3
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE FILOSOFÍA PROGRAMA DE FILOSOFÍA PRE-SEMINARIO PLATÓN PRIMER SEMESTRE DE 2012 Prof. Daniel Ribero F. Mónica Rodríguez Espitia 4 de mayo de 2012 Sócrates como máxima expresión de sensatez Critón había mostrado su desacuerdo, en que Sócrates se quedara a cumplir la pena. Ya que, el veredicto dictaminado fue injusto. El filósofo al haber cumplido con todas las leyes, no debía ser sentenciado. En el fragmento actual, Sócrates examina junto a su amigo si es correcto dejar la cárcel sin que los atenienses hayan decidido soltarlo. Mediante un razonamiento, Sócrates le demuestra a Critón por qué eso es injusto y se debe evitar incumplir las leyes de la Polis. Sócrates -¿Se debe hacer el mal, Critón, o no? –Critón –De ningún modo se debe, Sócrates. Sócrates-¿Y responder con el mal cuando se recibe mal es justo, como afirma la mayoría, o es injusto? Critón-De ningún modo es justo. Sócrates- Pues el hacer daño a la gente en nada se distingue de cometer injusticia. Critón- Luego no se debe responder con la injusticia ni hacer mal a ningún hombre, cualquiera que sea el daño que se reciba de él. (Platón, 2011, p.40) ¿Por qué no se va Sócrates? Porque al hacerlo, estaría haciendo cometiendo una injusticia. El filósofo vivió una vida regida por la justicia; por supuesto no está dispuesto a cometer un acto que vaya en contra de sus principios. Lo dice en su Apología: No tienes razón, amigo, si crees que un hombre que sea de algún provecho ha de tener en cuenta el riesgo de vivir o morir, sino el examinar solamente, al obrar, si hace cosas

Critón 47a - 50c

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Critón 47a - 50c Diálogos de Platón

Citation preview

Page 1: Critón 47a - 50c

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANAFACULTAD DE FILOSOFÍAPROGRAMA DE FILOSOFÍAPRE-SEMINARIO PLATÓNPRIMER SEMESTRE DE 2012Prof. Daniel Ribero F.Mónica Rodríguez Espitia 4 de mayo de 2012

Sócrates como máxima expresión de sensatez

Critón había mostrado su desacuerdo, en que Sócrates se quedara a cumplir la pena. Ya que, el veredicto dictaminado fue injusto. El filósofo al haber cumplido con todas las leyes, no debía ser sentenciado. En el fragmento actual, Sócrates examina junto a su amigo si es correcto dejar la cárcel sin que los atenienses hayan decidido soltarlo. Mediante un razonamiento, Sócrates le demuestra a Critón por qué eso es injusto y se debe evitar incumplir las leyes de la Polis.

Sócrates -¿Se debe hacer el mal, Critón, o no? –Critón –De ningún modo se debe, Sócrates. Sócrates-¿Y responder con el mal cuando se recibe mal es justo, como afirma la mayoría, o es injusto? Critón-De ningún modo es justo. Sócrates- Pues el hacer daño a la gente en nada se distingue de cometer injusticia. Critón- Luego no se debe responder con la injusticia ni hacer mal a ningún hombre, cualquiera que sea el daño que se reciba de él. (Platón, 2011, p.40)

¿Por qué no se va Sócrates? Porque al hacerlo, estaría haciendo cometiendo una injusticia. El filósofo vivió una vida regida por la justicia; por supuesto no está dispuesto a cometer un acto que vaya en contra de sus principios. Lo dice en su Apología:

No tienes razón, amigo, si crees que un hombre que sea de algún provecho ha de tener en cuenta el riesgo de vivir o morir, sino el examinar solamente, al obrar, si hace cosas justas o injustas y actos propios de un hombre bueno o de un hombre malo. De poco valor serían; según tu idea, cuantos semidioses murieron en Troya y, especialmente, el hijo de Tetis, el cual, ante la idea de aceptar algo deshonroso, despreció el peligro […] (Platón, 2011, p. 16)

La segunda razón es que la ciudad es destruida si las leyes lo son: “¿Te parece a ti que puede aun existir sin arruinarse la ciudad en la que los juicios que se producen no tienen efecto alguno, sino que son invalidados por particulares y quedan anulados?”. (Platón, 2011, p. 41). Siendo consecuente con las palabras que dijo en su defensa, Sócrates actúa aquí. Él se identificó con un tábano para mostrar que su actividad, aunque molesta para muchos, tenía el objetivo de hacer bien a sus conciudadanos, despertándolos.

Page 2: Critón 47a - 50c

El prisionero continúa refutando la opinión de su amigo, haciéndole ver las consecuencias que podría ocasionar el cumplimiento de su consejo: “¿Acaso les diremos: «La ciudad ha obrado injustamente con nosotros y no ha llevado el juicio rectamente»? […]Quizá dijeran las leyes: « ¿Es esto, Sócrates, lo que hemos convenido tú y nosotras, o bien que hay que permanecer fiel a las sentencias que dicte la ciudad? »”. (Platón, 2011, p. 41).

Como nos ha dejado ver, al evadir la sentencia, haría un gran daño a Atenas. Esto no estaría justificado porque Sócrates ha dedicado toda su vida al servicio de la misma; o como se refiere él “al servicio al dios”. (Platón, 2011, p. 10). Se infiere a partir de lo anterior que Sócrates se queda en la cárcel para hacer un bien a la Polis y a sí mismo. Hace bien a su ciudad, siguiendo las leyes que la rigen y se hace bien a sí mismo al no cometer injusticia. Sócrates, en el Gorgias, cuenta un mito; en éste muestra, según su parecer, qué reciben quienes son justos e injustos. Está claro que Sócrates va a evitar radicalmente cometer un acto injusto, por ésta y por muchas más razones.

Así pues, cuando llegan a presencia del juez […] éste los hace detenerse y examina el alma de cada uno sin saber de quién es, sino que, con frecuencia, tomando al rey de Persia, o a otro rey o príncipe cualquiera, observa que no hay en su alma nada sano, sino que la ve cruzada de azotes y llena de cicatrices por efecto de los perjurios y la injusticia, señales que cada una de sus acciones dejó impresas en el ama, y ven que en ella todo está torcido por la mentira y la vanidad y nada es recto, porque ha vivido lejos de la verdad. Observa también que el poder, la molicie, la insolencia y la intemperancia de sus actos han llenado el alma de desorden y de infamia; al ver esta alma, la envía directamente con ignominia a la prisión en la que debe sufrir los castigos adecuados. (Platón, 2011, p. 394)

En conclusión, Sócrates es sensato al ser consecuente con toda su vida quedándose en la cárcel. Así, no le hace daño a nadie, a la Polis, quebrantando lo que la hace buena, ni a sí mismo, dejando las marcas de la injusticia en su alma.

Platón. 2011. Apología de Sócrates, Critón, Gorgias. López de Hoyos (ed). Diálogos I Madrid: Gredos.