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1 Jesús sana a un paralítico Domingo 19 de Febero de 2012 - 7º Domingo Tiempo Ordinario /Ciclo B - Nº 258 DIOS COMO EL FUTURO DEL HOMBRE E l profeta se dirige a las personas exi- liadas en Babilonia. El les dice: no mi- ren hacia su pasado. No sean nostál- gicos. Esto no resuelve sus actuales problemas. Más bien, miren hacia el futuro, donde yace la promesa del Señor. Esto es algo para volver a pensarlo en estos tiempos. Los tiempos son difíciles y la tentación es mirar hacia el pasado. (¿Los tiempos pasados parecen siempre mejores?). Pero el cristianis- mo debe mirar hacia el futuro del hombre, donde está la Salvación de Dios. El cristiano es un hombre de esperanza La primera lectura litúrgica enfatiza la espe- ranza en el futuro. En esta segunda lectura San Pablo enfatiza la razón de su esperanza: Dios hizo una promesa. El dijo “sí”, para siem- pre. Y el “sí” de Dios nunca se convierte en un “no”, como muchas veces ocurre con noso- tros. Esta promesa está sellada por el Espíritu Santo. Nuestro Dios ciertamente cumplirá. La promesa de Cristo, en el Evangelio, es sobre la total liberación del ser humano. Li- beración de todos los males que impiden el crecimiento humano, y la eterna felicidad. El mal del pecado y la corrupción humana, el mal de la muerte eterna, males que vienen como la consecuencia del pecado. Los Evangelios y la fe de la Iglesia siempre han enfatizado, sin embargo, el primer lugar debi- do a la liberación del pecado y el mal moral, en la salvación de Cristo y la misión de la Igle- sia. A la vez, la liberación del pecado es la raíz de todas las demás liberaciones. Ellos enfatizan también que la liberación del pecado se aplica a nosotros como un cami- no al perdón. Sólo Dios puede perdonar el pecado, y El transmite este poder a la Iglesia fundada por Cristo por esta misma razón; este es el significado del sacramento de la Penitencia (reconciliación), donde los peca- dos son perdonados por los sacerdotes, re- presentantes de Jesús, que perdona a través de la Iglesia. Esta doctrina es resaltada en el Evangelio de hoy. Jesús pone lado a lado la liberación hu- mana (parálisis) y la liberación del pecado. Lo segundo es esencial para el hombre enfermo, a pesar de que él, y el resto de la gente, van a aceptar la posibilidad de que los pecados son perdonados al presenciar ser testigos de una curación milagrosa. Algunas preguntas para pensar durante la semana 1. ¿Considero yo la inmoralidad como la peor forma de servilismo? 2. ¿Aprecio yo plenamente el uso del regalo del perdon de los pecados, que Dios nos dio en el Sacramento de la Penitencia? CPC “Orar y vivir la Palabra de Dios en la experiencia comunitaria”

Día del Señor - Liturgia Dominical - 19 de febrero de 2012

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Orar y vivir la Palabra de Dios en la experiencia comunitaria

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Día del Señor

Jesús sana a un paralítico

Domingo 19 de Febero de 2012 - 7º Domingo Tiempo Ordinario /Ciclo B - Nº 258

Dios como el futuro Del hombre

El profeta se dirige a las personas exi-liadas en Babilonia. El les dice: no mi-ren hacia su pasado. No sean nostál-gicos. Esto no resuelve sus actuales

problemas. Más bien, miren hacia el futuro, donde yace la promesa del Señor. Esto es algo para volver a pensarlo en estos tiempos. Los tiempos son difíciles y la tentación es mirar hacia el pasado. (¿Los tiempos pasados parecen siempre mejores?). Pero el cristianis-mo debe mirar hacia el futuro del hombre, donde está la Salvación de Dios. El cristiano es un hombre de esperanzaLa primera lectura litúrgica enfatiza la espe-ranza en el futuro. En esta segunda lectura San Pablo enfatiza la razón de su esperanza: Dios hizo una promesa. El dijo “sí”, para siem-pre. Y el “sí” de Dios nunca se convierte en un “no”, como muchas veces ocurre con noso-tros. Esta promesa está sellada por el Espíritu Santo. Nuestro Dios ciertamente cumplirá.La promesa de Cristo, en el Evangelio, es sobre la total liberación del ser humano. Li-beración de todos los males que impiden el crecimiento humano, y la eterna felicidad. El mal del pecado y la corrupción humana, el mal de la muerte eterna, males que vienen como la consecuencia del pecado.Los Evangelios y la fe de la Iglesia siempre han enfatizado, sin embargo, el primer lugar debi-

do a la liberación del pecado y el mal moral, en la salvación de Cristo y la misión de la Igle-sia. A la vez, la liberación del pecado es la raíz de todas las demás liberaciones.Ellos enfatizan también que la liberación del pecado se aplica a nosotros como un cami-no al perdón. Sólo Dios puede perdonar el pecado, y El transmite este poder a la Iglesia fundada por Cristo por esta misma razón; este es el significado del sacramento de la Penitencia (reconciliación), donde los peca-dos son perdonados por los sacerdotes, re-presentantes de Jesús, que perdona a través de la Iglesia.Esta doctrina es resaltada en el Evangelio de hoy. Jesús pone lado a lado la liberación hu-mana (parálisis) y la liberación del pecado. Lo segundo es esencial para el hombre enfermo, a pesar de que él, y el resto de la gente, van a aceptar la posibilidad de que los pecados son perdonados al presenciar ser testigos de una curación milagrosa.Algunas preguntas para pensar durante la semana

1. ¿Considero yo la inmoralidad como la peor forma de servilismo?2. ¿Aprecio yo plenamente el uso del regalo del perdon de los pecados, que Dios nos dio en el Sacramento de la Penitencia? CPC

Domingo 19 de Febrero de 2012

9. Oración después de la Comunión

Dios Todopoderoso, concédenos alcanzar el fruto de la salvación, cuya prenda ya recibimos por estos misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.

liturgia eucarística

8. Oración sobre las Ofrendas

Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

“Orar y vivir la Palabra de Dios en la experiencia comunitaria”

3. Jesús, Tú que perdonas los pecados de los hom-bres, haz que acudamos a Ti con fe y sanes nues-tras parálisis físicas y perdones las espirituales. R/

4. Por todos nosotros, para que seamos curados integralmente de todos nuestros males, cuya expresión mayor es el pecado. R/

Presidente: Oh Dios, Padre nuestro, ven en ayuda de todos los hombres de nuestro tiempo; perdona nuestras incoherencias y condúcenos hacia la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

LECTURAS BIBLICAS

Del 20 al 25 de Febrero

Lunes: Carta del Apóstol Santiago 3, 13-18; Salmo 18, 8. 9. 10. 15; Evangelio san Marcos 9, 14-29Martes: Carta del Apóstol Santiago 4, 1-10; Salmo 54, 7-8. 9-10a. 10b-11. 23; Evangelio san Marcos 9, 30-37 Miércoles: Libro de Joel 2, 12-18; Salmo 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17; Carta del Apóstol san Pablo 5, 20-6, 2; Evangelio san Mateo 6, 1-6. 16-18Jueves: Libro del Deuteronomio 30, 15-20; Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6; Evangelio san Lucas 9, 22-25

Pedidos:P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780

[email protected]

Viernes: Libro de Isaías 58, 1-9a; Salmo 50, 3-4. 5-6a. 18-19; Evangelio san Mateo 9, 14-15Sábado: Libro de Isaías 58, 9b-14; Salmo 85, 1-2. 3-4. 5-6; Evangelio san Lucas 5, 27-32

TIEMPO DE CUARESMA

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nues-tros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdade-ros creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un ca-mino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitu-des cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.

Día del Señor Día del Señor

32

ritos iniciales liturgia de la Palabra

1. Monición Inicial

Comentador: Jesús hoy se nos presenta como el Médico del alma y del cuerpo. Quiere una curación integral de nuestras enfermedades, eliminando el mal desde su raíz y renovándolo desde su interior. Él quiere curar también la parálisis de nuestro corazón, para que iniciemos una vida nueva como el paralítico del Evangelio. Con fe y alegría iniciemos nuestra celebración Eucarística.

3. Primera Lectura

Lectura del Libro de Isaías

Dice el Señor: «No se queden recordando lo antiguo, no piensen en cosas del pasado, ahora que voy a hacer algo nuevo; ya se vislumbra, ¿no lo perciben? Voy a abrir un camino en el desierto, y ríos que lo rieguen; y el pueblo que formé, proclamará mi alabanza. Tú, por tu parte, Israel; no me invocabas, sino que te cansaste de mí. Me rendiste a fuerza de pecar, con tus culpas me tienes ya cansado. Pero yo borro tus maldades por mi cuenta y no me acordaré más de tus pecados.» (Isaías 43, 18-19.21-22.24b-25)Palabra de DiosR/ Te alabamos señor

4. Salmo responsorial

R/ ¿Quién puede perdonarnos fuera de Ti, Señor?Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. R/

El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten miseri-cordia, sáname, porque he pecado contra ti.» R/

Tú me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Amén. Amén. R/ (Salmo 40, 2-3. 4-5. 13-14)

2. Oración Colecta

Concédenos, Dios Todopoderoso, que meditando siempre en tus misterios, cumplamos de palabra y de obra cuanto te agrada. Por nuestro Señor Jesu-cristo…

Esta lectura hace resaltar el encuentro entre la ingratitud humana y la misericordia divina. Dios

GloriaGloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorifica-mos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

6. Evangelio

Lectura de santo Evangelio según San Marcos

Jesús volvió a Cafarnaúm, y a los pocos días se supo que estaba en casa. Y se reunió allí tanta gente que no cabían siquiera delante de la casa, y Él les predicaba. Entonces llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico. Y como no podían acercarse a Jesús a causa del gentío, desbarataron el techo de la casa donde estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. Al ver Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» pero había allí sentados unos escribas, que comenzaron a pensar para sus adentros: «¿Por qué habla así este hombre? ¡Es un blasfemo!. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?» Jesús comprendió enseguida lo que estaban pensando y les dijo: «¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico “Tus pecados quedan perdonados” o decirle “Levántate, échate al hombro la camilla y camina”? Pues ahora verán como tiene poder el Hijo

Acto Penitencial

Comentario a las lecturas

5. Segunda Lectura

Lectura de la segunda carta del após-tol san Pablo a los Corintios

Hermanos: Dios es testigo de que la palabra que les dirijo no es «sí» y después «no». Jesucristo, el Hijo de Dios que les anunciamos nosotros (quiero decir, Silva-no, Timoteo y yo), no fue «sí» y después «no». Cristo es el «sí» de Dios, pues en Él se han cumplido todas las promesas divinas. Por eso, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» gracias a Cristo. Ahora bien, Dios es quien consolida la unión de todos nosotros con Cristo. Él fue quien nos consagró con su unción; quien nos marcó con su sello, quien envío a nuestros corazones el Espíritu, como garantía y anticipo. (Cor. 11, 18-22)

Palabra de DiosR/ Te alabamos Señor

Domingo 19 de Febrero de 2012 Domingo 19 de Febrero de 2012

7. Oración de Fieles

Presidente: Con la oración que presentamos al Señor; expresémosle nuestro deseo de que la Iglesia y el mundo reconozcan en Jesús al Hijo de Dios y en su fragilidad se acojan a la renovación interior que Cristo obra en la fe. Unidos, digamos:

Todos: : ¡Señor, vida nuestra, escúchanos! 1. Jesús, revelador del Padre, dona tu sabiduría al

Papa y a todos los ministros de tu santa Iglesia. R/

2. Jesús, Señor de la vida, ilumina a los gobernantes para que promuevan el auténtico progreso de nuestro país y de todos sus habitantes. R/

CREDO DE LOS APóSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nues-tro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muer-to y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

perdona a pesar del pecado, mostrando así la total gratitud de su obra salvífica. Hoy Jesús cura un paralítico. Pero antes de curarlo físicamente, lo cura interiormente, demostrando que tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados.

del Hombre para perdonar pecados en la tierra. Y le dijo al paralítico: «Yo te lo ordeno: levántate, échate al hombro la camilla y vete a tu casa.» Y él se levantó, se echó al hombro la camilla y salió delante de todos, de manera que se quedaron pasmados y empezaron a alabar a Dios, diciendo: «¡Nunca habíamos visto semejante cosa!» (Marcos 2, 1-12)Palabra del SeñorR/ Gloria a Ti, Señor Jesús

Día del Señor Día del Señor

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ritos iniciales liturgia de la Palabra

1. Monición Inicial

Comentador: Jesús hoy se nos presenta como el Médico del alma y del cuerpo. Quiere una curación integral de nuestras enfermedades, eliminando el mal desde su raíz y renovándolo desde su interior. Él quiere curar también la parálisis de nuestro corazón, para que iniciemos una vida nueva como el paralítico del Evangelio. Con fe y alegría iniciemos nuestra celebración Eucarística.

3. Primera Lectura

Lectura del Libro de Isaías

Dice el Señor: «No se queden recordando lo antiguo, no piensen en cosas del pasado, ahora que voy a hacer algo nuevo; ya se vislumbra, ¿no lo perciben? Voy a abrir un camino en el desierto, y ríos que lo rieguen; y el pueblo que formé, proclamará mi alabanza. Tú, por tu parte, Israel; no me invocabas, sino que te cansaste de mí. Me rendiste a fuerza de pecar, con tus culpas me tienes ya cansado. Pero yo borro tus maldades por mi cuenta y no me acordaré más de tus pecados.» (Isaías 43, 18-19.21-22.24b-25)Palabra de DiosR/ Te alabamos señor

4. Salmo responsorial

R/ ¿Quién puede perdonarnos fuera de Ti, Señor?Dichoso el que cuida del pobre y desvalido; en el día aciago lo pondrá a salvo el Señor. El Señor lo guarda y lo conserva en vida, para que sea dichoso en la tierra, y no lo entrega a la saña de sus enemigos. R/

El Señor lo sostendrá en el lecho del dolor, calmará los dolores de su enfermedad. Yo dije: «Señor, ten miseri-cordia, sáname, porque he pecado contra ti.» R/

Tú me conservas la salud, me mantienes siempre en tu presencia. Bendito el Señor, Dios de Israel, ahora y por siempre. Amén. Amén. R/ (Salmo 40, 2-3. 4-5. 13-14)

2. Oración Colecta

Concédenos, Dios Todopoderoso, que meditando siempre en tus misterios, cumplamos de palabra y de obra cuanto te agrada. Por nuestro Señor Jesu-cristo…

Esta lectura hace resaltar el encuentro entre la ingratitud humana y la misericordia divina. Dios

GloriaGloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorifica-mos, te damos gracias. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre Todopoderoso. Señor Hijo único, Jesucristo, Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre: Tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; Tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; Tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros: porque sólo Tú eres Santo, sólo Tú Señor, sólo Tú Altísimo, Jesucristo con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. Amén.

6. Evangelio

Lectura de santo Evangelio según San Marcos

Jesús volvió a Cafarnaúm, y a los pocos días se supo que estaba en casa. Y se reunió allí tanta gente que no cabían siquiera delante de la casa, y Él les predicaba. Entonces llegaron cuatro hombres cargando a un paralítico. Y como no podían acercarse a Jesús a causa del gentío, desbarataron el techo de la casa donde estaba, abrieron un boquete y descolgaron la camilla en que estaba acostado el paralítico. Al ver Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» pero había allí sentados unos escribas, que comenzaron a pensar para sus adentros: «¿Por qué habla así este hombre? ¡Es un blasfemo!. ¿Quién puede perdonar pecados fuera de Dios?» Jesús comprendió enseguida lo que estaban pensando y les dijo: «¿Por qué piensan así? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico “Tus pecados quedan perdonados” o decirle “Levántate, échate al hombro la camilla y camina”? Pues ahora verán como tiene poder el Hijo

Acto Penitencial

Comentario a las lecturas

5. Segunda Lectura

Lectura de la segunda carta del após-tol san Pablo a los Corintios

Hermanos: Dios es testigo de que la palabra que les dirijo no es «sí» y después «no». Jesucristo, el Hijo de Dios que les anunciamos nosotros (quiero decir, Silva-no, Timoteo y yo), no fue «sí» y después «no». Cristo es el «sí» de Dios, pues en Él se han cumplido todas las promesas divinas. Por eso, cuando alabamos a Dios, decimos «Amén» gracias a Cristo. Ahora bien, Dios es quien consolida la unión de todos nosotros con Cristo. Él fue quien nos consagró con su unción; quien nos marcó con su sello, quien envío a nuestros corazones el Espíritu, como garantía y anticipo. (Cor. 11, 18-22)

Palabra de DiosR/ Te alabamos Señor

Domingo 19 de Febrero de 2012 Domingo 19 de Febrero de 2012

7. Oración de Fieles

Presidente: Con la oración que presentamos al Señor; expresémosle nuestro deseo de que la Iglesia y el mundo reconozcan en Jesús al Hijo de Dios y en su fragilidad se acojan a la renovación interior que Cristo obra en la fe. Unidos, digamos:

Todos: : ¡Señor, vida nuestra, escúchanos! 1. Jesús, revelador del Padre, dona tu sabiduría al

Papa y a todos los ministros de tu santa Iglesia. R/

2. Jesús, Señor de la vida, ilumina a los gobernantes para que promuevan el auténtico progreso de nuestro país y de todos sus habitantes. R/

CREDO DE LOS APóSTOLES

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nues-tro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muer-to y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muer-tos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos y la vida eterna. Amén.

perdona a pesar del pecado, mostrando así la total gratitud de su obra salvífica. Hoy Jesús cura un paralítico. Pero antes de curarlo físicamente, lo cura interiormente, demostrando que tiene sobre la tierra el poder de perdonar los pecados.

del Hombre para perdonar pecados en la tierra. Y le dijo al paralítico: «Yo te lo ordeno: levántate, échate al hombro la camilla y vete a tu casa.» Y él se levantó, se echó al hombro la camilla y salió delante de todos, de manera que se quedaron pasmados y empezaron a alabar a Dios, diciendo: «¡Nunca habíamos visto semejante cosa!» (Marcos 2, 1-12)Palabra del SeñorR/ Gloria a Ti, Señor Jesús

14

Día del Señor

Jesús sana a un paralítico

Domingo 19 de Febero de 2012 - 7º Domingo Tiempo Ordinario /Ciclo B - Nº 258

Dios como el futuro Del hombre

El profeta se dirige a las personas exi-liadas en Babilonia. El les dice: no mi-ren hacia su pasado. No sean nostál-gicos. Esto no resuelve sus actuales

problemas. Más bien, miren hacia el futuro, donde yace la promesa del Señor. Esto es algo para volver a pensarlo en estos tiempos. Los tiempos son difíciles y la tentación es mirar hacia el pasado. (¿Los tiempos pasados parecen siempre mejores?). Pero el cristianis-mo debe mirar hacia el futuro del hombre, donde está la Salvación de Dios. El cristiano es un hombre de esperanzaLa primera lectura litúrgica enfatiza la espe-ranza en el futuro. En esta segunda lectura San Pablo enfatiza la razón de su esperanza: Dios hizo una promesa. El dijo “sí”, para siem-pre. Y el “sí” de Dios nunca se convierte en un “no”, como muchas veces ocurre con noso-tros. Esta promesa está sellada por el Espíritu Santo. Nuestro Dios ciertamente cumplirá.La promesa de Cristo, en el Evangelio, es sobre la total liberación del ser humano. Li-beración de todos los males que impiden el crecimiento humano, y la eterna felicidad. El mal del pecado y la corrupción humana, el mal de la muerte eterna, males que vienen como la consecuencia del pecado.Los Evangelios y la fe de la Iglesia siempre han enfatizado, sin embargo, el primer lugar debi-

do a la liberación del pecado y el mal moral, en la salvación de Cristo y la misión de la Igle-sia. A la vez, la liberación del pecado es la raíz de todas las demás liberaciones.Ellos enfatizan también que la liberación del pecado se aplica a nosotros como un cami-no al perdón. Sólo Dios puede perdonar el pecado, y El transmite este poder a la Iglesia fundada por Cristo por esta misma razón; este es el significado del sacramento de la Penitencia (reconciliación), donde los peca-dos son perdonados por los sacerdotes, re-presentantes de Jesús, que perdona a través de la Iglesia.Esta doctrina es resaltada en el Evangelio de hoy. Jesús pone lado a lado la liberación hu-mana (parálisis) y la liberación del pecado. Lo segundo es esencial para el hombre enfermo, a pesar de que él, y el resto de la gente, van a aceptar la posibilidad de que los pecados son perdonados al presenciar ser testigos de una curación milagrosa.Algunas preguntas para pensar durante la semana

1. ¿Considero yo la inmoralidad como la peor forma de servilismo?2. ¿Aprecio yo plenamente el uso del regalo del perdon de los pecados, que Dios nos dio en el Sacramento de la Penitencia? CPC

Domingo 19 de Febrero de 2012

9. Oración después de la Comunión

Dios Todopoderoso, concédenos alcanzar el fruto de la salvación, cuya prenda ya recibimos por estos misterios. Por Jesucristo nuestro Señor.

liturgia eucarística

8. Oración sobre las Ofrendas

Al celebrar con la debida reverencia tus misterios, te rogamos, Señor, que los dones ofrecidos en honor de tu gloria nos sirvan para la salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.

“Orar y vivir la Palabra de Dios en la experiencia comunitaria”

3. Jesús, Tú que perdonas los pecados de los hom-bres, haz que acudamos a Ti con fe y sanes nues-tras parálisis físicas y perdones las espirituales. R/

4. Por todos nosotros, para que seamos curados integralmente de todos nuestros males, cuya expresión mayor es el pecado. R/

Presidente: Oh Dios, Padre nuestro, ven en ayuda de todos los hombres de nuestro tiempo; perdona nuestras incoherencias y condúcenos hacia la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

LECTURAS BIBLICAS

Del 20 al 25 de Febrero

Lunes: Carta del Apóstol Santiago 3, 13-18; Salmo 18, 8. 9. 10. 15; Evangelio san Marcos 9, 14-29Martes: Carta del Apóstol Santiago 4, 1-10; Salmo 54, 7-8. 9-10a. 10b-11. 23; Evangelio san Marcos 9, 30-37 Miércoles: Libro de Joel 2, 12-18; Salmo 50, 3-4. 5-6a. 12-13. 14 y 17; Carta del Apóstol san Pablo 5, 20-6, 2; Evangelio san Mateo 6, 1-6. 16-18Jueves: Libro del Deuteronomio 30, 15-20; Salmo 1, 1-2. 3. 4 y 6; Evangelio san Lucas 9, 22-25

Pedidos:P. Manuel Ordoñez / Cel: 315 4166780

[email protected]

Viernes: Libro de Isaías 58, 1-9a; Salmo 50, 3-4. 5-6a. 18-19; Evangelio san Mateo 9, 14-15Sábado: Libro de Isaías 58, 9b-14; Salmo 85, 1-2. 3-4. 5-6; Evangelio san Lucas 5, 27-32

TIEMPO DE CUARESMA

La Cuaresma es el tiempo litúrgico de conversión, que marca la Iglesia para prepararnos a la gran fiesta de la Pascua. Es tiempo para arrepentirnos de nues-tros pecados y de cambiar algo de nosotros para ser mejores y poder vivir más cerca de Cristo. La Cuaresma dura 40 días; comienza el Miércoles de Ceniza y termina antes de la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo. A lo largo de este tiempo, sobre todo en la liturgia del domingo, hacemos un esfuerzo por recuperar el ritmo y estilo de verdade-ros creyentes que debemos vivir como hijos de Dios. El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa luto y penitencia. Es un tiempo de reflexión, de penitencia, de conversión espiritual; tiempo de preparación al misterio pascual. En la Cuaresma, Cristo nos invita a cambiar de vida. La Iglesia nos invita a vivir la Cuaresma como un ca-mino hacia Jesucristo, escuchando la Palabra de Dios, orando, compartiendo con el prójimo y haciendo obras buenas. Nos invita a vivir una serie de actitu-des cristianas que nos ayudan a parecernos más a Jesucristo, ya que por acción de nuestro pecado, nos alejamos más de Dios.