SEMANALDEVOCIONAL

“La gran comisión no es una opción para ser considerada,sino un mandamiento para ser obedecido.”

Hudson Taylor

S E M A N A D E L 2 6 N O V . A L 2 D I C .

J U A N 1 4 : 1 5 - 2 4DOMINGO

Un nuevo gran anuncio es el que Cristo, comunica a sus discípulos, antes les había dicho que iba al Cielo a preparar morada para que donde Él esté, ellos también estén. Ahora les dice no quedarán solos, por cuanto “Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:” otro, de igual naturaleza que el Padre y el Hijo, aun cuando es diferente en su función y propósito. Otro, que el mundo no puede recibir porque no le conoce, pero ustedes (Los discípulos), si le conocéis porque conocéis al Padre a través del Hijo que mora con vosotros. Una hermosa promesa asociada a la venida del otro Consolador es que si bien Cristo iba al cielo los discípulos no quedarían huérfanos, lo que en el sentido más literal, significaba quedar sin consolación, pero el Espíritu de Verdad, el Espíritu Santo de Dios, vendría a morar con ellos y en ellos. ¿Cómo saber quiénes son aquellos que conocen al Padre a través del Hijo? Simplemente por sus acciones; más que hablar de cuánto aman a Cristo, es mejor obedecer sus mandamientos, y la obediencia es la mayor señal de amor que uno puede expresar, porque ella demuestra sumisión y confianza a aquel a quien se obedece.

J U A N 1 4 : 2 5 - 3 1LUNES

Ya está terminando el encuentro íntimo de Cristo con sus discípulos, pronto Jesús saldrá con sus más cercanos a Getsemaní donde orara preparándose para el Gólgota. Pero antes dará unas últimas palabras de aliento a sus discípulos: “La paz os dejo, mi paz os doy”, no una paz como la del mundo que se quiebra ante el primer conflicto, sino una permanente porque descansa en la obra de Cristo. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo, porque habrán situaciones que les confundan y siembren dudas en sus corazones, pero en ese momento tengan presente mis palabras, el consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñara mis palabras, y os recordará todo lo que yo he dicho. Cuando estudiaba en el colegio, cómo me hubiese gustado tener un profesor que me enseñase en clases cada materia, y que luego en el tiempo de los exámenes, me ayudase diciéndome las respuestas. El Espíritu Santo de Dios, el otro Consolador prometido por Cristo y por quien Él rogaría que el Padre enviase, es ese profesor que me enseña la materia (Palabras de Cristo) y me sopla las respuestas en la prueba, lo hizo con los discípulos, con la iglesia del primer siglo y lo sigue haciendo hoy en día con nosotros, ¿cuándo fue la última vez que el ministerio del Espíritu Santo se hizo notorio en tu vida?

J U A N 1 5 : 1 - 1 1MARTES

En el capítulo 14, Jesús había destacado su unión con el Padre y con los suyos (Jn.14:20); en el capítulo 15 aclara esta unión por medio del ejemplo de una vid y sus pámpanos. De esta manera Jesús no sólo muestra que la unión entre Él y los suyos es una unión estrecha, además muestra que también es una unión necesaria y fructífera. Los discípulos llevarán muchos frutos si permanecen en Él (concepto que aparece diez veces en estos versículos). Sólo a través de Jesús es posible producir frutos. Por eso, Él empieza su discurso con las palabras: “Yo soy la vid verdadera”. En el AT a Israel se le identifica como vid o viña (Sal.80:8-16; Is.5:1-7; Jer.2:21; Ez.15 y 19). Pero esa viña lamentablemente no produjo buenos frutos de obediencia y reverencia hacia el Señor (comp. Is.5 y Jer.2:21). Jesús, sin embargo, es la única vid que no defrauda, y esto debido a su íntima comunión con el Padre y su absoluta obediencia a Él. ¿Estás permaneciendo y alimentándote de la Vid? La única manera de dar frutos es estando cerca de Jesús, la Vid verdadera.

J U A N 1 5 : 1 2 - 2 7MIERCOLES

Antes de que Jesús se fuera al Padre, mandó a sus discípulos que se amaran los unos a los otros como él los había amado. El amor entre los hermanos es una marca del discípulo. Esta debe ser larelación normal entre los creyentes. Ciertamente el cristiano que permanece en Cristo debe llevarse bien con otros creyentes. También dijo que el mundo nos aborrecerá. El cristiano no debe esperar ser popular en el mundo, sino que si le seguimos con fidelidad tendremos que pagar un precio. Pero el Señor nos dio el Espíritu Santo para consolarnos y para ayudarnos a dar testimonio de él. La obra del Espíritu es testificar de Cristo y que nuestra mirada siempre esté puesta en Él. El espíritu testifica al cristiano, quien a su vez testifica a otros (vv.26,27) ¿Estamos amando a los hermanos o los criticamos? ¿Estoy dando testimonio de Cristo en un mundo que me aborrece?

J U A N 1 6 : 1 - 1 1JUEVES

Tiempos de prueba venían sobre los discípulos. Jesús sería arrebatado violentamente de ellos. Después de su resurrección los discípulos recibirían la gran comisión. Su futuro incluía tribulación, exaltación, humillación, animación, y el martirio. En Juan 16, Jesús habló abiertamente con sus discípulos para prepararlos de manera que no tuvieran tropiezo. Jesús, sabiendo la adversidad que los discípulos pronto enfrentarían, continuó dándoles instrucción crucial. La frase estas cosas se repite varias veces en Juan 16:1 al 6. Jesús quería salvaguardar la relación que había entre él y sus seguidores. La frase “para que no tengáis tropiezo” (v.1b) ha sido también traducida como no os “escandalicéis”, no os “desviéis”, no abandonéis vuestra fe. ¿Cómo mostró Jesús su preocupación por los discípulos en Juan 16:1? ¿Estás escuchando las advertencias del Señor? Él quiere que te mantengas firme en medio de la adversidad, la burla, o el rechazo de aquellos que no le conocen aún.

J U A N 1 6 : 1 2 - 2 2VIERNES

En el versículo 16 Jesús vuelve a insistir (ver v.5) que se irá pronto (referencia a la muerte y la ascensión), pero volverá; es decir, mediante la resurrección, el derramamiento del Espíritu Santo y al final a través de su retorno. Ahora a los discípulos les asalta una interrogante, pensando qué significado tendrán estas palabras. Él les dice que no entienden nada de esto, pues todavía no quieren entender que Jesús debe morir, siendo su muerte el único camino hacia la gloria. Sin embargo, les asegura que su tristeza es sólo algo temporal, ya que ella pronto se convertirá en gozo; esta situación se parece mucho a los dolores del parto, los que luego son olvidados al vislumbrar el gozo de la llegada de un nuevo ser al mundo. La angustia de los discípulos también es un período transitorio hacia una nueva era llena de gozo, cuando comprendan la gloria de Cristo, de la que ellos serán partícipes. Será un gozo que nadie podrá quitarles. ¿Hay situaciones que te causan tristeza? No te aflijas, es pasajera, y no se compara con el gozo permanente que el Señor nos promete. Solo espéralo, él volverá.

J U A N 1 6 : 2 3 - 3 3SABADO

Al parecer los discípulos ahora entienden lo que Jesús les acababa de decir. Es verdad que Jesús no dijo nada enigmático, pero aún no captan la idea de sus palabras. Aunque confiesan la sabiduría de Jesús, quien conoce las preguntas que hay en los corazones de los suyos (v.19); y aceptan que Él salió del Padre (y que por ende también puede volver a Él), pronto su confusión será total: serán esparcidos, y dejarán solo a Jesús. Pese a todo, Jesús no está solo, pues la presencia de su Padre le acompaña. Ello demuestra claramente que sus discípulos aún no han comprendido que Jesús es vencedor, incluso cuando Él deba pasar por la muerte. Jesús, sin embargo, les cuenta lo que va a suceder; a pesar de todo lo malo que va a ocurrir, deben tener paz en Él. La paz que Jesús otorga a los suyos consiste en la plena confianza que los creyentes pueden y deben tener en Él como el vencedor del mundo. La aflicción por la cual los creyentes deben pasar no puede anular la victoria que Jesús ha ganado sobre el mundo. Su resurrección sería la prueba más concluyente de esta afirmación. Los creyentes podemos confiar en el amor del Padre, pues el que ama a Cristo será amado por Él. Esta confianza no será en vano, pues Cristo es el vencedor del mundo.