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Guía práctica para el paciente y sus cuidadores DESPUÉS DEL ICTUS

DESPUÉS DEL ICTUS - … · Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 5 P R E S E N T A C I Ó N La culminación y aparición de este pequeño manual Después

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Guía prácticapara el pacientey sus cuidadores

D E S P U É S D E L I C T U S

D E S P U É S D E L I C T U S

Guía prácticapara el pacientey sus cuidadores

© 1997 Grupo de Estudio de las Enfermedades Cerebrovascularesde la Sociedad Española de Neurología

Primera reimpresión 2000Segunda reimpresión 2003

Reservados todos los derechos. Queda prohibida la reproducciónparcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento,comprendidos la reprografía y el tratamiento informático,sin la autorización por escrito del titular del Copyright.

EdiDe: © Dirección editorial, diseño, realización y edición.Casanova, 191, 3º 1ª. 08036 Barcelona

ISBN: 84-89045-76-3Depósito legal: B-48.266-97

A U T O R E S

Comité de Redacción

José Álvarez SabínHospital Vall d’Hebron.Barcelona

José CastilloHospital General de Galicia.Santiago de Compostela

Antoni DávalosHospital Dr. Josep Trueta. Girona

Alberto Gil PeraltaHospital Virgen del Rocío. Sevilla

Carlos Jiménez OrtizClínica Puerta de Hierro. Madrid

José M. LaínezHospital General Universitario.Valencia

Eduardo Martínez VilaClínica Universitaria de Navarra.Pamplona

Editores

José A. EgidoHospital Clínico UniversitarioSan Carlos. Madrid

Exuperio Díez-TejedorHospital Universitario La Paz.Madrid

Carlos MolinaHospital Vall d’Hebron.Barcelona

Ricardo NavarroHospital General de Asturias.Oviedo

Francisco RubioHospital de Bellvitge.L’Hospitalet de Llobregat(Barcelona)

Luis SolerHospital General de Catalunya.Barcelona

Rosa SuñerHospital Dr. Josep Trueta.Girona

José A. VivancosHospital de La Princesa. Madrid

5Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

P R E S E N T A C I Ó N

La culminación y aparición de estepequeño manual Después del ictus.Guía práctica para el paciente y suscuidadores, editado por el Grupo deEstudio de las Enfermedades Cere-brovasculares de la SEN, con el patro-cinio de la Asociación Española deIctus, es motivo de profunda satisfac-ción, ya que constituye la cristaliza-ción de un viejo anhelo de algunos denosotros, que conseguimos, final-mente, consolidar un proyecto en di-ciembre de 1996. Pretendíamos cubrirun hueco y saldar una deuda persis-tente con los enfermos y sus cuida-dores, pues éramos conscientes de lanecesidad de una información senci-lla y completa sobre la enfermedad ysus cuidados; asimismo, era precisofacilitar la reincorporación de los en-fermos al domicilio y la sociedad.Nuestra idea era -además de propor-cionar una ayuda para los pacientes-facilitar la labor informativa de losprofesionales sanitarios. Los editoresy el comité de redacción acometieronesta tarea con ilusión, convencidos desu importancia y utilidad, dedicándo-le esfuerzo y tesón, y consiguieron elobjetivo de que se concluyese antesde finalizar el año 1997. Queremos,por ello, felicitar a los autores y felici-

tarnos por ver tan magistralmenteconcluida esta obra, que brinda a suslectores una condensada informaciónsobre su proceso -para que puedancomprenderlo- sus tratamientos y laimportancia de la rehabilitación.Plantea, asimismo, cómo enfrentarsea los problemas cotidianos al volveral domicilio, para que el paciente seadapte lo mejor posible a sudiscapacidad y pueda llevar una vidalo más normal posible. Contiene, ade-más, datos sobre ayudas y recursossociales, que pueden ser útiles para elpaciente y sus familiares. Es, en con-junto, una magnífica obra, fruto de lapreocupación por la enfermedad entoda su dimensión y ejemplo de laimportancia de la colaboración deagrupaciones de profesionales conasociaciones de enfermos, para po-tenciar el cuidado y la prevención delas enfermedades. El resultado nosparece excelente y creemos haber lle-nado otra laguna que teníamos pen-diente. Nos sentimos orgullosos deeste resultado, pero ello quedaría enun ejercicio de vanidad si no fueraútil para los enfermos, que es el obje-tivo fundamental; ésta será la pruebadefinitiva de su valor. Por otra parte,las sugerencias que sirvan para mejo-

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1

Junta Directiva Grupo Estudio ECV SENE. DÍEZ-TEJEDOR, COORDINADOR

J. VIVANCOS, SECRETARIO

L. SOLER, VOCAL 1ºR. NAVARRO, VOCAL 2º

rar su contenido serán bien recibidasy ayudarán a perfeccionar futurasediciones. Sólo nos resta agradecer elapoyo recibido por Sanofi-Winthropen su apuesta por este proyecto y elesfuerzo para que, a partir de ahora,todo paciente que abandone el hospi-

tal disponga de este manual. Final-mente, felicitamos de nuevo a los au-tores y nos congratulamos con el Gru-po de Estudio de ECV de la SEN poresta obra, que ayuda a los enfermos yal desarrollo de la Neurología en laSociedad Española.

1. Información general¿Qué es el ictus? ¿Cuáles son sus causas? ................................... 10Síntomas de alarma de ictus .......................................................... 14La estancia en el hospital ............................................................... 15El alta médica .................................................................................. 17El programa de rehabilitación ....................................................... 18El papel de la familia ...................................................................... 19

2. Comprender el trastorno para superarloTrastornos motores ......................................................................... 22Trastornos de la comunicación ..................................................... 25Trastornos de la percepción ........................................................... 27

Trastornos visuales ................................................................... 27Trastornos de la sensibilidad .................................................. 29Trastornos de la percepción y de la imagen corporal .......... 30

Trastornos emocionales, psicológicos y de la conducta ............ 31

3. De vuelta a casa: los problemas cotidianosEl aseo personal. El baño ............................................................... 34El vestido ......................................................................................... 37La alimentación ............................................................................... 38

Trastornos de la deglución ...................................................... 40La dieta ...................................................................................... 43

Problemas urinarios ....................................................................... 44Incontinencia urinaria ............................................................. 44Retención urinaria .................................................................... 45

Problemas intestinales ................................................................... 46Estreñimiento ............................................................................ 46Diarrera ...................................................................................... 47

La sexualidad tras el ictus ............................................................. 47

4. Adaptarse a la discapacidadLos desplazamientos ...................................................................... 52

El cuarto de baño ...................................................................... 52Aspectos generales ................................................................... 53

Í N D I C E

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Consejos para su seguridad en las actividades diarias ............. 57Precauciones en relación a la seguridad general .................. 57En la cocina ................................................................................ 58En el cuarto de baño ................................................................. 59

Posibles adaptaciones en el domicilio ......................................... 59Viviendo solo ................................................................................... 62

5. Problemas médicos frecuentesPrevención de las complicaciones de la inmovilidad ................ 64

Posturas anormales en las extremidades .............................. 64Dolor en el hombro paralizado ............................................... 64Escaras de decúbito o úlceras por apoyo prolongado ......... 65Problemas venosos ................................................................... 66

La medicación ................................................................................. 67Síntomas que deben motivar consulta médica ........................... 69Consejos para la prevención de nuevos ictus ............................. 69

6. El retorno a una vida normalEl ocio .............................................................................................. 74Ejercicio físico .................................................................................. 74Viajes. Conducción de vehículos .................................................. 75Volver al trabajo .............................................................................. 76

7. Recursos sociales y ayudasIncapacidad laboral ........................................................................ 78Ayudas domiciliarias ..................................................................... 79Subvención para aparatos ortoprotésicos y para reformas en el hogar ......................................................... 79Subvenciones en transportes ......................................................... 79Residencias ...................................................................................... 80Organizaciones privadas ............................................................... 80

ApéndiceDirecciones de interés .................................................................... 81

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INFORMACIÓN GENERAL

¿Qué es el ictus? ¿Cuáles son sus causas?Síntomas de alarma de ictus

La estancia en el hospitalEl alta médica

El programa de rehabilitaciónEl papel de la familia

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1 Las enfermedades cerebrovascularesconstituyen, en la actualidad, uno delos problemas de salud pública másimportantes y, como tal, deben serconsideradas. Son la tercera causa demuerte en el mundo occidental y laprimera causa de invalidez perma-nente entre las personas adultas. Sucoste sociosanitario es muy elevado,lo que contrasta con la relativa esca-sa atención que habitualmente se lesdispensa, no sólo desde los organis-mos oficiales implicados, sino tam-bién (lo que aún es más preocupante)por una parte de los propios profe-sionales sanitarios; éstos siguen dan-do vigencia a conceptos caducos, quehacían del ictus una enfermedad «di-fícilmente prevenible y una catástro-fe intratable».

Intentar cambiar esta situaciónsólo resulta posible por medio de lainformación. Ésta debe ser veraz, ob-jetiva, fácilmente asimilable y, sobretodo, capaz de llegar a todas las per-sonas y organismos relacionados conel problema.

Los pacientes que han sufrido unictus, sus familiares y cuidadores, yaquellas otras personas que –por suscircunstancias personales– corren unmayor riesgo de padecerlo en un fu-turo constituyen el eslabón funda-mental en nuestra labor divulgativa.A ellos va dirigida esta monografía.

¿QUÉ ES EL ICTUS?¿CUÁLES SON SUSCAUSAS?

Denominamos ictus a un trastornobrusco de la circulación cerebral, quealtera la función de una determinadaregión del cerebro.

Son trastornos que tienen en comúnsu presentación brusca, que suelenafectar a personas ya mayores –aun-que también pueden producirse en jó-venes– y que frecuentemente son laconsecuencia final de la confluencia deuna serie de circunstancias personales,ambientales, sociales, etc., a las quedenominamos factores de riesgo.

Los términos accidente cerebrovas-

cular, ataque cerebral o, menos fre-cuentemente, apoplejía son utilizadoscomo sinónimos del término ictus.

El ictus, por lo tanto, puede produ-cirse tanto por una disminución im-portante del flujo sanguíneo que reci-be una parte de nuestro cerebro comopor la hemorragia originada por larotura de un vaso cerebral. En el pri-mer caso hablamos de ictus isquémi-

cos; son los más frecuentes (hasta el85% del total) y su consecuencia finales el infarto cerebral: situación irre-versible que lleva a la muerte a lascélulas cerebrales afectadas por la fal-ta de aporte de oxígeno y nutrientestransportados por la sangre. En el se-

11Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

gundo caso nos referimos a ictus he-

morrágicos; son menos frecuentes,pero su mortalidad es considerable-mente mayor. Como contrapartida,los supervivientes de un ictus hemo-rrágico suelen presentar, a medio pla-zo, secuelas menos graves.

En relación a estas consideraciones,los médicos distinguimos varios tiposprincipales de ictus:• Ictus trombótico, aterotrombótico

o trombosis cerebral. Es un ictusisquémico causado por un coágulode sangre (trombo), formado en lapared de una arteria importante,que bloquea el paso de la sangre auna parte del cerebro.

• Ictus embólico o embolia cerebral.Se trata de un ictus isquémico que,al igual que el trombótico, está ori-ginado por un coágulo de sangre;éste, sin embargo, se ha formado le-jos del lugar de la obstrucción, nor-malmente en el corazón. A este coá-gulo lo denominamos émbolo.

• Ictus hemodinámico. Dentro de losictus isquémicos es el más infre-cuente. El déficit de aporte sanguí-neo se debe a un descenso en la pre-sión sanguínea; esto ocurre, porejemplo, cuando se produce unaparada cardíaca o una arritmia gra-ve, pero también puede ser debidoa una situación de hipotensión ar-terial grave y mantenida.

• Hemorragia intracerebral. Es el ic-tus hemorrágico más frecuente. Unaarteria cerebral profunda se rompe ydeja salir su contenido sanguíneo,que se esparce entre el tejido cere-bral circundante, lo presiona y lodaña. La gravedad de este tipo deictus reside no sólo en el daño localsino en el aumento de presión queorigina dentro del cráneo, lo queafecta a la totalidad del encéfalo ypone en peligro la vida.

• Hemorragia subaracnoidea. Es unahemorragia localizada entre la su-perficie del cerebro y la parte internadel cráneo. Su causa más frecuentees la rotura de un aneurisma arterial(porción anormalmente delgada dela pared de una arteria, que adoptaforma de globo o saco).Aunque por su forma de presenta-

ción –súbita e inesperada– pudieraparecer que el ictus es una catástrofeimprevisible, en realidad –en la ma-yoría de los casos– no es así. El ictuses el resultado final de la acumula-ción de una serie de hábitos de estilode vida y circunstancias personalespoco saludables (factores de riesgo).Los vasos sanguíneos son el blanco deestas agresiones y, tras años de sufrirun daño continuado, expresan su que-ja final y rotunda: el ictus.

En la actualidad están bien identifi-cados los más importantes factores de

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1 riesgo para el ictus. Algunos de ellos,por su naturaleza, no pueden modi-ficarse. Es el caso de la edad (el riesgode padecer un ictus crece de formaimportante a partir de los 60 años) y elsexo (en general, hasta edades avan-zadas, el ictus se da más entre los hom-bres que entre las mujeres, aunque lamortalidad es mayor en estas últimas).La historia familiar de ictus, habersufrido un ictus con anterioridad ypertenecer a determinadas razas, co-mo por ejemplo la raza negra america-na, también predisponen con mayorfuerza a padecer un ictus, sin que estascondiciones puedan, en sentido estric-to, reconducirse.

Por el contrario, hoy día sabemosque, afortunadamente, podemos ac-tuar sustancialmente sobre los facto-res de riesgo más importantes y, conello, reducir de forma significativa elnúmero total de personas que sufri-rán un ictus cada año. Hoy por hoy, elmejor tratamiento del que dispone-mos para las enfermedades cerebro-vasculares es una adecuada preven-ción y ésta comienza por la modifica-ción de los principales factores deriesgo «tratables».

En los últimos 25 años, se ha conse-guido ir reduciendo paulatinamenteel número de ictus y disminuir hastael 50% su mortalidad. Una buena par-te de este éxito se debe al creciente

control de su factor de riesgo más im-portante: la hipertensión arterial.Toda persona mayor de 50 años deedad debería tomarse la tensión ar-terial al menos una vez al año; hayque tener presente que el riesgo desufrir un ictus se incrementa tanto siestá elevada la tensión arterial sis-tólica (máxima) como la diastólica(mínima), o ambas. Cifras superioresa 140/80 deben ser vigiladas por sumédico.

Los pacientes que padecen enfer-medades cardíacas y, sobre todo porsu frecuencia, las que tienen su origenen la arteriosclerosis de las arteriascoronarias –la «angina de pecho» y elinfarto de miocardio (cardiopatíasisquémicas)– corren un riesgo clara-mente mayor de padecer un ictus.Ello se debe a que la mayoría de losictus isquémicos, los que denominá-bamos aterotrombóticos, también tie-nen en la arteriosclerosis su punto departida. Pero, es más, si estos proble-mas cardíacos cursan con determina-dos tipos de arritmias, como la fibri-lación auricular, lo cual no es infre-cuente, el riesgo crecerá de forma muyconsiderable. Estas situaciones exigenuna actuación médica enérgica, quepuede reducir estas malas expectati-vas en cerca del 70%.

El consumo de tabaco es la causaprevenible más importante de muer-

13Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

te prematura. Su asociación con laarteriosclerosis, las enfermedadescardíacas y el ictus no ofrece hoy nin-guna duda.

Aunque, en la actualidad, no estáestablecido con claridad el papelexacto que desempeñan los niveleselevados de las grasas en la sangre

(colesterol y triglicéridos) en la proba-bilidad de sufrir un ictus, sí es eviden-te su relación con otras enfermeda-des, como la angina de pecho, el infar-to de miocardio y la arteriosclerosis, yéstas a su vez tienen una estrecha re-lación con el ictus, como hemos vistocon anterioridad.

La diabetes mellitus es una enfer-medad que condiciona la incapacidaddel organismo para metabolizar ade-cuadamente la glucosa que ingerimoscon la dieta. La diabetes aumenta elriesgo de padecer muchas otras enfer-medades (renales, oculares, cardíacas,de los nervios periféricos, etc.) y tam-bién de sufrir un ictus. Ello se debe aque, al igual que la arteriosclerosis,obstruye los vasos y éstos están en to-dos los órganos importantes del cuer-po. Hasta el 20% de las personas quehan sufrido un ictus son diabéticas.

A pesar de ser una condición perma-nente, aquellos diabéticos que siguenun adecuado control de su enferme-dad tienen menos probabilidades desufrir un ictus que los que no lo hacen.

En ocasiones, el ictus nos concedeuna segunda oportunidad. El pacien-te sufre transitoriamente (con fre-cuencia sólo dura unos minutos) to-dos los síntomas con los que cursa unictus establecido, pero, por fortunapara él, éstos desaparecen como llega-ron, sin dejar ninguna secuela. Estecaprichoso perfil temporal, la ausen-cia de dolor y –sobre todo– la ausen-cia de secuelas hacen que el pacientey, lo que es peor, a veces el médicominusvaloren estos episodios, conexplicaciones simplistas y erróneas.Esta situación, a la que denominamosataque isquémico transitorio, es unverdadero «amago» de ictus: hasta untercio de los pacientes que lo han su-frido presentarán un ictus establecidoen el año siguiente si no se toman lasmedidas adecuadas.

En el siguiente apartado expondre-mos cuáles son los síntomas que deno-minamos de alarma y que nos ayuda-rán a reconocer los ataques isquémi-cos transitorios y el ictus en sus fasesiniciales. Ello permitirá acudir con ra-pidez al hospital para ser atendidospor el neurólogo.

Otros factores de riesgo potencial-mente tratables son: el consumo exce-sivo de alcohol, la obesidad, la vida

sedentaria y los tratamientos con an-

ticonceptivos orales, aunque –en laactualidad– su contenido en estróge-

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1 nos es bajo y sólo parecen aumentar elriesgo si se suman otros factores, so-bre todo el consumo de cigarrillos opadecer otra enfermedad vascular ocardíaca.

SÍNTOMASDE ALARMADE ICTUS

Como hemos podido comprobar, to-dos somos, de algún modo, potencia-les candidatos a padecer un ictus, so-bre todo a partir de los 60-65 años deedad, y con mucha mayor probabili-dad si reunimos alguno(s) de los fac-tores de riesgo mencionados. Sirvacomo ejemplo: un hombre de 75 añosde edad, hipertenso y diabético conmal control, y fumador de una cajeti-lla de cigarrillos diaria, tiene siete ve-ces más probabilidades de padecerun ictus que otra persona de igualedad y sexo que no reúna estas condi-ciones. Resulta de gran utilidad, espe-cialmente en estos casos, que denomi-namos de alto riesgo, pero tambiénpara la población general, saber cómose inicia un ictus y cuáles son los sín-tomas que nos permiten identificarlo.A estas manifestaciones iniciales lasdenominaremos síntomas de alarma.

Hemos aprendido que el dolor en elpecho o en el brazo izquierdo puedeser el «aviso» de un infarto cardíaco y

que no debemos esperar: hay queacudir con celeridad al hospital. Des-graciadamente, el ictus puede presen-tar síntomas variados y no es frecuen-te que curse con dolor, el síntoma quemás nos «alarma», pero sus conse-cuencias pueden ser igualmente gra-ves y mucho más invalidantes. El ic-tus es una verdadera urgencia médi-ca y, en la actualidad, ha podido de-mostrarse que sus devastadoras con-secuencias son tanto menores cuantoantes se acuda al hospital y se seaatendido por el neurólogo. De aquí laimportancia de que el paciente y laspersonas que lo rodean habitualmen-te puedan reconocer con prontitudlos síntomas de alarma, que se enu-meran a continuación y que son váli-dos tanto para los pacientes que nun-ca han padecido un ictus como paraaquellos que ya lo han sufrido y enlos que puede repetirse.• Pérdida de fuerza de la cara, brazo

y/o pierna de un lado del cuerpo,de inicio brusco.

• Trastornos de la sensibilidad, sen-sación de «acorchamiento u hor-migueo» de la cara, brazo y/opierna de un lado del cuerpo, deinicio brusco.

• Pérdida súbita de visión, parcial ototal, en uno o ambos ojos.

• Alteración repentina del habla, di-ficultad para expresarse, lenguaje

15Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

que nos cuesta articular y ser enten-dido por quien nos escucha.

• Dolor de cabeza de inicio súbito,de intensidad inhabitual y sin cau-sa aparente.

• Sensación de vértigo intenso, ines-tabilidad, desequilibrio o caídasbruscas inexplicadas, si se acompa-ñan de cualquiera de los síntomasdescritos con anterioridad.Cualquiera de los síntomas enume-

rados no pierde su valor de «alarma»,antes bien lo refuerza, si desapareceespontáneamente (recuerde lo comen-tado con anterioridad sobre los ata-ques isquémicos transitorios).

Si, además, es usted una personacon uno o varios factores de riesgo, esaconsejable que sus amigos y familia-res conozcan estos síntomas de alar-ma y puedan trasladarle con pronti-tud al hospital más próximo.

LA ESTANCIAEN EL HOSPITAL

El ictus, como hemos mencionadocon anterioridad (pero consideramos

de gran utilidad repetirlo) es una ur-gencia médica. Debe ser atendido pre-cozmente por personal médico cuali-ficado, conocedor de este tipo de en-fermedad: un neurólogo. El hospital,por su dotación de personal y recur-sos materiales diagnósticos y tera-péuticos, es la única institución sani-taria adecuadamente preparada paraatender un ictus en su fase aguda. Portodo ello, resulta inoperante e inclusoperjudicial, para la situación funcio-nal futura del paciente, demorar enpasos intermedios (médico de cabece-ra, centro de salud, etc.) su evacua-ción al hospital.

En la actualidad, se dispone de tra-tamientos que, aplicados muy pre-cozmente en algunos tipos de ictus,son capaces de revertir sin secuelastodos sus síntomas. «A mayor preco-cidad en el inicio del tratamiento, ma-yor posibilidad de reducir el daño ce-rebral irreversible.»

A su llegada al hospital, normal-mente en el servicio de urgencias, elmédico que le atienda confirmaráel diagnóstico de ictus. Para ello reali-zará una historia clínica completa,donde se recogerán, del propio pacien-te y/o de sus familiares o acompa-ñantes, sus antecedentes personales yfamiliares, sus factores de riesgo, losdetalles del inicio y la progresión delos síntomas y el tiempo transcurrido

Si tiene algún síntoma de

alarma, no pierda tiempo:

acuda inmediatamente al

hospital.

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1 hasta su llegada al hospital; ademásllevará a cabo una exploración físicageneral y neurológica. Habitualmen-te su médico indicará la realización deuna serie de pruebas consideradas derutina (análisis de sangre, electrocar-diograma, radiografía de tórax y, fre-cuentemente, un escáner cerebral).Con los datos obtenidos en la historiaclínica, la exploración física y los resul-tados de estas pruebas es posible cono-cer el tipo de ictus, el territorio

vascular cerebral afectado y, en unporcentaje elevado de casos, su causa.De este modo podrá iniciarse el trata-

miento más conveniente y adecuadopara cada caso.

Salvo excepciones (demencia gra-ve, situación de dependencia por ic-tus previos o enfermedad terminalcoincidente) relacionadas con la cali-dad de vida previa, que aconsejenuna atención menos especializada, elictus en fase aguda será ingresado enel hospital, preferiblemente en salas

de neurología, con personal médicoy de enfermería capacitado para ofre-cer los mejores cuidados a estos pa-cientes, y preferiblemente en unida-

des de ictus, desarrolladas en los ser-vicios de neurología. Éstas ofrecenun método de trabajo uniforme, es-pecializado y protocolizado, y handemostrado mejorar los resultados,en cuanto a la mortalidad y a las se-

cuelas funcionales tras el ictus, hastaen el 30%.

El ingreso hospitalario de un pacien-te que acaba de presentar un ictus de-be perseguir los siguientes objetivos:• Aplicar el tratamiento más idóneo

para cada caso, que permita estabi-lizar la situación general y neuro-lógica del paciente y reducir al mí-nimo posible las secuelas funciona-les futuras.

• Asegurar la alimentación por víaenteral (sonda nasogástrica) o pa-renteral (por vía intravenosa) enaquellos casos en que la degluciónse vea afectada como consecuenciadel ictus; así se previene la desnu-trición y la deshidratación.

• Llegar a un diagnóstico preciso yen un plazo razonable, que especi-fique el tipo de ictus, el territoriovascular implicado y las causas, enaquellos casos en los que con laspruebas iniciales no se haya conse-guido. Para ello, con frecuencia, esnecesario realizar nuevas pruebascomplementarias o repetir algunade las ya realizadas.

• Prevenir y tratar convenientementecuando se presenten las complica-ciones que pueden sobrevenir en lafase aguda del ictus.

• Iniciar precozmente el programa

de rehabilitación y readaptación ala nueva situación personal, impli-

17Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

cando en la medida de lo posible ala familia.

• Iniciar las pautas de modificación

de los factores de riesgo previospara prevenir recurrencias futuras.

EL ALTA MÉDICA

La duración de la hospitalización en lafase aguda es variable para cada caso ydepende de la consecución de los obje-tivos reseñados. No obstante, salvoexcepciones, no resulta recomendableuna estancia hospitalaria prolongada,ya que aumenta las posibilidades decomplicaciones, especialmente infec-ciones. Para este tipo de pacientes serecomienda un período de ingreso me-dio no superior a 15 días.

Para decidir el momento idóneodel alta, el médico responsable decada caso valorará una serie de crite-rios, que se relacionan directamentecon los objetivos que persigue la hos-pitalización. Estos criterios abarcantres aspectos fundamentales de laenfermedad:• Situación clínica del paciente

– Estabilización o inicio de la regre-sión, déficit neurológico.

– Estabilización del estado generaldel enfermo.

– Capacidad de deglución autóno-ma conservada o posibilidad al-ternativa de asegurar de forma ra-

zonable la nutrición, hidratación ytoma de medicación, una vez queel paciente se encuentre fuera delhospital.

• Aspectos relacionados con el diag-

nóstico y el tratamiento– Causa del ictus aclarada o estu-

diada completamente.– Tratamiento elegido en función

del diagnóstico y de la situacióndel paciente.

• Aspectos asistenciales, de segui-

miento y sociofamiliares– Diseño del seguimiento en los di-

ferentes niveles asistenciales.– Que exista la garantía suficiente

de que, en el lugar al que va a tras-ladarse el paciente, las personasencargadas de su cuidado perso-nal (familiares, amigos, cuidado-res profesionales, etc.) están capa-citadas y asumen esta labor. Seasegurará, a su vez, una disponi-bilidad razonable de asistencia sa-nitaria cuando se precise.

El paciente, al ser dado de alta delhospital, recibirá un informe médico:el informe de alta. En este documen-to se recogen los datos sustanciales desu enfermedad: sus antecedentes per-sonales y familiares, sus manifesta-ciones clínicas, las pruebas que se lerealizaron, su evolución, las posiblescomplicaciones acaecidas y cómo seresolvieron el diagnóstico y las medi-

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1 das tomadas y a tomar en el futuro,encaminadas a mejorar su situaciónactual, facilitando su adaptación consu nueva realidad, y a prevenir la re-currencia de nuevos episodios (el tra-tamiento). Para terminar, el informede alta suele recoger el plan de revi-siones periódicas que debe seguir elpaciente.

EL PROGRAMADE REHABILITACIÓN

Para la mayoría de los pacientes quehan sufrido un ictus y han sobrevividoa él, la rehabilitación es una de las par-tes más importantes de su tratamiento.Suele iniciarse ya en fases muy preco-

ces, en los primeros días de estancia enel hospital, tan pronto como la situa-ción médica del enfermo lo permita.La rehabilitación se recomienda a cual-quier paciente que, habiendo sufridoun ictus, tuviera una vida previa auto-suficiente. Por el contrario, se excluyende estos programas, por el escaso be-neficio que les supone, a aquellos pa-cientes en coma o estado vegetativo, ocon secuelas tan graves que impidenuna mínima colaboración en las téc-nicas de rehabilitación. En estos casos,se recomienda la movilización pasivade las extremidades afectadas y loscambios posturales frecuentes, paraprevenir las contracturas y las ulce-

raciones por presión prolongada sobrelas zonas de apoyo.

Para evitar posibles frustracionesfuturas, es importante entender queningún programa de rehabilitaciónpuede conseguir volver a una situa-ción «exactamente igual» a la previa asufrir el ictus. El objetivo fundamen-tal del programa de rehabilitación esayudar al paciente a adaptarse a sus

déficit, no a librarse de ellos, ya que–en la mayoría de los casos– la lesiónneurológica se recupera, en todo o enparte, espontáneamente en un perío-do variable de tiempo o no se recupe-ra nunca: todo depende de la grave-dad del ictus.

Un programa de rehabilitación ade-cuado contribuye a que el pacienterecupere su autoestima y puede ser ladiferencia entre una situación de au-tonomía y el confinamiento. De he-cho, con la ayuda de estos programas,transcurrido un año desde el ictus, untercio de los pacientes que lo superanvuelve a su trabajo anterior, la mitadno necesita ninguna ayuda para susactividades cotidianas, el 20% necesi-ta ayuda sólo en determinadas situa-ciones y otro 20% es dependiente enmayor o menor medida.

La mayoría de los pacientes quehan sufrido un ictus necesitan rehabi-litación en un determinado númerode áreas. La intensidad y duración del

19Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores

programa variará según la gravedadde la discapacidad. Habitualmente,los programas de rehabilitación inte-gran la terapia física y ocupacional y,en aquellos casos que así lo precisen,la rehabilitación del lenguaje. Estosprogramas de rehabilitación puedeny deben implicar a un buen númerode profesionales (médicos rehabili-tadores, neurólogos, médicos de ca-becera, personal de enfermería, fisio-terapeutas, logopedas, trabajadoressociales, psicólogos, etc.) y, por su-puesto, al paciente, familiares y cui-dadores. El éxito radicará en un inicioprecoz, un diseño adecuado que ten-ga en cuenta las necesidades del pa-ciente y unas metas realistas, una co-ordinación eficaz del grupo y el com-promiso activo del paciente y de laspersonas de su entorno.

Los 3-6 primeros meses tras el ictusse consideran los más importantes enel progreso de readaptación. La mayo-ría de los movimientos voluntarios serecuperan en los 6 primeros meses. Ellenguaje, el equilibrio y algunas habi-lidades rutinarias pueden seguir mejo-rando hasta transcurridos 2 años.

EL PAPELDE LA FAMILIA

El ictus no sólo afecta a la persona quelo sufre. El paciente advierte que su

vida ha sufrido un cambio radical,pero también sus familiares y amigospróximos se dan cuenta de que mu-chas cosas, a menudo importantes,van a cambiar en sus vidas. La nuevasituación se vive, en los primerosdías, como la premonición de una pe-sada carga. Se tienen que asumir ace-leradamente nuevas responsabilida-des, no siempre bien aceptadas, en lamayoría de los casos porque interfie-ren ostensiblemente con la rutina so-cial, familiar y laboral. En ocasiones,junto con las dificultades motoras, seproducen alteraciones del carácter yla convivencia se hace difícil. Todoello contribuye a acrecentar el estrésambiental que ya de por sí genera lapropia enfermedad.

A pesar de todo ello, es convenien-te recordar que la recuperación tras elictus constituye uno de los desafíosfísicos y psicológicos más importan-tes y prolongados a los que puede so-meterse a una persona; es del todoimposible superarlo sin ayuda y la

El paciente necesita percibir

que sus familiares o personas

próximas se implican

activamente, en la medida

de sus posibilidades, en el

programa de recuperación.

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1 falta de apoyo familiar constituye unadificultad añadida.

Los pacientes con un mayor gradode relación con las personas de su en-torno son los que, a priori, mejores re-sultados pueden obtener. No obstante,es conveniente remarcar que la tareadel cuidador principal del pacientetras el ictus, especialmente si éste hasido grave, suele ser dura, por su exi-gencia diaria y –fundamentalmente–por su extensión en el tiempo. Un estu-dio reciente realizado en España hapuesto de manifiesto que, en su mayo-ría, los cuidadores principales de los

pacientes que han sufrido un ictusasumían de buen grado su nueva si-tuación personal, pero después de losprimeros 6 meses se sentían fatigadosy percibían que su propia salud habíaempeorado. Estas observaciones noshacen recomendar el reparto propor-cional de las responsabilidades y ta-reas implícitas en el cuidado de estaspersonas entre sus familiares y ami-gos, siempre que ello sea factible. Estaestrategia contribuirá de forma impor-tante a prevenir el desánimo, la fatigay la desesperanza, que, inevitablemen-te, se transmitirían al paciente.

COMPRENDER EL TRASTORNOPARA SUPERARLO

Trastornos motoresTrastornos de la comunicación

Trastornos de la percepciónTrastornos emocionales, psicológicos y de la conducta

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TRASTORNOSMOTORES

La debilidad o pérdida de fuerza en unbrazo, pierna o la mitad de la cara sonsíntomas frecuentes en un pacienteque presenta un ictus. Puede presen-tarse aisladamente en una sola extre-midad, pero es más común que afectea la totalidad de la mitad del cuerpo.Se denomina plejía o parálisis si elpaciente es incapaz de realizar movi-mientos con la extremidad afectada, yparesia, si es capaz de realizar algúnmovimiento, aunque con menos fuer-za que el lado sano. Si la enfermedadprovoca debilidad en toda la mitad delcuerpo, se denomina hemiplejía. Eshabitual que los síntomas se padezcancon diferente intensidad en el brazo oen la pierna. Si el paciente siente másdebilidad en el brazo que en la piernadiremos que la plejía o la paresia es depredominio braquial; por el contrario,

si la fuerza está más afectada en lapierna, hablaremos de predominiocrural.

La movilidad del organismo requie-re un adecuado funcionamiento de di-versas estructuras del sistema nervio-so. Si deseamos mover una extremi-dad, la orden se inicia en la corteza

cerebral y por medio de una vía deno-minada piramidal recorre en profun-didad el cerebro a través de la cápsula

interna, el tronco cerebral y la médu-

la espinal. Desde aquí y a través de losnervios, la orden llega a los músculosde las extremidades. Para que, ademásde producirse el movimiento, éste seaadecuado, se precisa de la participa-ción de otras dos estructuras del siste-ma nervioso, que son los ganglios ba-

sales y el cerebelo.En la figura 2.1 puede verse un es-

quema de cómo la vía principal reco-

Figura 2.1.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 23

rre todo el sistema nervioso central. Sinos fijamos con atención, observamosque, en el tronco cerebral, la vía pira-midal del lado derecho se cruza con laprocedente del lado izquierdo. Estadisposición justifica que los pacientescon lesiones en la mitad derecha delcerebro presenten debilidad en la mi-tad izquierda de las extremidades yviceversa.

Todos los millones de fibras nervio-sas que constituyen la vía piramidalse ordenan de acuerdo con la partedel cuerpo que van a movilizar. En lacorteza cerebral se encuentran lasneuronas motoras, de las que partenlas fibras nerviosas de la vía pirami-dal. Estas neuronas se localizan en

una zona media de los hemisferios ce-rebrales, justamente por delante deun gran pliegue del cerebro que se de-nomina cisura de Rolando. Esta re-gión de la corteza cerebral se denomi-na corteza motora. Aquí las neuronasse ordenan de forma que las que van allevar la movilidad en la cara ocupanla parte más inferior, seguidas haciaarriba por las neuronas que llevaránla movilidad a la mano, al brazo, alcuerpo y a la pierna. Esta distribuciónpuede verse en la figura 2.2.

Las diferentes arterias que llevan lasangre al cerebro irrigan diferentespartes de éste, y pueden afectar sola-mente a neuronas que llevan la movi-lidad a la cara, al brazo o a la pierna.

Figura 2.2.

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Ello explica las diferencias en la dis-tribución de la debilidad o de la pará-lisis que presentan los pacientes quehan padecido un infarto o una hemo-rragia cerebral.

Aparte de la debilidad que se oca-siona cuando se lesionan las neu-ronas y las fibras que llevan la movi-lidad, aparecen otras manifestacio-nes, que en conjunto reciben el nom-bre de síndrome piramidal. La pará-lisis que presentan estos enfermosafecta a todos los movimientos vo-luntarios, es decir, a todos los movi-mientos que se realizan con nuestroconsentimiento, como: andar, moverun brazo, coger un objeto, abrir o ce-rrar la boca y los ojos, etc. Sin embar-go, no se produce parálisis de losmovimientos que se hacen sin nues-tro consentimiento, como: la contrac-ción del corazón, la respiración o losmovimientos intestinales.

En los primeros días de la enfer-medad, las extremidades afectadasestán muy fláccidas o con muy pocotono muscular, pero días después deaparecer la parálisis se produce unacontracción progresiva de los mús-culos, que tienden a colocar el brazoflexionado y la pierna extendida. Es-ta espasticidad se acentúa con los in-tentos de movilización brusca de lasextremidades, aspecto que deberáconsiderarse en la rehabilitación. Al

mismo tiempo, se produce la exage-ración de los reflejos musculares, quese manifiestan al golpear con el mar-tillo de reflejos el tendón del múscu-lo situado inmediatamente por deba-jo de la rodilla, o al colocar el pie enciertas posturas que estiran el mús-culo. En ambos casos se producenuna serie de sacudidas rítmicas, fe-nómeno denominado clonus. La es-pasticidad, si es intensa, aumenta laincapacidad que ya tiene el enfermopor la debilidad.

En algunos pacientes se producensincinesias, que consisten en la apari-ción de movimientos involuntariosde las extremidades paralizadas, enrelación con movimientos del ladosano o coincidiendo con el bostezo ocon el estornudo. En ocasiones, al mo-vilizar la cabeza en uno u otro senti-do, se produce la extensión del brazoal que mira el paciente y la flexión delopuesto; estos movimientos no impli-can un mejor pronóstico.

Si el infarto o la hemorragia cere-bral, además de la vía piramidal, afec-ta a otras estructuras del sistema ner-vioso central, como los núcleos de labase o el cerebelo, pueden aparecerotras alteraciones motoras. En algu-nos casos, el paciente presentará mo-vimientos bruscos de las extremida-des, como tics o sacudidas del brazo opierna afectados. Otros enfermos tie-

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 25

nen una dificultad añadida a su debi-lidad, por la imposibilidad de llevarla mano o el pie afectados hacia unpunto determinado.

Si la debilidad en la pierna no esintensa, el paciente puede deambu-lar, aunque la marcha es difícil. Elpaciente se apoya fundamentalmen-te sobre el lado sano, y la pierna en-ferma, tiesa, realiza un movimientoen abanico; este tipo de deambula-ción recibe el nombre de marcha de

segador (figura 2.3).Las alteraciones motoras que pre-

senta un paciente que ha sufrido uninfarto o una hemorragia cerebraltienden a mejorar, aunque en ocasio-nes la recuperación puede no sercompleta. La afectación de lapierna mejora más que la delbrazo, y la del brazo más que lade la mano. Esta mejoría apareceya precozmente, es mayor si elpaciente es adecuadamente reha-bilitado y persiste durantemuchos meses, sobre todo enlos pacientes estimulados yanimados con su recupe-ración.

TRASTORNOS DELA COMUNICACIÓN

El paciente que ha sufrido un ictuspuede presentar alteraciones del len-guaje, denominadas afasias, o altera-ciones del habla o disartrias. Otrospacientes no logran emitir ningún so-nido, situación que se conoce con elnombre de mutismo.

Para hablar se requiere, en primerlugar, que pensemos en lo que que-remos decir, encontrar las palabrasnecesarias y decirlas en voz alta. Delmismo modo, para comprender loque nos dicen, debemos poner en

Figura 2.3.

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marcha mecanismos de atención, re-conocer que alguien quiere decirnosalgo y retener e interpretar las pa-labras que nos dicen. Para ello, va-rias estructuras del cerebro están im-plicadas. Estas estructuras se loca-lizan preferentemente en el hemis-ferio cerebral dominante, que es elizquierdo en las personas diestras, yse hallan situadas en la parte másbaja de la corteza motora y en el ló-bulo temporal y parietal (figura 2.4).Los trastornos del lenguaje, con fre-cuencia, se acompañan de dificultadpara escribir (agrafia) o para leer(alexia), por lo que estos pacientestienen afectadas sus capacidades decomunicación.

Las lesiones muy extensas del he-misferio cerebral dominante vanacompañadas de incapacidad globalpara hablar y para entender. El pa-

ciente suele estar mudo (mutismo) yhemipléjico del lado derecho. Enotras ocasiones, el paciente entiendeaceptablemente bien las palabras quese le dicen, pero es incapaz de emitirningún lenguaje adecuado; esta situa-ción recibe el nombre de afasia moto-

ra o de afasia no fluente. A pesar deno emitir lenguaje adecuado, estospacientes, en ocasiones, mantienen lacapacidad de repetir las mismas pala-bras que se le indican (ecolalia) o dedecir palabras de forma espontáneao tras ser provocados. Estas palabraso frases son muy sencillas, como«mamá», «Dios mío» o, en ocasiones,«tacos». Una forma más limitada deafasia motora es la afasia nominal, enla que el paciente, con frecuencia, noencuentra el nombre de los objetosque quiere mencionar; esta limitaciónle hace sustituir la palabra buscada

Figura 2.4.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 27

por descripciones de su uso, o cuali-dad, o a imitar con el gesto la utilidadque puede tener (parafasias).

Si las lesiones vasculares se hanproducido en la corteza de la regióntemporoparietal del hemisferio do-minante, el paciente presenta unaafasia fluente o sensitiva, en la queel problema fundamental radica enla incapacidad para entender el len-guaje, no solamente verbal, sino tam-bién gestual o escrito. Estos pacien-tes desarrollan un lenguaje, estruc-turalmente bien organizado, peroemitido sin respuesta a las preguntasque se le hacen.

La recuperación de las afasias de-pende de la extensión de la lesión ydel tipo del trastorno del lenguaje.Las afasias motoras tienen mejor pro-nóstico que las fluentes.

Las disartrias o alteraciones del ha-bla no deben confundirse con las afa-sias. Se originan por dificultad en laarticulación o en la modulación de laspalabras, como consecuencia de la de-bilidad de los músculos de la mitadde la cara, o por dificultad en la coor-dinación de éstos, cuando se produ-cen lesiones en el cerebelo o en los nú-cleos de la base. La disartria no sueleocasionar una gran incapacidad y esmás manifiesta en la pronunciaciónde las consonantes o en palabras lar-gas. En pacientes con lesiones vas-

culares en ambos hemisferios cere-brales, la disartria puede ser más in-tensa y va acompañada de otros tras-tornos, como dificultad para tragar oincontinencia emotiva, con risa y llan-to sin motivo.

TRASTORNOSDE LA PERCEPCIÓN

La persona que ha sufrido un ictuspuede tener alterada la capacidad dever, oír, tocar o darse cuenta de algu-nas cosas del entorno, e incluso pue-de no ser consciente de que tiene eseproblema, que va a condicionar deforma muy importante la recupera-ción del paciente y su relación con losdemás.

Trastornos visualesLos trastornos visuales son muy fre-cuentes en las personas que han pa-decido un ictus.

La arteria que lleva la sangre al ojoprocede de la arteria carótida interna,que es la misma que lleva la sangre agran parte del cerebro, y si ésta seocluye, puede dañar tanto el cerebrocomo el ojo. Por ello, la pérdida de vi-sión brusca en un solo ojo, aunquedure únicamente unos minutos, es unsíntoma de alarma importante, por-que puede reflejar un trastorno delriego sanguíneo dependiente de la ar-

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teria carótida y, por tanto, el cerebrocorre riesgo.

Para que podamos ver, la luz debeentrar en el ojo hasta la retina; desdeallí, el impulso nervioso se dirige porel nervio óptico a una estructura quese denomina quiasma óptico, dondelas fibras que llevan la información dela mitad del campo de cada ojo se cru-zan, de forma que la información quellega al hemisferio cerebral derechocorresponde a la mitad izquierda delcampo visual, y al revés, la informa-ción que llega al hemisferio cerebralizquierdo corresponde a la mitad de-recha del campo visual (figura 2.5).

Podríamos decir que la mitad dere-cha del campo visual la vemos con elhemisferio cerebral izquierdo, y al re-vés para la mitad izquierda.

Un ictus que produce una lesión enestas vías nerviosas puede producir

una pérdida de visión para la mitaddel campo visual, situación que se de-nomina hemianopsia, derecha o iz-quierda, según la parte del campo vi-sual que esté ciega. Como hemos vis-to que las vías piramidales, de las quedepende el movimiento, también soncruzadas, cuando además existe pará-lisis, el campo visual ciego es del mis-mo lado que la parálisis.

Muchas veces el propio paciente nose da cuenta de ello; es fácil que unapersona con una hemianopsia dere-cha tropiece con la parte derecha alatravesar una puerta, que no vea a laspersonas que se aproximan por su

Figura 2.5.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 29

derecha o que no encuentre cosas si-tuadas a su derecha. Por supuesto,una persona con una hemianopsia(de la que, insistimos, puede no darsecuenta) es un peligro cierto si condu-ce un vehículo.

La familia y los cuidadores puedenayudar recordando al paciente quemire hacia el lado enfermo, ya que, conun poco de entrenamiento, una hemia-nopsia puede compensarse muy bien,simplemente girando la cabeza paramirar hacia el campo ciego.

Algunas lesiones pueden afectar alos dos lóbulos occipitales y produciruna ceguera cortical; en estos casos, elpaciente a veces no es consciente de laceguera, de forma que, si se le pre-gunta, «inventa» lo que «ve».

En otras ocasiones puede producir-se una dificultad a la hora de distin-guir o nombrar los colores, en lesio-nes del hemisferio izquierdo.

Trastornosde la sensibilidadLa sensibilidad al tacto, al dolor, a latemperatura y a la presión es recogidaen la piel por una serie de minúsculosreceptores, que a través de los nerviossensitivos llegan a la médula espinal.Allí se cruzan de lado y asciendenhasta llegar a una estructura cerebraldenominada tálamo. En este punto seintegran diferentes vías nerviosas, y

desde allí salen conexiones nerviosasa la corteza cerebral, fundamental-mente para el lóbulo parietal, paraque finalmente seamos conscientesde la sensación y podamos identificarel estímulo (figura 2.6). Es muy fre-cuente que en los ictus se lesionen lasvías de la sensibilidad y se produzcauna pérdida de sensibilidad en la par-te contraria del cuerpo. Ésta se tradu-ce en una sensación de acorchamien-to o, en ocasiones, en «sensacionesraras», como «hormigueo», sensaciónexagerada y desagradable ante cual-quier roce, o incluso sensación dolo-rosa sin nada quelo justifique, quepueden afectar ala cara, a la caray el brazo, o atoda la mitaddel cuerpo.

Figura 2.6.

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Los trastornos de la sensibilidadsuelen asociarse con defecto motordel mismo lado, lo que supone un cla-ro problema para la seguridad: pue-den producirse quemaduras o heri-das que pasen inadvertidas, ya que seha perdido el mecanismo de alarma(el dolor) ante un estímulo dañino. Sitiene ese problema, debe ser extrema-damente cuidadoso en el manejo deinstrumentos y en el baño.

Trastornosde la percepcióny de la imagencorporalNo todo es ver, sentir o tocar; debe-mos ser capaces de darnos cuenta delo que vemos, reconocer lo que toca-mos o sentimos.

Muchos pacientes con ictus, aun-que no tengan un importante defec-to de la sensibilidad o de la visión,parecen ignorar parte de los estímu-los, fenómeno que conocemos comonegligencia. La negligencia consisteen eso: en no hacer caso a determina-dos estímulos, aunque se sea capazde percibirlos. Por ejemplo, pacien-tes con lesiones del hemisferio dere-cho, especialmente del lóbulo pa-rietal, ignoran lo que ocurre en lamitad izquierda del mundo: parecenno ver lo situado a la izquierda, nocontestan si se les habla desde la iz-

quierda y comen sólo de la mitad de-recha del plato, o se visten mal lamitad izquierda del cuerpo. Es mu-cho más frecuente en pacientes conlesiones del hemisferio derecho quetienen paralizados los miembros iz-quierdos. Muchos de ellos ignoran lamitad de su cuerpo y no saben cómolo tienen colocado o no reconocen subrazo como propio.

Es frecuente ver cómo muchos pa-cientes con grandes parálisis del ladoizquierdo afirman que pueden moverla pierna y que incluso la están mo-viendo. Ignoran los efectos de su en-fermedad, por lo demás evidentes.Esta situación es también frecuentecon los defectos visuales (hemianop-sias o incluso ceguera cortical). Este fe-nómeno es una forma especial de ne-gligencia, denominada anosognosia.

Afortunadamente, la negligenciasuele mejorar en las primeras sema-nas después del ictus, pero cuando esintensa o persistente empeora las ex-pectativas de rehabilitación y dificul-ta mucho la colaboración. Por ejem-plo, si un enfermo con hemianopsiapresenta además negligencia, no po-drá compensar el defecto visual «bus-cando» con la mirada.

Es importante que los familiares co-nozcan esta situación y que, en lo po-sible, estimulen al paciente a darsecuenta de lo que ocurre en su lado ne-

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 31

gligente, hablándole desde el ladoafectado, refiriéndose a objetos situa-dos en el lado ignorado o tocando yhaciéndole tocar su lado del cuerpoafectado.

Es también importante saber queun grado menor de negligencia es la«extinción». Ésta consiste en que, siun estímulo (visual, auditivo, táctil)llega a la vez desde los dos lados, ig-nora el del lado enfermo, y sólo harácaso al que le llegue por el lado sano.

TRASTORNOSEMOCIONALES,PSICOLÓGICOSY DE LA CONDUCTA

El ictus es una de las experienciasmás traumáticas que pueden ocurrir-le a alguien. Son muy frecuentes, des-pués del ictus, la ansiedad, los senti-mientos de frustración, los cambiosbruscos de estado de ánimo e inclusola depresión.

Entre un tercio y la mitad de lospacientes con ictus sufren depresiónen algún momento, que puede mani-festarse por sentimientos de tristeza oaislamiento, irritabilidad, trastornosdel sueño e indiferencia hacia la tera-pia; el paciente tiende a rehusar todaactividad. Es importante manteneruna vía de comunicación y permitirleexpresar cómo se siente. Trate de que

el reaprendizaje de tareas diarias seauna actividad relajante y recuerdeque el progreso lleva tiempo. Intenteser positivo, pero realista. Si la depre-sión es intensa o persistente, su médi-co puede prescribir medicación que leayudará a salir de ella.

Muchos pacientes, después del ic-tus, especialmente si se han sufridovarios en diferentes zonas del cere-bro, pueden tener problemas de des-control emocional: de pronto puedenecharse a reír a carcajadas y momen-tos después llorar desconsoladamen-te. Estas expresiones, en algunas oca-siones, reflejan exageradamente lossentimientos reales del paciente, peroen otras ocasiones son por completoajenas a cómo se siente realmente.Esta situación se denomina labilidado incontinencia emocional. Es impor-tante que los familiares entiendan quese trata de una manifestación del ic-tus y que está completamente fueradel control del paciente; no hay quedarle mayor importancia. Con fre-cuencia, esta situación mejora con eltiempo.

En algunos enfermos, especialmen-te si han sufrido varios ictus o trasuna única lesión en ciertos lugares delcerebro o si ya había trastornos dememoria previos, puede producirseun importante deterioro intelectual,con pérdida de memoria, desorienta-

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ción, dificultad a la hora de planificaracciones, alteraciones de la conductay cambios en la personalidad. En al-gunos casos, este deterioro mejoraparcialmente con el tiempo. Es impor-tante que el paciente se mantenga en

un ambiente conocido, que las activi-dades se realicen de la forma habi-tual, empleando el tiempo que preci-se, sin apremiarle y –sobre todo– quelas personas que se encargan de sucuidado tengan paciencia.

DE VUELTA A CASA:LOS PROBLEMAS COTIDIANOS

El aseo personal. El bañoEl vestido

La alimentaciónProblemas urinarios

Problemas intestinalesLa sexualidad tras el ictus

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EL ASEO PERSONAL.EL BAÑO

Después del ictus y de vuelta al ho-gar, a menudo la persona no es total-mente independiente y ello repercuteen sus actividades de la vida diaria.

Al principio, puede que necesiteayuda en su aseo personal; sus fami-liares, con algunos consejos prácti-cos, se convertirán en sus mejorescuidadores.

¡Mantener un buen aspecto nos hacesentirnos mejor! Por ello, el aseo perso-nal y el baño deben realizarse a diarioy, siempre que sea posible, en el cuar-to de baño; sólo se trata de convertiresta habitación en un lugar seguro.

Los siguientes consejos le servirán:

1. Instalar barandillas alrededor dela bañera y WC (figuras 3.1 y 3.2).

Figura 3.1A.

Figura 3.1B.

Figura 3.2.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 35

6. Después del baño es importan-te secar bien la piel e hidratarlacon cremas protectoras, especial-mente en las zonas de prominen-cias óseas: hombros, codos, es-palda, talones, etc., que son máspropensas a enrojecimientos.

7. Si existe afectación de la movili-dad en una parte del cuerpo, esmás seguro usar maquinilla eléc-trica para el afeitado; tambiénson prácticos los cepillos de man-go largo.

8. Además, debe realizarse una co-rrecta higiene bucal y dental.

9. Puede ser necesario recibir ayudaen la higiene del cabello y en elcuidado de las uñas.

Hay que animar a la persona paraque sea lo más independiente posibley para que haga trabajar la parte delcuerpo afectada.

2. Retirar las alfombras del suelo,pero, al salir de la bañera, colocaruna alfombra de baño o una toa-lla gruesa para evitar resbalar.

3. Si la persona no puede mante-nerse de pie de una forma segu-ra, es mejor poner una silla deplástico dentro de la bañera oducha (figura 3.3).Para entrar en la bañera, se apo-yará primero la pierna afectada y,para salir, se apoyará la pierna noafectada.

4. Poner una goma protectora den-tro de la bañera o ducha.

5. Cuando la persona padezca tras-tornos sensitivos, el familiar com-probará la temperatura del aguapara evitar quemaduras.

Figura 3.3.

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Si la persona puede realizar ella sola suaseo personal, aunque sea con dificultad,¡es mejor que lo haga! Pero no es aconse-jable dejarle solo en el baño hasta su com-pleta recuperación.

Cuando la persona no es capaz deandar con ayuda, es mejor realizar lahigiene en la cama.

Necesitaremos:– Dos palanganas: una con agua ja-

bonosa y otra con agua limpia.– Una esponja.– Una toalla grande.

– Crema protectora para la piel.– Protector para no mojar el colchón.

Primero se lavará la cara y el cuer-po con el paciente «boca arriba»; des-pués se movilizará (como se indica enlas figuras 3.4, 3.5 y 3.6) para lavarlela espalda. Finalmente, se dispondráde un sillón cómodo al lado de la ca-ma para sentarle.

La persona afecta de un ictus debevolver poco a poco a la normalidad.Hay que evitar que permanezca en lacama durante el día.

Cuando la movilidad está muy re-ducida, para evitar que la piel se ulce-re, debe disponerse de almohadas sua-ves en el sillón, para que el cuerpo estébien apoyado y se sienta cómodo.Cambiar cada una o dos horas la posi-ción de las extremidades y evitar lasarrugas de la ropa ayudará a que lapiel se mantenga íntegra.

Figuras 3.4 - 3.6.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 37

EL VESTIDO

En el vestido también hay que poten-ciar la autonomía de la persona. Sefacilitará que ella sola o con algunaayuda pueda vestirse.

Les recomendamos:

– Debe disponerse de toda la ropa deuna forma ordenada y colocada se-gún el orden de uso, para vestirsemás fácilmente.

– Es aconsejable empezar avestirse primero por la ex-tremidad afectada (figu-ra 3.7) y desvestirse al re-vés: primero retirar la ropadel brazo y la pierna noafectados (figuras 3.8 y 3.9).

– Al principio, es mejor utili-zar prendas de vestir prácti-cas y holgadas, como ropadeportiva: con cintas elásti-cas en la cintura, velcro…Los zapatos deben ser có-modos y cerrados, para queel pie esté bien sujeto.

– Para vestirse y desvestirse es mejorque la persona esté sentada. Debe-mos enseñarle que, con las dos ma-nos juntas, ponga la pierna afectadaencima de la pierna sana y así le serámás fácil ponerse un calcetín o elpantalón (figuras 3.10, 3.11 y 3.12).

– Pueden usarse calzadores de man-go largo.

Figura 3.9.

Figura 3.7.

Figura 3.8.

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38

Al principio, vestirse puede suponer ungran esfuerzo, sobre todo cuando la movi-lidad está muy reducida. ¡Debemos ani-mar a la persona con sus progresos!

A los pacientes con afectación del hemi-cuerpo izquierdo, vestirse les ayudará atrabajar y a reconocer la parte afectada.

LA ALIMENTACIÓN

El ictus puede repercutir de formadirecta o indirecta en la alimentaciónde la persona que lo ha sufrido.• Indirectamente: porque con fre-

cuencia existen dificultades paraalimentarse, por incapacidad en lapreparación de los alimentos y porimposibilidad de alimentarse por símismos.

Son frecuentes las alteraciones en lamovilidad, las dificultades en la visión, lafalta de atención, las dificultades pararealizar movimientos intencionados,aunque físicamente puedan hacerlos,la desorientación y/o confusión, etc.Todo ello puede influir de forma

negativa a la hora de comer.

• Directamente: porque son frecuen-tes los trastornos de la deglución.Puede haber dificultad total o par-cial para deglutir.Para facilitar la alimentación en

estas personas, pueden resultar degran ayuda platos con reborde y cu-biertos provistos de mangos especia-les (figuras 3.13 y 3.14). Se evitaránposiciones incorrectas (figura 3.15);la persona debe inclinarse hacia de-

Figuras 3.10 - 3.12.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 39

Figura 3.13.

Figura 3.15.

Figura 3.14.

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lante con la extremidad afectada bienapoyada (figura 3.16).

Trastornosde la degluciónNo todas las personas que han pade-cido un ictus presentan los mismostrastornos para alimentarse. Las alte-raciones se producen por la propialesión cerebral.

Debemos distinguir, básicamente,dos tipos de trastornos:

1. Personas que padecen dificultadtotal para deglutir y tienen queser alimentadas por sonda (tuboespecial que se introduce por lanariz o a través del abdomen has-ta el estómago).

2. Personas que, aunque tienen pro-blemas para masticar y tragar,pueden alimentarse normalmen-te, siguiendo unas recomenda-ciones.

En general, los síntomas de los tras-tornos de la deglución postictus son:dificultad para masticar, dificultadpara llevar la comida hacia la faringe,retención de comida en el cuello, re-flejo de la deglución alterado (lo quefavorece el paso del alimento a lasvías respiratorias y da lugar a tos), as-piración de la comida por falsas víasy asfixia.

Sin embargo, es posible la rehabili-tación de la deglución.

Si el paciente se atraganta,

debe consultarse al médico.

Nunca hay que forzarlo.

Figura 3.16.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 41

Recomendacionespara las personasque se hallan en eldomicilio con una sondapara la alimentaciónLos cuidados básicos con respecto ala persona son:

– La posición semisentada es la posi-ción ideal; así se evitarán reflujos dela comida.

– Debe limpiarse la boca varias vecesal día, aunque no se coma normal-mente. También de-ben limpiarse con cui-dado las fosas nasales,sobre todo en el ladoen que está insertadala sonda. Cada día,además, es convenien-te apoyar esta sondaen un lugar diferente,para evitar que la pielse llague. La sondapuede fijarse con untrozo fino de espara-drapo (figura 3.17).

– Si la sonda está insertada en el ab-domen debe limpiarse cada día lazona de la piel limitante con aguatemplada y jabón, así como las co-nexiones y la sonda; es convenien-te poner unas gasas y tapar con unesparadrapo suave (figura 3.18).

– Si aparecen vómitos, tos al recibirla alimentación o diarreas muy

abundantes, ¡debe consultarse almédico de inmediato!Los cuidados básicos de la nutri-

ción son:

– Guardar el preparado en un lugarfresco; normalmente no es necesa-rio almacenarlo en la nevera.

Figura 3.18.

Figura 3.17.

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42

– En el domicilio, se pasará agua porla sonda varias veces al día y siem-pre después de administrar medi-camentos o cuando se interrumpala nutrición.

– Los medicamentos deben triturarsepor completo, ya que podrían obtu-rar la sonda (el personal de enfer-mería ya les explicará en el hospitalcómo dar la medicación y qué me-dicación puede administrarse deeste modo).Si se obstruye la sonda, lo mejor

para desobstruir son los refrescos decola o el aceite (con poca cantidad essuficiente).

No debemos olvidar

que esta forma de

alimentarse significa

verse privado de comer; la

persona puede estar ansiosa,

triste o sentir rechazo por

este tipo de alimentación.

Debemos hacerle

comprender que este

sistema es temporal y que,

normalmente, se recupera

la deglución en pocas

semanas.

Recomendacionespara las personasque padecen trastornosparciales de degluciónHay pacientes que tienen problemaspara masticar y deglutir alimentosenteros, pero son capaces de comeralimentos triturados y beber líquidosespesos. Por ello les recomendamos:– Modificar la consistencia de la co-

mida, es decir: primero triturar to-da la comida y poco a poco ir cam-biando la textura conforme vayanmejorando.

– Espesar los líquidos con productosespeciales o con maicena, papillas,etc., puesto que, en esta enferme-dad, primero se recupera la deglu-ción de alimentos sólidos y al finalla de los líquidos.

– La posición de la persona es funda-mental: debe estar sentada, la comi-da debe darse por la parte de la bo-ca no afectada y, a veces, es conve-niente bajar la barbilla para deglutir.

– Dar pequeñas raciones lentamentey con frecuencia evitará que la per-sona se canse.

– Las comidas frías suelen estimularel reflejo de la deglución.Alimentos aconsejables: cremas

espesas de verduras, puré de frutas,yogur, natillas, flan, huevos revuel-tos, sopas espesas de sémola, carnetriturada, pescados suaves.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 43

Alimentos que deben evitarse: lí-quidos (agua, leche, zumos); frutascrudas, pan, carnes no trituradas, so-pas, pasteles.

La dietaTanto la dieta como el tratamientomédico pueden reducir de formaconsiderable la posibilidad de sufrirnuevos ictus.

La alimentación correcta despuésdel ictus tiene muchos beneficios:– Es una medida no farmacológica que

previene nuevos ataques.– Es efectiva.– Actúa sobre varios factores de riesgo

(hipertensión, niveles altos de coleste-rol, diabetes...).

– No tiene efectos secundarios.– Es económica.

Con el objetivo de cubrir las nece-sidades nutritivas de la persona, se-gún su peso, edad, actividades ygustos, es aconsejable seguir unadieta que disminuya el riesgo deaterosclerosis. Básicamente se consi-gue reduciendo las grasas saturadasen la dieta, aportando con respecto alas proteínas el 50% de origen animal(carnes magras y pescados) y el otro50% de origen vegetal (legumbres ycereales).

La persona hipertensa debe evitarla sal, los productos ahumados, char-cutería, pastelería, frutos secos, sopas

de sobre, conservas, el abuso delcafé..., todo ello con el objetivo denormalizar la presión arterial.

Alimentos aconsejables: carnesmagras, conejo, pollo (sin la piel), pes-cados, yogur y leche descremados,quesos ligeros, vegetales y frutos fres-cos, aceite de oliva, margarina vege-tal, cereales y pan.

Alimentos que deben evitarse: car-nes grasas, salchichas, leche entera ocondensada, yemas de huevos, repos-tería, chocolate, mantequilla, mayo-nesa y comidas muy elaboradas (con-tienen salsas).

Debe reducirse el alcohol. Sólo estápermitido beber un vaso de vino cadadía, salvo que su médico le indique locontrario.

Los pacientes con poca movilidad,que están muchas horas sentados,sufren con frecuencia de estreñimien-to. Es aconsejable mantener una dietarica en frutas y verduras y, si es nece-sario, tomar laxantes suaves (previaconsulta al médico).

Es muy importante que la

dieta tenga en cuenta

los gustos y preferencias

del paciente; de lo

contrario, se abandona

fácilmente.

3

44

PROBLEMASURINARIOS

El daño de los centros superiores pue-de afectar el control del cerebro sobrela vejiga urinaria y dar lugar a dostipos de problemas: la incontinenciaurinaria, que es el más común, o la re-tención urinaria.

En los primeros días puede ser nece-sario emplear una sonda intravesical,empapadores o colectores externos.

Apenas el paciente sea capaz de co-laborar, debe intentarse que sea élmismo quien vacíe su vejiga y debenanotarse los intervalos entre las mic-ciones, para iniciar el programa dereeducación.

Es importante mantener la máximaintimidad posible y, si es capaz de ca-minar, utilizar pronto el baño.

Es importante, también, una inges-ta adecuada de líquidos (al menos2 litros), pero entre las 8 de la mañanay las 8 de la tarde, evitando ingestasposteriores a esta última hora, parareducir la posibilidad de perder elcontrol durante la noche, especial-mente bebidas que aumenten la nece-sidad de vaciar la vejiga, como las quecontienen cafeína o las alcohólicas.

Incontinencia urinariaEs la incapacidad de controlar el pasode la orina desde la vejiga, de modo

que ésta se vacía sin que el afectadorealice ningún esfuerzo consciente.Habitualmente, el afectado suele no-tar que su vejiga se vacía, pero lo sien-te al mismo tiempo que está vacián-dose. Muchos de estos pacientes pre-sentan: a) necesidad de vaciar la veji-ga rápidamente (urgencia), b) necesi-dad de vaciar la vejiga cada pocotiempo (frecuencia) y c) necesidad devaciarla por la noche (nicturia). El tra-tamiento del trastorno debe ir dirigi-do a estimular el vaciamiento de lavejiga antes de que su musculatura seactive sin control.

Cuando un paciente con inconti-nencia está encamado, las medidasrecomendables son:

1. Utilizar un ritmo predetermina-do y ofrecer la «botella» o la «cu-ña» antes de que el paciente ori-ne, habitualmente cada 2-3 horas.

2. Estar siempre alerta a las señalesque indican la necesidad de ori-nar y ofrecer la botella o la cuña.Si el paciente no es capaz de co-municarse, hay signos –comomovimientos de la parte baja delabdomen, cara de enfado, nervio-sismo o sudación– que puedenindicar esta necesidad. Si el pa-ciente es consciente, se intentarámostrarle alguna señal fácil conla que nos pueda indicar la nece-sidad de orinar.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 45

3. Animar al paciente a sentarse loantes posible para orinar. Puedeser útil comprimir la parte baja delabdomen para ayudar a orinar.

4. Antes de ir a la cama, es conve-niente intentar realizar una mic-ción, para dejar vacía la vejiga, ydejar a disposición del enfermoun sistema para que pueda avi-sar. En ocasiones, es útil ponerun despertador para realizaruna micción hacia la mitad de lanoche.

Cuando el paciente es capaz de ir albaño, es importante usar un baño ele-vado, que le resulte cómodo, utilizartécnicas de estimulación (como com-primir la parte baja del abdomen, po-ner agua caliente sobre la región geni-tal, acariciar la parte interna del mus-lo o abrir un grifo) y, por la noche,dejar al lado de la cama un andador obastón, si los necesita para caminar.

En algunos casos, es necesaria lautilización de dispositivos, como elpreservativo fijado con tiras adhe-sivas al pene, en el varón, y conectadoa una bolsa de recogida. En las muje-res, pueden ser útiles las compresas.En ocasiones, en ambos sexos, es ne-cesario el uso de pañales. El progra-ma de reeducación de la vejiga debeindividualizarse en función del estilode vida del paciente; en algunos ca-sos, puede ser útil el tratamiento con

fármacos. A pesar de todo, a vecesexisten accidentes, que deben consi-derarse intrascendentes.

Retención urinariaCuando se produce una parálisis dela vejiga, ésta va llenándose hasta quese dilata lo suficiente como para va-ciar pequeñas cantidades (orina porrebosamiento). Es menos frecuenteque la incontinencia. El afectado no seda cuenta de cuando está llena y vaorinando pequeñas cantidades. Elsobrellenado puede dañar los riño-nes, al volver hacia ellos la orina (re-flujo). El tratamiento va dirigido amantener vacía la vejiga, para impe-dir el reflujo y el rebosamiento.

Medidas aconsejables:

1. Ofrecer la cuña o la botella.2. Si es incapaz de orinar, ensayar

técnicas de estimulación.

La incontinencia puede dar

lugar a un problema grave,

como es la erosión de la

piel de la zona del pañal.

Para prevenirlo, es

imprescindible mantener

una higiene correcta de la

piel, con el fin de

conservarla limpia y seca.

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46

3. Cuando orina, medir la cantidady después sondar para medir laorina residual. Puede ser necesa-rio que un familiar o el propiopaciente aprendan la técnica delsondaje, que les enseñará la en-fermera.

4. Debe explicarse al paciente que lasonda es una medida provisio-nal, mientras comienza a funcio-nar correctamente la vejiga.

Afortunadamente, la mayoría de lostrastornos urinarios del paciente conictus se resuelven o mejoran progresi-vamente, por lo que su tratamiento escada vez más simple.

El mal funcionamiento de la vejigapuede dar lugar a complicaciones, co-mo infecciones urinarias o cálculos,para lo cual es recomendable una ade-cuada ingesta de líquidos, evitar laingesta de alimentos muy ricos en cal-cio, vaciar adecuadamente la vejiga ymantener una buena higiene local.

PROBLEMASINTESTINALES

Los problemas intestinales suelen serconsecuencia de otros problemasasociados con el ictus y no de la afec-tación directa del sistema nerviosocentral.

Los problemas intestinales tras elictus suelen ser resultado de factores

como: la inmovilidad, la disminu-ción de la ingesta de líquidos y unadieta inadecuada. El problema másfrecuente es el estreñimiento, aun-que pueden presentarse diarreas enalgún caso.

Es conveniente establecer un hora-rio, siendo preferible la mañana, trasel desayuno, o la noche, tras la cena.El programa de reeducación debe ini-ciarse con el intestino limpio, lo quemuchas veces supone el uso de ene-mas durante la fase inicial del ictus.Durante todas estas maniobras, espreciso mantener la intimidad y reali-zarlas con una higiene adecuada.

EstreñimientoPara su tratamiento se recomienda:

1. Informar a la familia de signosque indican la necesidad de defe-car, como: distensión (o hincha-zón) abdominal, ruidos abdomi-nales, flato, náuseas y espasmosabdominales.

2. Seguir una dieta adecuada, conalto contenido en fibra. Alimentosrecomendables: vegetales (lechuga,zanahoria, borraja, judías ver-des...), frutas, si es posible conpiel, frutas desecadas (ciruelas,melocotones), carnes rojas, aves,cereales, pan integral. Deben evi-tarse las comidas ricas en grasas,lácteos, chocolate y té.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 47

3. No automedicarse, para evitarla dependencia de laxantes yenemas.

4. Mantener una ingesta de líquidosadecuada (mínimo 2 litros al día).

5. Mantener la máxima actividadfísica posible.

6. Es importante la relajación.7. Puede ser de ayuda tomar un zu-

mo de ciruela antes de la hora dela defecación.

En algunos casos, el médico puedeprescribir algún fármaco: ablanda-dores de heces, incrementadores devolumen, estimulantes de la moti-lidad intestinal, magnesio o irritantesquímicos. Estos tratamientos debenser individualizados y dirigidos porel médico. Lo mismo puede decirsede los métodos de intervención mecá-nica, como los enemas o la elimina-ción manual de las heces, que puedenser de ayuda en algún caso concreto.

DiarreaLas causas más frecuentes son: dietainadecuada (p. ej., comidas especia-das), alimentación por sonda (espe-cialmente si el ritmo de administra-ción es rápido o no se administra su-ficiente agua), sobreutilización delaxantes, administración de antibió-ticos o impactación de heces. Si la dia-rrea es intensa o persistente debe con-sultarse con el médico, que establece-

rá el tratamiento más oportuno y ade-cuado según la causa.

LA SEXUALIDADTRAS EL ICTUS

Con frecuencia, las personas que hanpadecido un ictus se preguntan si po-drán volver a practicar el sexo, si lamedicación dificultará su funciónsexual o si el sexo supone un riesgode que se produzca un nuevo ictus.

A menudo, las sensaciones de sucuerpo habrán cambiado: puede nosentir bien o no ser consciente de unaparte de su cuerpo, la comunicaciónpuede ser difícil y sus movimientos,torpes. En primer lugar, aceptar estoscambios lleva tiempo y esfuerzo: ten-ga paciencia y terminará por aceptarque su cuerpo ha cambiado, pero si-

gue siendo el suyo. Con frecuencia, elaumento de la capacidad de autocui-dado y el control de la higiene perso-nal incrementan la autoestima, lo quehará que se sienta más atractivo, parausted y para otros.

Es muy importante que hable consu pareja. Los temores que no se ex-presan pueden llevar a evitar los en-cuentros íntimos y ello sólo desenca-dena ansiedad.

El temor a sufrir un nuevo ictusdurante el acto sexual es generalmen-te infundado. Es normal que aumen-

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ten las pulsaciones del corazón y quela respiración sea más rápida, pero elesfuerzo que se realiza es semejante asubir dos tramos de escalera. Si ello lepreocupa, consulte a su médico en sucaso concreto. Puede existir temor aser rechazado por la pareja, debido asu apariencia tras el ictus. A menudo,la pareja piensa que el sexo puedehacerle daño. Es importante que estostemores se hablen con franqueza, yaque es la única forma de superarlos.

Muchas veces, tras un ictus se pro-duce un desinterés por el sexo, quepuede ser debido a una depresión.Otros síntomas pueden ser: dificultadpara dormir, pérdida de apetito, sen-tirse cansado y sin energía, pesimis-mo, pérdida de interés por las cosas.La persona deprimida no se preocupapor su aspecto y le resulta difícil dar o

recibir afecto. La depresión es fre-cuente tras el ictus, pero es tratable.Hable de sus problemas. Su médicopuede ayudarle con medicación an-tidepresiva, que es muy eficaz enmuchos casos.

Algunas medicaciones, como pas-tillas para dormir, para bajar la ten-sión arterial, antidepresivos, etc.,pueden interferir con la funciónsexual o causar impotencia. Si ustedsospecha que alguna de las medica-ciones dificulta su vida sexual, con-sulte con su médico. En ningún casodeje de tomarlas por su cuenta, yaque puede ser arriesgado.

Cuando tenga una relación sexualcomience despacio, sin sentirse pre-sionado, estando descansado (en al-gunos casos, es mejor por la mañana)y cuando disponga del tiempo sufi-

Figura 3.19.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 49

ciente. Se recomienda haber vaciadopreviamente la vejiga.

Si su sentido del tacto se ha vistoparcial o totalmente alterado, es me-jor que su pareja se aproxime por ellado sano, de forma que pueda sentirel estímulo y responder adecuada-mente. En ocasiones, algunas zonaspueden estar tan sensibles que el sim-ple tacto le produzca dolor o sensa-ciones desagradables. Indique a supareja qué le resulta agradable y quémolesto.

La parálisis puede dificultar, perono impedir, la relación sexual. Prue-be diferentes posturas, pudiendoayudarse de almohadones, algunasde las cuales se sugieren en las figu-ras 3.19 y 3.20.

Finalmente, recuerde que hay mu-chas formas de mantener contactossexuales además del coito. Éstas pue-den ser una alternativa adoptada demutuo acuerdo, de forma que el ictusno suponga renunciar a su vida sexual.

Si usted era

sexualmente

activo antes del ictus,

generalmente lo

volverá a ser.

Figura 3.20.

ADAPTARSE A LA DISCAPACIDAD

Los desplazamientosConsejos para su seguridad en las actividades diarias

Posibles adaptaciones en el domicilioViviendo solo

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LOSDESPLAZAMIENTOS

Una de las secuelas más frecuentes eincapacitantes, en el paciente que hasufrido un ictus, es la derivada deldéficit motor. En los ictus, la pérdidade fuerza suele afectar al miembro su-perior e inferior del mismo lado (he-miplejía/hemiparesia). Más raramen-te, la pérdida de fuerza puede afectara ambos miembros inferiores (para-plejía/paraparesia). El grado de difi-cultad en los traslados, para el pacien-te que ha sufrido un ictus, dependeráno sólo de que se vean afectados unoo ambos miembros inferiores, sinotambién de la implicación o no de losmiembros superiores. Sin embargo, amedida que se avanza en la fisiote-rapia, la necesidad de ayuda suele sercada vez menor.

El paciente necesitará desplazarseno sólo de un lugar a otro dentro desu casa, sino también en la calle. Laexistencia de una limitación en la ca-pacidad para los desplazamientos,además de condicionar la realizaciónde las actividades cotidianas, puedeser un importante factor en el aisla-miento social del paciente.

En esencia, los traslados más impor-tantes son los que van a efectuarse dela cama a la silla de ruedas y viceversa,y de ésta a una silla o sillón, al inodo-ro, a la bañera, al automóvil, etc.

El cuarto de bañoEl cuarto de baño es un espacio de lacasa de difícil utilización para el pa-ciente que ha sufrido un ictus, debidoa sus reducidas dimensiones y a losnumerosos elementos que contiene(bañera, inodoro, bidé, lavabo). Porello, a menudo suele ser necesariorealizar algunas adaptaciones, sobretodo en el bidé, el inodoro y la bañe-ra. La colocación de barras en lugaresestratégicos del cuarto de baño ayu-dará al paciente a incorporarse de lasilla de ruedas y, después, a sujetarsepara sentarse en el inodoro o en elbidé. Para el traslado desde la silla deruedas, se procurará que la superficiedel inodoro o el bidé estén a la mismaaltura que la silla, para lo cual sueleser necesario acoplar a estos elemen-tos un asiento especial (figura 4.1).

Figura 4.1.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 53

Cuando no es posible realizarestas modificaciones o la sillade ruedas no puede entrar enel cuarto de baño, se utiliza-rá una silla de ruedas o sillafija que lleve acoplada unataza, la cual actúa de inodoro(figura 4.2).

Para realizar el baño perso-nal, el paciente debe desplazarse de lasilla de ruedas al interior de la bañera.Si el paciente no puede mantenersede pie, puede instalarse un asiento,que se sujeta con barras a los lados dela bañera (figura 4.3). Una vez senta-do, podrá enjabonarse con un guantede esponja y lavarse con el agua de laducha de mano. Para el traslado des-de la silla de ruedas al asiento de la

bañera o del inodoro, se seguirá el es-quema básico de traslado entre dos si-llas. Si se mantiene de pie, puede sersuficiente la colocación de una barravertical en la pared que le permita lasujeción.

Aspectos generalesCon gran frecuencia, el paciente quepresenta una hemiparesia precisará,

Figura 4.2.

Figura 4.3.

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inicialmente, la ayuda de otra personapara caminar, pero cada vez será me-nos necesaria. El fisioterapeuta irá in-dicándole y programará el ritmo en losejercicios y el grado de autonomía quedebe intentar alcanzar en cada mo-mento. Según el momento evolutivo yel déficit motor, el médico rehabilita-dor indicará el empleo de muleta, bas-tón, taca-taca o silla de ruedas. Comonorma general, debe estimularse alpaciente para que emplee sus propiasfuerzas y habilidades al máximo. Encaso necesario, la ayuda que se le pres-tará será la mínima necesaria.

Para sentarse, suele ser mejor utili-zar sillas altas, que tengan reposa-brazos y respaldo firme. Es más fácillevantarse de una silla que permitaapoyar el talón para incorporarse yhacer fuerza con las manos en los re-posabrazos. Debe evitarse la utiliza-ción de sillas que lleven ruedecillas enlas patas, por su peligrosidad.

Las sillas de ruedas deben ser siem-pre adecuadas a los requerimientosindividuales del paciente. Deben posi-bilitar el freno de las ruedas con unapalanca de fácil acceso y manejo por elmiembro no parético. Es convenienteque los reposabrazos y apoyapiés pue-dan levantarse o retirarse fácilmente.

El paciente debe vestirse antes derealizar el traslado de la cama a la si-lla de ruedas, salvo que vaya a du-

charse. En los pantalones o vestidos,es preferible el empleo de cinturón,por si fuera necesario sujetar al pa-ciente, ya sea para evitar una caída opara ayudarle en un desplazamiento.La ropa debe ser cómoda y, a ser posi-ble, ajustada, para evitar tropiezos oenganches fáciles. Los zapatos debenestar provistos de suelas de materialantideslizante.

Quizás, el traslado más importantepara el paciente que utiliza silla deruedas es el paso de la cama a la silla y,después, de ésta a un sillón o silla. Pararealizar estos pasos, las superficiesdeben estar a la misma altura y muypróximas entre sí: cama-silla de rue-das, silla de ruedas-sillón. El pacientepuede o no precisar ayuda. Si el pa-ciente necesita ayuda para levantarsede la silla o la cama, el cuidador se co-locará delante, lo cogerá por debajo delos brazos y lo levantará; mientras elpaciente hace fuerza con los pies y conuno o ambos brazos, lo sujetará por elcuello. Para hacer un traslado de piesin ayuda de otra persona, el pacientese colocará en el extremo de la silla ocama, con los pies apoyados en el sue-lo y el lado sano siempre por delante.Se pondrá de pie y se inclinará haciadelante, apoyándose sobre los brazosde la silla. El cuerpo se girará, queda-rá de espaldas a la silla o cama y sedejará caer con suavidad (figura 4.4).

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 55

Figura 4.4.

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La cama debe estar a una altura co-rrecta, para facilitar el traslado a la si-lla de ruedas, y debe tener un colchónduro. En algunos casos, puede sermuy útil la colocación de una barra enla cabecera de la cama, para facilitar elpoder sentarse. Actualmente, existencamas especiales, que se manejan conun pequeño dispositivo eléctrico ypermiten elevar la cabecera o los piessegún las necesidades (figura 4.5).

En el domicilio, puede ser precisorealizar pequeñas modificaciones yajustar los cambios de nivel con ram-pas. Si hubiese escaleras en el inte-rior de la casa, puede ser útil el aco-plamiento de una silla al pasamanos,cuyos controles están en el reposa-

brazos y funcionan eléctricamente(figura 4.6).

En muchas ciudades existen ya mi-crobuses y taxis especiales para per-sonas con minusvalías físicas, quepermiten levantar y llevar al pacientecon su silla de ruedas. Cuando se so-licita el servicio de transporte por te-léfono, debe advertirse de la disca-pacidad del paciente para que se pro-cure un vehículo adecuado.

En caso de viajes, las maletas debenfacturarse y debe programarse el via-je con antelación, teniendo en cuentalos posibles obstáculos que puedanencontrarse y los traslados que hayaque realizar (entrada y salida de un

Figura 4.5.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 57

tren, autobús,etc.). En los hote-les, la reserva debehacerse con especial an-telación y se avisará de losposibles servicios que van anecesitarse.

Si, tras consultar con su médico, noexisten inconvenientes para que pue-da conducir un vehículo de motor, éstedebe estar automatizado o preparadoadecuadamente para facilitar su mane-jo. En ocasiones, el paciente debe pasarun curso especial de aprendizaje.

CONSEJOS PARA SUSEGURIDAD EN LASACTIVIDADESDIARIAS

Las secuelas del ictus, sobre todo losdéficit motores o sensitivos y la he-mianopsia, van a condicionar una se-rie de limitaciones para la realizaciónde las actividades diarias, que pue-den ser –a su vez– el origen de acci-dentes. El paciente, en unos casos,puede sobrestimar sus propias posi-bilidades y, en otros, descuidarse, ya

que se trata de actividades cotidianas.Por ello, deben tomarse unos especia-les cuidados y tener en cuenta unaserie de sugerencias.

Precauciones enrelación a la seguridadgeneral– Se evitará, al menos en las primeras

fases de la recuperación, la rutina enla realización de las actividades co-tidianas. Se procurará concentrar elinterés en cada actividad y no hacervarias cosas al mismo tiempo.

– Es aconsejable utilizar calzado consuelas antideslizantes o rugosas.

– Se evitará encerar los suelos y apli-car productos de limpieza que ha-

Figura 4.6.

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gan la superficie deslizante. En casode utilizar andador, muletas o bas-tones, deben llevar acoplado en lasuperficie de roce o apoyo un dis-positivo antideslizante.

– Es preferible no colocar alfombrasen el suelo, para evitar tropiezos. Siquieren tenerse, deben situarse fue-ra de los lugares de paso y adherir-se sus bordes al suelo.

– Si el paciente ha conseguido rein-corporarse a su trabajo o iniciar otraactividad laboral, deben seguirsede forma estricta las instruccionesde seguridad de la empresa.

– No debe sobrecargarse la red eléc-trica de la casa por el riesgo de cor-tocircuitos. Se procurará instalaralarmas contraincendios y medidaspara su control (extintores).

– Procurar no dejar cables sueltos uobjetos pequeños en el suelo, paraevitar tropiezos.

– Si el paciente vive solo, es conve-niente que alguien le llame tele-fónicamente o mejor que le visitetodos los días. En muchas ciudades,existen grupos de voluntarios o per-sonal dependiente de institucionespúblicas (enfermeras, asistentes so-ciales, etc.) que realizan esta labor.

– Si es posible, se instalarán extensio-nes telefónicas en varias habitacio-nes y se dejarán los números de ur-gencia a la vista.

– Se instalará un sistema de alarmaque permita avisar a un vecino o,directamente, a un servicio de asis-tencia, si surgiese algún problema.En muchas ciudades, puede dispo-nerse ya de un dispositivo especial,que se lleva en el cuello o en la mu-ñeca; así, al presionarlo pone enmarcha una alarma en un serviciode urgencias.

En la cocina– La temperatura del agua debe com-

probarse con la mano no afecta ocon un termómetro, si hubiese tras-torno sensitivo, a fin de evitar que-maduras.

– Para cocinar, se utilizará ropa queno tenga mangas anchas que pue-dan engancharse; el delantal y losguantes de cocina serán de materialno inflamable.

– Dada la utilización de una fuentede calor en la cocina y el riesgo dellamarada o incendio, es necesariodisponer de un extintor apropiadoen un lugar de fácil acceso.

– A ser posible, la fuente de calor en lacocina no debe emitir llama. Es pre-ferible la cocina eléctrica a la de gas.

– Cuando se derrame algún líquidoen el suelo o caiga algún alimento,se procurará limpiarlo rápidamen-te para evitar caídas. Asimismo, lasmanos se mantendrán siempre se-

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 59

cas, para evitar que los objetos res-balen y se caigan.

– Los alimentos, cubiertos y menajede la cocina se colocarán en lugaresde fácil acceso y se manejarán deuno en uno. Cuando se precise co-ger objetos de lugares altos o lim-piar zonas de la cocina de difícil ocomplicado acceso, debe solicitarsesiempre ayuda.

– Al cocinar, las sartenes deben tapar-se con cubresartenes adecuados,para evitar que se produzcan que-maduras por salpicadura de líqui-dos a altas temperaturas o que sur-ja fuego fuera de la fuente de calor.Se emplearán cubiertos con unmango largo y que no transmitan elcalor (madera, etc.).

En el cuarto de baño– La puerta no debe cerrarse con

pestillo.– La silla de ruedas debe dejarse (ple-

gada o no) de forma que permita tras-ladarse de nuevo a ella y que no trabeo impida la apertura de la puerta.

– Alguno de los miembros de la fami-lia debe ser advertido siempre deque el paciente está utilizando elcuarto de baño.

– Los utensilios de higiene o aseopersonal deberán estar situados auna altura adecuada y de fácil acce-so desde el lugar de asiento.

– En la bañera, deben colocarse ba-rras de sujeción vertical u horizon-tal, o un asiento especial, si el pa-ciente no puede mantenerse de pie.En caso de instalarse un asiento enla bañera, éste puede estar engan-chado a los lados de ésta sin tocar elsuelo (asiento colgante) o puede fi-jarse una silla especial con ventosasal suelo de la bañera.

– El suelo de la bañera debe tenersiempre una alfombrilla antides-lizante.

– La temperatura del agua en la du-cha o bañera debe fijarse antes deentrar en ella. En caso de que exis-ta un trastorno sensitivo, la tempe-ratura se comprobará con el dorsode la mano del lado sano o por me-dio de un termómetro.

POSIBLESADAPTACIONESEN EL DOMICILIO

Cuando sea dado de alta, puede quesu casa no sea tan confortable como loera antes. Sin embargo, es posible queunos pequeños arreglos hagan que sesienta de nuevo cómodo en ella.

¡Todo son obstáculos! ¿Puedo ir atodas las habitaciones que necesito?¿Están a mi alcance los artículos deprimera necesidad? Para conseguirlo,pueden ser suficientes unas normas

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básicas: las puertas tienen que ser losuficientemente anchas y fáciles deabrir (figura 4.7). Si la casa tiene dospisos, en uno de ellos, en el que vayaa moverse, debe disponer de todo lonecesario, a menos que pueda subir ybajar de una manera sencilla. Elimineescalones innecesarios o sustitúyalospor rampas. Existe incluso la posibili-dad de adaptar elevadores eléctricosentre pisos. Coloque barandillas late-rales en todos los tramos con desni-vel, en la entrada del edificio, etc., eincluso en pasillos o habitaciones, sies necesario.

Los muebles no deben estorbar; enocasiones, basta con redistribuirlos,aunque otras veces habrá que des-prenderse de alguno. Todo lo quepueda causar una caída o golpe hayque eliminarlo (alfombras, cables).Con ingenio se encuentran solu-ciones menos agresivas, como, porejemplo, asegurar el borde de las al-fombras.

Si utiliza un bastón para caminar,un taco de goma antideslizante en suextremo evitará caídas.

Puede ser útil escribir una lista conaquello que precise (gafas, mando deTV, periódico...) y colocarlo a mano.

¡Muy importante! ¿Dónde está elteléfono? Recuerde que tiene que al-canzarlo muy fácilmente. Si no los tie-ne, debería instalar supletorios enotras habitaciones. Puede resultar demucha utilidad un teléfono de manoslibres, con memoria, donde estén losnúmeros de mayor importancia (fa-miliares, servicio médico de urgen-cias, etc.).

¿Y en su habitación? Si va a pasaren ella mucho tiempo, asegúrese detener cerca lo que precise. Busque unsistema para pedir ayuda si la necesi-ta; pruebe con una campana, instaleun timbre o bien una alarma de con-trol remoto.

Una cama alta, si utiliza silla deruedas, le ayudará mucho en los tras- Figura 4.7.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 61

lados. No olvide reservar un huecopara la silla cerca de la cama.

¡Qué complicado es el baño! Ade-más, es pequeño y peligroso. Comoprincipio fundamental, no es conve-niente que esté lejos de donde vaya apasar más tiempo. En muchas ocasio-nes, tendrá que adaptar los sanitarios(¿no sobrará alguno?). Si utiliza sillade ruedas, aumentar la altura del re-trete hará más sencillos los traslados;igualmente, el armario bajo el lava-manos tendrá que retirarlo. Para elaseo corporal, una ducha es lo más se-guro. Si tiene una bañera, coloque untaburete o silla dentro para lavarsesentado; fíjelos bien al suelo con ven-tosas en las patas. En el suelo de laducha y de la bañera, no olvide ponerbandas antideslizantes.

Unas barandillas en la pared dela ducha y del baño le ayudarán amoverse. Tenga en cuenta cuál essu lado débil para colocarlas.

Téngalo todo a mano: cepillo dedientes, peine... El jabón líquidode tocador es menos escurridizoque la pastilla tradicional. Utilicecepillos suaves o manoplas.

Si además tiene grifos mono-mando y mantiene el suelo secopara evitar resbalones, verá comoel aseo es más sencillo.

¿Y cocinar? En la medida de lo po-sible, es conveniente que mantengasu rol familiar tomando más precau-ciones que previamente. Como el ba-ño, la cocina es un lugar peligroso.Cuando cocine, utilice mandiles ymanoplas resistentes, sobre todo en laextremidad parética, para evitar acci-dentes. Las cazuelas y sartenes debentener mangos largos y aislantes térmi-cos. Puede ser necesario modificar laposición de los mandos del horno yde la cocina, para hacerlos accesiblesy seguros.

Infórmese acerca de la existen-cia de artículos especiales para dis-capacitados, con mangos gruesos yesponjosos, que permitan un fácilmanejo, tanto para la cocina como

Figura 4.8A.

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para el baño. Un material antides-lizante bajo los platos y vasos es muyeficaz. La utilización de tapones enlos vasos con un único agujero o be-ber por una paja también le ayuda-rán. Existen tiendas especializadasdonde se venden estos objetos, aligual que adaptadores para el retretey otros muchos dispositivos útiles(figuras 4.8A y B).

Tenga todos los utensilios en es-tanterías bajas y próximas. Así evita-rá desplazamientos y abrir y cerrarpuertas y cajones frecuentemente.

VIVIENDO SOLO

Si tiene que vivir solo, habrá que au-mentar los mecanismos de seguridad:se colocará algún extintor y detecto-

res de humos. Busque algún métodoque le permita pedir ayuda de formarápida y eficaz; existen servicios dealarma telefónica, como el de la CruzRoja, que cumplen esta misión a laperfección.

Recuerde que vivir solo no signifi-ca vivir aislado; asegúrese de quepuede comunicarse con los amigos ovecinos a diario. No sólo el aspectofísico es importante: la relación con elmedio favorece su integración y dis-minuye la aparición de patologías detipo depresivo. Si tiene imposibilidado dificultades para moverse o despla-zarse o en su cuidado personal, nodude en recurrir a cuantos mediosmecánicos precise. Cuanta mayor au-tonomía obtenga, mejor será su cali-dad de vida.

Figura 4.8B.

PROBLEMAS MÉDICOS FRECUENTES

Prevención de las complicaciones de la inmovilidadLa medicación

Síntomas que deben motivar consulta médicaConsejos para la prevención de nuevos ictus

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PREVENCIÓNDE LASCOMPLICACIONESDE LA INMOVILIDAD

Con frecuencia, tras producirse unaccidente vascular cerebral o ictus,queda una pérdida de fuerza en unaparte del cuerpo, la cual produce unmayor o menor grado de inmovili-dad. Las complicaciones más frecuen-tes relacionadas con esta inmovilidadson:• Posturas anormales en las extremi-

dades.• Dolor en el hombro paralizado.• Heridas o úlceras (escaras) por

apoyo prolongado (escaras de de-

cúbito).• Problemas venosos.

Estas complicaciones deben evitar-se desde el primer momento tras elictus. Para ello, es necesario seguir lassiguientes recomendaciones.

Posturas anormalesen las extremidadesCualquier articulación del lado para-lizado corre el riesgo de quedarse rí-gida (rigidez articular) y adoptarposturas forzadas, debido a la inmo-vilidad y al aumento del tono mus-cular, que suele aparecer con el pa-so de los días (espasticidad). Paraprevenir esta rigidez, se moverán to-

das las articulaciones al menos dos

veces cada día, ya sea con la ayudade un familiar o por usted mismo(automovilizaciones). En algunos ca-sos, también será necesario el uso deciertos aparatos, para evitar las de-formidades, como cabestrillos en elbrazo y mano o férulas en la pierna ypie.

Asimismo, es importante tener pre-caución para que los pies no aguan-ten todo el peso de las sábanas y man-tas. Para ello puede utilizarse cual-quier soporte que las mantenga le-vantadas a cierto nivel.

Dolor en el hombroparalizadoEl hombro doloroso es una complica-ción que aparece frecuentemente enpersonas que han sufrido un ictus oaccidente vascular cerebral. Si bienexisten muchas causas, suele deber-se a contracturas musculares locales.Para prevenirlas, es necesario reali-zar movilizaciones periódicas de laarticulación del hombro; en muchoscasos, será de utilidad el uso de uncabestrillo para sujetar el hombrodurante la deambulación.

Si el dolor es importante y rebel-de al tratamiento analgésico habi-tual, deberá consultar con su médicopara un correcto diagnóstico y trata-miento.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 65

Escaras de decúbitoo úlceras por apoyoprolongadoLas escaras son lesiones en la piel dedeterminadas zonas del cuerpo, so-metidas a una presión continua; enenfermos inmovilizados, se sitúan enlas regiones que están en contactoconstante con la cama, sillón, etc. Parasu prevención, sus familiares deberánmoverles con frecuencia. Así pues, serealizarán cambios posturales.

Los cambios posturales deben efec-tuarse de forma periódica y de mane-ra completa, tanto en la cama, dondese evitarán –en la medida de lo posi-ble– los dobleces de las sábanas, comoen el sillón.

Se prestará especial atención a aque-llas zonas de la piel más expuestas a laaparición de escaras (figura 5.1). Encaso de aparecer enrojecimientos, seevitará el contacto o roce con la zonade la piel afectada.

Con la ayuda de sus familiares, de-berán realizarse masajes de formacircular en la espalda y zona de apo-yo (sacro, caderas, codos, etc.) concrema hidratante. Estos masajes seharán extensivos al resto del cuerpo.

En los pacientes completamente in-capacitados, debe prestarse especialconsideración a la posición en la ca-ma. Ya desde el primer día de hospita-lización, el paciente deberá ser coloca-

Figura 5.1.

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do en la cama de forma alternativa,boca arriba y de uno y otro lado, con elfin de evitar la aparición de escaras.Estos cambios posturales se realiza-

rán cada 3-4 horas.Tal como se muestra en la figura 5.2,

al estar boca arriba, la mano debe estarmirando hacia arriba; la almohada in-ferior evita la rotación hacia fuera de lapierna afectada.

Para ponerlo de un costado u otro,se realizará del modo que se indica enla figura 5.3, con el fin de emplear elmenor esfuerzo posible. De esta mane-

ra, primero hay que entrecruzar y gi-rar la pierna paralizada, para luegorotar todo el cuerpo hacia el lado sano.

En algunos casos, pueden ser útilescolchones antiescaras para evitar estetipo de lesiones (de venta en ortope-dias).

Problemas venososComo resultado de la parálisis y la in-movilidad, existe un enlentecimientode la circulación sanguínea en las ve-nas de las piernas. Esta situación pue-de favorecer la producción de un

Figura 5.2.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 67

trombo en dichas venas, especialmen-te en la zona de las pantorrillas. Endeterminados casos, y si no se tomanlas medidas adecuadas, estos trombospueden desprenderse y producir unaembolia pulmonar, lo cual es unacomplicación grave.

Para reducir al máximo el riesgode trombosis en las piernas, es nece-sario llevar a cabo movilizaciones,ejercicios, masaje local y sedestación,así como el levantamiento precoz delpaciente.

En muchos casos, es necesario tam-bién el uso de heparina subcutánea (oaspirina), para minimizar el riesgo decomplicaciones venosas.

Si, a pesar de todo, usted notaradolor, calor o enrojecimiento en al-guna zona de las piernas, deberá co-

municarlo lo antes posible a su médi-co para ser valorado.

LA MEDICACIÓN

Tras haber sufrido un ictus, los objeti-vos principales de su tratamiento son:– Detener el daño en el tejido cerebral.– Conseguir su rehabilitación fun-

cional.– Prevenir la aparición de un nuevo

ictus.El daño producido en el cerebro por

el ictus es permanente, pero en mu-chos casos puede ser compensado, encierta medida. De hecho, muchas per-sonas que han sufrido un ictus o acci-dente vascular cerebral se han recupe-rado completamente y llevan una vidatotalmente independiente.

Figura 5.3.

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Ya desde el primer momento, se to-man una serie de medidas destinadasa prevenir nuevos episodios. Para lle-var a cabo esta prevención, se prescri-birá una medicación cuyo objetivoserá reducir, en la medida de lo posi-ble, el riesgo de aparición de episo-dios de ictus.

Para alcanzar este objetivo, es fun-damental cumplir con el tratamiento

prescrito por su médico.Debe pedir a su médico la siguiente

información acerca de la medicación:– El nombre de la medicación y para

qué sirve.– La dosis que debe tomar.– Las horas a las que la tiene que to-

mar.– La duración del tratamiento.– Dónde guardar la medicación (si

necesita estar en la nevera).– Si hay alguna comida, bebida, otra

medicación u actividad que estéprohibida mientras esté tomando lamedicación.

– Qué resultados, reacciones o efec-tos secundarios podría esperar acausa de la medicación y qué debe-ría hacer en dichas situaciones.

– Si existe alguna información escritaque pueda ayudarle a recordar losaspectos más importantes sobre lamedicación que va a tomar.

– Qué hacer en caso de equivocarsecon la dosis.

– Cómo la medicación puede interfe-rir en el embarazo y la lactanciamaterna.Para reducir al máximo el riesgo de

recidivas, aparte de cumplir con lamedicación, es fundamental corregirlos factores de riesgo vascular, conmedidas como: abandono del tabaco,correcto control de la diabetes, estric-to control de la tensión arterial, pérdi-da de peso en los casos de obesidad,ejercicio físico regular, dieta adecua-da, control de los niveles de colesterolen sangre, etc.

La medicación destinada a la pre-vención de un infarto cerebral puedeser de dos tipos: los antiagregantes

plaquetarios (aspirina, ticlopidina,triflusal, dipiridamol), que previenenla formación de trombos en las arte-rias, y los anticoagulantes (heparina,acenocumarol), que impiden la for-mación de coágulos en el corazón, loscuales podrían desprenderse y pro-ducir una embolia cerebral. El empleode uno u otro le será indicado por sumédico.

Si está tomando ticlopidina (Tiklido Ticlodone), recuerde que debe ha-cerse un análisis de sangre cada dossemanas en el primer trimestre.

Si está recibiendo tratamiento anti-coagulante (Sintrom, Aldocumar),debe acudir a sus respectivos contro-les y debe tener en cuenta que, si bien

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 69

los anticoagulantes reducen el riesgode embolias, pueden –en algunas oca-siones– producir hemorragias, por loque deberá tener precaución con lascaídas y golpes, especialmente si es-tos últimos son en la cabeza. Ante lapresencia de una hemorragia de cual-quier tipo, deberá consultar con sumédico. Recuerde que la dosis de an-ticoagulante que se le indique debeingerirla en una única toma al día. Nodebe tomar ninguna medicación nue-va sin consultar a su médico.

SÍNTOMAS QUEDEBEN MOTIVARCONSULTA MÉDICA

Si presentara alguno de los síntomasque a continuación se relacionan, debeconsultar a su médico.• Repetición de aquellos que tuvo en el

primer ictus u otros, como pérdidade fuerza, acorchamiento u hormi-gueo en otra parte del cuerpo, que lehagan sospechar un nuevo ictus.

• Dolor en el pecho, que le dificulta larespiración y que puede acompa-ñarse de sudación o correrse al hom-bro, garganta o espalda.

• Crisis epiléptica o pérdida de laconciencia.

• Pérdida de relación con el entornoo los familiares o amigos, como siestuviera «ausente».

• Hinchazón con frialdad del pie,pierna o muslo.

• Dolor en el hombro o el brazo, quele impida moverlos adecuadamen-te. Dolor e hinchazón de la mano.

• Hemorragia por encías o nariz, osangre en la orina, especialmente siestá tomando anticoagulantes.

• Cambios al orinar, sobre todo sitiene sensación de quemazón ytiene que hacerlo con mucha fre-cuencia.

• Molestias abdominales, especial-mente en relación con la toma de lamedicación. De igual modo, sínto-mas como náuseas, mareo o inesta-bilidad, que usted crea que tienenrelación con la medicación.

• Depresión, con desinterés por lascosas, abandono de las actividadesde la vida diaria, tristeza, etc.En los cuatro primeros casos, la

consulta al médico es urgente. Re-cuerde que un ictus es una urgenciamédica. Por ello, si no puede locali-zar a su médico, debe llamar al 061 oacudir directamente al servicio deurgencias de su hospital.

CONSEJOS PARALA PREVENCIÓNDE NUEVOS ICTUS

Llamamos factor de riesgo a aquellacircunstancia o hábito que se da más

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frecuentemente en las personas quehan sufrido, o corren mayor riesgo desufrir, un ictus. Por ello, si quiere evi-tar un nuevo ictus, es importante evi-tar estos factores o tratarlos correcta-mente. Ello se consigue no sólo conmedicamentos, sino también –y a ve-ces especialmente– con medidas hi-giénicas al alcance de cualquier pa-ciente. Los factores de riesgo más im-portantes son:• Hipertensión arterial. Es el factor

de riesgo más importante para unictus. Por ello, debe tomar su medi-cación regularmente y seguir con-troles de presión arterial periódi-cos. Es muy importante que elimi-ne la sal de las comidas. No use elsalero en la mesa. Su comida debe-ría ser fresca; consuma fruta y ver-dura diariamente para aumentar elpotasio de su dieta.

• Tabaco. El consumo de tabaco estárelacionado con la obstrucción delas arterias del cerebro, responsablede su ictus, y también con las del co-razón, lo que puede provocarle uninfarto de miocardio. Además, la ni-cotina aumenta la tensión arterial.Por ello, aunque pueda resultarledifícil, es importante que abandoneel hábito del tabaco. Si no lo consi-gue, es posible que su médico puedaayudarle con algunos programas yadiseñados para este fin.

• Diabetes. El aumento de glucosaen la sangre tiene efectos perjudi-ciales en todas las arterias del cuer-po, incluido el cerebro. Además,produce complicaciones que au-mentan el riesgo de un ictus. Porello, si usted es diabético, debe con-trolarse la glucosa periódicamentey seguir cuidadosamente el trata-miento y la dieta indicados por sumédico.

• Colesterol. El consumo de grasas,especialmente si tiene elevado el ni-vel de colesterol, hace que aumen-ten las lesiones de las arterias (ar-teriosclerosis) que le han provoca-do el ictus o que se dañen las deotros órganos, como el corazón. Porello, debe seguir los consejos que leha dado su médico. En líneas gene-rales, debe evitar las grasas anima-les. Puede comer cualquier clase depescado, así como legumbres, ver-duras, pastas o arroz, y leche o de-rivados descremados. Utilice aceitede oliva en sus tostadas del desayu-no y evite todos los artículos depastelería y bollería, así como losquesos curados o semicurados.Cuando vaya al mercado, no com-pre las conservas elaboradas concualquier grasa vegetal: compresólo las que contienen aceite de oli-va, girasol o soja. Puede consumiralgo de alcohol, preferentemente

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 71

un vasito de vino en la comida y enla cena, o una cantidad equivalente.

• Anticonceptivos. Los antiguos an-ticonceptivos modificaban los ni-veles de colesterol y aumentabanel riesgo de enfermedades cardía-cas y de ictus, especialmente en fu-madoras e hipertensas. Los nue-vos, con menor cantidad de estró-genos, no parecen presentar estosriesgos. Si usted ha sufrido unictus en posible relación con estemedicamento, no debería utilizar-lo más. Busque otros medios anti-conceptivos, sobre todo si es ma-yor de 35 años, es hipertensa, siguefumando o tiene el nivel de coles-terol elevado.

• Alimentación. Es muy importanteque siga la alimentación adecuadaen función de las enfermedades queusted pueda presentar, como diabe-tes, hipertensión o hipercolestero-lemia. Pero, en cualquier caso, debeevitar la obesidad o el sobrepeso.Por ello, debe comer sólo lo necesa-rio para mantener o disminuir supeso. De este modo, es posible que

puedan regularse adecuadamenteaquellas otras enfermedades y quemejore considerablemente su reha-bilitación física.

• Ejercicio físico. El ejercicio físicoayuda a consumir posibles excesosde glucosa en la sangre, reduce elpeso y la obesidad y, con ello, permi-te un mejor control de su tensiónarterial. Mejora también el funcio-namiento de su corazón y reducetanto el riesgo de un infarto de mio-cardio como el de un nuevo ictus.Aumenta, además, la elasticidad desus músculos y articulaciones, yhace más eficaz el programa de re-habilitación que usted siga. Por ello,y de un modo progresivo, debe ca-minar diariamente lo más posible yrealizar ejercicios físicos no competi-tivos, adecuados al estado en que seencuentre. Debe realizar, además,los ejercicios que le hayan indicadodos veces al día, a ser posible con laayuda de un familiar. Pero tambiénes importante suficiente descansonocturno y, a ser posible, reposar lacomida con una siesta.

EL RETORNO A UNA VIDA NORMAL

El ocioEjercicio físico

Viajes. Conducción de vehículosVolver al trabajo

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EL OCIO

Es posible que un ictus suponga uncambio importante en su vida. Quizála nueva situación haga que ustedpase su tiempo libre de forma muydistinta a como lo hacía antes.

En muchas ocasiones, el ritmo de lasociedad actual hace que abusemosdel alcohol y del tabaco, comamos enexceso, realicemos poco ejercicio físi-co y vivamos atenazados por el es-trés. Todos estos factores tienden aafectar la circulación del cerebro ypredisponen al ictus. Si éste es su ca-so, transforme sus momentos de ocioy abandone los malos hábitos. Su ce-rebro saldrá ganando y usted volveráa descubrir aspectos de su vida quecreía olvidados.

Deberá elegir cuidadosamente eltipo de actividad que desarrollará ensu tiempo de esparcimiento: algunaspersonas tendrán dificultades en ta-reas que requieran una especial habi-lidad manual o gran agudeza visual yotras en aquellas que supongan es-fuerzo mental de concentración.

Sea realista, no se fije metas inal-canzables. Embarcarse en activida-des imposibles sólo crea frustracióny desánimo.

Si su situación funcional tras el ic-tus es buena, abandone los hábitosperjudiciales y aprenda a disfrutar de

los momentos de ocio, siempre haytiempo para descansar y disfrutar y, sino lo hay, hemos de buscarlo.

Si, por el contrario, el ictus ha deja-do secuelas físicas o intelectuales, elocio es un excelente camino por elque usted puede acercarse a su situa-ción previa.

EJERCICIO FÍSICO

Como ya hemos comentado anterior-mente, el ejercicio moderado y regu-lar forma parte de una vida sana. Sihace ejercicio, mejorará el funciona-miento del aparato cardiovascular,sus pulmones (quizá dañados por eltabaco) proporcionarán más oxígeno,bajarán sus niveles de glucosa y co-lesterol, podrá acelerar la recupera-ción de la fuerza en sus brazos y pier-nas y luchará contra las contracturasmusculares. Sobre todo, se sentirámejor.

¿Cuál es el ejercicio más recomen-dable? ¿Cuánto tiempo debemospracticarlo? Al igual que en lo refe-rente al ocio y a otras actividadesrealizadas en su vuelta a la vida nor-mal, depende de la situación de laque partimos, del punto al que pode-mos llegar con la rehabilitación y desi teníamos el hábito de practicarejercicio antes del ictus. Si usted tie-ne dificultades para andar, probable-

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 75

mente sea suficiente con paseos alaire libre, incluso en la silla de rue-das, si no puede caminar sin ayuda.Si su mano o brazo son los más afec-tados, es posible que pueda caminara buen paso, o incluso correr sin fati-garse excesivamente. En caso de que,por motivos diversos, no pueda o noquiera salir de casa, la bicicleta está-tica es una buena manera de mante-nerse en forma. Si su situación se lopermite, la natación es un deportemuy completo y, sin duda, será degran beneficio.

Sea cual sea la actividad elegida,cuente con el asesoramiento del espe-cialista para evitar actividades inco-rrectas, que sólo sobrecargarían sucuerpo y podrían provocar efectoscolaterales.

Aumente progresivamente, perocon lentitud, el ritmo del ejercicio;nunca realice ejercicios agotadores.Haga que el ejercicio sea placentero,no una extenuante obligación. En ge-neral, no practique deportes de com-petición.

VIAJES.CONDUCCIÓNDE VEHÍCULOS

El hecho de haber sufrido un ictus nosuele impedir la realización de viajesen los distintos medios de transporte.

A pesar de ello, es necesario seguiralgunos consejos simples.

Es recomendable que lleve siempreun informe médico lo más actualiza-do posible, por si necesitara asistenciamédica allí donde vaya. Si no está in-cluida en éste, haga una lista detalla-da de todos los medicamentos quetoma, con su nombre correctamenteescrito, dosis y horario de administra-ción. No confíe en su memoria: esmás práctico, rápido y seguro llevar,en un lugar de fácil acceso, una listade medicamentos actualizada.

Viaje siempre con los medicamen-tos que habitualmente emplea en can-tidad suficiente para cubrir los díasque dure su desplazamiento. Lléveloscon usted, a ser posible no con elequipaje, para evitar el riesgo de ex-travío. Tenga especial precaución siviaja al extranjero, ya que el cambiode nombre comercial, el idioma o laexigencia de receta pueden dificultarla compra de medicinas.

Si necesita controles de laboratorio(p. ej., de Sintrom) y su estancia va aser prolongada, contacte con el centrode salud más próximo que pueda rea-lizar esos controles.

En función de las secuelas dejadaspor el ictus, será o no posible la con-ducción de vehículos. Aunque ustedse encuentre bien, consulte siempre asu neurólogo antes de conducir; cier-

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tas alteraciones visuales, defectos defuerza, agilidad o coordinación de susextremidades pueden ser tan sutilesque pasen inadvertidos para el pro-pio paciente. Es posible que por efec-to de su enfermedad usted ignore suslimitaciones, aunque sean evidentespara los demás. Por todo ello, informey solicite la opinión del neurólogo.Engañar a los demás y a sí mismopuede tener efectos desastrosos.

VOLVER AL TRABAJO

El objetivo fundamental del médico esconseguir que las personas que sufren

un ictus retornen en las mejores condi-ciones posibles a su vida normal. Elloincluye el ocio, los viajes y también eltrabajo. Del tipo de trabajo desempe-ñado y de las secuelas del ictus depen-derá la rapidez de la vuelta a la activi-dad laboral. Es posible que personascon mínimas secuelas presenten unagran incapacidad para un trabajo con-creto y, al contrario, grandes limitacio-nes pueden no suponer un obstáculoinsalvable en otros casos.

En algunas empresas es posible rea-lizar temporalmente trabajos menospesados o que se adapten mejor a surendimiento.

RECURSOS SOCIALES Y AYUDAS

Incapacidad laboralAyudas domiciliarias

Subvención para aparatos ortoprotésicos y para reformas en el hogarSubvenciones en transportes

ResidenciasOrganizaciones privadas

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Si usted –o alguien cercano– ha su-frido un ictus, es posible que se le plan-teen ahora infinidad de problemas,que van más allá del autocuidado; unomuy frecuente es el económico.

Es posible que, si se trata de unapersona laboralmente activa, sus ingre-sos disminuyan considerablemente; enocasiones, la familia tiene que hacerfrente a gastos inesperados. Por otrolado, las necesidades de cuidado modi-fican el estilo de vida de toda la familia.

Las distintas administraciones pú-blicas tienen establecidos unos meca-nismos de protección social que tien-den a paliar esta situación. Estos siste-mas siempre son insuficientes y, pordesgracia, la información al respectose encuentra dispersa en diferentesnormativas, por lo que es necesarioacudir a multitud de organismos esta-tales, autonómicos y locales, que tie-nen competencias en este problema.Usted cuenta, en todo momento, conla ayuda y asesoramiento de los profe-sionales de este campo, que son losasistentes sociales, con los que puedecontactar ya durante la estancia en elhospital, o en su ambulatorio.

INCAPACIDADLABORAL

La incapacidad laboral suele presen-tar una serie de escalones que van

a condicionar el grado de cobertura:– Incapacidad laboral transitoria: ini-

cialmente, se producirá una situa-ción de incapacidad laboral transi-toria (baja laboral), en la que puedeproducirse la recuperación y rein-corporación laboral. Esta situacióntiene un plazo máximo de 18 me-ses, improrrogables.

– Invalidez provisional: el individuoaún no puede realizar sus cometidoshabituales, pero es prematuro saberel grado de incapacidad definitiva.

– Invalidez permanente parcial parala profesión habitual, entendiendocomo tal la que desempeña en elmomento de la baja o en los docemeses anteriores.

– Invalidez permanente total para laprofesión habitual.

– Invalidez absoluta para todo tra-bajo.

– Gran invalidez: necesita de otra per-sona para realizar las actividades dela vida diaria.El médico de cabecera elevará los

informes pertinentes, que permitiránal tribunal médico del INSS otorgarel grado de incapacidad adecuado.Es posible que le soliciten varios in-formes o la actualización de los in-formes ya emitidos por el hospital.

El grado de incapacidad en las per-sonas en edad laboral va a condicionarla cuantía de la pensión a la que tienen

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 79

derecho, así como las deducciones fis-cales oportunas para la familia.

En el caso de no contribuyentes, osin cotizaciones suficientes, podránacogerse a pensión de invalidez nocontributiva, si el equipo de valora-ción de minusvalía del INSERSO con-sidera una invalidez del 65%.

AYUDASDOMICILIARIAS

Muchas personas después de un ictusdependen parcialmente de otras parael desempeño de algunas actividadesconcretas, pero pueden mantener ungrado aceptable de independenciadomiciliaria con un mínimo de super-visión y ayuda. En otras ocasiones, lasituación familiar aconseja un ciertoapoyo para mantener el cuidado delpaciente en su marco familiar, con lasventajas psicológicas que ello implicafrente a la institucionalización. Losayuntamientos tienen establecidosprogramas de ayuda a domicilio, enlos que un trabajador social realiza–durante unas horas al día– tareas co-mo cocinar, limpieza de la casa, ayu-da al aseo personal o compra diaria.Estas ayudas son, con frecuencia, unaexcelente alternativa y son más fácilesde conseguir. Para ello deberá dirigir-se a los servicios sociales de su ayun-tamiento.

Las áreas de atención primaria delSistema Nacional de Salud tienen es-tablecidos sistemas de atención médi-ca a domicilio. Pueden solicitar, en sucentro de salud, la intervención domi-ciliaria de la enfermería para resolverproblemas frecuentes, como manejode sondas, alimentación enteral, cu-ras o administración de inyectables.

SUBVENCIÓNPARA APARATOSORTOPROTÉSICOSY PARA REFORMASEN EL HOGAR

El Sistema Nacional de Salud subven-ciona la compra de aparatos ortopro-tésicos (entre los que se encuentran lassillas de ruedas), siempre que se justi-fique la necesidad mediante informedel especialista y presentando la factu-ra de compra.

En algunas circunstancias, es posi-ble conseguir ayudas para reformas enel hogar, que se precisan para adap-tarlo al minusválido. Para ello, deberádirigirse al INSERSO o a los serviciossociales del ayuntamiento.

SUBVENCIONESEN TRANSPORTES

Para los transportes derivados de suatención médica (como acudir a reha-

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bilitación o a consultas médicas), po-drá disponer de servicio de ambulan-cia, si su condición médica así lo acon-seja. Si su dificultad para el desplaza-miento es menor, consulte la posibili-dad de reembolso del importe de taxis.

Para personas en edad laboral, exis-ten ventajas fiscales en la compra deautomóviles.

Consulte en su ayuntamiento la po-sibilidad de solicitar plaza de aparca-miento para minusválidos.

RESIDENCIAS

La institucionalización crónica debeser siempre la última opción, ya queconlleva un efecto psicológico muynegativo y, desgraciadamente, las pla-zas públicas para residencias son muylimitadas y la lista de espera larga, es-pecialmente si hay incapacidad signi-ficativa. Su asistente social le asesora-rá de las distintas posibilidades públi-

cas y privadas y le facilitará los trámi-tes de solicitud.

Ocasionalmente, pueden contem-plarse estancias temporales en resi-dencias para rehabilitación, estanciasterapéuticas en la red de balnearios odurante períodos determinados pornecesidades de la familia, mientras setramitan soluciones más estables, ocentros de día en función de las nece-sidades concretas.

ORGANIZACIONESPRIVADAS

Existen organizaciones no guberna-mentales que tienen programas deayuda e información, como la ONCE(no sólo para defectos visuales), laCruz Roja o las asociaciones de fami-liares y pacientes de ictus. En el Apén-dice de esta Guía, encontrará una lis-ta de algunas direcciones útiles a esterespecto.

Después del ICTUS. Guía práctica para el paciente y sus cuidadores 81

INSERSO Servicios centralesAvda. de la Ilustración c/v Ginzode Limia, 5828029 MadridTelf. (91) 347 88 88

Organismos Autonómicos

AndalucíaInstituto Andaluz de Servicios SocialesAvda. Héroes de Toledo, s/n41006 SevillaTelf. (95) 455 83 00

AragónDepartamento de Sanidad y BienestarSocialPº Mari Agustín, 3650071 ZaragozaTelf. (976) 71 43 03

Dirección Gerencia del Instituto Aragonésde Servicios SocialesCamino de las Torres, 45-4750071 ZaragozaTelf. (976) 59 19 65

AsturiasConsejería de Asuntos SocialesGral. Elorza, 32-3533001 OviedoTelf. (98) 510 65 10

BalearesInstituto Balear de Asuntos SocialesVía Alemania, 607003 Palma de MallorcaTelf. (971) 17 70 00

Dirección General de Acción Social.Consejería de PresidenciaCecilio Metelo, 1807003 Palma de MallorcaTelf. (971) 17 65 65

CanariasDirección General de Servicios SocialesBenito Pérez Arnes. Edificio Andrea38007 Las PalmasTelf. (922) 60 44 44

CantabriaConsejería de Sanidad y Bienestar SocialMarqués de la Hermida, 839009 SantanderTelf. (942) 20 77 04

Castilla y LeónGerencia de Servicios SocialesFrancisco Suárez, 247071 ValladolidTelf. (983) 41 39 60

Castilla - La ManchaConsejería de SanidadConsejería de Bienestar SocialAvda. de Francia, 445071 ToledoTelf. (925) 26 72 00

CataluñaDepartamento de Bienestar SocialPza. Pau Vila, 108039 BarcelonaTelf. (93) 483 10 00

CeutaSanidad y Bienestar Social.Servicios SocialesPza. de África, s/n51001 CeutaTelf. (956) 50 46 52/53

ExtremaduraJunta de Extremadura.Consejería de Bienestar SocialPaseo de Roma, s/n06800 Mérida (Badajoz)Telf. (924) 38 53 48

GaliciaDirección General de Servicios SocialesEdificio Administrativo San Cayetano15704 Santiago de CompostelaTelf. (981) 54 27 12

MadridConsejería de Sanidad y Servicios Socialesde la Comunidad de MadridO’Donell, 5228009 MadridTelf. (91) 586 72 41

DIRECCIONES DE INTERÉS

APÉNDICE

82

Centro de Integración Socialde la Comunidad de MadridGuzmán el Bueno, 2428015 MadridTelf. (91) 544 98 69

MelillaConsejería de Bienestar Socialy SanidadAvda. de la Marina Española, 1252001 MelillaTelf. (95) 267 50 85

MurciaDirección General de Política SocialRonda Levante, 1130008 MurciaTelf. (968) 24 38 20

NavarraBienestar SocialAvda. Carlos III, 231002 PamplonaTelf. (948) 42 76 81

País VascoVizcayaDepartamento de Acción SocialGran Vía, 2648009 BilbaoTelf. (94) 416 40 22/420 76 62

ÁlavaDepartamento de Bienestar SocialGeneral Álava, 1001005 VitoriaTelf. (945) 23 04 28

GuipúzcoaDepartamento de Servicios SocialesAvda. Libertad, 17-1920004 San SebastiánTelf. (943) 42 61 06

La RiojaDirección General de Bienestar SocialVillamediana, 1726071 LogroñoTelf. (941) 29 12 17

ValenciaConsejería de Trabajo y Asuntos SocialesColón, 8046004 ValenciaTelf. (96) 386 24 00/386 67 00

Asociaciones privadas

AVECE(Associació Catalana de Persones ambAccident Vascular Cerebral)Hotel de entitats de Sant BoiC/ Riereta, 408830 Sant Boi de Llobregat, BarcelonaTelf. 93 640 24 82Fax: 93 426 37 18Página Web: http://www.gencat.es/entitats/avece.htme-mail: [email protected]

AIDA(Asociación de Ictus de Aragón)C/Ventura Rodríguez Nº 12-14 bajos50008 ZaragozaTelf. 687 381 771Página Web: http://inicia.es/de/aida_ictus/e-mail: [email protected]

NEURO-AFEIC(Asociación de familiares y enfermosde Ictus de Granada)Avd. de Barcelona, 33018006 GranadaTelf. 958 08 94 49Página Web: http://www.iespana.es/afeice-mail: [email protected]

PV

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6)