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  • El presente documento forma parte del proyecto de investigacin FONDECYT N 1020207denominado:La Interpretacin de la Arquitectura. Historia de las realizaciones habitacionales de laCorporacin de Mejoramiento Urbano CORMU, en Santiago: 19661976".

    Investigador responsable: Alfonso Raposo Moyano.Coinvestigadores: Marco Valencia Palacios / Gabriela Raposo Quintana.

    I.S.B.N.: 956-7134-71-5Registro de Propiedad Intelectual: 151.320

    Diagramacin e impresin:LOM edicionesConcha y Toro 25Santiago de Chile

    Diciembre 2005

  • La interpretacin de la obra arquitectnica yproyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano.

    Memorias e historia de las realizaciones habitacionales de laCorporacin de Mejoramiento Urbano. Santiago 1966-1976.

    Alfonso Raposo M., Marco Valencia P. y Gabriela Raposo Q.

  • Temario

    Captulo I

    La interpretacin de la obra arquitectnica: Historia de las realizaciones habitacionalesde CORMU en Santiago 1966-1976. Formulacin del proyecto de investigacin

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo II

    Posmodernidad. Hacia un nuevo marco crtico para la comprensin de la arquitectura

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo III

    Cartografa temtica arquitectural

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo IV

    Prctica poltica del diseo urbano. Notas sobre la vida institucional y labor de laCorporacin de Mejoramiento Urbano, CORMU 1966-1976

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo V

    Modernidad, diseo y utopa. Notas sobre el fundamento poltico de las acciones deremodelacin urbana en Santiago. El caso de la CORMU 1966-1976

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo VI

    Hacia la remodelacin democrtica del espacio habitacional urbano

    ALFONSO RAPOSO M., GABRIELA RAPOSO Q. Y MARCO VALENCIA P.

    8

    30

    64

    92

    122

    156

  • Captulo VII

    Remodelacin urbana e ideologa. Un ensayo de interpretacin crtica de la obraarquitectnica y urbanstica de CORMU en Santiago 1966-1976

    ALFONSO RAPOSO M., GABRIELA RAPOSO Q. Y MARCO VALENCIA P.

    Captulo VIII

    Subjetividad popular y representaciones urbanas. Hacia una interpretacin contextual de laobra arquitectnica y urbanstica de CORMU en Santiago 1966-1976

    ALFONSO RAPOSO M. Y MARCO VALENCIA P.

    224

    314

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago6

    Prlogo

    Los textos que se presentan corresponden a una iniciativa que se gest hace ya 5 aos. Serenen aqu los documentos entregados en el marco del Informe Final de la InvestigacinFONDECYT N 1020207 La interpretacin de la Arquitectura. Historia de las realizaciones habi-tacionales de la Corporacin de Mejoramiento Urbano en Santiago. 1966-1976 . La formulacindel proyecto data del ao 2001. Fue presentada con el patrocinio de la Universidad Central alConcurso Regular del FONDECYT el ao 2002 y fue aprobada para ser desarrollada entre Marzode 2002 y Marzo del 2004. Con la publicacin de este libro se da cabal cumplimiento a loscompromisos contrados con FONDECYT.

    Debemos anotar un par de glosas preliminares, para prevenir al lector, respecto de algunossignificados de las palabras con que se nombra este proyecto, las que pueden generar algnequvoco sobre el contenido de los textos. Con la palabra interpretacin se ha querido deno-tar un desplazamiento en la posicin epistemolgica de la investigacin, la que se aleja de laobjetividad configurada en el plano formal emprico y la lgica circunscrita por una ontologa. Seorienta ms bien, a alcanzar una posicin hermenutica que busca situase en un plano de carc-ter ms existencial y por tanto abierto a la subjetividad. Esto, por si slo, no puede satisfaceralgunos ordenes de exigencias que desde algunas posiciones epistemolgicas suele hacerse ala palabra investigacin. Agradecemos a quienes fueron los evaluadores del proyecto la am-plitud y actualidad de su visin en este respecto y esperamos haber estado a la altura de lo queel enunciado del proyecto prometa.

    Pero hay otros asuntos internos que yacen en el resultado del proyecto que pueden ser dems compleja aceptacin. Pudiese parecer que con la palabra Historia hubisemos queridoalinearnos en el marco del proceder formal de esta disciplina. En los textos que se presentan hayautnticos esfuerzos y logros en ese sentido. Sin embargo, con la distancia que provee el tiempotranscurrido, ha sido posible percibir que, en algunos de sus rasgos primordiales, nuestra narra-tiva histrica sigue ms bien el cauce de la memoria colectiva1. El discurso surge ms propia-mente de sitios de memoria2, incluyendo mbitos institucionales, que de abducciones queguen el hallazgo de fuentes.

    Por otra parte debemos advertir al lector, por aadidura, que los discursos que elaboramos seencuentran dispuestos en una caja de doble fondo. Los elementos de memoria colectiva queimpregnan el trabajo han sido convocados, impremeditadamente, por voces que provienen des-de una memoria personal que subyace implcita ( y reprimida) en partes del texto. Es principal-mente ella la que organiza, mediante la invocacin de la autoridad de interpsitos autores, laestructura y el espesor del plano sincrnico epocal de la cronotopa que se configura en lelapso considerado: 1966-1976.

    1 Los conceptos de memoria colectiva y memo-ria personal se encuentran ya en las concepcio-nes del socilogo francs Maurice Halbwachs ydatan de 1925. Estn presentados en Fragmen-tos de la memoria colectiva Traduccin de Mi-guel Angel Aguilar. Revista de Cultura psicolgi-ca Ao 1 N 1, Mxico UNAM, 1991. Publicadoen Athenea Digital N2, Otoo 2000.

    Para una consideracin ms actual de estos con-ceptos ver, por ejemplo: Mara Teresa Rojas y LilianAlmeyda H. Memoria en la enseanza de la his-toria y las ciencias sociales. En Contexto Educa-tivo. Revista digital de educacin y nuevas tec-nologas. N 11 Sept. 2000.

    2 El concepto sitios de memoria proviene del de-cir de Pierre Nora Entre Mmoire et Histoire. EnP. Nora (Directeur) Le Lieux de Memoire. I - LeRepublique, Paris, Gallimard, 1984, pgs. 18-42.Citado por Susannah Radstone (editora) en la in-troduccin de su libro Memory and MethodologyBerg, Oxford International Publishers Ltda. Oxford,2000. Este concepto implica una innovacin me-todolgica que recurre a una cartografa espacialy catalogacin de lugares de memoria o de pre-sencia de signos mnmicos. P. Nora establece unarelacin dialctica entre una comprensin de pri-mer grado del inters histrico original del lugar yuna comprensin de segundo grado quedeconstruye su inters sentimental y etnogrfico.Aqu extendemos el concepto de sitios de me-moria a los cuerpos discursivos primordiales pro-pios de determinados mbitos institucionales.

  • PRLOGO 7

    Hay sin embargo una tensin interna que mitiga la impronta de este yo en primera persona.No se trata de la memoria individual o privada sino de una trasmutacin hacia la conformacin deun yo en tercera persona, hacia una forma de ser, hacia un tipo de conciencia personal en eldominio de lo poltico3. Esto se expresa en un plano diacrnico de la investigacin, que buscaponer la Arquitectura habitacional de CORMU en el marco de significados pblicos y actosidentitarios gubernamentales, contrastando con las formas prevalecientes de generacin delpaisaje urbano actual. As, intuitivamente nos hemos aproximado al proceder de algunas orienta-ciones actuales de investigacin interesadas en la memoria

    Hechas estas necesarias advertencias al lector, debemos agradecer a FONDECYT y la Universi-dad Central de Chile por los apoyos financieros y acadmicos otorgados para la realizacin deeste proyecto. As mismo expresamos nuestro reconocimiento a las personas que fueron nues-tros entrevistados y a todos nuestros colaboradores, en especial a Gabriel Navarrete por su cer-tera labor fotogrfica, a Andrea Celis por sus acuciosas tareas planimtricas y a Pablo Altiquespor facilitarnos acceso a fotografas de su nutrido archivo personal.

    Alfonso Raposo MoyanoDirector de CEAUP

    3 Este proceso esta descrito por Jorge V. Arreguien su Presentacin del Anuario Filosfico XXVI/2 Identidad Personal. Depto. de Antropologa,Filosofa y Letras. Universidad de Navarra. Espa-a, 1993.

    (https://dspace.unav.es/handl/1721.1/638)

  • Temario

    Resumen

    1. Formulacin del proyecto

    1.1. Exposicin del problema de investigacin

    1.2. Objetivo general

    1.3. Objetivos especficos

    2. Fundamentacin Terica

    2.1. Arquitectura y hermenutica

    a) Hermenutica e interpretacin

    b) La narrativa histrica como recurso hermenutico para leer la arquitectura

    2.2. Arquitectura y lenguaje

    a) Obra arquitectnica y significacin

    b) La comunicacin no lingstica

    c) El anlisis discursivo de la arquitectura

    d) La obra arquitectnica como smbolo

    e) Espacio y estructura social

    f) Concepcin del espacio y paisaje urbano

    3. Hiptesis de trabajo

    4. Discusin Bibliogrfica

    4.1. Plano focal

    4.2. Plano de contexto

    5. Metodologa

    6. Plan de trabajo

    Bibliografa

    CAPTULO I

    La interpretacin de la obra arquitectnica: Historia de lasrealizaciones habitacionales de CORMU en Santiago 1966-1976.Formulacin del proyecto de investigacin

    Alfonso Raposo y Marco Valencia

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 9

    Resumen

    El presente proyecto pretende pasar desde una tematizacin formulada en el campo de la histo-ria de la arquitectura1, a otra constituida en el campo de la teora de la arquitectura. La investiga-cin busca establecer los lineamientos generales de un programa explorativo de crtica arquitec-tnica, derivado a partir de un ejercicio de anlisis de los significados que habitan, como repre-sentacin social, en una determinada obra arquitectnica, considerada para estos efectos comocaso de estudio.

    En la tematizacin histrica, se trata de examinar el caso de la arquitectura y urbanstica habita-cional desarrollada por la Corporacin de Mejoramiento Urbano, CORMU, en la ciudad de San-tiago entre 1966 y 1976. Se asume para ello una perspectiva que busca develar significadospolticos e ideolgicos que influyeron en su concepcin y en su constitucin como obra. El traza-do preliminar de los aspectos histricos e institucionales de esta perspectiva es materia de unproyecto que se encuentra actualmente en desarrollo2.

    En lo concerniente al campo de la teora arquitectnica, el presente proyecto focaliza su atencinen las estructuras de significacin, en cuanto ellas corresponden a enunciados y discursos que seexpresan, como representacin social, en la obra arquitectnica, constituyndola, por tanto, comoun texto sobre la realidad. La hiptesis afirma que, en el decenio considerado, la representacinsocial de significados constituidos como estetizacin de contenidos poltico-ideolgicos gu-bernamentales, se expresan como relato subyacente en el texto arquitectnico y urbanstico dela labor habitacional de CORMU. Ms especficamente la hiptesis sostiene que a travs de susprincipales proyectos, CORMU desarrolla una suerte de artializacin arquitectnico-urbansti-ca, que se constituye como un gnero, reconocible por su carcter pico y su rol de imagenanticipatoria, en el marco de la construccin del espacio correlativo de una nueva era de cambioy transformacin de la sociedad. Se espera constituir tal lectura crtica mediante una estrategiade combinaciones conceptuales e instrumentales transdisciplinarias, extradas de la esferahermenutico-lingstica. El presente proyecto espera adaptar y someter a prueba tal instrumen-tal para considerar la legibilidad del texto arquitectnico, especialmente en sus significados po-lticos-ideolgicos, propios del contexto discursivo histrico e institucional de la poca.

    1. Formulacin del Proyecto

    El presente proyecto esta tematizado desde el campo de preocupaciones de la teora de laarquitectura. Se trata de considerar la obra arquitectnica desde el ngulo de un posible progra-ma de crtica arquitectnica. Ms especficamente, se trata de desarrollar y probar un instrumen-tal exploratorio de lectura crtica de la obra arquitectnica, considerndola como un texto cuyossignificados son rastreables en distintos niveles estructurales de su constitucin.

    Para estos efectos se ha considerado, como caso de estudio, la labor arquitectnico-urbansticadesarrollada por la Corporacin de Mejoramiento Urbano CORMU, en la ciudad de Santiago, enel perodo 1966-1976. El perodo considerado corresponde a un momento de intenso avancemodernizador que, mediante estrategias de aprendizaje y movilizacin social impulsadas desdeel Estado, busca transformar la estructura social y constituir un nuevo orden societal. Se trata, portanto, de un perodo prolfico en la produccin de representaciones sociales del cambio, de

    1 Nos referimos al proyecto UCEN N 14/2001: Ar-queologa del paisaje urbano de Santiago. Histo-ria de las realizaciones arquitectnicas deCORMU en el perodo 1966-1976, en desarro-llo por los autores del presente proyecto enCEDVI, FABA, UCEN.

    2 Idem anterior.

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago10

    nuevas constelaciones de signos y emblemas de integracin social y de nuevas imgenescolectivas en el espacio simblico, todo lo cual ha de tener expresin en el campo de laproduccin del espacio urbano, en especial aquella realizada desde el dominio pblico. CORMUy su labor en la ciudad de Santiago, han sido consideradas como un caso de estudio en elmarco de la investigacin propuesta, por cuanto representan un esfuerzo de institucionalizacinpoltico-administrativa, con el que se abre un marco de acciones relativamente inditas en la expe-riencia nacional, como fue el de la reforma urbana impulsada por los gobiernos del perodo.

    El trazado de la historia institucional de CORMU y de su labor en la ciudad de Santiago es yamateria de un proyecto de investigacin actualmente en desarrollo, en el Centro de EstudiosArquitectnicos, Urbansticos y del Paisaje, de la Facultad de Arquitectura de la UniversidadCentral, a cargo de los investigadores que postulan este nuevo proyecto.

    En el caso del presente proyecto, lo que se plantea es llevar la investigacin desde el ngulohistrico-institucional con que se mira la obra arquitectnica, al ngulo de la consideracin est-tico-crtica de su estructura, en especial en lo concerniente al reconocimiento de los contenidosideolgico-polticos y sociales que habitan en ella como simbolizacin y estetizacin arquitect-nica y urbanstica.

    Desde esta perspectiva, lo que el planteamiento de esta investigacin pone como complemento ynuevo asunto para una interpretacin de la obra arquitectnico-urbanstica de CORMU, es elreencuadre y refocalizacin de la dimensin analtico-histrica, dirigiendo su atencin a la estructu-ra simblica del poder estatal y por tanto, a la historia del proceso de produccin de smbolos ysignos en la esfera del dominio pblico. Esto significa, una tarea de reconocimiento y comprensinde la obra arquitectnica en cuanto representacin social, considerando su corpus como un texto,constituido por entretejimientos discursivos susceptibles de diferenciacin e interpretacin. Intere-sa especialmente en esta tarea considerar los significados poltico ideolgicos que habitan en eltexto arquitectnico, mediante el examen de sus niveles de significacin y correlacin con losdiscursos modernizadores y los proyectos poltico-gubernamentales presentes en la poca.

    La hiptesis del presente proyecto, afirma que, en el decenio considerado, las representacionessociales de significados constituidos como estetizacin de contenidos poltico-ideolgicosgubernamentales, se expresan como discursos subyacentes en el texto arquitectnico y urbans-tico de la labor habitacional de CORMU. La reforma urbana, en cuanto dimensin de la polticamodernizadora del Estado progresista de ese perodo, se constituye como un campo deresimbolizacin del nuevo orden poltico. Es en este campo en donde, a travs de los principalesproyectos de CORMU, se desarrolla una suerte de artializacin arquitectnico-urbanstica defragmentos de la ciudad. En trminos ms especficos la hiptesis afirma que, principalmente, atravs de sus proyectos habitacionales, CORMU, en el marco de una resemantizacin del espa-cio urbano, constituye un gnero arquitectnico, reconocible por su carcter pico y su rol deimagen anticipatoria de un nuevo paisaje de la ciudad, expresivo de una nueva era de cambio ytransformacin modernizadora de la sociedad.

    Se espera constituir tal lectura crtica mediante la utilizacin de una serie de herramientas anal-ticas vinculadas al anlisis hermenutico y lingstico, como un acercamiento transdisciplinario ala interpretacin de las significaciones arquitectnicas de la obra de CORMU. Al respecto, resul-tan importantes los aportes de la semiologa, la hermenutica profunda, el anlisis del discurso,

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 11

    y el anlisis antropolgico urbano, entre otras herramientas analticas. El presente proyecto espe-ra adaptar y someter a prueba tal instrumental para considerar la legibilidad del texto arquitect-nico en el contexto histrico e institucional indicado precedentemente.

    1.1. Exposicin del Problema de Investigacin

    El presente proyecto de investigacin se enmarca dentro de los mrgenes de un estudioexploratorio. El tema de la interpretacin de las representaciones simblicas de lo poltico en laobra arquitectnica, no obstante la tradicin de trabajo desarrollada desde el ngulo de la histo-ria de la arquitectura de la ciudad (Rossi, 1982; Aymonino, 1981; Tafuri, 1997; Panerai, 1986) nosuele abordarse recurriendo a las posibilidades que, a nuestro juicio, presentara el instrumentalhermenutico-lingstico (materia que se considera con ms detenimiento en acpites siguien-tes). En lo referente al estudio de la arquitectura impulsada desde el dominio pblico en Chile,tampoco se encuentran referencias explcitas o implcitas a esta posibilidad, en los estudios de laarquitectura nacional impulsada desde el dominio pblico.

    Por estas razones, el presente proyecto se enuncia reconociendo la necesidad de constituir unasuerte de laboratorio de experimentacin conceptual, en que se someta a prueba diversas com-binaciones hibridadas de elementos terico-analticos desarrollados en el campo de la herme-nutica y la lingstica. Con este material instrumental, se espera desarrollar nuevas formas delegibilidad y nuevos puntos de vista para comprender el paisaje simblico urbano. Se trata deencontrar ngulos de anlisis que superen la sola explicitacin y refraseo del texto arquitectnicoy ensaye abrir otras facetas de la intertextualidad conjugada en el proceso de concepcin de lasrealizaciones habitacionales de CORMU, reconsiderando, al propio tiempo, las improntas de lassignificaciones de los actores sociales y polticos de la poca.

    La idea es asumir la obra CORMU como un texto susceptible de analizarse desde el punto devista de sus signos y smbolos, entendidos como elementos de un contexto significativo (enun-ciados y discursos) de deseabilidad social que representan la concepcin de modernizacin yepopeya socio-poltica de los gobiernos y actores sociales de la poca. Desde esta perspectivase intentarn develar aquellos significados presentes en el tejido urbano habitacional de esosaos que nos permitan reconocer los intentos por materializar la construccin de una nuevasociedad, y su correlato en la edilicia de una ciudad en transformacin.

    1.2. Objetivo General

    Desarrollar los lineamientos generales de un programa explorativo de crtica arquitectnica, desdela perspectiva del anlisis de la representacin y significacin de la obra arquitectnica, tomandocomo unidad de anlisis las realizaciones habitacionales de CORMU entre los aos 1966-1976.

    1.3. Objetivos Especficos

    a) Examinar la obra arquitectnica y urbanstica habitacional desarrollada por CORMU, enSantiago entre 1966 y 1976 desde la perspectiva de los significados polticos e ideolgicosanidados en su concepcin.

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago12

    b) Desarrollar un programa explorativo de crtica arquitectnica derivada del anlisis de lossignificados sociales de la obra arquitectnica, recurriendo, entre otros, a los aportes de lateora hermenutica y las disciplinas vinculadas a la lingstica.

    c) Analizar la obra arquitectnica y urbanstica habitacional de CORMU desde la perspectivade las estructuras de significacin, en cuanto ellas corresponden a enunciados y discursosque se expresan como representacin en la obra arquitectnica, constituyndola como untexto sobre la realidad socio poltica nacional.

    2. Fundamentacin Terica

    La produccin del espacio es, como seala Lefebvre (1998), produccin y apropiacin social delespacio. Se trata de un proceso inherente y constitutivo de la sociedad y, por consiguiente,forma parte de sus prcticas espaciales, de sus concepciones espaciales constituyentes y de susestructuras simblicas y de significacin que habitan como representacin en el ser social. Sureconocimiento, por tanto, debe ser constitutivo de las estructuras, enfoques y procesamientosmetodolgicos para observar lo social. En este sentido, se ha considerado ilustrativo el esquemapropuesto por Gimnez (Gimnez, 1994; citado por Santibez, 1999, pg. 12) para caracterizary visualizar la pluralidad de dispositivos metodolgicos que, desde las Ciencias Sociales, repre-sentan las entradas por las cuales hay descripcin social y por tanto, posibilidad de situar la tareade interpretar la obra arquitectnica.

    El esquema comprende dos ejes. Uno corresponde al de las disciplinas o enunciados teorticos,en cuyos extremos puede situarse por una parte, el enunciado terico altamente formalizado dela economa y por otra, las expresiones de la teora lingstica. El otro eje corresponde al de lasmetodologas, en cuyos extremos se encuentran, por un lado, las metodologas positivistas uobjetivistas y la hermenutica por el otro. Bajo este marco referencial se considera que el eje deuna investigacin centrada en el problema de la interpretacin arquitectnica se mover entorno al espacio determinado por las teoras asociadas a la lingstica y las metodologas decarcter hermenutico.

    PROCESAMIENTOPOSITIVISTA

    PROCESAMIENTOHERMENUTICO

    LINGSTICA

    ECONOMA

    eje metodolgico

    eje disciplinario

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 13

    En funcin de esta adscripcin terico-metodolgica se intentar, reconocer aquellos elementosque tanto la lingstica como la hermenutica entregan para observar aquel aspecto de lo socialque comprende la concepcin y representacin del espacio inherentes a la obra arquitectnicadesarrollada desde el Estado.

    2.1. Arquitectura y Hermenutica

    En qu forma el anlisis hermenutico nos permite una adecuada interpretacin de la obraarquitectnica? La teora correspondiente al proceder interpretativo recibe tradicionalmente elnombre de hermenutica. La interpretacin y su correspondiente fundamentacin terica, estemtica especfica de una gran cantidad de autores dedicados al estudio de diversos campos,en especial de todos aquellos que tratan el problema de la significacin y se proponen la aclara-cin de los procesos comunicativos y procesativos del ser humano. Vista la obra arquitectnicacomo un signo sujeto a interpretacin, es pertinente preguntarse por su produccin de significa-dos en el mbito de la recepcin, representacin y concepcin.

    En el foco hermenutico importa el sentido de las cosas observadas, es decir, la comprensin einterpretacin de las formas simblicas, de las acciones, de las relaciones y de la comunicacin,las que se constituyen como lo medular.

    La mirada hermenutica, hace referencia al sistema de convenciones implcitas que habitan en undeterminado contexto, y por tanto se centra en los horizontes de sentido compartido contingentepor los actores sociales de ese contexto. Tales cdigos se refieren al sistema de convencionesexplcitas, por tanto omnipresentes en el ambiente de acontecimientos observado. Bajo este mar-co analtico, la hermenutica interpretativa queda enmarcada en la capacidad del observador dedescubrir, en los parmetros formales del lenguaje, los enunciados ocultos de una subjetividadsumergida (mirada semitica). Es esto lo que permite asegurar entonces que este enfoquehermenutico se relaciona con la zona lingstica del eje disciplinario indicado anteriormente.

    Se debe destacar que, sea cual fuere el cmo de la interpretacin, todo acto de interpretacinhermenutico representa un esfuerzo de dilogo, entre lector y textos. Lo que slo es posible bajocondiciones de sentido compartido. Es sobre la base de esta unidad que la hermenutica captasentido en las entidades sobre las que se quiere comprender su significacin. Bsico es tambinentender aqu que es el lenguaje el mediador por el cual se genera todo entendimiento. En palabrasde Gadamer: el lenguaje es el medio universal por el cual se realiza la comprensin misma. La formade realizacin de la comprensin es la interpretacin (Gadamer, 1988, pg. 467). En el presenteproyecto es el lenguaje arquitectnico-urbanstico la piedra de toque del esfuerzo hermenutico.

    Para la hermenutica, el entendimiento entre entidades, que ocurre bajo el lenguaje, slo.esposible de realizar en el marco de presupuestos, de contextos y de horizontes histricos dereferencia. Cobran relevancia, entonces los procesos de objetivacin. No se trata sin embargo deconsiderar el objeto en s mismo, como portador ltimo de caractersticas inherentes de las cua-les preocuparse (en el caso de la arquitectura estas caractersticas se asocian a lo morfolgico).Se trata, por el contrario, del encuentro de caminos viables de relacin, entre el horizonte delsentido propio del que interpreta, con el del texto en cuestin (dimensin referida en este casolos significados sociales representados en la obra arquitectnica del Estado).

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago14

    Los dominios del sentido compartido, expuestos entre entidades distintas, se comprenden cuandoexiste un acuerdo entre ellas sobre la cosa tratada. La mutua comprensin (codeterminacincomprensiva) en la que se sumergen las entidades (lector-texto) se vinculan al hecho de que elproblema hermenutico no es pues un problema del correcto dominio del lenguaje, sino msbien del correcto acuerdo sobre un asunto, que tiene lugar en el medio del lenguaje. En defini-tiva, se puede afirmar, que el acercamiento hermenutico a la significacin de las prcticas socia-les o de los productos sociales, se realiza sobre la base de la coordinacin de horizontes desentido histrico que portan los involucrados. En este sentido la obra de CORMU se enmarcadentro de la coordinacin de horizontes de sentido entre el Estado y la sociedad, donde tanto ladeseabilidad social como el carcter utpico y revolucionario de los gobiernos de la poca (epo-peya y modernizacin) se asocian al imaginario colectivo de la creacin de una nueva ciudad.

    El desarrollo de la interpretacin ocurre dentro de los marcos de referencia epocales a los cualesel propio lenguaje se ve sometido. Esto quiere decir que la posibilidad de remitir sentido sesupedita a los esquemas sociales de expresin que en una poca se convierten en direccionesde conocimiento.

    En el caso de la hermenutica profunda de Thompson (citado por Segui, 1985) se refuerza laidea de que los smbolos estn inmersos en contextos sociales estructurados, por lo que unanlisis debe abocarse al estudio de la nocin significativa y de la contextualizacin social de lasformas simblicas. Este anlisis parte de la base de que los smbolos manifiestan: un aspectointencional, o sea, producidos por sujetos que se proponen comunicarse con otros; un aspectoconvencional, pues implican reglas, cdigos, y convenciones; un aspecto estructural, ya queconstan internamente de una estructura articulada de elementos relacionados entre s; un aspec-to referencial, pues se refieren a objetos externos y dicen algo respecto de ellos; y un aspectocontextual pues estn insertos en situaciones especficas.

    Desde el punto de vista de las fases de la investigacin en la hermenutica Gimnez proponepara la etapa de la hermenutica de la vida cotidiana y para la etapa de la hermenutica profun-da las siguientes formas de interpretacin:

    Hermenutica de la vida cotidiana Interpretacin de la doxa

    Anlisis socio-histricoReconstruccin de las condiciones deproduccin, de circulacin y de recepcinde las formas simblicas

    Escenario espacio temporalCampos de interaccinInstituciones socialesEstructura socialMedios tcnicos de transmisin

    Esquema metodolgico de lahermenutica profunda

    Anlisis formal o discursivo (estudia lasestructuras internas de las formassimblicas en virtud de la cual estas soncapaces de representar y simbolizar)Anlisis semitico

    Anlisis conversacionalAnlisis de contenidoAnlisis argumentativo

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 15

    a) Hermenutica e Interpretacin

    Al respecto, Ogden y Richards (citados por Segui, 1985) plantean la interpretacin dentro delmarco del anlisis hermenutico referido a contextos. Para estos autores un signo opera en elespritu pensante por el hecho de ser elemento integrante de una suerte de contexto interpretativo,parte de un todo que se induce por su sola presencia, y al que se significa y representa. Lainterpretacin consiste en el hecho de que, al recorrer una parte del contexto, se provoca ennosotros una reaccin con el sentido mismo del contexto entero. El significado es la eficaciadelegada de la interpretacin (Segui, 1985, pg. 14). Bajo este marco es posible considerar laobra de CORMU como un signo envuelto en una cadena semntica de representaciones entorno al imaginario de una sociedad igualitaria y, por sobre todo, moderna. En este sentido laciudad adquiere relevancia, pues se constituye como el campo en que se cristalizan simblica-mente los referentes surgidos de la deseabilidad social de los agentes del Estado y de los actorespoltico-sociales partcipes de los gobiernos de los presidentes Frei Montalva y Allende.

    Desde esta perspectiva la interpretacin es la contextualizacin, el desvelamiento inductivo delcontexto en que su representacin tiene su sentido intencional productivo. Todo lo pensado yproducido est orientado hacia una entidad ms que otra. Esta orientacin es llamada referencia,relacin lgica, alusin. El pensamiento as orientado se vale de smbolos (formas representati-vas) con los cuales, a su vez, se relaciona casualmente en cuanto a su produccin. El pensamientovalindose de smbolos, se acaba vinculando a la referencia por intermedio de una cadena deanillos semnticos o situaciones sealativas. Entre el smbolo y la referencia, sin embargo, hayuna relacin indirecta, consistente en la representacin del referente. La interpretacin es enton-ces, el hecho natural del entendimiento, en cuanto intenta plantear concatenaciones (contextos)a partir de la apreciacin de smbolos. La interpretacin en esta visin semitica, queda caracte-rizada como la especie de proceso mental, consistente en el hecho de que la conciencia respectode algo, se hace conciente de otro ligado, implcito en la representacin de algo desencadenante.

    b) La Narrativa Histrica como Recurso Hermenutico para Leer la Arquitectura

    La narrativa, lejos de ser un cdigo entre muchos de los que puede utilizar una cultura para dotar designificacin la experiencia, es un metacdigo, un universal humano sobre cuya base puedentransmitirse mensajes transculturales acerca de una realidad comn (White, 1992, pg. 17). La narra-tiva, a decir de White, se problematiza cuando deseamos dar a los acontecimientos reales formas derelato. Ello permite asumir que en todo conjunto de acontecimientos histricos (por ejemplo la obrade CORMU) subyace un relato verdadero, que alcanza su estatus slo en cuanto discurso narrativi-zado. Narrar el acontecimiento histrico representa dotar a los sucesos de una estructura, de unorden de significacin y no mera secuencia cronolgica (o catastro, en nuestro caso).

    Esta apologa del relato narrativizado como verdad, ha sido puesta en cuestin tanto por laEscuela de los Annales, como por los llamados estructuralistas y pos-estructuralistas. Amboscuestionan el realismo de la narrativa, pues consideran que su funcin no es representar nadasino slo ser mera manifestacin del espectculo del lenguaje. La deconstruccin de la narrativanos llevara, segn estos autores, a desenmascarar el hecho de que toda narrativa histrica tieneun carcter mtico o ideolgico.

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago16

    White argumenta, en cambio, que toda narrativa tiene carcter alegrico, es decir, se constituyecomo un discurso que dice una cosa y significa otra. En este sentido la narrativa histrica seentronca con la literatura y el mito, siendo todos sistemas de produccin de significados quecomparten la experiencia histrica de un pueblo, de una cultura. Siguiendo esta lnea argumental,la filosofa hermenutica reivindica el valor de la narrativa histrica, pues comprender las accio-nes histricas para Ricoeur significa captar conjuntamente, como partes de todos significativos,las intenciones que motivan las acciones, las propias acciones y sus consecuencias reflejadas encontextos sociales y culturales (White, 1992, pg. 68). Esta perspectiva generosa permite inda-gar en los relatos subyacentes a la obra arquitectnica de CORMU, desde una perspectivamultifocal considerando tanto los deseos de los agentes, como los discursos socio-polticos enque se desenvuelven sus acciones.

    2.2. Arquitectura y Lenguaje

    Si el procesamiento hermenutico nos da indicios para la comprensin de la construccin de larealidad observada, la consideracin analgica de las estructuras del lenguaje nos permitenreconocer estructuras explicativas de las relaciones fundantes del orden que presenta el paisajeobservado. As, los modelos desprendidos del paradigma lingstico intentan explicar los com-portamientos concretos a partir de reglas implcitas interiorizadas por los agentes sociales res-pecto de ese orden.

    Esta perspectiva de analoga estructural del anlisis social permite concebir que la reproduccinsocial de la sociedad se rige por referencias significativas que estn estructuradas a priori y quetienen dimensin propia, ya sea en el plano simblico o semntico, del mismo modo que lalengua tiene un carcter estructurado y estructurante de los enunciados de los hablantes.

    Algunos de los supuestos bsicos desprendidos de este enfoque lingstico-estructural, son aque-llos que conciben la posibilidad de caracterizar los fenmenos empricos (sea para la lengua, laestructura social o la estructura psquica, el paisaje urbano, las obras artsticas o literarias), comoconjuntos que tienen regularidades especficas que rigen los componentes. Esto significa que,tienen carcter de totalidad, tienen la capacidad de autoregulacin y de transformacin dentro deun sistema de diferencias en que cada elemento se define por oposicin a otro, y cuyos valoresanalticos se miden por equivalencias de complementariedad y diferencia. Perspectivas de anlisiscomo la semitica estructural o el anlisis del discurso pertenecen a esta rama de anlisis.

    A continuacin se recurre a los trabajos de diversos tericos que analizan el problema del len-guaje y la interpretacin:

    a) Obra Arquitectnica y Significacin

    Para penetrar en el tema de las significaciones es necesario tomar las nociones de significadopresentes en la Antropologa Social. La antropologa se pregunta por el significado en cuanto tala partir de Geertz, en especial cuando este seala que la cultura es un patrn histricamentetransmitido de sentidos incorporados de smbolos (Geertz, 1990, pg. 20). Dice que el concep-to de cultura que propone es esencialmente semitico, asumiendo al hombre como un animal

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 17

    inserto en tramas de significacin que el mismo ha tejido, en busca de leyes: considero que lacultura es esa urdimbre y que el anlisis de la cultura ha de ser por tanto, no una ciencia experi-mental, sino una ciencia interpretativa en busca de leyes (op. cit, pg. 20). Analizar es, paraGeertz, desentraar estructuras de significacin y determinar su campo social y su alcance (op.cit, pg. 24). Con respecto al mismo tema, Marc Aug (1994), seala que la interpretacinantropolgica se juega entre dos ejes polares: la funcin y el smbolo; y los polos evolucin ycultura. La adscripcin a los polos smbolo y cultura aproxima a nuestro anlisis de la obra arqui-tectnica, a la bsqueda de aquellas significaciones parciales al interior de la trama urbana resi-dencial, relegando a segundo plano la concepcin universalista de la arquitectura y la concep-cin cientfica universalista de los fenmenos sociales.

    El asumir la validez de las significaciones como smbolos culturales, lleva invariablemente a plan-tearse el tema de la representacin (imagen, signo, en definitiva metfora). La imposibilidad dedesnudar la metfora, en cuanto el lenguaje es metafrico, es expresada por Derrida: Metforacircula la ciudad, nos transporta como a sus habitantes, en todo tipo de trayectos, con encrucija-das, semforos, direcciones prohibidas, intersecciones, limitaciones y prescripciones de veloci-dad. De una cierta forma-metafrica claro est, y como modo de habitar-somos el contenido y lamateria de ese vehculo: pasajeros, comprendidos y transportados por la metfora (Derrida,1989, pg. 35). La metfora es entonces en su particular condicin un vehculo, que hecha aandar la idea de la representacin. En ella se hace presente una necesidad imperiosa: develar elsentido que subyace tras de s. La metfora encerrara en el fondo no slo el imaginario de unprocedimiento del que resulta lo metafrico en s, sino la cualidad propia del signo y de lo simb-lico en cuanto tal; la idea misma de la representacin y, en su origen, la nocin de la diferencia. Ladiferencia ontolgica que fundamenta toda presencia, que nos permite distinguir entre lo propioy lo figurado, lo visible y lo invisible, habita de igual modo en la metfora. La dualidad de princi-pio sobre la que el concepto de lo metafrico supone que algo podra ser dicho de otra maneraencubre ya una voluntad trascendental: la posibilidad de un contenido ms all de la forma. Esbajo ese prisma que la obra de CORMU puede ser vista ms all de sus aspectos formales yfuncionales, como metfora de un significado oculto y de un sentido pre-lingstico. En resumen,el orden de lo metafrico deja en evidencia la aspiracin final de todo lenguaje, su intencin dedesocultar el sentido y de exponerlo mediante la forma.

    Mencin aparte merecen las visiones de Baudrillard (1989) y Deleuze (1997) sobre el problemadel sentido y su representacin y los aportes de la interpretacin semitica de Eco (1990) y de lasemiologa de Barthes (1994). En este acpite vale la pena destacar como labor pionera, el an-lisis de la ciudad propuesto por Benjamn.

    La visin de los significados urbanos que Benjamn desarrolla se orienta al examen de los sue-os que se ocultan tras las imgenes espaciales. Segn Frisby (1992), la estrategia de ste autorconsiste en crear constelaciones del despertar. Se trata de poner vigilia en nuestra experienciade la modernidad mediante la destruccin de la mitologa en la esfera histrica. No se tratade celebrar los mitos de la modernidad sino de socavarlos. Es esto lo que cautiva el inters deFrisby y el nuestro:

    En trminos ms concretos, Benjamn se propuso construir una topografa de Pars, no slo desus monumentos y ruinas, sino tambin de su mitologa. En sentido ms amplio, intent realizar

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago18

    una topografa del paisaje ideolgico de Pars como capital del siglo XIX. Al hacerlo, el arquelogoiba a descubrir no slo los contornos de los sueos perdidos y los smbolos del deseo del sigloXIX, sino tambin los fragmentos y rastros individuales de una cultura que ya no poda recordarseinmediatamente. El precepto de examinar detenidamente las capas de la realidad por las queha pasado el arquelogo para alcanzar su fin indica un inters por la historia de los procesos porlos que se han perdido los rastros que se acaban descubriendo... Tambin indica la necesidadde ver las cosas con una nueva luz, de colocar las cosas en un marco nuevo. Los fragmentosexcavados deben reunirse en una nueva constelacin. Al hacerlo, el procedimiento supera latipificacin del excavador y pasa a ser la del coleccionista. Cuando Benjamn sostuvo que elmtodo autntico de volver contemporneas las cosas consiste en concebirlas dentro de nues-tro espacio, aadi es lo que hace el coleccionista. En el propio acto de coleccionar lo deci-sivo es que el objeto se vea separado de todas sus funciones para que se lo pueda colocar enrelacin ms intima concebible con aquello que presenta mayor afinidad. Es lo opuesto diame-tralmente a la utilizacin y entra dentro de la notable categora de la consumacin. Slo enton-ces adquiere sentido el objeto, el fragmento. (citado por Frisby, 1992, pg. 440).

    b) La Comunicacin No-Lingstica

    Slo recientemente se ha valorado la importancia terica y prctica que pueden tener los modosde comunicacin que no transitan por el sendero del lenguaje. Las perspectivas abiertas con losestudios de comunicacin no verbal llegaran a mostrar que la exclusividad de la palabra en laesfera de la comunicacin humana es cuestionable, ya que supone no tomar en cuenta los as-pectos implcitos asociados tanto con los contextos de emisin y de recepcin de mensajescomo con las condiciones pre-comunicativas que lo hacen posible. Del mismo modo el nfasisen el anlisis del signo lingstico haba casi siempre olvidado los elementos conductuales noverbales que definen el espacio interaccional en que los individuos efectivamente intercambianmensajes. A ello se agregan las dificultades planteadas a la palabra por el desciframiento de loimplcito, es decir, de la relacin del signo explcito con los contenidos pre-lingsticos, los de-seos inconscientes, y los cdigos y matrices de cada cultura y subcultura (Colodro, 2000, pg.120). En este sentido las representaciones espaciales residenciales y habitacionales representanuna forma de comunicacin, que pareciera no dejar de significar.

    c) El Anlisis Discursivo de la Arquitectura

    Dentro de esta misma vertiente se incluye el concepto de discurso desarrollado por Foucault(1972) , que nos permite acercarnos al universo de concepciones y representaciones espacialesde CORMU desde un plano estructural, escudriando en las determinaciones entre ideologa-poltica (saber-poder) y espacio residencial o pblico que subyacen a las obras del perodo encuestin (mtodo arqueolgico).

    Para Michel Foucault un discurso es un conjunto de enunciados que por obedecer a determina-das reglas de formacin acceden a determinadas posiciones y significaciones institucionales enun determinado lugar. Dicho de otra manera, discurso es un trmino que incluye cualquier cate-gora o forma cultural, constituyndose en la base de la praxis cultural. La nocin omnipresente

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    de discurso en Foucault busca disolver, a su juicio, la aparente distincin entre superficie y pro-fundidad, que es siempre propugnada desde el poder.

    La forma de abordar los discursos histricos en Foucault, no es aquella forma convencional derelato lineal, sino ms bien la reconstruccin a partir de retazos, coyunturas, emergencias, vacos,lagunas; que estn lejos de responder a la secuencia causa-efecto. De esta forma se puede afirmarque lo que se busca no es la base sino el espacio donde surgi el discurso. Aquel espacio desurgimiento de los discursos sera un espacio tropolgico (figurado, alegrico) que refleja y rechazaa la vez la ausencia de ser. Tal espacio encuentra su propia regla de dispersin en la capacidad delas palabras para decir lo mismo de diferentes formas, o para decir diferentes cosas con las mismaspalabras, volviendo circularmente sobre si mismas para adoptar su propia modalidad de articula-cin como significado. Puede llegar a constituirse en algo tan arbitrario como al comienzo, perollenando el vaco original con algo verbal. De este modo Foucault, erige al discurso como aquelestallido circular que libera al propio discurso del mito de la significacin, es decir en el discursofoucaultiano no es posible distinguir sujeto/objeto, signo/sentido, significado/significante.

    El anlisis de discurso de Foucault no se limita entonces a lo dicho por otros en tanto relacinsignificante y significado en forma de hechos autnomos, sino como acontecimientos y segmen-tos funcionales que gradualmente se renen para formar un sistema. Entonces el significado deun enunciado vendra entonces definido, no por el tesoro de intenciones que pueda contener,sino por la diferencia que expresa sobre las afirmaciones reales o posibles, que son contempor-neas con aquello a lo que se opone en la serie lineal del tiempo3. La intencin de constituir unahistoria sistmica de los discursos, se sustenta en una serie de principios reguladores del anlisis,que Foucault defini en el Orden del Discurso: las nociones de regularidad, acontecimiento,serie y condiciones posibles de existencia.

    De esta forma es posible preguntarnos si la obra arquitectnica de CORMU, entendida comoenunciado de discursos, responde menos a las intenciones concientes que pudieran tener losagentes del sector pblico, como al marco referencial sistmico de juegos de oposiciones mlti-ples, expresadas en trmino de voluntades de verdad (de poder o deseabilidad). As, la produc-cin del espacio habitacional urbano puede constituirse a partir de un campo de pugnas discursivasen donde cada significante no tiene un correlato directo con un significado (por ejemplo cmodefinimos significativamente penuria de vivienda o qu representa en trminos de dignidad ha-bitacional, la operacin sitio o una toma de terreno)4.

    d) La Obra Arquitectnica como Smbolo

    Otro mbito a considerar es el aporte de las ciencias sociales al tema de la simbolizacin, enparticular resulta relevante el anlisis de los smbolos en Bourdieu (1999) y Pross (1989). Si seasume que en el seno de la sociedad existe una de serie de signos que se deben interpretar yque estas constelaciones de signos constituyen un determinado orden (que establece rangos,distancias e intervalos), se puede sostener que toda simbolizacin encierra un elemento ideol-gico. Es por ello que todo signo oficial representa la construccin en el espacio de alguna con-cepcin ideolgica. En palabras de Pross: Las construcciones ideolgicas religin y Estado seconvierten en construcciones espaciales mediante el establecimiento de signos (pg. 469).

    3 Sobre el problema del discurso y los enunciadosver Las unidades del discurso, en MichelFoucault, 1972, pgs. 33-50.

    4 Recordemos que para Foucault todas las palabrastienen un origen en un espacio tropolgico en elque el signo goza de una libertad de aterrizar so-bre la entidad que pretende significar (HaydenWhite, 1992, pg. 129).

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago20

    Ahora bien, los signos pueden ser tanto de naturaleza discursiva como no discursiva, y ambosestn sujetos a interpretacin5. Segn Pross, es nuestra sociedad actual la que, encerrada en elcarcter funcional y tcnico de los signos lingsticos, a olvidado ver aquellos smbolos nodiscursivos que desde siempre han mediado la unidad social. Al respecto sostiene: Nunca sehan visto, no porque no existieran, sino porque se haban pasado por alto, porque no se sabacomo verlos. (pg. 49)

    Con relacin a la arquitectura impulsada por el Estado, Pross considera que los edificios nosiempre se construyen, y slo parcialmente, para provecho fsico. Otros son tiles por la simbologa,y los denomina edificios de representacin. Desde el templo a la casa del pueblo, desde la villaromana, las catedrales gticas (...) hasta la torre de televisin con restaurante rotante, Europaest saturada de edificios representativos. (pg. 64)

    En este plano, el Estado juega un rol central como generador del concepto de orden en lassociedades modernas, en donde se ve con claridad que el orden no es expresin de algo meta-fsico sino una constelacin de signos fsicos que alguien da a otro alguien, con una interpreta-cin ms o menos comprensible, adquiriendo validez.

    Siguiendo esta misma corriente el socilogo Pierre Bourdieu plantea que el dominio del Estadose nota especialmente en el mbito de la produccin simblica. Para este autor el Estado no slomonopoliza la violencia fsica (M. Weber) sino tambin la violencia simblica en un territoriodeterminado y sobre el conjunto de la poblacin correspondiente. Si el Estado est en condicio-nes de ejercer una violencia simblica es porque se encarna a la vez en la objetividad bajoformas de estructura y de mecanismos especficos y en la subjetividad bajo forma de estructurasmentales, de percepcin y de pensamiento.

    En nuestras sociedades, el Estado contribuye en una parte determinante a la producciny reproduccin de los instrumentos de construccin de la realidad social. En tanto queestructura organizativa e instancia reguladora de las prcticas, ejerce permanentementeuna accin formadora de disposiciones duraderas, a travs de todas las coerciones y de lasdisciplinas corporales y mentales que impone uniformemente (...), y asimismo es el funda-mento de la eficacia simblica de todos los ritos de institucin, de todos los que funda-mentan la familia por ejemplo. (Bourdieu, 1997, pg. 117).

    As, por ejemplo Bourdieu seala que tanto las polticas hacia la familia o las polticas pblicasfrente al tema de vivienda, son manifestacin de la violencia simblica ejercida desde el Estado6.

    Desde una perspectiva ms general Bourdieu aborda la relacin entre espacio fsico y espaciosocial, tambin como un fenmeno de carcter simblico. As la estructura del espacio se mani-fiesta en los contextos ms diversos, en la forma de oposiciones espaciales, en las que el espaciohabitado funciona como una especie de simbolizacin espontnea del espacio social (por ejem-plo la relacin entre marginalidad social y marginalidad espacial). En una sociedad jerrquica nohay espacio que no est jerarquizado y no exprese las distancias sociales, de un modo ms omenos enmascarado, de tal forma que parezca natural. En palabras de Bourdieu:

    Las sordas conminaciones y los llamados al orden silencioso de las estructuras del espaciofsico apropiado son unas de las mediaciones a travs de las cuales las estructuras socialesse convierten progresivamente en estructuras mentales. (1999, pg. 122)

    5 Segn Langer los smbolos por los que puedenorientarse los sujetos pueden distinguirse como elsmbolo discursivo de las lenguas y el simbolismopresentativo de la imagen, el ritual y la simbologacorporal (Langer, 1942), citado por Pross.op.cit.

    6 El desafo de analizar la coherencia de los siste-mas simblicos es abordado por el estructuralis-mo lingstico y semiolgico (Barthes y Lvi-Strauss) y por los llamados posestructuralistas(Foucault, Derrida).

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    En este sentido, los espacios arquitectnicos son el lugar por excelencia donde se afirma y seejerce el poder, constituyndose en la forma ms sutil de ejercer la violencia simblica:

    Los espacios arquitectnicos son en verdad los componentes ms importantes, a causa desu misma invisibilidad, de la simblica del poder y de los efectos totalmente reales delpoder simblico. (Ibid).

    Por ltimo, debemos sealar la importancia dada por el autor a las luchas por la apropiacin delespacio social reificado, es decir simbolizado. Estas luchas pueden asumir formas colectivas, endonde la participacin de agentes del Estado, grupos financieros, comunidades locales, repre-sentan los efectos de una construccin poltica del espacio.

    e) Espacio y Estructura Social

    La relacin entre espacio y estructura social es tambin abordada por tericos como Lefebvre(1998) y Castells (1974). Estos autores cuestionan la vinculacin entre espacio y sociedad, incor-porando las nociones de produccin, poltica urbana y estructura de clases al anlisis espacial.Para Castell, la produccin del espacio urbano puede ser entendida, en trminos generales,como el resultado de prcticas constituyentes fundamentales de la estructura social, tales como:las del sistema econmico, la del sistema ideolgico y las del sistema jurdico-poltico. Para HenryLefebvre, el espacio debe ser entendido como producto social, y por ende, las significacionesque genera se relacionan con una determinada estructura social histrica (modo de produccin).

    Por ltimo, vale la pena mencionar el poder simblico del Estado en el mbito del espacio,desde lo que se ha denominado la estetizacin de la poltica. En este punto es importante sea-lar como elemento de anlisis la relacin entre poltica y arquitectura desarrollada por Rossi(1982), en donde lo que se entiende por arquitectura de los hechos urbanos es la construccin dela ciudad, y por tanto, un fenmeno ligado al accionar el Estado y las instituciones polticas.

    f) Concepcin del Espacio y Paisaje Urbano

    Asimismo, se considera relevante la nocin de paisaje en Boudon (citado por Moniot, 2000),quien propone el estudio del paisaje, del medio ambiente y de la ciudad como campos deanlisis de la arquitecturologa (ciencia de la arquitectura), en donde la concepcin espacial delos arquitectos adquiere una relevancia particular. Boudon propone al respecto tres espaciosdiferenciados para su anlisis: Espacio de concepcin, espacio de referencia y espacio de repre-sentacin. Estas categoras representan momentos o escalas del proceso de concepcin arqui-tectnica que permite acercarse con cierta objetividad a la gnesis de los proyectos de produc-cin habitacional del espacio urbano. Esta aproximacin es til como herramienta para analizar laciudad de Santiago y las obras de CORMU como elementos del paisaje urbano de la ciudad deSantiago, desde el punto de vista de la concepcin espacial de los proyectistas de CORMU.

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    3. Hiptesis de Trabajo

    La hiptesis afirma que, en el decenio considerado, la representacin social de significados cons-tituidos como estetizacin arquitectnico-urbanstica de contenidos poltico-ideolgicos gu-bernamentales, se expresan como relato subyacente en el texto arquitectnico y urbanstico dela labor habitacional de CORMU. Ms especficamente la hiptesis sostiene que a travs de susprincipales proyectos, CORMU desarrolla una suerte de artializacin arquitectnico-urbansti-ca, que se constituye como un gnero, reconocible por su carcter pico y su rol de imagenanticipatoria, en el marco de la construccin del espacio correlativo de una nueva era de cambioy transformacin de la sociedad.

    Se plantea la posibilidad de leer la obra arquitectnica y urbanstica habitacional de CORMUcomo la representacin simblica de contextos discursivos y enunciativos que reflejan ladeseabilidad social y el campo ideolgico asociado a los proyectos polticos de esa poca. Des-de esta perspectiva, la obra de CORMU se enmarca dentro de la coordinacin de horizontes desentido entre el Estado y la sociedad, donde tanto los deseos de los actores sociales como elcarcter utpico y revolucionario de los gobiernos de la poca (epopeya y modernizacin) seasocian al imaginario colectivo de la creacin de una nueva ciudad. Se intentar entoncesdemostrar mediante el anlisis de algunos fragmentos de esta nueva ciudad (casos tipificados enun catastro realizado con anterioridad), desenmascarar las estructuras significativas que reflejanlos discursos sociales y polticos y el discurso del proyecto arquitectnico.

    4. Discusin Bibliogrfica

    La labor habitacional del Estado chileno en el perodo considerado, ha sido objeto de detenidaatencin por los investigadores nacionales. Sin embargo, la consideracin histrica de la arqui-tectura de la vivienda social, no es un tema que cuente con referentes bibliogrficos abundantes,siendo virtualmente inexistentes las referencias desde la perspectiva del problema de investiga-cin planteado. Los trabajos existentes de ms cercana pertinencia a la investigacin formulada,comprenden aspectos que, sin embargo, son requisitos indispensables para la tarea propuesta.

    4.1. Plano Focal

    En primer trmino, estn aquellos trabajos que representan bases para la identificacin de lasunidades de anlisis que conforman el universo de referencia de nuestra investigacin, esto es,las unidades habitacionales realizadas por la CORVI. En este respecto, resultan, particularmente,tiles los trabajos de Haramoto et al. entre 1976 y 1987, sobre las experiencias de realizacioneshabitacionales en Chile en el marco de las polticas de vivienda realizadas por los gobiernoscomprendidos entre las dcadas del 50 al 80 (Haramoto, 1983).

    En el marco de un propsito de sistematizacin del proceso de diseo arquitectnico de lavivienda social, estos investigadores desarrollaron la identificacin de una seleccin de conjun-tos habitacionales impulsados por el Estado, filindolos a los distintos cuerpos de accionesprogramticas de las agencias pblicas. En trabajos ulteriores, este universo de realizaciones fueexaminado ms detenidamente para constituir registros tipolgicos y catalogativos orientados a

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    conformar un sistema de informacin utilizable desde la prctica proyectual (Chiang, Pizzi, Leteliery Seplveda, 1984 y Haramoto, Chiang, Klivadenk y Seplveda, 1987).

    Si bien, en el marco bibliogrfico conocido en nuestro medio, no hay referentes especficos sobreinterpretacin de la arquitectura de la vivienda social en el caso chileno, resulta relevante, sin em-bargo, considerar trabajos que presentan aspectos de orientacin anloga. En este respecto consi-deramos significativos los trabajos desarrollados por Palmer (1984, 1987) sobre las estructurasprediales en medios habitacionales de vivienda social urbanos y sobre la impronta doctrinaria de laciudad jardn en la arquitectura de medios residenciales de la ciudad de Santiago.

    La consideracin de estudios similares al propuesto, desarrollados con respecto a otras socieda-des es tambin necesaria para obtener referencia de los marcos conceptuales y enfoques detrabajo utilizados. En este respecto, se ha considerado trabajos ms especficos sobre historia dela arquitectura de la vivienda social europea, de valor paradigmtico para nuestro propsito. Unoes el conjunto de estudios de casos de arquitectura habitacional europea del siglo XIX y XX,desarrollados por Panerai, Castex y Depaule (1986), a travs de los cuales se muestra las transfor-maciones de la imagen urbana y la prdida de valores espaciales y de habitabilidad que ellascomportan. Otra referencia, de similar orientacin es el trabajo de Bertrand (1984), en que seprovee una visualizacin de la conformacin histrica de la arquitectura del hbitat urbano dePars. En ambos casos, se provee una visin de los significados histricos de la arquitectura habi-tacional junto a una intencin crtica trazada desde una perspectiva urbanstica y de habitabilidad.En el marco de la experiencia britnica, consideramos relevante los trabajos de Muthesius (1982),sobre la evolucin histrica de la vivienda continua en Inglaterra, considerando las tipologas devivienda y la formacin de la trama urbana en distintas ciudades. Similarmente, debe mencionar-se el trabajo de Gaskell (1987), sobre la evolucin histrica de las tipologas de las unidades devivienda social en el Reino Unido. Creemos relevante, tambin, la revisin antolgica de la biblio-grafa sobre la vivienda obrera britnica del siglo XIX (Raposo, 1995), en que se sealan losprincipales rasgos de la evolucin del concepto de comunidad residencial.

    Otro aspecto central de la investigacin propuesta, es la revisin de las concepciones pragmtica- normativas de la arquitectura contempornea sobre los principios de diseo de medios habita-cionales. Entre los textos clsicos considerados en esta materia debe sealarse los trabajos deChristopher Alexander (1980), sobre patrones organizativos de distintos componentes del espa-cio residencial. Los trabajos de Amos Rapoport (1980), sobre aspectos culturales de la habitaciny de Kevin Lynch (1985), sobre una teora normativa de la habitabilidad urbana.

    En el marco de esta orientacin se ha desarrollado, tambin, una abundante bibliografa especia-lizada en el registro y anlisis de casos de realizaciones habitacionales tomados de la experienciainternacional, a partir de los cuales se establecen caracterizaciones normativas del diseo resi-dencial. Entre los trabajos significativos se ha considerado los de Kirschenmann (1985), Deilmann(1973, 1977) y Utermann (1984). El primero, focaliza su atencin en la articulacin entre la vivien-da y el espacio pblico a partir del anlisis de casos de rehabilitacin urbana. Deilmann, apuntaa constituir tipologas de organizacin espacial de implantaciones residenciales urbanas; en tan-to, Uterman desarrolla un esfuerzo de catalogacin normativa del diseo fsico habitacional.

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    4.2. Plano de Contexto

    En el cuerpo de bibliografa producido por Haramoto et al. (1984), sealado precedentemente,cabe sealar otro aporte que consideramos relevante para nuestro propsito de investigacin,cual es el perfilamiento de un modelo conceptual de estructuracin del sistema habitacional delsector pblico y de su accionar.

    La consideracin de las polticas gubernamentales en materia habitacional en Chile es otro as-pecto necesario como insumo central de nuestra investigacin. La literatura en este respecto esvastsima; sin embargo, aquella que provee rasgos de interpretacin histrica del desarrollo dela accin poltico-administrativa del Estado en materia de vivienda es ms circunscrita. Aporteque consideramos relevante, en este sentido, es el ensayo de Alvarado, Cheetam y Rojas (1973),presentado como ponencia oficial al Primer Encuentro Internacional de la Vivienda VIEXPO enSeptiembre de 1992.

    Otro trabajo significativo que aporta una perspectiva complementaria, es el ensayo de Palma ySanfuentes (1979), sobre las polticas estatales de vivienda en Chile en el perodo 1964-1973. Eneste trabajo se destaca la movilizacin popular asociada a reivindicaciones habitacionales comofactor significativo del cuadro de gobernabilidad y se considera su gravitacin sobre las polticasy la formulacin y desarrollo de los programas habitacionales.

    En una perspectiva similar, pero con un enfoque de mayor compromiso en cuanto interpretacinhistrica, consideramos relevante los trabajos de Teresa Valds (1982), en que se analiza el pro-blema de la vivienda desde el punto de vista de las polticas estatales y la movilizacin social. Laautora entrega en ellos, un discurso explicativo sobre la accin del Estado reconociendo cuatroetapas de la historia contempornea chilena.

    En una perspectiva ms referida al accionar programtico de la labor pblica consideramos rele-vantes, como insumos de investigacin, el trabajo de Bravo (1993), en que se emprende la tareade presentar una visin retrospectiva de 50 aos de labor habitacional del Estado Chileno, apor-tando un perfilamiento de naturaleza, principalmente, cuantitativa. La visin provista por esteautor sobre la vivienda social a travs de su legislacin en un estudio pionero sobre la materia(Bravo, 1952), y representa otro referente complementario para nuestro trabajo.

    Las relaciones entre vivienda y desarrollo urbano son otro aspecto concomitante que se constitu-ye como contexto del anlisis de la arquitectura habitacional del Estado. En este sentido, consi-deramos relevante el trabajo de Fadda y Ducci (1993), en que se presenta un esbozo general delas polticas de desarrollo urbano a partir de la dcada del 30, y se seala algunas de sus princi-pales imbricaciones con los programas habitacionales.

    En el mbito de la investigacin histrica formal, la tematizacin del sujeto poblacional comosujeto histrico cuenta con importantes aportes. Uno de ellos corresponde al trabajo de VicenteEspinoza (1988), que comprende temporalmente los primeros aos del presente siglo hasta losinicios de la dcada del setenta. En la misma lnea de reivindicar los sectores populares como unactor social fundamental en la historia de nuestro pas, Juan Carlos Gmez (1994), en su estudiode las poblaciones callampas de Santiago entre los aos 1930-1960, propone una nueva explica-cin para el surgimiento de las poblaciones marginales y la aparicin de un nuevo sujeto histri-co que el autor pretende legitimar en el discurso historiogrfico.

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 25

    5. Metodologa

    Dado que sobre la Historia de la labor urbanstico-arquitectnica de CORMU no se han constitui-do modelos de interpretacin de la obra arquitectnica, ni correlacin entre la teora arquitect-nica y los paradigmas hermenuticolingsticos, la postura metodolgica general a la que ads-cribe la investigacin se articular dentro de los marcos de un diseo exploratorio.

    Dado el carcter de los datos a recoger, sealado por los objetivos de la investigacin, el diseometodolgico a utilizar recurrir tcnicas cualitativas. Dichas tcnicas se agruparn en tcnicasde anlisis histrico, interpretacin hermenutica, anlisis de discurso, entrevistas a informantesclaves del perodo sealado y trabajo de campo para la observacin en terreno de las obrasrepresentativas de CORMU.

    En el marco de la formulacin indicada precedentemente, es necesario distinguir y relacionarmetodolgicamente tres planos de anlisis. Un primer plano general, el que se referir al contex-to histrico en que se desarrolla la produccin simblica y discursiva de los actores sociales delperodo en relacin con el tema de la construccin del espacio urbano. Un segundo plano, decarcter focal, har referencia al anlisis de las significaciones sociales presentes en la obra arqui-tectnica de CORMU, identificando los signos, smbolos y discursos contenidos en ella. Un tercerplano, de carcter relacional, intentar cotejar el contexto histrico, caracterizado por una pro-duccin simblica y discursiva especfica, con los elementos de significacin social presentes enla obra urbanstico-arquitectnica de CORMU.

    La presente metodologa permitir tambin comprobar los alcances de los elementos concep-tuales y metodolgicos contenidos en la esfera hermenutico-lingstica, como dispositivos deinterpretacin de la forma arquitectnica producida por el Estado chileno en un perodo deter-minado. Dado lo anterior, esta investigacin se propone como el primer paso para la realizacinde un programa de crtica arquitectnica, que contribuya la generacin de conocimiento en elmbito la teora de la arquitectura.

    6. Plan de Trabajo

    I.- Primera Etapa (Ao 1 / Semestre 1): Elaboracin de marco terico, recopilacinbibliogrfica y recopilacin de fuentes histricas.

    Actividad 1: Seleccionar y revisar obras de la esfera hermenutico-lingsticas que desarrollanestrategias tericas y metodolgicas para abordar el tema de la significacin social.

    Actividad 2: Sistematizar y sintetizar los aportes bibliogrficos de la esfera hermenutico-lings-tica al tema de la significacin de la obra arquitectnica.

    Actividad 3: Recopilar las fuentes histricas que permitan identificar los procesos de produccinsimblica y los discursos sociales asociados a los proyectos ideolgico-polticos predominantesen el perodo 1966-1976.

    Actividad 4: Generar un informe de avance que sistematice la informacin recogida.

  • La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago26

    II.-Segunda Etapa (Ao 1 / Semestre 2): Anlisis de contexto histrico en que sedesarrollaron las obras urbanstico-arquitectnicas de CORMU, desde la perspectivade la produccin simblica y de la produccin de discursos sociales.

    Actividad 5: Revisar y analizar el material historiogrfico pertinente al tema de la produccin delespacio urbano sobre el perodo 1966-1976.

    Actividad 6: Revisar y analizar las fuentes primarias pertinentes al tema de la produccin delespacio urbano al perodo 1966-1976.

    Actividad 7: Identificar los procesos de produccin discursiva y simblica asociados al tema de laconstruccin del espacio urbano presentes en los actores sociales relevantes del perodo, a par-tir del anlisis historiogrfico y de fuentes primarias.

    Actividad 8: Caracterizar desde una perspectiva institucional e histrica la obra urbanstico-arqui-tectnica de CORMU en el perodo 1966-1976.

    Actividad 9: Relacionar las realizaciones urbanstico-arquitectnicas de CORMU con el contextohistrico definido.

    Actividad 10: Realizar un informe de avance que sistematice la informacin generada en estaetapa.

    III.- Tercera Etapa (Ao 2 / Semestre 1): Seleccin, descripcin y anlisis de las obrasrepresentativas de la labor de CORMU en el perodo estudiado.

    Actividad 11: Seleccionar las obras representativas de la labor urbanstico-arquitectnica deCORMU a partir de la revisin del catastro realizado en investigacin anterior.

    Actividad 12: Realizar visita a terreno a las obras seleccionadas y el registro fotogrfico de ellas.

    Actividad 13: Realizar entrevistas a informantes clave.

    Actividad 14: Describir y analizar en profundidad los casos seleccionados.

    Actividad 15: Realizar un informe de avance que sistematice la informacin desarrollada en estaetapa.

    IV.- Cuarta Etapa (Ao 2 / Semestre 2): Anlisis significacional de la obra arquitectnico- urbansticas de CORMU, contrastando marco conceptual y contexto histrico.

    Actividad 16: Caracterizar las obras representativas de CORMU y su contexto histrico desde elenfoque hermenutico-lingstico.

    Actividad 17: Caracterizar la labor urbanstica-arquitectnica de CORMU y su contexto histricodesde la perspectiva del anlisis de las significaciones sociales presentes en el enfoquehermenutico-lingstico.

    Actividad 18: Realizar informe de avance que sistematice la informacin generada en esta etapa.

  • CAPTULO I. La interpretacin de la obra arquitectnica: historia de las realizaciones habitacionales... Alfonso Raposo, Marco Valencia 27

    V.- Conclusiones finales.

    Actividad 19: Realizacin de anlisis sobre la pertinencia y factibilidad de las herramientas con-ceptuales utilizadas en la investigacin.

    Actividad 20: Establecer los lineamientos generales para la generacin de un programa de crticaarquitectnica.

    Actividad 21: Elaborar informe final.

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  • Temario

    1. Introduccin. Arquitectura: Sobre los Discursos en Torno a la Crisis

    2. De la Deriva Estructuralista a la Pregunta por el Sentido: Semiologa y Semitica

    3. Pos estructuralismo: El Discurso en Foucault

    4. Deconstruccin: Texto y Lugar en Derrida

    5. Hermenutica e Interpretacin

    6. La Narrativa Histrica

    7. Simbolizacin. Dialctica entre Espacio-Sociedad

    8. Desde Chile, la Sntesis de Grinor Rojo

    9. Un Nuevo Campo que se Abre: Los Estudios Culturales

    CAPTULO II

    Postmodernidad. Hacia un nuevo marco crtico para la comprensinde la arquitectura

    Alfonso Raposo y Marco Valencia

  • CAPTULO II. Postmodernidad. Hacia un nuevo marco crtico para la comprensin de la arquitectura. Alfonso Raposo, Marco Valencia 31

    1. Introduccin. Arquitectura: Sobre los Discursos en Torno a la Crisis

    El presente ensayo constituye un primer esfuerzo terico-metodolgico por analizar desde elenfoque posmoderno (presente tanto en las disciplinas sociales como en la teora arquitect-nica) el valor histrico cultural de la arquitectura habitacional y urbana de la Corporacin deMejoramiento Urbano (CORMU) en Santiago en los aos de su funcionamiento: 1966-1976.

    Estas lneas representan una aproximacin terica de carcter exploratorio. Se pretende generarun instrumental de anlisis que permita con posterioridad abordar aquellos asuntos relacionadoscon la Historia de la Arquitectura residencial desarrollada desde el Estado Chileno, en el llamadoperodo de las planificaciones globales y al calor de las polticas de integracin social y moder-nizacin de los gobiernos Demcrata Cristiano y Socialista encabezados por Eduardo Frei y Sal-vador Allende.

    En el marco de la investigacin en desarrollo, tematizada en el plano de la historia de la arquitec-tura chilena, en particular aquella arquitectura habitacional realizada desde el Estado para lossectores medios y populares en los gobiernos de Allende y Frei; se intenta dar un escenario dereferencias posibles para enfrentar adecuadamente el anlisis e interpretacin de las obras arqui-tectnico-urbansticas que aquel perodo leg. De este modo, se pretende transitar desde elplano de la historia de la arquitectura hacia el plano de la teora. Por tanto, el objetivo central dela primera parte de esta investigacin consiste en desarrollar un programa de crtica, tomandocomo referentes importantes el conjunto de produccin terica y metodolgica que se ha dadoen llamar posmoderna7.

    Esta tendencia del pensamiento contemporneo es vista ya por muchos tericos cmo un retor-no al pensamiento subjetivista y como un distanciamiento de la fe ciega en el objetivismo y de lapretensin generalizadora y totalizante de la ciencia y la filosofa modernas. Nuestro objetivo noes adentrarnos en la profundidad de pensamientos a veces tan dismiles o dispersos, sino reco-ger de ellos aquellos elementos claves que sirvan de utilidad para nuestro esfuerzo por compren-der en plenitud la obra arquitectnica habitacional de CORMU y su devenir en el complejo uni-verso sociocultural que le vio nacer.

    El presente texto constituye un esfuerzo de sntesis de aquellos aportes tericos emanados des-de la nueva teora social posmoderna, heredera del llamado giro lingstico8 de las CienciasSociales, las artes y las humanidades.

    Un primer asunto es identificar aquellos elementos sobresalientes en materia del anlisis deldiscurso y el texto, como formas vlidas para enfrentar el asunto de la produccin arquitectnicahabitacional desarrollada por el Estado en Chile. Se pretende reconocer una batera operacionalde conceptos y elementos provenientes de diversas parcelas disciplinarias y metodolgicas (po-sestructuralista, narrativa histrica, posmoderna, deconstructiva, etc.) que facilitan una lectura delos signos, smbolos y mensajes contenidos explicita o implcitamente en la obra arquitectnicade CORMU y de all desprender los elementos de valor, que le haran patrimonial, es decir,portadora de historicidad, constructora de nuestra memoria colectiva.

    El intento por aproximar los estudios sobre historia y teora de la arquitectura a este enfoque seencuentran en los planteamientos pioneros de la llamada Escuela de Venecia9 y en la propues-ta de Robert Venturi10. Este esfuerzo terico se relaciona con la toma de conciencia de algunos

    7 Un interesante esfuerzo por unir las figuras disper-sas de pensadores como Jean F. Lyotard, JeanBaudrillard, Jacques Derrida y Hayden Whyte, enuna corriente de pensamiento heterognea peroreconocible, en tanto cuestionadores de la validezactual de la tica y la historia en su sentido moder-no, se encuentra en Keith Jenkins Why theHistory? Ethics and posmodernity, Londres, 1999.

    8 Sobre el giro lingstico y su influencia en la ar-quitectura hemos hablado en otra parte: MarcoA. Valencia Lo posmoderno como instrumentalpara leer la arquitectura, 2002 (CEAUP, UCEN).

    9 En especial los trabajos de Aldo Rossi La Arqui-tectura de la ciudad, Ed. Gustavo Gili, Barcelona1971; Manfredo Tafuri, Teora e Historia de laArquitectura, Celeste Ediciones, Madrid, 1997 yCarlo Aymonino, El significado de las ciudades,H. Blume Ed. , Madrid, 1981.

    10 En especial los planteamientos desarrollados enComplejidad y contradiccin en la Arquitectu-ra, Ed. Gustavo Gili, Barcelona, 1995 y en Apren-diendo de Las Vegas. El simbolismo olvidadode la Arquitectura, Ed. G. Gili, Barcelona, 1985.Venturi se considera uno de los padres de la lla-mada arquitectura posmoderna. Este arquitectojustifica su actitud de duda frente a los plantea-mientos del movimiento moderno, buscando enel pasado (esencialmente manierista y barroco)y en el mundo del arte pop de los aos sesentareferencias con que sostener su tesis para un ar-quitectura compleja, contradictoria, ambigua yequivoca. Muy buenas intenciones que, como elpropio Venturi denunciara ms tarde, fueron ma-nipuladas y malinterpretadas, por el posmoder-nismo de cara light. Una arquitectura que cayen la primaca de la imagen sobre el contenido,persiguiendo el mito de la arquitectura como es-pectculo. As las propuestas del Star Systemarquitectnico devinieron en modas, y luego, pa-saron rpidamente a ser restos patticos de unaidea. Pastiches, que se mezclaban sin sentido nisignificancias: conjuncin de estilos sin generarninguna potica. Los efectos de este fenmenoson denunciados por Manuel Martn Hernndez,el tiempo ha demostrado que la alianza de laarquitectura posmoderna con posturas conser-vadoras, cuya lgica consumista reproduce, esmuy clara, siendo sus resultados totalmenteacrticos y conformistas con la realidad urbana ysocial. Martn Hernndez convoca a mirar a lallamada nueva crtica (en rigor posmoderna),que ha salido de esta situacin para entender laautntica posmodernidad en la arquitectura. Estacrtica coincidente con el posestructuralismo fi-

  • 32 La interpretacin de la obra arquitectnica. Proyecciones de la poltica en el espacio habitacional urbano. Las remodelaciones de CORMU en Santiago

    arquitectos, del papel hegemnico universalista del Movimiento Moderno y su nula preocupa-cin por los efectos en el legado histrico y la especificidad cultural del espacio construido.Ambos intentos reconocen la importancia de los smbolos y signos portadores de toda arquitec-tura, como elementos comunicantes de otro discurso (en el caso de Rossi, la cultura y la historiade la ciudad como tipologas; en Aymonino la poltica y la economa -el poder-; en Venturi y lossmbolos culturales como imgenes, etc.). Otros discursos que no anulan el lenguaje arquitect-nico sino que convierten a la obra en un palimpsesto, en un tejido que porta diversos textos dela cultura de su tiempo11.

    Dicho de otro modo estos replanteamientos, no hacen ms que dudar de las certezas del metarrelatomoderno12, encarnado en el discurso del racionalismo arquitectnico y que coincide con la crisisgeneral del pensamiento cientfico objetivista tanto en las ciencias naturales como en las cienciassociales. De este modo el giro lingstico en su etapa estructural y posestructural coincide con eldevenir de la disciplina arquitectnica. El retorno al lenguaje, y por tanto, al asunto de los significa-dos y los contextos culturales es una bandera de los primeros opositores a la hegemona raciona-lista. Tanto Taffuri como Montaner reconocen la influencia de la semiologa y la semitica en Venturiy Rossi. Es indicativo el inters que la crtica de la arquitectura ha manifestado en los ltimostiempos por las investigaciones que han introducido en las ciencias humanas y en el anlisis de lascomunicaciones lingstica y visuales (...) Estructuralismo y semiologa estn hoy a la orden del daincluso en los estudios de la arquitectura13. Que decir luego, de Eisenman, Tschumi o Sol Mora-les, donde la influencia del pensamiento pos estructural es ms que obvia.

    A partir del reconocimiento de la crisis general del pensamiento moderno, es posible reconoceren el campo de la produccin terica europea la aparicin de un nuevo paradigma disciplinario,que apuesta abiertamente por deconstruir las bases del pensamiento sobre la arquitectura. Estaposicin cuestiona la visin de la historia y la crtica arquitectnica, poniendo entre parntesis elenfoque hegemnico que los impulsores del movimiento moderno y sus historigrafos (en espe-cial Giedion) impusieron sobre la produccin terica.

    Hoy da nos enfrentamos a una visin de la teora de la arquitectura pensada desde unareflexin plural y mltiple sobre la cultura. Ella desarrolla una concepcin de la historiografadel