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II. LA NATURALEZA DE LA SOBERANÍA - La revisión que hemos hecho de la historia del concepto de la soberanía, nos ofrece una serie de consecuencias importantes: 1° Los intentos de por eliminar del Derecho Público el concepto de la soberanía, son antihistóricos. 2° Los errores de la de la doctrina de la soberanía son: la confusión de la soberanía del órgano con la del Estado, y el acudir al contenido positivo del poder del Estado para rellenar con él el concepto negativo de la soberanía. - De estos resultados deben distinguirse las siguientes doctrinas: a) El carácter formal de la soberanía - La evolución histórica de la soberanía, nos muestra que ésta significó la negación de toda subordinación o limitación del Estado por cualquier otro poder. - Poder soberano de un Estado, es, por tanto, aquel que no reconoce ningún otro superior a sí; es, por consiguiente, el poder supremo e independiente. - El carácter de la soberanía debe designar un poder ilimitado e ilimitable que habría de ser absoluto, ya que nadie podría limitarlo, ni aún siquiera ella misma. - La autolimitación es, según la teoría del Derecho Natural, inseparable del carácter de la soberanía. Si hay, pues, limitaciones para el Estado, estas limitaciones serán siempre reales o morales, pero jamás de naturaleza jurídica. - Lo que depende de su poder no es el saber si el orden jurídico debe existir, sino sólo el Cómo ha de organizarse. - Desde el punto de vista formal, el Derecho no puede ser derivado sino de relaciones de voluntad; actos voluntarios convertidos en obligatorios por otros actos voluntarios. - Soberanía no indica ilimitabilidad, sino tan sólo facultad de determinarse por sí mismo exclusivamente, y por tanto, la autolimitación del poder del Estado, no obligado jurídicamente por poderes extraños para instituir un orden dado sobre la base del cual solamente la actividad del Estado adquiere un carácter jurídico. Expresada en una fórmula breve significa, por tanto, la soberanía la propiedad del poder de un Estado, en virtud de la cual corresponde exclusivamente a éste la capacidad de determinarse jurídicamente y de obligarse a sí mismo. - La Soberanía aparece, pues, para el Estado moderno con una doble dirección; en su origen, negativo; éste fue originariamente el único que se le reconoció y significa, la imposibilidad de limitar jurídicamente la propia voluntad, mediante un poder extraño, sea o no este poder el de un Estado. - Según el aspecto positivo, consiste la soberanía en la capacidad exclusiva que tiene el poder del Estado de darse, en virtud de su voluntad soberana, un contenido que la obligue, y en la de determinar en todas las direcciones su propio orden jurídico.

Constitucional Segunda Parte

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II. LA NATURALEZA DE LA SOBERANA La revisin que hemos hecho de la historia del concepto de la soberana, nos ofrece una serie de consecuencias importantes:1 Los intentos de por eliminar del Derecho Pblico el concepto de la soberana, son antihistricos.2 Los errores de la de la doctrina de la soberana son: la confusin de la soberana del rgano con la del Estado, y el acudir al contenido positivo del poder del Estado para rellenar con l el concepto negativo de la soberana. De estos resultados deben distinguirse las siguientes doctrinas:

a) El carcter formal de la soberana La evolucin histrica de la soberana, nos muestra que sta signific la negacin de toda subordinacin o limitacin del Estado por cualquier otro poder. Poder soberano de un Estado, es, por tanto, aquel que no reconoce ningn otro superior a s; es, por consiguiente, el poder supremo e independiente. El carcter de la soberana debe designar un poder ilimitado e ilimitable que habra de ser absoluto, ya que nadie podra limitarlo, ni an siquiera ella misma. La autolimitacin es, segn la teora del Derecho Natural, inseparable del carcter de la soberana. Si hay, pues, limitaciones para el Estado, estas limitaciones sern siempre reales o morales, pero jams de naturaleza jurdica. Lo que depende de su poder no es el saber si el orden jurdico debe existir, sino slo el Cmo ha de organizarse. Desde el punto de vista formal, el Derecho no puede ser derivado sino de relaciones de voluntad; actos voluntarios convertidos en obligatorios por otros actos voluntarios. Soberana no indica ilimitabilidad, sino tan slo facultad de determinarse por s mismo exclusivamente, y por tanto, la autolimitacin del poder del Estado, no obligado jurdicamente por poderes extraos para instituir un orden dado sobre la base del cual solamente la actividad del Estado adquiere un carcter jurdico. Expresada en una frmula breve significa, por tanto, la soberana la propiedad del poder de un Estado, en virtud de la cual corresponde exclusivamente a ste la capacidad de determinarse jurdicamente y de obligarse a s mismo. La Soberana aparece, pues, para el Estado moderno con una doble direccin; en su origen, negativo; ste fue originariamente el nico que se le reconoci y significa, la imposibilidad de limitar jurdicamente la propia voluntad, mediante un poder extrao, sea o no este poder el de un Estado. Segn el aspecto positivo, consiste la soberana en la capacidad exclusiva que tiene el poder del Estado de darse, en virtud de su voluntad soberana, un contenido que la obligue, y en la de determinar en todas las direcciones su propio orden jurdico. El Derecho slo indica en cada ocasin la situacin actual del Estado, pero no queda dentro de su esfera el mostrar las posibles ampliaciones que pueda alcanzar la competencia de ste. De otra manera se llegara al aniquilamiento de las personas que forman parte del Estado, porque la omnipotencia de ste slo puede existir a costa de las libertades individuales. Si la soberana hubiera de significar que todas las posibilidades de ampliar la competencia del Estado corresponde a la esfera actual del Estado, entonces todos seramos esclavos de ste y slo gozaramos de un significante patrimonio de capacidad jurdica concedido por l a ttulo de precario.b) Soberana y poder del Estado Todos los intentos por llegar a precisar el contenido concreto de la soberana nacen de la confusin entre el poder del Estado y aqulla, y, por consiguiente, de una inversin de la situacin real de las cosas. Las funciones de dominacin llevadas a cabo por el Estado, funciones que varan con las situaciones histricas, son consideradas como consecuencias necesarias de la soberana. Por el hecho de que el poder del Estado ejercite las funciones de legislacin, justicia, derecho de gracia, etc; se las concibe como parte esencial de la soberana, siendo as que la investigacin histrica prueba que estas funciones a menudo tienen un origen enteramente distinto, y no se muestra que slo corresponde al Estado.c) La soberana no es nota esencial del poder del Estado La soberana no ha sido nota esencial ni de los Estados de la Edad Media ni de aqullos de la poca del florecimiento del dogma del Derecho Natural sobre la identidad entre Estado y poder soberano. Tampoco puede establecerse actualmente sta equivalencia, a causa de la situacin real de los Estados. El mundo poltico Contemporneo nos presenta formaciones que cumplen el objetivo de la vida del Estado mediante organizacin y medios polticos propios, y esto no obstante, no son soberanos. A estos hechos histricos-polticos han de referirse todas las concepciones cientficas del Estado que quieran explicar la realidad; pero a sta no se la debe desfigurar.III. CAPACIDAD PARA ORGANIZARSE POR S MISMO Y AUTONOMA La nota esencial de un Estado es la existencia de un poder del mismo. Este poder no puede derivarse de otro ninguno, sino que tiene que proceder de s mismo y segn su propio derecho. El contenido de este poder de dominacin es completamente indiferente para su existencia. All donde haya una comunidad con un poder originario, conforme a un orden que le es propio, all existe un Estado. Cuando una comunidad ha elaborado su constitucin con la cooperacin de Estados extranjeros, tiene el carcter de Estado; si es constitucin, puede ser considerada profuturo, exclusivamente como un acto de voluntad originaria, de suerte que le es posible a la colectividad modificarla sin necesidad de autorizacin.0JO: La primera nota que ha de tener un poder de dominacin independiente es, por tanto, que su organizacin descanse sobre leyes propias. Adems, necesita poseer todas las funciones materiales y esenciales de un poder del Estado, lo cual a su vez es de nuevo consecuencia de la auto-organizacin del poder de mando. Ante todo, cada Estado dispone, mediante sus leyes, del poder que le corresponde; pero tambin su funcin administrativa y su funcin de juzgar tienen como base su propia voluntad. A esta propiedad es a la que se le puede llamar autonoma, que no slo consiste en la capacidad de darse leyes a s mismo, sino en la de obrar conforme a ella y dentro de los lmites que stas imponen. De este modo se justifica la conclusin de que una comunidad sin leyes, gobierno, ni tribunales propios, no es un Estado. Un Estado puede ser limitado dentro del crculo de sus funciones, as como en la competencia de sus rganos, slo que necesitan existir todas aqullas y todos stos para que tengan verdadero carcter estatista. Por eso todo Estado no soberano ha de ser susceptible de organizarse bajo una determinada forma de Estado.Los lmites entre Estado soberano y no soberano son ya fciles de sealar. La soberana es la capacidad para determinarse de un modo autnomo jurdicamente. De aqu que el Estado soberano es el nico que puede, dentro de las limitaciones jurdicas que a s mismo se haya puesto, ordenar, de una manera plenamente libre, el campo de su actividad.El Estado no soberano, por el contrario, se determina libremente slo en tanto que la esfera en que lo hace es aquella en que obra como Estado. El determinarse u obligarse por propia voluntad es, por tanto, la caracterstica de todo poder autnomo de dominacin.IV. INDIVISIBILIDAD DEL PODER DEL ESTADO El fundamento de la concepcin jurdica del Estado est constituido por el reconocimiento de ste como de una unidad; de donde se sigue, como consecuencia necesaria, la doctrina de la indivisibilidad del poder del Estado. Un poder dividido, supone el desmenuzamiento del Estado en una variedad de formaciones polticas. Lo que se dice respecto del poder del Estado, vale tambin, como es natural, para cuanto se refiere al poder soberano del mismo. La soberana es una propiedad que no es susceptible ni de aumento ni de disminucin. Es lgicamente un superlativo que no puede dividirse, sino que slo tolera junto a s otros poderes del mismo gnero. Por esto pueden existir varios Estados soberanos, pero no pueden ser titulares del mismo poder de un Estado. He aqu por qu no hay ninguna soberana dividida, fragmentaria, disminuida, limitada, relativa. Existen dos doctrinas que descansan en la vieja confusin de los conceptos de poder del Estado y soberana. La primera teora se mueve en el campo de aquel orden de ideas en que aparecen identificadas la soberana del Estado y la soberana del rgano. La segunda, por el contrario, parte de la doctrina moderna de la soberana, la cual, de un modo ms consecuente, atribuye la soberana exclusivamente al poder del Estado.

1. La doctrina de la divisin de los poderes

La doctrina del Derecho Natural haba dicho que un rgano necesita ser el titular, por derecho propio, de la soberana plena. Admitir como posible una divisin de la soberana entre varios miembros del Estado, lo considera Hobbes como una doctrina revolucionaria que conduce a la disolucin del mismo. La doctrina de la divisin de los poderes, concebida en esta forma, ha conducido a una completa divisin terica del Estado en tres personas. Para el conocimiento de la unidad de la naturaleza del Estado no existe esta cuestin, que es tan importante cuando se trata de la Historia y la Poltica. Cada rgano de aqul representa, dentro de sus lmites, el poder del Estado. Es posible, pues, hablar de una divisin de competencia, pero no de una divisin de poderes. En la variedad de sus rganos no existe, por tanto, sino un solo poder del Estado.

2. La divisin del poder del Estado (de la soberana) en el Estado confederado

Bajo el influjo de Tocqueville se ha extendido una doctrina, acerca de la divisin de la soberana, que se propone explicar el Estado federal, esto es, la divisin del poder del Estado entre los Estados miembros de la federacin y el Estado federal. Una concepcin de este gnero est en contradiccin con la naturaleza del poder del Estado; porque el poder de un Estado determinado, necesita ser siempre atribuido a l mismo. La personalidad es individuo, esto es, algo indivisible por su naturaleza. Esto vale para todas las personas fsicas, jurdicas, soberanas y no soberanas. Entre el Estado federal y el Estado miembro, no se halla repartida ni la soberana ni el por ejemplo: en el caso en que una asociacin tuviese el derecho de legislar sobre determinadas cuestiones, y el gobierno, conforme a estas leyes, no perteneciese a sus propios rganos, sino a los de un Estado superior a ella. Los Estados miembros tienen todos los rganos necesarios a un Estado, y ejercen todas las funciones materiales del mismo. Si estuvieran limitados en este sentido, dejaran de ser Estados y adquiriran el carcter de meras asociaciones, cuyo poder no tiene el carcter de poder estatista.