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De este modo es el poder quien regula los movimientos sociales, económicos y políticos; está entrelazado con cada momento de nuestra existencia. Tanto así que tiene la capacidad de determinar lo que es normal, como se muestra en la obra El gesticulador por Rodolfo Usigli. Cabe señalar que se entiende por normalidad a todo lo que se establece como rutina, aquello que se vuelve probable y sobre todo que no se pone en cuestión, aquello que se vuelve “canónico” (Ortúzar, 2010).
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Del Toro 1
Del ejercicio de poder a la normalidad
El poder es una fuerza indiscutiblemente imponente que a través de su dicotomía fuerte-
débil, mando-obediencia, tiene la capacidad de regir desde actividades biológicas
microscópicas hasta movimientos físicos astrológicos.
Entre los humanos hemos construido redes de poder tan complejas y
enmarañadas que podemos afirmar que en toda actividad antropogénica existe una
relación de poder. Éstas las encontramos diariamente en relaciones de pareja, entre
amigos y en la familia; también están presentes entre países, entre políticos y electores,
entre mayorías y minorías, entre empresas y empleados, por mencionar algunos
ejemplos (Gil, 2009).
De este modo es el poder quien regula los movimientos sociales, económicos y
políticos; está entrelazado con cada momento de nuestra existencia. Tanto así que tiene
la capacidad de determinar lo que es normal, como se muestra en la obra El gesticulador
por Rodolfo Usigli. Cabe señalar que se entiende por normalidad a todo lo que se
establece como rutina, aquello que se vuelve probable y sobre todo que no se pone en
cuestión, aquello que se vuelve “canónico” (Ortúzar, 2010).
César Rubio, un humilde profesor de historia, recién llegó a instalarse junto con
su familia a un pueblo del norte del país. A raíz de la visita ocasional de un americano,
también profesor de historia, César Rubio se hace pasar por un héroe revolucionario.
Esta obra nos sitúa en un México post-revolucionario, donde las elecciones se avecinan
y con ellas una serie de engaños, disputas por el poder, vicios políticos y violencia.
El poder en el relato se representa de diversas formas, a continuación se
ahondará más en el poder social, tradicional, económico, político y simbólico. Se
analizará su capacidad de alterar el orden, de distinguir ciertas cosas, valorarlas y
nombrarlas como algo “normal” o como algo socialmente aceptado.
Por lo general tenemos la libertad de elegir ciertas cosas, personas o servicios,
pero… ¿hasta qué punto tomamos decisiones auténticas sin la influencia de una
constante presión social?
Claudia Del Toro Runzer
Cine, arte y cultura
Del Toro 2
En el primer acto es evidente el desprecio Julia y de Miguel hacia su padre,
César Rubio. Ellos se quejan constantemente de la pobreza en la que viven, culpan a su
padre, lo consideran un fracasado y se lo hacen saber. Por otro lado, Bolton, el profesor
americano de Harvard, está en busca de la verdad sobre el héroe detrás de la Revolución
Mexicana. César se la cuenta por una suma de dinero, pero el americano se ve incrédulo
ante la muerte tan insignificante para el portento de personaje del que hablaban. Como
resultado de la constante crítica de sus hijos y de la insistencia de Bolton por una verdad
que se acomodara a sus expectativas, César finge ser el mismo héroe que el americano
buscaba, decide ser el general César Rubio, que en realidad lo único que lo ligaba a él
era el mismo nombre, la edad y que eran originarios de la misma tierra “BOLTON.-
(cayendo casi de espaldas) ¿Usted? (...) Eso lo explica todo, ¿verdad? CESAR.- (…)
Sí… lo explica todo” (Usigli, 2002, p. 53).
Así pues, como individuos-masa que somos, nos sometemos constantemente al
poder de la presión social; la cual nos hace tomar decisiones aparentemente normales,
que en otras circunstancias pueden no serlo. En El gesticulador, César Rubio adopta
una identidad falsa sin el menor titubeo; lo cual muestra la normalidad de un
comportamiento influenciado por el poder de la presión social, y que en otro contexto se
vería como algo indebido.
En el segundo acto se aprecia cómo Elena, la esposa de César, representa a la
voz de la moral y de la razón. Constantemente le comunica a su marido lo mal que hace
en mentir y en robar una identidad. También se niega rotundamente a que César acepte
la propuesta que le ofrecen los políticos. A pesar de saber la verdad y de tener un juicio
ético maduro, Elena permanece cómplice de los engaños de su esposo. Es víctima del
poder tradicional que la envuelve, en específico, del machismo. En otro tiempo éste se
imponía con formas violentas y físicas. Actualmente, y lo podemos observar en el libro,
esta práctica fue sustituida por otra más delicada, la sumisión. En otras palabras, el
poder derivado de la falsa superioridad del hombre que por siglos ha sometido a las
mujeres bajo su dominio se encarna en Elena; quien a pesar de conocer la verdad y de
presentir los riesgos nunca es capaz de tomar una decisión tajante o un papel activo
“ELENA.- (Cerca de César) No oigas nada más ya César. Diles que se vayan…te lo
pido por…” (Usigli, 2002, p. 85). Su papel de mujer dependiente, abnegada y manejable
se observa como normal.
Del Toro 3
En este mismo ejemplo así como en el primero tiene cabida el poder económico.
Éste puede explicar la mentira de César y el silencio de Elena, demuestra los intereses
que ella también posee. La necesidad de un sustento para su familia los hace partícipes
de un fraude. Ellos ven como normal sobreponer ante todo la seguridad y el bienestar
económico de su hogar, por lo que deciden involucrarse en esta treta “ELENA.- Tienes
el dinero, yo no podría verte tirarlo ahora que lo tienes; no podría: me dan tanta
inquietud , tanta inseguridad mis hijos.” (Usigli, 2002, p. 62).
A lo largo de la obra se puede apreciar la metamorfosis del personaje principal.
Inicialmente, César Rubio se oponía a participar como candidato del Partido “CESAR.-
(…) Me alejé para siempre de la política. Prefiero continuar mi vida oscura y política de
hasta ahora” (Usigli, 2002, p. 80). Pero, tras la insistencia de los miembros del Partido
y ante los evidentes beneficios de un puesto político como el que le ofrecían, cede a la
seducción del poder. Este libro es un reflejo de la triste realidad, donde el mal gobierno
y el abuso del poder “se han convertido en la regla en lugar de la excepción” (Císero,
2011), es decir en lo normal más que en lo irregular donde se vela solo por el bien de
una minoría elitista. De este modo observamos el peso del poder político, y su
capacidad de influenciar no sólo la normalidad sino también en lo moral.
Tanto el poder político como el económico dan pie al poder simbólico o de
creerse la mentira (Moreno, 2006). Aquí, el juego entre el ser y el parecer deja de ser
un juego porque, el mismo César Rubio se sumerge tanto en su falsa que ésta deja de
serlo y se vuelve real. De esta manera el profesor se despoja poco a poco de su identidad
original para convertirse en gesticulador, que a final de cuentas se vuelve una identidad
verdadera “ESTRELLA.- El heroísmo es una especie de juventud eterna, mi general.
CESAR.- Es verdad. Este retrato se parece más al César Rubio de principios de
revolución que a mí. Y sin embargo, soy yo.” (Usigli, 2002, p. 98).
Dicho lo anterior podemos darnos cuenta cómo los distintos tipos de poder,
social, tradicional, económico, político y simbólico, pueden tergiversar la realidad y
según convenga definir lo normal. Por desgracia las relaciones de poder entre humanos
implican en su mayoría imposición y abuso, por lo que la normalidad que deriva de este
ejercicio se encuentra igualmente corrupta. El mismo César Rubio lo explica antes de
verse engolosinado con el poder: “El poder mata siempre el valor personal del hombre.
O se es hombre o se tiene poder. Yo soy hombre” (Usigli, 2002, p. 83).
Del Toro 4
Referencias
Císero, Eric. (2011). El límite al poder político como función primordial de la
constitución. Recuperado de http://www.scielo.org.bo/scielo.php?pid=S2070-
81572011000100003&script=sci_arttext
Gil, Marta. (2009).Poder, verdad y normalidad: genealogía del hombre moderno a
través de la lectura de M. Foucault. Recuperado de
http://www.filosofia.net/materiales/articulos/a_28.html
Moreno, César. (2006). Bourdieu, Foucault y el poder. Ibero Forum. Recuperado de
http://www.uia.mx/actividades/publicaciones/iberoforum/2/pdf/hugo_moreno.pdf
Ortúzar, Pablo (2010). Notas sobre la irrupción de lo anormal: Sacrificio, soberanía y
orden político. Recuperado de
http://congresoconstitucional.cl/wp-content/uploads/2010/08/Pablo-
Ortuzar_12528911462.pdf
Usigli, R. (2002). El gesticulador. México: Editores mexicanos unidos.