APUNTES DE EDUCACIÓN FÍSICA 3º ESO

I.E.S PEÑALBA 1

TEMA 5: EL CUERPO HUMANO. EL SISTEMA CARDIO-RESPIRATORIO

1. INTRODUCCIÓN

El sistema cardio-respiratorio es el responsable principal de la capacidad física

básica de la resistencia. Este sistema está formado por el sistema cardiovascular y el sistema respiratorio, que junto al digestivo forman el sistema de transporte y alimentación que soportan el movimiento y la vida.

2. SISTEMA RESPIRATORIO

La principal función del sistema respiratorio es el intercambio de gases entre el

organismo y la atmósfera. El sistema respiratorio es el encargado de eliminar todos los gases no necesarios por las células (CO2), y de proporcionar al organismo aire nuevo para poder extraer el oxígeno que las células necesitan.

3. LA RESPIRACIÓN La respiración es el proceso mediante el cual se produce un intercambio de gases

entre el organismo y la atmósfera. Dentro de la respiración podemos distinguir tres procesos: ventilación, perfusión y difusión.

La ventilación pulmonar se refiere al fenómeno de entrada (inspiración) y salida

(espiración) del aire de los pulmones. Para ello es importante movilizar la caja torácica aumentando o reduciendo su tamaño. Para efectuar estos movimientos actúan distintos músculos respiratorios donde destaca el diafragma y los intercostales.

La perfusión es la correcta distribución de sangre en los pulmones para permitir el intercambio de gases.

La difusión es el mecanismo que regula el intercambio gaseoso (CO2 y O2) entre sangre y alvéolos a través de la membrana de estos últimos.

4. RESPUESTA DEL SISTEMA RESPIRATORIO AL EJERCICIO FÍSICO

Hay estudios médicos que revelan que la mayor parte de la población no respira

correctamente: no aprovechamos toda la capacidad de nuestros pulmones, y realizamos una respiración incompleta y acelerada en muchos casos.

Durante la actividad física aumentamos tanto el número de respiraciones por minuto como la profundidad de las mismas, es decir, aumenta el volumen de aire

que entra y sale de nuestros pulmones. Este aumento ocurre rápidamente una vez comenzada la actividad y a veces antes de iniciarla.

Además este aumento va a ser directamente proporcional a la intensidad del esfuerzo para trabajos ligeros y moderados, pero a partir de una intensidad de trabajo moderada-alta se pierde esta proporcionalidad.

En reposo nuestra frecuencia respiratoria es de unos 16-20 ciclos inspiración/espiración en un minuto, y durante la actividad física puede aumentar hasta 30-50 ciclos por minuto.

Si la capacidad pulmonar (volumen x frecuencia respiratoria) de un individuo normal suele rondar como máximo en torno a 3-4 litros siendo no fumador, y la

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capacidad pulmonar de un fumador a veces no llega a 1 litro de aire, el volumen pulmonar al que puede llegar un deportista de élite suele ser de unos 7 litros.

Esta adaptación del sistema respiratorio nos indica una mayor facilidad para el deportista en cuanto al intercambio respiratorio que mantiene con el medio que le rodea, lo que le facilita una mejora en sus capacidades para realizar el ejercicio físico, manifestado por una disminución de la frecuencia respiratoria en estado de reposo.

Desarrollar correctamente la respiración va a ser fundamental para que la actividad

física que realicemos sea realmente eficaz y retrasemos la aparición de la fatiga. Por ello un consejo muy importante es tratar, en la medida de lo posible, inspirar por la nariz y espirar por la boca, a la vez que mantenemos un ritmo respiratorio uniforme (rítmico).

Otro consejo es que después de un esfuerzo físico intenso debes realizar ejercicios para recuperar una respiración tranquila y profunda, pues ayudará a que tu cuerpo vuelva a la calma con mayor rapidez.

5. SISTEMA CARDIOVASCULAR

La principal función de este sistema durante el ejercicio es el transporte de nutrientes

y oxígeno a los músculos y el transporte de productos de desecho (CO2) hacia el hígado, riñones y pulmones.

6. RESPUESTA DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR AL EJERCICIO FÍSICO. El ejercicio físico aumenta considerablemente el trabajo del sistema cardiovascular,

provocando un: Aumento de la frecuencia cardiaca Aumento del volumen sistólico (cantidad de sangre que sale del ventrículo

izquierdo) Aumento de la fuerza de contracción de los ventrículos por lo que aumenta

la cantidad de sangre que sale del corazón en 1 minuto (gasto cardiaco) y la presión arterial.

Aumento del flujo coronario (sangre que circula por las arterias que riegan el corazón)

Aumento de la diferencia de oxígeno entre arterias y venas: consumimos más oxígeno.

Redistribución de la sangre a zonas activas (musculatura, principalmente). En reposo nuestras pulsaciones o frecuencia cardiaca (FCR) están entre 60-80

latidos por minuto. Durante la actividad física la FC aumenta proporcionalmente con la intensidad del ejercicio. El corazón expulsa sangre con una mayor frecuencia hasta alcanzar los valores máximos.

Al inicio de cualquier actividad física nuestra frecuencia cardiaca aumenta, si el ejercicio se mantiene regular y constante la frecuencia cardiaca se estabiliza, pudiendo prolongar en el tiempo el ejercicio que realizamos acorde con el nivel de condición física nuestro, la estabilización de la frecuencia cardiaca se conoce con el nombre de stady state, esta ocurre a los 3 minutos aproximadamente.

Cuando acabamos el ejercicio la frecuencia cardiaca no pasa de forma inmediata a un estado de reposo sino que lo hace de forma gradual, esto es debido a que necesita

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oxígeno para compensar los músculos que han trabajado, hay que eliminar los productos de desecho, regularizar la temperatura corporal, oxigenar la sangre muscular (mioglobina)…

Por lo tanto, la frecuencia cardiaca (FC) es la principal referencia que tenemos para valorar la intensidad de cualquier actividad física que realicemos.

Del mismo modo que la frecuencia cardiaca, el volumen sistólico también aumenta con el ejercicio físico. Los aumentos de FC y volumen sistólico producen un

incremento de la cantidad de sangre que es expulsada del corazón en un minuto (gasto cardiaco). En reposo es de 5 a 6 litros y con el ejercicio aumenta a 20 o 25 litros, y puede llegar, en un atleta, a 30 o 40 litros.

Por otro lado, la sangre se distribuye hacia los tejidos activos (músculos),

reduciendo su aporte en tejidos no activos como intestinos, riñones, etc. Según la

actividad física que se realice el flujo sanguíneo se redistribuye para darle más sangre a la zona que más demanda tenga.

En reposo un 20% se va a los músculos, cuando realizamos una actividad física se puede llegar a dar un 80% de aporte a la zona muscular más demandada (le

quitamos al aporte renal y digestivo). El único órgano que siempre necesita el mismo aporte de oxígeno es el cerebro. Además, como el trabajo muscular provoca un aumento de la temperatura interna,

se produce un aumento del flujo sanguíneo cercano a la periferia de la piel para refrigerar el organismo pues cuanta más cantidad de sangre transite por la piel más

bajará la temperatura del organismo. Durante la actividad física el volumen de plasma puede reducirse a causa de la

sudoración, por lo que es importante recuperarlo a través de una buena hidratación

(tanto durante el ejercicio como al final del mismo).

CONTENIDOS MÍNIMOS

1. Indica las funciones principales del sistema respiratorio y cardiovascular. 2. Cita dos adaptaciones que aparecen en nuestro sistema respiratorio cuando

hacemos ejercicio. 3. Dime dos consejos que realizarías para desarrollar una respiración correcta. 4. Cita cuatro adaptaciones que aparecen en nuestro sistema cardiovascular cuando

hacemos ejercicio.