El pirata mala suerte

El pirata mala suerte nació en un día de invierno muy frío y lluvioso. A los 5 años ya navegaba con su papá que era el Capitán del Gigante. El Gigante era un barco pirata chiquitito que estaba todo roto.

A los 15 años sufrió junto a su padre una gran tormenta en alta mar que quebró el palo del gigante quedando a la deriva. La fuerza del mar los hizo llegar hasta una isla en donde al inspeccionarla encontraron otro barco en ruinas del cual sacaron un cofre lleno de monedas de oro. ¿Le estaría cambiando la vida al pirata mala suerte? Sin que su padre lo viera sacó una moneda del cofre y la guardó en su bolsillo.

Zarparon de la isla en busca del continente pero otra tormenta los atacó y se hundió el barco con el tesoro encontrado. El pirata mala suerte se salvo junto a su padre y el resto de los piratas al soltar un bote antes que el Gigante se hundiera. Al subir al bote el pirata mala suerte se dio cuenta que a su padre le faltaba media pierna. Con su camisa cubrió la pierna salvándole la vida al parar la sangre que salía.

Al llegar a tierra llevó a su padre al doctor pero no lo pudieron atender por que no tenían dinero.

El pirata mala suerte recordó que tenía una moneda de oro en el bolsillo y la sacó para venderla y pagar los cuidados médicos de su padre. Al sacarla del bolsillo, la moneda le habló, pues era mágica, y le ofreció cumplir un deseo, solo uno. Puedes ser rey, millonario, lo que quieras le dijo la moneda. ¿Qué deseas?

Sin pensarlo ni un segundo el pirata mala suerte le pidió una pierna para su padre.

La moneda al ver la nobleza del corazón del pirata mala suerte cumplió su deseo y además lo hizo millonario.

El pirata mala suerte compró un GRAN barco pirata para su padre y el resto del dinero lo regaló a los pobres diciendo “soy un pirata y solo me hace falta un barco”.