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~sin% < i i i oarin i eL,r 1la El mor Lorenzo s unza P., vicie s ~ola al ~ I IIm®tIQnr rector del Instituto, fue encargado in - terinamente de la rectoría . Este caba- llero había estado vinculado a la educación nacional por largo tiemi~ g y s u cola U;a sapión eficaz con el señor Fado en el cargo de vire-rector lo acn~Liba s ba, en cierta medida, para continuar la política educativa de aquél . Le tocó actual en un ueriodo difícil en que la disciplina del colegio ten - día a relajare?, ya que las causas exteriores que motivaron la renuncia d e Fado necesariamente habían de tener su repercusión en el establecimient o Por otra parte el cambio a h nuevos edificios del Instituto dema aro n de él gran atención en el acomodamiento de los alumnos internos especial - mente, to que no rr, @ estaba bien consultado en el nuevo local para l a comodidad de estos ; siempre fue necesario sugerir pequeñas reformas, sos a talaciones etc . Sin embargo, en la vida de un plantel, que, como el Instituto, aspira a convertirse en foco director de las tendencias progresivas s un ueb , e s muy debe o el aspecto de su dirección . No bastan para su buen éxit o la na voluntad ni la práctica con resultados, más o menos satisfactorios , en instituciones educativas menos destacadas ; las condiciones que deb e llenar un rector van mucho más allá de lo mediocre, de lo improvisado, 7 no es ciertamente el azar el que depara hombres selectos capaces de impri- mir un rumbo espiritual y material superior a la organización confiada a s u cuidado . El gobierno, pues, debía buscar con empeño esa persona que e l Instituto necesitapara elevarse a la altura de su importante misión en l a R etfa, eI muevo IRector, Las rstiones que el gobierno Na - cional huyas en el extranjero en la bús- queda de un individuo competente para la dirección del Instituto, diero n por resultado la contratación del doctor Genrge Cuete., de nacionalidad ale - mana, para el I, cato de rector . Las perspectivas lisonjeras que la secreta- rla de instrucción pública se forjó acerca del éxito del nuevo ;efe del Insti- tuto, quedaron fallidas a juzgar por el iuicio que el doctor Preciado consign a ° en la memoria de 1922 respecto de la gestión administrativa de Goeta a quien se le rescindió el contrato pocos meses después de estar al frente de l v' e tel. Al doctor Grieta se le censuraba con frecuencia su incapacidad par a mantener una disciplina adecua en el Instituto. Sus rencillas . ' ríales con los profesores alemanes que llegaron al país con él y que trabajaban L a j o su dirección, también le hicieron mucho daño, lo mismo que su falta de tact o para lograr una colaboración real y eficiente de del -cr grado. La nota culminante de su actuación v que mereció la separación vio - lenta de su cargo, fue la pea licación en ' alta Estrella de Panamá ° de un ar- ticulo en el cual pronunciaba en contra de los secretarios de instrucció n jai lag ica, violando así una cláusula de su contrato con el gobierno, en que se l e prohibía criticar la la !a, sr de sus superiores . Nuevamente queda el Instituto sin rector, y nuevamente surgía el con- flicto acerca de uién debía ocupar la vacante producida . Como el seño r Barrosa continuara ' , como vise- r, se le volvió a encomendar provisional - mente de la rectoría . Loa reveses sufridos por el Inslrt^ .a- ~~r, f c " tje- to con la inestabilidad de sus rectores. ene y muevas fl° tuvieron su corni l 1 Mitl i en la mejor a que, poco a 1,ae iba aarauno en el personal del profesorado . Sin embargo, también la basta Helad de la s Nueve=

El mor Lorenzo sunza P., vicies < i i i oarin eL,r al Ibdigital.binal.ac.pa/bdp/inst3.pdf · El gobierno, pues, debía buscar con empeño esa persona que e l Instituto necesitapara

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~sin% < i i i oarini eL,r 1la

El mor Lorenzo sunza P., vicie s~ola al ~ I IIm®tIQnr

rector del Instituto, fue encargado in -terinamente de la rectoría. Este caba-

llero había estado vinculado a la educación nacional por largo tiemi~ g y sucolaU;a sapión eficaz con el señor Fado en el cargo de vire-rector lo acn~Liba sba, en cierta medida, para continuar la política educativa de aquél .

Le tocó actual en un ueriodo difícil en que la disciplina del colegio ten-día a relajare?, ya que las causas exteriores que motivaron la renuncia deFado necesariamente habían de tener su repercusión en el establecimientoPor otra parte el cambio a h nuevos edificios del Instituto dema aro nde él gran atención en el acomodamiento de los alumnos internos especial-mente, to que no rr, @ estaba bien consultado en el nuevo local para l acomodidad de estos ; siempre fue necesario sugerir pequeñas reformas, sos atalaciones etc .

Sin embargo, en la vida de un plantel, que, como el Instituto, aspira aconvertirse en foco director de las tendencias progresivas s un ueb , es

muy debe o el aspecto de su dirección . No bastan para su buen éxit ola na voluntad ni la práctica con resultados, más o menos satisfactorios,en instituciones educativas menos destacadas ; las condiciones que debellenar un rector van mucho más allá de lo mediocre, de lo improvisado, 7no es ciertamente el azar el que depara hombres selectos capaces de impri-mir un rumbo espiritual y material superior a la organización confiada a sucuidado. El gobierno, pues, debía buscar con empeño esa persona que e lInstituto necesitapara elevarse a la altura de su importante misión en l a

R etfa, eI muevo IRector,

Las rstiones que el gobierno Na-cional huyas en el extranjero en la bús-

queda de un individuo competente para la dirección del Instituto, diero npor resultado la contratación del doctor Genrge Cuete., de nacionalidad ale -mana, para el I, cato de rector. Las perspectivas lisonjeras que la secreta-rla de instrucción pública se forjó acerca del éxito del nuevo ;efe del Insti-tuto, quedaron fallidas a juzgar por el iuicio que el doctor Preciado consigna

° en la memoria de 1922 respecto de la gestión administrativa de Goeta aquien se le rescindió el contrato pocos meses después de estar al frente de lv' e tel.

Al doctor Grieta se le censuraba con frecuencia su incapacidad paramantener una disciplina adecua en el Instituto. Sus rencillas . ' ríalescon los profesores alemanes que llegaron al país con él y que trabajaban L a josu dirección, también le hicieron mucho daño, lo mismo que su falta de tactopara lograr una colaboración real y eficiente de

del -cr grado.La nota culminante de su actuación v que mereció la separación vio -

lenta de su cargo, fue la pea licación en ' alta Estrella de Panamá ° de un ar-ticulo en el cual pronunciaba en contra de los secretarios de instrucciónjai lag ica, violando así una cláusula de su contrato con el gobierno, en que se l eprohibía criticar la la !a, sr de sus superiores .

Nuevamente queda el Instituto sin rector, y nuevamente surgía el con-flicto acerca de uién debía ocupar la vacante producida . Como el señorBarrosa continuara ', como vise- r, se le volvió a encomendar provisional -mente de la rectoría .

Loa reveses sufridos por el Inslrt^.a-~~r, f c "tje- to con la inestabilidad de sus rectores.ene y muevas

fl° tuvieron su corni l 1 Mitl i en la mejoraque, poco a 1,ae iba aarauno en el

personal del profesorado. Sin embargo, también la basta Helad de las

Nueve=

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Oaecst dar estudio fue otra pub r que tuvo que pasar la inetitudi6n contrae°e perjuicio para su organizacion interna y con grandes desventa°as par ael traleijo de be profesos que por su competente estaban allú todos a le-vantarla a un nivel superior de emciencia.

Adquisiciones valiosas en el campo del recado fueron hasta ciertopunto, los octoses alemanes E ~no y Otto que sirvieron con diferen-te hito las có d as de matemáticas y ciencias naturales, respectivamente ,hasta 1919, cuando regresaron a Europa.

El primero de estas

era realmente un excelente matemático,muy honr' .lo y sumamente severo y mmetieulpso en sus relaciones con la salumnos. De ©n un pocoapno, intransigente, y fanático y, tamo otraparte, mal adapi~slo a las condiciones de un plantel en donde no reinaba nlas prácticas del culto católico, su paso por el Instituir fue una constant efuente de sogueas molestias erradas inteligencias que dismin

n enmucho la calidad de sus servir . n•- Sin embargo, el cursa srior de Ma-temáticas que se Ile confió en eIl

Mil, fuera de sus clases en el l°?

en lanormal, dieron el resultado positivo de cuatro valiosas unidades rolsonado nacional que acreditan su enseñanza . Estas fueron: l Serta AliciaA. de Roy, Julia de Urriola, Cristóbal A . de Urriola y Alejandro Cal., Vera .El otro ,t, l -.n , Luta, sin vinculo alguno de11 1

protestante de religión, de carácter más soci atumlrr . de la vida local, pero de moral -huella y sus servicios en la cátedra, no obstante que preparó un aiablehl . r de ciencias naturales, que anda todavía por nuestras escuelas, se re -cuerda

menos c' ,, er

.El señor Richard N maman que tanto arraigo ha tenido en nuestra s

esferas educativas, ya sirviendo en el cargo de profesor, ya de vise-rotor yrector, ya como inspector general de enseñanza primaria, también ll o conloa mencionados profesores en 1911, contratado para di ° ir la sección norma ldel Instituto, biensque de hecho solo se ocut, en dictar clases de pedago-gía de dicha sección . Su influjo ha sido considerable como lo veremos másadelante.

Otros rarores, extranjeros y nacionales que ya mencionamos en otr asección, . ; ~nhs de nuevos elementos panameños como Eic r,la J . Alifara,

granel Patino, recientemente fallecido, Harmodio Arias, José de la Cruz Matrera,Guu* lerdo Faltaran Jr ., Melchoe lLasso de la Vega, Nicsl' Vie -

toria Manuel A . Algnero, coma !daban el profeso í en este período quehemos llamado de prueba por andar en éll las medidas provisionales de

o orden los e

infdices en determinados aspectos, como las fre -cuentan .1

t i

a las necesidades de nuestro Instituto dándole la seguridad de su estabilida dy permanencia dentro de la organización [ . agégiea nacional .

R

]pr,

° En ato; si diffueil era aclimata ren nuestro medio una institución d eorientación francamente liberal en lo

rife el liberalismo tiene de aceptable y permanente polifica y socialmente ,

difícil ambién resultaba acomodar el funcionamiento de esta institución enuna segura ore ión técnica desde el punto de vista educativo.

Los primeros planes de estu .~' qdades de los primeros tiem-

pos de su funcionamiento .No o '.:-

, nada tan com~ .J e °o como la elaboración de un plan de ea-hindi" ya

éste debe conciliar los intereses

que está llamado aservir, con Has necesidades de la naturaleza individual de los educandos so-

ntesco con don Eugenio,ymásadaptado ~ a las ces-

tonal más débil, dejó menos

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metidos a su disciplina, problemas estos de los más trascendentes de la so-cioâ ° y la °

' educativa .Los méritos en organización, administración y mel:~os educativos

reducidos a una mínima expresi si lo que se manita no estuvierade acuerdo con las demandas que ,su mejoramiento hace Ha sor ' lad a lamuela.

~ente si el programa de estudios en la escuda secundaria no hasido elaborado teniendo presente Has diferencias indio 'Males, Has capacida-des, actitudes, hábito y carácterlsticas especiales que por virtud del cambi oa la adolescencia experimentan los estudiantes de se~da a An , puede• orarse que H resultados de la labor educacional llegan a ser en entenegativos .

EH Instituto, es verdad, estaba destinado en su esencia a plantel de en -• rasa secun ria,día con mayor interna

da

la carencia de maestros pee se hacía sentir, cada, a medida que la i blacion escolar iba aumentan -

do en Ha república, hizo indispensable la incorporación de est<<!ios normalesen el mismo establecimiento tal como lo dispuso el decreto orgánico del co -legio. Por otra parte, la ley 22 de 1917 hacia de este un plantel en que s eensellarían ramos esionales casi de carácter universitario, lo que, desdeel principio, fue inr acticable dada Ha escasez de alumnos preparadosdisciplinas su res . hule+ , pues, que conciliar todas estas circunstancias ,y de olla el p de estudios en la forma como se anloptó en el decreto N . 17de 8 de marzo de 1 ssi *

Lo que se criticó a estos primeros planes fue la distribución de materiasen ciclos y la promiscuidad en un ciclo común, el inferior, de los estudiante sdestinados a graduarse de bachilleres, de maestros, de contables o maestrosde obras .

En la polémica que el señor Fado rostuao con don Nicolás Victoria p . ,este ed or discurre prolijamente sobre la necesidad de separar desde e lprincipio a los alumnos que hacían estudios para el bachillerato de los qu ese preparaban en la carrera del magisterio y demás ramas de estudios pro-fesionales . Para el senior Victoria la conveniencia de independizar l ación normal era absoluta, pues sotana que das años eran insuficientes par acubrir los estudios teóricos especiales y la práctica ped que la pro =fe i ° de maestros requiere en los que a ella se I ican, ya que los tres pri-meras años les hacían Has alumnos maestros en el ciclo inferior, común a to -dos, como hemos ea _a11c_ do ya .

Estas v otras consideraciones sobre la í ole de la ensellanza cíclicaen el liceo trances que, según estimaba el doctor Preciado, se trataba de co-piar en la organización del Instituto, i~~ ujeron a este secretario de instruc-ción pública, 'después de consultar a una junta de personas interesadas en lesproblemas educativos del país, a m® liflcar los primitivas del Institu-to por medio de loa &acre – : ejecutivos @ 159 de 1911 y ® 2 de 1912 .

Elle aquí tif,,o el w. Preciado defiende las reformas efectuadas por él ,en la memoria que presentó a la Asamblea de 1912 :

"]Esta manera de organizar la ensefianza secundaria en un ciclo inferiorde estudies comunes cae otro cielo superior diS,'r en cuatro seccionesdiferentes es, era mi humilde opinión, poco acertada . Estimo que las sec-ciones que allí se reúnen deben tener independencia más completa y debe nsepararse más temprano. En este sistema de organización se confunden, enlos tres ricros artos, lo que es propiamente la eneefianea secundaria e sec-ción de umanida del ciclo superior – can les estudios comer-ciales y técnicos que son ramos muy distintos y especialea y que por lo gene -ral estudian desde su princi` en escuelas especiales : escuelas normales,primarias, institutos cosiere°

y escuelas de artes y oficios . í!1¡..°~,,, que

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saálaa deberíamos considerar como enseñanza semi aria aquella que sirv epara proporcionar los conocimientos generales a la iniciación de los estudiossupedores. Las otros estudies pertenecen a escuelas muy especiales y debenelaséierrse aparte. La sección normal producirá normalistas o maestrosale e :cuelas primarias, la comercial, peritos mercantiles y la tl enea inferior,artesanos, que dist'e de la otra superior que

a las ingenieros y arequitados de que hal . ~a el artículo 39del susodicho decreto número 17 dellvn9, pero ni nguna de ellas producirá bachilleres . La división de la ense-ñanza en dos ciclos de estudios ha sido adoptada últimamente en Franci apero es cosa distinada= a lo practicado por nosotros. Lo que en Franciase divide en cielos es la verdadera enseñanza secundaria, sin confundirl acon las secciones normales, térmicas o comerciales y sin tener con atas nin-guna ciase de relaciones . La enseñanza secundaria francesa es un curso deestudios de siete años que comprende dos cielos : el primero que dura cuatroenes y el segundo, tres . El primer ciclo se divide a su vez en dos secciones ;una en la cual es obligatorio el latín y facultativo el griego y otra donde no s eestudian esas aasi turas, pero en cambio se profundizan más la enseñanz aal~l lenguaje, las ciencias, el dibujo, etc . Este ciclo que bien pudiéramosllamar a semejanza del nuestro, ciclo inferior, está arreglado de modo ta lque cuando los alumnos lo recorren han adquirido un caudal de conocimien-tos que completan cierta organización de cultura general . A los estudiantesque cursan con éxito este ciclo inferior se les da un certificado de estudio ssecundarios de primer grado. El segundo cielo que llamamos ciclo superio rse divide en las cuatro secciones de que ya hablé anteriormente : una delatín v griego, otra de latín y lenguas modernas, otra de latín y ciencias, yla Inhuma de lenguas modernas y ciencias pero sin latín. A esta sección in-gresan los alumnos que no han cursado la sección del latín en el cielo infe-rior . Al &alisar estos cursos, se obtiene el llana de bachiller, que com eI ere para todos los pifiamos derechos ."

Esta crítica del Dr. Preciado aunque bien intencionada, erudita v ar-gumentada no respondía, sin embargo, a defectos de la organización pelaaó -

del Instituto tomando como base la enseñanza cíclica, pues en realida del nombre de cielo que los primeros planes emplearon cara designar los dife-rentes p u de nuestra en

secunalcria y

tonal no se usó en suion clásica €r

. Fue una clasificación carácter externo y tantose usó la palabra ciclo como se hubieran empleado los términos "curso", o

ion", por ejemplo . Igualmente las oaciones del Dr. Preciado sobr elas características del liceo francés tampoco eran pertinentes, pues nunca setrató de asimilar el Instituto a aquella organización.

La enseñanza dispuesta en forma de ciclos responde al fin pedagógicode la gradación en las materias del plan de estudios, de tal manera que esta scorrespondan de modo natural al desarrollo fiaioo y mental de los educadores ,haciendo que los conocimientos correspondientes a cielos superiores se apo-yen en los adquiridos en ciclos precedentes de los cuales sólo difieren en inten -sidad y extensión. o obstante, es difícil mantenerse en un plano de accióndidáctica en que el a en genético del desarrollo del niño no se vea at la -do en el afán de hacer girar sobre un eje común las materias distribuí e nlos diferentes ciclos, aunque tetas converjan en una sola rama de estudios,que cuando ello es diferente, la lelo es mucho más difícil de realizar .

Pero descartando, por lo que dejamos dicho, la división en ciclos con -templada en los programas, estamos de aeue~ :•lo en que la combinación e ncinco años, de laenseñanza secundaria y de la ¡ .: ;.,ffesional, dando a cada un aen erk al

1o a t®aas luces insuficiente, era i~,akcL~ada . Pero ni la reformadel doctor Preciado ni las eral k4 Mentes han adoptado una norma consecuen -te con el prop6eito de °, ~ .e r • dizar las diferentes secciones del Instituto

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pues loa primeros años de éstas no paaie decirae que tensen carácter . -fesionalya que, por el contrario, son aprovechados en impartir a loe u:as -nos de dachas secciones la instrucción secundaria de que carecen, sin la completarla, hasta llegar a los años superiores donde el tinte vacado e smás marcado .

Sobre tato es preciso tener presente la tendencia muy acreditada en l aactualidad en AI ; emula, en Francia, y en España, de la llamada "escuelacanica °, la cual los niños de una nación deben hasta cierto punto, ge-neralmente hasta el octavo grado, recibir asna enseñanza, una educación uni-forme antes de d

a seguir los estudios propios que se requieren parauna - 6'

proffesn e, , a l técnica. Esta tendencia se funda en e lrespeto que Ise debe a los principios democráticos y humanitarios, a l a

de suprimir desde h

de la escuela, t, la diferenciación entrelos Muros cuid os de una misma comunidad, que pueda tener el menorsentido de casta o que sea i i ,licativa de que el Estado, que tiene hoy enormesdeberte sociales, alienta precisamente aquellos prejuicios que tanto dificulta nla amonía interna de las naciones. En resumen, lo que la, i° un error Pe-dag6gico

no es, a la postre, sino un acierto inconsciente, por l o,

ve, de la mayor trascendencia cc mcativa . Y lo que ahora hay quementar ea que no se acentúe más aceleradamente la dicha tendencia, obli-

gando a todos los alumnos de las tres secciones clásicas : el liceo, la ~moly comercio a hacer tres años iguales para todos, antes de que la enseñanza co-mience a diferenciarse por razones de la especialidad que cada cual d

puir .Es tanto más de desame esto cuanto, secain ciertas señales del tiemp o

indican, la enseñanza pública nuestra se encuentra amenazada por reforma sque muchos aprueban en nombre de un practicismo dudoso, lewirque mueranlas corrientes ideológicas antidemocráticas que las alimentan . ¡Como aalgún gol, Terno de estos pseudo-progresistas que se anuncian a bombo yplatillo se le ocurriera dotar al Estado de poderes bastantes para reorganizartoda la educación pananleña, - inclusive la disociadora confesional conpujos de aria fanatismo - sobre la bar de la escuela ónice !

Rara le ®s

Dio° del Por decreto número Il5 y de 1911 aeImita&

adoptó el plan de estudios correspon -dientes a la sección normal del Instituto

N' Por decreto número 2 de 1912, el de la sección liceo del mism oplantel. De la memoria de 1912 rep~•. nacimos dicho plan de estudios .PLAN DE ESTUDIOS DE LA SECCION NORMAL DEL INSTITUTO NACIONAL

Ares de estudios

Asignaturas

4°Horra semnaaiea

,.',.

_ .

3

3

5

12-14Csateii

, .

6

5

5

2Matemáticas ` ` . . ."`-,

-`_ "-

4

5

5

2Gwgraffa _

.

2

2

2

âHisteria_ `

D

2

2

2Ciencias Raleas y 'abuela= . . . 3

4

4

3maleta_ 3

3

3

2Trabajos ®aana âw

-

-

2

2

2

2Dibujo 2

2

2

lCanto 2

2

1

1Gimnasia

_

_ . ..

2

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2

211ir -.ne 1

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einstrucción câvica.,u-- -

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~osacaa~__e 33 34% 3534 3244

(l)

La

de Religión no ea obligatoria : no âa recibirán Dos alumnos suyo pa.dese mi lo pidan por escrito aâ Director del establecimiento respectivo .

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I Iele

11 1año

IVSo

Vaño

VIamo

2 24 4 4 4 35 3 3

23 3 4 4 43 2 2 2 33 2 2 1 15 5 6 6 6

V 2 2 21 2 2 4

2 2

2 2 2 2 2

2 2 2 2 22 2 2 2 2

.

32 32 33 34 34

SECCION LICEO1

Asignaturas

ajo

TOTAL nx HORAS SEMANALES— . . . .

3O

ui A: (1) La dese de Religión no es obligatoria ; no la recibirán los alumnas cuyo spadres así le pidan al Director del Establecimiento . Si en Me (legare amatricularse un número no menor de 25 alentaos pertenecientes todos ellosa una religión distinta de la católica . el Gobierno proveerá un profesoespecial que les dé en la misma la instrucción correspondiente.

puso en mace

i - no se experimentaronlo suficiente en cuanto al liceo se refiere, pues el aumento de éste a seis año sno fue o con beneplácito ni por los estudiantes ni por los . roes deéstos, lo que causé la deserción del colegio de gran número de licelstas hast ael punto de que no hubo personal sedimente para el tercer año de esta sea -cc'c:ón en el periodo lectivo de 1912 a 1915.

Mejor éxito tuvo la reforma de la sección normal, pues reducido a cuatr oaños el período de eatios tuvo inmediatamente gran afluencia de nuevosalumnos y desde entonces, puede decirse que comenzó una vida verdadera -mente progresiva cuyos frutos han sido siempre palpables :

Y es que la innovación en el liceo, aunque aceptable desde el punto devista técnico, no fue oportuna en aquellos días en que ta rlavía la enseñanz asecu Ha carecía de tradición yen que el instituto no había ' nlquirido l a

abilidad que después ha II arlo .

I ~~~t deI Liceo.

Discurriendo sobre el concepto yfines de la enseñanza secundaria y de l

estado de postración a que había llegado al liceo del Instituto antes de lavigencia de los planes de 1914, el señor Julián Moré Cueto, Inspector de en -

ser

la y profesional en un informe re ido al secretario de ins-pm

, don (GaJEcrmo A~,alreve, se expresaba de la siguiente ma -nera:

"Como en la enseñensa de que vengo tratando lía secundaria) es asunt omuy discutible todavía, lo de su concepto sus fines, juzgo que por . lo quebaee a Panamá si paramos la a en las necesidades y exigencias de l avida práctica, la enseñanza secundaria no debe tener por fin preparar precisa -mente para el ingreeo a las universidades ni tanuvaco debe revestir carácte rde especiali ién, sino que debe encaminarse e dar una cultura genera l

Los planes que el doctor PreciadoElesunl1 r,.o] o de Ea xeff®unna .

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que permita seguir estudios de orden elevado y t mar vías profesionales aun -que no directa sino indirectamente y de un modo también general. Al mis-mo tiempo, ha de cuidarse de que los jóvenes estudiantes posean la ai„titua drequerida para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus dejo ° res .Las anteriores consideraciones me hacen arribar a la conclusión de que l asegun enseñanza no prosperará en el pass, si no principiamos i r fijar dede un modo preciso el concepto y los fines de ella ."

"Contrayéndome ahora a nuestro liceo, que es el único establecimientoen donde verdaderamente se recila segunda enseñanza, debo decir a ustedque lleva vida anémica, sin duda, porque desde sus comience ha o pormuchas vicisitudes, las cuales pueden resumirse así : el cambio frecuente deRector ; insta ;hdad del rof arado y su poca o ninguna preP~ración P e-dagógica en la generalid ~o de los casos ; la carencia ah aleta de programa ssintéticos o analíticos ; el ingreso de alumnas con exi»liedad de estudiosprimarios, que forma contraste con los certificados que testan sido expedidos ;una serie de detalles que seria largo examinar.

Afortunadamente el señor doctor fexter, rector del Instituto Nacionalpor un lado y la comisión encargada de redactar laos programas etc . r otro,tratan en la actualidad de buscar los medios más apropiados para que el es-tablecimiento sea un ve ol«fiero exponente de la cultura nacional . "

Así fue en efecto. Visto el descens ou"° a en ni

pll~

notable del liceo, la necesidad e unanueva reforma al plan de estudios de l

Instituto se hizo urgente y para el trabajo requerido se contrataron lis ser-vicios de una comisión de educadores integrada por los señores MCelcho rLamo de a Vega, su presidente, Julián More Cueto, n ° D. Moscote, OctavioMéndez Pereira, Richard Neomann, y la señorita Otilia jimónez en carácterde secretaria .

Esta comisión que laboró con verdaderas entusiasmo y conciencia en lamisión a ella encomendada, redactó los nuevos planes !,ara el liceo y la sec-ción normal, dando a cada cual un programa a seguir en las diferentes asig-naturas acordadas. Así, la coordinación y la gradación en la enseñanza es -tuvieron mejor consultadas y el Instituto comenzó a levantarse del letargoque le amenazaba de muerte, y, poco a poco, el liceo y la normal adquirie-ran, con raras oscilaciones de decaimiento un prestigio que se extendió po rtodo el palaconvirtiéndose en núcleos atrayentes de la muchachada estudian-til de toda la República.

asl mrn2a . I < la Conde

Las innovaciones introducidas en lesIIwrmór

aaa®vde

oreada

programas del liceo incluían el períc 1-,

de cinco años para la obtención del ba-chillerato en humanidades y la enseñanza de ciertas asignaturas de carácte rProfesional como contat,„lid , mecanografía y estenografía, con el obj ede que los bachilleres sin oportunidades para continuar estudios superiores ,p meran encontrar al menos como oficinistas, algún medio de ganarse lavida honestamente y darle así a la enseñanza recibida una aplia°wion utili-taria y práctica. El francés y el inglés tomaron también puesto prominenteen enterado del liceo.

He aquí cómo la comisión de reforma de los programas macaba a lsecretario Andreve los cambias que propuso como resultado de su estudi odel plan vigente :

"La modificación más notable que advierte en nuestro plan cuand ose compara con el vigente es la de la reducción de les sois años de estudiosque éste exige, a cinco. Dicha modificación, sin embargo, no entraña una

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grave diferencia entre uno y otro si se tiene en cuenta que los seis aloa de âpilan vigrente determinan un año menos de estudios en la escuela pumas ,y que los cinco del proyect o. nuestro exigen que el _ alumno haya cursado lo sseis grados completos de dcha escuela . En breves término, no aconaeja-anos que se alnrraten o que se prostituyan los estudios del !r~chillerato, aun oque se organicen de tal modo que la escuela primaria tenga el tiempo nece-sario para preparar debidamente a los que hayan de >n san- a la enseñanz asecundaria a rlquirir la educación que suministra las ideas generales .

Examinando detalladamente el plan propuesto n sr nosotros, puede nnotarse en él, además, ciertas particularidades sobre las cuales queremos lla-mar la atención de usted .

El Castellano, las Matemáticas, las Ciencias Naturales, la Gen rafla ,la Historia, y el inglés quedan ocupando el mismo puesto importante qu etienen en el plan vigente. La poquena diferencia de horas que podría ob-servarse es solo aparente, placa vienen a quedar comprendidas en el tiemp oque en el sexto grado se dedique a las mismas materias .

La Química y la Física están en mejor condición en nuestro plan ; tie-nen una lora más y su enseñanza comienza en el tercer año, ea decir, cavandohabiendo alcanzado mayor desarrollo la inteligencia de lo jóvenes en virtuddel estudio de las matemáticas, del castellano y de las ciencias natural,es más provechosa para ellos la enseñanza de dichas materias .

En el plan vigente se le asigna al francés una importancia y un fin igua-les a los del iolés. Nosotros estimamos que hay en esto un error y una cán-dida presunción. Cándida presunción, sobre todo, porque no es verdad queen Panamá por lo refractario del mecho, pueda llegarse a aprender a habla rfrancés en ecolegio. A lo que debemos aspirar, pues, es a que los alumnoslean y traduzcan corrientemente el idioma consabido para que se valgan d eél como de un medio de cultura. Para este fin bastan tres horas en cada unode los dos último año del liceo .

La contal-, lidad se enseñará en dos cursos de a dos horas cada uno e nlo años tercero y cuarto, distribución que creemos más conveniente que l aactual para que el alumno lora hacer estudios completos en esta asignaturacuya importancia en Panana es indiscutible por las posibilidades que receel comercio. Tiene una hora más y ello revela a las claras la importanci aque le damos .

La higiene qua con dos horas en un solo año y no con dos en año dis-tintas.

La fisiología está incluida en las ciencias naturales .A la filosofía le hemos conservado la misma importancia que antes tení a

en el plan de estudios de seis año .A la instrucción cívica la hemos mejorado en todo sentido ; le damos

una hora más que en el plan vipaente y hacemos que comience su estudio e nel tercer año. Aunque no sea este el Rugar oportuno, hemos de decir que e lprograma de esta asignatura comprenderá tres partes, que son : los prin-cipios éticos de la instrucción cívica, la Constitución y sus antecedentes es-tudiados con bastante detención y nociones de Economía Política .

El dibujo y el canto, en nuestro concepto, no deben ser enseñado e ntodos los años del liceo, como si se tratara de formar especialistas o como sise persiguieran fines estéticos extraordinario . Pensamos que debe limitarsela enseñanza de estas materias a los tres primeros años del liceo r®r la índol emisma del bachillerato que preconizamos .

El latín queda eliminado porque no rey ronde a los fines que perseguimoscon el tantas veces mencionado plan. No creemos que sea conveniente porel momento un bachillerato clásico para Panamá . Quizá cuando las circuns-

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tandas demanden una nueva reforma, de aquí a unos doce o quince años ,sea conveniente introducir el latín nuevamente.

Por último, hemos creído cosa necesaria que la Gimnasia no figure másen el plan de estudios, no porque desconozcamos su importancia sino par aevitar, como ha venido sucediendo desde hace algún tiempo, que en los hora-rios de clase esta asignatura alterne con las demás que sinecesitan limita -dos grupos de nidos. La gimnasia dese hacerse colectivamente con gruposhasta de cien alumnos y no de ser pagada por horas .

Carácter del Dices

Aunque la comisión tuvo para las re -los programas de 1914,

formas que propició, el apoyo del secre-tario del ramo, hubo no obstante un no-

table desacuerdo entre dicha comisión y el redor del Instituto, doctor Dexter ,quien era partidario del liceo de seis años y quien opinaba . por otra parteque en paso tan trascendental como era el de poner en vi&-sr nuevos plane selle estudios en el colegio bajo su dirección y de cuyo buen Sto o fracaso eraresponsable ante el gobierno y ante el país, debía él tener participación acti-va s destacada al lado de la comisión . Esta, sin embargo, continuo aferran aa su punto de vista consistente en el restablecimiento del liceo de cinco alío %sosteniendo, además, que tal liceo tenla un carácter espacialisimo destinad ocomo estaba a dotar a los jóvenes, de conocimientos que pudieran utilizaren el desempeño de cualquier puesto en una oficina .

Iliueno esobservar que si los resultados son la medida macla del valorde algunas reformas, es evidente que el limo de cinco años recomen nado porla comisión de 1914 fue un éxito rotundo puesto que no solo hizo posible l aaclimatación de la enseñanza secundaria, haciéndola grata y útil a los alum-nos que la buscaban sino que a su favor, va obtuvieron nada menos que die zgraduaciones de jóvenes que hoy se eneu^niran a la vanguardia del progre -so del país en posiciones destacadas de la administración pública, del comer-cio, de las industrias, del periodismo . del profesorado, del foro y en otra sactividades socialmente útiles . Por ese liceo de cinco años pasaron : Ti-berio. Galileo y Mauleo eles ; Simón Elieto Guillermo Macksy y RafaelMorales, Jorge A . Prieto, Enrique Darío Díaz y Carlos Ayala; Víctor deLeón, Demetrio Korsi, y Enrique Gerardo A6rahame ; Felipe Juan Escobar,J ° M. Quirós Humberto Echeiers; Francisco A. Filió % Demetrio A .Porras y abián Velarde ; Agustín Ferrad, Sergio González y Joaquín Fer-nando Franco ; Luis Morales Herrera, Manuel Virdlio Patino y Generos oSimons; Eduardo M.Socas Carlos J . y Luis R. Affmo; Manuel Me. Grismalicio ; Luis J . nevara y Ernesto Argote ; Alberto Luis Rodríguez, An-tonio Alberto Mames Felipe lEotello ; J. N. Lamo de la Vega Erasmoy Ernesto de la G ra ; Ramón Morales, Carlos &mart y Angel L . is;Luis F. Pérez, Rafael E. Moscote y Manuel A . Díaz; Luis Caries Chamar ,net, Alberto fleta y Juan García de Paredes y muchos más .

Nadie nos da una idea más clara acerca de la índole del limo concebid opor la comisión de Programas, como el doctor M te en su informe de rec-tor en 1918 al secretario de instrucción pública .

En efecto ; dice así el doctor Moscote :"Se caracterizan los estudios del liceo por el hecho, que muchos ignoran ,

de no ser exageradamente i .lealistas, ni exageradamente utilitaristas, sin oun término medio entre estos dos extremos ; de m? .lo que tanta im . . danesatienen en el plan de estudios, por ejemplo, el castellano y la filosofía, como la smatemáticas 7 las ciencias naturales incluyendo en esta denominación l afísica 7 la Tamice. Y para que no se diga que en ami as casos son estudiosexclusivamente téoricos, ningún estudiante puede recil„ir diploma, en pnn-cipio, sin ac snitar que posee cierta habilidad práctica en Teneduría de labres

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mecanografna y estenografía . Las dos últimas ciases se dan cinco veces porsemana, y tienen natural complemento el inglés y el francés, hnguas vi -vas de indiscutible imjsertamcia.

Seguramente, un cl,°llerato que comprende conocimientos técnicostan especiales. no es el bachillerato ideal que algunas personas querrían paranuestro Instituto y com ndo las criticas que se le Diacen ; pero el señorsecretario recordara que e comisión mencionada al formular el plan de es-dios que rige en la actualidad tuvo en miras particularmente las probable snecesidades del mayor numero de los liceístas en relación con las condicione sdel país, y no el hacer converger los estudios del bachillerato a carrera uni-versitaria. Tienen, pues, éstos, por ahora, y quise por algún tiempo más ,cierto carácter eme goteros que es menester no olvidar ."

PLANES DE ESTOMAS EN 199 4Sección Liceo

Asignaturas ----._

_--

--,- .1 añ o

6

il alee ¡lidio IV ano V as e

5óoressemenales

6

5Matemáticas„

, . -__ -- -

ó 6 6Ciencias naturales

. , . .„ -,

._ , 5 5 3 e -Efaica.a 3 4quimnea. 5 3taeografia, 4 4 2Hiistorea.

-

.. . 2 2 2 4Inglés

,,,--- 3 3 3 3 3Francés

-

- - „ 5 6Contabilidad v Mecanografía , . . „ _ — 3 3 e

llhologk e Higiene

.„

. .-,_

. e e 2blosofna

-

--

-

. e 3 4Instrucción Cima.

---. . . .

.2 2

Dibujo_

.

... 2 2. . . . ..Tralxoios manuales,,,_,, „,_ 2 2 e e

2 2 2Canto

,Gimnasia

--

- . . ., 2 2 2 2TOTALES , . . . 5o 52 34 52 29

NOTAS : Los alumnos que deseen especializarse en :Matemáticas pueden continuar desdeel V ario en el curso superior de esta asignatura establecida en el Instituto .Los alumnos que tengan diopooiciones especiales para el Dibujo, tienen abiert alas puertas de la Escuela de Pintura que funciona en el mismo instituto .

Sección Normad

Asignaturas1 ario II años

HHH ano iV arioHoras semanales

Pedagogía Teórica_

.,_

,, ."`., .. . . . . e 5 5 5Peda~ .,agia Práctica — 5 112Cante Paro® .-"' " `

„ 6 5 4 5Míitemáticas _ 6 3

2Geografiro

°iHist®rea

.

,

, .°”

, . .- 2 2 22 11Qóisciasroaturales . . „ 2 2 2 e

Físiuca. ..

. °,...

. - 3 5~uimnca

. .

. _„ e e 4-

-Haggl~s

-- 5 .5 3 3

instrucceun Cívicae _

_ 212 –

_ lEjercicios prácticos ceemtifacoa 2Agricultmra

- .

, . _ e — 2_Trabajes manuales 2 2 e

Carota,_, "-` "` 2 2 2 -C.immasin =e

°`°_,.,x 2 2 2 2

To~rae,es 34 36 35 36NOTA, Las desee de Caneaffa e Historia se darán en el IV ano una vea por semana ,

una mera cada clase en cada vea.

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V

NUEVOS ow, II ,E

E1A DEL tIC E EDWIN GRANT DEXTEI(

pedido el doctor Goetz como rector del instituto en la forma vio -lenta que se consideró necesario por las autoridades de instrucción pública ,volvió a quedar el plantel a merced de las contingencias favorables o adver -sas que el nombramiento de un nuevo jefe podía depararle.

!a hemos visto cómo estos cambios frecuentes de redor desde la se-paración de Fado y el movimiento no manos frecuente de planes de estudi ov de profesores habían producido un estancamiento en el desarrollo delInstituto hasta el punto de que un paso trascendental en la politices del plan-tel se hacia necesario para no dejarlo sucumbir a la inquina del element oreaccionario que vigilaba de cerca sus partes débiles para asestarle el golp edefinitivo que acabara con su existencia .

El peal) . 'lo que hemos denominado de prueba en la vida del Institut oNacional fue duro : verdadero purgatorio en que pareció destinado a pere-cer o a purificarse hasta reaparecer con mace a; bríos y nuevas esperansas,l osufrió con estoicismo digno del ideal que encarna para un pueblo joven qu edesea ° ase su vida política y social en la estabilidad y mejoramiento-de sus instituciones educativas .

Con un mejor criterio selectivo del profesorado e hecho al que nos he-mos referido ya e se inició el despertar del Instituto del marasmo en queyacía, pero faltaba el piloto que con mano firme y la debida responsabilidad ,diera a la nave nuevas rumbos que la condujesen a puerto seguro, al abrigode las tempestades en que se agitaba y en que parece zozobrar . Ese pilotofase Edwin Grant Dexter, ciudadano norte-americano, contratado por e lgobierno nacional para dirigir los destinos del Instituto .

La adquisición por parte del gobierno ,IEâ zus , s i' ría 1o (id lar, siendo secretario de instrucción pública' IE

s aeml .

del el doctor Alfonso Preciado, de los servi-y dos del doctor Edwin Grant Dexternleâ Semmtarlo Dr .

como rector del Instituto Nacional, fue ,sin duda alguna, un gran acierto, el cual no se apreció debidamente en' nees ,ni

ha apreciado después. Más aún, creernos que, cobijados por ciert onacionalismo sur °a que hace su aparición periódicamente entre no-sotros en el sector los que se dedican al ramo de la enseñanza, muchos es-tarían dispuestos a condenar aquella adquisición, como un desacierto . Por-que los partidarica de ese nacionalismo estrecho que ni siquiera es tal nado-nalisnno, sino puro egoísmo particular de quienes lo praetrean, se olvidan deque las instituciones eductivas y el engranaje de todos los ~vicios en ellas

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comprendidos son para beneficio de los alumnos, de la población escolar,y no meras oportunidades de atrapar empleos, tengan o no los aspirante sejecutorias para ello. El criterio correcto en la provisión de empleos en l arama de instrucción pública, debe ser el que dejamos sentado y su interpre-tación en la práctica este otro : En iguald al de circunstancias el panameñ ocompetente puede ser preferido al extranjero . Si el extranjero es más ca-pacitado que el nacional, sin vacilaciones debe ser preferido a éste porqu ela condicion depanameño por si sola no debe ser jamas un pretexto ra per-judicar a un numero considerable de alumnos que tienen derecho a una en-seaflanza y a una educación eficientes eda sobreentendido que si el pro-fesor extranjero es malo debe aplicarselc dar iguales motivos la medí d eexelusi . Este es un criterio muy sencillo que no se ha aplico siemprecon la debirectitud . :Ralos profesores extranjeros los ha habido y lo shay, que par encima de todas las consideraciones fueron conservados y s econservan en sus puestos a pesar de su incompetencia . Malos profesore snacionales ha habido, v cada vez los hay mas, que han enseñoreado y si-guen enseñoreándose ele sus puestos cuando todo el mundo, de presidentespara abajo, sabe de su incapacidad y falta de honestidad profesional .

Estas reflexiones son oportunas porque precisamente el doctor Dexter ,en su tiempo, fue combatido por todos los medios posibles por ese sector na-cionalista qt e no quiere tener en cuenta el fin de las instituciones educativas ,el ° n de los educandos y sólo se preocupa por los supuestos gajes de unabuena e influyente ie= i :ión administrativa o por un determinado número dehoras de clase que 1 ene sus aspiraciones economices . Las pequeñas miserias ,las brotes de despecho y las inconsecuencias e injusticias que encuentra e lojo diligente del que investiga a través de viejos papeles las palpitaciones deuna época, no son para contadas en una obra de elevación y de cultura ;las pasarnos por alto para detenernos en perspectivas más halagadoras .

=

Si Facio fue el hombre de espíritu diná-mico, batallador y de sine ppaatías atra-yentes, quien con el doctor uMorales di o

al Instituto una orientación filosófica liberal, el que puso los cimientos deeste ~alantel como organización en un pie eficiente de técnica iraca .fue ater, el jefe sereno y reposado, ti Jo bondad, todo dignidad y rmezaque eliminó los obstáculos que habían comenzado a en r ecer el desarroll ode este centro docente y lo puso a andar sobre los rieles de una maquinari aadministrativa y estadística cuyas bases en lo esencial se conservan todavía .Dexter fue el hombre que amarró las indisciplinadas voluntes de profeso -res no muy dados al trabajo serio y elevó al Instituto a la cate ría de u ncolegio de segunda enseñanza de bases sólidas y estables .

Cuando el doctor Elexter vino a Panamá seguramente que su nombr eera desconocido de la mayor parte de Ros homo de nuestro mundo educa-tivo, inclusive de lea más altas autoridades del ramo que sólo sabían de é lpor las referencias de personas de cierta seriedad y autoridad de los EstadosUnidos . Esto no significa que en realidad él fuese una personali .iad sin sig-nificación y sin méritos suficientes para merecer La prueba de confianzaque nuestro gobierno le daba . Muy por el contrario, puede tenerse por cier-to que sus capacidades, su saber y su prestigio intelectual de primera catego -ría estaban solidamente establecidos en su país y que en cierto nn' Io . esta -ban muy por encima de la tarea que aquí le aguardaba. Profesor de la uni-versidad de I,rown en donde hizo su carrera académica hasta recibir e ldoctorado en Filosofía ; autor de numerosos ensayos científicos que solo sbastarían írra hacer la reputación de un homo c de estudio ; autor tam-bién de una importante historia de la i .iucación americana, que se ha

12 ta lQuién era elter,

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vuelto clásica y, sobre o, el responsable de una original teoría sobre lainfluencia del tiempo en la conducta humana por la que con datos estz~aléseticos fehacientes sacados de escuelas, establecimientos penales, oficinas, etc.compruel.' la importancia de las condiciones metereol* icas como la presión

étrica, los vientos, la humedad, ter ratura, lluvias etc. en la deter-minación de los actos de nuestra vida . Dexter al llegar al istmo era unaautoridad en el campo del pensamiento político y sociológico de los EstadosUnidos, y un eto en cuestiones de educación.

Cuando el presidente Roosevdt lb eservió sera el cargo de Comisiona-do de educación de Puerto Rico, ello constituyó no una promoción sino u ncargo de sabilidad que patrióticamente tuyo que aceptar >a®r rasconesde orden platico americano que no son del caso analizar aquí . Esa posiciónde Comisionado fue para ata- un verdadero sacrificio que le hico desvira=colarse de 6a esferas educativas americanas en donde actuaba de igual aigual, en primera fila, con Wilson, Dewey y otros de no menos relieve y cu-yos nombres ya se sabe lo que significan en el campo intelectual norte-ame-mano.

La labor del doctor Dexter en Puerto Rico fue la que de él se esperaba ,de organización, de creación, y de estabilización del sistema educativo d eaquel país . Su obra allí perdura a través de iniciativas y reformas sobre l aque otros comisionados han podido continuar más adelante . Renunció sucargo al iniciarse la administración Wiison para que éste escogiera el suceso ren isla que más le conviniera . Entonces acostó la prepuesta del gobiernode Panamá.

amo

. . 1 G~mor= En los peos años que llevaba el !ras =m® 1u,

icrta del Dr

tituto de existencia . Va experiencia hablademostrado que el nombramiento de di -Dador. rector del plantel no era cuestión secun-

daria, sino, por. el contrario, tarea delicada y de mucha trascendencia parasu dnvolvimiento y progreso. Pué por esto por lo que los dirigentes de l

terno asumieron con inquietud la responsabilidad d buscar al docto rtU un sucesor de ejecutorias suficientes para garantizar su gestión a l

frente del instituto Nacional y se dieron con tesón a la labor de encontra run rector competente de a., estigio.

El dador Preciado en memoria de instrucción pública del año d e1912 ; relata la manera como fue contratado el doctor Dexter, en el siguient epasaje :

"Era preciso confiar la dirección del instituto Nacional a persona en -tendida en la materia y digna de absoluta confianza . Su Excelencia el En-cargo del Poder Ejecutivo. quien tanto se interesa rt®r nuestra instrucciónpública, tomó la iniciativa de tratar el asunto con Nr. H. P. *1 . Ministrode los Estados Unidos de Norte América en esta Capital. El señor Minis-tro, des .ut de enterado sobre el ~titular, recomendó para el puesto d eRector l el instituto al doctor E .

Dexter, Comisionado de Educación d ePuerto Rico durante varios años persona muy competente y recomendable .

El 8 de junio de este año aL aguó el señor John rrett, Director de laUnión Panamericana, a la Secretaría, la siguiente carta :

"Mi estimado señor Secretario : Habiendo sabido que el Gobierno d ePanamá desea encontrar una persona competente para el cargo de Recto rdel Instituto °Nacional de la R °blica de Panamá, tengo el mayor to dellamar la atención de Vuestra Excelencia hacia el señor Edwin G . ter,actual Comisionado de Instrucción ;Mica del Gobierno de Puerto Rico .Yo he tenido el honora estar oficialmente en íntima comunicación con e lseñor Dexter durante. el desempeñes de su cargo, y me es grato hacer consta rque todos los infieres que he tenido acerca de él son muy favorables . Como

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quiera que cal ha manifestado ya su intención de renunciar su puesto el i ® delpróximo julio, es probable cure a Vuestra Excelencia le sea posible utiliza rsus servicios, dado caso que vuestra Excelencia juzgue que él reune las con-diciones necesarias para esa elast de trabajo en Panamá.

"El doctor L. S. Releve, Presidente de la "American Acede my of Politi-cal and Social Sciencie", en carta de fecha 5 de junio (álimo dice a su vez losiguiente :

"Mi estimado señor: Por medio de una comunicación de la Oficina deEducaeión,

da el u de ar, iaforns s al m de que está vacante d cae -aso de Rector del Instituto Nacional, de la ciudad de Pvnamá, para l avisión del cual se me r!Cal ió que recomendara caniidato dentro de las conve -niencias de tal puesto .

'TI sale • o que el Honorable Edwin O . Dexter, quien acaa'., .. de renun-ciar el empleo de Comisionado de Educaco-on^ en 'erío Ético, se alegadamucho de entrar en los para el puesto arriba mencionado. Antes deir a Puerto Rico el señor llir ter estuvo en la Universidad de Illinois, y creoque su práctica educacional, unida a su conocimiento del idioma castellano,lo hacen peculiarmente a propósito para el desempeño del cargo . "

Por otra parte, la Secretada aprovechando eh viaje de la Directora de l aEacuela Normal, señorita Agnes Brown, a los Estados Unidos de Nort eAmérica, su patria, le habla recomendado se informara en las distintas uni -ve ° .I,, 'mea americanas sobre personas competentes a el cargo de Recto rdel instituto. A su regreso, la señorita Brown manifestó que en varias de la suniversidflak zencentros docentes que habla visitado se le había indicado a lseñor E. O .

ter."De manera casual y por distintos conductos convergían, pues, todas

las recomendaciones sobre el señor E . O. Dexter . "

Iitoo.,r

~~

Al encargarse

xter de la Moríaó,a nt~ Illantae. Su caracul- del instituto su primera preocupació n

fue la de establecer una eficiente organi-zación elministrativa que cubriera desde la distribución y mejora del loca l

a lee diferentes uses a que estafad llamado en vista de la mayor como . °dade personal educando y del administrativo y decente y ,Ie la mayor eficien-cia en las labores de cada uno, hasta la determinación precisa de funcione sa los subalternos ,y el aprovechamiento del tiempo con un horario adecus~ alo ;desde la elaboración de una estadística del colegio que sirviera de base acualquier experimento eal ueacioná o a las mejoras que debían introducirse ,hasta la afirmación de un sistema disciplinario la°en caracterizado y estable .

Naturalmente no era ésta una tarea fácil . El instituto llevaba ya másde un año .le vivir, prácticamente en un régimen irregular, casi de desorde n

Eermanente en que al amillaro de la debilidad del rector Osaste habían echad oa,, .as ralees toda clase de corruptelas y de malos hábitos tanto de parte

de los profesores e inspectores como de parte de los alumnos . Las primerasmedidas tenían que resentir y herir directamente a quienes más afectaban yde aquí que al principio se concitase contra él una sorda resistencia cuyosefectos habrían sido

ano haber sido él quien era : un hom,,, c de erienda, conoce .) .„, de la psicología humana y muy Bueno de sí mismo . "I u-chas gue no ae daban cuenta de lo que en realidad significaba la actitud deobservación que él adoptó por algún tiempo, la achacaluxn a indiferencia, aineptitud o a incomprensión . Sin em rgo, poco a s sco, las cosas fuero

n liando y ya el segundo año de su administración se convirtió en objeto de un aconsideración respetuosa y, salvo una que otra excepción, todos sus su -ternos reconcilian en él al jefe bandaSn& pero firme en sus resoluciones, a lcaballero a carta cabal, y pulcro y de personalidad inconfundible .

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Trazaremos a breves rasgos los hechos de su rectoría con sus altos yos como corresponde a una labor de apreciación imparcial .

Mejoras rara

Al tesonero cape del doctor Dexter,se debe la construcción de tinglados en

el patio para permitir el tránsito +Ic un edificio a otro, especialmente en losdías lluviosos y la de las aceras y escalinatas que se encuentran a la entr adel edificio principal ; también hizo construir las aceras del liado de las calles"I" y "4 de julio" que han venido a completar de manera ventajosa para l acomodidad y la estética, el aspecto exterior del plantel .

Mucho luchó Dexter por conseguir en la administración Porras que elGobierno adquiriera todo el área que se extiende frente al Instituto hasta l acalle 17 en el tramo que va de la esquina del edificio Padres a las esquina sde la calle H . Dexter quería evitar a todo trance que el Instituto quedaraencerrado, como lo está, dentro de un cerco de construcciones, sin ningun aposibilidad de ensanche en el porvenir, cuando su desarrollo hielera ine-vitable. Como buen educador americano él no conformaba con la ide amuy nuestra, muy latina, de que un colegio se reduce al solo recinto murallasdo ° mientras mas estrecho mejor e, y soñaba con amplios campa de juegoy jardines con todos los atractivos que la educación moderna recomienda com oambiente propicio para las grandes instituciones educativas . Pero sus es-fuerzos no tuvieron éxito ante la falta de inteligencia de los dueños del áreamencionada con el tierno, motivada menos por el elevado desembolso qu ehabría habido que r, que por razones de política personalista. Y no esextraño aventurar la ante ¡ ~ • tación de que din priva L- en las esferas oficia -les la idea del "elefante bpperior a nuestras necesidades yy recursos . Todavía cuando ya i-mala esperanzade apropiación de terrenos de reserva para el Instituto era absolutamenteperdida y comenzaban las antiestéticas construcciones tan temidas por Dexte r

le veía luchando por conseguir siquiera que los dueños de esas construccio-nes hicieran que éstas observaran cierta armonía con el grandioso edificio qu etenía por delante . Pero ¡nada ; en la pugna entre la psicología del villorri ocon la de la ciudad moderna y la cvisión que es nota característica de la in-teligencia constructiva, sucumbid ésta irremediablemente, y fuera del lote

ra el campo de juegos, que se adquirió en virtud de gestiones posteriores ,el doctor Méndez Pereira, el Instituto está encerrado sin posibilidad algun a

de salida para su drrollo que hace mucho tiempo está paralix ~ + I o.No descuidó Dexter el acondicionamiento material del Instituto e n

otros respectos menos trascendentes y desde el arreglo «I c los &versos de-partamentos del plantel a fin de que éstos correspondieran a su objeto, hast alos más nimios detalles de carácter económico le preocupa hondamente .El gimnasio y el salón de trabajos manuales fueron objeto de especiales cui -

os ya que ellos constituóan campos adecuados para la realización de do sfinalid+íea prima .1iales de toda educación bien concebida : la del ejerciciofísico como condición de saltad y la de la habilidad manual como mt lío d ehacer prácticos los conocimientos .

a reforma que dejó vinculado el nombre de Dexter muy favorable -mente al progreso del plantel fue la del servicio de la alimentación del in -te! rta~ro. Antes de él se atendía dicho servicio por medio de contrato co nindividuos que naturalmente trataban de obtener las mayores gananciascon perjuicio de la salud de Ice alumnos . El nuevo sistema que él recomendóy que el secretario de instrucción pública, entonces el señor Andreve, auto-rizó muy acertadamente, fue el de administración dirigida en el mismo plan -tel, no r el rector mismo, sino bajo la supervigilancia del Vice-rector. Apesar de todos lag !r r a £ ticos en contrario que dos interesados hicieron, la

que devoraba balboas, con mucho, algo su-

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mejor y las ~seconel m5yor y má

s omoas que todavía podían hacerse quedaban a favor del Ros alumnos se alimentaro nreforma co-

legio que las empleaba en el fomento de la bs listes . y como si no fueraesto lsastantc, el nuevo sistema 9uedó definitivamente implantado en todo slos establecimientos oficiales con Iguales resultados . ¿Hay alguien que pued acalcular cuanto beneficio ha recibido el Instituto Nacional desde el puntode vista de su economía interna con una reforma tan ®i . una, cuanto acer-tada?

~ln flattaa áámm rea,

Esta puede apreciarse desde dos pon =tos de vista : el que se refiere al persona l

administrativo y el que concierne al método estadístico. En cuanto al pri-mero Dexter recibió, como ya hemos Insinuado un iuersonai que había estadosin dirección y sin habitas de trabajo . Una organización inmediata que pu-siera a cada cual en su sitio en cuanto a deberes y la consiguiente responsa-bilidad, se imponga y .Dexter casi sin p que se le viera la mano, sin poses demandón ~do, la impuso y con solo unas cuantas conferencias con suscolaboradores y subalternos, por lo menos cesaron los d enes y el aban-dono de las funciones que tan frecuentes eran en el período de prueba de lplantel. Los que no pudieron o no quisieron entrar por el nuevo carril de-jaron el colegio y fueron reemplazados . Por cierto que a este respecto nuncase llegó a encontrar, según aparece de los informes e Dexter y de lo que no scuentan personas bien informadas, en terreno firme . Los inspectores n oreunían las necesarias condiciones de competencia y seriedad y estos su sdefectos eran válvulas de escape por donde se perdían muchas de las preven-ciones administrativas de Igcxtee a lo que hay que agregar que entonces e lcriterio de selección se hallaba un poco oscurecido por las inevitables in -anemias ~r g1iticas . De todas maneras, no obstante en lo que era el cumpli-miento de los deberes como cuestión de hecho desde el vicee estor hasta e lúltimo empleado de servicio sabían que detrás de Dexter estaba su autori-dad moral y el apoyo que el gobierno le daba . la mayor parte de las veces sinregateos. Estas condiciones normalizaron el servicio interno y crearon há -

°tos y tradiciones que luego perfeccionados o rectificados, según las circuns-tancias, permitieron a los rectores que vinieron después hacer obra má sfirme y duradera.

bóbi~s

~~®,

En el orden administrativo interno,Cuan° sin embargo, la labor más premiosa e

ingrata que Dexter tuvo que afrontar fue la de crear hábitos de trabajo yde puntualidad en la asistencia de los señores profesores. Estos fueron so-metidos como consecuencia de la firme actitud que Dexter adoptó para co nellos. No consintió más que dejaran de asistir sin la correspondiente san-ción del descuento de que irremediablemente eran oL.,°eto o sin la separació nde los indeseables que peda sin contemplaciones a la Secretaría y que éstadecretaba, a su tiempo, en su dde darle al rector toda la asistencia qu eel desempego de su labor requería . Fue de esta actitud suya severa e In -transigente que entonces sólo él, americano, y apoyado sin vacilaciones po rla Secretaría del ramo, • , s la gastarse, de donde saliesen los primeros brotesde ese nacionalismo a que ya heme aludido . Porque ¿cómo ie a ser tolc-r ,lío, indefinidamente Te un extranjero viniera a pereegaaár así a los gr ofesorea hijos del país? Y ¿cómo no pensar en alguno de los muchos de esto spara el cargo de rector? Ya hemos ex

o la opinión del caso con respectoal criterio de este nacionalismo san¿ geanenfa

Ahora solo nos resta decir que sin la autoridad de un extranjero com oDezter a quien el Gobierno creyó de su deber a i .ayar casi incondicionalmente ,el Instituto habría continuado la vida precaria que ya era su característic adesde hacía más de un ario.

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e tn,

En cuanto al sistema estadístico loque Fado trató de hacer durante su bre-

ve rectorado se

io en el maremagnum en que navegó el instituto des -pues de su lr~ ,Iao pareclo a lo que sardo con d material humano ,que si, naturalmente, no la a extinguirse, así como así, se desmoralizó yentró par el camino del aaanaano, una vez que &Pió el jefe experto que a-ducía la nave. La obra de Dexter a este respecto fuó tanto de restauració ncomo de creación . Lee nuevos formulario para la estadística de cas ode las inasistencias de loa alumnos y protñsores, para las informaciones a lo spadres de familia ; las listas de nombres y el registro de calificaciones, el bo-etin de notas y de conducta de los estudiantes, y, sobre todo, la fich a

personal en que se hace constar año por año la historia personal de cad aalumno del Instituto fueron, en su mayor parte arreglados ;e®r Dexter yelevados a la categoría de instrumentos comprobatorios sobre lo cuales po-drían basarse determinadas medidas, informes, o rectificaciones que de otramanera sólo podían hacerse empíricamente .

No era esta preocupación de I)exter por la estadística vano empeñ oformalista, sin alcance alguno, como acaso podría imaginarse . Nio hay, nopuede haber sistema de enseñanza, de educación serio y firmemente estable -cido sin el auxilio de la información estadística oportuna y fidedigna . Estaes una característica del sistema administrativo escolar americano que l ohace uno de los más movidos y siempre actuales del mundo . aliamos cons-tancia de que después de Dexter nada apreciable se ha hecho en el Institut oen materia estadística no obstante que col este campo se ofrecen hoy perspee -tivas amplísimas en relación, sobre todo, con las promociones, con los fra-casos, con las condiciones generales del ap ^ndienie de llar alumno, de s usalud, de su vida de familia etc. etc .

IIa~ ~Ialam,~ ~a.laun

d E. Nadie delata pensar que una labormínistrativa de semejante magnitud pue-da Pleitase a cabo san una colaboración

sostenida y eficaz, prestada por diferentes elementos desde diversos puntosde vista. Deester tuvo esta colaboración por mucho tiempo de parte de lGobierno, esto es, de la Secretaría de Instrucción Pública a cargo de do nGuillermo Andreve y de parte del ,•,ersonal administrativo y docente que leaeomp v~I® durante su rectorado . A pesar de la falta de inteligencia m e nmuchas cosas se advierte en las notas e ani wmes de entonces entre el re-tario Andreve y el rector Dexter, aquél, siempre le dejó a éste la res inri 'bi-1Pai a rl de sus actos cuando ellos se referían a cuestiones de orden técnico y d eadministración interna . Esto se echa de ver a las claras en lo referente a l adisciplina ore ter implantó y que acaso Andreve no aproba!a=. pues essabido su 1Jl ción sincera al principio de autoridad y al orden que como fur ocionario administrativo le ha distinguido siempre. De todos mau~os, el éxitode la rectoría de Dexter está sólidamente vinculado a la actitud

ente ycomprensiva de Andreve en la mayoría de loscasos .

Fueron también colaboradores de Dextee, entre otros, el doctor Mascota ,vice-rector, el ifor Tadeo González, inspector jefe, el doctor Um oPaoli y Santos J . Aguilera, médicos escolares, don Gabriel! E3irrios udcaeninterno en el ramo de educación física, Gristól : 1 Adán de Urriola, RentandoQuirós, y J . M. Alaitln, Germán Arroyo y Angel Rodríguez, profeaores in-terno ; Guillermo Méndez P., romero Ayala, directores de la Anexa ;Cristóbal R®üí , secretario ; Pedro Rumbas', bibliotecario ; SergioLand, ecónomo; luan Falconete, enfermero; Félix F. Palacios, almacenis-ta ; Waldo Suárez, Eustorgio Tejeira y Asad t luche, inspectores ; Cor-nejo, Gregorio Maitín y otros, en el orden administrativo.

$er .

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Los profesores que durante la rectoría de Dexter prestaron sus servicio sen el Instituto continua o d tivamente son los siguientes : RichardNewmann, Octavio Aléez Pereira, p . D. Crea :r, Manuel Patiño, Alejan-dro Tapia, Ricardo if. Alfaro, Harma!lío Arias, james Zetelr, Francisco 1 urke ,Vicente Campos, Eugenio Otto Lente, arito V. Martínez, Roberto l ena,Enrique J. Arce, Narciso taraayy, Naco-41e Garaayy, Edgar J . I zo

, José M..Muñoz, Juan . Valdés, Alfredo Melhado, Mio 7

, Angel Vicente,jeptha F; . Duncan, Guillermo Patterson jr ., Luis Tapia E., etc.

De las s

tiones cine Dexter hizo aRafñnsnañ mm ~â 1! «fue,° T ' © la retarte inst ~° pública y queno llegaron atreal°

, a pesar de la simpatía con que fueron acogidas porAndreve, vale la pena consignar la referente a una reforma en el profesorado .

En efecto, consideraba Dexter que el sitúenla existente de retribucióndel profesorado, fuera de ser inadecuado, era injusto y propuso que se estable-cieran categorías de profesores por antiguedad de servicio y de acuerdo co nla responsabilidad que a cada uno se le exigía, con la remuneración corres-pondiente . Aunque no estamos de acuerdo con la escala de smel l . propues-ta por Deexter, pues consideramos estos demasiado reducidos en relación co nel trajo que implican para los profesores de las distintas categorías, es evi -

te que una distinción es necesaria entre los que comienzan y los que lleva nya vanos años de servicios ; entre los que tienen una preparación universita-ria y los que carecen de ella : entre los que se dedican a la enseñanza secun-daria corno carrera y los que la toman corno medio transitorio de llenar la-gunas en el jpresuo esto doméstico o por simple van° : entre los que en-señan materias ~tivamente sencillas en años inferiores y lea que a su carg otienen asignaturas de mayor responsabilidad como el castellano, pedagogos ,ciencias sociales etc ., en grados superiores . Creemos ue 40 horas lectivassemanales, constituye un recargo de trabajo para el esoque nuestro cli-ma no permite sin el consiguiente descenso en la eiencia, y a veces en lasaltad . Estimamos que 25 horas bien trabajadas constituyenunmáximumracional de trabajo para un profesor, pues hay que tener presente el estudi odiario, la corrección de trabajos y demás deberes que tiene que llenar cuandosu lalr„r es la que de él se espera.

R.=producimos de la memoria de instrucción pública comespondiente alaño 1918 el plan de Dexter sobre el profesorado:

"Un estudio comparativo de la organización de las escuelas de Panam ácon las de otros demuestra dos diferencias : la falta de posibilidad, po runa parte, de efectuar en la nuestra promociones de puestos de menor impor-tancia a otros superiores, de mayor cat ría y mayor sueldo ; y por otraparte, y a manera de consecuencia, sueldos excepcionalmente eleá os par alos que comienzan su Magisterio . Así, actualmente en el Instituto raciona lun profesor que empieza su carrera cobra el mismo sueldo por horas de ciasesy ocupa la misma categoría que un veterano en la enseñanza. Hay en estomarcada injusticia amén de que tal práctica le quita al principiante la ambi-ción de mostrara apto y capaz para una

n futura; además, esteprocedimiento resulta de lo más costoso, por cuanto que los profesores qu ese inician en su carrera deve~

sueldos a la verdad m crecidos . Para cor-regir los males señalados sena de mucha conveniencia r lo que expresa-mos en seguida. Crear para las escuelas secundarias y profesionales de laRepRica cuatro categoriza de oficiales docentes :

I:La que comprenda PROFESORES JEFES DE CURSOS (cargo sya previstos

una ley del ramo de instrucción pública) para las asignatura smás importantes, con un sueldo anual de mil ochocientos bal

. El nú-mero de estos w' ~fescora puedrestringirse hoy por I,~, a las asignaturas de

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castellano, pedagogas y matemáticas, y deberán de hallarse al frente de su scargos en todos loa establecimientos secundarios y profesionales o en un ode ellos, se considere el secretario del ramo, sin contar con que deberá naslnismo dedicarse a sus tareas durante todas las horas de enseñanza, bie nque no estando obligados a dictar clases sino durante 30 horas semanales ,ocupándose durante lesa otras 10 en practicar visitas a los demás estableci-mientos ?ficiaHes, visitas relacionadas desde luego con su propia asir Atima ,sin perjuicio de tener que servir en más de un plantel, caso de que e o fueranecesario.

H.—La segunda categoría comprende PROFESORES, con sueldo anua lde mil quinientos balboas. Ellos serán nombrados muy raramente para unsólo establecimiento debiendo serlo más bien para tnQlas las escudas secun-darias y profesionales con una asignatura o roas. Tendrán que encontrarsea la disposición de los Directores durante las sesiones enteras ; pero debiendoenseñar en mas de un plantel, ee entiende "re el tiempo que hayan meneste rpara trasladare de uno a otro se les defiera reconocer .

lll .—La tercera categoría comprenderá INSTRUCTORES . con suel-do anual de mil doscientos balbn3s . Se hallarán en las mismas condicionesque los anteriores, con la diferencia del sueldo.

lar. -En esta categoría estarán incluidos los PROFESORES ASIS-TENTES, loa cuales deberán ser en número muy reducido . Serán aquellaspersonas que ejerzan cl profesorado accidentalmente o que no pertenezca na la carrera de enseñanza. Por otra parte serán considerados como emplea -dos decentes que sanan por hora de servido, como ocurre actualmente, arazón de un veintrcincoavo del sueldo mensual de un instructor por horasemanal o sea 8 .4.03, a condición de que ninguno tenga un número de horastal que le permita percibir sueldo mayor que los t % ñ del devengado ¡i or lesinstructores (B. 75.t^ r) .

Los °tia Emana den

Fui durante la rectoría de Dexte rcuando tuvo lugar la graduación de los

primeros maestros y bachilleres. De la primera graduacion de maestras ve-rificada en 1913 son les siguientes ex-institutores : Rafael Enrique Arme smena, Alfredo D. albis, Arcadio Castillero, Ernesto de Jr CastiilfferojoséGua nlia Vega, Fernando Lombardo, Guillermo Méndez F ., Fermín NauseanManuel de I. Pereira, Feliciano Quirós y O., losé S. Retally R., ]Horacio D .Sosa, Cristóbal A . de Urriola yy losé Angel Vargas . Los primeros bachilleres ,graduadas en 1914, fueron : Carlos E . Ayala, A. D. F udd, Demetrio Korsi,Enrique Darlo bias, Simón Eliet, jalé María Grimaldo, Abel de la Lastra ,Víctor A. de León, Rafael Morales, Carlos Núñez G. y Tiberio Solía .

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La disciplina fue para el doctor Dexterllamas da Dmstmr @obre~P

rl o

un problema primordial el que dedicósus energías mas nobles . Después de Fa-

do qua creía en la libertad como base de un régimen disciplinario, los suco-eones este educador creían encontrar el éxito del adelanto material y mora ldel Instituto en una reglamentación represiva, en un avasallamiento a l avoluntad del superior, de los educandos, para quienes sólo existían órdenesque cumplir y prohibiciones que respetar.

Llega Dexter, y con visión clara de educador uuino, con una sensibi-lidad paternal,

la valides de

píos humanos de comprensiónalma estutil, de reconocimiento los sagrados intereses del niño, de

compenetras" entre la escuela y la vida, de desarrollo pleno de la personali -d del estudiante y construye el 44aiflcio de su alístenla disciplinario sobre

las fuertes columnas del honor y de la libertad, 1N' o de aquel honor, conceptoconvencional base ~i prejuicios absurdos, sino de aquél que como principi o

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directriz de la vida individual entraña el respeto de la propia dignidad y seerre en juez de nuestros actos, Rara calificarlos sobre ila base del deber, . dela sinceridad, y de los intereses vitales de nuestros semejantes y los propos .ver de aquella libertad significativa de deaconoeinniento de ciertas normas cae =lecheas que hay que acatar en beneficio de la armonía social, sino de aquellaque lleva al desenvolvimiento de nuestras facultades en vista de una fun-ción social que llenar y de valores morales que exaltar .

Veamos cómo se expresa sobre este ]s,rticular el propio doctor Dexte ren uno de sus informes al secretario don Cuilleemo Andreve :

snr

Tiene por base el honor del alumno . su sentimiento d ela resp

al sal y el deseo cada vez más vehemente de su , m io

ac-cionamiento.

La Ilbea t. l y 'responsa-

"En materia de libertad

nazcoa

del ~~ 'responsa- que nuestro Instituto la concede en ma -yor grado a sus educandos sue cualquier a

otro establecimiento no sólo de la localidad . sino de muchos paises. Na os ha-llamos aquí en presencia de un tópico peda ógico que puede ser resuelt oúnicamente después de un análisis muy detenido . Claro es que ya ha pasadopor el tamiz de verdaderas autoridades ; pero ello no me veda que expliqueaquí mi manera de pensar sobre el particular . Considero en primer térmi-no que In educación intencional que se da en los establecimientos docentescarece de valor en absoluto si no es tributaria de la vida, es decir, si no sirvesus lo Intereses. La antítesis que la aberración de cierto raartido pe-dagógreo habla consagrado como existente entre la escuela y la vida, es, ano dudarlo, la causa más funesta de cuantas han influido en la bancarrota d etodas las libertades en la América Latina . Cuando la educación resgata e lyo de cada alumno, cuando no trata de anularlo en nombre de fines e ideale sque no son los naturales que la vida misma dicta, es entonces cuando da susmejores frutos, lo que proceden de los terrenos siempre abonados y siemprefértiles de la verdad y de la sinceridad ."

No pan h~ p~~alrc~ 1~~ afane

"Los que en materia de educación, yNo son i ldar ® ra~rr¢nas a Il q e=

sobre el punto particular de la libertadale

para los educando, opinan que el edu-cador debe ceñirse estrictamente a los

deseos de los eres y a las costumbres reinantes, olvidan estas dos decisiva scircunstancias :

"I ® Que ningún msalre mantiene recluidos a sus hijos en el hogar po rapartarlos de las llamadas por ellos "ocasiones de corromperse", sino qu epor el contrario les conceden tanta libertad cuanta es necesaria y en la ma-yoría de lo casos más de la conveniente ;

2® . Que aún sier,alo del todo aceptable la idea de que lo padres seanquienes den la norma a los educadores, queda todavía por resolver cómo e sposible que un educador que tenga conciencia clara de los preceptos más ele -mentales de la educación positiva, no quiero decir anticristiana, se resignelealmente a cumplir los deseos de los r» x 1•F que, en lo general, nada sabe nde estas cosas."

laT

de Da voluta-

También pensaba Dexter, a ju r porlo que expresa en otro de sus informes,que la imposición de normas que no res-

ponde a una actitud mental del alumno creada rurr el ensayo frecuente de l apropia responsabilidad y c r la comprensión clara de parte del mismo de l aconveniencia de dichas normas para la formación de una personalidad mora l

able, no tienen frasee ~, socia alguna en la vida del alumno cuando dej a

La educad