Deidad y Realidad

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  • Deidad y Realidad

    Jorge A. Buckingham

  • Captulo Uno

    El ser de Parmnides

    Unidad e identidad del ser

    Luego de un proemio de carcter religioso, en su

    celebrado poema, Parmnides de Elea realiza una

    serie de invocaciones para conseguir el favor de

    una diosa no identificada, con el objeto de poder

    acceder al conocimiento verdadero, Parmnides

    nos expone su doctrina: la afirmacin del ser y el

    rechazo del devenir, del movimiento, del cambio.

    El ser es uno, y la afirmacin de la multiplicidad

    que implica el devenir, y el devenir mismo, no

    pasan de ser meras ilusiones.

    La va de la opinin parte, dice Parmnides, de la

    aceptacin del no ser, lo cual resulta inaceptable,

    pues el no ser no es. Y no se puede concebir

    cmo la nada podra ser el punto de partida de

    ningn conocimiento. ("Es necesario que sea lo

    que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser,

    pero nada, no la hay.") Por lo dems, lo que no

  • es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado".

    Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten

    referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni

    nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violar

    tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea."). Para

    alcanzar el conocimiento slo nos queda pues, la

    va de la verdad. Esta va est basada en la

    afirmacin del ser: el ser es, y en la consecuente

    negacin del no ser: el no ser no es.

    "Y ya slo queda la mencin de una va; la de que

    es. Y en ella hay seales en abundancia; que ello,

    como es, es ingnito e imperecedero, entero,

    nico, inmutable y completo." Afirma el filsofo

    presocrtico en estas lneas, la unidad e identidad

    del ser. El ser es, lo uno es. La afirmacin del ser

    se opone al cambio, al devenir, y a la

    multiplicidad. Frente al devenir, al cambio de la

    realidad que haban afirmado los filsofos jonios

    y los pitagricos, Parmnides alzar su voz que

    habla en nombre de la razn: la afirmacin de que

    algo cambia supone el reconocimiento de que

    ahora "es" algo que "no era" antes, lo que

    resultara contradictorio y, por lo tanto,

    inaceptable. La afirmacin del cambio supone la

  • aceptacin de este paso del "ser" al "no ser" o

    viceversa, pero este paso es imposible, dice

    Parmnides, puesto que el "no ser" no es.

    El ser es ingnito, pues, dice Parmnides qu

    origen le buscaras? Si dices que procede del ser

    entonces no hay procedencia, puesto que ya es; y

    si dices que procede del "no ser" caeras en la

    contradiccin de concebir el "no ser " como "ser",

    lo cual resulta inadmisible. Por la misma razn es

    imperecedero, ya que si dejara de ser en qu se

    convertira? En "no ser " es imposible, porque el

    no ser no es... (as queda extinguido el nacimiento

    y, como cosa nunca oda, la destruccin).

    Indivisibilidad del ser

    El ser es entero, es decir no puede ser divisible, lo

    que excluye la multiplicidad. Para admitir la

    divisin del ser tendramos que reconocer la

    existencia del vaco, es decir, del no ser, lo cual

    es imposible. Qu separara esas "divisiones" del

    ser? La nada es imposible pensarlo, pues no

  • existe; y si fuera algn tipo de ser, entonces no

    habra divisin. La continuidad del ser se impone

    necesariamente, y con ello su unidad. Igualmente,

    ha de ser limitado, es decir, mantenerse dentro de

    unos lmites que lo encierran por todos lados.

    Inmutabilidad del ser

    El ser es inmvil, pues, de lo visto anteriormente

    queda claro que no puede llegar a ser, ni perecer,

    ni cambiar de lugar, para lo que sera necesario

    afirmar la existencia del no ser, del vaco, lo cual

    resulta contradictorio. Tampoco puede ser mayor

    por una parte que por otra, ni haber ms ser en

    una parte que en otra, por lo que Parmnides

    termina representndolo como una esfera en la

    que el ser se encuentra igualmente distribuido por

    doquier, permaneciendo idntico a s mismo.

  • Captulo Dos

    La Teora de las Ideas

    La necesidad de encontrar un fundamento real

    para justificar la existencia de una verdad

    inmutable lleva a Platn a formular una de las

    teoras metafsicas ms comentadas de la historia

    de la filosofa: la teora de las Ideas. En cierto

    modo, esta teora nos puede servir para

    comprender la evolucin intelectual de Platn: de

    la misma forma que sus planteamientos se van

    modificando a lo largo de su vida.

    Finalidad prctica

    En un primer momento, la filosofa platnica est

    muy marcada por la socrtica, y el objetivo

    central de Platn es encontrar la definicin de las

    virtudes. Preguntas como qu es el valor? o qu es la justicia? son tpicas de esta primera etapa. Se enfrentan as las tesis de Scrates, por

    un lado, y de los sofistas por otro. Para

    Protgoras, por ejemplo, la definicin de valor o de justicia no puede ser universal, sino que

  • cada polis (cada cultura, diramos hoy) puede dar

    un sentido distinto a esta palabra. Por otro lado,

    Scrates defiende que tiene que haber algo comn

    a todas las posibles concepciones de la justicia y

    del valor. Este algo comn es lo que Platn llama Idea, y se correspondera, desde un punto

    de vista lingstico, con las definiciones de las

    cosas. La palabra Ideo proviene del griego eidos,

    participio de pasado del verbo ver. En este

    sentido, la Idea sera lo visto, significado que comprenderemos mejor ms adelante, cuando nos

    adentremos en la teora platnica del

    conocimiento.

    Como vemos, en esta primera etapa, la teora de

    las Ideas tiene una intencin prctica, pues es el

    fundamento ltimo o la referencia de las virtudes.

    As, para saber qu es la virtud o la justicia, no

    debemos buscar ejemplos de actitudes virtuosas o

    justas, sino tratar de encontrar qu tienen en

    comn todas estas acciones para poder recibir el

    mismo calificativo. Esta Idea se terminar

    convirtiendo en la medida de la virtud, que ser

  • siempre externa, objetiva, y no relativa, como

    pretendan los sofistas.

    Un mundo de esencias separado del material

    En la etapa de madurez, representada por

    La Repblica, las Ideas han pasado de ser ese

    algo comn a los casos particulares de las distintas virtudes a ser esencias, traduccin

    habitual de eidos. Las Ideas son ahora aquello por lo que una cosa es lo que es, es decir, la forma nica de algo mltiple. Lo caracterstico de

    esta etapa es que las Ideas tienen ahora una

    existencia propia (tan real como la de las cosas

    materiales), en un mundo separado. Ya no son el

    carcter comn a muchas cosas particulares, ni tampoco conceptos o representaciones mentales

    sino que son entidades que poseen existencia real

    e independiente. Cada Idea es una sustancia

    (ousa), algo que existe en s, como una realidad

    trascendente, lo cual ha dado lugar a muchas

    interpretaciones distintas.

  • Como consecuencia de esta teora, surge la

    duplicacin del mundo, expresada en el conocido

    mito de la caverna. Por un lado estara el mundo

    material (o mundo sensible), el de las cosas

    concretas y particulares. Es el mundo de lo plural,

    lo mltiple lo cambiante, lo temporal, lo

    particular, lo aparente, lo imperfecto Se trata de la realidad ms inmediata a nosotros, aquello que

    podemos conocer a travs de los sentidos. De este

    mundo no cabe un verdadero conocimiento, pues,

    al menos para Platn, no es posible concebir una

    verdad sometida al cambio. Por otro lado estara

    el mundo de las Ideas (o mundo inteligible), que

    sera el mundo de la verdadera realidad, donde las

    Ideas se caracterizan por ser nicas, eternas,

    universales, inmutables, perfectas, inmateriales.

    A estas realidades slo se puede acceder por

    medio de la inteligencia o el pensamiento, y son,

    para Platn, la verdadera realidad. Por ello

    establece una relacin entre ambos mundos, que

    el filsofo griego califica de diversos modos:

    participacin, imitacin, copia Las Ideas tienen una presencia imperfecta en las cosas materiales,

    son causa de ellas, en la medida en que son el

    modelo o la esencia a partir de la cual se puede

  • decir que una cosa es lo que es. La realidad es

    slo una ilusin, un reflejo de la verdadera

    realidad. Como se ve, la metafsica platnica

    implica una valoracin positiva de la abstraccin

    y un desprecio por lo material.

  • Captulo Tres

    Filosofa aristotlica

    La crtica de la Teora de las Ideas

    Todos los hombres tienen por naturaleza el deseo

    de saber. Ese deseo de saber culmina en la

    adquisicin de la sabidura que consiste, para

    Aristteles, en el conocimiento de las causas y los

    principios del ser. Y ese conocimiento es el

    objeto de la metafsica, de la ciencia de las

    primeras causas y principios del ser, el

    conocimiento del ser "en cuanto ser", el

    conocimiento de la causa ltima de la naturaleza

    y de la realidad.

    Hay un elemento comn entre todos los objetos

    de la misma clase, el universal, la Idea, que es la

    causa de que apliquemos la misma denominacin

    a todos los objetos del mismo gnero; admitir,

    por lo tanto, que ese universal es real, pero no que

    tenga existencia independiente de las cosas, es

  • decir, que sea subsistente. La teora de las Ideas,

    por lo dems, al dotar de realidad subsistente al

    universal, a la Idea, duplica sin motivo el mundo

    de las cosas visibles, estableciendo un mundo

    paralelo que necesitara a su vez de explicacin.

    Tampoco es capaz de explicar el movimiento de

    las cosas, que era uno de los motivos de su

    formulacin; (recordemos que, al igual que los

    pluralistas intentaban con su propuesta explicar la

    permanencia y el cambio, la teora de las Ideas se

    propone con la misma finalidad); ahora bien, esta

    teora no ofrece ningn elemento para explicar el

    movimiento, el cambio, ya que siendo las Ideas

    inmviles e inmutables, si las cosas son una

    imitacin de las ideas habran de ser tambin

    inmviles e inmutables; pero si cambian de

    dnde procede ese cambio?

    Aristteles considera que la teora de las Ideas es

    imposible, ya que establece una separacin entre

    el mundo visible y el mundo inteligible, es decir,

    entre la sustancia y aquello por lo que una

    sustancia es, su forma o esencia. Las Ideas, en

  • efecto, representan la esencia de las cosas, es

    decir, aquello por lo que las cosas son lo que son.

    Cmo es posible que aquello por lo que algo es

    lo que es no resida en el objeto, sino fuera de l?

    Cmo es posible que aquello que hace que el

    hombre sea hombre, su esencia, la Idea de

    hombre, no resida en el hombre, sino que exista

    independientemente de l? Las formulaciones de

    Platn para tratar de explicar la relacin entre las

    Ideas y las cosas, las teoras de la participacin y

    la imitacin, por lo dems, lejos de explicar dicha

    relacin no son ms que metforas.

    En esta crtica aristotlica a la teora de las Ideas

    se vislumbran ya los fundamentos de su propia

    metafsica: ante la imposibilidad de que las Ideas

    expliquen coherentemente la causa de lo real

    propondr la teora de las cuatro causas del ser; y

    ante la irrealidad de las Ideas, propondr su teora

    de la sustancia. La inconsistencia de la

    explicacin platnica del cambio, por lo dems, le

    llevar a proponer la distincin entre ser en acto y

    ser en potencia.

  • Ya el mismo Platn haba criticado dichas teoras

    en el Parmnides; Aristteles insistir en sus

    carencias con el argumento del "tercer hombre":

    si el hombre es el resultado de la imitacin de la

    Idea de hombre, y tal Idea es entendida como una

    entidad de carcter individual, A qu otra

    realidad imita la Idea de hombre? Debe existir un

    tercer modelo de hombre para explicar la

    similitud entre el hombre concreto y la Idea de

    hombre, del mismo modo que se postula la Idea

    de hombre para explicar la similitud entre los

    hombres concretos. De ese modo encadenaramos

    hasta el infinito la exigencia de un modelo del

    modelo, lo que nos llevara al absurdo. Por otra

    parte, las cosas no pueden provenir de las Ideas;

    sin embargo, es esa una afirmacin crucial de la

    teora de las Ideas, al concebir que las Ideas son

    causa de las cosas; no obstante, es el mismo

    Platn en el Timeo quien explica que las ideas son slo el modelo en el que se inspira el Demiurgo

    para modelar las cosas, es decir, las causas

    ejemplares de las cosas, pero no sus causas

    eficientes.

    La teora de las cuatro causas

  • En el libro I de la Metafsica, luego de haber

    identificado el verdadero saber con el

    conocimiento de las causas del ser, Aristteles

    nos presenta las cuatro causas de las que ya nos

    haba hablado en la Fsica:

    Evidentemente es preciso adquirir la ciencia de

    las causas primeras, puesto que decimos que se

    sabe, cuando creemos que se conoce la causa

    primera. Se distinguen cuatro causas. La primera

    es la esencia, la forma propia de cada cosa,

    porque lo que hace que una cosa sea, est toda

    entera en la nocin de aquello que ella es; y la

    razn de ser primera es, por tanto, una causa y un

    principio. La segunda es la materia, el sujeto; la

    tercera el principio del movimiento; la cuarta, que

    corresponde a la precedente, es la causa final de

    las otras, el bien, porque el bien es el fin de toda

    produccin.

    Posteriormente la filosofa de Platn tratara de la

    causa formal, representada por las Ideas, aunque,

  • al dotarlas de una existencia subsistente, las

    separar de las cosas de las que son forma o

    esencia. Respecto a la causa final ningn filsofo

    la trat explcitamente, segn la opinin de

    Aristteles, por lo que se presenta a s mismo

    como innovador al respecto. Por lo dems, ningn

    filsofo anterior trat estas causas de una manera

    suficientemente clara y productiva, aunque a

    Aristteles le basta el que la hubieran tratado para

    confirmar que son todos los principios que busca

    y que no hay ninguno ms fuera de ellos.

    Resulta evidentemente de lo que precede, que las

    indagaciones de todos los filsofos recaen sobre

    los principios que hemos enumerado en la Fsica,

    y que no hay otros fuera de stos. Pero estos

    principios han sido indicados de una manera

    oscura, y podemos decir que, en un sentido, se ha

    hablado de todos ellos antes que nosotros, y en

    otro, que no se ha hablado de ninguno. Porque la

    filosofa de los primeros tiempos, joven an y en

    su primera arranque, se limita a hacer tanteos

    sobre todas las cosas.

  • La teora de la sustancia

    La sustancia es en Aristteles la forma

    privilegiada de ser. El ser se dice de muchas

    maneras, pero fundamentalmente como sustancia,

    es decir, como aquello que no se da en un sujeto

    sino que es ello mismo sujeto. Las otras formas

    de ser se dan necesariamente en la sustancia, y

    Aristteles las llama accidentes:

    Accidente se dice de lo que se encuentra en un ser

    y puede afirmarse con verdad, pero que no es, sin

    embargo, ni necesario ni ordinario"... "El

    accidente se produce, existe, pero no tiene la

    causa en s mismo, y slo existe en virtud de otra

    cosa.

    Junto con la sustancia, constituyen las categoras

    del ser: cantidad, cualidad, relacin, lugar,

    tiempo, posicin, estado, accin y pasin. ["El ser

    en s tiene tantas acepciones como categoras hay,

    porque tantas cuantas se distingan otras tantas son

  • la significaciones dadas al ser." ("Metafsica",

    libro V, 7)]. En la medida en que todas las formas

    de ser accidental remiten a la unidad de la

    sustancia, la unidad del ser queda garantizada:

    El ser se entiende de muchas maneras, pero estos

    diferentes sentidos se refieren a una sola cosa, a

    una misma naturaleza, no habiendo entre ellos

    slo comunidad de nombre; mas as como por

    sano se entiende todo aquello que se refiere a la

    salud, lo que la conserva, lo que la produce,

    aquello de que es ella seal y aquello que la

    recibe; y as como por medicinal puede

    entenderse todo lo que se relaciona con la

    medicina, y significar ya aquello que posee el arte

    de la medicina, o bien lo que es propio de ella, o

    finalmente lo que es obra suya, como acontece

    con la mayor parte de las cosas; en igual forma el

    ser tiene muchas significaciones, pero todas se

    refieren a un principio nico.

    La sustancia es el individuo concreto y particular,

    lo que ordinariamente llamamos "cosas" u

    "objetos", es decir, esta mesa, este caballo,

  • Scrates, lo que es sujeto, aquello en lo que

    inhieren las otras formas de ser, los accidentes.

    Frente a la irrealidad de las Ideas, el verdadero

    ser, la sustancia, ["As el objeto de todas las

    indagaciones pasadas y presentes; la pregunta que

    eternamente se formula: qu es el ser?, viene a

    reducirse esta: qu es la sustancia?".] Se

    adquiere las caractersticas de la experiencia

    (concreto, particular) aunque, como veremos ms

    adelante, sin perder por ello la referencia a lo

    universal, a la esencia. En la medida en que

    definimos un objeto, lo conocemos, por la

    esencia, sta puede ser llamada tambin

    sustancia, pero slo un sentido secundario. La

    sustancia primera, la sustancia propiamente dicha,

    el ser, es el individuo; la esencia, aquello por lo

    que conocemos el ser, es llamada por Aristteles

    sustancia segunda.

    Sustancia se dice de los cuerpos simples, tales

    como la tierra, el fuego, el agua y todas las cosas

    anlogas; y en general, de los cuerpos, as como

    de los animales, de los seres divinos que tienen

    cuerpo y de las partes de estos cuerpos. A todas

    estas cosas se llama sustancias, porque no son los

  • atributos de un sujeto, sino que son ellas mismas

    sujetos de otros seres.

    La forma, por el contrario, representa no

    solamente la esencia de cada ser, sino tambin su

    naturaleza; dado que la materia es incognoscible,

    conoceremos las sustancias por su forma, es

    decir, por lo que hay en ellas de universal y no de

    particular. En la medida en que la forma

    representa tambin la naturaleza, y siendo la

    naturaleza principio y causa del movimiento,

    Aristteles introducir en la sustancia la realidad

    misma del cambio y, con ello, la posibilidad de

    explicarlo.

    El acto y la potencia

    Para poder explicar el cambio Aristteles

    necesitar recurrir no slo a la teora de la

    sustancia, que le permite distinguir la forma de la

    materia, sino adems a otra estructura metafsica,

    la que permite distinguir dos nuevas formas de

  • ser: el ser en acto y el ser en potencia. A su

    estudio dedicar el libro IX de la "Metafsica".

    El ser no slo se toma en el sentido de sustancia,

    de cualidad, de cuantidad, sino que hay tambin

    el ser en potencia y el ser en acto, el ser

    relativamente a la accin. Por ser en acto se

    refiere Aristteles a la sustancia tal como en un

    momento determinado se nos presenta y la

    conocemos; por ser en potencia entiende el

    conjunto de capacidades o posibilidades de la

    sustancia para llegar a ser algo distinto de lo que

    actualmente es. Un nio tiene la capacidad de ser

    hombre: es, por lo tanto, un nio en acto, pero un

    hombre en potencia. Es decir, no es un hombre,

    pero puede llegar a serlo.

    De alguna manera, por lo tanto, la potencia

    representa una cierta forma de no-ser: no se trata

    de un no-ser absoluto, sino relativo, pero que es

    tan real como cualquier otra consideracin que

    podamos hacer de la sustancia. Cada sustancia

    encierra, por lo tanto, un conjunto de capacidades

    o potencialidades, una cierta forma de no-ser

  • relativo, que le es tan propia como su

    composicin hilemrfica. Junto al ser en acto

    hemos de admitir, pues, el reconocimiento del ser

    en potencia. Por supuesto que las potencias de

    una sustancia vienen determinadas por la

    naturaleza de cada sustancia: una semilla podr

    convertirse en planta y, por lo tanto, es

    potencialmente una planta; pero no podr

    convertirse en caballo.

    Que la potencia representa una cierta forma de

    no-ser relativo se comprende mejor con la nocin

    de privacin, a la que recurre Aristteles para

    aclarar el significado de potencia. Que una

    sustancia tenga una determinada capacidad, o

    potencialidad, significa simplemente que

    actualmente est privada de esa forma de ser, es

    decir, que la privacin se da en un sujeto, y no de

    un modo absoluto. Veremos con ms detalle, en

    la Fsica, al analizar la explicacin aristotlica del

    cambio, el modo en que una cosa viene al ser a

    partir de su privacin.

  • La cosmologa aristotlica

    La cosmologa aristotlica data de las primeras

    fases de desarrollo de su pensamiento, y se puede

    observar en ella una clara influencia platnica. En

    sus obras Sobre El Cielo y Sobre La Generacin

    Y La Corrupcin, as como en algunos libros de

    la Fsica, se exponen sus ideas fundamentales al

    respecto. El universo, que es finito y eterno, se

    encuentra dividido en dos mundos, el sublunar y

    el supralunar, reproduciendo de esta forma en

    cierto modo el dualismo platnico, cada uno de

    ellos con caractersticas bien distintas, como

    veremos a continuacin.

    El mundo sublunar, en efecto, est formado por

    los cuatro elementos y sometido a la generacin y

    a la corrupcin, es decir al cambio y al

    movimiento. El mundo supralunar, por el

    contrario, est formado por una materia especial,

    incorruptible, el ter o quintaesencia, que

    solamente est sometido a un tipo de cambio, el

    movimiento circular, (que, al igual que Platn,

    Aristteles considera una forma perfecta de

  • movimiento), en clara oposicin a los cuatro

    elementos (tierra, agua, aire, fuego) de los que

    est formado el mundo sublunar. La Tierra, que

    es una esfera inmvil, se encuentra en el centro

    del universo y, alrededor de ella, incrustados en

    esferas concntricas transparentes, giran los

    dems astros y planetas, arrastrados por el giro de

    las esferas en que se encuentran y que estn

    movidas por una serie de motores que deben su

    movimiento a un ltimo motor inmvil, que acta

    directamente sobre la ltima esfera, ms all de la

    cual ya no hay nada, la llamada esfera de las

    estrellas fijas (porque se supona que las estrellas

    estaban incrustadas, fijadas, en esta esfera) que es

    movida directamente por el motor inmvil, y que

    transmite su movimiento a todas las dems

    esferas y al mundo sublunar.

    En este sistema se establece una jerarqua de

    seres a partir de la perfeccin del motor inmvil,

    que Aristteles considera como una forma pura,

    como un ser perfecto por lo tanto, y que causa el

    movimiento en el universo en tanto causa final, y

    de la esfera de las estrellas fijas, que se va

    degradando a medida que nos acercamos al

  • mundo sublunar, que representa el nivel nfimo

    de la escala, dominado por la generacin y la

    corrupcin. Para poder explicar la accin del

    motor inmvil como causa final Aristteles se ve

    obligado a dotar de alma a las esferas

    intermedias: dichas esferas aspiran a ser perfectas

    como el motor inmvil, y es esa aspiracin la que

    mueve el universo; pero, para poder aspirar a esa

    perfeccin, han de tener alma. Aunque en su obra

    Sobre El Cielo Aristteles considera que el

    movimiento circular de las esferas corresponde al

    ter por naturaleza y, en consecuencia, nos ofrece

    una explicacin de los movimientos celestes

    puramente mecanicista, en la Fsica, en el libro

    VIII, que es posterior al resto de sus obras

    cosmolgicas, nos vuelve a ofrecer la teora del

    motor inmvil, una interpretacin teleolgica del

    universo.

    La fsica aristotlica

    Por lo que respecta al mundo sublunar,

    Aristteles lo concibe como la totalidad de las

  • sustancias, sometidas al cambio, a la generacin y

    a la corrupcin. Distingue dos tipos de sustancias,

    a este respecto, las artificiales y las naturales; y

    son sustancias naturales aquellas que tienen en s

    el principio y la causa del movimiento. La

    Naturaleza, pues, estara formada por el conjunto

    de las sustancias naturales.

    Entre los seres, en efecto, unos son por

    naturaleza, otros por otras causas; por naturaleza,

    los animales y sus partes, las plantas y los

    cuerpos simples, como la tierra, el fuego, el agua,

    el aire; de estas cosas, en efecto, y de otras

    semejantes, se dice que son por naturaleza. Ahora

    bien, todas las cosas de las que acabamos de

    hablar se diferencia claramente de las que no

    existen por naturaleza; cada ser natural, en efecto,

    tiene en s mismo un principio de movimiento y

    de reposo, unos en cuanto al lugar, otros en

    cuanto al aumento y la disminucin, otros en

    cuanto a la alteracin. Por el contrario, una cama,

    una capa y cualquier otro objeto de ese tipo, en

    tanto cada uno tiene derecho ese nombre, es

    decir, en la medida en que es un producto del

    arte, no poseen ninguna tendencia natural al

  • cambio, sino solamente en cuanto tienen el

    accidente de ser de piedra o de madera y bajo esa

    consideracin; pues la naturaleza es un principio

    y una causa de movimiento y de reposo para la

    cosa en la que reside inmediatamente, por esencia

    y no por accidente.

    El movimiento, el cambio, para Aristteles es una

    realidad innegable y una caracterstica

    fundamental de la naturaleza. La polmica

    suscitada por Parmnides en torno a la posibilidad

    del cambio la zanja Aristteles con su teora de la

    sustancia y, por si no fuera considerada

    suficientemente clara, con la explicacin del

    cambio como un paso de la potencia al acto.

    La explicacin del cambio o movimiento

    La primera explicacin del cambio que nos ofrece

    Aristteles est basada en su concepcin de la

    sustancia, en el hilemorfismo. Recordemos que,

    segn esta teora, la sustancia est compuesta de

    materia y forma, y que la forma representa la

  • esencia, aquello que la cosa es, lo que la define.

    Nombramos a las sustancias por su forma, por su

    esencia. Pues bien, para que tenga lugar el

    cambio ha de haber algo que permanezca y algo

    que se produzca. Ha de haber, pues, un sustrato

    del cambio, lo que permanece, lo que sufre el

    cambio. Y ha de haber algo que cambie, algo que

    se pierda y algo que se adquiera. El sustrato es el

    sujeto del cambio, y el cambio consiste en la

    adquisicin por el sustrato de una forma de la que

    inicialmente estaba privado. Por lo tanto, los

    principios del cambio son tres: el sustrato

    (hipokimenon), la forma (morph) y la privacin

    (stresis) de la forma que se adquiere.

    La segunda forma de explicacin del cambio se

    basa en la distincin entre ser en potencia y ser en

    acto. Al igual que nos explica en la Metafsica, el

    ser en acto (enrgeia) remite a lo que una

    sustancia es ahora, y el ser en potencia (dynamis)

    a una cierta capacidad de ser, relativa a la

    naturaleza de la sustancia, es decir, a la

    posibilidad de ser algo que por naturaleza es

    propio de esa sustancia y no de otra (con lo que

    Aristteles quiere insistir en que no toda cosa

  • puede llegar a ser cualquier otra). Un nio puede

    llegar a ser un hombre, un bloque de mrmol

    puede llegar a ser una estatua, pero ninguno de

    los dos puede llegar a ser un len. En ese sentido,

    el nio es un hombre en potencia; el bloque de

    mrmol es una estatua en potencia; pero de

    ninguno de los dos se puede decir que sea un len

    en potencia. Avanzando un poco ms en la

    investigacin podemos pensar que la afirmacin

    de que el nio es un hombre en potencia nos

    permitira afirmar que el nio "es y no es un

    nio": con lo cual podramos pensar que

    Aristteles entronca aqu con otros pensadores

    anteriores que afirmaban la realidad de la

    contradiccin, o que se basa en la afirmacin de

    la contradiccin para explicar el cambio.

    Segn la primera explicacin del cambio, la

    basada en la nocin de sustancia, todo cambio

    supone la prdida de una forma y la adquisicin

    de otra, prdida y adquisicin que se da siempre

    en un sustrato. Y segn la segunda explicacin,

    esa forma nueva que se adquiere representa la

    actualizacin de una potencia o capacidad de ser.

  • Los tipos de cambio

    Aristteles distingue diversos tipos de cambio,

    segn afecte a la sustancia o a los accidentes, o

    segn sea producido de forma natural o artificial.

    El cambio puede ser producido espontneamente

    por la sustancia, y en ese caso hablamos de

    cambio natural; o puede ser producido artificial o

    violentamente, a causa de la intervencin de un

    agente externo a la sustancia misma, el hombre

    por ejemplo, y en este caso hablamos de cambio

    artificial.

    El cambio sustancial supone la modificacin

    radical de una sustancia, es decir, que algo deje

    de ser lo que era y pase a ser otra cosa: que una

    sustancia se convierta en otra. Las dos formas propias de este tipo de cambio son la generacin

    y la corrupcin. La generacin supone el

    nacimiento, o el surgimiento de una nueva

    sustancia; la corrupcin supone la muerte o la

    desaparicin, la destruccin de una sustancia. La

  • germinacin de una semilla y el paso de ser

    semilla a ser planta supone un cambio sustancial:

    la semilla desaparece, deja de ser semilla, y surge

    la planta.

    El cambio accidental supone, por el contrario, la

    modificacin de algn accidente de la sustancia,

    la prdida o la adquisicin de una caracterstica,

    es decir, la sustitucin de una forma accidental

    por otra. Este tipo de cambio puede ser local,

    cuantitativo, o cualitativo. El cambio local supone

    la traslacin de la sustancia de un lugar a otro;

    esto puede producirse de una forma natural, como

    ocurre con el movimiento de las aguas de un ro,

    o de una forma artificial, si modo de lugar la

    mesa en que trabajo, por ejemplo. El cambio

    cuantitativo consiste en el aumento o de la

    disminucin de la cantidad en una sustancia: el

    aumento o la disminucin del peso de un

    individuo es un ejemplo tpico de cambio

    cuantitativo. El cambio cualitativo supone la

    sustitucin de una cualidad por otra que una

    sustancia; una fruta que madura y cambia de

    color experimenta un cambio cualitativo, por

    ejemplo; una mesa que es pintada de un color

  • diferente tambin experimenta un cambio

    cualitativo. Todas las formas de cambio

    accidental pueden, a su vez, ser un tipo de cambio

    natural o artificial.

    Las causas del cambio

    La explicacin de por qu se produce el cambio,

    sus causas, nos la ofrece Aristteles con la teora

    de las cuatro causas: la causa material, la causa

    formal, la causa eficiente, y la causa final. El

    cambio se puede producir por razn de la materia,

    de la forma, de un agente, o del fin. Cuando la

    madera de una mesa se pudre y se destruye la

    mesa la causa del cambio es material; cuando a

    un joven comienza a salirle la barba, la causa del

    cambio es formal, deriva de su propia esencia;

    cuando un bloque de mrmol se convierte en una

    estatua la causa del cambio es el escultor que lo

    modela, la causa eficiente; cuando una masa de

    arcilla se convierte en un plato lo hace en funcin

    de la causa final, para comer.

  • La teora de las cuatro causas est inspirada

    claramente en la accin del hombre, respecto a la

    fabricacin de objetos artificiales, en donde la

    causa eficiente y la causa final actan de una

    manera deliberada y clara. No est tan claro cmo

    se pueden aplicar esas causas a los objetos o a las

    sustancias naturales; pero Aristteles lo hace,

    convirtiendo su interpretacin de la naturaleza en

    una interpretacin teleolgica, finalista.

  • Captulo Cuatro

    Deidad, Energa y Materia

    La pregunta esencial para el hombre es la de si

    existe un ser o entidad trascendente a la que

    hemos llamado Dios, La Deidad, el Fundamento,

    la Divina Base, el Eterno, el Altsimo, la Esencia

    Divina, la Divina Providencia, el Absoluto, el

    Padre, etc. Esta cuestin es consustancial desde

    prcticamente los albores de la Humanidad en el

    principio de la hominizacin.

    El mejor de los mundos posibles?

    Para el filsofo alemn del siglo XVII Leibniz

    nuestro mundo era el mejor de los mundos

    posibles. Es decir, de todas las opciones que tena

    Dios, la opcin de nuestro mundo real es la que

    maximiza la bondad o la perfectibilidad de ste.

    Esto es bastante incompatible con la visin de

    Deidad como un ser dotado de omnipotencia. Un

    Dios as puede crear cualquier mundo, incluso los

    mundos lgicamente imposibles. Para ese tipo de

    Dios no le sera imposible puesto que es omnipotente no solamente crear el mejor de los

  • mundos posibles sino el mejor de los mundos imposibles (ya que puede crear lo que quiera) y, por lo tanto, podra crear el

    mundo perfectisimun, ya que para eso puede

    valerse de su atributo de ser omnipotente.

    El problema implcito en

    este modelo cosmolgico es de dnde sali la

    energa necesaria para constituir ese tomo

    primordial. Esto plantea un problema importante

    en la cosmologa moderna. Algunos fsicos como

    S. W. Hawking sostienen que no es necesario

    hablar de un Dios creador que inicializa el

    universo por medio de un acto de creacin sino

    que el universo aparecera como consecuencia de

    una fluctuacin cuntica del vaco.

    Podemos pensar en la Realidad (con esas

    estructuras) como la realidad siempre ah. Siempre dada, presente, como la realidad in toto.

    No creada. Sin creador. Sin principio. Siempre

    siendo. Con esa estructura y no otra. Parece que

    se necesita esa estructura de la energa y del

    universo para que sea posible la vida. Los

    cosmlogos dicen que de variar alguno de los

  • valores del universo no tendramos vida

    (principio antrpico).

    Esto tampoco se puede explicar como mero

    resultado del azar. El azar se tiene que realizar

    sobre algn tipo de realidad ya dada. No puede

    realizarse sobre la nada. Es un verdadero misterio

    que la realidad sea; que exista un mundo, la

    energa, la materia.

    Existen una serie de problemas que quiero

    destacar:

    i. Universo. ii. Universos infinitos: (-versos).

    iii. Generacin de vida en otros mundos. iv. Creacin vs. evolucin. v. Leyes de la sociedad.

    Toda realidad creada por el pensamiento (toda la cultura est creada por el pensamiento en

    relacin) es una realidad limitada. Supone un universo simblico creado por la capacidad del

    cerebro para crear estructuras

    de smbolos relacionales.

  • Existen dos posibilidades:

    i. Que exista ese campo (lo Otro, Dios, &) exterior al pensamiento-pensador-conciencia

    (PPC) y

    ii. Que no exista dicho campo.

    Si no existe: hay isomorfismo (analoga plena)

    entre PPC y R = Realidad (materia = energa).

    Si existe: el isomorfismo no es tal (aplicacin

    inyectiva).

  • Captulo Cinco

    El Idealismo de Hegel

    Concepto de absoluto

    Para G.W. Hegel el Absoluto se conceba como

    Absoluto de la razn. Como actividad

    cognoscente que se conoce a s misma, es decir,

    autoconocimiento o autoconciencia. Para Hegel el

    absoluto seguir siendo pensamiento que se

    piensa a s mismo, pero esta autoconciencia no

    ser un principio autosuficiente para deducir de s

    toda la realidad o para fundarla como

    manifestacin suya. Este conocimiento, en Hegel,

    no es un punto de partida sino un resultado cuyo

    proceso alberga toda la realidad. La

    autoconciencia implica un salir de s para volver

    sobre s y poseerse plenamente. Pero este salir de

    s no es separable del volver en s sino que

    forman un todo constitutivo. Por tanto toda la

    realidad es proceso de autoconocimiento que es el

    Absoluto; estamos hablando de un pantesmo. El

    Absoluto es conocimiento de s, pero al ser

    proceso (salir de s para volver en s) se conoce

  • como tal y, conocindose, conoce sus diversas

    partes y la diversidad de estas.

    El absoluto, por tanto, no es trascendente sino

    inmanente; lo infinito existe slo en lo finito, el

    Absoluto es su misma manifestacin. Por su parte

    lo finito no tiene su plenitud en su sola finitud

    sino que es slo un momento de lo infinito, es

    decir, su realidad radica en la relacin con lo

    infinito, como parte momentnea constitutiva del

    Absoluto (al margen de lo Absoluto lo finito es

    pura abstraccin). Por otro lado la verdad de lo

    finito se encuentra en su articulacin en el

    Absoluto, pues su integracin en lo Absoluto

    afirma su condicin de finito. De este modo la

    verdad absoluta es el sistema del Absoluto.

    Teniendo en cuenta todo esto Hegel ha de negar

    que el Absoluto sea y se d en una autoevidencia

    inmediata, pues el Absoluto es concepto, es idea,

    es conocimiento mediato (por proceso, racional).

    Por otro lado, si el Absoluto es proceso no puede

    ser esttico, sino que es movimiento: es salir de s

    para volver en s para poseerse plenamente y, en

    consecuencia, la realidad es el mismo regresar del

    Absoluto hacia s mismo. De este modo el mundo

  • y el ser humano son el camino hacia la

    constitucin del Absoluto y se conocen (el mundo

    y el ser humano) en su relacin con el Absoluto

    como momentos en su proceso.

    Imposibilidad de aprehender la realidad

    divina

    El conocimiento de la Realidad de la Deidad es

    imposible e inalcanzable para las criaturas finitas;

    no as el conocimiento de las Manifestaciones de

    Dios, que es equivalente al conocimiento de Dios,

    ya que las generosidades, esplendores y atributos

    divinos estn manifiestos en Ellas. La persona

    que logra conocer a las Manifestaciones de Dios,

    alcanza el conocimiento de Dios. Si esa misma

    persona se muestra negligente en conocer a las

    Santas Manifestaciones, se ver privada del

    conocimiento de Dios. Queda entonces

    confirmado y probado que las Santas

    Manifestaciones son el centro de la munificencia,

    los signos y las perfecciones de Dios. Benditos

    sean quienes reciben la luz de la munificencia

    divina de los luminosos Puntos de Alborada!

  • Pero al fin despert de mi sueo profundo al

    descubrir que nada se encuentra ms alejado del

    entendimiento humano que aquello que al

    mismo tiempo se encuentra presente para l, y

    nada est ms presente para l que aquello que es

    universal, anterior y superior

    Qu cosa hay ms omnipresente que DIOS

    mismo, en quien vivimos, somos y actuamos? Y

    sin embargo. Qu cosa hay que este ms

    remotamente situada respecto a la esfera de

    nuestra compresin?...

    La Deidad solo puede ser comprendida a travs de

    las Manifestaciones Divinas

    La Realidad de la Deidad o la sustancia de la

    Esencia de la Unidad es perfeccin pura y

    beatitud absoluta, es decir, est santificada y se

    encuentra ms all de toda alabanza. La totalidad

    de los atributos supremos de los grados de la

    existencia, comparados con este plano, no son

    sino imaginaciones. Dicha realidad es invisible,

    incomprensible, inaccesible; constituye una

    esencia que no cabe describir, pues la Esencia

  • Divina abarca todas las cosas. Verdaderamente,

    lo abarcable es ms grande que lo abarcado, y lo

    abarcado no puede abrazar a lo que lo abarca, ni

    comprender su realidad. Por mucho que la mente

    progrese, aunque alcance la cima de la

    comprensin y el lmite del entendimiento, tan

    slo ha de llegar a contemplar los signos y

    atributos divinos del mundo de la creacin, no los

    del mundo divino. Pues la esencia y los atributos

    del Seor de la Unidad ocupan la cima de la

    santidad. No hay manera de que las mentes y la

    comprensin sean capaces de aproximarse a esa

    posicin. El camino est vedado, y la bsqueda, prohibida.

    Es evidente que el entendimiento humano es

    una propiedad de la existencia humana, y que el

    hombre es un signo de Dios. Cmo puede la

    cualidad del signo abarcar al creador de ste?

    Esto es cmo puede el entendimiento, que es una

    cualidad de la existencia humana, comprender a

    Dios? Por tanto, la Realidad de la Deidad est

    oculta a toda comprensin, y velada a la mente de

    todos los hombres. Es absolutamente imposible

    ascender a ese plano.

  • Comprobamos que todo lo que es inferior se

    revela impotente para comprender la realidad de

    lo que es ms elevado. As, la piedra, la tierra y el

    rbol, por ms que evolucionen, no pueden

    comprender la realidad del hombre, ni entra en

    ellos el imaginar los poderes de la vista, odo y

    dems sentidos, si bien todos ellos son

    igualmente creados. Por tanto cmo puede el

    hombre, ser creado, comprender la realidad de la

    Esencia pura del Creador? Ese plano es

    inalcanzable para el entendimiento. No hay

    explicacin que lo haga comprensible, ni poder

    que lo seale. Qu tiene que ver un tomo de

    polvo con el mundo de la pureza, y qu relacin

    cabe entre la mente limitada y el mundo infinito?

    Las mentes se ven impotentes para comprender a

    Dios, y las almas se confunden al pretender

    desentraarle. Los ojos no Le ven, mas l ve a los ojos. l es el Omnisciente, el Conocedor.

    Por consiguiente, con respecto a ese plano del ser

    toda aseveracin y toda elucidacin resultan

    deficientes, toda alabanza y toda descripcin son

    impropias, toda concepcin es vana, y toda

  • meditacin, intil. No obstante, esta Esencia de

    las esencias, esta Verdad de las verdades, este

    Misterio de los misterios, posee reflejos,

    auroras, apariencias y esplendores en el mundo de

    la existencia. El levante de tales esplendores, el

    lugar de tales reflejos y la aparicin de tales

    manifestaciones son los Sagrados Puntos de

    Amanecer, las Realidades Universales y los Seres

    Divinos, quienes son los verdaderos espejos de la

    santificada Esencia de Dios. Todas las

    perfecciones, mercedes y esplendores que

    provienen de Dios se tornan visibles y

    manifiestos en la Realidad de las Santas

    Manifestaciones, tal como el sol resplandece en

    un limpio y bruido espejo, con todas sus

    perfecciones y sus gracias. Si se dijera que los

    espejos son las manifestaciones del sol y los

    puntos de amanecer del astro naciente, ello no

    significara que el sol haya descendido desde las

    alturas de su santidad, ni que haya venido a

    alojarse en el espejo, ni que la Realidad Ilimitada

    est circunscrita a este plano de manifestacin.

    Dios no lo permita! Ese es el creer de los

    antropomorfistas. Antes bien, todas las alabanzas,

    descripciones y expresiones de exaltacin que se

  • refieran a las Santas Manifestaciones, es decir,

    todas las descripciones, cualidades, nombres y

    atributos mencionados por nosotros corresponden

    a las Divinas Manifestaciones. Mas, puesto que

    nadie ha alcanzado la realidad de la Esencia de la

    Deidad, tampoco nadie es capaz de describirla,

    explicarla, alabarla o glorificarla. As pues, todo

    lo que la realidad humana conoce, descubre y

    comprende en materia de nombres, atributos y

    perfecciones de Dios, se refiere a las Santas

    Manifestaciones. No hay entrada a nada ms.

    Sin embargo, solemos hablar de los nombres y

    atributos de la Realidad Divina, glorificando a

    Dios y atribuyndole vista, odo, poder, vida y

    conocimiento. Confirmamos esos nombres y

    atributos, no para dar prueba de las perfecciones

    de Dios, sino para negar que puedan existir en l

    imperfecciones. Al contemplar el mundo

    existente, vemos que la ignorancia es

    imperfeccin y el conocimiento es perfeccin. De

    ah que digamos que la Esencia santificada de

    Dios es sabidura. La debilidad es imperfeccin, y

    el poder es perfeccin. Consecuentemente,

    decimos que la Esencia santificada de Dios es la

  • cima del poder. No es que podamos comprender

    su sabidura, su visin, su poder o su vida, algo

    que sobrepasa nuestra comprensin. Pues los

    nombres y atributos esenciales de Dios son

    idnticos a su Esencia, y su Esencia est por

    encima de toda comprensin. Si los atributos no

    fueran idnticos a la Esencia, necesariamente

    habra tambin una multiplicidad de

    preexistencias, y existiran diferencias entre los

    atributos y la Esencia; y como la preexistencia es

    inevitable, entonces, la sucesin de preexistencias

    sera infinita. Todo lo cual es un error palpable.

    Es evidente que si deseamos imaginar la Realidad

    de la Deidad, esta imaginacin constituye el

    contenido, y nosotros el continente. Asimismo, es

    indudable que el continente es mayor que el

    contenido. De ello se desprende clara y

    evidentemente que si concebimos una Realidad

    Divina fuera de las Santas Manifestaciones, el

    resultado es pura imaginacin, pues no existe

    medio de allegarse a la Realidad de la Deidad que

    no nos est vedado. En ese sentido, todo cuanto

    nos imaginemos es mera suposicin.

  • Segn eso, repara en cmo los diferentes pueblos

    del mundo dan vueltas alrededor de sus

    imaginaciones, venerando los dolos de sus ideas

    y conjeturas. No son conscientes de ello. Creen

    que sus imaginaciones son la Realidad, esa

    Realidad que est alejada de toda comprensin y

    purificada de toda descripcin. Se consideran a s

    mismos como el pueblo de la Unidad, y a los

    dems como adoradores de dolos; pero los dolos

    cuentan con cierta existencia, aunque slo sea

    mineral, en tanto que los dolos de las ideas y de

    las imaginaciones de los hombres no son sino

    fantasas, carentes siquiera de consistencia ptrea.

    Cuidaos, oh vosotros que estis dotados de discernimiento.

    Unidad entre realidad y conciencia

    Pensar la sntesis de naturaleza y espritu quiere

    decir tambin pensar la unin

    entre realidad y conciencia, entre lo objetivo y

    lo subjetivo, entre lo exterior y lo interior,

    entre sentidos y razn. En suma, entre lo finito y

  • lo infinito, entre Dios y el mundo, entre

    el Creador y su creacin.

    El Absoluto como sntesis donde se resuelve,

    sin aniquilarse, toda dualidad.

    Para comprender toda la realidad (toda la realidad

    y cualquier realidad) hay que comprenderla en

    relacin con lo Absoluto. Para comprender

    cualquier cosa finita, hay que ponerla en relacin

    con lo infinito. En seguida hablamos de ello, pero

    antes recordaremos que lo real es para Hegel lo

    activo, lo que tiene capacidad para desplegarse a

    partir de s mismo. Por eso lo real es

    un proceso u devenir o llegar a ser. La realidad

    es sustancia pero tambin sujeto.

    Como sustancia es lo permanente, lo esencial, lo

    que se objetiva o exterioriza (en lenguaje

    religioso: El mundo como la objetivacin o

    exteriorizacin o la negacin- de Dios); como

  • sujeto, es conciencia, espritu que conoce,

    capacidad de interiorizacin, vuelta a s mismo.

    Pues bien, para Hegel el Absoluto es sustancia y

    es sujeto. Su mejor definicin es decir que

    es espritu infinito (el buen infinito, que no est

    separado de lo finito, sino que lo incluye dentro

    de s. Pues, en efecto, lo finito no puede limitar o

    poner lmites a lo Absoluto). Lo Absoluto es Dios

    o, como tambin lo llama Hegel, la Idea (la Idea

    es el concepto adecuado del Absoluto).

    Hay que darse cuenta de que para Hegel no

    conocemos de verdad ninguna cosa si no es en su

    relacin con el Absoluto (saliendo, por as decir

    del Absoluto, como un momento finito pero necesario- del Absoluto). La verdad es

    la totalidad. Por tanto, el Absoluto slo existe

    concretndose y encarnndose en todas las cosas

    (en la naturaleza y el espritu finitos). Por eso no

    se puede definir el Absoluto, ni hay que pensar

    que el Absoluto sea una cosa absoluta,

    sino el fundamento absoluto de todas las cosas.

  • Realidad absoluta y realidad relativa

    Decir que todo es espritu absoluto, que todo es el

    absoluto, quiere decir que nada tiene ser, ni es por

    tanto verdaderamente conocido, repetimos, si no

    es entendido en su ltima raz, como

    un momento de la vida infinita. Por eso dice

    Hegel que la verdad no se encuentra en la cosa,

    nunca se encuentra en el resultado concreto,

    provisional (esto es decisivo para entender

    la historia en Hegel). El resultado sera como el

    cadver que ha dejado en pos de s la tendencia

    que lo engendr. Lo verdadero dice Hegel- no es el resultado sino el todo; aquello que vincula el

    resultado a su principio o fundamento.

    Realidad progresiva

    La verdadera naturaleza de lo finito escribe Hegel- es esta: que es infinito. Ahora bien, lo

  • Absoluto (que comprende ambos conceptos,

    finito e infinito) no es para Hegel una unidad abstracta ms all de todas las

    limitaciones y allende todo saber, sino la totalidad

    concreta que se despliega como naturaleza y

    espritu. Los dos conceptos claves de la filosofa

    occidental.

    La tarea de Hegel es precisar lo que ensambla la

    naturaleza y el espritu en el todo del universo.

    Para Hegel la naturaleza y el espritu tienen un

    fundamento comn que encierra en s todo cuanto

    hay, constituyendo un todo, del cual emerge todo

    lo que existe y retorna a l. A ste Absoluto llama

    espritu. As el punto de partida de la filosofa

    hegeliana es el Absoluto, entendido como

    fundamento absoluto de todas las cosas. De este

    punto inicial arranca el sistema hegeliano, como

    un titnico esfuerzo por mostrar que el Absoluto

    tiene que brotar de s mismo, para engendrar la

    totalidad de las infinitas cosas que luego llamar

    naturaleza y espritu. El Absoluto se posee a s

    mismo en su actividad fundante de todo cuanto

    existe y sta autoposesin es el concebir o

  • concepto. Al concepto adecuado del Absoluto

    llama Hegel, Idea. Tambin, al igual que

    Parmnides, identifica ser y pensar en una misma

    y nica realidad, que es el espritu. La solucin de

    Hegel al problema entre la relacin del ser y el

    pensar consiste en identificar a ambos.

    Ahora nos hallamos en condiciones de entender

    que, para Hegel, todo lo que hemos dicho se

    aplica a lo absoluto y tambin se aplica a cada

    momento individual de la realidad (se aplica a la

    realidad en su conjunto y en cada una de sus

    partes), porque lo absoluto hegeliano es tan

    compacto que exige por fuerza la totalidad de sus

    partes, sin excluir ninguna. Cada momento de lo

    real es un momento indispensable para lo

    absoluto, porque ste se hace y se realiza en todos

    y cada uno de estos momentos, de manera que

    cada momento se convierte en algo

    absolutamente necesario. Lo real, pues, es un

    proceso que se autocrea mientras va recorriendo

    sus momentos sucesivos, y en el cual lo positivo

    es el movimiento mismo, que constituye un

    autoenriquecimiento progresivo.

  • El espritu

    La razn que se realiza en un pueblo libre y en

    sus instituciones es la conciencia que vuelve a

    unirse ntimamente con su propia substancia

    tica, convirtindose en espritu. El espritu es el

    individuo que constituye un mundo como el que

    se lleva a cabo en la vida de un pueblo libre. El

    espritu es la unidad de la autoconciencia en la

    perfecta libertad e independencia, y al mismo

    tiempo en su oposicin mediata. El espritu es

    yo que es nosotros, nosotros que es yo. Nada

    de lo que manifiesta Hegel podra entenderlo

    quien no tuviese siempre presente la dimensin

    intersubjetiva, social, del espritu.

  • Captulo Seis

    La Divinidad y la Realidad Universal

    El Concepto Filosfico del YO SOY

    El YO SOY es el Infinito; el YO SOY es tambin

    la infinidad. Desde un punto de vista secuencial,

    temporal, toda realidad tiene su origen en el

    infinito YO SOY, cuya solitaria existencia en la

    eternidad infinita pasada debe ser el principal

    postulado filosfico de la criatura finita. El

    concepto del YO SOY connota infinidad no

    cualificada, la realidad no diferenciada de todo lo

    que podra ser para siempre en toda la eternidad

    infinita.

    Como concepto existencial el YO SOY no es ni

    deificado ni no deificado, ni actual ni potencial,

    ni personal ni impersonal, ni esttico ni dinmico.

    No se puede aplicar cualificacin alguna al

    Infinito excepto que podemos decir que el YO

    SOY es. El postulado filosfico del YO SOY es

  • un concepto universal un tanto ms difcil de

    comprender que el del Absoluto.

    Para la mente finita ha de haber sencillamente un

    comienzo, y aunque nunca hubo un verdadero

    comienzo de la realidad, sin embargo existen

    ciertas relaciones de fuente que la realidad

    manifiesta a la infinidad. La situacin primordial

    de eternidad, que representa la prerrealidad,

    puede pensarse en cierto modo como sigue: en

    algn momento infinitamente distante, hipottico,

    en la eternidad pasada, el YO SOY puede ser

    concebido como cosa y como no cosa, como

    causa y como efecto, como volicin y como

    respuesta. En este momento hipottico de la

    eternidad no hay diferencia alguna en toda la

    infinidad. La infinidad est colmada por el

    Infinito; el Infinito envuelve la infinidad. ste es

    un momento hipottico esttico de la eternidad;

    los actuales an estn contenidos dentro de sus

    potenciales, y los potenciales an no han

    aparecido dentro de la infinidad del YO SOY.

    Pero aun en esta situacin conjetural debemos

  • suponer la existencia de la posibilidad de la

    autovoluntad.

    La infinidad se encuentra efectivamente remota

    del nivel experiencial de la comprensin mortal,

    nuestros conceptos de la infinidad estn

    creciendo, y continuarn creciendo a lo largo de

    vuestras carreras sin fin que se extienden hacia

    adelante en la eternidad futura. La infinidad no

    cualificada no tiene sentido para la criatura finita,

    pero la infinidad es capaz de autolimitacin y

    susceptible a la expresin de la realidad para

    todos los niveles de las existencias universales. Y

    el rostro que el Infinito ofrece a todas las

    personalidades del universo es el rostro de un

    Padre, el Padre Universal del amor.

    El YO SOY como Triuno y Sptuple

    Al considerar la gnesis de la realidad, recordad

    siempre que toda realidad absoluta viene de la

    eternidad y no tiene principio de existencia.

  • Cuando hablamos de realidad absoluta, nos

    referimos a las tres personas existenciales de la

    Deidad, la Isla del Paraso, y los tres Absolutos.

    Estas siete realidades son coordinadamente

    eternas, aunque nosotros recurramos al lenguaje

    espacio-temporal en la presentacin de sus

    orgenes secuenciales a los seres humanos.

    Al seguir la ilustracin cronolgica de los

    orgenes de la realidad, debe haber un momento

    terico postulado de primera expresin volitiva

    y primera reaccin repercusiva dentro del YO

    SOY. En nuestro intento de describir la gnesis y

    generacin de la realidad, esta etapa puede ser

    concebida como la autodiferenciacin de El Uno

    Infinito desde La Infinitud, pero la postulacin de

    esta relacin dual debe ser ampliada siempre a

    una concepcin triuna y sptuple mediante el

    reconocimiento del continuo eterno de La

    Infinidad, el YO SOY.

    Esta autometamorfosis del YO SOY culmina en

    la diferenciacin mltiple de la realidad deificada

  • y de la realidad no deificada, de la realidad

    potencial y actual, y de ciertas otras realidades

    que difcilmente pueden ser clasificadas de este

    modo. Estas diferenciaciones del YO SOY

    monista-terico estn eternamente integradas por

    interrelaciones simultneas que surgen dentro del

    mismo YO SOY la prerrealidad prepotencial, preactual, prepersonal, monotesta que, aunque

    infinita, se revela como absoluta en la presencia

    de la Deidad y como personalidad en el amor

    ilimitado del Padre Universal.

    Mediante estas metamorfosis internas el YO SOY

    est estableciendo la base para una autorrelacin

    sptuple. El concepto filosfico (temporal) del

    YO SOY solitario y el concepto transicional

    (temporal) del YO SOY como triuno pueden ser

    ampliados ahora para abarcar el YO SOY como

    sptuple. Esta naturaleza sptuple o de siete fases puede ser sugerida de la mejor manera en relacin con los Siete Absolutos de la Infinidad:

    Los Siete Absolutos de la Infinidad

  • Las siete relaciones primarias dentro del YO SOY

    se eternizan como los Siete Absolutos de la

    Infinidad. Pero aunque podamos describir los

    orgenes de la realidad y la diferenciacin de la

    infinidad mediante una narrativa secuencial, de

    hecho los Siete Absolutos son no cualificada y

    coordinadamente eternos. Tal vez sea necesario

    para la mente mortal concebir sus comienzos,

    pero este concepto debera ser siempre opacado

    por la realizacin de que los siete Absolutos no

    tuvieron comienzo; son eternos y as lo han sido

    siempre. Los siete Absolutos son la premisa de la

    realidad. Han sido descritos en estos documentos

    como sigue:

    El Absoluto de Deidad. Las posibilidades

    causacionales, potencialmente personales de la

    realidad universal, la totalidad de todo el

    potencial de Deidad. El Absoluto de Deidad es el

    cualificador de propsito de las realidades no

    cualificadas, absolutas y no deidad. El Absoluto

    de Deidad es el cualificador de lo absoluto y el

    absolutizador de lo cualificado el indicador del destino.

  • El Absoluto Universal. Unificador de lo

    deificado y lo no deificado; correlacionador de lo

    absoluto y lo relativo. El Absoluto Universal

    (siendo esttico, potencial y asociativo) compensa

    la tensin entre lo existente sempiterno y lo no

    completado.

    La Unidad, la Dualidad y la Triunidad

    La existencia en la eternidad del YO SOY es la

    fuente primaria de toda realidad. Y

    concomitantemente, la autosegmentacin del YO

    SOY se asocia en autorrelaciones primarias: las

    siete fases de la infinidad. Y simultneamente con

    esta suposicin existe el tercer postulado: la

    aparicin en la eternidad de los Siete Absolutos

    de la Infinidad y la eternizacin de la asociacin

    de dualidad de las siete fases del YO SOY y de

    estos siete Absolutos.

    La autorrevelacin del YO SOY procede de este

    modo a partir del yo esttico a travs de la

  • autosegmentacin y de la autorrelacin a las

    relaciones absolutas, relaciones con los Absolutos

    autoderivados. La dualidad se torna as existente

    en la asociacin eterna de los Siete Absolutos de

    la Infinidad con la infinidad sptuple de las fases

    autosegmentadas del autorrevelador YO SOY.

    Estas relaciones duales, que se eternizan en los

    universos como los siete Absolutos, eternizan los

    cimientos bsicos para toda realidad universal. Se

    ha dicho alguna vez que la unidad origina la

    dualidad, que la dualidad origina la triunidad, y

    que la triunidad es el antepasado eterno de todas

    las cosas.

    La Promulgacin de la Realidad Finita

    As como la diversificacin original del YO SOY

    debe ser atribuida a la volicin inherente y

    autocontenida, del mismo modo la promulgacin

    de la realidad finita debe ser adscrita a los actos

    volitivos de la Deidad del Paraso y a los ajustes

    repercusionales de las triunidades funcionales.

  • Antes de la deidadizacin de lo finito, parecera

    que toda diversificacin de la realidad se produjo

    en niveles absolutos; pero la accin volitiva que

    promulga la realidad finita connota una

    cualificacin de la absolutez e implica la

    aparicin de relatividades.

    Estas transacciones inconcebibles marcan el

    comienzo de la historia universal, marcan la

    llegada a la existencia el tiempo mismo. Para una

    criatura, el comienzo de lo finito es la gnesis de

    la realidad; visto por la mente de la criatura, no

    hay actualidad concebible antes de lo finito.

    Las Repercusiones de la Realidad Finita

    La entera promulgacin de las existencias finitas

    representa una transferencia de los potenciales a

    los actuales dentro de las asociaciones absolutas

    de la infinidad funcional. El universo en el cual

    vivimos ahora puede ser concebido como

    existente en los niveles finito, trascendental y

  • absoluto. ste es el escenario csmico en el cual

    se representa el drama sin fin del funcionamiento

    de la personalidad y de la metamorfosis de la

    energa.

  • Captulo Siete

    Niveles de la Realidad

    No es suficiente que el mortal ascendente

    conozca algo de las relaciones de la Deidad con la

    gnesis y las manifestaciones de la realidad

    csmica; tambin debera comprender algo de las

    relaciones existentes entre l mismo y los

    numerosos niveles de realidades existenciales y

    experienciales, algo de las realidades potenciales

    y actuales. La orientacin terrestre del hombre, su

    discernimiento csmico y su direccionizacin

    espiritual estn enaltecidos por una mejor

    comprensin de las realidades del universo y de

    sus tcnicas de interasociacin, integracin y

    unificacin. El universo emergente est hechos de

    muchas formas y fases de la realidad que, a su

    vez, existen en diversos niveles de actividad

    funcional.

    Realidad del ser humano

  • El hombre, un ser personal y ascendente por

    progresin espiritual, encuentra la divinidad

    personal y espiritual de la Deidad Sptuple; pero

    existen otras fases del Sptuple que no estn

    relacionadas con la progresin de la personalidad.

    Los aspectos de divinidad de este grupo de

    Deidades estn actualmente integrados en la

    vinculacin entre el espritus, pero estn

    destinados a ser eternamente unificados en la

    personalidad emergente del Ser Supremo. Las

    dems fases de la Deidad Sptuple estn

    variadamente integradas en la presente edad

    universal, pero todos ellos estn del mismo modo

    destinados a ser unificados en el Supremo. El

    Sptuple, en todas sus fases, es la fuente de la

    unidad relativa de la realidad funcional del gran

    universo presente.

    El concepto del Supremo debe proveer el

    reconocimiento diferencial de la persona

    espiritual, el poder evolucionario, y la sntesis de

    poder-personalidad la unificacin del poder evolucionario con la personalidad espiritual y

    dominada por la misma.

  • As finalmente el Ser Supremo logra abarcar a

    todo lo que evoluciona en el tiempo y en el

    espacio, confiriendo personalidad espiritual a

    estas cualidades. Puesto que las criaturas, aun los

    mortales, participan como personalidades en esta

    transaccin majestuosa, alcanzan con certidumbre

    la capacidad de conocer al Supremo y de percibir

    al Supremo como verdaderos hijos de dicha

    Deidad evolucionaria.

    Pero aparte de las repercusiones administrativas

    concomitantes al surgimiento de la Deidad

    ltima, los valores personales de su divinidad

    trascendental sern experienciables por todas las

    personalidades que hayan participado en la

    actualizacin de este nivel de Deidad. La

    trascendencia de lo finito puede conducir tan slo

    al logro ltimo. Dios existe en la trascendencia

    del tiempo y del espacio pero sin embargo es

    subabsoluto a pesar de la inherente capacidad de

    asociacin funcional con los absolutos.

  • Si suponemos un cosmos infinito un cosmos ilimitable ms all del universo y si concebimos que los desarrollos finales de la

    Trinidad Absoluta tomarn lugar all afuera en tal

    escenario de accin, se torna posible conjeturar

    que la funcin completa de la Trinidad Absoluta

    alcanzar la expresin final en las creaciones de

    la infinidad y consumar la actualizacin absoluta

    de todos los potenciales. La integracin y

    asociacin de segmentos en constante ampliacin

    de la realidad se ir acercando a la absolutez del

    estado proporcionalmente a la inclusin de toda

    realidad dentro de los segmentos as asociados.

    Dicho de otra manera: la Trinidad Absoluta,

    como su nombre implica, es realmente absoluta

    en funcin total. No sabemos cmo una funcin

    absoluta puede lograr una expresin total sobre

    una base cualificada, limitada o de otra manera

    restringida. Por lo tanto debemos suponer que

    toda funcin de totalidad semejante ser no

    condicionada (potencialmente). Y parecera

    tambin que el no condicionado tambin sera sin

    lmites, por lo menos desde un punto de vista

  • cualitativo, aunque no estamos igualmente

    seguros en cuanto a las relaciones cuantitativas.

    La Finalidad del Destino

    Algunas de las dificultades al formar conceptos

    de la integracin de la realidad infinita son

    inherentes al hecho de que dichas ideas

    comprenden algo de la finalidad del desarrollo

    universal, un tipo de realizacin experiencial de

    todo lo que puede ser jams. Y es inconcebible

    que la infinidad cuantitativa pueda jams tornarse

    completamente real en finalidad. Siempre deben

    quedar posibilidades no exploradas en los tres

    Absolutos potenciales que ninguna cantidad de

    desarrollo experiencial podra agotar jams. La

    eternidad misma, aunque absoluta, no es ms de

    absoluta.

    Por ms que crezcas en la comprensin de Padre,

    tu mente siempre va a titubear ante la infinidad no

    revelada del Padre-YO SOY, la vastedad

  • inexplorada la cual siempre permanecer

    insondable e incomprensible a travs de todos los

    ciclos de la eternidad. Aunque alcancis mucho

    de Dios, siempre habr ms de l, la existencia

    del cual vosotros jams sospecharis siquiera. Y

    creemos que esto es igualmente verdad en los

    niveles trascendentales como lo es en los

    dominios de la existencia finita. La bsqueda de

    Dios no tiene fin!

    La Unificacin Existencial Infinita

    En el concepto de la Trinidad la unificacin

    experiencial posible de la realidad ilimitada, y a

    veces teorizamos que todo esto puede suceder en

    la eternidad ms lejana y alejada. Sin embargo

    hay una unificacin actual y presente de la

    infinidad en esta misma edad as como en todas

    las edades pasadas y futuras del universo; dicha

    unificacin es existencial en la Trinidad del

    Paraso. La unificacin de la Infinidad como

    realidad experiencial es impensablemente remota,

    pero una unidad no cualificada de la infinidad

  • domina ahora el momento presente de la

    existencia universal y une las divergencias de

    toda realidad con una majestuosidad existencial

    que es absoluta.

    Cuando las criaturas finitas intentan concebir la

    unificacin infinita de los niveles de la finalidad

    de la eternidad consumada, se enfrentan con las

    limitaciones intelectuales inherentes a sus

    existencias finitas. El tiempo, el espacio y la

    experiencia constituyen barreras para el concepto

    de la criatura; y an, sin tiempo, aparte del

    espacio y exceptuando la experiencia, ninguna

    criatura podra alcanzar ni siquiera una

    comprensin limitada de la realidad universal. Sin

    sensibilidad por el tiempo, ninguna criatura

    evolucionaria podra posiblemente percibir las

    relaciones de secuencia. Sin percepcin del

    espacio, ninguna criatura podra imaginar las

    relaciones de simultaneidad. Sin experiencia,

    ninguna criatura evolucionaria podra siquiera

    existir; slo los Siete Absolutos de la Infinidad

    verdaderamente trascienden la experiencia, y aun

    stos pueden ser experienciales en ciertas fases.

  • El tiempo, el espacio y la experiencia son los

    mayores auxilios del hombre para la percepcin

    relativa de la realidad y sin embargo son sus

    obstculos ms formidables para la plena

    percepcin de la realidad. Los mortales

    encuentramos necesario pensar en los potenciales

    como siendo actualizados en el espacio y

    evolucionando hasta dar frutos en el tiempo, pero

    todo este proceso es un fenmeno espacio-

    temporal que en realidad no ocurre en el Paraso y

    la eternidad. En el nivel absoluto no hay ni

    tiempo ni espacio; todos los potenciales pueden

    ser percibidos all como actuales.

    Unidad de la realidad

    El concepto de la unificacin de toda realidad, en

    esta o en cualquier otra edad universal, es

    bsicamente doble: existencial y experiencial.

    Dicha unidad est en proceso de realizacin

    experiencial en la Trinidad, pero el grado de la

    actualizacin aparente de esta Trinidad es

  • directamente proporcional a la desaparicin de las

    cualificaciones e imperfecciones de la realidad en

    el cosmos. Pero la integracin total de la realidad

    est eterna y existencialmente presente en forma

    no cualificada en la Trinidad del Paraso, dentro

    de la cual, en este mismo momento universal, la

    realidad infinita est absolutamente unificada.

    La paradoja creada por los puntos de vista

    experiencial y existencial es inevitable y se basa

    en parte en el hecho de que la Trinidad del

    Paraso es cada una de ellas una relacin en la

    eternidad que los mortales tan slo pueden

    percibir como relatividad espacio-temporal. El

    concepto humano de la actualizacin experiencial

    gradual de la Trinidad de Trinidades el punto de vista temporal debe ser suplementado por el postulado adicional de que es ya un hecho el punto de vista de la eternidad. Pero cmo

    pueden ser reconciliados estos dos puntos de

    vista? Para los mortales finitos, la aceptacin de

    la verdad de que la Trinidad del Paraso es la

    unificacin existencial de la infinidad, y la

    incapacidad de detectar la presencia actual y la

  • manifestacin completa de la Trinidad

    experiencial.

    El YO SOY, en el anlisis final, debe

    existir antes de todos los existenciales

    y despus de todos los experienciales. Tarde o

    temprano todos nos damos cuenta de que todo

    crecimiento de la criatura es proporcional a la

    identificacin con el Padre. Llegamos a la

    comprensin de que vivir la voluntad de Dios es

    el pasaporte eterno a la posibilidad sin fin de la

    infinidad misma. Los mortales alguna vez

    entienden que el xito en la exploracin del

    Infinito es directamente proporcional al alcance

    de la semejanza con el Padre, y que en esta edad

    universal se revelarn las realidades del Padre

    dentro de las cualidades de la divinidad. Y estas

    cualidades de la divinidad pueden ser apropiadas

    en forma personal por parte de las criaturas del

    universo mediante la experiencia de vivir

    divinamente, y que vivir divinamente significa

    realmente vivir la voluntad de Dios.

  • Hacer la voluntad de Dios

    Para las criaturas materiales, finitas,

    evolucionarias, una vida basada en vivir la

    voluntad del Padre conduce directamente al

    alcance de la supremaca del espritu en la arena

    de la personalidad y lleva a dichas criaturas un

    paso ms cerca de la comprensin del Padre-

    Infinito. Tal vida para el Padre est basada en la

    Verdad, es sensible a la belleza, y est dominada

    por la bondad. Una persona que s conoce a Dios

    est iluminada interiormente por la adoracin y

    exteriormente se dedica al servicio totalmente

    sincero de la hermandad universal de todas las

    personalidades, un ministerio de servicio que est

    lleno de misericordia y motivado por el Amor,

    mientras que estas cualidades de vida estn

    unificadas en la personalidad evolutiva sobre los

    niveles en constante ascensin de sabidura

    csmica, autorrealizacin, encuentro con Dios y

    adoracin al Padre de la Creacin.

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