero buscaban un objetivo inalcanzable, pues partan de la falsa premisa de que la Organizacin de Estados Americanos tena algo que ver con la democracia. El Partido Comunista de Venezuela arriesg la vida y libertad de muchos de sus miembros para dejar or su voz de protesta: la de la clase obrera, la de los verdaderos patriotas. Efectuamos numerosas acciones y una de ellas, modesta de por s fue el reparto de unpequeo folleto que firm con el seudnimo de Pedro Camejo, donde reivindicbamos las verdaderas ideas de Bolvar. Desde entonces continu robando tiempo para leer y escribirsobre la anfictiona del Istmo. En el libro El 23 de Enero y otras notas de historia dediqu un captulo Bolvar falsificado por Ypez destinado a refutar y denunciar laa del escritor J.M. Ypez, que haba sido premiada en el concurso realizado en ocasinde la X Conferencia. Posteriormente, edit un libro, modificando y aumentando dicho captulo, el cual titul El Congreso de Panam y la unidad latinoamericana. Hoy, al dar publicidad a esta segunda edicin, amplo y corrijo la primera. Todos son trabajos elaborados durante nuestra azarosa vida de comunista. Es una labor de aficionado desde el punto de vista de la elaboracin histrica, que he ido completando, mejorndola a retazos. Su objetivo fundamental es actualizar las ideas del Libertadorcomo base de lasconcepciones antiimperialistas as como de la unidad latinoamericana en el presente. Esta unidad tiene como justo smbolo el 22 de junio, da inaugural del Congreso de Panam y, en consecuencia, debemos conmemorarlo con solemnidad y fervor revolucionario en toda nuestra Amrica. La campaa sobre este tema la hemos llevado a los medios de comunicacin de masas, y ha comprendido peticiones a jefes de gobierno, a laAcademia de la Historia y otras instituciones. La mayora de tales documentos hansido reproducidos al final de esta obra. El libro aparece dividido en cinco captulos adems del generoso prlogo de Eduardo y esta Introduccin. La primera edicin constaba solamente de cuatro. En el primer captulo hacemos una sntesis del desarrollo yantecedentes del Congreso de Panam.En esta ocasin nos detenemos en el anlisis de las Actas y Protocolos oficiales delCongreso, lo cual no tuvimos oportunidad de hacer en la primera edicin. Continuamos luego con el Panamericanismo, tesis del imperialismo norteamericano. Esta parte est ampliada con la refutacin de los conceptos esenciales de la obra Orgenes del Panamericanismo, del profesor norteamericano Joseph Byrne Jockey. El pensamiento del Libertador es estudiado en el captulo III, all hurgamos algo ms que en ocasiones anteriores, en las Cartas del Libertador y las Memorias de OLeary. Esta parte lucemejor ordenada ya que la primera edicin no formaba un cuerpo separado. Seguidamente, analizamos con el ttulo Posiciones burguesas ante el latinoamericanismo, las variaciones ocurridas en el pensamiento de las clases dominantes como consecuencia de nuevas situaciones objetivas. All solamente he hecho los cambios ms obligantes. En cuanto a los principios desarrolladosestos tienen permanencia en esta etapa, por tanto, no ameritan reformulaciones.No debemos, sin embargo, subestimar fenmenos que sin desvirtuar los principios bsicos, descubran cambiantes realidades. Por ejemplo, es evidente que la OEA siguesiendo instrumento del imperialismo americano, no hay diferencias cualitativas en ellas, pero sera arbitrario decir que la organizacin que dio su aval a la intervencin americana en Santo Domingo para aplastar el gobierno revolucionario de Francisco Caamao, es la misma OEA que se neg a dar su aprobacin cuando el gobierno norteamericano intent instaurar en Nicaragua un somocismo sin Somoza. Como explicamosen este captulo, las tranformaciones mundiales son tan importantes que an las burguesas locales, aliadas a los monopolistas, se ven obligadas a adoptar nuevas aptitudes. Finalmente, en Interpretacin revolucionariade las ideas de Bolvar sintetizamos las posiciones consecuentemente antiimperialistas, destacando el hecho de que a pesar de los tratados sobre el Canal,an el propio escenario del Congreso de Panam est hollado por la garra invasora. Esta situacin objetiva es una demostracin ms de la visin del Libertador. Solamente la unin de los hispanoamericanos hubiera impedido que los gobernantes norteamericanoscon esta accin la usurpacin del Canal y otras similares o ms graves plagaran la Amrica de miserias en nombre de la Libertad. En esta obra analizamos el lazo existente entre estas opiniones de Simn Bolvar y el antiimperialismo, con perspectivas socialistas, de los revolucionarios latinoamericanos de hoy.Pedro Ortega DazCAPTULO I Sntesis Histrica del Congreso de PanamCuando Bolvar dirige la circular-convocatoria para el Congreso de Panam a los gobiernos de Hispanoamrica, el 1 de diciembre de 1824, faltan slo dos das para la batalla de Ayacucho; cuando el Congreso se inaugura en la sala capitular del antiguoConvento de San Francisco de Panam, el 22 de junio de 1826, ya prcticamente toda la Amrica hispana es independiente, con excepcin de Cuba y Puerto Rico. Digamos dospalabras sobre la situacin mundial y de nuestros pases de habla espaola. En Europa, las revoluciones burguesas han tenido el conocido retroceso de los procesos dirigidos por clasesexplotadoras, y se forma la Santa Alianza de la Rusia zarista, Austria, Prusia yFrancia, como gendarme de la reaccin internacional contra todos los movimientosprogresistas e independentistas. Inglaterra, seora de los mares y del comercio mundial, cuida para s los mercados de las nacientes repblicas de Amrica Latina, tantode la reaccin espaola, apoyada por la Santa Alianza, como de la ascendente burguesa norteamericana que se apresta a tomar posiciones en Amrica y el mundo. Las naciones de Hispanoamrica organizan sus Estados, dirigidos en lo fundamental por oligarquas incapaces de realizar transformaciones sociales profundas, estn poco consolidados aun en lo interno, y sus gobiernos llenos de reservas unos con otros. Bolvar conoce perfectamente este panorama y busca la unin de las repblicas hispanoamericanas para fortalecerlas, consolidarlas y resolver sus problemas en el seno deuna confederacin. Concibe tal unin antelos peligros de reconquista que representa Espaa y frente al podero de Estados Unidos a quien vizora ave de rapia sobre nuestros pueblos. Esta dara concepcin de Bolvar explica su lucha tenaz, que en momentos llega a ser obsesin (l mismo la llama su mana del momento) por reunir el Congreso de Panam. Es interpretando debidamente esta situacin como comprenderemos las aparentes contradicciones del Libertador en todo el transcurso de la preparacin y realizacin de la mencionada conferencia anfictinica.Antecedentes del CongresoEs conocido que de una u otra forma el hispanoamericanismo fue una constante enel pensamiento de nuestros libertadores. Miranda conceba y luchaba por la independencia de toda Hispanoamrica. La circular de la Junta Suprema de Caracas a los cabildos hermanos proponiendoestudiar la confederacin de todos los pases hispnicos tiene ideas correspondientesen las juntas de Chile y Argentina. San Martn, Artigas y OHiggins expusieron, en diferentes momentos, proyectos parecidos; tambin Morelos, Hidalgo y Del Valle en Mxico y Centroamrica: Nario y Santander en Colombia, a pesar de la inconsecuencia deeste ltimo al invitar a EEUU al Congreso de Panam. Es veraz, por ello, afirmar que, con diversos matices, todos los prohombres de la independencia compartieron parecidos ideales.Pero es Bolvar quien precisa objetivos y con realismo y tenacidad, mantiene y lucha por estas ideas, hasta culminar sus esfuerzos en el Congreso de Panam en 1826.En la Carta de Jamaica expone todas las dificultades y acepta como irrealizableformar una sola nacin de toda la Amrica Espaola, pero de inmediato expresa su deseode reunir el augusto congreso del Istmo de Panam que su genio y voluntad vern realizado 11 aos ms tarde. Nunca esta ausente de la mente de Bolvar este objetivo, pero esa partir de 1822 que comienza su realizacin con los Pactos de Unin, Liga y Confederacin que firma Colombia con Per, Chile, Mxico, Centroamrica. Son pactos preparatorios, donde las partes se comprometen a confederarse entre s y a interponer sus buenos oficios para lograr que lo hagan tambin los dems Estados de Amrica antes espaola. Son las bases del Congreso del Istmo.Bolvar envi a Joaqun Mosquera al sur y a Miguel Santamara al norte con la misin... deconcertar estos acuerdos. El tratado con Ro de la Plata no contiene un campromiso concreto sobre los fines del Congreso. Despus del laborioso proceso de las firmas de los pactos, como hemos dicho, el 9 de diciembre de 1824, dirigi la circular-convocatoria para el propio Congreso. Desde el Per son convocados los gobiernosde Colombia, Mxico, Centroamrica, Chile y Ro de la Plata. Esto significaba en la prctica casi toda Hispanoamrica, ya que Colombia comprenda lo que son hoy Venezuela,Colombia, Ecuador y Panam; Centro Amrica a Guatemala, Costa Rica, Nicaragua, San Salvador, Honduras; el Per a Per y Bolivia; y las provincias Unidas del Ro de la Plata, constituan lo que hoy es Argentina. Durante casi dos aos no deja un instante el Libertador de ocuparse de la reunin. Las distancias, lasituacin, en muchos casos anrquica, de los pases hispanoamericanos, significan difciles cuestiones. Bstenos ver las fechas en que fueron llegando a Panam los delegados para darnos una idea de los problemas que hubo que superar. El Per lleg en juniode 1825 y estuvo representado por el Dr. Manuel Vidaurre y Jos Mara Pando; ste ltimo fue sustituido luego por Manuel Prez de Tudela. O sea, que los delegados peruanos (enviados por Bolvar directamente) llegaron un ao antes de inaugurarse el Congreso. Los de Colombia, don Pedro Gual y Pedro Briceo Mndez, llegaron a fines de 1825. Los de Centroamrica, seores Antonio Larrazbal y Pedro Molina arribaron a Panam enmarzo de 1826, finalmente los de Mxico (Nueva Espaa), general Jos Mariano Michelena y Jos Domnguez, en junio de 1826. Igualmente estuvieron presentes el comisionadobritnico Edward J. Dawkins y el observador deHolanda, Van Veer. Los delegados de Bolivia, que acababa de constituirse en Jos Jos Repblica de Sucre, de bajo la presidencia Mara Antonio fueronMendizbaly Mariano Serrano, pero estos no llegaron a tiempo a Panam. El Brasil inspiraba en aquella poca muchas reservas a Bolvar, en tanto que imperio gobernado por descendientes de los reyes portugueses, fue invitado posteriormente, y nombr como representante en el Congreso al Vizconde de San Salvador de Campos, con el caracter de observador. EEUU, cuya invitacin por Francisco de Paula Santander, y por el Presidente mexicano Guadalupe Victoria, ser objeto de comentarios posteriores, nombrsus representantes tardamente, uno de ellos, R. An-derson, muri en el viaje y el otro Mr. J. Sergant lleg cuando el Congreso haba terminado y mudado su sede a Tacubaya (Mxico). Chile, aun cuando nunca rechaz la invitacin para el Congreso de Panam ademas de que estaban ligados por el pacto de Unin, Liga y Confederacin con Colombia no lleg a nombrar sus delegados al Istmo. Las Provincias Unidas del Ro de la Plata, a pesar de su reticencia ante el Congreso, nombraron representante al Dr. Jos Miguel Daz Veliz, pero con mucho retraso y el delegado nunca lleg a ir a Panam.Desarrollo del Congreso. Actas o protocolosEl Congreso sesion, desde el 22 de junio hasta el 15 de julio de 1826. Hubo muchos contactos y sesiones informales sin actas.Los protocolos que se conservan de las conferencias oficiales son datos muy concisos y que nos dicen poco de las diferencias y discusiones que tuvieron lugar. Serealizaron diez reuniones de las cuales existen las respectivas actas o protocolos. Las sesiones eran diarias y en ocasiones dos veces por da, pero se observa que hay un lapso, del 23 de junio hasta el 10 de julio, donde no hubo conversaciones formales. Fue en ese perodo cuando se trabaj realmente en los tratados y acuerdos. OLeary inserta el informe detallado que da el general Pedro Briceo Mndez al Ejecutivo de Colombia sobre el desarrollo del Congreso1. Auxilindonos con este documento podemos dar una mejor versin de lo sucedido en Panam. Los plenipotenciarios llevaban los mandatos de sus respectivos gobiernos. Por ellos conocemos las Memorias del General Daniel Florencio OLeary; Narracin. tomo II, p. 53 y siguientes, Caracas. Imprenta Nacionalposiciones de los diversos pases. Adems, sabemos que los asistentes estaban todosligados por los pactos de Unin, Liga y Confederacin que se haban firmado previamente.Los primeros comisionados del Per que fueron, como hemos dicho, Jos Mara Pando y Manuel Vidaurre, llevaban instrucciones que reflejaban el pensamiento bolivariano: ratificacion de los pactos ya firmados que comprometa a la confederacin de los pases hispanoamericanos, alianza ofensiva y defensiva contra cualquier agresor. Esta alianza deba ser lo ms firme y precisar los medios militares con que actuar, acordar y tomar todas las medidas prcticas necesarias, muy especialmente la de proveer los elementos de combate, para libertar a Cuba y Puerto Rico, indicar las formas de regular las relaciones entre los confederados, siendo la Confederacin unverdadero rbitro, adoptar el uti possidetis juris para resolver los problemas limtrofes y, en general, los principios y objetivos del Libertador al convocar el Congreso.Cuando Jos Mara Pando es llamado a Lima a desempear la cartera de Relaciones Exteriores y es sustituido por Manuel Prez de Tudela, la delegacin recibi nuevas instrucciones, que parece, eran insuficientes. En la segunda sesin, como consta en el Protocolo respectivo, los delegados peruanos presentaron un proyecto de tratado, ysegn dice Briceo Mndez, se resolvi que Colombia, Mxico y Centroamrica trabajaran en forma confidencial (es de suponer se trataba de reuniones no oficiales) donde la representacin de Colombia present un anteproyecto a base del cual se labor. Luego, seincorpor a estas sesiones el Per, lo cual significaba que toda la conferencia oficiaba en forma extraoficial. Es esta elaboracin la que llena el lapso comprendidoentre el 23 de junio y el 15 de julio. En la segunda conferencia se da cuenta deuna comunicacin del gobierno britnico acreditando al seor Eduardo Santiago Dawkinspara que residiera en el lugar donde se desarollaba el Congreso y tuviera comunicacin franca y sin reservas con los plenipotenciarios asistentes. La credencial fue aceptada.En la tercera vista del 10 de julio, es decir, cuando se reanudan las reunionesoficiales, se prese ta el nuevo proyecto de tratado de Colombia, Centroamrica y Estados Unidos Mejicanos y se pasa a discutir artculo por artculo. En la cuarta conferencia, 11 de julio, se comienza el debate sobre la sede permanente del Congreso. Colombia insiste en que sea Panam, pero Centroamrica propone a Guatemala. En la sptima reunin, del 13 de julio Pedro Gual, de Colombia y Jos Michelena, de Mxico,informaron de la presencia del seor Vervier (se trata del observador de Holanda VanVeer) quien tena, instrucciones de S.M., el Rey de los Pases Bajos, de desear xitos al Congreso, fijar su residencia en Panam y tener intercambio con los plenipotenciarios. Se revel que Holanda haba enviado cnsules a Colombia y Mxico y haba reconocido uno nombrado por este ltimo pas en Holanda. Se acord que las mismas personas aquienes se haba dirigido, le informaran al Sr. Vervier,que como no traa credenciales no podan reconocerselas, pero que los miembros de laConferencia no tendran inconvenientes en tener comunicacin con l. Luego del cambiode instrucciones de la delegacin del Per, era la de Colombia la que expresaba mejor las ideas de Bolvar. Briceo Mndez, al referirse a las proposiciones de su pas afirma: Puede decirse que no han sido rechazadas sino las dos que establecan la libertad del trfico y comercio terrestre y maritimo entre los confederados, impidiendoel establecimiento de barreras, el que atribua a la asamblea el derecho de resolver dedefinitivamente, en juicio de conciliacin, todas las diferencias de los confederados; y el que fijaba en Panam la residencia de la Asamblea. Todos fueron excluidos por el voto de la delegacin mexicana, excepto el ltimo que fue objetado tambin por la Central. Por cierto que en la discusin sobre las relaciones comercialeshay una afirmacin muy interesante de la delegacin mexicana: Estas potencias (se refiere ala Gran Bretaa y EEUU) pretenden equipararse a las aliadas y el gobierno mexicano est decidido a sostener sus principios de preferencia a favor de sus cohermanos. Pero en la prctica fueron otras muchas las insuficiencias y desaciertos en Panam. Segnel mismo informe de Briceo Mndez, la representacin mexicana solamente quera el pacto mientras durara la situacin de guerra con el Imperio espaol. Es decir, que no conceban la unin permanente planteada por Bolvar para fortalecer y hacer frente no solamente a Espaa sino a cualquier futuro agresor. En el acuerdo logrado se planteala revisin del Tratado de Unin, Liga y Confederacin perpetua... verificada que sea lapaz ..., con lo cual el tratado no resultaba tan perpetuo. Igualmente, por peticion de Mxico segn el mismo informante se agreg el artculo adicional donde pareciera que se invitara a todas tas potencias neutrales y amigas a tomar parte activa en las negociaciones y firmar el tratado o tratados que sehagan. Esto desvirta las ideas fundamentales de Bolvar y es lo que quiz lo hace escribir que un pacto con un mundo entero viene a ser nulo en la realidad Pero ms an, elcontenido de este artculo adicional sera contradictorio con otras disposiciones del propio tratado. No se incorpor el principio del uti possidetis juris, dados losserios problemas de lmites que existan. Nada se dice sobre la Independencia de Cuba y Puerto Rico, respecto a la cual pesaba la oposicin expresa de Estados Unidosdel Norte, sin embargo, el Libertador insisti respecto a ella hasta el ltimo momento, ante los Plenipotenciarios del Congreso.Acuerdos del Congreso de PanamEn sntesis, los plenipotenciarios destacados en Panam firmaron los siguientes documentos: Un tratado de Unin, Liga y Confederacin perpetua entre las Repblicas de losEstados Unidos Mexicanos, Colom-bia, Centroamrica y Per, una Convencin sobre los contingentes entre las Repblicas delos Estados Unidos Mexicanos, Colombia, Centroamrica y Per, un concierto precisando los deberes y derechos y otros detalles sobre el artculo segundo de la convencinde contingentes anteriormente enumerada y un Convenio sobre traslado de la Asamblea General a la villa de Tacubaya, Mxico. Al exponer el desarrollo del Congreso hemos hecho algunos comentarios sobre el tratado de Unin, Liga y Confederacin perpetua, ste desmejora los pactos previos y las instrucciones de Bolvar, sin embargo, contiene disposiciones que de haberse cumplido, hubieran sido un freno a las depredaciones de los gobiernos los Estados Unidos del Norte contra nuevos pases. En elencabezamiento se invoca el origen comn de las naciones firmantes como una de las razones de la constitucin de la Confederacin. El objetivo general del pacto es sostener en comn, defensiva y ofensivamente, la soberana e independen-cia de las potencias confederadas contra toda dominacin extranjera. Se establececomo rgano de la Confederacin la Asamblea General, compuesta por dos representantes de cada uno de los confederados. Esta Asamblea deba reunirse cada dos aos en tiempos de paz y cada ao en caso de guerra. Las partes deban arreglar todas sus diferencias en el seno de la asamblea, pero se redujo el papel de sta al de conciliadora, siendo sus decisiones obligatorias, solamente si las partes interesadas lo convenan as explcitamente. Frente a las potencias extranjeras se garantiza mutuamente la independencia y la defensa comn y se compromenten a no firmar ningn tratado oconstituir liga o alianza con ellas sin consentimiento de la Asamblea de la Confederacin. Esta decisin se debilit al permitirse los acuerdos con potencia extranjera cuando los confederados no pudieran proporcionar alpas hermano los auxilios que necesitaba obtener. Esto resulta obviamente contradictorio, ya que quedaban obligadas las partes a proporcionarse todas las ayudas necesarias. Los aliados se comprometen a no hacer la paz con los enemigos de la independencia por separado sino todos en conjunto. Se adopt la resolucin de cooperar a la completa abolicin y extirpacin del trfico de esclavos de frica. En cuanto a los problemas limtrofes se emple la frase general siguiente: Las partes contratantesgarantizan la integridad de sus territorios y se pona bajo la proteccin de la confederacin aquellos linderos que hubieren sido demarcados y precisados en convenciones particulares de las partes interesadas.El tratado quedaba abierto, durante el plazo de un ao, a las potencias de Amrica pero las condiciones que impone para la firma, descarta de hecho a EEUU, cuyas conocidas posiciones son totalniente contrarias a las bases del mismo. En cuanto a la Convencin sobre contingentes se especifican los aportes en hombres y dinero decada una de las partes para el Ejrcito y la Armada de la Confederacin. Estos aportes se haran en proporcin a la poblacin de cada pas confederado. En la Convencin se precisan en detalle los problemas del mando, funcionamiento y aprovechamiento, beneficios que pudieran obtener la armada y una innumerable cantidad de reglamentaciones al respecto. Los totales de tropas y la contribucin de cada quien, aparecenenumerados en la Convencin sobre contingentes citados por OLeary. El Per asuma la responsabilidad total de la Armada del Pacfico tanto en hombres y buques como engastos, por ello su contribucin, arriba sealada, es tan limitada.La posicin de Estados UnidosLos gebiernos de Estados Unidos mantuvieron siempre en la guerra entre los patriotas y el Imperio espaol. Una hipcrita poltica de neutralidad, que se adaptaba a sus intereses comerciales y polticos. Es muy conocido el incidente cuando fueron apresados, por orden de Bolvar, dos barcos norteamericanos que contrabandeaban armas en el Orinoco para los realistas. Los intereses de los gobernantes y las clases dominantes de EEUU eran completamente contrarias alCongreso de Panam y a los propsitos del Libertador. Para comenzar por lo ms sencillo diremos que al gobiemo norteamericano no le convena una Hispanoamrica poderosa ydirigida por el Libertador, como lo deseaba ste. Los yanquis queran a Cuba y Puerto Rico para ellos. Sus ambiciones sobre Cuba eran manifiestas. Confieso francamente que he sido siempre de opinin que Cuba sera la adicin ms interesante que podra hacerse a nuestro sistema de Estados.2 Y en cuanto a Puerto Rico, no solamente se apoderaron de l sino lo tienen aun sometido a la condicin de colonia. Por tanto, tenan que oponerse a los planes de Bolvar para libertarlos. En las instrucciones deHenry Clay se prohibe a los delegados firmar todo tratado, convencin o pacto, serechaza la idea de toda actividad colectiva. Especial Carta de Jefferson a Monroe, citada por el General Jos Antonio Pez en su Autobiografa, impresa por Hellet y Breen, New York, volumen I, p. 87mente, se alerta sobre cualquier alianza que pueda daar la posicin de neutralidadde los norteamericanos. En cuanto a la esclavitud, Bolvar proclam en 1816 la libertad de los esclavos en Venezuela y Nueva Granada. Luego, el Congreso de Angostura restringi tanto este decreto, que prcticamente anul lo hecho por Bolvar, pero estevuelve a la carga e incluye la libertad de los esclavos en la Constitucin de Bolivia que es aprobada. Todos los delegados al Congreso de Panam tenan instruccionesde condenar la esclavitud y el trfico de esclavos, como en efecto lo acordaron.Ahora bien, EEUU practicaba la esclavitud y este problema era sumamente delicadopara ellos, como lo demostr la historia. Por lo cual no podan involucrarse en este asunto que saban figuraba en la agenda de Panam. Clay ordena a sus delegados obtener toda clase de ventajas en cuanto a libertad de comercio y ya para esta pocacomienzan a manifestarse sus ambicionesen relacin con el canal interocenico que ms tarde construyeron usurpando el territorio panameo. Lo cierto fue que EEUU desarroll una activa labor diplomtica contra elCongreso de Panam y contra Bolvar contribuyendo a la inasistencia de algunos pasesy a las dudas y vacilaciones de otros para llegar a un tratado firme.Fin del CongresoEl Libertador estaba consciente haca algn tiempo que el Congreso, en la forma comose haba desarrollado, no tendra efectividad. Critic los acuerdos sobre contingentes militares y, especialmente, la clusula que estableca que solamente cuando un confederado fuera invadido por 5 mil o ms hombres tena derecho a ser ayudado. Igualmente, consider que el traslado del Congreso a Tacubaya lo colocaba bajo la influencia de Mxico y Estados Unidos.Ya nos hemos referido a crticas y posiciones que Bolvar iba adoptando en la medidaque reciba informaciones de los trastornos acaecidos en el Congreso. En Tacubayapermaneci Pedro Gual alrededor de dos aos esperando intilmente que el gobiemo mexicano ratificara los acuerdos. Tambin permaneci en Mxico hasta el final el delegadonorteamericano, que aun cuando no haba tomado ni tom nunca parte en las negociaciones si supo ejercer presiones para que no se ratificaran los acuerdos. Finalmente, los que quedaban en Tacubaya, pertenecientes al Congreso: Gual un delegado centroamericano y los mexicanos, firmaron un protocolo final donde se dejaba constancia de la imposibilidad de reanudar las negociaciones al no ser ratificados los tratados originales.CAPTULO II El Panamericanismo, tesis del Imperialismo norteamericanoEl Imperialismo norteamericano es ya, a fines del siglo XIX, una realidad. Paraimpulsar el proceso de dominacin sobre nuestros pases, organiza las Conferencias Interamericanas o Panamericanas, la primera de las cuales se celebra en Washington en 1889. De alli nace una cadena que culmina con la constitucin de la OEA en laIX Conferencia de Bogot en 1948, pasando por el Tratado Interamericano de Asistencia Recproca de Ro en 1947, ambos inscritos ya en la poltica imperialista de la Guerra Fra. El Tratado de Ro, so pretexto de una seguridad colectiva y defensa regionalinteramericana, coloca a los pases de Amrica, en la prctica, bajo el controlmilitar yanqui, definiendo agresiones armadas y no armadas que deben tratarse, antesque en la ONU y sus rganos correspondientes, en los aparatos interamericanos quedomina EEUU. Igualmente, se autoriza, en caso de ataque armado, la actuacion individual de EEUU en defensa del agredido. La creacin de la OEA, Organizacin de EstadosAmericanos, es la culminacin del proceso de sujecin institucionalizada de los pases latinoamericanos al poder del imperialismo norteamericano. La OEA funciona coma organizacin regional dentro de la ONU, pero en la prctica es una organizacin dominada por los imperialistas del norte. Basados en estos instrumentos se ha pretendido justificar toda clase de atropellos, entre ellos, la ltima intervencin armadaa Santo Domingo y todas las mltiples intervenciones y agresiones contra Cuba. En1954, se realiz en Caracas la X Conferencia Interamericana, teniendo como adecuado anfitrin aldictador Marcos Prez Jimnez. En dicha Conferencia se aprobar una declaracin anticomunista propuesta por el Secretario de Estado de EEUU, Foster Dulles, quien tratade justificar el derrocamiento, ya decidido, del gobierno democrtico y antimperialista de Jacobo Arbenz en Guatemala. En ocasin de la Conferencia se abre un concurso con el ttulo Del Congreso de Panam a la Conferencia de Caracas. 1826-1954. El genio de Bolvar a traves de la historia de las relaciones interamericanas. El primer premio se da al escritor colombiano J.M. Ypez y el segundo al mexicano Francisco Cuevas Cancino. Consideramos que las obras premiadas son intentos descarados por dar el aval de las ideas bolivarianas al Panamericanismo. Esta teora, que expresa la dominacin ejercida por el imperialismo americano sobre nuestra Amrica y utilizo ex profeso esta frase corriente de la literatura bolivariana ha tenido un grandesarrollo. Numerososidelogos, tanto norteamericanos como latinoamericanos, han explicado, analizado,exaltado, el panamericanismo coma una doctrina ideal de cooperacin entre nacioneshermanas. No es difcil demostrar la falsedad de tales aseveraciones y mostrar laverdadera faz de tales tesis. Comprobaremos especialmente la patraa que significa presentar las ideas de la unin hispanoamericana de Bolvar como anteceaente de las doctrinas interamericanas. Y lo hacemos como labor fundamental, pues se tratade salvar, de tomar en nuestras manos, de no permitir que el enemigo nos arrebate, luminosas banderas que son claro smbolo de la lucha antimperialista de los latinoamericanos. Analizaremos los trabajos de dos voceros de las tesis imperialistas, uno, un profesor universitario norteamericano, otro, el historiador a quienhemos mencionado como ganador del Concurso de la X Conferencia Interamericana deCaracas.Una versin acadmica del panamericanismoEl profesor Joseph Byrne Lackey, de la Universidad de Columbia, nos presenta unestudio, con atuendo universitario, titulado Orgenes del panamericanismo (Pan Americanism. Its Beginnings, en el original) que no difiere sino en sus formas de lafinalidad de permitir a la ideologa imperialista abrir brechas para la dominacin yconsecuente explotacin de nuestros pueblos. La mencionada obra divide la historia del Panamericanismo en tres perodos: el primero, que abarca los aos de la revolucin y formacin de los nuevos Estados, se extiende hasta cerca de 1930; el segundo comprende las tres o cuatro dcadas que siguen hasta el fin de la Guerra Civil y eltercero va de la Guerra Civil hasta la poca presente. Segn el autor, el primer perodo se caracteriza por la firme tendencia a la solidaridad continental, el segundo,por el particularismo y la desconfianza y el tercero por la Cooperacin fraternal.Es necesario aclarar que la guerra civil a que se hace mencin en el texto, es lade EEUU, durante la cual los Estados industriales del Norte derrotaron a los esclavistas del Sur. El lector puede apreciar fcilmente que la anterior ordenacin esarbitraria y caprichosa. El primer perodo a que se hace alusin es el hispanoamericanismo, que dirigi Bolvar. Entonces no intervinieron sino las nacionesantiguas colonias espaolas. Estados Unidos de Norteamrica cuidaba celosamente su poltica de neutralidad en la guerra entre el Imperio espaol y sus colonias y por tanto, se negaba aayudar a la lucha par la independencia. El hispanoamericanismo de Bolvar, como demostramos en este trabajo, es la anttesis del panamericanismo. Adems, si bien escierto que el panamericanismo es obra de los norteamericanos y de su hegemona, enel han tornado parte todas las naciones del continente, por ello resulta histricamente dudoso establecer sus perodos de acuerdo con un hechoque, con toda su importancia, es interno de EEUU, como es la guerra civil aludida. El autor estudia luego el significado del panamericanismo, considera inadecuadas las definiciones de los diccionarios, entre ellas, la siguiente de la GrandeEncyclopdie: Doctrina poltica tendiente a agrupar a todos los estados americanos en una especie de federacin bajo la hegemona de los Estados Unidos, la cual seala loprincipal de la tesis en cuestin. Se enumeran de seguidas las opiniones de polticos y diplomticos norteamericanos y latinoamericanos, unos, los propios creadoresdel sistema interamericano, otros, expositores de las consabidas loas sobre la unidad, la solidaridad y cooperacin que, segn ellos, existe en la prctica de las mencionadas teoras. Cita Byrne Lockey algunas opiniones divergentes aun cuando les d un trato de minusvala tales como la del brasileo Eduardo Prado, opuesto a la fementida unidad con EEUU; las del argentino Manuel Ugarte, que denuncia la doctrina panamericana;y la del venezolano Jacinto Lpez, quien llama a la unin de los hispanoamericanos para contrapesar la influencia preponderante de los Estados Unidos. Finalmente, el escritor norteamericano concluye esta parte dando su propia versin, la cual sintetizamos a continuacin: 1- IndependencIa, frente a Europa y ratificacion por losEstados Hispanoamericanos de la doctrina de Monroe. 2- comunIdad de Ideas poltIcas, 3- IntegrIdad terrItorIal, que considera inadmisible el derecho de conquista, que se gua por el uti ossidetis juris de 1880 para resolver los problemas de lmites entre Estados. Las reiteradas declaraciones de Estados Unidos referentes a que ellos no codician el territorio de sus vecinos ni tratan de engrandecerse pormedio de la conquista imparten sancin adicional a la regIa.(Aqu, entre parentesis, e interrumpiendo por un momento la enumeracin de Byrne, nos preguntamos: no le temblara la mano al profesor norteamericano cuando estampabatan temeraria alteracin histrica? No recordara a Mxico, Puerto Rico, Cuba, Santo Domingo, Nicaragua, Panam?). 4- el derecho en vez de la fuerza. 5- no IntervencIn. Cadanacin posee derecho a la independencia en el sentido de que posee derecho a procurarse la felicidad y es libre para desenvolverse sin intervencin o tutela de otros Estados. 6- Igualdad. Los Estados americanos no slo reconocen el principio de igualdad de los Estados en Derecho lnternacional sino que lo observan con toda latitud en la prctica de su unin internacional. 7- cooperacIn.Formando los Estados Americanos un sistema poltico aparte, una familia distinta denaciones que abrigan unos mismos ideales polticos, cooperan con espritu de amistad fratema a la promocin de sus intereses comunes, sean polticos, econmicos o culturales. Es tan gruesa la dosis de falsedad que contienen las anteriores aseveraciones, el palabrero es tan contrario a la verdad, a todo lo que ha sucedido y sucede, que la Oficina Central de Informacin, que presenta el libro, se ve obligada, por supuesto, con gran discrecin, a hacer la siguiente aclaratoria: Pocos lectores hoy, tanto en Latinoamrica como en los Estados Unidos, estaran totalmente de acuerdo con las apreciaciones que sobre el significado del Panamericanismo hace el autor en el captulo primero. La OCI explica este hecho debido al cambio de las ideasocurridas desde la poca cuando Joseph Byme Lackey escribi su obra hasta hoy, perola verdad es que sus conceptos sobre el Panamericanismo fueron inciertos ayer, lo son hoy y lo sern siempre.Esdemasiadoconocidoquelasupuestacooperacin de los imperialistas de EEUU con los Estados de Amrica Latina y el Caribe ha sido la inversin de capitales para recuperarlos 20, 30 40 veces mediante laexplotacin inicua de nuestros trabajadores y pueblos el intercambio comercial leonino donde los productos industriales que nos venden aumentan varias veces masque las materias primas que nosotros les suministramos (con la excepcin del petrleo,en los ltimos tiempos, que de todas maneras produce hoy utilidades fabulosas alos monopolios norteamericanos y fue pagado a precios irrisorios por decenas deaos) o la utilizacin de la tecnologa para mantener en completa dependencia a nuestras industrias. Tambin conoce todo el mundo que la doctrina Monroe ha sido un simple instrumento para la competencia por la dominacion de nuestros pueblos con otros pases imperialistas y que ha sido manejada unilateral y caprichosamente de acuerdo con los intereses de EEUU, que cuando le haconvenido, ha permitido los atropellos, por ejemplo, cuando el Imperio Britnico despoj a Venezuela del Esequibo. Por ello, reducir mi refutacin en esta parte a indicar dos aspectos fundamentales: 1- Las ideas de Bolvar sobre el hispanoamericanismo no slo no son el origen del panamericanismo; sino, como hemos afirmado antes,su anttesis. Demostrar esto es uno de los objetivos fundamentales de este trabajo, el cual hago utilizando como fuente principal, la propia palabra del Libertador. 2- El panamericanismo es la doctrina del imperialismo yanqui para tratar de dar marco legal, institucional y orgnico a su dominio econmico: poltico, tecnocientfico y cultural y a la consiguiente explotacin de nuestros pueblos. Cualquier somera relacin de la historia del pasado y presente siglo, as lo comprueban.Otro estilo para el mismo PanamericanismoJ.M. en de la la Ypez, es esencialmente atrevido tergiversacin concepcinbolivariana. Su estilo es ms laudatorio y genuflexo que el que acabamos de analizar. Veamos algunos textos de su libro premiado en la Dcima Conferencia Interamericana de Caracas. J.M. Ypez: Del Congreso de Panam a la Conferencia de Caracas. 1826-1954. El genio de Bolvar a traves de la historia de las relaciones interamericanas. Dice, en el prembulo titulado Dos palabras: La accin de Bolvar, proyectada as enespacio y en el tiempo, ha culminado al cabo de mas de una centuriaen la creacin de las instituciones internacionales que son hogao orgullo de nuestra Amrica A ello se refiere el ttulo de la quinta parte de la obra: La realizacin del ideal internacional de Bolvar por las conferencias interamericanas de Ro de Janeiro(1947) y de Bogot (1948) y en seguida afirma: el primero de estos instrumentos esel Tratado Interamericano de Asistencia Recproca, suscrito en Ro de Janeiro, el 2de septiembre de 1947, en la conferencia interamericana para el mantenimiento dela paz y la seguridad del continente; los otros dos son la Carta de la Organizacin de los Estados Americanos (OEA) Carta de Bogota y el Tratado Americano de Soluciones Pacficas (Pacto de Bogot) firmados ambos el 2 de mayo de 1948, en la IX Conferenda Internacional Americana. Estos tres nobles instrumentos de colaboracin internacional y de paz son el esfuerzo ms fecundo efectuado hasta ahora para realizar esa solidaridad continental que Bolvar preconizaba como el ideal hacia el cualdeberan converger las aspiraciones de los pueblos americanos (subrayados en el texto; Pg. 79. T. II).Si hacemos las citas es para demostrar el descaro con que estos escritores proclaman las tesis que venimos refutando. Nada menos que documentos como el Tratadode Ro y la Carta de la OEA, instrumentos fundamentales de la dominacin imperialista en Amrica, son presentados como inspirados en la solidaridad continental que Bolvar preconizaba. Y todava un texto ms: Cuando Bolvar dice: Para nosotros, la Patria esAmrica, su mirada genial abarca el continente entero, sin detenerse en mezquinas consideraciones de lengua o de raza. Para Bolvar no hay sino una Amrica, la Amrica continental, una e indivisible, la misma Amrica, una que en estos ltimos tiempos seha congregado bajo las banderas de la Carta de Bogot..., pgs. 57-58, tomo I. Es necesario ser muy pacientes para leer con tranquilidad estas y otras afirmacionesen las cuales hay que hacer notar especialmente la agresin de Ypezal llamar mezquino al Libertador, ya que ste, como es demasiado conocido, en la Carta de Jamaica, basa su ideal de unin de los pueblos de Amrica, entre otros elementos, en el origen y la lengua comunes. Por lo dems, una de las caractersticas delautor que venimos citando es contradecirse, y expresamente lo hace en cuanto alas consideraciones de lengua y de raza que arriba citamos. Es tan absurdo el autodesmentido que se da el propio Ypez, que no resistimos la tentacin de transcribirlo textualmente: La idea que Bolvar se haca de la Amrica del Sur como entidad moral, fuertemente estructurada por la historia y amasada con los elementos tnicos espirituales, geogrficos y polticos que dan unidad a los pueblos: una misma raza, una misma religin, unamisma lengua, peligros y esperanzas comunes, igual destino en la historia e idntica concepcin del mundo y de la vida y, last but not least, la conciencia de formar una familia de naciones (Pg. 35, tomo I).Algo ms de J. M. YpezNo podemos terminar nuestras anotaciones sobre el panamericanismo sin hacer crtica especial a otros aspectos de la mencionada obra de J. M. Ypez, en primer lugar,porque queremos denunciar una falsificacin histrica contenida en el citado libro,y luego, porque desenmascarando algunas de sus falsedades mostramos de la mejormanera la fachada del panamericanismo. Comencemos por el delito contra las fuentes histricas.FalsificacinEl autor afirma que en la invitacin original de Bolvar para la conferencia de Panam estaba incluidoel Brasil. En la pgina 49 del tomo I dice: Circular de invitacin dirigida por Simn Bolvar, Libertador de Colombia y Encargado del Mando Supremo del Per, a los gobiemos de Colombia, Mxico, la Amrica Central, las Provincias Unidas de Buenos Aires, chile y el Brasil. Y en la pgina 55 del mismo tomo: La invitacin para el Congreso de Panam, firmada en Lima el 7 de diciembre de 1824, haba sido dirigida por el Libertador a los gobiemos de Colombia, Mxico, la Amrica Central, las Provincias Unidas deBuenos Aires, Chile y el Brasil. Sabemos perfectamente que esta invitacin no cornprenda al Brasil, lo cual hubiera sido una contradiccin absurda con el texto que habla de las repblicas americanas, antes colonias espaolas. Bolvar no poda caer en estecontrasentido. Qu le pas al autor? Un error? Consult una fuente equivocada? No, nada de esto, el profesor Ypez cita una fuente clsica: Cartas del Libertador3. En ambasoportunidades,3 Tomo IV de Cartas del Libertador, corregidas conforme a los originales. Mandadas a publicar por el Gobierno de Venezuela presidido por elen la pgina 49 y en la 55 del tomo I, repite esta mencin de la fuente. Buscamos enel mismo libro4, y en la pgina 216, en efecto, encontramos el documento citado por Ypez, pero no reza, como afirma el laureado escritor sino como a continuacin secopia: Lima 7 de diciembre de 1824. (A los gobiernos de las repblicas de Colombia, Mxico, Ro de la Plata, Chile y Guatemala). Qu pensar? Un craso lapsus del autor? Sinceramente no creemos, parcenos una consciente alteracin del texto. En efecto, eramuy importante tratar de incluir al Brasil ya que as el autor quitaba valor a lasmenciones tan concretas de antiguas colonias espaolas, pases de un mismo origen, unamisma lengua, unas costumbres y una religin, y tantas otras que son un desmengeneral J. V. Gmez. Caracas. Lit. y Tip. del Comercio 99, p. 6. dem.tido concreto a su tesis. Si debajo del propio texto que habla de antiguas colonias espaolas se invitaba al Brasil quedaba demostrado que eso de la Amrica hispana era un simple decir. Una vez logrado esto, al autor le era ms fcil afirmar que EE UU tambin era de la partida y coronar as la falacia del pretendido origen bolivariano de su bienamado panamericanismo. Es esta, en nuestra opinin, la razn de que elautor se haya atrevido a alterar el texto histrico a pesar de citar correctamentela obra y pgina donde aparece dicho documento. Pero es vano intento tergiversarel pensamiento hispanoamericanista de Bolvar adulterando una frase o concepto, habra que alterar cientos de textos. As es de profunda y consecuente la idea bolivariana. En relacin con los pases invitados a Panam, en la propia convocatoria del Congreso, tantas veces citada, se dice: Profundamente penetrado de estas ideas, invit en 1822, como Presidente de la Repblica de Colombia, a los gobiernosde Mxico, Per, Chile y Buenos Aires, para que formasemos una conferencia y reuniesemos en el Istmo de Panam...5 Y no es difcil encontrar en numerosos prrafos de la correspondencia del Libertador la misma enumeracin de los pases que deban formar la confederacin de las antiguas colonias espaolas. Veamos otro, en una carta a Santander del 6 de enero de 1825: Por lo mismo estoy determinado a mandar los diputadosdel Per al Istmo inmediatamente que sepa que Colombia quiere mandar los suyos a dar principio a la unin. No dudo que Mxico y Guatemala harn lo mismo, y aun Buenos Aires y Chile despus; porque este es especfico universal. Yo insto a usted, mi querido general, para que se apresure en dar este inmenso paso6 Nunca aparecen, ni EEUU ni Brasil, que de lo contrario el profesor Ypez no hubiera necesitado utilizarlas artes a las que apela.5 dem, tomo I, p.50 6 Cartas del Libertador, tomo IV, p. 35, Banco de Venezuela. Fun- dacin Vicente Lecuna.Uno de los temas ms trajinados por el autor es la queja de que el panamericanismono ha llegado a la estrecha unidad que aspiraba Bolvar. Como hemos dicho, ste quera una confederacin de repblicas hermanas, la cual, como es comprensible, debera serlo ms unida posible. Pretendiendo basarse en estas concepciones, Ypez aora la mayor unidad para la actual OEA, pero como se trata de contenidos contradictorios losdel bolivarianismo y el panamericanismo las conclusiones deben ser diferentes. Ayer, la fusin de la Amrica Espaola serva a su defensa y fortalecimiento. Hoy, los lazos del panamericanismo son cadenas que mientras ms estrechas significan mayor dominio de Estados Unidos sobre los pases de Amrica Latina. Quien aboga porque hayauna fuerza armada interamericana naturalmente bajo el mando yanqui est facilitandola labor de los intervencionistas norteamericanos, est propiciando facilidades para las invasiones de los imperialistas.El autor aplaude la prepotencia yanqui: Prepararon las vas del Panamericanismo, que habra de iniciarse pocos aos ms tarde con la participacin de los Estados Unidos como potencia directora del movimiento. Aunque no fuera sino por este aspecto, loscongresos hispanoamericanos del siglo XIX son dignos de estudio de parte de lospensadores7 Sabemos que los congresos hispanoamericanos no fueron ningunos precursores de las organizaciones de Amrica que hoy dominan los norteamericanos. Las loas ms injustificadas e insostenibles las hace Ypez de los EEUU. Por ejemplo, refirindose a los hombres de Estado del pas del Norte: ...e inmediatamente examinaron la posibilidad de ampliar el radio de accin de tales asambleas, gracias a la participacion de los Estados Unidos, en calidad de asociado, que no aspirara a otro papelque el de igual entre iguales (par inter pares)8.7 dem, t. I, p. 6. 8 dem, t. II, p. 0.Como usted comprender, lector, eso de que a estas alturas de la segunda mitad delsiglo XX, alguien se atreva a decir que EEUU en la Organizacion de Estados Americanos slo aspira al papel de un igual entre iguales, es abusar de la credulidadde los dems. El autor exalta la doctrina de Monroe, considera el panamericanismouna doctrina de defensa econmica, social y cultural de los pases del hemisferio. Todo lo transforma y todo lo adorna en su defensa a Norteamrica. Sabemos que EEUUno fue a la Conferencia de Panam y conocemos las instrucciones dadas a los delegados que se enviaron que, ya lo hemos dicho, fueron a obstaculizar la Asamblea, pero Ypez, por el contrario, dice que puede afirmarse, sin embargo, que estuvieronpresentes espiritual y polticamente los Estados Unidos del Norte, Brasil, Argentina y Bolivia. Sabemos que la resolucin anticomunista de la X Conferencia de Caracasfue la base programtica y propagandstica impuesta por Foster Dulles para la intervencin en Guatemala contra el gobierno demo-crtico de Jacobo Arbenz, pero el autor dedica varias pginas a defender y explicarsemejante resolucin. Se mete en los ataques a la Unin Sovitica y dems pases socialistas, defiende la agresin contra Corea y afirma: ...un filsofo podra preguntarse si una sociedad internacional es viable cuando algunos de sus miembros proclaman queel derecho se basa en la justicia y el honor, mientras que otros no reconocen msfuentes del derecho que la fuerza o la voluntad de los estados, cuando algunos de sus miembros tienen como norma esencial de la comunidad internacional el respeto a los Derechos Humanos y de las libertades fundamentales, mientras que para otros estas expresiones son palabras huecas y vacas de sentido. Evidentemente que si el autor quiso atacar a los pases del mundo socialista la pelota le rebot en lacara. Porque es el gobierno de los imperialistas norteamericanos y no la Unin Sovitica ni ningn pas socialista, quien irrespeta los Derechos Humanos, discrimina y masacra a los negros y fue autor de horribles genocidios en Vietnam. Es el Estadoyanqui quien no reconoceotro derecho que la fuerza en sus intervenciones en Amrica Latina toda, por ejemplo, Puerto Rico, Guatemala, Santo Domingo, Panam, El Salvador y, sobre todo, en Cuba. Es a este mismo Estado de Norteamrica a quien puede sealarse como cultor de la fuerza con sus efectivos militares esparcidos en los cuatro extremos del globo. Es para este mismo Estado para quien son palabras huecas y vacas las propias reglasde los pactos interamericanos que impone a los otros pases de Amrica. Ypez no tiene lmites en sus exaltaciones: a partir de 1910 y gracias a la munificencia de Andrew Carnegie, la Unin Panamericana dispone en Washington de un esplndido palacio quees, en realidad, la Casa de las Amricas. As, lentamente, pero seguramente la institucin va acercandose al arquetipo preconizado por Bolvar. Ante estas ofensas a lamemoria del Libertador, recordemos que Bolvar se opuso al cambio de la sede del Congreso de Panam a Tacubaya por temor,entre otras cosas, a la influencia que pudiera tener all EEUU. Y viene ahora esteseor Ypez a hablarnos del arquetipo preconizado por Bolvar porque la munilicencia yanqi ha creado un esplendido palacio en Washington! Para quitarnos el mal sabor de estos decires del profesor Ypez, recordemos a Rufino Blanco Fombona con su magnficacaracterizacin del panamericanismo: Los Estados de Amrica se han reunido luego en peridicos Congresos Panamericanos. Por desgracia, no es la Amrica de Bolvar la que nos convoca, sino la Amrica de Washington quien impone su hegemona. Los pueblos queayer se mostraron celosos de que la Amrica nuestra obedeciera a un Congreso International nuestro son los primeros que concurren a ponerse bajo la hegemona de otra Amrica adversa a nuestra civilizacin, a nuestra independencia, al derecho que tenemos de cumplir y contribuir a la civilizacin universal.9 Blanco Bombona, Rufino. Nota-prembulo al libro de Daniel Florencio OLeary. El Congreso Internacional de Panam de 1825, Biblioteca de laPero bien, para descubrir las verdades, el escalpelo no tiene ms remedio que seguir todos los caminos y mancharse con todas las substancias, as que seguimos con nuestro profesor, quien se presenta como creyente, entusiasta de la pretendida ayuda de EEUU a los pases de Nuestra Amrica: En virtud de estas clusulas de la Carta de la OEA, se puede afirmar que el Panamericanismo ha recibido en la Conferenciade Bogot un contenido econmico. Evidentemente, ello no es sino un principio, un germen cuyos frutos se harn todava esperar La accin contra la miseria, contra el bajostandard de vida, contra la ignorancia y la enfermedad se convierten as en una accin internacional mediante la cual los pases ms avanzados y ricos del continente ayudan a los pases pobres y atrasados para asegurar la prosperidad comn. Tal es, innuce, toda la filosofa del famoso punto IV del presidente Truman. Una vez que este principio es admitido por los pases ricos y desarrollados como un deber de solidaridad hemisfrica, se hace susceptible de las consecuencias ms felices.10Juventud Hispanoamericana. 0 d. t. II, p. 6.Y as han seguido los planes imperialistas y las loas de los profesores a su servicio. Y bien, que lo hagan, que ese es papel de los adoradores del dolar, pero queno metan a Simn Bolvar en esto. Por lo dems, la realidad es tan conocida y nos golpea tan directamente que es difcil que las propagandas del profesor Ypez y otros tengan algn efecto. Es demasiado conocido que EEUU es rico, entre otras cosas, porlas inmensas ganancias que extrae de nuestros pases de Amrica Latina. Con slo disminuir estas utilidades ayudara ms que con todos esos engaosos programas. Solamente lo que pierden los pases de Amrica Latina en el intercambio comercial con los norteamericanos por baja de los precios nuestros y alza de los precios de ellos es infinitamente ms que todas las ayudas, y no puede ser de otra manera, ya que el objeto de todas esas ayudas, programas, teoras y profesores para pregonarlas, no son sinoorma de seguir manteniendo sus inmensas ganancias a base de la explotacin de nuestros pueblos.He aqu, pues, en boca de sus propios autores y defensores, la tesis del Panamericanismo, hoy transformado en el interamericanismo con su expresin orgnica en la OEAy dems organizaciones impuestas por la poltica imperialista. Nuestras adjetivaciones han respondido a las exageraciones, tergiversaciones y aberraciones de los defensores de esta poltica. Finalmente, quisiramos exponer que tambin Miranda y susideas de unidad e independencia de la Amrica espaola han sido tergiversadas, por ejemplo, el conocido diplomtico gomecista, Rafael Paredes Urdaneta, durante la X Conferencia Interamericana de Caracas, en una charla publicada en folleto titulado Gnesis del Panamericanismo y aporte de Venezuela al desarrollo del mismo entre1781 y 1826, afirma: Me atrevo a destacar a Venezuela por haber sido ella la cunageneratriz de tan noble ideal y por haber producido dos de sus grandes precursores: Francisco de Miranda y Simn Bolvar...11 Secretara General de la X Conferencia Interamericana. Caracas.Tambin Miranda es muy claro y preciso en cuanto a su plan de Independencia y uninde la Amrica espaola. As que tampoco es posible desfigurarlo.CAPTULO III Las Concepciones BolivarianasYa hemos insistido en diversas ocasiones sobre las verdaderas ideas de Simn Bolvar. Es esta la oportunidad de explicarlas en forma ms completa. Las memorias de OLeary, como todas las fuentes histricas, y comentaristas como Gil Fortoul, Blanco Fombona, Briceo Iragorry, Hernndez Sols, Parra Prez, el Abate de Pradt, Ramon J. Velsquez, Augusto Mijares, entre otros, expresan en forma clara la concepcin bolivariana sobre el hispanoamericanismo y el Congreso de Panam. Nosotros hemos sintetizadoel pensamiento de Bolvar en la forma siguiente: lucha por unir lo ms estrechamente posible a la Amrica espaola, las anti-guas colonias espaolas, en forma tal que garanticen su independencia frente a cualquier posible intento de reconquista por parte de Espaa, previniendo, a la vez, los serios peligros que ve venir desde Estados Unidos de Norteamrica. La primera empresa prctica de esta unin deba ser la independencia de Cuba y Puerto Rico. Bolvar va uniendo lo que considera viable y despus de la creacin de la Gran Colombia (Venezuela, Nueva Granada, y Ecuador) intenta formar un solo Estado con la Gran Colombia, Per y Bolivia. Pero sus esfuerzos principales los pone en la Confederacin delos Estados de la Amrica espaola, para lo cual convoca al Congreso de Panam de 1826. Algunos panamericanistas, como hemos repetido en diversas ocasiones, pretendenque Bolvar planteaba unir a toda la Amrica, incluyendo a Estados Unidos. Para tratar de demostrar esto emplean toda clase de ardides.La utilizacin maliciosa de los vocablos Nuevo Mundo y AmricaEn el lenguaje, frecuentemente hiperblico, de Bolvar se refiere continuamente a nuestros pueblos hispanoamericanos, a las colonias espaolas que luchan por independizarse de la madre patria, con los trminos de Amrica, Nuestra Amrica, Nuevo Mundo. Nnecesita ninguna investigacin para comprobarlo, salta a la vista en cien textos.Por ejemplo, en el que acabamos de copiar de la Carta de Jamaica afirma: Es una idea grandiosa pretender formar de todo el mundo nuevo una sola nacin. Alguien podradecir que cuando dice Nuevo Mundo se refiere a toda la Amrica Norte y Sur, pero estas dudas terminan cuando de seguidas, Bolvar aade: Ya que tienen un origen, una lengua, unas costumbres y una religin, con lo cual queda claro cul es el Nuevo Mundo a que l se refiere. La propia cita atrs aludida: para nosotros, la patria es Amrica; nuestros enemigos, los espaoles; nuestraensea la independencia y la libertad, nos deja ver claramente que aqu el vocablo Amrica se emplea por Amrica Espaola, de la cual son enemigos los espaoles. Exagerando podrmos decir que es difcil encontrar un documento completo de Bolvar, donde no haya la misma forma de usar los mencionados trminos de Amrica, Nuevo Mundo, etc. Una carta al azar: de un tratado entre Portugal, Francia e Inglaterra, en que estas nacionesse comprometen a una mediacin armada entre la Amrica y la Espaa para impedir la continuacin del curso de las calamidades y de las revoluciones que tienen agitado elmundo; que la mediacin se reduce a obligar a la Amrica que pague todos los gastosde la guerra y a la Espaa a que reconozca la independencia de los nuevos gobiernos.12 El texto no admite dudas, indica claramente cmo se usa Amrica en lugar de Amricaespaola. Cartas del Libertador. Banco de Venezuela. Fundacin Vicente Lecuna. Segunda edicin,T. III, p. 86.Pruebas de que el Congreso Anfictinico de Panam trataba de unir a las naciones LatinoamericanasEstas pruebas existen abundantes y precisas. Las citas que siguen en secuencia cronolgica de los documentos preparatorios y del propio Congreso de Panam, permitenapreciar la firmeza y coherencia del pensamiento bolivariano en esta materia. Comenzaremos por los pactos previos bilaterales que firm el Libertador a nombre deColombia con el Per, Mxico y Centroamrica. El artculo que a continuacin copiamos serepite en todos los acuerdos firmados: Artculo Ambas partes se obligan a interponersus buenos oficios con los gobiernos de los dems Estados de Amrica antes espaola para entrar en este pacto de unin, liga y confederacin perpetua.13 All est el trmino preciso; antes espaola.3 d., t. I, p. En las instrucciones dadas a los plenipotenciarios acreditados para firmar estospactos, el Libertador deca: La confederacin proyectada no debe fundarse nicamente en el principio de una alianza defensiva y ofensiva ordinaria; debe, en cambio, ser ms estrecha que la que se ha formado recientemente en Europa contra la libertad de los pueblos. Es necesario que la nuestra sea una sociedad de naciones hermanas, separadas, por ahora, en el ejercicio de su soberana por el curso de los acontecimientos humanos, pero unidas, fuertes y poderosas para sostenerse contra las agresiones del poder extranjero. Cuando Bolvar habla de naciones hermanas no emplea una frase literaria, da una definicin precisa, son en efecto, naciones hermanas, hijas de una misma madre: Espaa. Precisamente por esto es que no se trata de una alianza cualquiera, es un pacto intermedio entre la formacin de un solo Estado deseo supremo de Bolvar, que piensa por ahora imposible y la alianza ofensiva y defensiva corriente.Es importante ver la conclusin de J.M. Ypez sobre los pactos a que nos venimos refiriendo. Dice as: Armado Bolvar de los instrumentos diplomticos que acabamos de analizar, los cuales le aseguraban la colaboracin de casi la unanimidad del mundo hispanoamericano para la obra de solidaridad continental que constitua la obsesin permanente de su espritu ya pudo disfrutar del solaz que haba menester para procederformalmente a la organizacin de la gran Asamblea General de los Pueblos Americanos, prevista en los tratados concluidos con el Per, Chile, Mxico y Centro Amrica y que l mismo haba anunciado en su carta proftica de Jamaica.14 Realmente interesante.Llamo al lector a ver con cuidado el prrafo. De un lado habla de los instrumentosdiplomticos que acabamos de analizar, en los cuales, como hicimos notar se limitael pacto de unin, liga y confederacin perpetua a los estados de Amrica antes espaolauego, dice que Bolvar contaba con la casi unanimidad del mundo hispanoamericano y por ltimo invoca la Carta de Jamaica como antece d., t. II, 7dente bsico de esta obra libertadora, carta que, es muy precisa en cuanto a que la unin que se propugna es entre las naciones de un mismo origen, lengua, etc. Pareciera que nuestro hombre aceptara la tesis de que Bolvar buscaba unir a la Amricahispnica, pero a la vez habla de la solidaridad continental, de la gran Asamblea delos Pueblos Americanos. Bien, pero estos trminos podran ser usados con el mismo significado que les da Bolvar sobre todo el que tiene comillas. Pero no, querido lector, ya sabemos que el internacionalista profesor Ypez ha escrito el libro precisamente para demostrar la tesis contraria y hemos visto acabamos de ver, en el captulo anterior, las citas en que encendido de amor panamericanista declama sobre cmo ste ha nacido de las ideas del Libertador. Pero continuemos examinando el pensamiento y la accin bolivariana para demostrar cmo son unos mismos a traves de todoel trayecto histrico.Luego de firmados los pactos anteriores, Bolvar dirige, a fines de 1824, la circular convocatoria para la Conferencia de Panam. Dice as: Despus de quince aos de sacrificios consagrados a la libertad de la Amrica por obtener el sistema de garantas que, en paz y guerra, sea el escudo de nuestro destino, es tiempo ya de que los intereses y las relaciones que unen entre s a las repblicas americanas, antes colonias espaolas, tengan una base fundamental que eternice, si es posible, la duracinde estos gobiernos.15 Observemos que la mencin repblicas americanas, antes coloniasespaolas, no es nada accesorio o circunstancial, es la base de la proposicin que sehace, ya que son ellas y slo ellas, las que necesitan que los intereses de las relaciones que las unen tengan una base fundamental que eternice su unin. De nuevo seprecisa aqu cmo el pacto que se intenta crear com5 d. p. 6prende a las antiguas colonias espaolas, de acuerdo con el pensamiento constantede Simn Bolvar. Por lo dems, todo el texto de la circular est lleno de estas mismasmenciones; la Amrica antes espaola, el mundo de Coln, reunidos bajo los auspicios devictoria, obtenida por nuestras armas contra el poder espaol, etc. Por ltimo, hemosvisto, que en el propio tratado firmado en el Congreso de Panam, se invoca el origen comn de los firmantes como base del pacto.La invitacin a EE UU y Brasil. Tambin a InglaterraEl nico elemento importante de confusin que manejan los panamericanistas es la accin concreta de la invitacin para asistir al Congreso hecha a los Estados Unidos deNorteamrica, Brasil e Inglaterra.Es evidente que Bolvar acept el hecho consumado, despus de haber recomendado insistentemente que no se incluyera a Estados Unidos, esta invitacin fue hecha por el Presidente mexicano Guadalupe Victoria y el Vicepresidente de Colombia, en ejercicio de la Presidencia por ausencia del Libertador, general Francisco de Paula Santander. Bolvar argumentaba contra la invitacin de Estados Unidos, los problemas que tal acto podra crear en las relaciones con Inglaterra, pero luego, en otras cartas expone las razones bsicas que se enrazan en el consecuente pensamiento que hemos venido analizando en este trabajo. Veremos de seguidas las opiniones categricas del Libertador contra la mencionada invitacin. Igualmente, explicaremos algunos textos bolivarianos relacionados con la poltica ante Inglaterra y Estados Unidos. Leamos a Bolvar: He visto el proyecto de federacin general desde Estados Unidoshasta Hait. Me ha parecido malo en las partesconstituyentes, pero bello en las ideas y en el designio. Hait, Buenos Aires y los Estados Unidos tienen cada uno de ellos sus grandes inconvenientes. Mxico, Guatemala, Colombia, el Per, Chile y el Alto Per pueden hacer una soberbia federacin Losamericanos del Norte y los de Hait, por slo ser extranjeros tienen el caracter deheterogneos para nosotros. Por lo mismo jams ser de opinin de que los convidemos para nuestros arreglos americanos.16 Por supuesto, la oposicin a Argentina es circunstancial y debido, sobre todo, a los obstculos que pona el gobierno argentino, pero a poco, de acuerdo con su concepcin permanente de federacin de toda la Amrica Espaola, vuelve a insistir con Argentina. As lo seala en carta al general CarIos de Alvear del 5-12-1825, en la cual dice: La primera demanda de usted es muy conformecon mis deseos ntimos aadiendo que la liga de esta Repblica con la Argentina, la quisiera yo extensiva a toda la Amrica espaola,6 d., t. IV, p.33conforme al proyecto general de federacin.17 No hay carta a Santander en esta pocadonde el Libertador no insista en su oposicin a EEUU; citemos una carta del 27 deoctubre de 1825: Me alegro tambin mucho de que los Estados Unidos no entren en lafederacin, y siento infinito de que en todo julio no haya usted mandado los diputados al Istmo18 Ante hechos tan categricos, solamente historiadores de encargo o muy comprometidos con el imperialismo pueden pretender que el Libertador concibaun Congreso de Panam con la inclusin de Estados Unidos.Una aparente contradiccin en el pensamiento de BolvarEl Libertador enfrentaba siempre las nuevas situaciones con gran objetividad. Por ello, producida la invitacin a Inglaterra, Estados Unidos y Brasil, entor7 d., t.IV, p. 535 8 d., t. IV, p. 500pecidos sus planes por este y otros hechos, trata de utilizar el nuevo panorama,pero siempre con el pensamiento fijo en el logro de sus metas. Por ello no es sorprendente que en 1826, al informar a Santander que se ha enterado que EEUU piensa enviar un delegado a Panam para asistir a nuestras conferencias, no beligerantes,califique este hecho de muy importante. Y en la misma poca Ravenga, alegra de en una afirme que carta a Jos Rafael que tambin se EEUU mande un delegado al Istmo sea como fuese. Esto ya entra dentro de la poltica frente a Gran Bretaa y EEUU que propugnaba Simn Bolvar y a la cual nos referiremos luego. Busca igualmente, de-bilitar en favor de la causa republicana, la pregonada neutralidad de los norteamericanos en la guerra entre el Imperio Espaol y las naciones de habla hispana. Esto se observa al remarcar el Libertador que el delegado norteamericano se propone asistir solamente a las sesiones no beligerantes y la frase sea como fuese con que complementa sus aseveraciones sobre el posible envo del delegado norteamericanoal Istmo. Es claro que esto no altera las ideas fundamentales de Bolvar sobre launidad hispanoamericana ni sus temores frente a EEUU, como continuaremos demostrndolo. Los temores frente a la potencia anglosajona ms bien se acentuaron progresivamente en el nimo del Libertador. Como un simple ejemplo, por ahora, recordaremos cmo al criticar las conclusiones del Congreso de Panam, afirma que uno de los errores es el traslado a Tacubaya porque, entre otras razones, all estar bajo el influjo de EEUU.Finalmente, en cuanto a este punto, queremos citar un testigo de excepcin, nada menos que el idealizador del panamericanismo, Byrne Lockey: Pero de un todo diferente era la actitud del gran protagonista de la confederacin. Bolvar anhelaba tenerpresente en Panam un representante de la Gran Bretaa, y aparentemente no era contrario a la presencia all de comisionados de otros paes europeos; pero no le agradaba la participacin de los Estados Unidos en el Congreso. Escasa duda puede existir de esto; porque aunque el no expres abiertamente su desautorizacin...19 Entendemos que cuando el profesor norteamericano habla de que no existi una abierta desautorizacin, se refiere a una manifestacin oficial de Bolvar, pues dudamos que no conociera las categricas manifestaciones contenidas en las cartas a Santander que dejamos citadas. Byrne Lockey no logra captar las razones de la oposicin de Bolvar ala participacin de EEUU y las9 Obra citada, Joseph Byrne Lockey, p. 383confunde con una supuesta preferencia hacia Gran Bretaa.Igual actitud de objetividad ante los fracasos de la anfictionaAlterada en la prctica, su concepcin de la reunin hispanoamericana, Bolvar ya no pone el mismo inters en el Congreso de Panam. Y comprende que en la forma como se haido desarrollando el evento no conduce a nada prctico y asume actitudes acordes con esta situacin. Por ello, en comunicacin a los ministros plenipotenciarios de Colombia en la anfictiona del Istmo (don Pedro Gual y el general Pedro Briceo Mndez)el 1 de agosto de 1826, asienta: Despus de escrita la anterior del 8 he estado meditando con mucha atencin sobre la liga federal y la liga militar que proponen algunos Estados de Amrica. Pienso que la primera no ser ms que nominal, pues un pactocon un mundo entero viene a ser nulo en la realidad; por lo mismo, ya que los mejicanos quieren una liga militar yo soy de opinin de que la formemosentre Colombia, Guatemala y Mxico, que son los nicos Estados que temen ataques porparte del Norte. El Per y Bolivia no dejarn de auxiliar a Colombia a causa de losservicios que le deben, y as, an cuando no sean partes constituyentes de esta liga poco importa.20 Como vemos, el Libertador es demasiado claro. Considera entorpecida su idea primitiva por la invitacin a mltiples pases y entonces trata de lograrque al menos la liga militar responda a sus ideas. Plantea que este pacto militar puede reducirse a tres pases, pero explica cmo as se cubren sus objetivos. Adems,el hombre de las dificultades como lo llama Acosta Saignes no olvida su plan alternativo de Federacin del Per, Colombia y Bolivia. De ello encontramos suficiente informacin, por ejemplo, en las Memorias de OLeary, quien cita carta de Bolvar, dondeexpresa: Despus de haber pensado infinito, hemos convenido entre personas de mejorjuicio y yo que el nico remedio que podemos0 Cartas del Libertador. Banco de Venezuela. Fundacin Vicente Lecuna., tomo V, segunda edicin, Caracas, 957. p. p. .aplicar a tan tremendo mal, es una federacin general entre Bolivia, el Per y Colombia, ms estrecha que la de los Estados Unidos21 Este plan aparece muy ligado a la anarqua existente y a los problemas internos, pero es evidente que encaja dentro del pensamiento general de la unidad hispanoamericana y responde a sus objetivos.El peligro de la dominacion norteamericanaHemos afirmado repetidas veces que uno de los objetivos fundamentales del Libertador era crear la capacidad necesaria para enfrentar el expansionismo y la prepotencia anglo-sajona. Esto se colige fcilmente de los textos bolivarianos. En estaocasin vamos a citar diversos autores que aseveran tal opinin. Claramente lo expresa el historiador Jos Gil Fortoul, al referirse a las razones de Bolvar para convocar el Congreso de Panam: Memorias del general Daniel Florencio OLeary. Imprenta Nacional. Caracas. 95, p. 79-80.preocupado por las dos grandes cuestiones del momento: acabar definitivamente conla dominacin de Espaa en las Indias Occidentales (libertad de Cuba y Puerto Rico)y propsito que apenas se disimula bajo su forzosa diplomacia con los Estados Unidos levantar en frente de la Amrica Anglosajona la Amrica Latina.22 Y de nuevo recurriremos a Joseph Byrne Lockey, quien cita tambin a Gil Fortoul en otro prrafo similar al que acabamos de transcribir, pero adems nos provee de las siguientes informaciones: Vargas en su Historia del Per independiente declara que Bolvar comprendi instantaneamente el peligro a que expona la ambigua proteccin de la doctrina Monroea la Amrica hispana, y que, reconociendo la necesidad de emancipar a los estadoshispanos del poder de la Repblica angloamericana, deseaba oponer a ese poder unainsuperable barrera en el Golfo de Mxico. Villanueva parece estar de acuerdo conla opinin anterior cuando dice que la doctrina de Bolvar era la Amrica hispana paralos hispanoamericanos. Jacinto Lpez en reciente Jos Gil Fortoul. Historia Constitucional de Venezuela, t. I., p. 58nmero de La reforma social dice que la idea del Libertador al reunir el Congresode Panam era evitar dominaciones extranjeras, y que, creyendo que los Estados Unidos constituan una amenaza para los estados americanos, deseaba preservar a estosltimos de la dominacin de los primeros como tambin de la de las potencias europeas. En opinin de Lpez la invitacin extendida a los Estados Unidos para tomar parte enel Congreso fue un error. No haba lugar en ese Congreso sino para los confederados, es decir, Mxico, la Amrica Central y las naciones del sur del Continente. Eraun Congreso esencialmente, exclusivamente hispanoamericano.23 Byrne Lockey no comparte, como es natural, estas opiniones. Nos hemos permitido citarlo solamente para utilizar sus fuentes: Numerosos autores venezolanos, entre ellos Blanco Fombona, corroboran la opinin que venimos sosteniendo sobre los objetivos del Congreso de Panam.3 Byrne Lockey, ob. cit., p. 38.Posteriormente a la primera edicin de este trabajo han sido publicadas dos obrasBolvar, pensamiento precursor del antimperialismo, del cubano Francisco Pividal yAccin y utopa del hombre de las dificultales, de Miguel Acosta Saignes, ambos conexcelente argumentacin y valiosas fuentes, demuestran la tesis de que Bolvar previ y trat de impedir la dominacin de lo que hoy es el imperialismo americano sobre nuestros pases. Pero repito que lo fundamental son los propios textos bolivarianos, muchas veces cuidadosos por las razones dadas por Gil Fortoul pero, en general, suficientemente explcitos.La diplomacia de Bolvar frente a Gran Bretaa y EE UUBolvar teme que la Santa Alianza europea ayude a Espaa a reconquistar sus antiguascolonias y se preocupa por la debilidad de stas. Esta es otra de las causas de la continua lucha por unirlas ofederarlas. Pero tambin este objetivo sigue una poltica de alianzas cuyo centro eslograr la amistad de Inglaterra, a quien considera el pas ms poderoso de su tiempo. Tambin, con menos nfasis, busca la alianza de los EEUU. Bolvar es categrico en cuanto al sentido de estas alianzas: permitir a las nuevas naciones robustecerse.Dicta continuamente instrucciones para ganarse la amistad de Inglaterra, alertasobre los peligros de que sta nos imponga su voluntad y acepta correr estos riesgos mientras nos fortalecemos, despus ya podremos reivindicar todos nuestros fueros, dice. En cuanto a EEUU, la poltica de Bolvar est muy bien definida en la frase de diplomacia forzada, empleada por Gil Fortoul. Los poderosos del Norte haban sido sumamente reticentes para ayudar a los patriotas en su lucha, proclamaban su neutralidad y eran benvolos con los espaoles.Por eso Bolvar los consideraba aliados eventuales y muy egostas.24 En relacin con eltema de las relaciones con Inglaterra y Estados Unidos queremos citar un interesante texto de Bolvar en carta dirigida a Santander, con fecha marzo de 1825: Yo creo que se puede salvar a Amrica con estos cuatro elementos; primero, un grande ejrcito para imponer y defendernos; segundo, poltica europea para quitar los primeros golpes; tercero, con la Inglaterra; y cuarto, con los Estados Unidos. Pero todo muy bien manejado y muy bien combinado, porque sin buena direccin, no hay elemento bueno. Adems, insto sobre el congreso del Istmo de todos los estados americanos, que es el quinto elemento.25 El remedio paliativo a todo esto si se encuentra esel gran congreso plenipotenciario en el Istmo, bajo un plan Carta a Santander, 8 de marzo de 85, Cartas del Libertador. Banco de Venezuela, Fundacin Vicente Lecuna, t. IV, p. 73, edicin, Caracas. 967 5 d., p. 80vigoroso, estrecho y extenso, con un ejrcito a sus rdenes de 100 mil hombres a lomenos, mantenido por la confederacin e independientes de las partes constitutivas. Adems de las chucheras de una poltica refinada a la europea, una marina federal yuna alianza ntima y estrechsima con la Inglaterra y la Amrica del Norte.26 Esta carta tiene por objeto alertar a Santander sobre el peligro, que se vea grave e inminente, de que Francia invadiera a Colombia por Venezuela. Entre las recomendaciones que hace Bolvar para enfrentar el peligro, veamos las dos que nos interesan:una, la conferenda del Istmo de los pases de Amrica, antes colonias espaolas; dos,la alianza de estos con Inglaterra y Estados Unidos. Especialmente en el segundoprrafo que he transcrito se ve claro que se trata de dos cosas diferentes, la confederacin de las naciones hermanas, de una misma lengua, un mismo origen, unas mismas costumbres y una misma religin de los pases antes colonias espaolas y la alianza deesta confederacin con potencias capaces6 d., p. 8de neutralizar el poder de los posibles invasores europeos. Los Estados Unidos parecen destinados... Para terminar este anlisis del pensamiento del Libertador sobre el Congreso de Panam y sus objetivos, nada ms apropiado que su valoracin globaly previsin extraordinaria del papel que jugara en America lo que luego fue el imperialismo norteamericano: Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la Amrica de miserias en nombre de la libertad.27 Nada ms visionario EEUU, no solamente ha paseado sus marines intervencionistas e invasores por todo elContinente Americano (ya hoy por el mundo) sino que, para mantener su explotaciny su injusto comercio a toda la Amrica, ha llenado a esta de miserias. Y todo ennombre de la Libertad.7 Carta de Bolvar a Patricio Campbell, 5 de agosto de 89, Obras completas, t. II, edicin, p. 873.CAPTULO IV Posiciones Burguesas ante el LatinoamericanismoEl mundo se transforma con rapidez. Y lo hace en la va del cambio histrico del capitalismo al socialismo y comunismo. Todos los das se fortalece el campo de la paz, la democracia y el socialismo; las fuerzas del mundo socialista, de la clase obrera de los pases capitalistas y del movimiento de liberacin de los pases dependientes, son cada vez ms poderosos y ganan terreno cada hora frente al imperialismo.No son palabras. Hay hechos simples que objetivizan ante nuestros ojos los cambios. Cuando se constituy la Organizacin de las Naciones Unidas(ONU) el Estado Norteamericano, a la cabeza del imperialismo, tena mayora en los diversos rganos de dicho foro mundial y frecuentemente impona decisiones reaccionarias que la Unin Sovitica se vea obligada a vetar en el Consejo de Seguridad. Los imperialistas se jactaban de no haber hecho nunca uso del derecho del veto y contaban y proclamaban todos los das el nmero de vetos que llevaba la urss. Hoy el panorama es completamente distinto. La Asamblea de la ONU toma frecuentemente decisiones favorables a los pases dependientes y al Movimiento de Liberacin Nacional. Los imperialistas han tenido que usar el veto. Incluso han comenzado a hacer campaacontra algunos de los organismos de las Naciones Unidas. Es claro que aspectosms importantes dentro de los cambios mundiales son la Conferencia de Seguridad Colectiva de Europa realizada en Helsinki y la firma de los tratados de paz con laRepblicaFederal Alemana, que son xitos sin precedentes de la poltica de paz leninista de la Unin de Repblicas Socialistas Soviticas y dems pases socialistas. Un proceso de xitos grandiosos ha tenido lugar en el mundo: la consolidacin de la Cuba socialista,el histrico triunfo de Vietnam, Laos y Camboya, el derrumbe definitivo del mundocolonial y la aparicin de numerosos Estados que han proclamado el socialismo comosu objetivo fundamental, entre los cuales se cuentan Angola, Argelia, Etiopa, Mozambique, Guinea Bisau, isla de Cabo Verde, Santo Tom y Prncipe, Yemen del Sur, Libia, Zambia, Zimbabwe, entre otros. Y por otro lado, una crisis mundial cualitativamente grave junto con un deterioro a ojos vistas del imperialismo norteamericano, que como respuesta, lanza gritos y zarpazos para tratar de convencerse a s mismo que es tan poderoso como antes. Esta actividad de los imperialistas lleva arepetidas acciones agresivas a intentos de reactivar la guerrafra, a impulsar la carrera armamentista comprometiendo as la paz del mundo. La inmensa mayora de la humanidad est contra la tremenda perspectiva de una conflagracintermonuclear y es necesario actuar contra el armamentismo y todos to hechos quepuedan favorecer el peligro de guerra.Amrica Latina tambin cambiaLos imperialistas del Norte estn acostumbrados a considerar a Amrica Latina su retaguardia segura. Pero ante los embates de nuestras clases obreras y pueblos, y la influencia de la situacin mundial, Amrica Latina cambia tambin. Cuba socialista consolidada tiene el significado de una nueva situacin estratgica en Amrica Latina,ya sta no volver a ser la misma. Lleg un momento en que pareca que la supuesta retaguardia yanqui se desintegraba. Adems de Cu-ba, la Revolucin avanzaba en Chile, en Per y Bolivi