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El Brujo y la la Bruja en tertulia

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Tarragona - Imprenta de los Sres. Puigrubí y Aris - 1862

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Page 1: El Brujo y la la Bruja en tertulia

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EL BRUJO T LA BRUJA EN

TERTULIA.

Page 2: El Brujo y la la Bruja en tertulia
Page 3: El Brujo y la la Bruja en tertulia

i BU K u um lERTiUi.

^rc-

P. D. R. C. é Y. O Fi' *<^'/:-^

') Si conoces que me porlo con razón, no importa que no conozcas quien soy

TARRAGONA

IMPBENTA DE LOS SBES. PUI6RUBÍ T ARIS,

1862.

Page 4: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Eslaobra es propiedad de su autor, y serán furlivos todos ios ejemplares que no lleven la rúbrica, sello y contrase­ña parlicttlar que tiene este libro.

Page 5: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Cíecmo. Sr.i €tii catalán^

D. JUAN PRIM.

liUMi bcüot- u OMiíao De ioi du* auivaob: JLe ttioiU^

cótct memoria, De peaacwo cuteiiDimi/euto, w*/ a t a n po-

UuitaD; cdte íeiitte luaucUa eapavx-awio-Do) recuerdo De

o^etJuod oLpu)a/Dod fte^ueíaiiled liueAttoó aue , ea. uo te-

HWiiDo , uci. oaxece auc no Uciien deHicutiizíi' imeéhoL;

edta-, cit hu, llamada AotDo- á fa6 Saei*a4 oGta-6 De oSta....

^ - G. rao- BecBo uuwoibmictit cv Mui-cwt6Uiio6 Í CO auieu,

f^u.cA, mejox, DcDtoatux-f ](Buccí niCíWAfcetodo no AOLüto-, aue

Xuiw eA De COA míe uo uxviotAu^, aue eC «ama á Dios y

a tu DedyoilDo hermano» fu¿ CÍCÍÍ ioda fo- íeu míe teoo-

•«««Do el ÍCoDctoAo JCeauCaDov á toDo vwuute &ttw*auo:

Gt L-oiiDe De cacad tcfuipio'áaHieMte tccouoce aue wt luc-

« UMita lyae cawt/ wwtd wtaíeA e4 Coc- catíDoD, a a6t oouoc-c-

"*oft <^c ^^^ rt,pwiú)u) DeísDe Ca uifaítcut, loDad liti «Obras

de Misericordia»

dui baSex- pvacticaDo lúuauíia.

Page 6: El Brujo y la la Bruja en tertulia

oí "jlXatíiued de fod (Loutkdíüoi iio auwvo Bocet- (coiuo

uuicood ) u) oue et coitAaSiOo tonto 9e C^uo/ oiie coit 6a

uutdt^ uc oo» autoPa, u di ewit- pecoDo uo láaSutuA. con

tcdpeto, pteoiuitaSa; pot- oue ton voLueiúe-acAicxaAo CVeíie-

vol, dftce auí 61/ aiu4Leva itcc t<Miú)o pot- euAtuiuo bueno,

uo auAxiuido teuet. ux- bueiut. oueteucut aue tupo ^eóu-

c^uóto a, íoA pobteá , «e-uo. ío HUAMO cuit, MIC-LC^ i cciuo uo

poco*! \ Ce tuoieóea pox- biieii/ liberal, u tiwieiuxtt aue

9Ax£e coit lui mazo í*) pútiux- ¿me Dteóe lut teoí,

oflututaoMA 3i *^iiuo í86a.

= € 1 &xn)o.^

(*j Los brujos remiendan con mimbre; si no está flno, va firme.

Page 7: El Brujo y la la Bruja en tertulia

INTRODUCCIÓN.

^ e han acostumbrado tanto tantos á dar con dicho encabezamiento al abrir nna novela, que es lo pri-•^ero que buscan como juicio en almanaque.

En negocios particulares rige también la moda de anteponer rodeosa paja por no ir derechos al grano.

Se ve un individuo necesitado; idea un camino para no verse en nec&sidad, y se encamina hacia un amigo ó pariente.

Introducido en su presencia, raro es el que rara vez toca este grano:—Fulano, vengo con el único objeto de que me des etc.,— sin antes mediar "11, guarnecido de pajas, análogo preámbulo.—¡Oh "li mas queridito y plenipotenciario consanguíneo! celebro hallar á V '. e(.c. (1)

(1) Son amich, ó paren, pera lo coil de sa camisa va dién: Caant 'os de la sanch me venan ab criansa, mal les va la panxa.

Page 8: El Brujo y la la Bruja en tertulia

~IV — (Pulsa mil teclas, y al final la graneada.) —Me atrevo á pedirle

Él á quien ha pedido, tampoco se atreve á negarle sin que introduzca primeramente la moral escusa (si moralidad, y no pecado, es decir mentira) gra-nera:—Siento en el alma (1) no poder

—Pagera.—Sino de mil amores: En lo que yo tenga y pueda, puedes mandar sin te­ner que molestar á nadie (2). Ya sabes que filan­trópico como yo, en el pueblo, solamente hubo otro (3)

Una Tia rica, aconsejó buenamente á su pobre sobrinito que abrazase el estado eclesiástico, pro­metiéndole que al morir le dejaria con que vivir: le aseguró que por esperiencia habia observado la certeza del adagio, en la casa que teñen un Cape-llá, may hi falta pa: le afirmó haber visto de todo, menos morirse en toda su vida un religioso de hambre: le persuadió podría llegar á Canónigo, y ¡qué mas riqueza! Lo acompañó á un Seminario y dijo al Director;—Este pequeño tiene grande

(1) Al senlir aquest, Sienlo en el alma, el vcrgonyós demanant ja ) se la sent eo lo eos de allí ea debanl. (i) Ni á tu tampoch. (3) Y se lo emporlaren ¡Jesús, María, Josephll

Page 9: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— V — vocación á seguir el camino de la pobreza (i)

Un desgobernado primo del Brujo, para sam-parse á gobernar á otros, se gobernó un pajizo pro­grama en que declaró que dcscendia de negros que siempre negrearon; y que él negreaba hasta los ojos.

Por virtud negrera, pues, entró en gobernación; principió con un color negro bueno, pero (imi­tando á la mala tinta) fué blanqueando muy luego, y remató buscando el .... granero.

¿Qué indica, cuando al caer en gracia una pim-Polla á un pollo, dispara éste la batería de elogios sobre la amabilidad de la ochentona mamita, ape-sar de que cuando no regaña tose, y cuando no es­cupe grita? El ponderar la hermosura de un feo perrillo que acompaña á la hija, y su mansedum­bre, sm embargo da que al querer acariciarlo en­sena los dientes y gruñe, como queriendo indicar. 'no soy el grano, ¿Qué indica.?

—Que es la paja.

Mioi i ^^ '" " ^ ''"* ' °*"''° ^' "'"• ^ '" '*"l« "e«<i 4 ser hombre y ja de T ^ """ """" ' ^ 1"« *" verdadera misión no era la falsa pa-la súbl'' ''"" ^ *™b''='°° íJ«e le predicara su rica Tia, sino el grano, pHaH *"? "•'negación que enseña el ejemplo del Salvador. Y MIVÓ en eaaa madura su quid pro qm juvenil.

Page 10: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Redada un pobre una obra; es su prólogo, ó

PAJA PUBLICA.

—Largo tiempo hace que ( i ) meditaba la falta que hacia un libro como el que presento; y si no lo di antes á luz, fué por (2) adquirir primero todos los datos (3) necesarios para (4) vencer las difi­cultades (5) ocurridas.

Si esta ejemplar leyenda aprovecha al público (6) se habrán llenado los (7) deseos del autor, que no son otros (8) etc. etc

GRANO SECRETO.

(1) Voy corto de metálico. (2) Hallarme á oscuras..... (3) Alias, dádivas de amigos. (k) Pagar honorarios de imprenta. (6) Qne ocurren al que no tiene un aiarlo de hora de lugar, y

está tmpmado en desempeñarse. (6) T me compran lodos los ejemplares. (7) Bolsillos. (8) Que su provecho.

Page 11: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— VII — Entremos en grano, lector: y para que toda la

brujería no huela á simple paja (1), también el brujo por delante ha antepuesto, un poco de

REFRAIVEAR COMPUESTO.

¡Viva la gallinita, y viva con su pepita! ¿Y habrá hom­bres que quieran que los racionales vivan sin PEPA? iQué barbaridad! (2)

i. En mal de muerte no hay Médico que acierte,

y en bien de nuestra patria, patriota que no yerre.

Cara á cara se respeta cara; si no se juntan aos descaradas.

3. En la casa que no hay harina, todo es moler.

4. Con las glorias se olvidan las novias

(*) Juegos, adivinallas, recelas etc. sielí!^ ^"'^«sela libertad á un gorrión que la haya disfrutado, y con­visado '''" ^ "'""' *^ ^^"^^^^ *° ^^ ' " conformarse á vivir escla-

o- iTan mal (hasta á un pequeño irracional) sabe, después de «iHel vinagre!

Page 12: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— VIH —

5. Quien tiene el padre Alcalde, seguro va á jui­

cio, no al Final. 6

A mas servir, menos valer. Fruta nueva en Es­paña (¡Bendecid los puntos!)

7. El que no tenga que hacer medite sus obras, y

que hay infinitos dientes parados por falta de trabajo.

8. Si el juejo se jugase dos veces, nadie perdería

¿una vez sola? ' 9.

Si la envidia fuese tina ¡cuántos tinosos ha­bría! ¿Y tinosas? y tinosas? y tinosas?

10. Obras caritativas son amores, que no al pobre

buenas nones. ir

Cria cuervos, y te sacarán los ojos; y harán bien hecho; son pájaros negros. . no robarles la libertad que Dios les dio.

12 Pobre porfiado saca mendrugo, si á quien pide

no es un berrugo.

Page 13: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— IX —

13. Huin sea, quien por ruin se tenga. Es mal­

decir á poquitos.

14. fíeniego del amigo que cubre con las alas y

muerde con el pico. Es blasfemar de muchísi­mos.

15. fíoy puro, y mañana ninguno, ni hoy se ven

puros, á no ser egoístas.

16 Miel en la boca y guarde su bolsa. Indirecta di-

i'ecta al que pidiéndole caridad da ... gritos.

17. Quien á buen árbol se arrima, buena sombra

le cobija; escepto al bonísimo de la libertad que siempre trajo descobijados á sus mas arrimados.

18. El peor mal de los males es tratar con amigos

^ reales.

19. Mas hace el que quiere á una apañada mujer,

Que el que puede á cien desvalidos bien hacer. 2

Page 14: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— X -

El hombre por la palabra y él buey por d asta, ya casi casi no se pueden agarrar.

21. Las revoluciones son una especulación que ha­

cen pocos pillos con muchos tontos (1): Pues al paso que reinciden las revueltas acá, pocos Ionios y muchos pillos debe haber ya.

22. Amores queridos siempre fueron reñidos, con

lacaños-aves-frias. 23.

La letra con sangre entra, sangrienta

24. Lo que se aprende en la cuna, simpre dura:

} Chupar? 25.

Con buenas palabras comen los enfermos, pero no los sanos.

26. No te abatas por pobreza, ni te ensalces por

riqueza, que demasiado le abatirán ó ensalzarán.

{1) El ardid de engañar á los hombres no es el arle de hacerlos felices.

Page 15: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- X I -

27. Con viento limpian el trigo, y los vicios con

castigo; escepto el de volver la casaca, que aun la nan ensuciado á veces con cruces v calvarios »»

'^^^(9

28. Mujer que mucho á la calle mira, poco hila:

entonces ni un hilo mi hermana Beatriz ¡se lleva la palma! por que ante ella no pasa un alma ....

29. . El hijo que aproveche, á su padre se parece,

^^ no fué un derrocha.

50. fíaz bien, y no cates á quien, y calarás una ca­

tástrofe cuando menos te acates.

31. Por juicio de fíorin, no te cases con ruin. La

cabeza me romperéis, que el corazón no podréis.

32. Quien solo se come su gallo, solo ensilla su

«««»aWo, para los profundos.

33. Madre .ñn dolor, hija .ñn amor. Por eso oimos

Page 16: El Brujo y la la Bruja en tertulia

tanto ¡á ellos hijos mios!, y los ellos son de ... bronce ( i ) .

54. Donde fueres haz lo que vieres, que no hacen

los fanáticos. 35.

No hay peor sordo que aquel que no quiere aflojar,...

36. Mas vale que digan, por ahi pasa un pobre,

que no, por ahi pasa un ladrón. ¡Mas valdriaü

37. Tres hijas y una madre, cuatro diablos para un

padre; si son feas. 38.

Contesta en el tono que te hablen, si no le co-jen debajo.

39. Quien tiene hambre, con pan y demócratas

sueña. 40.

A palabras necias, oídos de novia.

41. A los niños, de pequeños, que después no hay

castigo para ellos, pues tan luego como tienen dos

(1} Caoooe.s.

Page 17: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— Xlll — tiedos (le luz natural ahora ya les repugna el palo, por que conocen que solo se aplica á los burros.

42. Si hay cebo en el palomar, no faltarán palo-

was, ni pichones. 45.

La esperiencia es madre de ... los soldados ra­sos, á quienes, defendiendo la patria, arrasó una bala rasa un brazo ó una pierna, y después tuvieron que ir con otra de palo á pedir limosna con pali­que, ó á dar abrazos con un brazo.

44. Afortunado en el juego^ desgraciado en amo-

*"«« al trabajo y á la economía.

' 45. Ningún perro engorda lamiendo los platos de

un cesante conciensudo.

46. A Dios rogando, y con el mazo al hambriento

dando: ó sea, flanco derecho á la ízquier

47. Quieres que le siga el can? dale pan. ¿Quié-

*'< s que te siga tu (de opinión) contrario? dale salario.

Page 18: El Brujo y la la Bruja en tertulia

XVI

63 Ningú diga, de aquesta aigua no beuré: Si es

de pou de avaro, ja pol afirmaiho.

64. Cans ab cans no se mosegan: si no hi ha una

cana entremitj. 65.

En lo istiu tota cuca viu: y en lo ivern la que té bon gobern

66. Sogra, ni de sacra es bona, si no s deixa llepá.

67. Cuant es menester María, crida á María; y

cuant no es vnenester María, afora María, Mi­liciana.

68. Qui mes hi fa, mes hi pert, ab la tocaya den

PEP.

Page 19: El Brujo y la la Bruja en tertulia

EL

BRUJO. >->4S;3^^^o-

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Page 21: El Brujo y la la Bruja en tertulia

RECETA, PARA HACER LO PEOR DEL MUNDO.

—es»»»*»—

Toma sangre de ladrones,

de tiranos la semilla,

de sanguijuelas morcilla,

y de hipócritas porsiones;

de asnisburris ilusiones,

échalo en un recado

de iniquidad, bien tapado,

déjalo en infusión

y te saldrá con perfección

un.... EGOÍSTA, consumado.

Page 22: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 20 —

EL PENSAMIENTO

Nada vé, y mucho sabe;

como en ua puño se encierra,

tan pequeño, y dentro cabe,

agua, fuego, cielo y tierra.

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— 21 —

SORPRENDENTE JUEGO PARA ADIVINAR LA HORA EN QUE CUALQUIERA PERSONA

QUIERA LEVANTARSE, LOS AÑOS QUE TENGA, LA MONEDA QUE TRAIGA ENCIMA, CUANTAS NOVIAS

HA CORTEJADO, ETC. ETC.

Se pondrán, boca abajo, cien números, cuyo or­den correlativo empiece á colocarse, formando un circulo, por el lado izquierdo, ó sea así:

V ^ % . ^ ' - ^

^

VI

En esta situación puestos, se previene á un es­pectador que imagine la hora en que quiera ir á íiorinir, pero sin que la publique á nadie; y enton­ces se le manda que cuente, desde izquierda á dere­cha, y sobre la hora que él tenga en su pensamiento.

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— 22 — (supongamos), desde el número 100, ciento y un números; desde el 99, ciento; desde el 98, nóvenla y nueve, y así sucesivamente aumentando un nú­mero á la cifra á que asciende él desde cuyo se le mande contar, y parando en el número que se le haya fijado. se vuelve aquel, y es el total de la hora pensada, ó el de la moneda ó edad que tiene etc., procurando para estos dos últimos casos ha­cerle contar desde un guarismo subido; es decir, si desea saber una persona su edad, y se conoce que aprocsimadamente llega á los 50 años, indíquesele que cuente ochenta desde el número 79, siguiendo siempre el orden de contabilidad espresado, que es

EJEMPLO: Un sugeto pensó levantarse á las 6: se le quiere mandar que cuente desde el 34, treinta y cinco; y él empezará de esta manera (aunque en VOZ baja).—Deseo levantarmeá las 6; se me manda que cuente desde aqui (34) treinta y cinco núme­ros sobre la hora que pienso (ó dinero que traigo, ó edad que tengo), pues prosigo contando, 7, 8, 9, 10, etc. hasta dicho 35.—Resultará ser el número 6 imaginado.

Para acertar solamente la hora en que cuales­quiera persona quiera acostarse ó levantarse, puede efectuarse poniéndole un reloj por delante, y cuando haya pensado una de sus doce horas, entonces se ie mandará contar sobre ella (siempre también hacia la derecha), desde las \% trece; desde la 1. catorce; desde las % quince; desde las 3, diez y seis, etc.

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— 23 —

El. PBI.0 Ó €ABEttO.

Notarios con honorarios

son ea quitarme muy duchos,

(por no citar á otros muchos

bueno es que haya Notarios).

Merced á hechos falsarios, (1)

de muerto á vivo traslado,

y á rostro viejo afeado ,

hermoso y joven volví.

Se me puede cortar, sí,

¡mas rajar!, á nadie es dado.

( í ) Pelucas.

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- 2 4 —

EL HIELO.

Yo de mi mamá ( 1 ) nací,

sin engendracion de ^adre,

y al punto que fallecí, (2)

de mi nació la mi madre.

— - = ^

(1) Agua. (2) Deshizo.

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— ÍB —

PARA GRABAR LETRAS Ó CUALQUIER DIBUJO SOBRE LA CASCARA DE UN HUEVO

DE GALLINA, DE UNA ADMIRABLE MANERA

QUE LA LABOR PARECE COMO NATIVA DEL MISMO HUEVO.

Con una jicara se derrite al fuego un poco de cebo de vela, y mojando en este líquido una plu­ma de acero, se va escribiendo sobre un huevo lo <í«e se quiera, procurando que no se borren las la­bores al ir estampándolas; las cuales al enfriarse quedarán secas, ó cuajadas; y entonces se mete el huevo dentro de un vaso lleno de vinagre, donde permanecerá unas cuatro horas, poco mas ó menos, según la fortaleza que tenga el vinagre; al cabo de las cuales se saca el huevo, se lava y se rasca muy suavemente lo escrito en él; es decir, el cebo, que se desprenderá fácilmente, pero dejando esculpido lo que se delineó sobre la cascara.

En bajo relieve. Se untará todo el huevo con una capa de dicho cebo derritido, y cuando éste esté frió, se grabará sobre ella, escarbando el cebo con 'a pluma hasta que toquen á la cascara las labores que se hagan. Concluido, y puesto el huevo en vi­nagre, sé practicará lo demás del mismo modo arri­ba indicado.

4

Page 28: El Brujo y la la Bruja en tertulia

otro modo rtMS fácü, y menos trabajoso.

Se recorta en un papel la figura de una flor, de una estrella, de una ave, de una letra etc. y con saliva se pega encima de la cascara del huevo, alisándolo para que no forme arrugas: En seguida se unta pa­pel y huevo con una capa igual de cebo, y seco éste, se va arrancando dicho papel recortado; y como en el espacio que ocupó no pudo penetrar el cebo ni tocar á la cascara, la forma que se diera al papel saldrá grabada en el fondo de ella; después de puesto el huevo las cuatro horas en infusión, y de lavarlo como ya queda prevenido.

-^1^==-—

Page 29: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 27 -

RESPLAMDOR DE LA L U M . -sae^s^"-

Aqui el sitio no se nombra

fió una vez me encontré,

que ni al sol me hallé

ni tampoco á la sombra.

Menos á la luz del dia,

ni de noche ni ú oscuras,

ni de niebla entre espesuras,

¿dónde, pues yo estaría?

¿Dentro del agua? No:

ni debajo de tejado,

ni tapado ni encerrado

¿dónde estaría, pues, yo?

Page 30: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 28 —

eOTELLA.

Kn Jerez me enamoré

(le una en cinta (1) doncella:

de un ¡zas! (2) la desencinté (3)

y quedé encintado de ella.

t=5??S5@S^

(1) Llena de vino. (2) Trago. (3) Vació.

Page 31: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- - 29) —

QUITAR SIN DISMINUIR.

Un señor, ciego de nacimiento y muy partidario de Baco, tenia una bodega provista siempre con cincuenta y dos barriles de vino, á los cuales pasaba í'equisa cada nocbe contándolos al tiento; pero un criado le mermó cuatro cada dia, y siempre apare­cían diez y seis en cada uno de los cuatro ángulos de la bodega del modo siguiente:

Dicbo dueño para revisarlos con mas claridad, tenia colocadas las cincuenta y dos pipas de esta nianera.

7*. 10. 5.

BODEGA 10. „/°° 10.

o2 pipas.

3. 10. 3.

Page 32: El Brujo y la la Bruja en tertulia

8

— m—

•ÍJ. \-:k S. 5.

QUITANDO QUITANDO

8. 4 el l.er dia, quedaron 48.

8. 6. 4 el 2.° dia, quedaron 44.

0.

4. 8. 4. 5. 6. 5

6. 4.

QUITANDO

6 7. 2

QUITANDO

7

4 4 el 3.er día, quedaron 40.

4 1' 4 el 4.° dia, quedaron 36.

2

6. 4. 6. 7. 2. 7

m—-

Page 33: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 3 1 -

Cara pongo por delante,

detras ocultó lá coi,

quieren buscarme sin sol

y á lo duro me echan guante:

primer sentencia ayunante;

después con mucho salero

á la hoguera ó brasero

como un judío transito,

al buen liberal imito

pues cantando alli muero.

Page 34: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 31 —

ALONSO. H'V'tfS^l'V

Arre (4) me (^o un gabacho.

y un castellanito so:

medio francés, medio macho

mi nombre se pronunció.

" ' - . • ! ' • ' •]

II i f i • ' ¡ i . i i . r i i , ! " ( ' • • > ' ' ' ; > ]

( 1 ) AloD.

Page 35: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 33 —

DK DEJAR CON MODOS SIN CAMISA Á LOS PRÓJIMOS. 3 o-0 ->0-0 -0 -C^o*

Para sacar á cualquiera la camisa en medio de una tertulia, según se halle vestido, es juego que no requiere sino un poco de destreza: solo hay que advertir que la persona á quien se escoja para sa­carle aquella prenda, tenga ,el vestido ancho.

Se le mandará quitar únicamente el pañuelo del cuello, y los botones ó cinta que en él tenga la ca­misa ; entonces se empieza á descamisar del modo siguiente:

Se ata al botón ú ojal de la manga izquierda una cinta ó cordón, y después, pasando la mano sobre la espalda de la persona, se le saca la camisa de los calzones, y se le pasa por encima de la ca­lveza; enseguida se saca también de delante, y se le deja sobre el estómago para pasar á la manga de­recha; esta se estrae poco á poco hasta sacar el bra­zo, y hallándose entonces atarugada la camisa, tanto en la manga derecha, como en el estómago, se hace Uso del cordón que se ató á la manga izquierda, para volverla á coger, tirando poco á poco hasta que desde el sobaco á donde habrá subido, vuelva á su estado natural, y sacar el resto de la camisa por 111; y por consecuencia, nuestro hombre quedará

Vestido y sentado en la sociedad pero sin camisa.

Page 36: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 34 —

UN ARENQUE.

Entre salobre nací,

salmuera mi alaud l'ué;

tan apretada sepulté (4)

como anchísima viví: (2)

Si de sartén me ecsimí

no me perdonó la brasa

en alta mar (3) ni baja casa, (4)

Divorciado he con ricachos;

para pobres y borrachos

soy una atractiva pasa.

(1) En el barril. (2) £n la mar. (3) Las embarcaciones. (4) Los pobres.

Page 37: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 3r, —

LA Z

Sin mí no tendrías cruz

pues sigo al final de ella,

y es tan luciente mi estrella

que también voy tras Jesús (1);

íuera yo no habría luz.

í*) o sea el abecedario.

Page 38: El Brujo y la la Bruja en tertulia

36 —

JUEGO DE m m mm. - v » * *!r «*" T I

Para adivinar las cartas que se han sacado do una baraja, sin que nadie diga cuales son, es me­nester titular á la una Amalia, á la otra Benita y á la otra Carlota.

Se deja la facultad á tres personas de escoger en particular la carta que sea de su agrado. Cuando ya la hayan elegido, se dará á la primera persona el número 12, á la segunda el número 24 y á la ter­cera el número 36.

Se previene á la primera persona que añada la mitad del número de aquel que ha tomado la carta llamada Amalia, la tercera parte del número de la carta Benita, y la cuarta del número de la carta Carlota; y después se le pregunta qué suma es la que resulta de esta adición: por consecuencia de lodo, esta suma será precisamente una de las que aparecen marcadas en la tabla que sigue á esta es-phcacion; lo cual indicará, que si dicha suma, por ejemplo, es 25, la primera persona habrá tomado indefectiblemente la carta Benita, la segunda la car­ta Amalia, y la tercera la carta Carlota: que si la suma es 29, la primera persona habrá tamado la carta Carlota, la segunda la carta Benita, y la ter-

Page 39: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ai — cera la carta Amalia; y de idéntico modo se efec­tuará con las demás.; ^ . p •<

SUMAS. U ' . . 2.'' . . 3. PRRSONAS.

12 . 24 36 NÚMEROS.

23. . Amalia. . . Benita. . . Carlota.

24 . Amalia.. . Carlota . - Benita.

25. . Benita, . . Amalia.. . Carlota.

27. . Carlota . . Amalia.. . Benita.

28. . Benita. . . Carlota . . Amalia.

29. . Carlota . . Benita. . . Amalia.

t_-Ty>.tÍ»lí(**^-

Page 40: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 38 —

EL lESeBUI,

Soy un ente natural

que de mi vive pendiente

desde el hombre mas prudente

al mas tosco animal.

Con lodos me porto igual,

tráime en boca todo ser;

ninguno me puede ver

y nadie sin mi vivir,

pues huir de mí es morir;

suelo ser hombre (1) y mujer (2).

(1 ] Resuello, ó aliento. (2] La respiración.

Page 41: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 89 —

URA CHISPA DE FUEGO.

No me aguanta un borrico,

y eso que no abulto un pelo;

no crio alas y vuelo,

y sin tener pico, pico.

<2¿S<^^¿X

Page 42: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— w

ZAFARMNGHOllí^ LEGUMBRES.

Para que una olla llena de avichuelas ó garbanzos los arroje todos fuera de ella cuando está hirvien­do , no hay mas que meter dentro de la misma, una avellana ó un piñón, (vaciado por un aguje-rito, llenándolo de azogue y tapándolo con cera.)

Es cosa divertida contemplar como acto conti­nuo van saltando uno tras otro los garbanzos ó ju­días, hasta no quedar ninguna dentro del puchero.

- — ^ » = —

Page 43: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 42 —

LA PLUMA.

Cadáver sin espirar ( i )

soy, escritor sin saber

letra, muertos hago hablar (2)

y vivos; he vomitar

cuanto me dan de beber (5).

=ss@@g:2>-

(1 ] Quedan inlaclas las plumas muerta el ave. (2) Escrituras. (3) Tinta.

Page 44: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 41 —

-"•fil^Péi^fif^r

Pan me llaman, redondón

soy, y en lo alio alegría;

asi me llevan un dia

de gran fiesta en procesión;

pero poca devoción

traen los que al lado van ,

mil bofetadas me dan

y yo puesto en el madero,

es verdad que fui cordero

mas no soy Dios, ni soy pan.

Page 45: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 43 —

ÜN JUEGO Y UNA CUENTA.

Juan me pidió seis francos; José ocho y cuarenta y siete céntimos; Jaime cincuenta y un francos, ^iez y siete céntimos y medio; Julián tres mil cua­renta y tres francos, noventa y tres céntimos y dos tercios; y Joaquín sesenta y cinco francos, ocho cén­timos y siete octavos. Los cinco se fueron á jugar, y cada uno de ellos ganó el doble del dinero que yo les había prestado, y doce francos mas. Al otro dia continuaron jugando, y á cada cual ganaron la mitad de su todo; en la mañana siguiente perdió cada uno la tercera parte del resto, y en el cuarto dia me sa-tisfacieron el dinero que yo les había prestado. Des­pués de pagarme ¿cuánto les quedó?

SOLUaON.

Quedó la cantidad de cuatro francos á cada uno de los cinco jugadores.

Este problema se puede aplicar á un juego de so­ciedad muy recreativo, efectuándolo de la siguiente manera: Se dirá á los espectadores.

Page 46: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 44 — i." Piense cada uno de W. un número cual­

quiera á su libertad. 2.° Tripliquen ese número que han pensado. 3 / Añádanle veinte y cuatro mas. 4" Tomen solamente la mitad del todo, 5." Separen la tercera parte de lo que resta. 6." Quiten ahora el número que cada uno pensó. Después de estas operaciones restará á cada uno

de los tertuliantes (sean cuántos se quiera) que ha­yan pensado un número, la tercera parte de la suma que la tercera vez se les mandó añadir; por lo tan­to, en este ejemplo, quedará á cada uno el de ocho, que compone la tercera parte de veinte y cuatro. Si se hubiese mandado añadir treinta y seis, entonces le quedaría á cada uno doce etc.

Luego que se ha reducido la sociedad á este resto común, se puede, para ocultar mejor el juego, man­dar hacer á cada uno de los concurrentes una por­ción de adicciones, sustracciones, multiplicaciones y divisiones. Todos obran, sin saberlo, de un mismo modo, y todos acaban siempre por un mismo resul­tado , cualquiera que sea la diferencia que haya te­nido la suma primitiva que cada uno ha pensado.

Page 47: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 45 —

ÜN SIGLO. ^^^^.^ 0'D».>a-

Mi primera, es dulce en bellas, (1)

mi segunda, media gloria; (2)

contais mil en la memoria

y sin tener uno, estrellas

ya pisáis (5 ) ellos y ellas.

A cien hijos (4) di el ser

no siendo hombre ni mujer.

Todos me inclináis la frente; (5)

vuelvo al picaro, inocente, (6)

Si me llega á obtener.

(1) Si. (2) Glo. (3) Estáis ea el cielo. ( i ) Años. (5 ] Jorobados. (6) Vejez niñera.

Page 48: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 46 —

EL ESPÁRirftGO. -^3e»-<^ —

Unos, que es parra dirán,

con dos ramas (1) de hi güera

quien uva ni higos dio

y nace macho y (2) muere hembra. (3)

— - ^ S ^ ^

(1) Gue-ra. (2j Espárrago. (3) Esparraguera.

Page 49: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 4 7 -

Por el mes de Junio, cójanse una porción de gu­sanos de luz, vulgarmente llamados de San Juan, que se crian por las cercas verdes de los campos: pónganse vivos dentro de un almirez que no sea de cobre, sino de mármol ú otra cosa limpia; y machá-quense bien, mezclando un poco de zumo de limón (cuando ya están demolidos) y un poquito de goma arábiga: cuélense con un lienzo delgado, y aquel liquido servirá de reluciente tinta.

Para escribir ó dibujar con ella, se ha de efectuar en una habitación á oscuras, pues en la claridad no se podría percibir lo que se fuera delineando.

Sea dibujo ó escritura lo que se haga, solo se Verá de dia el papel en blanco, empero de noche ó ¿ oscuras, lo estampado en él brillará como la her­niosa luz de dichos gusanillos.

De este medio se han valido algunos para trasla­dar noticias, partes, etc.; empero es algo compro­metido por descubrir el agio la falta de luz.

Lo agradable y bonito es entrar de dia en un cuar­to acompañados de algunas personas, cerrar las ven­tanas y ver relucir de pronto el cuadro en que haya algo pintado ó escrito, volverlas á abrir y volver á desaparecer. '

En el verano se puede abastecer de tinta para lodo el invierno.

Page 50: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 4 8 —

ACERTIJO.

Cercado de pies (i) se estaba

sentado un señor dos pies, (2)

enoiina de Don pies tres (3)

do gordo pié (4) merendaba.

Cuatro pies (5) que le acechaba

saltó, el pié le arrebató;

el dos pies se levantó

y al tres pies empuñando

iras cuatro pies fué rodando

que entre pies, el pié aflojó.

(1] Órraíis. (2) Zapatero. (3) BaDquillo. (4) De obeja. ( B ; Galo.

Page 51: El Brujo y la la Bruja en tertulia

49 —

mm mmiL =rfWV%^)SKt/¥W-

4.444 galos

puestos en 4.444 esquinas,

cada uno mirando á 4.445.

¿Cuánta gatería és? (1)

(1) i.Ult.

Page 52: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- S O ­

PARA PODER IR DANDO (siN VERLAS IVI CONOCER NINGUNA) TODAS LAS CARTAS DE UNA BARAJA, SEGÚN

POR EL NOMBRE DE CADA UNA LAS VAYAN PIDIENDO.

Se eslraen de un juego de naipes los ochos y nue­ves , y quedando diez de cada palo, las sotas com­pondrán el número 8, los caballos el nueve, y los reyes el diez; y se conservará después para la ma­niobra de este juego, el orden de,

en l. " lugar los oros,

en 2.° las copas,

en 5.° las espadas

y en 4/* los bastos.

Prepáiense las cuarenta cartas del modo que se va á esplicar.

OROS.

Estendidos boca arriba (empezando por la izquier­da y concluyendo á la derecha) en una hilera desde el as hasta el diez, que será el rey.

Page 53: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 51 —

COPAS.

Se ponen de igual modo encima de los oros, pero avanzando un número hacia la derecha; de modo, que el as de copas ha de colocarse sobre el dos de oros, el tres sobre el cuatro etc., y resultará sohran-le en la derecha una carta, el rey, el cual se pondrá encima del as de oros que quedó descubierto al lado del as de copas.

ESPADAS.

El as tapará al dos de copas, y siguiendo la nu­meración quedarán de mas en la derecha el caballo y el rey, los cuales se colocarán respectivamente so­bre el rey de copas y as de idem de la izquierda.

BASTOS.

El as tapará al dos de espadas. Sobran la sota, el caballo y rey, que también se pondrán á la izquierda respectivamente, la sota sobre el caballo de espa­das , el caballo sobre el rey, y el rey sobre el as, cuyas tres espadas quedaban descubiertas en la iz­quierda.

Page 54: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 62 —

PRACTlCAMÉaSTE.

Resultado: el primer montón, puestas pinta ar­riba como queda dicho, se compondrá de

4/ carta de abajo,, as de oros, 2 / rey de copas, 3 / . . . . . . caballo de espadas,

y 4.* de arriba. . . sota de bastos.

2 ." MONÍON.

i.* carta de abajo,, dos de oros, 2.' as de copas, 3.* rey de espadas,

y 4." de arriba. . . caballo de bastos.

Z.^'' MONTÓN.

1." carta de abajo,, tres de oros, 2." dos de copas, 3." as de espadas,

y 4." de arriba. . . rey de bastos

A." MONTÓN.

1.' carta de abajo,, cuatro de oros, 2.' tres de copas,

Page 55: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 8 3 -3." dos de espadas,

y 4.° de arriba. . . as de bastos.

5 . " MONTÓN.

í * carta de abajo,, cinco de oros, 2." cuatro de copas, 3." tres de espadas,

y 4.' de arriba. . . dos de bastos. 6 ." MONTÓN.

4." carta de abajo,, seis de oros, 2." cinco de copas, 3 / . . . . . . cuatro de espadas,

y 4." de arriba. . . tres de bastos.

7." MONTÓN.

1/ caria de abajo,, siete de oros, 2." seis de copas, 3.' cinco de espadas,

y 4.' de arriba. . . cuatro de bastos.

8." MONTÓN. • « M M i M

4." carta de abajo,, sota de oros, 2 / siete de copas, 3.* seis de espadas,

y 4." de arriba. . . cinco de bastos.

Page 56: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 54 —

9." MONTÓN.

i .* carta de abajo,. caballo de oros, 2 / sota de copas, 5/ siete de espadas,

y 4/ de arriba. . . seis de basto.

Y 1 0 . " MONTÓN.

1." carta de abajo,, rey de oros, 2.' . . . . . . caballo de copas, 3.' sota de espadas,

y 4.* de arriba. . . siete de bastos.

Ahora, se coje el primer montón y se coloca bo­ca abajo; sobre del primero, se pone el segundo, en­cima de éste el tercero; y asi sucesivamente hasta el décimo. Quedará abajo la sota de bastos, y arriba el rey de oros. Boca abajo también, y empezando por dicha sota de bastos, se van estendiendo sobre una mesa separadas la una de la otra, y desde izquierda á derecha, en cuatro filas de á diez cartas cada una.

En este estado, se dirá á los espectadores. —Pidan V. V. cualquiera de las cuarenta cartas,

y se la volveré pinta arriba en el acto, etc. Para acertar cuál es la pedida, se ha de llevar

esta regla. Multiplicar el número que tenga la carta que ecsijan, siempre por cuatro; es decir, si

Page 57: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- ss -piden un siete, el que haga el juego dirá para si: "T'Siele por cuatro, son veinte y ocho:—si soh-• 'tan una sota:—cuatro por ocho, treinta y dos:— * un caballo:—cuatro por nueve, treinta y seis: —

y SI un rey:—cuatro por diez cuarenta;—y al total que arroje la multiplicación por cuatro, hay que añadir.

á los oros, nada-, á las copas, tres, á las espadas, seis, á los bastos, nueve.

K:«9'E:itKiPi:.o.

OROS.

Lna persona pidió el dos: dos por cuatro, ocho: La carta que haga este núníero (empezando á con­tar desde la primera fda de izquierda á derecha, y por la primer carta, que es dicha sota de bas-los), la que haga el número ocho, digo, será el <los de oros pedido. Si piden el cinco, la carta que está á las veinte; y si el siete, la que forma veinte y ocho, etc.

COPAS.

Otro sugeto pide, por ejemplo, el as: Una vez cuatro, es cuatro, y tres de aumento son siete. La que haga el siete, será dicho as. Pide el caballo:

Page 58: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 36 — cuatro por nueve etc., y tres de añadidura, son treinta y nueve; será la penóltiraa de la cuarta hi­lera: Pide el rey: cuatro por diez etc., y tres, son cuarenta y tres: Las cuatro fdas, solo componen cuarenta, de modo, que cada vez que la carta pedida esceda de este número, hay que volver á seguir con­tando en la primera hilera, y á las tres cartas de ella estará el rey de copas, que es á las dichas cuarenta y tres cartas.

ESPADAS.

Quieren el caballo: cuatro por nueve etc. y seis de pico, cuarenta y dos: Las cuatro hileras, y dos mas de la primera, son cuarenta y dos: estará al lado de la sota de bastos.

BASTOS.

Pidieron el rey, supongamos; cuatro por diez cuarenta, y nueve de esceso, cuarenta y nueve. A la novena de la primera hilera estará: Piden el seis: cuatro por etc. y nueve, treinta y tres, etc. etc.

Conforme el jugador vaya volviendo boca arriba las cartas que le hayan pedido, las dejará descubier­tas en el mismo sitio que cada una ocupe; tanto por que asi no se interrumpirá la contabilidad para con las demás cartas, como por que cuando estén ya deslapadas todas, causará admiración ver cuan per­fectamente quedan separados los palos y los núme­ros de la baraja.

Page 59: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 67 —

Soy yo la que patentizo

la verdad mas verdadera (1)

que se conoce en la tierra:

alegremente (2) se me hizo.

y llorando (3) satisfizo.

Fui descendiente de Leño;

no me puede ver su dueño,

y le llevó (sin mal arte)

do todos tenemos parte (5)

y en no quererla, empeño.

( 1 ) La muerte. (2) El carpintero, por la paga. (3) Deudo del difunto. (4) Árbol. ( 8 ) Cementerio.

Page 60: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ¡w —

CHARAÜA.

Vio, un pastor en su montaña (1)

lo que no el Rey en España; (2)

jamás ningún Papa ha visto, (3)

ni tampoco Jesucristo (4).

(1] A oíros pastores. (2) Ciro en su trono. (3) Papas. ( i ) Otro Jesncrislo.

Page 61: El Brujo y la la Bruja en tertulia

liMIiRO DE ONCO i l l T O S .

Cuanto mas y m8»s un novio aseguraba sin chan­zas el quiérate á su novia, menos y menos ella le que­na, sospechando si de veras la querría.

El, para hacerla palpable su querer, una noche al ir á pelar la paba, púsose debajo la capa una copa con algunas brasas encendidas; y á su oportuno tiempo echó al fuego un poco de azufre en polvo, al va­por del cual colocó un ramo con dos rosas encar­nadas, esclamando al momento: Tómalas: y como prueba de que le quiero. Dios haga que estas blancas flores se te vuelvan coloradas.

Y al entregárselas eran realmente blancas, pero en manos de la incrédula se tornaron en breve coloradas. Visto el caso, ya le dio crédito, le qui­so y se casó.

Es cosa cierta y probada que dicho vapor de azufre en polvo, las transforma en color blanco, empero pasados unos cinco minutos vuelven al suyo natural.

Page 62: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— m —

% mmmá wia

Se crian en cualquier viña

negritas, rubias y blancas,

colgaditas de unas trancas

que toda cepa aliña:

Dá su zumo alguna riña;

acá traigo unas cestas

entre pámpanos cubiertas

y con ellas se hace el vino.

Te regalaré un racimo

de uvas, si lo aciertas.

Page 63: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 61 —

«

Virgen mi mamita (i) fué

cuando yo de ella salí,

y aun virgen la encontré

cuando á su seno volví (2).

; ^ - - ^ —

'(T) I-* tierra. {i) Enterraron.

Page 64: El Brujo y la la Bruja en tertulia

-= a2

IDE 25

En un papel, cartón, pergamino ó tabla, se marcará un cuadro igual al presente, pero sin nú­meros, solo con las mismas casillas.

E 16

22

1. .

6 2 11

12

7

8

3

17

18

13

14

9

23 19 15

24

19

20

25

10

Y teniendo ya de reserva veinte y ciuco fichas numeradas correlativamente, del tamaño de los

Page 65: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 6$ — cuadritos estampados en el anterior cuadro, se co­locarán en los veinte y cinco de que se compone ía mitad de dicho tablero; y á cada casilla donde se ponga número, se dejará otra sin él, en la línea per­pendicular, como aparece ya trasado en el inserto tablero, colocando los números de cinco eíi cinco.

En este estado, se insinúa á los tertuliantes, que formen de estas fichas un cuadro simétrico en que se cuenten por cualquier lado que se quiera, la s u -nia de sesenta y cinco, lo mismo al derecho qué al revés, cruzado que en linea reCtá, oblicua, trans­versal, etc.

REGL4 PARA PODfifi fiFfiGTUARLO INSTANTANEAMENTe.

Se traspone cada número á las casillas que que­daron en blanco; y asi aparecerá un ciKidro seme­jante al quie sigue

n 4

24

12

7

25

20 3 n 4

24

12

7

25 8 16 17

10

5

18

13

1 21 9 17

10

5

18

13

1 14 22 23 6 19 2 15

y es el que contiene el total de sesenta y cinco en

Page 66: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— H — lodos sentidos, direcciones y puntos que se cuente.

CON MAS CLARIDAD.

Los nÚKieros que se han de trasladar y colocar diametralmente opuestos en las casillas en que no hay, y que están al centro del cuadro, son solamen­te los esteriores que aparecen en él, pues la nume­ración del interior no se debe tocar ni mudar; las do­ce cifras que si, (para mejor inteligencia) quedan marcadas en la siguiente Ggura.

21

1.

6 2

16

22 •

24 20

25

10

Page 67: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 6 5 ^

EL NOMBRE. —e-í^í;^\fc*—

Personas, bestias feroces,

io vivo y lo inanimado,

Dios, y cuanto Él ha criado,

nadita sin mi conoces.

Me tienen hasta las voces.

Las Sociedades yo tundo;

do quiera oirás abundo

por que á toditos me doy.

y asi sin disputa soy

de lo que hay mas en el mundo.

Page 68: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Ave soy, hija de España

que anido y crio en Kspaña

como y bebo dentro España,

vuelo y transito la España.

mas no ando {\) por España.

^^2S^©SS>

(1) Nunca camÍDa, siempre salla ó brinca.

Page 69: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— <n —

O U m DOLOR DE MUELAS, SIN DOLOR.

Si el liial ecsiste en h dentadura*alta, se aplica en |a de abajo (y al esterior de la mejilla), una sangui­juela ó dos, según la hinchazón; cuando el dolor se 6sperimenta en la mandíbula baja, se pone la sangui­juela sobre la de arriba. Al caer llena, queda aplaca-tía la inflamación de la boca, pues estrae el humor de las encías.

Después, se calienta un poco de vino puro mez­clado con azúcar, y se toman sorbos, con los que se enjuaga bien la boca, arrojándolos cuando ya es­cuece.

Es tan buen remedio, como el que remedía al necesitado.

— = ^ ^ :

Page 70: El Brujo y la la Bruja en tertulia

LJL TRJLMIPA.

Había un muerto (1) enterradp

que tenia asido á qn yivp; (2)

pasó hambriento fugitivo (3)

quién bajó, y precipitado

redimía al cautivado.

Porlana se trasquiló,

pues cuando el yerto sintió

incar á su preso el diente,

alzóse muy de repente

y difunto al vivo dejó.

(1 ) Costilla arqueada ó ballesta. (3 ) Mosca, hormiga ó gosano. (3) Pájaro.

Page 71: El Brujo y la la Bruja en tertulia

=-09 =

! - « S Í Í ^ -^'

De cada niña á sus dos (1)

coge otra, de acero (2) armada,

y á sangre fria, mano airada

enmienda la plana (3) á JDios.

Y de las mas blandas (4) eosas

penden las cosas mas duras: (5)

las feas (i) tornan hermosas

en compaña de hermosuras (6).

J U l " * '

( 1 ) Orejas, (2) Mujer con una aguja. (3) Las agujerea. (i) PuQlas de oreja. (S) Aretes de oro. (G) ^rreeafkf,

Page 72: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— • 7 0 ^

DOCE, Ó QUINCE LOTES DE CARTAS,

QUE QUINCE Ó DOCE ESPECTADORES HAYAN ESCOGIDO

DE MEMORIA.

Para consegoirio, se estraerán de un juego de naipes dos cartas, y se distribuirán treinta entre quince pares; separados «nd de otro. Entonces se prevendrá á doce ó quince socios, que cada uno en particular retenga en la imaginación un lote de di­chas cartas, y todos diferentes. Hecho lo cual se le­vantarán indistTntámente los espresados- pares, co­locando los unos encima de los otros; y se arreglarán por el método que demuestra el presente modelo.

4. 2. 4. 6. 8 iO.

3: 41. 42. 44 46 18.

5. 43. 49. 20. 22. 24.

7. 45. 21 25. 26. 28.

9. 47. 23. 27. 29. 30.

De modo, que en el número uno y dos se ha de

Page 73: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— TI ^ colocar la primera y segunda carta; en el número • •es la tercera; e» el cnaifo fa ct^'ta yfffi sucesiva-"fiente hasta el núrtiW diez. Lál^aftásfbiice y doce hay que ponerlas la una al lado de la otra, como se ha espresado con la primera y segunda; y se seguirá poniendo las otras en el primer orden, procurando verificar idéntico hasta el final; y así se habrá orga­nizado un cuadro de seis filas compuestas de cinco cartas cada una.

Ahora se mandará á las personas que han pensado ios lotes, que señalen con las dos carias restantes las columnas donde se encuentran las suyas, y cuan-'Jo las hayan indicado se seguiíá el orden de núme­ros que componen el cuadro, y ellos mismos demos­trarán las cartas qiie.se han retenido en la me­moria.

-^•¿^S^^S:::--

Page 74: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 72

EL SOI T LA LUni.

Pareja sin imitóntes,

• en ia cual es el esposo

nías que la esposa héfrtióso,

aunque los dos muy brillantes.

-' Ella testigo de amátltes,

brasero él, del que espanta; (1)

ambos de una cuna santa

y castidad nada opuesta,

pues jamás ella se acuesta

hasta que él se levanta.

[t) De pobres.

Page 75: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 73 —

SIH(BiUl TIPWML f'SW/w^'^-

En un cerezo subi

que con cerezas (i) hallé:

cerezas no le dejé (2)

y cerezas no comí (^).

: ^ ^ ^

' ' ) Tenia dos. V*) Le dejó una. (3) Comió ülra.

10

Page 76: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— T í -

AGUA. TIERRA, AIRE Y FUEGO JUIITOS,

Para representarlos cuatro elementos antedichos dentro de una botella de cristal (blanco), algo larga, se ha de llenar de distintas materias solas y líqui­das de diferentes gravedades especificas, que cuan­do se muevan formen cierto caos ó desorden, em­pero que cuando quede quieta la redoma, vuelvan estos' cuerpos á tomar cada cual su lugar, según su gravedad específica, y que cediendo los mas hgeros ú los mas pesados, pasen reciprocamente los unos de entre los poros de los otros, para volver á ocupar su primitivo lugar.

Con facilidad, pueden elegirse los cuerpos dife­rentes de las expresadas gravedades, empero el me­jor modo para darles una semejante figura del agua, fuego, aire y tierra es el expresado á continuación.

Para imitar el colorido de la tierra, se escogerá esmalte negro, que se quebrantará groseramente, el cual por su propia pesadez se irá al fondo, y repre­sentará la tierra, como que es el mas pesado de los cuatro elementos.

Para imitar el color del agua, que en peso sigue al de la tierra, y es mayor que el de los otros dos restantes de dichos cuatro elementos, se tomará el

Page 77: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— •75 — lárlaro calcinado, dejándolo que se reduzca á licor puesto ala humedad del aire, y entonces se mez­clará con un poco de lapizlázuli, ó sea tierra mi­neral azul, hecha polvos muy finos, para darle la re­presentación del agua del mar.

Para formar la imitación del color del aire, se es­cogerá aguardiente teñido en azul con un poquito tle girasol.

Y finalmente para la semejanza del fuego, se to-"lará trementina en esencia, de la cual se estraerá la parte menos pesada por medio de la correspondiente destilación, tíñendola con la Ancusa, ó sea palomi­na de tintes. Y mezclando juntas estas antedichas sustancias para representar los cuatro indicados ele-ttienlos, se conseguirá organizarlos dentro de una botella.

Siempre que se quiera preparar esta hotella, se introduce en la misma el esmalte negro, ó sea azo­gue, lo cual llenará el primer espacio: enseguida el aceite de tártaro, que ocupará el segundo: tras de ^ste, el aguardiente, que desempeñará el tercero, y al final, el espiritu de trementina, que llenará el cuar­to. Después se sella la redoma.

Cuando se menee, se confundirán los cuatro ele-'íientos, de los que no se verá otra cosa que un tur-oion de mezclas confusas, pero cuando esté reposa­ba, ya se habrán separado cada representación de elemento de por sí, y aparecerán en su estado na­tural, ó sea tierra, agua, viento y fuego.

Page 78: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 76 —

EL MAR. -<:5'y«-"=

A nadie y nada, sin mi.

se puede armar ni amar,

el mundo, si, en mi campo andar,

do jamás un rastro vi.

Tengo lenguas y no manos,

escondo inmenso tesoro,

llámanme santo, y no hay moro

que trague mas cristianos (1).

(1) Náufragos.

Page 79: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 77 —

Aun que parece patarata,

remuchos cabilarán

y poquitos aceitarán

¿Cuántos pies tiene una pata?

f ^ í l ^ ^ ^ S S

(^) Dos, igual que un palo.

Page 80: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 78 —

CnEHTO HGBEIBLl. CONTADO Y CREIDO EN TIEMPO DE MARÍA CASTAÑA.

PERO QUE EN EL DÍA,

El. QUE LO OIGA CONTAR DARÁ UN FUERTE CASTAÑAZO

AL QUE LO CUENTE ¥ CREA DE FIRME.

En cualquier selva ó montaña, donde suelen ani­dar las garzas, ó sea hurracas, robarás sus huevos del nido, á los primeros dias que esté dicha ave la­drona empollándolos.

Después, harás hervir en un puchero nuevo, como cosa de dos cuartillos de agua, la cual echarás dentro de una redoma.

Cogerás media docena de moscas de cantárida y las convertirás en fino polvo; y juntos estos con un adarme de fósforos, los introducirás en dicha botella.

A las doce en punto de la noche echarás dentro de ella uno de los huevos de la garza, y si obser­vas que se rompe dentro del agua, te augurará que la persona ausente, cuyo estado actualquerias saber, es muerta; empero cuando el huevo se conserva en­cima del agua, sin irse al hondo ni romperse, es se­ñal segura (1) de que el mortal querido, aun vive.

(1) Mas vale creerlo que ir á verlo.

Page 81: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— l^ —

.-sses.

De una torta, (1) en Miguelturra,

murió mi castaña burra;

y unos dos dias después,

el animal mató á tres (2),

A lo que veía tiré, (5)

y lo no visto (4) maté

Comi, de carne, tajadas,

no nacidas (5) ni criadas;

y en agua mi sed devoraba

que en tierra ni aire estaba (6).

(1) Envenenada. (2) Cuervos que la comieron. (3 ) Liebre. (4 ) Estaba embarazada. (5) Conejillos. (6) Denlro un roro.

Page 82: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 80 —

LA AtilA.

Si la cabeza (4) me trastornas,

en oveja me transformas.

Y si me quitan lus dientes

medio jamón (2), ave soy.

Yo dulzura á los vivientes (3)

y alegría á muertos doy (4).

( 1 ) o , en lugar de A . (2) Ja, uilii mitad; mon, olra. (3) Miel. (4 ) Cera, (luz).

Page 83: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 81 —

PARA ASEGURARSE UN HOMBRE, DE QUE UNA MUJER

LE QUIERE CON SEGURIDAD.

Al heredero de un gran hacendado en Palma, re­pelían infinitas veces, una infinidad de solteras su in­finito amor.

El señorito confesó á su señor padre que entre tantas amantisimas no sabia cual elegir, y que era necesario ser un Dios para acertar

—Es menester ser un pobre, le interrumpió el anciano, para no errar. Te mando, hijo mió, que hagas antes de casarte, lo mismo que me ordenó hacer mi padre antes de enlazarme; y te doy, como me dio, este consejo: Para saber bien la que bien te (¡dore, enamoricala como si fueras bien pobre.

Me despidió con un surron á la espalda, dos mu­das de ropa apedazada, y la consigna de fingir so­lemne pobreza hasta encontrar (de casa acomodada) nna niña sin fingimientos que le acomodase ser mia contra el incómodo aspecto de la miseria.

Entablé mil relaciones para dar con la proyectada compañera. Diferentes hallé no indiferentes á mi mo­ral, conducta y personal, pero diferenciándonos de

11

Page 84: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 82 — material vil metal, se Íes desvaneció todo síntoma amoroso: Una, no obstante, batallaba indecisa entre el amor y el interés, mas decidió el combate su ma­má amonestándola:

. —Deja tres por tomar cuatro, en habiendo propietarios jornaleros abajo,

entraña de mis entrañas. Antes no te cases mira lo que cazas: ¡pobrecilla! no pienses en pobretones; ya que te emborraches sea con rico vino, etc.

Con las pruebas por que pasé , esperimenté la fundada razón de mis antepasados al inventar tal esperimenlo, pues muchas deidades vi que miraron sin humildad mi figura de menesteroso, y yo las hu­biera amado á ciegas á presentarme con soberbio aparato, antes de esperimentarlas

Me proporcionó también mi aparente pelón ro-page, amistades reales, escuchar desnudas verdades y mis defectos, contrabandos en la prosperidad.

Seis años me costó hallar á tu madre; la mujer que se prendó de las prendas del hombre y no del hombre de prendas, apesar de ser primogénita de unos ricachos de Aldea, á quienes advertian que no era noble encalomarla con un pobre; que si los cuervos eran negros, ¡el hambre...! Pero solo con­testaban que si en alguna ocasión nos escasease el pan, subsistiriamos con media ración del necesario,

Page 85: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 8 8 -POí" que cuando dos se quieren bien, con uno que coma basta; y que como siempre nos tendriamos amor, el dia que no tuviésemos pan, el amor en mgar de pan satisface mas que tortas. ¡Noticié A mis padres la gran novedad!

Considera ahora la sorpresa de los políticos al llegar (para celebrar la boda) con mi futura y su parentela á la casa de tus abuelos, divisar el escu­do de armas en el frontis y enterarse de que era "na de las cinco de mas valia de las Baleares.

Se les descifró el enigma; aplaudieron el certe-1*0 plan; y hasta hoy hemos tenido la dicha de vi­vir como dos esposos esposados por amor, equiva­lente á... dichosos.

— ^ 1

Page 86: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 84 —

LA BARAJA.

Soy peor mal de peores, dando infortunio (1) doy suertes, (2) he causado muchas muertes y empobrecido señores compueslita de colores (3). Quien me ama, con un cirio (4) y yo, no siente martirio (5): ¿Qué otro recreo le hechiza, ni la hermosa mas castiza, tanto, (6) ni con mas delirio?

(1) AI que pierde su dinero. (2) Ai ganancioso. (3) Pintas. (4) Una luz y las cartas. (5) Pensando en el juego, prójimo suele haber, que no se acuer­

da ni de comer. (6) Nos fastidiamos hasta de permanecer muchas horas cortejando,

y no nos cansa estar una noche entera jugando. No murmures, lector, —Maeslriilo era el autorl—^puesde enamorado, bailarin, jugador, pre­sumido y loco, lodos hemos gozado un poco.

Page 87: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 85 —

Me regala la Marquesa

un cofre colmado ya

de redondos (1), que no espresa;

y cuanto mas Heno está

de ellos, menos él pesa

(^) Agujeros.

Page 88: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 8 6 —

FÁBULA RO FABULOSA.

Encontrándose cargada de pulgas una zorra, dijo á un lobo que halló espulgándoselas.

—Si me endozases 145, de las que te pican, aña­diéndolas á las mias, tendria entonces una mitad mas de las que á ti te quedarían.

—Trasládame tú 145 de las tuyas contestó el lobo, y quedaremos ambos con tantas el uno como el otro.

¿A cuánto ascendía, pues, el número de pulgas que criaba ella, y el total que alimentaba él?

ACLARACIÓN.

El lobo tenia 725 y la zorra 1.015. De lo que resultaba; que si el primero regalaba á

la segunda 145, añadiéndolas ésta á las 1.015, que ya tenia, compondría una suma de 1.160.

Y rebajando 145 de las 725 que llevaba el lobo, quedarían á éste un guarismo de 580, ó sea la mi­tad de 1.160, como efectivamente calculóla zorra, que no sería lerda en cuentas pulgonas.

Ni mal aritmético el lobo, pues realmente si la zorra le giraba 145 de sus 1.015, restarían á la mis­ma solo 870; igual cifra á que subirían las 725 pro-pías del lobo aumentándole las 145 de la zorra.

Page 89: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 87 —

FLQI m lEIIBIEIIi. o •>0-0 O-o-C-0<K>

Do no se respira alientas,

do que lodo es luto leo,

y tristeza, allí veo

que festivo traje ostentas;

do no hay ficción aparentas

alegria ¡ es dolorida!

Te doy vida mi querida

si te dejo en la muerte, (1)

y te mato ¡fatal suerte!

si te llevo (2) á la vida.

(í) Campo santo. (2) Si la corla.

Page 90: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 88 —

SÁBADO DE GLORIA. íst©&-«-

De centenares (1) de hermanos

el mas ruidoso soy;

sirvo de gloria á cristianos

cuando espanto á perros doy (2).

(1) Los 365 días del año. ¡2] Huyen espavoridos al oir el eslrépilo de los tiros.

Page 91: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 89 —

AGUA FRÍA VOMITANDO FUEGO.

Con mucho cuidado, y con un alfiler, se hace un pequeño agujero á un huevo en cualquiera de sus ^os puntos eslremos, por el cual se vaciará lodo el interior del mismo, hasta dejarlo bien hmpio. En­tonces se llenará de cal viva, de azufre y de alcan­for, con partes iguales de estos tres ingredientes. Tápese acto continuo con un poquito de cera el agujero que se formó.

En seguida se echará el huevo dentro de un le­brillo lleno de agua fresca, y esta arrojará fuego.

— - - ^ ^ ^ - —

12

Page 92: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— »0 -

EL MENDIGO.

Como la gente arguyo . y cual la gente imagino. como la gente camino y cual huye gente huyo; como la gente me instruyo ( i ) y cual gente pezca pezco, como gente á Dios ofrezco y siento cual gente siente, como la gente soy gente y cual la gente no parezco. (2)

(1) En doctrina ciísliana. (2) Hija, mira quién ilaiua á id puerta: Nadie, madre, un pobre.

Page 93: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 91 —

EL f RILLi • s^

A todos preparo el pan ,

me doy vida de Marqueses,

estoy tumbado once meses ' • ' i

cuando uno, arrastrado me han. (1)

i5=?c~^<55^

(M Mes de In triRa.

Page 94: El Brujo y la la Bruja en tertulia

ÍDOSlOVrALESSmClllIttA, NO CAUSAR LA MUERTE Á UNO QUE ASUSTABA.

En Vich, y en un gran edificio inhabitado por miedo de duendes nocturnos, alojaron dos soldados de caballería.

Se les apareció á media noche una fentasma en medio del aposento donde dormian, pronunciando ii¡ almas difuntas !n f

Pues, antes morir que perder la vida, le contes­tan los miniares; coge uno de ellos la carabina; dis­para, sale el tiro, mas óyense caer muertos los ba­lines al suelo, y una carcajada de la visión esclamar: «las balas me rechazan.^^

Descárgale el compañero una pistola, pero inú­tilmente; la misma operación é igual respuesta.

Toman entonces los sables; huye el bulto negro miedoso de las armas blancas; lo persiguen, alcan­zan y pide: ^^¡misericordia!, soy el tabernero de enfrente vuestro alojamiento.»

El era, y fué en efecto quien por fines particula­res mientras los alojados jugaban y bebian en su ca­sa, entró en la de ellos, descargó las armas de fuego, y tornó á cargarlas de la siguiente manera.

Page 95: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 9* — Primeramente introdujo unos cuantos granitos de

pólvora en la recámawdel q^ñopí y en seguida la Dala sobre ellos, y después éltefio del cartucho lo puso encima la bala; de forma, que el todo casi de *a pólvora quedaba encima del plomo y solo un po-^^yio, debajo de él. El estampido que produjo al íí'sparar fué grande (como naturalmente es,) pero '3s balas cayeron sm fuerza á un paso del fusil y pistola.

t)e modo> que-con unas armas cargejdas con tal invención, se puede tirar una persona al cuerpo mil escopetadas sin riesgo del pellejo.

í : . ' . • . .

Page 96: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 9* —

1 » ^ ^

En el cielo rae verás

que en la tierra no hallarás,

menos con ningún tunante;

del libre voy por delante

y de un servil detrás.

Á doncellas, dos toparás,

en casadas no me encuentro;

de Itálica estoy al centro;

sin mí no tendría sol,

punta, ni fin Liverpool.

Page 97: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 9 6 -

;4 AtM'iilS.'

Muchos de muchos partidos

por poderse conservar

frescos, gordos y lucidos,

la han dado en imitar

mi varial.... de coloridos.

Page 98: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 9v —

LAS TRES AliDáS Y LOS miEVB AMANTES.

Tenian tres novias una cantidad de higos, pero ni uno mas la una que la otra.

Acudieron sus nueve novios y todos las mendiga­ron de la fruta; ellas les dieron cuantos quisieron, empero tantos iguales cada una á cada uno; y aca­bada la dádiva vieron que cortejadas y cortejadores tenian todos en particular una idéntica suma de higos.

¿Cuál fué entonces el número primitivo que po-seian las Señoritas?

DEFINICIÓN.

Un total adecuado será doce: y suponiendo aho­ra que cada dama hubiese entregado un higo á cada galán, resultaria después de tal reparto, que cada una se habria quedado con tres, y montarían á otros tres los recogidos por cada uno de los pretendientes.

Las cifras veinte y cuatro, treinta y seis, cuarenta y ocho, etc. satisfacen también al presente problema, por que verificada la distribución, obtendrá cada nena y cada nene, seis, nueve, doce etc.

Page 99: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 97 —

EL RUIDO,

Espanto de enamorados

soy, y no hay quien me vea;

nada sin mi se menea

ni pueden ser fogueados

castillos, buques, soldados;

levantar su vuelo un tordo,

ir los marinos á bordo,

esparteristas gobernar...

carro y ínulas pasos dar,

¿Aun no me conoces? Sordo.

13

Page 100: El Brujo y la la Bruja en tertulia

EL CASAMIENTO.

i Por el majo ella obtener (1 ) MATRIMONIO.

(y él por obtener la maja (2 )

ciñen de muy rica faja (3 )

carne y hueso (4 ) sin cocer,

en señal de., hasta la (5) caja.

(1) Como esposo. (2) Como esposa. (3) Anillo de oro. (4) El dedo (5) Muerte.

Page 101: El Brujo y la la Bruja en tertulia

ÍÜSeO BE PHEIBAl <^-«^,iSíf^:s^-

Se tendrán jireparadas treinta y dos cartas de las de una baraja de que se hayan separado los cuatro doses, ireses, cuatros y cincos (total diez y seis); y á tres tertuliantes se les dará una al primero, dos I segundo y tres al tercero, y además se reparti-

''án tres prendas entre los mismos; y suponiendo que estas alhajas sean un Abanico, un Reloj y un Guante, convendrá, para mayor inteligencia, atener­os al estado nominal que á continuación se eslampa.

1. 2. 3. 5. 6. 7.

Abanico. Reloj. . Abanico. Reloj. . Guante.. Guante..

Reloj. . Abanico. Guante.. Guante.. Abanico. Reloj. .

Guante.. Guante.. Reloj. . Abanico. Reloj. . Abanico.

Ahora se darán á la persona que tiene el abanico ^na vez tantas cartas mas como tenga; dos veces mas ^^ que tenga el reloj, y cuatro al que tenga el guante.

Se toma el resto de las cartas, se cuentan, y del numero sobrante se sacan ocho, y por las que quedan 6 ha de adivinar. (Adivinado ya mirando los nú-

"fieros del estado.)-

Page 102: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 100 —

'^^AMfi^ffxfiJ

Mi ser por punto empezad,

que en un punto se termina,

y el que mi nombre adivina

solo dice una mitad.

Por desgraciado contad

quien con dos (i) no se remedia,

victima fue de tragedia (2),

que le prohibió correr.

Con una hembra puedo hacer

¡ milagro! mujer y media.

(1) Medias. (2) Amputación de alguna pierna.

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— 101 —

EL GALLQ.

Arriba sierra, abajo hoces (1)

y un almanaque mis voces (2);

como un gran Sultán impero (5)

donde el turco es estrangero (4).

\\op (1) Cresta y espolones. ''$'¿>tlj<"' (2) Cania en tiempo lluvioso. U^^'-~rj' \ (3) Rodeado de gallinas. V"'<.^ • («) En pais de cristianos. X ¿ ^ . ^

Page 104: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 102 —

HBTBR LA lAHO DENTRO DEL AC.UA, Y SACAR LOS DEDOS ENJUTOS.

Dentro de un vaso lleno de agua se introduce una moneda cualquiera, pero al tiempo de meter la mano se echa sobre la superficie del agua un poco de lycopodium en polvos, ó sea azufre vegetal; el cual, al instante en que se introducen los dedos, se une á la carne, y se percibe la frescura, empero no se mojan, ni tampoco quedan mojados los polvos que se habrán pegado á la mano; porque estos, al instante que se tocan, forman una especie de capa ó guante imperceptible en los dedos, y que tan lue­go como se sacudan al sacarlos del agua se cae en polvos, y la mano queda tan enjuta como estaba antes de meterla al agua.

Y para quien sabe poco, mucho parece brujería. Mirón habrá que se quedará como estaban un siglo atrás, con la boca abrida y los ojos ponidos, mi­rando achicharrar brujos

Page 105: El Brujo y la la Bruja en tertulia

103 —

Por un milagro tendréis

si cuatro son seis (1), auguro,

y no obstante es tan seguro

como dos y dos son seis:

y si de creerme habéis

que cuarenta, ocho advierto,

y lo mismo es esto cierto

cual cien mil siete son,

y solo cinco un millón;

quien no lo ve claro, tuerto.

( ' ) Letras.

Page 106: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— lOi —

LA CAMPANA.

Imito al republicano,

no entro en misa (1), á todos llamo:

Cuando un mortal enmudece (2 ) ,

mas mi triste canto crece.

•""^^^^^aZ^^^^^"""—

(1) Alude al de riñon cubierto que quedándose quieto en casa, procure se inquieten los que quedan al descubierto.

(2) Muere.

Page 107: El Brujo y la la Bruja en tertulia

108 —

PARA QUE NO PUEDAN PASAR COCHES, CARROS, NI CABALLERÍAS POR EL SITIO QUE NO SE QUIERA

QUE PASEN. —-o-<>-0H>-<>-0-0-0*<

Admiróse una negrita en Cuba de que esparra­maran muchas cargas de arena al frente y lados de *a casa de un enfermo; y la enteraron deque era con ^ objeto de impedir el ruido que ocasionaban en su tránsito los carruages.

No quiso la esclava (no de Jesucristo, pero si de un cristiano) tomarse tanto trabajo cuando enfermó su amo, comprador y poseedor, sino que solamen­te, y de un modo disimulado, dejó oculta y somera-ínente enterrada delante la puerta de su morada y 6n mitad de la calle, una tira de pellejo de lobo.

AI percibir á muchos pasos de distancia tan gra­to olfato las caballerias, retrocedian espantadas, y ' i á latigazos queria ninguna trepar la tramposa li­nea. Es probado.

14

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f 1 'WÉMMm. - ^ e í 3 = - —

Vale mas que no la España la cuna (4) do vi el sol, yo menos (^) que un español (3) por pasar en tierra eslraña: Sin mi, inútil es la maña, y santo el que alegre esté (4). Grande el destino me fué, pues con nombre bautizaron del que tronos vacilaron cuando él (5) movió el pié.

(1) Francia, como nación de primer orden. (2) 19 reales. (3) 20 Ídem. (4) Sin arjan. í S) Napoleón 1."

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— l O T

Á UNA EQUIVOGAGIOn. ^-FiSTii^^í^^-

En lugar de Lucar, Laca

y en vez de Gómez, gamos:

No lo definamos claro

que es turvio, y la empringamos.

— * ^ ^ - —

Page 110: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 108 —

PENSiR UNA PERSONA EL PENSAMIENTO DE OTRA.

Para acertar el número que un sugeto tome en la imaginación, se le prevendrá que disminuya uno del total que ha pensado, y luego que duplique el resto: Hecho esto, segunda vez quitará otro número, y efectuado se le mandará que añada la suma que él pensó; y finalmente, se le preguntará que cantidad importa esta adición; y se añaden tres mas, sin que los espectadores lo conozcan, para que asi no entien­dan la operación. Y la tercera parle de esta cantidad será infaliblemente el número pensado

SOLUCIÓN.

Supóngase que dicho número pensado es 5, qui­tando i quedan 4: el doble forma 8, y disminuido 1 restan 7, y agregando á esta suma el número ima­ginado, ó sea 5, compone un total de 1^, y aumen­tando 3 ascenderán á 15, cuya tercera parte es 5, y de consiguiente el primitivo número pensado.

Este entretenimiento puede diferenciarse de mu­chas maneras, si en lugar de duplicar el número que pensaron, luego de disminuir la unidad, se ordena triplicarlo; y en este caso haciendo quitar igualmen­te la unidad de este triple, y aumentar el número ima­ginado, será necesario añadir 4, y la cuarta parte del total que arroje la operación, será el número que pensó el espectador.

Page 111: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 109 —

h& MOffiA.

Blanco (1) fué mi nacimiento,

y no gustándome el color,

muy niño toqué el tambor

de verdes (2) al Regimiento;

mas después á paso lento

de bandera deserté

y la juventud pasé

al partido colorado (3),

y en mi vejez filiado

con los negritos (4) me hé.

(1) Blanca es la primera flor de la morera. (3) Verdes las moras, estando en agraz. (3) Rojas cuando van madorándose. ( i ) Y negras, cuando han sazonado.

Page 112: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— lío —

Muchos ven como se esconde

dentro del muerto (i) un vivo (2),

y aun no sabrán en dónde

si yo no se lo describo.

(1) La especie de capa de ceniza qse va formando a«a brasa en­cendida.

(2) La lumbre que va quedand« eoc«bierta es el centro.

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~ Itl -

EL ElVEniGO DE HACER DE DOS COSAS BUENAS U>'A MALA. (*)

— o ^ Q ^ e s — - —

Este contrario declarado de los taberneros, (pues declara cuando el vino está casado con agua), es ia madera hiedra llamada; de cuyo tronco se cons­truirá un vasito, y siempre que se eche dentro del mismo agua con vino casada, el vino se quedará en el vaso como su lugar propio, y el agua, como de sitio ageno, saldrá á escape murmuiando á los be­bedores: No os guste agua con vino, al precio de vino sin agua.

-mM

( ) El agua es bueoa; el vino es bueno, pero vino-aguado es malo.

Page 114: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 112 —

— ! > ^

Dentro encierro el metal

mejor, blanco y amarillo,

\ imanes de Don Mortal!

dos veces por un portillo

salgo de ojo natural.

Mucho has de discurrir

para quien soy acertar;

uno solo me puede abrir

y nadie del mundo cerrar.

Page 115: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 113 —

EL HtfMO;

Me dá una madre (i) el pecho

que antes que ella haya nacido (2),

yo, su hijo, ya soy ido

y un tan gran guante hecho

que tengo el cielo por techo.

^ s 3 S ^ @ 8 & -

(1) La Itoiubre.ii (2) £sié:e*eaidida.

15

Page 116: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— tu —

PARA P EVITEN LOS MUElIfOS E L M A T A R S E LOS V I V O S

En Ciení'uegos (ultramar) tuvo lugar un desafio con pistola á i5 (»ásos de distancia entre dos fun­cionarios públicos; naturales, el uno de la Habana y el otro de Madriti. Este hirió del btazo á aquel, y aplazaron la pelea hasta curar la .... rama para en­tonces derribar el..... tronco.

Sanó el americano, y fijo como negativa al men­digo, cruzó el ífimensó j^élágo y encaróse con el madrileño para cumplir la sangrienta honorífi­ca cita.

Nombran nuevos padrinos; estos ponen en juego mil empeños para impedir el delito mas grande ¡derramar sangre! pero, en vano. Los dos muy acaudalados, muy reputados, muy eslimados, y con muchos hijos dotados, afirman que, no pue­den vivir á gusto, si no se matan el uno al otro.

Viendo tan decidido amor al prójimo, interponen ios testigos del duelo un pacto antes de llevarlo á cabo; y contestan los rivales, que aceptarán cual­quiera, menos el de privarles la muerl«.

Page 117: El Brujo y la la Bruja en tertulia

CONDICIÓN.

LOS DOS ENOJAUOS, ANTES DE ESTERMINARSE DEBERÁN:

i." Ayunar desde las doce del dia anterior al en que. sin juicio, se sallen los sesos.

2." En la siguiente mañana, asistir á la primar misa con la devoción ¡última!, y confesarse luego como para comparecer pronto en el cielo delante del manso Cordero, que siendo acosado, ultríyado, bofeteado, azotado, espinado, lancetado y sentjen-ciado, no fué vengativo (1) en la tierra,

3.° Desde el Templo, encaminarse al hospital, y contemplar á todos los enfermos.

4." Desde allí, ir directamente cada cual á uno de los Cementerios y pasearse por dentro, tres ho­ras, solos.

5.° Y salir del Campo Santo con propios pies para, apropiarse por propia mano las justicias divina y humana, desfigurarse la figura y volver á entrar en pies ágenos.

Dos papeletas, conteniendo literalmente dichas

(1) Enclavado en la cruz, desnudo y agonizante, pero lleno de caridad y amor no buscó venganza, no pidió justicia, ni quiso castigo, .sino misericordia, para sus verdugos, esclamaado; Padre, perdonad á estos que me han crucificado: Pater dimitte illis.

Page 118: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 116 — obligaciones , fueron entregadas á los terribles ene­migos, y las cumplieron cristiana y caballerosn-menle.

Desde el fossá marcharon los ejecutores á reu­nirse al sitio designado para dejarse en el sitio; y á su arribo les interrogaron los padrinos.

—¡Dos puntos entre dos eternidades! hombres desalmados con alma! ¿No os ha dicho nada el co­razón?

Por toda respuesta arrojaron las armas, y en se­ñal de paz se humillaron, se ennoblecieron, se abra­zaron y se perdonaron.

¡La calma de la mansión de los difuntos, había amortiguado ya el furor de los vivientes!

Page 119: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— t n

Por causa de mi Ghicuelo (1) un Hombre (2) fué al suplicio (5), mil han perdido el juicio (4) y otros entrarán al cielo (5). Soy Rey arbitro (6) en el suelo, y por mi, con incomodo, hasta al oro dais de codo (7) ¡siendo cosa tan amada! Do no estoy (8), no busquéis nada (9); donde esté, lo hallaréis todo (10).

(1) Alude á Cupido y al amor. (2) Dios Hombre. (3) Por amor á los hombres. (4) De puro enamorados. (8) Por su <!.amor al prójimo, ^y ( 8 ) El amor reina sin ley. ( 7 ) Lo desprecian los que aprecian. (8) No haya amor. ( 9 ) Sino garduñas (10) Menos avariciosos.

Page 120: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— t l 8 —

A nosotros (i), á una lancha (2).

y al Mamíheguito (3) sin mancha

se nos guarda, como un duro,

para el éstremo apuro.

(1) /'las ocasiones. (i) Para] los naufragios. (3) las revueltas.

Page 121: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 119 —

CONOCIMIENTO PARA CONOCER LO DESCONOCIDO.

Se indicará á tres concurrentes que elijan tres cartas de la baraja, no permitiendo que tiinguaa olra persona las vea; y no obstante, puede acertar el ju­gador las que hayan escogido * procediendo del mo­do que á continuación se esplica. <

Será condición indispensable que el total de las cartas elegidas no esceda de nueve, y á cuyo fm se habrán escluido ya de los naipes las doce figur»s*, presentando todas las treinta y seis cartas restantes; advirtiendo qtie el as se contará por uno, y éü dos al niieve por sus correspondientes números.

Verificado lo cual, se mandará á la pnmera per­sona délas tiiesqtie escogieron cartas, que dóblela pttnt-és de una de las su^as, y además auttiente uno*: se hará multiplicar este total por citwo se'ágregíiM-rán los puntos de la segunda carta, y después se añadirá uno; también habrá que doblar esta suma, y seguidamente multiplicarla otra vez por cinco. En­tonces se aumentará al producto el número de los puntos que contenga la carta tercera.

Pregúntese ahora que suma arroja esta última adiccion, y de la que sea, se han de quitar cincuenta

Page 122: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 120 — y cinco números; y por consecuencia precisa resul­tará un restante compuesto de tres cifras, las que representarán el número idéntico de los puntos de cada carta.

ACLARACIÓN.

Demos por supuesto, que tres, cuatro y siete fue­ron los números de las cartas que escogió la tertu­lia. Doblar el tres, que es la carta que eligifj la pri­mera persona: tres y tres, dan seis, y uno añadido son siete; que multiplicados por cinco compondrán treinta y cinco; y aumentando cuatro por la segun­da carta, serán treinta y nueve, los que doblados importarán setenta y ocho; los cuales multiplicándo­los por cinco ascenderán á trescientos noventa y cinco, y aftadiendo ahora siete (que son los punios de la carta tercera ) sumarán cuatrocieotos dos: Quitando de estos, cincuenta y cinco, quedarán tres­cientos cuarenta y siete, que son los puntos de las tres cartas, como se especificó ya, es sea -3-4-7- .

Page 123: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 121 —

EL ESPEJO.

Ries?, yo rio al instante;

si tu lloras, también lloro

y si te presentas moro

cata á mi con turbante:

si me muestras buen semblante,

bueno el mió; acordes vamos:

á la par nos enmendamos (4)

tenemos igual presencia (2),

mas si manchas tu conciencia

ya los dos no confrontamos.

(1) CoiiipoDen á un mismo tiempo las fallas. (2 ) Idénlica fisonomía.

16

Page 124: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 122 —

—rf^AA^>

Al cristiano (y al que no) enamora

mi aquel (1), donde quiera lo vieren;

varones y hembras por el se mueren (2).

el judio, y el que no, lo adora (3),

y ni galos, ni perros lo quieren.

(1) Buslo ó cara. (2) Se afanan. {'i) ¿Habrá Sanio con mas devotos?

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— 123 —

CRISTIANOS Y MARRUECOS. -»>ii>-s>fi5'5^^^(-<n

En un bergantín austríaco iban de viajeros quince soldados mahometanos y otros quince romanos, y además un respectivo Gefe por cada división.

Una tempestad aterradcíra hizo perder el rumbo al buque, y al fin escasear los víveres.

El Comandante propuso que, antes que morir to­dos de hambre, era mejor arrojar la mitad de los militares al mar (1).

Enterados los uniformados, en fuerza de la ne­cesidad, se conformaron á ser sorteados; y lo efec­tuó del modo siguiente el Capitán de los catóhcos.

Formó á los 30 subordinados, de esta suerte

, ( ^ . « ^ + ^ e ^ <j c

^ > ^ ^ ^

o' La C. indica " s cristianos, ^ e y la M. moros. • ^ C5

.O b 0 • ^

ft/ 0/ 0 ui - " "

(1) Siempre quiebra la soga por lo mas apaleado.

Page 126: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 124 — Les advirtió que al que locase el número 9 se­

ria tirado al hondo, y empezó á contar desde la-j-, ó sea por el primer cristiano; dando por resultado lo que él se habia propuesto, salvar á los suyos, qui­tando del círculo á los enemigos de Dios, pues á los moros solamente tocó el 9 siguiendo la conta­bilidad hasta estinguirlos.

Fácilmente se puede preparar dicho círculo ó cua­dro, por medio de estas palabras

POPULEAM VIRGAM MATER,

REGINA FEREBAT,

é insiguiendo el orden de las vocales á, é, i. ó, ú; de modo, que la primer sílaba po-esiá en 4* lu­gar, ó sea, á, é, i, ó; coloqúense, pues, cuatro nú­meros y titúlense cristianos: puse halla en 5,', pón­ganse seguidamente cinco moros: le-en 2.°, dos cristianos: am-en\', un moro; y alternando y con­tando asi sucesivamente hasta concluir las vocales de la indicada oración, aparecerán en circulo 15 cris­tianos y 15 marruecos, y únicamente á los segundos tocarán los números nueves.

Page 127: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 125 —

u mmii \ ü mmÉMu. —'--<fc>--iíf s) j

Bien deshermanadamente

con dos hermanas topamos,

una que modesta hallamos

y otra descaradamente:

una muy corla de frente,

otra de larga no vale.

Contrarias, dale que dale,

paz entre ellas ¿quién encuentra?

Si una sale (1) ya no (2) entra,

si otra entra (3), ya no sale (4).

(1) Si la vergüenza se vá, (2) No torna mas. (3) Si la desvergüenza viene. (4) Se qaeda, como devergonzada.

Page 128: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 126

'% B i l l

Mi escepcion no te asombre;

Dios de todo es Criador

menos de mi, que el hombre

me creó y dio con dolor (1)

nuevo ser (2) y otro nombre (3).

— = ^ —

(1) Ai caparlo. (2) Antes era toro. (3 ) Después nómbranle buey.

Page 129: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 127 —

PERSONAS y PRENDAS

Designemos* para la ejecución de este juego una onza, un duro y una pésela, á cuyas tres piezas se les dará respectivamente el nombre de R. S. T., é idéntico á los tres espectadores que se elijan para hacerles tomar á cada uno una de dichas monedas,

La peseta, el duro y la onza pueden variarse con otra clase de dinero, ó en su lugar destinar tres flo­res, tres dulces, tres alhajas etc., pero los dichos espectadores no podrán cambiarse después de nom­brados; es decir, deberán conservar el propio orden en que se hallaban cuando se les tituló con R. S. T.

Tendrá el que practique el juego preparadas vein­te y cuatro fichas, y dará una de ellas á la perso­na R., dos ala persona S., y tres á la persona T.; dejando luego encima de una mesa las diez y ocho fichas que le quedarán.

Se marchará, entonces, á un sitio oculto, y desde allí mandará al espectador que tomó la onza, que coja otras tantas fichas como las que ya tiene; al es­pectador que tenga el duro, que tome también un

Page 130: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 128 — doble de las que le dieron; y al espectador á quien se dio la peseta, que se apropie igualmente del cuadruplo mas de fichas de las que posee.

Efectuado esto, saldrá el jugador de su escon­dite, se arrimará á la mesa y verá que no han que­dado mas que una, dos, tres, cinco, seis ó siete fi­chas; las que será preciso entonces referir á las sí* labas siguientes:

1 2 3 5 6 7 Par fer-Cesar-jadis-devint-si grand-prince.

Page 131: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 129

II Mi® J lá allá.

Vivo, es vivo á palos (1), y de muerto, atado fuerte (2), dánle estocadas (5) de muerte y mil golpes (4) por alhagos. El echa abajo los malos (5), y los buenos (6) salva arriba , que en esta, elección estriba su limpieza en este Valle. Quien lo conozca, que calle, y el que no lo sepa, es-criba.

(1) Alude al burro. m) ídem al pellejo. (3) ídem á cuando lo agujerean. { 4) ídem al cedazo cerniendo. (B) Paja, arena, polvo ele. (6) Granos.

n

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— 130 —

EL MELOCOTOIV. •saoe^^

Unos me contemplan (1),

otros van tentando (2);

lodos me aborrecen (3),

al medio (4) en llegando.

(1) Los niños á la fruta. (2) Los posilivos por si no está madura. (3) Tiran. ( í ) Al pinyoi

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— 131 —

SUMAR SIN VER LOS SUMANDOS, Ó SEA TOTALIZAR SIN CONTAR.

Partiendo del principio que Pedro sea quien haga el juego, y Juan el espectador; aquel mandará á és­te que estiendaá su libertad cualquier cantidad, gran­de ó pequeña; y después, debajo del renglón que ha­ya estampado Juan, escribirá otro Pedro con tantas unidades como formará Juan; cuidando, empero, al practicarlo, de que completen solo nueve cada cifra del renglón de arnba con su perpendicular de abajo. Ejemplo.

Si puso Juan 5. 9. % 7. 5. 8. 4. 0. i . Pedro pondrá 6 0. 7. 2. 4. i . 5. 9. 8.

Iguales á 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9. 9.

Sabiendo ya Pedro, que cada dos parciales as­cienden á nueve, no necesitará sumarlos, y si, sola­mente contar las unidades que contenga el primer renglón de la cuenta, pues si esta constase de diez renglones de guarismos, comprenderá que solo im­portan los números de cada columna, cinco veces nueve. Y suponiendo igualmente que de quince uni-

Page 134: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 1 3 Í — dades constase el primer renglón, sacará el total de la cuenta sin sumarla ni ver ninguna cifra, dicien­do: cinco por 9 son 45, llevo 4 etc., y de consi­guiente á los otros catorce sumandos pondrá 9 por debajo de cada uno, y al final de la izquierda, anota­rá los 4 que lleva.

Aun que se pueden formar indistintamente mil cuentas, sirva de modelo la siguiente por estar ade­cuada á la antedicha esplicacion.

3. 6.4.0. 8.9. 9. \. 1. 0. 7. 8. 4. 5.2. 6. 5. 5. 9. 1. 0.0.8. 8. 3. 2. 1. 5. 4. 7. 4. 8. 0.0. 6. 1.5. 4.9.9. 1.2.8.7. 4. 8. 1.9. 9. 3. 8. 4.5. 0.0. 8. 7. 1.2.5. 7. 4. 1.0. 2. 3.5. 4.8. 1. 2.6. 3. 3. 3. 2. 5. 8. 9. 7. 6. 4. 5. 1. 8. 7. 3. 6. 6. 6. 5.4. 3.2. 1. 9.0. 4 .2 .2 . 2. 4.8. 7.9. 4. 5 .6 .7 .8 . 0.9. 5. 7. 7. 7. 5. 1. 2 .0 . 8 .0 .0 . 0. 4 5. 5.5. 9. 9 .9 3.2. 1. 1. 1. 9. 9. 9. 5. 4. 4. 4. 0. 0. 0. 6. 7. 8. 8.

Total. 4. 9 9 9. 9 9 9. 9 9 9. 9 9 9. 9 9 5.

En esta cuenta los renglones resultan pares; pero cuando se quiera que concluyan en nones (para di­ferenciar el juego), Pedro no añadirá ningún núme­ro al último renglón que inscriba Juan; y mirando Pedro solamente este renglón podrá totalizar to*dos los demás; porque suponiendo que sean seis, ya sabe

Page 135: El Brujo y la la Bruja en tertulia

~ t a s ­que importan 3 veces 9; y por lo tanto, aumentará 27 ácada cifra de la final cantiilad j)ue(&la por Juan.

9.

EN PRÁCTICA.

Juan 4 . 8 . 1 . 6 . 7 . 0 . 4 . 8 . 9 . 1 . 2 . 1 Pedro 5.1 8 .5 .2 .9 5 .1 .0 8.7. Juan 3 . 8 0 . 0 . 4 . 6 . 4 . 8 . 9 . 9 . 4 9 Pedro 6 . 1 . 9 . 9 . 5 . 3 . 5 . 1 . 0 . 0 . 5 . Juan 4 . 8 . 6 . 7 . 5 2. &. 0. 4. 4. 4, , 9 Pedro 5 . 1 . 3 . 2 . 6 . 7 . 4 . 9 . 5 . 5 . 5 . ) —

Juan l . , 3 . 5 . 4 . 2 . 6 . 9 ^ 8 ^ I _ 5 . ^

Suma. 3 1 3 .5 4 2. 6 9 8. 7 5 1.

Y se suma con mucha rapidez, por que escep-to el primer número de 1a derecha, y el que se lleva I la izquierda, lodos los demás del centro resultan ser idénticos con los del último renglón que anote Juan.

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— 134 —

LA CEBOLLA. — —^^ywfiiftA/v^

Mi gracia entra empringando (1), ó se sale con la olla (2). Con cuchillo (no es embrolla) mientras me va escuartizando (3), mi verdugo está llorando. Yo pico (4) al que me muerde por que del hecho se acuerde. Se asemeja nmcho con enamoradito viejón mi testa (5) blanca y cola (6) verde.

(1 ) Cebo-(2) -Olla. (3) Trinchando. (i) Escuece. (K) Raíces bianquesiinas (6) Tallos verdosos.

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— 135 —

ui A« DE mm. -»-«3C)e&-«-

Soy la ella mas brutal (1),

y de honor corono á cien;

de aquel que hace mas mal (2)

publico que ha hecho mas bien (3);

y dánle premio (4) y parabién (5).

-<ss@@:gs=-

f1] De las fuezas brutas. (2) Mas niortandacl. (3) Que se ha portado como un héroe, (4) Aceosos. (5) Y las gracias.

Page 138: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— IM —

MAAA PARA COMER UN MANJAR TAPADO, SIN ALZAR LA TAPADERA.

Debajo de un sombrero, plato, jicara, ó embudo, depositará, el jugador á vista de los espectadores una miaja de pan, ó una almendra etc. etc , y les insi­nuará que, sin tocar él con las manos ni con nada mas, la cosa que esté cubriendo á dicha almendra ó pan, se determina á comérsela en presencia de la sociedad.

Llegado ya el caso de efectuarlo, empezará hacien­do como que está mascando y sorviéndo algo sobre la punta del embudo, copa del sombrero, suelo del plato ó jicara* pero sin que toque con los labios á ninguno de dichos instrumentos, sea cualquiera el que tape al comestible, aparentando de este modo el que haga el juego, que principia á comer lo que está encubierto; y después dirá:—Indaguen W. aho­ra, si les engañé ó no.

Siempre habrá algún impremeditado curioso que acto continuo levante lo que escondia la golosina: el jugador, la tomará entonces con presteza, se la co­merá y añad¡rá:-¿Qué tal? ¿Han visto como en ver­dad sin tocar yo absolutamente la cubierta, única condición que establecí, he comido ya lo qíie es­taba debajo de ella?

Page 139: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 137 —

• • ^ > 9 «

Aquí descansa el hijo,

aqui descansa la madre,

aqui descansa la hija,

aquí descansa el padre;

aquí descansa la hermana,

aquí descansa el hermano,

aqui descansa la mujer,

aquí descansa el marido,

y no son no mas que tres

para incansable adivino.

18

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— 1 3 8 -

CANDIL.

Tamaño como una pera.

y hago la sombra de un burro.

Que me miren con quimera

novios habrá, yo discurro,

y novias también creyera.

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139

PARA COMER DULCES DE VALDIVIESO, BEBER COPAS DE VALDIVIA, Y FUMAR PUROS DE VALDEPEÑAS.

—«-«ase»*—-

^iSitjes y San Juan de 1840 (i).»

«MÚSICA.»

«Si el buen dia te regalo ¿no será vana quimera? ¿puedes tener ni uno malo soltero, sin compañera?»

«Todos los Juanes son buenos, hasta ellas... lo afirmarán; sé, pues, lo que eres, á menos de que no te llames Juan.»

«Darte la hembra (2), quisiera hoy poder, que dá amarguras como una mujer; mas..., jdi tanto! que ya el dar encierro en Santos, pascuas, boda, entierro.»

(i) A los aficionados á dar felicitaciones para que les d(!n turrones, i el brujo esta copia, de antiguo original. (2) «Diadema.»

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— 140 —

«CUMQUIBUS»

<*Amich Sama preparad (1) dobblas para mi agasajo, y abjulivert sal y ajo un molió de San Colgat, dos cesters del Priorat, tres butifarras de Vich; ¿ensalada? ni un pasich, perdices, anechs y pavos, jamones, cunüls y nabos de pescados mil y pich.^^

«En adop, cuart de ternera y un reguitsell de gallos, farsiment, pichones, callos, porch xinglá una caldera; de quesos, media panera, licores á tutiplé. íNof cataré, ab bona fé paisiins, cois ni fasols j Las sirvientas com uns sois; orquesta, llamins, café.»

(1) «Sube á dalt y baixa trigo.»

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—111 —

«En fin, Á id JDuque - Marfué».meu » «¿Mat/ tant, vas refunfúnyantfyy

Donchs sea

«un adarme de ) /amistad (1) corriente, dos tomines de..... .|mucha!opinÍQn (2) vigente, tres escrúpulos de...) (devoción(3)presente.»

n¿ Ves en que vino á paf af mi pedir sin ton, son, tino? y si me llego á enfadar, tu San Juan te he de dar por u n — patricó de vino.»

-' *<Mii <(ae y a á h teéta •' se me encasqueta el humo: á vei* si presto seiafpresi'á para purCfir la fie^a, ,: un puro, sino...no fumo.»

"Sr. D. Juan Sama y Marti en Villanueva y Gellrú.»

( í ) «La pell.» ( í ) «Alias, sopaboba.» (.3) «A Iliuras, sous, dinés.»

Page 144: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 142 —

g& mk'^@<

Robo á diestra y siniestra;

á mí uña no fiáis cero,

y porque persigo al ratero (4),

solo me dais la menestra (2)

y morada en casa vuestra.

Hombre, si librar bien quieres

donde quiera que estuvieres,

que riq Juegues, yo te digo,

con la justicia y conmigo (5),

con los ricos, y mujeres.

(1) A los ratones. (2) Manolencion. (3) Con gatos.

Page 145: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 143

DOHA MBAllGIi. -•^\A/^^Í8i»W«^

A lo que un sabio temió,

yo, una tonta, no he temido:

dos amantilos y yo

somos lo mas atrevido.

¿Qué, á malicia, me ganó?

—=^^M-

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— lii —

ENTRJUI T SALIR POR DONDE iSO SE PUEDA SALIR NI ENTRAR.

Se toma un medio pliego de papel, y en su cen­tro se abren con unas tijeras tres huecos (del largo que acomode), en la forma aquí figurada.

, • < -w^ A< •« 8 s O

H •< H ts e a S 3

o

ae

HUECO 3.

En esta disposición se pasa un hilo ó cordón, que entrando por los huecos i." y 2.", abrace la colum-

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— 145 — na de papel, y cuyos dos cabos salgan por el hueco 3.° a la parte delantera del medio pliego, según se demuestra á continuación.

r ni

Puntas del hilo.

Resta advertir que lo representan las rallas de dos lineas (1). Ahora es cuando en cada uno de sus es-

(1) Conceptuando el Brujo que con estos juegos se eDlretendián par-licularnientclosjovencitos, para su mejor inteligencia, repite tanto las es-plicaciones que imita lo de aquel célebre pintor: o para que nadie sr eqvmoqw, este e» el perro, y $sk es san Roque.i>

19

Page 148: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 146 — Iremos hay que atar una bala ó moneda de mayor di-mención que ei ancho del antedicho hueco 3.°, á fin de que no puedan pasar por él.

Así las cosas, se apuesta á los tertuliantes, á que no estraerán las dos balas por ninguno de los tres es-presados agujeros, sin desatarlas ni romper el papel ni el hilo. Por mucho que lo prud)en no podrán con­seguirlo sino del modo que se vdj á esplicar.

Se coje la antedicha columna (je papel, y hundién­dola hacia atrás, se irá doblando al propio tiempo el medio pliego para ayudar á la operación: la parte ba­ja de la columna doblada, se va introduciendo por el hueco 3 °. haciéndola pasar por el centro de ambos remates del hilo. Tan luego como asome por la cara de delante (al irla introduciendo por el respaldo) di­cha columna, se estirará con los dedos poco á poco hasta que haya sobresalido (en forma de arco) lo su­ficiente para que por dentro de él pueda pasar cómo­damente una de las balas; y entonces es cuando que­da finido el juego, cogiendo efectivamente la bala de la derecha, y trasladándola por el medio del arco á unirse con la de la izquierda; hecho lo cual, como por efecto del arco hundido dentro del hueco 5.°, aparece doblado todo el papel, vuélvase á desdoblar, y escapando el arco, quedarán fuera de los tres hue­cos las dos balas juntamente con el hilo en que están atadas, y el medio pliego de papel sin la menor rotura.

Entonces también se podria proponer que no las introducirían en el sitio en que eslaban antes, y con

Page 149: El Brujo y la la Bruja en tertulia

~ l i l ­las mismas condiciones. Parecería mas difícil y se­ría mas fácil, por que *áe la manera ert que dejamos el arco formado por la columna de papel al tiempo de internar en él una bala, para que quedasen afue­ra las dos; estando en esta misma disposición, digo, se haría pasar por el centro del arco una de las ba­las al otro lado, se aplanaría después el pliego de papel volvería éste á su estado natural, quedarían los dos proyectiles metidos en los huecos 1.° y 2.", abra­zaría el hilo la columna intermedia y saldrían las pun­tas de aquel con las balas por el hueco 3.'

Para verificar esta segunda apuesta, es lo mas ade­cuado presentar un par de cerezas (en vez de balas) que estén unidas por su tronquito (en lugar de hilo )

-<SS^@8S>

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— 148 —

EL ARROYO.

De los que avanzan soy

(sin atrás volver la vista)

un natural progresista,

y mas mañana que hoy.

Brincando v saltando vov.

á mi mamita (i) á besar:

¡ cuántas vueltas me hace dar

antes! sin alas ni patas.

Parezco á algunas beatas

en el continuo murmurar.

' 1 ) La mar.

Page 151: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 149 —

IL P@1BI«M,

A que por Dios (1), un dios fi) soy

ya todo dios (3) no replica:

Lo que ningún dios se esplica (4)

que huya el fíelalo (5) de hoy

cuando dios por Dios supHca (6).

— = s s ^ @ 8 & —

(1) Crmdor de todo. (2) Por—dios—fcro, (3) Término vulgar, eqaivatenle ft todo el mundo: todoMcHa: todo

nicho vñietUe, ele. [i) Enlieode.

(0) kinoBO*.

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— 150 —

GOATRO CQBQIAS.

SEPARAli LOS REYES DE LA BARAJA , Y VOLVER Á APARECER JUNTOS SIN TOCAR MAS LAS CARTAS (DESPUES DE

L\ SEPARACIÓN) LA PERSONA QUE HAGA EL JUEGO.

El prodigio consiste principalmente en un poco de agilidad de dedos.

Al final de una baraja, y en su parte baja, se colo­carán los reyes reunidos y abiertos entre sí en for­ma de abanico; en cuya posición se dirá á los miro­nes. .' .'•[.• • ' • :•

—Véanlos, W. aqui juntos. Y acto continuo de haberlos demostrado se vol­

verán á poner todos los naipes pinta á tierra, y de consiguiente debajo de ellos quedarán las antedichas cuatro figuras. Entonces, el jugador continuará su faena obrando y hablando asi

—Pues, para separarlos completamente, pondre­mos este arriba:—(Y efectivamente estraerá la pri­mer carta de abajo y la enseñará á iodos, porque se­rá uno de los reyes, el cual depositará encima de to­das las demás cartas).—I^ste otro rey lo mete^énaos en el medio de la baraja para desunirlos totalmente: (Pero esta segunda carta ni la tercera siguiente, ya

Page 153: El Brujo y la la Bruja en tertulia

—151 — no las enseñará á nadie.)—Y este que queda, lo se­pultaremos también in .s abalo, á fin de divorciarlos mas bien, etc.

Dirigiéndose en este estado á cualquiera de los tertuliantes, y dejando los naipes sobre la mesa, pro­seguirá.

—Corle V., ahora, por dónde guste. —(Y final-mente)-^Miren W. mismos si SS. MM. están reuni­dos etc.

En efecto, juntos se hallarán El secreto dimana de colocar al principio del jue­

go, y detrás del último de los reyes, ó sea el prime­ro de abajo, dos cartas que no sean figuras, ajustán-dolas perfectamente al respaldo de aquel rey, para que no se perciban al dar vueltas veloces el juga­dor con la baraja al tiempo de manifestarlos á los espectadores del círculo; y asi, infaliblemente el pri­mero que saque y les enseñe será uno de los re­yes, pero los otros dos naipes sucesivos, que sin vol­ver pinta al cielo intercalará en el centro de las de-mas cartas, serán las dos intrusas; y de esta confor­midad, quedando tres magestades abajo y una en­cima, alcen por dondequiera, al juntarse las dos divisiones de la baraja, el rey que se puso arriba se unirá con los tres que quedaron abajo.

Page 154: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 152 —

^l-@^@ «I

En Castilla soy el ojo (i),

y un árbol {'i) en Cataluña;

enemigo de la uña

y de los cuernos (5) no flojo.

A mi víctima me arrojo

como una fiera insana;

me alimenta sangre humana,

bébola y vierto á traición:

mas si me prenden, perdón

de darme, á nadie da gana.

(1 ) Ojo. (2) Pi. (3) Alude á los peines de asta.

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— 1B8 —

.or-T?r-*'.''=3^

, n '•••• • ^ - ^ / r - . - • • • :

Arman los fríos (i), Sevino,

en boca del calentón (2)

un continuo remolino

de incesante quila (5) y pon (4),

cada cual á su deslino

(1) Bollos de masa. (2} Horno encendido. (3) Panes cocidos. ('*) Ídem crudos.

20

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— 434 —

CUENTA T CUENTO.

HACER QUE DE 1 9 PESETAS, GASTANDO UNA, QUEDEN 2 0 ;

Y QUE AGREGANDO UNA PESETA Á 2 0

APAREZCAN SOLAMENTE 1 9 .

-•y-tsSU^

Cierto romano remitió á un fraile, con una cuen­ta por escrito, diez y nueve(4) pesetas que le adeu­daba; mas el conductor le quitó una de en medio (2) por el camino, y llegó muy temeroso ante el acree­dor religioso, á quien entregó 4 rs. menos; pero este, al ver las cifras del papel, sin contar el metá­lico, le dijo:

—Toma esta peseta que sobra, pues dice tu señor que me manda 20, y eran únicamente 19 las que me adeudaba. El sirviente, que era lego y simplemen­te conocía las unidades, se hizo cruces de estrañeza.

En otra ocasión, el mismo amo mandó por el pro­pio criado veinte (5) pesetas al mencionado clérigo; y acusándole la conciencia al mozo el hurto cometido en la primera remesa, quiso cubrir su culpa sin des-

(1) XIX. (2) Raspó el I de enlrc las dos XX. (3) XX.

Page 157: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 158 — cubrirse reo, y entre las veinte pesetas (1) introdujo otra extrayéndola de su bolsillo particular. No obs­tante esto, quedó estupefacto oyendo al sacerdote exclamar al observar el numerario, sin reparar el efectivo.

—Aqui falta una peseta, pues solamente 19 dice que me remite tu dueño, cuando son ^0 las que me ha de pagar.

El portador la satisfizo en el acto sin replicar pa­labra, creyendo ver en este, para él milagro, la ma­no de Dios; y ajusticia tuvo que, si cuando entregó cuatro reales de menos le dieron aun cuatro mas, cuando anadia cuatro de fnas, encontraran todavía cuatro menos.

( I ) En medio de las dos X.X, al mismo sitio de donde lo hahia quitado anl(>«, puso urr I.

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— 1 5 6 ^

-=sB»e*Oí-

¡Trisie ;al mundo es mi; venida (lo ocho veces (1) fallezco! y así soy lo que padezco mas agonías en vida. \[)e viejas hasta escupida (2)! ¿Qué pancista, ó sin ley, no sabes hacer á aaii grey (5)? Pago ya el final tributo ,,;; cuando he, en Iraje de lulo (4), hablado al Papa y al Rey.

( 1 ) Planta: cáñamo limpio: hilo: cuerda: lienzo: alpargatas: masa: papel.

(2) Mojando el copo que hilan. (3) Tols los papers del auca. CO Lelra.'i. ' . , :

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— 157 —

DE UHA GMDÜ. íTO::CHICUELAS.

Por gran necesidad pura,

tres hermanitas que fuimos,

dentro, todas tres, nos vimos

de la i camisa (i) de un Gura ("2),

do largo tiempo est uvimos (3).

(1) Dio de limosna una de las suyas á una pobre madre, y esta la deshizo, é hizo Ircs para sus pequeñas hijas.

(2) Mejor dicho, del ángel consolador de desconsolados, Reverendo señor don Jaime Dorca, Rector de Caaet de Mar, que siempre predica como hace, y hnce como predica.

(3) Mientras duró el lienzo.

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- Í58 —

CONTRA ATAQUES DE JAQUECA.

Por la madrugada, esl^ndoi en ayunas, y por du­rante cuatro dias consecutivos, se tomará una regular taza de buen café, en el cual, en lugar de poner azúcar, se mezclarán unas seis gotas de limón.

Se queda una persona encantada al ver que se va el mal como por encanto. Y cada vez que en lo su­cesivo repita, repetir diieha operación (que en ma­nera alguna puede dañar la salud).

Aun cuando al primero ó segundo dia de tomar dicho café cesase el dolor de migranya, sígase, no obstante, tomándolo el tercero y cuarto, para extin­guirlo así por largo tiempo; en la inteligencia, que no solamente quita las punzadas de la jaqueca á los que continuamente padecen de este mal, sí que tam­bién aplaca los dolores de cabeza originados por ex­ceso de bebidas, ó por demasiada robustez y sangre.

Page 161: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Kn un convenio ihe nacido, un Ministro me engendró (1), mas ninguna monja, no, o, ni otra mujer me ha parido. De miles la muerte he sido por haberme calentado (2); á mil la v i^ he salivado M con mortuoria presteza (5). y dado á Reyes riqueza. ' cetro, corona y Estado (4).

-»-3-(x>-a-o-cx» tH>-

(1) Inventó un Sacerdote. (2) Pegado fuego. (3) Derribando á sus enemigos. {4) Ganando batallas.

Page 162: El Brujo y la la Bruja en tertulia

U M!L§£ M I Mil.

Oe Útil no dejo servir

al vivo (1) que he enlierrado:

Boca infenial me han llamado

porque á no dqar salir

condeno ai que en mí ha erilTfeido.

I) Caudal uiucrlo, y no productivo.

- t - ••••••i.i"-f-*^

Page 163: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Reunidos un dia en el pr^do Luis y Lorenzo, con una manada de ovejas el uno y con una recua de borricos el otro, dijéronse.

—Si me dieras una de tus ovejas, Luis, la pon-dria junta con mis asnos, y entonces tendria yo do­ble mas cabezas de ganado que no tú.

—Si me regalases uno de tus burros, Lorenzo, lo uniria con mis ovejas, y quedaríamos de este modo con tantos animales tú como yo.

¿Qué número, pues, de lanar llevaba Luis, y de asnal Lorenzo? Cinco ovejas el primero, y siete ju­mentos el segundo

PRUEBA.

Si Lorenzo agrega uno de sus 7 á las 5 de Luis, tendrá 6 este, y quedarán 6 á aquel: ambos iguales.

Viceversa: Si Luis traslada una de sus 5 á los 7 de Lorenzo, á aquel solamente le restarán 4, y este completará 8: la mitad mas.

21

Page 164: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 162 —

OBRAS BUENAS. «o-o O O"0-C-C^c •

Siendo lo mas olvidado

que tuvo en vida un mortal,

donde larde, poco y mal

de mí se habrá acordado

y todo mas que á mi amado;

¡ muere! ¿quién en él piensa?

yo, que olvidando la ofensa

le acompaño hasta á.... Dios;

y ante el justo Juez los dos,

sov su única defensa.

— - ^ ^ ^ —

Page 165: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— i63 —

LAS TIJERAS. -^o^=-

Mi primera (1) con tercera (2)

publican que tiras hago:

con diez (3) de las mias pago

veinte de mi compañera (4).

— - ^ ^ ^ —

(1) Ti (2) ras (3 ) Punzadas dobles. ( i ) Espada.

Page 166: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 1«4 —

COSA FAGIL PARA tíAílER COSA DIFÍCIL.

UN VASO QUE YA ESTÉ COMPLETAMENTE LLENO DE UN

LÍQUIDO RELLENARLO TOTALMENTE

DE OTRO CUÉhPd SÓLIDO , SIN iQTjfe tíSTfe SÓLIDO HAGA

DERRAMAR UNA GOTA DE AQUEL LÍQUIDO

El jugador presentará encima de una mesa un vaso lleno de agua, y preguntará á los tertuliantes de qué otra materia se podría colmar sin extraer el agua que contiene.

EJECUCIÓN.

Cuando aquella esté reposada, se irtá introducien­do dentro de la misma (poquito á poco y con tiento para que no se vierta) ceniza bien cernida, hasta que esta llegue á flor del cristal del vaso, que entonces será cuando ya habrá absorvido toda el agua con­tenida en él, y aparecerá solo una masa de ceniza cuajada.

- ^ ^ ^ = - —

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— t6fi —

LA MÜtlALLA.

Menos amada que ayer soy cndena ciudadana, mas odiada que hoy mañana mi protección (1) Vendrá á ser, pues me quieren.... ver caer (2).

Guandd "peor que animalejos se acribillan los pellejos (3), soy sostert (4) de furia terca, y cuanto mas lejos (5), mas cerca (6), y cuanto mas cerca, mas lejos.

(1) El mejor muro, un pecho de patriota puro. (2) Demoler. (3) Alude á una plaza sitiada. ( i ) Parapeto de las balas. (6 ) Mas extenso el ámbito de una ciudad. (6) Mas larga muralla la rodea.

Page 168: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 166 —

LA FLOR LLAMADA ARTEMISA.

Con mitad (1) de mi amante

vive una población;

y sin su mitad (2) restante

no puede haber Religión.

{ 1 ) Arle. (2 ) Misa,

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— 167 —

CAMINO PARA NO IR AL DEL PATÍBULO.

Primera creencia que conduce al fatal cuadro....

¡Antes que hacer mal, morir mas bien! pero el ignorante que en un malear caiga ( no sabiendo que de tejas abajo todo se sabe y nada se ignora)(i), ya que haga la maldad, sea sin robustecerla de malda­des (2).

¿Y cómo hará el milagro? No creyendo jamás en milagro será que esto se sepa nunca: Quienes tal FUTURO IMPERFECTO crean, cuéntense perdidos, porque fundando su insegura salvación en asegurarse bien de que no puedan descubrir el mal, pierden el miedo á se descubrirá, y adquieren valor para asegurar... al infeliz que roban, solamente porque hombre muer­to no habla: Degüellan (solo porque no se convier­ta y les descubra) al cómplice que ven espantarse de ver ejecutar á bautizados fierezas que fieras no

(1) Y que cuesta mas y vale menos el ser malos que el ser buenos. (S) {Cuántos hombres suben al garrote mas que por el delito que

iban á cometer, por los crímenes con que lo acompañaron!

Page 170: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— I6S — han ejecutado: Matan al mozo, porque Ks vio; ma­tan á la criada, porque les conocí^; matan al vecino, por si les escuchó; matan al perro, por si les olió; y.... tod^: fl fpfr fiflte ¿ff^rq,. q^f ^(^i|( ^y,^a na­da!!! (*) ¡Cándidos malvados! ¿Ha existido, al fin y al fallo, oculta ninguna infamia? Existe xm^^Castiga-dor de malos» que no lo consiente, y una concien­cia que nos acusa; el Tribunal que los persigue y la Sociedad que los detesta. Engañados mil malhe­chores creyendo lo contrario, se desengañaron tar­de, en manos del.... Verdugo. Si en lugar de creer

(*) Ejemplo: EJ inícao ftleiilado cometido en OQ YÍ^rn^ de I49 úllimf$ semanas del mes de Julio de este año eo ao buque aniericano, de bueo porte, que con cargo de sal se dirigía de Levante á Inglaterra. Una noche, y hallándose como á unas 30 millas de Málaga, fue acometida su tripulación por dos marineros españoles qne llevaba á bordo, los cnales asesinaron ai piloto, asesinaron «I cocinero, asesinaron al carpinleto, y fsesinaron á ua tripulante; hirieron al capitán, hirieron al contramaestre, i hirieron á otro marinero, único que restaba de aquella infeliz tripulación. No habiendo á quien mas herir y malar, encerraron los heridos bajo escotilla, á la que pu­sieron gran peso para que no pudiesen salir. Dueños ya del bnque los dos asesinos, iotiroaroo i los tres ensangrentados la entrega del dinero, amena­zándoles con que, de lo contrario, pegarían fuego i la embarcación. Consi­guieron al fin la cantidad de unos 16,000. rs., y luego de haberse apoderado de varios efectos incendiaron sin embargo el buque, bajando en seguida á una lancha que ténian preparada, en la qnt colocaron el cuadrante del barco, del cual se alejaron mirándole ya casi destrozado á impulsos de las llamas, y próximo á hundirse.

Dejando á los tripulantes, unos muertos, otros heridos, y bien encerrados, de noche, en alia mar, y pronto á desaparecer para siempre la nave, ¿quién podrá descubrid el horrible crimen? Peosariau los autores, no pensando ei; la

Page 171: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 169 — ¿quién lo ha de saber? hubieran creído á tiempo cuantas atrocidades ahora cometamos pueden no ser sabidas hoy, podrian no saberse mañana, ni pasado tampoco; pero no podrán pasar sin que se sepan: y con esta infalible máxima, aunque no se hubieran arrepentido por vergüenza de la pu­blicidad del robó y mató, se habrían enmendado en el matar y robar, por temor de ir al palo.

Segando creer que acaba en «¿Veo en DDÍOS, Padre, Todopoderoso, Criador y>del délo y déla tierra, y en Jesucristo 9«u único fUjo »

Otros tontos picaros, por vivir en la creedura de que el dinero lo hace todo (1), son capaces de ha­cerlo todo por los dineros; y mueren con esta espe­ranza, ahogándoles por el cuello (2) su holgada con­fianza en que la moneda saca de ahogos.

Justieia de Dios, qoe en aquel supremo instante providenció pasara por alli otro buque de la misnia nación, fuera á prestarla ausilio, pudiera salvar aun á los heridos, trasladarlos á su buque, y por la tarde del dia siguiente entrar en el puerto de Halaga, y dar parte de dicha alroi ocurrencia á su Cónsul.

Pronto se supo que los ejecutores de este acto de piratería eran de Denia, y que en la tarde del sábado habían desembarcado en las playas del Palo.

Cuando leas esto, lector, ya tal vez habrán dado cuenta al Criador. (1) Algo podrá el honradamente ganado, empero no el sin contar

tomado. (S) Corbatín de hierro.

n

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— no — ¿Creian, acaso, antes de hacer la fechoría, tantos

desgraciados como espiraron en afrentoso suphcio por ladrones que, si eran apresados, serian ajusti­ciados? ¡Casi ninguno! pues se hubieran guardado de desguardar la vida. ¿Y quién tuvo la culpa de que creyeran que en teniendo mucho metal se tienen pocas culpas? La doctrina que oyeron á la mu­chedumbre no instruida, de que en España no se ahorcaban las onzas; que por la plata bailaba el perro, y... y con tan errónea fe, les hicieron bai­lar sin locar de pies al suelo.

Hay una balanza que no equilibra el oro: Si vis­teis á alguno que por algún tiempo se libró de la Jus­ticia, ¡líbreos Dios de soñar siquiera que también os libraríais!

- c 2 2 ^ @ 2 S > -

Page 173: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ni —

Cuanto en el mundo vieres, de ella tiene, larga ó no; es lo único que guardó (1) la boca de mil mujeres, que en esto, corta (2) quedó.

El que ha poca (3), quiere mucha, quien mucha (4), quisiera poca: lodos la volvieran loca, mas de nadie nada escucha y jamás su marcha revoca.

(1) El secreto de sus años. {i] La viuda de Caula vieja decia que no llegaba á 29 aaos, y su

hija pasaba de 30. (3) El muchacho anhela llegar á hombre. ( i ) El viejo desearla volverse joven.

Page 174: El Brujo y la la Bruja en tertulia

~ n i —

Encima de arenas, agua (i),

y sobre del agua, piedras (2);

encima las piedras, carne (3),

y sobre la carne, telas (4);

encima las lelas, peces (5),

y sobre los peces, yerbas (6).

(1) La del rio. (2) Las de un puente. (3) Una mala que lo pasaba. ( i ) Las de la albarda. (6) Una carga de pescado. (6) Cubierlo de hojas.

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— 173 —

niiR JUSTO m MAS i m s .

Dos arrieros riñeron en un camino, y propuso el uno de ellos.

—Para evitar discordias partamos el dinero y vino que llevamos, y tiremos cada cual por su la­do como puñado de moscas, ó parientes ricos y pobres,

—Amen ! replicó el otro; pero en la inteligen­cia que quiero la mitad del vino medido justamente, y no á ojo, sin chorro de mas, ni gola de menos.

Llevaban un pellejo lleno de vino, de 8 cánta­ros de cabida, otro de á 5 y otro de á 3; pero estos dos últimos iban vacíos.

Hallándose en despoblado, no teniendo medidas proporcionadas (pues si llenaban el mueble de á 5, sobraba un cántaro, y si el de á 5, faltaba otro para los 4 que debian tocar á cada arriero), y queriendo percibir la justa y patente mitad, sin admitir cálcu­los aproximados el compañero, ¿cómo dividiría el otro los expresados 8 cántaros sin poseer mas uten­silios que los dichos dos trastes vacíos?

Del modo que aparece especificado en el siguien­te estado:

Page 176: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 174 —

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Page 177: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 17B —

LA O.

Soy la redondez del globo,

sin mí no puede haber Dios,

correr el rayo veloz,

ser ningún viviente bobo,

ni hallarse loba ni lobo:

Sin mí ¿quién Rey conoció?

¿Cielo existiera sin yo?

ni novias, ni amor sin mí?

Papas, te juro que sí;

pero Ponliíices, no.

Page 178: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Volteamos todo el mundo (1)

con un guia ciego, en pelo (2),

que á unos (3) nos sube al cielo

y á otros baja al profundo,

y diz que es viajar fecundo

-<ss@@§s&

( t ) Alade á la rueda de la noria. (2j una caballería coa los ojos vendados. (3) Arcabaces. (4) Fértil para los campos, (riego).

Page 179: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ni —

MIRAR CDAL SUBE, Y NO VER GOMO BAJA.

Hallándose en tertulia se puede efectuar esta di-vercion colocándose á propósito y de antemano el que haga el juego al lado del único velón, vela ó candil que deberá haber en la estancia, pues si hubie­se mas de una luz en ella no se podria ejecutar.

Dirá á los concurrentes:—¿Se admirarán, si ar­rojando yo al aire esta prenda (sea pañuelo, car­ta, abanico, petaca, etc.) la ven todos W. como sube y ninguno cuando baja? sin que W. ni yo nos movamos del mismo sitio en que nos halla­mos, ni á ninguno de W. se le tape la vista, etc?

Dudarán del éxito; y cuando ya se encuentren desididos á experimentar la prueba tirará el ju­gador la prenda al techo, y antes que esta torne de caida matará de un soplo la luz, y ninguno po­drá ver su descenso, porque todos habrán queda­do á oscuras riéndose de la sencilla treta.

—-=^^N=-

23

Page 180: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ns —

LAS CULPAS.

Somos doncellas (4). señor,

en secretillo buscadas,

y en público detestadas

por el mismo buscador,

al cual causa gran rubor

llevar nuestra imagen sobre

(tea como el que mal obre);

mantenernos le amarga,

y siempre de nos se carga (2)

con la mas gorda Juan Pobre (3).

(1 ) Por que nadie las ha querido. (2) Lleva. (3) El muerto enlre vivos.

Page 181: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— f79 —

:if> o SONARSE CON LOS DEDOS.

— - = = ^ í ? = =

Yo cinco puntas (i) ostento,

y lienzo en cuadro represento (2);

no soy lienzo ni madera,

me usa alguna pordiosera;

pero los que no han modos

me hacen servir todos, lodos.

( f ) Las (le los dedos. (2) Al pañuelo.

Page 182: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 180 —

PAi/l SálER BMA PERSQIA LO QUE HAN PENSADO MUCHAS.

Tantos como fuesen los espectadores que entren en este juego, tantas han de ser las cartas que lome el jugador cada vez, y las habrá de tomar tantas ve­ces como fuese el número de aquellos, y de repetir también la fórmula siguiente:

Suponiendo aquí que son seis las personas entre quienes se va á efectuar el adivinamiento, tómense también seis cartas de una baraja, coloqúense en for­ma de abanico con la pinta hacia los concurrentes, y dígase al primero:—Piense V. cualquiera de estas cartas sin tocarla ni decir á nadie cuál es.

Cuando conteste—Ya la he pensado,—pónganse indistintamente boca abajo sobre la mesa, de mane­ra que dichas 6 cartas formen 6 pilas.

Cójanse en seguida otras tantas de la baraja, y há­gase igual pregunta al segundo espectador; y des­pués de contestar afirmativamente, extiéndanse (co­mo las primeras 6 ) cada una de estas encima de otra de aquellas puestas ya sobre la mesa. Y así su­cesivamente, é idéntico en todo, vayase efectuando con las personas y cartas restantes.

Page 183: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 181 -Se ha de procurar que los 6 espectadores no cam­

bien de sitio, pues el que desempeñe el juego los tendrá mentalmente numerados, 1, 2, 3, 4, 5 y 6. Así las cosas, cogerá cualquiera de los 6 montones de á 6 cartas cada uno, que habrá sobre la mesa, y presentándolas (como hizo al principio para que eli­giesen una) á todos los espectadores, preguntará uno á uno:—¿Está aqui la carta que pensó V.?—Y si re­plican sí, por ejemplo la segunda y quinta persona, trasladará el jugador las 6 cartas á su espalda con las dos manos (para que ninguno observe su ma­niobra), y desde aUí secretamente extraerá de ellas (contando desde la de abajo) la que haga el dos, que será la pensada por la segunda persona; y la que haga cinco, que será la que imaginó la quinta. Cuyas dos cartas se guardará, volviendo las otras cuatro á la baraja. Y lo mismo practicará con los otros 5 montones de la mesa (1); mas si en alguno de ellos aconteciese decir todos 6 espectadores que no tienen en él la carta que idearon, tornará este montón entero á la baraja, y continuará la operación con otro de los de la mesa; empero al último mon­tón, si aun no hubiese salido la carta de una ó mas personas, ya no tendrá necesidad de interrogarles si están allí, porque no existiendo mas montón sobre la mesa, y suponiendo que faltasen aun para salir

(1) Como es natural, al espectador cuya carta ya haya salido DO se Ifí pre^tuntará mas por ella.

Page 184: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 182 — las cartas de las personas n.° 1 y n.° 6, ya calcula­rá el jugador que la primer carta de abajo es la de la primera persona, y la sexta de encima la de la persona sexta, etc., etc.

Las 6 cartas que habrá ido separando y guardán­dose el que efectúe el juego, y que serán las pensa­das por los concurrentes, puede colocárselas enci­ma por el orden aqui indicado:

. , ) Al bolsillo derecho de la chaqueta j ó levita.

2." Al id. id. del chaleco. 3." Al id. id del pantalón.

J. i En iguales tres sitios del lado iz-„'. ( quierdo.

Y sabiéndose ya el lugar que ocupa cada carta, las irá sacando y dando á cada socio la suya, sal-teadamente, para desorientar mas el juego, no si­guiendo el orden correlativo.

Page 185: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 183 —

LA a¡M]A©Q[í{]A©a@i.

De un mismo silio no salgo,

y en lodos los sitios entro;

cerrada estrecha me encuentro,

y poj- correr ¿dejo algo?

Por mi luz (1) al dueño valgo,

y muero si á luz me dan (2).

Mas que en Santo, en Satán

tiempo me hacen emplear;

y si pudiese yo matar

¡cuántos no comieran pan!

(1 ) Talento. (S) Levantando la tapa.

Page 186: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 184 —

Li ilGIlERA.

Salga al campo de Montíel.

y con capa negra (1) hallo

mil soldados á caballo

sobi e de su Coronel (2),

quien pié á tierra, un pié aferra (3),

y sus montados echa á tierra (4).

( 1 ) Corteza de los higos. (8) Del árbol. (3 ) Su tronco. (4) Van cayendo maduros.

Page 187: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 186 —

TINTA DE UN COLORIDO SOBRESALIENTE , Y QUE RELUCE

ETERNAMENTE.

En una olla nueva se echarán doce cuartillos de agua con dos libras de palo campeche, hecho asti­llas muy pequeñilas, y se hará hervir hasta que que­den reducidos los doce cuartillos de agua á unos cuatro solamente; y entonces, sacándola del fuego, se colará en seguida con un liento claro, debiendo caer sobre otra vasija nueva, dentro de la cual se ha­brán ya puesto para los cuatro cuartillos de agua cinco onzas de goma arábiga y dos de azúcar piedra ícandij. Se revolverá bien (hasta derretir estos dos in­gredientes) con un palito limpio; y cuando haya en­friado algo el agua, se trasladará á una botella. Sal­drá algo rojiza y de las mejores tintas, tan lustrosa al principio como al cabo de aXios.

&.;—

24

Page 188: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 186 —

¿Quién me ha decapitado?

¡Un hijo de mis entrañas (1),

que aprendió tamañas mañas

con malhechora juntado (2)!

Mas frutos que no Dios dado

á mi otorga el destino.

No dirán un desatino

los que por árbol me entiendan,

aunque muerto de mí pendan

uva, hierro, hilo, tocino (3).

(1) El mango del acha. (2) Con el acha unido. (3) Pasas, clavos, ataduras, jamones.

Page 189: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 187 —

SEDIENTO. TINAJA Y JARRO.

Á una bomba (1 ) arlificial

iba un bombo (2) natural:

bombo la bomba locó,

y el bombin (3) despareció.

Un mar (4) bonanzuelo

se oyó embravecer (5),

y con sereno cielo

empezar á llover (6).

( 1 ) Tina con gran barriga. (2) Hombre con mucha panza. (3) Cachorrillo de hojadelala. ( i ) El agua sosegada. (5) Al entrar el jarro, y revolverla. ( 6 ) Al salir goteando.

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— 188 —

PARA HACER RESUCITAR A UN MUERTO.

Se elige, como víclima, un pollo de regular la-maño, es decir, que no sea muy grande ni demasia­do pequeño, al cual abriéndole el pico se le va lle­nando el buche con migajas de pan mojado en aguar­diente refinado; y emborrachado el animal, queda co­mo difunto.

Entonces se ha de pelar con mucha paciencia y poca conciencia Después se empringa todo con manteca, dando sobre ella otra untura con agua de azafrán de no muy bajo ni subido color; empolván-dolo últimamente con un poquito de pimienta, y adornándolo con alguno que otro clavo intercalado en las coyunturas, dé modo que represente perfec­tamente un pollo asado.

En esta postura se coloca con liento en un pialo proporcionado, y se le esconde el pico debajo; y unos minutos antes de presentarlo á la mesa se echa en la hasija en que esté un chorro de vinagre fuerte y caliente, haciendo de manera que vaya á parar este líquido adonde el pelado liene su pico, ó sea agujeros de la nariz.

\\ momento de dejarlo sobre la mesa se loma el

Page 191: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 18Í — trinchante, y entregándolo al convidado á quien se quiera chasquear, se le ruega que lo parta; y cuan­do este va á practicarlo, se alza aquel por sí mismo, cacarea, y corre como un galgo, causando tan mala Vision, como extrañeza su resurrección.

PREVENCIÓN

Si después de pelado el pollo, colocado en el,pla­to y antes de traerlo á la mesa, se conociese que ha­ce algún movimiento ó señal de volver en sí, se le introducen algunas gotas del mencionado aguar­diente en el buche, para adonnecerlo.

=^l^-=—

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- 190 —

1& I^IIVI.

De carne (1), palo (2) ó pescado (3) es oriundo el paslorcillo que ágil sube á mi cerrillo (4), y presto baja el ganado (5). ¿Qué mujer no lo ha empleado? La que rasque, y no ha tina, con mi pastor está en riña. Á todo galán farsante, con el nombre (6) de este amante, luego bautiza una niña.

(1) Alude al baey. (8) ídem al árbol. (3) ídem al marfil. ('») Cabeza y cabello. (5] Las pulgas; ¡malditos sean ellos! (6) ¡Es un peine !

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— 191 —

Te-la digo, y no me entiendes.

Como araña la emprendes (1).

Y á toda la gente apaña (2)

este oficio de araña (3).

( 1 ) Al lejer. (2) Abriga. (3) Tejedor.

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— IM —

POR DIN DIN, PASAR EL AGUA CON TILÍN TILIN.

En cierto riachuelo, á falta de barquilla, perma­necía un hombre que lo cruzaba por pequeña gra­tificación, pero sin poder cargar á cuestas mas que una persona cada vez.

Un dia presentáronsele juntamente dos señoritas y un estudiantón. Escrupuleando á las ninfas el te­ner que quedarse una sola con él, al lado de acá del rio, Ínter la lancha humana transportaba la otra al lado de allá, ó cuando viceversa, pidieron al con­ductor que estudiase el modo de no dejar al del sexo feo solitario con ninguna de ellas durante el traspa­so; mezclaron á su blando ruego un duro, y tal bri­llo le hizo hallar ingenio para acarrear á la orilla opues­ta á los tres viajantes con la precaución que las del sexo hermoso apetecían. Llevó á su espalda un cuer­po, después otro, y nunca dos á la par.

¿Cómo saldría del paso? Pasando primeramente al estudiantino, alegándo­

le que, así, sus compañeras perderían el miedo al agua, viendo que con facilidad y sin riesgo lo tras-balsaba

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— 193 — Regresó por una de las señoras, y transmitida que

tue á donde la estaba esperando el ya pasado, su­plicó el barquero á este que tornase á pasar el rio, pues la dama que quedó sola tenia que comunicarle un secreto á escondidas de la otra camaradita.

Convino y tornó allá, donde la tal chiquilla, acor­de ya de antemano en inventarse cualquiera inven­ción, imaginó la de regalarle la oreja con:—No se borrará V., ni este viaje, de mi imaginación.—Con lo cual quedó contento él, mientras alegre ella se aferró de un brinco al cuello del peón, yendo á reu­nirse con su amiga.

De retorno ya el conductor, cargó tercera vez con el solitario estudiante que, no obstante satisfecho de la buena ventura del secreto requiebro al oido, satisfizo gustoso el paseo triple por el riachuelo.

íSg^gSS-

25

Page 196: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 194 —

PARA LOGRAR QUE VENGA Al. FIN Á ESTIMAR MUCHO Á

UN HOMRRE UNA MUJER, QUE AL PRINCIPIO

NI EN FIGURA LO PUEDA VER.

Üale mas que no te pida,

haz aciertos á sus yerros.

¿Te calumnia? Por los cerros

elógiala tú en seguida.

Manso, cuando embravecida

con palabras te aborrezca,

tu afecto de obra aparezca.

Dila (si es fea) beldad;

no fuerces su voluntad,

y te la tendrá por fuerza.

Page 197: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 19B —

L l MADRASTRA, Ó EL REMIENDO FEO EN UNA CAPA HERMOSA.

Querido puesto (i) escogí:

lo mas dulce (2) represento;

y quedara mas contento

en no tenerme (5). que en sí,

hasta un hijo (4)... ¡ay de mí!

(1) El de la difunta. (3) üoa madre. (3) Si DO es buena, se entiende; entendiéndose que si bien para

los hijos postizos bubo algunas que fueron pésimas, también hubo otras que fueron mas... pésimas.

(4) Político.

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— 196 —

Se machacan florea de naranjo (cuatro onzas por cada libra de agua de fuente), y cuando están bien demolidas, se mezclan con ella colándolo junto por medio de un lienzo delgado, exprimiéndolo y reco­giendo el líquido que vaya destilando dentro de un porrón, ú otra cosa de cristal, que tenga un brocal puntiagudo.

En la época que las cañas han llegado á la terce­ra parte de su crecimiento se agujerea una (ó cuan­tas se quiera) por la parte alta de cada uno de sus cañones, dejando empero unos tres ó cuatro intac­tos de los de la punta de la caña; y por dichos bo­quetes se introduce un poco el brocal pequeño del antecitado porrón, y se llenan los cañones uno á uno del agua en él contenida, cerrándolos perfectamente con cera luego de estar llenos.

Cuando la caña ha tomado ya todo su natural des­arrollo, se corta casi de raíz, y se va vaciando en una botella el agua encerrada en sus cañones, cortándo­los para ello uno Iras otro.

Dicho líquido se emplea de esta manera: Al levan­tarse por la mañana se baña en él el plumaje de

Page 199: El Brujo y la la Bruja en tertulia

~ 197 -una pluma, ó un píncelito, con lo cual se unta un poco la frenlo por ellagar mas feímedialo á las ce­jas (1). Despeja mucho la fislia, «ciara los ojos y serena la cabeza.

Tiene además otra virtud: En el verano, cuando una persona va de camino, paseo, etc., y se halla bastante sofocada de calor, mojándose la punta baja de las orejas (solo por la parte de atrás), acto conti­nuo percibe un extraordinario fresco que ahenta por largo rato.

OTRO PARA ENFERMEDADES DE LA VISTA.

i onza de miel pura. i dracma de zumo de celidonia. Una hiél de gallo ó de gallina. Se reúne todo, y forma un Hcor, del cual se tirarán

dos golas á los ojos por la maiíana y por la larde. Y continuándolo, cura á los que padecen de telas, perlas, etc.

(1) Sin perjuicio d(v poderse lavar la cara transcurrida media hora.

Page 200: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 198 —

LA Y

Siempre concluí con ¡aY!

porque tan inquieta soy

que do quier metida estoy

en cualquiera guirigaY.

Al salir del ParaguaY

alH tengo mi morada

y de una Yglesia á la entrada:

No voy con ningún francés,

sí, en testa ( i ) de todo Ynglés

y ante cualesquíer Yeguada.

(1) o principio.

Page 201: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 199 —

^^•AA^if^y/

Me tiran contra el bronce,

y no me lastimo,

mas si caigo al agua

ya muero (i) y fino.

(1) Se deshace.

Page 202: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 200 —

TIENTO ñU C O M R 1 TACTO. o •> -WO-<• • OO ^ o

Se extenderán indistintamente sobre una mesa (y colocadas pinta arriba) las 48 cartas de una baraja, y dirá el que haga el juego á los señores de la reu­nión.

—Yo voy á salir de k habitación; cuando esté lejos, toque con el dedo uno de W. á cualquiera de estas cartas, y á mi regreso designaré y adivinaré cuál sea la que habrá tocado, etc.

Lo acertará efectivamente, empero con la ayuda de un segundo, con el cual se entenderán de ante­mano por la siguiente contraseña.

En la inteligencia de los dos, quedarán las car­tas designadas de esta manera:

Los oros indicarán años, Las copas. meses. Las espadas. . . semanas, Y los bastos . dias.

Suponiendo ahora que una persona de las con­currentes toque el cinco de oros (Ínter el jugador está escondido), en seguida, y en voz alta, exclama­rá el compinche (que se hallará como uno de los tantos de la sociedad mirando á la mesa):—Ni en

Page 203: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 201 — cinco años es capaz de adivinar, sin haberlo visto, y como no se lo revele nadie, qué carta hemos tocado aquí, etc.

Á la voz de—Ya está,—saldrá el escondido, quien desde que oyó á su cómplice decir: ni en cinco años. etc., ya comprendió que la carta tocada era el cinco de oros.

Y si oyese, apuesto á que ni en tres meses, etc., sabria que le anunciaba el tres de copas.

Si, ni en doce semanas, etc., que le avisaba ser el rey de espadas

Y si, aunque cabile diez dias seguidos, etc., la sota de bastos.

Corriendo se presentará ante la mesa, y de cor­rida dirá:—Esta es la carta que uno de W. tocó: el tantos de oros, ó de copas, etc., etc.

Y aun, para disimular mas el secreto, puede que­dar convenido entre el ayuda y el ejecutor del jue­go que al número de una carta en que ponga el de­do un espectador se añadirá mentalmente uno, dos, tres, cuatro ó doble mas puntos de los que aquella tenga. Ejemplo: locóse al seis de espadas; podrá de­cir : ni en siete , ó 7ii en ocho , ó ni en nueve, ó ni en diez, ó ni en once, ó ni en doce (mitad mas) semanas ío acertará, etc.

26

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— 202 —

EL ABANICO EN VERAHO.

Ks refresco (1 ) de las mozas, gusto ( 2 ) exento de pecar, el papel de refrescar los (5 ) que están como unas rosas, y las que van vanidosas ( 4 ); pero un físico glacial (5 ) menos que hacer da al tal. Si navega á toda vela (6) mas á todos nos consuela su consuelo artificial (7).

(1) Aire. (2) De airearse. (3] Rostros colorados de calorosos. (í) Aireándose por fachenda. (5) Persona sin calor. (6 > Todo desplegado. (7) Fresco.

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— 203 —

EL NÚMERO 47.

Son un par (1) y un impar (2)

que. estando uno de otro lejos,

menos valor suelen dar (3)

que cuando como cortejos

mirándose (4) y sin locar.

- ^ ^ ^ ^ = —

(1) 4. (2) 7. (3} 4, caatro: 7, siete: junios II. (4) 47, cuarenla y siele.

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— 204 —

UN COCIMIENTO POR EL VIENTO.

Esta diversión ha de efectuarse precisamente en una habitación cuyo suelo esté enladrillado.

Cogerá el jugador una habichuela, ó una lenteja, ó berengena , ó arenque, ó costilla de carne (pero sea lo que se quiera de dichos y otros femeninos, no han de estar cocidos), y dirá:—¿Qué apues­tan W. á que tiro este trozo de carne (ó aren­que, ó judia, etc.)—ahora mismo en presencia de todos al aire, y no obstante de estar cruda, como ven (la enseñará), cruda subirá, como verán; pero, al caer, caerá ya en tierra cocida?

Cuando cada espectador haya explanado sus du­das , la tirará al techo , y por supuesto bajará en igual estado que subió; así lo contemplarán los ter­tuliantes, mas el jugador añadirá:—Ya ven W. que gané, pues, como les prometí, cruda al aire subió, y en tierra cocida cayó: ahí la tienen ya; en tierra co­cida está: encima de ese ladrillo que no es tierra cruda, sino tierra cocida, y al horno por mas señas.

-«9«

Page 207: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 205 —

LA BODA.

Ks la perpetua cadena

que se remacha un mortal,

y da por lo general,

su calidad mala ó buena,

á unos gloria, á otros pena.

í)e esta cadena hartos cien

hay que por ella no estén;

otros que dorada place (1):

cuando un hombre la tal hace (2)

se cansó de vivir bien.

(1) Por interés. (2) Se casa.

Page 208: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 206

&^@ WW&^^i ' ^ •yy-O-^'y- O-C C-c o

(von nosotras no hay nosotros,

somos hembras (4) sin varones (2),

vivimos de chupetones

á las unas (3) y á los otros (4).

Y al sentir el ósculo (5) un cuerpo amante,

del nuestro en busca corre al instante.

(1) Pulgas. (2) Pulgos. (3) Mujeres. (k) Hombres. (6) La picada.

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— 2»7 —

ESPEJO PARA MIRARSE.. . DE SALVAR.

Á un gran Monarca sonó la hora que suena al Rey, que suena al Papa, y que suena á un hombre sin capa; aquella en que se nos aparece la realidad y desaparecen los reales...

Rogó á su Secretario que le trajese un cajoncito con coraza de metal donde tenia guardados, como el ieíoro mas amado de sus mas queridos tesoros, cuantos títulos y condecoraciones habia obtenido desde el dia que fué al bautismo (1). Extendió una por una, encima del lecho, las mas ricas insignias de los mas altos honores; y silencioso como un se­pulcro, contemplaba aquel tenderete de grandezas en pequeño.

Intentando distraerle, dijo el Secretario: -—Me determinaría á adivinar lo que ahora me«

dita su Real... '—Puede ser que asi no sea, replicó el enfermo:

Habla.

(1) C«ti 'dot ic»harret«ras de «ápitan.

Page 210: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 208 — —Estará meditando ¿cómo es posible que una

sola persona haya podido ganar durante su vida esta multitud de méritos, este montón de ascensos, este...

—Dentro de poco, poco de polvo como su dueño, añadió el moribundo. ¡Se conoce que tú te que­das y que yo me voy! Los que aun no van, cono­cen las cosas del mundo con reverso conocimiento de los que ya no se quedan. ¿De qué me ser­virán, di, á mi arribo al cielo, esta enjambre de orgullo de orgullos, ante el Humilde 33 años en la tierra ? ¿Qué buenas obras llevaré allá ? Y entiende que por obras buenas no se entienden públicas y bravas vanidades, sino secretas y man­sas caridades, como lo entendía aquel emperador pagano que se lamentaba sí perdía un dia sin haber valido de alivio á algún desvalido. ¿ Se ha arri­mado ni una sola vez un solo pobre á mi oreja para pedirme una limosna por Dios? No; por­que, según la honra y la comodidad mundanas, lo tuvisteis por deshonra é incomodidad para el Cabe­za de Estado. ¡Y el Rey de los reyes estuvo de me­nesterosos y achacosos rodeado! ¡ Ah ! no quiero marchar desprovisto del todo.

Ordenó al Secretario que quemara inmediatamente todos aquellos recuerdos de distinción, y como me­moria le regaló las cenizas, diciendo: ¿Vistes lo que eran? ¡mira lo que son!

Dispuso que al instante fuese desempleado su li-

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— ao8 — miosnero, por acordarse de que «eí pannuestro de tada dia, dánosle hoy,» á cada hora recitaba; y có­mo disminuirlo á los infelices diariamente cavilaba.

Qoíso en seguida que le vistieran; y bien arropa­do (sentado en un sillón) lo bajaron al portal de una de las inferiores casas lindantes con el Palacio, des­de donde observó los mendigos que cruzaban por la calle. Por último llamó y dijo á uno viejo: To­ma y bebe este vaso de agua.

La fisonomía angustiada del augusto mortal hizo presumir al mendigo si seria un demente, y fue ne­cesario, para que la tomase de sus cadavéricas ma­nos, que todo un gentil hombre de Cámara le per­suadiese de que el agua era pura, y que de pura vo­luntad aquel señor se la daba.

Obedeció repugnantemente; y al devolver el vaso (1) quedó aturdido oyendo:—Tuyo es. ¿Sabes quién te ha convidado á beber? Tu Soberano, yo; y te ad­vierto que mi única intención ha sido darte por amor de Dios ese vaso de agua.

—¡Dios se lo dé de gloria! —Satisfecho. Y lo quedó efectivamente, pues vuelto á la cama

con la alegría del que acaba de alcanzar una vic­toria, ó de descargar la conciencia, exclamaba:—

(t) Era de oro: el misino en que habia bebido el Rey cuando sa­ludable.

Í7

Page 212: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 210 — Ya ilevo algo para la eterna jornada: cuando se rae pregunte, iquéhien hicistef¡ entre aquellos por GU­IJO amor llevé la cruz á cuestas cuando los mas me abandonaron, y los menos , derramando lá­grimas, me acompañaron por la calle de amar­gura? podré contestar :—Di un vaso de agua por amor Vuestro » un pordiosero.

Espiró placentero.

- í 2 S @ ^ S S >

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— 211 —

EL HIMiO I N I O R m , MURIEÍIDO CADA DÍA.

Mi padrino (4) fué al cadalzo, de un Sanmiguel (2) soy el hijo, y por madre se me elijo una piedra (5). No es falso: ¿cae? (4) caigo (5); ¿se alza? me alzo; y vuelta ella á triunfar yo á ¡vivas! resucitar : ¡con déspotas no me halles! Causa mi voz (6) por las calles tristeza, alegría y pesar.

•<=ssí^i^?^^

(1) Riego. (5) Este General fué aulor de aquel himno. (3) Lápida. (4) Se quita. (K) No se toca. (6) Sonido.

Page 214: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— Mí —

¡TUV MOGÜ! so*:'

Soy manantial de los chicos (i),

lo que dan (2) los que deliran

por mas (3), á los que suspiran (4);

lo que recogen los ricos (5),

y lo que los pobres tiran (6).

—^^m=

(1) Niños mocosos. (2) Por caridad. (3) Dineral. (k} Porque van á menos. (5) En el pañuelo. (6) Al suelo.

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— 218 —

£ lEili.

Hallándose en días de gracia cierla señora, se ^ antojó comer una naranja; pero por desgracia no habia en el pueblo mas naranjos que los de ía casa del Díique.

Mandó á una criada allá, á buscarla á cualquier precio.

Obedeció , mas á la entrada de la quinta dio con el portero.

—¿Qué se ofrece? —Entrar al jardín, y coger una naranja. —No puede ser. —Haga V. un poder..! —Con la condición de que me habrás da dar

lá mitad de las que saques y media mas, pero sin que partas ninguna , pues ha de ser muy rápida la entrega, á fin de que nadie repare el tráfico; advir-tíendo tambi^ que has de salir á la calle con una naranja solamente.

—Corriente. Un poco mas adentro tropezó con el guardián; y

preguntada cómo le habian dado permiso, dijo el convenio celebrado, y con igual pacto (excepto el

Page 216: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 214 — de que marchase con una sola) la dejó pasar ade­lante. V *y i

Y, (inalmente, jtihto al enrejado det huerto topó con el jardinero; é interrogada que fue, y explicado que se hubo, con idéntico impuesto la dejó internar en el naranjar.

¿Cuántas naranjas calculó entonces la criada que habia de coger para poder dar la mitad y medía mas de las que llevase á los tres dependientes del Du­que , y una sola á su ama?

Con ellas al delantal marchó por el mismo cami­no que entró.

Jardinero.—¿Cuántas has cortado? —Quince; allá van la mitad, que son siete

y media, y media mas •, 8. Guardian.—¿A cuántas echaste el guante? —A siete : Doy á V. la mitad, que suman

tres y media, y media mas . 4. Portero.—¿Con cuántas arramblaste? *—Gon tres: Para V. la mitad, que compo­

ne una y media, y media mas. . . . . . 2. Y me queda solo esta para mi Señora.. . i .

TOTAL. . . 4 5 .

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— 218 —

--^ftfh/? W

Quien tenga un buey por el cuerno,

crianza sin dineranza.

y sin caridad esperanza

de no bajar al infierno;

un empleo de Gobierno,

de su opinión camarada,

por la fe á una amada

y anguilas por la cola ,

hágase cuenta j y no es bola!

de que no tiene nada. (1)

( t ] Caando se quiera que acierten el enigoi» de la décima se sus­tituirá su último renglón con: «7»/* me tiene á mi agarrada.^

Page 218: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 816 —

Daá Ironías Cadacnal. •^p-rw^Aff

A tres grullas, que acechando

estaban de cuando en cuando

tres cazadores sutiles,

disparan sus tres fusiles

antes que ninguna buya;

Cada-cual (i) mató la suya ,

y las otras dos aves se fueron volando,:

y los otros dos cazadores se quedaron pateando.

^ ^ ? ^ @ 8 ^ -

(1) £1 oyente eateodera que cada uno, y lO coinpreaderá eónio puede ser.

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— 2 1 1 -

QUITA MOSCAS Y MATA MOSQUITOS.

Para extinguir en una casa dichos porfiados vo­látiles, el remedio mas rápido y fácil es el siguiente:

En agua suficiente para poder mojar dos pliegos de papel de estraza se mezclará una onza de arsé­nico blanco en polvo, y media de azúcar fino, molido también ; y después de haberlo revuelto con un pa­lito, se empapa en ella el mencionado papel, extra­yéndolo y colocándolo tendido en cualquier sitio hasta que esté bien seco, que entonces se recortará 6n fajas, como de á medio dedo de anchas, y se col­garán dos ó tres de ellas en el techo de las habita­ciones, almacenes, cocina, etc.

Los mosquitos y las moscas acuden presurosos al olor de la dulzura; pero al parar sobre del papel les cuesta amargo, pues mueren en el acto.

— = ^ ^ ^ —

28

Page 220: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 218 —

E5. FiM€Ei.. >-«3es^

Un bigote he de tener

si queréis que virtud tenga,

y me tenéis de escoger,

largo, lo que os convenga,

y gordo, cuanto menester.

Y asi tendré habilidad

para crear (1) , yo soUto,

cielo raso y tempestad,

un corneta y un pito,

mil hombres y una ciudad.

( i ) Dibujar, ó pintar.

Page 221: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 219 —

MARIPOSA.

Pot delante de mi va

un marido (i) sin tercera (2),

y detrás de mí está

su esposa (3) sin primera (4)

(1) Mari­is ) do. (3) posa. (4) Es-

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— 280 —

EXCELENTE

Cuando, por especie de irritación en el estómago, los orines salen pocos y ardientes, es muy eficaz, y nada dañino remedio, el que sigue (1):

Se machacan en un almirez la porción de cebollas (cortadas á tajadas) que ocupen medio vaso del mis­mo en que después haya de beberse el líquido que se dirá.

Bien picadas ya , se exprimirán con un Uenzo, mezclando agua en la picadura que quede en él, hasta llenar el vaso, y añadiendo un poco de azú­car, cual si fuese una horchata.

En ayunas, se tomará cada dos horas un vaso de dicha agua, caUente en invierno, y tibia en verano. Temperará los orines, y saldrán corrientes.

Bastará tomar dos vasos por la mañana, y dos por la tarde (una hora antes de cenar) tres ó cuatro dias seguidos.

El dolor de vientre , es experimentado que lo sana el agua con palo de fresno.

Y el de estómago, tomando por la mañana en ayu­nas semilla de neguilla ó agenuz, bien picada y mezclada con buen vino.

(1) T para mal de piedra, lomando en ayunas agua de sabina con jarabe de rábanos se arrojarán las arenas y las piedras.

Page 223: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 221

l i l i -ii mtm —»-s3oe>-'

Traigo la muerte (4) en brazos (2) . jAy de tí! si una vez pruebas de sus viejas ( 3 ) , cosas nuevas (4) que te contarán los pasos ( 5) .

Hasta esta muerte, en casos que vive desguadañada (6) , se halla de miedo colmada; \ pero espanto así provoca L „. al que ve su horrible boca.r ^ y al que ella está abocada. )

(1) Escopeta. {i) Al brazo. (3) Balas. (4) Agujeros. (5) Que caminarás mas. (6) Descargada. (7) Al apuntador, porque sabe que eslá vacia; al que Ta apun­

ada, porque cree que está cargada, y al que mira la puntería, por­que ignora que no lo esté.

Page 224: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 222 —

UNA YUNTA DE BUEYES.

4 mira al cielo (4 ),

4 mira á lados ( 2 ),

4 mira al suelo ( 5 )

y 2 escobandos ( 4 ) .

14 he nombrado,

y de un par ( 5 ) no pasado.

^ —

(1) Las paotas de los í caernos hacia arriba. (8) Las k orejas, S á cada costado. (3j Los i ojos ¡«cünadoe á tiejra. (A) Laff t colas barriwido moscas. (6) Los dos bueyes arando.

Page 225: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 2S3 —

mu iiif ii

Un pobre peregrino al pasar un puente en Italia observó que habia en él tres santos de piedra con su correspondiente cepillo de ánimas, ó sea cajoncilo agujereado, al pié de cada una de las imágenes, co­locadas dos á los extremos y la otra al centro de di* cho puente.

El viajero llevaba moneda, pero poca, lo cual le obligó á rezar la siguiente petición arrodillado ante la capilla primera:

—Santo mió; si me otorgases la gracia de do­blarme todo el dinero que tengo en el bolsillo, me harías una gran caridad, y en agradecimiento te regalaría un cuarto.

El Santo oyó la humilde súplica, le concedió el favor, y el penitente hizo rodar un cuarto dentro del cofrecito.

Al segundo Santo hizo igual ruego, luien verifi­có el mismo milagro, doblándole todo el dinero qUé llevaba, incluso el aumentado por el primer Santo, y dióle el peregrino el cuarto ofrecido.

AI tercer Santo rogó idéntica gracia; le concedió el propio beneficio, y echó en la caja otro cuarto.

Page 226: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 224 — Detrás, y á corta distancia de nuestro peregrino,

iba una peregrina, también á Roma: escuchó las ple­garias de su compañero de ruta, y observó la filan­tropía de los Santos; empero como tal peregrina iba mas llena de bolsa que no el peregrino, solicitó y ofre­ció á la primera imagen.

—Santo de mi devoción; media onza dejaré en tu cajón si me obras un prodigio , el de duplicarme los duros que traigo encima.

Pedido y hecho. Ella reconocida hizo sonar 460 reales en el cepillo. Implorando y sucediendo de la propia manera con la segunda y tercera imágenes.

Salidos ya del puente, contáronse ambos su aven­tura, y sentáronse alegremente para contar cuánto dinero reunirian cada uno de los dos después de ha­berles doblado todo el que traian (al entrar en el puente) los tres Santos, y regaládoles á cada uno de los trea él un cuarto, y ella ocho duros; pero... ¡oh sorpresa! cuando vieron que á pesar de dicha aumentación no les quedaba ni un solo maravedís en el bolsillo. Tristemente se preguntaban:

—¿Con cuánto dinero entrastes, hijo mío, en el puente?

—Yo con tres maravedises y medio; ¿y tú, hija mía?

—jGon siete duros!—contestó llorando.

Page 227: El Brujo y la la Bruja en tertulia

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Page 228: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— !M —

Lñ IMi^TIKñ,

Soy la que soy la mas fea

en clase femeninal,

mas cuando evito un mal

búscanme en farol y lea,

¡no hay miedo que fea sea!

Entonces me hallan hermosa (1),

y á mi contraria espantosa (2),

siendo santa y pura toda,

pues cuando al hombre acomoda

la mala, la buena acosa.

(1) Mas vale la mentira que salva , (2) Que la verdad que daña.

Page 229: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 2 2 7 -

-l-M»*>*íí'J<9'^*4«-

Debajo de espesa mata (1)

hay una fuente escondida (2);

quien de esta agua no cala (3)

tiene pena de ia vida.

= ^ ^ » =

(1) De cabello. | í ) Pecho malerno. (3) No mama.

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— 298 —

l i l l^lMl IX^Mií®. — t + í ^ s í a -

Para que no entiendan á dos personas ni lo que hablen, ni lo que escriban, han de quedar conveni­das antes en efectuarlo y entenderse del siguiente modo:

En vez de empezar á leer ó escribir por las sila­bas de la izquierda (como es natural), principiarán á escribir ó leer por las de la derecha, ó sea á la inversa; pero cuando haya cualquiera de las cinco vocales sola, ó una sílaba única, no se antepondrán á las inmediatas siguientes, sino que se leerán ó es­cribirán de la misma aislada manera que represen­tan; mas donde estén continuadas dos voces separa­das entre sí, y de una sola sílaba cada una de ellas, en este caso sí, se nombrará la segunda antes que la primera. Sea ejemplo: Se quiere hablar ó escri­bir «no es» pues escríbase ó háblese es no. De to­das maneras el que escucha ha de estar persuadido de que el que le habla ó escribe lo hace al contrario; de forma, que en lugar de escribirle ó decirle «Tar-ragona,» le escribirá ó dirá: nagorraTa; pero el oi­dor deletreándolo viceversa, y principiando por la derecha, entenderá: Tar-ra-go-na.

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— ai9 —

ACLARACIÓN PBÁGTIGA.

Decía á menudo el Santo Rey Don Fernando: «Mas temo á la maldición de un pobre que al poder de todos mis contrarios.»

Para hablarlo ó escHbirlo por el método arriba explicado se empezará así:

cía-De á do-nu-me el lo-San Don Rey do-nan-Per: «Mas mo-te á la cion-di-mal un de hre-po, «¿ que der-po de dos-^to mis rios-tra-con.»

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- m —

EL TIEIPQ.

Destapando lodo voy (4).

venzo lo mas imposible;

siempre quedo invencible,

nunca un paso atrás doy.

Largo para el pobre soy,

corto, rico, para ti,

y poco fastidioso si,

al que me quiere... matar (2).

¡Todo lo podéis ganar

nada que perdáis de mi!

(1) Lo descubre todo. (2) Emplear, pasar, ó matar el tiempo.

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— 231 —

De ninguno (1), pocq$(2),

y de pocos, muchos (3),

de remuchos, pocos (4),

y de pocos, QÍnguno (5).

(1) Al nacer. van saliendo.

(3) Ea la juventud. ( i ) Ya van cavendú. (K) Los viejos desdentados.

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— 232 —

ESTANDO DE MARCHA, CON TINTA HECHA SOBRE LA MARCHA.

En uno de aquellos casos urgentes en que se ne­cesite tinta en el acto , y no la haya , emplear este recurso: Se estruja bien un puro dentro de un poco de agua , y puede escribirse perfectamente con tal líquido; y á falta de habano, sirve al efecto la pica­dura de un cigarrillo de papel; y si tampoco hubie­se esto, puede reemplazarle un poco de polvo de rapé.

Lo escrito, por su color, parecerá muy antiquí­simo.

También puede improvisarse una tinta negra, muy cómoda de llevar, y á propósito para las nece­sidades, la cual se forma con tres onzas de agallas, una de caparrosa, media de alumbre, media de go­ma arábiga y media de azúcar piedra. Los cinco in­gredientes han de estar en polvo y bien mezclados juntos. Después, una pequeña porción de ellos que se pongan en agua se convierten instantáneamente en tinta. Si se quiere (para mas curiosidad) llevarla en pastillas pequeñas, se mojan los polvos lo necesa­rio para cuajarlos, y se construyen aquellas.

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— 233 —

OTRA CLASE DE TINTA PARA ESCBIBIR ¥ QUITAR LO ESCRITO.

Es muy barata y provechosa, particularmente para la primera enseñanza de escritura (pues con un solo cartapacio puede aprender un niño una cla­se), la tinta hecha con finos polvos de carbón de pino, puestos algunos dias antes en agua y con niuy poca parte de goma arábiga.

Cuando lo escrito queda seco, fregándolo con una migaja de pan desaparece del papel sin haberlo man­chado siquiera.

30

Page 236: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 234 —

LA A.

De una punta ( i ) á otra punta (2 ) tres parles del mundo abarco; con ( 3 ) Adán me adelanté si con Eva ( 4 ) me atraso.

En mitad del paraíso (5 ) predestinada he estado: quien quiera buscarme, sepa que al centro del mar (6) me hallo.

Que en Guadalajara tengo cinco ( 7 ) hermanas le declaro, que de su tierno corazón al medio (8) me han colocado.

( ASÍA. \

AfricA. ¡(2) AraericA.j

(3) Adao. (4) EvA. (5) ParAíso. (6) MAr. (7) GuAdAIAjArA. (8) CorAzon.

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— 235 —

CAJA

Cuando me van á esconder (1),

vienen con la cara buena (2),

y cuando me van á estraer (3),

vienen con cara de pena.

(1) A encerrar dinero. (2) Alegre. (3) A sacar.

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— 236 —

SORTEO EN QUE CAE LA LOTERÍA Á LA PERSONA QUE SE QUIERA PREMIAR.

Un distrito inmediato al término de Jabalquinto , en la quinta vulgarmente llamada de Mendizabal, tenia que dar 29 soldados, y solo se encontraron 30 mozos hábiles para la contribución de sangre; de los cuales uno era hijo del Sr. Alcalde. Su padre trató en secreto con el Secretario de armar un discurrimiento para no marchar su hijo al servicio de las armas, pro­metiéndole que, si le servia bien, no quedaría mal servido...

El servicial fiel de fechos cabiló la servidumbre. El dia prefijado formó á los treinta quintos en se­

micírculo, dentro del cual se reunió el Ayuntamiento, cuyos individuos acordaron ir contando correlativa­mente desde el primero hasta el último á aquellos jó­venes, y á todos los que tocase el número diez sa­carlos de la rueda como tales soldados, y que, cuan­do ya hubiese cabido tal suerte á 29, el único que quedase fuese declarado libre.

A los interesados les pareció muy justa esta pro­posición, y entonces la Municipalidad ordenó á su Secretario que empezase el sorteo en los términos

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— 237 — convenidos. Asi lo efectuó, y quedó (digo, dejó) exento al hijo del Presidente,

Para lograr dicho resultado se principia á con­tar por el mozo que haga el cuatro, mas abajo del que figure ser el protegido.

Todos los demás 29 se van extrayendo del cua­drilongo conforme les va tocando el diez, y sigue la contabilidad sin interrupción hasta que no viene á quedar sino uno.

También puede variarse de número al empezar á contar, pues cualquier persona hará fácilmente cuantas pruebas guste, formando 30 6 mas, ó me­nos números, y principiando á contar por cualquie­ra de ellos (pero anotando cuál sea). Conforme vaya llegando á los acabados en diez (ú otro número ), váyalos borrando del papel, y al final verá cuál es el que queda solo. Entonces ya sabe desde que per­sona , ficha ó carta ha de principiar á contar an­tes ó después (según le acomode) de la carta, nú­mero ó persona que pretenda premiar cuando lle­gue el caso.

El jugador en una tertulia podrá desempeñarlo con los naipes.

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— 238 —

A unos ( i ), hacerles entrar ( 2 ) dentro de mí es gran pecado, y abrirme lo es en mas grado, para otros ( 3 ) á fuera echar, pues no harán sino malear. Huye de mi como un gamo la honradez, porque yo infamo. El huésped ( 4 ) maldice á mi, ¡ mentecatos! siendo asi que yo á ninguno llamo.

(1) Que hicieron en su vida un poco delito por casualidad. (2) Eolre muchos muy delincuentes. (8) Que su vida estarcí llena de malas casualidades. (4) El preso.

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— 439 —

UNA REGLA.

Quien dice, con ella bebo,

quienes que con ella viven,

quienes que con ella toman,

quien que con ella recibe.

Quienes que con ella hablan,

quienes que con ella escriben,

y ni conocen tal señora ( i )

muchos que de ella esto dicen.

(i) Regla de madera.

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— 240 -

PASAR ANCHQS3R ESTRECHO PASO. o ^O-O-Xí-C-c-í

En una especie de carretera vecinal, do única­mente cabio un carro (y la cual conslituian en for­ma de barranco un muro natural por ambos lados), se toparon en opuesta dirección dos convoyes de carros, cerca de un ventorrillo que habia junto al camino, y en cuya entrada únicamente cabia un carruaje.

Carros de la izquierda.!Feríía.lCarros de la derecha,

e e e e . . . . . . . . o o o o

¿ Cuáles de los can-eíeros harían volver grupas á los suyos? Ninguno consintió en ello. El mesonero les sacó de razones y dudas pasándoselos á todos sin necesidad de volver atrás ningún convoy.

¿Cómo lo ejecutaría? Así: Introdujo en la venta al primer carro de los del lado derecho, y avanza­ron todos los de la izquierda hasta tocar de frente con los de la derecha, dejando de este modo expe­dito el ámbito frontero á la venta y el camino iz­quierdo.

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— 241 —

e e e e 0 0 0

Entonces salió el carro en ella metido, y sin es­torbos siguió su ruta del camino izquierdo; y tor­naron á su primitivo sitio los carros del mismo eos-lado izquierdo.

.e e e e 0 0 0

tlondujo á la venta un carruaje de los de la iz-•juierda, y adelantáronse los de la derecha hasta con­frontar con los izquierdos.

e e e . o o o

Entonces salió el carro de la posada, y continuó su camino de la derecha.

Y asi sucesivamente avanzando, retrocediendo y alternando cada vez en la introducción á la venta ^6 un carro tras otro de ambos convoyes, siguió ' ventero encarrilándolos á todos.

31

Page 244: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 241

Para cuenta que no es cuenlo:

Yo bajo cerrojo habito

sin haber hecho deHto;

no gozo del hbre viento,

y estoy siempre amarillento.

Yo con malos no trafico,

ni robo á pobre ni rico;

pero á pesar de eso

me buscan ( i ) cuando no ( 2 ) preso,

solo por largo de pico ( 3 ).

(I) Lo cazan. (S) Cuando no está cazado. (3) Sus canlarcs.

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— 243 —

LA NECESIDAD NECESARIA. jPPS^íH^í^f^r

A nadie puede enamorar,

es como gachas blandisa,

mas cuando de duro avisa...

hasta al Rey hace bajar

de su trono, y muy aprisa.

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— 244 —

SUAIS, BmTOS. CÓMODOS Y SEGUROS CONTRA-CALLOS.

El que los tenga en los dedos de los pies, cada noche al acostarse pondrá encima de dicha duricie ó callos un poquito de tocino gordo hervido al pu­chero, atándoselo con un pedacito de lienzo, y re­levándolo cada dia.

A los dos ó tres, se levanta muy fácilmente el callo, ablandadas ya las inmediaciones del hoyo en que se creó.

Otro también seguro, cómodo, barato y suave me­dio para levantar fácilmente la parte dura de dichos ulls de poli, es : poner hojas de yedra (1) verdes (y no secas) dentro de un vaso, puchero nuevo, etc., cubiertas con vinagre; y á los 9 dias de estar en infusión se aplican encima del callo, haciendo las demás operaciones explicadas en el primer caso.

En ambos puede llevarse puesto de dia el me­dicamento.

Y otro: Se aplica sobre los callos y ojos de ga-

(i) Eara.

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— 245 — lio una capita de hilas untadas en pomada alcan­forada; y se sujeta con un pedacilo de tüfetan inglés (si se quiere no manchar las medias), cambiándo­la dos veces cada 24 horas.

La pomada alcanforada se prepara con 5 onzas, ' y 1?2 adarmes de manteca de cerdo (sin sal), y * onza 22 granos de alcanfor en polvo.

Se hace al fuego con un pucherito ó taza.

^ N —

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— 246 —

EL NO LIMPIO.

Bella serrana ( i ) pendiente (2 ) te contempla un belloso (5 ); por si caes, muy gozoso sobre tí clavar el diente. Es. de joven, diligente y en el trotar un alhaja, mas luego en ligeros (4 ) baja, y alta al bando pancista ( 5 ); es de la muela mas lista (6) , y único que no trabaja ( 7 ).

ssftgt 2ftí 25=

« ) Bellota. (2) Del árbol. (3) Cerdo. (4) Deja de ser flaco. (5) Engorda. (6) Qae engulle con mas afán. (7) De personas, de elementos y de animales.

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— 247 —

¡ Cuantísimo amigo suyo...

va siguiendo mi ejemplo

de servir solo en buen tiempo,

porque en el malo (1) ye buyo! (2).

- '3g^@S2:>-

(1) Nublado. (2) No ruarca.

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— 248 —

ÜNA +

El jugadüi dejará sobre la mesa tres duros en plata, ó tres pesetas sueltas, ó tres cuartos senci­llos, y dirá á la sociedad:

—Veamos, señores, cuál de W., como buenos cristianos lodos, sabe hacer una cruz con estas tres monedas; pónganlas á su gusta en la posición y equi­librio que gusten, pero ya saben que la figura de la cruz es esta H- y no otra , y de consiguiente igual ha de ser la que hagan con las presentes tres pie­zas; en la inteligencia, de que con ellas la hará fácil y perfectamente hasta un niño, si se lo ordena­mos, etc.

En cualquier forma que las coloquen, siempre re­sultará imperfecta la cruz , porque , ó no será su verdadero signo, ó le faltará uno de los cuatro bra­zos de que se compone. Así lo manifestará el juga­dor á los concurrentes cada vez que alguno de estos le pregunte si está bien hecha la que haya formado.

Y cuando ya se declaren vencidos é incapaces de hacerla, tomará las tres monedas, las pondrá juntas é ¡guales, y con todas tres á la par trazará (como quien escribe) dos rallas transversales, ó sea la -f

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—149 — sobre la mesa, al suelo ó en la pared, exclamando:

¿Y con tres piezas no podían W. hacer una cruz, como con las mismas tres acabo de construir yo esta? Con una sola moneda también me determinaría á formar un millón de dichas cruces, etc.

32

Page 252: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ífiO —

«I

Lo encargó á todos Dios; es lo mas dulce y mas agrio, dulce, si viene á Nos, y si de Nos va, al contrario.

Hacemos (¡cuántas criaturas!) cuando el duende (1 ) no acomoda, cara de siete figuras, pero... ninguna de moda ( 2 ).

¡Fraguar no queremos la llave esencial, con que abrirte habremos puerta celestial!

(1) Dádiva. (2) Ni crisliana, ni calólica, ni apoi^lólica, ni roiuana, ni carilali-

\a , ni amiga, ni humana.

Page 253: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 2 5 1 —

lililí -=€0^=^

Somos mansos (i), somos fieros (2);

nuestro nombre poco place;

si esta insignia alumbrase,

¡gran quiebra para aceiteros!

En cambio fuera un deleite

ver mas de cuatro nacidos,

con muchas luces lucidos

sin necesitar aceite.

(') Cuando hechos peines. (2) En la cabeza del toro.

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— 15Í —

TEIPERMTE PARA APLACAR LA SANGRE ARDIENTE.

En el MATAR 7 en CASAR tienes que ir mny alerta, y nunca has de olvidar idesgraoiado el qne lo aciertal (1).

En una taberna de Gandasnos dos jóvenes dis-pulaban , sobre chispa mas ó menos, cuál de sus adoradas tormentos era, no mas trabajadora , sino mas guapa; y el uno profirió una amenazante pala­bra contra el otro. Este desde aquel dia juró (mien­tras otro y otro jairo bebió) que habia de vengar la mala expresión asesinándolo.

Al poco tiempo fué á confesar, y pidió al padre de almas la absolución de aquel pecado , que que-ria cometer, por no pecar de galán cobarde; y á las primeras reflexiones del religioso, interrumpió que las escusara todas, pues no podia prescindir, ni te­nia mas remedio que quitar del medio á su insul­tador; que todo lo habia pesado bien, y nada ba­

tí) iQué será del que lo yerral

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— « s a ­llado que le quitase tal peso del corazón , sino matando.

—Pues para dar por adelantado la absolución, me precisa darte también anticipadamente la peni­tencia (replicó el ministro), la cual se encerrará en una carta mia cerrada, que tú entregarás personal­mente al Sr. Juez, de primera instancia de Egea de ios Caballeros.

K\ penitente se asustó, y el Sacerdote prosiguió: •^Particularmente; no temas, y eso que le de­

clararé tu sanguinario intento; pero saldrás libre. Comparecido ante su Señoría, y enterado este,

le sentenció á que escuchara esta semi-carrera de un sentenciado á muerte.

•—Desde el momento que tú mates hasta el en que á ti te maten, ya lodo el mundo tendrá dere-clio para agarrotarte, ó matarte como á malhechor, y tendrás que ocultarte, por indigno de vivir entre personas de bien. ¿Y no te será mas denigrante que disimular una fea expresión, que tolerar una ame­naza, y aun, que recibir un bofetón?

—Te verá.s preso, encadenado y por un carcelero sigilado. En el calabozo te contemplarán vecinos y forasteros; ¡y qué afrenta para tus padres y tus ami­gos!

—Habrás sido siempre hombre bueno, y, sin embargo, luego que consumas el mal, pasarán por tu lado algunos que jamás lo fueron, y te mirarán de reojo.

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— 254 — —A todo tendrás que obedecer, y en nada se hará

tu voluntad; se te tasará el andar, el hablar, el co­mer, el beber, el dormir, el divertir...

—Podrás quejarte con razón; pero ¿quién dará razón á tus quejas?

Dejarás la parentela del difunto y la tuya enemis­tadas perpetuamente; tu hacienda perdida... ¿Y por qué tantas (y mas) privaciones, vilipendios y costas? ¡por una sola palabra mala que puedes subsanar ahora tan solo con otra buena!

—Finalmente serás entregado al ejecutor de la justicia y conducido al vil garrote. Entonces, pero en vano, consenlirias, no digo una expresión ofen­siva de un paisano amigo, proferida dentro de un figón, sino que te estuvieran abofeteando en mitad de la plaza, y permanecer con los brazos cruzados, mas bien que tener que salir por entre la multitud (ansiosa de conocer al condenado) hasta llegar al ignominioso tablado; y aun así no lo habrás pagado todo, porque puesto allí, en aquella ejemplar altura, te dirá la conciencia que después de allí pasarás á dar cuenta al tribunal de lo Alto, presidido por Aquel que, cuando recibió el bofetón por nuestras culpas y pecados, mandó envainar el hierro á quien quería vengar tan injusto ultraje.

Quedas por mi parte suelto y absuelto: Anda, vé, corre y mata...

Corrió sí, pero fué á los pies del confesor á acu­sarse, no ya de querer derribar al insultador, sino

Page 257: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 255 — de haberlo- intentado solamente. Y toda su vida tuvo colocado en un cuadro con letras muy inteligibles la descripción que, por la clara, y como para quienes no entienden de mas fondo, le hizo el intehgente letrado; al final de la cual añadió este consejo que á sí mismo le dio su director espiritual:—EL MORTAL MAS VALIENTE ES AQUEL QUE SE MATA POR NO MATAR ( Ó POR QUE NO MATEN ) Á OTRO.

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2B6 —

EL PAVO.

Manso como un pobre voy, á nadie espanto jamás» pero dando en erre {i ) mas, á todos pavor(2)ya doy.

Muchos de mi hermandad el tratamiento Real de tiempo inmemorial gozan en la sociedad.

Viene mi desgracia ó cruz del degüello de Pavía; en mejor noche ( 3 ), peor dia, muero al ( 4 ) nacer Jesús.

(1) r. ( 2 ) Pavo-r. ( 3 ) Baeoa. (4 ) Nadal, gall-dmdt.

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— 2B7 —

Ando, pues lo quiso Dios,

(le mañana ( 1 ) en cuatro pies ( 2 ) *

por la tarde ( 3 ) ya en dos,

mas por la noche ( 4 ) en tres (5 )•

(1) Cuando niño de teta. (2) Medio arrastrando. (3) Desde que empieza á caminar solo. (j) Al ser viejo. (6) Con el cayado.

33

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— 258 —

PURA ESeBIBIR Gfli Máf R/IPliEZ COIS UN DEDO QUE CON TRES.

Se cortará una pluma, cuya parte alta del cañón llegue al medio de entre la primera y segunda coyun­turas del dedo inmediato al pulgar, ó sea el llamado del corazón; y la parle baja con que se escribe que sobresalga de él lo necesario para podtur escribir.

En el expresado segundo dedo se sujetará bien la pluma con un anillo de goma elástica, una cinta delgada, ú otra cosa por el estilo; y de esta for­ma se escribirá mas aprisa y con mejor pulso que no con los tres dedos, pues los otros dos solo sir­ven para acompañar la pluma, empero el de en-medio de los tres es el que únicamente lleva la di­rección (1). Gomo prueba, mójese cualquiera dicho dedo con tinta, pintura, etc., y verá cuan veloz cor­re sobre un papel, mesa ó pared; pues con la mis­ma ligereza se escribe (del modo antedicho) al poco tiempo de acostumbrarse una persona á ello.

( í ) A mas de cuatro que escriben con (res dedos gustó la letra del Brujo, y escribe con des; y coo uno solo, cuando quiere sacar el fruto de 100 hojas diarias.

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259 —

11 SMMll ^-ftfitf^hMV^

Mas mal, y cien veces cien me vi, ( 1 ) y alegre mi gente; y ahora siento tristemente verme mil veces mas bien ( 2 ) .

Mientras causé daño extenso ( 3 ) á mi, mi prole ( 4 ) apiñada ( 5 ), y huye de mí espantada cuando me hallo inofenso (6 ).

Porque ahora es mi cuerpo tan fuerte, que ni de una estocada sangre vierte.

11) En el valle de lagrimones. (2) Estando su alma en el cielo. (3) Durante la vida, por buenos que seamos, mas sucio que limpio

obramos. La fiera que ha cometido mas fierezas es el hombre fiero. (4) Familia. ( 5 ) Reunida. (6) Difunto.

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— 260 —

LOS CABELLOS.

Ei) política hablemos

Demócratas principiamos (1 ),

progresistas nos volvemos ( 2 ),

y realistas rematamos ( 3 );

Morimos unos en vida ( 4 ) , otros en muerte ( 5 ),

pero al nacer es igual nuestra suerte.

- 'SS^^S?^ '^

(1 ) Rojillos al empezar ú salir. (2) Negros después. (3) Blancos en la vejez. ( i ) Caídos de no calvo. (5) Dentro la scpiillura.

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— 26t • -

Y REMATE CARO.

En la feria de Salas, una compañía de gitanos ven­dieron un caballo al jefe de la remonta para los del ejército por el precio de un grano de trigo, doblán­dolo diariamente durante 30 dias; de forma que de­bía pagarles;

DÍAS. GRANOS. 4." i ».

DOBLADOS.

2" . . . . i 2 3." . . . . 2 4. 4." . . . . 4 8. 5." . . . . 8 16. 6.V . . . 16 32. 7." 52. . . . . . . . 64. 8." . . . . 64. etc., etc.

Al comandante de la requisa le pareció que casi le. regalaban el potro, según el poco valor del pre­cio; y animado con tal error, quiso adquirir mas galdido. En su vista, los gitanos se comprometie­ron á entregarle todas las muías suficientes para completar una brigada de artilleria de montaña, com­puesta de cuatro baterías, y además á mantenerlas de gratis todo un año, con la sola condición de que

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— 2«2 — el comprador tendria que satisfacer á los vendedores por el término de un mea un grano de cebada mul­tiplicado cada dia, es decir:

GRANOS Sencillos. Multiplicados. Sumas.

En el 1." dia. 1. X ». . . 4. En el 2 ; id. í. X i. . 2. En el 3 ; id. 2. X 2 . . . 4. En el 4° id. 4. X 4. . . 16. En el 5; id. i 6. X 16. . . 256. En el 6; id. 256. X 256. . . 65,536. En el 7; id. . 65,536. X65,536, etc

Conformadas las partes, cerraron y firmaron el trato, empero al poco tiempo lo anuló el militar, alegando que los gitanos le habian exigido mas de la mitad del precio de la cosa comprada; porque al ir á ensayar las cuentas, vio que ascendia en los treinta dias la compra del caballo á 536.870,912 granos de trigo, y que los de cebada que al cabo del mes costarían las muías, no cabrían en toda aque­lla Conca de Tremp.

Aun cuando el comprador era sobresaliente en contabilidad, no se creyó capaz de formar la inmensa cuenta del total de granos de cebada, por el inmenso trabajo que emplearía ensacarla y comprobarla(1).

(1) t añade el Brqjo, que quienes lo prueben barán lo que bizo aquel jefe al llegar á los veinte y tantos dias; esto es, dejarlo.

Page 265: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 263 —

ÜN&MífO BE AIMA. -s—-cTiiéírs

Si los sabios, un momenlo,

y cuantos ricos pueda haber,

se juntaran, ¿qué hacer

(la ririueza y el talento,

el saber y el ungüento...)

todos juntos no podrian?

¡¡¡Ni hacerme á mí sabrianü!

y del poder del Criador

soy lo mas, mas inferior

que en el mundo encontrarían.

Page 266: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 164 —

11 iiill ??-:^e^-o

Puerta abierta hallarás

siempre que á mi amistad vengas;

mi ciencia revolverás,

pero en mí no encontrarás

mas talento del que tengas.

- " ^ ^ ^ ^ Q ^ ^ ^

Page 267: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ItíB —

PASAI ÜOGiEiriÁniAIIIE POR UN ARCO, EiN QUE NO PODRÁ PASAR OTRO CUERPO

PEQUEÑO.

Pocos creerán fácil dicha dificultad, mayormente cuando el que haga la proposición asegure á la so­ciedad que no se ejecutará con subterfugios ni ar­timañas, sino pasando real y positivamente una per­sona mayor por debajo de una especie de puente, por cuyo sitio no podrá jamás pasar otra persona me­nor; advirtiéndoles, que en el acto mismo, y á pre­sencia de lodos, lo efectuará él, preparando en un minuto el boquete por donde pasará su cuerpo.

Llegado el caso de prueba, suplicará al caballero de la reunión, á quien haya propuesto el juego, que se ponga en pié derecho, y abra bien las piernas en forma de puente;, y por debajo, ó sea por entre ellas, cruzará el jugador, quien después dirá al arco humano.—¿Será V. capaz de escabuHirse por el mis­mo sitio, á pesar de que no es V. tan grueso, ni de tanta estatura como yo? (Circunstancias que habrá elegido ya en él, al principio de la jugada).

3i

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— 265 —

LA lAIPASA DI UIA BRIITA. -«3i8íe»-«—

Me hallo (y no es cosa rara)

mas alia ( 1 ) que sania Clara (2 );

y en trono (con mucho liento)

de cristal, me dan asiento.

A santa Clara aclaro (3 ) lista

al verse oscura ( 4 ) su vista.

Y cuando clara la tiene ( 5 )

á ofuscar la mia viene (6 ).

(1) La lÍDleraa, que la imagen del altar. (2) Venerada en la capilla. {'i) Alambra. (4 ) Al anochecer. (5 ) Torna el día. ^ ( 6 ) Dismiouye la claridad artificial.

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— 267 —

-»+>****a

Yo soy la última hoja

que come (1) toda oveja:

por fea, de mí se aleja

un hombre, si se enoja

otro, y desnuda me deja ( 2 ).

(1) Que pasa por su cuello. (2j Guando tira de la navaja.

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— 268 —

PARA APLACAR US DOLOR ARDIENTE CON EL

MISMO AUTOR CANDENTE.

Al momento de haberse quemado una persona los dedos, mano, pies, etc., prepárese una brasa de fuego, échese sobre la misma unas gotas de aceite, póngase en seguida el dedo ó sitio quemado, en me­dio del humo que espedirá la dicha brasa al caer el aceite, dejarlo evaporar bastante rato, y abrigúese después la quemadura con un lienzo de hilo, que deberá perfumarse también; con lo cual, no solo cesará instantáneamente el dolor, sino que á las po­cas veces de repetir la antedicha operación sanará la quemadura de fuego, si es poca cosa, y si mucho la parle quemada, se espolvoriza con el alcanfor des­de luego, tapándola con hilas bien untadas con po­mada alcanforada; encima se pondrán bendoletes, y sobre estas, hojas de papel para que no se cale á las sábanas la pomada, conservándolo todo sujeto con vendas. La cura se hará por mañana y anoche­cer, cuidando que el aire no penetre hasta la llaga.

Para las quemaduras de la cara se construirá una careta de papel, á cuya medida se corta el ven­daje de modo que dé paso al aire para las narices,

Page 271: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— Í69 — boca y ojos. Hecha ya la antedicha cura, se sujeta por medio cíe tales caretas, atándolas por detrás del cuello y sobre el cráneo.

Las partes inmediatas que no están quemadas se lavan de cuando en cuando con agua sedativa (1) .

Las quemaduras ó llagas de los ácidos se deben lavar en seguida con agua y vinagre.

Y las de los cáusticos, con agua y ceniza, Y tanto para las de los cáusticos, como para las de los ácidos, se seguirán después las anteriores curas, que quedan explicadas para quemaduras menores y para que­maduras mayores.

( i ) Dicha agua se hace con Amoniaco dos onzas. Alcohol alcanforado tres ídem. Sal común 2 ídem. Agua de Tuenlc un porrón.

Todo se pone dentro de una botella de vidrio, y caa»do convenga usar de ella, se menea bien. Este liquido debe estar siempre muy tapado.

Page 272: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 270 —

1 DURO DE C O L H S ANTIGUO.

¡Os parecerá increible! Tengo semejanza plena con el Marqués de Villena en la parle invisible (1 ). Es verdad irresistible el que yo nací ( 2 ) en España, pero por arte ó por maña á Francia marcho al trote, do sin valer Rey ni Roque me sepulta ( 3 ) la guadaña.

Que imito, á mas, podrás ver, (si el incógnito estrujas ) á nuestras remotas brujas en no verlas ya correr ( 4).

(1) No se ve na duro de coloinoas antiguo por medicina. (2) Fue acuñado. (3) Es fundido. (4) No se encoentra una bruja moderna para remedio.

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— 271 —

UNA HEBRA DE HILO.

Es floja; en pié cae luego ( 1 ) ,

mas da y toma fortalezas

si amarra piezas con piezas ( 2 ),

guiada de un sutil ciego ( 3 ).

No es cosa mala, hilo ( 4 ) es,

dicho está, ¿qué será pues?

«^^N—

(1 ] Ningan hilo se inantiene derecho. (3) Cose lelas. (3) Pasada por el ojo de una aguja. (4) El oyente entenderá «y lo fs.»

Page 274: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— ST3 —

HACER UN HOMBRE SOLO, Y CON LOS OJOS CERRADOS, LO QUE NO PODRÁN HACER

VEIISTE HOMBRES CON LOS OJOS ABIERTOS.

Hecha esta propuesta á los concurrentes, les ad­vertirá adennás el jugador, que lo que hará él cer­rando sus ojos, ó vendándoselos, no será ni escri­bir, ni dibujar, ni leer, ni hablar, ni cantar, ni bai­lar, ni sonar, ni reir, ni llorar, ni comer, ni dormir, ni beber, ni caminar, ni correr, ni saltar, y ni, en fín, ninguna clase de habilidad, sino una cosa tan sencillísima que puede hacerla Ubre, entendida y holgadamente, una criatura de O años la mas tonta.

Efectivamente; puede cualquier persona, con los ojos cerrados, tirarse puñados de tierra en ellos, sin percibir daño en la vista; lo que á buen seguro no se determinarán á ejecutar con los ojos abiertos mi­les de hombres.

Page 275: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— rw —

Mi, primera (1) y tercera (2) dicen que soy una gala. No teng i pelo, uña$,• pata; esta si eí! la verdadera, que lo de gata, patata.

No gozo tampoco boca, y engañosa ( 3 ) se me mira, porque otro la farsa tira ( 4 ) . Lo de boca, verdad toca; lo,de embuste, es mentira.

— - = ^ ^ ^ —

(1) Ga-(2 ) tó-{!) <íMieníe mas que ¿a 6'aceto.» - :>: (4 ) Imprime.

35

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— 214 -

DHA POSADA LUfiABBfiA. •> > ->0 0-OC-<" CC--

Un verde prospecto escrito sin ninguna letra verás, y sin saber de letra desde lejos en su verdura leerás:

A todos dan por el dinero aqui me quedo...

Y entenderás al instante

con pocas entendederas

que tiene ramo ( \ ) semejante

semejanza de rameras (2).

(1) El que pende en el frontis de los hostales. (2) O sea de ramajes.

Page 277: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 278 —

DE UNA JUGADA, CINCO JUEGOS.

PRIMERO.

Repartir indistintamente en 4 ó mas porciones desiguales todas las cartas de la baraja; entregar una parte á cada mío de 4 ó mas espectadores, y pedírselas salteadas una á una, todas á todos sin ver ninguna , y sin equivocarse.

SEGUNDO.

Cortar por cualquier punto de la baraja tantas veces como se quiera, y saber otras tantas cuál es la carta que sigue debajo de la por que se alce un trozo de dicha baraja.

TERCERO.

Colocarse una persona todos los naipes sobre la frente, é ir sacando una tras otra las cartas, al tien­to, nombrándolas antes de extraerlas, y no e«Tarlas.

CUARTO.

Para que bajen de'la chimenea una á una las 48

Page 278: El Brujo y la la Bruja en tertulia

—17a — cartas de la baraja, conforme por su nombre se va­yan llamando. >

QUINTO.

Estando todos los palos y números de los naipes separados entre sí, hacíer que salgan juntos los cua­tro números de todos cuatro palos.

MODO DE PREPARA» LOS NAIPES PARA EJECUTAR

LOS CLNCO JtJEGOSi

Se seguirá siempre para pedir, y saber después el puesto que ocupe cada carta, el orden de

1." 2." 3." 4." OROB. COPAS. ESPADAS. PASTOS.

Para efectuar el primero de dichos juegos, el que los haga, principiará pidiendo una carta de oros cualquiera; pero suponiendo atwra que sea el as la pedida primeramente, el jugador irá llevando de me­moria (y en voz baja) el método de sunoar y restar que se va á clarificar.

—Venga el as. . . . i dfi oros. (Y cinco que le agrego mentalmen­te , son seis).

—Venga el 6 de copas. (Y cinco que le añado son once).

Page 279: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 2TI — —Venga el caballo. > . . . . >

(Y einco que le pongo son diez y seis; y pasando de docerqüito siempre la docena, cuento únicamente los:que restan de ella, que aquí son cuatBTo)

«— Venga el..; . . (Y'jcinéo, etc., nueve).;

'-^Veaga el (Y cinco, etc. quedan dos).

-^VeJaga el.. . (Y cinco, etc., siete)

—Venga el. . . (Y cinco, etc., doce)

-Venga el rey

44 de espadas::

catorce; fuera doce

41 dé bastos,

r i9.de orosi

51 de copaSi

1. de espadas.

4 2 de bastos. • Y como cada rey completa la docena, y dismi-4

nüida esta resulta nada, en estos cuatro casos se re­pite, detrás del rey, la petición del cinco del mismo palo, como si se empezase á contar de nuevo

Continúa el ejemploi. < (Doce fuera doce es• cero: cinco es cinco). -

-^Venga el. . 5 de Ofos. (Y cinco, etc.) • . ;

40de;oopas.

3 de espadas.

'Venga la sota. (Y cinco, etc. menos doce, etc.)

—Venga el. . . . . . , (Y cinco, etc.)

—Venga el 8 de bastos. Y asi sucesivamente, é insiguiendo idéntica con-

Page 280: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 278 — tabilidetd, se exigirán las cuarenta i ocho cartas; ad­virtiendo que la primera que pida el jugador se te colocará en la mano ó sobre la mesa, pinta abajo ; y de igual modo pondrá la 2 / sobre la 1.*, la 3 ' encima de la 2 / y del mismo modo todas las deitíás.

Arreglada que esté en esta forma una baraja, mientras no se barajen las cartas, sabrá ya el juga­dor el lugar que ocupa cada una; y de consiguien­te, para desempeñar el segundo juego, dirá á cual­quier persona que alce por donde quiera; volverá beca arriba el trozo de baraja que hayan alzado, y viendo la primer carta que esté en él, en seguida acertará', cuál es la otra que sigue debajo; porque si la de encima es (supongamos) un 9 de oros, recapacitará el jugador:—9 y 5 que le pongo son 44; quito 12, sobran 2: detrás de oros siguen las copas; pues infaliblemente el 2 de copas se halla debajo del 9 de oros.—

Corta otra persona, y dado caso que la carta corta­da sea el 3 de copas, considerará: 3 y 5 de añadidu­ra 8.—En pos de las copas van las espadas: al 8 de espadas seguramente está tapando el 3 de copas.—

Alza otro (y figuremos que) por el 5 de espadas: —y 5 mas completan 10: á continuación de las es­padas se encuentran los bastos, pues la sota de ellos es la que hay junta al 5 de espadas.

Si dividió otro la baraja por el 2 de bastos:— Con 5 mas suman 7: después de los bastos vuel­ven los oros; y en su consecuencia el 7 de oros

Page 281: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- e n f i ­esta escondido detrás del 2 dé bastos^—Y por este régimen las adivinará todas.

Por el propio método coa que las fue pidiendo en el primer juego, las irá dando ( colocándose las cartas en la frente, 6 á la espalda) cuando haga el juego tercero.

Para practicar el cuarto, el modo de ir IkEftán-r dolas es igual al antedicho orden; empero para este juego habrá de estar confabulado con otro, sugeto que entienda como el jugador la coordinación;dada á las cartas; cuyo compañero (colocado de ante­mano en lo alto de la chimenea, ó en otro sitio mas á propósito que ambos designen ), provisto de otra baraja arreglada ya, después que el jugador haya hecho la demostración de tirarla chimenea arriba, ó en otro lugar alto donde esté escondido su ayudan­te, al oir este la petición de las cartas, las irá ar­rojando (aunque esté en sitio oscuro) una tras otra por intervalos, pues estando ya penetrado del mé­todo, serán, por orden seguro, las mismas que irá nombrando el jugador rápidamente desde abajo.

Y finalmente, para realizar el quinto juego no hay mas que tomar la baraja ( compuesta ya como queda explicado), ponérsela en la mano, pinta al sue­lo, y procurando que sea un as la primera de abajo, pues aunque las otras que haya anteriores á dicho

Page 282: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— M o ­as las poilga encima dé las demás cartas, no por eso perderán el orden establecido mientras no se inter­cale ninguna. Y empezando por aquel as, digo, es-tend«rá una hilera de i' doce cartas: encima de esta Mocará otra de doce también, tornando á prinoi-jyiaf píór encima del primer as, ¡y así igoalmente formará las cuatro hileras (boca á bajo se entiende), que constarán de doce pilas con cuatro cartas ca­da tinai.

Concluido, volverá pinta iaríiba la primera pila, y después correlativamente las demás, diciendo para sus adentróse

•i—Primero son los unos—(irán saliendo juntos los cuatro números que irá nombrando);—y 5» los seises; y 5, los caballos; y 5 (i6, fuera 12), los cuairos; y 5, los nueves; y 5 (14, menos 12), los doses y 5, los sietes; y 5, los reyes (12 fuera 12 nada); 5 son cinco*; y 5, las sotas; y 5 (15 quitan­do 12)^ los treses; y 5, ios ochos.

Page 283: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 281 —

Eh S.&Mñ'ñK •-»3to»>-*-

Tengo una cara horrible, y al pobre que yo acoso ¡ni hermosuras le hacen gozo! pues todo hago aborrecible, y solo una gracia (1 ) admisible. Soy la enfermedad que no ' tan insufrible se sufrió. El liberal ( 2 ) me halla atajos (3). iNo sabe que son trabajos ( 4 ) quien ignora quien soy yo ( 5 ) !

(1) Pan. (2) Don Cariiativo. (3) El remedio, y la cura. ( i ) Que es padecer. (K) El tener gana, y no que comer.

36

Page 284: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 282 —

UNA FEA.

Yo, en esle mundo loco,

con mi contraria (1 ) no lucho,

pues agrado á pocos, mucho,

si ella agrada á muchos, poco;

toda al ingenio me aplico,

y nada á presunción dedico.

[1) Una hermosa.

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— 283 —

wkm SAiEii iAGm SIN NECESIDAD DE COMPÁS MAESTRO, ISÍ MODELO, MUCHAS

CLASES DE RASGOS PARA LETRAS DE ADORNO,

TARJETAS, PORTADAS, FLOREROS, CAPRICHOS, ETC.

Según el tamaño de que se pretenda construir el dibujo, ó rasgo, asi se elegirá el del papel, doblán­dolo por sus cuatro parles céntricas en forma de cruz, ó librito de cuatro hojas.

En la cara de la primera se trazará con tinta ó lápiz cualquier figura, rasgo, adornos, letras, etc., etc., picándolo después con un alfiler; y desplegado el papel, quedará dibujado ( con puntos de aguja) en sus cuatro costados, y reducida á una la labor he­cha en la primer hoja.

Este padrón servirá para hacer cuantas copias se quiera, observando las reglas siguientes:,

1 .* Se colocará dicho padrón encima del papel en que se haya de sacar el dibujo en limpio, suje­tándolo bien por sus puntas con los dedos, ó con alfileres.

2 / Con un poco de carbón hecho polvos finos metidos dentro de un Uenzo se golpeará y fregará en todo lo picado del padrón; efectuado lo cual y levantado este, aparecerá retratado el dibujo con

Page 286: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 284 — carbón, al cual se soplará un poco suavemente para poder divisar mejor lo estampado.

3.' Con un lápiz adelgazado se irán resiguien­do todas las lineas que figuren los polvos; y, con­cluido, con un trapo se sacudirán hasta que des­aparezca todo el carbón y quede únicamente la se­ñal del lápiz.

4 / Con tinta (i), ó color, se tendrán que re­pasar todas las rallas de lápiz, y resultará hecho el rasgo de color ó de tinta. Y para que no se per­ciba rastro alguno de lo anteriormente delineado con lápiz, se fregará con una migaja de pan el di­bujo (cuando esté seco), y desaparecerán todas las huellas que dejará el lapicero.

5.* El mismo método se empleará para hacer cuadros ó estrellas laboreadas para cielos-rasos, floreados para adornar paredes, etc.; pero estos se principiarán en cartón ó papel marquilla de cuerpo, y cuando ya estén marcados los ramajes ó capri­chos sobre él, se recortarán; y el hueco de que se extraigan será el padrón que servirá para trasladar-

(1) Es muy adecoada para escribir dichos rasgos una tinta azul, hecha con estos ingredientes.

2 onzas de añil. 3 Ídem de carbonoto de potasa. 3 Ídem de cal,

y 9 libras de agua (libras y onzas catalanas.) Se pone todo junto al fuego, se deja hervir media hora, se quita,

y se le echan en seguida cuatro onzas de goma arábiga en polvo.

Page 287: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 285 — los á las paredes, lienzo ó papel, pasando un pin­cel por los expresados lugares que ocupó el dibujo,

6.* Para sacar figuras solamente en dos partes del papel no es menester sino doblarlo por el me­dio, y en una de sus dos hojas dibujar; suponga­mos: Un águila, para que salgan dos juntas y dia-metralmente opuestas, una en cada hoja; una cu­lebra, para que resulten dos entrelazadas; una ban­dera, para que forme simétrico escudo; medio ramo en medio jarro ó castillo, para que componga uno entero, igual en hojas y flores á derecha é izquier­da, etc., etc.

Page 288: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 286 —

Sana y limpia Dios me hizo, y aun hay Ionio que le cuadre mas que yo, el nieto (1 ), hijo ( 2 ) y padre ( 3 ), ó daño ( 4 ), incendio ( 5 ) y mestizo ( 6 ); ¡ ay del que mucho los quiso ! Guando el hombre aborrezca dichos tres, y á mi apetezca, ¿tanto desafiarse habrá? ¿ni, como hoy arma, armará tanta y tan sangrienta (7 ) gresca ( 8 )?

(1) Licor. (2) AgoardicDte. (3) Vino. ( i ) Quema la salud. (5) Abrasa las entrañas. (6) Mezclado con yeso, azufre, ele. (7) Los tragos hacen estragos. (8) Riñas.

Page 289: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 187

No me mires, ya te entiendo;

de lo que tu quieres (1 ) tengo ( 2 ) .

Cuando no tuve ( 3 ) te pude hartar ( 4 ),

y ahora que tengo ( 5 ) no te puedo dar( 6) .

Busca por otro lado otra (7 ) que te dé,

que si vuelvo á no tener (8 ), yo te daré ( 9).

(1) Conversación. (2] Otro novio para conversar. (3) Quien me conversara. (6) De conversámienla. (5) Conversante. (6}. Conversa. (7) Novia no conversada. (8) Conversador. (9) Conversaciones.

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— 288 —

HACER ENTRAR HUEVOS EN UNA BOTELLA QUE TENGA EL BROCAL TRES VECES

MENOR QUE ELLOS, SIN QUE SE QUIEBREN AL

INTRODUCIRLOS EN ELLA; ¥ VOLVERLOS Á SACAR INTACTOS

SIN ROMPER TAMPOCO LA BOTELLA.

Primero habrá que colocar los huevos en vinagre por espacio de cinco ó seis horas, según sea la for­taleza del mismo; en fm, hasta que se conozca que la cascara esté ya tan flexible que pueda con facili­dad meterse dentro del frasco. En seguida se lle­nará este con agua de fuente, y tornarán á apare­cer aquellos en su estado primitivo.

Cuando se quiera extraerlos de la botella, se va­cia el agua, y en su lugar se cubren los huevos con vinagre; mas como su cascara está a carcomida, con la quinta parte del tiempo antedicho que estén en infusión será suficiente para ablandarlos. Se sa­carán entonces con el mismo cuidado y faciUdad con que fueron introducidos.

Estando dentro de la botella ( y mas sí los hue­vos son de los laboreados como se explicó en otro lugar de este libro) forman un adorno precioso en­cima de una cómoda, rinconera, mesa, etc.

Page 291: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 889 — Y sobre de la misma mesa, y como otra cosa ex­

traña, se pueden iCftjocéf jiStfóS; hwévos sentados por cualesquiera de sus dos puntas; pero para que se sostengan es indispensable agitarlos antes hasta que clara y yema se confundan, pues solo así podrán guardar el equilibrio al plantarlos

37

Page 292: El Brujo y la la Bruja en tertulia

•^>A/UX/UVVA.

De muchos soy elogiada,

pero de pocos querida.

Es verdad, seré premiada,

mas será en la otra vida

Porque lo que es en esta,

desatenta atención

á mis clamores se presta,

ya lamente con razón.

Todos me hacen visiones,

¡tal seré de espantadiza!

y huye, cual de contagiones,

luego que uno me divisa.

Page 293: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— MI

IMM'^W^MMI -rfVíAfitfWV»-

Del mundo, ningún mortal,

jamás puede abrir la boca,

si en particular, ó general,

á nosotras no invoca (1);

y es cinco (2) nuestro total.

(1) Pronuncia una. (2) á, é,'í,'6, ú.

Page 294: El Brujo y la la Bruja en tertulia

CUATRO VECES KNGEL. APOSTAR Á QUE UNA PERSONA NO DIRÁ AN6EL

CUATRO VECES.

Propongamos el juego en la cnas sencilla forma. Llámese Miguel el jugador, y Constantino el in ­

terpelado : aquel explicará á este que el caso no puede ser mas fácil, pues consistirá únicamente en que el uno preguntará cuatro veces lo que quiera, y el otro le contestará otras tantas, ángel.

smmm m MIGIIEL DÍGA. GOHTESTARi GONSTARTIliO.

Largueza. Ángel. Constitución. Ángel. Beneficencia. Ángel. Hermosa. Ángel

Antes que se decidan á efectuar la prueba, Mi­guel repetirá algunas veces á Constantino la voz ¡perderás! ó,

—Sí, señores; perderá, sin embargo de serle tan posible, aunque yo diga, demonio, replicar él, án­gel. Verán W. como pierde. Empecemos ya.

Page 295: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 293 — MlfiBEl. CONSTiNTINO.

i.—Bélgica. i 1.—Ángel. 2.—Riego. 2.—Ángel. 3.—Pelado. 3._Angel. 4.—(Apresuradamente)—¡Ya has perdido...!

La anterior repetición de perderás , y la última voz de ya has perdido, contribuirán á dejar en sus­penso á Constantino, que milagro será conteste se­guidamente ángel á la cuarta palabra de Miguel, y lo probable es que no replique nada, ú otra cosa di­ferente; y entonces es cuando verdaderamente pier­de por haber pronunciado tres veces, y no cuatro, ángel, á las otras cuatro expresiones de Miguel. Pero advierta este que si alguno de los especta­dores sabe ya la má(mla del juego le ganará la apuesta fingiéndose ignorante, y encasquetándole un ángel como una casa tan luego como oiga ^(¡Ya has perdido!)^

-<SS@^SS>-

Page 296: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 2*4 —

LA VERDAD. •^Af\Jf^(f\f\f-r^

Soy la hermosura del suelo, y además de ser hermosa, me hermosea otra cosa, y es, que soy hija del cielo. Yo no tengo mas que un pelo do se puedan agarrar (1), y cien (2) me quieren hallar, mil (3) al dar en erre que erre. y porque su error no destierre á destierro he de marchar.

(1) La razoB no tiene dos azas, sino ana por donde cogerla. (2) Razones. (3) Personas.

Page 297: El Brujo y la la Bruja en tertulia

Quité á un hombre (1) el dinero;

y á dos la vida quitó

el dinero que nos dio.

Quise matar al compañero (2),

él me mató á mi (3) primero,

y después maté (4) á él yo.

^3Sͧgá82>

(1} Caminante. (2) Fué á buscar con)estibles y envencDó un pan para que comién­

dolo el camarada que quedó en la cueva, quedasen suyos los dineros. (3) El otro igualmente ideó matarlo por no darle parle, y lo efec­

tuó cuando llegó. (4) Comió el pan, y también murió.

Page 298: El Brujo y la la Bruja en tertulia

PARA IMPEDIR QUE CON MIL CHINCHES EN LA CAMA

PUEDA PICARNOS «1 UNA.

Se tendrá preparada una camisa delgada, larga de faldas y no corta de mangas; la cual se untará li­geramente con aceite. Y poniéndosela al ir á acos­tarse, encoger los pies dentro de ella y no sacar las manos.

Veréis vuestro cuerpo sitiado de chinches, pero podréis dormir tranquilos, porque ninguna se atre­verá á asaltarlo al tropezar con la muralla aceitu­nera.

Remedio que dejó dormir al Brujo muchas no­ches en paz en algún cuartel, cuando hizo la guerra contra fieles, infieles á la fidelísima dona Isabel.

rm^~

Page 299: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 29T —

ÜA (ElEGi.

Perdió (1) una madre ¡ay dolor! dos hijas (2) en un instante, y no mostró buen semblante (3) dende tal pena mayor, ni nada amó tan (4) amante.

Después le era importuno que los hombres la mirasen (5), y ella no viese á ninguno, aunque a su lado pasasen.

(I ] No lo fue de nacimiento. (2) O niñas de sus ojos. (3) Tan hermosa fisonomía como antes. (i) Lo primero es ver. (5) Viesen.

38

Page 300: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 2»S -

;L T0[Í3TIS©;

Para yo dar de beber,

á mi me dan la bebida;

no beberá ya en su vida

quien al beberme di el ser.

Y no bebiendo mas podrá

cien años sin sed vivir,

mas si bebe (1), su existir

tal bebienda matará {'!).

(1) Borran con tinta, ó mojan. (2 ) Quitará ci sentido.

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— ««9 —

HilESTIá URGENTE PAPA UN CUERPO, Y MERITORIA PARA UN ALMA.

Historia que parece cuento.

En Barcelona, y en d864, subió un necesitado las escaleras de la casa del Gobierno de provincia , atraido por la fama que de Provisor de desprovehi-dos gozaba el Sr Gobernador; mas en la antesala leyó « de tal á tal hora se permite la entrada á los particulares, ele; pero para asuntos intere­santes á todas recibe S. E.»

Lejos de retroceder aquel angustiado bajo cero, al ver que llegó cerrada ya la audiencia, vio el cami­no abierto en la orden de la tablilla, y ordenó al por­tero que pasase aviso al jefe de que un ciudadano te­nia que hablarle de un asunto de mucho interés. A los pocos minutos fue presentado.

—¿Qué se ofrece? —Pan ó trabajo á este pobre servidor, que se ha­

lla con trabajos y sin pan. Dios nos libre de un ¡ya está hecho! casado pobre.

—¿Y por qué habéis usado del engaño? —Señor... ¡sin gana ahorcan! Sin la mentira no

hubiera tenido yo la alegría de ver la cara á un

Page 302: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 3 0 0 — hombre verdadero, á V. E; si bien tampoco la tris­teza de tener que mendigarle...

—¿Y este era el tan interesante negocio? —Por interesantísimo (y aquí no mentí) lo tengo

todavía para mi débil cuerpo, y aun por mas in­teresante para el alma de V. E., pues ganará un alcance ante el Eterno que mira sonriendo cuando no en vano invoca su Santo Nombre llo...ran...do... un pordiosero.

La molestada Autoridad, apiadada, enjugó el llo­ro echando mano al cajón, no dándole ninguna res­puesta, y si ocho monedas.

El mendigo se dirigió á Santa María del Mar, y pidió con humildad á la Virgen y á Dios libertase del cólera morbo al liberal D. Pascual Madoz.

-<2S@@S&-

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— 301 —

LA U. -130

Andar no veréis ninguna

mUjer que no ande conmigo,

mas yo á dos ya no sigo,

porque solo ando con Una.

Sin mi no busquéis fortuna,

que no va sin mi su rUeda,

ni hay, con caudal, quien ir pueda,

ni puede el tUrco existir.

Del que yo llego á huir,

ningún bUen hUmor le queda.

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- - 3 0 Í —

lÁ mmimm, *» - í>0 -000 -00«

Tras bienhechor me escondí (1),

do la vida me salvé (2);

en pago me lo comí (3),

mi pelaje (4) descubrí (5),

y con el pellejo pagué (6).

-í^S^^S;^:^

(1) Debajo los pámpanos de una cepa. (2) Libró de los cazadores que la perseguían. (3) Pasado el susto, fué comiendo las ojas que le ocultaban, ( i ) La piel. (8) Un claro por donde le divisaron y dirigieron el tiro. (6; Habla un conejo.

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— 308 —

GDRA PAHADIZOS.

Se toma una porción de caracoles que estén pur­gados ya de doce dias, lo menos. Se les despoja de su cascara, y se machacan sin ella en un almirez, hasta tanto que se forma una papilla homogénea.

Se tapan con la misma los dedos que contengan el panadizo; y colocando y atando un lienzo encima se les deja por espacio de 24 horas; al cabo de las cuales habrá formado una corteza consistente, y en­tonces se desprenderá esta, humedeciéndola prime­ro con un poco de agua tibia. Reemplazarla acto continuo con otra; y continuar idéntica operación du­rante cuatro ó cinco dias.

SABER LAS QUE DAN Y LAS QUE TOMAN.

El jugador pondrá de manifiesto una baraja en cuya mitad haya reunido las 24 cartas números no­nes, y en la otra las 24 pares.

De dichas dos porciones dará una á cada uno de

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— s ó i ­dos tertuliantes; y encargará al primero de ellos que dé una, ó dos, ó mas cartas de las suyas al se­gundo; y á este que en agradecimiento regale tam­bién de las suyas á aquel otras tantas como de él haya recibido. Después prevendrá á ambos socios que barajen cuanto quieran, cada uno de por si, sus cartas.

Cuando estén ya cansados de intercalarlas se las tomará todas el jugador, y entregando á los dos las que mutuamente se habian entregado ellos antes, les dirá.

—Esta carta, ó cartas, (nombrándolas por lo que pinten), fue, ó fueron, lasque tomó V. del señor; y el señor le dio á V. esta, ó estas otras, etc.

Es juego de bastante rapidez y sorpresa, pero muy fácil para el jugador mirar entre las 24 cartas nones la una, dos, ó tres que sean pares; y entre las 24 pares las que haya de nones. Y como tendrá tan reciente en la memoria á cuál de los antedichos es­pectadores dio los pares, y á cuál los impares, sabrá á quién de ambos corresponde respectivamente en­tregarles los naipes que se cambiaron el uno al otro

Otra maniobra semejante á la antedicha puede plantearse con solo la^ 12 figuras puestas todas ca­beza abajo.

El jugador invita al espectador ( presentándose-* las cubiertas) á que extraiga una ó dos cartas de

dicha docena. Las que vaya extrayendo este, las va tomando aquel, pero sin mirarlas, y desde luego las

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— 8«5 — vuelve á introducir entre las doce, mas cuidando de darles antes una vuelta redonda á fin de que se hallen cabeza arriba; y como las restantes estarán de un modo opuesto, verá en seguida (por mas que barajen) cuáles son las elegidas.

Pero este segundo juego es mucho mas propenso á ser comprendido de los mirones que no el pri­mero; en el tíual , al instante m que ponga de manifiesto el jugador la carta, ó cartas, pares é im­pares que se trasbalsaron los dos tertuliantes, re­vuelve las demás éomo por entretenimiehto mientras miran las adivinadas; y entonces ya nadie es capaz de dar en el plan («unque escudriñen la baraja), porque queda desbaratado con los naipes interca­lados.

UN DOLS QUE REGALA EL BRUXOT,

Á TOT LLAMINERÉT XICOT.

i Dos escolaos de un Recto,

BCintian dir á un plaga que en lo mon** la culpa paga sempre d juH peí pecado.» Alucínate ab aixó, í :

39

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i " » ^ ; '

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• • ' • • i -

— 30« — cada un de ells féu pensament, (sens declararse lo inteot) ,! de fer aigaim picardía, pensaiit que si se descubria paliria lo ignoceDll ; » ; • : >

'Antes ja habían prdbal, i fi : cont qui diu per ensajá, ;. M ,

- i > K- de ferse ckteUejá i • Í; ! , ;, .•••,i¡u, lo UB al aitre sens pjetal; \

•y com habla resültat M^ ; ' que el que culpa no tenia j i j

;per lo regular jeb¡a-;;s . i» MJ. Ü; , si lo engany tramaban bé; , ,,; un cop mestre harén fe, que anals fa en la Rectoría.

El «íi nó era gens^aiguádé, y de véui'es^fbjeclá' *' ' lo vi que per celebra tenia el Recto al sellé. El altre era un gran llaminé, y pcinsá se meiqaria fígas qué al rebost hi babia;

•n > y id© oop dit yi pewsat, j posaren lo projectat ..w. en planta aqueU raáteix di^.

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— SOI — i - . ; : • • • • • • i • '••

Guaní lo vi hagué laslat el que devbció hi tenia, ; ^ k) adoraba cada día, vespre, matí, habent dinat: i Y feya tan bon forati que ais pochs.dias lo Redó conegué quel' bárrelo había luoU disminuid, ; yaque en casa algún m&squit tenia de bon fibló. •• <

El que peí rebost ana./ las figas Uflminejant : • '•^^^ ¡hi ratonéjaba tant!; •; v que luego hi feu un bon ólá: Lo Redó sen va adoná, y va pensar entre sí: ¿ Rata aquí y mosquit al vi? no M ha dupteii ¡jo tstich bé! mes, ñl^s cUrapo, fa/ré\ • queU costirn cari deipahi.

Se peeá enioksearwaciD.h;!) pero reís-avjerigwái! -ii JUJ Í ais esc<»la!B8'preguotú; ^v\ k

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— 308 — y lí digué el borracho: —Jo crech bé, Sr. Recto, quet Xiek se miela lo vi. Est, replica:-— / Ay de mi! Tú, Grcm, y endrapas figats. Y íerms sempre en sas intrigas, res net pilgüé deaeiibrí.

Féren cáicul insensat ( 4 e ^ é s de rebre un serpió) los dos plegats. «La 'Mhá á mí me la haurá donat, si ab mon company malvat malicia lo Sactrdot.» Sel's pasa la por del tat; y aplassan per lan demá el tornar á comenzá á fer al vi y. figas clot.

8 . • ; ' • ;'

Axis mort k papallona en la flama e ü agrada, y la Hipsóa queda' negada ' \ en la mel que ü sap bona: Exemple á tota persona darán aquets dos nev^lb agafats com nos aatieUs, ••! >< al pica, en la tftantpéta;

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— atoa — y axis nensmay féu mofeta contra vid»aVscottaeMs.

No podent posa eó cía el cas, y veyent que tot faltaba, el Recto se impacientaha, y volguó dar lo últim pas. Un vomitiu eficaz posa á la bota del vi, y un purgatiu, lo mes fi, entre las figas mésela; y de aquest modo va tf obá el mo9i(^t y el iraM.

• i . : . \ ' / ' - y , " t '••' • • : ••' •

Los xicqts, Ben*i cap recel continuami m sais; tfelas; , y JK; un lí»gué caguetas, gitá el altrefins lofel. Lo Bectj exclama;—~E» fi el cel no permet que tan me aburra ni quem robeu mes ocurra; y perqué os hen recordeu, luego torno y rebreu Ifíjfdos una lin/dci &urra.

íí. Rn: efeotí), el b«tt Seny4<

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— 3ÍÍ0 — surtí á busca eí's assots, > y quedaren los xic«>ts ' mitj morts fenUo ploricó: volian demaná perdó, pero lo Recto, piu/píw/ los deyk, pegjant alviu y enTfes sos ppechs atenía, puíg de un cuait Uany se sentía cuant surraba, el anu, <eiu.

' • • Vi;' '

Qui la /a (y es cas probal) ía p«^o ísens resisleneia; y ells ptei JUisSa penittnoia' i van rébre un liton estofat. Donaren per exemplar iqtie era fatea la típinió quel's costaba is\ teco; í y deyan, lot gratatts la lla(ga: ¡ N o , N 6 ESPAS fcBRT QüE HO'PAGA,

SEMPRE EL JOOT 1 ^ ' PBCADÓ^ '

n \ - V V > * : •. ; í ; -.'••', • • • ^ - l i

LÜGES^^O^S GAOSW ASOMBRO.

Por el mes de ^ y x i icogcír lagartijas, culebras,

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— 311 — lagartos, sapos, laegostas, grillos, caracoles, gusa­nos; íy otras sabandijas,

Poner al fuego un puchero nuevo con ocho onzas de aceite; y cuando esté caliente en grado, que ma,te á dichos animalejos , y no puedan escapar al caer (pues vivos se han de arrojar) en el puchero, se de­jarán en él hasta que estén negros de refritos.

A las 48 horas que se haya sacado del fuego, se extraerá solamente el ^ i t e ^ ^ puchero , y con el mismo se llenará un^cándii ó velón que esté bien enjuto y limpio, untando también la torcida, que se­rá nueva. EgliB velón prepargidír y apagado se colo­cará junto á otro encendido sobre una mesa, cómo-

V iíi«aíMÍo.'|leigue:cl ¡caso 4^ sorpreiidjer áil^'Soeiet-dad, bajo pretexto dQ que el uno po;aJumbra¡ Ij i , se encenderá:el qtro, y acto^continuoiempezarán á «or?-retear por las paredes y techo de la habitación ( y hasta por sobre los mismos tertuliantes) tantas fi­guras de biclaoa, cuan4a§ (üRPon láe clases de los que se pusieron al puchero; y seguirán todos el bambo­leo de la llama del velón.

Para que en iguales términos aparezca un empar­rado completo en toda la sala se usará del aceite preparado (gon ,les siguientes ingredientes. Al estar las uvas ni verdes ni maduras se cortarán de cuan­tas calidades acomode un racimo unido con uno ó dos pámpanos, y todosjuwlosse cocecáflide laípro-

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— 812 — pía manera que las sabandijas; concluido, se dejarán seis días en el mismo puchero en que fueron her­vidas, y pasados los cuales se trasladará él aceite á um botella: se lasará de él y producirá igual efecto que e) anterior. - >•'•

ÚTIL

AGUARDIENTE ALCANFORADO.

Se llena media botella de aguardiente, al cual se poi>e uñ pedazo ééi alcanfor del tamaíío Üe ístiÁ nuez, se (apa bien ^ él mismo «e disuelve á los pocos días. Este líquido es eltari eficaz para caidas, gol[)es, con­tusiones, etc., etc.

ACEITE ALCANFORADO

Aceite de olivas. . . . . media libra. Alcanfor en polvo i onza 22granos. Todo bien disttélto por medró de removerto.

JARABE DE GOMA ALCANFORADA.

Medio cuartillo de agua. MéÜia libra de goma arM igá *

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— 313 — Media libra de azúcar. Una onza, 11 adarmes y 25 granos de alcohol

de 44.' alcanforada que pese 28.° en el aéreo-me-tro de Beaumé.

Se disuelve al fuego hasta que todo está muy mez­clado.

VINAGRE ALCANFORADO

Alcanfor en polvo 1 onza y 22 granos. Vinagre purificado 2 cuartillos. Sirve para purificar los malos aires de las habita­

ciones. Para aspirar en caso de desmayo. En gárgaras para las afecciones escorbúticas,

echando cinco ó seis gotas en un vaso de agua. Para, etc., etc.

EJEMPLO OllE CASI PUEDE SERVIR DE EJEMPLAR. — ° > » « » C C . « : ° —

"Rasquera 16 mayo de 1860. A Tecla de Sespera.=^En Caseras.

Ayer me dijiste quo hoy, y hoy me dices que mañana, y mañana me dirás, de lo dicho DO hay nada.

Mi martirio sin palma: Yo te amo, y digo:—Quie­to

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— 314 -ro ser tuyo pronto; mal paso pasarlo presto. Tú también me dices: Amóte, pero aguarda para la boda; que no hace de mal esperar un buen esposar.

Yo te participo : Me muero por ir á Caseras para poder verte. Tú te matas alegando: No salgas de Rasquera, pues por miramiento á los mira­dores no podría mirarte: ¿Y quién te impide lo que no la ley? Tu poca á Ambrosio y tu mucha al señor Mas... ¡Un amar no tiene dos amares! Si con malvas procuras curarme, mal vas. Gomo amantes mandas tú, el que quiere menos; como amigos impero yo, el que sabe mas.

Sé que después de tanto espérate , esperemos, tendré que entonar como aquel demócrata andaluz:

Yo soy natural de Espera, y en Espera me crié, y como no salí de Espera, en Espera me quedé.

Por mas que me repitas: i<solo el hielo de la muerte enfriará mi volcánico quererte,» no vis­lumbro una chispa de ardor en ese tu tibio amor; no es aquel ardiente que de sopetón sale echando as­cuas por la boca fogueado del corazón. ¿Porqué can­sarse tu madre en escribirme: «Presas; mi hija en á V. viendo se pone hecha una caldera de amor hir­viendo,» si por los cascos conozco la olla? ¡Tontonas! el comercio de las palabras ha caducado; este siglo positivo está por palpar obras. Ya os pagué el primer año dé noviciado; creedme las dos, no creáis que

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— 315 — OS creo á ninguna. No hay tontas mas relontas que las que creen topar siempre con tontillos.

Afirmas que me has apreciado y apreciarás, pero no acreditas que me aprecias, despreciando el encaminarnos hacia el altar.

La que fa del valent, es darrera al somatent. Juras que cuando matrimoniados, amándome de va­liente, conoceré cuanto me amarás y amaste. Aho­ra que tengo necesidad de ser amado me acobarda conocer tu tacaña amatoria que me recuerda el pa­saje de aqud Rey que, pasando de caza, dijo al cam­pesino á quien había pedido de beber.

—¡Es un excellent vi! Pajes. —Aneara ne tinch de mes bó,... Monarca.—Guarda! per raillor ocasió.

Te he predicho mil veces: Soy un gastrónomo á diestro y siniestro; si prontamente no me caso, en mi vida tendré un cuerno. Y otras tantas me repites: «¡Aguarda! aguárdate! que...»

aguardando un buen año murió mi abuelo, y aguardando un buen año morirá el nieto.

Y aunque asi no suceda, ¿ qué tiene que pueda enamorar ese tu amor RUMIAT? Harto te quiero Am­brosio, sin ti no vivo en mi; pero mas quisiera morir, amigo, que me sorprendiera papá (1)

(1) Escusas de mala casadora.

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— 316 — parlando contigo. ¿Piensas, Sespera, que el amar es un crimen? pues yo pienso que eres inocente, y que no has conocido mas ley que la de no conocer ninguna, puesto que no reconoces la del amor, que es la principal conocida, aquí, en Madrid, en Rusia, Francia, Tetuan y en todas partes.

Te adoro con franqueza, como á un hermano; pero te recomiendo que no te franquees con tus hermanas, porque charlan lo que hablamos.

Te promete que no te olvidará tu PROMESA; pero no vengas á mi casa, porque me empeño en ha­cer creer á los vecinos que te he olvidado para que ninguno se acuerde de nuestros quereres. Asi conviene á mi tranquilidad. ¿Prefieres tu paz á mi guerra? ¿A costa de mis tribulaciones buscas tu sosiego? Pues novia que quiere la pelleja del no­vio no es buena novia.

Te idolatraré perpetuamente; pero me escapo de CASACA, porque no tienes capa nueva para ir al casamiento; y parece que NO SE CASA mi miriña-con con tu chaquetilla. ¿Es mas caritativo que me vean bien portado que mal tratado? ¡Mejor seria que me vieran mal vestido y bien correspondido!

Mi voluntad te he consagrado; pero en la igle­sia no me brindes con agua bendita, porque hay feligreses tan malditos, que todo allí lo miran menos al Cura; y no quiero que vean que por tu conducto me santiguo.

En tí mi afecto he depositado; pero cuando

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- 3 1 1 — me erícuentres por la calle pasa de largo, porqvs en esta población la crítica no es corta, y hasta las piedras oyen. ¿Y para evitar la escucha ajena consientes que yo no oiga una palabra propia de enamorados? Todo es primero que mi amor, y me íejas el tuyo para último de lodo.

Tal género de amar es un amatoste desnudado de amor y vestido de especulación; no es amorear verdadero, sino amadura falsa, y por lo tanto se esconde. Es un amando mengua de amadores; un símil del amorío de aquellos sayones que por un lado saludaban al Rey de los amores, y por otro le escarnecían.

í Afuera amorcillo á medias) Quiere el todo, ó nada,

tú, ó no tú, —«Ambrosio de Presas.»—

PARA ESGBIBm LETRAS SIN TINTA SOBRE LETRAS ESCRITAS CON TINTA.

Guando dentro de las letras grandes de encabe-r zamiento ó adorno se quiera dejar marcadas otras de pequeñas en cada una de aquellas, se cop&igue escribiendo (en vez de pluma) con un lápiz de su-

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— 318 — perior calidad, y que se haya adelgazado bien su punta.

Lo mismo se puede extender con dicho lápiz una plana sobre un papel negro, que con tinta en papel blanco

Guando se pretenda hermosear unas letras de por­tada ó titulo, con rallas, puntos, dibujos, etc., se ha­rá igualmente resiguiendo la tinta con el lápiz, y lo que con este se figure sobre aquellas aparecerá des­de luego muy brillante; y es uno de los mas senci­llos y serios colores cotí que se puede adornar toda letra mayor, sea manuscrita, sea de imprenta.

Si se desea que las expresadas letras salgan relu­cientes en todo su fondo, se bruncen suavemente con el lápiz, y después es difícil presumir que su primitivo ser fuera tinta.

= ^ ^

SIOD. Trásados estos cuatro signos en un papel, se su­

plicará á una, ó mas personas, que pronuncien lo que significan; cosa que no les será muy fácil, pues mu­chos, leyendo, se persuadirán que quiere decir sion; y en este caso se les advertirá su error, manifestan­do que no existen tales letras en lo puesto de ma­nifiesto.

Page 321: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 319 — Finalmente, aparentando censurar su poca inte­

ligencia en no conocer las cosas por \o que son y en si mismas representan, les declarará, el jugador, que las insertas cuatro figuras claramente demues­tran ser tuerto, derecho, redondo y cuadrado.

— ^ ^ =

PARA REPRESENTAR DENTRO DE UNA REDOMA LOS CUATRO ELEMENTOS SEPARADOS UNO DE OTRO.

En una botella de cristal muy blanca, algo gran-decita, bien limpia y con el asiento ( ó suelo) liso, se echará aguardiente fuerte; aceite de trementina; aceite de tártaro y heces del mismo tártaro; mez­clándolo todo con un poco de cardenillo molido. De las cuatro primeras antedichas especies se pon­drán partes iguales de cada una.

Guando ya esté todo junto, se tapará la botella herméticamente, y aparecerán dentro de ella los ex­presados hcores, separados de por si, é imitarán el fuego, el aire, el agua y la tierra.

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— 8Í0 —

UNO ABAJO T OTRO ARRIBA. - • ) 9 !<•-

Presentando doce números sueltos, ó doce naipes ( desde el as al rey ) ó doce fichas, se mandará á los señores de la reunión que, colocadas en un pi­lón, vayan sacándolas de un modo salteado, que cada vez que dejen una sobre de la mesa, trasladen la otra siguiente encima del montón; y que esta operación de una arriba y otra abajo la prosigan hasta que resulte no quedarles ninguna en la mano, por hallarse ya todas sobre de la mesa.

Pero la habilidad ha de consistir en que, apesar de las unas que se dejan abajo y de las otras que se tornan arriba, las que se vayan depositando en la mesa no interrumpan la numeración correcta des­de el uno al doce.

Podrá conseguirse únicamente teniendo coordi­nada la pila de doce naipes del modo que en la si­guiente página va continuada.

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3lt —

1 .• de abajo; Sotó. Rey. Caballo.

i. 7.2. 10. 3.8.4. 12. 5.9.6. 11.

PALPABLEMENTE.

Cartas qne una vez sf,y otra no, se

irán dejando en la mesa.

o

^• SI

Pnestas las doce cartas 6 nú­meros pinta abajo, por

' abajo también empezara a sacarlas el jugador.

Nümeros que ana vez no, y otra si,

se irán colocando encima del

montón.

1 7. Q . . 10. 1 : : ; : : : : : . . . s. 4 . . . . , . . , 12. 5 : : • • 9-6 11

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7 . . 10. ¿ 8" • : ! : 12. i 9 . . . 11 i

10 12. i 11 » I 12 " ?"

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— 321 —

PARA Mátm ENTRAR EL CUERPO DE UNA PERSONA POR EL HUECO FORMADO EN

UN PAPEL DE CIGARRO, SIN ROMPER ESTE POR

xNlNGUN COSTADO.

Se tomará dicha hoja de uno de los hbritos de fumar, y doblándola por el medio y á lo largo, se irán recortando con unas tijeras las rallas de este modelo, que mas abajo se indicarán.

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— E

Las dos rallas perpendiculares, señaladas con A

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- 3 2 3 — y O, representan respectivamente el lomo del papel doblado, y los dos exiremos del mismo.

Las dos ídem B y B son las que figuran hasta donde deberá llegar el corte con las tijeras, pasan­do una ralla sí, y otra no, según está señalado.

Las E y E colocadas en las dos penúltimas líneas rectas son las que deberán seguir las tijeras, como así mismo á todas las demás rallas iguales del centro.

Hecho así, se verá que desde C á D es el lomo que se ha de recortar desde la primera ralla A has­ta la segunda demostrada con J.

En seguida se desdoblará el papel con cuidado, y resultará un cuadro ó cadena no rota por ningún ángulo, en cuyo centro cabrá el cuerpo de una per­sona, ensortijándosela por la cabeza.

Hay que advertir que cuanto mas estrechas se re­corten las líneas rectas, mas extensión tendrá des­pués la cadena ó cuadro.

HA6IUDAD PARA PREPARAR 1 ALIDERZO, MERIENDA Ó CENA, SIN CAZUELAS, OLLAS, SARTÉN, TIESTOS,

FOGÓN, LEÑA NI CARBÓN.

Guando la necesidad apretase, sin necesitar de dichos efectos y utensihos, se podría aprontar una toitilla de huevos, improvisando una cazuelita con

Page 326: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 324 — una cuartilla de papel, doblándole como un dedo de ancho por sus cuatro costados (en forma de cajón) y haciendo además dos doblecitos en cada una de sus cuatro esquinas, á fin de impedir que gotee el aceite que se ponga en él; y sosteniendo con los de­dos el dicho cajon-sarlen sobre la llama de un can­dil, cuando empiece á hervir, fácilmente se pueden cocer uno ó mas huevos, sin que el papel-cazuela se queme.

glEHiraiD© A IL.(D (OniDdD,

Se propondrá á un individuo que coloque veinte piñones en cinco nwntones, y todos nones (sean piñones ú otra cosa que se halle mas á mano).

Por mucho que mediten los concurrentes, no conseguirán que cinco montones, y cada cual de por sí con los piñones nones, puedan completar el nú­mero 20.

Después que hayan hecho cálculos y irarmfijio y deshecho montones, se les explicará, que no los pi­ñones de las pilas, sino los cinco mismos montones, son los que se dijo que habian de resultar todos nones; y lo resultan efectivamente, pues cinco pi-lones no pueden s ^ pare$.

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— 3ÍB —

HiCER DOS Y SALIR CUATRO.

El papel en donde se quiera trazar un cuadro, haciendo solamente dos rallas, se doblará por el centro y se aplicará el lomo doblado á la inmedia­ción del sitio en que se vaya á escribir la primera ralla; mas al verificarlo, se ha de procurar que la pluma moje á un mismo tiempo dicho lomo y el papel donde se marque aquella: y vuelto á desdo­blar, aparecerán en él estas dos lineas.

ÍM del lomo en que rozó la pluma.

' ^ La que se delineó naturalmente.

Después se torna á doblar el papel, pero á la in­versa de la primera vez, ó sea ahora, de derecha á izquierda, arrimando también el lomo al lugar don­de pueda cerrar el cuadro, formando la otra doble ralla tocando con la pluma el borde doblado, como se explicó ya. Resultarán unidas á las otras estas dos rallas.

y constará de etiatro el cuadro, sin haberse hecho realmente mas que dos.

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— 3M —

nu m m PERRO NO MIIERDA A DNA PERSONA.

Algunos hombres son de parecer que se consi­gue agachando el cuerpo en ademan de ir á coger piedras, cuando el animal embiste.

A otros les parece que basta quedarse inmóviles con la vista fija al perro.

Quienes opinan que desnudándose totalmente quedan libres, porque el olfato de la ropa es lo úni­co que percibe aquel animal.

Muchos creen que poniéndose, vulgarmente di­cho, en veinte uñas, y andando arrastrando hacia atrás en dirección á los perros, los cuales huyen espavoridos al ver tan desconocida figura.

Y bastantes acostumbran apuntar con el palo ó bastón, como si fuera una escopeta; y si el animal es un traga balas, levantan el supuesto fusil, y quedando inmóviles con él en alto, queda quieto también el perro porque no le descarguen el gar­rotazo.

Si9s !ywn"!P®Sai

Entregando la baraja á una persona, se le dirá que ponga (pinta abajo) tres montones de cartas,

Page 329: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 327 — sin que pase de quince números cada montón; ad-virliéndo además que la primera carta (sean cua­lesquiera las que se coloquen al frente de dichos montones) tendrá que contarse siempre por los nú­meros que contenga, empero todas las restantes que se añadan detrás de la primera únicamente valdrán por uno cada una. Para mejor inteligencia se ano­tan aquí prácticamente dos de los expresados juegos.

CASTAS QUE SE HAN DE AÑADIR. TOTAL.

Primeras (Rey vale 10-1. i. 1.1.1 15. ' K r e í Sotaid. lü -1 .1 .1 .1 .1 . . . 15 . montones As id. 1-1.1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 .1 . 15.

OTRO.

ADIUNTADAS. SUMAN.

E18/vale 8-1.1.4.1.1.1.1. . . . . . 15. Idemidem.El6 id. 6-1.1.1.1.1.1.1.1.1. . . . 15.

E13(id. 3-1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.1.1. 15.

Enterado ya de este método el espectador, forr mará 3 pilas á su antojo, mientras tanto el jugador se separará por no observar lo que aquel practique: y cuando ya las tenga arregladas, entregará á este las cartas que le hayan sobrado de las 48 de la ba­raja. El jugador contará disimuladamente cuántas son, y las que sean, será el número que compon­drán los puntos de las tres primeras cartas de las tres pilas que construyó el tertuliante.

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— 318 — En el primer juego que queda anotado anterior­

mente importan 10 el rey, y 5 accesorias, son 6 cartas. 10 la sota, y 5 idem . . 6 idem.

1 el as , y 14 idem. , . 15 idem

Total ^1 puntos. Suma 27 cartas Hasta cuarenta y ocho 21

Importan las de los tres montones) ,o j i L . ^ j , , • j >48 de la baraja. y las que devuelve al jugador. • )

EN EL SEGUNDO.

El 8 y 7 añadidos son 8 cartas. El 6 y 9 idem. . . . 10 idem. El 5 y 12 idem. . . . 13 idem.

17 En las tres^las 51 idem. Hasta 48 restan 17, que son

los mismos puntos que arrojan las tres primeras cartas (1).

(1; En este juego todas las figuras so cueotaJí por á\ei, el as por uno, y las restantes cartas por el número que tengan si están en pri­mer lugar, y cuando no, por nno cada nna.

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- 329 —

División de 5.202,594 reales.

Repartiendo entre tres compañeros las canti­dades de 5.134,122.

61,254. 7,218, ¿cuántos tocarán á cada uno?

Diez y ocho, á que ascenderán dichos números por unidades, contando los tres renglones de izquierda á derecha, ó viceversa; pues ya demuestran que 18 compone el ^.^ 18 el 2." y 18 el 3."

®Íi2i3JW2i®

Cruzando por los aires un grupo de aves de ra­piña, tropezaron con una bandada de golondrinas. y preguntándolas cuántas iban, contestaron:

Con todas las que vamos aquíj „^^ volando j

Con otro tanto mas 720. Aumentando una mitad de nos-^ _^^

otras )••* Una cuarta parte del número I .^^

de las que estáis viendo. . . J"" Suma y sigue 1980.

42

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— «80 — Suma anterior. . 1980

Y para cada 99 de Jas que osv » estamos contemplando, uno que) gn corresponde del total que van W., j' señores gavilanes j Componemos nosotras y vosotros. 2,000 cabales.

PARA ALUMBRAR SIN ACEITE, VELAS, FÓSFOROS, TEAS, ESPÍRITU DE LICOR, NI PAJUELAS.

Se logra una luz clara, encendiendo por cual­quiera de SUS dos extremos uno de los cuatro grillos ó partes de que consta la nuez (seca), suje­tándolo en la punta de una aguja, ú otra cosa á pro­pósito.

Hace una llama que dura el tiempo suficiente para poder un prójimo meterse en cama, ó ves­tirse sin necesidad de apresurarse.

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— »H —

AUSnJAR PARA HACER CON PRONTITUD EL EXAMEN DE MITCHOS

PECADOS, UN CASADO DE POCA MEMORIA.

-^v/V/UX/WA.

Cuando quiera, cometa la falta adredes de decir ó hacer injusticias á su esposa, que si esta no es de ley, le hará justicia por mayor, echándole en cara las menores faltas que haya cometido.

Mientras la insultada se las vaya recordando, vá-yalas el insultante apuntando; y podrá no solamente hacer una confesión anual, si que también la ge­neral.

FLORES.

PAÍSES DE QUE PROCEDEN LAS VEINTE SIGUIENTES!

El clavel.. . . rii . Me Italia. iiil narciso \ La flor de lis. . . de la Siria. La reina Margarita) , , ^, . i „ V , . >de la China. La hortensia. . . .) El tuhpan. . . ü, . . ídel Asia bA mirto.

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— 382 — El laurel de la isla de.. . Creta. El jazmín. • • • i La balsamina.. . . ( , , . . . La lila r^*^' *" ' '-La anémona. . . ./ La acacia de Berbería. La tuberona. . . . de Ceilan. El jeranio. . . . . del Cabo de Buena Esperanza. El belíotropo. . . del Perú. El tornasol de. . . . . . Francia. El jacinto de Turquía. La sensitiva. . . . de América. La siempreviva., .de Oriente.

— « ^ ^ —

Se presentarán 21 cartas , fichas ó números del modo aquí continuados.

COLUMNAS.

Í: . . 4. 3. 5. 7. 9. 11. 13. 2.* . . 2. 4. 6. 8. 10 12. 14. 3.* . . 16. 15. 18. 17. 20. 19. 21.

Y se rogará á un socio que piense cualquiera de ellos; y después de preguntarle en cuál de las tres

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— 333 — columnas está el número que pensó (sin que se­ñale empero cuál sea), y partiendo aqui del prin­cipio que estuviese en la primera el que retiene en su memoria, el jugador reunirá indistintamente en un montón todas las siete cartas ó números de di­cha columna primera, aguantándolos en la mano; y encima de esta primera columna colocará la segun­da, y debajo la tercera; es decir, que la en que se encuentre la carta imaginada deberá ir al centro de las otras dos columnas.

Ahora las extenderá el jugador correlativamente en tres montones, boca arriba, comenzando por la carta de encima, y mientras lo verifique encargará al socio, que repare en qué pila va aparar la que eli­gió; y después que haya insinuado en cuál esté, se seguirá la misma operación anteriormente expUcada; se volverá á repetir la extensión de las 21 cartas, se tornará á preguntar en qué pila está, y á la ter­cera vez las irá contando en voz baja, y la carta que haga el número 11 (oséala céntrica) será la pensada por el espectador.

Se pueden inventar muchos juegos arreglados al precedente, pues si el jugador en lugar de plantearlo con 21 cartas, lo hace con 15, entonces estará la imaginada á la que formará el número 8; y si lo ejecuta con 25, ala 13/ , etc., etc.; habiendo hecho de antemano las pruebas de cuantos adivinamientos por este estilo se le antojen.

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334 —

IMPOSIBLE VISIBLE.

Cuentan que para hacerse invisible una persona, no necesita sino que no la vean cuando toma una vara de acero larga, la pasa por la piedra imán, se marcha á un bosque, á un rio, ó á otro sitio con­currido de garzas, se pone en acecho, y observa el lugar en donde vaya y venga muy á menudo una de dichas aves, lo cual indicará que por allí tiene los hijuelos.

Entonces pasará la vara de acero muchas veces por todas aquellas partes en que juzgue próximas al nido; y cuando la vara pase á cinco pies de dis­tancia de él, se atraerá una piedrecita, que es la que ponen las garzas en su nido para hacerlo invisible.

Poniéndose encima esta piedra, las personas tro­pezarán con el que la lleva, ¡tan invisible estará I

^i^N^-

DESTIERRA láREOS POR MAR ¥ POR TIERRA.

Para evitar el marearse viajando en coche, ó yendo embarcados, se conseguirá colocándose una piedre­cita (china de rio) en la boca, al sentirse indispuestos.

O haciendo tostar bien una galleta, y al sacarla de

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— a i s ­las brasas empaparla con vino, y caliente cuanto se pueda aguantar, aplicarla sobre el estómago (sujeta con un vendaje) antes de emprender el viaje.

O bebiendo en corta dosis un líquido que se lle­vará á propósito en un frasco, y es compuesto de los siguientes medicamentos:

35 onzas de agua, 5 ídem de alcohol,

y 1 tercio de idem de ácido hidroclórito. Después de haberlo mezclado todo, se le añade

un poco de jarabe de azúcar.

PAiá ilSTIiraíR Á UNA PERSONA SEMEJANTE Á UN ÁNGEL, DE OTRA

PARECIDA Á UN DIABLO.

Cuando en cualquier parte veas, lector, un grupo de curiosos agrupados en torno de algún deudor al por menor, corrido de que le exija corriendo el pago de alguna deudilla su acreedor, cachondeán­dose además (como uno que oí) así:

Porque no tengo pelo llora mi niña, ¡qué hará cuando sepa que tengo tina!

Si porque le he pedido lo mió se avergüenza.

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- 336 — ¿qué será, oyentes, anunciándole ahora que al instante ha de seguirme á casa del Alcalde para que me satisfaga justicialmente?

Y que salla otra insensible bachillera:—Duro, duro; á la cárcel con ese debedor de profesión, que ya se escapó de mi DE UNA Y BUENA , cuando antaño me debia dos duros, y fué á entregár­melos estando yo en la iglesia: Bien le dije alli: ¡Un santo te ha tocado tu impagador corazón! pues en este mismo momento estaba meditando... citarte ante el juez á mi salida del templo; pero es mal-paga de nativitate, aun me adeuda una libra de pan y media de judias, ese judio mendi­gante.

Piensa, leétoí, que el avasallado está pensando que aquella avasalladora hace el oficio de los malos espíritus.

Y si, como por providencia, sale una considerada persona, que toma en defensa esla palabra:—Pero hombre y mujer, por una cosa tengo yo el querer escandalizar, y por otra el pretender cobrar. Es natural que cobréis de ese sujeto el dinero que le disteis antes, pero también será justo que lepagueis los insultos que le dais ahora. ¿Por qué satisfa­cemos lo que debemos? Por conciencia, y por te­mor de que no nos afrenten en presencia de na­die. ¿Por qué una mujer procura ser honrada? Porque no se la tache de deshonrible; pero si pú­blicamente le gritasen «MALA,» maldito el bochorno

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— 387 — gue le daria eÁ no ser BUENA ¿Qué afán se dará, tampoco, ese deudor en reintegraros, si ya le habéis ultrajado en mitad de la plaza? Tenéis derecho á reembolsar, pero solo las leyes lo tie­nen para castigar: y castigo es dar con s&m&-jantes sin ley...

Te recordará, lector, este lego legislador, que hay seres angelicales.

Y te traerá los serafines á la memoria, otro indi­viduo que exclame:—Vamos, afuera corro; pa-'f^e que nunca hayamos visto > ni oido un DÉ­BITO, y algunas de los que estamos aquí, oyendo y viendo, tendremos de tan largos, que si vivié­ramos tanto como durarán, seriamos eternos. Es­pantémonos de que se robe, y no nos admiremos de que deba algo de lo que comió el que no tiene riada para vomer^ Todo lo debemos eú este mun­do, la vida al tiempo, el cuerpo á los gusanos, el olrttcb á Dios, y la hacienda al Valle; pero &U-cedéque mi cuñado; riquezas4eniente, debía mu­cho, y era tener conducta; y el otro cuñado'mió, pobreza^habiente, debe poco, y lo tienen á descré­dito. ¡Pobtes nos descónductamos á pobres! Mi-' tM en este circulo, y no veréis á ningún seño^ ron "que achuche cóntta dé ese pobrecillo. Pasad por U/na calle: y observad quiénes son lús'que ha­cen mofa y se rien de nosotros si vamos mal cal­zados ó mal vestidos; seguramente serán algunos de aqueUes que sin el jornal no msten, calzan

43

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— 388 — ni comen; ó las criadas MAL CRIADAS. NO haya miedo que sea ningún caballero.

Vos podéis venir á mi casa á cobrar los siete reales que os adeuda el señor, y el señor puede marchar, y podrá pagármelo* cuando pueda

Observarás , si ya no lo has observado , que «n medio descamisado y entero hambriento mucha­cho cae en la baja acción de dejarse caer sobre una col; y que, cogido, concurren á aquel sitio mas al-Uias que hojas Ja col tiene. Al hortelano dejar caer mas porrazos encima del cogido que no raices tiene la col. A la hortelana colindante aumentar: —¡Es poco! Si mi parecer hubiera de prevalecer, lo colr gavia por la nuez, del cuello, de OAjuella noguera, conia col al pescuezo para espantajo y escarmiento depícaros coleros^-—Y ayudar (i), como de graciosa, auna desgraciada revendedora á& coles.—r¿Traigola soga? Tengo unas erdrañas tiernas como gachas; me desentrañaria por cualquiera que me pidiera^ ¡pero par un ikmiiio de berzas/11 Cuando me acuerdo que tuve qM cortar la higtisra de mi huer­to por amor del caHño que tenia el pillmlo d^ mi vecina á zampárseme lasbrebas d^ una ramfi q\ie caia al corral de su casa, ¡ahí en vez de sacarla

.t.;i

(í) CuaD<fo la forfoDá quiere proteger k UD desgraciado,

(o saca de marinero y Jo mete á ser aolfjado.

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— 389 — c€ira por ningún ratero, el canuto de los alfileres sacaría (i) sí, y lo alfileterearia asi, asi (2).

A. cinco paso8 de distancia, cuatro madres con tres infantes al pecho, pronuncian:—Aquellas dos, imitan á un BANYETA.

Regularmente cuando mas cegados están,en el vapuleo á ciegas, un bienhechor con los ojos abier­tos alas flaquezas humanas, manda amenazante:— Cuidado que nadie vuelva á levantar el brazo para acardenalar mas á ese chico Llevadlo al tribunal competente, que sin LEVANTAR MANO aplica eí correctivo á quien mal anda, y no nos con-'^irtamos aquí en jueces absolutos, pintándonos tan del severo, que si fueran á juzgar, y seve" ^amente, nuestra vida y milagros, milagro se-n a que no hallasen causa para encausarnos por mas de dos coles, al coleto COLADAS... y no plantadas.

(MURMULLOS).—/ Qué verdura es la col! (VOCES).—Ha hablado como un ángel.

También es fácil que oigas decir alguna vez (lo que no será primera que hayas oido, ni última que lo dejes de oir ). que deslizó una inexperta hija de Eva; y escuches á cualquiera vieja que (cual si no

(1 ) T (o va sacando. f 2 ) Y al del harto va pinchando.

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— 840 — fuéramos todos de frágil barro), en lugar de apla­car con «¡Dios nos libre á todas... de una tentar cion!í> desaplaca coüi^-^/Quién lo imaginara ni creyera! ¡Oh ignominia} Yo la tiraria á la calle ignominiosamente para quesefueraalsvta}m:.L{í): ó á pan y agua la disecaría, á fin de que na­die trasluciera tan gorda mancha. Emparadémtís-la de vivo en vivo entre cuatro paredes de cal viva, y no deshonrará á la familia.

La deslizada medita para si:—¡No me senten-ciaria peor una demonial

—¡Vamos! vamos! vamos! doña lUatéa (replica otra de las paríentas); se acabó aquel tiempo en que de los hechos de uno iba jorobado otro; ya se juzga á cada cual por su^ hechuras. Mi pri­ma Concepción se hizo monja, y su hermana Jo­sefa es cantinera; pero nada tiene que ver ei mo-^ nasterio con la aguar dientera. Volvamos la es­palda á las iras y el rostro á la elemenda. Quien os oyera tan implacable, dudaría si sois de carne y hueso, ó murmuraría que todo puerco es asque­roso, y diria que no sabéis ctquslla máxima divi­na: «Si tu hermano peca siete veces al dia , y siete reces te pide perdón, perdónalo siete veces, porque los que perdonan obtendrán por premio el ser per-

(1) Deñvado del francés «bordel.» Casas públicas de majeres, ó lopanares, toleradas en las priocipales poblaciones de España en tiempo de Felipe II, y mandadas cerrar por Felipe IV.

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— 841 -donados,» ó que ignoráis esta otra humana: «Odia ! ? resbaladuras, y compadece al que resbala.»»

¡Varaos! vavim! Dios lo qm quiere, y al mundo ^ que conviem, son pecadores arrepentidos; -ellos serán «los elegidos de .entre los elegidos » . -r- ¡ Vam^os! procure cada uno ser bueno, qm nq fal­tará quien sea malo; y roguemos toditos á san Antonio que nos libre de tentaciones del demonio.

Esta se e xplica como una angelita.

M Durante un zipiaape civil acontecev4ar un ciu* ládano indefenso en manos de cuatro villanos ar« miados; y por ser aquel de distinta opinión de es-* tos,lo capturan por sí, ante si, y propone uno ha-ciéndose del malón.

/ T-Yo no me tomariía la molestia de^ presentarlo QX General, sino que particularmente Uharia cwa-tro agujeros modernos, con cuatro balas antiguas.

Tararea un segundo en armonía, armando ¡a ba­yoneta.

CuMndo muyere un contrario cantan los demúSf un enemigo^ menos . y una radon mas.

Y termina un tercero en concordia, montando, el fusil.

—Si por mi no Uuece... ¡agua Diosl El espantado apresado, arrodillándose, confiesa

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— 342 -que es mócente, no hombre de armas lomar, ni de daño á nadie dan; pero á si s lágrimas contesta con una carcajada el primero, de cara atihatada: ' —Buenas palabras tiene un Credo si no fuera el uPoncio IHlato.» En el otro barvio sahrán si eras patriota ó patri'Olla: ]FOCH! FOCH!, QÜE'S DELS QUE NO DONAN L L Ü M . . .

Les pide misericordia...! Y le hace justicia un cuarto, desviando los ca­

ñones y reflexionando de esta manera: —Meditándolo bien, bravos hermanos, al final

déla función en que á balazóé danzamos, ¿qué sacaremos, ni sacarán, de haber perseguido á és­tos por una opinión, y á nosotros por otra? Que-daremos codo uno con la misnuí que hénws ma­mado desde el vientre de nuestra madre.

¡Cuan ignorantes somos y errantes vamos! «YA SEREMOS FELICES, CrcemOS, HOY PROMULGAN LA CONS-

TiTü€ioN,» y no recapacitamos que no podrá ma­ñana amanecer aguador el que ayer noche se acos­tara borrachon. ¿Se levantará generoso^ PORQUE CAMBIAN uw LIBRO, clquc sc tumbó con la ambición? Aunque nos tendieran sobre el mismo lecho de la ESCLAVITUD ¿despcrt^vrimnos nosotros desenamo­rados de la LIBERTAD, si dormimos con su amo­roso incendio en el corazón?

Todos:—No; ¡hasta la últinm gota en defensa de día! Has hahlado con cabeza...

-—^Entonces no tenemos pié para arcabucear á

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ese paisano. Vete con Dios; pero Dios te libre de ir contra la opinanda de los libres. Por sospechas solo, ya ves en que se ha visto tu vida. Mira de opinar de mejor modo en adelante, porque hasta un j^mento, si cayó en un atolladero,niápalos quie­ra volver ápamr por él. . ;;i

Da gracias, y marcha meditando'. —Los primeros se me antojaron tres diablos sw-

bidos del infierno; pero el cuarto... un ángel baja­do del cielo. Seré siempre de la opinión de este; ¡ja­más, j(imÁ& áfila d,& aqu^^ tr^e^i ^ f%rr^ •^:^

• « . ; . • • • H . t . / - ' * . : ' • - * - • ' " ' • '

PHU M i , IL QiE id TEKA,

' La persona que e h lle sin apetito, débil y con temblor de manos, coceM vino tinto «oarhojas«de flor de romero, y beberá ¡i i Í^Í"

una jicara porcia mañanar otra después de comer, ,

., i i otra por la tarde ¡M ' '>< - ( y otra después de cenar¿ - !

Tornará de muerte á vida con dicha bebida ¡que es experimentado conforta todas las partes del cuer­po, corrobora y hmpia el est<Hnago, quita todo el

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hiimor frió y opilación, purifica la sangre, acaba el temblor de las manos, las cámaras y la gota.

Lavándose con dicho vino, desaparecen la lepra y sarna; algunas tercianas y cuartanas, bebiendo una escudilla de él, cuando se conoce que viene él frió. Y lavándose el rostro con tal vino, h) pone héntid-* so y sin arrugas. E^ positivo. *'

SI Ho LO nrnmiBíS, p ^ Y PERDÉIS SI LO ENTENDÉIS

Se propone que uno de los tertuliantes no se verá capaz de pronunciar dos veces capa y no ca­pote.

¿Quién habrá que se considere tan inútil? Pero esta dJstrafccídn es (té tira y afloje |Vues ' siempre; puede qiied»* Viciónos el jtigaddr; porque si el espet-^ tador profiere " *' < : , •

« capa y DO capote» '• « capa -y no capote;*; '

le advertirá que no fuoeato'Io qtje lé mandó decir, sino terminantemente't eafltt; y tío capote; y que «nembahgo él rto ha dibhoí ^ ' ' '

rt ' • ' '• . i i i ; _ Jticipü, '•;••' • • • ' • [ ' • •

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— 316 — pedacitos de asta de ciervo y arena; ponerlo rodeado de brasas, y cuando eslé bien encarnado quitarlo.

El asta se habrá vuelto carbón, este se hará pol­vo fino, se tomará de él la porción que se pueda coger con un cuarto, se desharán con una yema de huevo, y con este medicamento se untará la parte dañada. A los dos dias, ó antes, desaparecerá el mal.

PARA TRANSFORMAR CARILLAS AGRADABLES EN CARAS HORRIBLES.

Se loma una porción de aguardiente fuerte, y por cada cuatro onzas se le mezcla una de azufre en polvo.

Con este líquido se remojan bien unas cuantas brasas de carbón; y así apagadas, se preparan den­tro de un brasero, el cual hay que colocar antici­padamente en la sala ó habitación en que se preten­da efectuar la broma.

Cuando hayan concurrido las señoras de la tertu­lia, se apagará el velón, y arrimando entonces una cerilla encendida á dichas brasas de carbón, arde­rán al momento, y su llama durará hasta que se aca­be el espíritu del aguardiente.

En el Ínter se verán las fisonomías de los concur­rentes, amarillas, cadavéricas y espantosas.

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como debia para cumplir lo mandado, sino que ha aftadido lo que se le previno muy claro que no ánan diera, «y no capote,

y no capote.» Pefo si en otro caso hubiera pronunciado única-

oienle capa, capa, le alegaría que lo que se le ordenó que repitiese fueron las mismas expresión nes que habló el jugador capa, y no capote, capa, y no capote, ni mas ni menos, y no capa y capa solamente.

— - ^ — : , : .

RmieiHo casero. Se cubre con brasas de fuego uíia pálíi de hierro, y cuando está candente se le echa manteca de cerdo, que no esté salada (ik»»

' dais ) , y debajo de la pala se coloca un plato llésq de agua de fuente, sobre el que irán cayendotósgo-* taá que escurrirá dicha pala; estas, am k frialdad del stgUa, totmarán al instante encima deelíb una capa cuajada de dicha manteca, y cuando tenga ya el grue* so de un canto de peseta, se extraerá del agua y aplicará acto continuo sobre la erisipela. /

Otro faóuHatito. Tomar un cencerro; llenarlo de 44

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— 847 —

CUANTO VEO, TANTO QUIERO ( ' ) .

Cogió un niño cierto dia una flor bella del prado, y su aroma delicado aspiró con alegría.

Y exclamó con dulce acento embriagado con su olor; madre, quisiera ser flor para embalsamar el viento.

Entre tanto que asi hablaba, una avecilla ligera cruzó la fértil pradera donde el niño se encontraba.

Y al verla el niño rehacio, dijo con acento grave: madre, quisiera ser ave para cruzar el espacio.

La brisa entonces gimió, y con movimiento blando una nube fue elevando

(*) Por los años en que el autor fue maestro de instrucción pú­blica le remitió copia de esta docena de excelentes cuartetas un com­pañero de profesión. Y como todo lo que se encamina á desencaminamos de la ambición es magnífico ramino para el Brujo, las hacia cantar ft los alumnos en la escuela.

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— 3tó — que de vista se perdió.

Siguiendo el niño m ruelo, dijo con voz altanera; madre, ser nube quisiera para llegar hasta el cielo.

Un suspiro de cariño la madre dejó escapar, y luego sin vacilar de este modo dijo al niño.

Insensatas ambiciones ocupan tu corazón; hoy solo capricho son, mañana serán pasiones.

Sujeta tu anhelo extraño y asi feliz vivirás; no hay nada que amargue mas que la bifil del desengaño.

Quieres en tu empeño loco ser flor, ser ave, ser nube; muy alia tu mente §ube, y el niño vale muy poco.

Hombre llegarás á ser, y cuando pierdas la calma; ¡ ay de U, niño del alma, si no te sabes vencer!

río tu pensamiento asombre ser flor, ser nube, ser ave. i Dichoso el hombre que sabe llegar al fin á ser hombre!

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CINGO PESETAS.

iCvmo podríamos completar veinte reales en vein. te piezas sueltas? con la condición, de que en es- ta$ 20 monedas no han de entrar ninguna clase de las de aumento (ó colujnnarias), ni reales, ni ocha-vos, ni maravedises.

DE ESTA FORMA.

Medio duro en plata J Dos pesetas sueltas ^ Media idem de cuartos sencillos, . I ' J^^

Totales 20. y 20.

PARA COIIIER. SIN GANAS TEHER, Y SEGUIR COMIENDO, SIN LA GANA IR PERDIENDO.

Pocos hombres habrá que no hayan visto en al­guna ocasión á una de aquellas personas que (cuan­do quieren) son capaces de comer en una sola vez la comida de ciento; ó al menos raros serán los que

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— a s o ­nó hayan oído la existencia de dichos comilones monstruos. Lo que sí muchos ignorarán será, la cosa con que se crean tanto apetito en casos determina­dos; y es, bebiendo por la noche aceite de aceitu­nas en cantidad mas ó menos, según sea la porción de manjares que hayan convenido tragar al siguien­te dia. Por cuya virtud olivera, comerán cuatro ho­ras seguidas sin perder las ganas.

El Brujo lo ha visto hacer, y oido explicar á los mismos tragones en cuestión; empero jamás ha te­nido el extravagante gusto de beber aceite para pro­bar la verdad, ó ganar tales apuestas.

M U T ü S N 0 M £ N D E D I T C 0 S I C

Se extienden 20 cartas en la forma que sigue: i. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. H. 12.

13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20., y se dice á 5

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— 851 — tertuliantes, que vayan pensando cada uno dos car­tas de los cinco montones de izquierda á derecha, La primera persona, dos cartas de la primera hi­lera; la segunda, otras dos de la segunda, y por igual orden las otras tres; es decir, que han de pensarse dos de una sola fila cada espectador.

Pensadas ya, el jugador las recogerá, empezando por el 1 y concluyendo por el 20; y en seguida las volverá á extender boca abajo en el cuadro mu-tus nomen dedil cosic ( 1 ) , irá cubriendo uno tras otro los diez pares de letras de que consta, ó sea colocando

la 1." carta sobre la primera M, la 2.* Ídem sobre la otra idem ( 2 ) , la 3 / idem sobre la primera U, la 4 / idem sobre la otra idem ( 3 ) , la 5 / idem sobre la primera T, la 6.* idem sobre la otra idem ( 4 ) etc.

Y del propio modo efectuará hasta concluir to­das las cartas, que será cuando quedarán tapadas las 20 letras.

En este estado se empieza á interrogar á uno

(1) £1 jugador no necesitará dicho cuadro para nada, ni nombrar siquiera ninguna de las letras en él contenidas, porque sabiéndolas ya <e memoria, mentalmente irá dr&tinando cada carta al respectivo sitio ()ue debía ocupar cada letra.

(S) Que está á la 8.* (3) Que está á la k.' ( i ) Que está á la 15.'

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^ 3gí -cualquiera de los cinco espectadores para qtíe diga en qué columna ó eolumnai de las 5 se encuentran sus dos imaginadas cariáis. Si señálase que ambas es­tán en una cohimna, el jugador meditará entonces cuáles sean las dos letras iguales que existen en aquel renglón, como son las dos Ü.ü, las dos N. N, las dos D. D, y las dos C. C; y las dos cartas que las estén euhfrieiído serán las pénsadaiS pot el socio interroga­do; ewjpero si alguno dé los otros cuatro dijefa que ms dos ñaip<»se hallan repartidos, uno en tal hilera, y otro éBf tal 0it&, en este caso calculará el jugador que dos letras iguales son las que se encuentran efítre ambas columrtas; v. gr., si eS I* M y M, ólá T y T, ó la S y S, 6fe Ó y O, ó la By B, ó la té I.; y por esta combinación ¿éf (étras sabrá fácilmente cuál es la pareja de t^ñtís.

ExpHcado ya él ré^imetl do este juego, se pueden inventar muchos diferentes arreglados á él; pero ejercitando antes las pruebas, á fin de que no se ha­llé indeciso él jugador al practicarlos, ni confuso én la rápida distribución de naipes sobre el cua^o

tOutus nomen dedit cosíc, cuando no lo tenga á la visía.

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— 353 —

PARA OUE MO CAIGA UNA DELGADA LÍNEA DE CENIZA SUSPENDIDA, Y ADEMAS

AGUANTE EN SU EXTREMO UN PEDAZO DE METAL.

Untando bien de arriba abajo con pólvora moja­da, ó humedecida (1), una hebra de hilo ú algodón, á cuyo remate se atará una pieza de dos cuartos, ú otra cosa de metal que venga á ser poco mas ó me­nos de igual peso que la dicha moneda; y amarran­do la otra punta del hilo á un clavo en la pared , cuando esta perpendicular hebra esté seca, y sin nin­gún movimiento á derecha ni izquierda, entonces, y cuidando también de no tocar (para que no balan­cee) la pieza sujeta á el hiló, se pi ende fuego á este por la parte en que tiene la atadura del metal; y cor­riendo la llama por el resto de la hebra, después de quemarla toda, se conserva en su estado, es de­cir, sin quebrarse el exhilo, ni caer el peso que con lazos de ceniza queda aguantando.

— « ^ —

(1) Asimismo puede erectuarse, á falta de pólvora, con orines y sal disuella en ellos.

45

Page 356: El Brujo y la la Bruja en tertulia

umé.

eccpuwie uwxó lUMLUAuto ico péudoíoL' del 5DVUU),

MM X€dbox>: Datoto (*\ te oe dccDo u S<t»túcMtttr ndttOL<

uiala-Y< el ocio uofetauteute' eti iui<t. oe^<t<ícu oeuxSo. de

te» tuuod,

—Señores: ¿Cuántos huevos de gallina se nece­sitarían para romper la campana de Toledo?

' CNi con todos los habidos y por haber). —Pues con 200 habría suficiente. Vendidos á

cuarto y medio uno , sumarían 35 rs. con 10 ms.; que los emplearíamos:

( t ) Lo qw jo I' cesto, poch meaos ó mes, Viodrá asé unas ata­das lebas Uiés ó menos al café.

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— 888 — Í5. « . . .En carbón conque poner candente

an palmo de dicha campana. « ÍO. . . . Para estiUascon que encender el fuego.

20. «. . . . Con que pagar al herrero que abriese 35 rs. 10 mrs. ^" P^ ^ ^^° "^ agujero por aquel

lado cuando estuviera flexible.

—N^^/tA^iSSWV*^

-*E1 Tapor Lion empleaba 38 horas desde Mar­sella á Barcelona , y en otras tantas volvía desde Barcelona á Marsdla. Pregunto á W.: ¿cuánias bíMras emplearía dicho vapor en hacer un viaje redondo des­de Barcelona á Marsella, y desde Marsella á Barce­lona?

C Cualquiera contestará, 76). —Pues no tal. Tardó en regresar á Baroelofia

268 horas, porque sufrió una avería en el tránsito, y tuvo que permanecer 8 dias anclado en el muelle de Marsella mientras se le renovó la máquina; y puesto ya i fleie, continuó su viaje á Barcelona

De ida 38. Paralizado 192. Vuelta.. 38.

268 horas.

*>«¿QuiéD creerá que yo he visto un año en el cuál (aun me acuerdo bien) cayó Domingo de Ra* mos á 23 de Diciembre?

Page 358: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 366 — fNo puede ser de ninguna manera). —Pues lo fue de esta: Hallándome en el balcón,

vi venir corriendo calle abajo á Domingo de Ra­mos hijo de aquel mi vecino Benito de Ramos; y, con la prisa, cayó el muchacho en frente la misma puerta de mi casa la víspera de Noche buena.

-•-«33íSe»-<

—En la semana pasada yendo de caza unos cuan­tos aficionados, divisamos de improviso, y á corta distancia, quince perdices recostadas debajo de una mata. Disparamos á carga cerrada, y nueve cayeron muertas. ¿Cuántas quedaron de las quince que había?

(Hasta un mudo murmurará, seis.) —¡Ni una! porque esas seis restantes, enlugarde

quedarse, escaparon atronando los vientos, apenas oyeron el estruendo de las armas.

—En casa de mi cuñado están alojados cinco húsares, cada uno con el correspondiente caballo; pero ea el establo no existen mas que cuatro estacas; y, sin embargo, en estas cuatro maderas tienen atados sus cincocaballos, y en ninguna de ellas hay pares.

C!>ío se comprende J. —Se ha de comprender que en ninguna estaca del

pesebre hay atados pares; pero sí un paridfc«aba-Il(^ en una «y en las otras tres, uno en cada cuaL

•*\f\f\nfifiF^

Page 359: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 387 — —¿Quieren experimentar cómo me aparto á 20

pasos del velón que está ahí, me siento, y sin mo­ver siquiera un pié de la silla, ni sin ayuda de nadie ni de nada, enciendo en su llama este cigarro con mis propias manos?

(Como dice, es grillaJ. —Según dije, lo hago; cuidando al levantarme que

no se meneen ios pies de la siUa; pero los míos, ya es otra cosa; y marcho yo propio y prendo fuego, co­mo W. ven, al habano.

•»—¿Tampoco creerán que el dia 18 es antes que no el dia i 7? ni que pueda escribirse Londres sin L?

(¿Quiénno lo dudará?} —Pues no pongan Jerónimo de duda , Pascual

de diferencia ni Alonso de dificultad en que el dia 18 de Agosto es primero que el dia i 7 de Setiem­bre, y que suprimiendo la L en Londres quedará &%-mXo Londres sin L (i); tan positivo como lanñ^d de 12-{s) es7 («) y de 88 ( i ) nada (»). r

—¿ También pondrán en cuarentena que si supU-co á esta señorita que baile un poco, y accede á mi

<» ondreSi (2) XII. (3) VII. (4) 88. (5) OO

Page 360: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 8«8 — in^go, á pesar de que se halla vestida, y sin que na­die le despoje absolutamente de un hilo de su ro-' pa, danzará en cueros?

(¡Desrmda sin desnudarse!...) —Y sin desnudarla; en cueros, porque bailará

sobre sus zapatas/ que de cuero son, y dentro es­tán los pies que no tocan al suelo.

Descalza sfv que no bailaría en cueros.

~ct=*=^

—Y ya que de bailes hemos hablado, ¿apostamos á que salgo del cuarto, y, al volver á entrar, en­cuentro bailando á cuantas personas están dentro de él?; con otra particularidad , les encontraré á todos bailando y rebaUando, tanto si saben, como BÍ no tienen ganas de bailar.

(Seria biUlarinear d la fuer xaj. —¡No , Voluntariamente; pues poco nae coetaarii

antes de entrar en la habitación empezar á bailar; j entrando enfila bailando, bailando yo, encontraría á W., mas que estuviesen sentados.

«i/ /V/UOtA/W»-

—Vaya de formalidad: Me determino á encontrar dos huéspedes en la levita que lleva puesta el amo de la casa, y que él mismo ignora que estén en ella.

(¿Cuáles son?) —Dos piojos.

( Veámoshs).

Page 361: El Brujo y la la Bruja en tertulia

—Quítesela, y vengan unas lijeras para empezar á descoserla toda, pues no sé si existen en el paño, en el forro, ó entre costuras.

—Estoy dotado de una fuerza tan hercúlea, que apuesto cien duros contra uno á que me cargo á cuestas dos señoras y dos caballeros de la reunión, y á todos cuatro juntos los conduzca á escape (y sin descanzar un instante), seis veces consecutivas, desde la puerta de la calle á un cuarto de hora del pueblo, y viceversa, colocados sobre mi espalda, hombros y cabeza, del modo que les acomode y puedan acomodarse mejor.

^Desciende V. de Sansón?J —A. la prueba me remito. Vayanse desnudando

las cuatro personas que he propuesto; de sus ropas sí que no admito ni un adarme, porque no ha en­trado en trato el vestuario, sino dos''señoras y dos señores. Manos al despojamiento, y verán cómo les llevo las ocho carreras antedichas. (4)

— frOOO-O^

—¿Saben W. de dónde es aquel hombre tuerto, que todas las tardes se pasea por la plaza ?

( I ) Apuesta que nunca se pierde, porque, para ganarla, nfcdie con­siente quedarse coa la piel al aire.

Page 362: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 360 — fEs de Cartagena J.

—iQuia! No es aquel hombre tuerto de Cartage­na , que es tuerto del ojo derecho.

'—En Málaga conocí un moro que, á pesar de ser mahometano, nunca salía de la Iglesia.

(¡Imposible !j —Fácil: Nunca salía de la Iglesia, porque nunca

entraba en ella.

—¿Qué diferencia va de estar una nación bien ó mal gobernada? (1)

La de que estén sus vasallos mal ó bien. —¿Los individuos de mas punto? Zapateros, sastres y basteros. —¿Por qué salen muchos discípulos ambiciosos? Porque entrarán pocos maestros practicando la

enseñanza (2) de generosos. —¿Por qué hacen el horno dentro de la casa? Porque la casa no cabe dentro del horno. —¿A quién no harán un feo? (3) A una hermosa.

(1 ) Tanto en esU, como en las sucesivas interpelaciones, cuando el auditorio haya dado sn parecer, dará la solución el jugador.

(t) La mejor señal de agua es cuando llueve. (3) Negativa.

Page 363: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 361 — —¿Quiénes fiíeron los primeros que vieron el mar? Los ojos. —¿Qué es mas agraciado que ser gracioso, ni caer

en gracia? Que caigan gracias. —¿Cuándo está el buey mas redondo? Cuando se relame la retaguardia. —¿Cuáles son los prójimos mas amados de Dios? Aquellos que aman mas al prójimo. —¿Por qué no se ve apreciado un soldado? Porque ven su despreciable soldada... —¿Qué engancha mas que un gancho? Dos ganchos. —¿Dónde estarán los contribuyentes menos re­

vueltos? Donde la contribución ies deje estar los bolsillos

mas quietos. —¿En quién e& en vano buscar de interesante ,

nada? En toda persona interesada. —¿Qué está detrás de los «cteíos.?» El «santificado, ii —¿Quiénes no sienten ningún mal? Dos que se quieren bien, —¿Quién no tiene pelo de tonto? El que encalvó de sabio. —'¿Qué parece mas santo aun que mucho con­

fesar? Poco pecar.

i6

Page 364: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 362 — —Cuando Dios crió al hombre ¿dónde le puso la

mano? En la muñeca. —¿Cuál es el Gobierno que vale mas? El que cueste menos. —¿Qué no causa miedo? Rio con puente, hombre que huye, mujer que se

arrima y ayacucho que manda. —¿Cuándo está el ruiseñor mas enojado? Cuando en medio de cuatro ramas, cargadas de

hojas, se halla recostado. —¿Por qué no hay señor pobre? Porque no hay pobre señor. —¿Cuándo sabemos el líquido valor que tene­

mos? Cuando nos valúan sabiendo que no tenemos va­

lores... —¿Quién no puede dar buenos pasos? Una coja. —¿Cómo ningún cristiano caridad pidiera? Si lodo cristiano caritativo fuera. —¿Cuál es la vida mas buena? La mas buena vida. —¿Hasta cuándo no entrsm las naciones en buen

orden? Hasta que han salido de «n mal desorden. —Cuál es el fraile que lleva el sombrero mas an­

cho? El que tenga la cabeza mas gorda.

Page 365: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 363 — —¿Cómo todos seríamos pobres? Si todos fuésemos ricos. —¿Qué hombres dieron mas ruido en el mundo? Los tambores. —¿Quién se acerca á la cruz peor? El que se separa de la f mejor (1). —¿Qué viviente padece menos? El que sabe sufrir mas. —¿Qué es menester para encender una lámpara? Que esté apagada. —¿Cuál es la doncella mas firme? La que no resvala. —¿A quién persiguen los trabajos? Al que huye del trabajo. —¿Cuál es la cosa mas mona? Un mono. —¿Qué engordaba ayunando á fray Muñoz? La gracia de Dios. —¿Quién es hombre sabio? El que se casa con mujer tonta. —¿Por qué saludan los perros con la cola? Porque no usan sombrero. —¿Cuál fue el patriota mas liberal? Aquel que alargó mas la mano. —¿Qué son, algunos rusos, cuanto mas sona­

dos? (2).

(1) Del Redentor. (2) De casa grande.

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^ 3 6 4 -Mas mocosos (1). —¿Cuándo acabamos de auxiliar á una persona? Guando conocemos que empieza á necesitar au­

xilios. —¿Por qué hay pocos que piensen en vestir al

desnudo? Porque hay muchos que meditan cómo desnudar

al vestido. —¿Cuál no puede ser grande hombre? El que no pueda hacerse el pequeño. —¿Quins homes han passat mes fam? Los mes afamats. —¿Qué tenim en rica moda? No teñir modos ab gent pobre.

REMEDIOS PEROGRULLANOS. •**-.*^iy|[jt*«*j^

Uno, para huir de mujeres? —Arrirtiarse mucho. Otro, para estar siempre alegres? —Nunca estéis tristes. Otro, para que una persona tenga á otra á me­

nudo presente? —Preséntesele de cuando en cuando con pre­

sentes... Otro, para que el dinero jamás se acabe?

_ _ _ — ^ — I I I r i I I I

m

(1) Limosna pequeña.

Page 367: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 368 — —El primero que tengas, nunca lo gastes (4). Otro, para que (sin mandarlo) todo el mundo ven­

ga á ser cristiano? —Ser todos los cristianos unos cristianos, como

la cristiandad manda que seamos. Otro, para adquirir un gran valor? —Coger un grandísimo miedo. Otro, para que no haya pobres vergonzantes? —Que se les desvergüence una rica hambre. Otro, para traer eternos males? —Atraerse bienes temporales. Otro, para querer perder una fonda poco á poco? —Quiera un fondista ganar fondos aprisa, aprisa. Otro , para que los mosquitos no nos piquen de

noche? —Dormir de dia. Otro, para poseerlo todo? —No ambicionar nada. Otro, para que un hombre pueda pasar toda su

vida sin enamorarse de una mujer? —Eáté enamorado de dos mujeres toda la vida. Otro, para lograr que algún republicano se fuera

de repúblicas desposesionando? —Logradle que vaya algunas heredades here­

dando. Otro, para que un hombre flaco se mantenga

gordo?

(1) iBíen cauta Marta despue» de harta!

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— 366 — —Coraa dos ollas, no beba licor, y duerma solo. Otro, para que no corran tantas diputadas? —Que no correteen tantos diputados. Otro, para encontiar uno que salga de los mejo­

res mandantes? —Buscar uno que haya salido de los peores obe­

dientes (1). Otro para que cualquier doncel y cualquiera don­

cella puedan hallar mujer y marido á quienes se dé hasta el tratamiento Real?

—Cásese la doncella con cualquier docel que se llame Fulano Rey; y el doncel con cualquiera don­cella que se llame Fulana Reina.

Y finalmente, otro para llevar hacia el paraíso ce­lestial la delantera?

—No aguardar para cumplimentar á la reina de las cuatro virtudes , la hora postrera; como no ha guardado el banquero americano Beabody con el pol­vo de 750,000 pesos (¡no es paja!) de que exentos de paja y polvo, es decir, sin precedente, ha hecho do­nación en favor de los pobres de Londres. Genero­sidad que ha causado profunda sensación en la Cité y en todo el Reino-Unido. Abandonar en vida su fort«na jSETbciENTos CINCUENTA MIL PEsosI para el so­corro y alivio de los desafortunados, es en efecto tener afecto al infortunio, y una de esas riquísimas acciones de que se halla tan pobre de ejemplares la

(1) {Tuviera tan seguro ^ brezos un burro I

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— 367 — historia del AMOR AL PRÓJIMO. Cuando una persona ya no puede aprovechar el oro , ni tampoco llevárselo consigo , no tiene gracia admirable que lo deje en provecho de otras personas; porque después de la muerte no es difícil ser filántropo ; pero despren­derse en saludable vida de lo que la hace regalada, es un gran mérito para irse, sin tropezar , derechos al cielo. M. Beabody se ha fundado con esta grandiosa obra un monumento mas duradero que los esculpi­dos en bronce y en mármol.

jEl Brujo quisiera tener las cien bocas de la fa­ma para alabarlo!

Donde veáis, mis queridos lectores, al tan noble banquero , adoradle como si fuera un santo mortal verdadero.

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Li

BRÜJJL.

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fttug 3 l n s t t e 6 r . Oaron,

DON JOSÉ MARÍA DE MAGRINÁ Y ALEGRET. — Selva. —

^(VíxocaovuiL' 8 oeúeMwite iSfia,

e ^ ' ¿2¿/, a¿¿^ c^o/e mi¿u tuna ¿encacé

ion coí^!con, u co ¿e9te¿é ¿ouaví^, gfcwetoóo;

a ^oé, atie oé nuí^awué maé /t<w-re cíidn-

e/o oé v^uicé maé nca, u oé miracé maé 9^

a¿&e edaeé auornaae ae aoé A?^-

ccodoé u c^rececmoé ríaned can atce vernos

ée acmf^na écen^9^ íucedéf^a ¿/arUa ¿^t)eu-

^tcan, DESINTERÉS U CARIDAD (2); a Voé,

(1) a El qoe ha de ser desgraciado, desde peqaeñito empieza» & hacer gracias al áesafortumio.

(S) «No hay cosa mas hermosa (habla L Siécle) qne la Religión bien comprendida, especialmente cuando se llama caridad. Se la ve enton­ces detener á los conquistadores, arrojarse entre los ejércitos, procla­mar la paz divina, conservar la sangre de ios hombres, y reconciliar los

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— 372 — aecuco e^)¿a ceuenaa, a(¿e /¿eaara ¿an M£n

en mano^ enemcacté aae

uenao cotto... u,na ¿¿enae, coma aoé ¿ruái&-

coé en aeaod ae c/an (^menée.

5^ea¿¿¿í/, no- od aeéenaaeé, conániKza eda

éeneái aue ejnArení/iéleié ae ca Wí^íia wr--

éuoikz, condcééenée en der /¿o^i*eé, u no con-

c/enarde ^ r a¿¿erer der ^icedéa coda; u

cii¿inoío r^/i?feM en íi^n /¿ice^co a aÁ^an

t^ec^no aue era cníuaenée, u aedouanao

wíMkí de ¿randwrínara raAcoiamefiée en/m-

a^náe, u no o¿aa¿d a naace acce ce a¿aa:

— ^ mccdée nombre de 9ii*etod naccencío co

aue e/ ^m^i^^¿en¿e no aiciere n¿ ca ¿ud-

enemigos mas irreconciliables. Especialmente hermosa también cuando se llama desinterés. Se la ve entonces preferir á lodos los bienes de la tierra un servicio prestado á la humanidad. ¿Qué significación tienen pa­ra ella los palacios, el oro, el poder? Tiene uo deber que llenar, el hacer amar y bendecir lo que representa. Se la ve entonces abando­nar la púrpura; y para ir á sostener al débil y consolar al POBBE, to­mar el báculo que llevaban los discípulos de Jesús. Bajo esta forma también es como hace sus mas preciosas conquistas; al verla pasar así, CARITATIVA y DESINTERESADA, los hombres se inclinan y gritan : a ¡ S í ; Dios ha sido quien la ha creado!»

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- 3 7 3 -

á^ca mancho} ^ ¿cemé olm éa/^r fc,e

e^c/e^éoáer \^-. ^ ' na/ía^ ^ ^ ^ ^^-

^^.¿^ , ^ / ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^ ^^ ^ ^ ^ ^ ^^^

(daros) ^ / / ^ ^ ^ ' mafcie^o^ maáé. ^ aémio éoáMmi ^e /loé ¿emdo-/uim ¿c-9^r¿e aman^oé aícinla, merecer^:a na/fyo

/iremia fen ¿erí^áoría c/e ^ "S^naJ, a u.n e^fr^r cfz^j^o fen/itué ccaoá:caJ ¿a. cítaa^ c/Oa ¿o^em (/e enrcfuecerée ^ ¿^^^ fj a, co^ c/e a/iu.mJoé... t^ cíe errf carecer ¿¿i conciencm, can a/ma, ciiy^ cíe/^a/ia^ rae en ef %nAnafc/e/m/aáM S'iiex., ^oU c/eé(/e eí'/ieéeáf^ / ^ ¿ ^ ^ om^/ á^ cm& no (^ ¿^manée^, ^ cmic na cíe ara, ^ cm» na (/e/iáiM, ^ cmío na (/e meéa/, dina /^ crino c/e mac/eyc&, e¿c., e¿c.

í l ) El 6 por 100. Y hubo preslamisla que en resumidas cuentas vino á tomar un 100 por 6 á muchos que ahogándose fueron & él para que les diera un desahogo.

(2) La mortaja y... inada masl rico avariento, te llevarás.

Page 376: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 374 ~

c¿ec¿r, u eáciccneié Af^aamir. a cn/inc¿oé ae

^ aie^ ¿cerienAor aa/co ac aiie áe-ne ^^aito:

— rSéá¿¿j^e¿a ^anraaa/nanea^^ae ccn cíiar'

¿o-Af^eóáioía: u ;aa& e^^Muiaa/ no ^ en-

aaña nac/íe (/e icn acnava, Áoraue éc Men

/uenéa atie ¿oaoé éomoé Mienoé, no- nod na

u>n fnatfat^ec/eé a ninauno. ; C^con aue CM-

f^cdi^mo ¿2!^4§^ u fena¿¿^ cíe oro a&^i€^a

neaancCo en Aai¿a> ac aice £Í mencuaa co-

are/ Í^^J / ' ^ aue (umoé ¿an Áioé c¿¿ce c/u'

t./^6ercea/ no cea an ^¿léo aae no a^w:

«¿CM^MI, « i w>Wí> de CDeu» ( í ) . 7 ^CíC^n ÁouácOJ

cuanao Áoéan ^{zÁinod, con/Ara raÁinotf.

=z^ enécencie a Ae c^ MW... ¿/m de 0[^j9<¿a

arroéérar Aor ma omcaé, u eéo aue /m-

ce Aocod añoé ¿MX ¿an arra^rac^ ace^ Au-

Mera ^ec^o moneda Á,^ Aor moneo/a

(1) Dice mi madre qae me dé Y. nn cedazo que sea bien claro.' Hija, dile qae no me da la gana; qae si lo qoiere mas claro.

(2) « K a«a6M d roM,• din an refrá.

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— 315 — t'erfí/adera; Aero éit/¿a ¿eM-mane^arée. j &á/ ed an éaéen/t Ao^v^... eíc., eéc. ^enéoa,

opeaaSod ó. to3o ío De C* tiexiux/, Vj, itax)» ptetix)i<)o6

eu. lo del óefo.

'i^ianc^a en o¿ro Au'néú oMcí^veié a oéro

ncU^éanáe míe A¿e rcca u eé hmre, u eé-

ciicñeió a vanoé aus ecocuí^men: — ^or

na^r aaere^o- nacer áié oároé miéerccar-

cuoéoé aus endeña mieééra ^'anéa cx-^sz-

c/re S^a£;^fía, ae& moc/a aae fe Areaica'mn

áíid Aaareé a¿c£, azé ncciera con ¿ocio ec aue

^vara ^ dem^^ansca (/e ^toé, u miden'

corcí¿a Ce /¿¿cuera; Aor eé¿o, aecímod, de

auecío ec a AecárM... ^y^xid, no aamorar'

de: condtaeremod aae der criíáano como ái

cr¿d¿¿aní/a(/ manc^, u CíSeíaC como ef d-

oeroMmo oreiena, don aéorioéoé dcnommod

ae...Ao^re, e¿c., eéc.

(manao edáo edcuc^aracd, u no encon-

¿rara^d^iien marmaif^ode edoéro: — /Sdéad-

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— 376 — üma ae aiie ce ¿enaaié ¿adée^ma/ /iií£d Aie iin MiMcca aouu'i/MO, arcín yuaaO' oíe u&

^aí^/^oaaia. aue e?rtAe?t¿¿a(> en aae fio nic-

Mera en eua auanafiéed a9i¿e<) c^ &(¿a-

reéma, nc aeéar¿í<:cacioé, aeéaraaa c¿'n a¿'

nerac. ;^¿ ua niiÁede nereaaao ec ca¿¿(/<z-

con oíís ec, dí-Tíyiúcia, acéérmccuo^ líuüodcc-

i*i«ute,., ca ¿enar/^ t/a aiunéu/iucaao; Zura

jc&ma na ae éerí 2¿}¿oá aa Á-an aara u

daros (¿ coé aue no áenen muecoé, u d¿,

ca mano aaa/^reaaa, eéc, e¿c. §íec¿¿//iara

íMced¿roé aaenéroé, noo/e n^omáre, u rnaano

ouaron: coMtpvcwScn/ uiucoo Deí cielo, u coitoc«u poco

De Ut \WUL0U tM, CAUt. pODUX/cioii.

^.aec/a ae '^¿/od, d¿n e ¿ c/em/ce¿e,

=ffa 6rttja.=

Page 379: El Brujo y la la Bruja en tertulia

31 la mttg barata €túoxa. AeM/O- uo uieuj liacíDúC', (>i nieta, ma,í eca,utdtá<}A,]

u ctdk, pot coaiito tá pa i untado con, 26 te^ale-d a l MXÁt,-

^ , ux/ J3tiu<X/ tecotiocu)a/ dtatupve O' uX' Ceúfoct untura... te

va, a, deci/V, no ice vtieMtv, óiwo

( * )

DE LOS

CUARTOS Y CUATROS. 1.2. 3. 4.3.6. 7. 8. 9.10.11.12.13.1Í.

MALO , tiene cuatro letras ; y otras tantas toda CRUZ. Las mismas tenia ADÁN, que después de per­der un paraíso, tuvo que ganarse el pan; y todos pa­gamos los efectos de su insubordinación; pero somos hijos, y... contra las fragilidades paternas conformi­dad y chiton.

El diluvio universal ya acaeció á los tres mil cua-írocienlos y pico de años antes de Jesucristo; y so­lamente en un cuatro mil y tantos de la creación del

(*) Yo locaré lo que guste, lu bailarás lo que quieras; pero «de res no fassas esquió, fins que vejas que una rala fa niu en la orella de un gal \iu.»

48

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- 378 — mundo osó inhumanamente la raza humana dar amarga hiél y ajusticiar entre ladrones al Dulcísimo Inocente, en ingrato pago de venir generosamente á redimir con su sangre al género humano.

En la edad media , y malaventurado año ciento catorce , infestaron nuestra sana patria huestes de musulmanes. Y aseguran que fue origen de ello la sopladura de una desenamorada dama que consta de cuatro letras, CABA; cuyo papá acabó por soplar­nos por siete siglos los árabes en nuestro amor y compañía; y... decid con qué moros anduvimos , y conocerán los cristianos que somos...

14 letras componía MADRE CELESTINA; y porque ya sabrás, lectora, decirle escuso cuanto descompuso.

¿Quieres saber quién desapañó de territorio á los españoles cuando España era España y no esta ac­tual sombra de aquella España? Óyelo.

JUAN entra con cuatro letras y LUIS también; pues bien, la primera salida de territorio nuestro princi­pió en 1G65 , cediendo la ISLA... de Malla á la Or­den de San Juan; y en el año 1620 , y bajo el reí nado de Luis XIIÍ, se incorporó á Francia la baja Navarra con el Bearne; reconociéndose además en mil seiscientos cuarenta y tantos la conquista del Rosellon.

En mil seiscientos cuarenta... se llamó á anda­na Portugal, emancipándose con sus Colonias.

En mil seiscientos cuarenta y uno comenzó el pronunciamiento de los Países-Bajos, y sus altas mi-

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— 379 -í*as de sacudir el yugo se realizaron, viéndose ya in­dependientes en mil seiscientos y... (un picaro) cua­tro , después de cuarenta y ( otro fatal ) cuatro años.

De cuatro veces cuatro letras constan DOMINICA y BARBADAS; y de catorce sencillas JAMAICA y LUCAYAS; pues verás qué paso llevaron: se pasaron á los ingle­ses en Í625 las Barbadas ; en i655 la Jamaica; en mil seiscientos y... (el inicuo) cuatro, Gibraltar (1). (Esteno fue pasado, sino á traición agarrado); en 1718 las Lucayas; en 1759, la Dominica, y en mil setecientos y... (otro pésimo) cuatro, la Isla de la Trinidad. ¡La Trinidad nos valga!

(1) ó sea el antiguo Calpe , llamado luego Tarik por los árabes. No fue causa el gran abandono en que lo tenia el gobierno lo que

1. 2. 3. 4. 6. hizo estériles los intentos de defensa de su gobernador D I E G O 6. 7. 8. 9. 10.11.12.13.JÍ.

D E S A L I N A S , sino la poca dicha de que este constara de catorce letras, suficiente desdicha para que se viese forzado á capitular.

La entrega del Peñón se hizo á las fuerzas reunidas de INGLATEBHA y HOLANDA (letras, cuatro veces cuatro, para que no hayan sido mutiles desde entonces acá todos los tratos diplomáticos entibiados para recuperarloj.

Recibieron dichas fuerzas á Gibraltar en nombre del AACHIDOQUE CABIOS

(cuatro por cuatro letras, para que se cumpliesen los pactos de la capitula­ción), pretendiente i la Corona de España, á cuyo Príncipe proclama­ron aquellas fuerzas como dueño de la plaza luego que estuvieron deB-' tro de su recinto; y 4 cuyo nombre habló el principe ARMESTAD (otras cnatro y cuatro, para que nos resultase verdad) en las cartas con que ínli-ni<i la rendición 4 la ciudad. Esta fue, pues, entregada y recibida cóíno' propiedad de aquel archiduque PRETENDIENTE (cuatro con cuatro y cualí-o letras, para que no se frustraran ¡as nuestras y sus pretensiones); esto es,

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— 380 — E n MARTINICA, NUEVA GRANADA. GUADALUPE, MEDIO

SANTO DOMINGO y LüsiANA, vao 54 letias; pues obser­va cómo se fueron .. Transmitiendo á la Francia el dominio de la Martinica en 1655; el de la Nueva Granada en 1G58 ; el de la Guadalupe en 1685; el de la mitad de la Isla de Santo Domingo en 1697, y en 1800 el de la Lusiana, ambas por cesión.

Con SABOYA y MARRUECOS vienen 14 letras, y con LA CERDEÑA, MAZAQU1VIR y ORAN, 24; pues Contem­pla cómo marcharon, cediendo al Duque de Sabo-ya en 1715 la Cerdeña, yá Marruecos los derechos á Mazanquivir y Oran que habia abandonado Espa­ña en 1790 por el terremoto.

en DEPÓSITO (otras dos veces cuatro, para que no fueran superfinas las tentati­vas guerreras durante siglo y medio para recobrarla) sin dejar de formar parle integrante de la monarquía española. ¥ por lo tanto, al celebrar­se la paz de Ulrech , no debió haberse tratado como de un punto distinto á los demás del territorio ocupados por los aliados contrarios de Felipe Y. e) PEXON DE «IBBAITAS. Cuatro por cuatro letras para qne al recoDocei Inglaterra como soberano de este recinto al nieto de Luis catorce to desocupase COIIK) uoa porción del reino de España y tOBia-se posesión FELIPE QUINTO: otras tres veces cuatro, para que, siendo causa de guerra de&lructora para el país que le babia tocado en suerte, como ioangoracion de su reinado, no contemplara la usurpación de uno de los puntos mas importantes de ese pais, y que los ingleses faltaban al tra­tado de invasión, cuando estaba aun húmeda la tinta con quesees-crtbitó.

M artículo IQ del tratado cedió 1» plaza sin territorio alguno, es decir, Qteramente el Peñan, y sin comunieacion abiería con ha comar­cas circuRivccioas, para evitar el fraude. A poco, sin embargo, coaea-zabao á introducir contrabando en nuestro territorio, y se habían apo-

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— 381 — PRÍNCIPE DE LA C\SA DE BORBON se eslampa con 24

letras; los Ducados PARMA y PLASENCIA con 14, LUGA con 4, y ÑAPÓLES, SICILIA y PRÍNCIPE CARLOS con 14 am­bos; pues mira cómo tuvieron (sin alas) igual vola­dura, porque idénticas cesiones se hicieron á favor del Principe de la casa de Borbon de los Ducados de Parma, Plasencia y Luca, con los demás países del Norte de Italia, Ñapóles y Sicilia que, conferidos al Príncipe don Carlos, quedaron de hecho eman­cipados en 1759 al recaer en este la corona de Es­paña.

LA FLORIDA y ANGLO-AMERICANOS comprenden 24 letras; pues atiende. Se desentendió de»la MetrópoH la primera, cediéndose á los segundos.

derado ya los inglesos de varios pueslos fuera del Peñón, y de no po­co terreno del pié del famoso monte; y en vez de estar encerrados, co­mo debieran , en los límites de ese monte, cuentan con espacio para campamentos, para ejercicios y para solaz de los habitantes.

Otro artículo estipulaba que «úo se permitiría permanecer ni habitar »en Gibraltar judíos ni moros , ni conceder á las embarcaciones de «estos refugio ni protección en el puerto, pues si lo concediese, podrían •cortar los moros la comunicación con Ceuta, é infestar las costas de «España,..» A pesar de esta capitulación, no bien se buho firmado la paz, cuando Gibraltar era asilo de las embarcaciones de guerra de los moros, con evidente peligro y perjuicio, no solo de las españolas, sino también de los pueblos y lugares vecinos, cuyos moradores se veían expuestos al cautiverio, y su comercio y pesca interrumpidos, aloqúese agregaba la imposibilidad muchas veces de introducir víveres en Ceuta. JDDios Y MOBos: trcs por cuatro letras para que respecto á los moros no obra­ran los ingleses lo propio respecto á los judíos, pues estos últimos se establecieron en la ciudad tan pronto como se celebró la paz;

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— 382 — En 1821 se acabó de perder la mitad que nos

quedaba de la Isla de Santo Domingo (avergonza­do, sin duda, de verse en dos divisiones como pan­talón de Luchana), consumándose á la vez entre mil ochocientos (y... cuatro por cuatro) diez y seis, y mil ochocientos veinte y... (un misero) cuatro, la independencia del vasto continente americano, que con tanta gloria y sangre habían conquistado COLON pizARRO y HERNÁN CORTÉS, que sumando 24 letras los tres, ya podíamos augurar que de tan inmenso po­derlo solo habia de quedarnos, como recuerdo, Cuba, uno; Puerto-Rico, dos; Fihpinas, tres, y las posesiones del África cuatro; porque existiendo también la negra coincidencia de haber empezado á descubrirse en el año mil (y cruel) cwaíro cientos y pico la cuarta... parte del mundo , conocida por INDIAS ó AMÉRICA (i 4 Ictras), era seguro augurio de que no habíamos de quedar dueños ni déla centésima.

-T^-CSíJÍ.S'-'S^

¿Deseas ahora, Lectora, que te recuerde la fa­tal estrella que lució á nuestros augustos Reyes CUARTOS? Te convencerás de que no solamente son adversos los cuatros hasta á los Soberanos que hacen el cuatro , sí que también á sus antecesores y sucesores inmediatos; á manera de un fuego que además de abrasar el sitio que ocupa, carboniza sus contornos.

Reflexionemos desde D. Ordoño segundo.

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— 383 — Se coronó en LEÓN (¡cuatro letras para que no fue­

ra corona espinosa!), y allí le plugo establecer su corte en novecientos catorce... ( Buena suerte para su hijo!).

Tildó su memoria con el degüello de los condes de Castilla, que dio margen á los leones castella­nos para no dar obediencia á los Reyes de León; y nombraron dos jueces para que no les gobernasen tan leonalmente

Muerto en novecientos veinte (jle persiguieron los cuatros!) y cuatro (¡pobre sucesor!), sucediéronle sucesivamente su hermano D. Fruela, á quien ma­taron en el año inmediato los ricos-hombres ¿eh? y su hijo D. Alfonso CUARTO que, disgustado muy luego de tronos, lo regaló á su hermano D. Rami­ro; y como después le gustase volver á entronizar--se, fue preso y encerrado, muriendo de disgustos en la misma prisión. ¿Qué tal?

Después de D. Ramiro, á Ordoño tercero, su hi­jo, le relevó su hermano D. Sancho el Gordo, cos-tándole no flacas batallas el reinar; pero descendia de un ¡CUARTO! y hubo mala suerte, pues lo despose­yó al poco tiempo su tocayo el MALO (cuatro letras), que no seria cristiano muy rebueno, cuando para lo­grar la corona pidió socorro á S. M. moruna de Cor-dobita la llana.

D. Sancho el Bravo, CUARTO de este nombre, ya

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- 384 — tuvo que rebelarse contra su propio padre el Sabio. para sentarse en su trono en mil doscientos ochenta y (un funesto) CUATRO. ¡Asi fue su reinado! Borras^ coso, destructor y turbulento por el divorcio en­tre los grandes y los pueblos disputándole el de­recho á la diadema.

Fue heredero su hijo D. Fernando CUARTO, du­rante cuya menor edad se hubiera acabado de hundir España por la codicia de los grandes bolsas. á no haber dirigido el timón de la nave del Estado la ingeniosa pilota Doña María de Molina, la cual buscando prestigio fuera de la aristocracia, amparó las Hermandades, columnas de su autoridad; pero... ¿y después? ¡La terrible estrella de CUARTO no le po-dia faltar! Fue emplazado, porque á la ligera conde­nó al salto mortal á dos hermanos apellidados CAR-BAJAL (dos veces 4 letras para que no se cumpliera su tremenda profecía), quienes le emplazaron en el término de treinta días para ante el Tribunal de Dios; y efectivamente, aunque estaba bueno y sa­no, entregó su alma al Criadora los treinta dias jus­tos y cabales, como á pedir de boca de los pobres... Car bájales.

Entró su hijo, y su minoría fue tan tempestuosa como la antepasada, pues nada menos que cuatro... facciones se cañoneaban por la Regencia, vacante por haber pasado al eterno Reino Doña María.

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— 385 — D. Juan II sucedió á su padre D. Enrique el Enfer­

mo, en mil citaírocientos siete, contando (cinco ve­ces cuaíro) veinte meses de edad. ¡Infeliz venidero!

Ya tuvo con causa, ó sin ella, que mandar echar á rodar la cabeza de su mas arrimado amigo el Con­destable de Castilla D. Alvaro de Lmk,—¿cuatro letras su apellido, y cuatro el nombre de su Rey? no extrañéis que finara sobre el TAJO—(otras 4 por si acaso), para aquietar las inquietudes que armaban los inquietos de envidia.

Falleció D. Juan en mil cuaírocientos cincuenta y (aciago ) cuatro; bella recomendación para su hijo D. Enrique CUARTO, el Impotente, que se hizo me­morable por las turbulencias, cruel anarquía y or­denados desórdenes que devastaban á Castilla.

Indolente y de condición fácil, entregado cons­tantemente á diversiones, abandonó el gobierno á fa­voritos, animando así trascendentales rivalidades que acaecieron á causa de instituir por heredera á Doña Juana la Beltraneja, por la notoria impotencia del rey.

Oponiéndose los pueblos con las armas, procla­maron á Doña Isabel. Y aunque D. Enrique CUARTO al morir en mil cwaírocientos setenta y cuoíro... (¿Un CUARTO muerto en un cuatro? ¡Desgraciada he­redera!) reconoció por hija á Doña Juana, y la ins­tituyó sucesora, y sin embargo también del ausilio que le prestaron las naciones vecinas ¡ la influencia de \os cuatros había de hacer su oficio! Al fin, el ban­do de doña Isabel y don Fernando triunfó de doña

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- 3W — Juana, princesa desafortunada, que juguete incesante de la política, y de la mala dicha de los CUARTOS, aca­bó su vida en un convento de la corte Portuguesa.

Felipe tercero el pacifico sacrificó hasta su pro­pia paz para lograr paces, y ni asi pudo evitar las guerras.

Débil para sostener el pesado Gobierno, lo tras­ladó al Duque de Lerma y á otros que le compro­metieron. Disminuyó la confianza púbUca; aumentó la moneda de vellón, y mandó despejar la España á mas de un millón de moriscos que alimentaban la agricultura, el comercio y la industria ya agonizantes.

Su hijo Felipe CUARTO, apesar del titulo de Gran­de (i) que alcanzó, fue pequeño en las campañas que sostuvo dentro y fuera de la monarquía.

Las mas significantes fueron las de Holanda, cuya independencia tuvo que reconocer por último en mil seiscientos cuarenta y (cuatro, mas cuatroj ocho.

Las del Principado de Cataluña, amotinada para defender sus privilegios hollados, y cuya reducción costó tres veces cuatro años de aguerrida guerra.

Las de Francia que concluyeron en mil seiscien­tos cincuenta y cuatro (¡para que fueran ventajosas á España!) con la paz llamada de los Pirineos, por

(1) De cuya grandeza decía un bufón de aquella época: «Es como la de un poEo, que se hace tanto mas grande, cuanto mas tierra se le va quitando, v

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— 387 — que perdiendo Nosotros el Rosellon (1), se señalaron estos montes como línea divisora de las dos potencias, rectificándola con el casamiento de doña María Te­resa con Luis décimocüARTO (¡para que se escapara!)

Las de Portugal , que al fin consiguió no querer cuentas con Castilla, y poner en el trono portugués al Duque de BRAGANZA (dos veces cuatro, para que lo levantáramos de su asiento).

Y las de Ñapóles y Sicilia, insurreccionadas en mil seiscientos cuarenta y siete.

Y después de un batallón de batallas, al fallecer este CUARTO Felipe, siguió su hijo Carlos segundo, de solos cuatro años de edad, bajo la tutela de su madre y una junta de varios personajes. Minoría que acarreó funestísimos y perjudiciales resultados al Estado.

Incapaz de gobernar por sí solo y hecho juguete de ambiciosos y fanáticos maliciosos que le rodea­ban, vendiéronse los empleos púbUcos y prostitu­yéronse las dignidades, siendo cada día mayor la fal­ta de legalidad, de orden, de población, de tropas y de dinero, al propio tiempo que el espavilado Luis décimocuARTo arramblaba con las plazas mas im­portantes de los Países-Bajos y de Cataluña; y al fin su sagacidad logró lo que quería, ganando (2) Es­paña saco y peras al restituírselas por el tratado de

(1) Cada vegada guanyem un llensol; elis 4 nosaltrcs. (2) Al revés te lo digo para que me entiendas.

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— 388 — Riswick, pues al fallecer Carlos segundo eí Hechiza­do (ó mejor dicho, el Soberano de buena fe, aton­tado por subditos de mala idea....) nombró por su heredero á FELIPE DE BORBON (14 letras para los his­panos), nieto de dicho Luis décimocwarío; pasan­do en su virtud el Cetro de Austria á la casa de Borbon; lo que empeñó una encarnizada y univer­sal guerra en que peleó casi toda la Europa contra la Francia y los españoles por espacio de unos ca­torce años, que nos valió CUATRO campañas que des­membraron el territorio; y en la primera ya se nos apoderaron los ingleses de Gibraltar, como quien di­ce «á rio revuelto, ganancia de» Estrecho.

De resultas del cambalache de cetro de una casa áotra, 14... años después, y en el de mil setecien­tos catorce, perdió Barcelona (abandonada á sus pro­pias fuerzas) por no querer rendirse á BERWICR (dos veces cuatro), todos sus antiguos privilegios; y los de Mallorca siguieron el mismo atajo (1).

Por último, Carlos CUARTO, que aunque á los ve­nideros será dado juzgar imparcialmente sus marti­rios, no obstante sabemos que durante su ¡reinado se complicaron de tal suerte las plagas políticas y morales contra él y la nación que, sea por demasia-

(1) ZABAQOZA, CATALUÑA, BALEABBS, con an par de cuatros cada uno, ¿cómo de ¡afuera fueros! se libertaria, de los tres territorios, ningano?

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— 389 — da bondad con el príncipe de la Paz , sea por las convulsiones de la Francia, lo cierto es , que ha­llándose el Monarca en Aranjuez vióse en la necesi-dad de abdicar el cetro en su hijo Fernando VII el año mil ochocientos y dos veces cuatro, retirándo­se á Italia con su esposa Maria Luisa , donde mu­rieron los dos.

Napoleón invade la España, y lleva la familia Real á BAYONA, y desde allí á VALENCEY. (Entre los dos pue-blos 14 letras para que fuese fructuosa la vuelta del Rey).

Los españoles se levantan en masa, y les ayudan los ingleses. ¡Guando los ingleses nos ayudan... Dios nos ayude!

Una Regencia reúne Cortes en Cádiz y sanciona una CONSTITUCIÓN (tres por cuatro letras ) en el año (cuatro por tres) doce, ¡para que fuese duradera y no escrita con tanta y tan buena sangre!

Fernando gobernó, pero... sihosplauper forsa, siempre en Tembleque... y pagando el combate de dientes de cien mil extraños combatientes (¡no era batir grano de anis!) nietos de San Luis, con su jefe ANGULEMA (cuatro y cuatro) para que España no se pa­reciese á una culebra en lo arrastrada que se vió entonces por sus cuatro ángulos.

Contaba mi abuelo, que oyó contar que contaban que se contó que hablan contado que estaban con­tando que contaron que los realistas blancos que en la guerra de la Pendencia degollaban á un imperial

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— 390 — negro, subían al cielo; y que después , á vuelta de quince años, el blanco francés que no tumbaba á un español negro bajaba al infierno.

De nada tuvo la culpa Fernando: toda dependió de haber tenido un Ministro de catorce letras (1), y principalmente de su malaventurado sino como hi­jo de un buen Rey, que por su mal planeta hizo el...CUATRO.

Si vamos, Lectora, á examinar los últimos años CUATROS, hallaremos que,

En el 14, torna el Real cautivo, y por albricias se anula el ^<marchemos por la senda de la libertad, yo el primero,» y vuelve la ley del embudo. Se ecUpsa la gloria del que en Córcega nació y al mun­do asombró; y que á tantos miles eclipsó de rechazo su colosal eclipse, no viendo ¡infelices! mas luz que la del calabozo, ó la última de cuatro piedras de chispa.

En el 24 , nos arrancan la Hbertad á cadenazos ; resuenan hasta el OTRO MUNDO... los porrazos de e s ­clavitud, y aquel continente americano se llama incontinenti á libre y Solis de Solano.

• > » » » < c . < < > -

(1) TiDio CALOMABPK.

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— 391 — El 34, mientras el cólera diezma los pueblos de

España , las iras carlistas le preparan siete anos de mata y degüella . sangre y fuego , coge y desuella.

Si, Lectora, si; una guerra civil estallo ya desde la cuna de doña Isabel segunda, disputándole la co-roña.

Tú dirás, y con razón, ¿ cómo, siendo, como es, para todo español, una piadosa madre en figura de hermosa Reina, llegase á verse al bárbaro y feo es­tremo á que jamás á verse ha llegado otra mócente Soberana en España, esto es, acometida traidora-mente á puñaladas?

¡¡¡Fueron reflejos de la negra estrella de una Nieta de un benigno, y digno de mejor suerte , Monarca CUARTO!!!

El 44, ya empezamos á dolemos de la caida (en el 43) del hombre bueno ( i ) . A los contados que rebue-nos conocemos . arrinconados los tenemos; ¡ poco pelo pero... con liendres!

El 54, el cólera asiático y las cóleras de Vicálvaro. Y por lo tanto. Lectora mia, no tengas fe en cosas,

años, ni dias cuatro, catorce, veinte y cuatro, treinta y cuatro, cuarenta y cuatro, etc., etc. No hagas en ellos ningún trato , porque saldrás engañada ; no te cases, porque serás encornamusada, ni elijas novio, porque te verás encalabazada ; á no ser que le di-

( t ) Duque de la Victoria.

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— 391 — gas como los modernos Ricardos, corazones de león, dijeron á lo vicalvareño.

Dicen que no me quieres (i) poco ni mucho; me has de querer por fuerza, sino... te puncho.

Mi abuela decia que si muchas personas supie­ran las consecuencias de los dias CUATROS, ni de su habitación saldrian hasta pasarlos, por no hallar mal encuentro; y ella jamás quiso habitar casa mar­cada de número 4, ni en ningún cuarto piso, y siem­pre se persignaba tres ó cinco , pero jamás cuatro veces seguidas; ¡y mira que mi abuela era mi abuela! una de aquellas brujas que no creen en brujerías.

En todo CUATRO observarás fatalismo ; y si llegas á tener hijos, no les pongas nombres ni apellidos que separados ó juntamente consten de 4 letras; V. gr. RAFAEL DEL RIEGO, 14 tcuia, ya sabes que ar­

rastramiento tuvo; y que final LACY, ÉLIO, BASA, LEÓN, etc., etc., etc. y etc.

Créeme, Lectora, y no á quien te aconseje que no des crédito á manias de

Subira«7io« á la sierra, bajara^no^ al lugar, tocáronnos la guitarra y sacarasnos á bailar ; como la de la

(1) 1854.

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— 393 — Bruja autora, que poca ciencia tendrá cuando cami­sa no há. Contéstale que yo quiero tener la sabi­duría de querer ganar el cielo, y desprecio la ton­tería de amontonar pesetas para no perder, tal vez, el infierno por amor de ellas. Por lo demás, lla­mamos bruja, porque tal se nos antoja, á una vieja fea y andrajosa, aunque sea santa ; y á una rica joven y hermosa llamaremos santa, mas que sea bruja.

50

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dMpiuA de ío ctuxi, x*ptto, UM, VU> éavui wuxA aue uuKt-t

u. c<xS>\íoL^v 61/ el euío cóiá, imutA euto caic ut. \M/vtoi,, o oou-

tíObx,, pot/ uieto pútAoúeiupo, potoó euteta^ (abmóltsbo-

xets y pocas piuitas) cot¿<uú)o ua pe^tido o, toDo pecuio,

Aiu toiuat' ux. mÁbCbob a, wuuumxno. 9X/po-tecidoó a UH OSIÓ-

peu) eti ptuiMtpetO/, ocoCotaDoA u rotioaDoó UA. de WMXr

Miutat/ De liúUM/doA u pot. ito^cet, de levctutaU' di/cie4Ú)o coit

ux. Mutuot/ rteácuict del luuudo:—No9 hemos reído y di­

vertido un rato sin hacer daño k nadie.

^U/ di/ coitcuu/do et teuato du^ aitU- Bi/dtouado ptouoAtl-

co De íoá CUARTOS, uo tuvieded ticiupo, DevotO' coutu/-

puueiite, pctut eoitcíui'i tu ca£ceta, DIUXX' el copo, o leiueit-

Dail^' Ux 6aua, Di/*.—¡Va bolal—u OSXCL VCLU,

PREGUNTAS DE UNA CURIOSA.

1. ¿Cuándo mas y mas el presupuesto nacio­nal multiplica?

2. ¿Cómo no habría ley que no fuese buena? 5. ¿Cuándo nosotros á nosotros mismos nos

sentenciamos? 4, ¿Cuáles son provechosas hembras?

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— 397 — 5. ¿Qué Congreso agradaría y convendría á to­

do vasallo? 6. ¿Qué es lo mas triste al final? 7. ¿Una planta perjudicial é inútil? 8. ¿Quién no puede esperanzar ya mas chanzas

de su Dulcinea? 9. ¿Qué representa cuando hace sol y llueve

á un mismo tiempo? 10. ¿A qué se parecen los parroquianos, cuyas

obras desdicen de su hábito? 11. ¿Cuántos cristianos bien puros hay? 12. ¿Cuál es la mujer mas pesada? 13. ¿De cuántas partes se compone todo par­

tido? 14. ¿Cuál es la obra mas mala que puede hacer

un mortal? 15. ¿Cuál será la mayor gloria que podemos

ganar en la tierra? i6. ¿En qué corren parejas galenos y ga­

llegas? 17. ¿Qué murmuran los guineos de muchos

americanos? 18. ¿Qué enseña y avisa? 19. ¿Qué es lo peor que podemos encontrar? 20. ¿Qué hombre seria totalmente imbécil? 21. ¿Quién es preferible á un liberal de opinión? 22. ¿Qué hay mas que correos? 23. ¿A qué persona pueden taparse mil ma­

rañas?

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— 398 — 24. ¿Cuál es el matrimonio de mas pobreza? 25. ¿Qué diferencia va de libertad (i) á absolu­

tismo (2)? 26. ¿Cuántas cosas son necesarias para ir al in­

fierno? 27. ¿A quién suelen ganar los cuartos? 28. ¿Quién imitaría al loco que se jugase por

cuatro cuartos la salud ó la vida en un abrir y cer­rar de ojos?

29. ¿Con qué no cuentan algunos mandones? 30. ¿Quiénes, no pensando en nada, piensan en

todo? 31. ¿Cuál es el peor entendedor? 32. ¿Quién escoge del mal el menos? 33. ¿Cuál es el invencible héroe que rindió y

adormeció... matines? 34. ¿De qué peor modo ('do no haya modos)

puede un parroquiano quedar? 35. ¿Quién alcanza mas perdones? 36. ¿Cuál es el mejor remedio para estinguir los

vagos? 37. ¿Quién suele resultar ser mas irreligioso, mas

avaro, mas chismográfico, mas libertino y mas des­vergonzado?

38. ¿Cómo conoceremos si es un mendigo el que llama á la puerta?

(1 ) De mal vi sen pol fer bon vinagre. (2) De hon vinagre no sari ni mal vi.

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- 399 — 39. ¿Qué seria lo mas chocante en esta vida? 40 ¿Qué es mejor que un vesito hipocriton? 41. ¿De qué partidos se uniría un mteresante

Ministerio que ningún partido desuniría, y se eter­nizaría?

42. ¿Cuál es la bandera que cuenta con mas adictos? . ,

43. ¿Por qué no pueden los amantes üngirr 44 ¿Cuál es el mozo mas firme? 45. ¿El remedio mas seguro para que quede un

hombre sin ilusiones? 46. ¿Cómo se acredita el amor á la patria. 47. ¿Qué señora ha perdido mas vivientes? 48. ¿Quién desobedece lo principal que nos or­

denó Dios? . 49. ¿Quién comete, de las mas judaicas des­

honras, la infame deshonra mayor? 50. ¿En qué hermana la reacción con los chm-

ches? 51. ¿Qué sigue, en la ciudad Condal, detrás de

un rompimiento de trabajadores? 52. ¿Cuál es el peor paso? 53. ¿Por qué pierden muchas mujeres? 54. ¿Cuál es la cara mas endemoniada que se

pueda imaginar? 55. ¿Quiénes ablandan mas? 56. ¿Qué es necesario para que cualquier per­

sona no sea ya necesaria? 57. ¿Desde cuándo quedaron pocas mocentes.<

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— 400 — 58 ¿Cuál seria la eficaz medicina para la cura

de tantas revueltas y tantas opiniones? 59. ¿Qué necesita un pobre para enriquecerse? 60. ¿Quién ha armado mas guerra? 61. ¿Qué es lo mas contrariado? 62. ¿Qué saldrá á escape? 63. ¿Quiénes disfrutaron mas libertad? 64. ¿Qué se necesita hasta para ser pobres? 65. ¿Qué vale mas que manosear á la Soledad? 66. ¿Cuál es la mejor escuela? 67. ¿Y la necia necedad puesta en moda? 68. ¿Quién á los 40 borrico? 69. ¿Qué es lo mas constante? 70. ¿Qué es presidio? 71. ¿Qué concluye á un mismo tiempo? 72. ¿Qué corta mas que un acha? 73. ¿Qué diferencia se nota de un esclavo á

un libre? 74. ¿Quiénes pueden darse la mano? 75. ¿Quiénes anhelan mas buenos obedientones? 76. Mas bien que un gran tacaño para el po-

bre prógimo ¿qué es mejor? 77. Quien no mira adelante ¿detrás se halla? 78. ¿Quiénes tienen mas paciencia? 79. ¿Qué enseña mas que la doctrina? 80. ¿Cuándo vemos á la mujer sin disfraz? 81. ¿Cuál es el partidario que al final queda

mas aborrecido? 82. ¿Qué es lo mas tímido?

Page 402: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- km — 85. ¿Cuándo un pobre mendiga mas que cuando

pordiosea? 84 ¿Qué dura poco? 85. ¿Por qué sanan cuchilladas, y no sanan ma­

las palabras? 86. ¿Qué es lo que lodos tenemos? 87. ¿Lo mas á propósito para dejará un hom­

bre á la luna? 88. ¿Cuál es el mal desear sin pecar? 89 ¿Cómo todos saben contar? 90. ¿Qué aprovecha candil sin mecha? 91. ¿Quiénes hicieroo diabluras?

92. ¿Quina es la guerra perdurable de aquesta Nació?

95. ¿Quí es rich y no ho sap? 94. ¿Cuál es pluja menuda de tot Cessant gros? 95. ¿Cuánt un pobre replega mes? 96. ¿Qué diferencia hi ha de lo viu á lo pintat? 97 ¿Qué son bonas obras? 98. ¿Quí no ha treballat res? 99. ¿Quina de aquestas.

fel, dona,

indigencia, veritat, amarga mes que quina?

100. ¿Per qué los moderns creyera en aquest antich refrá: «Espanya tot ho tindrá, pero un an gelical gobern may ja?»

Page 403: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 402 -

RESPUESTAS DE UNAS SUCIAS. - •l»l>bfe?Í>-3^rg-*-<-<-

1. Cuanto mas y mas economía se predica. 2. Si TODITOS, TODOS y TODAZOS estuvieran su­

jetados á ella. 3. Cada vez que «perdona nuestras culpas, así

como nosotros perdonamos á nuestros deitdores» recitamos.

4. La bolsa, la mesa, la olla, la bota y la cama. 5. Uno que no ondeara otro lema que la máxi­

ma del difunto general Quesada. « Las acciones mirar, y en pelos (1) no reparar.

«Palo (2) al burro que es blanco, palo al burro que es negro, palo al burro dorado, y palo al burro plateros palo al burro mayor, palo al burro pequeño y palo á todo borrico que no ande derecho mas que hacia su provecho»

6. Divertirse al principio.

(1) '^a coloros ni en clases. (2) Ley á secas.

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— 403 — 7. La persona que solo en beneficio suyo (i)

sepa ser útil. 8. El que una vez la llame formalmente fea. 9. Cuando en el de libertad, esclavizan. 10. A una bodega para vino, con las pipas lle­

nas de... agua (2), 11. Cuenta á los que socorren por Dios al por­

diosero , por entero (3); á los pobres voluntarios , por mitad; á los forzados, por quebrado; suma y... no sigas.

12. La mas ligera... 15. De dos, una de hombres de opinión bue­

na, que se sacrifican á sí propios por el bien de los ajenos; y otra de hombres de opinión mala, que sa­crifican á los ajenos por el bien propio. Todo lo de­más es lo de menos.

14. Impedir ó aconsejar á otro que no haga (4) una buena.

15. No perder la del cielo. 16. En el non queiro, non queiro, y... se lo

van tirando al cajuelo. 17. Que siempre traen la independencia en la

boca, y nunca dejan el látigo de las manos.

(1) Un crisliano en lo úllimo que debe pensar es en sí inisiud. (2) La gallina blanco, y el huevo negra. (3) Si hacemos caridad, por poco que hagamos, haremos mucho;

y por mucho que hagamos, si no hacemos caridad, haremos poco. (^) Un penjat n' crida á un altre.

Page 405: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 404 — 18. El tiempo y el golpe. 4 9. Feligreses amigos de tomar, y enemigos de

dar. 20. El que siendo infiel á su mujer, sermonease

fidelidad á una querida (4). 21. Otro liberal de bolsón. 22. Estafetas. 25. A la que abrigue buenas entrañas. 24 El contraído por riqueza. 25. La de miel á hiél. 26. Una; no procurar sino por el numero

uno (2). 27. Al que confiadamente los juega con tontos

y borrachos. 28. El que acariciase á una ninfa impúdica. 29. Con las huéspedas POBLACIONES. 30. Los ociosos. 51. El que no entienda ( para con el prójimo)

de amor. 52. El chico que se casa con chica chiquita. 33. El general Turrones (3). 34. Sin un ochavo.

(1) ¡Suéllame ta bolsa, so ladronl (2) ¿Qué dirás, avaro, dcvanl del juije Jesús? — ¡Ma bu Isa fou el

únich! y pns. (3) Si quieres que me pau

dame doblones, que e> moneda que cambia !os rorazonps. i

Page 406: El Brujo y la la Bruja en tertulia

35. El que castiga mas su bolsa. 36. Casarlos. 37. El que mucho vocifere, soy (1 ) muy neo •

soy muy generoso, soy muy franco, soy muy casto, y soy muy moderado.

3H. Observando si son sus golpes, 6 voz; tan apocados como ánimo de desnlantelí dos

39. Ver colocado de administrador en un esta­blecimiento de caridad á quien no Supiese de- í}ué color va vestida.

40. Un franco mordiscon. 41. De un presidente de la opinión desiatere-

sada. De un ministro de Estado del partido ^ámüh*

teresado. De otro de la Guerra <Jel ftanrfo sin interés.'. De otro de Marina.de la bandera exenta de íji-

ter^ses.- • ,; , De otro de Fomento del color que no se interesa. Y deBftáü subalterflias de la comunión s\m sirve

desinteresadamente. 42. La PANCISTA. 45. Porque los fingidos no pueden amar. 44. El que ante una gran chica no se rinde. 45. Dejarle sin pan. 46. No solicitando empleos, sino contrayendo

méritos para merecerlos.

I i Alabanza propia, vileza conocida.

Page 407: El Brujo y la la Bruja en tertulia

- 406 — 47. Doña Confianza 48. El que no se encierre en »se meierran en

dos,r> 40. La madre que abandona (i) á su hijo por

cubrir un mundano honor. 50. En lo porfiados (2) á picar, y en lo ma-

lisimamenle cpie huelen sus chupaduras .. 51. Una atadura de vagos. 52. El de la puerta en puerta. 53. Por no saber ywgfar al solo. 54. La que ponen ios esclavos negritos en la

siempre fiel antilla cada vez que oyen á sus herma­nos libres, los blancos gritar, ¡¡¡Viva la sacrosanta Hbertadü!

55. Los duros. 56; Que sea necesitada. 57. Desde que Herodes mató tantos. 58. Recetar menos empleos, y no aplicar tantos

turrones. 59. Dos pocos y dos muchos: poca conciencia

(1) En Zaragoza acaba de perpetrarse uno de esos delitos cuya sola enumeración horroriza; f que por desgracia es el segundo que acoplece en aquella ciudad en el corto apaño de una.semoM. Una jo­ven de 16 años, habitante en la calle de las Arenas, parece que dio á luz un niño que arrojó al pozo de aguas sucias. Habiendo tenido noticia de elio la antorídad, se coattitoyó M «I Itigar del crimen i sa­cando á la infeliz criatura, que fue cqpdacida al depósito de cadá­veres.

(2) Soñaba un ciego que veia, y eran Jas ganas que de ver tenia.

Page 408: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— WT — y poca clemencia; mucha avaricia y mucha dili­gencia.

60. Gente de paz. 61. Un li6eroi avaro. . 62. Amor que entre al trote. 65. Los contrarios de tal deidad. 64. Dinero. 65. Requiebrará la Clara. 66. La adversidad. 67. Exclamar en tono magistral:/ía/ac/ia.dei

mal ropaje de ese buen hombreo, no me acomoda! 68. El que á los 20 no se casa, y á I03 50 no

es rico. ,. 69. La muerte, las contribuciones y la incons­

tancia. 70. ¡Miseria! 71. Dinero, amigos, amor, crédito, áinimo, ver­

güenza, humor y paciencia, i 72. El pico de mujer sin lacha. 73. La de oscura noche, á «laj'o día. 74. Un egoista, un ladrón y un vago. 75. Los mas malos mandones. < * 76. Un solemne deríoohador. 77. A San Carlos de la Rápita. 78. Los que tienen menos dinero. 79. El ejemplo. 80 Cuando miramos á la mujer con careta. 81. El que recoger oro no haya sabido, ó que­

rido.

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- * e 8 -82. Un criminal. 83. Cuando regala 84. Los valientes, el buen vino y de Rafael el

himno. 85. Porque hay quien ni se cura de ellas. 80 Pelitos á retaguardia, y no los vemos. 87. Una mujer como un sol. 88. Que se muera un caribe cuando por su

causa un pueblo no revive. 89. Con dinero por delante. 90. Lo que hablar como sanos, y obrar como

enfeítnos! 91. Caras angelicales.

•'.'.I 1

92. Baixa y purga tú, pera pujar y enfítarme jo. 93. El que te bona dona, bona sahjd, bona con­

ciencia ^ bona llityertad. 94. Non vull, non vull. . (i) (ideumen nn bon

tros!) 95. Cuaiit debant de la promesa capta al promés. 96. Ladellegirun áimverd, ^ \m altre ma-

durat. 97. La essencjal lley de Déu; y de lo principal

del séus Manaments, éb la una meítat «y él próxim com á tú mateix (^).»

(1) Esligís 5 tocam, poch alrevil, deya una chicote á sos [utur marit.

(2) No fassias á ningú lo que no voidrias que't fessin á tú.

Page 410: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 409 — 98. El que per la Pepa no Ireballa mes. 99. Lo mateix es llet que caldo de pits. i 00. Per que hem vist que axis que lo ñas trau

algún de ben paícrn, hcn just, ben Iliberal, ben recle y ben suau, ais no mol recles, no mol Ihbe-rals, y no moí justus, ja no plau. Luego arman ¡Santa Quiteria, quin tripitrau! y... boníssim Ministeri,

^ ' ^ 1 DEU SIAU.5

52

Page 411: El Brujo y la la Bruja en tertulia
Page 412: El Brujo y la la Bruja en tertulia

(De6-pu)o.

^Xct, DecDiceto. JLee!tot<t, dio rui ía- IDuucc/ oC óiuo de

U CUATROS.

ocMwotctt poDwLA tecowtauo tá ciuttú)o »úLu«tA tensa­

do el uxoia^xJU), it oaACüxÓA uaou t&thilux< uoctatuo. (ctf te6.

DutudoX' De uto tea4 uudo a, la, couweuea, o a l oalox, De

toó Dueueó eit ux. ciux^ut.j uutó paóoDetO/ oue iw amie-

Kaó eu> oue lut cot.ito de lumete^, DeópueA Del

—MiuAuM uoeaM p a t a toDoA u)6 DuxA, 9€ace ct De

nou. ruó eoiuo pecoo luaiuxto.

—t)6adta oue oue^a uo 6e teiMoiata.

—HA/ ito UoQetot cute iw tuifite.

—évuet. toDo* ut4 deiUt etOM, De aoua.

—0(<, peto uo/ »aóta laó Aeuofeó uueuteU'.

— ;96aó ceuoDo ut£u>6 De puetco, ^aíaefa , aac tíe-

ue6 toDo el uiotto euiptuioaDo?

^ , etc., etc., Aoote Co couúDo, SeSíDo u Dtaetw)o;

Page 413: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 411 —

PARÉNTESIS.

La ruda Bruja y el losco Brujo^han logrado la suerte y el honor de derf«-car$e (1), ella á la GENEROSIDAD, y él al VA-LOR (Prim y Magriñá).

Bruio y Bruja casi riñeron dispután­dose cómo se dkdkarian. Si habría de de ser primero, la Bruja al Excmo. D. Juan, ó si seria después, el Brujo con el Htre. D. José; empero, como la hemji-cenda hermana con el fceroMWo capitu­laron, y les fue indiferente COLOCARSS, el Brujo delante con el valeroso Conde, y detrás, la Bruja con el dadivoso Barón.

Ambos Brujos quedan muy satisle-chos .... de haberse podido ACOMODAR tan valiente y generosamente; Y «' f «r *as gracias (¡¡con la boca gpande!l!)_arde Reus y al de la Selva por su bienhe. chora.... ACEMAOON, les confiesan que si

(1) .¡Dios te d« fortuna, hijo, q»e «1 saber poco, te T»le..l« GodoyfMMmircmUÍemre>smerM¡dergolaieno.

Page 414: El Brujo y la la Bruja en tertulia

autor y autora no se han explicado mas elocuentemente eja este librp^ no ha si­do porque no hayan querido, sino por­que no han sabido. ¿Qué entiende el Key de cochinos, si nunca los ha guar­dado? Ni ¿qué estos Brujos de literatu­ra, si no pisaron el templo de Minerva por falta de untura....?

Pero como las pocas plumas sabias que escriben para el público se esme­ran en hacerlo del modo mas sabio que saben, resulta áer un secreto (1) su so­bresaliente redacción para los muchos ignorantes que. no comprendiendo de muy lucida sabiduría, nos quedamos á oscurast teniendo que preguntar: Bíme; ¿Qué quiere decir esto que dice ese eminente talento ? pues no lo entiendo: y habiendo de oir por respuesta :—j iLa ereo! No escribe paru toníús. ' . r

' Y abundando mas doquiera quienes no lo penetran, que quienes lo entien-

(f) Lo mismo que pasar una antorcha por delante los ojos de un bMDbreí dormido. Ig«at que meter '«Í! titejor coridial: ,por la boca en el estómago de un cadáver. >. V .<< .

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— i l 3 — den, Jos que sabemos poco debemos re­dactar para los que aun sepan mas po­quito que nosotros (1); porque de lo con­trario, nadie escribiría nada para ellos. Por lo fácil se llega á lo difícil.

Por esto se han esmerado todavía en hablar de una manera llana, populacha, directa y clara

=Los Brujos.=

GLAUDATO.

(1) Léannos tantísimos hombres que apenas saben escribir con ortografía, ni leer correctamente, que no hablan sin pegar bo­fetones á la lengua castellana , ni comprenden el sentido de miles voces del Diccionario español. Que nos lean, repetimos, los dos Brujos, y sacarán de nuestra no erudita obrita algún buen ejemplo á lo vivo para odiar el njal; un maremagnum de sencillos juegos (y no de dinero); una porción de patentes y provechosas máximas; el entendedor camino de ser útiles á nuestros hermanos en Jesucristo, amparándolos por Jesús, y un montón de comprensibles y valederos consejos para poder, después de esta miserable y engañosa vida , presentarnos al Todopoderoso con el rostro limpio de la fea mancha de ava­riciosos.

Lean otras obras , . las de privilegiados ingenios , y sacarán de ellas lo que sacó el negro del sermón, y lo que sacará el blanco de tirar coces contra la CONSTITUCIÓN.

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' ! • ,

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LISTA DE U S COSAS QUE CONTIENE EL .BRUJO.

NOMBRO. PÁGINAS.

1. Dedicatoria 1. 2. Introducción • 3-3. Refranear compuesto • '^^ i. Receta para hacer lo peor del mundo. . . . . 19. 5. El pensamiento • 20. 6. Para adivinar la hora en que una persona quiera

levantarse, etc 21. 7. El pelo ó cabello 23. 8. El hielo 24. 9. Para grabar letras sobre un huevo, etc. . . . 25.

10. Resplandor de la luna . 27. 11. Labolella 28. 12. Quitar sin disminuir 29. 13. El caracol 31. 14. Alonso . 32. lo . Modo de dejar sin camisa 33. 16. ün arenque 34. 17. La Z 35. i s . Juego de las tres cartas 36. 19. El resuello 38. 20. Una chispa de fuego 39. 21. Zafarrancho de legumbres *0. 22. Pandero 41. 23. La pluma 42.

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— 416 — MDMERO. PÁGINAS.

24. Un juego y mat\c^^\ilk : 43. 25. Un siglo " .' . \ 4o. 26. El espárrago 46. 27. Curiosidad curiosa.. 47. 28. Acertijo 48. 29. Cuenta gatuna 49. 30. Ingeniosa coordinación, ele 50. 31. Ataúd ó caja 57.

, 32. Charada . 5 8 , 33. Milagro de 5 minutos 59. 34. El secreto á voces v , i •. 60. 35. Adán. . . . , . 61. 36. Combinación de 25 números. . . . ; . . 62. 37. El nombre.' .• u . . . . . . . . . 65. 38. El gorrión . . . . : • . 66. 39. Qnit» dolor de muelas.. . , 67. tO. La trampa • . . j ; . 68. 41. Los pendientes . . . . 69. 42. Acertar 12 lotes, etc 70. 43. El sol y la luna; . • . ' ( . . . . 72. 44. Singular y plural.. . 73. 45. Agua, tierra, aire y fuego juntos. . . . . . 74. 46. El mar . . ; 76. 17. Secreto público 77. 48. Cuento increíble, etc 78. 49. Adivinaila. . . . . . . . . . . 79. 50. La abeja / . 80. Kl. Seguro, para asegurarse un hombre del amor de

una mujer.. . . .- . . . . . . 81. 52. La baraja 84. 53. Adivinamiento. . . . . . . . . . 85. )54. Fábula no fabulosa.. . 86. 55. Flor de Cementerio 87. 56. Sábado de gloria 88.

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— 411 — NÍMERO. PÁGINAS.

57. Agua fria echando fuego 89. 58. Un mendigo 90. 59. El trillo 91. 60. A dos mortales susto causaba no causar la muer­

te, etc 92. 61. LaL 94. 62. El arco Iris 95. 63. Las 3 amadas y los 9 amantes 96. 64. El ruido 97. 05. Un Casamiento 98. 66. Juego de prendas 99. ü7. Una media 100. 68. El gallo 101. 69. Meter la mano en el agua y no mojársela. . 102. 70. Verdad que parece mentira 103. 71. La campana 104. 72. Para que no pasen coches, etc 105. 73. Un napoleón 106. 74. A una equivocación 107. 75. Pensar uno el pensamiento de otro. . . . 108. 16. La Mora 109. 77. Una ascua de fuego UO, 78. El enemigo de que hagan de dos cosas buenas

una mala 111. 79. Un huevo 112. 80. El humo 113. 81. Evitan los muertos el matarse los vivos. . . 114. 82. El amor 117. 83. Los amigos 118. 84. Conocimiento para conocer lo desconocido. . . 119. 85. El espejo 121. 86. Don Dinero 122. 87. Cristianos y marruecos 123. 88. Vergüenza y desvergüenza 125.

53

Page 420: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 418 — NÚMBIIO. PÁGINAS.

89. El buey 126. 90. Personas y prendas 127. 91. El cribo ó la criba 129. 92. Un melocotón 130. 98. Totalizar sin sumar 131. 9i. La cebolla 134. 95. Una acción de guerra 13.5. 96. Comer lo tapado sin levantar la tapadera. 136. 97. Enigma 137. 98. Candil 138. 99. Industria para comer, beber y fumar de gralü. . 139.

100. El gato 142. 101. D.' Ignorancia 143. 102. Entrar y salir por donde no se entró ni salió. 144. 103. Un arroyo 148. 104. El pordiosero 149. 105. Cuatro coronas 150. 106. El piojo 152. 107. Los panes en el horno 153. 108. Cuenta y cuento 154. 109. El cáñamo 156. 110. De una grande tres chicas 157. 111. Defensa contra jaqueca 158. 112. La pólvora 159. 113. Bolsa del ruin 160. 114. Los dos pastores 161. 115. Obras buenas 162. 116. Las tijeras 163. 117. Cosa fácil para hacer cosa difícil 164. 118. una muralla 165. 119. La flor artemisa 166. 120. Camino para no ir al patíbulo 167. 121. La edad. . 171. 122. Acertijo 172.

Page 421: El Brujo y la la Bruja en tertulia

NDMEKO.

123. 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131. 132. 133. 134. 135. 13tí. 137. 138. 139. 140. 141. 142. 143. 144. 14S. 146. 147. 148. 149. 150. 151. 152. 153. 154. 155. 1.56.

— 419 —

Medir Justo sin justas medidas. La O. Una noria. . . Ver como sube y no como baja. Las culpas El pañuelo de 5 puntas. . • • Saber una persona lo pensado por muchas La imaginación. Una higuera. Tinta brillante. . . Una viga Sediento, tinaja y jarro Resucitar un muerto. El peine. La tela. • • • • , . . , • Por din, din pasar el rio con tilm, tUm. Para que una mujer quiera á un hombre La madrastra. Aclara ojos. . .

el

La Y, . El papel. Tiento para conocer el Un abanico.. El número 47. Un cocimiento por La boda Las pulgas. . . Espejo para mirar El himno de Riego Un moco. . . El deseo. . . Nada

de

tacto.

viento.

salvarse.

D. Tomas Cadacual. . Quita moscas y mata mosquitos

Pi^fllNAS^

172. 175. 176. 177. 178. 179. 180. 183. 184. 185. 186. 187. 188. 190. 191. 192. 194. 195. 196. 198. 199. 200. 202. 203. 204. 205. 206. 207. 211. 212. 213. 216. 216. 217.

Page 422: El Brujo y la la Bruja en tertulia

— 420 — NÚMERO. PÁC'NAS.

187. El pincel 218. 158. La mariposa 219. 159. Excelente contra dolor de estómago 220. 160. Arma de fuego 221. 161. Una yunta de bueyes 222. 162. Los Santos 223. 163. La mentira 226. 164. Lactancia 227. 165. Lenguaje inverso 228. 166. El tiempo 230. 167. Los dientes 231. 168. Tinta hecha sobre la marcha 232. 169. Otra para escribir y borrar lo escrito. . . 233. 170. La A. 234. 171. Caja 235. 172. Conciencia 236. 173. La cárcel . . 238. 174. Una regla 239. 175. Pasar anchos por paso estrecho 240. 176. El canario 212. 177. La necesidad necesaria 243. 178. Contra callos 244. 179. El no limpio 246. 180. Un reloj de sol 247. 181. Una cruz , . . . 248. 182. El dar 250. 183. Cuernos. 251. 184. Temperante para aplacar la sangre. . . . 252. 185. El pavo . . 256. 186. Un hombre 257. 187. Para escribir con un dedo 258. 188. Un cadáver : . . . . 259. 189. Los cabellos 260. 190. Principio barato, y remate costoso 261.

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NOMBRO. PÍeiKAS.

191. Un grano de arena 263. 19Í. El libro 264. 193. Pasar lo mas, por donde no pasará lo menos. 265. 194. Una lámpara 266. 195. La hoja del cuchillo 267. 196. Cura quemaduras 268. 197. Un duro columnario '^70. 198. Una hebra de hilo 271-199. Hacer uno con los ojos abiertos loque no hará

otro con ellos cerrados 272. 200. La gaceta 273. 201. Una posada 274. 202. Cinco juegos 275. 203. El hambre 281. 204. Una fea. 281, 205. Para poder hacer sin maestro, compás ni mo­

delo, rasgos, tarjetas, etc.. . . . . . 283. 2M. Agua fresca . . . 286. 207. Rondalla. . . . . . . . . . . 287, 208. Hacer entrar y salir huevos de gallina den^

tro de una botella. . . . . . . . . 288. 209. Miseria , 290. 210. Las vocales 291, 211. Cuatro veces ángel . 292. 212. La verdad 294. 213. Ladrones 295. 21 i . Para que los chinches nos miren y no piqueo. 296, 215. Una ciega. 297, 216. El tintero , . . . . 298. 217. Urgente para un cuerpo,y merílorio para ubaima. 299. 218. Una ü 301. 219. LaiograUtud 302. 220. Cura panadizos . 303. 221 Saber las que se dan y las que se toman. , H04.

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- 418 — NÚMERO. PÁGINAS.

222. Ln dols, ó dos Escolans 305. 223. Luces que asombran 310. 224. Útil 312. 22o. Ejemplo que puede servir de ejemplar. . . 313. 226. Para escribir letras sobre letras escritas.. . 317. 227. Tuerto, derecho, redondo y cuadrado. . . 318. 228. Elementos dentro un frasco 319. 229. Uno abajo, y otro arriba 320. 230. Hacer entrar el cuerpo de una persona dentro

un papel de cigarrillo 322. 231. Preparar un almuerzo, sin cazuelas, ollas, sar­

tén, fogón, leña ni carbón 323. 232. Sentido á lo oido 324. 233. Hacer dos, y salir cuatro 325. 234. Para que un perro no muerda 326. 235. Los puntos 327. 236. División 329. 237. Para alumbrar sin aceite, etc \ . 330. 238. Ausiliar para hacer examen de pecados. . . 331. 239. Flores. 331. 240. Adivinar el pensar 332. 241. Imposible visible 334. 242. Destierra mareos 334. 243. Diferencia de un ser angelical á otro diabólico. 335. 244. Para dar, al que no tenga, apetito. . . . 343. 245. Si no lo entendéis perdéis, y perdéis si lo entendéis. 344. 246. Sana erisipelas 345. 247. Transformar caras bonitas en rostros feos. . 346. 248. Amor trompetero 347. 249. 20 reales y 20 piezas 349. 250. Mutus, nomen, dedic, cosic 350. 251. Para que se sostenga al aire una hebra de ceniza. 353. 252. Perogrulladas 354. 253. Remedios perogrutlanos 364.

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— 423 —

M LAS COSAS m ABARCA LA BRLJA.

h o-oo**~'"

NÍMKRO.

1. Dedicatoria. . • • • . „ ' , ' „„artos v 2. Historia de la mala ventura de los cuartos y

cuatros. . • • • ' 3. Despido. . • • • • . • 4. Cien preguntas de una curiosa. 5. Cien respuestas de unas sucias 6. Paréntesis.. . • 7. Lista ó relación del índice. . •

PÁGINAS.

311.

371. 395. 396. 402. 411. 415.

j t B S ' C r i i K B l * -

Gontiene el Brujo, laem la Bruja.

253. 7. 260 cosas.

FIN.