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actualidad económica 2.9 38 # La revista semanal de economía de El Mundo. Del 4 al 10 de abril de 2021 página 5 Revolución en las ‘berries’ Viaje a Lepe, el laboratorio más internacionales de uno de los productos españoles La industria del musical afina los instrumentos página 25 Por qué vamos tan retrasados con la vacuna página 20 MásMóvil se come el sueño nacionalista de Euskaltel página 13

de uno de los productos españoles

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actualidad económica

2.9 3 8#

La revista semanal de economía de El Mundo. Del 4 al 10 de abril de 2021

página 5

Revolución en las ‘berries’

Viaje a Lepe, el laboratorio

más internacionales

de uno de los productos españoles

La industria del musical

afina los instrumentos

página 25

Por qué vamos tan retrasados

con la vacuna página 20

MásMóvil se come el sueño

nacionalista de Euskaltel

página 13

5

La revolución de las ‘berries’El sector de los frutos rojos de Huelva está experimen-tando una transformación sin

igual: la fresa pierde terre-

no frente al arándano y los proyectos de I+D+I anticipan una revolución tecnoló-gica ya en ciernes.

POR CHEMA RODRÍGUEZ

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estra tegias.

Desde la carretera, en las afueras del munici-pio onubense de Lepe, se confunde con una nave industrial más, con algu-na construcción anexa encalada y una puerta de metal marrón. Nada invita a pensar que de-trás de esa puerta se es-conde uno de los mayo-res campos de prueba agrícolas de la provincia de Huelva, un laborato-rio con forma de inver-nadero y hecho de plás-ticos donde los experi-mentos se hacen con fre-sas, frambuesas y arándanos. Bienvenidos a la finca experimental de Onubafruit, el primer operador de frutos rojos de Europa.

Este laboratorio camu-flado es uno de los más punteros en una provin-cia de la que salen el 86% de todos los frutos

rojos que se producen en España, un

gran campo de cultivo de berries que se encuentra inmerso en plena trans-formación tecnológica y que se adentra ya en un futuro que poco, o nada, tiene que ver con la ima-gen tradicional que exis-tía del sector.

Actualidad Económica se asoma a ese futuro y se adentra en el corazón europeo de la produc-ción de frutos rojos. En la provincia de Huelva, en el extremo suroeste del continente y a un pa-so de Marruecos, discre-tamente, casi sin hacer ruido, los tradicionales agricultores que hace unas décadas descubrie-ron el oro rojo de la fre-sa, se están uniendo, es-tán diversificando su producción y le están

Ingeniero agrónomo de formación, Sánchez lide-ra una unión de cinco empresas y más de 600 agricultores y, más allá de todo eso, que no es po-co, lidera la transforma-ción radical que está su-friendo el sector desde hace unos años, una au-téntica revolución que está cambiando la fiso-nomía tradicional de los campos de fresas onu-benses (en los que ya no hay tantas fresas) y, so-bre todo, los métodos de cultivo. Más sostenibili-dad, más eficiencia y mu-cha investigación y tec-

nología han hecho prácti-camente irreconocible el sector, que está dando pa-sos agigantados hacia un futuro que se acaricia ya como presente.

Onubafruit nació en 2003 como respuesta de un grupo de agricultores a una repetición de malas campañas freseras que azotó al sector como una plaga. Bajos precios, com-plicaciones en la produc-ción, dificultades de mano de obra o climatología ad-versa hicieron de los pri-meros años del siglo XXI una auténtica pesadilla para los productores. Al

rojos, Onubafruit, se ma-neja con la misma soltura con los datos que reco-rriendo los invernaderos que se reparten por las 3.000 hectáreas que culti-va esta cooperativa de se-gundo grado que nació de la necesidad hace ahora 17 años y que se ha con-vertido en un gigante del sector, con una factura-ción que ronda los 240 millones de euros.

perdiendo todo el miedo a la investigación. I+D+I no es, hoy por hoy, un galimatías ininteligible para los empresarios del sector, sino una herra-mienta a la que cada vez dedican más recursos.

Onubafruit encarna esa transformación radi-cal del sector en todas sus facetas, una revolu-ción en marcha que lo va a cambiar todo.

CIFRAS. La finca que Onubafruit tiene a las afueras de Lepe es una de las dos de carácter experimental que posee en Huelva y en las que ensaya continuamente cómo debe ser el futuro de las berries. En total, son 13 hectáreas dedica-das exclusivamente a la investigación, dos enor-mes laboratorios al aire libre cuyo gerente, Fran-cisco Sánchez, cuenta cómo ha cambiado, y es-

tá cambiando, el cultivo y la comercialización de los frutos rojos y, por en-cima de eso, a qué velo-cidad lo está haciendo.

Por sus manos pasa el 12,5% de todas las fresas que se exportan desde Huelva a la Unión Euro-pea, el 28% de todos los arándanos y el 31% de las frambuesas. Para ha-cerse una idea de lo que esto supone conviene te-ner en cuenta que en 2020 las exportaciones de fresas a la UE alcan-zaron las 272.461 tonela-das; las de frambuesas, 41.114 toneladas, y las de arándanos llegaron a las 61.159 toneladas. Las cifras marean, pero Francisco Sánchez, el ge-rente del primer opera-dor europeo de frutos

EL FUTURO YA ESTÁ AQUÍ. Francisco Sánchez, el gerente de Onubafruit, posa en el invernadero de una finca experimental en el municipio de Lepe (Huelva).

Los mismos agricultores que descubrieron el oro rojo de la fresa le han perdido el miedo al I+D+I, que ya no es un gali-matías ininteligible, sino una herramienta a la que dedican cada ejercicio más recursos.

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ce solamente unos años, se pasará a 13.000, aun-que el incremento más espectacular es, sin du-da, el de arándanos. De un solo kilo de este fru-to, Onubafruit ha pasa-do a las 16.000 tonela-das que pondrá en el mercado en 2021.

El gerente de Onuba-fruit lo tiene meridiana-mente claro y advierte: “Si hay un producto en duda, esa es la fresa”. El retroceso en su produc-ción no es casual y Sán-chez explica que el agri-cultor “está harto” y su futuro está

diendo peso año tras año. Su cultivo ha retrocedido frente al de la frambuesa y, sobre todo, el del arán-dano, el nuevo producto estrella, aunque también la mora y frutas tropica-les como el aguacate, el caqui o el mango se han hecho un hueco.

La previsión de Onuba-fruit para esta campaña es de un máximo de 32.000 toneladas de fresa, cuando sus cooperativas han llegado a envasar hasta 35.000 toneladas, mientras que de las 1.000 toneladas de frambuesas, que era la producción ha-

año siguiente, en 2004, empezó la andadura de esta particular asociación de intereses con una pro-ducción que era casi ex-clusivamente de fresa, hasta el punto de que re-presentaba el 90% de todo lo que se cultivaba en sus campos. Esa era la tónica habitual entonces.

ADIÓS, MONOCULTIVO. Han pasado 14 años y Onuba-fruit ha cambiado tanto como la realidad del sec-tor, que ya no es monocul-tivo y ha apostado decidi-damente por la investiga-ción. La fresa ha ido per-

En plena pandemia, con una economía desplomada por las restricciones, el sec-tor agroalimentario no solo no ha nota-do la crisis, sino que ha salido reforzado. Si el año pasado, el PIB se precipitó al vacío con una caída récord del 11%, la agricultura, la gana-dería y la pesca ex-perimentaron un crecimiento del 4,7% y supusieron el 3,4% de toda la riqueza del país, una porción que no se recordaba desde hacía 15 años. Más allá del PIB, hay otra evidencia del buen momento por el que atraviesa, al menos en números, el sector agroali-mentario: el empleo. En 2020, los afilia-dos a la Seguridad Social aumentaron en 7.000 respecto de 2019 hasta los 1,2 millones. Francisco Sánchez, el gerente de Onu-bafruit, lo confirma sobre el terreno. “La pandemia nos ha afectado míni-mamente, hemos sido un sector privi-legiado”.

EL SEC-TORCRECIÓ COMO NUNCA

Su máxima produccion

se da en marzo y abril. Du-rante 2012 a 2014 se pro-dujo una bajada de precio medio y eso influyó en el retroceso de la superficie dedicada a este cultivo en Huelva. A partir de 2014/5 el precio medio ha ido recu-perándose. España produjo según Eurostat 351,96 tone-ladas en 2019.

FRESA

Esto representa el 26,9% de la fresa pro-ducida en la UE-28.

Casi todo el producto espa-ñol se exporta por lo que es necesario importar aránda-nos de Marruecos para con-sumo interno. España es el principal productor de arán-dano de la UE-28, seguido de Polonia y Alemania.

ARÁNDANO

España aporta el 41% de la producción comunitaria.

El comercio exterior es la razon de su cultivo. Aumen-ta el volumen de importa-ciones de producto de Ma-rruecos, Portugal y Países Bajos. España es el segundo productor de la UE-28 por detrás de Polonia.

FRAMBUESA

De España sale el 27,9% de la produc-ción comunitaria.

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más que comprometido. Conseguir mano de obra para la fresa, apunta, es cada vez más complicado por las características de la planta, y a eso se suma la afección de plagas o la elevada incidencia que cualquier cambio en la meteorología tiene en su desarrollo.

Este mismo año, cuen-ta, la campaña está sien-do objetivamente mala, con “el peor enero y fe-brero que recuerdo”, lo que se traduce en una bajada en esos meses de la producción de hasta un 50%. Garantizar tem-poreros para la recolec-ción es todo un reto que solo se logra importán-dola desde Marruecos mediante convenios que suscribe el Gobierno es-pañol. Este año, cerca de 14.000 mujeres han via-jado desde el norte de África a Huelva gracias a ese acuerdo.

“En Huelva van a pa-sar cosas curiosas”,

sentencia Francisco Sán-chez, muy crítico, ade-más, con el valor que se le da a la fresa en el mer-cado, de forma que augu-ra que la producción de esta fruta se va a resen-tir a medio plazo si no cambian las cosas. El ba-jo precio y la escasa ren-tabilidad son la gota que puede colmar el vaso de la paciencia del fresero para dejar de serlo. “Si seguimos así, va a faltar fresa” en los supermerca-dos, insiste el gerente de Onubrafruit.

IMPARABLE. Si hay que apostar por un fruto rojo y solo uno, la apuesta ganadora parece el arán-dano. Este pequeño fru-

Porque la investiga-ción, el I+D+I, está en el ADN de esta empresa y explica en buena medi-da cómo ha llegado a li-derar la clasificación de productores de berries en España y en Europa. No en vano cada año in-vierte un millón de eu-ros en sus ensayos en las dos fincas experi-mentales de las que dis-pone, la última inaugu-rada hace apenas unos meses.

En esa línea, Onuba-fruit mantiene colabo-raciones con universi-dades de Estados Uni-dos y tiene viveros en Chile, Bielorrusia y Ho-landa. En este último país, además, posee una

filial dedicada específi-camente a la producción de nuevas variedades de berries.

EN UN CONTENEDOR. Uno de los últimos proyectos en los que se ha embar-cado Onubafruit suena a ciencia ficción. Se lla-ma Vertical Green y con-siste en cultivar fresas en un contenedor, sin sustrato y en paredes verticales, con todas las variables bajo control del productor a un solo clic.

El fundamento del proyecto es poder moni-torizar y regular todas las condiciones que in-ciden en el desarro-llo del cultivo, des-

medida, moras. De arán-danos, destaca, hay ya 3.600 hectáreas cuando hace siete años apenas se cultivaba en 1.150.

El arándano es la es-trella emergente y lo es también en Onubafruit, que en dos años quiere sacar al mercado 50.000 toneladas, más del tri-ple de la producción de este año 2021. Será el resultado de años de in-vestigación que han permitido a esta empre-sa producir variedades propias, hasta seis, lo que le va a permitir en breve comercializar arándanos durante nue-ve meses seguidos, des-de noviembre hasta me-diados de julio.

to, que hasta hace no de-masiado era imposible de encontrar en los li-neales de las grandes ca-denas de distribución y ahora es un imprescindi-ble, gana terreno sin pa-rar y a un ritmo mayor incluso al que lo pierde la fresa.

Es fácil de entender si, como subraya Sánchez, se considera que ofrece tantas ventajas como in-convenientes presenta la fresa. Es fácil de re-colectar, con unas plan-tas altas que garantizan un acceso cómodo. Ade-más, no falta mano de obra, la inversión es ba-ja y el fruto dura mucho: hasta un mes se conser-va en un frigorífico, lo que permitiría exportar-lo incluso a Asia, un mercado ahora mismo cerrado a las berries es-pañoles.

La frambuesa, que es la otra fruta roja que ha ido proliferando estos años, no las tiene todas

consigo. Plantar una hectárea de la mejor variedad, la Lagorai, requiere una inversión de 30.000 euros por hectárea “y eso hace que el agricultor se lo piense mucho”.

No solo el agricultor de Onubafruit. Esa es la tendencia de todo el sec-tor, como explica el ge-rente de Freshuelva, la principal organización de productores. Rafael Domínguez detalla que de las 11.500 hectáreas que se han puesto en cultivo en Huelva en es-ta campaña de berries, apenas en un 50% se han plantado fresas; el otro 50% lo copan arándanos, frambuesas y, en menor

La revolu-ción de las ‘berries’

De las 11.500 hectáreas que se han puesto en cultivo en Huel-va en esta campaña de berries, en apenas la mitad se han plan-tado fresas; la otra mitad la co-pan el arándano, la frambuesa y, en menor medida, la mora.

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mania, el 10% a Países Bajos y otro 30% a Rei-no Unido. Por lo que respecta al arándano, Alemania y Reino Unido acaparan el 60% de la producción.

Los porcentajes en el caso de Onubafruit son aún mayores, puesto que a la UE (sin contar Reino Unido, para la que ha tenido que crear una filial específica por el Brexit) se envía el 65% de la producción, pero Francisco Sánchez destaca que, más que un inconveniente, es una ventaja porque son mercados cercanos y “ricos”, con alto poder adquisitivo.

Exportar, por ejemplo, a China es en su opi-nión una quimera. Para empezar, no hay conve-nio para las berries y, además, el transporte no garantiza que la fru-ta llegue en las mejores condiciones.

Sin embargo, el res-ponsable de Freshuelva destaca que ya se ha abierto la ruta, aunque de forma tímida, con China y otros países, como Canadá o Emira-tos Árabes Unidos. Esa puede ser una salida, avisa, ante la compe-tencia creciente de paí-ses como Marruecos, Egipto o Turquía, que también han descu-bierto el oro rojo.

de la humedad a la tem-peratura, pasando por la iluminación. Es ahí donde entra el internet de las cosas (IoT), que conectará lo que sucede dentro del contenedor con unos ser-vidores centrales median-te redes de datos gestio-nados por la plataforma Kite de Telefónica.

En esos servidores se analizarán, mediante al-goritmos, las mejores condiciones de nutrien-tes, radiación fotosintéti-ca, irrigación y valores at-mosféricos en cada fase concreta de creci-miento, lo que permi-tirá al agricultor controlar todo el proceso sin depen-der de factores externos como la meteorología y sin tener que utilizar fer-tilizantes.

Que el sector entero se ha subido al tren de la in-vestigación lo constata el gerente de Freshuelva, que hace hincapié en el desarrollo de cultivos hi-dropónicos como otra de las puntas de lanza del sector en lo que a moder-nización se refiere. No es que este tipo de cultivo, que básicamente consiste en que no está en el suelo, sea nuevo. Hace años que los freseros onubenses probaron la hidroponia, pero en estos años la tec-nología ha dado un salto cualitativo y, aunque es más caro, las ventajas no paran de crecer.

Rafael Domínguez cuen-ta que los productores onubenses han puesto en marcha, incluso, firmas especializadas para desa-rrollar variedades autóc-

tonas y optimizar,

por ejemplo, el uso del agua y hacer más sos-tenibles estos cultivos. Los estudios y pruebas han conseguido redu-cir el consumo de agua hasta en un 28%.

EXPORTAR. Quizás la principal asignatura pendiente del sector de los frutos rojos de Huel-va es el asalto de los mercados internaciona-les. Aunque el gerente de Onubafruit no lo consi-dera un problema, es un dato objetivo que existe una enorme dependen-cia del mercado europeo.

A los países de la Unión Europea va más de la mitad de todas las fresas que se producen en los campos onuben-ses, a lo que hay que sum ar casi el 14% que va a Reino Unido, que sigue siendo un destino preferente pese al Bre-xit. De las frambuesas, el 35% se exporta a Ale-

La pujanza de la fresa, prime-ro, y las berries, después, en la provincia de Huelva no ha estado exenta de polémica y sobre sus agri-cultores se cier-ne la sospecha en forma de temporeros in-documentados, que se con-tratan irre-gular-men-te, y de pobla-dos de chabolas en los que aquellos malviven. La Unión Euro-pea ha decidi-do intervenir este año a raíz de una queja presentada por IU, la Asociación Multicultural

de Mazagón (Huelva) y Al-mería Acoge, que han denun-ciado la vulne-ración de los derechos hu-manos en los asentamientos de temporeros en Huelva y Al-mería.

La Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo abrirá una investiga-ción que, como mínimo, visibili-za un problema casi endémico al que las Admi-

nistraciones no han dado res-puesta en todos estos años. Los propios agricul-tores se quejan también, por-que se les culpa a ellos cuando la realidad es que la mano de obra que nece-sitan la contra-tan en origen, sobre todo en Marruecos, a través de acuer-dos internacio-nales. El resto son ciudadanos comunitarios, polacos y ruma-nos entre otros.

Esa es la nor-ma general, aunque hay excepciones que los frese-ros conde-nan y que, como se

queja el geren-te de Onuba-fruit, Francisco Sánchez, aca-ban por perju-dicar a todo el colectivo. “Pa-rece que en Huelva nos de-dicamos a vul-nerar continua-mente los de-rechos huma-nos y eso es mentira, un in-sulto”.

LA CARAMENOS AMABLE DE LA FRESA

MISERIA. Los inmigrantes

que se contratan como tempore-ros se agrupan a veces en pobla-

dos de condicio-nes insalubres.

La revolu-ción de las ‘berries’

Exportar a China sigue sien-do, por el momento, una qui-mera. Para empezar, no hay convenio para las berries y, además, el transporte no ga-rantiza que las frutas lleguen en las mejores condiciones.