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DIÁLOGOS DE LA LENGUA Entrevista a Ignacio Bosque sobre LA NUEVA GRAMÁTICA DE LA RAE (2009) Ignacio Bosque Texto: Ángel Cervera Rodríguez IGNACIO BOSQUE MUÑOZ, Catedrático de la Facultad de Filología de la Uni- versidad Complutense de Madrid, Académico de Número de la Española desde 1997 y Coordinador y Ponente de la NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA publicada en 2009. Nueva gramática de la Lengua Española es la primera gra- yUj mática académica desde 1931, fruto de once años de mNUGuna enorme labor de documentación e investigación y de un incesante y eficaz trabajo del gramático y académico D. Ignacio Bosque. En su papel de coordinador, ayudado por La Comisión Interacadémica, en la que estaban representadas las veintidós Academias de la Lengua Española y todas las áreas lingüísticas del español, ha sabido articular un consenso que fija la norma lingüística común para todos los hispanohablantes, conjugando la unidad del idioma con la diversidad de uso. Hasta la finalización de esta gran obra, La Nueva gramática de la Lengua Española, el Ponente y la Co- misión interacadémica tuvieron que afrontar muchas dificultades, afortunadamente resueltas al cumplirse con éxito los objetivos planteados y convenidos, tal como se recogen en el prólogo de la obra: descri- bir las construcciones gramaticales propias del es- pañol general, así como reflejar adecuadamente las variantes fónicas, morfológicas y sintácticas; ofrecer recomendaciones de carácter normativo y ser obra de referencia para el conocimiento y la enseñanza del español. Puede decirse, sin temor a equivocarnos, que te- nemos una gramática nueva, moderna y representativa de la riqueza que nos brindan las variedades del Espa- ñol en España, en Hispanoaméri- ca y en el resto del mundo. Es una obra integradora de tendencias, de teorías lingüísticas y de formas de uso. En ella se armonizan la descripción y la norma, la tradi- ción y la novedad, la unidad y la variedad, la corrección escrita y la peculiaridad expresiva oral, entre otros rasgos. Aun siendo una obra colectiva, presenta homogeneidad de estilo y de tratamiento; de ahí su proyección panhispánica y, a la vez, práctica, puesto que se convierte a partir de aho- ra en referencia para investigadores, profesores, estu- diantes y usuarios del Español en cualquier área de la comunicación hispana en general. La Nueva gramática de la lengua española nos ofrece un amplio mapa repre- sentativo del español en todo el mundo. La obra tiene unas 4000 páginas y alrededor de 3700 referencias bibliográficas, correspondientes a [...] no era posible que la Nueva gramática se planteara como la de 1931, era necesario incorporar algunas de las muchas aportaciones al estudio de la morfología y la sintaxis [...] más de 2000 autores y 300 medios de comunicación procedentes de todas las épocas y áreas del mundo hispano. Se ha publicado en dos volúmenes: el pri- mero está constituido por un prólogo, por unas cues- tiones generales, donde se describen las partes de la Gramática, las relaciones entre ellas y las unidades fundamentales del análisis gramatical, y por el estu- dio de la Morfología, en el que analiza la estructura interna de las palabras, y el segundo está dedicado a la Sintaxis, donde se analizan las estructuras que se crean en función de la forma en que se ordenan y combinan las palabras. Para completar la obra, queda pendiente la publicación próxima de un tercer volu- men sobre Fonética y Fonología del Español. Para acercarnos a esta magnífica obra, de inte- rés para todos los usuarios del Español, para estudiantes de cualquier nivel educativo y de aquellos que desean estudiar el Español como 2a lengua, profe- sores en general y para especia- listas y profesores de Lengua y Literatura Españolas especial- mente, tenemos la satisfacción y la oportunidad de conocer la opinión del Coordinador y Po- nente de la Nueva Gramática de la Lengua Española, D. Ignacio Bosque Muñoz, a quien le preguntamos: ¿Qué te ha supuesto la elaboración y finalización de una obra tan ambiciosa? Una gran satisfacción, sobre todo porque el proyecto suponía una enorme responsabilidad, y también por- que veíamos que se retrasaba mucho más de lo que todos deseábamos.

DIÁLOGOS DE LA LENGUA E Ignacio Bosque DE RAE (2009) · 2020. 4. 27. · _____ DIÁLOGOS DE LA LENGUA_____ Entrevista a Ignacio Bosque sobre la nueva gramática de la RAE (2009)

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  • DIÁLOGOS DE LA LENGUA

    Entrevista a Ignacio Bosque sobre LA NUEVA GRAMÁTICA DE LA RAE (2009)

    Ignacio Bosque

    Texto: Ángel Cervera Rodríguez

    IGNACIO BOSQUE MUÑOZ, Catedrático de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense de Madrid, Académico de Número de la Española desde 1997 y Coordinador y Ponente de la NUEVA GRAMÁTICA DE LA LENGUA ESPAÑOLA publicada en 2009.

    Nueva gramática de la Lengua Española es la primera gra- yUj mática académica desde 1931, fruto de once años de

    mNUGuna enorme labor de documentación e investigación y de un incesante y eficaz trabajo del gramático y académico D. Ignacio Bosque. En su papel de coordinador, ayudado por La Comisión Interacadémica, en la que estaban representadas las veintidós Academias de la Lengua Española y todas las áreas

    lingüísticas del español, ha sabido articular un consenso que fija la norma lingüística común para todos los hispanohablantes, conjugando la unidad del idioma con la diversidad de uso.

    Hasta la finalización de esta gran obra, La Nueva gramática de la Lengua Española, el Ponente y la Comisión interacadémica tuvieron que afrontar muchas dificultades, afortunadamente resueltas al cumplirse con éxito los objetivos planteados y convenidos, tal como se recogen en el prólogo de la obra: describir las construcciones gramaticales propias del español general, así como reflejar adecuadamente las variantes fónicas, morfológicas y sintácticas; ofrecer recomendaciones de carácter normativo y ser obra de referencia para el conocimiento y la enseñanza del español.

    Puede decirse, sin temor a equivocarnos, que tenemos una gramática nueva, moderna y representativa de la riqueza que nos brindan las variedades del Español en España, en Hispanoamérica y en el resto del mundo. Es una obra integradora de tendencias, de teorías lingüísticas y de formas de uso. En ella se armonizan la descripción y la norma, la tradición y la novedad, la unidad y la variedad, la corrección escrita y la peculiaridad expresiva oral, entre otros rasgos. Aun siendo una obra colectiva, presenta homogeneidad de estilo y de tratamiento; de ahí su proyección panhispánica y, a la vez, práctica, puesto que se convierte a partir de ahora en referencia para investigadores, profesores, estudiantes y usuarios del Español en cualquier área de la comunicación hispana en general. La Nueva gramática de la lengua española nos ofrece un amplio mapa representativo del español en todo el mundo.

    La obra tiene unas 4000 páginas y alrededor de 3700 referencias bibliográficas, correspondientes a

    [...] no era posible que la Nueva gramática se

    planteara como la de 1931, era necesario incorporar algunas de las muchas aportaciones al estudio

    de la morfología y la sintaxis [...]

    más de 2000 autores y 300 medios de comunicación procedentes de todas las épocas y áreas del mundo hispano. Se ha publicado en dos volúmenes: el primero está constituido por un prólogo, por unas cuestiones generales, donde se describen las partes de la Gramática, las relaciones entre ellas y las unidades fundamentales del análisis gramatical, y por el estudio de la Morfología, en el que analiza la estructura interna de las palabras, y el segundo está dedicado a la Sintaxis, donde se analizan las estructuras que se crean en función de la forma en que se ordenan y combinan las palabras. Para completar la obra, queda pendiente la publicación próxima de un tercer volumen sobre Fonética y Fonología del Español.

    Para acercarnos a esta magnífica obra, de interés para todos los usuarios del Español, para estudiantes de cualquier nivel educativo y de aquellos que desean estudiar el Español como 2a lengua, profesores en general y para especialistas y profesores de Lengua y Literatura Españolas especialmente, tenemos la satisfacción y la oportunidad de conocer la opinión del Coordinador y Ponente de la Nueva Gramática de la Lengua Española, D. Ignacio

    Bosque Muñoz, a quien le preguntamos:

    ¿Qué te ha supuesto la elaboración y finalización de una obra tan ambiciosa?Una gran satisfacción, sobre todo porque el proyecto suponía una enorme responsabilidad, y también porque veíamos que se retrasaba mucho más de lo que todos deseábamos.

  • _______________ DIÁLOGOS DE LA LENGUA_______________Entrevista a Ignacio Bosque sobre la nueva gramática de la RAE (2009)

    [...] hemos procurado que el texto fuera

    integrador, pero también

    homogéneo [...]

    ¿Cuál ha sido la parte más complicada? Aportaciones de estudios sobre la Gramática, describir la variedad geográfica, integrar el trabajo de las 22 Academias y de las ComisionesEn efecto. Por un lado, éramos muy conscientes de que no era posible que la Nueva gramática se planteara como la de 1931, o siquiera como el Esbozo. Era necesario incorporar algunas de las muchas aportaciones al estudio de la morfología y la sintaxis que se han producido en los últimos cincuenta o sesenta años. El otro reto era el español de América, muy escasamente representado hasta ahora en las gramáticas académicas. Al trabajar con las Academias Americanas pronto nos dimos cuenta de que algunas construcciones que se describían en los estudios dialectales eran ya anticuadas, mientras que ciertos usos actuales no se analizaban en la bibliografía.

    Al ser una obra colectiva, plural y consensuada, ¿cómo se ha conseguido la coherencia y la homogenei-

    Hemos trabajado con cierta organización y hemos procurado que el texto fuera integrador, pero también homogéneo, para que se pudieran seguir los razonamientos y las exposiciones articuladas o segmentadas en apartados. Yo he sido el ponente de la obra, es decir el encargado de presentar un

    primer borrador de cada capítulo, unas veces elaborado con mis propios materiales y otras con los que me proporcionaban mis colaboradores. Ese borrador se enviaba a un equipo de especialistas en gramática (académicos y no académicos), que hacían sugerencias para mejorarlo. Con sus observaciones, yo preparaba un nuevo texto, que se enviaba a todas las Academias. Cada una escribía su informe sobre el capítulo y lo enviaba a la RAE, donde un equipo de revisión y edición se encargaba de organizar toda la información. Con ayuda de mis colaboradores, incorporaba al texto todo lo que me parecía adecuado en esos informes, y apartaba lo que entendía que planteaba dudas o problemas. La Comisión Interacadémica, en la que estaban representadas todas las áreas lingüísticas del español, se reunía cada cierto tiempo para estudiar esas cuestiones apartadas. De estas reuniones —muy largas, pero muy fructíferas— salía la versión consensuada de cada capítulo.

    Por qué ha pasado tanto tiempo desde la anterior, la última gramática de 1931? ¿Qué papel han desempañado las nuevas tecnologías en el logro de una obra tan completa?

    El retraso fue inevitable durante la guerra civil y la posguerra. Los pocos fondos de los que disponía la RAE en aquellos años se dedicaron, como es lógico, al diccionario. El proyecto se retomó en los añossesenta, pero el trabajo era muy arduo, y la información sobre el español de América, muy escasa. En buena medida esta obra ha sido posible gracias a las nuevas tecnologías: bases de datos, corpus informatizados, Internet, correo electrónico, acceso remoto a las publicaciones periódicas, etc. Nada de esto era imaginable en los años setenta, y aun en los ochenta.

    El proyecto se retomó en los años

    sesenta, pero el trabajo era muy arduo, y la información sobre el español de América, muy escasa. En buena

    medida esta obra ha sido posible

    gracias a las nuevas tecnologías [...]

    ¿Cómo se las han arreglado los profesores y los filólogos sin una obra de estas características tan esencial?Existían, desde luego, otras gramáticas, así como una cantidad ingente de obras monográficas. La Gramática descriptiva de la lengua española, que coordinamos Violeta Demonte y yo hace ya unos años, era una obra más extensa que esta, y por los comentarios que nos han llegado sabemos que ha resultado útil para muchos profesores y alumnos.

    ¿Puede quedarse desfasada en poco tiempo o se augura un largo y fructífero porvenir a la Nueva gramática de la RAE?Todas las gramáticas quedan desfasadas con el paso del tiempo, aunque no tanto como los libros generales de medicina o de física. Me parece que el análisis de ciertos fenómenos bási-

    [...] vendrán nuevas teorías, pero las propiedades de las construcciones fundamentales no

    parece que vayan a cambiar de un día

    para otro.

    eos es difícil que se vea modificado de manera radical. Vendrán nuevas teorías, como es lógico, pero las propiedades de las construcciones fundamentales —que era lo que aquí interesaba presentar sobre todo— no parece que vayan a cambiar de un día para otro.

    ¿Se piensa en renovaciones o en ediciones renovadas? ¿La Nueva Gramática puede desnaturalizar cada forma de hablar debido a la unificación?En cuanto a la primera pregunta, sí, desde luego. Nuestra intención es ir renovando esta edición e ir

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    Entrevista a Ignacio Bosque sobre la nueva gramática de la RAE (2009)

    mejorándola y corrigiéndola. En cuanto a la segunda pregunta, no hemos pretendido unificar la variación geográfica. Hemos intentando ver si era posible proporcionar criterios normativos homogéneos en un buen número de construcciones. Ha sido posible en muchos casos, efectivamente, pero no en todos, puesto que ciertas expresiones están desprestigiadas en unas áreas, pero no en otras. Es lógico que sea así.

    Al tratarse de una gramática integradora, ¿cómo se han logrado equilibrar aspectos tan distintos como tradición y novedad, norma y descripción, unidad y variedad?

    Una construcción propia de la lengua

    estándar en una determinada área lingüística puede ser desconocida en otra, o bien

    estar desprestigiada en ella [...]

    La mayor parte de las citas procede de textos literarios o

    ensayísticos, pero no faltan las extraídas

    de corpus orales o de obras narrativas.

    Como decía antes, no hemos pretendido ho- mogeneizar la norma de manera sistemática. Una construcción propia de la lengua estándar en una determinada área lingüística puede ser desconocida en otra, o bien estar desprestigiada en ella. Cuando esto sucede, nuestra obligación es mostrar la variación tal como es, no intentar modificarla. Por ejemplo, en la mayor parte

    de América suena muy mal la combinación de a y por que usamos los españoles, como en Voy a por tabaco, y a muchos de nosotros nos suenan mal expresiones como Ya se los dije, que están prácticamente integradas en la lengua culta en México y en otros países. En cuanto a la unificación de tradición y novedad en los aspectos doctrinales, ha sido un poco más difícil, efectivamente, pero hemos procurado que el resultado fuera equilibrado. No sé si lo habremos conseguido, pero lo hemos intentado.

    ¿En qué medida la Nueva gramática refleja la lengua hablada o tiene una base esencialmente tex

    tual?La mayor parte de las citas procede de textos literarios o ensayísticos, pero no faltan las extraídas de corpus orales o de obras narrativas que reflejan los registros conversacionales o el habla rural. Otras veces, los ejemplos de lengua hablada son inventados o construidos a propósito, pero han sido

    siempre revisados por las academias de los países a los que corresponden.

    Los dos volúmenes de la Nueva gramática publicados, Morfología y Sintaxis, parecen responder a es

    tudios teórico-lingüísticos, ¿qué dimensión didáctica y práctica tienen para la enseñanza en las aulas?Estos dos volúmenes no se dirigen, desde luego, a los alumnos, al menos a los de secundaria o bachillerato, pero los profesores de enseñanza media pueden extraer de ellos numerosas ideas para completar las explicaciones gramaticales que dan en sus clases. La primera versión resumida se publicará inmediatamente. Tendrá algo más de las 800 páginas que habíamos calculado, pero el tamaño de la página será más pequeño, así que la reducción es muy considerable (como también lo será el precio). Hemos elegido los aspectos que nos parecían fundamentales de la versión extensa y hemos suprimido todo lo demás. La versión que ahora preparamos solo tendrá unas 250 o 300 páginas en formato todavía menor, y será aún más didáctica. Hemos de pensar en todo tipo de destinatarios, pero teníamos que empezar por la versión extensa e ir luego reduciéndola, en lugar de al revés.

    ¿Podría decirse que la Nueva gramática de la RAE es la referencia necesaria de los hablantes de español para conocer los usos correctos e incorrectos de la lengua española?Es una de las referencias, desde luego, como también lo es el Diccionario panhispánico de dudas. Lo que sucede es que en este diccionario no se mencionan las cuestiones que no tienen interés normativo, mientras que en la gramática ha de describirse la estructura del idioma en general, de modo que hemos de abarcar muchas más cuestiones.

    ¿Qué propósito ha inspirado a la RAE para ofrecer tres versiones de la Nueva gramática?Me refería antes a este asunto. El propósito es, simplemente, el de llegar a todos. Algunos nos

    El propósito es, simplemente, el

    de llegar a todos

    proponían hace años que hiciéramos una obra muy breve, muy sencilla y muy didáctica, y que evitára-mos tanto las honduras como las cuestiones controvertidas. No podíamos hacer eso, ya que ello supondría romper con la tradición académica de más de dos siglos. Es mejor hacer varias versiones y dirigirlas a públicos diferentes. Por otra parte, en opinión de algunos especialistas dedicamos poco espacio en la versión extensa a ciertas cuestiones de su particular interés. También esto es inevitable.

    Ante la exigencia constante de grupos y de instituciones por la igualdad de género, ¿cómo se ha afrontado en la Nueva gramática el tema de género gramatical? ¿De qué modo habría que proyectarlo a la enseñanza para evitar suspicacias sociales?Hemos escrito un capítulo dedicado al género particularmente detallado, ya que la cuestión lo merecía. Hemos explicado la diferencia entre género y sexo, así como el uso no marcado del masculino y sus efec-

  • _______________ DIÁLOGOS DE LA LENGUA_______________Entrevista a Ignacio Bosque sobre la nueva gramática de la RAE (2009)

    tos en la concordancia. No creo que podamos ser acusados de machistas, ni tampoco de contradecir los principios generales de la sintaxis y la morfología. Me parece que las descripciones del género que se hacen en otras gramáticas no entraban en todos esos detalles.

    La Nueva gramática se define como descriptiva y normativa, pero no teórica (pág. 78) e incluso añade que no entra en conceptos del tipo “estructura y función”, en cambio recurre al de “construcción” para evitar el concepto tradicional de “proposición”, ¿a qué se debe este cambio?El concepto de “proposición” se usa hoy mayorita- riamente en los estudios lingüísticos con un valor semántico o lógico, por tanto no con el de “oración subordinada”, lo que choca con algunos de nuestros gramáticos. Como cada gramática es hija de su tiempo, nos ha parecido que en los pocos casos en que estos choques se producían, debían prevalecer los usos más actuales. De todas formas, nos hemos esforzado en esta obra para que el lector no confunda los conceptos con los términos. De hecho, solemos dar varios términos para un mismo concepto cuando somos conscientes de que alternan en la bibliografía.

    En medio de tantas teorías gramaticales, ¿qué criterios se han establecido para delimitar la terminología utilizada en la Nueva Gramática?Los términos tradicionales se explican y se usan si los conceptos que recubren se consideran correctos. Si existen varios alternativos, se mencionan y se elige el que nos parece más simple. Se introducen asimismo en la obra numerosos conceptos que no son tradicionales, pero que se usan en la lingüística actual. Sucede a veces que un concepto antiguo (como el de “modo de acción”, por ejemplo) no se ha desarrollado en la tradición, pero sí en la lingüística contemporánea. Hemos procurado, como decía antes, buscar un equilibrio entre tradición y novedad.

    ¿Qué elementos clarificadores aporta la Nueva gramática en el análisis morfológico y sintáctico que se ha de incluir en los manuales para enseñar a los estudiantes de los diferentes niveles educativos?Me temo que responder esta pregunta requeriría una pequeña monografía. Como resumen, te diré simplemente que hemos procurado no simplificar en exceso las descripciones morfológicas y sintácticas, y también que nos parece fundamental escrutar siempre, en la medida de lo posible, la relación entre la for

    Nos parece fundamental escrutar siempre, en la medida

    de lo posible, la relación entre la

    forma y el sentido. El análisis gramatical escolar tiene mucho

    de rutinario o de automático.

    ma y el sentido. El análisis gramatical escolar tiene mucho de rutinario o de automático. Mi impresión es que no se persigue siempre en él esta estrecha relación. Para lograrlo es preciso proceder de manera más pausada, más reflexiva.

    La imagen que proyecta la Nueva gramática es de integración, pero ¿no es cierto que ha variado la visión gramatical al incorporar muchos conceptos procedentes de la pragmática, como enunciado, modalidad de enunciado y de enunciación, foco, tópico, funciones informativas, etc.?Era necesario hacerlo, puesto que la pragmática es hoy una disciplina sumamente desarrollada que ha introducido numerosas unidades de análisis. Por otra parte, estas unidades tienen muy a menudo efectos patentes en la sintaxis, incluso en la forma de segmentar las oraciones. Es raro que una gramática tradicional contenga un capítulo para las llamadas «funciones informativas», pero nos ha parecido conveniente dedicar uno a esta cuestión en la Nueva gramática.

    ¿No puede dar lugar a confusiones el que se hable de unidades sintácticas, de agrupaciones transversales y de grupos sintácticos y dentro de estos últimos de “grupos conjuntos”?Muchas de estas unidades están implícitas en la tradición. Los interrogativos y los relativos se analizan como pronombres en el Esbozo (cap. 2.8), pero lo cierto es que no siempre lo son. Precisamente por eso el capítulo correspondiente en la gramática de Alar- eos se llama Relativos e interrogativos, sin la palabra pronombre. Por otra parte, en la tradición no existe un

    nombre claro para segmentos como dos de los cuales. Este segmento no constituye un pronombre relativo, desde luego, pero sí un «grupo relativo», puesto que se antepone necesariamente a la oración en la que aparece. Insisto en que los términos nuevos tienen sentido si los conceptos que recubren tienen propiedades distintivas, no como simple sustitutos de los antiguos.

    ¿A qué se debe el cambio de denominación de las estructuras oracionales: unas subordinadas sustantivas y de relativo y otras construcciones comparativas, superlativas, consecutivas,

    condicionales, concesivas, causales, finales e ilativas?Las construcciones comparativas no son siempre oracionales: la expresión una casa más alta que ninguna otra contiene un comparativo y constituye un grupo (o un sintagma) nominal, pero no una oración. De manera análoga, la oración consecutiva que aparece en un muchacho tan alto que tocaba el techo con la mano empieza en que (y así lo señalamos), no en tan. El concepto de

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    Entrevista a Ignacio Bosque sobre la nueva gramática de la RAE (2009)

    Es verdad que el término construcción,

    que empleamos a menudo, es

    deliberadamente vago [...]

    “subordinada adverbial” ha sido puesto repetidamente en tela de juicio en los últimos años; las propiedades de las oracionales finales, por ejemplo, son las de ciertos grupos preposicionales. Aun así, usamos el término tradicional “subordinación adverbial” en el sentido clásico, especialmente cuando no es preciso entrar a segmentar esas unidades. Es verdad que el término cons

    trucción, que empleamos a menudo, es deliberadamente vago. Todas las cuestiones relativas a la relación entre la forma y la función son sumamente controvertidas entre los gramáticos actuales, aun cuando en la tradición no se sospechaba que pudieran serlo. El término vago construcción nos

    permite no elegir una sola de las opciones teóricas que hoy se plantean, y a la vez ser bastante detallados en los aspectos que nos interesa describir. Supongo que cada autor entenderá, en principio, que debiéramos haber elegido su terminología porque le parecerá mucho más clara que la de los demás.

    Llama la atención incluir la interrogativa retórica en un apartado especial por su proyección discursiva y, en cambio, no aparecen otras fórmulas de estructura interrogativa como la optativa, la corroborativa, la inductiva...?- La interrogación retórica es la más estudiada de todas y la que presenta más variedades. A la interrogación llamada “de eco” o a la “corroborativa” se dedica también bastante atención en la obra (con estos nombres o con otros) porque se ha escrito bastante sobre estas variedades. Otros tipos de interrogación se describen más someramente, es verdad. Como antes, depende en parte de la bibliografía existente y también de los intereses del lector. Las páginas que se dedican a la interrogación y a la exclamación conjuntamente son más de sesenta en el capítulo de la modalidad. Podrían ser más, pero lo cierto es que son muchas menos en casi todas las demás gramáticas del español.

    ¿Podría decirse que se trata de una gramática de orientación pragmática?No, creo que no. Los especialistas en pragmática hubieran deseado un extenso capítulo sobre los conectares discursivos, como en la gramática descriptiva, pero en esta obra no aparece. Yo diría que esta es una gramática en la que se presta particular atención a las cuestiones gramaticales que se interpretan desde el punto de vista discursivo, pero ello es perfectamente compatible con que se dediquen 165 páginas a explicar la flexión verbal.

    Me indican algunos profesores, ¿por qué se cierra la Nueva gramática con el capítulo de la negación?

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    No hay ninguna razón particular. El capítulo era necesario y tenía que estar en la sección de las construcciones, no en el de las clases de palabras. No nos pareció adecuado distribuir su contenido entre varios capítulos, a diferencia de lo que hacen otros autores en sus gramáticas.

    ¿Puede mantenerse la idea de que la gramática es el arte de hablar y escribir correctamente?En esta obra era necesario separarse de esa definición tradicional. La gramática es una parte de la lingüística, y se caracteriza, como las demás partes, por las propiedades que presentan las unidades que analiza (sonidos, morfemas, oraciones, etc.). En el capítulo primero explicamos con detalle las diferencias que existen entre las formas en que puede concebirse hoy esta disciplina. Para muchos hablantes, la gramática normativa es la única que existe. Las gramáticas académicas siempre han compaginado la descripción con la norma. Nosotros procuramos hacer lo mismo, pero, como es lógico, la definición que demos de la disciplina tiene que corresponder a este tiempo. ■

    Para muchos hablantes, la

    gramática normativa es la única que existe.

    Las gramáticas académicas siempre han compaginado

    la descripción con la norma [...]