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CONSIDERACIONES SOBRE EL TERMINO Mario CRUZ MARTINEZ* SLJMARIO: l. El término en l a perrpectiva romanista; l. /ntrodurr~ón; 2. El término y el cómputo del tiempo en lo romanistica; 3. Término ini- cial y términofinal; 4. La incompatibilidad del término y algunos nego- cios jurídicos; 5. Término imposible;' 11. E1 término en el Derecho intermedio. l. El término en las sietes portidas; 111. El término en el Derecho contemporánea; l. Introducción; 2. Concepto; 3. Algunas cla- srficaciones del término; 4. Cómputo del término; 5. El término en el contrato y en la obligacibn; 6. El término en los contratos translativos. la problemática de la propiedad temporánt,a; 7. Término en el negocio y su eficacia; 8. ,A quien fmiorece el término? 1. EL TÉRMINO EN L A PERSPECTIVA ROMANISTA E 1 término es una de las figuras jurídicas romanas, que nos de- muestran la evolución del pensamiento jurídico y aún más, de la concepción de la cosmovisión romana. Dejando de lado, el aspecto netamente jurídico-privatístico de esta institución, podemos observar los dies fa.sti y nefasti, en donde se podría actuar o no en el juicio, y dependiendo del calendario que tuviera el En los dies nejasti el pretor no podía pronunciar las tres palabras solemnes, a saber, do, dico, addico, con las cuales podía conceder la acción, aceptando la fórmula, fijaba una pena, o bien aprobaba un acto juri- * Maestro en derecho. 'Técnico académico del lns~ituto de Investigaciones Juridicas de la UNAM. ' La cuestion del tiempo y su incidencia en la sociedad romana es vital para ohsrrvar la evoluci"n social y religiosa de ésta. y para observar su repercusión en las instituciones juri- dicas. véase, para estos aspectiis, BREI'ONE. Mario. 7kniche e ideologie dri giurisli romani. ?". ed., Napoli, 1984, pp. 257-273. En lo que concierne a los pontitices y su notable activi- dad, vc'ase, AILMIKANTE. I.uipi, Una sforiir giuridicn di I<oma ida; re a Cesiire). Napoli. 1987. pp. 8-16. www.derecho.unam.mx

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CONSIDERACIONES SOBRE EL TERMINO

Mario CRUZ MARTINEZ*

SLJMARIO: l . El término en l a perrpectiva romanista; l. /ntrodurr~ón; 2. E l término y el cómputo del tiempo en lo romanistica; 3 . Término ini- cial y términofinal; 4. La incompatibilidad del término y algunos nego- cios jurídicos; 5 . Término imposible;' 11. E1 término en el Derecho intermedio. l. El término en las sietes portidas; 111. El término en el Derecho contemporánea; l . Introducción; 2. Concepto; 3 . Algunas cla- srficaciones del término; 4. Cómputo del término; 5 . El término en el contrato y en la obligacibn; 6. E l término en los contratos translativos. la problemática de la propiedad temporánt,a; 7 . Término en el negocio

y su eficacia; 8 . ,A quien fmiorece el término?

1. EL TÉRMINO EN L A P E R S P E C T I V A R O M A N I S T A

E 1 término es una de las figuras jurídicas romanas, que nos de- muestran la evolución del pensamiento jurídico y aún más, de la concepción de la cosmovisión romana. Dejando de lado, el

aspecto netamente jurídico-privatístico de esta institución, podemos observar los dies fa.sti y nefasti, en donde se podría actuar o no en el juicio, y dependiendo del calendario que tuviera el En los dies nejasti el pretor no podía pronunciar las tres palabras solemnes, a saber, do, dico, addico, con las cuales podía conceder la acción, aceptando la fórmula, fijaba una pena, o bien aprobaba un acto juri-

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* Maestro en derecho. 'Técnico académico del lns~i tuto de Investigaciones Juridicas de la UNAM. ' L a cuestion del tiempo y su incidencia en la sociedad romana es vital para ohsrrvar la evoluci"n social y religiosa de ésta. y para observar su repercusión en las instituciones juri- dicas. véase, para estos aspectiis, BREI'ONE. Mario. 7kniche e ideologie dri giurisli romani. ?". ed., Napoli, 1984, pp. 257-273. En lo que concierne a los pontitices y su notable activi- dad, vc'ase, AILMIKANTE. I.uipi, Una sforiir giuridicn di I<oma ida; re a Cesiire). Napoli. 1987. pp. 8-16.

www.derecho.unam.mx

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dico realizado ante él. Los dies nefasti se realizaban las ceremonias religiosas o las festividades públicas.2

El día o término (dies) establecido en un negocio jurídico, puede ser cierto o incierto (certus, incertus). La incerteza puede consistir en el hecho de que no sea predecible cuando el día señalado arribará.3

Al igual que la condición, el término lo encontramos como un ele- mento accidental del negocio: en cuanto cláusula que las partes pue- den inferir según las exigencias del negocio. El término o mejor conocido en la nomenclatura romana como dies, es conceptualizado en forma genérica como el día futuro, y en un aspecto más amplio, el evento futuro cierto, al cual pueden subordinarse, por la voluntad de las partes que intervienen en el contrato, el inicio o final de los efec- tos negociales: también con este vocablo se alude a la cláusula nego- cia] que disponía la mencionada sub~rdinación.~ Al igual que la condición, el término no es válido en los actos legítimos, ya que de incluirse en éstos, el negocio sería nulo (D. 50,17,77). Y en materia

La relación entre religión y derecho es analizada con gran sobriedad por, ARANGIO- Ruir, Vincenzo, Storia del dirirto romano, 76. ed. revisada, Napoli, 1989, pp. 2-10.

"L'esspressione dies (termine) ha anche un significato piti ristretio e piti proprio, quello ciok di giorno, che verra sicuramente, che non k misto in alcun modo a condizione, e che anzi, da questo lato, rappresenta quasi un concetto opposto a quello di conditio: ossia i l dies propiamente e certus un", G. BRUNETTI, IL dies incertus nelle disposizioni testamentarie (contributo alla dottrina del dies e della conditio), la. ed., Civelli Editore, Firenza, 1893, p. 14.

A pesar del comentario de SCIASCIA, que afirma, que 'he1 diritto romano il termine non va considerato come elemento accidenrale della coregoria 'negozio giuridico: che *moderna; esso deve piuttosto essere individualizzato attrmierso le sue concrete applicmioni che hanno una propia terminologia o comunque una pecularier~ ripicizzata dagli inlerpreti': , SCIASCIA, Gaetano Termine (diritto romano), en Novissimo digesroiroliano, Ristampa 1982, Torino, 1973, p. 93. Por otra parte, F. VASSALLI, Dies ve1 condicio (lineamenii della dotirina romana della condizione), lstituto di diritto romano, Roma, 19 15, p. 5, considera una vinculación muy importante entre dichas modalidades, incluso "nella compilazione giustinianea si ovverte il risulrato di un movimento tendente a rawicinore il regime giuridico del dies e della con- dicio. e precrsamente il regime dei rnpporti condizionali o quello dei rapporti coslituiti".

La romanística ha estudiado de manera general, pero copiosamente el término y sus vin- culaciones con el negocio jurídico, o mas aún con el contrato. Remitimos al lector a la bibliagraíia seaalada para el estudio de la condición. Sin embargo, es dable destacar la obra de B. ALBANESE, Gli atti negoziali nel diritto privato romano, Palermo, 1982. 309 y SS.,

quien hace una notable síntesis del término y su vinculación con el negocio jurídico. Para el doble significado del vocablo dies puede verse D. 35,l.l.l.

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de sucesiones, existe el principio de que si se establece en la institu- ción de heredero, se considera como no puesto.7

En líneas generales, podemos decir que los juristas romanos cono- cieron y establecieron cuatro tipos de término, a saber, dies certus un cerfus quando, para señalar por ejemplo, las calendas del próximo marzo; cerlus un incertus quando, como el día de la muerte de Cayo; incertus an certus quando, para señalar, por ejemplo, el día que cum- pliré 90 años; y finalmente, incertus un jncertus quando, para referir- sc al día del nacimiento de mi nieto.

2. El término y el cómputo del liempo en la romanísticu

Así, en el término, la cuestión más trascendental es el tiempo.' Sin embargo, la problemática que se plantea es la de saber, si el término se computa a partir del mismo día o bien al siguiente. La terminolo- gía escolástica habla de dies a quo computatur o non computatur in t e r m i n ~ . ~ Las fuentes romanas no son unívocas en este particular, ya que generalmente se computaba el dies a quo'O y sólo excepcional- mente no se computaba."

De tal suerte, el cómputo y los demás elementos del tiempo son parte trascendental en esta modalidad, que sin lugar a duda ha tenido una evolución notable pero con especial referencia a su base romanís- tica. De esta manera, el término es finalmente la fecha con la indica- ción del año (dies et consul) o de la hora,'' que según los romanos

' D. 28, 5, 34. PAPNIANO; definiciones, libro l. h o se da válidamente una herencia desde cieno día, o hasta un dia, pero quitado el vicio del tiempo subsiste la institución (heredilas cx die, ve1 ad diem non recte darur, sed vitio lemporis sublalo mane1 insrrrurio

A manera de ejemplo, podemos citar algunos pasajes en donde se nota la importancia del tiempo, en los negocios juridicos: D. 36.1.76 (74); D. 17,2.52,10: D. 50, 17,101; C.I. 7.63,l; C.T. 11,30,19; C.T. 12,1,2; C.I. 7.54.2; 1. 1,25,16.

SCIALOJA, op. cit., 381; FERRMI, Pandelte, 167 lo En los siguientes pasajes, el tkrmino se computa desde el mismo dia, asi por ejem-

plo,D. 40,l.l; D. 28,1,5; D. 41,3,7.; D. 38,9,1,9; D. 19,4,1,5; d. 50.16,134; D. 50,16,132; D. 48,5,30,1.

" Uno de los pocos fragmentos donde encontratilos dicho cómputo es en D. 50,17,101 En donde la ley habla de dos meses, sin embargo sc establece que "ha de ser oido también el que hubiere acudido el sexigesimo primer día" ( l b i 1e.z duorum mensum fecil mentionem, er qui sexogensimo el primo die veneril audiendus rrt; ira enim el imperator Anroninus cum divo parre suo rescripsil).

l 2 D. 43,24,5,1.

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debía comenzarse a computarse en la media noche del día señalado, y termina la medianoche siguiente.'' Si el tiempo viene considerado en función del inicio de cualquier efecto jurídico, se especifica como ex die.I4 Por otra parte, cuando se considera el tiempo en relación a la terminación del vinculo jurídico, se llama ad diemI5 o in diem.I6

3. Término inicial y término final

El término puede ser suspensivo o inicial ( ex die) y término resolu- tivo o final (ad diem)." En la terminología medieval se hablaba de dies a quo, para el primer caso, y de dies ad quem, en el segundo. Es considerado suspensivo cuando a partir de su verificación, comienzan a realizarse los efectos del negocio, o en otras palabras, cuando se cumple el término es exigible la obligación que nace del contrato. Así pues, encontramos las expresiones "desde el día" (ex die), y "día desde el cual" (dies a quo)." En este caso, la estnictura del negocio

l 3 D. 2,12,18. " Verbigracia, D. D.7,1,4; D. 7,3,1,3; D.l7,2,28; D. 28,5,9,17; 34; D. 33,1,16; D. 36,2,2;

D. 36,4,14 pr; D. 44,7,44,1 y D. 45,1,126 pr. l 5 Véase, D. 18,2,13 pr; D. 18,3,2; D. 18,5,10 pr.; D. 19,1,13,26; D. 28,5,34; D. 45,1,77. l b D. 44,7,44,1; D. 12,6,10; D. 35.2.45 pr; D. 7,3,1,3. Por la importancia citamos el pri-

mero D. 44,7,44. El mismo; comentarios al edicto del pretor, libro LXXIV De ordinario son cuatro las causas de las obligaciones, porque en ellas hay o día, o condici6n. o modo, o accesión.

1. Respecto al día se han de mirar dos cosas porque o la obligación comienza desde un día, o es referida a un dia, desde un día, como "¿prometes dar en las calendas de marzo?", cuya naturaleza es que no se exija antes del día: pero a día, "¿prometes dar hasta las calen- das?". Está tambien determinado que no se puede constituir obligación a tiempo, no de otra suerte que un legado, porque lo que se le comenzó a deber a alguna se deja de deber por ciertos modos; y ciertamente después del tiempo podrá. ser repelido el estipulante o con la excepción de pacto convenido, o con la de dolo malo. Así, tambien al hacer la entrega, si al- guno hubiere dicho que t l entregaba el suelo sin la superficie, de nada le aprovecha para que no pase al otro también la superficie que por naturaleza es inherente al suelo.(Obligationum fere quatuor causae sunt; out enim dies in his est, aut conditio, aus modur, out accessio. 1. Circa diem duplei inspectio est, nom ve1 ex die incipit obligatio, out confertur in diem; ex die, veluti 'ialendis Martiis dare spondes? ' cuius natura haec est, 1 ante diem non exigatur; ad diem autem; 'usque ad ialendas dure spondes?. Placer etiam ad tempus obligationem constitui non posse, non magis quam legatum; nam quod alicui deberi coepit, certis modis desinit deberi; plane post tempus stipulatar ve1 pacti conventi, ve1 doli mali erceptione sum- moveri poterit. Sic et in tradendo, si quis direrit se solum sine superficie tradere, nihil pro- ficit, quominus et superficies transeat, quoe natura solo cohaeret).

l7 MARRONE, op. cit. p. 178, atirma que, "il termine poteva essere inúiale o finale: dies a quo o dies ad quem. secondo la termlnologia degli interpreti. I romani parlarono di negozi ex die (per il termine iniziale) e di negozi ad diem (per il termine finale).

l 8 Se distingue así, en dies cedens, o momento a partir del cual existe la obligación, y el dies veniens, o fecha que se considera idónea para exigir el cumplimiento. Véase,

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adoptaría la siguiente versión, "prometes dar 2 millones de sestercios en tal fecha, o antes de tal fecha, o dentro de tantos meses".19

El término puede establecerse de modo indefectiblemente cierto, con referencia a una fecha del calendario (como decir, " las próximas calendas de enero"), o con relación a Lin acontecimiento futuro cierto (como señalar el término con base en una determinada fiesta religio- sa): los intérpetres hablan de dies certuv un, certus quandoj. Además, el plazo puede fijarse con referencia a un acontecimiento futuro y cierto, pero no con una precisión cronológica (como decir, .'cuando Ticio muera"): en este supuesto los iniérpetres hablaban de dies cer- /lis un, incertus q~crndo.~"

La regla denominada por los intérpretes denominada dies incertus un. certus quando, tiene apariencia de un término pero realmente es una condición; como en el ejemplo, "cuando cumplas 27 años". Si bien, la fecha futura es cierta, la persona señalada puede morir antes de cumplir la edad establecida. Y el mismo comentario podríamos ha- cer, respecto al principio denominado dies incerfus un. incertu.~ yuctn- do, como en el ejemplo, "cuando te case^".^'

Guzmán Brito nos enseña, que al igual que sucede con las condi- ciones, el Derecho clásico considera a todo plazo como suspensivo; y

~~ ~ --

D 50.16.213. ULPIANO; reglas, libro l . "Ceder" el término significa comenzar a ser debido el dinero: "llegar" el término significa haber llegad,, el día en que se puede pedir el dinero. Cuando uno hubicrc estipulado puramente. cede y liega el término: cuando a pla,.o. cedió CI término pero no llego todavia; cuando bajo condi~i~in. ni cedió. ni llegó el térrninri. cstanda todavia pendiente la cimdición".

1. Es "dinero ajeno" el que dehemos a otros; cs "dinero propio" el qur otriis nos deben. 2. Es "culpa lata" la demasiada negligencia, 'sto es, no entender lo que todos entien-

den. ( "Cedere " diem signi/icaf, incipere deber; pixuninm; "venire " diem significar. eum diem venisse. quo pecunia peti possir. Ubi pure qui, siipulaius fuerii, el cessit et venir dies; ubi in diem. cessit dies, sed nondum vcnrt: ubi sub conditrone. neque cessir, neque venil d ~ e s pendenie adhuc condiiione.

l . "Aes alienum " est. quod no aliis debemus "aes suum" esl, quod alii nobis debent. 2. "Lara culpa" esi nimia negligeniia. id esl. non intelligere, quod omnes inrelligunr).

l9 Véase. D. 45,1.56,5. 'O En todo lo relativo al término y la connotación de los intc'rpretcs, véase, ALUANI;SI~.

op cit . p. 310. * l En cuanto al dies certus on ccrtrrus ouando. reliriendonos a una fecha determinada. véa- -

se pur ejemplo, D. 19,1,51,1; D. 36,2,21,pr. En cuanto al dies.incerius an, cerius quando, por cjemplo, D. 30,30,5; 32 pr; D. 32,37,5: D. 33.1,21,4-5; D. 33,2,37; D. 34.1.14,l: D. 34.2.18.2; D. 34.3.28. pr.; D. 34.5.29; D. 35,1,36: 11. 36,1.48; D. 36,2,20. Para el dies incer- ttls un. incerius quando. véase por ejemplo, D. 31.5 1.1; D. 35.1.9: D. 36,1,21: D. 36.2,21 pr.

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a la cláusula de plazo que llamamos resolutorio la mira cual un pacto de resolución sometido a plazo suspensivo, que solo por un Derecho pretorio resulta eficaz.22 Podemos decir, que el Derecho romano utili- zó de manera reiterada el término final. El término final fue usado de manera menos constante. El término final fue siempre admitido en el legado de usufnicto y en otros negocios constitutivos de u ~ u f n i c t o . ~ ~ También fue frecuente el término final en los fideicomiso^.^^ Por otra parte, nunca fueron aceptados los términos finales en las manumisio- nes: la razón es obvia, ya que de lo contrario, seria una absurda con- cesión de libertad temporal.

Existen referencias concretas de la admisibilidad del término final en la sociefas, en la locatio conducfio y en el prec~riurn.~' Finalmen- te, el término final fue admitido también en los pacta.

Una cuestión interesante es la planteada por S o l a ~ z i , ~ ~ que se cues- tiona la limitación de la relación jurídica mediante un término y si el derecho que dimana del negocio, viene adquirido inmediatamente y si su ejercicio queda en "suspenso" en relación al cumplimiento del tér- mino. Podemos ver que en las fuentes se hace la distinción entre la obligatio y la futura praestario; la obligación se perfecciona inmedia- tamente, en tanto que la prestación de la misma se tendrá al cumplir- se el plazo e~tablecido.~' En el pasaje 45,1,46 pr.?' encontramos que la estipulación bajo término de larga duración no es nula, porque la obligación nace enseguida y solamente se difiere solamente el pago. Así pues, la opinión planteada por Solazzi,29 es la relativa a precisar el momento en que nace la obligación, y conocer si su ejercicio que-

22 GUZMAN BRITO, Alejandro op. cit., p. 39. 23 Véase por ejemplo, D. 7,1,37; D. 7,3,1,3; D. 7,4,3,pr.; D. 33,2,6. 24 A manera de ejemplo, v. D. 33.1.15; D. 33.2.39; D. 34,3,28,8; D. 35,2,29; D.

36,1,64,1. 25 Sociedad: verbigracia, D.17,2,1 pr.; D. 17,2,14; locazione, D. 6,3,3; D 19,2,9,1; D.

24,3,25,4; D. 45,1,89; D. 47,2,68,5; D. 19,2,13,10; precario, D. 43,26,4,4. 26 S. SOLAZZI, Sull'obbligazione a termine iniziale en IURA (Rivista internazionale di di-

ritro romano e anrico), T. 1, Napoli, 1951, p. 36. 27 Así por ejemplo, véase GAYO, 4,131. 28 D. 45,1,46, pr PALRO; Comentarios a Sabino, libro XII. Estipulamos útilmente que se

de en loas centésimas calendas, porque la obligación es presente, pero el pago está diferido a t6rmino (Centesimis kalendis dar; ufiliter sfipularnur. quia praesens obligatio esl. in diem au- tem dilata solutio).

29 SOLALZI, Siro op. cit., pp. 223-247.

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da supeditado al plazo. Nuestro autor,j0 mentando Gai 4,141. afirma que "netta 6 yiii la distinzione dell'ohliglitio e della futura pruestuiio; 1 'ohhliguzione 2 contruita immeui'ularninfe, Iu presfuzione seguivii ull<r scudenzu del termine"." Contrariarilente a esta postura. Apple- toii" afirma que el yerno adquiría el derecho total sobre la cosa. cuando se efectuaba la muerte del suegro.

Kealmetitc la cuestión puede apareczr discutible. Sin embargo. cuaiido el suegro promete in tempus y ~ i o @se moreretur, se obliga. Por ello. consideramos que la obligacióii nace a partir del motnento de la celebración del negocio. Obviamente su cumplimiento se trasla- da para otra fecha, pero es indudablemetite del negocio inicial. Dc tal suerte. que si yo digo "te doy 10 millcnes de sestercios el próximo año". quiere decir que la obligación dc dar la cantidad establecida nace precisamente en el momento que fiirmulo el ofrecimiento; clara- tnctite. la entrega se realizará en un morilento u l t e r i ~ r . ~

El térmitio se diferencia básicamente de la condición, porque en aquél si bien el acontecimiento es futuro. su verificación es objetiva- mente cierta. aunque esto no obste, para que el momento de la verifi- cación del término sea incierto (D. 35.1.79). Así encontramos:

'" ldcni. p. 122. " Asi. para confirmar csta postura véase: 1). 16.2.7 pr.. cn dondc el dovi opoi-rei.<,. es dr - cir la obligacidn. cxiste pero no es cijmpcnsablc ni ixigiblc. antes que c l tc'rniino se v c n u IKn 1). I í . l . 46 pr.. encontramos una cstipulacion ciin un termino drtnasiado amplio. qiic in- cluso supera la vida dcl estipulante: siti cnibargo. estc nii obsta para que la iibliyaciiin narca. lo itiiico quc se diliere es el papii. Finalnicntc. 1). íOlh,213 pr.. en donde la dilcrcnci;~ cntrc CI iiaciiiiicriki dc la iiblipiici6n ' la posibilidad de hac:il;i ctcc1ii;i. c\tá ciinci'ntradii ci i las ICI- cociiincs. i,edelit diem ! ri,>iii'. Oieni. '' Ai,i'l i l i lN . ,IlIci-(ia rzoiri~<~iir siii. /e i<2i.!?le rcr-l< I,, oir i,icerloiii ?,, dr Kon~iiiii. cn Rei. ( ; < ~ n I l c d i i ~ i i < i ~ la 16gis/<il el de 10 jiii?<iir-. 1926. p 158. ni. 2. . . , , SII<AIINI. l ~ l i l t i : ~ ~ t ~ i , 1. 2211 SS ~ I C L . que ..i/ -i'rr~iiri~> . non rcnde inc?i.lo i l i.ii!>oi-lo ,cii(ridico I cio? l ' ~s i ,s~r t i : i , iIi.1 rn~,~/e~.sin,oi. nio >:e . i i i i rdi, 10 eri,ciciont, r e io pci. <,.,elit~

!m>, ,U.O,~N,~IU >,~,l le sitldi [wr 1 yc,nt,citi> d<~l/ 'on,ir> pi,.,.sinro. i l mio dc,hilo tsislc i i i i di i l nio- iizi,t,io r l i l l i i l>i-otrte.ssri. i! ir,i.tiiiiie <i/>l>o.s~o no>z 1 u 011ru e[/<,it<i </,e qiiriir, di />i.oI<iWi / ' i r . l i in I i~ ~ i < ~ / l ' i ~ s c c i ; i o n ~ dellri mede,~inzo" .4RANCiI0 i< l l i / se exprcs;i en iiii sigiiiciilc5 Icrlrll- ini ih. lsi i i iciori i 90 ss. '' i l icriiitne s,,~/>i,ii.sir.o I y,,, ' l o c l i i iaolo di ioi niago:in pi i i r i r l i io iii

1,,,2, ~Ic~ll0 q~, i , / t~ kd, e,/j~>/I, 611 P.SJO SI v ~ ~ ~ i c l ~ ~ ~ r ~ ~ t ~ m ~ g!orno O ~ ~ ~ e r n ~ ~ t ~ ~ ~ l o o ~ i ~ ~ l c r t n ~ n c ~ l ~ i - !id. tiiri /,o! soxxj>mge che i l r<i/>porio i>hhliyi i iorio n ,ei-mine 6 p<~r / r l iu e l 'r,nicii c / le l io dcllir < Iiii isolir <icc<.ssorio i i.iie non si poriii /,i.<,ren</ei.e ~ '¿id<~»zi~irnoirn prtni<i del d i ~ s 11t,t,q,w i ioti ~ t i r r i ,gli i ~ / k t : i d<,l ni,yo:io sono pi.<i<.i-iisii>z<ili /iii,i id dres"

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MARI0 CRUZ MARTINEZ

D. 35,1,79. Papinianus, libra l. Definitionum. "Heres meus. quum morietur ti- tius, centum ei dato"; purum legatum es!, quia non conditione, sed mora sus- penditur; non potes! enim conditio non existere.

1. "heres meus quum ipse morietuq centum Tiiio dato': legatum sub con- ditione relictum es!; quamvis enim heredem moriturum certum sit, tamen in- certum es/, an legatario vivo dies legaii non cedet, et non est certum, ad eum legatum perventurum.

D. 35,1,79. Papiniano; definiciones, libro I."Cuando muera Ticio dele ciento mi heredero", el legado es puro, porque se suspende no por una condición, sino por una demora; porque la condición no puede no cumplirse.

1. "Cuando el mismo muera de mi heredero ciento a Ticio", el legado fue dejado bajo condición; porque aunque sea cierto que el heredero habrá de mo- rir, es sin embargo incierto si el termino del legado no correrá viviendo el le- gatario, y no es cierto que a el haya de ir el legado.

Sin embargo, no es raro encontrar una cláusula que sea una combi- nación entre un término y una condición. Por ejemplo, se dispone un legado con la condición que a Ticio no le nazca un hijo dentro de un quinquenio posterior a la muerte del t e ~ t a d o r . ~ ~

4 . La incompatibilidad del término y algunos negocios jurídicos

Ya hemos señalado, que diversos negocios por diversas razones no admiten la condición y el término en el Derecho romano antiguo y clásico. Sin embargo, debemos anotar ciertas particularidades que en- traña el término. Cuando hablamos del negocio in iure cessio, nos re- ferimos a un acto legítimo, pero en el Derecho romano clásico se acabó aceptando la validez de este negocio constitutivo de usufmcto, sujeto a término final. La razón de la aceptación de este plazo, la en- contramos en la naturaleza intrínsecamente temporal del u s ~ f n i c t o . ~ ~

En tanto? en la stipulatio, la colocación de un término final era considerado como no puesto (tal vez en época antigua se consideró

34 Pueden verse los siguientes pasajes para ilustrar este supuesto: D. 4,6,43; D. 35.1.4.1; D. 35,2,27;D. 36,2,19,1; D. 45.1,8; D. 45,3,1.6; D. 47,2,68,1.

35 Según ALBANESE, op. cit.. p. 312, no podemos saber con precisión si los clisicos acep- taron la posibilidad de poner un término inicial en la in iure cessio constitutiva de usufructo: sin embargo, "Paolo propendeva per la solurione negativa, Mi considerazione della struttura dell'in iure cessto. che implicava un'afjerrnazione di porere attuale da parte dell'acquirente".

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CONSIDERACIONES SOBRE EL TERMINO 57

nula la estipulación); sin embargo, el pretor con el mecanismo de la exceptio (pncti o doli generalis), se encargó de asegurar la absolución del deudor, después de la caducidad del término final.

Finalmente, en la época clásica fue imposible establecer válidamen- tc un término a los negocios constituvi\os de dominio (u otros que implicarán una situación dominical). Empero, en derecho justinianeo se admite una haditio constitutiva de propiedad (se trataba de un puc- tum) con término final.36

5 . Término imposible

Si bien las variantes y clasificaciones del término no son tan grandes como la de la condición, surgen algunos aspectos interesantes que merecen ser comentados. Así pues, encoiltramos el término imposible (dies inzpossibili~) y la imposibilidad de su prestación. Imaginemos un contrato donde se establece como término, el día 368 del año. Evi- dentemente, tal fecha es inexistente, por lo que se hablará de tér- mino imposible. Sin embargo, la pregunta que surge es la siguiente, ¿qué es imposible, el término o la cláusula mediante la cual se intro- duce el término?

Nosotros consideramos, que la denominación "término imposible", es temeraria, ya que no trasluce la natur'ileza esencial del problema." Así pues, podemos estar frente a una imposibilidad absoluta o a la imposibilidad del con ten id^.'^ Porque si bien, el término puede ser considerado como imposible, en el supuesto que no4se logre su cum- plimiento o su materialización, también es cierto, que las partes tienen la facultad de inferirlo como un elemento modal del negocio. Clara- mente, en los contratos sería más ambigüa la denominación de ma-

-~ ~

j6 AI.RANESE. op. c i t . p. 316. 37 BJONDI considera que en realidad .'il termine m ii yuo essere impossibile, mu 6 piutlos-

to I ' a g ~ i u n t a del termine che rende la d~sposizione inirtuabile': B I ~ N D O , BiONDi, Successsio- ne testamentaria, p. 566.

38 Sobre el particular, se expresa GROsso Guisseppe de la siguiente manera. "per il termi- rte. invece, un principio che /osse stato /ormularo pcr il dies impossibilIs, quale giorno o mo- mento che non esiste, non avrebbe poluio assorbirg. ipolesi tanto dflerenziate nello sleso rr/erimento dell'impossibilda, che, come abbianio deiio. in quegli olrri casi, non investiva il rermine in se. rna il contenuto del negozro", G ~ o s s o . Giuseppe, "Dies impojribilis " e impos- sibilitn della prestazione, en LABEO (Rassexna di d i i l to romano), Napoli, p. 293.

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58 MARI0 CRUZ MARTINEZ

mas, ya que las partes tienen la potestad de agregar las modalidades contractuales. Sin embargo, en materia testamentaria podrían suscitar- se controversias, en virtud del desconocimiento de las circunstancias posteriores, donde la imposibilidad absoluta de su cumplimiento de- pende de la imposibilidad material o física del término.

Además, en las fuentes no se encuentra la locución dies impossibi- lis, sino que se habla de la condicio impo~sibi l is .~~ Ahora, en cuanto a la determinación del término imposible, hallamos un término abso- luto o relativo.40 Es absoluto si la imposibilidad vienen por la inexis- tencia del día señalado como plazo, o porque físicamente o jurídicamente, el término no llegará jamás. Por ejemplo, fijar el día 370 como plazo en un contrato, o el dies aetatis en una persona muerta. Existe la imposibilidad relativa cuando, a pesar de que el pla- zo sea cierto ( o por el an y el quando, o por el an solamente), re- sulta establecido en tal momento que hace imposible la eficacia del negocio jurídico.

A su vez, dicha imposibilidad relativa depende de:

a) La naturaleza del acto si se debe cumplir en un término que por su brevedad o por su absoluta incompatibilidad, entre acto y término, no sea posible cumplirlo.

b) Por la naturaleza del negocio jurídico. Cuando el término está en contradicción manifiesta con las reglas propias del negocio, en el cual se establece. Por esta razón, son imposibles el dies mortis del usu- fructuario en la constitución del usufructo, y también observamos el mismo fenómeno en el dies mortis del esclavo en la manumisión.

39 Seguimos las ideas de R. DE RUGGIERO, 11 dies impossibilis nei contratti e nei testa- menli (saggio sulla leoria del dies in dirilto romano), Estratto da1 Bulletino dell'lstitufo de Diritlo Romano, Ailo XV, Fasc. 1, Roma, 1903, p. 4 y SS. Sin embargo, para SAVIGNI, " o l f ~ z alle condizioni impossibili s'incontrano anche i termini impossibili (dtes impossibilis). Quan- to ail'essere certa la inesistenza loro, questi coincidono perfelramente con quelle, si che po- lremmo aspetrarci, che anche tali termini venissero trattati come non scritri, rimanendo cosi ferma la disposizione ''

En cuanto a la clasificación del término imposible v. RUGGIERO, R. de op cit., p. 13 y ss.

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CONSIDERACIONES CORRE El. TERMINO

11. El. TERMINO EN EL DERECHO INTERMEDIO

1. El término en las sietes partidas

Ln el apartado de la condición en el derecho intermedio, hemos seña- lado la importancia de las Partrdas en el derecho de la Nueva Espa- ña. Ahora, únicamente nos limitaremos a enunciar los aspectos más interesantes en materia del término en el ordenamiento de marras. Si bien, el término y su vinculación con el tiempo, como fenómeno hu- rriano. tiene un carácter omnímodo en las diversas legislaciones, ya que todo acto y negocio jurídico tienen una sede temporal de aplica- ción, es necesario diferenciarlo con la maestría de nuestro argumento. Asi pues, con estas salvedades. nos limitaremos a plasmar ciertas re- glas vinculadas al término como modalidad contractual.

La noción de término la encontramos en la Partida 5, Título 11: Ixy XII, en donde se habla de las diversas clases de "promi.s.sion" y precisamente una de las mencionadas. "es quando la promission es ficha u dia señalado: y esiu es llamada e latin promissio in diem".4' Se arguye de este texto, que las Partiduv se refieren al término en la obligación genérica, por lo que debemos tener presente, que el térmi- no es un fenómeno jurídico que se vincula de manera central con la obligación, y no con el contrato. En la misma referencia, se lee que "se puede se ,fazer aun tal prometimiento como este, u dia que se non pueda señalar ciertamente: como quier que aquel dia ha de ser en todas guisas". Por tanto, colegimos que el término no necesariamente se refiere a una fecha conocida, sino a un día que indefectiblemente tendrá que llegar, como en el supuesto de dia de la muerte, no se sabe cuando será tal circunstancia, pero inevitablemente llegará: cum moriar, cum morieris, "e esto seria COMO si el que ,fizie.sse /u promis- S ~ O M , dixe.s.se assi yo vos prometo que tlen mis herederos: o q fugan tal cosa. el dia que yo ,finarev. En este orden de ideas. lo pagado an- tes de la muerte no podrá repetirse, secún la Partida 5, Titulo XIV. Ley XXXII, que expresa "como si dixesse, prometo de v»s dur iuntos. marauedis, si me muriere o en otra mcinera semejante destus, si los marauedis pagasse en su vida, no los ~ ~ o d r i a despues demandur que

p - ~ ~ ~ -- --

q ' Esta referencia sc encuentra cn lnsi. I.ibro l . l iiulo 16. párralb segundo: "in diem sri- puiatio esf. citm /it ndjecto die. quo pecunio solvaiur., i.eiuii. Decem aureos primis ca1endi.i Iloi-iii dore sr>ondesn

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60 MANO CRUZ MART~NEZ

la paga fuesse fecha, porque cierta cosa es, que la condicion se cum- pliria en toda sus guisas".

Ya hemos destacado, la gran interdependencia o si no al menos re- lación, que existen entre los diferentes accidentes contractuales. En las Partidas se establece un supuesto que nos ayuda a vislumbrar un principio cardinal en el estudio de las modalidades. En la Partida 6, Título 9, Ley XXXI, se dice que los testadores pueden establecer sus disposiciones de última voluntad de diversas maneras; una de ellas podría realizarse cuando el testador "fiziesse la muda dixesse tales palabras: mando que den u fulano mil1 marauedis, quando fuere de edad de catorze años, si acaesciere que aquel aquien la faze, llegare a aquella edad, valdra la manda: e si muriere enante, non la puede demandar su heredero, nin ha derecho de la auer De esta manera, es condición aquel plazo que es fijado a través de un acontecimiento que denota incertidumbre. En esta caso, muriendo la persona antes de llegar a la pubertad, falta la obligación, y el negocio es nulo.

Existen obligaciones que envuelven tácitamente un término; así, la de dar una cosa en cierto lugar implica el tiempo necesario para tras- ladarla al lugar señalado, Partida 5, Titulo 11, Ley XIII. En cuanto al término resolutorio se establece como el dia que fenece una obliga- ción: "te prometo una pensión de mil pesos anuales por veinte años", Partida 5, Titulo 11, Ley XV1, en donde se regula "como deue ser cumplida la promission que es fecha en razon de dar o pagar en ka- lendas cada año cosa cierta". Si las partes no establecieron expresa- mente el término en el negocio, entonces el juez tendrá la facultad de fijar uno; según la Partida 5 , Titulo 11, Ley XIII, el juez puede otor- gar un plazo moderado según las circunstancias de la cosa,cantidad y personas. Actuando de esta forma, el juez "del logar, deue asmar, se- gun su aluedrio, falta quanto tiepo, seria cosa aguisada, para poder coplir lo que prometio, aquel que se obligo".

" El párrafo 3, tomado de las leyes 21 y 22, Titula 2 del libro 26 del Digesto, ponen los ejemplos, cum pubes erit cum annorum quator decim esset faclus: hallamos de esta manera en la ley 22, que el cum equivale a si en este y otros casos parecidos, y que todos ellos en- cierran no solo día sino verdadera condicion, " si llegare a la pubertad, si cumpliere catorce mios".

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111. EL TÉRMINO EN EL DERECHO CONTEMPORÁNEO

El estudio de las modalidades del negocio jurídico nos obliga a ana- lizar el término y sus vinculaciones con la materia contractual. A pesar de que la condición y sus diversas vicisitudes han preocupado de manera más importante a la doctrina y jurisprudencia, el término se presenta como una de las modalidades que presenta matices singu- lares por su íntima vinculación con el tema del tiempo." Es así, que la dimensión temporal y espacial es nota característica de los ac- tos juridicos.

El cumplimiento de un acto del hombre que se materializa en el mundo fáctico y que trasciende en el ámbito del derecho se refleja in- dudablemente en el espacio y en el tiempo. Si bien todos los actos tienen una notoria relación con el tiempo pues se realizan en el mis- mo, existen dos tipos de actos que se relacionan con los intereses hu- manos y que son relevantes para el derccho: por una parte, aquellos actos juridicos que no tienen ninguna consideración del tiempo, y por el otro, los actos juridicos que tienen relevancia y eficacia jurídica, en cuanto se verifican en un momento determinado o en cierto periodo de tiempo.14 En el área del Derecho civil, los principios generales del cómputo del tiempo los encontramos principalmente, a partir de la

~ ~ -

'' El tiempo ) su relación con el inundo del dercr r<i es un tema que se ha tratado como iin tema residual en la estructura drl negocio jiiridic<,. t;n CI estudio dc las modalidades. el iiempo es un elemento principal por las diferentes iinplicaciones que puede tener cn los dife- rentes contratos Desde una perspectiva objetiva (iiempo objetivado según las ideas de SARTRE, lean Paiil, L'itre et le néant Ersai d'ontot,?gir phénoml i~o log i~~ ie . . I'aris. 1955, p. 15 1). e1 aipectii más importante para el jurista es e. presente; ya que. el pasado ) el futuro son regiones movedizas y nebulosas, es necesario ccn!rar la atención en el presente; y es que a final de cuentas, el pasado y el futuro pueden scr 'prescntizados" por el jurista. En este orden de ideas se expresa BAGOLINI. I.i~igi. Signi/icati della parola "tempo" in alcunr discor- si giuridicr, en Rivista trimestrale di dirirro e proced~ra civile, Año XXIV, Milano, 1970. p. 337. "11 lempo 2 presupposro da1 giurista nel senso .he I'unica forma reale e concreta del tempu 6 quella presente. I'adesso, I'ora, 1 Yetzt cosriti.!scono il tempo nella sua renltb: l'uni- cn posizionr reale e concreta del pendolo e quella pri'sente. le pouizroni passate nori ci sono piit. le posiiionifiture non ci sono ancora. Lrn evento > reole e concreto solo iri r$rimenlo o un punto di vista rispetlo al quale 6 presente -e iion passaro n i fururo-. lo posso prn- sarv al '@assalo" come reale solranro in quanlo non lo penso come passoto, ni<> come pre- sente rispetto al punto di visia di un cerro speaatow od attore. cio; in deJiniriva. in quanro non lo penso come pa.ysalo in se stesso ". " TRIMARCHI. V. Termine ldiritro civile). en ,Noviscimo drgesto ifaliano, r . X I X . p. 96.

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62 M A R I 0 CRUZ MART~NEZ

elaboración de las directrices temporales en materia de prescripción y u ~ u c a p i ó n . ~ ~

Sin embargo, el aspecto que nos lleva a reflexionar es el siguiente, ¿el tiempo puede ser considerado un hecho juridico?, o ¿es merarnen- te ese flujo universal que corre por el escenario humano y sirve como un instrumento de medida de los actos de los hombres en el ámbito juridico?. En la primera hipótesis, el tiempo adquiere un cariz notoria- mente trascendental en el estudio de ciertas figuras juridicas; en la se- gunda, en cambio, encontramos una visión más general de la concepción del tiempo. No es posible desarrollar en este lugar la in- fluencia que tiene el tiempo en las relaciones juridicas, simplemente podemos anotar que indudablemente el tiempo es indispensable en el aspecto conmensurable del hombre, fundamentalmente en el ámbito del derecho, pues bien señala Falzea, "tempo senza eventi e senza comportamenti 2 tempo senza interessi umani: un tempo, dunque, che non riveste alcun valore per il d i r i t t ~ " . ~ ~

En este orden de ideas, podemos afirmar, que en el campo de los contratos es el lugar más amplio en donde los particulares, según sus intereses, pueden determinar para ciertos supuestos el tiempo para el cumplimiento de sus intereses jurídicamente relevante^.^'

El tiempo, con relación a los hechos jurídicos, muestra su importancia en formas muy diversas. Desde luego, todos los hechos jurídicos ocurren en el tiempo. Muchas veces el transcurso de este, junto a elementos negativos, determina la constitución de un hecho juri- dico (como en la caducidad y en la prescripción extintiva); otras veces la determina junto a elementos positivos (como en la prescripción adquisitiva; para la ampliación de las ideas pre- cedentes, v. ALESSANDRI, A. el al., Tratado de derecho civil (Partes preliminar y general), T. 11, la. ed ... Editorial juridica de Chile, Santiago, 1998, 145 y SS. TRIMARCHI, op. cit.. p. 104. Si bien en el Derecho romano clisico no encontramos una sistemática importante en materia de prescripción,Teodosio sujeta a prescripción todas las acciones, con un procedimiento legis- lativo radical. No obstante esta situación, las reglas Teodosianas en la materia referida se im- ponen en Occidente, pasando en las legislaciones barbáricas y en el ordenamiento juridico de la Iglesia. Por ello, "esso ofre un ampio tema di elaborazione ai successivi inlerpreti, dai glossatori ai pandellisti e viene a costituire la base su cui I'istitulo risullafoggiato an- cor oggi, nei moderni ordinamenti giuridici che si rrfanno al dirirto romano': AMELOTTI, M . Prescrizione (diritlo romano), en Enciclopedia del diritto, XXXV, Giuffr*, 1986. p. 37.

46 FALZEA, Voci di teoria generale del diritto, Milano, 1970, p. 414. 47 Según TRJMARCHI, op. cit., p. 99, existen diferentes formas de determinar el tiempo en

el ordenamiento jurídico; por ejemplo, "la legge, anzitutto, puD direttamente ed esclusiva- mente dar vira a determinarioni temporali. Numerosissime sono le norme che prevedono e &ano il momento o il periodo di lempo in cui i lfatio puD o deve aver luogo, in cui sorge

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De una manera muy general, el térmi~io cs un elemento accidental del negocio. que indica el moinento en t l tiempo, en e1 cual se da el inicio o la cesación de los efectos del ncgocio jurídico. Sin embargo, querenios destacar la importancia de la visión teórica que adoptare- mos, para así comprender adecuadamente nuestra postura. De la mis- ma forma, que en la condición, el término se ubica en el ánibito de los efectos negociales." En este orden de ideas, Russo afirma, "que es necesario proceder sobre todo al análisis de las relaciones entre tér- mino y elicacia negocial; de esta manera, dicha indagación se acerca de mayor forma a la esencia misma del i é r m i n ~ " . ~ ~ Además, conside- ramos que una línea de investigación de notable importancia, es la de discernir el concepto de efecto jurídico en general,50 y el efecto nego- cial en parti~ular.~'

Sin embargo, en este apartado estudiaremos el término y su inci- dencia en el ámbito de los contratos. Tendremos que dejar afuera otros aspectos del término dentro de otros ámbitos del Derecho, como sucede en el derecho hereditario. Al igual que en el capítulo de la condición. estableceremos los lineamientos más importantes señalados por la doctrina e iremos citando los principales códigos civiles o pro- yectos legislativos sobre contratos, para tener una visión más general y así estar con la capacidad suficiente para elaborar una propuesta de articulado para el proyecto de Código civil tipo para América Latina.

o viene meno I'efettu gil~ridico o in cui la prestazione pu6 o deve esser<, eseguita" También. prosigue nuestro autor citado. "onaloghe, se pifi lirni~ate ed in parte diverse, considerazion~ val ono a proposito dellr dererminazioni iemporalr sicondo gli uri ':

Sustentamos nuestras ideas en el pensamiento d i Russo. E. 11 termine del negozio giu- ridico, la. ed.. Giuffre. Milano. 1973, p. 4. cuando a s a e r a que es "rnolro pii utile -oltre che maggiormente corretfo da1 punto di virta melodologic~~i- considerare analitrcamenre il termine come elemento della fattispecie neguzinle e compiere sp.pecr/icamente l'unalrsi dei rupporti Iru termine ed eficacia neaoziale". -.

j9 RLISSII. op. c i l . p. 5 . IKsta nocion ha tenido un amplio tratamiento en la doctrina. v. por rjemplo, SCOGNAMI-

< ; i . i ( ~ . /,ario gruridico e juitispecre complessa en Kivista lrimestrale di dirirto proce.sua1e civi- le. 1954. 33 1 y ss.: A. FALZEA, Eficacia giuridrca, en f.~ncrciopedio del diritru, XIV. Milanu. 1965. 432 y ss.: CATAUDELLA. Note su1 concetto di fatirspecie en Rivrsta trimesrrale di dirirfo procesiiale civilu, 1962. 433 y SS.

" Para ilustrar este punto, Y, SC»GNAMIGI.IO. Coniribufo allo troria del negozro yruridico. Napoli. 1950. 280 y ss

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2. Concepto

El término es el acontecimiento futuro y cierto,52 que indica el mo- mento a partir del cual deberá comenzar (término primordial, o inicial o suspensivo: dies a quo) o hasta cuando deberá durar (término final, o extintivo, o resolutorio: dies ad q ~ e m ) ' ~ la relación jurídica que el contrato produce.5' Así, se dice que el término inicial está constituido in diem o ex die, y en el término final se halla ad diem."

Cualquier determinación de tiempo se refiere exclusivamente al fu- turo, ya que de esta manera se puede disponer de los actos jurídicos. El tiempo futuro puede determinarse inmediatamente o mediatamente. En el primer caso, podría decirse "el primero de enero del 2000"; en el segundo, "dentro de un año".

En el supuesto del término inicial, la limitación de los efectos del negocio mediante la determinación de un día del calendario, significa que el derecho surge inmediatamente, pero su ejercicio resulta suspen- dido a la fecha fijada. Por ello, las partes conocen las implicaciones de la relación jurídica, empero, las consecuencias jurídicas son remi- tidas a un momento diverso.

52 Para la doctrina francesa, " le terme est un événement futur et certain +e dernier frait I'opposanl a la condition- don1 dépend I'exigibilité ou I'extinction de I'obligation': TERRE F. el al, Droit civil (les obligations), 6' ed., París, 1996, p. 889.

53 LOS vocablos que se han utilizado para referirse al termino son variados; Así, la bipar- tición termino suspensivo y resolutorio ha sido seaalada por KARLowA, DOS Rechtsgeschb3 und seine Wirkung, Berlín, 1877, p. 107. La denominación termino inicial y final ha sido uti- lizada por BARASSI, Teoria generale delle obbligazioni, 111, Milano, 1964, p. 50, y por BETTI, op. cit., p. 550. En cuanto a la expresión termino primordial, ha sido estudiada por POLACCO, Le obbligazioni nel diritto civile italiano, 1, Roma, 1914, p. 281.

54 DusI, B. Istihizioni di diritfo privato, T ed. revisada, Torino, 1985, p. 247; COVIELLO, N. Manuale di diritto civile italiano, 3' ed. revisada, Milano, 1924, p. 439. Es notable la in- fluencia que tiene el tkrmino en la eficacia del contrato por ello "l'eflcacia iniziale del con- tratto pud essere subordinata dalle parti. con apposita clausola, al raggiungimento di un termine (termine iniziale): casi. ad esempio, le parti possono concludere una locazione il due gennaio precisando che 11 contratto avrú effetto a partire da1 due maggio. Qui il conlralto 2 gi& perfezionato il due gennaio, ma la sua eficacia 2 ritardafa ad un tempo successivo. 11 termine fimle e, invece, que110 che limita nel tempo I'eflcacia del contratto: se la locazione, ad esempio, i stata conclusa per nove anni. essa cesserh di overe eficacia allo scadere del nono anno dalla sua conclusione': GALGANO, F. Dirilto privato, 6" ed., Padova, 1990, p. 276.

OURLlAC P. et MALAFOSSE, J. DE Histoire du droit privé, 2' ed., .tomo 1, Presses uni- versitaires de France, París, 1969, 166 y SS.

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Como el término es una modalidad del negocio principal, su fun- cionamiento dependerá del caso concreto. En el ámbito de las suce- siones, el término plantea una problemática e ~ p e c í f i c a . ~ ~ En cambio, en la materia contractual encontramos un uso más transparente del dies. Además, la naturaleza personal de la relación jurídica otorga un elemento de certeza; no existe la ambigüedad que prevalece en los términos establecidos en materia sucesoria. En esta, encontramos con- diciones que se fijan con una fecha determinada."

Los romanos ~itilizaban diversas expresiones para referirse a las modalidades. En la condición usaban si, mientras que en el para el término se valían de cum. La diferencia esencial entre el término y la condición es !a incerteza que encontramcis en ésta,s8 ya que aquél pre- senta la característica de certeza ~bjet iva.~ ' Así, pues, distinguimos la determinación de tiempo con respecto a la condición por la nota de su certidumbre y la define Enneccerus, como "determinación de tiempo es la limitación, añadida a una declaración de voluntad. cuyo sentido es que un efecto jurídico solo deba empezar (término inicial) con la llegada de un acontecimiento futiiro y cierto o solo deba durar

~ - ~ - ~

'" Asi por cjcmplo. "nella i.stiiuztone di rrede un< tole limiiazione non puii mporsi. per- clii dopo 10 murte non 6 ammisribrle aicuri periodo di lempo s e n x rappresi.nt<oone del dce /u>i/u. n i iin passaggio dalla successionc legiiiima nila testamentaria. Per c.onseytrenzu una ioir 1imita;ione si considera qui come non scrittii e 10 st~ccessionr incomrnciu da1 giorno dr- 110 morte ' 1 F. SAVIGNY. Sistema del dir~tro romano .irtuale. Traduccidn dcl original alemán por SCIALOJA. Vittorio V. 3, kr ino . 1891, p. 278.

" Como cuando sc establece. que el hcredcro debe sobrevivir a una [echa detcrminada. MAJO. A. DI Elernenti accidenrali del coniraito. en lstituzioni di diriiio privato, 4a.

edición. lorino. 1997, p. 655. En el Código civil frzinces encontramos en el articulo 1185: "Le terme d@re de la condition, en ce qu'il ne sus/,end point I'engagemeni, don1 il retardi seulement l 'ex~cui ion ':

5 y 1 s necesario conocer los diferentes grados de c¿neza o incencza de la situación luridi- ca sea en el an que en el quando. Asi. encontramos las siguientes hipótesis:

Dies cerius an. cerius quondu: vEr. El próxiinii verano. D i c ~ cvrrus an. incertus quando: "gr. 1.a mueric de una prrsona determinada. Lhes ineurtus o,,, certus quando: vgr El cuiiiplimiento de la mayorla de cdad dc

cierta persona: solo es incieno el hecho de que la persona muera antes de llegar a la cdad establecida.

Uies iricerrus an. incertus quundo: ,,gr. 1.a preniorien~a de una persona respecto a otra. En los dos primeros supuestos se tienen indudablemenie un término. en las dos últimas

una condición. En estos supuestos encuniramos, srgúii SAVIGNY. op c i t , p. 273. " vere con^

dcioni alle quoli trrtt 'al piG 6 siola dota lo falso appircwzii di un dii,s da11 r>~ipi.o,)icro dcll<i i.si>ii.s.sione

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MARI0 CRUZ MART~NEZ

(término final) hasta la llegada del mismo.6n De esta manera, en la condición encontramos un estado de suspenso de la situación jurídica, mientras en el término no encontramos tal estadio jur id i~o;~ ' así, re- sulta claro comprender la retroactividad de la condición, en tanto en el término no se puede concebir dicha figura.62

Al igual que en la condición, existen negocios en los que no se puede determinar un término. Asi a guisa de ejemplo, no se pueden es- tablecer términos, en el matrimonio o en la aceptación de herencia.63

Ya hemos expresado que la fuente conceptual más importante en el estudio de las modalidades contractuales es sin duda, la teoría de la condición; puesto, que surgen diversos matices terminológicos que de- bemos, al menos, señalar para el estudio del término. En otras pala- bras, debemos partir del estudio de la condición para comprender adecuadamente el análisis sistemático del término y no caer en equi- v o c o ~ . Enunciemos algunos puntos interesantes que tienen que ver con la condición y con el término:

a) El problema de la suspensión y10 del diferimiento de la ejecu- ción de una obligación hace necesario por definición la imposición de un término; solamente al finalizar el plazo el creditor podrá exigir el cumplimiento.64 El término por tanto, suspende la exigibilidad del de- recho de crédito. Sin embargo, la afirmación precedente merece una

E N N E C C E R U S , Derecho civil (parte general), V. 11, segunda parte, Trad. por Blas Pérez y José Alguer, 3a. Edición, Barcelona, 1981, p. 654.

6' Vemos con reservas la afirmación de D i MAJO. E ~ m i n e (dir priv.], en Encrclopedia del diritto, T. XLIV, Torino, 1992, p. 189. quien afirma que la condición y el término "rappre- senrano forme di aurolimirazione della volonri in quanto con essi le parri appongono limiti alla efjcacia del negozio giuridico". BETTI. Eoria generaie del diritto en Tratatto d~ dirirto civile italiano Diretto da Vassalli, t . 11, Torino, 1960, P. 548.

62 A l igual que la condición, el término ha sido regulado en los diferentes Códigos civi- les. El BGB dice que "si para la eficacia de un negocio jurídico ha sido establecido en su celebración un término inicial o final, se aplican oportunamente en el primer caso las dispo- siciones existentes para la condición suspensiva, en el ultimo caso las existentes para la con- dición resolutoria. en los paragrafos 158, 160 y 161". En el Código civil mexicano se habla de "plazo". En el articulo 1953 encontramos que "es obligación a plazo aquella para cuyo cumplimiento se ha seaalado un dia cierto". El ordenamiento argentino adopta la nomcncla- tura de "plazo" y dice en el articulo 566:" La obligación a plazo, cuando el ejercicio del dc- recho que a ella corresponde estuviere subordinado a un plazo suspensivo o rcsolutorio".

63 Véase articulas. 108 y 475 del Código civil Italiano. " Ver el articulo 1183 del Código civil italiano.

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explicación. La cuestión teórica más importante es si la obligación a término deba entenderse solamente suspendida en el mundo de los hechos, o definitivamente aún no existe la relación jurídica." Sin em- bargo. Enneccerus da la respuesta más ~onv incen te ,~~ al decir que en los negocios obligatorios sujetos a término suspensivo, la modalidad temporal no tiene nada que ver coi1 la existencia de la obligación. sino solamente a su contenido; por lo que, el deudor queda inmedia- tamente obligado pero esta constreñido ,+ pagar solo cuando se cum- pla el término.

L,a diferencia operativa entre el térnliilo suspensivo y la condición suspensiva se encuentra en la certeza de aquél; puesto, que el carácter cierto del término le imprime un diver-o mecanismo a su funciona- miento, en donde se colige que el térniiiio llegar a afectar el conteni- do de la obligación, pero nunca se discute la existencia de la obligación. Por esta razón la doctrina considera el término como una modalidad de la obligación y no del efecto.'"

h) El uso de la expresión "término risolutorio" o "término final" pone una serie de matices interesantes para el estudio de la teoría de las modalidades. renemos que decir, que éste se refiere con mayor propiedad al término de "duracióii" de a o b l i g a ~ i ó n . ~ ~

3 . Algunas clasificaciones del [irmino

El estudio del término y sus diferentes (lasificaciones presentan vasos comunicantes, con la teoria general de 1-1s obligaciones. En efecto, no

1.a paiidcciistica cucstionaha cn el termino la :\istcncia del derecho ii siilanienlc a su clerciciii: la rcspriesta \ariaha según Cuera cl iresocio ohleto del tenninri. ii dercclios i-cales i i

i jh l i a ~ i o n c \ iLav. K,~l~l.owA. op ci l , p. 107 I k r ~ ' c i : : i ~ t ~ ~ c ! ~ . . p. 31 l .

i,: I>c csta rnancra considera la doctriira Sruiicesa. I~AII~Y c I<AYNA~J~>. 1)roii civil. t 2. I'a- ris. 1963. p. 7.13: I'ara Riissci. op c i i . p 127. c l ii'rriiiiio suspe!isiiii "ric,l coii ir i i i lo ohbliyii- iorii, viene &/ii i i io coriii, porie i nd rJ~ i i i b i 1~ di1 conti . i i i io dr l l i i obhliyozione" I:II o l io tciior se cxpresa SARA~INI. 11 ii2imine e le siit, hiiiziori. h l i aiio. 1979. p. 87. para ~ l u i c i i c l t6rinitici suspensivo "sosprnd~ la noic l ia de1I'obbliga;i~ine ni.i nellii premrssn i> id i»~~o.~ir i i i r i i h < ~ I i i i i ~

;ion<, del ierniine so.;l>rn.sivo r i a senzpre i.yiiella di </!ii.rii.e iin r/ lel lo girtridico" Para ii i i es- tudio del ti'rminii y la obligacion veasr. I%IANCA, Dii.iilo civde l1'0hbliyu;ionr~. IV. Milanii. IY9O. p. 210. Asi pues. hallanios qi i r el IL'rniino dil icre de la c<iiidiciiin. puesto que r i i i sus - pende la iibligaci6n sini) solamente retarda la sjccuci >n ( art. 1185 del C:6digo italiaiio). "' 1:" este srntido KARLOWA, op cii. p. 115. qui;n relicre que cxislcii ohligaciiinc\ que por su naturaleza están limitadas tcmporalincntc: por e.ieniplo. las obligaciones quc siirgen cii

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se puede prescindir totalmente de la doctrina que ha analizado el tér- mino en la obligación. Fundamentalmente, para destacar y advertir di- versas circunstancias que nos permitirán distinguir adecuadamente el término en el contrato, y más allá aún, para ubicar adecuadamente esta modalidad en la teoría del contrato.

La doctrina francesa ha estudiado de manera sistemática dicha ma- teria, y nos brinda diversas clasificaciones, que expondremos breve- mente en las siguientes líneas. Según Starck, "il existe plusieurs variétés de terme. Si on consid2re ses effets, le terme est soit extinctif; soit suspens$ si on envisage la jxation de son échéance, on distin- gue le terme certain du terme incertain; si on s'attache 2 son origine, on parle, selon les cas, de terme conventionnel, légal ou j ~ d i c i a r i e " . ~ ~ De esta manera, encontramos el término extintivo que se refiere a la fijación del momento en que cesan de producir efectos las obligacio- nes; así por ejemplo, en un contrato de arrendamiento realizado con un plazo de 9 años, se conoce el momento en que las partes dejarán de cumplir sus respectivas obligaciones. El término es suspensivo, cuando se requiere el cumplimiento de cierto plazo para exigir el cumplimiento de las obligaciones. En la compraventa a crédito en- contramos un término suspensivo a favor de la persona que pide el crédito.

Se habla de término cierto cuando se conoce la fecha determinada para el cumplimiento de las obligaciones. Cuando se declara, por ejemplo, pagaré el precio de la compraventa el día 12 de enero. En cambio, el término es incierto cuando no se conoce con certeza la fe- cha de cumplimiento o extinción de la obligación. En la renta vitali- cia encontramos un caso concreto de dicho plazo. En ella no se sabe con certeza la fecha en que deberá de dejarse de entregar la mencio- nada contraprestación al acreedor, solamente se conoce que el plazo, es la muerte de la persona.

el contrato de arrendamiento o de sociedad. Para BARRASSI, op. CI I . , p. 144, " il lermine ji- nale 2 normalmente opposto ai contratfi a preslazione continua rhe appunto perci6 hanno bi- sogno di una Iimilmione di durafa': Por otra parte, Russo, op cit., p. 145, considera que 'per le obbligazioni islonfanee non ho senso parlare di termine f inale' ' . Para la doctrina francesa el llamado término extintivo viene considerado, más que una modalidad de las obli- gaciones. una causa de extinción de la misma, MARTY RAYNAUD, op. cil., p. 746.

69 STARCK, B. et al, Droil civil (Les obligalions-central), 6" ed., París, 1998, p. 452.

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La clasificación más conocida es la de término inicial y final. Aquél es el acontecimiento futuro cierto, que inicia los efectos del contrato, y que las partes pueden determinar con una referencia a una fecha determinada del calendario o bien d un acontecimiento, que aún no se ha realizado, pero que indefectiblemente se realizará, aunque se ignore cuando se verificará. El término final es aquel referido al mo- mento en el que el contrato cesará de producir efectos' o dentro del cual tendrá que realizarse determinado acto jurídico.

Otras clasificaciones en materia de contratos son las siguientes. Se habla de voluntario o convencional, cuando las partes establecen, con base en su autonomía negocial, un término para conseguir determina- das consecuencias jurídicas. De acuerdo al modo de fijación del tér- mino, podemos encontrar determinado:; y determinables; ciertos o inciertos.

La doctrina ha estudiado algunas especies del t é rmin~ . '~ Dentro de estas destaca la prórroga, que es cuando el vencimiento del periodo de tiempo se traslada a un momento posterior. Encontramos también la dilación y la tolerancia."

4. Cómputo del término

Una de las cuestiones más interesantes en el estudio del término, es la relativa a la del cómputo, y las dixersas formas existentes para contabilizarlo. Obviamente, la doctrina se ha expresado sobre este particular, al igual que las diversas legislaciones, que establcen, en la mayoría de los casos, un sistema de cón~puto del término. Para nues- tra propuesta, consideramos indispensable, conocer diversos criterios de cómputo y así poder proponer un criterio razonable para dicho ar- gumento.

'O Vkase TRIMCHI. op. cit., 103 S S .

" ~'RIMARCHI, op. cit., p. 104, considera que la pnirroga "in ssfanza relativamente al tem- po o al termine. concerne direttamente il giorno assutifo come momento in cui l'adempimen- ro deve mer luogo o come giorno iniziale o finale dr un doto periodo di lempo per la durara del quale o nel yuale la prestnzione, duratura o istantaneo. deve essere e s e ~ u i f a . ovvero in cui l'esercizio del dirirfo o I'attuazione di altrci srtuazione gruridica pub o deve nver luego ".

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El tiempo en el término se considera una unidad que tiene una con- tinuación progresiva. La base de dicha unidad es el calendario grego- riano. Así pues, con este criterio, en forma abstracta o concreta, se puede realizar la individualización en el pasado, en el presente o en el futuro, y en otras diversas subdivisiones. Cuando el término se se- ñala con referencia a un día específico, el problema no es mayor, ya que el término se llevará a cabo, con el conocimiento de la fecha cierta, y los efectos del contrato son inmediato^.^^ El mismo caso se presenta, cuando la determinación temporal se fija con relación a un evento futuro pero objetivamente cierto; como en la hipótesis de que se establezca un plazo en función de la muerte de una persona. El dies es incertus quando, al negocio en el que se establece, pero es in- defectiblemente cierto en cuanto a su realización.

Sin embargo, en los diversos supuestos comentados, encontrarnos el problema de contabilizar adecuadamente las unidades del tiempo. De tal suerte, que encontramos el "tiempo móvil", es decir, el tiempo se evalúa por períodos bien diferenciados, pero teniendo en cuenta, las diferentes variaciones que se puedan hallar en los diversos días, me- ses o años.

Dos son los criterios básicos en el cómputo del tiempo, a saber, el natural o civil. En el primero, el periodo de tiempo se calcula de mo- mento ad momentum. Empero, la categoría más conocida por las di- versas legislaciones, es la denominada civil; en donde, el cálculo del tiempo se efectúa de die ad diem, es decir el dia se computa por en- tero, minimizándose las fracciones ( C ~ i v i A r ~ ) . ' ~ Así, podemos decir grosso modo, que en el cómputo del término, el momento incial no es considerado (dies, mensis, annus a quo non computatur in termino); de otra manera, tendríamos que establecer la hora exacta en que el acto jurídico se realizó, y de esta forma en todo término se tendría

72 TRIMARCHI, op. cil., p. 105, afirma que, si "la legge jssa o le parli di un conlraflo convengono che un cerro effetto debba verflcarsi in un cerlo giorno, o a decorrere da o sino a quel giorno; che una prestazione debbo ayer luogo da un dato giorno. entro o dopo quel ~ i o r n o , ovvero do un dato giorno ad un alrro. e cosi vio. lali delerrnnazione sono immedi- alamenle operafive

73 El articulo 1179 del CCivMex nos dice que "el día en que comienza la prescripción se cuenta siempre entero, aunque no lo sea; pero aquel en que Iq prescripción terminq debe ser

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CONSIDERACIONES SOBRL t ~ . T ~ K M I N O 7 I

que contar. inclusive, las horas. Ahora, eii los plazos menores o supe- riores al mes, e indicado por días. se cocsideran a partir de aquel su- cesivo: lo mismo sucede en aquellos términos fijados por meses y años: se considera a contabilizar a partir del sucesivo.

13 UGB establece en el C: 187 primer párrafo "si para la iniciación dc un plazo está señalado un acontecirnien:~ o un momento determinado quc cae en el curso de un día. en el cómliuto del plazo no se cuentan al día en el cual ocurra el acontecimiento o -llegue- el momento". En cuanto a las semanas, meses y años. el 5 188 segundo párrafo consigna. " IJn plazo que esté establecido por semanas, por meses o por un periodo de tiempo que abarque varios meses -año. medio ano. trimestre- termina en el caso del parágrafo 187. párrafo primero".

Al igual que en la doctrina, los códigos civiles establecen ciertas reglas para el cómputo del tiempo, partiendo de las reglas para la prescripción. Asi por ejemplo, el CCivhlcx, en materia de cómputo del plazo, nos remite al cap. VI, "de la manera de contar el tiempo para la prescripción", artículos. 1176-1 180. El CCivIta' en el mismo orden de ideas regula en el artículo 2967, el "compulo dei termini di nrescrizione ' :

5 . E1 (irmino en el contrato y en lu ohlipación

E1 contrato como cualquier acto jurídico. tiene una sede espacial, que es aquella del lugar en donde se ha foi-mado, y una sede temporal, que es la relativa al momento en que se realizarán los efectos qucri- dos por las partes; en otras palabras, es necesario observar la unidad del tiempo en la cual se ha formado el contrato y en el cual se desa- rrollará, producirán o comenzará11 a producirse los efectos jurídicos. I,a doctrinaha discutido si el término establecido en un contrato es di- verso al establecido en la obligación genirica.'%n el primer caso es- taremos ante el "término negocial", porque se refiere a los efectos del negocio. y en el segundo supuesto teiidremos el "término de cum- plimiento".7s

l. Milano. 1987. 278 S S .

" L)i MAJ«. lermine fdii. Prii.). p 192

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Esta reflexión no es del todo teórica, puesto que se refleja en la le- gislación; así por ejemplo, en la legislación francesa encontramos la condición y el término referidos exclusivamente a las obligaciones, omitiendo de esta manera, el término negocial. Se habla de las obli- gaciones y sus diversa especies, como la obligación condicional o la obligación sujeta a plazo.76

El modelo alemán ofrece otra solución al problema planteado. En el 163 se establece el término referido a los efectos del negocio (Zeitbestimmung); dicha modalidad puede ser inicial (de los efectos) (Anfangstermin) o final (Endtermin). Por otra parte, el término para el cumplimiento de la obligación se encuentra como una disciplina di- versa, en el § 271.

6. El término en los contratos translativos. la problemática de la pro- piedad temporanea

Podemos cuestionarnos si el término establecido en un contrato obli- gatorio tenga la misma regulación, de aquel contrato sujeto a la mo- dalidad del dies que sea translativo de la propiedad. El camino trazado por la doctrina resulta de especial interés por las diferentes posturas y soluciones a las que se ha llegado.77 Veamos pues, un so- mero panorama de esta cuestión.

El efecto más importante del término en el contrato obligatorio y en el que tenga por objeto un derecho crédito, es la de "suspender" los efectos del negocio hasta que se cumpla el plazo determinado. Sin embargo, el matiz más importante, en el contrato real, es la de sus- pender los efectos traslativos del contrato, en el supuesto de un térmi- no suspensivo. Surge la interrogante, si el adquirente es propietario, o se retiene el derecho del propietario originario. En el derecho de cré- dito es fácilmente comprensible el mecanismo; los efectos de las par- tes contratantes pueden suspender los efectos del negocio y a primera vista no emergen tantas contradicciones con el mecanismo tradicional del contrato.

76 ~ r t . 1368 y siguientes del Code civil. 77 Vhse para una revisión más exahustiva de este tema, Di WIO, Rilevanzo del termine

e poteri del giudice, Milano, 1972, pp. 16-30.

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C O N S I D E R A C I O N E S S O B R t EL 1 tRMINO 73

7. Ermino en el negocio y su eficacia

13 término puede establecerse o por fechii fija (a través de un día del calendario) o en relación a un evcnto fut iro; en esta última hipótesis. se dcbc tc:icr la certeza de que se verilic ara el acoiitecimierito, a pe- sar de q ~ ~ e sea iiicierto el cuarido se verificará; de otra manera. esta- riaiiios frente a un condición. y no a un término. En relacióri al contrato. el término es una determinación temporal de sus efectos. se- ñalando el momento a partir del cual co.nienza la eficacia jiiridica o el moincnto de extinción de la relación jurídica. Sin en~bargo. cl tér- niino priiicipalrnente hace referencia a ur acontecimiento cierto e11 su realizaciOn. aunque sea incierto el moriento en que se realizará.." pero si el grado de incertidumbre es exceiivo se considerará el suceso como coridicihn y no como término."

Esta cuestión plantea iiotablcs debates er niateria teórica. Si el plazo sc Iia estipulado en favor del deudor, a &,te le corresporidc el derecho de pagar antes del vencimiento -lo cual p.lede convenirle para evitarse el pago de intereses- aun con la oposicióri del acreedor. Si ha sido es- tablecido en favor de éste, podrá reclam;ir el cumplimiento antes del vencimiento del plazo. mientras que el deudor no podrá hacerlo antes de que llegue el término. En cambio. si se ha establecido en interés de ambas partes, solamente por acuerdo ce ambas podrá pagarsc antes del vencimiento. La doctrina tradicional Fa señalado que cl término se establece a favor del deudor. Sin embarlo. la doctrina argentina. si- guiendo el Código de Prusiri (afl. 757) c<~nsidera que el pla7.o sc pre- suiiie (iirris funtirm) en favor de ambas nartes; ni el acreedor puede pretender cobrar, ni el deudor pagar aiitc.; dc vcncido el plazo." Así. el articulo 570 dcl CCivArg establece (lue -'el plazo puesto en las obligaciones se presume establecido para arribas partes. a no ser que.

'X 13i,\~< n. bl. flirirro cii,ili, i r / coiirriiiioi. 1'. 111. I ' i lat io. 1Y98. p 512. -" llri CIC tcrior reza L.I ariiculo 1955 dcl COdlgo civ i l inicxicaiii>: "Si la i r iccr i id i~~i ihrc

corislsticic cri si Ih;i de llegar rio el di;i. I;i oh l ig i i c i i i scrn condici,>nai ) se rcgiri por las r c ~ l i i i q ~ c ci>nticnc el capiiulii quc prcccdc" (aqucl q~it: SL' rcl icr~. a I;i coiidicii>ii '" Parn protiindtzar la tearia del t t rn i in i i en la doctrina aryctitina i . I3oc;<;lR«. l.. /i.<ililcio

Iris ohli,qiicion<,.~,

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por el objeto de la obligación o por otras circunstancias, resultare ha- berse puesto a favor del deudor o del acreedor. El pago no podrá hacerse antes del plazo, sino de común acuerdo"."

Según ALTERINI, A. el al, Derecho de obligaciones (civiles y comerciales), 4a. Edi- cien, Abeledo-Perrot. Buenos Aires. 1993, p. 423, "el sistema argentino -que es también el de los códigos espaaol y uruguayo- permite excepciones cuando la ley o las partes lo dispo- nen, o cuando la naturaleza de la obligación y otras circunstancias lo hacen presumir, casos en los cuales el plazo puede favorecer al deudor, o al acreedor, exclusivamente".