El Agua Virtual y El Metabolismo Hídrico

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El Agua Virtual y El Metabolismo Hídrico

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  • NOTAS PARA LA DISCUSINESTRATEGIA NACIONAL

    DE DESARROLLO HUMANO

    APORTES PARA UNAESTRATEGIA AMBIENTAL

    ALTERNATIVA:Indicadores de sustentabilidad y

    polticas ambientales

    La presente publicacin ha sido auspiciada porel Gobierno Nacional, a travs de la Secretara

    Nacional de Planificacin y Desarrollo(SENPLADES), con el apoyo del Programa de

    las Naciones Unidas para el Desarrollo(PNUD) y el Centro de Investigaciones

    Sociales del Milenio (CISMIL).

    El Centro de Investigaciones Sociales delMilenio CISMIL, est integrado por el

    Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD), la Facultad

    Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSOSede Ecuador, y la Secretara Nacional dePlanificacin y Desarrollo (SENPLADES).

    FFaannddeerr FFaallccoonn,,Secretario Nacional de Planificacin y

    Desarrollo

    JJooss MMaannuueell HHeerrmmiiddaa,,Representante Residente del PNUD, yCoordinador Residente del Sistema de

    Naciones Unidas en el Ecuador

    AAddrriinn BBoonniillllaa,,Director Facultad Latinoamericana de Ciencias

    Sociales Sede Ecuador

    Compiladores de este nmero:Montserrat Albn, Joan Martnez-Alier, Cristina Vallejo

    Asesor principal:Juan Ponce

    Equipo del CISMILEspecialistas:Montserrat Albn, Jorge Granda, Mara del Pilar Troya.

    Asistentes de InvestigacinLuis Chuquimarca, Diana Hidalgo, Mercedes Onofa, Jos Antonio Snchez

    Equipo ODM Proyecto PNUD:NNaattaalliiaa GGaarrccaa Oficial de ProgramaIIrriinnaa MMoorreennoo ComunicacinCCaarroolliinnaa BBaassttiiddaass Asistente Administrativa

    Correccin de estilo:Grace Sigenza

    Concepto editorial: graphusDiseo: graphus 290 2760Ilustracin: Mara Beln GuerreroImpresin: Editorial Delta

  • contenidoPresentacin 5Fander FalconB.

    Introduccin 10Montserrat Albn

    Artculo IUna lectura desde la economa ecolgica 13a los problemas ambientalesdel Ecuador:propuesta para la agendaambiental 2022Montserrat Albn - [can Martnez-Alier

    Artculo 2Estructura biofsica de la economa 69ecuatoriana: un estudio de los flujosdirectos de materialesMara CristinaVallejo G.

    Artculo 3Comercio internacional y medio 103ambiente en ColombiaMario Alejandro Prez Rincn

  • Artculo 4El agua virtual y el metabolismo hdrico: 133un instrumento para gestionar losrecursos hdricosEstherVelzquez

    . 1jj Artculo 5LaApropiacin Humana de la 151Produccin Primaria Neta mundial(AHPPN)Helmut Haberl, Karl-Heinz Erb yFridolin Krausmann

    .... Artculo 6Las posibles consecuencias del 173aumento de la demanda internacionalde agrocarburantes: cmo estructurarun anlisis para Amrica Latina?Daniela Russi

    Artculo 7Del metabolismo social a los conflictos 193ecolgicosloan Martnez-Alier

    Artculo 8El desarrollo sustentable y OPEP 209Hernnan Daly

    Artculo 9una economa pospetrolera 225loan Martnez-Alier

    ~ c.Artculo 10La geopiratera como un tema emergenteen el marco de los derechos de propiedadintelectual: por qu los estacos pequeosdeben asumir el liderazgo 231joseph HenryVogel, Janny Robles,Camilo Gomides y Carlos Muiz

    Artculo 11El proyecto geopiratera:el caso del Ecuador1M 249joseph HenryVogel,Janny Robles,Camilo Gomides y Carlos Muiz

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    La reflexin que deseamos compartir parte de la idea planteadapor muchos economistas ecolgicos sobre la necesidad de atre-verse a pensar bajo nuevas premisas y alternativas. As, en palabrasde Aguilera (1996):

    el problema consiste en que enseados y acostumbrados apensar bajo las premisas dominantes, dar el paso de atreversea pensar bajo las premisas alternativas no es nada fcil.Primero, porque es ms cmodo seguir con la rutina habitual,y segundo porque, en el fondo, no sabemos cmo pensar bajolas nuevas premisas, ya que esto exige dejar de ser solo eco-nomistas o solo socilogos o solo lo que sea, es decir exigeromper las barreras departamentales y disciplinares para pen-sar en trminos transdisciplinares, algo que supone, adems deun atrevido reto intelectual, un reto a los intereses acadmicosestablecidos.

    De la misma forma pero con otras palabras, Mishan (1970) tam-bin plantaba, hace ya aos, que es necesario convencer a lagente de la necesidad de un cambio radical en la manera habitualde observar los acontecimientos econmicos.

    As pues, en este documento planteamos bajo las premisas de laeconoma ecolgica, en primer lugar, el problema de la gestin delagua; en segundo lugar, detallamos el enfoque desde el cual, enten-

    * Profesora de la Universidad Pablo deOlavide de Sevilla, [email protected]

    INTRODUCCIN

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    demos, habra que abordar un estudio como ste; en tercer lugar,presentamos una nueva metodologa para abordarlo; en cuartolugar, describimos los resultados centrales sobre el agua virtualcomo instrumento para gestionar los recursos hdricos; y finaliza-mos con unas reflexiones generales derivadas de este estudio.

    El agua es un recurso natural ms, como puede ser el petrleo oel gas; sin embargo, entendemos que adems es un elementoesencial para la vida y desempea otras funciones que la diferen-cian de la mayora de los recursos naturales. Siguiendo esta lneade pensamiento, y abriendo nuevos caminos, economistas comoAguilera (1995) defienden que el agua es mucho ms que un fac-tor de produccin, ya que satisface otras necesidades, adems delas puramente econmicas, y cumple una serie de funcionescomo abastecer al sistema natural, al sistema econmico, servirde vehculo de evacuacin y consolidarse como fuente de ener-ga, segn la definicin de Zimmerman (1967).

    En consecuencia, el agua deja de ser considerada nicamente unrecurso ms para pasar a ser entendida como un activo ecosocial(Aguilera, 1994). Esta idea nos lleva inexorablemente a no desligarel recurso del territorio por el que discurre, siendo necesariosnuevos planteamientos que integren conceptos econmicos,ambientales, geogrficos y territoriales, sociales, tecnolgicos e ins-titucionales.

    La idea que planteamos es la siguiente. En las regiones secas delplaneta, donde se enfrentan a problemas de escasez fsica, social,econmica1 y de asignacin del recurso a distintos usos, es nece-sario idear nuevas formas de aliviar la presin sobre los recursoshdricos. Existen regiones, como la andaluza, en el sur de Espaa(entre otras muchas), caracterizadas por una fuerte escasez que,sin embargo, presentan una especializacin productiva intensiva enagua (Velzquez, 2006), con una fuerte exportacin de este recur-so (Dietzenbacher y Velzquez, 2006; Velzquez, 2007).

    Es difcil, costoso y muchas veces insostenible el traslado de gran-des masas de agua fsica de unas regiones a otras; igualmente, sonelevados los costes econmicos, sociales y ambientales de la cons-truccin de infraestructuras hidrulicas para incrementar una ofer-ta de agua que siempre termina por quedarse pequea ante lasempiterna insatisfecha demanda.

    PLANTEAMIENTOY ANTECEDENTES

    1 Para profundizar en las diferenciasentre tipos de escasez, ver Aguilera(1994).

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    En esta reflexin apoyamos las voces que plantean la alternativade utilizar el agua virtual como forma de aliviar la presin sobrelos recursos hdricos. Parece ms razonable importar aquellos pro-ductos que para un territorio determinado tienen un alto coste enagua y exportar aquellos otros que se pueden producir con bajosrequerimientos del recurso.

    Entendemos que la gestin de los recursos hdricos ha de realizar-se bajo las premisas de la economa ecolgica,2 y nicamente bajotres pilares que, en nuestra opinin, son fundamentales: a) anlisissistmico-coevolutivo; b) enfoque ecointegrador; c) nueva culturadel agua. De cada uno de ellos se podra hablar y reflexionar enprofundidad; no obstante, nos limitaremos a presentar nicamen-te las ideas principales de cada uno.

    En primer lugar, la gestin del agua no debera realizarse de unaforma aislada, sin conexin con el resto de sistemas con los quetiene relacin. As, habra de seguirse un anlisis sistmico coevo-lutivo por el que existen diversos sistemas en relacin econmi-co, tecno-institucional, sociocultural y ambiental, pues no soloest cada subsistema relacionado con todos los dems, sino queadems cada uno cambia y afecta la evolucin de los otros(Norgaard, 1994).

    En la figura 1 (Gual, 2005) podemos observar cmo el sistemaeconmico (o sistema productivo) no est aislado, sino que estinfluido, e influye a su vez, sobre los sistemas institucionales (lasreglas del juego) y tecnolgico. Al mismo tiempo, estos sistemasse hallan inmersos en un sistema sociocultural, y tanto las reglassociales como las culturales definen de manera determinante eldevenir del proceso productivo. Finalmente, todo ello se desarro-lla en un sistema ambiental, en un entorno geogrfico y territorialdeterminado que, de la misma manera que los sistemas anterio-res, determina claramente las posibilidades econmicas.

    ENFOQUECONCEPTUAL

    2 No es ste el espacio parapormenorizar en las premisas de laeconoma ecolgica. Hay muchos ydiferentes trabajos que tratan el temacon detalle; el lector interesadopuede acudir, entre otros, a Naredo(1987 y 2006), Martnez-Alier yRoca (2000), Martnez-Alier (1999),Aguilera y Alcntara (1994).

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    En segundo lugar, entendemos que hay que realizar este anlisissistmico coevolutivo desde un enfoque ecointegrador (Naredo,2006); es decir, no parcelario, que integre los diferentes aspectosque se han mencionado y que lo haga desde una metodologa nonicamente multidisciplinar, sino transdisciplinar. Esto permitiranalizar y comparar las variables monetarias con los flujos fsicosde los procesos econmicos, aadiendo las variables tecno-institu-cionales, socioculturales y territoriales.

    En tercer lugar, se lleva ya tiempo hablando de la llamada NuevaCultura del Agua (NCA), la que, en nuestra opinin, debera ser eltercer pilar, pero no por ello menos importante, que sustentarauna razonable gestin de los recursos hdricos. Tratando de sinte-

    FIGURA 1. SISTEMAS EN COEVOLUCIN

    Fuente: Gual (2005).

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    tizar este enfoque, podramos resaltar tres elementos esencialesque definen esta nueva cultura del agua: a) agua entendida comoactivo ecosocial; b) no se puede hacer gestin del agua sin gestindel territorio; y, c) gestin del recurso frente a gestin de la obrahidrulica.

    En lo relativo al agua como activo ecosocial, al inicio de este art-culo planteamos la necesidad de entenderla como un recurso nonicamente productivo, sino que cumple muchas y variadas fun-ciones ambientales, econmicas, culturales, religiosas, etc., y atodas ellas hay que darles alternativas. En segundo lugar, la NCAtambin plantea la necesidad de gestionar el territorio, es decir,ecosistemas completos, y no nicamente el recurso hdrico comoun elemento aislado. Por ltimo, la urgente necesidad de comen-zar a pensar en trminos de gestionar el recurso agua y fomentarun uso racional ms que tratar de incrementar la oferta destinadahacia unos requerimientos siempre insatisfechos.

    El cambio de enfoque nos lleva a variar la pregunta: de dndeobtenemos el agua para producir? por esta otra: qu cantidad y cali-dad de agua tenemos y cmo podemos aprovecharla de la mejormanera posible? Es decir, es necesario plantearse qu usos soncompatibles con el agua que un determinado territorio disponeen lugar de proyectar actividades para las que puede que no hayarecursos suficientes y se cree la necesidad de obtenerla al pre-cio que sea.

    La idea de Metabolismo Hdrico MH, de forma anloga al con-cepto de metabolismo socioeconmico, analiza los flujos de aguaque entran y salen de un sistema econmico, as como los flujoshdricos dentro del propio sistema. A pesar de que el anlisis delmetabolismo econmico y los flujos de materiales comienzan ahacer presencia en la literatura especializada (Carpintero, 2005;Vallejo, 2006; entre otros), no se puede decir lo mismo del MH.Aquellos anlisis han utilizado los flujos de materiales y de energapero omiten los anlisis hdricos (el nico estudio realizado hastael momento que incluye los flujos de agua aunque no realiza unMH tal y como aqu lo hemos definido es el realizado por Prez,2007).

    Los argumentos dados en su momento por algunos de sus auto-res dicen que los flujos de materiales y de energa se miden enunidades muy diferentes a las del agua (109 y 1012 respectivamen-

    METABOLISMOHDRICO

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    te), y si se analizan conjuntamente las diferente unidades del aguadesvirtuaran absolutamente los anlisis pretendidos. Siendo estosargumentos ciertos y rigurosos, no por ello, en nuestra opinin,debemos dejar al margen el anlisis de los flujos de agua. Talvezpensemos que el agua, por ser un recurso renovable, tiene menosimportancia que algunos materiales que no lo son; pero no olvi-demos que, adems del carcter vital de los recursos hdricos, sicontinuamos la accin humana el agua va a dejar de serlo.

    Por este motivo, entendemos absolutamente necesario completarlos anlisis de flujos de materiales con los correspondientes MH;para ello sera interesante iniciar nuevas lneas de investigacin enesta direccin, tanto conceptuales, metodolgicas, como aplicacio-nes a estudios de casos concretos de los que se puedan derivarconclusiones para la toma de decisiones.

    Conceptos y antecedentesEl Agua Virtual AV es un concepto definido por primera vez porAllan a principios de la dcada de los noventa (1993, 1994). Seentiende como la cantidad de agua que ha sido necesario utilizarpara generar un producto determinado. No obstante, algunosaos antes, Fisheon G. et al. (1989) concluyeron que no resultabamuy inteligente exportar bienes para cuya produccin haba sidonecesario consumir grandes cantidades de agua en aquellos pasescon problemas de escasez hdrica. De esta manera, se plantea aca-dmicamente lo que muchos pases con problemas de escasez lle-vaban aos haciendo: especializarse en la elaboracin de produc-tos con bajos requerimientos de agua y basar sus relacionescomerciales en una alta exportacin de dichos productos, sustitu-yendo la produccin interna con bienes importados de aquellospases cuyo coste en agua fuera inferior. De estos primeros argu-mentos se comienza a dilucidar el concepto de agua contenidaque desembocar aos ms tarde en el de AV definido porAllan, pero no se entender como una alternativa al ahorro deagua y no tuvo repercusin alguna en el campo de la poltica hdri-ca en ninguno de sus niveles (global, regional, local) como tampo-co lo tuvo en el mbito acadmico ni en el de la investigacin.

    En 1993 Allan intenta dar un carcter ms cuantitativo al concep-to de agua virtual, tratando de cuantificarlo en su trabajoFortunately there are substitutes for water otherwise our hidro-politi-

    AGUA VIRTUAL

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    cal futures World be imposible. Sin embargo, ante las dificultadesencontradas por aquellos aos para cuantificar la energa conteni-da en los bienes de consumo derivados del petrleo, decidi cen-trarse en definir el concepto. Es entonces cuando acu el trmi-no Agua Virtual, pero an habran de pasar algunos aos hasta queeste concepto fuera reconocido, al menos por un grupo nutridode reconocidos investigadores, como una alternativa a la seguridadalimentaria y al ahorro de agua.

    La definicin ms aceptada actualmente de AV es la planteada porel propio Allan (1998) al afirmar que la cantidad de agua consumi-da en el proceso de produccin de un producto es llamada aguavirtual asociada3 al producto. Expresado con otras palabras, el aguavirtual no es nicamente el agua incorporada fsicamente en unproducto, sino la cantidad de agua que ha hecho falta utilizar paraproducir un bien o servicio.

    El agua virtual as entendida adquiere ms relevancia cuando larelacionamos con el comercio; este concepto cobra pleno sentidocuando se produce un intercambio de productos entre distintasregiones, y con l se genera un trasvase virtual del agua. Es decir,podemos entender que los intercambios de productos entreregiones facilitan tambin el intercambio de agua desde unasregiones a otras.

    Con relacin al comercio de AV, y ante la interesante cuestin dequ cantidad de agua podramos ahorrar importando bienes enlugar de producirlos nosotros mismos, Hoeskstra (2003) diferen-ci entre dos aproximaciones al concepto: el agua virtual real y elagua virtual terica. Por agua virtual real entendemos aquella querealmente se utiliza para la produccin de un bien o servicio en elmismo pas de produccin; y agua virtual terica la que habra uti-lizado el pas de destino de un bien importado en caso de queste hubiera sido producido en el mencionado pas. El agua virtual,ya sea en su acepcin terica o real, puede utilizarse en pases conescasez de recursos hdricos para aliviar la presin ejercida sobrestos (Hoekstra, 2003), y as entendida, puede enmarcarse comouna alternativa de gestin de la demanda.

    Si bien es cierto que el concepto de agua virtual ha surgido en losltimos aos, no lo es menos el hecho de que su comercio es unsuceso tan antiguo como el propio comercio de bienes. De estaforma, podemos entender por comercio de agua virtual la reloca-lizacin o cambio de localizacin del agua asociada a los pro-ductos que se intercambian. En virtud de este comercio, existe un

    3 Literalmente, Allan habla de virtualwater contained in the product. Estoes, el agua contenida en unproducto. No obstante, hemos optadopor traducir la expresin inglesacontained in the product como el AVasociada al producto, puesentendemos que es ms exacta conrelacin a la idea que se intentatransmitir, ya que el contenidosignifica lo que est en el interior yel AV no tiene por qu ser el agua queest contenida fsicamente en elinterior del producto.

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    flujo de agua virtual desde los pases o regiones exportadorashacia los pases o regiones importadoras. Actualmente, todos lospases son al mismo tiempo importadores y exportadores de estepreciado recurso, aunque, desde la perspectiva econmica y segnla teora de las ventajas comparativas, podramos pensar que loms razonable sera que los importadores fueran aquellos conescasez de agua y, por el contrario, los exportadores del recurso,va exportaciones de bienes, fueran aquellos pases con abundan-cia de agua.

    Hasta ahora muchos de los problemas polticos en pases semiri-dos de Oriente Medio se han resuelto mediante polticas y estra-tegias sobre alimentacin que empleaban como criterio el sentidocomn. Algunos de estos pases, como Israel o Jordania, han elabo-rado polticas encaminadas a reducir, e incluso abandonar, lasexportaciones y la produccin de cultivos con alto requerimientode agua reemplazndolos por importaciones o cultivos que apor-ten realmente un alto rendimiento que les permitiera optimizarlos recursos de agua (Van Hofwegen, 2004). A este respecto,Velzquez (2006) plantea la incoherencia entre la especializacinproductiva de Andaluca con los recursos hdricos de los que dis-pone la regin, manifiesta en la clara especializacin en bienesfuertemente consumidores de agua.

    Antes de dar paso a la metodologa de estimacin del AV, cree-mos importante realizar una aclaracin conceptual entre el AV yel MH. Mientras que el MH, tal como comentbamos pginasatrs, considera todos los flujos del agua de una economa(entradas, salidas y flujos internos del proceso econmico), el AVnicamente considera las entradas y flujos sin entrar al analizarlos flujos internos de agua.

    Metodologa de estimacin del AVHemos definido el agua virtual como aquella asociada a los bien-es producidos, es decir, el agua que ha sido necesario emplear paraproducir un bien determinado. Hemos de estimar, pues, esa canti-dad de agua empleada en la produccin, y posterior exportacin,de productos agrcolas en Andaluca. Pero no podemos finalizar laestimacin con los clculos del AV exportada, sino que necesita-mos contrastarla con el AV importada para poder hacer una pri-mera aproximacin al comercio de agua en la regin.

    Para estimar el agua virtual exportada utilizaremos el concepto deagua virtual real, segn la diferenciacin realizada por Hoekstra,

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    mencionada anteriormente. Es decir, estimamos el agua que real-mente hemos utilizado en la produccin de los bienes que expor-tamos y que, por lo tanto, es agua que hemos consumido y gasta-do en este destino. Por el contrario, para estimar el agua virtualimportada utilizaremos el concepto de agua virtual terica, estoes, la cantidad de agua que nos habra hecho falta utilizar en casode que hubiramos producido nosotros mismos el bien importa-do, en lugar de comprarlo fuera de nuestras fronteras.

    El concepto de AV terica es ms adecuado para estimar laimportacin de agua virtual para el objetivo propuesto que elconcepto de AV real. En efecto, si utilizramos este ltimo lo queestaramos estimando es la cantidad de agua que ha utilizado elpas exportador para producir aquello que le compramos. Estacantidad de agua no tiene por qu coincidir con la que utilizara-mos nosotros, debido a las diferencias de suelo, condiciones clim-ticas, evapotranspiracin, etc. Lo realmente relevante es el aguaque hemos dejado de utilizar, esto es, el ahorro que nos hasupuesto importar el producto en lugar de producirlo.

    La cantidad de agua empleada depender, en primer lugar, de lasuperficie de tierra ocupada por cada tipo de cultivo (Ti) expre-sada en hectreas y de la produccin obtenida (Yi) expresadaen toneladas; con estos dos parmetros obtenemos el rendi-miento de cada cultivo expresado en toneladas por hectreassegn la siguiente expresin:

    (1)

    Conociendo los requerimientos de agua de cada cultivo (RACi)expresado en metros cbicos por hectreas y dado el rendi-miento obtenido anteriormente, podemos estimar los requeri-mientos especficos de agua de cada cultivo (REAi) expresada enmetros cbicos por tonelada producida como:

    (2)

    Multiplicando dichos requerimientos especficos de agua por losdatos de exportacin (X) (o de importacin M ) de cada unode los productos generados en Andaluca para un ao determina-

    Ri = Yi

    Yi

    REAi = RACi

    Ri

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    do expresados en toneladas (o los productos que habramos dehaber producido en caso de no importar), obtendremos finalmen-te el agua virtual exportada (AVXi) de cada uno de los productosestudiados expresada en metros cbicos:

    (3)

    Y el agua virtual importada (AVMi):

    (4)

    Finalmente, el agua virtual neta ( se obtiene deduciendo al aguavirtual exportada del agua virtual importada:

    (5)

    Una de las principales dificultades para estimar el agua virtualsuele ser el acceso a los datos necesarios. Podemos sintetizar lospasos que hay que dar para la estimacin del agua virtual y la dife-renciacin entre los datos necesarios (cuadros coloreados) y lasestimaciones realizadas (cuadros en blanco), siguiendo la figura 2.Generalmente, los datos de superficie y produccin se puedenobtener del Ministerio de Agricultura del pas que se estudie. Losdatos de comercio pueden ser difciles de obtener, especialmen-te para una desagregacin determinada de un sector agrcola.Para realizar estimaciones internacionales, las bases de datos de laFAO (FAOSTAT) suelen aportar los datos necesarios. El puntoclave en las estimaciones se centra con frecuencia en el valor delos requerimientos de agua del cultivo. La FAO desarroll el pro-grama CROPWAT, con el que, conociendo determinados indica-dores geogrficos y agrcolas de los cultivos que se van a analizar,se puede estimar sus requerimientos. Los datos de comercioexterior se encuentran en las estadsticas de Aduanas y, general-mente, las bases de datos de la FAO tambin disponen informa-cin confiable.

    AVXi = XiREAi

    AVMi = MiREAi

    AVNi = AVXi - AVMi

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    Consideraciones que se debentener en cuenta en relacin alconcepto de agua virtual

    Se podran hacer varias consideraciones en relacin al conceptode agua virtual. Aqu nicamente resaltaremos tres que, entende-mos, son de inters: 1. Agua verde frente a agua azul; 2. Ley de lasVentajas Comparativas; y, 3. seguridad y soberana alimentarias.

    En primer lugar, es interesante introducir el debate de qu tipo deagua considerar en la estimacin del agua virtual: el agua verde(agua de lluvia) o agua azul (agua de riego). En principio, pareceque pudiera ser necesario incluir los dos tipos de agua, ya que losrequerimientos de una planta estn determinados en funcin desus caractersticas: el clima, el suelo, etc. De tal manera, si el aguaverde no alcanza los requerimientos necesarios de la planta parasu crecimiento, se deber regar y considerar por ello el agua azul.As es como se estiman los requerimientos hdricos con el progra-ma CROPWAT utilizado.

    FIGURA 2. ESTIMACIN DEL AGUA VIRTUAL, ETAPAS Y DATOS NECESARIOS

    Fuente: Elaboracin propia a partir de Hoekstra y Hung (2003).

    Superficie delcultivo (T)

    Produccin delcultivo (Y)

    Agua Virtual(AV)

    Requerimientos deAgua del Cultivo

    (RAC)

    Requerimientodel cultivo

    (R)

    RequerimientoEspecfico de Agua

    (REA)

    Exportacin porcultivos(X)

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    Sin embargo, pensemos que, dependiendo de la eficiencia del sis-tema de riego, podra ocurrir que la consideracin del agua azulnos llevara a sobredimensionar los requerimientos hdricos delcultivo. As, por ejemplo, en regiones en las que existan cultivosque sean tratados con obsoletos sistemas de riego por gravedad,la cantidad de agua utilizada para que la planta crezca es muchomayor que los requerimientos estrictos de la misma. Por ello, ennuestra opinin, no habra que dar por sentado que siempre hayque considerar la conjuncin de agua azul y verde; sino que estainteraccin es un aspecto interesante para la reflexin y depende-r de los factores territoriales, institucionales y tecnolgicos delestudio de caso que analicemos.

    En segundo lugar, al concepto de agua virtual subyace la teoraeconmica de las ventajas comparativas desarrollada por DavidRicardo. Segn esta teora, un pas o regin se especializar en laproduccin de aquellos bienes y servicios para los que tenga algu-na ventaja en su produccin con relacin a sus posibles competi-dores. De esta manera, y llevando esta idea a la consideracin delos recursos hdricos como factor de produccin, podramos argu-mentar que un pas habr de especializarse en productos intensi-vos en agua siempre y cuando tenga abundancia de este recursoy presente, por lo tanto, ventajas comparativas con relacin aotros pases que tuvieran una mayor escasez de ella. Sin embargo,podra ser interesante reflexionar tambin sobre este aspecto,pues, segn esta teora, un pas con escasez de agua no deberaespecializarse en productos para los que hiciera falta abundanteagua.

    Esta reflexin engarza con el tercer aspecto mencionado anterior-mente, a saber, la seguridad y soberana alimentarias. Un pas debetener asegurada su alimentacin bsica y no depender de terce-ros pases para algo tan vital como el alimento. Pues bien, la Teorade las Ventajas Comparativas entra en claro conflicto con esta ideade la seguridad y soberana alimentarias. Pensemos en algn pasafricano, por ejemplo, en el que el agua sea escasa y tenga unaprincipal fuente de alimento en el cereal. Si, debido a la teora deDavid Ricardo, aconsejramos a dicho pas a que no produjesecereal, argumentando que no tienen una ventaja comparativadebido a su escasez de agua, y que lo importaran de terceros pa-ses, estaramos incrementando la vulnerabilidad de este pas en losmercados internacionales, con lo que estaramos recortando suseguridad y soberana alimentarias y poniendo con ello en peligrola subsistencia de determinados pueblos.

  • 145

    Adicionalmente al anlisis presentado, he tratado de hacer unapequea aplicacin a uno de los principales cultivos del Ecuador:el banano. Se presenta con audacia esta aplicacin por varios moti-vos: en primer lugar, porque a pesar de que he planteado queestos anlisis no se pueden quedar nicamente en la estimacincuantitativa del AV (o en su caso del MH), sino que hay que com-pletarlos con un anlisis sistmico-coevolutivo y desde un enfoqueecointegrador, esta es una mera aproximacin cuantitativa al tema,que sera necesario completarlo con dichos enfoques. En segundolugar, los datos de requerimientos hdricos adolecen de una debi-lidad: no se han considerado todos los requerimientos de agua delcultivo por incluir nicamente el agua de riego, quedando al mar-gen el agua verde. Y por ltimo, dichos requerimientos no se hanestimado utilizando el programa CROPWAT, que incorpora varia-bles climticas y territoriales, sino que se han tomado los datos deagua de riego ofrecidos por Vallejo (2006) que, aunque son impor-tantes para el propsito de la investigacin realizada por la auto-ra, quedan incompletos al estimar el AV por los dos motivos alu-didos (no incorpora variables climticas y territoriales y no incor-pora el agua verde). Esta aplicacin responde ms a presentar lapotencialidad del concepto analizado, el AV, que a una aplicacinrigurosa.

    Las fuentes utilizadas han sido las siguientes: los datos de produc-cin, superficie cultivada y exportacin del banano en Ecuador,que se han obtenido de las bases de datos de la FAO (FAOSTAT),para el perodo (1980-2003). Los datos de requerimientos deagua, como se ha comentado anteriormente, fueron obtenidos deVallejo (2006), considerndose nicamente el agua de riego. Conestos datos, los resultados obtenidos de la evolucin de la expor-tacin de agua virtual desde Ecuador al resto del mundo se pue-den apreciar en la figura 3.

    APLICACIN ALCASO DE LA

    EXPORTACINDE BANANO EN

    EL ECUADOR

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    Se puede observar cmo el agua virtual exportada (AVX) a tra-vs de las exportaciones de banano ha crecido extraordinaria-mente en el perodo analizado (294%). Se podra pensar que estefuerte crecimiento podra deberse al elevado nmero de expor-taciones; y aunque es cierto que stas han experimentado tam-bin un fuerte incremento en los ltimos aos (260%), la salida deagua va este producto ha sido mayor. No disponemos en estosmomentos de la informacin necesaria sobre la situacin y evolu-cin de la economa ecuatoriana que pudiera explicar de formarigurosa estos resultados. Sera conveniente profundizar esta dis-cusin, completndola con un anlisis sistmico (econmico,sociocultural, tecno-institucional y territorial) y con la evolucinque dichos sistemas han experimentado.

    No obstante, esta evolucin de la exportacin de agua va expor-taciones de banano s podra ser una llamada de atencin, puesaunque Ecuador es un pas que, en conjunto, no parece tener pro-blemas de falta de agua, s podran darse situaciones locales dedesabastecimiento, y dicha produccin intensiva en agua podraprovocar conflictos de usos.

    Fuente:FAO STAT y

    Vallejo (2006).

  • 147

    Con este documento hemos pretendido llamar la atencin sobrela necesidad de completar los anlisis monetarios y fsicos de laeconoma con un anlisis de los requerimientos de agua median-te el concepto ya propuesto de AV y la posibilidad de ampliarloscon los de MH.

    En nuestra opinin, ste es un camino en el que ya se han dadoimportantes pasos con relacin a la concepcin y metodologa delAV, pero no as en cuanto al MH. Por ello, es necesario reflexionarsobre el concepto de MH, sus implicaciones y diferencias conotros instrumentos, as como realizar las primeras simulaciones.No obstante, el AV es ya un concepto ms estudiado; en nuestraopinin, hara falta un buen estudio conceptual que ponga demanifiesto, especialmente, las diferencias con otros indicadores(como la huella hdrica, por ejemplo). Hasta el momento, nica-mente se han realizado estimaciones del AV para el sector agrco-la; podra ser de inters ampliar estas aplicaciones al sector gana-dero (tan altamente consumidor de agua), y al sector servicios (deespecial inters podra ser el anlisis del turismo). Para ello, seranecesario desarrollar una nueva metodologa que se adaptara aproducciones industriales y terciarias.

    La principal reflexin a la que nos lleva el estudio de los requeri-mientos de agua es la absoluta necesidad de desarrollar estadsti-cas que permitan realizar estimaciones rigurosas y anlisis compa-rativos. Sin buenos datos de base es prcticamente imposible rea-lizar aplicaciones cuyas conclusiones se pudieran derivar a la tomade decisiones polticas.

    Por todo ello, nos permitimos hacer una llamada de atencin en untriple sentido. Por un lado, la necesidad de profundizar en los estu-dios conceptuales y metodolgicos de los flujos hdricos de losprocesos econmicos; por otro, la conveniencia de aplicar dichosestudios a la realidad econmica de diferentes pases y regiones, yde ampliar estas aplicaciones ms all del sector agrcola.Finalmente, pero no por ello menos importante, la urgente necesi-dad de obtener bases de datos rigurosas necesarias para realizarestimaciones reales para trasladarlas a la toma de decisiones.

    REFLEXIONESFINALES

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    VAMOS.pdf06. El agua virtual y el metabolismo hdrico. Un instrumento... Esther Velzquez