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El desarrollo del niño en la primera infancia: echar los cimientos del aprendizaje Informe temático Educación para Todos - hacerla realidad ~~[~[~ UNESCO Sector de Educación - 1999 6$$$$$

Cuidado y Desarrollo de La Primera Infancia

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El desarrollo del nio en la primera infancia: echar los cimientos del aprendizaje

Informe temtico Educacin para Todos - hacerla realidad

~~[~[~ UNESCO -

Sector de Educacin 1999

6$$$$$

El desarrollo del nio en la primera infancia:echar los cimientos del aprendizaje

Informe temtico El desarrollo del nio en la primera infancia: echar los cimientos del aprendizaje Puntos de vistal

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Los padres como cuidadores, maestros y aprendices: Ejemplos de Asia

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(Feny de los Angeles-Bautista)l

Cuidado y desarrollo del nio en la primera infancia: situacin actual y tareas pendientes (Judith L. Evans) Los resultados en el terreno de los valores de los programas de desarrollo del nio en la primera infancia (David P. Weikart) Enfoques de la educacin en la primera infancia (Marta Arango) Todo (todos) debe(n) crecer mediante el aprendizaje (Peter Hesse) De la educacin preescolar en centros a los programas integrados de educacin del nio y la familia (John Bennett)

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Estudios de caso 1. El Programa SERVOL de educacin de la primera infancia (Trinidad y Tobago) 45 2. PROMESA: el programa integrado de educacin de la primera infancia basado en la comunidad (Colombia) 3. La Casa de los nios en el ciberespacio 4. La atencin de los nios con incapacidad en jardines infantiles (Repblica Democrtica Popular Lao) 5. Educacin para Todos: programa de integracin de nios con discapacidad y otras necesidades especiales en los programas de desarrollo del nio en la primera infancia (Sudfrica) 6. Plan de accin Focus on Children (Irlanda) 7. Las escuelas de padres de China 8. Instituto Indio de Educacin de Pune: Centros de recreo infantil enfants en Mal: las mujeres se movilizan para crear 9. Proyecto Clos d estructuras innovadoras de educacin de la primera infancia (Mal) 10. El Arab Resource Collective : un colectivo arabe de recursos 48 52 54 57

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ED-99/WS/l -___ .._ - . ..~ .-_--. .-.- .-.__ -.

Esto documento ha ido concebido, escrito y editado por Benedict Faccini y Bernard Combes. Agradecemos la colaboracin de todos los que han aportado rudimentos y csos practicos para la constitucin del informe, as que los varios autores que han dado suspuntos de vista.

Autores estan responsablede la selecciny presentacin de los hechosexpuetosen esta obra y de las opiniones que en l expresa,que la UNESCOno comparte necesariamente y que,por tanto, no la comprometen.

Pueden solicitarse ejemplares del publicacion dirigindose a la UNESCO a la direccin siguiente. Unidad Primera Infancia y Educacin Familiar ED/BAS/ECF, UNESCO 7 Place de Fontenoy 75352 Paris 07 SP, FRANCIA

Publicado en 1999 en los Talleres de la UNESCO.

El desarrollo del nio en la primera infancia: echar los cimientos del aprendizajeTus hijos no son tus hijos. Son los hijos y las hijas del anhelo de la vida por s misma. Proceden de ti, pero no vienen de ti. Y aunque estn contigo no te pertenecen. Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, Pues tienen sus propios pensamientos. Puedes albergar sus cuerpos, pero no sus almas, Pues sus almas moran en la casa del maana, que no puedes visitar, ni siquiera en sueos. Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no trates de hacerlos semejantes a ti, Pues la vida no vuelve hacia atrs ni se demora en el ayer. Eres el arco con el que son disparados tus hijos, como flechas viva.

El Profeta (1932) Sobre los hijos Jalil Gibran 1883-1931 ,Hasta ahora, gran parte de las actividades relativas al desarrollo del nio en la primera infancia se han centrado en dos funciones: o bien en preparar a los nios para el ingreso en la escuela primaria, o bien en descargar a las familias de la tarea de cuidar a 10-s nios durante la jornada laboral. A estas dos funciones se han atenido en gran parte la poltica de desarrollo del nio en la primera infancia y sus planteamientos pedaggicos, pero existe una tercera orientacin que se ha pasado por alto durante mucho tiempo y en la que ahora se insiste cada vez ms, por considerarla base y ncleo del desarrollo del nio en la primera infancia -el bienestar y el desarrollo plenos del nio, tanto por lo que se refiere a sus emociones como a su intelecto. Esta tercera orientacin esta demostrando su pertinencia en el actual mundo, de confusin, conflictos y cambios constantes. Pues, como muestran una y otra vez las investigaciones, el desarrollo y el cuidado del nio en la primera infancia preparan el terreno a una vida de aprendizaje, autonoma y descubrimientos. El desarrollo del nio en la primera infancia se denomina tambin desarrollo y cuidado del nio en la primera infancia, para concretar an ms las nociones de crecimiento y de desarrollo pero, llmese de una u otra forma, se trata del proceso de realizacin del derecho de cada nio a la supervivencia, la proteccin, el cuidado y el desarrollo ptimo desde su concepcin. Las cras humanas se hallan indefensas y no estn preparadas ante el mundo exterior durante un periodo largusimo -el ms largo de las especies conocidas. La primera infancia es un periodo de riesgos y peligros, pero tambin de posibilidades inmensas. Es el momento propicio para explorar, experimentar y llegar a dominar los cambios. Es el periodo crucial en que los nios adquieren actitudes positivas hacia el aprendizaje y el deseo de participar en el mundo. La presente carpeta se articula y discurre en torno a este aspecto bsico del aprendizaje. Tratar de responder a algunas de las preguntas siguientes: Cmo se echan los cimientos del aprendizaje en la mente de un nio, no slo para que obtenga buenos resultados escolares, sino para que adems adquiera la capacidad de afrontar la complejidad del mundo? Cmo entienden concretamente los nios la forma de resolver los problemas y adquieren el deseo de seguir aprendiendo a lo largo de la vida? Qu acontecimientos o condiciones concretos despiertan el deseo de aprender en un nio? LAdnde han llegado las investigaciones? Qu metodologas se emplean? Qu se puede hacer para reforzar el desarrollo del nio en la primera infancia en el mundo? 3

INFORME TEMATICO

iPor qu ocuparse del desarrollo del nio en la primera infancia?LOS argumentos a favor del desarrollo del nio en la primera infancia son tan variados como numerosos: desde el econmico de un aumento de la productividad y el tico del derecho a vivir y aprovechar al mximo las posibilidades de cada persona, pasando por el argumento social de una mayor igualdad entre las clases y los sexos y el cientfico de ms inteligencia y un comportamiento social ms equilibrado, hasta el argumento poltico de una mayor participacin en la sociedad y de la transmisin de valores a las siguientes generaciones. Cada uno suscita debates propios, pero todos requieren una intervencin global sostenida en favor del desarrollo del nio en la primera infancia. Aunque hoy da los nios tienen ms probabilidades de sobrevivir, no existen programas ni polticas de desarrollo del nio en la primera infancia a la altura de los progresos que se estn alcanzando en el terreno de la supervivencia y la salud infantiles. Los nios merecen un mejor inicio de sus vidas, un inicio justo que los ayude a recorrer el camino del aprendizaje y del descubrimiento. La multitud de experiencias actuales no slo permite elegir realmente entre diversos modelos, sino que adems suscita la esperanza de obtener resultados relativamente econmicos, atendiendo a los recursos humanos y la infraestructura necesarios. Ya tenemos informacin suficiente sobre el desarrollo del nio en la primera infancia para saber que merece la pena intervenir temprano, por los resultados que se obtienen tocante al progreso de cada individuo, en particular de su actitud hacia el aprendizaje, como medio para lograr que otros programas de desarrollo sean ms eficaces y como instrumento que facilite vas de acceso al cambio. Sabemos asimismo que los dficit se van acumulando y que las oportunidades desaprovechadas durante el valioso periodo que va del nacimiento a los ocho aos de edad son oportunidades perdidas ms adelante en la vida. Qu se puede hacer, pues, para prestar apoyo a los nios en la primera infancia y mejorar la forma y el contenido de su aprendizaje? Quiz el desarrollo del nio en la primera infancia tenga que deshacerse de los ltimos restos de su imagen de privilegio de las clases medias o de red de seguridad para padres que trabajan. Ya es hora de reconocer que el desarrollo del nio en la primera infancia es condicin sine qua non del futuro viable de las prximas generaciones. Como dice Walter Barker, en el nmero 87 del boletn de la Fundacin Bernard van Leer, se han formulado muchas sugerencias para el fituro: una

sociedad ms justa e imparcial, el fomento de la autonoma de las comunidades, una distribucin msjusta de las riquezas del planeta, la solucin pactfka de los conf2ictosen vez de recurrir a la guerra, y muchas ms. 2 Cuntas de estas metaspueden ser alcanzadas cuando todava hay en el mundo grandes masas de nios condenados al fracaso escolar y al empobrecimiento de adultos porque la sociedad no ha invertido recursos suficientes en su desarrollo durante los primeros aos de vida? La respuesta podra residir en una intervencinglobal adaptada en pro del desarrollo de todos los nios en la primera infancia.

Las investigaciones actuales sobre el proceso de aprendizajeEl desarrollo y el crecimiento del nio son complementarios, pero no se deben confundir. El crecimiento se caracteriza por un aumento de tamao, de altura o de peso, etc. El desarrollo es un proceso de cambio en el que el beb aprende a dominar niveles cada vez ms complejos de movimientos, pensamientos, sentimientos y socializacin. Es un viaje de descubrimiento a travs de los sentidos, en el que el nio capta y, de ese modo, crea, establece y confirma conexiones y caminos en el cerebro. Todas las dimensiones de este proceso de desarrollo estn interrelacionadas, de manera que lo emocional influye en lo cognitivo y lo fsico, y viceversa. Es un proceso con mltiples facetas y dimensiones, en el que intervienen distintos aspectos de la salud, la nutricin, la higiene, la emocin y el intelecto. Su complejidad requiere un enfoque sistmico integrado del desarrollo del nio en la primera infancia, con una programacin integrada que supere las barreras artificiales entre la salud, la nutricin, el aprendizaje, etc. Cuando los nios llegan a tener dos aos de edad, sus cerebros contienen tantas sinapsis y consumen tanta energa como el cerebro de un adulto medio. El desarrollo del nio es un proceso complejo, que los cientficos describen como una danza mgica, y reside en lo ms profundo de cada ser humano y su proceso de aprendizaje, que empieza cuando nace e incluso antes, in utero. Sus repercusiones en la sociedad y en la manera como se ensea a los nios son enormes y hacen que los pedagogos. insistan cada vez ms en la importancia de los primersimos aos de vida. Los cientficos saben ya que son las experiencias que se tienen 4

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despus del nacimiento, en vez de unos elementos innatos, las responsables del establecimiento de las interconexiones neuronales en el cerebro. Segn los investigadores, el desarrollo del cerebro antes del primer ao es en realidad mucho ms rpido y amplio de lo que hasta hace poco se imaginaba. Por ejemplo, la cantidad de conexiones entre las clulas nerviosas del cerebro de un nio se multiplica por ms de 20 veces en los primeros meses de vida y aunque la formacin de las clulas puede haber concluido prcticamente antes del nacimiento, la maduracin efectiva del cerebro contina despus. En el transcurso de la niez, proliferan las sinapsis del cerebro, se conectan nuevamente y se cortan y todo este proceso est gobernado por la experiencia. Obviamente, en los cruciales primeros aos de vida, cuando la experiencia moldea el cerebro, se sientan tambin los cimientos del aprendizaje. La capacidad de aprender de una persona y su actitud hacia el aprendizaje se originan en sus primeros aos. Un contexto estimulante y receptivo puede poner al nio en el camino del descubrimiento, de la apertura al mundo exterior y de la capacidad de integrar informaciones. El cerebro no vuelve nunca a ser tan elstico como durante la niez, en cuanto a receptividad y vulnerabilidad. Los adultos son capaces de asimilar nuevos conocimientos, pero no pueden competir jams con el cerebro de un nio en su capacidad de integrar nuevas aptitudes y su descubrimiento del aprendizaje. Las experiencias de la primera infancia son los elementos constitutivos de ese desarrollo y el nio es el arquitecto de su propio cerebro, juntando las piezas del rompecabezas y reaccionando ante el mundo exterior. Las experiencias sensoriales del nio son las que actan en el cerebro, creando y disponiendo una mente que funciona. Desgraciadamente, la experiencia no se limita necesariamente a acontecimientos positivos. Se puede manifestar de muchas y variadas formas: alegra intensa e interaccin en los brazos de la madre, o bien enfermedad, malnutricin o abandono. As pues, el tipo de experiencias del nio determina decisivamente la actitud que adoptar hacia el aprendizaje. Diversos estudios de la evolucin de los nios han demostrado que los que estn correctamente alimentados y viven en un entorno sano con compaeros de juego activos tienen a los 12 aos cerebros que funcionan demostrablemente mejor que los nios criados en ambientes menos estimulantes. Se puede decir que al entorno no slo es achacable el nmero de interconexiones del cerebro, sino tambin la forma en que operan y se relacionan. Un estrs prematuro puede influir negativa y permanentemente en la funcin cerebral, en el aprendizaje y en la memoria. Los estudios del estrs crnico en los nios han demostrado que, cuando ocurre, dificulta el desarrollo del sistema lmbico, de los lbulos frontales y del hipocampo, dejando esas partes del cerebro, que se utilizan para la concentracin, la vigilancia y la memoria, particularmente vulnerables. Pero no hace falta que el estrs sea crnico para que tenga efectos perjudiciales, pues formas menos extremadas de tensin emocional, como las disputas entre los padres o una depresin de los mismos pueden exponer a los nios a mayores riesgos de depresin y de dificultades de ,aprendizaje. No cabe duda de que un nio sufre si es privado de la experiencia y del uso de los sentidos. Los investigadores han demostrado que los nios que no juegan mucho o que son escasamente abrazados y acariciados por sus padres o quienes se ocupan de ellos poseen cerebros ms pequeos. As pues, por una parte, una experiencia variada puede producir un cerebro potente y, por otra, una experiencia traumtica puede aumentar el riesgo de que ms adelante surjan distintos problemas cognitivos, de comportamiento y emocionales. Fomentar actitudes positivas y la voluntad de aprender Uno de los motores bsicos del aprendizaje es la curiosidad y los bebs y los nios de corta edad son extremadamente curiosos. Si no sacian su sed de conocimiento, sta disminuir, como basta para poner de manifiesto el ejemplo del sistema visual del nio: si no se estimulan, ejercitan y usan constantemente los ojos del beb, no alcanzarn su capacidad ptima. Lo mismo sucede con el cerebro y, por extensin, con el proceso de aprendizaje. Un entorno propicio al descubrimiento, las nuevas emociones y la comunicacin mejora de manera natural el proceso de aprendizaje. En este desarrollo hay etapas clave, pues un descubrimiento lleva a otro y el impacto de una experiencia y el anhelo de tener ms favorecen la disposicin del nio a aprender. La prctica refuerza las aptitudes para acumular conocimientos, las cuales llevan, a su vez, a la bsqueda de nuevas aptitudes. Si queremos 5

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averiguar qu es lo que en el proceso de desarrollo estimula el aprendizaje, es importante comprender cmo aprenden los nios. Los nios entre un ano y dos aos y medio de edad, por ejemplo, no estn listos para asimilar signos abstractos, como las letras o los nmeros, sino que aprenden de manera concreta y palpable, descubriendo o tocando objetos. Los mtodos de aprendizaje deberan fundarse en estos deseos y procesos naturales. Por ejemplo, es natural para un nio amontonar piezas de madera para luego separarlas, pero no le gusta espontneamente recitar el alfabeto o contar objetos. Uno de los principios rectores del desarrollo global de la infancia es que importan mas el desenvolvimiento y el progreso del aprendizaje que sus frutos, es decir, que son el enfoque y el proceso de aprendizaje, en lugar de la simple ingestin de hechos y cifras, los que estimulan la disposicin a aprender. Si se apremia a los nios para que absorban hechos y cifras no se aumenta su deseo de aprender; antes bien, se ir en detrimento de su desarrollo y capacidad para aprender de las realidades de la vida en el futuro, El aprendizaje por la prctica y la propia necesidad radical de adquirir conocimientos son, al parecer, los principales factores de estmulo de los nios. Los nios tienen la necesidad y el deseo naturales de experimentar, y lo harn independientemente de los adultos. Una de las mejores formas de abrir sus mentes al gozo del aprendizaje y del saber es dejndolos que descubran cosas por s mismos. El mero intento de agarrar un objeto ayuda al cerebro del nio a desarrollar la coordinacin entre los ojos y la mano. Sin necesidad de que los padres o las personas que los cuidan les alienten a hacerlo, los nios quieren experimentar, sacan naturalmente lecciones de sus errores, interactan con otros nios, y llegan a entender qu es un conflicto, un reparto y cmo reaccionar frente a los sentimientos. El juego, por ejemplo, estimula la imaginacin y la creatividad y ayuda a los nios a aprehender el mundo adulto con sus contradicciones y sus reglas. Como ya se ha dicho, la complejidad del proceso de desarrollo y el descubrimiento del placer del aprendizaje exigen un enfoque total o integrado del desarrollo del nio en la primera infancia. Lo que ocurre en una etapa o a una edad del desarrollo repercute en la siguiente, y as sucesivamente, a la vez positiva y negativamente. Este proceso se inicia probablemente por el despertar de la conciencia, pasa por el descubrimiento, la exploracin, los ensayos, la investigacin y concluye en el uso, ciclo que puede observarse en los simples movimientos corporales gracias a los cuales el nio entiende las causas y los efectos y alcanza despus ideas ms complejas cuando logra dominar su organismo. A este respecto, es importante mencionar a los nios que necesitan un cuidado especial. Se ha demostrado empricamente que la intervencin del desarrollo del nio en la primera infancia puede incrementar el estmulo de los nios con necesidades especiales y da a los padres ms latitud para reflexionar y respaldo para superar los problemas y conocer mejor las posibilidades de sus hijos. Adems, el desarrollo del nio en la primera infancia constituye una va de acceso perfecta para actuar con los nios que tienen problemas. En ese periodo de la vida de los nios es cuando quienes los cuidan y los padres tienen ms posibilidades de encauzar la energa hacia las necesidades de cada nio, y cuando el nfasis puesto en el desarrollo global del nio puede rendir mejores frutos en lo que hace a superar los problemas de aprendizaje. La intervencin a una edad temprana ofrece tambin a muchas familias la posibilidad de participar de forma ms activa en la plasmacin del potencial de su nio, al comprender mejor la funcin que deben desempear para ayudarle a conseguirlo. Una vez que est en marcha el aprendizaje, el descubrimiento de la vida por el nio puede prosperar si el entorno es receptivo y le apoya sin apremiarlo. La aptitud para el lenguaje se sobrepone a otras anteriores mediante las interacciones con los adultos y los nios adquieren conciencia de s mismos en un entorno social ms amplio, llegando a expresar sus emociones y entendiendo los efectos que stas producen en la comunidad o en la familia. El desarrollo del nio es, por lo tanto, multiforme, fsico, emocional, mental, social e incluso espiritual, y conlleva un efecto de domin intrnseco en el que el cambio crea el cambio. La prctica refuerza y mejora las aptitudes en que se funda el saber y es el nio quien elabora sus propios conocimientos.

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iQu papel desempean los padres o quienes se ocupan de los nios apoyando la adquisicin del aprendizaje en los nios? Todos IOS nios nacen con un potencial inmenso de crecimiento y desarrollo, que puede tomar cualquier direccin, buena o mala, ser apoyado y prosperar o bien atrofiarse y descomponerse por falta de atencin. La eleccin depende fundamentalmente de los padres, Ahora bien, las condiciones y las expectativas de los padres estn cambiando rpidamente. Hoy da, ya no suele darse la formacin que muchos padres solan recibir de la familia extensa o de la comunidad con SUS tradiciones culturales, motivo por el cual, en muchos pases, particularmente en los del Norte, los padres suelen estar ms indecisos a la hora de seguir sus instintos y suelen tener mas fe en los pedagogos y programas profesionales. En contra de las creencias populares, la crianza de los hijos no es necesariamente una habilidad innata; puede ser necesario aprender a hacerla y recibir asesoramiento. En los pases del Sur, donde interviene el saber tradicional, los padres siguen necesitando consejos, particularmente sobre la nutricin, aunque sus conocimientos prcticos sean benficos para sus hijos. Qu hacer para que los padres respalden eficazmente el aprendizaje de sus hijos? Dnde reside el equilibrio delicado entre la intervencin y el apoyo objetivo? Se ha afirmado que lo normal es que quien cuida de un nio sea su cuidador natural. Por qu reemplazar a los padres por educadores profesionales, o imponrselos, si aqullos tienen o podran tener los conocimientos apropiados y son los primeros estimulantes del cerebro del nio? Quiz lo que haya que hacer es proporcionar ms informaciones e integrar modelos de aprendizaje ya existentes, particularmente en el terreno de la salud y la nutricin. El intercambio entre pares, por ejemplo, es uno de los principales modos de transmisin del saber en muchas comunidades, en las que las madres intercambian ideas y mtodos. Sea cual fuere el mtodo que adopten los padres en su comunidad o en el hogar, lo esencial es que den muestras de cario, que inspiren y protejan a sus hijos. Esto, combinado con una alimentacin adecuada, contactos y posibilidades de aprendizaje, forma un entorno propicio al aprendizaje, en el que los nios pueden explorar, experimentar y extraer sus propias conclusiones acerca del mundo. Los padres son los primeros educadores, camaradas y compaeros de juego del nio. Es preciso que los nios interacten con ellos y con los otros adultos para entender la estructura del universo de la comunidad que los rodea, y observar los comportamientos. Esta interaccin es fundamental para que el aprendizaje sea eficaz y, al respecto, la ayuda a los padres desfavorecidos es especialmente til para fomentar el aprendizaje de los nios de corta edad, pues no se tiene la certeza de que el apego del nio al adulto que se cuida de l es condicin sine gua non para un desarrollo armonioso. Los padres con unos conocimientos mnimos de enseanza bsica es ms probable que atiendan correctamente las necesidades de sus hijos para que stos crezcan y se desarrollen bien, porque saben cmo evitar las carencias alimenticias, protegerlos contra las enfermedades corrientes y estimular sus sentidos. Un adulto receptivo a los progresos de un nio constituye una base slida y segura a partir de la cual el nio puede empezar a explorar el mundo. El cuidado de los padres es crucial para la creacin de un entorno propicio. Cuidar a un nio significa en .trminos generales aceptarlo, amarlo y estimularlo. Ms concretamente, es lo que pueden aportar los adultos y dems personas que se ocupan de la vida de un nio: el respeto de sus derechos, con una interrelacin que lo apoye y cariosa. El cuidado es la serie de acciones integradas que proporciona a los nios la sinergia constituida por la salud, la proteccin, la nutricin y los aspectos psicosociales y cognitivos del desarrollo. Es imprescindible cierto grado de predecibilidad en el entorno adulto para que el nio est correctamente respaldado. Las fluctuaciones en la receptividad de los adultos pueden perturbar al nio y apartarlo del camino del aprendizaje que tanto depende del apoyo de los padres. De hecho, los programas de asistencia hacen gran hincapi en la madre porque consolidar el papel de las mujeres, que en general son las que ms en contacto estn con los hijos, mejora tambin las condiciones en que se desenvuelve el nio. Se ha demostrado empricamente que el fomento de las capacidades propias de la madre puede, a su vez, estimular y sustentar el desarrollo mental del nio y preparar el terreno para que su futuro aprendizaje tenga xito. Un programa usual de asistencia a las madres, que tome en cuenta la doble responsabilidad de desempear un trabajo productivo y cuidar de los hijos, podra combinar consejos sobre nutricin, por ejemplo para obtener y cocinar dietas altamente 7

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energticas para los nios, con consejos sobre la forma de jugar con ellos o de estimularlos. As, por ejemplo, se puede incitar a las madres a que exploten su capacidad para estimular la respuesta emocional del beb o del nio gracias al contacto ntimo con el. Crear situaciones de aprendizaje en las que cada nio pueda progresar a su propio ritmo requiere un esfuerzo considerable, y no es realista esperar que los padres o quienes se ocupan profesionalmente de IOS nios puedan hacerlo sin recibir primero algn tipo de enseanza pertinente, Obviamente, el bienestar de un nio es inseparable de la situacin de su familia, que puede estar compuesta por su madre, su padre, sus hermanos o hermanas, que se ocupan o no de criarlos, o quienes desempean la funcin de atenderlos. Hoy da, se da adems especial importancia al papel del padre. Los padres suelen alegar que no entienden a los nios pequeos, ni sus exigencias, pero los programas tienen cada vez ms en cuenta los beneficios que puede reportar el acabar con las incertidumbres de los padres y las actitudes tradicionales. En sus primeros aos, si el nio disfruta de un cuidado y una responsabilidad buenos y eficaces por parte de su padre, se siente ms apoyado y estimulado. La carga laboral creciente a que se enfrentan las mujeres hace adems que la contribucin de los hombres sea sumamente importante. Todos los padres, en particular los jvenes e inexperimentados, no son receptivos a las necesidades de sus pequeos. Es importante que tomen conciencia de las distintas etapas del desarrollo del nio y de las respuestas apropiadas en cada fase del crecimiento. La sensibilidad de los padres es un factor clave del proceso de aprendizaje del nio y si son capaces de percibir e interpretar correctamente las seales que emiten sus hijos y de responderles de manera apropiada, el nio se desarrollar teniendo confianza en s mismo. Baumwell et al. (1997) han descubierto que es la sensibilidad de la madre ante un nio de nueve meses, antes que el nivel de comprensin del lenguaje del mismo, la que permite prever con precisin cules sern sus capacidades lingsticas a la edad de 13 meses. Los adultos que actan con ms eficacia son los que se niegan a estereotipar a sus hijos, creen en su libertad para aprender y hacen todo lo posible para evitar desigualdades entre sus hijos. Los padres deberan ser capaces de percibir las necesidades crecientes de su hijo y de ayudarle en sus progresos. Las tareas domsticas, como lavar, cocinar o limpiar pueden servir para que el nio vea cmo se usan los objetos y adquiera una idea del entorno. Los sucesos de la vida cotidiana pueden convertirse en actividades de exploracin, momentos de juego y de descubrimiento de cosas nuevas. Los materiales didcticos estn en todas partes. No hacen falta juguetes complicados. Por ejemplo, todos los padres no comprenden que el acto de explorar y descubrir por s mismo es la base misma del aprendizaje. El papel de los padres o de quienes se ocupan de los nios es entender el proceso natural de aprendizaje del nio y colaborar con l, no contra l. Como ya se ha dicho, los investigadores han demostrado que el apego y el cario de un nio a sus padres o a los que lo cuidan refuerza la capacidad de aprender, asimilar nuevos conocimientos y sobrellevar las tensiones y conflictos. Diversos estudios muestran sin lugar a dudas que el maltrato de un nio hace que de adulto sea agresivo e incapaz de concentrarse. Los malos tratos y la falta de atencin pueden perjudicar gravemente el crecimiento de un nio. Para dar una idea de la influencia de los padres en el proceso de aprendizaje de sus hijos, citaremos el descubrimiento de unos psiclogos de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, quienes hallaron que los nios establecen vnculos con sus padres y descubren el lenguaje a travs de ellos cuando se les habla en el tono amistoso, agudo y chilln que todos los padres del mundo emplean cuando se dirigen a sus hijos. Se ha descubierto que, lejos de ser una maa divertida de padres que adoran a sus hijos, esta media lengua aumenta el ritmo cardiaco del nio y acelera el proceso de relacionar los objetos con las palabras, y viceversa. Los nios a los que se habla as adquieren aptitudes lingsticas y aprenden nuevas palabras mucho ms rpidamente que los nios dejados a s mismos. La intervencin de los padres es esencial tambin en el establecimiento del circuito neurona1gracias al cual el nio regula sus reacciones ante el estrs. Si los padres estn constantemente tensos, discutiendo y alzando la voz, los nios desarrollan cerebros muy sensibles al peligro. Cualquier acontecimiento que conlleve tensin provoca una aceleracin rpida del ritmo cardiaco y un aumento del nivel hormonal. Si 10s padres no estn siempre en armona con las emociones de sus nios, surge un sentimiento de frustracin que se convierte en sentimiento de rechazo. Es imprescindible la empata con IOS sentimientos del nio. Las emociones positivas pueden borrarse de la mente de un nio si nunca son alentadas, nutridas o compartidas. En el marco del aprendizaje se revela muy pronto el efecto desastroso que pueden producir, ms adelante, las emociones y experiencias negativas.8

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Como la experiencia es el motor principal de la maduracin del cerebro, hasta los actos ms simples de los padres pueden producir efectos en el cerebro del nio en edad de crecimiento. La lactancia materna, por ejemplo, combina muchos aspectos de la puericultura y muestra el enfoque global que habra que aplicar al desarrollo del nio: por un lado, la leche materna es la sustancia ms nutritiva e higinica para los bebes y, ademas, es fcilmente digerible (basta con observar que, en sus primeros cuatro o seis meses de vida, los lactantes no necesitan otro alimento); por otro lado, hace intervenir muchos de los factores necesarios para el desenvolvimiento del proceso de aprendizaje, esto es, el contacto visual, el escuchar a la madre, el contacto corporal, la observacin, etc. Conviene recordar que los padres no son los nicos que cuidan y alimentan a los nios pequeos. En muchos pases, la familia extensa y personas ajenas a ella tambin desempean un papel crucial en ausencia de los padres. Aparte del apego a los padres o a una persona que lo atienda, el apoyo que el nio encuentra en una comunidad ms amplia le ayuda a descubrir y aceptar los patrones y las reglas de la sociedad y a comprender la importancia de unas relaciones sociales firmes y sanas. Cualquier persona que cuide a un nio puede estimular y observar su desarrollo. Todas contribuyen a sentar las bases del aprendizaje en su mente. Pero, tanto si lo cra su padre o su madre como si lo hace otra persona, lo mismo en Africa que en Asia o Europa, existen al parecer unos valores universales firmes que deben seguir los padres para fomentar el desarrollo del aprendizaje en sus hijos, a pesar de la diversidad de los entomos, valores que se pueden resumir como sigue: a) manifieste sentimientos positivos hacia sus hijos, mustreles que los ama y que se preocupa de ellos; b) adptese a ellos y pngase en su lugar, est atento a sus pensamientos y su experiencia del mundo y trate de entenderlos y de ver en qu difieren de los de usted; c) hable con sus hijos de sus preocupaciones y estimule la conversacin recurriendo a la emocin, los gestos y el discurso; d) elgielos a menudo, para nutrir su confianza; e) ayude al nio a concentrarse, a fin de que padres e hijos compartan emociones similares; f) sea expansivo y d explicaciones sobre lo que experimentan juntos a propsito del mundo exterior; g) ayude al nio a establecer fronteras y parmetros respecto del mundo y guelo, reglelo positivamente y proponga alternativas concebidas por ambos; h) siga atentamente, responda y d sentido a las iniciativas del nio; i)- instaure en todo momento un ambiente de dilogo, verbal o no; j) ayude al nio a enriquecer su experiencia, haciendo comparaciones y narrndole cuentos. iCmo poner en prctica o respaldar lo que la investigacin nos dice hoy da? iCmo vincular la investigacin con la prctica? Hoy da, en el mundo entero, buena parte de la praxis educativa est trasnochada. Los avances cientficos han transformado la forma de comer y de trabajar de la gente. pero la manera en que aprendemos, sobre todo en nuestra tierna infancia, ha cambiado muy poco, basndose a menudo en conceptos de otra poca sobre objetivos ya superados. Es decir, que las conclusiones de las investigaciones y la prctica actual no coinciden. Sin embargo, no se trata de abandonar todo e ir en pos de las conclusiones ms recientes de los investigadores. Gran parte de las investigaciones ya esta integrada en los programas de desarrollo del nio en la primera infancia aplicados en el mundo, y las prcticas tradicionales pueden a veces emplear mtodos que hoy da promueven los investigadores como prctica idnea en puericultura. Parte de la batalla por la aplicacin de la investigacin consiste, por supuesto, en seguir convenciendo a los legisladores y gobernantes de que la intervencin durante la primera infancia es benfica, e incluso necesaria, exponindoles datos fehacientes de estudios y los resultados claros de los programas. Las conclusiones de distintas investigaciones ya han ayudado en este terreno y han obtenido el apoyo de los Estados a programas de nutricin y sanidad. Todava queda mucho por hacer para mejorar el aprendizaje de los nios. Es preciso 9

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organizar campaas sobre el cuidado, la educacin y el desarrollo del nio similares a las que provocaron una toma de conciencia mundial de la importancia de una alimentacin infantil correcta. Las investigaciones sobre el aprendizaje del nio han tardado ms en ser asimiladas que las relativas a otros temas, como la alimentacin, pero a medida que las universidades y los institutos hallan y difunden ms datos que demuestran la importancia vital de crear un ambiente propicio al aprendizaje, los gobiernos y los legisladores no pueden por menos que prestar atencin. Hasta ahora, se ha tendido a reducir el desarrollo del nio en la primera infancia a la preparacin preescolar o al entretenimiento de los nios mientras los padres trabajan. La complejidad del aprendizaje y del desarrollo que han revelado las investigaciones empricas ha empezado a cambiar esta actitud. Ahora apremia el instalar algunos aspectos clave de la investigacin en la prctica, en particular tocante a los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia. La aplicacin de la investigacin a la prctica ha tropezado siempre con una serie de obstculos: el que la investigacin se restrinja a cuestiones que no son de inters general, el que los investigadores se interesen por casos muy concretos y no necesariamente por temas amplios, la falta de fondos, las realidades del terreno, etc. Por lo tanto, vencer estos obstculos ha de ser hoy da uno de los ejes de la estrategia en materia de desarrollo del nio en la primera infancia. Una de las razones de que la investigacin est desconectada de las realidades bsicas es la poca sinergia que existe entre los investigadores, las autoridades y quienes se ocupan de los nios. Desgraciadamente, en lo que se refiere a los programas sobre la primera infancia, gran parte de los resultados de las investigaciones que se han realizado y desarrollado con el mayor cuidado a lo largo de aos no llegan a ser conocidos. Las autoridades estiman que los investigadores no hacen ms que estudiar y observar casos, en vez de proponer soluciones concretas y argumentos para resolver problemas, sensacin que acaso se deba a que, en general, son slo equipos universitarios los que efectan investigaciones, en vez de hacerlo tambin las comunidades o los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia. Otro motivo podra ser que los estudiosos universitarios no consideran necesario relacionar su trabajo con lo que la gente pide, exigiendo, al parecer, una comunicacin limitada en ambas direcciones. Ahora bien, hay formas concretas de vincular la investigacin con la prctica. El dilogo y la puesta en prctica de las conclusiones empricas pueden realizarse de varios modos: interviniendo un tercero, por ejemplo, mediante la labor de un grupo de presin o de un instituto de anlisis y propuestas; creando proyectos experimentales que estimulan a los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia e influyen en ellos; informando al pblico en general a travs de libros, guas de puericultura y manuales de autoaprendizaje para los padres, y, por ltimo, pero no por orden de importancia, mediante Internet. Tambin se podra recurrir a programas de TV y radio para dar a conocer la importancia del desarrollo del nio en la primera infancia. Asimismo, los gobiernos podran suscribir y difundir los resultados de las investigaciones. Quiz haga falta tambin traducir o reducir la jerga de los especialistas y convendra que los ciudadanos pidieran ms informacin y que los padres y los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia dieran a conocer directamente sus opiniones a los investigadores. Es posible un enfoque participativo como ste, en el que colaboren los profesores, los padres, los supervisores, quienes atienden a los nios y los legisladores, es decir todas las partes interesadas, y ya ha demostrado su utilidad, particularmente en el caso de sesiones de intercambio o periodos de estudio en los que los institutos de investigacin acogen a colegas que trabajan sobre el terreno, y viceversa. Tambin convendra elaborar polticas especficas para difundir las conclusiones de las investigaciones, para lo cual se podran seguir las siguientes directrices: n los conocimientos dimanantes de las investigaciones sobre el cuidado y el desarrollo del nio deberan ser difundidos ampliamente entre los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia, las organizaciones no gubernamentales, los legisladores y los ciudadanos, para lo cual habr que aplicar estrategias tendentes a una difusin general de los documentos y utilizar los medios de comunicacin. Habra que dar a conocer asimismo ampliamente los convenios y acuerdos sobre los derechos del nio;n

habra que concebir o abrir cauces de comunicacin y programas de intercambio para que los investigadores y los profesionales del desarrollo del nio en la primera infancia

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entiendan mutuamente sus necesidades y realidades. Hace falta que los profesionales participen en las actividades de investigacin; . habra que elaborar una visin interdisciplinaria y multidimensional de las investigaciones sobre la infancia, los derechos y el bienestar de los nios, teniendo presente una comprensin global de los nios; convendra reforzar la capacidad en materia de actividades de investigacin y desarrollo en los pases que no tienen instituciones de investigacin apropiadas de mbito nacional; habra que determinar quines son los expertos y cules los temas y las instituciones necesarios para realizar investigaciones sobre algunos problemas especficos de la infancia, y facilitar y poner en marcha proyectos sobre aspectos prioritarios.

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n

Qu tipo de programas o modelos de aprendizaje orientados al desarrollo del nio en la primera infancia habra que elaborar? Est claro que no existe un nico modelo efectivo de desarrollo del nio en la primera infancia que, seguido a ciegas, cuadre con cualquier tipo de entorno. Tambin es evidente que algunos enfoques tradicionales de la crianza de los nios se han basado toda la vida en mtodos que los educadores y especialistas estn empezando ahora a promover, afirmando que son la manera adecuada de actuar; una de las tareas que en el futuro habr que abordar consistir en integrar y preservar esas valiosas prcticas tradicionales. Como por ejemplo, investigando de qu se componen podemos conservar mtodos tan valiosos como los masajes que se dan a los lactantes en India, los relatos procedentes de la tradicin oral de Africa Occidental, el periodo de descanso despus del parto que se toman las mujeres de muchos pases musulmanes y otras prcticas similares. Si se presenta a los pases del Sur tan slo un modelo occidental y se les dice que deben cambiar de costumbres, se corre el riesgo de desechar prcticas sancionadas por los siglos. La comparacin entre el desarrollo del nio en la primera infancia en los pases del Norte y en los del Sur prueba que hay que concertar lo tradicional con lo moderno y que encierra aspectos vlidos todo enfoque que parta de los intereses patentes del nio. As, por ejemplo, se ha demostrado empricamente que los nios africanos criados en la espalda de sus madres a la manera tradicional africana adquieren en su primer ao de vida capacidades fsicas con ms rapidez que los nios europeos de la misma edad criados en cunas. Asimismo, los nios a quienes desde edad temprana se encargan tareas como ir al pozo a buscar y medir agua, se independizan antes y son ms capaces de resolver problemas que los nios de su misma edad que, al recibir una atencin constante de sus padres, adquieren una gran capacidad lingstica, pero poseen un escaso sentido de la responsabilidad, En lugar de tratar de determinar un nico modelo vlido, es, pues, importante fomentar diversos modelos, a sabiendas de que hacen falta varios, no slo para los distintos pases, sino tambin para las distintas comunidades que poseen una cultura y unos valores propios. Est igualmente claro que mezclar mtodos tradicionales y prcticas modernas es una posible manera de impulsar la generalizacin del desarrollo del nio en la primera infancia. No cabe emplear los criterios propios de una comunidad o pas como referencia para otras situaciones. Pese a las variaciones culturales, existe un alto grado de consenso entre los profesionales y especialistas que se dedican en todo el mundo a la primera infancia, sobre todo al existir ciertos valores y fases de aprendizaje universales que hay que tener absolutamente en cuenta al elaborar programas consagrados a la primera infancia. Claro est que la cultura y las costumbres influyen en los temas, los mtodos y las tcnicas, y que, en ocasiones, hasta los orientan, pero el desarrollo del nio en la primera infancia encierra cierta dimensin universal, en particular en lo relativo al aprendizaje. Los nios, aun criados de maneras muy diversas, pueden acabar siendo receptivos al aprendizaje; en todo caso, s se sabe lo que parece resultar provechoso y lo que perjudica claramente el desarrollo sano del nio. Como ya se ha dicho, est demostrado, por ejemplo, que la falta de contactos fsicos y mimos y de cario suficientes influye tan negativamente en el crecimiento del nio como la falta de una alimentacin apropiada. Se cren donde se cren, 10s nios pueden evolucionar de forma parecida si se les dan las oportunidades adecuadas y se 11

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concentran en entomos propicios al aprendizaje. Se pueden resumir de la siguiente manera los factores de partida universales que favorecen el aprendizaje: proteccin ante los peligros fsicos, alojamiento, nutricin adecuada, atencin de salud apropiada, una relacin afectiva con un adulto, estmulos motores y sensoriales, apropiacin del vocabulario, estmulo de las aptitudes lingsticas e intelectuales, fomento de la independencia, aprendizaje del control de s mismos, aprendizaje de la colaboracin prestando ayuda a otros, recibiendo su ayuda y compartiendo las cosas, aumento de las propias aptitudes mediante ei habla, la lectura y el canto y adquisicin de la capacidad de formular preguntas y de observar. A cada edad del nio pequeo corresponde una modalidad de aprendizaje -ya sea el aprendizaje basado en la indagacin y la experimentacin de carcter fsico, verbal y afectivo, entre el primer y el tercer ao de vida, ya sean los primeros ejercicios preescriturales a partir de los tres aos, ya se trate de la solucin de problemas sencillos de que es capaz el nio entre los tres y los seis aos, ya, por aducir un ltimo ejemplo, la adquisicin de la lectura y la escritura que tiene lugar entre los seis y los ocho aos-, de lo cual no debemos deducir que las modalidades de aprendizaje de los nios que crecen en entomos de analfabetismo o penuria estn condenadas al fracaso; la variedad de las maneras de aprender no se limita a saber leer y escribir. Lo que parece importante, por regla general, es fomentar una amplia gama de modalidades de aprendizaje que pueden abarcar aspectos intelectuales y fsicos. De la variedad de enfoques, ya sean de carcter tradicional, ya se funden en doctrinas pedaggicas occidentales, se desprende, sin lugar a dudas, que hace falta reconocer, respetar e integrar los mtodos autctonos de crianza de la prole, excepto, claro est, cuando vayan en contra de los intereses patentes del nio.

iQu tipo de actitud deberan adoptar los pases, sobre todo los del Sur, con respecto al desarrollo del nio en la primera infancia y a la mejora de las condiciones de aprendizaje de los nios pequeos?No existe un nico modelo o programa de desarrollo que sirva para resolver los numerosos problemas, tan complejos como arraigados, que plantea la pobreza, pero distintos programas de desarrollo del nio en la primera infancia llevados a cabo en el mundo en desarrollo han demostrado que interviniendo a una edad temprana se pueden paliar algunos de los efectos secundarios de la pobreza y la exclusin. Tambin ha quedado demostrado que, incluso en pocas de emergencia, el desarrollo del nio en la primera infancia sirve de punto de arranque adecuado para programas de desarrollo ms amplios y que, de hecho, puede que sea una de las pocas oportunidades que tienen muchos nios de los pases ms pobres del Sur de romper el crculo vicioso de penuria y fracaso escolar. La intervencin en una fase posterior del desarrollo del nio, aparte de conllevar ms riesgos, no es tan efectiva ni por los costos que acarrea ni en cuanto al aprendizaje. Pases que tienen, relativamente hablando, grandes carencias pueden costear programas de desarrollo del nio en la primera infancia que, con menos gastos que otros sistemas educativos, pueden reducir el ndice de abandono escolar, mejorar la capacidad de aprendizaje, preparar para el aprendizaje a las comunidades y familias del lugar, implantar mecanismos de generacin de ingresos, innovar en el campo de la pedagoga y concienciar a los ciudadanos, todo ello sin necesidad de grandes inversiones en locales o infraestructura. As, por ejemplo, no resulta caro utilizar los medios de comunicacin para sensibilizar a los ciudadanos o movilizar el apoyo de las comunidades y de las organizaciones no gubernamentales. Para muchas familias pobres, el desarrollo del nio en la primera infancia representa un primer paso para atender sus necesidades y, en ocasiones, sirve para dar pie a actividades de desarrollo y programas de educacin bsica de adultos, en particular, de mujeres. Hasta ahora, los planificadores de los programas han slido imponer a los pases del Sur conceptos ajenos en los proyectos de desarrollo del nio en la primera infancia. Hoy en da, en cambio, es cada vez ms vital investigar las prcticas que ya existen y partir de ellas. Durante siglos, el cuidado del nio pequeo ha formado parte de la trama de muchas sociedades y comunidades tradicionales. La idea de educar, es decir, de dejar el desarrollo del nio en manos de especialistas, no deja de ser un concepto occidental que, la mayor parte de las veces, resta validez a las culturas autctonas hasta el punto de que algunas personas del Sur llegan a creer que lo que hacen esta mal y carece de valor. No hace falta contraponer lo 12

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moderno a lo tradicional; como se indic antes al mencionar la variedad de enfoques, lo que hay que hacer es mezclarlos. En muchos casos, se puede prestar apoyo informando en materia de nutricin, asesorando sobre cuestiones de salud, etc. No cabe duda de que gracias al asesoramiento y la supervisin pueden mejorarse servicios como el abastecimiento de agua salubre, el saneamiento y la dieta, pero sigue incumbiendo a los padres elegir lo que quieren para sus hijos con arreglo a su cultura y su historia. Los programas son sostenibles cuando se fundan en la vida concreta de las personas. Si se da cabida en ellos a las estructuras tradicionales y familiares y las creencias autctonas, la gente sentir que se respeta su modo de vida y depositar ms confianza en ellos. Si ulteriormente hay que efectuar cambios, es ms fcil partir de la confianza mutua que de la desconfianza. En este marco hay que seguir localizando modelos autctonos de desarrollo del nio en la primera infancia y emplearlos como base de la combinacin entre la experiencia pedaggica moderna y la tradicin; de esta manera s que se reconocera el valor de los mtodos y conocimientos prcticos del Sur. Una manera sencilla de facilitar la confeccin de programas integrados consiste, por ejemplo, en tomar conciencia de que no hace falta ni construir centros destinados a fines concretos ni elaborar herramientas de trabajo complejas; sirven los propios hogares, los templos, los locales comunitarios o hasta un terreno al pie de un rbol, igual que pueden sustituirse fcilmente los juguetes didcticos por piedras, palos u otros objetos. Lo que importa es la actitud que se adopte de cara al nio y la manera de sustentar su aprendizaje basndose en el principio del desarrollo global; salvo en situaciones de conflicto o desplazamiento, es posible actuar correctamente en la mayor parte de los entornos. Aunque abunden los obstculos y las limitaciones, los gobiernos y las autoridades van preparando poco a poco polticas sobre el desarrollo del nio en la primera infancia. Hasta hace bien poco, lo elevado de las tasas de mortalidad infantil obligaba a los pases en desarrollo a concentrar sus exiguos recursos en la supervivencia de los nios, con lo cual no les quedaba otro remedio que dejar al margen en gran medida el problema menos apremiante del enriquecimiento de sus perspectivas de vida. Conseguir que los nios asistieran a la escuela primaria ya era de por s difcil, por no hablar de plantearse la posibilidad de aplicar programas destinados a la primera infancia. Ello no obstante, los argumentos que militan a favor del desarrollo del nio en la primera infancia en los pases del Norte son igualmente numerosos en los del Sur. Dejando a un lado los beneficios que supone para el nio, diversos estudios han demostrado los inmensos beneficios y ganancias que reporta a la sociedad. No se trata slo de disminuir el riesgo de que dejen los estudios los alumnos de primaria, sino de suscitar personalidades capaces de adaptarse a los cambios y con buena disposicin hacia los descubrimientos. Sean cuales fueren las cantidades que destinen al desarrollo del nio en la primera infancia, los gobiernos desempean un papel decisivo. Pueden modificar el desarrollo del nio en la primera infancia e inculcar ese concepto a los ciudadanos. Al preparar y aprobar programas y polticas de mbito nacional, los gobiernos centrales tienen la posibilidad de integrarlo, o al menos su concepto, en el funcionamiento de los servicios nacionales de educacin y de otro tipo. An es ms acusada la obligacin que incumbe a los gobiernos en el caso de los nios que tienen necesidades especiales. Debe corresponder principalmente a los ministerios la responsabilidad de prestar servicios educativos de carcter integrador a los nios pequeos con necesidades especiales y a sus familias. Las partes interesadas (los ministerios, los servicios de sanidad y educacin, los servicios sociales, las universidades, las organizaciones no gubernamentales, las organizaciones de comunidades y barrios y las familias) deben reunirse para trazar una orientacin, una misin y un plan de accin conjuntos en materia de educacin del nio en la primera infancia para todos, que tengan presente la atencin que se debe prestar a los nios con necesidades especiales. Adems, son los gobiernos los que en la mayor parte de los casos mantienen relaciones con los organismos de financiacin, y les corresponde por lo menos velar por que se elabore una polctica en este terreno. Si, corroborando lo que indican las investigaciones y la experiencia, gracias al desarrollo del nio en la primera infancia se cran nios competentes y seguros de s mismos, capaces de resolver problemas y de participar en la sociedad y replantersela, va en inters de todos los gobiernos, sean del Norte o del Sur, ocuparse de integrar en las polticas programas relativos a la primera infancia y de ponerlos en prctica. Sin embargo, cabe afirmar que el desarrollo del nio en la primera infancia no va a prosperar -no podr prosperar- si no existe ni voluntad poltica, social y econmica, ni un ambiente propicio al bienestar del nio. 13

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iQu puede hacerse para potenciar la poltica en esta esfera?

Para que surtan efecto, las modtfkaciones no pueden materializarse sin mas a base de palabras o buenas intenciones; han de ir acompaadaspor un empeo en todos los planos, el del comportamiento, el de la legislacin y el material. Ha de formarse un profesorado que se ocupe de preparar los instrumentos y aptitudes que requiere esta nueva mentalidad, Para facilitar esas modtftcaciones tambin hacefalta dar a conocer a los padres las necesidades de SUS hijos y sus propios derechos y obligaciones. Ha de entenderse que la participacin decidida de las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales servir de complemento a esta demanda de transformacin. (UNICEF, 1993).Para elaborar debidamente polticas e intervenciones destinadas a la primera infancia, hace falta actuar en diversos frentes, y sobre todo que lo hagan los gobiernos. Puede sostenerse que la presencia en los planes de accin nacionales de programas centrados en la primera infancia vendr dictada por la importancia que a escala local, nacional e internacional concedan al desarrollo del nio en la primera infancia los responsables polticos, los planificadores y quienes se ocupan de nios. La disposicin de estas actividades tambin depender del grado en que los gobiernos reconozcan que los primeros seis aos de vida son el periodo durante el cual los nios adoptan actitudes sociales y mentales, una manera de enfrentarse a la realidad e incluso la manera de aprender. Lamentablemente, muchos gobiernos todava no se han empeado seriamente en este terreno y, por lo tanto, las actuaciones al respecto se ven coartadas por la inexistencia de una direccin firme y por problemas sociales y econmicos que se juzga ms urgente solucionar. Pues bien, los gobiernos deben cobrar conciencia de que los primeros aos de vida del nio son precisamente los que brindan oportunidades extraordinarias de evitar o atenuar los problemas sociales y reportan beneficios duraderos a los nios, a las familias y al conjunto de la sociedad. Una cuestin que incumbe al gobierno y que sirve para movilizar la opinin pblica consiste en cerrar filas en torno a los derechos del nio, que deben afirmarse en cuanto principios bsicos en que se funda su proteccin, su crecimiento y su seguridad. Esta concienciacin de las autoridades debe dar lugar a que se reconozca sin ambages en el plano poltico que los nios forman parte de la sociedad con el mismo derecho que los adultos. En consecuencia, ha de darse a los presupuestos destinados a la instruccin de las familias y al desarrollo del nio en la primera infancia una importancia digna del valor que encierran para la evolucin satisfactoria de la sociedad. Una manera de alcanzar este objetivo consiste en incorporar el desarrollo del nio en la primera infancia en el empeo general de perfeccionamiento de los recursos humanos. En los casos en que se inscriben en un marco legislativo slido, las actividades de desarrollo del nio en la primera infancia no siempre benefician a todos los nios ni se ajustan automticamente a las necesidades de cada uno de ellos; si no existe un marco oficial, los familiares que se encargan de cuidar al nio pueden estar a menudo sujetos a diversas circunstancias negativas (migracin, malas condiciones laborales, etc.) y verse obligados a sacrificar el tiempo que pasan con ellos. El desarrollo del nio en la primera infancia no es, ni mucho menos, una opcin de privilegiados; es, y est obligado a ser, necesidad de todos, pudiendo concebirse incluso como uno de los posibles pilares del futuro de las sociedades y medio para alcanzar un ambiente equitativo en el que todos los individuos logren adquirir actividades creativas y la capacidad de resolver problemas de forma constructiva. Todava hace falta al respecto una buena dosis de estrategia oficial. A continuacin se enumeran varias directrices que podran servir para que el desarrollo del nio en la primera infancia (tanto las actividades de investigacin como la ejecucin de los programas) ocupe un lugar permanente en los programas y presupuestos estatales: . reforzar en todos los planos, comprendidas la familia y la comunidad, la concienciacin, la demanda y la infraestructura nacionales, . concebir polticas nacionales adecuadas en materia de cuidado del nio y de instruccin de las familias y los padres, darles prioridad y dotarlas de las directrices y los marcos legislativos y normativos pertinentes. Hacer que los ministerios correspondientes encabecen activamente la puesta en prctica de esas polticas. Centrarse en el respeto de los 14

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convenios y acuerdos estatales y de los derechos internacionales. Elaborar planes generales de mbito nacional relativos al desarrollo del nio en la primera infancia, . velar por que los nios se beneficien directamente de los servicios. Formar a los profesores, las familias y los profesionales y cuidadores encargados del desarrollo del nio en la primera infancia. actuar con flexibilidad y reconocer la diversidad de necesidades infantiles en los planos social y cultural. reforzar las iniciativas y asociaciones comunitarias y de base familiar que participan en este tipo de actividades a fin de que los proyectos correspondientes estn en manos de la comunidad y las familias. Fomentar los conocimientos autctonos y comunitarios. tener presente la rentabilidad e integrar programas como los relativos a la salud y la nutricin en una concepcin global del desarrollo del nio en la primera infancia. seguir asesorando debidamente y seguir prestando apoyo a los nios que tienen necesidades especiales.

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Conclusin Las actividades de desarrollo del nio en la primera infancia siguen evolucionando. Conforme se va extendiendo paulatinamente la idea de que son una manera de afirmar los derechos del nio, cada vez se consolida ms la certeza de que constituyen un buen punto de partida para intervenir en pro del desarrollo humano y la oportunidad para diversos interlocutores de establecer una colaboracin entre sectores y de cooperar de forma eficaz con las comunidades. Queda mucho por hacer, pero parece que ya se reconoce la importancia de la primera infancia como cimiento de la sociedad y, de hecho, la manera en que concebimos los primeros aos de la niez pone al descubierto y reproduce la manera en que nos planteamos el futuro de la sociedad; tambin confirma o desmiente la fe que depositamos en la transformacin y la evolucin de la humanidad hacia una mayor equidad y un aprendizaje permanente. Nos estamos percatando de que no basta con preparar a los nios para el colegio y obligarlos despus a pasar por el sistema educativo hasta que les llegue el momento de ponerse a buscar trabajo (que, por otra parte, cada vez escaseams). Lo que necesitan los nios es ser capaces de afrontar los acelerados cambios que tienen lugar en su entorno y comprenderse los unos a los otros. Puede debatirse sin trmino en torno a los medios de hacer realidad este objetivo en los planos poltico y psicolgico, pero est claro que la respuesta radica en parte en el desarrollo del nio en la primera infancia. Todo nio nace dotado de la capacidad de aprender, aptitud que constituye los cimientos ms slidos de cualquier sociedad. Al negrseles con excesiva frecuencia el ejercicio de su potencial de indagacin, los nios dejan de sentirse motivados para aprender. No podemos seguir permitindonos el lujo de pasar por alto las necesidades de los nios pequeos y, por extensin, lo que las investigaciones nos ensean. Hemos de poner en manos de los nios herramientas que les sirvan para hacer frente a la vida y para facilitar la transicin mundial al prximo milenio. En gran medida, las actividades de desarrollo del nio en la primera infancia llevan muchos aos ocupndose precisamente de ello; sus logros e investigaciones estn a la vista de todos, pero ahora vuelve a hacer falta mucho ms. En materia de cuidado y desarrollo del nio, han de ponerse en marcha campaas como las que sirvieron para concienciar acerca de los problemas del medio ambiente, pues as se entender que cuidar, estimular y amar a los nios pequeos es tan importante como alimentarlos. Los gobiernos tienen que actuar en los planos financiero y poltico. Las comunidades y familias debern tomar parte en la tarea de descubrir el potencial que encierra el desarrollo del nio en la primera infancia. Los propios nios, por ltimo, han de estar en situacin de disfrutar de respeto, de proteccin, de buena salud y de posibilidades de aprendizaje; es decir, de sus derechos fundamentales.

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PUNTOS DE VISTA

Los padres como cuidadores, maestros y aprendices : Ejemplos de Asia Feny de los Angeles-BautistaFeny de los Angeles-Bautista es educadora especializada en la vida familiar y en el desarrollo del nio. Cofundadora y directora ejecutiva de dos organizaciones no gubernamentales que trabajan en favor de los nios y de las familias: Fundacin de la Comunidad de los estudiantes y Fundacin de la Televisin filipina para los nios. Contacto: [email protected]

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Ahora ms que nunca los programas de desarrollo del nio en la primera infancia se esfuerzan en llegar a los padres y colaborar con ellos. Durante dcadas, quienes se han dedicado a cuidar de nios de corta edad han sabido intuitivamente que es necesaria la participacin de los padres. Las experiencias de programas de desarrollo del nio en la primera infancia de todo el mundo estn confirmando ahora este hecho gracias a las conclusiones recientes de las investigaciones neurolgicas del desarrollo del cerebro desde el nacimiento: los padres son los primeros maestros de los nios y la repercusin de sus cuidados contribuye en gran parte a aumentar el desarrollo del nio y su aprendizaje a lo largo de la vida. Pero las formas en que colaboramos con los padres y las razones por las cuales lo hacemos son tan variadas como los contextos en que nos ocupamos de los nios de corta edad. Hay quien considera la participacin de los padres en los programas de desarrollo del nio en la primera infancia un factor esencial para el xito de cualquier intervencin porque son los agentes primordiales de los procesos cotidianos que se dan en el cuidado y la educacin de sus hijos y, de hecho, algunos programas comunitarios de desarrollo del nio en la primera infancia son ejecutados por los propios padres, que han aprendido a asumir la plena responsabilidad de los nios de la comunidad. Otros programas tratan a los padres como una audiencia, a la que hay que comunicar mensajes acerca del desarrollo del nio en la primera infancia y de cmo ser buenos padres. Otros los ven como beneficiarios u objetivos de actividades de educacin o inclusive de rehabilitacin para que se conviertan en mejores padres. En otras palabras, los modelos de programas de educacin de los padres en el contexto del cuidado y el desarrollo del nio en la primera infancia pueden variar muchsimo en cuanto a objetivos, estrategias y cuestiones en las que se pone el acento. Podemos sacar conclusiones de los muchos ejemplos de programas de educacin de los padres que se estn llevando a cabo en todo el mundo. Cada uno tiene una especificidad propia y aporta una valiossima experiencia. Su variedad es grande: algunos estn vinculados a programas de desarrollo del nio en la primera infancia aplicados en instituciones, cada vez son ms los modelos basados en el hogar y otros son mviles, segn se presente la necesidad. Muchos integran la utilizacin de los medios de comunicacin de masas, como la radiodifusin, en programas de educacin de los padres en el hogar, como .el Servicio de Efectividad de los Padres (EES) de Filipinas. Para audiencias ms amplias, la Fundacin de Televisin de los Nios de Filipinas produce un programa televisivo diario llamado Gua de los Padres, que se emite en cooperacin con una red nacional comercial de TV y apoyo de empresas de publicidad. En Tailandia, el Gobierno Real Thai, la Universidad Mahidol y el UNICEF concibieron y ejecutaron el Programa Integrado de Desarrollo del Nio en la Primera Infancia basado en la Familia, destinado a los padres. Dos organizaciones no gubernamentales internacionales, el Fondo Cristiano de los Nios y Save the Children, tambin han participado en el programa, que es interesante no slo porque intervienen en l muchos organismos oficiales y abarca tantos aspectos clave del desarrollo del nio en la primera infancia, sino adems porque colabora a 16

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diversos niveles con acadmicos y organizaciones no gubernamentales, El programa consta de los siguientes elementos: programas de sanidad pblica (centros de nutricin y clnicas de salud maternoinfantiI que imparten adems instruccin a los padres sobre atencin primaria de salud y desarrollo infantil); programas de atencin infantil basados en el hogar, en instituciones y programas mviles a cargo de voluntarios de la comunidad capacitados; educacin extraescolar de jvenes (alfabetizacin y formacin profesional y participacin de los jvenes en centros de desarrollo infantil basados en la comunidad); enseanza primaria para incorporar actividades de nio a nio en los planes de estudios de los cursos quinto y sexto, y proyectos generadores de ingresos, de los que forman parte un fondo rotatorio y planes crediticios que contribuyen a la produccin de alimentos para atender las necesidades de la familia y al sostenimiento de Ios programas de cuidados y desarrollo del nio en la primera infancia. El programa thai demuestra la importancia que tienen los programas de desarrollo de1nio en la primera infancia que hacen participar a los padres en diversas formas, sobre todo al nivel en que mas interesa: el de la familia (Herscovitch, 1997). La cuestin principal que se plantea a propsito de los programas de educacin de los padres no es tanto qu modalidad de estructura o diseo conviene adoptar (o sea, vincularlo a un programa basado en una institucin, p. ej., una guardera diurna o un centro de educacin del nio en la primera infancia, o bien que sea principalmente un programa basado en el vecindario o el hogar con visitas al hogar e interaccin con 10s familiares), sino ms bien los motivos y objetivos reales de la participacin de los padres. Est claro que tenemos que colaborar con los padres en circunstancias muy diversas, combinando varias estrategias: la interaccin personal, en grupos reducidos o comunicndonos con ellos a travs de distintos medios. Lo que decidamos hacer depender del contexto social y cultural en que ejecutemos nuestros programas y de los recursos que podamos emplear con facilidad. Lo ideal sera tener en cuenta la forma de vida de la familia y lo que ms le convendra. Los programas para los padres no deben imponer demasiadas condiciones a la participacin de stos, especialmente de las mujeres, que ya estn agobiadas por las mltiples tareas que realizan en el hogar y fuera de l. Es importante ser flexibles y ponerse a la altura de 10s padres en lugar de esperar siempre que sean ellos quienes busquen nuestros programas y servicios. Los programas para los padres deben atender sus necesidades como cuidadores y sostenedores de la familia y al mismo tiempo satisfacerles sus deseos de adultos, cada uno de los cuales tiene necesidades propias de aprendizaje e interaccin con sus iguales. Desde 1994, el UNICEF respalda en Viet Nam una iniciativa denominada Proyecto de Microcrditos, en Ia que participan la Unin de Mujeres de Viet Nam y el Departamento de Desarrollo de la Primera Infancia del Ministerio de Educacin y que imparte formacin en seis municipios, con la participacin de 1.800 familias. El Proyecto comprende programas de desarrollo del nio en la primera infancia basados en el hogar que ejecutan los padres a los que se forma como cuidadores de nios. Los padres tambin participan en sistemas de produccin familiar de alimentos en los que se cultivan huertos de verduras y se cran peces en estanques y ganado. Esos sistemas se financian mediante un plan de crditos gracias al cual las madres y los cuidadores de nios pueden percibir prstamos rotatorios por ser miembros de un grupo de ahorros compuesto por diez mujeres. Tienen un plazo de seis meses para devolver el prstamo y pueden solicitar hasta tres ciclos de prstamos si han devuelto los anteriores. Como miembros del grupo de ahorros participan en reuniones mensuales que se aprovechan para instruirlas acerca del cuidado de los nios, la nutricin, la maternidad sin riesgo, Ia planificacin familiar y Ia participacin en planes de ahorros y crdito. Aparte de haber aumentado 10s servicios de desarrollo del nio en la primera infancia que se prestan a los nios de los pueblos participantes, el programa ha tenido efectos positivos en la salud y la alfabetizacin de las mujeres y en la seguridad alimentaria de sus familias (Thi Bich, 1997). La cuestin principal sobre la que deberamos reflexionar y planteamos una y otra vez es la de qu supuestos formulamos acerca de los padres como cuidadores de sus hijos y como educandos adultos. Y, a partir de esos supuestos, cmo decidimos respecto del contenido y los procesos de nuestros programas destinados especficamente a los padres. Nos dejamos llevar tanto por el mensaje o damos tanta importancia al contenido que nos preocupamos en exceso de la estructura (simplemente como la asistencia a la escuela) y descuidamos los puntos fuertes de los padres en los cuales deberamos apoyarnos? Colaboramos con ellos basndonos en la premisa de que tienen dficit y carencias que tenemos que subsanar o corregir? En cuanto a los padres miembros de los grupos denominados desfavorecidos, suponemos siempre que son 17

PUNTOS DE VISTA

mas SUSpuntos flacos que sus puntos fuertes en los que debemos apoyarnos? Las suposiciones que hagamos sobre los puntos fuertes y las necesidades de los padres determinarn el contenido, la orientacin y la metodologa que escojamos. En dos zonas de reasentamiento de la isla central de Luzn, Filipinas, una organizacin no gubernamental llamada la Comunidad de Aprendices atiende a nios y padres de uno de los grupos indgenas del pas, los aetas. Mil familias y 2.500 nios, desde recin nacidos hasta los 17 aos de edad, participan en el programa, que se ejecuta en dos provincias y es sostenido por la organizacin alemana Agro-Accin, que se ocupa principalmente de desarrollo rural, pero que tambin respalda programas de sanidad, emergencia y socorro. Agro-Accin comenz a apoyar a la Comunidad en 1992 a raz de la erupcin del Pinatubo y en medio de la accin de socorro. A medida que fue evolucionando esa colaboracin, se propuso que la Comunidad de Aprendices organizara un programa integrado de desarrollo del nio en la primera infancia en dos de las comunidades de reasentamiento. Un programa basado en instituciones para nios de cuatro a seis aos de edad presta servicios de educacin, salud y nutricin de la primera infancia conforme a las necesidades de las familias aetas, con un plan de estudios especfico, elaborado una vez que el personal de la Comunidad se hubiera inmergido totalmente en las aldeas. Los nios ms grandes en edad escolar participan en un programa de apoyo, antes o despus del horario de clases, que les ayuda a hacer frente a las exigencias de la enseanza escolar. Antes de que se iniciara el programa para nios ms grandes haba un ndice alarmante de abandono escolar entre los nios aetas matriculados en las escuelas pblicas; ahora, consiguen permanecer en la escuela o se les ayuda a volver a ella. Hacia el segundo y el tercer ao, los nios ms pequeos, que haban participado dos o tres aos en el programa de desarrollo del nio en la primera infancia ya no estaban teniendo los problemas con que haban topado sus hermanos mayores cuando se matriculaban en las escuelas pblicas. Pero, aparte de la disposicin al trabajo escolar y el rendimiento, un objetivo importante del programa de nio a nio de los aos intermedios ha sido y sigue siendo la inversin en los nios como futuros padres, pues los jvenes aetas contraen matrimonio frecuentemente a edades precoces. El otro elemento primordial del proyecto educativo de las familias de la Comunidad de Aprendices es un programa que se lleva a cabo en los hogares con los padres y los nios de menos de tres aos de edad, organizado en cada uno de los sitios o vecindarios (compuestos de un grupo de familias que forman un clan). Los padres y los nios participan en un programa educativo de alfabetizacin de adultos (a peticin de los padres el primer ao del programa) y actividades de fomento de las relaciones entre los padres y los hijos que apoyan la accin de los padres como cuidadores, sobre todo en los primeros aos. El programa se basa en las prcticas tradicionales de crianza de los aetas, aprovecha al mximo los materiales didcticos hechos por los propios maestros para nios y padres y hace hincapi en la solucin en cooperacin de problemas que afectan a las relaciones de los padres con sus hijos, familias, el clan y la comunidad. Los padres aprenden simultneamente con los nios mediante un plan de estudios estructurado conforme a su cultura indgena y sus hbitos de crianza de la prole, pero tambin se les ensean mtodos adecuados para actuar en el terreno de la salud y la nutricin y juegos interactivos o actividades a realizar en el hogar y en comunidad con miras al desarrollo de SUS hijos. La Comunidad de Aprendices ha maximizado adems los programas de educacin de los padres como puntos de partida para abordar las necesidades bsicas de la familia y la comunidad, como la seguridad alimentaria bsica y los programas de sostenimiento del hogar que permiten a las familias satisfacer sus dems necesidades bsicas. Al cabo de seis aos, se han organizado varias cooperativas. Una tienda d alimentos y productos bsicos, granjas de verduras, actividades de crianza de animales, cultivo de arroz y actividades complementarias como la confeccin de cestos y la elaboracin de alimentos figuran entre las actividades generadoras de ingresos emprendidas por los padres aetas dentro del programa. Los ingresos de las cooperativas se dividen en tres partes: la de la familia, la del fondo rotatorio de la cooperativa y la parte de los programas de desarrollo del nio en la primera infancia. Nuestra labor en la Comunidad ha puesto cada vez ms de manifiesto que tenemos que colaborar con los padres de dos formas fundamentales pero distintas: 1) en su calidad de cuidadores que necesitan apoyo, o sea empata e informacin acerca de los efectos de los cambios en el comportamiento de sus hijos a medida que van creciendo y desarrollndose, y consejos prcticos acerca de cmo atenderles y ensearles; 2) como personas y adultos que afrontan tambin los cambios y las dificultades de sus propias experiencias vitales de hombres y mujeres en diferentes etapas de la vida adulta. Ocuparse de nios pequeos significa ocuparse 18

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tambin de SUSpadres; ambas actividades son inseparables. Frecuentemente es ms fcil hacer caso omiso de esta parte insoslayable del apoyo a otros miembros de la familia, por ejemplo, pasando por alto el hecho de que los padres tienen una manera propia de aprender como adultos o de que tambin tienen necesidades y problemas personales que resolver que, a su vez, influyen en las relaciones que sostienen con sus hijos y con los maestros y personas que los atienden. En Sri Lanka, el Programa de Desarrollo del Nio en la Primera Infancia basado en el hogar presta apoyo a madres de comunidades alejadas y est concebido para ensear a los padres las etapas de desarrollo de la primera infancia y los cambios que sus hijos van experimentando en el transcurso del tiempo. Su rasgo ms interesante es la atencin especial que se dedica a detectar y maximizar las oportunidades de aprendizaje en el hogar mediante las actividades cotidianas y repetitivas del nio (cuando se despierta o en el momento de ir a la cama, la rutina de la higiene personal, las horas de las comidas, las relaciones con las visitas, etc.). El programa aprovecha las actividades diarias de las madres y las faenas del hogar (p. ej., buscar lea, lavar la ropa, cuidar al beb y hacer las compras) para estimular la capacidad de resolver problemas del nio y ayudarle a dominar el lenguaje. De la experiencia de Sri Lanka se desprende que de la capacitacin de los cuidadores o los padres debern formar parte la teora y las prcticas de la labor con adultos como aprendices, la comprensin de las diversas etapas del desarrollo de los adultos, las cuestiones relacionadas con el gnero y la dinmica de la vida familiar en distintas culturas. Con demasiada frecuencia, la formacin de maestros, profesionales de la salud y asistentes sociales se ha centrado en la sustancia y los procesos de la labor con nios de corta edad, o sea, cmo cuidar de su salud y nutricin y aportarles experiencias estimulantes y que les ayuden a aprender. En cuanto a la labor con los padres, el nfasis se ha centrado en el contenido: lo que necesitan saber para ser mejores padres. Ha habido una tendencia a transmitirles hechos y prcticas, y a que lo hicieran personas de fuera que supuestamente saben ms que ellos acerca de cmo cuidar y ensear a sus hijos. Rara vez se ha dado suficiente importancia a cmo observar y escuchar a los padres para tratar de entender las prcticas de crianza que se-siguen en una familia o comunidad antes de prescribir lo que, con la mejor intencin del mundo, creemos que es lo ms apropiado. Tenemos que lograr un equilibrio entre estos dos elementos de la concepcin de un programa de educacin de los padres. A veces es ms fcil actuar siguiendo planes de estudios elaborados de antemano, con mdulos prescritos, pero, aunque pueda ser ms reconfortante, esta prctica tambin cae en la trampa de no aprovechar las prcticas locales de crianza de la prole y de perder de vista o incluso descalificar lo que los padres hacen en apoyo del crecimiento y el desarrollo de sus hijos. No queremos decir con esto que haya que suprimir completamente las metas, los objetivos y el contenido, ni saltarse el proceso de elaboracin del plan de estudios de los programas de educacin de los padres, sino que debiramos esforzarnos por llegar a un equilibrio entre las experiencias y el saber de los padres y un contenido educativo y un proceso de aprendizaje que les ofrezcan la posibilidad de reflexionar sobre las prcticas que siguen. Es importante estar bien preparados y poder tranquilizar a los padres y responderles de manera adecuada, mas tambin tenemos que reconocer que los padres son adultos que estn aprendiendo y que poseen una experiencia y una base de conocimientos apreciables que se pueden aprovechar para un programa de educacin de los padres. Tambin es importante prestar atencin al aprendizaje ms basado en la accin y a enfoques que se funden ms en la experiencia y en los que pueda haber una completa y activa participacin de los padres como adultos que aprenden. A veces, es demasiado fcil esconderse tras la mampara de seguridad de las carpetas, los grficos, las ayudas visuales, los folletos y los materiales didcticos, siendo as que la forma ms valiosa de respaldar a los padres puede consistir en escucharlos con empata y darles consejos oportunos o incluso hacerles una pregunta que les haga detenerse a reflexionar. A veces, la inversin ms importante podra ser facilitar las relaciones entre los padres de un barrio para recrear el apoyo tradicional que presta una familia extensa. La tarea que se nos plantea a quienes participamos en programas de educacin de los padres y de desarrollo del nio en la primera infancia es traducir la retrica de la asociacin y la participacin en formas cotidianas de interaccin que reafirmen la competencia y el respeto entre los adultos que aprenden. Las suposiciones que hacemos respecto de los padres y las premisas que guan nuestros programas determinarn en ltima instancia si la capacitacin de los padres como cuidadores y maestros de los nios ser simplemente un lema polticamente 19

PUNTOS DE VISTA

correcto atractivo o un verdadero sentimiento en el corazn y la mente de los padres que puede redundar en beneficios reales para sus hijos y para ellos mismos.

Referencias : Amarasinghe, Amara. Home-bmed ECCD in Sri-Lanka. Comunicacin presentada en una reunin del Instituto Regional sobre el tema Los nios de corta edad, las familias y las comunidades: enfoque integrado del desarrollo y el cuidado de la primera infancia, celebrada en Singapur en noviembre de 1997 Herstcovitch, Lara. Moving Child and Family Programs to Scale in Thailand. Integrated Program for Child and Family Development,UNICEF, Bangkok, Tailandia, 1997. Nguyen Thi Bich. Home-based Dqv care centres in Vietnam. comunicacin presentada en una reunin regional sobre desarrollo y cuidado de la primera infancia, celebrada en Bangkok, Tailandia, en noviembre de 1996

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DESARROLLO DE LA PRIMERA INFANCIA

Cuidado y desarrollo del nio en la primera infancia: situacin actual y tareas pendientes Judith L. EvansJudith L. Evans (Doctorado en la educacin, Universidad de Massachusets, M.S., Universidad de Stanford: B.A. Universidad de Minnesota) es especialista en psicologa gentica y responsable de la investigacin y de la programacin internacionales sobre la primera infancia desde hace unos treinta aos. Actualmente, dirige el Grupo de consulta sobre los cuidados y el desarrollo de la primera infancia. Antes, fue especialista del programa de la primera infancia de la Fundacin Aga Khan y Vicepresidente de la Fundacin de Investigacin Educativa High/Scope. Contacto: [email protected]

La atencin mundial est concentrada en el siglo XXI. Se piensa que el ao 2000 es un indicador de los progresos alcanzados en la satisfaccin de las necesidades de los nios pequeos en todo el mundo. As como los primeros aos de vida sientan las bases de la vida del nio, los logros del siglo XX sern los cimientos de la labor que se llevar a cabo en el prximo siglo. En esta seccin se analiza lo logrado en materia de cuidado y desarrollo del nio en la primera infancia en los decenios anteriores al ao 2000.

La conciencia de la vala de los programas sobre la primera infancia ha aumentado considerablemente.En la Conferencia Mundial sobre Educacin para Todos, celebrada en Jomtien, Tailandia, en marzo de 1990, se dio un gran impulso al cuidado de la primera infancia. Durante la Conferencia la versin de educacin bsica se ampli a fin de que abarque las necesidades bsicas de aprendizaje en los primeros aos de vida. Con esta definicin ms amplia se reconoci que el desarrollo del nio en la primera infancia sienta las bases del aprendizaje en la escuela primaria y de aportaciones sociales productivas ms adelante en la vida. En la Declaracin Mundial sobre Educacin para Todos de la Conferencia se seal que el aprendizaje comienza con el nacimiento y en el Marco de Accin aprobado por la misma se afirm que: Las condiciones previas de calidad, equidad y eficacia de la educacin se establecen en los aos de la primera infancia, prestando atencin al cuidado y desarrollo de la niez, esencial para alcanzar los objetivos de la educacin bsica. (parrafo 20) El apoyo que recibieron en Jomtien los programas sobre la primera infancia era una respuesta a algo absolutamente evidente: prestar la pertinente atencin al crecimiento y al desarrollo del nio durante los primeros aos de vida es una inversin social provechosa. La Conferencia de Jomtien estimul el inters de numerosos gobiernos y algunas organizaciones internacionales en crear y fortalecer programas destinados a los primeros aos de la niez.

Hay una mayor comprensin de la importancia de los programas de cuidado y desarrollo del nio en la primera infancia, porque se aprecian mejor los beneficios econmicos que reporta la inversin en ellos.Los especialistas en la materia llevan decenios fomentando el cuidado y desarrollo del nio en la primera infancia y los psiclogos especializados en educacin tambin sostienen que es necesario satisfacer las necesidades de desarrollo del nio durante sus primeros aos, mas ni los profesionales ni los estudiosos han logrado atraer la atencin nacional o internacional, hasta que, por fin, despertaron inters los beneficios de los buenos programas de cuidado y desarrollo 21

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del nio en la primera infancia en cuanto a disminucin de costos y tasa de rendimiento de las inversiones en ellos. Hoy en da, hay datos convincentes de que aumentar las inversiones en intervenciones de calidad en favor de la primera infancia es una actitud econmicamente vlida. Vale decir, que la tasa de rendimiento de las inversiones en los primeros aos de vida es ms elevada que las de las inversiones en cualquier otro nivel del sistema educativo. Los datos ms asombrosos al respecto proceden del proyecto de establecimiento preescolar High/Scope Perry, en el que se ha estudiado a un grupo de nios de una pequea localidad de los Estados Unidos de Amrica durante un periodo de 22 aos. Algunos de estos nios recibieron una enseanza preescolar de calidad; el otro grupo no asisti a un establecimiento preescolar. A medida que estos nios avanzaban en la escuela y llegaban a la edad adulta se iban registrando sus experiencias. Los datos ms recientes se recogieron cuando estas personas llegaban a los 27 aos de edad. Las diferencias entre los grupos son enormes, no slo por lo que se refiere a sus resultados escolares, sino, lo que es ms importante, con respecto a diversas dimensiones sociales. Los que recibieron una enseanza preescolar obtuvieron mejores resultados escolares que los que no la tuvieron; siguieron estudiando durante ms tiempo, tienen empleos mejor remunerados y han formado familias ms estables. Si asignamos un valor econmico a estas caractersticas, del estudio se desprende que el pas recibe 7,16 dlares por cada dlar invertido en enseanza preescolar (Schweinhart y otros, 1993). Estos datos han llamado la atencin de los encargados de adoptar polticas que, ante ellos, han modificado las polticas nacionales relativas a los programas destinados a los nios de corta edad y sus familias.

La inversin en programas de cuidado y educacin del nio en la primera infancia es una prioridad de los principales organismos donantes.El ambiente internacional favorable a que se apoyen los programas que satisfacen las necesidades de los nios de corta edad ha dado lugar a un nuevo tipo de fnanciacin. Podemos, pues, afirmar sin temor a equivocarnos que ha mejorado la voluntad poltica ante la demanda y la identificacin cada da ms clara de los beneficios que reportan las inversiones en la primera infancia. En realidad, podra decirse que el cuidado de los nios durante la primera infancia es la parte del sector educativo que crece con ms rapidez.

Los pases estn adoptando polticas que reconocen los derechos del nio y definen la funcin de las autoridades en materia de apoyo a los nios de corta edad y sus familias.Una de las tareas pendientes en 1990 para los docentes de la primera infancia era colaborar ms estrechamente con las actividades a fin de favorecer la adopcin de polticas adecuadas que respaldasen la puesta en marcha de programas para los nios de tierna edad y sus familias, tarea que se est llevando a cabo pues cada vez son ms los pases que elaboran y aplican polticas destinadas a la primera infancia. Un ejemplo de este tipo de polticas es Ghana, pas en el que una iniciativa reciente, la Declaracin de Accra, ha dado una perspectiva y un enfoque nuevos a la atencin que en l se presta a la infancia. En la Declaracin se otorga la mxima prioridad a los nios en situacin de riesgo y se invita a todas las instituciones y organismos oficiales, a las organizaciones no gubernamentales