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Cátedra: Delitos y Exclusión Social
Facilitador: Prof. Abog. Eduardo Figueroa
INTEGRANTES:
Nicanor José Blondell, C.I. 8.444.515Chris Nathaly García, C.I. 16.995.703
Septiembre 2014
1
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELAMINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION SUPERIOR
UNIVESIDAD BOLIVARIANA DE VENEZUELAALDEA “JOSE MARTI”
Índice
INTRODUCCIÓN_________________________________________________3
CONTROL SOCIAL_______________________________________________4
MEDIOS INFORMALES DE CONTROL SOCIAL._____________________________5
MEDIOS FORMALES DE CONTROL SOCIAL.______________________________7
Instancias informales del control social son:_________________________7
Agencias formales del control penal son:___________________________7
SISTEMA PENAL_________________________________________________8
SUBSISTEMA POLICIAL._________________________________________11
PRINCIPIOS GENERALES DEL SUBSISTEMA POLICIAL______________________12
De carácter público y de función indelegable:_______________________12
Civil:_______________________________________________________12
Dentro del marco constitucional y de los derechos humanos:___________13
Permanente:________________________________________________13
Eficaz y eficiente:_____________________________________________13
Universal:___________________________________________________13
Democrática y participativa:_____________________________________13
Sujeta a planificación:_________________________________________14
Necesaria y pertinente:________________________________________14
LA FUNCIÓN POLICIAL__________________________________________14
FUNCIONES DE LOS CUERPOS POLICIALES_____________________________14
TRÁNSITO TERRESTRE:___________________________________________15
EL CONTROL SOCIAL EN VENEZUELA_____________________________17
CONCLUSIONES________________________________________________23
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS__________________________________24
2
Introducción
El presente trabajo fue tomado de la dirección electrónica
http://razonamientolegalycientifico.blogspot.com/2013/07/control-social-y-
sistema-penal.html, de él realizamos una exhaustiva revisión de su contenido
verificando el contenido de las distintas normas que en él se mencionan y
cuidando que las mismas se ajustaran a las normativas legales vigentes, ello
nos llevó a adquirir un profundo conocimiento sobre lo que significa el control
social que debe tenerse en toda sociedad formalmente constituida.
De igual manera, adquirimos conocimiento sobre lo que representan los
cuerpos policiales en un Estado y la vinculación que tiene con respecto al
control social.
Una vez leído y analizado este trabajo nos pareció excelente su
contenido y por ello decidimos presentarlo y posterior a su evaluación por parte
de nuestro profesor, ofrecerlo a nuestros compañeros de aula para que también
adquieran estos tópicos que expone su autor de una manera muy clara y
precisa, en cuanto al significado de Control Social.
Cuando se hablamos de control social, se hace referencia al grupo de
normas y regulaciones de diferentes tipos que son establecidas explícita o
implícitamente por una sociedad para mantener el orden de los individuos y
permitir el desarrollo de un nivel de vida organizado y controlado. El control
social puede hacerse presente de diferentes maneras, tanto a través de
prácticas formales como prácticas informales, a través de regulaciones
socialmente aceptadas y también a través de coacción del mismo individuo
sobre sí mismo.
3
Control Social
El concepto de control social ha sido objeto de consideraciones diversas.
Fue la sociología norteamericana de las dos primeras décadas del siglo XX la
que utilizó el concepto como sinónimo de conductas acorde con el interés
común y de un control sobre uno mismo y conjuntamente como el control que
los ciudadanos ejercían entre sí y sobre los órganos de gobierno que creaban
Esta idea de control social “de abajo hacia arriba” no ha dejado de estar
presente en la perspectiva de la lucha política y mantiene intacto su
convocatoria a la ciudadanía a participar en tal control.
En una acepción amplia, el control social responde a la pregunta de
cuáles son los elementos, positivos y negativos, que mantienen una sociedad.
En su acepción estricta, supone la definición de la desviación y la reacción a la
misma.
El control social es el ejercido en la sociedad política por el aparato
institucional del poder público: sobre el común de los ciudadanos, de manera
global, y sobre determinados grupos, frecuentemente marginados o resistentes,
de una manera particular. El concepto de control social remite, así, a la relación
del poder con los ciudadanos.
Para obtener la conformidad o adaptación del individuo a sus postulados
normativos la comunidad se sirve de dos clases de instancias o portadores del
control social: instancias formales e instancias informales.
Es así como el control social es el conjunto de prácticas, actitudes y
valores destinados a mantener el orden establecido en las sociedades. Aunque
a veces para ello el control social se realice por medios coactivos o violentos, y
en otras ocasiones el mismo también incluye formas no específicamente
coactivas, como los prejuicios, los valores y las creencias. Entre los medios de
control social están las normas sociales, las instituciones, la religión, las leyes,
4
las jerarquías, los medios de represión, la indoctrinación (los medios de
comunicación y la propaganda), los comportamientos generalmente aceptados,
y los usos y costumbres (sistema informal, que puede incluir prejuicios) y leyes
(sistema formal, que incluye sanciones).
Medios informales de Control Social.
Se ejerce control social a partir de métodos informales que no necesitan
ser explicitados y que a veces tienen mucha más fuerza que los métodos
formales. Aquí debemos mencionar el control social ejercido por las religiones,
las jerarquías sociales, los medios de comunicación y la propaganda, las
normas morales y otras. Todo esto conjunto de normas de control social
informal busca generar en el individuo la adquisición de conductas socialmente
aprobadas de manera voluntaria. Muchas veces, estas normas implícitas de
control social pueden no ser del todo éticas, sobre todo cuando se trata de la
propaganda y del poder de ciertos mensajes publicitarios.
Son más importantes que los formales porque transmiten hábitos,
normas y valores determinados.
La instancia policial es un ejemplo: es un mecanismo de control social
informal que se deriva del Estado. Se inició tras la Revolución Francesa
controlando a nivel legislativo. Sus competencias garantizan el poder
desmesurado del Estado, pero es una instancia estatal con capacidad de
castigo y represión contra el ciudadano puesto que los que controlan o tienen
poder someten al resto. Su función principal es el mantenimiento de leyes y del
orden público.
Otro ejemplo en lo que compete, la religión según la Biblia, en el libro de
Éxodo, Moisés subió al Monte Sinaí y permaneció en su cima cuarenta días y
cuarenta noches, al cabo de los cuales le dio Dios escritos en dos tablas de
piedra los diez mandamientos. Cuando bajaba del monte, vio al pueblo que
5
estaba adorando al becerro de oro y enfurecido las rompió. Posteriormente,
pidió a Dios que perdonase al pueblo y sellase con él un "convenio" (pacto o
alianza). Entonces, el Señor ordenó a Moisés que tomase dos lajas de piedra, y
en ellas quedaron escritos los diez mandamientos del convenio.
El libro del Éxodo en 20:1-17 contiene la siguiente narración:
1. Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de
casa de servidumbre.
3. No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba
en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu
Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los
hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me
aborrecen,
6. y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis
mandamientos.
7. No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará
por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
8. Acuérdate del día del sábado para santificarlo.
9. Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10. Mas el séptimo día es reposo para Jehová tú Dios; no hagas en él
obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu
bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11.Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y
todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por
tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
12.Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la
tierra que Jehová tu Dios te da.
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13.No matarás.
14.No cometerás adulterio.
15.No hurtarás.
16.No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17.No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna de tu prójimo.
Medios formales de Control Social.
Las medidas o medios formales de control social son las que se
implementan a través de estatutos, leyes y regulaciones contra las
conductas no deseadas. Dichas medidas son respaldadas por el
gobierno y otras instituciones por medios explícitamente coactivos, que
van desde las sanciones hasta el encarcelamiento o el confinamiento. En
los estados de derecho los objetivos y mecanismos de control social
están recogidos en la legislación explícita.
Instancias informales del control social:
La familia, la escuela, la profesión, el trabajo, etc.;
Agencias formales del control penal:
La policía, los fiscales, los jueces, los procuradores, sistemas
penitenciarios; quienes actúan usando un conjunto de normas: Código
Penal, Código Procesal Penal, Código de Procedimientos Penales,
Código de Ejecución Penal, etc., que se relacionan en un complejo
dinámico de funciones cuyas sanciones a diferencia de las del control
social informal nunca son neutras sino negativas y estigmatizantes,
encontrándose por este motivo, sometidas a normas que tratan de
7
asegurarle objetividad y respeto de las garantías de las personas
involucradas en el conflicto social .
Cuando las instancias informales del control social fracasan o el
comportamiento del individuo reviste una particular relevancia social o
gravedad, la sociedad se ve obligada a recurrir al mecanismo artificial del
sistema penal a fin de controlar lo que los medios naturales no pueden.
Sistema Penal
El sistema penal es el control social punitivo institucionalizado. Este
sistema emerge como medio de socialización sustitutivo sólo cuando los
mecanismos primarios del control social informal fracasan.
El sistema penal es el conjunto de relaciones y procesos
derivados del ejercicio de la facultad punitiva del Estado. Lo que permite tomar
en cuenta relaciones "del control penal" que no estén dentro de los límites
jurídicos "fuera del límite", con lo que cabe más allá del control formalizado
tener en cuenta al control punitivo no formalizado , al que opera bajo el sistema
penal subterráneo, es decir, aquel que implica una punición (restricción o
supresión relevante de derechos humanos) .
La asunción de esta noción de sistema permite evidenciar la
relevancia política de la relación de regulación del Derecho (Limitador y
delimitador) sobre el poder punitivo, contextualizando en el escenario social la
intervención punitiva. Ello permite resaltar que el objeto de regulación del
Derecho (el control penal) se mueve en la trama social expresándose de
diversas formas ; por ejemplo, con el ejercicio de la función policial, que por tal
no sólo será un ámbito de regulación del Derecho Administrativo, sino también
del Derecho Penal (y Procesal Penal) y por supuesto del Constitucional; al
igual que se plantea con el Derecho Penitenciario, pues en ambos campos el
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eje no es sólo la prestación de un servicio público, sino el ejercicio del poder
penal.
Así, el control penal se manifestara en la actuación de los órganos del
sistema, en los procesos de formulación legislativa y hasta en las desviaciones
en que incurra el poder punitivo. Siendo lo primordial el conjunto de las
relaciones vinculadas al ejercicio de la facultad punitiva del Estado o al ejercicio
del control penal y cómo tales relaciones se integran en el devenir social.
Desde otra perspectiva, la de la persona y su libertad, en tanto que
control social formalizado, cabe considerar el sistema penal como un sistema
garantista. Un sistema penal como sistema de garantías es consecuencia de
una política criminal en un Estado social y democrático de derecho. En tal
sentido, presenta ventajas que no tienen los controles informales. Desde luego,
la reacción penal garantiza que otro tipo de reacciones sociales informales,
espontáneas, incontroladas de otras fuerzas sociales quede neutralizada,
impidiendo la venganza.
Según el Dr. Luigi Ferrajoli, el sistema penal “se caracteriza porque el
Estado ha legalizado o institucionalizado la violencia”. El primer presupuesto de
la función garantista del derecho y del proceso penal es el monopolio legal y
judicial de la violencia represiva. El derecho y el proceso, en efecto, garantizan
contra la arbitrariedad en cuanto representan técnicas exclusivas y exhaustivas
del uso de la fuerza con fines de defensa social.
Las relaciones sociales y los fenómenos que se generan en nuestro país,
cada día son más complejos, muchos de estos fenómenos provocan daño
social, o crean intereses o demandas que necesitan de una protección eficaz y
oportuna, transformándose en bienes jurídicos que necesitan ser protegidos o
tutelados a través de la punibilidad, lo cual nos conduce a la configuración de
figuras delictivas creadas por la Ley penal, cuyas consecuencias alcanzan a
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aquellas personas que causan daño social mediante la aplicación de sanciones
penales.
Este complejo de momentos e instancias de aplicación del poder punitivo
estatal surge al amparo de la Construcción del Estado Moderno, es lo que se
denomina Sistema Penal, el Dr. Roberto Bergalli lo define de la siguiente
manera:
“El sistema penal de las sociedades modernas está previsto como
conjunto de medios o instrumentos para llevar a cabo un efectivo control social
formalizado de la criminalidad que se manifiesta en esas sociedades”. Por
tanto, describiendo y analizando el funcionamiento de las instancias que
conforman es posible entender que tipo de estrategia de control social se
pretende dibujar desde el Estado. Sin embargo, el control social estatal no es
todo control ni el mejor de los controles que tiene lugar en las sociedades
avanzadas que han entrado en el postfordismo.
El sistema penal está configurado, entonces, mediante procesos de
creación de un ordenamiento jurídico específico, constituido por leyes de fondo
(penales) y de forma (procesales). Pero, asimismo, deben necesariamente
existir unas instancias de aplicación de ese aparato legislativo, con la misión de
concretar en situaciones, comportamientos y actores cuándo se comete un
delito y cómo este se controla.
De este modo, el Dr. Roberto Bergalli analiza el panorama del sistema
penal, diferenciándolo en estático o abstracto, y dinámico o concreto.
El sistema penal estático o abstracto designa aquel nivel de los sistemas
penales que únicamente se ocupan (por parte de los juristas) de la producción y
estudio del sistema de preceptos, reglas o normas que definen los conceptos de
delito y pena.
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El sistema penal dinámico o concreto, en cambio, alude a las actividades
de aquellas instancias o agencias de aplicación del control punitivo, como la
policía, los fiscales, los jueces, etc.
La descripción de tipos delictivos por el Código Penal y la manera en que
tendrán lugar los procesos penales o la determinación de las formas de actuar
que se prevé para las instancias de aplicación del control penal (policía, jueces,
Ministerio Público y cárcel) en las respectivas leyes orgánicas no se llenan de
contenido hasta que efectivamente una persona o varias son imputadas,
incriminadas o acusadas de una conducta punible. Esto último es lo que pone
en funcionamiento las instancias de aplicación del sistema penal y el producto
de sus actividades no necesariamente coincide siempre con las previsiones
abstractas del ordenamiento jurídico. Es decir, que esas actividades producen
realidad que habitualmente difiere de la prevista.
Subsistema Policial.
Constituye un conjunto de supuestos y principios sobre la organización
deseable de la policía como agencia de seguridad ciudadana. Los principios del
modelo son las coordenadas institucionales a través de los cuales se articula
todo el ejercicio y funcionamiento de la organización.
El modelo policial se concibe como un modelo complejo en tanto que
responde a la correlación de poderes públicos de los ámbitos político
territoriales nacional, estadal y municipal que concurren equilibradamente
dentro del Sistema Integrado de Policía para el cumplimiento de la función
policial destinada a la satisfacción de la garantía de la seguridad ciudadana.
Abarca supuestos y principios intrainstitucionales, que tienen que ver con
la organización, gestión, desempeño y evaluación comunes para los cuerpos de
policía, y que deben ser aplicados dentro de cada uno de ellos, y supuestos y
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principios interinstitucionales, que tienen que ver con la coordinación,
cooperación, sinergia y acoplamiento de los diversos cuerpos policiales dentro
del marco de una acción convergente para la realización de las políticas
públicas de seguridad ciudadana que corresponden a la policía.
Principios Generales del Subsistema Policial
La Policía es una institución pública, de función indelegable, civil, que
opera dentro del marco de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela y de los tratados y principios internacionales sobre protección de los
derechos humanos, orientada por los principios de permanencia, eficacia,
eficiencia, universalidad, democracia y participación, control de desempeño y
evaluación de acuerdo con procesos y estándares definidos y sometida a un
proceso de planificación y desarrollo conforme a las necesidades dentro de los
ámbitos político territoriales en el ámbito nacional, estadal y municipal. Se
caracteriza por ser:
De carácter público y de función indelegable:
La policía se entiende como una instancia de prestación estatal que debe
contribuir significativamente a garantizar la seguridad ciudadana sin que su
intervención pueda ser sustituida por instancias de carácter privado en lo que se
refiere a la protección de los derechos humanos y al arbitraje del uso de la
fuerza legalmente autorizada.
Civil:
La policía es una institución para el mantenimiento de la convivencia
pacífica dentro de la sociedad caracterizada por el libre ejercicio de los
derechos, la adopción de decisiones políticas construidas sobre la base de
consensos y el uso de la fuerza en la medida estrictamente necesaria para cada
12
situación. El carácter civil se manifiesta orgánica y funcionalmente en su
mando, dirección, estructura, cultura organizacional, tácticas, equipos,
estrategias y en el personal.
Dentro del marco constitucional y de los derechos humanos:
La Policía es una institución encargada de contribuir significativamente a
garantizar la seguridad ciudadana con estricto apego a los principios
constitucionales, y a los derechos humanos garantizados por la Constitución y
por el sistema internacional de protección.
Permanente:
La Policía constituye la prestación continua de medidas para contribuir
significativamente a garantizar la seguridad ciudadana y no puede estar
sometida a vaivenes que impliquen la interrupción de la prestación.
Eficaz y eficiente:
La policía debe orientarse a la satisfacción de la garantía de seguridad
ciudadana, de manera tal que optimice los recursos disponibles para la
consecución de los resultados previstos.
Universal:
La policía debe cubrir todos los estratos de la población de forma amplia,
sin distinción ni discriminación alguna de origen nacional o social, posición
económica raza, etnia, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
condición o índole.
Democrática y participativa:
13
La policía debe ser una institución abierta al escrutinio de los
ciudadanos, facilitando la intervención de los mismos en la planificación del
servicio, el control y evaluación, gestión conforme a parámetros predefinidos y
suficientemente conocidos, que faciliten su mejoramiento y corrección.
Sujeta a planificación:
La policía es una institución programable en función de estrategias,
metas y objetivos compatibles con las políticas públicas de seguridad
ciudadana.
Necesaria y pertinente:
La policía debe responder a los requerimientos de seguridad ciudadana,
en los ámbitos político territoriales municipal, estadal y nacional, según sea
preciso para garantizarla en cada uno de los ámbitos político territoriales.
La Función Policial
La seguridad ciudadana es una garantía constitucional (artículo 55) cuyo
cumplimiento lo asigna el Estado a los órganos de seguridad ciudadana
(artículo 332) como una competencia concurrente entre los ámbitos político
territoriales nacional, estadal y municipal (artículo 332, último aparte). La
principal función de seguridad ciudadana es la policial que consiste en la
protección que el Estado debe garantizar a las personas y a la colectividad
frente a agresiones (por acción u omisión) o peligros que amenacen o lesionen
los derechos humanos a la vida, la integridad, las libertades y el patrimonio
(público y privado), al incumplimiento de los actos emanados de la autoridad
competente o, menoscabo del funcionamiento institucional.
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Funciones de los Cuerpos Policiales
La función principal de las policías, de acuerdo a este mandato se
expresa en las siguientes acciones:
a) Garantizar el libre ejercicio de los derechos humanos y las
libertades públicas.
b) Prevenir la comisión de delitos.
c) Apoyar el cumplimiento de las decisiones de la autoridad
competente.
d) Garantizar el control y la vigilancia de la circulación y el tránsito
terrestre.
e) Facilitar la resolución de conflictos mediante el diálogo, la
mediación y la conciliación.
Estas acciones definen el marco de la función policial general, que por
mandato constitucional, es concurrente entre los tres ámbitos político territorial
del poder público nacional, estadal y municipal. Por lo cual son competentes
para ejercerlas, la policía nacional y las policías estadales y municipales. Para
el cumplimiento de esta garantía, el Estado cuenta con los órganos de
seguridad ciudadana, entre los cuales está la policía y demás órganos con
funciones similares tales como:
Tránsito terrestre:
Dado que la función de preservación, mantenimiento y aprovechamiento
de vías terrestres es reconocida por la Constitución como un ámbito de
competencia concurrente entre el poder nacional, estadal y municipal, por los
artículos 156, numeral. 27, 164, numeral 9 y 178, numeral 2 de la Constitución,
las policías de estos niveles tienen funciones de control y ordenación de la
circulación y el tránsito de vehículos, así como de seguridad vial en general. Por
15
estas razones, no se justifica un cuerpo nacional exclusivo de Vigilancia y
Tránsito Terrestre.
La investigación Penal
La investigación penal como manifestación de la seguridad ciudadana
comporta las acciones, técnicas, medios y procedimientos para investigar la
comisión de delitos e identificación de los autores, como actividad de auxilio al
Ministerio Público en la investigación penal. En cuanto a la función especial de
investigación penal, el artículo 332 ordena que en el ámbito nacional, el
Ejecutivo Nacional organizará un Cuerpo de Investigación Penales, pero como
además la función de investigación penal es una función policial especial que
forma parte de la seguridad ciudadana (Constitución, 332,2°) y ésta última es
concurrente entre los tres ámbitos políticos territoriales (artículo 332, último
aparte), los órganos policiales de estos tres ámbitos deben cumplir también esta
función, tal y como lo determina la legislación correspondiente: Código Orgánico
Procesal Penal, Ley Orgánica del Ministerio Publico y el Decreto Ley del Cuerpo
de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (COPP; LOMP y
DLCICPC) bajo la dirección del Ministerio Público en desarrollo del mandato
constitucional (artículo 285,3°).
Los servicios de policía especializada, que correspondan a extranjería,
identificación, sistema financiero, impositivo y aduanero, navegación, sanidad,
ambiente y recursos naturales, recursos hidráulicos, ordenación territorial,
fronteras, minería, puertos y aeropuertos, ferrocarriles y telecomunicaciones, de
conformidad con lo previsto en los numerales 4, 5, 6, 11, 15, 16, 23, 25, 26, 27,
16
28 y 30 del art. 156 de la Constitución, corresponden al Poder Público Nacional.
Dado que algunas de estas competencias han sido atribuidas a la Guardia
Nacional por la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional, y que, de acuerdo
al artículo 332 de la Constitución, la Guardia Nacional no es un órgano de
seguridad ciudadana, ella no debe cumplir funciones de policía general.
El Control Social en Venezuela
Después de entender los significados de que son los medios de control
social, ahora veamos cómo es hoy en día en nuestro país Venezuela.
Para buscar una respuesta de cuáles son los elementos y causas que
están relacionados con la eficacia e ineficiencia en el funcionamiento del
Control social en Venezuela. Por supuesto que en este sentido estamos
obligados a señalar, que el control social de esta manera entendido representa
la columna vertebral de la Criminología, aunque no se tienda a confundir con
ella. Es por ello que el Control social, admite dos niveles de abordaje según
Gabaldón (1987):
a) La pauta normativa, que implica el señalamiento genérico de
un comportamiento como inaceptable, bien sea este criminal o
desviado.
b) El operacional, que comprende el encuadramiento situacional
de un comportamiento dentro de una pauta genérica de
conducta y las medidas adoptadas para lograr conformidad,
mediante mecanismos de individualización (...)".
El nivel operacional del control social es el importante para
conocer la descripción, análisis y evaluación de las respuestas
sociales a la criminalidad.
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En este sentido el sistema de Justicia Penal, en el control social formal,
es de acuerdo a lo expuesto por Gabaldón (1987): "el conjunto de instancias
formales y públicas dispuestas por el estado para reprimir conductas
amenazadas por una pena en un cuerpo normativo formalizado. Este sistema
comprende, básicamente, la policía (en sentido amplio, cualquier dependencia
con poder coactivo armado), los tribunales, el ministerio Público, los organismos
auxiliares y administrativos que se insertan en el proceso penal, como
defensorías y procuradurías, y el sistema de ejecución penal, tanto institucional
(régimen carcelario) como no institucional (instancias diversificadoras de la
pena detentiva)".
Tenemos entonces a "la policía como un órgano de control social formal,
cuyo objetivo es la protección de la sociedad y sus ciudadanos, esto es,
defensa de peligros" (Bustos, J., 1982, 63). La policía es un brazo represor y
confidencial del poder soberano. Es una fuerza organizada para el
mantenimiento del orden público mediante la vigilancia y la aprehensión de los
infractores a los fines de imponerles una sanción.
En este sentido, señala Bustos (1982,65): "el Estado de Derecho en
cuanto a organización política necesita ejercer un control social sobre los
ciudadanos y en tal sentido la policía resurge con características semejantes a
épocas anteriores, pero con la diferencia fundamental de que está sometida a la
mayor o menor transparencia que puede ostentar un Estado de Derecho".
Es decir que el rol fundamental de la policía es mantener el orden, el
orden interno que permita a los ciudadanos mantener cierta conducta frente a
los demás, con la advertencia por parte del Estado de que si transgreden la
norma contenida en la ley serán castigados con una sanción o pena. Por otra
parte, otra de las funciones de la policía además de mantener el orden es la
prevención del crimen.
18
Ahora bien, la policía surgió como una organización militarizada y
burocrática. En tal sentido acota Bustos (1982, 68): "Ello ha llevado a acentuar
los problemas de distanciamiento con la población, en razón de la tendencia a
una institución total y cerrada que provoca la militarización y burocratización de
una institución. Lo que a su vez ha originado mayores dificultades para su
democratización. Pero no sólo a este nivel se producen dificultades, sino
también en el ámbito de la eficacia, pues tales características impiden le
flexibilidad necesaria para la adaptación de la policía a los cambios continuos
de una vida social democrática, con lo cual entonces la función de control se
hace rígida y contraproducente en todo sentido".
Quiere decir ello que la ciudadanía en general ve a la policía, más como
un órgano represor que otra cosa. Pocas veces se entiende que tal órgano de
control social es para prevención. De allí que se haya tenido preocupación en
que se desmilitarice y desburocratice la institución policial y se de origen a una
policía profesional. En tal sentido acota Bustos (1982, 68): "Se entiende por
policía profesional aquella cuyos miembros, a todos los niveles, actúen con
criterio propio y autónomo dentro de los marcos regulativos de la profesión".
Para lograr el objetivo de la profesionalización, indudablemente que debe
someterse a la policía a un cambio total en su formación, y con ello se lograría
un mayor acercamiento entre la sociedad civil y la policía.
Por otra parte tenemos que el papel represivo de la policía está limitado,
debido a que la institución hace uso de métodos impropios o poco apropiados
para hacerse de información para luego practicar la aprehensión. En vez de
seguir lo estrictamente pautado, la eficacia represiva de la policía surge debido
a la "acumulación de datos, los confidentes, la ligazón clara a un determinado
sector por parte del delincuente" (Bustos, J., 1982, 68).
Dicha incapacidad relativa de la actividad represiva de la policía y de la
prevención policial influye evidentemente sobre la eficacia preventiva general
19
que se pueda atribuir a la acción policial o a la institución como tal.
En definitiva, la policía en general señalan quién y que va contra el orden; por lo
que agrega la policía una pauta concreta de selección, de control, de
criminalización. Al respecto, señala Bustos (1982, 71): "en este sentido el propio
control policial resulta un factor de criminalización, origen de criminalidad".
Un segundo tipo de control social lo ejercen los tribunales. Señala Gabaldón
(1987,131): "Los tribunales constituyen la segunda instancia de conocimiento y
procesamiento de la criminalidad dentro del sistema formal de control social,
después de la policía".
Caracterizando el sistema penal venezolano, podemos establecer
entorno a él que el cambio de paradigma de un sistema inquisitivo a un sistema
acusatorio empieza a dar algunos resultados. Por supuesto que mucho falta por
recorrer en este sentido, y en la práctica el novísimo Código Orgánico Procesal
Penal tendrá que autoevaluarse para que se mejore.
Establecida la libertad como garantía y derecho constitucional, es la
norma tal condición de libertad del imputado, por lo que toda persona es
inocente hasta tanto no se demuestre lo contrario. Por ello los beneficios
establecidos en el Código.
Pareciera que con la entrada en funcionamiento del nuevo ordenamiento
jurídico venezolano penal, hubiese habido una transformación del sistema
penal, que de alguna manera ayuda a resolver el problema de la delincuencia
en Venezuela.
Quizás el problema de ineficiencia que aún de alguna manera pudiese
tener el sistema penal en la administración de justicia, pudiese ser el retardo
creciente a la congestión de casos a ser procesados. En este sentido debemos
señalar con toda seriedad que para poder hacer una evaluación del sistema de
tribunales, ante el cambio de un sistema inquisitivo por un sistema acusatorio,
20
se debería esperar para observar el desempeño de la administración de justicia
para que podamos estudiar los principales problemas del cual son objeto.
Por otro lado tenemos al Ministerio Público. Igualmente ha sufrido un
cambio importante en el sistema penal si lo comparamos con el de hace unos
años atrás. El dueño de la acción penal en el pasado era la policía judicial. En la
actualidad es el Ministerio Público a través de los Fiscales quienes son los que
impulsan la acción penal y se sirven de un órgano auxiliar para realizar las
investigaciones, tal como lo es la policía judicial.
El cambio en el proceso penal hace que debamos esperar cierto tiempo
para poder estar en capacidad cierta de evaluar el sistema de tribunales en
cuanto al control social formal. Sólo podríamos hacer algunas críticas sobre
aquello que vemos escrito en el Código, que de alguna manera pudiésemos
pensar que por razones de idiosincrasia fuese de difícil aplicación en nuestro
país. Sin embrago somos testigos de cómo hasta los momentos, el cambio de
paradigma pareciera que fuese la solución.
Ahora bien, por otra parte pareciera que la extrema libertad concedida en
los beneficios que otorgas el Código hubiese desatado en el país una oleada de
delincuencia. Pero por otra parte debemos señalar que para no conceder tales
beneficios los principios se encuentran contenidos en la normativa establecida
en el Código. Es decir, que si hay jueces con la suficiente capacidad de análisis
y de estudio que aplique la objetividad del Código conforme a derecho,
estaríamos en presencia de una buena administración de justicia. La falta de
efectividad de la norma consiste en la poca o nada aplicación que de ella hace
la autoridad en general. En el caso que nos ocupa el juez. Si no se hace uso de
la norma establecida en el ordenamiento jurídico venezolano pues la efectividad
de cualquier sistema de prevención o de represión, es decir, el sistema penal
será nulo, pero por sobre todo infructuoso.
21
Por último, pero no por ser último menos importante, tenemos la cárcel
como forma de control social. Estamos de acuerdo con que el mejor sistema
penitenciario es aquel que no existe. La libertad es el bien más preciado del ser
humano. Limitarlo de ella es limitar la capacidad del hombre para vivir en
sociedad. Por ello sabemos del fracaso de la prisión en resocializar, prevención
general o intimidación, retribución pura o correccionalismo. En tal sentido
señala Aniyar de Castro (1989, 87): "El fracaso de los fines confesados de la
prisión se mide por la reincidencia. La cifra mágica de un 20 ó 30 % de
reincidencia después de la liberación se produce siempre". La cárcel no sirve
para lo que debería servir, sino para otras cosas como la de producir
delincuentes, procesos de despersonalización que se producen en la cárcel,
técnicas de racionalización o de neutralización, que consolidarían la posición
discordante, estigmatización y reproducción de la carrera criminal. La cárcel es
fundamentalmente desocializadora.
Señala al respecto, Aniyar de Castro (1989, 88): "La cárcel serviría pues,
en su principal función no declarada, para aglutinar y mostrar a quienes se les
distribuyó, prioritariamente, a través de la selectividad de la Justicia, el bien
negativo de la criminalidad".
Se sabe que la prisión no acaba con la delincuencia. No resocializa. Es
simple y llanamente castigo a una conducta desviada. Más aún, es castigo para
unos pocos, ya que el sistema selectivo tiene sus límites de capacidad
operativa, y ya hay filtros poderosos de la llamada delincuencia real.
El tratamiento institucional poco sirve. Aduce Aniyar de Castro (1989,
89): "El tratamiento en sí mismo está seria y extensamente cuestionado desde
el punto de vista ético, como veremos. Se trataría de una forma de
manipulación de la persona, imponiéndole los valores institucionalizados de la
cultura dominante. Para quien roba por profesión, o por necesidad, o para el
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delincuente de cuello blanco, el tratamiento reeducativo o resocializador no
tiene ningún sentido".
Últimamente hemos visto la preocupación del Estado de por lo menos
paliar esta situación de privación de libertad tratando de construir centros de
reclusión adecuados. Vemos un claro ejemplo en la cárcel de Mérida, ubicada
en San Juan de Lagunillas, en la cual no hay hacinamiento crítico. El Código
Orgánico Procesal Penal acabó con él. El estilo de construcción es de módulos,
enmarcada en las cárceles modernas.
Conclusiones
Finalmente, podemos concluir, a través del análisis realizado a este
trabajo o investigación documental, que el control social es fundamental en una
sociedad, ya que sin ella tendríamos pues, una sociedad anarquizada por
quienes quieran imponer sus razonamientos o acciones que no vallan con el
normal desarrollo social, las buenas costumbres, la moral y la ética que debe
imperar en las personas que conforman esa sociedad.
El orden social como propuesta con capacidad pacificadora de las
relaciones sociales siempre ha estado y estará ligado a las relaciones de fuerza
existente en una sociedad y a la amenaza o el ejercicio de la violencia para
hacer cumplir las leyes que emergen del propio orden social. En ese sentido, el
derecho y la paz, como aspiración o componentes de tal orden conviven en
situación inestable con las violaciones al derecho y con la violencia para
imponerlo.
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También reconocemos, que como todas las cosas siempre presentan
ciertas fallas, igual sucede con la implementación del control social, la cual
presenta algo de ineficacia e ineficiencia en su funcionamiento, lo cual
pensamos radica en la equivocación de los modelos políticos aplicados a lo
largo de nuestra historia en pro de mantener un status social acorde al orden
publico necesario para la convivencia ciudadana, así como por la
implementación de ideas y valores que son ajustadas a las normas y reglas que
la sociedad impone.
También vemos como el sistema penal, es constitutivo de
representaciones y relaciones sociales, de políticas públicas, de discursos de
poder, e incluso de su propia configuración lingüística, la ley penal; en suma,
representa lo cotidiano de las sociedades actuales.
Referencias Bibliográficas
Aniyar de Castro, L. (1989), Primer Taller Penitenciario
Venezolano. Ediciones del Ministerio de Justicia. Caracas.
Venezuela.
Bergalli, R. (1980). La Ideología del Control Social Tradicional,
Buenos Aires, pp. 805-818.
Bustos Ramírez, J. (1980), Estado y Seguridad Ciudadana.
Universidad Autónoma de Barcelona, España.
Gabaldón, L.G. (1987), Control Social y Criminología. Caracas.
Editorial Jurídica Venezolana.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Código Orgánico Procesal Penal.
Código Penal Venezolano.
Decreto Ley Creación Cuerpo de Investigaciones Científicas
Penales y Criminalísticas.
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