Correlaciones lingüísticas y arqueológicas olmecas

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    Correlaciones lingsticas y arqueolgicas relacionadascon los olmecas

    Sren Wichmann,Dmitri Beliaev &

    Albert Davletshin

    IntroduccinEn el presente estudio tratamos de investigar la naturaleza tnica de los olmecastomando como punto de partida sus lenguas y diferentes tipos de evidenciaarqueolgica. Consideramos que los olmecas estuvieron compuestos por dos oms grupos tnicos que hablaron diferentes lenguas de origen mixe-zoque y queaparentemente tambin se distinguieron por algunos notables rasgos culturales yarquitectnicos. No obstante, esos grupos compartieron el mismo ambienteecolgico y el mismo sistema de subsistencia. Los prstamos lingsticos y lasredes de comercio relacionadas con la obsidiana sugieren que los grupos posiblesde diferenciar tuvieron contacto con otros de Mesoamrica.

    Un nuevo marco cronolgico para las lenguas mixe-zoquesEn dos publicaciones anteriores el primer autor de esta contribucin examin laspropuestas de Campbell y Kaufman (1976) acerca de las evidencias para unarelacin entre la familia lingstica mixe-zoque y la cultura olmeca. La teora deCampbell y Kaufman se basa en la afirmacin de que un nmero considerable deprstamos lingsticos mixe-zoqueanos se difundieron a otras lenguas deMesoamrica y en consideraciones acerca del inventario cultural que muestra elproto-mixe-zoque reconstruido. Wichmann (1995: 222-226) mostr que laspalabras mixe-zoques que se difundieron en la mayora de los casos no provienendel estrato histrico ms antiguo de la familia lingstica. En un segundo trabajo

    (Wichmann1998) investig con ms detalle las consecuencias del punto de suvista conservador en el trabajo citado y present una lista revisada de prstamoslingsticos de las lenguas mixe-zoques (Wichmann 1998: 313-315), en el cual seidentifica el nivel dentro de la configuracin histrica en la familia lingstica mixe-zoque a la cual pertenece cada palabra prestada. En la gran mayora de los casosse trata de prstamos relativamente tardos, y concluimos que en algunos casosCampbell y Kaufman han propuesto direcciones equivocadas en los prstamos.Por ejemplo, parece que los trminos cacao, hacha y papaya se difundieron delnhuatl al mixe-zoque y no al revs, como afirman Campbell y Kaufman.

    Hay que subrayar que la revisin crtica de las propuestas de Campbell y Kaufman

    no necesariamente implica que se tiene que abandonar la hiptesis de que losolmecas hablaron formas tempranas de lenguas mixe-zoqueanas. Slo implicaque la evidencia lingstica es limitada. Sin embargo, aunque mantenemos lacrtica respecto a los muchos casos en que Campbell y Kaufman han exagerado laantigedad de varias palabras mixe-zoques, consideramos que, en relacin avarias de esas palabras, es posible que Wichmann haya exagerado lasconsecuencias negativas para la hiptesis de la conexin entre el mixe-zoque ylos olmecas, derivadas de la revisin de sus fechamientos relativos. Aunque

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    Wichmann (1995, 1998) propona slo tomar en cuenta como palabraspertenecientes al horizonte olmeca aquellas se unieran temporalmente a la lenguaproto-mixe-zoque, ahora pensamos que tambin se deben considerar aquellaspalabras que son reconstruibles a partir de los principales estadios intermedios deldesarrollo de la familia lingstica; es decir, que tanto el proto mixe como el

    protozoque fueron utilizados por los olmecas Para mejor entendimiento de laproblemtica ofrecemos un rbol genealgico de la familia lingstica mixezoque,vase fig. 1.

    3

    Fig. 1. rbol genealgico de la familia mixe-zoque.

    Un rbol genealgico no slo representa una reconstruccin, sino tambin unaidealizacin de un desarrollo histrico. Se compone de puntos y lneas, donde lospuntos reciben los nombres de las lenguas y las lneas slo sirven aparentementepara ligar los puntos. Sin embargo, las lenguas no son puntos, sino tradicionescontinuas de formas de hablar. Lo que representan los nodos son estadoslingsticos que corresponden a inventarios fonolgicos, gramaticales y lexicalesque se pueden reconstruir a partir de las lenguas que se encuentran debajo de losnodos; es decir, representan el estadio lingstico hipottico de una lengua

    justamente antes de su fragmentacin en dos o ms descendientes. Antes de

    llegar a ese estadio una lengua puede haber existido durante largo tiempo. Porejemplo, el nodo proto-mixe slo corresponde al estadio ms tardo del proto-mixe.El estadio proto-mixe-zoque tambin esta precedido por un tramo de historia de lamisma lengua, aunque conforme con la prctica normal de la representacin degenealogas lingsticas en estructuras arbreas, en este caso especial el puntono est ligado con una lnea que lleve a estadios anteriores. Respecto a los dosdescendientes inmediatos de la lengua madre, el proto-mixe y el proto-zoque, esposible que tengan intervalos temporales potencialmente largos. Las fechas que

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    se obtienen corresponden a los intervalos entre esas lenguas y el nodo de lalengua madre.

    Si vamos a relacionar a los olmecas con lenguas mixe-zoques, cules seranentonces los estratos lingsticos bajo estudio? Esta pregunta introduce el

    problema del fechamiento de estratos lingsticos.Dentro de la lingstica histrica se han desarrollado mtodos muy precisos paraestablecer fechas relativas. Esos mtodos han logrado reconstruir proto-lenguas yla difusin lxica entre lenguas (actuales o reconstruidas), lo cual se puedecomparar con el uso del mtodo estratigrfico en arqueologa. La estratigrafa deun sitio arqueolgico produce secuencias respecto a elementos de la culturamaterial por ejemplo cermicas, que se pueden relacionar con secuenciassemejantes encontradas en otros sitios. De esta manera, se establece un marcocronolgico relativo de un rea. Lo que nos hace falta en la lingstica histrica esun mtodo tan eficaz como el del carbono 14 para fijar las fechas relativas dentrode un marco cronolgico absoluto. Slo tenemos el mtodo glotocronolgicodesarrollado por Mauricio Swadesh, que es bastante controversial. El mayorproblema de ese mtodo, cuya validez no est bien establecida, es su base en elsupuesto de que los cambios lingsticos lexicales suceden con regularidadabsoluta. Sin embargo, pensamos que el mtodo podra tener cierta validezcuando las familias lingsticas utilizadas para establecer el marco cronolgicoabsoluto tienen historias conocidas (p.ej. la familia romance), y estn asociadas acontextos sociolingsticos semejantes. En el caso de los hablantes mixe-zoquesse trata de agricultores sedentarios, por lo que la glotocronologa, con base en elestudio de familias lingsticas cuyos hablantes tambin fueron agricultores,probablemente funcione suficientemente bien como para producir hiptesis dignasexploracin. Adems, ha surgido un caso reciente en Mesoamrica donde unapropuesta glotocronolgica est apoyada por una fecha absoluta obtenidoindependientemente. Kaufman (1974), para las lenguas mayas, da la fechaglotocronolgica de 14 siglos para la separacin de las dos ramas principales cholano occidental y cholano oriental del subgrupo cholano. ltimamente elconocimiento de los aspectos lingsticos de la escritura maya se ha incrementadode tal manera que se pudo fijar una divisin dialectal entre cholano occidental ycholano oriental a partir de 400 d.C. (Lacadena y Wichmann 2002). Esta fecha,derivada directamente de las fechas que nos han proporcionado los mayasmismos en el sistema de cuenta larga, y la fecha glotocronolgica 600 d.C.concuerdan bien.

    Para la familia mixe-zoque existen las fechas glotocronolgicas calculadas porKaufman (repetido en varias publicaciones, p.ej. Kaufman 1974) y las calculadaspor nosotros. stas ltimas se derivan de la aplicacin de los mejoramientos delmtodo por Sergei Starostin (parcialmente descrito en Starostin 2000) y una basede datos ms extensa que la usada por Kaufman. Las listas de palabras en lacuales se basaron nuestros clculos se encuentran en Cysouw et al. (en prensa).En la fig. 2 se ofrece una comparacin de los diferentes clculos. La diferenciarespecto a la fecha para el proto-mixe-zoque no es muy grande, pero las fechas

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    para el proto-mixe y el proto-zoque difieren bastante. Como veremos, las nuevasfechas obtenidas por nosotros tienen consecuencias interesantes para lascorrelaciones con la arqueologa como veremos.

    Fig. 2. Comparacin entre fechas glotocronolgicas de Kaufman y de losautores para los nodos principales de la configuracin histrica de las

    lenguas mixe-zoques.

    Conforme a lo expuesto anteriormente, nuestras fechas se deben interpretar de lasiguiente manera. El proto-mixe-zoque se hablaba durante un perodo que finalizaen 1800 a.C. En esa fecha empezaron ha diversificarse los lxicos de susdiferentes dialectos. Es decir, inician a distinguirse el proto-mixe y el proto-zoque.El proto-mixe existe como unidad durante un perodo que abarca por lo menos1400 aos, correspondiente al periodo desde 1800 a.C. hasta una fecha entre 400a.C. y 100 d.C. El proto-zoque tambin abarca por lo menos 1400 aos, tal vez un

    poco ms. Es algo difcil fechar el momento en que empieza a fragmentarse elproto-mixe debido a la insuficiente documentacin de la lengua tapachulteca; sinembargo, parece que la ltima etapa de proto-mixe coincide ms o menos con ladel proto-zoque.

    Si comparamos las fechas glotocronolgicas con fechas arqueolgicas (vasecuadro 1), salta a la vista, comparando con las fases de San Lorenzo y La Venta,que la separacin de los dialectos mixezoqueanos tom lugar antes de la pocaolmeca y que la siguiente fragmentacin lingstica coincide con el fin de esapoca.

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    Cuadro 1. Esquema cronolgico comparando eventos o fases arqueolgicosy fechas glotocronolgicas (fechas de fases cermicas de Clark 1991: 15).

    En general podemos decir que los olmecas estaban conformados por al menosdos pueblos distintos que, con el tiempo, lingsticamente se diferenciaron cadavez ms.

    Dadas las fechas, es evidente que los proto-mixe-zoques no eran olmecas, habr,entonces, que preguntarse quines eran. Igualmente, se tiene que investigar laposibilidad de distinguir los proto-zoques de los proto-mixes por medio decorrelaciones no lingsticas. En el resto de este trabajo vamos a revisar diferentestipos de evidencia relevante para esos asuntos evidencia que proviene delambiente natural y de la cultura material.

    Quines fueron los proto-mixe-zoques?Debido a que las fechas arqueolgicas y lingsticas concuerdan, tal vez esposible que los proto-mixe-zoques sean la cultura llamada mokaya por Clark y

    Blake (1989).

    Estos autores han dicho que los origines de los mokaya y olmecas son distintos yhan tratado de explicar la presencia temprana de rasgos olmecas en la costa delPacfico durante la fase Cuadros (1000-900 a.C) como resultados de unaexpansin olmeca haca el sur (Clark y Blake 1989, Clark y Pye 2000). Nos parecedifcil evaluar esta hiptesis. Por cierto, si tanto los mokaya como los olmecas eranhablantes de lenguas mixe-zoques el escenario resulta algo complicado, porque

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    implica dos eventos de expansin o migracin. En primer lugar se necesitaexplicar la presencia de hablantes de mixe-zoque tanto en la costa del Pacficocomo en la costa del Golfo. En segundo, el supuesto evento de la migracin oexpansin de los olmecas haca el sur. Dada la poca informacin al respecto,podra ser ms oportuno un escenario sencillo segn el cual los hablantes de

    proto-mixe-zoque ya estaban en una gran rea cubriendo casi toda la reginstmica, tal vez con mayor concentracin haca el sur. En Wichmann (2003) seseala la necesidad de tomar cuidado con las hiptesis de homelands demasiadorestringidas. Tanto una lengua actual como una proto-lengua pueden extenderseen un rea bastante grande. La olmequizacin de Mazatn simplemente podraser resultado de difusin cultural entre grupos que de todas maneras estabanlingsticamente relacionados.

    El mundo biolgicoRespecto a palabras que refieren a elementos de la naturaleza no parece habertantas diferencias lexicales entre el proto-mixe y el proto-zoque o entre estos dosestratos y la lengua madre como para poder identificar diferentes tipos deambientes naturales. Sin embargo, ofrecemos unas listas de trminospotencialmente diagnsticos, vase cuadro 2.

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    Cuadro 2. Algunos trminos potencialmente diagnsticos para la identificacin de diferencias en

    cuanto a asociaciones geogrficas de los tres estratos lingsticos, proto-mixe-zoque, proto-mixe yproto-zoque.

    Los trminos en el cuadro 2 indican que la lengua madre y sus dos descendientesintermedios, el proto-mixe y el proto-zoque, se hablaron en tierras bajas cerca deros o lagos. Ya se conoca maz, frijoles, yuca y camotes en tiempos proto-mixe-zoques es decir antes de los olmecas , pero parece que los productos de latierra como calabaza, chayote y tomate slo llegaron a ser importantes en tiemposms tardos. El inventario de cultivos principales proto-mixe-zoques tiene unparalelo en las evidencias arqueolgicas de las culturas pre-olmecas de las fasesBarra y Ocos, para las cuales Lowe (1975) y Green y Lowe (1967) han propuestoel uso de yuca y Clark (1991) el uso de maz y frijol. En el lxico proto-mixe-zoqueexisten los tres conceptos. Es interesante que tanto los proto-mixes como losproto-zoque tuvieron palabras para la calabaza, el chayote, la anona y el hule

    aunque no eran las mismas palabras. Eso sugiere que a pesar de la diferenciacinlingstica las formas de subsistencia eran bastante homogneas.

    CermicaPor medio del estudio de distribuciones de estilos cermicos se puede establecerun marco espacio-temporal para las secuencias culturales. La extensin de un tipode cermica no se traduce directamente en una cultura particular, pero s indica unrea dentro del cual hubo interaccin. En fig. 3, tomada de Clark (1991), se

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    muestra la extensin del estilo cermico Locona alrededor de 1600 a.C. Sisuponemos que anteriormente las lenguas mixe-zoques se extendan, lo que esaltamente probable, algo ms que en la actualidad en direccin noreste, hasta lacosta de Veracruz, y hacia el suroeste, hsta la costa del Pacfico, Clark afirma quese obtiene una correspondencia entre la extensin del estilo cermico Locona y la

    extensin de la familia lingstica mixezoque.

    Fig. 3. Extensin de estilos cermicos contemporneos y relacionados Locona y red-on-buf (Clark1991: fig. 8).

    Nuestras fechas glotocronolgicas sugieren que el proto-mixe-zoque ya se habafragmentado en dialectos antes de la fase Locona (1400 -1250 a.C), lo que nospermite suponer que de hecho el estilo Locona corresponde con la expansin mstemprana mixe-zoque.

    Se ha discutido mucho la hiptesis de que los olmecas vinieron de la costa delPacfico y se asentaron en la Costa del Golfo durante la fase Chicharras alrededorde 1250 a.C. La hiptesis tuvo cierta popularidad en los dcadas 80 y 90 (Coe y Diehl 1980; Clark y Blake 1989), pero ms recientemente un buen nmero deautores (Rodrguez y Ortiz C. 1997; Grove 1997 :74; Gonzlez Lauck 2000:372;Stark 2000; Arnold 2003) la han criticado. Por ejemplo, Rodrguez y Ortiz C.(1997: 83), argumentan que las fases ms tempranas de San Lorenzo en estilo yritual representan continuaciones del rea del Golfo y Arnold (2003: 29, 43) opinaque la evidencia cermica apoya slo de una manera superficial la hiptesis deuna intrusin desde el Pacfico, proponiendo que el fennemo olmeca se

    desarroll in situ. Nosotros no vemos ninguna razn para dudar un desarrollo insitu de la cultura olmeca. Vemos posible una expansin desde el Pacfico, perosera una expansin ms temprana que coincidi con o tom lugar antes de lafragmentacin del proto-mixe-zoque alrededor de 1800 a.C. La hiptesis de unapresencia temprana por la costa del Pacfico de gente mixe-zoque est apoyadapor la evidencia tanto arqueolgica como lingstica del conocimiento de cultivoscomo maz, frijol y yuca y por los paralelos en desarrollos culturales ms tardosentre la costa del Golfo y la costa del Pacfico.

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    ObsidianaEn San Lorenzo, durante el Formativo Temprano, se importaba obsidiana deGuadalupe Victoria (73.0%), El Chayal (22.2%) y Otumba (4.8%) (Cobean et al.1971). El uso de obsidiana de El Chayal sigue una tradicin que se data del

    Formativo en Mazatn donde se ha encontrado tanto obsidiana de Tajumulcocomo de El Chayal (Clark 1991: 18). Es de notar, que San Martn Jilotepeque noest representado como fuente de obsidiana para San Lorenzo. En La Venta,durante el Formativo Medio, por otro lado, no se importaba obsidiana de ElChayal, sino de San Martin Jilotepeque en grandes cantidades (Jack et al. 1972).Esta y otras diferencias en los patrones de distribucin de obsidiana conducen a

    Andrews (1990: 13) a las siguientes observaciones:

    [] dentro del rea mixe-zoque misma existieron dos sistemas, y () estospudieron estar alineados con las fronteras tnicas o lingsticas. La primerared abarca sitios en el rea del Soconusco en la Costa de Chiapas en loscuales se obtuvo obsidiana predominantemente de El Chayal y Tajumulco,as tambin sitios en el oeste de Oaxaca que tienen obsidiana de El Chayaly del Centro de Mxico. Este primer grupo parece haber incluido tambin aSan Lorenzo, en el corazn del rea olmeca. Clark y Lee (1984: 246-47)han apuntado la posibilidad de que un patrn de distribucin de El Chayaldurante el Formativo, extendindose hasta la costa de Oaxaca, result deluso de una ruta costera por canoa que permiti comerciar la obsidiana msampliamente que una red de distribucin terrestre. El segundo grupo deestos sitios se ubica en la Depresin Central de Chiapas e incluy a LaVenta, donde la obsidiana de San Martn JIlotepeque fue importante enFormativo Temprano, as como lo fue en las tierras bajas mayas hasta elFormativo Tardo.

    Estas dos redes de obsidiana, si es que forman un patrn significativo,corresponden aproximadamente a la distribucin de los pueblos hablantesde mixe-zoque de la gran rea del Istmo(...). Si esta distribucin tarda delos hablantes de mixes y zoques indica la ubicacin aproximada de estosgrupos en el Formativo, con hablantes de mixe extendindose hacia el estea lo largo de la Costa del Pacfico hasta Izapa y ms all, podra parecerque la costa y los mixe de Oaxaca fueron capaces de obtener obsidiana delChayal y Tajomulco, mientras que los zoques de Chiapas y Tabasco(incluyendo la mayor parte de la zona nuclear olmeca?) estaban utilizando,como las tierras bajas mayas vecinas, obsidiana de San Martn Jilotepeque(...)

    Nelson y Clarke (1998) presentan resmenes detallados de patrones dedistribucin de obsidiana en diferentes reas y perodos. Igual que Andrews(1990), dicen encontrar diferencias en las redes de intercambio entre el FormativoTemprano y el Formativo Medio, y hacen intentos de visualizar las diferencias,(vase fig. 4a-b). Saltan a la vista las diferencias en las ubicaciones de SanLorenzo y La Venta en la dos redes. Mientras San Lorenzo est primeramente

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    conectado con sitios del occidente y, a travs del Istmo de Tehuantepec y la costaPacfica, con los sitios del altiplano guatemalteco, La Venta est conectado conSan Martn Jilotepeque en el altiplano guatemalteco por medio de rutas terrestresen Chiapas (Fig. 4a-b).

    Figura 4 a-b: Mapas comparativos de las redes de intercambio de obsidiana en el FormativoTemprano (a) con las del Formativo Medio (b) (Nelson y Clark 1998: fig. 2-3)

    Trataremos ahora ver si las redes de interaccin relacionadas con la obsidianatienen paralelos con redes de interaccin que involucren prstamos lingsticos.15

    Prstamos lingsticosEn el cuadro 3, en diferentes reas de Mesoamrica, hemos colocado ennmeros la cantidad de prstamos que provienen de las dos ramas principales de

    la familia mixe-zoque. Por razones de espacio no enlistaremos aqu todos losprstamos ni los argumentos que respaldan cada identificacin individual con unau otra rama de la familia. Remitimos al lector interesado a Wichmann (1998),donde se re-analiza el material originalmente reunido por Campbell y Kaufman(1976).

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    Cuadro 3: Prstamos lingsticos de las dos principales ramas de la familia mixe-zoque

    identificados en diferentes partes de Mesoamrica

    La impresin general que se obtiene es que tanto el mixe como el zoque seintrodujeron en amplias regiones de Mesoamrica. Destaca la influencia del zoqueen el Altiplano central, pero no son prstamos tempranos sino tardos llegadostanto al nhuatl como al otom. Los prstamos lingsticos y el comercio de

    obsidiana muestran la existencia de redes extensas y complejas de interaccindonde participaron grupos mixes y zoques. Las observaciones de Andrews (1990),citadas anteriormente, conducen a asociar a los hablantes de proto-mixe con SanLorenzo y a los hablantes de proto-zoque con La Venta. Si nuestra correlacintiene una base real se esperara precisamente la existencia de redes deintercambio involucrando a los dos sitios pues, aunque siguen rutas parcialmentedistintas, estn en reas geogrficas vecinas. Tambin se esperara en ambasreas una amplia difusin de prstamos lingsticos tanto de procedencia mixecomo procedencia zoque. Una correlacin entre San Lorenzo y La Venta a travsdel proto-mixe no se contradice con la evidencia que puedan proporcionar losprstamos lingsticos y los hallazgos de obsidiana. Sin embargo, estamos de

    acuerdo con John Clark (comunicacin personal) que las rutas de comercio no sonevidencia suficiente para distinguir grupos tnicos. Por ello, en la seccin siguientevamos a revisar la evidencia arquitectnica..ArquitecturaClark y Hansen (2001) han afirmado que cierto patrn arquitectnico estasociado especficamente con el grupo tnico zoque. Estos investigadores lollaman el patrn de Chiapas del Formativo Medio. Se trata de un arreglo axial

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    con direccin norte-sur de plataformas piramidales y plazas, donde el edificio msalto se encuentra en el norte y el espacio central est ocupado por una plataformabaja que conforma un lado de una plaza larga. Al oriente de la plaza se encuentrauna acrpolis. En la parte sur hay una estructura alargada y baja flanqueada a lolargo en lado oeste por una pirmide (una especie de conjunto que se asemeja al

    llamado grupo E que en perodos posteriores aparece en sitios mayas). El patrnque hemos descrito brevemente aqu (vase Clark y Hansen 2001: 3 para msdetalles) caracteriza tanto a La Venta como varios sitios menores que seextienden en un rea triangular haca el sur, es decir San Isidro, Chiapa de Corzo,Mirador, Acapulco y La Libertad. El argumento principal de Clark y Hansen para lacorrelacin entre el patrn arquitectnico de Chiapas del Formativo Medio y unaetnicidad zoque nicamente se apoya en la correspondencia entre la ubicacinactual de los hablantes de la lengua zoque de Chiapas y los sitios del PreclsicoMedio que siguen ese patrn. A nuestro parecer una lengua junto con un rasgocultural, en este caso la arquitectura, pueden funcionar como expresiones depertenencia tnica. Un ejemplo mesoamericano donde la arquitectura y la lenguaestn correlacionados es la regin Puuc en el noroeste de Yucatn, donde unestilo arquitectnico muy distintivo comparte su extensin geogrfica con unaforma temprana del maya yucateco (Lacadena y Wichmann 2002:282-291).

    Las hiptesis que se basan nicamente en las distribuciones de obsidiana, ascomo la que se basa en la arquitectura que identifica La Venta como un sitiozoque, sufren de la misma insuficiencia. Es posible que la diferencia entre SanLorenzo y La Venta en cuanto a patrones de importacin de obsidianasimplemente se deba a cambios polticos relacionados con las regiones donde seencuentran las fuentes de obsidiana. Por ejemplo, la razn por qu se dej deimportar obsidiana del sitio guatemalteco El Chayal a la regin del Golfo podra serla monopolizacin de El Chayal por otros pueblos de importancia nueva en elpaisaje poltico de Mesoamrica oriental. Debido a la sensibilidad de los patronesde comercio a cambios polticos interregionales tales patrones no proporcionanargumentos muy confiables para determinar la etnicidad.

    Sin embargo, es interesante notar que los patrones de comercio y los dearquitectura muestran diferencias marcadas entre San Lorenzo y La Venta. Sitambin tomamos en cuenta la evidencia lingstica, que sugiere la presencia dedos (o ms) grupos distintos de olmecas, es lgico suponer que las poblacionesde San Lorenzo y La Venta de hecho fueron tnicamente distintas.

    Conclusiones

    Nuestro estudio est en favor de una interpretacin no monoltica de los olmecas,una visin general que compartimos con varios investigadores (p.ej. Lee 1989:222; Pye y Clark 2000: 12). Especficamente proponemos nuevas fechasglotocronolgicas que sugieren que las lenguas proto-mixe y proto-zoque erancontemporneas con la cultura olmeca comparadas contra el conjunto de las fasesSan Lorenzo y La Venta. Los proto-mixe-zoques posiblemente se pueden colocaren una regin que inclua la costa Pacfica de Chiapas, y entre 1800-1600empezaron a diferenciarse lingsticamente. Al mismo tiempo o antes extendieron

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    su territorio hacia el norte hasta cubrir el rea que corresponde con la extensingeogrfica de la fase cermica Locona. Los inventarios de palabraspotencialmente diagnsticas que se refieren a la naturaleza no demuestrandiferencias marcadas entre los ambientes naturales en que vivieron los proto-mixes y los proto-zoques. Ambos grupos tambin tuvieron amplia interaccin con

    muchos grupos no mixe-zoques por todo Mesoamrica oriental, lo que seala lapresencia de prstamos lingsticos tanto de la rama mixe como la rama zoque envarias lenguas mesoamericanas. Sin embargo, si se acepta la hiptesis de Clark yHansen de la identidad zoque del Patrn Arquitectnico del Formativo Medio, talvez se pueda diferenciar a los dos grupos. Otro correlato posible podran ser lasdiferencias en las redes de comercio de obsidiana, aunque tales diferenciastambin se pueden explicar por vas distintas. El conjunto de estasconsideraciones conlleva a una asociacin entre proto-mixes y el sitio de SanLorenzo y entre proto-zoque y el sitio de La Venta junto con los sitioscontemporneos a sta en Chiapas.

    Obviamente no se puede confiar en todas estas sugerencias con el mismo gradode certeza. La glotocronologa, por ejemplo, es un instrumento potencialmente til,pero no es infalible. Las conclusiones mnimas en las cuales queremos insistir esque existan diferencias lingsticas y probablemente otras diferencias sutiles entrediferentes grupos olmecas. No vemos la necesidad de abandonar el trminoolmeca, pero hay que insistir que el trmino no debe utilizarse de una maneramonoltica.

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