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El comentario como geacutenero tardoantiguo Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio es un anaacutelisis de los Comentarios escritos en el siglo V d C por este autor que tiene como objetivo principal la reca-tegorizacioacuten geneacuterica de la obra macrobiana a partir de un anaacutelisis discursivo que parte del funcionalismo y busca construir el sentido del texto en relacioacuten con su contexto histoacuterico de produccioacuten Desde esta perspectiva se estudian sus caracteriacutesticas discursivas especiacute-cas las continuidades que establece con la tradicioacuten y nalmente las transgresiones que opera y que llevan a la postulacioacuten de un subgeacute-nero nuevo En particular es la eacutepoca de crisis identitaria y cultural del Tardoantiguo lo que funciona como impulso en la buacutesqueda de nue-vas deniciones que se maniestan a nivel textual en las innovacio-nes geneacutericas y a nivel histoacuterico en la propuesta de modelos alterna-tivos de romanitas
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El comentario como geacutenero tardoantiguo Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio
CS
Julieta Cardigni
El comentario como geacutenero tardoantiguo Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio
Julieta Cardigni
El comentario como geacutenero tardoantiguoCommentarii in Somnium Scipionis de Macrobio
COLECCIOacuteN SABERES CS
Editorial de la Facultad de Filosofia y LetrasColeccioacuten Saberes
Edicioacuten Liliana Cometta
Disentildeo de tapa e interior Magali Canale y Fernando LendoiroImagen de tapa Manuscrito del Somnium Scipionis de Ciceroacuten con comentario de Macrobioproducido en Italia ca 1100 The British Library Record Number - 007297Shelfmark-Egerton 2976 Page Folio Number - f8v
Cardigni Julieta El comentario como geacutenero tardoantiguo = Commentarii in somnium scipionis de Macrobio - 1a ed - Buenos Aires Editorial de la Facultad de Filosofiacutea y Letras Universidad de Buenos Aires 2013 480 p 20x14 cm
ISBN 978-987-1785-95-7
1 Estudios Literarios I TiacutetuloCDD 807
ISBN 978-987-1785-95-7
copy Facultad de Filosofiacutea y Letras UBA 2013
Subsecretariacutea de PublicacionesPuan 480 - Ciudad Autoacutenoma de Buenos Aires - Repuacuteblica ArgentinaTel 4432-0606 int 213 ndash editorfiloubaar
facultad de filosofiacutea y letras de la universidad de buenos aires
DecanoHugo Trinchero
VicedecanaLeonor Acuntildea
Secretaria AcadeacutemicaGraciela Morgade
Secretaria de Supervisioacuten AdministrativaMarcela Lamelza
Secretario de Extensioacuten Universitaria y Bienestar EstudiantilAlejandro Valitutti
Secretario GeneralJorge GugliottaSecretario de PosgradoPablo CiccolellaSubsecretaria de BibliotecasMariacutea Rosa MostaccioSubsecretario de PublicacionesRubeacuten Mario CalmelsSubsecretario de PublicacionesMatiacuteas Cordo
Consejo EditorAmanda ToubesLidia NacuzziSusana CellaMyriam FeldfeberSilvia DelfinoDiego VillarroelGermaacuten DelgadoSergio Castelo
Directora de ImprentaRosa Goacutemez
A Pablo
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Proacutelogo
Elisabeth Caballero de del Sastre
Cuando por varios antildeos se ha compartido un diaacutelogo in-tenso sobre un determinado estudio su consecucioacuten se tor-na repentina y sorprendente La investigacioacuten emprendida por la autora de este libro generoacute esa relacioacuten tan especial que se establece entre tesista y director la que con el tiempo se fragua en el logro de un trabajo acadeacutemico que contem-pla el estudio cientiacutefico de un tema Este labor se materia-lizoacute con la presentacioacuten de la tesis de doctorado sobre los Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio defendida de modo sobresaliente el 27 de marzo de 2012 en la Facultad de Filosofiacutea y Letras de la Universidad de Buenos Aires
Este libro elaborado en base a dicha tesis presenta mo-dificaciones que no alteran su valor cientiacutefico sino que por el contrario lo acrecientan y aseguran un soacutelido y original material de consulta de nivel acadeacutemico que se apoya en una bibliografiacutea actualizada y en un minucioso estudio y anaacutelisis de los textos en su lengua original
En la Introduccioacuten la autora manifiesta que su obra se articula sobre tres elementos fundamentales que aparecen anunciados desde el tiacutetulo y que constituyen las bases de su
Elisabeth Caballero de del Sastre8
desarrollo el contexto de la Antiguumledad tardiacutea el texto de los Commentarii por un lado y en la encrucijada entre ambos la nocioacuten de geacutenero literario entendida de manera general como una convencioacuten cultural ligada a su contexto de pro-duccioacuten Pero lo destacable es el marco teoacuterico elegido no usual en el aacutembito acadeacutemico de los estudios claacutesicos y tar-doantiguos la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcional como teoriacutea de base para llevar a cabo el anaacutelisis de los Commentarii in Somnium Scipionis Esta metodologiacutea le permite llegar a con-clusiones importantes a lo largo de los sucesivos capiacutetulos que el receptor competente podraacute valorar
La obra demuestra la jerarquiacutea que los estudios de la An-tiguumledad tardiacutea tienen en el paiacutes dado que se suma a un grupo de publicaciones y tesis de doctorado sobre el tema tanto en la Universidad de Buenos Aires como en otras de nuestro territorio De la lectura de estas obras se desprende que la Antiguumledad tardiacutea no solo tiene cada vez maacutes inves-tigaciones sino que su nivel se equipara al de las mejores universidades de otros paiacuteses
Para Julieta auguramos una tenaz carrera de investiga-cioacuten y docencia y una produccioacuten criacutetica que continuacutee esta publicacioacuten
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Palabras preliminares
Julieta Cardigni
El libro que el lector tiene ante siacute es el resultado del tra-bajo de investigacioacuten doctoral condensado previamente en mi tesis y transformado luego en libro con las consecuentes reducciones precisiones y adaptaciones que ese proceso im-plica El estudio de un texto de las caracteriacutesticas de un co-mentario tardoantiguo ndashcomo ocurre en otros casos en que nos enfrentamos a literatura hecha sobre la literaturandash nos conduce necesariamente por caminos mucho maacutes amplios y misteriosos de lo que imaginamos en un principio Nos fuerza a la reflexioacuten interdisciplinaria y nos lleva por un la-berinto de espejos textuales en el que es difiacutecil no marearse y terminar confundiendo como los hombres del Medioevo al comentarista con el autor de la obra comentada Nos hace recuperar otras artes y ciencias que aunque quizaacute lo habiacutea-mos olvidado estaban estrechamente unidas en su origen tal como se refleja en el pensamiento de los hombres claacutesi-cos En consecuencia resulta a veces difiacutecil acotar la investi-gacioacuten a un uacutenico aspecto de las obras
En este marco y en un intento por recuperar la obra ma-crobiana en su especificidad nuestro trabajo propone a traveacutes del anaacutelisis geneacuterico-discursivo de los Commentarii in
Julieta Cardigni10
Somnium Scipionis una lectura que permita a la obra utilizar su propia voz y ser valorada en su contexto de surgimiento y a su vez ofrezca algunos elementos para que el lector trace un camino propio en la lectura de Macrobio y de la literatura del Tardoantiguo Desde ya se echaraacuten de menos algunas cuestiones sobre otros aspectos de los Commentarii que son inagotables como fuente de reflexioacuten de lo cual podemos aventurar que su autor estariacutea orgulloso Asiacute han quedado fuera de este libro ndashsi bien se las vislumbra detraacutes de muchas de las reflexiones propuestasndash variadas consideraciones que originalmente formaron parte de nuestra investigacioacuten so-bre todo aquellas relacionadas con la siacutentesis filosoacutefica ma-crobiana el estudio de recursos retoacutericos como las imaacutegenes y metaacuteforas la relacioacuten de los Commentarii con Saturnalia y el Tractatus y observaciones acerca de la transmisioacuten directa e indirecta del texto estas uacuteltimas ya tratadas ampliamente por la criacutetica y para cuya informacioacuten remitimos oportuna-mente a los autores especiacuteficos
En segundo lugar el criterio que rige el orden de nuestro libro es el de aproximarnos al tema desde el marco maacutes ge-neral al maacutes particular respetando tambieacuten de esta manera la coherencia con el marco teoacuterico adoptado para el anaacuteli-sis que valora profundamente la interrelacioacuten entre texto y contexto Esta disposicioacuten no refleja el orden metodoloacutegico en que realizamos el trabajo dado que el punto de partida ha sido siempre el texto sino que es un intento por presen-tar la obra literaria como proceso para darle vida y recons-truirla en su contexto de produccioacuten De acuerdo con este plan proponemos en la Introduccioacuten el tema de estudio los objetivos y la metodologiacutea adoptada estudiamos luego en el Capiacutetulo 1 la situacioacuten histoacuterica y la situacioacuten literaria y cultural para a continuacioacuten en los Capiacutetulos 2 3 y 4 pro-poner un anaacutelisis discursivo de los Commentari y su contraste con dos obras contemporaacuteneas de Macrobio ndashlos Commen-tarii de Servio y el Commentarius de Calcidiondash de modo que
Palabras preliminares 11
en el diaacutelogo entre el anaacutelisis de la obra y el estudio de sus circunstancias surja el sentido de nuestra investigacioacuten que el lector encontraraacute enunciado de manera maacutes expliacutecita en las Conclusiones que cierran el libro
Finalmente algunas precisiones metodoloacutegicas Hemos consultado para Saturnalia la edicioacuten de Teubner hecha por Willis (1970) y para De differentiis la de los Grammatici latini de Keil (1868) teniendo en cuenta tambieacuten las indicaciones hechas por De Paolis (1990) Para los Commentarii nos hemos basado en la edicioacuten de Willis (1970) teniendo en cuenta la maacutes reciente de Armisen-Marchetti (2001-2003) Para el tex-to de Calcidio utilizamos Waszink (1962) y para el corpus serviano Thilo y Hagen (1881-1902) Las traducciones son nuestras en todos los casos1 en algunas ocasiones pueden encontrarse diferencias en la traduccioacuten de un pasaje cita-do maacutes de una vez mayormente debidas a la literalidad que intentamos guardar en los casos en que los enunciados son sometidos al anaacutelisis discursivo En el caso de las menciones a los autores claacutesicos hemos preferido a riesgo de ser reitera-tivos repetir las referencias aunque se presenten de manera inmediatamente consecutiva dada la confusioacuten que puede generar a menudo el trabajo textual con comentarios u otro tipo de geacuteneros ldquosecundariosrdquo Asimismo hemos decidido in-cluir las tablas de segmentacioacuten y anaacutelisis discursivo dentro del cuerpo del texto ya que consideramos que si bien se co-rre el riesgo de interrumpir miacutenimamente la lectura se faci-lita la posibilidad de seguir paso a paso el anaacutelisis discursivo
ldquoEl comentario como geacutenero Tardoantiguo Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobiordquo no habriacutea sido el libro que es sin la ayuda de la Prof Elisabeth Caballero de del Sastre interlocutora principal durante todos estos antildeos de trabajo
1 Se cuenta al momento con varias traducciones al espantildeol de Macrobio bastante recientes que han sido ocasioacuten de diaacutelogo y de encuentro con la tarea propia (Cardigni 2005) de los Commentarii Navarro Antoliacuten (2006) y Raventoacutes (2005) de Saturnalia Mesa Sanz (2009)
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y quien no solo acompantildeoacute en el recorrido sino que supo como el mejor guiacutea hacerse a un lado cuando llegoacute el mo-mento de trazar el camino propio
Mis agradecimientos a la Dra Liliana Peacutegolo con quien comparto el profundo intereacutes por la Antiguumledad tardiacutea y por su universo literario que transitamos en las investigaciones desarrolladas en nuestro UBACyT
Agradezco tambieacuten profundamente a quienes de distin-tas maneras colaboraron en mi investigacioacuten En primer lu-gar al jurado de la tesis compuesto por la Dra Liacutea Galaacuten la Dra Marcela Suaacuterez y el Dr Arturo Aacutelvarez Hernaacutendez que leyeron con dedicacioacuten y agudeza el trabajo y lo discutieron conmigo A la Dra Mariacutea Isabel Santa Cruz por su paciencia inagotable y su invaluable guiacutea en la lectura de los autores neoplatoacutenicos que tanto me acercoacute a Macrobio Al Dr Mar-tiacuten Meneacutendez quien escuchoacute con entusiasmo mi propuesta y me brindoacute sus conocimientos con los cuales mi idea alcan-zoacute su forma final Al Dr Pablo Cavallero por su guiacutea y apoyo durante todos estos antildeos de estudiante primero y luego de investigadora
A la Facultad de Filosofiacutea y Letras de la Universidad de Buenos Aires donde me formeacute y donde hoy trato de hacer mi aporte investigando y formando a mis alumnos Al Con-sejo Nacional de Investigaciones Cientiacuteficas y Teacutecnicas (CO-NICET) que me permitioacute dedicarme durante cinco antildeos a pensar y a escribir la tesis que fue el germen de este libro A la Fondation Hardt pour lrsquoEacutetude de lrsquoAntiquiteacute Classique gracias a cuya generosidad pude dedicarme a escribir estas paacuteginas en el mejor ambiente imaginable
Al Dr Robert Kaster al Dr Paolo de Paolis y al Dr Fernando Navarro Antoliacuten con quienes comparto el intereacutes por Macro-bio y que fueron guiacuteas a la distancia colaborando amablemen-te con sugerencias comentarios y bibliografiacutea desde los inicios de mis investigaciones A mis compantildeeros del Departamento de Lenguas y Literaturas Claacutesicas de la Facultad de Filosofiacutea y
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Letras de la Universidad de Buenos Aires que contribuyeron con sugerencias y bibliografiacutea aportando en ocasiones sus pro-pios trabajos Adriana Manfredini Juan Fuentes Luis Saacutenchez A mis amigas y colegas Gabriela Muumlller que me mantiene aler-ta con su mirada filosoacutefica y Georgina Lacanna lectora atenta de primeras versiones de mi trabajo Un especial y profundo agradecimiento a mi amiga y colega Soledad Correa quien ge-nerosamente encontroacute tiempo para realizar una lectura cuida-dosa y entusiasta de la versioacuten final del presente libro
A mi padre y a mi madre porque fue de su boca que es-cucheacute por primera vez las historias que hoy me dedico a es-tudiar y fue en su biblioteca donde por primera vez las en-contreacute y las pude leer A ellos y a mis hermanos por su apoyo y amor de siempre
A Pablo mi compantildeero incondicional en todas las aventu-ras que emprendo
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Introduccioacuten
His figure and manner appeared strange to them but he behaved modestly and sat silent till upon something which occurred in the course of conversation he suddenly struck in and quoted Macrobius and thus he gave the first impression of that more extensive reading in which he had indulged himself
Boswell The Life of Samuel Johnson LLD (1728 Aet 19)
Macrobio y sus obras una propuesta de lectura
Nuestro trabajo sobre Macrobio y sus obras se articula so-bre tres elementos fundamentales que aparecen anunciados desde el tiacutetulo del libro y que constituyen las bases de su de-sarrollo el contexto de la Antiguumledad tardiacutea y el texto de los Commentarii por un lado y en la encrucijada entre ambos la nocioacuten de geacutenero literario entendida de manera general como una convencioacuten cultural ligada a su contexto de pro-duccioacuten En el marco de esta dinaacutemica sostenemos que los Commentarii in Somnium Scipionis dentro de las transforma-ciones y continuidades que presenta con respecto a sus mo-delos geneacutericos manifiesta caracteriacutesticas particulares que llevan a la transgresioacuten y a la consecuente creacioacuten de una nueva forma geneacuterica transicional caracterizada por la in-clusioacuten de rasgos narrativo-ficcionales
Si bien la tradicioacuten desde sus contemporaacuteneos hasta la ac-tualidad considera que la obra de Macrobio que nos ocupa es un claro ejemplar de comentario filosoacutefico no podemos igno-rar la posibilidad de que a pesar de su tiacutetulo los Commentarii in Somnium Scipionis no sean lo que a primera vista parecen
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ser y de que Macrobio no sea eacutel mismo como se ha llegado a sugerir un filoacutesofo De hecho desde escritor plagiario y poco original hasta filoacutesofo inspirado Macrobio ha merecido las maacutes diversas calificaciones de las cuales la maacutes acertada tal vez sea la de poliacutegrafo o enciclopedista Hoy en diacutea el estatus de nuestro autor en la literatura latina no estaacute muy claro pero ya desde las primeras eacutepocas que siguieron a su produccioacuten su posteridad inmediata lo confundiacutea con el propio Ciceroacuten como ocurre en el inicio del Roman de la Rose
Aucunes genz dient qursquo en songesnrsquo a se fables non et mensongesmes lrsquoen puet tex songes songierqui ne sont mie mencongierainz sont apreacutes bien aparantsi en puis bien traire a garantun autor qui ot nom Macrobesqui ne tint pas songes a lobesancois escrit lrsquo avisionqui avint au roi Scipion2
y como se lee en Chaucer quien para hablar de los suentildeos se remite a la autoridad macrobiana
Dame Pertelote I say you trewelyMacrobius that writ the avisionIn Affrrike of the worthy ScipionAffirmeth dremes and sayth that thet benWarning of thinges that men after seen3
Asimismo Macrobio fue tambieacuten valorado incluso maacutes allaacute de la Edad Media por la informacioacuten cientiacutefica que
2 Meung Jan de y Lorris Guillaume de Roman de la Rose 1 103 Chaucer Geoffrey 1996 Canterbury Tales 12 ldquoNonnes Preestes Talesrdquo Oxford University Press
Introduccioacuten 17
aparece compendiada en los Commentarii y que su poste-ridad leyoacute y copioacute asiduamente no tenemos maacutes que re-cordar que Cristoacutebal Coloacuten traiacutea cuando llegoacute a Ameacuterica un ejemplar de los Comentarios con numerosas anotaciones sobre todo en las paacuteginas dedicadas a la descripcioacuten de la Tierra4
Tal vez una caracterizacioacuten acertada de su persona sea la que conservamos en la dedicatoria de las Fabulae de su con-temporaacuteneo Aviano5
Dubitanti mihi Theodosi optime quoniam litterarum titulo nostri nominis memoriam mandaremus fabularum textus oc-currit quod in his urbane concepta falsitas condeceat et non incumbat necessitas ueritatis Nam quis tecum de oratione quis de poemate loqueretur cum in utroque litterarum gene-re et atticos greca eruditione superes et latinitate romanos
De este pasaje surge la figura de un Macrobio escritor y conocedor de las letras tanto griegas como latinas y en este sentido su produccioacuten literaria se condice con la aprecia-cioacuten que de eacutel hace el fabulista En las obras que sabemos que escribioacute Macrobio demuestra un conocimiento claro del griego y del latiacuten y un intereacutes por ambas literaturas si bien es la latina la protagonista de sus reflexiones Aun maacutes en una eacutepoca en que la civilizacioacuten romana de Occidente perdiacutea cada vez maacutes su bilinguumlismo Macrobio escribe un tratado gramatical en el que compara los sistemas verbales griego y latino una suerte de enciclopedia en la que intenta condensar la cultura grecolatina y un comentario a un texto latino en clave filosoacutefica platoacutenica Boecio y Casiodoro que son los primeros ndasho los uacuteltimosndash en mencionar a Macrobio
4 Seguacuten lo asegura Huumlttig (1990 170)5 Esto desde ya porque decidimos creer con Alan Cameron (1966) que el ldquoTheodosiusrdquo dedicatario de
Aviano es la misma persona que el autor de los Commentarii
Julieta Cardigni18
directamente aportan informacioacuten acerca de sus nombres al llamarlo ldquoMacrobio Teodosiordquo Dice Boecio
Dicam breuiter terminos me dixisse extremitates earum quae in geometria sunt figurarum de incorporalitate uero quae circa terminos constat si Macrobii Theodosii doctissi-me uiri primum librum quem De somnio Scipionis compo-suit in manibus sumpseris plenius uberiusque cognosces6
Luego de un largo eclipse a partir del siglo IX y dado el intereacutes del entorno carolingio por la erudicioacuten cientiacutefica que mostraba Macrobio la difusioacuten de los Commentarii no encontroacute obstaacuteculo de manera completa o fragmentaria7 acompantildeada de elogios de criacuteticas8 o de las adaptaciones necesarias para hacerlos coincidir con los dogmas del cris-tianismo9 Ya en el siglo XII los conocimientos cientiacuteficos de Macrobio fueron atacados y desprestigiados sobre todo a partir de la entrada de la ciencia de los aacuterabes en Occidente
6 Boecio In Isagogen Porphyrii 1 11 C S E L t XLVIII p 31 19 Los teacuterminos subrayados se encuentran efectivamente en Macrobio Comm in Somn Sc 1 5 5 Tambieacuten en De consolatione Philosophiae 2 2 2 7 2 10 5 1 Boecio refiere a las consideraciones sobre la vanidad humana que hace Macrobio en su obra Casiodoro lo menciona en Expos Psalm 30 20 116125 (Adriaen) Se discute auacuten si Isidoro y Beda tuvieron acceso directo a la obra macrobiana este uacuteltimo parece haber consultado Saturnalia de manera fragmentaria sobre todo en la seccioacuten concerniente al calendario romano (1 12-15) Virgilio de Salzburgo es otro posible utilizador de los Commentarii aunque la dependencia entre su obra y la de Macrobio no estaacute probada maacutes adelante en el entorno carolingio Dungal enviacutea una carta en la que incluye pasajes de los Commentarii acerca de la Astronomiacutea y tambieacuten otros pasajes de las Etimologiacuteas de Isidoro de la Naturalis Historia de Plinio y de De natura rerum de Beda el Venerable Para un recorrido histoacuterico de la recepcioacuten de Macrobio en la Edad Media cfr Caiazzo (2002)
7 Por ejemplo surge en Francia alrededor del siglo IX una versioacuten abreviada de los Commentarii titulada en los manuscritos que conservamos como Ex libris Macrobii Ambrosii de differentia stellarum et side-rum que es un texto extendido a partir de la seccioacuten de los Commentarii dedicada a la astronomiacutea
8 Byrthferth de Ramsey (c 1000) glosa De natura rerum de Beda y critica a Macrobio por haber afirmado que la Viacutea Laacutectea cruza el zodiacuteaco por Caacutencer y Capricornio cuando el cruce es en realidad a traveacutes de Geacuteminis y Sagitario
9 A modo de ejemplo podemos consignar el capiacutetulo acerca de la procesioacuten de Deus Nous et Anima Com-mentarii 1 17 2 que fue glosado raacutepidamente de la siguiente forma ldquoANIMA scilicet Spiritus Sanctusrdquo (Glosa citada por White (1981 127) en Caiazzo (2002))
Introduccioacuten 19
pero su obra siguioacute leyeacutendose como producto de un filoacutesofo de la moral y un teoacuterico de la ficcioacuten al cual se le rendiriacutea homenaje por muchas generaciones desde Alberto Magno hasta Tomaacutes de Aquino y Petrarca Es el filoacutesofo Guillaume de Conches del siglo XII quien al inicio de sus Glosae super Macrobium resume el espiacuteritu con que este autor se instaloacute en la Edad Media
Macrobius uero dictus quasi longa uia utpote a terra us-que ad caelum incipiens tractatum extendit a macros quod est longum et bios quod est uia Ambrosius uero dictus est quasi deorum cibus unde ambrosia quedam herba est que in sacrificiis deorum apponi solebat ambrosia quasi cibus deorum appellata est Contraxit autem hoc nomen quia de inmortalitate deorum et animarun tractauit quilibet enim species ab antiquis appellati sunt dii Orinecresis siue ori-cresis dictus est quasi somniorum iudex ideo scilicet quia ostendit et diiuuicauit que somnia uera sunt et que aliquid desugnant et que non10
A partir del anaacutelisis etimoloacutegico el nombre de Macrobio se explica porque dado que habla de cosas terrestres en camino de pasar a su estado celeste trata acerca de la ldquogran vidardquo y el hecho de que se ocupe de temas como la inmortalidad del alma y de las divinidades explica el nombre ldquoAmbrosiusrdquo en relacioacuten con ldquoambrosiacuteardquo el alimento de los dioses Finalmente el apodo ldquoOrinecresisrdquo se debe a su capacidad para describir y ldquo juzgarrdquo los suentildeos nuestro autor queda considerado asiacute como un filoacutesofo que diserta sobre la cosmologiacutea la psico-goniacutea y la onirologiacutea Esta fascinacioacuten por Macrobio queda evidenciada tambieacuten por la cantidad de manuscritos que se
10 Conches Guillaume de Glosae super Macrobium Accessus (uersio longior) Munich Bayerische Staats-bibliothek Lat 14557 fol 102v (Caiazzo 2002 27)
Julieta Cardigni20
conservan de sus obras en esta eacutepoca11 de hecho la cultura medieval tal como la consideramos hoy en diacutea estaacute construida sobre las obras enciclopeacutedicas y compendiarias de escritores como Macrobio Marciano Capela Jeroacutenimo y Calcidio Son las palabras de estos autores tardoantiguos las que proporcio-nan al Medioevo no solo su Platoacuten y su Ciceroacuten sino tambieacuten los elementos sobre los cuales articular las nociones de filo-sofiacutea de saber y de cultura Asiacute hasta el siglo XVIII como lo atestigua el epiacutegrafe de Boswell que precede esta Introduc-cioacuten Macrobio fue sinoacutenimo de erudicioacuten y sofisticacioacuten lite-raria antes de caer en el desprestigio en que la consideracioacuten de escritor ldquoplagiariordquo lo sumioacute en el siglo XIX
Mas retornemos a la Edad Media y a la recepcioacuten de los Commentarii Sabemos con seguridad que estos funcionaban como fuente de recuperacioacuten del somnium ciceroniano per-dido por entonces asiacute se explica al menos parcialmente esa suerte de confusioacuten entre Macrobio y Ciceroacuten que acusa la tradicioacuten medieval Pero ademaacutes los Commentarii eran una exposicioacuten breve y clara ndashsi la comparamos con otros trata-dos o comentarios de corte maacutes teacutecnicondash de los principales postulados filosoacuteficos neoplatoacutenicos y constituiacutean tambieacuten una suerte de hito en la utilizacioacuten de la alegoriacutea como for-ma de criacutetica literaria que la Edad Media desarrollariacutea de manera mucho maacutes amplia y sistemaacutetica Por otro lado Sa-turnalia era una lectura obligada dentro del panorama de los compendios enciclopeacutedicos que fueron muy populares en la Antiguumledad tardiacutea y que funcionaban como manuales para facilitar el acceso a la informacioacuten sobre la cultura claacute-sica Casi como un proyecto pedagoacutegico integral en tanto abarcaban todas las disciplinas de la educacioacuten liberal las obras de Macrobio circularon por el Medioevo como lectu-ras ineludibles para los hombres instruidos convirtiendo a su autor en un ldquocontinuador culturalrdquo que releiacutea en sus
11 Alrededor de 230 seguacuten sentildeala Armisen-Marchetti (2001-2003 XXII)
Introduccioacuten 21
obras a los grandes auctores de la tradicioacuten latina ndashVirgilio Ciceroacutenndash y los transmitiacutea a la posteridad de manera comple-ta orgaacutenica y por lo tanto accesible
De sus tres obras ndashDe differentiis Saturnalia y los Commenta-ri in Somnium Sicpionis clasificadas como tratado gramatical diaacutelogo filosoacutefico y comentario filosoacutefico respectivamentendash los Commentarii son los que pertenecen al geacutenero de menor especificidad y mayor permeabilidad Es por eso que cons-tituyen un campo textual apto para que surjan las transfor-maciones que se produciacutean en el Tardoantiguo en todos los campos del saber y la cultura Aun maacutes el comentario es en siacute una operacioacuten que clausura y genera al mismo tiempo ya que es posible forzar en gran medida sus liacutemites y resulta difiacutecil percibir hasta queacute punto sigue siendo un comenta-rio o ha transgredido sus propias fronteras geneacutericas Es por eso que en el presente libro nos proponemos leer los Com-mentarii de Macrobio a partir de una mirada diferente que no invalida las anteriores sino que las complementa y busca hacer surgir del texto un nuevo sentido relacionado con su especificidad geneacuterico-discursiva
Desde una perspectiva de anaacutelisis formal maacutes acorde con el establecimiento de una tipologiacutea literaria los Commentarii de Macrobio pertenecen al geacutenero del comentario filosoacutefico Asiacute los ha considerado toda la tradicioacuten literaria empezan-do por el propio autor ndashque los denomina ldquocomentariordquo dos veces dentro del textondash y por su posteridad maacutes inmediata que los transmite con el tiacutetulo de ldquoCommentariirdquo Tambieacuten su recepcioacuten medieval los catalogoacute como ldquocomentariordquo dis-tinguieacutendolos de la ldquoglosardquo otra praacutectica frecuente de la eacutepo-ca como una vez maacutes ilustra Guillaume de Conches al discu-rrir en sus Glosae super Macrobium sobre la obra macrobiana
Est autem ut ait Priscianus in Exhortationibus puerorum comminisci uel commentum plura Studio uel doctrina in mente in unum collectio Secundum intentionem quislibet
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liber commentum habitorum tum potest appellari in nostro usu tamen non solet dici commentum nisi liber expositorius alterius uel talis qui solam sententiam alterius exponit de littera autem non curat Et in hoc etiam differt a glosa que non solius sententie sed etiam littera expositionem continent Unde etiam glosa dicta est quasi lingua Adeo enim aperte et talibus uerbis omnia debet exponere ac si lingua magistri ui-deant docere liber uero iste tantum exponit sententiam non litteram Unde bene commentum dicitur quod commentum pro libro expositorio hic accipitur determinat et subiungit in Somnium Scipionis12
Se inscribe asiacute en una liacutenea geneacuterica que en apariencia es la del comentario a los textos de Platoacuten y Aristoacuteteles con la salve-dad de que en este caso Macrobio decide leer a un autor latino
No obstante la de ldquocomentariordquo se presenta como una cla-sificacioacuten de gran amplitud y poca precisioacuten y la baja espe-cificidad de este geacutenero se advierte cuando comprendemos que su definicioacuten puede reducirse a un par de caracteriacutesti-cas (la intencioacuten didaacutectica y el hecho de operar de manera exegeacutetica y expliacutecita sobre un texto anterior) y a una serie de oposiciones (entre autor y comentarista entre respeto por la auctoritas y legitimacioacuten de la tarea de comentar en-tre oralidad y escritura) que resultan insuficientes para aco-tar su esencia El resultado es que la cantidad de textos que pueden inscribirse en esta categoriacutea resulta muy amplia por ejemplo tanto los Commentarii de Servio como los de Macro-bio se consideran dentro de esta clasificacioacuten sin embargo la lectura de unos y otros aun de forma superficial eviden-cia que se trata de textos muy diferentes Es verdad que dis-ponemos de la categoriacutea de subgeacutenero para diferenciarlos miacutenimamente pero en nuestra opinioacuten esto no es suficiente
12 Conches Guillaume de Glosae super Macrobium Accessus (versio longior) Munich Bayerische Staatsbi-bliothek Lat 14557 fol 102r (Caiazzo 2002 45)
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para dar cuenta de la construccioacuten discursiva y de la nocioacuten de mundo que cada uno supone y elabora Por otra parte el comentario es en rigor un ldquotipordquo textual y no un geacutenero en este sentido sus manifestaciones seriacutean en siacute mismas ldquogeacutene-rosrdquo diferentes que comparten tipoloacutegicamente una serie de rasgos formales
Con este objetivo en mente y en contraste con esta lec-tura de los textos de caraacutecter maacutes bien formal y estaacutetico un anaacutelisis funcional que incorpore las categoriacuteas de contexto inmediato (registro) y mediato (geacutenero) permitiraacute estu-diar y analizar las opciones disponibles con las que contaba el autor en el momento de la produccioacuten y valorar de esta manera no solo el proceso de construccioacuten del texto sino la eleccioacuten textual efectuada por el autor en sus circuns-tancias contextuales Esto incluye el sistema linguumliacutestico la situacioacuten de enunciacioacuten y por supuesto el panorama de los geacuteneros literarios disponibles que se inscribe a su vez en el campo maacutes general de la cultura del Tardoantiguo El presupuesto que guiacutea nuestra indagacioacuten es que en la medida en que podamos describir y conocer estos contex-tos podremos construir el sentido del texto de manera maacutes completa y de la misma forma a partir de su inscripcioacuten en un geacutenero discursivo el texto nos iluminaraacute sobre la reali-dad textual que construye dado que existe una interaccioacuten constante y reciacuteproca entre texto y contexto articulada en el estudio de estas variables y el anaacutelisis por medio de lo cual se produce la construccioacuten de significado De acuerdo con esta perspectiva la funcioacuten que el texto cumple dentro del contexto de sus coordenadas de produccioacuten condiciona su pertenencia geneacuterica incluso con maacutes fuerza de lo que lo hacen sus rasgos formales o retoacutericos
En el contexto de las transformaciones culturales del Tar-doantiguo Macrobio busca un modelo geneacuterico-literario que se adapte a su propoacutesito particular transmitir de manera or-gaacutenica y completa los saberes de la Antiguumledad claacutesica La
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criacutetica macrobiana ha considerado casi de manera unaacutenime que los Commentarii se inscriben en el geacutenero del comentario filosoacutefico y que tienen como objetivo explicar en clave neo-platoacutenica el texto de Ciceroacuten Nuestra propuesta difiere en ambos aspectos Creemos que el propoacutesito de Macrobio no es explicar el texto de Ciceroacuten ni tampoco exponer postulados filosoacuteficos sino que estas operaciones aunque se verifican en el texto se encuentran en funcioacuten de un objetivo diferen-te maacutes amplio y transversal que se hace visible a partir de un anaacutelisis funcional El propositum de Macrobio tiene que ver con la propuesta de un modelo identitario a partir de la recuperacioacuten heroica de la figura de Escipioacuten ciertamente anacroacutenica en el contexto del Tardoantiguo y por lo tanto altamente idealizada o ldquoficcionalizadardquo el resultado es asiacute un modelo de caraacutecter universal que trasciende la misma romani-tas y se proyecta maacutes allaacute de Roma y de la Antiguumledad tardiacutea El hecho de que su autor lo denomine ldquocomentariordquo y siga los modelos geneacutericos en uso responde al imperativo de la imitatio fundamental en la cultura romana y en particular en la eacutepoca de Macrobio
Por lo tanto si bien formalmente Macrobio estaacute ldquocomen-tandordquo el texto ciceroniano el resultado no es un comentario filosoacutefico sino otra forma geneacuterica con caracteriacutesticas que lo apartan de la tradicioacuten modeacutelica que decide imitar y lo acer-can maacutes a una forma de relato narrativo-ficcional La eleccioacuten del comentario no es casual en nuestra opinioacuten ya que como geacutenero permite justamente a partir de su flexibilidad consti-tutiva la innovacioacuten y la transformacioacuten de una manera casi imperceptible y sobre la base de una forma geneacuterica conocida aceptada y de gran eficacia didaacutectica en la historia de la lite-ratura grecolatina Macrobio era en definitiva un funcionario imperial un hombre de letras un intelectual preocupado por el rumbo que tomaba la educacioacuten de su tiempo y que ante la atomizacioacuten y fragmentacioacuten que percibiacutea en las concepciones de saber que manejaba la escuela buscaba contraponer otro
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modelo sobre las bases filosoacuteficas del neoplatonismo y de fi-liacioacuten geneacuterica con los comentarios griegos De esta forma la apropiacioacuten del comentario filosoacutefico con el fin especiacutefico de oponerse a otro modelo vigente y con un propoacutesito social claro y diferente puede llevarnos a pensar en la postulacioacuten ndashvoluntaria o nondash de un geacutenero distinto surgido a partir de los modelos neoplatoacutenicos que conforman el saber filosoacutefico de la eacutepoca de la interaccioacuten con el contexto de crisis cultural y educativa y de la intencioacuten de reconstruir una identidad romana que paradoacutejicamente y por oposicioacuten a la romanitas que la escuela buscaba perpetuar bajo la forma de siacutembolos casi sagrados terminaraacute surgiendo como una opcioacuten nueva Geacutenero saber e identidad se ven asiacute imbricados en esta opera-cioacuten de metamorfosis cultural tiacutepica del Tardoantiguo y de la cual la obra de Macrobio es un claro ejemplo
Desde este punto de vista la denominacioacuten de ldquocomenta-riordquo puede haber sido para Macrobio la forma de inscribirse en la tradicioacuten pero para nosotros como lectores de su obra es casi una provocacioacuten Si crea o no un geacutenero ldquonovedosordquo quizaacute no sea posible juzgarlo a partir de los elementos con que contamos hoy en diacutea iquestacaso un solo ejemplar constituye un geacutenero Es una larga discusioacuten en la que no pretendemos entrar Lo que siacute es evidente es que el Comentario macrobia-no construye un texto diferente geneacutericamente a partir de la activacioacuten de rasgos de ficcionalidad en un grado que lo aleja de otros ejemplares del geacutenero y cuyo resultado es el planteo de una forma geneacuterica de caraacutecter transicional que refleja claramente el clima de transformacioacuten de la eacutepoca
Estado actual de los estudios macrobianos
La quaestio macrobiana breve recorridoMacrobio y sus obras forman parte del universo literario
de la cultura tardoantigua eacutepoca que fue tradicionalmente
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relegada por los estudiosos de la literatura claacutesica y de algu-na manera dada por supuesta por los medievalistas Dado que la Antiguumledad tardiacutea ha comenzado a erguirse como una eacutepoca con identidad propia y ha abandonado su estatus de etapa ldquotransicionalrdquo que la etiquetaba para adquirir carac-teriacutesticas particulares los testimonios anclados en los siglos que la componen han cobrado otra dimensioacuten Por otro lado la produccioacuten de Macrobio constituye lo que normalmente se caracteriza como literatura ldquosecundariardquo y en tanto tal la ma-yoriacutea de las perspectivas con que se han abordado sus obras no tiene como objeto un estudio de su composicioacuten intriacuten-seca sino que opera sobre la idea de encontrar informacioacuten para interpretar otras obras ndashla Eneida El suentildeo de Escipioacutenndash o de hallar datos para construir el panorama sociocultural de la eacutepoca como ha ocurrido con numerosas lecturas de Satur-nalia o incluso de buscar las palabras de autores del pasado perdidas de manera directa como son los casos de Enio o Numenio o en estado de difiacutecil recuperacioacuten como el pro-pio Suentildeo ciceroniano
Estos enfoques que sin duda han aportado mucho a la His-toria de la Literatura y a la Filologiacutea suponen una concepcioacuten de la obra macrobiana de caraacutecter pasivo en tanto parecen considerarla una suerte de receptaacuteculo en el que se han acu-mulado determinados elementos que brotan al ser buscados con determinados objetivos En contraste proponemos en esta investigacioacuten un acercamiento a la obra macrobiana que parte del supuesto de su fuerza activa y dinaacutemica como codificado-ra y constructora de nuevos universos literarios y reales Desde nuestra perspectiva la forma maacutes eficaz de hacer que el texto manifieste su fuerza creadora es a traveacutes del anaacutelisis de su geacute-nero discursivo que comprende por un lado su composicioacuten y al mismo tiempo la relacioacuten que establece con su realidad mediata e inmediata La diferencia con los enfoques que men-cionamos previamente es significativa ya que en primer lugar supone un anaacutelisis que parte del texto y se proyecta hacia las
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dimensiones que lo rodean y no a la inversa Y en segundo lu-gar propone un diaacutelogo constante entre texto y contexto en la construccioacuten de sentido es decir una consideracioacuten de la obra literaria no solo como producto sino tambieacuten como proceso que se funda en esta interaccioacuten Por el contrario y salvo excep-ciones que sentildealaremos oportunamente la criacutetica macrobiana ha desarrollado su tarea mayormente sobre cuestiones relacio-nadas con la identificacioacuten y datacioacuten de Macrobio y de sus obras sobre los problemas de transmisioacuten de sus textos sobre el pensamiento filosoacutefico macrobiano sobre su leacutexico y estilo sobre las transformaciones geneacutericas operadas por el autor en Saturnalia y sobre las proyecciones de su obra principalmente a la Edad Media
En una primera eacutepoca y dada la escasa informacioacuten cer-tera que poseemos sobre la figura de Macrobio los estudios se centraron en los problemas de transmisioacuten de sus obras13 y en la quaestio macrobiana En esta liacutenea son destacables los trabajos de Georgii (1912) Courcelle (1943) Alan Cameron (1966 1967 2011) Marinone (1946 1970 1987) es a partir de estos dos uacuteltimos criacuteticos que queda fijada la datacioacuten tardiacutea de Macrobio generalmente aceptada por la criacutetica moderna14 y que considera que Macrobio produjo sus obras durante la primera mitad del siglo V d C Asiacute se establece que el Tractatus fue escrito alrededor de 420 y Saturnalia y los Commentarii entre 430 y 440 No hay acuerdo sin embargo sobre la cronologiacutea relativa de ambas obras Tradicionalmen-te se consideraba que Saturnalia era anterior a los Commen-tarii sin embargo Alan Cameron (2011 232) sostiene que los Commentarii son previos dado que en Saturnalia se dejan
13 Sobre la transmisioacuten del texto de los Commentarii cfr Reynolds (1983) Willis (1975) Caldini Monta-nari (2002) Ziegler (1931) La Penna (1950) Navarro Antoliacuten (2006) Barker-Benfield (1976) Caiazzo (2002) De Paolis (1986-1987)
14 Siguen la postura de Alan Cameron y Marinone Kaster (2009) Navarro Antoliacuten (2006) Raventoacutes (2005) y el propio Alan Cameron (2011) la ratifica Un completo estado de la cuestioacuten se encuentra en De Paolis (1986-1987) y en Navarro Antoliacuten (2006)
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de lado precisamente los temas que fueron tratados en esta primera obra de hecho aquellos temas que se superponen de alguna manera estaacuten tratados de forma maacutes detallada y exhaustiva en los Commentarii15
Los Commentarii conforman una propedeacuteutica para la fi-losofiacutea las disciplinas del quadriuium se hallan presentadas de manera no muy sistemaacutetica y poco desarrollada acompa-ntildeadas por una reflexioacuten sobre las tres partes (racional natu-ral y moral) en que se divide la filosofiacutea como preparacioacuten para los estudios superiores Sin embargo esta apreciacioacuten no agota los objetivos de la obra Los Commentarii son en el fondo y como se manifiesta en el lugar relevante que ocu-pan las reflexiones morales un ejercicio espiritual y moral destinado a educar en los valores de la romanitas en crisis Asiacute mientras que los Commentarii resultan un ejercicio de perfeccionamiento sobre todo individual del cual Escipioacuten es modelo ejemplar Saturnalia apunta al ejercicio de los va-lores sociales proponiendo el symposium filosoacutefico como si-tuacioacuten utoacutepica e ideal En definitiva si bien nos inclinamos por considerar que los Commentarii son anteriores creemos que lo maacutes relevante al respecto es notar la complementarie-dad que se plantea entre ambas obras en tanto estaacuten conce-bidas en conjunto como un proyecto pedagoacutegico-literario y sea cual sea el orden en la cronologiacutea relativa no puede haber maacutes de cinco antildeos entre la composicioacuten de una y otra
15 Una lista detallada de los pasajes paralelos se ofrece en Wissowa (1880 12) Comm 1 6 27- Sat 7 5 21 Comm 1 12 1- Sat 1 17 63 Comm 1 20 1- Sat 1 17 3 Comm 1 9 2- Sat 1 6 6 Comm 1 17 14- Sat 1 18 15 Comm 1 6 60- Sat 7 5 20 Comm 1 6 81- Sat 7 9 3 Tambieacuten comparten esta opinioacuten Wissowa (1880) Wessner (1928) y Marinone (1967) El autor mantiene esta posicioacuten actualmente (2011) frente a ciertas opiniones adversas de la criacutetica reciente Por ejemplo para Armisen-Marchetti (2001-2003) el orden es inverso Para Georgii (1912) los Commentarii son posteriores a Saturnalia y poco anteriores a 410 Tambieacuten Flamant (1977a) sostiene que es una obra posterior aduciendo que la ciencia de los Comentarii es de caraacutecter superior a la vaga propedeacuteutica que se ensentildea en la escuela Regali (1983) sostiene la misma argumentacioacuten y considera que para la educacioacuten del destinatario de ambas obras Eustacio es maacutes loacutegico que la filosofiacutea vaya despueacutes de las otras disciplinas Armisen-Marchetti (2001) ahonda en los argumentos de Regali para sostener su posicioacuten
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Por otro lado y si bien las dataciones altas han sido casi completamente abandonadas no hay consenso acerca de la identificacioacuten de Macrobio sobre todo a partir de la discu-sioacuten acerca de sus nombres cuyo orden variacutea de un manus-crito a otro ldquoMacrobius Ambrosius Theodosiusrdquo es la forma del nombre que aparece en la Inscripcioacuten de los Commentarii y en el explicit al primer libro y acompantildea la suscripcioacuten don-de se indica que el nieto de Macrobio Macrobius Plotinus Eudoxius enmendoacute el texto junto con Aurelius Memmius Symmachus coacutensul en 485 y nieto a su vez del famoso Siacutema-co orador de fines del siglo IV16 Es tambieacuten el nombre que registra la mayoriacutea de los manuscritos de los Commentarii mientras que los de Saturnalia lo llaman ldquoMacrobius Theo-dosiusrdquo Esta forma es tambieacuten usada por Boecio nieto del recieacuten mencionado Siacutemaco (In Isagog Porhp 110 = CSEL vol 48 1906 p 31) y por Casiodoro (Expos Psalm 10 7 = Corp Christ Vol 97 p 16 125) siendo por esto los nombres que se repiten maacutes y en general en ese orden Nuestro autor era sin duda un funcionario imperial como podemos deducir a partir de los incipit y explicit de los manuscritos maacutes antiguos de los Commentarii que le atribuyen el doble tiacutetulo de uir clarissimus et inlustris por lo tanto perteneciacutea al orden sena-torial (clarissimus) y habiacutea accedido a las maacutes altas funciones del Estado ya que seguacuten el escalafoacuten jeraacuterquico establecido por Valentiniano el tiacutetulo de inlustris estaba reservado para unos pocos altos funcionarios para los prefectos del preto-rio y de la ciudad y para los chambelanes17
En este trabajo adoptamos la cronologiacutea propuesta por Alan Cameron basada en reflexiones anteriores de Mazzari-no (1938) postulada por primera vez a mediados de los antildeos sesenta (1966 1967) y ratificada muy recientemente por eacutel
16 Para Armisen-Marchetti (2001-2003) esta indicacioacuten no es relevante ya que la subscriptio no se ubica en el manuscrito sino en un folio diferente con lo cual perderiacutea parte de su solidez como prueba para la datacioacuten
17 Seguacuten sentildeala Gaudemet (1967)
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mismo (2011) y por Kaster en su edicioacuten de Saturnalia para Loeb (2011) Cameron considera que el nombre diacriacutetico es Theodosius (Macrobius seriacutea asiacute un signum) y propone identificarlo con el praefectus praetorio en 430 del cual estaacute atestiguado un intereacutes especial por el Aacutefrica proconsular en consonancia con la hipoacutetesis de un origen africano de Macrobio La fecha ficticia de Saturnalia seriacutean las fiestas Sa-turnales de 382 uacuteltimo momento de tranquilidad ndashantes de la desestabilizacioacuten de los cultos paganos por Gracianondash en que un grupo de aristoacutecratas puede haber estado reunido sin ninguacuten tipo de amenaza discurriendo sobre el paganis-mo y temas afines18
Una inscripcioacuten descubierta por Panciera (1982) parece confirmar de manera definitiva la datacioacuten sentildealada por Alan Cameron Panciera recompuso dos fragmentos de una gruesa base marmoacuterea conservada en el Lapidario Forense y proveniente con toda seguridad del aacuterea del Foro Romano El texto de la inscripcioacuten dice ldquoFlauius Macrobius Plotinus Eustatius uir clarissimusrdquo y confirmariacutea la teoriacutea de Cameron que identificaba al hijo de Macrobio Plotino Eustacio con el praefectus urbi entre 457 y 472 De esta manera Panciera reconstruye el aacuterbol genealoacutegico de los tres Macrobios (Fl) Macrobius Ambrosius Theodosius prefecto del pretorio en 430 Flavius Macrobius Plotinus Eustathius prefecto urbano
18 Si bien originalmente Alan Cameron (1966) proponiacutea como fecha ficcional de Saturnalia el antildeo 384 previo a la muerte de Pretextato revisa esta cuestioacuten (2011 243 y ss) y propone que Macrobio ha situa-do la accioacuten dramaacutetica de su obra en 382 Entre sus argumentos Cameron sentildeala que Pretextato murioacute antes de enero poco despueacutes de las Saturnales de 384 y que de acuerdo con las convenciones del geacute-nero no habriacutea sido un momento apropiado para convertirlo en protagonista de un diaacutelogo filosoacutefico por otro lado en el marco narrativo en que se incluye Saturnalia Decio le cuenta a Postumiano sobre las conversaciones mantenidas durante las Saturnales cuando se encuentran a mediados de enero (Sat 1 2 1) y ninguno menciona nada de la reciente muerte de Pretextato Por lo tanto la fecha no puede ser diciembre de 384 Es el antildeo 382 el momento maacutes tardiacuteo anterior a los embates de Graciano contra el paganismo y su abolicioacuten de los cultos paganos en que los aristoacutecratas romanos pueden haber estado discutiendo relajadamente acerca del paganismo y temas afines
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en 46119 (Fl) Macrobius Plotinus Eudoxius uir clarissimus antes de 485 y corrector junto con el nieto de Siacutemaco de la obra de Macrobio El tercer nombre del hijo seriacutea aquel por el cual Macrobio apela a eacutel en los Commentarii y Saturnalia su primer nombre es el de su padre y su segundo nombre que se haciacutea cada vez maacutes escaso en la aristocracia20 resulta apro-piado para el hijo de un neoplatoacutenico como lo es nuestro autor Los primeros dos nombres entonces son repetidos en la generacioacuten siguiente y conforman el nombre del nieto de Macrobio21 La cronologiacutea de Alan Cameron y Marinone ha devenido communis opinio no obstante lo cual cuenta auacuten con algunas objeciones y casos de aceptacioacuten parcial22
Acerca de su origen otro asunto controvertido Macro-bio mismo sentildeala en Saturnalia (1 1 1) que es extranjero nacido ldquobajo otro cielordquo ldquonisi sicubi nos sub alio ortos caelo Latinae linguae uena non adiuuetrdquo23 y que por ese motivo no puede escribir con la elegancia propia de un nativo ldquosi in nostro sermone natiua Romani oris elegantia desidereturrdquo (1 1 12) Tambieacuten debemos sumar a estas afirmaciones la dedica-toria de Aviano en la cual el fabulista sentildeala que ldquoTeodosiordquo se distingue tanto por su erudicioacuten griega como latina en la cual sobrepasa a los mismos romanos ldquoNam quis tecum de oratione quis de poemata loqueretur cum in utroque litterarum genere et Atticos Graeca eruditione et latinitate Romanos rdquo24 Este
19 Atestiguado en dos inscripciones CIL 157109ordf y CIL 6 41394 20 Alan Cameron (1955) sentildeala que la costumbre de los tria nomina iba perdiendo uso en el Tardoantiguo
y sobreviviacutea uacutenicamente en familias muy aristocraacuteticas21 De acuerdo con Kaster (2011) De Paolis (1986-1987) conjetura sobre la base de este descubrimiento
que Flavius Macrobius podriacutea ser entonces el gentilicio de la familia seguido luego por dos cognomina el uacuteltimo de los cuales seriacutea aquel por el cual el personaje era conocido y designado tanto en privado como en aacutembitos oficiales
22 Entre los cuales se cuentan Flamant (1977a) Kuumlppers (1977) Bevilacqua (1973) Cristescsu-Orchesanu (1972) Doumlpp (1978) Courcelle (1956) Armisen-Marchetti (2001-2003)
23 Tambieacuten Claudiano se refiere a Aacutefrica como ldquoalterius conuexa polirdquo en Gild 224 Avianus Fabulae Praef ldquoiquestQuieacuten hablaraacute contigo de prosa quieacuten de poesiacutea cuando en los dos geacuteneros
tuacute sobrepasas a los atenienses por tu cultura griega y a los romanos por tu latinidadrdquo
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uacuteltimo elogio nota Armisen-Marchetti (2001 X) no tiene sentido si se dirige a un romano Y si el mismo Macrobio por su parte se describe como carente de la elegancia de un na-tivo ambos testimonios parecen apuntar al mismo hecho si bien no hay que olvidar que la afirmacioacuten de Macrobio en la Praefatio puede verse como el toacutepico de la falsa modestia tal como observamos por ejemplo en Rufio Festo en la Praefatio de su Breuiarium 1 1 ldquoquippe cui desit facultas eloquendirdquo (cfr Curtius 1953 83-84 411-412)
Alan Cameron (2011) es partidario de esta uacuteltima posi-cioacuten ndasha la cual tambieacuten adscribimosndash de acuerdo con la cual sostiene que la lengua nativa de nuestro autor era sin duda el latiacuten en contra de la tendencia general al respecto adhi-riendo al argumento de la falsa modestia y sumando otra razoacuten de peso en la escritura de sus tres libros Macrobio se desempentildea como hablante nativo asiacute en Saturnalia hace decir a Pretextato ldquosicut contra quod Graeci ideacutein dicunt nos u littera addita uidere dicimusrdquo25 en los Commentarii sentildeala ldquopla-nities uero quam Graeci [epiphaneian] uocantrdquo26 y en De differen-tiis ldquonos dicimus curro percurro illi treacutecho diatreacutechordquo27 Coinci-dimos en esta apreciacioacuten de Cameron y con la idea de que la excusa de Macrobio puede ser un toacutepico o bien aludir al hecho de que no ha nacido propiamente en Roma28
Por otra parte la descripcioacuten de Aviano parece indicar que no era griego dado que se aplica el mismo razonamiento que para negar su origen romano pero sumado a que el manejo
25 Macrobio Sat 1 15 16 ldquoPor el contrario lo que los griegos dicen ideacutein nosotros decimos agregando una lsquoursquo uidererdquo
26 Macrobio Comm in Somn Sc 1 5 9 ldquoUna planicie que los griegos llaman lsquoephiphaneiacuteanrsquordquo27 Macrobio De differentiis 5 2 ldquoNosotros [los romanos] para lsquocorrerrsquo decimos curro cucurro ellos [los
griegos] dicen treacutecho diatreacutechordquo28 Contra la idea de que el griego sea la lengua materna de Macrobio se pronuncian Mras (1933) quien dice
que era el latiacuten dada su uso frecuente de los autores latinos y su traduccioacuten de las citas griegas Wissowa (1880) que sostiene que el fanatismo de Macrobio por Virgilio y Horacio denuncia su origen latino y Stahl (1952) que considera a nuestro autor maacutes familiarizado con la cultura latina que con la griega
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del griego de Macrobio presenta algunas debilidades prefie-re citar a los autores griegos en latiacuten y comete algunos errores cuando los traduce29 y a la inversa muestra una gran familia-ridad con las letras y la cultura latinas Seriacutea muy extrantildeo que un neoplatoacutenico cuya lengua materna fuera el griego eligiera debatir en los Commentarii cuestiones delicadas de filosofiacutea en otra lengua que no fuera la suya mientras que es verosiacutemil que escribiera en latiacuten siendo romano
A partir de estos datos se ha desencadenado una larga lista de especulaciones sobre el origen y la lengua de Macro-bio sin que ninguna haya sido hasta el diacutea de hoy aceptada con unanimidad La criacutetica ha postulado asiacute un origen no romano de alguna provincia muy helenizada del Imperio tal vez el norte de Aacutefrica y la elegantia por la falta de la cual el autor se excusa seriacutea aquella propia de la ciudad de Ro-ma30 La hipoacutetesis en general resulta bastante verosiacutemil y se ve reforzada por el ambiente cultural del norte de Aacutefrica teniendo en cuenta tambieacuten la existencia de la Disputatio de Somnio Scipionis de Favonio Eulogio de quien sabemos que fue orador de Cartago y alumno de Agustiacuten31
La otra cuestioacuten que ha desvelado a la criacutetica es la adscrip-cioacuten o no de Macrobio al cristianismo A diferencia de lo que
29 Sentildealados por Wissowa (1880 15)30 El primero en proponer esta teoriacutea fue Jan en su edicioacuten de 1848 Tambieacuten Monceaux (1894) y Alan
Cameron (1966) Si bien esta tesis es la maacutes aceptada hay otras posibilidades que la criacutetica ha con-siderado las de maacutes peso son las de Flamant (1977a 94) que propone el sur de Italia como posible patria de Macrobio o bien Espantildea o Aacutefrica misma regiones en las que la aristocracia romana poseiacutea grandes dominios y donde Macrobio habriacutea podido entrar en contacto con este medio Barker-Benfield (1975) sugiere prudentemente un origen egipcio a partir de la mencioacuten de los nombres de Macrobio y Eudoxio nieto de Macrobio a poca distancia uno del otro en el Papiro de Erlangen proveniente del Alto Egipto (Pap Er 31) Esta hipoacutetesis si bien resulta fraacutegil quizaacute coincidiriacutea con la gran estima que Ma-crobio parece demostrar por los egipcios y su saber como se comprueba en las numerosas referencias presentes en Saturnalia
31 Sobre si Macrobio habiacutea leiacutedo a Favonio o si ambos abrevaban de una fuente comuacuten la criacutetica no ha lle-gado a un acuerdo los textos manifiestan similitudes notables como para trazar alguacuten tipo de relacioacuten literaria entre ambos cfr Caldini Montanari (2002)
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plantean los autores que sostienen o sosteniacutean una datacioacuten alta de Macrobio como Bloch (1963) y que insistiacutean en ver el siglo IV como un supuesto ldquorenacimiento paganordquo desde la cronologiacutea baja que hemos desarrollado se impone una revi-sioacuten del valor de la obra macrobiana como fuente directa para conocer el ambiente culto pagano de fines del siglo IV a su vez la cuestioacuten adquiere una dimensioacuten mayor cuando se revisa la existencia certera de esta reaccioacuten pagana de fines del dicha centuria Alan Cameron (1977) propone convincentemente que no existioacute tal renacimiento pagano La prueba seriacutea que de los grandes escritores de la eacutepoca Ausonio Claudiano Amiano Marcelino y Rutilio Namantiano solo en el caso del primero que consta que era cristiano se reportan relaciones con Siacutemaco y no en los restantes todos paganos La actividad de enmienda y edicioacuten de los textos no teniacutea un cariz poleacute-mico anticristiano sino que tambieacuten era practicada por los cristianos mismos Saturnalia es asiacute un retrato inspirado en la nostalgia de lo que ya no existiacutea en la eacutepoca una idealizacioacuten basada en su caraacutecter de pasado y no en su paganismo Tam-poco puede decirse que el neoplatonismo fuera la filosofiacutea exclusiva de la clase pagana cuando muchos cristianos mani-festaban intereacutes en los autores neoplatoacutenicos y difundiacutean am-pliamente los textos de Plotino y Porfirio en contraposicioacuten con los paganos que para Alan Cameron muestran en esta eacutepoca una actitud maacutes bien apaacutetica y ausente Para Sinclair (1982) Macrobio busca por medio de su tarea oponerse a la exeacutegesis parcial del grammaticus al hacer una lectura de Virgi-lio que lo muestra como un maestro en todas las disciplinas que aborda postura con la que concordamos
En todos estos casos la tendencia es considerar a Macro-bio como un autor de sentimiento pagano independiente-mente de que estuviera convertido al cristianismo por cues-tiones de caraacutecter praacutectico De hecho la aceptacioacuten de su identificacioacuten con el Prefecto del Pretorio supone que era cristiano al menos de manera formal ya que en esa eacutepoca
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para acceder a los altos cargos en el Imperio era necesario abrazar la religioacuten oficial32 Desde una posicioacuten en el otro ex-tremo algunos autores declaran que Macrobio se manifesta-ba como cristiano Collins (1909) ve en la alusioacuten al episodio de la matanza de Herodes una prueba ya que Macrobio es el uacutenico escritor no abiertamente cristiano que la menciona (Sat 2 24) Tambieacuten lo consideroacute cristiano Grotius (1979) a partir de las expresiones ldquoDeus omnium fabricatorrdquo (Sat 7 3) y ldquoDeus opifex omnes sensus in capite locauitrdquo (Sat 7 14) Pero como sentildeala Bevilacqua (1973) lo que compartimos vehe-mentemente un neoplatoacutenico de la eacutepoca podriacutea perfecta-mente haberse expresado en estos teacuterminos
Ciertamente no hay marcas de ideas uniacutevocamente cris-tianas en la obra de Macrobio y tampoco aborda el cris-tianismo como tema o fenoacutemeno Stewart (1929) afirma que el silencio de Macrobio con respecto al cristianismo se debe a una roman etiquette por medio de la cual los es-critores paganos en una especie de pacto para conservar las tradiciones paganas romanas escriben aun mucho despueacutes de que el cristianismo hubiera triunfado como si nunca hubieran oiacutedo hablar de eacutel Stewart habla de una ldquoconspiracioacuten de silenciordquo asiacute escribiriacutean cristianos como Boecio Claudiano Sinesio o Sidonio Apolinar y otros paganos como Siacutemaco y Marciano Capela Uacutenicamente en Porfirio encontramos un violento ataque a la cristian-dad Coincidimos en este punto con la propuesta de Stahl (1952) que sostiene que no debe sorprendernos la falta de alusioacuten al cristianismo dadas las obras que el autor se propone componer un comentario filosoacutefico neoplatoacuteni-co y un libro que recoge las antiquitates paganas sumado
32 Contra esta idea predican Sandys (1906) Mras (1933) Whittaker (1923) y Glover (1901) negando tam-bieacuten la identificacioacuten de Macrobio con el Teodosio del Codex Otros (Wessner en Pauly 1928 Henry 1934) aceptan la identificacioacuten pero para conciliar al funcionario cristiano con el escritor pagano con-sideran que se convirtioacute luego de la escritura de sus obras y en ese momento se agregoacute la inscripcioacuten de uir clarissimus et inlustris a los manuscritos
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al hecho de la falta de oposicioacuten entre paganos y cristia-nos en el siglo V lo cual hace casi innecesaria la explica-cioacuten acerca de este silencio macrobiano33
Finalmente Kaster (2011)34 en una exposicioacuten convincen-te y prudente a la vez que comparte Alan Cameron (2011)
33 Armisen-Marchetti (2001 XIX) se opone abiertamente a considerar a Macrobio cristiano incluso uno ldquoti-biordquo La autora sentildeala que su paganismo ferviente se halla demostrado en Saturnalia y su neoplatonismo en las exposiciones de los Commentarii que resultan ser algunas de las maacutes completas con que contamos de por ejemplo la teoriacutea de las tres hipoacutestasis Su silencio es asiacute desdeacuten hacia el cristianismo incluso una provocacioacuten Por su parte Neri (2007) retomando una vieja opinioacuten de la criacutetica no considera que Macrobio fuera cristiano por el hecho particular de que incluye en Saturnalia un personaje de nombre ldquoEvaacutengelordquo que aludiriacutea al cristianismo y que resulta negativo dentro de la obra Sin embargo podemos objetar los exabruptos de Evaacutengelo se deben a que el personaje es negativo dentro de la economiacutea narrativa de Saturnalia por su falta de uerecundia (Kaster 1980) y no por razones religiosas
34 Los argumentos de Kaster pueden resumirse como sigue el nombre ldquoTheodosiusrdquo casi no se encuentra en la elite romana antes del reino de Teodosio el Grande dado que Macrobio recibioacute su nombre alre-dedor de la misma eacutepoca en que el Emperador estaba cerrando templos y prohibiendo cultos paganos no es probable que los padres que lo nombraron ldquoTheodosiusrdquo fueran paganos En segundo lugar como ya mencionamos Macrobio obtuvo uno de los cargos maacutes altos en el Imperio que en el siglo V era indudablemente ya cristiano seriacutea muy poco probable que lo hubiera conseguido si adheriacutea a la antigua religioacuten En un momento Macrobio hace decir a uno de sus personajes Evaacutengelo ldquoEt nos inquit manum ferulae aliquando subduximus et nos cepimus pontificii iuris auditumrdquo (Sat 3 10 2) El hecho es que quien habla no podriacutea haber asistido a la escuela del gramaacutetico (como entendemos que hizo por la referencia a Juvenal 1 15) a escuchar lecciones de derecho pontificial que no existiacutean en ese aacutembito Quien escribioacute esa frase no teniacutea experiencia personal en las formas en que las praacutecticas de la antigua religioacuten eran transmitidas sino que simplemente utilizoacute la analogiacutea de las instituciones literarias o bien la de la catequesis cristiana Otro personaje de Saturnalia refirieacutendose al ciclo de los diacuteas de mercado dice ldquoNundinae sunt paganorum itemque rusticorum quibus conueniunt negotiis pro-priis uel mercibus prouisurirdquo (Sat 1 16 6) En sus acepciones originales los teacuterminos pagani y rustici eran esencialmente sinoacutenimos ldquogente del campordquo ldquocampesinosrdquo Macrobio usa aquiacute el segundo para glosar el primero porque anticipa que una audiencia cristiana podriacutea interpretar pagani en el sentido peyorativo y sectario que llegoacute a adquirir en la eacutepoca Entre las bromas ingeniosas atribuidas a Augusto en el libro segundo estaacute la siguiente ldquoCum audisset inter pueros quos in Syria Herodes rex Iudaeorum intra bimatum iussit interfici filium quoque eius occisum ait Melius est Herodis porcum esse quam filiumrdquo (Sat 2 4 11) Es verdad que Herodes el Grande matoacute a su hijo mayor y heredero aparentemente poco antes de su propia muerte en 4 d C lo cual habriacutea justificado la frase de Augusto Pero esa muerte no tuvo nada que ver con la matanza de los inocentes que uacutenicamente relata Mateo entre los evangelistas (2 16-18) y ndashcomo ya ha sido notadondash Macrobio es el uacutenico autor secular en mencionar Esta broma por lo tanto parece provenir de una fuente cristiana ante la cual Macrobio siente que su audiencia tambieacuten cristiana no necesitaraacute ninguna explicacioacuten
Introduccioacuten 37
y a la cual tambieacuten adherimos sentildeala varios motivos por los cuales Macrobio parece haber sido cristiano y lo que es maacutes importante auacuten agrega que el cristianismo o no de Ma-crobio es un tema que por un lado pierde su importancia decisiva a partir de la aceptacioacuten de la datacioacuten baja y por otro no admite para su resolucioacuten la aplicacioacuten de catego-riacuteas riacutegidas ldquopaganos-cristianosrdquo que ya no son operativas en la eacutepoca Por lo tanto consideramos que Macrobio sin duda era un cristiano probablemente convertido maacutes extra-ntildeo resultariacutea quizaacute considerar que proveniacutea de una familia cristiana sobre todo por el hecho de que seriacutea esperable en su obra alguacuten rastro de su religioacuten Pero nuevamente esta expectativa se justificariacutea quizaacute en una eacutepoca de poleacutemica entre cristianismo y paganismo que no se verifica en el siglo V El silencio de Macrobio con respecto al cristianismo pue-de interpretarse de manera relativamente sencilla si somos coherentes con el clima cultural de la Antiguumledad tardiacutea ya que las tradiciones paganas se mantuvieron con vida en la escuela a la que asistiacutean todos los miembros de la clase se-natorial y ello explica el espiacuteritu ldquopaganizanterdquo de las obras macrobianas
Tampoco resulta extrantildeo ni significativo el silencio con respecto al cristianismo dado que el autor aborda en sus obras la criacutetica literaria de Virgilio la explicacioacuten filosoacutefi-ca de Ciceroacuten y el sistema verbal latino y griego Ninguno de estos temas requiere una alusioacuten al cristianismo sobre todo por el principio exegeacutetico de que ldquoHomero explica a Homerordquo o ldquoLa Biblia explica a la Bibliardquo si el comentario es sobre un texto pagano neoplatoacutenico es de esperar que las alusiones a los autores de la tradicioacuten platoacutenica despe-jen las ambiguumledades de interpretacioacuten El cristianismo puede ser la religioacuten oficial del Imperio puede convivir paciacuteficamente con otras corrientes filosoacuteficas y religiosas pero de ninguna manera tiene todaviacutea una historia como paideiacutea o como tradicioacuten cultural sino que es ldquolo nuevordquo
Julieta Cardigni38
por lo tanto la ausencia de referencia al cristianismo no es de ninguna manera indiferencia violenta o alguacuten tipo de ataque silencioso simplemente el cristianismo no tiene para Macrobio ninguacuten intereacutes ni poder explicativo al me-nos en esta etapa de su proyecto didaacutectico En consecuen-cia no puede deducirse de este silencio una oposicioacuten al cristianismo ni siquiera una sutil de hecho hasta podriacutea-mos pensar que al escribir Macrobio buscaba no ofender a ninguno de sus lectores cristianos evitando alusiones direc-tas La clave desde nuestro punto de vista es ver la obra de Macrobio como un proyecto pedagoacutegico que surge a partir de la oposicioacuten a la educacioacuten del gramaacutetico y si hay un contraste es ahiacute donde debe buscarse y no en el aspecto religioso De la misma manera la profusioacuten de alusiones y exposiciones que nosotros como lectores modernos liga-mos al paganismo son en realidad alusiones a la cultura de los antepasados sobre las cuales tambieacuten se construye el cristianismo Macrobio parece estar asiacute dialogando con otros ldquopaganismosrdquo ya sea con el texto de Amiano Marceli-no ya sea con el epistolario de Siacutemaco o con la escuela del gramaacutetico no con un cristianismo que en esta instancia no constituye un interlocutor apropiado
Fuentes de los CommentariiTrataacutendose en el caso que nos ocupa de un comentario el
estudio de sus fuentes resulta fundamental Es este un pro-blema complejo ya que Macrobio hacieacutendose eco de las cos-tumbres de la eacutepoca pocas veces menciona los nombres de los autores que utiliza a menudo cuando lo hace cita inten-cionalmente por el nombre a autores que no leyoacute de primera mano y aun cuando nombra a veces la fuente no podemos estar seguros de que haya leiacutedo el texto directamente El tema fue objeto de estudio por parte de numerosos criacuteticos que han variado en sus opiniones sobre nuestro autor desde
Introduccioacuten 39
una postura completamente negativa en el siglo XIX seguacuten la cual Macrobio habriacutea copiado toda su obra de una fuente latina hoy perdida35 hasta una consideracioacuten un poco maacutes abierta gracias a trabajos a partir de los antildeos 3036 seguacuten los cuales Macrobio actuacutea como compilador de diferentes fuen-tes que toma y reelabora con cierta habilidad aunque sin particular originalidad Tal como coincide en afirmar la ma-yor parte de la criacutetica hoy en diacutea la figura de Macrobio se presenta como la de un hombre culto poseedor de numero-sas lecturas a las que recurre y combina de acuerdo con su ob-jetivo didaacutectico sin mayores pretensiones que la de ser claro en la transmisioacuten de la tradicioacuten cultural (cfr Gersh 1986)
El problema de las fuentes de los Commentarii consta de dos aspectos el de las fuentes filosoacuteficas y el de las cientiacutefi-cas En el primer caso si bien es evidente la influencia de la tradicioacuten platoacutenica no podemos determinar si Macrobio ha-biacutea leiacutedo a Platoacuten directamente o si existiacutea un intermediario latino del cual abrevaba Tambieacuten existe un problema para determinar la preeminencia de Plotino o de Porfirio que ha quedado relativamente definido a favor de este uacuteltimo si bien es el menos mencionado expliacutecitamente (cfr Cour-celle 1943 y Henry 1934) El conjunto se completa con la presencia de una respetable cantidad de citas y alusiones de-rivadas de autores neoplatoacutenicos maacutes difiacuteciles de identificar En cuanto a las fuentes filosoacuteficas platoacutenicas expliacutecitamente citadas ademaacutes de Platoacuten (del cual se cita Timeo Fedoacuten Gor-gias Fedro Repuacuteblica Cratilo y Leyes en total maacutes de dieciseacuteis
35 La criacutetica del siglo XIX y de principios del XX (Linke 1888 Wissowa 1880 Bitsch 1911 Schedler 1916) sugiere que este intermediario perdido seriacutea el Comentario al Timeo de Porfirio que habriacutea sido usado por un comentarista latino del Somnium del cual habriacutea abrevado Macrobio A su vez este hipoteacutetico comentario latino tendriacutea como fuente las Quaestiones Vergilianae obra de Mario Victorino basada tambieacuten en Porfirio Esta hipoacutetesis fue rechazada por Mras (1933) Henry (1934) y Courcelle (1943)
36 Courcelle (1943) Henry (1934) Mras (1933) Tuumlrk (1962) Estos autores han descartado la teoriacutea de una fuente uacutenica sobre todo por considerarla insuficiente para explicar la extensioacuten y variedad de temas abordados por Macrobio
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referencias) tambieacuten cita Macrobio seis veces las Eneacuteadas de Plotino y dos veces el Comentario al Timeo de Porfirio en los casos en que Porfirio es mencionado expliacutecitamente se alude a su capacidad como comentarista y su funcionalidad discursiva es la comparacioacuten con el propio Macrobio A su vez en muchos otros pasajes en que la fuente es el mismo Porfirio Macrobio cita a Potino respondiendo a esta praacutec-tica de su eacutepoca de recurrir a la fuente maacutes proacutexima pero al nombre maacutes prestigioso que obviamente no siempre coinciden Hay tambieacuten en los Commentarii bajo el aparente caos de citaciones y alusiones una jerarquiacutea ndashque se asimila a aquella que el propio Plotino establece en sus Eneacuteadasndash de acuerdo con la cual Platoacuten se ubica junto con Ciceroacuten en lo maacutes alto ndashpero siempre lo superandash y cuando uno de los dos no es claro se recurre al nombre de Plotino ndashpero a la cita de Porfiriondash y de esta manera Macrobio cumple con su deber hacia la tradicioacuten y con la uerecundia y diligentia que eacutel mismo propone en su modelo de lector37
Asiacute como ocurre con Porfirio son muchos otros los auto-res que quedan en la sombra ocultos por esta praacutectica ma-crobiana ya sea que aporten elementos filosoacuteficos o bien los conocimientos cientiacuteficos de los Commentarii Por un lado los filoacutesofos anoacutenimos cuyas tesis son aludidas sin precisioacuten Asiacute en el caso de Eratoacutestenes Macrobio en 1 20 9- 10 le corrige su error al calcular el tamantildeo relativo del Sol y de la Luna (Geog) pero luego en 1 20 11-32 le atribuye el meacutetodo correcto para averiguar esta informacioacuten a los egipcios sa-biendo que tambieacuten lo han calculado los griegos Aun maacutes Macrobio calcula la circunferencia de la Tierra en 252000 estadios cifra ya calculada por Eratoacutestenes al cual el comen-tarista se cuida muy bien de nombrar esta vez Por otro lado
37 Para un anaacutelisis exhaustivo de las presencias platoacutenicas y neoplatoacutenicas en los Commentarii cfr Cardigni (2008 2010) Sobre el modelo de lector propuesto por Macrobio cfr el Capiacutetulo 4 ldquoHacia un comentario narrativo-ficcionalrdquo
Introduccioacuten 41
en 2 4 Macrobio parece estar citando directamente las obras de Aristoacuteteles pero su versioacuten de los argumentos aritmeacuteticos difiere de la original Hay tambieacuten alusiones a un tratado aritmoloacutegico griego temprano y existe la idea de que Ma-crobio al tratar sobre los nuacutemeros estariacutea usando tambieacuten a Pseudo Jaacutemblico y a Nicoacutemaco de Gerasa (cfr Gersh 1986 514) Tambieacuten estaacuten presente en los Commentarii corrientes filosoacuteficas como el neopitagorismo y el gnosticismo asiacute el tratamiento que Macrobio da al tema del valor miacutestico de los nuacutemeros en Saturnalia 1 13 y sobre todo en los Commen-tarii 1 5-6 es claramente pitagoacuterico Dentro de este campo de estudio ha surgido la discusioacuten acerca de la posibilidad de que Numenio de Apamea sea la fuente de Macrobio en el capiacutetulo sobre el descenso del alma a traveacutes de las esferas celestes (Comm 1 12) aceptado hoy en diacutea como fuente para el capiacutetulo 12 pero no para la descripcioacuten de los inferi y sus castigos38 Como es de esperar a causa de sus intenciones poeacuteticas y didaacutecticas Macrobio ha sido considerado un gran conciliador de la ortodoxia neoplatoacutenica de su tiempo en su comentario e incluso sus alusiones al misticismo ndashprovenien-tes tambieacuten de Numenio aparentementendash se consideran ya mediadas por Porfirio y Plotino (seguacuten Flamant 1981) y de esta manera en su comentario el dualismo y pesimismo gnoacutes-tico que Macrobio habriacutea detectado como peligrosos para el pensamiento occidental quedan conjurados en funcioacuten de su conciliacioacuten con el platonismo sobre todo en temas como la encarnacioacuten del alma la animacioacuten del mundo y la belleza del universo
Por otra parte los capiacutetulos de los Commentarii dedicados a la clasificacioacuten de los suentildeos fueron de gran popularidad en eacutepocas posteriores perviviendo a veces incluso como un tratado separado del resto del texto Si bien la clasificacioacuten
38 Acerca de Macrobio como transmisor de Numenio cfr Cumont (1919) Leemans (1937) Beutler (1940) Elferink (1968) De Ley (1972)
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de Comm 1 3 2 en cinco categoriacuteas de suentildeos (tres adivi-natorios ndashsomnium oraculum uisiondash y dos que se descartan por no serlo ndashinsomnium uisumndash) no es original en la An-tiguumledad sino que abundaban los tratados oneirocriacuteticos donde se proponiacutean interpretaciones de suentildeos especiacuteficos el eacutexito de Macrobio se debe a su siacutencresis y sencillez dado que de las numerosas fuentes disponibles opta por aquella que le parece maacutes accesible y pasible de ser sistematizada En general los paralelos maacutes evidentes son con el Tratado de Artemidoro Daldiano autor de cinco libros sobre los sue-ntildeos titulados Oneirokritikaacute (s II d C) hasta tal punto que en muchos casos Macrobio parece estar traduciendo la obra griega Sin embargo en otros casos hay divergencias por ejemplo a diferencia de Artemidoro Macrobio no separa en distintas jerarquiacuteas los suentildeos profeacuteticos de aquellos que no lo son y los describe por igual si bien su intereacutes estaacute clara-mente en los primeros Por lo tanto Macrobio podriacutea estar abrevando no de Artemidoro sino de una fuente comuacuten a ambos o bien de un intermediario que habriacutea introducido esos cambios quizaacute Posidonio o el Comentario perdido de Porfirio al Timeo platoacutenico39 Para Mras (1933) la fuente son las Cuestiones homeacutericas de Porfirio para Courcelle (1943) es el Comentario perdido de Porfirio a la Repuacuteblica de Platoacuten40
La asignacioacuten de las fuentes cientiacuteficas es aun maacutes vaga e imprecisa dado que al no estar ligadas a una postura filosoacute-fica determinada no es faacutecil identificarlas (cfr Flamant 1977 y Armisen-Marchetti 2001-2003) pueden sentildealarse algunos
39 Stahl (1952) se plantea el problema Es partidario de la fuente comuacuten Kessels (1969) y del intermedia-rio Blum (1936)
40 Por su parte Calcidio en su Commentarius in Timaeum un poco anterior a la obra de Macrobio tambieacuten ensaya una clasificacioacuten de los suentildeos que no obstante no coincide con la macrobiana Ciceroacuten (Adiv 1 64) y Filoacuten de Alejandriacutea (De somniis) son a su vez representantes de una tradicioacuten tripartita que remonta a Posidonio independiente de la de Artemidoro y Macrobio cfr Kessels (1969) la influencia de Artemi-doro en el Medioevo seraacute siempre a traveacutes de Macrobio comparten esta popularidad tambieacuten la tradicioacuten transmitida por Calcidio y la de los libros de suentildeos atribuidos a Joseacute y Daniel (Navarro Antoliacuten 2006)
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nombres como Euclides Nicoacutemaco de Gerasa Numenio de Apamea Favonio Eulogio Teoacuten de Esmirna Calcidio y Pro-clo Pero ademaacutes el problema final es determinar la origina-lidad de Macrobio con respecto a sus fuentes es decir de queacute manera las utiliza y cuaacutel es su aporte En la seccioacuten de aritmologiacutea (1 5- 6) de teoriacuteas pitagoacutericas baacutesicas pueden rastrearse influencias de los Elementa Geometriae de Euclides de Varroacuten (citado por Gelio en Noctes Atticae 3 10) De somniis de Filoacuten de Alejandriacutea la Expositio rerum mathematicarum ad legendum Platonem utilium de Teoacuten de Esmirna la Arithmetike eisagoge de Nicoacutemaco de Gerasa Theologumena Arithmeticae de Pseudo Jaacutemblico la Disputatio de Somnio Scipionis de Favonio y el Commentarius in Timaeum de Calcidio41 Entre las obras de Porfirio ademaacutes del perdido Comentario a Timeo Macrobio puede haber tomado la foacutermula de juramento de los pitagoacute-ricos basada en el tetratkyacutes como nuacutemero que representa la perfeccioacuten del alma de la Vita Pythagorae de Porfirio Tam-bieacuten Posidonio es otra posible fuente de esta seccioacuten mien-tras que para otros criacuteticos Macrobio estariacutea siguiendo una tradicioacuten de manuales aritmoloacutegicos latinos que remontan a Posidonio viacutea Varroacuten Por otra parte las estrechas concor-dancias entre Macrobio y Pseudo Jaacutemblico llevan a pensar que nuestro autor estaacute siguiendo a Nicoacutemaco a su vez fuente de Theologumena Arithmeticae de Pseudo Jaacutemblico (cfr Cour-celle 1943 Robbins 1921)
En la seccioacuten dedicada a la astronomiacutea (Comm 1 14-21 1 22- 23) donde Macrobio realiza una descripcioacuten del univer-so se manifiestan visibles concordancias con el Commentarius in Timaeum de Porfirio En la demostracioacuten del movimiento de los planetas (1 18) Macrobio presenta afinidades con los planteamientos de Teoacuten de Esmirna y Calcidio que remontan
41 Robbins (1921) traza una red que relaciona todos estos tratados y sugiere que quizaacute se remonten a un antepasado comuacuten Tambieacuten incluye en esta lista De Nuptiis de Marciano Capela pero en nuestra opinioacuten este tratado debe datarse ca 470 (cfr Alan Cameron 1986 Shanzer 1986) y por lo tanto es este uacuteltimo autor quien en todo caso abreva de Macrobio
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a su vez al Commentarius in Timaeum del peripateacutetico Adrasto En el caso de la doxografiacutea sobre la Viacutea Laacutectea (1 15 3-7) hay concordancias con Posidonio de Apamea y con su opinioacuten de que la sombra de la tierra es ciliacutendrica y hay tambieacuten influen-cias de Porfirio en otros aspectos maacutes puntuales por ejemplo de De antro Nymphorum para los domicilia de los planetas (1 21 24-26) Para la seccioacuten de la astrologiacutea y la influencia beneacutefica o no de los planetas (1 19 20-26) Macrobio sentildeala expresa-mente que su fuente es la Harmoacutenica de Ptolomeo aunque es posible que haya leiacutedo un comentario de Porfirio a esta obra42
Con respecto a la muacutesica (2 4) la fuente principal es el Commentarius de Porfirio a Timeo como declara expliacutecitamen-te nuestro comentarista y lo confirma la comparacioacuten con otros tratados y comentarios neoplatoacutenicos como la Expositio de Teoacuten de Esmirna y los comentarios al Timeo de Calcidio y Proclo A su vez es posible rastrear la influencia de la Vita Pythagorae de Porfirio en algunos pasajes (2 1 4-12 2 4 14) El objetivo de Macrobio es demostrar la existencia de la muacute-sica de las esferas mediante argumentos metafiacutesicos relativos a la animacioacuten del mundo por el Alma que es de por siacute una tesis platoacutenica A estas influencias se suman tambieacuten algunas ideas peripateacuteticas de Adrasto viacutea Porfirio Finalmente en la seccioacuten dedicada a la geografiacutea (2 5- 9) Macrobio describe la divisioacuten de las zonas terrestres la teoriacutea de los cuatro mundos habitados y la descripcioacuten del riacuteo Oceacuteano cuyos brazos al con-fluir originan el fenoacutemeno de las mareas estas ideas estaacuten tomadas de Crates de Malos (siglo II a C) si bien no puede precisarse si es a traveacutes del comentario a Timeo de Porfirio43
42 En la traduccioacuten anotada de los Commentarii (Navarro Antoliacuten 2006) el autor realiza una exhaustiva asignacioacuten de fuentes
43 Es notable que con respecto a la geografiacutea Macrobio se remonte a un estado maacutes bien arcaico de la ciencia siguiendo a Crates de Malos y no aluda por ejemplo a Posidonio quien atribuiacutea la formacioacuten de las mareas a la influencia de la luna Al respecto podemos arguumlir con Scarpa (1981) que Macrobio prefiere siempre la informacioacuten maacutes antigua que goza de mayor prestigio y a la vez es la maacutes sencilla dado su propoacutesito pedagoacutegico
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Por uacuteltimo iquesthay lugar en los Commentarii de Macrobio para fuentes latinas Seguacuten Linke (1880) como ya hemos mencio-nado toda su obra seriacutea una copia de un intermediario latino quizaacute un comentario al suentildeo de Escipioacuten compuesto por Ma-rio Victorino a partir del comentario a Timeo de Porfirio Es cierto que en el pasaje dedicado al desarrollo del origen celeste del alma y de su retorno al cielo despueacutes de la muerte (Comm 1 9-10) Macrobio hace gala de su erudicioacuten latina incluyendo una cantidad de citas ndashalgunas en forma de paraacutefrasisndash quizaacute mayor de la necesaria Juvenal Sat 2 2 Persio Sat 1 7 Virgilio Aen 12 952 Aen 6 736 6 653 6 538 Juvenal Sat 12 2-3 Vir-gilio Aen 6 616- 7 Actio v 47 Dangel Virgilio Aen 6 743 In-cluye tambieacuten de manera curiosa el episodio de la espada de Damocles al describir la localizacioacuten de los Infiernos lo cual resulta narrativamente innecesario44 (aunque no irrelevante en nuestra opinioacuten) Esto es lo que ha llevado a suponer retoman-do la antigua tesis de Bitsch que Macrobio podriacutea estar abre-vando en un comentario a Virgilio escrito por Mario Victorino lo cual implica nuevamente aceptar una cadena de suposicio-nes hipoteacuteticas imposibles de confirmar
Por uacuteltimo es necesario recordar que el autor tiene una clara intencioacuten didaacutectica por lo cual es posible que muchas veces la eleccioacuten de las fuentes se deba a una sencillez en la explicacioacuten que Macrobio evidentemente valoraba Esto po-driacutea explicar por queacute frecuentemente Macrobio usa a Porfirio pero menciona como fuente a Plotino lo cual resulta bastante maacutes significativo que atribuir esta praacutectica a un simple gusto por lo antiguo Asimismo consideramos que esta praacutectica estaacute regida por la aplicacioacuten de la uerecundia y la diligentia (cfr Kas-ter 1980a) pilares del proyecto macrobiano y determinantes de una jerarquiacutea y de las cuales surgiraacute la doctrina completa homogeacutenea y unitaria que nuestro autor busca Este hecho unido a la intencioacuten de reducir a una unidad el vasto saber de
44 Por ejemplo para Flamant (1977a)
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la Antiguumledad puede haber determinado o condicionado el trabajo de Macrobio sobre sus fuentes ademaacutes de la disponi-bilidad con la que contaba circunstancia mucho maacutes comple-ja de determinar para nosotros hoy en diacutea
Hipoacutetesis y objetivos del presente libroEn el marco de esta dinaacutemica de los estudios macrobianos
nuestro objetivo especiacutefico es lograr una caracterizacioacuten ge-neacuterica de los Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio a partir de un anaacutelisis discursivo que tenga en cuenta al mismo tiempo el texto como producto y proceso su contexto inme-diato es decir su situacioacuten de produccioacuten y su contexto me-diato entendido como las convenciones geneacutericas disponibles por medio de las cuales el autor configura su obra y la codifica en claves de lectura comunes a eacutel y a sus lectores
Con respecto a su tarea literaria podemos decir con cier-ta conviccioacuten que Macrobio era un escritor de caraacutecter en-ciclopedista no porque pretendiera abarcar la totalidad del conocimiento ni hacerlo de manera exhaustiva sino porque buscaba proveer de un saber de caraacutecter general que sirviera como base cultural para los estudios superiores que llevariacutea a cabo su hijo a quien estaacuten dedicados tanto los Commentarii como Saturnalia En este sentido la acusacioacuten de plagio o de falta de originalidad no tiene ninguna legitimidad de hecho eacutel mismo nos da la clave para comprender coacutemo opera con sus lecturas en la Praefatio de Saturnalia
Apes enim quodammodo debemus imitari quae uagantur et flores carpunt deinde quicquid attulere disponunt ac per fauos diuidunt et sucum uarium in unum saporem mixtura quadam et proprietate spiritus sui mutant45
45 Macrobio Sat Praef 1 5 ldquoPues debemos imitar a las abejas que circulan y liban las flores luego orga-nizan todo lo que han aportado y lo dividen por los panales y transforman un jugo variado en un solo sabor a partir de una cierta mezcla y propiedad de su esenciardquo
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La metaacutefora de las abejas de larga tradicioacuten en la lite-ratura grecolatina y que aquiacute estaacute tomada de Seacuteneca (Ep 84) es una de las tantas que nuestro autor utiliza para describir sus meacutetodos que configuran a fin de cuentas lo que eacutel considera que es el saber Macrobio enuncia a continuacioacuten su objetivo inmediato reducir la totalidad del saber a Uno
Ex omnibus colligamus unde unum fiat ex omnibus sicut unus numerus fit ex singulis Hoc faciat noster animus om-nia quibus est adiutus abscondat ipsum tamen ostendat quod effecit46
Lo mismo leemos al final de los Commentarii el hecho de que es posible reducir el saber muacuteltiple a Uno y ademaacutes es imperativo hacerlo La afirmacioacuten se refiere en principio al Somnium pero faacutecilmente podemos ver que se aplica al texto macrobiano que ha logrado interpretar en una lectura uni-ficadora esta totalidad de saber y traducirlo en un ejercicio espiritual ldquoVere igitur pronuntiandum est nihil hoc opere perfec-tius quo uniuersa philosophia continetur integritasrdquo47 En tercer lugar tambieacuten nuestro autor explica claramente cuaacutel es el objetivo mayor de su obra cuando dirigieacutendose a su hijo en Saturnalia aclara que ldquoHinc est quod mihi quoque institutione tua nihil antiquius aestimaturrdquo48 a partir de lo cual se confir-ma que tanto Saturnalia como los Commentarii dedicados a Eustacio tienen principalmente un fin didaacutectico tambieacuten el Tratado posee estas caracteriacutesticas pedagoacutegicas si bien el dedicatario es un joven Siacutemaco
46 Macrobio Sat Praef 1 8 ldquoReunamos todo para conseguir solo uno como un solo nuacutemero es la suma de varios Que nuestro intelecto realice esto que oculte todo aquello con lo que se ha nutrido pero muestre lo que ha conseguidordquo
47 Macrobio Comm in Somn Sc 2 17 17 ldquoAsiacute pues debe decirse que no hay nada maacutes perfecto que esta obra puesto que contiene toda la filosofiacuteardquo
48 Macrobio Sat Praef 1 2 ldquoPues nada es maacutes importante para miacute que tu educacioacutenrdquo
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Macrobio es entonces maacutes que un compilador de las teo-riacuteas del pasado cultural dado que en su tarea intenta buscar orden y coherencia por medio de los cuales este conjunto pueda ser transmitido y asimilado como una unidad orgaacute-nica incluyendo no solo el saber intelectual sino tambieacuten el social y moral Sobre su originalidad no parece un asunto apropiado de discutir en un autor que no se proponiacutea ser original en una eacutepoca en que la novedad no era valorada en general y la produccioacuten literaria se regiacutea por el culto de la imitatio Sin embargo como intentaremos demostrar a veces en el afaacuten de preservar es necesario transformarse y puede ser que despueacutes de todo encontremos cierta originalidad en las estrategias geneacuterico-literarias puestas en juego por Ma-crobio para conservar el pasado cultural
Dado este contexto partimos de una serie de supuestos que esperamos desarrollar a lo largo de nuestro trabajo
1 Macrobio propone un paradigma de saber y de edu-cacioacuten que se opone de manera poleacutemica al de la escuela romana a traveacutes de un proyecto pedagoacutegico-literario de ca-racteriacutesticas particulares
2 Este modelo se basa en la concepcioacuten neoplatoacutenica de exeacutegesis y de universo y combina la criacutetica alegoacuterica con la eacutetica y la geneacuterica en este sentido se aleja y acerca a sus modelos literarios previos incorporando elementos ajenos al comentario filosoacutefico y retomando otros que le eran ca-racteriacutesticos
3 La eficacia de esta construccioacuten ideoloacutegica macrobia-na descansa sobre la eleccioacuten del geacutenero discursivo dado su culto de la imitatio Macrobio opta por un geacutenero de larga tradicioacuten en el que introduce modificaciones signi-ficativas
4 Una descripcioacuten y explicacioacuten de las caracteriacutesticas dis-cursivas de los Commentarii de Macrobio en sus tres niveles (gramaacutetica registro y geacutenero) a partir de una perspectiva funcionalista permite dar cuenta de su especificidad
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5 La construccioacuten ideoloacutegica macrobiana del mundo constituye una alternativa entre el cristianismo y el paganis-mo maacutes apegado a la romanitas tradicional revelando una concepcioacuten de macrocosmos ndashreflejada en el microcosmos textualndash que conforma otra versioacuten posible de pensamiento en el Tardoantiguo
6 La proyeccioacuten de estos objetivos al resto del corpus ma-crobiano evidencia la existencia de un proyecto pedagoacutegico-literario a partir de una idea de saber totalizador coherente y unitario que implica una nueva propuesta identitaria
7 Esta propuesta identitaria es fundamentalmente la de un lector nuevo cuyas habilidades hermeneacuteuticas le permitan deve-lar el sentido oculto de la tradicioacuten para construir su presente
Nuestro objetivo general al que el anaacutelisis de la obra macrobiana espera contribuir de manera decisiva es detec-tar las formas discursivas de construccioacuten de la identidad en esta eacutepoca de crisis cultural y visualizar de queacute mane-ra por medio de la puesta en escena de recursos como el de la ficcionalizacioacuten la propuesta de un modelo universal y la redefinicioacuten de la relacioacuten con la tradicioacuten cultural y con la auctoritas se gestan al mismo tiempo un geacutenero y una identidad nuevos que paradoacutejicamente trascenderaacuten la ro-manidad misma
Precisiones teoacuterico-metodoloacutegicasEl estudio que realizamos requiere de un marco teoacuterico-
metodoloacutegico que permita partir de la especificidad discur-siva para proyectarse al aacutembito extratextual y concebir la construccioacuten del texto dentro del sistema de opciones geneacute-ricas de la eacutepoca para valorar asiacute en la medida adecuada el texto como producto
El anaacutelisis discursivo que adoptamos se basa en una nocioacuten funcional de la lengua y en particular en la gramaacutetica textual de Halliday cuya concepcioacuten funcional del lenguaje permite
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incorporar elementos que un anaacutelisis formal no considera fundamentalmente relacionados con el contexto tanto el in-mediato (registro) como el mediato (geacutenero)49 El hecho de aplicar una teoriacutea de la lengua y un meacutetodo de anaacutelisis que no son frecuentes en el tratamiento de una lengua de corpus genera varias dificultades de adaptacioacuten que precisaremos en breve sobre la base de acercamientos previos a las lenguas claacutesicas a partir del funcionalismo50 y teniendo en cuenta las caracteriacutesticas del contexto linguumliacutestico en que Macrobio escribe su obra51 Como complemento del anaacutelisis geneacuterico-funcional ndashhacia el que tienden los estudios claacutesicos hoy en diacutea tambieacutenndash52 estudiamos de igual manera otros recursos discursivo-literarios por medio de los cuales se construye el comentario en particular algunos que tienen que ver con elementos retoacutericos ndashcomo la presencia de operaciones inter-textualesndash y con las praacutecticas exegeacuteticas que utiliza Macrobio para acercarse al texto comentado
Asimismo dado que desde la perspectiva que adoptamos el sentido es una construccioacuten operada entre el texto y sus contextos se hace imprescindible el estudio de los espacios contextuales con los que interactuacutea la obra Por lo tanto en primer lugar buscamos interpretar los contenidos filosoacuteficos y su aplicacioacuten en los Commentarii dado que consideramos que estos se yerguen fundamentalmente sobre bases filosoacute-ficas neoplatoacutenicas53 Macrobio no era un filoacutesofo pero en la medida en que elige comentar un texto filosoacutefico se hace
49 Halliday (1982 1985 1989 2002b) Halliday y Mathiesen (2004) Halliday y Hasan (1976 1980) Hal-liday y Martin (1993)
50 Pinkster (1990) Torrego-De la Villa (2009) Bantildeos Bantildeos (2009) Panhuis (1982 2006) Devin y Lawrence (2006)
51 Dangel (1995) Garciacutea Hernaacutendez (2000) Loumlfstedt (1959) Vaumlan Aumlnen (1995) Baratin (1989) Biville (1993 1998 2003) Fontaine (1968) Garrido Loacutepez (1980) Granados Fernaacutendez (1978)
52 Al respecto cfr Dalzell (1996) y Depew (2000)53 Gersh (1986) Cumont (1919) Elferink (1968) De Ley (1972) Coulter (1976) y Eon (1970) Este enfoque
nos lleva sin duda al estudio del texto de Ciceroacuten que Macrobio comenta para lo cual nos basamos en estudios precedentes y en particular en la edicioacuten de Ronconi (1967)
Introduccioacuten 51
necesario un acercamiento a esta disciplina que los hombres educados del Tardoantiguo como nuestro autor manejaban aunque fuera de manera instrumental En particular nos ocuparaacuten las concepciones metaliterarias de la escuela neo-platoacutenica que muy interesada en la exeacutegesis de los textos de la tradicioacuten reveladores de la verdad elaboroacute un sistema de reglas de lectura e interpretacioacuten para ser aplicado a las obras de arte
En segundo lugar el contexto lo constituye el universo lite-rario creado y ordenado por los geacuteneros que se manejaban en la Antiguumledad tardiacutea y las variaciones y transformaciones que estos iban experimentando en consonancia con la eacutepoca que se viviacutea54 En particular el estudio de la tradicioacuten del comen-tario en sus dos vertientes ndashescolar y filosoacuteficandash resulta fun-damental para sentildealar las continuidades y transformaciones que la obra de Macrobio plantea con respecto a sus modelos Asimismo las praacutecticas pedagoacutegicas dentro y fuera de la es-cuela constituyen el contexto de las obras literarias y por eso les dedicamos tambieacuten un espacio en nuestras reflexiones55
En un sentido maacutes general el estudio y la reflexioacuten so-bre la eacutepoca histoacuterica a la que pertenecioacute Macrobio resulta ineludible por al menos dos motivos uno de caraacutecter me-todoloacutegico dado que si partimos de la revaloracioacuten del con-texto como elemento de interpretacioacuten de la obra literaria este contexto debe aparecer especificado En segundo lugar porque se trata de una eacutepoca que presenta aun hoy en diacutea cierta inestabilidad de tratamiento por parte de la criacutetica por lo cual es necesario adoptar una posicioacuten y definir queacute entendemos por Antiguumledad tardiacutea y cuaacuteles de sus elemen-tos encontramos relevantes para estudiar un texto literario inscripto en este periacuteodo56
54 Al respecto cfr Fontaine (1977) y Alan Cameron (1977)55 Sobre la base de Kaster (1988) Lee Too (2001) y Desbordes (1995)56 Para ello nos basamos en Brown (1962 1971a 1972) Bowersock-Brown-Gabar (1999) Averil Cameron
(1977 1991 1998) y Alan Cameron (2001)
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De acuerdo con nuestro objetivo central de caracterizar el texto de Macrobio desde la perspectiva geneacuterico-discursiva partimos en nuestro anaacutelisis de tres presupuestos fundamen-tales en primer lugar consideramos que el geacutenero discursivo tiene un lugar decisivo en la interpretacioacuten de los enuncia-dos de acuerdo con lo cual no se puede interpretar un enun-ciado si no se percibe con queacute geacutenero relacionarlo (cfr Bajtiacuten 1984) En este sentido caracterizar la especificidad geneacuterica de una obra resulta fundamental para su lectura e interpre-tacioacuten En segundo lugar creemos tambieacuten que uno u otro discurso se caracteriza por la investidura de algunos geacuteneros en detrimento de otros por ejemplo el diaacutelogo como elec-cioacuten geneacuterica por parte de Platoacuten resulta inseparable de sus postulados filosoacuteficos De esta manera en el geacutenero se halla imbricada una ideologiacutea una visioacuten determinada de la rea-lidad una innovacioacuten o una transgresioacuten en un determina-do geacutenero implica por lo tanto un motivo que trasciende lo formal y cuyo significado es necesario indagar Por uacuteltimo creemos tambieacuten que la atribucioacuten de geacutenero es histoacuterica en tanto consiste en la activacioacuten de ciertos rasgos por encima de otros y en este sentido simplemente se trata de leer el texto a partir de aquella atribucioacuten geneacuterica que le permita expresar su mensaje de manera maacutes profunda y completa
Esta propuesta se relaciona fuertemente con la disciplina del Anaacutelisis del Discurso en tanto esta busca pensar el dispo-sitivo de enunciacioacuten que enlaza una organizacioacuten textual y un lugar social determinado (cfr Maingueneau 1991 1997) Desde esta perspectiva el anaacutelisis de los geacuteneros discusivos ocupa un lugar central por consistir el geacutenero justamente en las convenciones sociales por medio de las cuales el discurso forma parte del mundo y construye la realidad en la que se inscribe De esta manera la totalidad de los enunciados de una sociedad aprehendida en la multiplicidad de sus geacutene-ros se transforma en objeto de estudio no con la finalidad de neutralizar el discurso hacieacutendolo digno de otra cosa o
Introduccioacuten 53
de atravesar su espesor para reunirse con lo que permanece en silencio maacutes allaacute de eacutel sino por el contrario para mante-nerlo en su consistencia y hacerlo surgir en la complejidad que le es propia (cfr Foucault 1969) Por lo tanto un anaacutelisis que tenga como marco la categoriacutea de los geacuteneros permite dar cuenta tanto del discurso en toda su densidad como de la relacioacuten que establece con la realidad y de los recursos o estrategias por medio de los cuales se construye esta relacioacuten
Como se evidencia a esta altura de nuestra exposicioacuten tratar de articular formas linguumliacutesticas con funcionamientos sociales exige situarse a la altura de los geacuteneros entendidos como formas histoacutericas En consecuencia cualquier modifi-cacioacuten en las praacutecticas sociales ndashfinalidad del discurso esta-tuto de los participantes tiempo y lugar de la comunicacioacuten soporte materialndash implica a la larga una modificacioacuten de las rutinas implementadas por los locutores para realizar sus tareas Con mayor precisioacuten hay cuatro restricciones defini-torias de un geacutenero que refieren al estatus retrospectivo de los enunciadores y de los coenunciadores a las circunstan-cias de espacio y tiempo de la enunciacioacuten al soporte y los medios de difusioacuten a los temas que pueden introducirse y a la longitud y el modo de organizacioacuten (cfr Maingueneau 1999) Estos imperativos discursivos ndashque surgen de un an-terior uso natural del lenguaje y no son de ninguna manera reglas fijas sino maacutes bien elementos ldquoesperablesrdquo o ldquoprevisi-blesrdquo en la construccioacuten y recepcioacuten de un textondash pueden ser elegidos y respetados en distintos grados y medidas proyectando un espectro amplio que va desde una miacutenima variacioacuten quizaacute incluso estiliacutestica hasta la innovacioacuten geneacute-rica propiamente dicha Dada la renovacioacuten constante de los geacuteneros loacutegicamente resulta imposible establecer tipologiacuteas a priori es necesario por el contrario describir su modo de coexistencia en un espacio-tiempo dado que constituye un elemento importante en la definicioacuten de las formaciones dis-cursivas de una sociedad
Julieta Cardigni54
Por otra parte una obra literaria solo tiene identidad bajo la forma de un geacutenero determinado y de la misma manera sus partes solo adquieren sentido en relacioacuten con la tota-lidad que el geacutenero determina Asiacute el geacutenero es esencial-mente el enunciado terminado concluido y por este mismo caraacutecter de conclusividad caracteriacutestico de la literatura ndashy del arte en generalndash es que los geacuteneros resultan categoriacuteas fundamentales para abordar los textos literarios son aque-llo que permite captar lo esencial de la literatura y los recur-sos por medio de los cuales se expresa esta marca esencial Asimismo el geacutenero permite relacionar la obra de arte con el exterior es decir con su realidad dado que estaacute orientado y determinado a la vez por ella la obra se orienta hacia los receptores y hacia determinadas condiciones de la ejecucioacuten y percepcioacuten pero tambieacuten se orienta hacia la vida desde el interior por medio de su contenido temaacutetico y de esta ma-nera cada geacutenero se aproxima a una u otra esfera ideoloacutegica de la realidad Dado este caraacutecter especiacutefico cada geacutenero es capaz de abarcar tan solo determinados aspectos de la rea-lidad puesto que posee determinados principios de selec-cioacuten determinadas formas de visioacuten y de concepcioacuten de la realidad determinados grados en la capacidad de abarcarla y en la profundidad de penetracioacuten en ella Cada geacutenero si es significativo es un complejo sistema de recursos y modos de dominacioacuten conceptual y de conclusioacuten forjadora de la realidad57
En este marco general de concepcioacuten de los geacuteneros la presente seccioacuten tiene como objetivo retomar los principios baacutesicos del enfoque funcionalista que adoptamos en nues-tro anaacutelisis y fundamentalmente ver de queacute manera esta teoriacutea es aplicable a una lengua de corpus como el latiacuten y queacute cambios significativos deben operarse para llevar a cabo el anaacutelisis textual de forma legiacutetima y eficaz Esta primera
57 Seguacuten Bajtiacuten (Medvedev) (1994)
Introduccioacuten 55
parte estaacute dedicada a destacar los principales elementos de nuestro marco teoacuterico-metodoloacutegico y la segunda aborda tres aspectos la legitimidad de la aplicacioacuten de la Linguumliacutesti-ca sisteacutemico-funcional a un texto claacutesico la relevancia de la utilizacioacuten de esta teoriacutea para el tema especiacutefico de nuestra tesis y las adaptaciones operadas sobre el marco para su apli-cacioacuten a un corpus en lengua latina
En principio consideramos la Linguumliacutestica sisteacutemico-fun-cional como teoriacutea de base para llevar a cabo el anaacutelisis de los Commentarii in Somnium Scipionis de Macrobio los Com-mentarii in Aeneidam de Servio y el Commentarius in Timaeum de Calcidio con el objetivo de trazar contrastes y diferencias geneacutericas entre las tres obras y llegar a una caracterizacioacuten precisa de la especificidad geneacuterico-discusiva del texto ma-crobiano El anaacutelisis funcional dado que plantea una activa-cioacuten gradual de los rasgos asociados con determinados re-cursos discursivos ayuda a percibir y establecer diferencias maacutes sutiles dentro de los ejemplares de un geacutenero y sobre todo permite asignarles un significado en relacioacuten con las otras opciones que ofrece el sistema
En el marco general de la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcional nos ubicaremos maacutes precisamente dentro de la perspectiva de la escuela de Sydney cuyos representantes retoman la idea de geacutenero discursivo propuesta por Bajtiacuten y le otorgan mayor precisioacuten y autonomiacutea a diferencia de la postura maacutes conservadora en la cual el registro como una categoriacutea de mayor amplitud y proyeccioacuten subsumiacutea la nocioacuten de geacutene-ro Fundamentalmente Martin (1984) ha propuesto en este marco una nocioacuten de geacutenero estratificada y teleoloacutegica liga-da a variables del contexto de la cultura inscribieacutendose asiacute abiertamente en la liacutenea bajtiniana Un geacutenero es desde esta perspectiva un proceso social orientado a fines que presen-ta cierta estructura organizativa asimismo a la estratifica-cioacuten del contexto se suma la ideologiacutea componente textual general que permite estudiar la distribucioacuten sociohistoacuterica
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mediada por variables sociales de clase edad sexo origen eacutetnico y discapacidad de los geacuteneros y registros (cfr tambieacuten Martin y Rose 2007)
La ventaja principal de esta perspectiva es que contiene tres elementos fundamentales una definicioacuten teleoloacutegica de geacutene-ro una estructura textual que organiza los objetivos que go-biernan el geacutenero y la consideracioacuten de una dimensioacuten maacutes amplia que el mero contexto local o situacional que baacutesica-mente permite entre otras cosas (cfr Eggins y Martin 2003)
- lograr una caracterizacioacuten multifuncional de geacutenero ya que el geacutenero redunda simultaacuteneamente con los valores de campo modo y tenor
- explicar queacute variables de campo modo y tenor explotan una cultura de modo recurrente
- manejar las variaciones en campo modo y tenor de una etapa a otra dentro de un geacutenero ya que la coherencia en registro no garantiza el mismo registro de principio a fin del texto
- distinguir entre secuencias de actividad (tiempo de cam-po) y estructura geneacuterica (tiempo de texto)
- formalizar el valor transmetafuncional es decir el pro-blema del parentesco que abarca lo tipoloacutegico y lo topoloacute-gico y
- caracterizar la metaacutefora contextual donde un geacutenero reemplaza a otro como por ejemplo un cuento que se utiliza como explicacioacuten cientiacutefica
Este uacuteltimo punto de la metaacutefora contextual (cfr espe-cialmente Martin 1997 31) nos interesa en particular como propuesta de interpretacioacuten del texto macrobiano por lo que le dedicaremos unas breves palabras Ligada en princi-pio a la misma idea de la ldquometaacutefora gramaticalrdquo tal como es propuesta por Halliday en este caso se trata de una tensioacuten pero en el estrato del contexto un desplazamiento del sen-tido en el aacutembito del geacutenero que se ve realizado en una o maacutes de una variable del registro (campo tenor modo) De
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alguna manera el escritor ldquoanunciardquo que se trata de un geacute-nero es decir sus instrucciones de interpretacioacuten apuntan en direccioacuten de un geacutenero preciso sin embargo su propoacutesi-to social es otro es decir que el texto en contexto recibe una interpretacioacuten diferente Esta tensioacuten se realiza en las varia-bles del registro puede darse en la funcioacuten interpersonal o en la modal o en la ideacional Pero de una forma u otra es un acto indirecto dado que si bien hay una apropiacioacuten de un geacutenero en cuanto a algunas de sus caracteriacutesticas su interpretacioacuten en otro contexto otorga sentido al texto de manera completa
En consonancia con estas preocupaciones teoacutericas en su redefinicioacuten del contexto la Escuela de Sydney (especialmen-te Martin 1992) distingue entre el registro entendido como un nivel inferior de contexto local o comunicativo asociado a una configuracioacuten del potencial de significado del estrato semaacutentico y el geacutenero considerado como un nivel superior de contexto global o cultural asociado a una configuracioacuten estructurada del potencial de significado del estrato regis-tro Asimismo a la estratificacioacuten del contexto se suma la ideologiacutea componente textual general que permite estudiar la distribucioacuten sociohistoacuterica mediada por variables socia-les de clase edad sexo origen eacutetnico y discapacidad de los geacuteneros y registros Este plano contextual superior permite incorporar al modelo una interpretacioacuten criacutetica de los pla-nos comunicativos inferiores El geacutenero es decir el propoacutesi-to social se define en teacuterminos extralinguumliacutesticos ya que es un proceso social que se realiza por medio del registro que a su vez se realiza en el lenguaje
Los estudios empiacutericos de la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcio-nal si bien desarrollados hasta ahora mayormente en lengua inglesa y sobre un nuacutemero acotado de textos han proporcio-nado detalladas descripciones de geacuteneros individuales en las que se explicitan las distintas etapas de la estructura esque-maacutetica sus funcionalidades y las realizaciones linguumliacutesticas
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esenciales vinculadas con las dimensiones del registro (cam-po tenor y modo) La Escuela de Sydney se ha interesado por geacuteneros de baja especificidad (casi ldquotiposrdquo) como el ensayo o la narracioacuten y otros textos producidos en la escuela media e inicial semejantes en este punto al geacutenero comentario58
Finalmente la posibilidad de interpretar un texto desde esta perspectiva sugiere que los significados no estaacuten dados sino que se construyen a partir de la interaccioacuten social la orientacioacuten textual piensa en la gramaacutetica como un recurso que permite construir el significado de ahiacute su consideracioacuten de funcional A su vez tanto la produccioacuten de significacioacuten que constituye una visioacuten del mundo como las situaciones interactivas suponen una dependencia cultural y contextual los textos son el medio en que esa dependencia cultural se ve representada y siempre estaacuten inscritos en una situacioacuten interaccional determinada propia de una cultura determi-nada (cfr Meneacutendez 2006) Al considerar las caracteriacutesticas formales en relacioacuten con su funcioacuten se posibilita una dimen-sioacuten explicativa mayor dado que se relaciona el texto con sus contextos se lo construye como discurso y se vislumbran entonces sus posibilidades creadoras de realidad a partir de la determinacioacuten de la relacioacuten que establece con ella es decir de la representacioacuten
Una vez delineado nuestro marco teoacuterico debemos de-dicar unas palabras a la cuestioacuten de la legitimidad de nues-tro trabajo y de la aplicacioacuten de una nocioacuten de geacutenero y de un corpus teoacuterico de anaacutelisis que los antiguos no parecen evidentemente manejar en nuestros mismos teacuterminos Cree-mos que el objetivo de una teoriacutea de los geacuteneros es proveer
58 Los representantes de esta corriente han trabajado asimismo en la descripcioacuten de geacuteneros narrativos y conversaciones de mercado (Hasan 1984 1989) en geacuteneros propios de contextos laborales y educacionales (Christie y Martin 1997) en geacuteneros ligados al aacutembito de la ciencia y la tecnologiacutea (Halliday y Martin 1993 Martin y Veel 1998) tambieacuten ha habido importantes aportes al conocimiento de geacuteneros acadeacutemicos y sobre la escritura en ingleacutes por parte de hablantes no nativos (Ventola 1992 1994 1995)
Introduccioacuten 59
al criacutetico de una estrategia para abordar los textos y que el provecho de una u otra concepcioacuten de geacutenero dependeraacute de su capacidad para iluminar el texto estudiado59 Esto de ninguna manera sugiere que debamos forzar la lectura sino que podemos interrogar los textos desde un lugar diferente y leerlos desde otro aacutengulo
Por otro lado tal como tambieacuten sentildeala Halliday (2002b 5) el uacutenico requisito para aplicar el anaacutelisis linguumliacutestico a un texto literario es que la teoriacutea que se aplica exista con ante-rioridad y sea vaacutelida y relevante para el propoacutesito del anaacuteli-sis y que la lengua en cuestioacuten pueda ser descripta sincroacute-nicamente en relacioacuten con el texto que se estudia Creemos que estas condiciones se verifican en el caso de los textos que planeamos analizar contamos con descripciones de la norma el uso y funcionamiento de la lengua latina en la Antiguumledad tardiacutea ndashy con esto nos referimos a consideracio-nes tanto de la propia Antiguumledad tardiacutea como de la eacutepoca contemporaacutenea sobre este periacuteodondash es relevante un estudio de geacutenero aplicado a textos claacutesicos que tenga en cuenta va-riables que hasta ahora se han abordado de forma marginal y finalmente la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcional resulta una teoriacutea coherente soacutelida y que ha producido resultados visi-bles y praacutecticos en su aplicacioacuten Tomarla como base para el anaacutelisis discursivo y adoptar la concepcioacuten de geacutenero que esta implica habilitan un anaacutelisis que permite dar cuenta de elementos del texto ocultos desde otras perspectivas
Asimismo el hecho de que los trabajos de la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcional hayan partido de la lengua inglesa y sea esta en la que se ha desarrollado la mayoriacutea de los anaacutelisis no constituye una limitacioacuten para su aplicacioacuten La teoriacutea no se propone como atada a una lengua determinada y se pretende universal en su concepcioacuten del lenguaje por lo tan-to es esperable que su aplicacioacuten sea vaacutelida para cualquier
59 Coincidimos con esta reflexioacuten que propone y aplica Dalzell (1996) en su obra
Julieta Cardigni60
lengua de la que podamos lograr una descripcioacuten sincroacutenica al texto que estamos trabajando En segundo lugar y aun-que hoy en diacutea es una lengua de corpus el latiacuten fue ndashy en un sentido amplio esndash una lengua comunicativa siempre y cuando podamos recrear y recuperar la situacioacuten de produc-cioacuten del texto que analizamos su funcioacuten como herramienta de intercambio y construccioacuten de significados seguiraacute activa De hecho los uacuteltimos acercamientos a la lengua latina des-de la Linguumliacutestica adoptan un enfoque funcional tal como se observa en las obras de entre otros Pinkster (1995) Bantildeos Bantildeos (2009) Torrego y De la Villa (2009) Panhuis (1982) y Devine-Stephens (2006) Si bien hasta ahora la mayoriacutea de las herramientas del funcionalismo estaacute destinada a la des-cripcioacuten de la lengua latina con la finalidad de su adaptacioacuten didaacutectica contamos tambieacuten con trabajos parciales de anaacuteli-sis literario a partir de categoriacuteas de esta teoriacutea como Iglesias y Del Riacuteo (2003) de la Universidad del Sur en Bahiacutea Blanca y el trabajo de Saacutenchez (2009)60 de la Universidad de Bue-nos Aires Sobre estos elementos entonces ndashla legitimidad de considerar al latiacuten desde el funcionalismo y la existencia concreta aunque incipiente de aplicacioacuten de nuestro marco teoacuterico metodoloacutegico a los textos latinosndash basamos nuestra posibilidad de anaacutelisis
En segundo lugar debemos enfrentarnos a otra posible y atendible objecioacuten por queacute resulta relevante ndashno ya uacutenica-mente legiacutetimondash abordar el estudio de un texto claacutesico des-de el funcionalismo En primer lugar se trata de un geacutenero que no ha sido considerado histoacutericamente ldquoliterariordquo y que encuentra un lugar en la clasificacioacuten de ldquogeacutenero didaacutecticordquo posterior En este sentido no ha recibido mucha atencioacuten por parte de las reflexiones en la Antiguumledad y tampoco
60 Por cortesiacutea de su autor contamos tambieacuten con un trabajo ineacutedito de Saacutenchez de 2007 ldquoAnaacutelisis contrastivo de dos fragmentos de textos claacutesicos De inventione de Ciceroacuten y Rhetorica ad Herennium de Cornificiordquo
Introduccioacuten 61
en un principio por parte de la criacutetica moderna si bien la revalorizacioacuten de los comentarios ndashprimero como fuentes luego como obras originales en siacute mismasndash ha despertado in-tereacutes recientemente61 Ciertamente el caraacutecter ldquono literariordquo del comentario como ocurre con otros geacuteneros se relativiza durante la Antiguumledad tardiacutea en la que se aprecia en gene-ral una suerte de ldquoliteraturizacioacutenrdquo de los textos con gran presencia de la ficcionalizacioacuten en este proceso lo cual con-tribuye a la meacutelange geneacuterico-literaria de la que ya tendremos ocasioacuten de hablar en el Capiacutetulo 1 del presente libro
Como ya sentildealamos el comentario por su gran flexibili-dad y baja especificidad es muy permeable a estas tenden-cias y es por eso que se producen en su praacutectica numerosas transformaciones que en muchos casos llevan a variaciones dentro del geacutenero y en otros a transgresiones geneacutericas sig-nificativas Y aquiacute es donde se plantea el problema dado que desde una perspectiva formal que tenga en cuenta los rasgos retoacutericos y que adopte un enfoque maacutes ldquotipoloacutegicordquo el co-mentario resulta una categoriacutea amplia en la cual se incluye una variedad de textos que muchas veces poco tienen que ver entre siacute maacutes allaacute del hecho de que se conforman como la exeacutegesis expliacutecita de un texto anterior en general significa-tivo para la tradicioacuten y el saber En este punto por lo tanto no pueden apreciarse las transformaciones que transgreden el geacutenero y dan vida a nuevas formas dado que tipoloacutegica-mente todos son comentarios El mismo nombre nos da la pauta de queacute es lo que todos tienen en comuacuten la accioacuten de comentar que estrictamente describe un recurso de la com-posicioacuten literaria No obstante esta actividad puede adquirir muchas formas y tener los maacutes variados objetivos y funciones es por eso que uacutenicamente poniendo estos rasgos formales
61 Un ejemplo es el trabajo de Tuominen (2009) que se interesa en los comentarios en funcioacuten de su contenido y de su capacidad para ldquohacer filosofiacuteardquo En este sentido los comentaristas han sido revalorizados como verdaderos filoacutesofos categoriacutea en la que Macrobio no entra como veremos ni por la forma de su obra ni por su contenido
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en relacioacuten con su funcioacuten comunicativa se apreciaraacuten las caracteriacutesticas especiacuteficas que muchas veces llevaraacuten a la reclasificacioacuten de algunos textos y quizaacute a la postulacioacuten de otras formas geneacutericas
Por otro lado la aplicacioacuten de la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcio-nal al latiacuten nos enfrenta metodoloacutegicamente con dos cuestiones que debemos considerar previamente al anaacutelisis discursivo en primer lugar la posibilidad y la dificultad de aplicar este enfo-que a una lengua de la que nos separa una enorme distancia es-pacial y temporal para una teoriacutea que pone un eacutenfasis especial en la interpretacioacuten del lenguaje en su contexto de cultura y de situacioacuten en segundo lugar la configuracioacuten textual del latiacuten que difiere en gran medida de aquella de las lenguas en las que se ha desarrollado hasta ahora este tipo de anaacutelisis
Con respecto al primer punto los estudios filoloacutegicos e histoacuterico-arqueoloacutegicos referidos a la eacutepoca que nos ocupa estaacuten muy desarrollados la Antiguumledad tardiacutea es un periacuteodo del cual sobrevive una gran cantidad de testimonios textua-les y materiales y es actualmente un aacuterea muy desarrollada en los estudios historiograacuteficos De modo que se nos ofrecen datos e interpretaciones suficientes para reconstruir el con-texto de cultura y en gran medida el de situacioacuten acortando de alguna manera la distancia que nos separa en tiempo y espacio de Macrobio y su obra Nuestro primer problema es por lo tanto la contextualizacioacuten de estos discursos cosa que haremos previamente al anaacutelisis caracterizando no solo el contexto histoacuterico y cultural sino tambieacuten el sistema geneacuteri-co-literario en el cual puede inscribirse el texto de Macrobio
En un nivel maacutes especiacutefico por otro lado necesitamos una descripcioacuten sincroacutenica de la lengua que Macrobio conociacutea y utilizaba y en la que escribioacute sus obras contamos con varias herramientas para tal fin62 Asimismo disponemos de dos
62 Especiacuteficamente Dangel (1995) Garciacutea Hernaacutendez (2000) Loumlfstedt (1959) Vaumlam Aumlnen (1995) Baratin (1989) Biville (1993 1998 2003) Fontaine (1968)
Introduccioacuten 63
obras especializadas La lengua de Macrobio (1980) de Garri-do Loacutepez y Leacutexico de Macrobio (1978) de Granados Fernaacutendez tesis ineacuteditas de la Universidad Complutense de Madrid En ambos casos se trata de trabajos descriptivos que si bien pre-sentan algunos problemas en las conclusiones debidos sobre todo a la no aceptacioacuten de la datacioacuten baja de Macrobio constituyen invaluables estudios descriptivos sobre los que basar nuestro anaacutelisis Sentildealaremos brevemente que a partir de estos trabajos el latiacuten de Macrobio en los Commentarii se describe como claacutesico maacutes allaacute de su pertenencia temporal a una etapa tardiacutea con pocas construcciones y ocurrencias leacutexicas del llamado latiacuten posclaacutesico Tambieacuten contamos al respecto con la reflexioacuten ndashde caraacutecter maacutes conciso pero muy iluminadorandash de De Paolis (1992) quien sentildeala que el estilo y la lengua de Macrobio en el Comentario al Somnium se ven contagiados por la prosa ciceroniana y que por lo tanto de-ben ser caracterizados teniendo en cuenta este aspecto que es agregamos constitutivo del comentario como geacutenero
La segunda cuestioacuten presenta una mayor dificultad La me-tafuncioacuten textual ndashen la que se centra nuestro anaacutelisisndash parte del supuesto de que en todas las lenguas la claacuteusula tiene ca-raacutecter de mensaje y cierta forma de organizacioacuten por la cual se adapta y contribuye al flujo del discurso Pero hay diferen-tes maneras en las que esto puede lograrse (Halliday 2004 74) Estas diferentes maneras dependen de cada lengua y los estudios realizados hasta ahora no han contemplado corpora en latiacuten De modo que la proacutexima seccioacuten estaraacute destinada a retomar las categoriacuteas de anaacutelisis de la Linguumliacutestica sisteacutemico-funcional que resultan pertinentes para nuestro trabajo con el objetivo de adaptar su aplicacioacuten a la lengua latina
Nos centraremos en las relaciones cohesivas sobre las cuales basaremos fundamentalmente nuestro anaacutelisis63 El
63 Sobre otras categoriacuteas de anaacutelisis funcional y su perspectiva en latiacuten cfr Pinkster (1995) Devine y Stephens (2006)
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latiacuten se comporta en este punto de manera muy similar al ingleacutes y al espantildeol por lo cual las aclaraciones son de caraacutec-ter maacutes especiacutefico y no de configuracioacuten general lo mismo ocurriraacute con las realizaciones de los sistemas interpersonal y experiencial Pinkster (1995 315 y ss) dedica bastante es-pacio en su Sintaxis a las formas utilizadas por el latiacuten para establecer cohesioacuten y sobre esta base sentildealaremos algunas consideraciones generales para orientar nuestro trabajo re-servaacutendonos la posibilidad de volver a este texto de referen-cia durante el anaacutelisis concreto del texto macrobiano
En principio las relaciones cohesivas permiten delimitar re-laciones internas entre los recursos leacutexico-gramaticales que la componen encargados de conectar y establecer las relaciones pertinentes entre las claacuteusulas que realizan el texto Las par-tes del texto diseminadas en su interior se ven relacionadas por medio de la cohesioacuten y asiacute el texto no es la suma de una cantidad de claacuteusulas sino que es lo que se conforma a partir de las relaciones entre ellas La cohesioacuten es una relacioacuten se-maacutentico-pragmaacutetica entre un elemento del texto el que pre-supone y alguacuten otro elemento del texto el presupuesto que resulta central para la interpretacioacuten del primero Se trata asiacute de un concepto relacional ya que no es la presencia particu-lar de un iacutetem lo que es cohesivo sino la relacioacuten entre ese iacutetem y otro (Meneacutendez 2006) puede pensarse como un pro-ceso que tiene lugar dentro del texto pero no como un fe-noacutemeno de superficie sino como una relacioacuten en el sistema que requiere de una cointerpretacioacuten ya que los elementos ligados por esta relacioacuten se interpretan como un todo de acuerdo con cierta ldquosolidaridadrdquo o dependencia entre ellos (Halliday 2002b 43) Asiacute la cohesioacuten nos permite estudiar las relaciones de coherencia gramatical en un texto a partir de la sistematizacioacuten en una serie de categoriacuteas distintas64 que son la referencia la sustitucioacuten la elipsis y la conexioacuten en el
64 Sobre las relaciones cohesivas cfr Halliday y Hasan (1976) Halliday (2002a 6 y ss) Meneacutendez (2006)
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caso de la cohesioacuten gramatical y la reiteracioacuten y la colocacioacuten en el caso de las relaciones leacutexicas
La referencia es un tipo de relacioacuten en la cual uno de los iacutetems que entra en ella siempre necesita al otro para po-der ser interpretado ya que no puede generar una inter-pretacioacuten por siacute mismo Fundamentalmente se trata de los artiacuteculos definidos e indefinidos los pronombres persona-les posesivos demostrativos y algunos adverbios de lugar y de tiempo Todas estas clases de palabras son deiacutecticas e indican por lo tanto una referencia que debe buscarse en el caso de la cohesioacuten dentro del texto para poder ser in-terpretada actuacutean asiacute como directivas como instrucciones para que la informacioacuten sea recuperada Esta instruccioacuten de buacutesqueda reconoce dos direcciones hacia delante en el caso de la cataacutefora y hacia atraacutes cuando nos hallamos fren-te a una anaacutefora No es necesario que cataacutefora o anaacutefora remitan a un teacutermino inmediatamente posterior o anterior a ellas el lugar no es importante no tiene una posicioacuten de-terminada de ahiacute que el texto sea una unidad semaacutentico-pragmaacutetica definida por el componente textual y no por el estructural (Halliday 2002b 46)
En latiacuten son muy frecuentes los casos de cohesioacuten grama-tical ndashmaacutes que los que podemos detectar de cohesioacuten leacutexica explicable esto por el caraacutecter literario de los testimonios que poseemosndash como anaacutefora cataacutefora sustitucioacuten y elipsis En el caso de la anaacutefora o cataacutefora el latiacuten cuenta con pro-cedimientos distintos del artiacuteculo determinado para indicar expliacutecitamente queacute cosa o persona se supone que el oyente o lector es capaz de identificar que son concretamente los pronombres demostrativos ille iste hic ndashque como en espa-ntildeol pueden usarse anafoacuterica o deiacutecticamentendash y el anafoacuteri-co is65 En latiacuten tambieacuten los pronombres relativos cumplen a
65 Pinkster (1995 119-129) aborda el problema de los pronombres no uacutenicamente como formas de crear cohesioacuten sino tambieacuten como recursos de determinacioacuten-indeterminacioacuten de constituyentes en latiacuten
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menudo la funcioacuten de anafoacutericos La cataacutefora funciona de la misma manera con la diferencia de que sirve para crear alguacuten tipo de suspenso o ldquoesperabilidadrdquo en el discurso
En segundo lugar la sustitucioacuten es una relacioacuten cohesiva en la que una palabra o construccioacuten puede ser reemplaza-da por otra pero manteniendo la identidad referencial con la palabra o construccioacuten sustituida es decir que la palabra o construccioacuten que sustituye no tiene identidad propia sino que la adquiere de la otra palabra o construccioacuten es asimis-mo un fenoacutemeno frecuente en latiacuten A su vez la elipsis puede ser pensada como una sustitucioacuten por cero el elemento eli-dido conserva identidad referencial con el que sustituye y la informacioacuten no sustituida tiene un iacutetem precedente general-mente que la explicita y le sirve como fuente de informacioacuten Cuando se produce una elipsis se genera un vaciacuteo que debe llenarse con informacioacuten del texto es justamente esta recupe-racioacuten a partir de la marca de la ausencia evidente lo que hace que la elipsis sea una marca cohesiva La elisioacuten puede ser de dos tipos nominal cuando el elemento elidido es un nombre o una frase nominal o verbal cuando el elemento elidido es un verbo o una frase verbal Tambieacuten pueden elidirse cons-trucciones maacutes amplias la uacutenica condicioacuten es que el elemen-to elidido pueda ser comprendido para que se mantenga la cohesioacuten textual66 Es tambieacuten habitual en latiacuten tanto en los argumentos como en otros constituyentes como el predicado o los constituyentes nuacutecleo de sintagmas nominales67
La uacuteltima de las relaciones cohesivas gramaticales que nos ocupa es la de la conexioacuten Los elementos conjuntivos
66 Pinkster (1995 325) no considera como elipsis la ausencia de elementos que ya estaacuten claros pero nosotros siguiendo a Halliday siacute lo haremos en nuestro anaacutelisis La nocioacuten de elipsis es en siacute poleacutemica y a menudo no estaacute clara la extensioacuten del teacutermino sin embargo en nuestro trabajo la consideraremos un recurso cuya funcioacuten principal es crear cohesioacuten
67 Pinkster (1995 9) Como sabemos en latiacuten si una entidad es conocida o se supone conocida a partir de la informacioacuten contextual o situacional el escritor o hablante no tiene por queacute referirse a ella de modo expliacutecito Esto aplica tiacutepicamente al sujeto pero tambieacuten a otros argumentos del predicado
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no son cohesivos en siacute mismos sino en funcioacuten de los sig-nificados especiacuteficos que presuponen la presencia de otros componentes en el texto Se trata de una relacioacuten semaacuten-tico-pragmaacutetica diferente dado que no es una instruccioacuten de buacutesqueda ni una sustitucioacuten sino una especificacioacuten de coacutemo lo que sigue estaacute sistemaacuteticamente relacionado con lo precedente por medio de matices diferentes seguacuten el tipo de conector Hay una escala de relaciones baacutesicas que lue-go tienen distintas elaboraciones el elemento baacutesico de la conexioacuten es el agregado de informacioacuten de manera aditi-va adversativa temporal causo-consecutiva comparativa o condicional El conector es una marca cohesiva central ya que permite ver no solo la organizacioacuten de las diferentes partes de la secuencia textual sino tambieacuten los matices que adquiere esa organizacioacuten Asimismo los conectores actuacutean tanto entre oraciones como dentro de ellas si bien en gene-ral las gramaacuteticas no suelen distinguir entre coordinacioacuten entre los constituyentes de una claacuteusula y conexioacuten entre las claacuteusulas Muchas veces es difiacutecil determinar de cuaacutel de las dos se trata y sentildealar maacutes allaacute de las similitudes semaacuten-ticas ndashpor ejemplo enim y quia son muy similares semaacutenti-camente si bien funcionan diferentendash cuaacutendo se trata de coordinacioacuten y cohesioacuten aditiva o partiacuteculas adversativas y disyuntivas68 Asiacute encontramos como formas de coordina-cioacuten en latiacuten el asiacutendeton los pronombres relativos aparen-tes las conjunciones copulativas (-que et atque ac y como un subgrupo las aditivas quoque y etiam) las conjunciones disyuntivas (-ue aut siueseu) las adversativas (sed uerum at
68 Ademaacutes Pinkster (1995 330 y ss) sentildeala otros elementos cohesivos en latiacuten que mencionamos dado que pueden funcionar para dar cohesioacuten al texto el tiempo ndashen el sentido en que un tiempo histoacuterico seraacute siempre interpretado en relacioacuten con el tiempo principalndash y la continuidad de la perspectiva que determina el cambio de funcioacuten de un referente de acuerdo con cierta esperabilidad semaacutentica Al respecto Ernout y Thomas (1964 370 y ss) sentildealan ldquoLa coordination concerne aacute la fois la liaison des phrases entre elles et des mots aacute lrsquo inteacuterieur de la phrase La plupart des particules employeacutees sont du reste susceptibles de lrsquo une et lrsquo autre fonctionrdquo
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atqui immo autem uero tamen) las explicativas (nam etenim quidem) y las conclusivas o consecutivas (ergo igitur itaque quapropter proinde y las correlativas cum tum modo modo) En el caso de los relativos son equivalentes a un anafoacuterico is o al demostrativo acompantildeado de una partiacutecula is autem atque ille hic igitur
En general las palabras que cumplen esta funcioacuten suelen ubicarse en latiacuten dentro de la categoriacutea de las partiacuteculas69 elementos utilizados en el nivel del discurso como conecto-res focalizadores organizadores de la exposicioacuten incluso como marcas ldquointeractivasrdquo que regulan la participacioacuten del oyente o lector En este sentido tambieacuten los adverbios fun-cionan en latiacuten como marcas de conexioacuten dado que pueden presentarse en distintos niveles de la oracioacuten de mayor o menos necesidad o ldquoesperabilidadrdquo de aparicioacuten con respec-to al nuacutecleo verbal En este caso nos interesa su aparicioacuten como adjuntos modales es decir al nivel presentativo de la oracioacuten Hay una serie de adverbios que no califican la ac-cioacuten verbal sino la opinioacuten que le merece al enunciador esta misma accioacuten como es el caso de recte sane proprie (muy uti-lizados por Servio como veremos) y funcionan como ldquosateacute-lites de actitudrdquo70 Lo que nos interesa en este punto es que a
69 Bantildeos Bantildeos (2009 367 y ss) las define como palabras indeclinables por lo general pequentildeas que sintaacutecticamente combinan partes de la oracioacuten u oraciones semaacutenticamente carecen de referente y por ello no tienen significado sino solo valor semaacutentico mediante las cuales se expresan emociones y se califican enunciados y pragmaacuteticamente relacionan lo que se dice con el contexto Kroon (1995) define las partiacuteculas como ldquopalabras invariables que tienen en comuacuten su capacidad de situar la unidad que las alberga (no necesariamente la oracioacuten) en una perspectiva maacutes amplia sea el contexto verbal circundante y sus implicaciones sea la situacioacuten comunicativa en la que el texto se integrardquo y las distribuye en dos grupos seguacuten el nivel de relaciones textuales en el que se inserten (presentativo o interactivo) 1 conectores que tienen que ver con la presentacioacuten y organizacioacuten de la informacioacuten del texto autem igitur nam etc 2 partiacuteculas que hacen visible en un texto la interaccioacuten entre el hablante (el autor) y el destinatario sus relaciones mutuas at enim ergo uero etc Las partiacuteculas del primer grupo marcan el encadenamiento de dos segmentos de texto las del segundo se usan en el proceso interactivo que tiene lugar entre el narrador y su audiencia
70 Cfr Bantildeos Bantildeos (2009 363 y ss) Entre estos adverbios hay un grupo de caraacutecter episteacutemico que justifica el contenido proposicional de la oracioacuten indicando la seguridad (certe sane profecto quidem
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menudo estos adverbios como disjuntos o adjuntos modales cumplen funciones ilativas y se proyectan al aacutembito del dis-curso por lo cual y si bien tiacutepicamente estaacuten expresando la modalidad y realizando el significado interpersonal en la claacuteusula frecuentemente actuacutean como conectores al unir las claacuteusulas entre siacute y en ese sentido se acercan a la dinaacutemica de funcionamiento de las partiacuteculas o conectores En conse-cuencia en tanto todos constituyen marcadores discursivos tendremos en cuenta para el anaacutelisis de la conexioacuten las con-junciones las partiacuteculas y los adverbios aclarando en cada caso en queacute nivel de anaacutelisis se encuentran y queacute grado de dependencia con la predicacioacuten expresan
Asimismo la coherencia del texto estaacute dada tambieacuten por la cohesioacuten leacutexica que supone las relaciones semaacutentico-pragmaacuteticas que se establecen entre las palabras a partir de la seleccioacuten del vocabulario que se hace en un texto La co-hesioacuten leacutexica siempre se lleva a cabo dentro de campos espe-ciacuteficos de significado que suponen elementos operando en conjunto y dependientes del registro y del geacutenero Asiacute estos campos semaacutentico-pragmaacuteticos pueden caracterizarse como espacios textuales en los que la aparicioacuten de determinadas palabras es esperable en relacioacuten con el tratamiento que se lleva a cabo de una situacioacuten particular Es justamente esta esperabilidad la que estaacute condicionada por la seleccioacuten de acuerdo con una clase de situacioacuten particular ndashel registrondash dentro de un determinado conjunto de restricciones espe-ciacuteficas que forman una convencioacuten de uso ndashel geacutenerondash En este sentido el leacutexico actuacutea como el principio de identifica-cioacuten textual maacutes directo ya que la seleccioacuten del vocabulario permite localizar ndashal menos en una primera instanciandash el texto en un registro y en un geacutenero que predisponen al in-terlocutor o al lector a activar un conjunto de supuestos que
haudnecnon dubie proculsine dubio scilicet indubitate) o la duda del hablante (fortasse forsitan etc) respecto a la verdad del enunciado (Pinkster 2004 2005b)
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le permiten comprenderlo o no y a partir de alliacute intentar interpretarlo o no en una direccioacuten determinada
Las relaciones de cohesioacuten leacutexica pueden agruparse en dos grandes grupos reiteracioacuten y colocacioacuten El primer bloque supone identidad referencial en grados diversos entre los iacutetems lexicales que entran en ella la reiteracioacuten supone vol-ver a nombrar el iacutetem lexical de manera ideacutentica (repeticioacuten) de manera similar (sinonimia) de manera parcial (palabra general) pero en los tres casos hay grados parciales o tota-les de identidad referencial La repeticioacuten es simplemente la reiteracioacuten de la misma palabra en el desarrollo del texto mientras que la sinonimia supone una reiteracioacuten pero ya no de la misma palabra sino de palabras que tienen rasgos de significado similares pero no ideacutenticos La palabra general por otro lado es una relacioacuten en la que uno de los iacutetems comparte la referencia con el otro pero que expresa la clase general a la que pertenece la palabra particular En el caso de la colocacioacuten los elementos no tienen identidad referen-cial pero es esperable o posible que coocurran por adecua-cioacuten al campo semaacutentico-pragmaacutetico general en el que se inscribe el texto en funcioacuten de su consistencia en registro y en geacutenero El hecho de que sea esperable marca siempre una gradacioacuten nunca una oposicioacuten puede o es probable que aparezca no implica que deba aparecer71 La palabra gene-ral es muy similar pero la relacioacuten se establece a partir de la inclusioacuten de un teacutermino en un conjunto mayor
La lengua latina cuenta con recursos para marcar la cohe-sioacuten por medio de la presencia o ausencia de constituyentes especiacuteficos En cuanto a la repeticioacuten no es faacutecil encontrar este recurso en latiacuten quizaacute debido a la naturaleza literaria de la mayor parte de los textos que han sobrevivido Esta premisa
71 Cfr Meneacutendez (2006) A estas relaciones podemos tambieacuten sumar las inferencias es decir aquellas operaciones que el lector debe realizar a partir de la informacioacuten dada por el texto pero recurriendo a su conocimiento de mundo para poder interpretar un texto (Halliday y Hasan 1976)
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resulta de gran importancia en la consideracioacuten de los textos que analizaremos que por su pertenencia geneacuterica haraacuten de la repeticioacuten ndashy maacutes auacuten Servio en sus Commentariindash un recur-so privilegiado Por el contrario la sinonimia siacute es un caso maacutes general entre los recursos cohesivos del latiacuten En contraste la reiteracioacuten por colocacioacuten resulta a veces un poco maacutes difiacutecil de establecer tanto en latiacuten como en las lenguas modernas En este sentido el latiacuten cuenta praacutecticamente con los mismos elementos que el espantildeol y se enfrenta en general con las mis-mas dificultades y ambiguumledades
Finalmente no debemos olvidar que en el caso que nos ocupa la obra de Macrobio nos hallamos ante un texto lite-rario en el que la interpretacioacuten de los patrones linguumliacutesticos que se describan y expliquen se ve modificada por este con-texto que es su geacutenero ndashclasificacioacuten que justamente pone-mos en discusioacutenndash o en una instancia mayor su pertenencia al aacutembito del discurso literario En principio por lo tanto debemos tener en cuenta que la escritura creativa ndashsi po-demos usar esta expresioacuten para referirnos a la literatura en contraposicioacuten con otras formas discursivas como los textos acadeacutemicos o cientiacuteficos o las interacciones en situaciones cotidianasndash72 se caracteriza por encontrar y explotar la irre-gularidad que los patrones discursivos recurrentes permi-ten logrando de esta forma sobreimponer una regularidad por encima de los usos irregulares y por ello tiene frente a otros tipos de discurso caraacutecter ldquomarcadordquo Es justamen-te la deteccioacuten de esta nueva ldquoregularidadrdquo la que permite concentrarse en el contenido del mensaje que la obra busca
72 Remitimos al lector interesado en la tipologiacutea textual a Ciapuscio (1994) Es necesario aclarar tambieacuten que el estatus del texto macrobiano en este punto puede ser incierto para nosotros como lectores modernos es literatura sin embargo en la eacutepoca de produccioacuten quizaacute formaba parte de alguacuten otro subtipo discursivo como el acadeacutemico o incluso el cientiacutefico De todas maneras es nuestra idea que se trata de un texto literario que ademaacutes manifiesta en cierto grado un proceso de ficcionalizacioacuten caracteriacutestico de la eacutepoca y que a pesar de su caraacutecter cientiacutefico-filosoacutefico se construye por medio de recursos retoacutericos tiacutepicamente literarios
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transmitir73 Asiacute si bien los meacutetodos que el analista utiliza al describir un texto literario son los mismos que aplica frente al anaacutelisis de cualquier texto la explicacioacuten o interpretacioacuten de su descripcioacuten se veraacute afectada por el contexto de produc-cioacuten de la obra entendido en sentido amplio en este caso el contexto seraacute la literatura En consecuencia la adscripcioacuten al geacutenero literario es uno de los patrones contextuales de in-terpretacioacuten fundamentales que deben aplicarse al estudiar una obra literaria
Por medio de estas operaciones que hemos descrito el tex-to activa instrucciones para que el lector u oyente construya su sentido y realice su interpretacioacuten Asiacute para determinar el alcance del discurso el coenunciador realiza una serie de operaciones primero busca ubicar el tipo de acto de habla que se lleva a cabo luego moviliza su saber enciclopeacutedico ya que el conocimiento de los geacuteneros discursivos es el resultado de nuestra experiencia en el mundo (cfr Brown-Yule 1983) En consecuencia la lectura la interpretacioacuten e incluso la coherencia no estaacuten en el texto sino que son construidas por el coenunciador por medio de su lectura (Maingueneau 1999) Lo mismo ocurre podemos agregar con el geacutenero
Sobre esta base teoacuterico-metodoloacutegica es nuestro propoacute-sito interpretar los Commentarii de Macrobio como una me-taacutefora contextual mediante la cual el texto que se presen-ta como un comentario filosoacutefico debe ser leiacutedo como un comentario ficcional Estas modificaciones que se perciben a partir de su propoacutesito social de acuerdo con su insercioacuten contextual se realizan en la variable modo del registro y es por eso que nuestro anaacutelisis se centraraacute en el componente
73 Halliday (2002a 9) En concreto debemos tener en cuenta las llamadas ldquofiguras retoacutericasrdquo que constituyen sin duda una cuestioacuten de estilo que depende directamente del registro y del geacutenero El anaacutelisis funcional que realizamos no deja de ninguna manera afuera estas caracteriacutesticas sino que las incorpora en funcioacuten de su objetivo comunicativo como una posible eleccioacuten maacutes del escritor dentro del sistema retoacuterico que constituye tambieacuten uno de sus contextos No olvidemos que es la coherencia en registro y en geacutenero lo que terminaraacute de dar al texto su textura
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textual es decir en los sistemas generadores de estructuras y en las relaciones cohesivas ndashrecurriendo al interpersonal y al ideacional en caso de que sea pertinentendash para determinar de queacute manera el objetivo de Macrobio se realiza en el texto a partir de una organizacioacuten simboacutelica que lo diferencia del comentario escolar y del filosoacutefico
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CAPIacuteTULO 1Macrobio en el mapa tardoantiguo
La Antiguumledad tardiacutea y la percepcioacuten de crisis
Hacia el fin del siglo III de nuestra era Roma constituiacutea junto con Persia uno de los imperios que gobernaba el mundo mediterraacuteneo a fines de la Antiguumledad tardiacutea habraacute desapare-cido como unidad poliacutetica En el transcurso de este periacuteodo se produce su metamorfosis en nuevas entidades tanto en el aacutem-bito poliacutetico como en el religioso y en el econoacutemico Es tarea de la historiografiacutea precisar de queacute modo se produjo esta ldquodes-aparicioacutenrdquo del Imperio romano ndashsi en teacuterminos de ruptura o de continuidad y de transformacionesndash cuaacutendo ocurrioacute y si fue total o maacutes bien parcial en el caso de que pueda hablar-se de un proceso Los criterios para delimitar y explicar esta problemaacutetica variacutean en cada eacutepoca y definen posiciones que en muchos casos se hallan encontradas (cfr Marcone 2008 y Athanassiadi 2010)
En nuestros diacuteas la historiografiacutea conviene en la perviven-cia del Imperio romano maacutes allaacute de la tradicional fecha de la entrada de los pueblos baacuterbaros y en la existencia de la Anti-guumledad tardiacutea como categoriacutea historiograacutefica que abarca el periacuteodo entre los siglos III y VIII y que presenta una serie de
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caracteriacutesticas particulares que le conceden identidad propia como periacuteodo Asiacute el Imperio romano no desaparece sino hasta el fin de esta eacutepoca mientras que de los siglos III al VIII puede observarse el funcionamiento de instituciones y patro-nes que son maacutes allaacute de las transformaciones auacuten romanos
En estos siglos se consolida la fe cristiana al ser elevada al estatus de religioacuten oficial del Estado Romano pero tambieacuten el judaiacutesmo sufriraacute cambios importantes la vieja religioacuten persa casi desapareceraacute a nivel masivo y el Islam entraraacute en escena transformando definitivamente el panorama re-ligioso de un tercio de la poblacioacuten del mundo conocido Incluso se manifestaraacuten formas de religiosidad antigua o paganismo que sobreviviraacuten auacuten muchos antildeos despueacutes de la cristianizacioacuten del Imperio romano en diversos elemen-tos de la religioacuten popular cristiana o musulmana En este sentido la cristianizacioacuten es uno de los fenoacutemenos que mar-ca una diferencia fundamental con el periacuteodo anterior por su caraacutecter innovador en muacuteltiples aspectos de la sociedad romana En el aacutembito de la economiacutea hubo asimismo im-portantes modificaciones que reorganizaron el panorama social las estructuras de produccioacuten agriacutecola que habiacutean dominado el escenario mediterraacuteneo durante siglos dieron paso a otras ya no ligadas a la situacioacuten legal del trabajador ndashlibre o esclavondash sino a determinadas formas de sujecioacuten a la tierra y de servicios debidos a sus patrones Al mismo tiempo se percibe un lento declinar de las ciudades cen-tros de la vida poliacutetica cultural y econoacutemica del mundo me-diterraacuteneo claacutesico que transforman su fisonomiacutea y la de la vida cultural
A su vez los siglos que conforman la Antiguumledad tardiacutea se ven marcados por importantes hitos como el proceso poliacutetico que se inicia con Diocleciano y Constantino la des-membracioacuten de Occidente en los estados germaacutenicos a par-tir del siglo V tras las grandes migraciones del Este el reno-vado Imperio de Justiniano y sus intentos de reconquista
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y finalmente las grandes invasiones aacuterabes y eslavas del si-glo VII que generan la coexistencia del Califato Bizancio el reino franco y el naciente mundo eslavo Durante estos cuatros siglos el Imperium Romanum Christianum constituye la potencia dominante siendo tambieacuten responsable de la unidad del proceso histoacuterico y del aacutembito cultural medite-rraacuteneo Fundamentalmente el Tardoantiguo es un periacuteo-do de ldquocruce de historiasrdquo74 a partir del cual surgen muchas de las concepciones baacutesicas y esenciales que conforman la identidad del hombre europeo occidental se trata de un momento de encuentros a menudo conflictivos a partir de los cuales nacen nuevos modelos y esquemas identitarios y es por eso que podemos hablar de una eacutepoca de buacutesqueda y creacioacuten de identidades
La presente investigacioacuten ndashenmarcada fundamentalmen-te en las propuestas de Brown y de Averil Cameronndash75 con-sidera la Antiguumledad tardiacutea como un periacuteodo histoacuterico con entidad y caracteriacutesticas propias que se desarrolla entre los siglos III y VIII que geograacuteficamente se extiende a lo largo del Mediterraacuteneo incluyendo tambieacuten los territorios orien-tales y en el cual perviven rasgos de la Antiguumledad claacutesica en el Occidente baacuterbaro en constante transformacioacuten ante el contacto con nuevas matrices culturales poliacuteticas econoacutemi-cas y administrativas Asimismo consideramos que se trata de una eacutepoca de transicioacuten ndashsin que por eso se trate de un mero pasaje entre dos eacutepocas histoacutericas mejor delimitadasndash de encuentros y tensiones de diaacutelogo e intercambio y so-bre todo de buacutesqueda de modelos culturales que sirvan para abarcar y comprender los nuevos tiempos
74 Asiacute lo define Marcone (2008)75 Brown (1961 1971 1972 1988 1997) Averil Cameron (1977 1980 1991 1998 2007) Sobre la
Antiguumledad tardiacutea como categoriacutea historiograacutefica y acerca de sus caracteriacutesticas culturales cfr tambieacuten Bowersock Brown y Gabar (1999) Bravo (2007) Alan Cameron (1976 1977 2011) Dodds (1965) Flamant (1977a) Fontaine (1977) Marcone (2008) Marrou (1938 1977) Millar (2007) Momigliano (1963 1973) Ward-Perkins (2005) y Wickham (1993 2005)
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Con respecto a las fuentes que nos proporcionan informa-cioacuten acerca de la vida en el Tardoantiguo hay evidentemente una tendencia de la criacutetica a leerlas con cierta desconfianza y esto se explica por el hecho de que a menudo transmiten una mirada un tanto distorsionada por el efecto de los acon-tecimientos asiacute los prejuicios etnograacuteficos y culturales maacutes la crisis producida por los cambios generan una serie de oposiciones esquemaacuteticas ndashtales como paganos-cristianos baacuterbaros-romanos dogmaacuteticos-hereacuteticosndash y una visioacuten traacute-gica de la desintegracioacuten del Imperio Si bien esa ruptura no fue tal esto no significa que no se perciban tensiones y conflictos sobre todo en el siglo V
Las fuentes de la eacutepoca son numerosas y variadas desde el punto de vista del estilo y el geacutenero se han conservado desde grandes obras excepcionales hasta documentos que relatan acontecimientos corrientes y cotidianos Los cambios de la eacutepoca produjeron transformaciones en las formas de escri-tura tambieacuten sobre todo a nivel geneacuterico76 Si bien muchas
76 Algunos ejemplos de estas transformaciones los proveen los propios recorridos de los escritores tardoantiguos asiacute surgen las obras de Agustiacuten que luego de dedicarse a la retoacuterica pasoacute su vida escribiendo sobre las cuestiones principales de la teologiacutea cristiana y sobre los cambios que percibiacutea a su alrededor o Amiano Marcelino historiador que legoacute una gran historia secular a finales del siglo IV ndashcon la que dialoga Macrobio en Saturnaliandash o el caso de Orosio contemporaacuteneo de Agustiacuten nacido en Roma que confeccionoacute un cataacutelogo resumido de los desastres ocurridos en Roma en tiempos preteacuteritos paralelamente surgen calendarios y croacutenicas que intentan reunir en un solo tratado los acontecimientos relativos a la historia secular y los sucesos de la historia cristiana desde la Creacioacuten En el siglo VI Casiodoro compuso las Variae la correspondencia oficial de los reyes ostrogodos y posteriormente cuando estos fueron derrotados por los bizantinos en 554 escribioacute sus Institutiones compendio de doctrina cristiana en el monasterio italiano de Vivarium donde habiacutea profesado Un siglo antes Sidonio Apolinar obispo de Clermont-Ferrand en la Galia comentaba en tono de lamentacioacuten la rusticidad de los baacuterbaros y seguiacutea componiendo versos en un estilo absolutamente claacutesico y luego escribioacute en el siglo V una serie de largas epiacutestolas y obras de contenido teoloacutegico al mismo tiempo que veiacutean la luz las reglas monaacutesticas de San Benito y de Juan Casiano A fines del siglo VI la voluminosa obra del Papa Gregorio Magno la Historia de los francos y las hagiografiacuteas de Gregorio de Tours ndashotro obispo proveniente de la clase senatorial romanandash o los poemas de Venancio Fortunato proporcionan junto con otros numerosos escritos una rica documentacioacuten para entender la historia de Occidente durante esta eacutepoca
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eacutepocas histoacutericas han dejado testimonios en los cuales son frecuentes la nostalgia y el lamento por un pasado mejor a partir del siglo III son muy numerosas las obras tanto pa-ganas como cristianas que transmiten este sentimiento so-bre la vida en el Imperio romano Asiacute por ejemplo Arnobio (Aduersus Gentes 1) menciona la acusacioacuten de los paganos de que desde la llegada del cristianismo no habiacutean ocurrido maacutes que desgracias para el geacutenero humano dado que los dioses se habiacutean desentendido de los hombres dejando el camino libre para la aparicioacuten del hambre las plagas la pes-te las guerras la sequiacutea y demaacutes cataacutestrofes naturales La naturaleza en siacute parece estar cambiando los riacuteos se secan y las montantildeas se rebajan el Etna el Parnaso y el Olimpo ya no son tan visibles desde el mar como otrora (Eliano 8 11) Como contraparte los silencios son tambieacuten elocuentes tanto filoacutesofos como reacutetores e incluso gramaacuteticos suelen re-ferirse muy poco o casi nada a ejemplos que vayan maacutes allaacute de la eacutepoca de la Repuacuteblica Gelio uacutenicamente menciona su eacutepoca al referirse a sus propios estudios y el mismo Macro-bio (Sat 8 151) en una operacioacuten de doble idealizacioacuten pone en boca de los instruidos hombres de fines del siglo IV bromas de los tiempos de Augusto como ejemplos ideales de humor ndashentre los cuales destacan Ciceroacuten y Plautondash en una operacioacuten que transforma a los personajes de su diaacutelogo en exponentes de cultura legitimados a partir del conocimiento que poseen del pasado
Esta eacutepoca seraacute resignificada por el cristianismo que luego de un periacuteodo de ataques se reconcilia con Roma y la conside-ra en palabras de Prudencio (Perist 2 105) la ldquosuprema obra histoacuterica de la Providenciardquo Es tambieacuten elocuente el testimo-nio del pagano Rutilio Namantino quien en 417 (Iter Gall 1 47 ss) escribe un consuelo a Roma prometieacutendole la duracioacuten eterna y caracterizaacutendola como una madre vencida por el peso de los antildeos Unos antildeos maacutes tarde Marciano Capela habla de ldquoipsa caput gentium Roma armis uirisque sacrisque quamdiu uiguit
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caeliferis laudibus conferendardquo77 pasaje en el que Alan Cameron (1986) ha leiacutedo ademaacutes de la alabanza una alusioacuten al saqueo de Roma y a los tres elementos que la rodearon las fallas del ejeacutercito para defender la ciudad el abandono por parte de los paganos de sus sacra y finalmente la emigracioacuten de los hom-bres a otros lugares del Imperio luego de la invasioacuten Por otra parte contamos tambieacuten con las Actas de los sucesivos Conci-lios de la Iglesia (Eacutefeso en 432 Calcedonia en 451 Constantino-pla en 553) y con los coacutedigos de Teodosio II y de Justiniano asiacute como con la Notitia Dignitatum documento que fue recopilado despueacutes de 395 y que constituye una fuente de primer orden para conocer coacutemo funcionaban el ejeacutercito romano y la admi-nistracioacuten provincial durante el Tardoantiguo Finalmente po-seemos tambieacuten inscripciones dedicatorias de los siglos V y VI procedentes del Oriente griego numerosos epitafios cristianos algunas inscripciones puacuteblicas y una importante coleccioacuten de papiros sin olvidar el amplio material arqueoloacutegico
Todos estos testimonios dan cuenta tambieacuten de diferen-cias en las opiniones de los actores de la eacutepoca mientras algunos miembros de la clase terrateniente se adaptan a los nuevos sistemas otros se quejan de los advenedizos y de los nuevos grupos Casiodoro a diferencia de otros aristoacutecratas romanos que escaparon a Constantinopla durante la gue-rra con los godos volvioacute a Italia y fundoacute alliacute su monasterio Hubo siacute lamentaciones por la caiacuteda de Jerusaleacuten en manos de los persas en 610 otros creiacutean que se aproximaba el fin del mundo y escribieron obras apocaliacutepticas anunciando un uacuteltimo Emperador que seriacutea un nuevo Constantino Circu-laban tambieacuten textos apoacutecrifos que aunque se intentaron eliminar al fijar el canon escriturario seguiacutean siendo leiacutedos
iquestCoacutemo interpretar estas impresiones de los hombres con-temporaacuteneos sobre los eventos que experimentaban En
77 Marciano Capela 6 637 ldquoLa misma Roma cabeza de los pueblos mientras tuvo fuerza una ciudad para ser llevada al cielo en alabanzas por sus armas sus guerreros y sus siacutembolos sagradosrdquo
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primer lugar debemos recordar que la aristocracia funcio-naba como un medio de contencioacuten artificial sobre la base de la idea nostaacutelgica de que Roma habiacutea sido un bloque uni-do y homogeacuteneo que llegado un cierto momento se rom-pioacute y fragmentoacute Es claro que esto no es asiacute ya que Roma misma sufriacutea desde siempre de discontinuidades geograacutefi-cas y administrativas A su vez la nocioacuten de crisis a partir de la cual se han leiacutedo las fuentes tiene connotaciones tem-porales ya que implica un posterior derrumbe o bien una recuperacioacuten pero esta idea no parece ya apropiada en el nuevo contexto historiograacutefico sino que debe reemplazarse por la idea de cambio o transformacioacuten Asiacute la asimilacioacuten y la aculturacioacuten surgen como categoriacuteas maacutes apropiadas para leer el cambio cultural dado que implican al mismo tiempo continuidades y transformaciones (cfr Averil Came-ron 1977)
No obstante no podemos perder de vista el hecho de que lo que hoy resulta una transformacioacuten a la luz de los siglos transcurridos pudiera vivirse en la eacutepoca como una violenta y profunda crisis ante la cual era necesario buscar una solucioacuten al menos desde la percepcioacuten de determinada clase social que se sentiacutea amenazada por los cambios Por lo tanto si eliminamos la nocioacuten de crisis de nuestras lecturas corremos el riesgo de no apreciar en toda su dimensioacuten las construcciones discursivas e ideoloacutegicas elaboradas por los contemporaacuteneos Si bien la sospecha al leer las fuentes pue-de ser un elemento metodoloacutegico ineludible desde el punto de vista de la historiografiacutea desde una perspectiva literaria nos interesa justamente trabajar con esa percepcioacuten de cri-sis independientemente de si podemos encontrar un refe-rente real o si consideramos que las fuentes estaacuten influidas por su propia situacioacuten que no necesariamente representa la general en muchas ocasiones puede ser que ni siquiera represente la situacioacuten de su propia clase social En todo caso atender a la nocioacuten de crisis resulta operativo para
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comprender ciertas elecciones discursivas y la visioacuten de la realidad que los textos literarios nos transmiten en particu-lar los Commentarii de Macrobio
Por otro lado si bien la Antiguumledad tardiacutea parece ser el momento en el que el toacutepico se hace realidad los romanos estaban histoacutericamente obsesionados por el final de Roma (Eliade 1959) Ya Polibio en el siglo II a C habla del tema y tambieacuten en Floro aparece claramente la idea de que Roma estaacute envejeciendo Esta perspectiva se acentuoacute auacuten maacutes des-pueacutes del saqueo de 410 y el tema de la decadencia de Roma adquirioacute un lugar central en las reflexiones de los escritores contemporaacuteneos no tenemos maacutes que recordar la Ciuitas Dei de Agustiacuten Es verdad que el Imperio sobreviviacutea pero los ciudadanos sentiacutean que las cosas estaban cambiando y la misma idea de translatio imperii funcionaba como la prue-ba de que la continuidad del Imperio romano ocultaba su constante y a veces profunda transformacioacuten
Como ya sentildealamos Macrobio y su produccioacuten se situacutean en la primera mitad del siglo V bajo el reinado de Valenti-niano III en Occidente y de Teodosio en Oriente el autor pertenece a la clase senatorial enriquecida y que ostenta-ba altos tiacutetulos en la burocracia imperial clase que se veiacutea amenazada por el surgimiento de otro Senado en Constan-tinopla y por la abolicioacuten de privilegios con los que habiacutea contado en los siglos anteriores Desde nuestra perspectiva es posible rastrear en las obras macrobianas la expresioacuten de la crisis identitaria que recorriacutea tambieacuten a su propia cla-se social asociados con el pasado pagano de Roma ndashaun-que ya estuvieran convertidos al cristianismondash y de alguna manera guardianes de esta tradicioacuten de sus antepasados los hombres de la aristocracia no podiacutean sino sentirse al menos en conflicto por el rumbo que la cultura adquiriacutea en su eacutepoca En particular a Macrobio le preocupaba el modelo educativo como se desprende de su criacutetica a los gramaacuteticos con la que comenzamos nuestra investigacioacuten
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tomaacutendola como origen e impulso del proyecto ideoloacutegico-literario macrobiano
Nec his Vergilii uerbis copia rerum dissonat quam plerique omnes litteratores pedibus inlotis praeterunt tamquam ni-hil ultra uerborum explanationem liceat nosse grammatico Ita sibi belli isti homines certos scientiae fines et uelut quae-dam pomeria et effata posuerunt ultra quae si quis egredi audeat introspexisse in aedem a qua mares abdterrentur existimandus sit78
Estas palabras sobre las que volveremos sentildealan la limita-cioacuten impuesta por los gramaacuteticos para acceder al saber que goza del estatus de misterio sagrado (in aedem) y el cual estaacute vedado a los gramaacuteticos por sus praacutecticas defectuosas de los ritos necesarios (pedibus inlotis) Esta criacutetica refleja la idea de que la educacioacuten tardoantigua consistiacutea baacutesicamente en una operacioacuten de repeticioacuten de los saberes ya consagrados por medio de la cual se intentaba mantener la continuidad del modelo educativo Es la preocupacioacuten por este fenoacuteme-no lo que parece ocultarse detraacutes de la criacutetica macrobiana El vaciamiento de las matrices tendraacute como consecuencia una disolucioacuten de la romanitas y por lo tanto una urgencia por encontrar un modelo con el cual resignificarlo y recupe-rar los valores que se hallan amenazados La criacutetica se dirige indirectamente a la clase aristocraacutetica que ha recibido esa educacioacuten ndashy que la refleja en su manejo del Imperiondash es-tableciendo una suerte de separacioacuten de la elite dentro de la elite coincidente con lo planteado por Matthews (1975)
78 Macrobio Sat 1 24 12-13 ldquoY no es discordante con estas palabras de Virgilio la abundancia de asuntos que todos los gramaacuteticos pasan de largo con los pies sucios como si no le fuera liacutecito al gramaacutetico conocer en absoluto una explicacioacuten maacutes allaacute de las palabras Asiacute esos hombres exquisitos impusieron unos riacutegidos liacutemites seguros a su ciencia a modo de fronteras consagrados si alguien osara avanzar maacutes allaacute de estos debiacutea considerarse que habiacutea penetrado en el templo de la diosa de la que los hombres se alejan con horrorrdquo
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sobre la actitud de la clase intelectual romana despueacutes del saqueo de Roma en 410 la aparicioacuten de una fuerza centriacute-fuga por medio de la cual ya no existe una identificacioacuten de clase como un conjunto homogeacuteneo y que tiene como con-secuencia la buacutesqueda de construccioacuten de la identidad en los diferentes modelos que ofrecen tanto la tradicioacuten como las tendencias ideoloacutegicas novedosas
A continuacioacuten Macrobio expone su respuesta o solucioacuten a este problema que consiste claramente en adoptar una ac-titud distinta casi opuesta a la de los gramaacuteticos
Sed nos quos crassa Minerua dedecet non patiamur abstru-sa esse adyta sacri poematis sed arcanorum sensuum inues-tigato aditu dictorum cultu celebranda praebeamus reclusa penetralia79
Nuestro punto de partida es por lo tanto la existencia de esta criacutetica macrobiana que percibe una crisis en el modelo de saber y nuestro objetivo es desentramar la construccioacuten que propone nuestro autor Por supuesto que esta composi-cioacuten no seraacute la misma para Macrobio que para su contempo-raacuteneo Servio o para Calcidio o para el propio Agustiacuten La historia impondraacute una finalmente que se veraacute plasmada en la cultura medieval Pero el Tardoantiguo es auacuten ese proceso de buacutesqueda en el cual todaviacutea todos los modelos son posi-bles y del cual Macrobio y su obra son un ejemplo expresivo
79 Macrobio Sat 1 24 13 ldquoPero nosotros a quienes una tosca Minerva nos desagrada no podemos soportar que se hayan escondido los santuarios del poema sagrado sino que investigando el acceso a los conocimientos arcanos facilitemos que las puertas secretas sean celebradas por el culto de los sabiosrdquo
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El clima filosoacutefico-religioso en el Imperio tardiacuteo
Paria paribus congreganturCalcidio Comm in Tim 33
El descentramiento de las categoriacuteas que resultaban an-teriormente puntos de anclaje y reconocimiento sociocultu-ral influye estrechamente en otros dos aspectos de la vida cultural que experimentan cambios en la eacutepoca el clima filosoacutefico-religioso y la educacioacuten de los ciudadanos durante el periacuteodo
En principio la Antiguumledad tardiacutea tuvo como una de sus caracteriacutesticas principales la coexistencia de diferentes creencias y formas de pensamiento que se hallaban en con-flicto en lucha o en diaacutelogo seguacuten el momento en que abor-demos la cuestioacuten La racionalidad romana que combinaba de manera no contradictoria la multiplicidad de naciones de las que se componiacutea y la unidad que Roma suponiacutea en siacute mis-ma como orden establecido (cfr Moatti 1997 257) se vieron sin duda alteradas en el Tardoantiguo en que el Imperio no pudo ya absorber las heterogeneidades que lo rodeaban y su propio imaginario de unidad se vio comprometido Esta inestabilidad producida en los modelos tradicionales ante el contacto con formas alternativas de cultura fue una de las causas por las cuales los hombres tardoantiguos busca-ron respuestas en su interioridad replegaacutendose dentro de siacute mismos y es por eso que el periacuteodo que encierran los si-glos IV a VI ha sido calificado de ldquoeacutepoca de espiritualidadrdquo80 considerando que las creencias religiosas adquirieron una relevancia mayor que en los siglos anteriores convirtieacutendo-se en verdaderas fuerzas histoacutericas generadoras de cambios y de transformaciones Asimismo estas inquietudes fueron comunes a paganos y a cristianos en la misma medida tanto
80 Sobre todo a partir de la obra de Dodds (1965)
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en los momentos de oposicioacuten como en los de intercambio y asimilacioacuten81
En este sentido resulta importante sentildealar que la men-tada continuidad que se atribuye a esta eacutepoca histoacuterica ndashy a la cual adscribimos con las ya expresadas aclaracionesndash encuentra en el plano de la espiritualidad su objecioacuten maacutes perceptible Mientras los modelos administrativos poliacuteti-cos y sociales experimentaban ciertos reacomodamientos y transformaciones que les permitiacutean operar en los nuevos tiempos y seguir manteniendo su identidad en el plano de lo religioso-filosoacutefico el conflicto se manifestaba de mane-ra maacutes ostensible y ciertamente mucho menos paciacutefica Esto no significa que podamos escindir los planos poliacutetico-admi-nistrativo y religioso recordemos que particularmente en Roma y a lo largo de toda su historia ambos se hallan indi-solublemente ligados la religio se desarrolla sobre todo en el aacutembito puacuteblico y estaacute en relacioacuten con la construccioacuten y el mantenimiento de la ciuitas es decir la identidad colectiva del Imperio Simplemente ocurre que en esta eacutepoca el aacutem-bito de la espiritualidad resulta ser un espacio en el cual los cambios son maacutes visibles
En el periacuteodo que se desarrolla desde el siglo II al IV ob-servamos asiacute numerosas guerras espirituales primero entre cristianismo y paganismo y luego a partir del siglo IV dentro del mismo seno de la religioacuten de Estado entre los diferentes cristianismos que luchan en su buacutesqueda de ortodoxia mien-tras el paganismo encarnado principalmente en el neopla-tonismo intenta auacuten ofrecer resistencia en una batalla que estaacute ciertamente ya perdida El resultado de estas violentas batallas seraacute el establecimiento de una ortodoxia y de un ca-non escrito ndashproducto de la unificacioacuten de pensamiento que
81 Averil Cameron (1998) Desde ya estas consideraciones no debe llevar a pensar que en todo periacuteodo en que la vida se hace maacutes insegura y surgen dificultades los individuos se vuelven hacia la experiencia religiosa maacutes bien tiene que ver con cuaacutenta solidez se presenta esta opcioacuten a la que recurren lo que lleva a considerar la fuerza y la homogeneidad con que se construyoacute lentamente el discurso cristiano
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dio como resultado la intolerancia hacia la diferenciandash con la consiguiente veneracioacuten del libro que traeraacute aparejada y al mismo tiempo el fin de la etapa profeacutetica y el inicio tanto en lo filosoacutefico como en lo religioso de la exegeacutetica (cfr Atha-nassiadi 2005)
Maacutes allaacute del culto puacuteblico siempre existieron en Roma otras praacutecticas religiosas calificadas de superstitio En el curso de los antildeos que siguieron a la crisis del siglo III estas creen-cias comenzaron a jugar un papel maacutes activo en la vida del Imperio asiacute en la eacutepoca de Diocleciano la supersticioacuten ocu-paba un lugar esencial condicionando a menudo las praacutec-ticas poliacuteticas y sociales El paganismo que anteriormente habiacutea propuesto una forma de vida basada en el disfrute de la existencia terrena por el hombre se habiacutea transformado en el siglo III tambieacuten en una religioacuten del maacutes allaacute tal como se evidencia en los epitafios paganos de la eacutepoca que aluden al comienzo de la vida despueacutes de la muerte82 Una muestra de lo generalizada que se hallaba la fe en la inmortalidad en la eacutepoca de Diocleciano se hace evidente en el apoacutestrofe que dirige Arnobio a los paganos en Aduersus Gentes 2 62 1
Neque illud obrepat aut spe uobis aeria blandiatur quod ab sciolis nonnullis et plurimum sibi adrogantibus dici-tur deo esse se gnatos nec fati obnoxios legibus si uitam restrictius egerint aulam sibi eius patere ac post hominis functionem prohibente se nullo tamquam in sedem refe-rri patritam83
Se observa asiacute la existencia de una verdadera koineacute cul-tural y espiritual (Athanassiadi 2005) a partir de la cual
82 Meyes Anthologia lat n 1182 1246 1252 1262 1282 1318 1329 1401 1401 y otros83 Arnobius Aduersus gentes 2 61 1 ldquoNo se hagan ilusiones con vanas esperanzas cuando les afirman
que habiendo nacido de Dios no estaacuten sometidos a las leyes del destino luego de una vida decente estariacutean abiertas para ustedes las moradas de Dios y luego de la muerte podriacutean ascender a ellas sin obstaacuteculo alguno como a la propia patriardquo
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se establecen mecanismos de comunicacioacuten legitimacioacuten y exclusioacuten de aquellos que no se ajustan al modelo propuesto En este proceso de buacutesqueda se construyen cristianismo y neoplatonismo como corrientes hegemoacutenicas de la eacutepoca con una diferencia fundamental el neoplatonismo contaba ya con una tradicioacuten de la cual reclamarse heredero mien-tras que el cristianismo en tanto sistema que se proponiacutea como novedoso debiacutea definirse en relacioacuten con la tradicioacuten judiacutea y tambieacuten con la griega de la cual toma los elementos fundamentales para la construccioacuten de su paideiacutea Tal como lo sugirioacute Dodds (1965) lo que parece ser comuacuten a cristia-nos y paganos en esta eacutepoca es la sensacioacuten de ldquoangustiardquo por la irrealidad que se atribuiacutea a las acciones terrenas de los hombres por la percepcioacuten del mundo como extrantildeo y el hombre como peregrino por la sensacioacuten de remordimiento ante el resentimiento contra el mundo y la existencia de un sistema moral que nadie podiacutea cumplir por completo por la dicotomiacutea ndashheredada de la tradicioacuten griegandash entre cuerpo y alma y por el desprecio hacia la condicioacuten humana Todas estas eran preocupaciones generales observables en autores tanto cristianos como paganos a partir del siglo II d C que cada corriente de pensamiento resolviacutea de manera diferente
De esta manera asiacute como entre los siglos II y IV se con-forma el canon de las Escrituras cristianas tambieacuten la tra-dicioacuten platoacutenica se ve en la necesidad de conformar una ortodoxia que funcione como base de la educacioacuten filosoacutefi-ca no solo a partir de la fijacioacuten de un canon de textos de Platoacuten sino tambieacuten por medio del establecimiento de meacute-todos de interpretacioacuten fundamentalmente alegoacutericos a traveacutes de los cuales se vea legitimado y luego fijado un de-terminado sentido de la lectura Al mismo tiempo el deseo de unidad dentro de la diversidad genera un sentimiento de intolerancia hacia la diferencia el teacutermino griego haacuteiresis cuyo sentido uacuteltimo tras un largo desplazamiento semaacutenti-co es ldquoherejiacuteardquo evidencia este cambio y muestra el ritmo al
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cual se desarrollan los conflictos y las transformaciones en la Antiguumledad tardiacutea Al ser demonizado el libre albedriacuteo concepto que el teacutermino haiacuteresis encerraba desde sus oriacute-genes su significado denota un comportamiento desviado y por lo tanto censurable Este cambio no es abrupto sino que el teacutermino sigue experimentando variaciones por un tiempo y asiacute en el Edicto de Milaacuten haiacuteresis es la palabra utilizada para designar nada menos que al cristianismo y no menos asombroso es Eusebio de Cesarea quien conser-va el texto (Hist Eccl 10 5 2) Tambieacuten Plotino (Enn 2 9 (33) 10- 11) utiliza el teacutermino con los dos sentidos a la vez sobre todo aplicado al gnosticismo Esa ambivalen-cia ndashque se mantiene a lo largo de casi toda la Antiguumledad tardiacuteandash resulta instructiva puesto que nos alerta sobre el clima de tensioacuten y heterogeneidad de la eacutepoca Mientras los autores cristianos a partir del siglo II optan por el sen-tido negativo la mayoriacutea de las veces los autores inscriptos en la tradicioacuten platoacutenica oscilan entre ambos significados y es en este diaacutelogo que se produce la construccioacuten de la ortodoxia cristiana y de manera especular tambieacuten de la platoacutenica fenoacutemeno que da vida a las luchas espirituales del Tardoantiguo
Dentro de lo que podemos denominar la etapa ldquoexegeacuteti-cardquo en el aacutembito filosoacutefico-religioso que se abre a partir de la fijacioacuten del canon y de la consecuente buacutesqueda de siste-mas de interpretacioacuten de los textos se produce una serie de transformaciones En general haciacutea tiempo que la ensentildean-za de la filosofiacutea habiacutea adquirido una fisonomiacutea diferente ya no se ensentildeaba en las instituciones escolares que habiacutean conservado una continuidad con su fundador Existiacutea por el contrario una suerte de ldquofuncionalismordquo en la ensentildeanza de la filosofiacutea originado en Atenas en el siglo II a C de acuerdo con el cual era posible asistir a ciertas instituciones en las ciudades importantes en las que se podiacutea aprender queacute era el platonismo o el aristotelismo o el estoicismo o el
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epicureiacutesmo84 Esta operacioacuten generoacute una cierta democrati-zacioacuten de la ensentildeanza de la filosofiacutea dado que se hizo posi-ble acudir a una institucioacuten e iniciarse en el estudio de una u otra tendencia en cualquier lugar del Imperio donde uno se encontrara En contraste estas muacuteltiples escuelas no con-servaban una continuidad real con los grandes antepasados ya que se habiacutea roto el encadenamiento entre fundadores y adeptos y estaban ausentes de las bibliotecas los grandes textos y las discusiones que habiacutean caracterizado a la institu-cioacuten previa (cfr P Hadot 1995)
En este contexto el comentario como geacutenero adquiere un papel fundamental dado que la praacutectica de la filosofiacutea se transforma en la vuelta a las autoridades en la explicacioacuten de los grandes textos de la tradicioacuten representados por los diaacutelogos platoacutenicos los tratados de Aristoacuteteles y las obras de Crisipo y sus sucesores Anteriormente la actividad escolar consistiacutea fundamentalmente en habituar a los alumnos a meacute-todos de pensamiento y de argumentacioacuten aunque los jefes de escuela tuvieran a menudo opiniones muy diferentes En esta eacutepoca por el contrario se vuelve fundamental la trans-misioacuten de una ortodoxia de escuela limitaacutendose asiacute en gran medida la discusioacuten
Dos premisas fundamentales transforman la actividad fi-losoacutefica por un lado la nocioacuten de verdad que en esta eacutepoca equivale a la de auctoritas es decir que la fidelidad a los tex-tos precedentes resulta la maacutexima de estudio maacutes importan-te Por otro lado y en relacioacuten con esto existe una creciente dificultad en la lectura y comprensioacuten de estas auctoritates y
84 Representantes de una u otra escuela impartiacutean clases y en tanto participaban de un servicio puacuteblico probablemente el Estado les retribuyera por su trabajo y asiacute en la eacutepoca imperial tendioacute a generalizarse la ensentildeanza filosoacutefica municipal pagada por las ciudades Marco Aurelio creoacute en 176 cuatro caacutetedras imperiales destinadas a la ensentildeanza de las mencionadas tendencias filosoacuteficas de manera paralela a esta ensentildeanza oficial existiacutean maestros de filosofiacutea privados que abriacutean escuelas en distintas ciudades del Imperio como es el caso de Amonio Sacas en Alejandriacutea Plotino en Roma o Jaacutemblico en Siria (Hadot I 1984 217-218)
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por lo tanto se generan y reutilizan recursos para su explica-cioacuten como el comentario y la glosa y la filosofiacutea adquiere asiacute un marcado caraacutecter textual Aprender filosofiacutea consiste en leer a Platoacuten para los platoacutenicos en leer a Aristoacuteteles para los aristoteacutelicos en leer a Crisipo para los estoicos y para los epicuacutereos en leer a Epicuro85 Por lo tanto la filosofiacutea era en gran parte la adquisicioacuten y familiarizacioacuten con la tradicioacuten precedente y con la cultura general pero seguiacutea constituyen-do una praacutectica de transformacioacuten interior y en este sentido es que podemos considerar el comentario vehiacuteculo de este aprendizaje como un ejercicio de progreso espiritual (cfr P Hadot 1995) Dentro de este panorama el neoplatonismo es baacutesicamente una forma particular de exeacutegesis de Platoacuten como lo sentildeala el mismo Plotino (Enn 5 1 8) una exeacutege-sis sistematizadora que trata de fundir en un todo orgaacutenico foacutermulas que aparecen en distintas obras platoacutenicas y que a veces parecen difiacuteciles de conciliar con elementos aristoteacuteli-cos ndashde presencia muy fuertendash y estoicos86
85 Asimismo los neoplatoacutenicos incorporaban el comentario de Aristoacuteteles en su curriacuteculo (sobre todo de las Categoriacuteas) como lectura inicial antes de entrar en los diaacutelogos de Platoacuten para los cuales tambieacuten teniacutean un orden de acercamiento de esta manera y maacutes allaacute de cuaacutel fuera la relacioacuten entre el pensamiento aristoteacutelico y la doctrina platoacutenica la obra de Aristoacuteteles era considerada una propedeacuteutica al estudio de Platoacuten Sobre el lugar de Aristoacuteteles en la tradicioacuten filosoacutefica platoacutenica cfr Sorabji (1990) y Blumenthal (1996)
86 El uso del teacutermino ldquoneoplatonismordquo requiere de dos precisiones no se trata de un grupo de pensadores absolutamente homogeacuteneo por un lado y ademaacutes sus liacutemites como categoriacutea son flexibles y no suponen la implementacioacuten de un molde riacutegido Actualmente la categoriacutea estaacute siendo desarticulada por la criacutetica ya que se considera anacroacutenica y poco explicativa y es asiacute coacutemo Athanassiadi (2005) decide considerar lo que tradicionalmente se denominoacute platonismo medio y neoplatonismo simplemente como corrientes ldquoplatoacutenicasrdquo y trazar un recorrido de construccioacuten de la ortodoxia platoacutenica que parte de Numenio y llega a Damascio pasando por Plotino y Jaacutemblico No obstante y hechas estas salvedades la categoriacutea ldquoneoplatonismordquo resulta evidentemente operativa para denominar a los escritores de esta etapa de la tradicioacuten platoacutenica que deciden volver a leer los textos platoacutenicos para depurarlos de las desviaciones y contaminaciones que han sufrido por siglos y que consideran pragmaacuteticamente los escritos platoacutenicos posteriores a Plotino en que se acepta la suposicioacuten general de una realidad jerarquizada (Tuominen 2009 11)
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Comentarios y comentaristas neoplatoacutenicos
Es loacutegico que dada su procedencia y su formacioacuten Macro-bio se valga para su composicioacuten literaria de los elementos que le proporciona la educacioacuten filosoacutefica de la eacutepoca asiacute como toma tambieacuten sus formas geneacutericas En este punto el meacutetodo que utiliza Macrobio para componer su comentario es en principio similar al puesto en praacutectica por otros co-mentaristas neoplatoacutenicos como Jaacutemblico Calcidio Siriano y Proclo que tomaban pasajes extensos en el orden en que apareciacutean en el texto comentado y desplegaban a partir de ellos toda la erudicioacuten filosoacutefica posible todo ello impulsa-do por el intereacutes en exponer la doctrina neoplatoacutenica Tra-zaremos entonces un recorrido entre las praacutecticas textuales de otros comentaristas neoplatoacutenicos contemporaacuteneos y an-teriores a Macrobio de modo de especificar las opciones dis-ponibles de ldquocomentariordquo dentro del sistema geneacuterico de la eacutepoca con las que contaba nuestro autor a la hora de escribir su obra
Poseemos un corpus de textos de comentaristas neoplatoacute-nicos de los siglos IV V y VI en los que puede apreciarse una unidad de pensamiento respecto de la exeacutegesis filosoacutefica que llevaban a cabo y los preceptos y supuestos que surgiacutean de sus anaacutelisis Sus textos constituyen un corpus de aproxi-madamente una docena de escritos que comentan diaacutelogos de Platoacuten algunos de los cuales nos han llegado completos otros fragmentariamente y uno el de Proclo a Cratilo en una versioacuten abreviada La forma que adquieren estos comen-tarios variacutea entre la de lemma ndashse discute el texto de Platoacuten liacutenea por liacutenea y se divide el texto en pequentildeas unidades para mayor claridadndash y la forma maacutes monograacutefica en la que se tratan de manera unitaria secciones del texto como el caso del Comentario a la Repuacuteblica de Proclo si bien a lo lar-go de los antildeos parece desarrollarse una forma mixta en la cual el texto fuente se comenta en orden tomando lemas que
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conforman paraacutegrafos temaacuteticos forma de la cual Calcidio y Macrobio son claros representantes
El objetivo de los comentarios neoplatoacutenicos es princi-palmente clarificar el mensaje filosoacutefico de Platoacuten bajo los supuestos de la intencionalidad del autor la unidad y la ale-gorizacioacuten En su forma de proceder los neoplatoacutenicos eran herederos de una tradicioacuten ecleacutectica dentro de la cual se en-cuentran influencias de las reflexiones literarias y al mismo tiempo la tradicioacuten maacutes amplia de la exeacutegesis alegoacuterica que para la eacutepoca de Proclo por ejemplo habiacutea sido practicada por maacutes de doscientos antildeos en el aacutembito griego No obstante hoy en diacutea la criacutetica coincide en afirmar que la tarea de los comentaristas no terminaba en la explicacioacuten del texto fuen-te sino que en su actividad haciacutean tambieacuten filosofiacutea dado que su intereacutes no estaba puesto en las palabras de los textos que comentaban sino en los referentes de esas palabras (cfr Tuominen 2009) Los comentarios maacutes temprano de este tipo de los que tenemos noticias coinciden con el revival de Platoacuten y de Aristoacuteteles que se produce entre el siglo I a C y el I d C a partir del cual el corpus aristoteacutelico se hizo maacutes accesible y fue objeto de varios comentarios como el de los disciacutepulos de Andronico ndashquien habriacutea editado el texto de Aristoacutetelesndash Boeto de Sidoacuten Nicolaacutes de Damasco Alejandro de Egea y Socioacuten Es en este punto en que creemos Macro-bio se aparta de esta tradicioacuten dado que su propositum no es hacer filosofiacutea sino comprender el texto que comenta para subordinarlo a un objetivo diferente
La tradicioacuten neoplatoacutenica no continuoacute en Roma ndashdon-de habiacutea ensentildeado Plotinondash sino que crecioacute en Atenas y en Alejandriacutea con figuras como Proclo (411-485) y Siriano y Plutarco de Atenas sus maestros Proclo escribioacute numerosos comentarios de los cuales los maacutes importantes son sobre el Timeo de Platoacuten y sobre los Elementa de Euclides Los comen-tarios de Proclo corresponden a un nivel de instruccioacuten su-perior de estudiantes versados en Aristoacuteteles y en la mayoriacutea
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de los diaacutelogos platoacutenicos En Occidente ademaacutes de Boecio contamos con las figuras de Calcidio y la ciertamente menor de Favonio Eulogio Calcidio a quien ubicamos entre fines del siglo IV y principios del V87 escribioacute una traduccioacuten y comentario al Timeo platoacutenico que circuloacute durante la Edad Media con gran eacutexito El trabajo de traduccioacuten le habiacutea sido encargado por un tal Osio y Calcidio (1 1 1) se esforzoacute en su obra por explicar lo que consideraba mensajes oscuros en la obra platoacutenica que no obedecen de ninguna manera a su forma literaria sino a la complejidad de los temas que aborda Para ello recurrioacute como sus colegas a la autoridad de numerosos pensadores de la tradicioacuten como el propio Platoacuten Aristoacuteteles ndashen sentido positivo como argumentos que explican las teoriacuteas del Timeondash Filoacuten de Judea Numenio y Oriacutegenes estos tres en menor medida que los anteriores Por supuesto que ademaacutes hay fuentes que Calcidio no cita por su nombre como Adrasto de cuyo Comentario al Timeo tomoacute numerosos pasajes y Porfirio en dos pasajes que se cree que Calcidio tomoacute de manera directa dada la proximi-dad temporal que los une
En general se ha considerado que la sistematizacioacuten filo-soacutefica que Calcidio propone estaacute maacutes cerca de un platonismo medio que del neoplatonismo de hecho esto ha llamado la atencioacuten de la criacutetica porque Calcidio escribioacute en un aacutembito cristiano siendo probablemente converso y no hay ninguna alusioacuten al cristianismo en su obra Asiacute el hecho de que Calci-dio no recurriera al neoplatonismo sino a una corriente filo-soacutefica que ya no gozaba de actualidad ha sido visto como una forma de escapar a la tensioacuten que estaba presente en la eacutepo-ca entre ambas visiones88 Lo cierto es que en su Comentario Calcidio utiliza el texto platoacutenico para plantear temas que le interesa desarrollar acerca de las teoriacuteas del platonismo
87 Sobre los problemas de datacioacuten e identificacioacuten de Calcidio cfr Waszink (1962)88 Seguacuten lo sentildealan Maciacuteas Villalobos (2005) y Gersh (1986)
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si bien nuestro comentarista va siguiendo el texto tal como era costumbre suele despegarse para dedicar maacutes espacio a temas que le merecen mayor atencioacuten como la materia a la que dedica una gran cantidad de paraacutegrafos al final que conforman un tratado independiente De silua
Finalmente podemos mencionar otro escritor latino tar-diacuteo reacutetor de Cartago alumno de Agustiacuten89 que escribioacute una Disputatio de Somnio Scipionis y que nos interesa por motivos obvios si bien no es estrictamente un comentario Favonio Eulogio La obra parece un tiacutepico ejemplo de coacutemo se estu-diaba la filosofiacutea de la eacutepoca si bien es un texto breve que se interesa principalmente por explicar las cuestiones numeacute-ricas presentes en el Somnium de Ciceroacuten ndashespeciacuteficamente en dos pasajes aquel que se refiere a la edad de Escipioacuten y el que trata acerca de la muacutesica de las esferasndash para lo cual cita fuentes sobre todo pitagoacutericas aunque no son las uacuteni-cas y aparecen frecuentes menciones a autores latinos tam-bieacuten como Varroacuten y Virgilio Su presentacioacuten filosoacutefica en general parece responder a las concepciones porfirianas (cfr Gersh 1986 745) Aparentemente Favonio Eulogio escribioacute su comentario antes que Macrobio y es posible que este co-nociera la Disputatio por dos razones una tiene que ver con el posible origen de Macrobio en el norte de Aacutefrica con lo cual compartiriacutea con Favonio el ambiente cultural En se-gundo lugar Macrobio sentildeala en su comentario (2 4 12) que no se explayaraacute maacutes de lo necesario en el tratamiento de algunos temas lo que ha sido visto por parte de la criacutetica como una alusioacuten a la obra de Favonio Finalmente es loacutegico pensar que Superio el funcionario que le encargoacute a Favonio su obra no la habriacutea pedido si hubiera tenido a disposicioacuten los Commentarii de Macrobio que son sin duda maacutes amplios y completos90
89 Sobre la identificacioacuten y datacioacuten de Favonio Eulogio cfr Van Weddingen (1957)90 De acuerdo con Alan Cameron (1966) y Caldini Montanari (2002)
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Todos estos pensadores escribieron comentarios filosoacutefi-cos ya sea a Platoacuten o a Aristoacuteteles (o a Ciceroacuten) desde una mirada platoacutenica o aristoteacutelica Todos ellos practicaban una forma de exeacutegesis filosoacutefica ligada al alegorismo y a la buacutes-queda de la verdad trascendente y en este sentido haciacutean filosofiacutea en mayor o en menor medida Asimismo y a causa de este meacutetodo de composicioacuten sus obras eran microcosmos textuales que reflejaban de manera alegoacuterica el orden del macrocosmos Macrobio tomaraacute muchos de estos elementos y por eso y por su sistematizacioacuten doctrinal puede ser con-siderado un comentarista neoplatoacutenico en el sentido maacutes puro del teacutermino como se aprecia en las sistematizaciones que propone y que coinciden en general con las propues-tas de Plotino y Porfirio No olvidemos que fue uno de los autores romanos tardiacuteos maacutes leiacutedos durante el Medioevo y en este sentido su sistema filosoacutefico adquirioacute una relevan-cia notable puesto que fue en definitiva el que heredaron los hombres medievales como ldquoplatonismordquo A diferencia de otros autores neoplatoacutenicos ndashcomo Apuleyo y Calcidiondash Ma-crobio ademaacutes de declararse seguidor de Platoacuten hace lugar a la presencia de exeacutegetas maacutes modernos operacioacuten que no era tiacutepica del comentario filosoacutefico en general y que puede resultar maacutes reveladora de lo que parece a simple vista
Concepciones literarias en el neoplatonismoEl tiacutetulo del presente apartado sugiere la existencia tanto
de intereacutes como de especulacioacuten por parte de los neoplatoacute-nicos en torno de las cuestiones literarias relacionadas con su tarea filosoacutefica en particular los conceptos de exeacutegesis de obra literaria y de autor Estos pensadores teniacutean una cla-ra conciencia de que lidiaban con textos escritos a la hora de hacer filosofiacutea y de que necesitaban por lo tanto un sistema para develarlos Para sistematizar los aportes del neoplato-nismo en el aacuterea de las reflexiones literarias consideraremos
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cuatro aspectos fundamentales91 el de representacioacuten o miacute-mesis el de unidad el de organicidad literaria y el de exeacute-gesis En estos puntos los neoplatoacutenicos no necesariamente crearon de la nada pero siacute realizaron innovaciones impor-tantes y sistematizaron de manera rigurosa elementos que conformaban la tradicioacuten exegeacutetica con importantes efec-tos en su forma de leer los textos y de hacer filosofiacutea
Con respecto a la nocioacuten de representacioacuten surgen las inevitables preguntas de queacute se representa ndashsi hechos reales o algo que estaacute en la mente del escritorndash y de coacutemo se lo representa La opinioacuten de Platoacuten al respecto es bien cono-cida aunque deberiacuteamos distinguir entre su teoriacutea ldquooficialrdquo que encontramos en Republica y algunas consideraciones presentes en otras obras que de alguna manera plantean alternativas incluyendo en este uacuteltimo grupo la teoriacutea del arte que estaacute impliacutecita en la propia praacutectica de Platoacuten como escritor92 Pero incluso dentro de la postura ldquooficialrdquo plantea-da en Republica es posible detectar diferencias ndashdebidas a los distintos puntos de partida en cada casondash entre los libros II y III y el X en el primer caso la perspectiva deriva casi exclusi-vamente de una preocupacioacuten relacionada con el efecto que la literatura tiene en las opiniones eacuteticas de la audiencia y la literatura se considera un medio para expresar opiniones pero no la verdad Por lo tanto es un medio que debe ser su-pervisado porque ademaacutes estas opiniones pueden ser eacutetica-mente positivas o no bajo esta vigilancia la literatura puede formar parte de la instruccioacuten en este nivel En el segundo caso la perspectiva es la del filoacutesofo que ha obtenido el co-nocimiento de las Formas y para el cual la representacioacuten literaria no tiene valor dado que es copia de una copia y por lo tanto es maacutes que nociva irrelevante para el conocimiento de la verdad (cfr Coulter 1976 32 y ss)
91 Siguiendo en este punto a Coulter (1976)92 Con respecto a las teoriacuteas mimeacuteticas de Platoacuten cfr Mckeon (1936) Edelstein (1949) y Morrow (1960)
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Sin embargo una lectura atenta de Platoacuten ndashcomo supo-nemos que realizaban los neoplatoacutenicosndash permite discernir otra opinioacuten seguacuten la cual parece aceptarse que cierta clase de artista pueda crear con sus ojos observando directamente las Formas y no los fenoacutemenos visibles Platoacuten nunca niega la existencia de la interpretacioacuten alegoacuterica sino que la re-chaza como perjudicial en la educacioacuten de los nintildeos dado que estos se ven afectados por los eventos narrados (loacutegos) y por las normas de conducta impliacutecitas en ellos (tyacutepos) (2 376e- 378e)93 Es por eso que puede vislumbrarse una suerte de teoriacutea alegoacuterica del arte que sin duda retoman los neo-platoacutenicos y que se manifiesta en la propia praacutectica de Pla-toacuten por un lado en su actitud favorable hacia la inspiracioacuten divina de los poetas por otro y finalmente en el caraacutecter alegoacuterico de la misma filosofiacutea platoacutenica como tal Platoacuten en su propia praacutectica como escritor hace uso de los mitos como encontramos por ejemplo al final de Fedoacuten o de Timeo Pero hay tambieacuten otro tipo de mitos como el del carro del alma o el de la caverna que comparten con los anteriores el presupuesto de las limitaciones humanas pero difieren de ellos en que son intentos de manifestar de manera visible entidades inteligibles cuya realidad el filoacutesofo ha percibido con su mente Innegablemente tienen por lo tanto caraacutecter alegoacuterico dado que poseen un sentido oculto o secundario y se develan a partir de la correspondencia con esa realidad que reflejan
Por otro lado Platoacuten considera que los poetas pueden recibir una inspiracioacuten divina si bien no pueden por ello adquirir conocimiento asiacute el poeta inspirado por la divini-dad puede transmitir una opinioacuten verdadera que es mejor que una opinioacuten falsa aunque sigue siendo una opinioacuten Es por eso que para el filoacutesofo la poesiacutea es tambieacuten irrele-vante dado que el uacutenico conocimiento posible se construye
93 Sobre Platoacuten y su tratamiento de la alegoriacutea cfr Tate (1929-1930)
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de manera dialeacutectica pero eso no significa que el poeta no acceda al conocimiento a veces y en este sentido su poesiacutea puede leerse de manera alegoacuterica ya que es indirectamente una expresioacuten de la verdad Finalmente la propia filosofiacutea platoacutenica es alegoacuterica en su esencia ya que en la metafiacutesi-ca de Platoacuten el mundo visible se concibe como una imagen superficial que refleja o participa de o es causada por el orden trascendental del ser El mundo mismo es un velo que invita a ser descorrido es una figura fantasmal94
Asimismo en tanto reflejo del orden del universo la obra de arte es un microcosmos alegoacuterico en el que puede leerse cifrada la verdad del cosmos En este sentido entonces el primer supuesto de la criacutetica literaria religioso-filosoacutefica es que hay un sentido oculto en la literatura que puede y debe ser revelado En segundo lugar la obra se explica por siacute mis-ma Homero explica a Homero la Biblia explica la Biblia y Platoacuten explica a Platoacuten Desde esta perspectiva la exeacutegesis es un constante ejercicio de conciliacioacuten entre las diferen-tes afirmaciones que se encuentran en un mismo autor con las consiguientes complicaciones e incoherencias que esto puede generar En el caso de Macrobio en particular resulta interesante que su operacioacuten se extienda a otro autor Ci-ceroacuten y que en sus Commentarii intente explicar a Ciceroacuten por medio de Platoacuten Esto puede verse como una transfor-macioacuten macrobiana que responde sin duda a un intento romanizador y que tiene como resultado la homologacioacuten de ambos autores aunque la autoridad maacutexima siga siendo el filoacutesofo griego
En este contexto los neoplatoacutenicos realizaron una lectu-ra de Platoacuten que intentaba solucionar los innumerables pro-blemas y las incoherencias que auacuten se percibiacutean en la obra
94 En palabras de Coulter (1976 38) ldquoPlato really should be thought of as the father of allegory not because allegory as has sometimes been mistakenly argued began as a reaction to his structures against the poets but because the view of the world he left to posterity was deeply congenial to the allegorical mentalityrdquo
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platoacutenica en particular en relacioacuten con la intencionalidad del autor y a coacutemo llegamos a percibirla detraacutes de la mate-ria del mito Al respecto Proclo fue quien dio una respuesta maacutes acabada por medio de la distincioacuten entre eiacutekon y syacutembo-lon que ocurre varias veces en su obra y que nos interesa en particular para la lectura de la obra macrobiana La primera reflexioacuten la encontramos cuando Proclo retoma la trama de Repuacuteblica al comienzo del Timeo tanto esta como la historia de Atlaacutentida son formas de expresar la estructura del univer-so pero la primera es icoacutenica dado que responde a la simili-tud y la segunda es simboacutelica dado que la relacioacuten entre la representacioacuten y la realidad que representa no estaacute dada por la similitud (Comm in Tim 1 1 30 2- 8)95
Como su nombre lo indica el siacutembolo es originalmente una mitad de un objeto concreto que espera unirse con su otra parte y asiacute completar su sentido Por extensioacuten se apli-caba en esta eacutepoca a todo objeto o evento cuya significacioacuten no era autoevidente y que por lo tanto necesitaba para su interpretacioacuten cierto saber previo por parte del lector Como tercer elemento en su descripcioacuten Proclo sostiene que el
95 Proclo Comm in Tim 1 1 30 2-18 ldquoY asiacute la recapitulacioacuten de la Repuacuteblica que aparece antes de la seccioacuten de la fiacutesica tiene como objetivo la consideracioacuten de la estructura del Universo a traveacutes de la similitud la historia de la Atlaacutentida hace lo mismo pero a traveacutes de siacutembolos De hecho es por medio de siacutembolos que los mitos acceden a realidades superiores Consecuentemente aunque la fiacutesica es el objeto de todo el diaacutelogo se presenta de una manera en un lugar y de otra manera en otrordquo Maacutes adelante en 2 205 1-16 Proclo vuelve sobre esta distincioacuten
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siacutembolo descansa para su interpretacioacuten en un sistema de correspondencias ndashpero ya no de similitudesndash por lo cual la analogiacutea pasa a ser un factor fundamental96 De esto pode-mos inferir que la representacioacuten icoacutenica basada en la simi-litud se corresponde con el teacutermino criacutetico alegoriacutea tal como lo estamos entendiendo y se trata de una relacioacuten de copia en la cual la relacioacuten es obvia El siacutembolo por el contrario si bien opera sobre las correspondencias se basa casi como condicioacuten necesaria en el hecho de que los elementos que se relacionan por medio de eacutel no sean similares
En la praacutectica de esta propuesta de Proclo se despren-den dos elementos importantes para nuestro anaacutelisis en pri-mer lugar nos interesa el hecho de que es posible para los neoplatoacutenicos rescatar a Homero de la condena platoacutenica y afirmar que Platoacuten rechazaba la ficcioacuten o el mito en tanto icoacutenico pero lo aceptaba en tanto simboacutelico En ambos ca-sos es necesario un meacutetodo de interpretacioacuten de caraacutecter alegoacuterico pero en el segundo de mayor pericia dado que las relaciones con la verdad referencial no son evidentes como en la miacutemesis icoacutenica De hecho en su Comentario a Repuacuteblica (76 17- 86 23) Proclo formaliza esta distincioacuten al responder a las objeciones socraacuteticas de mitos paideacuteuticos y mitos en-teaacutesticos o inspirados es decir aquellos que se componen pensando en la disposicioacuten del oyente o en su caraacutecter y aquellos cuyo propoacutesito es ofrecer una representacioacuten de la realidad desde sus manifestaciones materiales maacutes bajas has-ta la unidad maacutes elevada97
96 En su Comentario a Repuacuteblica Proclo establece la distincioacuten de forma aun maacutes clara de hecho es posible percibir tempranamente en esta obra la distincioacuten entre alegoriacutea y siacutembolo que la criacutetica literaria ha asignado siempre a los siglos XVIII y XIX cfr Coulter 1976 45
97 La teoriacutea de Proclo incluye ademaacutes de la nocioacuten de siacutembolo las de analogiacutea simpatiacutea universal y lo divino aplicadas todas a la consideracioacuten de los mitos Su aporte y el de los neoplatoacutenicos en general es en este punto el hecho de integrar la nocioacuten de siacutembolo a una teoriacutea sistemaacutetica bien articulada (cfr Coulter 1976 57 y ss)
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Asimismo Proclo parece sentildealar que en general las ficcio-nes o mitos mantienen esta relacioacuten oculta y misteriosa con la realidad es decir funcionan como siacutembolos98
98 Proclo Comm in Rem 85 16-86 23 ldquoDado que como los mitos generan en aquellos que los interpretan un deseo del conocimiento escondido dentro de ellos y por su grotesca superficie provocan una buacutesqueda de la verdad mientras que al mismo tiempo prohiacuteben que los individuos profanos pongan sus manos sobre aquello que les estaacute prohibido tocar no son claramente apropiados para los mismos dioses cuya sustancia nos comunican () Uno puede percibir la relacioacuten de estos mitos con la raza de los demonios en la actividad de estos uacuteltimos que hacen revelaciones a los hombres por medio de los siacutembolos como ocurre cuando alguno de nosotros durante la vigilia se encuentra con demonios o cuando en un suentildeo recibimos inspiracioacuten de ellos a partir de la revelacioacuten de muchas cosas del pasado y sobre el futuro En todas estas ficciones que se encuentran en quienes hacen mitos generalmente ocurre que una cosa es ocultada por otra En todo eso los poetas se comunican con nosotros de esta manera no es una relacioacuten de modelo a copia sino de siacutembolo con algo maacutes que tiene una afinidad con lo primero en virtud de la analogiacuteardquo
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Esta seraacute para Proclo la forma maacutes filosoacutefica de represen-tacioacuten y por lo tanto la maacutes eficaz para acceder a la verdad porque ademaacutes mantiene alejados a aquellos que no cuen-tan con las herramientas necesarias para develarla Por otro lado por medio de su integracioacuten del siacutembolo de manera sistemaacutetica dentro de su teoriacutea literaria los neoplatoacutenicos dieron a la literatura un lugar privilegiado como objeto de poder y de sugestioacuten que veremos reflejado en las concep-ciones macrobianas
Como segundo concepto fundamental en el que el neo-platonismo realizoacute sus aportes a la criacutetica literaria mencio-namos el de Unidad nocioacuten que era tambieacuten relevante en el propio sistema filosoacutefico Platoacuten ndashen la discusioacuten maacutes antigua que poseemos sobre el tema (Fedro 264b-e 268d)ndash prescribe que la obra de arte debe ser un todo unificado es decir una totalidad que sea tambieacuten una unidad asimismo deriva de un modelo orgaacutenico seguacuten el cual las partes que conforman al ser vivo estaacuten relacionadas funcionalmente en-tre siacute y con la totalidad de la que forman parte Aristoacuteteles adscribe en su Poeacutetica a esta idea sumando una nocioacuten que resultaraacute de gran importancia y que es la de teleologiacutea es decir que ademaacutes de las caracteriacutesticas que le atribuiacutea Pla-toacuten la obra es ldquocompleta perfectardquo porque ha alcanzado su forma final (teacutelos)
Los pensadores neoplatoacutenicos siguen previsiblemente la postura platoacutenica que hemos delineado situando por encima de todo la intencionalidad consciente atribuida al artista es decir el skopoacutes que en el caso de los autores con-sagrados como Platoacuten Homero ndashy para Macrobio Ciceroacutenndash era impartir una doctrina filosoacutefica por medio de acciones y palabras representadas Asimismo hay otros factores que hicieron que la nocioacuten de Unidad fuera central en las re-flexiones literarias de los neoplatoacutenicos Por un lado la he-rencia platoacutenica de la obra como organismo vivo que los neoplatoacutenicos profundizaron concibiendo la obra literaria
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como un microcosmos tal como lo sentildeala Olimpiodoro en Alcibiacuteades 105c
El salto que realizan los neoplatoacutenicos consiste en partir de la obra de arte como un microcosmos y extender la ana-logiacutea para explicitar que ha sido creada por un artesano anaacute-logo al Demiurgo creador del cosmos ambos crean a partir de la visioacuten de los modelos inteligibles99 Durante los siglos anteriores otras lecturas de Platoacuten aplicaron los teacuterminos ldquomateriardquo ldquoformardquo ldquoalmardquo a la obra literaria preparando la siacutentesis que se produciriacutea con el neoplatonismo Incluso te-nemos un pasaje de Ciceroacuten en el cual se traza una analogiacutea entre la obra de arte y el microcosmos
quod neque oculis neque auribus neque ullo sensu percipi potest cogitatione tantum et mente complectimur Itaque et Phidiae simulacris quibus nihil in illo genere perfectius uide-mus et eis picturis quas nominaui cogitare tamen possumus pulchriora nec uero ille artifex cum faceret Iouis formam aut Mineruae contemplabatur aliquem e quo similitudinem duceret sed ipsius in mente insidebat species pulchritudinis eximia quaedam quam intuens in eaque defixus ad illius si-militudinem artem et manum dirigebat Vt igitur in formis et figuris est aliquid perfectum et excellens cuius ad cogitatam speciem imitando referuntur eaque sub oculos ipsa [non] ca-dit sic perfectae eloquentiae speciem animo uidemus100
99 Es cierto que estas concepciones existiacutean desde mucho antes sin embargo en estas formulaciones anteriores la obra de arte no era concebida expliacutecitamente como una entidad microcoacutesmica Platoacuten siacute habiacutea establecido en Timeo la analogiacutea entre el macrocosmos y el microcosmos en 27c- 29d se sentildeala que todas las especies de seres vivientes que pueblan el cosmos mantienen con eacutel la misma relacioacuten (species- genus) que existe en el mundo inteligible entre las especies de cosas vivientes inteligibles y modelo en el mundo de las Formas para el cosmos visible
100 Ciceroacuten Orator 8-10 ldquoLo que no podemos percibir con nuestros ojos o nuestros oiacutedos u otro de los sentidos lo comprendemos de todas maneras con nuestra mente y pensamiento Por lo tanto somos capaces de concebir algo maacutes hermoso que las estatuas de Fidias de las que no hemos visto maacutes perfectas en su tipo o maacutes hermosas que esas pinturas que he mencionado De hecho cuando ese artesano estaba haciendo una imagen de Juacutepiter o de Minerva no estaba mirando a ninguna persona
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La analogiacutea entre artista y demiurgo no se hace esperar mucho en las letras latinas y asiacute la encontramos enunciada por Seacuteneca en su Epistula 65 y de manera bastante expliacutecita
Tamquam in statua ndashquia de hac loqui coepimusndash id ex quo aes est id a quo artifex est id in quo forma est quae apta-tur illi id ad quod exemplar est quod imitatur is qui facit id propter quod facientis propositum est id quod ex istis est ipsa statua ltestgt Haec omnia mundus quoque ut ait Plato habet facientem hic deus est ex quo fit haec materia est formam haec est habitus et ordo mundi quem uidemus exemplar sci-licet ad quod deus hanc magnitudinem operis pulcherrimi fecit propositum propter quod fecit Quaeris quod sit pro-positum deo bonitas Ita certe Plato ait ldquoquae deo faciendi mundum fuit causa bonus est bono nulla cuiusquam boni inuidia est fecit itaque quam optimum potuitrdquo101
En este pasaje Dios es comparado con un artista humano pero la analogiacutea admite la extensioacuten inversa tambieacuten En Dioacuten de Prusia reacutetor de fines del siglo I d C el artista humano es
de la cual pudiera derivar la similitud Por el contrario residiacutea en su mente una idea de belleza y mirando directamente a esta es que realizoacute su arte buscando una similitud con esta Por lo tanto asiacute como para la escultura y la pintura hay tambieacuten algo trascendente y perfecto a cuya forma mental todas esas cosas que no aparecen ante nuestros ojos son referidas por los artistas en su acto de imitacioacuten como por ejemplo la idea de la perfecta elocuencia etcrdquo Ciceroacuten parece estar abrevando de su maestro el platoacutenico Antiacuteoco en el que esta concepcioacuten de imitacioacuten artiacutestica descripta es solo un fragmento de un contexto maacutes amplio en el cual Antiacuteoco hace una analogiacutea expliacutecita entre el escultor y el demiurgo (cfr Coulter 1976 99)
101 Seacuteneca Ep 65 7-10 ldquoComo en el caso de la estatua ndashpor volver a la figura con la que comenzamosndash el material es el bronce el agente es el artista el proceso es la forma que se adapta al material el modelo es el patroacuten imitado por el agente el fin es el propoacutesito en la mente del hacedor y finalmente el resultado de todo esto es la misma estatua El Universo tambieacuten seguacuten Platoacuten posee estos elementos El agente es el dios la fuente la materia la forma la adaptacioacuten al mundo visible El patroacuten es sin duda el modelo de acuerdo con el cual el dios hizo esta hermosa creacioacuten El propoacutesito es su objetivo al hacer esto iquestPreguntas cuaacutel es su objetivo Es la bondad Platoacuten de cualquier manera dice lsquoiquestCuaacutel fue la razoacuten del dios para crear el mundo El dios es bueno y ninguna persona buena hace las cosas de manera que no sean buenas De modo que el dios hizo el mejor mundo posiblersquordquo
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comparado con Dios (Oratio 12 80-83) en un paso maacutes cer-cano a lo que seraacute la siacutentesis neoplatoacutenica Como consecuen-cia de esta perspectiva entonces el artefacto realizado por el demiurgo humano comenzoacute a ser pensado como un pequentildeo universo o microcosmos lo cual emerge claramente de un pa-saje de Filoacuten de Alejandriacutea quien en el libro segundo (135) de su De uita Moysis califica el manto del Alto Sacerdote como una ldquopequentildea representacioacuten del universordquo y al propio sacerdote como un microcosmos cuando usa esa vestimenta que es un signo de su oficio
Sobre esta base de la que se reconocen deudores los neo-platoacutenicos articularon sus propias concepciones yendo un paso maacutes allaacute en su siacutentesis articularon las ideas anteriores aplicaacutendolas expliacutecita y especiacuteficamente a la obra de arte cuyo corolario expliacutecito es la asimilacioacuten del artista al De-miurgo como se evidencia en los Prolegomena102
En esta liacutenea los neoplatoacutenicos elaboraron la analogiacutea con la mayor exactitud y celo posible si el cosmos posee ma-teria forma etc las composiciones literarias tambieacuten de-ben tenerlas especialmente los diaacutelogos de Platoacuten En este
102 Prolegomena Anonima 15 1-7 ldquoDebemos ahora mencionar las razones por las cuales Platoacuten usoacute esta forma literaria [se refiere al diaacutelogo] Lo eligioacute decimos porque el diaacutelogo es un tipo de cosmos Puesto que de la misma manera que el diaacutelogo tiene diferentes personajes cada uno de los cuales habla de acuerdo con su caraacutecter asiacute tambieacuten el Universo comprende la existencia de varias formas de la naturaleza que se expresan de diferentes maneras el discurso de cada uno es de acuerdo con su naturaleza Fue entonces como una imitacioacuten que Platoacuten hizo estordquo Los Prolegomena son un ejemplo de texto escolar escrito probablemente en el siglo VI d C en el medio alejandrino y que constituye una introduccioacuten al estudio de los textos de Platoacuten reflejando la tradicioacuten de la exeacutegesis neoplatoacutenica de manera global simple y didaacutectica
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esquema lo que corresponde a la ldquomateriardquo es el material de la obra literaria ndashlos personajes las circunstancias el tiem-po y el espaciondash a la ldquoformardquo coacutesmica corresponde el estilo en el cual la obra estaacute escrita a la ldquonaturalezardquo corresponde la forma de la discusioacuten al ldquoalmardquo los argumentos filosoacutefi-cos a la ldquointeligenciardquo el problema que se discute al ldquodiosrdquo el bien (o sea el objetivo o propoacutesito de la obra)103 Asimis-mo la figura del poeta es reelaborada en tanto se reformula el caraacutecter de la ldquochispa divinardquo bajo la cual el artista opera dada su analogiacutea con el Demiurgo Asiacute la parte del alma que participaba de la divinidad cuando se veiacutea completamente iluminada por ella podiacutea producir algo similar a lo que hizo el Demiurgo cuando dio forma al mundo Esta perspectiva se veiacutea reforzada por otra ya popular desde la Antiguumledad y que seguiacutea contando con fuerza en la eacutepoca tardiacutea seguacuten la cual la verdad habiacutea sido revelada al principio de los tiempos a algunos sabios elegidos y que con el correr de los antildeos se habiacutea ido oscureciendo y ocultando Entre estos sabios se ha-llaban sin duda Platoacuten y Homero ndashque para los neoplatoacuteni-cos estaban cerca de la categoriacutea de diosesndash y por eso es que sus textos debiacutean ser leiacutedos con el objetivo de desentrantildear esa verdad oculta
La preocupacioacuten del neoplatonismo por la Unidad era de caraacutecter maacutes general dado que uno de sus principales pun-tos de intereacutes era determinar coacutemo de lo Uno se produce lo Muacuteltiple o mejor dicho coacutemo lo Uno es lo Muacuteltiple En el aspecto literario la buacutesqueda consiste en determinar coacutemo los muacuteltiples detalles en la obra literaria responden a una uacutenica intencioacuten del autor y por medio de queacute mecanismos esta intencioacuten uacutenica se despliega en los muacuteltiples detalles tex-tuales que conforman un texto En consecuencia las obras literarias tienen un tema uacutenico en todas sus partes y en cada
103 Proleg An 16 1-6 siempre refirieacutendose de manera maacutes especiacutefica a los diaacutelogos platoacutenicos pero extensible a otras obras filosoacuteficas y tambieacuten a sus comentarios
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uno de los niveles que componen esas partes asiacute hay Unidad entre los elementos de la superficie textual y las concepciones preexistentes que hacen a estos elementos necesarios para la Unidad de la obra Incluso se leen en los Prolegomena diez re-glas baacutesicas que el exeacutegeta tiene a disposicioacuten para determi-nar cuaacutel de los muchos temas que se encuentran en las obras platoacutenicas es el central La primera de ellas sobre la cual des-cansan las otras nueve sentildeala la imposibilidad de que una obra literaria sea una pieza bien escrita si no tiene un uacutenico tema la confirmacioacuten estaacute dada por la cita platoacutenica de Fedro (264c) en la que se traza la analogiacutea entre la obra de arte y un organismo vivo
Finalmente entre los conceptos que hacen a la praacutectica lite-raria de los neoplatoacutenicos el de exeacutegesis merece una atencioacuten especial en tanto constituye el elemento compositivo fundador del comentario Nos informa Porfirio (Vita Plotini 21) que de entre la multiplicidad de fuentes de las que se vale para su ac-tividad exegeacutetica Plotino hace uso de numerosos textos que se remontan al Liceo y al Poacutertico pero tambieacuten de Numenio de Cronio de Moderado y de Trasilo en un intento de recupe-rar el pitagorismo o de establecer una filiacioacuten con eacutel En este movimiento ya sea por su amor por la tradicioacuten ya sea por su intencioacuten de luchar contra las ideas nuevas y las religiones de Oriente Plotino realiza una asombrosa siacutentesis de las ideas de la tradicioacuten platoacutenica que hoy en diacutea llamamos neoplatonismo (cfr Charrue 1978 16) Evidentemente el intereacutes plotiniano estaacute dirigido hacia las doctrinas que denomina palaioiacute y se fija como objetivo principal su estudio ya que ldquolas doctrinas de los antiguos son sabias doctrinasrdquo (Enn 2 9 7 3 7 1 y 3 7 7) En este punto Plotino responde al pensamiento de la eacutepoca que se volviacutea hacia el pasado rechazando la nouitas y buscando en la tradicioacuten ya consagrada respuestas a nuevas problemaacuteticas104
104 En esta referencia ve tambieacuten Charrue (1978 18) una alusioacuten negativa a la ldquonovedadrdquo del gnosticismo con el cual Plotino discute vehementemente
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Sin embargo es difiacutecil delimitar queacute consideraba Plotino ldquopasadordquo al decir palaioiacute y en queacute consistiacutea esta categoriacutea si pensamos en textos concretos se trata de una foacutermula que Plotino utiliza de manera recurrente (ldquolas doctrinas anti-guasrdquo ldquolos antiguos sabiosrdquo) en su obra y que requiere de alguna precisioacuten De acuerdo con Charrue (1978 19) cuan-do Plotino habla de los ldquoantiguos sabiosrdquo parece referirse a Parmeacutenides Empeacutedocles Anaxaacutegoras o Pitaacutegoras105 y de acuerdo con esto su objeto de estudio lo constituye un arco del pasado que va desde los presocraacuteticos a Aristoacuteteles
Como contraparte a Plotino no parece interesarle la poste-ridad de Platoacuten ya que ha habido ndashen su opinioacutenndash una degra-dacioacuten de la filosofiacutea en los pensadores posteriores a Platoacuten trazaacutendose una jerarquiacutea seguacuten la cual Platoacuten los presocraacute-ticos y Pitaacutegoras hasta Aristoacuteteles son los ldquoantiguos filoacutesofosrdquo (Enn 5 1 8-9) el estoicismo antiguo y los epicuacutereos vienen despueacutes (Enn 5 9 1) y finalmente los gnoacutesticos objeto de sus mayores ataques (Enn 2 9 6) Esta jerarquizacioacuten en la Historia de la filosofiacutea seguacuten Plotino resulta en particular in-teresante cuando abordamos el texto de Macrobio quien bajo la misma perspectiva debe reordenar el universo filosoacutefico de su tiempo incluyendo a Ciceroacuten y a otros pensadores entre los cuales se incluyen el propio Plotino y Porfirio Este proceso daraacute lugar a una interesante propuesta jeraacuterquica macrobia-na que resulta de alguna manera simplificadora en cuanto a lo filosoacutefico pero reveladora en otros aspectos Platoacuten es sin duda el maacutes citado pero ademaacutes su presencia es la mayoriacutea de las veces expliacutecita y textual se eleva como la uacuteltima palabra en cuestiones filosoacuteficas Plotino citado en proporcioacuten muchas menos veces y la mayoriacutea de ellas parafraseado es utilizado para ldquocompletarrdquo a Platoacuten calificado de gran filoacutesofo casi a
105 En Eneacuteadas 5 1 5 dice el autor ldquolas antiguas doctrinas que la Antiguumledad nos ha legado por medio de los escritos de Platoacutenrdquo y menciona inmediatamente el nombre de Parmeacutenides en 5 9 1 1 ldquoAnaxaacutegoras al hablar de la simplicidadrdquo en 5 1 3 se agrega el nombre de Heraacuteclito y en 5 1 5 el de Empeacutedocles Finalmente el punto de arribo parece ser Pitaacutegoras en 5 1 5 7
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la par del anterior Incluso en ocasiones se lo cita cuando en realidad la fuente utilizada es Porfirio quien uacutenicamente es tomado en su calidad de comentarista las dos veces que se lo cita expliacutecitamente (cfr Cardigni 2008)
La exeacutegesis en consecuencia no es un meacutetodo que se pue-de adoptar o no sino que es la ley que rige a priori las co-nexiones que la filosofiacutea establece con los discursos preexis-tentes y con todos los discursos posibles en virtud de la cual la multiplicidad de las doctrinas particulares conserva una identidad con la verdad originaria que expresa Es esta una estructura profundamente platoacutenica en la que los diferen-tes discursos del campo doxograacutefico tienen entre ellos la misma relacioacuten que las diversas imaacutegenes con respecto a una misma Forma se ldquoparecenrdquo es decir son imaacutegenes las unas de las otras y este parecido reciacuteproco tiene por fundamento el parecido no reciacuteproco que cada una de ellas presenta con respecto a un modelo uacutenico En consecuencia la autoridad de las voces de la tradicioacuten reposa justamente en el acuerdo entre ellas y los discursos venideros en la medida en que este acuerdo remite a una verdad originaria creaacutendose asiacute una suerte de ciacuterculo de validacioacuten (cfr Eon 1970 261) La consecuencia principal de la perspectiva plotiniana es que la autoridad de un pensador o de un filoacutesofo no es absoluta si bien estaacute claro que Platoacuten tiene en el campo de la doxogra-fiacutea un papel privilegiado ya que por su meacutetodo ha logrado la expresioacuten maacutes rigurosa de la verdad el objeto de la exeacutege-sis es justamente esta verdad y no uacutenicamente el discurso de Platoacuten sobre la verdad ldquoAmicus Plato sed magis amica ueritasrdquo
En principio y a partir de los diferentes modelos de re-presentacioacuten pueden sentildealarse dos tipos de criacutetica exegeacute-tico-literaria identificables en los autores de la Antiguumledad adscribibles a Platoacuten y a Aristoacuteteles respectivamente106 La
106 De acuerdo con Coulter (1976 5) Frye (1965a 3 8) distingue ambas formas de criacutetica llamaacutendolas ldquoiliaacutedicardquo y ldquoodiseicardquo la primera se interesa por la forma traacutegica el realismo y la ironiacutea y tiene como
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primera es aquella por medio de la cual se juzga una obra como ldquobuenardquo o ldquomalardquo seguacuten la relacioacuten que esta establece con la realidad externa es decir con los valores morales que estaacuten en la base de la sociedad Seguacuten esta concepcioacuten una obra que lleve a actuar bien moralmente y a emular los valo-res eacuteticos que presenta seraacute aceptable Desde la otra perspec-tiva en cambio el objetivo del criacutetico es descubrir las formas naturales o inherentes de un determinado geacutenero dado o de una estructura literaria convencional A partir de este punto de vista una obra de arte seraacute maacutes o menos exitosa seguacuten actualice de mejor o peor manera las formas impliacutecitas en el geacutenero al cual pertenece Por supuesto que estas distinciones merecen ciertas aclaraciones y no es automaacutetica la adscrip-cioacuten sin maacutes de una u otra a Platoacuten o a Aristoacuteteles
Incluso es posible realizar una distincioacuten dentro de la pri-mera categoriacutea dado que el hecho de medir la obra literaria con respecto a su realidad externa admite dos posibilidades que son sustancialmente diferentes Una relacionada con el criterio de verdad del texto es decir si la obra literaria apunta a algo que existe en la realidad Esta forma de in-terpretacioacuten que podemos llamar epistemoloacutegica o alegoacute-rica se basa en la firme creencia de que existe una realidad reflejada por el texto literario ndashfiacutesica metafiacutesica psicoloacutegi-candash que el inteacuterprete conoce y cuya existencia le consta Por otro lado la interpretacioacuten eacutetica o retoacuterica de la obra lite-raria considera que las acciones representadas en una obra literaria son eacuteticamente aceptables o no es decir buenas o malas Estas opciones de lectura se ven de alguna manera esbozadas en Platoacuten cuando el filoacutesofo discute en Repuacuteblica 2 276e- 379a acerca de la literatura y habla primero acerca
objetivo principal la instruccioacuten fundamentalmente iluminando algo acerca de la vida la experiencia o la realidad De esta manera la literatura es pensada como una suerte de gran alegoriacutea cuyo fin es la comprensioacuten profunda del centro de la experiencia no literaria En el caso de la criacutetica ldquoodiseicardquo simplemente busca analizar queacute va a ocurrir en la historia y es tiacutepico leer de esta manera formas maacutes convencionalizadas como la comedia y el romance
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de los contenidos de la historia como tales (loacutegoi en 376e y 378a) en segundo lugar de la huella (tyacutepos 377b) que la his-toria deja en el oyente y finalmente de la realidad que se en-cuentra en el sentido oculto de la historia (hypoacutenoia 378d) o ldquoverdadero sentidordquo que se halla debajo de la superficie del texto En estas tres concepciones (historia sentido eacutetico im-pliacutecito y sentido verdadero) se ve una prefiguracioacuten de estos modos de exeacutegesis que es posible adscribir a las lecturas de la Antiguumledad (Coulter 1976 7)
La lectura que toma como criterio la historia en siacute y que denominamos criacutetica geneacuterica se ve maacutes claramente en la Poeacutetica de Aristoacuteteles en la cual el Estagirita ve la trama como hecho central del hecho literario Aristoacuteteles estaacute in-teresado en la trama de las tragedias en los mecanismos por medio de los cuales se desarrollan en su direccioacuten en el tipo de personajes y en coacutemo estos factores hacen a la obra verosiacutemil y por lo tanto efectiva Todos estos ele-mentos en efecto eran medidos de acuerdo con el paraacute-metro de si cumpliacutean la funcioacuten de catarsis (en el caso de la tragedia) como leemos en Poetica 6 1449a 27-28 Asiacute el aporte de Aristoacuteteles es establecer que los juicios literarios de obras en particular deben estar determinados por las necesidades internas del geacutenero al cual pertenece la obra es decir los elementos se juzgan seguacuten su capacidad de ha-cer cumplir su funcioacuten a la obra (eacutergon) De esto se deduce que la literatura no responde a la vida sino que tiene su propia impliacutecita y perfecta forma107
107 Como ejemplo de este tipo de criacutetica Coulter (1976 9) recuerda un pasaje de Aristarco de Samotracia que en la liacutenea aristoteacutelica ndashcomo se lee en notas marginales a manuscritos medievales de Homerondash interpreta el pasaje de Iliacuteada en que Odiseo es reconocido por su perro Argos que muere inmediatamente despueacutes no sin antes alertar a Eumeo acerca de la identidad del desconocido Mientras que algunos criacuteticos de la Antiguumledad juzgan este episodio de la muerte de Argos como improbable Aristarco sentildeala que este desarrollo era necesario en funcioacuten de la trama Argos reconoce a su duentildeo de modo que Eumeo pueda reconocerlo tambieacuten pero sin que Odiseo se percate de ello el disfraz de Odiseo sigue teniendo efecto en la trama porque el perro muere inmediatamente despueacutes
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En contraste en la apreciacioacuten de la obra literaria a partir de su relacioacuten con la realidad surgen baacutesicamente dos cues-tiones en primer lugar si el contenido de la obra representa una realidad externa que existe y en segundo lugar si los es-taacutendares eacuteticos impliacutecitos en la obra son aceptables y dignos de ser emulados La criacutetica eacutetica por lo tanto puede caracte-rizarse como menos filosoacutefica que la alegoacuterica a diferencia de lo que ocurriacutea con las doctrinas de escuelas filosoacuteficas particulares esta criacutetica tiende a incorporar en su sistema criacutetico la visioacuten de su propia clase social Sin embargo estas reglas morales de conducta no se veiacutean como trascenden-tes ndashcomo siacute ocurriacutea en ciertas escuelas filosoacuteficasndash sino que maacutes bien se instalaban como praacutecticas a seguir relacionadas fuertemente con la accioacuten y la vida cotidiana En tanto el es-tilo se consideraba una forma de comportamiento entonces la criacutetica retoacuterica era al mismo tiempo eacutetica es asiacute posible extraer valores sociales a partir de ejemplos concretos que nos presenta la literatura
En otra liacutenea la criacutetica alegoacuterica representa maacutes fielmente la postura de las sectas religiosas o escuelas filosoacuteficas y por eso fue maacutes frecuentemente adoptada por la tradicioacuten pla-toacutenica Desde esta perspectiva ndashy sin importar si se trata de judiacuteos cristianos neoplatoacutenicos o estoicosndash la obra de arte es significante por el hecho de que contiene representacio-nes de lo que el criacutetico considera la verdad irrefutable acerca de la naturaleza de la realidad ya sea esta fiacutesica psicoloacutegica divina o metafiacutesica En este contexto criacutetico la proprietas con su clara dependencia de las normas de correccioacuten acepta-das no figuraraacute de manera significante en su lugar encon-traremos como nocioacuten central la intencioacuten o el propoacutesito del autor considerados en general como doctrinas especiacuteficas religiosas o filosoacuteficas que residen en la mente del escritor y que se expresan a traveacutes de narrativas concretas para ilu-minar al lector En el anaacutelisis de las obras literarias la in-tencioacuten del autor resulta en una doble lectura por un lado
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el nivel de las ideas que residen en su mente y por otro el nivel de la narrativa concreta ambos niveles corresponden respectivamente al mundo de la realidad inteligible y al de la experiencia sensorial Asimismo esta lectura supone que el criacutetico asumiraacute regularmente que cada caracteriacutestica de la narrativa puede ser vista en principio como un producto de un disentildeo consciente por parte del autor y es por lo tanto susceptible de anaacutelisis de su intencioacuten Asiacute el texto literario no tiene la funcioacuten ejemplar que teniacutea para la criacutetica eacutetica ni exhibe esa unioacuten de forma y contenido asumida por esta La obra es maacutes bien una sombra sustentada por una realidad maacutes abundante que se ubica detraacutes como una forma difusa vislumbrada a traveacutes de un velo un misterio que necesita ser develado por medio de la interpretacioacuten de quienes de-tentan el saber necesario para hacerlo Ya lo sentildeala Macro-bio citando palabras de Porfirio en sus Commentarii 1 3 18 ldquo[Porphyrius] latet inquit omne uerumrdquo
Pero entonces iquestrepresenta la literatura en su superficie textual algo que es filosoacuteficamente verdadero iquesto son meras sombras y ficcioacuten Por otro lado iquesthay en la literatura alguna posibilidad de representar algo que vaya maacutes allaacute de la reali-dad sensorial Los pensadores neoplatoacutenicos parecen respon-der que siacute a la uacuteltima pregunta lo cual es condicioacuten de su pro-pia posibilidad de existencia Esta premisa parece justificar por siacute misma la abundancia de comentarios en la Antiguumledad ya que el comentarista es el criacutetico que concibe la obra de arte como esta realidad velada y que asume la tarea de descorrer este velo como el Servio que nos presenta Simone Martini en su cuadro en que el grammaticus descorre una fina cortina detraacutes de la cual se encuentran personificadas las tres obras de Virgilio Como sostiene Frye (1965b 12-13) casi todos los comentaristas suelen ser ldquoalegoristasrdquo encubiertos
No es de extrantildear que la tendencia al alegorismo muy an-tigua experimentara en la Antiguumledad tardiacutea un renovado vi-gor si consideramos que se trata justamente de una eacutepoca en
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la que debe reconstruirse el presente a traveacutes de la lectura del pasado la lectura alegoacuterica por su flexibilidad y su capacidad de ligar la realidad con la verdad trascendente constituye una forma exegeacutetica maacutes que apropiada para abordar esa tarea Sin embargo como se anticipa por medio de la propuesta de Pro-clo descorrer el velo y precisar figuras difusas no es la uacutenica forma de acceder a la verdad ni tampoco quizaacute la maacutes segura
La educacioacuten del ciudadano tardorromanoEl otro factor que requiere revisioacuten para completar el pa-
norama cultural de la eacutepoca es el del papel que jugaban las instituciones escolares en la creacioacuten de la identidad roma-na En todas las eacutepocas la educacioacuten se define por dos ca-racteriacutesticas que van variando en sus objetivos y contenidos pero que son siempre esencialmente las mismas exclusioacuten e inclusioacuten Es por medio de ellas conformadas a partir de operaciones de adicioacuten y sustraccioacuten que se delinea el curriacute-culum escolar para ser instaurado en la mente y la memoria del aprendiz y de la comunidad a la cual pertenece adaptaacuten-dose a los requerimientos institucionales de esta (cfr Rappe 2001) Roma no es la excepcioacuten la configuracioacuten de la ro-manitas desempentildeoacute siempre un papel de importancia en la sociedad romana trataacutendose de una cultura que se concebiacutea a siacute misma como un sistema de reglas con un fin organizador y orientaba sus recursos y estrategias a imponerse y dominar el resto del mundo En este contexto la conformacioacuten de la identidad resultaba fundamental para la expansioacuten e impo-sicioacuten de un modelo dominante108 La produccioacuten discursiva
108 Entendemos que la identidad no es un concepto fijo de caracteriacutesticas inmutables sino que se construye y se organiza histoacutericamente por medio de estrategias simboacutelicas como el discurso y a la vez se configura en la tensioacuten con el concepto de alteridad combinando dos operaciones opuestas en el proceso de buacutesqueda identitaria separacioacuten y asimilacioacuten (Del Sastre-Schniebs 2007) Es una categoriacutea dinaacutemica una relacioacuten entre lo uno y lo otro ligada siempre a estructuras discursivas y narrativas a sistemas de representacioacuten y a relaciones de poder (Remotti 1996 Hall 2005)
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fue siempre uno de los elementos romanizadores de mayor eficacia y estaba destinada a asimilar y neutralizar la alte-ridad y proponer un modelo hegemoacutenico de identidad que funcionara como categoriacutea dominante tanto externa como internamente El geacutenero didaacutectico en tanto configuracioacuten discursiva actualizada en la actividad interpersonal de la en-sentildeanza y el aprendizaje es un aacutembito textual en el que se proyecta la nocioacuten ideal de identidad articulada en una serie de impliacutecitos ideoloacutegicos tanto en teacuterminos del sistema axio-loacutegico como de la organizacioacuten social del saber (crf del Sas-tre-Schniebs 2007) y en el caso de la Antiguumledad tardiacutea de la relacioacuten con la tradicioacuten que constituye el bagaje cultural
Ya en el siglo V d C los intentos de redefinir y adaptar la cultura claacutesica en funcioacuten de nuevas construcciones ideoloacute-gicas adoptaron una direccioacuten concreta ya que se buscaban los moldes para construir una nueva paideiacutea por parte de la cultura cristiana y para mantener la identidad por parte de la intelectualidad pagana en los caacutenones claacutesicos En este sen-tido la defensa de la tradicioacuten como uacutenica forma de perma-nencia se dio en todos los frentes tanto en el militar como en el ideoloacutegico y en el social y por supuesto en los aacutembitos lin-guumliacutestico y cultural (cfr Alan Cameron 1977) Pero al mismo tiempo esta tradicioacuten fuente de seguridad y homogeneidad en la construccioacuten de la identidad comuacuten se vuelve impreci-sa y se desdibuja perdiendo asiacute su valor normativo (cfr Re-motti 1997) Es por eso que surge un movimiento destinado a recuperarla por medio de la repeticioacuten y la utilizacioacuten de exempla que le permiten conservar y afianzar su caraacutecter de auctoritas De aquiacute proviene la concepcioacuten anticuarista que tiende a la erudicioacuten como modelo cultural y con la que a menudo se caracteriza la cultura del Tardoantiguo tambieacuten en esta corriente se inscribe como veremos la tarea del gra-maacutetico en el aacutembito institucional de la educacioacuten
La escuela era sin duda el lugar privilegiado para la ta-rea de construccioacuten de la identidad cultural La educacioacuten
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uacutenica experiencia comuacuten a todos los miembros de la hetero-geacutenea clase aristocraacutetica conformada por los futuros admi-nistradores del Imperio habiacutea conservado sus matrices de manera relativamente estable a lo largo de la eacutepoca heleniacutes-tica romana claacutesica y tardoantigua presentando notables continuidades tambieacuten en el modelo hegemoacutenico cristiano a partir del siglo IV En ella el futuro ciues recibiacutea la instruc-cioacuten linguumliacutestica y cultural necesaria para reconocerse como parte de su clase social y actuar en consecuencia De esta manera haciendo uso de la instancia de la repeticioacuten y de la memoria elementos que operaban en la propuesta del exem-plum y la perduracioacuten de la tradicioacuten la escuela buscaba per-petuar una nocioacuten de romanitas por medio de la reiteracioacuten de los modelos que habiacutean sido funcionales en el pasado
Asimismo y probablemente gracias a estas mismas carac-teriacutesticas se ha notado que la escuela tardoantigua mani-festaba una excesiva tendencia a la atomizacioacuten y desinte-gracioacuten (cfr Marrou (1948) y Kaster (1980a) lo cual se veiacutea reflejado en la creciente burocratizacioacuten del Imperio La es-cuela formaba administrativos y buroacutecratas porque eso era en definitiva lo que le demandaba el aparato de Estado La educacioacuten liberal y la transmisioacuten de las disciplinas teacutecnicas (como derecho historia y filosofiacutea) que habiacutean caracterizado la educacioacuten romana en sus oriacutegenes estaban praacutecticamen-te perdidas y la escuela consistiacutea en una formacioacuten baacutesica y formal articulada sobre los contenidos linguumliacutestico-literarios Por otro lado el contexto cambiante de la Antiguumledad tardiacutea cuestionaba el modelo identitario tradicional propuesto por la escuela generando conflictos que necesariamente reper-cutiacutean en la educacioacuten y en sus valores Es ante este conflic-to que tambieacuten desde los espacios externos a la institucioacuten escolar se alzan voces como la de Macrobio criticando los modelos vigentes y a veces proponiendo otros nuevos
Concretamente en la eacutepoca que nos ocupa y como habiacutea sido desde haciacutea siglos la educacioacuten se centraba no en el
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desenvolvimiento de la razoacuten sino maacutes bien en la transmi-sioacuten del patrimonio literario contenido en las grandes obras maestras de la tradicioacuten con la consecuente canonizacioacuten de estas a partir de un criterio esteacutetico y de niveles de jerar-quiacutea (cfr Marrou 1948) Fundamentalmente la formacioacuten ndashtanto en Roma como en Grecia y con variaciones seguacuten el casondash consistiacutea en la ensentildeanza y transmisioacuten de las artes liberales gramaacutetica retoacuterica dialeacutectica (triuium) y muacutesica geometriacutea astronomiacutea y aritmeacutetica (quadriuium) Estas dis-ciplinas conforman esa cultura general o koineacute cultural ne-cesaria para el estudio de la filosofiacutea idea compartida tanto por Platoacuten como por Aristoacuteteles y los pensadores del Poacutertico En la eacutepoca romana las artes liberales se erigiacutean al menos sobre el plano teoacuterico como la preparacioacuten necesaria pre-via a todas las formas de cultura superior literaria teacutecnica cientiacutefica y filosoacutefica Constituiacutean asiacute la cultura general de la que era necesario disponer antes de acceder a la especializa-cioacuten como nos informa Seacuteneca
Quemadmodum prima illa quam antiqui uocabant literatu-ra per quam pueri elementa traduntur non docet liberales artes sed mox percipiendis locum parat sic liberales artes non perducunt animum ad uirtutem sed expediunt109
En Roma se produce una reduccioacuten de este ciclo por me-dio de la cual la gramaacutetica y la retoacuterica pasan a ocupar el lugar principal subordinando al resto de las disciplinas En consecuencia esta cultura general se transforma en mera erudicioacuten y no funciona ya como formacioacuten preparatoria sino como objetivo en siacute misma manifestando un caraacutecter mayormente enciclopeacutedico apreciable por ejemplo en la
109 Seacuteneca Ep 88 20 ldquoDe este modo aquella primera que los antiguos llamaban lsquoliteraturarsquo a traveacutes de la cual los nintildeos conocen las cosas baacutesicas no ensentildea las artes liberales sino que apenas prepara el terreno para recibirlas asiacute las artes liberales no conducen el aacutenimo hacia la virtud sino que lo liberanrdquo
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obra de Marciano Capela quien parodia este tipo de sistema de ensentildeanza-aprendizaje
Con respecto a las artes liberales el quadriuium medie-val era ya conocido y estaba codificado en el contexto de las doctrinas platoacutenicas incluso a menudo se consideraba que el estudio de estas cuatro ciencias era suficiente para el co-nocimiento de los seres El triuium por otra parte no existioacute como tal sino hasta el siglo II d C es decir que gramaacutetica retoacuterica y dialeacutectica no fueron relacionadas ni consideradas como partes de un todo hasta esa eacutepoca a excepcioacuten quizaacute de las reflexiones de los estoicos En algunas perspectivas filosoacuteficas como las de Plutarco Apuleyo o Maacuteximo de Tiro la gramaacutetica devino una ciencia auxiliar de aquellas otras preparatorias para el estudio de la filosofiacutea la retoacuterica y la dialeacutectica Recieacuten en el siglo IV contamos con un sistema maacutes claro elaborado un poco antes por Porfirio que reuacutene las tres ciencias del futuro triuium y las cuatro matemaacuteticas del quadriuium (cfr I Hadot 2005) Seraacute finalmente en el neoplatonismo cuando naceraacute propiamente el ciclo de las siete artes liberales tal como lo recibiraacute la Edad Media lo encontramos codificado de esta manera en De ordine donde Agustiacuten expone su teoriacutea sobre los tres geacuteneros de lo ldquoracio-nalrdquo y el ciclo de las artes liberales
Ergo iam tria genera sunt rerum in quibus illud rationabile apparet Unum est in factis ad aliquem finem relatis alterum in discendo tertium in delectando Primum nos admonet nihil temere facere secundum recte docere ultimum beate contemplari In moribus est illud superius haec autem duo in disciplinis de quibus nunc agimus110
110 Agustiacuten De ordine 2 12 35 ldquoHay entonces tres geacuteneros de cosas en las cuales se manifiesta lo racional el primero consiste en las acciones que se conducen a un fin el segundo consiste en hablar el tercero en deleitar El primero nos advierte a no hacer nada sin reflexioacuten el segundo a ensentildear correctamente el uacuteltimo a encontrar nuestra felicidad en la contemplacioacuten El primero concierne a las costumbres pero los dos uacuteltimos a las disciplinas que trataremos ahorardquo
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Es decir que mientras el primer geacutenero tendriacutea que ver con una suerte de eacutetica ldquoautoritariardquo (sobre la que el autor se explaya en capiacutetulos siguientes) el segundo estaacute relacionado con las ciencias de la palabra (gramaacutetica retoacuterica y dialeacutecti-ca) y el tercero con las ciencias matemaacuteticas dado que apun-ta a la contemplacioacuten de los seres y de Dios e incluye a la filosofiacutea misma El origen de todas las disciplinas es la razoacuten ya los estoicos habiacutean presentado unidas las disciplinas del triuium pero Agustiacuten propuso las artes liberales como un ci-clo unido a partir de razones y proporciones numeacutericas que son a su vez las que unen a estas disciplinas con la filosofiacutea cuyo objetivo final es la buacutesqueda de lo Uno Asiacute el ciclo de las ciencias juega un papel efiacutemero es una preparacioacuten o un paso hacia el objetivo mayor111
Ademaacutes en Roma esta matriz educativa adquiere un matiz fundamental que la diferencia de la griega se pone ahora al servicio del Estado una causa mayor que la del individuo a la cual este puede y debe contribuir realizaacutendose maacutes allaacute de siacute mismo y trascendiendo su individualidad De esta forma la educacioacuten romana queda apegada a un arcaiacutesmo que la liga a cierta nostalgia por la vieja moral de la ciudad anti-gua si bien se incorpora la eacutetica personalista de la paideiacutea que ya mencionamos Roma se volveraacute siempre hacia ese ideal primero y se esforzaraacute por retornar a eacutel aun cuando las praacutecticas de sus costumbres la hayan alejado asiacute lo sostiene Horacio en eacutepoca de Augusto y asiacute lo veremos en Macrobio avanzado el siglo V Iacutentimamente ligada a este sentimiento nostaacutelgico se encuentra la valorizacioacuten de lo tradicional en contraposicioacuten con la nouitas que se va acentuando confor-me pasan los siglos y la cultura romana se enfrenta con ver-daderas novedades como por ejemplo el cristianismo Ya en
111 Resulta sin embargo interesante que cuando se refiere a la educacioacuten cristiana en De doctrina cristiana Agustiacuten no mantiene este modelo si bien conserva la importancia de la matemaacutetica de la dialeacutectica y la retoacuterica se aleja de las otras disciplinas del ciclo y sugiere el estudio de las ciencias naturales tambieacuten (cfr I Hadot 2005)
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sus tiempos Ciceroacuten aclara este punto en una paraacutefrasis de Ennio ldquoMoribus antiquis res stat Romana uirisquerdquo112
Este ideal moral establecido en la Roma arcaica no se dis-cute ni se pone en cuestioacuten sino que se repite por medio de modelos que inspiran a la devocioacuten y sacrificio por la comu-nidad y el Estado El amor a la gloria que caracterizaba al imaginario griego existe en Roma pero nunca a partir de la gesta individual sino subordinado a su finalidad es decir el bienestar y la salvacioacuten puacuteblica asiacute leeraacute Macrobio el epi-sodio del Somnium ciceroniano a partir de la figura heroica de Escipioacuten De ahiacute que ser un buen romano es en todas las eacutepocas repetir lo que los antepasados han hecho creiacutedo y defendido en particular recordemos que a diferencia de lo que ocurriacutea en Grecia la madre y el padre romanos toma-ban parte muy activa en la educacioacuten de los hijos ella en los primeros antildeos educaacutendolo en los valores romanos y el padre a partir de los siete antildeos encargaacutendose de su aprendi-zaje de la vida puacuteblica113 Luego vendraacuten los maestros pero su figura seraacute siempre asimilada a la paterna El ejemplo de los Praecepta de Catoacuten se verifica tambieacuten en otros contempo-raacuteneos como Paulo Emilio o el mismo Ciceroacuten y se refleja maacutes adelante en la praacutectica de Macrobio que en un intento similar pero con un objetivo diferente dedica sus obras a su hijo para complementar corregir o mejorar la formacioacuten que recibe en la escuela en un claro intento de polemizar con la educacioacuten formal Y es tambieacuten finalmente parodiada en De Nuptiis de Marciano Capela (1-2) en que el padre se muestra incapaz de cumplir eficientemente con su funcioacuten educadora
112 Ciceroacuten Repuacuteblica 5 1 ldquoEl Estado de Roma descansa tanto en las viejas costumbres como en el vigor de los hijosrdquo Este fragmento de Enio (Sk 156) es tambieacuten citado junto al comentario ciceroniano por Agustiacuten Ciu 2 21
113 Quintiliano 2 2 4 ldquoNeque uero sat est summam praestare abstinentiam nisi disciplinae seueritate conuenientium quoque ad se mores adstrinxerit Sumat igitur ante omnia parentis erga discipulos suos animum ac succedere se in eorum locum a quibus sibi liberirdquo
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Durante los siglos que separan a Ciceroacuten de Agustiacuten se va asentando la tendencia a centrar la educacioacuten en las letras Como viene sucediendo desde tiempos anteriores es una edu-cacioacuten que apunta a la formacioacuten del orador el hombre culto de la eacutepoca es sin duda uir eloquentissimus No obstante los cambios que se producen en la vida poliacutetica romana relegan la actividad oratoria a un marco privado obligando a la elo-cuencia a refugiarse en la recitatio y la declamacioacuten hacieacutendo-la perder lentamente su valor cultural Esta transformacioacuten convierte a la elocuencia en literaria y le otorga un marcado caraacutecter escolar dado que su aprendizaje se realiza entonces en la escuela del reacutetor y del gramaacutetico vaciaacutendose de los con-tenidos superiores ndashfilosofiacutea historia y derechondash que Ciceroacuten (De oratore 1 18 158-159 201) habiacutea establecido La literatura va alejaacutendose cada vez maacutes generacioacuten tras generacioacuten de la vida puacuteblica y desligaacutendose de las tareas poliacuteticas
Asimismo recordemos que la educacioacuten en su ideal supo-niacutea tambieacuten la adquisicioacuten de la doctrina es decir un cono-cimiento y asimilacioacuten de contenidos de cultura general asiacute el hombre educado es tambieacuten uir doctissimus como sentildeala Agustiacuten (Civ 22 6 1) ldquounus e numero doctissimorum hominum idemque eloquentissimus omnium M Tullius Cicerordquo Pero en la Antiguumledad tardiacutea este aspecto el de la doctrina que forma-ba anteriormente parte de la educacioacuten general y de las artes liberales comienza a transformarse en eruditio conformada por conocimientos sesgados obtenidos a partir de los libros La elocuencia en su forma libraria y literaria es lo uacutenico que ensentildea la escuela las otras cinco artes liberales son apenas mencionadas por el grammaticus en su enarratio de manera casi anecdoacutetica y ciertamente no ocupan un lugar central sino subordinado a la gramaacutetica y a la retoacuterica El aspecto ldquoactivordquo de la educacioacuten queda subordinado al ldquoperfectivordquo y la cultura general no es tanto una formacioacuten del espiacuteritu como una suerte de acumulacioacuten de conocimientos que sir-ven de manera utilitaria para la oratoria (cfr Marrou 1938)
Macrobio en el mapa tardoantiguo 123
La presencia dominante del cristianismo no tuvo como re-sultado un cambio abrupto de la educacioacuten paganos y cris-tianos compartiacutean la paideiacutea tradicional y los escasos inten-tos de los que tenemos noticias por separar ambas culturas ndashla enmienda de Juliano al Codex Theodosianus prohibiendo que los cristianos ensentildearan los grandes libros paganos y el cierre de la Academia en Atenas por parte de Justiniano en 529ndash parecen confirmar esta presuncioacuten (cfr Rappe 2001) El programa educativo de la Iglesia cristiana temprana con-cede un lugar central a la presencia de las letras paganas y si hay una oposicioacuten binaria que sustenta la teoriacutea educativa cristiana es ldquoeacuteticamente aceptablerdquo y ldquoeacuteticamente no acepta-blerdquo lo cual claramente no se corresponde con la oposicioacuten cristiano-pagano Todos los miembros de la elite de la socie-dad tardoantigua recibiacutean las mismas teacutechnai de los mismos maestros y existiacutea una continuidad retoacuterica y cultural en las praacutecticas gramaticales por medio de las cuales se cimentaba el poder de la burocracia autoritaria Esta educacioacuten comuacuten acentuaba la sensacioacuten de pertenencia a un modus uiuendi que poniacutea el eacutenfasis en los valores de la correccioacuten social la di-plomacia mutua y la colaboracioacuten social La cultura literaria constituiacutea una suerte de zona neutral de comunicacioacuten y pres-tigio compartidos a lo largo de la cual las mejores familias de la sociedad podiacutean moverse a fines del siglo IV hacia un cris-tianismo respetable y aristocraacutetico Una vez hecho el pasaje la aristocracia cristianizada trajo la cultura literaria consigo de manera tan natural como llevaba los valores de clase social y de familia (cfr Kaster 1988) La funcioacuten de la educacioacuten era entonces definir e identificar esta elite que se definiacutea por opo-sicioacuten a la masa no educada (cfr Matthews 1975)
En este movimiento de redefinicioacuten la paideiacutea se trans-forma en la cultura externa una sabiduriacutea superficial que viste a la verdadera persona Es un aprendizaje valioso en tanto constituye una imagen de la verdadera virtud pero esta formacioacuten de buenos haacutebitos que se propone no tiene
Julieta Cardigni124
que ver en gran medida con la virtud innata del alma Asiacute la sabiduriacutea pagana parece haber construido una suerte de ldquoborradorrdquo decente de lo que seriacutea el verdadero arte de vivir con la revelacioacuten cristiana (cfr Rappe 2001) por ejemplo Basilio parece sugerir en Ad adulescentes que el estudio de las obras claacutesicas funciona como una propedeacuteutica para la empresa maacutes seria y adulta del entrenamiento moral e inte-lectual Esta traduccioacuten cultural operada por el cristianis-mo le permitioacute al modelo claacutesico seguir sobreviviendo en los nuevos tiempos en tanto funcionaba asiacute como un canal de encuentro para determinada clase social114
Una vez estabilizado este proceso nos encontramos en una etapa en la cual las letras cristianas ya han florecido y resurge por lo tanto la antigua discusioacuten entre retoacuterica y fi-losofiacutea Asiacute en De doctrina christiana Agustiacuten busca separarse de la retoacuterica pagana a partir de una propuesta de reformu-lacioacuten del canon que excluye ahora a los grandes textos de la tradicioacuten grecolatina pagana dado que hay que concen-trarse en los autores cristianos En el libro cuarto del tratado Agustiacuten explica en queacute consiste la nueva propuesta retoacuterica en la cual las Escrituras funcionaraacuten como canon estiliacutestico en vez de los modelos paganos a partir de un procedimiento inductivo De esta forma se aleja del modelo del grammati-cus latino y adopta maacutes bien otro el que tiene raiacuteces en la Repuacuteblica platoacutenica ambos se asemejan en el punto en que operan una reductio artium ad philosophiam circunscribiendo el estudio general a un punto que se considera fundamental los textos sagrados o los textos filosoacuteficos seguacuten el caso (cfr Rappe 2001) Como veremos el modelo de Macrobio tam-bieacuten responde a esta tradicioacuten platoacutenica que retoma Agustiacuten
114 Esta transformacioacuten de la educacioacuten liberal en cultura externa o preliminar no es novedad del cristianismo sino que habiacutea comenzado ya en el aacutembito pagano con por ejemplo Seacuteneca (Ep 88) quien sentildeala la inutilidad de la educacioacuten liberal (studia liberalia) pero concede que la uacutenica forma de estudio liberal es la sabiduriacutea (sapientia) no porque sea digna de una persona libre sino porque hace libres a los hombres
Macrobio en el mapa tardoantiguo 125
poco antes que eacutel en franca oposicioacuten a las praacutecticas del grammaticus y su comentario escolar
Por otro lado a lo largo de la historia de la educacioacuten romana la instruccioacuten va restringieacutendose cada vez maacutes al aacutembito institucional y asiacute termina identificaacutendose con la es-cuela ndasha diferencia de lo que ocurriacutea en sus oriacutegenesndash que abreva en la literatura tradicional para conformar su praacutec-tica pedagoacutegica Esta procede por medio de la repeticioacuten de los textos no mecaacutenica sino orientada hacia ciertos obje-tivos los gramaacuteticos tardoantiguos realizan esta operacioacuten seleccionando del gran corpus de la tradicioacuten aquello que quieren que perviva y de ahiacute el gran poder que detentan en el establecimiento del canon literario Muestra de esto es la supervivencia por ejemplo de los tratados de ortogra-fiacutea como una suerte de recetas de escritura mientras que Varroacuten no corre la misma suerte Claramente la repeticioacuten supone una seleccioacuten que de ninguna manera es ingenua sino que responde a los objetivos de la instruccioacuten escolar (cfr Desbordes 1995)
El objeto disciplinar del grammaticus es la gramaacutetica que comprende una doble tarea la teoacuterica de regular la produc-cioacuten linguumliacutestica y la maacutes praacutectica de la lectura de los textos Sin embargo la gramaacutetica debioacute recorrer un largo camino antes de constituirse como objeto de estudio relativamente independiente en la escuela claacutesica ya que en sus oriacutegenes era inseparable de la filosofiacutea siendo ambas reflexiones y descripciones complementarias de un mismo fenoacutemeno La base comuacuten estaba dada por el hecho de que las dos activida-des teniacutean su raiacutez en el uso de un lenguaje natural cuyas ca-tegoriacuteas eran indispensables para estructurar los contenidos de la reflexioacuten la ensentildeanza y la comunicacioacuten (cfr Swiggers-Wouters 2002) De todas maneras y aunque el surgimiento de la gramaacutetica concebida como ciencia de la lengua es to-daviacutea hoy objeto de debate podemos considerar que a partir de la actividad alejandrina con miras a establecer un texto
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correcto surge paulatinamente la idea de que pueden cons-tituirse reglas generales no dependientes de las formas que aparecen en los autores pero que eventualmente pueden jus-tificarlas o explicarlas
Esta es la situacioacuten que los romanos recibieron en el siglo I a C con la dispersioacuten de los sabios griegos de Alejandriacutea Hoy en diacutea la criacutetica asocia frecuentemente el inicio de la tradicioacuten gramatical a la estadiacutea en Roma de Crates de Ma-los en el segundo tercio del siglo II d C tal como nos relata Suetonio quien utiliza la palabra grammatica para designar la exeacutegesis de los textos que Crates llevoacute a cabo en sus confe-rencias115 Sin embargo en Roma existiacutea ya la tradicioacuten pro-veniente de la escuela alejandrina relacionada con lo que hoy consideramos filologiacutea por lo cual lo que estaacute realmente fijando la aneacutecdota de Crates en Roma es la incorporacioacuten de otra forma de hacer hablar a los textos que responde a los trabajos de la filosofiacutea estoica (cfr Desbordes 1995 35)
A partir de este hito pueden reconocerse varias etapas de esta ldquocriacutetica literariardquo en el aacutembito latino116 la primera ligada a los estudios griegos que se inicia con la mencio-nada estadiacutea en Roma de Crates de Malos La edad de oro de la criacutetica literaria en Roma comprendioacute desde la eacutepoca de Varroacuten hasta la de Gelio (siglos I a C-II d C) y se defi-nioacute por un caraacutecter anticuario asiacute el gramaacutetico que seguiacutea los preceptos del alejandrinismo influiacutea tanto en el gusto literario de la eacutepoca como en el canon literario y se asegu-raba la supervivencia de ciertos textos frente a otros que se perdiacutean En tiempos de Augusto los criacuteticos fueron aun maacutes profesionales en su tarea podemos mencionar a Pompeyo
115 Suetonio Gramm 12 ldquoPrimus igitur quantum opinamur studium grammaticae in urbem intulit Crates Mallotes Aristarchi aequalis qui missus ad senatum ab Attalo rege inter secundum ac tertium Punicum bellum sub ipsam Ennii mortem cum regione Palatii prolapsus in cloacae foramen crus fregisset per omne legationis simul et ualitudinis tempus plurimas acroasis subinde fecit assidueque disseruit ac nostris exemplo fuit ad imitandumrdquo
116 Asiacute las enuncia y describe Geymonat (1990)
Macrobio en el mapa tardoantiguo 127127
Festo Verrio Flaco (transmitido por Pompeyo Festo y Paulo Diaacutecono) e Higinio En esta etapa no solo se manifiesta un gran intereacutes por los autores antiguos sino tambieacuten por las novedades literarias y por los escritores contemporaacuteneos e innovadores como lo es en ese momento Virgilio
En el siglo II d C se abre una nueva etapa dentro de los estudios criacutetico-literarios en Roma se trata ahora de lograr un acercamiento diferente a los textos ya que se intenta leer y com-prender en profundidad a los autores leiacutedos Suetonio constitu-ye un personaje emblemaacutetico de esta eacutepoca seguido un siglo despueacutes por Aulo Gelio quien mostraba un intereacutes mayor por la erudicioacuten y el culto de la Antiguumledad Durante los siglos III y IV d C el canon de textos latinos ya se encontraba estabiliza-do y en consecuencia aparecen los grandes comentarios con-tinuos a los textos maacutes prestigiosos el de Porfirio a Horacio el de Donato a Terencio y el de Servio a Virgilio existiacutean tambieacuten los scholia uetera a Lucano Estacio Juvenal Ciceroacuten Persio Ovi-dio y a otros autores El comentario se constituyoacute en esta eacutepoca en un geacutenero cuyo modelo puede considerarse el texto de Ser-vio sobre la obra de Virgilio y se caracterizoacute maacutes que por per-cibir el valor literario de los textos por un intereacutes linguumliacutestico se trataba de defender y perpetuar la lengua del Imperio
La gramaacutetica era una vez estabilizada en sus funciones la ensentildeanza de coacutemo hablar y escribir correctamente en su se-gunda instancia mientras que las primeras letras estaban a cargo del litterator117 Sin embargo su aacutembito de aplicacioacuten se limitaba a lo que hoy denominamos fonologiacutea y morfologiacutea notablemente el estudio de la sintaxis se encontroacute ausente en Roma hasta el siglo VI en que Prisciano adaptoacute la obra de Apolonio Diacutescolo118 Las praacutecticas en escuela del grammaticus consistiacutean en la lectura y explicacioacuten de los autores del canon
117 Para una evolucioacuten de la gramaacutetica como disciplina cfr Desbordes (1995 37)118 El Rhematikoacuten de Apolonio Diacutescolo es ya sentildealado como la fuente principal del Tractatus de Macrobio
pero se trata de una recuperacioacuten parcial ya que el autor latino se concentra en describir y analizar las diferencias entre el verbo griego y latino y no aborda de manera central cuestiones sintaacutecticas
Julieta Cardigni128
literario entre los cuales el que ocupaba el lugar maacutes alto era por supuesto Virgilio Como su colega griego el grammaticus ensentildeaba methodice et historice (Quintiliano 1 9 1) y su ense-ntildeanza abarcaba el estudio teoacuterico de la lengua correcta y la explicacioacuten de los poetas claacutesicos como sentildeala tambieacuten Ser-gio ldquoars grammatica praecipue consitit in intellectu poetarum et in recte scribendi loquendiue rationerdquo119 Estos dos aspectos son los que considera Agustiacuten (De musica 2 1 1) al definir al gramaacute-tico como custos historiae dado que de la misma manera que los soldados en la frontera el grammaticus teniacutea a su cargo la custodia de la lengua y de la cultura y si bien su estatus social era en general bastante bajo su funcioacuten como guardiaacuten de la identidad cultural lo convertiacutea en un funcionario de la edu-cacioacuten y en un elemento paradoacutejicamente fundamental en la sociedad tardoantigua120
Asiacute en la escuela surge el geacutenero comentario que consis-te justamente en la explicacioacuten de los autores del canon lite-rario A traveacutes de este tipo textual la praacutectica del gramaacutetico se revela regida por un tono sumamente dogmaacutetico amigo de las definiciones y divisiones sucesivas como observamos en el Ars Maior de Donato
Tropus est dictio translata a propria significatione ad non propriam similitudinem() Sunt autem tropi tredecim me-taphora catachresis mesalypsis metonyma () Metaphora est rerum uerborumque translatio()121
A partir de la lectura del texto ndashdesarrollado por medio de las operaciones de lectio explanatio emendatio y iudicium
119 Sergio Explanationes in artem Donati Keil 4 p 485 1 15-16 ldquoEl arte gramatical consiste principalmente en la comprensioacuten de los poetas y en la teoriacutea de escribir o hablar correctamenterdquo
120 Con respecto al grammaticus sus funciones y su estatus social cfr Kaster (1988)121 Keil Grammatici Latini 4 1 13 ldquoUn tropo es una enunciacioacuten trasladada desde su propia significacioacuten
hacia algo similar En efecto hay trece tropos la metaacutefora la catacresis la metalepsis la metonimia () La metaacutefora es la traslacioacuten de las palabras y de los sentidos ()rdquo
Macrobio en el mapa tardoantiguo 129
seguacuten Diomedes GL 426 21)ndash se procediacutea entonces a la instruccioacuten linguumliacutestica que se desarrollaba en los distintos niveles que ya los teoacutericos antiguos ndashno sin dificultadesndash de-tectaban en la lengua el foneacutetico el morfosintaacutectico y el se-maacutentico (cfr Baratin 1989)
El tratamiento de los errores por parte del gramaacutetico ilustra claramente acerca de su funcioacuten educadora y social en tanto custos latini sermoni122 y custos historiae el grammati-cus debiacutea cumplir su labor de transmisor de los valores de la romanitas garantizando asiacute la supervivencia del ciues ro-mano Sus recursos consistiacutean principalmente en el estable-cimiento la posesioacuten y el control del ars que gobernaba por medio de la ratio el material linguumliacutestico que ofreciacutea la naturaleza y que conformaba la lengua estaacutendar y sincroacute-nica que ensentildeaba la escuela Asiacute el gramaacutetico se fundiacutea con la institucioacuten escolar que representaba concentrando la autoridad en su propia figura y de acuerdo con esta pers-pectiva el tratamiento de todo lo que saliera de la norma se convertiacutea en contra natura (cfr Kaster 1988) Esta nocioacuten de la lengua como natural y dada comporta algunos proble-mas puesto que entra en conflicto con la consideracioacuten de registro y variacioacuten diacroacutenica elementos que surgen ine-vitablemente en el tratamiento de textos literarios que con-taban con siglos de antiguumledad al momento de su lectura en la clase del grammaticus Sin duda una de las tareas maacutes difiacuteciles e ineludibles del gramaacutetico era erradicar de alguna manera estos usos linguumliacutesticos no naturales del proceso de ensentildeanza y al mismo tiempo seguir venerando la auctori-tas del texto comentado De acuerdo con esto la escuela en-sentildea de manera teoacuterica y analiacutetica no la lengua viva sino el inventario del material empleado por los grandes escritores claacutesicos y no se detiene en la concepcioacuten de evolucioacuten de la lengua ni en el registro
122 Seacuteneca Ep 95 65 usa esta calificacioacuten con cierta ironiacutea
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La explanatio sobre el texto fuente ndashde la que surge el co-mentario como talndash es a menudo poco literaria y si bien es exeacutegesis no debemos pensar que hay necesariamente una interpretacioacuten del texto siacute hay alusiones a otros campos del saber ndashesas sesgadas menciones a las que han sido reducidas las otras disciplinas de las artes liberalesndash pero en su mayor parte el comentario es linguumliacutestico En el caso particular de Servio el porcentaje de comentarios no linguumliacutesticos es muy bajo (dos de cada tres se refieren a cuestiones relacionadas con la lengua) y entre ellos la mayoriacutea es de indagacioacuten de contenidos mientras que un porcentaje auacuten menor es de ca-raacutecter exegeacutetico (uno de cada siete se refiere a cuestiones relacionadas con la mitologiacutea la historia la geografiacutea) (cfr Kaster 1988 172)
De acuerdo con lo expuesto el gramaacutetico y su disciplina teniacutean maacutes que ver con la erudicioacuten adquirida esencialmente a partir de la lectura de los claacutesicos de la tradicioacuten literaria en consonancia con esta tendencia libresca que caracterizoacute a toda la Antiguumledad tardiacutea Todo el saber estaacute contenido en los textos de la tradicioacuten y lo que es preciso poner en praacutectica es por lo tanto recursos para extraerlo es decir formas de exeacutegesis y transmisioacuten de este saber La escuela parece presentarse como un reducto de la cultura aristocraacute-tica pagana que en apariencia se resiste a los cambios pero que en profundidad los combate generando en este mismo movimiento ciertas transformaciones que le proporcionan sus caracteriacutesticas distintivas en la eacutepoca tardoantigua
La criacutetica de los intelectuales a la escuela del grammaticusAquiacute es donde se reabre la brecha ndashnunca cerrada del todo
por otra partendash entre gramaacuteticos e intelectuales entre orato-ria y filosofiacutea Agustiacuten Macrobio y otros hombres de su tiempo no consideran que la educacioacuten liberal sea un fin en siacute mismo sino que continuacutean pensando que es una preparacioacuten para
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los estudios superiores La clase intelectual de cuna pagana veiacutea en el sistema de la escuela particularmente la del gramaacute-tico posibles causas del derrumbe del Imperio En esta liacutenea se desarrolla la criacutetica macrobiana expliacutecitamente expuesta en Saturnalia (1 24 12-13) dirigida a ciertos gramaacuteticos que por una actitud totalmente servil hacia la tradicioacuten literaria permanecen en los maacutergenes de los textos y no se apropian de su verdadero sentido cayendo en una fragmentacioacuten y falta de relacioacuten que acusan fallas morales e intelectuales al mismo tiempo Esta actitud no hace maacutes que reproducir y perpetuar las condiciones en las que se maneja el Imperio tardiacuteo (cfr Kaster 1980a)
Si bien en el aacutembito latino a diferencia del griego la filo-sofiacutea del lenguaje y sus reflexiones no ocupan un lugar cen-tral hay algunos rastros de la dialeacutectica estoica en Agustiacuten y Marciano Capela y el tratado Periacute Hermeneiacuteas de Apuleyo que es una adaptacioacuten del de Aristoacuteteles en Varroacuten hay maacutes bien una aplicacioacuten de la dialeacutectica a problemas gramatica-les y desde nuestra perspectiva Macrobio es tambieacuten here-dero aunque menos evidente de esta tendencia filosoacutefica que concibe el lenguaje de forma diferente y que por lo tan-to no puede acordar con los supuestos ni las praacutecticas del grammaticus Marciano Capela completa la definicioacuten de gra-maacutetica en la primera parte en su tratado sobre la dialeacutectica refirieacutendose de forma tiacutepicamente gramatical a cuestiones loacutegicas y alineaacutendose en la tradicioacuten estoica123 La represen-tacioacuten de la gramaacutetica que Agustiacuten y Marciano transmiten a la Edad Media se caracteriza mayormente por la intencioacuten de siacutencresis y enciclopedismo tiacutepicas de la eacutepoca que se aprecia tambieacuten en De differentiis de Macrobio124
123 Cfr Luhtala (2003) Resulta interesante esta operacioacuten de ldquogramaticalizarrdquo la dialeacutectica y acercar de este modo gramaacutetica y filosofiacutea tal como estaban en los primeros tiempos
124 Macrobio realiza una operacioacuten similar que se verifica en las dos direcciones tanto sirve la gramaacutetica para aclarar cuestiones filosoacuteficas como la filosofiacutea para explicar cuestiones estrictamente linguumliacutesticas Sobre el intereacutes de Macrobio por la gramaacutetica cfr De Paolis (1992)
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Esta confrontacioacuten entre gramaacuteticos ldquoprofesionalesrdquo y ldquoaficionadosrdquo no es una construccioacuten de nuestras lecturas modernas sino que los mismos hombres de la eacutepoca la percibiacutean y la explicitaban Plinio Aulo Gelio Varroacuten o el mismo Ceacutesar se habriacutean sorprendido mucho de que se los denominara grammatici dado que no era este su trabajo y quizaacute hasta se habriacutean sentido ofendidos por esta homolo-gacioacuten La razoacuten es que si bien sus temas de reflexioacuten coin-ciden con los de los gramaacuteticos prefieren permanecer en un aacutembito marginal y especiacuteficamente criacutetico desde donde exponer sus ideas y manifestar sus objeciones En la eacutepoca que estudiamos el discurso de los profesionales se perfila ya como forma hegemoacutenica pero los aficionados siguen insis-tiendo Paradoacutejicamente el discurso gramatical experimen-taraacute cambios a partir de los aportes de los pensadores de la eacutepoca que lo transformaraacuten definitivamente para ser recibi-do por la Edad Media en una forma que aunque mantiene la apariencia del discurso escolar en lo profundo se halla transformado por las ideas filosoacuteficas que suelen sustentar el discurso de los aficionados Asiacute la educacioacuten medieval se asimila mucho maacutes a la obra y pensamiento de Macrobio que al comentario escolar de Servio Quizaacute podamos entonces hablar de una suerte de empate
Por otra parte en el siglo V se observa la continuacioacuten de una tradicioacuten iniciada siglos antes en el apogeo del Im-perio romano caracterizada por la produccioacuten a partir de la lectura de los textos (cfr Desbordes 1995) que parece mostrar coacutemo la cultura romana se vuelve sobre siacute misma buscando en sus propias producciones culturales formas de legitimacioacuten y de continuidad El ejemplo de Aulo Gelio es claro y muestra hacia doacutende se dirigiacutea el universo de los scholastici ajenos a la ciencia a la filosofiacutea a la litera-tura pero minuciosos conocedores de los libros Tambieacuten los geacuteneros literarios experimentan transformaciones que estaacuten relacionadas con la mediacioacuten literaria como el caso
Macrobio en el mapa tardoantiguo 133
de Saturnalia de Macrobio en relacioacuten con el banquete pla-toacutenico125 De acuerdo con esta tendencia la discusioacuten gra-matical sale del aacutembito cercado por la escuela y alcanza la esfera puacuteblica llegando a ser de intereacutes para los aficionados y generando poleacutemicas por parte de pensadores que no son de ninguna manera especialistas
iquestCuaacuteles son los puntos concretos sobre los que difieren gramaacuteticos e intelectuales y que fundamentan estos disen-sos y criacuteticas En primer lugar la concepcioacuten de lengua que maneja cada uno El gramaacutetico como buen profesional de-limita su objeto de estudio y de alguna manera lo objetiva y aiacutesla del resto de las disciplinas de modo de volverlo inde-pendiente y casi autosuficiente Asiacute si bien como sabemos los textos eran el punto de partida de la ensentildeanza lo eran en tanto podiacutean descomponerse en elementos de la lengua y corregirlos en funcioacuten del sistema de reglas gramatica-les Esta actitud tan estricta hacia la lengua se evidencia tambieacuten en la relacioacuten que el grammaticus establece entre los uitia y las figurae estas uacuteltimas como puerta de escape ante la presencia de un ldquoerrorrdquo en el texto de una autoridad literaria
En contraposicioacuten por ejemplo Ciceroacuten expresa su desacuer-do con este intereacutes desmedido por la correccioacuten gramatical sentildealando que hablar bien no es no cometer errores la adqui-sicioacuten de la latinitas no entrantildea ninguacuten meacuterito dado que es na-tural y faacutecil y por lo tanto es incorporada raacutepidamente por los estudiantes Es una virtud del buen ciudadano no del buen ora-dor lo mismo ocurre con la urbanitas que es casi una cuestioacuten de observacioacuten y de derecho de nacimiento puesto que se trata de un acento o pronunciacioacuten propia de la ciudad de Roma ldquoFaciles enim inquit Antoni partes eae fuerunt duae quas modo percucurri uel potius paene praeterii Latine loquendi planeque
125 Sobre las transformaciones geneacutericas en Saturnalia cfr Flamant (1968)
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dicendirdquo126 Por el contrario las virtudes que se buscan en el orador son muy diferentes
Reliquae sunt magnae implicatae uariae graues quipus omnius admiratio ingenii omnis laus eloquentiae contine-tur nemo enim unquam est oratorem quod Latine loque-retur admiratus si est aliter inrident neque eum oratorem tantum modo sed hominem non putant127
Tambieacuten Aulo Gelio ataca a los gramaacuteticos por su afaacuten de corregir lectiones verdaderas hay en Noctes Atticae muacuteltiples ejemplos en los que se opone un gramaacutetico a un hombre de buen gusto y criterio que defiende la singularidad de un tex-to ya sea por su antiguumledad o por el estilo del autor
Grammaticus autem quispiam de nobilioribus ab emptore ad spectandos libros adhibitus repperisse unum in libro mendum dicebat sed contra librarius in quoduis pignus uo-cabat si in una uspiam littera delictum esset128
El mismo Macrobio en Saturnalia ndashy bajo la persona de Ser-vio que notemos es muy diferente de la que se vislumbra en el corpus servianondash defiende la antiguumledad de una leccioacuten ante el ataque no de un gramaacutetico sino de Aviano uno de los asistentes al banquete que comete un error por ignorancia
126 Ciceroacuten De Oratore 3 52 ldquoEn efecto Antonio dijo hay dos partes faacuteciles de esta las cuales paseacute de este modo y casi ni mencioneacute hablar latinamente y pronunciar llanamenterdquo
127 Ciceroacuten De Oratore 3 52 ldquoLas restantes son grandes implicadas variadas serias en las cuales la admiracioacuten de todo el talento toda la alabanza de la elocuencia se contiene Pues ninguacuten orador ha sido admirado por hablar lsquolatinamentersquo si hay alguno es burlado y no se piensa que este sea un orador por eso sino que es propio del hombrerdquo
128 Aulo Gelio 5 4 1 ldquoCierto gramaacutetico (uno de los maacutes conocidos) que un comprador habiacutea hecho ir alliacute para que examinara aquellos libros deciacutea que habiacutea encontrado un error en uno de ellos pero el librero apostaba todo lo que se quisiera a que no podriacutea encontrarse ninguacuten defecto ni siquiera en una sola letrardquo
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Ad haec cum Caecina renidens taceret et Seruius a Sym-macho rogatus esset quidnam de his existimaret Licet inquit in hoc coetu non minus doctrina quam nobilitate reuerendo magis mihi discendum sit quam docendum fa-mulabor tamen arbitrio iubentis et insinuabo primum de Saturnalibus post de ceteris unde sit sic eloquendi non nouitas sed uetustas129
En el caso de Macrobio la defensa tiene como base la analogiacutea con el pasado es decir la auctoritas que los ldquoma-los gramaacuteticosrdquo no contemplan ni respetan a diferencia del Servio macrobiano En el fondo tanto esta como la de los otros criacuteticos aficionados a la gramaacutetica es una actitud pro-fundamente moderna ya que acepta la variedad linguumliacutestica en sus aspectos diacroacutenico y sincroacutenico a diferencia de las reglas estrictas de la escuela que ensentildea una lengua al fin y al cabo inexistente
iquestCuaacutel es la justificacioacuten que subyace a esta actitud tan hos-til hacia las praacutecticas de correccioacuten gramatical En princi-pio y en su aspecto maacutes inmediato los haacutebitos linguumliacutesticos aprendidos en la escuela ayudan a mantener las diferencias de estatus y a preservar la estratificacioacuten social hablar de cierta manera indica que se pertenece a cierta clase social e inversamente cometer ciertos errores evidencia inmedia-tamente la falta de ese capital cultural Por otro lado en las praacutecticas religiosas la correccioacuten linguumliacutestica es imprescindi-ble ya que al tratarse de enunciados performativos las pa-labras no pueden alterarse ni modificarse como tambieacuten advierte Servio al decir que ldquoet in precibus nihil esse ambiguum
129 Macrobio Sat 1 4 4 ldquoPuesto que Cecina callaba sonriente y Siacutemaco le habiacutea preguntado a Servio queacute pensaba del asunto este dijo lsquoAunque en esta reunioacuten no por menos respeto a la doctrina que a la nobleza me conviene maacutes aprender que ensentildear sin embargo atendereacute el capricho del que pregunta y me dedicareacute primero al asunto de las Saturnales despueacutes al resto para que se demuestre no la novedad de tales palabras sino su antiguumledadrsquordquo
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debetrdquo130 La precisioacuten linguumliacutestica es entonces eficaz para ob-tener el resultado esperado Con el triunfo del cristianismo este factor adquiere aun mayor peso y asiacute un bautismo podiacutea ser nulo si las palabras correctas no se habiacutean pronunciado correctamente (cfr Hyman 2002)
En adicioacuten a estos factores en la Antiguumledad tardiacutea la diver-sidad linguumliacutestica en el Imperio romano habiacutea aumentado no-tablemente por lo cual no debe sorprendernos la insistencia en la correccioacuten linguumliacutestica que observamos en los tratados gramaticales de la eacutepoca si se fuerza la praacutectica de la norma es porque evidentemente el habla la estaba transgrediendo como nos cuenta Isidoro ldquoquae post imperium latius promotum simul cum moribus et hominibus in Romanam ciuitatem inrupit integritatem uerbi per soloecismos et barbarismos corrumpensrdquo131 En este sentido la lengua es constitutiva de las instituciones que otorgan cohesioacuten social a una comunidad Preservar la len-gua significa preservar el statu quo dado que la importancia del conservadurismo en la norma linguumliacutestica estaacute relacionada con la preservacioacuten identitaria de un grupo social
Podemos afirmar que tambieacuten los intelectuales aficiona-dos a la gramaacutetica estaban de acuerdo en general con estas premisas Sin embargo la sociedad y la lengua son fuerzas dinaacutemicas y por lo tanto cambiantes Ante estas transforma-ciones dos actitudes son posibles la prescriptiva tiacutepica del aacutembito institucional de la escuela del gramaacutetico y la anti-prescriptiva quizaacute maacutes ldquorevolucionariardquo que en nuestro caso estaacute simbolizada por las corrientes filosoacuteficas y por el cris-tianismo y que le dan a la poleacutemica que estamos tratando de describir un asidero en el contexto social de la eacutepoca Dado que se situacutean en un espacio externo al de la escue-la los intelectuales que atacan a los gramaacuteticos ndashpero que
130 Servio Comm in Aen 7 120 ldquofatis mihi debita bona periphrasis est ne lsquofatalisrsquo diceret quod est medium et in precibus nihil esse ambiguum debetrdquo
131 Isidoro Orig 9 1 7 ldquoNuevas costumbres y personas llegaron al Estado romano corrompiendo la naturaleza propia de las palabras con solecismos y barbarismosrdquo
Macrobio en el mapa tardoantiguo 137
poseen esa misma formacioacuten que denostanndash no comparten estas preocupaciones y pueden ver maacutes allaacute de las palabras del texto para ir en busca de un sentido maacutes global y trascen-dente ya sea literario o filosoacutefico O quizaacute pueden percibir al mismo tiempo que no se trata de preservar la ldquocaacutescarardquo o la superficie de la educacioacuten sino de trazar una verdadera continuidad con la tradicioacuten que garantice a su vez la uni-dad cultural
Como corolario la funcioacuten que para cada grupo tiene la tarea de educar es esencialmente diferente En el Tardoan-tiguo la educacioacuten era una forma de socializacioacuten que bus-caba por sobre todo generar un ciudadano leal y productivo con el objetivo de mantener el equilibrio social Era un pro-ceso bastante exclusivo en el cual el origen y la clase social jugaban un papel maacutes importante de lo que puede parecer a primera vista maacutes aun que las habilidades (que eran no obstante fundamentales) (cfr Too 2001) Pero mientras que desde la perspectiva del gramaacutetico la escuela y su ensentildeanza son recursos para perpetuar las condiciones sociales y ase-gurar la permanencia y continuidad de la tradicioacuten para los pensadores marginales a la escuela la educacioacuten es justa-mente la forma de cuestionar y subvertir este orden que ya no es funcional en la cultura del Tardoantiguo
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CAPIacuteTULO 2
Los Commentarii y el geacutenero comentario
No poet no artist of any art has his complete meaning alone His significance his appreciation is the appreciation of his relation to the dead poets and artists You cannot value him alone you must set him for contrast and comparison among the dead I mean this as a principle of aeligsthetic not merely historical criticism The necessity that he shall conform that he shall cohere is not one-sided what happens when a new work of art is created is something that happens simultaneously to all the works of art which preceded it The existing monuments form an ideal order among themselves which is modified by the introduction of the new (the really new) work of art among them () and this is conformity between the old and the new
T S Eliot ldquoTradition and the Individual Talentrdquo 1922
Los geacuteneros en el Tardoantiguo
En el campo de la filologiacutea claacutesica la criacutetica ha tendido tradicionalmente a un anaacutelisis retoacuterico o estiliacutestico de los textos para su descripcioacuten generalmente muy ligado al reco-nocimiento de los rasgos formales lo cual en muchos casos resulta productivo y suficiente para la descripcioacuten de marcas geneacutericas No obstante en algunos otros textos esta perspec-tiva se revela como insuficiente y en los uacuteltimos antildeos los estudiosos han comenzado a considerar la nocioacuten de geacutenero como fundamental en la transmisioacuten de los valores de las sociedades griega y romana de lo cual se deduce que es un concepto complejo que incluye una relacioacuten especiacutefica con la realidad en la que es producido el texto Desde este punto de vista los textos adquieren una dimensioacuten ideoloacutegico-social y
Julieta Cardigni140
los geacuteneros funcionan como sus intermediarios configuraacuten-dose a partir de una serie de similitudes que ciertos textos comparten entre siacute y por medio de las cuales se diferencian de otros y que fueron intencionalmente establecidas por los autores y son a su vez decodificadas por sus receptores (cfr Volk 2002)
Como es sabido el discurso sobre los geacuteneros ha sido fun-dacional para Occidente desde la Repuacuteblica de Platoacuten (2 394 b-c) y la Poeacutetica de Aristoacuteteles (1447a 14- 29) ambos esboza-ron aunque de manera no exhaustiva una poeacutetica sobre los geacuteneros Platoacuten con gran acierto dirigioacute la cuestioacuten vincu-lando las clases de textos poeacuteticos ndashdiegeacuteticos mimeacuteticos y mixtosndash con las modalidades expresivas referenciales mien-tras que Aristoacuteteles reflexionoacute a partir de un pensamiento histoacuterico-pragmaacutetico ya estabilizado en Grecia Este uacuteltimo sostiene que la comunicacioacuten literaria sigue las viacuteas de la eacutepi-ca de Homero o de la representacioacuten dramaacutetica de Esquilo a Euriacutepides y percibe tambieacuten la existencia en Grecia de otras modalidades mayoritariamente meacutelico-recitativas ndashatleacutetica citariacutestica liacuterica etcndash que canalizan la expresioacuten iacutentima no narrativo-mimeacutetica de las experiencias comunicadas (Poet 1447a 14- 29)
Fundamentalmente a partir de la lectura de Platoacuten Aris-toacuteteles Horacio y Quintiliano parte de la criacutetica adscribe a la idea de que los antiguos no teniacutean un sistema de geacuteneros sino de modelos es decir que la auctoritas ndashque funcionaba como motor de la creacioacuten y como patroacuten ante el cual defi-nir la propia identidad literariandash era criterio de clasificacioacuten suficiente en el cual inscribir un texto132 Es decir que si bien los hombres de la Antiguumledad siacute parecen haber sostenido un sistema de clasificacioacuten de los textos literarios para que es-tas categoriacuteas adquieran el estatus de ldquogeacutenerordquo y dejen atraacutes el maacutes simple de ldquoclaserdquo es necesario que percibamos en ellos
132 El defensor maacutes aceacuterrimo de esta propuesta es Rosenmeyer (1996)
Los Commentarii y el geacutenero comentario 141
una reflexioacuten destinada a comprender las relaciones entre los distintos tipos de obras literarias Los antiguos parecen alinearse en una percepcioacuten histoacuterica de geacutenero si conside-ramos que habitualmente relacionaban grandes nombres a las obras poeacuteticas pero realmente practicaban maacutes que criacutetica geneacuterica criacutetica de modelos ya que sus asociaciones literarias no estaban dadas por la conexioacuten con una tradi-cioacuten geneacuterica sino con un ldquopadrerdquo un guiacutea personal (cfr Rosenmeyer 1996 422) Es asiacute coacutemo los escritores y los criacuteti-cos se veiacutean influenciados por otros escritores como sentildeala Longino en De sublime 13 2133 e incluso en las reflexiones so-bre la historia de la literatura que expone Quintiliano (Instit orat 10 1)134 se mencionan no tanto geacuteneros sino praacutecticas y sobre todo nombres propios Se trata entonces de dos pa-radigmas diferentes mientras que el pensamiento geneacuterico es de alguna manera cientiacutefico por su pretensioacuten de objeti-vidad y generalidad el pensamiento modeacutelico tiene un ca-raacutecter moral y es disparado por la lectura de los antecesores
133 Longino De Sublime 13 2 ldquoΟὐκοῦν καὶ ἡμᾶς ἡνίκacute ἂν διαπονῶμεν ὑψηγορίας τι καὶ μεγαλοφροσύνης δεόμενον καλὸν ἀναπλάττεσθαι ταῖς ψυχαῖς πῶς ἂν εἰ τύχοι ταὐτὸ τοῦθacute Ὅμηρος εἶπεν πῶς δacute ἂν Πλάτων ἢ Δημοσθένης ὕψωσαν ἢ ἐν ἱστορίᾳ Θουκυδίδης προσπίπτοντα γὰρ ἡμῖν κατὰ ζῆλον ἐκεῖνα τὰ πρόσωπα καὶ οἷον διαπρέποντα τὰς ψυχὰς ἀνοίσει πως πρὸς τὰ ἀνειδωλοποιούμενα μέτρα ἔτι δὲ μᾶλλον εἰ κἀκεῖνο τῇ διανοίᾳ προσυπογράφοιμεν πῶς ἂν τόδε τι ὑπacute ἐμοῦ λεγόμενον παρὼν Ὅμηρος ἤκουσεν ἢ Δημοσθένης ἢ πῶς ἂν ἐπὶ τούτῳ διετέθησαν τῷ γὰρ ὄντι μέγα τὸ ἀγώνισμα τοιοῦτον ὑποτίθεσθαι τῶν ἰδίων λόγων δικαστήριον καὶ θέατρον καὶ ἐν τηλικούτοις ἥρωσι κριταῖς τε καὶ μάρτυσιν ὑπέχειν τῶν γραφομένων εὐθύνας πεπλάσθαι πλέον δὲ τούτων παρορμητικόν εἰ προστιθείης πῶς ἂν ἐμοῦ ταῦτα γράψαντος ὁ μετacute ἐμὲ πᾶς ἀκούσειεν αἰών εἰ δέ τις αὐτόθεν φοβοῖτο μὴ τοῦ ἰδίου βίου καὶ χρόνου φθέγξαιτό τι ὑπερήμερον ἀνάγκη καὶ τὰ συλλαμβανόμενα ὑπὸ τῆς τούτου ψυχῆς ἀτελῆ καὶ τυφλὰ ὥσπερ ἀμβλοῦσθαι πρὸς τὸν τῆς ὑστεροφημίας ὅλως μὴ τελεσφορούμενα χρόνονrdquo
134 Quintiliano Inst 10 1 ldquoSed haec eloquendi praecepta sicut cogitationi sunt necessaria ita non satis ad uim dicendi ualent nisi illis firma quaedam facilitas quae apud Graecos hexis nominatur accesserit ad quam scribendo plus an legendo an dicendo conferatur solere quaeri scio Quod esset diligentius nobis examinandum [citra] si qualibet earum rerum possemus una esse contentirdquo
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En consecuencia esta disponibilidad del ldquomodelo parentalrdquo ayudoacute a anticiparse al reconocimiento de cualquier necesi-dad de una teoriacutea de los geacuteneros y de este modo la tradicioacuten de la imitatio para seguirla o para oponerse a ella satisfaciacutea el instinto clasificador de los antiguos criacuteticos
No obstante negar la existencia de los geacuteneros en la Anti-guumledad equivale a no reconocer las relaciones que los textos establecen con obras anteriores recordemos que los auto-res operaban de manera expliacutecita dentro de la tradicioacuten de la cual se reconociacutean como parte y hacia la cual llevaban la atencioacuten del lector a menudo desde la primera palabra de su obra tomemos solo por poner algunos ejemplos los comienzos de Eneida del Monobiblos de Propercio de la Ger-mania de Taacutecito Todos ellos contienen referencias codifica-das que aluden a otros escritores y a otras obras que forman parte del bagaje literario frente al cual el autor se posiciona de una u otra manera135 De esta forma el propoacutesito de una teoriacutea de los geacuteneros es clarificar estas tradiciones y afini-dades textuales que manifiestan las obras literarias136 y en ese sentido la Antiguumledad claacutesica permite esta construccioacuten desde sus propias reflexiones y sin que tengamos que forzar un marco teoacuterico que resulta anacroacutenico o inaplicable
Claramente un modelo funciona como guiacutea de las carac-teriacutesticas formales de un geacutenero como el metro o el estilo en efecto iquestqueacute otra cosa puede imitarse de un antecesor literario maacutes que estos patrones o rasgos reconocibles y cla-sificables En este sentido podemos coincidir con la idea de que no encontramos en los antiguos la sistematicidad que implica una teoriacutea pero siacute contamos con una suerte de poeacute-tica de los geacuteneros aun cuando estos sean concebidos maacutes como modelos que como una tradicioacuten geneacuterica El hecho
135 Cfr Dalzell (1996) quien polemiza expliacutecitamente con Rosenmeyer sobre este tema136 Frye (1975 247-248) ldquoThe purpose of criticism by genres is not so much to classify such traditions and
affinities thereby bringing out a large number of literary relationships that would not be noticed as long as there were no context established for themrdquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 143
de que existiera efectivamente la imitatio de la auctoritas no tiene por queacute excluir la existencia de la nocioacuten de geacutenero que puede articularse sin problemas en esta concepcioacuten si pensamos que la idea de ldquomodelo ejemplarrdquo propuesta por Conte (1986 31) funciona en una segunda acepcioacuten como coacutedigo como institucioacuten literaria que permite vislumbrar un sistema de reglas conscientes y deliberadas que el autor iden-tifica como indicadores de la forma en que debe ser leiacuteda la obra Esta idea permite a la criacutetica reconstruir un modelo hermeneacuteutico tradicioacuten coacutedigo y geacutenero median asiacute entre el sistema de la literatura y el lenguaje referencial del discur-so social En el caso de Macrobio como veremos la nocioacuten de imitatio y la de geacutenero se articulan de manera complemen-taria y fluida dado que lo que nuestro autor proclama es la imitacioacuten literaria de las obras de la tradicioacuten que funcio-nan de esta manera como una suerte de ldquorepresentacionesrdquo concretas de una forma geneacuterica platoacutenica y de este modo la imitatio es una garantiacutea para la creacioacuten dado que en el acuerdo con las obras de los auctores del pasado se evidencia la existencia de una ldquoformardquo geneacuterica homologable a lo que hemos establecido como ldquogeacutenero naturalrdquo o ldquotipordquo
Otra communis opinio de la criacutetica sobre la produccioacuten lite-raria antigua que a menudo oscurece la consideracioacuten sobre este tema es la idea de que habiacutea leyes fijas para cada geacutenero y que cada obra individual para tener eacutexito debiacutea ser escrita de acuerdo con estas leyes Pero este concepto de ldquoley de geacutene-rordquo es una nocioacuten maacutes renacentista que de la Antiguumledad Es verdad que los poetas claacutesicos suelen hablar como si existieran leyes geneacuterico-literarias que no pueden romperse como nos comunican Juvenal 7 102 ldquosic ingens rerum numerus iubet atque operum lexrdquo Horacio Epist 2 2 109 ldquoAt qui legitimum cupiet fecisse poemardquo y finalmente Quintiliano Inst 10 2 22
Sua cuique proposito lex suus decor est nec comoedia in co-turnos adsurgit nec contra tragoedia socco ingreditur Habet
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tamen omnis eloquentia aliquid commune id imitemur quod commune est137
Sin embargo y si bien estaacute claro que la mayoriacutea de las reflexiones geneacutericas tienen caraacutecter preceptivo no pode-mos deducir de ello que se trata de un dogma de hecho sabemos que los escritores romanos se sintieron libres para desarrollar la tradicioacuten de la forma en que mejor sirviera a sus propoacutesitos y que estas normas no parecen haber sido enunciadas sino para ser transgredidas Ciertamente si exis-te la conciencia de transgresioacuten de un geacutenero es porque de alguna manera hay reglas impliacutecitas que moldean las expec-tativas del lector frente a la lectura de una obra determinada y de manera similar de estas mismas pautas se vale el escri-tor al producir su obra Para ser justos esta es ciertamente una de las formas de concebir los geacuteneros en la Antiguumledad que podemos denominar ldquoorientada a la produccioacutenrdquo los liacute-mites geneacutericos son necesarios para la composicioacuten literaria ldquodescriptas seruare uices operumque colores cur ego si nequeo igno-roque poeta salutorrdquo dice Horacio138 Pero esta reflexioacuten no debe ser comprendida como si existiera un sistema de reglas externo a la obra de arte o impuesto por la criacutetica para su propia conveniencia sino maacutes bien como la explicitacioacuten de la existencia del instrumento con el que contaba el poeta antiguo para llegar al lector para organizar el contenido y para proyectarlo en formas inteligibles para la audiencia (cfr Segal en Conte 1986 xiii) el geacutenero es asiacute un medio de comunicacioacuten en culturas que como la grecorromana han definido soacutelidamente sus tradiciones literarias y por lo tanto
137 Juvenal 7 102 ldquoAsiacute lo exige la ley de las obras y el gran nuacutemero de cosasrdquo Horacio Epist 2 2 109 ldquoPero el que desee hacer un poema legiacutetimordquo Quintiliano Inst 10 2 22 ldquoSu ley es su adecuacioacuten a su propoacutesito y no puede realizarse la comedia en coturnos ni la tragedia en zuecos Sin embargo toda elocuencia tiene algo que le es propio imitemos esto lo que le es propiordquo
138 Horacio Ars Poetica 87 ldquoSi al producir mis versos no puedo observar ni conozco los geacuteneros y estilos requeridos iquestpor queacute se me considera poetardquo
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tambieacuten las competencias literarias que conectan al autor y al lector en un marco de referencia comuacuten
Asimismo esta tradicioacuten de lectura sobre la que repo-sa la construccioacuten del esquema literario de identidad estaacute conformada por una sucesioacuten de lectores y criacuteticos que han operado posteriormente al autor en cuestioacuten Esto significa que existiacutea en la Antiguumledad otra forma de concebir los geacute-neros en la cual eran definidos no solo pragmaacuteticamente como un conjunto de reglas inferidas que permitiacutean a los autores construir sus textos e innovar dentro de la tradicioacuten sino tambieacuten como una forma que operaba desde fuera del contexto de produccioacuten (cfr Depew y Obbink 2000 3) Los geacuteneros se originan en situaciones recurrentes e importan-tes de la vida social cotidiana y su institucionalizacioacuten como patrones regulares forma parte de la arquitectura del orden social No obstante si bien este es el punto de partida se hace necesario formalizar las reglas cuando la situacioacuten para un determinado discurso se ha perdido y es en este punto en que podemos recordar la famosa maacutexima de Rossi (1971 77) en el periacuteodo arcaico las reglas de geacutenero no estaban escritas pero eran respetadas en el periacuteodo claacutesico se es-criben tanto como se respetan y en el periacuteodo heleniacutestico gracias a los filoacutelogos y gramaacuteticos las leyes se escriben pero no se respetan en la praacutectica literaria En atencioacuten a estas cuestiones nuestra definicioacuten operativa de geacutenero seraacute la de un dispositivo de orientacioacuten conceptual que sugiere al oyente el tipo de condiciones de recepcioacuten en las cuales un discurso ficticio puede haber sido desarrollado (cfr Depew y Obbink 2000 4-6)
Asiacute si bien tipoloacutegicamente los Commentarii de Servio los de Calcidio y los de Macrobio pueden asemejarse ndashaunque permiacutetasenos dudar incluso de esta premisandash geneacutericamente presentan diferencias significativas y no atender a su especi-ficidad geneacuterico-discursiva hace que su voz enmudezca y su mensaje se vea anulado por la rigidez de una clasificacioacuten de
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caraacutecter formal que les asigna a ambos por igual el roacutetulo de ldquocomentariordquo El hecho de no ubicar las obras en su contexto o de no poner en funcioacuten de este su organizacioacuten simboacutelica necesariamente resulta en una distorsioacuten de su relacioacuten con la realidad El lenguaje pierde su arbitrariedad y se vuelve representativo icoacutenicamente como las artes figurativas ya que existe asiacute una relacioacuten motivada entre la expresioacuten y el contenido (cfr Conte 1986) por lo tanto la activacioacuten de una u otra forma geneacuterica en la lectura de una obra afecta su mensaje y consecuentemente tambieacuten su relacioacuten con la realidad
El Tardoantiguo en medio de las transformaciones y con-flictos que lo caracterizan veraacute tambieacuten alterada y renova-da su fisonomiacutea discursiva Aun maacutes los geacuteneros literarios en particular como configuraciones ideoloacutegicas del saber tendraacuten un papel fundamental en la construccioacuten del cono-cimiento y de la identidad de la eacutepoca En principio la edu-cacioacuten claacutesica por medio de la cual eran fijadas y transmiti-das las reglas literarias y sus geacuteneros era deseada y buscada por quienes queriacutean ascender socialmente fueran paganos o cristianos ya que los modelos retoacutericos eran necesarios para mantener el funcionamiento de las estructuras sociales y poliacuteticas por consiguiente la formacioacuten retoacuterica claacutesica estaba siempre en la base de la produccioacuten discursiva El re-sultado de la colisioacuten entre estos dos elementos ndashlas matrices escolares y las transformaciones culturalesndash es la creacioacuten y modificacioacuten geneacuterica y al mismo tiempo la continuidad de una base retoacuterica que por medio de la absorcioacuten y la trans-formacioacuten se mantiene activa en la vida literaria (cfr Averil Cameron 1998 144)
Asimismo durante muchos antildeos la criacutetica sostuvo que en el siglo IV habiacutea existido un Renacimiento cultural enca-bezado por un grupo de intelectuales paganos (cfr Bloch 1963) uno de los principales documentos para sostener esta teoriacutea eran los Saturnales de Macrobio que presentaban el
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ciacuterculo de Siacutemaco como bastioacuten del paganismo que se resis-tiacutea a la cristianizacioacuten Ya hemos establecido coacutemo esta lec-tura queda totalmente desarticulada a partir de la datacioacuten baja de Macrobio con lo cual la obra no es ya un reflejo de la realidad de su tiempo sino la representacioacuten nostaacutelgica de un pasado idealizado Pero a esta consideracioacuten debemos agregar ademaacutes que este pretendido movimiento pagano no fue tal sino que existioacute quizaacute un Renacimiento cultural en-carado indistintamente por autores paganos o cristianos y en el que incluso puede sentildealarse que los paganos jugaron un papel maacutes bien indiferente mientras que los cristianos fueron maacutes activos Por otro lado tambieacuten es relativa la no-cioacuten de ldquoRenacimientordquo dado que la produccioacuten cultural del siglo IV ha sido sobreestimada por una constante compara-cioacuten con la cultura en el siglo III no obstante recordemos que se tratoacute de una crisis de los fondos puacuteblicos y de la ad-ministracioacuten puacuteblica que no afectoacute de la misma manera las iniciativas privadas de los aristoacutecratas que auacuten en el siglo III manteniacutean viva la cultura griega (Alan Cameron 1977 2)
Asimismo es necesario leer las manifestaciones culturales tardoantiguas como conjunto y prestar atencioacuten a sus ele-mentos comunes para poder apreciar esa ldquoesteacutetica tardoan-tiguardquo ndashen palabras de Fontaine (1977)ndash que trasciende la adscripcioacuten al paganismo o al cristianismo y evidencia la pertenencia de todas estas obras a un aacutembito cultural co-muacuten En el caso de la literatura esta se caracteriza esen-cialmente por la diversidad e incluye formas geneacutericas tan variadas como los Himnos de Hilario de Poitiers o las Confe-siones de Agustiacuten la correspondencia de Siacutemaco y la Historia de Amiano Marcelino Pero al mismo tiempo es un conjunto que presenta una fuerte unidad dada por la praacutectica cons-tante de la interferencia que asiacute como se da en todos los nive-les de la vida tardoantigua se manifiesta en particular en las relaciones y clases que unen a los textos entre siacute es decir los geacuteneros Asiacute se verifica una mezcla de estilos en lo leacutexico al
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unirse teacuterminos expresivos del sermo cotidianus con elemen-tos teacutecnicos y frases poeacuteticas pertenecientes originalmente a geacuteneros diferentes operaacutendose una subversioacuten estiliacutestica y retoacuterica de los preceptos claacutesicos de correspondencia entre forma y contenido
Esta idea de esteacutetica comuacuten que da unidad a la diversidad literaria del Tardoantiguo (cfr Brown 1971) supone partir de la base de que todos los autores de fines del siglo IV y principios del V que nos interesan en particular comparten una misma mentalidad esteacutetica desde ya esto no implica ne-gar la especificidad personal que imprime a cada una de las obras la idiosincrasia de su autor sino ver la huella que deja la mezcla particular de sus convicciones religiosas y filosoacutefi-cas en la escritura de los textos Estas convicciones se veraacuten reflejadas en la forma literaria adoptada y en la funcioacuten que se le asigna es decir en el geacutenero literario que es en de-finitiva la forma unificadora y singular en que se expresa aquello que se quiere decir (cfr Fontaine 1977 432) En los uacuteltimos antildeos se ha utilizado el teacutermino ldquoTercera Sofiacutesticardquo para denominar a esta retoacuterica comuacuten que Pernot (2006) atribuye al triunfo de cristianismo y a su apropiacioacuten de las matrices claacutesicas de esta manera se auacutenan las retoacutericas cris-tianas y paganas en una buacutesqueda y una poeacutetica comunes (cfr Quiroga 2006)
Entre las caracteriacutesticas que implica esta unioacuten retoacuterica e ideoloacutegica destacamos los siguientes tres aspectos (Fontai-ne 1977 434 y ss)1 en primer lugar la fuerza de la impregnacioacuten de las clases
del gramaacutetico y del reacutetor a cuyas escuelas acudiacutean todos los intelectuales educados y que teniacutea como resultado una formacioacuten ldquoclasicistardquo que en sentido maacutes acotado se entendiacutea como un grupo de textos pertenecientes a la lite-ratura augustea Este clasicismo se aprecia en el ldquovirgilia-nismordquo del que es presa toda la Antiguumledad tardiacutea visible por ejemplo en las obras de Donato Servio y Macrobio
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2 en segundo lugar estas normas esteacuteticas impuestas por la escuela a traveacutes de los medios eficaces y discretos de la educacioacuten memoriacutestica eran luego ejercidas con fuerza en una civilizacioacuten en la que la amplitud del funciona-miento civil y militar haciacutea de esta cultura ldquoclaacutesicardquo en todo el sentido del teacutermino un instrumento auacuten maacutes efi-caz de promocioacuten social
3 finalmente es necesario tener en cuenta tambieacuten las implicancias culturales del esloacutegan tetraacuterquico y cons-tantiniano de la renouatio imperii y del discurso ejercido durante los siglos anteriores sobre el renacimiento de las letras Esta propaganda ideoloacutegica que aboga por un pe-regrinaje universal a las fuentes de las litterae antiquiores se ejerciacutea con tal fuerza y constancia que traduciacutea y apoyaba al mismo tiempo un ideal de restauracioacuten poliacutetica y social
En el plano concreto de las obras literarias esta esteacutetica tardoantigua se manifiesta fundamentalmente en dos aspec-tos por un lado en el metro que se ve transformado combi-nado e integrado de diversas formas y por otro lado en un refinamiento extremo en el arte de la alusioacuten que consiste en traer a traveacutes del uso de palabras extrantildeas o iuncturae uerborum la resonancia casi simultaacutenea de estados esteacutetica-mente diferentes de la literatura latina bien conocida por el lector ilustrado La mezcla de tonos y estilos y la conse-cuente superposicioacuten de geacuteneros son asiacute los instrumentos de este ldquo juegordquo por medio del cual se renuevan las formas y las clases literarias apelando a elementos conocidos y de res-petable tradicioacuten Podriacutea decirse que se encuentra en esta esteacutetica la obsesioacuten ovidiana por la metamorfosis es decir por la transformacioacuten y el cambio constantes de elementos en creaciones nuevas y resignificadas pero que resultaban al mismo tiempo comprensibles para los lectores o espectado-res como garantiacutea de su eficacia e innovacioacuten En esta buacutes-queda de recursos y de uariatio para evitar el fastidium legentis
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se incorpora tambieacuten el recurso de la acumulacioacuten como se ve claramente en la praacutectica de muchos y variados geacuteneros enciclopeacutedicos en los cuales se suma la informacioacuten que re-mite a la tradicioacuten pasada y se la compendia para facilitar su transmisioacuten Es en este punto en que puede comprenderse la amplia produccioacuten de los comentarios y glosas geacuteneros muy difundidos en el Tardoantiguo En el mismo espiacuteritu ocurre que en busca de una mentalidad comuacuten marcada frecuentemente por la recurrencia a Virgilio se utiliza la ale-gorizacioacuten como elemento unificador en la lectura ndashtanto en el caso de las escuelas filosoacuteficas como en el de la exeacutegesis cristianandash pero tambieacuten en la escritura con la consiguiente poetizacioacuten de la prosa que se opera al aplicar estas teacutecnicas (cfr Fontaine 1977 442 443 461)
No hay tampoco en la literatura una oposicioacuten paganis-mo-cristianismo no existen ldquogeacuteneros paganosrdquo y hay muy pocos geacuteneros sustancialmente cristianos ndasho mejor dicho de contenido cristianondash dado que la creacioacuten literaria no se da ex nihilo y por lo tanto la conexioacuten estaacute en el mismo origen de los nuevos geacuteneros o bien en sus transformaciones Por otro lado cuatro o cinco siglos de convivencia entre paganismo y cristianismo en circunstancias diversas han creado un doble movimiento de adaptacioacuten por un lado la conversioacuten de la cultura grecolatina al cristianismo pero tambieacuten de ma-nera inversa una ldquoconversioacutenrdquo del cristianismo a la cultura pagana reforzaacutendose de esta forma las convergencias maacutes que las diferencias entre ambas posiciones (cfr Brown 1982 303-363) La consecuencia es la asimilacioacuten y la creacioacuten de un gusto comuacuten de la eacutepoca que Fontaine (1977 465) de-nomina ldquoteodosianordquo y que se caracteriza por ser indepen-diente de las opciones religiosas e ideoloacutegicas de los artis-tas e implica al mismo tiempo la buacutesqueda de una tipologiacutea global de las formas literarias surgidas de las mismas raiacuteces antiguas conectadas entre siacute por el fenoacutemeno de la oacutesmosis horizontal De una u otra manera para mantenerse o para
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renovarse los hombres tardoantiguos debiacutean transformarse y con ellos su discurso Por lo tanto la Antiguumledad tardiacutea tuvo una literatura particular caracterizada por el repliegue sobre siacute misma como se ve al examinar los tres aacutembitos en que tradicionalmente se ha considerado que los intelectua-les tardoantiguos desarrollaron su tarea literaria durante el siglo IV y que repercutieron en la organizacioacuten de los geacutene-ros discursivos la edicioacuten de textos claacutesicos la traduccioacuten de obras griegas al latiacuten y la historiografiacutea (cfr Alan Cameron 1977 5)
Finalmente dentro de las formas geneacutericas que adquirie-ron mayor relevancia durante el Tardoantiguo se encuentra la de la compilacioacuten en sus diferentes formulaciones textua-les Es cierto que esta tendencia existe ya desde tiempos muy antiguos y bajo diferentes formas Aulo Gelio en el ldquoProacutelo-gordquo de sus Noctes Atticae (2) reflexiona sobre el geacutenero ndasho maacutes bien ldquotipordquondash mismo
Vsi autem sumus ordine rerum fortuito quem antea in excer-pendo federamos Nam proinde ut librum quemque in ma-nus ceperam seu Graecum seu Latinum uel quid memoratu dignum audieram () indistincte atque promisce annota-bam eaque mihi ad subsidium memoriae quasi quoddam lit-terarum penus recondebam139
Por supuesto que los Saturnales de Macrobio responden perfectamente a esta tendencia y si bien la forma geneacuterica es el diaacutelogo platoacutenico la obra es fundamentalmente una compilacioacuten del saber de la Antiguumledad pagana El mismo Macrobio nos ilustra acerca de coacutemo la compilacioacuten de datos puede resultar en algo nuevo de acuerdo con su ordenacioacuten
139 Aulo Gelio Noctes Atticae Praef 2 ldquoHe usado un orden fortuito de las cosas que ya habiacutea usado antes al extractar Pues de la misma forma cuando caiacutea un libro en mis manos ya fuera griego o latino o cuando escuchaba algo digno de recordar lo anotaba de manera desordenada y mezclada para ayuda de la memoria como una cierta despensa de las letras ()rdquo
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y disposicioacuten si bien a diferencia de Gelio Macrobio propo-ne una disposicioacuten ordenada
Nec indigeste tamquam in aceruum congessimus digna me-moratu sed uariarum rerum disparilitas auctoribus diuersa confusa temporibus ita in quoddam digesta corpus est ut quae indistincte atque promiscue ad subsidium memoriae annotaueramus in ordinem instar membrorum cohaerentia conuenirent Nec mihi uitio uertas si res quas ex lectione uaria mutuabor ipsis saepe uerbis quibus ab ipsis auctoribus enarratae sunt explicabo quia praesens opus non eloquen-tiae ostentationem sed noscendorum congeriem pollicetur et boni consulas oportet si notitiam uetustatis modo nostris non obscure modo ipsis antiquorum fideliter uerbis recog-noscas prout quaeque se uel enarranda uel transferenda suggesserint140
En ambos casos hay una idea de la literatura como una suerte de depoacutesito del pasado y garantiacutea de sentido en las construcciones culturales del presente
Tambieacuten Marciano Capela con su obra De nuptiis Mercuri et Philologiae se inscribe en la forma de la compilacioacuten enci-clopeacutedica dado que dentro del geacutenero de la saacutetira menipea expone el conjunto de saberes de la Antiguumledad asignando un libro a cada una de las Artes Liberales y obteniendo por medio de esta estrategia una compilacioacuten quizaacute algo maacutes
140 Macrobio Sat Praef 3-4 ldquoTampoco he acumulado lo digno de memoria de modo indigesto como en un montoacuten al contrario la exposicioacuten de los diversos y diferentes asuntos diversa en autores en tiempos desordenada ha sido digerida en una especie de cuerpo de modo que lo que habiacutea observado de modo confuso y mezclado se pueda reunir para ayudar a la memoria en cierto orden gracias a la cohesioacuten de sus miembros Tampoco me atribuyas un error si a menudo desarrollo temas que tomo prestados de variadas lecturas con las mismas palabras con que fueron relatados por sus propios autores puesto que esta obra no promete una ostentacioacuten de elocuencia sino una pila de conocimientos y conviene que estimes bueno reconocer el conocimiento de la Antiguumledad sin oscuridad no solo en mis palabras sino en las propias de los antiguos recogidas fielmente seguacuten cada uno me ha suscitado su narracioacuten o su transcripcioacutenrdquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 153
automaacutetica y artificial pero que fue sin duda sumamente apreciada por los hombres medievales Las Etymologiae de Isi-doro son tambieacuten un buen ejemplo lo cual nos indica que la relectura y el rescate de la tradicioacuten grecolatina era una empresa que interesaba tanto a paganos como a cristianos Finalmente pertenece a este mismo grupo la forma geneacute-rica que nos trae a este recorrido y al que dedicaremos en detalle el proacuteximo apartado el comentario
El geacutenero comentario
Aspice namque omnem quae nunc obducta tuentimortalis hebetat uisus tibi et umida circum caligat nubem eripiam ()Virgilio Aen 2 604-606
El geacutenero comentario proviene de una larga tradicioacuten dentro de las literaturas griega y romana y es una de las for-mas en que estaacute representada la criacutetica literaria si conside-ramos que se trata de una reflexioacuten metatextual sobre una obra con la que se dialoga expliacutecitamente a traveacutes de la lec-tura e interpretacioacuten En este punto el comentario evidencia la puesta en praacutectica de determinadas estrategias exegeacuteti-cas y de aprehensioacuten del pasado literario Asimismo esta reflexioacuten tiene un claro y definido objetivo pedagoacutegico lo cual ubica al geacutenero dentro de la literatura didaacutectica por lo tanto la exeacutegesis estaacute determinada por este propoacutesito y debe responder a esta necesidad primera La situacioacuten didaacutectica requiere de ciertos conocimientos especiacuteficos por parte del autor para que se produzca la asimetriacutea indispensable que caracteriza a toda situacioacuten de ensentildeanza-aprendizaje asiacute si bien no es necesario que se trate de un experto el auctor-magister debe poseer un saber especiacutefico que lo legitime en su funcioacuten ya sea dentro o fuera del marco institucional
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He aquiacute entonces los tres pilares sobre los que se construye el comentario que mantienen un equilibrio flexible y cam-biante y entre los cuales el comentarista se desplaza en la composicioacuten de su obra
Asimismo la operacioacuten de comentar un texto implica la confrontacioacuten de dos realidades en primer lugar aquella terminada representada por el texto base en segundo lu-gar aquella que se construye en el mismo acto de comentar dinaacutemica y cambiante El comentario es asiacute un ejercicio ac-tivo del pensamiento que se lleva a cabo en una instancia presente y que elabora un texto nuevo a partir del anterior (Goulet-Cazeacute 2000 6) A su vez cada comentario engendra nuevos comentarios erigiendo una suerte de ldquoedificiordquo her-meneacuteutico que modifica y a su vez construye el texto base a traveacutes de la recepcioacuten pruebas de esta operacioacuten son por ejemplo las muacuteltiples glosas medievales dedicadas a los Com-mentarii de Macrobio141 Estas consideraciones nos enfrentan ineludiblemente con la doble naturaleza del comentario su caraacutecter erudito y su intencioacuten pedagoacutegica La exeacutegesis es justamente la forma discursiva que el comentario adopta para su conformacioacuten textual y por medio de la cual se arti-cula la tensioacuten precedente
Por otra parte si bien estaacute claro que comentar es una ope-racioacuten exegeacutetica muy antigua de eso no se deduce inme-diatamente que se trate de un geacutenero literario De hecho para Flamant (1977a 147) no puede hablarse de un geacutenero propiamente dicho al referirnos al comentario ndashaunque siacute acepta que se conforma a partir de determinados patrones y usosndash a causa de la falta de reglas formales estrictas para determinarlo en consonancia con la idea que adoptamos de que el comentario es finalmente un ldquotipordquo y no un geacutenero Aun maacutes el comentario no figura en la lista de geacuteneros que
141 Cfr Caiazzo (2002) quien realiza una exhaustiva exposicioacuten sobre la tradicioacuten medieval en relacioacuten con Macrobio
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proporciona Hermoacutegenes y no es un opus oratorium con re-glas complejas y variadas sin embargo presenta en la praacutec-tica algunos aspectos caracteriacutesticos que sin estar centildeidos a reglas estrictas van imponiendo en el uso ciertas normas que los comentaristas se habituacutean a aplicar Desde nuestra perspectiva es esta misma flexibilidad lo que le garantiza su eficacia y la posibilidad de variacioacuten y adaptacioacuten y por queacute no la de transformacioacuten en un geacutenero diferente
Dentro de la tipologiacutea geneacuterica que la criacutetica suele esta-blecer hoy en diacutea que tiende a un criterio funcional basado en la observacioacuten empiacuterica y con alto grado de validez el comentario se encuentra dentro de los geacuteneros didaacutectico-ensayiacutesticos quizaacute a medio camino entre la glosa doctrinal el tratado y el ensayo dependiendo del punto en que el au-tor realice mayor eacutenfasis Asimismo el del comentario es un grupo geneacuterico en el que si bien originalmente el propoacutesito esteacutetico parece estar subordinado a los fines ideoloacutegicos con el paso del tiempo esta liacutenea divisoria entre lo ficcional artiacutes-tico y lo didaacutectico ha ido confundieacutendose y es difiacutecil de deli-mitar142 El hecho de que el comentario no figure en general como un geacutenero en las clasificaciones literarias actuales maacutes que como ldquotipordquo puede llevarnos a pensar que si bien ha constituido un geacutenero histoacuterico en la Antiguumledad y al menos hasta el Renacimiento su propia flexibilidad y permeabili-dad han tenido como consecuencia su transformacioacuten y mu-tacioacuten en otras formas geneacutericas como el tratado el ensayo la glosa o el artiacuteculo
Veamos entonces cuaacuteles son las caracteriacutesticas que nos permiten clasificar un texto y especiacuteficamente el macrobia-no como comentario Tradicionalmente se considera que el
142 Cfr Garciacutea Berrio y Huerta Calvo (1995 218 y ss) Los autores proponen una clasificacioacuten funcional y agregan a la triacuteada claacutesica este uacuteltimo grupo didaacutectico-ensayiacutestico El comentario como geacutenero propiamente dicho no aparece mencionado en esta clasificacioacuten quizaacute por su falta de actualidad hoy en diacutea o porque podemos percibir que ha quedado escindido quizaacute entre el ensayo y el discurso acadeacutemico En uacuteltima instancia se ubicariacutea tambieacuten tipoloacutegicamente en la rama de la expresioacuten objetiva
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comentario (hypoacutemnema) es de una manera general todo tex-to que materialmente separado de la edicioacuten criacutetica del tex-to base es escrito con el objetivo de realizar una explicacioacuten de la obra del auctor estas explicaciones pueden ser de dos tipos seguacuten adquieran la forma de comentario continuo o de comentario a lemas escogidos (cfr especialmente Del Fab-bro 1979) En el primer caso el autor se propone comentar una obra in extenso y por lo tanto recupera el texto entero frase por frase esta forma que presenta las caracteriacutesticas de una ldquoedicioacuten comentadardquo tiene como ventaja ofrecer al mismo tiempo al lector el texto y el comentario En contras-te en el segundo caso el comentarista realiza una eleccioacuten de pasajes o de teacuterminos que considera de interpretacioacuten difiacutecil o controvertida El comentario resultante por lo tan-to es absolutamente dependiente del texto comentado y eso obliga al lector a recurrir a la edicioacuten del texto si quiere te-ner una visioacuten global de este sobre todo porque tradicional-mente el texto no se adjuntaba a su comentario La praacutectica de una u otra forma se adapta mejor a objetivos diferentes y por eso si bien en principio ninguna se hallaba circunscripta a un aacutembito o tema en particular a lo largo del tiempo la primera se asentoacute firmemente en la escuela mientras que la segunda maacutes flexible y con mayores posibilidades de digre-sioacuten se establecioacute como forma de praacutectica de la filosofiacutea y adquirioacute mayor independencia con respecto al texto base143
143 La estructura de ambas formas se mantuvo a lo largo del Medioevo si bien pasoacute a denominarse ldquoglosardquo la forma de comentario continuo como nos informa Guillaume de Conches en el accessus de sus Glosae super Macrobium ldquoEst autem ut ait Priscianus in Exhortationibus puerorum comminisci uel commentum plura studio uel doctrina in mente in unum collectio Secundum intentionem quislibet liber commentum habitorum tum potest appellari in nostro usu tamen non solet dici commentum nisi liber expositorius alterius uel talis qui solam sententiam alterius exponit de littera autem non curat Et in hoc etiam differt a glosa que non solius sententie sed etiam littere expositionem continet Unde etiam glosa dicta est quasi lingua Adeo enim aperte et talibus uerbis omnia debet exponere ac si lingua magistri uideant docere liber uero iste tantum exponit sententiam non litteram Unde bene commentum dicitur quod commentum pro libro expositorio hic accipitur determinat et subiungit in Somnium Scipionisrdquo Guillaume de Conches Glosae super Macrobium Accessus (uersio longior) Munich Bayerische Staatsbibl Lat 14557 f 102r Cfr Caiazzo (2002 45)
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Posteriormente el comentario adquiere una forma en la que se citan los lemas in extenso ndashcomo en el caso de los Com-mentarii de Macrobiondash y finalmente en la eacutepoca bizantina se produce una suerte de retorno al comienzo dado que sobre un nuevo soporte material que es ahora el coacutedice el texto es nuevamente copiado junto con el comentario que se reduce a notas marginales144
Cada una de estas formas de disponer del texto y su co-mentario teniacutea diferentes funciones el comentario en coacutedi-ce teniacutea autor y su forma de ldquolibrordquo independiente en cierta forma protegiacutea su individualidad mientras que las glosas en manuscritos eran propiedad de un alumno o de un maestro y en general poseiacutean un caraacutecter maacutes personal y por lo tanto maacutes variable A lo largo del tiempo estas dos uacuteltimas for-mas parecen haber ido contaminaacutendose y asiacute a partir de un manuscrito un maestro puede haber traspasado las glosas y notas a un texto independiente que no obstante remitiacutea a la obra original creando de este modo un comentario de le-mas Lo maacutes relevante en esta uacuteltima forma es que en vez de ser el texto el que determina la disposicioacuten en la hoja pasa a ser el comentario el que se privilegia a la hora de distribuir ambos en el coacutedice145
Por otro lado hay tambieacuten una serie de recursos visibles ndashtanto en estructura como en contenidondash que se utilizan en los comentarios y que hacen posible la adscripcioacuten de un
144 Sobre la evolucioacuten material del comentario cfr Maehler (2000) y Andorlini (2000) Cavallo (2000) sentildeala la ya sabida y revolucionaria transformacioacuten que se opera en las praacutecticas de lectura y escritura al pasar del rollo al coacutedice en particular en el caso del comentario este cambio tiene como consecuencia una transformacioacuten en la relacioacuten graacutefica entre el comentario y su texto que de editarse por separado ndashel comentarista utilizaba a menudo una copia editada por eacutel mismo o por un profesionalndash pasan a hacerlo juntos en un mismo libro y por una uacutenica mano lo cual constituye una verdadera innovacioacuten en la historia material del geacutenero En principio esto planteaba dos problemas por un lado la disposicioacuten graacutefica en la paacutegina de ambos textos unidos ya en un solo libro por el otro la escritura ya que era necesario mantener una diferencia de caligrafiacutea entre texto y comentario ademaacutes de reducir el tamantildeo del comentario para que ambas escrituras convivieran en la misma paacutegina
145 Para una descripcioacuten maacutes detallada cfr Holtz (2000)
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texto a esa categoriacutea En principio los comentarios suelen presentar estructuralmente un estilo estereotipado ca-rente de elegancia a menudo recurren a la paraacutefrasis y a la praacutectica de la citacioacuten y frecuentemente se apoyan en la utilizacioacuten de fuentes como auctoritates para hacer avanzar el discurso lo cual acentuacutea su caraacutecter esencialmente inter-textual la mayor parte de estas caracteriacutesticas o procedi-mientos discursivos estaacute dentro de aquellos que manifiesta el discurso didaacutectico en general146 Asimismo los contenidos oscilan alrededor de varias esferas de intereacutes como la criacutetica esteacutetica el registro y anaacutelisis de varias lectiones el estudio de la lengua la profundizacioacuten de aspectos mitoloacutegicos geo-graacuteficos histoacutericos astronoacutemicos y etnograacuteficos el estudio de problemas filoloacutegicos y meacutetricos el medio del autor y el contexto de la obra comentada (cfr Del Fabbro 1979 106-123) De modo que con todos estos elementos en comuacuten podemos hablar de un geacutenero dentro del conjunto de los tipos discursivos de caraacutecter didaacutectico si bien es sumamente flexible en su forma y en uacuteltima instancia tambieacuten en su con-tenido y lo que lo caracteriza esencialmente es el recurso de la exeacutegesis147
Por todo lo dicho queda claro que el comentario cons-tituye una forma o tipo geneacuterico en particular y que no es una creacioacuten del Tardoantiguo los comentarios iniciales se remontan a fechas muy antiguas como el siglo VI a C con el hipoteacutetico comentario de Teaacutegenes de Regio al texto ho-meacuterico Durante la Edad Claacutesica la Antiguumledad tardiacutea la
146 Sobre los procedimientos discursivos atribuidos a cada tipo textual cfr Ciapuscio (1994) sobre las marcas de didactismo volveremos en breve
147 Dorandi (2000 17) al estudiar la especificidad del comentario distingue el hypomneacutema del sungraacutemma ndashaunque esta es una distincioacuten que no toda la criacutetica compartendash sentildealando que en este uacuteltimo hay un intereacutes acentuado de caraacutecter biograacutefico A su vez Sedley (1996 447-255) indica que comentario es ldquoany exegetical or critical work dealing with a primary text () we should at least be cautious if assimilating it to the familiar Platonic commentary tradition and should instead ask just what kind of exegetic or critical work we are dealing withrdquo
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Edad Media y el Renacimiento el geacutenero se desarrolloacute de manera ininterrumpida No obstante dado el caraacutecter enci-clopeacutedico y de acumulacioacuten que primaba en la produccioacuten literaria tardoantigua no es sorprendente que el comenta-rio adquiriera una relevancia notable en este periacuteodo his-toacuterico ya que representa ndashquizaacute maacutes que ninguacuten otro tipo geneacutericondash la idea de hacer literatura sobre la literatura Al mismo tiempo permite construir la tradicioacuten y los valores en el diaacutelogo entre pasado y presente y en este sentido con-densa otro de los sentimientos presentes en el imaginario de los hombres tardoantiguos que es la construccioacuten de la identidad a partir de la recuperacioacuten de la tradicioacuten Si con-sideramos que las literaturas tardoantigua y medieval se ha-llan fuertemente ancladas en el pasado cultural podemos definirlas de alguna manera como ldquoliteraturas de comenta-riordquo (cfr Goulet-Cazeacute 2000 5) La exeacutegesis de un texto que se consideraba auctoritas era el punto de partida de la ense-ntildeanza escolar y filosoacutefica el inicio del diaacutelogo entre maestro y disciacutepulo y una forma literaria de hacer filosofiacutea esta vez en diaacutelogo con la tradicioacuten al mismo tiempo era tambieacuten ocasioacuten y espacio de innovacioacuten y transformaciones
De manera maacutes especiacutefica la proliferacioacuten de la forma li-teraria ldquocomentariordquo se debe a varias razones que podemos dividir en dos grandes grupos aquellas que se relacionan con el objeto texto y las que parten de la praacutectica de la escritura Debemos recordar que se comentaba un texto que se supo-niacutea valioso y la antiguumledad del texto era un elemento decisivo para atribuirle valor un texto antiguo necesitaba ser explica-do y actualizado porque seguiacutea resultando de intereacutes pero al mismo tiempo presentaba dificultades para su comprensioacuten ya fueran estas de orden linguumliacutestico o cultural Desde este punto de vista el comentario es una traduccioacuten diacroacutenica que actualiza tanto el sistema linguumliacutestico como el sistema de valores pero en esta misma operacioacuten los transforma y crea un nuevo sistema que incluye elementos novedosos amparados
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en la auctoritas de la tradicioacuten (cfr Steiner 1997) A su vez la suposicioacuten de que el contenido del comentario no es accesible para el lector a causa de su oscuridad cumple un papel central en la concepcioacuten de los comentaristas antiguos ya que la base de su tarea es arrojar luz sobre el texto No es posible saber con seguridad si esta oscuridad es intencional por parte del autor del texto comentado o bien accidental a causa de la distancia temporal Podriacuteamos decir quizaacute que en el caso del comenta-rio escolar el grammaticus acusa maacutes la segunda circunstancia es decir la distancia temporal con respecto al texto comentado con la consecuente evolucioacuten linguumliacutestica por un lado
Por otro tambieacuten se recurre al concepto de ldquolicencia poeacute-ticardquo dentro del cual se cuenta el uso de las figurae retoacutericas que estaacuten permitidas en la poesiacutea pero que el estudiante no debe imitar En el caso del comentario filosoacutefico la obscuritas o la breuitas suelen atribuirse al estilo del autor e incluso por ejemplo en el caso de Aristoacuteteles puede ser un criterio para determinar la autenticidad de sus textos como argumenta Olimpiodoro (In Mete 6 16-18) (cfr Sorabji 2004 2 26) En cualquier caso se trata de un recurso del texto comentado que tiene una funcioacuten definida ndashdesde ya nunca es un defec-to del autor que se comentandash como por ejemplo y en el caso particular de Aristoacuteteles hacer que los disciacutepulos no aptos se desalienten y que los aptos se esfuercen auacuten maacutes por com-prender y de esta manera ejerciten maacutes su mente (Ammon In Cat 7 7-14) (cfr Sorabji 2004 2 54-55) es decir que se trata de una funcioacuten de exclusioacuten e inspiracioacuten a la vez casi como ocurre con la poesiacutea (cfr Tuominen 2009 3)
Dado que la distancia temporal es un factor recurrente en la relacioacuten entre un texto y la accioacuten de comentar se evi-dencia tambieacuten que el comentario como geacutenero pone en es-cena la relacioacuten entre verdad y tiempo la legitimacioacuten de la tarea exegeacutetica estaacute dada justamente por el hecho de que la verdad ndashque para el pensamiento filosoacutefico religioso del Tardoantiguo es una e inmutablendash puede presentarse de
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formas incomprensibles y por lo tanto requerir de sucesivas reelaboraciones discursivas para ser aprehendida en este sentido es como si el conocimiento fuera ldquodesplegaacutendoserdquo en el discurso y es por esto que en palabras de Plotino (Enn 5 1 8 10-14) la filosofiacutea es ndashanaacutelogamente al despliegue de la realidad en las tres hipoacutestasisndash la exeacutegesis de las doctrinas antiguas y no palabras nuevas el filoacutesofocomentarista es el inteacuterprete de estas palabras y su objetivo es explicitar y des-plegar la verdad que originalmente era clara y se ha vuelto confusa y ambigua148
Si nos situamos en el polo de la produccioacuten literaria de los hombres tardoantiguos tenemos que destacar que en principio el comentario antiguo constituye una de las tantas maneras que los intelectuales teniacutean de lidiar con la aucto-ritas de la tradicioacuten y construir su propia identidad litera-ria (cfr Sluiter 1998) ademaacutes de la imitatio tal como era realizada por los poetas heleniacutesticos que se mediacutean con el modelo homeacuterico otra forma de inmortalizar la propia obra ndashya que no el nombrendash era por medio de la escritura de un comentario con la esperanza de que el hecho de adjuntar el propio texto a una obra canonizada asegurara su pervi-vencia Por otra parte el pensamiento no puede ejercerse a partir de la nada y por eso el texto comentado se erigiacutea tambieacuten como autoridad ante la cual medirse o compararse y manifestar ideas propias recordemos al respecto que tanto la palabra latina commentarium como el teacutermino griego que da origen a exeacutegesis implican un ejercicio del pensamiento que se sustenta en una manifestacioacuten textual anterior Esto no significa que el comentarista necesariamente comparta
148 Cfr Goulet-Cazeacute (2000 6 ldquoAvant proposrdquo) ldquoLrsquoexistence mecircme du commentaire est intimement lieacutee agrave la faccedilon dont on conccediloit la relation entre la veacuteriteacute et le temps Ou lrsquoon considegravere qursquoau fil des commentaires la veacuteriteacute srsquoeacutelabore progressivement et que de ce fait elle nrsquoest jamais deacutefinitivement formuleacutee ou lrsquoon considegravere et a cet eacutegard le cas de lrsquoInde est peut-ecirctre le plus significatif que la veacuteriteacute est lagrave des lrsquoorigine mais qursquoelle a peu a peu ecirctre voileacutee si bien que la tache des commentateurs est pregraveciseacutement de la retrouver et de lrsquoexpliciterrdquo
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los postulados del texto comentado sino que este funciona como fundamento con auctoritas para ejercer la labor criacutetica (crf Goulet-Cazeacute 2000 6)
Desde esta perspectiva por lo tanto el comentario es una forma de discurso acadeacutemico cuya caracteriacutestica dis-tintiva es la exeacutegesis expliacutecita de un texto anterior y que garantiza una entrada raacutepida ndashbajo el riesgo de no reci-bir la gloria eso siacutendash en el canon literario Pero al mismo tiempo el comentario es esencialmente un maestro ya que cumple una funcioacuten pedagoacutegica y encarna la extensioacuten loacute-gica de la tarea que el autor del texto base llevaba a cabo al escribir su obra (cfr Sluiter 1998 1999) Es por esto que maacutes allaacute de construir su propia figura fundaacutendose en la del auctor a comentar el comentarista tiene asimismo la tendencia general a construir una imagen del autor que se asemeja mucho a la propia en su intencioacuten por enfati-zar esta relacioacuten simeacutetrica y construir su propia autoridad En esta buacutesqueda de definicioacuten de su identidad textual el autor del comentario suele imitar el modus operandi de su fuente base retoacuterica inicial para la escritura de su obra y se enfrenta asimismo con cuatro tensiones que debe resol-ver En primer lugar la que se produce entre autoridad y claridad el comentarista debe en todo momento recono-cer y respetar la auctoritas del texto que estaacute comentando pero al mismo tiempo debe sentildealar la falta de claridad que requiere de su intervencioacuten El principal objetivo del co-mentario seraacute entonces la explicacioacuten de lo expuesto en el texto comentado por medio de la clarificacioacuten y de la ampliacioacuten y la estrategia para justificar estas operaciones seraacute la de atribuir al texto base la caracteriacutestica de la breui-tas que al mismo tiempo que funciona como un cumplido deja un espacio ambiguo incompleto u oscuro para que surja el comentario De esta manera el estilo del autor que-da a salvo de criacutetica y la intervencioacuten del comentarista no solo es legiacutetima sino tambieacuten necesaria
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En segundo lugar el comentarista debe tambieacuten lograr el equilibrio entre el ldquoprincipio de caridadrdquo ndashque consiste en una actitud de buena voluntad de acuerdo de buena fe hacia el texto comentadondash y su propia caracterizacioacuten como pensador criacutetico independiente que no puede estar ausente Este es el motivo por el cual los comentaristas son grandes conciliadores aun de cuestiones irreconciliables En tercer lugar el comentarista se inscribe en una doble tradicioacuten por un lado pertenece al mismo aacutembito literario que el autor comentado es filoacutesofo o poeta o meacutedico o al menos cono-ce sobre esas disciplinas como podemos sentildealar en el caso de Calcidio cuando traduce y comenta el Timeo de Platoacuten o como el mismo Macrobio cuando se embarca en largas dis-quisiciones sobre muacutesica y aritmeacutetica para explicar en queacute consiste la armonia mundi El propio Servio como maestro domina la linguumliacutestica y la poeacutetica ademaacutes de los saberes de lo que hoy denominariacuteamos ldquocultura generalrdquo Pero por otro lado el comentarista no puede dejar de lado su filiacioacuten con la tarea de exeacutegesis y de linguumliacutestica que legitima su inter-vencioacuten en el texto ya que no solo posee saberes especiacuteficos sino tambieacuten el saber exegeacutetico es decir sabe coacutemo leer los textos y actuar como guiacutea para acceder al saber
Finalmente la uacuteltima oposicioacuten se relaciona con el caraacutec-ter escrito y estable del texto comentado y el fluido y oral que puede notarse en el comentario surgido a menudo en el contexto del aula y fijado por escrito en otras ocasiones e incluso por otras manos En el caso de Macrobio dado que la composicioacuten de los Commentarii es escrita no se observan rasgos que liguen el texto a una situacioacuten de enunciacioacuten fuera de la de la lectura En contraste el texto de Servio que claramente surgioacute en el contexto del aula de clase y fue fijado por escrito posteriormente incluso a traveacutes de sucesi-vas etapas y manos presenta muacuteltiples referencias a la situa-cioacuten oral de enunciacioacuten como por ejemplo los pronombres deiacutecticos con los que se establecen oposiciones de personas
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y tiempo (ueterinos antiquenunc) o frases que remiten al nivel impresivo de la lengua y que constantemente estaacuten in-dicando la situacioacuten ldquomarcordquo de los Commentarii servianos
En el Tardoantiguo encontramos al comentario como protagonista de la produccioacuten literaria sobre todo de aque-lla que tiene que ver con la ensentildeanza de distintas artes o disciplinas No es casual que por esta misma eacutepoca (siglos III o IV d C) en que el canon de textos latinos ya se encontraba estabilizado aparecieran los grandes comentarios continuos a los textos maacutes prestigiosos ya que resulta fundamental para llevar adelante esta operacioacuten de ldquoreplieguerdquo literario tener establecido un corpus literario relativamente fijo Sur-gen asiacute el comentario de Porfirio a Horacio el de Donato a Terencio el de Servio a Virgilio junto con numerosos scholia uetera a Lucano Estacio Juvenal Ciceroacuten Persio Ovidio e incluso a otros autores menos canoacutenicos149 Pero recordemos tambieacuten que la conversioacuten del mundo romano al cristianis-mo conlleva la creacioacuten de una rica literatura dentro de la cual la exeacutegesis del texto sagrado ocupa un lugar fundamen-tal y aquiacute tenemos al comentario una vez maacutes como geacutenero protagonista tambieacuten de la produccioacuten literaria cristiana
Es paradigmaacutetico el caso de Jeroacutenimo quien heredero de distintas tradiciones como la de los Padres latinos y los Padres griegos pero tambieacuten de la exeacutegesis pagana y la cris-tiana ndashque eacutel mismo contribuye a establecer en Occidentendash proclama que sin importar si el texto comentado es claacutesico o cristiano hay una serie de leges commentariorum que se debe seguir Esta operacioacuten garantiza la evolucioacuten conjunta de la exeacutegesis bajo la forma geneacuterica del comentario ya sea escri-turario o pagano (cfr P Holtz 2000 106) y aun maacutes nos indica claramente que podemos considerar al comentario un tipo geneacuterico con sus propias reglas a seguir al que se
149 Para un breve y claro recorrido por la historia de la criacutetica literaria en la Antiguumledad cfr Geymonat 1999
Los Commentarii y el geacutenero comentario 165165
busca enmarcar y preservar como una forma comuacuten dis-ponible para la construccioacuten del saber Asimismo dentro de la formacioacuten filosoacutefica el comentario funcionaba como una meditacioacuten por medio de la cual seguacuten una progresioacuten pedagoacutegico-espiritual el lector interiorizaba los principios fundamentales de una doctrina concebida no como un edi-ficio intelectual uacutenicamente sino como una guiacutea en torno de la cual organizar la vida personal (cfr P Hadot 1995 234) y Brisson 2000) A partir del siglo III los sucesores de Plotino desde Porfirio hasta Proclo y Simplicio practicaron profusamente el geacutenero del comentario filosoacutefico particu-larmente a los textos de Platoacuten y Aristoacuteteles
Los Commentarii y sus marcas de geacutenero
Es este el contexto en que Macrobio desarrolloacute su tarea como escritor cultivando distintos geacuteneros en su produc-cioacuten literaria asiacute como diferentes temas en cada caso el tratado gramatical el diaacutelogo filosoacutefico y el comentario Podemos suponer que estas elecciones geneacutericas tienen que ver con la intencioacuten de transmitir de manera eficaz ciertos contenidos y en este sentido de ninguna manera son ca-suales sino que en palabras de Flamant (1977a 146) ldquola culture de Macrobe se preacutesente eacutetroitement lieacutee aacute la forme litteacuteraire sous laquelle elle se manifesterdquo Si bien la eleccioacuten de un tema no conlleva forzosamente la de un geacutenero determinado y viceversa en muchos casos ambos pueden hallarse unidos por ciertas reglas por ejemplo Macrobio incluye en Satur-nalia una larga y sistemaacutetica exposicioacuten sobre la teologiacutea so-lar que no es requerida por las reglas del geacutenero de modo que resulta significativa a la inversa no lo es la explicacioacuten que desarrolla sobre cuestiones meacutedicas y cientiacuteficas que estaacuten claramente prescritas por las normas geneacutericas del banquete filosoacutefico
Julieta Cardigni166
De la misma manera en cuanto a las normas del comen-tario filosoacutefico relacionadas con su contenido Macrobio res-ponde al geacutenero pero tambieacuten presenta cierta originalidad al hacer entrar a Ciceroacuten dentro del Panteoacuten de los escrito-res filosoacuteficos ldquosagradosrdquo al comentar su obra Por lo demaacutes Flamant (1977a) considera que los Commentarii de Macrobio se proponen perfectamente como un ejemplo del comenta-rio filosoacutefico de acuerdo con las reglas deducibles de otros comentarios canoacutenicos de la eacutepoca que proceden a la mane-ra de los comentarios griegos a las obras de Platoacuten y Aristoacutete-les Veamos en queacute consisten estas caracteriacutesticas
EstructuraComo ya sentildealamos es necesario distinguir dos tipos de
comentarios el gramatical maacutes frecuentado por los latinos ndasho para ser maacutes exactos aquel del cual nos han llegado maacutes ejemplos latinosndash y el filosoacutefico El primer caso encuentra su paradigma en los Commentarii de Servio a toda la obra de Virgilio dirigidos a la ensentildeanza de la escuela del gramaacutetico en particular consisten en una enarratio filoloacutegica retoacuterica y tambieacuten histoacuterica que procede palabra por palabra prece-dida por una introduccioacuten general y baacutesica sobre la vida del poeta el tiacutetulo de la obra la naturaleza del poema (es decir su geacutenero literario) el objetivo del escritor Asiacute lo explicita Ser-vio al inicio de su Comentario a la Eneida virgiliana y antes de desarrollar eacutel mismo su introduccioacuten ldquoIn exponendis auctoribus haec consideranda sunt poetae uita titulus operis qualitas carminis scribentis intentio numerus librorum ordo librorum explanatiordquo150
El comentario filosoacutefico tambieacuten se presenta como una ex-tensa enarratio precedida de una breve introduccioacuten similar
150 Servio Comm in Aen Praef ldquoEn la exposicioacuten de los autores debemos considerar las siguientes cosas la vida del poeta el tiacutetulo de la obra el geacutenero del poema la intencioacuten del escritor el nuacutemero de libros el orden de los libros y la explicacioacutenrdquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 167
a la del comentario gramatical Favonio Eulogio en su Dispu-tatio de Somnio Scipionis151 ilustra acerca del tema de la obra (la inmortalidad del alma) del geacutenero literario (la fabula) los personajes y las circunstancias ademaacutes el autor justifica a queacute se deben las disquisiciones que introduciraacute en su comen-tario y que tienen como objetivo explicar el texto de Ciceroacuten
Imitatione Platonis Cicero de re publica scribens locum etiam de Eris Pamphyli reditu in uitam qui ut ait rogo impositus reuixisset multaque de inferis secreta narrasset non fabulosa ut ille assimulatione conmentus est sed so-llertis somnii rationabili quadam imagigravenatione conposuit uidelicet scite significans haec quae de animae inmortali-tate dicerentur caeloque somniantium philosophorum esse conmenta nec fabulas incredibiles quas Epicurei derident sed prudentium conieciuras Insinuat Scipionem illum qui Kartagine subiugata cognomen familiae suae peperit Afri-canum huic Scipioni Pauli filio futuras a propinquis insidias et fatalis aetatis denuntiare curriculum quod necessitate numerorum in uitae perfectae tempora coartetur ponitque illum aetatis suae quinquagesimo ac sexto anno duobus in se coeuntibus numeris plenis absolutam caelo animam unde acceperat redditurum quod et inmortalis esset ani-mi mentisque substantia et bene meritis de re publica pa-triaeque custodibus lactei circuii lucida ac candens habitatio deberetur Has igitur rationes quibus supra positi uiri uita perficitur arithmeticis approbationibus explanantes pru-dentiae tuae Superi uiri clarissime atque sublimis non ut nouas ignotasque narramus sed in recordationem qua pos-sumus commemoratione reducimus152
151 Sobre Favonio y la Disputatio cfr Van Weddingen (1957)152 Favonio Eulogio Disp de Somn Sc Praef ldquoCiceroacuten al escribir a imitacioacuten de Platoacuten acerca de la
repuacuteblica incluso el pasaje acerca de la vuelta a la vida de Er el Paacutenfilo quien como dice habiacutea revivido despueacutes de haber sido puesto en la pira y habiacutea narrado muchos secretos acerca de las zonas inferiores no compuso una historia fabulosa como eacutel sino que escribioacute otra a partir de la imaginacioacuten razonable
Julieta Cardigni168
En contraste el Commentarius de Proclo a la Repuacuteblica de Platoacuten no procede en forma de enarratio sino por medio de una serie de disertaciones que tratan cada una acerca de una o maacutes cuestiones casi a la manera de breves tratados mono-graacuteficos La primera de ellas funciona como Introduccioacuten y alliacute el autor anuncia los siete puntos que obligatoriamente deben tratarse en una exposicioacuten preliminar al comentario los tres primeros son el propoacutesito (skopoacutes) del autor el geacutene-ro literario (eacuteidos) que ha elegido y las circunstancias exte-riores a la obra tiempo lugar y personajes Los otros cuatro puntos tienen que ver con la naturaleza misma del tema y se especifican de forma no muy clara153 pero se asemejan a los del comentario gramatical En contraste la teacutecnica de co-mentario filosoacutefico era mucho maacutes libre que la que aplicaba el grammaticus sobre todo en los contenidos que abordaba siempre que el propoacutesito fuera aclarar y explicar al autor comentado cualquier inclusioacuten era aceptable
En el aacutembito latino y siguiendo este esquema Calcidio ndashque utiliza como una de sus fuentes principales el Commen-tarius de Porfirio en sus Commentarii in Timaeumndash comienza con una declaracioacuten preliminar sobre las dificultades que esperan al lector de Platoacuten justificando de esta forma su propia tarea explicativa
de un suentildeo ingenioso sin duda haacutebilmente queriendo expresar estas cosas que se dicen acerca de la inmortalidad del alma y del cielo compone conjeturas de prudentes filoacutesofos que suentildean y no ficciones increiacutebles que desprecian los Epicuacutereos Sugiere que el famoso Escipioacuten que adquirioacute el sobrenombre de Africano por haber sometido a Cartago le anuncia a este Escipioacuten hijo de Paulo las futuras insidias de sus allegados y el curso fatal de la edad que es condensada por la necesidad de los nuacutemeros en los tiempos de la vida perfecta y pone a esta en la edad de cincuenta y seis antildeos dos nuacutemeros perfectos que vuelven hacia siacute mismos para hacer regresar el alma al cielo de donde habiacutea venido que tambieacuten es inmortal la sustancia del espiacuteritu y de la mente y un espacio brillante y luminoso del ciacuterculo laacutecteo estaacute correctamente destinado a los guardianes de la patria y de la repuacuteblica Asiacute pues estas razones por medio de las cuales se explica con pruebas aritmeacuteticas que la vida del hombre es llevada a teacutermino las narro para ti Superio hombre famoso y sublime no como nuevas y desconocidas sino que las reitero como recuerdordquo
153 Proclo Comm in Rem P Kroll I 5-7= Fest I p 35 y 3 p 23
Los Commentarii y el geacutenero comentario 169
Timaeus Platonis et a ueteribus difficilis habitus est atque existi-matus ad intellegendum non ex inbecillitate sermonis obscuritate nata ndashquid enim illo iro promptiusndash sed quia legentes artifi-ciosae rationis quae operatur in explicandis rerum quaestionibus usum non habebant stili genere sic instituto ut non alienigenis sed propriis quaestionum probationibus id quod in tractatum uenerat ostenderetur154
En las palabras de Calcidio (Comm in Tim 1-2) vemos
emerger claramente la tensioacuten que ya hemos destacado en relacioacuten con la construccioacuten de la figura del comentarista (Sluiter 1998) debida a su doble y simultaacutenea naturaleza de erudito y de maestro
Illa enim demum certa est probatio quae congruis adcommodatis-que rationibus quaestiones reuelat ut si de motu stellarum oriatur aliqua cunctatio ex ea disciplina quae astronomia dicitur demanet adsertio si de fidium uarietate et de eo qui ex diuersis uocibus sonis-que nascitur concentu tractatus habeatur musicae remediis cuncta-tio sopiatur et prorsus id teneatur institutum quod a peritissimis medicis usque quaque obseruari solet cum pro natura uulnerum auxilia medicamentorum adhibent in medendo In hoc porro libro cum de statu agatur uniuersae rei omniumque eorum quae mundus conplectitur causa et ratio praestetur155
154 Calcidio Comm in Tim 1 ldquoEl Timeo de Platoacuten tambieacuten ha sido tenido y considerado difiacutecil de enten-der por los antiguos no por la incapacidad del discurso dada la oscuridad (del asunto) ndashpues quieacuten maacutes apto que aquel varoacutenndash sino porque los lectores del argumento hecho con arte que funciona para explicar los problemas de las cosas no estaban acostumbrados a este tipo de estilo instituido de modo tal que aquello que habiacutea sido tratado se demostrara con pruebas no ajenas sino propias de los problemasrdquo
155 Calcidio Comm in Tim 1 2 ldquoPues es cierta precisamente aquella prueba que revela los problemas con argumentos congruentes y adecuados de modo que si sobre el movimiento de las estrellas surge alguna duda la confirmacioacuten provenga de aquella disciplina que se llama astronomiacutea si el tratado se ocupa de la variedad de liras y de aquella concordancia que nace a partir de diversas voces y sonidos la duda sea adormecida con remedios de la muacutesica y en suma se conserve esta norma que suele ser observada siempre por los meacutedicos muy expertos cuando aplican para curar los auxilios de los
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Finalmente luego de estas aclaraciones Calcidio expo-ne y explicita su tarea como comentarista que resulta par-ticularmente interesante en este caso dado que el encargo que habiacutea recibido de un alto funcionario imperial Osio era el de traducir el Timeo sin embargo a Calcidio le pare-cioacute insuficiente esta operacioacuten y decidioacute acompantildearla de un comentario
Itaque quia iubentibus uobis mos erat gerundus licet ea quae iubebantur potiora essent quam sustinere mediocre ingenium ualeret sola translatione contentus non fui ra-tus obscuri minimeque inlustris exempli simulacrum sine interpretatione translatum in eiusdem aut etiam maioris obscuritatis uitio futurum Et ea quae mihi uisa sunt in ali-qua difficultate sic interpretatus sum ut ea sola explanarem quae incognitarum artium disciplinarumque ignoratione tegerentur Erat enim adrogantis et uelut ingeniis legentium diffidentis ea quae communi omnium intellegentiae pate-rent superstitiosa interrogatione frustra retexere156
En el capiacutetulo 5 Calcidio estudia brevemente las circunstancias157 en el capiacutetulo 6 los personajes y el propoacutesito
medicamentos en funcioacuten de la naturaleza de las heridas En este libro ademaacutes como se trata del estado del Universo y se presenta la causa y razoacuten de todas las cosas que comprende el mundo fue necesario que estuvieran presentes muchos y variados problemasrdquo
156 Calcidio Comm in Tim 1 4 ldquoAsiacute puesto que habiacutea que llevar adelante la costumbre dado que tuacute me lo ordenaste aunque estas cosas que eran ordenadas fueran mayores de lo que podiacutea sostener un talento medio no estuve satisfecho con la sola traduccioacuten pensando que una representacioacuten de un modelo oscuro y poco ilustre traducida sin interpretacioacuten resultariacutea en un vicio de igual o incluso mayor oscuridad y estas cosas que me parecieron de alguna dificultad las interpreteacute de modo tal que expliqueacute solo esas cosas que estaacuten cubiertas por la ignorancia de las disciplinas y artes desconocidas en efecto seriacutea de arrogante y como de desconfiar de las habilidades de los lectores destejer en vano las cosas que se evidencian a la inteligencia comuacuten de todos con una indagacioacuten superficialrdquo
157 Calcidio In Tim 5 Nam cum pridie Socrates decem libris omnibus de re publica disputasset ad quem tractatum non ex principali causa sed ex consequenti descenderat ndashsiquidem cum de iustitia quaeri coeptum fuisset quam definierat Thrasymachus orator eam esse quae huic prodesset qui plurimum posset Socrates contra docuisset immo eam potius quae iis prodesset qui minimum possentndash ut inlustriore
Los Commentarii y el geacutenero comentario 171
del autor158 luego proporciona la ordinatio librorum (7 Nunc or-dinatio libri et species reuelanda est) y a continuacioacuten pasa directa-mente a la explicacioacuten del texto
En su propia introduccioacuten Macrobio se extiende bastante en contraste con otros comentaristas por cuatro capiacutetulos del libro primero en comparacioacuten con lo breve que es la conclu-sioacuten de su obra (media paacutegina) resulta una introduccioacuten ex-tensa Ciertamente en este caso se requieren abundantes con-sideraciones preliminares si recordamos que hay que hacer la obligada comparacioacuten entre la Repuacuteblica de Platoacuten y la de Ciceroacuten de donde se extrae el episodio del Suentildeo (ldquoInter Pla-tonis et Ciceronis libros quos de re publica uterque constituit () hoc interesse prima fronte perspeximusrdquo Comm 111) maacutes la exposi-cioacuten y defensa de las criacuteticas epicuacutereas al uso de la ficcioacuten (ldquoAc priusquam somniii uerba consulimus enodandum nobis est a quo genere hominum Tullius memoret uel irrisam Platones fabulam uel ne sibi idem eueniat non uererirdquo Comm 1 2 1) y una clasificacioacuten de estas ficciones (ldquoNec omnibus fabulis philosophia repugnat nec omnibus acquiescit et ut facile secerni possit quae () diuisionum gradibus explicandum estrdquo Comm 1 2 6) finalmente la famosa clasificacioacuten de los suentildeos que constituyen una clase dentro de las ficciones literarias y que seraacute famosa y repetida hasta el cansancio por los hombres del Medioevo
uteretur exemplo si eam non in unius hominis ingenio sed in urbis alicuius populosae frequentia populari scrutaretur imaginem quandam depinxit urbis quae iustis moribus institutisque regeretur et conuenienti legibus felicitate frueretur contraque si quando degenerasset ab institutis quam inprospera esset ei ciuitati quamque exitiabilis mutatio morum futura
158 Calcidio In Tim 6 Igitur cum in illis libris quaesita atque inuenta uideretur esse iustitia quae uersaretur in rebus humanis superesseet autem ut naturalis aequitatis fieret inuestigatio huius tanti operis effectum quod ingenio suo diceret onerosum Socrates Timaeo et Critiae et Hermocrati delegandum putauit atque illi munus iniunctum receperunt Ex quo adparet in hoc libro principaliter illud agi contemplationem considerationemque instituti non positiuae sed naturalis illius iustitiae atque aequitatis quae inscripta instituendis legibus describendisque formulis tribuit ex genuina moderatione substantiam perindeque ut Socrates cum de iustitia dissereret qua homines utuntur induxit effigiem ciuilis rei publicae ita Timaeus Locrensis ex Pythagorae magisterio astronomiae quoque disciplinae perfecte peritus eam iustitiam qua diuinum genus aduersum se utitur in mundi huius sensilis ueluti quadam communi urbe ac re publica uoluit inquiri
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Despueacutes de estos prolegoacutemenos al final del capiacutetulo 4 Macrobio inicia la Introduccioacuten propiamente dicha sentildea-lando cuaacutel es el propositum del Somnium Scipionis ldquoSicut iam huius sermones adstruximus ut animas bene de re publica merito-rum post corpora caelo reddi et illic frui beatitatis perpetuitate nos doceatrdquo159 A continuacioacuten nuestro autor agrega tambieacuten cuaacutel es el lugar al que Escipioacuten es transportado la Viacutea Laacutectea (1 4 3-5) las circunstancias y los personajes son apenas referi-dos entre citas en 1 4 2-3 lo cual no es extrantildeo dado que en general los comentarios dejan bastante de lado la situacioacuten narrativa de la obra que comentan lo vemos tambieacuten al ini-cio del Comentario (4) de Calcidio (ldquoDenique de principio libri quo simplex narratio continebatur rerum ante gestarum et historiae ueteris recensitio nihil dixirdquo) Finalmente podemos coincidir con Flamant (1977a 164) en que la ldquoIntroduccioacutenrdquo de Ma-crobio es bastante claacutesica desde el punto de vista del geacutenero literario si bien un poco extensa su skopoacutes aparente ndashdire-mos por ahorandash es afirmar la igualdad de la autoridad de Ciceroacuten y Platoacuten la riqueza del texto del Somnium y defen-der la concepcioacuten platoacutenica del mito que seraacute desarrollada largamente en Saturnalia
En cuanto a la enarratio propiamente dicha Macrobio pro-cede comentando un lema extenso que constituye una uni-dad de sentido un pequentildeo paacuterrafo Esto no quiere decir que el comentarista proporcione una visioacuten sinteacutetica de la obra sino que de esta manera se aparta de la estrategia atomiacutestica del gramaacutetico y se interesa maacutes por el sentido global Asiacute ocu-rre tambieacuten en el caso de Calcidio cuando explica el ceacutelebre pasaje de Timeo 36a-d donde se menciona que el demiurgo reparte el mundo de acuerdo con proporciones armoniosas y el comentarista introduce ciertas explicaciones astronoacutemicas
159 Macrobio Comm in Somn Sc 1 4 1 ldquoComo ya dijimos al principio de nuestra obra el propoacutesito del autor es ensentildearnos que las almas de aquellos que han defendido a la patria una vez fuera del cuerpo retornan al cielo y gozan de una felicidad eternardquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 173
para que el discurso pueda avanzar y los lectores compren-der (59) De la misma manera cuando Ciceroacuten hace decir a su Africano la edad de cincuenta y seis antildeos mediante una foacutermula poeacutetica ldquonam cum aetas tua septenos octies solis amfrac-tus reditusque conuerterit duoque hi numeri quorum uterque plenus alter altera de causa habetur circuitu naturali summam tibi fatalem confecerintrdquo160 Favonio Eulogio encuentra la excusa perfecta para extenderse en una compleja y muy extensa cadena de explicaciones aritmeacuteticas que ocupan todo el libro primero de su comentario ndashel segundo libro solo trata acerca de la muacutesicandash y el propio Macrobio si bien maacutes contenido tam-bieacuten dedica casi un octavo de la totalidad del comentario al mismo tema (Comm in Somn Sc 1 5 3-6) Una vez maacutes tam-bieacuten Calcidio en De silua al final de su Comentario escribe 45 capiacutetulos a raiacutez de la paraacutefrasis de una paacutegina del Timeo que ocupa solo seis capiacutetulos en el original
El comentario macrobiano propiamente dicho comienza y termina con los anaacutelisis de las citas ciceronianas quedando excluidos de este recorte el extenso proacutelogo y el breve epiacutelo-go De manera ordenada ndashaunque no simeacutetrica en cuanto a la extensioacuten de cada paraacutegrafondash cada uno de los dos libros que componen los Commentarii se organiza alrededor de sie-te citas del Somnium y sus consecuentes desarrollos
Primer libro primera cita del Suentildeo (52) - Cuestiones arit-meacuteticas (5 3-6 a 8) - Segunda cita del Suentildeo (81) - Tratado sobre las virtudes (82-13) - La sede celestial del alma (91-10) - Tercera cita del Suentildeo (101-6) - Ubicacioacuten de los infiernos (10 2-11 12) - El descenso del alma a traveacutes de las esferas celestes (12 1-18) - Cuarta cita del Suentildeo (13 1-4) - Prohi-bicioacuten del suicidio (13 5-19) - Quinta cita del Suentildeo (141)
160 Ciceroacuten Somn Sc 2 12 ldquoCuando tu vida haya convertido siete veces ocho veces la revolucioacuten del sol y que estos dos nuacutemeros perfectos cada uno por razones diferentes hayan completado la totalidad que el destino te ha asignadordquo
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- La naturaleza del alma (14 1-20) - Animus y anima (14 3-4) - Tratado de astronomiacutea (14 21-22 13) - Sexta cita del Suentildeo (161) - Sobre las estrellas (16 2-13) - Seacuteptima cita del Suentildeo (17 1-4) - Las esferas caracteriacutesticas y particularidades La Tierra (17 5 2213)
Segundo libro primera cita del Suentildeo (11-3) - La armoniacutea de las esferas (14-25) - La muacutesica de las esferas (2 1 a 4 15) - Segunda cita del Suentildeo (5 1-3) - Descripcioacuten de la Tierra (5 4-9 9 1-10) - Tercera cita del Suentildeo (101) - Los ciclos coacutesmicos (10 2-11 10 10-16) - Cuarta cita del Suentildeo (11 1-3) - El antildeo universal (11 4-17) - Quinta cita del Suentildeo (121) - La inmortalidad del alma (12 2-16) - Sexta cita del Suentildeo (13 1-5) -El movimiento y la inmortalidad del alma objeciones de Aristoacuteteles y reacuteplicas de los partidarios de Platoacuten (13 6 a 15 16) - Seacuteptima cita del Suentildeo (17 1-3)
Conclusioacuten general (17 4-17)- Epiacutelogo El suentildeo de Escipioacuten contiene la totalidad de la filosofiacutea (17 15-17)
La primera cita que retoma la prediccioacuten de Escipioacuten el Africano a su nieto funciona como disparador para que Macrobio se centre en la perfeccioacuten de los nuacutemeros que componen su edad ldquoocho veces sieterdquo Asiacute el primer co-mentario se desarrolla a partir de la digresioacuten sobre la per-feccioacuten del nuacutemero siete sobre todo pero tambieacuten del ocho y de los nuacutemeros que componen estas dos cifras Entre las cuestiones que el siete determina estaacute la correlacioacuten entre la edad y las obligaciones y actividades de los hombres seguacuten lo cual se discurre sobre la perfeccioacuten absoluta del siete multiplicado por siacute mismo y las obligaciones hacia la Repuacuteblica que surgen a partir de esa edad y las que siguen tambieacuten de caraacutecter perfecto La digresioacuten se cierra con la siguiente frase
Los Commentarii y el geacutenero comentario 175
sensus autem hic est cum aetas tua quinquagesimum et sex-tum annum conpleuerit quae summa tibi fatalis erit spes quidem salutis publicae te uidebit et pro remediis commu-nis bonorum omnium status uirtutibus tuis dictatura debe-bitur sed si euaseris insidias propinquorum nam per sep-tenos octies solis anfractus reditusque quinquaginta et sex significat annos anfractum solis et reditum annum uocans anfractum propter zodiaci ambitum reditum quia eadem signa per annos singulos certa lege metitur161
Luego de este primer nuacutecleo de comentario ha quedado establecido que a Escipioacuten lo espera su destino poliacutetico a la edad perfecta de cincuenta y seis antildeos De ello podemos dedu-cir ndashmaacutes allaacute de lo que la historia indique efectivamentendash que cumpliraacute su funcioacuten de acuerdo con lo esperado asiacute como la edad es perfecta tambieacuten lo seraacute la actuacioacuten poliacutetica
La segunda cita del suentildeo es seguacuten explica Macrobio la exposicioacuten de la recompensa que espera a los hombres que han cumplido con la patria
bene et oportune postquam de morte praedixit mox prae-mia bonis post obitum speranda subiecit quibus adeo a metu praedicti interitus cogitatio uiuentis erepta est ut ad moriendi desiderium ultro animaretur maiestate promissae beatitudi-nis et caelestis habitaculi sed de beatitate quae debetur con-seruatoribus patriae pauca dicenda sunt ut postea locum om-nem quem hic tractandum recepimus resoluamus162
161 Macrobio Comm in Somn Sc 1 6 83 ldquoEl sentido del pasaje del Suentildeo de Escipioacuten es el siguiente cuando tu edad haya cumplido los cincuenta y seis antildeos una suma que seraacute fatal para ti el pueblo volveraacute hacia ti los ojos en la esperanza de salvacioacuten y la dictadura estaraacute destinada a tus virtudes a cambio de que sanes el gobierno compartido por todos los hombres de bien pero a condicioacuten de que escapes de las asechanzas de tus parientes En efecto con lsquoocho veces siete revoluciones y retornos del solrsquo Ciceroacuten quiere decir cincuenta y seis antildeos llamando al antildeo lsquorevolucioacuten y retorno del solrsquo lsquorevolucioacutenrsquo por su movimiento circular en torno al zodiaco lsquoretornorsquo porque cada antildeo recorre los mismos signos conforme a una ley divinardquo
162 Macrobio Comm in Somn Sc 1 81 ldquoEn el momento oportuno y apropiado tras revelar a Escipioacuten su
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El comentario especiacutefico de la cita de 1 8 consiste en lo que se ha denominado el ldquoTratado de las virtudesrdquo ndashsobre el que volveremos en el Capiacutetulo 4ndash en el cual nuestro au-tor expone una categorizacioacuten de las virtudes a partir de diferentes fuentes filosoacuteficas Macrobio decide por motivos que dilucidaremos en breve explayarse sobre este tema que no obstante no es requerido por el texto fuente No se trata de una explicacioacuten ni de una aclaracioacuten es una ampliacioacuten rica pero sin la cual la comprensioacuten del texto no sufre El principal objetivo macrobiano en este punto seraacute incluir por medio de una clasificacioacuten maacutes amplia las virtudes poliacuteticas dentro del conjunto de las virtudes que en la propuesta de Platoacuten no figuraban
El comentario de la tercera cita sobre las sedes celestiales del alma funciona como refuerzo de las virtudes de Escipioacuten en opinioacuten de Macrobio y ademaacutes por supuesto desata una exposicioacuten filosoacutefica acerca del descenso del alma a traveacutes de las esferas celestes es este un pasaje de gran densidad filosoacutefica cuya fuente principal es Porfirio o Numenio viacutea Porfirio (cfr Elferink 1968 y De Ley 1972) La siguiente cita surge de la pregunta del propio Escipioacuten acerca de por queacute ha de evitar el suicidio si despueacutes de la muerte se encuentra la verdadera vida Ademaacutes de reafirmar sus virtudes ndashEsci-pioacuten quiere averiguar la verdad y no se deja confundir por los sentimientos que le produce el encuentro con sus seres queridosndash el pasaje origina la exposicioacuten sobre la prohibi-cioacuten del suicidio basada tambieacuten en fuentes neoplatoacutenicas (Platoacuten y Plotino mencionados expliacutecitamente y Porfirio como fuente a la que no se alude) digresioacuten que Macrobio
muerte el abuelo expuso a continuacioacuten las recompensas que los buenos ciudadanos debiacutea esperar tras su fallecimiento Con estas palabras el pensamiento de aquel hombre vivo hasta tal punto fue arrebatado del miedo a la muerte anunciada que le incitaban a desear voluntariamente la muerte por el esplendor de la dicha prometida y de la mansioacuten celestial Pero acerca de la dicha que estaacute reservada a los salvadores de la patria hay que decir algunas palabras de manera que podamos luego aclarar el pasaje completo que nos hemos propuesto comentar aquiacuterdquo
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justifica diciendo ldquoex his quae Platonem quaeque Plotinum de uoluntaria morte pronuntiasse rettulimus nihil in uerbis Ciceronis quibus hanc prohibet remanebit obscurumrdquo163
A partir de la quinta cita y hasta el final del primer libro el comentario se centra en las cosas que Escipioacuten ha visto y que lo han maravillado en su suentildeo Esta seccioacuten del tex-to macrobiano estaacute claramente conformada por excursus aritmeacuteticos y astronoacutemicos sin embargo por mucho que parezca alejarse el discurso Macrobio siempre cierra sus comentarios remitiendo a la cita de Ciceroacuten y de hecho toda esta disertacioacuten acerca de matemaacutetica y astronomiacutea que parece desprenderse de la cita ciceroniana tiene su desenlace en el tema que ocupa el inicio del libro segun-do y que es la muacutesica de las esferas fundamental en la caracterizacioacuten de Escipioacuten como ejemplo a seguir ldquonunc iam de musica earum modulatione disputeturrdquo164 Sin embargo antes de hablar propiamente acerca de la armoniacutea coacutes-mica Macrobio discurre sobre las proporciones por me-dio de las cuales se creoacute el mundo y sobre los cuerpos celestes su movimiento y las razones que los rigen Una vez desarrollados estos puntos el comentarista se ocupa siguiendo las sucesivas citas de su fuente de la armoniacutea y la muacutesica de las esferas de los ciclos coacutesmicos y de la inmortalidad del alma incluyendo en esta uacuteltima seccioacuten una discusioacuten con Aristoacuteteles a partir de argumentos de la tradicioacuten platoacutenica Luego de la muacutesica de las esferas la exposicioacuten deriva hacia cuestiones geograacuteficas tocando asiacute la uacuteltima disciplina del quadriuium165
163 Macrobio Comm in Somn Sc 1 13 20 ldquoGracias a estas lecciones de Platoacuten y Plotino acerca del suicidio que acabamos de relatar nada restaraacute oscuro en las palabras de Ciceroacuten en las que se prohiacutebe el suicidiordquo Sobre el tema del suicidio seguacuten lo trata Macrobio cfr Van der Horst (1971) y nuestro comentario en el Capiacutetulo 1 ldquoLa quaestio macrobiana y algunos problemas de lecturardquo
164 Macrobio Comm in Somn Sc 211 ldquoDisertemos ahora acerca de la armoniacutea musicalrdquo165 Recordemos que la geometriacutea incluiacutea en un punto lo que hoy consideramos la geografiacutea ya que
literalmente es ldquola medida de la Tierrardquo
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Han quedado pues tratadas la aritmeacutetica la astronomiacutea la muacutesica y la geometriacuteageografiacutea Es loacutegico entonces que tengamos la impresioacuten de que nos hallamos ante una suerte de manual o de compendio de manuales como de hecho consideraron los hombres medievales que reprodujeron las secciones dedicadas a cada disciplina por separado a modo de tratados independientes No obstante no es menos cier-to que en realidad esta exposicioacuten ndasha diferencia de lo que ocurre con otros comentarios filosoacuteficosndash aunque parez-ca apartarse de tanto en tanto de las palabras de Ciceroacuten siempre vuelve a ellas ya que el objetivo de los comentarios es finalmente explicarlas En particular estas digresiones sirven para completar el trazado ndashalgo incompleto en el texto ciceronianondash de la figura de Escipioacuten queacute ha visto por queacute coacutemo se siente ante estos fenoacutemenos En este pun-to encontramos una primera divergencia entre el texto de Macrobio y otros ejemplares del geacutenero ya que un anaacutelisis por ahora superficial de la estructura de los Commentarii de-muestra coacutemo el discurso macrobiano parte y vuelve a Cice-roacuten y en particular a la figura de Escipioacuten como guiacutea en el proceso de comentar Mientras que en el Somnium la aven-tura de Escipioacuten opera como una suerte de hilo conductor de las exposiciones filosoacutefico-religiosas en el Comentario de Macrobio esta trama argumental adquiere una importancia mayor Mientras que en otros comentarios el hilo narrativo del texto fuente es obviado en el caso de Macrobio si bien en apariencia se deja de lado expliacutecitamente se reintroduce por medio de este reposicionamiento de la figura de Esci-pioacuten que tendremos ocasioacuten de estudiar en el Capiacutetulo 4 Por otro lado y siguiendo el usus de sus colegas comenta-ristas Macrobio siacute elabora breves tratados enciclopeacutedicos sobre las disciplinas del quadriuium
Este recorrido muestra cuaacuten libre y flexible es el comenta-rio geneacutericamente dado que permite desde la breve paraacutefra-sis hasta la constitucioacuten de un pequentildeo tratado sobre un tema
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que aparece ndashquizaacute apenas mencionadondash en la obra comen-tada El corolario maacutes evidente de esta caracteriacutestica es que el comentario puede ser escrito en un espiacuteritu completamen-te distinto al del texto comentado y asiacute todas las formas de platonismo platonismo medio y neoplatonismo encuentran su base en los Comentarios a la Repuacuteblica y al Timeo lo mismo ocurre con los comentarios aristoteacutelicos a Platoacuten El propio Plotino advierte en Enn 3 7 contra la tentacioacuten que asalta al comentarista de dispararse hacia una reflexioacuten que se aleje del texto original aunque como sabemos afortunadamente eacutel mismo es incapaz de cumplir su propia recomendacioacuten Por lo tanto esta flexibilidad que abarca tambieacuten el tipo de lectura que aplica el comentarista es difiacutecil de tipificar ya que en el fondo cualquier cosa que el comentarista considere que esclarece el sentido del texto funcionaraacute a manera de comen-tario La flexibilidad del comentario no permite ver a veces en queacute momento nos hallamos ante una innovacioacuten geneacuterica que se desprende de la accioacuten baacutesica de comentar este es el punto en que vemos asomar en los Commentarii las innovacio-nes geneacutericas La segunda consecuencia de esta teacutecnica com-positiva es que en el espacio de las digresiones textuales se cuelan otros recursos otras reflexiones otras historias que pueden llegar a transformar el tono de la obra y sus caracte-riacutesticas geneacutericas es esta la tan mencionada ldquopermeabilidadrdquo del comentario que lo transforma en un campo textual pro-clive a las transformaciones
Finalmente hay otros dos aspectos en los que Macrobio responde claramente a los imperativos del geacutenero las mar-cas de didactismo y el uso de alusiones intertextuales
Marcas de didactismoLa tarea didaacutectica del comentarista se realiza en el discur-
so por medio de diferentes formas de comentarios cruza-das por una serie de procedimientos discursivos que aluden
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al nivel impresivo de la lengua y habilitan la construccioacuten del significado interpersonal ubicando al comentarista en situacioacuten de superioridad jeraacuterquica frente al discipulus Es-tos procedimientos discursivos consisten en la presencia de reforzadores de modalidad episteacutemica formas verbales yu-sivas (ldquoexpresiones directivasrdquo directas o indirectas) deixis de segunda persona vocativos etc (cfr Gibson 1997 70 y ss) que se distribuyen a lo largo de los recursos interpre-tativos puestos en marcha por el aparato del comentario y contribuyen a su eficacia
Algunas veces la operacioacuten consiste en explayarse acerca de las palabras ciceronianas conformando elaboraciones so-bre el texto fuente Asiacute en el libro segundo cuando Ciceroacuten se refiere a la muacutesica de las esferas Macrobio hace una ex-tensa y teacutecnica digresioacuten sobre las proporciones aritmeacuteticas que rigen la armoniacutea musical para concluir diciendo
cuius sensus si huic operi fuerit adpositus plurimum nos ad uerborum Ciceronis quae circa disciplinam musicae ui-dentur obscura intellectum iuuabit sed ne quod in patroci-nium alterius expositionis adhibetur ipsum per se difficile credatur pauca nobis praemittenda sunt quae simul utrius-que intellegentiam faciant lucidiorem166
Otra categoriacutea de comentarios la constituyen aquellos de caraacutecter interpretativo en los que Macrobio explica lo que Ciceroacuten ldquoquiso decirrdquo o ldquoquiso que los lectores entendie-ranrdquo todos estos casos expresan una modalidad deoacutentica y su funcioacuten es reducir a una posibilidad la exeacutegesis de las
166 Macrobio Comm in Somn Sc 2 2 2 ldquoSi aplicaacuteramos su interpretacioacuten a nuestra obra [se refiere en este caso a las relaciones numeacutericas que Platoacuten explica en Timeo] seriacutea de gran ayuda para entender las palabras de Ciceroacuten que acerca de la disciplina musical parecen oscuras Pero para que la explicacioacuten que se ofrece como ayuda de esta otra explicacioacuten no sea considerada ella misma difiacutecil debemos hacer unas pocas consideraciones previas que haraacuten maacutes transparente la comprensioacuten de una y otra explicacioacutenrdquo
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palabras de Ciceroacuten Se caracterizan por ser frases yusivas en modo subjuntivo o imperativo como ldquosonum uero tono mi-norem ueteres quidem semitonium uocitare uoluerunt sed non ita accipiendum est ut dimidius tonus puteturrdquo167 y maacutes adelante
unde Tullius hoc intellegi uolens non dixit omnis terra pa-rua quaedam est insula sed omnis terra quae colitur a uobis parua quaedam est insula quia et singulae de quattuor habi-tationibus paruae quaedam efficiuntur insulae Oceano bis eas ut diximus ambiente168
Los enunciados interrogativos ndashdirectos e indirectosndash tambieacuten forman parte de este grupo dado que simulan un diaacutelogo por medio del cual avanza el discurso y guiacutean la interpretacioacuten son tambieacuten maacutes numerosos en el segundo libro de los Commentarii ldquonum dicendum est deum mandasse mendacium non ita estrdquo169 ldquohoc quem ad modum accipiendum sit instruemusrdquo170 Estas frases de reformulacioacuten e interpretacioacuten funcionan muy bien a manera de cierre de breves secciones ya que parafrasean y clausuran el sentido del pasaje comen-tado nos encontramos asiacute con un tercer tipo de recursos que consiste en la reelaboracioacuten de las palabras de Ciceroacuten Apro-vechando las posibilidades semaacutenticas derivadas de la figura de la obscuritas Macrobio a menudo recurre a verbos pertene-cientes al campo semaacutentico de la luz y la oscuridad para de-jar sentada la necesidad de explicar el texto ciceroniano En
167 Macrobio Comm in Somn Sc 2 1 21 ldquoLos antiguos quisieron llamar lsquosemitonorsquo al intervalo menor que el tono pero esto no hay que interpretarlo como que se estaacute pensando en medio tonordquo
168 Macrobio Comm in Somn Sc 2 9 4 ldquoPor esta razoacuten Ciceroacuten puesto que queriacutea que esto se entendiera asiacute no dijo lsquoToda la tierra es una pequentildea islarsquo sino lsquoToda la tierra que habitan es una pequentildea islarsquo ya que las cuatro partes habitadas se convirtieron cada una en pequentildeas islas que el oceacuteano bantildea con sus dos brazos como hemos explicadordquo
169 Macrobio Comm in Somn Sc 1 7 5 ldquoiquestDebemos afirmar que la divinidad le envioacute un oraacuteculo falso No es asiacuterdquo170 Macrobio Comm in Somn Sc 2 15 6 ldquoiquestCoacutemo hay que interpretar sus palabras Lo vamos a explicar a
continuacioacutenrdquo
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otros casos utiliza verbos que aluden a la idea de desentrantildear o ldquodesanudarrdquo conceptos de difiacutecil comprensioacuten por ejem-plo ldquoAc priusquam somnii uerba consulamus enodandum nobis est a quo genere hominum Tullius memoret uel irrisam Platonis fabulam uel ne sibi idem eueniat non uererirdquo171
De manera anaacuteloga Macrobio explica la profeciacutea que el Afri-cano pronuncia para su nieto y luego de realizar una muy ex-tensa disertacioacuten sobre la perfeccioacuten de los nuacutemeros retoma a Ciceroacuten y reformula la prediccioacuten en teacuterminos a su juicio maacutes comprensibles a partir de la frase ldquosensus autem hic estrdquo (1 6 83) De la misma forma luego de exponer el ascenso del alma desde el aacutembito terrestre hasta las sedes celestiales camino que recorren las almas de aquellos que han amado a la patria y han contribuido a protegerla y engrandecerla Macrobio vuelve a las palabras ciceronianas ldquoQuod uero ait harum rectores et seruatores hinc profecti huc reuertuntur hoc modo accipiendum estrdquo172 Y maacutes cla-ramente cuando el comentarista intenta despejar confusiones terminoloacutegicas con respecto a los vocablos que se utilizan para referirse a los planetas (orbis circus) refiere
sed hic horum nihil neque circi neque orbis nomine uoluit intellegi sed est orbis in hoc loco stellae una integra et perac-ta conuersio id est ab eodem loco post emensum sphaerae per quam mouetur ambitum in eundem locum regressus circus est autem hic linea ambiens sphaeram ac ueluti se-mitam faciens per quam lumen utrumque discurrit et intra quam uagantium stellarum error legitimus coercetur173
171 Macrobio Comm in Somn Sc 121 ldquoPero antes de examinar las palabras acerca del suentildeo debemos aclarar cuaacutel es la clase de hombre que seguacuten refiere Ciceroacuten se riacutee de la ficcioacuten y no teme que a ellos les suceda lo mismordquo
172 Macrobio Comm in Somn Sc 1 9 1 ldquoEn cuanto a la expresioacuten lsquosus gobernantes y protectores salen de aquiacute y hacia aquiacute regresanrsquo debe ser interpretada de la siguiente manerardquo
173 Macrobio Comm in Somn Sc 1 14 25 ldquoPero aquiacute no quiso que se entendiera ninguno de estos significados con los vocablos circus y orbis sino que en este pasaje orbis es la revolucioacuten completa y entera de una estrella () y circus es la liacutenea que circunda la esfera y constituye una especie de camino
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Hay tambieacuten otro tipo de enunciados de caraacutecter deoacutenti-co que por medio de foacutermulas yusivas buscan incorporar al interlocutor al discurso En general Macrobio no recurre al imperativo directo sino a otro tipo de giros que manifies-tan una guiacutea menos coercitiva esta estrategia manifiesta el caraacutecter maacutes reflexivo y menos ldquoinstructivordquo del texto ma-crobiano Como contraparte lo que incitaraacute a la accioacuten a Eustacio ndashy a todos los lectoresndash no es el caraacutecter imperativo del texto sino su caraacutecter argumentativo y sobre esta base la mejor argumentacioacuten por su invisibilidad seraacute la propuesta de un exemplum a seguir
Asiacute dice nuestro autor ldquoelucent semina infixa uirtutum quae nunc uideasrdquo (1 10 2)174 ldquosi uero non unius partis sed totius ue-lis corporis superficiem cogitarerdquo (1 5 10)175 ldquoquod animaduertis si super unum quadratum quale prius diximus alterum tale altius impositum mente conspicuasrdquo (1 5 10)176 ldquout desinas de inserta uelut dubitatione mirari rdquo (1 7 3)177 ldquode quinque autem cingulis ne quaeso aestimes duorum Romanae facundiae parentum Maronis et Tullii dissentire doctrinamrdquo (2 5 7)178 ldquoQuod quale sit ex ipsis uerbis Ciceronis quae secuntur inueniesrdquo (2 131)179 ldquonec putes
()rdquo Por otra parte al referirse a lo que Ciceroacuten denomina el Sol supremo Macrobio aclara ldquoquod autem hunc istum extimum globum qui ita uoluitur summum deum uocauit non ita accipiendum est ut ipse prima causa et deus ille omnipotentissimus aestimeturrdquo Comm in Somn Sc 1 17 12 ldquoA esta esfera la maacutes alejada Ciceroacuten la llamoacute lsquodios supremorsquo pero esto no hay que interpretarlo como que es la causa primera ni la divinidad todopoderosardquo
174 Macrobio Comm in Somn Sc 1 10 2 ldquolas simientes de las virtudes aun cuando profundamente grabadas se hallan patentes puedes ver ahora coacutemo brillan en el corazoacuten de Escipioacutenrdquo
175 Macrobio Comm in Somn Sc 1 5 10 ldquoPero si quisieras considerar no la superficie de una sola cara sino de un cuerpo todo enterordquo
176 Macrobio Comm in Somn Sc 1 5 10 ldquoTuacute comprendes esto bien si imaginas que encima de un cuadrado como el que arriba hemos descrito has colocado otro semejanterdquo
177 Macrobio Comm in Somn Sc 1 7 3 ldquoa fin de que dejes de manifestar asombro a causa de esa especie de duda sembradardquo
178 Macrobio Comm in Somn Sc 2 5 7 ldquoEn cuanto a los cinco cinturones te ruego que no pienses que la doctrina de los dos padres de la elocuencia romana Virgilio y Ciceroacutenrdquo
179 Macrobio Comm in Somn Sc 2 13 1 ldquoEn queacute consiste dicho argumento lo averiguaraacutes a partir de las propias palabras de Ciceroacutenrdquo
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quod idem moueat idemque moueaturrdquo (2 15 21)180 ldquodidicisti motus animae quos modo sine ministerio corporis modo per corpus exercet si uero ipsius mundanae animae motus requires caelestem uolubilitatem et sphaerarum subiacentium rapidos impetus intuererdquo (2 16 26)181 Todos estos giros en segunda persona implican procesos verbales pertenecientes al campo semaacutentico de los sentidos y del entendimiento no tanto de la accioacuten lo cual indica que la exhortacioacuten de Macrobio a sus lectores se cen-tra en el hecho de percibir y comprender la realidad descrip-ta y el mensaje maacutes que en una accioacuten concreta
Tambieacuten debemos incluir en este grupo las invocaciones que abren cada libro ldquoEustathi fili uitae mihi dulcedo pariter et gloriardquo182 y ldquoEustathi luce mihi dilectior filirdquo183 A traveacutes de ellas se define claramente el destinatario pero tambieacuten en queacute re-lacioacuten se encuentran los dos agentes del proceso didaacutectico no solo son magister y discipulus sino que tambieacuten son padre e hijo fundiendo en una construccioacuten dos de las represen-taciones tiacutepicas del imaginario didaacutectico Como ldquoaudiencia secundariardquo (cfr Roller 2004) los lectores somos partiacutecipes y testigos del proceso didaacutectico que construyen Macrobio y Eustacio de manera anaacuteloga el Comentario es nuestro maes-tro y se recrea asiacute la situacioacuten de ensentildeanza-aprendizaje en una tercera instancia dado que la primera es la que se pro-duce entre Escipioacuten y su nieto
Por otro lado hay tambieacuten indicadores de modalidad epis-teacutemica como conectores adverbios y sintagmas adverbiales o giros a traveacutes de los cuales Macrobio expresa su valoracioacuten
180 Macrobio Comm in Somn Sc 1 15 21 ldquoy no vayas a pensar que lo que mueve y lo que es movido es la misma cosardquo
181 Macrobio Comm in Somn Sc 2 16 26 ldquoYa conoces los movimientos del alma los cuales unas veces realiza sin ayuda del cuerpo otras veces por medio del cuerpo Pero si te preguntas por los movimientos del alma misma del mundo observa la rotacioacuten del cielo y el curso raacutepido de las esferas inferioresrdquo
182 Macrobio Comm in Somn Sc 1 1 1 ldquoEustacio hijo miacuteo dulzura y orgullo de mi vidardquo183 Macrobio Comm in Somn Sc 2 1 1 ldquoEustacio hijo miacuteo maacutes querido para miacute que mi propia vidardquo
Noacutetense las reminiscencias virgilianas a partir de Eneida 4 31 ldquoo luce magis dilecta sororirdquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 185
moral acerca de los contenidos que comenta En principio es-tas expresiones tienen como funcioacuten aprobar las palabras de Platoacuten o de otros pensadores de la tradicioacuten platoacutenica inclu-yendo a Ciceroacuten ldquoin hoc tamen uel maxime operis similitudinem seruauit imitatiordquo184 ldquoper illam demum fabulam ndashsic enim quidam uocantndashrdquo185 en este caso utilizando el quidam para referirse de manera despectiva a los epicuacutereos a quienes pasaraacute a refutar el uso de la parenteacutetica parece ubicarlos en segundo plano en cuanto a su propio discurso y de hecho Macrobio pro-pone otra denominacioacuten para este tipo de ficcioacuten ldquonarratio fabulosardquo ldquoquibus quod factu facile est eneruatirdquo186 refirieacutendose a que la refutacioacuten de los epicuacutereos no requeriraacute de demasia-do esfuerzo ldquoApuleium non numquam lusisse miramurrdquo187 por medio de lo cual Macrobio manifiesta su asombro y cierta desaprobacioacuten por el hecho de que Apuleyo considerado fi-loacutesofo platoacutenico haya escrito fabulae ldquosomnium proprie uoca-tur quodrdquo188 etc Estas y otras foacutermulas similares son frecuen-tes en los pasajes en que Macrobio realiza clasificaciones y refuerzan el nivel de verdad y de certeza de su propuesta asiacute encontramos entre otras ldquoet paulo post apertius dicitrdquo189 para reafirmar la verdad de las palabras de Escipioacuten ldquoplenitudinem hic non frustra numeris adsignatrdquo190 para referirse a lo acerta-do de Ciceroacuten al hablar de la perfeccioacuten de los nuacutemeros ldquoex quattuor igitur elementis et tribus eorum interstitiis absolutionem corporum constare manifestum estrdquo191 una foacutermula muy habitual
184 Macrobio Comm in Somn Sc 1 1 2 ldquoHe aquiacute no obstante algo en lo que sin duda la imitacioacuten ha respetado al maacuteximo la semejanza con el modelordquo
185 Macrobio Comm in Somn Sc 1 1 7 ldquoA traveacutes de la faacutebula ndashpues asiacute la llaman algunosndashrdquo186 Macrobio Comm in Somn Sc 1 2 2 ldquoUna vez debilitados estos [los argumentos de los epicuacutereos] lo
cual es faacutecil de hacerrdquo187 Macrobio Comm in Somn Sc 12 8 ldquoNos sorprendemos de que Apuleyo haya practicado [la escritura de ficciones]rdquo188 Macrobio Comm in Somn Sc 1310 ldquoSe llama adecuadamente lsquosuentildeorsquordquo 189 Macrobio Comm in Somn Sc 145 ldquoY poco despueacutes dice claramenterdquo 190 Macrobio Comm in Somn Sc 1 5 3 ldquoCon razoacuten [Ciceroacuten] atribuye aquiacute la plenitud a los nuacutemerosrdquo191 Macrobio Comm in Somn Sc 1 6 40 ldquoEs evidente pues que la perfeccioacuten de los cuerpos resulta de
cuatro elementos y sus tres intersticiosrdquo
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para culminar el desarrollo de una argumentacioacuten tal como ldquoiure plenus et habetur et diciturrdquo192 un poco maacutes adelante ldquobene et oportune postquam de morte praedixit () subiecitrdquo193 donde bene et oportune funcionan como adjuntos modales que trans-miten una valoracioacuten por parte de Macrobio que en este caso aprueba por un lado el sentido de oportunidad del abuelo y al mismo tiempo la habilidad literaria de Ciceroacuten
En el libro segundo hay escasos ejemplos de estos recursos excepto en la seccioacuten maacutes ldquopersonalrdquo que consiste en el ataque a la falsa lectura aristoteacutelica de Platoacuten sobre el tema de la in-mortalidad y el movimiento del alma Asiacute encontramos ldquosed nec de ipsis potest esse dubitatiordquo194 para resumir la informacioacuten acerca de un subtema que da por supuesto y que por lo tan-to considera secundario ldquoHis quoque ut arbitror non otiosa ins-pectione tractatis nunc de Oceano quod promisimus adstruamusrdquo195
para valorar en este caso su propio discurso ldquobene et sapienter Tullianus hic Scipio circa institutionem nepotis ordinem recte docentis impleuitrdquo196 para calificar el plan de Escipioacuten lo cual resulta particularmente interesante puesto que a pesar de que se trata de una valoracioacuten sobre la obra ciceroniana la analogiacutea entre Escipioacuten y su nieto como magister y discipulus y el propio Ma-crobio con respecto a Eustacio no puede dejar de notarse y en ese caso la reflexioacuten se proyecta a la propia obra macrobiana
El uacuteltimo enunciado episteacutemico lo hallamos casi en el cie-rre del comentario a propoacutesito de la tarea de Escipioacuten como maestro de su nieto ldquoet facile nunc atque oportune uirtutes sua-det postquam quanta et quam diuina praemia uirtutibus debeantur
192 Macrobio Comm in Somn Sc 1 6 82 ldquoCon razoacuten es considerado y llamado lsquoplenorsquo ldquo 193 Macrobio Comm in Somn Sc1 8 2 ldquoCorrecta y oportunamente [el abuelo] luego de revelarle su
muerte expusordquo 194 Macrobio Comm in Somn Sc 2 5 36 ldquopero acerca de estos no puede haber duda de querdquo195 Macrobio Comm in Somn Sc 2 91 ldquoUna vez tratados estos asuntos con un examen en mi opinioacuten
productivo es hora de que probemos como prometimos nuestra afirmacioacuten acerca del oceacuteanordquo196 Macrobio Comm in Somn Sc 2 12 2 ldquoCon sensatez y sabiduriacutea el Escipioacuten de Ciceroacuten para instruir a
su nieto ejecutoacute un plan digno de un excelente maestrordquo
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edixitrdquo197 Si aceptamos la ya sentildealada analogiacutea entre Macro-bio y Escipioacuten y sus respectivos discipuli esta afirmacioacuten que en principio se refiere al texto ciceroniano puede aplicarse a la obra del propio Macrobio tambieacuten eacutel como maestro ha completado un plan inteligente para instruir a Eustacio y ahora que este conoce todo lo relativo al camino del alma despueacutes de la muerte es mucho maacutes faacutecil que comprenda por queacute debe practicar las virtudes En este sentido queda clara la funcioacuten del Comentario como ejercicio espiritual lue-go de cuya lectura el alma y la mente del lector llegan a un lugar diferente maacutes sabio y maacutes virtuoso
Finalmente hay tambieacuten enunciados de tipo ldquoprogramaacuteti-cordquo en modalidad yusiva (subjuntivo y gerundivo) que al mis-mo tiempo que incitan a la accioacuten al lector y lo incorporan al recorrido discursivo funcionan como ordenadores del discur-so Sin duda son estos los que maacutes se presentan en los Commen-tarii razoacuten por la cual consignaremos solo los maacutes relevantes Macrobio busca construir un discurso ordenado y compren-sible y es por eso que constantemente utiliza frases de tipo exhortativo para anunciar lo que trataraacute generalmente en primera persona de plural de modo de incluir al interlocutor en las acciones Asiacute para discutir con los epicuacutereos Macrobio propone ldquoresistamus urgenti et frustra arguens refellaturrdquo198 para ordenar su exposicioacuten y en general al inicio de los paraacutegrafos temaacuteticos Macrobio usa enunciados como los que siguen ldquoAc priusquam somnii uerba consulamus enodandum nobis est a quo genere hominum Tullius memoret uel irrisam Platonis fabulamrdquo199 ldquoHis praelibatis antequam ipsa somnii uerba tractemus prius quot
197 Macrobio Comm in Somn Sc 2 17 13 ldquoAhora es faacutecil y oportuno para el abuelo aconsejarle al nieto las virtudes una vez que ha proclamado cuaacuten grandes y divinas son las recompensas destinadas a tales virtudesrdquo
198 Macrobio Comm in Somn Sc 1 2 4 ldquoResistamos la presioacuten del adversario y refutemos su vana argumentacioacutenrdquo
199 Macrobio Comm in Somn Sc 121 ldquoPero antes de que examinemos las palabras del suentildeo debemos aclarar cuaacutel es la categoriacutea de hombres que seguacuten refiere Ciceroacuten se riacutee de la ficcioacuten de Platoacutenrdquo
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somniandi modos obseruatio () edisseramus ut cui eorum generi somnium quo de agimus adplicandum sit innotescatrdquo200 ldquonunc iam de musica earum modulatione disputeturrdquo201 ldquoSed iam tractatum ad-sequentia conferamusrdquo202 y como cierre de la obra ldquoSed iam finem somnio cohibita disputatione faciamus hoc adiecto quod conclusionem decebitrdquo203
Por uacuteltimo Macrobio tambieacuten hace uso de una gran canti-dad de conectores o partiacuteculas interactivas204 (enim 195 ocu-rrencias ergo 130 ocurrencias uero 161 ocurrencias) frente a una cantidad menor de conectores de tipo ordenadores que no involucran a la audiencia o al enunciador (nam 130 ocu-rrencias igitur 81 ocurrencias) Esto es esperable en un texto didaacutectico que solo funciona si el destinatario estaacute involucrado en el discurso y forma parte del proceso a su vez estas partiacute-culas interactivas son maacutes frecuentes en el primer libro que en el segundo (enim 113 ocurrencias en el primer libro 82 en el segundo ergo 74 en el primer libro 56 en el segundo uero 103 en el primer libro y 58 en el segundo) Esto nos lleva a dos conclusiones por un lado la guiacutea interpretativa no estaacute au-sente en el libro segundo pero siacute es menos sutil y en cambio encontramos enunciados de caraacutecter deoacutentico maacutes expliacutecitos No obstante estos uacuteltimos son poco frecuentes ndashcomo ya he-mos relevadondash lo cual nos lleva al segundo punto probable-mente se asume que ha habido alguacuten tipo de aprendizaje a medida que el texto ha ido avanzando asiacute la voz del autor se hace maacutes presente y soacutelida por medio de enunciados epis-teacutemicos mientras que en comparacioacuten con el primer libro
200 Macrobio Comm in Somn Sc 131 ldquoTras estos preliminares y ante de comentar el texto mismo del Suentildeo expongamos primero cuaacutentas clases de suentildeos han sido descubiertos por la observacioacuten para saber a queacute geacutenero debemos agregar el suentildeo acerca del cual venimos hablando ()rdquo
201 Macrobio Comm in Somn Sc 2 1 1 ldquoAhora debemos discutir acerca de la armoniacutea musicalrdquo202 Macrobio Comm in Somn Sc 2 5 1 ldquoPero ya dirijamos nuestro estudio hacia las cosas siguientesrdquo203 Macrobio Comm in Somn Sc 2 17 15 ldquoPero pongamos ya fin al suentildeo cerrando nuestro Comentario
con una observacioacuten adicional que procuraraacute una conclusioacuten adecuadardquo204 De acuerdo con la clasificacioacuten de Bantildeos Bantildeos (2009)
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la guiacutea didaacutectica ndashexplicitada en los enunciados de caraacutecter deoacutenticondash es menos expliacutecita
Alusiones intertextualesEl uacuteltimo recurso didaacutectico utilizado por Macrobio para
generar auctoritas y garantizar asiacute la eficacia didaacutectica de su obra es el uso de las alusiones intertextuales enmarcado dentro de uno de los imperativos literarios de la eacutepoca la imitatio y en tensioacuten con las innovaciones geneacutericas produci-das en los textos En una literatura tan autoconsciente como la romana aun en la eacutepoca tardiacutea la relacioacuten entre imita-cioacuten y tradicioacuten es siempre dialeacutectica dado que la creacioacuten literaria se genera a partir del uso de modelos precedentes y esta reutilizacioacuten modifica a su vez la forma de reconocer la tradicioacuten La alusioacuten literaria si bien parte de lo cono-cido pone en escena esta relacioacuten ya que implica una re-flexioacuten literaria sobre los contenidos culturales que actua-liza y al mismo tiempo una resignificacioacuten deliberada en una nueva forma A su vez la alusioacuten nos advierte acerca de la autonomiacutea del sistema literario constituido como algo que se diferencia del mundo real o experiencial y que posee una loacutegica estructura y coherencia propias en consecuen-cia tambieacuten se evidencian de esta forma el marco ficticio de la obra y la artificialidad de la representacioacuten literaria Mediante estas mismas operaciones de composicioacuten los ecos literarios no son la mera repeticioacuten de los toacutepoi tradicionales sino el espacio en el que la tradicioacuten irrumpe en el texto manteniendo su propia individualidad y asimilaacutendose a la obra que pasa a integrar
Asiacute el estudio de la imitatio es no solo el rastreo de las citas individuales de un autor en otro sino tambieacuten un anaacutelisis teoacuterico de la principal caracteriacutestica del sistema literario esto es la tendencia de las obras de arte de referir unas a las otras La memoria poeacutetica ndashel recuerdo de formas estilos modos y
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atmoacutesferas pasadas tanto como el de frases o imaacutegenes espe-ciacuteficasndash no es casual sino constitutiva de las artes205 De esta manera las citas y alusiones no son un vehiacuteculo transparente para la transmisioacuten de determinados contenidos sino que transforman el texto en una red compleja de significantes que aluden no ya a un significado sino a otros significantes cuyos referentes se amalgaman en la nueva obra es justamen-te esta architextualidad lo que le da al texto su caraacutecter especiacute-fico de literario (cfr Genette 1982)
Por otro lado la aplicacioacuten de la nocioacuten de ldquointertextua-lidadrdquo requiere de algunas precisiones206 En primer lugar debemos considerar que no se trata de un concepto forma-lista y por lo tanto no va en contra de nuestra postura teoacute-rica dado que el exterior de los textos es decir su contexto sociocultural no es una realidad independiente sino que se encuentra textualizado Por lo tanto la ldquorealidadrdquo cultural romana la conforma un conjunto de textos y no una realidad extratextual que seriacutea inaccesible Asiacute la intertextualidad queda definida como un sistema sobre el cual se inscribe cualquier obra literaria desde su origen
205 Como sentildeala Segal en Conte (1986 10)206 En segundo lugar la nocioacuten de ldquointertextualidadrdquo se diferencia de la de ldquoalusioacutenrdquo a partir de una serie
de caracteriacutesticas que podemos resumir de manera esquemaacutetica La alusioacuten estaacute realmente en la mente del autor es privada singular confiere un extra interpretativo es particular de la literatura y en general responde a un acto ldquoextratextualrdquo como el rendir homenaje a un autor destacado etc Por el contrario la intertextualidad es una relacioacuten que se produce en el sistema de los textos es puacuteblica es decir acce-sible a los lectores es muacuteltiple ndashya que llega por medio de diferentes caminos y muchas veces a partir de las ldquohuellasrdquo que los textos establecen entre siacutendash es tambieacuten absolutamente indispensable para la comprensioacuten del texto es una caracteriacutestica de cualquier sistema semioacutetico presenta a su vez similitu-des y diferencias significativas y finalmente es un acto intratextual de construccioacuten de significado Asiacute en este uacuteltimo caso el autor no puede elegir participar o no en el juego intertextual sino que este es la base que condiciona la existencia de la produccioacuten literaria En contraste con la alusioacuten que nos provee de cierta informacioacuten ldquoextrardquo para la interpretacioacuten la intertextualidad es la matriz en la cual los textos nacen y construyen su sentido
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Intertextuality far from being a matter of merely recogni-zing the ways in which specific texts echo each other defines the condition of literary readability () the sense and struc-ture of a work can be grasped only with reference to other models hewn from a long series of texts of which they are in some way the variant form (Cfr Conte 1986 29)
Finalmente es preciso recordar una vez maacutes dos hechos fundamentales que caracterizan el quehacer literario del Tardoantiguo en primer lugar estamos frente a una cultura que mira expresamente hacia el pasado para la construccioacuten del presente no solo en sus modelos literarios sino tambieacuten en los sociopoliacuteticos Por otro lado y en lo que hace especiacutefi-camente a la escritura del comentario como forma geneacuterica hay una tendencia de los comentaristas y compiladores de la eacutepoca a abrevar de textos contemporaacuteneos paro citar nom-bres de fuentes maacutes antiguas con mayor auctoritas y prestigio literario (cfr Courcelle 1943) En este punto las relaciones textuales diacroacutenicas adquieren un caraacutecter central en el sistema literario del Tardoantiguo en primer lugar porque constituyen el punto de partida obligado en segundo lugar porque a pesar de ello los autores suelen llegar a los textos por mediacioacuten de otros textos maacutes cercanos
En tanto se trata de un geacutenero esencialmente dialoacutegi-co el comentario es siempre intertextual En primer lugar por dialogar expliacutecitamente con otro texto de la tradicioacuten cultural operacioacuten a partir de la cual adquiere su estatus tipoloacutegico de comentario En segundo lugar porque no se trata uacutenicamente de un diaacutelogo entre comentarista y texto fuente sino que el comentario es un espacio textual verda-deramente polifoacutenico en el que las voces de la tradicioacuten se entrecruzan y unifican para construir un mensaje que en tanto se aleja del texto comentado puede coincidir o dife-rir con eacutel El comentarista es simplemente quien organiza esta gran armonia y guiacutea con habilidad la interpretacioacuten El
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propio Macrobio explica coacutemo procede en la construccioacuten de Saturnalia al inicio del ldquoProacutelogordquo207
Hinc est quod mihi quoque institutione tua nihil antiquius aestimatur ad cuius perfectionem compendia longis am-fractibus anteponenda ducens moraeque omnis inpatiens non opperior ut per haec sola promoueas quibus ediscendis nauiter ipse inuigilas sed ago ut ego quoque tibi legerim et quicquid mihi uel te iam in lucem edito uel antequam nascereris in diuersis seu Graecae seu Romanae linguae uoluminibus elaboratum est id totum sit tibi scientiae su-pellex et quasi de quodam litterarum peno si quando usus uenerit aut historiae quae in librorum strue latens clam uul-go est aut dicti factiue memorabilis reminiscendi facile id tibi inuentu atque depromptu sit Nec indigeste tamquam in aceruum congessimus digna memoratu sed uariarum rerum disparilitas auctoribus diuersa confusa temporibus ita in quoddam digesta corpus est ut quae indistincte atque promiscue ad subsidium memoriae annotaueramus in ordi-nem instar membrorum cohaerentia conuenirent Nec mihi uitio uertas si res quas ex lectione uaria mutuabor ipsis sae-pe uerbis quibus ab ipsis auctoribus enarratae sunt explica-bo quia praesens opus non eloquentiae ostentationem sed noscendorum congeriem pollicetur et boni consulas opor-tet si notitiam uetustatis modo nostris non obscure modo ip-sis antiquorum fideliter uerbis recognoscas prout quaeque se uel enarranda uel transferenda suggesserint Apes enim quodammodo debemus imitari quae uagantur et flores car-punt deinde quicquid attulere disponunt ac per fauos diui-dunt et sucum uarium in unum saporem mixtura quadam et proprietate spiritus sui mutant Nos quoque quicquid diuer-sa lectione quaesiuimus committemus stilo ut in ordinem
207 La influencia de la Epistula LXXXIV de Seacuteneca a Lucilio en este pasaje ha sido descripta por Granados Fernaacutendez (1986)
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eodem digerente coalescat Nam et in animo melius distinc-ta seruantur et ipsa distinctio non sine quodam fermento quo conditur uniuersitas in unius saporis usum uaria liba-menta confundit ut etiamsi quid apparuerit unde sumptum sit aliud tamen esse quam unde sumptum noscetur appa-reat quod in corpore nostro uidemus sine ulla opera nostra facere naturam208
Un compendium puede realizarse de muchas maneras y Ma-crobio estaacute aquiacute explicitando por medio de la oposicioacuten leacutexica indigestedigesta en queacute consiste su propuesta de compilacioacuten no es una mera acumulacioacuten en la cual se reconocen claramen-te las palabras originales que la componen aunque a veces esto es posible (ldquosaepe uerbis quibus ab ipsis auctoribus enarratae suntrdquo)
208 Macrobio Sat Praef 1 1 2-6 ldquoDe aquiacute se deriva que nada me parece maacutes importante que tu educacioacuten para su culminacioacuten juzgando que los compendios han de anteponerse a largos desviacuteos e incapaz de soportar toda demora no aguardo a que tuacute te adelantes en soledad por este medio en aquellas materias que para aprenderlas bien tuacute mismo consagras tus desvelos sino que actuacuteo como que he leiacutedo para ti y todo lo que he trabajado tanto ya dado a luz como antes de que hubieras nacido en los maacutes variados voluacutemenes ya en lengua griega ya en lengua romana todo eso sea para ti un mobiliario de ciencia y una especie de despensa de letras de la que si alguna vez precisaras de una historia que en un montoacuten de libros se oculta a hurtadillas del vulgo bien de un dicho o de un hecho memorable digno de recordarse te sea faacutecil localizarlos y consultarlos Tampoco he acumulado lo digno de memoria de modo indigesto como en un montoacuten al contrario la exposicioacuten de los diversos y diferentes asuntos diversa en autores desordenada en el tiempo ha sido digerida en una especie de cuerpo de modo que lo que habiacutea observado de modo confuso y mezclado se pueda reunir para ayudar a la memoria en cierto orden gracias a la cohesioacuten de sus miembros Tampoco me acuses de error si a menudo desarrollo temas que tomo prestados de variadas lecturas con las mismas palabras con que fueron relatados por sus propios autores puesto que esta obra no promete una ostentacioacuten de elocuencia sino una pila de conocimientos y conviene que estimes bueno reconocer el conocimiento de la Antiguumledad sin oscuridad no solo en mis palabras sino en las propias de los antiguos recogidas fielmente seguacuten cada uno me ha suscitado su narracioacuten o su transcripcioacuten Pues debemos imitar a las abejas que circulan y liban las flores a continuacioacuten organizan todo lo que han aportado y lo dividen por los panales y transforman un jugo variado en un solo sabor a partir de una cierta mezcla y propiedad de su esencia Todo lo que he encontrado en mis variadas lecturas lo reunireacute igualmente con mi pluma de tal manera que se una en orden con lo mismo que ordena Pues no solo se conserva mejor en el aacutenimo lo que se ha clasificado sino que la propia clasificacioacuten sin faltar un cierto fermento con el que se construye en conjunto vierte juntas las diversas libaciones para producir un solo sabor de tal manera que incluso si se hubiera detectado de doacutende procediacutea algo sin embargo parezca que es de otro lugar que de donde se sabe que se lo tomoacuterdquo
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sino que se busca la transformacioacuten de estas palabras para ha-cerlas maacutes accesibles a la comprensioacuten (ldquonotitiam uetustatis modo nostris non obscure modo ipsis antiquorum fideliter uerbis recognos-casrdquo) esta mezcla puede resultar incluso en que unas palabras parezcan tomadas de un lugar cuando han sido recogidas de otro (ldquout etiamsi quid apparuerit unde sumptum sit aliud tamen esse quam unde sumptum noscetur appareatrdquo) El recorrido consistiraacute asiacute en transformar en uno lo que es muacuteltiple un discurso a partir de muchas palabras y una obra a partir de las lecturas variadas y numerosas idea que nos resulta familiar a partir de las concepciones filosoacuteficas de la eacutepoca Esta transformacioacuten se opera a partir de un orden que aunque Macrobio no enuncia expliacutecitamente parece ser el didaacutectico (ldquosi quando usus uenerit aut historiae quae in librorum strue latens clam uulgo est aut dicti fac-tiue memorabilis reminiscendi facile id tibi inuentu atque depromptu sitrdquo) En esta operacioacuten hay dos elementos fundamentales el resultado es decir el sabor uacutenico mezcla de muchos otros indis-tinguibles si la mezcla se ha operado correctamente y el proce-so que es en siacute mismo una instancia de aprendizaje (ldquoNam et in animo melius distincta seruanturrdquo)
Es verdad que Saturnalia es una suerte de compendio en-ciclopeacutedico del saber de la Antiguumledad y que en tanto ban-quete filosoacutefico se inscribe en un geacutenero diferente al de los Commentarii Sin embargo es posible aplicar este modo de proceder de Macrobio y considerar que tambieacuten lo ha segui-do en la construccioacuten de sus otras obras Si sumamos esto al hecho de que el comentario como geacutenero es de por siacute inter-textual podemos leerlo a la luz de la cita programaacutetica de Saturnalia como un camino en el cual se nos muestra como proceso la construccioacuten del saber a partir de la absorcioacuten y transformacioacuten de las palabras de la tradicioacuten cultural El recurso de la intertextualidad permite por un lado un des-pliegue de erudicioacuten del comentarista que como sabemos era una actitud tiacutepica en la cultura tardoantigua Por otro lado al esgrimir la autoridad de los pensadores del pasado el
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comentarista legitima directamente sus opiniones de mane-ra indiscutible ya que iquestquieacuten podriacutea contradecir a Homero o a Virgilio a Platoacuten o al propio Ciceroacuten
Asiacute para reforzar su explicacioacuten Macrobio recurre a menudo a Platoacuten ldquoquod erit manifestius si in medio posuerimus ipsam continentiam sensus de Timaeo Platonis excerptamrdquo209 Maacutes adelante cuando debe defenderse de las objeciones de Aris-toacuteteles Macrobio confiesa coacutemo realizaraacute esta defensa que supone una composicioacuten global a partir de las citas de los autores de la tradicioacuten platoacutenica210
neque uero tam inmemor mei aut ita male animatus sum ut ex ingenio meo uel Aristoteli resistam uel adsim Platoni sed ut quisque magnorum uirorum qui se Platonicos dici gloria-bantur aut singula aut bina defensa ad ostentationem suo-rum operum reliquerunt collecta haec in unum continuae defensionis corpus coaceruaui adiecto siquid post illos aut sentire fas erat aut audere in intellectum licebat211
Una vez establecido el lugar central de la intertextualidad en la escritura del comentario recordemos que hay distin-tas y variadas formas de recrear este sistema de relaciones
209 Macrobio Comm in Somn Sc 1 6 28 ldquoTodo esto quedaraacute maacutes claro si citamos un pasaje sobre el mismo tema extraiacutedo del Timeo de Platoacutenrdquo
210 Esta reflexioacuten macrobiana es similar a la que encontramos en la Praefatio de Saturnalia 1 1 4 ldquoNec mihi uitio uertas si res quas ex lectione uaria mutuabor ipsis saepe uerbis quibus ab ipsis auctoribus enarratae sunt explicabo quia praesens opus non eloquentiae ostentationem sed noscendorum congeriem pollicetur et boni consulas oportet si notitiam uetustatis modo nostris non obscure modo ipsis antiquorum fideliter uerbis recognoscas prout quaeque se uel enarranda uel transferenda suggesserintrdquo
211 Macrobio Comm in Somn Sc 2 15 1 ldquoPero no soy tan inconsciente ni tan temerario como para hacer frente a Aristoacuteteles solo con mi talento o ayudar a Platoacuten sino que como cada uno de los grandes hombres que se enorgulleciacutean de llamarse platoacutenicos han dejado uno o dos argumentos defensivos para hacer ostentacioacuten de sus propias obras yo los he recopilado y agrupado aquiacute en un uacutenico cuerpo de defensa continua agregando alguna opinioacuten o interpretacioacuten osada posterior a ellos que no es ni sacriacutelega ni iliacutecitardquo
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textuales en una obra212 En cada caso las referencias cons-tituyen caminos diferentes para despertar la memoria poeacute-tica del lector y para abrir espacios a traveacutes de los cuales el pasado irrumpe en el presente para construir el sentido del texto El primer ejemplo de este diaacutelogo en la obra de Ma-crobio se percibe a partir del paratexto del tiacutetulo en que se menciona la obra de Ciceroacuten como base de los Commentarii y que opera a su vez como manifiesto geneacuterico Asimismo como ya sentildealamos Macrobio llama a su obra ldquocomentariordquo en dos ocasiones (1 22 13 2 1 1) En segundo lugar tam-bieacuten es mencionado el propio hipotexto de Ciceroacuten al inicio de la obra ndashlo cual lleva a posicionar el texto ciceroniano como hipertexto de la Repuacuteblica de Platoacutenndash y Macrobio dedi-ca parte del Proacutelogo al anaacutelisis de las diferencias entre am-bos textos213 A su vez la relacioacuten que une a los textos de Macrobio y de Ciceroacuten es tambieacuten de este tipo puesto que el Comentario al que consideramos un texto autoacutenomo es una forma derivada de la obra comentada un hipertexto
Ya en el cuerpo del texto las referencias adquieren dife-rentes formas que podemos clasificar en
1 citas textuales o parafraseadas con o sin mencioacuten del auc-tor y su obra pero en todos los casos claramente identificables
2 menciones de auctores o de obras sin la presencia del texto aludido
3 presencia de un texto que funciona como fuente para un pasaje pero sin la mencioacuten del auctor o acompantildeado de una mencioacuten equiacutevoca
212 Genette (1982) sentildeala la hipertextualidad la intertextualidad y la metatextualidad213 Macrobio Comm in Somn Sc 1 1 1 ldquoInter Platonis et Ciceronis libros quos de re publica uterque
constituit Eustathi fili uitae mihi dulcedo pariter et gloria hoc interesse prima fronte perspeximus quod ille rem publicam ordinauit hic retulit alter qualis esse deberet alter qualis esset a maioribus instituta disseruitrdquo ldquoEntre las obras de Platoacuten y Ciceroacuten que cada uno dedicoacute a la Repuacuteblica Eustacio hijo miacuteo dulzura y orgullo de mi vida constatamos a primera vista que estas son las diferencias el primero reguloacute la organizacioacuten de la Repuacuteblica el segundo la describioacute aquel expuso coacutemo deberiacutea ser este coacutemo la habiacutean instituido sus antepasadosrdquo
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En el primer caso los ejemplos maacutes frecuentes los cons-tituyen previsiblemente Platoacuten y Virgilio ndashdesde ya no esta-mos considerando las citas de Ciceroacuten que pertenecen a la obra fuentendash lo cual se justifica por tratarse de un diaacutelogo de contenido filosoacutefico neoplatoacutenico en el cual Platoacuten es el autor maacutes citado y por tratarse de un texto de la cultura romana en la cual Virgilio es sin duda la autoridad poeacutetica y cultural Platoacuten tambieacuten es traducido en varias ocasiones en una operacioacuten de apropiacioacuten doble dado que esa tra-duccioacuten es luego comentada por el propio Macrobio214 A su vez es la recuperacioacuten del Timeo (35b-36a) lo que fun-ciona como subtexto del Somnium Scipionis Homero (Iliacuteada 2 8-15 23-33 60-75) aparece tambieacuten mencionado en 1 7 4 al referirse a la naturaleza de los suentildeos profeacuteticos y para ser comparado con Virgilio verdadero destino final del recorrido del paraacutegrafo215 Hay tambieacuten una interesante referencia a Hesiacuteodo acompantildeada de una cita textual que es una traduccioacuten bastante libre hecha por Macrobio de los Erga 121-126216 Es en particular interesante coacutemo Macrobio introduce los versos del poeta griego traducidos por eacutel mis-mo evidenciando que se dirige a un puacuteblico que no maneja la lengua griega
214 Es un toacutepico muy amplio el de las presencias platoacutenicas y neoplatoacutenicas en la obra macrobiana dado que por falta de espacio no lo trataremos en el presente libro remitimos al lector interesado a Cardigni (2008a)
215 Hay a su vez algunas citas textuales dispersas y breves a manera de cierres poeacuteticos de los argumentos como por ejemplo la de Juvenal Sat 11 27 citado en 1 8 9 y en 1 9 2 De todas maneras este no pretende ser un relevamiento exhaustivo sino maacutes bien representativo
216 Sobre el tema de la traduccioacuten en la Antiguumledad tardiacutea que no desarrollaremos en particular cfr Maciacuteas Villalobos (2005) El caso de Macrobio es interesante porque sus traducciones siempre parciales y ad hoc no trascendieron maacutes allaacute de sus obras Sin embargo evidencian el intereacutes de nuestro autor por volcar en latina lingua contenidos inaccesibles de otra manera para el puacuteblico romano En este sentido se encuadra perfectamente en la tendencia de la eacutepoca que traduciacutea con esta misma intencioacuten como se observa en el caso paradigmaacutetico de Calcidio En contraste en el siglo I a C eacutepoca de gran proliferacioacuten de traducciones el objetivo era maacutes bien crear por medio de la traduccioacuten y adaptacioacuten de las obras griegas una literatura romana lo cual se ve en la traduccioacuten fragmentaria de Timeo hecha por Ciceroacuten que no circuloacute maacutes allaacute de su autor
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sed Hesiodus quoque diuinae subolis adsertor priscos reges cum dis aliis enumerat hisque exemplo ueteris potestatis etiam in caelo regendi res humanas adsig-nat officium et necui fastidiosum sit si uersus ipsos ut poeta Graecus protulit inseramus referemus eos ut ex uerbis suis in Latina uerba conuersi suntindigetes diui fato summi Iouis hi suntquondam homines modo cum superis humana tuenteslargi ac munifici ius regum nunc quoque nacti217
Pero tambieacuten en este grupo de referencias encontra-mos a los dos adversarios de Macrobio Colotes (1 2 1-5) quien ataca el uso de la ficcioacuten en el discurso filosoacutefico y a quien Macrobio refuta tranquilamente con argumentos tomados probablemente del perdido Comentario a Repuacutebli-ca de Porfirio y Aristoacuteteles que se yergue como un enemi-go difiacutecil e irreconciliable con quien Macrobio polemiza en 2 14 En el primer caso Macrobio resume en una las tres objeciones de Colotes que aparece como representa-cioacuten de la secta de los epicuacutereos por ser el que maacutes escri-tos ha dejado
Epicureorum tota factio aequo semper errore a uero deuia et illa semper aestimans ridenda quae nesciat sacrum uolu-men et augustissima irrisit naturae seria Colotes uero inter Epicuri auditores loquacitate notabilior etiam in librum re-tulit quae de hoc amarius cauillatus est218
217 Macrobio Comm in Somn Sc 1 9 7 ldquoEl propio Hesiacuteodo defensor de la estirpe divina enumera a los reyes arcaicos junto con otros dioses y tomando como ejemplo su antiguo poder les asigna incluso en el cielo la funcioacuten de administrar los asuntos humanos Y para que nadie se enoje si citamos los versos originales del poeta griego los ofreceremos en su traduccioacuten latina lsquoEstos son los dioses indiacutegetes por voluntad del supremo Juacutepiter hombres antantildeo ahora tutelan los asuntos humanos junto con los dioses con largueza y generosidad alcanzando tambieacuten ahora la autoridad de reyesrdquo
218 Macrobio Comm in Somn Sc 1 2 3 ldquoLa escuela entera de los epicuacutereos siempre desviada de la verdad con el mismo extraviacuteo y que considera risible aquellas cosas que ignora se burloacute de este libro venerable
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Por otro lado cuando discute acerca de la inmortalidad del alma un Macrobio mucho maacutes preocupado por la defensa de la tradicioacuten platoacutenica219 reuacutene las objeciones del Estagirita a manera de collage parafraseando argumentos que aparecen sobre todo en De anima 1 3 Physica 8 3-6 y en menor medida en Metaphysica 12220 El mismo estilo presentan las respuestas platoacutenicas que son tomadas de diversas fuentes y parafrasea-das e incluso completadas por un argumento del propio co-mentarista221 En estos casos se trata de personajes importantes o bien por siacute mismos o bien porque representan a una escuela filosoacutefica como Colotes A su vez puede tratarse de seguidores de la tradicioacuten platoacutenica o de sus detractores pero sin duda en todos los casos estos nombres constituyen hitos por medio de los cuales se construye la tradicioacuten filosoacutefico-literaria
El segundo tipo de relaciones intertextuales estaacute conforma-do por la recurrencia a nombres de expertos en disciplinas teacutecnicas que cuentan por ello con gran prestigio en la historia de la ciencia griega y romana Es el caso de Hipoacutecrates quien es mencionado en 1 6 62 cuando Macrobio discurre acerca de la influencia del siete en las etapas de la vida humana re-ferencia que complementa con la de Estratoacuten el Peripateacutetico y
y de las cosas serias y sublimes de la naturaleza Colotes el disciacutepulo de Epicuro que maacutes destacaba por su locuacidad escribioacute en un libro las cosas amargas que le inspiroacute este asuntordquo El teacutermino auditores que traducimos como ldquodisciacutepulosrdquo (s v Old 2) es objeto de una interesante reflexioacuten en las Glosae Colonienses super Macrobium escritas en el siglo XII ldquoAUDITORES non discipulos qui reclamant non discuntrdquo aludiendo a que no hay aquiacute aprendizaje sino eco o repeticioacuten
219 Es verdad que la poleacutemica entre Platoacuten y Aristoacuteteles en torno al movimiento y la inmortalidad del alma era ya canoacutenica en los textos de la eacutepoca (cfr Plutarco Maacuteximas de los filoacutesofos 4 2 899b Estobeo 1 812 Proclo 226d Diehl Igualmente es notable que Macrobio que actuacutea como gran conciliador de la tradicioacuten filosoacutefica a lo largo de todo el Comentario se muestre en este punto totalmente intransigente y casi ofendido por la lectura que Aristoacuteteles hace de Platoacuten
220 Como sentildeala Navarro Antoliacuten (2006 414 n 232) la atribucioacuten de las fuentes para todo este pasaje resulta problemaacutetica parece probable que Macrobio haya abrevado de un tratado perdido de Porfirio sobre la inmortalidad del alma contra Boeto conocido por tres citas de Eusebio de Cesarea (Praep Ev 11 28 14 10 2 15 11 16) donde el autor pudo haber encontrado el compendio aristoteacutelico de Boeto y su refutacioacuten punto por punto por parte de Porfirio
221 Volveremos a este pasaje en detalle en el Capiacutetulo 4
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Diocles de Caristo ndashel primero escritor de un tratado filosoacutefico centrado mayormente en la fiacutesica y el segundo meacutedicondash ya en el libro segundo encontramos la mencioacuten a Arquiacutemedes acer-ca de las proporciones que rigen las distancias entre los pla-netas en el pasaje relacionado con la muacutesica de las esferas (2 3) En esta categoriacutea debemos incluir tambieacuten las menciones imprecisas de los theologi y a otros nombres de sectas filosoacuteficas como los Orphaici en 1 12 12 o aquellos sintagmas de referen-cia auacuten maacutes general como en 1 1 17 14 ldquoipsum denique Iouem ueteres uocauerunt et apud theologos Iuppiter est mundi animardquo222 Es evidente que por medio de estas menciones que no son muy abundantes Macrobio busca reforzar la legitimidad de su sa-ber y para ello recurre a los especialistas cientiacuteficos
Las referencias del tercer tipo son las que constituyen el cuerpo textual de los Commentarii aquellas que proveen a Macrobio de la informacioacuten que precisa para explicar las palabras ciceronianas El ejemplo paradigmaacutetico es el de Porfirio y quizaacute el de aquel intermediario perdido del cual Macrobio estariacutea abrevando si creemos en la hipoacutetesis de Linke (1888) Como la criacutetica ha establecido casi de comuacuten acuerdo hoy en diacutea Macrobio hace uso frecuente de Porfirio como fuente para sus reflexiones y comentarios sin embar-go solo lo menciona dos veces y en su papel de comentarista no como autoridad sino como figura anaacuteloga que le permite construirse a siacute mismo La mayor parte de las veces el texto porfiriano aparece bajo el nombre de Plotino
Sin embargo ademaacutes de estos casos tan claros que ya he-mos sentildealado previamente hay una gran cantidad de sec-ciones que desarrollan un saber especiacutefico a partir de una fuente identificable que Macrobio no menciona Por citar algunos casos encontramos los paraacutegrafos sobre la clasifi-cacioacuten de los suentildeos de 1 3 tomada de Artemidoro ndasho de
222 Macrobio Comm in Somn Sc 1 17 14 ldquoLos antiguos en fin la llamaron lsquoJuacutepiterrsquo y entre los estudiosos de la naturaleza Juacutepiter es el alma del mundordquo
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una fuente comuacuten a ambosndash asiacute como la seccioacuten acerca del descenso del alma en el libro primero que parece remitir a Numenio223 o las consideraciones acerca de los nuacutemeros y los cuerpos en 1 2 en las que se reconoce a Teoacuten de Esmirna y a Calcidio Por otro lado denominaciones generales como las que habiacuteamos citado previamente resultan atribuibles tam-bieacuten a autores determinados como en 1 9 10 cuando bajo la etiqueta de geometrae Macrobio desliza varias nociones ex-traiacutedas de los Elementa 1 de Euclides y de Nicoacutemaco 2 6 7 y hablando de physici estaacute citando realmente a Aristarco de Samos Asimismo a la hora de las disquisiciones linguumliacutesticas que no son muchas por cierto suele aparecer Gelio como en 2 5 9 a propoacutesito de medidies y meridies que remite a Noctes Atticae 2 22 14- 15 y que aparece igualmente retomado en Saturnalia 1 13 14
De acuerdo con estas praacutecticas Macrobio responde a la descripcioacuten hecha por Courcelle de los comentaristas tar-doantiguos y al mismo tiempo sigue en los Commentarii aquello que propone en Saturnalia a veces reconocemos las palabras de los autores otras veces simplemente detectamos sus huellas en otras ocasiones hay equiacutevocos en las atribu-ciones de auctoritas y en otras simplemente esta atribucioacuten no se ha hecho presente En tal caso el resultado es un blo-que de saber coherente y unitario con un sabor propio acor-de con la intencioacuten que declara nuestro autor
Para culminar nuestras reflexiones sobre este tema vere-mos queacute funcioacuten concreta cumplen las distintas formas de in-tertextualidad en un pasaje en particular que hemos elegido por el caraacutecter teacutecnico y a la vez alegoacuterico de su contenido que le confiere un lugar privilegiado en la tradicioacuten literaria y filosoacutefica anterior y posterior a Macrobio Se trata del famo-so pasaje del Somnium Scipionis que resultoacute ceacutelebre para los pensadores tratadistas y filoacutesofos posteriores por su temaacutetica
223 La atribucioacuten es igualmente problemaacutetica cfr De Ley (1972) y Elferink (1968)
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intriacutenseca y sus posibilidades explicativas al ser leiacutedo en teacuter-minos alegoacutericos en el que Ciceroacuten utiliza el argumento de la armonia mundi para reafirmar la tesis de la inmortalidad del alma Asiacute en 5 16 17 y 18 el orador alude al contraste entre el cielo y la Tierra y dentro de la descripcioacuten del cielo alude a los planetas primero y luego a la armoniacutea (518) La muacutesica celestial generada por el movimiento de las esferas e imitada por los hombres sabios acompantildea el regreso de las almas a su origen cuando estas dejan el exilio en que se hallan durante su vida terrena En esta armoniacutea de las esfe-ras celestes podemos ver un siacutembolo de lo que Ciceroacuten con-sideraba en el plano poliacutetico el ideal de gobierno la ldquoforma mixtardquo que responde a una concepcioacuten platoacutenico-aristoteacutelica (cfr Ronconi 1967) El pasaje de la muacutesica de las esferas ndashun tema en siacute recorrido desde textos muy antiguos y que gozoacute a su vez de las maacutes variadas reelaboraciones durante las eacutepocas posteriores a la Antiguumledadndash tiene su fuente en Platoacuten (Repuacute-blica 10 617 b) quien lo retoma a su vez de los oacuterfico-pitagoacute-ricos (como se ve en Porfirio De uita Pythagorae 30) aparece tratado tambieacuten por Aristoacuteteles en De Caelo 2 9 290 y estaacute presente en todos los tratados musicales de la Edad Media sobre todo cuando abordan la muacutesica teoacuterica o especulativa y aun en eacutepocas maacutes modernas estaacute ligado a las reflexiones sobre la astronomiacutea224
224 La invencioacuten de la doctrina se atribuye a Pitaacutegoras transmitida por fuentes posteriores (Platoacuten Aristoacuteteles Arquitas de Tarento Filolao Claudio Ptolomeo Ariacutestides Quintiliano Dioacutegenes Laercio Jaacutemblico y Porfirio) y con los problemas de interpretacioacuten de los que todos estamos al tanto Los antecedentes escritos maacutes sistemaacuteticos se encuentran en los dos diaacutelogos de Platoacuten Timeo y Republica En el primero se describe la creacioacuten del mundo por el demiurgo pero recieacuten en Republica se suma la idea de que los cielos suenan a partir del mito de Er El toacutepico es retomado en Ciceroacuten donde la alegoriacutea de la muacutesica de las esferas funciona como promesa de una reconciliacioacuten absoluta del hombre con el cosmos en la otra vida Ademaacutes de los Commentarii de Macrobio tambieacuten Boecio en el ldquoProemiordquo la Consolatio Philosphiae sentildeala ldquoMusicam naturaliter nobis esse coniunctamrdquo con lo cual se situacutea en una perspectiva platoacutenico-pitagoacuterica y a su vez recupera la exposicioacuten sobre la muacutesica de las esferas y propone una triparticioacuten de la muacutesica en mundana instrumentalis y humana que seraacute la base de todos los tratados musicales medievales La Edad Media conocioacute la teoriacutea a traveacutes de la traduccioacuten
Los Commentarii y el geacutenero comentario 203
En los Commentarii la muacutesica de las esferas es el tema que inaugura el libro segundo
Exposito sphaerarum ordine motuque descripto quo sep-tem subiectae in contrarium caelo feruntur consequens est ut qualem sonum tantarum molium impulsus efficiat hic re-quiratur225
De este toacutepico se desprenden todas las otras digresiones acerca de los cuerpos celestes en general y de la Tierra en particular asimismo este punto de partida le sirve a Macro-bio para desarrollar explicaciones sobre astronomiacutea muacutesi-ca aritmeacutetica y geografiacutea
Previamente y tal como es su modus operandi Macrobio habiacutea tomado textualmente el pasaje de Ciceroacuten sobre la muacutesica de las esferas (5 18) para explicar las cuestiones rela-tivas al movimiento de los planetas extendieacutendose a lo largo de cuatro paraacutegrafos de longitud considerable bajo el pre-texto de que esto es necesario para comprender las ldquooscuras palabras de Ciceroacutenrdquo (2 2 1) Una vez que esto ha quedado claro por medio de la reposicioacuten de los datos faltantes Ma-crobio se dispone a argumentar acerca de la necesidad de la existencia de la muacutesica de las esferas Este pasaje (2 3) puede dividirse estructuralmente en dos secciones la prime-ra en la cual Macrobio por medio del enlace de una serie de argumentaciones probaraacute la analogiacutea existente entre la muacutesica y el anima mundi y una seccioacuten final en la cual el comentarista haraacute un recorrido acerca de las teoriacuteas sobre
y comentario de Calcidio al Timeo platoacutenico y a traveacutes de otros escritores como Macrobio Marciano Capela Boecio e Isidoro de Sevilla (para un estado de la cuestioacuten sobre el tema de la muacutesica de las esferas cfr Massa en Peacutegolo y Cardigni (2006 ldquoProacutelogordquo p 14 y ss)
225 Macrobio Comm in Somn Sc 2 1 1 ldquoHabiendo expuesto el orden de las esferas y descrito el movimiento por el cual las siete estrellas moacuteviles son llevadas en movimiento contrario al cielo la consecuencia es que se debe investigar cuaacutel es este sonido que produce el impulso de masas tan poderosasrdquo
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la medicioacuten de los intervalos que generan el sonido celestial La primera se inicia con una referencia expliacutecita a Platoacuten y a la obra que de eacutel se cita la Republica En este caso la simple mencioacuten es suficiente dado que se trata de una de las ma-yores autoridades filosoacuteficas de la eacutepoca y maacutes aun para un neoplatoacutenico como Macrobio
Hinc Plato in Re publica sua cum de sphaerarum caelestium uolubilitate tractaret sigulas ait Sirenas singulis orbibus insi-dere significans sphaerarum motu cantum numinibus exhi-beri nam Siren dea canens Graeco intellectus ualet226
A diferencia de la lectura de este fenoacutemeno que hace Ci-ceroacuten que es de caraacutecter maacutes racionalista ndashdado que atribu-ye el sonido de las esferas a su movimientondash Macrobio decide retomar el siacutemil platoacutenico227 Se establece asiacute a partir de esta mencioacuten y traduccioacuten de Platoacuten una correspondencia entre la muacutesica de las esferas y el canto divino Macrobio nos situacutea para comenzar su argumentacioacuten en el plano celeste Las Sirenas son la primera prueba de la existencia de la muacutesica de las es-feras y para darle legitimidad Macrobio recurre a dos fuentes de autoridad por un lado los theologi ldquolos que hablan de los diosesrdquo que seguacuten el contexto de los Commentarii pueden ser
226 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 1 ldquoAquiacute Platoacuten en su Repuacuteblica cuando trata acerca de la movilidad de las esferas celestes dice que hay una Sirena sobre cada oacuterbita y que se parecen por el movimiento de las esferas al canto de los dioses Pues el teacutermino Sirena en griego significa lsquouna diosa que cantarsquordquo Los pasajes aludidos de la Republica de Platoacuten son 617 B C
227 En su viaje Er tal como cuenta Platoacuten ha visto la Necesidad las tres Moiras y las ocho Sirenas planetarias y luego la escena de las almas escogiendo sus proacuteximas encarnaciones Seguacuten la narracioacuten de Er las Sirenas cada una de las cuales estaacute en su esfera planetaria profieren un tono variado con diversas modulaciones componiendo el conjunto de las ocho una armoniacutea uacutenica Proclo explica que estas Sirenas son las almas o inteligencias de las ocho esferas inferiores respecto de las Musas del Olimpo ya que estaacuten asociadas a la materia auacuten sublimada de los cuerpos planetarios Estas producen un sonido de tipo corpoacutereo que es a veces audible a diferencia de la muacutesica producida por las musas que es de caraacutecter intelectual Las notas de las Sirenas son las correspondientes a la escala ocho notas consecutivas
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considerados los filoacutesofos que hacen interpretaciones sobre la divinidad (como en 114 5 1 17 14) o bien los poetas de los tiempos arcaicos como Orfeo Homero y Hesiacuteodo autores de genealogiacuteas divinas228 ldquotheologi quoque nouem Musas octo sphae-rarum musicos cantus et unam maximam concinentiam quae confit ex omnibus esse uolueruntrdquo229
Inmediatamente aparece la mencioacuten a otra auctoritas poeacute-tica y didaacutectica del mundo griego cuya obra se menciona por el tiacutetulo Hesiacuteodo La cita es textual (Theog 78 y 79) y es intro-ducida a raiacutez de la afirmacioacuten anterior seguacuten la cual las nueve musas son en realidad las ocho consonancias ejecutadas por las ocho esferas maacutes una uacuteltima que es resultado de la armo-niacutea total
et ut ostenderet nonam esse et maximam quam conficit so-norum concors uniuersitas adiecitKalliope thrsquo he de propherestate estin hapaseon ex nomine ostendes ipsam uocis dulcedinem nonam Musam uocari nam Kalliope optimae uocis Graeca interpretatio est230
En este caso la cita de Hesiacuteodo respalda y ejemplifica lo propuesto anteriormente con lo cual queda justificada la analogiacutea de las esferas y las musas y salvada la diferencia
228 Para Navarro Antoliacuten (2006 337 n 46) la mencioacuten en este caso es ambigua En nuestra opinioacuten la inmediata mencioacuten de Hesiacuteodo por medio de unde parece indicar que se estaacute refiriendo al grupo de los poetas
229 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 2 ldquoTambieacuten los estudiosos de los dioses afirmaron que las nueve musas eran los sonidos melodiosos de las ocho esferas y la gigantesca armoniacutea universal que se produciacutea a partir de todos ellosrdquo
230 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 2 ldquoPor eso Hesiacuteodo y para mostrarnos que existe una novena (musa) que es la maacutexima y que produce la unioacuten armoniosa de los sonidos agregoacute lsquoCaliacuteope es la reunioacuten maacutes perfecta de todas las cosasrsquo y a partir del nombre muestra que se llama a esta dulzura de la voz la novena musa pues Caliacuteope significa en griego lsquouna voz muy hermosarsquo rdquo Macrobio juega con el doble sentido del teacutermino vox en latiacuten que puede significar lsquosonidorsquo y lsquovozrsquo La novena musa a diferencia de las ocho primeras no simboliza la resonancia de una esfera en particular sino el sonido que nace de la armoniacutea producida por las otras ocho
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de cantidad entre ambos sistemas Inmediatamente apa-rece Apolo como mousageacutetos es decir ldquoguiacutea de las musasrdquo en forma de referencia no precisa pero auacuten atribuida a Hesiacuteodo231
et ut ipsam esse quae confit ex omnibus pressius indicaret adsignauit illi uniuersitatis uocabulum [he de propherestate estin hapaseon] nam et Apollinem ideo [Mousegeten] uo-cant quasi ducem et principem orbium ceterorum232
Aquiacute Macrobio introduce haacutebilmente una cita textual de Ci-ceroacuten del mismo Somnium Scipionis 4 2 para reforzar la analo-giacutea Apolo-sol-dux y volver asiacute al contexto de la obra comentada ldquout ipse Cicero refert dux et princeps et moderator luminum reliquo-rum mens mundi et temperatiordquo233 Con una uacuteltima mencioacuten de la sabiduriacutea etrusca culmina este primer tratamiento del tema ldquoMusas esse mundi cantum etiam Etrusci sciunt qui eas Camenas qua-si canenas a canendo dixeruntrdquo234 Una vez maacutes como en otras ocasiones Macrobio recurre a otra disciplina en este caso la gramaacutetica por medio de la etimologiacutea para completar una ar-gumentacioacuten que en el fondo parece propia235
231 El propio Macrobio retoma el tema en Saturnalia 1 19 7 ldquoUt uero Mercurius sol probetur superius edocta suffragio sunt Eundem enim esse Apollinem atque Mercurium uel hinc apparet quod apud multas gentes stella Mercurii ad Apollinis nomen refertur et quod Apollo Musis praesidet Mercurius sermonem quod est Musarum munus inpertitrdquo
232 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 3 ldquoY para indicar expresamente que ella resulta del conjunto de las otras aplicoacute una expresioacuten que indica universalidad he de propherestate estin hapaseon Asimismo llaman a Apolo lsquopatroacuten de las musasrsquo porque a su juicio es el guiacutea y principal de las otras esferasrdquo
233 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 3 y Ciceroacuten Somnium Scipionis 4 2 ldquocomo el mismo Ciceroacuten dice conductor y principal y moderador de las restantes luminarias sentido y regulador del mundordquo
234 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 3 ldquoTambieacuten los etruscos saben que las Musas son la cancioacuten del universo pues las llamaron Camenae como Canenae derivado del verbo canererdquo Esta etimologiacutea muy popular y comprensible (Servio 2 3 4 ldquoCamenas quasi canenas a canendo dixeruntrdquo Festo 38 12L ldquoCamenae a carminibus sunt dictaerdquo) no es correcta sin embargo evidencia que en la Antiguumledad las Camenas estaban ligadas al canto (cfr Ernout-Meillet 1967)
235 Si bien esta etimologiacutea es incorrecta estaacute testimoniada tambieacuten en Varroacuten LL 7 3 26 y 6 75 y en Agustiacuten Ciu 4 11
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Asiacute la argumentacioacuten para presentar la primera prueba con-siste en un recorrido a partir del hipotexto platoacutenico desde el cual se planteaba la idea de la muacutesica divina hasta la obra de Ciceroacuten cuya cita funciona a manera de culminacioacuten pasando por la auctoritas respetada de Hesiacuteodo La ldquocodardquo constituida por el propio argumento de Macrobio ndashbasado en la sapiencia etruscandash parece responder a un doble motivo por un lado es su propio aporte en la cadena de saberes y por eso se mencio-na al final Por otro es la interpretacioacuten que cierra el pasaje y es loacutegico que esteacute a cargo del comentarista guiacutea y garante del sentido del texto A su vez siempre queda claro que el objetivo final es el texto de Ciceroacuten y que las referencias textuales se dan en funcioacuten de la comprensioacuten del Somnium Scipionis
A continuacioacuten Macrobio mediante una amplificatio ex-pone las asociaciones que ha tenido la muacutesica a lo largo de la historia con diferentes ritos humanos dedicados a la divini-dad ya que se halla en todas partes guiando todos los gran-des momentos de los hombres pasamos asiacute del plano celeste al terrestre entre los cuales la muacutesica funciona a la mane-ra de una conexioacuten natural Como una suerte de reflejo de la armoniacutea celeste la muacutesica y su divinidad invaden la vida humana en la Tierra y conducen las acciones relevantes de los hombres Las referencias textuales aquiacute son imprecisas nuevamente aparecen los theologi que en este caso identifi-camos por el contexto como los poetas arcaicos autores de genealogiacuteas divinas (mencionados en 1 10 9 como ldquoauctores constituendis sacris caerimoniarumrdquo)
ideo canere caelum etiam theologi conprobantes sonos musi-cos sacrificiis adhibuerunt qui apud alios lyra uel cithara apud non nullos tibiis aliisue musicis instrumentis fieri solebant236
236 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 4 ldquoTambieacuten los poetas de los dioses sabiacutean que el cielo canta y por ello antildeadieron sonidos musicales a los sacrificios que soliacutean celebrarse unas veces con acompantildeamiento de lira o ciacutetara otras veces con flautas e instrumentos musicalesrdquo
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La muacutesica acompantildea asiacute las ceremonias religiosas y por medio de los himnos a los dioses representa el movimiento de los planetas la estrofa del himno proclama el movimien-to hacia adelante de la esfera estrellada y por medio de la antistrofa el movimiento hacia atraacutes de los planetas (2 3 5) Por uacuteltimo la muacutesica conduce tambieacuten los ritos fuacutenebres dado que guiacutea las almas de los hombres en su camino de retorno a las sedes celestes237 La presentacioacuten de la muacutesica como instancia de unioacuten y traacutensito entre lo humano y lo divi-no y como camino de acceso a lo que estaacute maacutes allaacute de la vida queda reforzada por la opinioacuten de Macrobio
quia in corpus defert memoriam musicae cuius in caelo fuit conscia et ita delenimentis canticis occupatur ut nullum sit tam inmite tam asperum pectus quod non oblectamento-rum talium teneatur affectu238
El punto culminante en esta descripcioacuten acerca de la om-nipresencia y poder de la muacutesica lo constituyen las mencio-nes de los mitos de Orfeo y Anfioacuten en 238
Hinc aestimo et Orphei uel Amphionis fabulam quorum alter animalia ratione carentia alter saxa quoque trahere cantibus ferebantur sumpsisse principium quia primi forte gentes uel sine rationis cultu barbaras uel saxi instar nullo affectu molles ad sensum uoluptatis canendo traxerunt239
237 Tambieacuten sentildealado por Marciano Capela en De nuptiis 9 925238 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 4 ldquoPues el alma mientras estaacute en el cuerpo lleva con ella el recuerdo
de la muacutesica que conocioacute en el cielo y hasta tal punto los caacutenticos la invaden con sus encantos que no hay corazoacuten tan cruel o salvaje que no sea presa del deseo de tales deleitesrdquo
239 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 8 ldquoDe aquiacute que considero que la faacutebula de Orfeo o la de Anfioacuten uno de los cuales se dice que atraiacutea hasta a las bestias irracionales con su canto el otro las rocas puesto que fueron acaso los primeros en atraer con su canto tanto a pueblos baacuterbaros y sin culto a la razoacuten como a pueblos civilizados e insensibles cual roca al disfrute del placerrdquo
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Vemos coacutemo el campo de las referencias se ha despegado de la mera ldquotextualidadrdquo ya que no hay un texto de Orfeo o de Anfioacuten citado y si bien la mencioacuten sigue respondiendo a una memoria poeacutetica comuacuten entre auctor y lector no tiene un referente concreto240 Asiacute la mencioacuten a ambos personajes Orfeo y Anfioacuten remite a un imaginario comuacuten mediante el cual el lector identifica la muacutesica como elemento divino
Luego de esta descripcioacuten de la muacutesica como ldquoconexioacutenrdquo entre lo humano y lo divino Macrobio se dedica a realizar una enumeracioacuten acerca de las funciones concretas de la muacutesica dentro de la vida humana dejando atraacutes lo miacutetico enumeracioacuten que se acelera y llega a su cliacutemax en la primera de las dos citas textuales de Virgilio
Ita denique omnis habitus animae cantibus gubernatur ut et ad bellum progressui et item receptui canatur cantu et excitante et rursus sedante uirtutemdat somnos adimitquenec non curas et immittit et retrahit iram suggerit clemen-tiam suadet corporum quoque morbis medetur nam hinc est quod aegris remedia praestantes praecinere dicuntur241
La muacutesica participa en todos los aacutembitos de la vida huma-na la guerra la praacutectica de las virtudes las enfermedades En este uacuteltimo caso es loacutegico que la muacutesica sea considerada
240 Diversas versiones de estos mitos pueden encontrarse en la literatura grecolatina Orfeo conmoviacutea con su canto a las fieras los aacuterboles y las rocas cfr Quintiliano Inst Orat 1 10 9 Marciano Capela De nuptiis 9 907 y 927 Isidoro de Sevilla Etymologiae 3 22 9 Por su parte Anfioacuten construyoacute las murallas de Tebas haciendo mover las piedras al son de su lira cfr Hesiacuteodo Frag 182 Horacio Ars Poetica 394 y Odas 3 11 2-4 Marciano Capela De nuptiis 9 908
241 Macrobio Comm in Som Sc 2 3 9 ldquoAsiacute finalmente toda la conformacioacuten del alma estaacute gobernada por los sonidos de modo que los avances a la guerra y de la misma manera la retirada se anuncian con sonidos con el canto que no solo excita sino que tambieacuten aplaca la virtud guerrera Provoca los suentildeos y los quita enviacutea las preocupaciones y tambieacuten las hace retroceder produce la ira persuade a la clemencia cura tambieacuten las enfermedades de los cuerpos pues de aquiacute es que se dice que los remedios existentes se dan a los enfermos con muacutesicardquo La cita de Virgilio ndashsubrayadandash es de Aen 4 244
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remedio si la naturaleza del alma es armoniacutea (ldquoomnis habitus animae cantibus gubernaturrdquo) con la enfermedad esta armo-niacutea se quiebra y debe ser restaurada Asiacute cuentan que Pitaacute-goras tantildeiacutea la lira para apaciguar las perturbaciones o por el contrario para energizarlas242 Todo este caudal de informa-cioacuten que el propio Macrobio nos ha recordado a su vez en el primer libro de los Commentarii subyace a estas referencias y en alguacuten sentido funciona como una referencia a su propia obra dado que en 1 14 19 Macrobio ha citado sucesivas de-finiciones de lo que los filoacutesofos de la tradicioacuten consideran alma y la de Pitaacutegoras es muy clara ldquoPlato dixit animam es-sentiam se mouentem Xenocrates numerum se mouentem Aristote-les [entelecheian] Pythagoras et Philolaus harmoniam Posidonius ideam ()rdquo243 Es decir que hay una referencia intratextual que el lector si creemos en el avance progresivo del Comenta-rio como ejercicio de instruccioacuten ha ya interiorizado
Por otro lado la cita de Virgilio (ldquodat somnos adimitquerdquo) en el contexto de Aen 4 244 se refiere a la vara de Mercu-rio y forma parte de la descripcioacuten del dios al momento en que el dios se prepara para llevar a Eneas el mensaje de su partida
242 Eran estas creencias extendidas en la Antiguumledad como vemos por los numerosos testimonios textuales que dan cuenta de ella sobre la muacutesica militar cfr Pseudo Plutarco Sobre la muacutesica 26 Sexto Empiacuterico Contra los profesores 6 9 Ariacutestides Quintiliano Sobre la muacutesica 2 4 57 Ateneo Deiphnosophistai14 627D Ciceroacuten Tusculanas 2 37 Valerio Maacuteximo 2 62 Quintiliano Inst Orat 1 19 14 Gelio 1 11 1-7 Censorino 12 3 Marciano Capela 9 925 Boecio De musica 1 1 186 Isidoro de Sevilla Etym 3 17 2 Sobre la idea de que la muacutesica cura afecciones tanto morales como fiacutesicas ndashbasada en la creencia pitagoacuterica de que el alma es armoniacuteandash cfr Seacuteneca De ira 3 9 1 Quintiliano Inst Orat 9 4 12 Plutarco Isis y Osiris 80 Sexto Empiacuterico Contra los profesores 6 8 Censorino De die natale 13 4 Jaacutemblico Vita Pythagoricae 114 y 164 Porfirio Vita Pythagorae 30 y 33 Marciano Capela De nuptiis 9 923 y 926 Boecio De insti mus 1 1 185-186
243 Macrobio Comm in Somn Sc 1 14 19 ldquoPlatoacuten dijo que el alma era una esencia movieacutendose por siacute misma Jenoacutecrates un nuacutemero movieacutendose por siacute mismo Aristoacuteteles la perfeccioacuten Pitaacutegoras y Filolao armoniacuteardquo La enumeracioacuten continuacutea hasta concluir que ldquoobtinuit tamen non minus de incorporalitate eius quam de inmortalitate sententiardquo (ldquola opinioacuten que la tiene por incorpoacuterea ha prevalecido tanto como la que la tiene por inmortalrdquo) Los pasajes que constituyen el Tratado sobre el alma tambieacuten resultan sumamente ricos para el anaacutelisis de las relaciones intertextuales
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Dixerat ille patris magni parere parabatimperio et primum pedibus talaria nectitaurea quae sublimem alis siue aequora supraseu terram rapido pariter cum flamine portanttum uirgam capit hac animas ille euocat Orcopallentis alias sub Tartara tristia mittitdat somnos adimitque et lumina morte resignat244
Esto constituye una prueba maacutes del caraacutecter divino de la muacutesica que es aquiacute considerada por medio de la cita y su homologacioacuten con la vara del dios como un atributo di-vino Pero al reponer el contexto de Eneida notamos otro dato maacutes estos versos son los que siguen inmediatamente al discurso de Juacutepiter que ante la evidencia de que Eneas permanece coacutemodamente en Cartago debe tomar una ac-cioacuten y enviacutea entonces a su hijo a llevar el mensaje al futuro fundador de Roma
Talibus orantem dictis arasque tenentemaudiit Omnipotens oculosque ad moenia torsitregia et oblitos famae melioris amantistum sic Mercurium adloquitur ac talia mandatlsquouade age nate uoca Zephyros et labere pennisDardaniumque ducem Tyria Karthagine qui nuncexspectat fatisque datas non respicit urbesadloquere et celeris defer mea dicta per aurasnon illum nobis genetrix pulcherrima talempromisit Graiumque ideo bis uindicat armissed fore qui grauidam imperiis belloque frementemItaliam regeret genus alto a sanguine Teucri
244 Virgilio Aen 4 238-244 ldquoAsiacute dijo y aquel [Mercurio] se preparaba para obedecer el mandato del gran padre de los dioses se calzoacute primero los talares de oro que con sus alas lo llevan remontado por los aires con la rapidez del viento cruzando mares y tierras luego empuntildea la vara con esta evoca las paacutelidas sombras del Orco y enviacutea a otras tristes al Taacutertaro les da y quita los suentildeos y libra los ojos de la muerterdquo
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proderet ac totum sub leges mitteret orbemsi nulla accendit tantarum gloria rerumnec super ipse sua molitur laude laboremAscanione pater Romanas inuidet arcesquid struit aut qua spe inimica in gente moraturnec prolem Ausoniam et Lauinia respicit aruanauiget haec summa est hic nostri nuntius estorsquo245
Encontramos asiacute por medio de este recorrido intertex-tual que la accioacuten de Mercurio en el contexto de Eneida es la de un buen hijo (ldquouade age naterdquo) que ha sido enviado por su padre a cumplir con una tarea fundamental para el destino de Roma Su vara que constituye un elemento maacutegico para llevarla a cabo es retomada por Macrobio y homologada a la muacutesica que a la vez irrumpe en el espacio textual de Eneida como elemento con poderes divinos
Para cerrar esta uacuteltima argumentacioacuten Macrobio sentildeala que no es extrantildeo que la muacutesica esteacute presente en todo lo hu-mano ya que es anaacuteloga al espiacuteritu del mundo que da vida a todo y que se halla en todo Como culminacioacuten de la gradatio presentada el comentarista recurre nuevamente a Virgilio
Nec mirum inesse enim mundanae animae causas musicae quibus est intexta praediximus ipsa autem mundi anima
245 Virgilio Aen 4 219-237 ldquoOyoacute el omnipotente al que estas plegarias le dirigiacutea y abrazaba los altares y volvioacute los ojos a las murallas reales de Cartago y a los amantes olvidados de mejor fama enseguida se dirige en estos teacuterminos a Mercurio y le da estas oacuterdenes lsquoVe vamos pronto hijo miacuteo llama a los Ceacutefiros y vuela a hablar al jefe daacuterdano que permanece en la tiria Cartago y no atiende las ciudades que le conceden los hados lleacutevale mis palabras veloz a traveacutes de los vientos No es tal como me prometioacute su hermosiacutesima madre ni para eso lo liberoacute dos veces de las armas de los griegos sino que me prometioacute que regiriacutea Italia futura madre de tantos imperios resonante de guerras que habiacutean de perpetuar el alto linaje de Teucro y someteriacutea a sus leyes todo el orbe Si no lo inflama la ambicioacuten de tan grandes cosas si nada quiere hacer por su propia gloria iquestpuede acaso como padre arrebatar a Ascanio las murallas romanas iquestEn queacute estaacute pensando o con queacute esperanza se detiene en medio de una nacioacuten enemiga sin acordarse de su descendencia ausonia ni de los lavinios campos Que se embarque tal es mi voluntad seacute tuacute mi mensajerorsquordquo
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uiuentibus omnibus uitam ministratHinc hominum pecudumque genus uitaeque uolantumEt quae marmoreo fert monstra sub aequore pontusiure igitur musica capitur omne quod uiuit quia caelestis ani-ma qua animatur uniuersitas originem sumpsit ex musica246
La cita de Virgilio estaacute tomada del discurso de Anquises a Eneas (6 728) cuando el primero le habla a su hijo del espiacuteritu que infunde vida al mundo
lsquodicam equidem nec te suspensum nate teneborsquosuscipit Anchises atque ordine singula panditlsquoPrincipio caelum ac terras camposque liquentislucentemque globum lunae Titaniaque astraspiritus intus alit totamque infusa per artusmens agitat molem et magno se corpore miscetinde hominum pecudumque genus uitaeque uolantumet quae marmoreo fert monstra sub aequore pontus247
En el contexto de la obra de Macrobio este pasaje se re-significa para ser aplicado a la muacutesica y queda asiacute estable-cida por medio de la cita y la conclusioacuten final en palabras
246 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 11 ldquoY no es admirable [que la muacutesica se halle en todas las cosas] en efecto hemos ya dicho que las causas del aacutenima del mundo residen en la muacutesica con las cuales estaacute entrelazada sin embargo la misma aacutenima del mundo da vida a todos los seres vivos un aacutenima que da vida al geacutenero de los hombres y de los animales y de las aves y a los monstruos bajo el mar cristalino Asiacute pues la muacutesica por derecho comprende todo lo viviente porque el alma celestial a causa de lo cual todo obra vida tiene su origen en la muacutesicardquo
247 Virgilio Aen 6 722-729 ldquoVoy a deciacutertelo hijo miacuteo para que cese tu asombro repuso Anquises y de esta forma le fue revelando cada cosa en orden lsquoDesde el principio del mundo un mismo espiacuteritu interior anima el cielo y la tierra y las liacutequidas llanuras y el luciente globo de la Luna y el Sol y las estrellas difundido por los miembros ese espiacuteritu mueve la materia y se mezcla al gran conjunto de todas las cosas de aquiacute el linaje de los hombres y de las bestias y las aves y todos los monstruos que criacutea el mar bajo la tersa superficie de sus aguasrdquo Macrobio retoma el texto de Aen en 728 diciendo ldquohinc hominumrdquo mientras que la obra de Virgilio dice ldquoinde hominumrdquo Sin embargo cuando Macrobio la cita en el libro primero (1 14 14) lo hace correctamente ldquoinde hominumrdquo
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del comentarista la homologacioacuten definitiva entre muacutesica y anima mundi y probada de esta manera la idea que abre el paraacutegrafo
Por otro lado no se nos puede pasar por alto el hecho de que con esta cita textual se trae a la memoria poeacutetica del lector un discurso pronunciado por un padre a su hijo es-pejando la situacioacuten de base de los Commentarii ndashla profeciacutea de Escipioacuten a su nieto en la que tambieacuten participa Paulondash y la del propio Macrobio con su escritura Incluso podemos ver la tarea bien realizada de Mercurio de la cual depende la existencia de Roma como una suerte de confirmacioacuten de la importancia de la asimilacioacuten de las ensentildeanzas y oacuterdenes paternas De esta manera queda legitimado el discurso pe-dagoacutegico y la situacioacuten de ensentildeanza-aprendizaje entre pa-dre e hijo estaacute ya en Ciceroacuten estaacute ya en Virgilio en ambos casos el destino de Roma depende de que los descendientes cumplan el mandato paterno y realicen el destino para el cual fueron elegidos
A su vez esta idea de que la muacutesica es como el gran espiacuteri-tu que anima al mundo fue expuesta ya por el propio Macro-bio en su ldquoTratado sobre el almardquo en el paraacutegrafo 14 14 del primer libro de los Commentarii Casualmente tambieacuten en este caso la argumentacioacuten estaacute articulada sobre cinco citas de Virgilio cuatro de ellas pertenecientes al mismo pasaje de Eneida que retoma en el libro segundo
hunc rerum ordinem et Vergilius expressit nam et mundo animam dedit et ut puritati eius adtestaretur mentem uo-cauit caelum enim ait et terras et maria et sidera spiritus intus alit id est anima sicut alibi pro spiramento animam di-cit quantum ignes animaeque ualent ndash et ut illius mundanae animae adsereret dignitatem mentem esse testatus est mens agitat molem ndash nec non ut ostenderet ex ipsa anima consta-re et animari uniuersa quae uiuunt addidit inde hominum pecudumque genus et cetera utque adsereret eundem esse
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in anima semper uigorem sed usum eius hebescere in anima-libus corporis densitate adiecit quantum non noxia corpora tardant et reliqua248
La primera cita (ldquointus alitrdquo) es de Eneida 6 726 del mismo discurso de Anquises que ya hemos citado lo mismo ocurre con la tercera (6 727 ldquomens agitat molemrdquo) y la cuarta (6 728 ldquoinde hominum pecudumque genusrdquo) efectivamente repetida en el libro segundo de los Commentarii El comentarista retoma asiacute por partes las ensentildeanzas de Anquises citando los comien-zos de estos tres versos en este caso la homologacioacuten es maacutes cercana dado que se trata de atribuir al alma ndashque es el obje-to de su reflexioacuten en este paraacutegrafo 1 14 14ndash las virtudes y ca-pacidades del alma la mente el espiacuteritu que anima al mundo
La segunda cita ldquoquantum ignes animaeque ualentrdquo es de Eneida 8 403 y forma parte de la respuesta de Vulcano a Venus ante el pedido de la diosa de que le proporcione armas a su hijo Eneas
tum pater aeterno fatur deuinctus amorelsquoquid causas petis ex alto fiducia cessitquo tibi diua mei similis si cura fuissettum quoque fas nobis Teucros armare fuissetnec pater omnipotens Troiam nec fata uetabantstare decemque alios Priamum superesse per annoset nunc si bellare paras atque haec tibi mens estquidquid in arte mea possum promittere curaequod fieri ferro liquidoue potest electroquantum ignes animaeque ualent absiste precandouiribus indubitare tuisrsquo ()249
248 Macrobio Comm in Somn Sc 1 14 14 ldquoTambieacuten Virgilio reprodujo esta clasificacioacuten Pues tambieacuten eacutel atribuyoacute al mundo un alma y para dar testimonio a favor de su pureza la llamoacute mente Asiacute dice Virgilio lsquoun haacutelito interior alimentarsquo el cielo las tierras los mares y las estrellas es el anima tal como en otro pasaje dice lsquoanimarsquo por lsquohaacutelitorsquo lsquotoda la fuerza del fuego y de las almasrsquordquo
249 Virgilio Aen 8 394-406 ldquoHabla entonces el padre [Vulcano] vencido por amor eterno ldquoiquestPor queacute buscas tan lejos las causas iquestA doacutende fue diosa tu confianza en miacute Si tu cuidado hubiera sido semejante aun
Julieta Cardigni216
Como nos explica Macrobio aquiacute el sentido de anima es el de ldquohaacutelitordquo por eso si bien Vulcano se estaacute refiriendo a la forja y asiacute debemos entenderlo como lectores de Virgilio Macrobio recupera este sentido de ldquoairerdquo trasladando las funciones del fuelle a la del alma del mundo que con su recorrido insufla de aire y de vida a todo lo terrestre Por otro lado tampoco resulta inadecuada la imagen del herrero como demiurgo que proporciona el soplo divino de alguna manera al hacer el es-cudo de Eneas donde se cifra la historia posterior Vulcano estaacute garantizando la existencia y la grandeza de Roma con su arte Asimismo el discurso de donde Macrobio toma esta cita virgi-liana es la respuesta ante el pedido de una madre que intercede por su hijo por todos sus hijos es decir por la estirpe romana
La uacuteltima cita (ldquoquantum non noxia corpora tardant et reli-quardquo) que cierra efectivamente el pasaje es de Eneida 6 731 y es la continuacioacuten del discurso de Anquises
igneus est ollis uigor et caelestis origoseminibus quantum non noxia corpora tardantterrenique hebetant artus moribundaque membra250
Es esperable que para reforzar la argumentacioacuten se aluda al contraste con el cuerpo que establece claramente la separacioacuten entre los dos aacutembitos ndashel celeste y el terrestrendash y evidencia la funcioacuten del alma como intermediaria al infundir el soplo vital La referencia del libro segundo que de manera indirecta alude a este paraacutegrafo del libro primero nos muestra coacutemo el Comenta-rio macrobiano se va cerrando sobre siacute mismo recurriendo a sus propias palabras ndashlas de Virgilio por medio de la apropiacioacuten
entonces se nos habriacutea permitido armar a los teucros ni el padre todopoderoso ni los hados vetaban que Troya siguiera levantada y Priacuteamo viviera otros diez antildeos Y ahora si te preparas para combatir y esa es tu voluntad cuanto cuidado puedo prometer en mi arte cuanto puede sacarse del hierro o el liacutequido electro cuanto valen los fuegos y el aire deja de poner en duda con esos ruegos el poder de tus fuerzasrdquo
250 Virgilio Aen 6 731 ldquoEsas emanaciones del alma universal conservan su iacutegneo vigor y su celeste origen mientras no estaacuten cautivas en toscos cuerpos y no las embotan ligaduras terrenas y miembros destinados a morirrdquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 217
que implica la cita ya son de Macrobiondash ademaacutes de citar las de las auctoritates Asimismo esta suerte de homologacioacuten entre dis-tintos conceptos que desde el punto de vista de las doctrinas filo-soacuteficas requeririacutean mayor precisioacuten (mens anima) responden a la intencioacuten de unir y globalizar ndashy en cierto sentido simplificarndash el conocimiento praacutectica que ya se detecta numerosas veces en el proceder de nuestro comentarista
Asiacute se cierra la primera seccioacuten del pasaje Macrobio ha realizado un encadenamiento de ideas en el cual cada ex-posicioacuten sirvioacute como argumentacioacuten de lo anterior el mo-vimiento de las esferas produce sonidos estos sonidos son como un canto divino y asiacute han sido homologados a las mu-sas La muacutesica forma parte de todos los aspectos de la vida humana y tiene caraacutecter divino asiacute lo demuestran los mitos de Orfeo y Anfioacuten pero esto no debe extrantildearnos dada la analogiacutea que hay entre ella y el anima mundi origen de todas las cosas puesto que ambas tienen la misma naturaleza La progresioacuten argumentativa ha ubicado a la muacutesica en el aacutem-bito celeste en el aacutembito de transicioacuten y de unioacuten entre lo divino y lo humano y finalmente en el aacutembito de la Tierra y de la vida de los hombres Cada una de las partes de la argu-mentacioacuten ha sido sostenida por referencias y reforzada por medio de citas textuales Lo maacutes notable es que la cita que cierra 2 3 1-11 es la que nos lleva a 1 14 14 en una suerte de recorrido circular a partir del cual si bien parece que quien clausura el sentido del pasaje es Virgilio detraacutes de eacutel descu-brimos la figura del comentarista que ya se ha apropiado de estas palabras y realiza por medio de esta alusioacuten una auto- referencia Por si quedara alguna duda Macrobio usa como transicioacuten al siguiente pasaje la siguiente afirmacioacuten ldquoiure igitur musica capitur omne quod uiuit quia caelestis anima qua animatur uniuersitas originem sumpsit ex musicardquo251
251 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 12 ldquoCon razoacuten la muacutesica cautiva a todo lo que vive puesto que el alma celeste que anima el universo tomoacute su origen a partir de la muacutesicardquo
Julieta Cardigni218
En el resto del pasaje (2 3 12-16) Macrobio se dedica a la cuestioacuten teacutecnica que subyace al sonido de las esferas celestes retomando las palabras de Ciceroacuten (que subrayamos)
haec dum ad sphaeralem motum mundi corpus inpellit so-num efficit qui interuallis est disiunctus imparibus sed tamen pro rata parte ratione distinctis sicut a principio ipsa contex-ta est sed haec interualla quae in anima quippe incorporea sola aestimantur ratione non sensu quaerendum est utrum et in ipso mundi corpore dimensio librata seruauerit 252
La explicacioacuten de Macrobio se desarrolla sobre cuatro puntos sucesivos Arquiacutemedes Platoacuten que se opone a Arquiacute-medes Porfirio que retoma y aclara a Platoacuten y Ciceroacuten que resume en su expresioacuten a los anteriores Arquiacutemedes creiacutea haber encontrado el nuacutemero de estadios que separaban a cada oacuterbita de la siguiente y pensaba que un anaacutelisis de estos se traduciriacutea en la distancia que separaba a unos de otros
et Archimedes quidem stadiorum numerum deprehendisse se credidit quibus a terrae superficie luna distaret et a luna Mercurius a Mercurio Uenus sol a Uenere Mars a sole a Marte Iuppiter Saturnus a Ioue sed et a Saturni orbe usque ad ipsum stelliferum caelum omne spatium se ratione emen-sum putauit253
252 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 12 ldquoMientras el alma impele al cuerpo del Universo al movimiento de las esferas produce un sonido entrecortado a intervalos desiguales pero no obstante cuidadosamente proporcionados Pero debemos preguntarnos si estos intervalos que en el alma como quiera que sea incorpoacuterea son solo inteligibles pero no perceptibles la dimensioacuten los conservoacute tambieacuten equilibrados en el propio universo corpoacutereordquo
253 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 13 ldquoArquiacutemedes ademaacutes creyoacute que habiacutea calculado en estadios la distancia entre la superficie de la Tierra y la Luna entre la Luna y Mercurio entre Mercurio y Venus entre Venus y el Sol entre el Sol y Marte entre Marte y Juacutepiter entre Juacutepiter y Saturno pero incluso pensoacute que habiacutea calculado la distancia total entre la oacuterbita de Saturno y el cielo estrelladordquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 219
Desde ya no se trata de una cita textual pero siacute de una mencioacuten concreta de un pensador de la tradicioacuten Esta in-formacioacuten atribuida a Arquiacutemedes la encontramos en Timeo 36D y en el Commentarius de Calcidio (96) probablemente figura tambieacuten en un fragmento del Peri Sphairopoiiacuteas254 El hecho es que Arquiacutemedes discrepaba del pensamiento pla-toacutenico no solo en cuanto a sus caacutelculos de las distancias pla-netarias sino tambieacuten en el orden asignado a los planetas ya que seguiacutea el orden caldeo a diferencia de los Platonici que preferiacutean el orden egipcio Asiacute nos lo recuerda Macrobio a continuacioacuten ldquoquae tamen Archimedis dimensio a Platonicis repu-diata est quasi dupla et tripla interualla non seruansrdquo255 La men-cioacuten de los Platonici nos hace pensar directamente en el Ti-meo platoacutenico sobre todo por la temaacutetica que Macrobio estaacute
254 Arquiacutemedes Opera omnia J L Heiberg (ed) Leipzig 1972 (=1915) II 552-553255 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 14 ldquoPero las mediciones de Arquiacutemedes fueron rechazadas por
los platoacutenicos porque a su juicio no respetaban los intervalos en las progresiones de los nuacutemeros dos y tresrdquo La explicacioacuten macrobiana continuacutea ldquoet statuerunt hoc esse credendum ut quantum est a terra usque ad lunam duplum sit a terra usque ad solem quantumque est a terra usque ad solem triplum sit a terra usque ad Uenerem quantumque est a terra usque ad Uenerem quater tantum sit a terra usque ad Mercurii stellam quantumque est ad Mercurium a terra nouies tantum sit a terra usque ad Martem et quantum a terra usque ad Martem est octies tantum sit a terra usque ad Iouem quantumque est a terra usque ad Iouem septies et uicies tantum sit a terra usque ad Saturni orbemrdquo ldquoDecidieron pues que lo uacutenico creiacuteble era que la distancia de la Tierra al Sol es dos veces mayor que la de la Tierra a la Luna que la distancia de la Tierra a Venus es tres veces mayor que la de la Tierra al Sol que la distancia de la Tierra a Mercurio es cuatro veces mayor que la de la Tierra a Venus que la distancia de la Tierra a Marte es nueve veces mayor que la de la Tierra a Mercurio que la distancia de la Tierra a Juacutepiter es ocho veces mayor que la de la Tierra a Marte y que la distancia de la Tierra a Saturno es veintisiete veces mayor que la de la Tierra a Juacutepiterrdquo Macrobio en 1 9 3-5 pareciacutea proponer impliacutecitamente otras distancias diferentes aquiacute partiendo de una unidad que es la distancia Tierra-Luna adjudica a cada distancia planetaria un muacuteltiplo de la precedente aplicando para ello la serie matemaacutetica que en Timeo regiacutea la creacioacuten del alma del mundo (1 2 3 4 9 8 27) Calcidio por su parte se basa en la misma progresioacuten aritmeacutetica que Macrobio pero concibe cada distancia planetaria como muacuteltiplo directo de la distancia Tierra-Luna obteniendo cifras menos gigantescas que Macrobio pero debiendo invertir en la serie numeacuterica el 8 y el 9 para no enviar a Marte maacutes allaacute de Juacutepiter Asimismo el orden egipcio que Macrobio reconoce aquiacute entra en contradiccioacuten con el orden seguido por Ciceroacuten en 4 2 comentado y citado por nuestro comentarista en 1 17 3 y ss y que a partir de la operacioacuten macrobiana queda minimizado (cfr Navarro Antoliacuten 2006 344 n 70 y Armisen Marchetti 2001-2003)
Julieta Cardigni220
tratando en principio no estariacuteamos errados ya que estas proporciones se hallan explicitadas en la creacioacuten del alma del mundo por el demiurgo en Timeo 35b-36a Sin embargo una lectura maacutes atenta nos advierte que Macrobio remite a su propia cita y traduccioacuten de este pasaje de la mencionada obra platoacutenica que figura en Commentarii 2 2 15 ndashes decir poco antes de este paraacutegrafondash y en la cual el comentarista ha explicado coacutemo para crear el alma del mundo el demiurgo recurrioacute alternando potencias de 2 (2 4 8) y de 3 (3 9 27) partiendo en cada caso de la unidad Estas mismas medidas se aplican a las proporciones que rigen las distancias plane-tarias si bien de esta manera se estaacute forzando la observacioacuten para hacer primar la metafiacutesica Al remitir a su propia tra-duccioacuten de Platoacuten Macrobio transforma sus Commentarii en una fuente en siacute mismos dado que conforman la mediacioacuten por la cual se accede a las palabras del filoacutesofo griego
En este punto y para reforzar su propia tarea Macrobio proporciona la que constituye su segunda y uacuteltima mencioacuten de Porfirio ndasha quien como sabemos debe mucho maacutes de lo que reconocendash por medio de la cual logra un doble objetivo con-firmar las ideas platoacutenicas pero ademaacutes hacerlo remitiendo a otro comentarista y a su auctoritas de manera que por analogiacutea sus propias palabras se transformen en garantiacutea de verdad
hanc Platonicorum persuasionem Porphyrius libris inseruit quibus Timaei obscuritatibus non nihil lucis infudit aitque eos credere ad imaginem contextionis animae haec esse in corpore mundi interualla quae epitritis hemioliis epogdois hemitoniisque conplentur et limmate256
256 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 15 ldquoPorfirio consignoacute esta conviccioacuten de los platoacutenicos en aquella obra suya en la que arrojoacute no poca luz sobre las oscuridades del Timeo y dice que aquellos creiacutean que los intervalos en el cuerpo del mundo los cuales se rellenan con epiacutetritos hemiolios epogdos semitonos y un leimma eran a semejanza de la contextura del alma y que de este modo resultaba la armoniacutea cuya proporcioacuten entretejida en la sustancia del alma fue asimismo introducida en el cuerpo del mundo que debe su movimiento al almardquo
Los Commentarii y el geacutenero comentario 221
La cita no es textual pero permite adivinar que el hoy perdido Comentario al Timeo de Porfirio constituye en este punto una fuente probable de Macrobio Previsiblemente la referencia final que constituye el destino de todas las otras es la de Ciceroacuten La cita es textual y aparece como la ex-presioacuten maacutexima de lo ya comentado y explicado ldquoUnde ex omni parte docta et perfecta est Ciceronis adsertio qui interuallis imparibus sed tamen pro rata ratione distinctis caelestem sonum di-cit esse disiunctumrdquo257 Es tambieacuten una repeticioacuten del propio Macrobio que ya ha citado estas palabras dos veces antes en la cita principal y al inicio de la seccioacuten puesto que es preci-samente esta idea la que se proponiacutea explicar
Dado que el texto de Macrobio responde a un comen-tario de ldquoindagacioacuten de contenidosrdquo es esperable que no se hallen demasiadas citas textuales maacutes uacutetiles para los co-mentarios gramaticales y de estilo que para la exposicioacuten de conceptos relacionados con la filosofiacutea la geografiacutea la mi-tologiacutea o la historia Sin embargo la mencioacuten de auctoritates es imprescindible en la construccioacuten discursiva del comen-tario como geacutenero dado que ademaacutes de que hace avanzar el discurso es el recurso fundamental por medio del cual el comentarista construye su propia legitimidad Es por eso que aparecen mencionados los nombres de Arquiacutemedes y Platoacuten aunque sin mencioacuten precisa de sus obras ni cita de sus palabras Es por eso que Porfirio aparece mencionado con su obra puesto que de esta manera Macrobio espeja su propia situacioacuten y ademaacutes refuerza el acuerdo entre las opi-niones sentildeal inequiacutevoca del discurso verdadero Es por eso tambieacuten que todos los pasajes que Macrobio comenta culmi-nan con la vuelta a Ciceroacuten que es indirectamente una vuel-ta a sus propios Commentarii y finalmente es la razoacuten por la
257 Macrobio Comm in Somn Sc 2 3 16 la cita de Ciceroacuten es del Somnium Scipionis 5 1 ldquoPor eso la afirmacioacuten de Ciceroacuten es sabia y perfecta en todo sentido cuando dice que el sonido celeste se distingue por intervalos desiguales pero sin embargo definidos entre siacute por relaciones regularesrdquo
Julieta Cardigni222
que detraacutes de los nombres de Platoacuten y Virgilio se encuentra el propio Macrobio que con su traduccioacuten y comentario se ha apropiado de las palabras de los autores maacutes respetados de la tradicioacuten grecolatina258
De esta forma Macrobio parece llevarnos a recorrer como lectores el camino ldquofilosoacuteficordquo ciceroniano reponiendo los elementos cuya ausencia puede complicar la comprensioacuten del texto El guiacutea en este camino es el mismo comentarista y alliacute reside su poder ya que finalmente todas las formas de citacioacuten se reducen a los Commentarii Al mismo tiempo las palabras de la tradicioacuten ndashsea cual sea la forma en que se nos presentenndash dan vida a una verdadera polifoniacutea argumenta-tiva Macrobio las utiliza para hacer avanzar el discurso y crear asiacute la ilusioacuten de anular las distancias espacio-tempo-rales de modo que no sea eacutel en apariencia quien lleve ade-lante la argumentacioacuten sino todas las voces de la tradicioacuten grecolatina reunidas en un espacio textual sin tiempo que es el del comentario
Asimismo las citas textuales en su mayoriacutea provienen de obras poeacuteticas ndashcomo hemos visto que ocurre aquiacute con Virgi-liondash y en este punto podriacuteamos preguntarnos por queacute Macro-bio decide incluir las palabras del poeta mantuano de manera textual En primer lugar desde el punto de vista compositi-vo constituyen un lugar comuacuten en la cultura de todos que condensa el sentido del mensaje filosoacutefico Pero ademaacutes el he-cho de que el texto virgiliano irrumpa entre las palabras de Macrobio genera otros efectos en el lector que auacuten en estos tiempos conociacutea a Virgilio base de la educacioacuten en la escuela del grammaticus La resonancia poeacutetica de los versos virgilia-nos nos situacutea inmediatamente en el mundo eacutepico de Eneida sobre todo en el contexto del discurso paterno de Anquises que explica a su hijo coacutemo se ha creado y funciona el mun-do Asiacute como Macrobio lo hace con Eustacio Del discurso de
258 Sobre las operaciones de exeacutegesis y apropiacioacuten que realiza Macrobio cfr Cardigni (2008b)
Los Commentarii y el geacutenero comentario 223
Anquises de la tarea de Mercurio ndashhijo que cumple con el deber asignado por su padrendash de la efectividad del pedido de Venus para su hijo depende el destino de Roma Lo mismo ocurre con el discurso de Escipioacuten y Paulo a Escipioacuten Emilia-no asiacute como en otro juego de roles se espeja en el mensaje de Mercurio a Eneas Todo el saber ndashfilosoacutefico poeacutetico cientiacutefi-condash y todos los lectores estaacuten contenidos en los Commentarii espejando la idea de totalidad y globalidad y proyectando a su vez nuevamente la luz hacia las palabras que comenta y ha-cia nuestras lecturas La tarea de Macrobio encuentra asiacute una justificacioacuten y legitimacioacuten a otro nivel que se nos revela por medio de las referencias alusiones e ilusiones textuales que pone en praacutectica al construir su discurso
225
CAPIacuteTULO 3
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica
()nunc iam discutienda nobis sunt ipsius somnii uerbaMacrobio Comm in Somn Sc 1 5
El presente capiacutetulo estaacute destinado al estudio y anaacutelisis de las particularidades geneacutericas de los Commentarii es de-cir aquellas caracteriacutesticas que los hacen un texto pecu-liar porque los alejan de otros comentarios y los llevan a transgredir las normas en las que como hemos visto se ins-criben con aparente precisioacuten en un nivel formal y estruc-tural Nos centraremos asiacute en el contraste que es posible establecer con otros ejemplares del geacutenero para determi-nar asiacute la especificidad geneacuterico-discursiva del comentario macrobiano desde la perspectiva del anaacutelisis funcional Analizaremos para ello el componente textual y en particu-lar las relaciones cohesivas donde consideramos que reside la originalidad del texto macrobiano y con este objetivo contrastaremos los Commentarii de Macrobio en primer lu-gar con los Commentarii in Aeneidam de Servio paradigma del comentario escolar y en una segunda instancia con el Commentarius in Timaeum de Calcidio representante del comentario filosoacutefico Ambos textos estaacuten escritos en latiacuten y son contemporaacuteneos a la produccioacuten macrobiana esto y
Julieta Cardigni226
otras afinidades que sentildealaremos oportunamente hacen de la comparacioacuten discursiva una tarea productiva para ilu-minar elementos que pasan desapercibidos de otra forma
Entre las caracteriacutesticas discursivas que surgen del anaacutelisis del texto macrobiano prestaremos especial atencioacuten a coacutemo se construye la coherencia textual a partir de las relaciones de cohesioacuten leacutexico-gramatical dado que en ellas se cifra la forma de representacioacuten que liga el comentario a la realidad externa a la manera de una alegoriacutea discursiva Es nuestra hipoacutetesis principal que mientras otras formas de construc-cioacuten (transitividad modalidad) de otros tipos de significado (ideacional interpersonal) son de alguna forma similares entre las tres obras dado que no presentan diferencias sig-nificativas para describir el geacutenero el componente textual es decir la organizacioacuten simboacutelica de la informacioacuten es un punto clave en el cual el texto de Macrobio se aparta de la forma geneacuterica paradigmaacutetica Los sistemas temaacutetico y de organizacioacuten de la informacioacuten no difieren mucho entre los textos si consideramos que lo que organiza la disposicioacuten del mensaje es justamente lo que los tres comentarios tienen en comuacuten esto es la accioacuten de comentar un texto prece-dente Por el contrario la ldquoformardquo que adquiere la accioacuten de comentar se diferencia en cada caso y esto tiene que ver con el sistema de relaciones cohesivas por medio del cual cada uno construye su comentario queacute tipo de relaciones se establecen y consecuentemente queacute tipo de propuesta de lectura se estaacute planteando en cada caso dentro de las muacutel-tiples opciones que la misma tradicioacuten del comentario tiene disponibles para la exeacutegesis de un texto259
259 Este punto de partida no obsta para que remitamos en el caso de que sea necesario y colabore con el anaacutelisis a otros sistemas del componente textual o a otros niveles de significado dado que estos no estaacuten de ninguna manera separados ni compartimentados Recordemos en este punto que en la claacuteusula se proyectan simultaacuteneamente todas estas variables y que por lo tanto podemos centrarnos en una de ellas la que resulte maacutes rentable y significativa pero las otras estaraacuten tambieacuten presentes
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 227
Retoacutericas en conflicto Marcobio y Servio
El Comentario de Servio a Eneida de Virgilio fue a partir del siglo V d C el modelo de comentario escolar como ya hemos sentildealado Podemos afirmar con bastante seguridad que se trata de un texto primeramente oral una exposicioacuten que teniacutea lugar en la clase de gramaacutetica y que fue luego fi-jada por escrito en sucesivas etapas e incluso por diferentes manos Recordemos que por tratarse justamente de un geacutene-ro de caraacutecter pedagoacutegico el agregado o mejoramiento del texto constituiacutea una praacutectica frecuente con la consecuen-te estratificacioacuten que esto suponiacutea en el resultado final Es por eso que hablamos de corpus serviano dada la dificultad para identificar las manos que participaron en la elabora-cioacuten del texto260
Los destinatarios de este comentario aacuteulico eran los estu-diantes de la escuela del grammaticus asiacute la construccioacuten del ldquolector idealrdquo emerge de forma bastante clara sobre todo porque se halla fijada por cuestiones institucionales261 En cuanto al aspecto ideacional del texto es decir su campo po-demos resumirlo a ldquotodo aquello que estaacute en el texto de Vir-gilio y que manifiesta de manera directa o indirecta valores (linguumliacutesticos histoacutericos mitoloacutegicos morales sociales etc) de la romanidadrdquo Virgilio y su texto son la fuente principal de donde abrevar para Servio262 y en esto se agota el comen-tario en esta comprensioacuten estaacute garantizada la adopcioacuten de los valores que resultaraacuten fundamentales para formar parte de la clase dirigente del Imperio tardiacuteo guiando el proceso
260 Los problemas de fijacioacuten del texto serviano son complejos y han sido estudiados principalmente por Thilo y Rand en sus ediciones de Teubner (1881-1902) y Harvard (1946) respectivamente
261 Podemos tambieacuten considerar el hecho de que de manera complementaria el comentario funcionara tambieacuten como ldquomanualrdquo o modelo para otros maestros en sus propias clases
262 Aunque pueda contradecirlo frecuentemente sobre todo en cuestiones relacionadas con la fijacioacuten de una norma linguumliacutestica sincroacutenica recordemos que entre ambos textos han pasado casi seis siglos Paradoacutejicamente es Servio quien le concede auctoritas a Virgilio y no a la inversa
Julieta Cardigni228
de lectura En tanto agente social Servio estaacute respondiendo a las intenciones formadoras de la escuela que como en toda eacutepoca cumple una funcioacuten de homogeneizacioacuten identitaria a partir de una educacioacuten comuacuten que comparten los miem-bros de la clase aristocraacutetica
De la lectura del corpus serviano queda claro que el pro-positum del grammaticus es la instruccioacuten linguumliacutestica como lo evidencia la cantidad de comentarios relacionados con este tema que supera en una proporcioacuten de siete sobre diez a aquellos de ldquoindagacioacuten de contenidosrdquo (cfr Kaster 1980a) Dentro de este uacuteltimo grupo incluso la cantidad de comen-tarios decididamente exegeacuteticos es decir relacionados con la trama literaria de la obra es miacutenima en contraste con aquellos dedicados a exponer saberes de caraacutecter general evidentemente en esta etapa de la educacioacuten se privilegiaba el estudio de la lengua como transmisioacuten de los valores so-cioculturales del ciudadano romano
En cuanto a la estructura del texto consta a grandes ras-gos de un proacutelogo inicial y un corpus extenso de comenta-rios agrupados en doce libros y que siguen la estructura de la obra comentada la Eneida de Virgilio El desarrollo es en forma de continuum por medio de la cita del lema que pue-de estar constituido por una palabra o una frase que mu-chas veces estaacute incompleto y que bajo la aparente arbitrarie-dad de su eleccioacuten oculta un criterio praacutectico que encuentra su razoacuten de ser en la situacioacuten de clase Incluso a menudo es posible pensar que se citan dos o tres palabras uacutenicamen-te como ayuda memoria como para ubicarse raacutepidamente en la seccioacuten del texto que se comentaba Una vez traiacutedo a la memoria el lema se comentan aspectos del orden maacutes variado linguumliacutestico filosoacutefico mitoloacutegico histoacuterico geograacute-fico etc respondiendo a la heterogeneidad que suponiacutea el comentario de indagacioacuten de contenidos Considerando en-tonces que el comentario de Servio es homogeacuteneo en cuanto a su construccioacuten discursiva tomaremos como ejemplo una
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 229
seccioacuten del libro primero en la cual nuestro autor estaacute co-mentando el hecho de que Eneas es referido en el discurso poeacutetico como ldquoproacutefugo por el hadordquo aludiendo a su huida de Troya y su viaje en busca de Italia263 Este pasaje resul-ta particularmente importante en la lectura serviana dado que desde el punto de vista de la instruccioacuten ldquoidentitariardquo es aquel que explica de alguna manera el origen de Roma no por nada estaacute ubicado al inicio de la obra
FATO PROFUGUS fato ad utrumque pertinet et quod fugit et quod ad Italiam uenit Et bene addidit fato ne uideatur aut causa criminis patriam deseruisse aut noui imperii cupi-ditate ldquoProfugus autem proprie dicitur qui procul a sedibus suis uagatur quasi porro fugatus Multi tamen ita definiunt ut profugos eos dicant qui exclusi necessitate de suis sedi-bus adhuc uagantur et simul atque inuenerint sedes non di-cantur profugi sed exules Sed utrumque falsum est nam et ldquoprofugusrdquo lectus est qui iam sedes locauit ut in Lucano ldquoprofugique a gente uetusta Gallorum Celtae miscentes no-men Hiberisrdquo et ldquoexulrdquo qui adhuc uagatur ut in Sallustio ldquoqui nullo certo exilio uagabanturrdquo adeo exilium est ipsa uagatiordquo quidam hic lsquoprofugusrsquo participium uolunt sane non otiose fato profugum dicit Aeneam uerum ex discipli-na Etruscorum est enim in libro qui inscribitur litterae iuris Etruriae scriptum uocibus Tagae ldquoeum qui genus a periuris duceret fato extorrem et profugum esse debererdquo264
263 Por lo cual veremos que en particular no aparece representada de manera tan fuerte la instruccioacuten linguumliacutestica como siacute ocurre en otros comentarios sobre todo del libro primero dado que el contraste es con un texto de Macrobio que no es de caraacutecter linguumliacutestico la seleccioacuten nos parece acertada
264 Servio Comm in Aen 1 2 ldquoPROacuteFUGO POR EL HADO lsquoPor el hadorsquo corresponde a una y otra accioacuten no solo al hecho de que huye sino al hecho de que viene a Italia Y correctamente agregoacute lsquopor el hadorsquo para que no parezca que o bien abandonoacute la patria a causa de un crimen o bien la abandonoacute por el deseo de gobernar un nuevo estado lsquoProacutefugorsquo por otra parte se dice correctamente de quien anda vagando lejos de su hogar como si estuviera huyendo continuamente Sin embargo muchos lo diferencian asiacute llaman proacutefugos a los que excluidos por necesidad de su hogar andan todaviacutea vagando y tan pronto como encuentran un hogar no se los llama proacutefugos sino exiliados Pero una y otra cosa son
Julieta Cardigni230
Tabla 1 1Segmentacioacuten del pasaje
falsas pues no solo se ha llamado lsquoproacutefugorsquo al que ya ha encontrado su hogar como se lee en Lucano lsquoy los Celtas proacutefugos de su antiguo hogar mezclan a su nombre de galos el de Iberiarsquo sino tambieacuten se llama lsquoexiliadorsquo al que todaviacutea estaacute vagando como se lee en Salustio lsquolos que vagaban ciertamente sin ninguacuten exiliorsquo Hasta este punto el exilio es la misma accioacuten de vagar Algunos quieren leer aquiacute lsquoproacutefugorsquo como participio Correctamente no en vano dijo que Eneas era proacutefugo por el hado en verdad en efecto en el libro sobre la disciplina de los etruscos que estaacute escrito por Taga para describir las leyes de las letras de Etruria dice lsquoaquel que haya conducido a su gente a partir de perjurios debe ser proacutefugo y exiliado por el hadorsquordquo
1FATO PROFUGUSldquoProacutefugo por el hadordquo
2Fato ad utrumque pertinet (2 1) (22)lsquoPor el hadorsquo corresponde a una y a otra accioacuten
ConectorEtno solo
21quod fugital hecho de que huye
ConectorEtsino tambieacuten
2 2ltquodgt ad Italiam uenit al hecho de que viene a Italia
ConectorEtY
3bene addidit fatocorrectamente agregoacute ldquopor el hadordquo
4ne uideatur (4 1) (4 2) para que no parezca que
ConectorAuto bien
4 1causa criminis patriam deseruisseabandonoacute la patria por causa de un crimen
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 231
Conectorauto bien
4 2noui imperii cupiditate ltdeseruissegtla abandonoacute por el deseo de gobernar un nuevo estado
ConectorAutemPor otra parte
5profugus (conector) proprie dicitur (5 1)ldquoproacutefugordquo por otra parte se dice correctamente
51qui procul a sedibus suis uagatur (5 1 1)de quien anda vagando lejos de su hogar
Conectorquasicomo si
511porro fugatus ltestgtestuviera huyendo continuamente
ConectorTamenSin embargo
6multi (conector) ita definiunt muchos lo definen de esta manera
Conectorutpuesto que
7profugus eos dicant (7 1 1) llaman proacutefugos
71qui (711) adhuc vagantura los que andan todaviacutea vagando
711exclussi necesitate de suis sedibusexcluidos por necesidad de su hogar
Conectoret y
8simul atque inueniunt sedestan pronto como encuentran un hogar
9non dicantur profugino se los llama proacutefugos
Julieta Cardigni232
Conectorsedsino
10Exules ltdicanturgtexiliados
ConectorSed Pero
11utrumque falsum estuna y otra cosa son falsas
ConectorNampues
Conectoretno solo
12profugus lectum est ltisgt(12 1)se ha llamado ldquoproacutefugordquo
121qui iam sedes locauital que ya ha encontrado su hogar
ConectorUtcomo
13in Lucano ltlectum estgt (131)se lee en Lucano
131ldquoprofugique a gente uetusta gallorum Celtae miscentes nomen Hiberisrdquoldquoy los Celtas proacutefugos de su antiguo hogar mezclan a su nombre de galos
el de Iberiardquo
ConectorEtSino tambieacuten
14exul ltlectum estgt (14 1)se llama exiliado
141qui adhuc vagatural que todaviacutea estaacute vagando
Conectorutcomo
15in Sallustio ltlectum estgtse lee en Salustio (151)
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 233
151ldquoqui nullo certo exilio uagabanturrdquoldquolos que vagaban ciertamente sin ninguacuten exiliordquo
ConectorAdeoHasta este punto
16Exilium est ipsa uagatioel exilio es la misma accioacuten de vagar
17Quidam hic acuteprofugumacuteparticipium uoluntAlgunos quieren leer aquiacute ldquoproacutefugordquo como participio
18Sane non otiose dicit (18 1) Correctamente no en vano dijo
181fato profugum ltestgt Aeneamque Eneas era proacutefugo por el hado
ConectorEnimen efecto
Conectoruerumen verdad
19(conector) ex disciplina etruscorum est ltdictumgt(conector) in libro (19
1) (192)se escribioacute en el libro a partir de la disciplina de los etruscos
191qui inscribitur litterae iuris Etruriae scriptum uocibus Tagaeque estaacute escrito por las voces de Taga sobre el derecho de Etruria
192ldquoeum (19 2 1) fato extorrem et profugum esse debererdquoldquoaquel debe ser proacutefugo y echado de su tierra por el hadordquo
1921qui genus a periuris duceretque haya conducido a su gente a partir de las mentiras
Julieta Cardigni234
Tabla 1 2Anaacutelisis de la cohesioacuten leacutexico-gramatical
Nordm de claacuteusula
SegmentacioacutenCohesioacuten
gramaticalCohesioacuten leacutexica
1FATO PROFUGUSldquoProacutefugo por el hadordquo
2
Fato ad utrumque pertinet (2 1) (22)ldquoPor el hadordquo corresponde a una y a otra accioacuten
Sustitucioacuten ldquoutrumquerdquo se refiere de manera catafoacuterica a (21) y a (22)
Repeticioacuten ldquofatordquo (1)
Conectoretno solo
Conector aditivo correlativo
21quod fugital hecho de que huye
Colocacioacuten ldquofugitrdquo en relacioacuten con ldquoprofugusrdquo (1)
Conectoretsino tambieacuten
Conector aditivo correlativo
22
ltquodgt ad Italiam uenit al hecho de que viene a Italia
Elipsis ltquodgt
ConectorEtY
Conector aditivo
Conectorbenecorrectamente
Conector (indica-dor de modalidad episteacutemica)
3addidit fatoagregoacute ldquopor el hadordquo
Repeticioacuten ldquofatordquo (1) (2)
4ne videatur (4 1) (4 2) para que no parezca que
Conectorauto bien
Conector disyuntivo
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 235
41
causa criminis patriam deseruisseabandonoacute la patria por causa de un crimen
Palabra general ldquopa-triamrdquo con Italiam (22)Colocacioacuten ldquodeseruisse patriamrdquo con ldquoprofugusrdquo (1) y ldquofugitrdquo (21)
Conectorauto bien
Conector disyuntivo
42
noui imperii cupiditate ltdeseruissegtla abandonoacute por el deseo de gobernar un nuevo estado
Elipsis ltdeseruissegt
Colocacioacuten ldquoimperiirdquo con Italiam (22)
ConectorAutemPor otra parte
Conector ordena-dor de transicioacuten
Conectorproprieadecuadamente
Conector (indica-dor de modalidad episteacutemica)
5profugus (conector) (conector) dicitur (5 1)se lo llamaldquoproacutefugordquo
Repeticioacuten ldquoprofugusrdquo (1)
51
qui procul a sedibus suis uagatur (5 1 1)de quien anda vagando lejos de su hogar
Conector quasi porroConector comparativo - condicional
511fugatus ltestgtcomo si estuviera huyendo continuamente
Sinonimia ldquoporro fugatus estrdquo y ldquoa sedibus suis uagaturrdquo (51)
ConectorTamenSin embargo
Conector adversativo
Julieta Cardigni236
6
multi (conector) ita definiunt muchos lo definen de esta manera
Sinonimia ldquodefiniuntrdquo y addidit (3)
Conectorutpuesto que
Conector causal
7
profugus eos dicant (7 1) llaman proacutefugos a aquellos
Repeticioacuten ldquoprofugusrdquo (1) (5)Sinonimia ldquodicantrdquo addidit (3) y dicitur (5)
71
qui (711) adhuc uaganturque andan todaviacutea vagando
Referencia catafoacuterica suis se refiere a ldquoquirdquo
Repeticioacuten ldquouagatur uaganturrdquo (51)
711
exclussi necesitate de suis sedibus excluidos por necesidad de su hogar
Repeticioacuten ldquosedibusrdquo (51)
Conectoret y
Conector aditivo
8
simul atque inueniunt sedes tan pronto como encuen-tran un hogar
Repeticioacuten ldquosedesrdquo (51) (711)Colocacioacuten ldquosimul atque inueniunt sedesrdquo con ldquoprocul a sedibus suis uagaturrdquo (51)
9non dicantur profugi no se los llama proacutefugos
Repeticioacuten ldquoprofugirdquo (1) (5) (7) y ldquodicanturrdquo (7)
Conectorsedsino
Conector adversa-tivo correlativo
10exules ltdicanturgtexiliados
Elipsis ltdicanturgt
Sinonimia ldquoexulesrdquo y ldquoexclussi necesitate de suis sedibusrdquo (711)
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 237
ConectorSed Pero
Conector adversativo
11utrumque falsum estuna y otra cosa son falsas
Sustitucioacuten ldquoutrumquerdquo se refiere anafoacuterica-mente a (7) (71) (8) y (9)
Conectornampues
Conector causal
ConectorEtno solo
Conector aditivo correlativo
12profugus lectum est ltisgt(12 1)se ha llamado ldquoproacutefugordquo
Repeticioacuten ldquoprofugusrdquo (1) (5) (7) (9)Sinonimia ldquolectum estrdquo y (3) (5) (6) (7)
121
qui iam sedes locavit (12 1 1)al que ya ha encontrado su hogar
Repeticioacuten ldquosedesrdquo (51) (711) (8) ldquoquirdquo (71)Sinonimia ldquolocavitrdquo e ldquoinveniuntrdquo (8)
Conectorutcomo
Conector comparativo
13In Lucano ltlectum estgt (13 1 1 2)se lee en Lucano
Elipsis ltlectum estgt
131
ldquoprofugique a gente uetusta gallorum Celtae miscentes nomen Hiberisrdquoldquoy los Celtas proacutefugos de su antiguo hogar mezclan a su nombre de galos el de Iberiardquo
Repeticioacuten ldquoprofugirdquo (1) (5) (7) (9) (12)
Conectoretsino tambieacuten
Conector aditivo correlativo
Julieta Cardigni238
14
exul ltlectum estgt (14 1)sino tambieacuten se llama exiliado
Elipsis ltlectum estgt
Repeticioacuten ldquoexulrdquo (10)
141qui adhuc uagatur al que todaviacutea estaacute vagando
Repeticioacuten ldquoadhuc uaganturuagaturrdquo (71) (51)
Conectorutcomo
Conector comparativo
15in Sallustio ltlectum estgt se lee en Salustio (151)
Elipsis ltlectum estgt
Colocacioacuten ldquoSallustiordquo y ldquoLucanordquo (13)
151
ldquoqui nullo certo exilio uagabanturrdquoldquolos que vagaban cierta-mente sin ninguacuten exiliordquo
Repeticioacuten ldquoexiliordquo (10) (14) ldquouagabanturrdquo (51) (71) ldquoquirdquo (121) (71)
ConectorAdeoAsiacute hasta este punto
Conector consecutivo
16exilium est ipsa uagatioel exilio es la misma accioacuten de vagar
Repeticioacuten ldquoexiliumrdquo (10) (14) (151) ldquouagatiordquo (51) (71) (141)
17
Quidam hic acuteprofugumacute participium uolunt ltessegtAlgunos quieren que aquiacute ldquoproacutefugordquo sea un participio
Elipsis ltessegt
Repeticioacuten ldquoprofugumrdquo (1) (5) (7) (9) (12) (131)Sinonimia ldquoquidamrdquo y ldquomulti (6) ldquouoluntrdquo (1) (5) (7) (9) (12)
ConectorSane non otioseCorrectamente no en vano
conector (indica-dor de modalidad episteacutemica)
Conectornon otioseno en vano
Conector (indica-dor de modalidad episteacutemica)
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 239
18ltVirgiliusgt dicit (18 1) dijo que
Elipsis ltVirgiliusgt
Repeticioacuten ldquodicitrdquo (7)
181
fato profugum ltestgt AeneamEneas era proacutefugo por el hado
Elipsis ltestgt
Repeticioacuten ldquofatordquo (1) (2) ldquoprofugumrdquo (1) (5) (7) (9) (12) (131)Colocacioacuten ldquoAeneamrdquo e ldquoItaliamrdquo (22)
Conectorenimen efecto
Conector reformulador argumentativo
Conectoruerumen verdad
Conector reformulador argumentativo
19
ex disciplina etruscorum est ltdictumgt (conector) in libro (19 1) (192)se escribioacute en el libro sobre la disciplina de los etruscos
Elipsis ltdictumgt
191
qui inscribitur litterae iuris Etruriae scriptum uocibus Tagaeque estaacute escrito por las voces de Taga sobre el derecho de Etruria
Colocacioacuten ldquoEtruriaerdquo e ldquoItaliamrdquo (22)
192
ldquoeum (19 2 1) fato extorrem et profugum esse debererdquoldquoaquel debe ser proacutefugo y exiliado por el hadordquo
Repeticioacuten ldquofatordquo (1) (2) (15) ldquoprofugumrdquo (1) (5) (7) (9) (12) (131) (17)
1921
qui genus a periuris duceretque haya conducido a su gente a partir de la mentira
Colocacioacuten ldquoqui genus a periuris duceretrdquo y ldquoAeneamrdquo (181)
Julieta Cardigni240
Aunque se trata de una muestra relativamente breve no hay demasiadas relaciones de sustitucioacuten lo cual responde al contexto de situacioacuten inmediato es decir la oralidad de la clase Las numerosas elipsis ndashalgunas de las cuales pueden recuperarse a partir del texto pero que en su mayoriacutea nece-sitan del aacutembito extratextual y la reposicioacuten de un verbo de existencia o de decirndash son consistentes con la oralidad que se halla en el origen del comentario serviano si imaginamos como suele ser la hipoacutetesis maacutes aceptada que se trata de apuntes de clase Esto se ve confirmado por el hecho de que para comprender el comentario debemos reponer el contex-to de Eneida del cual contamos con tres o cuatro palabras en promedio como lema En este caso fato profugus Asimismo este contexto es doble es por un lado el contexto de la obra comentada y por otro el contexto maacuteximo de la historia ro-mana en esta identificacioacuten entre ambas reside en parte la eficacia de la tarea formadora de Servio y del texto de Virgi-lio como lectura canoacutenica en la escuela
Los conectores son en su mayoriacutea aditivos el maacutes frecuen-te es et el menos marcado en latiacuten hay tambieacuten estructuras disyuntivas en las que se proponen explicaciones alterna-tivas a una cuestioacuten planteada tambieacuten de la forma menos marcada (aut) en ambos casos esto parece responder al ca-raacutecter oral de la situacioacuten del comentario Asimismo encon-tramos varios adverbios indicadores de modalidad episteacutemi-ca bene (3) proprie (5) sane (18) por medio de los cuales Servio enfatiza su acuerdo con las palabras de Virgilio de esta manera el comentarista construye su autoridad desde el discurso Si bien tiacutepicamente estas palabras nos enfrentan con el significado interpersonal dado que nos situacutean en la asimetriacutea de la situacioacuten de clase (magister-discipulus) tam-bieacuten tienen consecuencias para la organizacioacuten de la infor-macioacuten por un lado tematizan este sateacutelite de actitud al si-tuarlo en primer lugar de manera marcada permitieacutendonos percibir asiacute su modalidad y el nivel semaacutentico en el cual se
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 241
encuentra y por otro anticipan la explicacioacuten que sistemaacute-ticamente se propone para justificar esta opinioacuten de Servio que si bien no se priva de calificar las acciones de Virgilio en tanto grammaticus no puede dejar de ofrecer una excusa para ello Estas explicaciones incluyen ejemplos en general in-troducidos por conectores comparativos que evidencian un razonamiento por analogiacutea del tipo ldquocomo deciacutea Salustio o Lucanordquo265 Finalmente hay tambieacuten conectores que refor-mulan indirectamente la argumentacioacuten y proponen una conclusioacuten compartida a partir de algo conocido como enim y uerum Es interesante notar que no tienen un matiz real-mente consecutivo en el sentido ldquoloacutegico-deductivordquo como el que esperariacuteamos en un razonamiento sino que se trata de reelaboraciones argumentativas cuyo objetivo es reafirmar lo ya dicho y buscar ndasho en este caso asumir o dar por supues-tondash el consenso de la audiencia266
Todo esto es consistente con la situacioacuten de clase cuyo objetivo es la exposicioacuten de distintos aspectos del texto canoacute-nico por medio de la alusioacuten a otros auctores de la tradicioacuten Desde esta perspectiva todos los comentarios estaacuten destina-dos a una confirmacioacuten de las palabras de Virgilio estableci-da por Servio y acatada por los estudiantes La informacioacuten y las conclusiones se presentan de manera fluida y sin cambios de direccioacuten como si estuviera ya todo dado de antemano todos lo supieran o asumieran y solo quedara esperar la confirmacioacuten de los textos guiada por el grammaticus
En cuanto a las relaciones cohesivas leacutexicas la que maacutes llama la atencioacuten por su frecuencia es la repeticioacuten que baacute-sicamente multiplica las palabras del lema fato y profugus Esta uacuteltima se articula en tres cadenas leacutexicas a partir de la
265 Sin embargo esto no debe llevarnos a pensar que el establecimiento de reglas por parte de Servio se basa en el criterio de la analogiacutea maacutes bien todo lo contrario cfr Kaster (1988)
266 Recordemos que en particular enim se define ndashen contraposicioacuten con otros conectores proacuteximos semaacutenticamente como namndash por su caraacutecter interactivo en el que se incluye al enunciador y al interlocutor (Bantildeos Bantildeos 2009)
Julieta Cardigni242
sinonimia y la colocacioacuten uagatioexulparticipium que en-cuentran su unioacuten final en 13 ldquoexilium est ipsa uagatiordquo No-temos que participium no puede integrarse temaacuteticamente a ninguna de ellas dado que se une al resto del texto por me-dio de la repeticioacuten de la palabra profugus pero se refiere a un tema sustancialmente diferente esto es queacute clase de pa-labra es profugus De todas maneras en el contexto de clase este cambio de tema no resulta abrupto maacutes bien podemos notar con curiosidad coacutemo desde el inicio de su comentario-clase Servio se afana por introducir temas gramaticales con aparente naturalidad intercalaacutendolos en series temaacuteticas que proporcionan otra clase de informacioacuten
Por otra parte en 17 las cadenas mencionadas se articu-lan con otro contenido semaacutentico en relacioacuten con Eneas que es el referente ya que es quien huye (es al mismo tiempo profugus y exul seguacuten nos explica Servio) hacia Italia que seraacute su patria Asiacute por medio de la colocacioacuten entre Aeneam patriam e Italiam encontramos resumido en tres palabras el argumento completo de la Eneida pero tambieacuten del ori-gen de Roma en esta operacioacuten especular que sentildealamos al principio de nuestro anaacutelisis y que homologa Eneida y la historia de Roma operacioacuten coherente con el geacutenero eacutepico con que Servio trabaja en este caso El punto interesante que debemos notar aquiacute en la lectura serviana es que nuestro grammaticus parece saltarse el nivel exegeacutetico o intratextual y trazar directamente esta relacioacuten por medio de la cual texto y realidad son una sola de hecho esto debe ser asiacute de otra manera ndashes decir si no fuera un reflejo de una realidad pa-sadandash el texto virgiliano no tendriacutea nada que ensentildear267 Sin embargo la forma discursiva que se adopta es mayormente
267 Esto se apreciaraacute auacuten con maacutes claridad en el contraste con Calcidio para quien el texto es tambieacuten algo maacutes pero lo que refleja no es una situacioacuten particular sino una que trasciende todas las situaciones posibles ya que es la verdad que da sentido al mundo O quizaacute podriacuteamos dejarnos convencer por Servio y especular diciendo que para un romano conservador y atado a las tradiciones esta es tambieacuten la verdad uacuteltima dado que Roma es ndasho era en tiempos de Virgilio y de Augustondash en siacute misma el universo
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 243
la de la reiteracioacuten centrada en formas de identidad exacta y menos en la sinonimia y en la colocacioacuten
Estas caracteriacutesticas son coherentes con el geacutenero del co-mentario escolar que practica Servio en la escuela El obje-tivo principal es dar cuenta de las variadas cuestiones que abarca la Eneida de Virgilio con la conviccioacuten de que cual-quiera de ellas tiene una relacioacuten directa y fundamental con los valores de romanidad que la escuela busca perpetuar la repeticioacuten es asiacute la realizacioacuten textual de este pensamiento que reitera el saber consagrado por los autores de la tradi-cioacuten En efecto es la tarea de comentar a Virgilio lo que da coherencia al comentario aunque maacutes no sea como excusa para la exposicioacuten de los valores que transmite ndashya que Ser-vio no coincide siempre con el poetandash Este es su ldquopropoacutesito socialrdquo268 El resultado es un texto que no admite una lectura lineal dado que constantemente debemos recurrir a la Enei-da para su comprensioacuten Por otra parte no debemos tampo-co conocer el texto virgiliano como tal es decir su nivel na-rrativo o literario para comprender el comentario de Servio En los casos de instruccioacuten linguumliacutestica que son los maacutes la remisioacuten a la claacuteusula original seraacute suficiente en los casos de indagacioacuten de contenidos el conocimiento de la historia y la cultura romana conformaraacute el contexto necesario el texto de Virgilio es simplemente el mejor vehiacuteculo
En consecuencia la construccioacuten de saber que surge de la lectura del corpus serviano es fragmentaria puesto que se reduce a una reexposicioacuten heterogeacutenea del texto comen-tado en el cual se buscan los valores socialmente relevan-tes para la construccioacuten identitaria El saber se reduce asiacute a cuestiones que estaban ya presentes mencionadas tratadas aludidas en los textos de la tradicioacuten y su autoridad ema-na justamente de esta pertenencia Pero tal como sostiene Kaster (1980a) se trata de un saber marginal y perifeacuterico
268 En teacuterminos de Eggins y Martin (2003)
Julieta Cardigni244
que no ahonda en el sentido de la obra virgiliana ni en una lectura comprensiva El peligro que surge de esta operacioacuten es el vaciado de contenido de estos siacutembolos que se transmi-ten como reliquias del pasado Entre estas reliquias el sa-ber y la identidad son los que figuran en primera instancia iquestqueacute saberes y praacutecticas constituyen al romano en el siglo V d C Servio no busca una respuesta quizaacute porque no estaacute escuchando la pregunta simplemente se esfuerza en repe-tir modelos que habiacutean funcionado por siglos en la escuela romana pero que evidentemente no tienen la misma solidez que antantildeo
Es justo decir que Servio como gramaacutetico estaba casi obligado a hacer uso del geacutenero del comentario escolar al cual su obra se adapta de manera tan adecuada que se trans-forma en el paradigma para las generaciones posteriores Tampoco podemos criticarlo por hacer uso de la repeticioacuten que como se sabe es una estrategia fundamental del discur-so pedagoacutegico Pero lo cierto es que esta lectura circular que simplemente va de Virgilio a los estudiantes ndashviacutea el gram-maticusndash y de ellos nuevamente al texto no parece resolver los conflictos que se generaban a partir del cambiante con-texto sociocultural De hecho si proyectamos los modelos de saber que sobreviviraacuten en la Edad Media el de Servio queda relegado a la Antiguumledad mientras que las obras de otros autores llamados alguna vez ldquoprotomedievalesrdquo como Marciano y Macrobio transitan por el Medioevo como para-digmas de construccioacuten cultural
A diferencia de Servio en el caso de Macrobio lo que con-diciona su produccioacuten literaria no es la pertenencia a la es-cuela sino su oposicioacuten manifiesta a ciertas praacutecticas de la institucioacuten escolar sumada a sus ideas provenientes del neo-platonismo Macrobio pretende diferenciar su propuesta de la que percibe en la escuela del gramaacutetico de acuerdo con una postura sumamente criacutetica En su escritura podemos percibir su pertenencia a una eacutepoca distinta en la cual la
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 245
Antiguumledad es ya ldquoel pasadordquo que necesita ser compendiado y transmitido Debemos reconocer que no se trata de una empresa faacutecil la eleccioacuten de geacutenero resulta ser entonces un elemento fundamental para lograr la eficacia de su proyecto formador Es de esperar entonces que la forma de proceder del comentario macrobiano intente reproducir estas mismas condiciones que atribuye (o impone) a la obra de arte y por eso encontraremos una estructura que en lo posible reme-daraacute esta coherencia armoniacutea y unidad a la que aspira
Por otra parte el texto de Macrobio fue probablemente compuesto por escrito ndashno se detectan marcas de oralidadndash con el objetivo de transmitir un compendio de ldquotoda la filo-sofiacuteardquo claacutesica tal como eacutel mismo lo enuncia269 Es decir que el campo ndashen principio ya que luego reelaboraremos esta ideandash podriacutea resumirse en esa frase ldquotoda la filosofiacuteardquo si en-tendemos que para Macrobio esto significaba la filosofiacutea claacute-sica y particularmente la neoplatoacutenica Esta verdad uacuteltima trasciende el texto y por ello el comentario no se reduce a la explicacioacuten de Ciceroacuten sino que busca una interpretacioacuten que permita vislumbrar la verdad que se halla detraacutes y que le da fundamento
El pasaje que tomaremos para analizar es aquel que da inicio al libro segundo en el cual Macrobio se dedica a ha-blar sobre el movimiento y la muacutesica de las esferas para concluir diciendo que todo responde al plan divino la tran-sicioacuten como eacutel mismo anuncia estaacute dada por el hecho de que ha tratado acerca de los planetas y su movimiento a raiacutez de las proporciones divinas que rigen el universo Es hora entonces de hablar de la muacutesica que los planetas generan con su movimiento y que tambieacuten responde como se sabe a proporciones aritmeacuteticas
269 Macrobio Comm in Somn Sc 2 17 17 ldquouere igitur pronuntiandum est nihil hoc opere perfectius quo uniuersa philosophiae continetur integritasrdquo ldquoen verdad se puede decir que no hay obra maacutes perfecta que esta en la cual se contiene la totalidad de la filosof igraveardquo
Julieta Cardigni246
Superiore commentario Eustathi luce mihi dilectior fili us-que ad stelliferae sphaerae cursum et subiectarum septem sermo processerat nunc iam de musica earum modulatione disputetur quid hic inquam quis est qui conplet aures meas tantus et tam dulcis sonus hic est inquit ille qui interuallis disiunctus inparibus sed tamen pro rata parte ratione dis-tinctis inpulsu et motu ipsorum orbium efficitur et acuta cum grauibus temperans uarios aequabiliter concentus effi-cit nec enim silentio tanti motus incitari possunt et natura fert ut extrema ex altera parte grauiter ex altera autem acute sonent quam ob causam summus ille caeli stellifer cursus cuius conuersio est concitatioracute excitato mouetur sono grauissimo autem hic lunaris atque infimus nam terra nona inmobilis manens una sede semper haeret conplexa mundi medium locum illi autem octo cursus in quibus ea-dem uis est duorum septem efficiunt distinctos interuallis sonos qui numerus rerum omnium fere nodus est quod docti homines neruis imitati atque cantibus aperuerunt sibi reditum in hunc locum270 exposito sphaerarum ordine mo-tuque descripto quo septem subiectae in contrarium caelo feruntur consequens est ut qualem sonum tantarum molium inpulsus efficiat hic requiratur Ex ipso enim circumduc-tu orbium sonum nasci necesse est quia percussus aer ipso interuentu ictus uim de se fragoris emittit ipsa cogente natu-ra ut in sonum desinat duorum corporum uiolenta conlisio sed is sonus qui ex qualicumque aeris ictu nascitur aut dulce quiddam in aures et musicum defert aut ineptum et asperum sonat nam si ictum obseruatio numerorum certa modere-tur conpositum sibique consentiens modulamen educitur at cum increpat tumultuaria et nullis modis gubernata conli-sio fragor turbidus et inconditus offendit auditum in caelo
270 Este pasaje que hemos subrayado es la cita del texto ciceroniano que Macrobio procederaacute a comentar (Somnium Scipionis 18 = De re publica 6 18) como forma parte del texto la segmentaremos y analiza-remos tambieacuten
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 247
autem constat nihil fortuitum nihil tumultuarium prouenire sed uniuersa illic diuinis legibus et statuta ratione procede-re ex his inexpugnabili ratiocinatione collectum est musi-cos sonos de sphaerarum caelestium conuersione procedere quia et sonum ex motu fieri necesse est et ratio quae diuinis inest fit sono causa modulaminis271
271 Macrobio op cit 2 1 1-7 ldquoEn el libro anterior del comentario Eustacio hijo maacutes querido para miacute el discurso habiacutea avanzado hasta el movimiento de la esfera estrellada y las siete inferiores Ahora ya se estima que hay que discutir acerca de la modulacioacuten de la muacutesica lsquoiquestQueacute es estersquo dije lsquoiquestQueacute es este tan grande y dulce sonido que llena mis oiacutedosrsquo lsquoEste esrsquo dijo eacutel lsquoel que compuesto por intervalos irregulares pero caracterizados por una proporcioacuten racional es producido por el impulso y el movimiento de las esferas y temperando los agudos con los graves produce acordes variados Y en efecto tantos movi-mientos no pueden incitar al silencio Y la naturaleza hace que a partir de una parte extrema suenen graves y a partir de la otra suenen agudos Por esta razoacuten aquella oacuterbita superior de las estrellas fijas cuya rotacioacuten es la maacutes raacutepida se mueve con un sonido agudo e intenso mientras que esta lunar y muy baja se mueve con un sonido muy grave Por otro lado la Tierra la novena esfera permaneciendo inmoacutevil siempre se mantiene fija en un mismo lugar situada en el centro del mundo Asiacute pues estas ocho oacuterbitas en dos de las cuales la fuerza es la misma producen siete sonidos caracterizados por sus intervalos que es el nuacutemero por asiacute decirlo clave de todas las cosas Asiacute los hombres sabios imitando esto con cuerdas y cantos se han abierto el camino de regreso a este lugarrsquo Una vez expuesto el orden de las esferas y descripto el movimiento por el que las siete esferas inferiores giran contrariamente al cielo sigue que se investigue en este punto queacute sonido produce el movimiento de cuerpos tan enor-mes Es necesario que en efecto a partir de la revolucioacuten de los planetas nazca el sonido puesto que el aire al ser golpeado por este mismo movimiento emite una fuerza a partir de siacute siendo propio de la naturaleza que la colisioacuten violenta de dos cuerpos acabe en un sonido Pero este sonido que nace de cualquier golpe de aire o bien produce al oiacutedo cierta sensacioacuten dulce y musical o bien retumba inapro-piado y aacutespero Pues si se ajusta el golpe a una regla numeacuterica determinada se origina una modulacioacuten riacutetmica y armoniosa Pero cuando la colisioacuten lanza ruidos turbulentos y no conciliables en absoluto un fragor confuso y ronco hiere los oiacutedos Aun asiacute se sabe que en el cielo nada ocurre de manera fortuita nada ocurre de manera desordenada sino maacutes bien que alliacute todo procede de las leyes divinas y de un plan establecido A partir de este razonamiento irrefutable se ha deducido que los sonidos musicales proceden de la rotacioacuten de las esferas celestes ya que no solo es necesario que se produzca sonido a partir del movimiento sino tambieacuten que la proporcioacuten que es inherente a los cuerpos divinos sea la causa del sonido armoniosordquo
Julieta Cardigni248
Tabla 2 1Segmentacioacuten del pasaje
1 Superiore commentario (11) usque ad stelliferae shpaerae cursum et subiectarum septem sermo processeratEn el libro anterior del comentario el discurso habiacutea avanzado hasta el movimiento de la esfera de las estrellas fijas y de las siete inferiores
1 1 Eustatii mihi dilectior filiEustacio hijo maacutes querido para miacute
conector Nuncahora
conector iamya
2 carum ltestgt (2 1)se estima que
21 de musica modulatione disputeturse discuta sobre la modulacioacuten de la muacutesica
3 (3 1) Inquam (3 2)Pregunteacute
3 1 quid hic ltestgt (3)iquestqueacute es este
3 2 quis est (3 2 1) tantus et tam dulcis sonusiquestqueacute es este tan grande y dulce sonido
3 2 1 qui complet aureas measque llena mis oiacutedos
4 (41) inquit ille dijo eacutel
41 Hic est ltisgt (4 1 1)Este es
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 249
4 1 1 qui (4 1 1 1) impulsu et motu ipsorum efficiturel que es producido por el impulso y movimiento de las esferas
4111 intervallis disiunctus imparibus sed tamen pro rata parte ratione dis-tinctis sed tamen pro rata parte ratione distinctiscompuesto por intervalos irregulares pero sin embargo caracterizados por una proporcioacuten racional
conector ety
4 1 2 (4121) uarios acquabiliter concentus efficit produce acordes variados
4121 acuta cum grauibus temperanstemperando los agudos con los graves
conector NecY
conector enimen efecto
5 silentio tanti motus incitari possunttantos movimientos no pueden incitar al silencio
conector ety
6 natura fert (16 1) (16 2)la naturaleza hace
6 1 ut extrema ex altera parte grauiter ltsonentgtque a partir de una parte extrema suenen graves
6 2 ex altera autem acute sonenty [que] a partir de la otra suenen agudos
conector Quam ob causamPor esta razoacuten
Julieta Cardigni250
7 summus ille stellifer cursus (7 1) acute excitato mouetur sono la oacuterbita superior de las estrellas fijas se mueve con un sonido agudo e intenso
7 1 cuius conuersio est concitatiorcuya rotacioacuten es maacutes raacutepida
conector Autemmientras que
8 ltsonogt grauissimo (conector) hic lunaris atque infimus ltmoueturgtesta lunar y muy baja se mueve con un sonido muy grave
conector NamPor otro lado
9 terra nona (9 1) una sede semper haeret (9 2)la Tierra la novena esfera siempre estaacute fija en un mismo lugar
9 1 immobilis manenspermaneciendo inmoacutevil
9 2 complexa mundum medium locumsituada en el centro del mundo
conector autemasiacute pues
10 Illi (conector) octo cursus (10 1) septem efficiunt distinctos interuallis sonos (10 2)Estas ocho oacuterbitas producen siete sonidos distinguibles por sus intervalos
10 1 in quibus eadem uis est duorumen dos de los cuales la fuerza es la misma
10 2 qui numerus reum omnium fere nodus estque es el nuacutemero por asiacute decirlo clave de todas las cosas
conector AutemAsiacute
11 Quod docti homines (11 1) aperuerunt sibi reditum in hunc locumlos hombres sabios se abrieron un camino de regreso hacia este lugar
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 251
11 1 (quod) neruis imitati atque cantibus imitando esto con cuerdas y cantos
12 Exposito sphaerarum ordine motuque descripto quo septem subiectae incontrarium caelo feruntur Una vez expuesto el orden de las esferas
Conector -quey
13 motu(que) descripto (131)descripto el movimiento
131 quo septem subiectae incontrarium caelo feruntur por el cual las siete esferas subordinadas giran contrariamente al cielo
14 consequens est (14 1)sigue que
14 1 hic requiratur (14 1 1)se investigue en este punto
14 11 qualem sonum tantarum mollium impulsus efficiat queacute sonido produce el movimiento de cuerpos tan grandes
15 (15 1) Necesse estEs necesario que
conector enimen efecto
15 1 ex ipso circunductu (conector) orbium sonum nascinazca el sonido a partir de la revolucioacuten de los planetas
conector quiapuesto que
16 aer (16 1) ictus uim de se fragore emittit el aire emite una fuerza a partir de siacute
16 1 percussus ltaergt ipso interuentultel airegt al ser golpeado por este mismo movimiento
Julieta Cardigni252
17 ipsa cogente natura (171)siendo propio de la naturaleza
17 1 ut in sono desinat duorum corporum uiolenta conlisioque la colisioacuten violenta de dos cuerpos acabe en un sonido
conector SedPero
conector auto bien
18 id sonus (18 1) (conector) dulce quiddam in aures et musicum deferteste sonido produce al oiacutedo cierta sensacioacuten dulce y musical
18 1 qui ex qualicumque aeris ictu nasciturque nace de cualquier golpe de aire
conector auto bien
19 ltid sonusgt ineptum et asperum personat retumba inapropiado y aacutespero
conector NamPues
conector sisi
20 ictum obseruatio numerarum certa modereturse ajusta el golpe a una regla numeacuterica determinada
21 compositum sibi consentiens modulamen ediciturse origina una modulacioacuten riacutetmica y armoniosa
conector at pero
conector cum cuando
Los Commentarii y la transgresioacuten geneacuterica 253
22 increpat tumultuaria et nullis modis gubernata conlisiola colisioacuten lanza ruidos turbulentos y no conciliables en absoluto
23 fragor turbidus et inconditus offendit auditumun fragor confuso y ronco hiere los oiacutedos
conector AutemPues
24 constat (241) (242) (243)se sabe que
241 in caelo (conector) nihil fortuitum ltproueniregten el cielo nada ocurre de manera fortuita
242 nihil tumultuarium provenirenada ocurre de manera desordenada
conector autem sedsino maacutes bien que
243 universa illic diuibis legibus stata ratione procederealliacute todo procede de las leyes divinas y de un plan establecido
25 Ex his inexpungabili ratiocinatione collectum est (25 1)A partir de este razonamiento irrefutable se puede deducir que
251 musicos sonos de sphaerarum caelestium conuersione procederelos sonidos musicales proceden de la rotacioacuten de las esferas celestes
conector quiapuesto que
conector etno solo
26 necesse est (261)es necesario que
261 sonum ex motu fieriel sonido se produzca a partir del movimiento