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EN CONSTRUCCIÓN Un tercio de los argentinos padece problemas habitacionales. (páginas 6-8). INSEGURIDAD El delito y la corrupción policial afectan a toda la población pero castigan sobre todo a los más pobres (páginas 11-13). CALVO VS LACLAU El economista liberal y el intelectual kirchnerista discuten sobre populismo (página 14 ). EL QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN Y POR QUÉ DE LA INFORMACIÓN AÑO IX Nº 33 FEBRERO dE 2013 El sistema sumó estudiantes y presupuesto pero está atravesado por una gran inequidad. Las pruebas de calidad arrojan resultados preocupantes (páginas 2-5). EDUCACIÓN DESIGUAL

EDUCACIÓN DESIGUALwadmin.uca.edu.ar/public/ckeditor/Facultad de Ciencias...tion Digest y la asociación Educar 2050 de 2011. Como suele ocurrir cuando el Estado deja espacios allí

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EN CONSTRUCCIÓN Un tercio de los argentinos padece problemas habitacionales. (páginas 6-8).

INSEGURIDAD El delito y la corrupción policial afectan a toda la población pero castigan sobre todo a los más pobres (páginas 11-13).

CALVO VS LACLAU El economista liberal y el intelectual kirchnerista discuten sobre populismo (página 14 ).

EL QUÉ, DÓNDE, CUÁNDO, QUIÉN Y POR QUÉ DE LA INFORMACIÓN

AÑO IX Nº 33FEBRERO dE 2013

El sistema sumó

estudiantes y presupuesto

pero está atravesado

por una gran inequidad.

Las pruebas de calidad arrojan

resultados preocupantes (páginas 2-5).

EDUCACIÓN DESIGUAL

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EDUCACION EDUCACION

Números que no pue-den ser mirados de reojo: el 99% de los

chicos argentinos termina el primario, pero tan solo el 80% ingresa en la secun-daria y apenas el 44% fina-liza esta etapa educativa, según muestra la base de datos en línea de Ed Stats y el Banco Mundial. Casi como si fuera una gran pa-radoja, en el último tiem-po el Estado estableció el 6,5% del presupuesto para educación, ingresando así al top five de los cinco paí-ses con mayor dinero desti-nado para este sector. Para finalizar con la contradic-ción, aún así la Argentina se ubica en el puesto 58 de 65 en cuanto a calidad edu-cativa (por debajo de Perú, Chile, Colombia, Paraguay y Ecuador) y es el tercero respecto de la brecha de aprendizaje más grande del planeta, de acuerdo a los datos expresados por la UNESCO, la Global Educa-tion Digest y la asociación Educar 2050 de 2011.

Como suele ocurrir cuando el Estado deja espacios allí nacen fun-daciones, organizacio-nes y movimientos para palear esas necesidades.

“Nuestra organización trabaja por la inequidad educativa”, explica Vi-viana Pavón, profesional e integrante de Enseñá por Argentina, ONG que se inició hace 20 años en Estados Unidos y que ac-tualmente se encuentra en 23 países. La base de la organización es con-siderar al profesor como

“factor fundamental en el proceso de aprendizaje y construcción del cono-cimiento, siendo líder y motivador para lograr el máximo desarrollo per-sonal de los alumnos”, describe Viviana.

Por este objetivo es que la institución inter-viene seleccionando y ca-pacitando a los mejores graduados universitarios de diversas disciplinas y que se destaquen con

fuertes rasgos de lideraz-go y motivación. Según explican, los selecciona-dos “dictan clases duran-te dos años en escuelas con desventaja educativa en donde se encuentra la mayor falencia a nivel de educación, porque la-mentablemente más del 50% de los alumnos no termina el secundario”, y estos nuevos maestros constantemente son acompañados para brin-darles apoyo emocional o académico.

Un ejemplo es el caso de Josefina Villanueva, egresada de la UCA de la Licenciatura en Admi-nistración de Empresas en 2009. Ella es una de las decenas de maestras y maestros preparados por la ONG para “ayudar a que los chicos en la Ar-gentina tengan una edu-cación de mejor calidad”.

Según Josefina, el proceso de selección de los futuros “maestros” es arduo y extenso pero finalmente valioso. Pri-mero tuvo que aplicar a la propuesta por Internet y un mes después la lla-maron para la segunda etapa: el assesment cen-ter, que consiste en una mañana con distintas ac-tividades como dar una clase de cinco minutos, demostrar capacidad de organización en cuestio-nes docentes, entre otras cuestiones. Todo esto para pasar a una tercera y última etapa: la entre-vista individual.

Luego de estas fases los seleccionados reciben la capacitación por parte del equipo de Enseñá por Argentina en el presemi-nario de la Universidad Austral. “Durante un mes nos capacitaron en cómo ser docentes ya que la ma-yoría de nosotros nunca lo había sido. Nos enseña-ron cómo planificar, por qué es importante, cómo piensa un adolescente, en fin, las primeras herra-mientas para empezar el

año”. Luego Josefina tuvo que dar clases en una escuela de apoyo, plani-ficar, evaluar, y después les asignaron escuelas en las que contaban con la ayuda de tutoras para hacer las planificaciones anuales de cada materia”.

Josefina explica que mucha gente les pregun-ta de qué manera están colaborando por una edu-cación de mayor calidad si no son docentes forma-dos. Y responde: “Somos docentes enamorados. Queremos estar ahí, que-remos compartir la vida con los chicos, y eso es de calidad. Nos apoyamos en los directores de las escuelas, en los profeso-res que tanto nos ayudan y todos compartimos la misma visión: todos los chicos pueden”.

Todos pueden

Son evidentes los pre-juicios con los que gran parte de la sociedad vive en relación a los sectores más bajos de la sociedad, y eso es un enorme desa-fío para los nuevos maes-tros capacitados por la ONG. “Propio del contex-to es conocerlos –comen-ta Josefina- y borrar de mi cabeza varios prejui-cios: “no pueden”, “pobre-citos donde viven”, “son malos, violentos”. Apren-dí a leer lo que les pasaba, a comprender un poquito su historial. Un día me dije: “Claro, por qué no van a gritar si todos en su casa le gritan”. Es una satisfacción escucharlos imitarme y decir: ‘no se grita’. Siento que durante esos ratos puedo hacerlos disfrutar del compartir, y el contenido, una gran excusa para llegarles, se da cuando el ambiente de confianza se construye”, describe Josefina, quien actualmente se encuen-tra trabajando en las es-cuelas María Jáuregui de Pradere (San Fernando), Plácido Marín (Boulogne)

y Santo Domingo Savio (La Cava).

Los integrantes de la ONG coinciden en que la situación educativa en Argentina es crítica.

“Desde el lugar docente - opina Viviana Pavón - pude ver cómo el sistema educativo a lo largo de los últimos años fue per-diendo autoridad, desde cualquier aspecto. Hay una regla que baja desde el ministerio que es que pasen todos de año, no importa si saben o no sa-ben”. Al mismo tiempo aclara que esto no es un problema de ahora sino que se viene gestando desde hace muchos años a partir de gobiernos, autoridades y directivos que “se preocupan por la cantidad de alumnos que repiten pero a la vez no se enfocan en que apren-dan más sino que se baja la exigencia”.

Josefina también da su visión al respecto:

“El sistema educativo es demasiado complejo, la educación no. Algo pro-pio del sistema educativo argentino que me atrevo a criticar es la falta de continuidad. El ciclo edu-cativo, al menos en pro-vincia, dura 14 años y las leyes educativas tienen un ciclo de aproximada-

mente 7 años de validez. Entonces, ¿de cuáles re-formas educativas pode-mos ver el resultado? El error es básico: se tiene una mentalidad cortopla-cista, con decisiones para tapar agujeros. Lamenta-blemente la educación se mide con cifras, pero el aprendizaje no creo que sea cuantificable de una forma tan exacta”.

Pavón, por su lado, considera que uno de los problemas centrales de esta crisis educativa está vinculado con la motivación. “En general los chicos están muy des-motivados. Nuestra idea es justamente que ellos quieren estar en el aula y que quieran trabajar, es decir copiar en clase, leer. Es importante que ellos sepan para qué les sirve la escuela, cuál es la relación de lo que se les está enseñando con la vida misma”, explica la profesional, quien agre-ga que “la situación de las familias también es compleja porque los chi-cos vienen a las escuelas con muchas problemá-ticas para las cuales no siempre se cuentan con las herramientas para manejarlas”.

De esta manera re-lata que a sus alumnos

les pregunta “qué es lo quieren para su futuro y ellos responden sobre los trabajos que segura-mente hacen sus padres o las personas con las que conviven, como trabajos de albañilería o carpin-tería, y nosotros les ha-blamos de que realmente tienen capacidades para alcanzar altos niveles de rendimiento en otras áreas también; que son capaces”.

Como parte de esta gran desigualdad a la que intentan enfrentar desde la ONG, Pavón menciona la ausencia de ejemplos que sufren estos jóvenes, que muchas veces no saben con quién compa-rarse o a quién quisieran parecerse.

Es allí donde está la clave del líder que les in-tentará mostrar que pue-den ser diferentes si lo quieren y si lo eligen, así como también lo demues-tra Josefina con su propia experiencia: “Una vez, cuando les pregunté qué querían hacer después de colegio, una alumna escribió en un papel: voy a estudiar en la univer-sidad porque la Seño de Matemática me dijo que podía”.

Juan Ignacio Spada

Romper los prejuicios es una de las claves para la enseñanza en escuelas con desvent aja educativa

EDUCANDO POR UN SUEÑOLas estadísticas del sistema educativo argentino son preocupantes aunque nuestro país es uno de los que destinan mayores recursos. Esto impulsó el surgimiento de distintas ONG S

cuya misión es colaborar para reducir la desigualdad en la enseñanza.

CINCOW: La Presidenta dijo que la asignación universal por hijo ha aumentado las matriculas de inscripción un 25% y que junto a los avances tecnológicos y varias mejoras se ha llegado a reducir la desigualdad. ¿Es cierto esto? ¿Hoy hay menos desigualdad inclusiva?

GUSTAVO IAIES: En principio no. Si uno mira lo que son los resultados de aprendizaje de la prueba PISA, una prueba internacional de la que participa Argentina, la desigualdad creció en los últimos años. Uno podría de-cir que, lo que dice la prueba es dime de que casa vienes, te diré a qué escuela irás y te diré que resultados edu-cativos tendrás. Lo cual es grave, porque muestra una sociedad en la cual los pibes poco pueden pelear contra ese destino. Con respecto a la matrícula, Argentina tie-ne una fuerte inscripción de chicos de 3, y 4 años. Parece que hay un cambio cultural muy fuerte, un impulso de las madres de llevar a sus hijos al jardín. Cosa que en el interior del país no era tan habitual. No hay incorporación de matrícula en la primaria y la secundaria. El censo lo que ha mostrado es que la situa-ción es la misma que en el 2001, es más o menos la mis-ma cantidad de chicos. El problema de los que no siguen en la escuela es porque se caen dentro del sistema, no porque no lleguen.

CINCOW: ¿Cuáles son las dificultades de la escuela? Varios informes muestran que hubo un aumento del 50% en las inversiones.

G.I.: El aumento de la inversión es enorme. Argentina es hoy en América Latina que más invierte por alumno en dólares. Está claro en la discusión de política educa-tiva que más plata no es mejor educación necesariamen-te. Creo que en la secundaria están pasando tres cosas fuertes. Una, que el modelo de secundaria que tenemos no da para más. Este modelo, llamado “liceos franceses”, era una escuela pensada para chicos que iban a ir a la universidad. Nadie creía que en dos horas de química por semana un chico iba a aprender química, lo que se creía es que eso le iba a servir para saber si quería ser médico, abogado o ingeniero. El problema es que esa escuela iba a ser para el 15% que iba a ser profesiona-les o a gobernar el país. Ahora entran todos. Hay que ir a una escuela de menos materias por año, de mayor profundización, mayor vínculo entre profesores y alum-nos. En segundo lugar la escuela es menos clara en las normas. Por ejemplo, se supone que hay 25 faltas, pero en Argentina después de la 24 viene la 24 bis, la 24 dos bis porque nadie se anima a poner la 25. En tercer lugar, hay una inequidad muy grande. El capital cultural con el que llegan algunos chicos y con el que llegan otros es muy diferente.

CINCOW: La presidenta dijo: “Entre el 2003 y el 2010 hemos construido una escuela cada dos días y medio”. ¿Esto cambió en algo la situación, ayudó a disminuir la desigualdad o a mejorar la calidad educativa?

G.I.: Es muy bueno que estén mejor las escuelas. Y evi-dentemente ha habido inversión en mejora de los edifi-cios. Pero eso no implica mejores resultados. Ni siquiera perseguimos una meta común. Tenemos que ordenar algún acuerdo de qué es calidad educativa. En Brasil, por ejemplo, calidad educativa significa para ellos más chicos en las escuelas aprendiendo. Nosotros todavìa no definimos qué es calidad educativa para nuestro país.

CINCOW: ¿Esto, por ejemplo se puede ver reflejado con el presupuesto?

G.I.: Claro, cuando se aprueba el presupuesto nacio-nal, uno escucha cual es la meta de inflación, cual es la meta de crecimiento, de inversión. En el presupuesto educativo, no hay una meta de cuanto de mejora de cali-dad, cuanto de mejora de equidad. Entonces no hay vien-to favorable para el que no sabe donde va. Y nosotros no tenemos en claro para donde vamos. Es difícil mejorar cuando no tenés una meta clara.

CINCOW: ¿Podemos afirmar entonces que lo que falta para empezar a realizar cambios es el concepto de calidad?

G.I.: Si, en el resto de América Latina, uno empieza a encontrar que se han definidos algunos indicadores cla-ros. Nosotros todavía no definimos claramente cual es la misión de este sistema. Y hasta que uno diga, es esto y alineamos todo en relación a esto, es imposible empezar a caminar todos juntos para ahí.

CINCOW: Cuándo se habla de la que la Argentina mejoró o empeoró en calidad educativa ¿Qué es lo que se mide entonces?

G.I.: En principio, como no definimos para donde va-mos y qué mejorar, es difícil definir qué te dice que no estás mejor. Algunos te dirían estamos mejor porque los edificios están mejor, hay más libros. Y tienen ra-zón. Otros te dicen, todo eso es cierto pero el resultado de aprendizaje no ha mejorado, y también están en lo cierto. Hasta que no se definan las prioridades es com-plicado saber qué es lo que pasa, y de hecho. Hoy hay una gran fuga de chicos de escuelas públicas a privadas, porque como no hay números claros, los padres dicen, al menos hay clase todos los días, están más cuidados. Pero tenemos que definir para donde vamos.

Manuel Buscalia

“ESTE MODELO DE SECUNDARIA NO DA PARA MÁS”

“Está claro en la discusión de política educativa que más plata no es mejor educación necesariamente.”, cuestiona Iaies.

Gustavo Iaies, director del Centro de Estudios en Políticas Públicas, explicó cuáles son los principales problemas de la

escuela argentina, la dificultad de llegar a un acuerdo sobre qué es calidad educativa y por qué a pesar de la mayor inversión, el

50% de los jóvenes abandonan sus estudios.

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EDUCACION EDUCACION

La educación siempre suscita distintos dile-mas: escuela privada

o pública, métodos inno-vadores o conservadores, medio turno o jornada completa. La educación informal ofrece respues-tas a estos interrogantes que tal vez la educación formal no tenga. “Entre el plan de estudios pres-crito en las escuelas con-vencionales y aquello que los alumnos terminan efectivamente aprendien-do hay un abismo y hasta que no se aprenda a edu-car, pensando primero en los alumnos que están en-frente y su diversidad, lo prescrito no es relevante”, opina Jonathan Berneman, coordinador de Educación No Formal en la O.H.A. Macabi. “La escuela fun-ciona como una máquina

–continúa Berneman- que busca transmitir un pa-quete de contenidos y dar como resultado personas iguales. En muchos casos también es muy excluyen-te y parece apuntar a una homogenización de los alumnos. A los alumnos que más les cuesta o inclu-so a aquellos que más faci-lidades tiene, no se los tie-ne en cuenta, se construye un sistema pensado para un único tipo de alumno y el desviado se tiene que adaptar, recursando, o de muchos otros modos”.

La educación no for-mal no es rígida, pero eso no significa que no haya sido planificada. Apunta

a evitar los problemas que surgen de la instituciona-lización severa de la edu-cación formal pero busca ser complementaria y no convertirse en una alter-

nativa a los sistemas tradi-cionales.

Un caso reconocido de educación informal es el que utiliza la pedagogía Waldorf, de clara orienta-ción humanística, desa-rrollo de la libertad indivi-dual y uso de la expresión artística como medio de aprendizaje en las mate-rias curriculares. Es decir, el canto, la música o la pintura no sólo son mate-rias específicas sino que se las utiliza en matemática, lengua o ciencias sociales.

Inés Balogh-Kovács, di-rectora del colegio Wal-dorf, Rudolf Steiner co-menta que este tipo de edu-cación “respeta las etapas evolutivas del ser humano, divididas en septenios. En cada uno, el ser humano tiene algo que desarrollar y la Pedagogía Waldorf acompaña y respeta el na-tural desarrollo y se pone al servicio del mismo”. Un

ejemplo: los primeros sie-te años, el niño principal-mente desarrolla lo físico, por lo tanto durante el preescolar no se le enseña a leer y escribir.

Un solo maestro

Para esta corriente edu-cativa el arte “forja la vo-luntad” y tienen asignatu-ras como motricidad, edu-cación musical, manuali-dades con arcilla y madera, agricultura, pintura. Pero la diferencia más relevan-te con la escuelas tradicio-nal es que un mismo do-cente acompaña al grupo desde primero a séptimo grado “porque el maestro puede percibir lo que ne-cesita pedagógicamente el alumno en cada momen-to”, señala Balogh-Kovács.

Lucas Maschwitz, egre-sado hace cuatro años de un colegio Waldorf, re-cuerda que “el acompaña-miento de mis maestros es una de las cosas mas ricas de mi educación. Fueron tutores más que maestros. Podía contar con ellos en cualquier situación. Inclu-so hoy en día sigo en con-

tacto con muchos de ellos”.Por otra parte, todos

los niños participan de las actividades sin importar sus aptitudes personales, lo importante no es la ca-lificación, sino que cada uno sea motivado en lo que mejor realiza y ayu-darlo en aquello que más le cuesta. “Muchas veces el sistema educativo repri-me las individualidades y no permite que cada chico crezca a su modo. La es-cuela no trabaja la diversi-dad, tiene una estructura rígida a la que el alumno se adapta. Un ejemplo de esto es la evaluación; ge-neralmente se presenta un mismo examen a todos y se espera que los alumnos sepan la respuesta correc-ta. Si se confunde, se lo co-rrige o se lo reprueba, pero

difícilmente se sientan a comprender cómo fue que llegó a ese error, cómo construye su pensamien-to”, sostiene Jonathan Ber-neman.

Sin embargo, Mas-chwitz encuentra opina-ble esta afirmación: “En mi colegio no existían los exámenes en la secunda-ria, cuando me tocó prepa-rar un parcial o final en la universidad se me compli-caba mucho”.

Otro modelo informal es el Montessori, que apela a la actividad dirigida por el niño y la observación clí-nica por parte del profesor. El propósito básico de este método es liberar el poten-cial de cada niño para que obtenga un desarrollo in-tegral de sus capacidades intelectuales, físicas y es-

pirituales. Se apunta a que la escuela no sea un lugar donde el maestro transmi-te conocimientos, sino un lugar donde la inteligen-cia y la psiquis del niño se desarrollen a través de un trabajo libre con material didáctico especializado.

Por afuera del sistema

También es reconocido el método homeschooling (educación en casa), don-de los chicos se forman al margen del sistema esco-lar.

Los padres -por motivos religiosos o por temor al entorno escolar o la des-confianza en la metodolo-gía académica- optan por enseñarles ellos mismos a sus hijos y además de la instrucción escolar poder

ATREVERSE A ROMPER EL MOLDELa educación informal busca sumar a los estudiantes que los sistemas tradicionales tienden a

excluir. Una forma de aprender que pretende ser un complemento a la enseñanza formal.

Existen unas 900 escuelas Waldorf en

todo el mundo. En la Argentina hay 6 es-

cuelas, 5 en la Ciudad de Buenos Aires y

una en Córdoba. Desde 1989 funciona en

Buenos Aires un Seminario Pedagógico

Waldorf para la preparación de maestros.brindarles formación mo-ral o religiosa.

Todas estas fórmulas generan dudas, en parti-cular la no concurrencia a una escuela o la ausencia de patrones que orienten al alumno durante su vida universitaria. Sin embar-go para Balogh-Kovács los alumnos informales egresan con “una gran di-versidad de intereses y vo-luntad desarrollada para elegir cualquier carrera universitaria”.

Por otro lado, Berne-man incluiría actividades que sigan “el formato de la educación no formal para combatir el rechazo de los alumnos al sistema escolar. Los chicos que únicamente son educa-dos en estos contextos terminan chocando con el sistema formal en algu-na etapa, por ejemplo, la universidad, y no siempre saben manejarlo”.

Bernardita Martínez Llobet

Bajo el modelo de homeschooling, los padres son los maestros de sus hijos

E n t r e g a d e d i p l o m a s d e l c o l e g i o W a l d o r f S a n M i g u e l A r c a n g e l .

“Tenemos que mejorar nuestra cultura política para que la edu-cación trascienda los gobiernos”,

señaló a CincoW el ex ministro de educación, Juan Carlos Tedesco. En un diálogo con CINCOW habló sobre los desafíos del sistema educativo; entre ellos advirtió sobre los niveles de desigualdad y defendió la Asigna-ción Universal por Hijo.

El ex funcionario de la cartera de Educación, que se desempeñó como ministro en el primer gobierno de Cristina Kirchner, precisó que hay que trabajar en “lograr sentido co-mún y compartir hacia donde ir con la educación”. En este sentido opinó:

“Necesitamos que los adultos se pon-gan de acuerdo sobre qué quieren con la escuela. Esto exige un debate adulto en la sociedad”.

CINCOW: ¿Cuáles son los mayores desafíos del sistema educativo en la actualidad?

Juan Carlos Tedesco: El principal desafío que tenemos es el de la des-igualdad. Hoy los promedios en la Argentina no dicen nada, porque un promedio es una medida artificial. Argentina es uno de los países don-de la desigualdad educativa es muy alta entre sectores sociales, entre regiones. Eliminar o reducir en todo lo posible la desigualdad educativa para que logremos una educación de calidad para todos: Ese es el gran desafío.

CINCOW: ¿Durante su gestión qué cosas no pudo cambiar?

J.C.T.: En términos de logros fue un periodo en el que se logró modi-ficar toda la normativa legal. Hoy tenemos una nueva ley de educación de la cual creo que podemos estar or-gullosos. Se habla mucho de que los

jóvenes no terminan la secundaria. Eso es un problema porque la ley de-claró obligatoria la secundaria. Nos propusimos ese objetivo y por lo tan-to hay que avanzar en esa línea. No se puede pretender que ese objetivo se alcance en un año ni en dos. En eso hay que ser realista.

CINCOW: ¿Qué cambios están llevando adelante los gobiernos para mejorar la educación?

J.C.T.: La Asignación Universal es una medida de enorme impac-to. El programa Conectar Igualdad iguala y homogeniza el acceso a las tecnologías. Esas son dos de las grandes medidas de mayor impacto en términos de lograr igualdad. De-bemos avanzar en otras que son más cualitativas, que tienen que ver con por ejemplo cómo se enseña en con-textos de pobreza, qué metodología, que tipo de enfoques pedagógicos son los más apropiados. Tenemos que trabajar con ese tipo de cuestio-nes que son muy sutiles.

CINCOW: ¿Qué diferencias encuentra en la gestión entre los privados y públicos?

J.C.T.: La distinción público-priva-do depende del tipo de proyecto pe-dagógico de la escuela. Las escuelas privadas tienen mucha más autono-mía que las públicas. Pueden definir su proyecto. La escuela pública esta-tal es más homogénea. No le permi-timos que diga acá vamos a hacer las cosas de una manera distinta por eso es pública, se supone que tie-ne que responder a parámetros más comunes, no privados. La ley dice que todas las escuelas son públicas De gestión estatal o de gestión priva-da. Pero todas son públicas y tienen que educar en esta concepción de

respeto al diferente. El fanatismo, la intolerancia no está permitido. Res-petemos la autonomía de la escuela privada, la posibilidad de tener su proyecto dentro del marco del enfo-que público.

CINCOW: ¿Qué opinión tiene sobre la Asignación Universal por Hijo?

J.C.T.: La AUH es una medida tran-sitoria, compensatoria. Ayuda y hay que mejorar mucho la gestión para que llegue a los destinatarios. Que aumente el monto en función de las necesidades. Pero si no va acompaña-da por otras medidas, y si desde la escuela no tenemos estrategias pe-dagógicas destinadas a que los chi-cos aprendan bien, la medida por sí sola no sirve. Esto lleva tiempo.

CINCOW: ¿En qué aspectos considera que se está fallando?

J.C.T.: Hay problemas de todo tipo. No quiere decir que se esté fallando. Hay problemas de gestión y hay pro-blemas que tienen que ver con cierta secuencia de cómo se hacen las co-sas. En educación no hay óptimos fijos, uno resuelve un problema y plantea otro. Es el país que tenemos, esto es muy complejo. Analicemos los problemas, las dificultades y sal-gamos de esas frases fáciles. Pongá-monos más serios en los diagnósti-cos y exijamos.

CINCOW: ¿Qué refleja de nuestro país los exámenes PISA?

J.C.T.: Argentina es un país don-de la prueba PISA tiene uno de los porcentajes más altos de pruebas en blanco, donde los chicos no con-testan.. Cuando uno analiza los resultados advierte que Argentina es un país donde este fenómeno es muy fuerte. No tenemos cultura de la evaluación. Nuestros chicos no enfrentan la prueba PISA como si estuvieran enfrentando un desafío importante en el cual se juega el prestigio del país. Esto marca una diferencia de contexto, en cuanto al valor de la prueba en sí. Creo que hay que mejorar incluso las propias pruebas. Sería bueno que no nos ocu-pemos de la educación el día que sa-len los resultados de la prueba PISA. La educación debería ser objetivo de un debate permanente y con un compromiso de todos los sectores sociales.

Florencia Gagliardi

“EL GRAN DESAFíO ES REDUCIR LA DESIGUALDAD”

Tedesco destaca la aprobación de la nueva ley de Educación y la asignación universal por hijo.

El ex ministro de Educación Juan Carlos Tedesco destacó logros y reconoció asignaturas pendientes. “Necesitamos que los adultos se pongan de acuerdo sobre qué quieren de la escuela”, propone.

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SOCIEDAD SOCIEDAD

Todos los habitantes de la Argentina tienen el derecho a una vivien-

da digna, la Constitución lo reconoce en su artículo 14 bis. Pero el 32% no tie-ne un techo sobre el cual vivir o habita en vivien-das precarias, según una investigación reciente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El déficit habitacional castiga a toda América Latina, pero la Argentina tiene una peculiaridad: el problema se focaliza en el norte del país, principal-mente el noreste, y el co-nurbano bonaerense.

En el Gran Buenos Ai-res hay 864 villas y asen-tamientos, en los que resi-den más de medio millón de familias donde convi-ven distintos grupos mi-gratorios provenientes del interior del país. Según Artemio Pedro Abba, Ar-quitecto y Planificador Ur-bano y Regional, su origen se remonta a los años 40,

“por el crecimiento de la oferta de empleo y las co-rrientes inmigratorias des-de el interior del país y los países limítrofes. No hubo capacidad para alojar a la población que se locali-zaba, entonces se fueron creando áreas de asenta-mientos precarios que fue-ron generando un déficit acumulativo. La cuestión

no es necesariamente la carencia de viviendas sino

.las malas condiciones de las mismas.”

Deshilvanar una pro-blemática con tanto reco-rrido histórico requiere una mirada atenta tanto al detalle como a lo gene-ral; a la cantidad como a la calidad. Dan Adaszko sociólogo e investigador especializado en el área de Hábitat y Subsistencia del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, afirma que “la vivienda tiene que ser apropiada en su inte-rior pero también tiene que estar ubicada en un espacio que sea propicio para el desarrollo en lo que es puertas para afue-ra. Por ejemplo, tiene que estar rodeada por un am-biente saludable, no conta-minante, tiene que tener acceso a servicios urbanos, de transporte, de comuni-caciones, de saneamiento, infraestructura… Es decir, debe estar ubicada en un contexto urbano que per-mita el pleno desenvolvi-miento de las personas y las necesidades y no sola-mente un techo.”

Según la relatora es-pecial de la ONU para el Derecho a la Vivienda Adecuada, Raquel Rol-nik, “el gobierno nacional como los provinciales han dado prioridad a políticas

de construcción y finan-ciamiento de viviendas nuevas, con prototipos demasiado homogéneos y basados en la mayoría de los casos solo en la crea-ción de vivienda y no en un concepto integral de hábitat.”

La villa es una respuesta

Dan Adaszko explica cómo las personas se las arreglan como pueden para saldar estas caren-cias: “Las características del hábitat de hoy son el producto histórico de cómo se urbanizó cada lugar. Ni el mercado del suelo y de la vivienda, ni el Estado pudieron resol-ver los problemas de hábi-tat de la gente. Entonces lo que hizo la gente fue cons-truir por ella misma, eso se llama autoconstrucción del hábitat por la propia población. Al contrario de lo que se cree, las villas y asentamientos son una respuesta lógica al proble-ma.”

Pero el déficit habitacio-nal no afecta sólo a las cla-ses socioeconómicas más bajas, sino que ha alcanza-do a las clases medias tam-bién. Esto se traduce en un aumento del porcentaje de inquilinos (ante la imposi-bilidad de ser propietario) y en un incremento de hacinamiento en vivien-das aptas porque muchos

trabajadores no acceden a la vivienda propia o a un alquiler y deben continuar habitando en casa de sus padres o familiares.

Este desajuste se radi-caliza al entrar en juego la especulación económi-ca. La mano invisible del mercado, lejos de equili-brar, contribuye con la po-larización de la sociedad en términos de vivienda. En la zona sur de Capital Federal vive el 14% de la población de la Ciudad, pero concentra el 60% de la población en villas; la zona norte representa el 28% de la población y sólo el 0,1% de la población en villas. Uno de cada cua-tro residentes de la zona sur vive en una villa o un asentamiento.

Muros y alambres de púa dividen los asenta-mientos irregulares de los barrios cerrados. “El in-cremento de las ocupacio-nes de tierras se relaciona estrechamente con la falta de loteos populares. La dis-ponibilidad de suelo ahora preferentemente es usado para desarrollo de barrios cerrados para sectores de altos ingresos lo cual incrementa la ocupación desigual y fragmentada del espacio urbano”, apun-ta la relatora especial de la ONU, Raquel Rolnik. Todo esto se acompaña con la paradoja de un país con déficit habitacional pero a la vez con casi 2 millones

y medio de casas vacías (es decir, el 18%).

Público + privado

Al respecto, el soció-logo Adaszko destaca la necesidad de que el Esta-do sea uno de los actores principales: “Es valorable y es valioso que el Estado haya tomado un rol activo ya hace diez años porque el mercado no es un ópti-mo asignador de recursos ni puede resolver la pro-blemática habitacional. Ahora, el estado nacional tiene una falla y no es privativa únicamente de este gobierno sino que es algo endémico del estado nacional argentino, y que tiene que ver con falen-cias estructurales en lo que hace a la continuidad en la implementación de políticas públicas: tomar un tema como política de estado y sostenerlo a largo plazo mas allá de la coyuntura y del gobierno de turno. Además muchos programas han quedado a mitad de camino y en esto claramente por detrás fa-lla fuertemente todo lo que son los mecanismos de ejecución y control y por supuesto la Justicia.”

Según el presidente de la Comisión de Vivienda de Diputados, Hipólito Fausti-nelli, la traba principal no radica en falta de presu-puesto sino en un oportu-nismo político: “Los gober-

nadores están recibiendo sistemáticamente fondos del FONAVI. Lamentable-mente muchos goberna-dores no lo utilizan para hacer viviendas. Donde an-tes era una obligación hoy lo están utilizando, por ejemplo, para pagar sala-rios a empleados públicos. A su vez, el estado nacio-nal, en lugar de estar ali-mentando estas partidas de un verdadero plan na-cional de viviendas, crea nuevos planes federales. Y en estos planes, si se pelea con los gobernadores que no son los obedientes a este gobierno centralista se redistribuye los fondos y solamente las pocas vi-viendas que se hacen, las hacen los gobernadores amigos del poder.”

Un problema tan com-plejo como el déficit ha-bitacional demanda un trabajo conjunto: tanto de los gobiernos provinciales con el nacional y del sec-tor publico con el privado, sin olvidar el aporte de las ONG’s. Todos estos actores son capaces de contribuir como también obstaculi-zar. La diferencia depende-rá de si piensan o no desde el punto de vista de los protagonistas: quienes no tienen un techo, o quienes viven lejos de hospitales y viajan horas hasta su lu-gar de trabajo, o quienes no tienes gas ni luz…

Mariana Criado

MUCHO MÁS QUE UN TECHO

L a dif icult ad para acceder a la v iv ienda atraviesa todas las clases sociales.

El déficit habitacional afecta a millones de argentinos. Desarrollar una política de Estado a largo plazo es uno de los tantos desafíos aún pendientes.

En la Argentina de 1947 el 62,7% de la población no dispo-

nía de vivienda propia. Después de 52 años políti-cos, dirigentes, sociólogos y voluntarios de ONG s coinciden en que la falta de políticas a largo plazo es uno de los principales obstáculos a la hora de en-contrar la solución. Para el sociólogo Dan Adaszko, responsable del área de Hábitat y Subsistencia del Observatorio de la Deu-da Social Argentina de la UCA, el tema debe ser abordado como política de Estado ya que “ningún país lo resuelve ni en uno, ni en dos ni en cinco ni en diez años, digamos que es una problemática que se resuelve a largo plazo”.

El diputado Hipólito Faustinelli, presidente de la Comisión de Vivienda de la Cámara de Diputa-dos, también cree que la solución está en el largo plazo pero agrega que “es fundamental la coordina-ción de planes de vivienda

entre Nación, Provincia y municipios porque las leyes ya existen, solo falta la decisión de llevarlas a la práctica”. Aclara que en muchas provincias las par-tidas para vivienda se des-vían al pago de salarios.

Definir déficit habitacional

Según el sociólogo Dan Adazko “el déficit habitacional se entiende como aquella situación en la que las familias no pueden acceder a una vi-vienda digna, no pueden ser propietarios o no pue-den ingresar al circuito formal del alquiler, su vivienda es precaria o no reúne las características básicas de habitabilidad”. Déficit habitacional no es solo construir la vivienda también significa acceso a la tierra y a los servicios básicos como luz, agua, electricidad.

Si bien hay muchas pro-puestas existen opiniones encontradas que revelan

la dificultad para abordar el problema y más áun para una solución definiti-va, lo que excede la simple voluntad política. Mien-tras para el diputado so-cialista Ricardo Cucovillo, integrante de la Comisión de Vivienda, es necesario ocupar los terrenos fisca-les, para el sociólogo Dan Adazko esto es inviable.

“Muchos de los terrenos fis-cales no son aptos para la construcción”, aclara Ada-zko y agrega que lo más lógico sería utilizar los es-pacios vacíos de la propia ciudad para completar el tejido urbano con vivien-das. Coincide el arquitecto Artemio Abba, consultor privado para el área me-tropolitana: “No es lógico construir barrios alejados de los servicios básicos de salud, trabajo y educación, debemos detectar los espa-cios en la ciudad en que se pueden construir vivien-das y aprovecharlos”.

Un punto esencial es comprender que la falta de vivienda apunta a un problema complejo y es-tructural. La falta de ser-vicios básicos como agua, cloaca, electricidad o gas, el asentamiento en luga-res de fácil anegamiento o sin planificación de calles, muestran apenas la punta del ovillo. “Todo lo contra-rio de lo que piensa la ma-yoría, las villas de emer-gencia son la solución mas lógica y racional al proble-ma de la vivienda”, señala el sociólogo Dan Adazko y continua: “Las personas de países limítrofes como Bolivia, Paraguay y Perú o aquellos que vienen de las provincias buscan lu-gares donde haya acceso al trabajo y fácil movilidad social”. El problema habi-tacional va a continuar, según el especialista, si no se solucionan los proble-mas de empleo y acceso a servicios básicos como sa-lud y transporte.

Las economías regiona-les de muchas provincias en Argentina expulsan población a un ritmo que Buenos Aires y ciudades como Rosario y Córdoba

no son capaces de asimilar. En junio de 2012, según cifras del Ministerio de Planificación Federal, In-versión Pública y Servicios, las soluciones habitaciona-les en curso eran más de 205.000 y se habían inicia-do otras 29.000.

Distinguir construcción de solución

Las iniciativas existen tanto por parte del Estado en sus diferentes niveles como parte de las ONG. Un punto para que estas solu-ciones sean más efectivas es la creación de alianzas con los sectores privados de la construcción. Exis-ten más de 11 planes de viviendas a nivel del es-tado nacional. Aunque hay quejas por la super-posición de planes y un supuesto manejo político, es importante distinguir entre la construcción de viviendas y las llamadas soluciones habitacionales.

“El Gobierno muchas veces es mentiroso con las cifras, las soluciones habitaciona-les muchas veces no pasan más que por agregar un baño o colocar una chapa en el techo”, enfatiza el di-putado Faustinelli.

En lo que coincide el arquitecto Abba es que las soluciones son parches al problema pero no consi-dera que el panorama sea tan pesimista. “Se están realizando planes de vi-vienda social por parte

del Estado y lo que quizás falta es una mayor coordi-nación y participación de todos los sectores. En paí-ses como Brasil o Chile los convenios por parte del Es-tado con el sector privado ayudó a mejorar la calidad de viviendas y alivió el gas-to público”.

Para el diputado Fausti-nelli “lo que tiene que ha-cer el Estado es brindar las garantías y las herramien-tas para que la actividad privada construya vivien-

das. Y a su vez el Estado debe tomar la única herra-mienta que tiene un Esta-do para generar puestos de trabajo, que es la obra pú-blica. Y la obra pública que más genera mano de obra es casualmente la cons-trucción de viviendas, que genera 4 puestos de tra-bajo directos y 4 puestos de trabajo indirectos por vivienda mientras está en construcción”.

Gabriela Flores

EN BUSCA DE UNA SOLUCIÓN DE FONDO

En materia de viviendas, el Estado puso en marcha una multiplicidad de programas pero falta coordinación y objetivos a largo plazo. Las dificultades para integrar a la iniciativa privada.

Adazko cree que las villas son “la solución más lógica y racional al problema de la vivienda”.

FEBRERO 2013 | 8 | FEBRERO 2013 | 9 |

SOCIEDAD SOCIEDAD

Llueve en el barrio “Los Cedros” de Moreno. Gisela corre junto a

su marido para que nin-guno de sus seis hijos se moje, embarre o enferme. La lluvia no cesa, la casa se inunda, y finalmente los chicos no pueden ir al co-legio. “Una de las últimas veces que llovió los chicos no pudieron ir al colegio por dos semanas. Al princi-pio les gustaba pero cuan-do pasaron dos o tres días me pedían ir al colegio”, cuenta Gisela. No tienen ni gas, ni agua corriente y sólo disponen de tres ca-mas. El caso de Gisela no es el único, miles de familias en el Gran Buenos Aires no cuentan con una vivienda digna.

Para enfrentar el pro-blema, en 2011 el estado nacional destinó 5.708 millones de pesos a la construcción de viviendas sociales a través del Plan Federal del FONAVI y del Programa de Obras Múl-tiples en Municipios del Norte Grande. El resultado de esta inversión permitió construir 29.852 viviendas (a razón de unos 200.000 pesos cada una), lo que re-presenta una disminución en relación al año anterior cuando se construyeron 38.472 viviendas. Por otro lado las proyecciones para este año prevén una inver-sión menor, de 5303 mi-llones de pesos para cons-truir 26.695 viviendas.

“No obstante, en la ac-tualidad el 30% de la po-blación en Argentina aún padece déficit de vivienda. Esto representa más de 12 millones de argentinos que necesitan una solu-ción habitacional, que se distribuyen tanto en la Ciudad de Buenos Aires como en el resto del país”, comenta Artemio Pedro Abba, arquitecto coordi-nador del Centro de Inves-tigaciones, Hábitat y Mu-nicipio de la Universidad

de Buenos Aires. “Resolver esta situación - concluye Abba - implica la construc-ción de tres millones de viviendas”.

El diputado de la Unión Cívica Radical, Hipólito Faustinelli, ex-plica que “los goberna-dores están recibiendo sistemáticamente fondos del FONAVI porque es un porcentaje de los impues-tos que tienen las naftas super. Esto se distribuye diariamente y los gober-nadores con esos fondos tienen que hacer vivien-das, pero lamentablemen-te está rigiendo la libre disponibilidad de estos fondos. Vale decir que mu-chos gobernadores no lo utilizan para hacer vivien-das, donde antes era una obligación hoy lo están utilizando, por ejemplo, para pagar salarios a em-pleados públicos”.

Desde el 2003 hasta la fecha se construyeron cerca de 280 mil viviendas integrales en todo el país. El resto de las obras rea-lizadas a través de planes sociales, que son alrede-dor de 400 mil, generaron soluciones habitacionales, es decir que no se reali-zaron viviendas, sino que fueron reparaciones o am-pliaciones. En la provincia de Buenos Aires, que fue donde más se construyó,

la información del último censo refleja que hay un déficit de 1.085.865 casas y junto con las provincias del norte tiene uno de los déficits más elevados del país.

400.000 esperanzas

“Ojalá que el anuncio presidencial de 400 mil vi-viendas (plan PROCREAR) construidas a través de cré-ditos hipotecarios se pue-da ejecutar. Yo realmente lo dudo porque desde el año 2003 hasta la fecha, este gobierno se jacta de haber construido 500 mil

soluciones habitaciona-les de las cuales la mitad no son viviendas nuevas porque, una solución ha-bitacional se denomina a lo que es la ampliación de una baño o la ampliación de un dormitorio o hacer un núcleo húmedo nuevo o darle agua corriente”, declara el diputado Faus-tinelli.

En los últimos cinco años, según el Ministe-rio de Economía, el pre-supuesto destinado al Fondo Nacional de la Vi-vienda (FONAVI) creció de 3.123.817.162 pesos a 5.708.910.302 pesos; pero

la construcción de vivien-das a través de planes so-ciales disminuyó de 49.272 en el 2007 a 26.695, que es lo que se prevé que se rea-lizará en este año.

Mientras que en algu-nas provincias como La Pampa, Chubut y Santa Cruz alrededor del 15% de las casas tienen caren-cias habitacionales en el Gran Buenos Aires, un re-levamiento de la ONG Un techo para mi país indica que existen 864 villas y asentamientos en donde viven 508.000 familias. Además, las últimas in-vestigaciones revelan que en el 65,4% de las villas y asentamientos de Gran Buenos Aires se siguen construyendo nuevas vi-viendas, lo que supone que el proceso de densifica-ción de las urbanizaciones informales sigue en curso.

En la Ciudad de Buenos Aires el crecimiento de la población que vive en vi-llas creció 52% desde 2001 a la actualidad. “El déficit es mucho más grave en el área metropolitana por el hecho de que las carencias en un área rural o en una ciudad pequeña -como el tema de las condiciones

ambientales, las condicio-nes de accesibilidad al em-pleo y a los equipamientos de sanidad o de educación

- no son tan vitales pero en el área metropolitana esas condiciones son fun-damentales”, explica Abba.

La diferencia en el im-pacto del déficit habita-cional en el país se debe, entre otras causas, a deci-siones políticas. Faustine-lli afirma que “el Estado nacional, en lugar de estar alimentando estas par-tidas de dinero para un verdadero plan nacional de viviendas, crea nuevos planes federales. Y en es-tos planes federales firma-dos por los gobernadores, si se pelea con los gober-nadores que no son los obedientes a este gobierno centralista se redistribuye los fondos y solamente ter-minan haciendo viviendas, las pocas viviendas que se hacen la Argentina, los gobernadores amigos del poder”.

“El estado argentino tie-ne un serio problema, que no es privativo únicamen-te de este gobierno, en lo que hace a sus estructuras y sus mecanismos de pro-cedimiento de ejecución de planes y programas. El tema es siempre la ejecu-ción y después el control. En cuanto a la ejecución hay un tema de que no siempre se cuenta con to-dos los organismos institu-cionales de transparencia y de coordinación, inclusi-ve para que las cosas fun-cionen como tienen que funcionar. Y por otro lado el tema del control, el con-trol de los gastos, a donde fue el dinero, si efectiva-mente se ejecutó”, destaca Dan Adazko, sociólogo e investigador especializa-do en el área de Hábitat y Subsistencia del Observa-torio de la Deuda Social de la UCA.

Alejandro Piola

12 MILLONES DE ARGENTINOS TIENEN PROBLEMAS DE VIVIENDA

Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 32% de la población argentina tiene problemas habitacionales. En muchas provincias los fondos asignados al área se

destinan en parte a pagar salarios. Desde 2003 a la fecha se construyeron unos 700.000 hogares y hay otros 200.000 en ejecución. Expectativas por el plan PROCREAR.

En el GBA existen 864 villas donde viven 508.000 familias.

La población en asentamientos precarios creció sin cesar desde 2003.

El tercer sector o sec-tor de la sociedad civil tuvo su mayor

época de esplendor y creci-miento entre los años 90 y el año 2005, donde surgie-ron diversas organizacio-nes a partir de la iniciati-va de los ciudadanos para promover la defensa de los Derechos Humanos y para erradicar la pobreza. La caída de la convertibili-dad, la hiperinflación y la crisis del 2001 crearon el escenario propicio para la ausencia de políticas por parte del Estado y la pro-moción de la movilización social.

Alicia Cytrynblum, pe-riodista especializada en temas sociales y ex direc-tora de la revista Tercer Sector, justifica este cre-cimiento a la necesidad de “dar solución a lo que el Estado no estaba dando”.

“Los temas económicos afectaban directamente al bolsillo, a la vida, y entra-ban miles de personas to-dos los días a la pobreza”, agrega.

Juan Carr, fundador de Red Solidaria, explica que las ong “crecieron mucho del año ‘90 hasta el 2005” y luego se detuvo. “Ahora está madurando un mo-mento de cambio, aunque no sé bien para dónde va a ir”, advierte.

Desde que se hizo por primera vez en 1994, Cytrynblum afirma que

“cada vez que se mide quién es el actor social más creíble en Argentina siempre son las organi-zaciones sociales las más creíbles”, y explica que se esto debe principalmente al gran descrédito de los otros actores tradiciona-les.

También porque hay más conocimiento y trans-

parencia. Dice que “el ter-cer sector está obligado a la transparencia y someti-do a revisiones permanen-tes, con lo cual tienen que serlo por la fuerza o por la voluntad”. Pero aún así re-salta que “son organizacio-nes que pertenecen a una sociedad, y si la sociedad tiene niveles de corrup-ción, sus organizaciones del tercer sector también deben tener algunos nive-les de corrupción. Sin em-bargo, es un sector menos corrupto que otros”.

Juan Carr por su parte considera que los argenti-nos creen más en las orga-nizaciones que en el Esta-do porque “las organiza-ciones están cerca del que sufre, están cerca del que no tiene casa, están cerca del que tiene frío.”

¿Por qué la desconfianza?

La baja credibilidad en el Estado por parte de la sociedad es una conse-cuencia de una falta de representación y de acción política, los partidos po-líticos son muchas veces asociados a la corrupción y a la concreción de intere-ses de unos pocos.

Juan Carr señala el sur-gimiento de esta crisis de credibilidad desde 1989 en adelante y destaca una mejoría a partir del 2002. Dice que “lentamente la situación mejora, pero to-davía no creemos en los demás. Hay una crisis pro-funda de creer en el otro. Al no haber credibilidad, el Estado y la sociedad si-guen estando separados.”

“A mí me parece que al Estado le hace falta abrirse más a la comuni-dad, pero también es cier-to que a la comunidad le

hace falta abrirse más al Estado. Es un momento en que de a ratos el Estado y la comunidad se ven muy separados, hasta discuten, se pelean”. Así recuerda que en el ’83 el Estado, la comunidad, las empresas y la comunicación se re-unían porque había que volver a la democracia, pero que “ahora todo está fragmentado: por aquí el Estado, por aquí la comu-nidad. A mí me parece que al Estado le hacen faltan nuevos canales de comu-nicación con la sociedad pero también la sociedad tiene que abrir nuevos canales de comunicación con el Estado.”

De esta forma concluye “la sociedad no se acerca al Estado porque hay una crisis de credibilidad. En-tonces como no se creen unos y otros, al no creerse, la gente no se junta, no se relaciona. Hay un descrei-miento. Los gobiernos y los Estados no creen en la sociedad y la sociedad no cree en los gobiernos ni en

las políticas.”

Dos partes fragmentadas

Alicia Cytrynblum dice que “hay muchísima gen-te haciendo cosas muy interesantes y que vale la pena seguir apostando a la participación social, que son temas que fortale-cen a nuestra democracia. Necesitamos que mucha gente se comprometa y me parece que una opción es hacerlo desde la política y otra opción es hacerlo des-de las organizaciones del sector social”.

En nuestro país la so-ciedad y el Estado traba-jan mayormente en forma desarticulada. En conse-cuencia, son las organiza-ciones de la sociedad civil las que sólo pueden pres-tar reparo a ciertos recla-mos como la defensa del medio ambiente o la lucha contra la minería.

Cytrynblum explica que “Argentina es un es-tado que suele trabajar en

soledad, con sus propios programas, con sus pro-pios actores y no llama a otros diversos a imple-mentar políticas públicas”

-y opina- “yo veo que sería muy deseable que suceda la articulación del sector social, el fortalecimien-to del sector social junto con un estado que dialoga, que trabaja en conjunto, que escucha, que forta-lece distintas fortalezas que tiene el sector social como un conocimiento del terreno, de innova-ción, de conocimientos extras y profundos. Nadie tiene más especificidad en algunos temas que las organizaciones del sector social. Esta riqueza se pier-de cuando no se trabaja en articulación con el estado.”

La articulación de am-bas partes podría generar un gran impacto en el de-sarrollo humano y social de las personas y contri-buir a la mejora de las po-líticas públicas.

Para lograrlo, Juan Carr considera que “lo pri-

mero que falta es sacarse un montón de estructuras exteriores para ver que to-dos somos seres humanos y somos pares”. Es necesa-rio para ello un encuentro y terminar con el recelo de ambas partes.

La realidad para Cytrynblum es que la gente quiere y sigue ha-ciendo cosas porque la voluntad social, el ímpetu, las ganas de modificar la realidad y la innovación

“forman parte del ser ar-gentino”.

La participación e in-volucramiento de la socie-dad es notorio. Para Juan, del 2001 al 2012 lo que más aumentó en la Argen-tina es la participación de la gente en los procesos de la comunidad porque al no creer, quiere estar más cerca de las cosas para ver-las de cerca. Así, “la crisis de la credibilidad tiene que ver con este incremen-to en la participación”, fi-naliza.

Luz de Sousa Quintas

LA FORTALEzA DEL TERCER SECTOR

Llegó a tener 115 mil organizaciones en la Argentina y es percibido como el actor social más confiable por la sociedad. Por su parte, los bajos niveles de confianza en

las instituciones del Estado, sindicatos y partidos políticos, demuestran una crisis de representación y credibilidad.

Para la periodista Alicia Cytrynblum los “actores sociales más creíbles son las organizaciones sociales”.

FEBRERO 2013 | 10 | FEBRERO 2013 | 11 |

SOCIEDAD SEGURIDAD

Cuando el hombre de camisa a cuadros entra en su bar preferido sobre la calle Lavalle en Vicente López, los empleados lo paran para saludarlo y

unos comensales lo llaman con las manos desde su mesa. Mientras su sonrisa le arruga ojos, Juan Carr repite el nombre de cada uno de los presentes en este bar de ba-rrio y se dispone a hablar del futuro entre paredes deco-radas con fotografías de tiempos pasados.

A sus 50 años, el curriculum vitae de este fanáti-co de ayudar es extenso e incluye: un título de Ve-terinaria en la Universidad de Buenos Aires (UBA), una nominación al Premio Nobel de la Paz, y la co-creación de Mundo Invisible, una agencia de comu-nicación para “darle visibilidad a los invisibles”. A ello habría que incluir la fundación de Red Solida-ria (ver recuadro), la cual dirigió por 13 años has-ta que decidió delegar el mando para poder ir por más: en la actualidad busca repetir la experiencia en Barcelona, Santiago de Chile, Vietnam, Boston, y en otras ciudades del mundo.

Si bien este padre de 5 hijos recibió varias pro-puestas para entrar en el mundo de la política par-tidaria, Carr prefiere mantenerse alejado.

“Es simplemente porque no tengo esa vocación”, explica Carr con honestidad. “Entre recibir al em-bajador de Bora Bora, que debe ser un buen tipo, y llevar una frazada a alguien que tiene frío, a mí me gusta más llevar la frazada a alguien que tiene frío. Yo no tengo vocación política partidaria, pero sí tengo vocación política”.

CINCOW: ¿Qué cree que le hace falta al Estado para cubrir las necesidades que hoy cubren las ONG’s?

Juan Carr: Creo que al Estado le hace falta abrir-se más a la comunidad, pero también es cierto que a la comunidad le hace falta abrirse más al Estado. Es un momento en que de a ratos el Estado y la comuni-dad se ven muy separados, hasta discuten, se pelean. Ojalá que en los años que vienen empiece a haber un nuevo encuentro.

En el ’83, todo el mundo se reunía, el Estado, la comunidad, las empresas, la comunicación, porque había que volver a la democracia. Y ahora hay un poco de una cosa muy fragmentada.

CINCOW: ¿Y por qué la sociedad últimamente no se acerca al Estado?

J.C.: Porque hay una crisis de credibilidad, nadie cree en nada en este momento. Entonces, al no creer-se, la gente no se junta. Los gobiernos y los Estados no creen en la sociedad y la sociedad no cree en los gobiernos ni en las políticas.

Aunque venimos mejorando desde el 2000, 2001, todavía no creemos en los demás. Hay una crisis pro-funda de creer en el otro. En la Red Solidaria, nuestra política es creerle a todo el mundo y cuando le cree-mos a la gente nos va muy bien.

CINCOW: ¿Siente que el Estado es receloso con las ONGs?

J.C.: Sí, claro. El Estado en general es muy receloso con las organizaciones y las organizaciones son muy recelosas con el Estado. Por eso hace falta ese encuen-tro.

CINCOW: ¿Cómo deberían trabajar juntos Estado y ONGs?

J.C.: Primero hace falta sentarse y comer dos o tres asados, muy relajados y jugar un partido de fútbol en-tre todos, y se necesitan terapeutas de juego y de en-cuentro. Tenemos que empezar a vernos como pares y reunirnos en una mesa de encuentro para ir juntos para la Argentina de los años que vienen.

CINCOW: ¿Cree que hay ONG’s que son puro marketing?

J.C.: En la Argentina hay personas que somos puro marketing, hay personas que somos pura pasión y hay personas que somos puro compromiso. Yo soy una mezcla de las tres cosas como el 90% de las personas. Los corruptos son una minoría, lo que pasa es que los corruptos trabajan todo el tiempo, mientras que el resto de los honestos están más quietos.

CINCOW: ¿Qué lo motivó a fundar Red Solidaria?

Yo solamente quiero cambiar el mundo. Y por eso se nos ocurrió hacer esta manera de inventar un mo-delo en el que cada uno dona tres, cuatro horas por se-mana. Cuando éramos cinco en el año ‘95 dijimos: “Si esto sirve para salvar una vida, ya es el éxito” y bueno,

hemos salvado más de una. Pasa que ahora queremos salvar muchas más.

CINCOW: ¿Cree que logro o logra ese objetivo?

J.C.: Yo todos los días doy diez batallas, pierdo siete, empato dos y gano una. La que gano, la celebro como loco pero no, la realidad es dura, no es simple. Y mu-chas veces la mayoría de los objetivos no los cumplo, pero cuando emboco un objetivo… ¡traigan la sidra para celebrar!

CINCOW: ¿Qué espera para el futuro en este panorama?

J.C.: Lo que viene es muy bueno. Estamos tapados de participación joven, estamos abrumados de gene-rosidad de los más jóvenes, de los menores de 35, de 30, de 25. A punto tal que hace unas semanas funda-mos la Sub 25 de la Red Solidaria. Hace 2000 años, nos venían a buscar a nosotros, nos llevaban a los leones en el Coliseo y además la hinchada gritaba a favor de los leones.

La humanidad ha cambiado, tanto ha cambiado que ahora si hay una muerte todo el mundo se indig-na y la justicia interviene. La curva va para arriba, la humanidad lentamente va mejorando.

CINCOW: ¿Qué obstáculos se encontró con Red Solidaria?

J.C.: El número de obstáculos que yo calculo en es-tos 18 años de Red Solidaria es de 1.324.322.000. Pero es lo que esperábamos. Y al mismo tempo nos encon-tramos con miles de millones de gestos generosos que no esperábamos.

Yo no sabía que había tanta generosidad en la co-munidad, no sabía que había tanta buena voluntad. Entonces el número de obstáculos fue muy grande, pero había un número mucho mayor de personas que te ayudan a pasar esos obstáculos.

CINCOW: ¿Los obstáculos por lo general de dónde vienen?

J.C.: Del egoísmo, el gran obstáculo es el egoísmo. Cuando yo me miro mucho a mí, y me maquillo más de la cuenta y me preocupo por mí más de la cuen-ta… o sea. El enemigo de una revolución solidaria, de la revolución por el prójimo, de una revolución pa-cífica, por una comunidad, por la participación, por los demás, el enemigo es el egoísmo. No el odio, es el egoísmo.

Cada gesto egoísta nuestro hace que esa revolución se postergue, esa revolución solidaria.

CINCOW: ¿Qué Argentina le gustaría dejarles a sus hijos?

J.C.: Tengo cinco hijos y me faltaría ajustar un poco algunos temas de la economía que no conozco. Lo que más me preocupa es la violencia: me gustaría trabajar más en ese tema para irme de este mundo con niveles de violencia mucho más bajos de los que hay.

Laura Cardini

“HAY UNA CRISIS PROFUNDA DE CREER EN EL OTRO”

REFERENTE. Juan Carr es uno de los fundadores de la reconocida Red Solidaria

Juan Carr, fundador de la Red Solidaria, padre de 5 hijos y candidato al Premio Nobel de la Paz, habló con CincoW sobre la relación entre Estado y las ONGs, y de su eterna obsesión “por cambiar el mundo”.

“La sociedad argenti-na ha tolerado la pro-ducción y reproduc-

ción de un sistema de la crueldad durante 25 años de democracia y esto no pudo haber sido posible sin una amplia tolerancia, por acción u omisión, de la justicia”, afirma Carlos Motto (in-vestigador del GESPyDH

– Grupo de Estudios so-bre Derechos Humanos y Sistema Penal) en el informe anual 2012 de la Comisión provincial por la Memoria.

Las detenciones ilega-les y posteriores torturas o maltratos físicos son algunas de las denuncias contra la policía enume-radas por la Comisión en su informe anual. Las capturas de personas fuera de la ley implican, a veces, hacerlos perma-necer más de 12 horas en-cerrados en comisarías o destacamentos, con un agravante aún mayor en caso de que sean meno-res de edad, como suce-dió con Luciano Arruga.

A esto se suman de-nuncias de torturas y agresiones físicas. “La policía sigue llevando pibes detenidos, los si-guen torturando”, dice Mónica Alegre, la mamá del joven desaparecido Luciano Arruga.

En un dato que asom-bra, aportado por la Co-misión Provincial contra la Memoria (CPM) del Comité contra la Tortu-ra (CCT), de 116 jóvenes entrevistados en centros cerrados y de recepción, el 42% admitió haber re-cibido golpes y golpizas severas durante su apre-hensión. Pero la tortura no es sólo física: también se puede dar a través

de mecanismos como el aislamiento y la falta de atención médica a los detenidos, situación muy habitual.

En el Informe anual 2012 realizado por el CCT hay un dato que re-sulta elocuente: de 871 causas contra fuerzas de seguridad por torturas, en el 43,2% de los casos hubo implicancia del Servicio Penitenciario Bonaerse; un 35,1% para la Policía Bonaerense; y un 3,7% para otras fuer-zas de seguridad.

De aquí se despren-de otro tema que tiene que ver con las prácticas ilegales en investiga-ciones judiciales que se desarrollan a partir de estas denuncias. En el caso de Luciano Arruga, por ejemplo, la prime-ra fiscal dispuso que la investigación de la des-aparición la realizara la misma policía que esta-ba siendo acusada por la familia de Luciano y sus abogados. Esta manera de proceder se suma a otras como la adultera-ción o falseamiento de las actas de la comisaría, donde figuran la entrada y salida de los detenidos; falseamiento malicioso de los hechos, la partici-pación de los agentes po-liciales como testigos del caso, o el uso irregular de los testigos a través de versiones falsas o per-sonas “contratadas” por la policía para que den un testimonio favorable al relato de la fuerza de seguridad.

Una vez elevada a jui-cio la denuncia, surge una nueva cuestión: los niveles de imputación y cumplimiento efectivo de las condenas son de-

masiado bajos en nuestro país. “Tenemos una tasa en término de resultado de la Justicia muy baja en la Argentina, muy pocos son encontrados culpa-bles, muy pocos cumplen condenas efectivas, con lo cual el costo de delin-quir es bajo”, explica Eu-genio Burzaco, ex Jefe de la Policía Metropolitana. Juan Manuel Combi, afir-ma que esta falta de la Justicia genera inseguri-dad: “Cuando tiene más del 70% de las personas privadas de su libertad sin una sentencia firme, cuando tardan 2 años para resolver una causa, cuando un ciudadano, al cual le están iniciando una investigación penal, no tiene la certidumbre de cuándo va a terminar esa causa porque hay 2.000 causas por fiscalía, es una inseguridad que se va haciendo cada vez más grave”.

Es tan amplio, tan complejo, tan entrama-

do, y tan retorcido el funcionamiento de esta red de corrupción en la policía que cuesta inclu-so entenderla. Pero eso no es todo.

Muchos de los círculos más importantes e impu-nes de esta corrupción policial se dan en las cárceles y penitenciarías. Un ejemplo de ello es lo que sucede en la provin-cia de Buenos Aires: “La provincia destina $6809 mensuales por cada per-sona detenida. Con este monto debe brindar se-guridad, alimentación, medicamentos, elemen-tos de higiene y limpieza a los 28.000 detenidos alojados en los 60 esta-blecimientos peniten-ciarios de la provincia de Buenos Aires. Gran parte de estas sumas se pierden en los circuitos de corrupción que están ligados a las inhuma-nas condiciones de de-tención y malos tratos o torturas que padecen

los detenidos. El robo de alimentos, medicación, útiles de limpieza, etc. provoca el padecimiento de hambre, nula higiene y desatención médica de los detenidos. Para sos-tener estas condiciones se apela a la violencia institucional, tendiente a callar los reclamos y denuncias de los deteni-dos”, afirma el Informe anual de la CPM.

Eugenio Burzaco cree que “la plata que malgas-ta el Estado, que corrom-pe y demás, es plata que no solamente se roba en función al publico sino que deja de ir a bienes públicos que son funda-mentales, entre ellos la seguridad”.

Todo este circuito que se da en la Policía no sólo es un delito, sino que además inf luye de ma-nera negativa en la con-fianza de las personas hacia esta fuerza y en la percepción de que de verdad se están llevando

adelante planes y proyec-tos para combatir la inse-guridad. “Creo que es de-ber del Estado ser suma-mente ejemplar en los casos de corrupción por-que una mancha de esas genera una enorme des-confianza hacia la insti-tución”, afirma Burzaco y agrega: “Uno necesita tener policías buenos, queridos, creídos por su ciudadanía, sino esta de-manda de seguridad que hoy está tan latente ca-rece de unos elementos fundamentales”. Combi va más allá y señala sin vueltas la responsabili-dad del Estado: “¿La solu-ción es bajar la edad o so-lucionar el problema de fondo, que es cómo llega el pibe a cometer ese de-lito? Vamos al problema de fondo. El problema no es el pibe, el problema es quién utiliza a ese pibe. ¿Y quién es el que utiliza a ese pibe? El Estado”.

Fernanda Cordón

EL LADO OSCURO DE LAS COMISARíAS

Una investigación sobre el sistema penal bonaerese advierte sobre maltratos en los lugares de detención. La Justicia, a su vez, es acusada de permitir un bajo

cumplimiento de las condenas.

Los especialist as reclaman una fuer za judicial dedicada a invest igar los delitos complejos.

FEBRERO 2013 | 12 | FEBRERO 2013 | 13 |

SEGURIDAD SEGURIDAD

Mónica le da el últi-mo sorbo al mate, dulce y lavado

hace ya un par de ceba-das. Mira a la calle por la pequeña ventana a su lado, la única que tiene su casa. Cierra los ojos un instante, conteniendo las lágrimas, y al abrirlos dice:

- Hay que estar muy loca para no darse cuenta que a tu hijo no lo vas a ver más.- Le brillan los ojos, pero no llora. No quiere, ya ha llorado mucho.

***- Ma me voy –le dice Luciano a su madre

- ¿A dónde vas?- Me voy a ver a la mu-jer de mi vida.

- ¡Ojo con las negras con las que andas!

–le advierte Mónica celosa.

- ¡Pero mamá!… me voy a la casa de mi hermana.

El 30 de enero de 2009 era viernes. A la mediano-che, Luciano Arruga salió del barrio 12 de octubre, en Lomas del Mirador, rumbo a lo de su herma-na Vanesa. Pero a dos cua-dras de su casa, en la plaza República Argentina, Lu-ciano fue detenido por la policía.

“No, eso no es mío. Yo no me hago cargo”, gritaba el joven de 16 años según tes-tigos mientras forcejeaba con los oficiales. Luciano termina tirado en el piso y es llevado al Destaca-mento Policial de la zona. Un demorado dice haberlo visto golpeado y lleno de sangre.

Más tarde esa noche, Luciano es trasladado a la Comisaría 8° de La Ma-tanza. Ahí habla con un preso que para Mónica es el “testigo clave”. El dete-nido, luego de compartir la mitad de un sándwich y fumar un cigarrillo con Luciano, vio como éste era torturado toda la madru-gada, hasta agonizar. Na-

die volvió a saber nada de Luciano.

- Todo lo demás ni me lo quiero imaginar

–dice Mónica a casi cuatro años de aque-lla noche-. Fue muy doloroso para mí escuchar a ese chico relatar como mi hijo era brutalmente gol-peado mientras esta-ba colgado del techo. Pero lo que a mí me aterra y nunca me va a dejar vivir, es que esta persona dijo:

‘Al otro día tuve que limpiar las paredes porque ahí recibía mis visitas higiéni-cas’. Y yo me pregun-taba: limpiar qué. La sangre. Te imaginás la saña que tuvo que haber para que la sangre de Luciano salpique las paredes. ¿Por qué tanta saña con un chico de 16 años?Todo comenzó un año

antes, a principios del 2008, cuando Luciano re-chazó una oferta de “tra-bajo”. “Varios chicos acá en el barrio son inducidos a robar para la policía, es sabido que ellos les faci-litan las herramientas”, asegura Mónica. Tal fue el hostigamiento para con Luciano que no podía an-dar tranquilo por la calle, al punto que su madre llegó a aconsejarle que si veía un policía “agachara la cabeza”.

Ese mismo año en sep-tiembre, Arruga fue acu-sado de haber robado un celular de lo cual no hay pruebas. Por esa razón fue detenido ilegalmente en el Destacamento: en este lugar no está permitida la detención de personas, menos de un menor.

Cuando su hermana intentó sacarlo, Luciano gritó desde la cocina en la que lo tenían encerra-do: “Vanesa sacame de acá que me están cagando a palos”. En esa oportuni-

dad, Vanesa pudo salvar a su hermano. Sin embargo, llegaría enero.

Actualmente, la causa por la desaparición forza-da de Luciano Arruga no existe. Está caratulada como “averiguación de pa-radero”, es decir, para la Justicia Luciano no es un desaparecido sino un pibe que escapó de su casa y al cual la madre está buscan-do. Juan Manuel Combi, el abogado de la familia, tuvo incluso que pedir a la secretaría de Derechos Humanos de la Nación que sacara la foto de Lucia-no del spot que se difunde para ayudar ala búsqueda de los chicos que faltan en sus casas.

“Cuando hablamos de una desaparición forzada estamos hablando de un obrar doloso por parte de personal del Estado y cuando hablamos de averi-guación de paradero esta-mos hablando de un chico perdido –explica Combi-. Luciano no está perdido, está desaparecido”.

Aún no hay ningún im-putado por el hecho. Los ocho policías que estuvie-ron en la comisaría la no-

che de la desaparición de Luciano están todavía en actividad y cumplen fun-ciones en diferentes comi-sarías de La Matanza. No sólo no están imputados, son testigos de la causa.

Se realizaron peritajes con perros en busca de rastros con el ADN de Lu-ciano que arrojaron resul-tado positivo en un patru-llero policial y en un des-campado a unas cuadras de la casa de Mónica.

Luciano estuvo ahí, pero esas pruebas no fue-ron tenidas en cuenta para realizar ninguna imputación. Tampoco se tomó como valedero, por su condición de preso, el testimonio del detenido que presenció cómo Lucia-no era torturado por los oficiales.

Familiares y amigos de Luciano aseguran que Roxana Castelli, la prime-ra fiscal de la causa, “no movió un pelo” durante los primeros 45 días lue-go de la desaparición y así se perdieron muchas pruebas importantes. “La primera fiscal también dio participación en la in-vestigación a los mismos

oficiales involucrados en el delito”, asegura Combi. Castelli fue apartada del caso y actualmente la fis-cal es Celia Cejas.

El Destacamento Poli-cial donde estuvo deteni-do Luciano está cerrado y pronto se inaugurará allí un espacio para la memo-ria. “Hoy hay un centro cultural en ese lugar que lleva el nombre de Lucia-no. Pero la Justicia dice que no se puede hacer nada en el predio hasta que no se realicen las medidas probatorias pen-dientes”, comenta Combi.

- Dio la casualidad que en ese entonces en el ba-rrio se hacía una marcha multitudinaria por más seguridad y nosotros nos quisimos acoplar a ella, éramos no más de 20 per-sonas y habíamos hecho unos carteles muy pobres

–recuerda Mónica-. En esa marcha iban a estar los medios y yo iba a poder mostrar la foto de mi hijo, que alguien me dijera si lo había visto, que me llamaran por teléfono a cualquier hora, yo lo iba a buscar hasta el fin del mundo. Pero fue imposi-

ble. Hasta esa posibilidad me negaron.

La marcha a la que hace referencia Mónica la convocaba la ONG Vecinos en Alerta de Lomas del Mi-rador (V.A.LO.MI), luego de una sucesión de crímenes en el barrio, entre ellos el asesinato de Gustavo Lan-zavecchia, el florista de Susana Giménez. Gabriel Lombardo era el presiden-te de V.A.LO.MI, organiza-ción que en la actualidad no está en actividad, y por aquella época salía por to-dos los medios denuncian-do los hechos de inseguri-dad en la zona. En alguna oportunidad llegó a decir:

“Me dirán nazi o fascista, pero los malandras están en las villas”.

Cuando Mónica y su gente llegaron a la esqui-na de Mosconi y San Mar-tin, donde iba a realizarse la protesta, se escuchó la voz de un hombre que dijo “apaguen las cámaras que ahí vienen los ville-ros”. Mónica se acuerda de aquello y su voz se llena de bronca y dolor, y aguan-tando el llanto dice:

- Acá se margina al pibe de la villa. A

vos te habrá pasado, y no estoy juzgando a nadie, pero pasa un morochito, a la noche con gorrita, y vas a ver como la

señora se cruza a la vereda de enfren-te. Eso es marginar también. A nosotros nos marginan día a día: “los villeros”; es-

tamos acá porque no tenemos otra opción, Luciano cirujeaba porque no tenía otra opción.A poco de cumplirse

cuatro años de la desapari-ción de Luciano, en Lomas del Mirador y en especial en el barrio 12 de octubre ya no suceden ciertas co-sas: no se hacen grandes marchas reclamando por seguridad y no se ve más a los policías sentados en la plaza tomando cerveza a la tarde. Pero otras siguen pasando; no se ven, pero

pasan.- La policía todavía se lleva pibes dete-nidos y los sigue tor-turando –denuncia Mónica-. Siempre les digo a los chicos que por qué no avisan,

“y Mónica, es lo nor-mal”. Ya lo tienen incorporado, que si la policía se los lleva se van a comer una paliza. Así trabaja la policía de mi barrio, torturando pibes y

haciéndoles robar, importándoles tres carajos si se mueren. Y cuando no les sir-ven más… terminan como Lu.Mónica retira la pava

de la hornalla y sin cam-biar la yerba se ceba otro mate.

- No sé cómo no les queman las manos, saber que con esas manos ellos mata-ron a una criatura, con las mismas ma-nos con que abrazan a sus hijos. Le da el último sorbo

al mate mientras mira a la calle por la pequeña ventana a su lado, la única que tiene su casa. Cierra los ojos un instante, con-teniendo las lágrimas, y al abrirlos dice:

- Hay que estar muy loca para no dar-

se cuenta que a tu hijo no lo vas a ver más. No te digo que a veces no me juega mal el subconscien-te de decir que por ahí se equivocaron, por ahí era otro y Luciano está bien. Por ahí lo golpearon y perdió el conoci-miento y por eso no se acuerda. Por ahí un día yo lo voy a encontrar, por ahí… por ahí. Tengo ilusio-nes, siempre las voy a tener.Mónica vuelve a mirar

por la ventana. Observa la tranquilidad de la calle y parece recordar estos últimos cuatro años sin Luciano. Cierra los ojos intentando contener las lágrimas, pero esta vez no puede.

Gastón Trelles

La polémica en torno al jefe de la policía de Santa Fe, Hugo Togno-

li, acusado de tener víncu-los con el narcotráfico, vol-vió a poner en escena las profundas falencias de las fuerzas de seguridad y la existencia de complicidad criminal en su interior.

“El problema de la delin-cuencia sistémica es que está muy profundizado en el país -admite Eugenio Burzaco, ex jefe de la Poli-cía Metropolitana y actual CEO de Seguridad Integral Templar S.A-. Hay un pa-quete de corrupción muy grande en las fuerzas de seguridad”. Estas se han manejado autónomamen-te durante mucho tiem-po, lo que ha generado la conformación de lazos de corrupción en su interior.

Un verdadero problema surge cuando las fuerzas de seguridad se mimeti-zan con el crimen, esto produce un quiebre en la confianza que toda socie-dad.

El quiebre, sin embargo, puede repararse. El aboga-do Juan Manuel Combi, integrante del Comité Contra la Tortura de la Co-misión Provincial por la Memoria (CPM), propone

buscar de una vez por to-das que “quienes son res-ponsables de la prevención y la justicia en nuestro país alguna vez sean con-denados”, por los críme-nes que les corresponden.

“Condenados con penas fir-mes como cualquier otro civil”, agrega y considera que, de esa forma, se va a “dar otra imagen” de las instituciones.

Ambos, tanto Burzaco como Combi, concuer-dan en que se pueden ir erradicando de a poco las ovejas negras, y solo es cuestión de que el Estado impulse “reformas estruc-turales profundas”. Una de ellas sería la creación de la policía judicial, un cuerpo especializado en la investigación criminal que funcione en la órbita del Poder Judicial y bajo la dependencia operativa y funcional del Ministerio Público Fiscal de la provin-cia.

La propuesta tiene por objeto constituir una herramienta que permi-ta desestructurar redes criminales, orientar su actuación a la investiga-ción de delitos que, por el tipo penal, la estructura organizativa, entre otras,

puedan ser caracterizados como complejos. Sus im-pulsores enviaron un pro-yecto de ley a la Cámara de Senadores, que todavía se encuentra en discusión.

El ex Jefe de la Metropo-litana hace especial hinca-pié en dignificar la carre-ra policial: “poder darles como corresponde una obra social, ponerlos de vuelta en un lugar de im-portancia en la sociedad”, proveerles una remunera-ción, capacitación y equi-pamiento acorde para que se sientan respaldados en su único foco de accionar, que debe ser hacer cum-plir la ley. A su vez, se debe insistir en un control civil policial de sus funciones

“para quitar ciertas prácti-cas”, admite Burzaco.

Explica que tendrían que generarse mecanis-mos permanentes que evi-ten las conductas indebi-das, así como también ins-taurarse controles civiles más allá de los controles oficiales para que supervi-sen el accionar operativo en la calle a través de de-nuncias anónimas.

Otro objetivo con el que se ha avanzado, además de la presentación del proyec-to de implementación de

la policía judicial para la provincia de Buenos Aires, es la “puesta en marcha de un observatorio de las políticas de seguridad”, afirma Combi. El mismo tiene como base la pro-ducción de información fiable como requisito de una política de seguridad democrática.

El diseño e implemen-tación de políticas demo-cráticas de seguridad re-claman diagnósticos para constatar que la informa-ción sea veraz y accesible al público, ya que la pro-ducción de esta constituye una responsabilidad indis-pensable del Estado.

Una tercer eje es políti-co. Burzaco establece que ninguna de estas estrate-gias políticas es viable si no hay un líder que quiera ahondar en la cuestión.

La implementación de políticas de seguridad es un tema, que si bien ge-nera algunos resultados a corto plazo, la mayor parte de los mismos son a mediano y largo plazo, “es un problema estructural y a veces la dirigencia políti-ca” solo se fija en las cosas en las que puede obtener un rédito en el presente.

Eso es en parte lo que sucede en Argentina hoy en día, ”Todos trabajan

para la tapa del diario de mañana y no para las próximas generaciones”, opina Burzaco.

Pero así como los casos de corrupción policial son tema de coyuntura hoy en día en los medios, muchos otros efectivos policiales son los que cumplen co-rrectamente con su traba-jo.

Han escogido esa profe-sión por vocación y “se ven opacados por los tipos que se visten de policías y son verdaderos delincuentes”, rescata el ex jefe de la Me-tropolitana.

Florencia Miller

MANUAL PARA RECUPERAR A LA POLICIAEugenio Burzaco, ex jefe de la Metropolitana, cree que las fuerzas mejorarán cuando se implemente un plan a “largo

plazo”. Juan Manuel Combi, del Comité Contra la Tortura, propone una policia judicial.

Cuando las fuerzas de seguridad se mimetizan con el crimen, se genera una ruptura en la confianza de toda la sociedad .

Mónica Alegre, la madre de Luciano, todavía reclama justicia por su hijo y denuncia que fue discriminada por pobre tanto en la Justicia como en las fuerzas de seguridad.

EL CASO ARRUGA Y LA OTRA INSEGURIDAD

Luciano Arruga desapareció en 2009 luego de que la policía lo detuviera y lo torturara. Desde entonces Mónica Alegre, su madre, lucha por averiguar qué pasó con su hijo. Un caso que desnuda el delito en el interior de las fuerzas creadas para prevenirlo.

Las imágenes callejeras mantienen vigente la búsqueda de Luciano Arruga en el barrio donde fue visto por última vez.

FEBRERO 2013 | 14 | FEBRERO 2013 | 15 |

POLITICA POLITICA

El diccionario define a la palabra Populismo (del latín “Pueblo”)

como un término políti-co usado para categorizar corrientes heterogéneas pero que están caracteri-zadas por su antipatía a las elites intelectuales y económicas y su rechazo a los partidos tradicionales. También, por su denuncia de la corrupción política y su continua apelación al pueblo como fuente de poder.

Si hay algo que carac-teriza a todos los líderes populistas es su inter-minable apelación a la población, las masas, los movimientos, y la protec-ción que juran prodigarle al sector mayoritario de la sociedad.

Pero más allá de esto hay un concepto negati-

vo generalizado sobre la palabra populismo. No son pocos los autores que definen esta acepción de manera peyorativa. Entre ellos se encuentra Sebas-tián Edwards, economista, consultor internacional y escritor chileno, para quien “la expresión tiene

una connotación tan ne-gativa que ningún político se ha llamado a sí mismo populista”.

Guillermo Calvo, eco-nomista argentino y profe-sor de Asuntos Públicos e Internacionales y de Eco-nomía de la Universidad de Columbia, sostiene una posición negativa respec-to del mandato populista y, como tal, es crítico de la manera de gobernar de la presidenta Cristina Fer-nández.

Al describir la rela-ción con el Gobierno, el economista diferencia también dos tipos de sec-tores sociales. “Está la gen-te que ve que le mienten con el Indec y que la Pre-sidenta dice lo que quiere y que si no estás de acuer-do entonces sos malo. Y la gente que no le importa

nada, porque está en otra, porque es tan pobre que está ahí luchando por el pan de cada día y qué no le importa lo que digan, ni deben de escuchar esas co-sas”, afirmó.

Respecto al rol que debe desempeñar un man-datario en su país, Guiller-

mo Calvo diferencia entre representante y líder. Se-gún el economista, “la per-sona que elige al presiden-te lo hace porque se supo-ne que sabe más, que tiene más formación, pueden enseñar qué es lo bueno, está para eso: para educar, para pensar, para tener visión del largo plazo. Los políticos tienen que ser líderes, no representantes nuestros”, agrega Calvo.

El economista apunta contra los políticos que sólo se rigen por las en-cuestas de opinión y aco-modan sus decisiones a los humores sociales.

En ese sentido, Calvo considera que “el populis-ta está mirando los son-deos”. Al guiarse exclusi-va y rígidamente por eso, deja de lado otros aspectos de la sociedad y de las per-

sonas que debe tener en cuenta. “Uno mirando a la Argentina desde afuera dice: ¿todavía no se dieron cuenta de que les están mintiendo de una manera escandalosa?’. Y sin em-bargo, los líderes siguen con altísimos niveles de popularidad”, asegura Cal-

vo, y concluye que “lo que se está reflejando es que hay gente a la que ya no le importa nada lo que está pasando, cómo la tratan, quién los dirigen, y esa es una Argentina muy gran-de todavía”.

Entre quienes dan una visión positiva al término populista aparece Ernesto Laclau, teórico político ar-gentino de tendencia post-marxista y autor del libro La razón populista. Laclau subraya que tiene una po-sición favorable respecto al concepto de populismo y sus líderes. “Cuando las masas excluidas se incor-poran a la arena políti-ca, aparecen formas de liderazgo como el popu-lismo. Pero este no es un obstáculo ni mucho me-nos, sino que garantiza la democracia, evitando que esta se convierta en mera administración”, asegura Laclau.

Contrariamente a Calvo, Ernesto Laclau se muestra optimista respec-to del mandato actual de Cristina Fernández. Sin embargo, según el teórico, este mejoramiento viene

desde antes. “En los últi-mos 20 años, por primera vez en la historia latinoa-mericana, las aspiraciones nacionales y populares de las masas logran coinci-dir con la afirmación de los derechos humanos, la división de poderes, el plu-ralismo político”, certifica Laclau.

Según él, “no es correc-to que populismo sea es un término peyorativo. Debe-ría ser entendido como la forma de construcción de un pueblo sobre las bases de la dicotomización del espacio social”. Laclau rompe con las imágenes negativas asociadas con esta manera de liderar, y refiere al populismo como una forma de construir lo político, y no como un con-tenido específico. Es más bien una forma de pensar las identidades sociales y un modo de articular de-mandas dispersas.

A diferencia de Calvo, Ernesto Laclau sostiene que hay una esperanza en el rol de la política cuando las instituciones estatales fallan en sus deberes. Esto se debe a que justamente

“el espacio de la política sale a flote cuando el sis-tema de los aparatos esta-tales deja de operar con sus requisitos habituales”, asegura Laclau.

Además de estas di-ferencias, el teórico post-marxista aclara que es necesario buscar un equi-librio entre dos aspectos importantes. “Cuando un gobierno se mueve sola-mente en el régimen del institucionalismo, igno-rando la movilización de masas, termina siendo un régimen que tendrá con-secuencias autoritarias. Pero si se producen sólo movilizaciones y agitacio-nes, sin que considere la aplicación institucional, tampoco producirá una situación estable. En sínte-sis, hay que buscar el equi-librio”, concluye Laclau.

Así, el término “po-pulismo” se ha vuelto un campo de batalla entre dos corrientes de ideas que, a la vez, se muestran en posturas en enfrenta-das frente al gobierno kir-chnerista.

Bárbara Alloatti

EL POPULISMO EN DEBATE

Los argentinos Guillermo Calvo, economista y profesor de la Universidad de Columbia, y Ernesto Laclau, teórico político de tendencia postmarxista, cruzan opiniones en contra y a favor del término “populismo” y su asociación con la forma de gestión y comunicación

del gobierno nacional.

Carlvo es economista y profesor de Columbia, y tiene una mirada muy crítica del proceso kirchnerista.

De tendencia postmar xista, Laclau reivindica el término populismo y apoya al gobierno nacional.

Según la Organización Mundial de la Salud debería haber entre

dos y cuatro enfermeros por cada médico. En va-rios hospitales porteños apenas llegan a medio en-fermero por médico. ¿Los motivos? Los bajos salarios, las largas horas de servicio y la falta de reconocimien-to a su labor. El médico pediatra del hospital Gu-tiérrez, Pablo Posternak asegura que la situación con respecto a la enferme-ría en este momento es crí-tica. “Hay un déficit muy importante en los hospi-tales públicos. Por ejemplo en mi hospital debería haber unas 700 enferme-ras y solo contamos con 450. Esta escasez genera que decaiga la calidad del servicio y lleva a una mala atención”, explicó el doc-tor Posternak sobre como repercute en los pacientes la falta de enfermeros en la atención y calidad del servicio hospitalario.

Sostiene que estas es-tadísticas se dan en todo el país pero el problema repercute con mayor fuer-za en la Capital, dado que muchas personas del co-nurbano bonaerense y del interior del país se atien-den en la ciudad. Esto ge-nera una mayor demanda de enfermeros que el sis-tema de salud porteño no puede cubrir.

Posternak, representan-te del hospital Gutiérrez en la Asociación de Médi-cos Municipales, cree que otro grave conflicto son los bajos salarios. Un solo dato es revelador: El suel-do de un enfermero en el sector público es un 40% más bajo que en el sector privado.

Esta es una gran pérdi-da para el sector público

dado que no solo terminan trabajando en hospitales privados, sino que además aquellos profesionales que estudiaron en la univer-sidad pública terminan trabajando para el sector privado.

Pocos y mal pagos

Según la Federación Argentina de Trabajadores de Sanidad en el sector pú-blico el sueldo bruto de un enfermero está en $ 4.000. Pero que con los descuen-tos de ley terminan co-brando $ 3.500. En cambio el sueldo de un enfermero, en el sector privado, está en unos $5.300. Lógica-mente las horas extras y otros adicionales le permi-ten incrementar su salario pero a costa de enormes sacrificios.

En relación a los bajos salarios Marcelo Valverde, enfermero del hospital Argerich explica: “Hace 5 años que la situación pública se viene deterio-rando. Los sueldos son muy bajos. Un enfermero público cobra $ 1.800 de sueldo básico”, mientras que el resto de su salario, unos $ 3.600, lo cobra con carácter no remunerati-vo, es decir son ingresos que no cuentan a la hora de calcular jubilación ni aguinaldos.

También explicó que muchos enfermeros ha-cen una gran cantidad de horas extra -en especial durante el turno noche cuando son mejor remu-neradas- lo que permite incrementar el salario en otros $ 1.500 aproximada-mente.

Además Valverde criti-có el decreto 260/12 que firmó el jefe de Gobierno de la Ciudad ya que “busca

crear una privatización de los hospitales públicos me-diante una tercerización del servicio. Este decreto no nos reconoce como pro-fesionales, a pesar de tener la licenciatura y habiendo estudiado 5 años en la uni-versidad. No reconocen a la Enfermería como una profesión y eso nos afecta al bolsillo”.

Incluso ATE (Asociación Trabajadores del Estado) emitió un comunicado de prensa exigiendo la derogación del decreto porque “priva a los traba-jadores del derecho consti-tucional de la negociación colectiva y el acceso a la carrera sanitaria…y busca disponer una estructura gerencial y empresarial en

los hospitales porteños.” Posternak también se

mostró preocupado res-pecto del decreto: “Hay todo un proyecto para cerrar o privatizar hospi-tales. De momento, por cuestiones políticas, no les es fácil avanzar sobre esto. Pero todo esto no ayuda a que los profesionales se quieran quedar en el sec-tor público”.

En cuanto a la inver-sión sostiene que es escasa y cree que son hospitales centenarios con un gran déficit de mantenimiento.

“Cada vez estamos peor”, sostiene Posternak quien pone de ejemplo al hospi-tal Gutiérrez: “Está sobre-saturado y que las enfer-meras no alcanzan, lo que

lleva a que haya más de 2.000 mil pacientes en lis-ta de espera. Además fal-tan camas para los padres de los chicos que quedan internados y en general no hay inversión en infra-estructura”.

En cuanto al déficit de enfermeros, Valverde explicó que en la Ciudad, dada la escasez de profe-sionales, hay 1 enfermera cada 4 médicos. Posternak, por su parte, cree que de-bería contarse con 1 en-fermera cada 2 pacientes en las salas de urgencias y una cada 4 pacientes en la sala de clínicas.

La ex ministra de Salud, Graciela Ocaña señala que

“se necesita trabajar la en-fermería profesional ya

que, en la Argentina hay por cada médico medio enfermero, cuando la re-lación debería ser por cada médico dos enfermeros, tal como lo establece la Or-ganización Mundial de la Salud. En Argentina se da todo lo contrario”.

Ocaña presentó un pro-yecto para formar 40.000 enfermeros a través de becas para “garantizar la formación de profesiona-les de enfermería, de ma-nera igualitaria, accesible y equitativa, estimulando a la población en general a sumarse a la fuerza la-boral y a mejorar las con-diciones de inserción al campo profesional”.

Augusto Denari

LA SALUD PúBLICA CORRE PELIGRO EN LA CIUDAD

Se acentua la crisis en los hospitales públicos porteños. La falta de inversion y una mala administración conspira contra la calidad del servicio. Esto genera una

preocupante fuga de enfermeros al sector privado.

Marcelo Valverde, enfermero del Argerich, sostiene que uno de los problemas graves es el bajo nivel de los salarios en los hospitales.

FEBRERO 2013 | 16 | FEBRERO 2013 | 17 |

POLITICA POLITICA

CINCOW: ¿Por qué la inversión en salud no se refleja en los resultados?

Graciela Ocaña: La inversión en salud en la Argen-tina alcanza el 9% del PBI, unos 1.350 dólares anua-les por persona, una cifra muy importante compara-da con naciones vecinas como Uruguay y Chile que no llegan al 8% y a veces la calidad de la atención es más satisfactoria.

Creo que lo que ataca al sistema de salud es su enorme fragmentación. No solamente por los niveles estatales en relación a la nación, las provincias y los municipios sino también por la manera en que se fi-nancia el sistema.

CINCOW: ¿Qué consecuencias trae esta fragmentación?

G.O.: Dentro de cada subsistema (público, obras sociales y prepagas) hay otro fraccionamiento. Por ejemplo en Argentina hay más de 300 obras sociales y la mayoría, alrededor de 200, tienen menos de diez mil afiliados.

Esto genera mucho gasto improductivo, mucho gasto administrativo. Es la gran pelea que yo di de-nunciando la mafia de medicamentos y que no gusta porque mucha gente vive de la corrupción que hay en el sistema, vive de la falta de transparencia, eso es lo que hay que eliminar.

CINCOW: Entonces ¿usted cree que el sistema de salud argentino es malo?

G.O.: No, para mí el sistema de salud es bueno, si alguien está enfermo y entra a un hospital con una situación grave tiene garantizada la atención con profesionales excelentes, cosa que en otros países no la tienen. A veces el tema de la hotelería o el tema de los insumos puede dificultar.

Pero en líneas generales, el ciclo económico de in-greso, trajo como consecuencia un fortalecimiento del hospital público.

Lo que hay que discutir es como se integran estas partes.

CINCOW: En este contexto ¿cuál es la función del Ministerio de Salud?

G.O.: En realidad, el Ministerio de Salud es un lugar que está vaciado de contenido. No tiene casi hospitales y no tiene personal para llevar adelante la atención, sí para regir las políticas sanitarias. Ésta es una discusión pendiente pero hay muchos intereses alrededor del sis-tema de salud.

CINCOW: ¿En qué se invierte entonces ese 9% del PBI?

G.O.: Cuando uno analiza cómo se distribuye el gasto, una parte mínima -menos del 12%- va a lo que es aten-ción primaria y de prevención , es decir, a solucionar el 60% de las patologías que sufre la gente. La mayor parte del gasto va a la medicina de alto costo, que se necesita, pero no es la que usan la mayor parte de los ciudadanos.

Uno se salva y otro no

CINCOW: ¿Cree que la Argentina está preparada para una emergencia sanitaria?

G.O.: Lo que a mí me preocupa es que la Argentina no pueda dar cuenta, no de pandemias o epidemias, sino de cuestiones más básicas . En nuestro país hay zonas de Salta, Jujuy y Formosa donde las mujeres mueren a los 40 años de cáncer de cuello de útero alcanzando un por-centaje que es el segundo más alto del mundo. Cuando uno analiza el promedio de las estadísticas que se publi-can, se esconden estas cuestiones graves, a causa de la desigualdad de acceso a la salud . Creo que el derecho a la salud lo debe tener cualquier argentino en cualquier lugar del país. En términos generales, cumplimos con las normativas internacionales de epidemia. Tenemos un buen calendario de vacunación donde incluso hay va-cunas que en pocas partes del mundo están. El problema es ¿quién está vacunado? Cuando analizás los porcenta-jes de vacunación en algunas zonas del país parece que estamos en África. Lamentablemente, no hay ningún re-gistro que indique la eficiencia de estas vacunas.

CINCOW: ¿Cómo se debería actuar frente a las desigualdades de acceso a la salud?

G.O.: A veces pasa que dos chicos de dos zonas geográ-ficas tienen coberturas distintas y uno puede salvarse y el otro no. Estas diferencias son las que no deben admi-tirse. Si uno fija reglas claras y un procedimiento estric-to, nuestro sistema de salud puede llegar a ser el que fue en un principio.

Un cambio administrativo importante que se está buscando es unificar la historia clínica generando una historia clínica única donde cualquier persona en cual-quier lugar pueda acceder a ella y el Estado pueda saber qué se hace; por supuesto resguardando la confidencia-lidad.

CINCOW: ¿Cómo evalúa su gestión en el PAMI y cómo lo ve hoy?

G.O.: Cuando comencé mi gestión en PAMI, en 2004, no tenía prestaciones y dependía de fondos del Estado. Me fui y dejé 1.500 millones de dólares, todos los provee-dores pagos y una cantidad de servicios que ahora están quitando, como el subsidio socio-sanitario que en ese momento equivalía al 9% del sueldo del jubilado.

No hicimos un milagro, impulsamos modificaciones, cambiamos las reglas. Para llevar adelante la adecuación del PAMI dejé fondos y recursos pero, lamentablemente, éstos en lugar de ser reinvertidos en un mejoramiento de la calidad del servicio, hoy están en el tesoro nacional.

CINCOW: ¿Qué opina de la gestión del Ministerio de Salud de la Nación?

G.O.: Veo la continuidad de políticas, pero si no se da la discusión de fondo, incorporar una vacuna u otra no va a cambiar el sistema. Por supuesto que son medidas que ayudan a los ciudadanos pero no se ve una discu-sión de temas de fondo sino una reafirmación de lo vie-jo y me sorprende porque la Presidenta tenía la idea de cambiar el sistema de salud, lo dijo cuando asumió en el Congreso pero hoy profundiza más de lo mismo.

Lucila Lopardo

“EL SISTEMA ESTÁ ENFERMO POR LA FALTA DE TRANSPARENCIA”

Desde su despacho en Diputados, Graciela Ocaña despliega su mirada

crítica sobre el sistema de salud nacional. Cuestiona la eficiencia

de las obras sociales y hace un balance negativo de la actual gestión

ministerial. La Argentina es uno de los países latinoamericanos que más

invierte en salud y eso se refleja en la mejora del hospital público. El

problema es la falta de integración del sistema privado con el público y

las obras sociales. “La mayor parte del gasto va a la medicina de alto costo, que se necesita, pero no es la que usan la mayor parte de los ciudadanos”, dice Ocaña.

La atención en los hospitales porteños muestra una realidad:

entre el 50% y el 60% de los pacientes provienen de la provincia de Buenos Aires, según un estudio epide-miológico del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires. El 30% res-tante no especifica de don-de viene y sólo el 14% de los porteños se atiende en hospitales públicos de la ciudad. Los porteños cuen-tan hoy con 33 hospitales que cubren 14 especialida-des, incluyendo medicina general, 47 centros de sa-lud y 38 centros médicos barriales.

“Hoy el hospital público sigue teniendo una gran vigencia, lo que pasa es que depende de la zona donde está inserto. La CABA tiene 33 hospitales públicos y los hay de exce-lencia como el Fernández, el Ramos Mejía, el Clíni-cas, el Argerich y otros tantos. El problema es que esos hospitales no tienen presupuesto para tecnifi-carse”, afirma el decano de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina, doctor Carlos Benjamín Álvarez.

El municipio de donde provienen la mayor can-tidad de pacientes es La Matanza, donde viven dos millones de personas, en segundo lugar se encuen-tra Morón, tercero Lomas de Zamora y cuarto Lanús.

Los hospitales más cer-canos a la General Paz reciben más gente del co-nurbano, en cambio los de la zona centro reciben más vecinos de la ciudad. En el centro la mayor can-tidad de consultas son de mayores de 65 años y has-ta mayores de 80 años, ya que en estos barrios hay una población longeva. Sobre todo se atienden enfermedades cardiacas, tumores y complicaciones

respiratorias. En el sur de la ciudad las patologías son materno-infantiles porque es una zona con una gran cantidad de po-blación joven.

Federalismo al revés

La falta de médicos que hay en el país también es un tema preocupante. “La Argentina tiene 120 mil médicos, el 50 % reside en el área metropolitana, por lo tanto faltan médicos en varias regiones”, agrega Benjamín Álvarez. El pro-blema de la “mala” distri-bución de los profesiona-les en todas las regiones se debe a la falta de un sistema de federalización.

“En Estados Unidos si un médico quiere ejercer en Boston, cobra de acuerdo al área geográfica, a su ca-pacidad científica o forma-tiva y con qué ámbito tra-baja. Podés ser un médico muy bueno y reconocido pero no es lo mismo traba-jar en Boston que en Arizo-na. El que trabaja en Ari-zona gana mucho más. Es como si un residente o un clínico que va a trabajar

a Jujuy debería, si el país fuera realmente federal, ganar mucho más que el que trabaja en Buenos Ai-res. Entonces los médicos se concentran en Buenos Aires porque está la tecno-logía y se puede progresar profesionalmente.”

En 2007, Mauricio Ma-cri ratificó la medida de su ministro de Salud, en ese entonces Jorge Lemus, que pedía prioridad para los porteños en los hospitales de la Ciudad. El jefe porte-ño dijo estar confiado en

“que la gente de la Provin-

cia sabrá esperar”. En ese marco, un ex funcionario de Ibarra salió al cruce y dijo: “No permitiremos cambios”.

“La realidad es que son hospitales de la Capital que tienen la vocación de atender a todo el mundo, pero la prioridad la tienen que tener los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires”, remarcó Macri en declara-ciones hechas a la prensa. Frente a esta situación, el Ministro de Salud bonae-rense, salió al cruce y tildó a la medida de “poco soli-

daria”.Sin ningún acuerdo, la

situación sigue igual que hace algunos años. “En este país es imposible tra-bajar en equipo. El federa-lismo es una mentira, si viene un señor que vive en la provincia de Buenos Ai-res y se opera del corazón o la columna (por dar un ejemplo) en el Hospital Fernández, ese gasto no lo hace la provincia de Bue-nos Aires. Debería haber una estructura adminis-trativa que regule este sis-tema como sistema fede-

ral de salud”, dice Álvarez. En EE.UU. los hospitales se benefician siendo muy buenos, teniendo buenos médicos y equipos. De esa manera les vienen enfer-mos de todos lados. Pero si viene uno de Texas a Kan-sas el de Texas le paga al hospital de Kansas. No es lógico que con los recursos de la Capital, porque paga-mos más impuestos en la Capital, los hospitales es-tén algo mejor, entonces accede toda la gente de la provincia. Yo quiero que acceda pero paguemos im-puestos todos. En ese caso el Ministro de Salud Públi-co de la provincia le tiene que reconocer al Ministe-rio de la Salud Pública de la Ciudad las prestaciones que le dan”, agrega Álva-rez.

La doctora Diana Rodrí-guez, médica del sector de Neonatología del Hospital Italiano, no piensa igual:

“Me parece tristísimo, por-que somos todos argenti-nos. Que haya ese te doy, que no te doy. Te lo mere-ces o no. Los que sufren son los pacientes y no ten-drían porqué sufrir tener mas o menos por ser de provincia o de ciudad. Lo que estamos viviendo me parece realmente triste”.

La polémica por la di-visión ciudad/provincia si-gue y parece no tener una solución. “La organización de salud tiene que tener un sistema de recompen-sa y entonces florecerán hospitales porque van a tratar de tener los mejores médicos, los mejores equi-pos y así se van a llenar de enfermos y el resultado fi-nal va a ser una mejor eco-nomía y mayor proyección como hospital. Eso hay que estimular, pero acá se estimula todo para abajo”, finaliza desesperanzado el doctor Álvarez.

Sofía Sirera

HOSPITALES PORTEÑOS CON PACIENTES BONAERENSES

Segun un informe del Ministerio de Salud de la Ciudad, en los 33 hospitales públicos solo el 14% de los pacientes son porteños. Más del 50% son del conurbano bonaerense.

Macr i pide una solución ar t iculada con la Pr ovincia de Buenos Aires y la Nación.

Los pacientes del conurbano que se atienden en los hospitales por teños provienen en primer lugar de La Matanza

FEBRERO 2013 | 18 | FEBRERO 2013 | 19 |

ECONOMIA ECONOMIA

“La historia se repite y eso es lo que está mal en la historia”, dijo una

vez el celebre abogado es-tadounidense, Clarence Seward Darrow. Desde su conformación como país, la Argentina ha aplicado diversos modelos económi-cos como para comprobar las ventajas y los perjui-cios de cada uno, y aun así hay algunas formulas que no parecen tener fecha de vencimiento.

El modelo agroexpor-tador, la industrializa-ción mediante sustitu-ción de las importacio-nes y un Estado con un fuerte rol interventor; cada estrategia económi-ca empleada en los últi-mos 100 años ha dejado su huella. Y sin embargo, en el presente, se reabre el debate sobre la efecti-vidad del modelo kirch-nerista, que sigue bus-cando la ecuación para sostener el crecimiento económico sin disparar la inf lación.

Las tierras bonaeren-ses fueron la base del modelo agroexportador que rigió entre 1870 y 1914, y que marcó un ré-cord de crecimiento: el PBI aumentó 5% por año. El motor fue la expor-tación ganadera, sobre todo a Gran Bretaña, y la venta de cereales.

No fueron sólo las extensas llanuras pam-peanas las que contribu-yeron al veloz desarrollo del sector agrícola, sino también los f lujos in-migratorios de Italia y España que aportaron

mano de obra. El histo-riador y profesor de las universidades Di Tella y San Andrés, Roy Hora, expresa: “Entre 1880 y 1930 el PBI per cápita creció 3 veces, no se re-partió parejo, pero cla-ramente hubo una mejo-ra sustantiva en el nivel de vida, en un contexto de estabilidad”.

Estos niveles de cre-cimiento se equipara-ban con los de Francia o Alemania. Sin embar-go, la prosperidad no podía durar. Al centrar el crecimiento econó-mico en la demanda del mercado externo y, a su vez, confiar en créditos de países como Inglate-rra, la subsistencia de la economía dependía casi exclusivamente de la si-tuación mundial. A falta de un mercado interno maduro, el shock exter-no de la Primera Guerra Mundial dejó mermada la bonanza económica en el país.

Era hora de un cam-bio de rumbo y lo llevó adelante un líder caris-mático que conquistó un amplio apoyo de los nue-vos sectores sociales, los cuales precisamente se habían incorporado en la economía durante el período anterior.

“Perón llega a la presi-dencia en 1946 y enfren-ta un escenario relativa-mente novedoso. La Ar-gentina en las décadas previas estuvo entre los países de mayor creci-miento. Pero desde la de-presión mundial ese cre-

cimiento se desaceleró y la Argentina tuvo que buscar un plan B para crecer sobre la base de la expansión de la pro-ducción y de la deman-da interna”, aclara Hora. Se refiere al modelo de sustitución de importa-ciones, frase que se ha escuchado repetidas ve-ces emanar de la manda-taria Cristina Fernández de Kirchner, en referen-cia al rumbo actual de la economía. El foco estaba claro y durante la déca-da del 40 se empezó a notar la fuerte aparición de fábricas pequeñas y medianas de capital na-cional, en rubros como el textil, el automotriz y el electrodoméstico, en-tre otros.

El modelo requería una fuerte presencia del Estado lo que llevó a la creación del IAPI – órgano que regulaba el comercio exterior como único comprador de los exportadores-. Se nacio-nalizó el Banco Central, el transporte y otros ser-vicios públicos, además de expropiar a numero-sas empresas y diseñar contratos de explotación petrolífera con empre-sas estadounidenses. Sin embargo, Roy Hora explica que las medidas tomadas recibieron una mayoría de apoyo po-pular porque “cuando Perón llegó al gobierno la Argentina tenia cla-ramente un déficit del bienestar. Es decir, ha-bía una percepción so-cial de que era necesario

encarar como una asig-natura muy importante lo que el peronismo lla-mó la justicia social. Y el peronismo significó una verdadera mejora en tér-minos de bienestar, no para todos, no de la mis-ma manera. Sobre todo significó que los traba-jadores sindicalizados mejoraran mucho sus condiciones.”

Los gobiernos que sucedieron a Perón im-pulsaron medidas econó-micas que, en parte, con-tinuaron con la idea de desarrollo del mercado interno.

El mayor quiebre se produjo con la imple-mentación del liberalis-mo económico. Roy Hora brinda un panorama sombrío: “Uno podría decir que en la década del 70 y 80 a la Argenti-na realmente le fue muy mal, sobre todo en los 80, ahí el PBI per cápita de-creció y los argentinos se hicieron más pobres. Eso llevó a que hubiera una serie de discusiones y debates sobre la conve-niencia de darle un cam-bio de rumbo en dos sen-tidos: uno era achicar el papel del Estado y otro salir un poco del proyec-to de desarrollo sobre el sector industrial”. ¿Pero cuál fue el error de este nuevo modelo económi-co? En gran parte fue la adquisición de una deu-da externa abismal, que en un principio sirvió para potenciar la cons-trucción de obras públi-cas. Entre 1975 y 1983, la

deuda se multiplicó un 500 %. El endeudamien-to fue acompañado de un persistente recorte del gasto público. Este fracaso, seguido por la crisis hiperinf laciona-ria más grande de la his-toria (1989), tuvo como consecuencia el incre-mento de la pobreza y un estado de parálisis económica.

Para entonces, el go-bierno de Carlos Menem resolvió profundizar la lógica neoliberal y la privatización de las em-presas públicas. La Ley de Convertibilidad fre-nó la inf lación y recupe-ró el valor de la moneda, llevando a un período de elevado crecimiento económico. Para 1998 se registraba un PBI de 300.000 millones de dó-lares y un PBI per cápita de 8.000 dóares (el mas alto de latinoamerica en la década del ’90), pero aun asi, el desarro-llo se concentro en los sectores financiero, de servicios y agroexporta-dor (las exportaciones aumentaron 110% hasta el 2000). “El camino de la liberalización de la economía, la apertura al comercio internacio-nal, la desregulación de los contratos de trabajo y otras cosas, trajeron consigo no siempre bue-nos resultados sobre todo en términos de equidad y bienestar para las mayorías”, advierte Roy. La concentración de la riqueza en ámbitos es-pecíficos de la economía

empezó a demostrar su lado oscuro en las cifras crecientes de pobreza. En 1998, ya se registraba cerca de 1/4 de la pobla-ción del GBA viviendo en condiciones miserables, además de una desocu-pación estructural del 20%. Con la crisis del 2001, estas cifras llega-ron a un récord de 60% de pobreza y más de 20% de la población desem-pleada.

El modelo concluyó con un estruendoso fra-caso. La explicación: “el programa de privatiza-ciones fue como uno de los más profundos y ex-tremos que se registra-ron en ese momento”.

La crisis de la Con-vertibilidad dio paso a un nuevo modelo econó-mico que retomó el fo-mento de la industria, la sustitución de importa-ciones y se valió, en gran medida, de los efectos favorables del aumento de los precios de las ex-portaciones agropecua-rias de la argentina, en especial la soja.

El incremento de la inf lación que acompañó el crecimiento económi-co de la Argentina en los últimos 10 años puso nuevamente en discu-sión la persistencia del modelo. El país debe pro-bar, una vez más, si es capaz de aprender de sus experiencias o enfren-ta un nuevo cambio de rumbo absoluto y la his-toria vuelve a repetirse.

Melanie Erbar

UNA HISTORIA MARCADA POR BRUSCOS CAMBIOSLa economía saltó de un

modelo a otro sin aprender de sus experiencias. Un repaso desde el primer

período agroexportador hasta el presente.

Una v e z má s e l país e n f r e n t a la di f ic ul t ad de c on s ol idar lo s a v anc e s y s up e r ar lo s e r r or e s .

UN DESAFíO LLAMADO NETBOOk

“Antes pensaba que la tec-nología podía ayudar a la educación”, sostuvo Ste-

ve Jobs, fallecido este año, en una entrevista para la revista Wired de Estados Unidos. Luego agregó: “He llegado a la conclusión de que no se puede esperar que la tecnología resuel-va el problema. Podemos

conectar cada escuela a internet; nada de esto es malo. Pero lo es si esto nos induce a pensar que esta-mos haciendo algo para solucionar el problema de la educación”.

Las palabras que el mul-timillonario pronunció parecen hacer eco en las acciones de nuestro país: Argentina ha comenzado a preocuparse, desde 2010, por mejorar su educación incrementando las inver-siones destinadas a la ma-teria educativa. En la web del programa del Estado conocido como Conectar Igualdad, se muestran en la página de inicio las 2.137.860 netbooks entre-gadas a “alumnos y do-centes de escuelas secun-darias de gestión pública, escuelas de educación es-pecial e institutos de for-mación docente de todo el país”.

El programa ya se en-cuentra en su tercera etapa y está monitoreado por un Comité Ejecutivo

presidido por Diego Bos-sio, Director Ejecutivo de la Administración Nacio-nal de la Seguridad Social (ANSES), e integrado por un representante de la Je-fatura de Gabinete de Mi-nistros -Eduardo Thill-, un representante del Minis-terio de Educación -final-mente fueron dos: María

Inés Abrile de Vollmer y Jaime Perczyk-, un repre-sentante del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servi-cios -también dos: Luis Vi-tullo y Emmanuel Jaffrot-, y un representante de ANSES -también dos: Pa-blo Fontdevila y Mariano Cascallares-. Sin embargo, el aumento en la inversión del programa para el otor-gamiento de nuevas tecno-logías no se ve reflejado en los resultados obtenidos en evaluaciones interna-cionales.

Durante el tercer foro de calidad educativa, or-ganizado por la asociación civil Educar 2050, Marcelo Cabrol, jefe de la división del Banco Interamericano de Desarrollo, enfatizó:

“La Argentina actualmente se encuentra en indigen-cia educativa”. De esa ma-nera fue como se refirió a los resultados obtenidos por su país en el plano in-ternacional.

Cada tres años se eva-

lúa en 65 países a jóvenes de 15 años en materia de calidad educativa. En estos informes, llamados PISA, los jóvenes son evaluados en las áreas de lectura, ciencias y matemáticas. El último informe es de 2009 y todavía no han sido re-velados los resultados de este año: en ese entonces,

las pruebas mostraron que Argentina quedó ubicada en la posición número 58 de los 65 países participan-tes. Esto permitió ver la triste realidad de un país donde el 52 por ciento de los jóvenes que asisten a la escuela no entienden lo que leen –tengan o no ten-gan netbooks-.

“La realidad es que si te-nemos más de un 50% de los chicos que no saben leer bien, ¿cuál es el fu-turo que tenemos como Argentina?”, afirma Daisy Freixas, coordinadora del programa de extensión universitaria de la Univer-sidad de San Andrés.

“Las computadoras son herramientas, no fines en sí mismos”, sostiene Gui-llermo Jaim Etcheverry en su libro La tragedia edu-cativa. Así también lo ve Fernando Ruiz, director del Colegio Labardén, de San Isidro: “No podemos pensar que la tecnología va a salvar la educación, porque esto no es del todo

cierto”. No sirve, por lo tanto, aumentar la inver-sión en educación si esto no es acompañado por políticas que permitan un seguimiento, evaluación y ajuste de estrategias.

“Hay esfuerzos desde el Gobierno y desde los go-biernos provinciales por la calidad educativa. Pero

pese a los enormes esfuer-zos que se han hecho y que hay más inversión en educación, los resultados nos dan mal. Esto no es un problema de un gobierno argentino, es un problema de todos nosotros”, sostu-

vo Manuel Álvarez Trongé, director de la asociación Educar 2050.

Puede leerse a partir de las opiniones de los exper-tos que esta inyección de recursos no generará el impacto esperado –apun-tan a una inversión que mejore la educación y no necesariamente las tec-nologías-. En cierta forma, con estas medidas se em-parcha el sistema educa-tivo, cuando en realidad habría que hacerse cargo del rol que tiene cada uno en el futuro de nuestro país y de aquellos que lo habitarán.

Luchador incansable

Manuel Álvarez Tron-gé es el presidente de la asociación civil Proyecto Educar 2050, dedicada a mejorar la calidad educa-tiva de nuestro país e in-tentando ubicarla para el año 2050 entre los 5 países con mejor calidad educati-va del mundo. Graduado

en 1981 como abogado, Álvarez Trongé ejerció su profesión hasta 1990. Entonces fue nombrado gerente legal de la Petro-química PASA hasta 1994. Sin embargo, dejó este puesto para ser gerente de legales PEREZ COMPANC hasta el año 2002 -cuan-do fue nombrado director de Legales de Telefónica Argentina-. En el año 2005, obtuvo el puesto de director de legales de Tele-fónica Internacional. Hoy lleva conjuntamente su labor de socio del estudio de abogados Bartolomé & Briones y de presidente del proyecto Educar 2050

-nombrada representante de Argentina en la Red In-ternacional por la Mejora de la Educación en Latino-américa-. El doctor, egre-sado de la Universidad de Buenos Aires, defiende la educación con convicción como sinónimo de futuro e inclusión social.

Jaime Hunter

Los alumnos, con sus netbooks nuevas, durante una jornada de capacit ación.

A través del programa Conectar Igualdad, el Estado destina grandes inversiones para el equipamiento de escuelas con computadoras. Los

educadores se muestran escépticos y creen que no deben ser tomadas como un fin sino como un medio.

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CONTRATAPA

CincoW es una publicación de distribución gratuita editada por el Instituto de Comunicación Social (ICOS) de la Facultad de Ciencias Sociales, Políticas y de la Comunicación de la Universidad Católica Argentina, y realizada íntegramente por sus alumnos.

Directora ICOS: Teresa Baquerín de Riccitelli.Coordinación General: Jorge LiottiEdición General: Daniel Gutman – Damián Nabot - Malena SánchezDiseño y diagramación: Ricardo Gabriel Díaz

Impresión: Agencia Periodística CID-Diario del Viajero

Redactores:

Staff: Bárbara Alloatti, Manuel Buscalia, Laura Cardini, Fernanda Cordón, Mariana Criado, Augusto Denari, Melanie Erbar, Gabriela Flores, Florencia Gagliardi, Florencia Garduño, Jaime Hunter, Lucila Lopardo, Bernardita Martínez Llobet, Florencia Miller, Alejandro Piola, Sofía Sirera, Luz de Sousa Quintas, Juan Ignacio Spada, Gastón Trelles.

Más información en cincow.uca.edu.ar

Es miércoles de shop-ping para Katja Tejas. El fin de semana vio

unos zapatos en un reco-nocido centro comercial de Palermo, se los probó, le gustaron, pero no se los compró. Decidió esperar hasta el miércoles para ac-ceder al 20% de descuento que ofrecía el local com-prando con una tarjeta de crédito de un banco. Como ella, miles de argentinos deciden hacer sus compras aprovechando los descuen-tos que ofrecen las distin-tas marcas.

Las ofertas son muy va-riadas y se puede acceder a una multiplicidad de rubros: cine, gastronomía, supermercados, belleza, indumentaria, entre otros. Además están al alcance de todos, desde descuen-tos por comprar con una determinada tarjeta de

crédito, hasta sumar pun-tos para luego obtener re-bajas, así también como diarios, compañías de ce-lulares e incluso páginas web totalmente dedicadas a descuentos online, ofer-tas grupales o clubes de beneficios.La tendencia responde a las estrategias de marke-ting surgidas al calor de la inflación, que según los relevamientos priva-dos ronda el 24 por ciento anual. Para Fernanda Grasso, consultora de Lead Marke-ting, en tiempos de infla-ción las estrategias deben ser claramente medibles.

“Es necesario que tengan un resultado tangible en las ventas, acciones uno a uno con los potenciales clientes que logren un im-pacto a corto plazo, con un presupuesto muy bajo. Por

ejemplo desayunos de tra-bajo, promociones, redes sociales, telemarketing; y se dejan de lado las cam-pañas publicitarias que tienen resultados más a largo plazo y requieren de mayor presupuesto”, afir-ma. Según una encuesta rea-lizada por la consultora Neder, sobre consumo y ahorro, se llego a la con-clusión que para esquivar la inflación las estrategias más usadas son: pasar a comprar marcas más ba-ratas(27%), la compra en cuotas con tarjeta (14%) o aprovechar los días de des-cuento (13%).A veces, las estrategias de compra que utiliza este segmento del mercado significan un importante ahorro en el bolsillo del presupuesto familiar. En otros casos,se utilizan

para poder seguir dándose algunos “lujos”. Andrea Gutiérrez, que se dedica al transporte esco-lar, decide hacer la mayo-ría de sus compras basán-dose en los descuentos que encuentra vía web. “Lo primero que me compré fueron unos lentes Rayban con un 60 % de descuento, después uso los descuen-tos para cenas, cine, que por lo general viene con un 45 % de descuento. Cuando quiero salir a ce-nar o viajar, me fijo direc-tamente ahí”. Para Javier Calandrelli , de Calandrelli Group, un con-junto de empresas dedica-das a gestionar proyectos de marketing y ventas para grandes marcas, con-sidera que la Argentina atraviesa una épocas de

“mucha agilidad y poco presupuesto” para accio-

nes de marketing. “Las em-presas de consumo masivo son las más afectadas, ya que financian a distribui-dores y puntos de venta. Muchos de los descuentos que se ven son hechos di-rectamente por el punto de venta y no por el fabri-cante. Hay que pensar que el punto de venta compra a 10 para vender a 14 y ter-mina vendiendo a 20 por la inflación. Pero lo paga a 10. Entonces la estrategia de marketing cambia de-pendiendo de quien estés hablando”.Además explica la princi-pal causa de las ofertas de productos. “A los fabrican-tes les conviene en estas épocas una alta rotación para no perder mucho frente a la inflación. Cuan-to mayor es la rotación me-nor es el riesgo. Esto tam-bién favorece a descuentos

y ofertas que achican el margen, pero garantizan no perder ante la infla-ción. Esta es también la razón de la baja oferta de productos. Sacan poca can-tidad con ánimo de volver a vender en corto plazo”El mayor desafió para Ca-landrelli es: “respetar el plan de marketing origi-nal y de largo plazo, pero en la mayoría de los casos se hace muy difícil mante-ner una línea de conducta en cuanto a comunicación y política de precios”.Ya sea para reactivar el consumo, promover la compra, no dejar caer la demanda u otras muchas razones lo cierto es este fenómeno de los descuen-tos, ofertas, y promociones sigue en aumento a la par de la inflación.

Florencia Garduño

MARkETING INFLACIONARIO

La gente compra marcas más baratas para combatir la inf lación.

Los comerciantes buscan estrategias para mantener el consumo.