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Nº178 / junio 2014 ISSN 1657-0987 www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá. Colombia Nº178 / junio 2014 ISSN 1657-0987 www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá. Colombia EDICIÓN ESPECIAL ORINOQUIA VOLUNtAD POLítICA: DEUDA hIStÓRICA CON LA ORINOQUIA 5 VEgEtACIÓN DE ORINOQUIA VENEzOLANA PODRíA REDUCIRSE A LA mItAD 10 ARAUCA, tIERRA DE COLONIzACIÓN y CONfLICtO 9 UNA LLANURA EStRAtégICA y bIODIVERSA 7 ESCASEz DE AgUA, UNO DE LOS RIESgOS DEL EStRACtIVISmO 6 foto: Pedro Guillermo Vega, prensa Alcaldía de Arauca

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Nº178 / junio 2014ISSN 1657-0987

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EDICIÓN ESPECIAL ORINOQUIAVOLUNtAD POLítICA: DEUDA hIStÓRICA CON LA ORINOQUIA

5 VEgEtACIÓN DE ORINOQUIA VENEzOLANA PODRíA REDUCIRSE A LA mItAD

10ARAUCA, tIERRA DE COLONIzACIÓN y CONfLICtO

9UNA LLANURA EStRAtégICA y bIODIVERSA

7ESCASEz DE AgUA, UNO DE LOS RIESgOS DEL EStRACtIVISmO

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JUNIO 2014 | 2 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Economía

Reforma laboral monopolizaría ahorro pensionalÓSCAR RODRígUEz, Grupo de Protección Social del Centro de Investigaciones para el Desarrollo (cid)Universidad Nacional de Colombia

Porvenir y Protección controlan el 84,72% de los fondos de pensiones. La reforma mantiene este mono-polio en detrimento del bienestar de los trabajadores colombianos, cuando debería garantizar un nivel básico de ingresos para evitar el progresivo empobrecimiento de la tercera edad.

en su componente de aseguramiento, el sistema de protección social instaurado en Colombia no garantiza que, al llegar a la tercera edad, las personas dispongan de ingresos suficientes para gozar de una vejez digna. Sin embargo, en la contienda por la presidencia, los candidatos no se han ocupado de proponer políticas que garanticen la seguridad económica para los adultos mayores, a pesar de la imperiosa necesidad.

Esta parte de la población, en el mediano plazo, representará un porcentaje significativo. Según el censo del 2005, los mayores de 60 años constituían el 9,9% (8,3% hombres y 11,5% mujeres); en el 2014 equivalían al 12,1% (10% hombres y 14,3% mujeres) y al 2020 esta cifra será del 14,2% (11,5% hombres y 16,9% mujeres). Además, con el actual nivel de cobertura de afiliación, se pronostica que más del 70% de los trabajadores enfrentarán la vejez en condiciones de pobreza y su única alternativa será la solidaridad intergeneracional asociada a redes sociales familiares.

Otro gran problema es el número de adultos mayores que no cuentan con ningún tipo de ingre-so y que por lo tanto pierden autonomía, según información de la geih entre el 2009 y 2013 más del 71.5% de los colombianos mayores de 60 años no tenían ingresos

problemas de informalidad

En el cuarto trimestre de 2013, la tasa de infor-malidad del mercado laboral llegó al 43,9%; si se excluye Bogotá, este valor es del 67%. Consideran-do el módulo que tiene el dane sobre seguridad social e informalidad y analizando el componente de pensiones para el período 2008 - 2013 (cuarto trimestre), se detecta que, en la capital, el porcen-taje de informales que cotiza a pensiones pasó del 11,3% (cuarto trimestre del 2011) al 13,8% (cuarto trimestre del 2013).

A nivel nacional, sin contar con Bogotá, la parti-cipación se reduce considerablemente: 5,4% en el cuarto trimestre de 2010 y 6,5% en el cuarto trimestre del 2013, el mayor porcentaje alcanzado.

Aunque el tema no genera preocupación en los candidatos, su silencio contrasta con el afán que tiene la tecnocracia oficial, los fondos privados de pensiones y el Fondo Monetario Internacional de llevar a cabo una nueva reforma pensional, la cual cuenta con el aval de ciertos centros de investiga-ción. La directriz de los ajustes al modelo pensional es avanzar hacia la privatización, eliminando la

palabras clave: pensiones, economía, monopolio. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

competencia que tienen las Administradoras de Fondos de Pensiones (afp), es decir, se promueve la liquidación del sistema de prima media.

En un estudio de Fedesarrollo, del 12 de abril del 2010, el exministro de Protección Social Mauricio Santamaría, asesor en temas de seguridad social del candidato presidente Juan Manuel Santos, justificó los ajustes argumentando la existencia de un salario mínimo elevado.

Aunque Santamaría reconoce que las fallas del mercado laboral se originan en la informalidad, el desempleo y la inestabilidad del empleo asalariado, en dicho informe afirma que el principal problema es la existencia de “un salario mínimo elevado e inflexible, con respecto a la productividad media de la economía colombiana y a la presencia de subsidios focalizados en la población informal, que desincentivan la formalidad y la afiliación a la seguridad social”.

En su opinión, los subsidios son responsables de la informalidad, por cuanto programas como el Régimen Subsidiado en Salud y Familias en Acción, además de generosos, no son temporales y cada día su cobertura es mayor, lo que empeora su focalización y crea incentivos a los beneficia-rios para perpetuarse en la informalidad, que tiene como una de sus características no cotizar a pensiones.

El estudio de Fedesarrollo abre una puerta para realizar ajustes pensionales por medio de una re-forma laboral, algo similar a lo sucedido con la tributaria, que transformó la financiación de segu-ridad social (salud) y los aportes al sena y al icbf. En aras de lograr una mejor equidad en pensiones, se propone una reforma laboral que, a diferencia de las anteriores, según Santamaría, ataque los ver-daderos problemas: el salario mínimo legal (smlv) y los impuestos a la nómina.

Para el exministro, se requiere una transfor-mación profunda del esquema de indexación del salario mínimo, por cuanto el establecido para los jóvenes es demasiado alto, respecto a su produc-tividad, razón por la que este grupo es excluido del mercado laboral. Dichos ajustes pasan por la imperiosa necesidad de marchitar al Instituto de Seguros Sociales, lo que implica prohibir la entrada de nuevos afiliados y nuevos traslados.

Esta política demanda que la Corte Constitucional reconsidere su jurisprudencia sobre la indexación del smlv, lo cual el exministro espera que suceda cuando se aprecien las bondades que tiene la propuesta en términos de equidad social. Además, el tecnócrata considera que se necesita una modificación profunda del esquema de pensión mínima legal vigente y una garantía de pensión atada al smlv.

sin certeza en el futuro

Esta interacción genera un costo fiscal muy alto, es inequitativa e impide que los trabajadores que cotizan sobre sueldos menores a tres smlv puedan acumular el capital o los requisitos para pensio-narse.

Las modificaciones favorecen al sistema de co-tizaciones definidas, como las caracteriza la Orga-nización Integral del Trabajo, en detrimento del de prestaciones definidas. En el primer caso, cuando el trabajador se afilia a un fondo de pensiones, co-noce cuánto cotiza, pero desconoce su futuro nivel

pensional. La razón es que el cálculo de la mesada se hace sobre los aportes y la rentabilidad de los ahorros, de modo que al afiliado se le trasladan los riesgos de malas inversiones.

En un ambiente de alta volatilidad económica, como lo señala el economista Eduardo Sarmiento, “la mayoría de la población quedaría con pensiones inferiores al 30% del ingreso promedio y traería con-sigo el empobrecimiento de los grupos medios de mayor edad” (El Espectador, 17 de febrero del 2013). Por su parte, el segundo caso muestra de antemano cuál podrá ser el nivel pensional.

La reforma fue tema de discusión en la pasada reunión de Asofondos, llevada a cabo en Cartagena, donde se realizó también el Séptimo Congreso de la Federación Iberoamericana de Administrado-ras de Pensiones (fiap). En este espacio, Santiago Montenegro, presidente de la asociación, sostuvo que la gran reforma pensional es laboral.

Al respecto manifestó que “algunas de las pro-puestas para avanzar en este tema son continuar la reducción de los parafiscales y hacer ajustes a la forma como se incrementa el salario mínimo, pues está muy cerca del salario promedio de la economía”.

En la clausura del congreso, el ministro de Ha-cienda y Crédito Público expresó: “Celebro que la industria de las afp haya asegurado que la mejor reforma pensional es una reforma laboral”.

población sin beneficios

¿Por qué los grupos económicos se inclinan por una reforma laboral antes que una pensional? Frente al proceso de monopolización del ahorro de los colombianos, en la actual coyuntura política, no tendría mayor presentación que se diseñara una reforma que beneficiara al gran capital.

En 1994, al comenzar el proceso de privatiza-ción de la seguridad social en pensiones, 10 fondos controlaban este sistema en Colombia; 20 años más tarde, la monopolización se ha consolidado: cuatro fondos manejan el principal ahorro de los trabajadores colombianos que para el mes de febre-ro del 2014 ascendía a 113 billones de pesos y dos conglomerados administran el 84,72% del valor de los fondos moderados (Porvenir controla el 45,12% y Protección el 39,6%).

El Fondo de Pensiones Porvenir, filial del grupo Aval, el 31 de diciembre de 2013, adquirió el Fondo de Pensiones Horizonte, filial del banco español bbva, en una transacción que ascendió a 541,4 millones de dólares y que incluía las cesantías y otras clases de fondos de los trabajadores. Para esto, el Grupo Aval, de Luis Carlos Sarmiento Angulo (propietario del diario El Tiempo), adquirió a Horizonte de la siguiente manera: afp Porvenir compró el 64,3%, el Banco de Bogotá el 16,8%, el Banco de Occidente el 11,8% y la holding el 7,14%.

Sin embargo, esa visión tecnocrática de pro-fundizar la privatización no es la única vía. Una auténtica reforma debería garantizar un nivel básico de ingresos a la tercera edad. Esto significa diseñar esquemas no contributivos que brinden a los ciu-dadanos recursos independientes de su historia laboral para enfrentar esta etapa de la vida.

Jubilación

Adultos mayores trabajan más en Europa

En este continente, los adultos mayores están alargando su vida laboral, lo que permite disponer de más personas cotizando a los fondos de pensiones. Así lo reve-la un informe de la Comisión Europea, el cual indica que la mitad de los ingresos de las personas mayores de 60 años está representada por la mesada de jubilación

y la otra mitad, por un empleo. Así, la ocupación de las personas entre los 65 y 69 años ha pasado del 8,8% en el 2005 al 10,5% en el 2011, sobre todo en países del norte. Cabe destacar que allí el promedio de vida es de 84 años, 10 años más que en Colombia.

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JUNIO 2014 | 3 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

investigación & creación

30 días en la Universidad

director: Jaime Franky Rodríguez

coordinación periodística: Blanca Nelly Mendivelso Rodríguez • coordinación editorial: Carlos Andrey Patiño Guzmán

comité editorial: Astrid Ulloa, Jorge Echavarría Carvajal, Horacio Torres, Luis Carlos Colón, André-Noël Roth, Juan Álvaro Echeverri, Álvaro Zerda

corrección de estilo: Alexander Clavijo Berrío • diagramación: Ricardo González Angulo • diseño: Rey + Naranjo

coordinación gráfica: Mauricio Salcedo Ospina • gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca • impresión: ceet, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

Versión digital: www.unperiodico.unal.edu.co • Correo electrónico: [email protected] • Teléfonos: 3165348 y 3165000, extensión 18285

Fax: 3165232 • Edificio Uriel Gutiérrez, carrera 45 # 26-85, piso 5o • issn 1657-0987

SELLO CON ROTACION A 15o

bogotá. En el Instituto de Biotecnología hallan bacteria intrahospitalaria resistente a cinco grupos de fármacos.

bogotá. Con mapeo genético, buscan genes resistentes a la bacteriosis vascular en yuca.

bogotá. Trabajo científico determinó que el ejercicio regula las hormonas involucradas en el apetito en posmenopáusicas.

palmira. La un custodia 23 razas de maíces criollos que resisten al cambio climático.

bogotá. Con vehículos no tripu-lados, la Institución estimula la investigación en áreas como la geología.

bogotá. Componentes de la sali-va del mosquito ayudarían a evitar alergia por picazón.

san andrés. La un crea el primer Centro de Pensamiento del Gran Caribe.

manizales. Estudio revela que de cada 100 niños, 14 padecen desnutrición crónica en Caldas.

arauca. Laboratorio de Suelos de la un en Orinoquia recibe acreditación nacional.

medellín. Con vegetación y cien-cia recuperan taludes degradados en Antioquia.

palmira. Ingeniero agroindus-trial logró conservar la calidad sensorial de vegetales procesados, con un recubrimiento comestible.

bogotá. Investigación indica que hay más suicidios en ancianos que en jóvenes, debido a la depresión.

palmira. Los metabolitos de la bacteria Bacillus subtillis combaten hongo que afecta el tomate.

manizales. Ingeniero electricista fabrica sensor que evalúa distor-siones en la energía eléctrica.

medellín. Elaboran té de mor-tiño que aprovecha mejor sus antioxidantes.

medellín. Expertos aseguran que suelos contaminados con quími-cos o combustibles colapsan más fácilmente.

bogotá. Genetistas establecen que el Gen TOMM 40 estaría rela-cionado con el alzhéimer.

bogotá. Colciencias otorgó 314 becas de doctorado a la un, que corresponden al 44,5% de las 705 que conformaban el cupo asignado.

bogotá. Científico de la un participó en descubrimiento del elemento químico Z=117.

medellín. Con tecnología 3D re-construyen objetos arqueológicos e industriales.

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JUNIO 2014 | 4 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Política & Sociedad

Acuerdo sobre drogas ilícitas, un salto cualitativo en La HabanaALEjO VARgAS VELáSQUEz, director del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz Universidad Nacional de Colombia

Si bien, el problema del narcotráfico es global e implica diversos y com-plejos actores, el acuerdo sobre dro-gas ilícitas logrado entre el Gobierno y las farc-ep le muestra a la comu-nidad internacional una propuesta ambiciosa. Además, se convierte en una invitación para que otros países se comprometan con el tema.

el 16 de mayo pasado, las delegaciones del gobierno nacional y de las farc-ep dieron la buena noticia de que se había llegado a un acuerdo sobre el cuarto punto de la agenda, “Solución al problema de las drogas ilícitas”. El arreglo implica-ba tres subtemas: cultivos de uso ilícito, consumo y lucha contra la producción y comercialización de narcóticos. Esto, sumado a lo alcanzado en los anteriores puntos, “Desarrollo agrario integral” y “Participación política y social”, sitúa las conversa-ciones de La Habana en un punto muy avanzado, casi, de no retorno.

Es importante hacer algunas precisiones al respec-to. Primero, el problema del narcotráfico es global e involucra distintos tipos de drogas ilegales, unas originadas del procesamiento de cultivos de uso ilícito y otras de producción sintética. Segundo, lo anterior implica que en esa cadena se involucren los países productores (Estados Unidos y algunos de América Latina y Asia), los que juegan el rol de tráfico propiamente dicho, los que son consumidores (especialmente Estados Unidos, países europeos, Japón y algunos Latinoamericanos) y finalmente, los receptores de dineros ilícitos, ya sean paraísos fiscales o países con débil legislación sobre lavado de activos. Esto da una radiografía de la complejidad del negocio.

conflicto armado y sustitución de cultivos

El comunicado conjunto, en el que se informa sobre el acuerdo, parte de una constatación fundamental que señala textualmente: “La persistencia de los cultivos está ligada, en parte, a la existencia de condiciones de pobreza, marginalidad y débil presencia institu-cional, además de la existencia de organizaciones criminales dedicadas al narcotráfico”.

Igualmente, en relación con la problemática del conflicto armado interno, las partes anotan: “Para contribuir al propósito de sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera es nece-sario, entre otros, encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comerciali-zación de drogas ilícitas… El cultivo, la producción y comercialización de las drogas ilícitas también han alimentado y financiado el conflicto interno… El fin del conflicto debe representar una oportunidad para construir una solución conjunta e integral al problema de las drogas ilícitas”.

Y en relación con la sustitución de cultivos dicen: “Hemos acordado que el Gobierno nacional creará y pondrá en marcha un nuevo Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (pnis), como parte de la transformación estructural del campo que busca la Reforma Rural Integral, y con el fin de generar condiciones materiales e inmate-riales de bienestar y buen vivir para las poblaciones afectadas por cultivos de uso ilícito, en particular para las comunidades campesinas en situación de

Una vez se implementen los acuerdos habrá una reducción importante de las áreas sembradas con cultivos de uso ilícito. No obstante, su eliminación no será total, pues hay otros actores ilegales que inciden en algunas áreas de producción.

palabras clave: narcotráfico, La Habana, paz. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

los campesinos que cultivan coca han sido criminalizados. Con el acuerdo, se buscará cambiar esta situación.

pobreza, que en la actualidad derivan su subsis-tencia de esos cultivos, y de esa manera encontrar una solución sostenible y definitiva al problema de los cultivos de uso ilícito y a todos los problemas asociados a ellos en el territorio”.

Y enfatizan en la idea de erradicación voluntaria y concertada con las comunidades: “Un fundamento indiscutible de la solución definitiva al problema de los cultivos de uso ilícito se encuentra en el carácter voluntario y concertado y, por tanto, en la manifiesta voluntad de las comunidades de transitar caminos alternativos a los cultivos de uso ilícito, y el compromiso del Gobierno de generar y garanti-zar condiciones dignas de vida y de trabajo para el bienestar y buen vivir”.

consumo, producción y comercialización

En relación con el segundo subtema, el problema del consumo, el documento señala: “Acordamos que la solución requiere del compro-miso y el trabajo conjunto entre las autoridades, la comunidad y la familia en torno a una política de promoción en salud, preven-ción, atención integral e inclu-sión social, con especial énfasis en niños, niñas y adolescentes… Acordamos que el Gobierno creará el Programa Nacional de Interven-ción Integral frente al Consumo de Drogas Ilícitas, como una instancia de alto nivel, para articular las instituciones con competencia en la materia y coordinar un proceso participativo de revisión, ajuste y puesta en marcha de la política frente al consumo”.

Sobre el tercer subtema, solución al fenómeno de producción y comercialización de narcóticos, el documento destaca: “... el Gobierno Nacional pondrá en marcha una estrategia de política criminal, en forma paralela a la implementación de una estrategia integral de lucha contra la corrupción, que fortalezca y cualifique la presencia y efectividad institucional y concentre sus capacidades en la investigación, judicialización y sanción de los delitos asociados a cualquier organización o agrupación criminal rela-cionados con la producción y comercialización de drogas ilícitas, siempre considerando el tratamiento diferenciado que se debe dar a los campesinos y

pobladores rurales vinculados a la explotación de los cultivos de uso ilícito”.

alcances e implicaciones

Los acuerdos de La Habana hay que situarlos en el complejo panorama del negocio del narcotráfico. Es decir, sería iluso pretender que con estos se fuera a resolver el problema del tráfico de estupefacientes, que requiere políticas globales de la comunidad internacional en su conjunto.

Una vez se inicie la implementación de los acuer-dos, van a tener una incidencia importante en la reducción de las áreas sembradas con cultivos de uso ilícito. Si bien, su eliminación no será total, porque no se puede olvidar que hay otros actores ilegales que inciden en algunas áreas de producción, habrá una disminución importante en la oferta de pasta de coca y cocaína, en el mercado ilegal. Esto, por supuesto, debe articularse con los programas

de desarrollo con enfoque terri-torial, acordados en el punto uno de la agenda.

Asimismo, la sociedad y el Esta-do adoptarán una mirada distinta de los pequeños campesinos cul-tivadores, quienes tienden a ser vistos como “cuasi-criminales”, sin entender la complejidad en que se mueve su actividad productiva.

Igualmente, le permitirá a la fuerza pública, especialmente a la Policía Nacional, disponer de mayores fuerzas y diseñar estra-tegias para combatir otros acto-res delincuenciales vinculados al

narcotráfico, bien sean las llamadas ‘Bacrim’ u otras estructuras ligadas al tráfico de drogas.

Este acuerdo significa un fuerte mensaje del Gobierno a la comunidad internacional, pues, a pesar de tratarse de un país de tamaño medio que interviene en el negocio global del narcotráfico, hace una propuesta ambiciosa de disminución del área de cultivos ilícitos y le plantea a los demás países la necesidad de que contribuyan con políticas y decisiones audaces en esta dirección.

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JUNIO 2014 | 5 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

Voluntad política: deuda histórica con la OrinoquiaCAmILO DOmíNgUEz OSSA, doctor en Geografía Universidad Nacional de Colombia

Reactivar proyectos estratégicos en los Llanos colombianos es esen-cial para minimizar los riesgos de la globalización. Habría que darle vida a la construcción de la autopista Ca-racas–Villavicencio–Buenaventura y a la navegación de los ríos Meta-Ori-noco para el transporte de insumos pesados y ganado.

la variable fundamental para entender la orinoquia es su hidrografía, es decir, la inmen-sa región drenada por el río Orinoco y sus nume-rosos tributarios. Este territorio está conformado por una superficie de aproximadamente 1.032.524 kilómetros cuadrados de selvas, bosques y sabanas herbáceas tropicales, donde llueve intensamente durante, al menos, cinco meses al año y, luego, se presenta una fuerte sequía, especialmente en las sabanas de Arauca y Apure. La mayor parte de la Orinoquia pertenece a Venezuela, con 644.423 kilómetros cuadrados, mientras que Colombia posee 388.101.

A grandes rasgos, se puede dividir en tres grandes subregiones: la Andino-orinoquense; la Planicie orinoquense y la Guayano-orinoquense. La primera está constituida por las vertientes orientales de la cordillera oriental de los Andes y las ondulaciones sedimentarias que se forman al pie de esta, conocidas como piedemonte. Aunque esta faja solo cubre la vigésima parte de la cuenca en Colombia y Venezuela, contiene más del 35% de la población, la infraestructura urbana y las vías de comunicación.

La Planicie Orinoquense se extiende como un inmenso valle enmarcado por la cordillera de los Andes al occidente y al norte y el macizo de las Guayanas al sur. Es un arco gigantesco de 1.500 kilómetros de longitud, extendido desde las orillas del río Guaviare hasta el estado Delta Amacuro. Esta zona, cubierta en su mayor parte de pajonales (territorio lleno de juncos, hierbas y pastos), es conocida como los Llanos.

Entretanto, la subregión Guayano-orinoquense está constituida por las mesas, serranías y superfi-cies de erosión del macizo de las Guayanas, donde

la orinoquia colombiana tiene una infraestructura mínima que la aísla de la región andina colombiana y de Venezuela.

palabras clave: hidrografía, globalización, Orinoquia. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

nacen el Orinoco y muchos de sus tributarios. En la parte colombiana se transforma en una planicie de erosión cubierta de arenas y sedimentos recien-tes, excepto en la serranía de la Macarena, donde alcanza alturas cercanas a los 3.000 metros, o en serranías bajas como en el alto río Inírida.

la globalización del territorio

A partir de los años ochenta, el neoliberalismo se vio libre de las ataduras estratégicas de la Guerra Fría y se abalanzó sobre los recursos de regiones que, como Amazonia y Orinoquia, habían sido protegidas debido a su condición de ecosistemas muy frágiles.

De la noche a la mañana, las tres grandes subre-giones de la Orinoquia colombiana se vieron in-vadidas por compañías multinacionales u otras nacionales vinculadas a los capitales globales. La locura del Dorado retornó y empresas de todo el orbe se dieron cita para su conquista.

Actualmente, nada escapa: subsuelo, suelo, bio-ta, aguas y aire son susceptibles de convertirse en riqueza, mientras que la sociedad y la naturaleza se han tornado en insumos fungibles (bienes que se deterioran o destruyen al ser utilizados), que se gastan en los procesos de producción.

Se comenzó con el petróleo y se continuó con el gas, la ganadería empresarial y los cultivos agroin-dustriales de palma africana y caña de azúcar para obtener biocombustibles. A eso se agregan la extrac-ción ilegal del oro, el coltán y la biopiratería que se dirige a los grandes centros industriales del globo.

En los ámbitos local, nacional e internacional se ha difundido la idea de que este tipo de globa-lización económica sin freno es algo inexorable y que oponerse a ello es ir contra el devenir de la historia. Hay un fatalismo inculcado en nuestros “planificadores”, en cursos relámpago de catecismo económico que se dictan en prestigiosas universida-des del extranjero y que se sostienen por entidades como el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio y el Fondo Monetario Internacional.

La globalización no es perversa en sí misma, se vuelve perversa cuando se libera totalmente de los controles de la sociedad y el Estado. Las empresas globales dependen de los planes estratégicos del Estado para poder actuar a nivel regional y lo-cal, y, por ello, este puede actuar para vigilarlas. Igualmente, la capacidad de cooptación de tales empresas se neutraliza cuando los daños ambien-tales y sociales se tornan demasiado flagrantes, obligando a la sociedad civil a organizarse para

detener los desmanes, como está ocurriendo con los municipios petroleros del piedemonte.

Sin embargo, en la Orinoquia colombiana existe el problema del reciente boom poblacional que no permite la necesaria cohesión entre sus miem-bros. Las urbes de nuestra Orinoquia son, en su mayoría, ciudades de migrantes llegados en los últimos 25 o 30 años. Durante ese lapso tan corto, Yopal multiplicó por 20 su número de habitantes, Arauca lo multiplicó por 16 y Villavicencio por 4.

Frente a semejante avalancha, las administracio-nes municipales y departamentales difícilmente logran atender los problemas de máxima urgencia de su población, tornando imposible una ordena-ción y vigilancia adecuada de sus territorios. Los gobiernos regionales son bomberos tratando de apagar numerosos incendios en sus patios, mien-tras el fuego de la globalización avanza sobre las praderas a sus espaldas.

trabaJo conJunto

Si, como veíamos anteriormente, la Orinoquia es una cuenca hidrográfica enorme compartida por Colombia y Venezuela, la solución de sus problemas también debe ser compartida. Hay que dejar a un lado los celos y suspicacias y aunar esfuerzos para adelantar investigaciones científicas conjuntas de largo aliento y realizar proyectos vitales para el futuro de la región como un todo.

Uno de los primeros debe ser la navegación franca del río Meta-Orinoco para el transporte de insumos pesados y ganado; el segundo, que se proyectó hace muchos años, es terminar la carretera marginal del Llano y transformarla en la autopista Caracas–Villavicencio–La Uribe–Chaparral–Buena-ventura, la cual traería enormes beneficios para los dos países y, especialmente, para la Orinoquia.

Otro proyecto de gran importancia es el plan side-rúrgico, entre Ciudad Bolívar (Venezuela), productora de hierro y aluminio, y el departamento de Boyacá, productor de coque y calizas que se requieren en la siderurgia venezolana. Un complemento de este proyecto puede ser la conversión de Orocué (Casa-nare) en un gran puerto industrial, que serviría de pivote para el intercambio y transformación parcial de los insumos. Estos son proyectos posibles, solo necesitan la voluntad política de los dos países para realizarlos.

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JUNIO 2014 | 6 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

geografía

Región inmensa y valiosa

La región de la Orinoquia ocupa la cuarta parte del territorio colombiano. Abarca los departamentos de Vichada, Arauca, Casanare y Meta e, incluso, algunas zonas del Distrito Capital de Bogotá y los departamentos de Cun-dinamarca, Guainía, Guaviare, Caquetá, Vaupés, Huila y los santanderes.

Su extensión es de 380.600 km2 (similar al tamaño de Ale-mania). Villavicencio, Yopal y Arauca concentran el 40% de la población. El 35% de la cuenca del río Orinoco se encuentra en Colombia (30,4% del territorio continental).

Escasez de agua, uno de los riesgos del estractivismojULIO fIERRO mORALES, geólogo y profesorUniversidad Nacional de Colombia

Desde el 2011, se registra un au-mento significativo de sismos en regiones de exploración petrolera en la Orinoquia, que coincide con el crecimiento en la perforación de pozos, actividad que podría afectar los acuíferos profundos; mientras que la explotación minera en zonas frágiles provocaría deslizamientos y erosión.

fue hasta la década de los ochenta, con el des-cubrimiento del campo de Caño Limón, cuando se abrió la posibilidad de explotar grandes yacimien-tos en la Orinoquia. En los noventa, se especuló la existencia de enormes depósitos en el piedemonte casanareño, pero el carácter extremadamente complejo de la geología y el poco conocimiento del subsuelo, que aún persiste, aterrizaron a una realidad de campos pequeños, pero productivos.

Estos incluían crudos livianos y pesados, tanto en la llanura baja inundable como en la altillanura. En años recientes, el modelo de desarrollo se volcó a un extractivismo con una meta irresponsable de un millón de barriles diarios, la mayor parte de ellos para la exportación.

La exploración petrolera incluye dos actividades principales: la prospección sísmica y los pozos exploratorios. La primera involucra una fuerte in-tervención territorial, con impactos documentados de inestabilidad de terrenos, en particular, cuando se realiza para obtener modelos tridimensionales (3D). Además, los campesinos reportan problemas en aljibes y pozos.

El sector petrolero niega esas consecuencias, pero es posible que las discordancias con las comunida-des sean un problema de grandes magnitudes. Los estudios ambientales se hacen a escalas de 1:25.000

palabras clave: sísmica, exploración, minería. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

(1 cm en el mapa expresa 250 m de la realidad); no obstante, recientes ajustes de los requerimientos técnicos, como los solicitados en campos del mu-nicipio de Monterrey (Casanare), mencionan que los estudios hidrogeológicos deben realizarse pre-viamente con el fin de caracterizar el nivel freático regional (reservas de agua subterránea).

Sin embargo, lo que les preocupa a las comuni-dades es el nivel freático local. Una inclinación de un metro es suficiente para generar consecuencias indeseadas e imprevisibles como la desaparición de manantiales, el secamiento de aljibes y, en si-tuaciones críticas, colapsos ecosistémicos, cuando en épocas secas el nivel de las aguas subterráneas no permite alimentar esteros, caños o ríos.

Sin una base técnica, es poco entendible que los voceros gremiales y algunos académicos ar-gumenten la inocuidad de la exploración sísmica.

En cuanto a las perforaciones exploratorias, cabe citar como ejemplo los problemas relacionados con el pozo Magallanes 1, adyacente a la reserva forestal donde está el resguardo u’wa. Allí existen serios indicios de irregularidades, como permisos sin información completa adjunta para la toma de decisiones, máxime, cuando en el expediente no se informa sobre la entrega de los complementos que se requirieron.

falta de información

En cuanto al proceso de licenciamiento ambien-tal, posterior a la sustracción, los estudios y las decisiones de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (anla) faltan al principio de precau-ción y prevención.

Los componentes geológico, hidrogeo-lógico, geotécnico y cultural son defi-cientes y omisivos, puesto que las es-calas de trabajo no son adecuadas y no se estudian aspectos clave como la hidro-geología y el contexto cultural. Lo anterior va en contravía de los compromisos inter-nacionales suscritos por el país y de las disposiciones de la Corte Constitucional para la protección de pueblos indígenas.

El geólogo Édgar Roa ha detectado una

correlación entre la implementación de la tecnología de extracción petrolera denominada star (patentada en Colombia por Pacific Rubiales), que se encuentra en ensayo, y la ocurrencia de sismos someros.

Dicha tecnología consiste en “quemar” el sub-suelo con el fin de hacer más fluidos los crudos pesados que se encuentran en el yacimiento, co-rrespondiente a los bloques Quifa, Rubiales y Pirirí, en Puerto Gaitán (Meta).

Antes del 2007, se presentaron cinco sismos, pero desde 2011 hasta la fecha, se han registrado cerca de 300, de origen no establecido, posterior

al inicio de star. Esto corresponde al 98,3% de la sismicidad total detectada desde 1997.

Además de la sincronía entre los eventos sísmi-cos y las pruebas de explotación de hidrocarburos pesados, se encuentra una aparente anomalía en lo referente a la profundidad: menos de 30 kiló-metros. Esto los clasifica como sismos someros, situación que no coincide con el modelo tectónico aceptado para la zona de estudio. Al respecto, no existe aclaración satisfactoria de Ecopetrol ni de Pacific Rubiales sobre esa asociación.

En los Estados Unidos, las nuevas tecnologías de explotación de hidrocarburos en yacimientos no convencionales han reconfigurado la geopolítica energética. Las investigaciones científicas, que in-cluyen reportes desde el propio sector, demuestran que existen miles de pozos petroleros con fugas, debido a las fallas en la cementación (leaking wells).

Esta situación advierte sobre la contaminación de acuíferos que pone en riesgo el suministro de aguas para las generaciones futuras. El hecho de que en la actualidad no sea común la explotación de aguas subterráneas en pozos de profundidades mayores a 1.000 metros, no obsta que en próxi-mas décadas los escenarios de escasez lleven a la humanidad a buscar el agua donde se encuentre.

normatividad laxa

La minería también se constituye en una pro-blemática para zonas de vertiente y a lo largo de ciertos ríos como el Guayuriba. Las rocas antiguas que constituyen las partes altas de las cuencas de la región del Meta tienen potencialidades en metálicos y minerales radioactivos.

El problema es que se encuentran en áreas ines-tables, susceptibles a deslizamientos, procesos de erosión (relacionadas de manera directa con la deforestación inducida para ganadería exten-siva sobre las altas pendientes) y sismos como el ocurrido en 1917 en Villavicencio.

La gran potencialidad del piedemonte llanero es la biodiversidad y la regulación hídrica, ambas, susceptibles a la afectación por minería, actividad que libera elementos tóxicos contenidos en las rocas, que, a su vez, deterioran la calidad de las aguas, los suelos y el principal patrimonio natural de la región: el paisaje.

En las zonas planas, es inaceptable que los ríos sean titulados para minería a lo largo de su reco-rrido. La normativa minera y ambiental es laxa en lo referente a estos ecosistemas, aunque la documentación científica ya demostró que re-mover lechos y trasladar las riberas puede llevar a colapsos ecosistémicos.

Cuando se observa la Orinoquia llana en ex-ploración o en explotación de hidrocarburos y las vertientes con solicitudes mineras para elementos tan peligrosos como el uranio, puede verse que no estamos aprendiendo las lecciones que nos dio la naturaleza en el Casanare.

Tenemos la oportunidad de reflexionar sobre qué queremos de la Orinoquia y palabras como paisaje, biodiversidad y agua son vitales para indagar sobre las singularidades de la región.

caño limón es uno de los complejos petrolerosmás productivos del país.

foto: tomada de www.ypf.com

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JUNIO 2014 | 7 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

Una llanura estratégica y biodiversajESúS ORLANDO RANgEL y VLADImIR mINORtA-C, integrantes del Grupo de Investigación en Biodiversidad y Conservación del Instituto de Ciencias NaturalesUniversidad Nacional de Colombia

Es poco lo que la sociedad colom-biana conoce sobre la riqueza natural de la Orinoquia. Más que pastos y suelos, esta es una región de ecosistemas diversos, con más de 4.179 especies de plantas con flores, 650 de aves, 123 de reptiles y 221 de mamíferos. El gran riesgo es la ampliación de las fronteras agrícola, minera y petrolera.

la oferta ambiental de la orinoquia colom-biana ha tenido un uso tradicional y fuerte en la ganadería y en la explotación del recurso fores-tal. En la llanura aluvial se han extendido los cam-pos mecanizados (arroz) y en toda la región han au-mentado los cultivos ilícitos y la explotación minera (en especial en límites con la región amazónica). De igual forma, figuran intentos de reforestación con especies foráneas y la explotación de hidro-carburos.

Siempre se ha esgrimido que la baja productivi-dad de sus suelos, sobre todo en la altillanura, se debe a concentraciones altas de elementos tóxicos (aluminio). Sin embargo, los avances tecnológicos demuestran que es factible explotar estos paisajes, como ya lo hacen algunas multinacionales que pro-mueven cultivos a gran escala, como los de palma aceitera.

Lo anterior seguirá transformando lenta y dra-máticamente las condiciones originales del entorno natural. Por eso, se requieren esfuerzos para docu-mentar la oferta ambiental y favorecer la toma de decisiones de los organismos gubernamentales sobre las maneras apropiadas de utilizarla.

Si se culmina el gran inventario de la Orinoquia, se facilitará el diseño de estrategias que incorporen la biodiversidad en los planes de desarrollo regional y nacional, de manera sostenida. También se incre-mentarán las áreas de conservación para el disfrute de las generaciones futuras y como fuente de germo-plasma natural (semillas, esquejes, tubérculos). Es fundamental resguardar porciones representativas de la variabilidad ambiental, cultural, humana y económica de la gran Orinoquia colombiana.

la riqueza natural

Debido a lo anterior, vale la pena hacer un recuen-to de lo que contiene esta inmensa región. Los territorios al oriente del país forman parte de una macro-unidad (Venezuela, Brasil y porciones de las Guayanas) con patrones bióticos y físicos generales, pero con características diferenciales.

En la parte colombiana, se reconocen tres subre-giones bien definidas. Primero se encuentra el pie-demonte, una subregión que engloba la zona de cordillera hasta 500 metros de altitud (Cundinamarca, Boyacá, Casanare, Meta y Arauca), con montos de lluvia que van de 1.627 a 4.664 milímetros por año.

En segundo lugar, está la llanura aluvial, una zona sujeta a crecientes de los ríos, con territorios en los departamentos de Arauca, Casanare y Meta, que presenta precipitaciones de 1.460 a 3.033 mm/año. Esta subregión, a su vez, incluye un vasto sector denominado llanura eólica, con territorios de Meta y Casanare.

Por último, se encuentra la altillanura (con zo-nas de Meta y Vichada), la cual presenta lluvias de

palabras clave: piedemonte, biodiversidad, altillanura. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

1.592 a 3.100 mm/año. En la distribución de la lluvia hay dos épocas contrastantes, una de concentración (invierno), entre abril y octubre, y otra de baja precipitación (verano), que va hasta finales de marzo.

La mayoría de los 91 tipos de vegetación corresponden a pastizales (sabanas) que se han calificado como secos, húmedos o propios de áreas inundables. Igualmente aparecen representados numerosos tipos de bosque que constituyen el punto de enlace con las regiones naturales del Caribe y la Amazonia.

En el extremo oriental de la altillanura, se presentan afloramientos del Escudo guayanés (andén orinocense), cuya vegetación (herbazales y rosetales), dominada por Vellozialithophila y Pepinia pruinosa, presenta afinidad a la de los “tepuyes” o macizos guayaneses, inmersos en la planicie amazónica, especialmente la de Venezuela.

El inventario de la riqueza vegetal realizado por la Universidad Nacional de Colombia arrojó un registro de 4.179 especies de plan-

tas con flores, de las cuales las familias con mayor número de ejemplares fueron Rubiaceae (quina), Poaceae (pastos), Fabaceae (chochos), Asteraceae (gira-sol), Melastomataceae (tunos, esmeraldas) y Cyperaceae (totes, coquitos).

Los linajes (géneros) mejor representados fueron Psychotria (Rubiaceae, besodenegro), Miconia (tunos, niguitos) y Paspalum (pasto). El patrón regional de riqueza se repite en las subregiones, pero obviamente cambia su expresión. De las tres, la más variada es el piedemonte con 2.984 especies de plantas con flores, seguido por la altillanura con 2.153 especies y la llanura aluvial con 1.140.

fauna prolífera

En el componente animal (inventarios que aún no culminan en su totalidad) hay una riqueza alta en aves con cerca de 650 especies, muy vistosas y frecuentes alrededor de los caños, esteros y madreviejas (an-tiguos cauces de ríos). Dentro de estas, se destacan los garzones, soldados, garzas y caracaras.

En cuanto a mamíferos, tanto terrestres como voladores, hay 221 especies que incluyen animales típicos como los chigüiros (Hydrochaeris), dantas (Tapirus), perezosos (Bradypus), jaguares, micos (au-llador) y murciélagos, muy importantes por su papel en la polinización y la dispersión.

Los reptiles están representados por 123 espe-cies, algunas de amplia connotación cultural, como el caimán llanero (Crocodylus), las tortugas mata-mata (Chelus) y numerosas serpientes como güios, anacondas, macabrel y cascabeles. El grupo menos diversificado y rico es el de los anfibios (sapos y ranas), con cerca de 45 especies.

con resguardo oficial

Entre las áreas protegidas figuran los parques na-cionales naturales La Macarena, El Tuparro y Tini-gua; igualmente existen tres distritos de manejo integrado, siete reservas forestales protectoras y, en los últimos años, han cobrado importancia las reservas de la sociedad civil.

Con relación a los territorios de la macrounidad geográfica, las mayores relaciones biogeográficas y físicas se dan con los llanos y la región guayanesa (sabana) de Venezuela, con el cerrado brasileño y con las sabanas y áreas abiertas de las Guayanas (incluido Surinam).

También hay afinidades marcadas con áreas de pastizales (sabanas) de Costa Rica y México (pe-nínsula de Yucatán). Cabe resaltar que la riqueza vegetal de la Orinoquia colombiana y la oferta hí-drica (con tan solo el 38% del total de la extensión de la macrounidad geográfica) superan, de lejos, las condiciones que se presentan en los llanos de Venezuela y constituyen cerca del 50% de la riqueza del cerrado brasileño, con una superficie conside-rablemente superior.

A nivel nacional, sus relaciones de similitud bió-tica más fuertes se presentan con el Amazonas y el Caribe. Recientes estudios del Grupo de Investigación en Biodiversidad demuestran que buena parte de la diversidad de los paisajes del piedemonte y de la llanura aluvial está igualmente representada en la región Caribe, resultado que sirve para recordar los lazos históricos muy antiguos de una extensa zona plana con patrones muy parecidos que se ex-tendía desde el sur del continente hasta el norte de Colombia, antes de la elevación de la barrera geográfica de los Andes.

algunos de los paisajes y animales más representativos de la orinoquia.

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JUNIO 2014 | 8 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

Futuro de la Orinoquia debe ser política de Estado, no de gobiernoLUzDARy AyALA, Unimedos

En esta jornada de Debates un dedi-cada a la Orinoquia, académicos y comunidades indígenas coincidie-ron en que de no reevaluar el futuro de la región, en este territorio solo quedará un enorme hueco. Todos los estudios académicos parecen ser ignorados por el Gobierno, advierte el exministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra.

controlar proyectos extractivistas, así como la agricultura y la ganadería extensiva son algunas de las propuestas de la comunidad u’wa frente a los nuevos modelos de producción en la Orinoquia colombiana.

El asesor del pueblo u’wa, Jimmy Armando Sán-chez, invitado a la jornada de Debates Universidad Nacio-nal de Colombia dedicada a la Orinoquia y organizada por Unimedios, expresó el desvelo de los pobladores por lo que está ocurriendo con la explotación de hidrocarburos, la minería y los monocultivos. “Nos preocupa que se sequen los ríos”, dijo el vocero al citar el caso del río sagrado Cubogón, que forma parte de la cuenca del Orinoco.

A tan solo 200 metros de su cauce fue aprobada la explotación de gas Magallanes, una licencia que rechazan porque mantienen su visión de preservar la sangre de la tierra. “Dejemos quieto el territorio; no dejemos secar los ríos”, insistió el líder indígena.

El resguardo de los u’wa, delimitado en 1999, abarca 220.275 hectáreas en jurisdicción de cuatro departamentos: Boyacá, los santanderes, Arauca y Casanare. En su territorio se encuentra el Parque Nacional Natural Nevado del Cocuy, una rica zona de páramo agobiada por la ganadería extensiva y la minería, lo que ha llevado a la comunidad a pedirle al Gobierno que les permita administrarlo.

“Lo hemos hecho bien milenariamente”, aseguró, al recordar que la comunidad ha tenido que acudir a instancias internacionales para defender su tierra. “Si no se replantean las políticas minero- energéticas, la guerra seguirá”, sentenció Sánchez.

¿lienzo en blanco?

Por muchos años, los gobiernos han asumido que la Orinoquia es un lienzo en blanco que puede ser llenado de cualquier forma. Con esta frase, Manuel Rodríguez Becerra, exministro de Ambiente y acadé-mico de la Universidad de los Andes, abrió el debate al advertir que es relativamente poco lo que se ha escrito sobre esta macroregión en años recientes.

Rodríguez Becerra señaló que es un territorio de grupos indígenas y de colonos, donde los diferentes tipos de intervención al territorio han afectado el ciclo hídrico y donde las políticas favorecen la industria extractiva.

El académico lamentó la falta de investigación en torno a temas tan sensibles como los hume-dales y las áreas encharcables de la altillanura, las cuales no cuentan con una protección legal y son vistas como pantanos para desecar y cultivar. Pero se desconoce que son el nacimiento de los llamados ríos negros y podrían equipararse a fuen-tes hídricas tan importantes como los páramos. Refiriéndose a la explotación de hidrocarburos, dijo que, por ejemplo, el sistema de fracking (fractu-ración hidráulica) ya entró en Colombia y todavía no se sabe qué hacer para frenarlo. En tal sentido, citó

expertos a favor y en contra de la actividad petrolera en la orinoquia tuvieron la posibilidad de contrastar sus argumentos en Debates UN, evento organizado por Unimedios.

palabras clave: Debates, llanos, u’wa. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

un estudio de la academia canadiense según el cual se desconocen las consecuencias ambientales del fracking. Por principio de precaución, no se debería autorizar, comentó.

“Todos los estudios de la academia parecen ser ignorados por las políticas públicas”, advirtió Rodrí-guez, al recordar que estos han alertado una y otra vez sobre los posibles efectos de la explotación de hidrocarburos y de la minería, así como de los riesgos de la agricultura extensiva. Agregó que el Código Minero no ayuda, por lo cual sostuvo que debe ser modificado para no correr el riesgo de repetir los grandes conflictos sociales y ambientales del Urabá antioqueño o del Magdalena Medio.

El investigador Darío Fajardo, por su parte, señaló que las élites han logrado hacer de Colombia un país vulnerable porque han visto el territorio como un botín. “Somos vulnerables a intereses políticos y extranjeros”.

Los recursos naturales están disponibles para quienes quieran venir por ellos, comentó. Hizo alusión a lo que está ocurriendo en Puerto Gaitán (Meta), donde a partir del hallazgo de importan-tes pozos petroleros, se abrieron las puertas a las multinacionales para su explotación, tal como se deduce del plan de desarrollo municipal.

Indicó, además, que los últimos gobiernos han destrozado la imagen de la Unidad Agraria Fami-liar (uaf), para abrirle paso a la concentración de la tierra. En ese sentido, aludió a un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (igac), según el cual desde el 2002 la acumulación de tierras es incomparable con cualquier otro país. “Tenemos un potencial cercano a 20 millones de hectáreas que se podrían aprovechar, pero solo se utilizan 5 millones. La tierra se controla para controlar a la gente, dijo. Según las cifras dadas a conocer, el número de desplazados en el país supera los seis millones de personas y las tierras usurpadas suman no menos de seis millones de hectáreas.

el panorama empeora

El profesor Gonzalo Andrade, investigador del Instituto de Ciencias Naturales (icn), recordó

que desde el año 2000, cuando se comenzaron a publicar los llamados libros rojos sobre las es-pecies amenazadas y en peligro de extinción, el panorama de Colombia empeoró. Citó el caso de los peces de agua dulce y precisó que mientras en el 2002 se registraron 12 especies amenazadas, en el 2012 la cifra llegó a 16.

Cuestionó el hecho de que en las áreas de re-serva de parques nacionales naturales, corres-pondientes a 12 millones de hectáreas, proliferen más de 9.000 títulos mineros, buena parte de los cuales se encuentran en la Orinoquia.

Juan Fernando Martínez Jaramillo, vicepresi-dente técnico de la Agencia Nacional de Hidro-carburos y egresado de la Facultad de Minas de la un, se quejó de la “satanización” del sector. “No debemos desconocer que la energía es motor de la humanidad y que esta se produce con el petróleo”, subrayó al reiterar que este es riqueza.

El funcionario afirmó que la explotación de hidrocarburos es un ejercicio de soberanía y, refiriéndose a la Orinoquia, dijo que en esta ma-crorregión se obtiene más de la mitad del millón de barriles que diariamente produce el país.

En su opinión, este sector está sobrediagnosti-cado, pero no se dan soluciones. Criticó la posición de algunos académicos que, según él, hablan de serpientes de tres cabezas y chigüiros de ocho ojos, debido a la actividad extractiva de los hi-drocarburos y, a renglón seguido, comentó que hay un estudio en el cual se logra demostrar que se puede hacer estudios sísmicos sin afectar las fuentes hídricas.

Tanto ponentes como asistentes coincidieron en que el Gobierno debe atender las investiga-ciones sobre la Orinoquia y replantear el actual modelo de producción y las diferentes formas de intervención del territorio para preservar una macrorregión que todavía no se ha terminado de descubrir.

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JUNIO 2014 | 9 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

Arauca, tierra de colonización y conflictoCARLOS mEDINA gALLEgO, profesor asociado e integrante del Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de PazUniversidad Nacional de Colombia

La historia del departa-mento de Arauca está atravesada por la colo-nización, el petróleo, el conflicto armado y el abandono estatal. La llegada de la explora-ción y explotación de hidrocarburos supuso una gran esperanza para la población, sin embargo atrajo pobre-za y violencia.

el departamento de arauca está dividido en dos grandes unidades fisiográficas diferenciadas: la región del piedemonte llanero de la cordillera Oriental y la zona de sabana. Su economía se cons-truyó en torno a las actividades agrícolas, gana-deras y comerciales, derivadas de las necesidades de abastecimiento de sus pobladores y heredadas de un largo y vigoroso proceso de colonización de la zona del Sarare.

Desde finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, la intendencia de Arauca adquirió importancia por la exploración y explotación de los yacimientos petroleros de Caño Limón. Esta actividad introdujo nuevas lógicas de conflicti-vidad y dio origen a una corriente migratoria que aceleró el crecimiento de la población, la pobreza y la marginalidad, producto de la incapacidad institucional para responder a las demandas de las necesidades básicas de existencia.

Se parte de la premisa de que el origen del conflicto en Arauca se debe al abandono y margi-nalidad en que el Estado mantuvo durante años a los llamados territorios nacionales, de los cuales hacía parte la intendencia de Arauca. Esto originó un crecimiento social y político autónomo.

La construcción de la carretera entre Pamplo-na y Arauca, en 1923, dio inicio a la inmigración espontánea que se extendió hasta 1956, en un proceso llamado “colonización dirigida del Sarare”, adelantado por la Caja Agraria de Santander, entre 1956 y 1964. A este proceso, le siguió otra llegada de familias, impulsada por el incora (Instituto Co-lombiano de la Reforma Agraria), entre 1965 y 1971.

La dinámica colonizadora impulsó moviliza-ciones a favor de mejores condiciones de vida para los colonos y campesinos, en cuanto a salud, educación, servicios públicos y viales, y condujo a los paros cívicos del Sarare a finales de los setenta y comienzos de los ochenta. Bajo este panorama, la recién creada anuc (Asociación nacional de Usuarios Campesinos) alcanzó su mayor fuerza y proyección regional.

No obstante, los acuerdos a los que se llegó con el Estado nunca se cumplieron, lo que provocó mayor inconformidad, conflictos y oleadas de represión contra líderes y pobladores.

el boom petrolero

En 1982, tras labores de exploración y explotación, llegó la economía petrolera que atrajo nuevos ac-tores, entre ellos los grupos armados insurgentes

en principio, la colonización de arauca se dio con habitantes de los santanderes, pero oleadas posteriores trajeron personas de toda la geografía nacional.

palabras clave: : conflicto, petróleo, colonización. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

y las transnacionales petroleras. Los recursos de regalías desplazaron la actividad agrícola, desper-taron nuevas expectativas y llenaron de conflictos, violencia y corrupción el territorio araucano.

La bonanza petrolera significó mayor flujo de población y mayor demanda de atención estatal, algo que aumentó el inconformismo social. Además, los grupos insurgentes se fortalecieron con las contribuciones de las compañías transnacionales, en particular, las que realizaron el oleoducto Caño Limon – Coveñas.

conflicto armado

A inicios de los ochenta, aparecieron las estruc-turas de las Farc con los frentes 10 y 45 y surgió el Frente Domingo Laín Sáenz del eln, grupos que desarrollarían en las siguientes décadas una pro-funda confrontación contra la institucionalidad de la fuerza pública y una guerra entre guerrillas en la disputa por el territorio y sus recursos. Para entonces, el conflicto no giró en torno a la propie-dad de la tierra, sino alrededor del control político e ideológico.

El origen del frente Domingo Laín es diferente al de otras estructuras del eln, pues es el resultado de las luchas campesinas articuladas a la anuc, por el incumplimiento de los acuerdos de los paros cívicos y el desarrollo de procesos represivos con-tra la población por parte de la fuerza pública. La presencia de las farc corresponde con el impulso de la estrategia de copar este territorial desde finales de los años setenta.

La inexistencia de una clase política capaz y una marcada práctica de corrupción institucional dirigida hacia el enriquecimiento personal son algunos de los lastres que ha afrontado la sociedad araucana. Las élites políticas, militantes de los partidos tradicionales y de sus desagregaciones, vivieron durante mucho tiempo de figuras locales que dominaron por años el escenario político y que se transformaron y desaparecieron cuando el conflicto armado comenzó a capturar las lógi-cas de administración y a someter programas y presupuestos.

La contratación se volvió el blanco de prácticas de corrupción y los contratistas, los instrumentos atados por la fuerza de las circunstancias. Los re-cursos provenientes de regalías desaparecieron, no sin dejar obras pretexto de corrupción y una creciente pobreza y marginalidad, en medio de un escalamiento del conflicto social y armado que con-

sumió la vida de centenares de inocentes, entre ellos, la de monseñor Jesús Emilio Jaramillo Monsalve.

la fuerza pública y los derechos humanos

La población de Arauca se acostumbró a obedecer varios regímenes de autoridad y a desconfiar de la fuerza pública que, mientras el conflicto se desarro-llaba, tuvo que enfrentar un orden público pesado e inseguro que la llevó a utilizar mecanismos represivos, en ocasiones ilegales y, sobre todo, violatorios de los derechos humanos.

Así, brotaron episodios de muerte, violacio-nes, utilización indebida de espacios públicos en el desarrollo de la guerra, involucramiento de la población, retenciones arbitrarias e ilegales, retenes, decomisos, amenazas, hostigamientos y bombardeos, entre otras acciones que compro-metieron las relaciones con la población civil, a veces, en connivencia con fuerzas paramilitares.

Resulta inevitable señalar el elevado costo en vidas que han pagado las fuerzas militares, la gue-rrilla y las organizaciones, en esta absurda guerra para garantizar la producción petrolera y lo que ello representa para la economía local y nacional.

La presencia del narcotráfico recrudeció la violencia y la irrupción del paramilitarismo en Arauca; además, disparó los recursos para alimentar el conflicto y una creciente crisis humanitaria resultante de las pugnas entre las partes.

La situación se agudizó con la seguridad demo-crática del entonces presidente Álvaro Uribe, debido al incremento del paramilitarismo agenciado por el entonces gobernador Julio Acosta Bernal. Este funcionario hoy se encuentra preso por los crímenes cometidos durante su administración y sus alianzas con Miguel Ángel Mejía Múnera, alias ‘El Mellizo’, jefe del Bloque Vencedores de Arauca, pero sobre todo, por la muerte del registrador Juan Alejandro Plazas Lomónaco, uno de los más queridos y respetados ciudadanos de Arauca.

Sin ser un fenómeno de grandes proporciones, el narcotráfico llegó a jugar un papel importante en el desarrollo de las economías de guerra y la expansión del fenómeno paramilitar en Arauca, que descargó toda su acción criminal contra la población. Entre-tanto, los líderes locales terminaron en las cárceles o en condición de desplazados a otros departamentos.

foto: Andrés Felipe Castaño/Unimedios

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JUNIO 2014 | 10 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Especial Orinoquia

Vegetación de Orinoquia venezolana podría reducirse a la mitadhERmANN SáENz, Unimedios

El avance de la exploración petro-lera y de los monocultivos supo-nen dificultades para la Orinoquia venezolana. Otto Huber, uno de los ecologistas más destacados del vecino país, le contó a UN Periódico sobre los riesgos, las oportunidades y la inmensa riqueza natural de esta joya ambiental.

sur de venezuela, reserva hidrológica del mundo

El reconocido ecólogo Otto Huber está convencido de que el sur de Venezuela debería ser declarado reserva hidrológica. Él formó parte de varias comisio-nes del Ministerio de Ambiente, donde fue testigo de la situación de los indígenas, quienes están tranquilos en su territorio. Pero en los últimos años, han llegado iraníes, chinos e indonesios en búsqueda de recursos como el coltán.

“Nosotros nunca podremos competir con las minas de col-tán del Congo. ¿Usted sabe la bonanza que le ha traído al Con-go? Solo cuatro personas se han enriquecido y hoy es uno de los países más pobres del mundo”.

otto huber visitó la un para participar en un simposio sobre la región biogeográfica de la guyana, otra de las zonas venezolanas que él conoce muy bien.

palabras clave: petróleo, Venezuela, hidrología. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

otto huber recuerda que la orinoquia fue su primer encuentro con el trópico en 1967. Desde una estación biológica cerca de Calabozo, ciudad del estado Guárico, en Venezuela, apreció la belleza del paisaje llanero, vio las primeras bailado-ras de joropo y asistió a las competencias de coleo.

Estas experiencias le quedaron en la sangre, según sus propias palabras. Hoy su investigación se inclina hacia el escudo Guayanés, sin embargo, conoce profundamente los llanos venezolanos y por eso es uno de los expertos más reconocidos en el vecino país.

“Nací en Alemania, soy de pasaporte italiano, residente venezolano y de corazón guayanés”. Así

se describe este ecologista y botánico, autor de más de 120 libros, entre ellos, el primer volumen de la flora de la Guayana venezolana. En su paso por la Universidad Nacional de Colombia habló con UN Periódico sobre la importancia estratégica de la gran Orinoquia.

UN Periódico: ¿Cuáles han sido los impactos de la explotación petrolífera en la Orinoquia venezolana?

Otto Huber: Antes de hallar los pozos de Mara-caibo, el país descubrió yacimientos en los llanos venezolanos, en el estado de Monagas. Estos se agotaron y, desde los años cincuenta, se produce todo el petróleo en la cuenca de Maracaibo.

Hace 10 años, se retomaron las investigaciones y las perforaciones en el piedemonte andino de los llanos, lo que acarreó impactos considerables, pues bosques bellísimos se han deteriorado con la afluencia de gente y la apertura de caminos. No obstante, todavía no hay un impacto mortal para el bioma de la región.

Su mayor preocupación es la Faja Petrolífera del Orinoco, ¿por qué?

Para explorarla se retiran los 10 primeros metros de tierra y, aunque después se cubre la excavación, el terreno dura varias generaciones en recuperarse. El combustible que se extrae es petróleo ultrape-sado y solo sirve para ciertas aplicaciones, en su mayoría industriales, mientras que el de la cuenca de Maracaibo es ultraliviano y de alta calidad. Se calcula que las reservas en la zona superan el

billón de barriles, a costa de la cobertura vegetal de la Orinoquia, que quedará reducida a la mitad.

A pesar de que la actividad petrolera es devas-tadora, usted asegura que la agrícola puede ser peor para la Orinoquia.

La sabana es un ecosistema relativamente flexi-ble; no obstante, la actividad agrícola es más preocupante que la petrolífera. Brasil, que tenía miles de kilómetros cuadrados de sabana, hoy solo goza de un porcentaje mínimo, el resto lo han destinado a campos de soya. Esta actividad comienza con una maquinaria que elimina los tres primeros metros de suelo, que es casi imposible recuperar después.

¿Por qué no ha llegado el cultivo de palma afri-cana a Venezuela?

El expresidente Chávez, después de visitar cul-tivos de palma en Indonesia, donde ocupan casi un tercio de la superficie de selva tropical, había anunciado un plan de enormes siembras al norte del Orinoco, pero ahí viven los nagios, el pueblo indígena más querido de Venezuela. En su mo-mento, se postergó el proyecto, no obstante, la discusión continúa.

El aceite se usa esencialmente en la industria y es difícil ser competitivo frente a las miles de hectáreas sembradas en Brasil. De manera que las 20.000 que se establecerían en Venezuela no cambiarían mucho el escenario, pero sí destruirían el delta del Orinoco.

¿Cómo están las aguas de los afluentes del Ori-noco?

En la Faja Petrolífera del Orinoco, que es una llanura aluvial, se llevan a cabo perforaciones que contaminan los acuíferos de los cuales dependen los pueblos de los llanos. A pesar de esto, los afluentes del sur son los últimos ríos potables de Suraméri-ca, como el Ventuari, el Caura y el Caroní, que se extienden por casi 300.000 kilómetros cuadrados.

Si de usted dependiera, ¿cuál sería el manejo que le daría a esta región en Venezuela?

Le introduciría infraestructura turística, con bue-nos campamentos, carreteras y ferrocarriles, para que la gente viaje y goce del espectáculo de fauna, flora y paisaje que allí se encuentra. Además, integraría los alrededores a los grandes centros poblados, con una agricultura ambientalmente sostenible.

¿Considera que esta zona puede ser atractiva para los turistas?

Los únicos dos ríos que no nacen en los Andes están en el Estado Apure, que son el Capanaparo y el Cinaruco, uno de aguas negras y el otro de aguas blancas. Ambos nacen muy cerca de la frontera colombo-venezolana, entre los departamentos de Arauca y Meta. Allí hay paisajes increíbles; los viajeros europeos que aman el calor darían mucho por estar allá. El potencial turístico es muy alto. Todo el mundo piensa en el mar, pero tierra adentro también hay perlas como estas.

Un académico dijo que quien quiera conocer el Llano debe viajar ya, pues en pocos años lo que encontrará será completamente diferente. ¿Está de acuerdo con la afirmación?

Lamentablemente sí. Grandes áreas son muy monótonas por los sembrados de maíz. En Ve-nezuela se cultivaron un millón de hectáreas de pinos que hoy son inútiles, porque no se usaron para fabricar papel, como se creía. Después de 30 años, tenemos pinos en un área inmensa y nadie los usa. Queda entre un 30% y 40% de la superficie en condiciones naturales; sería interesante crear una estrategia que combine agricultura, pequeña industria y turismo.

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JUNIO 2014 | 11 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

¡Al rescate de la cultura casanareña!gIOVANNI CLAVIjO fIgUEROA, Unimedios

Para que Casanare no pierda su identidad por causa de la bonanza petrolera, investigado-res de la un preservan la memoria del depar-tamento por medio del reconocimiento de objetos, inmuebles y manifestaciones cul-turales que han cons-tituido el territorio y la sociedad llanera por cientos de años.

palabras clave: cultura, tradiciones, Casanare. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

las llanuras del casanare cada vez están más calladas. Décadas atrás, los cantos de vaquería retumbaban a lo largo de la imponente planicie, pero la llegada de la “bonanza petrolera” y otros facto-res sociales exterminan esta tradición de dos siglos.

Los cantos se componen de gritos, silbidos y estribillos, con los cuales los vaqueros llaman al ordeño, manejan el ganado o, simplemente, amenizan las duras faenas. De una larga lista, esta es solo una de las manifestaciones cultura-les que están amenazadas por las nuevas dinámicas sociales.

En su lugar, en la región se ha vuelto común la palabra “mallar”, cuyo significado se remite a aquellos habitantes de la región que duran hasta un mes merodeando las mallas que cercan las instalaciones petrole-ras, con la esperanza de conseguir trabajo. Así, dejan de lado sus tradicionales labores agrícolas y ganaderas por una oferta laboral incierta que, de llegar, solo los ocupa por ciclos de 28 días.

Ante este panorama, la Universidad Nacional de Colombia y el Ministerio de Cultura, mediante el contrato interadmi-nistrativo 2318 de 2013, desarrollaron el inventario más completo del patrimonio material e inmaterial del departamento del Casanare, con el que se busca proteger y conservar las tradiciones culturales y la herencia histórica.

El proyecto, encabezado por el profe-sor Luis Carlos Jiménez, se realizó en 15 municipios de los 19 que tiene Casanare: Aguazul, Chámeza, Hato Corozal, La Sa-lina, Maní, Monterrey, Nunchía, Orocué, Paz de Ariporo, Recetor, Sácama, Támara, Tauramena, Trinidad y Villanueva. Para su desarrollo, se contó con un equipo inter-disciplinario y con recursos provenientes de la devolución del iva de la telefonía celular en estos municipios.

protección desde el estado

Según la Ley 1185 de 2008, el patrimonio cultural de la Nación está constituido por todos los bienes materiales, las manifes-taciones inmateriales, los productos y las representaciones que son expresión de la

nacionalidad colombiana, tales como las lenguas y dialectos de las comunidades indígenas, negras y creoles, la tradición, el conocimiento ancestral, el paisaje cultural, las costumbres y los hábitos, entre otros.

En Casanare, ese patrimonio está repre-sentado de diversas formas: en el contexto histórico, por el protagonismo en la gesta emancipadora; en las costumbres, por la cultura llanera; en las tradiciones, por los cantos de vaquería; y en los saberes, por la culinaria (por ejemplo los tungos de arroz).

La reciente y apabullante dinámica económica que experimenta la región ha originado un cambio en las actividades laborales y, por ende, en las costumbres, saberes y valores propios de los llaneros.

Según Lida Medrano, arquitecta de la un e investigadora del proyecto, el In-ventario de Patrimonio Cultural es una herramienta de gestión que protege la memoria de los habitantes de una región o comunidad.

en la búsqueda de los bienes

La investigación también consistió en un reconocimiento de las edificaciones corres-pondientes a bienes de orden monumental y de aquellas estructuras contextuales no monumentales, conformadoras de escenas urbanas.

Dentro de los sesenta inmuebles identi-ficados, se destacan las ruinas de Moreno, ubicada muy cerca de Paz de Ariporo; los hornos de La Salina, tradición milenaria en la producción de sal de forma artesanal; la Megabiblioteca Pública de Villanueva; la Iglesia Sagrada Familia, en Nunchía; el Santuario Nuestra Señora de los Dolores de Manare, en Paz de Ariporo; y la Casa Amézquita, en Orocué, donde se hospe-dó José Eustasio Rivera. Como conjuntos urbanos: el centro histórico de Támara y el de Nunchía.

riqueza material e inmaterial

En total, el inventario incluyó alrededor de 25 manifestaciones sociales, económicas y culturales, abordadas por el equipo de expertos desde los campos arqueológi-co, etnográfico, artístico, monumento en

Especial Orinoquia

orocué, palacio municipal nunchía, iglesia sagrada familia

tungos de arroz, plato típico de Casanare.

espacio público, utilitario, documental y científico.

Dentro de lo hallado, sobresalen, entre otros, los billetes de la Cooperativa de Cafi-cultores de Támara, las espadas y dagas de la Conquista, campanas de bronce traídas por los agustinos y objetos y documentos utilizados por los alemanes que visitaron la región. Asimismo, se destaca la tradición prehispánica de elaborar techos con hoja de palma en áreas rurales.

Para el profesor Virgilio Becerra, quien hace parte del equipo, “las huellas dejadas por el hombre en esta zona son dinámicas y construyen una manera de entender el mundo. En el Casanare, hay varias tri-bus indígenas: sálivas, u‘was, achaguas, guahibos y chiricoas, las cuales tienen construcciones mentales milenarias que conforman manifestaciones culturales ricas y complejas”.

Muestra de ello son sus diferentes ex-presiones olvidadas con el paso de las generaciones. Según la antropóloga de la un Edna Riveros, “el canto de vaquería, característico del trabajo en el llano, se está olvidando; la tradición de enseñarle al otro cómo se canta se ha ido perdiendo con el tiempo… solo queda en la memoria

y en las narraciones de los que alguna vez realizaron esta labor”.

Aun así, la investigación rescata tra-diciones orales como la copla, la bamba y los corridos, así como el conocimiento ancestral del territorio y las relaciones con la naturaleza, en la ruta de la “saca de ganado”. También busca recuperar medicina tradicional como el ensalme, la partería y el uso de aceite de raya y galápaga (derivados del uso de animales), tradiciones que muestran un conocimiento de la naturaleza que los rodea, para curar enfermedades y ‘maleficios’ propios de la zona.

La profesora Medrano agrega: “Con el inventario, las entidades territoriales tienen una herramienta valiosísima para sus continuos o nuevos proyectos cultu-rales y para salvaguardar el patrimonio”. Pero quizás quienes valorarán más esta iniciativa serán los padres y abuelos que podrán mostrarles a los más jóvenes que la grandiosa herencia llanera es parte fundamental de la cultura colombiana.

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JUNIO 2014 | 12 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Ciudad & Territorio

El país cuenta con mapas detallados de zonas inundablesmÓNICA ESCObAR mESA, Unimedios

Una sofisticada metodología le per-mitirá al país prepararse mejor ante el desbordamiento de ríos, lagos y ciénagas, gracias al trabajo científico desarrollado por expertos de la un y el Ideam. En principio, beneficiará a 10 municipios, pero podrá ser usada en todo el territorio, un paso vital para mejorar la gestión del riesgo en Colombia.

en cada temporada invernal, las inundacio-nes protagonizan los titulares de los medios de comunicación y las regiones afectadas casi siem-pre son las mismas. Entonces, si se sabe dónde ocurren las tragedias ¿por qué no se toman medi-das? Una de las causas es la falta de información científica consolidada.

Según las cifras que el dane presentó al Fondo Nacional de Calamidades, cerca de 2.350.000 per-sonas fueron damnificadas por la ola invernal del 2011. Muchas de ellas, por riadas que se llevaron todo a su paso. De igual forma, un estudio de la Co-misión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), basado en información del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), estableció que en el período 2010-2011 se registraron 1.233 inundaciones (55,6% del total de emergencias).

Para ese momento, también se determinó que 3,5 millones de hectáreas se inundaron, de las cuales

prevención

Un país armado contra los desastres

En el 2012, Colombia promulgó la Ley 1523, por la cual se adopta la política nacional de gestión del riesgo y se establece el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Este cuenta con otras instancias de orien-tación y coordinación, cuyo propósito es optimizar el

desempeño de las diferentes entidades públicas, privadas y comunitarias, para la ejecución de acciones, como el Consejo Nacional para la Gestión del Riesgo, el Comité Nacional para el Manejo de Desastres y los Consejos departamentales, distrita-les y municipales.

el 19% son cuerpos de agua (ríos, lagunas y panta-nos), 34,4% son terrenos que se inundan de manera periódica y 46,6% se inundaron en exceso.

Ante este panorama, la Universidad Nacional de Colombia en Medellín y el Ideam desarro-llaron un ambicioso proyecto para definir con mayor precisión las zonas inundables del país. La ingeniera civil Verónica Botero Fernández, directora de la iniciativa y del Departamento de Geociencias y Medio Ambiente de la Facultad de Minas, explica que desde hace tres años trabajan en la zonificación de amenazas por aluviones a diferentes escalas.

Con información topográfica detallada, imágenes de satélite y trabajo de campo, entre otras herra-mientas, los expertos precisaron cómo se inundarían determinadas áreas, con base en escalas a nivel nacional y local, en 10 municipios piloto.

Las primeras permiten un acercamiento visual del territorio a escalas 1:500000 y 1:100000 y las segundas a 1:2000 y 1:5000. Esto indica que por cada centímetro a escala hay un número de centímetros reales (que es la cifra de la derecha).

En principio, tomaron 10 casos representativos que sirven de modelo para que los demás muni-cipios del país construyan mapas que precisen dónde habrá inundaciones, con qué velocidad llegará el agua y la profundidad que alcanzará, entre otros aspectos.

Para el estudio, aplicaron un algoritmo que se alimenta de datos topográficos pormenorizados. La información fue obtenida mediante el sistema lidar, tecnología que determina la distancia que hay entre un emisor láser ubicado en un avión y un objeto o una superficie, por medio de un haz de luz pulsado que mide el terreno y su profundidad.

Esta ya se había usado en la Mojana, donde el Fondo de Adaptación del Gobierno nacional adelan-

ta un proyecto de levantamiento lidar de 22.000 millones de pesos.

Los modelos topográficos de escala súper deta-llada 1:2000 son algunos de los más exactos con los que cuenta el país, pues permiten calcular la cota del agua (altura) para distintos períodos de retorno (simular diversos tipos de crecidas). La ingeniera asegura que no es lo mismo tener el agua a la altura de la rodilla a baja velocidad, que a altas velocidades.

Los municipios piloto fueron elegidos por dispo-ner de información sistematizada sobre aluviones previos (imágenes satelitales y estaciones de me-dición). De estos, cinco sirvieron como guía para construir modelos de inundaciones lentas: Puerto Boyacá (Boyacá), Plato (Magdalena), Momil (Cór-doba), La Victoria (Valle) y La Virginia (Risaralda); y los otros cinco para inundaciones súbitas: Pitalito (Huila), Girón (Santander), Paipa (Boyacá), Fundación (Magdalena) y Tuluá (Valle).

Los mapas les permitirán a las municipalidades ordenar mejor el territorio, evitar asentamientos humanos en zonas amenazadas por crecidas y pla-near la construcción de equipamientos u obras más resistentes o en sitios seguros.

los antecedentes

Para llegar a esta instancia, los expertos definieron una metodología para diseñar mapas de zonificación a escala 1:500000, es decir, una gran carta en la que se identificara todo el país.

“Usamos datos morfológicos y de coberturas. Asimismo, definimos mecanismos de inundación según el tipo, pues además de las fluviales también las hay por fenómenos marinos y deshielo, y analiza-mos la duración y el tiempo de llegada. Esa primera fase demoró un año”, agrega la profesora Botero.

En la segunda fase, la zonificación fue más deta-llada (1:100000) y tuvo en cuenta tres cuencas piloto:

las inundaciones en municipios de cundinamarca y boyacá se repiten con la llegada de las temporadas invernales.

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JUNIO 2014 | 13 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: hidráulica, inundaciones, gestión. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Atrato, Sinú y Bajo Magdalena. En esos sitios, el grupo de científicos llevó a cabo un trabajo que mezclaba hidráulica y modelación distribuida, una técnica que compara la altura de cualquier punto del terreno con respecto a la del agua en la red de drenaje.

Para esto, usaron información de las 500 estaciones de ni-veles que el Ideam tiene en todo el país: las limnigráficas (para determinar los caudales) y las limnimétricas (para estudiar las corrientes) que ayudaron a los expertos a definir cuáles zonas se inundaban y cuáles no. Esta etapa fue ejecutada en el 2012, después de las graves crecidas de 2010 y 2011.

“Fue interesante comparar los resultados de diferentes períodos de retorno (probabilidad de que el evento ocurra una vez en determinado tiempo). Lo hicimos para 30 años y la mancha de inundación coincidía con las que hubo en ese período invernal”, dice la ingeniera de la un.

Luego de los buenos resultados, el Ideam le solicitó al grupo de investigadores, conformado por tres profesores y tres estudiantes de maestría, ejecutar la metodología de la escala 1:100000 para todo el país, ya que no se contaba con una zonificación de este tipo a nivel nacional.

La ventaja es que el algoritmo se puede aplicar en cualquier escala y en cualquier municipio del país, siempre y cuando se tengan los datos topográficos de detalle ya sean levanta-mientos convencionales o por el sistema lidar.

de uso público

Según comenta la profesora Botero, la novedad de este pro-cedimiento está en su simpleza, pues compara la altura del terreno con los niveles del agua en la red de drenaje y no requiere modelación hidráulica.

“Los mapas son matrices en las que se tiene la altura del terreno en una celda y la del agua en otra, para compararlas y saber cuáles celdas se inundan y cuáles no” agrega. Hace dos años, el grupo desarrolló el algoritmo que se utilizó inicialmente en la escala 1:100000.

Además, se usó información histórica de los niveles y se realizaron análisis hidráulicos para validar los resultados. La herramienta que desarrolló la Universidad está abierta para uso público, lo que también resulta un aporte importante para el país.

Al respecto, el profesor Jaime Ignacio Vélez, ingeniero civil y doctor en ingeniería de caminos, canales y puertos, quien también participó en el estudio, señaló que la tecnología li-dar, aunque es más costosa, garantiza mayor calidad de los datos y mayor precisión al aplicar los modelos hidráulicos.

En ese sentido, el experto en hidrometeorología de la Facultad de Minas resaltó la necesidad de que todo el país tenga claridad sobre las zonas susceptibles de inundación y la amenaza que reviste para la comunidad ocupar esos sitios.

herramientas fundamentales

En cuanto al papel que juega esta metodología, Nelsy Verdugo, ingeniera civil especializada en recursos hídricos y quien hace parte del Departamento de Hidrología del Ideam, señaló que, desde hace tiempo, las entidades del Estado son conscientes de la importancia de manejar este tipo de datos.

De hecho, el proyecto hace parte de un crédito gestionado, desde hace más de 10 años, ante el Banco Mundial, el cual tiene varias líneas para Latinoamérica, como la de gestión de desastres, tema en el que Colombia, según la funcionaria, es líder en la región.

“Tuvimos la experiencia de Armero, una pérdida de vidas grande, y reaccionamos proactivamente creando un Sistema de Gestión del Riesgo, ejemplo en Suramérica, además de una ley en el tema”, asegura.

Verdugo destaca, además, que la hidrología del país se co-noce bien, pero el ordenamiento ambiental y de territorio es relativamente nuevo, por lo que este trabajo debería ser la base para la planeación de asentamientos. Servirá para determinar, por ejemplo, en qué zonas se podría construir cualquier tipo de obra sin que luego se inunde o haya una tragedia.

Frente a los mapas entregados a las 10 poblaciones del plan piloto, la funcionaria manifiesta que el ejercicio de modelación hidrológica es pionero en Colombia y, en este caso, se transformó toda la información de campo en algo informático, para luego hacer los modelos. Con esta alter-nativa, se delimitan los niveles de agua, tanto en el río como en manzanas y casas, en caso de inundaciones.

Los municipios interesados en la herramienta pueden contactar al Ideam, entidad encargada de asesorar en cada uno de los pasos; no obstante las alcaldías deben aportar información o recolectarla. Este es un trabajo conjunto en el que la academia demuestra la importancia de la investigación científica para el beneficio de la sociedad.

poblaciones cercanas a las riveras de los ríos, lagos y ciénagas son las más vulnerables con las inundaciones repentinas.

Escala de toma de datos 1 en 2.000

Puerto Boyacá

Plato

Fundación

Paipa

Girón

La Victoria

Tuluá

Pitalito

La Virginia

Momil

Municipios que cuentan con la información de sus zonas inundables.

La UN y el Ideam entregaron, a los gobiernos locales, mapas que indican el tipo de amenaza (alta, media, baja) de las zonas pobladas, con base en las combinaciones de velocidad y profundidad del agua.

Un ejemplo de lo entregado por el proyecto de la UN y el Ideam son los mapas de El Plato (Magdalena). Para su elaboración, se tomaron datos de estaciones de medición de niveles ubicadas en la región e imágenes de satélite donde se observa información de inundaciones previas.El modelo presentado es uno de inundación lenta.

Mapa de inundaciones entregado a El Plato

Mapas inundaciones

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El mapa muestra las áreas que se podrían inundar por lo menos una vez en un período de 2,3 años

El mapa muestra las áreas que se podrían inundar por lo menos una vez en un período de 20 años.

El mapa muestra las áreas que se podrían inundar por lo menos una vez en un período de 100 años.

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JUNIO 2014 | 14 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

adn revela que no todos los indígenas de Colombia eran chibchas DIANA mANRIQUE hORtA, Unimedios

palabras clave: genética, chibchas, adn. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Cuatro trabajos genéticos de amplia envergadura ayudaron a redefinir lo que se sabía sobre el poblamiento del territorio colombiano. Se con-firmó la gran herencia amerindia por el filo materno de la población mestiza actual, la “pureza” genética de los grupos afro y que no todos los indígenas pertenecían al tronco de la familia chibcha.

los chibchas se diferenciaban genéticamente del resto de amerindios que habitaron el país. Dicha diferenciación se produjo antes de que entraran a lo que hoy se conoce como Colombia. Así, los del norte del país eran más afines a las comunidades de Panamá y Costa Rica.

Esta es una de las principales conclusiones a las que llegaron los investigadores Juan José Yu-nis, del Instituto de Genética de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá y Emilio Yunis (inicialmente desde la un y en la actualidad en su instituto). Ellos estudian la genética de las pobla-ciones desde hace dos décadas, una línea en la que trabajan hombro a hombro y cuyos resultados se resumen en la reciente publicación de cuatro artícu-los científicos, tres de ellos en la reconocida revista brasileña Genetics and Molecular Biology y uno en la revista Biomédica, del Instituto Nacional de Salud de Colombia.

Para la indagación, utilizaron el adn mitocon-drial, molécula que se hereda por vía materna; el cromosoma Y, que permite trazar el linaje masculino, pues solo lo heredan los hombres; y el Sistema de Antígenos Leucocitarios Humanos (hla, por sus siglas en inglés), que se encuentra en el cromosoma 6, se hereda de manera independiente del padre y la madre y es ideal para estudiar comunidades, pues permite establecer las mezclas entre grupos humanos.

El genetista Juan José Yunis explica que estos estudios son de gran valor para la comprensión de la estructura genética, las rutas de migración y las posibles relaciones entre diferentes poblaciones continentales. Asimismo, comenta que, después de Brasil, Colombia es el país con mayor número de comunidades amerindias, distribuidas en 89 grupos étnicos que representan el 1,83% de la población.

Una de las razones de esta diversidad es su ubica-ción geográfica, pues era paso obligado de los diversos movimiento migratorios y un sitio ideal para conocer cuál es la composición de esas comunidades, subraya el profesor José Yunis, quien añade que este tema se comenzó a explorar en la un desde 1992, con motivo de los 500 años del Descubrimiento de América.

“La línea seguida se centra en la estructura gené-tica de los colombianos. Se nos ha dicho que somos una mezcla triétnica (africana, indígena y europea) y si eso es así, debe evidenciarse en los marcadores genéticos”, apunta.

Juntos, pero no revueltos

Uno de los trabajos se centró en indagar las diferen-cias genéticas entre las comunidades de la familia lingüística chibcha y el resto de tribus amerindias del país. Para ello, se estudiaron 424 individuos de 21 tribus indígenas.

Dentro de las razones para su análisis se destaca que de esta familia provienen las comunidades más

representativas del país: koguis, arahuacos, chemi-las, muiscas (que habitaron la sabana de Bogotá) y u'was (ubicados en Arauca), las cuales alcanzaron desarrollos significativos en agricultura, cerámica y arquitectura, pese a que se les ha considerado como culturas pequeñas.

En publicaciones previas, los genetistas planteaban que los chibchas eran diferentes al resto de grupos amerindios del país y de Suramérica. La pregunta que rondaba era: ¿esa diferenciación se dio antes o después de entrar a Colombia?

Al mirar el adn mitrocontrodrial corroboraron que la distinción fue anterior a su llegada; además, descubrieron que guambianos y paeces, catalogados inicialmente por los lingüistas como chibchas, no lo eran. “Son más afines a las culturas amazónicas”, afirma el profesor Yunis, quien comenta que el ha-llazgo está correlacionado con estudios que señalan que estos individuos tuvieron un origen amazónico, antes de ubicarse en el Cauca.

Algo similar ocurre con los emberas y los guananas de Chocó, de la rama chocopaez de la familia chibcha, que muestran diferencias frente a los chibchas del norte de Colombia. “Esto plantea que la diversidad se dio antes de que entraran a Colombia”, señala el investigador.

poblaciones afro, casi intactas

Otro de los estudios se centró en analizar el Sis-tema hla de 1.041 individuos, de 17 comunidades indígenas. Los árboles genéticos mostraron una concentración en el lugar donde se ubican los chib-chas. “En este cluster aparecieron los paeces, los guambianos y los inganos, lo que significa que, de pronto, son cercanos, pero de pronto no”, arguye el profesor.

Esta duda había quedado resuelta con el estudio de adn mitocondrial en el que se concluyó que, en lo referente a la herencia materna, había diferencia entre los chibchas del norte del país, como los chi-milas o los koguis, y los inganos de lengua quechua, que están más cercanos al pueblo guambiano y paez, en la región amazónica.

En otro de los esfuerzos por reconstruir la ocu-pación del territorio nacional, los doctores Emilio y Juan José Yunis asumieron la tarea de analizar el cromosoma Y en comunidades indígenas. Para ello tomaron muestras de grupos afrodescendientes,

amerindios y mestizos (derivados de mezcla entre población europea y amerindia).

Con respecto a este cromosoma, hallaron que indígenas y afrodescendientes son muy puros, lo cual se explica por el bajo grado de mezcla étnica.

La investigación demostró que las colectividades afro estudiadas han permanecido prácticamente intactas desde el punto de vista genético. También observaron que estas poblaciones son más afines a las poblaciones descendientes de África en Nortea-mérica o en la República Dominicana, porque todos fueron sometidos a un proceso de homogenización genética a pesar de venir de diversas regiones de África; para evitar emancipaciones, los mezclaban en los centros de comercio de esclavos.

“El hallazgo es importante porque si una persona afrocolombiana requiriere un donante para un tras-plante, podría buscarlo no solo en Colombia, sino también en las poblaciones derivadas de africanos en Estados Unidos”, señala el genetista.

Analizar el adn mitocondrial en ciudades colom-bianas fue otro de los intereses de los investigadores, quienes tras una muestra de 1.526 individuos de 11 departamentos (lo que lo convierte en uno de los estudios más grandes publicados para el conti-nente americano) corroboraron que en todos los departamentos analizados este adn es amerindio de manera predominante.

En este trabajo, los expertos mostraron cómo era la distribución de los marcadores mitocondriales. Así, por ejemplo, en Nariño y Boyacá, departamentos con una tradición amerindia muy fuerte, predomina el adn mitocondrial amerindio (96% para Boyacá), mientras que departamentos con una proporción significativa de afrodescendientes, el porcentaje de marcadores amerindios disminuye, aunque sigue siendo predominante.

Ahora, los doctores Emilio y Juan José trabajan en la identificación del porcentaje de mezcla étnica entre los diferentes grupos, teniendo en cuenta que mientras en países como México o Bolivia el mes-tizaje indígena sigue siendo latente, en Colombia se produjo una especie de “blaqueamiento” de la población, es decir, una mezcla entre mestizo con mestizo o mestizo con blanco.

El punto de origen de las culturasde habla chibcha se encuentraentre Costa Rica y el norte de Panamá.Los chibchas del norte de Colombiaexperimentaban mayor afinidadcon las poblaciones ubicadas en esta zona,que con las que habitaron otras regiones del país.

La orfebrería y la arquitectura en las “ciudades perdidas”del Monumento Nacional Guayabo en Costa Rica,Buritaca-200 en Santa Marta y La Mosquitia en Honduraspermiten inferir que, como en el caso de los incas,también hubo un imperio chibchacon un influjo migratorio importante.

Nicaragua

Costa Rica

Panamá

Honduras

Colombia

Venezuela

Mesoamérica

Ciencia& Tecnología

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JUNIO 2014 | 15 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Desarrollorural

Retardan maduración del plátano para exportaciónmÓNICA ESCObAR mESA, Unimedios

Una fórmula química permitirá au-mentar la vida útil del plátano hasta por 32 días. El proyecto, adelantado entre la un en Medellín y la Univer-sidad de Cartagena, se convierte en un avance de gran utilidad para el sector exportador.

según la cadena productiva del plátano, en colombia hay 395.000 hectáreas sembradas, que producen alrededor de 3.360.000 toneladas al año, lo que lo ubica como uno de los principales productores del mundo. Sin embargo, aunque el país se autoabastece medianamente, exporta el 4% de la producción (135.000 toneladas) e importa 20.000, principalmente desde Ecuador, para completar el suministro local.

El potencial comercial del fruto, además de su valor nutricional, llevó a investigar la forma de au-mentar su vida útil, por medio de un recubrimiento comestible, que además le aporta beneficios bioquí-micos, mecánicos y fitosanitarios.

Se trata de la tesis de maestría de José Roberto Palacín Beltrán, la cual contó con la dirección del profesor Carlos Julio Márquez Cardozo, de la Facul-tad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, y del docente Lorenzo Fuentes, de la Universidad de Cartagena.

El trabajo propone una fórmula a base de almi-dón de yuca, glicerol como agente plastificante y antipardeantes para mantener la firmeza y textura de la cáscara (en este caso se usa ácido ascórbico que tiene propiedades antioxidantes), entre otros reactivos químicos. Mientras el proceso natural de maduración del plátano oscila entre cinco y ocho días; después de aplicada la mezcla, esta etapa se retrasa hasta tres semanas. Es decir, el producto queda listo para el consumo en 32 días.

Los frutos fueron sumergidos en la formulación y se almacenaron a 18 °C, con una humedad relativa de 85%.

“Se encontró que el recubrimiento disminuyó la pérdida de peso de los plátanos y prolongó su vida útil. Además, se comprobó que mejoraban su firme-za, mientras el color de la cáscara redujo el índice de pardeamiento enzimático (oxidación)”, detalla el profesor Márquez, doctor en Ciencias Agrarias.

importancia para el sector

El plátano pierde valor comercial por la madurez prematura y el daño causado durante su transporte y manipulación. Para exportarlo, no puede tener ni una mancha oscura en la cáscara, de ahí la impor-tancia de la cubierta diseñada en la un, que tiene la ventaja adicional de conservarlo en épocas de baja producción, lo que propicia mejores oportunidades de comercialización.

Félix Amín Tovar, secretario técnico nacional de la Cadena Productiva del Plátano, explica que el 85% de los platanicultores están en los estratos 1 y 2, y una de sus principales limitaciones es el acceso a la asistencia técnica. Además, el control fitosanitario

biotecnología

Empaques comestibles

En el Instituto de Biotecnología de la un, un equipo conformado por estudiantes de pregrado y posgrado de Diseño Industrial, Dietética y Psicología desarrollan el proyecto “Diseño de empaques comestibles impulsados por un avance tecnológico en el desarrollo de biopolímeros”. Recubrir frutas, encapsular aderezos o fabricar láminas podrían ser los nuevos usos del empaque comestible denominado BiLac.

“Dadas sus características y posibilidades, el encapsulado se dispondría sobre los alimentos. Por ejemplo, el cliente llega a la barra de ensaladas y compra un kit de aderezos; según las condiciones de humedad y de temperatura, el biopolímero se degrada y se esparce sobre el alimento”, explica Germán Silva, director del proyecto.

entre los principales productores de plátano en el país se encuentran Antioquia, Caldas, Risaralda, Quindío, Valle, Cauca, Huila, Meta, Casanare y Arauca.

palabras clave: plátano, conservación, enzima. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

es difícil, especialmente en el Eje Cafetero, donde hay problemas de moko y sigatoka negra.

“La investigación mejorará las condiciones de exportación a mercados de ee. uu. y Europa, donde este alimento es apetecido por su textura, sabor, color y aroma. La mayor dificultad está en el trans-porte, pues es enviado en embarcaciones en las que se exporta el banano del Urabá antioqueño y en muchas ocasiones no hay cupos disponibles”, dice Tovar.

Se ha intentado sacar la producción por Cartage-na, pero romper las cadenas de frío o someterla al clima de otras regiones afecta la maduración desde el punto de vista técnico. Es aquí donde el avance servirá para transportar el fruto largas distancias, sin alterarlo.

Francisco Grisales, agrónomo, productor y asesor de cultivos de plátano y banano en Quindío y Risa-ralda, señala que algunos productores colombianos se estancaron y no buscan la manera de exportar. Esto ha permitido que países de Centroamérica o el Caribe suplan la demanda internacional.

Debido a que el manejo del banano y del plátano son similares, con el adelanto podrían impulsarse las exportaciones y extender la cubierta también al banano, lo que sería trascendental para productores y exportadores, dice Grisales.

recubrimientos comestibles

El profesor Márquez Cardozo, ingeniero agrícola, cuenta que, en los últimos años, se ha venido tra-bajando en procesos agroindustriales para elaborar recubrimientos comestibles para frutas y hortalizas, alimentos muy perecederos, con corta vida útil y que

requieren cuidado especial durante la poscosecha.Estas coberturas son finas capas de materiales

combinados que se aplican alrededor del alimento, entero o troceado, mediamente técnicas como inmer-sión o aspersión, para que lo protejan de pérdidas de vapor de agua y otro tipo de deterioros.

Además, las cubiertas deben ser compatibles con el alimento y deben poderse ingerir, en el caso de frutas de consumo directo. Asimismo, operan como barrera para los gases, lo que conserva el aroma y mantiene la turgencia, es decir, la firmeza de sus células.

Al aplicar materiales plastificantes como el glicerol (líquido espeso, neutro, dulce, incoloro y gelatinoso), el producto resiste mejor los golpes o impactos entre las frutas y los empaques; por lo tanto, su apariencia perdura, disminuyen los cambios en sabor, color y aroma y están aptos para el consumo por períodos más extensos.

Además, se pueden incorporar sustancias de origen fitoquímico, que son antimicrobianas y que protegen el alimento contra hongos y bacterias, sin perjudicar la salud humana. Igualmente, se pueden agregar vitaminas, minerales, fibra y otros nutrientes, haciéndolos nutraceúticos, es decir de gran beneficio para la salud del consumidor.

Aunque se han realizado otros trabajos con recu-brimientos, la fórmula para el plátano se considera un avance de importancia en el país, pues podría traer grandes beneficios para los agroindustriales del sector, en corto tiempo.

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JUNIO 2014 | 16 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

‘Reta tu salud’ y combate la desnutrición infantilfANNy LUCíA PEDRAzA VALENCIA, Unimedios

Una novedosa aplicación tecno-lógica permite donar recursos a instituciones que trabajan por la niñez e incentivar la actividad físi-ca. Se trata de una idea que resultó ganadora en una de las maratones tecnológicas del proyecto Ciudades Emergentes y Sostenibles, del Ban-co Interamericano de Desarrollo.

en el 2012, fallecieron cerca de 360 infantes por enfermedades asociadas a la desnutrición, según datos del Instituto Colombiano de Bienes-tar Familiar (icbf); en el 2013, se identificaron 44 municipios con riesgo inminente por este factor en niños y niñas menores de cinco años; y este año, en la Guajira, el director de Planeación del departamento denunció ante la Fiscalía la muerte de 166 niños por posible mala alimentación, entre los años 2008 y 2013.

Para combatir esta crítica situación, entes pú-blicos y empresas privadas aportan fondos y crean campañas para que personas naturales donen dinero. Además, el Gobierno, por medio del icbf, creó los centros de recuperación nutricional y las unidades de protección institucional. Pese a los esfuerzos, aún persiste una desnutrición crónica nacional en el 13% de los infantes.

El apoyo de la academia es fundamental en este tipo de procesos sociales. Por eso, un egresado y un estudiante de la Universidad Nacional de Co-lombia en Manizales, junto con profesionales de la Universidad de Caldas, crearon una aplicación tecnológica para aumentar las ayudas en pro de la nutrición infantil. El software, a mediano plazo, estará disponible en celulares y tabletas.

Se trata de un programa que le permite al usua-rio conseguir dos metas: lograr que una empresa privada done recursos o alimentos a comedores infantiles y, a la vez, disminuir peso corporal. Es una combinación extraña, pero ya está en marcha y los resultados son positivos.

eJercitarse para ayudar

Cristian Jiménez, ingeniero de sistemas e integrante del grupo, explica que el aplicativo, llamado “Reta tu salud”, incentiva estilos de vida saludables, por medio de la eliminación de grasa corporal y el cumplimiento de retos y desafíos dispuestos en la plataforma. “Cada caloría quemada se convierte en una ayuda para niños de bajos recursos econó-micos con problemas de desnutrición”, expresa.

La idea surgió cuando decidieron participar en una de las convocatorias del programa Ciudades Emergentes y Sostenibles, del Banco Interameri-cano de Desarrollo (bid), el cual brinda asistencia técnica para ayudar a ciudades intermedias de América Latina y el Caribe en la identificación,

tecnología

Aplicaciones para ColombiaAunque Colombia tiene una de las coberturas de internet, telefonía celular y teléfonos inteligentes más amplias de América Latina, aún está muy rezagada frente a la generación de contenidos para estos medios, sobre todo de aplicaciones que ayuden al desarrollo del país. Es por eso que el Ministerio de Tecnologías de la Información y las

Comunicaciones impulsa iniciativas como la 'Agrotón', una maratón cuyo objetivo es buscar soluciones tecnológicas que fomenten un sector agrícola más eficiente y sostenible. Allí, es-tudiantes de universidades como la UN participaron con ideas para hacer más productivo el sector agrario.

palabras clave: software, nutrición, obesidad. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

priorización y estructuración de planes que bus-quen un desarrollo integral de las urbes.

Dentro del proyecto, se llevó a cabo la Maratón Hackathon, realizada de manera simultánea en Manizales, Cali y Barranquilla. La iniciativa tenía como finalidad que jóvenes dedicados a la ingenie-ría, la internet, la tecnología y el diseño crearan grupos de trabajo para desarrollar aplicaciones útiles para la sociedad.

Los jóvenes colombianos ganaron la maratón al demostrar la viabilidad de su propuesta. Meses después, obtuvieron apoyo del Parque de Innova-ción Empresarial de la un en Manizales. La primera empresa que los apoyó fue Vitalius, que comenzó a entregar alimentos a niños pobres caldenses.

Y es que la infancia en Caldas pasa por una situación difícil. El Observatorio de Seguridad Ali-mentaria y Nutricional de la un (Obsan) estableció el mes pasado que de cada 100 niños, 14 padecen desnutrición crónica y que el departamento alcanza un 14,1% de este tipo de desnutrición, por encima del promedio nacional que es del 13,1%.

“La empresas que se unan a la iniciativa podrán entregar parte de sus utilidades y evitar que esas cifras aumenten”, indica Ángelo Adrian Quintero Ciprián, administrador de empresas de la un y gerente y cofundador de Engenial, empresa que creó la aplicación.

sentadillas por sonrisas

El software también combate otro fenómeno cre-ciente en Colombia, el sobrepeso. En el país, según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional, el 52% de la población sufre este problema, que ata-ca 10% más a las mujeres que a los hombres y del que no está exenta la población infantil, pues se encontró que dos de cada diez niños lo padecen.

Es por eso que la herramienta promueve la ac-tividad deportiva. Cada vez que un participante hace una sentadilla, se dona cierta cantidad de

ayudas a una institución que apoya a los niños, según el convenio establecido con cada empresa. A mayor ejercicio, mayores recursos.

Es así que la Fundación Gota de Leche se be-nefició con la llegada de alimentos. En la primera etapa recibió 116 kilos de panela, gracias a la par-ticipación de 600 personas que eliminaron 3.780 calorías. El producto fue donado en convenio con la empresa Vitalius.

“Los interesados pueden ingresar a www.reta-tusalud.co, allí inscriben su correo electrónico y acceden a la plataforma donde hay diversos retos. Por cada juego hay un tope máximo de calorías a quemar. Cuando se llegue al puntaje más alto se hace efectiva la donación”, explica Quintero Ciprián.

Luis Miguel Álvarez, diseñador visual del pro-yecto, afirma que con el fin de tener un registro de las sentadillas que realiza el usuario, se utiliza la cámara web personal, con la cual se hace un seguimiento del rostro y se detecta cuándo se realiza el ejercicio. Lo que la persona observa en la pantalla de su computador es un dibujo animado que esquiva los obstáculos.

A la herramienta se le han agregado secciones como ‘cardiorutas’, que recomienda rutas urbanas en Manizales para hacer ejercicio (suministradas por la Secretaría de Salud), y ‘Chef por un Día’, que enseña a preparar comidas saludables. Se espera tener un reto en teléfonos móviles para las perso-nas que troten.

El gerente de Engenial asegura que el desarrollo va dirigido a personas que quieran tener estilos de vida saludables y a empresas que deseen patrocinar estas iniciativas y poner en práctica la responsa-bilidad social empresarial, muy mencionada, pero poco practicada. En ese sentido, hacen un llamado para que más entidades los respalden.

las personas y empresas interesadas en ayudar a disminuir la desnutrición infantil pueden ingresar a www.retatusalud.co

Ciencia& Tecnología

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JUNIO 2014 | 17 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Ciencia& Tecnología

Primera fábrica experimental manufactureraDIANA mANRIQUE, Unimedios

Ocho máquinas automatizadas y teledirigidas conforman el primer Laboratorio Fábrica Experimental basado en tecnología de manufac-tura virtual y puesto en marcha en el país. A través de esta iniciativa, la un busca hacer competitiva la industria nacional y solventar su necesidad urgente de innovación.

pese a ser uno de los países con mayor cre-cimiento económico en américa latina y a la óptima resistencia durante la crisis económica mundial de 2008, el gran reto de Colombia continúa siendo la falta de innovación.

Según el informe de recomendaciones y suge-rencias de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde), presentado el año pasado, el sistema de innovación de Colombia es pequeño y carece de un centro empresarial fuerte.

El gasto en investigación y desarrollo en el país es apenas del 0,2% del pib, mientras que en Brasil es del 1,2% y en el conjunto de países miembros de la ocde alcanza el 2,4%. Esto sin tener en cuenta otras medidas de innovación, como el registro de patentes (en el 2010 solo se otorgaron 633) y publicaciones científicas per cápita, que sitúa a la Nación por debajo de Brasil, Chile y Argentina.

Por eso, en opinión de la ocde, organización a la cual el país prepara su adhesión, “Colombia debe aunar esfuerzos para desarrollar un sistema de innovación centrado en el sector empresarial, como en el caso de las economías emergentes exitosas”.

Para el profesor Édgar Moncayo, autor del libro Cambio estructural, crecimiento y (des)industrialización en América Latina 1950-2005, mientras en los años setenta el sector industrial nacional era del 25%, hoy apenas representa el 14% y se apoya básica-mente en la producción de bienes vinculados a los recursos naturales. Es decir, “los aportes de complejidad tecnológica han sufrido un gran de-terioro”, subraya el docente.

En su opinión, para fortalecer el sector empre-sarial es importante construir capacidades de innovación internas, también conocidas como in house. En esta apuesta, la universidad y la in-dustria conforman un binomio imprescindible.

En ese sentido, un avance contundente en in-novación es la puesta en marcha del primer La-boratorio Fábrica Experimental (LabFabEx) de la Universidad Nacional de Colombia, basado en tecnología de manufactura virtual (e-manufactu-ring). Por medio de este se ofrecerán servicios a la industria para que desarrollen técnicas de prueba y diseño de modelos, entre otros.

A partir de ahora, los pequeños y medianos in-dustriales contarán con un espacio en el que podrán modelar y diseñar algunos productos novedosos para el mercado (tipo visagras, tornillos y alicates, etc.) hasta sistematizar algunos de sus procesos.

innovación

Sector empresarial no invierte en investigación

Las empresas colombianas contribuyen poco a la innovación. Según datos oficiales, solo un tercio de las empresas manufactureras han introducido innovaciones. Únicamente el 30% de investigación y desarrollo en el país se lleva a cabo por parte del sector empresarial, en comparación con el 65% o 75% de los principales países de la ocde y China y algo menos del 50% en Brasil.

el laboratorio fábrica experimental de la un permitirá que industrias del país puedan innovar en sus procesos de producción, según las necesidades locales.

palabras clave: innovación, empresas, tecnología. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

made in un

Dicha fábrica está ubicada en el Laboratorio de Mecatrónica del campus universitario en Bogotá. En ella trabajan, desde hace dos años, estudiantes de pregrado y posgrado, así como docentes del Grupo en Nuevas Tecnolo-gías de Diseño y Manufactura – Automatización (dima-un) de la Institución.

Para el diseño y puesta en marcha del proyecto contaron con la financiación de Colcien-cias y el apoyo de Imocom S.A., y otras 10 empresas vinculadas a la iniciativa.

El laboratorio está dividido en tres celdas de funcionamiento: manufactura industrial, manu-factura experimental y centro de mecanizado, conectadas por medio de una plataforma de robó-tica colaborativa, la cual se puede operar desde un computador.

En la actualidad, el Laborato-rio de Mecatrónica cuenta con co-nexión directa a la Red Nacional Académica de Tecnología Avan-zada (renata), iniciativa de las redes regionales colombianas, que a su vez se conecta a la red latinoamericana clara.

Articulando la experiencia de los actores involucrados en el campo de la automatización y el dominio de las tecnologías en procesos de manufactura, se busca aportar soluciones a la falta de competitividad de la industria nacional y su necesidad de trans-formar el aparato productivo.

El profesor Ernesto Córdoba, director del grupo dima-un, vin-culado a la Facultad de Ingeniería, explica que gracias a estas redes, el laboratorio asegura mejores respuestas de conectividad para teleoperación y supervisión remota.

El docente comenta que, debi-do al incremento de la solicitud

de accesorios con mayor calidad y menor costo, se requiere que las máquinas sean más precisas y rápidas. “También crece la demanda de productos complejos en materiales especializados, difíciles de mecanizar y manufacturar”, señala.

transferencia de tecnología

Como los volúmenes de producción son, por lo general, pequeños, los cambios en los procesos son más frecuentes, por lo tanto, es necesario que las nuevas máquinas estén en la capacidad de realizar múltiples funciones y sean rápidamente reconfigurables.

De otro lado, a medida que la complejidad geométrica de los productos se incrementa, las herramientas evolucionan con el objeto de cumplir los nuevos requerimientos. “La tendencia de los últimos años consiste en integrar diferentes pro-cesos en una sola máquina multifuncional, ya que los atributos tecnológicos, como la funcionalidad y el número de ejes controlados simultáneamente, han aumentado”, amplía el investigador.

En su opinión, la economía industrial local está fundamentada en la producción de bienes de con-sumo corriente. Así, las empresas del sector elabo-ran bienes primarios o productos relativamente sencillos y la tecnología es asimilada, en parte, a través de importaciones y mediante inversión externa e imitación.

Para el profesor Córdoba, es evidente la falta de capacidad de desarrollo de productos con valor agregado tecnológico, con eficiencia y con creciente nivel de optimización de procesos productivos. De igual manera, añade, “el aumento de la demanda global y del nivel de complejidad de los productos requiere la participación y colaboración de equipos de trabajo de diferentes disciplinas, que pueden estar ubicados en varios lugares geográficos”.

En ese sentido, internet, como soporte de la tecnología de manufactura virtual (e-manufac-turing), provee la posibilidad de participar en el desarrollo del producto, en cualquier lugar y a cualquier hora.

Actualmente, representantes del sector indus-trial nacional están visitando las instalaciones del LabFabEx para ver, in situ, una demostración de ocho minutos, en la que pueden apreciar todas las máquinas funcionando simultáneamente.

piezas como esta pueden fabricarse de forma automatizada.

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JUNIO 2014 | 18 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: pigmentos, agroindustria, tartracina. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

industria

Desechos orgánicos subutilizadosUn sondeo realizado en el 2006 por investigadores de la un en Medellín, en el Sur del Valle de Aburrá, esta-bleció que con las empresas que procesan frutas podrían montarse plantas de aprovechamiento de residuos orgánicos, con capacidad para 9 a 375 toneladas por mes. Si se hubieran utilizado todos los desechos, la valorización de estas plantas se habría multiplicado por 20.

legislación

El consumidor decide

La tartrazina es un colorante naranja luminoso que habitual-mente se encuentra en presentación de polvo o gránulos y es soluble en agua. La legislación estadounidense exige que

Ciencia& Tecnología

se indique explícitamente la presencia de este químico en la etiqueta de los productos para que el consumidor final tome la decisión de comprarlo o no.

Pigmentos naturales para industria de alimentosjEINSt CAmPO RIVERA, Unimedios

En las cáscaras de papaya, guayaba, piña y chontaduro, científicos ha-llaron elevados contenidos de caro-tenoides, pigmentos naturales que pueden ser utilizados en la industria alimenticia como una alternativa al uso de colorantes químicos asocia-dos a problemas de la salud.

detrás de cada alimento hay una gran canti-dad de insumos químicos que hicieron parte de su producción: en la siembra, durante su proceso de agroindustrialización o, simplemente, para darle forma o color.

Este es el caso de los helados, gelatinas, galletas, refrescos, salsas y la llamada ‘comida chatarra’ que se consumen en Colombia, para las cuales la industria alimenticia utiliza un pigmento artificial conocido como tartracina. Este componente pertenece a la familia de los colorantes artificiales azoicos, que se caracterizan por resistir altas temperaturas y conservar el color, aunque estén expuestos a la luz y al oxígeno.

Sin embargo, algunos estudios asocian este quí-mico con la aparición de tumores cancerígenos, la incidencia del trastorno por déficit de atención con hiperactividad (tdah) en niños y el desarrollo de cuadros de urticaria, lesiones purpúricas (sangrado por debajo de la piel) y, en general, intolerancia a los azoicos.

Por ejemplo, un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, de ee. uu., determinó que de 2.210 pacientes a los que se les administraron fármacos que contenían tartracina, 83 desarrollaron reacciones alérgicas, por lo que era recomendable suspender su administración.

Según la profesora Ariadna Rodríguez del De-partamento de Toxicología de la Universidad Na-cional de Colombia en Bogotá, “estudios de caso han demostrado síntomas de respuesta alérgica como angioedema, dermatitis atópica exacerbada y alteraciones gastrointestinales. Otros estudios genotoxicológicos (que evalúan los riesgo genéti-cos de los productos) han presentado hasta ahora conceptos variables, pues algunos reportan que la tartracina no produce cambios en la estructura del adn y otros lo afirman”.

No obstante, a pesar de que su uso está autorizado en más de sesenta países, la resolución 94/36/EC la prohíbe parcialmente en la Unión Europea, mientras

que el Comité Mixto fao/oms de Expertos en Aditivos Alimentarios ha considerado un valor de referencia para la ingesta diaria de 0 a 7,5 miligramos por kilo-gramo de peso.

Es por ello que la agroindustria alimentaria busca colorantes naturales. En ese camino, científicos de la un en Palmira encontraron considerables cantidades de carotenos en cáscaras de papaya, guayaba, piña y chontaduro, que pueden funcionar como pigmentos naturales sin causar ningún perjuicio a la salud.

residuos con potencial

La Red de Información y Comunicación Estratégica del Sector Agropecuario (Agronet) revela que el Valle del Cauca es el segundo productor de frutas a nivel nacional, con una producción de 538.000 toneladas repartidas en cítricos, con el 22,35%; piña, que registró 16,30%; papaya con el 10,20%, y chontaduro con una participación del 9,10%.

Esta producción de frutas le ha permitido al depar-tamento contar con un amplio portafolio de produc-tos procesados, en el que se destaca la elaboración de pulpas, jugos, jaleas, mermeladas y conservas, con rendimientos que alcanzan el 40% y 55% de peso inicial de la fruta que entra como materia prima, pero que generan entre 45% y 60% de residuos.

En ese sentido, Luis Eduardo Ordóñez Santos, doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos y do-cente de la un en Palmira, señala que la industria procesadora de frutas en el Valle produce alrededor

de 230 toneladas de restantes orgánicos por semana, principalmente cáscaras, semillas, restos de pulpa y fibra, que no son aprovechados integralmente, debido a la ausencia de estudios que evidencien su potencial agroindustrial.

“Con estos residuos se obtienen moléculas de interés comercial como los carotenoides, compues-tos funcionales que pueden actuar como pigmen-tos naturales y antioxidantes que poseen activi-dad provitamínica A, en la que el ß-caroteno y la ß-cripxantina son los más representativos”, afirma el investigador.

numerosos carotenos

Fue así como el profesor Ordóñez, líder del Gru-po de Investigación de Procesos Agroindustriales (gipa), de la mano de la estudiante de Ingeniería Agroindustrial Lina Ximena Pinzón Zarate, dirigió una iniciativa con el objetivo de evaluar el potencial de los desechos de frutas tropicales.

El docente presentó dos proyectos al programa nacional de semilleros de investigación, creación e innovación de la Universidad; uno para evaluar el contenido de carotenoides en estos residuos y otro para extraer pigmentos de los desechos del chonta-duro, con una tecnología asistida por ultrasonido que utiliza aceite de girasol como solvente.

Los resultados revelaron que los restos de papaya presentaron el mayor contenido de carotenoides con 5,88 miligramos de ß-caroteno por cada 100 gramos de residuos de fruta, seguido por la guayaba con 4,20 miligramos, la piña con 1,29 y la naranja con 0,699.

Con los sobrantes de chontaduro, se evaluaron y compararon factores como la temperatura a 25, 35 y 45 °C, la intensidad del ultrasonido a 800, 1080 y 1510 w/m2 y el tiempo a 0, 10, 20 y 30 minutos.

“Los resultados indican que la temperatura y el tiempo afectan significativamente la concentración de carotenoides en las muestras analizadas”, afirma el docente. Se concluyó que la mayor extracción de estos pigmentos se alcanza cuando se trabaja con una temperatura de 45 °C, durante 30 minutos.

El profesor Ordóñez asegura que estos estudios abren las puertas a nuevas líneas de investigación en el desarrollo de procesos agroindustriales para extraer y estabilizar pigmentos naturales que puedan ser utilizados en la industria farmacéutica y de alimentos.

Además, contribuirían al aumento de la compe-titividad del sector frutícola del Valle del Cauca, a la reducción del impacto ambiental en la región y a la utilización de compuestos orgánicos que permitan el cuidado de la salud.

las cáscaras de los frutos son utilizables en un 100% para diversos procesos industriales.

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JUNIO 2014 | 19 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Ciencia& Tecnología

Espirulina haría parte de la dieta colombianaDAVID SANtIAgO gÓmEz mENDOzA, Unimedios

Esta microalga es considerada por la onu como el alimento del futuro. En la un, se diseñó un plan para que familias campesinas de tierras cá-lidas puedan cultivarla, cosecharla y consumirla, aprovechando así su alto contenido de proteína, supe-rior a la animal.

una diminuta alga, cultivada desde 1950 con fines industriales, se convertirá en una rica fuente de proteína de alta calidad para fami-lias campesinas de escasos recursos que habitan tierras cálidas del país. Se trata de la espirulina, un microorganismo utilizado como alimento en la piscicultura y comercializado como antioxidante en tiendas naturistas.

En los años noventa, el Programa de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (fao) promovió su consumo como forma de combatir el hambre en países del centro y este de África, gra-cias a la gestión del Instituto Intergubernamental para el Uso de la Microalga Espirulina contra la Malnutrición (iimsam, por sus siglas en inglés), entidad vigilada por la onu, que reúne expertos del mundo que investigan sobre las propiedades y ventajas del alimento.

Esta microalga presenta una concentración pro-teica del 69%, superior a la de la carne de res (22%), el pescado (20%) y la soya (30%); adicionalmente, tiene vitamina B12 y antioxidantes. Es por ello que consumidores de Estados Unidos y algunos países de Europa la incluyen en su dieta.

En Colombia, el producto aún es desconoci-do, aunque hay algunos importadores. Por eso, científicos del Departamento de Biología de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá desarrollaron un modelo de cultivo y cosecha para familias que vivan cerca de fuentes hídricas, ya que la reproducción de esta alga requiere altas cantidades de agua.

El trabajo se desarrolló en la granja piscícola La Terraza, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia, en Villavicencio. El biólogo Luis Carlos Montenegro, profesor adscrito a la Facultad de Ciencias, sostiene que en la granja buscaron alternativas que reemplazaran los reactivos quí-micos industriales usados tradicionalmente en el cultivo de espirulina, los cuales encarecen su producción.

Por lo general, se utilizan sales de nitrato y car-bonato de calcio para estimular su reproducción y crecimiento, pero en Colombia estos insumos son costosos y difíciles de conseguir, debido a que son utilizados en la fabricación de explosivos y el procesamiento de narcóticos. Entonces, el objetivo de los expertos fue buscar insumos agrícolas de fácil acceso.

Las microalgas, al ser organismos primitivos, obtienen su alimento directamente del sol (son

palabras clave: espirulina, microalgas, nutrición. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

alimentación

Estrategia global contra la malnutrición El Instituto Intergubernamental para el Uso de las Microalgas Espirulina contra la Malnutrición (iimsam) recomienda uti-lizar esta microalga en situaciones de desarrollo sostenible y emergencia alimentaria. La organización planea cultivar e incentivar su consumo en el continente africano. Según el

portal www.espirulina.es, atletas olímpicos de China y Cuba la consumen para mejorar su rendimiento deportivo. Asimis-mo, en el centro de formación deportiva más grande de China, entrenadores han informado que mejora la recuperación y estimula el sistema inmunológico.

en estos tanques se cultiva la espirulina. El agua debe permanecer bur-bujeando para airear el cultivo.

en las telas se filtra el agua y queda la biomasa para que se seque, se muela y quede listo el producto.

esta es la biomasa lista para ser se-cada.

una de las presenta-ciones para el consumo humano.

fotosintéticas) y de las sustancias que absorben del ambiente.

En ese sentido, utilizaron un abono foliar y emplearon únicamente bicarbonato de sodio, que es de venta libre.

cultivo y cosecha

Con el abono listo, se estableció el cultivo de mi-croalgas. Primero, se utilizó uno con capacidad de hasta 10 litros, pero cuando el material creció, se trasladó a otro estanque con capacidad para

1.000 litros. En esta etapa, se agregó el bicarbonato y el abono foliar dentro de los ocho tanques que dispone la un.

Luego de 15 días, empezó la cosecha. Para ello se extrajeron 500 litros de agua de los 1.000 dis-ponibles. Posteriormente, el tanque se volvió a llenar con 500 litros nuevos, a los que se les agregó más abono. Este proceso se repitió cada cuatro y ocho días, con el fin de mantener una producción constante. El resultado de esta dinámica fueron 300 gramos de espirulina listos para ser consumidos por una familia.

El agua filtrada se reutilizó, pues mantuvo los nutrientes, lo que convierte a la propuesta en un sistema no contaminante. En esta adecuación tec-nológica participan los estudiantes John Edward Cano, Hugo Andrés Martínez y Freddy Augusto Duque, del Departamento de Biología de la un.

Como la espirulina se debe ofrecer seca para el consumo, los investigadores también diseñaron un mecanismo de filtración casero (en proceso de perfeccionamiento), en el que se utilizan telas comunes para el secado de la biomasa. En la ac-tualidad, esta se refrigera en el sitio de cosecha y se envía a Bogotá, donde la deshidratan y muelen para producir malteadas y pastillas o para comerla directamente en diversas preparaciones culinarias.

El objetivo, agrega el profesor Montenegro, es entregar a las personas un protocolo completo de todo el proceso de cultivo, cosecha, conservación y utilización de las microalgas.

las comunidades son el obJetivo

Como la espirulina es productiva en climas por encima de los 25 grados centígrados, se busca llegar a poblaciones del Llano colombiano, la Amazonia y parte de las costas Pacífica y Atlántica, donde se convertiría en una opción económica y nutritiva para combatir la desnutrición.

Según el Observatorio del Caribe Colombiano, con sede en Cartagena, en la Guajira hay una desnutrición crónica en menores de 5 años del 24,7%. Al respecto, la fao le ha pedido repetidamente al país tomar me-didas y establecer estrategias, pues, en su informe de 2012, alertó sobre la desnutrición de cinco millones de habitantes, una situación que no ha mejorado a la fecha, sobre todo en las zonas rurales.

Esta población vulnerable se favorecería con el consumo de la espirulina, asegura el profesor Montenegro, dada la facilidad de implementar el cultivo en un patio. Además, este alimento con-centra valores nutricionales similares a los de los vegetales y una proteína libre de grasas saturadas que inciden en el aumento de los niveles de coles-terol y triglicéridos.

El académico, director del Laboratorio de Cul-tivo de Algas de la un, añade que entre los aceites que tiene este organismo están el Omega 3 y el 6.

“Solo hay que invertir en abono y telas; es un sis-tema fácil de instalar. Se trata de una transferencia tecnológica que le sirve mucho a las comunidades”, enfatiza Montenegro.

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JUNIO 2014 | 20 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Patrimonio

Cuatrecasas: hogar de la flora del Pacífico colombianojEINSt CAmPO RIVERA, Unimedios

El Herbario Josep Cuatrecasas y Arumí, ubicado en la Sede Palmira, conserva una de las más importan-tes colecciones botánicas del país, con cerca de 4.500 especies vegeta-les. Este es el legado que dejó el bo-tánico español Cuatrecasas, quien describió 1.500 especies, luego de una vida dedicada a recolectar flora a ‘lomo de mula’, a lo largo de la es-carpada geografía del suroccidente colombiano.

con bitácora en mano y montado en su mula, Josep Cuatrecasas y Arumí realizaba sus expedicio-nes en medio de las selvas, montañas y páramos del país, con el objetivo de colectar una gran diversidad de especies vegetales, particularmente, su favorita, Asteraceae perteneciente a la familia de los girasoles.

En medio de la espesa vegetación del Pacífico, a Cuatrecasas se le veía acompañado del naturalista vallecaucano Víctor Manuel Patiño, con quien re-colectaba ejemplares en una afinada cajuela hecha en guadua y cubierta con cuero de vaca, a la que llamaban ‘petaca’. En esta, almacenaban el material vegetal colectado: ejemplares botánicos fértiles (con flores y hojas) y muestras de tallos de árboles made-

rables, cuyo proceso de colección era bastante riguroso.

El profesor Luis Eduardo Fore-ro Pinto, biólogo-botánico y cu-rador del Herbario Josep Cuatre-casas y Arumí de la Universidad Nacional de Colombia en Palmira, cuenta que los caminantes em-prendían viajes de más de cuatro días a los diferentes ecosistemas del Valle, Cauca, Nariño, Risaralda y Caldas, donde se internaban en la preciada biodiversidad co-lombiana.

“Cuatrecasas siempre fue muy metódico en su profesión. En su bitácora apuntaba cada detalle de

la colección, las condiciones ambientales, los tipos de suelo, la ubicación geográfica, las características botánicas y los aspectos culturales que rescataba de campesinos de la zona. Luego, aplicaba formol a sus hallazgos y los organizaba en pliegues de papel periódico para que no perdieran su calidad”, sostiene el profesor Forero.

inmerso en los bosques

No es para menos, este experimentado botánico, que nació en 1903 en el municipio de Camprodón, al norte de España, fue un apasionado por las plantas y un científico admirador de la vegetación colom-biana, particularmente de los páramos, donde se le veía de manera constante colectando especímenes botánicos.

“Llegó a Colombia en 1932 como delegado español, en el bicentenario del natalicio de José Celestino Mutis (6 de abril de 1732); desde entonces, quedó sorprendido con la flora y fauna. En 1939 decidió exiliarse en el país para conocer más de la vegetación colombiana”, relata el docente.

Cuando fue nombrado profesor del entonces Instituto Botánico (ahora Instituto de Ciencias Na-turales de la un), estudió ampliamente esa inmensa

El herbario Josep Cuatre-casas y Arumí, ubicado en Palmira, es uno de los 28 que hay en Colombia. Sin embargo, este ha llamado la atención de científicos, estudiantes y botánicos del mundo, debido a la ca-lidad de su amplia riqueza botánica.

anthurium splendidumw. bull ex rodigas, la pieza botánica más antigua de la colección con 180 años.

frondosidad, sobre todo cuando ingresó a la Comisión Botánica del Valle, de la que fue director entre 1943 y 1947. Lo anterior le permitió sumar significativas especies a su más preciado tesoro: un repertorio de 15.000 ejemplares botánicos de diferentes partes del suroccidente colombiano.

“De esa grandiosa colección, el maestro Cuatreca-sas identificó más de 1.500 especies nuevas para la ciencia. Entre ellas, el conocido borojó, que bautizó como Borojoa patinoi, en honor a su querido amigo de travesías botánicas Víctor Manuel Patiño”, relata el profesor Eugenio Escobar, quien se desempeñó durante 32 años como curador del Herbario.

La portentosa muestra vegetal es conservada, 82 años después de su recolección, en el herbario de la Sede Palmira, protegida en modernos compactado-res bajo las más estrictas normas de conservación y seguridad.

Esta importante colección ha servido a científicos del Instituto Alexander Von Humbolt como fuente de información para la publicación del Libro Rojo de Especies en Peligro. La tarea científica es realizada periódicamente por estudiantes e investigadores de la Sede Palmira, quienes utilizan ejemplares del Herbario para evaluar en qué nivel de amenaza se encuentran las especies de diversos lugares del país.

“Si no tuviéramos estos datos, no conoceríamos los ejemplares que existieron en el Valle y su nivel de vulnerabilidad. De esta manera, mostramos la gran diversidad de la región y la taxonomía de todas las especies”, dijo el profesor Dariusz L. Szlachetko,

decano de la Universidad de Gdansk (Polonia), en una visita realizada al Herbario.

el herbario

No se puede negar que el esfuerzo y dedicación del botánico, durante la dirección de la Comisión Botá-nica del Valle, motivó a Ciro Molina Garcés, entonces secretario de Agricultura del Valle, a consolidar en la Escuela Superior de Agricultura este herbario, considerado uno de los mejores a nivel nacional y fundado por el científico Jesús María Duque y la botánica Edith Dryander.

En 1946, cuando la escuela pasó a formar parte de la Universidad Nacional de Colombia, como Facul-tad de Agronomía, el herbario quedó bajo su tutela y cuidado, hasta 1988, cuando por resolución del Consejo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias fue nombrado Herbario Josep Cuatrecasas y Arumí, como un homenaje a este gran botánico.

“Actualmente, conservamos cerca de 20.000 ejemplares que representan más de 4.500 especies vegetales. La familia más importante, en términos de cantidad, es Asteraceae, con 115 géneros y 325 es-pecies; sigue la de las gramíneas Poaceae (Graminae), con 295 especies; luego la del café Rubiaceae, con 213; y finalmente la del fríjol Fabaceae, con 183”, afirma el profesor Forero.

Además, cuenta con una xiloteca (colección de maderas) que incluye 170 fragmentos de leños que protegía el propio Cuatrecasas en sus ‘petacas’; asi-

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JUNIO 2014 | 21 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

¿cómo se preservaron las muestras?*

• Recolección: se obtenían muestras de plantas que tuvieran hojas, flores y frutos (si los poseía); las herbáceas se recolectaban con la raíz. También se conservaban espatas o támaras (hojas de color que envuelven las inflo-rescencias; por ejemplo, el anturio).

• Los ejemplares se ponían en papel periódico (página doblada), previa-mente numerados, y después, en prensas de madera, de 47 centíme-tros de largo por 28 de ancho. Estas se depositaban en petacas de cuero para ser llevadas en mulas.

• Secado: se colocaban las muestras en láminas de zinc y cartón corrugados. El secador era un tablero de madera, en cuya parte superior se instalaban nueve bombillos caloríficos.

• Preservación: se sometían a un trata-miento químico para evitar el ataque de hongos o insectos que deterioran los especímenes. Para este proceso, era común el sublimado corrosivo, el alcohol impotable, el formol al 50% o el uso de bolitas de naftalina para frutos y semillas. En la actualidad, el sublimado y el formol no se usan por motivos de salud.

*Información del Sistema de Patrimonio y Museos de la un.

palabras clave: herbario, biodiversidad, Cuatrecasas. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

weinmannia pubescens, ejemplar colectado en la reserva forestal de Yotoco.

cattleya quadricolor, una de las flores más vistosas del Pacífico colom-biano.

xiloteca del herbario de la Sede Palmira.

mismo atesora una carpoteca (colección de frutos) de 160 muestras. Estos dos archivos se complementan, pues se puede apreciar el ejemplar botánico y su respectivo fruto.

la más antigua

El Herbario conserva un ejemplar de Anthurium splendidum W. Bull ex Rodigas, la pieza botánica más antigua de la colección, que constituye una magnífica muestra de la rica biodiversidad del país.

Su magnitud sorprende al verla de cerca, ya que implica trasladarse a 1850, época en la que el bogotano José Jerónimo Triana, de 25 años de edad y apasionado por la botánica, llegó al Valle del Cauca para recolectar ejemplares localizados desde la desembocadura del río San Juan, en el departamento de Chocó, hasta el sur de Tumaco, en Nariño.

En sus travesías por el Pacífico, reunió cientos de importantes muestras, entre ellas el Anthurium splendidum, una especie llamada vulgarmente 'antu-rio' y recolectada en abril de 1853, en la provincia de Barbacoas y Buenaventura. En principio, formó parte de la colección del Instituto de Ciencias Natu-rales de la un y, posteriormente, del Herbario Josep Cuatrecasas y Arumí.

“Este ejemplar, indiscutiblemente, nos muestra la importancia histórica, cultural y científica de la expedición realizada por Triana; lo hemos conser-vado intacto en el Herbario. Teniendo en cuenta los datos consignados en la etiqueta de campo, aparece como útil contra la mordedura de la ‘verrugosa’, una de las serpientes más venenosas del Chocó”, afirma el curador.

Entre tanta diversidad, el actual curador del Her-bario concluye que esta colección, además del gran valor científico, tiene un importante valor histórico y cultural, lo que la constituye en patrimonio ma-terial para el país.

“En el herbario, la riqueza vegetal, representada por la gran variedad de flora colombiana, goza de un espacio para su conservación y difusión. Este lugar es, para los colombianos, un legado para conocer de cerca”, concluye Forero Pinto.

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JUNIO 2014 | 22 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Educación

Estudiantes, mejor preparados con EruditomÓNICA ESCObAR mESA, Unimedios

Un aula virtual desarrollada por investigadores de la Facultad de Minas de la un en Medellín está ayudando a docentes de 100 institu-ciones educativas a mejorar el ren-dimiento de sus estudiantes, inclu-so, ya es utilizada en una institución de Brasil.

con la introducción de nuevas tecnologías al país, entre ellas internet hace dos décadas, la enseñanza se ha convertido en un reto diferente para los profesores.

Y es que los jóvenes, desde edades tempranas, superan en muchos casos el conocimiento que sus maestros tienen de las tecnologías de la información y las comunicaciones (tic), lo cual ha genera un gran desinterés por las clases tradicionales en el aula.

Con el objetivo de diseñar una alternativa a esta situación, el Grupo de Investigación en Informática Educativa (Guíame) de la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia en Medellín, en alianza con la Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales de la Institución, desarrolló el programa Erudito, una plataforma que le brinda a los docentes de todos los niveles de formación herramientas para que la comunicación con sus estudiantes sea más efectiva.

Julián Moreno Cadavid, director del grupo, ex-plica que es una fusión de varias aproximaciones metodológicas; asímismo, es un ambiente virtual de aprendizaje, como Moodle, la plataforma digital más conocida y usada en educación virtual.

Erudito permite a los docentes gestionar cursos a distancia, subir materiales, establecer pregun-tas de evaluación, monitorear el desempeño de los estudiantes e interactuar con ellos en todo momento.

Para cumplir su objetivo, usa juegos digitales sociales. Una vez el maestro sube su curso, la he-rramienta lo transforma automáticamente en un juego interactivo. Para eso, el software utiliza una metáfora mediante la cual los módulos se convier-ten en regiones de un escenario de aventura; los materiales educativos, en ítems que los jugadores deben recolectar; y las preguntas de evaluación, en acertijos que deben resolver.

“Lo que más me gusta es que el usuario dispone de un avatar (una representación digital del juga-dor) que se puede personalizar, además tiene la posibilidad de recoger dinero virtual para comprar elementos que le ayuden a pasar otros mundos. Es como estar en un juego en el que a la vez nos califi-can”, comenta César Augusto Villada, estudiante de grado 11 de la Institución Educativa Versalles, del municipio de Bárbara, en Antioquia, donde se utiliza el programa.

Una de las principales ventajas de Erudito es su fácil manejo, ya que el docente no tiene que

tecnologías

¿Qué es la educación virtual?La Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) expresa que la educación virtual son todos aque-llos “entornos de aprendizaje que constituyen una forma totalmente nueva, en relación con la tecnología educativa (...) un programa infor-

mático-interactivo de carácter pedagógico que posee una capacidad de comunicación integrada. Son una innovación relativamente reciente y fruto de la convergencia de las tecnologías informáticas y telecomunicaciones que se han intensificado durante los últimos 10 años”.

la plataforma erudito puede ser usada por profesores que enseñan en todos los niveles educativos.

palabras clave: educación, pedagogía, tecnología. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

instalarla y su computador no requiere mayores características técnicas, sino una buena conexión a internet sin restricciones de acceso.

"Comenzamos en 2011 y desde entonces, ha estado disponible para el público; no obstante, sigue el desarrollo y actualización constante de las versiones”, agrega Moreno.

funcionamiento

Para usar la plataforma, el docente debe estruc-turar su curso como si fuera magistral, definir su alcance, identificar qué saberes va a compartir y cuáles serán los temas y conceptos. Posteriormente determinará qué materiales educativos apoyarán el aprendizaje del concepto por cada una de las unidades, si se utilizarán archivos pdf, videos, audios o animaciones. Finalmente, precisará las preguntas con las que evaluará el conocimiento de sus estudiantes.

Para acceder, basta con ingresar a la página web de la aplicación (erudito.medellin.unal.edu.co). Solo se requerirá contactar a los encargados del software, si dentro de la lista de instituciones no aparece la del docente interesado. "En ese caso nos escriben y hacen la solicitud de inclusión", indica el investigador.

Erudito tiene la licencia Creative Commons, un proyecto internacional que fortalece a creadores para que definan los términos en que sus obras pueden ser usadas, qué derechos desean entregar y en qué condiciones lo harán.

En este caso, Erudito se puede usar de forma libre y gratuita, por lo que no hay problema si un colegio, por ejemplo en Alemania, quisiera aplicarlo. De hecho, una institución educativa en Brasil ya lo hace. En Colombia, hasta mayo pasado, estaban registrados 7.422 usuarios, de los cuales 556 eran profesores.

los aportes

Alejandro Piedrahita, docente de la Maestría en Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales, ma-nifiesta que los estudiantes son víctimas de métodos tradicionales y pedagogías pasivas, en las que los profesores se vuelven sombras autoritarias rígidas que dejan poco espacio a la creatividad y la autonomía.

Esto influye en los malos resultados de los estu-diantes colombianos en pruebas internacionales como las pisa, llevadas a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde), en las que se evidencia la poca habilidad de los jó-venes para interpretar textos y resolver problemas.

Al respecto, el profesor Piedrahita resalta que el principal aporte de este programa es mostrar otra posibilidad para la enseñanza. Aunque el impacto aún es pequeño, la idea es que los docentes que cursan la maestría conozcan y experimenten esta nueva tendencia en educación.

El director de Guíame señala que la herramien-ta estimula el aprendizaje activo, ayuda a que los estudiantes sean más que consumidores de un contenido, a que interactúen con él y sean partícipes en la construcción de conocimiento.

“Hemos verificado que la motivación es suma-mente importante, al punto que estudiantes de bajo rendimiento académico han mejorado sus-tancialmente su desempeño por el hecho de que el juego los motiva a superarse de manera diferente”.

En su experiencia como docente, el profesor Moreno asegura que también ha tenido la opor-tunidad de utilizar la plataforma en sus cursos y comprobar que “es una manera innovadora de llegarle a muchos estudiantes”.

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JUNIO 2014 | 23 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Información: 3165290, extensiones 29494 y 17639 [email protected] - Oficina de Promoción y Mercadeo de la Editorial UN.

l i b r o s u n

De lo que no se puede hablar. El arte político de Doris Salcedoautora mieke bal

Traducción al español de Marcelo Cohen

Edición a cargo de la Dirección de Investigación, Sede Medellín

Universidad Nacional de Colombia

La obra de Doris Salcedo necesita del concurso del espectador para descubrir el juego que la artista propone. “Hay momentos en los que vas a ver una obra de arte y, al entrar en la sala, miras a tu alrededor con perplejidad. ¿Dónde está la obra? Después, retros-pectivamente, comprendes que ese primer giro de tu cabeza era ya una respuesta, algo que la obra había suscitado. Y así comienza

el juego llamado arte. Shibboleth, la pie-za de la escultora colombiana Doris Salcedo, es una de esas obras”, señala la neerlandesa Mieke Bal, autora del libro De lo que no se puede hablar. El arte político de Doris Salcedo.El libro devela algunas claves de ‘lo político’ de la obra de Salcedo presen-te en sus metáforas, en la utilización del espacio y en los materiales. “Bal no simplemente toma la obra de Salcedo como su punto de partida, ni argumenta que la violencia de lo político se refleja

en ella. Más bien, su proyecto es mucho más ambicioso y original: busca iniciar un diálogo, dándole a la obra de arte el poder para tomar la iniciativa”, destaca Hanneke Grootenboer, experta en estudios visuales y culturales de la Universidad de Oxford.Por su parte, Andreas Huyssen, de la Universidad de Columbia, plantea que el libro cuestiona, de manera brillante, la interpretación de lo político en el arte, según el filósofo alemán Theodor Adorno y la teoría del trauma. “Mieke Bal da la lectura más perspicaz y más abarcado-ra, a la fecha, de la obra de Salcedo, como un nuevo tipo de 'arte mundial' que no puede ser relegado de manera reductiva a algún color local o a dimensiones temáticas como la memoria y la violencia. El libro de Bal se encuen-tra como una obra modelo en el umbral entre la crítica de arte y el análisis interpretativo; es realmente interdisci-plinario en el mejor sentido”. El libro, editado originalmente por The University of Chi-cago Press y, en su edición para Colombia, por la Universi-dad Nacional de Colombia en Medellín, bajo la dirección de Lucrecia Piedrahita Orrego, especialista en política y periodismo y candidata a magíster en teoría crítica de 17, Instituto de Estudios Críticos, de México D.F., es una publicación que atestigua una reflexión académica, lúcida y profunda sobre esta obra.

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mIEkE bAL

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JUNIO 2014 | 24 Periódico – Nº 178 – Universidad Nacional de Colombia

Hace cuatro años, una tragedia natural dejó en escombros a Gramalote, municipio de Norte de Santander. Los habitantes se resisten a que su tierra se convierta en un pueblo fantasma por la falta de apoyo estatal. El fotógrafo Gabriel Rojas recorrió el territorio y retrató las esperanzas y angustias de estos pobladores.

FOTOS: cortesía Gabriel Rojas

“... Gramalote no es fantasma / su gente no lo ha olvidado / represento las costumbres, las raíces y alegría / seguimos haciendo historia / pues somos historia viva / viva donde viva / y a donde quiera que vaya…”.

este fragmento de la can-ción hecha por adolescentes de este municipio de Norte de Santander, que ahora viven en el albergue La Palestina, cerca de la zona de la tragedia, también es el sentir de miles de personas damnificadas por la destrucción del pueblo.

Gramalote no es fantasma, título del libro de imágenes del fotó-grafo Gabriel Rojas, vinculado a la Especialización en Fotografía de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, refleja la resistencia de los pobladores ante la indiferencia del Estado. “Los vínculos entre los habitantes y su territorio son más fuertes que lo sucedido y superan un país indolente”, asegura el artista.

En agosto del 2012, cuando leyó "La verdadera tragedia que

palabras clave: Gramalote, fotografía, desastre. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Artes& Culturas

Gramalote se niega al olvidoDAVID SANtIAgO gÓmEz mENDOzA, Unimedios

la iglesia no se ha caído por completo.

los ancianos son los residentes más comunes del albergue la palestina, en la vereda valderrama.

arrasó con Gramalote", cróni-ca de Juan Gossaín publicada en El Tiempo, Rojas se interesó profundamente en la crisis que afrontaban estos habitantes. Así, empacó maletas y viajó hasta las imponentes montañas santan-dereanas.

espera eterna

El 17 de diciembre del 2010, el movimiento de una falla geoló-gica sumado al deslizamiento del cerro La Cruz, por la ola inver-nal, arrasó con el casco urbano y dejó damnificadas a cerca de 2.000 personas. Dos meses des-pués, el presidente Juan Manuel Santos aseguró que el Gobierno se comprometería a reconstruir el pueblo y dejarlo en mejores condiciones, algo que después de dos años no había ocurrido.

Esto impulsó al fotógrafo y diseñador gráfico de la un a ver de primera mano el desastre y contar su historia.

Sin contactos en el sector y sin conocer la situación de se-

guridad, emprendió el viaje en compañía de su pequeña cámara Fuji XE-1, con la que materializó las fotografías que expone en su libro digital y que estuvieron en la exposición Fronteras franqueadas: diálogos entre el arte y la arquitectura, en el Club El Nogal, en Bogotá.

recorrido por gramalote

“Cuando llegué, caí en shock, ya que uno solamente se da cuenta del problema cuando está allá. En el lugar había es-combros donde estaban las casas; solo el parque central y parte de la iglesia quedaron en pie”, cuenta el fotógrafo luego de viajar por más de una hora desde Cúcuta.

El recorrido arrancó en La Lomita, el sector menos afec-tado, donde quedaron pocas casas intactas junto con la estación de policía. A medida que recorría el lugar, veía res-tos de ladrillos, ropa, maletas, loncheras e, incluso, pedazos de muebles y computadores. Eso fue parte de lo que quedó, pues luego del suceso también hubo saqueos.

“Los vecinos cuentan que la alcaldesa (Sonia Torres Torren-te) mandó a tumbar las casas más agrietadas por motivos de seguridad. De hecho, una per-sona murió cuando le cayó una

tapia encima al tratar de sacar cosas de su casa”, cuenta Rojas.

La gente tomó diversos ca-minos; terminaron en Cúcuta, en La Palestina, en pueblos cercanos o al lado de las vías; los que tenían sus parcelas en veredas construyeron sus ca-sas con el material reciclado de su anterior vivienda. Sin embargo, relata Rojas, la me-moria persistió e impidió que Gramalote desapareciera.

Los domingos continuó el mercado en medio de los escombros. Al pueblo llega-ban camiones de Cúcuta para comercializar productos de aseo, alimentos y cobijas, en-tre otros. “Campesinos de las 24 veredas ofrecían arracacha, fríjol y café”, agrega el autor.

Adicionalmente, la tradi-ción católica permitió forta-lecer el vínculo con el territo-rio; así, el viacrucis en Semana Santa o la misa dominical si-guieron celebrándose, ya no en la iglesia sino en una bodega adecuada para las eucaristías, en el sector de La Lomita.

la palestina

La ruta fotográfica de Gabriel Rojas incluyó un lugar espe-cial: el albergue La Palestina, en la vereda Valderrama. Este alojamiento temporal fue im-pulsado por la Pastoral Social

de la Diócesis de Cúcuta, con el apoyo de Caritas Alemania, entidades que entregaron los materiales de construcción, mientras que un vecino pro-porcionó el lote y los pobla-dores contribuyeron a edificar las viviendas.

El albergue, que comenzó a construirse en el 2011, aco-ge alrededor de 60 familias, conformadas en su mayoría por niños, jóvenes menores de edad y adultos mayores. “Los que tienen más de 25 años tra-bajan en Cúcuta, estudian o están en las Fuerzas Armadas”, le comentaron los habitantes al fotógrafo.

Gracias a Eduardo Rincón, un taxista de la localidad, Ro-jas tuvo acceso a las familias para conocer sus historias. Por ejemplo, encontró que mien-tras los abuelos recibían un subsidio pequeño del Gobierno que les permitía vivir sin ma-yores problemas, lo jóvenes tenían que emigrar en busca de un mejor porvenir. No obstan-te, lejos o cerca, todos quieren que la memoria de Gramalote siga vigente, algo a lo que con-tribuyó el egresado de la un con su lente.

lo que quedó de las anti-guas casas fue reciclado para nuevas construccio-nes u otros usos.