MENSA&E DIRIGIDO POR

DE LA REPUBLICA DE GUATEMALA,

A LA

CAMA.RA. DB RBI'RBS:BNT ANTIIS,

EI ~a 25 de Noviembre de 1855.

Seilol'es Repl'esentantes:

IENTO una viva satisfaccion al veros reunidos en el ano cuarto de la sesion o~dinaria 'dela Camara, para continuar tranquilamente vuestros utiles trabajos, en medio de la paz de que disfruta la Republica. Las dis­posiciones que acordasteis en vuestra reunion ultima, se ejecutan sin dificultad; yJas que tuvieron por objeto modificar la Ley constitutiva, en consecuencia del acto que declaro perpetua en mi persona la autoridad que

ejerzo, contribuiran, sin duda, eficazmente a dar mayor estabilidad al Gobier­no y a que la administracion publica sea mas espedita y acertada.

Durant~ el receso de la Camara, Guatemala ha tenido que lamentar Ia dolorosa perdida de uno de sus mas celosos e inteligentes servidorcs, del Mi­nistro de 10 interior, miembro del Consejo de Estado e individuo de este res­petable cuerpo. No fue de poco consuelo para mi, al verme privado de los servicios de este distinguido ciudadano, el observar el sentimiento unanime de pesal' que ocasiono su fallecimiento. Por mi parte, procure homar su me­moria con demostraciones del aprecio que hice de su merito y de su dedi­cacion infatigable al servicio publico:

Me es grato, Senores, poder decir en esta ocasion, que la Republica continua pl'ogresando visiblemente. Nuestras relaciones exteriores se mantie­nen sin alteracion y se extienden, a medida que el pais va siendo conocido. IJa observancia extricta de los tratados celebrados hasta ahora y de los prin­cipios generales del derecho internacional, nos conciliara cada vez mas el aprecio y la estimacion que no podrian rehusarse a Ia moderacion y a la justicia qlfe guian los actos del Gobierno. Correspondo alas atenciones que recibo de los representantes de los gobiernos amigos, residentes en la capital, procurando se mantenga con e110s la mas cordial y franca inteligencia.

Aunque habia estado suspensa la negociacion iniciada para ajustar un tratado con la Espana, que ademas de mantener y afianzar los vinculos que nos unen it nuestra antigua metr6poli, ponga termino it las cuestiones suscita­das sobre nacionalidad, mis deseos de proseguirla y terminarla han sido y son constantes, por los bienes que deben reportar ambos paises de este arreglo. Fe­lizmente iguales deseos animan al Gobierno de Su Magestad Cat61ica, qu( nos ha dado una prueba de su benevolencia , encomendando mision especial en

-2-Guatemala ~ su' Representante en c'osta~Rica y Nicaragua, que actualmente reside entre n050tr08. Por mi parte, haee algunos meses he acreditado tambien un MiDistro en la corte de Madrid, eon eI objeto de que sea el inh~rPretede los amistosos 8entimientos que nos animan bacia la Espana y su augusta Soberaria. Es de esperar, pues~ que ta'n bi:mevolas y teciprocas disposicio­nes, no sen/m infructuosas para el bien de ambos Estados.

Ninguno de vosotros, Senores, ignora los graves acontecimientos que han tenido lugar recientemente en la Republica mexicana, vecina y amiga nues­tra_ EI natural y legitimo interes que inspira a Guatemala la suerle de aqueI pais, agitado durante tantos aiios, debia producir el sentimiento general y penoso que se ha esperimentado al verlo de nuevo espuesto Ii la anarquia y al desorden. Estos acontecimientos han interrumpido las negociaciones enta­bladas para celebrar un tratado que pueda allanar las dificultades y los obs­taculos que esperimenta nuestro comercio, por la situarion embarazosa en que permanecemos con respecto a Soconuzco y Chiapas. Espero que, pasada la actual crIsis, podran Ilevarse a cabo estos arreglos, tan necesarios a nuestros pueblos fronterizos.

Me es satisfa~torio poder anunciar a esta respetable Camara que mis es­fuer?:os, dirigidos a restablecer la paz en Centro-America ya la conservacion de nueslra propia seguridad, van dando los resultados que me prometia. Ago­tados I?s medios de traer it un, termino .pacifico las dificultades suscitadas por ,el Presldente de Honduras, fue necesano al fin emplear las fuerzas de la Re­pubHca para terminal' tina situacion vioI13nta; que no podia prolongarse pOl' mas tieti1po .. Dos aMs habiathos sobrellevaclo Ibs inconvenientes y sopol'tado Jos crecidos gastos de una actitud puramente defensiv3, absteniendonos de pe­'dir ,las reparadones a que tertiiimos derechoj' para que no se hiciese de esto UIl pretesto a fin de cont.ihllar Ia guerra, que deseabamos ver terminada.. Por intei~posicion tiel gobi~rne tiel Salvador, senegoci6 para ajrrstar fa paz; peto el Presidente de Honduras no Ja queria sinceramente, y 10 que deseaba era unll ti-egua para poder continuar sus planes de dOIninar en todos los Es­t~dos', s'ometiendolos por medio de fuerzas estraiias. Entonces ya no fue po .. s~bIe permanecer simples esptfctadores de eslos proyectos insensatos contra tlUestra nacionalidad, y una s-eccion del ejercito recibio la 6rden de marchar a Honduras. Voida a los hOndureiiosque eombatian ya la opresion de los que estabanpbhiendo en ii'eSgo su indep'endencia, destruy6 en pocos dias y despires de dos combates inuy honrosos para nues{ros soldadm;, las fuerzas 'del General 'Cami'ias. Aseguradasasi Ia paz y la tranquilidad en aquel Es­f'ado, illiestr.is tropas regresiiran dentro de bteves dias it sus cuartefes. Los gefes, 'ofiCiales y soldados guatemaltecos que han id~ it sostene .. los derechos de su pais it un punto Iejano, y que en una penosfsima campana han hon­rado Ii.uestrils armas pot su vilJor, sufrimiento f disciplina, son acreedores aI recoiidCifuiento publico.

La 'gihlrra iilrestina y ]a discordia cOBtinuaron durante el receso de esta ~a~a'ra haciendo estra.gos en Nica'ragua. Por :nuestra parte, no hemos cesado

,tie mt.erponer n:uesfti'os buenO's ofici6s, llaloariclo la atencion r tanto del Go­Nemo como de los que 10 atacaban, a los peligros de todo genera a que esa 'hlcha fratriCida esponra lit naciou'alidad y Ia eXlstencia de aqueI Estado y de sus vecinos', }:labiendos'e mezcIado en ta:" Iui})enfable disencion un elemento estraiio, que debia agravar mas ]adisco'rdiay intro'duciendo 'e:n ella olios in­"er~ses1 ehemigos acaso de los dos pa'rtidos que sostenian 1a guerra. Sucesos JeClentes y quiza e1 can'sanCio producido pOT una Iarga lueha., han hechosen­tlr e'n Nicaragua laneqesidaddel 'reposor y en erecto."se ba -iii-mado un -ar­'regIa, en v"i'rtud del 'cull'ly ceSaran las hostilidades y se establecera un Gobierno imparciaL Mi 'deseo inas sincero es que' las, dificultades vayan 'allanandose r :que la paz S6 consolide y que, a su sombra, Nicaragua se' reponga de las perdiclas que necesa'r'iamente ha dcasionado tan prolongada discorclia .

~3-Nuestras relaciones amistosas con la Republica del Salvador continuan

siendo cada vez mas estrechas, como es natural entre dos pueblos tan cer­canos, que tienen los mismos intereses, tanta semejanza en las costumbres y una comunicacion frecuente. Ninguna alteracion han sufrido las que conserva­mos con Costa-Rica, aunque las comunicaciones con aquella Republica se han dificultado desde que esta1l6 Ia guerra en Nicaragua.

En el interior Ia Republica prospera y se engrandece. La Providencia Divina nos ha favorecido este ano con abundantes cosechas, aliviando asi el sufrimiento que la escasez anterior caus6 a las clases pobres. Nos continua ademas su bondadosa proteccion, manteniendo la concordia y la unidad, que constituyen el bien primordial de las sociedades. Bajo el influjo saludable de estos beneficios, se mejora visiblemente nuestra condicion rnoral y material. EI Gobierno favorece en cuanto puede las propensiones naturales que por lodas partes desarrollan Ia agdcultura y el comercio y tienden a reparar 10 perdido, y a asegurar el bienestar comun. La, tranquilidad sa ha mantenido general mente en todos los departamentos. Los pocos infelices que se hallaban abrigados en las montanas de la Verapaz, viviendo allJ como salvages, sin re­ligion y sin gobierno, han cedido en mucha parte a Ia paciencia y lenidad con que se ha procurado atraerlos y vuelven a ser habitantes pacificos de aquellos lugares. La mayor parte de ellos se ha presentado voluntariamente a la autoridad, y los pocos que quedan, no podran ya molestar en los carni­nos, ni perrnanecer en las montanas. Unos pocos malvados turbaron durante algunas horas et sosiego de la ciudad de Quezaltenango, y habiendo logrado sorprender su corta guarnicion, causaron algunos desordenes y cometieron asesinatos, siendo pronta yejemplarmente castigados. En todas las de mas po­blaciones han reinado el orden y la seguridad. Los sentimientos religiosos y morales han renacido desde que dejaron de ser combatidos, y con ellos se restablecen los habitos sociales, el arnor al trabajo y la sumision a las auto­ridades. Como consecuencia de e8tos bienes, se nota igualmente la diminucion de los vicios, que tanto se habian propagado, d~sde que parecieron habers6 confundido las nociones de 10 Hcito y de 10 iHcito. - -

EI Gobierno, bendiciendo a la Providencia Divina que nos dispensa tales beneficios, se desvela par aprovecharlos, favoreciendo, en cuanto esta a Sl1

alcance, todo 10 que puede necesitar su proteccion, Y pl'ocurando remover los obstaculos que a cada paso se encuentran en un pais naciente, estenso y de escasa poblacion, Los caminos, que por tantos anos permanecieron abandona­dos y cas! intransitables, han mejorado considerablemente y con~inuan siendo objeto de -una atencion preferente. Esta ya comenzado el que de la capital conduce a la costa del Nor~e, y espero que dentro -de poco tiempo,esta via, que es la que nos une con la Europa y los Est.ados-Unidos, sera transitada por carros. Contratado un buque de vapor para navegar en ellago de Izabal y golfo de Honduras, muy pronto estaremos en contacto Y comunicacion fre~ cuente con la linea de va pores ingleses que tocan en dichQ Golfo, y el comercio redbira asi un grande impulso.

Uno de los moviles del adelanto visible ques~ observa en los Departa­mentos, es el espiritu de localidad, que habia del todo desaparecido. Ahora cada departamento y cada pueblo se ocupan en sus mejoras y adelant08pro­pios; cada uno quiere ,a tender a sus establecimientos y tener medios para fo­mentarlos. El Gobierno ha favorecido y se prop~)De continual' favoreciendo esta natural y feliz disposicion, amortiguada desde que faltaron la seguridad y la con'fianza, y que ha renacido en cuanto la autoridad se ha manifestado pater­nal _y bene£ica; y sobre todo,desde que se ha tenido alguna fe en la estabi-lidad de las instituciones. ,

Los esfQerzos del, Gobierno, aun secundados como 10 estan por todos sus agentes, no bastanin, sin embargo, por 8i solos, a asegurar el bien comun. Se necesita de la cooperacion de todos; del celo y del buen ejernplo del clero;

-0--(le reclilud, snLiduria, prl1dencia y grande abllegacion en los magisLrados, para hacer paLenle y visiLle la accion benefica de la justicia, tan oscurecida en los tiempos de tnrbacion, entre formulas vanas 0 viciosas, y que se desau­toriza cuando no se la administra con celo y con conciencia. Se requiet e en todos los que ejercen fnnciones publicas y administl'3tivas, no solo la pureza que distingue a nuestros empleados, sino un celo y fidelidad pOl' los intere­scs queles esLan confiados, y pOI' todo 10 que toca al Gobierno y al P1lblico, que pueda veneer los obstaculos qne es natural se opongan, asi a la percep­cion de las contribuciones, como a la represion de los fraudes y de los abusos. Despues de haber recibido tautas pruebas de conlianza de mis conciudadanos, yo elebo contar con la ayuda de todos para la grande y gloriosa empresa de mantener la paz, companera inseparable de la justicia y unica fuente de prosperidad. Cuento especialmente con la cooperacion de los Representantes para ayudarme a soportar el peso del Gobierno y auxiliarme con sus luces, su patriotismo y su e::-periencia. .

Los Ministros informanln a 13 Camara · de las medidas que se han adop"" tado durante su receso en los diversos ramos de la administracion. La hacien­da -publica no ha podido desembarazarse enteramente de los compromisos contraidos para mantener el esLado militar bajo el pie que las eircunstancias han exigido, y el credito de la Republica ha venido a auxiliar sus erogacio­nes. Grato sera a los Representantes examinar los cuadros, no solamente del rendimiento, siempre creeienLe, de las rentas; sino especialmente los que de­muestran la amortizacion de la deuda, continuada con la mas estrieta puntlla­lidad. El credito se ha afianzado cada vez mas, como 10 demuestra el valor que lienen en el mercado las obligaciones de la tesoreria, babiendo l\egado el caso de tener que reclamarlas de los tenedores para su amortizacion. Na­da he deseado tanto como el que la consolidacion y el manteni.miento de la paz permitan disminuir los gastos, para atende1' al arreglo de los fondos pu­blicos, y cub1'ir nuest1'a deuda esterior, que no ha sido posible arreglar co­mo el Gobierno 10 deseaba, pero que se promete atender como es justo.

La educacion y Ia ensefianza han sido tambien objeto de los cuidados del Gobierno. El reglamento que se expidio ultima mente para el regimen de la Universidad, me hace esperar que este uti I y necesario establecimienlo, se mejorara notablemnnte. Las disposiciones que 'contiene son sujeridas por la es­periencia y pOl' las necesidades mismas que se esperimentaban en el. Ademas de esta esperanza, las ciencias, las artes y todo cuanto puede concurrir a una educacipp solida y estensa, reciben un grande impulso y desarrollo en el Seminario, tridentino, dotado hoy, por especial favor de Dios, de un consi­derable nllmero de profesores, respetables pOI' sus virtudes ejemplares y su ciencia, que forman el COl'azon y el entendimiento de una parte tan interesante de nuestra sociedad. Cerca de doscientos niflOs que reciben en el su educa­cion, son una grande esperanza para Guatemala.

Concluyo, Sres. repitiendo que, sin Ia con curren cia y el auxilio de todos, cl Gobierno, por muy bien animado que se encuentre, poco podria hacer. Yo cuento con que vosotros 10 comprendeis aSl, y me complazco en hacerjus­ticia it la buena voluntad con que en vuestras reuniones anteriores habeis procUl'ado prestarme el apoyo leal e ilustrado de vuestra esperiencia. Conti­nuemos trabajando incesantemente en Ia obI' a que hemos emprendido, de crear una Nacion, de poneI' los cimientos de su fntura prosperidad y de encaminar­la porIa via de 811 engrandecimiento. Si algun dia este pals Hega a alcanzar

,]os destinos a que parece estar Hamado·, las generaciones que recojan el fru­to de nuestros sacrificios, reconocerim deber el bien que goeen, al favor de Dios y ala cordura desus antepasados.

Palacio del Gobierno, Guatemala, Noviembre 2~ de 18~t).

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