19
NOTAS SOBRE EL DESARROLLO SUSTENTABLE COMO DERECHO HUMANO Ariel A. Dulitzky* 1 Ignacio J. Alvarez** Introducción La visualización del desarrollo sustentable como un derecho humano es relativamente reciente. Aunque podría decirse que en los documentos ge nerales sobre derechos humanos ya se consagraba de manera implícita tal aspecto, no fue hasta 1986 que en el marco de las Naciones Unidas se aprobó la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo. Posteriormente, tal noción se ha ido lentamente afianzando, aunque no siempre se agregue expresamente a la palabra “desarrollo” el adjetivo “sustentable”. En algunos casos ello puede trascender la cuestión terminológica, y revelar aspectos importantes, relacionados con el modelo conceptual del desarrollo que se persigue. Al respecto, al elaborar las presentes notas asumimos como punto de partida que el desarrollo sólo es sustentable cuando se centra en el ser humano, y se funda en el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Iniciamos así estas reflexiones con una referencia a la relación entre el desarrollo sustentable y los derechos humanos, para luego analizar lo relativo a la pobreza, y especialmente la pobreza extrema, como elemento común al desarrollo sustentable y a los derechos humanos, y como situación que implica violación de derechos humanos. Finalmente nos referimos a algunas maneras a través de las cuales el sistema interamericano de derechos humanos puede contribuir a hacer efectivo el derecho humano al desarrollo sustentable, incluyendo al respecto referencias a antecedentes y a posibilidades adicionales que ofrece el sistema interamericano en la materia. Relación entre desarrollo sustentable y derechos humanos La Asamblea General de la Naciones Unidas aprobó en 1986 la “Declaración sobre el Derecho al Desarrollo”, en la que se señala que el derecho al desarrollo es un 1 * Especialista Principal en Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Previamente, se desempeñó como Director del Programa para Latinoamérica del International Human Rights Law Group y Co-Director del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). Recibió su grado de Abogado de la Universidad de Buenos Aires en 1990 y un Master (LLM) de la Escuela de Derecho de Harvard en 1999. Ha publicado varios artículos sobre derechos humanos, discriminación racial y Estado de derecho en América Latina. Es professor adjunto en el Washington College of Law de American University. ** Especialista en Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Abogado, Universidad Católica Andrés Bello (Caracas). Especialista en Derecho Procesal, Universidad Central de Venezuela (Caracas). Master en Est udios Legales Internacionales, American University (Washington, D.C). Las opiniones expresadas en esta publicación son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan la posición de la institución a la cual pertenecen, ni de los órganos o directivas de la misma.

Desarrollo humano sostenible

Embed Size (px)

DESCRIPTION

La visualización del desarrollo sustentable como un derecho humano es\relativamente reciente. Aunque podría decirse que en los documentos ge nerales sobre\derechos humanos ya se consagraba de manera implícita tal aspecto, no fue hasta 1986\que en el marco de las Naciones Unidas se aprobó la Declaración sobre el Derecho al\Desarrollo.

Citation preview

Page 1: Desarrollo humano sostenible

NOTAS SOBRE EL DESARROLLO SUSTENTABLE COMO DERECHO HUMANO

Ariel A. Dulitzky* 1 Ignacio J. Alvarez**

Introducción

La visualización del desarrollo sustentable como un derecho humano es

relativamente reciente. Aunque podría decirse que en los documentos ge nerales sobre derechos humanos ya se consagraba de manera implícita tal aspecto, no fue hasta 1986 que en el marco de las Naciones Unidas se aprobó la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo.

Posteriormente, tal noción se ha ido lentamente afianzando, aunque no siempre se

agregue expresamente a la palabra “desarrollo” el adjetivo “sustentable”. En algunos casos ello puede trascender la cuestión terminológica, y revelar aspectos importantes, relacionados con el modelo conceptual del desarrollo que se persigue. Al respecto, al elaborar las presentes notas asumimos como punto de partida que el desarrollo sólo es sustentable cuando se centra en el ser humano, y se funda en el respeto a la democracia y a los derechos humanos. Iniciamos así estas reflexiones con una referencia a la relación entre el desarrollo sustentable y los derechos humanos, para luego analizar lo relativo a la pobreza, y especialmente la pobreza extrema, como elemento común al desarrollo sustentable y a los derechos humanos, y como situación que implica violación de derechos humanos. Finalmente nos referimos a algunas maneras a través de las cuales el sistema interamericano de derechos humanos puede contribuir a hacer efectivo el derecho humano al desarrollo sustentable, incluyendo al respecto referencias a antecedentes y a posibilidades adicionales que ofrece el sistema interamericano en la materia.

Relación entre desarrollo sustentable y derechos humanos

La Asamblea General de la Naciones Unidas aprobó en 1986 la “Declaración

sobre el Derecho al Desarrollo”, en la que se señala que el derecho al desarrollo es un

1 * Especialista Principal en Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Previamente, se desempeñó como Director del Programa para Latinoamérica del International Human Rights Law Group y Co-Director del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL). Recibió su grado de Abogado de la Universidad de Buenos Aires en 1990 y un Master (LLM) de la Escuela de Derecho de Harvard en 1999. Ha publicado varios artículos sobre derechos humanos, discriminación racial y Estado de derecho en América Latina. Es professor adjunto en el Washington College of Law de American University. ** Especialista en Derechos Humanos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Abogado, Universidad Católica Andrés Bello (Caracas). Especialista en Derecho Procesal, Universidad Central de Venezuela (Caracas). Master en Estudios Legales Internacionales, American University (Washington, D.C). Las opiniones expresadas en esta publicación son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y no representan la posición de la institución a la cual pertenecen, ni de los órganos o directivas de la misma.

Page 2: Desarrollo humano sostenible

2

derecho humano inalienable de todo ser humano y de todos los pueblos (artículo 1) a ejercer soberanía plena y completa sobre todos sus recursos y riquezas naturales en procura de su desarrollo económico, social y cultural (Preámbulo). Aunque podría señalarse que el derecho al desarrollo como derecho humano se encontraba contemplado de manera implícita en instrumentos universales y regionales de derechos humanos, no fue hasta 1986 que se reconoció formalmente tal derecho en la mencionada forma en que se hizo en la Declaración sobre el Derecho al Desarrollo. Con posterioridad a tal Declaración se ha reiterado en diversos foros e instrumentos internacionales la concepción del desarrollo como derecho humano. Así, el derecho al desarrollo ha sido reiterado y explicado en mayor medida en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena),2 la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo),3 la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague)4 y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing).5 De esta manera, señala el PNUD, “no cabe duda alguna de que el derecho al desarrollo no es un sueño ni un lema ideológico. Es un derecho humano garantizado en el derecho internacional.”6

Consideramos vital tal reconocimiento del desarrollo como un derecho humano. Lo contrario, es decir, concebir el desarrollo como un proceso primordialmente macroeconómico no relacionado con los derechos fundamentales de las personas podría llevar a un desarrollo no sustentable. Como se ha apuntado, “el crecimiento por sí solo no basta. Puede ser despiadado, dejando a los perdedores en la pobreza abyecta. Sin trabajo, creando pocos empleos. Sin voz, sin garantizar la participación de las personas. Sin futuro, destruyendo el medio ambiente para las generaciones futuras. Y desarraigado, destruyendo las tradiciones culturales y la historia”. 7

El Secretario General de la ONU, Kofi Annan, ha mencionado recientemente que los países más ricos y poderosos “no lograrán una seguridad duradera, física o económica, mientras en el mundo haya miles de millones de personas a las que se les niega esos beneficios”. 8 Por su parte, el Presidente de la Comisión Interamericana ha señalado que hay que asegurar el régimen de libertades que implica la democracia, mediante el respeto no sólo de los derechos civiles y políticos, sino también de los económicos, sociales y culturales. Ello, entre otros aspectos, “evitará tentaciones

2 Véase párrafo 10 del Articulo I de la Declaración de Viena. 3 Véase Principio 3 del Programa de Acción del Cairo. 4 Véase Compromiso 1(n) de la Declaración de Copenhague. 5 Articulo 213 de la Plataforma de Acción de Beijing). 6 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, 1998, Anexo 3. 7 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe sobre Desarrollo Humano 2000, pág. 81. 8 “Annan: No Habrá Seguridad con Miles de M illones de Pobres”, Naciones Unidas, 18 de junio, Agencia EFE.

Page 3: Desarrollo humano sostenible

3

autoritarias bajo el manto de un falso populismo, y también lo peor: la posibilidad de regresión a dictaduras militares que violen los derechos cuya reconquista costó muchas vidas, muchas desapariciones y muchas torturas”. 9 En similar sentido, la anterior Alta Comisionada de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, ha destacado que

Los derechos humanos aportan al debate relativo al desarrollo un conjunto unificador de normas, una referencia común para fijar objetivos y tasar el valor de la acción. (...) Debemos comprender el papel de los derechos humanos en términos de la potenciación de individuos y comunidades. Al proteger esos derechos podemos ayudar a prevenir los muchos conflictos que tienen su base en la pobreza, la discriminación y la exclusión (social, económica y política), que siguen afectando a la humanidad y destruyendo decenios de actividades de desarrollo. Debe romperse el círculo vicioso de violaciones de derechos humanos que provocan conflictos, que a su vez provocan nuevas violaciones. Creo que podemos romperlos sólo si garantizamos el respeto de todos los derechos humanos. (...) El progreso duradero depende del respeto de los derechos humanos y de la participación efectiva de los ciudadanos en los asuntos públicos.10

En un documento de política del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se señala, en relación con la mencionada Declaración de las Naciones Unidas sobre el Derecho al Desarrollo, que los derechos que componen el derecho al desarrollo incluyen:

• Derecho de participación. Toda persona y todos los pueblos tienen derecho a una participación activa, libre y significativa en el desarrollo (Preámbulo) y, en tanto participante activo (Artículo 2), a contribuir al desarrollo económico, social, cultural y político y disfrutar de él (párrafo 1 del Artículo 1). • El derecho a ser el sujeto central del desarrollo (Artículo 2) que está encaminado al mejoramiento constante del bienestar humano (Preámbulo). Este constituye el derecho al desarrollo humano centrado en la gente en que la gente y su bienestar ocupan el primer plano, por encima de todos los otros objetivos y prioridades del desarrollo. • El derecho a la distribución justa (Preámbulo) de los beneficios del desarrollo. • El derecho a la no discriminación en el desarrollo sin distinción de ninguna clase por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, situación económica, nacimiento u otra condición (Preámbulo). • El derecho a la libre determinación. El derecho humano al desarrollo implica además la plena realización del derecho de los pueblos a la libre determinación, que incluye su derecho inalienable a la plena soberanía sobre todas sus riquezas y recursos naturales (párrafo 2 del Artículo 1). • El derecho a la realización libre y plena del ser humano con pleno respeto de sus derechos humanos y libertades fundamentales (párrafo 2 del Artículo 2).

9 Palabras del Dr. Juan E. Méndez, Presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la sesión inaugural del 114° período ordinario de sesiones de la CIDH, Washington D.C., 25 de febrero de 2002. Publicado en la página internet de la CIDH: http://www.cidh.org/Discursos/02.25.02.htm. 10 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. vi.

Page 4: Desarrollo humano sostenible

4

• El derecho a estar protegido de las excepciones. Toda persona humana y todos los pueblos tienen derecho a la aplicación, la promoción y protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales (párrafo 2 del Artículo 6 y Preámbulo). La promoción de algunos derechos humanos y libertades fundamentales, su respeto y su goce no pueden justificar la denegación de otros derechos humanos y libertades fundamentales. Todos los derechos humanos y libertades fundamentales son indivisibles e interdependientes (Preámbulo).11

El derecho al desarrollo sustentable y los derechos humanos tienen una relación muy estrecha entre sí. Un desarrollo sin respeto a los derechos humanos no será en definitiva sustentable, mientras que una situación de pleno respeto y disfrute de todos los derechos humanos sólo es posible en un contexto de una situación al menos razonable de desarrollo. Como bien se señala en un documento del PNUD, “el desarrollo humano sustentable constituye una paradigma de una estrategia holística de desarrollo que abarca todos los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.”12 Un desarrollo sustentable es aquel centrado, en definitiva, en un ser humano que disfrute y vea respetados todos sus derechos humanos.

La pobreza como elemento común relacionado tanto con el desarrollo sustentable como con los derechos humanos

Un aspecto práctico concreto que pone de relieve la estrecha relación entre el desarrollo sustentable y los derechos humanos es el tema de la pobreza, y más específicamente, el de la pobreza extrema.

Un porcentaje muy importante de personas se encuentra en situación de pobreza y de pobreza extrema. Desde hace varías décadas, América Latina y el Caribe, específicamente, muestran uno de los niveles más desiguales de distribución de los ingresos en el mundo.13 El crecimiento económico es un factor importante para la reducción de la pobreza, pero ni garantiza que la pobreza disminuya, ni es por si sólo un factor suficiente para ello. Como bien se apunta en un estudio encargado por el BID,

La experiencia latinoamericana y caribeña demuestra claramente que el crecimiento no garantiza que todos se beneficien. (…)

11 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 36. 12 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. viii. 13 Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, pág. i.

Page 5: Desarrollo humano sostenible

5

las tendencias recientes en la generación de empleos y las disparidades salariales indican que el actual perfil de crecimiento en la región puede estar exacerbando la desigualdad antes que mejorándola. (…) Si se mantiene sin cambios la distribución de los ingresos, el ritmo de reducción de la pobreza podría ser muy lento incluso con un crecimiento sostenido. Por ejemplo, a tasas de crecimiento anuales de 3% per cápita, podrían requerirse de 60 años a más de dos siglos, según el país, para erradicar completamente la pobreza, medida conforme a la proporción de personas que sobreviven con menos de US$ 2 al día.14

Aunque el tema de la pobreza se ha abordado a menudo como un aspecto que

tiene que ver más con políticas macroeconómicas que con derechos humanos, existe una relación muy estrecha entre la pobreza, el desarrollo y los derechos humanos. En informe de la CIDH se señala que:

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos considera que la pobreza extrema constituye una violación generalizada a todos los derechos humanos, tanto civiles y políticos como sociales, económicos y culturales. Los requerimientos del derecho humano a una vida digna trascienden los contenidos igualmente fundamentales del derecho a no ser ejecutado arbitrariamente, del derecho a la integridad personal, del derecho a la libertad personal, de los derechos relacionados con el sistema de democracia representativa y de los demás derechos civiles y políticos. Además de destinar recursos públicos por un monto suficiente para los derechos sociales y económicos, los Estados deben velar por el uso apropiado de tales recursos. La experiencia demuestra que la pobreza extrema puede afectar seriamente la institucionalidad democrática, pues constituye una desnaturalización de la democracia y hace ilusoria la participación ciudadana, el acceso a la justicia y el disfrute efectivo, en general, de los derechos humanos. 15

La pobreza constituye también un tema de derechos humanos. Como bien se ha sostenido “la tortura de un solo individuo despierta la indignación de la opinión pública con justa razón. Pero la muerte de más de 30.000 niños por día por causas fundamentalmente prevenibles pasa inadvertida. Por qué? Porque esos niños son invisibles en la pobreza”. 16 En relación al tema de la pobreza, visto más desde la perspectiva del desarrollo, el PNUD ha planteado que

(...) trabaja en pro de la plena realización del derecho al desarrollo. El mandato del PNUD respecto de la erradicación de la pobreza puede entenderse en este sentido. La pobreza es una denegación fundamental de derechos humanos. De esta manera, al trabajar para erradicar la pobreza, al apoyar la capacidad de los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil para luchar contra la pobreza, y al velar por que las actividades operacionales de las Naciones Unidas en pro del desarrollo se coordinen

14 Id. Pág. 4. 15 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Paraguay, 2000, Cap. V, párr. 17. 16 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe sobre Desarrollo Humano 2000, pág. 8.

Page 6: Desarrollo humano sostenible

6

plenamente para lograr la erradicación de la pobreza, el PNUD está fomentando la puesta en práctica del derecho al desarrollo.17

La antigua Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, ha señalado asimismo, sobre la pobreza como elemento común al desarrollo sustentable y a los derechos humanos, que

La democracia y los derechos humanos no podrán hacerse realidad sin justicia social y desarrollo sustentable. La pobreza priva a millones de personas de sus derechos fundamentales. A su vez, las sociedades se privan de la contribución de es as personas. Para lograr el progreso sustentable es necesario reconocer la interdependencia entre el respeto de los derechos humanos, el desarrollo sustentable y la democracia.18

También se ha señalado que “al observar la pobreza en América Latina, parece

obvio que los pobres, especialmente los que se encuentran en extrema pobreza,

experimentan algo más que solo bajos ingresos. En nuestras sociedades existe una correlación aparentemente fuerte entre la distribución de los ingresos, la incidencia de la pobreza y la raza, la organización social y la cultura. Una cierta forma de relación causal se observa entre las características que indican quién es uno –como el grupo étnico-racial- y la posición que uno mantiene en la estructura del ingreso de la sociedad. El análisis econométrico puede ayudarnos a ver que esta no es una correlación espuria, pero no está claro como se puede integrar este hecho evidente en los análisis que usualmente hacemos.19 En relación al impacto de la pobreza en el disfrute de los derechos humanos se ha

señalado que “la pobreza es más amplia que la falta de ingresos. Es una privación en muchas dimensiones. Si el ingreso no es la suma total de la vida humana, la falta de ingreso no puede ser la privación total de la vida humana... La pobreza se define como la privación de las cosas valiosas que una persona puede hacer o ser” y que “los derechos humanos expresan la idea audaz de que todos están facultados para reclamar medidas sociales que los protejan de los peores abusos y privaciones, y que garanticen la libertad para vivir una vida digna”. 20

El PNUD, haciendo referencia a la interrelación entre el desarrollo sustentable y todos los derechos humanos, ha señalado que

El desarrollo humano sustentable procura aumentar las opciones para todas las personas, mujeres, hombres y niños, generaciones actuales y futuras, a la vez que protege los sistemas naturales de los que depende la vida. Apartándose de un criterio estrecho, centrado en la economía, respecto del desarrollo, el desarrollo humano sustentable sitúa a la gente en el centro, y considera a los seres humanos tanto un medio como un fin del desarrollo. De esta manera, el desarrollo humano sustentable procura eliminar la pobreza,

17 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. iv. 18 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. vi. 19 Perry Guillermo, Prólogo a las Actas del taller sobre Pobreza y Exclusión Social en América Latina, Estanislao Gacitúa, Carlos Sojo y Shelton H. Davis, Editores, Costa Rica, 2000, pág. 9. 20 PNUD; Informe sobre Desarrollo Humano 2000, ob. cit., pág. 73 y 2.

Page 7: Desarrollo humano sostenible

7

fomentar la dignidad y los derechos humanos, y brindar oportunidades equitativas para todos por medio de la gobernabilidad, con lo cual se fomenta que se hagan realidad todos los derechos humanos, económicos, sociales, culturales, civiles y políticos.21

La pobreza, y especialmente, la pobreza extrema constituye entonces un elemento común relacionado tanto con el desarrollo como con los derechos humanos. El desarrollo no es sustentable si no se aborda teniendo en cuenta la necesidad de reducir drásticamente, y eliminar en definitiva, la existencia de personas en situaciones de pobreza extrema. De la misma manera, una situación de pleno respeto a los derechos humanos de todas las personas solo se producirá en la medida en que no hayan personas en situación de pobreza extrema.

La pobreza extrema como violación a los derechos humanos. Relación con el desarrollo sustentable.

La pobreza extrema implica, como mencionado anteriormente, violaciones a distintos derechos humanos. Al respecto, debe destacarse que la Convención Americana señala en su preámbulo que "sólo puede realizarse el ideal del ser humano libre, exento del temor y de la miseria, si se crean condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos". En el mismo sentido, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha señalado que “ciertamente, los requerimientos del derecho humano a una vida digna trascienden los contenidos igualmente fundamentales del derecho a la vida (entendido en su sentido más estricto), del derecho a la integridad personal, del derecho a la libertad personal, de los derechos relacionados con el sistema de democracia representativa y de los demás derechos civiles y políticos”. 22

La CIDH ha resaltado igualmente que el preámbulo del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador” reconoce en forma expresa “la estrecha relación que existe entre la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales y la de los derechos civiles y políticos, por cuanto las diferentes categorías de derechos constituyen un todo indisoluble que encuentra su base en el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, por lo cual exigen una tutela y promoción permanente con el objeto de lograr su vigencia plena, sin que jamás pueda justificarse la violación de unos en aras de la realización de otros”. La Comisión Interamericana ha destacado que con el transcurso del tiempo se ha ido reconociendo la indivisibilidad e interdependenc ia entre los derechos económicos, sociales y culturales, y los derechos civiles y políticos. Teniendo en cuenta esa indivisibilidad de los derechos humanos, la CIDH ha puntualizado que

la violación de los derechos económicos, sociales y culturales generalmente trae aparejada una violación de derechos civiles y políticos. En efecto, una persona que no

21 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 2. 22 CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Perú, 2000, cap. VI, párr. 1 y 2.

Page 8: Desarrollo humano sostenible

8

recibe adecuado acceso a la educación puede ver mermada su posibilidad de participación política o su derecho a la libertad de expresión. Una persona con escaso o deficiente acceso al sistema de salud verá disminuido en diferentes niveles, o violado de un todo, su derecho a la vida. Esta situación puede darse en diferentes grados, según la medida de la violación de los derechos económicos, sociales y culturales, pudiendo sostenerse en términos generales que a menor disfrute de los derechos económicos, sociales y culturales, habrá un menor disfrute de los derechos civiles y políticos. En este contexto, una situación de máxima violación de los derechos económicos, sociales y culturales significará una máxima violación de los derechos civiles y políticos. Ello es lo que sucede cuando nos encontramos con una situación de pobreza extrema.23 Aunque la perspectiva más comúnmente conocida de los derechos humanos es la

concerniente a los derechos civiles y políticos, debe destacarse que los derechos económicos, sociales y culturales que se vulneran con las situaciones de pobreza extrema son también derechos humanos, de igual jerarquía e importancia que los derechos civiles y políticos. Ello incluye lo relativo al derecho al trabajo, a la salud, a la alimentación, a la educación y a la vivienda, derechos estos reconocidos en diversos tratados internacionales de derechos humanos aprobados por los Estados. Al ratificar dichos tratados, los Estados han asumido el compromiso de adoptar las medidas necesarias, hasta el máximo de los recursos económicos disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente la efectividad de tales derechos.24 En los últimos años, sin embargo, la situación en materia de derechos económicos, sociales y culturales ha desmejorado en muchos países del hemisferio americano, con la consiguiente afectación de derechos fundamentales que venían siendo disfrutados anteriormente. En relación con ello, CEPAL señala que

En 1997 concluyó en América Latina un ciclo de crecimiento que permitió a varios países lograr importantes adelantos en materia de reducción de la pobreza. El punto de quiebre en este proceso es la crisis asiática, con la que se inicia un lustro de menor dinamismo económico, aumento del desempleo, estancamiento y en muchos casos elevación de los índices de pobreza en la región. No es exagerado afirmar que la población latinoamericana se ha visto nuevamente afectada y desalentada por las negativas consecuencias de esta media década perdida. 25 Los derechos económicos, sociales y culturales tienen a su vez una relación

directa con los procesos de desarrollo. En relación con el derecho a la educación, por ejemplo, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”, contempla que toda persona tiene derecho a la educación, y establece varios principios

23 Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Tercer Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Paraguay, 2000, Cap. V, párr. 4.

24 Véase por ejemplo, el artículo 1 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en M ateria de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”. 25 Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Panorama social de América Latina, 2001-2002, Síntesis, documento publicado en la página internet: Http://www.eclac.cl/publicaciones/DesarrolloSocial/3/LCG2183P/S%C3%ADntesis_Lanzamiento_2002.pdf

Page 9: Desarrollo humano sostenible

9

fundamentales, como la obligatoriedad y accesibilidad de la educación primaria, la generalización y la instrumentación de medidas relacionadas con la educación secundaria y superior. Con relación al mismo derecho, abordado ahora desde la perspectiva de su relación con el desarrollo, se señala que:

Las modalidades de crecimiento observadas recientemente en la región no parecen hacer uso intensivo de mano de obra no calificada, propensión que podría continuar en el futuro, especialmente en vista de las tendencias de la globalización y la necesidad de competir internacionalmente en un ambiente cada vez más tecnológico. (...) [algunos factores estructurales, tales como la necesidad de mano de obra capacitada que exige la tecnología actual] sugieren la urgencia de cerrar la brecha entre los conocimientos especializados y los salarios por medio del aumento de los programas de capacitación y el acceso de los pobres y los trabajadores no calificados a una educación de buena calidad.26

Con respecto al derecho a la salud, por otra parte, el artículo 10 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, “Protocolo de San Salvador”, señala que “toda persona tiene derecho a la salud, entendida como el disfrute del más alto nivel de bienestar físico, mental y social”. Al respecto, agrega que los Estados se comprometen a reconocer la salud como un bien público y particularmente a adoptar una serie de medidas para garantizar tal derecho. El derecho a la salud es un derecho humano fundamental, base a su vez de muchos otros derechos humanos. Desde la perspectiva de la relación entre salud y pobreza, se ha señalado que

Hemos sabido por mucho tiempo que la pobreza engendra la mala salud. Lo que algunos han sospechado durante mucho tiempo, pero que sólo se ha hecho evidente hace poco, es que la relación funciona en ambos sentidos. La mala salud perpetúa la pobreza. Esta es la raíz del ciclo de la pobreza. La forma de romper el ciclo de la pobreza es concentrarse en los niños.27 Se ha señalado asimismo que el apoyo prestado a los programas de salud y

nutrición infantil, así como a los programas de salud reproductiva que aumentan el acceso a información y a los servicios de anticonceptivos,

es tamb ién un elemento esencial de una estrategia para invertir en el fortalecimiento del capital humano.28

26 Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, Págs. 9 y 6. 27 Gro Harlem Brundtland, Los Nuevos Actores , Presentación preparada para el seminario Breaking the Poverty Cycle: Investing in Early Childhood, que se llevó a cabo durante la Asamblea Anual del BID del año 1999 en París, publicada en la página web del BID, Departamento de Desarrollo Sustentable, pág. 3. 28 Lustig, Nora y Deutsch, Ruthanne, El Banco Interamericano de Desarrollo y la reducción de la pobreza: una visión integral. Washington, D.C., diciembre de 1998, pág. ii.

Page 10: Desarrollo humano sostenible

10

Los demás derechos económicos, sociales y culturales tienen igualmente una relación estrecha y evidente con el desarrollo, siendo que respecto a tales derechos los Estados han asumido una serie de obligaciones internacionales en el campo del derecho internacional de los derechos humanos, a las cuales no están dando cabal cumplimiento. En efecto, al ratificar determinados tratados sobre derechos humanos, los Estados, como mencionado anteriormente, han asumido internacionalmente la obligación de adoptar las medidas necesarias, hasta el máximo de los recursos económicos disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente la efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales. Éstas obligaciones internacionales pueden explicarse a partir del artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conforme al cual “los Estados partes se comprometen a adoptar providencias, tanto a nivel interno como mediante la cooperación internacional, especialmente económica y técnica, para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos que se derivan de las normas económicas, sociales y sobre educación, ciencia y cultura, contenidas en la Carta de la Organización de los Estados Americanos, reformada por el Protocolo de Buenos Aires, en la medida de los recursos disponibles, por vía legislativa u otros medios apropiados”.

La Comisión Interamericana ha analizado el aspecto relativo a la progresividad a

que se refiere el artículo 26 de la Convención, y ha señalado que:

(...) si bien el artículo 26 no enumera medidas específicas de ejecución, dejando que el Estado determine las medidas administrativas, sociales, legislativas o de otro tipo que resulten más apropiadas, expresa la obligación jurídica por parte del Estado de encarar dicho proceso de determinación y de adoptar medidas progresivas en ese campo. El principio del desarrollo progresivo establece que tales medidas se adopten de manera que constante y consistentemente promuevan la plena efectividad de esos derechos.29

En el mismo sentido, la CIDH ha señalado más recientemente que “el carácter

progresivo con que la mayoría de los instrumentos internacionales caracteriza las obligaciones estatales relacionadas con los derechos económicos, sociales y culturales implica para los Estados, con efectos inmediatos, la obligación general de procurar constantemente la realización de los derechos consagrados sin retrocesos. Luego, los retrocesos en materia de derechos económicos, sociales y culturales pueden configurar una violación, entre otras disposiciones, a lo dispuesto en el artículo 26 de la Convención Americana”. 30

De manera que los Estados del hemisferio que han ra tificado los mencionados tratados tienen la obligación general de procurar constantemente la realización de los derechos económicos, sociales y culturales. Tal obligación implica a su vez la obligación de no adoptar medidas regresivas respecto al grado de desarrollo alcanzado, sin perjuicio que en supuestos excepcionales, y por aplicación analógica del artículo 5 del Protocolo de San Salvador, pudieran justificarse leyes que impongan restricciones y limitaciones a los

29 CIDH, Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Ecuador, OEA/Ser. L/V/II.96, Doc. 10 rev. 1, p. 25. 30 CIDH, Segundo Informe sobre la Situación de los Derechos Humanos en Perú, OEA/Ser.L/V//II.106, Doc. 59 rev, 2 de junio de 2000, pár. 11. (capítulo VII).

Page 11: Desarrollo humano sostenible

11

derechos económicos, sociales y culturales, siempre que hayan sido promulgadas con el objeto de preservar el bienestar general dentro de una sociedad democrática, y que no contradigan el propósito y razón de tales derechos.

En conclusión, el trabajo, la salud, la educación, la alimentación y la vivienda,

entre otros, constituyen aspectos que además de poder abordarse como temas económicos y de desarrollo, implican igualmente derechos humanos respecto a los cuales los Estados han asumido obligaciones internacionales en el marco del derecho internacional de los derechos humanos.

El sistema interamericano de derechos humanos y su potencial contribución a hacer efectivo el derecho humano al desarrollo sustentable

¿Cuál es la mejor manera de garantizar que los derechos humanos se hagan

realidad en forma gradual? Una es el “criterio de violaciones”, en cuya virtud se vigilan estrechamente los derechos humanos para dar publicidad a los abusos y hacer responsables a los Estados del cumplimiento de la ley y de sus compromisos internacionales en materia de derechos humanos. Una segunda, que con frecuencia puede complementar a la primera, destaca una visión amplia de los derechos humanos, en que se haga hincapié tanto en la protección como en la promoción de los derechos.31 La anterior afirmación del PNUD en un documento sobre la relación entre derechos humanos y desarrollo sustentable resalta las posibilidades que ofrecen los sistemas internacionales de derechos humanos de ser utilizados y contribuir a los procesos de desarrollo. Al respecto, analizaremos específicamente algunas posibilidades relacionadas con las funciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que junto a la Corte Interamericana de Derechos Humanos conforma el sistema interamericano de derechos humanos.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un órgano principal de la Organización de los Estados Americanos (OEA), creado en el año 1959. Está compuesta por siete miembros elegidos a título personal por la Asamblea General de la OEA. También forma parte de la Comisión su Secretaría Ejecutiva, conformada por un Secretario Ejecutivo, abogados y personal administrativo. La Secretaría Ejecutiva funciona de manera permanente en la sede de la CIDH, en Washington, D.C.

La tarea principal de la CIDH es promover la observancia y la defensa de los

derechos humanos, y a tales efectos realiza una serie de funciones, en el marco de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Estatuto de la CIDH y el Reglamento de la CIDH., que incluyen desarrollar conciencia respecto a derechos humanos entre los habitantes del hemisferio; tomar acciones respecto a casos individuales que se le presentan; efectuar recomendaciones a los gobiernos de los Estados miembros de la OEA; servir como órgano consultor de la OEA en asuntos de derechos humanos; 31 PNUD, La Integración de los Derechos Humanos en el Desarrollo Humano Sustentable, ob. cit., pág. 2.

Page 12: Desarrollo humano sostenible

12

efectuar visitas in loco a países, generalmente para realizar una observación general de la situación de los derechos humanos; elaborar informes generales sobre la situación de los derechos humanos en un país determinado, que se efectúan normalmente con posterioridad a las visitas in loco antes mencionadas; informes especiales o de seguimiento a informes generales previos de la Comisión, ambos respecto a países determinados; e informes especiales, que cubren la situación de los derechos humanos respecto a un tema específico en los distintos países de la región.

Como parte de sus labores de promoción y defensa de los derechos humanos, la Comisión también mantiene diversas "Relatorías Temáticas" sobre asuntos específicos de derechos humanos. La s Relatorías Temáticas, en ejecución de las labores que les encomienda la Comisión, efectúan diversas actividades, tales como realizar visitas a los Estados miembros de la OEA a fin de monitorear en éstos la situación del derecho o tema a cargo de la Relatoría; colaborar en la redacción de informes generales sobre países o en la redacción de informes sobre casos individuales respecto al tema específico a su cargo; y realizar acciones diversas de promoción de un derecho o tema específico.

En los últimos años la Comisión ha creado las siguientes Relatorías Temáticas:

derechos de los pueblos indígenas, derechos de las mujeres, derechos de los trabajadores migratorios y sus familias, condiciones de los centros de detención en las Américas, desplazados internos, libertad de expresión y derechos de la niñez.

A través de sus más de 40 años de trabajo en el hemisferio a favor de los derechos

humanos, la CIDH se ha consolidado como un prestigioso órgano de renombre y respeto internacional en materia de promoción y protección de los derechos humanos.

Hasta la presente fecha, en consonancia con la naturaleza de las violaciones a los derechos humanos que ocurrían con mayor frecuencia en el hemisferio, la Comisión ha enfocado su trabajo en el área de derechos civiles y políticos. Ello se produjo en un contexto histórico específico, caracterizado por la prioridad que se otorgó, al menos en el hemisferio occidental, a los derechos civiles y políticos por sobre los derechos económicos, sociales y culturales, que no dejó ciertamente de manifestarse en el trabajo de los órganos del sistema interamericano de derechos humanos. Tales órganos se enfocaron tradicionalmente en los derechos civiles y políticos, especialmente en el contexto de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos que cometieron especialmente las dictaduras que gobernaron en el cono sur, en los años setentas.

Tal prioridad en los derechos civiles y políticos marcó de manera transversal el trabajo de la CIDH, por ejemplo, respecto a todas sus funciones, incluyendo casos individuales, medidas cautelares, visitas in loco e informes generales sobre la situación de los derechos humanos en los países.

En los años recientes, sin embargo, la CIDH ha avanzado cada vez más en lo relativo a la promoción y defensa de los derechos económicos, sociales y culturales. El avance más significativo hasta el momento en el trabajo de la Comisión Interamericana ha sido el referido a los informes generales sobre países, en donde, como ya se mencionó, se han hecho consideraciones importantes de carácter general sobre el concepto e

Page 13: Desarrollo humano sostenible

13

importancia de los derechos económicos, sociales y culturales; se han hecho interpretaciones sobre el alcance de tales derechos y se han efectuado recomendaciones sobre problemas relativos al disfrute de tales derechos. Entre las principales normas del sistema interamericano relacionadas con derechos económicos, sociales y culturales se encuentran la Carta de la OEA, la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales "Protocolo de San Salvador” y la Carta Democrática Interamericana.

La Carta de la OEA, establece en su artículo 2 que entre los propósitos esenciales de la OEA se encuentran:

a) Afianzar la paz y la seguridad del Continente; b) Promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto al principio de no intervención; (...) y g) Erradicar la pobreza crítica, que constituye un obstáculo al pleno desarrollo democrático de los pueblos del hemisferio.32

La Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre, por su parte, establece como primer considerando

32 La Carta de la OEA establece igualmente lo siguiente: “Artículo 33: El desarrollo es responsabilidad primordial de cada país y debe constituir un proceso integral y continuo para la creación de un orden económico y social justo que permita y contribuya a la plena realización de la persona humana. Artículo 34: Los Estados miembros convienen en que la igualdad de oportunidades, la eliminación de la pobreza crítica y la distribución equitativa de la riqueza y del ingreso, así como la plena participación de sus pueblos en las decisiones relativas a su propio desarrollo, son, entre otros, objetivos básicos del desarrollo integral. Para lograrlos, convienen asimismo en dedicar sus máximos esfuerzos a la consecución de las siguientes metas básicas: a) Incremento sustancial y autosostenido del producto nacional per cápita; b) Distribución equitativa del ingreso nacional; c) Sistemas impositivos adecuados y equitativos; d) Modernización de la vida rural y reformas que conduzcan a regímenes equitativos y eficaces de tenencia de la tierra, mayor productividad agrícola, expansión del uso de la tierra, diversificación de la producción y mejores sistemas para la industrialización y comercialización de productos agrícolas, y fortalecimiento y ampliación de los medios para alcanzar estos fines; e) Industrialización acelerada y diversificada, especialmente de bienes de capital e intermedios; f) Estabilidad del nivel de precios internos en armonía con el desarrollo económico sostenido y el logro de la justicia social; g) Salarios justos, oportunidades de empleo y condiciones de trabajo aceptables para todos; h) Erradicación rápida del analfabetismo y ampliación, para todos, de las oportunidades en el campo de la educación; i) Defensa del potencial humano mediante la extensión y aplicación de los modernos conocimientos de la ciencia médica; j) Nutrición adecuada, particularmente por medio de la aceleración de los esfuerzos nacionales para incrementar la producción y disponibilidad de alimentos; k) Vivienda adecuada para todos los sectores de la población; l) Condiciones urbanas que hagan posible una vida sana, productiva y digna; m) Promoción de la iniciativa y la inversión privadas en armonía con la acción del sector público, y n) Expansión y diversificación de las exportaciones. Artículo 35: Los Estados miembros deben abstenerse de ejercer políticas, acciones o medidas que tengan serios efectos adversos sobre el desarrollo de otros Estados miembros. Artículo 36: Las empresas transnacionales y la inversión privada extranjera están sometidas a la legislación y a la jurisdicción de los tribunales nacionales competentes de los países receptores y a los tratados y convenios internacionales en los cuales éstos sean Parte y, además, deben ajustarse a la política de desarrollo de los países receptores. Artículo 37: Los Estados miembros convienen en buscar, colectivamente, solución a los problemas urgentes o graves que pudieren presentarse cuando el desarrollo o estabilidad económicos, de cualquier Estado miembro, se vieren seriamente afectados por situaciones que no pudieren ser resueltas por el esfuerzo de dicho Estado.

Page 14: Desarrollo humano sostenible

14

Que los pueblos americanos han dignificado la persona humana y que sus constituciones nacionales reconocen que las instituciones jurídicas y políticas, rectoras de la vida en sociedad, tienen como fin principal la protección de los derechos esenciales del hombre y la creación de circunstancias que le permitan progresar espiritual y materialmente y alcanzar la felicidad.

El artículo 26 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, trascrito supra, señala que los Estados partes de dicha Convención se comprometen a adoptar providencias para lograr progresivamente la plena efectividad de los derechos económicos, sociales y culturales. En similar sentido, el Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo de San Salvador" resalta en su preámbulo la importancia de que los derechos económicos, sociales y culturales sean “reafirmados, desarrollados, perfeccionados y protegidos en función de consolidar en América, sobre la base del respeto integral a los derechos de la persona, el régimen democrático representativo de gobierno así como el derecho de sus pueblos al desarrollo, a la libre determinación y a disponer libremente de sus riquezas y recursos naturales”. Seguidamente, dicho Protocolo establece en su artículo 1, que

Los Estados partes en el presente Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos se comprometen a adoptar las medidas necesarias tanto de orden interno como mediante la cooperación entre los Estados, especialmente económica y técnica, hasta el máximo de los recursos disponibles y tomando en cuenta su grado de desarrollo, a fin de lograr progresivamente, y de conformidad con la legislación interna, la plena efectividad de los derechos que se reconocen en el presente Protocolo.

Al adoptar en el 2001 la Carta Democrática Interamericana, la Asamblea General de la OEA señaló que lo hacía tomando en cuenta, entre otros aspectos, lo siguiente:

(...) que el carácter participativo de la democracia en nuestros países en los diferentes ámbitos de la actividad pública contribuye a la consolidación de los valores democráticos y a la libertad y la solidaridad en el Hemisferio;

(...) que la solidaridad y la cooperación de los Estados americanos requieren la organización política de los mismos sobre la base del ejercicio efectivo de la democracia representativa y que el crecimiento económico y el desarrollo social basados en la justicia y la equidad y la democracia son interdependientes y se refuerzan mutuamente;

En aplicación de las normas antes mencionadas y de otras que rigen su mandato, los informes generales de la CIDH constituyen un aporte importante para la impulsar el respeto de los derechos económicos, sociales y culturales, y en consecuencia, para tratar de avanzar en la realización del derecho humano al desarrollo. Cabe destacar que la Comisión, luego de emitir sus informes, efectúa actividades de seguimiento respecto al cumplimiento, por parte de los Estados, de sus recomendaciones. Como resultado de dicho seguimiento efectúa, por ejemplo, informes de seguimiento sobre el cumplimiento de las recomendaciones, en donde realiza una evaluación de las recomendaciones que han sido cumplidas y de las que están pendientes de cumplimiento.

Page 15: Desarrollo humano sostenible

15

En adición a los informes generales y las recomendaciones generales que la Comisión Interamericana efectúa a los Estados, existen otros mecanismos de extrema importancia en el trabajo de la CIDH, cuales son los casos individuales y las medidas cautelares para proteger derechos fundamentales de las personas. Al respecto, una de las funciones más importantes de la CIDH es la atención de casos individuales en los que se denuncia que un país determinado ha violado en perjuicio de alguna persona un derecho consagrado en la Declaración Americana, en la Convención Americana o en otros instrumentos de derechos humanos. Dicha función comienza con la presentación de una petición a la CIDH, previo a lo cual debe haberse cumplido con varios requisitos que incluyen el agotamiento de los recursos de la jurisdicción interna. Luego se inicia y desarrolla un proceso en el cual el Estado denunciado tiene oportunidad de responder, y de presentar sus pruebas y alegatos, al cabo del cual la Comisión se pronuncia sobre si el Estado incurrió o no en responsabilidad internacional. Si la Comisión encuentra que el Estado incurrió en responsabilidad internacional, le efectúa recomendaciones para reparar de distintas maneras la situación denunciada, siendo que si el Estado incumple tales recomendaciones la CIDH podría someter el asunto a conocimiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que emita una decisión jurisdiccional sobre el caso.

Por otra parte, según el artículo 25 del Reglamento de la CIDH, la Comisión puede, a iniciativa propia o a petición de parte, “solicitar al Estado la adopción de medidas cautelares para evitar daños irreparables a las personas”. Las medidas cautelares son un mecanismo de suma importancia en el trabajo de la Comisión, por medio del cual se han salvado muchas vidas.

En relación a las mencionadas funciones de la CIDH, es de destacar que la relación entre el desarrollo sustentable y los derechos humanos no sólo implica un proceso deseado de buscar a nivel conceptual un modelo de desarrollo centrado en el ser humano, sino que tiene también una aplicación práctica en la dimensión individual de cada persona.

Así, por ejemplo, el hecho de que millones de niños y niñas se encuentren excluidos de la enseñanza primaria gratuita es un problema importante que afecta el desarrollo en el hemisferio americano. Al mismo tiempo, dicha situación puede implicar, respecto a cada uno de esos niños y niñas una violación al derecho a la educación primaria gratuita consagrado en el artículo 13 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en Materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, "Protocolo De San Salvador", conforme al cual “los Estados partes en el presente Protocolo reconocen que, con objeto de lograr el pleno ejercicio del derecho a la educación: a). la enseñanza primaria debe ser obligatoria y asequible a todos gratuitamente (..)”.

Tal situación de violación individual podría ser conocida por la CIDH bajo el sistema de casos individuales, para que dicho organismo determine si el Estado respectivo ha incurrido en responsabilidad internacional por no proveer educación primaria gratuita a algún niño determinado o a alguna niña determinada. Debe destacarse

Page 16: Desarrollo humano sostenible

16

al respecto que el derecho a la educación es uno de los dos derechos respecto a los cuales el Protocolo de San Salvador atribuye expresamente competencia a los órganos del sistema interamericano de derechos humanos, para conocer de denuncias individuales en donde se alegue violación por un Estado parte del derecho a la educación, en los términos del artículo 13 de dicho instrumento. Podría pensarse que frente a la complejidad y extensión del problema el tratar de solucionar la situación de un niño o niña en particular no tendría ninguna relevancia en el proceso de desarrollo sustentable. Sin embargo, si admitimos que el desarrollo humano sustentable es aquel centrado en el ser humano, el lograr que un niño o niña tenga acceso a la educación primaria gratuita sería un paso adelante en el proceso de desarrollo sustentable. Además, podría ese caso individual tener un efecto multiplicador y lograr que como consecuencia de tal caso miles de niños y niñas pudieran tener resuelta su situación, y constituir ello una contribución importante al desarrollo del país determinado. Como ejemplo de antecedente relacionado con el efecto multiplicador que un caso puede tener puede mencionarse uno en el que seis integrantes de una comunidad que habita en la selva que fueron asesinados, y respecto al cual la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó el Estado en su sentencia de reparaciones, “reabrir la escuela sita en Gujaba y dotarla de personal docente y administrativo para que funcione permanentemente”. 33

Otro ejemplo destacable lo constituye un caso relacionado con un país del hemisferio americano en donde para poder trabajar las esposas requerían del consentimiento de su cónyuge. Al respecto, una de las muchas mujeres afectadas presentó un caso individual a la CIDH, alegando que tal disposición constituía una violación a varios de sus derechos humanos. La conclusión de dicho caso fue que el Estado modificó su Código Civil, eliminando la mencionada disposición, con lo cual, además de la peticionaria individual, se hizo justicia para todas las demás mujeres cuyos derechos fundamentales eran afectados por tal disposición. 34

Asimismo, en un caso que involucraba una denuncia en contra de un Estado por cuestiones relacionadas con tierras reivindicadas por comunidades indígenas, en donde además del tema de la propiedad se encontraban involucrados temas de tradición y preservación de la identidad cultural, entre otros, se logró una solución amistosa impulsada por la CIDH, mediante la cual el Estado adquirió una superficie de tierra importante, la entregó a comunidades indígenas y las tituló a su nombre.35

33 Corte I.D.H., Caso Aloeboetoe y Otros, Sentencia de 10 de septiembre de 1993 (Reparaciones), párr. 116(5). 34 Véase CIDH, Informe Anual 2001, Informe No. 4/01 - María Eugenia Morales, Caso 11.625. 35 Véase CIDH, Informe No. 90/99, Caso 11.713 (Paraguay), Comunidades Indígenas Enxet -Lamenxay y Kayleyphapopyet -Riachito-, Informe Anual 1999.

Page 17: Desarrollo humano sostenible

17

La CIDH conoció asimismo de un caso que involucraba derechos sindicales, que sometió luego a conocimiento de la Corte Interamericana. En dicho caso la CIDH representó a cientos de trabajadoras y trabajadores que sufrieron violaciones a sus derechos económicos y sociales mediante la expedición, por un Estado, de una ley que afectaba derechos laborales y sindicales de los trabajadores. En su sentencia sobre el caso, la Corte Interamericana encontró responsable al Estado por las actuaciones de los distintos órganos del poder político que redundaron en el despido masivo de trabajadores del sector público, legitimado mediante la expedición y aplicación de una Ley, en violación del derecho a la defensa y demás garantías del debido proceso de los trabajadores y del derecho a contar con una tutela judicial efectiva. Todo ello, en contravención de los principios de legalidad y de irretroactividad que en un Estado de Derecho deben presidir las actuaciones de todos los órganos del Estado. La Corte dispuso al respecto el reintegro de los 270 trabajadores destituidos a sus cargos, el pago de una justa indemnización y el resarcimiento de las costas y gastos.36

Más recientemente la CIDH admitió una denuncia en la que alegó que el Estado es responsable por la violación, entre otros derechos, del derecho a la vida, a la salud y al desarrollo de la personalidad del señor Jorge Odir Miranda Cortez y de otras 26 personas portadoras del Virus de Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (“VIH/SIDA”), en la medida en que no les ha suministrado los medicamentos que integran la triple terapia necesaria para impedirles la muerte y mejorar su calidad de vida.37 En el mismo caso, antes de dictar su informe de admisibilidad la Comisión había solicitado al Estado medidas cautelares en favor de las presuntas víctimas, que se hallaban en grave peligro, pues precisaban de la atención de instituciones del Estado para acceder a la medicina necesaria para su tratamiento. La Comisión solicitó que el Estado suministrara el tratamiento y los medicamentos antirretrovirales, así como las atenciones hospitalarias, farmacológicas y nutricionales pertinentes. El 26 de junio de 2000, el Estado autorizó la adquisición de la triple terapia antirretroviral para las personas portadoras del VIH/SIDA, y a partir de esa fecha, el Estado comenzó a brindar el tratamiento solicitado.38

La CIDH ha otorgado asimismo diversas medidas cautelares en relación con la

atención médica a personas enfermas privadas de su libertad. Así, el 28 de enero de 1999, por ejemplo, la Comisión otorgó medidas cautelares y se dirigió a un Estado a fin de solicitarle la adopción de medidas eficaces para proteger la salud y la integridad personal de un interno que se encontraba recluido en un Establecimiento Penal, donde no se le

36 Cte. IDH, Caso Caso Baena Ricardo y Otros, Sentencia de Fondo del 3 de Febrero de 2001.

37 Véase al respecto: CIDH, Informe Anual 2000, Informe No. 29/01 - Jorge Odir Miranda Cortez y Otros (El Salvador).

38 Véase al respecto CIDH, Informe Anual 2000, Medidas cautelares acordadas o extendidas por la Comisión, Cap. 3, párr. 30.

Page 18: Desarrollo humano sostenible

18

estaba facilitando la atención medica, los cuidados ni la medicación necesaria para atender a su delicada condición de salud.39 Como puede observarse de los ejemplos anteriormente mencionados, existen situaciones generales que tienen ciertamente una repercusión en la esfera individual de personas específicas, siendo que tales situaciones generales pueden verse no sólo desde la perspectiva del individuo como beneficiario y a futuro de un proceso de desarrollo sustentable, sino además puede verse también desde el prisma del individuo como persona actual y determinada cuyos derechos humanos están siendo afectados de manera inmediata por la violación en su perjuicio de derechos humanos que los Estados se han comprometido a respetarle y garantizarle.

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, la pobreza extrema y la correlativa falta de desarrollo sustentable implican violaciones a ciertos derechos humanos, respecto a las cuales el sistema interamericano de derechos humanos, a través de sus diferentes órganos y mecanismos de trabajo, puede aportar importantes contribuciones tanto a través de sus mecanismos de trabajo generales como mediante el sistema individual de casos y de medidas cautelares.

Conclusiones

El derecho al desarrollo sustentable y los derechos humanos tienen una relación muy cercana e interdependiente, en tanto que un desarrollo sin respeto a los derechos humanos no será en definitiva sustentable, mientras que un disfrute pleno de los derechos humanos presupone un grado mínimo de desarrollo.

La pobreza extrema impide el desarrollo sustentable y es a la vez una violación de la mayoría de los derechos humanos. El trabajo, la salud, la educación, la alimentación y la vivienda, entre otros, constituyen aspectos que además de poder abordarse como temas económicos y de desarrollo, implican igualmente derechos humanos respecto a los cuales los Estados han asumido obligaciones internacionales en el marco del derecho internacional de los derechos humanos.

Además de una visión general y estadística de las millones de personas que se encuentran en situación de pobreza extrema y en “vías de desarrollo”, la situación de éstas puede abordarse visualizándolas teniendo en cuenta la situación de una persona específica, actual y determinada, afectada de manera inmediata por la violación en su perjuicio de diversos derechos humanos.

A partir de esa visualización de la persona individual, y en adición a las importantes actividades de carácter más general que se realizan, la utilización del sistema

39 Véase al respecto CIDH, Informe Anual 1999, Medidas cautelares acordadas o extendidas por la Comisión, Cap. 3, párr. 47.

Page 19: Desarrollo humano sostenible

19

interamericano de protección de los derechos humanos podría implicar una contribución adicional a la promoción y protección del derecho humano al desarrollo sustentable.