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¿De excluidos a propietarios? Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal

¿De excluidos a propietarios? · Fundación Ford, IDRC, Norad, SDC y Sida, quienes generosamente patrocinaron el presente trabajo. Fotografía de la portada: Agni Klintuni Boedhihartono,

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Page 1: ¿De excluidos a propietarios? · Fundación Ford, IDRC, Norad, SDC y Sida, quienes generosamente patrocinaron el presente trabajo. Fotografía de la portada: Agni Klintuni Boedhihartono,

¿De excluidos a propietarios?

Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal

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La InIcIatIva De Derechos y recursos

La Iniciativa de Derechos y Recursos es una coalición global que busca promover la tenencia de bosques, así

como políticas y reformas de mercado en el sector forestal y agrupa organizaciones internacionales, regionales y

comunitarias que trabajan en conservación, investigación y desarrollo.

La misión de la Iniciativa de Derechos y Recursos es intensificar la acción global en materia de políticas y reformas

de mercado forestales a favor de los pobres a fin de aumentar la propiedad familiar y comunitaria, el control y los

beneficios provenientes de los bosques y de los árboles. RRI opera bajo la coordinación del Grupo de Derechos y

Recursos, una organización no lucrativa con sede en Washington D.C. Si desea obtener mayor información, visite

www.rightsandresources.org.

Los puntos de vista presentados en este documento son de los autores y no necesariamente los comparten el DFID, la

Fundación Ford, IDRC, Norad, SDC y Sida, quienes generosamente patrocinaron el presente trabajo.

Fotografía de la portada: Agni Klintuni Boedhihartono, Programa de Conservación de Bosques de la Unión Internacio-

nal para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Mujeres, niñas y niños Batwa hablando de su visión sobre el futuro

del paisaje en la localidad de Mututu, Provincia de Bururi, en Burundi. La fotografía se tomó durante un ejercicio para

evocar y visualizar el futuro, realizado por el programa Medios de Vida y Paisajes de UICN, en el poblado de Mututu, en

mayo de 2008.

socIos

Donantes

for people and forests

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¿De excluidos a propietarios?Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal

Por William D. SunDerlin, Jeffrey HatcHer y megan liDDle

Traducción de:

Belinda Cornejo Duckles

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Rights and Resources Initiative

Washington DC

¿De excluidos a propietarios? © Julio 2008 Rights and Resources Initiative.

ISBN 978-0-578-03383-9

Reproduction permitted with attribution

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iii

Hoy en día se reconoce ampliamente que contar con derechos de tenencia claros es central para

lograr el desarrollo social y económico. La aclaración de los derechos de tenencia también habrá de ser un

componente crucial para los acercamientos a la mitigación del cambio climático basados en los bosques.

Sabemos que la incertidumbre, la controversia y el conflicto sobre los derechos de propiedad socavan los

avances en muchos frentes. El reconocimiento formal de los derechos de propiedad de los pueblos indí-

genas y las comunidades forestales se ha defendido por razones morales, pero también es una prioridad

social, económica y política. Las razones para prestar atención seriamente al asunto de la tenencia forestal

son ahora más apremiantes que nunca.

La Iniciativa para los Derechos y los Recursos (RRI por sus siglas en inglés) es una nueva coalición de

organizaciones regionales y comunitarias cuya misión es promover una mayor acción global en cuanto

a las reformas a las políticas forestales y mercantiles para mejorar la propiedad, control y beneficios que

obtienen las familias por los bosques y los árboles. El informe que tiene en sus manos es producto de una

de nuestras actividades principales: generar nuevos análisis de nivel global para el apoyo de reformas y

opciones para su implementación.

Este informe es la continuación de un documento titulado ¿De quiénes son los bosques del mundo?:

La tenencia forestal y los bosques públicos en transición,1 publicado en 2002. En ese documento, Alejan-

dra Martin y yo escribimos que en el curso de las últimas décadas, los añejos reclamos de los gobiernos

en cuanto a la propiedad de los bosques se habían comenzado a disolver. Documentamos tres tendencias

relacionadas con esta transición de la tenencia forestal. Primero, algunos gobiernos estaban recono-

ciendo la propiedad comunitaria, incluyendo territorios bajo propiedad de pueblos indígenas; segundo,

la responsabilidad por el manejo de las tierra forestales públicas estaba siendo devuelto a las comuni-

dades; y, tercero, las concesiones públicas para la tala estaban sufriendo reformas para apoyar un mayor

acceso para las comunidades locales. Concluimos que los gobiernos deben planear y manejar la tran-

sición en la tenencia forestal y proporcionamos sugerencias concretas acerca de cómo podrían lograrse

dichas reformas.

Cuando se estableció RRI en el 2005, nos dimos cuenta de que necesitamos mejores monitoreos e in-

formes sobre la transición mundial en cuanto a la tenencia forestal. Ese es uno de los objetivos principales

de este informe: la difusión de información cuantitativa respecto a lo que ha sucedido desde el 2002. Esta

tarea es importante por dos razones. Primero la transición, que se aleja de la propiedad y control guber-

namental mayoritario de los bosques del mundo, tiene implicaciones importantes para el bienestar de los

pueblos forestales, para el manejo y la conservación de los bosques, así como para una serie de asuntos y

problemáticas globales relacionados con los bosques, incluyendo el cambio climático. Conocer las cifras

equivale a comprender si y cómo continua dicha transición. Iniciamos esta tarea porque ninguna otra orga-

nización está realizando este tipo de monitoreo. Esperamos que, al promover la comprensión de la impor-

tancia de estas tendencias, a la larga adoptará esta labor alguna organización internacional con una mayor

capacidad para la recolección de datos.

Este informe no sólo presenta información cuantitativa sobre la transición de la tenencia, sino

que además la interpreta en un contexto más amplio. La información cuantitativa que monitorea RRI

son datos gubernamentales sobre la tenencia formal y legal (estatutaria). La tenencia estatutaria suele

traslaparse y competir con sistemas de propiedad preexistentes, localmente determinados, denominados

tenencia consuetudinaria. Hay una gran variedad de limitaciones para el reconocimiento de los derechos

PREFACIO

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iv

humanos, civiles y de propiedad de los pueblos locales, así como para el mejoramiento de la contribución

de los bosques a metas sociales, económicas y ambientales más amplias. Sin embargo, es igualmente

importante entender que hay condiciones compensatorias que proporcionan una base a la esperanza

de que para los pueblos de los bosques del mundo, la seguridad en la tenencia es un futuro que está a su

alcance.

AnDy WHItE

Coordinador

Iniciativa por los Derechos y los Recursos

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PREFACIO iii

LIStA DE tABLAS y ILUStRACIOnES vi

LIStA DE ACRónIMOS y ABREvIAtURAS vii

RESUMEn viii

1. IntRODUCCIón 1

2. LA tRAnSICIón En LA tEnEnCIA: LEyES COnSUEtUDInARIAS, EStAtUtARIAS y COntROvERSIAS 4

3. CAMBIOS En LA tEnEnCIA FOREStAL EStAtUtARIA DEL 2002 AL 2008 7

3.1 Métodos 7

3.1 Resultados 8

3.3 Discusión de los resultados de la tabla 1 12

4. DESAFíOS PARA LA REALIzACIón DEL POtEnCIAL DE LAS REFORMAS A LA tEnEnCIA EStAtUtARIA 13

4.1 Coacción e implementación inadecuada de las reformas 13

4.2 Falta de avances en los derechos complementarios 15

4.3 Preferencia gubernamental a las concesiones y la conservación industriales por encima

de los pueblos 16

4.4 La competencia dentro de, y entre las comunidades forestales 22

4.5 Débil desempeño del gobierno en la promoción de las reformas 22

4.6 Resumen de los desafíos 25

5. SEñALES DE AvAnCE 26

5.1 Sucesos legales y políticos que aclaran y fortalecen la tenencia 26

5.2 Los impactos de las reformas a la tenencia forestal 29

5.3 La oportunidad del cambio climático, el poder de negociación, y los derechos

de los pueblos forestales 30

5.4 El aumento de organizaciones y redes que apoyan las reformas a la tenencia forestal 31

5.5 Dónde nos encontramos: un balance 33

6. OPORtUnIDADES PARA tEnER MEjORES AvAnCES 34

AnExO 1. DESAFíO y RIESgOS DE RECOPILAR DAtOS EStAtUtARIOS FOREStALES A nIvEL MUnDIAL 38

AnExO 2. PAUtAS téCnICAS PARA LA RECOPILCAIón DE DAtOS SOBRE LOS CAMBIOS En LA

tEnEnCIA FOREStAL 39

AnExO 3. PRInCIPALES COnSIDERACIOnES PARA LA CREACIón DE Un MARCO PARA LA

COMPARACIón 2002-2008 En LA tABLA 1 2002–2008 COMPARISOn In tABLE 1 40

RECOnOCIMIEntOS 41

nOtAS 43

CONTENIDO

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vi

LISTA DE TABLAS Y ILUSTRACIONES

LISTA DE TABLAS

tabla 1: Distribución de la tenencia forestal en los 30 países con más bosques, 2002–200819 9

tabla 2: Distribución de la tenencia forestal en seis países de África Occidental, 2002–200896 11

tabla 3: Datos de concesiones para 15 de los 30 países con más bosques, 2008 18

tabla 4: Recientes avances políticos y legales que fortalecen los derechos de tenencia

comunitarios en 18 países 28

LISTA DE ILUSTRACIONES

Ilustración 1: Distribución de la tenencia forestal por categoría de tenencia en 25 de los

30 países con más bosques, 2002–2008 10

Ilustración 2: Cantidad de países que han experimentado aumentos, disminuciones, o ningún

cambio en el total del área forestal bajo cada categoría de tenencia, en 25 de los 30 países

con más bosques, 2002–2008 10

Ilustración 3: Comparación del área de concesiones industriales y tierras forestales

comunitarias en 15 países, 2008, 2008 19

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LISTA DE ACRóNImOS Y ABREvIATURAS

RCA República Centroafricana

MFBC Manejo Forestal de Base Comunitaria

CIFOR Centro para la Investigación Internacional del Manejo Forestal

RDC República Democrática del Congo

FAO Organización de las naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación

FRA Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO

ICRAF Centro Agroforestal Mundial

IUCn Unión Internacional para la Conservación de la naturaleza

MFC Manejo Forestal Conjunto

Mha Millones de Hectáreas

nd no hay Datos Disponibles

Ong Organización no-gubernamental

PFnM Productos Forestales no Maderables

OWL Otras tierras con Bosques (tierras con 5–10% de dosel forestal)

Png Papua nueva guinea

RECOFtC Centro de Entrenamiento Regional en Manejo Forestal Comunitario para Asia y el Pacífico

REDD Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación

RRI Iniciativa por los Derechos y los Recursos

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RESUmEN

En ¿De quiénes son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y los bosques públicos en transición,

publicado en el 2002, se informó que en décadas recientes los gobiernos ha comenzado a reducir su propie-

dad y control legal sobre los bosques del mundo. El objetivo de este informe es medir si esta transición de

la tenencia forestal continuó durante el periodo 2002-2008, así como evaluar las implicaciones del cambio

estatutario en la tenencia forestal para los pueblos forestales, los gobiernos y la comunidad global.

El informe concluye que la transición sí continuó en el periodo 2002- 2008. El área bajo propiedad

estatal disminuyó, y ha habido aumentos correspondientes en el área de los bosques designados para el

uso por comunidades y pueblos indígenas, el área bajo propiedad de comunidades y pueblos indígenas, y el

área bajo propiedad de individuos y empresas.

Aunque continúa la transición de la tenencia, los avances son contradictorios. Entre los problemas

principales están los siguientes: los gobiernos se mantienen aferrados a la mayoría de los bosques y es

lenta la transición de la tenencia forestal; las reformas estatutarias no siempre resultan en una tenen-

cia más segura; también son necesarias acciones en cuanto a los derechos humanos, civiles, políticos y

de género para mejorar el bienestar, y en este frente los avances son lentos; el área de las concesiones

industriales sigue siendo muy superior al área de bosque designado para el uso por, o bajo la propiedad de,

comunidades y pueblos indígenas; los reclamos industriales sobre las tierras forestales están aumentando

pronunciadamente, entre otras cosas para la producción de biocombustibles; y algunos gobiernos tienen

un desempeño pobre al llevar a cabo el proceso de las reformas.

Sin embargo, hay buenas noticias: en 2002-2008 se han anunciado muchas reformas nacionales nuevas

donde se reconoce el acceso y propiedad de las tierras forestales para la gente local; los resultados de la in-

vestigación se suman a las evidencias de que el fortalecimiento de la tenencia forestal de las comunidades

e individuos puede mejorar el bienestar, permitir la exclusión de reclamantes externos, y mejorar el manejo

y conservación forestales; la atención mundial al cambio climático ofrece la posibilidad de aumentar el

poder de negociación de los pueblos forestales; y hay evidencias de crecimiento en el movimiento para el

fortalecimiento de la tenencia forestal local.

El informe termina con recomendaciones acerca de cómo el proceso de reformas a la tenencia forestal

puede ser impulsado hacia adelante.

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1

Introducción1¿De quiénes son los bosques del mundo?

Hay dos maneras fundamentalmente distintas de

responder a esta pregunta. Desde el punto de vista

de la tenencia consuetudinaria (determinada, en

la mayoría de los casos, por los pueblos locales), la

respuesta es: “Las personas que viven en o cerca de

los bosques son sus propietarios, y el gobierno no

lo es”. Si se plantea la pregunta desde el punto de

vista de la tenencia estatutaria (determinada por

el estado), la respuesta es: “El gobierno controla

la mayor parte de la tierra, pero en algunos países

el gobierno ha transferido los derechos de propie-

dad y acceso a algunas comunidades, individuos y

empresas”. Esta publicación se centra mayormente

en la segunda perspectiva, no porque sea la más

importante, sino porque la visión oficial es la que

le da forma a las políticas y a su implementación,

porque es posible medir los cambios recientes, y

porque hay consecuencias profundas aunadas a

estos cambios.

En la publicación del 2002 titulada ¿De quién

son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y

los bosques públicos en transición quedó claro que

se ha empezado a transformar un patrón de siglos

de propiedad y control predominantemente guber-

namental de las tierras forestales. Con base en los

datos gubernamentales sobre la tenencia estatu-

taria, el informe calculó que en el 2002 el 77% del

área de terrenos forestales a nivel global estaban

bajo la administración directa de los gobiernos, el

4% estaban designados para el uso de las comuni-

dades y los pueblos indígenas, el 7% estaba bajo la

propiedad de las comunidades locales y los pueblos

indígenas, y el 12% estaba bajo la propiedad de

individuos y empresas.2 Los autores percibieron

tres tendencias vinculadas a esta transición en la

tenencia forestal: algunos gobiernos han comen-

zado a reconocer la propiedad por parte de las

comunidades y pueblos indígenas y han producido

leyes que apoyan este cambio; algunos gobiernos

han comenzado a autorizar el manejo de las tier-

ras forestales gubernamentales bajo las reservas;

y un tercer grupo de gobiernos ha comenzado a

autorizar las concesiones comunitarias como un

desprendimiento de la práctica generalizada de

otorgar concesiones a empresarios privados.3 Los

autores subrayaron dos problemáticas relaciona-

das con la transición: la necesidad de un ambiente

legal y político que preste apoyo a la propiedad for-

estal comunitaria, y la necesidad de que los actores

públicos, privados y de la sociedad civil planeen y

manejen cuidadosamente estas transiciones.4

El informe del 2002 ha sido leído ampliamente

por representantes de organizaciones donadoras,

académicos, especialistas en los campos del medio

ambiente y del desarrollo, organizaciones comuni-

tarias, y políticos. Una de las razones de este interés

es un cambio de paradigma en las visiones sobre

el papel de los bosques en la sociedad. En los años

sesenta, el “manejo forestal centrado en la gente”

era sólo un eslogan, pero se ha vuelto gradual-

mente común en el pensamiento sobre el manejo

forestal. Los defensores de esta visión argumentan

que puede contribuir a proporcionar una amplia

variedad de soluciones a problemas relacionados

con los bosques, incluyendo los siguientes:

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal2

Se respetarán los derechos consuetudinarios ��

y ancestrales de los pueblos indígenas y otros ha-

bitantes de los bosques, y ya no se les tratará como

intrusos en sus propios hogares;

Los pueblos forestales ya no vivirán bajo la ��

continua amenaza de que sus territorios ances-

trales sean profanados, de que se destruyan sus

medios de subsistencia, o de terminar como refu-

giados;

Al ser reconocidos como custodios legales ��

de las tierras forestales que habitan, los pueblos

forestales tenderán más a tener sustentos estables,

a invertir en sus propias tierras y recursos, y a

manejar y conservarlos bien a perpetuidad;

El manejo local de los bosques ofrecerá una ��

alternativa viable en los casos en que los gobiernos

no hayan tenido un buen desempeño como únicos

administradores de la tierra, o donde el modelo

industrial de manejo forestal no haya logrado

beneficiar a la sociedad y proteger los recursos

forestales;

Los derechos claros y seguros de propiedad ��

reducirán los conflictos por los recursos, estabili-

zarán al sector forestal, alentarán las inversiones

y, por lo tanto, contribuirán a ampliar el desarrollo

social y económico.

Los sucesos recientes han estimulado un

interés aún mayor para aclarar los derechos de

tenencia y en la propiedad y manejo a nivel local

de las tierras y recursos forestales. La demanda

de acceso a las tierras forestales ha aumentado

dramáticamente, en parte por la demanda cre-

ciente de cosechas agroindustriales, incluyendo los

biocombustibles. Para la creación de mercados fun-

cionales y equitativos para el almacenamiento de

carbono en tierras forestales será necesario aclarar

los derechos de propiedad, la tenencia forestal y los

derechos sobre el carbono.

¿Ha continuado la transición de la tenencia

forestal desde el 2002? De ser así, ¿en qué países y a

qué escala? ¿Han continuado las tendencias subya-

centes a esta transición? Este informe busca re-

sponder a estas preguntas. Además, este informe ve

más allá de las cifras y contextualiza la transición.

Es importante saber si el fortalecimiento de la

tenencia forestal estatutaria para los individuos y

las comunidades está logrando lo que se pretende,

además de entender los factores contextuales que

amenazan o favorecen el éxito de las reformas a la

tenencia estatutaria.

Este reporte está formado por las siguientes

cinco secciones subsiguientes:

La sección 2 establece el escenario al descri-

bir la fricción histórica entre la tenencia forestal

consuetudinaria y la estatutaria. Alguna vez los

pueblos forestales experimentaron una sensación

de propiedad sobre los bosques que habitan. Esto

pasó a convertirse en una sensación de exclusión

al asumir los gobiernos del mundo el control legal

sobre los bosques. En décadas recientes, parece

haber una transición de la exclusión a la propiedad

al reconocer los gobiernos la tenencia consuetudi-

naria y conferir derechos estatutarios.

La sección 3 mide los cambios en la transición

de la tenencia forestal en los 30 países con más

bosques en el mundo y en seis países de África Oc-

cidental.

En la sección 4 se señala que, a pesar de las

mejoras en los derechos estatutarios no-estatales

sobre los bosques, hay problemas preocupantes,

incluyendo los siguientes: la lentitud del ritmo del

reconocimiento cabal de los derechos de propie-

dad; las reformas estatutarias no siempre resultan

en una tenencia más segura; la lentitud del ritmo

de los avances en cuanto a los derechos humanos,

civiles, políticos y de género, que son complemen-

tos importantes para los derechos de tenencia; los

conflictos de tenencia que se originan desde el ex-

terior o el interior de la comunidad; y los obstáculos

para las reformas a la tenencia relacionados con la

tendencia de algunos gobiernos a alinearse con los

intereses empresariales, aspectos de la descentral-

ización y la devolución que interfieren con el éxito

de las reformas a la tenencia, y las deficiencias en la

administración y capacidad gubernamentales.

¿Ha continuado la transición de la tenencia

forestal desde el 2002?

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3

En la sección 5 se señala que, a pesar de estos

desafíos, hay señales de que está en proceso un

cambio positivo en la tenencia forestal y de que hay

oportunidades qué aprovechar. Entre estas señales

positivas están las siguientes: nuevas políticas

nacionales que fortalecen los derechos de tenencia;

casos que demuestran que el fortalecimiento de

los derechos de tenencia forestal pueden mejorar

los sustentos, servir como base para excluir a los

reclamantes externos, y promover la conservación

forestal; el surgimiento del interés en remunerar a

los pueblos forestales para que ayuden a mantener

a los bosques de pie y así reducir la amenaza global

que plantea el cambio climático; y el aumento de

movimientos de base, así como de organizaciones y

redes nacionales, regionales e internacionales que

apoyan las reformas a la tenencia forestal.

La sección final identifica algunas oportuni-

dades para ampliar, mejorar y acelerar el proceso de

las reformas a la tenencia forestal estatutaria.

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4

La transición en la tenencia: Leyes consuetudinarias, estatutarias y controversias2

El mundo está experimentando una transición

en la tenencia de la tierra que implica controversia

entre dos sistemas de tenencia fundamentalmente

distintas: la consuetudinaria y la estatutaria. Antes

de describir esta controversia, resultará de utilidad

explicar algunos términos clave. Los sistemas

de tenencia definen quienes son propietarios y

quienes pueden usar qué recursos, durante cuánto

tiempo, y bajo qué condiciones.5 Los sistemas de

tenencia consuetudinaria se determinan al nivel

local y suelen basarse en acuerdos orales. Los

sistemas de tenencia estatutaria los aplican los

gobiernos y están codificados en las leyes de los

estados.

Cientos de millones de personas viven en tier-

ras forestales, una cantidad grande pero indetermi-

nada no tiene seguridad en cuanto a la tenencia de

la tierra y los recursos, o bien ésta es muy débil. Son

varias las razones de esta inseguridad. Los pueblos

locales pueden disfrutar de derechos bajo acuerdos

tanto consuetudinarios como estatutarios, pero ser

incapaces de oponerse a los reclamos planteados

por otras partes sobre la tierra y los recursos. En

algunos casos, los acuerdos consuetudinarios son

claros y están bien aceptados a nivel local, pero los

acuerdos estatutarios los contradicen o nulifican. y,

en otros casos, los arreglos de tenencia consuetudi-

naria, por la razón que sea, no pueden cumplir con

su función.

La seguridad en la tenencia de la tierra es

importante porque suele ser la base de la iden-

tidad social, la seguridad personal, así como la

supervivencia cultural de los pueblos indígenas y

las minorías étnicas. La tenencia forestal también

es importante por razones económicas. juega un

papel importante en determinar quién sale ben-

eficiado o perjudicado en la competencia por los

bienes económicos y los servicios ambientales que

proporcionan los ecosistemas forestales. La segu-

ridad en la tenencia suele ser un prerrequisito para

la inversión de capital por parte del gobierno o las

empresas, mientras que, al contrario, los conflictos

por las tierras forestales desalientan las inver-

siones y socavan el manejo sensato. La seguridad

en la tenencia también juega un papel importante

en la estructura de los incentivos que motivan la

protección o la destrucción de los bosques.

Para poder valorar la importancia contem-

poránea de la tenencia de la tierra, resulta de

utilidad observar cómo ha ido cambiando en el

mundo durante los últimos cien años. Hace siglos,

los pueblos indígenas que vivían en los ambientes

forestales decidían por y para ellos mismos cómo

usar y manejar sus ambientes forestales. Aunque es

limitada la documentación histórica de dichas leyes

y prácticas consuetudinarias, se puede suponer que

los pueblos de los bosques tenían mano libre, rela-

tivamente, en el gobierno de su medio ambiente.

Esto, por supuesto, no excluye la posibilidad de que

hubiera guerras y conflictos territoriales entre los

grupos étnicos, así como una añeja dominación y

explotación por parte de colonizadores extranjeros

en los bosques menos remotos.

Durante el curso de los últimos siglos, con la

ampliación del alcance de la agricultura sedentaria,

la llegada de la revolución industrial y el capital-

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5

ismo, el establecimiento de las naciones estado, la

fundación de las ciudades y centros comerciales, el

aumento del colonialismo, la comercialización de

los bienes primarios tanto a nivel doméstico como

internacional, el veloz crecimiento de la población,

y la conversión de enormes áreas forestales para

otros usos de tierra, fue cobrando forma el go-

bierno moderno de las tierras forestales. Los gobier-

nos nacionales declararon la propiedad pública o

estatal de grandes áreas de bosques como parte del

dominio nacional y formularon leyes para preservar

su papel como la máxima entidad de toma de deci-

siones para las tierras forestales y sus recursos.

En esta etapa temprana de la transición de la

tenencia forestal, las personas que habitaban en o

cerca de los bosques pasaron de percibirse propi-

etarios de sus tierras y recursos a tener una sen-

sación de exclusión. En este proceso, perdieron la

sensación de pertenencia y seguridad, y perdieron

la confianza de que las propias tierras y recursos

no pudieran serles arrebatados arbitrariamente.

Con el paso del tiempo, individuos o comunidades

enteras perdieron su lugar en el mundo.6 Se vieron

desposeídos de su tierra y recursos mediante

entidades más poderosas que ellos hacían valer el

derecho de manejar, usar y vender esas tierras y

recursos.

Un punto de vista favorable sobre la toma

estatal de la propiedad forestal asegura que este

paso sirvió al “bien público”. Desde esta perspec-

tiva, el control monopólico del gobierno sobre

vastas extensiones forestales tenía el objetivo de

proteger los bosques de las naciones de la rápida

deforestación y de la devastación ecológica; tenía

el objetivo de proteger valiosos recursos naturales

maderables contra la destrucción total, consid-

erándolos como un recurso estratégico; y tenía el

objetivo de designar áreas protegidas que nunca

se verían sujetas a la conversión de uso de tierras.

Se promovió la “silvicultura científica” como una

manera de racionalizar la economía maderera y de

preservar las reservas de recursos para el futuro.

Un punto de vista menos favorable sobre la

toma de tierras forestales por el estado, sostiene

que se hizo principalmente para crear un sistema

de acceso privilegiado a los lucrativos recursos

forestales (p. ej., madera, petróleo y otros minerales

subyacentes en los bosques, y ciertos productos

forestales no maderables valiosos) para las per-

sonas poderosas en el gobierno, empresarios con

buenos contactos, así como miembros favorecidos

del ejército. Al excluir a la fuerza a los competi-

dores, el estado no sólo podía garantizar el acceso

a enormes existencias de recursos naturales,

sino también crear sistemas de patrocinio de los

recursos naturales (i. e., esperando recibir favores a

cambio de la generosidad del gobierno), y anular los

reclamos por recursos hechos por los pueblos indí-

genas de acuerdo con las leyes consuetudinarias.

A la larga, esta lógica formó parte de la promoción

de un modelo industrial a gran escala para el sec-

tor maderero, de favorecer los ingresos estatales

centralizados por encima del desarrollo local, y

de imponer un modelo excluyente de protección

forestal.

Los estados son entidades complejas y polifa-

céticas, así que es posible que las dos motivaciones,

las “favorables” y las “desfavorables”, puedan de-

sarrollarse dentro de la misma entidad de gobierno.

y por supuesto, las motivaciones elevadas pueden

servir para disfrazar las desagradables. Independi-

entemente de las razones fundamentales para la

adquisición gubernamental de los bosques nacio-

nales a nivel internacional, el resultado casi siem-

pre fue el mismo: no lograron cumplir con las metas

declaradas. En la mayoría de los países, la propie-

dad centralizada del gobierno, así como su control

de las tierras y recursos forestales, fracasaron en

impedir la deforestación masiva, la degradación de

los bosques y daños severos a los servicios ambi-

entales que los bosques proporcionan. Además, el

control monopólico sobre las tierras forestales y el

flujo de la riqueza forestal, despojó a los pueblos

locales de una posible ruta de escape de la pobreza,

la miseria, la dislocación y la destrucción cultural

en sitios donde antes no existían anteriormente.

Hoy en día el área de los bosques manejados

bajo tenencia consuetudinaria supera el área de

las tierras comunitarias e indígenas reconocidas

bajo la ley de tenencia estatutaria. Aunque en

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal6

muchos países del mundo los gobiernos nacio-

nales procuraron eliminar la tenencia de tierras

consuetudinaria (incluyendo, pero no limitándose,

a los bosques), estos sistemas de derechos locales

y prácticas de manejo han persistido (en grados

altamente variables). Hoy en día la mayoría de las

comunidades, con la excepción de algunas que son

remotas, buscan legitimidad o protección formales

para asegurar sus derechos consuetudinarios, y por

esta razón, los modifican o se adaptan a las leyes

estatales y de los tratados internacionales para

proteger sus intereses.7

En las últimas décadas se ha dado una ten-

dencia mundial hacia el reconocimiento de los

derechos humanos, y hacia la descentralización de

los gobiernos nacionales, frecuentemente aunada a

nuevas disposiciones constitucionales relacionadas

con la democratización. En muchos países se ha

ido desarrollando gradualmente una tendencia a

reconocer los derechos locales y a devolver la ad-

ministración de los recursos naturales, incluyendo

los bosques, pasándola del gobierno a las comuni-

dades y pueblos locales. juntas, estas transiciones

han trabajado para fomentar las reformas a la

tenencia en muchos países.

En los últimos años, documentos de institu-

ciones multilaterales y bilaterales han defendido la

idea de fortalecer los derechos de tenencia locales,

incluyendo tierras forestales, con la creencia de

que esto puede contribuir con la promoción del

desarrollo social y económico. Considerados en su

conjunto, estos documentos plantean la creencia

de que el fortalecimiento de la tenencia local de

la tierra y otros recursos naturales puede fomen-

tar la inversión local en la tierra y los recursos,

permitir el acceso al crédito mediante el uso de

títulos como garantía, mejorar el mercado de las

tierras, establecer una base legal para excluir a los

competidores y así reducir los conflictos por recur-

sos, fomentar el uso sustentable de los recursos,

funcionar como un fuerte estímulo al crecimiento

económico, y promover la transferencia legal de

tierras de una generación a la otra.8

¿Cuáles son las piezas clave necesarias para

lograr la transición de la exclusión a la propiedad,

es decir para lograr seguridad en la tenencia al

nivel de la comunidad? Según Ellsworth y White,

los elementos clave son: “instituciones internas

efectivas de la comunidad, reconocimiento legal y

apoyo a los derechos de la comunidad, la presencia

de sistemas independientes de arbitraje jurídico,

mecanismos e instituciones regulatorios efectivos,

así como el apoyo de una circunscripción política”.9

En este informe concentramos la mayor parte

de nuestra atención en la tenencia forestal estatu-

taria: hasta qué grado y de qué maneras ha estado

cambiando, así como los desafíos y oportunidades

para convertirla en una herramienta legal y política

útil. Las dos formas de tenencia están entretejidas

por su impugnación, y también porque la tenencia

consuetudinaria suele verse obligada a buscar un

manto legal para sobrevivir y prosperar.

A través de sus diferentes transformaciones en

el curso de la historia, la tenencia forestal estatut-

aria refleja dramáticamente las diferentes visiones

estatales acerca de quiénes deben manejar las tier-

ras forestales. La tendencia histórica a la exclusión

de los pueblos locales de los derechos seguros y

los beneficios obtenidos de los recursos forestales

ha cedido ante una nueva filosofía. En un número

de países cada vez mayor, los gobiernos están re-

conociendo los derechos consuetudinarios, y están

acordando nuevas formas de derechos estatutarios

para los pueblos indígenas, los individuos y las

empresas.

Hoy en día el área de los bosques manejados

bajo tenencia consuetudinaria supera el área

de las tierras comunitarias e indígenas

reconocidas bajo la ley de tenencia estatutaria.

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7

Cambios en la tenencia forestal estatutaria del 2002 al 20083

La publicación ¿Quiénes son dueños de los

bosques del mundo? del 2002 presentó datos sobre

la tenencia forestal estatutaria mundial en 24 de

los 30 países con más bosques. Con base en este

acercamiento, la tabla 1 aquí incluida compara los

datos sobre la tenencia forestal estatutaria mundial

para el 2002 y el 2008. Incluye a 30 de los países del

mundo con más bosques, cubriendo el 85% del área

de territorio forestal a nivel global.10 La lista de

países va en orden descendiente en cuanto al total

del área forestal, para lo cual se utilizó la Evaluación

de Recursos Forestales Globales, 2005 como fuente

de datos sobre área forestal.11 Debido a cambios

en el área forestal en el intervalo de 2002 al 2008, la

composición y el orden de los países ha cambiado

en comparación con los de la publicación del 2002.12

La tabla 2 muestra datos sobre la tenencia for-

estal estatutaria en seis países de África Occidental

en el 2002 y el 2008. La intención de presentar esta

tabla es entender si la transición de la tenencia

forestal se está dando en países que no cuentan

con muchos bosques.

Las tablas 1 y 2 aplican las mismas definiciones

de tenencia y el mismo acercamiento a la recopi-

lación de datos que se usaron en la publicación

del 2002. Esto garantiza que los cambios en la serie

cronológica, detectados en el intervalo 2002-2008

reflejan cambios reales y no modificaciones en los

estándares de medición. Las categorías de tenencia

relacionadas con estas definiciones no son abso-

lutas, y de hecho describen un espectro dentro del

cual los límites de estas categorías no están muy

bien definidos.

En las tablas 1 y 2 se distingue entre el do-

minio público y el dominio privado de las tierras

forestales en los terrenos forestales “legales”. A su

vez, los dominios “público” y “privado” se sub-

dividen en dos categorías que dan lugar a cuatro

categorías de tenencia:

Tierras públicas administradas por el gobierno�� ,

que suelen incluir a todos los bosques dentro de los

terrenos forestales legales que están bajo propie-

dad de y son administrados exclusivamente por el

gobierno y que no están designados para ser usa-

dos por comunidades o pueblos indígenas. nótese

que esta categoría incluye algunas áreas protegi-

das13 y tierras forestales cedidas como concesiones

para la tala, para plantaciones agroindustriales o

silvícolas, y para la minería.

Las tierras públicas designadas para el uso de ��

las comunidades y pueblos indígenas son tier-

ras apartadas de manera semipermanente, pero

condicionada. Según la publicación del 2002: “los

gobiernos retienen la propiedad y el derecho de ex-

tinguir unilateralmente los derechos de los pueblos

locales a vender o de alguna otra manera enajenar

la tierra a través de hipotecas u otros instrumentos

financieros. Aunque la distribución de los derechos

3.1 MéTODOS

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal8

entre el gobierno y la comunidad en esta categoría

es diferente en casi todos los países, los países in-

variablemente retienen una fuerte autoridad para

extraer y manejar los recursos forestales”.14

Tierras privadas bajo propiedad de las comu-��

nidades o pueblos indígenas se refiere a las tierras

forestales donde los derechos no pueden ser

unilateralmente eliminados por un gobierno “sin

alguna forma de debido proceso y compensación”.15

En teoría, los terratenientes privados normalmente

“tienen derecho al acceso, a la venta u otro tipo de

enajenación, al manejo, a la extracción de recursos

y a excluir a foráneos”.16 Sin embargo, en el mundo

real hay algunas situaciones donde no se otorgan

estos derechos a los terratenientes privados, y

otras donde algunos de estos derechos se confieren

a personas en tierras públicas, designadas para uso

comunitario. Por esta razón, el derecho legal del go-

bierno para cesar un contrato por tierras con o sin

el debido proceso y compensación funciona como

el criterio principal para distinguir la tenencia for-

estal pública de la privada. nótese que en muchos

casos donde se dice que las tierras privadas están

bajo propiedad de las comunidades o pueblos indí-

genas, bajo ley estatutaria, se considera al estado

como máximo propietario, aunque se reconozca a

las comunidades y pueblos indígenas como deten-

tadores de los derechos legales.

Como en la categoría anterior, �� las tierras

privadas bajo propiedad de individuos o empresas

son aquellas donde los derechos no pueden ser

eliminados unilateralmente por un gobierno sin el

debido proceso y compensación.

La calidad y la disponibilidad de los datos

sobre tenencia forestal utilizados para la tabla 1

representan un desafío en el 2008, como sucedió

en el 2002. Entre los desafíos está el hecho de que

muchos países no recopilan sistemática o ruti-

nariamente datos sobre la tenencia forestal, y las

categorías de tenencia estatutaria tienden a ser

distintas de país a país. El Anexo 1 describe las difi-

cultades que enfrentamos en cuanto a los métodos.

Desarrollamos un protocolo para garantizar

la precisión, para permitir la comparación con los

datos del 2002, para resolver las incongruencias, y

para proporcionar instrucciones para futuros inten-

tos de actualizar los datos. El protocolo se muestra

en el Anexo 2.

Al crear un marco para la comparación de

datos del 2002 y el 2008 en la tabla 1, tomamos

en cuenta cuatro consideraciones principales en

cuanto al método. tienen que ver con el descu-

brimiento retrospectivo de datos mejorados para

el 2002, los cambios en la definición del “bosque”

entre los dos periodos temporales, la asignación

de datos a distintas columnas de un periodo

al siguiente, y la exclusión de comparaciones

para los casos de países donde no habían datos

disponibles para ambos años. Hay un resumen en

el Anexo 3.

3.1 RESULTADOS

La tabla 1, con su contraparte visual, la Ilustración

1, muestran que la transición de la tenencia forestal

ha continuado a lo largo del 2008. Los resultados se

basan en una comparación de los 25 casos de países

que estuvieron completos en todas las categorías de

tenencia tanto para el 2002 como para el 2008. Estos 25

países dan cuenta del 80% del terreno forestal global.17

Los resultados muestran lo siguiente:18

El área absoluta de tierra forestal pública ��

administrada por el gobierno en 25 de los 30 países

con más bosque ha disminuido de 2,538 Mha en el

2002 a 2,408 en el 2008 (7%).

El área absoluta de bosques designados para ��

el uso de comunidades y grupos indígenas en estos

países ha aumentado de 42 Mha en el 2002 a 69 Mha

en el 2008 (64%).

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9

tABLA 1: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL En LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2002–200819

Todas las figuras expresadas en millones de hectáreas (Mha); Se han redondeado los números;Las fuentes de los datos del 2002 pueden encontrarse en la publicación del 2002 ¿De quiénes son los bosques del mundo? 20, con excepción de las que incluyen notas al pie

País21

Público Privado

Administradas por el

gobierno

Designadas para el uso

de las comunidades y

pueblos indígenas

Propiedad de las

comunidades y pueblos

indígenas

Propiedad de individuos

y/o empresas

2002 2008 2002 2008 2002 2008 2002 2008

Rusia22 886.50 882.98 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00

Brasil 295.2623 88.5624 11.6825 25.6226 74.50 109.1327 57.30 198.0028

Canadá29 388.90 374.14 0.00 0.00 1.40 1.46 27.20 26.48

Estados Unidos 110.00 129.1630 0.00 0.00 6.92 7.4631 164.10 166.4632

China 76.0633 72.8534 0.00 0.00 103.5035 99.9436 0.00 0.00

Australia 114.5737 109.3038 0.00 0.00 13.6339 20.8640 28.6841 17.2442

Republica Demócrática del Congo43 109.20

133.610.00

0.000.00

0.000.00

0.00

Indonesia44 104.00 121.89 0.60 0.23 0.00 0.00 0.00 1.71

Perú45 nd 42.34 8.40 2.8646 2.25 12.6247 nd 5.2948

India49 53.60 49.48 11.60 17.00 0.00 0.00 5.20 1.07

Sudán50 40.60 64.68 0.80 2.8251 0.00 0.00 0.00 0.0552

México53 2.75 nd 0.00 0.00 44.00 38.7154 8.30 nd

Colombia 36.4655 33.2356 0.00 0.00 24.50 27.5057 0.00 0.00

Angola58 59.7359 59.1060 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00

Bolivia61 28.20 22.8862 16.60 19.5263 2.80 9.0464 5.40 1.1065

venezuela 49.5166 47.7067 0.00 0.00 0.00 0.0068 0.00 0.00

zambia 44.6869 42.4470 0.00 0.1071 0.00 0.0072 0.00 0.00

Tanzania73 38.50 31.79 0.40 1.5874 0.00 2.0575 0.00 0.06

Argentina 5.70 nd 0.00 nd 0.00 nd 22.20 nd

Myanmar76 34.5577 32.18 0.00 0.0478 0.00 0.00 0.00 0.00

Papua Nueva Guinea79 0.80 0.26 0.00 0.00 25.90 25.51 0.00 0.00

Suecia80 2.2681 4.37 0.00 0.00 0.00 0.00 20.3482 18.63

Japón83 10.50 10.24 0.00 0.00 0.00 0.29 14.60 14.44

República Centroafri-cana84 22.90

22.760.00

0.000.00

0.000.00

0.00

Congo 22.0685 22.0186 0.00 0.4687 0.00 0.00 0.00 0.00

Finlandia 10.2088 10.7089 0.00 0.00 0.00 0.00 16.1090 15.6091

Gabón92 21.00 21.76 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00

Camerún 22.80 20.1193 0.00 1.1494 0.00 0.00 0.00 0.00

Malasia nd nd nd nd nd nd nd nd

Mozambique95 nd 17.26 nd 0.00 nd 2.00 nd 0.00

Subtotal (25 casos

completos) 2582.83 2408.18 41.68 68.50 253.15 303.24 338.92 460.84

total (todos los casos) 2591.28 2467.78 50.08 71.36 299.40 356.57 369.42 466.13

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal10

ILUStRACIón 1: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL POR CAtEgORíA DE tEnEnCIA En 25 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES,

2002–2008

Mil

lon

es d

e h

ectá

reas

Administradas por el

gobierno

Designadas para el uso

de comunidades y pueb-

los indígenas

Propiedad de

comunidades y pueblos

indígenas

Propiedad de individuos

y/o empresas

3000

2500

2000

1500

1000

500

0

2002 2008

ILUStRACIón 2: CAntIDAD DE PAíSES qUE HAn ExPERIMEntADO AUMEntOS, DISMInUCIOnES, O nIngún CAMBIO En EL tOtAL DEL ÁREA

FOREStAL BAjO CADA CAtEgORíA DE tEnEnCIA, En 25 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2002–2008

Nu

mer

o d

e p

aíse

s

Administradas por el

gobierno

Designadas para el uso

de comunidades y pueb-

los indígenas

Propiedad de

comunidades y pueblos

indígenas

Propiedad de individuos

y/o empresas

Aumento Disminución ningún cambio

20

18

16

14

12

10

8

6

4

2

0

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11

El área absoluta de tierras privadas de comuni-��

dades y pueblos indígenas en estos países ha aumen-

tado de 253 Mha en el 2002 a 303 Mha en el 2008 (20%).

El área absoluta de tierras forestales bajo ��

propiedad de individuos y empresas en estos países

ha aumentado de 339 Mha en el 2002 a 461 Mha en

el 2008 (36%).

En 13 de los 30 países hubo un aumento neto ��

en el área total de tierras forestales no administra-

das por el gobierno.

La Ilustración 2 muestra que la transición de la

tenencia forestal en 25 de los 30 países con mayor

cantidad de bosques también es evidente en la can-

tidad de países que experimentaron cambios:

Dieciocho países experimentaron una reduc-��

ción en el área de tierras administradas por el gobi-

erno, en ningún país se experimentó ningún cambio

en 7 países se vio un aumento.

nueve países experimentaron un aumento en ��

el área de tierras forestales designadas para las

comunidades y los pueblos indígenas, 15 países no

experimentaron ningún cambio y en 1 país se vio

una disminución.

Ocho países experimentaron un aumento ��

en el área de tierras forestales bajo propiedad de

comunidades o pueblos indígenas, 15 países no

experimentaron ningún cambio y en 2 países se vio

una disminución.

Cinco países experimentaron un aumento ��

en las tierras forestales bajo propiedad de

individuos o empresas, 13 países no experimen-

taron ningún cambio, y en 7 países se vio una

disminución.

“ningún cambio” es el patrón dominante en las ��

tres categorías de tenencia distintas a la de “bajo

administración del gobierno”.

nótese que en 5 países no hay comparación

posible debido a datos faltantes ya sea para el 2002

o para el 2008.

La tabla 2 muestra la distribución de la tenen-

cia forestal estatutaria en seis países de África

Occidental en el 2002 y en el 2008. Aunque los datos

no son suficientemente completos como para hacer

comparaciones detalladas para cada país, como

se hizo en la tabla 1, la comparación de los datos

del 2002 y del 2008 muestra aumento en las tierras

forestales designadas para las comunidades en

Burkina Faso, Chad y níger; aumento en las tierras

forestales bajo propiedad de las comunidades y

pueblos indígenas en gambia; y aumento en las

tierras forestales bajo propiedad de individuos y

empresas en níger y Senegal. Estos datos confir-

man, al menos en parte, que el distanciamiento de

la administración gubernamental de las tierras se

está dando en países con pocos bosques, así como

en países con muchos bosques.

tABLA 2: DIStRIBUCIón DE LA tEnEnCIA FOREStAL En SEIS PAíSES DE ÁFRICA OCCIDEntAL, 2002–200896Todas las figuras expresadas en millones de hectáreas (Mha)Los números se han redondeado

País97

Público Privado

Administradas por el

gobierno

Designadas para el uso

de comunidades y pueb-

los indígenas

Propiedad de comuni-

dades y pueblos indíge-

nas

Propiedad de individuos

y/o empresas

2002 2008 2002 2008 2002 2008 2002 2008

Mali98 nd 15.895 nd 0.705 nd 0.000 nd 0.000

Chad99 12.317 11.221100 0.000 0.700 0.000 0.000 0.000 0.000

Senegal nd 12.771101 nd 0.987102 0.000103 0.000104 0.000105 0.062106

Burkina Faso107 6.688 6.348108 0.226 0.394 0.000 0.000 nd 0.052

níger 4.742109 4.125110 0.626111 0.873112 0.000113 0.000114 0.000115 0.008116

gambia nd 0.414117 nd 0.017118 0.024119 0.029120 0.000121 0.000122

total 23.747 50.774 0.852 3.676 0.024 0.029 0.000 0.122

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal12

Aunque la tabla 1 (junto con las Ilustraciones

1 y 2) deja claro que la transición en la tenencia

forestal ha continuado en años recientes, debemos

interpretar el cambio con precaución. Hay varios

matices de la tendencia que debemos analizar para

poderla entender correctamente.

Primero, aunque en los 25 casos completados

la cantidad de tierras forestales administradas por

el gobierno ha disminuido 175 Mha, no queda claro

que el total de esta disminución pueda explicarse

por la transferencia de tierras forestales a las otras

tres categorías de tenencia. Parte de la disminución

es probablemente el resultado de la deforestación

y, aunado a esto, de la transferencia de tierras

forestales del dominio forestal a la agricultura y

otros usos de la tierra.

En segundo lugar, sólo siete países (Australia,

Bolivia, Brasil, Camerún, Colombia, India y tanzania)

dan cuenta de casi todo el aumento neto en el área

de tierras designadas para y bajo propiedad de las

comunidades y pueblos indígenas. Brasil por si solo

da cuenta de la mayor parte del aumento neto en

el área de bosques bajo propiedad de individuos

y empresas. En la mayoría de los otros países, en

el periodo 2002-2008 no ha habido un avance en la

asignación de tierras forestales a las comunidades

y pueblos indígenas.

En tercer lugar, es importante aclarar una

aparente discrepancia entre los hallazgos de la

publicación del 2002 y el análisis que presentamos

en esta publicación. En el 2002 los autores descubri-

eron que el 77% del área de terreno forestal global

estaba bajo administración gubernamental y que el

23% no era administrado por los gobiernos. Los cál-

culos del presente informe muestran que en el 2002

el 80% del área del terreno forestal global estaba

bajo administración gubernamental y el 20% no era

administrado por los gobiernos. Esta discrepancia

se explica en parte por los ajustes retrospectivos

de los datos que explicamos anteriormente. Otra

causa es que limitamos el presente análisis a los 25

países donde tenemos datos completos para ambos

años y en las cuatro categorías de tenencia, para

asegurar la precisión de la comparación entre el

2002 y el 2008. Bajo estos parámetros, este análisis

muestra que en el 2008, el 74% del terreno forestal

global está bajo administración gubernamental y el

26% no es administrado por los gobiernos.

Por último, es importante señalar que aunque

el total del área de la tabla 1 está clasificada como

“bosque”, una porción de esta área de hecho no

abarca muchos bosques. En la Evaluación de los

Recursos Forestales Mundiales 2005, la FAO clasifica

como “bosques” a las tierras con un 10% o más de

dosel superior, lo que significa que incluye algunas

tierras con escasa cubierta forestal.123 Además,

siguiendo el patrón establecido en la publicación

del 2002, para algunos países incluimos “Otras

tierras boscosas” (tierras con un dosel superior del

5 al 10%).124 Además, puesto que intentamos incluir

datos sobre el área legal de los bosques y no sólo el

área biofísica, incluimos en la tabla algunas tierras

“forestales” que pueden estar casi o totalmente

deforestadas. Incluimos dichas tierras en la tabla

porque muchos gobiernos fortalecen los derechos

locales de tenencia para estas tierras precisamente

porque la mayor parte de la madera comercializ-

able ya fue vendida.

3.3 DISCUSIóN DE LOS RESULTADOS DE LA TABLA 1

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13

Desafíos para la realización del potencial de las reformas a la tenencia estatutaria4

Es una buena noticia que continúe la tran-

sición de la tenencia forestal. Cuando se imple-

menta de manera apropiada, muchos países y mil-

lones de habitantes de zonas rurales se habrán de

beneficiar con esta tendencia y, en consecuencia,

los bosques podrán ser mejor manejados. Es más,

la aclaración y el fortalecimiento de la tenencia

forestal contribuirá a la resolución de problemas

globales que incluyen conflictos y guerras, un lento

crecimiento económico y el cambio climático.125

La mala noticia es lo limitado de los avances,

particularmente en cuanto al reconocimiento de

la propiedad local como propiedad privada. Hay

varios desafíos que obstaculizan el logro de avances

mediante las reformas de la tenencia forestal. Se

pueden clasificar de la siguientes cinco maneras:

(1) la coacción y la implementación inadecuada

de las reformas; (2) la falta de avances en cuanto a

los derechos que complementen las reformas a la

tenencia forestal; (3) la preferencia gubernamental

por las concesiones y la conservación industriales,

por encima de los pueblos; (4) la competencia dentro

de, y entre las comunidades forestales; y (5) el débil

desempeño del gobierno en la promoción de las

reformas. En esta sección describimos cómo las

reformas de la tenencia forestal estatutaria se han

quedado cortas, las razones de estos problemas, así

como otros desafíos que se enfrentarán en el futuro.

4.1 COACCIóN E IMpLEMENTACIóN INADECUADA DE LAS REfORMAS

Como vimos anteriormente, el avance del

mundo hacia el reconocimiento de la propiedad y

los derechos de acceso locales en los últimos años

ha sido lento. Entre los 30 países del mundo con

más bosques, es una minoría la que da cuenta de

la mayor parte de los cambios en el área, y pocos

de estos 30 países han comenzado a formalizar la

tenencia no gubernamental desde el 2002.

Es más, incluso en esos países donde se

han reconocido los derechos legales a las tierras

forestales de los pueblos y comunidades indí-

genas, en ocasiones los derechos conferidos no

logran su propósito. La formalización y el forta-

lecimiento de los derechos a la tenencia forestal

supuestamente deben conferir un amplio rango

de beneficios. En estas series de derechos los más

fuertes son los denominados “propiedad privada”

(la tercera columna de las tablas 1 y 2). Los pueblos

forestales están a favor de la propiedad privada de

los bosques porque, al menos en principio, supera

el sentido de exclusión y restaura el sentido de

propiedad descrito en la sección 2. teóricamente, la

propiedad privada proporciona a las comunidades

y los individuos la confianza de que sus tierras no

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal14

podrán ser tomadas por el gobierno u otras partes

sin el debido proceso legal. Aunque las personas

con derechos de uso designados para las tierras

forestales públicas no gozan de una garantía legal

de debido proceso, cuentan, sin embargo, con una

serie de derechos que se consideran valiosos.

Sin embargo, la propiedad privada de las tier-

ras forestales por parte de los pueblos o comuni-

dades indígenas no siempre salvaguarda ni prom-

ueve a los que están recién reconocidos. Aquí hay

tres ejemplos que sirven para ilustrar este punto:

En �� Perú hay mucho traslape en las áreas

habitadas por los pueblos indígenas, los bosques

naturales que quedan, y metales minerales.126

Empezando a principios de los años noventa, Perú

experimentó un aumento drástico en inversiones

mineras por parte de empresas nacionales e in-

ternacionales; la minería (principalmente de oro y

cobre) dio cuenta de más de la mitad de los ingresos

de comercio exterior en el 2005.127 El gobierno dio

derechos de servidumbre activa a los inversionistas

en minería y, al hacerlo, violó las protecciones de

los títulos colectivos de tierras.128 Con el reciente

aumento en el precio del petróleo, el gobierno de

Perú asignó cerca del 80 por ciento de los bosques

amazónicos del país para la exploración de gas y

petróleo.129

En �� Liberia, incluso las comunidades con títulos

formales para las propiedades consuetudinarias,

casi todas las cuales cuentan con cantidades impor-

tantes de bosque, no tienen derecho a los árboles

que están en esas tierras.130 Es más, la ley estipula

de manera explícita que las personas que habitan

esas tierras no tienen posibilidad de objetar a la

tala que se realice en sus propias tierras. no se re-

quiere su consentimiento para arrendar sus tierras,

por hasta 35 años, para tala o salvamento.131

En �� Papua New Guinea, aunque a los pueblos

forestales se les ha otorgado constitucionalmente

derechos de propiedad sobre los bosques que

habitan,132 se han vuelto víctimas del proceso de la

cosecha industrial de madera. Han fracasado con

frecuencia en obtener consentimiento informado

de las comunidades antes de talar.133 Han habido

violaciones generalizadas a los derechos humanos

en casos donde los propietarios de los bosques ob-

jetan las prácticas de los empresarios forestales.134

Los políticos y la policía tienden a ponerse de parte

de los intereses de los empresarios. Los beneficios

financieros que se les prometen a partir de la tala, o

no han sido entregados o, de ser entregados, resul-

taron demasiado pequeños.135

Los derechos de acceso forestal proporciona-

dos en áreas designadas para el uso de las comuni-

dades a veces no logran cumplir con las metas que

están diseñados para lograr:

En �� Brasil, se han creado reservas para extrac-

ción que cubren más de 12 Mha de tierras amazóni-

cas para garantizar los derechos de las comuni-

dades extractoras de caucho al mismo tiempo

que se promueve la conservación forestal.136 Estas

comunidades reciben derechos de uso en zonas

delimitadas de las tierras forestales federales para

la extracción de los productos forestales y agri-

cultura de subsistencia. Sin embargo, la seguridad

de la tenencia y el acceso a los recursos no están

cabalmente garantizados, puesto que el proceso

de regularización de las reservas para extracción

rara vez es concluido. La agencia gubernamental

responsable de apoyar a los habitantes y regular el

uso de tierras dentro de las reservas no ha logrado

evitar las incursiones a las tierras de las reservas. La

agencia hace valer un margo regulatorio basado en

modelos de conservación estrictos, que restringen

las ventas de productos forestales por parte de los

habitantes.137 Es más, ante la ausencia de protec-

ción gubernamental adecuada, la presión de la

exploración minera ilegal,138 las ventas de tierras, la

tala y la ganadería están amenazando el sustento

de las comunidades.139

En �� Tanzania, se promueve un modelo de

Manejo Forestal Conjunto (MFC) en las reservas

forestales del gobierno central con alto valor de

biodiversidad. Desafortunadamente, los partici-

pantes en el MFC han descubierto que los benefi-

cios legales provenientes de los bosques están muy

restringidos a causa del estatus de conservación

elevado de los bosques. El MFC planteado para las

reservas forestales del gobierno central manejadas

para producción también se han retrasado debido

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15

a la incapacidad del gobierno para compartir los in-

gresos madereros con las comunidades que mane-

jan conjuntamente el bosque. Algunos observa-

dores han criticado el modelo de MFC de tanzania,

comentan que los costos de manejo impuestos a las

comunidades rebasan por mucho a los beneficios

tangibles que pueden hacerse realidad.140

En �� India, el programa de Manejo Forestal

Conjunto (MFC), que cubre el 27 por ciento del área

forestal nacional y a 85,000 comités de los pobla-

dos, no ha logrado hacer realidad el potencial de

los bosques para proporcionar el sustento de los

participantes.141 El modelo actual de MFC está incli-

nado a favor del control del departamento forestal

del estado; muchas comunidades consideran al

MFC como vertical, imponiendo reglas externas que

no toman en cuenta a las instituciones de manejo

existentes.142 Como se explicó en un reporte del

Banco Mundial: “El sistema de MFC para compartir

beneficios resulta demasiado complejo, tiene un

costo elevado en cuanto a las transacciones, y se

concentra en un rango muy limitado de opciones

para generar ingresos al nivel de los recursos

primarios.”143

4.2 fALTA DE AvANCES EN LOS DEREChOS COMpLEMENTARIOS

Aunque los derechos a la tenencia forestal

proporcionan una base y herramientas esenciales

para la defensa de los derechos y el bienestar de los

pueblos forestales, no logran todo lo necesario. In-

cluso en los casos en que los pueblos forestales cuen-

tan con derechos de tenencia forestal formales, las

comunidades e individuos con frecuencia enfrentan

amenazas graves contra sus tierras y su sustento.144

Muchos acuerdos estatutarios de manejo

forestal comunitario resultan insuficientes para

garantizar mejoras en el sustento, ya que los

derechos de tenencia que establecen son en-

debles. Los acuerdos de tenencia endebles con

frecuencia incluyen planes de manejo restrictivos

y revisiones condicionales de desempeño, o bien

prohíben la venta y restringen los ingresos de

productos forestales. Con demasiada frecuencia,

estos acuerdos endebles no logran reconocer las

formas consuetudinarias de manejo y propiedad

de tierras.145

también hay muchos derechos que no son de

tenencia pero que resultan esenciales para el bien-

estar de los pueblos forestales. El primero y más

importante de ellos es el derecho a la ciudadanía.

Muchos pueblos forestales carecen de ciudadanía y

por lo tanto no cuentan con personalidad legal para

procurar el reconocimiento formal de sus derechos

de propiedad. A los pueblos forestales con frecuen-

cia se les niega el derecho a un consentimiento

libre, previo e informado a reclamaciones externas

de sus recursos naturales. De manera similar, los

pueblos forestales con frecuencia carecen del

derecho al desagravio y el cumplimiento de las

leyes, que son clave para una resolución justa de los

reclamos y conflictos en disputa.

Según la ley internacional de derechos huma-

nos, todos los pueblos indígenas tienen derecho

a sus territorios consuetudinarios y a su herencia

cultura, pero con frecuencia estos derechos tam-

bién les son negados. Los reclamos consuetudinar-

ios en particular son frecuentemente desechados

o no reconocidos cabalmente por los gobiernos

centrales. Los pueblos forestales indígenas suelen

estar sujetos a la discriminación étnica y racial.

también Hay mucHos derecHos que no son de

tenencia pero que resultan esenciales para el

bienestar de los pueblos forestales.

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal16

Las mujeres con frecuencia sufren de la privación

de la tenencia y de sus derechos dentro de sus

sociedades.146

Es importante tomar en consideración los

derechos a la tenencia de las mujeres, y es un

punto particularmente desafiante. Este problema

tiene sus raíces no sólo en las leyes y la política,

sino también en la cultura. Dentro de las familias,

con frecuencia los hombres dominan los proce-

sos de toma de decisiones, desvían los ingresos

para su propio beneficio, y regulan los derechos

de acceso a los recursos naturales, así como las

elites locales pueden hacerlo dentro de la comu-

nidad. Las mujeres se enfrentan diariamente a la

discriminación y privaciones, a pesar del papel

vital que juegan para garantizar el bienestar de la

comunidad y de las familias. La ampliación de los

derechos de tenencia estatutarios a las comu-

nidades y familias no significa que las mujeres

disfrutarán de los beneficios de la ciudadanía y la

equidad completas.

En muchos sistemas de tenencia, tanto con-

suetudinarios como estatutarios, las mujeres deben

depender de sus parientes masculinos para el acceso

a los recursos naturales. En los sistemas estatut-

arios con frecuencia los hombres son los únicos que

reciben los títulos de tierras, mientras que en los

sistemas consuetudinarios con frecuencia a las mu-

jeres se les niegan los derechos de herencia y deben

volverse a casar para obtener acceso a la tierra y sus

recursos.147 Con frecuencia las mujeres tienen poco

control sobre los bienes generadores de ingresos, y

sus movimientos y libertades suelen estar suma-

mente restringidos.148 Las tasas de alfabetización de

las mujeres suelen ser inferiores a las de los hombres

a nivel mundial, lo que reduce enormemente su

capacidad para entender sus derechos e interactuar

con las instituciones estatutarias para reclamar sus

derechos.149 Después de los conflictos violentos, las

mujeres suelen quedar como cabezas de familia,

pero les resulta difícil reclamar los derechos de

tenencia sin el apoyo de parientes hombres.150

4.3 pREfERENCIA gUBERNAMENTAL A LAS CONCESIONES y LA

CONSERvACIóN INDUSTRIALES pOR ENCIMA DE LOS pUEBLOS

Las demandas por tierras forestales están

aumentando a un ritmo sin precedentes. Estas

demandas incluyen plantaciones agroindustriales

y silvícolas, tierras para pastoreo, concesiones de

bosques naturales, y a las minas. En algunos países

las tierras forestales se están mercantilizando. Se

están apartando más bosques para la conservación.

Con el crecimiento de población y la migración, se

están colonizando más tierras forestales como parte

de las reformas agrarias y ocupaciones espontáneas.

La aclaración de los derechos de tenencia

debería anteceder a esta creciente demanda de

tierras forestales pero, por desgracia, se está que-

dando muy atrás. Sin avances en la especificación

de los derechos de propiedad, están aumentando

los conflictos por tierras forestales. La revisión

de las demandas actuales y anticipadas en tierras

forestales hace énfasis en que los gobiernos deben

tratar este problema con urgencia.

Presentamos un panorama de los principales

tipos de demandas de tierra forestales que van en

aumento, con atención especial a los siguientes seis

temas: (1) el área actual de concesiones forestales

industriales en algunos de los países del mundo con

más bosques; (2) el auge de los biocombustibles; (3)

la búsqueda creciente de petróleo y otros minerales

en los subsuelos forestales; (4) las concesiones de

madera natural; (5) la creación de zonas de protec-

ción forestal; y, (6) la competencia por tierra y recur-

sos entre los mismos pueblos forestales.

las demandas por tierras forestales están

aumentando a un ritmo sin precedentes.

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17

EL áREA DE LAS CONCESIONES OTORgADAS

EN TIERRAS fORESTALES

Las concesiones son extensiones de tierra

otorgadas por el gobierno a empresas industriales

y otros grupos para un propósito declarado y por

un periodo de tiempo limitado. Las concesiones en

tierras forestales suelen otorgarse a las industrias

para tala, la cosecha de productos forestales no

maderables, la minería, la exploración para y la

explotación del petróleo y el gas, así como la pro-

ducción agrícola. En algunos casos, las concesiones

para manejo forestal comunitario o para la con-

servación proporcionan protección legal para los

recursos forestales y los sustentos que dependen

de estos. En la tabla 1, virtualmente toda el área de

las concesiones está clasificada bajo el encabezado

de “bajo administración gubernamental”.151

En el informe del 2002 ¿De quiénes son los

bosques del mundo? se incluye una tabla que

describe las concesiones forestales públicas en 16

países forestales, abarcando un 23% del terreno

forestal a nivel global.152 Los autores demostraron

que en esos 16 países el área de bosques públi-

cos asignados a la industria supera por mucho al

área de tierras forestales designadas para o bajo

propiedad de comunidades y pueblos indígenas.

El área total de concesiones industriales era

menor que el área bajo propiedad de individuos o

empresas.153 Esto es importante porque refleja el

legado de exclusión de los pueblos forestales de

los bosques que habitan, así como la persistente

preferencia de muchos gobiernos por la tenencia

forestal y las empresas de escala industrial, por

encima de la escala comunitaria.

La tabla 3 que presentamos a continuación

busca actualizar los datos del análisis realizado

en el 2002. Los 15 países de esta tabla son distin-

tos de los del 2002; 8 países son comunes a ambas

series de datos. Los 15 países presentados en la

tabla 3 abarcan el 41% del área del terreno forestal

global.154 La Ilustración 3 resume los datos de la

tabla 3.

Unidas, la tabla 3 y la Ilustración 3 demues-

tran que el área combinada de las concesiones

industriales en estos países es mucho mayor que

el área combinada de tierras forestales designadas

para el uso o bajo propiedad de las comunidades

y pueblos indígenas. En los 15 países enumerados

en la tabla 3 el área de las concesiones en tierras

forestales cubre 460 Mha, o 318 Mha más que las

tierras forestales designadas para o bajo propiedad

de las comunidades (142 Mha, de las cuales 100

Mha son de su propiedad). El área de concesiones

industriales es mucho mayor que el área de las tier-

ras designadas para el uso o bajo propiedad de las

comunidades o pueblos indígenas en todos menos

3 de los 15 países (tabla 3).155 Para los 15 países el

área de las concesiones equivale al 30% del área

de los bosques administrados por el gobierno en la

tabla 3.

En muchos casos, se otorgan las concesiones

en tierras que han sido designadas para el uso

de o donde se han otorgado títulos a pueblos

indígenas. A pesar de los títulos legales, los

pueblos y comunidades indígenas con frecuencia

no retienen el derecho al subsuelo o el derecho

al manejo cabal de sus tierras forestales.156 En

Perú, 45 Mha de tierra están bajo contrato para

la exploración y explotación de petróleo y gas,

y casi todas las tierras indígenas con título

se ven afectadas de alguna manera por estas

concesiones.157 En los 5 países de África Central

incluidos en la lista de la tabla 4 (Camerún, la

República Centroafricana, el Congo, la República

Democrática del Congo y gabón), hay al menos 73

Mha de concesiones en tierras forestales para la

explotación maderera y mineral en comparación

con un 1.6 Mha de tierras forestales designadas

para el uso de las comunidades.

el área combinada de las concesiones

industriales en estos países es mucHo mayor

que el área combinada de tierras forestales

designadas para el uso o bajo propiedad de las

comunidades y pueblos indígenas.

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal18

tABLA 3: DAtOS DE COnCESIOnES PARA 15 DE LOS 30 PAíSES COn MÁS BOSqUES, 2008

País158 Tierras forestales bajo conc-esión (Mha)

Total de tierras forestales designa-das a y propiedad de comunidades y

pueblos indígenas (Mha)Comentarios

Rusia159

112.22 (madera)47.60 (caza)2.43 (otra)total: 162.25

0.00

Australia160 68.30 (pastoreo)total: 68.30

20.86Comunidades aborígenes pueden arrendar sus tierras al Estado o a empresas privadas para el pastoreo.

República Democrática del Congo

22.91 (madera)161

6.90 (diamante)162

3.70 (minería)163

total: 33.51

0.00Concesiones de madera son asignadas a compañías de Liechtenstein, Portugal, Suiza, Líbano, Bélgica, Italia, China e India.

Indonesia38.23 (madera) 164

32.77 (petróleo)165 total: 71.00

0.23En Indonesia hay 319 concesiones de bosques natu-rales y 219 plantaciones de madera.

Perú7.30 (madera) 166

45.62 (petróleo y gas) 167

total: 53.8915.48

Muchas concesiones de petróleo y gas se encuentran en los bosques del Amazonas y se traslapan con tier-ras bajo propiedad de pueblos indígenas.168

India0.06 (minería)169

total: 0.0617.00

Colombia2.15 (madera)170

total: 2.1527.50

Bolivia171

5.39 (madera)0.90 (comunidad)172

2.50 (PFnM)0.48 (contratos forestales a largo plazo)total: 9.27

28.56

tanzania0.61 (madera)173

total: 0.763.63

Papua nueva guinea174

10.50 (madera)4.99 (petróleo y gas)175

0.19 (minerales)176

total: 15.68

25.51

República Centro-africana

3.40 (madera)177

1.97(diamante)178

total: 5.370.00

Concesiones de madera asignadas a compañías de China, Líbano, Francia y Malasia.

Congo7.36 (madera) 179

1.28 (cobre y diamante)180

total: 8.640.46

Concesiones de madera asignadas a compañías de Alemania, Dinamarca, China, Italia y Líbano.

gabón

6.98 (madera)181

9.90 (diamante)182

0.23 (oro) 183

1.81 (petróleo y gas)184

total: 18.92

0.00Concesiones de madera asignadas a compañías de Francia, Suiza, Malasia, China, Portugal y Dinamarca.185 La mayoría del petróleo y gas esta lejos de la costa.

Camerún186

4.95 (madera asignada)1.15 (madera no asignada)0.30 (oro)187

total: 7.26

1.14Concesiones de madera asignadas a compañías de China, Francia, Italia, Líbano y los Países Bajos.

Mozambique4.55 (bosque asignado)188

0.07 (uranio)189

total: 4.622.00

total 459.69 142.37

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19

EL AUgE DE LOS BIOCOMBUSTIBLES

La producción mundial de biocombustibles190

ha ido aumentando gradualmente durante déca-

das, pero en el 2006 los elevados precios de los

combustibles fósiles, los temores sobre el cenit del

petróleo y la preocupación por el cambio climático

contribuyeron a generar un auge en la inversión y

producción de biocombustibles industriales. Los in-

versionistas y los gobiernos creían que los biocom-

bustibles podían ser una respuesta protectora del

carbono ante la demanda energética, así como una

fuente de energía más segura geopolíticamente

hablando. Más de 20 países declararon metas para

aumentar la producción de biocombustibles a lo

largo de la siguiente década y muchos más han

creado objetivos nacionales para un consumo de

biocombustibles.191

La inversión en la producción de biocom-

bustibles se disparó de EU $2.5 mil millones de

dólares en el 2005 a $4.7 mil millones en el 2006, y

llegó a los $2.5 mil millones tan sólo en el primer

cuarto del 2007.192 Este flujo de financiamiento está

alimentando un nuevo auge en la especulación de

tierras para el cultivo de especies para biocombus-

tible como aceite de palma, caña de azúcar, soya y

piñón de tempate.

varios cultivos (P Ej., el maíz, la caña de azúcar

y la soya) pueden usarse ya sea para alimentos, para

biocombustible o para otros propósitos en el punto

de uso final. Puesto que el uso final para alimento o

combustible no se determina hasta después de que

los cultivos se han cosechado y vendido, es difícil

desagregar los impactos de la creciente demanda

de alimentos y combustible en el uso de tierras en

general. La sola expansión de los biocombustibles

no es la única razón para la creciente demanda de

tierras agrícolas; la creciente población y consumo

global están aumentando la demanda de alimentos,

con la correspondiente presión para convertir más

tierras al uso agrícola.

El resultado neto resulta claro: la desmesurada

demanda y competencia por la tierra han con-

tribuido a generar precios récord para la mercancía

ILUStRACIón 3: COMPARACIón DEL ÁREA DE COnCESIOnES InDUStRIALES y tIERRAS FOREStALES COMUnItARIAS En 15 PAíSES,

2008, 2008

Millones de hectáreas

0

Area de consesiones

Designadas a y propiedad de

comunidades y pueblos

indígenas

100 200 300 400 500

tala

industrial

Minería Otros

(incluyendo

petróleo y gas)

Designadas a

comunidades

y pueblos

indígenas

Propiedad de

comunidades y

pueblos indígenas

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal20

agrícola. Los elevados precios están intensificando

la especulación con tierras, la deforestación y las

invasiones en una escala sin precedentes. La ten-

dencia es particularmente aguda en la cuenca del

Amazonas y el sureste de Asia, donde se cultiva esta

mercancía a gran escala.

Si continua la inversión y el consumo de

biocombustibles como se ha proyectado actual-

mente, el cultivo de productos para biocombus-

tible requerirá de 30 a 35 Mha adicionales en

nuevas tierras productivas.193 El cambio de uso de

suelo anticipado a nivel de los países es difícil de

estimar con precisión, pero la escala de crec-

imiento proyectado es inmensa. Aquí nos basamos

en estimaciones del crecimiento proyectado en el

área a ser utilizada para la producción de cultivos

industriales, incluyendo los que están destinados

para alimentos y combustible, en varios países

productores clave:

En Brasil, 28 Mha están actualmente bajo ��

cultivo de soya y caña de azúcar. Se espera que para

el 2020 las plantaciones de soya y caña de azúcar

cubran de 88 a 128 Mha de tierra brasileña.194

En Indonesia, 6.5 Mha de tierra están dedica-��

das a las plantaciones de aceite de palma. Para el

2025, se proyecta que se necesitarán de 16.5 a 26

Mha de tierra en Indonesia para las plantaciones de

aceite de palma.195

En China, se espera que tan solo para el cultivo ��

de biocombustibles se necesitarán 13.3 Mha de

tierra adicionales para el 2020.196

Con el aumento de la presión por tierras,

los bosques se convertirán para abrir paso a las

plantaciones. El cultivo de pastura y de cosechas

a pequeña escala invadirán aún más los límites

forestales al verse estas actividades desplazadas

por las plantaciones. Estos efectos están bien docu-

mentados: el elevado precio de la soya en Brasil se

ha correlacionado directamente con el aumento

de la deforestación en el Amazonas en el periodo

2001-2004.197 Los datos de satélite más recientes

muestran elevadas tasas de deforestación en la

Amazonia brasileña en los estados donde se culti-

van cosechas para biocombustible. Del 2006 al 2007,

en el estado brasileño de Pará la deforestación

aumentó 59%, en Mato grosso aumentó 48%, y en

Rondônia aumentó 602%.198

Al adentrarse más en la frontera forestal

los poderosos intereses industriales, los pueblos

forestales de áreas remotas con derechos ter-

ritoriales poco seguros estarán entre los más

vulnerables. Con frecuencia los gobiernos centrales

promueven plantaciones a gran escala como parte

integral de una estrategia para el crecimiento

económico nacional, y la expropiación tanto legal

como ilegal de las tierras forestales indígenas y

comunales para las plantaciones se está espar-

ciendo sin mesura. En Mozambique una nueva

interpretación de una ley territorial de 1997, que de

otro modo sería progresista, está socavando grave-

mente la seguridad de la tenencia de tierras comu-

nal.199 Otros gobiernos también están buscando

tierra “disponible” para el cultivo de biocombus-

tibles. En 2007 Brasil reclasificó cerca de 200 Mha de

bosque tropical seco, pastizales y pantanales como

“tierras degradadas disponibles para el cultivo”.200

Esta intensa presión a la tierra también ha

generado conflictos y graves abusos a los derechos

humanos, al verse amenazados el sustento y la

seguridad de los pueblos forestales por las acciones

de foráneos poderosos que buscan obtener acceso

a sus tierras. Los asesinatos en la región xingu de

Mato grosso, Brasil, han atraído atención global en

los últimos años; la creciente demanda de soya es

un factor importante en el conflicto. Las 2.6 Mha

de la Reserva Indígena xingu están rodeadas por

plantaciones de monocultivo de soya.201

En Colombia los grupos paramilitares están

evacuando a la fuerza a los pueblos forestales y

vendiendo sus tierras a especuladores y a las plan-

taciones de aceite de palma. En Indonesia se han

generalizado los abusos a los derechos humanos, la

apropiación ilegal de tierras, los ataques violentos

y los asesinatos en zonas forestales que se están

rozando para las plantaciones de aceite de palma.

Según Sawit Watch, una organización no guberna-

mental de Indonesia, al menos 400 comunidades

de Indonesia se han visto afectadas por conflictos

de tierra causados por la expansión de las planta-

ciones de aceite de palma.202

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21

LA CRECIENTE BúSqUEDA DE COMBUSTIBLES

fóSILES y DE MINERALES

La creciente búsqueda global de combustibles

fósiles (P Ej., petróleo, carbón y gas natural) y de

minerales es una grave amenaza para los pueblos

forestales y los bosques que habitan. Debido a

la geología, la geografía y el agotamiento de los

combustibles fósiles y las reservas minerales más

accesibles, muchas de las reservas restantes sin

explotar se encuentran debajo de los bosques

tropicales que quedan en el mundo. La presión para

la búsqueda de recursos no renovables sin explotar

se seguirá intensificando, lo que generará presiones

económicas y políticas que amenazan los derechos

de propiedad y las protecciones legales existentes

para las tierras que contienen en el subsuelo

depósitos de minerales e hidrocarburos. Estos

derechos ya están lejos de estar seguros.

A pesar de las tendencias para apoyar los títu-

los y el manejo comunales de las tierras forestales,

los gobiernos están renuentes a soltar el control de

los derechos de subsuelo a los combustibles fósiles

y a los minerales. En Latinoamérica el control

estatal de los recursos del subsuelo es la amenaza

más crítica para las recientes victorias en cuanto a

la seguridad en la tenencia de los grupos comuni-

tarios y pueblos indígenas en las áreas forestales.203

EL AvANCE CONTINUO DE LA COSEChA DE

MADERAS TROpICALES

El establecimiento de plantaciones agroindus-

triales y madereras, así como las concesiones min-

eras, se encuentran ahora a la cabeza de las nuevas

presiones a las tierras de las personas que viven en

o cerca de áreas forestales. La tala de la madera de

los bosques naturales, aunque en algunas regiones

y países tropicales ya pasó su punto máximo (P

Ej., Mesoamérica y la mayor parte del Sudeste de

Asia), en otros está aumentando (P Ej., la República

Democrática del Congo).

Un aspecto perverso del ciclo de vida de la

cosecha de maderas naturales es que, al agotarse el

abasto legítimo de madera en los bosques de pro-

ducción, a veces los empresarios madereros prestan

atención a los abastos de madera ilegal, incluyendo

a los bosques clasificados como protegidos. Un fac-

tor importante que impulsa este proceso es que las

grandes reducciones a los costos para generar ca-

pacidad industrial para el procesamiento de la mad-

era aumentan el incentivo para que las empresas

violen la ley. En Indonesia, desde inicios de los años

noventa se han invertido EU$15 mil millones de

dólares en molinos industriales para pulpa y papel, a

sabiendas de que la capacidad de procesamiento re-

basa por mucho el abasto de materia prima legítima

disponible en la región. Esta capacidad rebasada ha

sido una importante causa de deforestación, inclu-

sive en las áreas protegidas.204

LAS áREAS fORESTALES pROTEgIDAS

púBLICAS y LOS pUEBLOS LOCALES

El acercamiento convencional para la protec-

ción de la biodiversidad y los servicios al eco-

sistema de los bosques ha sido el establecimiento

de áreas protegidas públicas donde el acceso

humano es restringido o prohibido. Actualmente,

más del diez por ciento del área forestal mundial se

encuentra en los sistemas públicos de protección,

y más de mil millones de personas (de entre las más

pobres de la tierra) viven en las 25 áreas críticas

para la biodiversidad.205 Las áreas protegidas tien-

den a traslaparse con territorios de pueblos indíge-

nas, particularmente en Australia, Brasil, Canadá,

India, Indonesia y los Estados Unidos. Alrededor de

la mitad de las 20,000 áreas protegidas por el estado

creadas en los últimos 40 años se traslapan con los

territorios consuetudinarios indígenas; este es el

caso como en el 86% en América Latina.206

Este acercamiento a la conservación forestal

ha tenido efectos negativos en el sustento, bien-

estar, salud y cultura de los millones de personas

excluidos de las áreas forestales. Se calcula que

globalmente hay 130 millones de refugiados de

la conservación.207 Se han generalizado los abu-

sos a los derechos humanos relacionados con la

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal22

imposición gubernamental de las leyes para la

protección forestal. Los analistas han comentado

que la preservación de la biodiversidad por y

para sí misma ha fracasado como estrategia de

conservación,208 y que incluso si las áreas prote-

gidas han sido importantes para la protección de

especies y hábitat raros, aún no está claro que el

desplazamiento humano realizado justifique estas

ganancias marginales.209 El paradigma dominante

en cuanto a la conservación se ve desafiado por

el hecho de que gran parte de la biodiversidad del

mundo se encuentra en áreas de asentamientos

humanos y no necesariamente dentro de los límites

del sistema de áreas protegidas.210

Las personas de la comunidad conservacioni-

sta están reconociendo cada vez más que una de

las soluciones a los defectos del acercamiento

convencional a la protección forestal consiste en

depositar más confianza en las prácticas de manejo

de recursos de los pueblos que han vivido durante

mucho tiempo en el bosque, y en emprender un

acercamiento basado en los derechos. La conser-

vación comunitaria se ha estado ampliando en

las últimas décadas con el reconocimiento de los

derechos territoriales indígenas y comunitarios.211

El área de conservación comunitaria en las áreas

forestales del mundo es al menos equivalente al

área de las zonas forestales protegidas públicas.212

4.4 LA COMpETENCIA DENTRO DE, y ENTRE LAS COMUNIDADES

fORESTALES

Los conflictos por las tierras y recursos forestales

no sólo son el resultado de los efectos de personas

de fuera, sino también resultan por la competencia

por los recursos dentro de las comunidades. Entre

los factores que impulsan este problema están el

crecimiento de la economía de mercado y la mer-

cantilización de los recursos locales, la introducción

de la cultura de consumo, el crecimiento local de la

población, la disminución de la migración rural a los

centros urbanos (P Ej., en el caso de una crisis macro-

económica), así como el deterioro no sólo en cuanto a

la cantidad sino también en cuanto a la calidad de los

recursos locales. La dinámica puede incluir a las élites

locales que reclaman una participación despropor-

cionada de los recursos, pero los conflictos también

pueden surgir entre familias de igual nivel o entre

poblados. Hay dos factores que agravan esta serie

de problemas. El primero es la sinergia mutuamente

reforzadora entre la pobreza agudizada y la creciente

escasez y deterioro de los recursos. Cuando los po-

derosos de fuera retiran, destruyen o evitan el acceso

a los recursos del que dependen los pueblos locales,

la escasez puede surgir o agudizarse, provocando o

agravando los conflictos horizontales.

4.5 DéBIL DESEMpEñO DEL gOBIERNO EN LA pROMOCIóN DE LAS

REfORMAS

Los problemas para iniciar, implementar y

hacer valer las reformas a la tenencia forestal

tienen que ver en parte con un débil desempeño y

una capacidad de gobierno limitada. Por ejemplo,

en ocasiones una agencia gubernamental puede

tomar partido por un reclamante externo de tierras

y recursos locales. ¿qué tan bien pueden los gobier-

nos servir a los intereses de los pueblos locales? La

respuesta de esta pregunta requiere que prestemos

atención a tres aspectos interrelacionados de las

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23

reformas a la tenencia forestal: (1) la respuesta de

los gobiernos a los grupos de interés en competen-

cia; (2) el efecto de las políticas de devolución y de

reformas a la tenencia; y (3) la capacidad adminis-

trativa de las ramas del gobierno para implementar

y hacer valer los programas de las reformas.

LAS ALIANzAS SESgADAS EN LA COMpETEN-

CIA pOR LA TIERRA

Una de las funciones del gobierno es fungir

como árbitro entre segmentos de la sociedad. Por

una parte, el sector corporativo atento a incremen-

tar su participación en el mercado y las ganancias

financieras, y por la otra, segmentos de la sociedad

que están al margen de la supervivencia, que care-

cen de fuerza política y de opciones económicas,

y que buscan sustento seguro, salud y seguridad

adecuados, servicios esenciales, la protección de

sus derechos y un empleo justo.

Con frecuencia el sector corporativo tiene

las de ganar en esta competencia gracias a sus

contactos políticos y sus ventajas financieras, y su

consecuente papel al influir en la implementación

de políticas, leyes y reglamentos. El problema

empeora con el hecho de que con frecuencia los

pueblos forestales se encuentran entre los segmen-

tos de la sociedad con menos poder político por

una variedad de razones: carecen de ingresos y, por

lo tanto, de influencias; como minorías raciales o ét-

nicas experimentan discriminación y marginación;

habitan zonas rurales remotas que son frecuent-

emente pasadas por alto en la decisiones guberna-

mentales de inversión; y a veces se les considera

como “obstáculos” para el uso de tierras y recursos

perseguidos por actores económicos poderosos.

Sin embargo, los escalones inferiores de la

sociedad no siempre carecen de poder, entre otras

razones porque los políticos de muchos países de-

ben buscar la legitimación para lograr un mandato

estable. Para ello, pueden considerar necesario sat-

isfacer las necesidades y aspiraciones de amplios

segmentos de la población, incluyendo personas en

zonas remotas y sus aliados políticos.

LAS pOLíTICAS DE DESCENTRALIzACIóN y

DEvOLUCIóN pUEDEN SOCAvAR LAS REfOR-

MAS A LA TENENCIA

Las reformas a la tenencia forestal estatutaria

con frecuencia se han dado dentro del contexto

de las políticas nacionales de descentralización y

devolución de las últimas tres décadas. A veces las

reformas a la tenencia estatutaria pueden fracasar

si la descentralización y la devolución no le han

dado la importancia suficiente a la propiedad

comunal de los bosques como objetivo político. La

descentralización se define como la transferencia

“tanto de las autoridades encargadas de la toma de

decisiones como de la responsabilidad del pago de

los niveles inferiores de gobierno”, y la devolución

se define como “la transferencia de derechos y re-

sponsabilidades a grupos usuarios al nivel local.”213

Aunque no hay duda de que en algunos casos

la descentralización y la devolución ha servido para

mejorar los derechos de propiedad de los pueb-

los forestales, este no es siempre el resultado. La

reubicación de la toma de decisiones a un nivel in-

ferior de gobierno no garantiza una mayor o mejor

protección de los intereses de las comunidades que

dependen de los bosques.214 Se han documentado

casos en que la descentralización aumenta la vul-

nerabilidad de los pueblos forestales,215 donde las

políticas de devolución incrementan el control del

gobierno sobre el manejo de los recursos locales,216

y donde la descentralización fomenta que los

gobiernos locales generen ingresos a través de la

explotación de los recursos naturales, y como con-

a veces las reformas a la tenencia estatutaria

pueden fracasar si la descentralización y la

devolución no le Han dado la importancia

suficiente a la propiedad comunal de los

bosques como objetivo político.

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal24

secuencia, los derechos territoriales de las minorías

son desechados y se continúa con las políticas

gubernamentales del pasado.217

En estos casos hay un hilo común que da cuenta

de los resultados negativos de la descentralización

y devolución forestales: la falta de poder y control

efectivos en las comunidades forestales. Como

comentan Agrawal y Ostrom, “las oportunidades

de éxito de las iniciativas de devolución están…

relacionadas con el papel que juega la acción

colectiva. Por lo tanto, importa si las instituciones

locales se auto-organizan, o si son simplemente

el resultado del mandato administrativo”.218 Otras

condiciones importantes para aumentar el éxito de

la descentralización y devolución forestal es mejorar

el control sobre las autoridades locales, enmarcar las

demandas políticas específicas con las asociaciones

y movimientos de actores locales,219 y el buen funcio-

namiento de los procesos democráticos.220

CApACIDAD REDUCIDA y DéBIL

IMpLEMENTACIóN

Aun suponiendo que existiera la voluntad

política para que el gobierno reconociera los

derechos y llevara a cabo las reformas de la

tenencia, esto no garantiza el éxito. Debe haber

una capacidad e implementación administrativas

adecuadas dentro de las varias ramas del gobierno

para demarcar, delimitar y hacer valer los derechos

a la tenencia forestal. Las principales deficiencias

se clasifican en las cuatro siguientes áreas: la

falta de coordinación entre ramas del gobierno;

limitaciones presupuestales; falta de experiencia; y

contenido problemático en las políticas.

Los esfuerzos por fortalecer la tenencia

forestal local se han visto retrasados o paralizados

por la falta de coordinación entre las ramas del

gobierno. Esto puede tomar la forma de bloqueo

horizontal (entre sectores y ministerios), o de blo-

queo vertical (entre niveles de gobierno). Entre los

problemas que pueden obstaculizar los procesos se

encuentran los siguientes: desacuerdos sobre los

límites de la jurisdicción; traslape de autoridad so-

bre una misma área de tierra; políticas mutuamente

incompatibles; incapacidad para enfocarse en la

tenencia de tierras forestales porque hay otros

problemas que tienen precedencia; la corrupción; y

limitaciones presupuestales que pueden empeorar

cualquiera de estos problemas.

Las limitaciones presupuestales son un

problema fundamental porque pueden retrasar,

detener o socavar la calidad de las reformas a la

tenencia forestal en todos los niveles. En Bolivia el

insuficiente apoyo presupuestal para completar la

regularización la titulación de las tierras plantea

una amenaza para los derechos y sustentos lo-

cales.221 En Uganda, el apoyo fiscal inadecuado por

parte del gobierno nacional ha sido un factor que

ha contribuido a la incapacidad para implementar

cabalmente el manejo forestal descentralizado.222

La implementación de las políticas de tenen-

cia y de los esfuerzos para mejorar los derechos

locales de tenencia requiere de un amplio rango

de habilidades que con frecuencia faltan, particu-

larmente en los escalones inferiores del gobierno.

Los fondos y conocimientos inadecuados suelen

acompañar la transferencia de responsabilidades

administrativas de los niveles de gobierno supe-

riores a los inferiores. En el sector forestal de la

India, por ejemplo, el gobierno sufre de una amplia

variedad de deficiencias en cuanto a su capacidad,

incluyendo la habilidad de realizar mapeos y evalu-

aciones de recursos forestales; es más, el área de

responsabilidad geográfica del personal de campo

es demasiado vasta, y es limitada la capacidad para

conducir análisis financieros y económicos para

bien de las comunidades.223

Además de las limitaciones para el mejora-

miento de los derechos a la tierra, los gobiernos

con frecuencia dudan en reformar el sistema

regulatorio, que disminuye los derechos al uso y

los acuerdos para manejo forestal suelen ser

inaplicables para la gente local porque los

obstáculos regulatorios son demasiado

grandes.

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25

beneficio de las tierras forestales.224 Los acuerdos

para manejo forestal suelen ser inaplicables para la

gente local porque los obstáculos regulatorios son

demasiado grandes. Los acuerdos pueden exigir a

los pobladores presentar solicitudes, formular y

presentar planes de manejo, realizar monitoreos,

así como la realización de otras tareas con un nivel

de costo o sofisticación que los trasciende. Entre

los factores que contribuyen a estos resultados

están los siguientes: la falta de comprensión de

las capacidades locales; mandato administrativo

por niveles de gobierno que se encuentran muy

distantes; insuficiente apreciación de los sistemas

de manejo consuetudinarios (P Ej., los sistemas de

manejo forestal “modernos” y “sofisticados” con

frecuencia están diseñados para suplantar a los

locales); así como la arrogancia y nula rendición de

cuentas de la cultura burocrática.

4.6 RESUMEN DE LOS DESAfíOS

La aclaración y mejoramiento de los derechos

a la tenencia forestal son un gran desafío. En los

países donde los pueblos forestales cuentan con

derechos de tenencia formales, algunos no pueden

excluir a los poderosos reclamantes externos y no

tienen la capacidad de hacer realidad todo el poten-

cial de las tierras y recursos forestales para asegurar

y mejorar su sustento. Las amenazas externas a la

tenencia y el acceso de los habitantes locales a los

bosques tenderán a incrementarse a corto plazo a

causa de la creciente escasez en el abasto de com-

bustibles fósiles (P Ej., el auge de los biocombustibles

y la búsqueda de combustibles fósiles y de minerales

subyacentes a los bosques), la creciente demanda de

varios tipos de producción agroindustrial y silvícola,

y de la minería, así como el legado de un modelo

obsoleto para la protección de la biodiversidad y los

servicios al ecosistema de los bosques. Los conflic-

tos horizontales entre los pueblos y comunidades

forestales también plantean un problema monumen-

tal. Los gobiernos son una importante dimensión de

este desafío porque son susceptibles a la influencia

de los ricos y poderosos, porque algunos aspectos de

la descentralización y devolución forestales no han

favorecido los intereses de los pueblos forestales, y

porque las capacidades administrativas del gobierno

pueden ser limitadas.

Hay un problema fundamental que perpetúa

este estado de las cosas. Los pueblos forestales

tienden a carecer del poder político necesario para

contrarrestar la apropiación forzosa de sus tierras

y recursos, así como para promover políticas que

protegen y fortalecen sus derechos. Como han

señalado correctamente varios observadores, los

derechos carecen de sentido y utilidad sin no van

acompañados del poder para hacerlos valer.225

En resumen, hay un avance lento y muchas

limitaciones. Al mismo tiempo ha habido, en los

hechos, muchos avances en algunos sitios y algu-

nas señales de las maneras en que se puede mejorar

la situación. Ahora dedicaremos nuestra atención a

estas señales de avance.

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26

Señales de avance5Aunque existen obstáculos desalentadores

para que se hagan realidad unas mejores reformas

de la tenencia forestal estatutaria, percibimos

señales de avance en las siguientes cuatro áreas:

(1) recientes cambios en las políticas de varios

países que dejan ver cuando menos la inten-

ción de sumarse a la tendencia mundial hacia el

fortalecimiento de la tenencia forestal local; (2)

hallazgos en las investigaciones que sugieren que

en algunos casos el fortalecimiento de la tenencia

forestal puede conllevar mejoras al bienestar,

proporcionar los medios para excluir a los rec-

lamantes externos, así como mejorar el manejo

y conservación forestales; (3) posible obtención

de influencia por los pueblos forestales como re-

sultado del cambio climático; y (4) el surgimiento

de movilizaciones de base para la reforma de la

tenencia forestal.

5.1 SUCESOS LEgALES y pOLíTICOS qUE ACLARAN y fORTALECEN

LA TENENCIA

Las tendencias globales en el desarrollo de

leyes y políticas muestran una creciente preocu-

pación dirigida hacia los derechos de las comu-

nidades y los pueblos indígenas a las tierras y los

bosques. En varios países, durante los últimos

cinco años los cambios a nivel internacional se han

traducido en políticas nacionales. Sin embargo,

estas políticas y leyes no deben interpretarse como

respuestas totales a inequidades históricas profun-

damente arraigadas.

Durante muchos años, los movimientos

internacionales de los pueblos indígenas han

presionado a las organizaciones globales y region-

ales para que reconozcan su derecho histórico a

los recursos, incluyendo su derecho a las tierras

forestales. En septiembre de 2007, la Asamblea

general de las naciones Unidas adoptó casi por

unanimidad la Declaración de las naciones Unidas

Sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.226

Entre otras cosas, la Declaración afirma que los

pueblos indígenas “tienen derecho a las tierras,

territorios y recursos que tradicionalmente han

poseído, ocupado o de otra forma utilizado o

adquirido.”227 Mientras tanto, otras instituciones

internacionales han aumentado su promoción y

reconocimiento de los derechos comunitarios, no

sólo de los pueblos indígenas, en las políticas y

legislaciones nacionales.

Desde el 2002, muchos países con tierras

forestales han aprobado leyes para dar a los pueb-

los indígenas y a las comunidades derechos más

sólidos a los bosques (resumidos en la tabla 4). 228

Como muestra de compromiso ante sus pueblos

indígenas, en diciembre de 2007 Bolivia adoptó

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27

la Declaración de la OnU como ley nacional.229

Además, Bolivia está implementando una política

para aclarar los derechos forestales y a la tierra en

un proceso conocido como saneamiento, que ya ha

otorgado títulos a muchas comunidades indígenas

(tabla 1).230

La Ley sobre Manejo Forestal Público, promul-

gada en Brasil en 2007,231 permite la asignación de

concesiones forestales a comunidades y le presta

atención especial al reconocimiento y respeto

de los derechos de las comunidades locales a los

bosques.232 En la República Democrática del Congo

las comunidades también han obtenido el derecho

a recibir concesiones forestales, pero hasta la

fecha no hay pruebas de que se hayan asignado

concesiones a comunidades.233 De manera similar,

en Indonesia la creación de la Política Popular

de Plantaciones, que permite arrendamientos a

largo plazo de hasta 100 años se considera un paso

positivo hacia un mayor control comunitario de

los recursos madereros.234 En Angola, el gobierno

aprobó la Ley de tierras de 2004 (Lei. 09/04)235 que

“reconoce y protege los derechos a la tierra de

las comunidades” con base en el uso y la ocu-

pación consuetudinarios, incluyendo a las tierras

forestales.

Los casos de la Angola, la RDC e Indonesia sa-

can a relucir la problemática de la implementación.

Aunque en muchos países la legislación reconoce y

afirma la intención de proteger los derechos comu-

nitarios, con frecuencia hay poca implementación

a nivel local debido a una serie de razones. Por

ejemplo, en Mozambique la Ley de tierras de 1997236

reconoce los derechos a la tenencia de los habi-

tantes históricos, pero se ha demostrado mediante

encuestas que los funcionarios responsables de

implementar la ley y dar apoyo a las comunidades

para hacer valer sus derechos tienen poca concien-

cia de los derechos y de los procedimientos para

afianzarlos.237

En otros países, la deforestación ha movilizado

el apoyo por la protección de los pueblos indígenas

y de otras comunidades. Este es el caso de Argen-

tina, donde se han aprobado leyes para detener la

tala en las tierras de pueblos indígenas. En Argen-

tina, la Ley Forestal del 2007238 declaró una mora-

toria después de una amplia ola de protestas.239

La nueva ley establece el requisito de audiencia

pública antes de que pueda realizarse cualquier

actividad de tala, y le da prioridad a los derechos de

muchas comunidades y pueblos indígenas locales

por encima de los intereses de tala.

El Acta sobre Derechos Forestales del240 2006

en la India estipula derechos a las tierras forestales

muy superiores en comparación con el régimen de

Manejo Forestal Conjunto (MFC) vigente. La legis-

lación asegura los derechos de las comunidades

tribales a beneficiarse de sus bosques, aunque aún

está en trámite el proceso para determinar cuanta

tierra forestal se transferirá a las comunidades. En

vietnam, a lo largo de los últimos años el gobierno

ha implementado una reforma a la tenencia for-

estal que transfiere 3.5 Mha a comunidades locales.

Sin embargo, según las investigaciones los bosques

más productivos suelen permanecer en manos del

gobierno, y las comunidades locales no entienden

sus nuevos derechos.241

Aunque la tendencia general en cuanto a las

políticas y las leyes se inclina hacia un aumento

en el reconocimiento del papel que juegan las

comunidades en el manejo forestal y su derecho

histórico a los territorios, hace falta un esfuerzo

local y nacional más concertado para mejorar

la implementación de dichas políticas. Donde

estas políticas y leyes no existen, la movilización

masiva, el cabildeo y la defensoría, así como los

desafíos legales podrían ser estrategias viables

para aumentar y mejorar los derechos forestales

comunitarios, como se ha visto en Argentina,

Canadá y tailandia. Mediante va aumentando la

aceptación del concepto de derechos comuni-

tarios, hacen falta esfuerzos para asegurar que los

derechos estipulados por escrito se conviertan en

derechos reales.

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal28

tABLA 4: RECIEntES AvAnCES POLítICOS y LEgALES qUE FORtALECEn LOS DERECHOS DE tEnEnCIA COMUnItARIOS En 18 PAíSES

País Nueva política o legislación Efectos

Angola La Ley de tierras de 2004 reconoce los derechos que las comunidades han

adquirido respondiendo a la ley tradicional.242

Escrituración de comunidades en

proceso. Miles de hectáreas han

sido escrituradas a comunidades

San.243

Argentina La Ley de Manejo Forestal del 2007 suspende las compensaciones y determina

que se deben de realizar audiencias públicas antes de llevar a cabo las com-

pensaciones. también determina que los bosques utilizados por comunidades

campesinas e indígenas deben de ser protegidos.244

Cada provincia maneja sus bosques

y el efecto de esta moratoria no es

claro.

Bolivia La Ley nacional 3760 de 2007 adopta la Declaración sobre los Derechos Indíge-

nas de la OnU como Ley nacional.245

Brazil La Ley de Manejo Forestal de 2006 intenta combatir la deforestación en el

Amazonas y estipula para la demarcación de bosques públicos incluyendo

áreas indígenas. La ley también estipula para concesiones a comunidades

locales.246

El Servicio Forestal Brasileño

publicó datos sobre el área de

bosques públicos bajo propiedad

de comunidades indígenas en julio

de 2007.247

Camerún Al mandato 0518/MInEF/CAB de 2001 especifica derechos adicionales para las

comunidades en la adquisición de bosques comunales.248 El mandato demues-

tra el compromiso del gobierno con el programa de comunidades forestales y

establece un nuevo marco regulador.

China La nueva Iniciativa para el Desarrollo del Campo del 2005, permite un incre-

mento local en el poder de toma de decisiones sobre el manejo forestal y

sobre acuerdos de tenencia en áreas forestales colectivas.249

La Ley de Propiedad del 2007 define propiedad colectiva como la propiedad

conjunta de todos los miembros de la comunidad.250

La investigación sobre los efectos

de la política no muestra una clara

tendencia a la individualización de

áreas de bosque.251

RDC El Código Forestal de 2002 permite concesiones a comunidades y transfiere

responsabilidades en el manejo a comunidades locales.252

no hay evidencia de concesiones a

comunidades.

gambia El Decreto de gobierno Local de 2002 otorga a los consejos descentralizados

de área, la responsabilidad de proteger, controlar y manejar los recursos

forestales dentro de su jurisdicción.253

Honduras La Ley de Manejo Forestal de 2007 promueve la participación de las comu-

nidades en consejos consultivos forestales, la regularización de tierras

forestales con demarcación de áreas de protección, conservación y manejo

comunal.254

Las regulaciones implementadas

no han sido aprobadas.

India El Código de Derecho Forestal de 2006 provee una serie de derechos a tribus

predeterminadas y a otras comunidades que habitan tierras forestales, in-

cluyendo más poder en la toma de decisiones sobre el manejo de los recursos

naturales.255

El área que será transferida a comu-

nidades y familias está todavía por

determinarse. Se estima un rango

mayor a 10 Mha.

Indonesia La creación de las Plantaciones Populares en 2007 con arrendamientos a largo

plazo por más de 100 años sobre el área forestal del Estado.256

no es claro cómo se implementará

esta política.

Mali Bajo la Ley de tenencia de 2002, se les otorga a las comunidades descentral-

izadas e individuos el derecho de poseer bosques y se reconoce el uso del

derecho y ley tradicional.257 La Política Forestal de 2007 reafirma el compro-

miso del gobierno para promover el manejo forestal de las comunidades.258

níger El Código Forestal de 2004 promueve la transferencia de las responsabilidades

del manejo forestal a las regiones, departamentos y comunidades.259

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29

Hay muchos motivos para fortalecer la tenen-

cia forestal, incluyendo el reconocimiento de los

derechos humanos, la preservación de la dignidad,

la defensa de la supervivencia cultural, así como

ayudar a asegurar el lugar de los pueblos forestales

en el mundo. Además de esto, hay metas más utili-

tarias promovidas por los gobiernos y las organiza-

ciones para el desarrollo; entre estas se incluyen la

posibilidad de reducir la pobreza, la disminución

de los conflictos, así como el mejoramiento del

manejo y conservación forestales. Así como hay

limitaciones a los avances en las reformas estatut-

arias, también las hay en la evaluación del impacto

de los resultados de las reformas a la tenencia. Sin

embargo, en la comunidad en pro del desarrollo

generalmente se coincide en que la seguridad en

los derechos de propiedad es un punto central

para el logro de las metas sociales, económicas y

ambientales.

Aunque aún no es concluyente, hay cada

vez más pruebas del impacto de las reformas a la

tenencia forestal en los ingresos, en la capacidad

de excluir a demandantes, así como en la conser-

vación y el manejo forestal. En lugar de recopilar

un resumen exhaustivo sobre la bibliografía de

investigación, aquí presentamos algunos hallazgos

ilustrativos.

Estudios recientes en varios países mues-

tran que cuando se cuenta con derechos firmes y

formales de tenencia forestal, eso puede mejorar

los ingresos de los beneficiarios. En la investigación

de 200 familias en México se demostró que las

empresas forestales comunitarias pueden ayudar a

reducir la pobreza.265 Un análisis de costo-beneficio

en Bolivia demuestra que, cuando todos los demás

factores son equivalentes, los ingresos por la

explotación maderera son mayores que cuando los

usuarios forestales tienen derechos de alienación

País Nueva política o legislación Efectos

Rumania En 2005 la Ley 247 elimina los límites en la cantidad total de tierra forestal

que propietarios privados pueden reclamar al Estado mediante el proceso de

restitución forestal. Esta Ley elimina el tope establecido por la Ley de tierra y

Recursos de 1991.260

Aproximadamente dos tercios de

los bosques de Rumania serán de-

vueltos a propietarios privados.

Sudán En la Ley de Manejo Forestal de 2002 (Artículo 33/E/2) se establece que los

bosques populares o bosques comunales serán administrados por comités

elegidos por los ciudadanos del área.261

tanzania El Código Forestal de 2002 presentó el Manejo Forestal Participativo, que provee

una clara base legal para comunidades, grupos e individuos a través de la tan-

zania continental para la posesión, el manejo y el manejo conjunto de bosques

bajo un amplio rango de condiciones. Hay dos regimenes a lugar: Manejo

Forestal Basado en la Comunidad (CBFM por sus siglas en inglés) y con derechos

mas firmes el de Manejo Forestal Conjunto (jMF por sus siglas en inglés).262

Creciente número de áreas bajo los

regimenes CBFM y jFM. ver tabla 1.

tailandia El proyecto de ley de Comunidad Forestal confirma el derecho legal de preser-

var y manejar la tierra forestal alrededor de las comunidades.263

venezuela En 2005 la legislación venezolana aprobó una nueva ley sobre pueblos y comu-

nidades indígenas, la cuál incluye una disposición que asegura la tierra y los

derechos de propiedad de pueblos y comunidades indígenas. La ley también

especifica el proceso para demarcar y escriturar tierras indígenas, recono-

ciendo el derecho ancestral a las tierras forestales y especificando el proceso

para demarcar y escriturar tierras indígenas.264

Aproximadamente 0.7 Mha han sido

escrituradas a pueblos y comuni-

dades indígenas en áreas agrícolas.

5.2 LOS IMpACTOS DE LAS REfORMAS A LA TENENCIA fORESTAL

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal30

por ley para los productos forestales.266 En una

investigación en China se llegó a la conclusión de

que los cambios en la tenencia forestal conllevaron

un aumento en los ingresos provenientes de los

bosques para los agricultores, incluyendo la cose-

cha de madera.267

En la Sección 4 documentamos casos donde la

formalización de los derechos de tenencia forestal

no necesariamente proporciona una base efectiva

para excluir a los demandantes. Afortunadamente

hay algunos ejemplos opuestos. En nicaragua, el

reconocimiento del derecho de las comunidades

indígenas a sus territorios históricos llevó a la sus-

pensión de las concesiones de tala en los territorios

indígenas y no se otorgaron nuevas concesiones.268

En el este y el sur de África, algunas comunidades

han obtenido seguridad sobre los bienes comunes

mediante cambios que han permitido que la

gente obtenga tierras bajo propiedad comunal;

en consecuencia, estas propiedades inmobiliarias

resultaron ser menos vulnerables a la apropiación

por parte de extraños.269 Un decreto emitido en 1998

por el gobierno de Indonesia permite a los campesi-

nos de Krui, en Sumatra, registrar su derecho a

las tierras que trabajen en tierras forestales bajo

propiedad del estado. Desde el 2005 ninguna de

las comunidades ha solicitado el registro de sus

derechos; sin embargo, el decreto resultó funda-

mental para detener los intentos de apropiación de

estos bosques por parte de extraños.270

Muchos estudios han descubierto que el forta-

lecimiento de la seguridad en la tenencia forestal

puede resultar en mejoras en cuanto al manejo y

la conservación de los bosques y que, a la inversa,

la incertidumbre en la tenencia puede conllevar

malos resultados en cuanto al manejo y la con-

servación. En la Amazonia brasileña, las reservas

habitadas tienden a inhibir la deforestación y los

incendios forestales en contraste con los parques

no habitados,271 y la inseguridad en los derechos

de propiedad es una de las causas principales de la

deforestación.272 En Uganda, los derechos de propie-

dad bien conocidos y aplicados van de la mano de

las mejoras en la condición de los bosques.273

5.3 LA OpORTUNIDAD DEL CAMBIO CLIMáTICO, EL pODER DE

NEgOCIACIóN, y LOS DEREChOS DE LOS pUEBLOS fORESTALES

Repentinamente la disminución de la deforest-

ación y la promoción del embosquecimiento y la

reforestación se han convertido en una prioridad

política no sólo para disminuir las emisiones de gas

de efecto invernadero resultante de la conversión

forestal; también, para salvaguardar y aumentar el

papel de los bosques en la preservación del equi-

librio global del carbono y la absorción del carbono

excedente de otros sectores.

En este contexto, las comunidades e individ-

uos forestales con derechos a la propiedad forestal

tienen un mayor poder de negociación que los que

siguen siendo arrendatarios del estado. Estos propi-

etarios pueden participar en, y, potencialmente, ser

compensados por, los programas de mitigación am-

biental. De manera que estos propietarios tienen

ciertas ventajas para determinar si estos planes

triunfan o fracasan y, como tales, los términos de su

compensación por su contribución al bien público.

Los manejadores de tierras forestales son un grupo

heterogéneo que abarca desde pueblos indígenas

hasta dirigentes de corporaciones que hacen nego-

cios en el paraje forestal.

El grado en que puedan los pueblos locales

tener una participación efectiva en y beneficiarse

de los sistemas climáticos depende de muchas in-

terrogantes respecto a los derechos. Para empezar,

¿quiénes son los dueños del carbono? Más espe-

cíficamente, ¿quiénes son los dueños del carbono

almacenado en los árboles y suelos forestales,

y quiénes son los dueños de los derechos a las

emisiones de carbono evitadas? ¿quién debe ser

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31

compensado por proteger los bosques del mundo,

ayudando así a garantizar la estabilidad del

clima? ¿Serán sólo aquellos que cuenten con una

tenencia formal y asegurada? De ser así, se corre el

riesgo de que los acuerdos excluyan a los pobres,

ya que son ellos quienes, desproporcionadamente,

carecen de una tenencia formal y segura. ¿Serán

aquellos que cuentan no sólo con la seguridad de

la tenencia formal, sino además quienes tienen las

propiedades más extensas? va a resultar suma-

mente atractivo aplicar este acercamiento para

poder minimizar los costos de transacción, pero

este acercamiento también excluiría a los pobres.

¿Favorecerá el sistema a quienes amenazan con

causar el mayor daño a los bosques? De ser así,

una vez más serán los intereses de los más po-

derosos los que resultarán favorecidos al partici-

par en dichos planes.

Es una prioridad moral incluir a los pobres y a

quienes carecen de tenencia segura en los planes

de almacenamiento de carbono forestal. Pero

también hay incentivos prácticos para incluir a los

pobres a los de tenencia insegura en los planes

para el almacenamiento de carbono: vastas áreas

de bosques son habitadas por pobres; al premiar a

los terratenientes que causan el mayor daño hay

riesgos de un peligro moral; además, se corre el

riesgo de que los pueblos forestales encuentren

maneras para frustrar el éxito de los planes para el

almacenamiento de carbono si se les excluye de los

beneficios.

El mejor acercamiento para el involucra-

miento de los manejadores de tierras forestales

en el almacenamiento del carbono, denominado

Reducción de las Emisiones por la Deforestación

y Degradación Forestal (REDD por sus siglas en

inglés), implica el establecimiento de un sistema

de compensaciones financiado ya sea mediante

el comercio con carbono o a través de fondos

internacionales para la conservación.274 Muchos

de los analistas que han escrito sobre las opciones

de REDD han emitido un llamado para el forta-

lecimiento de la tenencia y del involucramiento

local para asegurar el beneficio para los pueblos

forestales. Se han promulgado disposiciones adi-

cionales para asegurar el mejor resultado posible

para los pueblos indígenas y otros que dependen

de los bosques: deben estar involucrados en los

debates sobre los pros y los contras de los acuer-

dos tipo REDD;275 se deben respetar sus derechos

humanos y consuetudinarios;276 debe haber una

clarificación del estatus legal y de propiedad

del carbono, se debe proporcionar información

comercial accesible, así como mecanismos de

supervisión en la cadena de valores del carbono;277

y deben establecerse instituciones para garan-

tizar que la gente pobre no salga perdiendo en los

acuerdos.278

5.4 EL AUMENTO DE ORgANIzACIONES y REDES qUE ApOyAN

LAS REfORMAS A LA TENENCIA fORESTAL

Hacen falta acciones y empoderamiento

colectivos para fortalecer los derechos de tenencia

forestal y para aplicarlos una vez logrados. Por lo

tanto, resulta alentador que haya un aumento en los

niveles de organización y creación de instituciones

en apoyo a las reformas a la tenencia forestal. Las

acciones colectivas para promover los derechos

sobre la tierra y los recursos no son novedad, al

menos a nivel local. Han existido durante el mismo

tiempo en que los pueblos forestales han sentido

amenazado su sustento y violados sus derechos.

En los últimos años la novedad es el aumento

de las organizaciones y redes en apoyo a los

pueblos forestales, así como el creciente grado de

integración, intercomunicación y visibilidad que

reflejan la escala tanto de las amenazas como de

las oportunidades que experimentan los pueblos

forestales.

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal32

El crecimiento de estos movimientos y de sus

efectos ha sido documentado y evaluado. En un

informe en el que se analizan cuatro casos de Cen-

troamérica y Brasil se halló que “[a] la combinación

de la capacidad indígena para la organización

colectiva y el valioso apoyo externo ayudaron a

producir movimientos forestales de base capaces

de convertirse en socios proactivos para el manejo y

la defensa de las áreas protegidas”.279 En un estudio

sobre la tenencia forestal y la pobreza en América

Latina se comenta que “…la demanda de los pueblos

indígenas por el reconocimiento de sus territorios

históricas quizás es el factor más importante detrás

del creciente control comunitario de los bosques”.280

En un informe sobre los derechos a la tierra y las

reformas al gobierno en África se afirma que “es

necesario un proceso evolutivo más proactivo e im-

pulsado desde la comunidad”, pues será importante

para “impulsar y mantener la voluntad política

hacia una verdadera eliminación de la inseguridad

crónica en la tenencia de los pobres”.281 Un docu-

mento sobre la tenencia forestal en Asia establece

que en nepal hay “un movimiento social fuerte y

organizado de silvicultores comunitarios que han

sido capaces de resistir la presión del Departamento

Forestal para reafirmar el control sobre los bosques

donde se han restaurado los valores madereros.

Este movimiento social incluso ha jugado un papel

más grande en la preservación de un proceso

político nacional democrático, pero aún enfrenta

desafíos para la ampliación del modelo forestal co-

munitario a los bosques de las tierras bajas (terai) y

para que se permita a los silvicultores comunitarios

comerciar con la madera afuera de sus áreas”.282

El crecimiento del movimiento por los dere-

chos forestales también resulta evidente de varias

otras maneras. Las organizaciones forestales

internacionales, incluyendo a aquellas dedicadas

a la investigación, han ido desarrollando en los

últimos años un acercamiento basado en los dere-

chos. Las organizaciones donantes internacion-

ales están comenzando a otorgar a los derechos

forestales un sitio prioritario en sus agendas. Han

surgido o se han fortalecido redes nacionales y

regionales.

Al nivel internacional, el movimiento por la

tenencia forestal está experimentando desafíos,

incluyendo los siguientes: puntos de vista e inter-

eses diversos entre los participantes, lo que en

ocasiones dificulta la comunicación, los acuerdos

y la toma de decisiones; así como la presión para

aprender con rapidez y realizar tareas múltiples

debido a la importancia de la tenencia forestal con

relación a ciertos problemas globales emergentes

(P Ej., la escasez de alimentos, los biocombustibles

y el cambio climático). junto con los desafíos, hay

grandes oportunidades creadas por dos factores.

Primero, la tecnología ha mejorado la comunicación

entre personas e instituciones del movimiento,

permitiendo una rápida difusión de información

y toma de decisiones. Segundo, la agenda de los

derechos forestales está aumentando rápidamente,

en parte a causa de un cambio fundamental en

su composición. Los derechos forestales ya no

son sólo un problema moral, sino uno más amplio

impulsado por la comprensión emergente de que

la aclaración y el fortalecimiento de la tenencia for-

estal se encuentran al centro de muchos problemas

globales como los derechos humanos, la violencia y

el conflicto, el crecimiento económico y el cambio

climático.283

Hacen falta acciones y empoderamiento

colectivos para fortalecer los derecHos de

tenencia forestal y para aplicarlos una vez

logrados.

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33

En este informe hemos descubierto que,

desde el 2002, la tendencia a trasladar la tenencia

del dominio público al dominio privado continúa.

El área total de bosques administrados guberna-

mentalmente ha disminuido, y el área total de

bosques designados para o bajo propiedad de las

comunidades y pueblos indígenas, así como los que

se encuentran bajo la propiedad de individuos y

empresas ha aumentado en los 30 países con más

bosques. Además, ha habido importantes reformas

políticas que fortalecen los derechos en al menos

18 países del mundo desde el 2002.

Algunas de las noticias relacionadas con esta

tendencia son decepcionantes. En el periodo 2002-

2008 el patrón dominante no mostró ningún cambio

en la cantidad de países que están aumentando el

área de bosque designado para o bajo propiedad

de las comunidades y pueblos indígenas, así como

bajo la propiedad de individuos y empresas entre

los 30 países con mayor cantidad de bosques (Ilus-

tración 2). En muchos países no suelen aplicarse los

derechos formales de los pueblos forestales. Con

frecuencia la atención a la sola tenencia no basta

para proteger y mejorar el bienestar de los pueblos

forestales. El área bajo concesiones industriales

sigue siendo mucho mayor que el área bajo acceso

o propiedad comunitaria. Recientemente se ha

dado una tendencia pronunciada hacia el aumento

en la adquisición de tierras forestales para propósi-

tos industriales. El modelo tradicional de conser-

vación y la competencia por la tierra y los recursos

entre los habitantes de los bosques plantean

desafíos persistentes. Los gobiernos no siempre

tienen un buen desempeño al aclarar y formalizar

los derechos de tenencia por razones que tienen

que ver con intereses en conflicto, la atención

inadecuada a los derechos de propiedad en los pro-

gramas de descentralización y devolución, así como

las debilidades en la administración.

Sin embargo, esta realidad desafortunada

tiene su contrapeso en importantes avances. En

los últimos años se han creado muchas nuevas

políticas nacionales para la tenencia forestal, lo

que indica una ampliación de la transición de la

tenencia forestal en el futuro próximo. La for-

malización de los derechos locales a la tenencia

forestal ha reconocido los derechos humanos

de muchos y, en muchos casos, ha mejorado el

bienestar de los pueblos forestales, ha permitido a

los terratenientes forestales excluir a los recla-

mantes no autorizados, y ha conllevado mejoras

en el manejo y conservación forestales. El cambio

climático ha creado una posible oportunidad para

que los pueblos forestales aumenten su poder de

negociación al momento de proteger sus intereses

y determinar sus destinos. En los últimos años han

aumentado las acciones colectivas y la creación de

instituciones para reformar la tenencia forestal.

¿Cómo podemos trabajar para asegurarnos de

que las tendencias y oportunidades positivas prev-

alezcan por encima de la gran cantidad de desafíos?

En la siguiente sección presentamos una lista de

ideas para impulsar el movimiento por las reformas

a la tenencia forestal.

5.5 DóNDE NOS ENCONTRAMOS: UN BALANCE

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Oportunidades para tener mejores avances6¿De quiénes son los bosques del mundo? Los

gobiernos nacionales aún reclaman la propiedad

de la mayor parte del área forestal mundial. Se ha

dado un cambio hacia la disminución del control

del gobierno, pero el avance ha sido lento y se ha

concentrado mayormente en una cantidad redu-

cida de países.

La necesidad de cambio es urgente. El proceso

de reformas a la tenencia forestal estatutaria debe

iniciarse donde aún no se haya iniciado y después

avanzar rápidamente. Las reformas deberán:

priorizar los derechos de propiedad por encima del

solo acceso; garantizar que, donde ya se han otor-

gado, los derechos de propiedad y acceso propor-

cionen las protecciones y beneficios que ofrece la

ley escrita; y mejorar los derechos de tenencia ya

conferidos donde sean deficientes.

La aclaración y el fortalecimiento de la tenen-

cia forestal, incluyendo el reconocimiento de los

reclamos consuetudinarios, es una prioridad ética

urgente. La mayoría de los pueblos forestales aún

experimentan la exclusión impuesta hace siglos.

Es hora de que termine esta era de injusticia. La

transición de la tenencia forestal debe significar no

sólo el cambio de la administración gubernamental

a una no gubernamental, sino también el paso de la

exclusión a la propiedad por los pueblos forestales.

La reforma de la tenencia forestal también

es una prioridad práctica. La resolución de las

disputas por la tierra y los recursos y la creación

de seguridad en la tenencia para todos los grupos

de interés pueden resolver los conflictos violentos,

crear incentivos para la inversión en las familias,

sentar las bases para inversiones estables y pre-

decibles por parte del gobierno y el sector privado,

y contribuir con el crecimiento económico nacional

y regional. La resolución de la ambigüedad en los

derechos de propiedad forestal es un primer paso

clave para la protección y el aumento de la capaci-

dad del territorio forestal global para almacenar

carbono y así responder a una de las causas clave

del cambio climático. En este momento de la histo-

ria, la tenencia forestal puede beneficiar a toda la

sociedad, no sólo a los pueblos forestales.

En el informe del 2002 titulado ¿De quiénes

son los bosques del mundo? se plantean áreas de

oportunidad clave para el avance de las reformas

a la tenencia forestal. En muchos sentidos, no

han cambiado gran cosa – sus recomendaciones

siguen siendo tan relevantes ahora como lo fueron

entonces. Aquí nos basamos en esas recomenda-

ciones para proponer roles específicos que pueden

jugar los grupos de interés en el fomento de estas

reformas.

CREAR UNA vISIóN, COMpARTIR EL CONO-

CIMIENTO y MEjORAR EL ENTENDIMIENTO

Si los países aún no tienen una visión y planes

para llevar a cabo reformas a la tenencia forestal, es

prioritario que lo hagan. En los casos donde se han

llevado a cabo reformas a la tenencia forestal, los

pueblos forestales deben ser bien informados sobre

las políticas y legislación sobre la tenencia, así como

de sus derechos y responsabilidades dentro de este

marco. Para este fin, los gobiernos pueden crear y

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difundir públicamente estrategias para la implemen-

tación de las reformas a la tenencia. Los gobiernos

pueden considerar estrategias dirigidas al mejora-

miento del desempeño de las reformas a la tenencia

con base en las lecciones aprendidas y las mejores

prácticas. Para que las reformas efectivas se hagan

realidad también debe haber capacitación dentro de

las comunidades para asegurarse de que entienden

la nueva legislación y de que tienen la confianza y

capacidad suficientes para hacer valer su derecho

a una participación cabal en el control de la tierra y

recursos de sus comunidades.

CREAR UN AMBIENTE pOLíTICO pROpICIO

Una condición previa esencial para mejorar

la seguridad en la tenencia es el ambiente político

propicio para acelerar y mejorar la implement-

ación de las reformas a la tenencia forestal. En

primer lugar, un ambiente propicio debe tender

a la equidad y fomentar una participación cívica

cabal. Para lograr esto, los gobiernos y partidarios

deberán:

Establecer y apoyar derechos cabales de ciu-��

dadanía para todos, así como el espacio y libertad

políticos para la participación de una circunscrip-

ción política

garantizar la participación activa de los ��

pueblos forestales en los procesos de desarrollo

de políticas sobre la tenencia y el desarrollo de las

leyes

Difundir información y realizar debates públi-��

cos sobre las consecuencias positivas y negativas

de la política de concesiones industriales

Institucionalizar y hacer valer la aplicación ��

del consentimiento libre, previo e informado en los

procesos de asignación de tierra forestal

tomar en cuenta la equidad social al formular ��

e implementar las reformas a la tenencia forestal,

particularmente los derechos de las mujeres y las

minorías

En segundo lugar, es igualmente importante

que un ambiente político propicio cuente con siste-

mas de gobierno, eficientes y efectivos. Para lograr

esto, los políticos y partidarios deberán:

Establecer, fortalecer y apoyar mecanismos e ��

instituciones regulatorios efectivos sobre el uso de

la tierra y los recursos

Establecer, fortalecer y apoyar sistemas inde-��

pendientes de arbitraje jurídico

Diagnosticar y resolver estancamientos ad-��

ministrativos y autoridades interdepartamentales

traslapadas en el sector forestal

Fortalecer la capacitación del personal del go-��

bierno involucrado en el manejo de áreas forestales

y los procesos de reforma de la tenencia

Fortalecer la capacitación comunitaria ��

para gobernar sus tierras forestales, particular-

mente donde las reformas forestales se iniciaron

recientemente

INvERSIONES pARA ACELERAR LAS

REfORMAS

El reconocimiento de los derechos de propie-

dad y las declaraciones de visión y política no son

labores costosas, particularmente si las considera-

mos con relación a los beneficios e ingresos por

tierras forestales. Sin embargo, en algunos casos

los fondos para la demarcación y delimitación

pueden estar más allá del alcance de los gobiernos

de los países en desarrollo. Las agencias multi-

laterales y otros donantes con interés en apoyar

reformas forestales efectivas podrían asociarse

con los gobiernos para apoyar y financiar las

reformas forestales. El cambio climático contribuye

a la urgencia de las reformas a la tenencia y está

generando oportunidades para algunos pueblos y

países forestales; las agencias multilaterales y las

entidades del sector privado que invierten en las

estrategias REDD y en los mercados de carbono

pueden convertirse en fuentes de financiamiento

complementario. Cada uno de estos inversionistas

podría asociarse con los gobiernos para dar apoyo

en los siguientes rubros:

Mejoramiento en la recolección de datos, ��

documentación y aclaración de los sistemas de

tenencia vigentes

Creación de oportunidades de diálogo dentro ��

de las comunidades, así como al nivel de las

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¿De excluido a propietario?: Desafíos y oportunidades en el planteamiento de reformas a la tenencia forestal36

políticas, para los representantes de los pueblos

forestales

Diseño, difusión pública e implementación de ��

las reformas a la tenencia

Medidas para fortalecer la participación cívica ��

cabal de los pueblos forestales en el proceso de

reformas a la tenencia

Medidas para fortalecer sistemas de gobierno ��

efectivos en las zonas forestales

DEfINIR, ACLARAR y fORTALECER LOS

DEREChOS DE pROpIEDAD A LOS SERvICIOS

AL ECOSISTEMA

Es importante aclarar no sólo los derechos de

propiedad a la tierra y los recursos, sino también

los derechos a los servicios al ecosistema que

proporcionan las tierras forestales. Estos servicios

incluyen el almacenamiento de carbono, cuen-

cas hidrológicas, biodiversidad y ecoturismo. El

surgimiento del cambio climático como un prob-

lema global de gran importancia subyace a la im-

portancia de aclarar los derechos de propiedad del

carbono no sólo a nivel local, sino también a escala

nacional. Estos sistemas deben definirse en proce-

sos participativos que reconozcan los sistemas de

propiedad consuetudinarios así como los derechos

al manejo de los servicios al ecosistema.

fORTALECER EL CONOCIMIENTO E

INfORMACIóN SOBRE LA TENENCIA

fORESTAL

Sigue habiendo una carencia de suficiente

información de los reclamos sobre la tenencia, los

conflictos y la propiedad en las áreas forestales de

la mayoría de los países. Hacen falta dos cambios.

Primero, las disposiciones mismas de las leyes

sobre la tenencia estatutaria deben ser aclaradas.

Es esencial contar con un marco legal claro para

los derechos de tenencia forestal, para así poder

resolver las incertidumbres y disputas relacionadas

con el acceso a los recursos forestales, así como

para sentar las bases para regímenes de tenen-

cia nuevos y mejorados. En segundo lugar, debe

haber información certera, detallada y disponible

públicamente sobre la propiedad y el control de los

recursos forestales.

Desde 2002 se ha visto en algunos países una

mejoría notable en la recolección de datos sobre

la tenencia, pero en la mayoría siguen habiendo

insuficiencias. En muchos países incluso los

datos numéricos básicos de censo de habitantes

forestales son inexistentes o poco confiables;

para algunos no hay ningún dato. En este informe

señalamos que el cambio en el uso de suelo for-

estal está rebasando por mucho a las reformas a

la tenencia. Esto subyace a la urgencia de desar-

rollar conocimientos certeros y confiables sobre

la tenencia forestal tanto estatutaria como en los

hechos.

ROLES pOTENCIALES DE LOS gRUpOS DE

INTERéS

Aquí identificamos algunos roles que deben

desempeñar los grupos de interés clave para

garantizar que las reformas a la tenencia forestal

sean de utilidad para los pueblos forestales y para

la sociedad en general.

Los gobiernos deben tomar medidas para

mejorar, iniciar o acelerar la transición de la tenen-

cia forestal. Entre las medidas más importantes

están las siguientes: solucionar la corrupción y

la complicidad entre la industria e individuos en

el gobierno; resolver los problemas en el sistema

judicial para que pueda funcionar apropiadamente

para la resolución de las disputas por la tierra y los

recursos; involucrarse con los pueblos forestales

y asegurarse de que se les incluya en los procesos

políticos y legislativos nacionales; documentar los

reclamos consuetudinarios a las tierras forestales

con los sistemas de tenencia que conllevan; realizar

entrenamiento sobre la tenencia de las tierras y los

recursos para superar las deficiencias en cuanto

a la capacidad; resolver el problema del traslape

de responsabilidades entre los departamentos y

ministerios de gobierno sobre las mismas tierras

forestales; reducir los obstáculos logísticos y finan-

cieros que a veces enfrentan las personas que ob-

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tienen derechos estatutarios ( P Ej., la preparación

de planes de manejo complejos); y ayudar a crear

iguales oportunidades para que las empresas

forestales pequeñas y medianas puedan competir

con las más grandes.

Los pueblos que dependen de los bosques

pueden involucrarse en acciones colectivas,

cabildeos y actividades de apoyo para promover la

legislación de las reformas a la tenencia y forzar la

aplicación de la legislación existente. Los pueblos

forestales pueden beneficiarse de las disposiciones

REDD que se han estado discutiendo. Sin embargo,

estos beneficios tenderán a acumularse sólo si

los pueblos forestales ejercen su ventaja, y sólo

lograrán poder de negociación si se encuentran

bien organizados. Los pueblos forestales deberán

participar en el debate de los pros y los contras de

los acuerdos REDD.

Los bancos de desarrollo multilateral y otras

agencias donantes pueden hacer un seguimiento

de la creciente comprensión de que la tenencia

forestal tiene implicaciones que van más allá del

sector forestal. De manera congruente, pueden

aumentar el perfil de la tenencia forestal en sus

programas y financiamientos. Si los bancos multi-

laterales juegan un papel en la implementación de

REDD, sus acciones se beneficiarán de los acer-

camientos que aceleran la aclaración de la tenencia

y reconocen el papel de pueblos que de otro modo

están marginados. Los bancos multilaterales

también deben crear y apoyar un mecanismo para

supervisar la inversión en el financiamiento del

carbono y de los mecanismos para la mitigación del

cambio climático, haciendo valer así el respeto por

los pueblos forestales y por su derecho a las tierras

y recursos forestales.

Las empresas responsables que invierten

en las tierras forestales deben sacar ventaja de la

oportunidad de mostrar apoyo por y cumplimiento

del consentimiento libre, previo e informado de las

disposiciones.

Las entidades certificadoras del manejo

forestal pueden incluir a la tenencia y los derechos

entre sus estándares. Es más, pueden considerar

la certificación de empresas forestales y medianas

que son alternativas al modelo industrial.

Las ONG ambientales pueden impulsar el

cambio de paradigma hacia la conservación comu-

nitaria, pueden volverse defensoras de las reformas

a la tenencia, y pueden participar en la creación de

sistemas de pago por servicios al ecosistema que

beneficien a los pobres.

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ANExO 1

DESAFíO Y RIESgOS DE RECOPILAR DATOS ESTATUTARIOS FORESTALES A NIvEL mUNDIAL

La recopilación de datos confiables y actualizados sobre la tenencia forestal mundial es un desafío tar-

dado y complicado. Aunque es importante la tenencia forestal y las dinámicas de la tenencia, no ha habido

una institución mundial que adopte responsabilidad cabal por el monitoreo y actualización de los datos.

Es más, la mayoría de los gobiernos no publican la información sobre la tenencia, o bien no la recopilan de

manera sistemática.

En muchos países, las instituciones responsables por la recolección y clasificación de datos sobre

tenencia forestal, así como los métodos para la recopilación y clasificación de datos cambian a lo largo del

tiempo. Esto complica la tarea de garantizar que los cambios en los datos de un periodo al siguiente no sean

sólo el reflejo de cambios métricos.

Los gobiernos recopilan datos según las clasificaciones nacionales de la tenencia, que no están estan-

darizados entre los países. Para poder recopilar datos sobre la tenencia forestal mundial en una sola tabla

fue necesario agrupar los regímenes de la tenencia bajo categorías estandarizadas. Para ello fue necesaria

una comprensión meticulosa de los marcos legales, contextos y geografías nacionales. también fue necesa-

rio verificar con especialistas en tenencia forestal y de tierras que estuvieran familiarizados con el contexto

de cada país.

Aunque nos esforzamos por sólo incluir entre nuestros datos información que cumpliera con los

requisitos mínimos de confiabilidad y congruencia a lo largo de periodos y entre países, cometimos algunos

errores. Agradeceremos cualquier retroalimentación acerca de cómo mejorar nuestro acercamiento, nues-

tras fuentes de datos, y nuestros datos. Esto es importante no sólo para hacer correcciones retrospectivas

(colocaremos la tabla 1 en línea y haremos la correcciones según vayan siendo necesarias) sino también

para mejorar nuestros monitoreos y análisis en el futuro.

Afortunadamente, la FAO ha comenzado a recopilar datos sobre tenencia forestal en todo el mundo

mediante evaluaciones de tenencia regionales en países seleccionados en África y Asia.284 La Evaluación de

los Recursos Forestales Mundiales 2005 de la FAO limita sus estadísticas sobre tenencia forestal a la tenen-

cia pública y privada, pero en la evaluación del 2010 se incluirán datos sobre los bosques bajo propiedad

individual y comunitaria.285 Esperamos que la FAO y los gobiernos nacionales continúen desarrollando y

refinando sus acercamientos al manejo de la información sobre la tenencia para que en el futuro la recopi-

lación, el monitoreo y el análisis sean más completos y sólidos.

Más allá del desafío de recopilar datos de los gobiernos nacionales sobre la tenencia forestal mundial,

también existe el riesgo de legitimar la visión gubernamental sobre la tenencia forestal por encima de otras

perspectivas que muchas veces están en competencia. Los reclamos a la tierra no formales -que incluyen,

pero no se limitan a la tenencia consuetudinaria de tierras- suele superar por mucho el área de las tierras

formalmente otorgadas a las comunidades e individuos por los gobiernos. En ocasiones esta visión difiere

de, o incluso entra en conflicto con la documentación de tierras gubernamental formal.

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ANExO 2

PAUTAS TéCNICAS PARA LA RECOPILACIóN DE DATOS SOBRE LOS CAmBIOS EN LA TENENCIA FORESTAL

La tablas 1 y 2 presentan los datos gubernamentales más confiables y actualizados sobre la tenen-

cia forestal estatutaria que hay disponibles para el periodo 2002-2008. Puesto que las definiciones de las

categorías de tenencia varían entre los países, y como los gobiernos no suelen recolectar sistemáticamente

datos sobre la tenencia forestal, desarrollamos las siguientes pautas para seleccionar los datos más certe-

ros posibles al recopilar los datos para las tablas 1 y 2. Estas pautas servirán como un estándar para futuras

recolecciones de datos sobre la distribución de la tenencia forestal estatutaria.

La priorización será de la siguiente manera: (1) fuentes de información gubernamentales; (2) cifras 1.

gubernamentales citadas por otras organizaciones (P Ej., la FAO); y (3) fuentes independientes de confi-

anza.

Sólo se presentarán números absolutos. Se evitarán los promedios basados en fuentes distintas. 2.

Se presentarán los datos más vigentes y confiables. Los puntos de datos en las fuentes originales 3.

deberán hacer referencia a los años ubicados entre el 2002 y el 2008, a ser incluidos en la columna del

2008. Si no hay datos disponibles para años posteriores al 2001, podrán repetirse los datos si fuentes

del país confirman su vigencia.

En los casos donde resulte imposible encontrar números absolutos certeros, podrán aplicarse porcen-4.

tajes de fuentes de confianza al total del área forestal presentada en la misma fuente o del área de

terreno forestal legal.

Para realizar cambios retrospectivos a los datos de la tabla del 2002 deberá cumplirse con una de las 5.

tres siguientes condiciones: (1) si se vuelven disponible datos para el 2002 que en ese año no estaban

disponibles; (2) si hubieron errores de cálculo en los datos del 2002; y (3) si se hicieron cambios en la

definición de “área forestal” que exigen la adaptación de los datos del 2002 para preservar la coheren-

cia de la secuencia temporal.

En algunos casos donde los datos sobre tenencia del 2002 incluyeron la categoría “Otras tierras 6.

Forestales” (OWL por sus siglas en inglés, tierras con un 5 a un 10% de cubierta forestal según la defin-

ición de la FAO 2006a), los datos de tenencia del 2008 incluyen las OWL.

Cuando sea posible, los puntos de datos serán verificados por especialistas en tenencia forestal del 7.

país.

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ANExO 3

PRINCIPALES CONSIDERACIONES PARA LA CREACIóN DE UN mARCO PARA LA COmPARACIóN 2002-2008 EN LA TABLA 1 2002–2008 COmPARISON IN TABLE 1

En la creación del marco para la comparación de la secuencia temporal 2002-2008 de la tabla 1, se toma-

ron en cuenta cuatro consideraciones metodológicas principales:

El descubrimiento retrospectivo de datos mejorados para el 2002.�� En algunos casos, descubrimos datos

más exactos para la tabla del 2002. Por ejemplo, se cambiaron los datos para los bosques “Comunitarios

privados” en Perú a causa de la conversión inexacta de kilómetros cuadrados a hectáreas en el informe del

2002.

Cambio en la definición de bosque.�� En el 2002 los autores citaron datos del gobierno australiano que in-

cluían “Otras tierras Forestales” (OWL por sus siglas en inglés, tierras con un 5 a un 10% de árboles del dosel

superior). Los datos del 2008 no incluyen a las OWL. Ese cambio redujo drásticamente el área de bosques na-

cionales en el informe; de 579 MHA en el 2002 a 157 Mha en 2008. Decidimos usar datos de la fuente original

del 2002, pero excluimos las OWL para garantizar la comparabilidad con las cifras

Asignación de datos a columnas diferentes. �� Descubrimos que era mejor reasignar algunos de los datos

del 2002 a categorías distintas con base en los nuevos conocimientos. Por ejemplo, en los casos de Brasil,

Canadá y Estados Unidos, los datos de “Público” se cambiaron a la columna de “Privado”.

Exclusión de comparaciones para los casos de países donde no había datos disponibles para alguno de ��

los años. En 2002 no habían datos disponibles para Colombia, Malasia, Mozambique y Perú. En 2008 no había

datos disponibles para Argentina, Malasia y México.

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RECONOCImIENTOS

Hemos tenido la fortuna de beneficiarnos del conocimiento y experiencia de muchos individuos que

contribuyeron con su tiempo y reflexiones a este informe.

Primero que nada, quisiéramos agradecer a los dirigentes de la Iniciativa por los Derechos y los Recursos

por fomentar y apoyar este estudio. En particular quisiéramos agradecer a Andy White, Augusta Molnar

y Arvind Khare por sus atentas aportaciones, pautas y muchos meses de apoyo. también debemos

agradecer cálidamente a nuestros colegas del Rights and Resources group, particularmente a james-

Christopher Miller por su revisión y comentarios detallados, a Andrew Davis y Colby Clabaugh por el

apoyo en la investigación, y a Patrick Brown por la corrección de estilo.

Este informe es en realidad un producto de la Iniciativa por los Derechos y los Recursos, y no se hubiera

podido hacer sin todo el apoyo, aliento y reflexiones de los miembros de la coalición de RRI.

Reconocemos la excepcional contribución de Intercooperation, Socio de RRI, que realizó investigaciones

sobre la distribución de la tenencia forestal en países con pocos bosques para complementar nuestros

resultados. En particular agradecemos a Kaspar Schmidt, nicole Clot, y jean-Marie Samyn por su rigu-

rosa investigación y su dedicación para encontrar datos difíciles de localizar sobre la tenencia en los

países con pocos bosques en África occidental. también agradecemos cálidamente a jürgen Blaser por

su entusiasmo en este proyecto y por apoyar la contribución de Intercooperation.

Apreciamos enormemente el duro trabajo de Keith Barney y Ahmad Dermawan al preparar documentos

detallados sobre antecedentes que nos informaron sobre los conflictos forestales y la expansión de las

concesiones en el Sureste de Asia.

Este informe se basa en los resultados del Listening, Learning, and Sharing Launch de la Iniciativa por los

Derechos y los Recursos. Agradecemos a los coordinadores del proyecto (Deborah Barry, Edmund Bar-

row y Chip Fay), a los colaboradores involucrados en el proyecto, así como a las organizaciones que

estuvieron a la vanguardia en la coordinación de este trabajo (CIFOR, Forest Peoples Programme, ICRAF,

IUCn, y RECOFtC).

Agradecemos los atentos comentarios y sugerencias proporcionados por quienes fungieron como correc-

tores externos: Arun Agrawal, Marcus Colchester, john Hudson, jon Lindsay, Ruth Meinzen-Dick y Liz

Alden Wily.

Este informe se benefició enormemente de la experiencia y conocimientos de muchos individuos que nos

proporcionaron datos sobre la tenencia y una nueva comprensión de los contextos nacionales. Debe-

mos agradecer a las siguientes personas: Mario Aguilar, janis Alcorn, Arild Angelsen, Claudia Antonelli,

tasso Azevedo, Chris Barr, Deborah Barry, tony Bartlett, DeAndra Beck, tom Blomley, Harry Bombay,

Brian Bonnell, David Bray, janette Bulkan, jeffrey Campbell, Americo Catalan, Carolina Cenerini,

Bwalaya Chendauka, Malcolm Childress, Simon Counsell, Peter Cronkleton, Robert Davis, Wil De jong,

Paul De Wit, Ahmad Dermawan, Christiane Ehringhaus, Merle Faminow, Colin Filer, Bob Fisher, Hernan

giardin, Paolo groppo, Kaori Izumi, David Kaimowitz, Alain Karsenty, Anne Larson, Helena Lowe, Dun-

can Macqueen, Sergio Madrid, Paul Mathieu, grant Milne, Manyewu Mutamba, Robert nasi, Samuel

nguiffo, Pablo Pacheco, Ligia Pereira, Michael Richards, Alda Salomao, Alberto Sandoval Uribe, jolyne

Sanjak, Patricia Shanley, Raquel thomas, Beto verissimo, Paulo vicente, Sean White, Mette Wilkie,

Andrew Wilson, Kevin Woods, y Sven Wunder.

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Aunque hemos tenido la fortuna de contar con mucho apoyo, todos los errores que pudieran encontrarse en

este texto son totalmente nuestra responsabilidad.

Los autores y la Iniciativa por los Derechos y los Recursos reconocen con gratitud el apoyo financiero y el

aliento recibido del Department for International Development (DFID) del Reino Unido, la Fundación

Ford, Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC por sus siglas en

inglés), Canadá, norwegian Agency for Development Cooperation (norad) de noruega, Swedish Interna-

tional Development Cooperation Agency (SIDA por sus siglas en inglés), y la Swiss Agency for Develop-

ment and Cooperation (SDC), que permitieron la producción e impresión de este informe.

Los puntos de vista aquí presentados son los de los autores, y no necesariamente representan a los de las

organizaciones que han apoyado este trabajo.

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1 White, Andy y Alejandra Martin. 2002. ¿De quién son los bosques del mundo?: La tenencia forestal y los bosques públicos en

transición Washington DC: Forest trends and Center for International Environmental Law.

2 White y Martin 2002:6.

3 White y Martin 2002:11.

4 White y Martin 2002:16,19.

5 Adaptado de: Organización de las naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). 2002. tenencia de la tierra y

Desarrollo Rural FAO Estudios sobre tenencia de la tierra 3. Roma 2003: FAO. p7.

6 tomamos este término de: Ellsworth, Lynn. 2004. A Place in the World: A Review of the global Debate on tenure Security. new

york: Ford Foundation.

7 Ellsworth, Lynn y Andy White. 2004. Deeper Roots: Strengthening Community tenure Security and Community Livelihoods. new

york: Ford Foundation. p13.

8 ver: FAO 2002.

Deininger, Klaus. 2003. Land Policies for growth and Poverty Reduction. Washington DC: World Bank and Oxford University

Press.

United Kingdom Department for International Development (DFID). 2007. Land: Better Access and Secure tenure for Poor

People. London: DFID.

Swedish International Development Cooperation Agency (SIDA). 2007. natural Resource tenure. A position paper for SIDA.

Stockholm: SIDA.

9 Ellsworth y White 2004:11.

10 El bosque mundial cubre un total de 3,952 Mha y el área de bosque de los países en la tabla 1, un total de 3,353 Mha, con base

en FAO 2006a.

11 FAO. 2006a. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Hacia la ordenación forestal sostenible. Estudio FAO 147.

Roma, 2006: FAO.

12 Finlandia y Malasia se unieron a los primeros 30 mientras que guyana y Paraguay ya no forman parte de los primeros 30.

13 Categories de manejo de áera protegida de IUCn , 1-4. ver:

IUCn. 2002. the IUCn Protected Area Management Categories. Information Sheet 3. http://www.iucn.org/themes/wcpa/

wpc2003/pdfs/outputs/pascat/pascatrev_info3.pdf

14 White y Martin 2002:4.

15 White y Martin 2002:6.

16 White y Martin 2002:6.

17 Los 25 casos completos de países suman 3,146 Mha, de las 3,951 Mha que cubre el bosque mundial (FAO 2006a).

18 Los resultados se han calculado usando los 25 casos completos de países de la tabla 1. Esto excluye los casos de Argentina,

Malasia, México, Mozambique y Perú, porque nos son casos completos para 2002 y 2008 en todas las categorías de tenencia.

19 La clasificación de los 30 países con más bosques se tomó de FAO 2006a.

20 White y Martin 2002:25-26.

21 Los países se presentan en orden descendente de área cubierta de bosque, como se determina en FAO 2006a.

22 Incluye otras tierras boscosas.

FAO. 2005a. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Russian Federation Country Report 053. Rome: Or-

ganización de la naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. p15. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=8859&geoId=166

NOTAS

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23 El area total de bosques administrados por el gobierno es una estimación que se calcula de la siguiente manera: La suma de

Areas Protegidas y Tierras Devueltas se resta del área bajo propiedad de comunidades y grupos indígenas y del área designada

para uso de comunidades y grupos indígenas. Los datos de Areas Protegidas y Tierras Devueltas se obtuvieron de:

Lentini, Marco, Adalberto verissimo, y Leonardo Sobral. 2003. Fatos Florestais da Amazonia 2003. Belém: Imazon. p21. http://

www.imazon.org.br/upload/im_livros_002.pdf.

Las Tierras devueltas se definen como propiedad del Estado (Bens da União). gobierno de Brasil. 1988. Constituição da

República Federativa do Brasil De 1988. Artigo 20. http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/Constituicao/Constitui%C3%A7ao.htm

24 Las áreas administradas por el gobierno incluyen las siguientes clasificaciones nacionales: en bosques federales: Estação

Ecológica, Parque Nacional, Reserva Biológica, Reserva Ecológica, Área de Relevante Interesse Ecológico, Terra arrecadada y

Floresta Nacional; y en bosques Estatales: Estação Ecológica, Monumento Natural, Parque Estadual, Reserva Biológica, Reserva

Ecológica, Refúgio de Vida Silvestre and Floresta Estadual. Datos tomados de Catastro de Bosque Federales julio 2007, que está

incompleta pero es la fuente más actualizada y confiable.

Azevedo, tasso. 2007. Plano Anual de Outorga Florestal. Brasília: Serviço Florestal Brasileiro. Consultado 19 April 2008. http://

www.ibama.gov.br/cenaflor/download.php?id_download=32

Serviço Florestal Brasileiro (SFB). 2007. Distribuição das Florestas Públicas por Destinação. Accessed 25 February 2008. http://

www.mma.gov.br/estruturas/sfb/_arquivos/imagem_florestas_publicas_destinacao.jpg

Instituto Socioambiental (ISA). 2007. Unidades de Conservação na Amazônia Legal. Accessed 5 May 2008. http://www.socioambi-

ental.org/uc/quadro_geral

25 Designados para el uso de comunidades y pueblos indígenas incluye las siguientes clasificaciones nacionales y se refiere

únicamente al Amazonas legal:

En bosques federales: Reserva de Desenvolvimento Sustentável, y Reserva Extrativista; y

En bosques estatales: Floresta Extrativista, Floresta de Rendimento Sustentado, Reserva de Desenvolvimento Sustentável,

Reserva Extrativista, and Projeto de Desenvolvimento Sustentavel.

Datos obtenidos de ISA DAtA y facilitados por Ehringhaus, Christiane. 2008. Comunicación personal. 13 May 2008.

26 Designados para el uso de comunidades y pueblos indígenas incluye las siguientes clasificaciones nacionales y se refiere

únicamente al Amazonas legal:

En bosques federales: Reserva de Desenvolvimento Sustentável, and Reserva Extrativista; y

En bosques estatales: Floresta Extrativista, Floresta de Rendimento Sustentado, Reserva de Desenvolvimento Sustentável,

Reserva Extrativista, Projeto de Desenvolvimento Sustentavel.

Azevedo 2007.

SFB 2007.

ISA 2007.

27 Se refiere a Terras Indígenas (SFB 2007).

28 Se refiere a reserves forestales legales en tierras privadas. Organización Internacional de las Maderas tropicales (OIMt). 2005.

Estado de la ordenación de los bosques tropicales 2005. yokohama: OIMt. p209. http://www.itto.or.jp/live/Live_Server/1222/

SFMtropics2005.zip

29 FAO. 2005b. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Canada Country Report 067. Rome: FAO. p10. http://www.

fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=203

30 United States Department of Agriculture (USDA). 2004. Forest Resources of the United States, 2002. general technical Report

nC-241. St Paul: USDA. p32. http://www.ncrs.fs.fed.us/pubs/gtr/gtr_nc241.pdf

31 Se refiere a los 18,426,678 de acres de bosques en reserves forestales.

United States Bureau of Indian Affairs (BIA). 2005. 2005 Catalog of Forest Acres. Washington DC: United States Department of

the Interior. p4. http://www.itcnet.org/includes/downloads/05_catalog_of_forest_acres.pdf

32 USDA 2004:32.

33 Se refiere a los árboles bajo propiedad del Estado en 2001. toda la tierra en China está bajo propiedad del Estado o colectiva.

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FAO. 2005c. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: China Country Report 051. Rome: FAO. p21. http://www.fao.

org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=102

34 Se refiere a bosques bajo propiedad del Estado. Datos obtenidos de Sixth National Forest Inventory of China como se presenta en:

USDA. 2005. China’s Sixth Forest Resource Inventory Report 2005. gAIn Report number CH5027. Beijing: USDA Foreign Agricul-

ture Service. p3. Accessed 19 May 2008. http://www.fas.usda.gov/gainfiles/200503/146119239.pdf

35 Se refiere a bosques colectivos e incluye bosques manejados por familias (34.5 Mha) (FAO 2005c:21).

Las familias disfrutan de la propiedad de los árboles de manera diferente que la colectividad, pero el Estado de Colectividad

conserva la propiedad de la tierra forestal.

Li, Ping and Keliang zhu. 2007. A Legal Review and Analysis of China’s Forest tenure System with an Emphasis on Collec-

tive Forestland. Washington DC: RRI and RDI. Accessed 19 May 2008. http://www.rightsandresources.org/documents/index.

php?pubID=321

36 Se refiere a los bosques colectivos y a los bosques de propiedad individual. Datos obtenidos de: Sixth National Forest Inventory

of China (USDA 2005).

37 Comisión Económica de las naciones Unidas para Europa (UnECE) y FAO. 2000. Forest Resources of Europe, CIS, north America,

Australia, japan and new zealand. geneva timber and Forest Study Papers, no. 17. Contribution to the Evaluación de Recursos

Forestales Mundiales 2000. new york and geneva: UnECE and FAO. p109. http://www.unece.org/trade/timber/docs/sp/sp-17.pdf

38 Se refiere únicamente a los bosques endógenos. Existen un adicional de 1.82 Mha de plantaciones, pero no pueden ser separa-

das en tipos de tenencia usados en bosques endógenos.

Montreal Process Implementation group for Australia (MPIgA). 2008. Australia’s State of the Forests Report 2008. Canberra:

Department of Agriculture, Fisheries and Forestry (DAFF) Bureau of Rural Sciences. p155. http://adl.brs.gov.au/forestsaustra-

lia/_pubs/sofr2008reduced.pdf

39 UnECE y FAO 2000:109.

40 MPIgA 2008.

41 UnECE y FAO 2000:109.

42 MPIgA 2008.

43 FAO. 2006b. Forest tenure Matrix: Democratic Republic of the Congo. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.

org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=12

44 FAO. 2006c. Forest tenure Matrix: Indonesia. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=10481&geoId=82

45 FAO. 2005d. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Peru Country Report 201. Rome: FAO. p29. http://www.fao.org/

forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=212

46 Se refiere a Reservas del Estado (FAO 2005d:29).

47 Se refiere a Áreas de Comunidades Nativas (FAO 2005d:29).

48 Se refiere a Áreas de predios privados independientes. Estas áreas están escrituradas a individuos, y no pueden ser considera-

das completamente forestales. (FAO 2005d:29).

49 FAO. 2006d. Forest tenure Matrix: India. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=10481&geoId=33.

stas figuras no reflejan el cambio previsto en el 2006 tribal Rights Bill.

50 FAO. 2005e. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Sudan Country Report 107. Rome: FAO. p11. http://www.fao.

org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=74

51 Se refiere principalmente al bosque de goma arábica manejado por comunidades. Los datos cubren el norte de Sudan y partes

del sur (jonglei, el nilo Superior y Unidad) (FAO 2005e:11).

52 Se refiere a bosques de comunidades definidos como “el bosque bajo propiedad de un individuo” (FAO 2005e:11).

53 La distribución de la tenencia forestal en México es ampliamente comprendida en un 80% de ejidos forestales, un 15% de

bosques bajo propiedad de individuos o empresas y el 5% restante en bosques estatales. Información del Reporte de México a

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FAO muestra que el porcentaje de ejidos forestales es aproximadamente un 59% del total, mientras que “otra propiedad” es un

41%. La clasificación de “otra propiedad” no separa la propiedad Estatal de la individual o empresarial.

FAO. 2005f. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Mexico Country Report 189. Rome: FAO. p21. http://www.fao.

org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=176

54 FAO 2005f:21.

55 Área total Forestal de 60.63 Mha calculada como en el 2000 (con base en FAO 2006a:201) reducida por las 24.5 Mha de áreas bajo

propiedad de comunidades y pueblos indígenas.

Calculated as the 2000 total Forest Area of 60.63 Mha (based on FAO 2006a:201) reduced by the 24.5 Mha of areas owned by com-

munities and indigenous groups.

56 Área total Forestal de 60.73 Mha (con base en FAO 2006a:201) reducida por las 27.5 Mha bajo propiedad de comunidades y pueb-

los indígenas.

57 Se refiere a Tierras Indigenas y tierras de afrodescendientes (IttO 2005:218).

58 Aunque la legislación de Angola ha comenzado a reconocer las tierras comunitarias adquiridas mediante sistemas tradiciona-

les, no hay información disponible en cuanto a la cantidad y número de áreas comunitarias escrituradas.

gobierno de Angola. 2004. Lei n. 09/04. 9 noviembre 2004. http://faolex.fao.org/docs/pdf/ang49570.pdf

59 Se refiere a al Área Forestal total en el 2000 (FAO 2006a:196). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad

de las comunidades o grupos indígenas antes del 2002.

60 FAO. 2005g. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Angola Country Report 137. Rome: FAO. p12. http://www.fao.org/

forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=13

61 Bolivia está implementando un proceso conocido como as saneamiento para aclarar los derechos a la tierra. Las cifras que aquí

se presentan estarán sujetas a cambio mediante continúe el proceso.

FAO. 2005h. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Bolivia Country Report 146. Rome: FAO. p12. http://www.fao.

org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=205

62 Se refiere a Tierras fiscales, áreas protegidas y reservas y concesiones forestales (FAO 2005h:12).

63 Se refiere a Tierra Comunitaria de Origen tierras reclamadas por comunidades y que están actualmente bajo saneamiento en

las tierras bajas desde el 2007. Datos del Instituto nacional de Reforma Agraria data proporcionados por

Pacheco, Pablo. 2008. Comunicación personal, Scientist, Forests and Livelihoods Program and Forest governance Program,

CIFOR. 9 May 2008.

64 Se refiere Tierras Comunitarias de Origen escrituradas en las áreas de tierra baja desde el 2007.

Instituto nacional de Reforma Agraria (InRA). 2008. Informe de gestión. La Paz: Ministerio de Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

65 Pacheco, Pablo. 2006. Acceso y uso de la tierra y bosques en Bolivia: sus implicaciones para el desarrollo y la conservación:

Reporte para UDAPE. Reporte no publicado. p44.

66 Se refiere al área forestal total del 2000 área (FAO 2006a:201). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad

de grupos y comunidades indígenas.

67 FAO 2006a:201.

68 Se han otorgado escrituras para aproximadamente 0.67 Mha a las comunidades indígenas en áreas no forestales y para

propósitos no agrícolas.

Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MInCI). 2005. Comunidades indígenas reciben títulos

de propiedad de tierras luego de 500 años de exclusión. 12 October 2005. Caracas: MInCI. Consultado el 31 de marzo de 2008.

http://www.minci.gov.ve/pagina/28/8492/comunidades_indigenas_reciben.html

69 Se refiere al área forestal total en 2000 (FAO 2006a:201). no existían áreas bajo MFC antes del 2002.

Mutamba, Manyew. 2008. Comunicación personal, 22 de abril 2008.

70 Se refiere al área forestal total reducida por el área designada para comunidades y pueblos indígenas en el 2005.

71 Se refiere al área de Manejo Forestal Conjunto. Datos del zambian Forestry Department proporcionados por:

Chendauka, Bwalya. 2008. Comunicación personal, Principal Forestry Officer, zambia Forestry Department Eastern Province.

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72 Según el zambia Country Report a la FAO, 3.47 Mha de otras tierras forestales (Hill woodland, Munga and termitaria vegetation

and bush groups) están bajo propiedad consuetudinaria.

FAO. 2005i. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: zambia Country Report 062. Rome: FAO. p15. http://www.fao.org/

forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=20

73 FAO. 2006e. Forest tenure Matrix: tanzania. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=13380&geoId=19.

Con el Land Act de 1999 y la village Land Act de 1999, las tierras de las localidades en tanzania quedaron bajo propiedad de las

comunidades incluyendo tierras con bosques. Las cifras de la tabla 1 sólo reflejan las tierras de las localidades que incluyen

bosques reservados legalmente por las comunidades. El gobierno central sigue ejerciendo el control sobre las áreas forestales

no reservadas, y no hay disponible un cálculo exacto de las tierras de las localidades con bosques.

gobierno de tanzania. 1999a. village Land Act 1999. http://faolex.fao.org/docs/pdf/tan53306.pdf

gobierno de tanzania. 1999b. Land Act 1999. http://faolex.fao.org/docs/pdf/tan23795.pdf

74 Hace referencia al Manejo Forestal Conjunto (FAO 2006e).

75 Se refiere al Manejo Forestal de Base Comunitaria (FAO 2006e).

76 FAO. 2005j. Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005: Myanmar Country Report 107. Rome: FAO. p11. http://www.

fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=40

77 FAO 2005j:11.

78 Se refiere a las concesiones forestales comunitarias renovables a 30 años (FAO 2005j:11).

79 Calculado con base en información sobre el área forestal total y la distribución de la tenencia, encontrada en:

Overseas Development Institute (ODI). 2007a. What can be learnt from the past? A history of the forestry sector in Papua new

guinea. Papua new guinea Forest Studies 1. London: ODI. http://www.odi.org.uk/fecc/resources/reports/png_paperone_history.pdf

ODI. 2007b. Issues and opportunities for the forest sector n Papua new guinea. Papua new guinea Forest Studies 3. London:

ODI. http://www.odi.org.uk/fecc/resources/reports/png_paperthree_issues.pdf

80 Las cifras oficiales del gobierno presentan un cambio en el área forestal social debido a un cambio en los métodos estadísticos

usados en 2002 y en7.

Swedish Forest Agency. 2007. Swedish Statistical yearbook of Forestry 2007. p317. jönköping:Skogsstyrelsen. http://www.svo.

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82 SnBF 2002:40.

83 FAO. 2006f. Forest tenure Matrix: japan. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=10481&geoId=103

84 FAO. 2005k. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Central African Republic Country Report 154. Rome: FAO. p11-13.

http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=6

85 Se refiere al área forestal total del 2000 (FAO 2006a:197). Da por hecho que no hay áreas designadas para o bajo propiedad de

grupos y comunidades indígenas.

86 FAO. 2005l. Evaluación de Recursos Forestales Mundiales 2005: Republic of Congo Country Report 100. Rome: FAO. p19. http://

www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=8859&geoId=7

87 Se refiere a Réserves communautaires.

global Forest Watch (gFW). 2007. Atlas Forestier Interactif du Congo – Document de Synthèse. Washington DC: WRI. p11. http://

pdf.wri.org/gfw_congo_atlas_v1_francais.pdf

88 Finnish Forest Research Institute (FFRI). 2001. Forest Finland in Brief. Helsinki: FFRI. p35. http://www.metla.fi/metinfo/tilasto/

julkaisut/muut/brief2001.pdf

89 Finnish Forest Research Institute. 2007. Forest Finland in Brief. Helsinki: FFRI. p35. http://www.metla.fi/metinfo/tilasto/julkai-

sut/muut/brief2005.pdf

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90 FFRI 2001:35.

91 FFRI 2007:35.

92 FAO. 2006g. Forest tenure Matrix: gabon. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=13380&geoId=9

93 Se refiere al área forestal total reducida por el área designada para las comunidades y pueblos indígenas (FAO 2006a:196).

94 Área total bajo manejo forestal comunitario en Camerún a partir de marzo del 2008.

nguiffo, Samuel. 2008. Comunicación personal, Director of the Center for Environment and Development. 24 March 2008.

95 FAO. 2006h. Forest tenure Matrix: Mozambique. Forest tenure Assessment. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/

media?mediaId=13380&geoId=16

96 Esta información fue recopilada e interpretada por Intercooperation, socia de RRI.

97 Los países se presentan en orden descendente según el área de cubierta forestal según lo determinado por la FAO en FAO

2006a.

98 FAO (2006i) Forest tenure Matrix: Mali. Rome: FAO. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=68

99 Ourde, Ousmane. 2007. République du tchad. Rapport: Collecte des Données sur l’Accès aux Forêts pour les Communautés, les

Réformes Institutionnelles et les Superficies Forestières. Octobre 2007.

100 Calculado como área forestal total de 921 Mha (FAO 2006a) menos 0.7 Mha (Ourde 2007).

101 FAO (2006 j) Forest tenure Matrix: Senegal. FAO: Rome. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=71

102 FAO 2006j.

103 FAO 2006a:203.

104 FAO 2006j.

105 FAO 2006a:203.

106 FAO 2006j.

107 Savadogo, Moumini. 2007. Regional Situation for West Africa French Speaking Countries. Report of the Listening, Learning, and

Sharing Launch of RRI. Washington DC: Rights and Resources Initiative. p92.

108 Calculado como el área forestal total de 6.794 Mha menos 0.394 Mha y 0.052 Mha con base en información encontrada en Sava-

dogo 2007:42.

109 FAO 2006a:196.

110 Calculado como total de áres forestales y otras tierras boscosas 5.006 Mha (FAO 2006a) menos 0.873 Mha “designadas para

comunidades” y 0.008 Mha de plantaciones.

111 Direction de l’Environment du Ministère de l’Environment et de la Lutte Contre la Désertification. 2007. Bilan des réalisation de

2000-2006 en matière d’environnement et de lutte contre la désertification. niger.

112 Direction de l’Environment du Ministère de l’Environment et de la Lutte Contre la Désertification 2007.

113 FAO 2006a:196.

114 FAO. 2006k. Forest tenure Matrix: niger. FAO: Rome. http://www.fao.org/forestry/webview/media?mediaId=13380&geoId=70

115 FAO 2006a:196.

116 FAO 2006a:196.

117 Camara, Kanimang and Almami Dampha. 2006. trends in forest ownership, forest resource tenure and institutional arrange-

ments: are they contributing to better forest management and poverty reduction? Case study from the gambia. FAO forest

tenure assessment Africa. Rome: FAO. Consultado el 10 de febrero de 2008. http://www.fao.org/forestry/webview/media?media

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118 Camara and Dampha 2006.

119 Dampha, Almami. 2001. Management of Forest Fires through the Involvement of Local Communities: the gambia. In FAO.

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120 Camara and Dampha 2006.

121 Camara and Dampha 2006.

122 Camara and Dampha 2006.

123 FAO 2006a:169.

124 En los datos para Rusia y Canadá se incluyen otras tierras boscosas.

125 RRI. 2008. Seeing People through the trees: Recognizing Rights, Advancing Development and Addressing global Challenges.

Washington DC: RRI.

126 Instituto del Bien Común (IBC). 2008. titled native Communities, Created and Proponed territorial Reserves for Isolated Indige-

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nativas de la Amazonia Peruana (SInCA). Unpublished map provided by IBC, April 2008. http://www.ibcperu.org/

127 Sohn, john, ed., Steven Herz, Antonio La vina, and john Sohn. 2007. Development Without Conflict: the Business Case for Com-

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129 Sohn, john. 2007. Protecting the Peruvian Amazon and its People From the Risks of Oil and gas Development. WRI Stories.

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130 Alden Wily, Liz. 2007. So Who Owns the Forest?: An Investigation into Forest Ownership and Customary Land Rights in Liberia.

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131 Alden Wily 2007:25.

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134 Forest trends 2006:55.

135 Forest trends 2006:2-3.

136 Haciendo referencia a estas reservas para extracción administradas por el Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recur-

sos Naturais Renováveis (IBAMA).

Ehringhaus, Christiane. 2006. Post-victory Dilemmas: Land Use, Development, and Social Movement in Amazonian Extractive

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137 Palmer, Christian and Christiane Ehringhaus. 2004. From grassroots to government: Environmental governance in an Extrac-

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138 Aunque están prohibidos explícitamente en la legislación, se han emitido contratos mineros foráneos en más de 20 reservas.

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139 Palmer and Ehringhaus 2004:30-36.

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Research. 25 de abril 2008.

140 Akida, Amina and Rosina Blomley. 2006. trends in Forest Ownership, Forest Resources tenure and Institutional Arrangements: Are

they Contributing to Better Forest Management and Poverty Reduction?: Case Study from tanzania. Unpublished report. p5.

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142 Banco Mundial 2006:x-xi.

143 Banco Mundial 2006:xiii.

144 Colchester, Marcus. 2007a. Beyond tenure: Rights-based Approaches to People and Forests. Unpublished manuscript.

145 Colchester 2007a:7.

146 Colchester 2007a:405, 8-9, 13-14, 17, 19-21, 21-23, 23-25.

147 Cotula, Lorenzo. 2002. gender and Law: Women’s Rights in Agriculture. FAO Legislative Study 76. Rome: FAO. p18. ftp://ftp.fao.

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148 UnICEF. 2006. State of the World’s Children 2007: Women and Children – the Double Dividend of gender Equality. new york:

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149 Hatcher, jeffrey, Laura Meggiolaro, and Catia-Isabel Santonico Ferrer. 2005. Cultivating Women’s Rights for Access to Land.

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ght=0&mime=application/pdf&id=22935

150 Hatcher et al. 2005:13.

151 La excepción son algunas concesiones comunitarias que ascienden a 0.21% del area total de las concesiones, clasificadas bajo

el encabezado de “designadas para comunidades y pueblos indígenas”.

152 White and Martin 2002:9.

153 White and Martin 2002:8.

154 El terreno forestal mundial (con excepción del OWL) suma 3,951.996Mha y el área forestal total de los 16 países presentados en

la tabla 5 dan cuenta de 1,623.588 Mha (con base en datos de FAO 2006a).

155 Algunas excepciones notorias son Brasil y Bolivia, pero la tala ilegal generalizada se da en tierras indígenas y comunitarias.

156 Por ejemplo, en Colombia las tierras indígenas abarcan aproximadamente 27.5Mha, pero el estado conserva un poder total de

decisión sobre la explotación de los recursos forestales

157 Amazon Watch. 2007. Oil and gas in the Peruvian Amazon - Fact Sheet. http://www.amazonwatch.org/amazon/PE/camisea/

reports/newblocks_factsheet_feb07.pdf

158 Los países se presentan en orden descendente del area de cubierta forestall según lo determinado en FAO 2006a.

159 Russian Federal Forest Agency. 2007. Forest Concession Data as of january 2007. Consultado el 3 de abril de 2008. http://www.

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160 Australian Department of Agriculture, Fisheries, and Forestry (DAFF). 2007. the tenure of Australian native Forests. Consultado

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162 Spilpunt. 2008a. Congo Kinshasa. Consultado el 2 de abril de 2008. http://spilpunt.blogspot.com/2007/04/congo-kinshasa.html

163 Spilpunt 2008a.

164 Departemen Kehutanan Republik Indonesia. 2006. Rencana Pembangunan jangka Panjang Kehutanan tahun 2006-2025. jakarta:

Ministry of Forestry, Republic of Indonesia. www.dephut.go.id/InFORMASI/PH/BPK/IUPHHK/HPH_Agts06_wil1.pdf www.

dephut.go.id/InFORMASI/PH/BPK/IUPHHK/HtI_Agts06.pdf

165 Embassy of the United States of America jakarta. 2006. Petroleum Report Indonesia 2005-2006. http://jakarta.usembassy.gov/

petro2003/Petroleum%20Report%202005-2006.pdf

166 InREnA. 2008. Concesiones Forestales con Fines Maderables. Instituto nacional de Recursos naturales de Perú. Consultado el

31 de marzo de 2008. http://www.inrena.gob.pe/iffs/manejo/conc_forest_mader/iffs_manejo_conc_forestales.htm.

167 Excluyendo los bloques de concesiones en el interior.

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cas01-e.asp#link7

168 Environmental news Service. 2007. Indigenous Peruvians Oppose new Oil Concessions on their Lands. 6 February 2007. d 31

March 2008. http://www.ens-newswire.com/ens/feb2007/2007-02-06-02.asp

169 Esta cifra se refiere al area de tierra forestall desviada de la minería en el periodo 1998-2005.

Bhushan, Chandra and Monali zeya Hazra. 2008. Rich Lands, Poor People: Is ‘Sustainable’ Mining Possible? new Delhi: Centre for

Science and Environment. p75.

170 IttO 2005:221.

171 Pacheco 2006:27.

172 Se refiere a Asociaciones Sociales del Lugar, que son organizaciones comunitarias organizadas a las que se les ha otorgado

derechos de tala en los bosques municipales.

173 Akida and Blomley 2006.

174 Bun, yati and Israel Bewang. 2006. Forest certification in Papua new guinea. In: Confronting Sustainability: Forest Certifica-

tion in Developing and transitioning Countries. Cashore, Benjamin, Fred gale, Errol Meidinger and Deanna newsom, eds. new

Haven: yale School of Forest and Environmental Studies. p99-136. http://www.yale.edu/forestcertification/books.html

175 Esta cifra refleja las licencias para petróleo activos a partir del 1 de septiembre de 2003, y excluye el area bajo licencia que se

ubican en el interior.

Petroleum Division, Department of Petroleum and Energy, Papua new guinea. 2003. the Independent State of Papua new

guinea Petroleum Licenses as at 1st September, 2003. Accessed 14 May 2008. http://www.petroleum.gov.pg/DOCUMEntS/

List%20of%20Licensees%20September%202003.pdf.

176 Esta cifra es la suma del area de los proyectos mineros operados por new guinea gold Corporation, Coppermoly Limited, y

Pacific Kanon gold Corporation.

new guinea gold Corporation. 2008. Project Summary (Updated March 2008). http://www.newguineagold.ca/Projects.

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177 Karsenty, Alain. 2007. Overview of Industrial Forest Concessions and Concession-based Industry in Central and West Africa and

Considerations of Alternatives. CIRAD. p16. http://www.rightsandresources.org/documents/index.php?pubID=131

178 Spilpunt. 2008b. Central African Republic. Consultado el 2 de abril de 2008. http://spilpunt.blogspot.com/2007/04/central-afri-

can-republic.html

179 Karsenty 2007:15-16.

180 Spilpunt. 2008c. Congo Brazzaville. Consultado el 2 de abril de 2008. http://spilpunt.blogspot.com/2007/04/congo-brazzaville.

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181 FAO. 2006g.

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183 Spilpunt 2008e.

184 vaalco Energy, Inc. 2008. gabon. Evaluado el 24 de abril de 2008. http://www.vaalco.com/html/gabon.htm

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185 Karsenty 2007:14-15.

186 global Forest Watch (gFW). 2005. Interactive Forestry Atlas of Cameroon, version 1.0: An Overview. Washington DC: global For-

est Watch, Ministry of Environment and Forests of Cameroon, World Resources Institute. p47. http://www.globalforestwatch.

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187 Spilpunt. 2008d. Camerún. Consultado el 2 de abril de 2008. http://spilpunt.blogspot.com/2007/04/cameroon.html

188 Sitoe, Almeida A. and Flávia j. tchaúque. 2006. trends in Forest Ownership, Forest Resources tenure and Institutional Arrange-

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189 Spilpunt. 2008f. Mozambique. Consultado el 2 de abril de 2008. http://spilpunt.blogspot.com/2007/04/mozambique.html

190 Con el término biocombustibles nos referimos a productos agrícolas cultivados a gran escala, con frecuencia en plantaciones

de monocultivo, para el propósito específico de procesarlos en combustible líquido como el etanol o el biodiesel. Los insumos

pueden incluir la caña de azúcar, maíz, soya, palma aceitera, madera, césped Pánicum virgatum, y jatrofa (piñón). Algunos

defensores e investigadores prefieren el término agrocumbustibles para distinguir entre el cultivo industrial a gran escala de

cosechas para combustible líquido (aquí mencionadas) en contraste con el combustible producido por desperdicio agrícola,

estiércol, vertederos y algas. Aquí adoptamos el término biocombustibles porque se entiende más ampliamente, pero según

algunas de las definiciones, lo que realmente estamos describiendo es el cultivo de agrocumbustibles.

191 the Sunday Herald of Scotland. 2008. 2008: the year of the global food crisis. 9 March 2008. http://www.sundayherald.com/

news/heraldnews/display.var.2104849.0.2008_the_year_of_global_food_crisis.php

192 Roberts, Don g. 2008. Convergence of the Fuel, Food and Fiber Markets: A Forest Sector Perspective. Washington DC: CIBC World

Markets and RRI. http://www.rightsandresources.org

193 nilsson, Sten. 2008. the Boomerang—When Will the global Forest Sector Reallocate from the South to the north? Washington

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194 Plantaciones de soya y caña de azúcar.

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196 Principalmente cultivos forestales (Madera y bamboo) con la intención expresa de ser utilizados para la producción de biodie-

sel y la generación de energía, según un anuncio de la Administración Forestal Estatal a inicios del 2007. La política oficial es

concentrar esta producción en tierras de baja productividad que no estén dedicadas actualmente a la agricultura o manejo

forestal comercial, sin embargo algunas empresas privadas como China grand Forestry están planeando convertir bosques

secundarios con un valor relativamente alto en plantaciones de jatrofa (piñón). (Roberts 2008).

197 Morton, Douglas C., Ruth S. DeFries, yosio E. Shimabukuro, Liana O. Anderson, Egidio Arai, Fernando del Bon Espirito-Santo, Ra-

mon Freitas, and jeff Morisette. 2006. Cropland expansion changes deforestation dynamics in the southern Brazilian Amazon.

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198 Smolker et al. 2007.

199 En octubre de 2007 el Consejo de Ministros de Mozambique decretó que la Ley de tierras de 1997 (Lei de terras) que reglamenta

la aprobación de los derechos de uso de tierra debe implementarse de manera más estricta. Hasta este decreto, la aprobación

de los certificados de tierra comunitaria siempre se habían emitido a nivel local, siguiendo la ley en espíritu, si no literalmente.

El decreto generalmente se interpreta como maniobra del gobierno para materializar su visión sobre los biocombustibles y

dar lugar a los intereses de los inversionistas extranjeros en busca de tierras para la producción de biocombustibles. El efecto

neto será el despojo de tierras comunitarias. Salomao, Alda. 2008. Directora Executiva, Centro terra viva – Estudos e Advocacia

Ambiental, Mozambique. Comunicación personal.

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227 Artículo 26 (Un 2007:8).

228 Doce de las nuevas piezas de legislación de la tabla 5 son tomados de los 30 países con mayor cantidad de bosques de la tabla

1. Se agregaron 6 casos adicionales de países más pequeños. Esta no es una lista exhaustiva de las nueva spizas legislativas del

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284 La evaluación de la tenencia forestall en América Latina está en proceso, véase el sitio web sobre Evaluación de la tenencia

Forestal de la FAO: http://www.fao.org/forestry/site/33848/en/

285 Para más detalles, véase los Pre-Filled Country Reports en el sitio web de la FAO: http://www.fao.org/forestry/45742/en/

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