Embed Size (px)
Citation preview
Nuria AlonsoComunicación Ediciones BPenguin Random House Grupo Editorial
Luchana, 23 1ª planta, Madrid 28010(+34) 91 535 87 [email protected]
DOSIER DE PRENSA
Una gran historia de lucha y de esperanza, y un recuerdo a las «raquetistas», las mujeres que, en plena posguerra, fueron las primeras deportistas profesionales en nuestro país.
Una novela que surge hace años, cuando la madre de la autora le cuenta la historia de las «pelotaris», unas chicas que todavía hoy no han sido reconocidas como tales. Lizarralde logró localizarlas, saber de sus vidas y escribir una historia real que merecía ser recuperada.
LA OBRA
Bath, Inglaterra, 1995. Máire acaba de regre-sar del hospital con su abuela, Clara Lyndon, que durante sus delirios, la oyó hablar en euskera. La joven le pregunta qué secretos le oculta y Clara le confiesa toda la verdad sobre su existencia, de dónde venía y el por qué la vida la llevó a adoptar una nueva identidad.
Antes de ser Clara Lyndon fue Miren Arrúe, una joven vasca a quien ficharon en plena posgue-rra para jugar como raquetista profesional en los frontones que bullían de actividad, apuestas y ne-gocio por toda España. Su talento la hizo dueña de su vida y la ayudó a enfrentarse con coraje a cada una de las difíciles decisiones que encontró en su camino.
Título: El silencio de Clara Lyndon Autora: Elene LizarraldeColección: GRANDES NOVELASPVP: 20,90€Fecha publicación: 14 de febrero de 2019
Síguenos en: www.megustaleer.com megustaleer @megustaleer @megustaleer
Nuria AlonsoComunicación Ediciones BPenguin Random House Grupo Editorial
Luchana, 23 1ª planta, Madrid 28010(+34) 91 535 87 [email protected]
El Madrid que Miren conoció era una capital que se recuperaba de la guerra, las chicas de la raqueta triunfaban y descubrían una ciudad llena de oportunidades. Miren vivirá un amor tan apa-sionado como peligroso, con consecuencias que cambiarán su destino y el de las mujeres que un día decidieron ser libres.
Una novela que, a la vez que recupera un ca-pítulo necesario de la historia de las mujeres, nos cuenta la emocionante vida de Miren Arrúe. Su in-fancia en Eibar, el descubrimiento de la amistad y la pasión profesional en Madrid, sus decisiones sentimentales y amorosas y, finalmente, el mági-co momento en el que la vida le brindó una segun-da oportunidad.
Muchos aseguran que lo peor de una guerra es la posguerra: el bando perdedor de la guerra civil española fue obligado a vivir bajo el corsé del miedo al régimen mientras que los afines a éste disfrutaban de carta blanca para moverse entre la corrupción de sus actos exhibiendo su condición de vencedores.
Sin embargo, la vida deportiva nunca se apagó en la España de la posguerra. Aunque la guerra ha-bía cerrado algún frontón, los había por toda España y muchas chicas, amantes del deporte, se dedicaron a jugar para ganarse la vida de forma profesional y poder ayudar económicamente a sus familias. Via-jaban por toda España después de firmar contratos como «artistas», llamadas «raquetistas» o «señori-tas pelotaris», no como «deportistas».
LAS MUJERES RAQUETISTAS EN LA POSGUERRA
Bene y cuadro del frontón valencia 1948 (colección particular).
Carmenchu y Mirenchu Frontón Madrid 1933 (colección particular).
Carmen Sánchez, llamada Carmechu o Rosa Aregui, conocida como Rosita o Mercedes Castro, Merche, son solo algunos de los nombres de es-tas raquetistas que venían de todos los rincones de España. Muchas de ellas eran de origen hu-milde y conocieron una realidad inalcanzable por cualquier mujer de la época: ser alguien indepen-diente, con ingresos, viajando y compartiendo piso con otras compañeras deportistas.
Esta situación no gustaba al régimen fran-quista y de vez en cuando se cerraba algún fron-tón y era complicado conseguir licencias para ser raquetista.
Bene y Matilde Frontón Palace (Barcelona) 1942 (colección particular).
Nuria AlonsoComunicación Ediciones BPenguin Random House Grupo Editorial
Luchana, 23 1ª planta, Madrid 28010(+34) 91 535 87 [email protected]
FRAGMENTO
«Tu vida será como tú decidas que sea, Mi-ren. Hay algo peor que ser traicionada, y es trai-cionarse a una misma.»
«Había chicas vascas, pero también de otras partes de España: de Madrid, de Barcelo-na, de Sevilla, de Salamanca, de Logroño… Pro-cedíamos de familias humildes, no como las tenistas, y a todas nos urgía empezar a ganar dinero. Las niñas que jugábamos al frontón lo hacíamos porque nos gustaba, pero sobre todo por necesidad; especialmente las que venía-mos de fuera, que teníamos que costearnos la pensión.»
«En aquellos años había frontones por toda España, si bien algunos se cerraron tras la gue-rra. Los había en Bilbao, San Sebastián, Vigo, Logroño, Barcelona, Sevilla… En Éibar, entrena-ban en uno que se llamaba Astelena. Antes de la guerra y también después, me explicó que, en España, fueron miles las chicas se dedicaron a jugar en ellos; en una época en la que muchas familias pasaban estrecheces económicas. Para las mujeres fue una forma de ganarse la vida de forma profesional. Firmaban contratos, eso sí, como artistas, no como deportistas, y las llama-ban “raquetistas” o “señoritas pelotaris”.»
LA AUTORA
Elene Lizarralde es licenciada en periodismo. Ha sido presentadora, directora de programas y crea-
Pelotaris sin identificar (colección particular).
Con El silencio de Clara Lyndon se conocerá una realidad desconocida, llena de historias de complicidad y amistad, de vidas que se alejaban completamente de las costumbres de la época, de mujeres que se labraron un futuro en un mun-do controlado por el hombre.
dora de contenidos para televisión. También es au-tora del blog sobre comunicación entre médicos y pacientes llamado www.hablemosdoctor.com. La inspiración para escribir la novela El silencio de Clara Lyndon surgió cuando su madre le contó la historia de las raquetistas o pelotaris, las primeras mujeres deportistas profesionales que todavía hoy no han sido reconocidas como tales. Entonces supo que tenía que contar su historia. Logró locali-zarlas y conocer cómo fueron sus vidas. El resulta-do de estas conversaciones dio lugar a El silencio de Clara Lyndon, su primera novela.
