Cuadernillo Del Siglo XlX

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Introduccin: La caracterstica fundamental del siglo XIX (18011900) son sus fuertes cambios. Cambios anunciados y gestados en el pasado pero que se efectuaran. Cambios en todos los mbitos de la vida y el conocimiento. Revoluciones de todas las ndoles tendran su lugar. La ciencia y la economa se retroalimentaran, el trmino "cientfico", acuado en 1833 por William Whewell, sera parte fundamental del lenguaje de la poca; la economa sufrira dos fuertes revoluciones industriales, la primera acaecida entre 1750 y 1840, y la segunda entre 1880 y 1914. En poltica, las nuevas ideas del anterior siglo sentaran las bases para las revoluciones burguesas, revoluciones que se explayaran por el mundo mediante el imperialismo y buscara alianza con el movimiento obrero al que, para evitar su triunfo, le cederan el sufragio universal; en filosofa, surgiran los principios de la mayor parte de las corrientes de pensamiento contemporneas, corrientes como el idealismo absoluto, el materialismo dialctico, el nihilismo y el nacionalismo; el arte demorara en iniciar el proceso de vanguardizacin pero quedara cimentado en movimientos como el impresionismo.

Conformacin de la Sociedad En Europa el siglo XIX se caracteriz por el nacimiento de las democracias censitarias y el ocaso de las monarquas absolutas. La Revolucin francesa y la posterior era napolenica ayudaran a expandir las ideas republicanas y liberales. Los monarcas, en el caso de sobrevivir, se convertiran en dspotas ilustrados que actuaban permisivamente con la clase dominante. Surgira la idea de izquierda y derecha a partir de la Revolucin francesa. Los polticos se identificaran en Jean Paul Marat y Maximilien Robespierre, o en el Conde de Mirabeau y el Marqus de La Fayette. El transitorio ocaso de las revoluciones en pro de la restauracin de las monarquas solo lograra potenciarlas en oleadas revolucionarias ms radicales como las de 1848, hasta el desarrollo de las ideologas sociales y el movimiento obrero, que culminara en el triunfo de la revolucin rusa en el posterior siglo.

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La Emancipacin de Amrica Latina dio comienzo en este siglo. Los levantamientos indgenas en nombre de Tpac Amaru y de los comuneros de asuncin seran antecedentes de una identidad naciente. Identidad que nacera y sera defendida por los grandes prceres latinoamericanos, promotores de la idea de una nacin latinoamericana: Francisco de Miranda, Jos Miguel Carrera, Bernardo O'Higgins, Antonio Jos de Sucre, Simn Bolvar, Jos de San Martn, Mariano Moreno, Manuel Belgrano, Jos Artigas y Juan Pablo Duarte en la Repblica Dominicana. Su revolucin, constituida en el marco de las revoluciones burguesas, sera estrictamente latinoamericana. Sus revoluciones fracasaran en buena medida a causa de caudillismos, intereses de las burguesas locales y coimas de las potencias europeas, pero cada uno de ellos sera convertido, a menudo por quienes los traicionaron, en una leyenda. Las fronteras americanas variaron notablemente en todo el siglo y los gobiernos tomaran una estructura bipartidista en donde pululaban los golpes de estado y los fraudes electorales. frica sera objeto de abierto uso y abuso por parte de los imperios Europeos. Cecil Rhodes sera una figura fundamental en el desarrollo del imperialismo britnico. Tambin surgira lentamente el Imperialismo Norteamericano a partir de una aparentemente inocente doctrina Monroe. Dicho siglo anunciara la decadencia Imperio otomano que acaecera con la primera guerra mundial. La guerra del Opio humillara al histrico Imperio chino en sus tratados desiguales y culminara con la cada de la Dinasta Qing en 1911. Bismarck era un socialista radical, que apostaba por la socialdemocracia y la igualdad de los obreros alemanes pues amaba a los alemanes y tena una grandsima amistad con Napolen III y Francisco Jos I.

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Confrontacin entre la burguesa y el proletariado. La historia de todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia de la lucha de clases. Hombre libre y esclavo, patricio y plebeyo, barn y siervo de la gleba, maestro y oficial del gremio, en una palabra, opresores y oprimidos se enfrentaron en perpetuo antagonismo, librando una lucha incesante, a veces encubierta y a veces franca, lucha que se sald en cada caso con una transformacin revolucionaria de toda la sociedad o bien con el hundimiento conjunto de las clases enfrentadas. En pocas anteriores de la historia hallamos en casi todas partes una completa articulacin orgnica de la sociedad en diversos estamentos, una variada gradacin jerrquica de las posiciones sociales. En la antigua Roma hallamos a los patricios, los caballeros, los plebeyos y los esclavos. En la Edad Media a los seores feudales, a los vasallos, a los maestros y oficiales gremiales y a los siervos de la gleba, aparte de que casi todas estas clases tienen su propia jerarqua interna. La moderna sociedad burguesa, surgida de las ruinas de la sociedad feudal, no ha suprimido los antagonismos de clase. Lo nico que ha hecho es establecer nuevas clases, nuevas condiciones de opresin y nuevas formas de lucha en substitucin de las anteriores. El descubrimiento de Amrica y la circunnavegacin de frica abrieron nuevos caminos a la burguesa en ascenso. El mercado de las Indias Orientales y de la China, la colonizacin de Amrica, el intercambio con las colonias, el aumento de los medios de cambio y de las mercancas en general dieron al comercio, a la navegacin y a la industria un auge nunca visto y, con ello, un rpido desarrollo al elemento revolucionario de la sociedad feudal en descomposicin. La hasta entonces imperante explotacin feudal o gremial de la industria no poda ya satisfacer las necesidades que crecan con los nuevos mercados y hubo de ceder el puesto a la manufactura. Los maestros gremiales fueron desplazados por la clase media industrial. La divisin del trabajo entre las diferentes comparaciones desapareci dando paso a la divisin del trabajo dentro mismo de cada taller. Pero los mercados continuaron expandindose y las necesidades creciendo. La misma manufactura result ya insuficiente, El vapor y la maquinaria vinieron entonces a revolucionar la produccin industrial y la manufactura tuvo que ceder el puesto a la gran industria moderna. El lugar de la

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clase media industrial lo ocuparon los millonarios de la industria, jefes de autnticos ejrcitos fabriles, los burgueses modernos. La gran industria ha creado el mercado mundial previamente preparado por el descubrimiento de Amrica. El mercado mundial ha permitido un ingente desarrollo del comercio, la navegacin y las comunicaciones por tierra. Este desarrollo ha repercutido, a su vez, en la ampliacin de la industria. Y en la misma medida en que se ampliaban la industria y el comercio, la navegacin y los ferrocarriles, se desarrollaba tambin la burguesa, aumentando sus capitales y desplazando a un segundo plano a todas las clases originarias de la Edad Media. Vemos, pues, cmo tambin la burguesa moderna es el producto de un largo proceso de desarrollo, de una serie de transformaciones radicales de los modos de produccin e intercambio. Cada una de estas fases de desarrollo de la burguesa iba de la mano del correspondiente progreso poltico. Estamento oprimido bajo la dominacin de los seores feudales, asociada despus en comunas armadas y con administracin autnoma, repblica ciudadana independiente en unos sitios, tercer estado tributario de la monarqua en otros, fue ms tarde, en la poca de la manufactura, contrapeso frente a la nobleza en el seno de la monarqua testamentaria o absoluta; en todo caso, fundamento social de las grandes monarquas hasta que, finalmente, consigui con su lucha establecer su dominacin poltica exclusiva en el moderno estado representativo sobre las dos premisas de la gran industria y del mercado mundial. La burguesa no puede existir si no es revolucionando de continuo los instrumentos de produccin, las relaciones de produccin y, consiguientemente, la totalidad de relaciones sociales. Las clases productivas anteriores tenan, por el contrario, como primera condicin de su existencia el mantenimiento, sin variaciones, del viejo sistema de produccin. La incesante transformacin a fondo de la produccin, la ininterrumpida conmocin de todo el sistema social, la inseguridad y el movimiento perpetuos son precisamente los rasgos caractersticos de la poca de la burguesa respecto a las dems. Todas las relaciones rgidas y enmohecidas, con su acompaamiento de ideas y concepciones de venerable tradicin, quedaron disueltas y las recin constituidas envejecen antes de adquirir consistencia. Todo cuanto era estamental y estable se esfuma; todo lo santo es profanado y los hombres se ven finalmente forzados a contemplar con prosaica frialdad su posicin en la vida y sus relaciones interpersonales.

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La necesidad de colocar sus productos en mercados cada vez ms amplios empuja a la burguesa a los ms apartados rincones del planeta. En todas partes tiene que afincarse; echar races y establecer relaciones. La burguesa ha sometido al campo a la dominacin de la ciudad. Ha creado ciudades enormes aumentando la poblacin urbana en una proporcin muy elevada respecto a la rural y con ello ha arrancado a una parte considerable de la poblacin al idiotismo de la vida del campo. Del mismo modo que ha hecho al campo dependiente de la ciudad, tambin ha hecho a las naciones brbaras o semibrbaras dependientes de las civilizadas, a los pueblos de agricultores dependientes de los pueblos de predominio urbano y al Oriente dependiente del Occidente. La burguesa supera progresivamente la dispersin de los medios de produccin, de la propiedad y de la poblacin. Ha aglomerado la poblacin, centralizado los medios de produccin y concentrado la propiedad en pocas manos. La consecuencia necesaria de todo ello fue la centralizacin poltica. Regiones independientes, apenas aliadas entre s, con intereses diversos y leyes, gobiernos y aduanas distintos, fueron integradas en una nica nacin, en un nico gobierno, bajo una nica ley y con una nica frontera aduanera.

Con el desarrollo de la industria, sin embargo, no solamente aumenta el nmero de proletarios, sino que se aglomeran en masas mayores, creciendo su fuerza y la conciencia de la misma. Los intereses y las condiciones de vida se igualan paulatinamente en el seno de la clase proletaria a medida que la maquinaria va borrando las diferencias entre un trabajo y otro y rebajando el salario al mismo nivel en casi todas partes. La creciente competencia de los burgueses entre si y las crisis comerciales que de ello resultan someten el salario del obrero a fluctuaciones cada vez mayores. La incontenible y progresiva mejora de la maquinaria hace cada vez ms inseguras sus condiciones de vida, de modo que los enfrentamientos entre cada obrero y cada capitalista por separado van adoptando cada vez ms el carcter de colisin entre dos clases. Los obreros comienzan a formar coaliciones contra los capitalistas agrupndose en defensa del salario de su trabajo llegan incluso a

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crear asociaciones de carcter permanente al objeto de acumular reservas en prevencin de futuras rebeliones. En algunos sitios, la lucha desemboca en autnticos motines. De vez en cuando, los obreros consiguen la victoria, pero tan slo transitoriamente. El resultado ms genuino de su lucha no estriba en el xito inmediato sino en la ampliacin, siempre creciente, de la unin entre los obreros. Esa unin se ve propiciada por los crecientes medios de comunicacin producidos por la gran industria, que permiten establecer contacto entre los obreros de las diversas poblaciones. Basta precisamente este contacto para que las diversas luchas locales, que en todas partes poseen la misma naturaleza, se puedan centralizar en una lucha nacional, de clase. Toda lucha de clase es, sin embargo, una lucha poltica. Gracias al ferrocarril, los modernos proletarios estn en situacin de conseguir su unin en unos cuantos aos, mientras que los burgueses de la Edad Media, con sus caminos vecinales, requeran siglos para llegar a ella. La organizacin de los proletarios como clase y, por tanto, como partido poltico, salta a cada momento en pedazos a causa de la competencia existente entre los obreros mismos. Pero resurge una y otra vez con ms fuerza, ms firme y poderosa, obligando al reconocimiento en forma de ley de algunos de sus intereses aprovechando las escisiones en el seno de la burguesa. Un ejemplo de ello es la ley de la jornada de diez horas en Inglaterra. Las colisiones que se dan en la vieja sociedad favorecen por distintos caminos el desarrollo del proletariado. La burguesa se halla empeada en una lucha constante: al principio, contra la aristocracia; ms tarde, contra otros sectores de la misma burguesa cuyos intereses estn en contradiccin con el progreso de la industria. Lucha de modo permanente contra la burguesa de los dems pases. En todas estas luchas se ve obligada a recurrir al proletariado, exigiendo su ayuda y comprometindolo consecuentemente en el movimiento poltico. De este modo, proporciona al proletariado los elementos de su propia cultura y, con ello, las armas que se volvern contra ella. Adems, como ya hemos visto, el progreso de la industria arroja al seno del proletariado a sectores enteros de la clase dominante o, cuando menos, pone en peligro sus condiciones de vida. Tambin estos sectores aportan al proletariado todo un acervo de elementos culturales.

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Finalmente, en aquellos periodos en que la lucha de clases se aproxima al momento decisivo, el proceso de descomposicin de la clase dominante, de toda la vieja sociedad, se hace tan acusado y tan estridente que una pequea parte de esta misma clase dominante se escinde de ella y se incorpora a la clase revolucionaria, en cuyas manos est el porvenir. As como en el pasado una parte de la nobleza se pas al campo de la burguesa, tambin en la actualidad, una parte de la burguesa se pasa al proletariado y, de modo especial, una parte de los idelogos burgueses que han sido capaces de elevar su esfuerzo intelectual hasta la comprensin terica de la totalidad del movimiento de la historia. De todas las clases que hoy se enfrentan a la burguesa, tan slo el proletariado constituye una clase autnticamente revolucionaria. Las otras clases se atrofian y desaparecen con la gran industria mientras que el proletariado es precisamente el producto ms genuino de la misma. Las capas medias, el pequeo industrial, el pequeo comerciante y el campesino combaten, todos ellos, a la burguesa para asegurar su existencia como tales capas medias y salvarse de su hundimiento. No son, pues, revolucionarias sino conservadoras. Ms todava, son reaccionarias en cuanto que tratan de hacer girar hacia atrs la rueda de la historia. Y cuando son revolucionarias, lo son con vistas a su inminente transicin hacia el proletariado, de modo que no defienden sus intereses actuales sino los de su futuro. De esta manera, abandonan sus propios puntos de vista y adoptan los del proletariado. El proletariado producto de la putrefaccin pasiva de las capas ms bajas de la vieja sociedad, se ver arrastrado al movimiento ac y all, si bien -en consonancia con el conjunto de condiciones de su vida-, estar predispuesto a dejarse comprar en apoy de maquinaciones reaccionarias. Las condiciones de vida del proletariado equivalen ya hoy a la destruccin de las condiciones de vida de la vieja sociedad. El proletariado carece de propiedad. Su relacin respecto a la mujer y los nios nada tiene ya en comn con la situacin familiar burguesa. El trabajo en la moderna servidumbre bajo el capital, que viene a ser la misma tanto en Inglaterra como en Francia, en Amrica como en Alemania, le ha privado de todo carcter nacional. Las leyes, la moral y la religin significan para l otros tantos prejuicios burgueses, tras los cuales se ocultan los correspondientes intereses de la burguesa.

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Todas las clases anteriores que conquistaron el poder trataron de asegurar la posicin social as adquirida sometiendo a toda la sociedad a las condiciones que les permitieran a ellas la obtencin de su ganancia. Los proletarios slo pueden conquistar las fuerzas productivas sociales a cambio de abolir su propio modo de apropiacin anterior y, con ello, cualquier modo de apropiacin existente hasta hoy. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar; sino que destruirn, antes bien, todo gnero de garantas y seguridades privadas precedentes. Todos los movimientos anteriores han sido movimientos de minoras en inters de minoras. El movimiento proletario es el movimiento autnomo de la inmensa mayora en inters de la inmensa mayora. El proletariado, la capa ms baja de la actual sociedad, no puede levantarse ni sacudir su yugo sin hacer saltar en pedazos toda la superestructura de las capas que componen la sociedad oficial. La lucha del proletariado contra la burguesa es, por de pronto, una lucha nacional, aunque lo sea por su forma y no por su contenido. El proletariado de cada pas tiene que ajustarle las cuentas, lgicamente, a su propia burguesa. Al describir con trazos muy generales las fases de desarrollo del proletariado, hemos seguido las huellas de la guerra civil ms o menos encubierta que se da en la sociedad vigente hasta el momento mismo en que desemboca en revolucin abierta y el proletariado fundamenta su poder mediante el derrocamiento violento de la burguesa. Todos los tipos de sociedad anteriores se basaban, como hemos visto, en el antagonismo entre clases opresoras y oprimidas. Pero para poder oprimir a una clase es preciso asegurarle las condiciones mnimas que le permitan arrastrar su vida de servidumbre. El siervo de la gleba fue capaz, merced al trabajo de su servidumbre, de elevarse a miembro de la comuna y el pequeo burgus, por su parte, se elev a burgus bajo el yugo del absolutismo feudal. El obrero moderno, por el contrario, en vez de elevarse socialmente a medida que progresa la industria, se hunde ms y ms por debajo de la condicin de su propia clase. El obrero se depaupera y el pauperismo se extiende con mas rapidez an que la poblacin y la riqueza. Se hace as patente que la burguesa es incapaz de permanecer por ms tiempo como clase dominante de la sociedad y seguir imponiendo como tal clase sus condiciones de vida como ley reguladora para toda la sociedad. Es incapaz de dominar puesto que es incapaz de asegurar a sus esclavos la existencia, aunque sea dentro de su esclavitud, y los arrastra a una situacin de tal indigencia que le resulta forzoso alimentarlos en vez de hacerse alimentar por ellos. La sociedad no puede vivir ya bajo su dominio o, lo que es igual, su existencia como clase se ha hecho incompatible con la de la sociedad.8

La condicin esencial para la existencia y la dominacin de la burguesa es la acumulacin de riqueza en manos privadas, la formacin y ampliacin de capital. La condicin bsica del capital es el trabajo asalariado. El trabajo asalariado se basa exclusivamente en la concurrencia de los obreros entre si. El progreso de la industria cuyo agente involuntario y pasivo es la burguesa, substituye el aislamiento de los obreros, resultado de la concurrencia, por su unin revolucionaria mediante la asociacin. Con el desarrollo de la industria, pues, la burguesa ve desaparecer bajo sus pies la base misma que le permite producir y apropiarse la produccin. Antes que nada, produce sus propios sepultureros. Su hundimiento y el triunfo del proletariado son igualmente inevitables.

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Consolidacin de los pensamientos racionalista. Racionalismo: Doctrina filosfica que considera que la razn es el nico medio para obtener conocimientos verdaderos, por sus propios medios y sin el concurso de instancias trascendentes ni de la experiencia. Los racionalistas admiten la existencia de ideas innatas, ideas que ya posee la persona desde su nacimiento. Destaca como representante de dichas ideas Descartes. Empirismo: Doctrina que admite que la fuente del conocimiento es la experiencia, esto es, el conjunto de impresiones y sensaciones captadas por los sentidos y afirman que las ideas innatas (defendidas por el racionalismo) no existen. En el curso de la historia dos han sido las principales corrientes empiristas: el llamado empirismo ingls, desarrollado en Inglaterra en el siglo XVIII, con representantes como John Locke, George Berkeley y David Hume; y, ya en el siglo XX, el empirismo lgico o neopositivismo, nacido en el crculo de Viena y extendido a la filosofa anglosajona y en el que destacan Rudolf Carnal, Alfred J.Ayer y Karl R.Popper. El racionalismo se opone al empirismo, por cuanto para los racionalistas sera posible conocer todo desde la propia razn de cada hombre, por lo que los datos que proceden de fuera del individuo sobran o no son necesarios para el conocimiento y los empiristas consideran que las representaciones son adquiridas por el entendimiento gracias al concurso de la experiencia. En general, este tipo de racionalismo tiende a considerar que los conceptos de la razn son universales y necesarios, de carcter innato o constitutivo, y que poseen esa universalidad y necesidad debido a que no se inducen de ninguna

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experiencia particular y el empirismo niega la existencia de ideas innatas, que todo conocimiento tiene su fuente en la experiencia, as que su verdad depende de que sean comprobadas por los hechos. Los ilustrados en su intento de transformar la sociedad de su poca, se sirvieron de varios recursos entre los que destaca: la divulgacin, la educacin y la actuacin poltica.La Ilustracin cont con abundantes medios para difundir sus ideas: libros, folletos, asociaciones culturales Uno de los medios de difusin ms importantes de las ideas de la ilustracin fue una obra publicada en Francia entre 1751 y 1764: La Enciclopedia (Diccionario razonado de ciencias, artes y oficios), contaba de 17 volmenes de texto y 11 de lminas. En esa obra se exponan, por orden alfabtico, una serie de conocimientos sobre distintos campos de la ciencia y la tecnologa: fsica, botnica, poltica, filosofa, religin, tecnologa, economa, arte Sus autores incorporaron al texto todas las novedades cientficas, filosficas y tcnicas de la poca. Pretendan dar a conocer las grandes transformaciones producidas en el pensamiento desde principios del siglo XVII hasta mediados del XVIII: Adems, aspiraban a poner las bases para una profunda transformacin de la sociedad europea de su poca. Abogaba por la espontaneidad natural contra la estructuracin de las instituciones sociales, en el desarrollo del pensamiento poltico democrtico., influy en los jacobinos y en su voluntad popular y democrtica, tanto como en los conservadores y en los romnticos. Su punto de partida constituye la crtica del ingenuo optimismo progresista de ilustrados y enciclopedistas. Lo que para otros pensadores ilustrados es signo de progreso hacia mayores logros del ser humano, para Rousseau ser, ms bien, muestras de que el hombre est cayendo en una nueva barbarie, propone la vuelta al estado original del hombre, no se trata de regreso al estado de naturaleza en que no hay leyes ni reglas, sino que la solucin que propone es el contrato social, como expresin de la voluntad general. Dicho contrato no elimina los derechos de los hombres, sino que sustituye la libertad natural por la libertad social, basada en las leyes que los hombre se dan as mismos.

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El Siglo de las Luces es un momento histrico en el que tanto el contexto poltico como el social, surgen grandes cambios: El surgimiento de nuevas potencias, la importancia de las colonias como soporte econmico o el naciente empuje de la burguesa; as como la ciencia se convierte en paradigma de conocimiento. Otros rasgos que definen el movimiento ilustrado son, entre otras la crtica a la religin existente en ese momento, y a la intolerancia, que desembocar en la asuncin de la llamada religin natural (considera que Dios es el creador de todo cuanto existe, pero a partir de ah el hombre acta segn le dicta su propia razn) y a la adopcin de nuevas ideas polticas entre las que destaca el pacto social (segn el cual los hombres establecen un contrato o pacto por el que se crean las leyes y las normas de la sociedad). Destaca especialmente la absoluta confianza depositada en la razn humana (basada en la experiencia (datos empricos), susceptible de desarrollo y alejada de los prejuicios, diferente la defendida en el Racionalismo que se entiende la razn como el nico medio para obtener conocimiento, admite la existencia de ideas innata, es decir que ya posee la persona desde su nacimiento). Asimismo los ilustrados defienden el progreso continuado e irreversible para el hombre, convirtindose en eje y gua para los pensadores. Entienden la historia humana en trminos evolutivos, de manera que el hombre es visto como sometido a un proceso inevitable de perfeccionamiento en el que juegan el papel determinante la razn y la ciencia. El progreso, tal como se concibe en el Siglo de las Luces, va indisolublemente unido a la educacin. Durante los ss. XVII y XIX, la fsica se desarroll siguiente la orientacin dada por Newton y en el s. XIX la teora energtica se sobrepuso a la interpretacin mecanicista del Universo. El principio de conservacin de la energa y de su degradacin constituye los dos principios de la termodinmica y el segundo conduce al concepto de entropa. Se avanz en las ciencias naturales, emprendiendo la clasificacin de los seres vivos y la creacin de un sistema binomial de nomenclatura (Linn). El microscopio, hizo posible nuevos e importantes descubrimientos de los microbios, permitiendo a Pasteur crear la bacteriologa. La fisiologa progres adoptando el mtodo experimental de los fsicos, se descubri la circulacin mayor de la sangre, se estudi la respiracin y la digestin.

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La ciencia contempornea. Desde el ltimo cuarto del s.XIX. Apareci la embriologa. El problema del origen de las especies y de su evolucin se plante cuando se compararon las especies fsiles y las vivientes. Las matemticas puras alcanzaron un alto grado de abstraccin, surgieron nuevos sistemas deductivos coherentes.

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Origen de los asentamientos humanos. Los hechos narrados en los temas anteriores constituyen la historia de la ciudad industrial hasta el penltimo decenio del siglo XIX: el ambiente peculiar de la ciudad del XIX es el resultado de esta densa y desordenada secesin de hechos, no resumibles en un proceso unitario. Pero la formacin del Movimiento Moderno se puede definir como la alternativa histrica a la ciudad hasta aqu descrita. La cultura del XIX es consciente de las transformaciones que han tenido lugar y esta conciencia supone el presupuesto necesario para cambiar las cosas. El objeto de este tema es hacer una sntesis de las iniciativas para la reforma de la ciudad industrial. A partir de 1830 se empieza a considerar la revolucin industrial con el suficiente distanciamiento como para intentar una primera sistematizacin histrica, con estudios sobre el desarrollo industrial y sobre las condiciones de los trabajadores en toda Europa. Dos obras clebres que estudian la revolucin industrial desde principios polticos opuestos son: Pasado y presente de The Carlyle y La situacin de la clase obrera en Inglaterra de F. Engels. La ciudad industrial es rechazada en bloque por conservadores y progresistas, aunque ninguno aporta soluciones para el problema de las transformaciones que est sufriendo el ambiente urbano. Los escritores (Dickens, Heine, Baudelaire...) hacen sus descripciones sobre la desolacin de los centros industriales y metrpolis, los informes de los ingenieros y reformadores sociales analizan los mismos ambientes con un fin distinto: los primeros rechazan el fenmeno y los segundos se comprometen a aislar las causas para atacarlas con disposiciones tcnicas y administrativas, como las leyes de sanidad de Inglaterra (Public Health Act, 1848) y de Francia (1850). Desde 1850 se estudian, por parte de los filntropos privados

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y de los gobiernos varios sistemas para dar mejores viviendas a las clases obreras, iniciativas que son criticadas por Engels, que centra el problema en la abolicin del modo de produccin capitalista. El desagrado de la ciudad moderna se da, generalmente, acompaado de la aoranza por la ciudad antigua, que se presenta bajo una luz favorable, a menudo en abierto contraste con la realidad histrica. Durante las Exposiciones Universales se producen manifestaciones que van desde un rechazo arrogante hasta un entusiasmo ingenuo y cordial. En las ltimas dcadas del siglo XIX empiezan a aparecer algunos juicios positivos, basados no en la admiracin descontrolada sino en una aceptacin razonable de la nueva realidad y en una penetracin inteligente de sus aspectos especficos. Entre las distintas manifestaciones que presentan este panorama destaca la pintura de paisaje (Corot, Turner, Delacroix) y los realistas (Courbet, Millet, Daumier). Con la llegada del impresionismo el paisaje de la nueva ciudad recibe una adecuada representacin artstica, cuya pintura urbana es su manifestacin `por excelencia, captando con penetracin el carcter urbano, la continuidad de sus espacios y la renovada unidad entre arquitectura y decoracin callejera. (Monet, Renoir, Pisarro). La Revolucin Industrial y el proceso de urbanizacin. El "problema de la vivienda" en el siglo XIX: de las crticas higienistas al anlisis de F. Engels. El socialismo utpico y su rechazo a la ciudad industrial. La vivienda obrera en el marco de la poltica de concentracin industrial. El estudio de la zonificacin como consecuencia de factores econmicos. El problema de las comunicaciones de la ciudad: los medios de transporte y su conexin con la vivienda. La ciudad industrial ya en el siglo XIX, los llamados utopistas (Saint-Simn, Fourier, Godin), en cuyo pensamiento subyacen los modelos utpicos de los griegos, intentarn llevar a la prctica sus planteamientos ideales, en contraposicin a los urbanistas ms funcionales y operativos que dieron lugar a la moderna disciplina urbanstica. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el funcionamiento del sistema econmico mundial experimenta una serie de cambios, cuya influencia se har sentir sensiblemente en la nueva imagen que adquirirn las ciudades europeas. El proceso colonial y la consecuente apertura de nuevos mercados amplan la geografa econmica de Europa y hacen surgir un nuevo modo de entender la actividad empresarial. Nacen ahora fenmenos de concentracin industrial, que requieren de nuevas tcnicas de gestin empresarial tendentes a reducir gastos corrientes, todo ello en un marco

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productivo mucho ms amplio, basado en la obtencin de nuevas fuentes de energa, el transporte, la divisin del trabajo y la mecanizacin, donde las funciones directivas y el volumen de actividades comerciales y financieras adquieren una enorme importancia. Resulta ahora necesario poner al servicio de la produccin nuevos medios tecnolgicos, nuevas condiciones de accesibilidad y, sobre todo, una nueva distribucin del espacio. La entrada en escena de la energa elctrica favorece el surgimiento de las coronas perifricas de las ciudades, cuyos suelos vacantes son ocupados por los nuevos asentamientos industriales y laborales, dando lugar a una nueva concepcin de separacin espacial entre produccin y gestin. La poblacin urbana se distribuye formando arcos ms o menos amplios en torno al ncleo urbano, en un movimiento centrfugo. En el arco exterior se sitan las crecientes masas residenciales, constituidas por la nueva mano de obra inmigrante que exige el funcionamiento del aparato industrial. Son los barrios obreros, tpicos de los extrarradios de las grandes ciudades, densamente poblados, con escasos servicios y en general con pocas condiciones de habitabilidad. En estos barrios se concentra la masa laboral, que comparte el espacio perifrico con las grandes e insalubres instalaciones industriales. En este modelo radial de ciudad, los espacios centrales van a alcanzar inusitados valores de posicin. En efecto, al mero aprovechamiento urbanstico del suelo, es decir, a la posibilidad de construir o edificar en el mismo, se va a aadir ahora un nuevo valor: la renta inmobiliaria asociada a la posicin del suelo. Este valor aadido permitir al capital asegurar la estabilidad del beneficio a largo plazo. Hasta la llegada de la Revolucin industrial la intervencin de los poderes pblicos en el campo urbanstico haba sido muy limitada, en su mayor parte se trataba de medidas orientadas a la sanidad y a la reglamentacin de las edificaciones situadas en los conjuntos monumentales o en reas centrales de la ciudad. Ahora, el nuevo entramado de intereses nacido al amparo del desarrollismo industrial, convertir al urbanismo en una trama social y poltica, donde los poderes pblicos tendrn que intervenir para reducir las tensiones que se generan en este campo cada vez ms conflictivo.

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El agrupamiento de las fuerzas obreras, consecuencia de la propia concentracin fabril, favorece la conciencia de clase y la demanda social. Esta fuente de conflicto dentro de un medio urbano creciendo sin control pone en peligro el binomio empresa-territorio. Es necesario, por lo tanto, recurrir a la intervencin de entes administrativos pblicos para solucionar los nuevos problemas urbanos, mediante medidas de organizacin administrativa del territorio. El desarrollo de la medicina se relaciona directamente con los fenmenos migratorios, los hacinamientos en las ciudades y las precarias condiciones de vida de la clase trabajadora propios de la Revolucin Industrial. Su consecuencia fue la proliferacin de enfermedades infecciosas (sfilis, tuberculosis) o relacionadas con la mala alimentacin (pelagra, raquitismo, escorbuto). Dichas problemticas son cruciales para entender el origen de la medicina social de Rudolf Virchow y el sistema de salud pblica de Edwin Chadwick que daran lugar a la actual medicina preventiva. La misma Revolucin Industrial, con el agregado de las numerosas guerras y revoluciones, generaran un desarrollo cientfico generalizado que contribuira en la instauracin de condiciones tcnicas para el triunfo de la asepsia, de la anestesia y la ciruga. Las Revoluciones burguesas, promotoras de ciudadanos librepensadores, construyen una nueva medicina cientfica y emprica, desligada de lo mstico y artesanal. Se culmina con la opresin de los viejos cnones ticos del absolutismo y el catolicismo instaurando nuevos cnones, nuevos calendarios. El siglo XIX ver nacer la medicina experimental de Claude Bernard, la teora de "Omnia cellula a cellula" de Rudolf Virchow, la teora microbiana, la teora de la evolucin de las especies de Charles Darwin, y la gentica de Gregor Mendel. El siglo se caracteriza por romper definitivamente con la fusin que la Historia haba tenido con la literatura. Leopold von Ranke se compromete con una historia crtica y escptica. Se deja influir por las corrientes filosficas predominantes del momento, tales como el liberalismo y el nacionalismo llegando a caer incluso en el etnocentrismo, racismo y particularmente en el eurocentrismo. Las reflexiones sobre la sociedad de Saint-Simon producen dos tendencias que modificaran las tendencias historiogrficas: El Positivismo y el Materialismo histrico, tambin influido por la dialctica hegeliana. Ambas entienden que el comportamiento de la historia se encuentra sometido a leyes. La primera concibe el desarrollo de la historia como procesos ordenados, la segunda lo concibe como resultado de los conflictos entre los estratos sociales.

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Las ciudades obreras de la gran industria, en las que el empresario realiza, junto al aparato productivo, las residencias y los servicios para la mano de obra, constituyen un fenmeno que alcanza bastante difusin desde comienzos del siglo XIX hasta los primeros decenios del XX. La variedad de propuestas y realizaciones responde a un amplio abanico de motivaciones por parte de los empresarios. En primer lugar el origen de las company-twons responde a la localizacin descentrada de las industrias que dependen de un recurso territorial fijo (yacimientos de minerales, fuerza motriz hidrulica, etc), junto a la falta de asentamientos preexistentes y ausencia de medios de desplazamiento, constituyendo la residencia obrera parte del capital fijo de la empresa industrial. Se trata en la prctica de la reproduccin de la fuerza de trabajo que se administra como un elemento ms del ciclo productivo. En otros casos, la oferta residencial no es una condicin necesaria, sino que responde a iniciativas que siguen las huellas de la tradicin de la utopa social, con caracteres de cierto paternalismo por parte del empresario. En estos casos, a las casas se suman las guarderas, las escuelas, el economato, la iglesia, el parque. El salario va acompaado de formas elementales de previsin social, generalmente discriminadas con un rgido cdigo moral y de comportamiento, reglamentacin de pensiones, etc. La mayora de las veces no se trata de un proyecto apriorstico, sino elaborado poco a poco en sus diferentes niveles, afirmando un orden controlado y planificado que llega desde la reglamentacin del espacio y el tiempo de la vida del obrero hasta la manipulacin de las conciencias. Fundacin de una generacin obrera y formacin continua del material humano: la creacin del obrero modelo es el verdadero proyecto que se oculta tras la imagen idlica del poblado modelo. Por tanto, no se trata de la eliminacin de las descompensaciones sociales originadas por la prepotencia del capitalismo industrial sino de reforzar el mecanismo de explotacin del trabajo. Por otra parte, el empleo extraordinario de capital no se considera como un coste positivo sino que se trata de hacerlo productivo, recuperando al menos en parte los gastos realizados mediante alquileres o retenciones directas sobre los salarios. Otra ventaja es contar con la presencia constante y en cantidad adecuada de mano de obra, con la posibilidad de chantaje frente a reivindicaciones laborales (directamente por el desahucio o mediante el aumento de los alquileres). A una calidad ambiental frecuentemente ms elevada que la media corriente corresponde tambin un clima de subordinacin al patrono, con imposicin de reglas disciplinarias y la prctica de arbitrariedades. No obstante, estas

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experiencias forman parte de la evolucin de las formas de asentamiento sobre las que se articula el debate y las hiptesis en torno a la ciudad industrial. En Inglaterra se dan experiencias de residencias obreras vinculadas a iniciativas empresariales desde 1769, si bien estos poblados industriales no responden a un espacio planificado, sino que proporcionan edificacin en la medida estrictamente necesaria. A partir de 1793, el alza de los precios de la mano de obra y los materiales frena estas primeras iniciativas, por lo que tiene singular relieve la realizacin de New Lanark en Glasgow de Robert Owen (fundado en 1780) donde en 1790 funcionan cuatro establecimientos de hilanderas que sirven tambin de alojamiento a 2000 personas. El primer barrio industrial de ciertas dimensiones se construye en 1846 en Bessbrook, Irlanda del Norte, por los Richardson, que albergan a 2.500 obreros de sus fbricas textiles. El rea ms importante donde se dan estas tendencias a lo largo del XIX es la de West Riding, en Yorkshire, entre Halifax, Leeds y Bradford, donde se consolida la industria textil. El ejemplo ms conocido es Saltaire, asentamiento debido a Sir Titus Salt, propietario de una industria lanera en Bradford. En 1851 decide el traslado de la fbrica y la construccin de un asentamiento residencial que se inaugura en 1853, para una poblacin de 4.400 personas. Tiene una densidad de 150 personas por acre, asentadas sobre un eje rectilneo principal (la Victoria Road) en el que se insertan las calles ortogonales residenciales y los equipamientos y el parque. Los cottages se alquilan al 4% del capital invertido y las iglesias, las escuelas, la enfermera, el economato, el centro social, etc. se construyen entre 1860 y 1880. Akroyd construye cerca de Halifax, a partir de 1850 el poblado Copley para 112 viviendas reunidas en torno a un parque, con parcelas agrcolas para el cultivo hortcola por parte de las familias residentes. Utiliza el estilo neogtico en las viviendas porque las formas tradicionales contribuyen a reforzar los valores domsticos, junto a la propiedad de la casa. La segunda realizacin de Akroyd es Akridon (1861-1863), que es en realidad un ncleo suburbano de Halifax, pero en estrecha relacin con la fbrica.

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En esta misma zona Crossley acondiciona entre 1863 y 1868 el West Hill Pak Estate, semejante a los ejemplos anteriores. Estas ideas dan lugar a dos complejos notables: Port Sunlight, cerca de Liverpool y Bournville, cerca de Birmingham. Port Sunlight se inicia por obra de W. H. Lever, industrial del jabn, que empleo parte de sus beneficios en prstamos y subvenciones a los arrendatarios y hace accionistas de la fbrica a sus dependientes, ofrecindole prioridad en la ocupacin de las viviendas. La barriada cuenta con ms de cien hectreas, con una baja densidad de ocho viviendas por hectrea y una capacidad para varios miles de residentes. Las viviendas son proyectas por distintos arquitectos, pero todos utilizan el estilo Tudor. Son de dos tipos fundamentales y cuentan con servicios higinicos incorporados. Es importante el plan de conjunto, en el que se estudia por primera vez cuidadosamente el medio ambiente, con prevalencia de reas arboladas, viales curvos, jardines-huertos situados en los remansos definidos por las partes traseras de los edificios y por espacios de prado no cercados delante de las viviendas. La dotacin de edificios pblicos es superior a la de Saltaire, ya de por s notable. Como contrapartida, los residentes quedan expuestos a los caprichos de un paternalismo omnipresente que pretende regular el comportamiento y la organizacin de la cultura. El poblado agrcola industrial de Bournville se construye por iniciativa de George Cadbury, como expansin y reestructuracin en 1879 de su fbrica de chocolate. El poblado no est dirigido con exclusividad a los trabajadores de la fbrica, transfiriendo en 1900 Cadbury la propiedad a una institucin independiente. En conjunto, los estndares y los reglamentos de estos poblados y las formas de su organizacin constituyen unos resultados importantes para el desarrollo de la urbanstica anglosajona, que va acercando poco a poco a las corrientes de la ciudad-jardn. El patrocinio empresarial de los barrios obreros se da en Francia en tres reas de produccin: el Norte y el Pas-de-Calais, la zona de Mulhouse y el departamento de Saone-et-Loire. En el Norte las sociedades carbonferas construyen los primeros alojamientos para sus trabajadores durante los aos de la Restauracin, optando por el tipo edificativo de la caserna (casa de vecindad) de varias plantas. La Compaa de minas de Anzin construye en forma de caseros de mineros (corons) con viviendas unifamiliares en lnea.

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De mayor relieve son las ciudades obreras que se construyen en la zona de Mulhouse, en Alsacia, en torno a los establecimientos industriales de Le Creusot. En 1854, el industrial Jean Dolfus funda la Societ Mulhousienne des cits Ouvrieres, financiada por el estado cuando Napolen III asigna 10.000.000 de francos para la construccin de alojamientos obreros. La primera parte es proyectada por Emile Mller, con 143 apartamentos de casa mulhousienne de cuatro viviendas agrupadas con dos plantas y jardn de cerca de 120 m2, seguidas por otras promociones de 792 y 699 viviendas. El barrio modelo de Dolfus est dotado de edificios de uso pblico. La mayor ciudad obrera de gestin patronal se da en Francia en torno a lo establecimientos industriales siderrgicos de Le Creusot, cerca de Chalons-sur-Saone. El alojamiento obrero pasa de 1.300 personas en 1826 a 6.300 en 1846, en construcciones de varias plantas del tipo caserna. Diversas ampliaciones en la zona, cuando se hacen cargo de la empresa los hermanos Schneider, llegan a alcanzar a una poblacin de 35.000 en 1911. En estas fases aparecen tambin las viviendas unifamiliares y es importante el peso de los equipamientos de barrio, en una verdadera sustitucin de la autoridad pblica. Entre otras iniciativas se encuentra la ciudad obrera de Ville Menier en Noisel-sur Seine, cerca de Pars, por iniciativa de E. J. Menier en su fbrica de chocolate. En Estados Unidos el desarrollo industrial planificado aparece a finales del siglo XVIII. En Massachussets se construyen las primeras cotton mill-towns, as como en Illinois la ciudad modelo de Pullman. La ciudad-modelo de Pullman se debe al grupo industrial Pullmans Palace Car Company, de George Pullman, que aprovecha en 1880 la expansin de sus actividades para trasladarse de Chicago tratando de evitar el rea ms crtica de friccin entre obreros y empresarios. Se inspira en los poblados de Krupp y encarga el plan a Solon S. Beaman y al paisajista Nathan Barret. Se distingue por la variedad de tipos de edificacin, por la composicin general y por la ordenada distribucin de funciones, as como por la atencin a los detalles. Adems de residencias se construyen edificios pblicos como el teatro, la biblioteca, la iglesia, el Florence Hotel, edificios comerciales, reas verdes e instalaciones deportivas. La poblacin, seleccionada por razones de eficiencia y moralidad, llega a las 12.000 personas en 1893. Plantea una marcada limitacin de la libertad personal de los obreros en todos los aspectos de la vida cotidiana, suponiendo el conjunto una tentativa de control de todo el ciclo productivo, vinculando a la fbrica la permanencia de la fuerza del trabajo y no de resolver la cuestin de la residencia obrera. Durante la exposicin colombina de Chicago (1893), la ciudad de Pullman se convierte en objeto de visita, pero la crisis del ao siguiente provoca una huelga decisiva en la historia del movimiento obrero en EE UU, que el gobierno trata

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de cortar con el envo de tropas. Un arbitraje del Tribunal Supremo ordena la venta del patrimonio inmobiliario y de sus equipamientos comunitarios, con lo que concluye el experimento de Pullman.

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Ciudad industrial de Tony Garnier. Tony Garnier fue un arquitecto y urbanista francs que naci en Lyon en 1869 y creci en el barrio de la Croix-Rousse. Le caracterizaban la utilizacin funcional del hormign, los amplios ventanales, los inmuebles integrados en zonas ajardinadas y las terrazas-jardn, as como una atenta mirada a la luz, la vegetacin, la ventilacin y la higiene. Su deseo era el de construir un mundo donde la humanidad, la naturaleza y los objetos convivieran en completa armona. No tuvo mucha suerte en sus inicios como arquitecto y urbanista pues sus obras no fueron muy bien acogidas, e incluso se le lleg a considerar un utpico debido sobre todo a sus propuestas de redistribucin de las ciudades donde centraba todo el inters en las necesidades sociales. Una de sus grandes obras fue la denominada Ciudad Industrial en la que Garnier volc todos sus empeos por mejorar la convivencia humana y el bienestar, y supondra una gran influencia para los que, posteriormente, decidiran dar solucin a la distribucin de ciudades. A sus obras les llevara mucho tiempo ser aceptadas y reconocidas, pero sin duda Garnier sera considerado como una de las grandes aportaciones del Modernismo. La idea de ciudad industrial, que supondr un avance en el planeamiento urbanstico moderno, atiende a las principales funciones de la ciudad: la produccin, las viviendas y la sanidad en cuanto a la organizacin de la ciudad se refiere. Se define como un espacio pblico y organizado donde sus 35000 habitantes se pueden acomodar y aboga por un uso de ladrillos y hormign para edificios y la introduccin del cristal en las cubiertas. Tiene en cuenta: - una exhaustiva distribucin de las reas de trabajo y viviendas23

- una separacin entre industrias limpias y aquellas con ms riesgo - proporcionar zonas verdes que puedan controlar los gases nocivos. Garnier puso igual nfasis en el trfico y la movilidad en las calles as como en el espacio domstico, llegando a la comparacin de city machine con machine-for-living.Esta ciudad estaba provista de una energa esencial: la electricidad, que se podra obtener mediante la explotacin de recursos naturales, como el agua. Las ideas de Garnier se vieron motivadas en parte por el surgimiento de agrupaciones de obreros y mujeres trabajadoras en su ciudad natal. Coincide con la aparicin de grandes mentes que trataron de defender los intereses y derechos sociales, como Emilio Zola que lo haca a travs de escritos y panfletos y que ofreca como respuesta al conflicto entre clases (altos cargos y obrera) un socialismo no autoritario, lo cual se ver reflejado en la distribucin de la ciudad industrial propuesta por Garnier y que tratar de compatibilizar con las necesidades materiales y morales del ser humano. En el modelo de Ciudad del que se habla haba una clara divisin en ocupaciones: entretenimiento, administracin, cultura, escuelas, lugares de encuentro

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Expresin artstica como reflejo del alma.

"Ser romntico es dar a lo cotidiano un sentido elevado, a lo conocido la dignidad de lo desconocido, a lo finito el brillo de lo infinito" (Novalis)."Yo no soy para lo finito, yo soy para lo infinito'? (Auguste Preault) "El arte nuevo debe representar la vida espiritual del hombre por medio de la Naturaleza (O. Runge). "El arte es embriaguez ordenada" (E. Delacroix). "La pintura es para mi sinnimo de sentimiento (Constable). "Avanzo por un mar que no tiene orilla ni fondo (Fussli). El arte romntico se presenta como un fenmeno extraordinariamente nuevo, inspirado por la voluntad de romper completamente tanto con el clasicismo como con el Rococ. Socialmente haba nacido un hombre nuevo de las alteraciones polticas y de las violentas corrientes de ideas que sealaron el final del siglo XVIII. Este hombre nuevo aspira a formas plsticas tan liberadas de las formas antiguas como podan serlo, por su parte, las estructuras de la sociedad. Pero ese apetito de novedad se volvi, por hostilidad contra el pasado reciente, hacia el pasado lejano. Volver a la Edad Media, instaurar una nueva Edad Media, era consumar la ruptura total con el Rococ. Por toda Europa se extiende el Romanticismo como un reguero de plvora. Los pueblos europeos hallan en l un modo de expresin para todas las

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fuerzas confusas e impacientes que haban estado reprimidas durante la Edad Media. A medida que las liberan, sacan a la Edad Media del despreciado olvido en que estaba enterrada. Con ello se afirmaba su individualidad al mismo tiempo que su espritu nacional. Al cosmopolitismo artificial del Siglo de las luces se haca suceder un sentimiento nacional vigoroso, autntico, nutrido en las fuentes mas ntimas de la raza. La nostalgia de lo que se haba perdido, de la fresca y pura espiritualidad de la Edad Media, de su fantasa copiosa y alegre, del sentimiento subordinndose a la razn, condujo a una idealizacin de esos siglos que el Clasicismo llam oscuros y que para los romnticos se iluminan con las luces ms vivas y ms clidas. Con "El genio del cristianismo" de Chateaubriand se estimula la imaginacin y s empuja al ardor de la piedad medieval, tan rica de matices, de sentimientos y de pensamientos, al lado del escepticismo y del pragmatismo del siglo XVIII. En Francia y sobre todo en Alemania, florece una renovacin catlica de especial esplendor. Al mismo tiempo se vuelve hacia los textos poticos de la Edad Media: "La chanson de Roland en Francia, El anillo de los nibelungos en Alemania y "El Ossian en Inglaterra, proporcionan temas a los artistas y un nuevo concepto del mundo, moral y espiritual. Si se vuelve a la Edad Media, no es por el gusto de desarraigarse como ocurre con el orientalismo, sino al contrario, como retorno a la fuente esencial del pensamiento y del arte europeos. La vuelta a la Edad Media, a su religiosidad y a la unidad cristiana que representa la Europa de antes de la Reforma protestante, entraa la conversin al catolicismo de gran nmero de artistas protestantes sobre todo en Alemania. Arquitectura En arquitectura los artistas se enamoran del Gtico. Estudian con entusiasmo las tcnicas constructivas medievales y descubren soluciones imprevistas y muy perfectas que les mueven a admirar ms a los constructores gticos. El Romanticismo no se cree obligado a planear una nueva arquitectura. Le basta con imitar el arte Gtico. La Iglesia de Santa Clotilde, El Ayuntamiento de Pars o la Biblioteca Nacional de Pars, son obras gticas casi literalmente copiadas.

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En Alemania, el Romanticismo no engendr un retroceso hacia lo medieval, sino que se proyect hacia un pasado muy remoto: la Grecia Clsica. Pero no se trata de Neoclasicismo sino de Romanticismo por cuanto los neoclsicos se inspiraban en las proporciones y fachadas clsicas, pero hacan con ellas lo que deseaban. En cambio los romnticos copian casi literalmente todas las producciones. En Inglaterra segua perviviendo el gusto gtico. En pleno siglo XVIII se construyeron algunas obras de este estilo. Los ingleses reciben el Rococ como una prolongacin florida y fantstica del Gtico flamgero. El Gtico ingls de esta poca no sigue para nada las consignas del estilo medieval. Aprovecha, eso si, algunos elementos y los conjuga de forma fantstica y caprichosa, dando lugar a obras inverosmiles como el Parlamento de Londres de Charles Barry y Escultura En cuanto a escultura los romnticos se niegan a aceptar el valor de esta rama. Gautier dice :"De todas las artes, la que se presta menos a la expresin de la idea romntica es seguramente la escultura. Todo escultor es forzosamente clsico. El Romanticismo pretende luchar con el estilo Neoclsico anterior. Este estilo estaba inspirado en las formas clsicas grecorromanas. Pero cuando quiere hacer escultura, el romntico no defiende con la misma intensidad la escultura gtica como la arquitectura porque no la entiende, porque le resulta torpe y rudimentaria, comparada con las grandes obras antiguas. El romntico no se atreve a proclamar la unidad artstica del Gtico- arquitectura y escultura-. A la hora de elegir un tipo escultrico apropiado, vuelve la vista al pasado, como hizo en arquitectura y encuentra la plenitud clsica como producto insuperable de este campo. Sin embargo, se ve obligado a rechazar esta herencia porque la haban aceptado los clsicos. De esta forma la escultura pasa a ser el arte que menos se presta a la expresin de la idea romntica. El escultor francs intenta sumergirse en la historia e ilustrar con imgenes el pasado nacional. El nacionalismo llega al arte en estos primeros aos del siglo XIX. Aparece con ellos una nueva escultura caracterizada por el dinamismo de las masas, en contraste con las formas estticas neoclsicas y el patetismo de los gestos y actitudes siempre evitado por los neoclsicos.

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El gran escultor romntico es Auguste Preault (1809-l879), dotado de una formidable fuerza de expresin lrica que raya en el expresionismo. Pero ms conocido que Preault es Francois Rude (1784-1855). Rude prefiere inspirarse en temas ms prximos a su poca, pero recurre como buen romntico a todos los retrocesos histricos que cree necesarios. Su obra ms famosa es el bajo relieve del Arco de la Estrella y titulado "La partida de voluntarios, aunque popularmente conocido como La Marsellesa, porque se identific con el himno y el espritu nacional francs. Otro de los grandes escultores es Carpeaux. Discpulo de Rud, Carpeaux se centra ms en la apariencia real de sus figuras, con un mayor detallismo en rostros y cuerpos, actuando as de puente hacia el Realismo. Su obra ms famosa es La Danza, un alto relieve que recuerda a la Marsellesa de su maestro. Pintura La pintura es el terreno plstico ms apropiado para expresar la sensibilidad romntica. Ello no es extrao porque hemos afirmado que el romanticismo es un arte subjetivista e ntimo que renuncia a las cosas exteriores y concentra su atencin en el interior del ser humano. Por eso es el campo plstico preferido por el artista romntico. Un campo ficticio, liberado de toda sumisin a la realidad, un terreno que permite realizar toda suerte de fantasas y conjeturas cromticas. Entre 1820 y 1840 se entabla una dura lucha en Francia entre los pintores neoclsicos y los romnticos. Pintores romnticos como Delacroix pretendan subvertir el orden de valores establecido. Se emprende una autntica batalla contra los romnticos por considerarlos artistas totalmente desvariados. Pero ya en 1819 empieza a notarse el primer destello romntico. En el Saln de Pars de ese ao, en medio de las cuidadas y exquisitas obras neoclsicas que se dan cita en tal exposicin, Gericault presenta La balsa de la Medusa, donde resplandece, tanto en el fondo como en la forma, un nuevo estilo emocionado y trmulo que recurre al color como principal elemento pictrico. Se advierte un furor nuevo, una especie de hoguera espiritual que trata de abatir y derribar el equilibrio anterior. Eugene Delacroix (1798-1863) es el patriarca del romanticismo. Su arte se form en contacto con la pintura flamenca, italiana e inglesa del Louvre. Extrae sus temas de las leyendas antiguas o de la literatura romntica. Comienza a

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presentar obras romnticas desde 1823 como La libertad guiando al pueblo, de 1830, obra que se convertir en el smbolo de las revoluciones del siglo XIX. En 1832 hace un viaje al norte de frica y descubre la sugestin extica del alma musulmana. Desde entonces siente decidida atraccin por los temas musulmanes y descubre una potencia cromtica insuperable. En estos cuadros su tensin romntica llega a extremos de paroxismo y su xito social empieza a ser extraordinario. Otros pintores olvidan el exotismo musulmn y prefieren los temas histricos: las diferentes epopeyas Napolenicas fueron un tema preferido por los pintores romnticos franceses, por lo que la figura de Napolen tiene de romntica y por lo que el tema tiene de nacionalismo. Se pintan tambin grandes batallas, grandes conjuntos religiosos e histricos, empapados de dramatismo y grandilocuencia teatral. Frecuentemente estos temas histricos describen pasajes de la historia medieval de cada pas en particular. La pintura del paisaje nace con propia personalidad en esta poca. Hasta el siglo XIX el paisaje haba sido una realidad exterior y circundante. En este siglo el paisaje es la posibilidad para el pintor de expresar unos sentimientos ntimos. Es un paisaje lrico, nada objetivo, que supone la existencia de un espectador que lo interpret. Es un paisaje muy influido por la pintura barroca de los Pases Bajos. Es un paisaje de cielos brumosos y cargados de tormentas, dramticos, de tempestades, inundaciones, etc, donde los romnticos, descargan su apesadumbrado espritu. En 1830 se produce un movimiento de gran importancia que, aunque convive con la pintura romntica francesa, se despega de ella en los temas y en la tcnica, preparando el advenimiento de la pintura realista. Es la Escuela de Barbizn o escuela de 1830, formada principalmente por Theodor Rousseau, Jean Francois Millet, J. Dupr y G. Corot. sta escuela supone la transicin del romanticismo al realismo por el camino del paisaje y es otro eslabn ms de la cadena que se inicia en el paisaje holands y flamenco, que pasa por el paisaje romntico, luego por la Escuela de Barbizn, de ah pasa al paisaje realista ingls y termina en la pintura impresionista y postimpresionista. La escuela de Barbizn ha tenido mucha importancia en la evolucin del paisaje, desde el punto de vista tcnico, porque al obligarse a s misma a pintar exteriores, rompi con los convencionalismos lumnicos neoclsicos e incluso romnticos. Sus cuadros son exteriores ficticios, imaginados en un interior y resueltos en un interior. Sus colores, su luz y sussombras29

son imaginarios. La Escuela de Barbizn extrae sus cuadros de la propia naturaleza, porque sus artistas estn convencidos de que la propia naturaleza tiene vida espiritual. Con esta escuela pasamos a otra fase del Romanticismo. El primer romanticismo desprecia las cosas y se sumerge en la intimidad del espritu. Este segundo, Romanticismo proyecta esta intimidad sobre la naturaleza y cree ver en ella el latido de un espritu universal. El gran pintor de esta escuela es Millet. Amante de la vida natural y propugnador de una autntica religin de la naturaleza, en sus cuadros los rboles, los animales, las hierbas y las piedras cobran un sentido nuevo y desconocido. Las obras ms importantes de Millet son: El Angelus, El sembrador, El hombre de la azada y Las espigadoras. Todo son temas rsticos pero, a diferencia de sus compaeros de escuela, Millet incluye la figura humana en sus cuadros y de una forma adems que intuye el acercamiento de la esttica realista. La pintura romntica no tiene demasiado xito en Italia, sede de tanto clasicismo plstico. En Blgica aparecen pintores de temas histricos, medievales y de paisaje romntico pero carecen de importancia y siguen las consignas de los maestros franceses. Lo mismo ocurre en Holanda donde surgen algunos paisajistas de influencia francesa. En Alemania es G. David. Friedrich, representante del Romanticismo en su vertiente ms idealizada. Sus paisajes son absolutamente espirituales, de donde emanan sensaciones casi msticas, como si quisiera captar el latido de una Naturaleza del alma, como en su Fraile junto al mar o en su Naufragio de la Esperanza entre los hielos, obra est que encarna toda la desazn romntica del siglo XIX. Mucho inters tiene tambin la pintura romntica inglesa que es precursora, en muchos aspectos, de la francesa y an del impresionismo por el uso de la acuarela que permite unas transparencias y filtraciones de luz, as como por su inters desmesurado por los problemas lumnicos. El paisaje vuelve ser uno de los puntos fuertes de la pintura inglesa y el gran maestro del paisaje, coetneo a los de la Escuela de Barbizn, es John Constable (1776-1837) Sus cuadros quieren recoger todo lo que impresiona la sensibilidad externa (visin realista), mezclado con lo que impresiona la sensibilidad interna del pintor ante la realidad. Sus cuadros tienen gran xito en Francia, como por ejemplo La Catedral de Salisbury o El Vado, y su influencia sobre los romnticos franceses es muy intensa, incluso en los de la Escuela de Barbizn. El otro gran paisajista ingls es Willian Turner (1775-1851), el cual prefiere la acuarela al leo para conseguir tonos luminosos ms sutiles, ms atmosfricos. Su cuadro ms importante es Lluvia, vapor y velocidad, una de las obras que ms influencia tuvo en la pintura Impresionista. En este cuadro entra por primera vez el factor tiempo. Se pretende mostrar un paisaje exterior lleno de diferentes sustancias gaseosas y todas pintadas en su forma real: la lluvia, la niebla,30

el humo de la locomotora, y todo ello mezclado en un momento fugaz, el segundo que Turner eligi para pintar esa escena, porque un segundo ms tarde este paisaje ya no sera igual. El paralizar el mundo en una imagen fugaz, la imagen paralizada de un mundo en movimiento, todo ello es una aportacin al arte del Impresionismo. Otra obra importante suya es La Tempestad de nieve. El realismo Los clsicos estaban vueltos hacia el pasado como hacia un modelo, los romnticos vueltos hacia "otro pasado imaginario" como hacia una evasin. Los realistas, puesto que ahora son stos los que entran en liza, no quieren ver ya en el presente ms que lo real, pero como prenda del porvenir prometido por una divinidad nueva: el Progreso. Se rompe con todo un mundo viejo cuya perennidad quera asegurar el clsico. No basta ya con eludirlo como quera el romntico, refugindose en s mismo y en el ensueo interior, sino que se quiere resueltamente un mundo nuevo, fundado en lo concreto y se aborda su edificacin. Con la revolucin de 1848 se puede comprobar un cambio tan radical de pensamiento como de las maneras de expresar ese pensamiento. Ese ao es el final de un rgimen pero tambin el final de un modo de ser cuyo toque de clarn haba sonado sesenta aos antes, en 1789. El movimiento republicano levanta a Italia, Alemania y Austria, donde se derrumba definitivamente el campen del orden antiguo, es decir, Metternich. En lo sucesivo el socialismo, convertido en partido poltico en Francia, asegura que el camino abierto por la revolucin era el del futuro. Al mismo tiempo se transformaba la vida. El primer tren de viajeros rueda en 1830 y ya haba empezado a funcionar la primera lnea transatlntica de grandes navos metlicos. De 1835 a 1855 comenzaban su reinado el telgrafo, el telfono y el sello de correos. La industria, dotada de un utillaje revolucionario, alteraba las condiciones de la vida econmica y por tanto de la social. Paralelamente iba la marcha de las ideas, sufriendo la presin de los hechos, pero dndoles una toma de conciencia: la filosofa positivista era elaborada en este mismo periodo por Augusto Comte, de 1830 a 1842. En adelante tomaba cuerpo la doctrina del progreso. La sociedad nueva vea abrirse la reaccin en cadena de los inventos que, fundados en la observacin y la organizacin de la realidad, transformaban poco a poco su rostro. Esta sociedad se senta proyectada hacia el porvenir, hacia un mundo reelaborado incesantemente, acondicionado y plegado a las exigencias del hombre que, al fin, es el vencedor. Ya no hay que refugiarse en las ideas o en los sueos para llenar unas

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vidas sino que hay que afrontar la Realidad directamente, con las armas de la razn y someterla progresivamente a sus leyes. Del individualismo de 183O, poblado de sueos, al positivismo estricto de 1850, alimentado de realidades concretas, haba que pasar sin embargo por una transicin y es el paisaje quien la da. El culto a la Naturaleza satisfaca simultneamente ambas aspiraciones. Al individualista romntico le lleva a la soledad y al naciente realista le ofrece la solucin del naturalismo, de una contemplacin de lo visible y de sus aspectos, de una aceptacin de la realidad con la que el hombre aprenda a comulgar. La escuela de Barbizn en Francia ya seal esta transicin del paisaje romntico al paisaje realista sobre todo en los cuadros de Millet. Por la va del paisaje camina este periodo de transicin entre dos formas tan distintas de entender el Arte. Por regla general los autores coinciden en admitir que el inters de los problemas sociales fue el factor determinante del cambio operado a mediados de siglo y conocido por el ttulo de Realismo. Lo cierto es que a partir de 1850 el romanticismo puro que haba triunfado en 1820 denota sntomas de fatiga. El pblico y los mismos artistas prefieren temas ms fuertes. Millet y la Escuela de Barbizn haban abierto caminos sugestivos que los hombres de la segunda mitad de siglo quieren investigar. La sociedad haba cambiado y haba problemas nuevos sobre todo de tipo social. Esto no poda pasar desapercibido a los creadores del Arte y lo social va a entrar en escena con toda su crudeza: el progreso, las desigualdades sociales, los problemas polticos, etc., y todo desde un enfoque realista, concreto, es decir, positivista. Es preciso considerar la gran influencia del positivismo en el cambio de sensibilidad realista. S el romanticismo haba luchado con todas sus fuerzas contra el Neoclasicismo, el positivismo se vuelve furioso contra el subjetivismo idealista y romntico. Rechaza todo lo que sea interpretacin la verdad no tiene ms que una cara-, pasiones, es decir, conciencia subjetiva. Slo admite lo dado, lo positivo, lo que encontramos fuera de nosotros, puesto ya alrededor nuestro sin que nosotros intervengamos para nada en su colocacin. El positivismo slo pretende registrar fenmenos objetivos, naturales o sociales y el Realismo lleva este pensamiento al terreno del Arte.

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El Realismo se impone sobre toda la cultura europea. Los temas literarios se extraen de la vida cotidiana, son sucesos diarios. Balzac, Zola, Flaubert o Dickens realizan sus novelas basndose en ambientes sociales cotidianos, agudizando una fuerte crtica sobre los defectos de la sociedad. La arquitectura no sufre demasiada renovacin en este periodo. El gusto gtico de los romnticos se mantiene en primera lnea, aunque en el ltimo cuarto de siglo comienza a emplearse tmidamente el hierro y el hormign en las construcciones. Los modelos son los mismos neoclsicos o neogticos- y las principales novedades son de tipo tcnico o constructivo. Pero todas las modificaciones adolecen de pesadez y falta de originalidad. La escultura realista es una evolucin de la romntica, con mayor dosis de naturalismo y preferencia por los temas cotidianos. Cuando representa temas antiguos, lo hace con cierta frivolidad y espritu de stira. La pintura ms o menos oficial registra, a partir de 1845, una sorprendente vuelta al clasicismo acadmico, defendido desde las escuelas de Bellas Artes, que reciben los encargos de la burguesa dominante. Pero en 1863 se nota una reaccin en sentido opuesto por parte de las lites artsticas oficiales. Violet le Duc aconsej al Emperador francs inaugurar un Saln de los Rechazados donde tuvieran acceso los pintores que no encontraban su sitio en el Saln Oficial. El Saln del los Rechazados de 1867 mostr a Francia la obra de Courbet y Manet, que no lograban vender sus cuadros en una sociedad acostumbrada todava a la almibarada pintura de los acadmicos. De todos los pintores realistas , el ms importante es Gustave Courbet: (1819-1877), figura simblica y casi legendaria para los artistas del Realismo. Comenz como pintor romntico pero pronto abandon esa postura y busc la realidad de los temas populares. Sus dos obras ms famosas: El picapedrero y Un entierro en Ornans, le valieron el desprecio y la segregacin de la burguesa francesa. Del ltimo cuadro se dijo que el realismo es un sistema de pintura salvaje en que el arte esta envilecido y degradado. Tanto horror causa en Francia la pintura realista de Courbet, produjo un autntico escndalo entre la sociedad burguesa, como lo producan las novelas de Eugene Zola. En la exposicin de 1855 le fue rechazado su cuadro "Un entierro en Ornans y la otra gran obra: El taller del pintor. Entonces Courbet organiza su propia exposicin que tiene un gran eco en toda Europa. Courbet causa extraordinaria impresin en algunos pintores que despus seran los padres del

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Impresionismo como Manet y Monet. En 1867 es desterrado a Suiza porque la burguesa "democrtica y el pueblo de Francia no podan consentir tal subversin de los valores sociales y morales de la tradicin. Courbet llega a virtuosismos tcnicos sin precedentes. Pinta todo lo que se le pone por delante con igual cario: hombres, animales, bosques, naturaleza.

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Romanticismo y realismo.

La revolucin romntica en el primer tercio del siglo XIX, la palabra romntico pas a denominar toda la nueva literatura alejada de la perceptiva neoclsica. El marco histrico del Romanticismo los acontecimientos que van desde 1789 hasta 1815 pueden considerarse determinantes del nacimiento del espritu romntico en Europa. Una corriente de amor a la libertad individual y de exaltacin del pueblo se abri paso en toda Europa a raz de la Revolucin Francesa, en 1789. La reaccin nacionalista contra Napolen fue otro de los factores que favorecieron el nacimiento del Romanticismo: lo francs pas a representar lo impuesto; y lo nacional o propio, aunque fuera arcaico, se identific como la libertad. La derrota de Napolen en Waterloo dio paso al Congreso de Viena (1815), que pretendi en vano que Europa volviera al estado anterior a la Revolucin. Las ideas liberales de la Revolucin haban cuajado ya de manera irreversible en los clubes, sociedades secretas, ateneos, partidos, etc. As pues, el Congreso de Viena y sus consecuencias siguieron preparando el escenario que hizo posible la explosin romntica.

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Espaa y el Romanticismo La historia de Espaa del primer tercio del siglo XIX estuvo marcada por acontecimientos importantes: Durante el final del reinado de Carlos IV, por los esfuerzos de las autoridades para que no encontraran entradas las ideas de la Revolucin Francesa. En los aos del esplendor napolenico, por una guerra cruel y desigual que los espaoles sintieron como Guerra de la Independencia. Durante el reinado de Fernando VII, por la derogacin de la Constitucin liberal de 1812 y la represin absolutista del monarca, que llev al exilio a muchos escritores. El sentimiento anti francs fue la causa de que cualquier ideologa modernizadora fuera sospechosa de afrancesamiento, y en consecuencia, rechazada. El Romanticismo, por todas estas circunstancias, naci en Espaa con un peso de nacionalismo superior al de otros pases europeos. Espaa, pas romntico Los escritores ingleses y de otros pases pusieron la vista en Espaa como pas que colmaba sus aspiraciones estticas: valoraba la libertad, ofreca un paisaje arcaicamente natural y lleno de vestigios del pasado, tena una histrica heroica que se reflejaba en una literatura riqusima y, sobre todo, estaba rodeada de un halo de misterio, favorecido por el aislamiento y la mezcla de culturas. La visin historicista de los romnticos europeos encontr en nuestra literatura medieval y de los siglos de oro una vena inagotable de inspiracin: descubrieron la riqueza del Romancero; encontraron en El Quijote un ejemplo vivo de lucha que mantiene el espritu individual contra la colectividad; estudiaron y valoraron el teatro de Lope y Caldern; etc. Penetracin del Romanticismo en Espaa La vuelta de Fernando VII a Espaa, que haba despertado tantas esperanzas, fue nefasta para los politos y escritores liberales. Como consecuencia de la represin absolutista inspirada por el monarca, mucho escritores se vieron obligados a exiliarse.

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El Trienio Liberal (1820 1823) fue un periodo demasiado breve para que las ideas liberal romnticas pudieran arraigar en Espaa; sin embargo, al final del Trienio apuntaban ya s ntomas de lo que pod a haber sido la implantacin del Romanticismo, como la impresin de la primera novela histrica original, Ramiro, conde de Lucena, o la aparicin de la revista El Europeo (1823 1824), que encarnaba los ideales del liberalismo. Durante la Dcada Ominosa absolutista (1824 1833), mientras los pol ticos y escritores liberales estaban en el exilio, en Espaa se ejercit la censura frrea sobre cualquier impreso o representacin teatral. Sin embargo, en tertulias y reuniones como la de El Parnasillo, a la que acud an Mesonero Romanos, Larra y Espronceda, se preparaba ya la llegada irremediable de la esttica romntica. El estreno de Don lvaro o la fuerza del sino (1835) es considerado como el acontecimiento que marca el triunfo definitivo del Romanticismo. Los caracteres de la literatura romntica Aunque el romanticismo propiamente dicho comprende a los autores que escriben sus obras fundamentales entre 1830 y 1850, hay que extender el concepto de generacin romntica a muchos escritores nacidos entre 1805 y 1865. Los temas Los temas que eligieron los romnticos espaoles para sus obras fueron los mismos que en el resto de las literaturas europeas: Historia nacional. Los romnticos encuentran sus temas en personajes espaoles histrico legendarios, sobre todo en aquellos que presentaban un lado misterioso en su historia: el rey godo Rodrigo, Pedro el Cruel, Boabdil, Felipe II y su hijo don Carlos, etc. La exaltacin de los sentimientos. Los temas en torno a los sentimientos, eternos en la literatura, adquirieron en el Romanticismo notas muy personales. El amor es tratado como sentimiento incontrolable que o bien produce a la melancol a y a un estado de tristeza ntima, o bien es pasin irrefrenable que conduce a la desesperacin y a la muerte.

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Ejemplo pueden ser el drama Los amantes de Teruel, de Hartzenbusckh, o los versos de las Rimas de Bcquer. El sentimiento religioso se hace insincero e incluso rebelde ante Dios. La literatura reivindica la figura del diablo o se hace eco del anticlericalismo creciente de la sociedad. Pero tambin exalta el sentimiento religioso tradicional, adscrito a ciertos templos o imgenes. Los romnticos contemplan la vida como un mal ante la cual el artista se siente atormentado y triste porque no puede alcanzar un ideal que no sabe muy bien cmo definir. Este desprecio por la vida se refleja en el hroe literario que busca la aventura y el peligro para llenar el vaco de su existencia. La actualidad social y poltica. En el Romanticismo asistimos al nacimiento del oficio del escritor como profesin liberal. La consecuencia social ms importante es el acercamiento del escritor a la sociedad, que le hace asumir muchas veces una misin de portavoz de sus preocupaciones. La nueva esttica Las caractersticas tpicas de la obra literaria romntica en general son: El lenguaje expresivo. El buen gusto neoclsico se sustituye por la libertad del escritor: todos los registros son posibles con tal que sean expresivos. El nfasis llena las pginas romnticas de exclamaciones, interrogaciones, apstrofes, anforas, etc. La creacin del espacio literario. El escritor romntico cuida con detalle la descripcin del lugar, prefiriendo la naturaleza abrupta, las noches, el paisaje en primavera u otoo, las ciudades antiguas, los castillos y ermitas abandonados. La fantasa. La realidad concreta no basta como motivo de inspiracin y hay que buscar temas en las visiones, en los milagros, en los sueos, en lo irracional. La poesa romntica

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Para entender adecuadamente el cambio que se produjo en los gustos poticos en el primer tercio del siglo XIX, hay que tener en cuenta los nuevos modelos inspiradores del discurso potico. La expresin subjetiva del sentimiento y la primaca del individuo frente a la sociedad corruptora, fueron ideas que Jacques Rousseau haban llevado a la literatura en La Nueva Elosa y el Emilio El poeta ingls Lord Byron fue una mezcla abigarrada de sentimientos y pensamientos ms o menos sinceros: pesimismo existencial, satanismo, escepticismo ante la vida, sensualidad, aspiracin de vagos ideales... El escritor escocs James Macpherson haba jugado a descubrir a Ossin. Public unas Obras deOssin con las que logr engaar a media Europa. Haba nacido el ossianismo, que impregn la poesa del herosmo primitivo. Jos de Espronceda La vida de un romntico El prototipo de poeta romntico coincide con la personalidad y la obra literaria de Jos de Espronceda. Su propia vida fue una novela romntica. Sufri procesos, crceles y destierros por su oposicin al absolutismo. Luch en las barricadas revolucionarias francesas en 1830. Vivi un amor apasionado con Teresa Mancha, que termin abandonndole por su jactancia de conquistador de mujeres. Particip en la poltica como diputado. Muri a lo treinta y cuatro aos, admirado y reconocido como gran poeta por sus contemporneos. La poesa Su poesa recorri el camino que caba de esperar en un poeta de su tiempo: desde el neoclasicismo cercano a Menndez Valds y Quintana, en el que destacan los temas patriticos y polticos, pasando por la moda osinica y medievalista, hasta el romanticismo pleno. El regreso de Espronceda a Madrid fue el comienzo de la poca de mayor relieve en su poesa. Cancin del pirata, un canto a la libertad; El reo de muerte y El Verdugo, donde muestra su preocupacin social. Su libro Poesas (1840) inclua

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el poema narrativo extenso El estudiante de Salamanca. En 1840, en plena carrera de xito, public por entregas su otro poema extenso, El diablo del mundo, que nunca termin. Se trata de un poema filosfico dividido en seis cantos, en el que Espronceda pretenda simbolizar la vida del hombre, movido por el deseo de amar, enriquecerse y conseguir la gloria. En el canto segundo, titulado Canto a Teresa, est el resumen lrico de su relacin borrascosa con Teresa Mancha. Gustavo Adolfo Bcquer La lrica romntica encontr en la poesa de Bcquer su expresin ms genuina. Est enmarcada entre dos lneas: la sencillez de la poesa popular y la esttica del sentimiento: lrica intimista, supresin de lo descriptivo y narrativo, preferencia de la rima asonante, sonoridad musical... Las Rimas han sido una leccin de poesa reconocida por grandes autores posteriores. La obra en prosa de Bcquer est compuesta por veinte Leyendas en las que reina la imaginacin, como Maese Prez el organista, El miserere y El rayo de luna. Durante la revolucin de 1868 se perdi el manuscrito de sus poemas que haba entregado a su protector. Procur reconstruirlos en un cuaderno, El libro de los gorriones, que utilizaron los amigos para la edicin pstuma de Rimas. Rosala de Castro La escritora Rosala de Castro es, para la literatura y la cultura gallegas, el smbolo del `Rexurdimento'. Su infancia dej en ella impregnando el amor a su tierra y a su lengua. Ms tarde, en Santiago, al contacto con los jvenes romnticos, comenz su profundo galleguismo. En Madrid conoci a Bcquer y entr en contacto con los jvenes revolucionarios del 68. Su primer libro de poesas, La Flor, todava estaba muy condicionado por el estilo de Espronceda. Pero son los dos libros escritos en gallego, Cantares gallegos y Follas novas los que le abren las puertas de la fama. Los temas, sobre todo en el primero de los dos, denotan el galleguismo de la autora.

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En castellano compuso En las orillas del Sar, donde los temas de sus obras en gallego transcienden en otros ms universales que representan vivencias esenciales del ser humano: el amor, la soledad, el pesimismo y la muerte. Enrique Gil y Carrasco La personalidad de Enrique Gil y Carrasco encaja tambin, como la de Espronceda, en el estereotipo de poeta romntico. Muri en Berln, donde desempeaba un cargo diplomtico, a los treinta y un aos. El seor de Bembibre fue una obra ya admirada en su tiempo. El argumento es una historia de amor sobre un fondo histrico: don lvaro, seor de Bembibre, y doa Beatriz viven un amor desgraciado, con la cada de la orden militar de los templarios como escenario histrico. El triunfo del drama romntico: Don lvaro, del duque de Rivas Tambin en el teatro del Duque de Rivas se pueden distinguir, adems de los dramas romnticos, obras neoclsicas, sobre todo tragedias y comedias costumbristas. Su drama por excelencia, Don lvaro o la fuerza del sino (1835), es en realidad una tragedia. Todas las reglas del teatro neoclsico quedaron rotas: Unidad de lugar, porque los cinco actos de desarrollan en escenarios diferentes. Unidad de accin, dado que cuatro actos comienzan con una escena costumbrista que sirve para introducir anecdticamente la accin. Unidad de tiempo, porque los acontecimientos de la trama duran cinco aos. La revelacin de un autor: Garca Gutirrez Antonio Garca Gutirrez recibi el apoyo de Espronceda para que pudiera estrenar su obra El trovador, que ningn actor quera interpretar. Cuando lo consiguieron, la obra conmovi de tal manera al pblico que por primera vez en la historia

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del teatro los aplausos exigieron la presencia del autor en el escenario. Haba sido consagrado con su primer estreno el autor romntico que ms obras estren en vida: ms de 50, entre dramas, comedias, melodramas y zarzuelas. La trama de El trovador se localiza en Zaragoza en el siglo XV: la gitana Azucena se venga de la muerte en la hoguera de su madre bruja raptando a un hijo de la familia Artal, a la que considera responsable. Otras obras posteriores tambin trataron el tema romntico de la venganza, como Venganza catalana, Samuel y El tesorero del rey. El romanticismo erudito: Hartzenbusch La confiscacin de los bienes familiares por motivos polticos le oblig a compaginar el trabajo con los estudios superiores. Despus del xito de Los amantes de Teruel, inici una vida de funcionario que hizo compatible con el ejercicio de las letras y de la crtica. Fue el crtico literario ms importante de su poca y un estudioso de los clsicos, como demostr en la labor de edicin de las obras de Tirso de Molina, Caldern, Ruiz de Alarcn, Lope de Vega, etc. Su teatro se caracteriza por un minucioso cuidado formal y de estructura en la composicin. Se divide en los siguientes gneros: Dramas histricos y bblicos. Los amantes de Teruel, Alfonso el Casto, La jura en Santa Gadea. Comedias de carcter o de magia. Primero yo, Los polvos de la madre Celestina. Zarzuelas. La alcaldesa de Zamarramala. Loas. Derechos pstumos. Pero su drama ms famoso, Los amantes de Teruel, tom la historia legendaria de los amores de Isabel y Marsilla, y la convirti en un mito para la posteridad. El xito popular: Zorrilla Las casi treinta obras de teatro que compuso Jos Zorrilla son de carcter histrico, sobre asunto medieval o de los Siglos de Oro. Pero Don Juan Tenorio fue su obra maestra. Zorrilla reconoci la deuda de su argumento con El Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina: Don Juan es un seductor de mujeres de toda condicin, y el caballero que reta a los muertos. Pero en el drama de Zorrilla, el amor de doa Ins salvar del fuego del infierno en el ltimo momento a Don Juan, convirtindolo as en el personaje romntico por excelencia. Mariano Jos Larra: Fgaro42

Consagr el artculo periodstico definitivamente como gnero literario. Perteneciente a una familia bonapartista, pas parte de su infancia en Francia. Se abri camino muy pronto en el periodismo profesional (El caf) Su desgraciado matrimonio en 1829 con Josefina Wetoret se reflej en el artculo Casarse pronto y mal. En los aos siguientes los peridicos se disputaban sus colaboraciones. La intervencin desafortunada en la poltica y el pesimismo creciente le dictaron algunos artculos de contenido desesperanzado y tono sarcstico (El da de difuntos de 1836, Horas de Invierno). Utiliza la crtica de manera despiadada y comprometida, siguiendo el principio que l mismo haba enunciado en uno de sus artculos: La palabra es a un hablador lo que el fusil al soldado. El estilo de la prosa de Larra presenta algunas notas muy originales: Los juegos de palabras y expresiones, de clara intencin humorstica. La utilizacin de ancdotas intrascendentes reales o inventadas, que finge ser personales, sobre las cuales monta la tesis del artculo. La utilizacin de la forma ms sencilla de presentar una imagen. El retrato caricaturesco rpido, a base de seleccionar los rasgos imprescindibles. La adjetivacin de tonos oscuros, acorde con sus negros pensamientos. La enumeracin catica, como elemento descriptivo narrativo que le permite presentar acciones en muy corto espacio. Realismo en la literatura Las caractersticas generales de la literatura del Realismo son: El cambio de perspectiva en las formas de elocucin: descripcin ms objetiva, narracin ms lgica racional y dilogo ms natural. La transformacin del protagonista, que ya no es forzosamente un ser humano excepcional, sino un Hombre o una mujer corrientes. La intencin social, sumada a la intencin de producir arte til. Los temas extrados de la realidad. El cambio en el lenguaje literario, que abandona los recursos de expresividad exagerada. El cambio de gustos del pblico hacia los gneros: menor atencin al drama y la poesa, y mayor aficin a la lectura de narrativa y artculos literarios.

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La literatura realista deriv en su ltima etapa hacia el Naturalismo, que aplic a la novela teoras cientficasy sociales que eran novedad en el pensamiento europeo: el determinismo, el experimentalismo y el socialismo. Ramn de Campoamor Este poeta deriva hacia un humorismo y sentimentalismo intranscendentes. Los poemas de Doloras, Pequeos poemas y Humoradas aportaron un nuevo lenguaje potico caracterizado por el realismo en la expresin dialogada, el humor a veces demoledor y la irona como actitud vital. La novela realista La novela del Realismo presenta en su conjunto varias direcciones que a veces se superponen y no deben ser interpretadas como fases de una evolucin de estilo. Un mismo autor puede ser presentado como narrador costumbrista, como cultivador de la novela regional y como naturalista. Fernn Caballero Public sus primeras novelas bajo el formato de folletn: La gaviota, La familia de Alvareda, Elia y Lgrimas. En ellas no aparecen los dos temas principales de las novelas romnticas que se publican por las mismas fechas: el histrico y el social. Pedro Antonio de Alarcn Goz en vida de una enorme popularidad, debido sobre todo a la publicacin de su experiencia como soldado voluntario en Marruecos en el Diario de un testigo de la guerra de frica. En sus novelas fue dejando testimonio de sus ideas: la novela breve El sombrero de tres picos es una defensa de la fidelidad en el matrimonio, y El escndalo es una defensa del catolicismo. Jos Mara de Pereda Pereda ha dejado algunos relatos inolvidables de ambiente rural santanderino, como El sabor de la tierruca, Sotileza y Peas arriba. En otras novelas abord temas morales o polticos, como El buey suelto y De tal palo, tal astilla; o Los hombres de pro y Don Gonzalo Gonzlez de la Gonzalera, sobre la rpida ascensin de la burguesa de origen rural.44

Juan Valera Entre sus novelas destaca Pepita Jimnez, que trata de la lenta y sutil transformacin que sufre su protagonista. Fueron otras las novelas que public en los aos siguientes: Las ilusiones del doctor Faustino, El comendador Mendoza, Doa Luz, Juanita la larga y Morsamor. Benito Prez Galds La aparicin de este autor en el panorama de la narrativa espaola marca el momento de esplendor de la novela realista. Este canario altern sus estudios de Derecho con una formacin muy variada. Entr en contacto con los crculos krausistas, frecuent las tertulias literarias, ley a los clsicos infatigablemente, comenz a colaborar en peridicos, escribi algunas piezas para el teatro. Su obra narrativa puede clasificarse de la siguiente manera: Novelas de la primera poca, algunas de ellas todava muy influenciadas por la esttica romntica y costumbrista, como La fontana de oro, y otras que pueden considerase novelas de tesis, en las que se atacan el antiguo rgimen y el conservadurismo, como Doa Perfecta,