22
e ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL? (*) NICHOLAS C. BURBULES (**) RESUMEN. Se analiza la idea de comunidad desde la visión de J. Devvey y de H. Arend, sus valores y condiciones como unidad de cooperación y de responsabili- dad, y a la vez, como un lugar necesario de afiliación. Las dos visiones clásicas se cuestionan a la vez que se informa que en la actualidad aparecen otros modelos. El autor analiza, bajo tres tipos de condiciones, lo que puede definir o identificar una comunidad: condiciones mediadoras, condiciones políticas y condiciones de espacio y lugar. Dentro de las últimas aparecen las meta-comunidades online a las que tanto contribuye en su formación la internet como instrumento o recurso. IA GRAN COMUNIDAD «Comunidad» es una de las palabras claves de la educación americana. En parte por la memoria nostálgica de un tiempo en que la mayoría de las escuelas estaban íntima- mente relacionadas con otras instituciones locales de la sociedad civil (las familias, las iglesias, etc.) y en parte por la descentrali- zación, por principio, de la política educa- tiva desde el nivel nacional al Estado, y desde el estado a los niveles regionales y municipales. La política y la práctica educa- tivas americanas invocan continuamente este término para evocar el apoyo a las escue- las y fomentar un sentido de responsabilidad colectiva por lo que en estas ocurre. Por ejem- plo, el paso de la ética dominante de la burocracia y del individualismo competitivo hacia valores más democráticos de apoyo, diversidad y comunidad, tiene mayores posibilidades de lograrse dentro de un cli- ma político de responsabilidad y confianza compartidas. Los proyectos encaminados a crear comunidades educativas, se ocupan, por lo tanto, de establecer nuevas relacio- nes políticas entre profesores, administra- dores, padres, estudiantes y miembros de la comunidad. Actualmente, frases como «control co- munitario», «criterios comunitarios», «comu- nidades educativas« y «comunidades de práctica» son muy utilizadas en la educa- ción y expresan la idea subyacente e incues- tionable de que las escuelas deben ser comunidades de algún tipo y deben estar (*) Publicado en Carlos TORRES y Nicholas C. BURBULES (Eds.): Globalización y Educación. Nuevas pers- pectivas-. Routledge, 2000. (") Universidad de Illinois. Revista de Educación, núm. extraordinario (2001), pp. 169-190 169 Fecha de entrada: 02-07-2001 Fecha de aceptación: 01-10-2001

¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

  • Upload
    others

  • View
    4

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

e¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD

EDUCATIVA GLOBAL? (*)

NICHOLAS C. BURBULES (**)

RESUMEN. Se analiza la idea de comunidad desde la visión de J. Devvey y de H.Arend, sus valores y condiciones como unidad de cooperación y de responsabili-dad, y a la vez, como un lugar necesario de afiliación. Las dos visiones clásicas secuestionan a la vez que se informa que en la actualidad aparecen otros modelos.El autor analiza, bajo tres tipos de condiciones, lo que puede definir o identificaruna comunidad: condiciones mediadoras, condiciones políticas y condiciones deespacio y lugar. Dentro de las últimas aparecen las meta-comunidades online a lasque tanto contribuye en su formación la internet como instrumento o recurso.

IA GRAN COMUNIDAD

«Comunidad» es una de las palabras clavesde la educación americana. En parte por lamemoria nostálgica de un tiempo en quela mayoría de las escuelas estaban íntima-mente relacionadas con otras institucioneslocales de la sociedad civil (las familias, lasiglesias, etc.) y en parte por la descentrali-zación, por principio, de la política educa-tiva desde el nivel nacional al Estado, ydesde el estado a los niveles regionales ymunicipales. La política y la práctica educa-tivas americanas invocan continuamente estetérmino para evocar el apoyo a las escue-las y fomentar un sentido de responsabilidadcolectiva por lo que en estas ocurre. Por ejem-plo, el paso de la ética dominante de la

burocracia y del individualismo competitivohacia valores más democráticos de apoyo,diversidad y comunidad, tiene mayoresposibilidades de lograrse dentro de un cli-ma político de responsabilidad y confianzacompartidas. Los proyectos encaminados acrear comunidades educativas, se ocupan,por lo tanto, de establecer nuevas relacio-nes políticas entre profesores, administra-dores, padres, estudiantes y miembros dela comunidad.

Actualmente, frases como «control co-munitario», «criterios comunitarios», «comu-nidades educativas« y «comunidades depráctica» son muy utilizadas en la educa-ción y expresan la idea subyacente e incues-tionable de que las escuelas deben sercomunidades de algún tipo y deben estar

(*) Publicado en Carlos TORRES y Nicholas C. BURBULES (Eds.): Globalización y Educación. Nuevas pers-pectivas-. Routledge, 2000.

(") Universidad de Illinois.

Revista de Educación, núm. extraordinario (2001), pp. 169-190 169

Fecha de entrada: 02-07-2001 Fecha de aceptación: 01-10-2001

Page 2: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

estrechamente integradas con comunidadesmás grandes de las cuales forman parte.

Esta visión nostálgica de la comunidaddescansa también en el recuerdo de untiempo en que la afiliación se basaba enla proximidad, la homogeneidad relativay la familiaridad: la comunidad de un pue-blo pequeño, de una vecindad, de un clanfamiliar. Por ejemplo, podemos apreciarclaramente esta nostalgia en las influyen-tes ideas de John Dewey que recordabalas asambleas del ayuntamiento y la cor-dialidad del pueblo de su infancia en laNueva Inglaterra rural, intentando recons-truir una visión de la comunidad, que puedasostener los contextos urbanos modernosde educación que él estuvo analizando ha-cia el final de su carrera. Para Dewey, elreto era «reconcebir la comunidad» en con-textos donde la proximidad, la homoge-neidad y la familiaridad ya no cabían;Dewey le llamó a esta visión de la comu-nidad: «la Gran Comunidad», para él, sub-yacía en ella el concepto de ciudadaníadentro del estado-nación moderno. Su re-membranza de las virtudes de una comuni-dad local y frente a frente, y su fe en éstas,se transfirieron a su visión de la democra-cia, como se puede ver en Democracia yeducación, donde el autor expresaba quelos ciudadanos forman parte de dos tiposde comunidades al mismo tiempo: aqué-llas basadas en la afinidad de ideas, hacialas cuales los miembros mantienen una es-pecie de lealtad, y aquéllas basadas en obli-gaciones cívicas más generales y en unsentido del interés común, hacia las cualessus miembros mantienen una especie delealtad diferente. En uno de los pasajes másmemorables de su libro, Dewey exponíaque, según como las democracias dirijan lacomunicación dentro y fuera de estos gru-pos —dos valores que, con frecuencia, es-tán necesariamente en tensión uno conotro— podrá mantenerse o no la vitalidad yel auto-gobierno de un público democrá-tico. Dewey observa (a las mil maravillas)en este contexto las raíces afines de los

términos «comunidad», «comunicación» y loque tienen en «común».

Por ello, aún cuando él reconocía el plu-ralismo de los contextos urbanos modernos,su visión de la comunidad descansaba sobrela idea de reconocer (o crear) elementos co-munes que puedan sostener un sentido de«comunidad». En su nivel más general, laGran Comunidad, esto significaba un públi-co políticamente formado que se basaba nosólo en la «actividad conjunta», sino tambiénen el reconocimiento de las consecuenciasde las acciones y decisiones colectivas queeran de importancia para todos y de interéscomún para todos.

Como vemos, Dewey entendía que estesentido colectivo de comunidad se hallabafrecuentemente en tensión con los sentidoslocales de comunidad, y que los ciudada-nos a menudo tenían que equilibrar lealta-des divididas entre sus afiliaciones, basadasen (como he señalado) la proximidad, lahomogeneidad y la familiaridad, y aquellasbasadas en un cálculo más racional de lasconsecuencias totales, a largo plazo, de lasdecisiones personales y locales, los intere-ses compartidos de una comunidad másgrande. Actualmente vernos este tipo deconflicto, por ejemplo, entre grupos loca-les, a menudo motivados por un sentimientoreligioso, que quieren excluir de «sus» escuelaslos contenidos de los programas de estudiosque ponen a los estudiantes en contacto conculturas y valores que existen dentro de la so-ciedad más grande (y, por lo tanto, desde esepunto de vista, culturas y valores acerca delas cuales los estudiantes deben estar prepara-dos para pensar, considerar y, en muchos ca-sos, aprender a tolerar), pero que sonrepugnantes para sus propios valores locales.Dewey reconocía tales tensiones, pero pa-recía creer que estas eran generalmente re-conciliables, en parte por su fe en la fuerzade la razón para persuadir a los ciudada-nos de sus más grandes obligaciones e in-terrelaciones, y en parte porque creía en lafuerza mítica del ideal de la nación y de laesfera pública democrática.

170

Page 3: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

Hannah Arendt tenía una visión muydiferente y, yo diría, más agnóstica de esteproblema. Para Arendt, el espacio públicoestá fundamentalmente identificado con lapluralidad, no con lo común, y la constitu-ción politica de la toma pública de decisio-nes no se basa frecuentemente en identificarsimilitudes reales o percibidas, o comunidadde intereses, sino en llegar a conclusionesprovisionales que los grupos contendientesestén de acuerdo en aceptar. Tales resulta-dos de deliberación política pueden descan-sar sobre alguna evaluación racional delinterés común o de los objetivos comunes(según la visión de Dewey), o pueden des-cansar sobre consideraciones muy diferen-tes, cada grupo por sus propias razones,pero equilibradas unas contra otras en unpacto aceptable para todos. Si esta es unavisión de «comunidad», es mucho más ate-nuada y provisional que la idea de la GranComunidad. Sin embargo, otra situación esaquella en la que este nivel de acuerdo no seobtiene y en la que el único terreno para lacoexistencia dentro de un contexto pluralistaes el de la tolerancia y la coexistencia, a pe-sar de la diferencia irreconciliable.

Esta es la opinión, por ejemplo, de IrisMarion Young, una de los críticos más impor-tantes del ideal de «comunidad», según comoeste nos ha llegado de los teóricos demócrataliberales como Dewey. Young escribe:

El ideal de comunidad... expresa un deseopor la fusión de unos sujetos con otros, locual en la práctica actúa para excluir a aque-llos con quienes el grupo no se identifica. Elideal de comunidad niega y reprime la dife-rencia social, el hecho de que la política nopuede ser pensada como una unidad en laque todos los participantes comparten unaexperiencia común y unos valores comunes.En su política de privilegiar las relacionesfrente a frente, el ideal de comunidad niegaademás la diferencia en la forma de la distan-cia temporal y espacial que caracteriza alproceso social. Como una alternativa alideal de comunidad, yo desarrollo.., un idealde la vida urbana como una visión de las re-laciones sociales que afirman la diferencia

de grupo. Como un ideal normativo, lavida urbana encierra instantes de relacio-nes sociales de diferencia sin exclusión.Distintos grupos viven en la ciudad unosjunto a otros, interactuando por necesidaden espacios urbanos... Distintos grupos...viven juntos en la ciudad sin formar unacomunidad.

Partiendo de este punto de vista, tene-mos que preguntar siempre ¿quién busca fo-mentar un sentido de comunidad, entrecuáles grupos y con qué propósitos? ¿Quiénestá siendo incluido en esta comunidad y aquién se deja fuera?

El ideal de comunidad ha sido igualmen-te cuestionado, especialmente en el contextode la formación del estado-nación moderno,por Benedict Anderson, quien plantea que lascomunidades, concretamente a nivel nacional,son siempre imaginadas (o, para utilizar unlenguaje alternativo, «construidas» o «consti-tuidas»), no dadas. Este análisis es especial-mente importante como corrección a lasvisiones de comunidad (o nación) comoalgo naturalizado o basado en semejanzasesenciales (como en comunidades de ori-gen étnico o raza definida). La «comunidad»es imaginada o constituida, entonces, encondiciones históricas específicas y contraun antecedente de intereses políticos. Losanálisis de Young y Anderson contradicenlas connotaciones de «comunidad» comoalgo basado únicamente en cálidos senti-mientos de afiliación y ven tales atributoscomo algo experimentado por varios «otros»,excluidos o marginados por las comunidades,corno un juicio o una amenaza y, de hecho,como algo que a menudo tiene precisamenteesa intención. Por tanto, es importante no leera Anderson como un énfasis del término»imaginadas» como significado de algosimplemente inventado y efímero, porque in-cluso las comunidades «imaginadas» son «rea-les» en sus efectos sobre la gente.

La dicotomía de real o imaginada os-curece las actuales dinámicas de creencia yacción, que se motivan y refuerzan una ala otra: creer que algo es cierto hace a la

171

Page 4: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

gente actuar y tratarse unos a otros de de-terminada manera; estas acciones e in-fluencias pueden llegar a crear realidadesque (retrospectivamente) confirman ysostienen tales creencias. Esto no puedeser más claro que en el caso de las comu-nidades, donde el hecho de imaginarciertas afinidades refuerza y es reforzadopor formas de hablar y actuar en conjuntoy por prácticas de inclusión y exclusiónque definen los bordes imaginados. Deeste modo, las comunidades que puedenhaber sido creadas en un inicio simple-mente sobre bases de eficacia y conve-niencia, pueden, con el paso del tiempo,adquirir sentimientos cada vez más fuer-tes de afiliación y comunión, inclusocuando (previamente) no se haya pensadoque estas existieran. Y, a la inversa, simili-tudes (de carácter o de intereses, por ejem-plo) que uno podría sostener que existen«realmente», pueden en realidad exacerbarconflictos y aumentar los sentimientos decompetencia y oposición entre los grupos.De acuerdo con esta línea de argumento, en-tonces no son la semejanza y la diferencia lasúnicas condiciones que conducen la políticade la comunidad y las comunidades identifi-cadas pueden existir en múltiples dimensio-nes y formas, frecuentemente basadas másen quién excluyen como «otro» que en aquelloque las une.

Esto, por consiguiente, formula una in-terrogante fundamental que es necesarioplantear frente a los atributos de la comuni-dad: ¿cuáles son las condiciones bajo las queesta «comunidad» está siendo asegurada?

Con este contexto situado, podemospasar ahora al tema que anima este ensa-yo: la idea de que Internet misma se estáconvirtiendo en un tipo de comunidad (o«comunidad virtual») y que, por el hechode que se haya convertido en un medioprincipal para la transmisión de la comuni-cación, la información, la cultura, los pro-ductos y los servicios en todo el mundo, seestá convirtiendo en una especie de «comuni-dad global». ¿Qué significan estas nociones de

«comunidad virtual» o «comunidad global»?Y, ¿cómo afectan estas comunidades na-cientes e imaginadas nuestros conceptosde las políticas y las prácticas educativas?Esperamos que este ensayo aporte unaayuda para reflexionar sobre estos temas.

LAS CONDICIONES DE LA COMUNIDAD

La idea de comunidad, según lo que he-mos comentado en la sección anterior,descansa entre dos grupos de valores: poruna parte, la idea de cooperación y res-ponsabilidad compartida proporciona elmejor contexto para la eficacia humana enel cumplimiento de metas sociales; y, porotra parte, la idea de que estrechos víncu-los de afiliación brindan apoyo y son be-neficiosos, si no necesarios, para disfrutarde una buena vida. Esto hace la noción de«comunidad» únicamente flexible en su ca-pacidad de apelar tanto a formas de pensa-miento pragmáticas y orientadas hacia unafinalidad, corno a aquellas que se basanmás en vínculos personales afectivos y enuna fuerte identificación grupal. Esta no-ción es, en resumen, una ideología. Califi-carla de ideológica es simplemente señalarla forma en que esta opera dentro de estosdistintos discursos, unificando y motivan-do las programas de reforma social queprovienen de muy diferentes premisas eintenciones. Es precisamente la vaguedady flexibilidad del término lo que permiteutilizarlo de distintas maneras, pero siem-pre envuelto en lo que Raymond Williamsllama una atmósfera «afectuosamente per-suasiva»; como dice Williams (al no tener eltrabajo de Young ante él), nadie tiene nadamalo que decir acerca del valor de la «co-munidad». Creo que esta fe puede verse demanera especial, aunque no únicamente,en los discursos contemporáneos sobre laeducación americana, a través de todo elespectro político.

Pero, actualmente, los desarrollos dela Teoría post-Foulcauld nos hacen plan-tearnos una serie de preguntas diferentes

172

Page 5: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

y más escépticas sobre este ideal. Somosmás conscientes de cómo los atributos dela comunidad, ya sea como una descrip-ción del estado de cosas, o como un idealhacia el cual trabajar, no están basados en se-mejanzas naturales, sino en relaciones me-diadas que son políticamente constituidasen espacios y condiciones históricas espe-cíficas. La existencia de una «comunidad»no es, por lo tanto, algo dado, sino un re-clamo, una proposición, que está limitadapor una serie de condiciones y prácticasque le han dado origen. Por ello, una pers-pectiva muy diferente sobre la comunidad espreguntar ¿bajo qué condiciones está pensa-do que esta puede lograrse? Una cuestióncorolaria, a la luz de las preocupaciones deYoung, es examinar las dinámicas de exclu-sión, además de las de inclusión, necesa-rias para la formación de cualquiercomunidad en particular para apreciar queno puede existir, por decirlo así, una «GranComunidad». Las mismas condiciones queincluyen a unos, excluyen a otros (a vecessin querer, pero, frecuentemente, de formaintencionada).

En esta sección queremos explorar tresgrupos de condiciones que son parte de ladinámica de crear e identificar una comuni-dad: las condiciones mediadoras, las condi-ciones políticas y las condiciones de espacioy lugar. Utilizaremos estos tres grupos decondiciones para examinar los tipos de co-munidades que parecen estarse promovien-do en el medio de la red y su significadocomo comunidades educativas.

CONDICIONES MEDIADORAS DE LA COMUNIDAD

Todas las interacciones humanas son me-diadas, incluso las que son aparentemente«directas» y frente a frente. Como explora eltrabajo de Erving Goffman, incluso las in-teracciones sociales más inmediatas estánaún mediadas en realidad por una varie-dad de comportamientos, gestos y ritualesque mantienen a los participantes opacosunos para otros, lo que no facilita un grado

de entendimiento y cooperación. Es unmito imaginar que las interacciones más in-mediatas son siempre las más honestas,abiertas e íntimas. En otros contextos, estascondiciones mediadoras pueden ser másvisibles para la gente, pero esto no les ga-rantiza más importancia o influencia.

Un tipo de condición mediadora es elmismo medio de interacción: a través dela conversación cara a cara, distintos tiposde escritura, el teléfono u otros medios dedistancia (incluyendo Internet, de la quehablaré más adelante). Es importante ver,que estos no son grados de mediación, ocontrastes entre interacciones mediadas yno mediadas (cara a cara), sino, formas al-ternativas de mediación, cada una de lascuales funciona en sus propias formas dis-tintivas para desvelar u ocultar —que es loque hacen los medios de comunicación—para lo cual son, con frecuencia, explícita-mente designadas. Cualquier medio actúacomo un tipo de marco, que destaca cier-tos elementos de interacción y los hacemás visibles, mientras que al mismo tiem-po sirve para bloquear elementos que sesalen del marco. Algunos medios de co-municación tienen costes asociados aellos, costes algunas veces puramente ma-teriales o económicos, otras veces psíqui-cos (como el riesgo de hacerse unapersona «pública»); estos costes tienenefectos diferentes en las personas. Al com-parar los medios, es importante entoncescontrastar sus inclusiones y exclusionesdistintivas, para no intentar evaluarlossobre una única y simple escala en cuan-to a los que revelan más y los que reve-lan menos información. Las interaccionessociales, como en una comunidad su-puesta, tienen unas características parti-culares debido a los medios a través delos cuales tienen lugar.

Coincidiendo con estas cuestiones delos medios están las formas de comunica-ción disponibles para los actores sociales.Pienso que Dewey estaba en lo cierto acer-ca de que el tipo de comunidad que uno

173

Page 6: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

se esfuerza en fomentar, y los tipos decomunicación que son alentados y he-chos posibles entre sus miembros sonfactores intima (y dialécticamente) rela-cionados. Como en el caso de los me-dios, creo que existe una tendencia engran parte de la teoría social a querer de-finir y separar, formuladamente, las dife-rentes formas de comunicación, paraclasificarlas en algún continuo de conve-niencia, en lugar de apreciarlas comoformas múltiples, cada una con propósi-tos y efectos característicos. El diálogo,por ejemplo, es frecuentemente tomadocomo el paradigma del discurso social(especialmente en la educación): desde Só-crates hasta Freire y Habermas, existe unacreencia de que la búsqueda de cierto tipode discusión y debate interactivo contribuyeal modo óptimo de decidir públicamente so-bre los intereses comunes. En las versionesmás afianzadas de esta creencia, el diálogo esincluso visto como una auto-corrección, enel sentido de que la única respuesta legítimaa las rupturas y conflictos dentro de undiálogo es más de lo mismo. Este es, otravez, un punto de partida muy diferentepara el análisis de las formas de comunica-ción, como los medios de comunicación (ya menudo en estrecha relación con ellos),como elementos de interacción que reve-lan y ocultan; que enmarcan lo que está ylo que no está abierto a la discusión; quealientan ciertos tipos de interacción (ciertasformas de comunicación, si queréis) y de-salientan otras; y que, por consiguiente,tienen efectos en la inclusión y la exclu-sión que afecta de modo diferente a losdistintos participantes posibles. Estos te-mas, los cuales no puedo resumir aquí endetalles, incluyen una amplia gama de fac-tores dentro de los que se encuentran lalengua en la que tiene lugar la comunica-ción; la forma en que las partes que parti-cipan en la comunicación se sitúan unasen relación con otras (lo que ElizabethEllsworth llama los «modos de dirigirse» alinterlocutor); los papeles del que pregunta

y del que responde (quién hace las pre-guntas y qué tipo de preguntas); etc. Nin-guna de estas formas de comunicaciónson, por naturaleza, más universales o másinclusivas que otras; y cada una será expe-rimentada por cierta gente como incómo-das, alienantes o silenciadoras, y estotambién dará a la comunidad construidaalrededor de ellas una serie de límites yomisiones concretos.

El tercer grupo de factores mediadoresson una variedad de prácticas sociales quegobiernan las formas en que los partici-pantes sociales actúan unos con respecto aotros y juntos por objetivos coordinados.Obviamente, estos factores están estrecha-mente relacionados con los dos primeros yson igualmente múltiples en su tipo. Megustaría centrarme aquí en un grupo deprácticas: las prácticas de identidad, por-que estas son de especial relevancia parael tema de este capítulo. Las «prácticas deidentidad» se refieren a los muchos movi-mientos, individuales e interactivos, que losactores sociales realizan como un modo deformar, expresar y defender sus identidades(plurales), en respuesta a, y en relación unoscon otros. A veces estas prácticas de identi-dad son relativamente personales, privadase, incluso, internas a los pensamientos ysentimientos de las personas; a veces soncolectivas, públicas y negociadas en cons-ciente relación con (y a veces en oposicióna) las prácticas de otros. Son, además, fre-cuentemente dinámicas, según la gente acabacambiando de identidades con el paso deltiempo; y son frecuentemente múltiples, se-gún la gente interprete más una dimensiónde identidad y resuelva las fricciones deidentidades alternativas contradictorias quese empeñan en mantener al mismo tiempo.

CONDICIONES POLÍTICAS DE LA COMUNIDAD

Además de lo que he estado llamando con-diciones mediadoras (los medios de comu-nicación, las formas de comunicación ylas prácticas sociales), que determinan y

174

Page 7: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

restringen las posibilidades de la comuni-dad, existen además esas condiciones políti-cas e históricas más generales que precedeny sobrepasan las opciones y actividades de losparticipantes, determinando y restringiendotambién las posibilidades de la comunidad.Yo diría que estos factores políticos son po-cas veces determinantes en cualquier senti-do, y que estas condiciones (como todas lasotras que estoy explorando aquí) adquierenuna importancia diferente dependiendo delas respuestas de las personas y los grupos.Sin embargo, esto no es simplemente unacuestión de opción personal, sino de queestos factores exigen una respuesta, auncuando esta sea de resistencia. En resumen,las comunidades descansan sobre atributos ysentimientos de afiliación; algunos de loscuales elegimos y otros no. Porque nacemosen el seno de ciertas comunidades (la nación,la familia o la religión, por ejemplo) y, aun-que podemos actuar de varias maneras conrespecto a ellas, incluso rechazándolas, loque no podemos elegir es el hecho de tenerque tratar con ellas. Esta es la condición queArendt llama «natalidad». No todas las comu-nidades son puramente voluntarias.

Regreso en este punto al contraste en-tre Dewey y Arendt. Ambos reconocían quecualquier espacio público presenta esencial-mente a los actores sociales con la condiciónde diferencia, y que un reto fundamentalpara formar un público democrático es tratarconstructivamente con esa condición. ParaDewey, y para los teóricos liberales progre-sistas de su tiempo, la diferencia es concebi-da, en primer lugar, como diversidad, unacondición que encierra la posibilidad dedesacuerdo y conflicto, pero también laposibilidad de un compromiso fructífero,precisamente debido a esa diferencia. Enefecto, para estos teóricos, la vitalidad de-mocrática (incluso en el nivel muy prácticode generar soluciones alternativas posiblesa los problemas comunes) requiere talesdiferencias, para asegurar que la más am-plia gama posible de opiniones sea escu-chada y que la más amplia gama posible

de acciones sociales y sus posibles conse-cuencias sea considerada; de ahí, el pesofundamental que se les da en las socieda-des liberales a la libertad de expresión y ala tolerancia.

Para Arendt, la diferencia también esuna condición de los espacios públicos ytambién plantea un profundo desafío parala democracia. Pero este es un tipo de de-safío diferente. Para Arendt, la diferenciaes concebida como pluralidad, no comouna gama de alternativas que pueden sersimplemente articuladas, comparadas, juz-gadas, negociadas o combinadas en algúngrupo de pactos o compromisos sociales (deforma tal que aquellos que son diferentes sevuelvan, al menos en algunos aspectos, me-nos diferentes con el tiempo), sino como unacondición continua, en la cual incluso lospactos y los compromisos, cuando estospuedan ser obtenidos, puedan retener unsignificado y una importancia fundamental-mente diferente para sus participantes, y en laque muchos temas de fundamental importan-cia no puedan nunca ser pasados por alto.

Dewey entendió claramente que lasafiliaciones democráticas más generales nopodían estar basadas usualmente en losmismos elementos de proximidad, homo-geneidad y familiaridad que caracterizabana las comunidades locales (y que ellas esta-rían frecuentemente en tefisión directa conestos). Pero desde esta segunda perspectiva«Arendtiana», las condiciones de proximidad,homogeneidad y familiaridad, son realmenteincompatibles con la comunidad dentro dela esfera pública. Una vez uno abandona elterreno de lo privado (donde las condicionesde proximidad, homogeneidad y familiari-dad están más dadas por sentado, como en lasrelaciones con miembros de la familia inme-diatos), cualquier intento de recrear talesvalores en un espacio público conduce a(lo que es para Arendt) una distorsión delo público, un tercer espacio que ella lla-ma lo «social». En lo social existe una ab-sorción de la identidad definida, por elgusto de pertenecer, una transferencia (en

175

Page 8: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

la opinión de Arendt) inapropiada y pocosaludable de las virtudes de lo privado a laesfera pública y, por tanto, una construc-ción de la proximidad, la homogeneidad yla familiaridad, sobre la base de un deseo deconformidad y de evitar el profundo conflic-to ante la pluralidad. Esta esfera social no esla verdadera esfera pública y no retiene nin-guna de las virtudes del compromiso público(las posibilidades de desarrollo y cambiopersonal mediante encuentros con lo extra-ño, lo difícil y lo desafiante). Este es un es-pacio relativamente seguro, cuando la«seguridad» es concebida como una mini-mización del riesgo para la identidad ypara las afiliaciones privadas. En este sen-tido lo «social» es la antítesis de las posibi-lidades de la democracia.

EL ESPACIO Y EL LUGAR COMO CONDICIONESDE LA COMUNIDAD

Un tema central en la opinión de Arendtsobre las esferas públicas y privadas es suanálisis de los espacios distintivos que ca-racterizan y alojan cada modo de interac-ción; Tomando los conceptos del griegoantiguo ágora, o plaza pública y hogar, odomicilio, y abogando, como acabamos dever, por el surgimiento gradual de un ter-cer espacio social. Aquí me gustaría ir másallá de esta idea de que i público y lo pri-vado pueden ser caracterizados en términosde espacios distintivos n.y discretos), para ha-blar más ampliamente acerca de cómo lasdisposiciones y las prácticas espaciales for-man nuestras propias ideas de la publicidady la privacidad. Como en el caso de las con-diciones anteriores, estas disposiciones yprácticas espaciales pueden ser consideradascomo formas de modelar y restringir las po-sibilidades de la comunidad.

La primera cuestión aquí es cómo unespacio se convierte en un lugar. El «lugar»y el sentido de estar en un lugar, evolu-cionan a partir de un sentido de la fa-miliaridad y el reconocimiento: uno haestado aquí (o en lugares como este) antes.

Este sentido puede no ser placentero: el re-conocimiento del peligro también es caracte-rístico de algunos lugares. En el otroextremo, un hogar o una patria es un lugardonde la memoria, la familiaridad y los ritmosde la vida diaria dan un sentido de pertenen-cia o, para las personas que están dispersas,una nostalgia por regresar a ese lugar. De ahíque el lugar pueda ser una condición para laformación y el mantenimiento de las comu-nidades (comunidades de familia, vecindado nación). Tanto los espacios públicos comolos privados son lugares cuando las perso-nas reconocen dónde están y saben cómoactuar allí: la familiaridad del espacio y lafamiliaridad de las actividades característi-cas de este, se crean y se sostienen la unaa la otra. Sabemos dónde estamos cuandoconocemos lo que se supone que debe-mos hacer, y viceversa.

La gente también transforma a veceslos espacios en lugares, actuando dentro ycon respecto a ellos de manera que los ha-cen propios (lo que Norberg-Schulz llamaun «espacio vivido»). Trazar mapas es unejemplo de tratar de transformar un espa-cio en un lugar. Otro ejemplo es la adapta-ción de un espacio a los hábitos de usodiario (y no sólo la adaptación del uso al es-pacio). Por ejemplo, muchos campus univer-sitarios realizan un trazado de las acerasdesignado de antemano para conectar va-rios edificios y descubren luego que el cés-ped que se encuentra en medio de esasaceras se halla desgastado por nuevos sen-deros que son los que realmente utilizanlos residentes de los campus para pasar deun edificio a otro. Al parecer (según mecuentan los amigos), algunos campus hanaprendido a seguir una estrategia diferen-te: dejar que la gente utilice el campus du-rante un tiempo, para intentar observardonde están los senderos de uso habitual yluego trazar allí las aceras. La formación dehuellas, artefactos de uso, conveniencia ycreación de sentido personales, es otra for-ma en la que la gente hace de los espacioslugares propios.

176

Page 9: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

El término que engloba la transforma-ción del espacio en lugar es la arquitectu-ra. Es muy importante observar que laarquitectura no trata fundamentalmente deconstruir cajones para guarecernos de lalluvia, sino de configurar espacios que an-ticipan y dirigen la actividad. Los residen-tes de un espacio arquitectónico adaptansus actividades para ajustarse al espacio yadaptan el espacio a sus actividades (la re-lación es siempre bidireccional) y es enesta adaptación recíproca que el espacio seconvierte en lugar. La «arquitectura» no essólo el diseño inicial o construcción, sinola transformación de este con el paso deltiempo; en este sentido, la gente siempreayuda a construir los edificios que ocupan ylos edificios no son totalmente terminadoshasta que son utilizados durante un tiempo(en cierto sentido, nunca son «terminados»).En parte, por supuesto, esto puede significarliteralmente reconstruir: tirar paredes, tras-ladar puertas, agregar habitaciones, etc.Pero en un nivel más sutil, es la pauta deopciones y actividades diarias lo que re-configura un diseño arquitectónico: moverlos muebles hacia donde la gente se sienta,tratar de hacerse cómodo.

Teorizando estas dinámicas, piensoque puede sugerirse que la arquitectura esuna forma de anticipar y dirigir la actividaden un conjunto de dimensiones, dentro delas que se incluyen:

—movimiento/estatismo—interacción/aislamiento— publicidad/privacidad—visibilidad/ocultación— inclusión/exclusión

Otra vez, sin embargo, el carácter dia-léctico de la arquitectura no debe ser con-siderado en un solo sentido: la arquitecturaanticipa y dirige estas actividades, pero elhábito de estas actividades también trans-forma y remodela la arquitectura. Henri Le-febvre llama a esto «prácticas espaciales»,las actividades por medio de las cuales seexperimentan, se perciben y se imaginan

los espacios. En su vida diaria la gente bus-ca espacios y los remodela de acuerdo alas pautas de sus necesidades o deseos,aunque también es cierto que estas necesi-dades y deseos son remodelados por losespacios disponibles para ellos.

Este es, entonces, un paso más en esteargumento para considerar la arquitecturacomo el diseño de los espacios en general:espacios públicos, espacios privados, es-pacios textuales (el diseño y formato de unperiódico, por ejemplo), espacios agríco-las, espacios educativos (la disposición delas aulas, por ejemplo) y espacios on une.El diseño de tales espacios modela, de for-ma intencionada o sin querer, las condicio-nes para la actividad y la interacción dentrode ellos: condiciones para la formación y de-sarrollo de las comunidades. Las cinco dimen-siones que hemos enumerado anteriormentepueden verse como las polaridades en quelas comunidades específicas desarrollan sucarácter. Las comunidades son manifestacio-nes de los lugares en que se establecen(mientras que los lugares también cambianpara ajustarse a la comunidad).

LAS CONDICIONES DE LAS COMUNIDADESON UNE

Con este esquema en mente, ahora es posi-ble pasar a una serie de ternas específicosacerca de las formas en que, y las condicio-nes bajo las que, están siendo formadas lascomunidades on une. No hay nada naturalcon respecto a estas comunidades; son tan«imaginadas» (y tan «reales») como cualquiercomunidad. Pero están formadas bajo condi-ciones que determinan y restringen los tiposde comunidades que pueden llegar a ser. Ex-ploraré estos temas bajo los mismos tres as-pectos que antes: condiciones mediadoras,condiciones políticas y condiciones espa-ciales/arquitectónicas. Numerosas caracte-rísticas del entorno on une constituyen lascondiciones para la comunidad dentrode él; y estas condiciones (incluyendo lacondición de la globalización, una de sus

177

Page 10: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

características más importantes) determi-nan y restringen las posibilidades educati-vas dentro y fuera de estas comunidades.

CONDICIONES MEDIADORASDE LAS COMUNIDADES ONLINE

Internet es, por supuesto, un medio en símisma; en realidad esta comprende nume-rosos medios, todos operando a través dela red de cables y ordenadores que la for-man: páginas HTML (la www); correo elec-trónico; compartir y transferir ficheros;listservs u otros grupos de debate asincró-nicos; IRC, o cbat en tiempo real; tele con-ferencia y vídeo conferencia; etc. Mientrasque cada uno de estos medios tiene carac-terísticas distintivas (algunos tienen comobase el texto, otros permiten la transmisiónde la voz o del vídeo; algunos son sincróni-cos y otros asincrónicos; etc.) existen algu-nas características generales que tipifican elmedio on une de forma general.

Internet tiene efectos tanto propiciato-rios corno inhibitorios en la formación decomunidades dentro de ella. Por una parte,Internet se ha convertido en un mediodonde tiene lugar la colaboración y dondela gente puede crear redes de inteligenciadistribuida. Este punto es crucial porquesignifica ver a Internet como algo más queun depósito para la «información» (su ca-racterística más usual), o un medio para ladifusión de esta y como algo más que unsimple medio de comunicación. Es tam-bién un medio que hace instantánea la co-laboración, en el que los participantes sepueden organizar como grupos de trabajoy donde la identidad de un grupo de traba-jo como un grupo tiene cabida. Existenmuchos, muchos ejemplos de esto. Comoel hecho de que la pauta de hiperconexio-nes dentro de un área temática define táci-tamente a un grupo por las formas en quelas páginas web se conectan a las fuentescomunes, incluyendo como se conectanunas a otras, o, alternativamente, a través dela elección intencionada de los miembros

de ciertos grupos de interés de conectar to-das sus páginas unas con otras, lo que sonconvencionalmente llamados «anillos web».Los listservs y los cbat rooms también atraeny afilian a personas de ideas afines en unaconversación común, aunque son sitios defrecuentes «guerras de fuego» porque estossitios de asociación, precisamente por losintereses comunes de sus miembros, pue-den llegar a ser sitios de altos índices dedesacuerdo. Creaciones modernas de «In-tranets», cerradas a veces herméticamentepara el resto de Internet por «muros de fue-go», son diseñadas para fomentar la cola-boración y compartir la información dentrode las organizaciones, manteniendo estasfuentes fuera del alcance de «intrusos»; estascomunidades impuestas son especialmen-te estrictas donde los asuntos de interés co-mercial, la llamada «propiedad intelectual», osecreto son considerados como valoresprimordiales.

Al mismo tiempo, Internet puede in-tervenir en la formación de la comunidad,en parte por las mismas razones que ya he-mos discutido. Algunas comunidades noestán interesadas en encontrar otras pers-pectivas y grupos; es más fácil permanecertotalmente fuera de la red y buscar otrasformas de afiliación. Algunos individuos ygrupos son más puestos en riesgo queotros los peligros de hostilidad, insulto, oatención no deseada. Dadas las múltipleslíneas de afiliación y comunidad que Inter-net hace posible, algunas comunidadespueden tender a «ahogar» a otras. Quizásmás sorprendentemente, la formación defuertes comunidades on une puede a vecesinterferir en la vitalidad de las comunidadespróximas, cara a cara fuera de la red. En este,como en muchos otros respectos, lo que In-ternet da con una mano, lo quita con la otra;no es ni un bien puro, ni un peligro invasor,continuamente obsequia a los usuarios conelementos inseparables de ambas cosas.

En resumen, los distintos medios queInternet comprende determinan a y sondeterminados por los grupos que los utilizan

178

Page 11: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

para sus propósitos particulares; esta no essólo un grupo de individuos conectados aotro grupo de individuos, sino un medio,un espacio, en el que los grupos existentestrabajan e interactúan unos con otros y enel que otros grupos que no tienen concien-cia de sí mismos como grupos, llegan aconstituirse como tales. Los grupos de no-ticias, operando vía Usenet, son un ejem-plo adelantado de esto; los anillos web, quehemos mencionado antes, son otro. Los es-pacios on une, basados originalmente en eljuego de -Mazmorras y Dragones» (MUDs,MO0s, MUVEs y otros espacios similares)proporcionan un escenario en el que los ac-tores, a menudo con personajes ficticios oimaginarios, pueden explorar rooms o la-berintos e interactuar unos con otros. Másrecientemente, proveedores de serviciostales como Geocities, Tripod y ahora Exci-te y Yahoo, han comenzado a promoverespacios web, literalmente llamados -comu-nidades» (o a veces -clubs»), para los usuarioscon áreas de interés afines. Geocities es unejemplo típico, que ofrece sitios organizadoscomo «vecindades» temáticas, generalmentenombradas como lugares reales, a las cua-les se pueden unir los subscriptores. Estascomunidades tienen códigos de conductaapropiada, como son los contenidos permiti-dos o prohibidos para las páginas web y ad-ministradores que tienen la responsabilidadde inspeccionar las páginas dentro de su co-munidad y regular quién puede y quién nopuede ser parte de ella. (Hay un obvio pa-ralelismo aquí con las «comunidades cerra-das», las vecindades que levantan barrerasreales a la entrada, que vigilan y restringenquién entra en su área, y que tienen a menu-do códigos estrictos para el estándar apro-piado de las casas, los jardines y lasactividades dentro de ellos).

El asombroso crecimiento de estossectores de Internet desdice la idea de quesólo sea una red de comunicaciones; es unespacio en el cual la gente se junta e inte-ractúa. Para muchos usuarios, estos llama-dos espacios «virtuales» son más vitales,

apasionantes, e importantes para ellos queotras áreas de actividad en sus vidas, comoindica la cantidad de tiempo que pasan den-tro de ellos. Las comunidades están funda-mental e íntimamente relacionadas con áreasde interés y preocupación (coleccionistas,cuenta-chistes, fans deportivos, dueños deanimales domésticos, etc.) que son de fun-damental importancia para el sentido de símismos y de el placer que tienen estos par-ticipantes en la vida. Son de especial im-portancia para los usuarios ancianos, opara aquellos que viven en regiones rura-les alejadas, que dependen de estos mediosde comunicación para relacionarse con otrosque, de otro modo, nunca se encontrarían.Y, por supuesto, éstos son los únicos mediosmediante los cuales pueden formarse estetipo de comunidades a una escala verda-deramente global.

Lo que estoy tratando de destacar aquíes que estos medios son distintivos (y porconsiguiente, también lo son las comunida-des que estos ayudan a fomentar: algunos sebasan en la auto-identificación explícita;otros, en personajes imaginados (frecuente-mente llamados «avatares»); algunos sonabiertamente accesibles para los nuevosparticipantes, otros decididamente no loson; algunos son extremadamente regula-dos y restringen lo que puede o no puedeser compartido o realizado dentro de ellos,otros son más libres; y en los que tiene lu-gar la regulación, algunos tienen normasestrictas de administración verticalista, yotros normas mas consensuadas y de co-municación con el grupo. Los medios de lacomunidad on fine, no sólo facilitan la for-mación de comunidades, sino de comuni-dades de un tipo, una composición y uncarácter en particular y, en consecuencia,rechazan la formación de comunidades detipo, composición y carácter diferentes.

Un segundo grupo de condicionesmediadoras son las formas de la comunica-ción on une el uso del lenguaje, el texto,la voz, los gráficos, etc., como los modos através de los cuales la gente se relaciona.

179

Page 12: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

Hasta hace poco, por supuesto, Internetera un medio basado casi totalmente en eltexto. Ahora ya se está convirtiendo en algomás rutinario el hecho de transmitir gráficos,sonido y vídeo; y, cada vez más, Internetestá siendo utilizada para el audio directoo la vídeo conferencia. Estas formas, a suvez, tienen efectos directos sobre los tiposde interacción verbal que sostienen y ani-man (las importantes diferencias, porejemplo, entre los diálogos que son sincró-nicos y los que son asincrónicos; y aqué-llos que sólo incluyen texto escrito, adiferencia de los que incluyen voz o vídeotransmisión). Y en el horizonte están las tec-nologías que permitirán algún grado de con-tacto e interacción táctil. Al parecer, cada vezque los críticos identifican una barrera quehace de la interacción on une «una interac-ción no real», nuevos avances comienzan aempañar tal definición. Rilke identificaba loscinco sentidos (la vista, el oído, el tacto, elolfato y el gusto) como la representación decinco niveles o grados de intimidad. La inte-racción on une parece estar moviéndose aun ritmo constante en esa escala.

No obstante, el texto continúa siendoactualmente el principal medio de la inte-racción on fine. Esta categoría comprendeno sólo el texto de mensajes individualesenviados de acá para allá (por ejemplo,mediante e-mail), sino también la forma denuevos tipos de publicaciones (boletines in-formativos, artículos y la versión on une dela publicación clandestina o samizdat zi-nes). Aquí también, la escritura y la publica-ción se convierten en condiciones de lacomunidad: ambas mediante los procesos

de redacción y composición de publicacio-nes en colaboración y mediante las redes

de distribución a través de las cuales estasson compartidas. No es nuevo que las co-munidades de interés (desde grupos profe-sionales o académicos hasta grupos políticosy hasta aficionados informales) pueden pa-trocinar boletines informativos o circularesque sirven a sus miembros y que ayudan aatraer nuevos miembros. Pero este es un

nuevo fenómeno cuando estos materialespueden ser continuamente adaptados, revi-sados y agregados en el proceso de circula-ción. El texto o publicación se convierte enun verdadero medio de construcción de lacomunidad y no sólo en un modo de co-municación dentro de ella.

Por último, es imposible tocar estos te-mas sin fijarnos en la naturaleza del hablafundamentalmente inglesa de la mayorparte de la comunicación on une. La len-gua también es una condición mediadora:como sucede con estos otros medios, lalengua determina y restringe quién puedeparticipar en una comunidad on une (yquién no puede) y cómo puede participar.Aunque existen extensas áreas de Internetdonde la gente puede interactuar en sulengua materna, hay características estruc-turales, incluyendo la naturaleza del códi-go HTML, las aplicaciones de softwaremediante las cuales los usuarios acceden aInternet y conducen las búsquedas dentrode ella y la preponderancia de la publici-dad, etc., que significan que los usuariosde habla inglesa son privilegiados por te-ner acceso a más servicios y más vías deinteracción que cualquier otro usuario.Además, la lengua inglesa no es sólo unacondición de acceso a una gran cantidadde servicios e interacciones on Une; la par-ticipación en la interacción on une significaque los usuarios que no son de habla in-glesa estarán expuestos a esta lengua deforma regular y tendrán muchas oportuni-dades de practicarla, Internet se convierteen un medio de enseñanza y promociónde la lengua inglesa. En efecto, muchoshablantes de la Lengua Inglesa no nativoshallarán más fácil utilizar el inglés en loscontextos on une, donde pueden teclear -sus comentarios tan pausadamente comolo necesiten, pueden revisar lo que han es-crito y pueden recibir feedback sobre lacoherencia o eficacia de lo que han dicho.Esta es una especie de imperialismo lin-güístico; pero la ironía está en que Internetno sería Internet y no tendría el enorme

180

Page 13: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

potencial (además de los enormes peli-gros) que tiene, sin una lengua común, oal menos predominante, dentro de ella.

El tercer grupo de condiciones media-doras de la comunidad comprende lasprácticas características del trabajo y la in-teracción on une, de las cuales hay mu-chas. Anteriormente centré mi atención enel tema de las prácticas de identidad y es-tas son claramente un tema central en lascomunidades on fine. Existen miles de for-mas de «ser on line» (y, por eso mismo, «se-res on line»). Por una parte, los humanosque participan online adoptan una variedadde estrategias de auto-representación: algu-nas son abiertamente literales (utilizando susnombres de nacimiento, ficheros de firma in-formativa, direcciones descriptivas a vueltade correo electrónico, etc., como descripcio-nes para otros de quiénes son ellos); otrosson muy imaginarios (nombres inventados,páginas web ficticias, avatares que los re-presentan en MUDs y MO0s, etc.). Es unerror, sin embargo, trazar la línea demasia-do nítida entre lo literal y lo imaginario,como si no hubiese nada interpretativo oimaginario incluso en las interacciones cara acara más corrientes, o como si las personasno estuvieran en algún sentido repre-sentando «realmente» quiénes son, inclusocuando crean un personaje imaginariopara que los sustituya.

Por otra parte, una vez que la gente em-pieza a «ser» on une, sus identidades cambianen un sentido intrínseco a este hecho, preci-samente por estar utilizando esta tecnología:lo que hacen, lo que les gusta y lo que lespreocupa, la forma en que pasan su tiempo,a quién conocen, etc., todas esas cosas cam-bian a partir de ese momento y cuando estasmismas actividades incluyen interacciones yexperiencias on une, se da una fusión inevita-ble entre las dimensiones de su ser »off line»y »on line». Se convierten, según la famosaformulación de Donna Haraway, en «cyborgs».

Las comunidades on fine influyen y soninfluenciadas por estos múltiples personajes(especialmente porque las personas pueden

formar parte de muchas comunidades onune al mismo tiempo, mientras son miem-bros de otras comunidades). En el espacioon une, aún más que en otros espacios, unoelige, o no, revelar aspectos de su personali-dad, o revelar esta en formas particulares.Este proceso no está totalmente abierto alcontrol consciente (uno siempre revela máso menos de lo que intenta revelar, inclusocuando finge), pero, hasta cierto punto, «seron une' significa la selección y filtracióncontinuas de la auto-información a travésde los portales de los medios al alcance.Comunidades particulares invitan a, o disua-den ciertos tipos de revelación y participa-ción; y prohiben otros absolutamente. Porconsiguiente, en un sentido muy claro, aquícomo en otro sitio, elegir una comunidadsignifica en parte elegir quién uno es; y cam-biar de comunidades, o explorar nuevas co-munidades, es un proceso de exploración yexperimentación con nuevas identidades.

Por lo tanto, creo que es una simplifi-cación excesiva trazar una línea definidaentre las actividades online y las offline, oentre las identidades online y las offline.La suposición de que la interacción cara acara es más honesta o directa que la interac-ción on une es desmentida por los participan-tes que dicen experimentar exactamente locontrario. La idea de que las personas sonmás «reales» o más ellas mismas cuando ac-túan en un contexto que cuando actúan enotro, elude un número de temas muchomás profundos acerca de la representacióny las formas en las cuales todas las interac-ciones sociales son mediadas; y la creenciade que algunas comunidades son «reales» yotras «virtuales» ignora lo que es «virtual» (ima-ginado) en todas las comunidades y lo que es«real» incluso en las comunidades on une, tanreales como puede serlo cualquier comuni-dad. Por eso, cuando Howard Rheingold es-cribe sobre las «comunidades virtuales»:

En las comunidades virtuales la gente utili-za las palabras en la pantalla para inter-cambiar comentarios jocosos y discutir,entrar en disertaciones intelectuales, llevar

181

Page 14: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

a cabo actividades comerciales, intercam-biar conocimientos, compartir apoyo emo-cional, hacer planes, devanarse los sesos,cotillear, pelear, enamorarse, hallar amigos yperderlos, jugar, coquetear, crear un poco dearte elevado y mucha conversación frívola.En las comunidades virtuales la gente haceexactamente lo mismo que en la vida real,pero dejamos atrás nuestros cuerpos.

Yo tomo esto como un argumento inin-tencionado para dejar caer distinciones fáci-les como «real» versus comunidad «vinual» enprimer lugar. Yo prefiero el término verdade-ro para borrar la distinción real/virtual. Lascomunidades verdaderas tienen característi-cas específicas que reflejan las condiciones,en este caso las condiciones mediadoras,bajo las cuales son formadas y desarrolladas.Mucho puede decirse acerca de estas caracte-rísticas específicas: pero distinciones comoreal/virtual no conducen el análisis muy lejosy oscurecen otros procesos más profundosque están en juego.

Espero que esté claro ahora lo que sig-nifica la idea de condiciones de la comuni-dad» para el análisis. En los espacios onlas comunidades de un notable alcance y vi-talidad le están dando forma a, aumentandoy desarrollando nuevos modos de utilizar In-ternet (y a sus capacidades constantementecambiantes) para darle nueva forma y signi-ficación a su propia identidad como comuni-dades. Al mismo tiempo, sin embargo, estono está sucediendo sobre un terreno neutralo con un cheque en blanco: las condicionesde la comunidad on line tienden a llevar a lascomunidades hacia formas o pautas particu-lares; y aunque las comunidades adaptanlos servicios a sus propios propósitos, es-tán aún así utilizando, aunque de una ma-nera flexible, servicios que no son de supropio diseño y control. Además, las mis-mas condiciones que tienen los beneficiosde facilitar (ciertos tipos de) comunidades,también, inevitablemente, tienen el efectode ignorar, o incluso excluir, a otras comu-nidades verdaderas o posibles que nunca lle-gan a existir porque no tienen los privilegios

que otras dan por sentados. Y, por último,existen comunidades on une que son cons-cientemente exclusivas de otras, definidas enparte por su deseo de excluir a otros: comoen el caso de las vecindades «seguras . deGeocities donde a los miembros se les aseguraque no tendrán que encontrarse con «intrusos»peligrosos o desagradables en su comunidadcerrada. Más tarde retomaré estos temas paraexplorar cómo estas condiciones determinany restringen las posibilidades de las comuni-dades educativas.

CONDICIONES POLÍTICASDE LAS COMUNIDADES ONLINE

Existe el peligroso error de creer que porqueInternet es un medio relativamente libre ydescentralizado, es políticamente neutral.Pienso que desde el análisis que hemos rea-lizado hasta ahora debe estar claro queexisten dimensiones políticas y morales entodas las actividades de las personas quetrabajan e interactúan on line: por ejemplo,en las formas en que muchas comunidadesse auto-vigilan, identificando e imponien-do normas explícitas e implícitas acerca delo que está y lo que no está permitido den-tro de sus miembros. Dado que Internetvincula a participantes de muchas partesdel mundo y de muchos sistemas políticos,de valores y religiosos, ha sido imaginadacomo otro espacio pluralista liberal. Un re-ciente anuncio publicitario de televisión pro-damaba que Internet era un sitio donde laedad, el género, la raza, etc., no importaban.Esto parece ser cierto si en Internet uno sola-mente pudiera referirse a la edad, el género yla raza de la persona que desee revelarlos.Pero esta apariencia oscurece aspectos im-portantes: que aunque las personas elijan ono representar sus identidades, estas estánpresentes en la forma en que ellos piensan,actúan y se expresan en la red (en ocasionesestas cualidades pueden ser más evidentespara otros que lo que los actores piensan).Es más, estos factores influyen siempre so-bre el hecho de quién está y quién no está

182

Page 15: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

presente en los espacios on une; cuestionesque son fundamentales para el acceso estántotalmente influidas por la ubicación y laidentidad (por poner un ejemplo evidente, lagente de los países del mundo que sólo tie-ne una presencia muy escasa en Internet,ellos no tienen ni siquiera electricidad). Preten-der que la nacionalidad, la clase, el género ola discapacidad no importan en Internet,cuando en realidad sí importan, es unaimaginación más sobre el tipo de «comuni-dad» que Internet misma representa ser. Porel contrario, dice David Shenk:

El ciberespacio es republicano.., el cibe-respacio no es políticamente neutral. Favo-rece las ideas políticas de los republicanoslibertarios y a favor del mercado libre: unasociedad totalmente descentralizada y libe-ralizada, con poco discurso común y unamínima infraestructura pública.

En efecto, pudiéramos decir que loque revela las tendencias políticas másprofundas de Internet es precisamente supostura de imaginar que es apolítica.

Como hemos visto en ejemplos ante-riores, las mismas cosas que hacen a In-ternet más atrayente y útil, también lahacen peligrosa y difícil de enfrentar.Dado que Internet es un espacio amplia-mente abarcador, lo pone a uno continua-mente en contra de contenidos yperspectivas que son, en el mejor de los ca-sos ridículos y faltos de sentido, y repug-nantes y profundamente hirientes en el peor.A muchas familias les preocupa esto, especial-mente en lo que a sus hijos respecta. Por eso,cada vez vemos más y más intentos de for-jar, dentro de esta frontera indómita, espaciosseguros que reestablezcan los fundamentostradicionales de la comunidad la proximidad, lahomogeneidad y la familiaridad. Anterior-mente comparaba esto el surgimiento de co-munidades cerradas en algunas vecindades.De forma similar, muchas comunidades in-sisten en filtrar el software para los ordena-dores en las escuelas y bibliotecas, o en loshogares. Muchos anillos web y «portales»

incluyen la creación de archivos de servi-cios que han sido adaptados y aprobadospara acceso general, incluso para niños, losparticipantes corren el riesgo de encontrarsematerial «inapropiado» si se aventuran fuerade ese espacio protegido.

Y aquí encontramos (otra vez) una pa-radoja: como Internet es una red global,esta proporciona enormes oportunidadespara el «turismo»: viajes a escenarios distan-tes, encuentros con lo nuevo, lo extraño ylo apasionante; degustación de productosculturales que provienen de diferentes tra-diciones. Nos permite saltar fuera de las co-munidades familiares para explorar nuevascomunidades y, tal vez, formar parte deellas. Contiene la virtud de lo que Arendt lla-ma «pluralidad», sacarlo a uno fuera de losdominios de lo próximo, lo homogéneo y lofamiliar. Pero una consecuencia de la plu-ralidad es el encuentro con lo que no sóloes incompatible con nuestras comunidadespróximas, homogéneas y familiares, sinorealmente antitético para ellas (a veces esaquello para lo que la comunidad se formóen rechazar). De manera que aquí sucedecomo en el caso de la persona que se muda auna gran ciudad por la variedad de restauran-tes exóticos que hay en ella, pero nuncaabandona la casa para ir a visitarlos porquetiene miedo de «esa gente» en las calles.

Finalmente, existe un modo importan-te en el que Internet se está volviendo verda-deramente ilimitada y es en sus capacidadescomo espacio comercial. Como Internet tienecapacidades para la comunicación y la trans-ferencia de información casi instantáneas,se ha vuelto enormemente importante parala actividad comercial global y las transac-ciones financieras, y está cada vez más co-lonizada por páginas web comerciales,«propaganda« por correo electrónico y anun-cios publicitarios omnipresentes. La globali-zación de Internet la hace un medio valiosotanto para la promoción de productos,como para su compra. Y esta comercializa-ción, a su vez, se convierte también en unacondición de la comunidad.

183

Page 16: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

De ahí que veamos, por ejemplo, unacreciente demanda por las «comunidades in-teligentes», un término que se utiliza para re-ferirse a la conexión entre ciudades enteras ya una Internet más vasta. Los usos y los be-neficios que pueden surgir de tales avancesson incontables (incluyendo los beneficiosen la educación), pero está claro que el ob-jetivo principal que está detrás de la realiza-ción de tales inversiones es promover unmayor comercio local y on une. Para ponerun ejemplo: cuando las ciudades comenza-ron por primera vez a crear páginas webpara atraer a los visitantes y para proporcio-narles información a sus ciudadanos, el 80%de estas destacaba los servicios relaciona-dos con la actividad comercial, mucho másque ninguna otra categoría (menos de la mi-tad destacaban los servicios relacionadoscon la educación). De hecho, la pregunta ac-tualmente ya no es ¿se convertirá Internet enuna entidad comercializada?, sino, ¿qué tiposde economía mantendrá: una economía confines lucrativos solamente, o economías rega-lo que promueven el reparto abierto de los recur-sos, las ideas y la información, sin tener encuenta la ganancia comercial? Estas condicio-nes, a su vez, cambiarán los tipos de comuni-dades que llegarán a existir on une y de lascuales la gente formará parte, incluyendo,podemos predecir, comunidades on une enlas que los miembros tendrán que pagarpara formar parte de ellas (esto ya sucedecon los suscriptores de algunas publicacio-nes y servicios online, que pueden calificar-se como comunidades).

Cada vez más, las avenidas de acceso aInternet y las comunidades dentro de ella re-quieren viajar a través de rutas que están co-mercializadas: proveedores de servicio queestán conectados con un gran número de te-lecomunicaciones o corporaciones por ca-ble, o -dentro de la web- a través de portalesque están controlados por servicios privados(como Excite) y atestados de publicidad. Es-tas condiciones no sólo determinan las po-sibilidades de la comunidad, sino que lalimitan de manera significativa.

La visión de los creadores era que laweb fomentaría las conexiones entre los di-versos sitios y la colaboración entre las co-munidades distribuidas, no que atraería aun creciente público de masas hacia los,cada vez menos, sitios de mucho tráfico...El verdadero conflicto no está entre el co-mercio y la comunidad. Está entre la arqui-tectura tradicional del comercio (sistemasjerárquicos de fuentes bien capitalizadas,distribuidores y clientes) y la arquitecturatradicional de la comunidad (redes de co-nexiones personales entre unos pocos quecrean un sentido de pertenencia y de valo-res compartidos).

Por último, la comercialización de In-ternet también significa una línea borrosaentre las empresas comerciales legales ylas ilegales, especialmente a escala global.La falta de regulación en Internet ya hadado ímpetu a la pornografía infantil, a lasapuestas, al fraude bancario, a la falsifica-ción, al tráfico de drogas y al mercado negropor parte de las mafias en todo el mundo.Uno de los principales problemas para con-trolar estas actividades es que, mientras queson ilegales en algunos lugares, en otros nolo son (o, aun si son ilegales, son improcesa-bles). Pero cuando todos los lugares estánconectados a través de este medio, el proble-ma de uno se convierte en el problema detodos. Esto nos regresa otra vez a las condi-ciones de la comunidad on line. algunasde estas serán catalogadas como «comuni-dades criminales» por ciertas autoridadesque tienen poca o ninguna jurisdicción so-bre ellas. Sin embargo, de la misma manera,comunidades absolutamente legítimas y le-gales en otros contextos (ciertas comunida-des religiosas que utilizan el medio onpor ejemplo), serán prohibidas desde otras.Ahora, no estoy discutiendo la equivalenciade todos estos tipos diferentes de comunida-des, aunque en algunos casos lo que esuna «mafia» desde un punto de vista, serápara alguien una «red de actividad comer-cial»; una comunidad religiosa devota serápara alguien un grupo de «fanáticos»; las

184

Page 17: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

actividades relacionadas con el juego queestán absolutamente prohibidas por ciertascomunidades serán para otros, fuentes deingresos patrocinadas por el estado. Loque esto muestra no es que no puedan tra-zarse distinciones morales, sino que Internetes un medio en el que existen muy pocosprincipios morales supremos, si es que existealguno y que la composición de Internetcomo una amalgama de comunidades no re-guladas, cada una con sus propios códigosmorales poderosos, quizás sea un ambienteineficaz para juzgar estas diferencias mora-les. Esto hace aún más irónico el hecho deque el principal valor de Internet pareceser una sensibilidad comercial a la que, sicabe, le será aún más difícil delimitar la ac-tividad comercial legal de la ilegal.

EL ESPACIO Y EL LUGAR COMOCONDICIONES DE LAS COMUNIDADESON UNE

¿Dónde estamos cuando estamos on line?¿Qué significa estar con otros que tambiénestán online? ¿Es posible tener una comu-nidad «a distancia» y qué clase de lugarpuede mantener tal comunidad? En estasección, como en las dos anteriores, quieroretomar las formas generales en que el es-pacio y el lugar son condiciones de la co-munidad y reexaminar qué significa estopara la comprensión del espacio y la expe-riencia on fine.

El término «ciberespacio», que comen-zó con el libro de William Gibson Neuro-mancer, se ha convertido en parte denuestro vocabulario habitual para referir-nos a Internet. Pero, ¿qué convierte al ciber-espacio en un ciberlugar? Parte de este pro-ceso es la familiarización de los usuarios coneste medio y aprender a reconocer algunas desus características. La estandarización de lasconexiones para usuarios, el diseño similarde los catálogos web, los elementos básicoscomunes de las páginas que estos trasva-san y otras características del espacio on fine,permiten a los usuarios con algún grado

de experiencia adaptarse rápidamente alos nuevos espacios que encuentran allí.Sin embargo, estos espacios son menospropicios para la otra dimensión principalde la relación espacio/lugar, concretamen-te, ser capaz de personalizar y adaptar losespacios a nuestras propias preferencias yhábitos. La estructura y los contenidos delos sitios web, las conexiones entre los ser-vicios, etc., están determinados por los au-tores/diseñadores de estos espacios y noestán sujetos a modificación por parte delusuario ocasional (hasta el momento). Estole da a gran parte de Internet la sensaciónde estar vagando a través de rutas y espa-cios diseñados por otros, en busca de cosasútiles e interesantes, pero sólo mediante laasimilación de pautas, conexiones y estrate-gias de búsqueda que se ajustan al diseñoexistente y a las demandas de software. Estohace que el ciberespacio tenga un mayor ca-rácter de espacio que de lugar, según ha sidoexperimentado por muchos usuarios. Exis-ten pocas formas de dejar «huellas» perma-nentes que marquen las rutas que unoprefiere para seguirse a sí mismo.

La arquitectura del espacio on line,como la arquitectura de los edificios y deotros espacios, anticipa y dirige la activi-dad personal en muchas dimensiones, queya comenté antes. Estas incluyen: movi-miento/estatismo; interacción/aislamiento;publicidad/privacidad; visibilidad/ocultacióne inclusión/exclusión. En mi opinión, estasno deben ser vistas como nociones «metafó-ricas» dentro del ciberespacio: el movimien-to, la visibilidad, la privacidad, la exclusión,etc. tienen aplicaciones perfectamente litera-les y directas en las actividades y las situacio-nes on fine. Lo que es importante ver aquí eshasta qué punto nuestras experiencias a tra-vés de estas distintas dimensiones son, sóloen parte, una cuestión de elección; esto tam-bién está determinado por elementos del propiodiseño, los cuales no elegimos (uno puede, porejemplo, negarse a aceptar «cookies» en los si-tios web que visita, pero uno no puede negarsea tener su ordenador registrado por un sitio

185

Page 18: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

web, como señal de que lo ha visitado). Elgrado en que podemos elegir dentro de es-tas dimensiones es un factor fundamentalen la medida en que este espacio adquiereel carácter de un lugar donde podemos vi-vir, actuar, e interactuar, con cierta medidade confianza y seguridad. Y, en este comoen otros respectos, distintas personas ex-perimentarán estas características de formadrásticamente diferente.

Aquí es donde radica la diferencia conrespecto a estar on une, en otros espacios olugares, las características del medio son has-ta cierto punto independientes de los mediosutilizados para representarlas; pero en Inter-net, estos dos niveles están absolutamenteentrelazados. Las rutas de movimiento (porejemplo, las conexiones de hipertexto) sontambién conexiones de creación de signifi-cado. «Estar on lino, es tanto un lugar comoun proceso: Samira Kawash ofrece un inge-nioso análisis de esta condición en los usosdel signo «ü», por ejemplo en las direccioneselectrónicas. Aunque la gente ahora utiliza la«@» de forma coloquial, para abreviar elnombre de los lugares o la hora («encuéntra-te con Jo @ café» o «encuéntrate con Phil @2:00»). Kawash defiende que la @ de estaron une (de estar una dirección electrónicaparticular, por ejemplo), es una forma dife-rente de ubicar a uno, que no es analógicaa estar «en» otros sitios; ésta es, más bien,una forma diferente de estar on une y sólotiene sentido en ese contexto: ,,On lino'- esuna metáfora que denota una compleja redde signos eléctricos que traducen las entra-das a mi teclado en operaciones del orde-nador en algún lugar remoto. -On lino'- es,entonces, menos un lugar que un mecanis-mo de traducción o transporte.

Entonces, la clase de lugar que ,,onlino- indica, no es un contenedor como enel caso de una habitación, un edificio, ouna plaza que la gente ocupa (o puedeabandonar) separado de la cosa contenida.Estar on une, es en sí misma una forma deser definido por el lugar donde uno está. Eseestar no puede ser en ningún otro lugar. Por

lo tanto, cuando uno está 4» un lugar par-ticular (u hora) on une, esto no es lo mis-mo que estar «en» un lugar (u hora) en lavida normal.

Uno asume que esto es diferente sóloporque, como dijo Howard Rheingold, cuan-do navegamos «dejamos nuestros cuerposatrás», existen buenas razones para pensarque una sensación cinestética del movimien-to y la ubicación persiste incluso cuandolos usuarios se están moviendo a través delos espacios on une.

Paul Virilo ha ido incluso tan lejos comohasta desafiar la idea de que la actividad y lainteracción on une incluyen acción «a distan-cia». Cuando un usuario con un guante dedatos o un manipulador protésico en sumano, «alcanza», o «toca», o «elige» un obje-to mediante un brazo o sensor robot; cuan-do los usuarios pueden observar sitiosremotos (incluso otras superficies planeta-rias) a través de vídeo cámaras que les per-miten percibir espacios que de otro modonunca habrían podido alcanzar; cuando sepuede lograr una comunicación casi instantá-nea, incluyendo la comunicación auditiva y vi-sual, entre las personas, independientementede la ubicación que tengan en el planeta,algo comienza a suceder con las nocionesde acción, percepción y comunicación. Encierta forma, tiene sentido llamarles acción,percepción y comunicación a distancia, peroifio están estas siempre «a distancia» (ciertadistancia)? En cierta forma, tiene sentido de-cir que estos ejemplos contienen acción,percepción y comunicación que son media-das por algo (en este caso, la tecnología),pero, ¿no están siempre estas categorías «me-diadas» por ciertos procesos, filtros de in-terpretación y convencionalismos sociales?¿Qué significa «a distancia» como diferenciacrucial y ontológica? Virilo sugiere que nosignifica mucho.

Si aceptamos esta línea de argumento,este es entonces un paso más para sugerirque las mismas ideas de identidad, materiali-dad, espacialidad y temporalidad se estánvolviendo cada vez más interdependientes.

186

Page 19: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

Si yo, usando un guante de datos, puedo se-leccionar un objeto en un sitio lejano y de-tectar su peso y su temperatura,¿dóndeocurren esas sensaciones, cuándo ocurrieron,a quién le ocurrieron? ¿Estoy yg teniendo laexperiencia, o el guante, o el ordenador queestá tabulando los datos y convirtiéndolos enimpulsos eléctricos que mi mano interpreta,por ejemplo, como calor? Estar online essiempre un estado de estar en el medio, deno estar (simplemente) ni aquí ni allá; lamediación no es algo que está entre el usua-rio y algo más a lo cual uno está relaciona-do (un objeto, una página web, u otrousuario) es la relación, sin la cual las partesen un acontecimiento on une, estrictamen-te hablando, no existen.

De hecho, Virilo sugiere que el tér-mino «globalización» sea sustituido por«virtualización», porque la globalizacióndepende de una revolución en la veloci-dad de viaje o transmisión a través de lasdistancias locales, convergiendo con lavelocidad del electrón mismo, o la velo-cidad de la luz. Los medios de acción,percepción y comunicación chocan con laecuación distancia/tiempo en un punto deinstantaneidad. El peligro del término 3/i r -tual aquí, continúa siendo sin embargopolémico. Si el espacio virtual es un mu-seo de arte, ¿has visto «en realidad» las obraso no? Visité el Louvre varios arios atrás y tuveque permanecer en una multitud para ver elcuadro de la Mona Lisa, guardado en unaurna de cristal protectora, cuya superficiereflejaba los rostros de la gente que perma-necía de pie, en una cola, para verlo (y enalgunos casos, para grabarlo en vídeo) ¿Viyo el cuadro real? ¿Lo hubiera visto igual,o mejor, mediante un gráfico de alta cali-dad que podía haber trasvasado on Une?De manera similar, ¿es una conversaciónvirtual con alguien, mediada por una ví-deo conexión recíproca, menos «real» queuna conversación cara a cara? ¿Y qué si lagente resulta ser más honesta en las vídeoconexiones que cara a cara, cuál interac-ción es la más -real» entonces?

¿CONSTITUYE INTERNET UNACOMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL?

A modo de conclusión, hay dos grupos derespuestas que quiero dirigir a esta pre-gunta. En primer lugar, Internet como untodo no puede ser una comunidad; esta esmuy dispar, muy difusa y muy abarcadora.Llamarle «comunidad» sería estirar la pala-bra más allá de cualquier sentido o signifi-cado útil. Sería mejor llamarle a Internet-meta-comunidad., en los dos sentidos conque este prefijo se utiliza habitualmente:como una congregación de comunidades«super abarcadora», pero también como unconjunto de condiciones que hacen posi-bles a las comunidades, como un espacioen el que las comunidades ocurren. Este en-sayo ha presentado un estudio de algunas deestas condiciones y los tipos de comunida-des que éstas hacen posible; condicionesque determinan y restringen las posibilida-des de la comunidad educativa, como encualquier otro espacio.

Una de las principales condiciones deeste espacio es su carácter global: hace po-sible en todo el mundo la comunicación y lainteracción casi instantáneas; se ha conver-tido en un medio casi indispensable para lastransacciones comerciales y financieras;pone en contacto inmediato a muy variadasculturas y sociedades. Internet es entoncesuna de las principales manifestaciones de laglobalización y una de sus principales cau-sas. La condición de globalización es, aúnmás, una de las cosas que les da a las comu-nidades on fine sus cualidades y sus intere-ses característicos. El campo está abiertopara quien quiera formar parte de una co-munidad, pero también lo está la amenazade «intrusos» que no comparten los valoresde la comunidad. Las comunidades pue-den formarse alrededor de los valores de ladiversidad y la inclusividad; pero cuandohacen esto luchan con el mantenimientode la estructura de cohesión que les da elsentido de sí mismas como comunidades.Las comunidades dispares pueden coexistir

187

Page 20: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

unas junto a otras, como en la visión deYoung sobre el paisaje urbano moderno;pero como las fronteras entre los gruposon une siempre son provisionales y semi-permeables, siempre se producirán incur-siones (ya sean intencionadas o no) másallá de esos límites. Internet es el principalejemplo de lo que Arendt llamó condiciónde pluralidad en los espacios públicos; yesta es una condición cuyas posibilidadesy problemas no pueden ser nunca decidi-dos o «resueltos» completamente, pero esonecesita ser combatido con formas conti-nuamente nuevas e imaginativas. ParaArendt, la necesidad de aprender a tratarcon la pluralidad y de crear bienes socialesvaliosos y eficaces bajo tales condiciones,es lo que dota al empeño político de su ca-pacidad para educarnos y re-educarnoscomo ciudadanos. Como he comentado,muchos individuos, grupos y naciones conti-núan buscando formas de mitigar la condi-ción de pluralidad, estas formas habitantanto en Internet como en otros espaciospúblicos y privados (las comunidades ce-rradas, la censura impuesta por el gobier-no, etc.). Con esto se están resistiendo a lasposibilidades de los retos educativos parasus sistemas de valores y creencias. Iróni-camente, quizás, son las mismas posibili-dades que una Internet global ofrece loque hace parecer tan desesperadas y auto-frustrantes a tales restricciones.

Del mismo modo que notamos la afi-nidad de las palabras común, comunidad ycomunicación, también podríamos notar laafinidad de la polis, la política y la policía.Internet es una especie de polis, una ciu-dad-estado o un grupo de ciudades-estadoque tienen que luchar continuamente consu pluralidad, con sus fricciones en el con-tacto de unas con otras y con los límites desus propias capacidades de auto-goberna-bilidad. La política de Internet gira funda-mentalmente alrededor de estos mismoselementos: luchas por las tendencias centra-lizadoras o descentralizadoras (o, en otraspalabras, si es posible y cómo, que Internet

se vigile a sí misma); luchas por el deseode mantener zonas de «seguridad», habi-tualmente interpretadas según los valorestradicionales de la comunidad (proximi-dad, homogeneidad y familiaridad); y lu-chas por los tipos de economía que esta polismantendrá (economías regalo), basadas enel reparto de los recursos no escasos, o eco-nomías basadas en el acceso restringido yen el cobro por los servicios.

Estas determinaciones cambiantes yestas auto-interpretaciones acerca de Inter-net y los tipos de comunidades que laconstituyen, están siendo ya limitadas porel modo en que ciertas decisiones estructu-rales que conciernen a Internet se estánnegociando actualmente: por el hecho desi uno podrá acceder a Internet solamentea través de las aplicaciones web de unacompañía; por el hecho de cuan comercia-lizada y accesible, sólo mediante pago,será Internet; por movimientos explícitosde la censura gubernamental (o la formamás tácita de censura que se establece ha-ciendo escasos y caros algunos recursos);por decisiones sobre dónde, para quién, ya qué coste, serán accesibles los serviciosde Internet; por niveles técnicos que afec-tan el diseño, la operación y los requeri-mientos de lenguaje de los recursos deInternet; etc.. Por lo general, debemos to-mar nota de esto, la mayoría de estas deci-siones están siendo tomadas con casininguna participación pública; sospechoque incluso la mayoría de los usuarios deInternet no tienen ningún conocimiento deellas, ni de quién las está tomando, ni delas consecuencias que están en juego.

Tales decisiones están en tensión conla importancia de la educación, porque lasinstituciones educativas, en todos los nive-les, desde el primario hasta la enseñanzasuperior, están tratando de establecersecomo comunidades en y de Internet. Las de-cisiones que tienen consecuencias en eltipo de comunidades que compondránInternet y en el modo en que ésta privi-legiará a algunas y desfavorecerá a otras

188

Page 21: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

(sin querer, quizás, pero como una conse-cuencia directa de las decisiones que no pa-recen estar relacionadas directamente con elacceso o la imparcialidad), se están tomandocontinuamente en esas instituciones educati-vas y fuera de ellas. Tales decisiones no sonni nuevas ni únicas para el mismo espacioon une. Pero las formas en que lo imaginariose convierte en real y las formas en que lascomunidades «virtuales» se vuelven tan omás importantes para los usuarios que nin-gún otro tipo de comunidades a las que tie-nen acceso, tienen que ser entendidas comoun fenómeno que tendrá cada vez más im-portancia mientras más y más oportunidadesde aprendizaje requieran el acceso a y la par-ticipación dentro del espacio on une. Estosaspectos tienen que ser considerados en lostérminos de su repercusión para las comuni-dades educativas tanto locales como globa-les, tanto on une como cara a cara, y tanto«virtuales» como «reales».

Mi segundo grupo de comentarios per-tenece a los múltiples tipos de comunidadque Internet puede mantener. Una caracte-rística fundamental de Internet, como unespacio que yo he llamado meta-comuni-dad, es que muchas comunidades puedencoexistir dentro de ella. Aunque las condi-ciones de la comunidad, exploradas a lolargo de este trabajo, restringen algunas deestas opciones (Internet no es en ningúncaso un medio neutral), esas condicionessiguen siendo en gran medida lo suficien-temente flexibles como para permitir quese formen dentro de Internet comunidadesy lugares alternativos. He sugerido la im-portancia de analizar las características es-pecíficas de las comunidades educativasen términos arquitectónicos, considerandolas formas en las cuales estos espacios de-terminan y restringen las experiencias delos participantes en las dimensiones demovimiento/estatismo; interacción/aisla-miento; publicidad/privacidad; visibili-dad/ocultación; e inclusión/exclusión.

Además, en este contexto, como enotros, la gente pertenecerá a múltiples

comunidades al mismo tiempo; Internet noes única en este respecto, pero sí hace másfáciles estas posibilidades en muchos sen-tidos debido a la variedad de comunidadesque se forman dentro de ella, y debido alnúmero de comunidades que se formanfuera de Internet, las cuales mantienen, noobstante, cierto grado de identidad y visi-bilidad dentro de ella. El número y la va-riedad de estas comunidades posibles estambién, por supuesto, una expresión delcarácter global de Internet.

Estas múltiples comunidades tendrán di-ferentes grados de intensidad e importanciaen las vidas de las personas que se unen aellas on une. Alaina Kanfer ofrece la útil dis-tinción de comunidades «fluidas» y comuni-dades «densas», en términos del número y lavariedad de asociaciones compartidas entrelos miembros dentro de un grupo. Otro con-junto útil de distinciones es el que ofrece Mi-chael Fielding, quien diferencia las pautas deinteracción (no refiriéndose específicamentea las interacciones on une) como: coexisten-cia, colaboración, colegiación y comunidad.Estos cuatro tipos varían de acuerdo con losgrados de libertad, de orientación del trabajo,de igualdad y de intensidad de relación entrelos grupos que trabajan juntos. La coexis-tencia tiene un alto grado de libertad, perobajos grados de relación, orientación deltrabajo, e igualdad. La colaboración tieneun alto grado de orientación del trabajo,pero bajos grados de relación, libertad eigualdad. La colegiación tiene un alto gra-do de relación, orientación del trabajo, eigualdad, pero un bajo grado de libertad.La comunidad tiene un alto grado de rela-ción, libertad e igualdad, pero un bajogrado de orientación del trabajo. Así que,desde este punto de vista, muchas comunida-des on une pueden ser entendidas mejor (deacuerdo con las categorías de Fielding) cornocasos de colegiación o colaboración, quecomo comunidades. Pero el hecho de llamar«comunidad», propiamente dicho, a todos es-tos tipos diferentes de comunidades, o sólo aalgunas, y de llamar a otras por otro nombre,

189

Page 22: ¿CONSTITUYE INTERNET UNA COMUNIDAD EDUCATIVA GLOBAL…

tiene muy poca importancia. Lo que es im-portante es entender que la gente se juntapor razones muy diferentes y se mantienenunidos por hilos muy diferentes. Los térmi-nos abarcadores como «comunidad» pue-den hacer que los grupos cuyas dinámicase intenciones internas son muy diferentesunas de otras, parezcan similares desdefuera. Además, algunas comunidades se de-sarrollan al margen de las decisiones toma-das por los participantes para afiliarse unascon otras; otras están estructuradas como es-pacios que otras pueden integrar o no (entérminos que no son de su elección). Lascomunidades educativas, en particular,comparten más frecuentemente esta últimaforma, y esto tiene efectos directos sobrequien podrá y quien no podrá beneficiarsede ellas.

También debe quedar claro que distin-ciones como las de Kanfer y Fielding puedenser muy útiles para entender la variedad de in-teracciones que pueden mantener diferentespropósitos educativos. Pensar que las escuelaso las aulas tienen que ser «comunidades educa-tiva», por ejemplo, puede oscurecer las fonnassignificativamente diferentes en las cuales pue-den tener lugar la enseñanza y el aprendizajeeficaces. Las interacciones como la coexistencia,la colaboración, la colegiación y la comunidad,pueden respaldar, cada una, metas educativasmuy diferentes, pero igualmente valiosas. Es deespecial importancia agregar aquí que, estas

formas diferentes de interacción pueden sercómodas o aceptables, en grado variable, paralos posibles participantes en estas oportunida-des educativas. Si las categorías como «comu-nidad educativa» se entienden de una maneramuy homogénea, entonces los participantescon estilos de aprendizaje diferentes o con dis-tintos gustos de afiliación, pueden ser dejadosfuera. Aquí, una vez más, las asociaciones tra-dicionales de la comunidad con la proximidad,la homogeneidad y la familiaridad, pueden serun impedimento para formar comunidadesverdaderas (incluyendo comunidades on fine)las cuales creo serán de una importancia cadavez mayor para las oportunidades educativasde los alumnos de todas las edades y en todaspartes del mundo.

(Traducción: Diana María Ivizate González)

DIRECCIONES DE INTERNET

BARBER: «Jihad vs. el McMundo».h Up://www.theatlantic. com/election/

connection/foreign/barberf httn.KELLNER: la globalización y el giro pastmodernahttp://wivw.gseis.licla.edii/colirses/

ed253a/dkglobpm.htm.tmLUBBENS: -Dirección tilburg».http://www.globalize.org,/tadress.htm.

190