Cuadernos Tradere: Francisco Canals. Epistolas de S. Pablo a Romanos y Galatas

8/14/2019 Cuadernos Tradere: Francisco Canals. Epistolas de S. Pablo a Romanos y Galatas

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Francisco Canals Vidal

Epstola a los Romanos

Epstola a los Glatas

TRADERE

2010

plura ut unum


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Cubierta:Reproduccin parcial de la edicin espaola de la Biblia Garofalo, Editorial Labor, 1969.

Nihil obstat:Rev. P. Lorenzo GalmsCensor

Barcelona, 1 de febrero de 1969

Imprmase:Excmo. y Revmo. Jos CapmanyVicario Episcopal

por mandato de su Excia. Rvdma.Ernesto Ros, Pbro. - Canciller Secretario.

Edicin en Tradere, febrero 2010

Traderetheologiacuadernos 2

Diseo de cubierta: TradereComposicin: TradereContacto: [email protected]


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Santa Mara Virgen, Medianera de todas las Gracias.

Retablo que se venera en la sede de Schola Cordis Iesu (Barcelona)


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Francisco Canals Vidal (1922-2009)

Apstol del Sagrado Corazn de Jess.

Maestro fecundo de vida y doctrina cristiana.

Discpulo del P. Ramn Orlandis Despuig, S.I.

Socio de Schola Cordis Iesu,seccin del Apostolado de la Oracin,para la formacin de celadores.


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A doa Isabel Surs, vda. de Canals,

con nuestro agradecimiento.

Los editores


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Noticia introductoria

La elaboracin italiana la Santa Biblia, publicada por Marietti entre 1947-1960, fue coordinadapor Salvatore Garofalo (Torre del Greco,17 abril 1911 - Roma, 25 octubre 1998), profesor de SagradaEscritura en la Pontificia Universidad Urbaniana en Roma. Entre los estudiosos se suele indicar porlas palabras Biblia Garofalo.

En 1969 vera la luz, en la Editorial Labor, la edicin castellana en tres tomos bajo elintitulado La Biblia, acometida mediante un trabajo de equipo en el que se integrara el profe-sor Canals Vidal, y a quien corresponde la traduccin de las epstolas a los Romanos y a losGlatas. Los textos originales en italiano lo son de Leone Algisi, ordinario de Sagrada Escrituraen el Seminario Mayor de Brgamo; y tambin la introduccin a cada una de las epstolas, ascomo el comentario exegtico en las correspondientes anotaciones. Muy extensas en el cuer-po de la obra. Es de suponer que la traduccin del profesor Canals abarque igualmente las

introducciones y las notas. Pero lo que es de nuestro mayor inters lo es, en efecto, lo que secorresponde estrictamente con el texto de las epstolas, donde ms all de la referencia del tex-to italiano, el profesor Canals dispusiera de sus mismos conocimientos del latn de la Vulgatay del griego bblico.

La edicin de la que se toman los textos, me es muy familiar en el tiempo. Es la Bibliaque he ledo siempre en mis visitas anuales por Navidad y Semana Santa en la casa sevillanade mis suegros. Un comentario marginal al querido Jos Mara Petit, poco tiempo antes de sufallecimiento, me revel que ste lo desconoca. Y comentndolo ms recientemente con JosMara Alsina, result que era ms bien desconocida esta traduccin de una y otra epstola deSan Pablo en los crculos ms ntimos del profesor Canals Vidal. La razn abunda en el caracter

del mismo profesor: Tenda a apoyarse habitualmente en los textos de referencia comn y recibi-dos en la Iglesia. Por citar uno muy estimado, la traduccin de Bover.

El texto lo ofrecemos particularmente a los discpulos, numerosos, que cosech el pro-fesor Canals Vidal. Sabemos que lo recibirn con gran alegra. Para nosotros es una gran sa-tisfaccin darlo a conocer. Estudiarlos en su redaccin, y en el aporte que pudiera estimarse,desde una aproximacin efectivamente bblica, queda fuera de nuestra intencin y de nuestracompetencia. Por lo dems, si se observara alguna deficiencia en nuestra transcripcin ya sa-brn hacrnosla llegar de cara a la oportuna rectificacin.

Evaristo Palomar


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Epstola a los romanos 8Francisco Canals

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Epstola a los Romanos

1

1 Pablo -siervo de Cristo Jess, llamado a ser apstol, elegido para el evangelio de

Dios,2

que l haba ya prometido por medio de sus profetas en las Santas Escrituras,3 referente a su Hijo, nacido de la estirpe de David segn la carne, 4 constituido, a partir desu resurreccin de entre los muertos, Hijo de Dios en el poder segn el espritu santificante,Jesucristo, Nuestro Seor, 5 por cuya obra hemos recibido la gracia del apostolado, a fin depredicar, para gloria de su nombre, la obediencia a la fe en medio de todos los gentiles 6 en cuyonmero estis tambin vosotros, pertenecientes, por vocacin, a Jesucristo-, 7 a todos los queen Roma sois predilectos de Dios y santos por vocacin: sean con vosotros la gracia y la pazque descienden de Dios, Padre nuestro, y del Seor Jesucristo.

8Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo respecto a todos vosotros,porque vuestra fe es celebrada en el mundo entero.

9 Porque, en verdad, testigo me es Dios, a quien doy culto con mi espritu anunciando

el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago memoria de vosotros, 10 y pido siempre en misoraciones que me sea dada finalmente una ocasin oportuna para ir a vosotros, si es la volun-tad de Dios. 11 En efecto, anso veros para haceros partcipes de algn don espiritual que osconfirme 12 o, mejor, a fin de que, al estar entre vosotros, podamos gustar juntos el consuelo detener, vosotros y yo, la misma fe. 13 No quiero que ignoris, oh, hermanos!, que muchas vecesme propuse ir hacia vosotros, pero hasta ahora se me impidi. Quisiera cosechar algn frutotambin entre vosotros, como entre las otras gentes. 14 Me debo a griegos y a brbaros, a cul-tos y a ignorantes; 15 de consiguiente, y en cuanto de m depende, deseo anunciar el evangeliotambin entre vosotros, que estis en Roma.

16 Ciertamente no me avergenzo del evangelio, que es poder divino para la salvacin de

cuantos son creyentes: primero los judos y luego los griegos. 17 En efecto, la justicia de Diosse revela en l por la fe a la fe, como est escrito: El justo vivir de la fe.

18 En efecto, he aqu que la ira de Dios se manifiesta desde el cielo contra toda clase deimpiedad e injusticia de los hombres que tienen a la verdad prisionera de la impiedad; 19 por-que lo que puede conocerse de Dios es patente en ellos, ya que se lo ha manifestado el propioDios. 20 S, los atributos invisibles de l, su eterno poder y su divinidad, se pueden intuir desdela creacin con la aplicacin de la mente, a travs de sus obras. stos no tienen, pues, excusa,21 porque, aun habiendo conocido a Dios, ni le dieron gloria, como a Dios, ni le dieron gracias,sino que deliraron en sus razonamientos y su corazn insensato se ofusc. 22 Ellos, que pre-tendan ser sabios, se convirtieron en necios, 23 y sustituyeron la gloria del Dios inmortal con

imgenes de hombres mortales, de aves, de cuadrpedos y de reptiles.


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24 Por eso Dios los entreg, segn los deseos de su corazn, en poder de la impureza,

de manera que llegaron al ms profundo envilecimiento de sus cuerpos,25

precisamente ellos,que haban trocado al verdadero Dios por la mentira y rendido culto y adoracin a la criaturaen vez de al creador -que sea bendito por siempre. Amn!

26 Por eso Dios los entreg en poder de pasiones vergonzosas. En efecto, sus mujeresmudaron las relaciones conforme a naturaleza, por relaciones contra naturaleza; 27 de la mismaforma, tambin los hombres abandonaron las relaciones naturales con la mujer y se encendie-ron de deseo los unos hacia los otros, haciendo, varones con varones, cosas infames y recibien-do en s mismos el justo pago debido a sus aberraciones.

28 Desdearon conservar el verdadero conocimiento de Dios; entonces Dios los entregen poder de sus mentes pervertidas, y ellos cometieron cosas indignas. 29 Rebosan de toda clasede injusticia, maldad, codicia, malicia. Estn llenos de envidia, homicidios, discordias, engaos,

malignidad. Son difamadores, 30 maldicientes, odiosos a Dios, insolentes, soberbios, arrogantes,urdidores de males, rebeldes a los padres, 31 insensatos, prfidos, sin corazn, sin compasin.32 Aun conociendo el decreto de Dios, el cual quiere que los autores de tales obras sean dignosde muerte, ellos no slo las cometen, sino que aprueban tambin a los que las cometen.

21 Por eso no tienes excusa t, que te eriges en juez, quienquiera que seas ; s, puesmientras juzgas a los otros, te condenas a ti mismo, porque cometes las mismas ac-ciones t, juez. 2 Y sabemos que el juicio de Dios condena segn verdad a los autores de seme-jantes obras. 3 Y crees t, que juzgas a los que cometen tales obras mientras t tambin lascometes, poder escapar al juicio de Dios? 4 O bien desprecias las riquezas de su bondad, de

su paciencia, de su longanimidad, sin comprender que esta bondad de Dios te impulsa slo alarrepentimiento?

5 Con tu obstinacin y con tu corazn impenitente acumulas sobre tu cabeza la ira parael da de la ira, cuando se manifieste el justo juicio de Dios, 6 que retribuir a cada uno segn susobras: 7 a los que, con perseverancia en la prctica del bien, buscan gloria, honor e incorrupti-bilidad, les dar la vida eterna; 8 mientras que incurrirn en clera y enojo los recalcitrantes quese resisten a la verdad y se adhieren a la injusticia.

9 Tribulacin y angustia recaer sobre todo el que cometa el mal: primero sobre el judoy luego sobre el griego; 10 por el contrario, todo aquel que haga el bien tendr gloria, honor ypaz: primero el judo y luego el griego. 11 Porque ante Dios no existen las parcialidades.

12 En efecto, cuantos hayan pecado sin la ley, perecern del mismo modo sin la ley; ycuantos hayan pecado bajo la ley, sern juzgados a base de la ley; 13 no es justo ante Dios el queoye la ley; slo el que la observa ser reconocido como tal.

14 En efecto, cuando los gentiles, que no tienen la ley, cumplen, siguiendo la naturaleza,lo que la ley prescribe, ellos, aunque privados de ley, son ley para s mismos. 15 Muestran escritaen sus corazones la realidad de la ley, pues de ella rinden testimonio concorde su conciencia ylos pensamientos que, sucedindose mutuamente, los acusan o los defienden... 16 Ello se veren el da en que Dios juzgue las acciones ocultas de los hombres, por medio de Jesucristo,segn mi evangelio.

17 Pero t, que te precias del nombre de judo y descansas seguro sobre la ley, y te glorasen Dios, 18 conoces su voluntad, e, instruido por la ley, sabes discernir lo mejor, 19 presumes de

ser gua de ciegos, luz de quien se halla en tinieblas,20

doctor de los ignorantes, maestro de los


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nios, porque posees en la ley la expresin misma de la ciencia y de la verdad... 21 pues bien, t,

que instruyes a los otros, no sabes instruirte a ti mismo?; t, que predicas no robar, robas?;22 t, que condenas el adulterio, lo cometes?; t, que abominas de los dolos, expolias sustemplos?; 23 t, que te vanaglorias de la ley, deshonras a Dios al trasgredir la ley? 24 Por eso estescrito que por vuestra causa es blasfemado entre los gentiles el nombre de Dios.

25 La misma circuncisin te aprovecha slo si observas la ley; pero si infringes la ley, tucircuncisin resulta inexistente. 26 Y si un incircuncidado observa las prescripciones de la ley,no ser tenido como circuncidado aun no teniendo la circuncisin? 27 Ms an, el que es f-sicamente incircuncidado, y observa la ley, te juzgar a ti, que, pese a la ley y a la circuncisin,eres transgresor de la ley.

28 Porque no es verdadero judo aquel que lo es externamente, ni verdadera circuncisines la que aparece sobre la carne; 29 el judo verdadero es aquel que lo es internamente, y ver-

dadera circuncisin es la del corazn, o sea, no en la letra, sino en el espritu, la alabanza de lacual deriva no de los hombres, sino de Dios.

31 Cul es, entonces, la superioridad de los judos? O bien, cul es la utilidad de lacircuncisin? 2 Grande en todos los aspectos! En primer lugar, porque a ellos se lesconfiaron los orculos de Dios. 3 Pues qu? Pues si algunos fueron infieles, podr acaso suinfidelidad anular la fidelidad de Dios? 4 No, ciertamente! Reconzcase, por el contrario, quesi todo hombre es mentiroso, Dios es veraz, como est escrito:

afin de que seas reconocido justo en tus palabras

y prevalezca cuando se te juzgue.

5 Pero entonces, si es cierto que nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, qudeduciremos de ello? Que Dios es injusto - me expreso al modo humano - cuando hace pesarsu clera? 6 De ningn modo! De lo contrario, cmo podra Dios ser juez del mundo? 7 Enefecto, si por mi mentira se hace ms insigne la veracidad de Dios, para su gloria, cmo sucedeque todava soy juzgado como pecador? 8 No convendra decir, por el contrario - como se noscalumnia y como algunos nos hacen decir -: Hagamos el mal a fin de que de l derive el bien?.Es justa la condena de tal gente.

9 Qu se sigue de ello? Somos nosotros superiores? No del todo; porque acabamos de de-mostrar que todos, judos y griegos, se hallan bajo el dominio del pecado, 10 como est escrito:

No hay ni siquiera un justo,11no hay ningn sensato; ninguno que busque a Dios.12todos se han extraviado; todos se han pervertido,

no hay quien haga el bien, ni uno solo siquiera.13Su garganta es un sepulcro abierto,

sus lenguas traman engaos;

un veneno de spides hay bajo sus labios,14y su boca est llena de maldiciones y de palabras amargas.15Sus pies corren veloces a derramar sangre,16en su camino dejan devastacin y miseria.17No han conocido el camino de la paz.18

No hay temor de Dios ante sus ojos.


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19 Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, lo dice para los que estn sujetos a la ley,

a fin de que toda boca enmudezca y todo el mundo se reconozca culpable ante Dios;20

porqueninguno ser justificado ante l en virtud de las obras de la ley; de hecho, por medio de la leyse tiene slo la clara conciencia del pecado.

21 Pero ahora, independientemente de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, a laque rinden testimonio la Ley y los Profetas; la justicia de Dios, 22 bien entendido, por mediode la fe en Jesucristo, para todos los que creen, no hay distincin, 23 ya que todos han pecadoy todos estn privados de la gloria de Dios.

24 Al ser todos justificados gratuitamente, por su gracia, en virtud de la redencin cum-plida en Cristo Jess, 25 al que Dios destin como instrumento de propiciacin, con su mismasangre, por medio de la fe; para mostrar, finalmente, su justicia al perdonar los pecados co-metidos anteriormente, 26 en el tiempo de la paciencia divina; y mostrar as su justicia en este

tiempo y ser justo con la justificacin que se funda sobre la fe en Jess.27 Dnde est, pues, el motivo del orgullo humano? Ha sido eliminado. Y por qu ley?

Acaso por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 28 Porque sostenemos que el hombrees justificado por medio de la fe, sin las obras de la ley. 29 Acaso Dios sera solamente Dios delos judos? Acaso no lo es tambin de los gentiles? S, tambin de los gentiles; 30 porque Dioses uno solo: el mismo que justificar al circuncidado en virtud de la fe y al incircuncidado pormedio de la fe.

31 Hacemos, pues, ineficaz la ley con la fe? Nada de eso! Antes bien, hacemos firme la ley.

41Qu diremos, pues, de Abraham, nuestro progenitor segn la carne? 2 Porque si

Abraham fue justificado en virtud de las obras, tiene de qu gloriarse; pero no enDios! 3 En efecto, qu dice la Escritura?Abraham crey en Dios y ello le fue contado como justicia.4 Ahora bien, a quien realiza un trabajo no se le cuenta el salario a ttulo de favor, sino a ttulode derecho; 5 mientras que a aquel que, sin realizar un trabajo, cree en el que justifica al impo,la fe le es contada como justicia.

6 As, tambin David proclama bienaventurado al hombre a quien Dios confiere la justi-cia independientemente de las obras:

7Bienaventurados aquellos a quienes les fueron perdonadaslas iniquidades y cuyos pecados fueron cubiertos.

8Bienaventurado el hombre a quien el Seor no imputa el pecado.

9 Pues bien, esta declaracin de felicidad, se dirige slo a los circuncidados o tambin alos incircuncidados? En efecto, decimos que la fe le fue contada a Abraham como justicia. 10 Enqu estado, pues, le fue contada? Cuando era circuncidado, o como incircuncidado? No comocircuncidado, sino cuando era todava incircuncidado: 11 recibi la seal de la circuncisincomo sello de la justicia obtenida mediante la fe cuando era todava incircuncidado; para poderas ser padre de todos los que creyeran sin ser circuncidados, a fin de que tambin a stos lesfuese contada la justicia; 12 padre tambin en la circuncisin de los que no se apoyan slo en lacircuncisin, sino que siguen tambin las huellas de la fe de Abraham, que fue nuestro padrean antes de la circuncisin.

13 De hecho, la promesa de que tendra el mundo como herencia se le hizo a Abraham y

a su descendencia no en dependencia de la ley, sino de la justicia de la fe;14

porque si se es here-


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dero sobre la base de la ley, la fe resulta vaca y la promesa es vana. 15 Y, adems, la ley produce

la ira; mientras que donde no hay ley, tampoco hay transgresin.16

Todo depende, pues, slode la fe; de aqu que sea a puro ttulo de gracia y la promesa quede en tal modo firme para todala posteridad que se apoya no solamente en la ley, sino tambin en la fe de Abraham, padre detodos nosotros, 17 como est escrito: Te he hecho padre de muchos pueblos, ante Dios, en quien creycomo en quien da la vida a los muertos y llama a la existencia a lo que no existe.

18 Abraham, esperando contra toda esperanza, crey, y as lleg a ser padre de muchospueblos, segn cuanto le fue dicho: Tal ser tu descendencia. 19 Sin decaer en la fe, consider sucuerpo ya como muerto, cuando tena casi cien aos, y el seno de Sara era estril, 20 pero no ti-tube en la incredulidad frente a la promesa de Dios, antes se revigoriz en su fe y dio gloria alSeor, 21 bien persuadido de que estaba en condiciones de cumplir cuanto le haba prometido.

22 Todo esto precisamente le fue contado como justicia.23 Ahora bien, el que le fue contado no fue escrito slo para l, 24 sino tambin para noso-

tros; para nosotros, a quienes ser contada la fe; para nosotros, que creemos en el que resucitde los muertos, en Jess, Nuestro Seor, 25 entregado por nuestros pecados y resucitado paranuestra justificacin.

51 As, pues, justificados en virtud de la fe, estamos en paz con Dios gracias a nues-tro Seor, Jesucristo, 2 que ha obtenido para nosotros el acceso, con la fe, a estagracia en la que nos mantenemos, y el gloriarnos en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y nonos gloriamos slo de esto, sino tambin de nuestras tribulaciones. En efecto, sabemos que latribulacin es motivo de constancia; 4 la constancia, de virtud probada, y la virtud probada, de

esperanza; 5 aquella esperanza que no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado ennuestros corazones por el Espritu Santo, que se nos ha dado generosamente.

6 En efecto, Cristo muri por los impos en el tiempo prefijado, cuando nosotros nosencontrbamos an entre los impotentes. 7 De mala gana afrontara uno la muerte por unjusto; en todo caso, slo por un hombre bueno se aceptara afrontar la muerte. 8 Pero Diosdemuestra su amor hacia nosotros por el hecho de que Cristo muri por nosotros cuandoramos an pecadores. 9 Con mayor razn, pues, ahora que hemos sido reconciliados en susangre, seremos salvos de la ira divina por su mrito.

10 Si, en efecto, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo cuandoramos sus enemigos, con mayor razn ahora, ya reconciliados con l, seremos salvos en suvida. 11 Y no slo estamos reconciliados; nos gloriamos, adems, en Dios por nuestro Seor,Jesucristo, gracias al cual hemos obtenido ahora la reconciliacin.

12 Es cierto que por obra de un solo hombre entr el pecado en el mundo y, a travsdel pecado, la muerte; as, la muerte pas a todos los hombres, porque todos pecaron... 13 Enefecto, antes de la ley haba ya pecado en el mundo. El pecado no viene imputado cuando nohay una ley; 14 sin embargo, la muerte domin desde Adn hasta Moiss; por tanto, aun sobreaquellos que no haban pecado como pec Adn -figura de aquel que haba de venir-. 15 Perola transgresin no es comparable al don.

Si por la transgresin de uno solo murieron los otros, con cunto mayor abundancia sederram sobre todos los otros la gracia de Dios y el don conferido por el mrito de un solohombre, Jesucristo! 16 No, no se equipara el don con los efectos del pecado cometido por uno

solo; porque el juicio que sigue a aquel solo pecado concluye en una condena; pero la obra de


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gracia que viene despus de tantas culpas, concluye en la justificacin. 17 Si, por la transgresin

de uno solo, rein la muerte por obra de aquel solo, con cunto mayor razn reinarn en lavida por obra de slo Jesucristo los que reciben la abundancia de la gracia y el don de la justicia!18 As como por la culpa de uno solo recay sobre todos los hombres una condena, as

tambin por la obra de justicia de uno solo llega a todos los hombres la justificacin que da lavida. 19 Por la desobediencia de un solo hombre fueron los otros constituidos pecadores, y porla obediencia de uno solo son los otros constituidos justos.

20 Es cierto que la ley sobrevino para que se multiplicase la culpa ; pero donde abundel pecado sobreabund la gracia, 21 de modo que tambin la gracia, lo mismo que el pecadorein por medio de la muerte, reine ahora, mediante la justicia, en la vida eterna por obra deJesucristo, nuestro Seor.

61 Concluiremos, pues, que debemos permanecer en el pecado para que abunde lagracia? 2 Es absurdo! Nosotros, muertos ya al pecado, cmo podremos an viviren l?

3 No sabis acaso que todos nosotros, los que fuimos bautizados en Cristo Jess, fui-mos bautizados en su muerte? 4 Con el bautismo fuimos sepultados con l en la muerte, a finde que, como Cristo fue resucitado de la muerte por el poder glorioso del Padre, as tambinvivisemos de una vida nueva.

5 En efecto, si nos hemos convertido en un solo ser con l en la semejanza de su muerte,tambin nos haremos un ser con l en la semejanza de su resurreccin; 6 porque sabemos bien

que nuestro hombre viejo fue crucificado con l, a fin de que fuese destruido el cuerpo domi-nado por el pecado y no fusemos ya esclavos del pecado.7 Ahora bien, el que ha muerto se ha liberado del pecado. 8 Y si hemos muerto con

Cristo, creamos que tambin viviremos con l, 9 sabiendo bien, empero, que Cristo, una vez haresucitado de los muertos, ya no morir, pues la muerte no tiene ya ningn dominio sobre l.10 El que ha muerto, ha muerto al pecado de una vez para siempre: y el que vive, vive ahora yapara Dios. 11 As, consideraos tambin vosotros muertos, s, al pecado, pero vivos para Diosen Cristo Jess.

12 Que el pecado, pues, no reine ya en vuestro cuerpo mortal, de modo que os dobleguisa sus deseos, 13 ni queris ofrecer vuestros miembros como armas de injusticia al servicio delpecado; por el contrario, ofreceos a Dios vosotros mismos como vivos resucitados de la muer-

te, entregad vuestros miembros como armas de justicia al servicio de Dios. 14 Porque el pecadono ejercer ya su dominio sobre vosotros, al no estar vosotros bajo la ley, sino bajo la gracia.

15 Y qu, pues? Deberemos tal vez pecar por el hecho de no estar bajo la ley, sino bajola gracia? Sera monstruoso! 16 Si os ofrecis a uno como esclavos para prestarle obediencia,ya al pecado que lleva a la muerte, ya a la obediencia que lleva a la justicia, sois sus esclavos yle debis obedecer. 17 Pero sean dadas gracias a Dios de que vosotros, antes esclavos del pe-cado, habis obedecido de corazn a aquella norma de vida a que os habis confiado 18 y, unavez liberados del pecado, os habis puesto al servicio de la justicia. 19 Adopto una similitudhumana en atencin a vuestra debilidad: como en otro tiempo ofrecisteis vuestros miembroscomo esclavos de la inmundicia y de la rebelda para ser rebeldes, as ahora ofrecis vuestros

miembros como esclavos de la justicia para santifi

caros.


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20 En otro tiempo esclavos del pecado, erais libres frente a la justicia. 21 Pues bien, qu

fruto sacbais de ello? Cosas de las que ahora os avergonzis! En efecto, la muerte es su resul-tado final. 22 Por el contrario, ahora, liberados del pecado y hechos siervos de Dios, tenis porfruto la santidad y por fin la vida eterna. Naturalmente: 23 porque si el salario del pecado es lamuerte, el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jess, nuestro Seor.

71 O ignoris acaso, hermanos -pues hablo a gente prctica en materia de ley-, quela ley conserva el dominio sobre el hombre mientras vive? 2 La mujer casada, porejemplo, est ligada por ley al marido mientras ste vive; pero si el marido muere, queda des-ligada de la ley del marido. 3 En consecuencia, ser llamada adltera si, viviendo su marido, seconvierte en mujer de otro hombre; por el contrario, muerto el marido y exenta de aquella ley,

no es adltera si se convierte en mujer de otro hombre.4 As, tambin vosotros, hermanos mos, muriendo, fuisteis sustrados a la ley mediante

el cuerpo de Cristo y sois ya de otro, o sea, del que resucit de entre los muertos, a fin de quedisemos fruto para Dios. 5 En efecto, cuando ramos carnales, las pasiones pecaminosas, quese valen de la ley, explicaban tal accin sobre nuestros miembros produciendo frutos de muer-te. 6 Mas ahora, liberados de la ley, muertos para quien nos tena prisioneros, podemos serviren novedad de espritu y no ya en la vetustez de la letra.

7 Qu diremos entonces? Que la ley es pecado? No, ciertamente! Sin embargo, yo noconoc el pecado sino por medio de la ley. Y realmente no habra conocido la concupiscenciasi la ley no me hubiese dicho:No desears. 8 El pecado, pues, tomando ocasin en este precepto,ha producido en m toda suerte de deseos; s, el pecado, sin la ley, estara como muerto. 9 Sin

embargo, yo viva un tiempo sin la ley; pero cuando vino el precepto, el pecado tom viday10 yo mor; y el precepto que se me dio para vida result fuente de muerte. 11 El pecado, to-mando ocasin del precepto, me sedujo, y por medio de l me mat.

12 La ley es, pues, santa, y santo, y justo, y bueno es el precepto 13 Entonces habra sidouna cosa buena mi muerte? No, ciertamente! Antes bien el pecado, para aparecer como tal,para mostrarse pecaminoso en extremo, me caus la muerte sirvindose de algo bueno.

14 La ley es espiritual; pero yo soy carnal, vendido en poder del pecado; 15 en verdad nos lo que hago; no hago lo que quiero, sino lo que odio. 16 Estoy, pues, de acuerdo, si hago loque no quiero, en que la ley es buena; 17 y no soy ya yo el que hace el mal, sino el pecado quehabita en m.

18 En efecto, s que el bien no vive en m, quiero decir en mi carne, porque querer el bienest a mi alcance, pero no practicarlo; 19 no hago el bien que quiero, sino que cometo precisa-mente el mal que no quiero. 20 Y si yo hago lo que no quiero, ya no soy yo el que lo hace, sinoel pecado que vive en m. 21 Descubro en m esta ley cuando quiero hacer el bien: que slo elmal est a mi alcance. 22 Yo me deleito, siguiendo al hombre interior, en la ley de Dios; 23 perosiento en mis miembros otra ley en conflicto con la ley de mi razn, que me tiene prisionerode la ley del pecado que existe en mis miembros.

24 Ay, infeliz de m! Quin me liberar de este cuerpo, fuente de muerte? 25 Graciassean dadas a Dios: por medio de Jesucristo, Nuestro Seor! Resulta, pues, que yo mismo, conla razn, sirvo a la ley de Dios, y con la carne, a la ley del pecado.


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81 Ninguna condena, pues, pesa ya sobre los que estn en Cristo Jess. 2 La ley del

espritu que da vida en Cristo Jess te ha liberado de la ley del pecado y de la carne.3

Loque era imposible a la ley, reducida a la impotencia de la carne, lo hizo Dios, que, enviando a supropio Hijo en una carne semejante a la del pecado para vencer al pecado, conden el pecadoen la carne de Cristo, 4 a fin de que se cumpliese en nosotros todo lo que prescribe la ley, puesnuestra conducta no es ya segn la carne, sino segn el espritu.

5 En efecto, los que viven segn la carne tienen las aspiraciones propias de la carne,mientras que los que viven segn el espritu tienen las aspiraciones del espritu. 6 Ciertamentelas aspiraciones de la carne significan muerte; las aspiraciones del espritu, por el contrario, viday paz; 7 las aspiraciones de la carne son enemigas de Dios: no se doblegan a la ley de Dios, antesbien ni siquiera pueden hacerlo; 8 y los que son carnales no pueden agradar a Dios.

9 Pero vosotros no sois seres carnales, sino espirituales, si, como es cierto, el Espritu de

Dios vive en vosotros. Por el contrario, si uno no tiene el Espritu de Cristo, no le pertenece;10 pero si Cristo est en vosotros, vuestro cuerpo se halla tambin muerto al pecado, pero elEspritu, a causa de la justicia, est vivo. 11 Y si habita en vosotros el Espritu del que resucita Jess de la muerte, el que resucit a Cristo Jess de la muerte vivificar tambin vuestroscuerpos mortales por medio de su Espritu, que habita en vosotros.

12 Por tanto, oh, hermanos!, tenemos, s, obligaciones, pero no hacia la carne, como sihubiramos de vivir de manera carnal; 13 viviendo segn la carne, ciertamente moriris; matan-do, en cambio, con el espritu las obras de la carne, tendris la vida.

14 En efecto, cuantos vienen movidos por el Espritu de Dios son los verdaderos hijosde Dios. 15 Ya que no recibisteis un espritu de esclavos para recaer en el temor; recibisteis elEspritu de hijos adoptivos que os hace exclamar: Abba, Padre! 16 El Espritu mismo testimo-

nia a nuestro espritu que somos hijos de Dios. 17 Y si somos hijos, somos tambin herederos:herederos de Dios y coherederos de Cristo, con tal que suframos junto con l para ser tambincon l glorificados.

18 En efecto, considero que los sufrimientos del tiempo presente no resisten la compa-racin con la gloria que deber manifestarse en nosotros.

19 Toda la creacin anhela, en ansiosa espera, la manifestacin gloriosa de los hijos deDios; 20 la creacin, que ha sido sometida a la vanidad no porque lo haya querido ella, sino porvoluntad de aquel que la someti; y que se sostiene todava por la esperanza 21 de que tambinella, la creacin, ser liberada de la esclavitud de la corrupcin, para participar en la libertad dela gloria de los hijos de Dios. 22 En efecto, sabemos que, hasta el momento, toda la creacingime y sufre los dolores del parto.

23 Y no slo ella; tambin nosotros, que ya poseemos las primicias del espritu, tambinnosotros gemimos en nuestro interior, anhelando la redencin de nuestro cuerpo.

24 Porque somos salvos, pero en esperanza; y si una cosa esperada se ve ya, deja de seresperanza; en efecto, cmo se puede esperar an lo que se ve? 25 Si, por el contrario, es objetode esperanza lo que no vemos, a ello aspiramos con constancia.

26 De modo semejante, tambin el Espritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porqueno sabemos qu hay que pedir en la plegaria, ni cmo pedirlo; pero el Espritu en persona in-tercede por nosotros con gemidos inenarrables, 27 y el que escruta los corazones sabe cul es eldeseo del Espritu: sabe que l intercede a favor de los santos segn las intenciones de Dios.

28 Sabemos an que Dios hace cooperar todo al bien de aquellos que lo aman, de aque-

llos que han sido elegidos segn su eterno designio.29

Porque a quienes l conoci con an-


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terioridad, los ha predestinado para reproducir la imagen de su Hijo, de modo que l sea el

primognito entre un gran nmero de hermanos;30

y a los que ha predestinado, tambin los hallamado; y a los que ha llamado, tambin los ha justificado; y a los que ha justificado, tambinlos ha glorificado.

31 Qu concluir, pues, de esto? Si Dios est con nosotros, quin contra nosotros? 32 Elque no perdon ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo sacrific por todos nosotros, cmopodr no concedernos con l todo el resto? 33 Quin promover acusacin contra los elegi-dos de Dios? Dios, que justifica? 34 Quin los condenar? Cristo Jess, que muri o, mejor,resucit?, el cual est asimismo a la diestra de Dios y, adems, intercede en nuestro favor? 35Quin podr arrancarnos del amor de Cristo? Qu tribulacin, angustia, persecucin, ham-bre, desnudez, peligro, espada? 36 Si tambin est escrito:por ti somos cada da condenados a muerte;somos tratados como ovejas destinadas al matadero, 37 triunfamos plenamente de todas estas pruebas,

gracias a aquel que nos ha amado. 38 Ciertamente ni la muerte ni la vida, ni los ngeles ni losprincipados, ni el presente ni el futuro, ni las potencias, 39 ni cosas altas o profundas, ni ningunaotra criatura nos podr separar del amor de Dios que nos llega en Cristo Jess, nuestro Seor.

91 Digo la verdad en Cristo: no miento, y mi conciencia me da testimonio de ello enel Espritu Santo: 2 siento una gran tristeza y un continuo dolor en mi corazn. 3Oh, s, me augurara ser yo mismo maldito, separado de Cristo por mis hermanos y parientessegn la carne. 4 Porque ellos son israelitas. Les pertenecen a ellos la adopcin, la presenciagloriosa de Dios, las alianzas, la legislacin, el culto, las promesas. 5 Su gloria son los patriarcas,y de ellos desciende, en cuanto a la carne, Cristo, el cual est por encima de todo, Dios bendito

por todos los siglos. Amn!6 No es que la palabra de Dios haya llegado a ser caduca, sino que no todos los descen-

dientes de Israel son Israel; 7 ni todos son hijos de Abraham por el hecho de ser su progenie.Como est escrito: De Isaac tomar nombre tu descendencia, 8 es decir: no todos los hijos de lacarne son hijos de Dios, sino slo los hijos de la promesa son considerados como posteridad.

9 En efecto, he aqu los trminos de la promesa: Pasar alrededor de este tiempo, y Sara tendrun hijo. 10 Y no slo esto. Tambin Rebeca concibi de un solo hombre, o sea, de Isaac, nuestropadre. 11 Sin embargo, cuando sus gemelos no haban nacido an ni haban hecho ningn bienni mal, para que se impusiese el decreto fundado sobre la libre eleccin de Dios, 12 ligado no alas obras, sino a la voluntad del que llama, se le dijo: El mayor servir al ms joven, 13 conforme alo que est escrito: He amado a Jacob y he odiado a Esa.

14 Qu diremos, pues? Habra quizs injusticia en Dios? No, por cierto! 15 Porque ldijo a Moiss: Uso misericordia con quien uso misericordia, y tengo compasin de quien tengo compasin. 16 Portanto, no es cosa ni del que quiere ni del que corre, sino de la misericordia divina. 17 Dice anDios al Faran: Te he suscitado precisamente para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea celebradoen todo la tierra. 18 Por tanto, usa misericordia con quien quiere, y endurece a quien quiere.

19 Entonces me dirs : Si es as, por qu reprende an? Quin puede resistir a su voluntad?.20 Oh, hombre! quin eres t para discutir con Dios? Acaso dir un objeto de barro al

que lo ha modelado: Por qu me has hecho as?. 21 No puede el alfarero disponer libremen-te de la arcilla y formar de la misma masa aqu un vaso de ornamento y all uno vulgar? 22 Yqu, pues, si Dios, queriendo mostrar su ira y manifestar su poder, ha tolerado con inmensa

longanimidad vasos que provocan su ira, prestos ya para la perdicin,23

para hacer, porfi

n, pa-


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tente la riqueza de su gloria hacia los vasos de su misericordia, preparados por l para la gloria?24

Y esos vasos de misericordia somos nosotros, que l llam no slo de entre los judos, sinotambin de entre los gentiles.25 Se dice bien aun en Oseas:Al que no era mi pueblo lo llamar: Pueblo mo,y a la que no era amada:Amada;

26y suceder que precisamente all donde se les dijo:No sois mi pueblo,all sern llamados:Hijos del Dios vivo.

27 Para Israel, por el contrario, exclama Isaas :Aunque el nmero de los hijos de Israel fuese

como la arena del mar,slo un resto ser salvo;

28porque el Seor, sin vacilar y abreviando,cumplir su palabra sobre la tierra.

29 Tambin Isaas haba predicho:Si el Seor de los ejrcitos no nos hubiese dejado un germen,

habramos venido a ser como Sodoma y semejantes a Gomorra.

30 Qu concluiremos, pues? Que los gentiles, que no procuraban alcanzar la justicia, hanconseguido la justicia: se entiende la justicia que proviene de la fe; 31 mientras que Israel, que

persegua una ley que indicaba la justicia, no ha llegado a practicar la ley. 32 Y por qu? Porqueno la buscaba por la fe, sino por las obras. Tropezaron contra la piedra de obstculo, 33 comoest escrito:

He aqu que pongo en Sin una piedra de obstculo,

una piedra de escndalo.

Mas quien cree en ella no ser confundido .

101 Hermanos, s, el anhelo de mi corazn y mi plegaria son para ellos y para susalvacin... 2 Bien puedo yo dar testimonio de su celo por Dios; pero es un celono iluminado.

3 En efecto, desconocen la justicia de Dios y se esfuerzan por establecer la suya propia,por lo cual no han querido someterse a la justicia de Dios. 4 Pero el trmino de la ley es Cristo,a fin de que todo el que cree consiga la justificacin.

5 En efecto, Moiss escribe acerca de la justicia que proviene de la ley: El que la haya prac-ticado vivir por medio de ella; 6 mientras que habla as de la justicia que deriva de la fe:No digas entu corazn: Quin subir al cielo? -dando a entender: al objeto de hacer bajar de l a Cristo; 7 obien : Quin bajar al abismo?- dando a entender: para hacer subir de nuevo a Cristo de entrelos muertos.

8 Qu dice, pues? Cerca, sobre tu boca y en tu corazn, est la palabra, la palabra de la fe quenosotros predicamos. 9 Porque si con tu boca confiesas que Jess es el Seor y en tu corazn

crees que Dios lo ha resucitado de los muertos, obtendrs la salvacin.10

Con la fe de tu co-


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razn consigues la justicia, con la profesin de tu boca obtienes la salvacin. 11 No dice an

la Escritura: Quien cree en l no ser confundido?12

En efecto, no hay distincin entre judos ygriegos, l es para todos el mismo Seor, rico hacia todos los que lo invocan; 13 s, todo el queinvoque el nombre del Seor ser salvado.

14 Pero, cmo podran invocarlo si no han credo en l? Y cmo podran creer en aquelde quien no han odo? Y cmo podran orlo si no hay quien predique? 15 Y cmo predica-ran sin haber sido enviados? Puesto que est escrito:Cun bellos son los pies de los mensajeros delbien!16 Pero no todos han prestado odos al evangelio. Bien dice Isaas: Seor, quin ha credo ennuestra predicacin?17 La fe, pues, nace de la predicacin, y la predicacin se realiza por mediode la palabra de Cristo.

18 Pero me pregunto: Acaso no han odo hablar de l?. Porquesu voz se ha difundido en toda la tierra,

y sus palabras llegaron hasta los confines del mundo.

19 Aado an: Acaso Israel no ha comprendido? . Moiss responde en primer lugar:Os har celosos de un pueblo que no es un pueblo,

excitar vuestra clera contra un pueblo privado de inteligencia.

20 Despus, Isaas se atreve a decir :He sido encontrado por aquellos que no me buscaban,

me he dado a conocer a aquellos que no preguntaban por m.

21 Mientras dice de Israel: He extendido todo el da las manos hacia un pueblo desobediente y rebelde.

111 Pregunto entonces: Acaso Dios ha rechazado a su pueblo?. Ciertamente no!No soy yo tambin israelita, de la estirpe de Abraham, de la tribu de Benjamn? 2No, Dios no ha repudiado a su pueblo, al que conoci precedentemente. Qu dice la Escrituraen el fragmento de Elas, cuando habla con Dios contra Israel? 3Seor, han dado muerte a tusprofetas y derribado tus altares; he quedado solo, y aun a m tratan de quitarme la vida.

4 Pero, qu le responde el orculo divino?Me he reservado siete mil hombres, que no han do-blado la rodilla ante Baal.

5 Del mismo modo ha quedado tambin ahora un resto elegido por gracia. 6 Y si lo espor gracia, no lo es entonces a base de las obras; de otro modo, la gracia no sera ya gracia.

7 Qu se sigue, pues de ello? Lo que busca Israel, eso no lo ha conseguido, mientras quelo han conseguido los elegidos; en cuanto a los otros, fueron endurecidos 8 segn la palabra dela Escritura Dios les ha dado espritu de torpor: ojos para no ver y odos para no or, hasta el da de hoy. 9 Y aade David

Su mesa se convierta en una trampa y un lazo,

y un tropiezo, y un justo castigo;10ofsquense sus ojos para no vernos,hazles doblar sin descanso la espalda.

11 Me pregunto an: Tropezaron, pues, precisamente para caer? No, en absoluto! Por

su cada, los gentiles tuvieron la salvacin, para moverlos as a celos.12

Que si su cada vino a


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ser una riqueza para el mundo y su quiebra una riqueza para los gentiles, cunto ms no lo

ser la conversin de la masa?13 A vosotros os digo ahora, ioh, gentiles!: como apstol de los gentiles, quiero hacerhonor a mi ministerio 14 para tratar, si es posible, de mover a celos a los de mi sangre y parasalvar a algunos de entre ellos. 15 Porque, de nuevo, si su repudio vino a ser reconciliacin parael mundo, qu otra cosa ser su admisin, sino una resurreccin de los muertos?

16 Si es santa la primicia, lo es tambin la masa; y si santa es la raz, lo son tambin lasramas. 17 Que si algunas ramas fueron arrancadas, y si t, siendo olivo silvestre, fuiste injertadoentre ellas y hecho partcipe de la savia de la raz y del pinge jugo del olivo, 18 no te ensober-bezcas frente a las ramas; y si te ensoberbeces, has de saber que no eres t quien sostiene laraz, sino que es la raz la que te sostiene a ti.

19 Puedes muy bien decir: Las ramas fueron quebradas, para que fuese injertado yo.20 S, pero fueron quebradas por su incredulidad; y t ests firme, pero gracias a la fe. No nu-tras sentimientos de altivez, antes bien tiembla; 21 porque si Dios no ha perdonado a las ramasnaturales, tampoco a ti te perdonar.

22 Medita, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad hacia los que han cado,bondad de Dios hacia ti. Pero slo si persistes en su bondad; que, de otro modo, tambin tsers arrancado. 23 Y ellos, por su parte, si no persisten en la incredulidad, sern reinjertados,que Dios es bastante poderoso para hacerlo. 24 T, cortado del olivo silvestre al que pertenecaspor naturaleza, fuiste injertado, contra tu naturaleza, en el olivo domstico; con mayor razn,pues, sern injertados en su propio olivo los que son sus ramas naturales.

25 Hermanos, no quiero que ignoris este misterio, a fin de que no os consideris sabiosa vuestros propios ojos: habr obstinacin de una parte de Israel hasta que el conjunto de los

gentiles no haya entrado. 26 De tal manera, todo Israel ser salvado, segn lo que est escrito :Vendr de Sin el libertador;

l renovar la impiedad de Jacob.

27 Y sta ser mi alianza con ellos, cuando haya eliminado sus pecados.28 Respecto al evangelio, son ciertamente enemigos, para vuestro bien; sin embargo, por

eleccin, y a causa de sus padres, son elegidos, 29 ya que Dios no se arrepiente de sus donesni de su llamada. 30 As como vosotros fuisteis un tiempo desobedientes a Dios, mientras queahora, por la desobediencia de ellos, habis obtenido misericordia, 31 as tambin ellos, por lamisericordia usada con vosotros, han rehusado ahora obedecer, pero slo para que, a su vez,obtengan tambin misericordia. 32 Dios ha encerrado, pues, a todos en la desobediencia, parausar misericordia con todos.

33 Oh, abismo insondable de la sabidura y de la ciencia de Diosl Cun impenetrablesson sus decretos e inexplorables sus caminos! 34 En efecto, quin ha conocido jams el pensa-miento del Seor? Quin fue nunca su consejero? 35 Quin lo previno con sus dones, comopara tener derecho a la reciprocidad? 36 En realidad todo viene de l, todo sucede gracias a l ypor l: a l sea la gloria eternamente. Amn!

121 Os exhorto, pues, ioh, hermanos!, por la misericordia de Dios, a ofrecer vues-tros cuerpos como hostia viva, santa, grata a Dios, en culto espiritual, cual con-viene a vosotros.

2

Y no queris conformaros a este mundo; antes transformaos y renovaos en


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la mente para saber discernir cul es la voluntad de Dios : lo que es bueno, lo que es grato a l

y es perfecto.3 En virtud de la gracia que me fue dada generosamente, yo digo a cada uno de vosotrosque no os estimis en ms de lo justo, sino que os estimis con sabia modestia, en la medida delgrado de fe que Dios ha concedido a cada uno. 4 Porque as como tenemos en un solo cuerpomuchos miembros, y no todos los miembros cumplen la misma funcin, 5 as nosotros, aunquemuchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y somos, cada uno por su parte, miembros losunos de los otros.

6 Porque, pues, poseemos carismas diferentes, segn la gracia que se nos ha dado, quientiene el don de profeca, srvase de l en proporcin a su fe; 7 quien tiene el del servicio, ded-quese a servir; quien tiene el de ensear, consgrese a la enseanza; 8 quien tiene el de exhortar,exhorte; quien distribuye, d sin clculos; el que preside, use celo; quien ejerce misericordia,

hgalo en la alegra.9 Sea vuestra caridad sin ficciones; rechazad con horror el mal, permaneced adheridos

al bien. 10 Amaos mutuamente con amor fraterno, considerad a los otros como ms dignos dehonor, 11 no tengis un celo perezoso, sed fervientes de espritu, servid al Seor.

12 Gozaos en la esperanza; sed pacientes en las pruebas, perseverantes en la oracin.13 Tomad parte en las necesidades de los santos; sentid ansia de practicar la hospitalidad.

14 Bendecid a quien os persiga: bendecid, en vez de maldecir. 15 Alegraos con quienesse alegren y llorad con quienes lloran. 16 Tened recprocamente sentimientos concordes. Nosois grandezas, sino amad las cosas humildes. No os tengis por sabios a vuestros propiosojos. 17 No volvis a nadie mal por mal: procurad hacer obras buenas ante todos los hombres.18 Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, vivid en paz con todos los hombres. 19 No os

tomis la justicia por vosotros mismos, sino dejad hacer a la ira divina, porque est escrito: Am la venganza! Yo dar el justo pago - dice el Seor. 20 Antes bien, si tu enemigo tiene hambre, dale decomer; si tiene sed, dale de beber; porque al obrar as, amontonars carbones ardientes sobre su cabeza. 21 Note dejes vencer por el mal, antes triunfa sobre el mal con el bien.

131 Cada uno est sometido a las autoridades que estn en el poder; porque no hayautoridad que no venga de Dios, y las que existen son establecidas por Dios.2 Quien combate, pues, contra la autoridad, se pone contra el orden establecido por Dios; losrebeldes atraern sobre su cabeza la condenacin.

3 Los gobernantes no causan temor al que obra rectamente, sino al perverso. Quieresno tener miedo a la autoridad? Haz el bien y recibirs de ella franca alabanza, 4 ya que la au-toridad es, en beneficio tuyo, ministro de Dios para el bien. Naturalmente, si obras mal, teme,que no en vano lleva la espada. Ministro de Dios, es tambin ejecutora de justicia para castigaral que obra mal.

5 Hay que someterse, pues, no slo por causa del castigo, sino tambin por razones deconciencia. 6 He aqu por qu pagis tambin los tributos; en efecto, son funcionarios de Dios,dedicados por completo precisamente a esto. 7 Dad a todos los que les es debido: a quien elimpuesto, el impuesto; a quien las tasas, las tasas, a quien el respeto, el respeto; a quien el ho-nor, el honor.

8 No tengis con nadie deudas de ninguna clase, excepto la del mutuo amor; quien ama

al prjimo, ha cumplido plenamente la ley.9

En realidad, los mandamientos:No cometer adulterio,


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no matar, no hurtar, no deseary todos los dems preceptos quedan compendiados en esta frase:

Amars a tu prjimo como a ti mismo.10 La caridad no hace mal al prjimo. La caridad es, pues, el pleno cumplimiento de la ley.11 Todo esto, especialmente conociendo este tiempo nuestro. En efecto, es hora de que

os despertis del sueo, porque nuestra salvacin est ahora ms cerca que cuando abrazamosla fe. 12 La noche est muy avanzada y se acerca el da. Alejemos, pues, de nosotros las obras delas tinieblas y vistamos las armas de la luz. 13 Comportmonos dignamente, cual correspondea pleno da: no entre comilonas y borracheras, no en lujurias y libertinajes, no en pendencias yenvidias. 14 Antes revestos del Seor Jesucristo y no tengis para el cuerpo aquellas atencionesque favorecen su concupiscencia.

141 Acoged bien al que es dbil en la fe, sin discutir con l de opiniones. 2 Uno creepoder comer de todo, mientras que el dbil se alimenta slo de verduras: 3 el que

come no desprecie al que no come; y el que no come no condene al que come, si Dios mis-mo lo ha acogido. 4 Quin eres t para juzgar al criado ajeno? Es asunto de su amo que esten pie o caiga; por lo dems, permanecer de pie, porque el Seor tiene poder bastante parasostenerlo.

5 Hay tambin quien distingue un da de otro, mientras que otros consideran igualestodos los das. 6 Que trate cada uno de hacerse, en su opinin, una plena conviccin. Quientiene en cuenta el da, lo hace por el Seor; pero tambin el que come de todo lo hace por elSeor y da gracias por ello a Dios, lo mismo que el que no come y se abstiene por el Seor, ytambin da gracias a Dios.

7 Ninguno de nosotros vive ni muere para s mismo; 8 si vivimos, vivimos para el Seor;y si morimos, morimos para el Seor. Ya vivamos, ya muramos, somos del Seor. 9 Para esoprecisamente muri Cristo y resucit, para ser el Seor de los muertos y de los vivos.

10 Mas t, por qu juzgas a tu hermano? Por qu desprecias a tu hermano? Todos de-beremos comparecer ante el tribunal de Dios; 11 pues est escrito:

Como es verdad que vivo -dice el Seor- toda rodilla

se doblar ante m y toda lengua celebrar a Dios.12 De manera que cada uno de nosotros deber dar cuenta de s a Dios.13 No nos juzguemos, pues, ms los unos a los otros; proponeos ms bien no crear tro-

piezo o escndalo en perjuicio del hermano. 14 Yo s y estoy persuadido de ello en el SeorJess, que nada es en s impuro; pero si uno juzga que algo es impuro, para l es cosa impura. 15Por cierto que si por un alimento que tomes se entristece tu hermano, no te comportas ya se-gn la caridad. No quieras causar por esa comida tuya la ruina de alguno por quien muri Cristo!

16 Que vuestro bien, pues, no quede expuesto a juicios desfavorables. 17 El reino de Diosno es comida ni bebida, sino justicia, paz, gozo en el Espritu Santo. 18 Slo quien sirve a Cristocon estas disposiciones es grato a Dios y aprobado por los hombres. 19 Busquemos, pues, loque promueve la paz y la mutua edificacin. 20 Que no se destruya, por un poco de comida,la obra de Dios!

Es verdad: todo es puro, pero se hace malo para el individuo que come y escandaliza.21 Es mejor no comer carne ni beber vino y evitar cuanto pueda ser tropiezo, escndalo, fuentede debilidad para tu hermano. 22 Guarda para ti, ante Dios, esa conviccin de fe que tienes.

Bienaventurado el que no es condenado por su conciencia en lo que decide hacer.23

Pero si el


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que est en duda come, es condenado, por no haber obrado segn la sugerencia de la fe, Todo

lo que no deriva de la fe es pecado.

151 Ahora bien, nosotros los fuertes tenemos el deber de soportar las flaquezas delos dbiles y no complacernos a nosotros mismos. 2 Que cada uno de vosotrosprocure complacer al prjimo en vistas del bien y para edificacin. 3 Cristo no busc compla-cerse a s mismo. Por el contrario, est escrito: Han cado sobre m los ultrajes de los que te injurian.4 Y todo lo que fue escrito en otro tiempo, fue escrito para nuestra enseanza, a fin de que,mediante la paciencia y el consuelo que derivan de las escrituras, conservemos la esperanza.

5 Que el Dios de la esperanza y del consuelo os conceda tener mutuos sentimientos con-cordes, a ejemplo de Jesucristo, 6 a fin de que con un solo corazn y una sola boca glorifiquis

unnimes al Dios y Padre de nuestro Seor Jesucristo.7 Daos, pues, mutuamente buena acogida, como Cristo, por su parte, os ha acogido avosotros para gloria de Dios. 8 S, lo afirmo: Cristo se ha hecho ministro de los circuncidadosen obsequio a la veracidad de Dios, para cumplir las promesas hechas a los patriarcas 9 y paraque los gentiles glorifiquen a Dios con motivo de su misericordia, como dice la Escritura:

Por esto te celebrar entre los gentiles y alabar tu nombre.

10 La misma aade:Alegraos, oh, gentiles!, junto con su pueblo.

11 Y recalca:Vosotros todos, ioh, gentiles!, alabad al Seor,y que lo ensalcen todos los pueblos.

12 E Isaas, por su parte, declara:Vendr el retoo de Jess,el que se levanta para gobernar a los gentiles.En l pondrn su esperanza las naciones.

13 Que el Dios de la esperanza os colme de toda alegra y paz en la fe, de modo que vues-tra esperanza sobreabunde cumplidamente por la virtud del Espritu Santo.

14 En cuanto a m, Oh, hermanos mos!, estoy personalmente convencido, en lo querespecta a vosotros, de que por vosotros mismos estis ya llenos de buenas disposiciones yplenamente provistos de todo conocimiento, como para poderos prevenir mutuamente. 15 Noobstante, os he escrito ac y all un poco atrevidamente, como para refrescar vuestros recuer-dos, en virtud de la gracia que me ha sido conferida por Dios 16 de ser ministro de Cristo Jesscerca de los gentiles, ejerciendo la sagrada funcin de predicador del evangelio, para que losgentiles sean una ofrenda grata, santificada en el Espritu Santo.

17 S, por cuanto respecta al servicio de Dios, en verdad puedo gloriarme en Cristo Jess.18 Pues no me atrevera en modo alguno a hablar de lo que Cristo no hubiese obrado realmen-te por medio de m para la conversin de los gentiles con la palabra y con las obras, 19 con lafuerza de las seales y de los prodigios, con el poder del Espritu Santo. Desde Jerusaln y, enun amplio radio, hasta Iliria, he llevado a cumplimiento la predicacin del evangelio de Cristo.20

Sin embargo, me he impuesto, como cuestin de honor, no anunciar el evangelio all donde


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el nombre de Cristo fuese ya conocido, para no edificar sobre fundamentos puestos por otros,21

atenindome a lo escrito:Lo vern aquellos a los que no lleg noticia de l,y lo comprendern aquellos que no han odo hablar de l.

22 Esto era precisamente lo que me impeda cada vez ir a vosotros. 23 Pero ahora, queno tengo ya mi campo de trabajo en estas regiones y deseando vivamente desde haca muchosaos ir a vosotros, 24 cuando me dirija a Espaa... Espero veros a mi paso y recibir ayuda vues-tra en mi viaje hacia aquel pas, despus de haber gozado antes un poco de vuestra presencia.

25 Pero ahora voy a Jerusaln para el servicio de los santos. 26 Los de Macedonia y deAcaya decidieron hacer una colecta para los que son pobres entre los santos de Jerusaln. 27 Silo decidieron es porque son deudores hacia ellos. En efecto, si los gentiles han participado de

sus bienes espirituales, es justo que, a su vez, ellos les presten ayuda con bienes temporales.28 Cuando haya, pues, realizado esta tarea y entregado fielmente a ellos el fruto de esta

colecta, partir para Espaa y pasar a veros.29 Y s que al llegar cerca de vosotros lo har con la plenitud de las bendiciones de

Cristo. 30 Sin embargo, os invito, oh, hermanos!, por nuestro Seor Jesucristo y por la caridaddel Espritu Santo, a rivalizar conmigo en vuestras oraciones a Dios por m, 31 a fin de quepueda escapar a los incrdulos de Judea y sea bien recibido por los santos el subsidio que llevoa Jerusaln, 32 y as, al llegar cerca de vosotros, pueda gozar con el favor de Dios un poco dedescanso en vuestra compaa.

33 Que el Dios de la paz sea con todos vosotros. Amn.

161 Os recomiendo a Febe, nuestra hermana, que est al servicio de la Iglesia deCencres: 2 dispensadle, en el Seor, una acogida digna de los santos y ayudadlaen todo cuanto pueda necesitar de vosotros, pues ella tambin fue ayuda para muchos y, enparticular, para m.

3 Saludad a Prisca y a Aquila, colaboradores mos en Cristo Jess, 4 que han arriesgadosus vidas por salvar la ma. Por lo dems, no slo yo les debo reconocimiento, sino tambintodas las Iglesias de los gentiles. 5 Saludad tambin a la Iglesia que se rene en su casa. Saludada mi querido Epeneto, que es la primicia ofrecida por Asia a Cristo. 6 Saludad a Mara, que tantoha trabajado por vosotros. 7 Saludad a Andrnico y a Junia, mis parientes y compaeros de pri-sin, insignes entre los apstoles y seguidores de Cristo antes que yo. 8 Saludad a Ampliato, tanquerido para m en el Seor. 9 Saludad a Urbano, nuestro colaborador en Cristo, y a mi queridoEstaquis. 10 Saludad a Apeles, que ha dado tan buena prueba en Cristo. Saludad a los miem-bros de la casa de Aristbulo. 11 Saludad a Herodiano, mi pariente. Saludad a los de la casa deNarciso, que pertenecen al Seor. 12 Saludad a Trifena y a Trifosa, que se fatigan por el Seor.Saludad a la amada Prsida, que ha sostenido muchas fatigas en el Seor. 13 Saludad a Rufo, elelegido en el Seor, y a su madre, que es tambin para m una madre. 14 Saludad a Asncrito,Flegn, a Hermes, Patroba, Hermas y los hermanos que estn con ellos. 15 Saludad a Fillogoy a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpia y a todos los santos cerca de ellos. 16 Saludaosmutuamente con el sculo santo. Os saludan todas las Iglesias de Cristo.

17 Hermanos, os recomiendo que estis en guardia de aquellos que, en contraste con la

doctrina que habis aprendido, causen discordias y escndalos. Manteneos alejados de ellos.


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18 Tales personas no sirven a Cristo nuestro Seor, sino a su vientre, y seducen los corazones

ingenuos con su hablar dulce y adulador.19

Es cierto que la fama de vuestra obediencia ha lle-gado a todos. Por eso me alegro por vosotros. Pero deseo que seis sabios en el bien y cautosante el mal. 20 El Dios de la paz aplastar muy pronto a Satans bajo vuestros pies. La gracia denuestro Seor Jesucristo sea con vosotros.

21 Os saluda Timoteo, mi colaborador, como tambin Lucio, Jasn y Sospatro, misparientes. 22 Os saludo en el Seor yo, Tercio, que he escrito esta epstola. 23 Os saluda Gayo,que me da hospitalidad, a m y a toda la Iglesia. 24 Os saluda Erasto, el tesorero de la ciudad, yCuarto, nuestro hermano.

25 Al que tiene poder para haceros salvos en mi evangelio y en el mensaje de Jesucristo,de conformidad con la revelacin del misterio que, mantenido en secreto en los siglos eternos,26 ha sido manifestado, sin embargo, ahora, y, por medio de las Escrituras profticas, segn la

orden del Dios eterno, ha sido llevado a cono-cimiento de todos los gentiles, para que se so-metiesen a la fe: 27 a l, Dios, que es el solo sabio, sea la gloria por toda la eternidad por mediode Jesucristo Amn!


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Epstola a los Glatas25Francisco Canals

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Epstola a los Glatas

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1 Pablo, apstol, no por voluntad humana ni por medio de hombre, sino por obra deJesucristo y de Dios Padre, que lo resucit de los muertos, 2 y todos los hermanos

que estn conmigo a las Iglesias de Galacia: 3 gracia y paz a vosotros de parte de Dios, Padrenuestro, y del Seor Jesucristo, 4 el cual se sacrific por nuestros pecados para arrancarnos delmalvado mundo presente, segn la voluntad de Dios, Padre nuestro, 5 a quien sea la gloria portodos los siglos. Amn!

6 Me maravillo de veros pasar tan pronto del que os ha llamado mediante la gracia deCristo, a un evangelio distinto. 7 Pero no hay ningn otro evangelio! Slo hay algunos que es-tn arrojando turbacin entre vosotros y quieren trastornar el evangelio de Cristo. 8 Pues bien,cualquiera que os anunciase un evangelio distinto que os hemos predicado, aunque fusemosnosotros mismos o un ngel bajado del cielo, sea anatema! 9 Como ya os hemos dicho, as lorepito ahora: si alguien os anuncia un evangelio distinto del que habis recibido, sea anatema!10

Trato con ello de captarme el favor de los hombres o el de Dios? Si buscase an complacera los hombres, no sera siervo de Cristo.11 S, os lo declaro, oh, hermanos!: el evangelio por m anunciado no es de ndole hu-

mana; 12 porque yo no lo recib ni lo aprend de hombre, sino que lo tuve por revelacin deJesucristo. 13 Vosotros, sin duda, habis odo hablar de mi conducta en un tiempo en el ju-dasmo: persegua con pasin a la Iglesia de Dios y trataba de devastarla. 14 En el judasmosuperaba yo a muchos coetneos de mi estirpe, porque era mucho ms que ellos encarnizadosostenedor de las tradiciones de mis padres.

15 Pero cuando plugo a aquel que, desde el seno de mi madre, me eligi ya y me llammediante su gracia, 16 revelar en m a su Hijo, a fin de que lo anunciase a los gentiles, inmedia-tamente, sin tomar consejo de la carne ni de la sangre 17 y sin subir a Jerusaln a ver a aque-

llos que eran apstoles antes que yo, me retir a Arabia y luego volv de nuevo a Damasco. 18Luego, tres aos despus, sub a Jerusaln para visitar a Cefas y permanec quince das cercade l; 19 y no vi a ningn otro apstol fuera de Santiago, el hermano del Seor. 20 Y en cuantoa lo que os escribo, Dios sabe que no miento! 21 Despus fui a las regiones de Siria y Cilicia.22 Pero segua siendo personalmente desconocido para las Iglesias cristianas de Judea. 23 Slooan decir: Aquel que un tiempo nos persegua predica ahora la fe que antes quera destruir.24 Y glorificaban a Dios en m.

21 Despus, catorce aos ms tarde, sub de nuevo a Jerusaln junto con Bernab y

llev conmigo a Tito.2

Sub all como consecuencia de una revelacin, y les expuse


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justificara a los gentiles en virtud de la fe, dio anticipadamente a Abraham el alegre anuncio de

la misma: en ti sern benditas todas las gentes.9

En consecuencia, los creyentes son benditoscon Abraham el creyente.10 Y, ciertamente, todos los que se apoyan en la ley quedan bajo una maldicin, porque

est escrito: Sea maldito todo aquel que no se atengafielmente a todo lo que est escrito en el libro de la leypara ser practicado. 11 Ahora bien, es evidente que la ley no puede justificar a nadie delante deDios, porque el justo vivir en virtud de la fe. 12 En cambio, la ley no se edifica en la fe, sino quedice: El que observa estos preceptos, vivir gracias a ellos. 13 Cristo nos ha rescatado de esta maldicinde la ley, al haberse convertido en maldicin por nosotros -en efecto, est escrito:Maldito sea elque es colgado del madero del patbulo-, 14 a fin de que la bendicin de Abraham, en Jesucristo, pasasea los gentiles y recibisemos nosotros, mediante la fe, el Espritu prometido.

15 Hermanos, me explico a la manera humana: un testamento en debida forma, aun vi-

niendo de un hombre, nadie puede anularlo ni aadirle nada. 16 Ahora bien, las promesas se lehicieron a Abraham ya su descendiente. No se dice: y a sus descendientes, como si se tratase demuchos; sino que se habla de uno solo: y a tu descendiente, o sea, Cristo. 17 He aqu ahora loque quiero decir: un testamento establecido ya por Dios en debida forma no puede ser invali-dado por la ley, emanada cuatrocientos treinta aos despus de modo que resulte abolida porella la promesa. 18 En efecto, si la herencia se tuviese en virtud de la ley, no provendra ya de lapromesa; pero Dios, mediante una promesa, concedi su favor a Abraham.

19 Y entonces, a qu la ley? Fue aadida en vista de las transgresiones, hasta que vinierael descendiente para el que se hizo la promesa, y fue impuesta por medio de los ngeles y porconducto de un mediador. 20 Ahora bien, nadie hace de mediador de uno solo; y Dios es uno

solo en la promesa.21

Por tanto, se hallara la ley en contraste con las promesas de Dios? No,en absoluto. Cierto que si se hubiese dado una Ley capaz de comunicar la vida, la justicia pro-vendra entonces realmente de la ley. 22 Pero la Escritura lo encerr todo bajo el dominio delpecado, a fin de que apareciese que el bien prometido se dara a los creyentes en virtud de lafe en Cristo. 23 Antes que viniese la fe nos hallbamos bajo la custodia de la ley, encerrados enespera de aquella fe que se deba revelar. 24 Por eso la ley fue nuestro pedagogo para conducir-nos a Cristo, a fin de que obtuvisemos la justificacin en virtud de la fe.

25 Pero desde que ha venido la fe no estamos ya bajo el poder de un pedagogo. 26 Enefecto, todos vosotros sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jess. 27 Porque cuantosfuisteis bautizados en Cristo, os habis vestido de Cristo: 28 ya no cuenta el ser judo o griego,ni ser esclavo o libre, ni ser hombre o mujer; porque todos vosotros sois un ser en Cristo

Jess. 29 Por tanto, si pertenecis a Cristo sois descendencia de Abraham y, de consiguiente,herederos segn la promesa.

41 Aado ahora: mientras el heredero es nio, no difiere en nada de un esclavo, porms que sea dueo de todos los bienes, 2 sino que est bajo tutores y administra-dores hasta la fecha fijada por el padre. 3 As tambin nosotros: en nuestra minora de edadestbamos sometidos a los elementos del mundo. 4 Pero cuando el tiempo lleg a su plenitud,Dios mand a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, 5 a fin de que rescatase a losque estaban sometidos a la ley; a fin de que recibisemos la dignidad de hijos adoptivos. 6 Y

la prueba de que sois hijos es que Dios mand a nuestros corazones el Espritu de su Hijo, el


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cual clama: Abba, Padre! 7 Por tanto, ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, tambin eres,

gracias a Dios, heredero.8 Sin embargo, un tiempo, cuando no conocais a Dios, erais esclavos de dioses que no loson realmente. 9 Pero ahora que conocis a Dios, o, mejor, fuisteis conocidos por Dios, cmopodis volveros de nuevo a aquellos elementos miserables e impotentes y haceros por segun-da vez sus esclavos? 10 Vosotros observis das, meses, tiempos y aos...! 11 Temo que me hayacansado en vano por vosotros.

12 Hermanos, os ruego que os hagis como yo, ya que yo me he hecho como vosotros.No me habis hecho ningn agravio. 13 Antes bien, sabed que os anunci el evangelio por pri-mera vez con ocasin de una enfermedad ma 14 y, si bien aquella mi enfermedad fuese paravosotros una prueba, no me mostrasteis por ello desprecio ni repugnancia, sino que me aco-gisteis como a un ngel de Dios, como a Cristo Jess. 15 Dnde est, pues, aquel vuestro gozo?

Porque debo daros este testimonio, que, si hubiese sido posible, os habrais arrancado los ojospara drmelos. 16 Me he convertido, pues, en enemigo vuestro al deciros la verdad?

17 Algunos muestran celo por vosotros, pero no honradamente; quieren ms bien sepa-raros de m, a fin de que dirijis a ellos vuestro celo. 18 Buena cosa es ser objeto de celo, peroen el bien y siempre, y no slo cuando me encuentro entre vosotros. 19 Hijos mos, de nuevosufro por vosotros dolores de parto, hasta que Cristo se forme en vosotros. 20 Oh, cmo qui-siera encontrarme ahora junto a vosotros, para dar otro tono a mis palabras, porque me sientoconfundido respecto a vosotros.

21 Decidme, vosotros, que queris someteros a la ley: no osteis esta ley? 22 En efecto,est escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de una esclava y otro de la mujer libre. 23 Pero el

tenido de la esclava naci segn la naturaleza, mientras el hijo de la libre, en virtud de la prome-sa divina. 24 Tales cosas tienen valor alegrico: aquellas mujeres representan las dos alianzas; laprimera proviene del monte Sina y engendra para la esclavitud: y es Agar -25 porque el monteSina se encuentra en Arabia- y corresponde a la Jerusaln actual, que es precisamente esclavajunto con sus hijos. 26 La Jerusaln de arriba, por el contrario, es libre y es nuestra madre;27 en efecto, est escrito: Regocjate, oh, estril! t que no engendras; prorrumpe en gritos de jbilo, t queno conoces los dolores del parto; porque los hijos de la abandonada son ms numerosos que los de la que tiene

marido. 28 Y vosotros, hermanos, a la manera de Isaac, sois hijos de la promesa.29 Pero como entonces el hijo engendrado segn la naturaleza persegua al otro, nacido

segn el espritu, as ocurre tambin hoy. 30 Pero, qu dice la Escritura? Echa fuera a la esclava ya su hijo, porque el hijo de la esclava no debe compartir la herencia junto con el hijo de la mujer libre. 31 Por

eso, nosotros, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre.

51 Para que fusemos libres, Cristo nos ha dado la libertad. Manteneos, pues, firmesy no os dobleguis de nuevo al yugo de la esclavitud. 2 He aqu que yo, Pablo, os lodigo: si os hacis circuncidar, Cristo no os aprovechar de nada. 3 S, una vez ms declaro,a todo el que se hace circuncidar, que est obligado a observar toda la ley. 4 Habis roto loslazos con Cristo vosotros, los que buscis la justicia en la ley; habis decado de la gracia. 5 Encuanto a nosotros, por el Espritu y en virtud de la fe aguardamos la esperanza de la justicia.6 Porque en Cristo Jess no tienen valor la circuncisin ni la incircuncisin, sino la fe que acta

por medio de la caridad.


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7 Corrais con ahnco; quin os ha impedido hacer caso a la verdad? 8 Esta sugerencia no

proviene de aquel que os llama.9

Un poco de levadura hace fermentar toda la masa.10

Y en elSeor confo de vosotros que no pensaris de otro modo: pero el que arroja la turbacin entrevosotros sufrir el castigo por ello, sea cual fuere. 11 En cuanto a m, oh, hermanos!, si todavapredicase la circuncisin por qu sera an perseguido? El escndalo de la cruz sera entonceseliminado. 12 Ah, ojal se hiciesen mutilar los que os causan turbacin!

13 Ciertamente fuisteis llamados a la libertad, oh, hermanos!; nicamente no invoquisla libertad como pretexto para una conducta carnal; sino, mediante la caridad, poneos los unosal servicio de los otros. 14 Porque toda la ley est plenamente resumida en este solo concepto:Amars a tu prjimo como a ti mismo. 15 Pero si os mordis y os devoris mutuamente, procuradno destruiros unos a otros!

16 Os digo, pues: caminad segn el Espritu y no correris riesgo de satisfacer los de-

seos de la carne. 17 En efecto, la carne tiene deseos opuestos a los del espritu, y el espritu,deseos opuestos a los de la carne: estn en lucha entre s, y as vosotros no hacis todo lo quequisierais. 18 Pero si os dejis conducir por el Espritu, no estis ya bajo la ley. 19 Pero es biensabido lo que produce la carne, o sea, fornicacin, impureza, disolucin, 20 idolatra, magia,enemistades, rias, celos, arrebatos de ira, rivalidades, discordia, divisiones, 21 envidias, embria-gueces, orgas y otras cosas semejantes. Respecto a acciones tales, os repito, como ya os dije,que quien las cometa no entrar en posesin del reino de Dios. 22 Por el contrario, los frutos delEspritu son: caridad, gozo, paz, longanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedum-bre, templanza. Contra acciones tales no hay ley. 24 Los que pertenecen a Cristo han crucificadola carne con sus pasiones y sus deseos. 25 Si vivimos del Espritu, conformmonos al Espritu.26 No busquemos la gloria vana, provocndonos mutuamente, envidindonos unos a otros.

61 Hermanos, si algunos fuese cogido en cualquier falta, vosotros, que sois espiritua-les, corregidlo con espritu de dulzura; pero t presta atencin a ti mismo, para nocaer tambin t en la tentacin. 2 Ayudaos mutuamente a llevar vuestras cargas y as cumplirisla ley de Cristo. 3 Quien se imagina ser algo no siendo nada, se engaa a s mismo. 4 Que cadauno examine sus propias obras. Entonces tendr motivo de gloriarse, pero slo ante s y no encomparacin con el prjimo; 5 porque cada uno tendr que llevar su propia carga.

6 El que ha sido instruido en la palabra de Cristo, haga partcipe de todos sus bienes aquien lo instruye.

7 No os hagis ilusiones: Dios no se deja burlar. Porque cada uno cosechar lo que hayasembrado; 8 s, el que siembra en su carne, cosechar de la carne la corrupcin; el que, por elcontrario, siembra en el espritu, recoger del espritu la vida eterna. 9 No nos cansemos dehacer bien; que si no desmayamos, a su tiempo tendremos la cosecha. 10 As, pues, mientrastengamos oportunidad de ello, hagamos bien a todos y, sobre todo, a nuestros hermanos enla fe.

11 Ved con cun grandes letras os escribo con mi propia mano! 12 Los que os impulsana que os hagis circuncidar quieren quedar bien en el tribunal humano, con el solo objeto desustraerse a las persecuciones por la cruz de Cristo. 13 En efecto, tampoco ellos, esos adeptosde la circuncisin, observan la Ley, sino que quieren que os hagis circuncidar para poder glo-riarse de vuestro cuerpo circuncidado. 14 Nunca suceda, en cambio, que yo me glore de otra

cosa aparte la cruz de nuestro Seor Jesucristo, gracias al cual el mundo est crucifi

cado para


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m y yo lo estoy para el mundo. 15 Porque el ser o no ser circuncidado no cuenta nada; slo

cuenta el ser una nueva criatura.16

Y a todos los que sigan esta regla, como a todo el Israel deDios, paz y misericordia.17 Que de ahora en adelante nadie me moleste, que yo llevo impresas en mi cuerpo los

estigmas de Jess.18 La gracia de nuestro Seor Jesucristo sea, oh, hermanos!, con vuestro espritu.

Amn!


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Eps-

tola a los Romanos.

Epstola a los Glatas, de Tradere

editorial, se termin de componer elao de gracia de 2010, celebrando el calen-dario romano la memoria de Santa Agueda

ADVENIAT REGNUM TUUM!

VENI DOMINE IESU!

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Cuadernos Tradere: Francisco Canals. Epistolas de S. Pablo a Romanos y Galatas