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  • CDIGO DE

    DF. LA

    Repblica de Chile

    E D I C I O N O F I C I A L

    S A N T I A G O D E C H I L E X M 3 P 3 R 3 G I T X A C 3 S K T A H T E S

    B A N D E R A , 5 0 eoe

  • CDIGO BE PROCEDIMIENTO PENAL Hie-**-

  • CODIGO DE

    DE LA

    Repblica de Chile

    EDICION O F I C I A L

    SANTIAGO DE CHILE IM3P3R3BU-TA CEITST ANTES

    BANDERA, 50

    leoe

  • Santiago, 12 de Junio de 1906,

    Certifico que la presente edicin oficial del Cdi-go de Procedimiento Penal est conforme con el tex-to autntico de este Cdigo.

    Luis BARRIGA. Secretario de la Conrrision Revisora

  • Santiago, 12 de Junio de 1906.

    Por cuanto el Congreso Nacional ha aprobado el siguiente

    CDIGO DE PROCEDIMIENTO P E N A L

    LIBRO PRIMERO

    DISPOSICIONES J E N E R A L S RELATIVAS AL JUICIO CRIMINAL

    TITULO PRIMERO

    DE LA J U R I S D I C C I O N I C O M P E T E N C I A EN M A T E R I A P E N A L

    ARTCULO PRIMERO

    Los tribunales de la Repblica ejercen jurisdic-cin sobre los chilenos i sobre los estranjeros para el efecto de juzgar los delitos que se cometan en su territorio, salvo los casos esceptuados por las re-glas jeneralmente reconocidas del Derecho Interna-cional.

  • 6

    ART. 2

    De los crmenes i simples delitos perpetrados fue-ra del territorio de la Repblica quedan sometidos a la jurisdiccin chilena:

    1. Los cometidos por un jente diplomtico o consular de la Repblica, en el ejercicio de sus fun-ciones;

    2. La malversacin de caudales pblicos, frau-des i exacciones ilegales, la infidelidad en la, custo-dia de documentos, la violacion de secretos, el cohe-cho, cometidos por funcionarios pblicos chilenos o por estranjeros al servicio de la Repblica;

    3. Los que van contra la soberana o contra la seguridad esterior del Estado, perpetrados ya. sea por chilenos naturales, ya por naturalizados;

    4. Los cometidos, por chilenos o estranjeros, a. bordo de un buque chileno en alta mar, o a bordo de un buque chileno de guerra surto en aguas de otra potencia;

    5. La falsificacin del sello del Estado, de mo-neda nacional, de documentos de crdito del Esta-do, de las Municipalidades o de establecimientos p-blicos, cometida por chilenos, o por estranjeros que fueren habidos en el territorio de la Repblica;

    6. Los cometidos por chilenos contra chilenos si el culpable regresa a Chile sin haber sido juzgado por la autoridad del pais en que delinqui;

    7. La piratera; 8. Los comprendidos en los tratados celebrados

    con otras potencias.

    ART. 3

    Por regla jeneral, es competente para conocer en la primera instancia de una causa seguida por ra-zn de crimen o simple delito, el juez letrado en lo criminal del departamento en que haya sido come-tido el crimen o simple delito.

  • DISPOSICIONES JENERALES, ETC. 7

    Esta competencia, as como la de la Corte ele Apelaciones que debe conocer en segunda instancia, no se alterar por razn de haber sido comprometi-dos por el delito intereses fiscales.

    Sin perjuicio de la jurisdiccin que corresponde en ciertos casos a los respectivos funcionarios de Aduana, los tribunales civiles conocern en materia de fraudes aduaneros slo cuando los hechos que den orjen al juicio no estuvieren espresamente cas-tigados por la lei penal.

    ART. 4

    El culpable de diversos delitos ser juzgado por todos ellos en un solo proceso, para lo cual se acu-mularn las causas que estuvieren pendientes en su contra; i las personas que en ellas figuren como reos quedarn sometidas a la jurisdiccin riel tribunal a quien corresponda conocer en los procesos acumu-lados.

    ART. 5

    Si el autor del delito se ausentare del lugar en que lo cometi, i fuere aprehendido en otro departa-mento, ser puesto inmediatamente a disposicin del juez del departamento en que delinqui.

    Si hubiere cometido varios delitos en diversos de-partamentos, ser juzgado por el juez de aquel en que cometi el ltimo delito, acumulndose, al efec-to, ante l los diversos procesos iniciarlos o por ini-ciarse.

    ART. 6

    Si el reo hubiere cometido en varios departamen-tos delitos de distinta gravedad, ser juez compe-tente para conocer de todos ellos el de aquel depar-tamento en que cometi el ltimo crimen o, en su defecto, el ltimo simple delito. Los diversos proce-sos iniciados o por iniciarse, se acumularn ante di-cho juez.

  • 8 LIBRO II. TTULO III

    ART. 7

    E n el caso ele delitos conexos sujetos al fuero co-mn, ser juez competente para conocer de todos ellos, en un solo proceso: 1. el del departamento en que se hubiere cometido el delito de mayor grave-dad; 2. si todos los delitos fueren de igual grave-dad, el del departamento en que se cometi el \ilti-mo delito; 3. si no se supiere cul fu el ltimo de-lito, el juez del departamento en que se cometi uno de ellos, i que primero hubiere comenzado a ins-truir el proceso; 4. si varios jueces hubieren comen-zado a instruirlo a un mismo tiempo, aquel que fue-re designado por la respectiva Corte de Apelaciones, o por la Corte Suprema, si los jueces dependen de diversas Cortes de Apelaciones.

    ART. 8

    Considranse delitos conexos: 1. Los cometidos simultneamente por dos o

    mas personas reunidas; 2. Los cometidos por dos o mas personas en dis-

    tintos lugares o tiempos, si hubiere precedido con-cierto entre ellas;

    3. Los cometidos como medio para perpetrar otro delito, o para facilitar su ejecucin;

    4. Los cometidos para procurar la impunidad de otros delitos.

    ART. 9

    Si no se pudiere averiguar a punto fijo en qu departamento se ha cometido el delito, ser compe-tente el juez que primero comenzare a instruir el proceso, con tal que lo sea de alguno de los depar-tamentos respecto de los cuales se suscitare la duda. Si no se supiere cul juez principi primero a ins-truir el proceso, se aplicar la cuarta regla consig-nada en el artculo 7.

  • DISPOSICIONES JENERALES, ETC. 9

    ART. 10

    Tratndose de delitos cometidos fuera del terri-torio del Estado, sern competentes los tribunales de Santiago.

    ART. 11

    Los jueces inferiores que funcionan fuera de los lugares en que tenga su asiento un juez de letras, sern competentes para conocer, en primera instan-cia, de las faltas cometidas en el territorio de su jurisdiccin, con escepcion de las designadas en el nmero 4. del artculo 495 del Cdigo Penal.

    ART. 1 2

    El juez de letras es competente para conocer en primera instancia de las causas por crimen o sim-ple delito perpetrados dentro de su distrito jurisdic-cional, de las faltas cometidas en las subdelegacio-nes urbanas de la poblacion en que tiene su resi-dencia, de las que hayan dado motivo a la forma-cin de un sumario por haber sido estimadas al principio como simple delito o crimen; i de las se-aladas en el nmero 4. del artculo 495 del Cdigo Penal, aun cuando stas hayan sido cometidas en una subdelegacion rural.

    Conoce, ademas, en la segunda instancia de las causas sobre faltas falladas por los jueces inferio-res del departamento en que ejerce sus funciones, i del recurso de casacin que se dedujere en las mismas causas.

    ART. 13

    Todas las disposiciones de este Cdigo relativas a faltas comprenden tambin las infracciones a las ordenanzas de polica no espresadas en el artculo 495 del Cdigo Penal.

  • 1 0 LIBRO I. TTULO I

    ART. 1 4

    Las Cortes de Apelaciones conocen, en segunda instancia, de las causas criminales de que conocen en primera los jueces de letras o un ministro del mismo tribunal.

    Conocen, ademas, del recurso de casacin dedu-cido contra las sentencias que en materia criminal dictaren los jueces letrados, o un ministro de la mis-ma Corte.

    ART. 15

    Las causas criminales en que sean parte o ten-gan nteres el Presidente de la Repblica,, los Mi-nistros de Estado, los Intendentes de provincia i Gobernadores de departamento, los miembros de la Corte Suprema, los de las Cortes de Apelaciones, los jueces letrados de la ciudad en que stas tienen su asiento, los ajentes diplomticos chilenos, los Mi-nistros diplomticos acreditados cerca del Gobierno de la Repblica o en trnsito por su territorio, el Arzobispo, los Obispos, los Vicarios Jenerales, los Provisores i ios Vicarios Capitulares; i las acusacio-nes que se entablaren contra los jueces de letras para hacer efectiva la responsabilidad criminal re-sultante del ejercicio de sus funciones, sern juzga-das, en primera instancia, por un ministro de la Corte de Apelaciones respectiva, conforme al turno que el mismo tribunal establezca.

    Para determinar cul es la Corte de Apelaciones llamada a conocer en estas causas, se atender a las reglas establecidas por los artculos 3, 4, 5, 6, 7, 8 i 9, en cuanto sean aplicables al caso.

    ART. 16

    De las causas criminales en que sea parte o ten-ga nteres un juez letrado de departamento, cono-

  • DISPOSICIONES JENERALES, ETC. 11

    cer el juez letrado en lo criminal de la capital de la provincia.

    I de las en que sea parte o tenga nteres el juez letrado de la capital de la provincia conocer el juez del crimen de la ciudad en que tenga su asiento la respectiva Corte de Apelaciones.

    ART. 17

    La Corte Suprema conocer del recurso de casa-cin que se dedujere contra las sentencias pronun-ciadas por una Corte de Apelaciones.

    Conocer, ademas, en segunda instancia, de las causas criminales de que conoce en primera un mi-nistro del mismo tribunal con arreglo a lo dispuesto en la Lsi de Organizacin i Atribuciones de los Tri-bunales.

    Al mismo tribunal le corresponde conocer del recurso de revisin.

    ART. 18

    El tribunal competente para conocer de una cau-sa determinada, lo ser tambin para todas las inci-dencias que en ella ocurrieren, i para llevar a efecto las providencias de tramitacin i la ejecucin de las sentencias. Esta ejecucin se efectuar en la forma que, para cada caso, est indicada en el Cdigo Penal.

    ART. 19

    El tribunal competente para juzgar al autor de un delito lo es tambin para juzgar a los cmplices i encubridores del mismo delito.

    Si, siendo muchos los autores de un delito o de varios delitos conexos, hubiere entre ellos indivi-duos aforados i otros que no lo sean, el tribunal competente para juzgar a los que gozan de fuero, deber juzgar a los dems autores i a los cmplices i encubridores.

  • 1 2 LIBRO I. TTULO I

    ART. 2 0

    Si en el juicio criminal se suscita cuestin sobre un hecho ce carcter civil que sea uno de los ele-mentos que la lei penal estime para definir el delito que se persigue, o para agravar o disminuir la pena, o para no estimar culpable al autor, el juez del cri-men se pronunciar sobre tal hecho.

    Pero las cuestiones sobre validez de matrimonio, sobre cuentas fiscales, sobre calificacin de quiebra mercantil, sern juzgadas previamente por el tribu-nal a quien la lei tiene encomendado el conocimien-to de ellas.

    La disposicin del inciso precedente se aplicar tambin a las cuestiones sobre estado civil cuya re-solucin deba servir de antecedente necesario para el fallo de la accin penal persecutoria de los deli-tos de usurpacin, ocultacin o supresin de estado civil.

    En todo caso, la prueba i decisin de las cuestio-nes civiles que es llamado a juzgar el tribunal pie conoce de los juicios criminales, se sujetarn a las disposiciones del derecho civil.

    ART. 2 1

    Si contra la accin penal se pusieren escepciones de carcter civil concernientes al dominio o a otro derecho real sobre inmuebles, podr suspenderse el juicio criminal, cuando dichas escepciones aparecie-ren revestidas de fundamento plausible i de su aceptacin, por la sentencia que sobre ellas recaiga, hubiere de desaparecer el delito.

    El conocimiento de esas escepciones corresponde al tribunal en lo civil.

    ART. 2 2

    Una vez deducida o acumulada la accin civil ante el juez del crimen, subsiste la competencia de

  • DISPOSICIONES JENERALES, ETC. 1 3

    ste; aunque despues alguna de las partes sea, por otro juez, declarada en concurso o en quiebra.

    ART. 2 3

    Siempre que para el juzgamiento criminal se re-quiera la resolucin previa de una cuestin civil de que deba conocer otro tribunal, el juicio criminal no se adelantar sino para practicar aquellas dilijen-cias del sumario necesarias a la comprobacion ele los hechos; i se paralizar en seguida hasta que sea fallada la cuestin civil.

    En el juicio civil prejudicial intervendr el Minis-terio Pblico, cuando la causa criminal verse sobre delito que deba perseguirse de oficio, para hacer todas las jestiones conducentes a la iniciacin o a la pronta terminacin de dicho juicio.

    Podr tambin hacerse parte principal cuando lo estime conveniente.

    ART. 2 4

    Puede ejercitarse separadamente ante el tribunal civil correspondiente, la accin civil que provenga ele un delito; a mnos que esta accin tenga por objeto la mera restitucin de una cosa, pues entn-ces deber ser deducida ante el juez que conozca del proceso.

    Cuando la accin civil se ejercite separadamente de la penal, aquella podr quedar en suspenso desde que el procedimiento criminal pase al estado de ple-nario,i se observar lo dispuesto en el artculo 174 del Cdigo de Procedimiento Civil.

    ART. 2 5

    El tribunal que conoce elel proceso criminal es competente para resolver acerca de la responsabili-dad civil que pueda afectar a terceros a consecuen-cia de un cielito; i podr adoptar, durante el juicio,

  • 1 4 LIBRO I. TTULO I

    las medidas necesarias para hacer a su tiempo efec-tiva esa responsabilidad.

    ART. 2 6

    Cualquiera que sea el tribunal llamado a conocer en un juicio criminal, salvo las causas esccptuadas en el artculo 5. de la Le de Organizacin i Atribu-ciones de los Tribunales, los jueces letrados en la cabecera de los departamentos, i los jueces inferio-res en las subdelegaciones rurales, estn obligados a practicar las primeras diligencias de instruccin del sumario con respecto a los delitos cometidos en el territorio de su jurisdiccin, sin perjuicio de dar inmediato aviso al tribunal a quien por la lei corres-ponda el conocimiento de la causa.

    Practicadas las primeras dilijencias, el juez que las haya llevado a efecto las remitir a aquel tribu-nal, i pondr a su disposicin a los detenidos i los efectos ocupados.

    ART. 27

    Considrame como primeras dilijencias: dar pro-teccin a los perjudicados, consignar las pruebas del delito que puedan desaparecer, rccojer i poner en custodia cuanto conduzca a su comprobacion i a la identificacin de los delincuentes, i detener en su caso a los reos presuntos, procediendo a, la detencin con arreglo a lo dispuesto en el prrafo segundo del ttulo IV, primera parte del libro II.

    Para estos efectos, el juez de prevencin interro-gar a los testigos i a los inculpados, i practicar los careos i reconocimientos (pie fueren necesarios.

    ART. 2 8

    Los jueces inferiores debern practicar ademas todas las dilijencias que les cometan los jueces de letras para la investigacin de los hechos en pro-cesos criminales, e igual obligacin incumbe a los

  • DE LAS ACCIONES QUE NACEN DE DELITOS 15

    jueces de letras con respecto a las Cortes de Apela-ciones o a alguno de sus miembros, i con respecto a los dems jueces letrados.

    En ninguno de estos casos es requisito que la r-den emane del superior jerrquico respectivo.

    ART. 2 9

    La jurisdiccin criminal no puede, en caso algu-no, ser prorrogada por la simple voluntad de las partes.

    TTULO II D E L A S A C C I O N E S Q U E N A C E N D E D E L I T O S

    ART. 3 0

    De todo delito nace accin penal para el castigo del culpable; i puede nacer accin civil para obtener la restitucin de la cosa o su valor i la indemniza-cin establecida por la lei a favor del perjudicado.

    ART. 3 1

    La accin penal es pblica o privada. La primera se ejercita a nombre de la sociedad para obtener el castigo de todo delito que deba perseguirse de oficio; la segunda slo puede ejercitarse por la parte agraviada.

    ART. 3 2

    Siempre que se ejercite la accin penal, se enten-der utilizada tambin la civil, a menos que el ofen-dido por el delito la renunciare o reservare espresa-mente para ejercitarla despues de terminado el juicio criminal por la condenacin del delincuente.

    Cuando se ejercite slo la accin civil que provie-ne de un delito que no puede perseguirse de oficio, se considerar estinguida por ese hecho la accin penal.

  • 1 6 LIBRO I. TTULO II

    ART. 33

    Cuando el acusado hubiere sido condenado en el juicio criminal como responsable del delito, no po-dr ponerse en duda, en el juicio civil, la existencia del hecho que constituya el delito, ni sostenerse la inculpabilidad del condenado.

    ART. 3 4

    Estinguida la accin civil, no se entiende estin-guida por el mismo hecho la accin penal que nace del delito.

    La sentencia firme absolutoria dictada en el pleito promovido para el ejercicio de la accin civil, no ser obstculo para .el ejercicio de la accin penal correspondiente cuando se trate de delitos que deban perseguirse de oficio.

    ART. 3 5

    La accin penal pblica puede ser ejercida por toda persona capaz de parecer en juicio, siempre que no tenga especial prohibicin de la lei i que se trate de delitos que deban ser perseguidos de oficio,

    ABT.. 3 6

    No puede ejercitar la accin pblica penal: 1. El que fuere criminal o civilmente responsa-

    ble del delito materia- del proceso; 2. El procesado o condenado por delito de igual

    o mayor gravedad que aquel de que se trata; 3. El que ha perjurado o recibido paga por acu-

    sar, en el mismo juicio o en otro distinto. Pueden, sin embargo, las personas designadas en

    los nmeros 2. i 3. ejercitar la accin pblica por delitos cometidos contra ellas o contra sus ascen-dientes, descendientes o hermanos lejtimos o ileg-timos.

  • DE LAS ACCIONES QUE NACEN DE DELITOS 1 7

    ART. 37

    Tampoco pueden ejercitar entre s accin penal, sea pblica o privada:

    1. Los cnyujes; a no ser por delito que el uno hubiere cometido contra la persona del otro o con-tra la de sus hijos, o por los delitos de adulterio, amancebamiento o bigamia;

    2. Los consanguneos lejtimos o naturales en toda la lnea recta, los colaterales hasta el cuarto grado ni los afines hasta el segundo; a no sr por delitos cometidos por los unos contra la persona de los otros, o la de su cnyuje o hijos.

    ART. 3 8

    No podrn ser ejercidas por el Ministerio Pblico ni por otra persona que no fuere la ofendida o su representante legal, las acciones que nacen de los delitos siguientes:

    1. La vejacin injusta contra las personas o los apremios ilejtimos o innecesarios, impuestos por em-pleados pblicos en desempeo de un acto del ser-vicio;

    2. El retardo o la denegacin a los particulares de la proteccin o servicio que deba dispensarles un empleado pblico en conformidad a las leyes i re-glamentos;

    3. La negativa para dar certificacin o testimo-nio, o el impedimento para presentar o dar curso a una solicitud, efectuados por un empleado pblico;

    4. La comunicacin fraudulenta de secretos de la fbrica en que el culpable ha estado o est em-pleado;

    5. Las amenazas de atentado contra las perso-nas o contra la propiedad;

    6. El estupro, que puede tambin ser perseguido por los padres o abuelos de la persona ofendida, aun cuando no la representen legalmente;

  • 1 8 LIBRO II. TTULO III

    7. El adulterio, que slo da accin al marido contra la mujer no divorciada perpetuamente i con-tra el adltero, caso en el cual la querella debe ini-ciarse i seguirse precisamente contra mbos culpa-bles, a menos que falleciere uno de ellos;

    8. El tener el marido una manceba dentro de la casa conyugal, o fuera de ella con escndalo, delito que debe perseguirse por la mujer en la forma indi-cada en el nmero precedente;

    9. El matrimonio del menor llevado a efecto sin el consentimiento dlas personas designadas por la lei i celebrado de acuerdo con el funcionario llama-do a autorizarlo; accin que se entiende abandona-da cuando la acusacin no se entablare en el trmino de dos meses despues de tenerse noticia de la cele-bracin del matrimonio;

    10. La provocacin a duelo i el denuesto o des-crdito pblico inferido a otro por no haberlo acep-tado;

    11. La calumnia i la injuria contra personas pri-vadas; delitos que pueden ademas ser perseguidos por el cnyuje, los hijos, nietos, padres, abuelos i hermanos lejtimos i por los hijos i padres naturales del ofendido, que se encuentre moral o fsicamente imposibilitado. Si hubiere muerto el ofendido, las mismas personas, i ademas sus herederos, pueden deducir las acciones correspondientes;

    12. La usurpacin sin violencia en las personas; 13. Las faltas clasificadas en los nmeros 20 i 21

    del artculo 494; en los nmeros 8, 11, 28, 33 i 34 del artculo 496 i en el artculo 497 del Cdigo Penal.

    ART. 3 9

    No puede procederse de oficio en las causas de violacion i de rapto, sin que a lo mnos se haya de-nunciado el hecho a la justicia por la persona inte-resada, por sus padres, abuelos o guardadores, aun-que no formalicen instancia.

    Si la persona agraviada, a causa de su edad o

  • DE LAS ACCIONES QUE NACEN DE DELITOS 1 9

    estado moral, no pudiere hacer por s misma la de-nuncia, ni tuviere padres, abuelos o guardadores, o si stos estuvieren imposibilitados, o complicados en el delito, podr el Ministerio Pblico denunciar el hecho a fin de que se instruya el sumario corres-pondiente.

    Iniciado el procedimiento, no se suspender sino por las mismas causas por que debe suspenderse el procedimiento en los juicios que se siguen de oficio; i, ademas, por haberse verificado el matrimonio de la ofendida con el ofensor.

    ART. 4 0

    La injuria i la calumnia contra funcionarios p-blicos en su carcter de tales, deben ser perseguidas por el Ministerio Pblico, a requisicin de la parte interesada.

    El Presidente de la Repblica i los ajentes diplo-mticos estranjeros acreditados cerca del Gobierno de la Nacin gozan de igual derecho, aun respecto de las calumnias o injurias que les fueren inferidas en su carcter privado.

    ART. 4 1

    Si varias personas no esceptuadas pretendieron ejercer la accin pblica con respecto a un mismo delito, podrn hacerlo procediendo conjuntamente por medio de un mandatario comn.

    Pero sern preferidas las personalmente ofendidas por el delito, si procedieren tambin conjuntamente. Si estas personas fallecieren o desistieren de la pro-secucin del juicio, revivir el derecho de aqullas, quienes podrn intervenir en el juicio tomndolo en el estado en que lo encontraren.

    ART. 4 2

    El que ejercita la accin pblica est obligado a

  • 2 0

    deducir personalmente la querella i a afianzar las resultas del juicio.

    Entablada la acusacin, puede continuar intervi-niendo en el juicio por medio de un mandatario es-pecial.

    ART. 4 3

    Los oficiales del Ministerio Pblico tienen obliga-cin de ejercer la accin pblica con respecto a. lodo delito que deba perseguirse de oficio. Si el delito es de aquellos que, para ser perseguidos, necesitan de-nuncia o requisicin previa de la persona: ofendida, la accin pblica debe ponerse en ejercicio tan pron-to como se presente la denuncia o requisicin.

    ART. 4 4

    Siempre que se trate de delitos que deban perse-guirse de oficio, los tribunales competentes estarn obligados a proceder, aun cuando el Ministerio P-blico no crea procedente la accin.

    En jeneral, tienen los tribunales perfecta, libertad para aceptar o rechazar las peticiones del Ministe-rio Pblico.

    ART. 4 5

    Cuando un querellante particular ejercitare la, accin pblica, el Ministerio Pblico ser, oido en todos los trmites del juicio, del mismo modo que si fuera una de las partes. La falta de audiencia del Ministerio Pblico acarrear la nulidad de lo obrado.

    ART. 4 6

    El oficial del Ministerio Pblico de un tribunal su-perior encargado de rever el fallo del tribunal infe-rior, puede continuar el ejercicio de la accin p-blica ante el tribunal cerca del cual funciona, no

  • DE LAS ACCIONES QUE NACEN DE DELITOS 2 1

    obstante que el oficial del tribunal inferior haya aceptado espresa o tcitamente aquel fallo.

    ART. 4 7

    Es prohibido a los oficiales del Ministerio Pblico renunciar de antemano, espresa o tcitamente, al ejercicio de la accin pblica, en los casos en que ella es procedente.

    ART. 4 8

    La accin penal pblica no se estingue por la re-nuncia de la persona ofendida.

    Pero se estinguen por esa renuncia la accin pe-nal privada i la civil derivada de cualquiera clase de delitos.

    Si el delito no puede ser perseguido sin previa denuncia o requisision, cualquiera que no sea el Mi-nisterio Pblico puede renunciar al derecho de ha-cer la denuncia o la requisicin; i en tal caso queda tambin estinguida la accin pblica.

    ART. 4 9

    La renuncia de una accin civil o penal renuncia-ble solo afectar al renunciante i a sus sucesores, i no a otras personas a quienes tambin correspon-dieren una u otra accin.

    ART. 5 0

    El querellante o acusador podr desistirse de la accin penal, sea sta pblica o privada.

    Si la accin fuere pblica, el juicio seguir ade-lante, constituyndose el Ministerio Pblico en par-te principal, a falta de otro acusador particular.

    Si la accin fuere privada, podr ademas poner-se trmino al juicio mediante una transaccin. Pero el desistimiento o la transaccin no producir en

  • 2 2 LIBRO II. TTULO III

    ningn caso el efecto de que se devuelva la multa que hubiere sido satisfecha por via de pena.

    ART. 5 1

    El acusador particular que se desistiere del ejer-cicio de la accin pblica no quedar por eso escento de la obligacin de comparecer al tribunal cuando el juez lo creyere necesario para la instruccin del proceso.

    ART. 5 2

    El desistimiento de la accin privada producii el sobreseimiento definitivo de la causa, cualquiera que sea el estado en que se encontrare; i. el tribunal condenar al querellante o acusador al pago de las costas e indemnizacin de los perjuicios causados al querellado o acusado.

    ART. 5 3

    No se dar lugar al desistimiento de la accin privada si el querellado o el acusado se opusieren a l.

    ART. 5 4

    El desistimiento de la accin, pblica o privada deja a salvo el derecho del acusado o querellado para ejercitar, a su vez, contra el querellante la accin penal o civil a que dieren lugar la querella o acusacin calumniosa, i los perjuicios que le hu-biere causado en su persona o bienes.

    Se escepta el caso de que el acusado o querella-do haya aceptado espresa o tcitamente el desisti-miento del querellante o acusador.

    ART. 5 5

    Es aplicable al desistimiento de una querella o acusacin deducida, lo dispuesto en el artculo 49

  • DE LAS ACCIONES QUE NACEN DE DELITOS 2 3

    con respecto a la renuncia ele la accin civil o penal que aun no se lia hecho valer en juicio.

    ART. 5 6

    El Ministerio Pblico no podr desistirse de la querella o acusacin intentada; pero podr pedir, a su tiempo, el sobreseimiento o la absolucin del reo, cuanclv) as lo estimare de derecho.

    ART. 5 7

    La accin penal pblica se suspende, con arreglo al Derecho Internacional:

    1. Cuando el acusado es entregado a los tribu-nales de la Repblica por la via de la estradicion i la convencin diplomtica ha limitado los efec-tos de la persecucin;

    2. Cuando, entregado el acusado como reo de un delito, se trata de procesarlo ademas por otro delito diferente del que ha motivado la estradicion;

    3. Cuando el acusado es arrestado a bordo de un buque que ha hecho arribada forzosa bajo ban-dera amiga o neutral.

    En este ltimo caso no se suspende el procedi-miento iniciado contra individuos que, cubiertos con aquella bandera, se encuentren en hostilidad contra el Gobierno de la Repblica, o que hayan sido acusarlos de los crmenes o simples delitos de-tallados en los ttulos I i II del libro II del Cdigo Penal.

    AKT. 5 8

    Muerto el querellante o acnisador, sus herederos no estn obligados a continuar el juicio; pero no quedan escentos de la responsabilidad civil que haya podido contraer el difunto respecto del quere-llado o acusado.

  • 24 LIBRO II. TTULO III

    ART. 5 9

    La accin penal, sea pblica o privada, no pue-de dirijirse sino contra los personalmente responsa-bles del delito o cuasi-delito.

    La responsabilidad penal slo puede hacerse efec-tiva en las personas naturales. Por las personas ju-rdicas responden los que hayan intervenido en el acto punible, sin perjuicio de la, responsabilidad civil, que afecte a la corporacion en (-ayo nombre hubieren obrado.

    ART. 6 0

    La accin civil puede entablarse contra el perso-nalmente responsable del delito i contra sus here-deros.

    ART. 6 1

    Los oficiales del Ministerio Pblico no podrn en-tablar la accin civil que proceda de un delito se-paradamente de la accin criminal; a menos que aqulla tenga por objeto dejar a salvo los intereses fiscales que hayan sufrido detrimento por razn del delito.

    ART. 6 2

    Sin perjuicio de lo dispuesto en el presento ttu-lo, la estincion de la responsabilidad penal, la pres-cripcin de la accin civil i de la penal, i. la prescrip-cin de la pena, se rejirn respectivamente por las reglas establecidas en el artculo 2 3 3 2 del Cdi-go Civil, i en el ttulo Y del libro I del Cdigo Penal.

    T T U L O I I I

    R E G L A S A P L I C A B L E S A TODO J U I C I O C R I M I N A L

    ART. 6 8

    No se impondr pena, alguna por consecuencia

  • REGLAS APLICABLES A TODO JUICIO CRIMINAL 2 5

    de actos punibles cuya represin incumba a la ju-risdiccin ordinaria, ni ss podr detener, aprisionar, ni separar de su domicilio a ningn habitante de la Repblica ni allanar edificios o lugares cerrados, sino en los casos i en la forma determinados por la lei.

    ART. 6 4

    Son aplicables al procedimiento penal, en cuanto no se opongan a lo establecido en el presente Cdi-go o en leyes especiales, las disposiciones comunes a todos los juicios, contenidas en el libro I del C-digo de Procedimiento Civil.

    ART. 6 5

    No hai dias ni horas inhbiles para las actuacio-nes del proceso; ni se suspenden los trminos por la interposicin de dias feriados.

    ART. 66

    Son improrrogables los trminos en los juicios criminales, cuando la lei no disponga espresainente lo contrario.

    Pero podrn suspenderse o abrirse de nuevo, cuando, sin retroceder el juicio del estado en que se halle, se probare la existencia de una causa que haya hecho imposible dictar la resolucin o practi-car la dilijencia judicial, independientemente d l a voluntad de quienes hubieren debido hacerlo.

    ART. 67

    Es obligacin de los respectivos ministros de le practicar las notificaciones i dems diligencias que les fueren encomendadas para dentro del recinto de la ciudad en que tiene su asiento el tribunal, a mas tardar el dia siguiente a aquel en que hubieren re-cibido el encargo.

    Las dilijencias que hubieren de practicarse fuera

  • 2 6 LIBRO II. TTULO III

    de las ciudades debern ser despachadas a mas tar-dar dentro de tercero dia.

    ART. 68

    Si se suscitare cuestin de competencia entre varios jueces para conocer o no conocer en una misma causa criminal, mientras no sea dirimida dicha competencia, todos ellos estn obligados a practicar, dentro del territorio de su respectiva ju-risdiccin, las primeras dilijencias que se espresan en el artculo 27.

    De los jueces entre quienes se hubiere suscitado la contienda, aquel en cuyo territorio jurisdiccional estuvieren detenidos los reos, resolver acerca de la libertad provisional de stos.

    ART. 69

    Dirimida la competencia, sern puestos inmedia-tamente a disposicin del juez competente los reos i los antecedentes que obraren en poder de los de-mas jueces entre quienes se suscit la contienda.

    Todas las actuaciones practicadas ante los jueces que resultaren incompetentes, sern vlidas sin necesidad de que se ratifiquen ante el juez que fu declarado competente.

    ART. 7 0

    Recusado un juez o reclamada su implicancia pasar el conocimiento del negocio al llamado pol-la lei a subrogarlo, mientras se tramita i resuelve el incidente de implicancia o recusacin. Pero el subrogante se limitar a practicar las primeras dili-jencias a que se refiere el artculo 27 i a dictar las providencias urjentes mientras penda el incidente.

    Recusado uno o mas miembros de un tribunal de alzada, o reclamada su implicancia, los dems miem-bros continuarn en el conocimiento del negocio

  • REGLAS APLICABLES A TODO JUICIO CRIMINAL 2 7

    hasta que se resuelva el artculo o hasta que la causa se ponga en estado de sentencia definitiva.

    ART. 7 1

    En los procesos criminales las providencias se espedirn el mismo di en que se presente la soli-citud en que recaen; i los autos, a mas tardar, el dia siguiente.

    Las sentencias definitivas se pronunciarn dentro de los cinco dias siguientes a la notificacin del decreto que cite a las partes para oir resolucin. Pero si el espediente constare de mas ele cien fojas, el plazo para fallar &e estender a un dia mas por cada, veinticinco fojas, sin que en ningn caso el plazo total pueda esceder de quince dias.

    ART. 72

    Toda resolucin judicial ser dictada en primera instancia por un solo juez.

    En segunda instancia bastar un juez para toda providencia de mera sustanciacion; i se necesitarn tres a lo menos para toda sentencia interlocutoria o definitiva.

    ART. 7 3

    En los tribunales colejiados toda decisin debe ser adoptada por mayora de votos conformes; pero si la mitad de los votos se uniforma a favor del reo, ya sea para absolverlo, ya sea para imponerle una pena menor que la que le asignan los votos de los dems jueces, aquella opinion formar sentencia.

    Si se produce empate acerca de cul es la opinion que favorece mas al reo, prevalecer la que cuente con el voto del miembro mas antiguo del tribunal.

    ART. 7 4

    En el caso de dispersin de votos, el juez o jueces

  • 2 8

    que sostuvieren la opinio mas desfavorable para, el reo debern optar por alguna de las otras i se re-petir el procedimiento cuantas veces fuere menes-ter hasta que se produzca la mayora necesaria, o el empate de que se habla en el artculo precedente.

    ART. 75

    La pena de muerte no puede ser acordada en se-gunda instancia sino por el voto unnime del tribu-nal. Cuando, para imponerla, resulte simple mayo-ra se aplicar la pena inmediatamente inferior en grado.

    ART. 76"

    Es apelable la sentencia definitiva de primera instancia en causa criminal.

    Lo son tambin las dems resoluciones (pie cau-sen gravamen irreparable.

    ART. 77

    Todo recurso contra una resolucin judicial debe interponerse dentro de cinco dias, si la le i no fijare un trmino especial para deducirlo.

    ART. 78

    De las sentencias interlocutorias, de los autos i de los decretos puede pedirse reposicin al juez (pie los pronunci.

    La reposicin slo puede solicitarse dentro de ter-cero dia.

    Si, al impetrarla, no se dedujere a la vez el recur-so de apelacin para en caso denegado, se entiende que la parte renuncia a l.

    ART. 79

    Son inapelables las sentencias pronunciadas en

  • REGLAS APLICABLES A TODO JUICIO CRIMINAL 2 9

    segunda instancia, a menos que tengan por objeto resolver acerca de la competencia del mismo tri-bunal.

    ART. 8 0

    Contra las resoluciones dictadas por la Corte Su-prema no se da otro recurso que el de revisin, en su caso.

    ART. 8 1

    El recurso deber entablarse ante el mismo tribu-nal que hubiere pronunciado la resolucin, i estelo conceder o lo negar segn lo estimare procedente.

    ART. 8 2

    Por regla jen eral, la apelacin se conceder en mbos efectos, salvo que la lei disponga espresa-mente lo contrario para casos determinados, o que, por hallarse el juicio en estado de sumario, pudiera entorpecerse la investigacin a causa del recurso. En tales casos, la apelacin ser otorgada en el solo efecto devolutivo.

    ART. 8 3

    Cuando se otorgue el recurso en mbos efectos, se remitirn los autos orijinalesal tribunal de alza-da, dentro del da siguiente al de la ltima notifi-cacin.

    Si el recurso fuere otorgado en un solo efecto, el juez har espedir copia de las piezas necesarias, para elevarlas en el mas breve plazo al tribunal de alzada.

    En uno i otro caso se adoptarn las precauciones necesarias para que se mantengan en secreto los antecedentes reservados.

  • 3 0

    ART. 8 4

    Denegado el recurso o concedido en un solo efec-to, puede el apelante ocurrir de hecho ante el tribu-nal que debe conocer de la apelacin, a fin de qv.c resuelva sumariamente i con audiencia del tribunal inferior, si ha lugar al recurso deducido, o si debe ser otorgado en ambos efectos.

    ART. 8 5

    Todo reo que se encuentre en prisin se presume pobre para todos los efectos legales,

    Puede, sin embargo, encomendar, a su costa, su defensa i representacin a otro abogado o procura-dor designados por l.

    ART. 86

    Si la parte civil o el querellante que hubieren en-tablado una accin pblica, no evacuaren un trmi-te que les corresponda en el plazo respectiv o, no se suspender la sustanciacion del proceso, sin perjui-cio de que puedan intervenir en los trmites poste-riores.

    ART. 87

    Las notificaciones que hayan de hacerse a los representantes del Ministerio Pblico, se les harn personalmente en todo caso.

    Tambin se le harn en persona al reo que estu-viere preso.

    ART. 8 8

    De toda sentencia definitiv a que se dicte en los procesos criminales, tanto en primera como en se-gunda instancia, se dejar copia ntegra i autoriza-da por el secretario, en un libro que se llevar con este objeto en la secretara del tribunal.

  • DE LA POLICA DE SEGURIDAD 31

    TTULO IV O E LA P O L I C I A D E S E G U R I D A D

    ART. 89

    En las policas de seguridad de las ciudades en que funcionen tribunales con jurisdiccin en lo cri-minal habr una seccin destinada especialmente a ejecutar los actos de instruccin que aqullos decre-ten i a llevar a efecto las medidas que requieran inmediato cumplimiento.

    Los ajentes de polica que pertenezcan a esta sec-cin pueden proceder a cumplir las rdenes que re-ciban en cualquier punto del territorio jurisdiccio-nal del tribunal que las dicte.

    ART. 9 0

    Un reglamento dictado por el Presidente de la Repblica determinar los deberes i atribuciones de la espresada seccin, en sus relaciones con los tri-bunales de justicia.

    ART. 9 1

    .V los ajentes de polica a que se refiere el artculo 89 podr el juez hacerles dar conocimiento de los datos del sumario que estime conducentes al xito de las pesquisas que les encargue.

    ART. 9 2

    La fuerza pblica del Estado i de las Municipali-dades debern prestar ausilio a los funcionarios de polica encargados del cumplimiento de una rden judicial en todos los casos urjentes i en los dems en que dicho ausilio fuere requerido con arreglo a la lei.

  • 3 2

    RT. 9 3

    En las ciudades i poblaciones que tengan prefec-tura de polica, sta llevar un rejistro circunstan-ciado de los habitantes.

    Levantar, al efecto, un empadronamiento en "la poca i en la forma que determine un reglamento que dictar el Presidente de la Repblica; i lo revi-sar en el mes de enero de cada alio, para hacerle las modificaciones que ocurran.

    ART. 9 4

    Los dueos de casa i los administradores de los establecimientos pblicos declararn a los comisiona-dos de la prefectura de polica para hacer o rec-tificar el empadronamiento, el nombre de todas las personas que vivan o se hospeden en la casa o en el establecimiento i el de las que cambien de morada.

    Los que se negaren o dieron informaciones erra-das incurrirn en la pena que seala el artculo 49(> del Cdigo Penal.

    ART. 95

    Ejecutoriada una sentencia que imponga la pena, de sujecin a la vijilancia de la autoridad, el juez, oyendo al prefecto de polica, determinar los luga-res prohibidos al penado mientras quede sujeto a esa vijilancia, i tambin las obligaciones que le im-ponga conforme al artculo 45 del Cdigo Penal.

    Si al penado se le concediere indulto, pero some-tindolo a la vijilancia de la autoridad, el juez deter-minar los lugares segn el precedente inciso.

    El cumplimiento de estas medidas se encargar;') al prefecto espresado.

    ART. 9C,

    El mismo dia en que autorice una sentencia con-

  • D E L A P O L I C A D E S E G U R I D A D ?>3

    denatoria, el secretario del juzgado del crimen en-tregar a la prefectura de polica de la cabecera del departamento un certificado en que esprese el nombre i apellido del reo o reos, su apodo i dems circuns-tancias que los individualicen, la causa por qu se les ha procesado i la pena a que han sido conde-nados.

    La prefectura archivar estos certificados por el orden de sus fechas, i llevar un ndice de todos por el apellido de los reos.

    3

  • LIBRO SEGUNDO

    D E L J U I C I O O R D I N A R I O S O B R E CRIMEN O SIMPLE DELITO

    PRIMERA PARTE

    Del sumario

    TTULO PRIMERO D E L S U M A R I O EN J E N E R A L

    KT. 97 Todo juicio criminal a que d orjen la perpetra-

    cin de un crimen o simple delito comenzar por la investigacin ele los hechos que constituyan la in-fraccin i determinen la persona o personas respon-sables ele ella, i las circunstancias que puedan in-fluir en su calificacin i penalidad: sin perjuicio de las reglas especiales establecidas en el ttulo II del libro III.

    Las dilijencias dirijidas a preparar el juicio por medio de tales esclarecimientos i asegurar la perso-na de los presuntos culpables i su responsabilidad pecuniaria, constituyen el sumario.

    ART. 98

    Cada crimen o simple cielito de que conozca un tribunal ser materia de un sumario,

  • 3 6

    Sin embargo, se comprendern en un solo su-mario:

    1. Los delitos conexos; 2. Los diversos crmenes, simples delitos i faltas

    que se imputaren a un solo procesado, ya sea al iniciarse la causa o durante el progreso de sta.

    A R T . 99

    Las actuaciones del sumario son secretas, salvo las escepciones establecidas por la lei.

    ART. 1 0 0

    El juez puede autorizar al procesado para que tome conocimiento de aquellas diligencias que se re-lacionen con cualquier derecho que trate de ejerci-tar, siempre que hacindolo-no se entorpezca !; in-vestigacin.

    ART. 1 0 1

    Si el sumario se prolongare por mas de cuarenta, dias desde aquel en que el inculpado hubiere sido declarado reo, ste tendr, derecho para que se pon-ga en su conocimiento todo lo obrado, a fin de ins-tar por la terminacin. Esta solicitud no puede ser denegada sino en cuanto sea peligrosa para el xi-to de la investigacin; i la apelacin que en tal caso s entablare ser otorgada en el solo efecto devolutivo cuando hubiere pendientes ante el tribu-nal dilijencias de importancia que no deban retar-darse.

    TTULO II DE L A S D I V E R S A S M A N E R A S DE I N I C I A R EL P R O C E S O POR C R I M E N E S

    0 S I M P L E S D E L J T O S P E S Q U I S A B L E S DE O F I C I O

    ART. 1 0 2

    Los juicios a que se refiere este ttulo pueden co-menzar:

  • DIVERSAS MANERAS DE INICIAR EL PROCESO, ETC. 3 7

    1. Por denuncia; 2. Por querella; 3. Por requisicin del Ministerio Pblico; 4. Por pesquisa judicial.

    ART. 1 0 3

    Denuncia un delito la persona (pie pone en cono-cimiento de la justicia o de sus ajenies, el hecho que lo constituye, i, por lo regular, el nombre del delincuente o los datos que lo identifiquen, no con el objeto de figurar como parte en el juicio, sino con el de informar al tribuna! a fin de que proceda a la instruccin del respectivo proceso.

    ART. 1 0 4

    Todo el que tenga conocimiento de un hecho pu-nible puede denunciarlo.

    Son obligados a recibir la denuncia no solamente el tribunal a quien corresponda el conocimiento de la causa, sino tambin cualquier tribunal que ejerza jurisdiccin en materia criminal, el oficial del Mi-nisterio Pblico que funcione cerca del tribunal competente i los empleados de la polica de seguri-dad. Todos estos funcionarios deben trasmitir in-mediatamente la denuncia al tribunal que juzguen competente.

    ART. 1 0 5

    Estn obligados a denunciar: 1. El Ministerio Pblico, los hechos criminales

    que se pongan en su conocimiento; 2. Los empleados de la polica de seguridad,

    todos los delitos que presencien o que lleguen a su noticia;

    3. Los empleados pblicos, los crmenes o sim-ples delitos de que tomen conocimiento en el ejerci-cio de sus funciones, i especialmente los que noten en la conducta ministerial de sus subalternos;

  • 3 8 LIBRO II. TTULO III

    4. Los conductores de trenes, jefes de estacin i capitanes de buques mercantes chilenos, o estranje-ros que naveguen en el mar territorial, los crmenes o simples delitos que se cometan durante el viaje, en el recinto de una estacin o a bordo de un buque;

    5. Los facultativos que noten en una persona o en un cadver seales de envenenamiento o de otro crimen o simple delito.

    ART. 1 0 6

    Las personas indicadas en el artculo anterior de-bern hacer la denuncia dentro de las veinticuatro horas siguientes al momento en que tengan conoci-miento del hecho criminal. Respecto de los capita-nes de buques, se contar este plazo desde que arri-ben a cualquier puerto de la Repblica.

    ART. 1 0 7

    Las personas indicadas en el artculo 105, que omitieren hacer la denuncia que en l se prescribe, incurrirn en la pena sealada en el artculo 494 del Cdigo Penal; que impondr el juez que deba conocer de la causa, principal, observando las for-malidades prescritas en el ttulo I del libro III de este Cdigo.

    Si hubiere mrito para estimar como encubridor al funcionario que ha omitido la denuncia, el juez proceder contra l con arreglo a la lei.

    ART. 1 0 8

    El denunciante no contrae otra responsabilidad que la correspondiente a los delitos que hubiere cometido por medio de la denuncia o con ocasion de ella.

    ART. 1 0 9

    No pueden ser denunciantes las personas a quie-nes est prohibido el ejercicio de la accin penal

  • DIVERSAS MANERAS DE INICIAR EL PROCESO, ETC. 3 9

    por los artculos 36 i 37, en los mismos casos que en dichos artculos se determinan.

    ART. 1 1 0

    La denuncia, que puede ser hecha de palabra o por escrito, debe contener la narracin circunstan-ciada del delito, la designacin de los que lo hayan cometido i de las personas que hayan presenciado su perpetracin o que tuvieren noticia de l, todo en cuanto le conste al denunciante.

    ART. 1 1 1

    La denuncia verbal se estender en una acta en presencia del denunciante; quien la firmar, si pu-diere, junto con el funcionario que la reciba. Si el denunciante no pudiere o no supiere firmar, lo har otra persona a su ruego.

    La denuncia escrita ser firmada por el denun-ciante o por un apoderado especial, o por un terce-ro a ruego del denunciante que no pudiere o no su-piere firmar.

    ART. 1 1 2

    Formalizada la denuncia, el juez proceder inme-diatamente a la comprobacion del hecho denuncia-do, salvo que ste no revista el carcter de delito o que la denuncia sea manifiestamente falsa. En estos dos casos se abstendr el juez de todo procedimiento, pero incurrir en responsabilidad si la desestima indebidamente.

    ART. 1 1 3

    Los tribunales no ciarn curso a denuncias hechas por personas desconocidas ni a delaciones, a no ser que contengan datos precisos que hagan veros-mil que se ha cometido el hecho denunciado o dela-tado. En tal caso proceder el juez a verificar los

  • 4 0 LIBRO II. TTULO III

    datos con el mayor secreto, procurando no compro-meter la reputacin de la persona inculpada.

    ART.' 1 1 4

    Toda persona capaz de parecer en juicio por s misma, puede querellarse ejercitando la accin p-blica de que se trata en los artculos 30 i 31 de este Cdigo, si no le est espresamente prohibido por la lei.

    De los delitos enumerados en el artculo 38 no pueden querellarse sino; las personas que en dicho artculo se indican.

    ART. 1 1 5

    Toda querella criminal debe presentarse por es-crito i contener:

    1. La designacin del tribunal ante quien se en-table;

    -2. El nombre, apellido, profesion u oficio i resi-dencia del querellante;

    3. El nombre, apellido, profesion u oficio i resi-dencia del querellado, o una designacin clara de su persona, si el querellante ignorare estas circuns-tancias;

    4.' La relacin circunstanciada del hecho, con espresion del lugar, ao, mes, dia i hora en que se ejecut, i se supieren;

    5. La espresion de las dilijencias que se debe-rn practicar para la comprobacin del hecho;

    6. El ofrecimiento de la fianza de calumnia, si el querellante no estuviere escento de ella;

    7. La peticin de que se admita la querella, se practiquen las dilijencias indicadas, ;;o proceda a la citacin o detencin del presunto culpable, o a exi-jirle la fianza de libertad provisional, i de que se decrete el embargo de sus bienes en la cantidad necesaria; todo esto segn procediere de derecho;

  • DIVERSAS MANERAS DE INICIAR EL PROCESO, ETC. 4 1

    8.; La firma del querellante o la de otra persona a su ruego^ si no supiere o no pudiere firmar.

    ART.. 1.16

    La querella se interpondr ante el juez a quien corresponda conocer de ella en conformidad a lo dispuesto en el ttulo I del libro I de este Cdigo.

    ART. 117

    Tratndose de los .delitos de injuria o calumnia causadas en juicio que puedan ser perseguidos por el Ministerio Pblico, el querellante. acompaar testimoni d estar terminado el litijio en que se caus la calumnia o la injuria i de la resolucin en que el tribunal que conoci de l hubiere declarado que haba mrito para proceder criminalmente.

    ART. 1 1 8

    Cuando la calumnia o injuria hecha enjuicio no. d mrito para proceder criminalmente en con-cepto del tribunal que conoce de la causa, en que se vertiere, ste, de oficio o a peticin de parte, procediendo de plano i sin formalidad especial, correjir la falta aplicando al ique la hubiere co-metido alguna de las penas disciplinarias que tuvie-re facultad de imponer con arreglo a lo dispuesto en la Lei de Organizacin i Atribuciones de los Tri-bunales.

    ART. 119

    El juez a quien corresponda conocer de la quere-lla, calificar la fianz -ofrecida por el querellante i fijar su cuanta, tomando en cuenta la gravedad del delito i las circunstancias que' lo hagan vero-smil.

    "Estendida la fianza en una acta suscrita ante el secretario i presentada al juez, se dar curso a la

  • 4 2 LIBRO II. TTULO III

    querella i se practicarn las dilijencas en ella indi-cadas o las que el juez estime conducentes.

    ART. 1 2 0

    El fiador de calumnia se obliga a responder por las penas pecuniarias a que pueda ser condenado el querellante i por el pago de costas e indemnizacin de perjuicios irrogados al querellado, en el caso de que la querella resultare calumniosa.

    ART. 1 2 1

    No estn obligados a rendir fianza ele calumnia: 1. El ofendido ni sus herederos o representantes

    legales; 2. En los delitos de homicidio o lesiones graves,

    el cnyuje del ofendido, sus ascendientes o descen-dientes lejtimos o naturales; ni sus parientes cola-terales lejtimos, dentro del cuarto grado ele consan-guinidad o segundo de afinidad;

    3. El que se querelle de delitos contra la segu-ridad esterior o soberana del Estado o contra su seguridad interior;

    4. El que se querelle del delito de falsificacin de moneda que tenga curso legal, o de falsificacin de documentos de crdito del Estado, de las Muni-cipalidades, de establecimientos pblicos, sociedades annimas o bancos de emisin legalmente consti-tuidos;

    5. Los oficiales del Ministerio Pblico, en las querellas que dedujeren en su carcter de tales.

    ART. 1 2 2

    Las personas designadas en los cuatro primeros nmeros del artculo precedente sern responsables del delito de calumnia en los mismos casos en que lo; seria cualquier otro querellante.

  • DIVERSAS MANERAS DE INICIAR EL PROCESO, ETC. 4 3

    ART. 1 2 3

    Si no constituyeren un delito los hechos espuestos en la querella, el juez no le dar curso i dictar al efecto un auto motivado.

    Si el juez se cree incompetente, lo declarar as; i el querellante podr ocurrir ante el tribunal a quien corresponda el conocimiento del negocio, sin perjuicio de lo dispuesto en el artculo 68.

    ART. 1 2 4

    La previa requisicin exijida por la lei en ciertos casos para que el Ministerio Pblico ponga en ejer-cicio la accin pblica, debe contener las mismas indicaciones que para la denuncia requiere el artcu-lo 110. La requisicin ser dirijida por el ofendido al correspondiente oficial del Ministerio Pblico.

    ART. 1 2 5

    El Ministerio Pblico, el querellante i el actor ci-vil podrn pedir, durante el sumario, que se practi-quen todas aquellas dilijencias que creyeren nece-sarias para el esclarecimiento de los hechos; i el juez ordenar que se lleven a efecto las que estima-re conducentes.

    El juez podr permitir que el Ministerio Pblico o el querellante se imponga de lo obrado en el suma-rio, a menos que, para el mejor xito de la investi-gacin, concepte conveniente mantener secretas las dilijencias.

    ART. 1 2 6

    Sin esperar denuncia, ni querella alguna, deber el juez competente instruir sumario de oficio, siem-pre que, por conocimiento personal, por avisos con-fidenciales, por notoriedad o por cualquier otro me-

  • 4 4

    dio, llegare a, su noticia la perpetracin de un crimen o simple delito de los que producen accin pblica.

    ART. 127

    En el caso a que se refiere el artculo precedente, l juez espedir un auto cabeza de proceso en que, despues de enunciar el conducto por donde ha lle-gado a su noticia l hecho punible, con todas las circunstancias que puedan influir en su calificacin o suministrar datos para descubrir a los delincuen-tes, mandar practica,r las primeras dilijeneias para la comprobacion del delito.

    Sin embargo, no enunciar en ese auto los he-chos o circunstancias cuya divulgacin pueda per-judicar el xito de la investigacin, ni el nombre del denunciante, si ste exijiere su reserva.

    ART. 1 2 8

    Antes de proseguir la accin penal, cualquiera que sea la forma en que se hubiere iniciado el jui-cio, el juez examinar si los antecedentes o datos suministrados permiten establecer que se encuentra estinguida la responsabilidad penal del inculpado. En este caso pronunciar previamente sobre este punto un auto motivado, para negarse a dar curso al juicio.

    TTULO III

    DE LA C O M P R O B A C I O N D E L D E L I T O I A V E R I G U A C I O N D E L D E L I N C U E N T E

    Prrafo primero

    DISPOSICIONES JENERALES

    ART. 129

    L;i existencia del cuerpo del delito, o sea el hecho

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 4 5

    punible; es el fundamento de todo juicio oriminal; i su cOmprobacion, por los medios que determina la lei, es el primer objeto a que deben tender las in-vestigaciones del sumario.

    ART. 1 3 0

    El juez debe investigar, con igual celo, no slo los hechos i circunstancias que establecen i agra van la responsabilidad de los inculpados, sino tambin los que les eximan de ella o la estingan o atenen.

    ART. 1 3 1

    El delito se comprueba con el examen practicado por el juez, ausiliado por peritos, en caso necesario, de la persona o cosa que ha sido objeto del delito, de los instrumentos que sirvieron para su perpetra-cin i de las huellas, rastros i seales que haya de-jado el hecho; con las deposiciones de los testigos que hayan visto o sepan de otro modo la manera cmo se ejecut; con documentos de carcter p-blico o privado; o con presunciones o indicios nece-sarios o vehementes que produzcan el pleno conven-cimiento de su existencia.

    ART. 1 3 2

    El delincuente puede ser determinado por uno o mas de los medios espresados en el artculo que pre-cede, i ademas por la confesion de l mismo, acorde con los datos que comprueben el cuerpo del delito.

    ART. 1 3 3

    Cuando el delito que se persigue haya dejado rastros o seales, el juez proceder personalmente a tomar nota de ellos, i describir detalladamente en el proceso los que puedan servir para determinar el cuerpo del delito o la persona del delincuente.

  • 4 6 LIBRO II. TTULO III

    Con este fin, consignar la descripcin del lugar en que se cometi el delito, del sitio i estado de los objetos que en l se encuentren, de los accidentes del terreno, de la situacin de las habitaciones, i de todos los dems datos que puedan utilizarse en fa-vor o en contra de los presuntos culpables.

    Del mismo modo, si fuere habida la persona o cosa objeto del delito, el juez describir su estado, con aquellos datos especiales que tengan relacin con el hecho punible.

    ART. 1 3 4

    Siempre que fuere necesario para el esclareci-miento de los hechos, el juez har levantar el plano del lugar, retratar a las personas que hayan sido ob-jeto del delito, o poner en autos el diseo de los efectos o instrumentos del mismo, que fueren en-contrados.

    ART. 1 3 5

    Los instrumentos, armas u objetos de cualquiera clase que parezcan haber servido o haber estado destinados para cometer el delito, i los efectos que de l provengan, ya estn en poder del presunto culpable o de otra persona, sern recojidos por el juez, quien mandar conservarlos bajo sello i levan-tar acta de. la dilijencia, que firmar, si pudiere, la persona en cuyo poder aquellos han sido encon-trados.

    El juez adoptar las medidas conducentes para que las especies recojidas se mantengan en el mejor estado posible.

    Si entre dichos objetos se encuentran vasos u otras cosas sagradas, el juez ordenar que sean separa-dos de los dems i guardados con especial cuidado.

    ART. 1 3 6

    Las reclamaciones o terceras que las partes o

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 4 7

    terceros entablen durante el juicio con el fin de ob-tener la restitucin de los objetos de que se trata en el artculo precedente, se tramitarn por separado en la forma de un incidente, i la sentencia se limita-r a declarar el derecho dlos reclamantes sobre di-chos objetos; pero no" se efectuar la devolucin de stos sinQ despues de terminado el juicio criminal o ntes, si en concepto del juez no fuere necesario con-servarlos.

    Lo dispuesto en el inciso precedente no se estien-de a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarn al dueo en cualquier estado del juicio, una vez que resulte comprobado su domi-nio i sean valoradas en conformidad a la lei.

    ART. 1 3 7

    Si no hubieren quedado huellas de la perpetracin del delito, el juez har constar por medio de testigos el hecho de haber sido cometido, con las circunstan-cias que sirvan para graduar la pena, i acreditar, del mismo modo, la preexistencia de la cosa cuya sustraccin fuere materia del sumario.

    ART. 1 3 8

    Toda dilijencia practicada por el juez durante el sumario se estender por escrito en el acto mismo de llevarse a cabo, i ser firmada por el juez, las personas que han intervenido en ella i el secretario.

    En la dilijencia se mencionarn el lugar, da i hora en que se verific el acto, el nombre de las personas que hubieren asistido i las indicaciones que permitan comprobar que se han cumplido las formas esenciales del procedimiento.

    ART. 1 3 9

    Toda dilijencia ser leida a las personas que de-ban suscribirla i si alguna observare que la espo-sicion contiene cualquiera inexactitud, se tomar

  • 4 8 LIBRO II. TTULO III

    nota lie su observacin, i si se negar a firmar, se' espresar la razn que alegare para no hacerlo.

    ART. 1 4 0

    Las dilijencias deben estenderse sin abreviaturas, sin dejar blancos i sin raspar el papel para hacer enmiendas. Pero si fuere necesario enmendar o en-trerrenglonar una o mas palabras, el secretario ru-. bricar al inrjen enfrente de las enmendaturas o entrerrenglonaduras, i las salvar al fin de la diji-lijencia, ntes de las firmas.

    ART. 1 4 1

    El querellante, el Ministerio Pblico, cuando fue-re parte principal, i el que estuviere detenido o hu-biere sido, declarado reo, debern ser citados para cualquiera inspeccin personal que practique el juez para la averiguacin de los hechos.

    Las personas citadas podrn concurrir a la dili-gencia, debiendo hacerlo personalmente el respecti-vo oficial del Ministerio Pblico i en la misma forma o por medio de su procurador o abogado las domas.

    El juez podr prescindir de la citacin i compa-recencia antedicha si as conviniere al xito de la in-vestigacin.

    Prrafo segundo

    DE LA COMPROBACION DEL DELITO EN CASOS ESPECIALES

    I. Homicidio, aborto i suicidio

    ART. 1 4 2

    Cuando se sospeche que la muerte de una perso-na es el resultado de un delito, se proceder, ntes de la inhumacin del cada ver'o inmediatamente des-

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 4 9

    pues de exhumado, a efectuar la descripcin orde-nada por el artculo 133, a practicar el reconoci-miento i autopsia del cadver i a identificar la per-sona del difunto.

    La descripcin espresar circunstanciadamente el lugar i postura en que fu hallado el cadver, el n-mero de heridas o seales esteriores de violencia i partes del cuerpo en que las tenia, el vestido i efec-tos que se le hallaren, los instrumentos o armas en-contrados i de que se haya podido hacer uso, i la conformidad de su forma i dimensiones con las he-ridas i seales de violencia.

    ART. 1 4 3

    La identificacin del occiso se verificar por me-dio de testigos que, a la vista de l, den razn satis-factoria de su conocimiento. Si existe alguna perso-na a quien se impute el delito, debe ser confronta-da con el cadver para que lo reconozca, siempre que fuere posible esta dilijencia.

    ART. 1 4 4

    Si no se hallare testigo de conocimiento i el esta-do del cadver lo permitiere, ser espuesto, por lo mnos durante veinticuatro horas, en un lugar que tenga acceso al pblico, i en un cartel fijado all mismo, se espresarn el sitio, hora i dia en que fu encontrado i el nombre del juez que instruye el su -mario, a fin de que los que tuvieren algn dato que pueda contribuir al reconocimiento del difunto i a la averiguacin del delito i sus circunstancias, lo comuniquen al juez de la causa.

    ART. 1 4 5

    Si, a pesar de las precauciones de que trata el ar-tculo precedente, el cadver no fuere reconocido,

    4

  • 5 0 LIBRO II. TTULO III

    se har de l una descripcin que contenga sus se-ales i se conservarn las prendas del traje i los objetos que se le hubieren encontrado, a fin de que puedan servir oportunamente para hacer la identi-ficacin. Con el mismo objeto i cuando el caso lo requiera i las circunstancias lo permitan, el juez ha-r sacar la fotografa del cadver, de la cual se agregar a los autos un ejemplar i otro conservar el secretario dentro de un sobre lacrado i sellado.

    ART. 1 4 6

    Aun cuando por la inspeccin esterna del cad-ver pueda colejirse cul haya sido la causa de la muerte, el juez mandar que se proceda por facul-tativos a la autopsia judicial.

    Esta autopsia consiste en la apertura del cadver en las rejiones en que sea necesario para el efecto de descubrir la verdadera causa de la muerte.

    Puede ser llamado para presenciar la operaeion el mdico que asisti al difunto en su ltima enfer-medad, cuando convenga obtener de l datos sobre el curso de dicha enfermedad.

    ART. 1 4 7

    Los mdicos deben espresar en su informe las causas inmediatas que hubieren producido la muer-te i las que hubieren dado orjen a sta.

    Si existen lesiones, deben manifestar su nmero, lonjitud i profundidad, la rejion en que se encuen-tran, los rganos ofendidos i el instrumento con que han sido hechas, especificando:

    1. Si son resultado de algn acto de tercero; 2. Si, en tal caso, la muerte ha sido la conse-

    cuencia necesaria de tal acto, o si han contribuido a ella alguna particularidad inherente a la persona, o un estado especial de la misma, o circunstancias

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 5 1

    accidentales, o en jeneral cualquiera otra causa ayudada eficazmente por el acto del tercero;

    3. Si habra podido impedirse la muerte con socorros oportunos i eficaces.

    Los informes deben redactarse, en cuanto sea posible, en lenguaje vulgar, i responder a las cues-tiones precedentes i a las que el juez propusiere sobre todas las circunstancias que interesen para formar juicio cabal de los hechos.

    ART. 1 4 8

    Las autopsias se harn en un local pblico, que en cada cabecera de departamento tendr destinado la Municipalidad para este objeto i para el depsito de cadveres.

    Podr el juez, no obstante, disponer que la ope-racin se practique en otro lugar, o en el domicilio del difunto, si la familia lo pidiere i esto no perjudi-care al xito de la investigacin.

    ART. 1 4 9

    En los lugares en que no haya facultativos que hagan la autopsia judicial de los cadveres, los reconocern el juez i dos testigos i stos estende-rn sus certificados con los pormenores indicados en el artculo 147, en cuanto les sea posible.

    ART. 1 5 0

    En el caso de muerte por envenenamiento i en todos aquellos en que se sospeche muerte violenta i no aparezcan lesiones esteriores que puedan haber-la causado, el juez har reconocer los sitios en que estuvo el difunto inmediatamente antes de su muer-te i con especialidad su casa, para ver si en aqu-llos o en sta se encuentran venenos o rastros de cualquiera especie que acrediten haberse hecho uso

  • 5 2 LIBRO II. TTULO III

    de ellos, recojer los que hallare, i pondr testimo-nio en los autos de todas aquellas seales que con-tribuyan a impedir que se puedan confundir con otras, tales como la cantidad, color, peso i otras cualidades especficas.

    Estos objetos quedarn depositados en poder del actuario, quien los guardar en caja o lugar cerra-do i sellado i no los sacar durante el proceso sino cuando sea necesario practicar su examen i en la cantidad que baste para ese fin.

    AKT. 1 5 1

    En caso de presunto envenenamiento, las sustan-cias sospechosas encontradas en el cadver o en otra parte, sern analizadas por el funcionario es-pecialmente encargado de ese jnero de operacio-nes i, en su defecto, por el qumico o farmacutico designado por el juez.

    El juez podr ordenar que se haga el anlisis con el concurso o bajo la direccin de un mdico.

    AET. 152

    Cuando se estraiga del agua un cadver, se ave-riguar principalmente:

    1. Si la muerte ha sido resultado de la asfixia producida por el agua;

    2. Si ha sido causada por alguna enfermedad de que padeciera el difunto;

    3. Si la sumersin fu posterior a la muerte.

    AET. 1 5 3

    En el caso de presuncin de muerte causada por atropellamiento de un tren de ferrocarril, el facul-tativo tendr especial cuidado de investigar si exis-

    ,ten en el cadver seales que manifiesten que la muerte se habia producido con anterioridad o si

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 5 3

    fu el resultado de las lesiones ocasionadas por el atropello.

    ART. 1 5 4

    Si se pesquisa el delito de infanticidio, el juez tratar de acreditar, por los medios legales i espe-cialmente por informe de facultativos, si la presunta madre estuvo embarazada, cul fu la poca pro-bable del parto, si la criatura naci viva i en esta-do de poder vivir fuera del seno materno, las cau-sas que probablemente han producido la muerte, i si en el cadver se notan lesiones.

    ART. 1 5 5

    En el caso de aborto, se har constar la existen-cia de la preez, la poca del embarazo, los signos demostrativos de la espulsion del feto, las causas que la hubieren determinado, i la circunstancia de haber sido provocado por la madre, o por un estra-o que hubiere procedido, ya sea con su consenti-miento, ya sea ejecutando en ella actos de violen-cia, ya, por fin, abusando de su oficio de facul-tativo.

    ART. 1 5 6

    Si se encontrare ahorcado a un individuo, la in-vestigacin se dirijir principalmente a establecer:

    1. Si el sujeto fu ahorcado vivo o suspendido despues de muerto;

    2. Si se ahorc a s mismo o fu ahorcado por otro.

    ART. 1 5 7

    Si se presumiere que ha habido suicidio, debe procederse a averiguar si lguien prest ayuda a la vctima i en qu consisti la cooperacion.

  • 5 4 LBFIO II. TTULO II

    ART. 158

    Si el cadver ha sido sepultado ntes del exmen pericial, i las circunstancias permitieren creer que la autopsia puede practicarse tilmente i sin peli-gro para la salud de los que deben ejecutarla, el juez dar aviso al administrador del cementerio de que va a proceder a la exhumacin, indicndole el dia i hora en que se la va a practicar.

    Trasladndose en seguida a ese establecimiento, acompaado de uno o mas facultativos, averiguar el sitio en que fu sepultado el cadver, lo har desenterrar i lo identificar con el testimonio de las personas que lo enterraron o de otras que puedan reconocer al difunto.

    Practicadas estas dilijencias, de que se pondr testimonio en autos, i ejecutada, la operacion peri-cial, el cadver ser nuevamente sepultado.

    II. Lesiones corporales

    ART. 1 5 9

    Toda persona a cuyo cargo inmediato se encuen-tre un hospital u otro establecimiento de caridad semejante, sea pblico o privado, dar en el acto cuenta al juzgado del crimen de la entrada de cual-quier individuo que tenga lesiones corporales, indi-cando brevemente el estado del paciente i la esposi-cion que hagan l o las personas que le hubieren conducido acerca del or jen de dichas lesiones i del lugar i estado en que se le hubiere encontrado.

    En ausencia del'jefe del establecimiento, dar, cuenta el que le subrogue en el momento de la en-trada del enfermo.

    La falta de esta noticia, se castigar con la pena que seala el artculo 494 del Cdigo Penal.

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 5 5

    ART. 1 6 0

    Siempre que llegue al conocimiento del juez, sea por el medio indicado en el artculo anterior o por cualquiera otro, que una persona ha sido herida, se trasladar al lugar en que se encuentre el herido con el fin de tomarle declaracin, i dispondr que uno o mas facultativos procedan al exmen de las lesiones.

    Si en el lugar no hubiere mdico, el reconoci-miento ser hecho por el juez, asociado de dos tes-tigos; i se pondr en autos testimonio de lo que ob-servaren.

    ART. 1 6 1

    El herido prestar su declaracin bajo juramento i si, por razn de su estado, no pudiere referir tocios los hechos cuyo conocimiento sea indispensable para la instruccin del sumario, debe tratarse de que es-prese, a lo menos, quien le infiri las lesiones, para proceder a la citacin o captura del inculpado en conformidad a la lei.

    La declaracin completa ser tomada en forma, tan pronto como el herido pueda prestarla.

    ART. 1 6 2

    Los facultativos describirn las lesiones, indicando el instrumento con que han sido causadas, su gra-vedad, los rganos afectados o mutilados, las con-secuencias que ordinariamente tienen heridas de esta naturaleza i las que hayan acarreado en el caso actual, i espresarn ademas el tiempo que, segn su parecer, el ofendido permanecer enfermo o inca-pacitado para el trabajo a consecuencia de las le-siones.

  • 5 6 LIBLIO II. TTULO III

    ART. 1 6 3

    Si el herido no tuviere hogar, o si tenindolo, lucre en concepto del juez pobre de solemnidad, ser re-mitido al hospital del lugar del suceso o, en su defec-to, al mas prximo; i si esto no fuere posible, el juez lo pondr al cuidado de personas de confianza i los gastos de su curacin sern de cargo a la Munici-palidad respectiva.

    El hospital o la Municipalidad se subrogarn, en estos casos, al ofendido en cuanto a la accin civil que a ste corresponda, hasta concurrencia de los gastos que les ocasionaren la asistencia i curacin del herido.

    ART. 1 6 4

    Si el herido no se hallare en un asilo pblico, ni tuviere medios para atender a los gastos do su cu-racin, ser asistido por el mdico de ciudad i a falta de l, por el de la Municipalidad respectiva.

    ART. 1 6 5

    El procesado tendr tambin derecho de designar otro mdico que, a su costa, intervenga en la asis-tencia del herido.

    ART. 1 6 6

    Los mdicos que asistan al herido en un asilo p-blico o fuera de l, darn parte de su estado en los perodos que el juez sealare i si el h;rido falleciere o sanare, comunicarn inmediatamente el hecho al mismo juez.

    En caso de muerte, se proceder con arreglo a, lo dispuesto en los artculos 146 i 147.

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 5 7

    Si el herido sanare de las lesiones, los mdicos, al dar cuenta del hecho, pondrn en conocimiento del juez el tiempo que ha durado la curacin, o la cir-cunstancia de haber quedado el ofendido temporal o absolutamente intil para el trabajo, demente, im-potente, impedido de algn miembro importante o notablemente deforme.

    Los datos espresados en los dos incisos anteriores deben constar en autos ntes del pronunciamiento de la sentencia definitiva; salvo que el estado del herido permita presumir que no ocurrir ninguna complicacin posterior que influya en la agravacin o disminucin de la pena.

    III. Delitos contra la propiedad

    ART. 1 6 7

    En los sumarios que se instruyan sobre delitos de hurto, robo, estafa i otros engaos, se acreditar la preexistencia de los objetos sustrados; se compro-bar, en cuanto fuere posible, la identidad de los que se encontraren en poder del reo o de 'una tercera persona; se reconocer la fractura de puertas, ar-marios, arcas u otros objetos cerrados o sellados, i se pondr testimonio de los rastros o vestijios que hubiere dejado el delito.

    Si del robo con violencia en las personas resulta-ren homicidio o lesiones, se proceder, ademas, en la forma que se indica en los artculos precedentes.

    ART. 1 6 8

    Siempre que sea necesario fijar el valor de la cosa' objeto del delito, el juez interrogar acerca de este punto tanto al perjudicado, como al presunto cul-pable.

  • 5 8 LIBRO 1L TTULO IL

    Ademas har tasar la eosa por peritos i al efecto la proporcionar a stos junto con los elementos di-rectos de apreciacin sobre que hubiere de recaer el informe i si no la tuviere a su disposicin, les su-ministrar los datos que se pudieren reunir, previ-nindoles que hagan la tasacin o regulacin de perjuicios con arreglo a tales datos.

    Si las cosas han sido hurtadas o robadas en lugar destinado al ejercicio de un culto permitido, se ta-sarn separadamente los objetos destinados a dicho culto de los que no lo son.

    Se tasarn por separado los animales hurtados o robados i las monturas u otros objetos que con ellos hayan sido sustrados.

    ART. 1 6 9

    , Si no se presentare dueo a reclamar las especies al parecer perdidas, que el presunto reo hubiere ha-llado i no entregado al dueo o a la autoridad, apro-pindoselas indebidamente, se proceder a rema-tar dichas especies con las formalidades i para el objeto determinados en los artculos 629 a 684 del Cdigo Civil.

    IV. Falsedad

    ART. 1 7 0

    Si se tratare de la falsedad de un instrumento p-blico o privado, en el acto de presentarse ser fir-mado en todas las pjinas por el juez i por la per-sona que lo presente-

    Antes de agregarlo al proceso, se levantar un acta, en la que se espresar, el estado material del instrumento i se enunciarn todas las circunstancias que puedan indicar la falsedad o alteracin.

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 5 9

    ART. 1 7 1

    El instrumento denunciado como falso ser cote jado por peritos con el verdadero.

    ART. 1 7 2

    En los casos de falsificacin de monedas o de do-cumentos de crdito del Estado, de las Municipali-dades, de los establecimientos pblicos, sociedades annimas o bancos de emisin, u otros que sean re-jistrados en la Casa de Moneda, las monedas o do-cumentos falsificados sern examinados por el jefe de aquella Casa, a fin de que informe sobre la exis-tencia de la falsificacin i sobre la manera cmo probablemente hubiere sido verificada.

    ART. 1 7 3

    Todo depositario pblico o privado de documen-tos impugnados de falsos, est obligado a entregar-los al juez; pero dejar copia antorizada de ellos, cuando deban conservarse en una oficina pblica.

    Previa la dilijencia indicada en el artculo 170, el documento se agregar al proceso.

    Si ste formare parte de un rejistro del cual no pudiere ser desglosado, podr disponer el tribunal que el rejistro en que figura la pieza se deposite en la secretara.

    Terminado el juicio se devolvern los documentos i el rejistro o protocolo a la persona u oficina que los entreg.

    Si se hubiere declarado falso en todo o en parte un instrumento pblico, el tribunal ordenar, al mis-mo tiempo que su devolucin, que se le reconstituya, cancele o modifique, de acuerdo con la sentencia que hubiere espedido.

  • 6 0 LIBRO II. TITULO III

    ART. 1 7 4

    Cuando la falsedad consista en haberse contra-hecho o finjido letra, firma o rbrica, el juez liar cotejar por peritos la letra, firma o rbrica que se dice falsificada con otras cuya autenticidad 110 ofrezca dudas.

    Puede ademas el juez ordenar a quien se supone autor del delito que escriba en su presencia algunas palabras o frases, cuando crea (pie esta dilijencia pueda arrojar luz para la averiguacin del delito o del delincuente.

    ART. 1 7 5

    Si, para la existencia del delito, se requiere que haya perjuicio de tercero, el juez investigar en (pi consiste este perjuicio.

    V. Incendio

    ART. 1 7 6

    n los casos de incendio, deber el juez inquirir si el fuego ha tenido orjen en la casa o estableci-miento de algn comerciante.

    Si as fuere i no so descubriere al autor desde el primer momento, har tomar los libros i papeles del comerciante, averiguar si el establecimiento incen-diado estaba o no asegurado, el monto del seguro, i el valor del edificio, mercaderas o muebles obje-to del seguro, existentes en la casa o establecimien-to en el momento del incendio.

  • DE LA COMPROBACIN DEL DELITO, ETC. 6 1

    Prrafo tercero DE LA ENTRADA I REJISTRO EN LUGAR CERRADO,

    DEL REJISTRO DE LIBROS, PAPELES I VESTIDOS I DE LA DETENCION I APERTURA DE LA CORRES-PONDENCIA EPISTOLAR I TELEGRAFICA.

    ART. 177

    Los tribunales pueden decretar la entrada i re-jistro en cualquier edificio o lugar cerrado, sea p-blico o particular, cuando hubiere indicio de encon-trarse all el procesado o efectos o instrumentos del delito, o libros, papeles o cualesquiera otros objetos que puedan servir para descubrir un delito o com-probarlo.

    Este rejistro debe hacerse de dia, entendindose por tal el tiempo que trascurre desde una hora n-tes de la salida del sol, hasta una hora despues de su ocaso.

    Podr, empero, verificarse durante la noche en casas de juego o de prostitucin, o habitadas por personas que se hallen sujetas a la vijilancia de la autoridad, o en lugares a que el pblico tiene libre entrada, como las fondas i cafes, o en los casos de flagrante delito, o cuando urja practicar inmediata-mente la dilijenca. En este ltimo caso el decreto ser fundado.

    ART. 1 7 8

    Salvo en los casos espresados en el tercer inciso del artculo precedente, el rejistro no se verificar sino despues de interrogar al individuo cuya casa o persona hubiere de ser rejistrada, i solo si se ne-gare a entregar voluntariamente la cosa que es ob-jeto de la pesquisa o no desvaneciere los motivos que hayan aconsejado la medida.

  • 6 2 LIBRO II. TTULO III

    En este caso el auto en que el tribunal ordene la dilijcncia ser siempre fundado, debiendo espresar con toda claridad cul es el edificio o lugar cerra-do en que haya de verificarse el rejistro.

    En ausencia del dueo, se interrogar a las per-sonas indicadas en el artculo 182.

    ART. 1 7 9

    Para proceder al exmen i rejistro de lugares re-lijiosos, de edificios en que funciona alguna autori-dad pblica, de cuarteles o lugares sujetos a jefes militares, o de buques del Estado, el juez har pasar recado de atencin a la autoridad o persona a cuyo cargo estuvieren, quien podr asistir a la operacion o nombrar a alguna persona que asista.

    RT. 180

    Para la entrada i rejistro de las casas i naves que, conforme al Derecho Internacional, se reputan terri-torio de otra nacin, el juez pedir su venia al res-pectivo jente diplomtico por oficio, en el cual le rogar que conteste dentro de veinticuatro horas. Este oficio ser remitido por conducto del Ministe-rio de Relaciones Esteriores.

    Si el jente diplomtico negare su venia o no con-testare en el trmino indicado, el juez lo comunica-r al Ministro de Relaciones Esteriores. Men tras este Ministro no conteste manifestando el resultado de las jestiones que practicare, el juez se abstendr de entrar en el lugar indicado; pero adoptar las medidas de vijilancia que se espresan en el ar-tculo 183.

    ART. 1 8 1

    Para el rejistro de las casas i oficinas de los cn-sules, o de las naves mercantes estranjeras, se dar

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 6 3

    aviso al cnsul respectivo o, en su defecto, a la per-sona a cuyo cargo estuviere el edificio o nave que se tratare de rejistrar.

    ART. 1 8 2

    El auto de entrada i rejistro se notificar al due-o o arrendatario del lugar o edificio en que hubie-re de practicarse la dilijencia o al encargado de su conservacin o custodia.

    Si no fuere habida alguna de las personas espre-sadas, la notificacin se har a cualquiera persona mayor de edad que se hallare en dicho lugar o edi-ficio.

    Si no se hallare a nadie, se har constar esta cir-cunstancia por certificado del secretario i de dos ve-cinos a quienes se llamar a presenciar la dilijencia, i firmarn el certificado, si supieren.

    ART. 1 8 3

    Desde el momento en que el juez decrete la en-trada i rejistro en cualquier edificio o lugar cerra-do, adoptar las medidas de vijilancia convenientes para evitar la fuga del procesado o la sustraccin de instrumentos, efectos del delito, libros, papeles o cualesquiera otras cosas que hubieren de ser objeto del rejistro.

    ART. 1 8 4

    Practicadas las dilijencias prescritas en los ar-tculos anteriores, se proceder a la entrada i rejis-tro, empleando para ello, si fuere necesario, el ausi-lio de la fuerza.

    ART. 1 8 5

    En los rejistros deben evitarse las inspecciones intiles, procurando no perjudicar ni molestar alin-

  • 6 4 LIBRO II. TTULO III

    teresado mas de lo estrictamente necesario. El que lo practique adoptar las precauciones convenientes para no comprometer la reputacin de aqul, i res-petar sus secretos en cuanto esta reserva no dae a la investigacin.

    A R T . 1 8 6

    El propietario, arrendatario o persona a cuyo car-go est el local que se rejistra, ser invitado para presenciar el acto; i, si estuviere impedido o ausente, la invitacin se liar a un miembro adulto de la fa-milia, o, en su defecto, a una persona de la casa o a un vecino.

    El rejistro se practicar en presencia del secreta-rio de la causa i de alguna de las personas indica-das en el inciso precedente i ante dos testigos.

    Todos los concurrentes que pudieren, firmarn el acta que al efecto se levante, i si nada se descubrie-re de sospechoso en el local rejistrado, se dar tes-timonio de ello al interesado, si lo pidiere.

    A R T , 1 8 7

    Re los objetos que se recojan durante 1 rejistro se formar inventario, que so agregar;! al proceso, i se dar copia autorizada de dicho inventario al in-teresado que la pidiere.

    ART. 1 8 8

    El rejistro no se suspender sino durante el tiem-po en que no fuere posible continuarlo i durante la, noche, salvo lo prescrito en el tercer inciso del ar-tculo 177, o que el interesado consienta en ello.

    Suspendido el rejistro, se cerrarn i sellarn la par-te del local i de los muebles en que hubiere de con-tinuarse, en cuanto esta precaucin se considere ne-cesaria para evitar la fuga de la persona o la sus-

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 6 5

    traccin de las cosas que se buscaren. Se adoptarn ademas en este caso las medidas indicadas en el ar-tculo 183.

    ART. 1 8 9

    En la dilijencia de entrada i rejistro en lugar ce-rrado, se espresarn los nombres del juez o funcio-nario que la practicare i de las dems personas que intervinieren en ella, los incidentes ocurridos, la hora en que hubiere principiado i aquella en que concluyere, la relacin del rejistro en el mismo dr-den en que se hubiere efectuado i los resultados obtenidos.

    ART. 1 9 0

    No se practicar el rejistro de los libros i papeles de contabilidad del procesado o de otra persona sino por el mismo juez i en el nico caso de apare cer indicios graves de que de esta dilijencia haya de resultar el descubrimiento o la comprobacion de algn hecho o circunstancia importante en la causa.

    ART. 1 9 1

    El juez o funcionario comisionado para practicar la dilijencia, recojer los instrumentos i efectos del delito i podr recojer tambin los libros, papeles o cualesquiera otros objetos que se hubieren encon-trado, si lo estimare conducente para el adelanto de la investigacin.

    Los libros i papeles que se recojan sern foliados, sellados i rubricados en todas sus hojas por el juez i el secretario. En un certificado autorizado por este ltimo funcionario i firmado por los asistentes al acto se consignar el nmero de fojas tiles que se contienen en dichos libros o papeles i de l se dar copia al interesado, si la pidiere.

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  • 6 6 LIBRO II. TTULO III \

    ART. 1 9 2

    Toda persona que tenga objetos o papeles que puedan servir para la investigacin ser obligada a exhibirlos i entregarlos.

    Si lo rehusare, podr ser apremiada del mismo modo que el testigo que se negare a prestar su de-claracin, a no ser que fuere de aquellas a quienes la lei autoriza para negarse a declarar.

    ART. 1 9 3

    Podr el juez, siempre que sus ocupaciones no le permitan proceder por s mismo, encargar a un mi-nistro de f asociado de dos testigos i acompaado de la fuerza pblica si fuere necesario, la entrada i rejistro en lugar cerrado de que se habla en el pre-sente prrafo.

    Los papeles de la persona objeto del rejistro solo podr examinarlos el juez i no el ministro de f, a mnos que el interesado consienta en ello. Si no consintiere, dicho funcionario remitir al juez los papeles cuyo exmen estime necesario, bajo sobre sellado.

    ART. 1 9 4

    Cuando se tratare solo de aprehender a una per-sona, el juez podr comisionar para esta dilijencia a un jente de polica, autorizndolo para entrar en edificio o lugar cerrado. El juez observar prvia-mente, en su caso, las prescripciones de los artcu-los 1 7 9 , 1 8 0 i 1 8 1 .

    ART. 1 9 5

    El ejecutor de la orden de aprehensin presenta-r copia autorizada de ella al dueo de casa o, a

  • DE LA COMPROBACION DEL DELITO, ETC. 6 7

    falta de ste, a cualquiera de las personas que ah se encuentren; i si ninguna persona apareciere en ella, la leer en alta voz i la fijar en la puerta de calle.

    Acto continuo proceder al rejistro, sin emplear fuerza sino para abrir las puertas o ventanas en los lugares que se le resistieren, respetando las perso-nas a quienes no se refiera el mandamiento.

    Terminado el rejistro, el ejecutor tomar las pre-cauciones convenientes para evitar perjuicios al due-o de la casa allanada.

    ART. 1 9 6

    Podr el juez ordenar el rejistro de los vestidos que actualmente lleven personas respecto de quie-nes haya indicios para creer que ocultan en ellos objetos importantes para la investigacin o compro-bacin de un cielito.

    Para practicar este rejistro se comisionar a per-sonas del mismo sexo de la rejistrada i se guarda-rn a sta todas las consideraciones compatibles con la correcta ejecucin del acto.

    ART. 1 9 7

    Podr el juez ordenar la detencin de la corres-pondencia privada, postal o telegrfica que el pro-cesado remitiere o recibiere i