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29 Recursos Naturales y Ambiente/no.42 El monitoreo ecológico como herramienta de manejo forestal sostenible Consideraciones básicas y propuesta metodológica con énfasis en Bosques de Alto Valor para la Conservación certificados bajo el marco del FSC Bryan Finegan CATIE. [email protected] Diego Delgado CATIE. [email protected] John P. Hayes Universidad Estatal de Oregon (USA) john,[email protected] Steve Gretzinger WWF Centroamérica [email protected] Si los impactos del manejo en el bosque parecen ser muy bajos, los manejadores y certificadores deben considerar la posibilidad de no monitorear.

El Monitoreo Ecologico Como Herramienta Para El Manejo

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29Recursos Naturales y Ambiente/no.42

El monitoreo ecológico como herramienta de manejo forestal sostenible

Consideraciones básicas y propuesta metodológica conénfasis en Bosques de Alto Valor para la Conservación

certificados bajo el marco del FSC

Bryan FineganCATIE. [email protected] DelgadoCATIE. [email protected] P. HayesUniversidad Estatal de Oregon (USA)john,[email protected] GretzingerWWF Centroamé[email protected]

Si los impactos delmanejo en el bosque

parecen ser muy bajos,los manejadores y

certificadores debenconsiderar la posibilidad

de no monitorear.

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Resumen SummaryEn muchas situaciones, el monitoreo ecológico esuna herramienta importante para alcanzar el buenmanejo forestal y también para evaluar la calidaddel manejo a que se ven sometidos los bosques.Por esta razón, se identifica como una de las ne-cesidades básicas por solventar para la certifica-ción de bosques manejados, el desarrollar linea-mientos sencillos y aplicables que puedan serutilizados para diseñar programas de monitoreoecológico relevantes y prácticos. Existen muchosobstáculos para el desarrollo de tales programas,como la escasez de dinero y la falta de conoci-miento sobre cómo medir e interpretar los cambiosprovocados por el manejo del bosque en la biodi-versidad, y sobre cómo decidir cuándo tales cam-bios son aceptables, o inaceptables, dentro delcontexto del manejo forestal sostenible. Con elpropósito de contribuir a llenar estos vacíos de in-formación se publicó este año una Guía de Moni-toreo Ecológico.Este artículo describe los enfoques que presenta laGuía para orientar a las personas del sector fores-tal involucradas en el manejo y certificación debosques, con énfasis en Bosques de Alto Valorpara la Conservación (según el concepto desarro-llado por el Forest Stewardship Council), para quediseñen e implementen programas de monitoreoque permitan establecer no solo la magnitud delimpacto provocado sino su importancia desde elpunto de vista de la sostenibilidad ecológica delbosque. Se presentan resultados de un procesode validación de campo en bosques del Petén,Guatemala, que respaldan el énfasis de la Guíaen el monitoreo de la estructura y composición deh á b i t at.Palabras claves: Manejo Forestal; monitoreoecológico; Bosques de Alto Valor para la Conser-vación; sostenibilidad, certificación; Guatemala.

Ecological monitoring as a tool for sustaina-ble forest management: basic considerationsand a proposed methodology, with emphasison High Conservation Value Forests certifiedunder the FSC framework. In many situations,ecological monitoring is an important tool in evalua-ting the quality of forest management, and a pre-re-quisite for achieving good forest management. Thedevelopment of simple guidelines that may be usedto design relevant and practical ecological monito-ring programmes is a basic need in certification offorest management. Financial constraints and a ge-neral lack of knowledge regarding how to measureand interpret impacts on biodiversity caused by fo-rest management are major obstacles for the deve-lopment of such programmes. Another difficulty isdeciding whether these impacts are acceptable orunacceptable within the context of sustainable fo-rest management. In order to contribute to the fillingof these information gaps, a Guide to EcologicalMonitoring will be published this year.This article describes the approach and methodo-logies developed in the Guide, which is aimed atthose involved in forest management and certifica-tion, for the design and implementation of ecologi-cal monitoring programmes, with an emphasis onHigh Conservation Value Forests (as defined by theForest Stewardship Council). Monitoring program-mes designed using the Guide not only allow themagnitude of the impact to be established, but al-so its importance from the perspective of the eco-logical sustainability of the forest. Results of a fieldvalidation of the Guide carried out in forests of Gua-temala’s Petén Department are presented and sup-port the Guide’s emphasis in the monitoring of ha-bitat structure and composition.Keywords: Forest management; ecological moni-toring; high conservation value forests; sustainabil-ity; certification; Guatemala.

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Entre los Principios y Crite-rios (P&C) del FSC1 (2000)para la certificación del ma-

nejo de bosques, se establece la ne-cesidad de un monitoreo apropiadosegún la escala e intensidad de laoperación de manejo, y de incorpo-rar los resultados del monitoreo enla implementación y revisiones delplan de manejo. De esta manera, elFSC establece que el manejo fores-tal debe ser en algún grado adaptati-vo, pretendiendo siempre aprendera través del monitoreo, adaptarse alos cambios y así mejorar (McGinleyy Finegan 2002). Los requerimien-tos para el monitoreo son estableci-dos por el FSC de una manera quepermite bastante flexibilidad encuanto a la acción del manejador debosques. Tal flexibilidad en muchassituaciones puede ser ventajosa. Porotra parte, la falta de direccionesclaras y específicas para el mane-jador en el tema del monitoreoecológico ha sido un punto débil enla implementación del manejo fore-stal sostenible en América Central,al igual que en muchas de las evalua-ciones de certificación independien-tes conducidas en la región. Esteproblema es especialmente impor-tante en lo que se refiere a la certifi-cación, debido a que el monitoreo seconsidera un requisito para el cum-plimiento de los P&C del FSC.

Aunque los equipos certificado-res con frecuencia solicitan a los ma-nejadores de bosques hacer monito-reo ecológico y usar sus resultados,por lo general no hay mucha clari-dad respecto a los criterios de selec-ción de indicadores y no se conside-ra la dificultad de obtener datosrelevantes al manejo de bosques apartir de la medición de algunos deellos. Un análisis de los reportes de

certificación para bosques naturalescertificados en América Central re-vela este hecho (Finegan et al. 2004).Por ejemplo, se tiene el caso de unresumen de certificación de unaoperación donde se solicitaba el mo-nitoreo de “especies silvestres suje-tas a la caza” y de “54 especies deaves seleccionadas como especiesindicadoras”. Otros reportes pidenel desarrollo de un plan de monito-reo, pero sin dar indicación algunasobre los elementos que deben mo-nitorearse. Sobre este último caso, escierto que dar asistencia técnica noes la función de las empresas certifi-cadoras; sin embargo es preocupan-te la impresión que se tiene en elsentido de que las certificadorastambién padecen de la incertidum-bre que afecta al resto del sector fo-restal acerca del monitoreo ecológi-co y su papel en el manejo sostenibledel bosque.

Los autores del presente sugeri-mos que, por lo anterior, el sector fo-restal de la región (empresas certifi-

cadoras incluidas) se encuentra anteel desafío de implementar programasde monitoreo que no sean inadecua-dos ni excesivos, sino adecuados, r e l e-vantes y prácticos2. Esperamos que através de la lectura de este docu-mento puedan aclararse una serie dedudas relacionadas con el monito-reo ecológico de los impactos delmanejo del bosque en general y, másespecíficamente, con el monitoreoque idealmente debería ejecutarseen Bosques de Alto Valor para laConservación (BAVC) manejados,de modo que constituya una herra-mienta útil para propósitos del buenmanejo forestal y la evaluación delmanejo a través de la certificación.Presentamos algunas consideracio-nes básicas sobre el monitoreo comoherramienta de manejo, y luego in-troducimos enfoques concretos parael desarrollo de programas de moni-toreo ecológico relevantes y prácti-cos para el manejo forestal certifica-do en bosques tropicales, con énfasisen BAVC. Estos enfoques se han to-mado de la guía recién publicadapor Finegan et al. (2004).

Terminamos el documento conlos resultados de una validación decampo de la guía antes mencionada,realizada en bosques del Petén,G u a t e m a l a . Para la validación seaplicaron algunos de los principalesenfoques de la guía y se evaluaronaspectos de la estructura del rodal ygrupos de especies de fauna en bos-ques manejados y bosques de refe-rencia en la zona.

El monitoreo ecológico y suimportancia dentro del manejoforestal El concepto moderno de manejo fo-restal sostenible, plasmado a nivel in-ternacional en documentos como los

1 FSC (Forest Stewardship Council) es el esquema de certificación forestal independiente más grande, más viejo y mejor aceptado a nivel global. Si bien hayotros programas de certificación nacional y regional, el FSC es el más relevante en América Central y en el resto de América tropical. Nuestras referenciassobre la certificación a lo largo de este documento generalmente se refieren al sistema del FSC, aunque la mayoría de los métodos desarrollados tambiénpodrían emplearse para otros programas de certificación.

2 Con relevante, se quiere decir que el monitoreo debe dar respuestas confiables a preguntas importantes sobre el impacto del manejo en la biodiversidad (ysi los resultados del monitoreo provocan modificaciones al plan de manejo, es importante que el programa sea confiable). Con práctico, se entiende que elmonitoreo debe hacerse de manera relevante con los recursos humanos y financieros disponibles.

La falta dedirecciones claras yespecíficas para elmanejador en eltema del monitoreoecológico ha sidoun punto débil en laimplementación delmanejo forestalsostenible enAmérica Central.

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P&C del FSC y los lineamientos de laOrganización Internacional de Made-ras Tropicales (OIMT), establece quela conservación de la biodiversidad esuno de los objetivos generales delm a n e j o. En cuanto a la conservaciónde la biodiversidad, mucho se puedelograr a través de medidas como elcontrol de amenazas externas claras(ejemplos obvios son la cacería, la in-vasión de tierras, la tala ilegal y los in-cendios) y la implementación de téc-nicas de aprovechamiento de impactor e d u c i d o. Pero la única forma de es-tablecer el efecto del manejo sobre labiodiversidad de cualquier bosque esa través del monitoreo. El monitoreo,entendido como “un proceso de reco-lección de información usada paramejorar el manejo del bosque”, p e r-mite determinar la ocurrencia, t a m a-ñ o, dirección e i m p o r t a n c i a de loscambios que se dan en indicadoresclaves de la calidad del manejo de unrecurso (ver revisión por Finegan e ta l. 2 0 0 4 ) . El monitoreo es pues unamanera de detectar cambios. No esun fin en sí, sino que debe percibirsecomo parte de una estrategia de con-servación que incluye el control deamenazas claras, la reducción de im-

pactos y el enfoque precautorio. L o scambios que interesan en cuanto almonitoreo ecológico y al proceso decertificación del estado y la calidaddel manejo de los bosques son los re-lacionados con las características dela comunidad natural (el bosque tro-pical) que se está manejando y queson r e s u l t a d o s del manejo –cambiosproducidos por las operaciones demanejo que se están aplicando y que,por lo tanto, pueden reducirse o eli-minarse mediante modificaciones alplan de manejo, si se detecta que talescambios son indeseables.

El monitoreo, tal y como se con-cibe en este documento, tiene la me-ta de detectar cambios en el bosqueque se deban al manejo. Las amena-zas externas serias a la biodiversidadque se mencionaron en el párrafoanterior probablemente no están re-lacionadas con el proceso de manejodel bosque y sus impactos puedenser mayores que los que causarían elaprovechamiento selectivo de inten-sidad baja ó moderada a través detécnicas de impacto reducido. Nosparece obvio, de antemano, que lacacería descontrolada, la tala ilegal ylos incendios tienen impactos drásti-

cos e inaceptables en el bosque ypor tanto deben ser controlados oe l i m i n a d o s. Cuando los recursosson limitados, el sentido común diceque la primera prioridad son lasmedidas para controlar tales ame-nazas serias. En otras p a l a b r a s, p u e-de ser más prudente dar prioridad ala inversión de fondos en el controlde amenazas serias a la biodiversi-d a d , y luego invertir en el monito-reo de los impactos de las operacio-nes de manejo.

En el caso de la biodiversidad deun bosque tropical, se requiere unaplanificación cuidadosa y bien fun-damentada para lograr un monito-reo relevante y práctico. Existen va-rios aspectos que dificultan laimplementación de tales programasde monitoreo ecológico para bos-ques tropicales manejados. Veamosa continuación algunos de ellos.

Los dueños del bosque, las per-sonas que ejercen el derecho de usarel bosque, o los profesionales fores-tales, probablemente están al tantode asuntos relacionados con la pro-ducción forestal, tales como el apro-vechamiento de impacto reducido yla silvicultura para mejorar el creci-miento de especies valiosas de árbo-les. Pero la biodiversidad puede serun mundo nuevo para ellos. Tam-bién sucede con frecuencia que laspersonas que poseen o usan un bos-que desean obtener beneficios conlos productos que el bosque ofrece,y no necesariamente están interesa-das en conservar la biodiversidad.Además, la biodiversidad es un con-cepto extremadamente amplio yaunque algunos científicos han teni-do éxito en la transmisión del con-cepto a sus pares, no han sido taneficaces cuando se trata de comuni-carlo al público no especialista. Losmanejadores deben afrontar el he-cho de que los bosques tropicalesson las comunidades naturales conla mayor biodiversidad en el plane-ta, y que ni aún los científicos hanpodido medirla. Incluso los especia-listas no se han puesto de acuerdo

Una de las causas por las que el monitoreo ecológico ha contribuido poco amejorar la calidad del manejo de los bosques tropicales es la dificultad quetienen los manejadores para enfrentar la aparente complejidad que conllevala evaluación de la biodiversidad en zonas tropicales

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en cuanto a qué monitorear y cómohacerlo. Afortunadamente, los crite-rios más aceptados para el monito-reo ecológico demuestran que sóloalgunas cosas que componen la bio-diversidad son útiles como indicado-res. Finalmente, debe considerarse elaspecto económico. Al incluir el mo-nitoreo ecológico, los costos de lasoperaciones de manejo aumentarán,lo que podría provocar rechazo ha-cia la implementación de la activi-dad; y mucho más si su relevanciapara el manejo no está clara.

El poco dinero disponible es undesafío importante en el desarrollode programas de monitoreo relevan-tes y prácticos en muchas operacio-nes de manejo forestal en el trópico.En el caso del monitoreo, al igualque para cualquier otra actividad delmanejo forestal, el costo de una de-terminada forma de trabajar es uncriterio importante que lleva a deci-dir si se implementa o no esa formade trabajar. Como hemos sugerido,la escasez de dinero es a menudoacompañada por la falta de conoci-miento y capacidad para manejar labiodiversidad, en general, y para elmonitoreo en particular. Los recur-sos económicos y humanos que seinvierten en el monitoreo son muyvaliosos, y es poco ético desperdiciartales recursos en una empresa in-fructuosa. Se debe tener claro queun monitoreo inadecuado puedeconducir al empleo de prácticas ina-decuadas con resultados indeseablesen la biodiversidad. Por otra parte, elmonitoreo excesivo y/o los progra-mas mal diseñados o concebidos sonuna pérdida importante de tiempo yrecursos. Existen ejemplos reales detodas estas situaciones.

Los Bosques de Alto Valor parala Conservación manejados Es importante explicar este concep-to relativamente nuevo en los P&Cdel FSC. Como reconocimiento alhecho de que no todos los bosques

tienen el mismo valor para la con-servación, y de que algunas caracte-rísticas de los bosques son más im-portantes de conservar que otras, elFSC creó en el año 2000 el Principio9. Este principio establece que aque-llos bosques que tienen valores parala conservación especialmente altos,a los cuales se les llama Bosques deAlto Valor para la Conservación(BAVC), y que son manejados confines productivos, deben mantenerestos valores especiales que se cono-cen como Altos Valores para la Con-servación ( AV C ) . El documento“Identificando Altos Valores para laConservación al Nivel Nacional: unaGuía Práctica” (Jennings et al. enprensa; [email protected]) identifi-ca seis tipos o categorías de AVC, delos cuales los primeros tres son debiodiversidad y los restantes con-templan servicios ecológicos y valo-res sociales y culturales del bosque.

Desde el punto de vista del mane-jo forestal, esto significa que cual-quier operación localizada dentro deun BAVC y donde exista un interéspor alcanzar la certificación del FSC,debe poner especial atención a estePrincipio y dar un mayor énfasis a losobjetivos de conservación. D e n t r odel contexto del presente artículo, l aimportancia del Principio 9 es que,e f e c t i v a m e n t e, cuando los AVC sonde biodiversidad, el monitoreo ecoló-

gico se convierte en una obligación.¿Cómo debe ser interpretado y

aplicado el Principio 9 en la prácticadentro del contexto del manejo fo-restal? Primero, se debe determinarsi un bosque es un BAVC. La clavepara ello es la identificación de losAltos Valores para la Conservación.Cualquier tipo de bosque –sea bo-real, templado o tropical; natural op l a n t a d o- puede potencialmente serun BAV C, debido a que su designa-ción se basa únicamente en la presen-cia de AVC (Jennings et al. en pren-s a ) . Todos los bosques contienenvalores ambientales, s o c i o e c o n ó m i c o so culturales. En el caso de que estosvalores sean considerados de impor-tancia crítica o sobresaliente, el bosquepuede ser definido como un Bosquede Alto Valor para la Conservación.Procedimientos detallados para laidentificación de AVC se encuentranen Jennings et al. (en prensa).

Desde el punto de vista de losAVC relacionados con aspectos debiodiversidad (los AVC1, 2 y 3, defi-nidos por Jennings et al. (en pren-sa)), un BAVC puede ser una partepequeña de un bosque de área ma-yor; por ejemplo, un área de bosquede características ecológicas espe-ciales dentro de la Unidad de Mane-jo Forestal (UMF); tal vez un bos-que de pantano o, en América delSur, un bosque sobre arenas blancas(AVC 3). En otros casos, el BAVCpuede constituir toda una unidad demanejo forestal; por ejemplo, cuan-do el bosque contiene varias espe-cies amenazadas o en peligro de ex-tinción (AVC 1). Una UMF puedetambién ser parte de una área mayorde bosque y ser definida como unBAVC si esta área mayor tiene rele-vancia a nivel global, regional o na-cional debido a su tamaño y al man-tenimiento dentro de ella deprocesos ecológicos a gran escala yde poblaciones viables de, incluso,especies con altos requerimientos deárea de hábitat (AVC 2).

3 Nótese que este monitoreo podría interpretarse como adicional al que ya plantean los P&C como parte del concepto de manejo forestal sostenible, porejemplo, en el Principio 8.

Dos elementosfundamentales en elmanejo de BAVCson el principio deprecaución y elmonitoreo de losAVC.

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Dos elementos fundamentalesen el manejo de BAVC, según elPrincipio 9 del FSC, son el principiode precaución y el monitoreo de losAVC como requisito3. ¿En qué con-siste el principio de precaución y có-mo afecta a los objetivos del mane-jo? Las consecuencias ecológicas decualquier actividad de manejo nun-ca pueden predecirse con un 100%de certeza. Esta incertidumbre creaun nivel de riesgo; cualquier acciónde manejo podría provocar conse-cuencias ecológicas negativas impre-vistas. Por lo general, un alto nivelde riesgo es menos aceptable cuan-do los intereses ecológicos son altos(como en un BAVC) que cuando lasconsecuencias ecológicas negativasno son tan significativas. El minimi-zar los riesgos en situaciones en quelas implicaciones ecológicas poten-ciales podrían ser severas es la basedel principio de precaución.

En la práctica, el principio deprecaución significa que, debido a laincertidumbre relacionada con losimpactos de las operaciones de ma-nejo sobre los AVC, deben tomarsemedidas para reducir esos impactospotenciales dentro del contexto delmantenimiento de una operacióneconómicamente rentable. El moni-toreo, que permite conocer los im-pactos que el manejo tiene en losAVC, es un complemento impres-cindible del principio de precaución.

Lineamientos para el monitore oecológico en bosquesmanejados certificados por elFSC, con énfasis en BAV CLa Guía publicada por Finegan et al.(2004) tiene la meta general de con-tribuir a llenar los vacíos identifica-dos en las secciones anteriores delpresente artículo. Con la Guía sepretende que los programas de mo-nitoreo se implementen solamentecuando son necesarios, que tenganuna intensidad y un grado de com-plejidad apropiadas a la escala y laintensidad del manejo –tal y como loestablecen los P&C del FSC– y que

generen información confiable conla cual mitigar los principales impac-tos que las operaciones de manejotienen sobre indicadores ecológicosclaves, incluyendo los Altos Valoresde Conservación cuando el conceptose aplica. No debe utilizarse la Guíacomo un recetario para la elabora-ción de planes de monitoreo ecoló-gico, sino como un documento queprovee una base que puede ser mo-dificada por certificadores o mane-jadores, de acuerdo con las condicio-nes particulares de los bosquesmanejados. La presente sección re-sume los mensajes principales sobreel enfoque para el monitoreo enbosques manejados certificados porel FSC, que plantea esa Guía.

La Guía establece consideracio-nes de tipo ecológico, económico yestadístico relacionadas con el dise-ño e implementación de programasde monitoreo ecológico, con énfasisen BAVC. Tal enfoque se resume enel Recuadro 1. A continuación sedesarrolla este enfoque con mayordetalle. Los puntos que se explicanson los mismos que se señalan en elRecuadro 1, a excepción de los pro-tocolos para el muestreo de los indi-cadores, que se mencionan dentrode la explicación de los demás pun-tos, y las pruebas de campo de laGuía que se presentan en la últimasección del artículo.

Definición clara de objetivos parael monitoreo ligados a ladetección de cambios causadospor las operaciones de manejoLa falta de objetivos claros es unade las críticas más generalizadas quese hacen a los programas de monito-reo ecológico, sea en áreas protegi-das o bosques de producción (Noss1990, Noon et al. 1999). Resulta ob-vio que trabajar sin objetivos claroses una buena forma de desperdiciartiempo y recursos; sin embargo, quelos estándares para el manejo fores-tal sostenible como los P&C delFSC tengan el efecto, aunque seainesperado, de fomentar el trabajar

sin objetivos claros es totalmenteinaceptable. El objetivo general deun programa de monitoreo diseñadocon el uso de la Guía debiera ser al-go como lo siguiente: “Determinar silos valores de los indicadores ecológi-cos (incluyendo aquellos que repre-sentan Altos Valores para la Conser-vación) cambian como consecuenciade las operaciones de manejo, y si elgrado del cambio está dentro de lími-tes definidos como aceptables o no”.Al trabajar con tal objetivo general,se puede obtener información nece-saria para mejorar la efectividad delm a n e j o.

La orientación del monitoreo ha-cia la detección de cambios causadospor las operaciones de manejo esun punto de importancia primor-d i a l . Los valores de los indicadoresecológicos pueden cambiar por mu-chas razones. Sería un terribleerror pedir a los encargados delmanejo del bosque que ajusten susoperaciones de manejo para con-trarrestar cambios que se deben acausas naturales, y no es ni prácticoni justo responsabilizarlos por cam-bios que ocurren debido a activida-des humanas sobre las cuales notienen ningún control: por ejemplo,reducciones en la abundancia devertebrados grandes debidas a ladeforestación en áreas adyacentes ala unidad de manejo forestal. Ta lvez sean obvias estas consideracio-n e s, pero tienen implicaciones muyimportantes respecto al diseño deprogramas de monitoreo ecológicodel manejo forestal. Más aun, n u e s-tra revisión del estado del monito-reo ecológico en bosques maneja-dos certificados bajo el sistema delFSC en Centroamérica sugiere quetal vez las consideraciones no seantan obvias.

Para determinar, e n t o n c e s, si losvalores de los indicadores ecológicos,incluyendo los AV C, cambian comoconsecuencia de las operaciones dem a n e j o, la Guía establece que se de-ben tomar mediciones en las áreasmanejadas y compararlas con medi-

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ciones en áreas de referencia, por logeneral no manejadas. Las medicio-nes de los indicadores deben ademásser repetidas en el tiempo, pues losbosques son dinámicos y los rodalesmanejados aun más. Hay dos for-mas de comparar cambios en losvalores de los indicadores en áreasmanejadas y no manejadas. Se pue-den tomar mediciones en el área aser manejada antes de que el mane-jo inicie, y compararlas con lo quepasa después. Sin embargo, al haceresto no se puede estar totalmenteseguro de que algunos de los cam-bios observados se deban al mane-j o, o si esos cambios hubieran ocu-rrido de todos modos; esto es, a u nsin la presencia del manejo. E n t o n-c e s, aun si se cuenta con informa-ción del bosque desde antes de ini-ciar el manejo, es necesariocomparar el área manejada con unárea de referencia, y medir las dosáreas al mismo tiempo – si un cam-bio ocurre en el área manejada, p e-

ro no en la de referencia, se puedeestar razonablemente seguro deque tal cambio se debe a las opera-ciones de manejo.

El monitoreo indirecto de labiodiversidad a través dei n d i c a d o res de estructura ycomposición del bosque -e n f o q u ede filtro grueso– con opcionespara el monitoreo de grupos deespecies o especies individualescuando sea necesario y factible–enfoque de filtro finoEn la Guía se adopta un enfoque bá-sico para el monitoreo que consta dedos elementos. El primer elementoes un “filtro grueso” –el monitoreode la estructura y composición delrodal-, y el segundo un “filtro fino”–el monitoreo, en aquellos casos enque se considere necesario y facti-ble, de aspectos de la respuesta deespecies. (La necesidad y factibili-dad del monitoreo de especies seconsideran más adelante). Para cada

uno de los indicadores de filtro grue-so y filtro fino propuestos, la Guíapresenta protocolos donde se espe-cifican los procedimientos a seguirpara la toma de datos y para su aná-lisis. También se ofrecen lineamien-tos generales para la interpretaciónde los resultados del monitoreo.

El uso de un enfoque de filtrogrueso para el monitoreo es uno delos principales aspectos de la Guía.Los indicadores de estructura ycomposición del rodal -el área ba-s a l , la densidad del rodal, la compo-sición y abundancia de palmas, e n-tre otros propuestos (Cuadro 1)- s emonitorean porque son característi-cas básicas importantes del bosque.Con respecto al filtro grueso, se par-te del supuesto de que ellos r e p r e-sentan o i n d i c a n las condiciones dehábitats requeridas por otras espe-cies cuya conservación es relevante;por ejemplo, las especies de faunaendémicas o migratorias. En el pre-sente artículo no es posible ahondaren este tema, que es de mucho de-b a t e ; sin embargo, la adopción de unenfoque de filtro grueso se justificaporque el supuesto de nexos entrela biodiversidad, la sostenibilidaddel hábitat y la estructura y compo-sición del bosque en múltiples esca-las tiene fuertes fundamentos teóri-cos y conceptuales y tales nexos hansido identificados en numerosos es-tudios empíricos (Lindenmayer e ta l. 2 0 0 0 ) . Una consideración adicio-nal importante es que los indicado-res de filtro grueso son, en términosg e n e r a l e s, relativamente fáciles demonitorear –muchos de ellos, p o re j e m p l o, pueden ser monitoreadosen parcelas permanentes de mues-t r e o,que probablemente se tendríanque establecer para otros fines en elcontexto de una operación de ma-nejo que pretende alcanzar la certi-f i c a c i ó n . Por supuesto, habrá situa-ciones donde surgirá la posibilidadde tener que monitorear la respues-ta de especies individuales de floray fauna, y ahí es donde puede entrarel enfoque de filtro fino, como cuan-

Recuadro 1.Puntos principales del enfoque para el monitoreo ecológico en bos-ques certificados

Se enfatiza la definición clara de objetivos para el monitoreo ligados ala detección de cambios causados por las operaciones de manejo.

Se enfatiza el monitoreo indirecto de la biodiversidad a través deindicadores de estructura y composición del bosque –enfoque de filtrogrueso; se proveen opciones para el monitoreo de la respuesta degrupos de especies o especies individuales cuando sea necesario yfactible -enfoque de filtro fino.

Se usa un árbol de decisiones para el diseño de un programa demonitoreo práctico y relevante.

La Guía describe procedimientos para el establecimiento de límitesentre cambios aceptables e inaceptables en los valores de losindicadores y la determinación de cuándo se han excedido estoslímites.

P rovee protocolos para el muestreo de una amplia gama deindicadores potenciales.

Incorpora los resultados de pruebas de campo en bosquescertificados del Petén, Guatemala.

Fuente: Finegan et al. 2004

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do se considera necesario evaluar elimpacto del manejo en la abundan-cia de especies de árboles y lianas, oen la abundancia de una especieparticular de mamífero o ave.

D e b e, sin embargo, quedar claroque el monitoreo de grupos de espe-cies o especies individuales es, en mu-chas situaciones, una empresa muchomás compleja que el de los indicado-res del filtro grueso. Por esta razón, l aGuía muestra una serie de criteriospara decidir si monitorear o no espe-c i e s, sean grupos o individuales.

En términos generales, las acti-vidades de monitoreo dirigidas aespecies deberían ser consideradasen al menos dos situaciones. L aprimera es cuando las especies queson regionalmente endémicas oidentificadas como amenazadas oen peligro de extinción por CITES,U I C N, o el gobierno central o localse encuentran en la unidad de ma-nejo forestal y cuando estas espe-cies pueden ser impactadas en for-ma adversa por las actividades demanejo (incluso la presencia de ta-les especies puede hacer que elbosque sea designado como de A l-to Valor para la Conservación). L asegunda situación es cuando las es-pecies arbóreas cosechadas tienenpoblaciones cuyas características– a b u n d a n c i a , distribución diamé-trica y otras– sugieren que puedenser susceptibles a declinar o a desa-parecer a nivel local, debido a lacosecha (en la Guía se ofrecen li-neamientos para identificar talesespecies de árboles).

A un nivel más específico, sinembargo, se recomienda el monito-reo de especies únicamente cuandose cumpla cada una de las siguientescondiciones. Las primeras tres sonde naturaleza científica/técnica y lasrestantes ligadas a recursos huma-nos y financieros: Se cree que los impactos sobre

especies de importancia ecológi-ca o de conservación pueden seraltos bajo el manejo forestal queestá siendo implementado.

Se cree que la respuesta de espe-cies no estará altamente correla-cionada con los indicadores defiltro grueso.

Ya sea que: a) hay una clara apli-cación de los datos colectadosque podrían permitir modifica-ciones al plan de manejo o a lasactividades de manejo, o b) la in-formación podría ser útil parademostrar los impactos del ma-nejo a grupos interesados claves.

Un programa de monitoreo rele-vante y práctico, según nuestrasdefiniciones de los términos, es fac-tible dada la disponibilidad de re-cursos y experiencia profesional.

El programa es económicamenteposible dado el tamaño de laoperación de manejo forestal.Esperamos que estas condiciones

se expliquen por ellas mismas. E sevidente que la cuarta y la quinta po-drían ser tomadas como justificacio-nes para no monitorear. Esta no esnuestra intención; lo que pretende-m o s, s e n c i l l a m e n t e, es que los aspec-tos logísticos y financieros formenparte del conjunto de criterios para eldiseño de programas de monitoreo.

Un árbol de decisiones para eldiseño de un programa demonitoreo práctico y relevanteCreemos que un árbol de decisioneses un apoyo valioso para la toma dedecisiones sobre el monitoreo ecoló-gico; por ello, la Guía presenta árbo-les sencillos que enfocan las decisio-nes en dos etapas: la primera orientaal usuario para decidir si un progra-ma de monitoreo es necesario o no,y de ser necesario se entra en la se-gunda etapa que orienta sobre la se-lección de indicadores. Aspectos co-mo la necesidad o no de monitoreary la intensidad de monitoreo son de-cisiones claves que se deben tomarcon base en criterios lo más objeti-vos posibles. La Guía parte del pun-to básico establecido por los P&Cdel FSC, de que el monitoreo debeser apropiado a la escala e intensi-dad del manejo. Esto significa, en

términos económicos, que los costosdel monitoreo deben incrementar odisminuir de forma apropiada a laescala, intensidad y valor de conser-vación del bosque. Si los impactosdel manejo en el bosque parecen sermuy bajos, los manejadores y certifi-cadores deben considerar la posibili-dad de no monitorear. En la Guía seestablece un límite máximo de per-turbación por debajo del cual no seconsidera necesario monitorear. Es-te límite se estableció con base en laexperiencia de los autores y puedeser modificado y adaptado a circuns-tancias específicas. Así, se consideraque si la cosecha dentro de unaUMF es inferior a un número pro-medio de 5 árboles por hectárea oun volumen de madera comercialpromedio de 10 m3/ha (excluyendopara el cálculo las áreas de protec-ción) y no se aplican tratamientossilviculturales, el impacto de las ope-raciones de manejo es bajo y por lotanto el monitoreo ecológico no seconsidera necesario como herra-mienta para alcanzar los P&C delFSC. Somos partidarios del princi-pio de precaución y el manejo adap-tativo, pero reiteramos nuestra opi-nión de que bajo las circunstanciasactuales es contraproducente y has-ta poco ético insistir en el monitoreodel impacto de las operaciones demanejo cuando todo indica que esosimpactos son muy bajos. No permi-tamos que el monitoreo nos distrai-ga de actividades de mayor priori-dad, como el control de amenazasexternas (Sheil 2001). Por otra par-te, si se espera un impacto sustancialdel manejo, entonces se recomiendamonitorear al menos algunos de losindicadores propuestos.

Dentro del marco ya establecidode filtros grueso y fino, los indicado-res incluidos en la Guía (Cuadro 1)han sido seleccionados porque se re-lacionan directamente con los princi-pales impactos, porque en la mayoríade los casos están bien documenta-dos en la literatura científica y técni-ca y, por ende, tienen potencial para

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un monitoreo relevante y práctico, yfinalmente porque en algunos casos,cubren muchas opciones posibles demonitoreo de respuestas de especies(por ejemplo, el indicador 2.1.1, l aabundancia de mamíferos y aves me-dianos y grandes). Como ya se had i s c u t i d o, se prevé que en muchos ca-sos el monitoreo constará de la medi-ción de indicadores de filtro grueso yque se monitorearán especies sola-mente en casos muy bien definidos.

¿Cómo determinar si un cambioes aceptable o inaceptable?El manejo forestal cambiará los va-lores de muchos de los indicadoresecológicos seleccionados para elmonitoreo, pero si un programa esadecuadamente diseñado, detectarámuchos de esos cambios. Nótese queun cambio puede ocurrir sin que seadetectado por el muestreo (esta esuna consideración estadística que nose analiza en el presente artículo).El punto no es detener el manejo siel bosque cambia, ya que el cambioes inevitable; más bien, la clave paraun monitoreo relevante es determi-nar cuánto cambio es aceptable y

cuándo el cambio alcanza nivelesinaceptables. Por ende, los procedi-mientos de manejo se deben de ajus-tar para reducir su impacto. El pro-cedimiento que plantea la Guía paralograr esto es relativamente sencillo.

Con respecto al hecho de definircon precisión el cambio aceptable yel no aceptable, la Guía propone es-tablecer límites o umbrales entre loscambios aceptables e inaceptablespara cada indicador, de manera quesi los cambios en los valores de losindicadores van más allá de esos um-brales, es una señal de alerta para elmanejador sobre la necesidad deuna respuesta de manejo. Así, uncierto grado de cambio activará unarespuesta de manejo, y es por esoque a esos umbrales se les llama enla Guía activadores.

Se ha enfatizado en que los valo-res de los indicadores ecológicospueden cambiar por razones natura-les en comunidades libres de inter-vención humana directa; debido aello, en el monitoreo ecológico seacepta ampliamente la determina-ción de valores de umbrales y activa-dores con base en estimaciones del

rango de variación que presenta elindicador en condiciones naturales ode referencia (Skalski 1995 citadopor Noon et al. 1999). Si los valoresdel indicador en áreas manejadas sesalen del rango de variación natural acausa de las operaciones de manejo,se ha provocado un cambio inacepta-b l e. Note que se debe establecer uncontexto temporal para decidir si uncambio es aceptable o no; por ejem-p l o, si la reducción del área basal delbosque por el aprovechamiento exce-de un activador durante los primerosdos años en un ciclo de corta de 20años, la decisión correcta probable-mente será que el impacto es acepta-ble. Los umbrales y activadores, en-t o n c e s, se fijan con base enestimaciones del rango de variaciónnatural de los indicadores; la evalua-ción del impacto, en consecuencia,es un proceso en el tiempo, no unadecisión puntual y final.

A partir de estas ideas básicas,existen dos enfoques para establecerumbrales para cualquiera de los indi-cadores sugeridos en la Guía. En elenfoque 1 los umbrales pueden serestimados a partir de la variación

Cuadro 1.Indicadores* que pueden ser utilizados para el monitoreo ecológico debosques manejados, incluyendo BAVC

Dimensión Tema Indicador1.1.1. El área basal del rodal1.1.2. La abundancia de árboles, total y por clases de tamaños1.1.3. La apertura del dosel en el sotobosque1.1.4. La estructura vertical del bosque

1.2.1. Las poblaciones de especies de lianas y árboles que juegan un papel claveen la supervivencia de especies animales amenazadas o en peligro de ex-tinción

1.2.2. La composición y abundancia de palmas

1.3.1. Abundancias y estructuras poblacionales de especies arbóreas depen-dientes de bosque

2.1.1. La abundancia de mamíferos y de especies de aves de tamaño mediano ygrande

2.2.1. Tamaños de poblaciones y estructuras poblacionales de especies de árbo-les cosechados susceptibles al declive poblacional

2.2.2. La abundancia de especies de lianas grandes

2.3.1. La composición de la comunidad de aves2.3.2. La composición de la comunidad de mariposas2.3.3. La composición y abundancia del gremio de escarabajos estercoleros

(Scarabaeinae)

*Este es el juego completo incluido en Finegan et al. (2004). Cuando se determina que un programa de monitoreo es necesario, este constará de un grupo de in-dicadores seleccionado según las necesidades del caso y utilizando procedimientos descritos en el texto.

El filtro grueso:estructura ycomposiciónde rodales

Respuesta deespecies

1.1. Estructura horizontal yvertical

1.2. Otros elementos clavesde estructura

1.3. La composiciónde especies de árboles

2.1. Mamíferos y avesmedianos y grandes

2.2. Especies dire c t a m e n-te impactadas por lasoperaciones de manejo

2.3. Grupos indicado-res de perturbación

38 Recursos Naturales y Ambiente/no.42

estadística en los sitios de referen-c i a ; en el enfoque 2 esto se hace apartir de la cantidad absoluta decambio en los sitios de referencia.Para ambos enfoques se definentres tipos de umbrales: umbral decambio bajo, umbral de cambiom o d e r a d o y umbral de cambio alto.En el Recuadro 2 se establece ladefinición para cada uno de estosumbrales y la forma como se pro-pone calcularlos para el caso delenfoque 1, que es el más confiablepara establecer comparaciones.

La Figura 1 ilustra la notaciónmatemática en que se fundamentanlos cálculos y ofrece una breve expli-cación de su interpretación, en laque se confrontan los valores de losumbrales calculados a partir de lainformación de las áreas de referen-cia con el valor promedio estimadoen las áreas manejadas más una me-dida de su variabilidad (el intervalode confianza al 95%). La escogenciade un valor de umbral en particularpara ser usado como activador de-pende de una variedad de factores.Cinco factores interrelacionados sedeben considerar al establecer los va-lores de los activadores: objetivos dec o n s e r v a c i ó n , la necesidad de precau-c i ó n , la sensibilidad para la conserva-c i ó n , la sensibilidad de medición y lacantidad de variación natural. A l g u-nos de los umbrales propuestos pue-den ser muy conservadores para algu-nos activadores y muy liberales paraotros. Los valores presentados en es-ta Guía deben servir como punto departida para ayudarle a desarrollarel programa de monitoreo. Le invi-tamos y alentamos a modificar esosvalores, o a seleccionar otros umbra-les más apropiados para las situacio-nes particulares que usted enfrente.

El monitoreo ecológico en lapráctica: la validación de la GuíaResulta útil dar algunos ejemplos decómo las ideas y los procedimientosque se han descrito aquí pueden fun-cionar en la práctica. Del conjunto deindicadores enumerados en el Cua-

dro 1, se considerarán, de los de filtrog r u e s o, la estructura del rodal y de losde filtro fino, los mamíferos y avesmedianos y grandes. El enfoque quese usará para establecer los valores delos umbrales y para determinar si losvalores de los activadores han sidoexcedidos se basa en la variación es-tadística del indicador en áreas de re-ferencia (el enfoque 1 descrito en Re-cuadro 2). La información provienedel ejercicio de validación de la Guíarealizado en la Concesión de ManejoForestal Comunitario Uaxactún en elDepartamento del Petén, G u a t e m a l apor Pinelo y Radachowsky (2003).

Uaxactún se encuentra en el cora-zón de la Reserva de la Biosfera Ma-y a , y tiene un área de 83 000 ha debosque húmedo tropical de tierrasb a j a s. Un estudio preliminar ejecuta-do por Morales y Radachowsky(2003) establece que esta UMF es unBosque de Alto Valor para la Conser-vación por su importancia para la bio-diversidad a nivel de especies( AV C 1 ) , como parte de un gran bos-que a nivel de paisaje (AV C 2 ) , p o r-que satisface las necesidades básicasde las comunidades humanas locales( AVC5) y por su papel crítico en laidentidad cultural de esas comunida-des (AV C 6 ) . Como ocurre a menudoen Mesoamérica, el bosque de Uaxac-tún fue aprovechado antes de que lasoperaciones de manejo formal inicia-r a n ; a s í , durante la década de 1970 seextrajeron grandes árboles de caoba.El compartimiento de cosecha anualen el que se realizaron las evaluacionesde los indicadores presentes en la Guíafue aprovechado nuevamente, esta vezmediante técnicas de impacto reduci-d o,en 1999. La intensidad promedio decosecha fue de solo 0,84 árboles porhectárea (2,13 m3 de madera por hec-t á r e a ) . El árbol de decisiones de laGuía lleva a la conclusión de que, p o rel criterio de intensidad de interven-ción del bosque no se requiere monito-reo ecológico en Uaxactún, pero portratarse de un BAV C, según el Princi-pio 9 del FSC, sí se requiere monitoreoecológico en la UMF.

Muestreo y análisis para el monito-reo de los indicadores. Pinelo y Ra-dachowsky establecieron un área de 1km por 1 km (100 ha) para el mues-treo en el compartimiento cosechadoen 1999, cuya área total es de 150 ha.Una área idéntica fue establecida enun bosque no aprovechado con simi-lar composición y estructura, 1 km alsur del área aprovechada. Los indica-dores de la estructura y composicióndel rodal que se tomaron para esteejemplo son el 1.1.1 área basal del ro-dal y el 1.1.2 densidad del rodal (verlista completa de indicadores en elCuadro 1). Ambos fueron evaluadosen transectos de 500 m de largo en ca-da área. Para el muestreo de indica-dores de la respuesta de especies dea n i m a l e s, se seleccionó el Indicador2.1.1 abundancia de mamíferos y avesde tamaño mediano y grande. E lmuestreo para este indicador fue he-cho en transectos de 1 km de largo y1 m de ancho en cada una de las dosá r e a s ; se registraron las huellas en-c o n t r a d a s, así como avistamientos yv o c a l i z a c i o n e s. Los datos de cada unade las tres fuentes (huellas, a v i s t a-mientos y vocalizaciones) fueron jun-tados para el análisis y convertidos aobservaciones por kilómetro, p a r aefectos de análisis y reporte de resul-t a d o s. Como unidad muestral se con-sideró el transecto. Los protocolosdetallados para los indicadores se en-cuentran en el Anexo A de la Guía( Finegan et al. 2 0 0 4 ) . Los indicadoresde filtro grueso fueron medidos porpersonal experimentado en el manejof o r e s t a l ; la evaluación de animales fueejecutada por una institución interna-cional de conservación de vida silves-t r e, que empleó a cuatro personas ca-pacitadas para el muestreo devertebrados en transectos.Relación de los indicadores evalua-dos y los AVC. Los autores conside-ran que el monitoreo de indicadoresde filtro grueso es adecuado parabosques con AVC de biodiversidad.Algunos de los vertebrados mues-treados en la validación de camposon especies que, por alguna razón,

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El enfoque 1 se basa en la idea de que un cambio acepta-ble en un indicador en un sitio manejado (tal como el área ba-sal o la estructura vertical del bosque –ver Indicadores 1.1.1 y1.1.4 en Cuadro 1) puede ser evaluado con base en la cantidadde variación observada para la misma característica en los si-tios de referencia a través del tiempo: el rango de variación na-tural del indicador. Esto porque es probable que los cambiostiendan a ocurrir en los sitios de referencia, y para estar segu-ros de que los cambios observados en el sitio manejado se de-ben a las operaciones de manejo, se debe decidir si este cam-bio es mayor que el cambio natural registrado en el sitio dereferencia. Se sugiere, por consiguiente, usar una medición es-tadística de variación calculada a partir de los datos en los si-tios de referencia (la desviación estándar) como medida de lacantidad de variación que podría observarse en el sitio mane-jado si este no tuviera manejo. Para tomar en cuenta las dife-rencias potenciales en las condiciones iniciales de los sitiosmanejados y los sitios de referencia, esta variación debe utili-zarse en relación con las condiciones anteriores al tratamientodel sitio manejado para establecer valores de umbrales. A con-tinuación se muestra cámo calcular los valores de umbrales si-guiendo este enfoque. En la Figura 1 se ilustra como se inter-pretan los resultados. Este enfoque es similar al tomado porGhazoul y Hellier (2000).

Umbral de cambio bajo. Un umbral de cambio bajo se al-canza cuando la disminución en un valor del indicador enun área manejada, en un momento en el tiempo y en rela-ción con los niveles registrados antes de que iniciara el ma-nejo en el mismo sitio, excede en una cantidad que corres-ponde al valor de una desviación estándar del valorpromedio del indicador en los sitios de referencia.Umbral de cambio moderado. Un umbral de cambio mode-rado se alcanza cuando la disminución en un valor del indi-cador en un área manejada, en un momento en el tiempo yen relación con los niveles registrados antes de que inicia-ra el manejo en el mismo sitio, excede en una cantidad quecorresponde al valor de dos desviaciones estándar del va-lor promedio del indicador en los sitios de referencia.Umbral de cambio alto. Un umbral de cambio alto se alcan-za cuando la disminución en un valor del indicador en unárea manejada, en un momento en el tiempo y en relacióncon los niveles registrados antes de que iniciara el manejoen el mismo sitio, excede en una cantidad que correspon-de al valor de tres desviaciones estándar del valor prome-dio del indicador en los sitios de referencia.Matemáticamente, los valores de los umbrales se pueden

representar comoT = x - y(s)

donde T es el valor de umbral, x es el estimado del valor del in-dicador (o el promedio de los valores estimados en varios si-tios) en el sitio manejado antes que se iniciara el manejo, y es

la constante del umbral de cambio, y s es la desviación están-dar de los estimados de los valores del indicador en los sitiosde referencia. El estimado de la desviación estándar debe cal-cularse a partir de los datos colectados en múltiples unidadesde muestreo de referencia a lo largo del tiempo. La constantedel umbral de cambio, y, es igual a 1 para umbrales de cambiobajo, 2 para umbrales de cambio moderado y 3 para umbralesde cambio alto.

Se ha escogido este procedimiento para establecer los um-brales porque: 1) es relativamente simple de calcular y no re-quiere de gran capacitación en estadística ni acceso a progra-mas estadísticos; 2) se basa en principios básicos de biometríay teoría del muestreo, y 3) la comparación basada en la varia-ción en los sitios de referencia es consistente con los enfoquesmodernos de conservación que promueven el mantenimientode la variabilidad dentro del rango de variabilidad natural (aun-que reconocemos que los sitios de referencia no son, por lo ge-neral, una base rigurosa para establecer el rango total de varia-ción natural).

Figura 1. Umbrales para el valor del indicador con base en la variaciónen los sitios de referencia. Los umbrales se basan en un múltiplo de ladesviación estándar de la población estimada en los sitios de referen-cia. En la situación A, el cambio del valor del indicador al final delperíodo de muestreo es aproximadamente 1,5 veces la desviaciónestándar en las parcelas de referencia. En esta situación, el cambioexcede el umbral de valor bajo pero no el moderado. En la situación B,el cambio excede el valor moderado, pero no el alto. Si el valor del acti-vador se pusiera en el valor moderado, sería apropiado hacer cambiosen el manejo con la situación B pero no con la situación A.

Recuadro 2.¿Cómo determinar si un cambio en el valor de un indicador es aceptable o inaceptable?Establecimiento de umbrales de cambio para indicadores a partir de la variación estadística en los sitios de refe-rencia, según el enfoque 1

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contribuyen a que Uaxactún se con-sidere un BAVC debido a la impor-tancia de su biodiversidad a nivel deespecies (AVC 1). Un ejemplo es lapava Penelope purpurascens (Mora-les y Radachowsky 2003).Umbrales de cambio y valores de ac-t iv a d o r e s. Se partió del hecho de quepor ser un BAV C, podría ser más con-veniente utilizar umbrales de cambiobajo para Uaxactún. Estos fueronusados para los indicadores de estruc-tura y composición del rodal. No sepudieron establecer umbrales paralas especies animales, por razones quese discutirán más adelante.Resultados para indicadores es-tructurales. La Figura 2 muestra losresultados del monitoreo para Ua-xactún. Es necesario primero apun-tar que no existen datos anteriores almanejo para el área manejada en es-te sitio. Esto significa que los impac-tos del manejo son evaluados bajo elsupuesto de que los valores del indi-cador en el área de referencia sonrepresentativos de los que existieronen el área manejada antes de quecomenzara la perturbación. Este su-puesto es probablemente razonablepara indicadores de la estructura delrodal, pero debe ser tratado con ma-yor cuidado para indicadores com-posicionales, así como para indica-dores de la respuesta de especies.Los datos muestran, como es de es-perar, que una intensidad de cose-cha baja sin silvicultura produce im-pactos apenas detectables en los dosindicadores estructurales presenta-d o s. Los umbrales establecidosusando los datos del área de refe-rencia son muy amplios. Sin embar-go, los datos del área manejada indi-can claramente que el impacto de lacosecha fue muy bajo, y los intervalosde confianza al 95% de los prome-dios de las áreas manejadas aun notraslapan el umbral de cambio bajo.Resultados para indicadores de res-puesta de especies animales. Los da-tos de vertebrados para Uaxactúnofrecen un retrato mucho menos cla-ro que el que se observa para la es-

tructura del rodal. Existen dos razo-nes para que esto suceda: una es lafalta de datos anteriores al manejopara el área manejada, y la otra es lagran varianza en los estimados, lo quehace que estos no sean muy confia-b l e s. La Figura 3 muestra el númeropromedio de observaciones de verte-brados por kilómetro en las áreasaprovechadas y de referencia.E x i s t e nmarcadas diferencias entre las dosáreas y algunos vertebrados solo seencontraron en una u otra área (noteque la abundancia de algunos anima-les del bosque, o al menos la frecuen-cia con que son observados, p u e d everdaderamente aumentar en losbosques aprovechados). Lo anteriorhace que no sea práctico ni relevante,con respecto a los objetivos del moni-t o r e o, usar tales datos para intentardeterminar los impactos del manejosobre las especies en cuestión.La ma-

yoría de las especies o grupos de es-pecies fueron observados ocasional-m e n t e : muchos de los valores prome-dios son menores a 0,5o b s e r v a c i o n e s / k m . A d e m á s, estos in-dicadores de respuesta de especiesfueron extremadamente variables.Ejemplos específicos de la variabili-dad de los indicadores se muestran enel Cuadro 2. Note que las desviacio-nes estándares para la ardilla deDepp y el mono araña en el área dereferencia son grandes, de modo quelos coeficientes de variación del nú-mero de observaciones por kilómetrose encuentran arriba del 100% en elcaso de la ardilla y arriba del 200%para el mono araña. De igual forma,los intervalos de confianza al 95% pa-ra los valores promedios del áreaaprovechada son amplios. Los estima-dos de los promedios tienen clara-mente poca precisión y las desviacio-

Figura 2. Evaluación gráfica de los indicadores de estructura del bosqueusando el procedimiento descrito por Finegan et al. (2004) a) área basalb) densidad del rodalLos datos son de la Concesión de Manejo Forestal Comunitaria Uaxactún,Guatemala (Pinelo y Radachowsky 2003). Ver descripción del sitio,muestreo e interpretación de los resultados en el texto.

nes estándares podrían no ser útilespara el establecimiento de umbrales ya c t i v a d o r e s, debido a que las cantida-des de cambio que podrían ser consi-deradas como aceptables serían muyg r a n d e s, aun para el umbral de cam-bio bajo. Fi n a l m e n t e, un punto gene-ral es que, al menos en el caso de lasobservaciones visuales, las especiespueden parecer más abundantes enlas áreas recientemente aprovechadasd e b i d o, s i m p l e m e n t e, a que estas sonmás abiertas y los mamíferos y lasaves son más fácilmente observables.Al contrario, si la regeneración sevuelve densa pocos años después dela p r o v e c h a m i e n t o, la situación inversatomaría lugar. De este modo, la habi-lidad de los observadores para detec-tar animales puede a menudo diferirentre áreas, sesgando los resultadosdel monitoreo.Discusión de la validación. La valida-ción en Uaxactún sugiere que puedenencontrarse señales más claras de losimpactos del manejo a partir de los in-dicadores de la estructura del rodalque a partir de los indicadores de larespuesta de especies animales. E s t eresultado sostiene, a su vez, la posiciónde que el monitoreo de la estructura ycomposición del rodal es una propues-ta práctica y relevante, mientras que elmonitoreo de los indicadores de la res-puesta de especies debería requerirsesolo en circunstancias especiales.

Consideramos que, por sentidocomún y por ética, debe hacerse mo-nitoreo tal y como lo pide el FSC,pero de una manera apropiada a laescala e intensidad de la operaciónde manejo forestal. A veces se pue-de prescindir del monitoreo. Los re-sultados de Pinelo y Radachowskyen Uaxactún cumplen con la simplee intuitiva expectativa de que los im-pactos del manejo sobre la estructuradel rodal son proporcionales a la in-tensidad de la intervención, y que es-te bosque del Petén tiene impactosmuy bajos. Hay que preguntarse quése gana con obligar a la comunidadque opera la concesión a monitorear,solo porque su UMF es un BAV C.

Otro punto que hemos enfatiza-do es la dificultad de obtener infor-mación confiable a un costo acepta-ble, sobre los impactos del manejoen las especies que, por muchas ra-zones, pueden ser importantes paralos grupos de interés. Si se contaracon datos anteriores al manejo, estoshubieran podido ayudar a la inter-pretación de los resultados del mo-nitoreo de las especies animales,aunque una posibilidad importanteque los resultados enfatizan, es quealgunos animales pueden de hechoser observados con mayor frecuen-cia en áreas aprovechadas que enáreas de referencia. Las especies pa-ra las cuales tal patrón de respuestaha sido demostrado deberían, pro-bablemente, no ser monitoreadas.

ConclusionesLos P&C del FSC han establecidodesde su formulación inicial que elmanejo forestal, para ser sosteni-b l e, debe ser adaptativo y que porlo tanto, el monitoreo constituyeuna herramienta imprescindibledel manejo. La certificación fores-t a l , sin embargo, no ha logrado aúnconcretar ni aplicar un enfoqueconsistente para un monitoreo eco-lógico relevante y práctico de losbosques certificados, apropiado ala escala y a la intensidad de cual-quier operación de manejo.

Por lo anterior, el desarrollo detécnicas relevantes y prácticas de mo-n itoreo ecológico para bosques certifi-cados bajo el sistema FSC es uno delos temas prioritarios para contribuir a

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Cuadro 2. Abundancia de tres especies de vertebrados en áreas aprovechadasy de referencia, usando los procedimientos descritos por Finegan et al.(2004). Concesión Forestal Comunitaria Uaxactún, Guatemala

Área de referencia Área aprovechadaPromedio Desviación Promedio 95% Intervalo

estándar de confianzaArdilla de Depp(Sciurus deppei) 1,00 1,02 0,46 0,33Pava (Penelope purpurascens) 0,00 0,00 0,29 0,12Mono araña(Ateles geoffroyi) 0,85 2,32 2,96 1,39

Fuente: Datos de Pinelo y Radachowsky (2003)

Figura 3. Mamíferos y aves terrestres observados en transectos en la ConcesiónForestal Comunitaria Uaxactún, GuatemalaNúmero de observaciones por kilómetro en áreas aprovechadas (barras oscuras)y de referencia (barras abiertas).Datos de Pinelo y Radachowsky (2003); ver texto para más detalles.

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la sostenibilidad del manejo forestalen el trópico americano. La prioridaddel tema es especialmente alta en elmanejo de Bosques de Alto Valor pa-ra la Conservación, ya que el Principio9 de los P&C del FSC requiere un mo-nitoreo riguroso de los Altos Va l o r e sde Conservación de tales bosques. E lm o n i t o r e o, sin embargo, no es un finen sí, sino que debe ser parte de unaestrategia de conservación dentro delplan de manejo, la cual se fundamentaen la reducción de los impactos delmanejo y la detección y control deamenazas externas mayores, como losincendios y la invasión de tierras.

Ya que el monitoreo requiere deinversiones financieras y de recursoshumanos de parte de los manejadoresdel bosque, y que sus resultados pue-den conducir a cambios en las opera-ciones de manejo y posiblemente, e nel flujo de caja de la empresa, las me-todologías utilizadas deben ser lasmás confiables posibles, técnica yc i e n t í f i c a m e n t e, dentro del marco lo-gístico y financiero de la empresa.

Para convertirse en una herra-mienta práctica para el manejo fores-tal dentro del contexto anterior, el mo-nitoreo ecológico debe enfocarse en ladeterminación de los impactos ecoló-gicos p r ovocados por las operacionesde manejo. Hay que determinar, e n-t o n c e s, las tendencias en el tiempo delos valores de los indicadores en lasáreas manejadas, comparándolas conlos valores antes del manejo, y con las

tendencias en las áreas de referenciano manejadas. A s i m i s m o, los indica-dores monitoreados deben ser fácilesde medir y mostrar una relación claracon los impactos que el manejo provo-c a . En muchas situaciones, los indica-dores serán de estructura y composi-ción de la vegetación, que soncaracterísticas importantes del bosqueen sí, y que además representan indi-rectamente las condiciones de hábitatde muchas especies que no se puedenmonitorear directamente.

El manejo forestal cambiará el bos-que en un grado, en términos genera-l e s, proporcional a la intensidad de in-t e r v e n c i ó n . Una de las claves para unmonitoreo relevante es la determina-ción de cuánto cambio es aceptable ycuándo el cambio llega a ser inacepta-b l e, por lo que deben modificarse lasoperaciones de manejo para mitigarlo.Entre las consideraciones que influyenen la definición de umbrales de cambiofiguran la importancia de la conserva-ción del bosque y la sensibilidad esta-dística del indicador.

El monitoreo sin objetivos clarosni metodologías adecuadas es unapérdida de tiempo y recursos, no unaherramienta de manejo forestal. Sipor razones logísticas y financierasun monitoreo relevante y prácticono se puede lograr en una operaciónde manejo determinada, es mejor nohacer nada, antes que fomentar unarecolección de datos a ciegas y lla-mar a eso monitoreo.

La propuesta para el monitoreoecológico del manejo forestal queesboza el presente artículo se pre-senta como un estímulo y primer pa-so para la incorporación del procesoal manejo forestal como herramien-ta útil.Tenemos en este momento in-formación de validación de algunosde los enfoques que propone laGuía –la experiencia obtenida deUaxactún-, pero somos concientesde que es necesario avanzar más eneste sentido y confrontar los enfo-ques propuestos con una mayor di-versidad de condiciones.

AgradecimientosAgradecemos a las siguientes institu-ciones que por diversos medios hicie-ron posible este trabajo: WWF Cen-t roamérica, Naturaleza para la Vi d a(NPV), PROARCA, el Consejo Nacionalde Áreas Protegidas de Guatemala( C O N A P ), Wildlife Conservation Society(WCS), Smartwood, Universidad de SanCarlos, Proyecto Mejoramiento de laCompetitividad y Desempeño Ambientalde Pequeñas y Medianas Empresas Fo-restales en América Central (FOMIN),Asociación de Comunidades Fore s t a l e sde Petén (ACOFOP) y PROPETEN.En particular, quisiéramos también agrade-cer a las personas que dieron un valiosoaporte a la Guía de Monitoreo, a través desus comentarios y sugerencias brindadosen los talleres y en las revisiones de los bo-r r a d o res. Ellos son: Lenín Corrales, NaikoaA g u i l a r-Amuchastegui, José Román Carre-ra, Gustavo Pinelo, Lincoln Quevedo,Claudio Méndez, Bastiaan Louman, Je-remy Radachowsky, Rudy Guzmán, JulioMorales, Mario Jolón, Kathleen McGinley,Julio Madrid y Manuel Manzanero .

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Literatura citada