El archipiélago de las puntadas

5/14/2018 El archipilago de las puntadas

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JACQUELINE BALCELLS

Ilustraciones deEDUARDO OSORIO

Coedici6n EDITORIAL ANDRES BELLO-ChileRAYUELA EDITORIAL -Argentina


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CAPITULO IHace mucho tiempo, en el mediodel Oceano Pacifico, habra once islasmuy especiales. Miradas a vuelode pajaro, cuatro de elias tenian formade signos exclamativos.Otras cuatro eran unos perfectossignos interrogativos.Y las ultimas tres, puestas una al lado de la otra,l,quien no las hubiera encontrado iguales a unospuntos suspensivos?ASI, las primeras se Ilamaban las islasExclamativas, las segundas, las Interrogativas,

y las ultirnas tres, las islas Suspensivas.

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EI conjunto de todas elias se lIamaba el archipielagode las Puntuadas.Los habitantes de este archipielago eran tan distintos unos deotros como 10 eran las islas entre si, pues sus maneras de sercorrespondian exactamente a las formas de esas tierras en quehabitaban.Los que vivian en las Exclamativas pasaban el dia enteroexclamando iOh! Y iAh! Y jCaramba! Y jZas!, Y asombrc3.ndoseante cualquier cosa:-jOh! jQue maravilla! jHoy salle el sol! iViva!-jAh! jQue horror! .Cayo la noche! iMuera!Para los que vivian en las islas Interrogativas, en cambio, lossucesos mas simples y mas c1aros eran motivo de infinitacuriosidad:

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-Le6mo amaneci6 hoy dia? LEI sol? LSera el mismo deayer?-LAnochece? LPor que se acaba el dfa? LQue quiere deciresto? LHas visto?

Y los habitantes de las islas Suspensivas eran tan indecisosy vivian tan lIenos de dudas que nadie sabia c6mo lIegabansiquiera a elegir la comida con que se alimentaban cada dia.-Mmmmmmmmmmmmm ... -era el murmullo permanente quese oia entre ellos.En este archipielaqo, cada grupo de islas tenia su propiafamilia real. Los exclamativos tertian un rey lIamado Rec6rcholisy una reina de nombre Barahunda, EI rey y la reina de losinterrogativos se lIamaban Rompecabezas e t, y ella, Quisicosa.Exclamativas e Interrogativas siempre estaban en guerra,mientras los reyes de las islas Suspensivas trataban a su manerade hacer de mediadores entre estos belicosos vecinos.


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Asi, el rey, que se lIamaba Titubeo, y la reina, que se lIamabaPerpleja, no descansaban: iban y venfan en sus barcos, de lasExclamativas a las Interrogativas y viceversa, tratando de avenira sus vecinos para que la paz volviera al archlpielaqo. Pero losdos eran tan indecisos que nunca sabian a quien darle la raz6ny a quien pedirle que se disculpara.-Rey Rec6rcholis ... quizas serfa bueno que no exclamaraismas en un tone tan alto ante el rey Rompecabezas ...,~mmmmmmmmm?-j.Jamasl jJamas!- tronaba el rey de las Exclamativas.


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-Rey Rompecabezas ..., podrla ser que la paz fuese definitivasi dejarais de hacer preguntas oscuras al rey Hecorcholts ...,l.,mmmmmm?-l.,Que es la paz, en realidad? l.,Que son preguntas oscuras?-Inquirla entonces el rey de las Interrogativas.Y asi, los reyes Titubeo y Perpleja se volvian "enos de dudasa sus tres islitas, donde eran recibidos por sus subditos, sinexclamaciones ni preguntas, sino con ese eternommmmmmmm ... que los caracterizaba.Un dia el rey Titubeo, despues de mucho dar vueltas al asunto,Ie dijo a su esposa:-Perpleja ... , mmmmm ... Tal vez si invitararnos a todos loshabitantes del archipielaqo a a una fiesta en nuestras islas...serta ... mmmmm ... una idea .


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-Mmmmmmm ... Mmmmmm ... -murmur6 Perpleja.=Ouizas, quizas seria bueno reunirlos -continu6 Titubeo-para vivir ...mmmm en paz por un tiempo ...-Mmmmm ... pod ria ser ... podria ser. .. -dijo la reina-. Pero... ,tendria que ser ... tendria que ser un carnaval, creo ... Un carnavaly no una fiesta, me parece ...-Carnaval, carnaval, mmmm ... , carnaval... Ie contest6 el reyextrariado.-SI. .. mmmm ... sl, creo que tend ria que ser un carnaval,mmmm ... , al que todos asistieran disfrazados... Ie respondi6Perpleja.-Ah ..., ah... Me parece que te entiendo ... ASI, disfrazados ...,nadie podra saber a que islas pertenece el otro ... Se haranamigos ... SI.. . Ouizas -dijo Titubeo, vacilante, pero tentado porla idea.


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CAPITULO IIUn mes estuvieron el rey y la reina de las Suspensivas rumiando1 0 que se les habra ocurrido sin decidirse a hacerlo. Pero estabantan desesperados con las guerras de sus vecinos que al fin, conun terrible esfuerzo de voluntad, se decidieron y enviaron lasinvitaciones:"lnvitarlarnos a usted a un carnaval en nuestras islas duranteel cual quedarian suspendidas guerras y enemistades. Tendrfanque venir disfrazados."Los exclamativos,al recibirlas. reaccionaron como de costumbre:-jBravo! jHorrible! [Estupendot jPesimo! [Horror! jFantastico!jJamas! jColosal!Y los interrogativos se preguntaron:

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-~Un carnaval? ~Que es un carnaval? l,Por que un carnavaly no un baile? ~Disfraces? l,Cuando un vestido es disfraz?Pero como ambos pueblos estaban secretamente aburridosde tanto guerrear, aceptaron finalmente esta breve tregua quelos suspensivos les ofrecian.Y aSI fue como, una buena manana, desde las islas en formade signos de interrogaci6n y desde las islas semejantes a signosde exclamaci6n, cientos de canoas, botes, catamaranes ybarcos, cargados de hombres, mujeres y nirios disfrazados demil colores, partieron navegando hacia las islas Suspensivas,donde sus habitantes los esperaban en puertos y playasdisfrazados de verde, azul, amarillo, ocre, dorado, negro ynaranja.En el gran barco real de las islas Exclamativas, bajo las velashinchadas, iban el rey Rec6rcholis -disfrazado de papagayo-,la reina Barahunda -vestida de ave del paratso-, y su (mica ymuy bella hija Zambomba, disfrazada con los colores delcolibri. "Por el otro lade del mar, en el puente del gran catamaran realde las islas Interrogativas, y entre cientos de remeros vestidosde negro, iban el rey Rompecabezas -disfrazado de Tibur6n-,la reina Quisicosa -que parecia una medusa con su trajevioleta- y su unico y muy apuesto hijo, el principe Jeroglffico,disfrazado de pez volador azul.


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En cuanto a Titubeo y Perpleja, los reyes de los suspensivos,estaban esperando a sus invitados en el muelle real bajo unenorme palio, rodeados de mil subditos, y disfrazados el unode ... no se sabia de que, y la otra de ... de ... tampoco se sablade que. Estos reyes no tenian hijos, 1 0 que no sorprendla a nadie,pues aun estaban todos tratando de explicarse c6mo un dfa


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habian deeidido easarse. Asi es que alii estaban los dos solos,eon el ceno fruneido y frotandose las manos, mirandopreoeupados haeia el sur y el norte por donde velan ya venirlas flotas de sus terribles y belieosos veeinos.


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En el gigantesco palacio de los reyes de las islas Suspensivaslos pasillos no lIevaban a ninguna parte, las escaleras seinterrumpian a media altura y los salones eran mitad terrazas ymitad subterraneos, La princesa Zambomba se paseaba entrela muchedumbre de nobles de todas las islas, que conversabanmuy serios, tratando de averiguar por el modo de hablar -ya queno podia hacerlo por el traje- sus respectivas procedencias.jQue ganas tenia la princesa de gritar su admiraci6n ante tantamaravilla y tantos colores!EI principe Jeroglffico, por su parte, tambien iba y venia sinatreverse a hacer ninguna de las mil preguntas que Ie escocfanla lengua. Mas de repente se encontr6 con una joven muy bella,vestida con un disfraz tan magnifico y a la vez tan extrario, queno pudo contenerse y Ie pregunt6:- ~De que estas disfrazada?Y Zambomba, que no era otra la joven, al ver al bello principevestido de pez volador azul, exclam6:-jApuesto a que tu eres de las Interrogativas!-~C6mo 1 0 sabes?


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-i Por tus preguntas!-y tu ... l,no eres acaso de las Exclamativas?- Ie pregunt6Jerogllfico un poco picado.-iSi! jS!! jSoy Zambomba! jEstoy disfrazada de colibrll-l,De colibrt?-iSf! .De colibrl! jUn pajaro maravilloso! iMaravilloso!-l,Maravilloso? l,Que tiene de maravilloso? l,Por que tanmaravi Iloso?-jvieras c6mo vuela! jVieras los colores de sus alas!- l,0 sea 1 0 encuentras maravilloso por sus alas y por suscolores, 0 en otro sentido ...?-jNo! [No! [l,o encuentro maravilloso porque sf! -exclam6 ellaun tanto molesta.-l,Porque sf? -Ie pregunt6 todavla Jeroglifico.Y la princesa, harta ya, explot6:-is!! iTal cual! jPorque sf! jBasta ya de preguntas tontas!-l,Preguntas tontas? i.Y por que tu no haces otra cosa queexclamar y exclamar? l,No puedes conversar de otra forma?- pregunt6 el franca mente indignado.


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AI orr esto Zambomba, que era de un caracter mil veces masvivo, dio media vuelta y se alej6 del prtncipe gritando:-iNo aguanto mas! [Prequntas y preguntas! jEres imposible![l+asta nunca!JerogHfico se qued6 boquiabierto en medio del salon,prequntandose:-l,Por que se habra enojado tanto? l,Por que sera tanirracional?Y en las veinticuatro horas que duro el carnaval, Zambombay Jerogllfico no volvieron a cruzar palabra ni mirada.

CAPITULO I"A la manana siguiente, cuando regresaban en el gran velerohacia sus islas, la reina Barahunda, que not6 a su hija maspensativa que de costumbre, Ie dijo:-jZambomba! .Te vi conversando con Jeroglffico, el hijo dela reina Quisicosa!-jBah! jEs un estupidol iNo hace mas que preguntar!-jQue otra cosa quieres, hija! iAsr son nuestros enemigos!-jMama, no me hables mas! -yZambomba se alej6 con eleerie fruncido.


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Mientras tanto en el gran catamaran de los reyes interrogativosse producfa una conversaci6n parecida:-GHijo, no era la hija de Rec6rcholis y Barahunda aquella conque hablabas recien comenzado el carnaval? -interrog6 la reinaQuisicosa.-GAh? GQuien? GEsa loca disfrazada de colibrl? -respondi6el principe haciendose el distraido.- GDe d6nde crees, hijo, que iba a salir alguien con sesos entreesa gente irracional y alborotada? -Ie dijo Quisicosa.-GPor que seran asi? -se pregunt6 Jeroglffico alejandose deella-. GY que sera 1 0 que me pasa que estoy tan perturbado?


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En cuanto a Titubeo y Perpleja, los reyes de las islasSuspensivas, una vez terminado el carnaval se demoraronmeses en decidir que habfa sido una buena idea hacerlo y oseis meses mas en decidir que serfa bueno repetirlo. jY espesar de que la guerra entre exclamativos e interrogativos hcontinuado como si nunca hubiesen estado en una fiestajuntos!Cuando IIegaron las nuevas invitaciones, Zambomba yJeroglffico -que, sin contesarselo, las habfan estado esperadla a dfa durante el ana entero- se propusieron, cada unosu lado, hacer 10 imposible para que esta vez el encuentro fumas feliz."jPueda ser que esta vez Jeroglffico no me pregunte tanse decfa la princesa muy nerviosa, mientras ariadia nuevosadornos a su disfraz de colibrf.


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- ~Y si esta vez Zambomba ni exclama ni grita? -sepreguntaba en voz alta el prfncipe yendo y viniendo muy agitadopor la orilla del mar.Pero estas secretas esperanzas se vinieron al suelo en unabrir y cerrar de ojos, pues no bien habfan desembarcado en elmuelle de las Suspensivas se divisaron y acercandose el unoal otro, se hablaron asl:-iOh, que sorpresa encontrarte aquf! -grito Zambomba.-~Que tiene de sorprendente? ~En que otra parte podrfamoshabernos encontrado? =prequnto Jeroglffico.-jAh, no! [Otra vez! jNo hay caso contigo! jQue horror!-~ Y contigo? ~Nunca te detendras a pensar un minuto antesde exclamar? ~Nunca dejaras de andar gritando jAh! y [Ohl porcualquiercosa?

-jNo te soporto ... !Y as! fue como en los dos primeros minutos se les aquo elsegundo carnaval de las Puntuadas a los [ovenes prfncipes delas islas enemigas, que no se volvieron a mirar durante toda lafiesta.


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Durante los meses que siguieron, la princesa de lasExclamativas, que era habitual mente sonrosada, empalideci6 ysus vivas exclamaciones se transformaron en verdaderossuspires. Y en cuanto a Jerogllfico, que era muy palido, se pusocolorado como si viviera en un constante sofoco y sus preguntas,antes claras y agudas, eran ahora unos qruriidosinentendibles.Sus madres, al verlos en ese estado y sospechando la causade suspiros y qruriidos, se dedicaron pacientemente a explicarleslas diferencias insalvables que existfan entre ambos pueblos.-j.Jarnas serfas feliz con un hombre que anda prequntandolotodo! -Ie decfa la reina Barahunda a su hija-. iNo 1 0 aguantarlasni una semana!-l,C6mo se te puede ocurrir que podrfas vivir con una loca quegrita y exclama el dia entero? -Ie preguntaba la reina Quisicosaa su hijo.


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CAPITULO IV

Mientras tanto Titubeo y Perpleja, los reyes de las Suspensivas,a quienes los muchos aries de ir y venir en su barco tratando dereconciliar a sus vecinos sin resultado los tenia francamenteaburridos, decidieron despues de varios mmmmmm ... hacer elultimo esfuerzo y adelantar el carnaval.Asi fue como esta vez no alcanzaron a pasar seis mesescuando las invitaciones Ilegaron hasta los ultirnos rincones delarchipielaqo de las Puntuadas.


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Zambomba, al leerla, se dijo:"jVa se 1 0 que hare! jLlegare atrasada! [Cuando Jeroglfficome vea al fin IIegar, qritara "j Zambomba !"! [Lo unico que quieroes ofrle una sola exclamaci6n!V Jeroglffico, por su parte, tarnbien se pregunt6:" GV si no IIego al carnaval sino a ultima hora? GNo loqrare queZambomba al verme al fin lleqar me pregunte "iD6ndeestabas?"? GNo serta tantastico oirle hacer una pregunta, aunqusea una sola vez en mi vida?"V asi, tal cual 1 0 pensaron, 1 0 hicieron. Esperaron muynerviosos, cada uno en su isla, que pasara todo el dfa y alanochecer se embarcaron, navegaron y IIegaron a lasSuspensivas con pocos minutos de diferencia. Cuando seencontraron se quedaron un largo instante rnirandose en silencioesperando una que el otro diera serias de sorpresa, y esteque aquella diera senas de curiosidad. Pero nada de estoocurri6.-jHola, Jeroglffico! jQue carnaval mas magnffico! -exclam6al fin Zambomba, segura ya de que su plan no habla dadoresultado.-GMagnffico? GEs que 1 0 has pasado muy bien? -Ie contest6el, despechado.-jEstupendo! jY me irnaqino que tu tambienl-GNo ha sido acaso el mejor carnaval? -pregunt6 Jeroglffico,socarronamente. V Zambomba; herida por las palabras delprincipe, que crey6 indiferentes, grit6:-jLo he pasado como nunca! jColosal! [De rnaravillal[Fantasticot jPortentosamente bien! [Oue carnaval! jUn suerio!

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AI olr esta interminable serie de exclamaciones, Jeroglfficohorrorizado se echo hacia atras y poco talto para que se cayeraal suelo desmayado. Su madre, la reina Quisicosa, que losestaba mirando desde el otro extremo del salon, se precipito ensu ayuda y lleqo donde el prlncipe al mismo tiempo que la reinaBarahunda, la que tambien acudla en auxilio de su hija, alertadapor sus voces.-jQue gente mas odiosa! -gritola reina Barahunda, moviendolas plumas de ave del paraiso y rodeando con sus brazos loshombros de Zambomba,que sollozaba.-l,Habra en el mundo un pueblo mas estupido? -inquiri6 lareina Quisicosa, agitando su disfraz de medusa, mientras dabagolpecitos en la espalda de su hijo,que estaba mudo.

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Los dos reyes enemigos, que no se hallaban muy lejos, oyerona sus esposas y corrieron a su lado. EI sal6n, lIeno de noblesde las tres islas, enmudeci6 subitarnente, EI rey Rec6rcholis, delas Exclamativas, al verse frente a su antiguo adversario, via rojoy, sin intentar siquiera saber de que se trataba el asunto, Iegrit6:-jGuay de ti, rey de los preguntones y aguafiestas!Y el rey Rompecabezas, de las Interrogativas, se 1 0 qued6mirando con infinito desprecio, y dijo a la concurrencia que losobservaba pasmada: .-l.Se han prequntado ustedes, senores, en que islas denuestro archipielaqo viven los animales mas parecidos al hombreque es posible encontrar?

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Hecorcholis, dandose por aludido, Ianzo un grito de furia y seabalanzo sobre Rompecabezas que 1 0 esperaba muy tranquilo.Y alii mismo se hubiera desencadenado una batalla entre reyesy nobles de las islas enemigas si el rey Titubeo no hubieramediado entre ellos, titubeando:-Quisiera recordaros, oh colegas rnios, que el acuerdo fuerespetar la... mmmm ..., la tregua ... mmmm ... durante el carnaval.Mmmmmmmm ...-j.Jamas volvere al mismo palacio que esa serpiente! -gritoel rey Hecorcholis, conteniendose apenas.Y el rey Rompecabezas dijo en alta voz, diriqiendose al reyde los Suspensivos: -l,No seria mejor, Titubeo, que esperarasa que terminemos con esta raza de monos chillones antes dereanudar tus carnavales?Y, sin esperar respuesta, tome del brazo a Quisicosa yJeroglffico y, seguido de sus nobles, salle del palacio para novolver mas. Hecorchotis, rojo de rabia, partlo tambien canBarahunda y Zambomba, y la noche se lIeno can los gritos yexclamaciones de ira de sus subditos que los acompariabanhacia las naves. En cuanto a Titubeo y Perpleja, rodeados desus amigos y sirvientes, se asomaron boquiabiertos a lasventanas del palacio sin resolverse, como de costumbre, aintervenir.

ASI fue como terminaron, violentamente, los carnavales en elarchipielaqo de las Puntuadas.


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CAPITULO V

Zambomba iba en la nave, de vuelta a sus islas, sollozando taninconteniblemente que hasta Rec6rcholis, su padre, se olvid6 desu ira y acudi6 a consolarla .. -iNo lIores mas hija! iV O venqare las ofensas que te hizo eseprincipe retorcido! [No quedara un interrogativo vivo!


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AI olr esto la princesa redobl6 su lIanto, gritando:-jPero si yo 1 0 amo! [Yo 1 0 amo! jYo 1 0 amo!EI rey Rec6rcholis se puso palido de furia y asombro.-j Hija desleal y traidora! -exclam6-. [Te juro que no 1 0 ~Y~'i;~mas en tu vida! ~c/~ .. ~\:J ,.:E


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Mientras tanto en el catamaran real de las Interrogativas, quevolaba empujado por cien remos, Jeroglffico no salia del estuporque 1 0 tenia mudo y mas palido que una concha de almeja. EIrey Rompecabezas, tratando de animarlo, Ie dijo:-G Te das cuenta, hijo rnio, de que no hay uno solo en esepueblo de cacatuas, ni siquiera esa princesa casquivana, quetenga mas sesos que una lagartija? GQue otra cosa nos quedasino terminar con ellos?AI oir esto el principe recuper6 subltarnente el habla ymurmur6:- GY sin embargo, por que sera que estoy enamorado deella?EI rey Rompecabezas se puso azul de horror al ofr a su hijo.-GJeroglffico?, Gno te iras a convertir en un traidor a tu pueblo?GQue otra elecci6n me dejas si no la de mantenerte en uncalabozo mientras dure esta guerra?


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31Y asf fue como, a pesar del dolor de las reinas Barahunda yQuisicosa,que adoraban a sus hijos, Zambomba y Jerogllficofueron encerrados bajo siete lIaves en cuanto regresaron a susrespectivas islas.La guerra entre exclamativos e interrogativos se reanud6 masfiera que nunca. EI mar de las Puntuadas hervfa dfa y noche con


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las mil canoas y barcas que iban y venfan cargadas deguerreros. Las costas parecian basurales, lIenas de restos deembarcaciones y remos quebrados. Pero las fuerzas eranparejas y las armas parecidas, de modo que pasaban los dfasy los meses y, ante la desesperaci6n de sus reyes, ninguno desus pueblos lograba aventajar al otro en nada.Los suspensivos, por su parte, se habfan puesto massuspensivos que nunca, y el rev Titubeo y la reina Perpleja yani siquiera salian de su palacio por temor a encontrarse ante algoque decidir.Mientras tanto los j6venes prfncipes se lamentaban:-jAy! jSi el hubiera querido exclarnar.una sola vez! -deciaZambomba en la torre en que estaba recluida por orden del revRec6rcholis-. jAy! jAy! iAy!-l,Por que nunca quiso ella hacerme una sola pregunta? -sequejaba a su vez Jeroglffico-. l,Por que! l,Por que", -repetiapaseandose como un loco por la pequefia celda en que estabaencerrado por orden de su padre el rev Rompecabezas.


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CAPITULO VI

Mas como la guerra no tenfa vises de terminar, tanto Barahundacomo Quisicosa comenzaron a preocuparse seriamente por lasalud de sus hijos. Y ambas reinas, cada una en su isla,decidieron finalmente, a escondidas de sus esposos, dejar salira los j6venes encarcelados a pasear fuera de sus celdas cuandolos reyes estaban lejos batallando.Asi fue como desde entonces se pudo ver a Zambomba, muypalida y delgada, caminar como un espectro en las mananas porla costa de la isla Exclamativa mirando hacia las lejanas islasen que vivfa Jeroglffico y suspirando sin cesar.


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Y del otro lado del mar, ~quien no se hubiese compadecidoal ver a ese bello joven tan cabizbajo y desanimado que iba yvenia por las dunas de la isla Interrogativa hablando solo,haciendo les preguntas a las lejanas islas de su amada, impasi blesen el horizonte?Estos paseos diarios, solitarios y desesperados de ambosprincipes duraron y duraron hasta que lIeg6 un dia en queZambomba se dijo:"[No puedo mas! [Aunque me haga preguntas la vida enterano puedo vivir sin el!"Y JerogHfico esa misma tarde, en su isla, se pregunt6:Ii~C6mo vivir un dia mas sin Zambomba? ~No es mil vecesmejor aceptar sus exclamaciones que morir de amor?"


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Y entonces, sin ponerse en absoluto de acuerdo, ambosprfncipes al caer esa noche se escaparon de sus celdas, salieronde sus palacios en puntillas burlando a la guardia, bajaron porlas dunas hacia las costas de sus respectivas islas yapoderandose de unas pequenas canoas las echaron al mar yse pusieron a remar animosamente cada uno en direcci6n a lapatria del otro."iComo que me IIamo Zambomba que esta vez lograrearrancarle a Jeroglffico una exclamaci6n!", se decfa la princesamientras remaba hacia los puntitos de luz que marcaban en elhorizonte negro el lugar de las Interrogativas.La noche estaba oscurfsima y el mar en calma. Pero a medidaque se alejaba de su isla Zambomba comenz6 a asustarse. jQueinmenso era el mar! iJamas lIegarfa a esas luces tan lejanas!

iY seguramente esas costas estaban vigiladas por cruelesguerreros interrogativos patrullando en rapidas canoas! iSi laencontraban la matarian antes de preguntar! jQue miedo masgrande! Mas, animosa como era, no dej6 un momento de remar.No lIevaria mas de una hora en ello cuando lentamente alprincipio y luego como un silencioso alud, una niebla espesisimadescendi6 sobre las aguas. En un instante la princesa dej6 dever las estrellas, las luces hacia las que iba y hasta las mismaspuntas de sus remos. iEstaba perdida! [Ahora no podria seguirni regresar! iMorirfa alii de frio! [O ahogada! iO de sed arrastradalejos por las corrientes marinas!

Deja los remos y cubriendose la cara con las manos,terriblemente desamparada, se puso a llorar.


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CAPITULO VIIY en esto estaba cuando de repente oy6 un debii chapoteo-jClap! jClap!- que venia desde alguna parte de adentro de laniebla. [Cuantas cosas pasaron en un segundo por la cabezade Zambomba,aterrorizada! jUn monstruo marino! jUno de esospulpos mas grandes que una ballena y mas feroces que untibur6n! .Ouizas fuera un demonio de las aguas!


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Pero como el chapoteo se repetla, y se acercaba, la jovenpudo al fin estar cierta de que se trataba del ruido de unos remoschocando con el agua: [Clapl [Clap! jClap!iUna patrulla enemiga, sin, duda! iUna de esas canoasinterrogativas lIenas de hombres feroces armados hasta losdientes!Zambomba, tiesa de miedo, hacfa 1 0 imposible por atravesarla niebla con sus ojos. [Clap! [Clap! [Clap! Su respiraci6n sedetuvo, el coraz6n se Ie subi6 a la garganta. Allf mismo, alladosuyo, una inmensa sombra apareci6 echandose sobre ella comosi la fuera a devorar. [Clap! iClap! [Clap!Y entonces Zambomba, loca de miedo, abri6 la boca y grit6:


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-l..Ouien es? l..Ouien es?Y al olr esta pregunta,Jerogilfico -que no era otro el queremaba aSI en la niebla camino a la isla de su amada- reconoci6instantanearnente la voz de Zambomba y, maravillado,grit6:-jZambomba! [Zarnbornbal-l..Jerogilfico? l..Eres tu, Jerogllfico? -pregunt6 Zambombamientras el coraz6n Ie volvia a latir mas fuerte que nunca.-jS!! iSOY yo amada mfa! jSoy yo! -exclam6 el principeacercando su canoa.-l.. Tarnbien tu ibas a buscarme? -Ie pregunt6 la princesaextasiada.-is!! jA buscarte! [Para no dejarte nunca mas! -exclam6 eljoven en el colmo de la dicha.Y saltando desde su canoa a la de Zambomba, la abraz6 con

todas sus fuerzas.As! fue el encuentro increible de estos dos enemigosenamorados. Y mucho rato pas6 todavia antes de que ellosmismos se dieran cuenta de que la princesa exclamativa nohacla ahora mas que preguntas, y de que el prlncipe interrogativo


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no dejaba de exclamar y exclamar.Gracias a ellos los pueblos enemigos firmaron la paz, mil otrosmatrimonios se celebraron entre ellos (pues los preguntonesconfesaron que en el fondo siempre les habfan gustado lasalborotadas, y a su vez los exaltados confesaron que losseducfan las preguntas de las curiosas) y los suspensivos, porsu parte, pudieron al fin dedicarse tranquilos a susvacilaciones.Y asf fue como rein6 la paz en el archipielaqo de lasPuntuadas durante muchfsimos alios. ,.'v\idad 0 '."t,;\ ~ t_)1 ; , . ' /I- ;, . ; : .- (

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