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EL SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA EN MÉXICO: DE LA TRADICIÓN AL CAMBIO* MARÍA DEL CARMEN PARDO EL PROPÓSITO DE ESTE ARTÍCULO ES HACER UN RECUENTO de los esfuerzos realizados en México por contar con sistemas que profesionalizaran la fun- ción pública desde el momento de la consolidación del Estado-nación hasta llegar al año 2003, cuando se emite la Ley de Servicio Profesional de Carre- ra en la Administración Pública Federal (LSPCAPF). Este recuento presenta un panorama en el que aparece una clara tensión entre lo que significaron ciertas prácticas en la administración pública mexicana que, respondiendo más a la tradición, favorecieron la movilidad de los funcionarios públicos sin atreverse a profesionalizarlos mediante una carrera, y el cambio que signi- fica contar c o n u n sistema de carrera consignado en una ley, un sistema de cuya puesta en marcha y operación exitosa deberá resultar la profesionali- zación de los funcionarios. Se incluye también una evaluación necesaria- mente preliminar del recientemente establecido Servicio Profesional de Carrera (SPC). En el difícil camino que condujo a la aprobación de la mencionada ley, aparecieron diversos obstáculos: de orden llamémosle laboral y de or- den político, ligados unos y otros de manera casi estructural. Tanto las re- ferencias históricas utilizadas como las interpretaciones y explicaciones formuladas abarcan el ámbito ejecutivo de gobierno y el de la administra- ción pública federal Hay intentos, que no quedan consignados en estas páginas, de profesionalizar e incluso emitir algún ordenamiento para nor- mar una carrera de servicio civil en algunos estados, al igual que en el Poder Legislativo o en el Judicial. Por otra parte, existe una evidente "escasez de información acerca del empleo público y de las prácticas que lo vinculan con la administración pública, particularmente por el hecho de que el sis- tema político estuvo dominado por un solo partido durante un periodo muy largo de tiempo; esta situación dificulta el análisis tanto cuantitativo, como * Agradezco los comentarios de Maurico Dussauge que me permitieron puntualizar al- gunos de los temas del artículo. Foro Internacional 182, XLV 2005 (4), 599-634

EL SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA EN MÉXICO: DE LA ...aleph.academica.mx/jspui/bitstream/56789/22635/1/45-182-2005-05… · civil, además de garantizar derechos económicos y sociales;

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EL SERVICIO PROFESIONAL DE CARRERA EN MÉXICO: DE LA TRADICIÓN AL CAMBIO*

M A R Í A D E L C A R M E N P A R D O

E L P R O P Ó S I T O D E E S T E A R T Í C U L O E S H A C E R U N R E C U E N T O de los esfuerzos

realizados e n México p o r contar c o n sistemas que profes ional izaran la f u n ­ción pública desde e l m o m e n t o de la consolidación d e l Estado-nación hasta l legar al año 2003, cuando se emite la L e y de Servicio Profesional de Carre­r a en l a Administración Pública Federa l ( L S P C A P F ) . Este recuento presenta u n p a n o r a m a en el que aparece u n a clara tensión entre lo que s ignif icaron ciertas prácticas e n la administración pública m e x i c a n a que, r e s p o n d i e n d o más a la tradición, favorecieron la m o v i l i d a d de los funcionarios públicos sin atreverse a profesional izarlos mediante u n a carrera, y e l cambio que signi­fica contar c o n u n sistema de carrera cons ignado e n u n a ley, u n sistema de cuya puesta en m a r c h a y operación exitosa deberá resultar la profes ional i -zación de los func ionar ios . Se inc luye también u n a evaluación necesaria­mente p r e l i m i n a r d e l rec ientemente establecido Servicio Profes ional de C a r r e r a ( S P C ) .

E n el difícil c a m i n o que c o n d u j o a la aprobación de la m e n c i o n a d a ley, a p a r e c i e r o n diversos obstáculos: de o r d e n l lamémosle laboral y de or­d e n polí t ico, l igados unos y otros de m a n e r a casi estructural . T a n t o las re­ferencias históricas util izadas c o m o las interpretac iones y explicaciones formuladas abarcan el ámbito ejecutivo de g o b i e r n o y el de la administra­ción pública federal H a y intentos, que n o q u e d a n consignados en estas páginas, de profes ional izar e inc luso e m i t i r algún o r d e n a m i e n t o para nor­mar u n a carrera de servicio civil en algunos estados, al igual que en el Poder Legislat ivo o e n el J u d i c i a l . P o r otra parte, existe u n a evidente "escasez de información acerca d e l e m p l e o público y de las prácticas que lo v incu lan c o n la administración pública, par t i cu larmente p o r e l h e c h o de que el sis­tema político estuvo d o m i n a d o p o r u n solo par t ido durante u n per iodo muy largo de t i e m p o ; esta situación d i f i c u l t a e l análisis tanto cuantitativo, c o m o

* Agradezco los comentarios de Maurico Dussauge que me permitieron puntualizar al­gunos de los temas del artículo.

Foro Internacional 182, X L V 2005 (4), 599-634

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cual i tat ivo" . 1 E l c o n t r o l polít ico que e jerció e l par t ido hasta hace m u y po­cos años h e g e m ó n i c o , e l PRI, significó también el c o n t r o l d e l Estado y sus recursos; los políticos u t i l i z a r o n e l aparato d e l Estado y los recursos d e l go­b ierno para obtener ganancias políticas de corto plazo y para p r o p o r c i o n a r recompensas a los m i e m b r o s d e l par t ido a c a m b i o de apoyo en la confec­ción y puesta en m a r c h a de políticas gubernamentales. N o existieron incen­tivos para i n t r o d u c i r medidas que i m p i d i e r a n e l uso d iscrec iona l de bienes y servicios públ icos , 2 c o m o lo podría haber s ido u n servicio profes ional de carrera.

E l apretado y aún i n c o m p l e t o análisis histórico de las decisiones que van a s u m i e n d o los distintos gobiernos relativas a la neces idad de m o d e r n i ­zar y profes ional izar la administración pública arroja, s in embargo, pistas explicativas que nos p e r m i t e n entender p o r qué se había quedado sistemáti­camente postergada la idea de contar c o n u n servicio civi l de carrera. Apare­ce c laramente la preocupac ión p o r d i sponer de cuerpos profesional izados, al menos aquel los que tenían relación c o n el m u n d o exter ior , y se va a transitar lentamente hac ia o t ro t ipo de preocupac iones que de h e c h o ha­brán de susti tuir la . A par t i r de la Revolución y m a y o r m e n t e en la posrevo­lución, e l interés centra l fue la estabi l idad política; se a lentó la integración de agrupaciones formales que estuvieran bajo l a égida de l sistema, prefe­rentemente bajo la d e l part ido ofic ial . D e ahí que resulte u n a situación dual ; p o r u n lado se t o m a n decisiones y aparecen organizaciones c o n claros deseos de m o d e r n i z a r y profes ional izar , y, p o r e l o t ro , también aparecen y se s o b r e p o n e n agencias cuya naturaleza y tareas t i enen que ver c o n la de­fensa de derechos .

L a profesionalización va tener referentes difusos al mezclarse c o n dere­chos laborales. Esta "confusión" fue g a n a n d o terreno e n la m e d i d a en que lo fue p e r d i e n d o la convicción de f o r m a r cuerpos profesionales para la fun­ción pública. A p a r e c e n preocupac iones d e n t r o d e l a m p l i o espectro de la instauración y protecc ión de derechos de los trabajadores a l s e n ic io d e l Es­tado, organizados e n sindicatos, y más tarde - i n c l u s o - e n u n a federación que los ag lut ina . D e ahí se pasa a l a neces idad de demostrar que n o son cuerpos profes ional izados e n el sent ido estricto d e l té rmino , pero sí h o n o ­rables; u n p u n t o que resultaba i m p o r t a n t e d e f e n d e r puesto que la función pública q u e d ó atrapada en esquemas e n los que la incorporac ión de fun­c ionarios , su p e r m a n e n c i a y p r o m o c i ó n estaba n o sólo lejos de u n m o d e l o ideal , s ino b i e n m o n t a d a e n prácticas caracterizadas p o r su discrecional i -

1 Allyson Benton, Diagnóstico institucional del Sistema de Servicio Civil en México, Banco Inte-ramericano de Desarrollo, Diálogo Regional de Políticas, 2002, pp. 1-4.

- Idem.

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d a d , arb i t rar iedad, c l iente l i smo y corrupción. Es p o r e l lo p o r lo que hacia finales d e l siglo pasado aparece la necesidad de i n c l u i r controles, normas , órganos, todo e l lo abocado a " c u i d a r " e l d e s e m p e ñ o de los func ionar ios públicos. Más adelante se registra también gradualmente otro cambio e n e l énfasis. D e la preocupación p o r e l r e n d i m i e n t o e n términos de personas se pasa m u y lentamente a la preocupación p o r revisar las estructuras y f u n ­ciones, a fin de encontrar e n ellas los problemas y las inef ic iencias ya para entonces m u y evidentes e n la función pública.

A par t i r de los años ochenta l a administración pública m e x i c a n a em­pezó a sufr ir u n c a m b i o impor tante : se planteó de m a n e r a explícita l a idea de su profesionalización; s in embargo , las reformas p r e s i o n a r o n para ha­cer más eficiente l a administración, par t i cu larmente e n l a provisión de ser­vicios públicos, pero n o necesariamente resultó de el lo la puesta en m a r c h a de u n servicio c iv i l de carrera. Los esfuerzos in ic iados e n el gob ierno en­c o n t r a r o n escollos y los propios organismos encargados de echar a andar esa r e f o r m a e n part icular n o e n c o n t r a r o n los m o d o s de salvarlos. Desde los años o c h e n t a hasta la aprobación de la L e y d e l Servicio Profes iona l de Ca­rrera , los organismos y dependencias públicas f u e r o n a d o p t a n d o formas de contratación, promoc ión , capacitación y a u n d e s p i d o inspiradas e n es­quemas de carrera, pero que correspondían más a u n a decisión voluntar ia , l o que ob l igaba a que cada organismo ajustara sus sistemas de profes ional i ­zación y e m p l e o a propósitos específicos. D e igua l f o r m a , l a última década d e l siglo pasado va a ser testigo de l a introducción de variables derivadas de los nuevos paradigmas administrat ivos que, de a l g u n a m a n e r a , ob l igaban a contar c o n mecanismos que favorecieran la t ransparencia y rendición de cuentas, lo que a su vez debía crear u n ambiente favorable para echar a an­dar u n servicio profes iona l de carrera regulado p o r u n a ley; sin embargo, c o m o ya se m e n c i o n ó , n o fue sino hasta octubre de 2003 c u a n d o entra en vigor la ley que normar ía l a carrera profes iona l p a r a e l servicio público.

A N T E C E D E N T E S

Desde sus or ígenes , l a administración pública m e x i c a n a h a tenido que re-adecuarse casi de m a n e r a permanente , a u n q u e n o s iempre h a logrado me­jores r e n d i m i e n t o s . E n 1821 surgen los p r i m e r o s minis ter ios , mismos que van a reformarse c o n el paso d e l t i e m p o . Es e n e l de Relac iones Exter iores e n d o n d e e m p i e z a n a aparecer signos de preocupación p o r la estabil idad de lo que se en tendía c o m o u n a carrera e n el servicio. E n 1834 se organiza el cuerpo consular ; sus func iones se ac tua l izaron e n 1871 p o r m e d i o de u n reglamento e n e l que se buscó hacer consistentes las disposiciones inter-

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ñas c o n las que dictaba el derecho i n t e r n a c i o n a l . E n 1888 se organiza e l c u e r p o diplomático y se crean las misiones p a r a ese servicio. Los n o m b r a ­mientos e r a n prerrogat iva d e l presidente de la república y eran ratificados p o r e l senado. Se vuelve a reformar en 1896 para dis t inguir las funciones d e l c u e r p o diplomático de las conferidas a las l lamadas legaciones consulares. Las disposic iones para los cuerpos diplomático y consular eran distintas. E l c u e r p o consular se r e f o r m a de nueva cuenta e n 1910 a fin de hacer lo de­p e n d e r sólo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) , puesto que has­ta ese m o m e n t o también lo supervisaba la de H a c i e n d a . Desde esos primeros intentos apareció claramente la tensión entre u n a propuesta de o r d e n cua­litativo de contar c o n u n servicio profes iona l y e l recurso presupuestal que se requer ía para e l lo , contro lado p o r u n m i n i s t e r i o dist into .

S i n embargo, la preocupación p o r la suerte profes ional y laboral que co­rrer ían los trabajadores al servicio d e l Estado estaba latente en otros círcu­los. E n 1875 el periódico El Socialista cons igna la aparición de la Asociación Mutual i s ta de Empleados Públicos. 3 A la cabeza de esa iniciativa estuvo Fran­cisco M o n t e r o C o l l a d o ; su filiación política - c o n t r a r i a al r é g i m e n - determi­naría e n b u e n a m e d i d a el escaso i m p a c t o de su labor .

D u r a n t e e l por f i r ia to se estableció u n a carrera para empleados en la Escue la de Contaduría y Administración que debían cursar los interesados en trabajar en la administración pública. L o que e n rea l idad sucedía era que los puestos se o torgaban discrec ionalmente y hasta se vendían. E l minis t ro de H a c i e n d a de la época, J o s é Ivés L i m a n t o u r , integró u n catálogo de pues­tos, c o m o u n p r i m e r esfuerzo de clasificación. Se publicó u n a Guía práctica del empleo, que p u e d e reconocerse c o m o u n antecedente de lo que hoy se­ría u n sistema de méritos para la promoción y e l ascenso. E n 1906 los sobre­vivientes de la Asociación M u t u a l i s t a de E m p l e a d o s Públicos in tentaron establecer u n inc ip iente servicio c ivi l pero , desde entonces, los i m p e d i m e n ­tos de o r d e n polít ico o b r a r o n cont ra su puesta e n m a r c h a . L a Asociación estaba i d e n t i f i c a d a c o n la corr iente l i d e r a d a p o r los hermanos Flores M a -gón, enfrentados al régimen de Díaz.

E n 1922 aparecen nuevos sindicatos af i l iados a l a Confederación Re­g i o n a l O b r e r a M e x i c a n a , la C R O M . A l v a r o O b r e g ó n h i z o algún intento, que n o se materializó n u n c a , de contar c o n u n reg lamento de i n a m o v i l i d a d y o t ro de pensiones para los maestros. D e i g u a l m a n e r a fomentó la apari­c ión de l a Confederac ión N a c i o n a l de Administración Pública, que busca­b a agrupar f u n c i o n a r i o s capaces de p r o m o v e r l a integración de u n servicio c iv i l , además de garantizar derechos e c o n ó m i c o s y sociales; u n a de sus pr inc ipa les metas era establecer l a Agrupación de Prevención Social para

3 FSTSE, Testimonios históricos, México, 1982, p. 28.

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reglamentar el servicio civi l de carrera. E n 1924 aparece la Asociación M e x i ­cana de Empleados Ofic iales que tuvo la intención de p r o p o n e r u n a ley d e l servicio civi l para sentar las bases de u n a carrera administrat iva. N o se con­cretó esta idea, pero u n año después entró en vigor la L e y Orgánica de l a Contraloría, así c o m o el Reglamento de Exámenes para ingresar e n ese órga­n o . E n 1925 se expidió la Ley de Pensiones Civiles de Ret iro , que tuvo c o m o propósito f u n d a m e n t a l integrar u n sistema de seguridad s o c i a l . 4

E n 1931, el pres idente Pascual O r t i z R u b i o expidió l a L e y F e d e r a l d e l Trabajo, cuyo artículo segundo señalaba que las relaciones entre e l Estado y los servidores públicos se regirían p o r leyes d e l servicio c ivi l , las cuales n u n ­ca se e x p i d i e r o n . E n 1934, e l n ú m e r o de servidores públicos había a u m e n ­tado y se empezaba a manifestar i n q u i e t u d p o r la estabi l idad labora l ; las prestaciones eran práct icamente inexistentes, además de existir u n a cada vez más evidente falta de especialización en las tareas gubernamentales . D e ahí que el presidente A b e l a r d o Rodríguez e x p i d i e r a u n a c u e r d o p a r a nor­m a r la organización y el f u n c i o n a m i e n t o de l servicio c i v i l . 5 Esta disposición abarcaba u n b u e n n ú m e r o de servidores públicos y en el la se enumeraba los que quedaban fuera de l a m i s m a . A pesar de que exceptuaba a lgunos nive­les, establecía u n a cierta obl igator iedad, la que quedó estipulada e n los tran­sitorios, en d o n d e se señalaba que e l acuerdo estaría vigente hasta e l 30 de noviembre d e l m i s m o año e n que se expidió. L a brevedad de su vigencia impidió que se lograra apl icar , y n u n c a se a c o m p a ñ ó de u n a disposición c o n carácter de ley. Además de p o r su corta duración, su i m p a c t o h u b i e r a resultado m u y relativo p o r q u e e l sexenio estaba t e r m i n a n d o . T a m b i é n e n 1934 se reorganizó e l servicio exter ior , uniéndose e n u n a sola carrera la vía diplomática y l a vía consular . E n 1935 e l p r o p i o p a r t i d o of i c ia l , e l Part i ­d o N a c i o n a l R e v o l u c i o n a r i o ( P N R ) , presentó u n a propues ta p a r a e l esta­b l e c i m i e n t o d e l servicio c iv i l y p a r a l a creación de u n a institución abocada a f o r m a r de m a n e r a p r o f e s i o n a l a los servidores públ i cos . 6

E n 1942, L u c i o M e n d i e t a y Núñez elaboró u n proyecto para la creación d e l Instituto de Administración Pública, entre cuyas tareas estaba l a de pro­p o n e r cambios p a r a me jorar l a función pública y d e f i n i r los contenidos de las carreras relacionadas c o n d i c h o c a m p o . 7 Este proyecto se materializó años

4 Guillermo Haro Belchez, Servicio público de carrera: tradición y perspectivas, México, INAP/ Miguel Ángel Porrúa, 2000, p. 48.

5 Secretaría de Gobernación, Acuerdo sobre la organización y funcionamiento del servicio civil, México, Diario Oficial de la Federación, 12 de abril de 1934.

6 Proyecto de Ley del Servicio Civil de la Federación, Revista Política Social, tomo I, núm. 4, 4 de octubre de 1935, pp. 10-17.

7 Lucio Mendieta y Núñez fue fundador de la Escuela de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y de la Revista Mexicana de Sociología.

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después, en 1955, c o n la creación d e l Instituto N a c i o n a l de Administración Pública, c o n carácter de asociación c iv i l , entre cuyas funciones pr ior i tar ias estaba la de i n c i d i r en la profesionalización d e l servicio público.

P R O F E S I O N A L I Z A C I Ó N O D E R E C H O S LABORAI .ES

E n lugar de p r o m o v e r la aprobación de la L e y de Servicio C i v i l , el presi­dente Lázaro Cárdenas expidió e n 1938 u n estatuto general , el de los T r a ­bajadores al Servicio de los Poderes de la Unión, en e l que se establecieron reglas básicas para regular las relaciones laborales entre el Estado y sus tra­bajadores. E n este d o c u m e n t o n o se hacía n i n g u n a referencia al acuerdo e m i t i d o p o r el gob ierno anter ior sobre e l servicio c iv i l . A part ir de ese m o ­m e n t o se establece la distinción, que causaría enormes problemas a la lar­ga, entre los trabajadores ident i f icados c o m o de base y los de conf ianza. Se disponía las condic iones generales de trabajo, los derechos de los trabaja­dores y la regulación de la j o r n a d a laboral , entre los aspectos más relevantes. U n asunto también impor tante fue l a inclusión e n el estatuto d e l derecho de hue lga .

C o m o u n resultado que n o se p u e d e a f i rmar si fue o n o i n t e n c i o n a l , e m p e z a r o n a aparecer organizaciones de trabajadores cuyo comet ido era l a defensa de derechos "laborales". Así, surg ieron la Unión G e n e r a l de Traba­j a d o r e s de Materiales de G u e r r a en 1934 y la A l i a n z a de Trabajadores d e l Estado e n S a l u b r i d a d en 1936; e n 1937 aparece l a Federación N a c i o n a l de Trabajadores de l Estado y en 1938 se constituye la Federación de Sindicatos d e Trabajadores al Servicio d e l Estado (FSTSE) , que se adhiere - a d e m á s - al p a r t i d o of i c ia l , el P N R . Es " u n a organización s indica l que representa u n e j emplo de la estructura corporat iva d e l Estado m e x i c a n o : la FSTSE m o n o ­p o l i z a l a representación de los burócratas de base y - e n la ac tua l idad- f o r m a parte de la Confederac ión de Trabajadores de México ( C T M ) que, a su vez, es u n o de los tres sectores d e l P a r t i d o R e v o l u c i o n a r i o Inst i tucional ( P R l ) . U n a b u e n a parte de los trabajadores de base están s indical izados, lo cua l fac i l i ta e l c o n t r o l d e l g o b i e r n o ; p o r o t ra parte persiste el d o m i n i o vert ical sobre los trabajadores de conf ianza , que al n o estar s indical izados p u e d e n ser removidos c o n toda l i b e r t a d " . 8

D e m a n e r a más que evidente, e l pres idente Lázaro Cárdenas receló de l a p o s i b i l i d a d de que u n estatuto de carrera p e r m i t i e r a el ingreso, pero so-

8 Juan Pablo Guerrero, " U n estudio de caso de la reforma administrativa en México: los dilemas de la instauración del servicio civil de carrera", Documento de trabajo, núm. 61, México, CIDE, s/f, p . 13.

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bre todo la p e r m a n e n c i a , de personas que n o habían demostrado leal tad suficiente a la "tarea revo luc ionar ia " . E r a u n a m a n e r a indi rec ta de señalar que le preocupaba la p e r m a n e n c i a de funcionarios o sectores de l a burocra­cia que fueran incondic ionales d e l proyecto callista. S in embargo, al t i empo que consolidó su posición, incorporó normas que garantizaran ciertos dere­chos a los trabajadores al servicio d e l Estado, c o n lo que se aseguró la lealtad de estos grupos, aunque n o que fueran necesariamente los más profesio­nal izados.

C o n esos ordenamientos de carácter propiamente laboral , se intentó ga­rantizar algunos derechos a cambio de lealtad al proyecto político en t u r n o y se menoscabó la idea de contar c o n cuerpos profesional izados que pusie­r a n sus habi l idades y vocación más a l servicio de la tarea y de l a institución que de las personas. S in embargo , esas capacidades profesionales empeza­r o n a ser necesarias a u n a administración más comple ja . D e ahí que lo que cambie otra vez sea el énfasis y lo que se mantenga sea el esquema; se buscan disfunciones en las estructuras, de las que se intenta desterrar dupl i c idades e ineficiencias, pero planteadas desde u n a óptica f o r m a l que, evidentemen­te, impos ib i l i ta arr ibar a resultados satisfactorios. Continúa la preocupación p o r que los func ionar ios sean personas honorables ; así, e n 1 9 4 0 entra e n v igor l a L e y de Responsabi l idades de los F u n c i o n a r i o s Públicos. E n 1 9 4 3 se p r o p o n e revisar las tareas que l levan a cabo los func ionar ios públicos, p a r a l o cual se crea u n a comisión intersecretarial encargada de s u p r i m i r los servi­cios que n o resultaran esenciales . 9

E n 1 9 5 7 vuelve a plantearse l a neces idad de la "defensa de derechos" y se constituye el B l o q u e de U n i d a d O b r e r a , que agrupa las centrales de tra­bajadores más importantes y que resulta u n antecedente d e l C o n g r e s o d e l Trabajo . Este m i s m o año entra en vigor la L e y de Estímulos y Recompensas a los F u n c i o n a r i o s y E m p l e a d o s de l a Federac ión. Se establece l a Direcc ión de Pensiones Civiles y Re t i ro , que e n 1 9 6 0 se convertiría e n el Instituto de S e g u r i d a d y Servicios Sociales para los Trabajadores al Servicio d e l Estado, e l ISSSTE. Estas decisiones c u l m i n a r o n c o n la adición al artículo 1 2 3 de la Constitución de l apartado B, c o n diversas fracciones, que es la base orgánica d e la nueva función pública. D i c h o apartado cons igna los derechos consti­tucionales burocrát icos sobre j o r n a d a de trabajo, descanso, vacaciones, sa­l a r i o , designaciones, escalafón, suspensión, cese, derechos de asociación, segur idad social y conf l ic tos laborales. Esta adición fue p u b l i c a d a en e l Diario Oficial de la Federación e l 5 de d i c i e m b r e de 1 9 6 0 .

9 Secretaría de la Presidencia, Bases para el Programa de Reforma Administrativa del Poder Ejecutivo Federal 1971-1976, México, 1977, p. 24.

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E n 1963 se promulgó la L e y F e d e r a l de los Trabajadores al Servicio d e l Estado (LFTSE) , c o m o r e g u l a d o r a d e l apartado B, e n la que se m a n t u v o l a distinción entre trabajadores de conf ianza y de base. E n el artículo 5 o de esta ley se señala que son trabajadores de conf ianza los que f o r m a n parte d e la p lanta de la pres idenc ia y los que necesitan de l a aprobación expresa d e l presidente. Y , dentro d e l P o d e r Ejecutivo, los que e n cada d e p e n d e n c i a y ent idad se encuentren en el apartado B y desempeñen funciones de direc­c ión: directores generales, subdirectores , jefes de departamento y de área, y adjuntos. Personal encargado de tareas de inspección, v ig i lanc ia y fiscali­zación, manejo de fondos y valores, auditores, los que tengan in jerencia e n e l c o n t r o l directo de adquisic iones, quienes tengan la representación de las dependencias , los encargados de almacenes e inventarios, trabajo de inves­tigación científica, consultoría o asesoría de los niveles superiores. As imis ­m o , personal adscrito a las áreas de presupuesto, secretarías part iculares , ayudantes, agentes d e l m i n i s t e r i o público federal y d e l distri to federa l , y los agentes de la policía j u d i c i a l y m i e m b r o s de policías preventivas. E n e l art ículo 6 o se cons idera trabajadores de base a los que n o están i n c l u i d o s e n el artículo 5 o . L a característica dist intiva de este último g r u p o es que go­z a n de estabil idad e n sus puestos, l o que e n la práctica desafor tunadamen­te se h a e n t e n d i d o c o m o i n a m o v i l i d a d . E n 1970 se promulgó u n a nueva L e y Federa l de l Traba jo , reg lamentar ia d e l apartado A d e l p r o p i o artículo 123, que sustituyó a l a existente desde 1931. U n p r o b l e m a a d i c i o n a l es que los trabajadores de a lgunos organismos d e l l l a m a d o sector paraestatal esta­b a n y están amparados p o r e l apartado A , l o que vuelve aún más c o m p l e j o e l tema de los derechos laborales.

A l paso de l t i empo empezó a resultar c o m p l i c a d o contar c o n u n a regu­lación l lamémosle " d u r a " p a r a n o r m a r las relaciones c o n los trabajadores d e l Estado. P o r e l lo , d u r a n t e e l g o b i e r n o d e l presidente A d o l f o López M a ­teos, se r e f o r m a el apartado B , y al respecto se señala que " l a relación jur í ­d i c a que u n e a los trabajadores e n genera l c o n sus respectivos patrones es de dist inta naturaleza de l a que l iga a los servidores públicos c o n el Estado". Las reformas p e r m i t i e r o n la incorporac ión de los trabajadores de las a d m i ­nistraciones estatales y m u n i c i p a l e s , que habían q u e d a d o exc lu idos e n la p r i m e r a versión.

T a n t o e n e l apartado B d e l artículo 123 c o m o e n l a ley reg lamentar ia de la LFTSE, se hace re ferenc ia a func ionar ios públicos, servidores públicos, trabajadores al servicio d e l Estado, trabajadores d e l Estado y servidores de la nación c o m o si fueran práct icamente equivalentes. A u n q u e en el artículo 108 const i tucional se señala qué func ionar ios p u e d e n ser sujetos a j u i c i o po­lítico, sigue s in haber u n a c lara distinción entre f u n c i o n a r i o s y empleados públicos; se t iende a hacer equivalentes a los l lamados de conf ianza y de

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base, a u n q u e formalmente existan dist inciones entre ellos, puesto que los de base son los únicos cuyos derechos están consignados p o r l a ley. E n el artículo 128 constitucional , p o r e jemplo, se establece: " todo func ionar io pú­bl ico sin excepción, antes de tomar posesión de su cargo, protestará guardar la Constitución y las leyes que de el la e m a n e n " . E n cambio en el artículo 89, e n su fracción III, hay u n a referencia a las facultades d e l presidente de " n o m ­brar y remover a los demás empleados d e . . / Andrés Serra Rojas expresa: " E n e l estado actual d e l tema a las categorías se les h a c o m p r e n d i d o bajo e l r u b r o de 'trabajadores d e l Es tado ' c o n idénticas características. E n ver­d a d n o se le h a dado n i n g u n a i m p o r t a n c i a a l a distinción, aunque existen empleados más importantes que los f u n c i o n a r i o s . " 1 0 Para los trabajadores de base, e l hecho de contar c o n u n a plaza s ignif ica que t ienen acceso a prestaciones y garantías similares a los de los países que cuentan c o n servi­cios civiles. A los de conf ianza (que podrían tener a lguna semejanza c o n e l g r u p o que en otros países se ident i f ica c o m o sénior service), las plazas, e n este caso, presupuéstales, les d a n acceso a prestaciones, p e r o n o les garant izan estabil idad en el empleo , ya que su p e r m a n e n c i a depende de la vo luntad de los jefes o d e l g r u p o al que p e r t e n e c e n . 1 1 L o s trabajadores de base t i e n e n m u y escasas expectativas de p r o m o c i ó n o de hacer algún t ipo de carrera profes ional , contrariamente a lo que acontece c o n los de confianza, que tie­n e n posibi l idades de mejorar su ca l idad p r o f e s i o n a l . 1 2 L o s pr imeros t ienen garant izada su p e r m a n e n c i a , p e r o fuer temente restringidas sus pos ib i l ida­des de ascenso en la escala organizat iva y salarial . L o s de conf ianza o c u p a n los puestos medios y altos, gozan de mejores niveles de ingreso, p e r o care­cen , hasta antes de l a aprobación de l a ley, de estabi l idad l a b o r a l . 1 3

Es evidente que la falta de definición h a sido de a l g u n a m a n e r a i n t e n ­c iona l . P r i m e r o , bajo u n esquema corporat ivo c o m o el que surge en México y que se c o n s o l i d a durante e l c a r d e n i s m o , n o parece ser necesario u n siste­m a de profesionalización que, e n e l m e d i a n o plazo, p u d i e r a alterar los equi­l ibr ios y sobre todo amenazar los pr ivi legios a d q u i r i d o s p o r importantes sectores de l a burocrac ia . D e ahí que sea jus tamente e l presidente Lázaro Cárdenas q u i e n recele de este t ipo de esquemas y p r o m u l g u e el estatuto que

1 0 Citado por Guil lermo Haro Belchez, Aportaciones para la Reforma de la Función Pública en México, Madr id , Ministerio para las Administraciones Públicas/Instituto Nacional de A d m i ­nistración Pública de España, 1988.

1 1 José Luis García Ruiz, "Retos y condicionantes para el establecimiento de un sistema de servicio civil en México, Documento de trabajo, núm. 50, CIDE, s/f, pp. 14-15.

1 2 Los datos aproximados arrojan un total de tres millones de trabajadores al servicio del Estado, incluyendo el magisterio; de éstos, 300 m i l son los identificados como de con­fianza.

1 3 J u a n Pablo Guerrero, op. cit., p. 12.

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normaría los derechos de los trabajadores de base. A part i r de ese m o m e n ­to se van a sobreponer esquemas claramente referidos a derechos laborales c o n los propósitos de modernización y p r o f e s i o n a l i z a r o n , q u e d a n d o estos últimos subordinados a los pr imeros . Esta situación se agudizó c o n el t iem­p o , al generase c o m p r o m i s o s económicos c o m o los que debían resultar de los retiros. E l otro tema sensible es el d e l rec lutamiento y l a selección, l iga­dos a los canales de l legada, p e r m a n e n c i a , ascenso y despido , c o m o f u e r o n e l par t ido (PRl) y l a p r o p i a administración pública. D e ahí que hayan sido esos dos aspectos los m e n o s desarrol lados e n las diferentes propuestas que f u e r o n e laborando los gobiernos para contar c o n u n a función pública más profes ional . Las referencias a temas c o m o rec lutamiento y selección, p o r e jemplo , van a hacerse c o n respecto al universo de los trabajadores l lama­dos de base sin especificarse si estos cambios también impactarían a los de conf ianza . L a ambigüedad arropó las propuestas que se s u c e d i e r o n d u r a n ­te décadas. Más que u n acto renovador , lo que pareció plantearse fue u n a especie de r e m e d i o para detener el deter ioro en u n g r u p o y garantizar me­jores r e n d i m i e n t o s e n e l otro , sobre todo frente al creciente cáncer de l a corrupción.

M E D I D A S ADMINISTRATIVAS E N SUSTITUCIÓN D E L SERVICIO D E C A R R E R A

E n 1965 se crea l a Comisión de Administración Pública ( C A P ) , a l a que se le e n c o m e n d ó la elaboración de u n diagnóstico sobre la situación que guarda­b a la administración pública; el diagnóstico arrojó datos importantes sobre deficiencias que ya desde entonces presentaba la estructura administrat iva. P o r e jemplo, ya se señalaba e l p r o b l e m a de la excesiva centralización e n e l proceso de t o m a de decisiones, lo que prohi jaba u n a administración lenta e ineficaz, así c o m o las distorsiones entre el per f i l d e l puesto y las capaci­dades de los func ionar ios .

E l presidente L u i s Echeverría expidió dos importantes acuerdos, el d e l 28 de enero y e l d e l 11 de m a r z o de 1971, e n los que se sentaron las bases de u n ambic ioso p r o g r a m a de r e f o r m a a la administración p ú b l i c a . 1 4 E l ór­gano rector de las acciones derivadas d e l p r o g r a m a fue l a recién creada Dirección de Estudios Adminis t ra t ivos , que después pasó a ser dirección general . Se i n t e g r a r o n órganos colegiados e n los que p a r t i c i p a b a n repre­sentantes de las distintas dependencias , c o m o los Comités Técnicos C o n s u l ­tivos de U n i d a d e s de Recursos H u m a n o s y los de Capacitación, además d e l g r u p o de oficiales mayores. E n ese año se incorporó a l a estructura orgáni-

E l programa se identificó como Bases para el Programa de Reforma Administrativa.

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ca de l a Secretaría de la Pres idencia la Direcc ión G e n e r a l de A d m i n i s t r a ­ción y Desarrol lo de Personal . Esta dirección elaboró el catálogo de empleos de la federación, que presentó problemas d e b i d o a que en él se confundió l a u n i d a d de trabajo c o n el trabajador; n o se d e f i n i e r o n los requisitos d e l puesto y las diferencias respecto de las plazas, n i se ac lararon las dist incio­nes entre e l g r u p o profes ional dedicado a tareas sustantivas y el que tenía responsabi l idades adminis t ra t ivas . 1 5 E n 1975 entró en v igor la Ley de Pre­mios , Estímulos y Recompensas Civi les .

E l g o b i e r n o d e l presidente J o s é López P o r t i l l o p r o p u s o u n p l a n aún más ambic ioso , e l P r o g r a m a de R e f o r m a A d m i n i s t r a t i v a p a r a el G o b i e r n o F e d e r a l 1976-1982. E n c o m e n d ó su puesta e n m a r c h a a l a Coordinación G e n e r a l de Estudios Administrat ivos que, c o n funciones ampliadas, sustitu­yó a l a Dirección G e n e r a l de Estudios Adminis t ra t ivos . Más tarde la C o m i ­sión de Recursos H u m a n o s d e l G o b i e r n o F e d e r a l sufrió adecuaciones para hacer la consistente c o n la Ley Orgánica de l a Administración Pública Fede­r a l e x p e d i d a en 1976, u n a muestra evidente de l a i m p o r t a n c i a que se con­cedió a la neces idad de re formar la administración pública.

D e esta manera implícita se dif iere el proyecto de u n servicio civil de ca­rrera para los funcionarios n o incluidos e n la legislación laboral vigente. E l l o va a dar c o m o resultado que la preocupación e n esta materia se centre en el establecimiento de escalafones (a los que se les identif icó c o m o f u n c i o n a ­les e i n t e r c o m u n i c a d o s ) , así c o m o en la puesta en m a r c h a de instrumentos básicos para su cabal operación: los catálogos de puestos y los tabuladores. U n p r i m e r p r o d u c t o fue el catálogo de empleos de la federación, "cuya ver­sión de 1976 fue descal i f icada p o r su r ig idez c o m o estructura o c u p a c i o n a l e i n c o n g r u e n t e c o n la organización i n t e r n a de las dependenc ias de la ad­ministración p ú b l i c a . . . " 1 6 Pos ter iormente se e x p i d i e r o n dos acuerdos pre­sidenciales, e l de l 28 de enero de 1977 y e l d e l 14 de febrero de 1978, en los que se establecieron algunas bases p a r a real izar m o v i m i e n t o s de personal y reubicac iones c o n el propósito de aprovechar de m e j o r m a n e r a las aptitu­des, c o n o c i m i e n t o s y experiencias de los servidores públicos. Estos esfuer­zos de jaron de lado " l a preocupación m a y o r d e l trabajador al servicio d e l Estado: la implantación de u n servicio civi l de carrera, dotado de u n adecua­d o sistema de carrera administrat iva, basado e n e l ingreso p o r oposición, que rechazara p o r c o m p l e t o al actual spoils system o sistema de despojo que at iende más que a la capac idad personal , a l vaivén polít ico d e l m o m e n t o o

1 5 Apartado elaborado tomando como referencias: Ornar Guerrero, El funcionario, el di­plomático y el juez, México, Universidad de Guanajuato/Instituto Nacional de Administración Pública, Plaza y Valdés Editores, 1985.

1 5 Ornar Guerrero, El funcionaño, el diplomático y el juez, ibidem, p. 414.

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a la mi l i tanc ia p a r t i d i s t a " . 1 7 C o m o aconteció e n gobiernos anteriores, se acu­dió al expediente de la e n m i e n d a administrativa a falta de u n ordenamiento de ley. Cabe m e n c i o n a r que n o h a resultado evidente si la creación de u n servicio c ivi l de carrera fue u n a exigencia p o r parte de quienes n o habían logrado tener garantías de permanencia , ascenso y sobre todo de retiro, esto es, los trabajadores ident i f icados c o m o de conf ianza . L o que sí resulta evi­dente es que sus condic iones de trabajo eran c laramente superiores a las de los trabajadores operativos, lo que quizá haya d i f e r i d o u n a d e m a n d a que p u d o l legar a convertirse e n presión.

L O S AÑOS O C H E N T A : U N P A R T E A G U A S E N E L PROPÓSITO M O D E R N I Z A D O R

E n 1982 se creó l a Coordinación G e n e r a l de Modernización de la A d m i n i s ­tración Pública, d e p e n d i e n t e de la Subsecretaría de C o n t r o l Presupuestal y C o n t a b i l i d a d de l a Secretaría de Programación y Presupuesto (SPP) , que e n c a m i n ó sus tareas de u n a m a n e r a más d e c i d i d a para p o n e r e n m a r c h a u n servicio de carrera . E l presidente M i g u e l de la M a d r i d afirmó que se deber ía dar p r i o r i d a d "a l establecimiento de u n servicio c iv i l , que funda­m e n t a d o e n la e q u i d a d y e n la ef ic iencia , p r o p o r c i o n e estabi l idad, profe-sionalización, h o n e s t i d a d y capac idad de i n n o v a c i ó n " . 1 8

A l parecer e l g o b i e r n o tenía en mente las l imi tac iones de medidas to­madas c o n a n t e r i o r i d a d y n o quería que sus acciones se d i luyeran sin que se obtuviera algún resultado concreto . P r i m e r o , impulsó l a idea de contar c o n u n catálogo de puestos que corr ig iera los prob lemas de l que existía entonces, que tenían que ver c o n el h e c h o de que , d a d a su estrecha v incu­lación c o n e l presupuesto, al asignar c o n u n a d e t e r m i n a d a clave los ingre­sos para las distintas categorías, resultaba demas iado f lex ible para hacer c o r r e s p o n d e r dichas categorías c o n los puestos y p e o r aún c o n los requisi­tos para ocupar los . Además, e l único cr i ter io de ascenso era la antigüedad, pero n o establecía plazos n i procedimientos para l legar al puesto inmediato super ior , situación que se dejaba a l a " b u e n a v o l u n t a d " d e l j e f e . 1 9 E l catá­logo de puestos d e l g o b i e r n o federal de 1982 contaba c o n 1600 fichas o cé­dulas de descripción de los mismos, agrupadas e n 110 ramas que establecían las características que las ident i f icaba . E l sistema escalafonario definió to­dos los puestos hasta e l n ive l de direc tor general , p e r o n o incluyó los requi-

1 7 Guil lermo Haro Belchez, op. ciL, p. 59. 1 8 Miguel de la Madr id , Modernización de la administración pública, Cuadernos IEPES, Méxi­

co, Talleres Gráficos de la Nación, 1982, p. 8. 1 9 Tomado de Guil lermo Haro Belchez, op. cit.. p. 60.

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sitos necesarios para ocuparlos . D e n t r o de la SPP se integró la Dirección Ge­nera l d e l Servicio C i v i l de Carrera , responsable de n o r m a r y c o o r d i n a r d i ­cho servicio. E n 1983, p o r acuerdo pres idenc ia l se constituyó - a d e m á s - la Comisión Intersecretarial d e l Servicio C i v i l , a la que se definió c o m o u n i n s t r u m e n t o de coordinación y asesoría d e l E jecut ivo para la instauración d e l servicio civil de carrera en la administración pública f e d e r a l . 2 0 Incluso se publicó u n año después el Reg lamento Inter ior de l a Comisión Intersecre­tarial de Servicio C i v i l , e n el que se especi f icaron su integración y func io­n e s . 2 1 L a Comisión tuvo la específica e n c o m i e n d a de p r o p o n e r e l c a m i n o más viable para instaurar el servicio civil en las dependencias en las que ope­raban comis iones ad /¿oc encargadas de desbrozar e l terreno. E l presidente , e n el m o m e n t o de la instauración de la Comisión y a m a n e r a de explicación de p o r qué se incluía también el personal de base, señaló: " C o n e l servicio civi l de carrera habremos de evitar e l a r r ib i smo, que e n muchas ocasiones h a desplazado a esforzados servidores públicos, y, e n consecuencia , a las va­liosas experiencias y o p i n i o n e s que éstos podrían aportar a la adminis tra­ción pública y al p a í s . " 2 2

Para 1984 se contaba ya c o n u n proyecto que incluía u n a nueva clasifica­ción de puestos, u n a propuesta sobre remuneraciones , formas para seleccio­nar aspirantes a las plazas, entre otros aspectos. C o n este proyecto aprobado se aspiraba a contar c o n u n sistema en el que los mejores puestos fueran otorgados a los más capacitados en función de los requer imientos i n h e r e n ­tes a cada c a r g o . 2 3 A pesar de disponer de u n m a r c o jur íd ico o de operación m u c h o más a f inado que los anteriores y de que la F S T S E tuvo u n a part ic ipa­ción f o r m a l , este propósito quedó frustrado y e l a r g u m e n t o de mayor peso para i m p e d i r su concrec ión fue la p o r demás paradój ica resistencia que opuso la m i s m a F S T S E . J u a n Pab lo G u e r r e r o sostiene que h u b o dos razones para d e c i d i r dar le esta participación f o r m a l a l a F S T S E ; l a p r i m e r a , fue que i n c o r p o r a r a los trabajadores de base i m p l i c a b a hacer modi f i cac iones a la L F T S E , y la segunda, que u n cambio de esta natura leza - p o r más paradój ico que resu l te - n o se podría hacer s in , p o r lo menos , e l co ncur so de estos tra­ba jadores . 2 4 D e l m e n c i o n a d o proyecto que la Comisión llegó a f o r m u l a r ,

2 0 Diario Oficial de la Federación, 29 de junio de 1983. 2 1 Diario Oficial de la Federación, 19 de junio de 1984. 2 2 Citado por Carlos Sierra Olivares, "Servicio civil de carrera en México", Documento pre­

sentado en la VIIIReunión de Directores de Servicio Civil y de Personal del Istmo Centroamericano, Gua­temala, instituto Centroamericano de Administración Pública y Ofic ina Nacional de Servicio Civil de la Presidencia de la República de Guatemala, 5-9 de agosto 1996, p. 188.

2 3 Jesús Armando Ti burdo , "Relaciones laborales en el sector público", Documento de Trabajo, núm.37, Friedrich Ebert Stiftung, México, 1992, p. 32.

2 4 Juan Pablo Guerrero, op. cit, p. 15.

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J u a n Pablo G u e r r e r o o p i n a que era bastante sistemático y que proponía u n servicio c iv i l contro lado centralmente . Fue rechazado p o r l a federación de sindicatos p o r considerarlo "demasiado d u r o " , c o n u n único formato de con­dic iones de trabajo. Si b ien reconocía la neces idad de u n a carrera civi l para los trabajadores d e l gobierno, pedía que toda iniciat iva se mantuviera subor­d i n a d a a l a legislación vigente, c o n el "respeto a los derechos adquir idos p o r los t raba jadores" . 2 5 E n u n a palabra , n o había c o n d i c i o n e s para m o d i f i ­car la LFTSE. N o puede dejar de señalarse que el de ter ioro económico p o r e l que el país atravesó en esos años fue u n a razón i m p o r t a n t e para replan­tear las pr ior idades , teniéndose que supeditar estos propósitos a la urgen­c ia de la crisis económica . "Antes de l a crisis, los aumentos e n el tabulador e ran generales y benef ic iaban a todos los niveles, p o r lo que se mantenía u n a a m p l i a gama de remunerac iones que favorecían la m o v i l i d a d dentro de la escala a lo largo de los años de trabajo. A par t i r de 1987, cuando em­p e z a r o n a operar los l lamados pactos económicos , v i n o el c o n t r o l sobre e l alza de los salarios. Para contrarrestar las c o n d i c i o n e s de caída real de los salarios de los burócratas de base, el g o b i e r n o fue c o m p a c t a n d o la escala, a u m e n t a n d o los niveles inferiores y acercándolos a los superiores. A l mismo t iempo, se p r o m o v i e r o n decididamente los retiros a n t i c i p a d o s . " 2 6 De hecho, e n 1985 se l l evaron a cabo recortes de estructura e n las secretarías de Esta­d o ; así, desapareció la subsecretaría en la que se e n c o n t r a b a la Comisión Intersecretarial , cuyas funciones pasaron a la - a par t i r de ese m o m e n t o -Direcc ión G e n e r a l de Servicio C i v i l , c o n lo que perdió tanto en atr ibucio­nes formales c o m o en peso polít ico.

E n ese g o b i e r n o se creó también la Secretar ía de l a Contraloría Gene­r a l de la Federac ión ( S E C O G E F ) , lo que c o r r o b o r a la preocupación p o r l a h o n o r a b i l i d a d de los f u n c i o n a r i o s , u n a i d e a para le la , si n o es que supleto­r ia , de la de contar c o n u n sistema que p e r m i t a e l acceso y l a p e r m a n e n c i a de f u n c i o n a r i o s profesionales . Se habían desar ro l lado y for ta lec ido prácti­cas que ale jaban la función pública m e x i c a n a de u n c o m p o r t a m i e n t o p r o ­fes ional , lo que se volvía u n p r o b l e m a al acumularse el desprestigio que llegó a ser señalado de grave p o r la opinión pública. D e ahí que se le confi ­r i e r a r a n g o de secretaría a u n o r g a n i s m o que operar ía bajo reglas y proce­d i m i e n t o s de sanción en lugar de prevención o, e n su caso, de corrección. L a S E C O G E F se vuelve el ins t rumento e jecutor de la L e y Federal de Respon­sabi l idades de los Servidores Públicos, la que también se re forma .

E n e l P l a n N a c i o n a l de Desarrol lo propuesto p o r el gobierno de Carlos Salinas hay u n evidente retroceso e n este p u n t o , al menos en el discurso.

2 5 Idem. 2 6 Idem.

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E l d o c u m e n t o señala: " E l E jecutivo Federa l selecciona a sus colaboradores para desempeñar las func iones que el p u e b l o le h a e n c o m e n d a d o . Se exi­girá de ellos el c u m p l i m i e n t o escrupuloso de sus responsabilidades, c lar idad y transparencia e n sus a c c i o n e s . " 2 7

E n 1992 se publicó e l decreto que r e f o r m a la L e y Orgánica de l a A d ­ministración Pública Federa l para regresar a la Secretaría de H a c i e n d a las atr ibuciones que e n mater ia de administración de personal tenía l a recién desaparecida SPP. Se instituyó e l Sistema de A h o r r o para e l Ret i ro (SAR) y se añadió a la ley d e l ISSSTE l a fracción que lo regula. Se volvió a r e f o r m a r l a L e y de Responsabil idades de los Func ionar ios Públicos. A n t e la falta de u n a disposición que regulara e l sistema de manera integral , f u e r o n aparec iendo sistemas de profesionalización e n distintos organismos. Estas experiencias se p u e d e n cal i f icar de desiguales, pero i n t r o d u c e n elementos para contar c o n cuerpos más especializados y p r o f e s i o n a l e s . 2 8

E l tema d e l servicio c ivi l sólo se re in t roduce c o m o resultado de l a pre­sión ejercida p o r la Organización para la Cooperación y el Desarrol lo Econó­m i c o ( O C D E ) , organismo al que se i n c o r p o r a México durante ese gobierno . E l proyecto se integró en u n o más a m p l i o , e l ident i f i cado c o m o R e f o r m a d e l Estado. L a federación de sindicatos p r o p u s o u n a revisión de las c o n d i ­ciones laborales de los trabajadores de base, encaminada a r o m p e r la r igidez de los tabuladores. Se firmó u n acuerdo c o n el gobierno que incluía el com­p r o m i s o de establecer u n m a r c o d i ferenc iado para cada d e p e n d e n c i a . N o se establecieron plazos, estrategias y programas para p o n e r l o en operación. E l gobierno se compromet ió , asimismo, a rezonif icar los salarios, integrando áreas en las zonas de más baja remunerac ión para i n c r e m e n t a r las percep­ciones, sin que esto i m p l i c a r a r o m p e r los pactos que exigían tanto el con­gelamiento de los salarios c o m o las alzas moderadas . E l sexenio concluyó s in que se h u b i e r a c u m p l i d o tal o f rec imiento . E l nuevo g o b i e r n o sufrió u n importante descalabro e c o n ó m i c o a los 20 días de su l legada, lo que poster­gó indef in idamente las posibi l idades de llevar a cabo la rezonificación de los salarios de los trabajadores de b a s e . 2 9

A l iniciarse e l g o b i e r n o d e l presidente Ernesto Z e d i l l o l a S E C O G E F fue transformada e n la Secretar ía de la Contraloría y D e s a r r o l l o A d m i n i s t r a t i ­vo ( S E C O D A M ) ; se le encargó " l a modernización, supervisión y el mane jo de

2 7 Secretaría de Programación y Presupuesto, Plan Nacional de Desarrollo 1989-1994, Mé­xico, 1989, p.47.

2 8 Véase María del Carmen Pardo, " U n testimonio de modernización en la administra­ción pública: la profesionalización de la función pública, en Ricardo Uvalle y Marcela Bravo (comps.), Visión multidimensional del servicio público profesionalizado, México, UNAM/Plaza y Val-dés, 1999, pp. 63-86.

2 9 Juan Pablo Guerrero, op. cit., p. 16.

614 M A R Í A D E L C A R M E N P A R D O FI X L V - 4

los procesos administrativos d e l sector público, esperando que ident i f i cara c a m i n o s p a r a profes ional izar el e m p l e o p ú b l i c o " . 3 0 A s i m i s m o , el nuevo go­b i e r n o p r o p u s o c o m o parte de su P l a n de Desarrol lo u n programa específi­co ident i f i cado c o m o P r o g r a m a para l a Modernización de la Administración Pública Federal 1995-2000 ( P R O M A P ) . E l P R O M A P partió de u n diagnóstico e n e l que se reconoc ió que existía u n a desvinculación entre plaza y salario, lo q u e generaba u n ambiente p o c o est imulante p a r a mejorar los r e n d i m i e n ­tos. A l u d e también al p r o b l e m a de la capacitación que, j u n t o c o n otros te­mas relativos al me joramiento de capacidades, había q u e d a d o c o m o rehén d e la pol í t ica de protección salarial y se había conver t ido e n u n recurso de los s indicatos de burócratas y de l a FSTSE para dis t r ibuir "beneficios" a quie­nes servían mejor c o m o canales de apoyo al sistema, desvirtuándose su propósi to o r i g i n a l . E l diagnóstico i n c l u i d o e n el P R O M A P indicaba que e l servicio c iv i l práct icamente n o existía e n l a administración central .

A l P R O M A P se le señalaron dos propósitos explícitos: "hacer más efectivas y ef icientes a las organizaciones públicas, lo que aludía a los propósitos de modernizac ión inic iados en los años ochenta . Y combat i r la corrupción y la i m p u n i d a d a través de mejores formas de promoción y desarrollo de recur­sos h u m a n o s y habi l idades de los servidores públ i cos" . 3 1 Dentro de l P R O M A P se planteó , c o m o u n o de los pr inc ipa les objetivos, e l de l subprograma titu­l a d o "Dignificación, Profesionalización y E t i ca d e l Servidor Público". L a Se­cretar ía de H a c i e n d a sería la responsable de f o r m u l a r u n a propuesta p a r a e l servicio profes ional de carrera y a l a S E C O D A M correspondería revisarla p a r a ser a p r o b a d a p o r el presidente» Esta situación generó problemas de coordinación que se convir t ieron en u n serio obstáculo para lograr u n a pro­puesta consensuada. U n a cuestión importante en este esquema de profesio­nalización fue el énfasis puesto e n el tema de la evaluación, que permitiría c o n o c e r c o n mayor detalle los r e n d i m i e n t o s indiv iduales e inst i tucionales. Este p l a n incluía u n a deta l lada p r o g r a m a c i ó n de las. actividades que~se ten­drían que l levar a cabo para c u m p l i r c o n e l c o m p r o m i s o de contar c o n u n esquema de servicio profes ional de carrera; se establecía los finales de 1997 c o m o fecha l í m i t e . 3 2 N o se tuvo e l éxi to esperado y el proyecto de ley y el sistema de servicio c ivi l v o l v i e r o n a q u e d a r pospuestos.

m PROMAP 1995-2000, Diario Oficial de la Federación, 28 de mayo de 1996, pp. 50-80. 3 1 ídem. :í- Idem.

OCT-DIC 2005 E L S E R V I C I O P R O F E S I O N A L D E C A R R E R A E N M É X I C O 615

L A L E Y D E L S E R V I C I O P R O F E S I O N A L D E C A R R E R A

E n j u l i o de 2000 ganó las elecciones presidenciales el Part ido Acción N a c i o ­na l , después de que el PRI gobernara de m a n e r a i n i n t e r r u m p i d a p o r más de 70 años. E n la campaña electoral, Vicente Fox , como los anteriores candida­tos a la pres idenc ia de l a república, ofreció instaurar el servicio profes iona l de carrera; esta vez la promesa fue c u m p l i d a . A l llegar el cambio de par t ido e n el poder , además de distinto signo político, tanto en el Congreso c o m o en e l Ejecutivo empieza a revivirse la idea de p o n e r en m a r c h a el servicio c ivi l de carrera. L a iniciativa surgió de la Cámara de Senadores. Su factura pr ime­r o fue priista y después el Part ido Acción N a c i o n a l elaboró otra. L a iniciativa n o provocó u n debate acalorado; se logró aprobar la , c o n u n a a m p l i a ma­yoría, también en la Cámara de D i p u t a d o s . U n a explicación para en tender p o r qué p u d o aprobarse sin mayores sobresaltos es que se trataba de u n a inic iat iva que de a lguna m a n e r a compart ían los dos partidos mayoritarios , a los que incluso se sumó el Part ido de la Revolución Democrática, que tam­bién presentó u n a inic iat iva que abonaba e n el interés de contar c o n u n servicio c ivi l de carrera. O t r o factor i m p o r t a n t e se re lac iona c o n el t i empo e n el que esta iniciativa se concreta y se vuelve ley. L a idea se revive al iniciar­se el sexenio, lo que ofrece u n m a r g e n de t i e m p o suficiente para diseñarla y p o n e r l a e n marcha . P e r o quizá lo más significativo estuvo re lac ionado c o n el h e c h o de que se constituyó l a R e d M e x i c a n a para e l Servicio Profe­s ional , in tegrada p o r académicos y expertos, que sirvió para generar u n c l i ­m a favorable a la i n i c i a t i v a , 3 3 a u n q u e hay que señalar que su trabajo n o llegó a trascender a ampl ios grupos de la sociedad. C o n fecha 10 de abr i l de 2003, e l Diario Oficial p u b l i c a e l Decre to que expide la Ley d e l Servicio Profes iona l de C a r r e r a de la Administración Pública Federa l , m i s m a que ent ró en vigor el 7 de octubre de ese año; u n año después se expidió su re­glamento .

E n la exposición de motivos de la inic iat iva de ley se señaló: "[se pro­p o n e este] m e c a n i s m o para garantizar la i g u a l d a d de opor tunidades en el acceso a la función pública c o n base al mérito y c o n el f in de impulsar el de­sarrol lo de l a función pública p a r a benef i c io de la s o c i e d a d " . 3 4 L a ley está concebida c o m o u n a "herramienta para la administración de personal en la administración pública que garantice el ingreso, el desarrol lo y la perma­nenc ia del servicio público a través de l mérito y la evaluación permanente de

3 3 Entrevistas con funcionarios responsables de poner en marcha el sistema. 2004, 2005. M Secretaría de Contraloría v Desarrollo Administrativo, Decreto por el que se expide la Ley

del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Publica Federal Diario Oficial de la Federación, 10 de abril de 2003.

616 M A R Í A D E L C A R M E N P A R D O FI X L V - 4

su desempeño, en u n m a r c o de transparencia y legal idad" . 5 E l Sistema d e l

Servicio Profes ional de C a r r e r a planteó c o m o misión "buscar, atraer, m o t i ­

var, desarrollar y retener a las mejores mujeres y hombres en el servicio pú­

bl ico , garantizando que la administración pública transite sexenalmente c o n

e l m í n i m o trastorno y l a máxima eficacia, asegurando que su n e u t r a l i d a d

polít ica sea u n factor estratégico de l a compet i t iv idad d e l p a í s " . 3 6

E l órgano encargado de operar e l sistema es la Secretaría de l a F u n ­

c ión Pública (SFP) que reemplazó a l a S E C O D A M . E n la estructura m e d i a n t e

l a cual se opera e l sistema, está, e n e l vértice superior , l a SFP. D e m a n e r a

c lara l a L S P C A P F señala e n su artículo 6 o que la SFP será l a encargada de d i ­

r ig ir , coordinar , dar seguimiento y evaluar e l func ionamiento de l sistema e n

las dependencias y vigi lar que sus p r i n c i p i o s rectores sean aplicados debida­

mente al desarrollar e l sistema, de acuerdo c o n lo establecido p o r e l p r o p i o

d o c u m e n t o n o r m a t i v o . 3 7 Para el lo , contará c o n u n consejo c o n s u l t i v o 3 8 que

evaluará e l f u n c i o n a m i e n t o genera l d e l sistema y propondrá r e c o m e n d a ­

ciones, así c o m o los comités que se in tegran p o r m i e m b r o s de l a SFP y de

cada dependenc ia que c o o r d i n a n el b u e n f u n c i o n a m i e n t o d e l sistema e n las

a g e n c i a s . 3 9 Las facultades de l a SFP p a r a c u m p l i r c o n su labor son: e m i t i r

los cr i terios y establecer los programas , e laborar e l presupuesto a n u a l p a r a

3 5 José Luis Méndez, "Retos inmediatos del Servicio Profesional de Carrera", Servicio Pro­fesional de Carrera, vol. 1, núm. 1, México, 2004, pp. 5-12.

3 6 Idem. 3 7 LSPCAPF, artículo 6. 3 8 LSPCAPF, artículo 70. Este consejo se integra por el secretario de la SFP, los responsa­

bles de cada subsistema, los comités técnicos de cada dependencia, los representantes de las secretarías de Gobernación, H C P y de TPS y representantes de la sociedad civil. Son atribucio­nes del consejo: a) conocer y opinar sobre el programa operativo anual del sistema; b) opinar sobre los lincamientos, normas y líneas de acción del sistema; c) estudiar y proponer modifi­caciones al catálogo de puestos y al tabulador; d) proponer mecanismos de evaluación; e) re­comendar programas de capacitación, y f) acordar la participación de invitados a las sesiones del consejo. LSPCAPF, artículo 70.

3 9 Los Comités Técnicos de Profesionalización y Selección serán "responsables de la pla-neación, formulación de estrategias y análisis prospectivo para el mejoramiento de los recur­sos humanos de las dependencias y la prestación de u n mejor servicio público a la sociedad". Los comités están integrados por u n funcionario de carrera del área de recursos humanos de ia dependencia, un representante de la SFP y el oficial mayor o su equivalente. Son atribucio­nes de los comités: a) emitir reglas generales mediante las cuales se implemente el sistema conforme a las necesidades de cada institución; b) aprobar los cargos junto con SFP; c) elaborar y emitir las convocatorias de los cargos a concurso; d) proponer a la SFP políticas y programas de ingreso, desarrollo, capacitación, evaluación y separación del personal en su dependencia; e) realizar estudios y estrategias en materia de productividad de los funcionarios y de las agen­cias; f) elaüorar el proyecto para otorgar reconocimientos y estímulos al desempeño a los funcionario-,, y g) determinar la procedencia de separación de funcionarios públicos en las de­pendencias.

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su operación, adminis trar los recursos, crear los manuales de operación y e m i t i r las normas para e l b u e n f u n c i o n a m i e n t o d e l sistema. De igua l m a ­n e r a y e n sintonía c o n la propuesta que pr iv i leg ia u n a operación descen­tralizada, dar seguimiento a la implantación y operación d e l sistema en cada d e p e n d e n c i a y, e n caso necesario, dictar las medidas correctivas que se re­q u i e r a n , amén de tomar las pert inentes respecto de aquellos actos u o m i ­siones que p u e d a n const i tuir responsabi l idades administrativas; aprobar l a conformac ión y desaparición de comités; aprobar las reglas y propuestas de los comités; aprobar los mecanismos de evaluación; resolver las inconfor­midades que surjan; p r o m o v e r y aprobar los programas de capacitación; establecer los mecanismos necesarios para conocer l a opinión c iudadana; y revisar de m a n e r a periódica l a operac ión e n diversas d e p e n d e n c i a s . 4 0

Se c r e a r o n también la Subsecretaría de l a Función Pública y, d e p e n ­diente de ella, la U n i d a d de l Servicio Profes ional y Recursos H u m a n o s de l a Administración Pública Federa l , que tiene l a responsabi l idad de c o o r d i n a r e l trabajo de los comités técnicos y de sus direcc iones de recursos h u m a ­nos y áreas afines. E l sistema está previsto para c u b r i r los niveles de direc tor genera l , de área, subdirector de área, je fe de depar tamento y func ionar ios de enlace. Esta U n i d a d va a desaparecer en j u n i o de 2005 para transformarse e n la U n i d a d de Recursos H u m a n o s y Profesionalización de la A d m i n i s t r a ­c ión Pública Federa l . L a ley prevé la incorporac ión de los l lamados f u n c i o ­narios de l ibre designación, que ocuparían los cargos de la alta función pública, cargos c o n u n a clara vinculación política, así c o m o la pos ib i l idad de que los de base entren en el esquema de carrera, u n a vez que soliciten l icen­c ia o se separen de la plaza que o c u p a n . Existe también la figura de l recurso de revocación e n caso de presentarse i n c o n f o r m i d a d e s . F ina lmente , e n los artículos transitorios se establecen los plazos para su puesta en marcha, para l a emisión d e l reglamento y p a r a l a integración de los órganos de decisión.

D e i g u a l m o d o , la ley e n u m e r a los servidores públicos que q u e d a n fue­r a d e l sistema de carrera, esto es, e l persona l que presta sus servicios e n la p r e s i d e n c i a de la república, los secretarios de despacho, e l jefe de G o b i e r ­n o de l Distr i to Federal , los subsecretarios, oficiales mayores, los titulares de cargos homólogos , los m i e m b r o s de las fuerzas armadas, d e l sistema de se­g u r i d a d pública y seguridad nac ional , d e l servicio exterior y asimilado a éste; de hecho , e n septiembre de 2005 se re formó la L S P C A P F p a r a exc lu i r de su aplicación a todo el personal de la S R E . A s i m i s m o , personal docente de los m o d e l o s de educación preescolar , básica, m e d i a super ior y superior ; de la r a m a médica, paramédica y grupos afines; los gabinetes de apoyo, así c o m o aquel los que estén asimilados a u n sistema de servicio de carrera; y los que

LSPCAPF, artículo 69.

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presten u n servicio mediante contrato y sujetos al pago p o r h o n o r a r i o s . 4 1

A todas luces, la exclusión de u n número tan importante de func ionar ios se antoja c o m o u n a "solución" forzada, que obedece al h e c h o de que si se h u ­biera i n c l u i d o a func ionar ios c o m o , p o r e jemplo, los maestros, l a in ic iat iva se h u b i e r a entorpec ido hasta e l p u n t o de paralizarse. S in embargo , haber­los dejado fuera refiere a u n universo m u t i l a d o de func ionar ios y al h e c h o de que p o r razones políticas se tuvo que subordinar el propósito m o d e r n i -z a d o r 4 2 (tabla 1).

T A B L A I

Transic ión al SPC

Nivel

Servidores públicos a quienes se les aplica

la LSPC Meta mínima de certificación

para 2006

Nivel No. No. %

DG 830 540 65 DGA 920 552 60 DA 3 374 1 856 55 SDA 11 258 5 629 50 JD 15 476 6 964 45 Enlace 30 365 12 146 40

62 223 27 686 44

Fuente: Servicio Profesional de Carrera, 2005.

E l esquema del servicio profesional está organizado en siete subsistemas: e l de planeación, e n e l que se plantea adminis trar los recursos h u m a n o s de manera ágil e integrar u n banco de talentos de los servidores de carrera. L a intención de este sistema es p o d e r p lanear de u n a f o r m a integra l , conocer cuantitativa y cualitativamente las necesidades de recursos de l a administra­ción pública federa l y generar información para e l adecuado desempeño de los demás subsistemas. L a operac ión recaerá e n cada d e p e n d e n c i a y su integración se hará e n e l órgano central , esto es, l a SFP. E n l a práctica, esto se ha t radu c i do e n u n a tensión entre la SFP, que trata de central izar e l sis­tema, y la operac ión descentral izada propuesta en la ley, que se manif iesta de m a n e r a negativa - i n c l u s o - e n otros subsistemas. P o r e jemplo , e n e l de

4 1 Ley del Servicio Profesional de Carrera, op. cit., art. 8. 4 2 Si consideramos que en toda la administración pública federal trabajan alrededor de

tres millones de personas, el universo que abarcará los de carrera representa una proporción baja, puesto que se espera que el sistema, operando a toda su capacidad, incorpore entre 40 y 60 mil funcionarios.

OCT-DIC 2005 E L S E R V I C I O P R O F E S I O N A L D E C A R R E R A E N M É X I C O 619

capacitación y certificación de capacidades, puesto que estas actividades de­b e n diseñarse tomando en consideración las especificidades de cada depen­d e n c i a , evitándose la tendencia a l a homogeneizac ión que ha prevalec ido e n los " t radic ionales" programas de capacitación. E n este subsistema se de­b e n d e t e r m i n a r las necesidades de personal e n cada d e p e n d e n c i a federal para u n a gestión pública eficiente. Para e l lo , se d e f i n e n los perfiles de los cargos y los requisitos de los candidatos e n coordinación c o n las d e p e n d e n ­cias; o p e r a el Registro Único d e l Servicio Profes iona l , que h a de contener información sobre todos los funcionarios d e l servicio c ivi l , c o n el fin de apo­yar el desarrol lo de l servidor público de carrera dentro de las dependencias; as imismo, se deben determinar las necesidades cuantitativas de personal de las dependencias, para lo cual contará c o n la colaboración de éstas; se deben e laborar estudios prospectivos de los escenarios de la administración públi­ca para determinar las necesidades de formación que se requerirán en el cor­to y m e d i a n o plazo, c o n el fin de p e r m i t i r a los miem br o s de l sistema cubr i r los perfiles demandados p o r los diferentes cargos establecidos en el sistema. T a m b i é n se d e b e n anal izar los resultados de las evaluaciones de l desempe­ño de los funcionarios y de las agencias, y tomarlos en cuenta para def in i r la p laneación de los recursos h u m a n o s . 4 3

E n e l subsistema de ingreso, se establecen tres modal idades : ingreso e n el sistema de quienes o c u p a n cargos e n la administración pública fede­ral y que deseen ocupar sus mismos puestos; ingreso de candidatos externos para o c u p a r vacantes que se h a n generado a par t i r de l a entrada e n vigor de la ley y que serán evaluados p o r los comités técnicos de profesional iza-ción y selección; ingreso en el sistema para los niveles de enlace a través de ferias de rec lutamiento en coordinac ión c o n inst i tuciones educativas. E n este subsistema se debe regular el proceso de selección de candidatos para cada puesto garant izando i g u a l d a d de trato y u n rec lutamiento basado en e l méri to . P a r a plazas de nueva creación d e b e n in tervenir los Comités Téc ­nicos de Profesionalización y Selección, que se encargan d e l proceso de i n ­greso. C a d a plaza nueva h a de someterse a concurso público abierto, lo cual debe darse a conocer a través de l Diario Oficial de la Federación, en los portales electrónicos de las dependencias o e n la página electrónica www.trabajaen. gob .mx. Este porta l permite a la ciudadanía conocer las vacantes en la admi ­nistración pública federal y participar e n los concursos, c o n lo que se preten­de garantizar la i g u a l d a d de o p o r t u n i d a d e s e n el proceso de selección. P o r l o general , e l proceso de ingreso consta de c inco etapas: la revisión curr i cu-lar , la aplicación de u n e x a m e n sobre c o n o c i m i e n t o s técnicos necesarios para o c u p a r el puesto, u n e x a m e n psicométrico que evalúa las capacidades

LSPCAPF, artículo 14.

620 M A R Í A D E L C A R M E N P A R D O FI XLV -4

y e l perf i l de trabajo d e l candidato, u n examen de visión d e l servicio público que tiene p o r objetivo ident i f i car la propensión d e l candidato a la c o r r u p ­ción y u n a entrevista. L o s requisitos indispensables c o n que todo candidato debe c u m p l i r para ingresar son tener n a c i o n a l i d a d m e x i c a n a , n o tener an­tecedentes penales, n o pertenecer al estado eclesiástico n i ser m i e m b r o de algún cul to rel igioso y n o estar inhab i l i tado para e l servicio público, y si e l aspirante es extranjero, tener permiso de t raba jo . 4 4 L a idea de m e d i r la pro­pensión de los candidatos a l a corrupción n o h a p o d i d o arrojar datos con-cluyentes, debido sin d u d a a que los exámenes que se ut i l izan n o son los más adecuados para e l lo ( f igura 1 ) .

E n e l subsistema de desarrol lo profes ional , se d e b e n regular los proce­sos para d e t e r m i n a r los planes de carrera de los servidores públicos a fin de ident i f i car posibles trayectorias de desarrol lo , así c o m o los requisitos y las reglas c o n que h a n de c u m p l i r los servidores públicos pertenecientes al sis­tema. Se plantea la pos ib i l idad de que cada f u n c i o n a r i o trace su p r o p i o p l a n de carrera c o n base e n la or ientación general de l a administración pública federal , y su m o v i l i d a d y ascenso podrían darse e n varias direcc iones : en el in te r ior de las dependenc ias , entre dependencias , hac ia otras insti tuciones públicas y privadas, hac ia distintos órdenes de g o b i e r n o y c o n otros siste-

4 LSPCAPF, artículo 21 .

O C T - D I C 2005 E L SERVICIO P R O F E S I O N A L D E C A R R E R A E N M É X I C O 621

mas de carrera p o r m e d i o de convenios. Integran este subsistema los c o m i ­tés y l a SFP, que se encargarán de establecer trayectorias de ascenso y pro­moción, así c o m o los requisitos que los func ionar ios d e b e n satisfacer. E n el ascenso van a resultar cruciales los resultados de las evaluaciones de desem­p e ñ o de cada f u n c i o n a r i o y sus exámenes de capacitación y certificación. L a m o v i l i d a d e n este sistema puede ser h o r i z o n t a l o vert ical , pero s iempre apegada a los reglamentos que establecen que los ascensos se l leven a cabo mediante concursos a b i e r t o s . 4 5

E n e l subsistema de capacitación y certificación de capacidades, se pre­vé crear u n p e r f i l de puestos c o n base en u n m o d e l o de competencias que inc luya tres bloques : desarrol lo de capacidades de visión d e l servicio públi­co, capacidades gerenciales y capacidades técnicas. D e n t r o de este subsiste­m a se d e b e n establecer los modelos de profesionalización que p e r m i t a n a los funcionar ios superarse inst i tucional , profes ional y personalmente dentro de cada dependenc ia . Para el lo, se p u e d e n adquir i r : en el cargo que desem­peñan, conocimientos básicos acerca de la d e p e n d e n c i a e n la que trabajan y sobre l a administración pública federal e n su con junto ; especialización, ac­tualización y educación f o r m a l ; aptitudes y actitudes necesarias para ocupar otros cargos de igual o mayor responsabil idad; y habil idades necesarias para p o d e r cert i f icar las capacidades profesionales adquir idas . Los comités son responsables de diseñar los programas anuales de capacitación para cada d e p e n d e n c i a . T o d o servidor público deberá acreditar u n examen de certifi­cación de capacidades p o r lo menos u n a vez cada c inco años como requisito para p e r m a n e c e r e n su puesto. Los func ionar ios podrán solicitar su ingre­so en los distintos programas de capacitación. Las dependencias también podrán real izar convenios c o n inst i tuciones de educac ión super ior para la impartición de cursos (tabla 2).

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E n el subsistema de evaluación, u n a de las responsabilidades f u n d a m e n ­tales es crear indicadores de desempeño p a r a los servidores públicos, c o n base en las metas de l a institución en la que trabajan. L o s resultados de estas evaluaciones servirán para determinar la p e r m a n e n c i a e n el cargo, c o m p e n ­saciones salariales y posibles ascensos. A l m i s m o t i e m p o , los func ionar ios están obligados a aprobar sus evaluaciones semestrales y anuales, puesto que p u e d e n ser destituidos en caso de n o aprobar dos consecutivas (semestral y a n u a l , o dos anuales) , de obtener tres resultados n o aprobatorios o u n re­sultado m u y bajo e n u n p e r i o d o de c inco años. M e d i a n t e este subsistema se busca evaluar el comportamiento de los senadores públicos de carrera en sus funciones , t o m a n d o e n cuenta las metas establecidas, l a capacitación lo­grada y las aportaciones realizadas; especificar medidas para otorgar estímu­los al b u e n desempeño; aportar información para mejorar la gestión pública; proveer u n ins t rumento para satisfacer las necesidades de capacitación e n cada d e p e n d e n c i a ; e ident i f icar casos de d e s e m p e ñ o defic iente para adop­tar medidas correctivas. C a d a d e p e n d e n c i a deberá especif icar los montos y formas de asignar los estímulos, los que n o deberán integrarse en el sala­r i o fijo d e l f u n c i o n a r i o .

E n e l subsistema de separación se especificarán las causas de la m i s m a y re t i ro d e l cargo, así c o m o de amonestaciones y sanciones. Las siguientes si­tuaciones son motivo de separación de l cargo: r e n u n c i a de l servidor público, sentencia j u d i c i a l que prive de su l iber tad al f u n c i o n a r i o , i n c u m p l i m i e n t o de sus o b l i g a c i o n e s , 4 6 hacerse acreedor a a lguna sanción especificada en la L e y de Responsabi l idades de los F u n c i o n a r i o s Públicos, reprobar dos veces los exámenes de capacitación y obtener resultados deficientes en las evalua­ciones. E l f u n c i o n a r i o también puede solicitar u n a l i cenc ia c o n autorización d e l comité , genera lmente previstas p a r a fines de capacitación.

M e d i a n t e e l subsistema de c o n t r o l y evaluación, se evalúa el func iona­m i e n t o d e l sistema de servicio civi l e n la administración pública federal y se sugieren m e j o r a s . 4 7 Es impor tante cons iderar que este subsistema fortale­ce dos acciones que conjuntamente podrían tener u n positivo impacto en la administración pública, la planeación de carácter estratégico y el seguimien­to que tendrá que hacerse de l a operac ión d e l servicio profes ional .

E n la ley se rep i ten varios de los p r i n c i p i o s contenidos e n la Ley de Res­ponsabi l idades de los Servidores Públicos (art. 8) , que supuestamente r igen

4 6 Las obligaciones se tipifican como: ejercer sus funciones con apego a la legalidad, ob­jetividad, imparcialidad y eficiencia; participar en las evaluaciones del sistema; participar en los programas de capacitación, guardar con discreción la información estratégica; asistir pun­tualmente al trabajo; abstenerse de realizar acciones que pongan en riesgo la seguridad de los funcionarios.

4 7 LSPCAPF, artículo 13.

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su desempeño, pero n o incluye, p o r ejemplo, el de honradez , que es u n o de los valores que d e b e n mostrar los func ionar ios que o p e r a n bajo las reglas de estos esquemas de c a r r e r a . 4 8 E n cambio , agrega los p r i n c i p i o s de ca l idad y equidad , c o n lo que se acentúa la i m p o r t a n c i a de que se acceda al sistema en igualdad de condic iones , y d e l mérito, que se acepta c o m o u n elemento central , c o m o sucede en cua lquier esquema de esta naturaleza.

L a ley d e l servicio c ivi l s ignif ica u n a o p o r t u n i d a d p a r a i m p r i m i r mayor coherenc ia al propósito de profesionalización de la administración pública mexicana; debe entenderse c o m o u n m e d i o privi legiado para alcanzar fines que c laramente i n c i d a n e n u n a mejor gestión pública. S i n embargo , es i m ­portante cons iderar que " u n a ley d e l servicio c ivi l es sólo u n c o m p o n e n t e más de u n a reforma, y su diseño (por más adecuado, comple to y consensua­do que sea) n o significa necesariamente que se evitarán complicaciones pos­teriores. E n rea l idad , l a publicación de la ley es, e n más de u n sentido, e l c o m i e n z o de l a h i s t o r i a " . 4 9

Es evidente que u n sistema de l a i m p o r t a n c i a d e l que se der iva de l a LSPCAPF requiere desarrollarse y m a d u r a r para p o d e r hacer u n a evaluación justa de su operac ión e i m p a c t o ; s in embargo , d i c h a operac ión , hasta e l m o m e n t o , muestra algunos elementos que c o n e l paso d e l t i e m p o p u e d e n convertirse e n p r o b l e m a s , c o m o se anal iza más adelante , prob lemas que atentarían e n c o n t r a de u n f u n c i o n a m i e n t o a d e c u a d o y, sobre todo, útil para l a soc iedad m e x i c a n a .

L A P U E S T A E N M A R C H A D E L A L E Y D E L S E R V I C I O P R O F E S I O N A L D E C A R R E R A :

U N A E V A L U A C I Ó N P R E L I M I N A R

Tres años antes de publ icarse l a ley, J u a n Pab lo G u e r r e r o apuntaba lo que consideraba importantes retos para u n a cabal instauración d e l servicio c i ­vi l de carrera e n México , retos que se conservan vigentes u n a vez aprobada la ley y su reglamento . Se planteaba la necesidad de fortalecer la separación de poderes p a r a que los integrantes d e l C o n g r e s o p u d i e r a n consol idar sus carreras par lamentar ias y e l trabajo legislativo se profes ional izara , a l igual que el de los órganos asesores de aquél. Podría afirmarse que la separación de poderes, a l menos entre e l Ejecutivo y el Legislat ivo, es más evidente hoy día que e n el pasado, a u n antes de que se a p r o b a r a l a L S P C A P F ; al m i s m o

4 8 Véase Guil lermo Haro Bélchez, El servicio público de carrera, México, INAP/Miguel Án­gel Porrúa, 2000.

4 9 Esteban Moctezuma y Andrés Roemer, Por un gobierno con resultados, México, Fondo de Cultura Económica, 1999, p. 113.

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t i e m p o , se puede dec i r que d i c h a separación h a provocado problemas y parálisis e n l a gestión pública d ignos de analizarse c o n cu idado . E r a tam­b i é n u r g e n t e fortalecer e l P o d e r J u d i c i a l p a r a que efectivamente f u e r a a u t ó n o m o y capaz de generar u n Estado de d e r e c h o que garantizara l a se­g u r i d a d de las personas, los p a t r i m o n i o s y l a p r o p i e d a d , así c o m o el c u m ­p l i m i e n t o de leyes y contratos. P e r o esta autonomía quizá haya resultado selectiva, puesto que sólo e n algunos casos las decisiones que el m e n c i o n a ­d o p o d e r h a tomado parecen haber estado l ibres de presiones p o r parte d e otros actores políticos.

T a m b i é n se insistía e n que era útil acelerar y p r o f u n d i z a r e l mejora­m i e n t o regulatorio y la simplificación administrativa para erradicar la sobre-rregulación que p r o p i c i a b a el p r e d o m i n i o de esquemas informales c o n u n alto grado de discrecionalidad en la toma de decisiones p o r los funcionarios. Se p lanteaba la necesidad de desarrol lar efectivos mecanismos de combate a l a corrupción, para hacer frente a los vicios que acarreaban el pa t r imo­n i a l ism o burocrático, e l c l ientel ismo y el o p o r t u n i s m o , resultado, todos, de l a extensión de arreglos informales entendidos de m a n e r a errónea c o m o inst i tucionales . Para lograr m a d u r e z ins t i tuc ional era indispensable comba­t ir prácticas de ascenso apoyadas e n consideraciones , o tra vez, in formales - e l n e p o t i s m o , el compadrazgo y l a a m i s t a d - , que habían caracterizado l a operac ión de la administración pública, sesgando c o n el lo l a profesionaliza-ción y permi t iendo que se concentraran las decisiones en u n reducido grupo d e ind iv iduos y agencias. F ina lmente , se insistía en la necesidad de desarro­l lar sistemas de rendición de cuentas que favorecieran la legit imidad, la trans­p a r e n c i a , l a honest idad, la e f ic ienc ia y l a ef icacia e n la administración de recursos públicos, al t i empo que d i s m i n u y e r a n la corrupción dentro de los aparatos burocrá t i cos . 5 0 L a L e y de Acceso a l a Información y el Instituto Fe­d e r a l de Acceso a la Información parecen responder a esta necesidad, así co­m o la autonomía de que goza la A u d i t o r i a S u p e r i o r de l a Federación para c u m p l i r c o n sus responsabi l idades.

U n p r o b l e m a que de entrada acusa e l esquema propuesto para p o n e r e n m a r c h a el servicio profesional de carrera es que obedece simultáneamen­te a dos mode los , e l t rad ic iona l y e l que p u e d e derivarse de las ideas de la N u e v a Gestión Pública ( N G P ) . C o n t i e n e componentes que claramente se co­r r e s p o n d e n c o n el m o d e l o t radic iona l , c o m o , p o r e jemplo, privi legiar e n el ingreso el mérito sobre otras consideraciones, e l lo c o m b i n a d o con rasgos de las nuevas tendencias, c o m o son: la evaluación d e l desempeño, e l estableci­m i e n t o de capacidades de inspiración gerencialista y su certificación, así c o m o el uso intensivo de tecnologías de información.

D ° Juan Pablo Guerrero, art. c i t , p. 20.

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L a pregunta que q u e d a e n el aire es qué tanto e l servicio c ivi l puesto e n m a r c h a recientemente resulta pert inente para mejorar l a gestión en la administración pública m e x i c a n a . Para p o d e r ofrecer u n a respuesta, debe­ría hacerse u n análisis d e l sistema propuesto p o r la L S P C A P F en dos d i m e n ­siones: p r i m e r o , si, en conjunto, el diseño es e l adecuado dadas l a estructura y las relaciones de p o d e r de la administración pública federa l m e x i c a n a , y segundo, si los subsistemas r e s p o n d e n cabalmente a las necesidades que se der ivan de la puesta e n m a r c h a d e l servicio civi l y cuáles serían sus p r i n c i ­pales restricciones. L a SFP es la encargada de echar a andar e l sistema y coor­dinar lo ; en esta m e d i d a , su diseño evita problemas c o m o los de experiencias pasadas, c u a n d o se delegó l a dirección e n dos secretarías. S i n embargo , n o es posible aún saber si la SFP es capaz de c u m p l i r de manera satisfactoria c o n sus responsabil idades, si cuenta c o n los recursos presupuéstales suficientes para hacerles frente, en u n sistema e n el cual u n o de sus componentes esen­ciales es la operación descentral izada. T a m b i é n cabe preguntarse si cuenta c o n autonomía de gestión para asegurar que sus evaluaciones resultarán objetivas, y de qué mecanismos d ispone para sancionar a las agencias que n o c u m p l a n c o n lo que establece la ley.

L a escasa e x p e r i e n c i a que se h a a c u m u l a d o en los dos años que l leva o p e r a n d o el sistema n o p e r m i t e l legar a conclusiones . S i n embargo , e n e l c o m i e n z o de su operac ión se p u e d e n ident i f i car algunas preocupac iones que a p u n t a n al h e c h o de que n o se consideró ningún e l e m e n t o prevent i ­vo que p u d i e r a servir de apoyo ante l a falta de e x p e r i e n c i a de sus f u n c i o ­narios. D a d a la c u l t u r a adminis trat iva m e x i c a n a , se está d a n d o u n salto cualitativo e n o r m e al anal izar y clasificar las capacidades que se r e q u i e r e n e n cada puesto, lo que supone contar c o n normas ad hoc , al m i s m o t iempo que se exige certificar competencias, para lo cual h a n de realizarse ejercicios técnicos de cierta c o m p l e j i d a d , que e x i g e n u n a b u e n a dosis de exper ien­cia. D e hecho , n o se partió de u n diagnóstico r iguroso , que h u b i e r a p e r m i ­t ido planear el desarrollo d e l sistema c o n mayor cuidado. P o r otro lado, 8 0 % de las dependencias n o cuentan c o n estructura autorizada, requisito formal para p o n e r en m a r c h a e l sistema, puesto que de esa estructura se der iva l a descripción de los puestos y los concursos . E n la práctica, l o que h a sucedi­d o es que, p o r e jemplo , las dependenc ias diseñan u n a estructura para ob­tener la autorización de sus puestos, pero en la rea l idad están o p e r a n d o c o n otra. D e igua l f o r m a , está resul tando más que evidente que tres años es u n plazo m u y corto para u n a operación comple ta y exitosa d e l sistema, aunque suficiente p a r a sentar sus bases, puesto que se estableció l a g r a d u a l i d a d co­m o método de su puesta e n marcha . S in embargo, n o puede sostenerse que efectivamente las bases estén q u e d a n d o firmemente asentadas. P r e o c u p a , así, e l h e c h o , que a p r i m e r a vista p u e d e parecer p o c o i m p o r t a n t e , d e l cam-

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b i o de n o m b r e de la u n i d a d responsable de operar e l sistema: se suprimió e l énfasis e n el servicio de carrera para p o n e r l o en la profesionalización. Esperemos que esto n o se t raduzca e n acciones que favorezcan esfuerzos p o r "profes ional izar" la función pública, c o n todo lo a m b i g u o que esto re­sulta, e n lugar de concentrar los en tener u n sistema de carrera adminis t ra­tiva que opere en condic iones satisfactorias.

Respecto de los subsistemas, también se señalan algunos e lementos q u e p u e d e n llegar a convertirse e n obstáculos para u n adecuado f u n c i o n a ­m i e n t o . E n cuanto al ingreso, p o r e jemplo , la exper ienc ia empírica i n d i c a q u e las dependencias n o estaban preparadas para asumir la responsabi l i ­d a d que representa la operac ión d e l sistema. D e h e c h o , empieza a genera­se u n c l i m a de sospecha acerca de qué tanto las convocatorias y concursos están diseñados para que los " g a n e n " personas previamente seleccionadas. T a m b i é n existen serias dudas sobre l a p e r t i n e n c i a de los exámenes de me­dición de capacidades y de visión d e l servicio público, puesto que, e n lugar de m e d i r las habil idades de los candidatos, se l i m i t a n a recoger sus impresio­nes sobre su trabajo. Se trata de pruebas a u tórrele réndales que n o ofrecen claros márgenes para d iscr iminar información y menos aún para seleccionar a los "me jores " . 5 1 Se podría pensar e n ut i l izar pruebas más adecuadas para j e r a r q u i z a r y seleccionar. U n o de los prob lemas que los servicios civiles i n ­tentan resolver es jus tamente desterrar el favori t ismo e n la selección de los funcionar ios de carrera. E l sistema que acaba de ponerse en marcha n o está i n m u n i z a d o contra e l favori t ismo, d a d o que en el rec lutamiento está pre­visto que intervengan las agencias responsables y la SFP. E n la práctica, la SFP está in tentando central izar e l proceso para lograr u n mayor cont ro l , lo que de entrada inval ida la propuesta o r i g i n a l que buscaba mayor participación y responsabi l idad p o r parte d e l resto de las dependencias de la adminis tra­ción pública federal ; c o n e l lo , se acepta que las dependencias n o p u e d e n asumir tales responsabi l idades n i l levar a cabo satisfactoriamente sus tareas al respecto.

E n e l subsistema de pianeación y recursos humanos , se ha actuado m u ­c h o más lentamente de lo previsto en el ca lendario or ig ina l e n cuanto a fijar los perfiles deseables de los puestos que van a ser sometidos a concurso. Esto se debe n o sólo a que las dependenc ias se h a n mostrado incapaces de inte­grarlos a t iempo, s ino también a que la SFP a m e n u d o los rechaza p o r consi­derar que n o c u m p l e n c o n los estándares establecidos. P o r e l lo , las plazas p e r m a n e c e n congeladas y n o se satisfacen a t i e m p o las necesidades de per­sonal de las dependencias. Para resolver el problema, se requiere mayor coo-

o I Entrevistas citadas.

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peración p o r parte de las agencias, a través de los comités, y u n a efectiva tarea de coordinación p o r cuenta de l a SFP.

E l p r i n c i p a l riesgo que puede l legar a correr e l subsistema de capacita­ción y certificación de capacidades es que n o sean o p o r t u n a m e n t e a tendi ­das las necesidades de las dependencias , y que, c o m o la operación actual lo está i n d i c a n d o , los exámenes de certif icación se conviertan en u n trámite burocrát ico más. C o n respecto a la capacitación y desarrol lo de los f u n c i o ­narios , ya se registran fuertes restricciones e n cuanto a ut i l izar programas electrónicos. C u a n d o esa l imitación se resuelva, los cursos virtuales podrán ser más accesibles para las dependencias , pero habría que buscar u n equi l i ­br io c o n los cursos presenciales, para garantizar que ambos sean, sobre todo, de ca l idad , preocupación que n o parece estar entre las que t ienen e n este m o m e n t o los responsables.

E n e l subsistema de evaluación d e l desempeño, lo que debe hacerse son ajustes entre l ineamientos , metodología y herramientas , que aparecie­ron c o n casi u n año de retraso (mayo de 2 0 0 5 ) y las acciones que d e b i e r o n derivarse de esos l ineamientos , las que , p o r obvias razones, también están emprendiéndose más tarde de lo p r e v i s t o . 5 2 P o r e jemplo, las dependencias no han logrado entregar a t i e m p o sus metas anuales; esto es f u n d a m e n t a l , puesto que los comités t ienen que considerarlas para p o d e r realizar las eva­luaciones d e l desempeño el a ñ o siguiente. D e b i e n d o entregarlas e n e l mes de d ic iembre , se tiene información de dependencias que las h a n presentado e n j u n i o d e l año siguiente, lo que h a o b r a d o e n d e t r i m e n t o de l a c a l i d a d y o p o r t u n i d a d de las evaluaciones. C o n estas últimas se busca justamente eva­l u a r tanto e l desempeño i n d i v i d u a l c o m o el de los distintos departamentos de las dependencias federales. Se i n c l u y e n factores que p e r m i t e n conside­rar, p o r e jemplo, e l trabajo e n e q u i p o , para lo cual se t o m a n c o m o referen­cia cal i f icaciones que instancias de l a SFP o de la m i s m a pres idenc ia h a n o torgado a algunas unidades administrativas, a m é n de otras que se as ignan bajo ciertos criterios a los func ionar ios . Para el lo es necesario que se especi­fiquen las metas tanto de los func ionar ios c o m o de las agencias en cuestión. Esta tarea le corresponde a la direcc ión general de recursos h u m a n o s de cada d e p e n d e n c i a y, según se establece e n los l ineamientos expedidos para ese efecto, las evaluaciones se real izan semestralmente, e n los meses de j u l i o y agosto, y anualmente , entre enero y febrero . C a d a d e p e n d e n c i a puede su­gerir modif icaciones a los indicadores que se establecieron para la medición

•>2 Los lineamientos tomaron casi un año de tiempo adicional en integrarse, debido a los procesos de negociación que se establecieron con la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (COFEMER) , mesa de simplificación, opiniones de áreas jurídicas y de presupuesto, así como la emisión de otros lineamientos complementarios.

628 M A R Í A D E L C A R M E N P A R D O FI X L V - 4

d e l desempeño hasta el mes de a b r i l ; después de ese plazo ya n o tiene n i n ­g u n a intervención en el p r o c e s o 5 3 (véase anexo) . Se supone que este sub­sistema debe estar o p e r a n d o a toda su capac idad en febrero de 2 0 0 6 . 5 4

U n a clara omisión de la ley es que n o incluye n i n g u n a m e d i d a destina­d a a castigar su i n c u m p l i m i e n t o . Las sanciones se l i m i t a n a lo especif icado e n mater ia de faltas administrativas p o r l a L e y de Responsabi l idades de los Servidores Públicos. N o se castiga e l i n c u m p l i m i e n t o o la violación a l a ley p o r parte de las distintas dependenc ias . U n a de las contradicc iones e n e l diseño d e l sistema es que, si b i e n la ley delega todas las responsabilidades d i ­rectivas e n la SFP, p ide que c u m p l a c o n ellas en coordinación c o n las depen­dencias, mediante los comités. E n el m o d e l o or ig ina l la delegación de estas facultades e n las dependenc ias se pensó c o m o u n e lemento que ayudaría a evitar retrasos e n l a gestión de recursos h u m a n o s , y a superar e l sistema que favorecería la centralización de todas las decisiones, c o n los consecuen­tes costos, tal c o m o h a o c u r r i d o e n los servicios civiles de otros países.

S i n embargo, hasta e l m o m e n t o esto deja dos opciones : que la SFP i n ­c u m p l a l a ley centra l izando la dirección d e l sistema, y que efectivamente se al iente la descentralización de la gestión de recursos h u m a n o s s in que las dependencias hayan p o d i d o desarrol lar los elementos necesarios para en­frentar c o n éxito la tarea; la disyuntiva n o es, a todas luces, alentadora. L a SFP h a optado p o r l a p r i m e r a vía; sus críticos señalan que h a equivocado su pa­p e l al convertirse e n la e jecutora d e l sistema, c u a n d o e n r e a l i d a d deb iera tener u n carácter solamente n o r m a t i v o . D e esta manera , e l servicio c iv i l parec iera ser u n sistema f u n d a d o e n la b u e n a v o l u n t a d de las partes y en el que los confl ictos se dirimirán mediante negociaciones entre l a SFP y las de­pendencias . L a exper ienc ia a c u m u l a d a hasta hoy permite suponer que estos acuerdos serán difíciles de lograr , en la m e d i d a e n que e l sistema se vaya c o n s o l i d a n d o y l a SFP esté cada vez menos dispuesta a " c o m p a r t i r " responsa­bi l idades c o n las otras dependenc ias , mientras éstas-no c u e n t e n c o n todos los elementos legales y presupuéstales que garant icen u n adecuado f u n c i o ­n a m i e n t o . L o que parece seguir latente, entonces, es la tentación de con­trolar la burocrac ia , acc ión que corresponde c laramente a prácticas que se desarro l laron bajo los supuestos de u n sistema de recursos h u m a n o s que n o contaba de m a n e r a legal y genera l izada c o n u n servicio profes iona l d e carrera.

Instaurar e l servicio civi l de carrera es apenas el p r i m e r paso de muchos otros más e n el c a m i n o de l a profesionalización de l a función pública. P o r e jemplo, la adecuada vinculación de las medic iones d e l desempeño y e l pre-

Lineamientos para le evaluación del desempeño de los servidores públicos de la APF. Entrevistas citadas.

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supuesto es u n aspecto débil en México y que en u n futuro será clave para me jorar la gestión pública. U n a cuestión trascendental es que exista v o l u n ­tad polít ica para mantener e l sistema que se desprende de la aplicación de la ley. H a de tenerse la convicción de que éste es u n recurso útil para mejo­rar los rendimientos de la administración pública. C o n titubeos, negl igencia o desdén p o r la re forma, ésta se convertirá m u y p r o n t o en u n esfuerzo des­t inado a fracasar.

P o r último, persisten serias dudas en t o r n o a la c o n t i n u i d a d del sistema de servicio profes ional E l c a m b i o de g o b i e r n o podría echar p o r la b o r d a el servicio ante malos resultados y ante la falta de interés en su mantenimiento p o r parte de actores políticos de i m p o r t a n c i a y p o r parte de la ciudadanía. L a ley señala que los func ionar ios que h a n entrado en la administración pública federal desde 2003 d e b e n f o r m a r parte d e l servicio profes ional y, p o r lo tanto, no p u e d e n ser arbitrariamente removidos de sus cargos. Habrá que esperar que m a d u r e la operac ión d e l sistema para despejar dudas e n cuanto a que func ionar ios de carrera c o m p r o m e t i d o s polí t icamente c o n el g o b i e r n o que concluirá su m a n d a t o d e n t r o de unos meses p u e d a n conser­var sus puestos o ser relevados. Este es u n riesgo sobre el que hay que refle­x i o n a r c o n mayor d e t e n i m i e n t o después de ju l io de 2006.

C O N C L U S I O N E S

Es evidente que u n servicio de carrera n o fue necesario durante la consol i ­dación d e l régimen corporat ivo ; inc luso se p u e d e dec i r que podría haber l legado a estorbar al i m p e d i r el establecimiento de normas de rec lutamien­to, selección, p e r m a n e n c i a , ascenso y separación de los func ionar ios en la administración pública, al menos en el n ive l federal , que es el que sirve de escenario para el análisis en este trabajo.

Los mecanismos altamente f lexibles que permitían, si n o el despido, sí l a sal ida o el c a m b i o de puesto de los f u n c i o n a r i o s l lamados de conf ianza , así c o m o el sostenimiento de la comple ja r e d de camarillas, d i e r o n or igen a u n sistema altamente estable en el m e d i a n o y largo plazo y profesional izado p o r goteo. Es decir , pese a que el sistema se podría de f in i r c o m o u n o de bo­tín {spoils system), dado que se efectuaban cambios cada vez que u n nuevo g r u p o l legaba al poder , se encargaba de f o r m a r cuadros y les permitía desa­rrol larse, a la vez que rotaba los cuerpos administrativos y les otorgaba cier­ta estabi l idad a los func ionar ios c o n e x p e r i e n c i a . L a rotación de personal podía parecer m u y alta, sobre todo durante los cambios de gob ierno o los ajustes políticos, pero n o f u n c i o n a b a c o m o u n a sustitución de cuadros de diferentes partidos; los func ionar ios medios y altos pasaban a la inact ividad

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p o r m u y pocas semanas, pues conseguían u n puesto en otra d e p e n d e n c i a d e l sector público c o n relativa rapidez , lo que repercutía e n u n a cierta es­tab i l idad de la act ividad a d m i n i s t r a t i v a . 5 5

Resulta también c laro que l a ausencia de u n servicio civi l de carrera po­n ía e n evidencia fallas e n lo relativo a la e q u i d a d d e l trabajo al servicio d e l Estado, sobre todo de aquellos , o tra vez, que n o estaban amparados p o r la legislación laboral ; los funcionar ios identif icados c o m o de confianza. Puede decirse que los f u n c i o n a r i o s de conf ianza contaban c o n prerrogativas que hubieran p o d i d o esgrimirse c o m o argumento para lograr que quedaran con­signadas normat ivamente , lo que h u b i e r a r e d u n d a d o e n u n a presión para que la ley se aprobara . A u n q u e esto n o fue así, sí se v o l v i e r o n ternas del ica­dos, p o r e jemplo, e l re t i ro y e l rec lutamiento . Se caminó -entonces™ p o r l a vía de l a implantación de medidas administrativas, c o m o son la integración de catálogos, las descr ipciones de puestos o inc luso la introducción de siste­mas integrales, pero que o p e r a r o n sólo en alguna dependenc ia en particular. A n t e la i m p o s i b i l i d a d de concretar estas iniciativas, se acudió a medidas de carácter adminis trat ivo que f u e r o n m o d i f i c a n d o gradualmente prácticas, p e r o que n o l o g r a r o n ser cabalmente aceptadas, entre otras cosas, p o r q u e carecían de la o b l i g a t o r i e d a d que i m p o n e u n a n o r m a c o n carácter de ley. C o n t a r c o n cuerpos profesionales pareció ser i m p o r t a n t e para e l servicio exterior, al que práct icamente todos los gobiernos le c o n c e d i e r o n atención. L o s representantes d e l g o b i e r n o e n el exter ior tenían que ser func ionar ios d e b u e n nive l , de ah í que la SRE sea de las dependencias que c u e n t a n c o n u n o de los esquemas de carrera más desarrol lados, a u n q u e hay que dec i r también que este sistema h a s ido v io lentado sistemáticamente al designar­se func ionar ios que n o per tenecen a la carrera diplomática.

L a idea de u n servicio c ivi l de carrera significó u n a tensión constante: contar con u n a func ión pública profes iona l y ef ic iente, p e r o que n o esca­p a r a de l c o n t r o l polí t ico d e l sistema.

A n t e u n escenario e n el que el m o d e l o tanto e c o n ó m i c o c o m o político se ve forzado a abrirse, p i e r d e n peso político organizaciones c o m o la FSTSE, pero ganan terreno e n la formulación de políticas cuerpos burocráticos iden­tificados c o n formas y mode los "racionales" , que entran e n f ranco confl ic to c o n otros grupos que d e f i e n d e n los canales tradicionales a través de los cua­les se había d a d o la negoc iac ión política.

Se empiezan a dar pasos concretos en la búsqueda de u n sistema c o n re­glas claras y aceptadas p o r los distintos actores involucrados , pero estas pro­puestas enfrentan, p o r u n lado, el confl icto de grupos que sostienen modelos n o sólo distintos, s ino encontrados, y, p o r e l otro, diferencias personales que

5 5 David Areìlano, art. dt . , p. 4.

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c o n t r i b u y e n , de m a n e r a más importante de l o que se supone, a obstaculi­zar la aprobación de proyectos de factura g u b e r n a m e n t a l .

L a a l te rnanc ia en el p o d e r alteró los e q u i l i b r i o s construidos e n u n sis­tema de p a r t i d o d o m i n a n t e , e n e l que e l p r o p i o p a r t i d o y su b u r o c r a c i a s i rv ieron de canales para la incorporac ión de cuadros y su necesaria movi ­l i d a d . C u a n d o este escenario cambió , se replanteó la neces idad de u n ser­v ic io de carrera para l a función pública. Se l l ega al año 2003, e n e l que finalmente se expide la ley, en e l mes de a b r i l ; e n e l la se establecen reglas p a r a e l ingreso, permanec ía , desarrol lo y re t i ro de los func ionar ios . Es u n o r d e n a m i e n t o , s in d u d a , perfect ible , y habrá que esperar a que se vayan m a t e r i a l i z a n d o sus disposic iones para p o d e r hacer le las adecuaciones que r e q u i e r a . Es u n a decisión trascendente que m o d i f i c a prácticas arraigadas; esperemos que su operac ión resulte n o sólo eficaz s ino también social-mente útil.

S in embargo, es evidente que México l lega tarde a l a modernización de su administración pública y p o r lo tanto enfrenta u n reto mayor: instaurar u n servicio civi l de carrera al m i s m o t iempo que mejorar la eficiencia y efec­t iv idad d e l sector público.

Es necesario reconocer que el sistema de carrera profes ional lleva ope­r a n d o m u y p o c o t i empo, lo que i m p i d e hacer u n análisis r iguroso sobre su f u n c i o n a m i e n t o . A esto habría que añadir l a escasa información sistemáti­ca que existe a este respecto y lo pobre que resulta la que c i rcula de manera pública. P o r e l lo , quizá sea prec ip i tado señalar las fallas de u n sistema que sólo tiene dos años de aplicación. S in embargo, p o r e l m o m e n t o , se advierte acerca de a lgunos riesgos que d e b e n m e r e c e r algún t ipo de atención p o r parte de los responsables de l sistema. D e h e c h o , l a percepción que la c iuda­danía tiene parecería n o recoger preocupaciones relacionadas c o n el hecho de que la operación de l sistema de carrera está ten iendo problemas, aunque también es preocupante que n o se tenga u n a idea clara de que, si logra ope­rar adecuadamente, el sistema se convertirá en u n prec iado recurso para me­j o r a r l a gestión pública.

A N E X O

D i s p o s i c i o n e s legales d e l S P C ( d i s p o n i b l e s e n h t t p : / / w w w . n o r m a t e c a . g o b . m x ) .

• L e y d e l Servicio Profes ional de C a r r e r a e n l a Administración Pública F e d e r a l p u b l i c a d a en el Diario Oficial de la Federación e l 10 de abr i l de 2003.

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A c u e r d o que establece los L i n c a m i e n t o s para l a instalación y facul­tades de los Comités Técnicos de Profesionalización y Selección de las dependenc ias y órganos desconcentrados de l a Administración Públ ica F e d e r a l central izada p u b l i c a d o e n e l Diario Oficial de la Fede­ración e l 18 de sept iembre de 2003. R e g l a m e n t o de la L e y d e l Servicio Pro fes iona l de C a r r e r a en la A d ­ministración Pública Federa l p u b l i c a d o e n e l Diario Oficial de la Fede­ración e l 2 de a b r i l de 2004. Reglamento Interior de la Secretaría de l a Función Pública publ icado e n e l Diario Oficial de la Federación e l 12 de d i c i e m b r e de 2003. A c u e r d o que t iene p o r objeto establecer los cri terios de carácter ge­n e r a l que deberán observar las dependenc ias de l a Administración Pública F e d e r a l y los órganos desconcentrados de las mismas, e n l a def inic ión de los puestos que p o r excepc ión podrán ser de l ibre de­signación, así c o m o el p r o c e d i m i e n t o p a r a su aprobación p o r parte de l a Secretaría de la Función Pública, p u b l i c a d o e n e l Diario Oficial de la Federación e l 4 de j u n i o de 2004. A c u e r d o que tiene p o r objeto establecer los l incamientos que debe­rán observar las dependencias de l a Administración Pública Federa l Centra l izada y sus órganos desconcentrados e n la operación de l Sub­sistema de Ingreso, así c o m o e n la e laboración y aplicación de meca­nismos y herramientas de evaluación p a r a los procesos de selección. P u b l i c a d o e n el Diario Oficial de la Federación e l 4 de j u n i o de 2004. A c u e r d o que t iene p o r objeto establecer los cr i ter ios que p e r m i t a n a las dependencias de l a Administración Pública Federa l y a los órga­nos desconcentrados de las mismas, ident i f i car las áreas susceptibles de integrar los Gabinetes de A p o y o a que se ref iere e l artículo 7 o de la L e y d e l Servicio Profes ional de C a r r e r a e n l a Administración Pú­b l i ca F e d e r a l ; establecer las bases p a r a fijar los requisitos que debe­rán c u b r i r las personas que o c u p e n u n puesto e n dichos Gabinetes, así c o m o determinar el p r o c e d i m i e n t o c o n f o r m e e l cual la Secretaría de l a Func ión Pública autorizará y registrará las estructuras de estos Gabinetes . D i c h o d o c u m e n t o fue p u b l i c a d o e n e l Diario Oficial de la Federación e l 4 de j u n i o de 2004. Se distribuyó O f i c i o C i r c u l a r N o . SSFP/USPRH/408/006/2005 de fe­c h a 18 de febrero de 2005, a los Presidentes de los Comités de Pro­fesionalización de las D e p e n d e n c i a s y órganos desconcentrados de la Administración Pública F e d e r a l (Ofic ia les Mayores de las D e p e n ­dencias y equivalentes en los órganos desconcentrados) , mediante el cua l se les i n f o r m a que deberán e laborar sus Programas Operat ivos A n u a l e s p a r a e l SPC-2005.

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• A c u e r d o s que establecen las políticas y las estrategias de ajuste para establecer la estructura de los Gabinetes de A p o y o , publ icados en el Diario Oficial de la Federación el 14 de octubre de 2004 y de l 31 de mar­zo de 2005 respectivamente.

• Se distribuyó O f i c i o C i r c u l a r N o . S S F P / U S P R H / 4 1 2 / 0 1 4 / 2 0 0 5 de fe­cha 31 de marzo de 2005 a Oficiales Mayores y sus equivalentes en las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal , me­diante el cual se les not i f ican las Disposiciones y procedimientos para l a identif icación, certificación, actualización, autorización y registro de las estructuras orgánicas y ocupacionales de las dependencias , ór­ganos administrat ivos desconcentrados y entidades paraestatales.

• Se distribuyó O f i c i o C i r c u l a r N o . S S F P / U S P R H / 4 0 8 / 0 1 5 / 2 0 0 5 de fe­c h a 8 de a b r i l de 2005, mediante e l cual se les c o m u n i c a a Ofic iales Mayores e n las Dependenc ias de l a Administración Pública Federa l y sus equivalentes e n los órganos administrat ivos desconcentrados, las condic iones necesarias para que p u e d a aplicarse e l p r o c e d i m i e n ­to que se señala, para que servidores públicos p u e d a n seguir ocu­p a n d o puestos sujetos al Servicio Profes iona l de C a r r e r a que deban ser modi f i cados , s in que se cons ideren vacantes a ser concursadas.

• A c u e r d o que tiene p o r objeto establecer los cri terios que las depen­dencias de l a Administración Pública F e d e r a l y los órganos descon­centrados de las mismas, deberán observar al autorizar la ocupación t e m p o r a l de u n puesto vacante o de nueva creación dentro d e l Siste­m a de Servic io Pro fes iona l de C a r r e r a , e n los casos excepcionales a que se refiere e l artículo 34 de la L e y d e l Servicio Profes ional de C a ­r r e r a e n la Administración Pública F e d e r a l , p u b l i c a d o en el Diario Oficial de la Federación e l día 11 de a b r i l de 2005.

• A c u e r d o que tiene p o r objeto establecer los criterios para que la ins­trumentación d e l Sistema de Servicio Profes iona l en la Secretaría de Relac iones Exter iores n o inter f iera e n l a O p e r a c i ó n d e l Servicio Ex­ter ior M e x i c a n o , p u b l i c a d o en el Diario Oficial de la Federación el 11 de a b r i l de 2005.

• Se distribuyó O f i c i o C i r c u l a r de fecha 25 de abr i l de 2005, p o r el que se c o m u n i c a a los Oficiales Mayores de las dependencias de la A d m i ­nistración Pública Federa l y equivalentes de los órganos administra­tivos desconcentrados y de la Conse jer ía J u r í d i c a d e l Ejecutivo, las políticas p a r a real izar movimientos laterales c o n servidores públicos de l ib re designación y que p e r m i t a n el ópt imo aprovechamiento de sus recursos h u m a n o s .

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• L i n c a m i e n t o s para la evaluación del desempeño de los servidores pú­blicos de la Administración Pública Federal , así c o m o su anexo, p u b l i ­cados en e l Diario Oficial de la Federación e l 2 de mayo de 2005.

• N o r m a para la capacitación de los servidores públicos, p u b l i c a d a e n el Diario Oficial de la Federación e l 2 de mayo de 2005.

• N o r m a para l a descripción, p e r f i l y valuación de puestos, p u b l i c a d a e n e l Diario Oficial de la Federación e l 2 de mayo de 2005.

• L i n c a m i e n t o s para d e t e r m i n a r y autorizar puestos clave e n la A d m i ­nistración Pública Federa l Centra l izada , publ i cados e n e l Diario Ofi­cial de la Federación e l 2 de mayo de 2005.

• Reformas al R e g l a m e n t o Inter ior de l a Secretar ía de l a Función Pú­b l i c a e n las que aparece de m a n e r a c o m p l e t a l a estructura orgánica de l a hoy d e n o m i n a d a U n i d a d de Recursos H u m a n o s y Profes iona-lización de la Administración Pública de l a Secretar ía de la Función Pública. Tales reformas aparec ieron publ icadas e n e l Diario Oficial de la Federación e l 27 de mayo de 2005.

• Se distribuyó e l O f i c i o C i r c u l a r , de fecha 31 de mayo de 2005, a los Ofic iales Mayores p o r e l que se autoriza realizar movimientos latera­les que n o i m p l i q u e n promoción de g r u p o ( O f i c i o SP/100/0303/05 d e l 25 de a b r i l , archivo P D F ) .

• Decreto p o r el que se aprueba el programa especial d e n o m i n a d o Pro­g r a m a para e l Servicio Profes ional de C a r r e r a e n l a Administración Pública F e d e r a l 2004-2006, p u b l i c a d o e n e l Diario Oficial de la Fede­ración e l 15 de j u l i o de 2005.

• P r o g r a m a para e l Servicio Profes ional de C a r r e r a e n l a A d m i n i s t r a ­ción Pública F e d e r a l 2004-2006, p u b l i c a d o e n el Diario Oficial de la Federación e l 16 de agosto de 2005.