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Da Mundial de la Lectura y el Libro Infantil Educ*Arte - Cajamarca, 2 de Abril del 2,003

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CUENTOSCAJAMARQUINOS

PARA TODOS LOS NIOS

Cuentos escogidos por Educ*arteen el aniversario

del Da Mundial de la Lectura y el Libro Infantil

INDICE

PRESENTACION 3Cuento 01 La Tornado 4 - 6Cuento 02 La Chancaca pa la Chicha 7Cuento 03 El Burro Astrnomo 8 - 9Cuento 04 El Shingo Enamorao 10 - 11Cuento 05 El Boquichico 12 - 13Cuento 06 Mi Buen Amigo 14 - 15Cuento 07 Pilco en Cajamarca 16 - 17Cuento 08 Los Siete Consejos 18 - 19Cuento 09 El Patito Miedoso 20 - 21Cuento 10 El Pjaro Quin Quin 22 - 24Cuento 11 Desde cuando hay conejos 25Cuento 12 Cuando Jess era perseguido 26 - 27Cuento 13 Los animales, las plantas y los nios

se sorprendian al ver a Dorotea 28 - 29Cuento 14 Una viuda que fue feliz 30Cuento 15 El Burrito que bota plata 31Cuento 16 La piernasuave 32Cuento 17Cuando las enfermedades andaban 33Cuento 18 La Astucia de las Gallinas 34 - 39

INDICE 40

Impresin :

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CUENTOSCAJAMARQUINOSPARA TODOS LOS NIOS

Coleccin Educ*artePrimera Edicin Abril 2003

En esta primera edicin

EDUC*ARTEJose Sabogal 1007, Cajamarca, PerTelf (51) 076 831677e-mail: [email protected]

ASOCIACION PERUANA DE LITERATURA INFANTIL Y JUVENIL(APLIJ) Filial Cajamarca, PerLos Fresnos # 103 - El Ingenio - Cajamarca - Pare-mail: [email protected] [email protected]

RED DE BIBLIOTECAS RURALES DE CAJAMARCAApartado 359, Cajamarca, PerTelf (51) 076 824379 -Telefax: (51) 076 821077e-mail: [email protected]

CENTRO DE EDUCACION ESPECIAL CAJAMARCAJr. Cumbe Mayo # 380e-mail: [email protected]

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- Que haba pasado? Lanoche anterior las gallinas y losgallos haban acordado pintartodos los ciento veintiochohuevos a semejanza de higos,guayabas, berenjenas, pomarosas,poro-poros, para luegoamarrarlos en sus respectivasplantas. A continuacin hicieronhuevos falsos empleando unamezcla de barro con hartorocoto, que fueron pulidos ypintados de blanco con toda fidelidad.

A los pocos das, todava carraspeando aaajjj! aaajjj! El zorro se fue conel rabo entre las piernas a otros lugares. Y las gallinas celebrando suxito con pastel de maz morocho y trigo tostado de chancaca, seconvencieron de que la astucia puede servir tambin para lo bueno, y quevarias cabezas juntas, por mas pequeas que sean ,piensan mejor que unasola.

Autor: MANUEL IBAEZ ROSAZZA. (1940 - 1990) poeta y escritorque se form en Trujillo y tuvo en Cajamarca su centro espiritual. Fueganador del Primer Premio Nacional de Poeta Joven del Per.


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PRESENTACION

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pimienta, y aj. El pensar en ell0o le hizorelamerse y apurar el trabajo.Caa ya la tarde cuando lleg con suultima carga a la madriguera. Y ya porel camino real volvan los gallos y lasgallinas. Uno de ellos abri el candado ytodos los viajeros entraron al corral.-El zorro estuvo aqu! Fjense como hadejado todo esto! Parece que hubierahabido un terremoto o que hubieraarado -Y se llev toditititos los

huevos que dejamos en las cajas!... que tenga buen provecho...-observo elgallo Carioco al ver los cartones tirados.

- Mas bien vamos a los rboles para terminar nuestra tarea, antes deque se haga la noche...-ordeno el gallo Carmelo.

- Todas las aves volvieron a salir del corral. El zorro que las mirabaescondido y sooliento pero satisfecho de su fechora, las vio subirse a lahiguera, a los guayabos, a las pomarosas, al poroporo, a las berenjenas, dedonde bajaban cuidadosamente con frutos. Luego los llevaban al charco deagua y all los lavaban. Pero que cosa? Todos los frutos redondos,morados, amarillos, anaranjados, verdes, rosados, se pintaban y seconvertan en blancos, autnticos y sabrosos huevos de gallina.- Listo! Aqu estn todos! Ya no falta ningn huevo, vengan ya parairnos a dormir!- grito la gallina Gorda.

El zorro haba estado buscando precisamente por esos rboles, pero ni seimagino la trampa. Pero, que importaba, el ya tenia suficientes huevosdentro de su propia casa. Cuando cogi un huevo se le meti el diente,sinti un sabor rarsimo que le hizo escupir varias veces: aaajjj! aaajjj -

La Asociacin EDUCARTE, cuya presencia en Cajamarca es reciente,, motivadapor la significativa celebracin del DA MUNDIAL DE LA LECTURA Y EL LIBROINFANTIL, ha seleccionado un conjunto de breves narraciones que conforman estaprimera edicin bajo el ttulo de Cuentos cajamarquinos para todos los nios.

Ante la vorgine social deshumanizante y el avance tecnolgico utilitario denuestros das, EDUCAR TE surge como una plausible respuesta para el reencuentrocon dos sublimes dimensiones del espritu: la lectura y la creacin. La verdad es quecada da los nios, los jvenes y los adultos leen menos. El libro, instrumento deculturizacin y humanizacin, est sufriendo el desdn generalizado de las personas.Sus pginas, nutridas de esencia y trascendencia, son a menudo sustituidas por lecturassuperficiales y fragmentadas, muchas veces retazos incoherentes y sin unidad decontenido. La ligereza y superficialidad del ejercicio lectural est generandolamentablemente la pereza mental y la desaparicin del edificante hbito de la lectura.

Esta antologa de Cuentos cajamarquinos para todos los nios concuerda conlos nobles propsitos de EDUCAR TE: promover la lectura y estimular la creacinartstica.

La presente seleccin se orienta hacia la difusin de las narraciones literarias -en su mayora de autores cajamarquinos-, destinadas a los nios de distintas edades,tanto del medio rural como urbano, y tiene como caractersticas principales la brevedad,la espontaneidad y la combinacin de la formalidad literaria con la informalidad de laliteratura oral. Es un conjunto de cuentos sencillos que ofrece una pluralidad de mensajesy formas, estrechamente relacionados con la realidad geogrfica, social y cultural delos nios cajamarquinos. Se incluye, adems, el cuento de un nio procedente de uncentro de educacin especial como una manera de diversificar los mensajes y los espaciosde la creacin infantil.

Cuentos cajamarquinos para todos los nios llena el vaco editorial en Cajamarcareferente a la produccin literaria destinada a los nios. Y as EDUCARTE plasma suvisin y misin de promotora cultural y artstica, esperando que esta primera entregadeleite las pupilas infantiles y se convierta en placentero motivo para retornar a labelleza y sabidura del libro.

Los editores.


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LA TORNADOY empez a volar como na-die lo haba hecho, volabacomo si el espacio era slode ella, jams se haba encon-trado tan libre, tan sola y tanalto. Junto con otras de suespecie coqueteaban en elaire, se agigantaban, algunasbrillaban con el color del sol,mientras otras sacudan sustiernas pestaas como hermosas alas de aves que saben jugar con el aire.La tornado, era manejada por una mano hbil, la de un chaparro bullan-guero, que era capaz de trompear a todos sus compaeros de clase, con elfin de continuar siendo el lder del grupo. Su estatura y manera bocona deactuar, era puesto en evidencia, y todos los nios le rodeaban mirndolo,unos con respeto, otros con desprecio y hasta otos con temor ...

Su rstico juguete construido por el mismo llam la atencin, pero todoslos nios vitoreaban a sus hermosas cometas construidas con habilidad,galanura y fineza restndole importancia a la cometa de Bentn. Mirandolos rostros burlones y alegres de sus compaeros, pens que esta vez eltriunfo no iba a ser de el, pero tomando confianza en si mismo, cogi conmucha delicadez su ave apreciada y dando un salto en la tarima dijo Si! Tute llamaras La tornado!. Al ver esto, otros nios tambin empezaron aponerle nombre a sus pequeas aves., como las llamaban cariosamente,apareci el nombre de la relmpago, la suprema, la celeste, la legendaria, laventarrn y muchos otros encantadores nombres se barajaron en el am-biente. Al sonido del silbato los nios salieron entusiasmados, unos enorden, otros en desorden, como si algo grandioso ocurriera esa maana.Era la diez de la maana y el viento arreciaba en aquel hermoso cerro de

ladrillo roto, latas vacas...De pronto los han dejado en el techo...o enlos nidos de los rboles reflexion. Trep entonces a la higuera quelucia gordos higos y no encontr nidos ni huevos entre las tupidas ramas. Pas a unos rboles de guayaba, con sus frutos amarillos y redondosluego revis las berenjenas , el florido follaje de los poro poros , lostallos de la pomarosa luciendo sus frutos rosados y todos los demsrboles vecinos y nada, volviendo el zorro al corral, ya bastante cansadoy acezando con la lengua afuera. ...Sino estn en los techos ni en losrboles, seguro que los han enterrado..se dijo en silencio. Y empez acavar desesperadamente por aqu y por all en el terreno del corral,bajo los nidos, junto a la reja, en los rincones de tierra fofa y escarbada.Era el medioda cuando ya haba removido todo el piso dentro y fueradel amplio corral, y, sin encontrar huevo alguno, se dejo caer sudado,cansadsimo, con los brazos extenuados. A poner su cabeza sobre latierra ya decepcionado por su fracaso, se fij en unas viejas cajas decartn que estaban sobre el andamio de palo .Con escasas fuerzas sedirigi a ellas y meti el hocico puntiagudo en las cajas Que maravillaall estaban los huevos amontonados , protegidos con papeles deperidicos y revistas , grandes, chicos, blancos, rosados, !Todo a suentera disposicin! Le volvi el animo al cuerpo. Luego empez adesenvolver los huevos con todo cuidado metindolos al costal uno, dos,tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho,nueve, diez, once, doce...no haba quellenar mucho el costal para que no sequiebren, y para poder trepar la reja porel lado de la higuera. comera uno? No.Mejor no. Mejor ms tarde en la oscuratranquilidad de su madriguera, una vezterminada toda la recoleccin de esetesoro, se comera varios con sal,


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recuerdos. Una pequea en su forma mas ingenua de expresin, al ver la gran cruzque esta en la cima de este hermoso mirador, dijo La Apolonia nos recibe con losbrazos abiertos! Al mismo tiempo todos los nios corran por las escalinatas, grita-ban, rean y al fin en la falda de este hermoso cerro, contemplamos el encantadorvalle de la ciudad, la gran ciudad de tantos aos de historia.

Inmediatamente se nomino el Jurado entre los maestros asistentes y las pequeasaves estaban elevando vuelos increbles, a Bentn le costo hacer elevar la tornado,sufri percances, se engancho la rabiza en unas zarzas, estaba muy molesto dabagritos de rabia- Cascabeles! A mi nadie me ha ganado en estas lides!, y de prontoen un empelln de suerte, la tornado empez a elevar vuelo, como jams lo habahecho ... y all estaba con su color azul naranja, con sus puntitos negros, dando elgusto a su amigo.

La relmpago, la suprema y el ventarrn emparejaron a la tornado todos corranpara no entrejuntar sus cordeles. Todos buscaban lugares apropiados para nohacer chocar sus cometas. El cielo pareca un arco iris de hermosos colores lasrabizas, las formas, las pestaas, las tantas fantasas jugaban en la mente de losnios.

De pronto Bentn, se emocion y gritando dijo; Abran paso a la mejor cometa deluniverso!. La tornado en medio de crculos y semicrculos, pareca que caa, peroOh! Increble! Se eleva mas, mas y mas... La ventarrn intent desafiarle hacien-do un esfuerzo superior a su forma, pero intil, perdi el equilibrio y el cordel secort en dos precipitndose a un oscuro barranco, la suprema y la relmpagoquisieron hacer lo mismo rodearon a latornado; quisieron dominarla, abrazarla yderribarla a un mismo tiempo, pero no tu-vieron la suerte, tambin cayeron precipi-tadamente al suelo.

Slo se mantena la tornado, firme ensu vuelo, orgullosa en su triunfo.

-Gggeerrrr! chau amigos queles vaya bien en la ciudad! En la nochecuando regresen me contarn! felizmenteno lo sabe el zorro! Rrrruaaaacc!Rrruaaaacc! les grit un loritoasomando el pico amarillo desde unamazorca de choclo.

Pero el zorro entonces lo supo todo y dedio cuenta inmediatamente de la oportuna situacin. Todos los gallos ylas gallinas se iban de viaje, tena todo el da por delante para robar unoscuantos huevos, sin disfrazarse, sin cavar hueco, sin sufrir picotazos yespuelazos de los gallos, adems ltimamente estaba en una situacinmuy crtica. Unos cuantos huevos? Y por qu no todos de una vez? Enel corral tras la reja debera haber ms de cien huevos, porque el mismohaba escuchado bastantes cacareos de las gallinas al ponerlos.

Se acerc rpidamente al corral y trep a las ramas de una higuera.Desde all hizo una pequea inspeccin. Nadie. No haba absolutamentenadie. Regres a su madriguera y tomo las cosas con mucha calma. Paraqu apurarse, como en otras veces, si tena todo el da por delante?Arrastrando un costal con la boca, retorn hasta el corral cuidndose deno ser visto por algunas hormigas solitarias. Vio la puerta y su ganchocon candado. ...Gallinas zonzas, candado a m? Se han ido creyendoque yo no iba a saber ... pens subindose a la higuera de donde saltohasta un rincn del corral. Se puso a revisar los nidos y pero no encontrhuevo alguno . ...caramba...que pasa, dnde los habrn metido?

Dnde los habrn escondido?pens muy preocupado. Comenz aregistrar cajones con tercios de caas, rollos de alambre viejo, rumas de


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Todas las dems compaeras la haban dejado sola. Todos los nios estabanextasiados, felices del acontecimiento y empezaron a gritar, tornado, torna-do, tornado, ra, ra, ra...

Bentn, el pilluelo mas feliz de la escuela derramaba lgrimas de muchocontento. De pronto paso algo inesperado, un viento fuerte, jaloneaba elcordel de Bentn que ya no tena nada en el carrete, llam a varios nios yentre todos jalaron; pero era increble, el viento llevaba, arrastrada a latornado y rompi el cordel de las manos de los nios. La tornado silbabamas fuerte que el viento, se contorneaba como queriendo despedirse deBentn, su mas fiel y tierno amigo.

El jurado aplaudi emocionado y dio por concluido el evento, nombrandoganador, que inigualablemente fue Bentn, todos aplaudan y abrazaban aBentn consolndolo y gritaban su nombre con energa. Empezamos a bajarcabizbajos a la escuela, en absoluto silencio y slo con el recuerdo...

De Guillermo Manuel Torres Ruiz, Bachiller en Educacin en laUniversidad Inca Garcilazo de la Vega de Lima y obtuvo el Titulode Profesor en Lengua y Literatura. Ha participado en eventos na-cionales e internacionales de Poesa, Literatura y Expresin Arts-tica; como asistente, ponente y como jurado.

-Bueno, hasta a mi me ha engaado dijo el gallo Carioco- aquella nocheen que el zorro me pidi que le abra la puerta y le d posada, porquedeca que un puma hambriento venido desde la selva de Loreto querracomerlo... y ms bien fue el zorro quien nos comi los huevos!.

-A m me respeta porque yo conozco sus maas y no me dejo aclar elgallo caramelo-...por algo soy pariente del Caballero Carmelo. De un parde espuelazos lo hice corre el otro da...pero, como saben, no puedoquedarme a cuidar maana , porque todos debemos ir juntos.

-Lo que pasa es que el zorro tiene la astucia que nosotros no tenemos,astucia para lo malo, para hacernos dao dijo la gallina gorda-...nuestrocerebro es tan chiquito , casi no nos sirve para pensar...!es una lstima!

-Eso es porque cada una piensa por sulado, en forma individual -intervino lagallina blanca- y aunque seamos aves tandomsticas pero tenemos que conocer eserefrn que dice: Varias cabezas piensanms que una, por ms chiquitas que sean.Por qu no nos reunimos para cambiarideas y dar sugerencias sobre esteproblema?

Todos aceptaron la propuesta y se pusieron a cacarear en voz baja.

Al da siguiente por la maana el zorro se frotaba los ojos porque nopoda creer lo que vea. Se meti a su madriguera y sac un viejolargavistas, retornando a su escondite dentro de un matorral ;era cierto,los gallos con sombrero y maletines y las gallinas con pantalones decolores y pauelos de seda en la cabeza pareca que iban de viaje, paso apaso, pata a pata, tomando el camino real.

Donde se iban?


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Un ao el to Lino se apunt de Mayordomo de la fiesta del Patrn SanMateo. Estaba cerca del veintiuno y la ta Chuspe le pidi la chancaca pala chicha: Y hoy quiago?, dijo el to, dndose cuenta que ya no haba tiempopara ir hasta el Membrillar a comprarlo. En eso vio una avispa encima deuna flor y das! lo pesc, le amarr la punta de un ovillo de hilo fino y losolt...La avispa vuela y vuela, derecho al cerro Cunantn, y el to suelta y sueltahilo hasta que par; entn fue ovillando el hilo hasta que lleg a un panalllenecito de miel que estaba colgao diuna pea dese cerro, lo jal y lo llevpaque la Ta endulce la chicha, que sali buenaza

De LOS CUENTOS DEL TIO LINO de Andrs Zevallos de laPuente, Cajamarca, 1983 Lluvia Editores -

Las gallinas estaban muy preocupadas por elgran problema que se les haba presentado.Todas ellas, acompaadas de los gallos, tenanque viajar a la cuidad para cumplir con ciertasgestiones, y el corral se quedara abandonadodurante todo el da, lo cual era un riesgo muypeligroso por que los huevos iban ha quedarsea disposicin del zorro, el astuto ladrn queviva por all cerca, y siempre les robaba los

huevo cuando haba poca vigilancia, ya sea arrastrndose en las sombra dela noche o realizando una serie de trampas, como aquella vez que excavun largo tnel que sala justo debajo de los nidos, o empleando variosdisfraces, como en cierta oportunidad que se present al corral disfrazadode mdico veterinario y se llevo todos los huevos con el pretexto que iba avacunar pollitos contra el sarampin antes de que nacieran. Adems siviajaban los gallos y gallinas no podran cargar con los ciento veintiochohuevos sin riesgo de que se quiebren, o, por ultimo, dnde iban a meter unacarga tan abultada.

-Y nadie puede quedarse maana en el gallinero... comento el galloGiro-...porque todos tenemos que presentarnos juntos en la oficina...

-Y si dejamos a la gallina Clara o a la gallina Fina es como si no sequedase nadie observ una gallina de plumas jaspeadas-...porque a ellasel zorro varias veces las ha convencido de que es el Inspector Municipalde gallineros.

-Si, claro, porque...bueno, se pona una gorra azul en la cabeza, pero a titambin te engao, cuando te hizo salir corriendo del nido dicindote quede un helicptero te haban dejado una carta en el maizal replico lagallina Fina a la de plumas jaspeada.

LA CHANCACA PA LA CHICHALA ASTUCIA DE LAS GALLINAS


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EL BURRO ASTRNOMO

Cierto da, dos astrnomos llegaron a estudiar los fenmenos de la atmsferaen la jalca de Sayapullo. Llegaron a una casa y la seora les dijo:

- Pasen a quedarse porque ahora en la noche llueve.- No, seora, hoy no llueve -, contestaron ellos-, estamos seguros.

Se quedaron afuera mirando el cielo estrellado, cuando de repente vino lalluvia y los moj toditito. Ah tuvieron que aguantar, as mojados.

En la maana preguntaron a la seora cmo supo que iba a llover; ellacontest:

Cuando mi esposo tena nueveaos lo encontr en la puerta delpotrero a la Mara Virgela, unaseora grande con el rostro todopue de virgela y el resto todohuesos, vestida de negro. Y squele dice:

Seora, buenas tardes. nde sevast?

Voy por ac abajo , sque le dice .Qu preguntoncito que eres puehijito! Yo pue soy la Mara Virgela, pero a vos no te vua dar. A tushermanitos s los vua llevar, hijito. Ya?

Y se fue. Y l sque se qued sacudindose, que lo va slo el esqueletonoms.

Esto es todo cierto, que mi marido me aconsejaba que a mis hijitos nolos deje solos desde las cinco de la tarde, porque l lo vio a la MaraVirgela. Y a sus hermanitos los llev, los mat, tal y conforme le habadicho.

Contado por Clodesbinda Quiroz Vigo, de San Juan.Recogido por Alfredo Mires Ortiz, de Cajamarca.Tomado de LOS SIETE CONSEJOS Y OTROS CUENTOS.Coleccin Biblioteca Campesina, Fascculo 4. Cuarta edicin:Septiembre de 1999. Alfredo Mires (Comp.) Red de BibliotecasRurales de Cajamarca.

CUANDO LAS ENFERMEDADES ANDABAN


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- Cada vez que mi burro viene y se revuelca en el patio, es seguro quellueve.

Entonces, entre ellos, se decan:

- Vmonos de aqu, colega, porque aqu hay un burro que sabe ms que

nosotros.

Recogido por Carlos Rosell, de Sayapullo

Tomado de EL SHINGO ENAMORAO Y OTROS CUENTOS,Coleccin Biblioteca Campesina, Fascculo 6. Cuarta edicin:Noviembre de 1999. Alfredo Mires (Comp.) Red de BibliotecasRurales de Cajamarca.

En cierto pueblo viva una damasoltera muy buenamoza y rebosantede salud, sola, en el segundo piso desu casa; desde ah escuchaba todo loque ocurra en la vecindad,especialmente en las noches. Eramuy aficionada a las fiestas y bailes,a donde se iba muchas veces sin serinvitada, y por eso tena elsobrenombre de La Piernasuave.

Una noche que no poda dormir, a eso de las once o doce, oy un toquede guitarra con cajn, y una melodiosa voz que entonaba lindsimascanciones. Sin perder tiempo se tir de la cama, se pint, se pusoadornos, se perfum y sali en busca de la fiesta que le pareca era cerca.Lleg hasta donde escuch los cantos, pero no haba nada. Siguicaminando y la msica cada vez era ms lejos; entonces alarg el pasodecidida a llegar al sitio y, de un momento a otro, se le apareci unacuadrilla de diablos, que eran los que tocaban, y la siguieron. Ella no hizoms que exclamar, Madre Santsima!, y corriendo lleg a una ermitadonde se abraz a una cruz y rez una oracin.

Despus de un rato se volte a mirar y ya los diablos no estaban. Santo

remedio! Ni ms volvi a salir a las fiestas, ni de noche ni de da.

Recogido por Andrs Len Gallardo, deJandnTomado de EL SHINGO ENAMORAO YOTROS CUENTOS, Coleccin BibliotecaCampesina, Fascculo 6. Cuarta edicin:Noviembre de 1999. Alfredo Mires (Comp.)Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca.

LA PIERNA SUAVE


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El shingo andaba enamorao de una linda muchacha y to los das lo seguacuando ella sala a recoger lea o a traer agua.

Un da decidi ir a presentarse a los padres de la muchacha y ellos, apenas lovieron y se fijaron que era feo, sque dijeron:

- Pa qu diablo pue este feazo, negro, patas rajadas?! No queremos quesea nuestro yerno.

Entonces el pobre shingo se fuetriste, pero sin perder lasesperanzas.

Varios das pas lavndose laspatas con una piedra spera paque blanquearan, pero todosegua igual. Hizo un nuevointento de ir a pedir la mano yno lo aceptaron.

Regres el shingo al ro y siguisobando sus patas hasta dejalo

sangre-sangre; en ese momento se le acerc el huayhuash y le dijo:

- Compadre shingo, qu hace ust aqu?

- Estoy lavando mis patas pa que se hagan blancas y tal vez as me acepten mis suegros

-, contest el shingo.

- Esas sus patas son as de nacimiento -, le dijo el huayhuash-; si ust gusta

yo voy a hacer el pedimiento a su nombre y despus que lo saco a la muchacha

ust lo lleva.

Una vez un hombre se puso a meter plata por el intestino de un burro hasta que

lo llen con monedas.

Despus lo llev a la plaza para

venderlo; toda la gente se

emocionaba al ver que el burrito

botaba plata y lo vendi a precio

muy elevado. Y el que lo compr lo

haca dormir en ponchos y frazadas,

emocionado por el dinero. Pero esto

dur slo dos das; despus, ni ms

sali plata pese a la bsqueda del que lo compr juntamente con su familia;

solamente abono sala.

Mucho se lament de este engao que despus no confiaba pero ni en su

esposa. Se fue en busca del hombre que lo vendi, pero ste le contest

Te devuelvo tu plata, pero dame como te di mi animal...

Contado por Gabriel Ponce, de Araqueda.Tomado de CHIMBOYOC Y OTROS CUENTOS. ColeccinBiblioteca CampesinaFascculo 3. Cuarta edicin: Julio 1999. Alfredo Mires (Comp.)Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca.

EL SHINGO ENAMORAO EL BURRITO QUE BOTA PLATA


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El shingo pens un rato y luego acept la propuesta, pero dijo:

- Bueno, compadre, vyaste; pero no lo vaya a hacer nada a la muchachaen la casa. Yo estar mirando por la ventana.

Entonces el huayhuash, con poncho al hombro y pecho blanco, se fue a lacasa y ah mismo le aceptaron. Hicieron el casamiento y lo llev a lamuchacha a la cama, pero como el shingo estaba mirando, grito enojadazo:

-Compadre, as no ha sido el trato!

En eso sali la muchacha y con un palo le dio un huicapazo por las patas yel shingo tuvo que irse volando sin ningn consuelo ni esperanza. Elhuayhuash se qued a vivir y gozar con la muchacha.

Recogido por Juan A. Marn Silva, de Bambamarca


En una casa viva una viuda con sus hijitos, y viva sbelo Dios cmo. Pero un da llegun viejecito que le dijo:

Tal vez tiene comidita que me diera.

No tengo nada contest la viuda , slo una gallinita, pero sitiene hambre, pues la matar a fin de que no se vyaste as.

El viejito contest:

Mtalo, pero todas las plumitas no las vayas a votar, sinoms bien, entirralo , y as lo hizo.

Comi el viejito y se fue, pero antes de irse le dijo:

Dios te ha de dar muchas gallinas por ser tan compadecida.Al da siguiente, por la madrugada, cantaban muchos gallos,y en esto se despert la seora y encontr que todas lasplumas se haban convertido en gallinas, gallos y pollitos.Desde ese momento, la seora tuvo comida para toda suvida.

Seguramente fue Dios que en esos tiempos andaba.

Contado por Martn , de Araqueda.Recogido por Gabriel Ponce.Tomado de LA CAMPANA DEL MUYOCY OTROS CUENTOS. ColeccinBiblioteca Campesina, Fascculo 2.Cuarta edicin: Julio 1999. Alfredo Mires(Comp.) Red de Bibliotecas Rurales deCajamarca.

UNA VIUDA QUE FUE FELIZ


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Las vacaciones de fin de ao no lasgozo tanto como las otrasvacaciones de medio ao. El papde mi pap siempre me espera afines de julio. El est muy viejecito,pero siempre muy cariosoconmigo; vive en su fundo a orillasdel ro Maran. Ah vive tranquilo;hay variedad de frutas, aunque hacemucho calor; y en el da noscuidamos de los mosquitos; por las noches de los zancudos. A las seisde la tarde cerramos las puertas de los dormitorios: los zancudos sequedan afuera. Escuchamos que zumban, pero no pueden entrar, pueslas ventanas estn cubiertas con tela metlica. Hay abundante agua,tanto en el Maran como en la quebrada. Todos los das me bao ynado en las quietas pozas de la quebrada o en el ro. En los meses dejulio y agosto, el agua es muy limpia, cristalina, de color azul verdoso.Es tan limpia que podemos ver los peces del ro cuando retozan en laorilla.

Es impresionante escuchar el raro canto de las aves, el ruido de losanimales en los rboles, el bullicio del loro daino, el golpe del pjarocarpintero agujereando la madera, el concierto de gallinas, pavos y patosexigiendo su comida, la vaca llamando a su cra, el ruido de machetes enla faena de peones.

Un da mi abuelito dijo a mis tos: Y a hemos comido carne de res,chancho, gallina, pavo, cuyes.....Me gustara comer un boquichico.Lleven la escopeta, ojal caiga un boquichico. Uno bueno esta saliendoa la orilla. Mi to Cesar cogi el arma... se fue al ro. Yo lo segu concierto temor, pero con gran inters por ver que hacia con su escopeta.

Acaso no me conocen? No me han visto nunca? Soy Dorotea. Porqu me siguen y espan Patilargo, un nio de apenas catorce aos alto yesbelto fue el nico que rompi el silencio ydijo: Dorotea ests brillando! Qu luces!

Ella, con la sonrisa de quien se ha asomados loincreble, invent lo mejor que pudo unaexplicacin. Y entre las cosas que dijo todavalo recuerdo- relat a los muchachos que era cuestin de fortuna y depaciencia. Que en la vida, uno se lleva las increbles sorpresas y que era

probable que a ellos tambin los estuvieseesperando cerca , muy cerca del remanso, elDuende de La Bondad, el Mago de las estrellaso quizs, como el cuento de Pinocho, el Hadade los Cabellos Azules.

Patilargo, Estatequieto, Rulitos ySiemprelindos se miraron todos a una y, a una

voz, -por supuesto la voz de patilargo emprendieron el recorrido alremanso.

Extraido del cuento JUANCITO SIEMPRE VALIENTE, de CARLOTAFLORES SCARAMUTTI DE NAVEDA (Huancayo, Junn, Per) es una de lasautoras fundamentales dentro del proceso contemporneo de LiteraturaInfantil. Presidenta honoraria de APLIJ (Asociacin Peruana de LiteraturaInfantil).

EL BOQUICHICO


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Subi a un rbol; de all vio al hermoso pez. Yo tambin lo vi por uninstante, pero tuve que retirarme para que no se asustara. Era un pezgrande, blanco y de lomo negruzco, de ojos amarillos, inquietos, escamasplateadas, sin dientes, de boca redonda como pico de botella: su nombrees boquichico. Pareca feliz; de rato en rato miraba hacia arriba tratandode ubicarnos y decirnos algo. A veces se quedaba inmvil, solo susaletitas vibraban como adivinando algo. Y de pronto son un disparo,El boquichico salto, se quedo dormido para siempre mostrando supanza blanqusima. Lo cogimos y lo llevamos a casa. Pes cinco kilos.Nunca antes com un pez tan delicioso.

Fue una grata experiencia en mis vacaciones preferidas. Nunca lasolvidar. Sin embargo, voy pensando sobre la vida de los animales dentrodel agua. Y tampoco olvidar aquella mirada del boquichico desde elfondo del ro. Pareca decirnos: Cmo anhelo que los hombre vivantambin en la claridad del agua!.

De Yveth Ana Maria Salas Paredes, a los nueve aos de edad,en octubre de 1996, gano con este cuento el Primer PremioNacional EL ESCOLAR del diario EL EXPRESO

Por el camino, Dorotea se dio cuenta que lanaturaleza la espiaba.Tubo la sensacin que desde los altos eucaliptos,bulliciosos aliverdes la observaban y su canto,po- po, era intenso y precipitado.Asimismo, los pequeos insectos que reptabancerca, cerqusima a las plantas, vean a Dorotea

y procuraban arrebujarse debajo de las hojas grandes y las races. una luzque camina! -grito la seora coneja que pasaba alegremente por all.

Jess! dijo un perico, Cosas que uno tiene que ver!, mientras que conuna alita se cubra los ojitos.

Que susto! Por Dios! !Que Susto! Ser Posible? - grit todo lo fuerteque pudo Dulcsima, la Abejita.

Yo me voy de aqu! dijo, prudente, la Seora mariposa.

Slo un grupo de chiquillos, de esos que en todos los caminos juegan ,empez a seguir a Dorotea. Ella que daba un paso, ellos que daban otro.

La viejecita Dorotea asumi que slo era unabroma de nios. Pero cuando se percat que latropilla alborotada segua con fidelidad sushuellas se detuvo y, con voz entrecortada, entreenojada y amable, les grit: Qu pasa chicos?

LOS ANIMALES LAS PLANTAS Y LOS NIOSSE SORPRENDIAN AL VER A DOROTEA


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Una vez yo forme parte de un grupo juvenil Los amigos de la PolicaNacional el primer da conoc a muchos amigos , mi profesor Mario, ymis amigos de juego: Yalmar, Temoche, Bernaldino, los hermanosChunga, Gustavo, Chino, pero entre estos amigos, pens tener un buenamigo, este amigo era mi ProfesorMario , al principio era un desconocidopara m, pero conforme nos bamosconociendo aprend a tenerleconfianza, fue y sigue siendo un buenamigo: Mario y yo pasamos muchosmomentos juntos y siempre estamosjuntos, l siempre me ayuda en mistareas .

Un da se formo una academia llamadaVacaciones Utiles en elcolegio10058, ese primer da conoc amuchos amigos y cada uno se llama:Nice, Rubi, Mara, Ana, Mnica,Gisela, Lila, Karina, Joel, CarlosErison, Nio, Cabaas, Ramn Yeffry,Tello, Jor ge, con ellos nos llevamosmuy bien, cada da era una nueva aventura, pero lo ms divertido eranlos juegos recreativos, entre los juegos que jugbamos eran: El Reloj,La papa caliente, La coneja, El quita cola, etc.

Cada juego tenia un perdedor , el que perda pagaba con talento, esdecir, cantaba, bailaba, recitaba, etc.

Uno de esos das se program una ceremonia para culminar el programade Vacaciones Utiles, pero un da antes de la ceremonia, habanprogramado una caminata a Mesones Muro a las 10:00 a.m..

Al da siguiente pasaron los judos y como que as fue; pero cuando llegaron,

el trigo estaba de cosecha.

Despus, Jess pas por un seor que era de mala fe y lo encontr sembrando

papas y le dijo:

- Que siembras? -, y l le respondi:

- Estoy sembrando piedras; para qu me preguntas? -, Jess le dijo:

- Cuando vengan preguntando por m, les dirs que pas cuando estabas

sembrando piedras.

Al siguiente da pasaron los judos; le preguntaron y l contest:

- Pas ese viejo cuando estaba sembrando papas.

Pero la chacra estaba convertida en piedras.

Contado por Pedro Blas, de Araqueda.Recogido por Gabriel Ponce, de Cajabamba.

MI BUEN AMIGO


1526

Nos instalamos en el coliseo de ese lugar, Mario y yo lo habamos pasadomuy bien. Despus de instalarnos entre todos jugamos una pichanguita y luegode jugar, l y yo nos tomamos una gaseosa, hasta que llego la hora. delalmuerzo, al terminar de almorzar, la tarde se puso aburrida, hasta quellego la hora de irse esta vez s nos fuimos en movilidad.Al llegar, nos fuimos a la acequia a darnos un chapuzn , desde eseviaje Mario y yo nos vemos cada sbado .Yo he escrito esta historia, en relacin a un buen amigo, que nuncapens encontrar un buen compaero.

Extrado de LA PAPA RELLENA Y OTROS CUENTOS, editadopor el Colegio Nacional Santa Luca - Centro Piloto deBachillerato - Escuela Asociada a la UNESCO. El autorLEONIDAS A. SOBERON LAMADRID (12 aos)

En aquel tiempo, cuando Jess era perseguido por los judos, l se

transformaba en diferentes formas y edades.

Cuentan que una vez Jess estaba siendo perseguido por los judos y lleg

a un lugar donde estaba un seor sembrando trigo. Jess le dijo:

- Qu siembra seor?

- Estoy sembrando mi triguito -, contest. Jess dijo:

- Cosechars muy bien tu triguito. Si alguien viniera preguntando por m, dile

que pas cuando estabas sembrando.

CUANDO JESS ERA PERSEGUIDO


16 25

Pillco est muy extraadsimo pero contento. Le haban permitidopermanecer junto a su madre; ella haba sido aceptada como cocinera porlos huiracochas. qu suerte tenia Podran haber sido obligados a alejarsecomo lo hicieron con muchos de los servidores de Atahualpa, pero su madrehaba sido aceptada. Y para mayor alegra Pillco haba podido conservar ensu quipe a Chascai, su cuy amigo.

Cuando todos dorman se levant y llevoa Chascai, hasta una pampita verde cercade un arroyo. Aunque era de nocheChascai comi muy bien hasta hartarse .Pillco estaba contento! ; la noche eraserena , contrastando con la noche anterioren que llovi copiosamente. Lamamaquilla alu, mbraba amoramente elvalle ; en la semioscuridad se podaadivinar cada planta , cada flororecilla,cada yerba adormilada cofiadamente alamparo de la plateada luz . Ahora queAtahualpa, vencedor del Inca Huascar ,habia sido apresado, no habra guerras yaquella paz seria eterna .Otra vez, comoantes, se sembraria, se cosecharia ycelebraran todas esas fiestas que durante tanto tiempo se haban dejado decelebrar. Pillco se prometio levantarse temprano y trabajar en todos losmandados que le dieran : se hara conocer como listo y til para permaneceral lado de su madre.

Pillco era un alegre nio de doce aos , en Huancabamba en el norte delThuantinsuyo. Su padre haba muerto hacia tiempo, en una batalla ,combatiendo a favor del Inca Huascar, en la guerra que se haba entablado

Fue que la Ta Chuspe critanto cuy que ya no habasitio ni qu dales de comer.Entn con el To pensaronllvalos a Contumaz pavendelos. Como eranhartos, el To se puso ainventar cmo luiba hacerpa no tener mucho trabajo .Se puso a pensar y diun ratole dijo a la Chuspe: le echlazo al ruco padre, montoen mi macho y lo voyjalando al ruco, mientras tlo vas sacando del cuyeropaque lo sigan; cuandoacabes, te vienesarrendolos , no sea que queden puel camino .

Ya estaban entrando al pueblo por el Kike y los ltimos cuyes tuavaestaban asomando por las Alverjas. Eneso sali un perrazo bravo que losacab de espantar, unos se metieron por las pircas y otros se fueron porlos cerros, orejeando pornde vena el perro; ah fue que les crecieronlos orejas y desde en tn hay conejos en el campo.

LOS CUENTOS DEL TIO LINO de ANDRES ZEVALLOS, Lima,1983 Lluvia Editores -

PILLCO EN CAJAMARCA DESDE CUANDO HAY CONEJOS


1724

entre este y el Inca Atahualpa. Su madre, viuda haba quedado al frente,atendiendo sus chacras; el estaba chico pero le haba ayudado, y ella habalogrado buenas cosechas, alcanzando a llenar sus depsitos. Hasta que, unda, los soldados del Inca Atahualpa haban llegado a sus apartadas tierrasy haban cargado con todo incluyendo a ellos. Desde entonces se habanalejado de su querida llacta y haban viajado sirviendo al sequito del Incapor distintos lugares hasta llegar a Cajamarca. All , acamparon cerca de lobaos calientes de Cunoc.

Todo el ejercito y el sequito se prepararon a descansar . En Realidad todossaban que era una espera...Hacia tiempo que se hablaba de la llegada delmismo Huiracocha. Se deca que haba salido de las aguas del mar PuertoViejo , el mismo lugar por donde desapareci alguna vez .Pero recin fueanteayer que llego un grupo de hombres barbudos a los campamentospara hablar con el inca Cuan poderosos se veian en aquellos aniumalesgifantescos! Cuan triufantes parecan con su ropa de metal ..Pero ningunode ellos era Huiracocha, sino solamente sus subalternos. Huiracocha sehabia quedado en la Plaza de Cajamarca esperando el momento de hacerjusticia. Fue al da siguiente de la extra espera hdebia culminar de lamanera mas inusitada. El Apu Ticsi Huiiracocha apreso al hasta entooncestriunfador Atahualapa .

- Oh Ticsi Huiracocha, creador supremo... hemos sido testigos de tupoder y tu justicia .?Como ha sido exactamente? No lo sabemos perotodos confiamos en que has regresado a poner orden y paz.

De NIOS DEL TAHUANTISUYO, autor MAGDALENAESPINOZA GARCIA.

Por la tarde, Felipe estuvo de nuevo en la Finca. Luego de haber cumplido lajornada de trabajo, fue en procura de sabrosos zapotes, escasos ya por la estacinvencida.Camin de planta en planta, buscando la mas fcil para coger la fruta apetecida.Cuando hubo satisfecho su deseo, perdi la orientacin y no encontr el caminode regreso. Avanzada la hora, ante la oscuridad prematura del bosque, Felipesinti temor y estuvo a punto de llorar. Anduvo sin rumbo y se encontr conparajes nunca vistos. Quien-quin? Fue la voz que rompi el silencio aterrador.-Cmo regresar a casa? Cmo avisar a su padre?Vendrn a buscarlo?, se pregunt angustiado.Efectivamente, el viejo Martn y la peonada seinternaron en el laberinto de frutales. Gritosdestemplados volaron en distintas direccionestratando de localizar a Felipe.No hubo una sola respuesta. Bsqueda infructuosapor aqu y por all. De pronto Mateo escucho el cantoalborotado de un quienquin.-Don Martn, oye ese ruido?-As se asustan los quiequines cuando ven un ser extrao.-Pronto!, hay que ir en esa direccin orden Martn.A medida que se acercaban, el quienquin acosaba con su trino insistente ybullicioso.-Ah est - dijo Mateo.Alrededor de Felipe volaba un quienquin en enardecida y desordenada algaraba.Martn y Felipe se tomaron de la mano y el canto se esfum como una paulatinae intermitente agona.Entre el follaje iluminado del bosque, sobre una caduca varilla de naranjo, muycerca de los hombres, empeado en cortar con el pico la delgada soguilla decabuya, el quienquin de Felipe bailaba en lo alto dando giles y rtmicos saltitos.

De LUZMAN SALAS SALAS (1941) natural de Cajamarca, es elescritor que ms a investigado, valorado y difundido el alma literariade Cajamarca. Destacado representante de APLIJ - Filial Cajamarca.


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Un joven viaj a la costa a trabajar y lleg donde un viejito. Ah trabajsiete aos y cuando se lleg el plazo para que se regresara, el patrn le dijo: Te doy ocho das para que t escojas entre siete consejos o siete costalesde plata.

Entonces el joven preguntaba a muchos de sus amigos cul sera mejor, lossiete consejos o los sietecostales de plata. Todos ledecan que la plata; pero elltimo da le dice un viejito: Los siete consejos te resultams.

Y as fue, el da ocho le dicea su patrn:

Quiero los siete consejos.

Entonces ven ac , lecontest el patrn-.Escucha: no preguntes sin que est en tu necesidad; no dejes lo viejo por lonuevo; no firmes papel sin que lo leas; no tomes agua sin ver; la clera deahora gurdala para maana; los secretos de tu pecho nunca cuentes a tuamigo. Siete consejos, siete virtudes ganars.

Despus de recibir estos consejos, el joven se despidi y, ande y ande, llega una casa donde lo estaban pegando a una seorita. Se acord del primerconsejo, no pregunt. Sali de ah y haban dos caminos, uno nuevo y unoviejo: sigui por el viejo. Lo llevaron a un tribu-nal y quisieron que firmeun papel, lo ley y no firm.

pisar la abundante hojarasca produjo un ruido descomunal. Inmediatamente seoy muy cerca la voz inquieta del quienquin. De pronto la avecilla ya estabajunto a Felipe, posada en la rama seca de un mango. Felipe jams haba visto unpjaro de tan hermoso plumaje: mitad amarillo, mitad azul. Lo cazar y loencerrar en una jaula, pens.Prepar diligentemente su tirante de jebe. Revis la badana y llen su bolsillocon piedra pequeitas y redondas.-Quien-quin?, quien,quin?, reson nuevamente en los odos del nio.Felipe camina sigilosamente tratando de descubrir de dnde vena el canto.Escrut entre las duras hojas de cacao, la maraa verde de un naranjo y losbrazos desnudos de una planta de zapote.-Ah est!- dijo emocionado. Estir el jebe y el pequeo proyectil fue a pararen el dorado pecho del ave. Revoloteando cual mariposa herida, cay al suelodejando en el espacio una estela de plumastransparentes. El corazn de Felipe aceler su ritmo.Esta vivo!, exclam. Tom el quienquin en susmanos, lo condujo a casa y lo at con una delgadasoguilla de cabuya.-Se morir de clera! -dijo el viejo Martn al verlo.-No se muere respondi con seguridad Felipe.-Mejor es que lo dejes ir agreg Martn.Felipe se hundi en una triste meditacin.-Nuncahemos podido criar los quienquines. Siempre semueren, coment alguien.Felipe interrumpi su sueo contraponiendo la alegra de haber cazado unquienquin, y la tristeza de dejarlo escapar.A la maana siguiente, cuando fue a darle un gajo de naranja lo encontr muytriste, crispado de rabia y con las plumas erizadas. Tom en sus manos alpajarillo y sinti el latido del ave. Record entonces las frases de su padre, alzlos brazo y extendi las manos. El pajarillo vol con esfuerzo llevndose entresus patitas una pequea rabiza de cabuya y dejando algunas plumas adheridasa las manos sudorosas del nio.

LOS SIETE CONSEJOS


1922

Le invitaron a tomar agua y no tom sin ver: era sangre. Entonces tuvoclera, pero lo guard para el da siguiente. Se encontraba con sus amigosy le preguntaban qu es lo que haba ganado yl les deca:

De siete consejos, siete virtudes.

Cuando estaba caminando por un camino bonito se encontr con unaseorita, la cual le dijo:

Amor de mis amores, vida de mi vida, t me salvaste con los siete consejos:estaban pegndome y t no preguntaste por qu; caminaste por el caminoque era viejo y fue mi encanto; no firmaste el papel porque era la sentenciade mi muerte; no tomaste lo que te dieron, porque fue mi sangre; tuvisteclera y lo guardaste para el da siguiente; te preguntaron secretos y nocontaste. Siete consejos, siete virtudes ganaste; treinta costales de plata telo darn al llegar a tu casa, sube a mi carro y vamos juntos.

Caminaron un trecho y mandaron avisar que los esperaran y , cuandollegaron, celebraron una gran fiesta por su regreso, que con siete consejossac treinta sacos de plata, hubo casamiento y vivieron muy felices.

Recogido por Jos Cotrina Honorio, de San Marcos.

Tomado de LOS SIETE CONSEJOS Y OTROS CUENTOS.Coleccin Biblioteca Campesina, Fascculo 4. Cuarta edicin:Septiembre de 1999. Alfredo Mires (Comp.) Red de BibliotecasRurales de Cajamarca.

En la ceja de selva, tierra frtil y calurosabaada por el ro Maran, abunda elpjaro quienquin, Los naturales lollaman as por su canto original.Escondido en la fronda, sorprende a loscaminantes, con su extraa meloda, amanera de una reiterada interrogacin:quin-quin?, quin-quin?. Traviesosarrieros o soberbios jinetes le contestan

burlonamente: yooo!, yooo!Martn y su pequeo hijo Felipe decidieron bajar de la serrana al temple,para trabajar de peoncitos, porque en la hacienda de Huajango no slo podanganar buenos jornales, sino saborear la rica fruta de aquellos clidos rincones.Ataviados de llanques y alforjas nuevas, tomaron el sendero de El Choloque.Habran caminado tres horas, cuando inesperadamente muy cerca oyeron elsaludo del quienquin. Estaban ya sin duda en las playas del Maran.

- Qu es eso?- pregunt el nio - El quienquin!- respondi el viejo Martn.

Rendidos por la intensa jornada, luego de la cena, confundidos con la peonada,Martn y Felipe oyeron las rdenes del patrn, y un sueo profundo los sumien el silencio.A las seis de la maana, una sinfona de bulliciosas chicharras anunci el nuevoda. Felipe ir a la cosecha y su padre a la limpieza de la toma principal. Juntocon otros nios, Felipe se intern en la finca de don Isidro. Sobrecogido por lasombra de rboles gigantes y coposos, sin poder vislumbrar un retazo de cielo,Felipe sinti un pasajero y pequeo temblor en su nimo. Luego se maravillante, los granitos rojos de caf, prendidos como aretes de las finas y nudosasramas; palpo lo frutos lisos del cacao y vio el corazn encendido de los zapotescados. Sabore el almbar de una naranja y se sobresalt ante la violentaprecipitacin de un coco. Mir su canasta espaciosa y advirti que poco lefaltaba para llenarla de caf maduro. Se desplaz unos cuantos metros, y al

EL PAJARO QUIENQUIEN


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Haba una vez en una granja dos patitos,que eran muy amigos.

Uno era muytmido para ir a nadar en el estanque, al otrole agrada nadar en el estanque. Uno sellamaba Tony yel otro Rony

Un da Tony tuvo una idea, para hacer quesu amigo nadara.

Fingi que se ahogaba y le gritaba,Aydame! Aydame!, Rony entro al aguavelozmente hasta donde estaba su amigo.

Al llegar all; Tony se estaba riendo, y Ronyle preguntaba de que se rea; y el lecontesto: que los patos nunca se podanahogar.

Y as logro que su buen amigo nadara conl y entonces los dos amigos se divertannadando en su bello estanque.

Breve Resea del Autor:JHYMMY RICARDO ALFAROOBLITAS, Naci el 16 de agostode 1977, hasta la edad de cuatroaos fue un nio sano, estudiabaen el jardn de nios # 64 MaraParado de Bellidode Cajamarca;en febrero de 1982 contrajo laenfermedad denominada MeningoEncefalitis Viral, en la actualidadse encuentra estudiando en elCentro Especial de Cajamarca.

EL PATITO MIEDOSO