El Racismo en Guatemala

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  • EL RACISMO DE LA CLASE DOMINANTEDE GUATEMALA, COMO OBSTCULO

    AL DESARROLLO NACIONAL

    Jos Baldomero ARRIAGA JEREZ

    SUMARIO: I. El problema. II. Estructura tnica de Guatemala. III. Elracismo en la dinmica social guatemalteca. IV. El racismo de la clase

    dominante y el desarrollo.

    I. EL PROBLEMA

    Es indudable que en todo Estado existe una clase dominanteque es quien dinamiza el desarrollo social de los pueblos. Laversatilidad, la responsabilidad de clase y el grado cultural aque arribe dicha clase dentro de la estructura social son va-riables determinantes para que el desarrollo social sea posible;pero son variables determinantes tambin que inciden en elatraso y la pobreza de los pueblos.

    Una clase social dominante, que tiene la capacidad de com-prender que el bienestar de los otros repercute positivamenteen su propio bienestar, es una clase social que posibilita eldesarrollo. En cambio, una clase social dominante que sola-mente vela por sus propios intereses, sin fijarse en los dems,es una clase social que obstaculiza el desarrollo social integral.

    Sabemos de suyo que, en los pases capitalistas, las clasesdominantes prioritariamente persiguen sus propios interesesde clase. Pero, atendiendo a la fraccin de clase que hegemo-nice al Estado, as ser el grado de posibilidad desarrollista.En este caso, la actuacin sociopoltica de la clase dominante sever matizada positiva o negativamente, dentro del quehacerdel Estado, habida cuenta de la perspectiva histrica que tengala fraccin de clase responsable del funcionamiento estatal.

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  • Es indudable que, si la fraccin de clase dominante conformauna burguesa progresista y modernizante, las posibilidadesde desarrollo sern ms factibles que si esa fraccin de clasees oligrquica, terrateniente, como es el caso de Guatemala.

    La oligarqua guatemalteca, cuyo proceso de acumulacinde capital la inici al amparo de la conquista y colonizacin,apropindose de grandes extensiones de tierra, y de la fuerzade trabajo del indgena, prosigui con este proceso en laindependencia, con el reparto de las tierras comunales de losindgenas,1 prosigue an hoy con la explotacin de la fuerzade trabajo de los jornaleros indgenas y con el escamoteo enel pago de los impuestos.

    La revolucin democrticaburguesa del 20 de octubre de1944 pretenda quebrar la columna vertebral de la oligarquaterrateniente, que ha mantenido en el atraso a Guatemala.

    Esos objetivos fueron delineados con meridiana claridad porel segundo presidente de la revolucin, el coronel Jacobo Ar-benz Guzmn, cuando al recibir la presidencia de manos deldoctor Juan Jos Arvalo, el 15 de marzo de 1951, en el EstadioNacional, como parte de su discurso, plante que su gobiernose propona:

    Primero: convertir a nuestro pas de una nacin dependientey de economa semicolonial, en un pas econmicamente in-dependiente;

    Segundo: transformar nuestra nacin, de un pas atrasado yde una economa predominantemente feudal, en un pas ca-pitalista moderno, y

    Tercero: hacer que esta transformacin se llevara a cabo detal manera que trajera consigo la mayor elevacin posible delnivel de vida de las grandes masas del pueblo.2

    La hegemona conservadora de la oligarqua guatemalteca,que Arbenz pretenda dislocar con su proyecto de gobierno,es ininteligible, sin comprender el ingrediente racista que hapracticado desde la colonia.

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    1 Proyecto de la Revolucin Liberal de 1871.

    2 Villagrn Kramer, Francisco, Biografa poltica de Guatemala, los pactos polticosde 1944 a 1970, Guatemala, FLACSO, 1993, p. 92.

  • Ello se evidencia en una carta publicada en la Gaceta deGuatemala el 15 de mayo de 1797, por un terrateniente, al decirque:

    Amigo mo, para conocer a los indios, vengase a mi hacienda,a lidiar un tantito de tiempo con ellos, y ver si son perrosy si le dan ganas despus de meterse a defenderlos. No haypaciencia que basta para sufrir esta canalla. Yo soy hacendado,le protesto a usted que quisiera ser verdugo... el nico mediode adelantar con estos bribones, es el cuero y todo lo demses perdedera de tiempo y darles alas para que se ponganpeores... As son estos que usted llama hombres, y que noson sino, micos peores que micos. Todo lo dems es cuento;y habr que prohibirse que los chapetones3 hablen de losindios, a menos que sean hacendados, porque no los conocen,ni entienden sus maas. Sobre todo, si ellos fueran ms hom-bres de lo que son, puede que nosotros estuviramos peor delo que estamos, pues si llegaran a vestirse de militar y aigualarse con los espaoles, quin los hara trabajar. Todosquerran ser seores, y ya se diga discurrir lo que resultaraaqu.4

    Lo grave de la situacin es lo que Marta Casaus Arz in-forma: los oligarcas actuales no han cambiado su actitud frenteal indgena, pues, en entrevistas recientes, las respuestas fue-ron evidentes. Los indgenas no pueden tener cultura, ya queson cerrados,5 analfabetas, atrasados y haraganes y por encimade todo, ladrones.6

    Ello ya evidencia que la clase dominante de Guatemala, aldiscriminar al indgena, le niega toda posibilidad educativa yde ah, la reticencia de dicha clase por mejorar la educacin delpas.

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    3 Chapetn, espaol recin llegado a la Amrica.

    4 Pinto Soria, Julio Csar, Centroamrica, de la Colonia al Estado nacional (1800-1840), Guatemala, Editorial Universitaria, 1989, p. 154.

    5 Es decir, brutos, estpidos.

    6 Casaus Arz, Marta, Guatemala: linaje y racismo, Costa Rica, FLACSO, 1992,p. 274.

  • Al fin y al cabo, la clase dominante ha creado sus propiosestablecimientos educativos, desde el kinder hasta universida-des, para la formacin acadmica de sus hijos.

    Ello explica lo que afirma Casaus de que cuanto ms altoes el nivel de escolaridad del oligarca, universitario, por ejem-plo, mayor es su intolerancia y de opiniones racistas o deetnocentrismo hacia el indgena.7

    Ese racismo exacerbado del oligarca guatemalteco concien-temente le niega toda posibilidad de desarrollo social al ind-gena, pues el hijo de un cafetalero, estudiante por supuesto, ledijo a Casaus Arz, que a los indios se les debe pagar menosporque son seres inferiores.8

    Ello explica la forma positiva de la respuesta de la oligar-qua guatemalteca ante la propuesta de intervencin y contra-revolucin hecha en 1954 por el director general de la CIA,Allan Dules, para deponer al presidente Arbenz.

    II. ESTRUCTURA TNICA DE GUATEMALA

    En los 108,889 kilmetros cuadrados de superficie de Gua-temala, se desarrolla una estructura tnica muy compleja, quematiza sociopolticamente la vida de relacin del hombre gua-temalteco.

    Sin embargo, la literatura ms o menos oficializada ha tra-tado de simplificar esa estructura antropolgica, hablando dedos grupos sociales: ladinos e indgenas.

    Los ladinos, que se sienten algo as como los continuadoresde los espaoles y los indgenas que se piensan como los des-cendientes directos de los mayas. Sin embargo, en la prctica,la cosa no es tan simple.

    Macrosocialmente se puede decir que Guatemala, segn elcenso de 1995, de sus 8.331,874 de habitantes, 4.637,380 sonladinos, lo que representa el 56%, y el grupo indgena suma3.476,684; es decir, el 42%, pero con ello no llegamos muy

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    7 Idem, p. 209.8 Idem, p. 263.

  • lejos, si no descendemos a las singularidades de la estructuraantropolgica. A nuestro entender, la dicotoma indio-ladino,es muy simplista para comprender la problemtica social, por-que ello permite diluir la problemtica racista, al usar dospolos. Ello no quiere decir, desde luego, que rechacemos laconnotacin racista del grupo ladino y que, de alguna manera,repercute negativamente en el desarrollo nacional.

    Para entender el problema, tal y como lo planteamos, esnecesario analizar ms finamente esa estructura. Los trminosde la estructura, tal y como la vemos y pensamos, son:

    1. Una sociedad maya compuesta de 24 grupos tnicos biendeterminados: quich, cakchiquel, mam, keckch, kanjobal, tzu-tuhil, ixil, chorti, pocomchi, jacalteca, pocomam, chuj, sacapul-teco, aguacateco, caribe, mopan, xinca, sipacapense, uspanteco,achi, acateco, itza, poti, tettiteco.

    Los datos del censo de 1995 son menores a las proyeccioneshechas por la Secretara General del Consejo Nacional de Pla-nificacin, que estimaba para 1995, 10.621,226 habitantes, aun-que los porcentuales entre indgenas y ladinos permanecen losmismos.

    2. La poblacin garifuna, que se ubica en el departamentode Izabal;

    3. La poblacin ladina que, sin ser mestiza, forma bolso-nes en varios municipios, del pas, como San Carlos Sija ySibilia, en el departamento de Quetzaltenango, Zaragoza enel departamento de Chimaltenango y casi todos los departa-mentos que forman el oriente del pas. Practican la endogamia,regularmente.

    En este trabajo, se le da la connotacin de ladino a unafraccin de la poblacin, cuyo mestizaje es difuso o bien sondescendientes de los espaoles que vinieron a menos socioe-conmicamente. A lgunos de ellos forman unidad cosmognicacon los mestizos de algunos municipios.

    4. La poblacin mestiza que convive con la sociedad ind-gena en la mayora de los municipios del pas, con mayorpresencia en la ciudad capital.

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  • 5. La fraccin social criolla; es decir, relativamente pura ensu descendencia de los espaoles, que practica la endogamia,por medio de alianzas familiares, para mantener concentradoel poder econmico y poltico.

    Esta fraccin social se divide en dos sectores: la burguesa(industrial, comercial, agroexportadora y financiera) y la oli-garqua terrateniente.

    Este grupo tnico es relativamente pequeo, veintidos fami-lias en total, pero poderoso, porque muchos de ellos tienenpoder y riqueza desde la colonia. Es el que estudi MartaCasaus Arz, para la redaccin de su libro, Guatemala: linajey racismo. En el camino histrico de Guatemala, a partir de lacolonia, algunas familias extranjeras, no espaolas, se han in-certado en dicha etnia, como los Skiner, los Klee, Berger, Wit-man, etctera, haciendo causa comn hasta nuestros das conla oligarqua.

    Segn Casaus Arz, los linajes oligrquicos ms consisten-tes, de prolongada hegemona y gran poder actual son: losCastillo (1544); los Daz Durn (1600); los Delgado Njera(1,648); los Aycinena (1753); los Arz (1770); los Urruela(1774), y los Skiner Klee (1803).

    Adems de ellos, Casaus incluye a los Dorion, los Sinibaldi,Berger, Novella. De las veintidos familias oligrcas de Guate-mala, cuatro proceden del ncleo inicial de conquistadores,pobladores y funcionarios peninsulares: Daz del Castillo, DeLen, Prez Dardn y Lara, de ascendencia andaluza.

    Casaus divide al grupo oligquico guatemalteco en cincocategoras:

    1) La oligarqua cafetalera provinciana que se mantiene des-de la conquista en sus lugares de asentamiento y posterior-mente se enriquecieron con la revolucin liberal: los De Len,los Barrios, los Aparicio, ubicados en los departamentos deSan Marcos, Quetzaltenango y Suchitepequez;

    2) La oligarqua cafetalera modernizante. Es la ms impor-tante y tecnificada: Herrera, Cofio, Daz Durn, Arz, asen-tados en Suchitepequez y Chimaltenango;

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  • 3) La oligarqua cafetalera tradicional. En su mayora deascendencia vasca. Mucha tierra y baja tecnologa. Baja pro-duccin. Son agroexportadores: Arrivillaga, Urruela, Samayoay Dardn;

    4) En Escuintla y Costa Sur, los Piol, Ubico y Garca Gra-nados, con fincas de caf, algodn, ganado y caa; y

    5) Cinco familias con capital industrial, comercial y finan-ciero, ubicados en la capital: Castillo, Lara, Beltranena, Sara-via, Azmitia, Zirion.9

    Segn Casaus, slo siete de las familias oligrquicas no acu-mularon capital en la agricultura, entre ellos, los Castillo, losAzmitia, los Saravia, los Lara y Dardn.10

    Las relaciones sociales que se producen en la dinmica deesa estructura son de conflicto permanente: de clase por unlado y tnico por el otro.

    Los conflictos de clase provienen de la posesin y tenencia,por parte de la clase dominante, de los medios de producciny el resto de poblacin (indgenas, ladinos, mestizos y gari-funas pobres), que slo venden a los primeros, en el procesoproductivo, su fuerza de trabajo.

    El conflicto tnico se da, por el racismo de la clase domi-nante, frente a los indgenas, en el cual arrastra tras de s aladinos y mestizos de capas medias y hasta pobres.

    III. EL RACISMO EN LA DINMICA SOCIAL GUATEMALTECA

    El racismo ha sido una actitud constante de los criollos, losladinos y los mestizos de Guatemala. Es racismo y no sim-plemente una discriminacin social, por nivel el ocupacional,cultura o educacin. Ello se palpa en las relaciones socialesde los pueblos donde conviven ladinos o mestizos e indgenas,pues aun cuando muchos de estos han escalado posicioneseconmicas o acadmicas importantes (comerciantes, indus-

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    9 Idem, p. 198.10 Idem, p. 193.

  • triales, campesinos o profesionales), los ladinos y mestizos losestigmatizan con el concepto indio que es ofensivo.

    Ante el desarrollo econmico y acadmico de significativascapas de indgenas del campo, los pocos ladinos o mestizosque conviven con ellos, suelen exclamar: estos tienen dinero,estos son profesionales, pero son indios, yo soy pobre perosoy ladino. La actitud racista de ladinos y mestizos tienensu etiologa en la actitud racista de la clase dominante. Ello seexplica porque, todava a mediados del presente siglo, en losmunicipios donde los ladinos o mestizos eran pocos, el sistemalos haba colocado en la cspide del poder local, como alcal-des, sndicos, regidores y secretarios municipales, dejando alos indgenas los puestos ms nfimos, como miembros de losayuntamientos indgenas, que no tenan competencia adminis-trativa, sino de trabajo material en las obras municipales. Aello se suma los abusos cometidos por los ladinos en contrade los indgenas, especialmente provenientes de la propiedadlatifundista o semilatifundista de la tierra en manos de ladinosy mestizos.

    Pinto Soria dice al respecto que:

    el aparato burocrtico estatal del Reyno de Guatemala se com-pona, finalizando la dominacin colonial, de aproximadamen-te 700 puestos administrativos, de los cuales solo 69 eran ocu-pados por espaoles peninsulares; el resto se encontraba yaen manos de las familias criollas pudientes.11

    Una proyeccin de esa clase dominante ubicada en la cpuladel poder del Estado se realizaba en el poder local. Los ladinosy mestizos pudientes (terratenientes o comerciantes) ejercansu hegemona poltica y econmica sobre los indgenas.

    Los indgenas siempre se manifestaron en contra de esosabusos, los motines de indios de toda la colonia dan cuentade ello; pero el ejemplo moderno, ms radical del conflictoexistente entre indgenas y ladinos, lo constituye el levanta-

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    11 Pinto Soria, Julio Csar, Races histricas del Estado en Centroamrica, 2 ed.,Guatemala, Editorial Universitaria de Guatemala, 1983, p. 141.

  • miento indgena de Patzitza, del departamento de Chimalte-nanco, donde varias familias ladinas y mestizas fueron masa-cradas por los indgenas y el ejrcito ejecut a muchos de losamotinados.

    Los ltimos ejemplos de conflicto racista se manifestaronen las elecciones municipales realizadas en el mes de noviem-bre de 1995, en ciudades como Quetzaltenango del mismodepartamento y Solol cabecera del departamento de Solol.

    En ambas ciudades, frente a candidaturas indgenas fuertes,como fenmeno poltico que nunca se haba dado, se exacer-baron las pasiones de los candidatos no indgenas, haciendouso de una intensa campaa racista, que no tuvo eco, porquealguna fraccin ladina y mestiza se inclin por los canditatosindgenas, por ser las mejores alternativas para los municipios.

    IV. EL RACISMO DE LA CLASE DOMINANTE Y EL DESARROLLO

    Una clase dominante puede inducir el desarrollo social delpueblo donde acta, si tiene la entereza de actitud de reco-nocer que el bienestar de los otros repercute en su propiobienestar, y que su prestigio de clase depende de sus realiza-ciones sociales.

    La clase dominante de Guatemala no ha tenido, ni tieneconciencia de ello. Siempre ha visto con sumo desprecio a lasociedad indgena, tildndola de ignorante e incapaz, sin tratarde comprender la grandeza de las culturas indgenas de pre-conquista. El etnocentrismo europeo de la clase dominante yde ladinos y mestizos guatemaltecos les ha obstaculizado lacomprensin de la importancia socioeconmica de las contri-buciones de los indgenas en la agricultura, las artes, la in-dustria y la cultura en general.

    Sin embargo, la conciencia social de la clase dominantesiempre se ha manifestado en contradicciones ideolgicas yoperativas, por su misma situacin de oligarca y racista. Ellose evidencia en el discurso que pronunciara el 15 de septiem-bre de 1827, ante funcionarios y embajadores, en conmemora-cin de la independencia centroamericana, el doctor Juan Jos

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  • Aycinena, hombre prominente, religiosa y polticamente, aldecir:

    Yo brindo por dos objetivos, tan grandes como interesantes.Los indgenas, que son una considerable parte de nuestra re-pblica, viven obscurecidos, todava entre las tinieblas de laignorancia. Muchos ni conocen la dignidad de su propio ser,ni los derechos del hombre en sociedad. La ilustracin es elnico elemento conque se puede salir de tan miserable estado;y debemos procurrsela, por todos los medios posibles[...]. Losartesanos merecen igualmente la atencin pblica.12

    Vese como el jefe del clan Aycinena, la nica familia noblede Guatemala y de gran poder econmico y poltico, estigma-tiza a los indgenas de vivir en las tinieblas de la ignorancia,cmo es ello posible si los mayas y sus descendientes orga-nizaron una de las ms grandes civilizaciones del mundo? Yla astronoma mesoamericana, el cultivo del maz, la matem-tica vigesimal, el calendario, los idiomas tan ricos en contenidoy lingsticamente bien estructurados? Ello no cuenta, al con-quistador nada de eso le interesa. Si aquellos hombres no erancristianos y no podan hablar el castellano, de plano eran ig-norantes y miserables y slo la ilustracin cristiana, con In-quisicin y todo, los poda sacar de ese estado.

    Ciento sesenta y seis aos despus de aquel histrico dis-curso de Aycinena, un oligarca sigue sin entender la sociedadindgena, y como no la entiende, pierde la paciencia y dice:

    yo no encuentro solucin ms que exterminarlos o meterlosen reservaciones como en los Estados Unidos. Es imposiblemeterle cultura a alguien que no tiene nada en la cabeza,culturizar a esa gente es obra de titanes, son un freno y unpeso para el desarrollo, sera ms barato y ms rpido exter-minarlos.13

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    12 Btres Juregui, Antonio, La Amrica Central ante la historia (1821-1921). Memo-rias de un siglo, Guatemala, Ediciones del Organismo Judicial, 1993, t. III, p. 129.

    13 Casaus Arz, Marta, op. cit., p. 287.

  • Otro, siempre siguiendo la misma lnea de exacerbacin ra-cista respondi que: integrarlos no sera una solucin, tam-poco repartirles tierras, ni darles dinero, ni siquiera educarlosmerece la pena. En el fondo yo soy un reaccionario, porquealgunas veces me dan ganas de exterminar a todos los ind-genas del altiplano.14

    De las opiniones oligarcas consignadas, se pueden obtenerlas conclusiones siguientes:

    1) Por el desprecio que la clase dominante siente por elindgena, se resiste a mejorar los salarios y las condiciones detrabajo (vivienda, educacin, recreacin) de los jornaleros de lasplantaciones de caf, caa de azcar y otras ms. Ello redundaindudablemente en bajos niveles de desarrollo humano de mu-chos miles de familias que, estacional o permanentemente, seencuentran involucradas en dichas actividades.

    Es cierto que FUNDAZUCAR, una fundacin de azucareros,invierte anualmente en tiles escolares para hijos de sus tra-bajadores, y otras cosas livianas; pero tambin lo es que dichasinversiones son deducibles del impuesto sobre la renta.

    2) Esa misma situacin de desprecio hacia el indgena jus-tifica el silencio de la clase dominante ante las masacres per-petuadas en el campo, durante la dcada que arranc en 1980,por el ejrcito, so pretexto del combate a la guerrilla;

    3) La clase dominante repite y repite que el indgena notiene cultura, y sin embargo, sus hijas guapas y distinguidasandan exhibiendo, dentro y fuera del pas, los bellos e inigua-lables trajes tpicos, que son confeccionados por los indgenasy producto de su cultura. Adems, la mayor parte del arteculinario de la sociedad guatemalteca, incluido el pavo, lostamales de carne, los pepianes, etctera, y el uso generalizadodel maz, el frijol, las calabazas, el tomate, el chocolate, etc-tera es de procedencia indgena.

    Casaus Arz informa que el 40%, de oligarcas entrevistadospor ella blancos o mestizos, consideran al indgena un lastre

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    14 Ibidem.

  • para el desarrollo nacional. La razn de considerarlos as esporque no consumen ni producen.15

    Vese la pobreza del razonamiento de esa clase que preten-de ser la inductora del desarrollo del pas, que no la entiende,ni le interesa. Los verdaderos lastres del desarrollo nacionalhan sido y son las fracciones de clase dominante, que se in-certaron, desde la colonia, en la produccin primaria de mo-nocultivos, la grana, el ail y posteriormente el caf, olvidn-dose de otras actividades productivas que podran ser debeneficio para el pas.

    Su paradigma social fue: durante la colonia, apropiarse delas tierras conquistadas, para medio cultivarlas; y durante lareforma liberal de 1871, aduearse de las tierras comunalesindgenas para cultivarlas de caf, creando con ello un Estadocafetalero, obsoleto y atrasado. La clase dominante se empan-tan en los cafetales, cre sus propias arenas movedizas his-trico sociales, de las cuales no ha podido emerger con unproyecto de desarrollo nacional, progresivo y moderno.

    En este estado social de la clase dominante, la sorprendeel mercado libre del norte (Canad, Estados Unidos y Mxico),con qu piensa competir dicha clase dominante dentro delmercado ms grande del mundo? Con nada: ni cantidad, nicalidad. Lo ms seguro y cmodo es que, por un lado expe-diten la inversin extranjera en el pas, en lo que ellos nopueden hacer, y por otra parte, muy comodamente, sin pensaren el desarrollo nacional, se tranformarn en simples comer-ciantes de los productores del norte.

    En cambio, hablan del indgena como lastre para el desa-rrollo. De qu desarrollo habla esta clase social? Acaso nopusieron ellos los cimientos del Estado cafetalero?, y en laconstruccin de ese Estado, los indgenas con su trabajo for-zado por Ley de Vagancia,16 la Ley de Jornaleros17 y el Boleto

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    15 Idem, p. 267.

    16 Ley de origen liberal que cre la figura delictiva de vagancia.17 Ley de origen liberal, que obligaba a los indgenas a trabajar en la fincas, como

    mnimo ciento cincuenta das, para no ser encarcelado por vagancia.

  • de Vialidad,18 no fueron ellos los que levantaron semejanteedificio? Si la clase dominante tuviera otros proyectos de de-sarrollo, fuera de los cafetaleros, el indgena participara acti-vamente en ellos.

    La clase dominante plant el cafeto en los surcos con trabajoindgena, pero ideolgicamente lo sembr tambin en su ce-rebro y en su conciencia. Esa conciencia cafetalera lo petrificen el tiempo y en la distancia y se desentendi de la salud,de la educacin y del bienestar en general de sus trabajadores.Es decir, la clase dominante engendr el subdesarrollo, loconstruy como un espanto, y ahora se espanta de ello. Supsicologa es compleja y tenebrosa, pues siendo creadora de lapobreza y el atraso del pas, lo proyecta a los indgenas, queno han hecho ms que construir lo que la oligarqua disea.

    Por otra parte dicen los oligarcas que los indgenas no con-sumen ni producen. Esto es una flagrante falacia, porque, apesar del atraso en que la clase dominante tiene hundida a lanacin, un porcentaje significativo de indgenas se han hechocomerciantes, adquiriendo para ello camiones, autobuses, pickups, materiales de construccin, calzado, ropa, maquinaria in-dustrial, etctera, y con los sacrificios que les impone el sis-tema, con esfuerzos y muchos sacrificios, han ido mejorandosu canasta bsica y su vivienda.

    Qu no producen? Quines son los productores directosen la agricultura de exportacin y en las vas de comunica-cin? Quines producen en el altiplano los alimentos para elresto de la poblacin, incluidas las plantaciones oligarcas?

    El bajo desarrollo cientfico y tecnolgico del pas no se lepuede imputar ms que a la clase dominante, que enmaraadaen las redes invisibles del Estado cafetalero, para construirloy mantenerlo, no necesita ms que la fuerza de trabajo baratade jornaleros analfabetas que, por necesidad, aceptan condi-ciones miserables de trabajo.

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    18 Ley liberal por medio de la cual se obligaba a los indgenas a trabajar gratui-tamente en la apertura de camino y carreteras.

  • Pero los indgenas, sin ms ayuda que su propia conciencia,se han ido levantando de sus sementeras y estn ya incursio-nando en las artes, la ciencia y la industria transformadora.Slo a ellos con su ingenio y creatividad se les pudo ocurrirhacer de las telas tpicas, que han sido mercancas de cortacirculacin nacional, mercancas de circulacin internacional(chumpas, chamarras, chalecos, bolsas, pants, cinturones, etc-tera).

    Quines son entonces los que ponen obstculos al desarro-llo, los de abajo o los de arriba?

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