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Disminución de la calidad ambiental debido al vertido no controlado y abandono de depósitos de residuos
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DISMINUCIÓN DE LA CALIDAD AMBIENTAL DEBIDO AL VERTIDO
NO CONTROLADO Y ABANDONO DE DEPÓSITOS DE RESIDUOS
Franco M. FRANCISCA(*) y Maximiliano VETTORAZZI(+)
SUMARIO
Este trabajo muestra el efecto de la falta de control posclausura en los vertederos de Residuos
Sólidos Urbanos (RSU), y la gravedad de la deposición clandestina de residuos. Se presentan dos
casos históricos de la provincia de Córdoba. El primero corresponde a numerosos depósitos
clandestinos de residuos urbanos y peligrosos existentes en la periferia de la ciudad de Córdoba y
en el sector denominado “Sierras Chicas”, y el segundo al antiguo vertedero de residuos de la
cuidad de Río Cuarto (actualmente abandonado). El objeto del estudio es mostrar cómo se afecta
la calidad ambiental y la naturalidad del ambiente debido al mal manejo de problemas
geotécnicos ambientales relacionados con la disposición de RSU. Se concluye en este trabajo
que el vertido de RSU sólo resulta compatible desde el punto de vista ambiental cuando se tienen
en cuenta aspectos técnicos que aseguren el aislamiento de los residuos, lixiviado y gases
generados y la consecuente protección del ambiente. Finalmente, resulta de suma importancia no
sólo el control del funcionamiento de un vertedero, sino también el monitoreo posterior luego de
la cobertura final, parquización y clausura del terreno una vez cumplida la vida útil del mismo.
Palabras Claves: residuos, rellenos sanitarios, contaminación, impacto ambiental
(*) Posdoctorado en CONICET, Profesor Asistente, Universidad Nacional de Córdoba
Email: [email protected] o [email protected] (+) Estudiante graduado de la Universidad Nacional de Córdoba, FCEFyN.
INTRODUCCIÓN En todo proyecto de ingeniería es fundamental
cuidar y preservar el ambiente. El objeto es
producir el menor impacto ambiental posible.
Para ello se debe tener en cuenta al ambiente
desde las etapas de diseño y proyecto, hasta la
construcción, mantenimiento y abandono de
una obra.
La disposición de RSU es un problema
cuya solución requiere de la participación de
equipos interdisciplinarios. La geotecnia-
ambiental debe participar, entre otros aspectos,
en la selección del emplazamiento adecuado
del vertedero o relleno sanitario, en el diseño y
verificación de la estabilidad de taludes, en el
diseño y control de las barreras de aislamiento
y cubierta final, y en el monitoreo de
lixiviados. El objeto es tener un sistema
eficiente y seguro para el manejo de RSU, que
permita minimizar el efecto de los mismos
sobre el decaimiento de la calidad del
ambiente.
Una gestión y disposición inadecuada de
RSU tiene efectos negativos directos en la
salud (Fetter, 1993; Vettorazzi y Francisca,
2002). Los RSU son hábitat para el
crecimiento bacteriano y la proliferación de
insectos y roedores que favorecen la
transmisión de enfermedades (Kiely, 1999). El
uso de rellenos sanitarios o vertederos para la
deposición de RSU es la técnica más
comúnmente utilizada en nuestro país. Este
método es económico y ambientalmente apto.
Existen dos situaciones posibles respecto
a la deposición de RSU. La primera, no
aceptable desde el punto de vista ambiental,
consiste en la deposición no controlada y a
cielo abierto de los residuos. En la mayoría de
los casos se utilizan depresiones en las zonas
periféricas a las poblaciones. A pesar de su
prohibición, según la Agencia Córdoba
Ambiente (ACA) en el año 2000 existían en la
Provincia de Córdoba más de 600 depósitos
clandestinos de residuos. La segunda
alternativa es la deposición de residuos en
vertederos con un adecuado diseño geotécnico
de las barreras de aislamiento y cobertura de
los residuos. De esta forma se logra el
aislamiento de los residuos y la protección del
ambiente (Tchobanoglous et al., 1994).
Cuando un vertedero cumple su vida útil
deben desarrollarse planes de clausura, que se
adaptan a la legislación existente en cada
localidad. Muchas veces los predios se
transforman en espacios verdes. Existen
antecedentes en nuestro país en los cuales se
han recuperado estos predios para su posterior
uso comercial, especialmente cuando el
terreno tiene un valor económico elevado. Un
ejemplo de ello es el complejo multicine
construido sobre un relleno sanitario ubicado
en el municipio de San Isidro en Buenos Aires
(Bonifazi et al., 2000).
Otra alternativa es la expansión vertical
del vertedero. En este caso se construye una
barrera aislante para un nuevo vertedero
encima de otro antiguo que ha cumplido su
vida útil (Zornberg et al., 1999). El control del
lixiviado es el mayor inconveniente, ya que se
produce un aumento del mismo debido a la
sobrecarga. La disminución de la capacidad de
campo y la consolidación de los residuos son
los responsables del aumento del lixiviado que
debe recolectarse y tratarse adecuadamente.
Los vertederos fuera de servicio son un
problema solamente cuando existe un impacto
sobre la salud pública o sobre el ambiente. El
impacto puede ser consecuencia de las
emanaciones de gases, la migración de los
lixiviados hacia el suelo y las aguas
subterráneas, la proliferación de vectores, etc.
El objetivo del presente trabajo es
proponer una metodología de estudio para
problemas ambientales relacionados con
basurales clandestinos y depósitos de residuos
abandonados sin control posclausura. Para ello
se propone la utilización conjunta de Estudios
de Impacto Ambiental (EsIA) y de indicadores
de calidad ambiental.
VERTEDEROS NO CONTROLADOS
El vertido clandestino de residuos produce un
decaimiento importante en la calidad del
ambiente. Las principales causas son los
efectos perjudiciales sobre la salud, la
contaminación de fuentes de agua, el suelo y el
aire. En general es común encontrar que se
quemen los residuos, alimente ganado porcino,
presencia de cirujas, proliferación de roedores
y aves, y una gran diversidad de residuos no
sólo domiciliarios sino también peligrosos
(tóxicos, inflamables, corrosivos o
explosivos).
Caso Histórico I: Basurales a cielo abierto en
la zona “Sierras Chicas”
El principal problema de los basurales
clandestinos en las zonas serranas es la
contaminación de las cuencas en las zonas
altas. En estos casos, los contaminantes son
transportados aguas abajo aumentando el área
afectada por la contaminación.
La Figura 1a muestra un basural
clandestino en donde puede notarse el
decaimiento de la calidad ambiental. Se puede
observar el impacto visual, y el arrastre de
residuos por la acción del viento. Además, es
posible presumir la contaminación de las aguas
subterráneas y de ríos de la zona, proliferación
de roedores, riesgo de enfermedades y la
contaminación del aire por la generación de
gases.
En la Figura 1b se muestra una imagen
muy frecuente en este tipo de basurales
clandestinos. En este caso se evidencia la
contaminación atmosférica por la acción del
humo, los incendios y el riesgo de explosiones
debido a la generación de gases.
(a)
(b)
Figura 1: Casos típicos de vertido clandestino de residuos en la zona serrana de la provincia de Córdoba (Fotografías gentileza de la Agencia Córdoba Ambiente, año 2002).
En los basurales clandestinos, como los
mostrados en la Figura 1, no hay selección ni
clasificación de residuos. Esto indica que
presumiblemente se podrían encontrar residuos
peligrosos entre los mismos. Evidentemente
tampoco hay una selección adecuada del lugar
donde se depositan los residuos. Debido a esto,
se magnifican los potenciales efectos
negativos sobre el ambiente. Un caso similar
ocurre con los riesgos para la salud y la
disminución del nivel de confort de las
personas en las proximidades de estos sitios.
ABANDONO DE LOS VERTEDEROS DE
RESIDUOS
Al cumplirse la vida útil de un vertedero, se
debe restaurar el paisaje y realizar controles
posclausura. Esta es la única manera de
evaluar el correcto funcionamiento del
vertedero y la eficiencia del aislamiento de los
residuos. Los controles se realizan sobre el
lixiviado y los gases emanados por la
degradación de la fracción orgánica.
Caso Histórico II: Ciudad de Río Cuarto
Desde el año 1960 hasta 1992 el vertedero
oficial de la ciudad de Río Cuarto se ubicó a la
ribera del río del mismo nombre. Actualmente
este vertedero se encuentra abandonado y sin
controles posclausura.
Con el paso del tiempo, las márgenes del
río se fueron erosionando y se formaron
barrancas en las que es posible observar al
descubierto los residuos depositados. La
Figura 2 presenta una imagen de los residuos
descubiertos por la acción erosiva del río. La
presencia de los residuos en este lugar es una
importante fuente de contaminación del río y
agua subterránea. El lixiviado y el arrastre de
los residuos son la fuente principal de
disminución de la calidad del ambiente.
De acuerdo con los datos recopilados en
la Universidad y Municipalidad de Río Cuarto,
este vertedero carece de un sistema de barreras
de fondo que evite el desplazamiento de los
lixiviados hacia la napa freática. Tampoco
existe una cobertura final que controle la
emisión de gases a la atmósfera, incendios y
contacto con vectores.
Al no existir ningún tipo de control
posclausura, en la actualidad se depositan
residuos en forma clandestina. De esta forma
se incrementa el volumen de residuos, los
riesgos sanitarios, y el potencial desarrollo de
enfermedades y plagas.
Figura 2: Erosión del río Cuarto sobre el antiguo vertedero de RSU (fotografía tomada en noviembre de 2001).
ANÁLISIS DE LA DISMINUCIÓN DE LA
CALIDAD AMBIENTAL
Se realizó un EsIA para evaluar el decaimiento
de la calidad del ambiente. El objeto es
obtener la información necesaria que ayude a
detener los procesos degenerativos que se
están provocando sobre el ambiente. Para ello
se utilizó la metodología propuesta por Coneza
Fernández Vitora (1997), la cual se basa en
análisis de matrices causa-efecto.
Se analizaron distintas acciones y se
determinó cómo afectan a distintos factores
ambientales. De esta forma se pudo identificar
aquellas acciones que son más agresivas, como
también la fragilidad de los factores más
perjudicados. Se tuvieron en cuenta tanto las
acciones que provocan impactos negativos
como aquellas que aumentan la calidad
ambiental (impacto positivo).
Acciones con impactos negativos:
Vertido de residuos: la deposición clandestina
de residuos es una fuente potencial de
contaminación de recursos. Resulta de interés
estimar el volumen y composición de residuos.
Lixiviados: son altamente contaminantes. La
composición típica de los mismos puede
encontrarse en Kiely (1999). Los lixiviados
pueden provocar la contaminación del suelo y
del agua superficial y subterránea.
Olores y gases emitidos: se genera gas metano
(CH4) que es altamente inflamable. Cuando el
metano está en el aire en concentraciones de
entre el 5 y el 15 % es explosivo. También es
posible encontrar otros gases como el
amoníaco (NH3), dióxido de carbono (CO2),
monóxido de carbono (CO), hidrógeno (H2),
sulfuro de hidrógeno (H2S), nitrógeno (N2) y
oxígeno (O2). Existen otros gases en
cantidades mucho menores (0,01 – 0,6 %) que
a pesar de estar presentes en pequeñas
cantidades pueden resultar tóxicos y peligrosos
para la salud (Tchobanoglous et al., 1994).
Incendios: los materiales que se encuentran en
el basural son en su mayoría inflamables. La
propagación de incendios genera peligro para
las personas y especies de la zona, ya sea por
la acción directa del fuego o por el humo.
Durante la combustión los compuestos
orgánicos complejos se transforman en
compuestos más simples (Kiely, 1999).
Muchos de estos compuestos están presentes
en el gas y otros en la fracción sólida que
resulta de la combustión. El hidrógeno,
carbono y azufre se convierten en CO2, H2O y
SO2. El nitrógeno se convierte en N2 y en
NOX. Finalmente las sustancias inorgánicas se
oxidan y escapan en forma de partículas y
cenizas o como vapor en el gas de combustión.
Presencia de roedores, insectos y aves: al
tener contacto con los residuos, pueden
favorecer la propagación de enfermedades.
Acciones con impacto positivo:
Obtención de productos recuperables: mejora
la calidad ambiental ya que se reduce el
volumen de residuos y contaminantes. Se
pueden separar las fracciones que puedan ser
aprovechables o tratadas (Ej. para compostaje
o incineración).
Traslado de los residuos a un vertedero
controlado: disminuye los riesgos ambientales
presentes en el área pero trae aparejado
evidentes riesgos para la salud.
Recuperación del paisaje: el objeto es
devolver al sector las características que poseía
antes de que se ubicara el basural.
Análisis de los factores impactados
Se analizaron factores del medio natural
(atmósfera, suelo, agua, flora y fauna, paisaje)
y socioeconómicos (uso del suelo, población y
economía).
Atmósfera: la contaminación del aire,
alteración de microclima y la emisión de
olores resultan de importancia ya que son
fácilmente percibidos por la gente. Los
incendios producen la contaminación del aire,
y la acción del viento aumenta el área
afectada.
Suelo y agua subterránea: la fuente de
contaminación más importante es el lixiviado.
Pueden aparecer compuestos clorados, fluidos
orgánicos cancerígenos y metales pesados
(originados por la descomposición del papel,
pinturas y plásticos) que son altamente
peligrosos para la salud del hombre.
Flora y fauna: tiene en cuenta el riego de las
especies en contacto directo con los residuos y
con el lixiviado. Es importante hacer un
relevamiento de especies autóctonas y del
riesgo que corren. Se debe tener en cuenta la
distancia de las mismas a potenciales focos de
incendio.
Percepción del medio: es uno de los factores
más críticos ya que el impacto visual es de
gran magnitud. Debe cuantificarse el riesgo de
arrastre de los residuos por el viento, agua, y
posibles deslizamientos.
Usos del suelo: se tiene en cuenta la
posibilidad de realizar actividades sociales,
comerciales, industriales, agrícolas o
urbanizaciones.
Humanos: se ven afectados por olores y
directa o indirectamente por la contaminación
del agua tanto subterránea como superficial.
Se genera un malestar psíquico en las personas
debido a los focos de contaminación. Las
condiciones humanas del sector son totalmente
adversas. Hay que establecer las condiciones
de calidad de vida, salud, seguridad y bienestar
de los pobladores y cómo se ven afectadas por
la presencia del vertido clandestino de
residuos.
Economía y población: realizar actividades
como erradicación de basurales, reciclado o
compostaje pueden generar fuentes de trabajo
y beneficios económicos, y a su vez mejorar la
calidad ambiental. Por otro lado se puede
perjudicar las actividades regionales debido a
la emisión de olores o bien por la
contaminación de los recursos hídricos.
Resultados Obtenidos
a) Impactos producidos por el vertido
clandestino de residuos en las Sierras Chicas:
Se obtuvo que un 10 % de los factores
analizados tienen un valor de importancia que
se puede considerar como irrelevante
(compatibles con el medio). Un 55 %
correspondió al intervalo considerado como
impacto moderado. Un 31 % produce impactos
severos. Finalmente el restante 4 % produce
impactos críticos.
b) Impactos producidos por el abandono del
relleno sanitarios en Río Cuarto: Un 32 % de
los factores pueden considerarse como poco
perjudiciales para el medio. Un 42 % producen
un impacto moderado. Un 24 % produce
impactos severos y un 2 % de los factores
produce impactos críticos.
Los porcentajes correspondientes a
impacto severo y crítico demuestran que hay
acciones muy agresivas o bien factores que
son muy frágiles frente a ciertas acciones. Los
factores más afectados fueron: salud y
seguridad, calidad de vida, conservación y
protección del medio y contaminación de
recursos hídricos.
USO DE INDICADORES AMBIENTALES
A través del EsIA se determinaron los factores
ambientales y socio-económicos que se ven
más afectados por la presencia de vertederos
abandonados o clandestinos. Sin embargo, no
es posible cuantificar la naturalidad del sitio ni
comparar casos con emplazamiento diferente.
Como complemento, la utilización de
indicadores ambientales permite ordenar la
información recopilada y determinar cuanto se
está afectando la naturalidad del ambiente en
un determinado lugar. De esta manera no sólo
se tiene en cuenta el efecto sobre el ambiente
sino que se ve cómo y cuanto se modifica la
naturaleza de un lugar.
La principal ventaja de la utilización de
indicadores ambientales para este tipo de
problemas es que permite asesorar y planificar
las acciones a tomar en función de la
importancia del impacto en cada lugar. Es
decir, se podrían comparar situaciones de
basurales clandestinos y abandonados en
distintos lugares y planificar las medidas a
tomar dando prioridad a aquellos lugares en
donde está más comprometida la naturalidad
del ambiente.
Una alternativa para ello, es adoptar para
cada uno de los factores, indicadores
cualitativos o cuantitativos que reflejen el
efecto del basural. Ejemplos de indicadores
cualitativos son: la calidad del paisaje, el
impacto visual, efecto en el turismo, cambio
en el uso del suelo, proliferación de roedores,
etc. Ejemplos de indicadores cuantitativos son:
la DBO5, la conductividad, sales totales,
presencia de ácidos orgánicos, y de
compuestos amoniacales en el agua
subterránea, concentraciones iónicas, etc.
Para cada uno de estos parámetros se
deben comparar los valores obtenidos en
sectores presuntamente afectados por los
residuos (o el lixiviado) respecto de los valores
normales del medio que deben ser tomados
como referencia.
Los indicadores que deben compararse
en estos casos son de muy variada naturaleza.
Para poder comparar unos con otros se utilizan
valores normalizados:
minmax
min
XXXXV i
i −−
= (1)
en donde Vi y Xi son el valor normalizado y sin
normalizar respectivamente de un determinado
indicador, Xmin es el valor mínimo encontrado
y característico del lugar (se considera no
afectado por el vertido de residuos), y Xmax
puede adoptarse según criterios límites,
códigos o máximos valores encontrados en los
diferentes sectores analizados.
A modo de ejemplo, se presenta la
influencia de la contaminación de una fuente
de agua por el lixiviado de un vertedero. Por
simplicidad se analiza solo el efecto de la
DBO5.
Suponiendo una fuente de agua con
caudal Q = 600 cm3/s y DBO5 = 0.2 mg/l, y
para el lixiviado un caudal Q = 3.5 cm3/s y
DBO5= 1000 mg/l (valor medio típico para
lixiviados). Asumiendo que la mezcla es
completa y realizando un balance de carga
contaminante, se determinó que aguas abajo se
tiene una DBO5 = 6 mg/l. Posteriormente, a
partir de la ecuación (1) se determinó que el
decaimiento de la calidad ambiental debido al
incremento de la DBO5 del agua es del 0.58%.
Un análisis similar se realiza para cada
uno de los parámetros. El efecto conjunto se
tiene en cuenta mediante un promedio
ponderado de los diferentes valores
normalizados Vi (Cendrero, 2002). La
dificultad del método se encuentra en la
elección de los pesos asignados a cada Vi. En
este trabajo, y en virtud de la experiencia de
los autores, se recomienda adoptar los pesos de
acuerdo a la fragilidad de los factores
afectados, determinada en el EsIA.
Como resultado de la metodología de
análisis propuesta, se puede determinar por un
lado qué acciones alteran el ambiente y cuáles
son los factores más afectados (resultados del
EsIA). Estos resultados son útiles para decidir
la necesidad de clausura de uno o más sitios
por superarse las concentraciones de
contaminantes permitidas. Por otro lado,
mediante la utilización de los indicadores de
decaimiento de la calidad ambiental, se tienen
en cuenta todos los factores analizados en
forma simultanea. Esto permite comparar
cómo se está afectando el ambiente en
diferentes lugares y determinar así un orden de
prioridades de acción o intervención.
Observe que esta metodología permite
realizar un análisis de la información
recopilada por especialistas y resumirla en
indicadores sencillos y fáciles de utilizar.
Finalmente, la mayor ventaja de este tipo de
análisis es señalarles a quienes son
responsables de tomar decisiones, cuáles son
los problemas a resolver y cómo optimizar
recursos.
CONCLUSIONES
Se presentó una metodología de análisis para
evaluar el decaimiento de la calidad ambiental
producido por el vertido clandestino de
residuos y por el abandono de vertederos. La
misma consiste en realizar en forma conjunta
un EsIA y un análisis mediante indicadores de
calidad ambiental.
El EsIA permitió visualizar cómo se está
afectando el ambiente de un determinado sitio
por causa del mal manejo de los residuos.
Como complemento, los indicadores de
calidad permitieron visualizar el decaimiento
de la calidad ambiental y la alteración de la
naturalidad de un sitio.
La utilización de indicadores de calidad
ambiental permite comparar eventos con
diferente ubicación geográfica. De esta forma
es posible obtener un orden de prioridades de
intervención de acuerdo a cómo se está
afectando la calidad ambiental en cada caso.
El vertido clandestino de residuos
produce importantes efectos negativos en el
ambiente (impactos severos y críticos). Los
estudios realizados muestran la necesidad de
una intervención inmediata para evitar un
irremediable decaimiento de la calidad
ambiental.
Se recomienda para la disposición de
RSU la utilización de vertederos que aseguren
el aislamiento de los residuos, lixiviado y
gases del ambiente. En estos casos es
fundamental la realización de controles
posclausura. Este monitoreo es la única
manera de asegurar que el vertedero en desuso
no produce efectos negativos inesperados en la
calidad del ambiente.
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Cendrero A., 2002, “Qualitative Indicators and Indices of Environmental Quality; the ELANEM Initiative”, Geoindicators workshop and field trip, Cordoba, 14-17 de mayo.
Coneza Fernández Vitora V., 1997, “Guía Metodológica para la Evaluación del Impacto Ambiental”, Ediciones Mundi-Prensa.
Fetter C., 1993, “Contaminant Hydrogeology”, Second Edition, Prentice Hall.
Kiely G., 1999, “Ingeniería Ambiental: Fundamentos, entornos, tecnologías y sistemas de gestión”, Mc Graw Hill.
Tchobanoglous G., Theisen H., Vigil S. A., 1994, “Gestión Integral de Residuos Sólidos”, McGraw-Hill.
Vettorazzi M. y Francisca F. M., 2002, “Vertido de Residuos Sólidos Urbanos en la Ciudad de Río Cuarto”, Reunión Nacional de Residuos Sólidos, Córdoba.
Zornberg J, Jeringan B., Sanglerat T. y Cooley B., 1999, “Retention of Free liquids in Landfills Undergoing Vertical Expansion”, Journal of Geotechnical and Geoenvironmental Engineering, Vol. 125, Nº 7, pp. 583-594.