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Diciembre 10: Jornada de los Derechos Humanos; The …unesdoc.unesco.org/images/0007/000708/070841so.pdf · Tan naturales que no se piensa en ellos y no se ven los peligros que continuamente

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EL CORREOPág. 2. NOVIEMBRE 1953

NUESTRA CAMPAÑA DE SUSCRIPCIONES

v VAGE un mes, el Correo lanzaba si nueva campaña de suscripciones,

con el ambicioso objetivo de ganar 50. 000 suscriptores nuevos.Todavía es muy pronto para juzgar sus resultados, pero más quelas suscripciones recibidas, son las cartas que las acompañan las

que constituyen para nosotros un magnífico estímulo.

Como toda publicación, la nuestra tiene necesidad de un ciertonúmero de suscriptores para asegurar su existencia. Pero se tratabatambién al lanzar esta campaña de satisfacer otra ambición : la de haccrconocer mejor a nuestro público los objetivos y las 1'ealizacioncs de laUnesco, lo que constituye, después de todo, Ia razón de ser del Correo.

Este número especial, consagrado a los Derechos Humanos, seráleído por numerosas personas, para las cuales el Correo es todavía unapublicación desconocida. Por eso puede ser útil definir en algunaspalabras <&lt;esta razón de sel'>&gt;.

El Correo es una revista que cada mes, por su texto y por su ilus-tración, trata alrededor de un tema principal, cuestiones que interesan atodos los países y a todos los hombres que se preocupan por ver ycomprender las cosas a escala mundial.

Et Correo no se limita a las teorías y a las ideas, sino que exponeobjetivamente las tentativas concreta hechas en los más diversos campospara mejorar material y moralmente la suerte de los hombres. Suspreocupaciones van de la televisión al problema de las razas, de la músicaa las bibliotecas públicas, del papel de periódico a la educación artística,para no citar más que los temas recientemente tratados.

El Correo no es un órgano puramente intelectual o pedagógico, peroofrece un instrumento de trabajo y una variada fuente de informacionesa los intelectuales, a los miembros del cuerpo docente, a los que quieren

llegar más allá de lo diario y de lo local y a todos aquellos curiosos porsaber, más allá de las fronteras, lo que sucede en los dominios de lacultura, de la ciencia y de la educación.

El Correo es vuestro periódico, suscribías a él y suscribid a vuestro

amigos.

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Se invita a que participen en nuestra campaña de nuevas suscripciones a los Ministrosde Educación, escuelas, instituciones, bibliotecas, profesores, agrupaciones educativas deadultos, asociaciones de las Naciones Unidas, clubs de lo Unesco, así como 01 CentroInternacional de Becas e Intercambio para estudios en el extranjero. El precio de lasuscripción es de dos dólares al año, o su equivalencia en la respectiva moneda naciono !.Con este motivo, ofrecemos a nuestros lectores el regalo siguiente :

POR CADA CtNCO SUSCR) PC) ONES NUEVAS :A.-Una, l1114ación de un año a su suscripción del Correo, oB.-Un ejemplar del catálogo de reproduccción de pinturas en color anteriores a

1860, oC.-Un ejemplar del catálogo de reproducción de pinturas en color de 1860 o

1952, oD.-Un ejemplar del Cine recreativo para espectadores juveniles, oE.-Un ejemplar de. Los Mitos Raciales., por Juan Comas, « Razo y Psicología *,

por Otto Klineberg,. La Iglesia y la Cuestión Racial", por el Reverendo Podre M. Congar.

POR CADA DIEZ O MÁS SUSCRIPCIONES NUEVAS :

F.-Una renovación de dos años de su suscripción actual al Correo, oG.-Un ejemplar del catálogo de reproducción de pinturas en color anteriores o

1860 y otro del catálogo de reproducción de pinturas en color de 1860 a 1952, oH.-Index Translationum, o1.-leo colección completo en español de la serie acerca de los Bibliotecas (cinco

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de Arte. Ed. bilingüe, en francés e inglés.

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3. Cuando se registren los suscripciones y se hoyo efectuado el pago, la Unesco enviaráel regalo desde París.

OFERTA ESPECIAL AL POR MAYOR

Se conceden precios especiales paro suscripciones de grupos. Las escuelas y organiza-ciones que deseen aprovecharlos pueden escribir o la División de Ventas de lo Unesco, indi-cando los cantidades que deseen. Lo Unesco, por medio de su agente en el país, les infor-mará de los precios que se conceden o partir de 25 suscripciones.

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UNESCO NOVIEMBRE 1953. Pág. 3

LOS DERECHOS DEL NINO

SERAN MAÑANA LOS DEL HOMBRE

L EYE :- ; DO las constituciones vigentes en lamayor parte de los países del mundo y exa-minando las leyes que rigen las relaciones

entre los ciudadanos y tas de éstos con el Estado,cabe preguntarse si es útil en 1053 hablar todavíade derechos humanos.

i, Es que esas constituciones y aquellas leyes ydecretos no garantizan la libertad de pensar y decreer" ! i, No se ha abolido la esclavitud, esta-blecido la justicia, destruído la opresión, regla-mentado el trabajo, protegido a la mujer y alniño y tomado a los viejos bajo la paternal tuteladel Estado ?

En 1048, en medio de un gran entusiasmo, seadoptó la Declaración Universal de DerechosHumanos, cuyo enunciado es en sí mismo la salidavictoriosa de una lucha por la vida, que se desa-rrolla desde que el hombre es hombre. Las leyes,sin embargo, no son respetadas siempre a la letra,y a veces. es tentador cambiarlas ; las constitu-ciones no tienen otro valor sino el empleo que deellas se hace, y los decretos protegen con fre-cuencia los derechos de unos, sin preocuparsedemasiado de los de otros. La Declaración de1948 es una exposición de principios morales,filosóficos, jurídicos y políticos que para tenerfuerza de ley necesitará estar ratificada por unconvenio jurídico de carácter obligatorio entre iasdistintas naciones.

Si calculamos el camino recorrido desde elprimer combate por los derechos del hombre,puede uno preguntarse si no es aquÜI más) largoque el queda por recorrer, y si las victorias adqui-ridas no son de mayor envergadura que las quequedan por ganar. Para convencerse no haymás que echar una ojeilda a la historia y sin re-montarse a los orígenes de la humanidad ni a laley de la selva, situarse cuatro o cinco siglos atrásy comparar.

De todos modos, ya es una gran victoria paralos derechos humanos el que mayoría de los hom-bres los consideren en nuestro tiempo como dere-chos naturales. Tan naturales que no se piensaen ellos y no se ven los peligros que continuamentelos amenazan. En eso, sin duda, reside uno de losaspectos del drama de los derechos humanos.Aquéllos que los consideren sinceramente comoadquiridos-y suele tratarse de aquéllos a los queno se les han quitado-harían bien en echar unamirada a su alrededor y podrían así hacer unexamen de conciencia, que con frecuencia termi-naría en un mea culpa.

En el estado actual el problema no es haceradmitir lo principios, sino asegurarse de suaplicación en la vida cotidiana ; porque los

principios no seguidos de actos son tan peligrososcomo los actos que no se fundan en principios. Lospeores racistas están repletos de ideas justas ; losmas intolerantes se creen monumentos de virtud, ylos que explotan al prójimo no cesan de proclamarpara sí mismos, claro está, el derecho a una vidadecente. La falsa libertad conduce a la opresión, yla falsa justicia a las injusticias mas atroces.

Ese examen de conciencia, que puede hoy exi-girse a los aduttos, hay que evitar que constituyamañana un problemapara los niños. Habrá,pues, que explicarles loque es un derecho, nomediante fórmulas ver-bales sino presentándo-selo como una realiza-ción concreta.

Sin disminuir el pa-pel irreemplazable de lafamilia, esta tarea co-rresponde a los maes-tros. En las escuelas esdonde debe comenzarla enseñanza y la puestaen práctica de los dere-chos humanos, primero porque allí es donde hacenlos niños su aprendizaje de la vida, y ademásporque la escuela pública, gratuita y obligatoria,que por definición no admite que se discriminenni el medio social ni la fortuna, la nacionalidado la creencia, ofrece un marco ideal para estaenseñanza. Por otra parte, todo el mundo estáahora convencido de la importancia que tiene elque la juventud no se nutra desde de la escuelacon mitos, prejuicios e ideas falsas.

Así corno puede parcer inútil hablar en 1953 dederechos humanos, puede parecer también sinimportancia introducir en las escuelas una ense-ñanza relativa a los derechos del hombre. Y sinembargo, aunque la historia relate el desarrollode las batallas por las libertades fundamentales,la geografía trace los caminos, la moral prediqueen favor del prójimo y el civismo delìna el lugarde cada uno en la sociedad, a pesar de eso, hay quedar a la enseñaza de los derechos humanos unacontinuidad, hacerlos resaltar ; que puedan losmuchachos encontrar el hilo de Ariadna paraseguir en el laberinto de las materias del programala finalidad que se busca : la de evocar la esenciade los derechos humanos, mostrar ante sus ojosla necesitad imperiosa de su existencia y comu-nicarles una fe casi religiosa en las libertadesfundamentales.

i, Como ? ; \0 es demasiado fácil determinarlo. Esuna enseñanza que varía de forma, de método yde fondo según la edad, los gustos y el grado deinteligencia de los alumnos. Yaría también de unpaís a otro, de una a otra región, y no puede serla misma en las ciudades que en el campo. Elciudadano es más sensible a ciertas injusticias queel aldeano ; el chino tiene una concepción dife-rente de la vida a la del escandinavo, y el ecua-toriano a la del lapón. El papel del maestroconsiste, pues, ante todo en saber elegir y saberadoptar.

P ; ro hay aigunas verdades fundamentá\jjþtlueel maestro no puede silenciar ni en el norteni en el sur, ni en oriente ni en occidente. Y

la primera de ellas es el carácter esencialmenteuniversal de esos derechos. En ningún país podríahabjarse de derechos humanos sin comentar lalucha contra la opresión, el combate por la libertadde las doctrinas que aparece desde los comienzosde la historia de la humanidad, y IHI'qne hacer'-A. V...."".. VU'-J. J. tA.'-A. V.....""J.""'..resaldar en los escritosde los pensadores de lasviejas civilizaciones cienunciado de principiosque eiatunino se extra-ñarÚ de encontrar confirlllas tan lejanas, aun-que son todavía vÚlidosy algunos de los cuales¡ay ! se han quedado enestado de principio.

En cualquier lugardel mundo v en su antí-poda hay que hablar delcristianismo, que hapredicado ia dignidadhumana ; de la doctrina de Confucio, que enseñahaque el pueblo es el elemento más importante de lanación ; del islamismo, que reivindica el derechoa la fraternidad ; del induísmo, que hace resaltarlos orígenes divinos de los derechos del hombre ;hay que hablar de la Grecia antigua, que aunquecon limitaciones graves estableció el régimendemocrático, y de la Roma de los Césares que,aunque restringía el derecho de ciudadanía esta-bleció la igualdad ante la ley de los ciudadanos.

;, Como no hablar en Francia de la Carta Magnainglesa, en los Estados Unidos de la Declaraciónfrancesa de los Derechos del Hombre v del Ciu-dadano, en la India de la Declaración dè Indepen-dencia americana o en Inglaterra de la Constituciónde Cádiz de 1812 ? Reliquias humanas que no sonpedazos de papel mojado, aunque algunos de suspárra fos sean todavía letra muerta. Hay que mos-trar no sólo la importancia que conservan en nues-tro tiempo sino su valor histórico intrínseco conrelación a las libertades o a la ausencia de liber-tades de la época en que fueron concebidas.

Sin embargo, sería peligroso presentar esosdocumentos como perfectos ; la Carta Magna serefiere principalmente a las elasps privilegiadase ignora derechos esenciales del pueblo. La

Declaración americanade Independencia y lafrancesa de los Derechosdel Hombre no atacanel problema de la escla-vitud. La Constituciónespañola de 1812 pecapar exceso de ingenui-dad v olvida los mediosmateriales para lograrla felicidad de los espa-no) es, fin principal deja Constitución. Convie-ne en cada caso subr-ayar carácter de stapasprovisionales. y hay quedemostrar que los derechos son un conjunto en el

que es difícil burlar alguno sin ofenderlos a todos.Que de nada sirve entregar a un hombre o a unamujer una papeleta de votación si no se le haenseñado previamente a leer. De igual manera quesería risible ofrecerele un instrumento que nosupiera utilizar. Y, sobre todo, que es preferibleliberar a los hombres de la miseria que hablarlesde la libertad, en esa miseria.

El maestró ha en encontrar en las situácionesque se presentan en la escuela, en clases, en losrecreos, en el refectorio o en los paseos colectivos,la ocasión para hablar de los derechos humanos.Porque la clase es una comunidad en ja que losderechos de los alumnos han de ser respetados :todo niño tiene derecho a un asiento, para quepueda trabajar cómodamente ; donde pueda sen-tirse seguro y desde donde, tenga amigos o no,tiene derecho a expresar su opinión, sus ideas ano estar de acuerdo con las de sus compañeros,y a desempeñar su papel en la,. ; decisiones queafectan a la communidad escotar.

Esos derechos tienen como contrapartida tosdeberes del alumo. No ha de comprometer la tran-quilidad de sus camaradas ; ha de admitir las ideasde los domás, como los demás admiten las suyas ;tiene que aceptar y cumplir las decisiones de Jacomunidad, aunque se haya manifestado en contra.

Es mas, su comportamiento ha de ser consecuenciade la convicción de que eso es lo justo y que lohace no porque se le pide hacerla sinó porque tales su deber.

Naturalmente, de nada serviría dictar reglas deesta enseñanza para todos los casos ; cada escuelaes un campo distinto de acción ; pero de la expe-riencia lograda por los maestros puede deducirseuna doctrina general v será útil examinar a estosefecto los informes de las federaciones de ense-ñanza, redactados a petición de la Unesco, sobrelos métodos y los programas relativos a la ense-ñanza de derechos humanos. Se han hecho en losmas diversos países, y en cualquiera de ellospodran ser útiles a los maestros si se inspiransirviéndose únicamenle de aquello que convenga ala mentalidad de sus aiumnos.

« Los alumnos de la clase superior de primeraenseñanza hablaban entre ellos con entusiasmo delmejo/'nÚmero del a/Îo que habían oído la vísperaen una reunión nocturna de la escuela. Se tratabade un cuarteto de negros y hubo sonrisas y risasahogadas durante esos comentarios. Era buenaocasión para ofrecer una lección sobre los derechoshumanos. La maestra había reflexionado mucho) a víspera por la noche sobre cómo presentaria.Los cantantes-dijo-probablemente no voive-

raíl, porque ningún ho-tel ha querido alquilar-les habitación. Siguióuna discusión animada.Algunos habían oldo ha-)) ¡ar de discriminaciónracimal, pero hasta en-tonces habían creídoque eso no succedía ensu ciudad. En los dosdías siguientes se refi-rieron otros casos dediscriminación, y seexaminó lo que podríahacerse para mejorar lasituación. Se encargó a

unos delegados de lacÚLsèmqueU redaètåsellcartas para el diario y el tablón de anunciosotros ciudadanos. El verano siguiente, uno de losprincipales hoteles de la ciudad había modificadosu criterio y los alumnos pudieron con satisfaccióndeclarar cumplida la misión".

Muchos maestros han preconizado la organiza-ción de círculos do, alumnos. ( En una escuelasecundaria, las actividades relativas a NacionesUnidas se iniciaron gracias a un alumno que habíaasistido a une conferencia de la Unesco. Al año si-guiente suscitó entre sus camaradas tal in-terés por esos problemas que organizaron un Cír-culo de Naciones Unidas bajo el patronato y laayuda de sus profesores. Después de un estudiosobre lo que las Naciones Unidas hacen se créaronunas cuantas comisiones de un presidente y seismiembros, que presentaron sus comunicaciones atodas las clases de la escuela. La eficacia del cír-culo fué tal que otras escuelas, la Asociación depadres y de Profesores les invitaron a sus reu-niones. Se les solicitaron programas y un númerocreciente de estudiantes de su escuela colaboraron; lisamente en favor de las Naciones Unidas".

ir a Organización de visitas inter-escolares enbarrios pertenecientes a distintas clasessociales, razas o nacionalidades son excelente

experiencia para qua los niños comprendan lo quees la igualdad.

lino de los métodos empleados para responsa-bilizar a los alumnos en el funcionamiento de suescuela lo explicará este ejemplo : ( Diez niñas deonce años, adscritas al servicio de una bibliotecaescolar, prestaron por término medio mil librosal mes, siendo insignificante el número de obrasperdida". En otros casos, las distintas funcionesescolares se adjúdican a alumnos elegidos por suscamaradas.

A propósito de la comprensión internacional,dice un maestro : « Tenemos desgraciadamente latendencia a acentuar lo pintoresco y lo extrañopara describir la vida de los niños de otros países,due suele presentarse como una especie de cuentode hadas. Muchos alumnos creen, pues, que losniños extranjeros van siempre vestidos con sutraje nacional y llevan una vida de aventuras.Estas impresiones hacen perdurar ideas falsassobre otros pueblos y suscitan a menudo un ciertosentimiento de desprecio hacia el extranjero".

Son muchos los problemas que suscita el estudiode los artículos de la Declaración v es precisoingPlliarse para que los alumnos vean de manerapalpable el valor de los conceptos en ellos expresa-dos. Par a elJo es necesario que los maestros lesofrezcan ejemplos históricos, literarios, y sociales,que aclareo ta mente del alumno, a fin de queconsideren el conjunto de los derechos humanoscomo consubstancial con su propia existencia. Losobjet ivos de la escuela, i'U espíritu, su concepcióny el ejemplo de comprensión y tolerancia de sumaestro serón, sin duda, los mejores elementospara que esta enseñanza dé los frutos que sedesean, y que la.,., actuales generaciones jóvenes,pued, 1ll al Ilelfal'a la madurez disfrutar ptena-mente de las 1I11Pl'lade".

Pág. 4. NOVIEMBRE 1953 EL CORREO DE

Un triste documento : relacion de un cargamento de esclavos. En ellael traficante es el"Propietario'"los esclavos son ! a"Mercancia".

ESCLAVITUD

Y LIBERTAD

LA mal'cha hacia la costa afl'icana era una 2lerrado'M experiencia que duraba en ocasiones

hasta tres o más meses. Los esclavos iban amarrado o encadenados unos a otros por elcello, con las manos atadas a la espalda. A veces, se hallaban ta : mbién amol'dazadosmediante un pedazo de madera ajustado a la boca como el fl'eno de un caballo. A la más

leve sospecha de fuga, estos infelices eran ellcadenados a ramas de ál'bol, gruesas como unmuslo de, hombre y largas hasta dc dos metros, pl'ovistas de un extl'emo ahol'quillado en el quese sujetaba el cuello con ulla clavija de hierro. Cuando había que hacel'alto para comerciar, seencerraba a todos los esclavos en un corral improvisado apl'esul'adamente con estacas.

He aquí una dantesca escena descrita en 1-868 : Lo primero que vimos fué un g1'UpO deesclavos, apretados en semicírculo, mirando hacia el centl'o. Estaban de pie,. pel'o muchos deellos no tenían fuel'za suficiente para sostenerse en esa posición, lamentables esquelctos a loscuales la enfermedad y lel hambre habían marcado con su sello fatal. Hacia el cenlro de la

plaza se veían también grupos de ni1ios amontonados en semicírculo. Algunos de esos pobressereno tenían más de cinco años de edad...

ir A historia de la esclavitud y de su aboliciónes un ejemplo del progreso efectivo reali-zado por la humanidad en un tiempo rela-

tivamente corto, gracias, en especial, a los es-fuerzos de algunos espíritus animosos y a pesarde la resistencia de poderosos intereses materiales.

A principios del siglo XIX la esclavitud eratodavía una institución fundamental en ciertosgrandes países de desarrollo muy adelantado por

"Los juntan sobre unaplaya y los bautizan atodos con un hisopo,que es otra barbari-dad grand ! sima, por-que después de cris-tianarlos los tratancomo a bestias, pueslos meten en unanave, que a veces nies carraca, y los en-cierran en la sentinacomo a cerdos, dondela misma hediondezes capaz de matar aun hombre". FrayTomás Mercado :"Suma de Tratos yContratos", Sala-manca, 1562,

lo demás. En 1835esta institución ftore-cía en las colonias detodos los grandes paí-ses de Europa y en laAmérica del Norte vdel Sur. Sobre ellàdescansaban inmen-sos intereses econó-micos y todo un siste-ma social. A los parti-darios de la aboliciónse aes considerabautopistas peligrosos, ya veces se les perse-guía y castigaba comecriminales.

Y sin embargo, encosa de medio siglo laesclavitud fué aboli-da en todas. partes.

Se apoyaba en anti-guas tradiciones.Egipto, Grecia y Romala habían practicado."'0 IqQ cn1. o. rJorJ. o. c : o 1"10En las sociedades de

estos países los esclavos tenían,'la mismafunción que la máquina en la sociedad mo-derna. Así lo atestiguan los monumentos colo-sales erigidos por orden de los faraones. Los es-clavos estaban casi universalmente privados detodos los derechos. No podían poseer bienes niparticipar en la vida pública. Sus hijos pertene-cían al dueño, que podía venderlos a su antojo. Dela voluntad del amo dependía que el esclavo fueratratado con dulzura o con crueldad. Finalmente,el dueño tenía sobre él derecho de vida y muerte.

Pero, ya en el siglo de'Pericles, las voces deSófocles y de Eurípides recuerdan a los Ateniensesque un esclavo es un hombre :

« Si el cuerpo es esclavo, el alma es Ubre",dice Sófocles. « Muchos esclavos llevan un nombredeshonroso, pero su alma es más libre que la delos hombres libres >&gt;, dice Eurípides.

Los filósofos estoicos del primer siglo de la eracristiana, de la escuela de Epicteto, Séneca yMarco Aurelio, son los que sostienen de nuevoque los esclavos, por su alma, son hombres comolos demás. Las cartas de Séneca contienen pala-bras generosas en favor de los esclavos, y ciertas

ideas que se aproximan a la doctrina cristiana dela fraternidad universal.

« He sabido con agrado la familiaridad en quevives con tus esclavos. Eso es digno de tu sabi-duría v de tu instrucción. ¿Son esclavos ? No, sinohombres. ¿Esclavos ? Amigos humildes. ¿Esclavos ?Dí mejor hermanos en servidumbre, si reflexionasque el destino tiene sobre ellos el mismo imperioque sobre tui.))

Los primeros mensajes de las Iglesias cristia-nas están tan inspirados en el principio de la igual-dad de las almas en la redención, que la aplica-ción de ese principio a los esclavos ocupa un lugarpreeminente en su enseñanza. Por esta razón losesclavos acuden en masa a la nueva doctrina.

San Pablo, en su epístola a los Gálatas, procla-ma : ( Ya no hay judíos ni griegos, ni esclavos, nihombres libres... pues ya no sois sino una mismapersona en Cristo Jesús'). En la primera epís-tola a los Corintios : ( Por un espíritu hemos sidobautizados para formar un solo cuerpo".

Es digno de mención el hecho de que, en laépoca en que los estoicos y los primeros cristia-nos se preocupaban de aliviar la suerte de losesclavos, el emperador de China Kuang Wu, enel año 35 de nuestra era, dictaba normas paraproteger sus vidas y defenderlos contra las muti-laciones.

El reñir duramente a un esclavo era, en la escalade las virtudes chinas ; una falta ; el no cuidarlesi estaba enfermo, o agobiarle, de trabajo, diezfaltas ; el impedirle casarse, cien faltas ; el negarleel derecho de comprar su libertad, quienientasfaltas.

La institución de la servidumbre, que persistióen Europa durante la edad media y los tiemposmodernos, estableció una condición intermediaentre la esclavitud y la libertad. Esta condiciónvaría mucho según las regiones.

En principio, el siervo puede ganar y ahorrardinero, sacar provecho a la tierra que cultiva ycasarse. Sus hijos son sus herederos, más por cos-tumbre que por derecho. Pertenece a la tierra ypuede ser vendido, legado o cambiado con ella porel señor.

Estas condiciones fueron suavizándose gradual-mente. Pero no hay que olvidar que todavía afines del siglo XVIII un príncipe alemán podíavender sus súbditos como soldados al rey de In-gtaterra. para la campaña contra los colonos su-blevados en América..

Después de los grandes descubrimientos del si-glo XV, la trata de negros africanos iniciada en1444 por la Cia. portuguesa de Lagos, fué prohi-bida, por Enrique el Navegante ; pero después fuéprivilegio del emperador Carlos V y de sus suceso-res quienes lo concedieron a sus favoritos y mástarde a los negreros. Estos se abastecían de negrosen la costa occidental de Africa para Ilevarlos alNuevo Mundo, a donde los primeros esclavos lite-

TODOS ELLOS HAN LUCO, HADO

PARA BORRAR ESA VERGUENZA

DE LA HUMAN) DAD., a.... _.. lo.

Desde la más remota antigüedad, hombres y mujeres han luchado y sufrido en todos los países para quecesara una de las vergüenzas de la humanidad : la esclavitud. Algunos son célebres en el mundo entero,como Abraham Lincoln, por ejemplo, otros, honrados por sus compatriotas, son menos conocidos en el

extranjero. He aquí 1) el Abate Grégoire (1750-1831), que tomó ia iniciativa en 1794 de hacer votar por la Con-vención Nacional francesa un Decreto para abolir la esclavitud, que tuvo que ser, desgraciadamente, confirmado más tarde por otras medidas législativas ;2) William Wilberforce (1759-1833), cuyo nombre va unido a la campaña « evada en tngtaterra a favor de la abolición ; 3) William Groen (1801-1876), que condujo enlos Países Bajos una campaña semejante ; 4) Joaquim Nabuco (1849-1910),"el gr ande e ilustre jefe del movimiento abolicionista del Brasil"Gracias a sus esfuerzos,

800. 000 esclavos brasileños fueron finalmente liberados en 1888.

LA UNESCO NOVIEMBRE 1953. Pág. 5

garon en 1501. Los demás países de Europa si-guieron su ejemplo. Se calcula que entre los siglosXVI y XIX los negros de Africa importados a Amé-rica'ascendieron a treinta y dos millones. Hacia1790 el número de negros transportados anual-mente se elevaba a unos setenta y cinco mil.

Por jada negro que llegaba vivo morían cuatroen las cacerías de hombres organizadas en terri-torio africano o durante la travesía. Todos sabenlas terribles condiciones en que viajaban aquellosdesgraciados negros, amontonados durante loslargos días de navegación. Cuando se prohibió la

hubiera obtenido un voto más cuando se redactóla Constitución de los Estados Cnidos en 1789, taesclavitud hubiera quedado abolida entonces. Peroel momento propicio no había llegado aún.

Francia fué la primera gran nación que, pordecreto de la Convención. Nacional votado porunanimidad en 1794, abolió la esclavitud. La ini-ciativa corresponde a un diputado, el abate Gré-goire, que, en la misma oasión, hizo restituir alos judíos sus derechos civiles y políticos. PeroBonaparte, en 180Í, restableció la esclavitud enh) s cetonias.

TRAS SIGLOS

DE SUFRIMIENTOS,

LA HORA DE LA LIBERTAD

Secularmente estaban privados de todo derecho. Se les podíacomprar en los mercados a subasta. Después, pertenecían aldueño, que tenía sobre ellos derecho de vida y de muerte. Undía, en el siglo pasado, fueron liberados. Fué una manifestación

de alegría como rara vez lo había visto el mundo.

trata, su suerte fué peor todavía en 1""Il<l\iosque hacían el contrabando, porque a menudo eranarrojados al mar al acercarse alguna fragata delas que ejercían la policía marítima.

Entre los adelantados y grandes luchadorescontra la esclavitud de los negros se encuentran :Fray Alonsode Sandoval que publicó en 1620 unaimportante obra en defensa de los negros en laque sostenía que entre los esclavos había muchosque eran mas inteligentes que los negreros o quelos amos ; San Pedro Clavel a quien se llamó elaApostol de los esciavos". que dedicó su vida amejorar la condición de los negros en América y quedenunciaba implacablemente todos los malos tratosque se les infligían y de los que tenía noticia ;el Papa Urbano VIII, que teniendo conocimientode la obra de Alonso de Sandoval y de San PedroClavel, publicó en 1639 una bula pontificia, enla que, por vez primera se condenaba como pecadomortal la trata de esclavos ; y Guillermo Penn, queen 1697 y adelantándose un siglo a. los hechos,propuso en Inglaterra la abolición definitiva de laesclavitud.

El ejemplo de estas admirables figuras deter-minó que en el siglo XVIII la campaña paralograr la desapariión de la trata primero y de laesc lan t ud po,. ; tel'loI'lllent f'proyoca ; o ; e extraordi-naria y tuviera en gran ero en la opinión públicamas sana que reclamaba la abolición.

TomÚs Jefferson era partidario de ella, y si se

--En genend, la abolición de la esclavitud en el

mundo moderno se hizo en dos etapas. Primeroprohibiendo la trata de esclavos, y después elimi-nando la esclavitud propiamente\ dicha.

La importación de negros d Africa fué pro-hibida, para lo cual fué relativamente fácil obte-ner el acuerdo de los diferentes Estados : se tra-taba sólo de cegar en su fuente la corriente denuevos esclavos y de suprimir uno de los aspec-tos más irritantes del tráfico.

En Inglaterra el nombre de Wilberforce (1 ï59-1833) va unido a esta campaña. Tras continuadosesfuerzos logró su propósito en 1807, cuando In-glaterra abolió el comercio de esclavos en su im-perio.

Como consecuencia de un acuerdo franco-bri-tánico vigente desde 1815, Francia adoptó unamedida similar, y otros países la siguieron. En1808 los Estados Unidos de América prohibíantoda nueva importación de negros ; pero el contra-bando de los negreros continuó hasta la abolicióntotal de la esclavitud, en 1865.

La segunda parte de la tarea fué la más difí-cil, porque se trataba de destruir todo un sistemasocial.

Los abolicionistas, animados por sus primerostriunfos y el apoyo creciente de la opinión pú-blica, redobiaron'sus esfuerzos. En InglaterraBuxton y \Vilberforce propusieron en 1823 ia abo-

lición gradual en las colonias. Canning emancipaa ochocientos mil esclavos, que son trasladados aterritorio inglés y algunos de ellos convertidos enaprendices trabajadores. Finalmente, en 1838, selogra la emancipación total.

En Francia, finalmente, el 4 de marzo de 1848,llega a una decisión favorable el gobierno provi-sional de la Segunda República.

En cuanto a las demás potencias coloniales latrata fué prohibida por Holanda en 1814 y porPortugal en 1830 ; y la esclavitud fué abolida porPortugal en 1857, por Holanda en 1860 y por Es-paña en 1872 (1).

Le resistencia más obstinada se manifestó en]a América del Norte y de) Sur, sobre todo en lasregiones donde la esclavitud constituía la baseesencial de ]a riqueza económica. La Repúhlica delEcuador decretó la abolición en 1851, siendo elprimer país del Continente americano que dió lalibertad a los negros.

Los negros seguían llegando de Africa, traídospor negreros bien organizados. Se calcula que ha-cia 1820 llegaban cerca de veinte mil por año.Entre 1840 y 1860 Nueva York era el puerto másactivo del mundo dedicado a esa clase de comer-cio ; le seguían Bastan y Portland. Hacia 1856 cua-renta barcos negreros salían cada año de los puer-tos norteamericanos, y las utilidades de este ( mer-cado negro)) ascendían a 17. 000. 000 de dólares.Y esto a pesar de que ]a trata de esclavos estabaprohibida.

Hace más de cien años apareció la célebre no-vela de Harriet Beecher Stowe « La Cabaña delTío Tom" (1852). Fue traducida a todos los idio-mas y ayudó mucho a la a causa de) a abolición,aunque era un libro más sentimental que verí-dico.

La situación que, en verdad, determinó la abo-lición en los Estados Unidos de América fué larivalidad económica y política entre los Estadosdel Norte y los del Sur, rivalidad que. terminó conloa separación de los Estados del Sur y la guerrade Secesión (1861-1865). Abraham Lincoln, electopresidente en vísperas de esta guerra, declaró enun principio que no trataría de suprimir la escla-vitud en donde ya existiera, sino que solamenteimpediría que se extendiera a los nuevos Estadosque formaban al Occidente. Sin embargo, en di-ciembre de 1862. como una medida de guerre, abo-lió ]a esclavitud en los Estados rebeldes que ocu-paban sus tropas. No fué sino después de sumuerte, en 1865, cuando) a 13". enmienda de laConstitución de los Estados Unidos consagró laabolición total y definitiva de la esclavitud.

En Brasil ia emancipación siguió una evolu-ción parecida. Desde 1758 el padre Manuel Ri-beiro da Rocha había publicado en Lisboa un libroabogando porque los esclavos fueran puestos enlibertad después de un cierto número de años deservicio y porque sus hijos fueran declaradoslibres al nacer.

Después de 1830 se formó un partido abolicio-nista. El ministro Eusebio de Queiroz tomó seve-ras medidas de represión, que resultaron efectivas.Se votó una ley en virtud de la cual los hijos detodos los esclavos deberían considerarse libres alnacer, aunque quedaban al servicio de sus dueñoshasta llegar a la mayoría de edad.

Así esas dos fuentes (importación y nacimien-tos) quedaban cegadas. Los partidarios de la abo-lición prosiguieron sus violentas campañas enfavor de ]a emancipación inmediata. Su primeracto de gobierno fué presentar una ley para laabolición inmediata de la esclavitud, la cual fuéaprobada por unanimidad en 1888.

La lista de las contribuciones de la raza negraa la civilización contemporánea sería demasiadolarga para hacerla aquí. Abundan los sabios, artis-tas, filántropos y escritores de raza negra en don-dequiera que esta raza disfruta de todos sus dere-chos. Los médicos negros desempeñaron un im-portante papel en la lucha contra las enferme-dades tropicales. Un negro de la Unión Francesa,Félix Eboué, llegó a ser gobernador del AfricaEcuatorial france. sa durante la segunda guerramundial, y el Sr. G. Monnerviiie, actual presidentedel Consejo de Ja República (antiguo Senado), esde raza africana.

Los viejos prejuicios desaparecen conforme elnivel cultural v técnico de las diversas razas vaigualándose. En día no lejano desaparecerán lasúltimas desigualdades que aún subsisten v que laopinión del mundo civilizado reprueba cada vezmás severamente.

La conclusión que puede ectraerse de esta brevehistoria de la abolición de la esclavitud v la servi-dumbre, realizada en un tiempo relativamentecorto, es que una idea en apariencia utópica, perobasada en la justicia, puede convertirse rápida-mente en realidad cuando hombres a la vez ani-mosos e inteligente intervienen en los asuntospúblicos. Sobre este hecho han fundado los auto-res de la Declaración Universal de Derechos Hu-manos sus razonables esperanzas.

(1) Entre las primf'rllS t"lItl//iI'II. rIf'f'IIWIlI'i, wl'iol1 el1 lallenlllllillS f'spañolas hay'/lIe ritar la illsllrreerioll de Hidalgo,ella. hético, za año 8ló.

Pág. 6. NOVIEMBRE 1953 EL CORREO De, LA

La reglamentación rélativa al trabajopeligroso es relativamente reciente. Noha sido obligatoria en los principalespaíses industriales más que entre 1905

y 1911.

Ne los artículos más atrevidos de laDeclaración Universal de los Derechos

del Hombre, muchas personas han ex-clamado :"Pero ¡es una utopía ! ¡Desgracia-damente el mundo no ho llegado todavíahasta ahí !-.

Cierto, el mundo todavia no ha llegado hastaahi ; pero el mundo evoluciona, y esa evolucióndepende de los hombres. Hemos visto que laesclavitud, institución sólidamente establecida,desapareció de los territorios ingleses, fran-ceses, rusos y americanos en un cuarto desiglo, entre 1838 y 1865. Es posible que dentrode otro cuarto de siglo no se vea nada utópicoeste artículo 25 de la Declaración de 1948 :

. Toda persona tiene derecho a un nivel devida adecuado que le asegure, así como a sufamilia, la salud y el bienestar, y en especialla IIlimentation, el vestida, la vivienda, la asis-tencia médica y los servicios sociales necesa-rios ; tiene asimismo derecho a los seguros encaso de desempleo, enfermedad, invalidez,viudez, vejez u otros casos de pérdida de susmedios de subsistencia por circunstanciasindependientes de su voluntad.'

La gente dirá : j ¡Qué paraíso sería latierra si todas estas bellas ideas se lIevaralla la práctica ! Pero no sucede así en la mayo-ría de los países. >&gt;

lo cuestión merece ser estudiada a la luzde los progresos obtenidos.

Es inutíl que nos detengamos en los dere-chos de la persona en la sociedad de Esparta :el abandono y la venta de los niños eran allípráctica corriente. Se mataba a los esclavosinválidos. Y las demás costumbres espartanaseran del mismo estilo.

Las leyes de Atenas eran menos duras. Lospobres participaban en las distribuciones desocorros, el pueblo se preocupaba por los invá-lidos y adoptaba a los hijos de los ciudadanosmuertos en la guerra. Médicos públicos visi-taban a los indigentes, y los artesanos conta-ban con sociedades de socorros mutuos. Perola infancia estaba mal protegida.

Roma practicó desde temprano la asistenciasocial : remisión de deudas a los ciudadanospobres, distribución de tierras, ayuda a lasfamilias numerosas, venta de alimentos a pre-cios reducidos e incluso, de acuerdo con la leyClaudia, distribuciones gratuítas de víveres..

Trajano fundó un colegio para niños menes-terosos y Antonino otro para muchachas po-bres. En todas las ciudades funcionaban ser-vicios de asistencia médica. Finalmente, elCódigo de Justiniano declaró que eran libreslos niños expósitos, hasta entonces conside-rados como esclavos.

La aportación del cristianismo en el campode la asistencia social fué considerable. Losemperadores cristianos de Bizancio, por mediode los obispos, multiplicaron las institucionesde caridad : asilos, orfelinatos, hospitales yhospicios para ancianos, Los cánones de losconcilios y las primeras decretales de lospapas ordenaron la ayuda a los pobres y alos huérfanos, el rescate de los prisioneros yla hospitalidad a los extranjeros. Una cuartaparte de los ingresos de la Iglesia debía inver-tirse en obras de caridad. Es conocido el im-portante papel que más tarde desempeñaronen los países primitivos las misiones católicas,y posteriormente las protestantes.

Entre tanto, el Oriente ofrecía numerososejemplos ae esfuerzos humanitarios. En Persia,Khosroes Anouchirvara (siglo VI) daba dineroa los pobres para que pudieran casarse, y enla India, el rey Uposadha era famoso por suslimosnas.

En la Europa cristiana la caridad tuvo mu-cho que hacer para aliviar los males que cau-saban las continuas guerras : el hambre, lasepidemias, el bandolerismo y la vagancia.

Las peores hambres hicieron estragos enInglaterra, durante el siglo XI ; en Bohemiaen el XIII ; en Francia en el XIV, durante laguerra de los Cien Años. La lepra se extendióen forma alarmante en el siglo XII. Los lepro-sos o gafos, que eran objeto de terror y repul-sión, fueron expulsados de las comunidades,encerrados en leproserias y considerados comomuertos civilmente.

Se calcula que en el siglo XIV murieron de

MEJORAR EL NIVEL DEL MUNDO

ES ELEVAR AL HOMBRE

la peste negra veinticuatro millones de per-sonas, es decir, la cuarta parte de la poblaciónde Europa. En el mismo siglo se recrudeció elbandolerismo.

Cuando el poder real se afirmó en Francia,principió a organizarse la asistencia social.San Luis, que cuidaba personalmente a losleprosos, fué un precursor. Francisco), poredicto de 1536, ampliado en 1545, ordenó alas parroquias que dieran comida a los pobresy trabajo a los sanos. La guerra de ! os TreintaAños y la Fronda provocaron ciertos malessociales ; entre ellos el hambre y la peste.

Durante este período San Vicente de Paúl(1581-1660) movilizó a toda Francia al servi-cio de la caridad, por las obras de beneficen-cia que implantó y que florecieron plenamenteal cabo de treinta años de esfuerzos. Bajo lainfluencia de San Vicente dictó Luis XIV me-didas para proteger a la infancia y para gene-ralizar la asistencia, fundando también unhospital de niños expósitos. El edicto de 1662ordenó que se establecieran hospitales parapobres y huérfanos. en todas las ciudades ylugares donde no existieran..

Hay que llegar hasta la Declaración de losDerechos del Hombre de 1789 y las constitu-ciones de 1791 y 1793 para ver proclamadasdefinitiva y oficialmente las nociones de i9ual-dad, solidaridad y derecho a la asistencia.

Hasta aquí hemos visto la evolución de laasistencia en Francia. En Inglaterra sigue através de los siglos una evolución anátoga.Suprimidas en los tiempos de la Reforma lascomunidades católicas, el Estado tuvo que

adquirió en los siglos XVII y XVIII enormesproporciones. Lo político de los ministros car-tostercistas, Jovellanos, Campomanes y Flori-dablanca salió al pasto de ese problema ; loLey agraria y lo creación de los Sociedadeseconómicas de Amigos del País se preocuparonde elevar el nivel de vida en el campo y lociudad. En el siglo XIX, primero lo guerra deIndependencia, luego lo pérdida de lo mayoríade los colonias en América y más tarde lasguerras civiles con sus represiones y destruc-ción, empobrecieron el país, que necesitó losaños de paz iniciado por Cánovas del Cas-tillo en 1875 poro alcanzar el nivel europeoen los primeros años de este siglo.

En el plano internacional pocos aconteci-mientos tuvieron un alcance tan grande ysignificativo como lo firma, en 1864, de loConvención de Ginebra, que aseguraba o losheridos de guerra un estatuto legal, recono-cido por todos los beligerantes, y cuya conse-cuencia fué lo creación en diversos países desociedades de lo Cruz Rojo, destinados osocorrer o los heridos (hasta en el campo debatata) y o organizar una asistencia solidarioen caso de grandes calamidades (inundacio-nes, epidemias, terremotos), cuando los récur-sos locales o nacionales pudieran ser insufi-cientes.

El nombre del suizo Enrique Dunant vaunido o lo fundación de los sociedades de loCruz Roja. Estas han tenido un papel deenorme importancia no sólo por los serviciosmateriales prestados, sino como ejemplo deuno ayuda o lo humanidad por encima de losfronteras y los pasiones nacionales. En este

pobrezo,) la enfermedad y la ignorancia. LosEstados más prósperos han llegado a com-prender que los pueblos mas ricos y progre-sistas son los mejores vecinos, los más lealesamigos y los más importantes compradores ?No tienen ya ninguna duda acerca de que elprogreso económico y los más elevados nivelesde vida les son beneficiosos en igual gradoque a los países insuficientemente désarro-liados y contribuyen al mismo tiempo a lamarcha más estable de la economía mundial.

El ánimo de millones de habitantes delmundo se modifica paulatinamente y la resi-gnada desesperación que reinaba antes seestá convirtiendo en un audaz optimismo.Porque el hombre sabe ahora que puede cum-plir mejor su tarea, si su estuerzo, su capa-cidad y sus recursos son utilizados hasta elmáximo.

El siglo XX ha visto multiplicarse los pro-gramas de ayuda mutua internacional, comoson el Punto IV de los Estados Unidos deAmérica, el Plan de Colombo, la Comisión delCaribe y la Comisión del Sur del Pacifico. LasNaciones Unidas, en colaboración con susInstituciones correspondientes, administra enla actualidad uno de los más grande. pro-gramas que el mundo ha visto para propor-cionar ayuda técnica a los países m. diantelos servicios de una Organización Interna-cional.

El Programa de Asistencia Técnica de lasNaciones Unidas trata de promover el inter-cambio de ideas y de métodos para conseguirla elevación del nivel de vida de los pueblos.

A partir de comienzos de sigilo las organizaciones obreras y los partidos políticos han ido implantando sus reivindicaciones

y han adquirido cada vez mayor pujanza y eficacia. Han ejercido constantemente una presión sobre la legislación de tra-bajo y han hecho adoptar la mayor parte de las leyes que hoy nos parecen cosa normal, pero que durante mucho tiempoparecían utópicas. El derecho del hombre a la dignidad del trabajo existente en muchos países sigue siendo el sueño de

millones de trabajadores en otros.

tomar a su cargo las instituciones de caridad,a partir de Enrique VIII. En 1551 se instituyóen cada parroquia un registro de pobres.Todos los que se negaban a contribuir a laslimosnas podían ser llevados ante el'tribunal.

En el XVIII, bajo la influencia de moralistassociólogos como Hume, Bentham y AdamSmith, los conceptos de « solidaridad" y de"servicios prestados por el trabajo. inspiraronnuevas leyes de asistencia.

Una ley de 1796 incluyó entre las personasque debían recibir asistencia a los trabaja-dores cuyos salarios se consíderaran insufi-cientes.

La costumbre de pagar a los trabajadoresun subsidio que variaba según el costo de lavida acabó por convertirse en una obligaciónreconocida.

En España, durante la edad media, lasguerras con los árabes y las peregrinacionesa Santiago determinaron la creación por losreyes y el alto clero, de numerosos asilos,hospicios y hospitales. En conventos y monas-teriosse repartíala « sopa"a tos pobres. Eldescubrimiento y población de América pro-vocaron con la emigración una crisis económicay de mano de obra tales, que el desempleo

punto la Cruz Roja es un verdadero heraldo dela organización internacional de la asistenciamutua que prescribe la Declaración de losDerechos de 1948.

En los últimos cien años muchas son lasleyes que han mejorado en todas partes delmundo las condiciones de vida de las clasesmenos favorecidas. Los hospitales han sidomodernizados, y se han multiplicado los cen-tros de asistencia social. Nos hemos acostum-brado a la idea de que la nación es plena-mente responsable de la suerte de cada ciuda-dono ; al mismo tiempo se ha robustecido lanoción democrática de la responsabilidad quecada ciudadano tiene en los asuntos públicos.

la sociedad contemporánea, sin embargo,ha ido aún más lejos. Ha contemplado el sur-gimiento y desarrollo de la idea de un mundoen donde los pueblos son cada vez más inter-dependientes. También ha visto a las nacionesaceptar el sistema de la cooperación interna-cional para promover la obtención de másaltos niveles de vida, trabajo para todos yprogreso social y económico no sólo para lasclases nacionales sino también para la pobla-ción de los países extranjeros.

Las naciones se han dado cuenta de quemás de la mitad de la humanidad vive en la

Significa un esfuerzo extraordinario dedicado. o distribuir libremente, sin la limitación de lasfronteras nacionales, todas las más importan-tes y vitales ideas en la esfera de la cienciay de la educación, de las que depende la vidamoderna. Este programa no solamente es coo-perativo en lo que se refiere al apoyo generalque recibe y a su forma general de adminis-tración, sino que su ejecución en los diversospaíses es también una empresa conjunta. Masaún-y esto apenas se conoce-no hayayuda de una Organización internacional si nose cuenta al mismo tiempo con una contribu-ción nacional que la fortalezca.

Hacia fines del año pasado, las Institucio-nes internationales habían enviado más de1. 500 especialistas calificados a los paíse ;insuficientemente desarrollados y había)'concedido más de 2. 700 becas para el persona :escogido de esos países con objeto de que ;pudieran continuar sus estudios en el extra"jero.

En ía página siguiente presentamos algunos.ejemplos de la forma como se halla trabajandoel pueblo de Filipinas, con ayuda de las Ncr-ciones Unidas, para conseguir el ! « nivet de vid.,adecuado"que proc ! ama) a Declaración Unaversal de Derechos Humanos.

DE I LA UNESCO NOVIEMBRE 1953. Pág. 7

--------La demolición de la Bastilla, emprendida en Julio de 1789, todavía hoy simboliza en todos los países el triunfo de la justicia sobre la arbitrariedad.

PARA EL SIERVO TRABAJO ERA MALDICION

LA LIBERTAD HA DIGNIFICADO EL TRABAJO

EL reconocimiento de los derechos personalesdel trabajador es el resultado de una evolu-ción reciente de nuestra civilización.

Hasta hace muy poco, cualesquiera que fuesenlos sufrimientos o desigualdades derivadas deldesempleo, las diferencias de fortuna, los abusosdel poder u otras circunstancias, era opinióngeneral que cada uno tenía que <&lt;aguzar el ingenio>&gt;para encontrar trabajo y defender sus intereses lomejor que pudiera. Pero, puestos frente a la nuevasituación económica y social que creó el siglo XIX,los legisladores tuvieron que reconocer que, enmateria de trabajo, la falta de reglamentaciónllevaba a nuevos privilegios, a nuevas opresionesy a un peligro creciente de perturbaciones yviolencias. En otras palabras, la obra de liberaciónde la persona humana quedaba incompleta mien-tras los principios fundamentales formulados parael ciudadano en general no pudieran ser aplicadoslegalmente en la protección del trabajador comotal. Dicho mas brevemente : ¿para qué sirven lalibertad y la igualdad téoricas, si el dilema que seplantea al hombre es <&lt;miseria o rebelión" ?

Hace poco mas de un siglo la revoluciónindustrial dió sus primeros frutos. En las fÚbricasde Inglaterra, Francia, Bélgica y Alemania, enlas minas y en los talleres de la industria tetil,obreros, obreras y niños trabajaban en númerocada vez mayor. ¿En que condiciones ?

La explotación del hombre por el hombre estabaen su apogeo, sin ninguna restricción ni contra-peso. A unos cuantos espíritus generosos les pre-ocupaba o les indignaba ese estado de cosas ; peroel resto del público apenas se daba cuenta de quesucedía algo malo. De cuando en cuando, unanovela de Carlos Dickens (1), o un folleto escritopor algún sociólogo recordaban la existencia delmundo proletario. Después se cambiaba de temay se olvidaba.

En las fábricas de seda francesas los obrerostrabajaban hasta dieciocho horas diarias.

En Alemania, los tejedores de Silesia, oprimidosy abrumados de impuestos por el rey de Prusia,intentaron enternecer a su amo exponiéndole susmiserias. El rey mandó que los soldados dispara-ran sobre ellos.

En los Estados Unidos, en las fábricas privadasde 1Iaclia ;. ; susetts, los hombres trabajaban doce ycatorce horas diarias por 5 dólares semanales. Eljornal de las mujeres y de los niños era menoraún.

En medio de tan desolador panorama, hay queseñalar una honrosa excepción en la legislación

española de Indias. En el siglo XVIII, en las minasde mercurio de Huancavelica, en el virreinato delPerú, se estableciá la jornada de ocho horas y eldescanso dominical. Cierto que el origen de la me-dida debió ser la necesidad de conservación delpersonal obrero, al que el trabajo en las galeríasdel mineral de cinabrio envenenaba con gasesmercuriales ; pero, de cualquier modo, no deja deser un notable antecedente de legislación protec-tora del trabajador.

En todas partes los trabajadores carecían dedefensa contra los abusos del poder. En Europa elproletario no tenía voto, porque no alcanzaba elnivel de la renta mínima exigida. Se le prohibíaasociarse con los demás trabajadores, so pena dedespido y de otras penas severas que establecíala ley.

Las mujeres y los niños trabajaban en peorescondiciones que los hombres, en cuartos oscuros,insalubres y faltos de aire, y sin que hubieraleyes que los protegieran. Se trataba en realidad

(1) Ha.'I'lile r,'cM. tlor'lile, ya en el siglo V/JI, los intelec-tllales cllillos 1'ox FUII y Li Tlrai Pe defendieron caluroso-mente los iutCl'eses de tos trabajadores, especialmente loscampesino.

de una nueva forma de esclavitud, que aparecióen el momento en que terminaba la de los negros.

En Francia una gran oleada de reformas acom-paña a la revolución de 1848. Pero el SegundoImperio sustituye muy pronto a la Segunda Repú-blica, y el proletariado vuelve a su condición deinferioridad que, por otra parte, no había aban-donado nunca en otros países.

Es verdad que en Europa y América se ibanabriendo paso las ideas de reforma, principalmenteen los medios intelectuales y políticos. Pero lasituación personal del trabajador cambiaba poco y,en algunos casos, empeoraba. En las pequeñasfábricas de antaño había esperanzas de que un

adversarios quedan desarmados.Por los demás, lors organismos

internacionales no tardaron en(rigue enla pág. 8.)

hombre contra en algo y, aunque fuera a títulopersonal, se hiciera oír ; pero en las grandes orga-nizaciones industriales de la segunda mitad delsiglo XIX, en las enormes concentraciones de manode obra importada, en el mundo de la máquina yel trust ¿qué puede hacer un trabajador aislado ?Aceptar su suerte, emigrar o morir. No le quedaotra solución.

Hacia 1900 se hicieron progresos, y los abusosmás escandalosos se remediaron. En todos lospaíses, más o menos, hay leyes que limitan laexplotación de mujeres y niños, y establecenmedidas de seguridad en las minas y en ciertasindustrias peligrosas.

Esto es casi todo ; pero el terreno estaba prepa-rado, y las reformas capitales se sucederán conrapidez al principiar el siglo XX. Por otra parte,las organizaciones obreras y los partidos políticos,al hacer vale sus reivindicaciones, han adquiridofuerza y eficacia, y ejercerán una presión cada vezmayor sobre los legisladores.

Nociones antes utópicas, popularizadas por so-ciólogos, novelistas y partidos políticos, parecíanya aceptables. De 1900 a 1920, antes y después dela primera guerra mundial, hay una evoluciónrápida en casi todos los países.

Sus resultados son :Una ley estableciendo un día semanal de des-

canso fué votada por España en 1904, por Bélgicay Suiza en 1905, por Francia y el Canadá en 1906,y por Italia en 1907 ;

Reglamentos sobre el trabajo subterráneo y enlas industrias peligrosas entran en vigor entre1905 y 1911 en casi todos los países ;

La jornada de trabajo de ocho horas, que pormucho tiempo se consideró que coartaba la liber-tad de patronos y empleados, la imponen legal-mente los Estados Unidos en 1912 por una leyfederal, y Francia, Suiza, Austria, etc., en 1919 ;

El seguro contra los accidentes del trabajo lodeclara obligatorio Francia en 1898, Alemania en1900, y Bélgica e Italia en 1903. El seguro deenfermedad e invalidez se establece en diversospaíses entre 1909 y 1912.

Aunque no existió al respecto ningún acuerdointernacional, las reformas fueron casi simul-táneas en el mundo occidental. La explicación esfácil : el argumento principal de los enemigos deuna reforma consiste en predecir las consecuen-cias peligrosas a que daría lugar. Cuando elexperimento hecho por algún país no ha tenidoefectos desastrosos, los partidarios de la reformatienen un nuevo argumento en su favor y sus

Pág. 8. NOVIEMBRE 1953

DEL DERECHO ROMANO

AL DERECHO HUMANO

(Viene de la pógina 7.)

aparecer. En Berna se fundó en 1905 unaasociación apolítica para la protección delos trabajadores, y en 1913 la Oficina In-ternacional se estableció en Basilea. Final-mente, la Carta del trabajo se incluyó enlos tratados de paz de 1919, y la Confe-rencia de Washington, a la que asistierontreinta y nueve Estados, creó la Organi-zación Internacional del Trabajo y su or-ganismo funcional, la Oficina Internacio-nal del Trabajo.

Para muchos ha sido difícil seguir estaevolución, sin contar, naturalmente, la opo-"cición de todos aquéllos a quienes las re-formas trastornaban y, a veces, desposeían.Como antes, en el caso de la emancipacióncívica del individuo, algunos se asustaronante la emancipación económica del traba-jador, proclamando a voz en cuello queaquello era una catástrofe, un sacrilegio,el final de todo...-

La historia del progreso contemporáneode los derechos del trabajador está dema-

EL CORREO DE

Los sistemas penitenciarios han sido transformadosen los últimos doscientos años. Hoy, no sólo se quierecastigar, sino reformar e instruir. Hay que procuraracordarse de que cada vez que se abre una escuela secierra una prisión. La foto muestra (arriba) una prisióndel siglo XVIII, y abajo la sala de lectura de la prisión

de Sudbury (Gran Bretaña).

siado ligada a la política interior de lasnaciones para que podamos tener de ellauna visión del todo objetiva.

Sin embargo, se puede afirmar quelos años de 1932 a 1948 han visto por to-das partes una nueva ola de reformas so-ciales, basadas en la aceptación oficial delcontrato colectivo, de los seguros sociales,del salario mínimo y de las vacaciones pa-gadas.

Fué la coincidencia de estas reformas enla mayoría de los países lo que permitió ala Asamblea de las Naciones Unidas en1948 ponerse de acuerdo sobre el texto delos artículos 23, 24 y 25 de la Declaración'Universal. Fueron aprobados por cuarentay ocho naciones, muchas de las cuales yase disponer a llevarlos a la práctica. Lahistoria reciente nos enseña que, una vezdado el impulso, una evolución social deesta clase se extiende rápidamente por todoel mundo.

Los progresos realizados, o por realizar,en este orden son'el resultado lógico delprogreso cívico y político de los últimosciento cincuenta años. Han sido posiblespor otra parte, sólo gracias a la conquistadel sufragio universal, que es la aplicacióndel principio democrático fundamental dela igualdad, y que se debió en gran partea los esfuerzos constantes y enérgicos delas propias organizaciones obreras.

A justicia humana, aunque probable-

mente nunca será perfecta, ha hecho

progresos sorprendentes desde suconcepción original.

En la antigüedad y en la edad medialas sociedades civilizadas de Europaadoptaron legislaciones de las que lomenos que puede decirse es que bene-

ficiaban solamente a los ciudadanos privilegiadosy a tas clases gobernantes.

Es en este campo donde el espíritu crítico delsiglo XVIII provocó cambios revolucionarios. Unbreve examen de las leyes y costumbres antiguasrevelará la situación de inseguridad personal yde injusticia social en que vivían nuestros padres.

Las leyes de Atenas siempre fueron un tantosumarias en su forma. El pueblo ejercía, enrealidad, la justicia y resolvía sobre la sentenciaque había de dictar. Pero ¡que margen tan ampliose dejaba al capricho de la muchedumbre, a laelocuencia de los acusadores, al arbitrio de lostestigos !

Los sofistas predicaron une justicia máshumana, y Teofrasto, discípulo de Platón yAristóteles, sentó diversos principios de jurispru-dencia. Sin embargo, la historia griega abunda ennotorias injusticias, como el destierro de Arístides,a quien sus conciudadanos se cansaron de oírlollamar ( (el Justo)), y la condena de Sócrates, obli-gado a beber la cicuta.

La época clásica de la jurisprudencia romanafué el primer siglo de la era cristiana : es curiosoque las obras de jurisconsultos como Próculo,Sabina y sus discípulos hayan aparecido en eltiempo en que los emperadores Tiberio, Calígula yNerón impongan a Roma la más arbitraria yescandalosa de las tiranías. No obstante, esentonces cuando aparecen las primeras nocionesdel « derecho de gentes > (jus gentium) aplicablepor igual a ciudadanos y no ciudadanos.

Teodosio y después Justiniano codificaron lasleyes, de manera que el derecho romano alcanzósu plena madurez cuando el imperio empezó aderrumbarse ante el ataque de los bárbaros.

En el siglo XVI el de-recho romano tuvo unbrillante renacimientocon los humanista, yha sido hasta nuestrosdías una fuente de ins-piración para los juris-consultos. Sin embargo,en la edad media y has-ta los comienzos de laépoca moderna, la legis-lación de las grandes na-ciones europeas fué prin-cipalmente una mezclade costumbres nórdicas,introducidas por los con-quistadores bárbaros, yde leyes de origen ecle-siástico, cuyo propósitoera afirmar en las cos-tumbres de la sociedadla supremacía de la Igle-sia y la autoridad delru.. {nnin. a _n rol1nt'. : : : 11 1principe. En cuanto al respeto jurídico de lapersona humana, según lo concebimos hoy :"sindistinción de raza, sexo, religión, origen social ofortuna", aunque la idea se les ocurrió vaga-mente a algunos sabios y reformadores, las socie-dades occidentales apenas ofrecen ejemplo de éldurante dieciocho siglos.

Algunos rasgos de la justicia consuetudinaria,feudal y real que existía en Francia pueden servirde ejemplo. Con pocas diferencias de detalle, loque se diga puede aplicarse en Alemania, Italia yotros países bajo los antiguos regímenes. Enprimer lugar, el derecho consuetudinario variabahasta el infinito según los regímenes y el humorde las autoridades. Los grandes señores feudalessólo eran responsables ante el rey. Tenían derechoexclusivo de jurisdicción sobre sus vasallos ysobre los servios y villanos que vivían en susfeudos. Los nobles menores y las autoridadeseclesiásticas tenían también derecho de justicia,y obtenían con él pingües beneficios : multas,confiscaciones, gastos de diligencias judiciales, etc.

El aparato judicial, las leyes y las penasvariaban según la clase a que pertenecía elacusado. Los nobles, llevados ante sus pares,podían apelar al soberano. Los p1ebeyos eran juz-gados por un tribunal sin apelación ; los siervospor un funcionario subalterno, representando asu señor, y, desde luego, sin apelación.

A partir de San Luis de Francia la justicia realcompitió con los tribunales feudales, y despuéstrató de suplantarlos.

En materia criminal, únicamente los nobles ylos eclesiásticos podían ser citados ante los parla-mentos. Las penas siempre variaban, según lacalidad de los interesados ; la instrucción erasecreta ; los acusados, a los que siempre se pre-sumía culpables, no tenían defensor. Las senten-cias no tenían que ser fundadas. En fin el poderdiscrecional del soberano le permitía intervenirilimitada y arbitrariamente.

Por carta con su sello (lettre de cachet) el reypodía ordenar la prisión inmediata y definitiva decualquiera, sin previo juicio.

UNA MAYOR COMPRENSA DEL

HOMBRE Y DE SUS DERECHOS

HA DADO LUGAR AL NACIMIENTO

DE UNA NOCION MAS NOBLE Y

AL MISMO TIEMPO REALISTA :

LA DE LA AYUDA TECNICA A

LOS PUEBLOS QUE LA DESEAN

Y SE DISPONEN A UTILlZARLA

la lucha de independencia a comienzos del sigloXIX mientras el monarca se encontraba en Fran-cia prisionero del Emperador, dieron nacimientoa las Cortes de Cadiz y a la Constitución de 1812,que dan origen al liberalismo y que se adelantanen siglo y medio al resto de Europa en concederel derecho de voto para elegir diputados en lasCortes de la Métrópolis a los ciudadanos de lasentonces colonias hispano-americanas. Sin embar-go la política absolutista de Fernando VII a suregreso y las guerras civiles destruyeron la mayorparte de las conquistas juridicas logradas, quesólo se consolidan a partir de la Constitución de1876.

La centralización del poder judicial se llevó acabo en Inglaterra antes que en el resto de Europa.Ya desde fines del siglo XII la supremacía de laley y el reconocimiento de las libertades indivi-duales dieron a Inglaterra el sistema jurídico queha conservado hasta nuestros días.

Los señores feudales anglonormandos no tuvie-ron el derecho de administrar justicia. En cadacondado la autoridad real estaba representada porun alguacil mayor (sheriff). Jueces ambulantesiban de condado en condado para presidir lostribunales locales. La Common Law se extendióy bien pronto fué aplicada en todas partes. Lainvestigación y el jurado fueron substituyendo alos juicios de Dios y a los duelos jurídicos.

La Carta Viagna de 1215 contiene un artículoque declara : « Nadie podrá ser detenido, encar-celado, desposeído o proscrito, desterrado odañado en ninguna forma... sino por juicio legalde sus pares y con arreglo a la ley del país>&gt;. Lalibertad sufrió una regresión bajo el despotismode los Tudores y los Estuardos, durante ta guerrade las Dos Rosas. Este período se distingue porla jurisdicción de tribunales extraordinarios, losactos ilegales, las confiscaciones y la introducciónde la tortura. Pero el Parlamento resistió v serebeló contra la arbitrariedad real. En 1679 lasactas del Habeas C01'PU garantizan la libertadindividual. El Bill of Riyhts es adoptado for-malmente en 1689, después que subió al tronoGuillermo de Orange.

cía de jurídíccíón feudalen la península. Con launidad española logradapor los Reyes Católicos,el poder Real se reafir-ma, pero en material ju-risdiccional, imitando aFrancia y a otros países,establece la Inquisicióncomo jurisdicción inde-pendiente, aunque lassentencias de aquel Tri-bunal eclesiastico eranejecutadas por el brazosecular. En el l3igloXVIII et carlostercismo,con Jovettanos, Florida-blanca y Aranda influí-dos por el enciclopedis-mo francés, significa ungran avance en materiade legislación social. Laaventura napoleónica y

Por una carta de abúliciún podía colocar alculpable fuera del alcance de cualquier castigo.

Por carta de súbreseimiento podía suspendertodo el procedimiento en curso.

La redacción oficial de las leyes consuetudi-narias no principió hasta fines del reinado deLuis XIX, por el canciller d'Aguesseau. La Asam-blea Constituyente introdujo en la Constituciónde 1 ì91 un artículo ordenando la creación de uncódigo único. Pero el Código civil actual, quederoga a la vez el derecho romano y el consuetu-dinario, fué redactado bajo el Consulado.

La Constitución de 1 ì91, inspirándose en laprimera Declaración de los Derechos del Hombrey del Ciudadano (1 ì89), estableció ciertos princi-pios que, durante el siglo XIX, reproducen diversaslegislaciones del mundo. La Declaración Universalde 1948, especialmente en sus primeros artículos,reafirma y amplía esos principios.

A partir de entonces, nadie puede ser arrestadosino en los casos previstos por la ley y segúnprocedimientos establecidos por ésta. La prisiónpreventiva fué suprimida para faltas y delitosmenores ; en derecho penal se establecía la liber-tad condicional, bajo caución, de los acusados. Nose exigía a éstos que probaran su inocencia, sinoque correspondía al tribunal demostrar la culpa-bilidad del acusado. Se estableció el jurado y elderecho del acusado a escoger un defensor. Quedóprohibida la venta de los cargos, y abolido elcarácter hereditario de los mismos. A estassiguieron en Francia otras reformas. Las queacabamos de citar son ya una prueba evidente decómo evolucionó el espíritu de las leyes duranteel último cuarto del siglo XVIII.

En España las circunstancias especiales creadaspor la invasión de los árabes en el siglo IX y lasnecesidades militares de la reconquista determi-naron un régimen especial bastante lejano al delresto del feudalismo europeo. La autoridad regiaadquirió mayor fuerza y las leyes y los tribunalesdependieron siempre del poder real. Las Partidas,el Fuero Real y el Fuero Juzgo, demuestran lafuerza de la monarquía en España y la inexisten-

'LA UNESCO NOVIEMBRE 1953. Pág. 9

DESPUES DE LOS HOMBRES LOS PUEBLOS HAN

COMPRENDIDO QUE DAR EQUIVALE A RECIBIR

En el siglo XYIII la arbitrariedad (es decir, todaresolución tiránica y despótica que emana delpoder absoluto) desaparece. Todo : ; los hombres,cualquiera que sea su condición, son juzgados deacuerdo con la ley por tribunales ordinarios.

En otros países de Europa los príncipes delsiglo XVIII llevaron a cabo reformas impiradasen los filósofos de Inglaterra y Francia. En Prusia,Federico 11 mitigó la severidad de la justiciacriminal, aseguró la independencia de los juecesy estableció un código único, aplicable a todos.En Austria, José II, bajo la influencia de losfisiócratas, realizó reformas análoga.

La lejanía y el aislamiento de las primerascomunidades del Nuevo Mundo, así como lascondiciones peligrosas en que se habían organi-zado y el carácter independiente y atrevido de losprimeros emigrantes, hicieron que la justiciafuera, durante mucho tiempo, sumaria, irregulary, a menudo, arbitraria. Por largo tiempo, en elFar West, principalmente en las regiones minerasy ganaderas, grupos de ciudadanos se hirieron

justicia por sí mismos ; ésta era la única formade garantizar la seguridad pública. Pero, en elsiglo XX la ( ley Lynch>&gt; acabó por perder todajustificación. Aunque muy frecuentes hace mediosiglo, los linchamientos son ahora extremadamanteraros y limítanse a comunidades atrasadas. No esen realidad otra cosa que una explosión decobardía colectiva, y va desapareciendo conformeprogresa la instrucción cívica elemental.

En el resto del mundo una evolución semejanteha ido sustituyendo gradualmente la arbitrariedadpor la administración de una justicia organizada,aplicable por igual a todos y respetuosa con losderechos esenciales de la persona. En Oriente laley de los soberanos absolutos de antaño ha cedidopoco a poco su puesto a sistemas legales másjustos y menos crueles. China inscribió el habeascorpus en su Constitución el 21 de junio de 1935.En contraste con las prácticas injustas y brutalesque todavía subsisten en muchas partes del globocitemos los siguientes párrafos de la nuevaConstitución de la India, que libra a todos los

ciudadanos del temor de detenciones arbitrarias yde intromisiones injustificadas del Estado :

"El pueblo de la India, resuelto solemnementea constituir la India en república soberana ydemocrática, se compromete a garantizar a todossus ciudadanos :

'Justicia social, económica y política ;"Libertad de pensamiento, de expresión, de

opinión, de fe y religión ;"Igualdad ante la ley y acceso a todos los

derechos ;« Se compromete, además, a fomentar entre

todos :"La fraternidad, que asegura la dignidad del

individuo y la unidad de la nación."La conquista de los derechos de la persona es

una tarea moderna, todavía sin terminar yconstantemente amenazada de retroceso. Pero losresultados obtenidos justifican, sin embargo, losnuevos esfuerzos que corresponden à los hombresy a los pueblos de ahora.

EL EJEMPLO DE FILIPINAS :

Para restañar las heridas de la guerra, el Gobierno filipino ha emprendidoun gran esfuerzo de reconstrucción con la ayuda de las NacionesUnidas, dentro de su Programa de Asistencia Técníca. (ver págs, 10 y 11).

Pág. 10. NOVIEMBRE 1953

DEBER DE CONCIENCIA

HACIA LA COMUNIDAD

Convencido el Gobierno filipino de que la

enseñanza debe de integrarse en la vida y en el

progreso social de la colectividad para que

los Derechos Humanos no sigan siendo Ictra

muerta, ha solicitado de la Unesco que le

suministre un especiolisto del desarrollo de las

communidades. En Punta, barrio industriol de

Manila, ese especialista colaboro con les auto-

ridades municipoles para poner en pie un pro-

grama que necesita de la colaboración de todaslos energías, pero del que se beneficiará toda

la colectividad.

TODOS TIENEN DERECHO

A BUEN NIVEL DE VIDA

Al terminar la guerra los tejedores filipinosse encontraban en una situación desesperada.Los algodones importados del extronjero inun-daban el mercado. Una escuela de tejedores

dirigida por una especialista enviada por lasNaciones Unidas se estableció en Manila porcuenta del Gobierno filipino. La fabricación de

tejidos de algodón reemplazó a la de los tejidosindigenas. Se agrandaron los telares y los teje-dores aprendieron nuevas técnicas. Después seabrieron centros de distribución para la ventaal público.

COLABORACION y MUTUA

COMPRENSION NACIONAL

Lo Ayuda Técnica no se hace en un solo sen-

tido. Los leñadores filipinos por ejemplo, han

perfeccionado un método particular para des-

cender los troncos de órboles desde montes

abruptos. Un experto de FAOtuvo ! a idea

de que lo adopción de este ingenioso sistema

podría ofrecer grandes ventajas en otros países

de terreno accidentado y el gobierno invitó o

21 países o enviar ogentes forestales para estu-

diar esos métodos de explotación.

EL CORREO DE

Antes de realizar el plan comunal, los maestroshan logrado el acuerdo de las familia.

Miss Wallace (derecha) experta de la ONU y unaFilipina, hacen ensayos para tejer una muselina.

Una maqueta construi : : a por ; Óvgnes arquitectos.El Concejo discute el desarrollo de la comunidad.

A fin de luchar contra la competencia se es-tudia utilizar diversas plantas textiles indígenas.

Los habitantes de Punta están orgullosos de subiblioteca. Ellos la han financiado y construido.

En la escuela de tejedores Miss Wallace, enseña a pre¡aumento de la produción local permite disminuir las

Agentes forestales de los 21 paises invitadosa Filipinas para estudiar los métodos locales.

Los especialistas montan aquí el sistemateleférico para el transporte de los troncos.

Después fijan los cables para el transporte delos árboles, por este ingenioso sistema.

DERECHO A LA SALUD

DE TODA LA FAMILIA

El Gobierno de Filipinas reorganiza y des-

arrolla los servicios sanitarios del país, con la

ayuda de la ONU y de las Instituciones espe-

cializadas. La OMS desempeña un gran papel

por el concurso que presta a la campaña antitu-berculosa y al funcionamiento del Centro Experi-

mental Anti-Pafúdico instalado en la isla de

Mindoro. Con el UNICEF asegura tambien el

funcionamiento de un centro experimental do.

Médicos y enfermeras del centro de higiene ruralparten hacia una isla lejana.

Quinientas maternidades se han abierto en FiHpi-nas gracias a !, JO'JYO suministrado por el UNICEF.

La fi'bricacioñ de la vecuna B. C. G. en el laboratorio oficial instalado en Filipinas permite hoy satisfacer ias necesidades locales e Incluso etender a las de'Indonesia, Taiwan (Formosa), Borneo y Sarawak.

Un equipo de pulverización con DDT parte en unacarreta hacia un pantano infestado de mosquitos.

NOVIEMBRE 1953. Pág.LA UNESCO

DERECHO AL TRABAJO Y

AYUDA EN LA DESDICHA

Para ayudar al Gobierno a organizar la explotación de las canteras de mármolde la isla de Rombl6n, la ONU le ha suministrado cuatro maestros marmolistasitalianos. En compañía de los especialistas locales instalan la maquinaria necesariapara la extracción y la talla de ! os bioques de marmol. Para elevar el nivel de vidade la población es necesario explotar a fondo ios recursos naturales. Esta foto

muestra a los obreros armados con las perforadoras peumaticas comenzando la explotación de una nueva cantera de mármol.

Equipos de niños limpian las calles. La higie-'ne es elemental para el mejor nivel de vida.

ia a preparar la urdimbre para los nuevos telares. Elnuir las importaciones y se evita el paro obrero.

Colaboración internacional. M. Keith, de la FAU,y M. Tamasis, Dir. Filiplno de Aguas y Bosques.

higiene rural y de 500 maternidades abiertastodo e ! país. E) derecho a un nivel de vida sufi-

ciente es, ante todo, el derecho a la salud.

E ! alcaide de una localidad oonvoca a los habitantes

para invitarles a que se vacunen.

Los aparatos radiográficos, instalados en camio-nes, permiten el examen de la poblacion rural.

EDUCACION TECNICA

PARA LOS ARTESANOS

Para encontrar solución al problema de la

artesanía, el Gobierno filipino ha estable-

cido en Manila, bajo los consejos de un

experto enviado por la ONU, un centro de

formación profesional, donde los artesanos- los alfareros por ejemplo-tienen a

estudiar las nuevas técnicas. De regreso a

sus pueblos hacen que sus convecinos puedan

aprovecharse de lo que ellos han aprendido.

En el C. de F. P. una muchacha modela una cazuela en balro sobre un torno como el que se ha-bia venido utilizando en Filipinas. Pero la habilidad no puede rivalizar 9n rapidez con el progreso.

Después de la cocción al aire libre, lacerámica se enfría por e) método tradicional.

La Señorita Mary Risley, ceramista la ONU muestra a lOS cursillistas como se construye un horno. Expone un método de producciónrápida y sencilla : un molde en yeso y una piaotilla dan excelentes resultados, si se mezclan del modo debido d ! terentes cahdades de armilla.

Pág. 12. NOVIEMBRE 1953

NI SIERVA NI DIOSA

EL CORREO DE

PERSONA COMO EL HOMBRE

Füé al conJienzo del siglo XIX cuandola lucha por la emancipación de lamujer tomó forma verdaderamenteactiva. He aquí un carnet sindicalfemenino expedido en Escocia en 1833.

e ALTIYA la narración de los dere-chos femeninos. A través de lahistoria han sufrido extraor-

dinarios cambios de fortuna. Unasveces se ha visto a las mujeres comoun objeto de propiedad, otras, se lasha honrado como reinas por el simplehecho de ser mujeres. La ley civillas ha considerado con frecuenciairresponsables ; pero ha existido elmatriarcado, en el que tanto el hogarcomo la sociedad descansaban en laautoridad de la madre de familia.

Ha habido períodos de emancipa-ción total y períodos de esclavitudsin esperanza de redención. Unasveces los hombres han colocado a lasmujeres en una situación eminente ;y otras, las mujeres tuvieron queconquistar sus propios derechos, enuna lucha prolongada contra ladesconfianza y la burla de suscontemporáneos.

En el Egipto antiguo la mujer, untiempo esclavizada por el hombre,alcanzó muy pronto una completaigualdad con él. Las jóvenes, a sumayoría de edad, tenían los mismosderechos que los hombres.

Un matrimonio implicaba un doblecontrato, en el que se establecíanclaramente los derechos y los deberesde ambos cónyuges.

Estos contratos prueban que elderecho a la propiedad personal lotenían ambos sexos y que cualquiera

de los cónyuges se podía divorciar anoluntad, mediante el pago de unajusta compensación.

Entre las clases trabajadoras pareceque se daban a las mujeres laslabores menos duras, como el tejer ola ocupación de comprar y vender.Los hombres tenían a su cargo lostrabajos más penosos. En el campomujeres y niños compartían los tra-bajos agrícolas, en iguales condi-ciones que los hombres.

Aunque la civilización egipciareconoció sin dificultad los derechosfemeninos, no sucedió lo mismo enla mayoría de los pueblos de laantigüedad.

En la Grecia antigua, especial-mente entre los beocios y los espar-tanos, la sociedad acató durantemucho tiempo la ley primitiva, queconsideraba a las mujeres como ver-daderas bestias de carga. Se lasvendía y se las compraba como sifueran ganado, o se las capturabapor la fuerza. Aun en una épocaposterior el padre conservó por largotiempo el derecho de casar a su hijasin consuitarta, y tenía además dere-cho de vida y muerte sobre ella.Tanto antes como después de sucasamiento, la mujer vivía en elgineceo. En ausencia de su marido,la madre debía obediencia a su hijomayor.

El heredar era un privilegio mas-culino, lo mismo que el derecho derepudio.

Por influencia de ciertos filósofosla civilización ateniense se fué sua-vizando. Pero si Jenofonte salió a ladefensa de las mujeres, a Platón leirritaba ver que se iban igualando asu maridos. Aristóteles declara quelas mujeres son muy inferiores,especialmente en lo que toca a larazón. « La virtud les está permitida ;pero es una virtud en proporción asus capacidades, y por lo tanto in-ferior a la del hombre. >)

Por las comedias de Aristófanessabemos el grado de libertad y deconfianza en sí mismas a que habíanllegado las Atenienses de su siglo.Pero fué más la costumbre que laley lo que les dió esa libertad.

En Roma la condición jurídica delas mujeres varió según las épocas.En un principio vivieron en estadode sujeción absoluta a sus padres omaridos. Con excepción de las sacer-dotisas, que gozaban de ciertos privi-legios, las mujeres estaban excluídasde toda vida intelectual. Cicerón,Tácito y Catón les negaron todacapacidad de juicio. Todo lo más selas consultaba en la elección del

marido. y se admitía el divorcio porconsentimiento mutuo.

Por último, Séneca y los estoicos,en el siglo 1 de la era cristiana,afirmaron la igualdad de sexos, aun-que consideraban que las mujereseran menos capaces que los hombrespara el estudio de la filosofía. Seestableció entonces, en las claseselevadas, un sistema de coeducaciónque permitía al maestro enseñar almismo tiempo al hermano y a lahermana. Este acceso a la vida in-telectual permitió a las mujerestener una parte más activa en lapropagación del cristianismo.

Pero no se emancipó a las mujeresni en derecho privado ni en derechopúblico. No podían comparecer antelos tribunales y estaban excluídas detodo cargo civil o público.

El Renacimiento, que comenzódesde el siglo XII en los paísesmediterráneos, trajo consigo un granadelanto en la emancipación feme-nina. La caballería glorifica a lamujer come fuente de sentimientosdelicados. Por eso damas, princesasy burguesas tuvieron un papel muyimportante en la vida social y cul-tural de esa época. En Italia, sobretodo, en Provenza y en el Languedoc,las mujeres habian iatín, escribenversos, favorecen las artes y lasletras. Algunas hasta enseñan en lasuniversidades.

El siglo XIV ofrece numerososejemplos de mujeres de espíritu fino.La corte de la reina Juana de Nápolesfué una de las más brillantes de laépoca, y Cristina de Pisano, hija delmédico astrólogo del rey Carlos V deFrancia, debió de sentirse preocu-pada por la condición de la mujer desu tiempo, porque, además de cuentosy poemas, escribió ··La Ciudad de lasDamas", curso de educación feme-nina, en el que sostenía que la desi-gualdad de los sexos no está dictadapor la naturaleza :"Si se acostum-brara enviar a las niñas a la escuelay enseñarles como se enseña a losmuchachos, las mujeres serían tanversadas en las sutilezas de las artesy las ciencias como lo son los hom-bres. >&gt; Tuvieron que pasar variossiglos para que se realizara estaprofecía.

Fueron famosas en el siglo XVI,en Italia, Angela de Brescia, quefundó la orden de las Ursulinas en1537 ; en Francia, margarita de Na-varra, hermana de Francisco I, Mar-garita de Valois, esposa de Enri-que VI, y Mlle de Gournay, hijaadoptiva de : \lontaigne y autora deun tratado sobre la igualdad de loshombres y las mujeres, y en España,

En 1911, cuando se concedió el derecho de voto a las danesas, éstas organizaron una cálida manifestación de lealtad haciael Rey Cristian X en las calles de Copenhague.

Beatriz GaHndo, llamado"La Lati-na", maestra de Isabel) ]a Católica.En Inglaterra recordemos a las doscélebres reinas Isabel y MaríaEstuardo.

El gran Erasmo y Cornelio Agripa,dos espíritus independientes del si-glo XVI, defendieron la educación delas mujeres y su acceso a profesionesque hasta entonces tes estaban prohi-bidas.

En el siglo XVII, en la Francia dela época de ]a Fronda, grandes damasdesempeñaron un activo papel en lapolítica, y otras ejercieron una graninfluencia en las letras. Pronto seplanteó seriamente la cuestión delderecho de las mujeres a la educa-ción y de sus derechos civiles, aban-donados hasta entonces a ]a costum-bre o a] antojo de los padres.

En et antiguo derecho francés einglés una mujer soltera o viudapodía presentarse en justicia, con-traer obligaciones y hacer testamento,lo mismo que un hombre.

Hay que r'ecordar que en Ingla-terra, María AsteIl (lñ68-1731), habíaescrito dos obras exigiendo la igual-dad de los sexos en la familia y en]a sociedad : « Ensayo sobre la defensadel sexo femenino"y'¡Proposiciónformal a las damas, que contiene unmétodo para enriquecer su espíritu".

Mas tarde, Elizabeth Montagu yHannah More continuaron con susescritos e influencia la lucha por losderechos de la mujer, María Wott-stonecraft se consagró a la mismacausa ; su"Justificación de los dere-chos de las mujeres)) (1792) pedíaderechos económicos-indispensablespara una igualdad social y política-en especial para las clases populares.Esta obra estaba dedicada a Taller-rand, que había preconizado la igual-dad de enseñanza para ambos sexos.

Por su parte, ]a Francia del si-glo XVIII había avanzado poco, jurí-dicamente, en esa materia, aunquelos espíritus habían evolucionadoconsiderablemente al acercarse ]aRevolución, sobre todo entre la bur-guesía.

Así, cuando fueron convocados losEstados Generales en 1789, las mu-jeres presentaron o hicieron presen-tar peticiones en favor de su causa.Ln folleto exigía que fuesen elegiblesa la Asamblea. Costureras, borda-doras y modistas pidieron que susoficios fueran protegidos « no parausurpar la autoridad de los hom-bres, sino para ser mas estimadas yvivir al abrigo del infortuno".

El movimiento de las mujeres fuédirigido por Olimpia de Gouges, quepublicó una efocuente"Declaraciónde los derechos de la mujer" :

« La mujer nace libre e igual alhombre en sus derechos. Et principiode toda soberanía reside por enteroen la nación, que no es más que laasociación de hombres y mujeres...La ley debe ser igual para todos...La mujer, que tiene derecho a subira I cadalso, debe tener también etderecho de subir a la tribuna."

Esta última frase fué tristementeprofética, pues Olimpia de Gougesfué guillotinada en 1793, por habercombatido los principios del Terror.

Después de animadas controversiasdurante el siglo XIX, el movimientoen favor de la mujer adquirió unmayor desarrollo bajo la TerceraRepública. En 1880 algunas mili-tantes pidieron la inscripción de lasmujeres en las listas electorales. Afines del siglo no se había obtenidoningún resultado positivo, pero lasmujeres habían logrado entrar endjyersas profesiones liberales (abo-gacía, medicina, etc.).

Fué sin embargo en Inglaterradonde el movimiento en favor de ]amujer se desarrolló en mayor escala,con Stuart Mill como su mas ilustrecampeón :"La subordinación de lasmujeres se destaca como un hechoinsólito en medio de las institucionesmodernas... Es una reliquia de unmundo intelectual y moral anticuado,que se ha derrumbado en todaspartes, conservándose sólo en unpunto.

En la Cámara de los Comunes,cuando se discutió la ley electoralde 1867, Stuart Mi)) propuso que lapalabra"hombre)) se substituyerapor la palabra « personan (como está,obseI'\'emos de paso, en la Declara-ción Universal de 1948). Su propo-sición fué derrotada por 196 votos

UNESCO

EN TODOS LOS TERRENOS

DE LA ACTIVIDAD HUMANA

Aunque inscrito en las leyes de la mayor parte de los países del mundo, el principio de la igualdad delos sexos está todavía lejos de ser prácticamente aplicado en todas partes. Sin embargo, en todoslos campos de la actividad humana, las mujeres van marcando tantos. Lo mismo si son enfermerasque profesoras, telefonistas o artistas, en todo se muestran con la misma capacidad que el hombre.

contra 86. Las feministas hicieronnotar que, algunos siglos antes, lasmujeres habían tenido el derecho de

voto y que no se había decretadoninguna ley que las privara de él.Muchas mujeres se hicieron inscribirentonces en las listas electorales,pero sus nombres fueron borradospor la autoridad. A pesar de todo, elmovimiento continuó y acabó portriunfar para las elecciones locales.

En la mayoría de los países delmundo esos derechos se le concedie-ron a la mujer en el siglo XX.

En Inglaterra el movimiento delas ( (sufragistas)) fué vigorosamentedirigido por Christabel Pankhurst yAnme Kenney. Estas dos mujeresemplearon valientemente las formasmás tumultuosas de publicidad :manifestaciones públicas, reunionesescandalosas, etc. La elegibilidadpara los cargos municipales, obtenidaen 1907, no hizo más que estimularsus esfurzos. Se sucedieron violen-cias y provocaciones : vidrios rotos,buzones de correo destruídos, y elprimer ministro insultado en laCámara de los Comunes por sufra-gistas que habían entrado disfraza-das. Cuando eran encarceladas, sedeclaraban en huelga de hambre.

Los partidarios del voto de lamujer aumentaban continuamente.Poco antes de que terminara laguerra de 1914-1918, se aprobó la« (ley de representación del pueblo",que concedía el voto a las mujeresmayores de treinta años. Esta ley fuécompletada en 1928 por una disposi-

ción estableciendo que'la mujerespodían votar a la misma edad quelos hombres.

En Francia, entre 1897 y 1927, lasmujeres casadas obtuvieron el dere-cho de conservar su nacionalidad, dedisponer de su salario, de comparecerante los tribunales, de ser tutoras.Obtuvieron también el derecho a laenseñanza superior y a formar partede las juntas de conciliación, de lostribunales y de las cámaras decomercio.

La Constitución de la CuartaRepública ha dado a la mujer ios. mismos derechos cívicos y políticos

que al hombre, como sucede actual-mente en casi todos los países.

En los Estados Unidos las mujeresobtuvieron, poco después de que ter-minara la guerra de 1914-1918, elderecho de votar, por una enmiendade la Constitución.

En la esfera de la política, despuésde. la primera guerra mundial, se haobtenido la mayor victoria en lalucha por los derechos de la mujer.Antes de 1914, sólo cuatro países- Australia, Finlandia, Nueva Zelan-dia y Noruega-habían acordado alas mujeres el derecho a votar. Hacia1938, ese número había aumentadoa 13 naciones, aunque en algunoscasos el derecho era bastante limi-tado. Desde esa fecha hasta 1945,34 Estados otorgaron a la mujer elderecho de sufragio, y en los cuatroaños siguientes a la segunda mierramundial, las mujeres de otros tiocepaíses 10 han disfrutado.

De 59 Estados, en condiciones aná-logas, solamente 52 concedían-en1949-plenos e iguales dereçhos devoto a la mujer y al hombre, mien-tras en otros países tales derechos serehusan aún. Las Naciones Unidasestán trabajando, desde 1946, parahacer cesar esa discriminación jurí-dica. Entre los resultados conseguidosen los últimos tiempos es menestercitar el caso del Líbano, donde lamujer obtuvo la consagración legalde su derecho el 6 de noviembrede 1952 y en donde constituye lamayoría de la población electoral :395. 000 en relación con 385. 000 hom-bres en edad de votar.

Las mujeres, durante los últimoscincuenta años, han venido partici-pando cada vez más en profesionesdiversas, en la industria y las activi-dades públicas. En muchos paíseshan llegado incluso a desempeñarpuestos políticos como Ministros degabinete y como Jefes de Misión alfrente de Embajadas y Legaciones.Hace poco, una dama de la India- muy conocida en el mundo diplo-mático-la señorita Vijaya LakshmiPandit, hermana de Pandit Nehru,Primer Ministro de la India, fuéelegida Presidenta de la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas.

A pesar de que las mujeres handemostrado su capacidad para hacerfrente a todas ! as responsabitidadesy deberes cívicos, así como a lasobligaciones de su vida profesional,no se les trata aún en un plano deigualdad completa. Dos ejemplos deesa anomalía lo constituyen la dis-

criminación en lo que se refiere altrabajo y a la educación. Esa injus-ticia en cuanto al trabajo es la quetrata de reparar el apartado 2 delartículo 23 do la Declaración Univer-sal de 1948 cuando dice que « todapersona tiene derecho, sin discrimi-nación alguna, a igual salario porigual trabajos y a la extensión de eseprincipio colaboran activamente lasNaciones Unidas.

En lo que a la educación concier-ne, las declaraciones conjuntas de losartículos 2 « Toda persona tiene todoslos derechos y libertades proclama-dos en esta Declaración, sin distin-ción alguna de raza, color, sexto,idioma...)) v del comienzo del artí-cu) o 23, « Toda persona tiene dere-cho a la educación)) han servido debase a la campaña que la Unescoviene realizando desde hace tiempo afin de asegurar a las mujeres facili-dades de enseñanza iguales a las delos hombres.

Et que la mayoría de los paíseshayan reconocido el principio de laigualdad de ambos sexos no implicanecesariamente que se lleven a lapráctica de un modo automático. LasNaciones Unidas v sus Institucionesespecializadas pråsiguen sus esfuer-zos para la mejora del estatuto de lamujer, sin consideración de raza,lengua, religión o posición econó-mica, a fin de que las desigualdadessecularmente practicadas dejen deexistir y sean sólo, como otras cos-tumbres perdidas, un recuerdo his-tórico más en la líenea del progresohumano.

NOVtEMBRE ! 953. Pág. 1 3

Pág. 14. NOVIEMBRE 1953 EL CORREO DA U

PENSAR LO QUE SE QUERA Y

DECIR

LO QUE

SE

PIENSE

En esos tiempos reinaba unafelicidad sin límites porque elhombre tenia derecho a pensarlo que quería y a decir todo loque pensaba.

A SI se expresaba Tácito, el his-toriador romano en el primersiglo de la Era cristiana, al

relatar la vida social durante elreinado de uno de los nueve Empera-dores bajo cuyos gobiernos se deslizóla existencia del gran narrador. Enverdad que Tácito fué muy afortu-nado con haber vivido semejanteépoca, porque en los diez y ochosiglos transcurridos desde que escri-bió su <&lt;Historia>&gt;, la libertad depensamiento y la de expresión per-manecieron casi siempre al margende la vida pública.

Aun en nuestros tiempos, hay pocasregiones en el mundo en donde, deuno u otro modo, no se ponga vallasa la difusión de las ideas. En laDeclaración Universal de DerechosHumanos, proclamada en 1948. elArtículo que se considera más audaz,y que mucha gente ha calificado de« tópico", es el 19 cuando estableceque el derecho a la libertad de opi-nión y de expresión incluye « el deinvestigar y recibir informaciones yopiniones, y el de difundirlas, sinlimitación de fronteras, por cualquiermedio de expresión". Y a ello elarticulo 20 añade el derecho a lalibertad de reunión v de asociaciónpacífica, con la especificación impor-tante de que « nadie podrá ser obli-gado a pertenecer a une asociación".

Ahora bien, el derecho a difundiruna idea es cosa muy diferente dela simple libertad de pensamiento.Aunque los regímenes teocráticos yabsolutistas son los Únicos que hanperseguido ! a herejía y la insumi-sión hasta en la conciencia de loshombres, la mayoría de las autori-dades, aun las Íiberales y democrá-ticas, han fijado límites al derechoa difundir las ideas que cada cualpuede sustentar como su opiniónpersonal. Esos límites han sido confrecuencia bastante rigurosos en elcaso de idéas políticas o sociales,

consideradas subversiva por el go-bierno o la opinión de las mayorías.

¿Hasta que punto tiene une per-sona el derecho a decirlo todo, adifundir sus opiniones y a criticartodo ? ¿Dónde empieza para la auto-ridad el derecho a defenderse contralos ataques, o el de proteger a lassociedades existentes contra la des-trucción ?

Comprobemos sencillamente que enel curso de la historia, y sobre todoen los últimos doscientos años, unprogreso continuo ha permitido ladifusión de ideas cada vez másatrevidas. Los regímenes crueles,corrompidos y enfermos son vulne-rables a esa libertad de expresión ;pero los regímenes fundados en ellibre consentimiento de los indivi-duos encuentran en ella una fuerzaque los vigoriza.

En todas las épocas el progreso dela civilización ha sido retardado porla falta de libertad en la difusión delas ideas y las opiniones. No seahoga una idea con la censura o laprohibición, pero su avance puededetenerse por mucho tiempo.

La invención de la imprenta en elsiglo XV puso una arma formidableen manos de los innovadores y losreformadores, que dispusieron demedios más eficaces con la difusiónde los libelos, y después de las hojasperiódicas. Los folletos distribuídoscon poco gasto desempeñaron ungran papel político en los siglos XVIy XVII. Así sucedió en Francia, porejemplo, con la « Sátira Menipea"

escrita. contra la Santa Liga hacia1590, y con las canciones contra elCardenal Mazarino que difundían losfrondistas y que lograron levantaruna gran corriente de opinión frentea la política del primer Ministro deLuis XIV. Después aparecieron lasgacetas ; las que se imprimían en lasProvincias Unidas de Holanda erantemidas por los monarcas absolutos.

La ( (guerra fria)) de propaganda,sostenida entre Luis XIV y los gace-tilleros de Holanda es una divertidailustración de ello, y quedo la cos-tumbre de poner « Impreso en Ams-terdam)) en la mayoría de los librosclandestinos de Francia, especial-mente en los de los filósofos. Ginebracompartía este honor con Amsterdam,

En los tiempos de la Independen-cia norteamericana y la Revoluciónfrancesa, los escritos de Tom payne« La crisis"y « Et sentido común",reclutaron no pocos soldados paralos ejércitos de Jorge Washington.En París, de 1789 al Directorio, elpueblo devoraba los impresos polí-ticos. En cambio, durante el Consu-lado y el Imperio, la severidad de lapolicía de Napoleón ocultó tras unanube la libertad de opinión. Pero lalucha se reanudó bajo la Restaura-ción, y era tan intenso el senti-miento popular en favor de la liber-tad de opinión, que el embargo ydestrucción de las imprentas de losperiódicos ( (El Tiempo)) y ( (El Nacio-nal)) fué la señal de la revoluciónde i 830, que puso fin a la dinastíaborbónica. En esa época florece en

Francia la pluma rnÚs ágil ùe lospamlletarios de todos los tiempos ; lade Paul Luis Courier, cuyo « Pam-phlet des pamphlets)) puede conside-rarse como una verdadera obramaestra del género. Bajo Napo-león III, los periódicos políticosmantuvieron vivo el sentimientorepublicano, y desde 1871 la libertadde opinión ha sido tradicional en laprensa francesa.

En cambio, la tradición francesaes menos tolerante que la de Ingla-terra y Estados Unidos respecto alas reuniones al aire libre en callesy parques, y al derecho que cadacual tiene de exponer sus ideas enlugares públicos. En esta cuestióncada país tiene sus costumbres ymodalidades. Pero hay pocas naciones- si es que existe alguna-en dondesea permitida la difusión de todaslas ideas por todos los mediosdisponibles.

No hay duda de que, en ciertospuntos del globo, la libertad de infor-mación sufre una regresión. Por otraparte es digno de notar que la nuevarepública de Ja India ha proclamadopor conducto de su Asamblea Consti-

'tuyente, el derecho de libertad depalabra y expresión para todos susciudadanos.

Cuando se acepte generalmenteque una autoridad, al conceder atodos los ciudadanos una amplialibertad de discusión, revela fuerza,y que al suprimir esa libertad revelatemor, y por lo tanto debilidad, elartículo 19 de la Declaración de 1948ocupará fácilmente su lugar enlas diversas legislaciones nacionales.Pero en la actualidad las autoridadesy aun ciertos sectores de la opiniónpública no están dispuestos a daresta demostración de fuerza. Todavíacreen en suprimir la oposición, loque significa que consideran que lalibre discusión sería fatal a sus pro-pias ideas. Pecan por una gran faltade fe, acaso porque nunca han pro-fundizado seriamente sus propiasideas. Et que posee una opiniónvigorosa y siente que la puede hacertriunfar busca la libre discusión y nola rehuye. El que necesita libertadpara difundir las ideas que cree jus-tas no teme la libertad de los demás.

Lo que es justo para la libertad depensamiento y de conciencia lo esigualmente para la libertad de reli-gión. En todos los tiempos, hombrespersuadidos de que sólo ellos eranlos poseedores de la verdad hanintentado imponerla por la ley y porla fuerza a los otros hombres, cuyaverdad era distinta. En todo tiempolos servidores de un Dios hanllamado « infieles" a los que servíana otros Dios. Antaño fué con fre-cuencia fácil convertir un puebloentero a la religión de su príncipe.Siempre fué difícil hacer vivir en elmismo país unos junto a otros a loshombres de una creencia con loshombres que tenían otra.

Sin embargo, en la antigüedad, yprincipalmente en Oriente, la reglaera la tolerancia : la antigua filosofía

O UNESCO

china se basa en la doctrina de <&lt;smprejuicio o sin interferencia", queordena, de hecho, no meterse con lafe del vecino. En el Japón, desde elaño 604, e) Príncipe Shotoku dictaun código humano y tolerante. EiBudismo predica el respeto a lascreencias. El Induísmo-como lo hadicho Gandhi-no es una religiónexclusiva ; deja sitio para todos losprofetas del mundo. El induísmo per-mite a cada uno rogar a Dios segúnsu propia fe o dharma, lo que inducea vivir en paz con todas las reli-giones.

La doctrina judaica, sacada de laley de Israel, prohibe el odio : « Noodiarás a tu hermano en tu corazón...Amarás a tu prójimo como a tímismo... Amarás al extranjero comoa tí mismo.') ;, Cómo no colocar estosmandamientos al lado de la doctrinacristiana ? : « Amar al prójimo como atí misma)) o a la primera epístola deSan Juan : « E ! que no ama a su her-mano ¿cómo podrá amar a Dios aquien no ve ?"

Como la Biblia y el Evangelio, elCorán incita a los musulmanes arespetar las creencias de los cristia-nos. Tolerancia ilustrada particuiar-mente por el hecho de que a finalesdel primer milenario de nuestra era,cuando los musulmanes conquistaronEspaña, la libertad de cultos fuéampliamente respetada para cristia-nos y judíos, que convivieron y seentremezclaron a lo largo de variossiglos, y esto sucedía en una épocaen que la potencia del mundo árabe

había llegado a su apogeo cultural ypolítico. Es más, esta tolerancia sir-vió de ejemplo al mundo cristiano,que no había prestado siempre laatención necesaria a la admirableexhortación de Tertuliano :

KPermitid a uno que adore al ver-dadero Dios, al otro que adore aJúpiter ; permitid a uno que levantelos brozos al cielo, y al otro que losextienda hacia el altar de la fe. Vedque no resuJte una especie de irre-ligión el impedir la libertad religiosay la opción de Dios, y no dejarmeadorar al dios que yo quiera adorar. : Þ

Persecuciones v matanzas se hacíana veces en nombre y para mayorgloria del Dios que predicó amor yel perdón.

Hay sin embargo en la historia delas civilizaciones occidentales ejem-plos de tolerancia. En Francia, alterminar las guerras de Religión,Enrique IV pacifió el país con elfamoso edicto de Nantes, de 1598,que fué revocado más tarde por elestrecho despotismo de Luis XIV. Elrey Segismundo de Transilvaniapermitía que se practicaran libre-mente cuatro religiones. En un prin-cipio Polonia concedió la libertadde culto a los protestantes y los or-todoxos griegos. Las Provincias Uni-das (Holanda) reconocieron la liber-tad de conciencia desde el siglo XVII.

Pero hasta el siglo XVIII todos es-tos casos fueron excepcionales. LaInquisición trató severamente a losbogumiles en Bosnia y a los valden-

LIBERTAD DE CIRCULACION

ses en el Piamonte. En Bohemia con-denó a Juan Huss a la hoguera. EnFrancia fué suprimida en 1560 porel edicto de Romorantin. En Españapermaneció hasta 1808.

A) siglo XVIII corresponde el ho-nor de haber luchado ; ; ; in descansocontra la intolerancia religiosa y dehaberla derrotado en cai todas par-tes, por lo menos en el campo de iaiey. Los escritos de Montesquieuy \'o) taire, así como los de los enci-clopedistas, influyeron sobre el espí-ritu de la época y loa mentalidad deion monarcas liberales de Europa. Elemperador José II, el rey Federico IIde Prusia y hasta la emperatriz Ca-talina de Rusia reconocieron o am-pliaron la libertad de cultos. En In-g) aterra e) derecho a enseñar fuéconcedido a los ratóliros en 179t. LosEstados Unidos fueron el primer paísque consagró la libertad de concien-cia en una ley fundamental. Según laConstitución de 1789 los empleos pú-blicos podían ser orupados por per-sonas de cualquier credo. Una en-mienda de 1791 declara que el Con-greso no puede establecer una reli-gión oficial ni prohibir el libre ejer-cicio de ninguna religión.

En Francia la libertad de cultos seinstituyó en 1795. Bonaparte fijó lasrelaciones entre la Iglesia católica yel Estado en el concordato de 1801,que permaneció en vigor hasta 1905,cuando la separación de la Iglesia yel Estado. Las religiones protestantee israelita gozaban de las ventajasdel concordato, que establecía la más

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amplia libertad de conciencia en todo, ;los territorios franceses.

Otros concordatos fueron celebra-dos entre el papa Pío IX y Austria,España, los principales Estados deAlemania v las naciones de Hispano-américa.

Las persecuciones religiosas pro-piamente dichas habían desaparecidodel mundo occidental. Volvieron aaparecer con mayor fuerza bajo losregímenes totalitarios, pesadilla denuestro tiempo.

Hoy, aunque con algunas excep-ciones, la libertad de cultos existeprácticamente en todas partes. En elOriente Medio en particuiar. el res-peto a las confesiones religiosas esfielmente observado en las constitu-ciones política que la consagran demanera expresa, como la libertad depensamiento y de opinión, tanto enEgipto como en lrak, Reino Hache-mita de Jordania, Líbano, Siria vTurquía.

No hay que olvidar, sin embargo,que si bien el espíritu de persecu-ción ha disminuido en materia decreencias religiosas, nunca fué másagresivo en el terreno político y so-cofa !. La antigua intolerancia de losfHluíticos religioso, fuesen papistaso puritanos, y los métodos de la In-quisición, de triste memoria, hanreaparecido en forma alarmante con-tra los que no se conforman a lasdoctrinas políticas dominantes. Y eneste aspecto la conquista definitivade los derechos de la persona huma-na estar lejos de haberse logrado.

EL Artículo 13 de la Declaración Univer-sal de Derechos Humanos afirma que :

. 1. Toda persona tiene derecho acircular libremente y a elegir su residenciaen el territorio de un Estado.

2. Toda persona tiene derecho o salir decualquier país, incluso del propio y a regresara su país..

Este artículo es ampliamente aceptado enteoría, pero no se le ha puesto en prácticaen ninguna parte. Aun en los países en dondeexiste la libertad de circulación, se presentanmuchos obstáculos a guisa de formularios yformalidades de todas clases.

Se puede afirmar que en el siglo XX, lalibertad de circulación ha sufrido un granrevés, a pesar del gran mejoramiento y desar-rollo de los medios de transporte entre losdiversos países del mundo.

En las sociedades primitivas solía conside-rarse al extranjero como enemigo o, por lomenos, como sospechoso. Pero cuando prin-cipia a desarrollarse el comercio y el trueque,se pone de manifiesto la ventaja de permitirla libre circulación de los viajeros. De aquíque se haya llegado en la antigüedad a laconclusión de acuerdos, entre una y otra ciudady entre una y otra nación, para la proteccióny libre tránsito de los comerciantes. En laedad media las grandes rutas que seguíanlos comerciantes son canales de prosperidadque transportan fecundos conocimientos depaís a país, de continente a continente. Yase sabe-para citar un coso-tos efectosque tuvieron sobre la vida del mundo occi-dental los viajes del veneciano Marco Polo,a fines del siglo XIII. Viajó por Tartaria,China, Japón e Indochina, y regresó por Indo-nesia, el Océano Indico, Persia, Trebisonday Constantinopla. Cautivo de los genovesesdurante algún tiempo, dictó el relato de susviajes en 1298. Su relato fué traducido suce-sivamente al tatín, francés, portugués, espa-ñol, inglés y alemán, difundiendo por todaEuropa conocimientos que Marco Polo Habíasido el primero en poseer y que anunciabanla época de los grandes descubrimientos.

En los siglos XV y XVI los portugueses ylos holandeses, grandes navegantes y merca-deres, figuraron en primera fila entre losiniciadores de la libre circulación interna-cional. Los peregrinos desempeñaron tambiénun importante papel en el desarrollo de lasrelaciones internacionales. Jerusalén, Benarésy la Meca atraían a los fieles por cientos demillares, y en los caminos que conducían aestas ciudades había innumerables alberguesy capillas y muchos puntos de reuníon endonde los viajeros de todas las naciones cam-biaban ideas y mercancías.

En Europa las trabas del feudalismo tendíana impedir las comunicaciones, o al menos aponerles obstaculos con peajesy otros tributos.Por otra parte, las cruzadas multiplicaron loscontactos con el Próximo Oriente, con elimperio bizantino y los países musulmanes,que, en su mayor parte, habían alcanzadoun alto grado de civilización.

En el dominio cultural fué donde la librecirculación de los hombres produjo sus másprovechosos resultados. Cuando los monjesirlandeses viajaban por Italia, cuando Albertoel Magno y Santo Tomás profesaban enParís, Erasmo en Cambridge, Vives en OxfordyCopérnicoen Botonia ; cuando los estu-diantes de todos los países afluían a lasgrandes universidades de Salamanca, ta Sor-

bona, Coimbra, Montpellier, Tolosa, Cam-bridge y Heidelberg era difícil decir quiénobtenía los mayores beneficios de estos con-tactos, si el viajero o el lugar visitado.

Es cierto que diversos factores restringíantodavía la libre circulación. Había poca segu-ridad en las rutas y los piratas que infestabanlos-mares coi'IVertían los viojes en peligrosasaventuras. Pero no hay duda de que en lossiglos XVIII y XIX se multiplicaron las faci-lidades de desplazamiento. Al mismo tiempoque diminuían las regiones del mundo fueradel amparo de la ley, aumentaba a saltos larapidez de los medios ¡de transporte. Latravesía del Atlántico, que, en los tiempos deantaño, tomaba varios meses, la hacían enmenos de tres semanas los grandes velerosde 1850, y en una semana los vapores de1900. Atravesar en diligencia un gran paísde Europa exigía quince días, y en ferrocarrilunas veinte horas ; los continentes, que seconsideraban antes. impenetrables., seabrían a exploradores, colonos y comerciantes.

Los primeros catorce años del siglo XXparecen señalar el apogeo de la libre circu-lacíon de los hombres por la tierra. En 1913se podía viagar sin pasaporte por toda Europa,excepto Rusia y Turquía. Además, era fácil elcambio de monedas y éstas tendían a la uni-ficación. Pero después de la guerra de 1914-1918 aumentan las barreras humanas a lalibre circulación : aparece la obligatoriedadde los pasaportes, con las formalidades y lasrestricciones. El Nuevo Mundo se cierra par-cialmente a los inmigrantes. Después de laguerre de 1939-1945 las dificultades sa gene-ralizan, aumentadas por las reglamentacionesfinancieras, y hoy, a pesar de las ventajas dela aviación y el automóvil, la preciosa libertadde circulación de 1913 no es más que un re-cuerdo. Hace tres cuartos de síglo, Julio Verneescribido. leo vuelta al mundo en ochentadías., y este. record. parecía ya muymodesto a los viajeros de principios de siglo.Pero si ahora en que un avión de reacciónpuede dar la vuelta a la tierra por el ecuadoren menos de 3 dias, un ciudadano acomodadaapostara a que podría salir de su club en unmomento y regresar a él ochenta días mastarde después de haber cumplido el viaje decircunnavegación, perdería indudablemente suapuesta. Las formalidades para las visas nece-sarias, aun en el caso de países amigos, lasautorizaciones de las oficinas de control decambios, los obstóculos puestos por los regí-menes políticos entre sí, obligarían a nuestrociudadano a perder muchas semanas en ges-tiones previas.

No sólo para entrar en los diversos países,sino hasta para salir de ellos tropieza elviajero con reglamentos que todos consideranexcesivos, y que a pesar de eso existen. Enla mayoría de los casos son una pruebadirecta o indirecta del temor que tienen hom-bres y naciones unos respecto a otros.

La libertad de circulación es un ejemploclásico de esos principios que los hombresproclaman, pero cuya aplicación hacen im-posible. Sólo un acuerdo internacional que seresuelva en çompromisos práctico permitirá,para beneficio de la mayoría, abatirlas tra-bas actuales, que a nadie aprovechan. Cuandoel artículo 13 de la Declaración Universaltenga la fuerza de una obligación general,permitirá que la humanidad recupere el cursode un progreso esencial a su bienestar y losindividuos el ejercicio de un derecho natural :la libertad de movimiento y de residencia paratodos y cada uno.

Pág. 16. NOVIEMBRE 1953 EL CORREO DIA U

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DOCUMENTOS PARA LA ENSENANZA

ACERCA DE LOS DERECHOS HUMANOS

PUBLICACIONES DE LA UNESCO(SOBRE DIVERSOS ASPECTOS

DE LOS DERECHOS HUl\1AXOS)

Les droits de respr : í, Editions Sciences etLettres S. A. Liège ; Librairie du RecueilSirey, S. C. Paris, 299 págs. 800 francos.Introdución de Julián Huxley, Estudiossobre el derecho a la educación, el de-recho a participar en la vida cultural,la libertad de la ciencia, la libertad dela creación artistica y literaria, la liber-tad de información y el derecho de au-tor.

Los derechos del hombre ; Fondo de Cul-tura Económica, México D. F. ; BuenosAires, 1952. 258 páginas, 1 dólar 50 cents.Por Jacques Maritain. Estudios y co-mentarios en torno a la nueva Declara-ción Universal, por Mahatma Gandhi,Edward H. Carr, Luc Somerhausen, Sal-vador de Madariaga, Harold L. Laski,Benedetto Croce, Boris Tchechko,Chung-Schu Lo, Aldous Huxley y otros.

Colección « La Uneseo !/su programa)).El derecho a la educación, Unesco, París,

54 páginas 25 cents de dólar, 1 chelin 6,75 francos1952,

El acceso a : os Hbros, Uneseo, París, 1952,22 páginas, 20 cents, 1 chelin, 50 fran-cos.

La cuestion racial, Unesco, Paris, 1950,12 ps. 5 cents, 3 peniques, 10 frs.

Colección « La cuestion racial y la cienciamoderna)). (Ver « El Correos de agosto-septiembre 1953).

Colección « Vers la compréhension inter-nationale >&gt; : Folletos publicados parauso del cuerpo docente. Tratan de laforma de adaptación de los estudios ins-critos en el programa de las escuelas alos fines de la comprensión internacio-nal y contienen indicaciones sobre losnuevos métodos educativos.

I. Quelques suggestions concernantl'enseignement relatif aux NationsUnies et aux Institutions spéciali-sées, Unesco, Paris, 1949 (Publicationno 243), 24 págs. 10 cents de dólar ;6 peniques ; 25 francos. Ediciones eninglés, francés, alemán e italiano.

II. La préparation du personnel ensei-gnant, Unesco, Paris, 1949 (Publica-ción nO 424), 77 págs. ilustrado. 20cents de dólar, 1 chelín, 50 francos.Ediciones en inglés, francés, alemánet italiano.

III. Bibliographie choisie, Unesco, Paris,1949 (Publicación nO 369), 79 págs.30 centavos ; 1 chelín, 9 peniques ; 80francos. Multilingüe.

IV. Les Nations Unies et le civisme in-ternational, Unesco, Paris, 1949 (Pu-blicación n"457), 86 págs, ilustrado.10 cents. ; 6 peniques ; 25 francos.Edición en inglés, francés, alemáne italiano.

V. Dans la classe avec les moins detreize ans, Unesco, Paris, 1949 (Pu-blicación nO 372), 39 págs. ilustrado.20 cents ; 1 chelín ; 50 francos. Edi-ción en inglés, francés, alemán e ita-liano.

VI. L'influence du foyer et de la com-munauté sur les enfants de moinsde treize ans, Unesco, Paris, 1949(Publicación no 425), 58 págs. ilus-trado. 20 cents ; 1 chelín ; 50 francos.Edición en francés y en inglés.

VII. L'enseignement de la géographie ;petit guide à l'usage des maítres,Unesco, Paris, 1952 (Publicaciónno ED. 51. II. 10F.), 116 págs. 50 cents ;3 chelines ; 150 francos. Edición eninglés y en francés.

VIII. La Déclaration Universelle desDroits de l'Homme. Documentacióny conséjos pedagógicos. (PublicaciónED. 51. 11. 8F.), 96 págs. 150 francos ;50 cents ; 3 chelines. Edición en in-glés y en francés.

IX. Hill, C. P., L'enseignement de l'his-toire. Consejos y sugerencias, Unes-co, Paris, 1953 (Publicación ED. 52.11. 9F.) 131 págs. 75 cents ; 4 chelines ;200 francos.

X. Lauwerys, J. A., Les manuels d'his-toire et la compréhension interna-tionale, Unesco, Paris, 1953 (Publi-cación ED. 52. II. 11F.), 87 págs. 50cents ; 3 chelines ; 150 francos. Edi-ción en francés y en inglés.

XI. L'odyssée du timbre-poste. La UniónPostal Universal presentada a losmaestros y a sus alumnos, Unesco,Paris, 1953 (Publicación ED. 52. Ir. 12),38 págs. 20 cents ; 1 chelín ; 50 fran-

cos. Edición en inglés y en francés.PELICULAS FIJAS DE LA UNESCO (sobre diver-

sos aspectos de los derechos humanos).1. Etapas (30 vistas).2. Abolicion de la esclavitud (30 vistas).3. Emancipación de la mujer (30 vistas).4. Libertad de pensamiento (30 vistas).5. Derecho a la educación (30 vistas).6. Las artes y la vida (30 vistas).

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Para adquirir las pUblicaciones de la Unesco en inglés,/rarcM y espanol, dirigirse a los agentes de ventas de laOrganización en los diferentes paises o directamente a laUnesco, 19, Avenue Kléber, Paris, 16, Francia.

Para las publicaciones de la Unesco en alemán, diri-girse a la Europa Ver ! a (/, en Zurich (Suiza), en Viena(Austria) o en Constance (Alemania).

Para las publicaciones en italiano, dirigirse a la NuovaItalia Editrice, Florencia, Italia.PUBLICACIONES DE LAS NACIONES UNIDAS.Declaración universelZe des droits de l'homme, Nueva York,

1950 (n° de venta 1949. 1. 3,) 10 cents dedólar, 6 peniques, 40 centimos suizos.Agencias de venta de las publicacionesde las Naciones Unidas. Texto completode la Declaración Universal de Dere-chos Humanos, según el original apro-bado por la Asamblea General. Enfolleto nitidamente impreso.

Déclaration universelle des droits del'homme, Edición de bolsillo, NacionesUnidas, Nueva York, y Centros de in-formación de las Naciones Unidas. Lospedidos al por mayor se dan al pre-cio de costo.

Declaración universal de derechos huma-nos, presentada en forma de cartel, Na-ciones Unidas, Nueva York y centros deinformación de las Naciones Unidas.Este cartel forma parte de una colec-ción de diez documentos de informaciónvisual de las Naciones Unidas. La colec-ción se vende al precio de 1 dólar. Lospedidos deben hacerse a la sección deventas y distribución del Departamentode Información de las Naciones Unidas,Nueva York. El cartel sólo será enviadaigualmente por este Departamento, pre-via solicitud. Los pedidos al por mayorbenefician del precio de costo. Edicio-nes en francés, inglés, español, ruso ychino.

Los derechos individuales, Lake Success,Nueva York, 1949, 32 páginas, 10 centsde dólar, 9 péniques, 10 céntimos suizos.Agencias de venta de las publicacionesde las Naciones Unidas. Guía para usode los maestros y conferenciantes, dedi-cada a orientar la discusión acerca de laDeclaración Universal de Derechos Hu-manos. Contiene la historia de los dere-chos individuales y el texto de la Decla-ración. Ediciones en francés, inglés yespañol.

Le Rayonne : ment de la Déclaration uni-verselle des droits de l'hom, me, New York1952. 44 pages (n° de vente 1951. XIV. 3),25 cénts de dólar, 1 chelín, 9 peniques,un franco suizo. Agencias de venta delas publicaciones de las Naciones Uni-das. Estudio de la influencia ejercida enel mundo por la Declaración Universalde Derechos Humanos, desde su adop-ción por la Asamblea General el 10 dediciembre de 1948 hasta el otoño de 1951.Ediciones en inglés y en francés.

Fonnes et causes principales de la discri-mination, Lake. Success, N. Y., 1949. 93pages (n° de vente 1949. XIV. 3) 50 centsde dólar, 3 chelines y 9 peniques, 2 fran-cos suizos, Naciones Unidas Nueva York.Agencias de venta de las publicacionesde las Naciones Unidas. En este estudiode las formas principales de la discri-minación en la actualidad (discrimina-ción racial, religiosa, cultural, social,etc.), se da igualmente un resumen delas medidas adoptadas en las esferasjurídica y educativa para luchar contratodas esas formas de discriminación.Contiene una bibliografía de 29 páginas.Ediciones en fr, ancés y en inglés.

De/ et classification des minorités,Lake Success, N. Y., 1950. 52 pages (n° devente 1950. XIV. 3). 40 cents de dólar ; 3chelines ; 1 franco suizo cincuenta cén-timos. Agencias de venta de las publica-ciones de las Naciones Unidas. Estudiode los principales elementos que es me-nester tener en cuenta para la defini-ción o la classificación de las minorías.Edi ciones en francés y en inglés.

Une étude sur l'apatridie, Lake Success,N. Y., 1949. 192 pages (n° de vente 1949.XIV. 2), 1 dólar veinticinco cents ; 9 che-lines ; 5 francos suizos. Agencias de ventade las publicaciones de las NacionesUnidas. Este estudio presenta el proble-ma actual desde un punto de vista his-tórico y enumera lors esfuerzos empren-didos en el plano internacional para re-solver el problema de las apátridas. Edi-ciones en francés y en inglés.

Carta Magna de los Refugiados, NuevaYork, 1951, 60 páginas, 25 cents de dólar,1 chelín 9 peniques, 1 franco suizo.Agensias de venta de las publicacionesde las Naciones Unidas. Estudio generaly texto de la Convención relacionadacon el estatuto legal de los refugiados.Esta Convención est la más completa detodas las que se han llevado à cabosobre este particular y constituye uninstrumento de applicación, de la Decla-ración de Derechos Humanos. Edicionesen francés, inglés y español.

Les droits politiques de la femme, LakeSuccess, N. Y., 1949. 28 págs (n° devente 1949. 1. 15), 25 cents de dólar.Agencias de vente de las publicacionesde las Naciones Unidas. Historia deldesarollo de los derechos políticos de

la mujer en el muido entero desde 1893-época en quelas mujeres obtienen ei derecho de vote en Nueva Zelan-dia-hasta. 1949. Ediciones en francés y en inglés.PELICULAS CINEMATOGRAFICAS Y FIJAS DE LAS NACIONES UNIDAS.Les droits de l'homme. Para la adquisición o alquiler de

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Le Déclaration universelle des droits de l'homme, Películafija (73 vistas y un comentario). Precio : 3 dólares cadapelícula (en la compra de tres o más películas, 2 dóla-res cada una), dirigirse a las Naciones Unidas, NuevaYork, y a los Centros de información de las NacionesUnidas.Presentación en imágenes de la Declaración Universal

de Derechos Humanos, destinada a las escuelas de ense-ñanza secundaria y. a los adultos.

E todos los derechos que

establece la Declaración

de las T\aciones Unidasde 1948, uno de los menosdiscutidos es el derechode todo ser humano a

la educación.

El artículo 26, relativo a) derechoa la educación, fué aprobado porunanimidad, con dos abstenciones.Aunque no esta redactado con vague-dad, las naciones y las familias tienenun razonable margen para inter-pretar lo que claramente afirma : lo,educación elemental debe ser gra-tuita y obligatoria ; la educación téc-nica y profesional debe estar abiertapara todos, y la educación superiordebe ser asequible a todos, en fun-ción de sus méritos.

Este es el resultado de siglo ymedio de esfuerzos, en casi todos lospaíses del mundo, para lograr unaverdadera distribución democráticade la educación. Hace cien años nosólo la inmensa mayoría de los sereshumanos no sabía leer ni escribiraun en el mundo occidental, sino quela educación accesible a todos eraconsiderada como una peligrosa uto-pía.

Y sin embargo las nuevas ideashan triunfado en todo el mundo,aunque les ha costado cien añosimponerse.

Hoy el principio está aceptado,pero en muchos países no se aplica.Hay países en los que la educaciónno puede ser accesible a todos porfalta de recursos. Hay otros en losque ese sistema no se desea en reali-dad, debido a que ciertos elementosse oponen tenazmente : gobiernos queno tienen prisa en convertir a sussúhditos en ciudadanos capaces deentender v criticar cómo se conducenlos asuntos públicos, o bien clasesprivilegiada que quieren impedirque las capas menos favorecidas dela sociedad tengan acceso a la educa-ción secundaria y superior, para locual mantienen su costo en un altonivel.et ejemplo de los países que apli-

can íntegramente la Declaracióndebe facilitar la tarea de quienesactualmente luchan contra esasresistencias en bien de la humani-dad.

Ha extrañado a algunos que lapalabra « obligatoria" figure en unartículo que sólo trata de « derecho".Pero a cada derecho corresponde laobligación de los demás de respetarese derecho. El derecho de los niñosy los estudiantes es inseparable dela obligación de los padres y elEstado, cuyas responsabilidades eneste punto concuerdan. Hay otrosderechos cuyos titulares pueden im-ponerlos por medio del voto, de laacción colectiva, etc. La juventudcarece de semejantes armas.

Falta saber qué educación tienenderecho a recibir el niño, el joven ola joven. Y quién debe decidirlo, silos padres o el Estado. No hay unarespuesta Única y universal, porquelas condiciones varían mucho y lamayor parte de las comunidades sonmuy celosas de su independencia enesta materia.

Se han formulado reservas de dosclases :

10 Unos temen que el Estadolesione los derechos de las minorías,que destruya tradiciones legítimas ycostumbres respetables, que acabecon las diferencias regionales, queestablezca una uniformidad arbitra-ria.

2° Una objeción semejante ¡aaducen también algunos espírituspor temor a los métodos totalitarios :les preocupa que el Estado sólo seinterese en la producción en serie desoldaditos para el régimen, adeptosfanáticos al partido Q al hombre queestá en el poder, y muertos para lalibre reflexión y la responsabilidadcívica.

Los primeros temen el mal empleode las ideas nuevas en la educaciónde sus hijos ; a los segundos lesinteresa evitar las formas tiránicasde la disciplina colectiva. Los pri-meros temen que al niño se le despojede los valores comprobados y que supensamiento se pierda en la anar-quía : los segundo semen que el niñono piense de ningún modo.

Para quitar esos temores el artí-culo 26 da a los padres el derechode prioridad en la elección de laeducación que desean para sus hijos.Pero eso no les da el derecho dedejar a sus hijos sin educación. De

O D) A UNESCO NOVtEMBRE Í953. Pág. 17

cualquier modo, el derecho de lospadres no es absoluto, porque ter-mina cuando el hijo llega a lamavoría de edad y va disminuyendoconforme su yocación se define mejory su personalidad se afirma mas.

En muchos países el Estado demo-crático ha tenido que luchar contrala oposición de la familia, no siempreinspirada por un deseo de salvar lastradiciones. A menudo se trataba deuna explotación del niño, ocupándoloen duros trabajos manuales en lugarde enseñarle a leer. Todavía las fami-lias destruyen o retardan las voca-ciones auténticas por egoísmo oestupidez. Et remedio está en eldesarrollo de la enseñanza profesio-

cultura debe ser gratuita y difícil, nocostosa y fácil.

La historia de la educación en lasdiversas épocas guarda una relaciónevidente con la historia de la civili-zación de esas épocas. Pero no hayque confundirla con la historia delderecho a la educación, conceptomuy reciente. Ha habido períodos degran cultura en los que la educaciónestaba celosamente reservada a lasclases privilegiadas. En realidad nofué hasta el reconocimiento y procla-mación de los derechos cívicos de lapersona, a fines del siglo XVIII,cuando pareció evidente que esos de-rechos serían inútiles si el ciudadanono disfrutaba plenamente y al igual

Para esta muy moderna conquistadel derecho universa ! a la ins-trucción, el terreno había sido pre-parado, naturalmente, por todos losgrandes educadores que, desde laantigüedad, se esforzaron por fo-mentar los estudios v elevar sunivel. Unos lucharon contra laignorancia, aceptada generalmentecomo patrimonio de las clases pobres,las otras razas, o las mujeres. Otrospelearon contra las formas falsas dela cultura : enseñanza dogmática yrutinaria, ciencias petrificadas enfórmulas falsas, conocimientos pe-dantescos v sin vida. En los alboresde los tiempos modernos, cuandoComenio, Tomás Moro, Erasmo,Budeo, Vives y l\1ontaigne trazaban

grandes países de antigua culturacontribuirÚn con aportaciones in-mensas a la civilización humana, quenecesita ahora mas que nunca delos esfuerzos de todos sus hijos.

La creación, después de la guerra,de las Naciones Unidas y de susII18tituciones especiatizadas ha hechodar un gran paso a la cruzada porel derecho a la educación. A lacabeza de ese movimiento lucha laUnesco, como es tóxico, puesto queel campo de acción que se le haconfiado comprende la educación, laciencia y la cultura.

En ese terreno ha emprendido unaserie de realizaciones de caracterconcreto, las principales de las cualestienen como finalidad favorecer laescolaridad gratuita y obligatoria yobtener asimismo su prórroga. Susplanes flexibles y realistas, tienen encuenta tas dificultades financierascon que se enfrentan los Estadospara promover las reformas de laenseñanza. Por otra parte, no selimitan a la juventud escolar sinoque visan tambien a los adultos,porque « no puede concebirse unajuventud perfectamente instruida enuna sociedad de adultos que perma-nezca hundida en la ignorancias.

Esta preoccupación ha llevado a laUnesco, en colaboración con losgobiernos de los Estados Miembros,las Naciones Unidas y algunas de-tasInstituciones especializadas, a crearla que ha llamado « educación funda-menta !'), que se dirijo mas especial-mente a los adultos de las regionesinsuficientemente desarrolladas delmundo, con precedentes notabílisimosen la colonización de los países his-pano americanos, como la obra toda-vía patente de Don Vasco de Quirogaen Michoacan y las de los misionerosespañoles de los siglos XVII y XVIIIen Colombia, Ecuador, Perú yParaguay.

Para que pudieran beneficiarsetodos los que lo necesitan haríafalta disponer de un ejército deexpertos, porque esta enseñanza esmuy compleja y requiere conoci-mientos tan variados como extensos.La Unesco ha puesto para ello en pieun programa de creación de Centrosmundiales de Educación Fundamen-tal, en los cuales los cursillistasreciben la preparación apropriadapara impartir educación fundamentalen su país de origen, trabajando porequipos en la región'fn que seencuentra el Centro elegido a estosefectos. Al regresar, estos cursillistasformarán a su vez otros expertos.Así por este método de « bola denieve', yos efectos de esos Centros deEducación Fundamental se exten-derán progresivamente por el mundoentero.

En la actualidad funcionan doscentros. El de Pátzcuaro, en México,creado en 1951, ha formado ya unapromoción de expertos para lospaíses de Hispano América. El deSirs e ! Layan, en Egipto, persigue lamisma finalidad para la región delMedio Oriente y ha sido creado esteaño.

Entre las demás realizaciones dela Unesco en el terreno de la ense-ñanza hay que citar el Centro deInformación, encargado de encuestasv de estudios sobre la situación deia enseñanza en el mundo, que tra-haja en colaboración con la OficinaInternacional de Educación de Gine-hra y con varios centros nacionalesde documentación pedagógica.

Tambien hay que recordar lasmisiones internacionales de educa-dores, cuyo fin es suministrar, a losEstados Miembros interesados, losConsejos y la Ayuda Técnica quesoliciten. Han funcionado y funcionanen numerosos países como Filipinas,Tailandia, Afganistan, Bolivia, UniónBirmana, India, Pakistan, Irak, Siria,Ecuador, etc... El Programa de Asis-tencia Técnica de las l'aciones Uni-das ha permitido mutiplicar estasmisiones.

Para que el Derecho a la Educa-ción sea una realidad tangible, laUnesco, en un vasto programa quecorresponde a la inmensidad de latarea que se le ha asignado, hallevado sus esfuerzos al campo de laeducación femenina, la educaciónpara la comprensión internacional,los prohlemas de la infancia, laenseñanza relativa a Derechos Huma-nos v a las Naciones Unidas, lasactivÍdades de la juventud, etc... Enesa lue ha busca, y espera encontrar,la colaboración, v el entusiasmo detodos los pueblos

pueblo

EL DERECHO DEL NINO

A SER HOMBRE CABAL

nal y en la gratUluau ue lOS estudiossuperiores.

El concepto de igualdad ha sido aveces mal interpretado. No se tratade igualdad en los resultados de laeducación, que depende de la voca-ción y el esfuerzo. Se trata de igual-dad en el punto de partida de laadquisición de los conocimientos.

No hace mucho todavía, en paísesque van ahora a la cabeza de la civi-lización moderna, el costo de unabuena educación completa era prohi-bitivo para cualquiera que no fueserico.

Lo que hay que popularizar sonlos medios de adquirir la cultura.Que ésta se alcance o no depende'desesfuerzo personal. Lo que importa esque ningún ser humano que tengasinceros deseos de aprender se veaimposibilitado de hacerla por razonesajenas a la cultura : distancia, pre-juicios de casta, obstáculos econó-micos. Todas estas son trabas artifi-ciales que hay eliminar. Ya sonbastantes las dificultades naturalesque ofrecen los estudios mismos y laempresa de evitar falsas vocaciones.

En resumen, la conquista de la

que los demás del derecho a la edu-cación.

Tomás Jefferson, autor de laDeclaración de Independencia de losEstados Unidos, parece haber sido elmás ardoroso v clarividente de losprecursores eñ este campo, decía :"La educación popular engendra elgobierno autónomo, y el gobierno delpueblo no es seguro ni eficaz a menosque el pueblo esté educado."En granparte se debe a él y a BenjamínFranklin que los Estados Unidoshayan sido el primer país que esta-bleció la enseñanza gratuita y obli-gatoria (Era obligatoria en Suecia yen Dinamarca desde 1719, pero nogratuita).

Francia tuvo sus grandes defen-sores de la idea de que la instruccióndebería de ser accesible a todos :Condorcet, Carnot, Guizot y, mastarde, Paul Bert y Jules Ferry. EnInglaterra, 108 directores del movi-miento fueron Stuart Mili y Huxley,y por lo que hace a la enseñanzapost-escolar Owen, Kinsley y Ruskin ;en A) emania, GuiUermodeHumbo) dt ;en Rusia, Tolstoi, que escribió cuen-tos de unas cuantas líneas para quelos niños aprendieran a leer.

las líneas de una cultura nueva yvigorosa, Rabelais y más tarde Mo-lière satirizaban cruelmente la cien-cia vacía y sin alma de doctores yprofesores incompetentes.

Fué principalmente eneal siglo XIXcuando se desarrolló la pedagogíaracional. Pestalozzi (muerto en 1827)fué su eran fundador, en Suiza. Losdemás iniciadores fueron : Froebel,la Srta. Edgewort (Escocia), Chann-ing y Horacio Mann (Estados Unidos)el P. Manjón y Giner de los Rios enla 2 mitad del siglo XIX en España.y, recientemente, la Sra. Montessoriy otros muchos.

En nuestros días continentes en-teros, en los que el bajo nivel de lavida material pareda inseparable deun nivel de instrucción igualmentebajo, han establecido la educaciónpopular accesible a todos. Esta, comodecía Jefferson. es esencial paracualquier régimen democrático quedescanse en la voluntad del pueblo.

La India. China y Persia hanhonrado siempre al hombre de letras,al sabio v al artista. Cuando las con-diciones materiales permitan que laeducación elemental y, después, lasuperior sean accesible a todos, esos

Pág. 8. NOVIEMBRE 1953 El CORREO Da

DOCE

PERSONAJES

en busca

de justicia

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- condenado a presidiopor su participación enla actividad de un cír-culo de estudios socia-listas-quien describeese infierno terrenal don-de los hombres agudizansu ingenio para envilecera sus semejantes y per-derse ellos mismos. Dos-toievsky tuvo que sopor-tar los trabajos forzados,el hambre y el miedo co-no recompensa por haberpuesto en práctica su an-helo de pensar libre-mente. Su viril acusa-ción cubrió de ver-güenza a la sociedad delsiglo XIX. No se pensóentonces que podían aúnser de actualidad en ple-no siglo XX afirmacionescomo éstas : « Aquél queha ejercido-aunque sea

una sola vez-un poderilimitado sobre el cuerpo,la sangre o el alma desus semejantes ; aquél queha gozado de la facul-tad de envilecer hasta elgrado máximo a otroser humano, hecho a laimagen de Dios, aquelhombre injusto está con-denado porque no es ca-paz de dominar sus ins-tintos. La tiranía es unacostumbre y cuando sela prolonga en el tiem-po puede convertirse enuna enfermedad... El de-recho de castigo corporalque aplica un hombresobre otro es una de lasllagas de la sociedad, yacaba por ahogar todogermen de civismo y pro-vocar su descomposiciónfatal)).

Fileas Fogg

Ante la afirmación de que <&lt;toda persona tienederecho a circular libremente... a dejar cual-quier país... y volver al suyo...)) puede pensarse

en los aventureros de Jack London, en los marinosde José Conrad e incluso en los exploradores de Ra-belais. Pero quizá fuera preferible recordar al flemá-tico Fileas Fogg, que dió la vuelta al mundo en ochen-ta días sin querer establecer la menor marca, y sin

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N Æcstm finalidad en estas páginas es presentardoce personajes de norela que han adquiridutal popularidad ? I ejercido tal influencia que

puede hablarse de esos héroes de ficción como sihubieran luchado y sufrido l'Calmente en defensade los derechos pl'fJclamados cn la DeclaraciúzeCnil'CI'sal. Otros muchos ejemplos hubieran podi-do seleccionarse, pOI'que la literatura mundialabunda en obms de todos los génerus-biográ-ficas, poéticas, dl'amâticas, históricas-en loscuales sus personajes pueden simbolizar la luchadel hoxnbre por sus libcl'tades fundamentales.

David Cohpcrfield

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Laya

os mártires cristianos que Ligia vé morir enL <&lt;lQUO Vadis ? >&gt; son, evidentemente, personajesde una novela o de un espectáculo, pero el nove-lista polaco Enrique Sienkiewicz no tuvo que inven-tarlos. La muerte de los mártires de Roma no fué unaficción. Y si los albigenses o los hugonotes en Fran-cia, Juan Huss en Bohemia o Miguel Servet en Suizahan inspirado a autores ; si Juana de Arco, los cuá-queros o Giordano Bruno, aparecen en la escena, nopueden olvidarse las victimas reales, Ninguna obraliteraria sería capaz de defender la libertad de reli-gión ni la tolerancia con tanta fuerza como la secacontabilidad de un martirologio que no puede ni debelimitarse a uno sola doctrina. Nada conmueve tanto,ni tiene más fuerza persuasiva, que algunos sencillosmonumentos funerarios en ciertos campos de concen-tración, pero los poemas, las tragedias, las novelas ylas películas, sirven para recordar a las gentes de hoyque el mensaje de las víctimas no se ha extinguido, yque todas las creencias humanas han tenido sus már-tires ennoblecidos por la pureza de su conducta, lle-vada hasta el sacrificio de la vida.

TÍo Tom

H acfa siglos que losmejores escritoresatacaban la escla-

vitud. Convencían a suslectores, pero no lograbanenfervorizar a las multi-tudes. Los razonamientosno bastan siempre y pa-ra que se hiciera odiosa

la servidumbre de unaraza nadie hubiera podi-do reemplazar al TíoTom. El viejo negro eratan bueno, tan piadosocomo la señora BeecherEtowe, devoto como elviejo servidor de Ulises,digno como un senador

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utilizar otros medios quelos trenes, los barcos ylas diligencias que seusaban en su tiempo.¡ Ochenta días-excla-marán nuestros jóvenesdeportistas-cuando losaviones cohetes hacenmás de mil kilométrospor hora, y los trenesmás de ciento cincuentay los autos, y los gran-des transatlánticos ; Sí.Que prueben. Dar la lavuelta al mundo, es via-jar de escala en escala ;es franquear un gran nú-mero de fronteras, cosamuy sencilla en los tiem-pos de Fileas Fogg ; perohoy hay primero que so-licitar un pasaporte, des-pués un visado, varios,muchos visados, Y pro-curarse divisas... y rete-ner las plazas... y pasarvisitas médicas... y hacerse

vacunar. Y todavía faltará algún visado que se olvidaNuestros jóvenes deportistas serían felices si antes desalir de viaje han logrado recorrer todas las oficinasnecesarias en los 80 días de Fileas Fogg.

Nora

En <&lt;Casa de Muñecas'), Ibsen no presenta unamujer oprimida por un amo cruel, rebajada portradiciones inhumanas. Por el contrario, Nora es

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David Copperfield no ha.perdido su fuerza emo-tiva y continúa subyu-

gando a sus lectores, que seconvierten enseguida en susamigos. Todavía sabe inspiraruna compasión saludable en-tre los niños de las escuelas,rodeados de la tierna solicitud,de una verdadera familia,vestidos con holgura y conve-nientemente alimentados y quedisfrutan de los beneficios déuna enseñanza impartida contod liberalidad. David Copper-field les recuerda verdades du-ras y drámaticas a todos esosescolares que viven en un mun-do normal y ocupán en él unpuesto privilegiado, un mundoen donde no se obliga, a losniños a ganarse la vida desdelos diez años de edad. Desven-turadamente, David Copperfie) dno es ejemplo aislado : su ca-so representa el de millones deniños abandonados o apenastolerados, víctimas inocentes dela miseria, de la culpa, o sim-plemente de la ignorancia desus mayores. Dickens murióhace muchos años ; pero supequeño héroe vive y habla to-davia en nombre de todos esosniños infortunados a quienes lasociedad les niego todavía el de-lecho a la educación.

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romano e inspirado como unprofeta de Israel. Se le tomabacariño en el acto. Y el públicosentía real admiración por él.No bastaba con lamentar la si-tuación del Tío Tom, de su fa-milia y de su pueblo : se hacíapreciso respetarlos. Y compa-

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la esposa mimada de un hom-bre tan afectuoso como hono-rable que mima a su esposa tier-namente, como si fuera una ni-ña. Su papel es agradar, serbella y ser prudente y tener ni-ños que el padre educará des-pués con dignidad. ¿Se le pidepensar ? No. ¿Tener voluntad ?No. No se le pide nada de eso.Tiene que seguir siendo una mu-jer-niña, siempre menor, y dela que ya se ocuparán comoconvenga. <&lt;Apóyate en mí, ledice su marido, en mí encon-trarás ayuda y dirección... Tuincapacidad de mujer te hacedoblemente seductora à misojos... >&gt; Cuando ella se rebela,Nora no reivindica más que underecho, el de ser persona. Para'merecer ese derecho, esa pro-funda emancipación, abandona-rá su hogar, su marido y sushijos. Lo hace para que nadie se'sustituya a su voluntad y a suconsciencia : <&lt;Creo que antetodo yo soy un ser humano,lo mismo que tú... o por lomenos que debo intentar lle-gar a serlo. >&gt; La afirmaciónde Nora que nos parece ahoranormal, gracias a las con-quistas de la mujer en su lucha-por los derechos, era en laobra de Ibsen un grito de an-gustiosa rebeldia.

UNESCO NOVIEMBRE 1953. Pág. 19

Don Quijote

'E'1 héroe de Cervantes, Don

'quijote, amó la justicia

con una pasión que notemía a la muerte ni al ridí-culo. Consagró su vida a exal-tar la dignidad humana y latlibertad. Cuando se encuentra

n los cuadrilleros de la San-Hermandad, que llevan pre-

os y encadenados a los que vanser galeotes, pregunta quié-

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nes son aquellos desgraciados, y al contestarle « estaes cadena de galeotes, gente forzada del rey, que va alas galeras'), replica, « ¿como gente forzada ? ¿es posi-ble que el Rey haga fuerza a ninguna gente ? >&gt;. Y,después de averiguar las desdichas de cada uno, decideponerlos en libertad no sin antes pronunciar estas ad-mirables palabras : « Quiero rogar a estos señores guar-dianes y comisarios sean servidos de desataros y de-jaros ir en paz... porque me parece duro caso haceresclavos a los que Dios y la naturaleza hizo libres... yno es bien que los hombres honrados sean verdugosde los otros hombres'). Todavía, al salir de la casa delos Duques, ya en la segunda parte de la obra, le dicea su escudero : « La Libertad, Sancho, es uno de losmás preciosos dones que a los hombres dieron loscielos, con ella no pueden igualarse los tesoros queencierra la tierra, ni el mar encubre : por la liber-tad, asi como por la honra, se puede y debe aventurarla vida ; y, por el contrario, el cautiverio es el mayormal que puede venir a los hombres>&gt;.

La ialDilia Joad

La familia Joad notenía otra ambiciónque poseer una tier-

ra fértil para cultivar yuna casa decente paravivir. Mas, no poseía nin-guna de las dos cosas. Sulote era un desierto dearena, quemado por lasequía y barrido por lastormentas de polvo y loshierbajos inútiles. A se-mejanza de miles de ran-

cheros de Oklahoma y deotros Estados meridiona-les, los Joad no cosecha-ban otra cosa que las <&lt;Vi-ñas de la Ira>&gt; sembradaspor sus abuelos que ha-bían explotado sin cesarla tierra, recogiendo laflor y nava de ella y de-jándoles tan sólo un in-menso recipiente de pol-vo. Como no podían ga-nar el pan de cada día,

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los infortunades se pusie-ron a errar por las carre-teras y se convirtieron encoakies)), vagabundos delSiglo xi que recorrenel Continente en un ve-hículo de fortuna-en elque duermen y viven-ofreciéndose para la re-colección de frutos ocualquier otra labor agrí-cola, a cambio de algunasmonedas y un techo hos-pitalario.

John Steinbeck, en suépica novela sobre losaños de empobrecimientoen los Estados Unidos de

América, narra las pena-lidades de Tom, Ma y PaJoad y Rosa de Sharonen su viaje a la tierraprometida. California. Elhambre, los conflictos so-ciales y la mala suerteles persiguen a los perso-najes hasta el fin dellibro y, en el desenlace,se encuentra la familiavencida pero aún resuel-ta a la acción, sin ha-ber abandonado la espe-ranza de que sus esfuer-zos permitan a sus hijosrealizar lo que ellos nolograron.

randa la grandeza de alma del"esclavo con la crueldad deldueño, no sólo se sentía la igno-minia del sistema esclavista, si-rl} o el absurdo del dogma de ladesigualdad de las razas. Claroyque el Tío Tom, a pesar de sus'virtudes, de sus oraciones y desu martirio, no hubiera abolidoro esclavitud en su país ; pero

ayudó muy eficazmente a los

ue la combatían y a los esta-estas, y continúar haciéndolo

'Su obra no se ha terminado. Se'traduce, se publica y se sigueleyenda en todos los paises. Como'al aparecer, La Cabaña del Tio! Tom, convirtió cada lector en un'antiesclavista, hoy sus lectores se

ercatan de las tremendas injus-ieías que se encierran en lasrácticas discriminatorias, remi-

niscencia de una vida pasada.Blanco, negro, cobrizo o amarillo,

rutel-hombre es un ser digno y libre.

Campesina

Parece como si el poeta chi-no Ngeouyang Sieou, quevivido hace mil años hubie-ra leido (art. 29) que « toda. per-sona tiene deberes respecto ala comunidad.. En un hermosopoema, dice : « Los campesinoscultivan el arroz ; los funciona-'rios lo transforman en vino...

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Luego venden el vino, ganan dinero y arrojan el resí-duo que queda fermentando en una barraca... pero elcampesino no tiene alimentos para la primavera y elinvierno ; va donde el funcionario y le compra lasneces de su propio arroz. E ! funcionario se lo vende ycree hacer así una buena acción, aunque su de'beres velar por el bienestar del pueblo. El no cria elgusano de seda ni labra la tierra, pero se viste y sealimenta... Sin embargo desde su sitial es incapaz dehacer que todos disfruten de las ventajas del Estadoy no satisface vuestra hambre. El bebe el vino, voso-tros comeis los restos. Aunque no lo acuseis... ¿Cómopodrá escapar a su responsabilidad ?" El problema plan-teado por el gran poeta Sieou, que fué Primer Ministro,tiene en su poema el valor de una noble confesión dra-mática.

Arturo Cova

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J E Rivera, el poetacolombiano au-tor de <&lt;La Vo-

rágines, vivió unos añosen la cuenca amazónicacon una misión de su go-bierno. El resultado fuéun documento-su novela--en el que se pusieronde manifiesto las lacrasque ensombrecfan el ne-gocio de las concesionesde caucho, donde el« caucheros desde que en-traba a trabajar ibasiendo aprisionado porlos explotadores sin po-sibilidad de redención pormucho que fuera el tra-bajo rendido. Cuando selee en « La Vorágines lacaida al agua del odiosocapataz Barrera y el ata-que de miles de « caribes :-- los peces bebedores deGangre-que atraidos porel olor de su herida fres-ca, le devoran la piernaen un instante dejándolomuerto a merced de lacorriente, se siente una

mezcla de sentimientosinexplica51e. De una par-te el estremecimientoante el terrible fin delpersonaje ; de otra, la ale-gria al pensar que el ser-vil perseguidor de los« caucheros » no podrá yaseguir martirizando aaquellos hombres nacidoslibres y sometidos al másferoz yugo de servidum-bre. Los métodos denun-ciados en su obra porRivera-Cova, en la no-vela-y que el mundocreia desaparecidos, hanllenado de horror a loslectores de habla espa-ñola, francesa e inglesa.La aplicación del artículo3 de la Declaración Uni-. versal que reconoce a to-da persona el derecho altrabajo y a una remune-ración equitativa y satis-factoria, hubiera evitadola monstruosa explota-ción del hombre, que dra-máticamente dió a cono-cer <&lt;La Vorágines.

Alejandro PetrovÍth

El protagonista de la obra « La casa de los muer-tos» es Alejandro Petrovitch. Pero, todos sabe-mos que bajo ese nombre se oculta Dostoievsky

, Stepben Kunlalo

Con el reverendo Stephan, Kumalo, Alan Paton ha¡ creado un personaje quedi ! icIlmente se borrará de lamemoria, de los lectores. Lossúfrimientos experimentados porel viejo pastor protestante-dela tribu zulú-en el viaje que

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emprende a la ciudad de Johannesburg en busca desus hijos que habían abandonado su tierra, y el grandolor que siente el buen religioso ante la desmorali-zación reinante en su propio pueblo, simbolizan lossufrimientos y el dolor de toda su raza. « Cry, the be-loved Country) (<&lt;Llora, país amador) no es una no-vela de odio sino de amor y de esperanza y, sobretodo, de nobleza moral que brota del indomable espí-ritu del hombre. Está despojada de toda la amargura.del dogmatismo y de la exageración melodramáticaque acostumbran desfigurar las interpretaciones nove-lescas de las cuestiones raciales. Es una obra impre-gnada de tristeza ante el trato inhumano infligidoopor el hombre a sus semejantes.

Guillermo Tell

T a lucha, contra los tiranos cuenta con una ilustreliteratara en todos las lenguas y en la historia delos pueblos más lejanos y obscuros ; pero de esta

leyenda universal el pf'ronaje más famoso es, sin duda,Guillermo Tell, héroe suizo y héroe mundial. En eldrama de Schiller, este personaje es un campesinorobusto y virtuoso, lleno de optimismo y que cree me-nos en la rebelión que en la resistencia pasiva. « Quecada uno permanezca tranquilo en su casa-dice enuna de las escenas-la paz es una dádiva del cielo parael hombre pacíficos No busca el combate, pero cuan-dos imprescindible no lo rehuye. Y, cuando las in-justicias del tirano Gessler se hacen intolerables y elpueblo está a punto de sucumbir bajo el peso de laopresión tiránica, Guillermo se levanta y mata almónstruo. No ha habido venganza personal, no haycrimen, lo que ha hecho'ha sido « defender y vengar atodos los hombre)). al libertar a su patria efectua unacto de justicia : « La voluntad del pueblo es la base dela autoridad del poder públicos.

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LA RAZON LA TENIA EL SALVAJE

por

Andréa Salieri

EN la nueva escuela a laspuertas de la ciudad hubodos escándalos. Los doslos provocó, a propósito

de los Derechos Humanos, unmuchacho al que sus camaradasllamaban «el salvaje», a causade sus cabellos demasiado lar-gos, sus talentos de acróbata yde su modo de dar aullidos alsalir de clase. Por lo demás, eraun excelente alumno, muy que-rido-y un poco temido-por susprofesores.

La escuela había organizadouna pequeña exposición de losDerechos Humanos. Los 30 artí-culos de la Declaración Univer-sal, impresos en gruesos carac-teres sobre hermosos panelesblancos, estaban ilustrados conexplicaciones, grabados y foto-grafías. El «salvaje» caligrafió ensu casa, sobre una gran hoja depapel este nuevo texto : «Artículo31 : «Toda persona tiene derechoa subir a la cima. Después, aldía siguiente por la mañana, pegósu hoja en el gran castaño delpatio de la escuela, cuyo tronco seelevaba espléndido a más de 10metros, hasta las primeras ramas.

La inscripción tuvo, natural-mente, un gran éxito y provocómuchas risas. Pero, al mismotiempo, resultaba molesto, comosi fuera una broma de mal gusto,cuando no una blasfemia. « es,dijo alguien, para burlarse de losDerechos Humanos :.. Sin embar-go, el maestro no se encolerizó.Sólo hizo observar que había reco-nocido la escritura, y cuando elculpable hubo confesado, le inter-rogó : «Bueno, dinos ¿qué es loque te ha pasado por la cabeza ?»,El «salvaje» se rascaba la pierna.cabisbajo, sin responder. «¿Tehas querido burlar de la exposi-ción ?, agregó el maestro. El mu-chacho protestó bruscamente :cNo señor, no es eso, no ; es unaidea que se me ha ocurrido...»

Necesitó más de cinco minutospara explicar su idea, que erasimple. «En suma, comentó elmaestro, tener el derecho es her-moso, pero hace falta poder ejer-cerlo ¿no ? ¿Era eso lo que que-rías decir ? Pue bien, estamos deacuerdos.

Lo que sucedía es que «el sal-vaje» había leído muy atenta-mente la Declaración Universal.Y había observado esto : «Todapersona tiene derecho a la propie-dad». Pero sus padres no teníanninguna propiedad ; apenas si losvestidos y los muebles... y hubie-sen deseado tenerla. También ha-bía leído : «Toda persona tienederecho al descanso y al disfrutedé tiempo librea, y esto le hacíapensar en su madre, que por lasnoches estaba tan fatigada que notenía fuerzas para hablar ni paracomer. Evidentemente, su madre,en principio, tenía derecho a dis-frutar de tiempo libre. Y todavíaleyó : «Toda persona tiene dere-cho a la educación. Pero en clasese aprendía que en la mayor partede los países no hay bastantesescuelas, y que en regiones in-mensas faltan por completo. Enesas regiones los niños puedenmuy bien tener derecho a la edu-cación y eso no cambia nada.

«Es decir, comentó más tardeel maestro, que empezáis a daroscuenta. Esos artículos de la Decla-

ración no son fórmulas mágicas ;son reglas. Muestran tos DerechosHumanos para explicar que todoel mundo (cada ciudadano en ca-da país) debe tener la posibilidadde disfrutarlos. Y si alguien notiene esa posibilidad, hay quedársela. ¿Quién ha de darla ? Elgobierno, el estado, la sociedad,todo el mundo. Por ejemplo : «To-da persona tiene derecho a laeducación s, esto significa que lasociedad habrá de construir entodas partes el número suficientede escuelas.

«Toda persona-pensó «el sal-vajes-tendrá derecho a trepar alcastaño, si eso valiera la pena, acondición de que tenga una esca-lera.

Pero no dijo nada. Había com-prendido y eso era lo esencial. Esdecir, no dijo nada... hasta que seprodujo el segundo escándalo.Aquel día el maestro había habla-do de los reformadores, de losmártires, de los luchadores por unideal de libertad y de progreso, alos cuales debemos lo que tene-mos hoy. Y para terminar planteóesta pregunta : ¿Lograron estoshombres el éxito ? ¿Ganaron su

batalla por el derecho y por lalibertad Toda la clase contestóque sí con entusiasmo ; habíanganado, habían logrado la victo-ria definitivamente. La prueba laencontrábamos precisamente enla Declaración Universal. Toda laclase excepto el salvaje. Cuandollegó su turno, sacudió con ener-gía la cabeza y dijo : «Eso no esciertos. Hubo muchos ¡Ah ! y¡Oh !, y él siguió diciendo : «Nopuede decirse que todos los hom-bres sean hermanos, ni que en laactualidad reine en todas partesla justicia y la igualdad. Eso sonmentiras». Pues bien, en aquellaocasión el maestro dió también larazón al salvaje. Aseguró que, enefecto, el combate por la justiciano se había terminado y que sufin estaba aún bien lejano. Dijoque la Declaración de Derechosno era un boletín de victoria, sinoque, por el contrario, era una ór-den del día. Y dirigiéndose al sal-yaje continuó : «Tienes un airefurioso, tienes razón. Los Dere-chos Humanos no muestran lascosas tal como son, sino como de-bían ser. Leyéndolos, hay quepensar siempre en las injusticias

que los contradicen. ¿Para qué ?Para suprimir esas injusticias.Óyeme :-s Todos los seres huma-nos están dotados de razón y deconciencia y deben actuar losunos hacia los otros con un espí-ritu de fraternidad. Estas cosas nopueden decirse con tranquilidaden una época de matanzas comola nuestra. Están, en efecto, he-chas para indignar, para sacudira las gentes... Þ

El salvaje dejó de pensar en sucastaño, y estaba un poco aver-gonzado de ser tratado con tantasatenciones por el maestro, queparecía dirigirle toda su elocuen-cia. Pero no le sorprendió nada lapregunta que de pronto planteóel profesor : «Resumiendo : ¿Esque las gentes, en nuestro país,por ejemplo, son civilizadas ? Elsalvaje no dudó un instante : «Enabsoluto, señor. Si lo fueran nohabría que enseñarles los Dere-chos Humanos ».

« Entonces, dijo el profesor, qui-zás fuera tiempo de decidiros acivilizar ese mundos. Se dirigíaya a toda la clase e incluso másallá aún : «Porque si no lo hacéis,nadie lo hará por vosotrosÞ.

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