SEMANALDEVOCIONAL

“Dependa de la dirección de Dios aunque estaparezca sin sentido.”

William Tyndale

S E M A N A D E L 3 A L 9 D I C I E M B R E

J U A N 1 7 : 1 - 1 3DOMINGO

Hemos llegado pues, a uno de los capítulos más extraordinarios en toda la Biblia. Es la oración más larga que encontramos en las Sagradas Escrituras. Matthew Henry dijo acerca de esta oración: “Es la oración más extraordinaria, la cual sigue al discurso más completo y consolador que jamás haya sido expresado en la tierra”. Nos sentimos entera y totalmente incapaces de examinar esta oración, habría mucho para decir. Es la intercesión de Jesús por nosotros, como Sumo Sacerdote. Nos revela la comunicación, que hay constantemente entre el Señor Jesús y el Padre allá en el cielo. Toda Su vida fue una vida de oración. Comenzó Su ministerio yendo a un lugar solitario para orar. Muchas veces subió a un monte para orar y pasó la noche en oración. Jesús es nuestro gran intercesor. Ora por ti y ora también por mí. Si a ti se te olvidó orar esta mañana, a Él no se le olvidó. El oró por ti hoy. ¿Cómo es tu vida de oración? ¿Sustentamos nuestra vida y ministerio en la oración? ¡“Señor, enséñanos a orar”!

J U A N 1 7 : 1 4 - 2 6LUNES

Ahora Jesús extiende su oración a aquellos hombres que todavía no le conocen, pero que llegarán a hacerlo a través de la predicación de la palabra llevada a cabo por los apóstoles. El versículo 20 habla implícitamente de la tarea de los discípulos: anunciar el evangelio de Jesucristo; pero también habla de la promesa: que el cumplimiento de su tarea llevará fruto. El propósito de esta oración, según el versículo 21, es doble: por un lado la unidad entre todos los creyentes, una unidad basada en la unión con el Padre y el Hijo; por otro lado, como el último fin de que este mundo crea también en Jesús como el Enviado por el Padre, es decir, el Salvador del mundo. Jesús ha manifestado y mostrado la gloria, la gracia y el amor de Dios. Jesús intercede en favor de los suyos para que puedan ser partícipes del mismo amor que tiene el Padre hacia su Hijo y el Hijo hacia el Padre. Sólo cuando vivamos en este amor, los que nos rodean podrán reconocer la verdad de que Jesús es el Salvador del mundo. El mejor testimonio no consiste en meras palabras, sino en un amor sin comparación, amor que procede del amor que Dios nos entregó. ¡Practiquemos este amor! El mundo necesita verlo.

J U A N 1 8 : 1 - 1 4MARTES

Ahora sí, deja correr los acontecimientos de la pasión de Cristo. Los títulos de la última etapa de la vida y ministerio terrenal de Jesús son duros, traición, arresto, juicios, negaciones, proceso de tortura, crucifixión y muerte. ¿Estás preparado? Debes tener en cuenta que el relato de Juan se diferencia (complementariamente,no contradictoriamente) de los relatos de Mateo, Marcos y Lucas. Nuevamente Juan aclara que el Señor estaba en completo conocimiento de lo que iba a suceder (10:18; 13:19; 14:29; 16:4, 19). La agonía del Getsemaní había pasado. Ahora no quedabanada sino una decisión tranquila, de majestad sublime, por eso “se adelantó” listo a cumplir la voluntad del Padre, y en plenocontrol de la situación. ¿Para qué tantas linternas y armas? Nuestro Señor se ocultó solamente cuando le quisieron hacer rey (6:15), pero cuando le quisieron crucificar, les salió al encuentro de una manera tal que los hizo estremecer. Para él, los valientes no son los que desenvainan la espada; prefiere fidelidad, sumisión y dependencia de él. ¡El te cuida a ti! (vv.8-9). ¿Hay algo que te impide hacer la voluntad de Dios?

J U A N 1 8 : 1 5 - 2 7

¡Escándalo y fraude! Así fue este proceso judicial. Dos tribunales (religioso y civil), tres audiencias en cada uno, y algunas de estas fases fueron informales e ilegales. Solamente Juan relata este arbitrario examen inicial ante Anás. Este nefasto personaje no era el sumo sacerdote oficial, pero seguía siendo el miembro de principal influencia de la maquinaria religiosa judía. Lastimosamente, la investidura de sumo sacerdote estaba denigrada por conspiraciones, sobornos y corrupción. Pero concéntrate en Pedro ¿El mismo que sacó la espada, ahora era puesto en aprietos por unos sencillos criados? El se quebró ante la tensión y falló. ¿Qué hubiéramos hecho tú y yo? Quizá - como los demás discípulos - ni siquiera hubiéramos estado allí; Pedro estuvo. No te apresures e medir las fallas de tu prójimo. Jesús no lo hizo (Lc.22:61-62). Dios no está tan interesado en tus exhibiciones de coraje o espadas desenvainadas, sino en la estabilidad y equilibrio de tu compromiso constante y total con él. ¿Le has fallado al Señor? ¿Te sientes invencible? Los valientes no son los que no fallan, sino los que son fieles a pesar de eso.

MIERCOLES

J U A N 1 8 : 2 8 - 4 0JUEVES

Era el amanecer de un día agitado; había sido una larga noche dramática. Juan omite los detalles de las audiencias ante Caifás (vv.18-24). ¿Por qué tanta prisa para iniciar el juicio ante tribunal romano? (Pretorio: residencia oficial del gobernador) Porque temprano había menos ocasión de alboroto y, bajo el imperio, el sanedrín podía decretar la muerte, no ejecutarla (v.31). ¡Querían la sentencia romana ya! Necesitaban asegurar un “marco legal” para la condena y ejecución más afrentosa posible. ¿Observaste los actores? ¡Anás, Caifás, Pilato, Herodes, los judíos y Barrabás! En realidad el pretorio “estaba contaminado” por ellos. El intranquilo Pilato (cuenta las veces que entra y sale) quería quedar bien con todo el mundo. A lo largo de su interrogatorio a Jesús, notarás como el titubea acusado por su conciencia y Jesús habla como el juez (1 P. 2:23; Heb.12:3). Este es el primero de los tres intentos de Pilato por soltar a Jesús. ¿Te das cuenta de la bajeza que nuestro Señor tuvo que soportar? “…fue menospreciado, y no lo estimamos.” (Is.53:3) ¿Cuál es tu actitud hoy frente a su sacrificio?

J U A N 1 9 : 1 - 1 1VIERNES

Para este entonces, Jesús ya había regresado a Pilato luego de su fugaz y agraviante comparecencia ante Herodes, mencionada únicamente por Lucas (Lc.23:6-12). Ahora se inicia la tercera audiencia de este juicio. Algo era claro, la convicción perturbadora de Pilato sobre la inocencia de Jesús. ¿Entonces por qué lo mandó a azotar brutalmente sin sentencia? Las cosas se le escapaban de las manos; especuló que esto conformaría a los judíos y así dejarían de exigir una condena de muerte. Pero no, ¡ellos ya habían elegido a Barrabás! La exclamación “¡He aquí el hombre!” es ironía y crueldad en estado puro. El aspecto de Jesús habría sido irreconocible. Sería como decir “¿Quién tomaría en serio a semejante persona?”. No obstante ¡luego de permitir su tortura intenta fallidamente reanudar un interrogatorio! En todo este proceso, no hay evidencia de que Jesús se haya quejado, ni resistido. Él “se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz” (Flp.2:8). Todavía habría tiempo para más infamia. ¿Qué significa para ti identificarse con Cristo?

J U A N 1 9 : 1 2 - 2 2

Podía Pilato ser más contradictorio todavía? ¿Podrían los judíos ser más hipócritas aún? En esta porción se rompen todos los récords. La precaria decisión de Pilato de soltar a Jesús (v.12) se esfumó cuando los judíos pronunciaron la palabra clave, “César”. Enseguida se sentó en su sillón con el propósito de dictar sentencia. Basta de pagar costos políticos; se acabó la falsa neutralidad. Aunque sus convicciones sucumbían ante la cobardía y la corrupción (v.16), Pilato logró de manera insólita que estos personajes hagan la más inaudita de las declaraciones: “no tenemos más rey que César”. ¿Acaso podían escoger a alguien peor? ¡Antes Barrabás, ahora César! Claro, esas suelen ser las opciones cuando se le da la espalda a Dios. Penosamente, Jesús debía agregar a sus sufrimientos, ser rehén de este sucio conflicto de intereses. El odio no conoce fronteras; ellos fueron capaces de reclamar por los detalles de un simple título. Pero hay una verdad que supera todos los récords anteriores, Jesús salió “cargando su cruz” (v.17). Pilato, sentado en un sillón; los judíos, discutiendo por títulos. ¿Qué harás tú frente al crucificado?

SABADO