DES-CONCIERTO 9 · El Banquete

A D O N I S F E R R O

DES - CONCIERTO 9 · El Banquete1 0 d e m a y o · 1 3 d e j u n i o · 2 0 1 8

CENTRO DE ARTE CONTEmpORáNEO WIfREDO LAm

CuRADuRíA · DANNyS mONTES DE OCA · JOSé mANuEL NOCEDA

donis Ferro expone el Des-concierto 9 · El Banquete en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, como parte de la serie de works in process que bajo el título “Des-concierto” ha desplegado desde 2014 en espacios como

la Galería Galiano, la Galería Servando, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales y la 12 Bienal de La Habana, 2015, durante la cual fue invitado a la muestra colectiva Entre, Dentro y Fuera, curada por Dannys Montes de Oca y Royce W. Smith.

Luego de someter la propuesta a la Beca de Creación conferida por el Centro Wifredo Lam en 2017, donde fuera uno de los principales aspirantes, las generalidades del proyecto, a tono con las prácticas y metodologías artísticas ponderadas en la bienal ya mencionada, junto al rigor del mismo, hicieron al equipo de curadores reco-mendar su inclusión, a modo de reconocimiento, en el programa de exposiciones del año en curso.

El Banquete lleva a su máxima expresión las comple-jidades y traslapes constatables en las ediciones prece-dentes. Difícil de clasificar, con una formación más bien empírica en el campo de las artes visuales, y con cuatro años de estudios de música, este controvertido creador sistematiza con suma libertad el empleo de recursos de naturaleza y origen diversos; se posiciona en una filia-ción cada vez más numerosa suscriptora del everything goes posmoderno y el desmonte de las demarcaciones academicistas entre disciplinas, que opera sin fronte-ras, lo mezcla todo, proclive a la asimilación poliédrica de soportes, medios, lenguajes, tipologías, prácticas y metodologías, en tanto instrumental discursivo desde el cual escruta mejor la realidad.

No es la primera vez que me tropiezo con un artis-tas del Caribe (para no ir muy lejos) con inquietudes tan abarcadoras y el suficiente empuje para controlar pro-cesos complejos de trabajo y gestión, en el que están implicados el diseño del guión, la escenografía, la con-vocatoria a músicos instrumentistas, cantantes líricos, luthiers, directores de teatro, actrices y actores, la ilu-minación, los componentes audiovisuales, entre otros.

A la manera de un cubo de Rubik, Ferro asume casi todo tipo de estrategia representacional. Traza aleacio-nes disciplinares entre artes visuales, literatura, música y teatro, sobre todo el posdramático. Y en algún que otro momento apela a los usos de las tecnologías de la comunicación, la Internet y las redes sociales, subvierte la vacuidad de datos, mensajes, fotos, videos, comer-ciales o publicidad circulantes en ellas, para vehiculizar contenidos poéticos.

El proyecto tiene un punto de salida en El Banquete de Platón que, como no pocos autores subrayan, aborda el amor como tema central, aunque los diálogos pautados en la obra por el filósofo griego introducen otros subtex-tos a no desestimar, bien sea la relación entre el amor y la belleza; lo feo y lo bello; el honor y la vergüenza; el valor, la debilidad y la fortaleza; el placer, el deseo, el poder, la justicia, la maestría de las artes, el bien y la inmortalidad. Pero no creo que siga al pie de la letra el texto filosófico de base. El Banquete es más bien un detonante inspirador, un buen pretexto para colocar si-tuaciones claves de una forma tangencial.

A partir de la obra homónima se concibe un recorrido en cuatro actos –quizás equiparables a los niveles for-mulados por Platón– a la manera de un ensamble calcu-lado entre filosofía y literatura, música, artes escénicas

U n b a n q u e t e d e s b o r d a n t ey artes visuales (pintura, libro objeto, instalación, perfor-mance y video). El peso de la música es notable. Como también remarca la esencialidad performativa de todo su proceso. La “dramaturgia” del proyecto funciona como notas colocadas en un pentagrama. Cada acto tiene su por qué y su identidad definidas: el Acto I: ¡Ah! Hondas ganas, está dedicado a la música y al canto; Acto II: Quería olvidar el gris, tiene su eje rector en la pintura semiabstracta con una perspectiva espacial de 360 grados; Acto III: El Banquete, eje vertebrador de la propuesta, es totalmente performativo; Acto IV: Sonido invisible para despertar a Platón, es la prolongación del primer acto. El primero de ellos se desarrolla en la plan-ta baja del Centro, mientras los tres restantes ocupan el piso posterior del inmueble.

Si las ediciones anteriores respondían al concepto de “acontecimiento” defendido por Fredric Jameson, este “Des-concierto” expande los límites lingüístico-proposi-cionales y no los limita a la fugacidad de un instante ni a su evanescencia, sino que dilata su efecto en el tiempo a través de las diferentes situaciones y su prolongación en la muestra. Al apropiarse del territorio completo del edificio como noción de espacio, genera sentidos acompasados con la entrada de cada acto dentro de una secuencialidad de raíz cinematográfica —el Des-concierto 9 desemboca, por cierto, en una película—, como mismo invoca una dosis marcada de sensorialidad.

Un componente a destacar es el diseño de tres ins-trumentos musicales, que una vez más saca a relucir su deuda con la música. Avezados luthiers cubanos están encargados de materializar sus aspiraciones. Atípicos y únicos, experimentales pero a la vez funcionales, elec-troacústicos, cuyos diseños remedan hasta cierto punto instrumentos arcaicos procedentes de culturas ances-trales, cumplen funciones precisas en la estructura de la obra. Su inserción contiene implícita la voluntad de-colonial de llamar la atención sobre un patrimonio so-noro originario extinto a causa de la hegemonía musical euroccidental, sus instrumentos y sonoridades.

A la vez, como en otras zonas de su pensamiento, más allá de lo multidisciplinar, un proyecto de esta natu-raleza se aproxima a la noción de transdisciplinariedad planteada por Jesús Martín Barbero (en Transdisciplina-riedad: notas para un mapa de sus encrucijadas cogniti-vas y sus conflictos culturales), cuando defiende junto a los saberes altamente especializados de la comunidad de sabios, la imaginación social o de raíz popular en el replanteo de un tipo de conocimiento multidimensional.

En el mejor “estilo” del autor, la polisemia al interior de este “Des-concierto” contiene no pocos apuntes in-herentes a lo humano y lo universal. En particular, coloca acotaciones sobre el campo del arte y sus desarrollos; resulta un guiño de ojo a ciertos comportamientos de las escenas artísticas en sus openings e inauguracio-nes. Admirador de Dada y Fluxus no es de extrañar que en cada una de sus presentaciones, o provocaciones, aflore esa condición irreverente que Adonis Ferro lleva en lo más profundo de su ADN y “desconcierte” siem-pre a parte de las audiencias. Ahora, a través de un ban-quete desbordante al que muchos están convidados, pero solo los elegidos pueden disfrutar.

José Manuel Noceda

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DES-CONCIERTO 11 · Eso no se hace II(performance-intervención)

7mo. Salón de Arte Cubano Contemporáneo, Centro de Desarrollo de las Artes Visuales (CDAV), Habana, 2017

DES-CONCIERTO 0 · Ojo de AguaGalería Galiano

La Habana, 2014

DES-CONCIERTO 5 · La Espina del DiabloGalería ServandoLa Habana, 2015

D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

Me acerco y suena tenue y el suelo está repleto de arena,en él unos dibujos que hizo el tiempo adornan el ritual.Arde la atmósfera y se siente exitante esta luz que señaliza cada cuerpo.Múltiples piernas se avalanchan para escuchar,nadie dice nada, no pueden.Allá en el extremo derecho ruge fuerte una estrella dorada,se ha vuelto una trompeta múltiple que teme,teme el olvido.Nadie escucha realmente su interior,hiede por todas partes esa melodía.Dos piernas yacen desnudas sobre una mesa con garrasque desean morder las columnas arqueadas.Nadie escucha nada.La garganta de ella, la de brazos frágiles, está sedienta,le gusta la leche fría que se filtra entre sus dientes.Nadie sabe que ella tiene sed,que todos tienen sed,que desean huir y romperse las rodillas con los vidriosen el suelo de aquel búcaro que cayó por descuido paternal.

A C T O I¡ A h ! H o n d a s g a n a s

Desde los siglos XVIII y XIX existía un interés por la música del pasado, que se ceñía a los ins-trumentos de la antigua Grecia, Roma y, más

adelante, Egipto y Próximo Oriente. Este conocimien-to era proporcionado por la iconografía, venía dado principalmente por el anticuarismo y la musicología, y se limitaba a la descripción de los instrumentos y a la música que se tocaba con ellos. A partir del siglo XX se entremezclan los estudios etnológicos con los histó-ricos y los hallazgos arqueológicos, dando lugar a nue-vos enfoques sobre el origen y desarrollo de la música desde las sociedades menos avanzadas hasta las más complejas, siguiendo un planteamiento evolucionista. Sobre esta línea aparecen trabajos como La Música en el Mundo Antiguo. Oriente y Occidente (1943), a cargo del musicólogo germano-estadounidense, Curt Sachs (1881-1959), fundador de la organología moderna.

Hacia los años 60 se le atribuye más importancia al estudio de la música desde la etnología y la antro-pología, y para la década del 70 surge la llamada Ar-queología Musical, que promueve la importancia en la

investigación arqueológica de aspectos como el ritual o el mundo simbólico, más allá de las investigaciones puramente tipológicas o socioeconómicas anteriores.

Esta disciplina se basa en la iconografía musical del pasado: representaciones de instrumentos y actividades musicales en la escultura, la pintura, libros... así como en los restos de instrumentos que puedan hallarse en las ex-cavaciones. En muchos casos no queda registro material de estos objetos,ya que eran fabricados principalmente en materiales perecederos como la madera, de ahí que sea necesario remitirse también a las fuentes escritas y a la arqueología experimental para intentar reproducir ins-trumentos perdidos y sus sonidos.

La interpretación de la iconografía revela la importancia del instrumento, el modo en que se tocaba, la edad, sexo y clase social de los músicos, la existencia de danzas para acompañar los ritmos o de conjuntos instrumentales. La etnomusicología, por su parte, observa los contextos mu-sicales en las sociedades, se acerca a la evolución de los instrumentos en el tiempo y a la dimensión cultural de la música. Las fuentes escritas, si bien constituyen un aporte

La música compuesta para estos instrumentos, estará acompañada por cantos creados a partir de procesos esenciales, relacionados a la más sintética expresión de placer:

4 D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

crucial, en algunas culturas, como la grecolatina, resultan por lo general escasas.

En tanto, el estudio de los instrumentos encontrados en las excavaciones arqueológicas, conocido desde 1968 como paleo-organología, se enfoca en la recons-trucción sonora del pasado. Para ello se tienen en cuenta el contexto en el que estos aparecen y sus caracterís-ticas, además de los aportes de la arqueología experi-mental, que contribuye, sobre todo, a la concienciación del patrimonio histórico. Uno de los problemas de este tipo de estudios consiste en que algunos de los objetos —encontrados sobre todo en épocas prehistóricas— se encuentra en estado de obsolescencia; además, no exis-te conocimiento sobre si realmente se utilizaron con fines musicales. Estos suelen clasificarse como “instrumentos sonoros” o “instrumentos potencialmente sonoros”. Por esto es necesario que la paleo-organología se comple-mente con otros estudios.

Otra de las ciencias a tener en cuenta es la Ar-queoacústica, encargada del estudio de los fenómenos acústicos que se producen en los sitios arqueológicos. Esta se remite, en gran medida, a los rituales y cere-monias donde estaba presente la música, así como al rescate del sonido de los instrumentos implicados.

La gran cantidad de materiales arqueológicos existen-tes que demuestran la notable presencia de la música en las culturas pasadas, ha hecho necesaria la conso-lidación de una disciplina con una significativa espe-cialización metodológica y teórica. De ahí la necesidad de unir la labor investigadora tanto de musicólogos, ar-queólogos, como de otros especialistas, en función de generar metodologías interdisciplinares que permitan profundizar en este complejo campo de estudio. Es por ello, que desde 1977, a partir del Duodécimo Congreso Berkeley, de la Sociedad Internacional de Musicología, comienzan a surgir grupos de estudio de Arqueología Musical en países como Alemania, Inglaterra, Italia, Chi-na y Francia, que se mantienen al tanto de los últimos descubrimientos y avances en las investigaciones que siguen esta línea, así como de unir esfuerzos de musi-cólogos, arqueólogos, filólogos, constructores de ins-trumentos musicales, entre otros especialistas.

los gemidos

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La fuente de inspiración proviene de los instrumentos nativos de América Latina, muchos de los cuales debieron haber servido para amenizar banquetes como el taki, celebración inca que duraba todo un mes. Confeccionados con madera, piedras, caracolas y caparazones de animales, los instrumentos precolombinos son considerados como portadores de los misterios de la Naturaleza y transmisores del sonido místico del universo. Según las tradiciones autóctonas, la construcción de cada uno de ellos conllevaba un proceso ritual al igual que su interpretación. Cada instrumento era único y personal.

Bocetos realizados por los luthiers para la construcción

del yugocordio

Proceso de construcción de los instrumentos musicales.

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Q u e r í a o l v i d a r e l g r i sA

CTO

II

Estoy en mi templo desde tiempos inmemoriales,nadie pregunta nada, no pueden.Son nuestros brazos que no se agotan,una estructura fructífera desde la cual cambiar el cursode lo aparentemente inestable.Comienzo a escuchar el sonido del agua estancada,el agua que vibra, vibra estancada como aquella laguna que viene a mi memoria en forma de ruido,música, inarmonía armónica.

Una laguna fragmentada en el tiempo,ese instante donde reposan las aves, los árboles, las rocas.Un ritual cada día que pasa, cada hora. Las piedras flotan, se resisten a quedar presas de la gravedad,una decide quedarse,quedarse detenida para dejar que las otras vuelen.Alguien ha dejado a su paso una huella, la huella de un día de trabajo, de sudor,el sudor que dejan los amantes,la batalla sin vencer, el paraíso.A lo lejos una voz reclama su presencia,se escucha entre los árboles el rumor de un encuentro,un misterio.¡Siempre se trató de eso! Un misterio a resolver,llegar a desconocer el tiempo,ser un extraño,un extraño en medio de la quietud, en el centro del todo.Una laguna como centro, punto medio (.)Una laguna dorada por el sol, el sol de la mañana,la brisa suave,el ritmo de las nubes que pasan despacio dentro del agua,dentro de los ojos que miran atentos la otredad,nuestra batalla vencida con el cuerpo desnudo en medio del bosque.Una roca espera muda, espera por el tiempo,cree en él, se deja alumbrar, iluminada por aquel sol, vuelve al principio y se fragmenta.

6 D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

Quería olvidar el gris (detalle)

7D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A mD E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

Quería olvidar el gris (políptico)dimensiones variables

2017-2018

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anfitrión

Conocido también con el nombre de festín u opíparo, el banquete es una comida celebrada con ostentación, y tiene un propósito parti-cular: festivo o de conmemoración. Aunque existen diferentes tipos de banquetes, el objetivo de todos ellos es la reunión en torno a una mesa en la cual se puede disfrutar de abundantes alimentos prepara-dos con esmero.

La importancia de un banquete se mide, por un lado, por la calidad o cantidad de los manjares, las bebidas y la variedad de platos; y por otro lado, por el número de invitados o comensales.

La persona que convoca, organiza y corre con los gastos del banquete se denomina

y puede o no coincidir con el homenajeado, aquél a quien el banquete se dedica, que debe ser el principal agasajado. La celebración de los banquetes es una costumbre muy antigua. Los principales testimonios sobre estas reunio-nes colectivas se han conservado en pinturas rupestres de las cuevas, murales en las tumbas y en los relatos históricos. Heródoto, el padre de la Historia, escribió hace 2 500 años sobre los banquetes que reali-zaban los antiguos egipcios. Ellos consideraban los alimentos como la fuente de salud o de enfermedad y por eso eran muy meticulosos a la hora de elegir y preparar sus comidas.

Aunque cada cultura tenía una forma peculiar de celebrar los banque-tes, estos se caracterizaban, sobre todo, por el cuidado esmerado de todos los detalles que intervenían en la celebración de ese acto, desde la comida propiamente dicha, hasta la decoración del recinto y la ambientación músico-artística, sobre todo en los banquetes de carácter festivo.

Estos elementos tenían un fuerte carácter simbólico. Por ejemplo, los utensilios empleados para servir los alimentos, la decoración del espa-cio donde este tenía lugar y la propia vestimenta de sus participantes variaban en dependencia del tipo de banquete que se pretendía ofrecer. Igualmente, la comida que era servida podía adquirir significados dife-rentes según su contexto y su organización, si se consumía por parte de una institución cívica, de un contexto ritual o si se convertía en ofrendas, ya fuese en las mesas de los hombres o en los altares de los dioses. Era el contexto donde eran consumidos estos alimentos lo que daba el sentido definitivo al banquete, como ceremonia ritual.

Independientemente de su carácter festivo, religioso o cívico, casi todos los banquetes solían estar

música, exhibiciones de bailarines,

equilibristas o actores.

amenizados con

Los comensales también solían realizar juegos de participación. Por tanto, las manifes-taciones artísticas encontraban en ese tipo de ceremonia un ambiente apropiado para su desarrollo y perfeccionamiento.

ACTO IIIEl Banquete

99D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A mD E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

bellas en ordenada y correcta sucesión, descubrirá de repente, llegando ya al término de su iniciación amorosa, algo maravillosamente bello por naturaleza, a saber, aquello mismo, Sócrates, por lo que precisamente se hicieron todos los esfuerzos anteriores, que, en primer lugar, existe siempre y ni nace ni perece, ni crece ni de-crece; en segundo lugar, no es bello en un aspecto y feo en otro, ni unas veces bello y otras no, ni bello respecto a una cosa y feo respecto a otra, ni aquí bello y allí feo, como si fuera para unos bello y para otros feo.

Ni tampoco se le aparecerá esta belleza bajo la forma de un rostro ni de unas manos ni de cualquier otra cosa de las que participa un cuerpo, ni como razonamiento, ni como una ciencia, ni como existente en otra cosa, por ejemplo, en un ser vivo, en la tierra, en el cielo o en algún otro, sino la belleza en sí, que es siempre consigo misma específicamente única, mientras que todas las otras cosas participan de ella de una manera tal que el nacimiento y muerte de éstas no le causa ni aumento ni disminución, ni le ocurre absolutamente nada.

Por consiguiente, cuando alguien asciende a partir de las cosas de este mundo mediante el recto amor de los jóvenes y empieza a divisar aquella belleza, puede decirse que toca casi el fin. Pues esta es justamente la manera correcta de acercarse a las cosas del amor o de ser conducido por otro: empezando por las cosas bellas de aquí y sirviéndose de ellas como de peldaños ir as-cendiendo continuamente, en base a aquella belleza, de uno solo a dos y de dos a todos los cuerpos bellos y de los cuerpos bellos a las bellas normas de conducta, y de las normas de conducta a los bellos conocimientos, y partiendo de estos terminar en aquel conocimiento que es conocimiento no de otra cosa sino de aquella belleza absoluta, para que conozca al fin lo que es la belleza en si.

En este periodo de la vida, querido Sócrates, mas que en ningún otro, le perece la pena al hombre vivir: cuando contempla la belleza en si. Si alguna vez llegas a verla, te parecerá que no es comparable ni con el oro ni con los vestidos, ni con los jóvenes y adolescentes bellos, ante cuya presencia ahora te quedas extasiado y estás dispuesto, tanto tú como otros muchos, con tal de poder ver al amado y estar siempre con él, a no comer ni beber, si fuera posible, sino únicamente a contemplarlo y estar en su compañía.

¿Qué debemos imaginar, pues, si le fuera posible a alguno ver la belleza en si, pura, limpia, sin mezcla y no infectada de carnes humanas, ni de colores, ni de, en sume, de oras muchas fruslerías mortales, y pudiera contemplar la divina belleza en sí, específicamente única? ¿Acaso crees que es vana la vida de un hombre que mira en esa dirección, que contempla esa belleza con lo que es necesario contemplarla y vive en su compañía? ¿O no crees que sólo entonces, cuando vea la belle-za con lo que es visible, le será posible engendrar, no ya imágenes de virtud, al no estar en contacto con una imagen, sino virtudes verdaderas, ya que está en con-tacto con la verdad? Y al que ha engendrado y criado una virtud verdadera.

¿No crees que le es posible hacerse amigo de los Dioses y llegar a ser, si algún otro hombre puede serlo, inmortal también él? Esto, Fedro, y demás amigos, dijo Diótima y yo quedé convencido; y convencido intento también persuadir a los demás de que para adquirir esta posesión difícilmente podría uno tomar un cola-borador de la naturaleza humana mejor que Eros. Pre-cisamente, por eso, yo afirmo que todo hombre debe honrar a Eros, y no sólo yo mismo honro las cosas del Amor y las practico sobremanera, sino que también las recomiendo a los demás y ahora y siempre elogio el poder y valentía de Eros, en la medida en que soy ca-paz. Considera, pues, Fedro, este discurso, si quieres, como un encomio dicho en honor de Eros o, si prefie-res, dale el nombre que te guste y como te guste.

PlatónEl Banquete, Editorial Labor, S.A., Ediciones Orbis,

S.A., 1983 pp. 88-95

En su honor se han establecido ya también muchos templos y cultos por tales hijos, mientras que por hijos mortales todavía no se han establecido para nadie. Éstas son, pues, las cosas del amor en cuyo misterio también tú, Sócrates, tal vez podrías iniciarte. Pero en los ritos finales y suprema revelación, por cuya causa existen aquéllas, si se procede correctamente, no sé si serías capaz de iniciarte. Por consiguiente, yo misma te los diré y no escatimaré nin-gún esfuerzo; intenta seguirme, si puedes.

Es preciso, en efecto, que quien quiera ir por el recto camino a ese fin comience desde joven a dirigirse hacia los cuerpos bellos. Y, si su guía lo dirige rectamente, ena-morarse en primer lugar de un solo cuerpo y engendrar en él bellos razonamientos; luego debe comprender que la belleza que hay en cualquier cuerpo es afín a la que hay en otro y que, si es preciso perseguir la belleza de la forma, es una gran necedad no considerar una y la mis-ma belleza que hay en todos los cuerpos. Una vez que haya comprendido esto, debe hacerse amante de todos los cuerpos bellos y calmar ese fuerte arrebato por uno solo, despreciándolo y considerándolo insignificante.

A continuación debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplen-dor, séale suficiente para amarle, cuidarlo, engendrar y buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a contem-plar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante.

Después de las normas de conducta debe conducirle a las ciencias, para que vea también la belleza de éstas y, fijando ya su mirada en esa inmensa belleza, no sea, por servil dependencia, mediocre y corto de espíritu, apegán-dose como esclavo, a la belleza de un solo ser, cual la de un muchacho, de un hombre o de una norma de conducta, sino que, vuelto hacia ese mar de lo bello y contemplán-dolo, engendre muchos bellos y magníficos discursos y pensamientos en ilimitado amor por la sabiduría, hasta que fortalecido entonces y crecido descubra una única ciencia cual es la ciencia de una belleza como la siguiente.

Intenta ahora prestarme la máxima atención posible. En efecto, quien hasta aquí haya sido instruido en las cosas del amor, tras haber contemplado las cosas

Cuando hube escuchado este discurso, lleno de admi-ración le dije: —Bien, sapientísima Diótima, ¿es esto así en verdad?

Y ella, como los auténticos sofistas, me contestó: —Por supuesto, Sócrates, ya que, si quieres reparar en el amor de los hombres por los honores, te quedarías asombra-do también de su irracionalidad, a menos que medites en relación con lo que yo he dicho, considerando en qué terrible estado se encuentran por el amor de llegar a ser famosos y dejar para siempre una fama inmortal. Por esto, aún más que por sus hijos, están dispuestos a arrostrar todos los peligros, a gastar su dinero, a soportar cualquier tipo de fatiga y a dar su vida. Pues, ¿crees tú que Alcestis hubiera muerto por Admeto o que Aquiles hubiera seguido en su muerte a Patroclo o que vuestro Codro se hubiera adelantado a morir por el reinado de sus hijos, si no hu-biera creído que iba a quedar de ellos el recuerdo inmortal que ahora tenemos por su virtud?

Ni mucho menos, sino que más bien, creo yo, por inmortal virtud y por tal ilustre renombre todos hacen todo, y cuanto mejores sean, tanto más, pues aman lo que es inmortal. En consecuencia, los que son fecun-dos según el cuerpo se dirigen preferentemente a las mujeres y de esta manera son amantes, procurándose mediante la procreación de hijos, inmortalidad, recuer-do y felicidad, según creen, para todo tiempo futuro. En cambio, los que son fecundos según el alma (...) pues hay, en efecto, quienes conciben en las almas aún más que en los cuerpos lo que corresponde al alma concebir y dar a luz. ¿Y qué es lo que le corresponde?

El conocimiento y cualquier otra virtud, de las que pre-cisamente son procreadores todos los poetas y cuantos artistas se dice que son inventores. Pero el conocimiento mayor y el más bello es, con mucho, la regulación de lo que concierne a las ciudades y familias, cuyo nombre es mesu-ra y justicia. Ahora bien, cuando uno de éstos se siente des-de joven fecundo en el alma, siendo de naturaleza divina, y, llegada la edad, desea ya procrear y engendrar, entonces busca también él, creo yo, en su entorno la belleza en la que pueda engendrar, pues en lo feo nunca engendrará.

Así, pues, en razón de su fecundidad, se apega a los cuerpos bellos más que a los feos, y si se tropieza con un alma bella, noble y bien dotada por naturaleza, en-tonces muestra un gran interés por el conjunto; ante esta persona tiene al punto abundancia de razonamien-tos sobre la virtud, sobre cómo debe ser el hombre bue-no y lo que debe practicar, e intenta educarlo.

En efecto, al estar en contacto, creo yo, con lo bello y tener relación con ello, da a luz y procrea lo que desde hacía tiempo tenía concebido, no sólo en su presencia, sino también recordándolo en su ausencia, y en común con el objeto bello ayuda a criar lo engendrado, de suer-te que los de tal naturaleza mantienen entre sí una co-munidad mucho mayor que la de los hijos y una amistad más sólida, puesto que tienen en común hijos más be-llos y más inmortales. Y todo el mundo preferiría para sí haber engendrado tales hijos en lugar de los humanos, cuando echa una mirada a Homero, a Hesíodo y demás buenos poetas, y siente envidia porque han dejado de sí descendientes tales que les procuran inmortal fama y recuerdo por ser inmortales ellos mismos; o si quieres, los hijos que dejó Licurgo en Lacedemonia, salvadores de Lacedemonia y, por así decir, de la Hélade entera. Honrado es también entre nosotros Solón, por haber dado origen a nuestras leyes, y otros muchos hombres lo son en otras muchas partes, tanto entre los griegos como entre los bárbaros, por haber puesto de manifies-to muchas y hermosas obras y haber engendrado toda clase de virtud.

Pata de la mesa que perteneció a Alejo Carpentier y que forma parte de la Colección del Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam.

ACTO IVS o n i d o i n v i s i b l e p a r a d e s p e r t a r a p l a t ó n

Fija en un objeto que desconozco,que cada día me sorprende. ¿Sabes?,llevo años practicando un corte ideal en mi mente para el jardín que nunca tuve.Me gustaría disponer de cada montículo de arena y cada página que se lleva la gloria.De esta forma cada piedra no se sentiría triste sin mí,y podría convivir con la duda y la des-razón.

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esde que la Muestra de Jó-venes Realizadores 2013 de la Cinemateca de Cuba le exhibiera como invitado es-pecial, Adonis Ferro no ha

dejado de experimentar dentro de una unidad —convergente— de medios, contenidos e interpretaciones diversas de lo real. Pero a esta vocación le an-teceden su formación en terrenos tan disímiles y fértiles como los estudios de piano, el entrenamiento dentro de la música experimental, su graduación en el campo de las Ciencias Informáticas y varios años de preparación autodi-dacta dentro de la pintura, el dibujo, el objeto-obra, la instalación, la escritura poética y/o poesía visual, la fotografía, el video, el cine experimental, el uso de los nuevos medios tecnológicos y hasta la performance en su sentido actoral. Tan rápido ha sido este recorrido que no habría razones para la sorpresa frente a sus, hoy, numerosos “Des-conciertos”.

Los tres primeros “Des-conciertos” rea-lizados en 2015 para la exposición Entre, Dentro, Fuera (Pabellón Cuba, 12 Bienal de La Habana)* parecían establecer ciertas pautas dentro del modelo “happening” y “acontecimiento”, enmarcándolos dentro de referentes como la creación musical, el teatro y el territorio fronterizo entre estas unidades semánticas; aun cuando —des-de luego— las piezas iban en su propues-

ta mucho más allá. Sin embargo lo que me interesaba de estas, era una cierta capacidad para obrar desde operatorias, resortes y dispositivos de manipulación sorprendentemente cercanos a los de la industria del entretenimiento, dinámica que fue tenida en cuenta como aportación al contexto interdisciplinar, participativo y de relaciones afectivas que queríamos desarrollar los curadores.

Adon i s Fe r ro . O t ro DES-CONC IERTO.A h o r a p o r u n b a n q u e t e . ( f r a g m e n t o d e u n t e x t o m a y o r )

D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m12

Y apenas sujetarnosArtista invitado a la Muestra de Jóvenes Realizadores del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinemato-gráficos (ICAIC), Cine Chaplin, La Habana, 2013.Izquierda: En la cueva, estos son poderes, no dudes. Tinta, plumilla sobre cartulina de los años 1970 (33 x 52 cm, 2012).Derecha: Ya no temas, estamos todos juntos, es el objeto. Tinta, plumilla sobre cartulina de los años 1970 (33 x 52 cm, 2012)

DES-CONCIERTO 3Entre, Dentro, Fuera12 Bienal de La Habana, Pabellón Cuba, 2015

DES-CONCIERTO 2Entre, Dentro, Fuera12 Bienal de La Habana, Pabellón Cuba, 2015

Los “Des-conciertos” se iniciaban dentro de un juego de palabras relativo a la concepción del espectáculo musical, la confluencia (concierto) de voces, lo teatral como concepción espacial, y el espectácu-lo como expectativa o norma de conviven-cia. Dentro de ello eran tenidos en cuenta los reality show, las antípodas de lo público y lo privado y hasta los casinos y parques temáticos tipo World Adventure y Universal Studios –paradigmáticos en su orquestada manipulación de las grandes masas.

En este sentido el “Des-concierto” presuponía arribar a algo donde no iba a ocurrir lo que se esperaba o donde, por el contrario, encontraríamos un “otro” tipo de hallazgo y conciliación. Nuestras expectativas debían quedar frustradas, afectadas o en el mejor de los casos transformadas. A partir de aquí otras muchas variantes debieron sumársele puesto que como operatoria tal formulación debió entrar en un proceso de cuestionamiento a fin de ser enriquecida e incluso —como he dicho en otras ocasiones— convertirse en su antípoda.

Surgirían otros “Des-conciertos” en apariencia más anónimos, conectados a la tecnología celular, a la ejecución a dis-tancia, al impacto inesperado sobre otros acontecimientos, al efecto shock de no saber qué estaba pasando o, en su ex-tremo, donde nunca habría de saberse lo ocurrido. En todos ellos la importancia del lugar del público es una ganancia que en el campo de las artes visuales cubanas no tiene precedente, puesto que tampoco lo tiene acción alguna de esta naturaleza entre sus llamados artistas plásticos.

Hay un hilo conductor dramatúrgico, li-terario, escritural que tiene en cuenta la di-

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*La exposición Ojo de Agua (Galería Galiano, La Habana, 2014) ha sido considerada por el autor

como el Des-concierto 0, al cual atribuyo más una conexión conceptual y al mismo tiempo rompimiento con su etapa precedente y no la incorporación en el plano de las herramientas formales, de todo el engranaje transdisciplinar y dramatúrgico manifiesto en sus acciones poste-riores. Entre, Dentro, Fuera fue una exposición curada por Royce Smith y Dannys Montes de Oca para la 12 Bienal de La Habana.

námica de comportamiento de la acción y que es determinante en la conducta del público; dinámica que se completa con otra lógica de naturaleza también literaria, a veces científica, pero al final esencialmente plástica: suele llevar con lujo de detalles una guía o bitácora de cada paso o nivel de la investigación, y estos bocetos o apuntes pueden llegar a alcanzar una dimensión (y realización) escultórica y/o ambientales.

En todos sus “Des-conciertos” ha exis-tido un cuestionamiento de la verdad, ya que lo que se cuenta, lo que ocurre, tiene una doble temporalidad respecto al suce-so inicial, sea este de inspiración en lo real o en lo literario; lo mismo ocurre también con su narrativa posterior, es decir, con la forma en que el suceso trasciende o llega a un público originalmente ausente. Curiosamente El Banquete de Platón no es contado como hecho en sí sino a posteriori, donde la “verdad” queda nuevamente en entredicho al quedar la narración no en voz de uno de los participantes sino en la de alguien a quien le ha sido contada. Asimismo en el “arreglo narrativo” que suponen estos “Des-conciertos” inspirados en obras anteriores, sean éstas escritas por Ferro —La Espina del Diablo (Galería

Servando, 2015)— o en textos de la li-teratura universal como El Banquete, el público ha sido emplazado como obser-vador a un doble acto de interpretación, en tanto le queda un re-encuentro con el hecho y la acción, en términos narrativos y temáticos, así como su colocación en el universo de referentes artísticos y reales de la contemporaneidad.

Así como El Banquete en sus diálogos y discursos ha sido dedicado a desentrañar el valor y la trascendencia del Amor en todas sus variantes y con ello a revelar interioridades de la sociedad ateniense analizada por Platón; El Banquete de Adonis Ferro no solo se inspira en aquel y es su versión al contener algunos de sus elementos más significativos: la música, la creatividad (creación de instrumentos únicos, originarios, diríase fundacionales), la referencia a un círculo casi cerrado, sectario (presentes también en La Espina del Diablo), sino que —en ambas— se remonta por oposición, al origen mismo del teatro, el rito y las fiestas Dionisíacas como representaciones proto-teatrales, con lo cual ratifica su orientación post-dramática y su singularidad dentro de una vertiente artística no canónica.

Como en antiguos banquetes atenienses, El Banquete de Ferro invita o integra a un

conglomerado de artífices de diferentes disciplinas: escritores, escenógrafos, actores, cantantes líricos, luthiers, con-certistas, diseñadores, fotógrafos, etc; de igual modo que, en su época, Apo-lodoro, Agatón, Alcibíades, Aristófanes, Fedro, Sócrates, protagonizaron aque-llos encuentros intelectivos y orgiásticos junto a saltimbanquis, flautistas, escla-vos, guerreros, amantes de todo tipo y hasta mujeres pitonisas y sacerdotisas. Si bien se exalta el valor de la inteligencia y la virtud ciudadanas concentradas en un elegido grupo, también el de la tolerancia ante la diversidad, el del equilibrio entre los placeres y el deseo, entre el corazón y la razón, entre el poder y la subordinación.

Este coro de voces, escuchándose los unos a los otros en sus diferencias, recelos y admiraciones mutuas, conformaron un tipo de colectividad, un tipo de ordenamiento de ciudades y comunidades, que como en los sofismas sobre el Amor, intentaban corres-ponderse con una idea universal del Bien y la Belleza, que descansaba en el reconoci-miento de los contrarios, aunque ya se sabe cuan distantes estaban los unos de los otros. En este sentido los “Des-conciertos” devienen igualmente modelos sensoriales y procedimientos expresivos orientados a legitimar su propia investigación sobre la

convergencia y transversalidad de los me-dios y la posibilidad de dialogar acerca de una problemática interrogándola desde perspectivas que pueden al mismo tiempo enriquecerla y cuestionarla.

Dannys Montes de Oca

DES-CONCIERTO 6 · Canto épico Nano

Centro de Desarrollo de las Artes Visuales La Habana, 2016

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DES-CONCIERTO 7 · Poesía masiva(intervención en dos mil celulares) Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, La Habana, 2016

«Hay un hilo conductor dramatúrgico, literario, escritural que tiene en cuenta la dinámica de comportamiento de la acción y que es determinante en la conducta del público»

D E S - C O N C I E RT O 9 · E l B a n q u e t e A D O N I S F E R R O C E N T R O D E A RT E C O N T E m p O R á N E O W I f R E D O L A m

Adquiere carácterMadera tallada y fragmento del libro Azul de Rubén Darío2013

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ExhibiciónDirección general y guión Adonis FerroCuradores Dannys Montes de Oca · 1 y José Manuel Noceda · 2Música original Denis Peralta · 3Ingeniero de sonido Antonio Carrera · 4Luthiers Esteban Donate · 5, José Alberto Machin · 6, Hilario Hernández · 7, Lázaro Antonio Mena · 8, José Luis González · 9Intérpretes Eduardo Sandoval (Tritubófono) · 10 , Denis Peralta (yugocordio) · 3, Mauricio Gutiérrez (dracófono) · 11, Frank Ledesma (contratenor) · 12, Luis Alberto Aguirre (tenor) · 13, Félix Román (tenor) · 14Actores Edgar Valle · 15, Rolando Rodríguez · 16, Lizzett Benítez · 17, Neysi Alpízar 18, Lizzett Isabel García · 19, May Reguera · 20 Casting de actores Mariam Montero · 21Equipo de Producción Solveig Font · 22, Xiomara Montero · 23, Adán PerugorríaAsistente de producción Yadira Calzadilla · 24, Andrés Díaz · 25, Guillermo Pérez Veranez· 26Diseño de vestuario Gabriela Reyna · 27Confección de vestuario Gabriela Reyna · 27, Yadira Calzadilla · 24Documentación y edición de audiovisuales Joel Guerra · 28, Pablo Villalobos · 29Documentación fotográfica May Reguera · 20, Manuel Almenares · 30, Joel Guerra · 27, Alain Cabrera, Adrián CazanSpot publicitario Pablo Villalobos · 29Redes Sociales Jesús Linares · 32Técnicos de luces Jorge Mario CarrilesConfección de libros Anyxa Q. PortalDiseño de bolsos Julio César Llopiz

CatálogoDiseño gráfico Yadira Calzadilla · 24Edición de textos Celia María González · 31Fotos May Reguera · 20, Alain Cabrera, Adonis Ferro

Centro de Arte Contemporáneo Wifredo LamSudirectora técnica Margarita GonzálezCuradores Dannys Montes de Oca, José Manuel Noceda FernándezSubdirector administrativo Esteban CastellanoMontaje Lisset Yllañez Fernández y Lisandra Yllañez Fernández, Carlos Díaz Donaldson, Luis Valdivia, Yoel Valdivia, Luis Herrera, Víctor La GuardiaPromoción Blanca Victoria López, Lisset Alonso Compte, Laura Rodríguez BalbuzanoVeladoras Margelis Castillo, Mercedes Monsanto, Inalbis Cruz.

AgradecimientosSoraya Pérez, Luis Ferro, Rossana Tabares, Jorge Blet, Merlyn Dubrosky, Jessey Torres, Greta Reyna, Silvio Calzadilla, María Elena Riveira, Osmany Romaguera, Maykel Olivera, Luis Mario, Adrián Cazan, Argel Calcines, Margarita, Julio Grabiel, Laura Mendoza, Vinos Torres, Estudio 50 y a todas aquellas personas que colaboraron con este proyecto.

Sello Artecubano Edicionesdel Consejo Nacional de las Artes PlásticasDirección Norma Rodríguez DerivetDirección editorial Jorge Ángel Hernández Edición Maikel José Rodríguez Calviño Distribución y ventas Leyda Sánchez García [leyda@artecubano.cult.cu] Maquetado en Trade Gothic y Sabon de 8.5 y 24 puntos Impresión EES Empresa de Periódicos UEB Gráfica de La Habana RNPS 0408 Contactos artecubanodt@artecubano.cult.cu maikel@artecubano.cult.cu

TENDRÉ UNA HIJA, DIEZ DEDOS PARA APLAUDIR SUS PRIMEROS PASOS Y PARA TOCAR LAS CATORCE CUERDAS DE ESTE INSTRUMENTO. BUENO, TENDRÉ VEINTE. QUIZÁS PUEDA CREAR SONIDO CON LOS PIES.

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