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-Frank Belknap Long, "El Horror de las Colinas".
Chaugnar Faugn llegó a la tierra proveniente de otra dimensión hace eones, tal
vez en otra forma que la que posee actualmente. Al arrivar, encontró que las
formas de vida dominantes eran simples anfibios, de los cuales creó
posteriormente a los Miri Nigri, que a su vez, millones de años más tarde se
cruzarían con los primeros humanos para producir los híbridos que más tarde
evolucionarían en los horripilantes Tcho-Tcho.
Incluso si los Miri Nigri desaparecieron hace millones de años, los Tcho-Tcho
aún continúan venerando a la criatura que los creó en un principio.
Para el resto del mundo, Chaugnar Faugn, "el dios con cabeza de elefante de
Tsang" es una leyenda oscura conocida solo por algunos cultistas de los
Antiguos, aunque es probable que el dios hindú Ganesha haya sido basado en
leyendas de Chaugnar Faugn. Además de eso, algunos humanos pertenecen a un
culto que venera al dios en su forma original, y es conocido como "La Sangre".
Alguna vez fueron numerosos en Europa, hasta que el culto fue erradicado por
agentes del Vaticano hace 200 años, aunque se rumora que algunos cultistas
sobrevivieron y se embarcaron al nuevo mundo.
Algunas leyendas dicen que Chaugnar Faugn habita una cueva en los Himalaya,
rodeado por los Tcho-Tcho; mientras que otros cultistas aseguran que el dios
proboscídeo aún reside en Tsang. Ahí, permanece inmóvil como una estatua
monolítica y colosal, esperando la llegada del Acólito Blanco, quien lo heraldará
y conducirá a un nuevo planeta.
Casi siempre está convertido en una estatua, pero puede llegar a moverse
rápidamente para devorar o succionar la sangre de los sacrificios que se
encuentren ante él, mediante su trompa que acaba en una boca repleta de
colmillos como la de las lampreas.