EL BOSQUE DE LOS LAMENTOS

Autor: Sandy 1º “Entusiasmo” (Instituto José Levy – Distrito Federal – México)Ilustración: Alumnos Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez” – Villa Domínguez – Argentina

Hubo una vez un bosque de árboles que crecían todos a la vez. Un anciano cuidaba que crecieran rectos y sanos, pero ellos preferían encogerse para evitar el aire.

El viejo sabía que así no crecerían bien. Los volvió a enderezar y los árboles caprichosos se volvían a cubrir del viento…

La vaca Lulú

Autor: Ana Victoria 1º “Entusiasmo” (Instituto José Levy – Distrito Federal- México)Ilustraciones: Delfina y Celesle (6º “B” Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez” – Villa Domínguez – Argentina)

Había una vez un vaquero llamado Marcos, que tenía 20 vacas, su favorita se llamaba LULÚ. En ese entonces todas las vacas del mundo eran blancas, LULÚ también era blanca. Pero un día nevó

mucho y todo quedó blanco por la nieve. Marcos salió temprano porque quería leche para desayunar y no encontró sus vacas, empezó a llamarlas, pero lo único que escuchó fue un gran MUUUUUUUU!!!!!! Era LULÚ -¿LULÚ dónde estás? Solo puedo oírte, no puede verte.- No puedes verme porque yo soy

blanca y la nieve es blanca.Así que a Marcos se le ocurrió una idea: pinar todas sus vacas

de blanco para no perderlas otra vez…. Le dijo a todos sus amigos vaqueros que hicieran lo mismo.

Pero un día a Marcos se le ocurrió un vaso de leche fresca para cenar y salió a buscar a sus vacas pero no vio a ninguna y comenzó a llamarlas pero lo único que escuchó fue un MUUUUU!!!! Era LULÚ-¿LULÚ, dónde estás? Solo puedo oírte, no te puedo ver

- Es de noche y yo soy negra, todo está obscuro, por eso no me puedes ver.

Así que a Marcos se le ocurrió una idea, volver a pintarlas de blanco, pero esta vez les dejó manchas negras… les dijo a todos sus amigos que hicieran lo mismo.

Por eso todas las vacas del mundo tienen manchas negras, para que los vaqueros no las vuelvan a perder.

La bailarinaAutor: Fernanda 1º “Entusiasmo” (Instituto José Levy – Distrito Federal – México)Ilustraciones: Micaela y Cintia (5º “B” Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez – Villa Domínguez- Argentina)

Había una vez una niña que le gustaba mucho el ballet. Pedía a su mamá que la metiera en la escuela de ballet, pero le decía que era muy complicado.

Todos los días la niña iba a ver bailar a las bailarinas y su mamá regañaba.

Un día la niña bailó y bailó hasta cansarse y su mamá se quedó

sorprendida, le dijo que cuando las cosas se hacen con el corazón se aprende muy bien.

Y desde entonces es la mejor bailarina del ballet.

Autor: Jimena Donaji 1º “Entusiasmo” (Instituto José Levy – Distrito Federal – México)Ilustraciones: Lucas, Franco (5º “B” Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez” – Villa Domínguez – Argentina.)

HABÍA UNA VEZ UNA GRAN OSA LLAMADA MARIBEL QUE LE GUSTABA COMER MIEL.

UN DÍA SE LEVANTÓ Y SE FUE AL BOSQUE A NADAR. ESTABA MUY CONTENTA EN EL AGUA DEL RÍO CUANDO VIO A LA SEÑORA LAGARTIJA Y LE DIJO:

-¿POR QUÉ NO TE METÉS AL AGUA A NADAR? ESTÁ RICA Y FRESCA.

LA SEÑORA LAGARTIJA SE ASUSTÓ Y LE CONTESTÓ:

- A MÍ NO ME GUSTA EL AGUA. YO SOY FELIZ EN EL SOL Y EN LA TIERRA. MIRA, A MI ME GUSTA BAÑARME EN LA TIERRA CALENTITA.

LA OSITA MARIBEL REGRESÓ A SU CASA A DESAYUNAR UN RICO PLATO DE MIEL.

A ELLA LE GUSTABA SOÑAR QUE UN DÍA IBA A ENCONTRAR A OTRA OSA CON LA QUE PODRÍA JUGAR EN EL AGUA. ASÍ QUE PENSÓ EN INVITAR A SU PRIMA OSA NEGRA, DE OTRO PAÍS A VENIR DE VACACIONES.

EL DÍA LLEGÓ Y ESTABA MUY EMOCIONADA. RECIBÓ A SU PRIMA Y SE FUERON A NADAR.

POR FÍN TENÍA CON QUIEN JUGAR FELIZMENTE.

FIN

EL TESORO MÁGICOAutor: Ximena Lizeth 1º “Entusiasmo” (Instituto José Levy- Distrito Federal- México) Ilustraciones: Alumnos Escuela Nº 11 “Isidoro Suárez” – Villa Domínguez - Argentina

Esta es la historia de una pequeña llamada Esmeralda que vivía en una lejana colina. A ella le encantaba el color de las flores, del cielo, del suave plumaje de las aves y de todo el mundo que la rodeaba.

Un buen día, Pedrito, su mejor amigo, le preguntó:- Esmeralda ¿Cómo es que

puedes saber de qué color es el mundo, si no puedes ver?

A lo que Esmeralda respondió:- Pedrito, no es la luz de mis ojos lo que distingue las maravillas, sino mi tesoro mágico, que es mi corazón