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EL CAMBIO CLIMÁTICO, RETOS Y OPORTUNIDADES PARA LA INGENIERÍA
Víctor Manuel López López
Introducción
A partir del último reporte del grupo internacional de expertos en cambio
climático denominado Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático
(IPCC, por sus siglas en inglés), se reitera una clara y severa advertencia en el
sentido de que los niveles de gases de efecto invernadero (GEI) de
procedencia antropogénica, se han incrementado acentuadamente a partir de
la revolución industrial, derivado de lo cual nuestro planeta confronta
actualmente altas temperaturas que están conduciendo al cambio climático, las
cuales podrían incrementarse a finales del presente siglo, de 1.8 °C a 4 °C en
un escenario razonable, y hasta 6 °C en el peor de los casos.
Estas elevaciones de temperatura podrían parecer de poca monta,
considerando que en este país sufrimos variaciones similares o mayores en
algunos meses del año o incluso de una semana a otra. Sin embargo, el IPCC
se refiere a las temperaturas medias globales, las que pueden cambiar la
llamada línea de equilibrio que separa la frontera del permahielo (hielos
“eternos”) con la consiguiente pérdida de masa por fusión e incremento del
nivel de los mares, desequilibrio de los ecosistemas, variación de los patrones
climáticos y un preocupante etcétera.
¿Calentamiento global o cambio climático?
A principios del siglo XX los investigadores que trabajaban en el tema de
transición del clima, utilizaban la expresión cambio climático para describir las
variaciones pasadas, presentes o futuras, tanto naturales como inducidas por el
hombre, a escalas global, regional y local.
Un poco más tarde, cuando los científicos comenzaron a tomar conciencia
del riesgo global de los gases de efecto invernadero de producción humana,
requirieron un término adecuado para describirlo. A mediados de los años
setenta se publicó un artículo en la revista Science donde se hacía alusión a la
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ahora común expresión Global Warming (calentamiento global), partir de esa
ocasión este término comenzó a popularizarse en el medio científico.
En los años ochenta del siglo pasado los gobiernos del mundo
industrializado empezaron a interesarse públicamente en el fenómeno del
calentamiento del planeta, al tiempo que en 1988 se creó el IPCC para
canalizar los trabajos provenientes de miles de científicos que buscaban
consensos internacionales. El IPCC produjo su primer reporte en 1990, en el
que se alertaba al mundo sobre el calentamiento global como detonante del
cambio climático, estableciéndose de esta manera el orden de prelación de
ambos términos, es decir, el sobrecalentamiento de la tierra es causa del
cambio del clima.
El fenómeno del cambio climático propiciado por el calentamiento
global.
El IPCC ha sugerido acciones inmediatas para mitigar la emanación de
gases de efecto invernadero y para adaptarse a las inevitables consecuencias
de los cambios del clima, así como también para identificar las
vulnerabilidades al fenómeno, a las que deben dedicarse atenciones
prioritarias. Empero, para enfrentar el fenómeno primero es menester
entenderlo.
De entrada, debe tenerse conciencia que las actividades humanas
(industria, transporte, agricultura, cambio de uso del suelo, tiraderos de basura,
incendios forestales, etc.) están arrojando enormes cantidades de GEI a la
atmósfera que provocan el incremento del efecto invernadero, el cual es un
fenómeno físico natural que se ha presentado en la tierra por millones de años,
beneficiándola con la regulación del clima a través de una temperatura media
global de 15 °C, que hace posible la vida en el planeta. Sin ese efecto
invernadero natural la temperatura media sería algo así como -18 °C.
El efecto invernadero y el calentamiento global no son agentes
perniciosos, pues en realidad sin ellos no sobreviviríamos en la gélida
temperatura bajo cero que se acaba de mencionar. El aspecto negativo del
sobrecalentamiento excesivo ocurre cuando al efecto invernadero natural se le
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añade el calentamiento adicional propiciado por los gases sub producidos por
las actividades humanas.
El sobrecalentamiento global que está cambiando el clima tiene como
propulsores a un grupo de gases que según el tratado internacional llamado
Protocolo de Kyoto son: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso
(N2O), perfluorocarbonos (PFC), hidrofluorocarbonos (HFC) y exafluoruro de
azufre (SF6), además del vapor de agua que abunda en la atmósfera.
En forma abreviada se puede explicar el efecto invernadero
representado en la figura 1, de la manera siguiente: la superficie del planeta
tierra recibe constantemente radiación solar de onda corta, la cual es
distribuida mediante circulaciones oceánicas y atmosféricas como parte de un
proceso de compensación de las diferencias térmicas que ocurren en las zonas
terrestres, una parte de esa radiación transformada en energía de onda larga
(calor), también llamada radiación infrarroja, es re emitida naturalmente hacia el
espacio manteniéndose así el balance entre la energía entrante y saliente del
planeta.
Figura 1. El fenómeno de efecto invernadero
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Este equilibrio puede ser alterado por la variación de energía recibida del
sol y por su distribución sobre la tierra, o bien por la interferencia a la energía
de onda larga re emitida en su ruta de escape hacia el espacio.
Según los científicos del IPCC, esto último está ocurriendo debido a la
cada vez mayor concentración atmosférica de gases de efecto invernadero
emanados por fuentes de origen antropogénico. La acumulación de GEI en la
atmósfera interfiere la energía calórica que trata de escapar al espacio,
ocasionando un proceso cíclico que incrementa paulatinamente el
calentamiento de la superficie del planeta.
El efecto invernadero antropogénico: Antes de la Revolución
Industrial, la concentración atmosférica de CO2, que es el principal gas de
efecto invernadero en proporción y permanencia en la atmósfera, era de 280
partes por millón por volumen (ppmv), en la actualidad son ya más de 380
ppmv, lo cual se atribuye principalmente a la combustión de combustibles
fósiles (carbón, petróleo, gas natural), los que al quemarse liberan el carbono
absorbido por los organismos que originaron estos combustibles hace millones
de años.
La concentración de CO2 en épocas remotas (centenares de miles de
años), se ha estudiado mediante los llamados métodos proxy, uno de los
cuales consiste en la extracción de muestras de hielo de las profundidades del
permahielo (permafrost, en inglés), determinándose que en este largo periodo
de tiempo no hubo niveles de concentración de CO2 mayores a los de la
actualidad. Pero lo que alarma a los científicos es que ese incremento de CO2
es de tal cuantía y velocidad que la biosfera no puede absorberlo, dejando a
nuestro planeta con pocas posibilidades de adecuarse naturalmente a los
efectos que propicia ese aumento del GEI.
Los impactos del sobrecalentamiento del planeta en el clima y en las
condiciones atmosféricas son mucho más que un simple aumento de calor,
manifestándose en forma multiplicada, entre otros procesos y vulnerabilidades,
como eventos climatológicos extremos
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Evidencias del cambio climático
Las evidencias de la influencia humana en la evolución del clima se han
acumulado persistentemente a lo largo de las últimas décadas. El primer
reporte del IPCC en 1990 contenía pocas certezas de la influencia
antropogénica en el clima. El segundo reporte publicado en 1995 concluyó que
las evidencias muestran una perceptible influencia humana en el clima global.
Bastantes más pruebas se acumularon en el tercer informe que permitió una
conclusión más firme, no únicamente en el convencimiento de la participación
humana en el clima, sino también en evidencias concretas de cambio de clima
en el siglo recién concluido.
En el cuarto y más reciente reporte (IPCC, 2007), los científicos del IPCC
han clarificado varios asuntos no incluidos previamente, al tiempo que han sido
más contundentes al afirmar que el calentamiento del sistema climático es
inequívoco y hay una muy alta certidumbre de que el aporte global de las
actividades humanas ha sido determinante para ese calentamiento.
En síntesis, algunas de las conclusiones sobresalientes del más reciente
reporte del IPCC son las siguientes:
- Se percibe una mayor certidumbre de la influencia humana, que ahora
se extiende a otros aspectos climáticos como lo son el calentamiento
del agua de los océanos, patrones eólicos, temperaturas medias
continentales, temperaturas extremas, entre otros.
- Se ratifica con mayor certidumbre el calentamiento del sistema
climático mundial, lo cual se apoya en observaciones de las
temperaturas globales del aire y océanos, fusión de nieve y hielo, así
como incremento del nivel de los mares.
- Las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, metano y
óxido nitroso se han incrementada ostensiblemente, como resultado de
las actividades humanas realizadas a partir de 1750 cuando se inició la
revolución industrial.
- El incremento global de dióxido de carbono se debe principalmente a la
quema de combustibles fósiles y al cambio de uso del suelo. En tanto
que el aumento de metano y óxido nitroso proviene de los tiraderos de
basura y de las actividades agrícolas.
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- Esa concentración de gases de efecto invernadero han excedido con
creces los valores previos a la revolución industria, lo que se ha
determinado mediante el análisis de núcleos de hielo que ha existido
por mucho miles de años (800 mil o más) en las profundidades de las
capas polares.
- La concentración atmosférica global de CO2 ha aumentado de 280 ppm
que había en tiempos preindustriales, a 382 ppm en el año 2008, lo
cual excede con mucho la concentración de 180 - 300 ppm que se tuvo
a lo largo de 650 000 años, según se ha estimado mediante el análisis
de las burbujas de aire atrapado en las muestras de hielo extraído de
grandes profundidades polares.
- Es muy posible que la mayor parte del aumento en las temperaturas
globales promedio, observadas desde la mitad del siglo pasado, sean
el resultado del incremento antropogénico de la concentración de
gases de efecto invernadero.
En ese mismo reporte, el grupo 2 que aglutina los temas de “impactos del
cambio climático, adaptación y vulnerabilidad”, plantea un grupo de escenarios
en función de diferentes incrementos de temperatura.
Los impactos esperados al aumento de varios grados de temperatura que
varían de 1 ºC a 5 ºC, con respecto al promedio de temperaturas de 1980 a
1999, serían como sigue:
- El incremento de 1 ºC propiciaría fuertes impactos, lo cual es inevitable
que sucederá, debido a que las emisiones de gases de efecto
invernadero en el pasado tienen suficiente longevidad y cuantía para
hacer posible ese aumento de temperatura.
- Incremento de 1 – 2 ºC en la temperatura causará mayores desafíos en
la salud pública como resultado de cambios en los patrones de
padecimiento y morbilidad, así como en el incremento de la mortalidad
por fenómenos meteorológicos extremos en todas las regiones. La
productividad de la agricultura decrecerá en latitudes bajas, aumentando
la amenaza de hambrunas; empero, en otras áreas la productividad
podría aumentar, al menos temporalmente.
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- Con el aumento de temperaturas entre 1.5 – 2.5 ºC, los cambios serán
aún más impactantes, pues más de 20 – 30% de las especies animales
podrían propender a la extinción.
- Si la temperatura sube de 3 – 4 ºC, alrededor de 30% de los humedales
costeros podrían desaparecer, en tanto que la extinción de especies se
elevaría a 40% y los cambios en los ecosistemas serían enormes.
En cualquiera de los escenarios, la disponibilidad de agua potable
bajará, así como el potencial hidroeléctrico global. La elevación del mar y el
aumento de la intensidad de los ciclones pueden conducir a la migración
paulatina de la población en varias partes del mundo, en tanto que la
infraestructura costera se dañaría severamente.
En algunas regiones del mundo la presión sobre la infraestructura urbana
y rural aumentará, derivado de las lluvias más frecuentes y copiosas, al tiempo
que las inundaciones interrumpirán el transporte y el comercio. Las empresas
de seguros retirarán (ya lo están haciendo) la cobertura a ciertos sectores de
alto riesgo con relación a la actividad ciclónica.
Según el reporte, la demanda de energía variará, pues en el invierno se
requerirá menos calefacción en las zonas frías, pero se incrementará en verano
y en las regiones calientes para combatir un calor más intenso.
El informe de referencia incluye nuevos hallazgos en cuanto a sumideros
de carbono. Uno de ellos, importante, se refiere a que los ecosistemas
forestales probablemente pasarán de ser sumideros absorbedores de CO2 a
fungir como fuente de emanación de ese GEI. Este hallazgo científico es mala
noticia para los países y organismos que planean reducciones de emisiones de
GEI mediante proyectos de reforestación y aforestación que permitirían la
comercialización de bonos de carbono (LÓPEZ, 2009).
Algunos impactos y efectos del Cambio Climático
Ciclones y huracanes
Los estudios de los científicos del IPCC pronostican que la intensidad y
frecuencia de los huracanes pueden incrementarse, lo cual traería aparejados
aún mayores desastres propiciados por vientos y lluvias torrenciales a los que
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hemos presenciado en años recientes, tanto en otras partes del mundo como
en México.
Tal vez muchos de nosotros recordamos la intensidad con que el huracán
Mitch arrasó el sureste mexicano y los países vecinos de Centroamérica en
1998, matando a 11 mil personas y dejando a cerca de 2 millones sin hogar.
Figura 2. Imagen desde tierra del huracán Katrina.
Isidore y Kenna atacaron nuestro país en 2002, y tres años más tarde el
ciclón Wilma se transformó en huracán y destruyó parcialmente Cancún
ocasionando 5 mil millones de dólares en pérdidas. También en 2005 Stan
recorrió Chiapas, Quintana Roo, Oaxaca, Veracruz, Puebla, Hidalgo y Tabasco
matando a 36 personas.
Extrañamente, por esas fechas, España tuvo la primera tormenta tropical,
Vince, la cual causó destrozos y tomó desprevenidos a los habitantes del sur
de esa península; en tanto que Brasil también se estrenó como país de
ciclones con Catarina.
Uno de los huracanes más devastadores en muchas décadas, lo ha sido
Katrina (figura 2), que azotó con especial fuerza al sureste de los Estados
Unidos, matando a 1 800 personas y dejando daños materiales por decenas de
miles de millones de dólares sin contar la restauración de Nueva Orleáns que
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fue arrasada. Un periodista ambiental se refirió a Katrina diciendo que ése era
su apodo, pero que su nombre real era “calentamiento global”.
El pronóstico científico antes anotado parece estar comprobándose con el
incremento de la intensidad y frecuencia de los huracanes en los últimos años.
De aproximadamente 100 de esos fenómenos que ocurren anualmente en el
planeta, unos 30 de ellos azotan a nuestro país, con la modalidad de tormenta
tropical, ciclón o huracán. En el lapso de los años 1970 y 2005, se registraron
154 de estos fenómenos meteorológicos en nuestro territorio
Inundaciones
Los impactos más evidentes que está produciendo el cambio climático
parecen ser en la modalidad de inundaciones, deslizamientos de tierra,
avalanchas inducidas por el incremento de lluvias en algunas regiones, así
como por el aumento del nivel de los mares. En el hemisferio norte las
frecuencias de lluvias torrenciales se han incrementado entre 2-4% en el último
medio siglo.
Las inundaciones veraniegas de 2002 y 2006 en Europa obligaron a
decenas de miles a abandonar sus casas. El Río Danubio se puso tan furioso
que no permitió la navegación. En tanto que en la ex Alemania del Este
algunas poblaciones y sitios turísticos fueron devastados. Los científicos
alemanes atribuyeron al cambio climático esas lluvias atípicas.
En verano y otoño de 2007 se repitió el fenómeno, pero con mayor
intensidad y cobertura. Por esas fechas el Estado de Tabasco sufrió la mayor
inundación de su historia (figura 4).
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Figura 3. Casa invadida y destruida por el mar, Playa del Carmen, Q. Roo.
Figura 4. Vista de la inundación de Villahermosa, Tab., noviembre de 2007.
La gente que vive a lo largo de los cauces de ríos y cañadas es la más
expuesta a este tipo de avenidas. Pero quienes están en más alto riesgo son
las personas que se asientan materialmente en los cauces que en épocas de
secas parecerían seguros. Año tras año ocurren tragedias por inundaciones en
estos sitios, siendo gente de escasos recursos económicos los más
damnificados.
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Olas de calor
Este fenómeno meteorológico es producto de varios días de calor intenso
combinado con noches de alta humedad en la modalidad de vapor, lo cual
suele ocurrir en verano.
Una de estas olas de calor de especial severidad ocurrió en Europa en el
año 2003. Las temperaturas de los primeros días de agosto de ese año
alcanzaron y superaron los registros previos: en Londres promedió 38°C; en
Roth, Alemania 40.4 °C; en Grono, Suiza 41.5 °C; y en Amareleja, Portugal
47.3 °C.
En París la temperatura máxima estuvo ligeramente abajo de 40 °C, pero
fue la región más castigada al registrar al menos 13 mil muertos por
complicaciones del calor. Casi todos fueron personas de la tercera edad y
bebés. Se estima que la onda de calor cobró alrededor de 50 mil víctimas
mortales en Europa, sin contar las muertes indirectas derivadas de esa onda de
calor inusual.
A esos fenómenos cíclicos de calor y humedad intensos hay que agregar
las llamadas islas de calor, que ocurren en las grandes ciudades como nuestra
Ciudad Capital y otras más de la República mexicana.
Con frecuencia, las olas de calor país ocasionan en nuestro país los
llamados “golpes de calor” (hiperpirexia), los cuales se caracterizan por causar
en la población signos de debilidad muscular, sed excesiva, piel caliente y
sudorosa, calambres, mareos, vómito, pérdida del conocimiento y hasta de la
vida, en algunos casos.
Por supuesto que no todos los efectos del cambio del clima son negativos.
En algunas partes frías se ahorrará mucha energía por calefacción y habrá
menos problemas de salud y muertes ocasionados por las bajas temperaturas,
la agricultura será más productiva, al tiempo que algunas tierras se iniciarán en
esta actividad. En el sureste de Asia, donde escasea el agua, podrá haber más
disponibilidad del vital líquido. Sin embargo, el balance global necesariamente
será negativo.
Ese balance neto va a depender de la cantidad de grados que suba la
temperatura y este incremento estará en función de la concentración de GEI en
la atmósfera, es decir, todo depende de lo que se haga ahora para mitigar la
emisión de ese tipo de gases, de los trabajos para adaptarse a las nuevas
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condiciones climáticas y de la atención que se dedique a las áreas
vulnerables.
El sector poblacional que más reciente ya, y que más sufrirá las
consecuencias del calentamiento global, como suele suceder en estos casos,
es el de los más vulnerables por desprotegidos, es decir, los pobres del mundo.
Efectos en los ecosistemas
El calentamiento global incide en la capacidad del medio natural para
adecuarse al incremento de la temperatura, al menos a la velocidad que ahora
se le impone, por lo que algunos ecosistemas tropicales, polares, alpinos,
coralíferos y manglares están cambiando irreversiblemente.
El calentamiento está fundiendo los glaciares y los hielos de los polos,
especialmente en el polo norte donde el hielo tiene un espesor promedio de
menos de 3 metros. Se dice que a fines del presente siglo la mitad de los
glaciares de los Alpes europeos habrán desaparecido, y ya está ocurriendo el
derretimiento de los glaciares del Kaliminjaro africano, de los Andes
sudamericanos y de los volcanes mexicanos.
En las zonas tropicales, el incremento de las temperaturas acelerará la
erosión de las costas, reducirá los humedales e incrementará la salinidad de
los cuerpos de agua costeros y subterráneos. Como resultado inmediato la
calidad del agua de los estuarios variará su condición para albergar a los peces
y aves que los utilizan para iniciar la vida de sus crías.
Con este tipo de disturbios y cambios, la gente también preferirá los
asentamientos de tierra firme para vivir, en vez de los sitios playeros y de
costa, aumentando la densidad urbana en muchas ciudades ya sobrepobladas.
Adaptación a los impactos del cambio climático y mitigación en la
emisión de gases de efecto invernadero (GEI)
Según la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio
climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), adaptación es un proceso para
sobrellevar el futuro incierto derivado de los impactos negativos del cambio
climático y el aprovechamiento de los impactos positivos, mediante los ajustes
y cambios necesarios. En tanto que se entiende por mitigación, la reducción de
las emisiones netas de GEI que propician el calentamiento global.
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Aunque tanto la mitigación como la adaptación requieren el mismo nivel
de atención; a diferencia de las acciones de mitigación, la adaptación puede
ofrecer resultados a corto plazo. Las medidas de adaptación deben llevarse a
cabo de inmediato, pues así lo reclaman la presión del incremento poblacional,
el recrudecimiento de los fenómenos climáticos extremos y el envejecimiento
de la infraestructura.
Es menester puntualizar que las medidas de adaptación no reducirán la
frecuencia o magnitud de los eventos propiciados por el cambio climático, sino
que ayudarán a proteger la infraestructura social ante eventos tales como
inundaciones, sequías, ciclones, olas de calor e impactos por el incremento del
nivel del mar.
El fenómeno del cambio climático propicia una retroalimentación positiva
que aumenta aún más el calentamiento global, lo que a su vez acelera el
derretimiento de las capas de hielo de los polos y glaciares de montaña, el
agua resultante contribuye al incremento del nivel de los mares y a la escasez
de agua potable en poblaciones que dependen de esa fuente; al propio tiempo,
el calentamiento global aumenta la temperatura de la superficie de los océanos
y por tanto el volumen de agua de los mares, las cuales invaden las tierras
bajas del planeta. Al fundirse los hielos se liberan las burbujas de dióxido de
carbono y metano que estuvieron atrapadas en el hielo por millones de años,
acelerándose aún más el proceso con la presencia adicional de estos GEI.
Si fuera posible apartar las implicaciones políticas y económicas, y
asumiendo hipotéticamente que el día de hoy pudieran detenerse las
emanaciones de gases de efecto invernadero, el proceso del calentamiento
global no podría ser detenido, ni siquiera a lo largo del presente siglo, pues la
permanencia en la atmósfera de los GEI (que es diferente para cada uno de
ellos), se prolongaría aún por siglos y en el caso de algunos, por milenios,
disipándose lentamente hasta alcanzar los niveles de equilibrio.
Pero como en la práctica esta hipótesis no es posible, a corto plazo sólo
queda introducir medidas de adaptación, es decir, reducir los impactos a la
población, adecuando la vida a las nuevas condiciones mediante proyectos y
obras de ingeniería e identificar áreas vulnerables a la intensificación de los
eventos climáticos extremos, para atenderlas. Simultáneamente deberán
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emprenderse acciones de mitigación en la emisión de GEI, para ser solidarios
con las generaciones futuras.
Así que, para enfrentar el cambio climático a mediano y largo plazos, se
requieren tanto medidas de adaptación a las consecuencias del fenómeno
como medidas de mitigación de las emanaciones de gases de efecto
invernadero.
Algunas formas de mitigación son la racionalidad en el uso de la energía
proveniente de combustibles fósiles, las zonas arboladas que absorben
carbono para su proceso de fotosíntesis y el plancton de los océanos que
también requiere ese elemento, la captura y almacenamiento de bióxido de
carbono en instalaciones generadoras de energía y otras grandes industrias
para posteriormente confinarlo en depósitos del subsuelo; así como la
disminución en la quema de combustibles fósiles, en cuyo caso las fuentes
renovables de energía juegan un papel coadyuvante al proceso de mitigación,
lo cual ya ocurre en varios países incluido el nuestro, figura 5.
Figura 5. Central eólica La Venta II, Istmo de Tehuantepec, Oax.
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Como ya se comentó arriba, aún cuando las medidas de mitigación se lleven a
cabo rápida y eficientemente, tomaría varios años para que sus efectos incidan
en el sistema climático global; durante ese tiempo, los impactos derivados del
cambio climático son inevitables. Por consiguiente, las medidas de adaptación
para enfrentar esos impactos son imprescindibles.
Para que la sociedad humana minimice las consecuencias negativas del
cambio climático, deben planearse y ejecutarse medidas de adaptación en
forma preventiva o proactiva en lugar de responder a las evidencias cuando
ocurran. Es en esta fase de adaptación donde la ingeniería, conjuntamente
con otras disciplinas, adquiere una función participativa relevante y necesaria.
Las acciones o medidas de adaptación para reducir los impactos o la
vulnerabilidad de la población a las consecuencias del cambio climático pueden
ubicarse a diferentes escalas, desde los niveles global y general hasta el
individual. A manera de ilustración se citan los ejemplos contenidos en el
cuadro1.
Cuadro 1. Acciones de adaptación a diferentes escalas.
ESCALA MEDIDAS DE ADAPTACIÓN
Nacional Incorporar la adaptación al cambio climático en las políticas de
desarrollo nacional
Planear respuestas a emergencias por eventos climatológicos
extremos
Regional o
urbana
Organizar sistemas de alarma temprana para alertar a la comunidad
sobre eventos extremos
Adecuar códigos de construcción a los impactos del cambio climático
Empresarial Localizar, diseñar y construir instalaciones resistentes a eventos
climatológicos atípicos
Diversificar y expandir la infraestructura de operación
Individual Informar del fenómeno del cambio climático y, por tanto, de la forma
de participación en adaptaciones personales
Además de otras medidas de tipo personal y familiar, racionalizar el
uso de agua y de energía.
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En forma más específica, el cuadro 2 presenta algunas vulnerabilidades
sectoriales, a las que deberán anteponerse acciones de adaptación.
Cuadro 2. Requerimientos sectoriales de adaptación al Cambio Climático
Sector
Vulnerabilidades ante el Cambio Climático
Agua Variación de los flujos de agua derivado de los cambios de temperatura y precipitación, lo cual afecta la infraestructura de suministro
Salinización de las reservas de agua subterránea, por intrusión marina debido al incremento del nivel del mar
Energía Aumento en la demanda de energía, particularmente en zonas cálidas y en horas pico de verano
Mayores velocidades de aire incidente en aerogeneradores de electricidad
Agricultura Investigación para el desarrollo de nuevas variedades de plantas tolerantes a mayor temperatura y escasez de agua
La variación en la distribución de plagas afectará a los cultivos Turismo Impacto a destinos turísticos por aumento de intensidad y
frecuencia de eventos climatológicos extremos Escasez de agua y propagación de enfermedades tropicales
Transporte Inundación de rutas e infraestructura debido a tormentas e incremento del nivel del mar
Nuevos equipos automotores acondicionados a climas específicos que crearán otros mercados
Salud Se requerirán albergues para evitar el incremento de mortalidad por olas de calor
Variación en la distribución de enfermedades infecciosas transmitidas por vectores
Infraestructura en general
Necesidad de muros de contención marina y otras barreras para contener sedimentos, intrusión marina e inundaciones
Realizar investigación científica y técnica para la creación de estructuras más flexibles y resistentes a los impactos del aire y del agua
México ante el cambio climático
Según estudios oficiales, México, por su ubicación geográfica,
topográfica y aspectos socioeconómicos, es especialmente vulnerable al
cambio climático (INE, 2006), que se manifiesta con el recrudecimiento y
frecuencia de tormentas tropicales, ciclones, inundaciones , sequías, olas de
calor, islas de calor urbanas, blanqueamiento de corales marinos, variación de
los ciclos de lluvia, entre otras manifestaciones que cada vez son más intensas
y frecuentes, lo cual se atribuye al calentamiento global.
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Durante la celebración de la Conferencia del Medio Ambiente y Desarrollo
en Río de Janeiro, en 1992, nuestro país fue uno de los 155 países iniciales
que firmó el Tratado sobre Cambio Climático que dio inicio a la Convención
Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), firma que
fue ratificada en 1993 con el aval del Senado de la República.
Se inició así y entonces, la participación formal de México en la atención
de uno de los mayores problemas atmosférico-ambientales que confronta
actualmente la humanidad. Como Parte de los llamados países No Anexo I, ha
llevado a cabo tres veces el Inventario Nacional de Emisiones de Gases de
Efecto Invernadero (INEGEI), dando así cumplimiento a los compromisos que
el país tiene con el Protocolo de Kyoto y con otras agencias internacionales.
Actualmente el Instituto Nacional de Ecología está realizando el cuarto INEGEI,
y se comenta que la Cuarta Comunicación a la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que incluye ese inventario, será
entregada este mismo año 2009.
En cuanto a la organización nacional para afrontar el fenómeno de
calentamiento global en el territorio nacional , el 25 de abril de 2005 se creó la
Comisión Intersecretarial de Cambio Climático (CICC), que es el organismo
federal de más alto nivel de la materia en cuestión y tiene el encargo de
coordinar las acciones de las dependencias y entidades de la administración
pública, para la formulación e instrumentación de políticas nacionales
encaminadas a la prevención y mitigación de los GEI, la adaptación a los
efectos del cambio climático y la promoción de programas y estrategias de
acción climática.
La CICC está conformada por los titulares de siete Secretarías, a saber:
Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), quien preside la
Comisión; Relaciones Exteriores (SRE); Desarrollo Social (SEDESOL); Energía
(SENER); Economía (SE); Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y
Alimentación (SAGARPA); Comunicaciones y Transportes (SCT); Hacienda y
Crédito Público (SHCP) participa como invitada. Todas estas Secretarías (y
algunas más que se sumarán próximamente a la Comisión) deben canalizar
recursos humanos y materiales para el desarrollo de programas y estrategias
de acción climática.
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La comisión de referencia cuenta con un órgano permanente de consulta
denominado Consejo Consultivo de Cambio Climático, al que también se le
conoce como C4 y está integrado por más de 20 personalidades relacionadas y
comprometidas con el tema.
La figura 6 muestra la estructura de la CICC y sus desagregaciones
orgánicas más inmediatas, tales como el Comité Mexicano para Proyectos de
Reducción de Emisiones y de Captura de GEI (COMEGEI), el Grupo de
Trabajo para la Estrategia Nacional de Cambio Climático (GT.INT), el Grupo de
Trabajo sobre Vulnerabilidad y Políticas de Adaptación (GD-ADAPT) y la
posibilidad de agregar otros grupos de trabajo con fines específicos
relacionados con el cambio climático.
Figura 6. Estructura orgánica de la Comisión Intersecretarial de Cambio
Climático (CICC).
El Instituto Nacional de Ecología (INE) es el organismo que tiene la
responsabilidad de la coordinación del Programa de Cambio Climático.
Relacionado con la imprescindible labor de investigación científica el INE
realiza y coordina estudios sobre cambio climático en México, para la
generación de conocimiento e información del tema en cuestión.
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A finales de 2006 se publicó la Tercera Comunicación Nacional ante la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(MÉXICO, 2006). El documento que es de consulta “obligada” para los
interesados en el cambio climático, que deberíamos ser todos y cada uno de
los habitantes, contiene la desagregación de las emisiones de GEI por
categorías sectoriales, la metodología de la elaboración del inventario, medidas
para mitigación y acceso a la adaptación del cambio climático, así como otras
informaciones de utilidad básica para, como reza el mencionado documento,
encaminar los esfuerzos nacionales a la reducción de los riesgos frente al
cambio climático.
Otro documento importante, dado a conocer por el Presidente de la
República Mexicana en mayo de 2007 es la Estrategia Nacional de Cambio
Climático 2007. En él se esbozan posibilidades de mitigación de gases de
efecto invernadero, se sugieren estudios para identificar metas de adaptación y
vulnerabilidades, empero por ser un documento más doctrinario que
programático, no define mecanismos de financiamiento para llevar a cabo estas
grandes acciones.
Relacionado con estos propósitos el Plan Nacional de Desarrollo 2007-
2012 (PND), en el eje 4 Sustentabilidad Ambiental, contiene por primera vez en
este tipo de planes, un apartado dedicado explícitamente al cambio climático
conteniendo dos objetivos: reducir las emisiones de efecto invernadero e
impulsar medidas de adaptación a los efectos del cambio climático, los cuales
se subdividen en ocho estrategias.
La publicación oficial más reciente sobre el tema (28 de agosto de 2009),
es el Programa Especial de Cambio Climático 2009-2012 (PECC), en el que se
vislumbran, a través de sus 105 0bjetivos y 294 metas, un conjunto de
oportunidades directas para la ingeniería mexicana. El cuadro 3 resume esos
objetivos.
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Cuadro 3. Alineación del PECC con los objetivos del PND
Objetivos del Plan Nacional de desarrollo
(PND)
Objetivos del Programa Especial de Cambio Climático (PECC)
Impulsar medidas de adaptación a los efectos del Cambio Climático
Capítulos 1, 2 y3
Preservar el patrimonio de los mexicanos que viven en las zonas rurales y costeras (alude al incremento del nivel del mar)
Apartados 2.2.3, 2.2.13, 3.2.1, 3.3.8, 3.7.1, 3.8.1, 3.8.2 y 4.58
Garantizar el acceso y ampliar la cobertura de infraestructura y servicios de transporte y comunicaciones
2.2.1, 2.2.2, 2.2.3, 2.2.4, 2.2.5, 2.2.6, 2.2.7, 2.2.8, 3.6.1, 3.6.2, 3.6.3
y 3.6.4
Incrementar la cobertura de agua potable y alcantarillado para los hogares mexicanos
2.4.3, 3.2.1, 3.2.3 y 3.2.5
Ampliar el acceso a la vivienda de los segmentos de la población más desfavorecidos
2.2.12 y 4.3.8
Lograr un patrón territorial nacional que frene la expansión desordenada de las ciudades
2.2.10, 2.2.11, 2.4.3, 3.1.2, 3.1.3, 3.1.4, 3.1.5, 3.7.1, y 4.3.8
Alcanzar un manejo integral y sustentable del agua
3.2.1, 3.2.2., 3.2.3, 3.2.4, 3.2.5 Y 3.3.2
Fuente: adaptada de (PND, 2007; PECC, 2009)
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Algunos ejemplos de medidas de adaptación al cambio climático a través de la ingeniería
Derivado de las diferentes escalas y necesidades de hacer frente a los impactos del cambio climático, en diversas partes del mundo se han ideado y puesto en práctica algunas formas de adaptación, en función de las necesidades actuales o de acciones preventivas contra los presagios de embates del fenómeno. A continuación se muestran algunas de esas medidas de adaptación; las cuales, como podrá advertirse, tienen una importante componente de ingeniería:
Figura 7. Edificios flotantes en las cercanías de Ámsterdam, Holanda, para
adaptarse al incremento del nivel del mar.
Figura 8. Prototipo de casa habitación flotante. Amsterdam, Holanda.
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Figura 9. Sistema de barreras y compuertas móviles construidas en el Río
Támesis, para la protección de la ciudad de Londres contra la variación atípica del nivel de las mareas.
Figura 10. Bombas de yoduro de plata para provocar lluvia artificial en zonas agrícolas chinas afectadas por sequías.
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Figura 11. Muro de contención marina, contra mareas de tormenta y el incremento del nivel del mar, en el Reino de Tonga.
Figura 12. Muros de contención del mar, construidos para la protección de las partes bajas en la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an, Q. Roo.
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Figura 13. Obra de adaptación al incremento del nivel del mar atribuido al cambio climático. Playa “Las Glorias”, norte de Sinaloa.
Figura 14. Puente portátil utilizado en ocasión de inundaciones severas que destruyen la infraestructura convencional. Bangla Desh
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Figura 14. Puente vehicular metálico, hecho en México. Montado y desmontado a mano en tres días, lanzado de un extremo sin apoyos intermedios. Está
diseñado para utilizarse en casos de urgencia.
Figura 15. Refugio rural anticiclónico-escuela, Bangla Desh.
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Figura 16. Edificio Swiss Re (Erotic Gherkin). Ahorra energía y materiales. La construcción sustentable es una forma de mitigar la emanación de gases de efecto invernadero, al tiempo que es una modalidad que ofrece nuevas oportunidades para el desarrollo de la ingeniería.
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Conclusiones
Debido a que se pone en riesgo la sustentabilidad de los ecosistemas
biológicos y los procesos abióticos interrelacionados y en equilibrio, el Cambio
Climático es considerado como uno de los problemas trascendentales del siglo
XXI, incluso para la seguridad nacional de los países del mundo.
Este fenómeno que deriva del sobrecalentamiento del planeta, estará
presente entre nosotros por muchos años, aun en el mejor de los escenarios
planteados por los científicos climáticos. De acuerdo al Secretario General de
la UNFCCC, las causas del calentamiento global ya no están a debate, sino
que ahora la cuestión es qué hacer para encarar los problemas que está
ocasionando y los que se avizoran.
Para minimizar las consecuencias negativas del cambio climático a
mediano y largo plazos, se requieren medidas de mitigación en la emisión de
los gases de efecto invernadero, así como ejecutar medidas de adaptación a
los impactos de ese cambio. Es en estas fases de atención al fenómeno donde
la ingeniería adquiere una función participativa relevante y necesaria que le
plantean tanto retos como oportunidades, enfatizándose que las medidas de
adaptación pueden ofrecer resultados a corto plazo y beneficios concretos a
grupos de personas y comunidades a través de proyectos de ingeniería,
construcción de infraestructura y adecuación del entorno.
La materialización de estas oportunidades para la ingeniería dependerán
del desarrollo de las políticas públicas que se establezcan para atender los
embates del Cambio Climático, las cuales ya empiezan a ser publicadas, tal
como se ha establecido sucintamente en el cuerpo de este trabajo. Con
relación a los ciudadanos, es importante que nos informemos sobre el tema de
cambio climático y aprendamos tanto como sea posible el cabal significado de
las causas, consecuencias y manera en que cada quien puede participar para
adaptarse a las consecuencias e impactos futuros.
Como parte de estas conclusiones se estima aleccionador citar lo
expresado por el presidente del IPCC, al aceptar compartir el Premio Nobel de
la Paz 2007: “…las implicaciones de los cambios propiciados por el Cambio
Climático pueden ser muy severas y desastrosas. Sin embargo, está al alcance
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de la sociedad humana enfrentar esas amenazas. Los impactos del Cambio
Climático pueden ser disminuidos mediantes medidas adecuadas de
adaptación y estrictas medidas de mitigación en la emisión de gases de efecto
invernadero…la sociedad global necesita coordinar mayores esfuerzos
preventivos para llevar a cabo adaptaciones en las comunidades y sistemas
más vulnerables del mundo”.
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BIBLIOGRAFÍA
CCE (Consejo Coordinador Empresarial) et al. (2008): Adaptación. Un informe para
empresas. México.
IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) (2007): Fourth report – abstract.
URL: http://www.ipcc.ch
LÓPEZ L., V.M. (2009): Cambio Climático y Calentamiento Global. Editorial Trillas.
México.
MÉXICO, Tercera Comunicación Nacional ante la Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre el Cambio Climático (2006): Secretaría de Medio Ambiente y Recursos
Naturales e Instituto Nacional de Ecología. México.
NEWSWEEK (January 29, 2007):The Insurance Climate Change. pp28-30. New York.
PALMEDO, P. E. (January 10, 1975): Energy Production and Climate. Science
Magazine. Washington, D. C., U.S.A.
PECC (PROGRAMA ESPECIAL DE CAMBIO CLIMÁTICO 2009-2012)(2009):
Diario Oficial de la Federación, 28 de agosto de 2009. México, D.F.
PND (Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012). Presidencia de la República. México.
