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El retrato de Jamila Published on Centro Onelio (http://www.centronelio.cult.cu) El retrato de Jamila Esta mujer ha pensado varias firmas, que no heterónimos, según el teatro de operaciones elegido. Jamila Medina Ríos para el ensayo. Jamila M. Ríos en la poesía. J. Medina Ríos en tanto editora. Simplemente Jamila Medina cuando se emplea a fondo en la ficción. La elección de un nombre/máscara por una mujer que nació en 1981. Por: Ahmel Echevarría Centronelio 18 de marzo de 2021 Jan Saudek. El fotógrafo checo, o las imágenes coloreadas por él, estallan en mi cabeza tan pronto pienso en Jamila y su obra. ¿Para ejecutar el retrato de esta holguinera lo ideal es la apropiación —o variante de plagio— con la intención de propiciar una fotografía como posible master piece del futuro? Imaginar una pared vetusta. Descorchado el estuco en el lateral derecho y a la izquierda en la esquina inferior. Imaginar también lamparones de mugre. Recorriendo el encuadre, una grieta horizontal originada en el lado siniestro (léase sombrío/léase lado izquierdo). Casi al centro, una mujer. Esbelta. Agachada y calva. Casi desnuda —porque una manta apenas se sostiene en los muslos—. Esa mujer tiene las mejillas, la zona del bigote y la barbilla cubierta de espuma. Se está afeitando. Podría quitar del encuadre a esa mujer, sin dudas es hermosa. ¿Qué habría en su lugar?: una enana. Desnuda. De perfil. Cubriría su cabello con un sombrero de ancha ala y flores. O bien la sustituiría por tres mujeres. Desnudas. De manos y de espaldas a la cámara. Ellas observarían con detenimiento una imagen religiosa colgada en la pared. La mujer situada al centro sería joven y delgada, en los extremos dos señoras obesas; la celulitis y los años han erosionando cada milímetro del cuerpo. Allí (en el alto contraste de colores, en esos escenarios que supuran tanto derrota, asombro, deseo e incertidumbre, como amor, desasosiego y paz, habitados por enanos y seres de estatura regular, por jóvenes y viejos —esos hombres y mujeres delgados u obesos cuyos cuerpos muestran lozanía o decadencia—, en el sexo mostrado sin tapujos u oculto bajo una hirsuta crin o un manto, en las ubres presionadas contra un cristal o un corpiño) encuentra terreno común la obra de Jamila Medina Ríos. Poeta, ensayista, narradora. Por si fuera poco, además ejerce la crítica. Y la edición. Aunque Jamila desande las arenas movedizas de la poesía, el campo minado del ensayo y la crítica, o las escarpadas laderas de la ficción, no se anda con miramientos para generar un desequilibrio con el lenguaje. O desde el lenguaje. Otro asunto son los demonios que pone a rumiar, amancebarse o dar batalla en sus textos. Cuando desde el texto piensa y modela el amor, las señales ubicadas a lo largo y estrecho de la ruta que conduce a ese lugar nos avisan de la posibilidad de la muerte, el final del idilio, de traiciones y falsedades en el entorno privado y en el inmediato social y político. Sí, no pierde de vista el desasosiego. Esta mujer ha pensado varias firmas, que no heterónimos, según el teatro de operaciones elegido. Jamila Medina Ríos para el ensayo. Jamila M. Ríos en la poesía. J. Medina Ríos en tanto editora. Simplemente Jamila Medina cuando se emplea a fondo en la ficción. La elección de un nombre/máscara por una mujer que nació en 1981. Rubia hasta la demencia según el narrador santiaguero Herson Tissert, entre otros libros Jamila ha publicado los poemarios Huecos de araña (UNION, Premio David, 2009), Primaveras cortadas (Proyecto Literal, México D.F., 2012) y País de la siguaraya (Premio Nicolás Guillén 2017, Letras Cubanas 2017), el libro de cuentos Ratas en la alta noche (Malpaís Ediciones, 2011) y Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba. Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera . © Todos los derechos reservados. 2015. deneme Page 1 of 6

El retrato de Jamila

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El retrato de JamilaPublished on Centro Onelio (http://www.centronelio.cult.cu)

El retrato de Jamila

Esta mujer ha pensado varias firmas, que no heterónimos, según el teatro de operaciones elegido.Jamila Medina Ríos para el ensayo. Jamila M. Ríos en la poesía. J. Medina Ríos en tanto editora.Simplemente Jamila Medina cuando se emplea a fondo en la ficción. La elección de unnombre/máscara por una mujer que nació en 1981.Por: Ahmel EchevarríaCentronelio18 de marzo de 2021

Jan Saudek. El fotógrafo checo, o las imágenes coloreadas por él, estallan en mi cabeza tan prontopienso en Jamila y su obra. ¿Para ejecutar el retrato de esta holguinera lo ideal es la apropiación —ovariante de plagio— con la intención de propiciar una fotografía como posible master piece delfuturo?

Imaginar una pared vetusta. Descorchado el estuco en el lateral derecho y a la izquierda en laesquina inferior. Imaginar también lamparones de mugre. Recorriendo el encuadre, una grietahorizontal originada en el lado siniestro (léase sombrío/léase lado izquierdo). Casi al centro, unamujer. Esbelta. Agachada y calva. Casi desnuda —porque una manta apenas se sostiene en losmuslos—. Esa mujer tiene las mejillas, la zona del bigote y la barbilla cubierta de espuma. Se estáafeitando.

Podría quitar del encuadre a esa mujer, sin dudas es hermosa. ¿Qué habría en su lugar?: una enana.Desnuda. De perfil. Cubriría su cabello con un sombrero de ancha ala y flores. O bien la sustituiríapor tres mujeres. Desnudas. De manos y de espaldas a la cámara. Ellas observarían condetenimiento una imagen religiosa colgada en la pared. La mujer situada al centro sería joven ydelgada, en los extremos dos señoras obesas; la celulitis y los años han erosionando cada milímetrodel cuerpo.

Allí (en el alto contraste de colores, en esos escenarios que supuran tanto derrota, asombro, deseo eincertidumbre, como amor, desasosiego y paz, habitados por enanos y seres de estatura regular, porjóvenes y viejos —esos hombres y mujeres delgados u obesos cuyos cuerpos muestran lozanía odecadencia—, en el sexo mostrado sin tapujos u oculto bajo una hirsuta crin o un manto, en lasubres presionadas contra un cristal o un corpiño) encuentra terreno común la obra de Jamila MedinaRíos. Poeta, ensayista, narradora. Por si fuera poco, además ejerce la crítica. Y la edición.

Aunque Jamila desande las arenas movedizas de la poesía, el campo minado del ensayo y la crítica,o las escarpadas laderas de la ficción, no se anda con miramientos para generar un desequilibrio conel lenguaje. O desde el lenguaje.

Otro asunto son los demonios que pone a rumiar, amancebarse o dar batalla en sus textos. Cuandodesde el texto piensa y modela el amor, las señales ubicadas a lo largo y estrecho de la ruta queconduce a ese lugar nos avisan de la posibilidad de la muerte, el final del idilio, de traiciones yfalsedades en el entorno privado y en el inmediato social y político. Sí, no pierde de vista eldesasosiego.

Esta mujer ha pensado varias firmas, que no heterónimos, según el teatro de operaciones elegido.Jamila Medina Ríos para el ensayo. Jamila M. Ríos en la poesía. J. Medina Ríos en tanto editora.Simplemente Jamila Medina cuando se emplea a fondo en la ficción. La elección de unnombre/máscara por una mujer que nació en 1981.

Rubia hasta la demencia según el narrador santiaguero Herson Tissert, entre otros libros Jamila hapublicado los poemarios Huecos de araña (UNION, Premio David, 2009), Primaveras cortadas(Proyecto Literal, México D.F., 2012) y País de la siguaraya (Premio Nicolás Guillén 2017, LetrasCubanas 2017), el libro de cuentos Ratas en la alta noche (Malpaís Ediciones, 2011) y Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba.Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera. © Todos los derechos reservados. 2015.

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Diseminaciones de Calvert Casey (Premio Alejo Carpentier de Ensayo 2012, Letras Cubanas 2012).

Sin lugar a dudas, puedo adelantar que en estos libros hay un elemento común: una alta densidad.En su poesía y la narrativa, dicha densidad resulta potenciada por una urdimbre de palabras. En elensayo y la crítica se da por descontado, porque tal como dijo Umberto Eco: hay que pensar difícil.Esta rubia lo pone todavía más difícil cuando frente al procesador de textos se desata.

A diferencia del narrador, bloguero y fotógrafo Orlando Luis Pardo Lazo, a Jamila no le interesa solodeleitarse en/con la palabra. Su riesgo no es el de dejar en segundo o cuarto plano una imagen,emoción, conflicto. En ella es doble la densidad: la complejidad de su dispositivo de enunciación, lanecesidad y obligación de indagar, de formularse preguntas para entender “al otro”, paraentenderse en “el otro”. Lo ejecuta sin pretender el didactismo.

¿Estamos en presencia de una escritura con identidad e ideología?

Pensar a Jamila.

Pensar la obra de Jamila Medina Ríos.

Explicar y explicarse sin procurar el didactismo:

Sus textos son madeja y a la vez furnia. Emprender su lectura sería correr el riesgo de quedaratrapado entre el sonido de la palabra y su (inevitable) reacción en cadena. No queda otra: debe unoemplearse a fondo. Porque en las páginas escritas por esta mujer hay una sucesión de textos deplacer. El placer que puede ser enunciado, dicho, incluso como postura desde la cual se ejerce unapolítica (del deseo) o ejercicio del criterio no sin cierta dosis de tiranía. Y porque en las páginasescritas por esta mujer hay una sucesión de textos de puro goce. El goce o trabajo de zapa, ignición,corrimiento de los límites de todo lo permisible.

Me permitiré correr un riesgo, el de la cita. Del cuento ‘Marionetas’, pieza narrativa del libro Ratas enla alta noche, el siguiente fragmento:

Mujer joven. La tez tan nívea que las venas verdeen bajo ella, la piel fláccida. Una faldaescocesa hasta las rodillas, escamoteando los muslos depilados. Un corpiño con tantas cintasa la espalda que permita recitar ante ella (tras ella) —mientras la conmino suavemente adesnudarse— todo el Primero sueño de Sor Juana. O fingir que danzamos por el salón—inconmovible la mirada, sobrio el gesto— un minué entero mientras la desato, tal quepermita incluso —ese lapsus del des(a)nudar— merendarme la cabeza de una mantis, si hede probarle mi amor (o mi deseo).

Pensarse Jamila.

Pensar en la obra de Jamila Medina Ríos.

Explicar y explicarse sin pretender el didactismo.

Su propósito es habitar (con desparpajo) la piel de cada personaje/marioneta/homúnculo en elpoema o el cuento. Experimentar en carne propia esa vida (esa muerte) en el cuento o el poema.Todo por y para ella. Todo por ti, o por mí. O para llegar a ti, para arribar a mí.

¿Qué podríamos encontrar en el interior de ese “territorio”?: amores perros, descoyuntados.Seducción, morbo, traición. La soledad del corredor de fondo, incluso una nana. La incesantebúsqueda de la belleza, también el dolor que inocula la belleza en la mente y el cuerpo. La entrega apesar de la alta resistencia de quien es objeto de deseo, de búsqueda. El oscuro objeto del deseo.Flujos y fluidos para ser libados o desechados. En resumen: huecos de arañas… Hay mucho placerallí, pero también un interminable dolor.

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¿Cuál es ese “territorio” pensado y proyectado por Jamila? Digo “ciudad”, pero no me atrevo anombrarla. Esa ciudad es también el espacio privado (el hogar, el cuerpo), un cuerpo saeteado porlas líneas duras de la política. Sí, tu cuerpo o el mío, incluso el de Jamila, que pugna por escapar dela mediocridad, es decir de una vida mediocre a la que se regresa después de tantas brazadasbuscando alejarse.

Personaje/marioneta/homúnculo… Los extraños seres modelados por Medina Ríos parecen tener vidapropia. Además, parecen tener sexo. Incluso parecen erotizarse, vivir, disfrutar. Pero cierta fatalidad,tan real como el cáncer, los cercena.

Vuelvo a su dispositivo de enunciación, de cuestionamientos, a esa manera (i)lógica y diabólica deponer “los puntos sobre las íes”. A la par que se marca, se desmarca. Porque establece una línea defuga, una huida. La aleja de Cuba y los cubanos en tanto parque temático. En realidad digo: laausencia del falso color local, del falso olor fecal. Digo también: trabajar con la mierda, la nuestra, yque siéndolo no lo pareciera ni lo padeciera. En este punto pienso en su trabajo ensayístico, en esanecesidad de acercarse a espacios de creación/individuos que han sido catalogados comosubalternos (el escritor y suicida Calvert Casey a manera de rotundo ejemplo).

La riqueza del paisaje cultural y político de una nación necesita de alguien que se las arregle con los“olvidos” y los “olvidados”, que sepa leer allí donde se ejecutó una tachadura, que haga de las suyascon las etiquetas y que a sabiendas del riesgo las administre. Aunque sea a sotto voce. Sí, lanecesidad de la persistencia de las ideas.

Pienso en sus (s)altos por las artes visuales. En tanto espectadora, algunos artistas han propiciadoen Jamila la escritura de textos críticos. Pero no creo que este punto aporte nada nuevo a esteintento de retrato.

Jan Saudek. El fotógrafo checo, o las fotos coloreadas por él. Estallan en mi cabeza cuando pienso enJamila Medina Ríos y su obra.

Puesto ya en el final, vuelvo a la escena de las tres mujeres frente a la imagen religiosa. Desnudas.De manos y de espaldas a la cámara. De la lozanía a la decrepitud observan con detenimiento esemomento donde calvario y resurrección son un continuum.

¿Acaso de eso se trata la vida, es decir, la literatura?

Una pausa. Y de súbito un poema. De Jamila. Un poema tomado del libro Primaveras cortadas:

Ifigenia/Polixena/Casandra

No esperes comprender la podani añoresque la raíz te atraviese vertical como un tentáculo,te penetre viole(n)ta.Túmbate.Piensa en el sexo de las mutiladas y las brujaslas débiles las retrasadas las caídaspiensa en las ciegas las locas las mudaslas lisiadas las cojas las tullidaslas lerdas y las lelaslas enanaspiensa en el sexo de las tardesque no llegan nunca.

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150 años de la muerte del poetaLa obra del profesor Joan Estruch Tobella desmitifica un figura compleja que permanece envuelta enun aura de romanticismoGustavo Adolfo Bécquer por Valeriano Bécquer, 1862 (Museo de Bellas Artes de Sevilla).

Retrato de Gustavo Adolfo Becquer realizado por su hermano Valeriano Domínguez Bécquer LVUna biografía saca a la luz oscuras leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer

Josep Playà Maset

Barcelona21/02/2021 07:00Actualizado a 23/02/2021 16:21

El 22 de diciembre pasado se celebró el 150.º aniversario de la muerte del poeta Gustavo AdolfoBécquer, considerado como el segundo autor clásico español más leído después de Cervantes. Y elaniversario coincide con la publicación de una desmitificadora biografía sobre el personaje, a cargodel profesor Joan Estruch Tobella, titulada Bécquer. Vida y época

La figura de Gustavo Adolfo Bécquer (Sevilla, 1836-Madrid, 1870) permanece para gran parte delpúblico envuelta en una aura de romanticismo, propiciada por la popularidad de sus rimas(“Volverán las oscuras golondrinas / en tu balcón sus nidos a colgar / (...)”) y por la imagen que sedesprende del retrato que le hizo su hermano, y que durante años figuró en los billetes de cienpesetas. Bohemio, soñador marginado, desgraciado en amores, autor de poemas cursis... todo esose ha dicho de él, pero también se le ha atribuido la paternidad del satírico álbum Los Borbones enpelota , se ha dicho que murió de sífilis o que vivió en la pobreza absoluta.LeyendasBohemio y soñador, se le atribuye el álbum satírico 'Los Borbones en pelota' y se dice que pudomorir de sífilis19022021 Joan Estruch , professor, autor d'una biografia sobre Gustavo Adolfo Bécquer.

El profesor Joan Estruch, autor de la nueva biografía de Gustavo Adolfo Bécquer. Xavi Jurio

Joan Estruch no solo rastrea en la documentación de archivos, memorias personales y la prensa sinoque contextualiza la época que le tocó vivir para entender mejor el personaje, destrozar tópicos yentender por qué ha sido considerado un renovador de la poesía, admirado por autores tan diversoscomo Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez o Luis Cernuda.Unos amores difíciles

Poco se sabe de los amores adolescentes de Gustavo. Con 16 años persigue por la calle durantecuatro días a un chica que ha visto desde lejos. Es una versión idealizada, como la referida a lamarcha de otra chica: “¿ Y te vas, y abandonas las floridas orillas del Betis, y en doloroso llanto dejasa cuantos te aman, a cuantos gustan de tu vista, del agradable trato?”. El amor platónico juvenil secomplementa en ocasiones con un estilo más vulgar y directo. “¡Oh coño entre los coños escogidos, /peluca entre pelucas bien rizada, / quien te metiera el instrumento erguido / y te dejara de jodercansada”.EnigmasLa cantante de ópera Julia Espín lo definió tras su muerte como "un hombre sucio"

Su gran amor se ha dicho que fue la hermosa cantante de ópera Julia Espín, que nunca llegó a seruna prima donna, hija de un modesto músico y creador de zarzuelas. Parece más bien que fue unamor no correspondido. Julio Nombela, escritor de novelas de folletín, divulgó una versión románticasegún la cual Gustavo conoció a Julia cuando paseaba por la calle donde ella vivía y la vio asomadaal balcón. Un escena que recuerda los platónicos encuentros de Petrarca y Laura o de Dante yBeatriz pero que según el biógrafo es muy difícil de creer. Entre otras cosas porque estaba muy malCentro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba.Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera. © Todos los derechos reservados. 2015.

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visto que una mujer asomara todo su cuerpo al balcón y más cuando la calle en la que vivían losEspín tenía mala fama por sus prostíbulos. Pese a algunos dibujos y poemas que le dedicó, no haygrandes muestras de este amor, y la altiva Julia solo pensaba en su carrera como cantante. Añosdespués de la muerte de Gustavo, lo calificó de “hombre sucio”.Julia Espín

Julia Espín, cantante de ópera LV

El poeta eligió como esposa a Casta Esteban Navarro, una chica de pueblo, muy distinta de lasofisticada Julia, y se casaron el 19 de mayo de 1861 tras un corto noviazgo. Era hija de un cirujanoque también se presentaba como especialista en enfermedades venéreas y creador de una pomadaque servía como crecepelo y curaba migrañas. A Casta, los estudiosos no la han tratado bien, desdeantipática a mujer infiel, pero en todo caso parece que era una persona incómoda, con idealesprotofeministas, que rompió con el modelo de sumisión. Se separó de su marido, se repartieron lacustodia de los tres hijos y tras la muerte de Gustavo volvió a casarse e incluso escribió un libro.De corresponsal a censor de novelas

En 1861 Gustavo pasó los meses de verano en los Baños Nuevos de Fitero (Navarra), en lo queprobablemente fue su luna de miel con Casta. Allí documentó dos de sus leyendas y hoy esteestablecimiento se llama Hotel Bécquer. Casi tres años después hizo otra estancia en el monasteriode Veruela (Zaragoza), con finalidades terapéuticas. Allí coincidió también con su hermanoValeriano, pintor, y su familia. Este realizó una serie de dibujos au plein air mientras que Gustavoescribió unas cartas literarias de las que surgió el libro Desde mi celda.Gustavo Adolfo Bécquer

Gustavo Adolfo Bécquer

En septiembre de 1864 el general Narvaez vuelve al poder y Bécquer, que pertenece al Partidomoderado, será recompensado con la dirección del periódico El Contemporáneo, donde ejercerácomo cronista parlamentario. Su amistad con el ministro Luis González Bravo le permitirá teneracceso a las fiestas más selectas y poco después logrará el cargo de censor de novelas y de losfolletines que publicaban los diarios. De todos modos, la inestabilidad política hará que solo llegue aejercer durante seis meses. Su hermano Valeriano también salió beneficiado y logró temporalmenteuna pensión a cambio de entregar cada año dos cuadros de costumbres al fondo del MuseoNacional.'Los Borbones en pelota'Fragmento de una de las acuarelas de 1868-69 que formaban parte del álbum

Fragmento de una de las acuarelas de 1868-69 que formaban parte del álbum "Los borbones enpelotas"

La Revolución de septiembre de 1868 significó también el auge de la sátira pornográfica centrada enmostrar los escándalos sexuales de la corte de Isabel de Borbón, que ya eran del dominio público.Los avances técnicos en la fotografía y el grabado facilitaron la profusión de impresos obscenos. Y enese contexto hay que situar el álbum Los Borbones en pelota , formado por más de un centenar deacuarelas de contenido republicano y anticlerical, con caricaturas pornográficas de burla hacia lareina, el padre Claret, el general Prim, González Bravo y otros, firmadas con el pseudónimo SEM.Lee también¿Los Bécquer fueron los autores del álbum ‘Los Borbones en pelotas’Josep Playà Maset BarcelonaUna biografía saca a la luz oscuras leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer

Este álbum no se publicó hasta el reciente 1991 e inicialmente se atribuyó a los hermanos Bécquerporque tras la muerte del poeta el periódico republicano satírico Gil Blas les atribuyó el pseudónimoSEM. Estruch lo rechaza categóricamente entre otras cosas por el conservadurismo de los doshermanos. En su opinión es más probable que el autor fuera el dibujante Francisco Ortego, del cualal menos hay una lámina igual a la del álbum que lleva su firma.¿Un golpe de frío? ¿Problemas respiratorios? ¿Sífilis?

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Julio Nombela, amigo de Gustavo, atribuye su muerte a la ola de frío y a la nevada que sacudióMadrid a finales de 1870 y en concreto a las consecuencias de un viaje en ómnibus. Pero todo indicaque falleció tras un proceso de empeoramiento progresivo de difícil diagnóstico, que apunta aproblemas respiratorios crónicos. Eso explicaría sus estancias anteriores en balnearios y sus bañosde mar. Otro factor de mitificación ha sido la coincidencia de su muerte con un eclipse de sol, perosegún el autor ese día Madrid estaba nublado y no se llegó a ver.'Libro de los gorriones'"Una mujer me ha envenenado el alma,/otra mujer me ha envenenado el cuerpo”... Los versospodrían ser la confesión de una enfermedad venérea

El argumento más serio contra esa hipótesis es la rima 55 del Libro de los gorriones que fuecensurada en una primera edición: “ Una mujer me ha envenenado el alma,/otra mujer me haenvenenado el cuerpo”. Podría ser una confesión ante una enfermedad venérea, lo cual plantea eldebate sobre hasta qué punto las Rimas son o no una especie de diario autobiográfico.Relación con Catalunya‘La cruz del diablo’ y Bellver

En la web del Patronato de Turismo de Lleida se lee: “Gustavo Adolfo Bécquer pasó unos días delverano del 1860 en Bellver de Cerdanya y aprovechó la estancia para escribir una de sus leyendas,‘La cruz del diablo’. Se puede ver la placa conmemorativa en la fachada de la que fue su casa”.Estruch descarta que Bécquer viajara a Catalunya y opina que se limitó a documentarse paraambientar la citada leyenda. “Bellver –escribió el poeta– es una pequeña población situada a la faldade una colina, por detrás de la cual se ven elevarse, como las gradas de un colosal anfiteatro degranito, las empinadas y nebulosas crestas de los Pirineos”. Una descripción que se puede hacer sinpisar la supuesta posada en la que se colocó hacia 1970 la placa. En otra leyenda, ‘Creed en Dios’,salen nombres imaginarios de apariencia catalana como Montagut y Fortcastell o una referencia aMontserrat, y entronca con el mito del Comte Arnau. Estruch apunta que el contacto con la culturacatalana pudo ser su amigo Augusto Ferrán, de origen catalán, que llegó a ser su padrino de boda.Una hermana de Augusto se casó con Florencio Janer, periodista barcelonés, buen conocedor de laobra de Víctor Balaguer o Pau Piferrer, fuentes de las que beben algunas narraciones de Bécquer.

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